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TITULO: Reflexiones sobre la constitución de Prácticas Sociales
Interculturales Indígenas en el contexto urbano de Santiago
AUTOR: Juan Pablo Venegas Gormaz
El presente texto tiene como propósito abordar el desarrollo de una
Perspectiva Intercultural Indígena en el Trabajo Social de la Región Metropolitana.
Lo anterior desde la constatación del cambio en el proceso de crecimiento de las
comunidades indígenas chilenas, lo que plantea un desafío en la comprensión de
los procesos de conformación identitarios de estos pueblos, en el marco del
proceso sociopolítico vivido por Chile en los últimos ocho años.
Procuraremos introducirnos en la problemática indígena urbana1, desde el
análisis de la situación actual de sus pueblos2 a nivel urbano y la propuesta
surgida desde la Perspectiva Intercultural Indígena, referente teórico metodológico
elegido para establecer ejes centrales que permitan el desarrollo e implementación
de Practicas Sociales Educativas Interculturales Indígenas.
La perspectiva de una Práctica Social Intercultural e Indígena, se sustenta
en el abordaje crítico hermenéutico de la realidad chilena y la cosmovisión
indígena, poniendo especial énfasis en el valor adquirido por una ética pluralista
que promueva la diversidad como principio fundamental de un ejercicio profesional
pertinente a un contexto Intercultural.
INTRODUCCIÓN
El contexto de relaciones sociales en que nos encontramos inmersos se
encuentra colonizado por lo "global", la globalización es hoy la argumentación para
justificar y dar respuesta a todas las paradojas de lo cotidiano, como los procesos
de inclusión-exclusión en la ciudad, el fenómeno del consumismo, la hibridación
cultural, la desigualdad social y otros. Al parecer, para poder comprender el
1 Hoy se encuentra en la Región Metropolitana la mitad de la población que se autodefine como indígena en todo Chile,409.079 personas. Fuente Censo de Población y Vivienda 1992.
2 Mapuche, Rapa Nui, Alacalufe, Atacameño, Quechua, Aymara, Yámana y Colla según la ley 9253. Hoy también existen indicios de la presencia de descendientes Diaguitas en la Cuarta Región.
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cambio social en el presente es imprescindible analizar la compleja relación entre
lo global y lo local, "la lucha por la identidad y el territorio no es asunto del pasado,
sino expresiones políticas que se proponen defender la variabilidad social, la
autodeterminación y la soberanía, todas ellas manifestaciones amenazantes para
el nuevo orden mundial. El desprecio por lo local puede verse como otra forma de
ideología y/o como una manifestación de poder (...)" 3. Hoy las problemáticas de lo
local no se han agotado, al contrario renacen y reviven en el marco de la disputa
por un espacio donde ya no hay espacio vacío.
Creemos que la globalización obviamente ha cobrado una dimensión
ideológica, entendiendo que las modificaciones sufridas en la estructuración
objetiva del mundo (medios de producción, por ejemplo) y en la experiencia
subjetiva del mismo (creación de realidad por los medios de comunicación) han
contribuido a ver la globalización como un proceso homogeneizador, sustentado
en los argumentos del triunfo de un modelo económico, una forma de pensamiento
y un estilo de vida únicos.
Es aquí donde debemos mostrar los "mitos" existentes en estas
argumentaciones y buscar lo latente en ésta legitimación del fenómeno
globalizador. Marjorie Ferguson nos interpela diciendo "habría que considerar con
prudencia la palabra "globalización", en tanto es posible integrante de
modalidades discursivas que forman parte de un dispositivo massmediático que
contribuye a deshistorizar los acontecimientos mundiales, proponiéndonos un
mundo global cuyas asimetrías, contradicciones y desigualdades aparecen
naturalizados ante la velocidad de la información y la presunta racionalidad de los
mercados"4.
Frente a estos procesos hay que resaltar su contraparte, es decir, la
existencia de una simultaneidad de procesos de diferenciación junto a los de
homogeneización, manifestándose fundamentalmente en el surgimiento de
3 Patricia Safa Barraza "De las historias locales al estudio de la Diversidad en las grandes ciudades. Una Propuesta Metodológica", en Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
4 Marjorie Ferguson "La mitología sobre la globalización", en European Journal of Communication, vol. 7, nº 1, marzo de 1992. Traducción y Adaptación de Estela Martini.
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regionalismos, nacionalismos, localismos, y "fundamentalismos" que forman parte
de la reivindicación y el subrayado de las alteridades. Hay situaciones en que el
núcleo de las reivindicaciones es colocado en las diferencias culturales e
identitarias entendidas como inmutables, llegando a cuestionar una posible
inclusión en el colectivo nacional.
Desde una perspectiva universalista se tiende a promover formas de
integración y asimilación de lo local en lo global, en tanto desde una mirada
particularista, se tiende a mirar las diferencias como irreductibles instaurando
mecanismos de segregación de los grupos sociales. Esto se vuelve especialmente
difícil, dice Margulis, cuando "reaparecen viejos modos de estigmatización
dirigidos al extranjero, al pobre, al inmigrante, que arraigan y se nutren de la crisis
social, (...) aparecen también formas de racismo que operan solapadamente en
discursos que aluden a la inconmensurabilidad de las culturas y aún a su derecho
a la diferencia"5. Se muestra a todas luces que el discurso universalista no puede
oponerse como un todo al discurso de la diferencia, sino que incluye
soterradamente un importante sesgo particularista.
Qué es particular y qué universal nos lleva a situaciones de asimetrías y
hegemonías y por ende a un ámbito político, y no se puede omitir el papel de la
estructura política en la revitalización de la experiencia de reconocimiento (o
desconocimiento) de las identidades, políticas y culturales a nivel local.
Nos encontramos con que las minorías, han recurrido, en sus
reivindicaciones multiculturalistas a conceptualizaciones similares a las de los
gobiernos, buscando propiciar el mosaico cultural, donde se tolera la diferencia al
precio de suspender la interacción entre los diversos grupos. Una de las facetas
más relevantes de esto es la cuestión de la ciudadanía y la soberanía nacional, en
donde lo que finalmente se pone en juego es el mantenimiento de los límites que
aparecen cuestionados en el proceso de globalización: quién es ciudadano, cuáles
son los criterios de atribución de ciudadanía, cuáles son las fronteras significativas
de la nación, cuáles son los atributos de la nacionalidad. Oliven concibe a la
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nación y a la región como un producto cultural, pasando así de lo político y de lo
económico al espacio de la cultura en el que se vehiculan identidades sociales6.
Gorosito Kramer suma, "la nación no es cuestionada en sus fundamentos
emotivos ni en sus valores compartidos. Lo que se imputa es el olvido de la
fraternidad, relanzada al campo de la negociación"7.
Bien, y si existe conflicto en la conformación de nación (incluso anunciando
su muerte, otra más), las transformaciones contemporáneas toman cuerpo en las
ciudades: "ciudades globales", "metápolis", "megalópolis", acepciones múltiples
para tratar de enunciar un fenómeno similar, la agrupación de grandes
contingentes humanos, física y geográficamente entrelazados, y "conectados con
experiencias macrourbanas y transnacionales a través de redes de comunicación
masiva"8. Nos encontramos inmersos en una nueva manera de construir sociedad,
basada en interacciones humanas a distancia, por medio del teléfono, la televisión,
las redes informáticas, el dinero plástico y el Internet, y los sentidos y significados
que la atribuimos a nuestras vidas son permeados por estos medios, en tanto, van
adquiriendo relevancia en la medida que tengan existencia mediática, es decir,
nuestras percepciones se van organizando en tanto tengamos imágenes
construidas desde un régimen audiovisual y no existen si no se encuentran en ese
espacio de percepción.
Es dentro de éste acontecer que se propone una perspectiva intercultural
en donde creemos que una sociedad logra un mayor nivel de enriquecimiento en
tanto es más abierta a aceptar un mayor número de propuestas y alternativas que
se retroalimenten mutuamente y potencien su autoconstrucción desde la
5 Mario Margulis, "Cultura y Discriminación Social en la Epoca de la Globalización", en Globalización en Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
6 Ruben Oliven, "Nación e Identidad en tiempos de Globalización", en Globalización en Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
7 Ana Mª Gorosito Kramer, "Identidad, Cultura y nacionalidad", en Globalización en Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
8 Nestor García Canclini, "La ciudad espacial y la ciudad comunicacional: cambios culturales de México en los 90", en Globalización en Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
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diferencia, desde entender de una vez por todas que no tenemos las verdades
absolutas ni definitivas.
CHILE Y SUS DESENCUENTROS CULTURALES
La Situación Indígena Urbana, desde un Estudio Demográfico
En un estudio realizado desde el año 1996 por, Alexia Peyser, Gabriela
Pérez, Ana Mª Oyarce y Rodrigo Espina, investigadores del CELADE, se planteó
la necesidad de profundizar y “trabajar” demográficamente los datos del Censo de
1992 que surgieron a partir de la pregunta de autopercepción indígena,
focalizándose, la investigación, principalmente en la población mapuche. Estos
datos dieron cuenta de que las 928.060 personas mayores de 14 años que se
autopercibían como mapuche representan un 9,6% de la población, y que al
suponer, el mismo pocentaje en la población menor de 14 años (354.051), la
población mapuche ascendería a 1.282.000 personas9. (Ver Anexos, Cuadro 1)
Estas cifras mostrarían una mayor importancia, en términos demográficos,
de la población mapuche a la imaginada, agregándose además, una distribución
territorial bastante diferente a la sostenida por estudios anteriores, que mantenían
la tesis de la residencia histórica al sur del río Bío -Bío, circunscritos al ámbito rural.
Según los datos analizados del censo, existirían personas en todas las
comunas del país que se autoperciben como mapuche. Y de estos la “mayor
parte reside en la Región Metropolitana, donde se concentran 409.079
personas, que equivalen al 44.1% de la población mapuche nacional”. Otras
regiones con importante presencia son la Araucanía, Bío-Bío y Los Lagos, en las
cuales reside el 36,4% de la población mapuche del país”10.
La conclusión extraída de esto es que el “patrón de ocupación del territorio
es similar al patrón de distribución espacial de la población total, el cual está
determinado, en gran medida, por las oportunidades de trabajo, educación y
concentración de servicios, y es una consecuencia de la historia del país desde la
9 Supuesto que en demografía es considerado moderado, y es resultado de variados estudios. 10 Gabriela Pérez; Alexia Peyser. Caracterización de la población mapuche nacional.1998. CELADE-UFRO, pág. 1. Documento sin publicar). Los cuadros y gráficos insertados entre los textos pertenecen a aquel estudio.
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ocupación hispánica y de la implantación de modelos de desarrollo económico
asumidos a lo largo del tiempo”11.
Creemos que uno de los datos más importantes relevados de éste estudio
tiene que ver conque hasta antes de la realización del último censo, la
creencia de una población mapuche rural había abarcado todos los prismas
y enfoques políticos, académicos y de sentido común, descartando y
marginando el problema étnico a la zona de la VIII, IX y X regiones. Los
resultados emanados de la aplicación del censo indican, por el contrario, que el
79,2% de la población vive en áreas urbanas (735.297 personas) y sólo el
20,8% (192.763) vive en zona rural, lo que equivale a decir que 8 de cada 10
mapuche viven en pueblos y ciudades densamente pobladas. Esto se puede ver
más claramente en el siguiente cuadro, en donde sólo en la Región de la
Araucanía se presenta el mayor índice de ruralidad en el país (38,7%), con un
predominio rural del 69.2% de la población mapuche en el campo.
Datos complementarios dejan ver que ambas residencias poblacionales se
caracterizan por su prominente grado de concentración en unas pocas regiones.
El 54,4% vive en comunas de la Región Metropolitana (La Florida, Puente Alto,
Peñalolen, La Pintana, Puente Alto). Las otras regiones presentan su residencia
en las capitales de provincia y centros densamente poblados como Concepción,
Temuco, Talcahuano, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua y Punta Arenas. Es
desde aquí que también nos damos cuenta que la zona de residencia histórica
mapuche: IX, X y VIII regiones concentran a casi el 80 % de la población rural, (el
52%, 17% y 12%, respectivamente), en comunas entre las cuales destacan por su
mayor importancia numérica Temuco, Nueva Imperial, Freire, Panguipulli,
Saavedra y Galvarino.
La composición de la población mapuche según su sexo evidencia un claro
predominio masculino con 470.730 hombres y 457.330 mujeres, alcanzando los
valores más altos entre los 30 y 44 años como se muestra en la pirámide de
población (Ver Gráfico 1).
11 Opcit, Pérez y Peyser, 1998, pág. 1.
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Desde la situación Educacional, la información censal revela que la
población mapuche ha cursado, en promedio, 8,2 años de estudio, destacándose
amplias diferencias según su área de residencia:
- la población urbana tiene casi 4 años más de estudios en promedio que la rural,
con un alto porcentaje que ha llegado a la enseñanza media completa,
- la población rural en general no presenta enseñanza básica completa (5,3 años
en promedio).
Al respecto, el estudio concluye que, “aunque los niveles educacionales han
mejorado y se acercan a los presentados por el total de la población nacional, aún
persiste una importante brecha entre la población mapuche y el resto del país.
Adicionalmente, las diferencias percatadas entre los ámbitos rurales y urbano,
sobre todo a nivel de alfabetismo siguen siendo relevantes y comprueban la
dificultad y el consiguiente acceso diferencial a la educación que se presentan
entre estos sectores”12.
El estudio de las características económicas de la población mapuche a
nivel nacional permite tener una visión general de la situación material y de la
inserción económica de este grupo dentro de la economía nacional y evaluar hasta
qué punto las políticas orientadas a mejorar dicha situación han logrado o no su
objetivo. Junto a esto, un diagnóstico de las características económicas permite
analizar la participación productiva actual, además de los cambios y procesos
acontecidos recientemente que pueden manifestarse en el ámbito económico de
esta población, como el proceso de integración de la población femenina en
actividades económicas o la inserción de los mapuche en nuevas categorías
económicas.
En relación con la categoría de ocupación, Pérez y Peyser nos muestran
que la población mapuche económicamente activa (PEA) observa una alta
proporción de asalariados que alcanza al 68,3% en los hombres y al 59,6% en las
mujeres. La categoría “trabajador por cuenta propia” es la segunda en importancia
entre los hombres (20,3%), siendo el servicio doméstico la segunda en la
población femenina (20,4%). La disminución de la población rural y de las
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actividades agrícolas tradicionales, ha conducido a un creciente proceso de
asalarización de la población y a una pérdida de importancia de la categoría
“trabajador familiar no remunerado” (gráfico 12).
Desde un punto de vista de los grupos de ocupación, la población
económicamente activa mapuche presenta características bastante heterogéneas
de inserción laboral (gráfico 12) pero orientadas hacia el trabajo manual poco
calificado. En términos generales el grupo mayoritario se ocupa en la categoría
trabajadores no calificados (22%), seguida por los operarios y artesanos (20%),
luego por los agricultores (14%) y con proporciones iguales (11%)
vendedores/servicios y empleados de oficina.
Para finalizar las investigadoras del CELADE, hacen ciertas conclusiones
de su acabado análisis de los resultados censales, poniendo el énfasis
principalmente en datos que para nuestro estudio se hacen imprescindibles: el
tamaño poblacional, que sobrepasa las estimaciones más optimistas; la
localización, en todas las comunas del país; su concentración en la Región
Metropolitana, donde reside el 44,1% de la población mapuche del país y sólo en
segundo lugar en el territorio considerado residencia histórica: VIII, IX y X
regiones, donde reside el 36,4%; la movilidad geográfica y antigüedad, que
aunque presenta un gran dinamismo y predominio de la RM como centro de
atracción, los niveles de las tasas de inmigración y emigración son bastante
menores que las del resto de la población nacional. El 60% de los mapuche de la
Región Metropolitana no son migrantes, nacieron y han permanecido en la
misma región; su área de residencia, 8 de cada 10 mapuche viven en pueblos y
áreas densamente pobladas (79,23%), especialmente en la Región Metropolitana
y otras grandes ciudades cabeceras de provincia como Temuco, Valparaíso, Viña
del Mar y Concepción.
Creemos que lo interesante es que la información general no presenta
diferencias tan explícitas desde lo étnico, produciéndose la mayor discriminación
entre el vivir en ciudades o en el campo, y las variables socio económicas como el
12 Opcit. Pérez y Peyser, 1998, pág. 13.
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nivel de estudios o categoría educacional que permiten identificar grupos
vulnerables en una u otra población.
TRABAJO SOCIAL Y LO INDIGENA
Al revisar los fundamentos y estrategias que se destacan en nuestras
prácticas como Trabajadores Sociales, nos encontramos con un sinnúmero de
potencialidades y deficiencias de índole práctico y axiológico.
Nuestro interés se focaliza en evidenciar estas potencialidades y
deficiencias en el ámbito de lo indígena 13 urbano, en donde la implementación de
metodologías y prácticas sociales no ha tenido un desarrollo proporcional a los
cambios producidos en los últimos cincuenta años en la Región Metropolitana
(época en que han sucedido las mayores migraciones y mayores transformaciones
de la dinámica urbana santiaguina), vislumbrando la carencia de una Perspectiva
Intercultural e Indígena.
A nuestro parecer las prácticas sociales implementadas en el ámbito indígena
en Chile se han caracterizado por el desempeño en:
- labores que han favorecido la aplicación de las políticas sociales derivadas de
las leyes indígenas y otros reglamentos jurídicos (rol asistencialista),
- el rescate de tradiciones y costumbres ancestrales (rol desarrollo cultural y
educativo),
- la implementación de proyectos productivos y capacitación agrícola (rol de
capacitación y asesoría técnica) y,
- la facilitación de procesos de organización y fomento de la participación
reivindicativa (rol político)14.
13 Hacemos la distinción entre rural y urbano tomando en cuenta las estadísticas motradas y como ejercicio reflexivo para modificar la mirada sobre lo indígena.
14 Categorías elaboradas por el autor a partir de las lecturas realizadas y el conocimiento de experiencias de trabajo en el ámbito indígena nacional. Al decir que se ha desempeñado un rol asistencialista nos referimos a que la inexistencia de una formación y preparación con perspectiva intercultural indígena, sumada a la perspectiva dada por los gobiernos en las políticas sociales, hicieron establecer criterios uniformes entre la población "huinca" y los indígenas.
15 Para profundizar un poco más en el tema ver el Artículo de Hilda Llanquinao Trabol, "Prácticas Profesionales en Comunidades Rurales Indígenas". Revista del Colegio de Asistentes Sociales de Chile, Año 3 Nº 3, Noviembre de 1993. PP. 35-39. Es principalmente en las Regiones 1ª, 8ª, 9ª y
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Es necesario destacar, que desde nuestra forma de entender la labor del
trabajador social, todas estas prácticas se encuentran cruzadas por un eje central
que tiene que ver con la Dimensión Educativa que han caracterizado las
Prácticas Sociales desde sus inicios, pero que en éste caso, se han visto muy
restringidas al ámbito rural 15. Por lo tanto, se ha dejado en desmedro el quehacer
de la problemática indígena en la Región Metropolitana, siendo ésta una opción
casi personal de algunos profesionales condicionados principalmente a aplicar los
Métodos Tradicionales de Trabajo Social16 hacia grupos minoritarios y/o
marginados.
Es desde lo anterior, y referido al tema de interés de ésta reflexión, que
tomando en cuenta las grandes modificaciones en las prácticas del trabajo social,
nos preguntamos: ¿el énfasis de nuestra Práctica Social ha ido quedando
atrás en los procesos prácticos, discursivos y propositivos referidos a lo
indígena?.
Es dentro de éste acontecer, que nos planteamos la necesidad de
establecer vínculos entre la Perspectiva Intercultural Indígena y la Práctica del
Trabajo Social, para generar lineamientos o ejes centrales que orienten el
quehacer profesional en este sector.
En definitiva, los cuestionamientos centrales que orientan este trabajo son:
¿Existen lineamientos transversales que guíen la práctica del Trabajador
Social en Prácticas Interculturales Indígenas?, ¿Cuáles podrían ser los
aportes del Trabajo Social en la Implementación de Programas Sociales
Interculturales en la Región Metropolitana?, ¿Qué principios deben
propiciarse en una Practica Social Intercultural?, ¿Qué habilidades y
aptitudes deben ser potenciadas en una Practica Social Intercultural?.
Creemos que hoy, al interior de lo que definiremos como Practica Social
Educativa, existen propuestas que pretenden replantear y rescatar los postulados
10ª, en donde las comunidades indígenas Aymara y Mapuche se han visto más apoyadas por Universidades y Organizaciones No Gubernamentales de su Región.
16 Aquí nos referimos principalmente a los planteamientos y conocimientos del Método de Caso, Grupos, Comunidad y Organizaciones. Todos ellos generados desde una perspectiva tradicional, es decir, que no han contemplado una perspectiva Intercultural Indígena Urbana.
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de la Educación Popular y prácticas educativas desarrolladas en la época de
dictadura militar al alero de las ONG`s; junto a estas nos encontramos con
aquellas que desde los espacios ofrecidos por el mercado de la capacitación y
formación especializada en oficios, han optado por insertarse en procesos de
formalización y entrenamiento laboral, basadas en los nuevos paradigmas de la
capacitación de Recursos Humanos; y, por último, podemos referirnos a una
vertiente que se articula a partir del desarrollo de una postura educativa en que se
privilegia la "negociación" de los intereses de los actores del proceso educativo
por medio de una relación dialógica, igualitaria, democrática y de respeto a la
identidad cultural de las personas, entendida esta última como la valoración del
conocimiento popular como acervo de conocimiento. Es esta última propuesta la
que nos interesa enfatizar y creemos que a partir de esta visón podremos realizar
un abordaje, reflexivo y propositivo que nos permita contribuír de manera concreta
al mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos indígenas en Chile.
Desde lo planteado creemos que se hace cada vez más presente la
proposición que acertadamente postulan Jessica Olmedo, Cruz Rivas, y Sonia
Soto en “Reencontrándonos con el discurso de Freire desde las Prácticas
Educativas Populares a las Prácticas Educativas Sociales”. Tesis para optar al
título de Asistente Social, 1997:
“Los profesionales del Trabajo social somos educadores, formamos parte
de los procesos educativos como uno de los actores configuradores de estas
experiencias, sin embargo, aún no se tiene claro el papel que desarrollamos al
interior de estas prácticas”(pág. 2).
Nuestra Mirada respecto a la Practica del Trabajo Social con Indígenas parte
por plantearse un cambio en el régimen de la mirada sobre la Realidad y el
Conocimiento.
Al preguntarnos por los fenómenos simbólicos involucrados en los procesos
de interacción generados entre la comunidad indígena y la población "huinca"17 de
17 17 La palabra huinca o winka en mapudungu (lengua del pueblo mapuche) es traducida como extranjero ladrón.
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Santiago y sus alrededores, nos encontramos con la histórica relación de
confrontación de identidades18 producida desde la llegada de los conquistadores
españoles a las tierras de Chile. Este conflicto no sólo es entre lo que se podría
entender como la relación de la cultura dominante y dominada, sino un conflicto de
los códigos de interpretación e interacción de la realidad para ambas culturas, e
interno para la asimilación sufrida por los indígenas.
En el caso de los proyectos implementados hoy en Educación, la
conformación de una identidad indígena, por medio de una construcción social
común, que permita un pleno desarrollo, se ve aún más conflictuada, debido a la
existencia de criterios y voluntades a nivel político-administrativo que se oponen a
la presencia de una coexistencia cultural al interior del país, "en otras palabras, se
condiciona la permanencia de la población indígena a la adopción de las pautas
político-económicas emanadas desde la sociedad chilena"19. Lo anterior es un
claro argumento de la posición arbitraria y de desconsideración de las políticas de
gobierno frente a lo indígena, es decir, desde un punto de vista simbólico y fáctico,
la sociedad chilena invisibiliza la historia y patrimonio cultural indígena, impidiendo
una relación dialógica y de recíproco respeto. No hay que olvidar que "en el centro
18 Ante los procesos de conformación de identidades la antropóloga Teresa Durán en su artículo ¿Qué entendemos por Interculturalidad? Una respuesta desde la Antropología Sociocultural, presentado en el Iº Seminario Latinoamericano de Educación Intercultural Bilingüe, en la Univ. Católica de Temuco entre el 17 y el 20 de Enero de 1995, destaca el aporte de Tzvetan Todorov en su libro "El Descubrimiento de América o la cuestión del Otro", quién propone una interesante tesis que será considerada como relevante para mí estudio. Todorov se refiere a un proceso en que "el yo identitario descubre al otro y se descubre en él" , aludiendo a que el proceso vivido en América "la alteridad descansa en el egocentrismo", lo anterior se explicaría desde el cómo la cultura moldea la observación y la configuración de la imagen del otro, en otros términos, construye su identidad. La Identidad (de los españoles), en un comienzo, confundiría al otro con su sí mismo, para luego, distinguirlo, sentando las bases de un diálogo o de una interacción entre dos culturas.
19 Es importante hacer notar que en la promulgación de la última ley Indígena (19.253 de 1993) legisladores de oposición y algunos de la concertación se opusieron a reconocer el carácter de pueblo para los indígenas, bajo el argumento de que no se puede aprobar la presencia de otra nación dentro del territorio chileno. Para mayor información existen varios trabajos que analizan el recorrido histórico y los sustratos de las aprobaciones de leyes dirigidas al pueblo indígena chileno, la presente cita corresponde a "Estado Chileno y Legislación Indígena", de Alejandro Saavedra, en ¿Modernización o Sabiduría en Tierra Mapuche?. Edic. San Pablo, Santiago-Chile 1995, pág.183.
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de lo cultural está la capacidad simbólica, la simbolización y su manejo”20, y
nosotros creemos que éste manejo es construido a partir del reconocimiento de
las mismas capacidades en las personas, sean o no de mi etnia, sean "otros".
Desde nuestra perspectiva lo cultural estaría referido a lo que el ser
humano adquiere u aprehende al formar parte de la sociedad, "un conjunto de
pautas para recibir, creer, evaluar, comunicar y actuar a partir de las cuales se
genera un comportamiento dentro de los límites de variabilidad aceptados"21. Y
para dar mayor claridad, "el núcleo esencial de la cultura se encuentra en las ideas
transmitidas y seleccionadas por la tradición y especialmente en los valores a ella
unidos (son, en último caso, preferencias de organización) , los sistemas culturales
pueden ser considerados como productos de la acción o como elementos
condicionantes de futuras acciones"22.
Nos encontramos frente a un constructo simbólico que se ampara en la
costumbre, y por ende, en la historia, y que se sustenta en la producción
cotidiana de los sujetos que la cultivan (aplicando en esto una metáfora desde
lo etimológico). Pero no podemos desligarla de la intencionalidad o
intencionalidades que se imponen en ese devenir edificativo. La cultura, mejor
dicho sus selecciones (elecciones u preferencias), no son inocentes, y siempre
subsumen un fin escondido, que es a fin de cuentas una esperanza de vida, la
utopía de crecer y perdurar, la fe en la capacidad de trascendencia de los
logros realizados como grupo social.
Es desde la cultura, en que los "encuentros" de las personas convierten las
relaciones sociales en el eje prioritario del desarrollo, ya que debido a como
concebimos el mundo y lo que queremos en nuestra relación con él, es que se
producen conflictos y diferencias sobre los énfasis que debe darse en la
constitución de una sociedad ó civilización. Por lo tanto, hay que dar una especial
20 Niels Biederman "Art. Enfermedad mental e Identidad cultural en la etnia mapuche en Chile", en "Otras realidades, Otras Vías de Acceso. Psicología y psiquiatría Transcultural en América Latina" (Cord. Horacio Riquelme) Edit. Nueva Sociedad, Venezuela, 1992, p.105.
21 Ubaldo Martínez Veiga en la definición del concepto de cultura del Diccionario de Filosofía Contemporánea Miguel Quintanillla y otros. Edic. Sígueme, Salamanca-España, 1985, pág. 105. Esta es su interpretación desde el enfoque de lo que él denomina "nueva etnografía".
22 Opcit. Martínez Veiga, refiriéndose al antropólogo Kroeber. El escrito en paréntesis es nuestro.
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relevancia a quienes hoy tienen una mayor influencia en la elección de lo relevante
para la sociedad, y esto, en todos lo ámbitos de lo social. Lo anterior, debido a que
lo esencial de la cultura no es visible a simple vista, se encuentra en el mundo
interno de quienes la comparten, y especialmente en las experiencias adquiridas,
y la manera en que compartimos con la realidad que nos rodea.
Cultura es una realización social, "a la vez que se internaliza
individualmente, es un hecho eminentemente social, puesto que es compartida y
se socializa permanentemente en todas las interacciones de la sociedad, y en
forma muy particular en los procesos educativos"23. No hay que olvidar, por lo
tanto, que es compartida por un grupo definido, en sus modos de hacer y de decir,
esto es que, a su vez también comparten un lenguaje, que es el productor de
cultura.
Es desde perspectiva que procuramos contestar críticamente a las visiones
totalizantes de cultura existentes hoy en Chile, que cercenan su característica de
persistente transformación -sustentada principalmente en la inconmensurabilidad y
complejidad de la vida cotidiana-, plena de conflictos y luchas generados por
relaciones "activas" de las personas, que se encuentran viviendo, su pasado,
presente y futuro. En el caso de los indígenas urbanos esta transformación ha
ocasionado pérdidas incalculables en las posibilidades de traspaso de sus
tradiciones más antiguas y simbólicas, incluyendo la lengua. Es frente a esta
situación que se nos interpela éticamente frente a lo indígena, es una nueva
discusión sobre la amplitud de nuestro sujeto de conocimiento y nuestra
funcionalidad con un modelo de sociedad.
- Y cómo nos situamos en lo Intercultural.
Es producto de la relación activa entre personas de distintos grupos que
nos encontramos con conflictos y diferencias sustanciales. Las experiencias
vitales, el sentido vital de sus existencias son evidentemente disímiles, y no es
23 Madeleine Zúñiga Castillo y Juan Ansión Mallet, Interculturalidad y Educación en el Perú. Publicado por: Foro Educativo. Lima, 1997. Pág. 2.
24 Confer A. Weber en Morandé, Pedro. Uso y significado del Concepto de Cultura en las Ciencias Sociales. Revista de Trabajo Social PUCCH, Nº 32, 1980. Págs. 5-11.
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difícil aventurarnos a decir que la relación entre individuos de distintas culturas
puede ser denominada como Intercultural. Pero desde nuestra perspectiva de
hablantes requerimos precisar aún más esta noción.
La diversidad cultural se presenta en espacios definidos donde coexisten
grupos humanos con tradiciones culturales diferentes (para nuestro caso,
Santiago), aquí se generan relaciones intensivas entre culturas o relaciones
interculturales de hecho, esto es, relaciones en las cuales, aunque las personas
no necesariamente lo quieran ni lo busquen, se ven influenciadas de manera
importante por rasgos culturales originados en tradiciones diferentes a la propia.
Es por lo tanto, imposible para los indígenas, negarse sistemáticamente a
retraerse de la cultura chileno-occidental, debido a la predominancia en lo
simbólico.
El reconocimiento, desconocimiento o rechazo de influencias culturales
depende, naturalmente, del prestigio que está socialmente asociado a cada uno
de los ámbitos culturales. Esta actitud variada ante distintas influencias, de
acuerdo a su prestigio y proveniencia, está íntimamente ligada al contexto
de desigualdad social en que se dan generalmente las situaciones de
interculturalidad, y en Santiago esas desigualdades se van mostrando cada
vez más abiertamente. Las influencias culturales mutuas no se procesan
entonces de manera armoniosa y en un ambiente de respeto mutuo y de diálogo.
Es más bien lo contrario que ha venido dándose a lo largo de la historia. Pero ello
no significa que no hayan existido estas influencias mutuas (o esta
interculturalidad de hecho). Significa, eso sí, que para quienes viven ese proceso
es difícil reconocer y asumir plenamente la riqueza potencial que representan los
recursos culturales generados a través de prolongadas experiencias históricas
distintas, y que, de pronto, se encuentran reunidas y al alcance. Al mismo tiempo,
la historia de la humanidad está llena de ejemplos de influencias mutuas que se
han producido en medio de relaciones sociales jerarquizadas y de procesos de
dominación y explotación24.
25 Al respecto Anthony Giddens, en Sociología. Madrid, España. Alianza Editorial, 1989. Pág. 275. En el capítulo Etnicidad y Raza dice: "La sociedades plurales son aquellas en las cuales hay
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En medio del conflicto y la injusticia de las relaciones sociales, siempre
hubo quienes soñaron con convertir las relaciones interculturales existentes de
hecho, en un punto de partida para establecer relaciones sociales más justas: la
interculturalidad se convierte entonces de una situación de hecho en un
principio normativo orientador de cambio social25.
La interculturalidad corresponde a la actitud de asumir positivamente la
situación de diversidad cultural en la que uno se encuentra. Se convierte así en
principio orientador de la vivencia personal en el plano individual y en principio
rector de los procesos sociales en el plano axiológico. El asumir la
interculturalidad como principio normativo en esos dos aspectos -individual y
social- constituye un importante reto para un proyecto educativo moderno en un
mundo en el que la multiplicidad cultural se vuelve cada vez más insoslayable e
intensa26. Es aquí en donde ponemos nuestro primer énfasis, ya que creemos
firmemente que una Practica Social Educativa debe estar permeable en todo
momento a la interculturalidad como un valor a desarrollar, potenciar, educar,
transmitir, y, a fin de cuentas, vivir.
En el nivel individual, nos referimos a la actitud de hacer dialogar dentro de
uno mismo -y en forma práctica- las diversas influencias culturales a las que
podemos estar expuestos, a veces contradictorias entre sí o, por lo menos, no
siempre fáciles de armonizar. Esto supone que la persona en situación de
interculturalidad, reconoce conscientemente las diversas influencias y, las valora y
aquilata todas. Obviamente, surgen problemas al intentar procesar las múltiples
influencias, pero al hacerlo de modo más consciente, tal vez se facilita un proceso
que se inicia de todos modos al interior de la persona sin que ésta pueda dar
cuenta cabal de ello. Este diálogo consciente puede darse de muchas formas y no
sabemos bien cómo se produce, aunque es visible que personas sometidas a
varios agrupamientos étnicos extensos, comprometidos en el mismo orden político y económico pero ampliamente distintos unos de otros". El autor ejemplifica de manera sabrosa su análisis de la temática con la situación acaecida en múltiples culturas de los cinco continentes, en diversos momentos de la historia y con diversos grados de desarrollo
26 Opcit, Zuñiga y Ansión, pág. 4. 27 Confer Zuñiga y Ansión. Opcit.
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influencias culturales diversas a menudo procesan estas influencias en formas
similares27.
La interculturalidad como principio rector orienta también procesos sociales
que intentan construir -sobre la base del reconocimiento del derecho a la
diversidad y en franco combate contra todas las formas de discriminación y
desigualdad social- relaciones dialógicas y equitativas entre los miembros de
universos culturales diferentes. La interculturalidad así concebida, "(…) posee
carácter desiderativo; rige el proceso y es a la vez un proceso social no acabado
sino más bien permanente, en el cual debe haber una deliberada intención de
relación dialógica, democrática entre los miembros de las culturas involucradas en
él y no únicamente la coexistencia o contacto inconsciente entre ellos. Esta sería
la condición para que el proceso sea calificado de intercultural."28
Nos adscribimos al planteamiento del Ministerio de Educación Colombiano,
cuando dice que asume un "concepto de interculturalidad que significa
interrelación; horizontalidad; contacto en lugar de asimilación entre culturas;
pluralidad cultural; participación social (en especial en el propio ámbito escolar);
generación de prácticas sociales, productivas y comunicativas; apropiación
selectiva de otras prácticas y experiencias; legitimación de los saberes culturales
propios y de la lengua indígena. Se convierte en el horizonte socializador y
problematizador de la realidad que se busca transformar a favor de los indígenas
"29.
REFLEXIONES PERSONALES
28 Es interesante ver como al recorrer nuestro país podemos ir descubriendo ciertas particularidades según el territorio, ambiente, tipo de habitantes, dinámica cotidiana, etc., a tal punto, que caracterizamos a sus habitantes siendo estos individuos nacidos de distintos linajes e historias familiares. Es en esto donde nos damos cuenta que las personas a pesar de individualidad tienen procesos interpretativos muy similares de su realidad.
29 Opcit. Zuñiga; Ansión. 1997. 30 Confer República de Colombia, Ministerio de Educación Nacional, Dirección de Capacitación y Curriculum. 1990. Pág. 33. En Moya, Ruth. Conceptos Polít icos y estrategias para la Educación Bilingüe en América Latina. Conferencia dictada y publicada en 1º Seminario Latinoamericano de Educación Intercultural Bilingüe, 17 al 20 Enero de 1995, Temuco. UNESCO-MINEDUC-FII-Univ. Católica de Temuco. Pág. 56. El Artículo refiere además a un concepto "centrado en las relaciones diversas y múltiples de las culturas, donde la autonomía en las selecciones culturales estén orientadas por principios como la legitimidad de conocimientos, saberes, y organizaciones sociales".
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- Las comunidades indígenas ven conflictuada su identidad en la relación de
minusvaloración vivida en la ciudad y, por lo tanto, al estar sometidos a los
medios de comunicación masiva se producen rechazos y tendencias
negadoras de la identidad, o al contrario se acentúan procesos de
radicalización identitaria. Por lo tanto es necesario democratizar los medios
masivos y, permitir espacios de desarrollo de la autonomía y desarrollo
identitario al interior de la ciudad.
- Hay que procurar fortalecer el pluralismo y la diversidad en todos los ámbitos
de lo social.
- Desde el punto de vista de la situación social de los indígenas es necesario
introducir análisis y variables que contemplen los procesos de colonización
identitaria vivida en la ciudad.
- Es necesario generar la formación de discursos capaces de fundamentar las
reivindicaciones sociales, culturales y políticas de los indígenas que sean
atingentes a las decisiones de tipo político, económico, y cultural, ya que no se
puede seguir argumentando solo desde la reivindicación ancestral sino también
desde las deficiencias y vacíos que tiene el sistema de economía de mercado
que controla los ámbitos político, social y cultural.
- Los indígenas al encontrarse fuera de su contexto o comunidad homogénea y
e interactuante tiene una mayor posibilidad de perder el uso y traspaso de su
lengua al verse sometidos a la castellanizacion de su realidad. Tomando esto
en cuenta es importante fortalecer la enseñanza y uso de la lengua no solo en
el aula y la escuela sino también en la familia y entorno comunitario que le
rodea.
- El bilingüismo debe ser una opción posible de aceptar para aquellos
profesionales que se comprometan en la intervención indígena, pero es
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necesario tener en cuenta la complejidad de las culturas y vivir procesos de
constante convivencia intercultural.
- La interculturalidad debe convertirse en un modo de vida.
- Es necesario contextualizar la formación identitaria, esto es que aquella
mistificación hecha del ideal de vida en la zona rural no es excluyente para
quienes nacen en la ciudad. El ser indígena urbano, no es argumento para
dictaminar falta de identidad, debe tender a convertirse en una vertiente de
desarrollo alternativo de la cultura.
- Es necesario hacer mas visibles y cotidianos los símbolos que permiten el
desarrollo de identidad indígena.
- La discriminación moviliza a un cuestionamiento identitario y la indagación de
las razones de los otros. Al existir razones insatisfactorias se inician procesos
de enmascaramiento identitario.
- Hay que fortalecer el desarrollo personal, y combatir apocamiento.
- Las organizaciones mapuche manifiestan la voluntad, capacidad e intención de
llevar a cabo un proceso investigativo que permita la concreción de objetivos
definidos por el propio pueblo mapuche como asimismo en torno a una realidad
que le es propia, nuestro trabajo es apoyar esa necesidad.
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BIBLIOGRAFIA
1) Patricia Safa Barraza "De las historias locales al estudio de la Diversidad en las
grandes ciudades. Una Propuesta Metodológica", en Bayardo; Lacarrieu
(Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina.
Ediciones Ciccus, 1997.
2) Marjorie Ferguson "La mitología sobre la globalización", en European Journal of
Communication, vol. 7, nº 1, marzo de 1992. Traducción y Adaptación de Estela
Martini.
3) Mario Margulis, "Cultura y Discriminación Social en la Epoca de la Globalización", en
Globalización en Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad
Cultural". Buenos Aires, Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
4) Ruben Oliven, "Nación e Identidad en tiempos de Globalización", en Globalización en
Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires,
Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
5) Ana Mª Gorosito Kramer, "Identidad, Cultura y nacionalidad", en Globalización en
Bayardo; Lacarrieu (Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires,
Argentina. Ediciones Ciccus, 1997.
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culturales de México en los 90", en Globalización en Bayardo; Lacarrieu
(Compiladores) "Globalización e Identidad Cultural". Buenos Aires, Argentina.
Ediciones Ciccus, 1997.
7) Gabriela Pérez; Alexia Peyser, "Caracterización de la población mapuche
nacional".1998. CELADE-UFRO, pág. 1. Documento sin publicar).
8) Hilda Llanquinao Trabol, "Prácticas Profesionales en Comunidades Rurales
Indígenas". Revista del Colegio de Asistentes Sociales de Chile, Año 3 Nº 3,
Noviembre de 1993. PP. 35-39.
9) Teresa Durán en su artículo ¿Qué entendemos por Interculturalidad? Una respuesta
desde la Antropología Sociocultural, presentado en el Iº Seminario Latinoamericano de
Educación Intercultural Bilingüe, en la Univ. Católica de Temuco entre el 17 y el 20 de
Enero de 1995.
10) Alejandro Saavedra, "Estado Chileno y Legislación Indígena", en ¿Modernización o
Sabiduría en Tierra Mapuche?. Edic. San Pablo, Santiago-Chile 1995, pág.183.
11) Niels Biederman, "Enfermedad mental e Identidad cultural en la etnia mapuche en
Chile", en "Otras realidades, Otras Vías de Acceso. Psicología y psiquiatría
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Transcultural en América Latina" (Cord. Horacio Riquelme) Edit. Nueva Sociedad,
Venezuela, 1992, p.105.
12) Ubaldo Martínez Veiga en la definición del concepto de cultura del Diccionario de
Filosofía Contemporánea Miguel Quintanillla y otros. Edic. Sígueme, Salamanca-
España, 1985, pág. 105.
13) Madeleine Zúñiga Castillo y Juan Ansión Mallet, Interculturalidad y Educación en el
Perú. Publicado por: Foro Educativo. Lima, 1997. Pág. 2.
14) Anthony Giddens, en Sociología. Madrid, España. Alianza Editorial, 1989. Pág. 275.
15) República de Colombia, Ministerio de Educación Nacional, Dirección de Capacitación
y Curriculum. 1990. Pág. 33. En Moya, Ruth. Conceptos Políticos y es trategias para la
Educación Bilingüe en América Latina. Conferencia dictada y publicada en 1º
Seminario Latinoamericano de Educación Intercultural Bilingüe, 17 al 20 Enero de
1995, Temuco. UNESCO-MINEDUC-FII-Univ. Católica de Temuco. Pág. 56.
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ANEXOS
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Cuadro 1
Población nacional y mapuche
Población GRUPOS DE EDAD
País (Chile)
Población mapuche
Población 14 años y más 9.660.367 928.060
Población 0 –14 años 3.688.034 354.051
Población Total 13.348.401 1.282.111
Fuente: Censo 1992 y elaboraciones CELADE.
Cuadro 2
Población mapuche de 14 años y más por regiones
Región
Población total
14 años y más
Población mapuche 14 años y más
Distribución % pob. Mapuche por
regiones
% de mapuches en
total población
Total País 9.660.367 928.060 100,0 9,6 Tarapacá 243.586 9.557 1,0 3,9 Antofagasta 292.308 12.053 1,9 4,1 Atacama 162.375 6.747 0,7 4,2 Coquimbo 358.101 18.010 1,9 5,0 Valparaíso 100.783 58.945 6,4 5,8 O’Higgins 501.892 35.579 3,8 7,1 Del Maule 599.547 32.444 3,5 5,4 Bío-Bío 1.241.856 125.180 13,5 10,1 Araucanía 552.843 143.769 15,5 26,0 Los Lagos 680.019 68.727 7,4 10,1 Aysen 55.826 3.256 0,4 4,4 Magallanes 106.020 4.714 0,5 5,8 Metropolitana 3.848.121 409.079 44,1 10,6
Fuente: INE (1992) e IEI et al (1998).
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Cuadro 3
Población mapuche: Distribución rural-urbana por regiones
Región
Población mapuche 14 años y
más
Población urbana
Población rural
N % N % Chile 928.060 735.297 79,2 192.763 20,8
Tarapacá 9.557 9.232 96,6 325 3,4 Antofagasta 12.053 11.679 96,9 374 3,1 Atacama 6.747 6.236 92,4 511 7,6 Coquimbo 18.010 14.768 82,0 3.242 18,0 Valparaíso 58.945 55.649 94,4 3.296 5,6 O'Higgins 35.579 26.202 73,6 9.377 26,4 Maule 32.444 21.282 65,6 11.162 34,4 Bio-Bio 125.180 103.450 82,6 21.730 17,4 Araucanía 143.769 44.308 30,8 99.461 69,2 Los Lagos 69.727 36.737 52,7 32.990 47,3 Aysen 3.256 2.308 70,9 948 29,1 Magallanes 4.714 4.181 88,7 533 11,3 Metropolitana 409.079 400.265 97,8 8.814 2,2
Gráfico 1Total País: Estructura por edad y sexo de la población mapuche
8 6 4 2 0 2 4 6 8
0- 4
10-14
20-24
30-34
40-44
50-54
60-64
70-74
80-84
90-94
Gru
po
s d
e ed
ad
Porcentajes
Hombres Mujeres
Fuente: IEI-INE (1998). Cuadro 2.
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Cuadro 5
Chile. Población mapuche de 14 años y más
Promedio años de estudio, población mapuche por área y grupos de edad
Area de Residencia
y sexo
Promedio años de estudio
Grupos de edad Total 14
años 15 a 19
20 a 24
25 a 29
30 a 39
40 a 49
50 y +
Urbana-rural Total 8,2 7,3 9,2 10,0 9,7 9,1 7,4 5,4 Hombre 8,3 7,2 9,0 9,9 9,7 9,2 7,6 5,7 Mujer 8,1 7,5 9,3 10,1 9,7 9,0 7,1 5,1 Urbana Total 9,0 7,7 9,7 10,7 10,3 9,7 8,1 6,4 Hombre 9,1 7,5 9,6 10,7 10,3 9,8 8,4 6,8 Mujer 8,8 7,8 9,8 10,7 10,3 9,6 7,8 6,0 Rural Total 5,3 6,4 7,3 7,4 6,8 6,1 4,3 2,6 Hombre 5,6 6,3 7,2 7,5 7,0 6,5 4,8 3,1 Mujer 4,9 6,6 7,3 7,2 6,6 5,7 3,8 2,1
Gráfico 2
www.ts.ucr.ac.cr 26
0123456789
10
Añ
os
de
Est
ud
io
Urbano Rural
Población mapuche: Promedio de años de estudio
Hombres
Mujeres
Fuente: Anexo 2.
Gráfico 3
Población mapuche: Promedio años de estudio, 1992
0
2
4
6
8
10
12
15-19 20-24 25-29 30-39 40-49 50 y +
Grupos de edad
Año
s pr
omed
io
Total Urbano
Hombres Urbanos
Mujeres Urbanas
Total Rural
Hombres Rurales
Mujeres Rurales
Fuente: Anexo 2.
Gráfico 8
www.ts.ucr.ac.cr 27
0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%
100%
Total Hombres Mujeres
PEA Mapuche por Sector Económico y Sexo
Sector 3°
Sector 2°
Sector 1°
Gráfico 9
0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%
100%
Nunca
asistió
Educ.
Básica
Educ
. Med
ia
Educ.
Super
ior
PEA Mapuche por Sector Económico y Nivel Educacional
Sector 3°
Sector 2°
Sector 1°
Gráfico 12
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PEA Mapuche Total por Grupos de Ocupación
5%
11%
11%14%
20%
8%22%
0%1%
4%
4%
Directivos
Profesionales
Técnicos
Empleados oficinas
Vendedores
Agricultores
Operarios/Artesanos
Operadores
Trabajadores n/calificados
FFAA
Ignorado
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