Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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TRANSFORMACION Y COMPRENSION DE LAS DINÁMICAS DE VIOLENCIA,
PODER Y LAS CREENCIAS DE GÉNERO EN LAS RELACIONES DE PAREJA
MEDIANTE LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA
ZARINA NARVAEZ BASTIDAS
Dirigido por:
NOHORA ISABEL GONZALEZ
Trabajo de Grado
PONTIFICIA UNIVERSIDADJAVERIANA
FACULTAD DE PSICOLOGIA
MAESTRIA EN PSICOLOGIA CLINICA
2012
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Contenido
Resumen ............................................................................................................................................ 3
Justificación ....................................................................................................................................... 4
Marco Conceptual .......................................................................................................................... 18
Objetivos .......................................................................................................................................... 41
Metodología ..................................................................................................................................... 42
Resultados ....................................................................................................................................... 50
Discusión y conclusiones .............................................................................................................. 87
Bibliografía ..................................................................................................................................... 102
Anexos ........................................................................................................................................... 106
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Resumen
El presente proyecto de orden investigativo / interventivo, busca describir
desde la perspectiva sistémica la transformación en el discurso en parejas que
presentan pautas de interacción mediadas por dinámicas de poder que favorecen
la aparición de la violencia
La población está constituida por tres parejas heterosexuales, sin importar su
estado civil, pero que se definen en su unión como pareja constituida, con las que
se realizaron aproximadamente entre 6 y 8 sesiones de acuerdo a la
particularidad del caso
El objetivo principal está dirigido a describir las dinámicas de poder que
existen en las parejas con conflicto conyugal e identificar las creencias de género
que las mantienen para favorecer el cambio de la relación a partir de la terapia
sistémica.
A partir de la utilización del análisis de narrativas se observó como las
parejas que sufren conflicto debido a las creencias de género que promueven las
relaciones de subordinación, al vincularse a un proceso de terapia sistémica se
permiten encontrar posibilidades diferentes a partir del reconocimiento de recursos
que favorecieron el cambio en las dinámicas de interacción conyugal, en las que
ahora se tiene en cuenta la voz del otro y donde cada miembro que compone la
pareja pueda afirmarse como individuo autónomo, responsable y libre.
Palabras claves: pareja, terapia sistémica, poder, género, creencias.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Justificación En la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer (1993) se establecen tres esferas en las que se
manifiesta habitualmente la violencia contra la mujer: a)violencia física, sexual o
psicológica que se produce en la familia, incluido malos tratos, el abuso sexual de
las niñas en el hogar, la violación por el marido, la mutilación genital femenina,
actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia; b) violencia física,
sexual o psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la
violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación en el trabajo, en instituciones
educacionales y en otros lugares la trata de mujeres y la prostitución forzada; y, c)
la violencia física, sexual o psicológica perpetrada o tolerada por el Estado donde
quiera que ocurra.
La violencia intrafamiliar es problema multicausal que se asocia con varios
factores sociales, individuales, políticos y comunitarios. Entre los factores
individuales se incluyen el sexo, edad, otros factores biológicos y fisiológicos, nivel
socioeconómico, situación laboral, nivel de educación, uso de alcohol o drogas y
haber sufrido o presenciado maltrato físico en la niñez. Aunque todos estos
elementos inciden, no necesariamente determinan las situaciones de violencia. La
cultura es uno de los factores más significativos en el comportamiento violento.
El departamento Administrativo de la Presidencia de la República de
Colombia, mediante la Ley 1009 de 2006 creó con carácter permanente el
Observatorio de asuntos de género (OAG), a través de la Consejería Presidencial
para la Equidad de la mujer como mecanismo de seguimiento, el cual tiene entre
otras funciones, investigar, documentar, sistematizar, analizar, visibilizar, desde la
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perspectiva de género, la situación de las mujeres cuando se compara con la de
los hombres, hacer el seguimiento a la aplicación de normas nacionales e
internacionales vigentes, a fin de formular recomendaciones que contribuyan a
eliminar las discriminaciones y la violencia contra las mujeres y a superar la falta
de equidad de género en Colombia.
El Gobierno Nacional sancionó la Ley 1257 del 4 de diciembre de 2008, por
la cual se dictan normas de sensibilizacíón, prevención y sanción de formas de
violencia y discriminación contra las mujeres, que contiene los principios que guían
las acciones para garantizar a todas las mujeres una vida libre de violencia tanto
en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos
en el ordenamiento jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos
administrativos y judiciales para su protección y atención y la adopción de las
políticas públicas necesarias para su realización.
el numeral 6 del artículo 6 de la ley 1257 de 2008 incorpora el principio de
coordinación, según el cual todas las entidades que tengan dentro de sus
funciones la atención a las mujeres víctimas de violencia deberán ejercer
acciones coordinadas y articuladas con el fin de brindarles una atención integral.
En virtud de la norma mencionada es obligación del Gobierno Nacional formular,
aplicar y actualizar estrategias, planes y programas nacionales integrales para la
prevención y la erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer.
En el mismo sentido, existe una legislación internacional que hace
referencia especialmente a la violencia contra la mujer, en la que la violencia de
género se encuentra definida en el artículo primero de la Declaración Oficial de la
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Naciones Unidas de 1993 como todo acto que resulte en, o pueda resultar en
daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico de la mujer, incluyendo la amenaza
de dichos actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida
pública como en la privada. Sumado a esto, la Convención Interamericana sobre
la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer, CEDAW, en
su artículo primero complementa la anterior visión planteando que la violencia
hacia la mujer es cualquier acción o conducta, realizada basada en su género, y
que cause muerte, daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto
en el ámbito público como privado. Finalmente, la Convención Interamericana para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, Convención de Belem
Do Para, aprobada por la Ley 248 de 1995, plantea la necesidad de que los
Estados adopten políticas públicas orientadas a erradicar la violencia en contra de
las mujeres.
Este marco jurídico nacional e internacional se concreta en unas políticas
públicas, desde las cuales la violencia es clasificada en tres tipos:
Violencia física: forma de agresión producida por la aplicación de la fuerza
física no accidental, caracterizada por las lesiones variables sobre el cuerpo de la
persona agredida, con consecuencias leves o graves, incluso la muerte, pero que
siempre tiene efectos traumáticos de orden psicológico o emocional, ya que es
generada con una intencionalidad específica.
Violencia psicológica: se refiere a todo tipo de agresión a la vida, lo cual
genera múltiples conflictos, frustraciones y traumas de diferentes órdenes
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(emocional, psicológico, social) en forma temporal o permanente. Este tipo de
violencia además de estar íntimamente relacionada con las agresiones físicas y
sexuales, puede presentarse como una relación cotidiana en la convivencia
familiar expresada en tres formas: agresión verbal, la cual expresa el deterioro de
las formas de comunicación entre los integrantes del grupo familiar y es utilizada
para humillar, ridiculizar, amenazar o denigrar al agredido; lenguaje corporal, el
cual consiste en manifestaciones exageradas y permanentes como miradas de
insatisfacción, de rechazo o de burla, implica, también la ausencia de expresiones
afectivas, la exclusión y el aislamiento como una forma de hostilidad y agresión
emocional (chantaje afectivo); y abuso emocional o psicológico, el cual puede
preceder o acompañar la violencia física, como forma de control a través del
miedo y la degradación, y tiene como la base la subvaloración o descalificación de
la mujer y el autoritarismo, como la imposición de ideas y deseos.
Violencia sexual: Toda acción u omisión, voluntaria o involuntaria, que
causa daño físico o emocional, vulnera los derechos sexuales de la otra persona,
le impide o le limita la satisfacción de sus necesidades sexuales e inhibe el pleno
desarrollo de su sexualidad. La violencia sexual atenta contra la libertad sexual
que se refiere a la capacidad de autodeterminación de mujeres y hombres sobre
su vida sexual y reproductiva.
Por otro lado, y partiendo del interés del Estado Colombiano, y de las
organizaciones internacionales, como hemos visto por brindar alternativas frente al
fenómeno de la violencia, en particular la violencia hacía las mujeres, y dado el
interés para la creación de espacios para la prevención y el tratamiento de ésta
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problemática, ésta propuesta de investigación promueve en el espacio de la
conversación terapéutica, generar comprensiones respecto a las dinámicas
conyugales que generan malestar en uno o en ambos miembros del sistema
conyugal como propuesta de intervención en el tratamiento de la problemática que
la pareja trae a consulta.
La pareja está inevitablemente influida por las expectativas culturales que
existen sobre la conducta esperada para los hombres y para las mujeres. Es así
como las mujeres deben, según lo estipula nuestra cultura, hacerse cargo de una
serie de tareas asociadas a los niños y a la casa que definen su rol de esposa. Por
otra parte, los hombres deben hacerse cargo de la mantención económica de la
familia y de la protección de ésta. Hombres y mujeres validan y aceptan estas
creencias.
Según mi experiencia en la atención terapéutica a parejas que acuden a
consulta asociados a estos roles están ciertas conductas y actitudes que, si se
rigidizan tienden a generar dificultades y problematizar a la pareja en su
convivencia. Cuando las parejas son capaces de flexibilizar estos roles y compartir
las tareas (no importando a quien corresponde culturalmente su realización), la
convivencia mejora y se pueden enfrentar sin dificultades los pequeños detalles
propios de la convivencia en pareja. Cada pareja deberá resolver a su modo qué
compartir y cómo hacerlo.
Corsi ( 1994), refiere que es necesario conocer los factores que son
legitimados culturalmente, como las creencias y los valores acerca del hombre y
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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de la mujer que han caracterizado una cultura patriarcal facilitando al varón
mantener una postura de superioridad que le ha permitido ejercer control y
dominio sobre la mujer; estas creencias han sido perpetuadas por la familia, la
escuela, los medios de comunicación, entre otros más; dando lugar al
desequilibrio de poder, otorgándole al varón el derecho y la obligación de
mantener autoridad y poder frente a quienes se encuentran a su cargo . Menciona
además la violencia de género como una forma de intentar perpetuar el sistema de
jerarquías impuestas por la cultura patriarcal, tratándose de una violencia
estructural que se dirige hacia las mujeres con el objeto de mantener o
incrementar su subordinación al género masculino hegemónico.
Uno de los temas recurrentes de conflicto en la relación de pareja tiene
relación con el ejercicio del poder al interior de un vínculo, La mayor parte de las
relaciones de pareja que consultaron suele turnarse en el ejercicio del poder
dependiendo del dominio de la vida a que se refiera, especialmente cuando existe
además el ámbito familiar.
Por lo general los roles asignados socialmente hacia un género suelen
afectar la distribución de tareas y el poder de decisión. Por ejemplo, las mujeres
son habitualmente las responsables de la administración del hogar y los varones
están a cargo del ámbito financiero, sin embargo el foco del conflicto surge en
espacios donde se comprometen algunos proyectos personales, de pareja y de
familia en que ambos miembros del sistema conyugal tienen expectativas y
sueños que quieren ver realizados y que tienen que ver con los modelos
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aprendidos en sus familias de origen. Muchas veces la influencia de éstas se
configura también en un serio conflicto que influye en el ejercicio del poder al
interior de la relación. Las madres y padres suelen presionar a sus hijos o hijas
para que repitan el modelo que ellos entregaron y descalifican y niegan los estilos
del otro integrante de la pareja y de su familia de origen.
El año 2010 fue proclamado por la asamblea general de la OEA, como el
año interamericano de las mujeres, respondiendo a la preocupación por las altas
cifras mundiales respecto a la violencia que contra ellas se gesta en el interior de
los diferentes contextos sociales, políticos, culturales, laborales, económicos y
familiares en los que tiene participación.
La violencia en la pareja es una de las modalidades en las que la mujer
sufre violencia , ésta situación por años ha afectado las pautas familiares, teniendo
impacto en los diferentes contextos donde interactúan los integrantes del sistema
y que se ven reflejadas a diario en las parejas que consultan instituciones como
IPS, comisarias de familia entre otros. El mundo de hoy vive infortunadamente la
multiplicación de situaciones violentas con efectos físicos y psicológicos
potencialmente devastadores para las personas y en sus relaciones
La realización de ésta propuesta, pretende aportar elementos de
intervención, a partir de la interacción con personas que han vivido violencia o no
como parte de su experiencia de pareja, pero mediada por dinámicas de poder
percibidas por quienes consultan como riesgosas o generadoras de malestar. En
esta interacción definida como un encuentro terapéutico basado en la
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conversación, se asigna una importancia fundamental al lugar del sujeto como
fuente de significación y sentido de las situaciones que vive y por lo tanto como
referencia fundamental para transformar su experiencia y reorganizar un proyecto
de futuro, a partir de la generación de movilizaciones que permitan a la pareja y a
cada individuo que la conforma, descubrir nuevas posibilidades de relación.
Cuando se generan pautas de violencia al interior de la pareja, ya sea
física, emocional o sexual, provocan cambios en la conducta, en el pensamiento,
en la emoción, así como en la relación, incrementando sentimientos de confusión,
de sumisión e incluso muchas veces culpabilidad. Además la autoestima se
percibe lesionada. Las relaciones de abuso de poder muchas veces se instauran
en la forma de relacionarse de las parejas, llegando inclusive a volverse la única
posibilidad. Por lo tanto, es relevante investigar acerca de cuáles son los aspectos
que llevan a prolongar está relación en el tiempo y por qué se legitima esta opción
de pareja. En este sentido resulta imprescindible poder comprender a quienes
cuentan sus propias historias en el contexto de la conversación terapéutica, a
partir de la vivencia diaria de estas situaciones de sumisión y cuáles son las
herramientas o recursos a los que se puede acudir en los diferentes contextos de
interacción, especialmente en el subsistema conyugal, el cual convoca los
encuentros terapéuticos de ésta investigación.
Insistiendo en la necesidad de una lectura integral y sistémica de los
dilemas humanos, en la que no se den explicaciones deterministas acerca de las
causas, es necesario poner el énfasis en las historias de vida y en los diferentes
contextos en que se desarrollan estas historias significadas como “dañinas” y que
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han causado sufrimiento en el interior del sistema de relación. Se tendrán en
cuenta, a partir de los relatos, diferentes niveles contextuales que puedan
brindarnos información acerca de los recursos con los que cuentan los sistemas
conyugales y de los factores protectores que permitan construir historias diferentes
y elaborar experiencias nuevas.
Teniendo en cuenta el interés por comprender a profundidad las dinámicas
interaccionales de poder entre las parejas, éste proyecto titulado “Transformación
y comprensión de las dinámicas de poder y las creencias de género en las
relaciones de pareja mediante la intervención sistémica”, quiere realizar aportes
desde la disciplina en cuanto a estrategias de intervención que apuntan al
reconocimiento y al desarrollo de habilidades para la transformación de aquellos
juegos que generan malestar e insatisfacción en la relación conyugal , en el
contexto de la terapia sistémica, mediante la realización de encuentros entre el
sistema consultante y el sistema terapéutico en torno a un tema que por años ha
venido tocando significativamente las parejas colombianas como lo es el ejercicio
del poder a partir de ciertas comprensiones culturales mediadas por el género.
Se pretende que la terapia sistémica sea el espacio en el que la pareja se
posicione como agente movilizador, generando procesos de solidaridad,
colaboración y reconocimiento de las capacidades familiares, mediante la
comprensión de las dinámicas de los procesos que promueven el desarrollo de
habilidades según categorías como autonomía, responsabilidad y libertad en las
esferas del pensamiento, emoción y acción, teniendo en cuenta narrativas con
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respecto a la idea de ser hombre y mujer en pareja, desde la perspectiva de
género.
La idea de profundización en la perspectiva de género aplicada al contexto
clínico de nuestro ejercicio profesional, surge con el ánimo de generar reflexiones
acerca de la importancia de tener en cuenta esta perspectiva junto con sus
implicaciones epistemológicas, en el momento de intervenir terapéuticamente
sobre los dilemas humanos que aparecen a partir de la experiencia de la violencia
en el contexto del sistema conyugal en el marco de nuestra cultura y de nuestra
sociedad, que indiscutiblemente influyen sobre los sistemas humanos desde el
punto de vista de la complejidad.
Es así, como la existencia de dichos dilemas convoca a los profesionales
de la disciplina psicológica a asumir una postura de análisis y reflexión acerca de
las comprensiones e interpretaciones de las formas de relación enmarcadas en el
funcionamiento del sistema social y cultural y del contexto temporo espacial en el
que nos encontramos. Es en este contexto, el contexto de la cultura en la que nos
encontramos inmersos como sociedad, que tenemos ciertos marcos de referencia
respecto a lo que significa ser mujer, hombre o ser pareja.
Cualquier definición de lo que es ser mujer cae en el encasillamiento, en la
clasificación odiosa y en la arbitrariedad, pues, pienso que el admitir la diversidad
tanto de hombres y de mujeres, teniendo en cuenta la complejidad y la diferencia,
permite la deconstrucción de lo que se ha descrito como el deber ser de ser
hombre o mujer, rompiendo con los esquemas impuestos que no tienen en cuenta
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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las individualidades, los significados propios, las relaciones exclusivas con los
otros, con la cultura, con el tiempo, con la historia y con el contexto.
El término género se utiliza para señalar las características socialmente
construidas que constituyen la definición de lo masculino y lo femenino en distintas
culturas de acuerdo a factores de clase social, grupo étnico, nivel educativo etc.
Creo que la construcción social de género determina un conjunto de
significantes del bienestar que generan la satisfacción también socialmente creada
como la económicos, intelectuales, domésticos, éticos, morales, paradigmáticos
etc. que determinan el ser y el hacer de las mujeres y de los hombres,
respondiendo de manera diferente según el género, a la satisfacción de las
necesidades socialmente construidas nuevamente de amor, supervivencia,
protección, identidad y libertad. ¿Cuando estas necesidades entonces no son
satisfechas la sensación de bienestar se encuentra comprometida? Parece que si.
En cuanto creemos que no respondemos a las necesidades exigidas por nuestra
cultura, por nuestro medio, por nuestros padres, por nuestros esposos, es como si
no estuviéramos respondiendo a nuestra biología femenina, a aquel cuerpo
sexuado que indica que somos mujeres y que debemos cumplir con lo que la
cultura y la sociedad exige como por ejemplo ser la esposa esperad o la madre
abnegada y sacrificada, entre otras creencias.
Es como si entráramos en una especie de estado esquizofrénico socio
cultural en donde se habla de libertad y de igualdad y al mismo tiempo de
diferencias y de prácticas sociales contradictorias en relación con las cuestiones
de género. Es como si esa comunicación doble vincular socio cultural estuviera
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presente en la vida tanto de hombres como de mujeres. Como si en nuestra propia
individualidad y construcción de subjetividad aquellas contradicciones perpetuaran
a partir de lo que se quiere y se debe.
El género como construcción también determina la forma en que los
hombres y las mujeres tienen para posicionarse frente a factores de sus vidas y
que intervienen en su salud mental como por ejemplo los factores socio
económicos, religiosos, políticos, su posición social, el modo en que son tratados
en determinado contexto, entre otros, que se configuran como factores de riesgo
de algunas alteraciones o de modos relacionales “patológicos”.
A partir de la epistemología feminista la mujer establece una relación íntima
como sujeto que percibe el objeto que comprende, esta comprensión está
atravesada por significados, de aquí la creencia de lo implícito propio del género,
como constructos avalados por la comunidad científica pero también por la
colectividad social, pues el sujeto del género es un ser de conocimiento con una
pre concepción del mundo, inmerso en una historia, en una familia, en un lugar
físico que contiene una mirada particular de lo que es entendido por género.
Como he dicho que las comprensiones acerca de la perspectiva de género
se produce a partir de la interacción con el mundo y que tiene mucho que ver con
las diferentes historias de vida, es necesario que también se tengan en cuenta las
particularidades del sujeto que comprende y significa como sujeto de
conocimiento. Estas particularidades responden a preguntas como de que sujeto
se trata?, Cuales son sus intereses?, Como se posiciona en el mundo?, entre
otras particularidades.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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En conclusión creo que nuestra labor en el contexto de la clínica teniendo
en cuenta la perspectiva de género está en co construir un discurso acerca de la
mujer como un sujeto que se construye a diario en interacción con los hombres, la
cultura, las relaciones, a partir de una comprensión compleja sin caer en
idealizaciones o sumisiones, reconociendo la construcción de la subjetividad como
un proceso de interacción como la experiencia de ser mujer, que emerge día a día,
con nuestras diferencias, similitudes, angustias, cuestionamientos, deseos,
sueños.
Comprender los estilos de vida de hombres y mujeres, la conciliación
trabajo y familia y el impacto que estos aspectos tienen para la salud física y
mental de los individuos. A veces los seres humanos bien sean llamados hombres
o mujeres se sienten limitados presentando dificultades precisamente por esa
forma obligatoria y única que la cultura determina. Tanto en la comprensión de los
dilemas humanos como en la intervención, es necesario tener presente el entorno
socio-cultural de la persona como contexto que define lo esperado de hombres y
mujeres, en cuyo espacio adquieren significado las creencias y los marcos de
referencia en los que interactúan.
La necesidad desde mi posición terapéutica de poner en práctica
estrategias para el abordaje de los problemas o las dificultades que genera los
juegos de poder justifican en parte la realización de esta investigación –
intervención en el marco de la Maestría en Psicología Clínica, que permita
encontrar aportes en el entendimiento de la dinámica del maltrato en la pareja, que
no les permite reconocer y dar cuenta de sus recursos, para que puedan ser
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potenciados y poder mejorar la salud mental tanto de la pareja, como de cada uno
de los si mismos que configuran ese “nosotros” del sistema conyugal; a través de
la intervención terapéutica y del reconocimiento de éstas habilidades.
De acuerdo con la comprensión de Minuchin (2000: 58) quien afirma:
“entendemos a la familia como un sistema capaz de transformarse y de generar
cambio” , la intervención entonces, es entendida como ese espacio de
conversación que invita a la pareja a re pensarse en su relación, a encontrarse de
manera diferente ante el conflicto, construyendo nuevos significados que les
permita entenderse como sujetos con sentido de las situaciones que viven y que
son tenidas como referencia fundamental para transformar su experiencia y re
organizarse, y no como sobreviviente de la situación.
Comprender aquellos factores que permiten enfrentar la situación de
adversidad entendida como el ejercicio de poder de modo que es percibido por el
otro como invasivo, hiriente y humillante ( según relatos de los consultantes), para
que en los encuentros terapéuticos se generen movilizaciones al punto de mejorar
la calidad de vida, da origen al interés de realizar este estudio, a partir de una
postura compleja y ecológica acerca de la capacidad de enfrentar y re construirse
a pesar de la dificultad en el fenómeno del ejercicio del poder.
Partiendo de todo lo mencionado anteriormente, surgen los siguientes
interrogantes: ¿Cuáles son las características de las dinámicas de poder que se
evidencian en los conflictos conyugales? ¿Cuáles son las creencias con respecto
a la identidad de género que favorecen la aparición del conflicto en la pareja?
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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¿Cómo se evidencia la transformación y el cambio del ejercicio de las dinámicas
de poder en la pareja a partir de la intervención sistémica?
Marco Conceptual Teniendo en cuenta que esta propuesta se lleva a cabo a partir de el
método de investigación – intervención, se realizó una revisión teórica acerca de
los diferentes conceptos que acuden a los intereses de este proyecto en sus dos
modalidades. Se da inicio con la comprensión de lo interventivo a partir de la
perspectiva epistemológica del enfoque sistémico. Cuando se habla de sistema
consultante se hace referencia a un sistema complejo, integrado, organizado,
diverso, dinámico y relacional, consigo mismo y con los demás, en el cual se
encuentra presente el contexto y la relación entre el sistema consultante y el
terapéutico. En tal sentido, durante este proceso se encuentra inmersa la realidad
de quien observa y del observado, lo que Maturana (1995) denomina observación
con paréntesis, la cual tiene en cuenta las múltiples voces o multiversos,
incluyendo las del terapeuta, lo cual permite un contexto que logre procesos
reflexivos de segundo orden, que interactúen entre los sistemas inmersos de la
intervención. De este modo, uno de los focos centrales de la misma es la
movilización de recursos y potencialidades del sistema terapéutico y consultante,
con el fin de construir y desarrollar hipótesis generativas y circulares, con base en
las cuales se despliega el proceso y el plan de intervención a lo largo del proceso
(Padilla 1997).
A partir el planteamiento del mismo autor, existe una serie de procesos, que no
interactúan de forma lineal sino circular, los cuales son: la recepción y remisión,
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las cuales se establecen como la primera puntuación del profesional ya que es su
primer contacto con el sistema consultante y con todos los elementos implicados,
que se tienen en cuenta para la construcción de la lectura ecosistémica del
contexto; primer encuentro o entrevista, es el espacio donde se establece el
motivo de consulta, el cual debe ser lo suficientemente claro y evidenciar la queja,
la demanda y el problema del sistema consultante, permitiendo redefinirla y
organizarla, para lograr, desde ese instante, la generación de un proceso
interventivo; evaluación, en este punto se utiliza la técnica del genograma la cual
permite la lectura de las relaciones e interacciones de los miembros del sistema,
en sí mismo y con los demás sistemas y redes; hipótesis circulares y reflexivas,
las cuales se van resignificando en la medida que transcurre la terapia, y que
apuntan a un proceso de cambio en las siguientes sesiones con el sistema
consultante. Logrando esto, se establece el cierre y seguimiento. (Padilla 1997)
Esta forma de comprensión, permite profundizar en el fenómeno del
conflicto conyugal sin reducirlo a un enfoque patologicista o de enfermedad, sino
que por el contrario, lo aborda desde una mirada de mantenimiento de la salud, en
la cual se estudian las distintas dimensiones y contextos o escenarios que
contribuyen a la estabilidad y cohesión de todos los miembros del sistema familiar.
En este orden, la teoría no toma como centro al individuo, sino que considera a
todos los participantes del sistema, y de otros sistemas contextuales en conjunto,
a las interacciones que se producen entre sí y a la manera como se desenvuelven
las relaciones según los diferentes contextos.
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Desde esta perspectiva, la terapia sistémica permite generar cambios en la
estructura y en el funcionamiento de la pareja, vista como un sistema conyugal, al
reorganizar los comportamientos que desde allí se gestan, afectando la manera en
que se posiciona en la vida y en la familia cada uno de los miembros del sistema.
Se encuentra entonces, que desde el postulado epistemológico en el
pensamiento sistémico, planteado desde la Teoría de los Sistemas por Bertalanffi,
se involucra la comprensión y el análisis del fenómeno de la violencia física
conyugal, tanto desde lo holístico como desde el paradigma de la complejidad.
Este postulado plantea el abordaje del objeto de estudio no como un producto
estático sino como conjuntos de relaciones, lo cual significa que el pensamiento
sistémico está llamado a “concebir a los fenómenos y seres que distinguimos en el
mundo, como entidades complejas que están interconectadas y son
interdependientes, es decir, como sistemas que hacen parte de sistemas más
amplios, y que a su vez están conformados por subsistemas, como lo explica
Pérez (2001).
La psicología clínica compleja presupone que lo humano es una
emergencia que se engendra en la interdependencia creadora entre lo cultural, lo
subjetivo, lo cerebral y lo biológico. Por tanto, su objeto emerge y opera a través
de la rituallización de la interacción y de la atribución de significado a lo vivido
como operadores temporo espaciales de los vínculos. Hernández (2010)
Entonces, el pensamiento sistémico permite que los fenómenos sean
definidos y abordados en términos de conectividad, conexión e interacción entre
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los sistemas desde un punto de vista ecológico. Así, siguiendo a Capra (1998), las
seis características fundamentales que definen este pensamiento son las
siguientes:
Es circular: Este término debe ser comprendido dentro de las interacciones,
de modo que, cuando cambia una de las partes el efecto se propaga a todas las
demás, las cuales, a su vez, experimentan transformaciones que terminan
afectando a la parte en la que se originó el cambio.
Es integrador: esta característica plantea la paradoja del todo y las partes,
el todo es más que las partes, pero la suma de las partes es más que el todo. Se
puede afirmar, entonces, que las partes no pueden verse de forma aislada, pues
están inmersas en otro sistema o hacen parte de una red.
Es procesal: los fenómenos son asumidos como resultados de procesos.
De esta manera, cada estructura es la manifestación de un proceso que podría
definirse como una acción progresiva, conformada por muchas pequeñas
acciones.
Es contextual: la comprensión del individuo, y de los colectivos que
conforman, implica entenderlos como productos y productores de los diversos
contextos en los que operan, y que los afectan.
Es relacional: el fenómeno es lo que se observa en virtud del tipo de
relaciones que tejen entre sí, las cuales le dan la identidad y las particularidades
que pueden ser distinguidas.
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Es rédico: Pues asume que los seres, y sus relaciones, son redes dentro de
redes, y que las unidades son sistemas, dentro de sistemas, interconectadas en
forma de red.
Desde esta lógica, Minuchin, en Pérez (2002), define unos puntos básicos
para entender la violencia conyugal desde el enfoque sistémico: 1) El abuso
sexual o físico tiene un rol funcional en el mantenimiento del sistema familiar; 2)
Con igual influencia, cada miembro de la familia participa activamente en
perpetuar el sistema disfuncional; 3) La violencia contra las mujeres ocurre en
sistemas familiares caracterizados por ciertas estructuras de relación; 4) Las
agresiones son producto de las interacciones caracterizadas por secuencias
repetitivas de comportamiento tradicional. Se observa, entonces que aspectos
tales como el miedo al cambio, el no reconocer que se hace parte de la situación,
el contexto histórico y social y la historia de vida, entre otros, son fundamentales
en el arraigo de comportamientos violentos dentro de las parejas, y hacen parte de
una estructura subyacente que rige el funcionamiento del sistema conyugal.
La teoría de la cibernética de segundo orden llama la atención particularmente en
la noción de causalidad circular, que subraya la necesidad de entender todo
fenómeno en su contexto. Este postulado, según Heinz Von Foster (1991), permite
entender al observador como parte del sistema, lo cual imprime un nuevo sentido
a la relación con el objeto de estudio pues desprende al sujeto del carácter
absoluto de su observación sobre el objeto. De este modo, en el conocimiento
obtenido no sólo participan los aportes del sujeto y del objeto, sino que, además,
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
23
las circunstancias en las que se produce la observación empiezan a jugar un papel
relevante.
Esta afirmación remarca el cambio del paradigma clásico del investigador como
externo y permite que en la solución de las dificultades que estudia, éste no acuda
a una mera observación lineal (causa-efecto), sino que se dé el espacio para que
el observado participe como parte de la solución. Pero esto va más allá pues,
como lo expone Maturana (1992), al no existir una realidad independiente del
observador, nada existe más allá del lenguaje. Así, a la vez, se es observador y
objeto de observación. No obstante, es el observador el que le da sentido a lo que
observa, hecho para el cual Maturana acuña el término autopoiesis (autos: sí
mismo; poiesis: producir), refiriéndose con éste a la organización que define y
constituye a los seres vivos. De esta manera, Maturana (1992) explica la
autopoiesis como un sistema, es decir, "Una unidad compuesta cuya organización
puede ser descrita como una red cerrada de producciones de componentes que
en sus interacciones constituyen la red de producciones que los producen, y
especifican su extensión al constituir sus fronteras en su dominio de existencia"
Urie Bronfrenbrenner desarrolla la teoría ecológica en su libro “La Ecología del
desarrollo humano” (1987) planteando en el mismo una perspectiva teórica para el
estudio de la persona. En su propuesta teórica, define a la persona como una
entidad creciente, dinámica, que va adentrándose progresivamente y
reestructurando el medio en que vive. En tal sentido le da una orientación
constructivista a la conducta de la persona. Se considera que la conducta no es
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
24
una realidad objetiva sino la forma en que el ambiente es percibido por cada
individuo en particular.
El ambiente ecológico es un conjunto de estructuras concéntricas, cada una
de las cuales está incluida dentro de la siguiente, es decir, existe un nivel interno,
un nivel medio que contiene al primero y un nivel mayor que contiene a los dos
anteriores. Estos se han denominado microsistema, mesosistema y macrosistema
respectivamente y se comportan como los entornos en los que interactúa la
persona
El primer nivel es definido como un patrón de actividades, roles y relaciones
interpersonales que la persona en desarrollo experimenta en un entorno
determinado con características físicas y mentales particulares. Es el nivel mas
interno y engloba los diferentes contextos inmediatos en que se desenvuelve la
persona. Está conformado por 2 elementos: la actividad y las relaciones
interpersonales. El mesosistema comprende las relaciones de dos o más entornos
en los que las personas en desarrollo participan activamente.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
25
Cabe señalar que en el mesosistema pueden presentarse vínculos débiles.
Esa situación se da en aquellos casos en que los vínculos entre las personas en
los distintos entornos no sirven de apoyo o no existen. El macrosistema está
formado por entornos en los que la persona no interviene pero que “la influyen” o
la afectan. Es decir, lo constituyen cultura o subcultura determinada; el micro, el
meso sistema y cualquier sistema de creencias o ideologías. Estos sistemas, que
constituyen el macrosistema, responden a patrones de un esquema común: la
ideología y la organización de las instituciones sociales de una determinada
cultura o subcultura.
Desde la perspectiva sistémica la familia es considerada un sistema complejo,
abierto, dinámico, diverso y múltiple. Esto quiere decir que está este posee
continuo movimiento y está en constante transformación, lo cual genera diversas
relaciones, e interrelaciones, entre los miembros del sistema y con el contexto.
Una familia, entonces, vive cambios y modificaciones en cada momento de su
etapa evolutiva, y como no permanece aislada experimenta interacción
ininterrumpida tanto con otros sistemas, como entre sus subsistemas interiores.
De acuerdo con Hernández (2009) la familia es un sistema, en la medida que
está constituida por una red de relaciones; es natural, porque responde a
necesidades biológicas y psicológicas inherentes a la supervivencia humana, y
tiene características propias, en cuanto a que no hay otra instancia social que
hasta ahora haya logrado reemplazarla como fuente de satisfacción de las
necesidades psico afectivas tempranas de todo ser humano. “Una definición
completa de familia incluye tres perspectivas: una estructural, relativa a los
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
26
aspectos de composición, jerarquía, roles, límites, subsistemas etc; otra funcional,
relacionada con los patrones y fenómenos de la interacción; y otra evolutiva donde
se considera a la familia como un sistema morfogenético en creciente
complejidad.”(Hernández 2009)
Dentro de la familia se establecen relaciones e interrelaciones
caracterizadas como circulares, es decir que dentro y fuera de la familia existe una
conexión directa, y recíproca, con los demás integrantes del sistema. De este
modo, cuando se afecta una de las partes, esto involucra a toda la familia, y
viceversa. Por este motivo, es relevante tener en cuenta que dentro de ésta se
desarrollan procesos recursivos, que dan cuenta de los dominios, dinámicas y
diálogos internos del sistema, con el fin de retomar, buscar o reformular recursos
basados en sus propios pensamientos, acciones, vínculos, redes, relaciones e
interrelaciones. (Hernández 2009)
Es en la estructura familiar, entonces, en la que se encuentran las
jerarquías, las pautas, los patrones, conexiones y vínculos que, día a día, se
construyen teniendo en cuenta los contextos en los que la familia se desenvuelve.
De esta manera, la familia construye una visión o percepción del mundo o de la
realidad, la cual es alimentada por cada miembro, a partir de la significación de su
propia experiencia, la cual es transformada en la medida que se viven nuevas
realidades, lo cual hace que en el sistema familiar se generen transformaciones y
procesos, condicionados en parte por sus antecedentes históricos y contextuales.
(Hernández, 2009)
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
27
Dentro del sistema también es relevante la manera en que cada persona
expresa sus pensamientos y/o sentimientos en forma dialógica, es decir, a través
de lo lingüístico, pues la utilización de un lenguaje explícito que contenga códigos
verbales o escritos, o a través de una comunicación analógica, por medio de
mensajes no verbales (gestos, expresiones y posturas corporales). Es de
considerarse que un modo no excluye al otro pues pueden presentarse, paralela y
complementariamente, ambos tipos de comunicación. Lo fundamental de este
proceso es la hermenéutica del mismo, ya que es quien escucha, y no quien
habla, el que determina el significado de una expresión o mensaje, siendo esto
determinante en el proceso de interrelaciones del sistema familiar. (Hernández,
2009)
De acuerdo con lo visto, para un abordaje sistémico, el conflicto conyugal
debe ser visto como un fenómeno que afecta tanto a la pareja como al resto de la
familia (hijos, hermanos, padres) puesto que cualquier situación que toque a uno
de los miembros de la familia, de manera inmediata, impacta al núcleo, en general
e incluso incidiendo en contextos ecológicos como sistemas de salud, de
educación, en la cultura y en la configuración social del momento histórico en el
que nos encontramos.
Madanés (1993) menciona que todos los problemas de los seres humanos
que acuden a la terapia se derivan de la oposición entre el amor y la violencia, en
el dilema de si los individuos debemos amarnos, protegernos y ayudarnos entre
nosotros o si por el contrario debemos entrometernos, dominar y hacernos daño
ejerciendo la violencia sobre los demás. el amor implica intrusión, dominio, control
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
28
y violencia , se puede ejercer violencia en nombre del amor, la protección y la
ayuda.
El poder es un tema que se ha trabajado a lo largo de la historia siendo
Foucault su mayor exponente en el mundo contemporáneo del siglo XX, quien
sostiene que es un error hablar del poder como una cosa, institución o estructura;
el poder es más bien, una compleja relación de estrategia-táctica su carácter es de
tipo intencional a la constitución de un fin determinado, la cual se presenta en un
espacio micro y/o macro-relacional en una sociedad dada. El poder está
compuesto por la red de relaciones particulares con historias propias del sujeto,
que se conforman de manera jerarquizada y/o coordinada (Foucault 1996).
Para Ramírez (2004) la historia de la humanidad está llena de ejemplos
que dividen la raza humana en dos opuestos, por ejemplo ricos-pobres, jefes-
trabajadores, blancos-negros, mujeres-hombres etc. En las que principalmente se
cree que las mujeres y los hombres son muy diferentes, sin olvidar que han sido
los hombres quienes han generado la mayoría de las leyes y las reglas que rigen
la sociedad, asegurándose de que éstas continúen manteniendo éstas diferencias
entre los sexos. Dice el autor, que el objetivo de mantener a la sociedad dividida
de esta forma es el de hacer que sean las mujeres quienes aporten sus recursos
para ser usados por los hombres, pues desde el inicio de la humanidad se ha
asumido al hombre como superior sobre la mujer y para mantener esta posición es
necesario el uso de modos violentos de relación, manteniendo a la mujer
controlada, sin alternativas, desprovista de recursos económicos o intelectuales,
de sus propias capacidades para satisfacerse a si misma y tomar decisiones. Los
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
29
hombres se aseguran de mantener a la mujer exhausta, cansada de cuidar a la
familia y mantener el sistema conocido como patriarcado.
Los hombres en la sociedad patriarcal, por el hecho de haber nacido
varones, nacen con poder social. La sociedad les da ventajas y derechos con
todas las posibilidades de ejercer poder y de decidir tanto en los contextos
públicos, como en los privados. (García 2009).
Ahora bien, antes de que los seres humanos nos constituyamos como
pareja somos seres independientes, con historias familiares, creencias y
experiencias diferentes. Es por esta razón que al unirnos con una pareja y al
compartir esa infinidad de vivencias, éstas se comienzan a mezclar, generando
acoples o desacuerdos con respecto a cada circunstancia nueva que se presente.
Es de esta forma que se comienzan a generar las luchas de poder en la relación,
ya que los miembros del sistema, en este caso la pareja, comienzan a discrepar
entre lo que desean y lo que reciben, en donde uno termina generando presión
sobre el otro, logrando el control de la relación y en otros casos llevándolos a
generar pautas de relación violentas para enmarcar su posición.
Gran parte de los actos de poder, no son planificados ni maquinados por los
hombres, si no que aparecen naturalizados y se adoptan en forma de emociones,
pasiones, sentimientos y gustos. Muchas expresiones de subordinación son
confundidas con el amor, el respeto, el deber etc. (Bourdieau, 2000)
Para Corsi (1995) El poder es entendido como la capacidad y la posibilidad
de control y dominio sobre la vida o los hechos de los otros, para lograr obediencia
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
30
y lo que de ella deriva. Es necesario tener recursos como bienes y afectos que
aquella persona que quiera controlarse valore y además no tenga, así como
medios para sancionar y premiar a quien obedece.
El control puede ejercerse sobre cualquier aspecto de la autonomía de la
persona a la que se busca subordinar (pensamiento, sexualidad, economía,
decisión, etc). La desigual distribución en el ejercicio del poder sobre otros
conduce a una asimetría relacional. La posición de género es uno de los ejes por
donde transcurren las desigualdades de poder y la familia, es uno de los ámbitos
en que se manifiesta. Esto es así porque la cultura ha legitimado la creencia en la
posición superior del varón. (Corsi, 1995)
.
Madanés (1997) refiere cuatro dimensiones de la interacción familiar, éstas
dimensiones son: control y poder, cuya emoción principal es la de miedo; deseo
de ser amado es la segunda dimensión que puede sacar a la luz las mejores
cualidades de una persona pero también puede desembocar en irracionalidad,
egoísmo y daño, la emoción que predomina es la de deseo, frustración y malestar;
la tercera dimensión es el deseo de amar y proteger a otros. Este deseo puede
suscitar intrusividad, posesividad, dominación y violencia, la emoción prevalente
es la de desesperación; arrepentimiento y dolor es la cuarta dimensión de la
interacción de la familia violenta, la emoción que sobresale es la de vergüenza por
lo que se ha hecho o dejado de hacer o por no poder perdonar.
El abuso alude a un estilo, a un patrón a una modalidad de trato que una
persona ejerce sobre otra, sobre si misma o sobre objetos, con la característica
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
31
que la primera no advierte que produce daños, que va de un malestar psíquico
hasta lesiones físicas concretas. Quien ejerce el abuso no aprende a regular , a
medir, a decir, a escuchar y respetar mensajes de sí mismo y del otro, como son
“no quiero”, “no va más”, “solo hasta ahí”, o se encuentra en contextos donde
estos aprendizajes se le borran, se le diluyen o pierden firmeza. (Ravazzola 1999)
Hernández (2010) considera que algunos profesionales explican las pautas
de maltrato, abuso y falta de responsabilidad en el manejo del hogar por la
repetición transgeneracional, sin que medien procesos reflexivos que las detengan
y las modifiquen.
Para que la violencia pueda ser ejercida, no basta la voluntad de someter al
otro, tienen que haber condiciones de posibilidad, que se basan en la existencia
de un desbalance de poder físico, económico, político o cultural. Entonces la
violencia es desatada por quien ostenta ese mayor poder, cuando interpreta que
su posición de superioridad está en peligro o encuentra obstáculos para el
ejercicio de ese poder. (Ramos, M, 2006).
Para Corsi (1995) las situaciones de poder que desde la normativa genérica
desfavorecen a las mujeres suelen ser invisibilizadas en las relaciones de pareja,
llevando a la creencia de que en ellas se desarrollan prácticas recíprocamente
igualitarias y velando la mediatización social que adjudica a los varones, por el
hecho de serlo, un plus de poder del que carecen las mujeres.
Coddou y Méndez (2006) se preguntan acerca de la forma correcta de ser
pareja y si existe un modo normal de llevar una relación de pareja. Los autores
plantean que los seres humanos contemporáneos y post modernos reaccionaron a
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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los guiones pre escritos anteriormente frente a la forma de ser pareja. Ahora la
motivación principal para establecer la relación de pareja se da en el escogerse
libremente a partir del amor, y en congruencia con esto, las personas enamoradas
deciden como vivir la relación marital y familiar en todas las dimensiones. Sin
embargo, el decidir cómo se quiere ser pareja queda condicionado por los marcos
de la normalidad asignados social y culturalmente.
Caillé (1992) menciona que la relación de pareja tiene la propiedad de
adquirir diversas formas sin dejar de ser identificable como tal. Las parejas
representan otro de los sistemas humanos naturales que ante dificultades internas
solicitan ayuda en el contexto de la terapia. Cada uno de los cónyuges piensa que
la intervención del terapeuta puede modificar la situación en un sentido favorable,
o por el contrario desfavorable.
El terapeuta puede actuar como un guarda agujas comunicacional cuidando
que cada cónyuge pueda expresarse libremente sin interrupciones, controlando la
lógica y la claridad de las respuestas o solicitando las aclaraciones necesarias
para evitar cualquier confusión, o puede usar otro método más sutil, y por eso
mismo más eficaz, es decir, la entrevista circular. (Caillé 1992)
El entrevistador se dirige a un miembro del sistema para pedirle su opinión,
no sobre su relación personal con otro miembro del sistema, si no sobre la relación
que existe entre otros dos miembros del sistema. El interrogado no responde
entonces como actor si no como observador de la relación. (Caillé, 1992)
La terapia de pareja no puede ser un arbitraje, ni tampoco una terapia de
conyugue en presencia de otro. La terapia de pareja como su nombre lo indica es
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
33
una intervención sobre la relación de pareja en presencia de dos personas que
son a la vez las creadoras de esa relación y creaciones de ésta. (Caillé, 1992)
La concepción de la perspectiva de género influye en las distintas
construcciones de los individuos para conformar pareja. Según los planteamientos
de Corsi (1995), la identidad masculina se construye por oposición, por un proceso
de diferenciación de lo femenino, lo cual hace que la masculinidad sea entendida
como una reacción más que el resultado de un proceso de identificación.
El exosistema implica las características actuales de la sociedad industrial,
concerniente al mundo de lo laboral, del trabajo. Entonces el hombre está menos
tiempo en la casa debido a esta actividad, y cuando la mujer también entra en el
mundo laboral, entonces el cuidado de los hijos queda al cuidado de otra mujer
como la niñera, la abuela o la maestra. (Corsi,1995)
En el microsistema se develará entonces, el tipo de interacción familiar.
Algunas veces el varón asume una postura distante emocionalmente como
modelo para diferenciarse de lo femenino materno, incorporará la restricción
emocional como modo de alejarse de lo femenino y parecerse a lo masculino con
distanciamiento corporal, inexpresividad, aparente ausencia de sentimientos
tiernos entre otros comportamientos. según el modelo ecológico de Corsi (1995)
es importante tener en cuenta factores como el biológico con la acción de la
testosterona sobre el hipotálamo, la educación diferenciada entre hombres y
mujeres,, el proceso de construcción de subjetividad masculina, los modelos
masculinos valorizados por los medios de comunicación y la atribución del rol
dominante en la sociedad entre otros factores. (Corsi,1995)
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
34
Sin embargo, el tener en cuenta los factores mencionados anteriormente no
constituye una hipótesis relacionada entre el ser hombre y la violencia, si no que
es necesario conservar una mirada compleja, ecosistémica, incluyente de los
diferentes contextos y factores que intervienen en la interacción relacional.
Recientemente la violencia de pareja se está considerando como una
cuestión pública que ataca la salud y la dignidad de las mujeres y de los hombres.
Según Matud (2009) no debe normalizarse el fenómeno de la violencia sobre las
mujeres, aunque históricamente se haya generalizado con explicaciones derivadas
de las diferencias biológicas y factores hormonales de los hombres que los
predisponen a situaciones violentas y de control.
En términos generales, el uso del poder en la relación conyugal implica el
uso de la fuerza de uno de los miembros de la pareja con el fin de hacer daño
sobre el otro. En este sentido, es una expresión de relaciones de poder pues, en la
mayoría de los casos, uno ejerce autoridad sobre otro (un arriba y un abajo). Para
que la conducta violenta sea una posibilidad es necesario que exista un cierto
desequilibrio de poder, que puede estar definido culturalmente o por el contexto, o
producido por maniobras interpersonales de control de la relación (Corsi, 2001).
En otras palabras, la violencia toma forma a través de las actitudes culturales, por
ejemplo en el machismo, en el cual el hombre es aquel que ostenta poder sobre
su conyugue, manejando y sometiendo la relación. (Corsi, 2001)
Esta última afirmación es apoyada por investigaciones como la de
Rodríguez (2004), titulada La violencia intrafamiliar en Cartagena: un asunto de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
35
mentalidades, en la cual se destaca la violencia física conyugal como una
manifestación cultural aprendida, y que se legitima en la familia por medio de la
distribución de poderes, en tanto que se genera un sentido de propiedad de una
persona sobre otra. De esta forma, se reproducen dinámicas de subordinación que
generan relaciones de abuso y agresión que lleven a que una parte esté en
desventaja respecto a la otra.
En tal virtud, a través de diferentes autores se observa que existen tres
formas posibles de relaciones que se establecen dentro de la relación conyugal
violenta. La primera de ellas, se denomina terrorismo patriarcal, el cual se
caracteriza por un ejercicio del poder, por parte del hombre, para lograr dominar y
controlar a la otra persona (Johnson 1995, en Pérez 2002). De otro lado, también
se encuentra un segundo tipo de relaciones en las que el poder lo ejercen las
mujeres, con el fin de dominar y controlar al hombre (Cook 1997, en Pérez 2002),
y la tercera, abarca las relaciones en las que, ambas partes, utilizan la agresión
como una forma de establecer límites o de solucionar problemas, manifestando
por medio de esta la frustración, el rechazo, la hostilidad o la rabia, lo cual se
establece como la violencia común de pareja (Johnson 1995, en Pérez, 2002).
Esta tipificación de la relación conyugal permite observar más allá de la
idea generalizada sobre que el hombre es el único que la ejerce, lo cual plantea
que el ejercicio del poder es una posibilidad humana, no sólo determinada por el
género. El presente fenómeno se deriva es de la jerarquización de la relación de
pareja, pues, como Torres (2001) lo menciona en La violencia en casa, detrás de
un acto violento, existen mecanismos de negación del afecto y de compasión o
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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empatía pero, también, se produce una pérdida del espacio para la identificación,
por lo cual se anula la posibilidad de una relación entre iguales. Por consiguiente,
al no ser capaz la persona de ponerse en los zapatos del otro, entra en una lógica
de control y sometimiento de actos, sentimientos, y hasta de pensamientos, del
otro como forma de autoafirmación.
A pesar de los riesgos que este tipo de situación genera, se encuentra que
muchas personas permanecen en una relación caracterizada por la violencia
conyugal. (Torres, 2001). Frente a esto, Rodríguez (2004) explica que existen
aspectos sociales, económicos, culturales, religiosos y/o legales, que mantienen,
especialmente a las mujeres, dentro de estas dinámicas de relación. Ahora bien,
se encuentra que no necesariamente esta situación se presenta en estratos bajos,
pues en familias en las que su económica es solvente, existen situaciones, tales
como la mentalidad obtenida por medio de la cultura, que no permiten que la mujer
sea autónoma y tome decisiones libres, perpetuando este tipo de relaciones.
Según Matud,M (2009), es muy común que el maltrato a la mujer empiece desde
el comienzo de la relación de noviazgo, y es frecuente que aumente su intensidad
y frecuencia con el tiempo. Otra de las características del maltrato es que pese a
su frecuencia y gravedad, la mayoría de las mujeres permanecen con su pareja
durante muchos años o vuelven con ella aunque hayan sido capaces de
abandonar temporalmente, dadas condiciones emocionales, económicas,
familiares, legales y sociales que la unen a él.
En cuanto a los factores socioculturales, se observan algunos que pueden
ser calificados como condiciones estructurales que favorecen la aparición de la
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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sumisión. Para Pérez (2002) estos son “la subordinación, la pobreza, el
desempleo, el hambre, la marginación, la inseguridad y las ideologías
segregacionistas”. Estas características inciden altamente en el sistema familiar,
ya que al presentarse alguna de estas, el sistema debe asumirlas y manejarlas, lo
cual puede desestabilizarlo y reorganizarlo produciendo cambios en la dinámica
familiar y en las interrelaciones que pueden resultar en la aparición de la violencia.
Pérez (2002) explica que: “La cultura no solo permite sino que también
legitima la violencia dentro del hogar. El espacio familiar, es un espacio en el que
normalmente se fomentan las relaciones afectivas y es igualmente un medio
violento reproductor de relaciones autoritarias y de explotación, en donde se
ejerce la violencia como un derecho del agresor. En las familias existen factores
que promueven las agresiones entre las parejas: la relación de poder desigual y
dominio de un miembro de la familia sobre otro, el manejo inadecuado de
conflictos, una tensión emocional fuerte de uno o varios miembros progenitores
que vienen de familias violentas y una condición especial de alguno de los
integrantes, pues ello genera sobrecargas materiales y afectivas”.
Se observa, entonces, que la estructura y función de los miembros de la
familia, determinada por las jerarquías, las pautas, los vínculos y los patrones de
interacción son importantes a la hora de entender la legitimación de las relaciones
de poder y dominio por uno de los integrantes de la pareja. Es así, como, en
algunas ocasiones existe una demanda cultural sobre la necesidad de expresión
de la masculinidad como forma de control de la pareja.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Madanés (1990) menciona la dimensión del control en la que a las personas
les interesa principalmente dominarse unas a otras y luchar por el poder. El
control y el dominio, dice, se logran por medio de la intimidación y la explotación.
En el ámbito de la terapia es necesario re distribuir el poder entre los miembros de
la familia y cambiar el modo de usarlo a fin de que, en lugar de temor al castigo,
prevalezcan la protección y la atención.
La misma autora afirma que cuando las personas tratan de dominar y
controlar, es necesario que se generen ayudas para negociar y llegar a acuerdos
sobre el dinero, los hijos, tiempo libre, sexo etc. Entonces el rol del se dirige a
ayudar al sistema a expresar sus preferencias y a negociar, estableciendo tipos
de contratos que deben cumplirse.
Por su parte Perrone, R., Nannini, M.(1997), refieren “que el comportamiento
violento forma parte de una estructura de personalidad relacionada con el tipo de
educación recibida, las circunstancias familiares, las creencias y mensajes
sociales que el hombre asimiló en cuanto a lo que es la masculinidad. La otra cara
de la moneda, es la sumisión que las mujeres interiorizan en su socialización de la
feminidad”.
De acuerdo con Turbay, C (1994) Las relaciones que se establecen entre
hombres y mujeres en el tejido social, y particularmente, en sus modos de de
inserción y participación en los distintos ámbitos de la sociedad se refiere a la
situación de género, mientras que por condición de género se entiende al mundo
de las representaciones socialmente construidas en torno a la situación de género
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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y al deber ser sobre las características propias de los sexos tanto en el plano de
su comportamiento social como de lo individual o personal.
La expresión Violencia de Género es la traducción del inglés gender-based
violence o gender violence, expresión difundida a raíz del Congreso sobre la Mujer
celebrado en Pekín en 1995, bajo los auspicios de la ONU. Con ella se identifica la
violencia, tanto física como psicológica, que se ejerce contra las mujeres por razón
de su sexo, como consecuencia de su tradicional situación de sometimiento al
varón en las sociedades de estructura patriarcales.
La violencia de género es definida por la ONU como “todo acto de violencia
que se ejerce contra la mujer por el simple hecho de serlo y que tiene como
resultado posible o real un daño físico, sexual psicológico o emocional, ya sea en
la vida pública o en la privada.
A pesar de la creación de políticas públicas a nivel nacional e internacional
y de la preocupación de diferentes entidades por combatir la violencia de género,
es real que en el interior de las parejas ocurren manifestaciones que atentan
contra la dignidad de las mujeres.
En cuanto al control del dinero Corsi (1995) encuentra gran cantidad de
maniobras que son utilizadas para manipular el uso o las decisiones sobre el
dinero, limitando el acceso de la mujer a él o sugiriendo que es el hombre quien
más derecho tiene al mismo. Algunas formas de esta forma encubierta de
machismo es el no dar información acerca del destino del dinero común, retención
del dinero, lo que obliga a la mujer a pedir y la negación del valor del trabajo
doméstico así como de la crianza y el cuidado de los hijos entre otros.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
40
Como he dicho que las comprensiones acerca de la perspectiva de género
se produce a partir de la interacción con el mundo y que tiene mucho que ver con
las diferentes historias de vida, es necesario que también se tengan en cuenta las
particularidades del sujeto que comprende y significa como sujeto de
conocimiento. Estas particularidades responden a preguntas como de que sujeto
se trata?, Cuales son sus intereses?, Como se posiciona en el mundo?, entre
otras particularidades.
Desde el enfoque sistémico la comprensión del sufrimiento emocional que
aqueja a mujeres y hombres con referencia a las relaciones de género, lo han
abordado autores como Peggy, P (1991) coincidiendo en que el síntoma es tan
solo la percepción de los miembros del sistema de lo que está pasando, mas no
está centrado solo en ella, por lo que sería más bien una queja, para hacer
resistencia a los sistemas establecidos, que generalmente es el patriarcal, en el
que la mujer se siente sobrecargada, teniendo en cuenta las exigencias de lo
cultural, lo social, traducidos a como debe ser la mujer y los discursos dominantes
de la cultura del debe ser mujer.
Por ejemplo Peggy Papp (1991), en el libro La red invisible: pautas vinculadas
al género en las relaciones familiares comenta “todas las intervenciones deben
tomar en cuenta el género por vía de reconocer los procesos de socialización
diferentes de mujeres y hombres, prestando especial atención al modo en que
estos procesos ponen en desventaja a las mujeres”, esto debe estar presente a fin
de reconocer que cada uno de los integrantes de la pareja, significa el contenido
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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de la sesión desde su marco de referencia que construido a partir de la cultura
patriarcal en la que aún nos encontramos inmersos.
De igual forma en los escritos de Thelma Goodrich (1989) se encuentra
que la reciente Terapia Familiar Feminista surge con la finalidad de combatir la
diferencia, haciendo una crítica a la terapia más tradicional, pues no cree que
pueda surgir un buen resultado de una terapia si no se desvanecen estas
relaciones desiguales de género, las cuales son causa de muchas problemáticas
de la mujer y de la familia.
Finalmente, el reflexionar sobre las implicaciones que tienen las creencias de
género sobre la salud mental, tanto de hombres como de mujeres permite ampliar
la mirada y facilita la comprensión de los consultantes en su dilema, el entender
su sufrimiento, y saber desde donde estamos parados para responder a su
pedido.
Objetivos Objetivo General:
Describir las dinámicas de poder que existen en las parejas con conflicto conyugal
e identificar las creencias de género que las mantienen para favorecer el cambio
de la relación a partir de la terapia sistémica.
Objetivos específicos:
Conocer las dinámicas de poder que se evidencian en las parejas consultantes.
Describir las características del ejercicio del poder en la relación conyugal.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Identificar las creencias que existen en las parejas que consultan respecto a los
roles de género.
Describir el proceso de transformación de las dinámicas de poder que favorecen el
cambio en la relación conyugal.
Metodología La presente investigación/intervención es de tipo cualitativa, la cual
según Miranda (1995) aborda el estudio de la construcción social de la realidad
elaborada por los individuos en sus actos de habla (individuales y colectivos) dada
la reflexividad de las practicas discursivas, permitiendo, por medio de los actos de
habla y de lenguaje la re significación de la realidad a través de espacios
conversacionales que le dan sentido y valor a las experiencia vividas por parte de
las personas y las familias.
La investigadora establece el rapport adhiriéndose a los siguientes
principios:
Solidaridad como medio para ganar confianza.
Interesarse por lo que dicen y hacen los consultantes que asisten a terapia.
Preguntar y alentar a la gente a que manifieste sus vivencias.
Empatizar con el contexto socio lingüístico que los consultantes traen.
Contexto:
La forma de intervención que se utilizó fue la conversación terapéutica que se dio
a partir de encuentros programados con anterioridad dirigidos hacia la
comprensión de las perspectivas que tienen los consultantes respecto de sus
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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vidas, experiencias o situaciones derivadas de una problemática particular, que en
este caso es la dificultad en la relación de pareja.
Las conversaciones terapéuticas, se llevaron a cabo a través de diferentes
encuentros, donde en un primer encuentro con cada una de las parejas, se
estableció en conjunto, los posibles temas a tratar, derivados de los motivos de
consulta que cada sistema consultante traía para trabajar en la terapia. Además, la
investigadora señaló los lineamientos en los que se fundamenta la presente
investigación. Es decir, se pide consentimiento para que la intervención
terapéutica pueda ser tenida en cuenta para nutrir elementos de la investigación
en curso con pretexto de opción a grado de Magister en Psicología Clínica de la
Pontificia Universidad Javeriana.
Es importante señalar que las parejas y personas individualmente son
tenidas en cuenta como expertas en su problemática, ya que son ellas quienes se
han visto enfrentadas a esta realidad del conflicto en la pareja a partir de
interacciones que generan malestar en el contexto de la vida conyugal, por lo cual
son los ojos y los oídos del sistema investigador, a partir de las revelaciones de
sus propios modos de vivirla, y describiendo a través de sus experiencias, relatos
y modos conversacionales las experiencias de violencia en las que se han visto
involucradas.
Participantes:
La población que se tuvo en cuenta son consultantes que acuden a la
consulta particular de la investigadora – interventora. Para la construcción de éste
documento se cuenta con la participación de 3 parejas o sistemas consultantes
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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que acuden voluntariamente y que han experimentado conflicto en la relación de
pareja, llevando a cabo un aproximado de 6 sesiones acordadas previamente. Los
participantes firman consentimiento informado para autorizar la grabación en audio
de las sesiones.
Características socio demográficas:
Se trata de 3 parejas conformadas cada una por un hombre y una mujer. Los
miembros de las tres parejas oscilan entre los 28 y 39 años de edad, siendo todos
profesionales. Las tres parejas consultantes pertenecen a estrato socio económico
4. Dos de los sistemas conyugales se encuentran unidos por la institución de
matrimonio católico y otra está configurada como unión libre.
Recolección de la información:
La información analizada en este documento se obtiene a través de
sesiones realizadas en el contexto de psico terapia. Se realizan transcripciones de
las sesiones efectuadas con los consultantes. Esta información fue sistematizada
en matrices de información y comparadas con sistemas conceptuales tomados de
la bibliografía consultada.
Instrumentos:
Los instrumentos utilizados para la elaboración de ésta investigación –
intervención son: La entrevista sistémica, transcripción de entrevistas, matrices de
información.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Análisis de los datos:
El análisis de los datos se realiza a partir de los relatos obtenidos de los
consultantes en el contexto de la terapia, teniendo en cuenta la complejidad de las
relaciones de pareja frente al constructo de poder, la identidad y la subjetividad de
los consultantes, reflejados en sus creencias en distintas dimensiones como:
Autonomía, que en este proceso, se ha entendido a partir de las
construcciones conversacionales hechas con las y los consultantes como la
independencia que posee cada individuo para pensar, decidir, actuar y moverse
en el mundo.
Libertad, percibida como la capacidad para elegir y tomar decisiones entre
múltiples posibilidades de acuerdo a las propias necesidades y no a las del mundo
externo, la habilidad de expresarse sin temor.
Responsabilidad: la cual se entiende en el marco del proceso terapéutico
con las parejas como la habilidad para actuar entendiendo que esos actos
posibilitan o no los resultados que deseamos, permitiéndonos reflexionar sobre
éstas consecuencias reconociendo las propias expectativas y las de los demás.
Deconstrucción de creencias: se da en los momentos en que los discursos
dominantes acerca del rol género empieza a desmoronarse y se reconocen fallos
en los discursos que hacen que se generen otros alternativos al dominante, hasta
que finalmente es reemplazado por otro. Es la posibilidad de generar nuevos
significados.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Una vez identificadas las dimensiones anteriores en los relatos de los
consultantes, éstas se organizaron en matrices de información que dan cuenta de
cada categoría en los niveles de pensamiento, acción y emoción así:
Matriz No 1
Relatos sobre creencias de género:
Creencias de genero Discurso del hombre Discurso de la mujer
Pensamiento
Acción
Emoción
En ésta matriz se agrupan los relatos sobre creencias de género que dan
cuenta de pensamientos, acciones y emociones respecto a la manera de significar
el rol de género develado en la narración de las historias personales. Se
identifican semejanzas o diferencias en los diferentes niveles.
Se entienden las sub categorías así:
Pensamiento: Se refiere al significado que los consultantes dan a las situaciones
de la experiencia narrada por ellos mismos.
Emoción: Se refiere a los sentimientos que experimentan los consultantes frente a
las situaciones o creencias narradas.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Acción: Se refiere a los comportamientos, al hacer frente a una situación particular
narrada por los consultantes.
Matriz No 2
Dimensiones de los relatos:
Categoría Relato del hombre Relato de la mujer
AUTONOMIA
LIBERTAD
RESPONSABILIDAD
En ésta matriz se identifican los relatos que dan cuenta de los niveles de
autonomía, libertad y responsabilidad en la relación de pareja, teniendo en cuenta
las creencias de género.
Luego de agrupar los relatos en las categorías anteriores se cruza la
información con los hallazgos conceptuales, lo que se configura como sustento de
la interpretación de los resultados encontrados. Lo anterior sugiere un análisis que
surge a partir de las narrativas obtenidas de las conversaciones terapéuticas, que
tienen que ver con las experiencias particulares de los sistemas consultantes.
Dichas categorías son susceptibles de ser interpretadas por el interventor-
investigador (terapeuta) y así dar cuenta de formas de relación que favorecen la
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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presencia de pautas de poder en el interior de las relaciones de pareja que
generan conflicto familiar, individual o conyugal.
La información obtenida de las transcripciones de sesión, de la intervención
terapéutica, fue analizada a partir de la metodología de análisis de narrativas.
Roberts, (2002) señala que el estudio narrativo de las vidas de la gente se ha
convertido en un área sustantiva para el análisis de las experiencias de vida y la
identidad conectada con los grupos sociales, las situaciones y los
acontecimientos. Las narraciones también proporcionan una estructura para
nuestro sentido de la identidad, porque a la vez que contamos relatos sobre
nuestras vidas creamos una identidad narrativa. El giro narrativo también se ha
considerado adecuado para comprender los significados con el que las personas
componemos el mundo. El significado resulta básico para el ser humano y su
naturaleza humana supone la construcción activa de significado. El estudio del
relato y las historias permiten comprender el significado. (Bruner 2002)
Una de las formas de análisis estructural es la categórica, es decir, la que
examina los aspectos formales de diferentes secciones o categorías y se centra
en la práctica narrativa en acción de varios relatos buscando similitudes y
diferencias en cómo se cuentan las historias. (Lieblich 1998)
Como nos recuerda Lieblich (1998) los aspectos formales de la estructura,
tanto como su contenido, expresan la identidad, las percepciones y los valores de
quien cuenta el relato. Por ello, el análisis de la estructura de las historias y de la
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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manera en qué están organizadas es objeto de preocupación por parte de los
investigadores narrativos.
El análisis de datos durante el proceso de ésta investigación se desarrolla en
tres etapas; la primera es una fase de identificación en la que a partir de lo
escuchado en los relatos, se identifican los temas prevalentes en las tres parejas;
es decir, se tienen en cuenta discursos, emociones y comportamientos en común.
La segunda etapa, se desarrolla a partir de la categorización de la información
anteriormente encontrada en las historias narradas. Se eligen categorías en las
que se incluyen los elementos en común de los sistemas consultantes, este
proceso permite a la investigadora obtener mayor claridad y nutrición en el análisis
de las experiencias relatadas por quienes asisten a consulta. En la última etapa la
investigadora da a conocer la interpretación de los resultados luego de realizar el
proceso de categorización, triangulación y análisis de los estamentos.
Este proceso de análisis de resultados es útil en la medida que permite a la
investigadora dar origen a diferentes reflexiones en torno a la problemática tratada
en cruce con la información documental encontrada como resultado de la
triangulación con el marco teórico. A lo largo del análisis, se trata de obtener una
refinación de las interpretaciones y de los significados tanto de los sistemas
consultantes como de la terapeuta.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Resultados A continuación se darán a conocer los resultados obtenidos de las
conversaciones en las que las parejas comparten sus historias respecto a la forma
en que se ejerce el poder en la relación, favoreciendo la aparición del conflicto
conyugal.
La información fue recopilada principalmente a través de la conversación
terapéutica la cual permitió obtener información respecto a la percepción que
tienen las mujeres de su relación de pareja que han experimentado
manifestaciones de poder y sumisión por parte de sus parejas, a partir de técnicas
como preguntas circulares, reflexivas, estratégicas entre otras, grabación en
audio, etc.
Se mostrará lo hallado en las tres parejas que asistieron a proceso de
intervención terapéutica manifestando motivos de consulta como “ Estamos a
punto de separarnos, no nos aguantamos mas” “ La relación está pasando por un
momento difícil…es como si ya no nos estuviéramos entendiendo…nos queremos
mucho pero sentimos que algo anda mal”, “ Queremos darnos una oportunidad a
nosotros y también a nuestra familia…no lo merecemos porque hemos trabajado
mucho para conseguir lo que somos hoy como familia”.
Aunque en un comienzo asistieron a la primera sesión las parejas
conformadas, a lo largo del proceso, se notó que los hombres fueron mostrándose
menos interesados en el proceso alegando responsabilidades laborales o sociales
que impedía la asistencia a algunas de las sesiones. Sin embargo, al final del
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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proceso se evidenció cambios en la narrativa de los hombres a partir de la de
construcción de algunas creencias y la construcción de otras nuevas .
A lo largo de la investigación-intervención se comprendió que en la relación
de pareja, el ejercicio del poder se manifiesta en la existencia de un sistema de
emociones, experiencias, pensamientos y mundos compartidos fruto de la
construcción en el vínculo conyugal, que se refleja en modos particulares de
relación. Estas dinámicas particulares de relación, generan en quienes componen
el sistema conyugal de las parejas consultantes, miedos e incertidumbres, así
como deseos de dominación mediante mecanismos de anulación, invisibilización,
control, etc. que se manifiestan en las esferas emocional, comportamental y del
pensamiento.
Para la realización del análisis de resultados la investigadora identificó
categorías, a partir de los discursos escuchados , que favorecen la interpretación
más clara los resultados.
En primer lugar se describe la categoría creencias de género de la cual
se derivan sub categorías como pensamiento, acción y emoción, evidenciándose
lo que significa para los consultantes el ser hombre o mujer. Así mismo, se tienen
en cuenta roles de género, creencias sobre el deber ser y el deber hacer. Ej: el
esposo de la pareja 1 dice: “Yo por ejemplo sé que mi responsabilidad es cumplir
económicamente con la casa, por eso uno no puede dejar de trabajar…ella por su
parte está pendiente de que la casa este bonita, de que ella también este bonita,
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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que los niños estén limpios, que si hace falta algo ella me lo haga saber para darle
la plata”.
En los siguientes hallazgos se da cuenta de la primera pregunta de
investigación ¿Cuáles son las creencias con respecto a la identidad de género
que favorecen la aparición del conflicto en la pareja?
Las creencias tanto en hombres como en mujeres están principalmente
fundamentadas en sus historias provenientes de sus familias de origen, es así,
como el tipo de familia de origen de cada uno de los consultantes juega un papel
muy importante en la construcción de subjetividad femenina o masculina.
Las tres parejas consultantes manifestaron provenir de hogares
conformados por madre, padre e hijos en donde el varón asumía rol abastecedor y
la mujer se ocupaba de las tereas domésticas y del cuidado de los hijos. Aunque
los padres de los seis consultantes obtuvieron nivel de escolaridad superior, las
madres sólo alcanzaron el nivel de bachiller en dos de los casos mientras que en
uno de ellos ni si quiera se terminó la básica secundaria. Los hombres de las tres
parejas coinciden al inicio del proceso en que existen actividades diseñadas
estrictamente para hombres y otras para mujeres. Además creen que existen
ciertos espacios sociales en los que las mujeres no deben participar como fiestas.
Sin embargo, en las tres familias de origen de las mujeres consultantes el
acceder a la educación superior fue una preocupación de los padres y madres de
las mismas. Paralelamente, en sus familias se les exigía el aprendizaje de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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comportamientos propios de las mujeres como el arreglo personal y el aprendizaje
de oficios domésticos y culinarios entre otros.
Por otro lado, las familias de origen de los varones fueron descritas como
familias tranquilas, relajadas, en donde desde niños fueron educados para
conducir autos, ganar dinero, conquistar mujeres mientras que las mujeres de la
casa, ósea las hermanas de los consultantes varones, no tuvieron acceso a estos
aprendizajes por considerarlas no aptas o simplemente por considerar que no era
necesario la existencia de éstos saberes en el repertorio de las mujeres. Además
recuerdan como era importante la interacción social en torno a fiestas, bebidas
alcohólicas y amigos, mientras que a sus hermanas este tipo de actividades les
era restringido o supervisado.
Paradójicamente, tanto hombres como mujeres no comparten éste modo
de crianza para las hijas de la pareja, pues consideran que en la actualidad el
mundo ofrece un sin número de alternativas y posibilidades para captar las
capacidades de sus hijas, es decir, ni padres ni madres están de acuerdo en que
sus hijas se conviertan en cuidadoras exclusivas del hogar. Por el contrario, las
tres parejas comparten la idea de brindar diferentes oportunidades tanto a hijas
como a hijos para explorar el mundo con independencia, autonomía y
responsabilidad de las decisiones tomadas de acuerdo a sus intereses y proyectos
para la vida.
El conflicto aparece cuando a pesar de tener claridad respecto a estas
creencias, emerge en el nivel de la emoción malestar por no considerar que el dar
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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cuenta de estas creencias esté acorde con la manera en que las mujeres quieren
sentirse amadas, respetadas, valoradas y tenidas en cuenta en la familia, mientras
que sus esposos consideran que éstas creencias simplemente son las que
tradicionalmente han hecho que las familias funcionen de la misma forma en que
han funcionado las suyas.
Entonces surgen tensiones en la pareja en donde cada miembro de la
misma desea continuar funcionando como familia de una manera armónica, pero
éste funcionamiento choca o va en contra de los deseoso individuales de
realización o de formas de querer ser en el mundo, especialmente por parte de las
mujeres.
Ahora bien, la primera sub categoría de la categoría de creencias de
género, hace referencia a la esfera del pensamiento entendido como la forma en
que comprendemos y significamos. En ésta sub categoría se evidencian relatos de
creencias de género presentes en este nivel. Además la sub categorización se
hace teniendo en cuenta al género femenino así como al masculino. De ésta forma
se obtienen análisis en el nivel del pensamiento respecto a la comprensión de
género tanto en hombres como en mujeres que conforman la pareja.
Las mujeres de las tres parejas que consultaron manifestaron en sus
relatos sentirse privilegiadas por haber sido escogidas por su pareja y es por esto
que sienten la responsabilidad de responder a las exigencias de sus esposos en
cuanto a lo que se cree debe ser una buena esposa. Es decir, la esposa debe dar
gusto a su pareja sin importar que esto genere malestar en ellas. Cuando éste
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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malestar aparece entonces las mujeres experimentan la emoción de culpa por ser
“desagradecidas” frente al hombre que vio en ellas la capacidad de ser buena
esposa y buena madre. Por otro lado, las creencias familiares nutren la idea
subjetiva femenina de tener como deber el atender a su esposo, satisfaciendo sus
necesidades físicas (salud y sexualidad) y emocionales (apoyo incondicional)
Se pudo observar en las conversaciones como la construcción de
subjetividad femenina está centrada en el que hacer doméstico, la responsabilidad
del ámbito de lo privado está en la mujer. De acuerdo con Grosman (1992) estas
parejas experimentan Una organización jerárquica fija e inamovible, basada en la
creencia muchas veces, explícita en desigualdades naturales. Para las
consultantes el hecho de ser mujer implica una actitud de obediencia frente a sus
esposos, y aunque la responsabilidad de lo privado está en ellas, incluso es
necesario solicitar aprobación en aspectos como la comida, un ejemplo está en
relato de la mujer que compone la pareja número 2 “Yo no puedo preparar de
comida lo que yo quiero o lo que a mi me gusta porque viene un problema, es lo
que a él le gusta, incluso a veces tengo que hacer varios menús para darle gusto a
todo el mundo.”
“La mirada de género incluye el análisis de las condiciones de existencia de
los varones, que si bien han aprovechado históricamente sus posiciones de poder
y privilegios, han sufrido y sufren fundamentalmente la mutilación cultural de la
esfera de los afectos, la que pertenece a lo relacional, lo íntimo. Un ejemplo
exacto de esto es el machismo imperante en muchas sociedades”
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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(Entel 2002). Es aquí donde la emoción aparece como afectada
fundamentalmente en la relación de pareja de quienes asistieron a consulta con
relatos como: “Es que yo no soy afectuosa para nada y a él le gustaría que yo
fuera así toda melosa “
“Ella parece un macho, nunca tiene un cariño para uno ni un detalle
especial como uno ve que las esposas de los compañeros hacen”. Existe
inconformidad masculina por la ruptura de esquema que representa el que una
mujer nos sea afectuosa. Maternalización de la mujer. Corsi (1995) Además este
hombre que conforma la pareja número uno manifiesta sentirse inconforme con la
falta de nutrición emocional por parte de su esposa, reclamando manifestaciones
de afecto por parte de ella.
En el nivel de la acción Las labores domésticas son consideradas por los
varones como un oficio que se desarrolla en un ambiente de tranquilidad y que no
trae consigo grandes esfuerzos, entonces el hombre considera un favor especial
hacia su mujer que ésta se quede en el hogar y no sufriendo los dilemas laborales
que son tan poco deseables para sus mujeres. El hombre de la pareja número uno
relata: “Yo por ejemplo sé que mi responsabilidad es cumplir con la casa, por eso
uno no puede dejar de trabajar…ella por su parte está pendiente de que la casa
este bonita, de que ella también este bonita, que los niños estén limpios, que si
hace falta algo ella me lo haga saber para darle la plata”. Aquí el esposo de la
pareja número uno, atribuye a su pareja la responsabilidad de el mantenimiento de
la casa, así como del orden y el aseo de los hijos sin que su esposa descuide su
parte física, a él le agrada verla estéticamente arreglada, en el momento de la
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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sesión se percibe que lo mencionado no trae consigo alguna dificultad, sino que
por el contrario el ocuparse de estas tareas debería ser un privilegio para su
esposa.
El varón de la pareja número dos expresa: “Hacer todo lo posible desde las
posibilidades de uno para poner el granito de arena en la familia…que llevarlos de
viaje, que coman rico, que el colegio sea bueno…” El esposo de la pareja número
dos considera que en él está la responsabilidad de brindar a su familia espacios
de bienestar que se consiguen a través del dinero, lo económico continúa siendo
lo más importante de su rol, incluso en los momentos de esparcimiento y
diversión.
En cuanto a la percepción del esposo de la pareja número tres frente a
que su esposa no trabaje tiempo completo dice: “Menos mal tenemos la bendición
de que ella pueda estar la mayor parte del tiempo en la casa… porque es que no
tenemos la necesidad de eso …eso es un lujo que hoy en día no se pueden dar
muchas familias”.
En estos relatos los hombres de estas parejas legitiman el deber hacer
de las mujeres en los que haceres domésticos, ellos por su parte se siguen
ubicando en el rol de proveedor que les otorga el beneficio del uso del poder en la
relación conyugal y familiar.
El ámbito de lo privado es un terreno exclusivamente femenino, pues son
ellas las que deben ocuparse de los asuntos del manejo del hogar, ya que sus
esposas, por el hecho de ser mujeres cuentan con el privilegio de no ocuparse de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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devengar un salario para responder económicamente por la manutención de la
casa y de quienes componen la familia.
Como respuesta a la pregunta de investigación ¿Cuáles son las
características de las dinámicas de poder que se evidencian en los conflictos
conyugales? Se observa como aparecen las conductas “micromachistas” (Corsi
1995) de subordinación y a la vez creando un fértil territorio para que la mujer
desarrolle incondicionalmente su maternidad y sostenga toda la carga doméstica.
El hombre es el dueño del conocimiento, es quien sabe, decide, la hace callar y la
culpa. Cuando están juntos durante las primeras sesiones son frecuentes frases
de este tipo: “Cállate, no digas lo que no sabes”, “Así no son las cosas”, “Esa es tu
responsabilidad, los niños están a tu cargo todo el día” como menciona el varón de
l apareja número dos.
En el siguiente relato contado por la mujer de la pareja número tres se
evidencia una forma de micro machismo en el que el dinero se configura como
una fuente de poder (Corsi 1995) “Cuando él era el que aportaba mas a mí
también me tocaba aguantarme sus desplantes y comprar lo que él quisiera por
que como el de la plata era él. La verdad es que el que tiene la plata si tiene como
unos derechos diferentes en la casa”.
El dinero para esta pareja (número 3) constituye una fuente de poder en su
relación y coincide con el pensamiento de las demás parejas consultantes, pues
es quien asume rol proveedor a quien se le atribuye o se atribuye a sí mismo el
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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derecho a tomar decisiones respecto al hogar, a las actividades que se realizan en
espacios de ocio y frente a la forma de invertirlo.
Pearson (1969) se refiere al aspecto simbólico del poder, encontrando
analogías entre este y el dinero. Menciona que el poder es un valor de cambio,
que como el dinero, circula, se transmite, se acumula, se distribuye y se
reproduce, siendo fuente de crédito para quien lo obtiene. “Mas precisamente el
poder como el dinero permite obtener algo a cambio de lo que él ofrece”. Es en
este sentido en que Pearson analiza el poder como uno de los medios de
interacción del sistema social.
El que los varones se atribuyan a sí mismos el rol de proveedores y al
mismo tiempo sus esposas asignen ese rol a sus parejas, otorga privilegios en la
relación, es decir, el dinero es el símbolo de quien representa mayor jerarquía en
el hogar, el que posee el dinero es quien puede obtener aquello que quiere no solo
en términos materiales, sino también en términos relacionales. Esto se puede
observar en relatos como el siguiente en el que la esposa de la pareja número tres
menciona: “Es que a él le toca duro, trabaja demasiado, yo no me puedo quejar
porque a nosotros no nos hace falta nada, el nos da todo lo que necesitamos y
hasta de sobra, por eso yo le paso el genio”. Por otro lado, el esposo de la misma
pareja dice: “Uno no puede permitir que a la familia le haga falta nada, para eso
trabajo, me esfuerzo, lo único que uno espera es consideración por tantas horas
de trabajo para que ellos puedan tener todo lo que quieran. Eso hace que uno
tenga derechos”
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Las parejas están inmersas en un sistema de autoridad en el que la
distribución del poder se organiza conformando relaciones de dominación
/subordinación, autoritarias, una modalidad relacional, cercenadora de la
autonomía femenina, en tanto los miembros de la familia interactúan rígidamente,
esto es solo en término de funciones con relación a otro y sin posibilidad de que la
persona subordinada reconozca su propia identidad. De manera que estas
mujeres actúan como el sistema les impone ser, y permanecen inmovilizadas en
sus lugares. (Grosman 1992)
La mujer de la pareja número dos menciona en varias oportunidades
situaciones que dan cuenta de modos de subordinación que a la vez son validados
por ella misma, un ejemplo es el siguiente: “pues yo siempre acudo a él para
pedirle su opinión cuando quiero hacer algo, uno a veces como que necesita ese
apoyo o esa opinión para estar más seguro, por ejemplo lo del trabajo, a él no le
gusta que la casa esté mucho tiempo sola y menos cuando los niños están en la
casa. Entonces ahí fue cuando decidí trabajar solo medio tiempo”.
El mismo autor manifiesta que una de las características facilitadoras de
eventos violentos, es la existencia de una fuerte adhesión a los modelos
dominantes de género. Esto significa también una rígida adhesión a los supuestos
explícitos o implícitos de la cultura lo que conduce a una significativa contradicción
entre ambos, puesta de manifiesto en las prácticas de interacción.
Tanto los hombres como las mujeres que conforman las tres parejas
consideran que es común que como los hombres están expuestos a mas presión
social y laboral, tengan a menudo mayor número de manifestaciones violentas
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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como gritos, expresiones soeces, entre otras. Al respecto la mujer de la pareja
número uno dice: “Yo sé que el llega estresado del trabajo, entonces yo lo dejo
que haga mala cara” La de la pareja número dos menciona: “a mí me da rabia que
cuando llega y yo estoy viendo algún programa el sin mas ni mas me lo cambia de
canal, entonces yo me calmo y me digo a mi misma, tranquila, el viene cansado,
quiere distraerse, y no le digo nada”.
Los relatos tanto de hombres como de mujeres se refuerzan entre si
destacando la existencia de legitimación de violencia al interior de las relaciones
de pareja, por ejemplo en la esfera de la emoción los discursos que se dicen por
separado son por ejemplo en el caso del varón de la pareja número uno : “Son
ellas las que se dan cuenta si uno está triste, si esta de mal genio, si le fue bien en
el trabajo o no, si los niños están raros…y eso es chévere porque uno sabe que
están pendientes, La esposa de la pareja uno menciona: “Uno tiene como ese
sexto sentido del que hablan…uno tiene las palabras mágicas para consolarlos
cuando algo pasa…yo siempre se solo con verlo si le fue bien, si le fue mal y con
los niños es igual ellos lo buscan es a uno para darles consuelo…uno no busca al
papá para contarle las cosas uno siempre busca a la mamá”.
Se valida la relación de dependencia emocional siendo ésta definida por
Castello (2005) como la necesidad afectiva extrema que una persona siente
hacía otra a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja.
Estás relaciones se sustentan en lo que se denomina también dependencia
afectiva y se caracterizan porque ambos o uno de ellos, tiene la constante
necesidad de preguntarle al otro que hace o deja de hacer, pero no por
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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consideración, sino por una eterna búsqueda de la confirmación externa de sus
acciones. Las personas que se ven envueltas en este tipo de relaciones “creen
que no existen sin el otro, porque no poseen una vida intima e individual, todo lo
proyecta o disfrutan si están en compañía. Por ello tienen sentimientos posesivos
y deseos de exclusividad (Castello, 2005)
Las mujeres se acoplan a los deseos de la familia sin preocuparse de ellas
mismas, siempre y cuando las necesidades de los otros miembros de la familia
estén cubiertas por ellas mismas. Se da un rol asignado y otro asumido al mismo
tiempo de la carga doméstica que trunca el desarrollo personal. Se puede
observar como existe una percepción de poder en ambos miembros de la pareja,
en distintos contextos pues el esposo siente lo favorable de asumir el poder
económico y la esposa siente que puede controlar las cuestiones emocionales de
la familia en donde sólo ella tiene la capacidad de intervenir.
“Yo siento tranquilidad de saber que ella está cumpliendo con su papel de mamá y
de esposa en la casa…uno puede trabajar sin estrés cuando sabe que la señora
está en la casa al frente de todo”. “Pues es que vivir así es rico…por que todos
estamos tranquilos…el trabaja tranquilo porque sabe que yo estoy aquí y que
nada malo va a pasar…y yo estoy tranquila de que él esté tranquilo, produciendo,
trabajando…si me entiendes? (esposo pareja 3)
Las parejas consultantes se encuentran en un patrón de poder-
subordinación que no facilita el pleno desarrollo de la subjetividad en uno de los
miembros que la conforman. En el caso de este estudio el individuo al que no se le
permite la expresión de si mismo es el miembro femenino de la pareja.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Al mismo tiempo son las mujeres quienes validan éstas expresiones de poder por
parte de sus esposos, considerando que el hecho de ser varones proveedores les
otorga una posición jerárquica mayor, teniendo privilegios en la toma de
decisiones incluso en asuntos de sus esposas.
Los cambios en los discurso de los consultantes tanto en hombres como en
las mujeres son un indicador de la transformación vivida a través del proceso
terapéutico. Algunas de las transformaciones observadas en el lenguaje fueron las
siguientes: en relatos como: “yo sé que no me quiero separar, me da mucho dolor
pensar en eso, pero si se que tenemos que mejorar nuestra comunicación, porque
o si no nos vamos a tener que abrir, se observa que la mujer muestra niveles de
autonomía en la que es capaz de expresar sus emociones y además no deja la
responsabilidad de la relación sólo en ella si no que comparte una visión de co
responsabilidad, lo que va en contra de la subjetividad masculina del esposo.
Este cambio en la mujer de la pareja número tres se evidencia en la sesión
4 cuando la consultante reconoce que en el pasado nunca hubiera pensado en
separarse de su esposo, pues una de sus creencias era que la mujer debe
soportar todas las adversidades que surjan en el matrimonio, para poder
conservarlo toda la vida y evitar que su esposo abandone el hogar. Además
evidencia una necesidad de cambio en la relación, específicamente en la
comunicación, distinto a cuando en el pasado decía: “lo mejor es quedarse callado
para evitar problemas”
Por otro lado, al iniciar el proceso, se identifica en las parejas
manifestaciones del lenguaje no verbal como miradas intimidantes en el momento
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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de hacer preguntas especialmente a las mujeres, intervenciones sonoras como tos
o ruidos con la garganta.
En los momentos en que se les dio mayor voz a las mujeres los
compañeros expresaron signos de invalidación como no mirar los rostros de sus
esposas mientras estas hablaban, se asumieron posturas corporales de barrera
como cruzar brazos o mostrarse muy despreocupados “escurriéndose en las sillas
en las que se encontraban. En otras ocasiones se evidenciaron comportamientos
simbólicos de poder pasando su brazo tras los hombros de sus esposas o
poniendo sus manos sobre las rodillas de ellas como indicador de parar discursos
en contra de ellos. En varias oportunidades se observaron actitudes de burla y de
desprecio tanto por hombres como por mujeres, a través de gestos y miradas.
En las últimas sesiones se puede evidenciar como el lenguaje analógico se
transforma en la comunicación cuando las parejas expresan sus sentimientos y
tienen la capacidad de mirarse a los ojos, asintiendo con la cabeza y mostrándose
muy atentos al contenido de lo que están escuchando, estos cambios fueron
observados principalmente en los hombres de las parejas consultantes, aunque
las mujeres al verse reconocidas por sus esposos, también fueron capaces de
validar, reconocer y manifestar lo agradable que esto resultaba para ellas, lo que a
la vez generaba una respuesta positiva en los hombres que los invitaba a
continuar manteniendo esta dinámica en la comunicación tanto verbal como no
verbal.
Respecto a la manera en que se evidencia la transformación y el cambio del
ejercicio de las dinámicas de poder en la pareja a partir de la intervención
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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sistémica, los hombres se mostraron al inicio del proceso como personas seguras
de sus actos de sus palabras y de sus emociones, así como de sus decisiones,
mientras que sus compañeras los describían como hombres celosos, machistas,
inseguros. “Yo estoy aquí porque quiero que ella entienda que yo no soy el malo
del paseo” (Esposo pareja 2), “Estamos aquí porque yo pago, sino ni siquiera
podríamos venir” (esposo 1) “A mí no me trasnocha pensar en una separación”
(esposo 3). Sin embargo, a medida que el proceso avanzaba, estos hombres se
convirtieron en personas más cuidadosas en el momento de referirse a sus
mujeres, otorgando espacios de expresión. Es decir, ya no planteaban sus puntos
de vista de forma vehemente, sino que adoptaban un estilo más circular en sus
conversaciones involucrando a sus esposas e incluso a sus hijos.
Los hijos fueron puestos en medio de las conversaciones de pareja en
varias ocasiones como elemento de triangulación emocional, quedando ellos en
medio del conflicto. El esposo de la pareja número dos permanentemente hacia
comentarios como: “es que si tu quieres que nuestros hijos estén bien y luego no
vayan a salir con cosas raras, tienes que estar en la casa” “los niños son los
afectados cuando las esposas no cumplen con lo que les corresponde como
mamás.” Los hombres, a medida que fue avanzando el proceso recuperaron la
capacidad para manifestar a sus parejas sus deseos de recuperar la relación, así
como de comprender que el ser padres y el ser esposo son dos relaciones
diferentes, y de mostrarse afectados emocionalmente ante la idea de dar por
terminada la relación, sin embargo, las mujeres aunque también manifestaron
deseos de reconciliación se mostraban en ocasiones( mas que ellos) dispuestas a
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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dar por terminado el vínculo conyugal con determinación, lo que generaba
respuestas emocionales en sus parejas representadas en llanto, ira o silencios
prolongados.
Lo anterior se entiende como cambio en la medida que los relatos iniciales
de los hombres de las tres parejas expresaban rigidez emocional y parecía que
éstos le daban poca importancia a la idea de una posible separación, influenciados
por los relatos de sus esposas que manifestaban temor ante una situación de
divorcio o de ruptura conyugal. Cuando las mujeres se empoderaron de sus
sentimientos y pudieron hacer evidentes sus voces de inconformidad ante sus
esposos, estos también pudieron alzar su voz respecto a su sentir expresando
también rechazo por la ruptura, dado que de por medio se estaba poniendo en
juego su situación emocional.
Es decir, se pudo evidenciar en algunas sesiones el cambio de roles frente
al ejercicio del poder especialmente en el ámbito emocional, siendo las mujeres
las poseedoras de la dominación sentimental de sus esposo, a partir de la idea de
la ruptura del vínculo conyugal. Al poner en práctica las estrategias
conversacionales en las que se involucra al otro, los hombres fueron capaces de
reconocer el malestar que sus esposas experimentaban en momentos particulares
de la interacción, a partir del ejercicio de la puesta en escena de las creencias de
género que estaban generando conflicto en la pareja.
En relación con las respuestas emocionales de los hombres, las esposas al
dejar de verse disminuidas y opacadas por sus parejas se mostraban como
personas tranquilas, optimistas con sus proyectos de vida y seguras de poder
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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ejecutarlos en el futuro sin la presencia de sus esposos, como mecanismos de
poder emocional. Luego de varias sesiones aunque los varones no se encontraran
en ellas, las mujeres manifestaban la posibilidad de poder desempeñarse en otros
contextos diferentes al doméstico, pues se reconocieron como mujeres
profesionales capaces de mantener actividades laborales.
Esto generó que en las consultantes los sentimientos iniciales de tristeza y
de percepción de baja auto estima, se movilizaran hacia el reconocimiento de sus
capacidades y habilidades, manifestando que su relación de pareja ya no es un
elemento limitante para llevar a cabo sus proyectos, sin desconocer también la
prioridad de abastecer emocionalmente a su núcleo familiar y responder con las
exigencias y expectativas de sus respectivos contextos familiares y culturales, en
co responsabilidad con los demás miembros de la familia. Por ejemplo, la mujer de
la pareja 1 dice: “yo sé que soy buena mamá y buena esposa, y el que yo quiera
ejercer profesionalmente sólo me hace mas verraca, mejor persona, porque voy a
tener mas experiencias de las cuales aprender y esos aprendizajes voy a poder
transmitírselos a mis hijos” la mujer de la pareja número dos menciona: “ Uno no
hace si no preocuparse por los demás,, por el esposo, por el hijo, pero por que no
nos preocupamos por nosotras mismas?, lo que yo quiero ahora es poder
sentirme orgullosa de mi por cosas nuevas, yo ya se que soy buena ama de casa ,
buena mamá, pero quiero darme cuenta que también puedo sobresalir en otras
cosas y así también hacer que mi familia se sienta orgullosa de mi. Eso sólo
puedo hacerlo yo, si yo tomo la decisión, si sigo dejando que decidan por mi nunca
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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voy a poder saber que se siente. Quiero que mi esposo sienta por mi admiración
así como yo por él.
Otra de las cosas que se evidencia al inicio de la terapia es la necesidad
de generar sentimientos de culpa en el otro de manera mutua bien sea por el
mostrar desinterés en la otra persona o frente a las expectativas de la pareja por la
incapacidad percibida por si mismo/a de manejar situaciones de conflicto o de
malestar respecto al modo de generar acuerdos en el interior del subsistema
conyugal. Sin embargo, al finalizar el proceso se observa como el sistema
conyugal es percibido por los consultantes como una construcción relacional en la
que ambos miembros de la pareja tienen responsabilidad en el tipo de dinámica
que desean generar.
La pareja número uno se culpa mutuamente diciendo: “que haga lo que
quiera, cuando esta familia se desplome a mí que nadie me diga nada” (hombre)
“es que como eres tu el que toma todas las decisiones, entonces si, cuando esta
familia se desplome tu vas a ser el culpable” (mujer).
La pareja número dos se culpa así: “usted nunca piensa en mí, solo piensa
en usted, en que sus amigos se den cuenta de que tiene una casa bonita y la
familia perfecta” (mujer), “usted puede pensar lo que quiera, total usted se quiere
sentir como la gran señora pasando por encima de todos en la familia” (hombre).
La pareja número tres cree que la infelicidad de cada uno se debe al otro: “yo he
dejado de hacer todo lo que quiero por darle gusto a usted” (mujer); “pues yo
también me he privado de muchas cosas que quisiera pero me abstengo porque
tengo una responsabilidad en la familia”.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Al finalizar procesos se escuchan relatos como: “Uno tiene que ser
responsable y honesto con uno mismo, porque es uno el que se encarga de que
los demás lo vean como débil y sin ambiciones” (mujer pareja 2)
“A veces uno si es egoísta y no se preocupa por preguntarle a su pareja si
se siente bien con lo que uno piensa o como uno hace las cosas, es importante
tener en cuenta el punto de vista de esa otra persona que lleva con uno la
responsabilidad del hogar y de la familia” (hombre pareja 1)
Se observa cómo se transforma el discurso de uno de los integrantes de la
pareja, a partir del cambio en el otro. Es decir, cuando las mujeres empiezan a
reconocerse a sí mismas, sus esposos también empiezan a tenerlas en cuenta
como miembros activos con voz propia dentro del sistema conyugal y familiar.
La narrativa de los consultantes se configura como la principal evidencia de
cambio respecto a las dinámicas de poder- subordinación en la relación conyugal.
Este cambio se observa no sólo en los hombres si no también en las mujeres,
pues en el pasado ellas eran las encargadas de validar las creencias de sus
esposos con el lenguaje o simplemente callando. Un ejemplo de esto es lo
siguiente: “El es así porque así le enseñaron en la familia, él no tiene la culpa, el
es así, no lo hace por ser malo con migo”, la misma mujer ( pareja 1), finalizando
el proceso terapéutico tiene discursos como el siguiente: “ Es que el malo es uno
mismo cuando uno permite cosas y cuando no entiende que ahora le toca a uno
con el esposo poner las reglas de la relación, no se puede pretender ser igual a
los papás o a los abuelos, ellos hicieron sus vidas como quisieron, ahora la
pregunta es cómo queremos la de nosotros?”
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Ante la situación anterior, en presencia del esposo, se genera un ambiente
de reflexión en el que participan los dos, construyendo la vida que desde ese
momento quisieron.
Otra evidencia del cambio se pudo observar en el contexto del consultorio a
través del lenguaje analógico, pues las parejas asumieron una postura de
escucha, mirándose a los ojos, con su cuerpo dispuesto hacia el otro. Esto fue
develado por la terapeuta, lo que causó un efecto de sorpresa en las tres parejas,
quienes manifestaron como la disposición corporal ayudaba a que la comunicación
se diera bidireccionalmente. Al respecto las parejas mencionaron: “Si es verdad,
no me había dado cuenta, pero ahora que lo mencionas si siento que es diferente
hablar cuando uno se mira a los ojos, como que uno habla sin tanta rabia, uno
siente que lo están escuchando y no se siente ignorado” (hombre pareja 2); “Si, yo
lo que siento es que él ahora está esperando una respuesta mía, ósea que me
quiere escuchar, que quiere saber que pienso, cuando él me mira es como si
quisiera saber que sigue, que tengo para decir” (mujer pareja 2)
Así que los consultantes desarrollaron habilidades en su comunicación,
reconociendo la importancia del otro en la misma. El hombre de la pareja 3 decía:
“Es que es diferente hablar uno sólo y sentir la carga de la responsabilidad, en
cambio cuando hay un diálogo como que entre los dos se hacen acuerdos y entre
los dos asumimos la responsabilidad de eso que dijimos, o de esa decisión que
tomamos”.
Otro de los recursos encontrados principalmente en los hombres fue el de
reconocerse como individuos con emoción. Durante años éstos hombres se han
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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privado de expresar sus emociones incluso a sus parejas, a pesar de que en el
pasado lo hicieron a través del cortejo. “A uno se le olvida que también siente,
que también le gusta que lo consientan, empieza uno a creer que es obligación
que la esposa le haga una comida rica, que tengan detalles, pero lo que pasa es
que uno también tiene esa necesidad de sentirse querido, pero uno lo disfraza con
que ellas tienen que ser así.”(Hombre pareja 1). El hombre de la pareja 2 dice: “
hace cuanto no te digo lo mucho que te quiero mi amor?, para mi es importante
que lo sepas porque no me gustaría volver a pasar por esto, a mi no se me ha
olvidado porque fue que me case contigo, por ser la mujer que eres…lo que pasa
es que uno se va volviendo como un robotsito y sólo piensa en plata y mas plata”.
“antes uno se sentía como ridículo diciendo estas cosas después de tanto
tiempo de estar juntos, como que sentía que esa etapa ya había pasado, pero no,
si es importante, es importante saber que a uno lo quieren, ahhh, uno a veces
como que pierde esa sensibilidad.”
Los hombres dejaron de sentirse expuestos o vulnerables en el momento
de expresar sus sentimientos de amor frente a sus esposas y expresaban
abiertamente miedo frente a la posibilidad de la ruptura de la relación conyugal.
Cuando ellos lograron expresar sus sentimientos de amor y miedo a sus esposas,
éstas inicialmente asumieron una postura de poder emocional: Sin embargo, al ser
develado este patrón evocaban su malestar cuando eran ellas quienes se
encontraban en posición subordinada y empezaron a generar espacios de diálogo
en sus hogares, abandonando el silencio que las llevó a soportar varios años de
inconformidad.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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A continuación se expondrán los hallazgos encontrados a partir de la matriz
de información número dos en la que se observan los cambios generados en las
sesiones teniendo en cuenta categorías como autonomía, responsabilidad, libertad
y de construcción de creencias.
Autonomía:
La autonomía en este proceso, se ha entendido a partir de las
construcciones conversacionales hechas con las y los consultantes como la
independencia que posee cada individuo para pensar, decidir, actuar y moverse
en el mundo de acuerdo con las propias construcciones que hacemos de éste
representadas en criterios, convicciones, sueños, metas, en vez de seguir el ritmo
de quienes hacen parte de ese mundo. Es decir, vivir para complacer las
expectativas propias, a partir del conocimiento del sí mismo, teniendo en cuenta
las propias necesidades y re diseñando las historias propias.
A lo largo del proceso se llevaron a cabo intervenciones tanto individuales
como en pareja que permitieron que las mujeres se re construyeran en su
subjetividad teniendo en cuenta los gritos de sus propias voces sin callar las de las
personas que para ellas son importantes. En cuanto a los hombres, éstos pudieron
reconocer la manera en que ha primado su modo de ejercer autonomía en la
relación de pareja, pero como al mismo tiempo se callaba la de sus esposas
muchas veces a partir de la imposición, del no escuchar, del no preguntar, del
suponer simplemente. En cuanto al nivel de pareja en dos de los casos se re
oriento la intervención a la construcción del nosotros en donde cada uno podía
brindar un aporte y con el construir un nosotros diferente al cada uno o a cada si
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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mismo bajo la premisa de Caillé “uno mas uno son tres” Para comenzar, en
algunos relatos se observa como las consultantes en un principio muestran una
postura de heteronomía frente a la relación con su esposo, pues a pesar de no
querer renunciar a su trabajo, consideran que deben hacerlo pues son sus
esposos quien se los pide: “Pues en este momento estoy como asustada por qué
yo creo que a este paso voy a tener que renunciar así como me dice Mauricio….
Por otro lado, se observa como la heteronomía se da en distintos contextos,
por ejemplo, dependencia frente a sus familias de origen, pues a pesar de haber
construido un núcleo familiar compuesto por su esposo e hijos, las mujeres aún
continúan sintiendo que deben lealtad a los mitos familiares fomentadas como por
ejemplo “ Si mi mamá supiera que estoy pensando en separarme se retorcería en
la tumba”, “los papás de uno también esperan que uno tenga un matrimonio
exitoso como el de ellos, mi mamá es de las que dice que uno debe soportar
muchas cosas en el matrimonio, sino otra viene y se queda con lo que uno ha
construido”; “ En mi casa mi abuela y mis tías siempre decían que uno se debía a
su marido, que si ellos lo eligieron a uno fue por algo, no sería por ser mala mujer,
entonces que uno debía responder a esas expectativas. A uno esas cositas como
que se le van quedando en la cabeza.”
El miedo es una de las emociones que prima en las relaciones de pareja
que impide que las expresiones de libertad en las mujeres se ejerzan, pues
sobresale el poder ejercido por uno de los miembros, en este caso el poder que el
hombre ejerce sobre la mujer respecto a la relación de pareja. Pero cuando esta
emoción es reconocida por las mujeres que consultaron el mundo de posibilidades
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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se abre en el momento en que deciden desear que el miedo no continúe siendo el
dirigente de sus vidas, convirtiéndose en mujeres autónomas que deciden
enfrentar el miedo y moverse en su mundo en la dirección deseada.
En uno de los casos llama la atención como la mujer utiliza la metáfora de
“el rey de mi vida” refiriéndose al miedo. La intervención durante esa sesión se
dirigió a cómo podría ella quitarle poder al miedo, al punto de arrebatarle el trono y
llegar ella misma a ser la reina de su vida. La meta terapéutica para esa sesión se
logró a partir de la utilización de preguntas como la pregunta milagro así:
Tp: si hoy ocurriera un milagro y mañana despiertas y te das cuenta de que eres la
reina de tu vida como te darías cuenta de que ese milagro en realidad ocurrió?
“mmm…pues creo que primero que todo ya no tendría miedo, podría decirle a mi
familia que me encanta hacer todo lo posible para que sus sueños se cumplan
pero que desde hoy voy a utilizar un tiempo extra para cumplir los mios, le diría a
mis papás que hoy la reina soy yo y que mis mandatos son diferentes, que en mi
reino la felicidad solo es posible si tienes en cuenta tus propias expectativas de la
vida y luchas por alcanzarlas, que nadie puede ser feliz si quienes lo rodean no
son felices”. (Mujer pareja 2); “Me levantaría llena de cosas por hacer, pero cosas
que me llenen, me preocuparía menos por el aseo de la casa y por tener los
uniformes y las camisas planchadas, haría mil cosas como aprender un idioma,
hacer un curso de arte, seguiría trabajando y a mi esposo le encantaría por que se
sentiría orgulloso de mi, el leería las cartas que me hacen mis estudiantes y mis
hijos también las leerían” (mujer pareja 1). “Mis papás estarían felices de haber
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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criado a una hija independiente que no descuida a su familia pero que tampoco se
olvida de ella misma, incluso mi mamá me confesaría que a ella le hubiera
gustado hacer lo mismo” (mujer pareja 3)
TP: Crees que has empezado a hacer alguna de esas cosas de alguna manera?
“ pues yo creo que estoy empezando a pensarlas…eso es un comienzo, yo creo
que dentro de poco a ese rey lo van a tumbar…jajajajajaja” (mujer pareja 1)
En otro de los casos la consultante redefine el problema centrado en la
relación con su esposo. “creo que si nos uniéramos mas podríamos encontrar otra
salida que no afectara a ninguno de los dos o bueno a nadie de la familia.” (Mujer
pareja 2)
Responsabilidad
Esta categoría se entiende en el marco del proceso terapéutico con las
parejas como la habilidad para actuar entendiendo que esos actos posibilitan o no
los resultados que deseamos.
Generalmente, las parejas que llegaron a consulta, estaban cargadas de
problemas y conflictos, en su discurso prevalecía el malestar por el
comportamiento del otro y de cómo ese otro se encargaba de hacer infeliz a su
pareja, especialmente las mujeres narraban como sus esposos a partir de sus
creencias machistas hacían su vida poco agradable y como este machismo había
arruinado poco a poco la relación de pareja.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Cada uno de los miembros de la pareja tenía su percepción particular de
los problemas y su punto de vista personal acerca de las causas y “culpables”.
Después de que cada uno explicaba su visión de la problemática existente,
sugiriendo tener la razón y que es su pareja la que está equivocada y la que tiene
que cambiar, se percibía por parte de la terapeuta la intensión de los consultantes
de que el psicoterapeuta tomara una posición acerca de quien consideraba
“culpable” o causante de los problemas en la relación.
Los discursos estuvieron cargados de imposibilidad frente al mejorar la
relación de pareja en un principio del proceso terapéutico, sin embargo, a medida
que el proceso fue llevando su curso, se observaron cambios en la percepción de
la responsabilidad que cada uno de los miembros de la pareja asume en su
relación conyugal.
Por ejemplo, ante la pregunta ¿Cómo crees que podrías ayudar a tu familia
para que ellos también te ayuden?, la consultante responde “No permitiendo más
que ellos crean que tienen el derecho de tratarme peor que a una empleada.
Haciéndoles entender que yo también tengo ganas de hacer cosas diferentes en la
vida. No siendo tan sumisa mejor dicho…darme mi lugar en la casa”. En este
relato la consultante asume parte de la responsabilidad de que los demás la vean
de la forma en que ha sido vista por mucho tiempo.
Otros ejemplos son los siguientes: “Como crees tú que has aportado en la
transformación de la relación entre tu esposo y tu de tal modo que ahora solo se
hace lo que él dice?, la consultante responde “Permitiéndoselo…yo creo que uno
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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va hasta donde se lo permiten y yo le he permitido que vaya más allá de mis
sueños y mis ideales de la familia que quiero…me he quedado callada…no he
luchado por construir la familia que quiero”. Se aprecia un sentido de
corresponsabilidad en el que se deja de lado la queja centrada en el otro y se
reconoce que comportamientos propios se han llevado a cabo para contribuir a la
situación que genera malestar.
¿Qué tendrías que hacer para que esa transformación que quieres se dé?
“Empezar a hablar con él. Creo que también lo voy a sacar de la rutina de
siempre….que el llega le sirvo la comida, le arreglo la pijama todas esas
cosas…ahora lo voy a sorprender más seguido…voy a dejar que conozca una
nueva yo…espero que le guste…”
Se comienza a vislumbrar un mundo de posibilidades en el que se da paso
a la construcción de una nueva historia más esperanzadora. Además, se proponen
cambios en la persona misma y no se espera que el cambio este protagonizado
por el otro, la consultante tiene la idea de cambios específicos en el nivel de la
acción que a futuro generarán cambios en la pareja y en la relación.
¿Si de ti dependiera esta transformación cual sería tu aporte? “Ser honesta…la
honestidad con migo misma primero y luego con mi familia….con todos” La
consultante tiene en cuenta como herramienta de cambio la utilización de un valor
familiar mencionado en varias sesiones. Lo que sugiere gran potencia para la
intervención. Se realiza la devolución en torno a lo mencionado anteriormente,
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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donde la metáfora del valor de la honestidad a través de una historia construida
por la misma consultante.
¿Sabe él como te sientes? “No…lo peor es que siempre le reclamo que no me
dice nada…Parece que ninguno de los dos se dice nada y así es difícil saber que
siente el otro” En este momento del proceso se reconoce la importancia de validar
y reconocer la voz del otro y la propia. Se logra una meta mirada de la dinámica
relacional.
Libertad
Esta categoría es percibida por el sistema terapéutico como la capacidad para
elegir y tomar decisiones entre múltiples posibilidades, de acuerdo a las propias
necesidades y no a las del mundo externo, la habilidad de expresar emociones y
sentimientos así como pensamientos sin temor.
“Es mejor no decirle nada, si me dan ganas de llorar voy y me encierro en el
baño porque no quiero que vaya a empezar con su sarcasmo, además tampoco
quiero que los niños me vean”. (mujer pareja 3)
“”Cuando estoy de mal genio todos se dan cuenta pero cuando estoy triste o me
fue mal en el trabajo o tengo algún problema creo que no, porque no me gusta
hablar de esas cosas, no me gusta que mi familia me vea mal” (hombre pareja 1)
En estos casos los consultantes no sienten la libertad para expresar sus
emociones debido a creencias que impiden hacerlo. Una de estas creencias dice
que no esta bien que los hombres sean vistos por su familia y por la sociedad
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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como vulnerables ante los problemas, ellos deben ser fuertes ante la adversidad y
proteger al resto de la familia de la misma. Además esta permitido según estas
creencias expresar sentimientos como la ira porque es sinónimo de autoridad, de
respeto; en cambio al expresar tristeza este hombre podría ser visto como una
persona vulnerable.
Los consultantes reconocieron la importancia de construir relaciones
propias, basadas en sus propias expectativas, teniendo presentes las historias
personales pero sin que estas se conviertan en camisas de fuerza para ser o
hacer. Es decir, reconocieron la habilidad para ser libres en la construcción de la
dinámica de su propia relación conyugal.
De construcción de creencias
Se deconstruyeron creencias en general, respecto a que en la relación
existe un culpable, la culpa busca atribuir a otro malas intenciones a la pareja
incluyendo también discursos de acusación: “es que a él no le importa nada de lo
que tiene que ver con migo”, “es que él es egoísta” “es que si ella no fuera tan
sensible las cosas se verían de una manera diferente”
Los consultantes dejaron de creer que el problema de la relación era culpa
del otro, pues cada uno de los integrantes de los tres sistemas conyugales
pensaban al inicio del proceso terapéutico que el problema era el no estar
dispuesto a diferentes cosas, por ejemplo una de las parejas creía que el
problema era que el esposo no estaba dispuesto a esforzarse por pasar más
tiempo con su familia, en otro caso, el esposo creía que su pareja estaba mas
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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preocupada de ella misma que del bienestar de la familia, y en otro caso parte del
problema era que cada uno pensaba solo en sí mismo y el otro era percibido como
poco importante.
La creencia que en estos casos imperaba era aquella que permitía a los
consultantes estar seguros de que ante la presencia del conflicto, siempre uno de
los miembros de la pareja era quien lo propiciaba, siendo el culpable del deterioro
de la relación y excluyéndose a si mismo de su participación.
Durante las conversaciones terapéuticas, los consultantes manifestaron los
malestares descritos anteriormente, pero en el momento en que se empezaron a
evidenciar cambios se escuchaban discursos como “ Tal vez tu y yo tenemos
razón en lo que estamos diciendo, los dos hemos fallado en algo, pero el principal
error ha sido el creer que todo lo que nos pasa solo es culpa del otro, los dos
hemos puesto de nuestra parte para que las cosas estén así”, “ lo importante es
que en este momento nos estamos escuchando…es como si nos estuviéramos
conociendo otra vez, la diferencia es que ahora cada uno sabe algo del otro que
antes no sabíamos y que estamos pensando en conjunto en hacer cosas
diferentes para salir adelante”, “ es como si nos estuviéramos dando una
tregua…la guerra se acabó por un momento…nos estamos dando la oportunidad
de hacer nuevos pactos…ya no buscamos como hacer enfurecer al otro ni como
vengarnos de lo que no nos gustó”.
Se transforma la creencia masculina de ser el hombre el que tiene la última
palabra. Se tiene en cuenta la voz femenina como parte del sistema conyugal y se
valida la idea de compartir responsabilidades en la relación. Además se introduce
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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la idea novedosa de ser una pareja nueva, reconstruida, que tiene nuevas cosas
por mostrar. Se sugiere que hoy en día son vistos de una manera diferente. Se
reconoce que antiguas creencias generaban malestar y conflicto en la relación.
Al comienzo las creencias de las mujeres giraba en torno a la maldad de
sus maridos y lo tiranos que eran por no ser el hombre que ellas quisieran que
fueran, sin embargo, a lo largo del proceso fueron construyendo la idea de su
participación en la construcción de la relación que tenían, es decir, dejaron de
atribuir la culpa de los conflictos conyugales en sus esposos.
Por otro lado, los esposos de construyeron las creencias que naturalizan
ser el tirano, se notaron cambios en el discurso masculino de “es que uno siempre
termina siendo el malo y ellas las pobrecitas” a “ es diferente cuando a uno le
dicen que uno hizo algo que las hizo sentir mal con verraquera a cuando
simplemente se ponen sensibles y uno ni sabe porque, porque entonces uno sabe
que la embarro en algo, o que está haciéndola sentir mal y ese no es el objetivo de
una pareja, chévere tener la oportunidad de decir perdón, o de tener más cuidado
la próxima vez”
Fue importante el reconocer el impacto que tuvo sobre las parejas la
premisa del uno más uno son tres, pues la relación de pareja dejó de ser vista
como la suma de dos seres individuales, completamente independientes el uno del
otro con hijos en común simplemente como lo mencionaban al principio al
preguntarles que creían que los hacía pareja, las respuestas variaron entre “ que
estamos casados desde hace cinco años, que tenemos dos hijos, que
compartimos el hogar”; “ Somos pareja por que así lo decidimos desde que
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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éramos novios, el quiso que nos casáramos y a mí me pareció que él era un buen
hombre, trabajador, sin vicios, sano, que tenia ciertos valores”; “somos pareja
porque un día sin darnos cuenta ya estábamos conviviendo, casados con hijos,
asistiendo a reuniones familiares…porque…jmmm pues no se…por que decidimos
juntarnos en la vida para formar una familia”
Luego de algunas sesiones las parejas mencionaban: “ si, es que uno a
veces piensa que ser pareja es vivir juntos y ya, y no … es mucho más que eso es
conocer día a día al otro que cambia constantemente, que vive experiencias
nuevas con uno pero también con otras personas en el trabajo, con los amigos,
con los mismos hijos…entonces es cierto que somos aparentemente los mismos,
pero cuando nos preocupamos por saber cuál es el esposo nuevo que llego esta
noche a la casa, como es diferente, en que cambio, o cual es el nuevo sueño
luego de haber logrado algo muy importante en la vida, la vida a uno también le
cambia, y también somos mujeres nuevas en la lucha por ideales nuevos.” “ es
que uno se estanca y piensa que ser pareja siempre es lo mismo, tener hijos,
cuidarlos, darles estudio, verlos crecer, regañarlos, felicitarlos, tener la casa
bonita, dar para el mercado y que no falte nada en la casa…pero no…cuando uno
aprende que ser pareja es mas que eso le cambia a uno la visión de las cosas,
empieza uno de verdad a querer hacer parte de la vida de la persona que está al
lado de uno y a que ser hacerla parte de la vida de uno…pero en cosas
especiales…si los hijos no se van a olvidar por supuesto, pero cuando uno
empieza a diferenciar entre lo que es de uno, lo que es del otro y lo que es de los
dos es otra cosa…no hablo de cosas materiales…hablo de los ideales, de esas
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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cosas que uno casi nunca habla por que todo se da por hecho y uno con el tiempo
como que se resigna a que la vida de pareja es como uno siempre la ha visto con
los amigos, que la esposa del jefe, que los papas de uno… en fin”
Cambios en las relaciones con diferentes contextos
Los cambios en las relaciones con otros contextos distintos al privado, se
percibieron de manera más visible en las mujeres, quienes en el momento de re
activar sus redes sociales, especialmente con sus amigos, manifestaron sentirse
de nuevo miembros de una sociedad y de pertenecer al mundo. Se de construye
en este sentido la creencia de ser de la casa, el hogar o la familia exclusivamente.
“es que uno en esta sociedad piensa a veces muchas cosas” Menciona uno de los
varones, “ uno de verdad se llega a creer el cuento de tener a la esposa como una
especie de posesión, que solo es de uno y si acaso de los hijos, por que a veces
hasta con los hijos compite uno. A mí en serio me ha parecido interesante el que L
haya empezado a salir, a verse con las amigas, a ir al gimnasio y a hacer todas
esas cosas que les gusta a las mujeres por que ella también es diferente”
A partir de este relato se comprende como el hombre de esta relación de
pareja encuentra beneficios en que su esposa esté interactuando en contextos
diferentes, él reconoce la importancia de permitir al otro ser en el mundo de una
manera autónoma.
Por otro lado, se reconocen nuevos modos de relación a partir de la
interacción en contextos diferentes al doméstico, por ejemplo “mira a mí se me
había olvidado completamente que yo tenía buen sentido del humor, el otro día le
dije a M camine vamos a la finca esa que nos invitaron,y fuimos y yo no lo podía
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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creer pero casi que era el alma del grupo. Lo mas chevre fue que M como que
también estaba feliz, como que se sentía orgulloso de su esposa, la pasamos
delicioso”
Con este relato se da cuenta del reconocimiento de los consultantes de
otras capacidades y habilidades ligadas al género, es decir, una mujer puede ser
divertida y su esposo puede disfrutar de esa habilidad para compartir con los
otros. Además los consultantes mencionaban haber encontrado otras ventajas
como resultado del incremento en la interacción social y es que las mujeres se
sentían autónomas de decidir cuando, como y con quien querían salir, fue un
pretexto para empezar a generar nuevos acuerdos como si van juntos al evento, o
quién se queda con los niños etc. Otro beneficio encontrado tiene que ver con el
ánimo, pues según reportaron los consultantes, la tensión emocional ha ido
disminuyendo notablemente, el momento de la tarde o de la noche en que la
pareja vuelve a encontrarse luego del trabajo resulta ahora agradable y no
“estresante” en términos de dos de las consultantes. Se disfruta de la compañía
del otro. “Por lo menos ya no llegamos a vernos hacer mala cara, ahora nos
miramos, nos preguntamos cómo nos fue, que hicimos, que paso con el
chicharrón del trabajo”
Al realizar un análisis del alcance de los resultados, es importante
mencionar que no existe una forma de intervenir en los casos de conflicto
conyugal debido a las creencias de género, pues cada sistema consultante es
único y trae consigo historias de vida diferentes, aunque con motivos de consulta
similares. Con la pareja número uno se utilizaron estrategias y técnicas más
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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reflexivas a lo largo del proceso, pues los consultantes facilitaban que la
conversación se desarrollara de esta manera en la mayoría de la veces; con la
pareja número dos, el proceso tuvo un tono más de validación constante,
principalmente con la mujer, dado que la consultante manifestaba frecuentemente
expresiones de disminución respecto a la percepción de sí misma, lo que facilitaba
que su esposo la percibiera al mismo tiempo como disminuida, frágil, incapaz. Con
el hombre de ésta pareja, fue importante ayudar en el reconocimiento de los
recursos de su esposa y de él mismo como esposo y padre, pues estaba muy
arraigada la creencia de que el hombre cumple un rol exclusivo en la familia como
abastecedor y como figura de autoridad que infringe miedo para ser respetado, su
esfera emocional sólo era reconocida cuando existían sentimientos de ira o de
malestar. Es decir, éste hombre no se permitía tener experiencias amorosas con
los miembros de su familia, especialmente con su esposa, pues existía la creencia
de ser percibido como débil tanto a nivel social como familiar.
Con la pareja número tres, la intervención estuvo dirigida al reconocimiento
de los consultantes como pareja, pues cuando llegaron a consulta se percibían
mutuamente sólo como padres y su relación conyugal no era considerada por
ninguno de los dos, lo que generaba actitudes de desconocimiento, invalidación y
anulación de la relación conyugal. Se fortaleció la creencia de que el convertirse
en padres excluía la realización de los sueños y expectativas frente a la vida.
Ahora la madre debía dedicarse exclusivamente al trabajo del hogar y el padre a
cumplir económicamente con las necesidades de los hijos. Cuando la mujer
decide desempeñarse en otro contexto como el laboral, esto percibido por su
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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esposo como una falta a la responsabilidad de ser madre de tiempo completo y a
ser la esposa obediente.
Entonces, la experiencia con las tres parejas consultantes tienen matices
diferentes, aunque se compartan algunas creencias, las necesidades son
diferentes para cada una y para cada uno de quienes conforman la pareja. Los
criterios de intervención deben co construirse, a partir de las necesidades y del
malestar particular que cada sistema trae a consulta, teniendo en cuenta las
habilidades y los recursos con los que se cuenta en el momento de iniciar la
terapia.
En un inicio se pretendió que con el estudio se pudiera dar respuesta a
preguntas del como intervenir y de los criterios que deben tenerse en cuenta en el
momento de intervenir con parejas que viven la problemática expuesta en este
documento. Sin embargo, esta experiencia trajo como resultado que el cómo y los
criterios están sujetos al modo en que el terapeuta comprende la problemática y a
la manera en que ésta es entendida también por quienes consultan. Así que en
cada caso será diferente, dada la construcción de subjetividad respecto al género,
que cada individuo trae al contexto terapéutico, incluyendo al terapeuta.
Lo anterior, quizá, es el principal aporte que la disciplina pueda hacer
respecto a la intervención. Ahora, frente a las políticas familiares, el aporte que
hace la intervención desde la mirada sistémica, es el de favorecer las dinámicas
en las que se tenga en cuenta siempre la voz del otro y el tener en cuenta que los
conflictos aparecen en relación, de tal manera que cada integrante del sistema
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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lleva con sigo una responsabilidad frente a la forma que ha encontrado para
relacionarse.
Discusión y conclusiones Con la realización de la presente investigación – intervención se analiza la
dinámica del proceso de la reproducción de las desigualdades y relaciones de
poder que se generan entre hombres y mujeres en el interior de la dinámica
conyugal y las razones que hacen que éstas desigualdades se mantengan.
Se refleja con nitidez la desvalorización de por parte de la familia y por las mujeres
mismas. Ésta forma de pensamiento coincide con el planteamiento de Giberti
(2005). En el que las tareas invisibilizadas en el núcleo familiar no son
importantes. “Siempre he sido una mujer inteligente y trabajadora, pero eso el no
lo ve, y uno termina creyendo que el trabajo de uno es menos que el de ellos”. La
casa es un desastre, a veces tengo que dejar todo para ponerme con él a hacer
los deberes, buscar información....después a la noche se me junta todo, la comida,
ordenar un poco todo lo que dejan tirado, al padre no le gusta cuando vuelve del
trabajo que esté desordenado. Cuando termino de lavar los platos, ya están todos
acostados. Sí, estoy yo sola para atender a los tres, si por lo menos tuviera una
hija mujer que me ayudara...Cuando el más grande discute sobre algún programa
que están viendo con el padre, mejor que no opine porque me sacan
corriendo...ellos creen que por ser hombres saben todo...
La mujer se encarga de ser la primera en desconocer la importancia de su
malestar debido a que debe estar dispuesta para su familia sin importar que se
sienta agotada oo en desacuerdo con la repartición de los deberes en el hogar.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Se observa la condición de género en la que la mujer debe ser aquello que
ha establecido la sociedad o la familia. (Turbay1994)
En este relato obtenido de la mujer de la pareja número tres, vemos
reflejado la característica de subjetividad femenina de ser de otro (Fernández en
Armas 1993) “Por algo lo eligieron a uno…y uno tiene que responder a eso yo soy
su mujer y no puedo salir con un chorro de babas”. El no salir con un chorro de
babas se refiere a tener la obligación de responder a sus roles como madre y
esposa según lo esperado tanto por su familia como por la sociedad, además es
un privilegio haber sido escogida entre tantas mujeres para llevar a cabo estas
labores. El hecho de ser mujer implica una responsabilidad.
A partir de la interacción con las tres parejas consultantes se observó que
no existe una actitud mal intencionada por parte de los hombres que ejercen
comportamientos de poder en la pareja, sino que más bien actúan de acuerdo a
un modo natural de ser varón que se ha estereotipado en la sociedad, de acuerdo
con Bordieau (2000) para quien la mayoría de los actos de poder no son
planificados ni maquinados, simplemente son naturalizados.
El mismo autor manifiesta que las expresiones de poder son confundidas
por las mujeres con expresiones de amor, pues en el estudio se encontró que las
mismas mujeres han naturalizado el ejercicio del poder en los hombres sobre
ellas, a partir del lenguaje y del silencio, tolerando y soportando ya que así lo han
hecho sus madres y sus abuelas, por lo tanto parecería ser ese el destino
femenino. Este planteamiento es contrario al de Corsi (1995) quien expone que la
identidad masculina se construye por oposición a lo femenino.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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A partir de lo anterior, considero que se ha entendido el concepto de
género como una construcción cultural y simbólica de las nociones de feminidad y
masculinidad que en nuestra cultura han dificultado la apertura a la posibilidad de
deconstruir la polaridad entre lo masculino y lo femenino, obligándonos a
generalizar y a aferrarnos a éstas nociones naturalizándolas y a referirnos, por
tanto, a hombres o mujeres con las suposiciones que cada uno de ellos evoca,
legitimando creencias de superioridad e inferioridad. En este sentido, sería
posibilitador el empezar a promover nuevas dinámicas de creación de nuevas
realidades como posibilidad de transformación y de re invención en el contexto de
la intervención.
Sin embargo, es necesario recordar la diversidad de creencias personales y
familiares que pueden dar respuestas diferentes en la pareja.
Entonces, parte de la intervención debería dirigirse a encontrar habilidades
para comunicar la tensión acumulada y a encontrar estrategias de alivio y de
generación de acuerdos frente a las mismas, teniendo en cuenta la emoción
predominante encada uno de los miembros de la pareja, pues según Caillé (1992),
la relación de pareja tiene la propiedad de adquirir diversas formas sin dejar de ser
identificable como tal, y ante la percepción desfavorable de la misma, está en
capacidad de solicitar ayuda en el contexto de la terapia.
Es importante resaltar como durante el proceso de intervención terapéutica,
las parejas desarrollaron habilidades para generar nuevos acuerdos ante la
expresión de inconformidad que desencadenó en conflicto conyugal, ya que
Madanés (1990), afirma que cuando las personas tratan de controlar y dominar, es
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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necesario que se generen ayudas para negociar y llegar a acuerdos sobre
diferentes aspectos como el dinero, el trabajo, los hijos, el sexo etc.
Por otro lado, plantea la misma autora la necesidad de re distribuir el poder
a fin de evitar emociones de temor, o de castigo. Para lograr ésta re distribución
del poder en las parejas, fue necesario iniciar en el contexto del consultorio, donde
se daba prioridad en un inicio a la voz de las mujeres, que en este caso eran
quienes asumían el rol de subordinadas.
Las manifestaciones de poder o subordinación en la vida son invisibilizadas
por la cotidianidad de dichos actos especialmente en el ámbito de lo privado. Hay
que reconocer que las polaridades de género han generado una posición de
encrucijada de la mujer donde ésta está entre la producción y la reproducción, la
activación económica y el cuidado de su familia, entre la responsabilidad y el
riesgo creyendo que estas esferas funcionan de manera opuesta y que se está del
lado de una de ellas o de otra.
Sin embargo, a pesar de todo lo que últimamente se ha dicho respecto a la
perspectiva de género, todavía es poco el conocimiento que las mujeres de
nuestra sociedad tienen sobre la existencia de relaciones de subordinación
enmascaradas en la cotidianidad de la vida en pareja. Me refiero a aquellos micro
machismos a los que se refiere Corsi (1995) que se convierten en casi
imperceptibles pero que contribuyen a la inferiorización de la mujer. Son los micro
machismos encubiertos en los que según el autor el varón oculta su objetivo de
dominio, pero que impiden el pensamiento y la acción eficaz de la mujer,
conduciéndola en la dirección elegida por su pareja.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Ahora bien, Contrario a lo que personalmente pensaba, hoy en día aún
existen muchas parejas que igual que en las parejas tradicionales, el varón asume
el rol de proveedor y la mujer el de responsable del funcionamiento del hogar,
donde la autoridad masculina es indiscutible y la construcción en la relación está
mediada por la dominación y la sumisión en aspectos como el económico, toma de
decisiones, autonomía etc. Es decir, el poder se ejerce de una manera uni
direccional.
En las parejas consultantes, la construcción de su propia biografía como tal,
estaba contextualizada en un ambiente de tensión entre la tradición familiar y
socio cultural y el deseo de autonomía en un inicio de las mujeres, pero
posteriormente luego de haber transcurrido la mayoría del proceso, también se
observó esta tensión en los hombres.
Aunque varones y mujeres gozaban de una vida profesional, el trabajo de
las mujeres fuera de casa continúa percibiéndose como tiempo que se le resta al
mantenimiento emocional del hogar. Es decir, el lograr una autonomía laboral,
aunque parcial, no favorecía a estas mujeres en la construcción de autonomía ni
de igualdad en su relación de pareja.
Se observó que aunque desde el punto de vista temporal, nos encontramos
en un momento de modernidad, en las parejas consultantes, sigue
considerándose al constructo de pareja tradicional como el ideal, aunque se
generen situaciones de conflicto y de malestar. Sin embargo, al terminar el
proceso terapéutico los consultantes manifestaban en su discurso los beneficios
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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de la deconstrucción de algunas creencias de género y de ser pareja según lo
esperado culturalmente.
Creo que existe un deseo de construir pareja entre la complementariedad
de lo tradicional y lo simétrico de algunas concepciones modernas de ser pareja.
En ésta investigación se encontraron diversas formas de ejercer y aceptar
el poder de uno de los miembros en la relación de pareja: una forma es la de la
legitimización del poder a partir de la tradicional comprensión de roles de género.
En otra de las formas se observó que aunque las parejas quieren mantener una
posición igualitaria del poder, se otorga el mismo en su totalidad de forma oculta; y
la última forma es aquella que se observó en las tres parejas consultantes al
finalizar el proceso, en la que existe un ideal de establecer un patrón de relación
simétrico, en el que se pretende una relación igualitaria en cuanto al rol de género.
Aunque también mencionaban dificultades para que ésta forma de relación
estrictamente igualitaria se mantuviera a través del tiempo, pues es posible que se
logre practicar una relación completamente igualitaria debido a diferentes
obstáculos que pueden surgir en los diferentes contextos que dificultan la
construcción de la igualdad, como por ejemplo estereotipo sociales, familiares e
incluso individuales.
Aunque a primera vista el cambio mostrado en el lenguaje por los
consultantes es alentador en la construcción de relaciones simétricas en cuanto al
poder, pienso que aún podrían mantenerse imaginarios como el de poner en un
nivel superior el rol profesional al rol doméstico en ambos miembros de la pareja.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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La familia extensa, es una institución que en las parejas consultantes aún
mantienen un nivel importante de influencia sobre sus familiares, para quienes la
igualdad de género, según los consultantes es una idea aún difícil de contemplar.
La desigualdad social y familiar de las mujeres, influye en las relaciones de género
que se dan en el interior del sistema conyugal.
La teoría de género contribuye al desarrollo del concepto de ser humano.
Ofrece elementos para una comprensión sistémica, procesual e histórico- temporal
de las relaciones entre hombres y mujeres con sus creencias y significados.
El género no se restringe a una categoría para describir las relaciones
sociales de hombres y mujeres, al contrario, en su desarrollo actual este cuerpo
teórico permite ir más allá del análisis empírico y descriptivo de estas relaciones.
Permite la transformación y promoción de estrategias de cambio a partir del
reconocimiento de la subordinación tanto social como familiar que durante años
hemos experimentado las mujeres.
En sus usos más habituales, la teoría de género, ha sido utilizada para
estudiar asuntos como el sexo, reproducción, la participación económica y política
de las mujeres entre otros asuntos. En el ámbito de la terapia tener en cuenta la
perspectiva de género permite movilizar y favorecer cambios en la re construcción
de la subjetividad femenina involucrando a los hombres que son importantes en
las vidas de las mujeres, con la intencionalidad de promover un cambio relacional.
Pero pienso que el cambio debe trascender el nivel del análisis y la reflexión para
extenderse hacia el nivel de la acción, y permitir modos diferentes de ser y de
estar en el mundo sin culpa.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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Una comprensión más sistémica de cómo el género opera como elemento
en el marco de las relaciones sociales y como forma primaria de generar
significado del poder puede propiciar una comprensión más amplia de las
dinámicas sociales. Es así que tanto hombres como mujeres construimos modos
de ser pareja y de mantener relaciones íntimas y sociales dentro de un mundo
amplio o restringido de posibilidades, generando sentimientos de seguridad o de
disvalía en uno de los miembros.
Antes de ser una pareja, existen dos personas con diferentes mundos, los
cuales representan la historia de sus familias de origen, las experiencias de lo
que han vivido, de lo que han experimentado con otras personas, de cómo se
han ido sintiendo a lo largo del proceso de su propia vida; se suman a estos
factores las creencias, ideas, gustos, pasatiempos, religión, moral personal y
sobre todo sus emociones.
Al empezar a vivir en pareja, estos dos mundos se empiezan a mezclar y
en muchos de los casos el acoplar estos factores no es fácil y se llegan a crear
fuente de conflicto que está sustentada en la necesidad de imponer al otro las
ideas y experiencias propias, como si fueran una verdad absoluta, o como si la
razón estuviera de nuestro lado.
Por otro lado, La pareja es una unidad compleja con un fuerte componente
social , el cual determina el deber ser de cada uno de los roles esperados en el
interior del sistema conyugal. Sin embargo, y paradójicamente, estos roles llevan a
que un miembro de la pareja, generalmente los hombres, según determinaciones
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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de nuestra cultura, tome ciertas decisiones que sabiéndolo o no afectan a
conjunto llamado pareja en función de la relación existente entre dos personas. La
toma de decisiones implica una estructura de poder interna que se atribuye a un
miembro de la pareja. Cuando no se está de acuerdo con esas decisiones
tomadas por el otro y no se tiene la capacidad o la posibilidad de expresarlo,
sintiendo la percepción de ataque a partir de la dominación, surge el conflicto
conyugal a partir de la ejecución del poder que previamente se le entregó a uno de
los miembros de la pareja.
El papel de la intervención sistémica en el contexto de la terapia en parejas
consultantes con dinámicas de poder que generan conflicto, ofrece herramientas y
estrategias de cambio que representan la posibilidad de una nueva oportunidad
para vincularse, la nueva pareja debe configurarse como un dispositivo de libertad
y de autonomía, siendo el punto de encuentro de diferentes historias y culturas
sociales y familiares, generando la capacidad para el reconocimiento de los
recursos que permitan la reparación de dinámicas que producen sufrimiento y
malestar.
Teniendo en cuenta esto en el trabajo que se realizó con las parejas
consultantes se hizo evidente la necesidad de los hombres y de los mujeres de
vincularse a un proceso que les permita encontrar posibilidades frente a una
dinámica relacional casi estereotipada de sus familias de origen, que ha generado
conflicto conyugal. Igualmente, es necesario para estas parejas encontrar en el
proceso terapéutico las herramientas que les permita el abordaje de estrategias
para resolver dificultades relacionales, establecer acuerdos, y alzar la voz en torno
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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a sentimientos y pensamientos que emergen a partir de dinámicas construidas en
relación.
A través del relato de las parejas entrevistadas se resalta que existen
problemas familiares que repercuten en el comportamiento de los miembros del
sistema conyugal en la manera de relacionarse en pareja, legitimando el ejercicio
del poder a partir de creencias familiares y de la imposición de estereotipos
sociales. Lo que sugiere que es muy importante en el desarrollo de la intervención
terapéutica tener en cuenta la historia personal de los miembros de las parejas
consultantes.
De acuerdo con la experiencia terapéutica de éste estudio se determina que
las categorías de autonomía, responsabilidad y libertad están estrechamente
relacionadas, pues un buen ejercicio de la autonomía, promueve el uso de la
libertad en las parejas, asumiendo la responsabilidad de las elecciones que se
hacen.
Desde mi punto de vista, es importante ser cuidadoso en la intervención
de no perpetuar posiciones de vulnerabilidad en el contexto terapéutico con el fin
de generar un ambiente de confianza donde éste sea el comienzo para ver
posibilidades de relación diferentes.
Es importante mencionar que esta investigación contrasta con la creencia
popular que se refiere a que las manifestaciones de poder en el interior de las
relaciones conyugales se presenta mayoritariamente en estratos socioeconómicos
bajos, y en personas con escaso nivel educacional, ya que en la presente
investigación y su análisis es posible observar que estas manifestaciones hacen
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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parte de una dinámica cultural y social que se extiende a las familias que hacen
parte de un sistema cultural patriarcal como es el caso de nuestro país. Es decir,
estas dinámicas de poder abarcan todos los niveles de la ecología de la
complejidad humana desde un nivel micro en la construcción de la subjetividad,
hasta un nivel macro en la forma contextual de relacionarse con el mundo.
Otra tendencia obtenida en esta investigación-intervención sugiere a la
investigadora que las parejas entrevistadas, generalmente para enfrentar el
conflicto conyugal que emerge a partir de creencias de género basadas en el
poder ven solo dos caminos posibles a seguir respecto a su relación, estos dos
caminos son el dar por terminado su vínculo afectivo , pero manteniendo la
relación, es decir continuar soportando el malestar, .o simplemente ignorar sus
sentimientos y dar cumplimiento a las expectativas externas respecto a ser
hombre o mujer en la familia, en la pareja y en el mundo. Es a partir del proceso
terapéutico que las parejas consultantes lograron encontrar las herramientas que
les permitió dar cuenta de sus recursos y de las habilidades relacionales para
facilitar la resolución del conflicto, a partir de re significación y de construcción de
creencias familiares principalmente.
Además fue posible visibilizar mediante esta investigación intervención que
el silenciamiento de la inconformidad frente a algunas creencias de género,
favorece la aparición de sentimientos de soledad, desvalorización, y
desconocimiento de las posibilidades tanto individuales como relacionales.
También es importante mencionar que las parejas de las mujeres
entrevistadas no reconocen el malestar que sienten sus esposas, pues éste es
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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naturalizado y entendido como “normal” en el matrimonio, es natural que luego de
estar casados por un tiempo la apatía, el aburrimiento y la monotonía aparezcan,
así que como es natural, no debería hacerse nada para cambiarlo. Finalizando el
proceso los hombres mencionaron los beneficios de expresar las inconformidades
respecto a creencias, formas de interacción y dinámica conyugal que puedan
llevar a la pareja hacia una interacción en la que se puede comunicar y movilizarse
para moverse en búsqueda de una relación de bienestar.
Las mujeres presentan diferentes reacciones frente a los comportamientos
de sus parejas que sugieren sumisión por parte de ellas, algunas son más
subordinadas, otras en ocasiones se defienden actuando violentamente, se
sienten responsables de lo que está pasando y creen deber sacrificarse, pues se
responsabilizan constantemente de su dinámica conyugal.
Algunas lo enfrentan o se paralizan frente al deseo de control que muestra
su pareja. Sin embargo, resulta paradójico ante la diversidad de reacciones ya
mencionadas, pensar que todas coinciden en expresar los sentimientos que tienen
frente a su sumisión o dominación de sus parejas como son la rabia, la frustración
a que las cosas no funcionen o que la pareja no cambie de actitud, impotencia
frente a lo que está sucediendo y no tener la herramientas suficientes para
enfrentar esta situación, miedo de confrontar a sus esposos y familias de origen.
Las normas sociales, la presión social, la costumbre, favorecen que las
relaciones de género no se modifiquen de una manera significativa a nivel social y
permiten que los varones sigan estando legitimados para ejercer relaciones de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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poder en el interior de la pareja a pesar de que tanto sus esposas como ellos
mismos elaboren estrategias para alterar el dominio masculino en sus parejas.
A pesar de que las mujeres realicen trabajos productivos remunerados, sus
ingresos no son considerados como importantes para proveer el hogar, entonces
se sigue considerando al varón como principal proveedor, lo que al mismo tiempo
le otorga una parte importante del poder frente a la distribución y uso del dinero.
Aunque a lo largo del proceso terapéutico se hayan de construido algunas
creencias respecto al rol de género, frente a las cuales los consultantes
encontraron beneficios frente a la dinámica de la relación, pienso que las mujeres
que consultaron aún no se sienten preparadas para asumir la ejecución del poder
o de la re distribución del poder, quizá porque históricamente no han tenido
acceso al mismo, y aunque individualmente reconozcan tener los recursos y las
condiciones para asumirlo, no lo ejercen o lo ejercen manteniendo la idea de no
estar preparadas para hacerlo, de tal manera que en el nivel de la acción
continúan comportándose de tal manera que otorgan el poder a sus esposos,
esperando cambios en el comportamiento de dominación de ellos, pero sin
imponer sus propios intereses, promoviendo mas bien comportamientos de
negociación y mediación.
Para vivir en una relación simétrica, igualitaria en cuanto al poder en las
relaciones de pareja, es necesario que las mujeres se movilicen activamente para
construirla en compañía de sus esposos, logrando afirmarse como individuos con
autonomía, sueños, intereses y expectativas propias, invitando a sus parejas a
participar de dicha autonomía aunque suene paradójico. Podrían encontrar un
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
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ejemplo de la utilización de los recursos en sus esposos quienes no pierden de
vista su autonomía a pesar de encontrarse en una relación de pareja. En el caso
de las mujeres que consultaron, podrían contar con el apoyo de sus esposos
quienes aunque no a todos, asistieron a encuentros que les permitió re significar
algunas creencias y significados sobre lo que es ser hombre o mujer en el
contexto de la relación conyugal.
Es importante que para próximas investigaciones se tenga en cuenta un
nivel mas heterónomo de la población para el análisis del funcionamiento del
poder, pues en las conversaciones tenidas con las parejas consultantes se pudo
notar que aunque éstas parejas prefieren un estilo tradicional de construirse en la
relación conyugal, la tendencia en las generaciones mas recientes es a mantener
relaciones simétricas, debido al interés de los padres para que así sea, pues los
consultantes en su rol de padres, guían la educación especialmente de sus hijas
mujeres hacia una exploración mas profunda de su autonomía e individualidad.
Aunque ésta investigación – intervención se centró en el análisis del
ejercicio del poder en la relación conyugal, tampoco se logró un acercamiento con
las familias de origen, lo que pudo haber nutrido la comprensión de creencias y
mitos acerca de los roles de género manifestados por los consultantes.
Por otra parte, se ha analizado la desigualdad en las relaciones de poder en
la pareja principalmente a través de la comprensión de creencias que afectan la
autonomía de las mujeres en los niveles del pensamiento, acción y emoción desde
el punto de vista de diferentes categorías como responsabilidad, libertad entre
otras, sin embargo, resultaría importante que próximamente pudieran tenerse en
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cuenta aspectos como la sexualidad, el cuerpo, y otros aspectos que no se
trataron como el amor.
Respecto a las limitaciones del estudio, se tiene en cuenta que la asistencia
de los hombres de las parejas no fue la esperada, pues de 6 a 8 sesiones
acordadas, éstos en promedio asistieron a 4 o 5 de ellas. Sin embargo, las
mujeres asistieron a todas las consultas programadas sin faltar, lo que facilitó el
cambio en los sistemas consultantes.
Además las parejas sugirieron tener en cuenta la vinculación de los hijos al
proceso, pues creen que ellos pueden dar cuenta de dinámicas que quizá los
mismos miembros de la pareja desconocen.
Sería útil para el estudio y para otros posteriores, realizar encuentros de
seguimiento para determinar el impacto de la intervención.
Podría realizarse un encuentro en red, con el fin de reconocer
potencialidades en la pareja.
Los aportes del estudio proporcionan luces frente al trabajo con parejas,
pues pesar de la resistencia inicial de los hombres, se logró un buen nivel de
empatía con ellos, gracias a la habilidad de neutralidad de la terapeuta.
Es importante conocer en primera instancia los marcos de referencia desde
donde se mueven los consultantes para lograr empatía y generar un ambiente de
confianza y colaboración en el sistema terapéutico.
El haber llevado a cabo ejercicios de tipo auto referencial por parte de la
terapeuta, permitió que se fomentara el respeto hacia los consultantes y el ser
muy cuidadosau con los mismos.
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Bibliografía
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Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
106
Anexos MATRIZ 1
CREENCIAS DE
GENERO
Discurso textual Hombre Discurso textual Mujer Análisis
PENSAMIENTO • “Yo sé que soy un buen
esposo y un buen
papá, a ellos no les
falta nada. incluso a
veces me veo a gatas
con tal de darles todo lo
que piden y lo que
necesitan.”
• pienso que se vale su
situación y de su
• Lo más importante es el bienestar de l
familia”
• “Siempre he sido una mujer inteligente
y trabajadora, pero eso el no lo ve, y
uno termina creyendo que el trabajo
de uno es menos que el de ellos”.
• La casa es un desastre, a veces
tengo que dejar todo para ponerme
con él a hacer los deberes, buscar
información....después a la noche se
En este discurso se refleja
con nitidez la
desvalorización de “S” por
parte de su familia y por ella
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
107
posición como madre
como y mujer, y por
ser la primera
en haber ido a la
comisaria.
• Bueno, que vamos a
hacer, es la vida de la
mujer...
• Mire Doctora….yo se
que si “M” me hiciera caso y
no dejara salir al muchacho
de la casa como se lo he
dicho no tendríamos este
problema.
me junta todo, la comida, ordenar un
poco todo lo que dejan tirado, al padre
no le gusta cuando vuelve del trabajo
que esté desordenado. Cuando
termino de lavar los platos, ya están
todos acostados. Si, estoy yo sola para
atender a los tres, si por lo menos
tuviera una hija mujer que me
ayudara...Cuando el más grande
discute sobre algún programa que
están viendo con el padre, mejor que
no opine porque me sacan
corriendo...ellos saben todo...
Hoy no pudo venir “R” porque está con
misma. Sus tareas
invisibilizadas en el núcleo
familiar no son importantes
(Giberti 1998).
Por otra parte las conductas
“micromachistas” (Corsi
1995) subordinan a “S”
creando a su vez un fértil
territorio para que ella
desarrolle
incondicionalmente su
maternidad y sostenga toda
la carga doméstica.
El saber se centra en el
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
108
• Sandra piensa que
como ella está teniendo
mejores oportunidades
ahora, me puede hablar
como ella quiera, ponerse
odiosa cuando quiera, irse
sin decirme nada e
ignorarme”
• todo el mundo sabe
que las mujeres en la casa
son las que saben
administrar, cuidar de la
familia, y que aunque el
mucho trabajo, pero me dijo que le
contara lo que pasó este fin de
semana…no sé si “R” estará de
acuerdo con esa fecha...”R” piensa
que el problema de Juan es que no
estoy pendiente de él…”R” es un poco
nervioso...pero la verdad tiene razón...
• Cuando él era el que aportaba
mas a mí también me tocaba
aguantarme sus desplantes y comprar
lo que él quisiera por que como el de
la plata era él. ..La verdad es que el
que tiene la plata si tiene como unos
derechos diferentes en la casa.
• Por algo lo eligieron a uno…y
padre la madre cuida pero
educa el padre que es el
que da las instrucciones a
distancia
“R” sabe, decide, la hace
callar y la culpa. Cuando
están juntos son frecuentes
frases de este tipo.
En este relato se evidencia
una forma de micro
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
109
mundo esté así de loco
como está hay cosas que
no deberían cambiar…
• Las mujeres son como
la cabeza de la familia así
uno se encargue de la parte
económica…ellas tienen
como ese don para que
todo en la casa marche
bien.
• Ella puede trabajar
medio tiempo mientras los
muchachos están en el
uno tiene que responder a eso yo soy
su mujer y no puedo salir con un
chorro de babas.
• Es que si uno no está pendiente
de las cosas de la casa imagínese
como sería ese caos…. Si no más uno
se va a visitar a la mamá dos días y
vuelve y la casa parece un campo de
guerra…yo si creo que las mujeres
tenemos la batuta en el manejo de la
casa y un hogar puede funcionar sin
un papá…pero sin una mamá????
Son muy pocos los que lo logran…
• Pues si uno puede tener la oportunidad
de permanecer más tiempo en la casa
machismo en el que el
dinero se configura como
una fuente de poder (Corsi
1995)
Nuevamente se observa la
condición de género en la
que la mujer “debe ser
aquello que ha establecido
la sociedad o la
familia.(Turbay1994)
En este relato, vemos
reflejado la característica de
subjetividad femenina de
"ser de otro" (Fernández
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
110
colegio… pero después
alguien tiene que estar en
la casa con ellos.
que bueno…yo trabajo medio tiempo
como para no dejar, por que las
amigas de uno todas trabajan y tienen
su plata…pero con calma por que el
hogar necesita de uno.
1989.
Se observa como la
construcción de subjetividad
femenina está centrada en
el que hacer doméstico, la
responsabilidad del ámbito
de lo privado está en la
mujer.
EMOCION • “Ella parece un macho,
nunca tiene un cariño
• “Es que yo no soy afectuosa para nada
y a él le gustaría que yo fuera así toda
Existe inconformidad
masculina por la ruptura de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
111
para uno ni un detalle
especial como uno ve
que las esposas de los
compañeros hacen”.
• siento, que ella siempre
ha querido controlar
todo, llevar todo y tener
todo en su cuadricula,
si algo se sale de su
cuadricula entonces
somos afectados o los
niños o nosotros, me
está juzgando, sí,
cometí un error, me
melosa “
• a mí me extraña que él diga que le
extraña mi actitud, por qué? Porque
nosotros firmamos unos compromisos
en una comisaría, donde dice muy
claramente que no nos vamos a
agredir, que no nos vamos a tratar con
malas palabras, que vamos a tratar los
problemas a puerta cerrada, de donde
no hallan niños, no involúcralos, y que
no vamos a castigar físicamente a los
niños, entonces la verdad desde que
nosotros firmamos ese compromiso,
yo me hice el propósito de eso de
cumplirlo y me da mucha rabia, me
esquema que representa el
que una mujer nos sea
afectuosa. Maternalización
de la mujer. Corsi (1995)
En este relato se observa
que la mujer muestra
niveles de autonomía en la
que es capaz de expresar
sus emociones y además no
deja la responsabilidad de la
relación sólo en ella si no
que comparte una visión de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
112
dolió mucho
posteriormente , no
esperaba que se
desatara toda esa
cuestión, pero me
imagino que es natural,
que venimos en un
proceso y entonces, si ,
aparte que me siento
culpable con el niño,
que me dolió mucho lo
que le hice ese
Domingo, me siento
juzgado por una
persona que yo siento
molesta muchísimo que pasen estas
cosas. “yo sé que no me quiero
separar, me da mucho dolor pensar en
eso, pero si se que tenemos que
mejorar nuestra comunicación, porque
o si no nos vamos a tener que abrir.
• “ Si uno no está bien emocionalmente
con uno mismo tampoco puede estar
bien con los demás” “Como yo soy la
que paga la mayoría de las cosas yo
me siento con el derecho de echarlo a
él de la casa
• “Yo sé que como yo soy la que más
está aportando en la casa, me siento
co responsabilidad, lo que
va en contra de la
subjetividad masculina del
esposo.
Con estas frases la
consultante pone en un
nivel superior su propia
emocionalidad, no existe
intención de permitir
subordinación emocional
por parte de su pareja. Sin
embargo se observa como
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
113
que también tiene rabo
de paja.
• me molestaba mucho ,
que yo llegara a las 10
de la noche, y
encontrara los platos
sucios, entonces fui y
hable con un
compañero en la
parroquia que es amigo
de ella, y le dije; eso es
tenaz, llego cansado,
he caminado, el sol, y
con el poder y con el derecho de tomar
algunas decisiones sola, sin
consultarle nada a él”.
• También trabajo muy duro para
prácticamente mantenerlo a él, si le
molesta mucho ver los platos entonces
por qué no los lava él? Pero espera a
que sea yo la que además de todo se
encargue de tener el apartamento
como una tacita de plata?
• Yo puedo sentir cuando el descontrol
de él está llegando” pero entonces me
da rabia y nos agarramos y el
descontrol nos agarra a los dos…es
que uno también se puede enloquecer
al ser ella la proveedora
económica se pone a si
misma en un nivel superior
de poder asumiendo
comportamientos de
dominación frente a su
pareja.
El Descontrol, ósea la ira y
sus manifestaciones son la
manera en que los dos
miembros de la pareja
intentan subordinar al otro.
Entonces la proveedora
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
114
no he almorzado y llego
por la noche y están los
platos ahí,
• “Yo sé que la he
embarrado, y estoy
muy arrepentido, de
verdad no quiero que
esto siga pasando por
qué no me siento bien
con esto. No sé por qué
ese descontrol.
• Son ellas las que se
no solo ellos.
descalifica económicamente
a su pareja yendo en contra
de la subjetividad
masculina, poniéndolo en
un nivel inferior a través del
control del sostenimiento del
hogar. En este patrón el
hombre asume el rol de
subordinado llevando a
cabo maniobras de
explotación emocional,
alegando malestar en su
sentir. Tambien existe auto
indulgencia por parte del
varón.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
115
dan cuenta si uno está
triste, si esta de mal
genio, si le fue bien en
el trabajo o no, si los
niños están raros…y
eso es chévere porque
uno sabe que están
pendientes.
• Yo siento tranquilidad
de saber que ella está
cumpliendo con su
papel de mamá y de
esposa en la
casa…uno puede
Uno tiene como ese sexto sentido del que
hablan…uno tiene las palabras mágicas para
consolarlos cuando algo pasa…yo siempre
se solo con verlo si le fue bien, si le fue mal y
con los niños es igual ellos lo buscan es a
uno para darles consuelo…uno no busca al
papá para contarle las cosas uno siempre
busca a la mamá.
• Pues es que vivir así es rico…por que
todos estamos tranquilos…el trabaja
tranquilo porque sabe que yo estoy
aquí y que nada malo va a pasar…y
yo estoy tranquila de que él esté
Maternalización de la mujer.
En este relato tanto el
hombre como la mujer
priorizan los
comportamientos de
cuidado emocional
incondicional hacia el
esposo y los hijos.La mujer
se acopla a los deseos de la
familia sin preocuparse de
ella misma, siempre y
cuando las necesidades de
los otros miembros de la
familia estén cubiertas por
ella misma. Se da un rol
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
116
trabajar sin estrés
cuando sabe que la
señora está en la casa
al frente de todo.
tranquilo, produciendo, trabajando…si
me entiendes?
asignado y otro asumido al
mismo tiempo de la carga
doméstica que trunca el
desarrollo personal. Se
puede observar como existe
una percepción de poder en
ambos miembros de la
pareja, en distintos
contextos pues el esposo
siente lo favorable de
asumir el poder económico
y la esposa siente que
puede controlar las
cuestiones emocionales de
la familia en donde sólo ella
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
117
Relato del hombre
Relato de la mujer
tiene la capacidad de
intervenir.
Análisis conceptual
ACCION • Uno se siente orgulloso
de que la familia vaya a
la casa o los amigos,
que vean el hogar de
uno que es bonito que
hay amor, cuidado, que
la platica se vea.
• “Uno es el que está pendiente de que
la casa este bonita, de arreglarles la
ropa para que siempre estén bien
presentados, de ayudar en las tareas”
• cuando llega yo siempre estoy
arreglando lo que me toca de los
niños,
Control del dinero: En estos
fragmentos de los relatos
hechos por los consultantes
se observa como las
maniobras que el hombre
lleva a cabo tienen que ver
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
118
• “Zapatero a tus
zapatos” “cada uno con
lo suyo”, “a cada quien
lo que le corresponde”.
• yo tengo el dinero, yo
tomo las
determinaciones y si no
soy yo, entonces yo
consulto es con mi
mamá.
• Al mediodía prácticamente como
parada, no tengo tiempo, les sirvo a
los chicos y me pongo a ordenar todo.
Termino y estoy con los deberes de
Carla (la hija de 8 años) que siempre
hay algo que no entiende, que no sabe
hacer, el chiquito con los dibujos
animados en la tele a todo volumen,
yo que tengo que corregir trabajos de
mis alumnos. Cuando me quiero
acordar tengo que preparar la cena,
José a las nueve quiere comer y que
los niños ya estén bañados y a la
cama. Pero cuando llega a casa no
mueve un dedo. La semana pasa
con el rol productivo,
proveedor y con el uso del
dinero. la mujer queda
limitada a acceder a los
deseos del hombre o de los
hijos pues parece que este
es su deber en contraparte,
como compensación de la
manutención. La mujer se
ve destinada a “pedir”
dinero cuando lo considere
necesario no existe
confianza en ella frente al
uso del dinero, primero
debe ser aprobado por el
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
119
• Soy muy bueno en mi
trabajo y me le he
medido a lo que sea, lo
que uno espera es que
eso sea reconocido en
la casa y que valoren
todo lo que uno hace
por la familia.”.
• Yo por ejemplo sé
que mi responsabilidad
es cumplir con la casa,
por eso uno no puede
dejar de trabajar…ella
por su parte está
pendiente de que la
volando, los sábados hago limpieza
general y los domingos generalmente
vienen sus amigos, ven partidos,
juegan a las cartas y yo atendiendo a
todos.
varón el uso que se le va a
dar al dinero. Generalmente
el dinero se solicita para
suplir necesidades
domésticas. Es el varón
quien decide los momentos
en que el dinero se usa en
aspectos como recreación.
La crianza y el trabajo
doméstico son subvalorados
por el hombre, asumiendo
que ocupa un lugar mas
importante en la jerarquía
familiar por el hecho de ser
quien mas dinero aporta a la
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
120
casa este bonita, de
que ella también este
bonita, que los niños
estén limpios, que si
hace falta algo ella me
lo haga saber para
darle la plata.
• Hacer todo lo posible
desde las posibilidades
de uno para poner el
granito de arena en la
familia…que llevarlos
de viaje, que coman
rico, que el colegio sea
bueno…
familia , además de ser
quien toma las decisiones
respecto al mismo. Las
labores domésticas son
consideradas como un oficio
que se desarrolla en un
ambiente de tranquilidad y
que no trae consigo grandes
esfuerzos, entonces el
hombre considera un favor
especial hacia su mujer que
ésta se quede en el hogar y
no sufriendo los dilemas
laborales que son tan poco
deseables para sus
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
121
• Menos mal tenemos
la bendición de que ella
pueda estar la mayor
parte del tiempo en la
casa… porque es que
no tenemos la
necesidad de eso
…eso es un lujo que
hoy en día nos e
pueden dar muchas
familias.
• Como dice el
chiste…es muy malo
pero por ahí dicen que
a las mujeres no se les
Pues cuando no me lo aguanto entonces me
da por empujarlo y por decirle entonces que
va a hacer me va a pegar”?
mujeres.
En este relato es evidente el
comportamiento de
intimidación que ejerce el
esposo sobre su esposa.
Aunque en sesión lo
describe desde el humor, la
mujer responde que sólo en
las ocasiones en las que no
“se lo aguanta” entonces
responde desde el lenguaje.
El término “educa” hace
referencia al golpe o al
maltrato físico que se
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
122
pega …se les
educa….jajajajaja
impone en ocasiones en
que el hombre siente que su
esposa no ha obedecido
alguna de sus
determinaciones.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
123
MATRIZ 2
CAMBIOS EVIDENCIADOS A PARTIR DE LA INTERVENCION
CATEGORIA INTERVENCION CONSTRUCCION DEL CONSULTANTE ANALISIS
AUTONOMIA Cuál es la solución en la que
han pensado para que las
cosas en la familia marchen
mejor?
Pues en este momento estoy como
asustada por qué yo creo que a este
paso voy a tener que renunciar así como
me dice Mauricio…. (mujer)
En este relato se
observa como la
consultante
muestra una
postura de
heteronomía
frente a la relación
con su esposo,
pues a pesar de
no querer
renunciar a su
trabajo, considera
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
124
Y ese miedo o ese susto como
les ayuda?
Y que piensan sobre la
posibilidad de que L no vuelva
a trabajar?
Yo creo que no nos ayuda en
nada…nos paraliza…no nos deja
pensar. (hombre)
Que no es la correcta…creo que si nos
uniéramos mas podríamos encontrar
otra salida que no afectara a ninguno de
que debe hacerlo
pues es su esposo
quien se lo pide.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
125
Cuál es la solución en la que
han pensado para que las
cosas en la familia marchen
mejor?
los dos o bueno a nadie de la
familia.(hombre)
Que estamos pensando en cada uno y
no en el otro ni en nuestra
relación.(mujer) Que podamos
entendernos, que dejemos de ser los
desconocidsos en que nos hemos
convertido.
Se redefine el
problema centrado
en la relación de la
consultante con su
esposo
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
126
Ósea que en este momento
cual creen que es el problema?
Como llegaste a conseguir el
trabajo que tienes en la
actualidad?
En tu vida personal como eres
comprometida?
Una amiga me recomendó en el colegio
y fui y al rector le pareció bien darme
una oportunidad porque de todas
maneras mi hoja de vida ha sido
buena…lo que pasa es que ya hace
nueve años no trabajaba por estar
pendiente de la casa y de los niños…
Uno siempre se esfuerza para que todo
esté bien tanto en el trabajo como en la
En este momento
la consultante
amplia su mundo
de posibilidades
teniendo en
cuenta sus propias
expectativas
personales.
Existe la creencia
de que el sacrificio
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
127
No entiendo muy bien como el
sacrificio es una manera de ser
comprometido con uno
mismo…puedes ayudarme a
entender
casa, uno sacrifica el tiempo de uno, los
sueños, los ideales con atl de mantener
unida a la familia, eso es un compromiso
muy grande
mmmmm…..pues por eso, porque uno
pone por encima a los demás por
encima de uno mismo…bueno eso es
compromiso con los demás pero no con
uno…y así es difícil poder aportar
personal es
prueba de amor
frente a las
expectativas
familiares.
Se de construye la
idea anterior. Los
sacrificios algunas
veces no son tan
útiles…es
necesario estar
satisfecho consigo
mismo para poder
aportar a los
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
128
En la pareja como se dispone del dinero?
Como se establece si el dinero es propio o es del hogar?
El dinero no se dispone entre los
dos…por ejemplo yo no tengo voz ni
voto en esas decisiones…él dice tanto
para mercado, tanto para el colegio,
tanto para servicios y asi…loco eso no?
Porque si soy yo la que está a cargo de
las cosas de la casa pues debería ser yo
la que sabe cómo usar la plata…o por lo
menos hacer mis aportes.
Pues como sabes yo trabajo medio
tiempo …pero lo que me gano en el
colegio en realidad es poco… esa plata
yo casi siempre la uso para cosas de la
demás.
.
En este fragmento
la consultante
asume una actitud
de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
129
casa…por ejemplo que vi un florero lindo
pero que a el le parece una bobada
comprarlo entonces un día que esté
aburrida voy y lo compro, o que a los
niños les mandaron una maqueta
entonces yo cojo de lo mío y lo
compro…aunque sabes que
últimamente que hemos estado
hablando de estos temas he pensado
que yo podría utilizar mi dinero en cosas
que a mi se me antojen…ya que el se
ofana tanto de responder por todo lo de
la casa…entonces he estado pensando
en ahorrar e irme de viaje sola con mis
amigas…yo no sé…utilizar mi dinero en
cuestionamiento
frente a su propio
comportamiento
de sumisión
respecto a las
determinaciones
que su esposo
toma con el
dinero. Existe un
reconocimiento de
las habilidades
que la facultan a
ella para llevar a
cabo esta tarea o
para participar de
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
130
cosas para mi…el coge para él lo que
quiere de su sueldo y se lo gasta en
trago, o en lo que quiera sin preguntarle
a nadie.
ella. La
consultante
expresa la no
existencia de
acuerdos en la
pareja respecto al
uso del dinero
común. Devela la
necesidad de
generar
autonomía en el
uso y el destino
del dinero que
produce a partir
dde sus
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
131
actividades
laborales.
LIBERTAD Qué experiencias le gustaría
vivir?
Me gustaría poder vivir mis propias
experiencias. Decir al final del día que
esta u otra cosa me paso diferente a lo
mismo de siempre…que se quemó el
arroz, que se me hizo tarde para hacer
la comida, que se fue el niño sin
lonchera.
Quisiera que mis experiencias fueran
sobre mis propios sueños.
Me gustaría ser la persona que quiero y
no la persona que me toca poro que es
lo que mi marido quiere o lo que mis
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
132
Que persona le gustaría ser?
hijos quieren de mi, o lo que mi mamá
es….quiero ser una persona libre de
asumir las consecuencias de mis actos,
que realiza sus propias metas y no está
al pendiente de el cumplimiento de las
metas de los demás…
Es que es eso…tampoco se trata de
desentenderse del esposo ni de los
hijos….se trata de estar con ellos sin
que ser esposa o mamá se convierta en
una atadura…se trata de ayudarles en
sus cosas pero sin descuidar las de uno
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
133
Qué realizaciones le gustaría
lograr en los diferentes roles
por ejemplo a nivel personal,
familiar, laboral y social?
…por ejemplo con lo que usted me
pregunta.. a mi me gustaría ser como
antes salir con mis amigas porque es
que de esas experiencias con el cafecito
uno también aprende, porque lo
aconsejan o uno aconseja, aprende de
las experiencias de los demás, uno ve
que existen otros mundos allá afuera.
Quiero ser alguien en el mundo de
afuera…a veces parece que solo existo
en la casa y ya. Igual quiero seguir
siendo importante para mi familia, pero
sintiéndome libre de ser la persona que
en realidad soy…la que está guardada
dentro de mí.
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134
En qué le gustaría emplear, de
manera prioritaria?
Qué te impide vivir feliz? ¿Qué
te retiene?
Vea, puede que suene feo pero quiero
gastar el tiempo en lo que yo
quiera…que si quiero dormir todo el día
pues duermo todo el día, que si quiero
trabajar hasta tarde pues trabajo hasta
tarde, que si quiero hacer una comida
rica para consentirlos y cocinar todo el
día, pues lo hago…pero porque quiero,
no porque si no lo hago entonces voy a
ser mala esposa y mala mamá
Con todo lo que hemos hablado yo creo
que la única que se lo impide soy yo
misma..porque es que uno mismo se
encarga de que lo vean así. Sin sentido,
sin sueños, sin nada más que hacer. Si
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135
En que momento has creído
que Mauricio piensa de manera
diferente?
uno habla y grita y le dice al mundo que
uno también es una persona igual que
ellos con deseos de lograr cosas y de no
hacer otras pues tendrán que entenderlo
o de pronto no…pero uno sabe que está
haciendo uso de su libertad…es que
cuando uno se casa uno no pasa a ser
objeto de nadie…uno sigue deseando
cosas por las que hay que luchar, y uno
es el único que decide si lo hace o no.
Es que yo se que Mauricio no quisiera
que Natalia se dedicara a la crianza de
hijos y a atender a un esposo… el quiere
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136
que la niña tenga una vida llena de
oportunidades…una vida bonita…yo
también quiero lo misma para ella pero
también para mí.
RESPONSABILIDAD Como crees que podrías
ayudar a tu familia para que
ellos también te ayuden?
No permitiendo más que ellos crean que
tienen el derecho de tratarme peor que a
una empleada. Haciéndoles entender
que yo también tengo ganas de hacer
cosas diferentes en la vida. No siendo
tan sumisa mejor dicho…darme mi lugar
en la casa.
Empezar a hablar con él. Creo que
también lo voy a sacar de la rutina de
En este relato la
consultante asume
parte de la
responsabilidad de
que los demás la
vean de la forma
en que ha sido
vista por mucho
tiempo
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137
Como crees que podrías
ayudar a tu familia para que
ellos también te ayuden
Como crees tú que has
aportado en la transformación
de la relación entre tu esposo y
tu de tal modo que ahora solo
se hace lo que él dice?
siempre….que el llega le sirvo la comida,
le arreglo la pijama todas esas
cosas…ahora lo voy a sorprender más
seguido…voy a dejar que conozca una
nueva yo…espero que le guste…jajajaja.
(6 sesión)
“Ser honesta…la honestidad con migo
misma primero y luego con mi
familia….con todos”
Noooo. el no sabe…no tiene idea de lo
Se aprecia un
sentido de
corresponsabilidad
en el que se deja
la queja centrada
en el otro y se
reconoce que
comportamientos
se han llevado a
cabo para
contribuir a la
situación que
genera malestar.
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138
Que tendrías que hacer para
que esa transformación se dé?
que es sentir que no tienes tiempo para
ti…que todo tu tiempo es solo para
complacer a los demás y que nadie ni
siquiera agradece que se hizo una
comida especial, o que a pesar de haber
estado muy agotada se hace lo posible
por prepara una comida rica que les
guste a todos …incluso a veces me
siento como dueña de un restaurante
porque me toca preparar varios platos
diferentes por que a uno le gusta una
cosa y al otro no…es cansón…es muy
cansón y si siento que nadie sabe lo que
significa.
No…lo peor es que siempre le reclamo
Se comienza a
vislumbrar un
mundo de
posibilidades en el
que se da paso a
la construcción de
una nueva historia
mas
esperanzadora.
Se tiene en cuenta
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139
Si de ti dependiera esta
transformación cual sería tu
aporte?
que no me dice nada…Parece que
ninguno de los dos se dice nada y así es
difícil saber que siente el otro.
Bueno, quizá participando un poco mas
de sus cosas tanto en la casa como en
el trabajo…ella a veces me invita para
que yo conozca a sus compañeras y a
mi me da pereza entonces mas bien me
voy con los niños a algún lugar mientras
ella atiende a su visita.
creo que quiero esforzarme un poco más
para involucrarme en sus intereses y
volverla a a conocer…es que todos
como herramienta
de cambio la
utilización de un
valor familiar
mencionado en
varias sesiones.
Lo que sugiere
gran potencia para
la intervención. Se
realiza la
devolución. (7
sesión)
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
140
Se lo has dicho,?
como te sientes con el reparto
de tareas domésticas
cambiamos y creo que ella también ha
cambiado y a veces siento que conozco
a mi mujer.
No pienses que yo no quiero cosas
buenas para ti…o también quiero cosas
buenas para ti…no quiero que seas
infeliz a mi lado… Quiero participar de tu
alegría.
Pues… la verdad…en cuanto a lo
doméstico es ella quien se encarga de
todo…yo casi no le ayudo en
nada…nunca lo había pensado…pero
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141
Sabe como se siente su esposa?
ahora que lo pienso no se…de pronto no
es equitativo porque yo trabajo 8 horas
ella trabaja como 16 por la casa tiene su
maní.
mmm…no se…me imagino que
cansada?..de pronto se siente mal…uno
como hombre no piensa mucho en esas
cosas y mientras uno está con los
amigos jugando cartas o pasando la rico
ella está en la casa lidiando con los
chinos o preparando comida que luego
uno ni recibe por que llega con tragos, o
llega cansado, o ya comió con los del
Se reconoce la
importancia de
validar la voz del
otro y la propia. Se
logra una meta
mirada de la
dinámica
relacional.
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
142
trabajo….ufff…si es complicado.
DE CONSTRUCCION DE CREENCIAS
en este momento como creen
que son diferentes respecto a
los pedidos del otro?
“Tal vez tu y yo tenemos razón en lo que
estamos diciendo, los dos hemos fallado
en algo, pero el principal error ha sido el
creer que todo lo que nos pasa solo es
culpa del otro, los dos hemos puesto de
nuestra parte para que las cosas estén
así”
Se transforma la
creencia
masculina de ser
el hombre el que
tiene la última
palabra. Se tiene
en cuenta la voz
femenina como
parte del sistema
conyugal y se
valida la idea de
compartir
responsabilidades
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
143
Si pensamos en ustedes como
una nueva pareja que sería lo
nuevo que vería?
Que lo importante es que en este
momento nos estamos escuchando…es
como si nos estuviéramos conociendo
otra vez, la diferencia es que ahora cada
uno sabe algo del otro que antes no
sabíamos y que estamos pensando en
conjunto en hacer cosas diferentes para
salir adelante. Como que volaron todas
esas cucarachas que antes ensuciaban
la casa y tapaban lo que en el fondo
queríamos que se viera. A veces uno
cree que es mas importante darle gusto
a los demás que a uno mismo o la que
uno más quiere que es la pareja.
en la relación
Se introduce la
idea novedosa de
ser una pareja
nueva,
reconstruida, que
tiene nuevas
cosas por mostrar.
Se sugiere que
hoy en día son
vistos de una
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
144
Si volvemos un poquito atrás y
recordáramos cual fue ese
pequeño paso que dieron para
encontrar a esta nueva pareja
cual dirían que fue?
Tendrian ustedes una definición
de lo que es ser pareja que
seqa diferente a la definición
que tenían cuando nos
conocimos?
es como si nos estuviéramos dando una
tregua…la guerra se acabó por un
momento…nos estamos dando la
oportunidad de hacer nuevos pactos…ya
no buscamos como hacer enfurecer al
otro ni como vengarnos de lo que no nos
gustó
si, es que uno a veces piensa que ser
pareja es vivir juntos y ya, y no … es
mucho más que eso”….(hombre) “es
conocer día a día al otro que cambia
constantemente, que vive experiencias
nuevas con uno pero también con otras
manera diferente.
Se reconoce que
antiguas creencias
generaban
malestar y
conflicto en la
relación.
Se pasa del nivel
del análisis al nivel
de la acción, los
consultantes
Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.
145
personas en el trabajo, con los amigos,
con los mismos hijos…entonces es
cierto que somos aparentemente los
mismos, pero cuando nos preocupamos
por saber cuál es el esposo nuevo que
llego esta noche a la casa, como es
diferente, en que cambio, o cual es el
nuevo sueño luego de haber logrado
algo muy importante en la vida, la vida a
uno también le cambia, y también somos
mujeres nuevas en la lucha por ideales
nuevos.” (mujer)
hablan de tregua,
de finalizar la
guerra, se busca
la manera de
generar nuevos
acuerdos
involucrando la
voz de la pareja.
Además el
significado de la
acción cambia,
pues ya no se
comportan en
torno a la culpa o
la venganza, se
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146
actua en pro del
bienestar
individual y
conyugal.
Se construyen
nuevos
significados
respecto al
imaginario de ser
pareja. Se
redefinen
aspectos
importantes de la
vida conyugal
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