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rras en el futu-ro y se consi-guiera la paz en-tre todos los países del mundo. Tres años más tarde de la muerte de Sada-ko, los niños de toda la ciudad de Hiroshima le dedicaron una estatua de ella con una grulla en su mano. La estatua está en
Sadako Sasaki y las mil gruyas
Leyenda de Sadako Sasaki
Y las mil gruyas
Por Adrián Maza
Pie de imagen o grá-fico.
el Parque de la Paz de Hiroshima.
Según una le-yenda japone-sa, tu mayor deseo se hará reali-dad, si cons-
truyes mil grullas de papel. La consig-na de crear grullas de papel en la lucha por la paz, se re-monta a la historia de una de las peque-ñas víctimas de la bomba de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
Sadako Sasaki tenía dos años cuando ca-yó la bomba en Hi-roshima, ciudad en
la que vivía. Diez años más tarde (cuando tenía 12 años), como consecuencia de la irradiación que le produjo la bomba de Hiroshima, los médicos le diagnosticaron leucemia. Cuando la pequeña Sadako estaba en el hospital recuperándose de su enfer-medad, su amiga Chizucho le explicó la historia de las 1.000 grullas de papel. La historia consiste en que si deseas algo con mucha fuer-za y construyes 1.000 gru-
llas de pa-pel ( papi-roflexia), los dioses te concede-rán ese de-seo que tan-to anhelas.
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Es así como Sadako deseó curarse de su terrible enfermedad y para ello se propuso construir por sí misma 1.000 grullas de papel, aunque no logró conseguirlo porque falle-ció mucho antes de poder acabarlas todas. Murió en octubre de 1955 y sólo había conseguido plegar 644 grullas de papel. Sim-bólicamente, sus amigos continuaron su misión y completaron las mil gru-llas, con la esperanza de que se evitaran las gue-
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