ERES ADICTO A LOS MENSAJES
• Descubre si cumples las características de la taxiedad y la textofrenia.
• Tanto con mensajes de texto como con correos electrónicos, existe el riesgo de volverse compulsivo.
• Aunque la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos, la mayor institución de esta disciplina en el mundo, aún no define la ciberdependencia como una adicción comparable al
• juego o al alcohol, muchos estudios han dejado claro que sí existen comportamientos compulsivos alrededor de Internet y el uso constante de los dispositivos móviles.
• Según la psiquiatra Jennie Carroll, de la RMIT University en Melbourne, dos ejemplos de ciberdependencia son la taxiedad y la textofrenia. La primera se define como el
• sentimiento de angustia al no poder mandar ni recibir mensajes, o al enviar uno y no recibir respuesta inmediata. La segunda, es la tensión y confusión por creer que el celular.
• Quizás a todos nos ha pasado alguna vez que esperamos desesperadamente que nos repliquen algo que acabamos de decir, que nos respondan un correo o que alguien le ponga un
• “Me gusta” a la foto que acabamos de subir, por ello miramos constantemente la pantalla del celular esperando un mensaje nuevo, o que imaginamos que el teléfono está
• síndrome del pulgar repetitivo (RTS, por su sigla en inglés), síndrome del túnel carpiano, e incluso pueden llevar a la depresión por sentirnos rechazados o ignorados.
• Sin embargo, cuando estas sensaciones se vuelven frecuentes y reiteradas hay que tener cuidado: ambas producen altos niveles de estrés, insomnio y ansiedad,
• Antes de que esto se vuelva crónico, es importante poner límites para el uso de dispositivos móviles, servicios de mensajería instantánea y seguir las siguientes recomendaciones:
• Y por último, más allá del uso de los dispositivos, es importante que a diario interactúes y te conectes con tus contactos en el mundo real, no sólo a través de Facebook, Twitter o WhatsApp.