ALFONSO GUERRERO
TRACTADO DEL MODO Y FORMA QUE SE HA DE TENER EN LA
CELEBRACIÓN DEL GENERAL CONCILIO, Y ACERCA DE LA REFORMACIÓN DE LA YGLESIA
Transcripción de José Luis Guerrero para la Biblioteca Saavedra Fajardo
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Alfonso Guerrero, Tractado del Modo.
ALFONSO GUERRERO
TRACTADO DEL MODO Y FORMA QUE SE HA DE TENER EN LA CELEBRACIÓN DEL GENERAL CONCILIO, Y ACERCA DE LA
REFORMACIÓN DE LA YGLESIA GÈNOVA, 1537 NOTA.- En la transcripción de este tratado se ha procurado mantener la mayor fidelidad
paleográfica, porque ciertos aspectos ortográficos pueden ofrecer datos significativos sobre
su naturaleza y condición, mas garantizando su legibilidad –por lo que se ha procedido a
una mínima prótesis textual en los casos que era necesario para que la frase tuviera
sentido-, para poder llevar a cabo ulteriores análisis. Para ello se han seguido los siguientes
criterios
1.- Se ha respetado la grafía original del texto.
2.- Se utilizan las mayúsculas según el uso actual.
3.- Se han separado las palabras conforme al uso actual.
4.- Se han acentuado las palabras y se ha puntuado según su uso actual.
5.- Se han introducido entre paréntesis algunas palabras completas del castellano
actual.
6.- La restauración de palabras o partes de palabras por omisión o mala lectura se
indica mediante paréntesis cuadrado y en cursiva.
7.- Las palabras o partes del texto ilegibles se señalan como tal y con paréntesis.
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Al ilustríssimo cathólico Emperador augusto, protector y amparo de la
religión cristiana, el doctor Alfonso Guerrero acerca del modo y orden que se ha de
tener en la celebración del general concilio, y acerca de la reformación de la
Yglesia.
CAPÍTULO PRIMERO
Prohemio y capítulo primero del tractado, en que se contiene la origen y
principio de los concilios generales, y reformación de la Yglesia.
Ilustríssimo cathólico sagrado Emperador augusto, Rei de las Hespañas y señor
nuestro. En el principio de la primitiva Yglesia, los onze apóstolos, llenos de Spíritu Sancto
iuntos con la madre del Señor celebraron concilio general, y eligieron a Mathía en apóstol,
en lugar de Iudas el traydor, así lo scrive san Lucas en el capítulo primero de los Actos de
los Apóstolos.
Y el segundo concilio fue y se celebró quando los apóstolos convocando muchos
discípulos eligieron siete diáconos, conviene a saber san Stevan y sus companeros, los
quales fueron elegidos operarios en la mies del Señor, como scrive san Lucas en el capítulo
sexto de los Actos de los Apóstolos, y también haze mención la Yglesia de este segundo
concilio en el capítulo primero en la distintión veinte.
Otro tercero concilio general congregaron los apóstolos de Christo iuntando los
ancianos de la ley y universal Yglesia, donde remediaron cierta heregia de los fariseos, assí
está scripto en el capítulo quinze de los Actos de los Apóstolos, y de este tercero concilio
general habla tanbién el texto en el capítulo, Si quis carnem, en la distintión treinta.
Otro quarto concilio general celebraron los apóstolos del señor iuntando assimismo
los ancianos de la primitiva Yglesia, donde remediaron muchas cosas que a la sazón
remediarse convenía, como scrive san Lucas en el cap. XXI de los Actos de los apóstolos, y
de este quatro concilio haze mentión la Yglesia en el cap. Primero en la distintión veinte y
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una, y muy aprovada es por la universal Yglesia la congregación y aiuntamento del concilio
general, pues por los concilios generales se ha de determinar las grandes cosas y arduos
negocios que ocurren.
Y tanbién en la vieia ley ouieron principio los concilios generales, según se nota en
el dicho capi. en la distintión veinte y una y después hirviendo la persecucion que los
príncipes infieles hazían, no tenían los christianos libertad de congregarse, y convenir en
uno, para hazer y celebrar concilio general, a cuia causa la christiandad fue divisa en
diversas heregías y como dize Isidoro en el libro sexto de las Ethimologias, los canones o
reglas de los concilios generales en tiempo del Emperador Constantino ouieron principio,
por que él dió facultad a los christianos que libremente se congregrasen, y sota el amparo
del dicho Emperador se congregó concilio en Nicea, donde intervinierion trezientos y diez
y ocho obispos, y allí fue destruída y condennada la perversa heregía de Arriano
alexandrino, como lo dize el texto en el capítulo primero en la distintión XV. Y este
concilio fue en el tiempo del Papa Silvestre.
Y después con la auctoridad del Emperador Theodosio mayor y en su presencia, se
congregó segundo concilio general en Constantinopla, en el tiempo del Papa Dámaso, y
intervieneron en este concilio ciento y cinquenta obispos, y fue congregado contra el error y
heregía de Macedonio obispo de Constantinopla.
El tercero concilio general se congregó en Epheso y el Emperador Theodosio iunior
auctorizó este concilio en el tiempo del Papa Celestino primero, y este concilio se congregó
contra Nestorio obispo de Constantinopla y iuntáronse en él CCC obispos.
El quarto concilio general se congregó en Calcedonia, aprovándolo el Emperador
Marciano, en tiempo del Papa León primero. Y interveniron en él seiscientos y treinta
obispos, y fue congregado contra la heregía de Euthice y Dioschoro. Y es de notar que estos
son los quatro concilios generales que el Papa Gregorio recibe y honra como los quatro
evangelios assí lo dize el texto en el cap, Sicut, en la distintión XV. Y de estos quatro
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concilios generales habla el cap. Sexta synodus. y el capit. Prima autem, en la distintión
diez y seis, y después se celebraron otros muchos concilios generales, como lo dize Beda en
el libro De temporibus.
Y como paresce, en el libro de los concilios, y en la cibdad de Constancia se
congregó concilio general, en el año de mil y quatrocientos y diez y siete, en el mes de
octubre, en el tiempo del Emperador Sigismundo, el qual dió auctoridad al concilio y como
paresce en la sessión diez y siete, al tiempo que el Emperador partió de Constancia, el
concilio rogó a Dios por él, y en la oración le nombraron rey y Emperador nuestro, y
abogado y defensor, y es de notar que en la sessión treinta y nueve, dize el concilio estas
palabras.
“La celebración continua de los concilios generales lavor y escardillo es del campo
del Señor, y la que principalmente destruye las spinas y carcas y heregías y errores scismas,
y castiga los excessos, las cosas mal regladas reforma, y trae a la viña del Señor fruto de
abundosa fertilidad.”
Y allí se hordenó que de diez en diez años se congregase concilio general. Porque
como hemos dicho todas las vezes que en la christiandad nascía heregia, o scisma luego la
universal Yglesia recurría a congregar concilio, por que la verdadera reformación de la
Religión christiana, no se puede cómodamente hazer sino congregando concilio general,
por que si al Emperador es lícito por remedio de las cosas temporales convocar en uno toda
la universal curia imperial que está dividida por todo el mundo, mucho mas conviene en el
tiempo que la christiandad tiene necessidad de reformación congregar concilio general por
la salud de las animas. Porque si en tiempo de necessidad no se recurriese a concilio, en
vano los Sanctos Padres ouieran scripto tantos decretos acerca de la orden y regla del
concilio general, como paresce por las distinciones, quinze y diez y seis, y diez y ocho, y el
beato Augustino dize en el libro De gracia y libre alvedrío hablando de la heregía
pelagiana que aviendo eminente necessidad luego sea de recurrir a concilio.
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Y también es de notar que el Emperador Constantino congregó concilio general con
el Papa Aghaton, y este fue el sexto concilio general, y el Emperador Iustiniano hijo de
Constantino congregó otra vez este sexto concilio, & promulgáronse cánones, los quales no
se avían declarado en el tiempo de Constantino, como paresce en el capi Habeo librum, y
en el capi. Prima en la distintión diez y seis. Y después el Emperador Carlomagno hijo de
Pipino archiduque de Austria antecessor de vuestra magestad, congregó concilio general
con el Papa Adriano, y allí intervinieron ciento y cincuenta y quatro obispos, y allí el Papa
y concilio dieron auctoridad al Emperador para elegir Pontífice, y de esto es decreto el capi.
Adrianus segundo en orden en la distintión sesenta y tres, mas después revocaron este
decreto. Y por que esta materia de los concilios es sancta y utilíssima a la christiandad,
invocando él ayuda de Dios y favor de vuestra magestad la dividiré por capítulos.
Y tractaré por orden a quien toca oy la auctoridad de congregar concilio general, y
quien son los que an de ser citados y requeridos que vengan a concilio, y diré de la forma
de la citación, y como al Emperador compete solicitar con el Papa que celebre concilio
general, y diré quien son los que tienen voto en el concilio para statuir y sentenciar. Y como
la actoridad de la Yglesia universal resta en los obedientes avenir a concilio, y diré qual es
mayor auctoridad la del Papa, o la del concilio general, y pondré muchos capítulos el día de
oy necessarios para reformación de la Yglesia.
Y también tractaremos de la origen del pontificado, y de la pleníssima potestad
spiritual, y diremos ansimismo en el capitu dezimo quinto la origen in principio del sagrado
imperial ceptro.
CAPITULO SEGUNDO
Capítulo segundo en que se dize que el Papa por tener la primera filla, es el que
tiene auctoridad para congregar concilio general.
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Para mayor evidencia de aqueste tractado es de saber, que el concilio general
principalmente a de entender en extirpar los errores de los hereges, para que la fe cathólica
una y verdadera resplandezca en toda la manada del Señor. Segundariamente ha de
entender el concilio en reformar la Yglesia assí la cabeca como los miembro, según se nota
en el capítulo primero y en el capitulo Sicut, en la distintión quinze. Y el concilio de
Basilea entre otras causas principales para que se congregó fue, por reduzir la Yglesia
oriental apartándola de algunos errores, y por reformar la Yglesia universal, assí en la
cabeca como en los miembros, la qual reformación se auía de hazer en el concilio
Constantiense y no se hizo por muchos negocios que allí ocurrieron, mas ordenaron que en
el primero concilio se hiziese, y hasta el dia de oy está por hazer, y Dios no se olvida de
castigar a los que lo impiden y estorvan.
Y concilio general no es otra cosa sino un ayuntamiento general de los christianos,
principalmente de los obispos, regurlamente constituído por el Pontífice. Assí lo dize el
Baldo en la ley primera, en el código, en el título De manumissis, y no se puede
regularmente congregar concilio sin licencia del Sumo Pontifice o delegado suyo que tenga
special authoridad para ello, texto es el capítulo primero en el párafo Porro, en la distintión
segunda y tractase en toda la distintión dozena, y de donde se diga concilio dízelo el texto
en el capítulo tercero, en el parafo Sinodus, en la distintión quinze. Y para que el concilio
no se pueda congregar sin el Papa, texto es el capítulo, Mandastis, en la causa segunda en la
question quinta, y el capítulo Multis, en la distintión diez y siete; y el capitulo Concilia
párafo Hinc, y la razón es por que la convocación se ha de hazer por el mayor de la
universidad, como se nota en la ley primera en los Digestos, en el titulo De albo scribendo
y en la ley primera en el titulo Decurionibus, en el libro décimo, y nótase en el capitu. In
sinodos, en la distintión sesenta y tres, y como ninguno de los christianos sea mayor que el
Papa, a él compete la convocatión a concilio, principalmente que an de ser citados muchos
prelados, y otros fieles, como paresce en el texto, y en la glosa en el parafo Hinc, en la
distintión diez y siete.
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Y esta facultad de citar no compete sino al que tiene superioridad y iurisdictión
sobre los citados, y como no aya quien tenga esta superioridad sino el Papa, como se dize
en el capitulo Cuncta per mundum, en la causa novena en la questión tercera, paresce
manifiesto que ninguno puede convocar concilio sino el Papa, y si se congregase concilio
sin licencia del Papa sería cosa mostruosa, y contra la natura de los otros concilios, por que
el concilio a de tener cabeca y miembros, como se nota en el capítulo, Submittitur, en la
distintión veinte y una, y en la distintión tercera, en el parafo Porro, y si algunos
convocasen concilio sin licencia y auctoridad del Papa serían scismáticos, texto es el
capitulo Multis, en la distintión diez y siete, por que los tales se apartan de la unidad de la
Yglesia, que no recibe división, y esta unidad se representa en el Papa. Texto es el capitulo
Loquitur, en la causa catorze, en la questión primera, y el capitulo Novacianus, en la causa
séptima en la questión primera, i mirar sean el capítulo catorze, y el capítulo quinze, en este
tractado, acerca deste punto, que en el Papa se representa la unidad de la Yglesia.
CAPITULO TERCERO
Capítulo terzero, en que se tracta como al Emperador toca y compete solicitar
con el Papa que celebre y congregue concilio general, y como aviendo neglicencia en la
Yglesia, al Emperador toca el derecho de hazer que se congregue concilio general.
En el capítulo primero se dixo como los Emperadores iuntavan y auctorizavan el
concilio general, pues es de saber que después se hizieron decretos, que los pontifices o su
legado con poder special suyo, solamente tuviesen auctoridad de congregar concilio. Mas
no por ello quitaron al Emperador el derecho de solicitar y requerir y instar, que se celebre
y iunte concilio general aviendo necessidad de la tal congregación, de manera que en la
evidente calamidad, de la prava heregía del herético Lutherio y sus secuaces, de veinte
annos a esta parte o poco más inventada, a vuestra magestad toca solicitar y requerir que se
congregue concilio general, y a lo auctorizar para efecto que se refforme la christiandad,
siguiendo el exemplo del Emperador Constantino.
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Y que al Emperador toque el derecho de solicitar y instar que se celebre concilio
general, texto es no alegado de los doctores a este propósito, el capítulo Principes, con el
capítulo que se sigue, en la causa veinte y tres, en la questión quinta, y los príncipes del
siglo de quien habla aquellos decretos digo que son el Papa y el Emperador, y éste nombre
príncipes, es nombre general; y comprehende los Emperadores y otros inferiores assí legos
como clérigos, notando los doctores en la Clementina, Romani principes, en el titulo de
Iure iurando y el Emperador es principal príncipe de los príncipes de lo temporal, texto es
el capítulo Apostolice, De re iudicata, y también es texto notable el capítulo, In apibus, en
la causa séptima, en la questión primera, por donde es necessario que aviendo scisma, o
heregía o necessidad de reformación en la Yglesia en la cabeca o en los miembros, el
Emperador inste y solicite que se congregue concilio general, pues a él está encomendada
la Yglesia, como se dize y nota en el dicho capitu, Principes, al fin del Mas como se a
dicho que por tener el Papa la primera filla le toca el mando de congregar concilio general.
De aquí podría nascer una perplexidad muy grande, por que si el Papa fuse
herético, o scismático, o incoregibile, no congregaría concilio, aumque fuse requerido por
el Emperador, o después de congregado lo quería disolver antes quel concilio conosciese de
su error, en tal caso digo que no puede hazer el Papa que seyendo caído en heregía que
della no sea redarguido y condemnado, assí lo dizen la glosa y doctores, en el capítulo Si
Papa, en la distintión quarenta, y en el capítulo In fidei favorem, en el título, de Hereticis,
en el sexto libro, y si el Papa periclitase periclitaría la Yglesia contra el dicho del apóstol A
los de Corintho, en la segunda epístola, en el capi dézimo diziendo “Secundum potestatem
que data est in edificationem non in destructionem”.
Y también es precepto divino, que los cathólicos se levanten contra el que enseñare
cosa falsa, texto es el capítulo Si audiveritis, en la causa veinte y tres; en la questión quinta,
y por esto Mathatías como se lee en el Primero de los Machabeos, iustamente mató al que
se llegó al altar del Señor a sacrificar los ydolos; y el Papa subiecto está a la ley divina y
humana, nótase en el capítulo, Que in ecclesiarum de constitunionibus, y en el capi Sunt
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quidam, en la causa veinte y cinco, en la questión quinta, y haze para coroboración el
capitulo Homo christianus , en la distintion quarenta, y San Iuan dize en el capitu quinze
“Si quis in me non manserit mittetur foras sicut palmes & arescet, & coligent eum & in
ignem mittent & ardet”.
Y tambien San Pablo redarguyó a San Pedro cabeca de la Yglesia como paresce en
el capítulo segundo A los de galacia, y hace a este propósito lo que dize A Tito, en el
capítulo final, y lo que dixo a los de Corintho, en la epístola primera en el capítulo quinto, y
tiene el Pontífice auctoridad para governar rectamente no para pecar, como se nota en el
capítulo primero en la distintión quarenta, y en el capítulo, Alius, en la causa dézima quinta,
en la questión sexta, de manera que si el Papa fuere herege o scismático o irecongibile, el
Emperador puede convocar concilio general, aviendo neglicencia en el Papa, así lo dize el
Cardinal en el capítulo Licet de electione, y también lo dize el Felino, en el capítulo
Querelam de iureiurado, mas mucho sea de notar el capítulo Principes, como ya se dixo,
por que allí paresce la Yglesia ser encomendada sola defensa del Emperador, y a la de
defensa de mano de los calumniadores como dize san Hieronimo sobre Hieremías. Y estas
palabras están canonizadas por la Yglesia en el capítulo Regum, en la causa veinte y tres en
la questión quinta, y también se nota en el capítulo quinto De natis ex libero veinte y en la
Clementina, Ne me mani, de electione, de manera que seyendo el Papa incorrigibile o
herege, o scismático el Emperador podría hazer la guerra a la persona del Papa assí lo dize
el Abbad en el capi, Sicut, De iure iurand. Y si el Papa que es la cabeca de la Yglesia
universal periclitase la Yglesia universal se a de iuntar a remediar el estado de la religión, y
el abogado y protector de la Yglesia que es el Emperador, es el que a de requerir y instar
que se congregue concilio, y si el Papa fuese negligente como ariba se a dicho o no lo
quisiese congregar, el Emperador es el que puede convocar concilio como ya es dicho.
Y de la auctoridad y origen del Imperio se dize en el capítulo quinze, y notaremos
que quando el Papa procura la destructión de los súbditos, los súbditos se pueden levantar
contra él así se nota en el capítulo Iuratos, en la causa quinze en la questión sexta, y en el
cap, Qui resistit, en la causa nona, en la questión tercera, y en el capi, Imperatores, por que
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el pueblo no ha de oyr ni seguir la boz del pastor que se a tornado mercenario, assí lo dize
san Iuan en el capi, dézimo.
Y si el Papa aviendo necessidad como al presente ay mandase que no se congregase
concilio no le an de obedecer, por la ya dicho, y por que Innocencio dize en el capi,
Inquisitioni De sententia excomunicationes, cuando evidentemente se crehe que del
mandamiento del Papa vendrán males y daños, o quando de tal mandamiento se
escandalizase la Yglesia no le han de obedescer y pecan los que le obedescen, y mucho se a
de guardar el Sumo Pontífice de no dar causa que la Yglesia se escandalize, como ya es
dicho, y como se dize en el capítulo quinze, notaremos que Yglesia se dize clérigos i legos,
así está scripto en el capítulo siete, en el Primer libro de los Reyes.
CAPITULO CUARTO
Capítulo quarto en que se tracta quien(es) son los que an de ser citados y
llamados al concilio, y quien son los que tienen voto para statuir y sentenciar.
Es de notar que ay muchas maneras de concilio, por que ay concilio synodal el qual
solamente el obispo haze en su diócesi, ay otro concilio provincial el qual congrega el
arcobispo con los obispos, que están subiectos a él, ay otro concilio general que es la
materia del presente tractado, el qual congrega el Papa o su legado teniendo auctoridad y
poder special para ello, como ha se a dicho en este tractado.
Y es de notar que el concilio general que congrega el Papa, algunas vezes lo
congrega solamente de la clerezía y pueblo romano, y de este concilio habla el texto en el
capítulo In Synodo, en la distintión sesenta y trés y éste concilio no tiene el auctoridad que
tiene el concilio general que congrega el Papa de todos los obispos, por que es de grande
autoridad. Tornando el propósito, en el concilio synodal los abbades an de ser citados, y
toda la clerezía a de intervenir en el Synodo, como se dize en el capítulo Quod super, De
maioritate & obedientia.
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En el concilio provincial no ay necesidad de otra persona salvo de los obispos, por
que ellos solos son los que tienen boz para iuzjar, como parece por toda la distintión diez y
ocho, mas los inferiores de los obispos se a de citar para que aconseien, quando de su
confesion oubiere necessidad, para esto se verá el capítulo Obeuntibus, en la distintión
sesenta y trés, y para esto an de intervenir allí los abbades, como lo prueva el texto en el
capi. final De causa possessionis & propietatis y an de ser citados aquellos a quien va
interesse particular, texto es el capi Propter ecclesiastica, en la distintión diez y ocho.
Y lo mismo será en los concilios generales, que solamente se citarán los obispos
para ese efecto de statuir o iuzgar mas para aconseiar se citarán los abbades, como arriba se
a dicho y también las yglesias cathedrales, texto es el capi. final De his que fiunt a maiori
parte capituli, y así se puede entender el capi. Sicut olim De accusationibus, y también se
citarán todos aquellos de quien se puede aver conseio, como ya se dixo, y también aquellos
a quien va interesse particular, por que la citación es de derecho divino y natural, texto es la
Clementina Pastoralis, De re iudicata, y la ley Facultas, De iure [sisci], en el décimo
libro, y la ley [Naita] divus, en los Digestos, en el título De adoptionibus, y dízelo el Felino
en el capi Ex parte de officio delegati.
Y por eso quando los hechos tocasen a cosas de la fe, los legos an de ser citados y
en tal caso tractándose en el concilio cosas de la fe, el Emperador a de estar personalmente
en el concilio, texto es el capit Ubi nam, en la distintión noventa y seis. Y los reyes y
príncipes seglares an de ser llamados al concilio general, texto es el capítulo Apostolice de
re iudicata, en el sexto libro; resolviendo lo que está escripto digo que los obispos sólo han
de statuir y sentenciar en el concilio, texto es el capítulo primero, en la distintión quinze, y
el capi. sesaginta, en la distintión diez y seis, y pruévalo el texto en el capi Habeo librum, y
en el cap. sexta, en la distintión diez y seis.
Todos los otros prelados inferiores podrán en el concilio proponer y aconseiar y
quando tocare a cosas de la fe los legos podrán proponer y an de ser admitidos, texto es el
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capitulo Ubi nam, en la distintión noventa y seis, y acabado el concilio los Cardinales y
obispos y abbades subscrivirán sus nombres poniendo el título de sus dignidades siguiendo
el orden que se tuvo quando, el Papa Eugenio celebró concilio general con el Emperador
Iuan de Constantinopla y se principió en Ferrara el año de mil y quatrozientos y treinta y
ocho y se acabó en Florencia el año siguiente de treinta y nueve, segúm de la scriptura, y
sessiones del dicho concilio paresce, al qual me remito.
Mas no veo por aquel concilio aunque el Emperador de Constantinopla estouvo
presente que se unió la Yglesia de Constantinopla con la Sancta Yglesia romana, por el qual
pecado Dios los truxo en servidumbre de los infieles, plega a Dios de los librar presto de
tan aspera subiection y de los unir con la Yglesia Romana.
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CAPITULO QUINTO
Capítulo quinto en que se tracta de la forma de la citación al concilio y de los
que pueden parescer por procuradores y de la pena de los que no parescen.
La forma de la cittación será quel Papa o su legado pondrán por vía de citación o
mandamiento, mandar a todos los patriarchas y arcobispos y obispos que vengan al concilio
general, señalando en qué tiempo, y en qué lugar se celebra el concilio, nótase en la ley Aut
qui aliter, en los Digestos en el título Quod vi aut clam, y señálase tiempo en la citación por
qué tiempo determinado ha de tener la citación como se nota en la dicha ley Aut qui aliter,
en el párafo primero, nótase también en la ley primera, párafo Si autem, en el código, en el
título De iure dni impetrando y nótalo el Cino, en la ley Dies festos De feriis, y el Bartulo
en la ley Liber homo, en los Digestos, en el título De verborum obligationibus.
Y esta citación que el Papa haze a de ser por letras apostólicas, pruévase en el
capítulo Dilecti De dolo & contumacia, en el versículo Volentes, y quando el legado del
Papa cita a concilio en las letras del legado ha de ser inserto el tenor de las letras
apostólicas nótase en el capítulo Preterea De Dilationibus y en el capítulo Cum in iure de
officio delegati y por que sería cosa dificultosa citar a todos los obispos, podrán citar a los
arcobispos que vengan a concilio general en tal lugar en tal tiempo y ellos amonestarán a
los obispos intimándoles el mandamiento del Papa; texto es el capítulo Si espiscopus
metropolitanus, en la distintión diez y ocho y tanbién dizen los doctores que esta citación se
podrá hazer en el palacio del Papa en el audiencia pública mandándolo el Papa ex certa
scientia, fixando la citación a las puertas del palacio y a las puertas de San Juan de Letrán y
de San Pedro.
Y mirar sea Iuan Andrés en el capi. Quoniam, en el párafo Porro, ut lite non
contestata, y allí se mirarán los doctores. Mas a mí me paresce que Iuan Andreas habla
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quando el citado no tiene domicilio y si lo tiene no se puede allar seguramente, mas es de
notar que si la convocación a concilio se hiziese, no por el Papa, que se puede hazer en los
casos ya dichos, assí como si el Papa no quisiese convocar concilio aviendo evidente
necessidad. En tal como hemos ya dicho la congregación a concilio se hará por horden del
Emperador, en nombre de la universal Yglesia, como protector y abogado della, y hazerse
ha la tal congregación por vía de Requisición o monición, o intimación, la qual monición se
haze quando no ay superior que pueda o quiera hazer aquellas cosas que se intiman y son
necessarias hazerse, assí se nota en el capi. Cum nobis olim, en el título De Electione. Esta
intimación se ha de hazer como se haze en las otras cosas, según y de la manera que en la
ley denunciasse, en los Digestos en el título De Adulteriis y en la ley Si sunctum, en el
Código en el título de His que per metum iudicis non appellaverunt y el que intima el
concilio que es el Emperador en la escriptura e letras de intimación ha de inxerir la causa
por que es necesario el concilio. Y si la causa es notoria basta dezirla, assí lo nota el Bartolo
en la ley de Pupilo, párafo, Si quis ipsi pretori, en los Digestos en el título, De novi operis,
y también se funda esto por lo que se nota en la ley final en el Código en el título De
appelationibus.
Y si la causa por que se dize ser necessario el concilio es occulta, por que se intima
quel Papa es herege o scismático o apóstata, en tal caso se a de intimar al Papa,
requiréndole que congregue concilio, y si amonestado no lo haze, estas amonestaciones se
an de inxerir en la intimación que se haze, a los que son requeridos y amonestados que
vengan a concilio. Assí se nota en la Clementina Causam de electione, y en la ley nomen en
el Código en el título Que respignori obligari possunt, podríase también dezir que por
temor no se le osa amonestar, que congregue concilio, como se nota en el capi. final De
apellationibus y los obispos son tenidos aparescer personalmente, sino estouviesen
impedidos de legítimo impedimento, por que ellos representan las personas de los
apóstolosde Christo como se dize en el capi. In Novo Testamento en la distintión veinte y
una, y los colegios de las Yglesias cathedrales podrán parescer por procurador, como se
nota en la ley primera párafo Vsus en el libro de los Digestos en el título De
Procuratoribus. Mas el que fuese citado personalmente sería obligado a yr, por que es visto
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ser citado por industria de su persona, y lo mismo sería quando la natura de la causa, no
admitiese procurador como es texto el capi. Veniens, De accusationibus, y el capi. In
criminalibus, en la causa tercera en la questión quinta. Y los príncipes christianos pueden
parescer por procuradores texto es el capítulo Apostolice, De re iudicata, en el libro sexto.
Y es de saber que como la citación a concilio a de ser por edicto, no requiere
término peremptorio, ni más de una citación o intimación, assí se nota la glosa en el
capítulo Se episcopus, en la distintión diez y ocho, y los doctores lo tienen en el capi. Ego
de iure iurando, por que ésta citación o intimación se haze por acto extra iudicial, para el
cual basta una citación glosa es en la Clementina primera, De hereticis, y allí los doctores,
y nótase en la ley Qui Rome, en los Digestos en el título De verborum obligationibus. Mas
si el concilio quisiesse proceder contra los contumaces, necessaria sería trina citación, como
se nota en el capi. primero, De pace iuramento firmanda, y también se nota en el capi.
primero, De suplenda negligencia prelator. Y si el obispo estouviese impedido podría
cometerse boz texto es el cap. Quia propter, De electione, y el capítulo Si quis iusto; y si el
obispo menospreciare venir a concilio puédenlo descomulgar, texto es iunta la glosa el cap.
Non oportet, en la distintión diez y ocho, y la misma pena le dará si vino y se fue sin
licencia, como se nota en el capitu. Si quis autem, en la distintión diez y ocho, y en la ley
Quesitum, en los Digestos en el título De re iudicata, y si el citado a concilio fue citado por
causa propia suya, todos los remedios estatuidos contra los contumaces, han lugar en él los
quales Remedios se notan por la glosa en el capi. tercero, Ut lite non contestata, y si el
Speculador los cuenta en el título, De primo decreto,en el párafo, Iam de effectu.
CAPITULO SEXTO
Capítulo sexto en que se tracta cómo el poder y auctoridad de la Yglesia
universal resta en los obedientes en venir a concilio.
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Pareciendo en el término que les fuere señalado los obispos que son citados o
requeridos que vengan al concilio notoriamente consta que son inobedientes,
menospreciando los mandamientos y citaciones o iustas requisiciones y amonestaciones, y
en tal caso el poder y auctoridad para statuir y iuzgar queda en los obedientes en venir a
concilio. Assí se nota en el capi. Gratum De postulatione prelatotum y esta inobediencia y
menosprecio es pecado gravíssimo como se nota en el capi. Officiis en la causa veinte y
cuatro, en la question primera y de lo sobredicho concluyo, que si en el concilio está el
Papa o su legado specialmente diputado para estar en el concilio y no viniese más de un
obispo sería concilio y si el Papa ni su legado no estouviesen en concilio, por que el
concilio se oviese congregado por la negligencia del Papa; también digo que el poder y
auctoridad de iuzgar y determinar y statuir que daría acerca de los obispos que viniescen al
concilio. Assí lo dizen los doctores en el cap. Gratum De electione, donde concluyen que si
un solo obispo viniese, en aquel quedaría toda la auctoridad y poder, para statuir y iuzgar.
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CAPITULO SEPTIMO
En que se tracta cómo el Papa regularmente es sobre el concilio mas cuéntase
algunos casos donde el concilio es sobre el Papa.
Es de notar quel Papa regularmente es sobre el concilio, y todos los statutos del
concilio, se entienden excepta la auctoridad del Papa, texto es notable el capi. Significasti,
De electione; y el capítulo Aliorum, en la causa novena en la question tercera y el capítulo
Nemo adonde se dize que ninguno puede iuzgar la primera silla y haze también el capi.
Cuncta per mundum y el capi. Per principalem en la misma question y causa; más mirar
sea la glosa en el capi. Legimus en la distintion noventa y tres donde el texto de san
Hieronimo haze al contrario diziendo quel siendo quel mundo es maior que la cibdad, y el
abbad Varón de tanta auctoridad y cardenal en la santa Yglesia romana dize en el capítulo
Significasti, De electione, que todo lo susodicho se ha de restringir a las cosas que penden
de la plena disposición del Papa. Por que en las cosas que son de derecho positivo sin
dubda ninguna el Papa es sobre el concilio mas en aquellas cosas que no dependen de la
plena potestad del Papa no se ha dezir simpliciter que el Papa es sobre el concilio y la plena
potestad le fue dada para edificar, no para destruir, como lo dize el apóstol en la Segunda
Epístola a los Coríntios, en el capítulo dézimo de manera que en las cosas concernientes a
la fe el concilio es sobre el Papa texto es notable el capítulo Anastasius en la distintion
nona.
Y assí el concilio puede condennar al Papa de heregía como se nota en el capítulo Si
Papa en la distintion quarenta y en el capítulo In fidei favorem en el título De hereticis, en
el sexto libro y en las cosas concernientes a la fe o al estado de la universal Yglesia, no
puede el Papa statuir ni dispensar contra los statutos del concilio por que se decoloraría el
estado de la Yglesia texto es el capítulo [Et fi il la], en la causa primera en la question
séptima, y los doctores lo notan en el capítulo Literas De restitutione spoliatorum y el
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Innocencio dize en el capítulo Quanto De consuetudine que no han de permitir al Papa que
venga contra el universal statuto de la Yglesia sino oviere causa razonable.
Y en el capítulo Inquisitioni De sentencia excomunicationis dize, como hemos
dicho en este tractado, quel mandamiento del Papa aunque sea iniusto se ha de guardar,
salvo si el tal mandamiento no truxese consigo heregía o se presumiese cierto que de tal
mandamiento la Yglesia universal sería escandalizada o si se creyese evidentemente que de
tal mandamiento vendrían muchos males, por que en los sobredichos casos, pecaría
mortalmente quien guardase el mandamiento del Papa, y añadiremos esto lo que dize la
glosa en el cap. Si Papa en la distintion quadragesima que si el Papa está en notorio pecado
de tal manera que escandaliza a otros, si amonestado no se corige puede ser castigado como
herege, porque no es exemplo de la corection evangélica y en tal caso es visto sentir mal de
la fe y aquella glosa es comúmmente aprovada de los doctores, como lo dize el abbad en el
cap. Significasti, De electione, y en el cap. Proposuit De concessio ne prebende.
Y es bien que el Papa imite a San Pedro cuya persona representa, por que en los
concilios de los apóstolos San Pedro proponía y dezía su voto como uno de los del concilio
y la conclusión se hazía en nombre del concilio, y como el concilio ordenaba, y assí lo
scrive San Lucas en los Actos de los Apóstolos, en el cap. Quinze y mirar sea también el
capi. primero y a mi parecer assí fue donde San Pedro de su propia auctoridad tomó la
possessión del reyno y iurisdiction spiritual por que allí principió a proponer lo que
convenía, como cabeca y principal de los otros apóstolos que allí estavan, y esta es la causa
que el sancto concilio constantiense declaró que en aquellas cosas que tocare a la fe u a
destruir scismas y a la reformación de la Yglesia, así en la cabeca como en los miembros, el
concilio sea sobre el Papa, de manera que la sentencia y iuizio del concilio como iuizio de
superior se ha de preferir, en las tres cosas ya dichas al iuizio del Papa, assí lo lo dize el
Abbad en su elegantíssimo tractado del concilio de Basilea, en la primera dubda, y dize que
cessan las disputaciones que avía sobre esta questión, de manera que es grande auctoridad
la de la Yglesia universal y lo que dizen que la Yglesia no puede errar, se entiende en la fe,
o en los artículos de la fe, por que esto es lo que rogó Christo al Padre, mas en otras cosas
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podría errar, y assí lo nota el abbad en el cap. A nobis el seguendo De sentencia
excomunicationis y el Felino en el cap. Primero de Summa trinitate.
El concilio constantiense habla de la Yglesia universal estas palabras Esta sancta
synodo constanciense, que hace concilio general y representa la universal Yglesia declara,
que el poder lo tiene mediante Christo al qual todo estado de cualquier condición o
dignidad que sea sostenidos a obedescer, en aquellas cosas que tocan a la fe y a la
reformación de la Yglesia en la cabeca y en los miembros, esto está escripto en la sessión
quarta y San Agustín dize en muchos lugares no creería el evangelio si la Yglesia no lo
auctorizase. Todo esto dize el Abbad en el sobredicho tractado en el seguendo dubio
principal y el Papa ha de ser obedecido en las cosas spirituales, y esto procede del poder
que por Christo le fue dado, quando en persona de San Pedro le fue dicho “Quodcumque
ligaveris super terram &c”. y deste punto se mirará el capítulo Quinzeno deste tractado y
para fundamento deste edificio hazelo que scrive San Mateo en el capítulo diez y ocho
diziendo si pecare tu hermano contra ti &c. y si no se castigare dilo a la Yglesia, y sino
obedesciere la Yglesia seate como ethnico y publicano de manera que Christo a ninguno
exhimió de la potestad de la Iglesia, por que absolutamente quiso que el que menospreciare
el iuizio de la Yglesia, fuese como ethnico y publicano y que el Papa se incluya allí
paresce a la clara por que Christo hablava a San Pedro, así que a él quiso remitir el iuizio de
la Yglesia, y cada christiano se llama hermano y también el Papa, texto es el capítulo
Cepisti en la causa undézima en la questión tercera, y San Pedro dixo si pecare tu hermano
contra tí, de manera que a cada christiano llamó hermano de San Pedro, y también dixo en
el evangelio todos vosotros hermanos sois y San Lucas lo dize en el capitu. Primero de los
Actos de los Apóstolos. Y también digo que por quitar Christo aquella dubda y no
entendiessen que appelation de Yglesia venía el Sumo Pontífice, dixo luego en el mismo
cap. Diez y ocho, hablando con todos los apóstolos, “amen amen os digo, que todas las
cosas que ligaredes en la tierra seran ligadas en el cielo,” assí que manifiestamente enseñó
que appelation de Yglesia entendía todos los apóstolos, que en aquel tiempo representavan
la universal Yglesia quanto más como es dicho, esta opinión fue aprovada en el concilio
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constanciense, y en concilio de Basilea, y querer dezir al contrario no es otra cosa sino dezir
que el concilio constanciense erró en las cosas de la fe, lo qual no se ha de admitir.
Y en el concilio constanciense está determinado, en la sessión quarta, y en la sessión
diez y ocho del concilio de Basilea, está aprovado el dicho decreto y lo que dizen que las
causas del Papa se han de remitir al iuizio de Dios, como se nota en el capítulo Concilia en
el párafo Hinc, donde el concilio remitió las causas del Papa Simacho al iuizio de Dios,
aquello fue porque tenía contienda sobre el Pontificado, y aunque el texto no lo dize, en las
historias se lee que tenía contención con uno llamado Laurencio y el concilio primero
pronunció sentencia en la causa del papado, como paresce en el capitu. Nos, párafo
Simachus, en la causa segunda, en la questión séptima y el concilio declaró que Simacho
fuese restituído por que iniustamente avía sido despoiado del pontificado, y los otros
crímenes que le opponía fueron remitidos al iuizio de Dios; y los derechos que dizen quel
Papa es iuez en su causa propia, hablan quando es cierto que uno es Papa, mas quando no
se sabe y ay dubda, el concilio es iuez, texto es el capi. primero en el título De scismaticis,
y no se basta dezir que aviendo questión sobre el papado el que está en possessión ha de
iuzgar, como es texto en el capi. Nunc aut, en la distintión veinte y una, adonde paresce
quel Papa Marcelino se comdenó assí mesmo, porque aquello fue dispensative, y no se ha
de traer en consequencia, porque allí viendo el concilio que voluntariamente confesava la
heregía, quiso que él se condenase assí mesmo, y querer dezir quel concilio no pueda
comdennar al Papa sería error y contradezir el statuo constanciese aprovado de la Yglesia
universal como ya se ha dicho, y aum quiere dezir que por fuerca cometió heregía porque si
volontariamente ipso iure perdiera el pontificado, texto es el capítulo Achacius, en la causa
veinte y quatro en la questión primera, y el capítulo Anastasius, en la distintión diez y
nueve, y en tal caso aunque venga a penitencia lo han de condennar, y no será iuez en su
causa propria y el concilio no puede remitir la pena en tal caso a mi parescer por que a los
cardenales y no al concilio incumbe la electión del Pontífice quando el Papa es depuesto,
como se nota en el capit. Licet, en el título De electione y en capítulo Ubi magis periculum,
en el título De electione, libro sexto. Y para las cosas concernientes a la electión del
Pontificado, el colegio de los Cardinales representa la universal Yglesia, glosa es notable en
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el capítulo Nullus, en la distintión setenta y nueve y si el Papa por temor incurrió en heregía
peca, mas no lo han de privar del Pontificado como en el dicho capi. Nunc autem, y esto
quando haze penitencia voluntariamente, esto se nota en el capítulo Dixit dominus, en la
causa veinte y quatro, en la questión tercera, y en el capítulo Qui in ecclesia, y también se
nota en el capit. Hec est fide, en la causa veinte y quatro en la questión primera y el apóstol
lo escribe a Tito en el capítulo tercero y assí paresce por San Pedro que negó a Christo por
temor que ovo, mas hecha penitenciase quedó Papa y Apóstol y entenderemos esto si
voluntariamente confesasse el error, por que si ya citado al concilio confesasse con temor
de la pena condenarlo han, como se nota en el cap. Ad abolendam, en el título De hereticis.
CAPITULO OCTAVO
Capítulo octavo cómo el concilio procederá en las causas ecclesiásticas sin ser
recusado y cómo no se disolverá el concilio hasta aver hecho el efecto para que fue
congregado.
Congregado el concilio sobre las cosas tocantes a la fe, o sobre la reformación del
estado de la universal Iglesia, determinase ha allí todas las causas que tocan al foro
ecclesiástico assí como las causas de los obispos y de los otros clérigos, y las causas de las
yglesias, mas las causas mere seculares, y entre legos, no subiectos a la iurisdictión
ecclesiástica no se podrá allí determinar. Desto se mirará lo que notan los doctores en el
capítulo Novit, en el títolo De iudiciis, y en el capi. Licet ex sucepto, y en el capítulo Si
clericus laicum De foro competenti, y en el capítulo Causam y en el capítulo Lator Qui filii
sint legitimi, donde se notan algunas cosas en que el concilio podría iuzgar entre los legos.
Y es de notar que congregado el concilio, y todos los citados al lugar que fue
señalado, todos los padres ya iuntos guardarán la orden y ceremonias según se contiene en
el libro de los concilios, en la primera hoia y de la manera que allí se contiene. Se iuntarán
cada día hasta dar fin a la expedición del concilio, y el concilio procederá en las causas de
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la manera que meior le parescera, por que tiene libre facultad de traspasar las leyes y de
ordenar y statuir; y lo mismo pueden el Papa y el Emperador en lo temporal por que no
están obligados a la ley, como notan los doctores en el capítulo Proposuisti De concesione
prebende, y no es de presumir que el tal procceso tendrá mácula ni defecto como se nota en
el capítulo In fede y en el capítulo Hec est fides en la causa veinte y quatro, en la questión
primera y por que se presume que todas las cosas (se) han hecho con solemnidad, como se
nota en el capítulo Apostolice, en la causa veinte y quatro, en la questión novena y en el
capítulo Ad audientiam De rescriptis y la razón es por que el error del príncipe haze
derecho, como se nota en la ley tercera De superlectilia legata y de la sentencia del concilio
no se podrá apelar por que el concilio está en lugar del senado como se nota en el capi.
Ecclesia en la causa diez y seis, en la questión primera y esto entiendo en aquellos casos en
que el concilio es sobre el Papa, como ya se dixo, mas bien podrán dezir de nullidad contra
la sentencia, como se nota en la ley, Si ut proponis en el código, en el título Comodo &
quando iudex y el Bartolo lo dize en la ley Si expressim, en los Digestos, en el título De
appellationibus y es de notar que el concilio no puede ser recussado, ni el Papa quamdo le
tocase ser iuez en su causa propria, como se nota en el capítulo Ex parte de verbo
significatione y en la ley Est receptum, en los Digestos, en el título De iurisdictione
omnium iudicum y nótase en el capi. Novit de appelationibus y en la ley primera De officio
prefecti pretoris y aunque el concilio provincial se pueda recusar, no el concilio general.
Glosa es el cap. In singulis, De statu monachorum, y assí entemderán la glosa, en el
capítulo primero De iudiciis y por que diximos que los padres se iuntarán hasta dar fin al
concilio, digo que el concilio durará hasta que sea ya determinado los negocios, para los
quales fue congregado el concilio, por que en las cosas que se requiere perfectión, por acto
de iustitia, no se cree haverse hecho nada, quando alguna cosas resta de hazerse, nótase en
la ley Qui cum maior, párafo Accusasse, De bonis libertorm, y en la ley Item apud
labeonem, párafo Adduxisse en los Digestos, en el título De in iuriis y el que tiene
auctoridad de disolver el concilio es el mismo concilio y la cabeca del que es el Papa por lo
que se nota en el capítulo precedente y también acerca deste punto quien tiene auctoridad
para disolver el concilio me remito a un statuto del concilio constanciense que principia
Frequens.
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CAPITULO NOVENO
Capítulo noveno de cómo el concilio ha de destruir las heregías y hazer que se
guarden los Decretos y cánones de los concilios por que de otra manera se decolora el
estado eclesiástico.
El concilio congregado de la manera que se ha dicho, y como las ceremonias y
solemnidades contenidas en el libro de los concilios como ya dixe, procurar sea con toda
diligencia de extirpar las que al presente andan sembradas citando primero al inventor y a
sus sequaces y defensores por convencer su malicia y en esto se guardará la orden que los
Santos Padres guardaron quando en los quatro concilios generales se destruyeron las
heregías de que se haze mención en el capítulo primero y en el capi. Sicut, en la distintión
quinze y mirar sea la orden que tuvo el Papa Iuan, veinte y dos, quando el consistorio
danno tres errores que ni al doctor Iuan [de poliaco] parisiense, como consta por la
extravagante que principia, Vas electionis doctor; mas es de notar que está scripto en el
principio del libro de los Decretos que el linage humano se ha de regir con dos cosas con el
derecho natural, que en la ley y en el evangelio se contienen, conviene, a saber, que el
hombre haga al próximo lo que el quería, que el próximo hiziese a él, y no hazer al próximo
lo que el hombre no quería quel próximo hiziesse a él y por esto dixo Christo en el
evangelio, como scrive San Matheo en el capi. quinto “todas las cosas que vosotros queréis
que hagan los hombres a vosotros, aquellas mismas hazed vosotros a ellos” y en esto
concuerdan las leyes y los prophetas. Y la otra cosa con que el linage humano se ha de regir
es con leyes humanas.
Como está scripto en el capi. Omnes leges, en la distintión primera, con los
capítulos que se siguen, por tanto es necesario que el Papa y los Príncipes y el Emperador,
como príncipe de los príncipes del siglo ayan de observar lo contenido en la ley
evangélica, y todas las cosas contenidas y establecidas en el derecho y aprovadas en el
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concilio, y esto fácilmente se puede mostrar por que el poder de ellos de Dios les viene,
como escrive el Apóstol en el capítulo treze a los Romanos y por esta causa el Papa y los
Reyes han de procurar de hazer cosas buenas, por que con su exemplo sean otros
compelidos a hazer lo mismo y los exemplos mas an de mover que las palabras, como
Séneca dize y también dixo Christo “Exemplo os doy que assí como yo hago vosotros
hagais” y seyendo el verdadero Dios, y verdadero hombre, y verdadero Rey, y verdadero
Pontífice principio a hazer y después a enseñar, como scrive San Lucas en el capítulo
primero de los Actos de los Apóstolos, y también está scripto en el capit. primero, en la
distintión treinta y nueve “De manera que conviene a la honestidad del Pontífice guardar las
constituciones de la universal Yglesia” texto es el cap. Confidimus, en la causa veinte y
cinco, en la questión primera y en el capi. Sunt quidam y en el capítulo contra y texto es el
capi. final en la distintión catorze donde en todos estos Decretos se nota que el Papa no ha
de dispensar contra los statutos de los concilios generales si no fuese con causa, por que el
Papa no es sobre la ley de Dios, el cual se acuerda de hazer iustitia ha sus escogidos, como
el dixo, con su propia boca, según scrive San Lucas, en el capi. diez y ocho y en el capítulo
Violatores, en la causa veinte y cinco en la question primera se dize, “los que
voluntariamente violaren los cánones, statuidos por los Santos Padres guiados del Spíritu
Sancto son condenados como blasfemadores del Spíritu Sancto. De manera que el
Pontífice, no solamente ha de guardar los statutos y leyes divinas mas también los Decretos
de los Santos Padres. Y la primera salud es guardar rectamente la regla de fe y no apartarse
de los Santos Padres, texto es el capítulo Prima, en la veinte y cinco en la questión primera,
y los Decretos ordenados para perpetua utilidad no se han de variar.
Y las cosas ordenadas para el bien universal no se han de adaptar a la utilidad
privada, texto es el capítulo Que ad perpetuam, en la causa veinte y cinco en la questión
primera, y por esso dize el Papa León en el capi. Final en la dicha questión y causa,
permitiéndolo Dios somos pastores de los hombres, para que lo que nuestros padres
ordenaron seyendo consultados de Dios, lo guardemos, conservándolo intacto. Y San
Gregorio dize “Si destruyésemos aquellas cosas que nuestros antecesores ordenaron, no
constructor, mas [eversor] sería justamente comprovado”, assí está scripto, en el capítulo Si
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ea, en la questión, primera, y también dize “que recibe y homrra los quatro concilios
generales como los quatro libros de los evangelios”, assí está scripto en el capítulo Sicut, en
la distinción quinze y el Papa Nicolao escribe, “Cosa de reyr es y cosa abominalble sufrir
que se hayan de quebrantar las tradiciones que recebimos de los padres”, assí está scripto,
en el capítulo Ridiculum, en la distinción docena, assí que piense el Papa que todos
guardaron los Decretos, quando él los guardare y toviere en Reverencia, siguiendo el
ejemplo de Christo que los sacramentos de la Yglesia que mandó guardar en sí mismo los
sanctificó, como escribe San Lucas, en el capítulo segundo y el que ha de administrar
justicia no ha de hazer, lo que prohibe a otros que no agan, como se nota en el capítulo uno
De natis ex libero ventre y en el capi. Diversis falacia, De clericis coniugatis, y por que en
el libro De administración de justicia, en el proemio del ya estampado y dirigido a vostra
majestad, estan escriptas muchas cosas acerca deste punto al presente no digo otra cosa
salvo que conviene al buen gobierno de la universal Iglesia y a la salud de los christianos
quel Pontífice como principal cabeza de la fábrica observe y tenga en veneratión los
Decretos y statutos de los Santos Padres, y la principal Reformación de la Iglesia consiste
en la observancia de los cánones y Decretos como es dicho, pues fueron ordenados
interviniendo la gracia del Spíritu Sancto por que el concilio general tiene el poder inmedite
a Christo, como dize el concilio constanciense, en la sessión quatro y el concilio de Basilea
en la sesssión diez y ocho y de no guardar el Pontífice los statutos de los concilios
generales resulta mal ejemplo, y desto sea de guardar mucho “iuxta illud propheticum Si is
qui em unctus precaverit, saciet populum delinquere per malum exemplum” y por que del
dispensar el Pontífice con el de poca edad que sea cardenal, y el otro obispo, y el otro que
tenga muchos beneficios y dignidades y el otro que sin saber letra sea ordenado de orden
sacra; y que no sea necesaria auctoridad del propio obispo, y el religioso que dexe el hábito,
y el consanguíneo que se case con la consanguínea, y el otro que no resida en el beneficio,
y con el otro que tome por coadivtor a la dignitad o calongía a hombre inhábile, o
muchacho de poca edad, resultan scándalos, y vienen muchos males en la Iglesia de Dios,
diré alguna cosa acerca de la dispensación del Pontífice.
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CAPITULO DECIMO
Capítulo dézimo como el Papa no ha de dispensar sin preceder causa.
Dispensación es una relajación hecha del derecho común con conocimiento de
causa, de aquel que tiene derecho de dispensar y despensar es pensar cosas diversas; porque
muchas cosas ha de pensar el que dispensa, y muchas cosas (h)a de considerar, para
justificar la dispensación, y para que de ella no resulte scándalo. Todo esto se verá en la
glosa en el capítulo Requiritis en la causa, en la questión séptima, en el párafo, Nisi rigor y
en el capítulo que se sigue se nota bien que en la dispensación del Papa, a de preceder iusta
causa, porque no se ha de dispensar quando se decolora el stado de la Iglesia, ni contra los
statutos y Decretos de la Iglesia, lo qual notablemente dize la glosa en el párafo Nisi rigor,
y la dispensación hecha sin preceder iusta causa, es disipación, por que por la tal
dispensación el derecho es vulnerado, y la pública utilidad damnificada, y para esto se
mirará el capi. Ipsa pietas, en la causa veinte y trés, en la questión cuarta, de manera que la
dispensación, se ha de considerar causa iusta y honesta, como se nota en el capítulo De
transactionibus.
Por tanto, concluiremos que aunque el Papa tiene plenísima potestad en las cosas
que son de derecho positivo como se nota en el capítulo Proposuisti, De concessione
prebende, no podrá dispensar sin causa, en las cosas que son de derecho positivo, ni será
seguro para con Dios con el que se dispensa sin causa; y assí se limita la doctrina del
Inocencio en el capítulo Cum ad monasterium, De statu regularium, esto dize el abbad en
el capítulo Extirpando, en la repetitión, del párafo, Qui vero, y también lo dixo en el capi.
De multa, y en el capítulo Per venerabilem, Qui filii sint legitimi, nótalo el Arcediácono, en
el capítulo Consequens, en la causa undécima, en la questión tercera, y el Antonio lo tiene
en el capítulo De multa y allí el Ancharamo, y el Cardenal, y Iuan Andreas, y Iuan de
Imola, y el Henrico, donde todos concluyen que en lo que es de derecho positivo no puede
el Papa dispensar a voluntad para con la Yglesia triumphante.
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Porque el Papa ha de apascentar las ovejas como buen pastor, y hazer como buen
dispensador, assí lo dize San Lucas en el capítulo doze donde se nota que el dispensador de
la familia a de ser fiel y prudente. Fiel que dispense movido principalmente por la utilidad
pública y que el principio y fundamento de la dispensación sea mirar bien universal. Y
prudente ha de ser en dispensar el que dispensa, en mirar que no es cosa iusta que oy
veamos al religioso en su monasterio, y con el hábito de su religión y mañana lo veamos
vestido de otro hábito, y cassi transformado en otra forma, y tan excepto que ni reconoce a
su prior o guardián, ni al provincial de la horden, ni creo que a nadie y tan sin obediencia
anda que se torna piedra de ofensión, y scándalo. Y también a de ser prudente el que
dispensa, en no permitir que la suplicación, de la dispensación iusta, se redima a dineros,
por que viene de ello mucho scándalo en la Yglesia de Dios, y también a de ser prudente el
que dispensa, en mirar y considerar que no es cosa iusta, que uno tenga dos beneficios sin
iustíssima causa, quanto mas tener muchos, como oy vemos, y no residir en ninguno, por
que de derecho ninguno puede tener dos obispados, ni dos dignidades supremas texto en el
ca. Sicut, De excessibus plator y por todo el título, De transaccione plator y nótase en el
cap. Mutaciones en la causa séptima en la questión primera Ni se pueden tener dos
beneficios curados, como se nota en el cap. De multa en el título De prebendis y en la
extravagante, Exsecrabilis, y también ninguno puede tener dos dignidades, en diversas
iglesias por que las dignidades requieren residencia, y es contra el recto sermón por que la
gente se scandaliza y murmura, de los que tiene muchos beneficios Y también es contra el
derecho natural y divino que dispone que una ha de ser la muger carnal y assí ha de ser una
la muger spiritual, y también es contra la razón del derecho canónico, la qual está clara,
todo esto notan los doctores en el capitu. De multa y el Abbad en la repetition del párafo
Qui vero dando esto por constante, que ninguno puede tener dos obispados, ni dos
dignidades supremas ni inferiores, ni dos beneficios curados, ni dos beneficios simples si
requieren residencia porque son incompatibles, por que cada beneficio es criado por el
officio, assí lo nota el Abbad en el cap. Cum iam dudum, De prebendis, y en la dicha
repetitión y no (h)ay beneficio simple que no requiere residencia por que dize el apóstol
que el que sirve al altar ha de bivir del altar y assí es iusto que el que bive del Altar sirva al
altar p locum a conversis y las palabras del apóstol, están canonizadas, en el capit. Cum
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secundum, De prebendis, aunque (h)ay algunos beneficios que a principio fueron
instituídos para estudiantes, y estos de dercho no requieren residencia, como son los que en
Hespaña llaman préstamos, y tener dos beneficios sin dubda es contra la boz del Señor, que
dize por San Lucas en el cap. Diez y seis “Ninguno puede servir bien ha dos señores”; y
contra lo que dize el apóstol A los romano “Quod unus quisquem maneat invocatione qua
vocatus est” y en el cap. Primero en la causa veinte y una, en la questión primera se dize,
que el concilio prohíbe, que ninguno sea llamado a dos iglesias, y si un beneficio basta para
sustentation no se puede tener otro para propia utilidad y peca mortalmente quien lo tiene
por que allí hay vicio de ambición y avaricia accupando el stipendio de los otros pobres,
assí lo nota el Abbad en el capítulo Cum iam dudum, De prebendis. Y también lo dize, en la
dicha repetitión y también de derecho ningún regular puede tener dos prioratos, texto es el
capi. Cum singula, De prebendis, en el sexto libro y en la Clementina primera, De
supplenda negligencia prelatorum. Y también digo que ninguno puede tener dos beneficios
simples en una yglesia, texto es y allí los doctores; el cap. Literas, De concessione
prebende y en la Clementina Si iuxta, De prebendis, dando esto por constante que ninguno
puede tener dos beneficios eclesiásticos como es dicho.
Si el Papa dispensase que se pudiesen tener, la tal dispensación se llamará
disipación, pues por ella el derecho es vulnerado y la Yglesia universal damnificada, assí lo
concluyen los sobre dichos doctores en el capit. De multa y en las otras partes que ya dixe,
mas dizen que con iusta causa el Papa podrá dispensar y la causa para que sea iusta, es
pública utilidad, o necesidad de la Iglesia, o nobleza o prerrogativa de letras. Y no se
engañen el noble, o el muy letrado creyendo que se dispensa con el principalmente por ser
noble, o por ser letrado, por que no se dispensa sino porque cumple a la universal Yglesia,
que los nobles o los letrados sean constituídos en dignidades, por que se presume que de
ellos vendrá mucho frutto al pueblo christiano, de manera, que si el noble o letrado toviesen
tantos beneficios que por razón de la pluralidad hiziesen poco, o ningún frutto a los fieles,
la tal dispensación se llamará disipación, y lo mismo sería quando no toviesen sino dos
beneficios, y no residiesen en ninguno, pues de la tal nobleza, o letras no viene utilidad a la
Yglesia y estado de la Religión, antes daño, pues biven del altar sin servir al altar, y
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también es sentencia de los theólogos, que si uno tiene un beneficio del qual se puede
honestamente sustentar, peca mortalmente teniendo otro beneficio, esto dize el Speculador,
en el tractado que hizo, de la manera que el concilio general se (h)a de celebrar, en el título
Ne quis in duabus prebendis intituletur, donde dize que ésta conclusión fue determinada en
París y que un maestro en teología que entonces era Cancellario de París, no obtemperó la
dicha conclusión, por que tenía muchos beneficios aumque muchas veces se lo rogó el
obispo de París y como el dicho cancellario de ay acierto tiempo muriese el obispo cerca de
su sepultura dezía oficio por él diziendo De profundis, apareció una sombra, que con boz
muy clara dixo no roguéis por mí que soy condennado por que no quise creer que era
pecado mortal tener dos beneficios, assí que no será seguro para con Dios aquel con el qual
injustamente se dispensa, como dizen los dichos doctores. por que algunos dubdan sin
tener causa de dubdar si uno puede tener dos beneficios simples en diversas iglesias, digo
que no, por lo que es dicho, y no (h)ay de derecho fundamento válido que los pueda tener,
por que así como el que sirve al altar ha de bivir del altar como dize el apóstol, assí el que
bive del altar ha de servir al altar, per locum a conversis, y también cada título de beneficio
requiere residentia y servicio como se prueba en el capi. final De celebracione missarum y
cassi portada la distintion noventa y dos y pruévasse en el cap. final, De rescriptis, libro
sexto y en al cap. Relatum, De clericis non residentibus y cassi por todo el título, dando
esto por constante como lo es. Imposible sería residir y residiendo servir en dos lugares, por
que es contra principio natural, y demuéstrase al sentido y pruévase en el capi. Sanctorum,
en la distinción setenta, y en capítulo primero, en la causa veinte, en la questión primera, y
cassi por toda aquella questión, y también se prueva, en el capi. Quia in tantum, y en el
capi, Cum non ignores, De prebendis, y lo que he dicho, también se confirma con razón,
por que el derecho reprueva los inhábiles, texto es el capi. segundo De institutionibus, y el
capítulo Super inordinaria, De prebendis y no (h)ay inhábile, si el derecho no lo inhabilita.
Luego imposible es de derecho común tener dos beneficios, y para confirmarlo digo, que el
clérigo no ha de tener del beneficio, sino el victo y vestido, doctrina es del apóstol, en el
capi. sexto a Timoteo, en la primera epístola, y también lo dize el Baldo, en el aucténtico,
Excipitur, De bonis que liberis, y el Arcediano lo dize, en el capítulo primero, en la causa
duodézima en la questión quinta, y assí dieze que el clérigo es usuario solamente, y que no
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haze los fructos suyos salvo para el uso suyo, y dize que moderadamente podrá dar, y no
testar. De manera que temdremos por verdadera conclusión, que los constituídos en
supremas dignidades, o en menores, o en beneficios curados, o simples, son usuarios, y no
usufructuarios, por lo que dize el apóstol a Timoteo, teniendo alimentos, y vestidos con que
nos cubrir, con esto somos contentos, y el Arcediano, en el dicho capi. primero y en el capi.
Statutum en el párafo Assessorem, De rescriptis, en el sexto libro, dize, que el clérigo es
usuario y no usufructuario, y que los bienes de la Yglesia los ha de dispensar en comer el y
los que le sirven, y lo que restare dallo a los pobres, o gastillo en provecho de su yglesia y
hazer otra cosa dize que es iniquidad, por que los pobres no han de ser damnificados del
hecho de los clérigos y el Inocencio, en el capi. Indecorum, De etate & qualitate, dize que
los bienes de la Yglesia no son ni están en comercio de los clérigos ni pueden dispensar de
ellos, salvo para la necesidad del y de los que le sirven y para dispensar con los pobres y
Iuan Andrés en el capi. Prefenti De officio ordinarii, en el sexto libro dize los mismo y
también lo dize el Ancharramo, y el Dominico, y el Filipo franco, domde todos concluyen
en, que los clerigos son usuarios y no usufructuarios, y que no tienen libre administraciçon
de los fructos del beneficio salvo para dispensarlo como despensero fiel y prudente por que
todo lo que tienen los clérigos de los pobres es texto es el capi. Quoniam, en la causa diez y
seis, en la question primera, y el obispo generalmente (h)a de proveer a los que están
enfermos por que de otra manera es visto que él los mata, texto es el capi. Pasce, en la
distinción ochenta y una, y no dize obispo el que no remedia a los pobres, texto es el capitu.
Fratem, en la distinción cuarenta y seis, y el obispo despensero es de los pobres texto es el
capi. Quicumque, en la causa dézima, en la questión primera, y en el capi. Episcopus, en la
causa docena, en la questión primera, y no puede dar a sus parientes pobres mas de comer y
vestir, capitu, Quisquis, en la causa duodécima, en la questión segunda, y no ha de dar de
manera que haga fraude a los pobres, por que dize el texto, en el capi. Si cupis, en la causa
quinze, en la questión primera, que no han de comer el pan de los hijos lo perros y el texto
llama allí hijos a los perros, y dando a los parientes de tal manera que los hagan ricos pecan
mortalmente. En esto miren mucho las personas eclesiásticas que administran los diezmos y
hazienda de Christo y mirarán lo que está scripto, en el cap. quinze y cualquiera cosa que el
obispo o clérigos detienen en sí ultra de los necesario segum es dicho violentamente lo
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tienen, assí lo dize la glosa en el capi. Res en la causa doze en la questión primera, y en el
capi. Quod autem, en la causa veinte y trés, en la questión séptima, dize San Gregorio “
nuestros bienes tanbién son de los pobres, y la procuración de los pobres administramos y
todo el dinero que está guardado de los pobres es” texto es el capi. Sicut, en la distinción
cuarenta y siete, y Santo Ambrosio dize “todo lo que yo tengo es de los pobres”, como está
scripto en el capi. Convenior, en la causa veinte y tres, en la questión ocho, y el obispo
hospitalero ha de ser de los pobres como dize el apóstol a Timoteo en la primera epístola,
en el cap. tercero “Mas necesario es que se alimenten él y su familia” como hemos dicho,
nótase también en el capi. Clericos, y en el capi. Pastor en la causa primera; en la questión
segunda, y esto puede hazer aunque tenga bienes de su patrimonio los quales puede
guardar; y gastillos en usos honestos y comer del patrimonio de la Yglesia, doctrina es del
Inocencio, en al capi. Episcopus, De prebendis, mas no (h)a de atesorar como allí dize el
Abbad, y el disputo esto enseña, como paresce en una questión suya que principia, Ticius
clericus. Mas notaremos que el Papa tiene mayor auctoridad y mas amplia en la
administración de los bienes eclesiásticos que los otros clérigos, como se nota en el cap. Ita
dominus, en la distinción diez y nueve, y en el capi. Ad honores, De usu palii, y el Abbad
en al capitu. Constituta, De rescriptis, mas si diese de tal manera que hiciese ricos
consanguíneos pecaría mortalmente; como tengo scripto en el capi. quinze de este tractado.
Tornando ha lo de la dispensación digo, que pues los clérigos assí obispos como
constituídos en menores dignidades y beneficios son solamente usuarios, teniendo un
beneficio de que honestamente se puede sustentar, no es cosa iusta dispensar con el tal
clérigo que tenga dos beneficios o más, sin verdaderamente preceder causa iusta, como
ariba se ha dicho, pues la tal dispensación es fructuosa para la salud eterna, y sería bien que
los iuezes del foro de la penitencia, considerasen los contenido en este capítulo, para
quando se vienen aconsejar, personas eclesiásticas constituídas en supremas dignidades y
otras personas eclesiásticas que gozan de las rentas del patrimonio de Christo.
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CAPITULO ONCE
Capítulo onzeno en que se tracta que los clérigos residan, en sus beneficios.
Es de presuponer como ya se (h)a dicho que los beneficios eclesiásticos requieren
residencia personal en tanto que el Cardinal es obligado a residir en la yglesia donde es
intitulado. Y si amonestado no reside lo han de deponer, como se nota en el capi. Ex gestis,
De clericis non residentibus, y en el beneficio curado, o dignidad si seyendo citado no
viene ha residir, en el término que le fuere asignado privallo han de la tal dignidad o
beneficio, texto es el capi, Ex parte, De clericis non residentibus, y nótase en el capi. Inter
quarvor, y en cap. final del mismo título, y de la forma de la citación se podrá ver lo que se
nota en el cap. Ex tue aum que (h)ay ausencias iustas, assí como por causa de estudio,
nótase en el cap. Tue fraternitatis, y el ausente por causa iusta es avido por presente, como
se nota en el cap. Ex parte y el familiar del Papa, puede recebir los fructos, nótase en el cap.
Cum dilectus, y en el cap. Cum ad audientiam, dize el Abbad y doctores que estos
familiares del Papa no han de ser sino dos, como allí lo declaran, y después rompiendo los
estatutos de los concilios generales hazen que gozen del mismo privilegio los familiares de
los Cardinales, y muchos con cautela se hazen familiares no porque en la verdad lo son mas
por gozar de la gracia; y estos tales negozan como lo dize el Abbad en el cap. Cum dilectus.
Tornando a la materia de la dispensación digo que no ha de dispensar el Papa sin
causa iusta, que el obispoque no resida en su obispado y cada uno en su dignidad, o
beneficio, y si dispensa sin causa iusta digo que no está seguro para con Dios aquel con
quien se dispensa y injustamente lleva los fructos de la yglesia donde no reside, por cuya
causa es necesario que todo lo susodicho se remedie en el concilio general assí en lo que
toca a que ninguno tenga dos dignidades o beneficios sin preceder causa iusta, como en
prever que los que gozan de los diezmos y oblaciones de Christo residan y sirvan en las
dignidades y beneficios mandando que se guarde el derecho canónico, y tradiciones de los
concilios generales, por que está todo el derecho violado reinando el avaricia, raíz de todos
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los males como dize el apóstol y de aquí resulta scándalo en la universal Iglesia. Y el estado
de la religión está decolorado y como Hespaña es el reyno donde mas rica es la Yglesia de
Dios en Hespaña es donde mas daño se recibe en violar y no guardase el derecho, que en
ningún otro reyno de la cristiandad, y vimos pocos días ha que murió en Roma un cortesano
español, el qual aumque era clérigo nunca dixo missa y hombre sin letras, y vacaron por su
muerte ciento y treinta beneficios eclesiásticos, y dexó en moneda contada ciento y treinta
mill ducados poco mas o menos, en lo qual han de tomar ejemplo todos los clérigos del
mundo, y principalmente toca remediar esto a vostra sagrada magestad por que es la
destrución y anichilación de la religión cristiana, specialmente def las Hespañas, consentir
que (h)aya en Roma clérigos sin número, gozando y devastando el patrimonio de Christo
sin servir yglesia ni altar, teniendo dignidades y beneficios son cuenta y no entendiendo
sino en citar y molestar a mil clérigos pobres que están sirviendo sus beneficios. Y la
soberana justicia que no dexa mal sin castigo de cada día los flagela y castiga, mas en la
silla de la iniquidad que uno dexa quando de arriba lo llaman nunca salta quien se subroga,
tanto hierve entre ellos el avaricia.
CAPITULO DOCE
Capítulo doze en que se dize que el Papa no apropie para él los despoios y
bienes que quedan de los obispos que mueren, ni menos aprópielos fructos y rentas del
obispado sede vacante.
Entendiéndolo desuso contenido por constante que los obispos son usuarios y que
de los fructos no han de tomar ni gastar otra cosa salvo lo necesario para su persona y para
los que le sirven y que todo lo demás lo ha de gastar en reparo de iglesias y en dar de comer
a pobres pues es dispensador fiel de ellos cuya hazienda administra, si acaso como cada día
acontece muriesse un obispo y dexase hazienda y dinero no de su patrimonio adquirido y
allegado de su yglesia, digo que la yglesia hereda los bienes que quedan por muerte de su
obispado, mas la Yglesia ha los gastar con pobres y hazer aquello que el obispo avía de
hazer y podrá en sí retener alguna cosa si toviese necesidad para fabrica; por que a lo
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mismo es obligado el obispo como paresce en el capítulo precedente de manera que el Papa
no puede tomar los bienes que quedan por muerte de ningún obispo, pues (h)ay heredero de
ellos por que si el despensador fue negligente o avaro en los retener no dándolos ha pobres
cuyos son y a quien pertenecen, no por esso pierden el derecho. De tal manera que el Papa,
que también es obligado ha apacentar los pobres, (h)aya de tomar y ocupar los bienes que
quedan de los obispos como hazienda propia suya adquirida de su patrimonio por que es
obligado a edificar y no a destruyr y ha de guardar los statutos y Decretos de los Santos
Padres conservando el stado de la religión con buen ejemplo; y no ha de dar causa que se
decolore ni que se scandalize la universal Yglesia, viendo que la cabeza que había de
reformar los negligentes dispensadores que inicuamente han retenido en sí lo de los pobres
haze el mismo agravio en apropiárselo assí. Y no se puede escusar con decir que lo gasta en
obras pías por que no (h)ay cosa más pía que dallo a los pobres enfermos o inhábiles para
trabajar del mismo obispado por que desto resultaría buen exemplo y la universal Yglesia
no sería scandalizada y sería sembrar buena doctrina para que los prelados inferiores
siguiesen el ejemplo de la cabeza. Y quando, lo que Dios no quiera, no se congregasse
concilio, las cosas de las Españas que son patrimonio de vuestra majestad fácilmente se
remediarían por que informando al Papa el embaxador de vuestra majestad del daño notorio
que los reynos de España reciben a causa de aver un clérigo sin letras que tiene contra
derecho treinta beneficios sin residir en ninguno y muchos clérigo letrados y buenos estar
mendicando luego incontinenti mandaría guardar el derecho canónico, y los Decretos
hechos en los concilios generales por gracia del Spíriti Sancto y en esto no haría sino
guardar y no vulnerar el derecho. Y de aquella manera proveería también acerca que los
clérigos residan en las dignidades o beneficios, y assí cessarían mil extorisiones que hazen
los que están en Roma con mil iniustissimas citaciones que hazen ha clérigos vieios que
están en España impetrándoles los beneficios so cierto modo, que dizen ellos. Mas esto
también podría cessar facilísimamente por que statuyendo vuestra majestad en Hespaña una
ley que no pudiesse intimar citación de Roma sin que fuesse vista en el consejo de Castilla
y en Aragón en el consejo de Aragón, luego no avría mas citación por via de molestar y
ansí (h)ay un statuto en el reyno de Nápoles, de manera que si una citación del Papa va en
el reyno de Nápoles el que la lleva la presenta en el conseio de vuestra magestad y si al
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conseio le paresce cosa iusta, luego manda que se intime a quien va; lo qual es cosa utile y
por donde se obvian las malicias de muchos que so color de clérigos son semeiantes a lobos
hambrientos en el avaricia de adquirir beneficios eclesiásticos a diestro y sinistro y no
puede el Papa rehusar de hazer cosa tan iusta ni reprovar petición tan santa y honesta pues
no se pide sino que observe y haga guardar el derecho y los Decretos y statutos de los
concilios generales. Pues por no guardarse el estado de la religión cristiana se decolora y
como él sea obligado a guardar y tener en observancia y reverencia los derechos statuídos
por los Santos Padres, seyendo guiados por la gracia del Spíritu Sancto, notorio está y
bastantemente provado, por las auctoridades en este capítulo, y en el precedente
contenidas, y que a vuestra magestad toque y convenga instar y procurar el bien universal
de la christiandad por ser cabeza de lo temporal y príncipe de los príncipes también está
provado claramente. Y que en particular toque a vuestra magestad la dicha instancia y
procura tan iusta pro los reynos de las Hespañas y los otros reynos y señoríos de su
patrimonio también está provado; pues officio propio del rey es librar los opresos de mano
de los calumniadores, y por que en Hespaña (h)ay grandíssimas dignidades y mas que en
ninguna otra parte crecidas en renta, aquí es donde muy claro se ve el daño, que resulta en
la Yglesia de Dios de la avaricia. Y del tomar de los obispos muertos el collector del Papa
la hazienda y bienes que quedan, por esto sería necesario que congregándose concilio
general; o no congregándose, de parte de vuestra magestad se pidiesse al Papa que
guardasse los derechos y statutos y Decretos de la Yglesia y que muerto qualquier obispo y
dexando bienes se diesse tal orden que los pobres no fuesen damnificados ni el derecho
vulnerado a causa de la negligencia de los obispos. Y también el Papa haze en Hespaña otra
cosa que es contra la hermosura del estado de la religión por que muerto el obispo pone
colector y lleva los fructos del obispado hasta la venida del nuevo obispo; lo qual no es
edificar, mas destruyr, por que dado por constante que los frutos de qualquier obispado
superfluos de lo que el obispo ha menester para su gasto necesario se han de repartir entre
los pobres paresce que quiere el Papa que los pobres mueran de hambre y no coman durante
tiempo que la silla episcopal estuviere vaca, lo qual es contra la caridad. Por que es visto
querer matar los pobres pues les quita sus alimentos todo el tiempo que estuviere sede
vacante lo qual se prueva y funda de los derechos alegados en el cap. precedente y
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solamente quiero de nuevo dezir que el Papa tiene camerario el qual recibe los bienes
temporales que pertenecen a la sede apostólica, y (h)oy en Roma este officio es grande y
tiene dignidad y lo que ha de hazer es distribuyr entre los pobres los bienes temporales así
lo dize la glosa y los doctores en la Clemetina, Ne romani, De electione y este officio no
vaca por muerte del Papa y la razón principal es por que sede vacante, el tenga cargo de
sustentar los pobres que no mueran de hambre, ¿como lo quiere el texto en el ca. Pasce,
XXXVI, y tienelo el Cardinal en la dicha Clementina, Ne romani en el versículo eo ipso,
pues si el officio del camerario es dispensar los bienes temporales con los pobres y muerto
el Papa no vaca el officio por que los pobres no mueran de hambre como quiere el Papa que
muerto el obispo de Hespaña los pobres mueran de hambre sede vacante poniendo collector
que coia los fructos y se los lleve dexando los pobres desconsolados y sin alimentos? Esto
asimismo es necesario que vuestra magestad mande negociar con el Papa pues es cosa iusta
y caritativa y todo lo demás abusson y mal ejemplo. Y no puede dezir ninguno que el Papa
gasta otras cosas y tiene otros gastos muy necesarios, pues no es lícito al Papa dar limosna
que es la obra mas pía que se pueda hazer de la hazienda agena; y ya deputada para pobres,
nótase en el capi. Elemosina IIII, q, V y allí el Arcediano, y nótase en el cap. Non est I, q. I,
donde se verá claramente que no es lícita la limosna ni el bien que el Papa hiziese de los
tales bienes es limosna. Y para corroboración de esto digo que el Papa no puede tomar
dinero por dar beneficio ecclesiástico que concierna administración de altar o ejecución de
llaves aunque los dineros se gasten en fábrica de yglesia o en alimentar pobres. Assí que no
por esso dexa de ser simoníaco, assí lo dize y concluye el Abbad disputándolo largamente y
corroborándolo con muchos fundamentos en la repetitión del cap. Extirpando, párafo Qui
vero, De prebendis.
CAPITULO TRECE
Capítulo treze en que se tracta de algunas cosas que se hazen en Roma muy
injustas.
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Por que es principio del preferente tractado digo que el Papa fácilmente y sin causa
dispensa que uno pueda tener muchos beneficios simples y muchas dignidades y muchos
beneficios que tengan cuydado de ánimas y no se mira que sea de legítimo matrimonio
nacido o no con el que se dispensa, ni se considera si es hombre letrado o ydiota, ni mira si
es hombre virtuosoo persona torpe, y ni mira si dispensa con persona que tiene un beneficio
solo o si tiene XX o XXX y la orden que en esto se tiene es que el que quiere que se
dispense con él haze una suplicación de la manera que el la quiera pintar y dala al
referendario y el referendario la mira y aunque es doctor no mira si el suplicante pide cosa
iusta o no; solamente mira si pide cosa que se (h)aya hecho otras vezes y quando el Papa
una vez en la semana o quando quiere, está en signatura como es la costumbre, allí el
referendario o referendarios cada uno haze relación de las suplicaciones que lleva y el Papa
con consulta de los Cardenales platicos en la corte que allí presiden con él, y con consulta
de los referendarios, a todas las suplicaciones dize fiat liberalmente sin considerar otra cosa
como es dicho, sino que se pida cosa que otra vez se haya hecho. Y desta manera y con tal
abusión, no queda decreto ni statuto de concilio general que allí no sea quebrantado y
destruydo, sin considerar ni mirar la consciencia del suplicante ni menos del Papa que lo
concede y aprueva. Y así queda por passar otro passo muy dificultoso. Por que los
referendarios, signadas estas suplicaciones las envían al datario que es officio
preminentíssimo y tiene su aposento en palacio, y hasta que él ha puesto la data en las
suplicaciones la voluntad del Papa no tiene fuerza ninguna del estilo que allí se usa, que de
derecho otra cosa es. Puestas estas supplicaciones en casa del datario miralas y si el Papa
no concede cosa contra derecho, assí como si uno que no tiene beneficio el Papa le haze
gracia de algún beneficio. Luego el datario liberalmente despacha esta suplicación y la
envía al registro. Mas si en la suplicación se contiene habilitación para tener muchos
beneficios o hazer habile al que no es legítimo y otras cosas semejantes a estas donde el
Papa haze gracia de cosas que son contra dercho; el datario tiene esta orden que quando
aquellos con quien se dispensa vienen a él, no les da las sus suplicaciones ni las envían al
registro hasta que las han redimido por dineros, y por cierto assí están contendiendo sobre
tanto será más tanto será, como si fuesse mercadería que recibiesse eximación, y la misma
orden (h)ay quando uno pide gracia de indulgencia plenaria o jubileo para alguna yglesia o
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monasterio, por que entre veynte uno lleva la suplicación al registro sin redomilla del
datario. Y esta misma orden es quando se dispensa en grados prohibídos para contraher
matrimonio, de manera que no piense ninguno que se quebranta ni extirpan los statutos de
los concilios y los Decretos de los Sanctos Padres con preceder causa legítima; salvo por
que preceden dineros. De manera que los statutos de los quatro concilios generales y
Decretos de los Sanctos Padres el día de (h)oy están violados y destruydos, reynando el
avaricia rayz de todos los males. Como dize el apóstol “A cuya causa la religión y estado
eclesiástico es venido en vilipendio de los legos” y la universal Yglesia de estas cosas está
muy escandalizada y decolorada, por que es muy necesario que el concilio general a quien
toca reformar la Yglesia y hermosear cosa tan fea, provea y remedie de tal manera que
cessen los abusos y estén en observancia y veneración las tradiciones y establecimientos de
los padres, que guiados del Spíritu Sancto statuyeron y ordenaron. Y también sucede
otro error y inconveniente muy grande que redimida la suplicación del datario o sacada
graciosamente en los casos que dixe “de ay va al registro” y registrada la dan en mano del
suplicante. Y este no tiene ya que hazer otra cosa sino expedir las bulas y es necesario que
passen por tantas manos y por tantos oficios y pagando tantos dineros, que no se puede
sufrir. Y muchas vezes un clérigo proveído iusta y meritamente en un beneficio por no
poder pagar la expedición de las bulas por no tener dineros para tan excesiva suma, le es
forzado cargar pensión sobre el beneficio y hazerse tributario de aquel que da los dineros
para la expedición. Otras vezes lo renuncia en otro, o por meior decir, lo vende por no
poder expedir las bulas, y los que andan al olor desta sangre hallan muy buena disposición
para extender las manos de su insaciable avaricia, y de estos que no puedan expedir y de
otros que no tienen dineros para litigar, por ser también muy excesivos los gastos en las
causas que se litigan, aquellos tan ingeniosos pescadores hinchen las redes de la sangre de
los pobres, de manera que de estas cosas assimismo el estado eclesiástico es tenido en gran
menosprecio de las gentes del siglo, y el universal estado de la religión cristiana está
scandalizado y decolorado, por cuya causa (h)ay grañidísima necesidad que el concilio
general remedie esto, de tal manera, que se torne hermoso lo que al presente es feo, por que
de estirpando el tal abuso, y acostumbrándonos a las cosas iustas y buenas, a los mismos
que aquellas cosas y corruptelas parecen bien las tendrán por habominables y torpes. Mas
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es principal fundamento para extirpar la cobdicia evidente de todos los males evitar la
pluralidad de beneficios y hazer guardar los statutos y Decretos que disponen que los
clérigos residan. Por que si biven del altar qué cosa (h)ay tan necesaria para sus
consciencias como servir al altar.
CAPITULO CATORCE
Capítulo quatorze en que se dize que es cosa iusta quel Pontífice anulle las
exemptiones y no las conceda más.
También es necesario que el Sumo Pontífice no conceda exemptiones ni libertades
derogando y preiudicando el honor y potestad de los obispos, pues son iuezes ordinarios
por general ordenación. Y dado caso que algunos Pontífices passados concedieron algunas
exemptiones que en aquellos tiempos pudieran carescer de culpa, después a la clara las
dichas exemptiones y privilegios se han convertido en error y superstición. Por tanto es
necesario que sin tardanza y con gran auctoridad se destruyan las tales exemptiones, como
se nota en el c. Quia, párafo Verum XIII, distintión, y allí el rey Exequias como se lee en el
cuarto libro de los Reyes ca. XVIII, destruyó la serpiente de meetal que Moisés avía hecho
por mandamiento de Dios para librar el pueblo de Israel, de las mordeduras de las
serpientes como está scripto en el libro de los Números, en el cap. veinte y uno de manera
que por que con el discurso del tiempo de la dicha serpiente de metal nacía idolatría y mal
exemplo. Es loado el Rey Exequias en aquella destruydo aunque al principio avía sido
fabricada por buen effecto por mandamiento de Dios, y no cosa de reprehensión si según la
variación de los tiempos se varían y mudan los statutos humanos, mayormente
demandándolo necesidad o evidente utilidad como hizo el mismo Dios, que de las cosas
que avía statuydo en el Testamento Vieio mudó en el Nuevo Testamento como está scripto
en el cap. Non debet de consaguinitate, De affinitate, y en el cap. I y en el cap. II, XXIX,
distintión, y en el cap. Super eo de[ sentem ex mu]. De donde se infiere que siguiéndose
mas daño y mayor inconveniente de las dichas exemptiones que utilidad, es cosa iusta que
con providencia del mismo Sumo Pontífice sean anulladas y revocadas lo qual se muestra
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claro y está muy fundado por las razones y derechos ya dichos y muchas otras cosas lo han
de mover ha revocar las dichas exemptiones. Lo uno por que por general ordenación de la
universal Yglesia procediente de Dios y de los apóstoles y de los Santos Padres, y de los
concilios generales, y aprovada y guardada de los Romanos Pontífices, la religión cristiana,
y generalmente todos los monasterios y lugares religiosos están de baxo la gobernación y
cura de los obispos en las ciudades y diócesis de ellos como sucesores de los apóstoles
pues ellos tienen el mesmo poder suyo. Y que la general ordenación de la Yglesia proceda
de Dios y que en el Nuevo Testamento la distinctión de los grados ovo principio en Christo
mismo, paresce de la lectura del evangelio. Por que instotuyó doze Apóstolos como
mayores sacerdotes y instituyó septenta y dos discípulos como en menores sacerdotes, y a
San Pedro escogió, assí como Sumo Sacerdote y los apóstoles ordenaron obispos por las
ciudades. Y también en el Testamento Viejo, Moysés por mandamiento Dios ungió ha
Aarón en Sumo Pontífice, y a sus hijos en menores sacerdotes, todo esto está escripto en el
ca. XXI, distintión, y en la misma distintión, el cap. In novo testamento que dize “En lugar
de los apóstoles de Christo sucedieron los obispos y en lugar de los setenta y dos discípulos
que los apóstoles eligieron, sucedieron los presbíteros y cada obispo tiene especial derecho
apartado en la ciudad y diócesis que le está encomendada, como se nota en la ley Aquam,
Quem ad modum servitus amit y el apóstol también a los Ephesios en el cap. III dize
scribiendo de los obispos “A unos dio que fuesen apostoles, a otros que fuesen prophetas a
otros evangelistas a otros doctores &c.”
Assí que paresce a la clara que la dicha orden de la prelación procedió de Dios en el
Viejo Testamento, y de Christo en el Nuevo. Y que los obispos sucedieron en lugar de los
apóstolos, y que esta ordenación no se (h)aya de menospreciar pruévalo el Beato Agustino
en ell c. Ecclesiasticarum XI, distintión. Y también es texto el C. Ridiculum, XII,
distinción. De manera que según la divina general y universal ordenación, los obispos son
ordinarios y tienen el poder de los apóstoles en sus ciudades y diócesis, y les son subiectos
todos los monasterios y lugares religiosos. Assí lo dize el texto en el c. Omnes basilice,
XV, q. II y la disciplina de los Moisés toca al obispo en cuyo territorio está, texto en el c.
Cognonimus, XVIII, q. II y también dezía el Papa Nicolao que la gobernación de toda la
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Yglesia al obispo pertenece en cuyo territorio está. Assí se prueva en el c. Si quis
episcoporum XVI, q. II y hay otros muchos Decretos que lo dizen. Y pues esto es assí que
toda la religión cristiana, y generalmente todos los monasterios y lugares religiosos y
personas religiosas y ecclesiásticas están subiectos al gobierno y debaxo de la cura de su
proprio obispo, concluya el Romano Pontífice que no conviene derogar ni disminuir la
honra y potestad episcopal concediendo exemptiones a las personas religiosas ni
immunidades, ni libertades a las iglesias catedrales y collegiales ni a las personas legas, ni
eclesiásticas, sin preceder gran neccesidad, o evidente utilidad. Por que esto no conviene ni
cumple, como es dicho, a la persona del Pontífice, ni a la universal Yglesia, ni al estado de
la religión, a causa de los muchos males y scándalos que viene de la concesión de las dichas
exemptiones y libertades, y privilegios. Por que manifiestamente vemos, el uno por ser
acólito del Papa, el otro por ser Prothonorario, el otro por que es abbad, no obedecer a sus
obispos, de donde resulta que tienen licencia de peccar, y de no ser castigados y deven, y no
pagan por que no hay quien les compela, y aunque cometen delitos, o no biven conforme a
la honestidad de la religión, no hay quien administre iustitia.
Y también hay algunas iglesias catedrales que de pocos tiempos a esta parte los
canonicos son exemptos, de manera que la exemptión no es (h)oy otra cosa, sino una
licencia de delinquir, y un icentivo de peccar, cosa sea en verdad, y harto abominable sufrir,
que sea tenida en vilipendio la auctoriad y potestad episcopal, teniendo el principio del
testamento vieio y nuevo, y representando los obispos las mismas personas de los
apóstoles, como ya se ha dicho. Y de aquí nace otro inconveniente muy grande, que de
tener en poco, como es dicho la misma clerecía a su propio obispo, se decolora el estado de
la religión cristiana y universal Yglesia, y todo ha causa de las dichas exemptiones,
principalmente que no las tiene otra persona eclesiástica, sino canónigos, o personas
constituídas en dignidad, que son los que havían de asociar y dar auctoridad a su obispo de
manera que de donde a la religión cristiana avía de venir lumbre, vienen tinieblas, y de
donde havía de venir buena doctrina, viene mal ejemplo, y donde avía de nacer los
derechos, nascen iniurias. Assí que conviene al Pontífice sin tardanza, y con gran
auctoridad destruyr las dichas exemptiones, como en el principio deste capítulo se ha dicho
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pues a la clara las dichas exemptiones se han convertido en error y superstición. Y no
conviene al Sumo Pontífice destruyr los statutos de sus antecesores, escribe San Gregorio
en el c. Si ea, XXV, q, II y San Pablo dize a los de Corintho “según el poder que a mí es
dado, para edificar, no para destruyr”, y también escribe San Matheo “todo reyno en sí
diviso, no durará”, y también escribe el Papa León estas palabras doradas “La dispensación
a nosotros fue encomendada, mas nuestra dannación es si se que (ilegible) los statutos de
las reglas de los Padres seyendo nosotros negligentes o consintiéndolo, así lo dize el texto
en el c. Privilegia, XXV, q. II. De manera que haziendo el Papa otra cosa sería eversor y
divisor del reyno eclesiástico y de la unidad de la Yglesia que no sufre división y esto se
prueva en el cap. Loquitur, XXIII, q. I a donde paresce que Dios edificó la Yglesia sobre
San Pedro, y assí sobre uno solo, y aunque a todos los apóstoles después de la resurrección
dio potestad igual diziendo “Assí como el padre embió a mí, assí yo embío a vosotros
tomad el Spíritu Sancto”, (ilegible) por manifestar unidad, dispuso con su auctoridad que la
origen de unidad toviesse principio de uno, y lo mismo eran los otros apóstoles que San
Pedro, en consorcio y en honra, y en potestad mas el exordio, de unidad de principio, por
demostrar que una era la Yglesia de Dios. Y también lo havía dicho Salomón en los
cánticos. También se verá a cerca desto el cap, Cismas, en la misma questión y causa, y ha
de considerar el Sumo Pontífice que el apóstol dize a los de Corintho en el cap. X en la
Epístola Omnia michi licent,sed omnia expediunt, y en el cap. octavo dize “Si escandalizar
fratem deum non manducabo carnem in eternum deum scandalizem”.
CAPITULO QUINCE
Capítulo quinze en que se tracta como es cosa iusta y sancta que veniendo
exércitos de infieles contra la Cristiandad; el Papa amoneste y mande a los reyes y
príncipes cristianos que se iunten con el Emperador como con cabeza y príncipe de los
príncipes, para hazer resistencia y que es necesario que el Papa gaste en la dicha
defensa todo el thesoro de la Yglesia, y dízese mas de donde ovo origen la pleníssima
spiritual potestad del Papa, y de donde anssímismo ovo origen la auctoridad y poderío
del ceptro sagrado del Imperio.
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La experiencia y vista de oidos han enseñado quanto (h)aya crecido el poderío y
grandeza del infiel turcho el qual no contento con aver ocupado todo el imperio de Grecia
reduciendo los cristianos en áspera servidumbre, y aviendo muerto al Rey de Ungría y
devastado toda la tierra, llevando mucho número de cristianos en cautiverio.
Ultimadamente, con crecidos exércitos de gente sin número, dos vezes vino en Germania y
la primera puso sitio en la cibdad de Viena, donde la resistencia que el Rei de Romanos
hizo, fue causa de la retirada del Turcho con daños que no se pueden pensar; y la segunda
vez aviendo debastado casi toda la Ungría, veniendo ya en los confines de Germania el
mismísimo Don Carlos Rey de las Hespañas Emperador Augusto se opuso con grandes
exércitos en resistencia y salió en campo con voluntad y ánimo de combatir con la gente sin
número de los agarenos, lo qual conociendo el infiel cabdillo se retiró la vuelta de donde
avía venido con grandes daños y pérdida de su gente. Y no contento el invictíssimo César
de la defensa que con su imperial persona entendía hazer, y con las rentas de su propio
patrimonio, sabiendo asimismo que el Turcho hazía armada de mar, de muchas galeras y
fustas en ofensa y daño de los cristianos, hizo armada de naves y galeras que fuesse a
resistir la del turcho, la qual solamente estorvó que la infiel armada no dañase a los
cristianos, mas ganó Achoron y Petras en la marina del Peloponeso y después es notorio
que creciendo la indignación del turcho contra la cristiana religión imbió armada de mas de
ochenta galeras en el Reino de Túnez con propósito de acquistar el señorío de África por
que de allí le pareció meior disposición y comodidad para efectuar su deseo, que es a la
clara poner iugo de servidumbre a la cristiana religión. Lo qual considerando invictissímo
César y que a él tocava la protección y mamparo del cristianismo, dexando sus reynos y
amada muger y hiios, menospreciando todo género de reposo, transfretando el mar
Mediterráneo con armada no vista de los vivientes, aribó el puerto de la gran Cartago, y
salió tan poderoso en tierra que fue sin resistencia alguna señor del campo, y por fuerza
tomó la fortaleza llamada Goleta, sobrepujando y matando mucho número de sarracenos, y
después de sucesso tan próspero camino con el exército la buelta de la cibdad de Túnez. Y
aunque los campos estavan cubiertos de infinita gente de los agarenos, no uvo quien toviese
ánimo de combatir con el Emperador Augusto, el qual con sus escuadrones en horden se
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entró en la cibdad de Túnez apoderándose del señorío della, como es notorio. Y por que a la
materia tan sancta del concilio tornemos, digo que el Sumo Pontífice de la romana Yglesia
ayudó y socorió a su magestad con muy poco socorro y favor para la sustentación y gastos
que en los hechos de tan gran importancia se le ofrecían y no se hizo de la manera que los
Sumos Pontífices son tenidos y deven hazer, pues son obligados a gastar en la semejante
natural defensión todo el dinero y plata y ioyas de la yglesia y vender el patrimonio, pues
todo lo que la yglesia tiene es para la defensión de la cristiandad, y pues en la empresas
susodichas se vido todo lo contrario, es necesario y cosa útil al estado de la religión que el
concilio general, a quien toca hermosear lo feo, provea de remedio saludable para en los
casos que de aquí en adelante podrían ocurir, principalmente que el infiel turcho por mar y
por tierra al presente procura de iuntar exércitos para consumar y anichilar los cristianos, y
(h)a de considerar el general concilio y universal Yglesia que en tiempo de tanta calamidad
el Papa es el que (h)a de congregar y unir el estado de la religión contra el poderío y
exércitos turcho, y al Emperador como ha abogado y prector de la Yglesia y cristianismo
(h)a de amonestar que defienda la Yglesia de la potencia de los infieles. Pues el Papa y el
Emperador incumbe la intuición y confermación de la universal Yglesia como a cabecas de
la religión, el Papa en lo spiritual y el Emperador en lo temporal como lo dize el texto en el
cap. Res, en la causa veinte y trés en la questión quinta. Y la potestad del Papa y del
Emperador distintas son, porque el Emperador no usurpará la iurisdictión spiritual del Papa,
ni el Papa la temporal del Emperador, como se nota en el capítulo, Quoniam, en la
distintión dezima y en el cap. Cum ad verum, en la distintión noventa y seis y en el cap.
Causam, el segundo en el título Qui filii sint legitimi. Para semejantes empresas como es
mamparar y defender la cristiandad iuntarse tiene en entrambos como lo dize el decreto de
suso allegado y socoro y ayuda sea de pedir a los principes cristianos que assí lo hizo el
apóstol contra la violencia que le quería hazer, como scrive Sant Lucas en los Actos de los
apóstoles, cap. veinte y trés, y no lo hizo por que tenía temor. Mas por dar exemplo a la
Yglesia, y mirar sea acerca de esto el cap. Maximinius y el ca. Imperatores en la causa
veinte y trés en la questión tercera, y mirar sea el cap. Hortatus, en la causa veinte y trés en
la q. séptima, donde el Papa amonestó al Emperador Carlomagno que viniese a mamparar
la Yglesia, y ver sean los doctores en el cap. Perverabilem De elecione donde dizen que el
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Papa Stephano requirió al Emperador de Constantinopla que viniese a mamparar la Yglesia
contra el Rei Astulpho de Lombardia y por que no quiso venir seyendo amonestando y
requirido le privó dignidad imperial y traduxo el Imperio en los germanos. De manera que
no solamente el Papa a de pedir aiuda a los Reyes cristianos, mas puede descomulgar a los
inobedientes en dar el auxilio; como se nota en el cap. Administratores, en la causa veinte y
trés, en la questión quinta. Y yo allego el capítulo Dicat aliquis, en el versículo Preterea, en
la misma cuestión, y causa y de esto se mirará el cap. Alius en la causa dézima quinta en la
q. sexta y el cap. Ad abolendam, en el párafo Statnimus con el siguiente De hereticis, y es
de notar que el Papa tiene iurisdicción sobre los legos quando el délito toca a toda la
christiandad o a la hermosura de la fe, texto es el cap. Pro humani De homicidio en el libro
sexto, y mirar sea el cap. Ita quorundum, De iudeis, y allí el Abbad, y el Papa no solamente
es obligado a la defensa de la Iglesia, mas aúm puede yr a hazer guerra contra los que son
molestos a la religión como son moros y turchos; el Baldo lo dize en el capi. Sup his, en el
título de De voto, mas no lo es lícito yr a combatir con su propia persona assí lo dize Santo
Thomás en la secunda secunde en la questión quarenta y ver sea el cap. Omni timore en la
causa veinte y trés, en la questión séptima, y la glosa en el ca. Sciscitare en la causa
séptima en la q. primera, y mirar sea el Abbad en el cap. final De dilationibus por que el
Emperador como es dicho es la cabeza de los christianos en lo temporal pues a él toca la
protectión a el toca tomar las armas como se nota del texto; en el cap. Principes, en el
versículo Cognoscant en la causa veinte y trés en la q. V y que el Emperador sea príncipe
de los príncipes del siglo dízelo el Cardenal y doctores en la Clementina, Romani principes,
en el título, De iure iurando y texto es el cap. Apostolice, Re iudicara y en el cap. In
apibus, en la causa séptima en la q. primera y mirar sea Juan Andrés en la Clementina
Pastoralis De re iudicata y por esta causa la Sancta Synodo Constanciense dize al
Emperador abogado y protrector y Rey y Emperador nuestro, como está scripto en la
sessión XVII y pues se funda de derecho que el Emperador es el protector y abogado y
cabeza de la Yglesia en lo temporal, no puede el Papa hazer capitan general de la Yglesia
por que es destruir y quebrantar los derechos y tradiciones de los Sanctos Padres por que el
Emperador se llama Vicario de Christo en la tierra en las cosas temporales. Assí lo dize el
Baldo en la ley primera en el código en el título De iure aure anu. y el Emperador señor de
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todo el mundo para en lo que toca a la iurisdictión y protectión assí lo dize la glosa en el
principio de los Digestos y también se dize el Emperador padre común de los hombres
después de Dios, assí lo dize el texto en el aucténtico, Neq vitum Colatione octava. De
manera que el Papa no administrara gladio temporal en preindicio de la imperial potestad,
porque a San Pedro le fue dicho después que le fue dada la potestad, mete el guchillo en la
vaina que tanto fue como si le dixera Christo no administres Pedro guchillo temporal y Sant
Bernardo scrive al Papa Eugenio estas palabras “Quid usurpare gladium tentas quem
semeliussus es mittere in vaginam aggedere subditos verbo non facto”.
Y la razón por que el Papa no (h)a de administrar gladio temporal es por que el
sacramento del Altar representa la unidad de Christo a la Iglesia y del anima al cuerpo y el
ministro de Christo y de la Iglesia. Como es el Papa no ha de administrar guchillo con el
qual el anima se aparta del cuerpo assí lo dize Santo Thomás en la q. quadragessima desuso
allegada; y que Christo no dio gladio temporal a San Pedro paresce a la clara por que
respondiendo Christo a Pilato, como San Juan scrive en el cap. XVIII, dixo “Regnum deum
non est de hoc mundo”, assí que no es de creer que el guchillo temporal que él ni avía
querido ni quiso administrar lo diese a Sant Pedro y para coroboración desta remitiéndome
al consejo mas sano yo traigo lo que scrive Sant Matheo en el capitu. Diez y siete, que
aviendo entrado Christo en Capharnaum el que tenía cargo de cobrar a la puerta el tributo
vino a Sant Pedro y dixo: vuestro maestro no a pagado la didrachman y Sant Pedro fue a la
casa donde Christo estava y Christo le previno diziendole Simon que te paresce a ti los
Reyes cobran el tributo o censo de sus hijos o de los estrangeros, San Pedro respondió: de
los estrangeros, Christo dixo entonces pues libres son los hijos, mas por que no los
scandalizemos ve a la mar y echa un anzuelo y el primer pece que cayere tomado y ábrele
la boca y allí hallarás una moneda. Tómala y págala por mí y por ti. De manera que aunque
era Rey y señor del mundo y de toda cosa criada, por que no quería reinar temporalmente,
tobo por bien demandar a Sant Pedro que pagase el tributo o censo por evitar el scándalo
que oviera si dixera que no quería pagar el tributo, no mostrando acto de Rey temporal
como no lo quería mostrar, y también dixo Sant Matheo en el capi. octavo “Non habet
filius hominis ubi caput suunt reclinet”, que tanto fue como si dixera “No quiere ni tiene el
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hijo de Dios humanado cosa nenguna temporal”. Por donde concluyo como ariba es dicho
quel Papa y el Emperador son cabezas de la Christiandad y que los actos temporales se
administrarán por el Emperador y que el Papa amonestará a todos los príncipes christianos
que vengan a defender la universal Yglesia ofreciéndose necessidad de baxo de las
vanderas y amparo del Emperador, dando como es dicho el Papa todo el thesoro de la
Iglesia: Y lícitamente el Papa aviendo necessidad podrá vender el patrimonio de la Yglesia,
por causa y obra de piedad, como es defensar la religión cristiana, del poderío y subiectión
de los infieles o para redemir los cristianos, si oviesen venido en cautiverio. Para esto es
texto el capítulo Auram habet ecclesia y el cap. Sacrarum, y el capítulo Sicut en la causa
duodécima en la cuestión segunda, y mirar sea el Abbad en el capítulo Nulli, De rebus
eclesie non alienam y el Baldo en la lei final en el código en el título De bonis que liberis y
el Arcediano en el capítulo Cum redemptor, en la causa diez y siete, en la cuestión segunda,
y el Cardenal en la Clementina primera, De iure iurando, y el Bartola se mirará en la ley
penúltima, en los Digestos, en el título De officio prefidis y el Felino en el capítulo Ad
audientiam, De prescriptio y Iuan Andrés en el capítulo, Su pereo, en el título De hereticis,
en el sexto libro. Y si, queriendo el turcho destruir y anichilar la universal Iglesia, el Papa
no pusiese la diligencia susodicha, nacería scándalo entre los cristiano, de lo qual los
Pontífices se (h)an de guardar mucho, como se nota en el capítulo Perveniet, en la
distinción noventa y cinco, y en a regla Qui scandalum, De regulis iuris, y el apóstol dize,
“si esca scandalizat fratem deum non manducabo carnem in eternum ne fratem deum
scandalizen”, y haze mucho al propósito aquel dicho profético, que ya otras vezes está
allegado “Si is que est untus peccaverit, totum populum faciet delinquere per malum
exemplum”, y también digo que el Papa lícitamente compelerá los obispos y clérigos, y
monasterios a que den todo el dinero y ioyas que tienen en abundancia y guardado, para
que se gaste en defensa de la religión christiana, por que si como es dicho las posessiones
de la Iglesia se (h)an de vender para defensa de la religión, muy meior podrá el Papa tomar
y gastar los dineros y ioyas que las personas eclesiásticas y religiosas tendrán guardados y
atesorados de los reditos y oblaciones del patrimonio de Christo, porque cualquiera cosa
que tienen sobrado violentamente lo tienen. Assí lo dize la glosa que está guardado de los
pobres es, texto es el ca. Sicut en la distinción cuarenta y siete. Y de la manera que los
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obispos son obligados a gastar y anssí mismo los clérigos los que tienen y posseen del
patrimonio de Christo, dicho está en el c. VII y no solamente el Papa es obligado a defender
la Iglesia de la manera que se (h)a dicho, mas también es obligado a ayudar al Emperador,
contra los que le fueren inobedientes, o contra los que hizieren guerra a las tierras subiectas
al Imperio. Assí lo dize el texto, en el cap. Duo en la distinción noventa y dos, y mirar sea
el Inocencio en el c. Licet ex suscepto, De foro competente y el Abbad en el cap. Sup his,
De voto & voti &c. Y porque en este capitu. Emos dicho muchas cosas del Papa y del
Emperador, y como son cabezas de la cristiandad, el Papa en lo spiritual, y el Emperador en
lo temporal, es necesario para concluir este capítulo decir la origen de la auctoridad y
poderío del Papa, y luego de la origen de la imperial potestad, y como procedieron de
Christo.
Papa se dize apape, que es una interiection de maravillar, y no sin causa, pues
vemos un hombre que administra las vezes, y poder de Cristo en la tierra, y dizese Papa que
tanto quiere decir como padre de los padres assí lo dize Iuan Andrés, en el proemio de las
clementinas y es de notar que antes de la muerte de nuestro Señor Iesu Christo, prometió a
San Pedro el poder y auctoridad de ligar y asolver y le dixo, que sobre él edificaría su
Iglesia, y le dixo que a él le daría las llaves del reyno de los cielos como lo scrive Sant
Matheo en el ca. diez y seis y después este poder y auctoridad la dio a todos los apóstoles,
antes de su muerte diziendo “Quodcumque; ligaveritis super terram &c.” como paresce en
el cap. dézimo octavo de San Matheo, y también digo que los primeros apóstoles que
Christo tomó fueron Sant Andrés, y Sant Pedro, y Sant Iuan, y Santiago y les dixo
igualmente a todos quatro, andad acá, y hazeros pescadores de los hombres, assí lo dize
Sant Matheo en el cap. III, y también aviendo ya cumplido el número de los doze apóstoles
los imbió a predicar de dos en dos, les dio igual auctoridad y poder para hazer milagros,
como scrive Sant Matheo en el Capit. diez y también previniendo a los apóstoles que
estavan en pensamiento quién era de ellos el mayor les dixo, “el que piensa entre vosotros
que es menor es el mayor” assí lo dize Sant Lucas en el capi. nueve. Después de la pasión y
resurrección a todos los apóstoles dio igual poderío y auctoridad diziendo “Accipite
spiritum sanctum”, como lo scrive Sant Iuan en el capítulo veinte, mas para demostrar que
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a Sant Pedro hazía cabeza le dixo apartadamente “Pasce oves meas”, como lo scrive Sant
Iuan en el cap. último. Y después de la pasión y resurrección el poder que primero avía
prometido a los apóstoles mandó que lo fuesen a exsecutar, como scrive Sant Matheo en el
capit. último. Y después de subido a los cielos el día de Pentecostés confirmó en los
apóstoles el Spítitu Sancto, de manera que edificó la Iglesia sobre Sant Pedro y assí sobre
uno solo para manifestar unidad; y quiso que la origen de unidad toviese principio de uno
solo, mas lo mismo heran los otros apóstoles que Sant Pedro, en consorcio y honrra y
dignidad, mas el exordio de unidad principio por demostrar que una era la Iglesia de Dios,
de donde concluyo que el poder que tenían los apóstoles está oy en la Iglesia universal, que
es el general concilio y en el Papa como cabeza de la Iglesia universal se representa la
unidad de la Iglesia, como se nota en el capit. Loquitur, en la causa quatuordécima, en la
cuestión primera, y en el ca. Novacianus, en la causa séptima en la q. primera. Y los
apóstoles siempre tovieron a Sant Pedro por cabeza como se nota en Sant Pablo en el cap.
segundo A los de galacia, mas considera el Papa que el poder le fue dado para edificar, no
para destruir, como lo dize el apóstol en la segunda epístola en el cap. X a los de Corintho y
dieron el poder para apacentar las ovejas como buen pastor y no para ser mercenario, como
lo dize Sant Lucas, en el c. XII. Y las llaves que le dieron la una es de auctoridad y poderío
grande, la otra de ciencia y discreción con que se govierne la dicha auctoridad y poderío, y
la una sin la otra no valen nada. Desto se mirará el Hostiense en el c. III De trasla
prelatorum y el Inocencia en el cap. Quanto de iure iurando y el Abbad en el cap. Licet
evitanda De Electione y el Felino en el cap. I De summa trinitate y las palabras
Quodcumque ligaveris &c. Se entienden per statuta vel precepta assí lo dize el Inocencio en
el cap. Quanto, De consuetudine y el Abbad en el cap. Liceo evitanda y mirar sea lo que
está scripto en el cap. VII de manera que el Pontifice se guardará de no exceder los fines
del mandato y también se guardarán los pontífices del hierro en que muchos (h)an caydo,
que es en hazer ricos a sus parientes, del patrimonio de Christo, por que pecan en ello
mortalmente. Assí lo dize el Arcediano en el capit. Non liceat pape, en la q. XII, en la q. II.
Y el Abbad osó dezir en cap. Cum venissent De iudiciis, que podrán deponer al Papa si en
dar las tierras de la Yglesia fuese incorregibile, por que sería sentir mal de la fe, y desto se
mirará el Felino, en el cap. Ad audientiam, De prescriptionibus, de manera que no recibió
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poder para pecar como lo dize el texto en el cap. I, en la distinción cuarenta. Por tanto los
clérigos que tiene beneficios o dignidades se guardarán mucho de no hazer a sus parientes,
del patrimonio que Christo ganó enclavado en la cruz, como dize Sant Bernardo y de no
gastar los dichos bienes en deshonestos usos. Al presente, por concluir diremos el origen y
aprobación del imperial y sagrado ceptro, y digo que Dios crió el mundo y al hombre, y en
esta primera edad no puso governador ni Emperador por que Él mismo sin persona
inmediata quiso governar el mundo, y assí castigó a Adam por la transgresión del precepto
primitivo, y lo desteró del huerto de los deleites, y después castigó a Caim por aver muerto,
al hermano Abel y por que Enoch era varón iusto y bueno lo aposentó en el paraíso terrenal
por que gozase del temporal bien que los primeros padres avían perdido y desta manera
sucediendo los tiempos por los pecados y por el mal vivir de la gente, imbió las aguas del
general diluvio, y en aquel tiempo eligió a Noé varón sancto para que él fuese Emperador y
governador del arca, que él mismo por mandamiento de Dios avía fabricado, para guarda y
conservación de las reliquias del humanal linaje. Y desta manera la segunda edad tiene
principio en la fallida del arca, Noé y sus hijos, y también, en Noé tobo origen y principio
la monarchia o imperio, que una misma cosa es. En lo qual Dios nos enseñó que el mandó
gobierno de uno, es el meior y mas necesario, y después del sucesso de los tiempos estando
las gentes faltas de la verdadera creencia, queriendo Dios remediar el mundo y traer la
gente al fin para que la avía criado, y determinándose de elegir pueblo, para efectuarlo en la
mente divina concebidos escogió y llamó a Abrahán y hízolo cabeza, y padre, y Emperador,
y governador del israelítico pueblo podiendo escoger dos o tres y más, pero (h)emos de
creer que fue mas conveniente en elegir uno solo, principalmente que después de Abrahán,
en el pueblo que el amó tanto, y tobo por escogido, nunca permitió que oviese mas de una
cabeza que imperase o governase, y assí como paresce de la scriptura y historia mosayca,
muerto Abrahán governó Isaac, y después Jacob, y después para librar el pueblo de la
servidumbre de Egipto una cabeza sola escogió, que fue Moisés, y desta manera el pueblo
crecido en gran número de gente se governó siempre por una cabeza, hasta que vino a
reynar Saúl, y desta manera el pueblo se governó siempre por un Rey hasta la
transmigración del pueblo en Babilonia, y después de pasados los setenta años de la
cautividad dando el Rey Ciro primero monarca de los persas licencia al pueblo como luego
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se dirá para tornar a Hierusalén ha redificar el templo, Zorobabel fue la cabeza de los
primeros iudios que tornaron, y después desto vino el gobierno en el Sumo Sacerdote y
muerto uno, se elegía otro, de manera que en esta tornada el pueblo de Babilonia, principia
la quinta edad, por que la tercera edad principió en Abrahán y duró hasta David, y en
David principia la quarta edad y dura hasta la tornada de los Iudios, de Babilonia en
Hierusalén ha redificar el templo, donde principia la quinta edad que dura hasta el
nacimiento de Christo. Y otros quieren que al bautismo por la fuerza regenerativa dada a las
aguas, donde principia la sexta edad que durará hasta el día del Iuizio final. Y es de
considerar que como fenesció el imperio o gobierno de los Iudios, traspasó en los romanos
que ya por la voluntad de Dios avía aquistado la monarchia y se avía cumplido la prophecía
de David que avía prophetizado la monarchia de los asirianos y de los Persas, y de los
Griegos y de los romanos, y por que dixe que Ciro dio licencia al israelítico pueblo que
tornase en Hierusalén, digo que el Nabucodonosor Rey asiriano fue el que destruyó a
Hierusalén y llevó a Babilonia los Iudios en cautiverio, y después el Rey Ciro Rey de los
Persas traduxo la monarchia en los Persas, como estava prophetizado por el propheta Iohel
y por Hieremías. Y el primer año de su imperio el Ciro por mandamiento y incitado de Dios
como los theólogos dizen, puso y promulgó edicto y mandó general por todo el imperio que
dezía desta manera: todos los Reinos de la tierra medió Dios y el me mandó que le edificase
templo en Hierusalén, como mas largamente lo escribe Esdras, en el principio de su
escriptura. Teniendo pues esto por cosa verdadera y cierta como lo es, tendremos por cierto
que el Imperio, es inmediate a Christo y pruévalo desta manera, primeramente permisive
que lo permitió como ariba (h)emos dicho por el bien universal y entia nolunt male disponi
nec bonum pluralitas principatum, unus ergo princeps, dize el Philosopho. Assí que Dios
lo permitió sub racione finis por que el mundo fuese bien gobernado y regido
Segundariamente pruevo que el imperio es y viene de Christo aprobative, por que lo aprobó
quando permitió que nuestra Señora viniese en Hierusalén por cumplir el edicto de Caesar
Augusto, como lo scrive Sant Lucas en el cap. II y también dixo, vista la ymagen de la
moneda, lo que es [de Cesar] dese a cesar, como scrive Sant Matheo en el cap. XXII. Y si
Christo no lo aprovara la moneda no fuera justamente de Caesar como en la verdad lo es. Y
también mandó a Sant Pedro que pagase tributos por entrambos como ariba en este cap. se
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(h)a dicho por lo qual claramente aprovó la imperial potestad y también dize el apóstol en
el c. XIII A los Romanos No est enim potestas nisi adeo, que autem sunt adeo ordinata sunt
itaque; qui potestati resistit dei ordiantioni resistit. Y también dixo el Hiio de Dios a Pilato
como scrive Sant Iuan en el cap. XIX no tendrías contra mi poderío si no te fuese dado de
arriba. Y también pruevo quel imperio viene de Dios formaliter & effective por que la
Yglesia universal lo tiene y no (h)emos ni es de pensar otra cosa sino que Dios lo dispone
assí el qual es cabeza de la Yglesia universal. De donde paresce a la clara el Emperador de
los Romanos ser Señor universal de los cristianos y el imperio Dios lo ordenó del cielo y de
allá procede, y por esto el Emperador es vicario de Christo en las cosas temporales como ya
es dicho, y para coroboración aliende de lo que se (h)a fundado, digo que David primero
Rey del tribu de Iudá y tan gran propheta vido en spíritu y prophetó que el Hiio de Dios
avía de padescer en Hierusalén, y vido que en aquel tiempo los Romanos tendrían la
monarchia y gobierno del mundo, y inspirado de la divina gracia compuso phsalmo treinta
y quatro, que principia “Iudica domine noscentesme”, en el qual habla Christo al Padre
contra el pueblo de Hierusalen y specialmente le pide que incite la potencia y impio de los
Romanos, contra los iudíos paara que se haga la venganza y iusticia de la crueldad que avía
hecho en matar a Christo, por donde paresce a la clara el imperio proceder y tener origen de
lo concebido en la mente divina. Por cuia causa es necesario que el Romano Pontífice,
vicario de Christo y cabeza de lo spiritual, ponga en effecto y asimismo el concilio general
todo lo en este capítulo contenido. Y si, lo que Dios no quiera, el Pontífice muriese, los
Cardinales, y Arzobispos y obispos, podrán congregar concilio general, como lo scrive el
Geminiano, en el cap. Propter, en las finales palabras, en la distinción, XVIII, y mirar sean
los doctores en el cap. Propter synodum en la distintión diez y siete. Y vacando la silla
regularmente tocan al capítulo las cosas, que son de iurisdición, como es congregar
concilio, desto se mirarán los doctores en el c. Cum olim, en el título De maioritate &
obedientia. Y tornando a la potestad imperial digo que todos los reinos y provincias del
mundo son subiectos al imperio, y las que no le obedecen es de hecho y no de derecho,
como concluyen los doctores en muchos lugares, salvo los reynos de las Hespañas los
quales de dercho son exemptos y no reconocen al Emperador como en muchas partes lo
dizen los iuristas, mas mirar sea el c. Adrianus segundo en orden y la glosa allí, en la
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distintión sesenta y tres, y el Oldrado dize, en el conseio sesenta y nueve que los españoles
se podrán bien loar que libertaron sus tierras de las bocas de los enemigos, y notaremos que
los reyes no pueden prescrivir la obediencia y suprema iurisdictión que deven al imperio
por que es imprescriptible como io tengo scripto en el libro De administratione &
executione iustitie ya impreso y dirigido ha vuestra magestad en la regla De prescriptione
rerum immobilium. Y también no puede el Emperador conceder privilegio, por el qual se
subviertan y disminuyan los derechos del imperio, ni pueden enagenar cosa por la qual se
disminuya la potestad imperial si la disminución es grave. Esto asimismo se verá en el
dicho libro en la regla De rege & regia dignitate, ni puede el Emperador conceder
privilegios Omnimode exeptionis, por que es visto destruir el imperio el Abbad lo dize en
el c. Cum non liceat De prescriptionibus.
Y todos los Reyes del mundo son obligados a pagar tributos al Emperador salvo los
Reyes de Hespaña, como io tengo scripto en el dicho libro en la Regla De imperio &
imperatoris potestate, y el que negare la potestad del imperio forte esset hereticus, esto dize
Bartulo en la ley Hostes De captivis. Por que hemos dicho que la guerra es lícita contra
infieles, digo que si los sarracenos hazen guerra a los cristianos, los cristianos pueden hazer
guerra a los sarracenos, por lo que ya está dicho y por el c. Disparen la causa veinte y tres,
en la questión final y allí el Arcediano y lícita cosa es repeler una fuerza con otra, como lo
dize la ley Ut unim, De iustitia & iure, y la ley Scientiam, Ad legem aquiliam y el c. Si
vero, De sentencia excomunicationis, y también digo que aunque los moros no hagan
guerra es lícito hazerles guerra. Por que cosa verisimile es que quando ellos tengan
disposición hará guerra a los chiristianos y esto en ellos cosa natural y lo tienen por
precepto en su malvado Alcorán, y notar sea para esto lo que dize el maestro en la historia
scolástica, en el cap. primero De fuga agni y mirar sea lo que dize el cap. XXI del Génesis
hablando de Agar y el ca. Diez y seis dize de Ismael padre de los gentiles “Manus eius
contra mones & manus eorum contra eum in regione fratum tentoria” y aquella
presecución que Sarra hazía a Agar y a su hijo Ismael fue iusta y sancta y por Sarra se
entiende la Yglesia universal y por Agar el pueblo de los infieles, y mirar sea lo que se nota
en el capit. Ex si iudeo & el título De Iudeis. Y por esto aunque en algún tiempo no fuese
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molestos a la religión cristiana se les puede hazer guerra, y mirar sea lo que se nota en el c.
Noli, en la cuasa veinte y tres y en la questión primera. Y también digo que toda la tierra
que oy possehen los infieles la possehen injustamente. Y se les puede hazer guerra por
cobrar la dicha tierra y señorío, por que no ay tierra en el mundo que sea poseída de infieles
donde el nombre de Dios no aya sido loado. Por que a los apóstoles les fue dicho como
paresce en el cap. último de San Matheo “Predicareis el evangelio ha toda criatura &c”. y
leemos de los apóstoles que “in omne terra exivit sonus eorum, & in fines orbis terra verba
eorum”, assí está scripto en el cap. Ita dominus en la distintión XIX, y Christo dixo a los
discípulos, “eritis mihi testes, in ovni iudea & samaria & usque ad ultimum terre”. Assí está
scripto en el cap. Estamat, en la distintion cuarenta, y de Christo se verifica y está scripto
“Quod omes reges terre adorabunt eum, & omes gentes servient ei”, assí está scripto, en el
cap. Displicet en la causa veinte y tres, en la questión VIII y esta es la razón por que los
infieles oy, no tienen iurisdictión, ni dominio, ni honrra, ni auctoridad. Por que por el
advenimiento de Christo, toda la iurisdictión y dominio se pasó en los christianos, y assí
está scripto en el cap. Si de rebus, en la causa XXIII, en la questión final, “Transfertur enim
regnum de gentem, propter iniusticias suas” y también omnia subiecta sunt Christo oves &
bones & pecora capi. assí está scripto en el psalmo, octavo donde dize la glosa que todas
las cosas se entienden celestiales y terrenales, y por las oueias entendemos los cristianos,
por que Christo dixo porfi, yo soy pastor bueno, como lo scrive San Matheo, en el cap. X y
entre los apóstoles specialmente encomendó estas oveias a Sant Pedro y por los bueyes y
pecoras del campo, entedemos los infieles que assí como bestias que carezcan de razón,
dexan al verdadero Dios y adoran los ydolos y también el primero hombre después del
pecado, fue comparado a las iumentas y hecho semiable a ellas, como lo dize el propheta
David, mas a los cristianos Christo les llamó oveias diziendo alias oves habeo que non sunt
ex hoc avile, de manera que ha todo hombre que vino y vendrán a la fe le llama oveia. Y
aunque a San Pedro no le encomendaron las bestias para que las apacentase, fueronle
sometidas sota su iuridsdiction y dominio, assí el Emperador de los cristianos aprovado de
Christo, y de la Iglesia como a cabeza de la iurisdiction y dominio temporal. De donde
resulta que la guerra que el sagrado Emperador y Rey de las Hespañas manda hazer a los
infieles, habitadores de Lucathan y del Perú, vulgarmente llamado Mundo nuevo es sancta
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y iusta, y assí es cosa honesta y iustíssima que el concilio general, y el Papa como cabeza
del concilio, entienda en la defensa de la religión cristiana, y también es cosa iusta, y
utilisima al citado de la religión, que se requiera y amoneste el Emperador, y los príncipes
cristianos a que hagan guerra al infiel turcho. Y trabaien de libertad tantos pueblos y tierras
de cristianos de tan áspera y inigual servidumbre, quiera Dios que assí lo efectuen y
cumplan los dos supremos príncipes, spiritual y temporal, por que de otra manera serán
obligados a dar cuenta al señor que les encomendó la tuitión y manparo de su iglesia, como
está scripto, en el cap. Principes, en el versículo Conoscat con el capit. que se siguen en la
causa veinte y tres en la cuestión V.
CAPITULO FINAL
Capítulo final de los agravios que los obispos hazen en sus ciudades y diócesis y
que no ordenen ombres ydiotas.
También es necesario que se provea hacerca del agravio que los obispos hazen en la
visitación, por que no guardan la orden que en tal caso se requiere, ni guardan la
extravagante que principia Vas electiones apostolus, y llevan del sello que ponen en las
scripturas derechos y tan crecidos que todos se quexan y no les aprovecha ninguna cosa y lo
mismo hazen los escrivanos o secretarios que ellos tienen en sus audiencias. Cosa en
verdad de mal ejemplo que la codicia haya tendido tanto las manos que ya de costumbre se
vendan las cosas iustas, porque el obispo que lleva los diezmos gratis ha de impartir la
justicia entre los súbditos, y no consentir que sus provisores y vicarios lleven prophetico,
“Si is qui est untus peccaverit totum populum faciet delinquere filicet per malum
exemplum”. Y también sería cosa necesaria que quando los obispos proveen algún
beneficio lo proveyesen a persona digna y letrado, guardado lo que está scripto en derecho
en este caso y lo mismo guardarán en la pluralidad de beneficios. Por que teniendo una
persona un beneficio donde suficientemente se puede sustentar, no hay necesidad de darle
otro beneficio pues es contra derecho, sino predecible causa iusta y razonable. Y pues el
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obispo tiene tan gran auctoridad que governado bien recibiría la corona de gloria que el
Señor prometió a los que le sirviesen iusta cosa es desear obispado porque buena cosa
desea, como lo dize el Apóstol en la primera epístola a Timoteo, en el ca. Tercero. Mas ha
de considerar el que desea obispado que ha de ser doctor y hopistalero de los pobres, y han
de concurrir en él las calidades que el Apóstol scrive en el dicho cap. tercero para que se
pueda dezir propiamente idóneo, y también dize el Inocencio y doctores en el c. Cum i
cunctis, De electione que el obispo para ser idóneo, ha de tener noticia del testamento veio
y nuevo, por que (h)a de dar razón a cada uno que le preguntare cosas de la fe, y en el c.
Qui episcopus, en la distintión XXIII, se contiene la maniera como ha de ser examinado el
obispo y el Hostiense dize que el obispo asimismo ha de terner noticia del derecho
canónico, y el Inocencio en el dicho c. Cum i cunctis, concluie que pecca mortalmente el
que acepta dignidad, y officio, sino tiene ciencia suficiente para el ejercicio de la tal
dignidad, y los doctores dizen en el c. In eclesia, De institutionibus, que idóneo será el
obispo, o la persona constituída en dignidad, o beneficio eclesiástico, quando fueren
decorados con buenas costumbres y honestidad, y ciencia de letras. Por ello se guardará el
Papa y los otros obispos de no ordenar de orden sacra, ni dar beneficio, ha hombre que no
sea idóneo, y el presbítero para ser idóneo, ha de saber los cánones penitenciales y las ocho
cosas que están scriptas, en el c. Que ipsis, en la distintión XXXVIII, y San Pablo scrive a
Timoteo, en la primera epístola, en el c. I At tende lection & exhorationi doctrine y el no
tener ciencia intolerabile cosa es en clérigo, como se nota en el c. Si in clericis, en la
distintión treinta y ocho, de manera que no ordenara al que no toviere letras, como se
prueva en el c. final De dispensationibus en el párafo [ilegible] que en el veio testamento
avía algunas irregularidades, que impedían, ofrecer al señor los panes de la proposición las
quales irregularidades entendidas, siguraliter, también en el nuevo testamento, se repelen,
entendiendo por el ciego, la ignorancia, y por el claudo, la falta de entendimiento, y el
Panormitano, dize notablemente después del Inocencio, en el c. Cum i cunctis, que la
ciencia suficiente que se require en las personas eclesiásticas es, según la qualidad del
officio o beneficio que toviere, por que mayor ciencia se requiere en el Papa que en el
obispo, y mayor en el obispo que en el abbad, y mayor en el constituído en dignidad, que
no en el canónigo, y mayor en el que tiene cura de animas, que no en el que tiene beneficio
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simple, y mayor en el presbítero que no en el ordenado de menor orden. De manera que
aquel se dirá tener ciencia suficiente, el qual puede suficientemente cumplir aquellas cosas
que son necesarias, ha su officio o beneficio, y la suficiencia se considerá según albedrío de
buen varón, según la qualidad del lugar donde cada uno ha de bivir y conversar, y al que no
toviere letras no le ordenará, y al que toviere pocas letras, si es apto para podillas saber,
podrán dispensar con él; desto se mirará el Hostiense, y Panormitano, en el dicho c. Cum i
cunctis, y si el Papa scriviese por el indigno sabiendo ques indigno, y contase de la cierta
ciencia del Papa, obecescelle han, salvo sino es tanta la indignidad, que no se puede
odedescer sin peccado, desto se mirará el Inocencio y doctores en el c. Cum adea y en c. Si
quando, De rescriptis. Por tanto miren mucho sus consciencias los obispos que ordenan ha
otros por breves del Papa, o por letras comendaticias, por que si tienen dubda no han de
ordenar, sino le costa ser idóneo el que se quiere ordenar por que no han de hazer cosa
indigna a petición de otro obispo, ni mandándolo el Papa sino de la manera que se (h)a
dicho, por que el ordenante y el ordenado peccaría mortalmente por lo que dizen los
doctores, en el c. Cum i cunctis, y en el c. Cum adeo, y en el c. Si quando y también
considerará los obispos y las otras personas eclesiásticas, que el derecho quiere que sea
dignos, y idóneos, por el fruto que cada uno hará en su yglesia. Mas si el obispo no reside
en el obispado, ni el clérigo en su dignidad, o beneficio, ningún provecho viene a la yglesia
que sean idóneos.
Todo lo susodicho considerará el Sumo Pontífice, y concilio general por que de las
personas indignas, y no idóneas constituídas en dignidades y beneficios, vienen en la
yglesia de Dios scándalos y daños que no se pueden pensar, y los mismos scándalos y
daños vienen de no residir las personas dignas y idóneas, en sus dignidades y beneficios, y
es de notar que según los cánones y concilios antiguos de todos los diezmos y obligaciones
se havía de hazer quatro partes. La una para los obispos; la otra para los clérigos, la otra
para la fábrica, la otra para los pobres; texto el c. Concesso y el c.Quator y en el c. De
reditibus XII q. II y ultra de aquello los obispos son obligados a gastar lo superfluo con los
pobres y llamo superfluo todo lo que sobra gastado lo necesario para el comer y vestir de él
y de sus criados, y dize Santo Ambrosio exponiendo ha Sant Lucas “No es menor crimen
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denegar a los pobres lo que abunda que quitarlo a los que lo tienen” y dize más: “De los
que han hambre es el pan que tu tienes, y de los que andan desnudos es el vestido que tu
tienes guardado y redemptión es de los miserables el dinero que tu escondes. Y como por
nuestros pecados no haya oy quien biva según la doctrina del apóstol. Hay necesidad que el
pueblo christiano ruege a Dios que no sean sus obispos de aquellos ha quien en el iuyzio
dirá Christo “huésped era y no me recebistes”, y también dize Sant Bernardo “honrados
andan los ministros de Dios de los bienes del Señor al qual no dan honra” y también dize,
en otro lugar “Qualguier cosa que tienes del altar allende del cotidiano mantenimiento, y
bestido necesario, no es tuyo sacrílego y rapiña es tenido”, y dize más: “estás presidiendo
para que aconsejes, para que guardes, para que procures, para que destribuias en su tiempo
como fiel siervo, el qual puso Dios sobre su familia mas no para que disipes. Y si mucho
recibiste, mucho has de gastar, y si poco, aquello has de distribuir; “nan qui in modico
fidelis est supra muta constituitur, & i gaudium dni sui intrabit ad quod preducat” a vuestra
Sagrada Magesatd ille qui vinit & regnat in secula seculorum. Amen.
En la christianissima cibdad de Génova en el año del Señor MDXXXVII y de su
felicísima y aúrea libertad.
Año octavo en casa de Antonio Bellono. A XXX de Abril.
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