UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA Facultad de Humanidades y Comunicación
Una experiencia de trabajo con adolescentes para la creación de procesos de
participación, protagonismo y sentido de vida
Proyecto: Participación, Identidad y Afecto. Julio 2007-Diciembre 2010. Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero (CCOAR)
Marzo 2012
Nandaime, Nicaragua
Autores: Yessenia Ordóñez Morales / Denis Gaitán Largaespada Tutora: Msc. Iris Prado Tesis para optar al título de Máster : Maestría Políticas Sociales, Derechos y Protagonismo de Niñas, niños y Adolescentes. I Edición.
“Todos nosotros sabemos algo. Todos
nosotros ignoramos algo. Por eso,
aprendemos siempre”
(Paulo Freire)
Tabla de contenido
Agradecimientos
Introducción
¿Cómo surge la experiencia?
Proyecto en que se inscribe la experiencia
Sobre el CCOAR
Justificación
Contexto Histórico
Contexto Teórico
Objetivos de la sistematización
¿Cómo lo hicimos?
Reconstrucción histórica
Primera Etapa
Segunda etapa
Tercera etapa
Análisis e interpretación crítica
Conclusiones
Lecciones aprendidas
Recomendaciones
Bibliografía
ANEXOS
Agradecimientos
Una experiencia sucede cuando hay actores, mujeres y hombres, que se
desenvuelven y participan en ella y que con su práctica van tejiendo aprendizajes,
tensiones y conflictos. Pero de todo ello, se adquieren nuevos conocimientos;
principalmente cuando hay un ejercicio crítico y existe un ánimo marcado de seguir
aprendiendo.
A todos esos actores: adolescentes (hombres y mujeres),jóvenes, facilitadores,
coordinadores, docentes, organizaciones donantes (Spirale y Horizontes de Amistad),
y a todo el equipo del Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero,nuestro más sincero
agradecimiento, por ser parte de la experiencia, y que, ojalá, cada quien logre
identificar un aprendizaje en la misma, de manera que les permita enriquecer sus
conocimientos y potencialidades.
Gracias especiales sobre todo a las personas que se implicaron en alma y corazón
desde el inicio en esta aventura de aprendizaje: Eliette Mejía, Denis Bustos, Carlos
Arguello, Marvin Ruiz, Marvin Bustosy el padre Santiago Giroux que con sus aportes y
apoyo en esta reconstrucción de la experiencia también hicieron posible este trabajo.
No podemos omitir nuestro cariño y gratitud sincera a lasdecenas de adolescentes y
jóvenes que dieron vida y sentido a esta experienciaen estos tres años de caminary
búsqueda conjunta de un modelo de trabajo en lo social, coherente con los procesos
de protagonismo y derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Pero sobre
todo queremos hacer mención especial a los y las adolescentes que con sus
testimonios y su compartir nos enseñaron y nos siguen dejando retos en nuestro
quehacer profesional.
Gracias Francela Briceño, Ricardo Borges, Eduardo Ramos, María Mercedes Cubillo,
Freddy Vigil, Wiston Ferreti, Misael Lozano, Noel Delgado, Mauricio Franco, Amy
Rosales, Erling Martínez, Glenda Castillo que nos compartieron sus experiencias en
este proceso que se enriqueció más cuando ha marcado positivamente sus vidas.
Introducción
Cuando vivimos una experiencia con frecuencia nos cuestionamos el rol que hemos
jugado en la misma pero de manera individual, pero pocas veces nos retamos a
profundizarla de manera colectiva permitiéndonos producir y validar nuevos
conocimientos y aprendizajes.
En su momento Paulo Freire afirmaba: “todos nosotros sabemos algo, pero que todos
nosotros ignoramos algo y por eso aprendemos siempre” (Citado por Martínez &
Sánchez, 2011). Aprender es y fue la clave en este proceso de sistematización que
emprendimos como equipo de facilitadores, sistematizadores y adolescentes en el
marco institucional de la Cooperativa de Servicios Múltiples Comunitarios “Centro
Comunitario Oscar Arnulfo Romero” (CCOAR) del municipio Nandaime.
El presente esfuerzo de sistematización se centra en la experiencia de trabajo con
adolescentes para la creación de procesos de participación, protagonismo y sentido
de vida en el marco del “Proyecto Participación, Identidad y Afecto” en sus dos fases y
el primer año del proyecto “Construyendo resiliencia desde las prácticas y vivencias
comunitarias”, ejecutados por el CCOAR, de julio de 2007 a diciembre de 2010.
Como en toda sistematización, dada su amplitud, se ha definido como eje para el
análisis de la misma la siguiente interrogante: ¿De qué manera la experiencia vivida por
los y las adolescentes en los grupos de interés organizados por el CCOAR les ha generado
procesos de Participación, protagonismo, y sentido de vida?
La revisión de la experiencia ha sido de mucha importancia para analizar el proceso de
desarrollo personal vivido por adolescentes durante la implementación del modelo de
trabajo basado en la Participación, Identidad y Afecto, por parte del CCOAR, así como
también identificando lecciones aprendidas que permitirán enriquecer y proyectar
nuevas estrategias de trabajo para la promoción de la participación, protagonismo y
sentido de vida en los y las adolescentes.
Es importante señalar que la sistematización es una modalidad de la investigación
cualitativa y su concepto, para dicho trabajo, lo hemos tomado de la propuesta
metodológica planteada por la Red de Educación Popular (ALFORJA) que centra la
sistematización en la interpretación crítica de una o varias experiencias, que a partir
de su ordenamiento y reconstrucción descubre o explicita la lógica del proceso vivido,
los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y
porque lo han hecho de ese modo (Jara H, 1998). Esto permite producir conocimientos
nuevos, conceptualizarlos a un primer nivel y aprender de la misma experiencia.
Este documento ubica al lector en el proyecto en que se inscribe la experiencia, el
contexto institucional, histórico, la justificación, el contexto teórico, objetivos de la
sistematización y metodología utilizada, para luego presentar el desarrollo de la
experiencia la cual se compone de la reconstrucción histórica y el análisis e
interpretación crítica. Finalmente encontrará los puntos de llegada en los cuales
planteamos conclusiones, lecciones aprendidas y recomendaciones.
¿Cómo surge la experiencia?
La experiencia de trabajo con adolescentes alrededor de la participación, identidad y
afecto (P.I.A.) tiene sus antecedentes en un momento en el que se vivía un proceso
de reflexión alrededor del quehacer institucional y al mismo tiempo se precisaba la
creación de un proyecto alternativo con enfoque de desarrollo humano desde la
perspectiva de los mismos chavalos y chavalas.
Eran esfuerzos para profundizar, actualizar y valorar el sentido de las acciones de la
organización como de las y los sujetos beneficiarios. Este momento se caracterizó por
la búsqueda de un común denominador alrededor de las visiones y concepciones
teóricas e ideológicas existentes detrás de las prácticas del CCOAR y del equipo;
alrededor de la niñez, la adolescencia y la juventud.
Este proceso se realizó en el marco de la elaboración del Plan Estratégico
Participativo con Perspectiva de Género del CCOAR en 2006, donde también surge la
necesidad de reflexionar sobre la creación de un modelo de intervención social que
fuese construido desde la práctica y que estuviese en contante dinamismo para incidir
en los temas que a la niñez, adolescencia y juventud les afectaba, desde su propia
realidad y perspectiva.
La manera en que concretamos la reflexión fue la creación de un proyecto de
intervención social teniendo como perspectiva teórica el desarrollo a escala humana,
que cabe mencionar fue surgiendo de los mismos insumos arrojados en el proceso de
planeación estratégica específicamente de consultas realizadas con alrededor de 120
niños, niñas, adolescentes, jóvenes y padres de familia..
La consulta se realizó para validar la misión y visión preliminares de la organización;
pero lo más importante para conocer las condiciones que vivían la niñez, adolescencia
y juventud nandaimeña e identificar las necesidades, conocimientos y capacidades a
desarrollar para aprovechar las oportunidades de su entorno y para enfrentar las
situaciones adversas al mismo. He de aquí que surge la identificación de las
necesidades de participación, identidad y afecto.
Pero para llegar a lo anterior profundizamos en lo que los chavalos y chavalas habían
planteado; identificamos problemáticas, percepciones, representaciones y las posibles
soluciones o caminos a seguir desde la óptica de los chavalos y chavalas. Dichas
problemáticas reflejaban secuelas del sistema socio-económico que afrontaban las
familias y por ende afectaban a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
El problema consensuado se centró en las relaciones de poder que se establecían
entre la niñez, adolescencia y juventud y aquellas formas de relación injustas que
también establecían los adultos con los mismos. Estas relaciones de poder eran
basadas en la inequidad y carencia afectiva, fruto de las representaciones
socializadas y multiplicadas principalmente en el seno familiar y que se van
configurando a partir de la construcción de las identidades de género y
generacionales en el municipio de Nandaime.
Esto también nos llevó a profundizar más el tema de la participación, aspecto que ha
sido parte de las estrategias de trabajo con adolescentes del CCOAR desde su
fundación. Según lo expresado por los niños, niñas y adolescentes el asunto de
participar o ejercer este derecho pasaba por varios filtros. Filtros provenientes de
patrones culturales que tenían que ver con poderes y las concepciones de derechos
en la familia, la escuela y la localidad, en lo cual interviene lo económico y lo
educativo.
En este sentido, como organización veíamos que las mismas familias actuaban más
como agentes obstaculizadores del ejercicio de la participación de sus propios hijos e
hijas. No obstante entendimos en este proceso de consulta que, para los adultos/as,
dejar o permitir participar era un riesgo a perder control y poder en el proceso de
educación a los niños, niñas y adolescentes. Además era un mecanismos de
autodefensa y sobreprotección basadas en las experiencias de vida de los adultos y
determinada por ellos y ellas mismas.
Por otro lado participar para los niños, niñas y adolescentes en dicha consulta era una
forma de huida a lo que rechazan en la familia. Participar más bien era una
oportunidad de satisfacer la necesidad de desarrollar su propia identidad. Una
identificación con ellos y ellas mismas; con aquellos que se parecen o no a ellos y
ellas. Era la necesidad de ser reconocidos, reconocidas y respetados como sujetos
sociales, contrario a lo que se promovía en sus respectivas familias, escuela,
comunidad o entre sus pares.
Estas reflexiones y aprendizajes nos permitieron consensuar que nuestro trabajo se
proyectaría a la promoción alternativa de la Participación, Identidad y Afecto;
concretando un proyecto encaminado en construir un modelo de intervención, acción
comunitaria desde la perspectiva del desarrollo a escala humana y que como veremos
en el siguiente capítulo luego de este fueron surgiendo otras propuestas.
Todo esto fue también bajo el interés de abrirnos a otras y nuevas propuestas que
fueran compatibles con nuestra realidad y quehacer. Todo lo anterior se enmarcaba
en una lógica y estrategia para promover el protagonismo y sentido de vida de los
chavalos y chavalas del municipio.
Proyecto en que se inscribe la experiencia
La experiencia de trabajo con adolescentes para la generación de procesos de
participación, protagonismo y sentido de vida se desarrolló en el marco de ejecución
de proyectos de desarrollo local impulsados por el Centro Comunitario Oscar Arnulfo
Romero (CCOAR), desde la perspectiva del desarrollo a escala humana.
Aunque en un inicio no se planteó la lógica de fases para la formulación y ejecución de
los proyectos, se vio la necesidad de darle seguimiento al proceso, a partir de las
demandas de los y las adolescentes surgidas en la primera fase, lo cual indujo a la
organización a afirmar que la construcción del modelo de trabajo con adolescentes no
terminaría en un año tal como se pretendía (julio 2007 a julio a 2008); sino que se dio
seguimiento en tres etapas lo que culminó en diciembre 2011. No obstante el periodo
de la presente sistematización comprende el período de Julio 2007 a diciembre 2010.
Más bien se reconoció y se necesitó que fuera un modelo dinámico, “en construcción”
y experimental, pues en la medida que se pusiera en práctica, que surgiera de la
misma experiencia cotidiana, que fuera propuesto y cuestionado por los mismos
sujetos o grupos metas, a su ritmo e intereses y que también pudiera ayudar a
evolucionar al mismo equipo de trabajo, este modelo podría perfeccionarse, validarse
y reinventarse en el camino a partir de las sugerencias de los mismos chavalos y
chavalas. Esto conllevó al surgimiento de una segunda y tercera fase que se vinculan
en objetivos y propósitos hasta hacer un alto en diciembre de 2010.
Es así que la experiencia se inscribe en los siguientes proyectos: Proyecto:
Participación, Identidad, Afecto: hacia un modelo de intervención-acción comunitaria
desde la perspectiva del desarrollo a escala humana. (Julio 2007 a Junio 2008). (I
Fase). Proyecto Participación, Identidad, Afecto: acción sinérgica y desarrollo de
capacidades locales desde la perspectiva del desarrollo a escala humana. (Jul. 2008
a Jul. 2009). (II Fase) y el proyecto Construyendo resiliencia desde las prácticas y
vivencias comunitarias (Dic. 2009 a Dic. 2010).
A continuación presentamos cada uno de los proyectos tal como se plantearon al
inicio, destacando el propósito, los resultados esperados, las acciones, metas y
actividades contempladas por cada proyecto o fase.
I. Participación, Identidad, Afecto: hacia un modelo de intervención-acción
comunitaria desde la perspectiva del desarrollo a escala humana (I Fase).
En la primera fase el CCOAR pretendía realizar el diseño y puesta en marcha de un
modelo de intervención-acción comunitaria desde la perspectiva del desarrollo a
escala humana. Específicamente dotar a la organización de una metodología
participativa que le permitiera promocionar las capacidades de la adolescencia en el
municipio de Nandaime, a través de la identificación de satisfactores sinérgicos de
Participación, Identidad y Afecto.
El propósito fue mejorar y ampliar la capacidad de gestión y promoción institucional del
CCOAR para el desarrollo de capacidades locales en dicho municipio. El objetivo a
largo plazo era que los niños, niñas y adolescentes se hubieran apropiados de una
visión de sujetos sociales de derechos y con capacidad de incidencia en las distintas
dinámicas comunitarias.
De esta manera el CCOAR pretendía comenzar a orientar y definir el espíritu de sus
acciones a favor del desarrollo de capacidades, conocimientos y aprendizajes de la
niñez, adolescencia y juventud de la región como bien lo plantea su misión. Lo anterior
se lograría a través de los siguientes resultados esperados:
El Personal de CCOAR ha adquirido destrezas técnicas y metodológicas para
la construcción de un modelo de intervención alternativo.
Elaborada y validada una propuesta metodológica basada en satisfactores
sinérgicos de Participación, Identidad y Afecto.
Familias sensibilizadas en torno a los niveles de involucramiento de
adolescentes en CCOAR.
Para cada resultado se plantearon una serie actividades las que se describen a
continuación:
Un seminario taller sobre monitoreo y evaluación del proyecto.
Un seminario taller sobe metodología dialógica para identificación de
satisfactores.
Un taller de tres días sobre la creación de modelo alternativo (intervención
social).
Un encuentro de jóvenes a nivel municipal.
Una jornada de reflexión y evaluación a partir del encuentro municipal de
jóvenes.
Tres jornadas de reflexión y aplicación del PIA con adolescentes
(diferenciados por género)
Diagnóstico para la revisión y reorganización de programas radiales de
promoción de la Participación, Identidad y Afecto.
Un boletín informativo comunitario sobre la identidad local (6 boletines)
Una guía metodológica de participación comunitaria.
Un marco conceptual elaborado sobre la Participación, Identidad y Afecto.
Estrategia metodológicadel Proyecto en la primera fase
En esta primera fase se planteó que la metodología de trabajo con adolescentes
sería participativa e inclusiva para que las y los beneficiarios directas del proyecto y el
personal trabajando en la ejecución se sintieran parte y asumieran el espíritu de lo que
se deseaba alcanzar.
Se planteó que para cumplir con los resultados trazados en el proyecto se incluyó
entre sus metas la calendarización de las actividades así como la elaboración de
indicadores y controles que permitieran el monitoreo y evaluación del proyecto PIA.
También su carácter retroalimentativo con los beneficiarios sería otra de las formas
para garantizar el cumplimiento de los resultados, ya que sería participativo y vivencial.
Tal como se describe en los primeros párrafos del presente acápite, en el camino se
vio la necesidad de continuar en la misma línea de trabajo, alrededor de la promoción
de la Participación, Identidad y Afecto, a partir de las propuestas de los/as
adolescentes; por lo que se tuvo que crear una segunda fase de proyecto que se
presenta a continuación.
II. Participación, Identidad, Afecto: acción sinérgica y desarrollo de
capacidades locales desde la perspectiva del desarrollo a escala
humana(II Fase).
En la segunda fase que duró de julio 2008 a Julio 2009, se procuraba poner en marcha
acciones para propiciar la participación, identidad y afecto con un sentido de
satisfacción sinérgica en el municipio de Nandaime. El CCOAR había optado por la
construcción de un modelo intervención-acción comunitaria desde la perspectiva del
desarrollo a escala humana, con lo cual, en la primera fase se ha dotado de
estrategias para el desarrollo de capacidades locales y emprender las primeras
iniciativas para la producción de conocimientos con la participación activa de niños,
niñas, adolescentes y jóvenes del municipio de Nandaime. Dichas estrategias fueron
validadas en encuentros de intercambio y se mencionan a continuación:
Fomento de valores y principios en el seno familiar que contribuyan a fortalecer
la identidad principalmente de la niñez y adolescencia.
Estimulación en los jóvenes del reconocimiento de sus orígenes, costumbres y
tradiciones.
Fortalecimiento de la capacidad de incidencia de los jóvenes con la apertura de
espacios de participación.
Adquisición de nuevos conocimientos a través de la experiencia vivida por los
jóvenes.
Desarrollo de valores humanos y autoestima como un eje de trabajo en las
actividades a realizar con los jóvenes.
Utilización de los medios de comunicación (radio y escritas) para la promoción
de la cultura y la identidad local.
Promoción de una cultura de organización y planificación con adolescentes y
jóvenes de Nandaime.
Involucramiento de las familias en las actividades y acciones emprendidas por
los jóvenes para propiciar relaciones afectivas y respetuosas.
En esta segunda fase se pretendía consolidar la gestión institucional de CCOAR y
facilitar el desarrollo de capacidades locales de la niñez, adolescencia y juventud para
el ejercicio de una nueva ciudadanía, desde la perspectiva de derechos, que propicie
la producción de conocimientos y la incidencia ciudadana en el municipio de
Nandaime. En cuanto al objetivo a largo plazo al igual que en la primera fase se
planteó que los niños, niñas y adolescentes se apropiaran de una visión de sujetos
sociales de derechos y con capacidad de incidencia en las distintas dinámicas
comunitarias. Lo anterior se lograría a través de los siguientes resultados esperados:
Personal del CCOAR se ha apropiado de “Piale”1 (CCOAR, 2007) como
modelo de trabajo alternativo basado en el desarrollo a escala humana.
Articuladas y consolidadas experiencias locales manejando metodología
alternativa del CCOAR: “Piale” construyendo nuestro andar desde la
participación, la identidad y el afecto.
Instalado un observatorio ciudadano de Participación, Identidad y Afecto en el
municipio de Nandaime.
Asimismo se asumió desde el proyecto que el desarrollo de capacidades locales sería
posible en tanto la población adolescente y joven ejerciera su derecho a la
participación, pues representan a la mayoría de la población, y se esperaba que el
proyecto contribuyera con una cultura de apropiación de las potencialidades de la
niñez, adolescencia y juventud, por parte de ellos y la sociedad en general. Para ello
se plantearon actividades para propiciar lo anterior y a continuación se detallan:
Diseño y realización de tres talleres para puesta en marcha de estrategias de
Participación, Identidad y Afecto.
Conformada una red local de aprendizaje, por al menos cuatro grupos
comunitarios (de interés) de adolescentes. (Concebidos como grupos
consultivos)
Realización de cuatro talleres de intercambio sobre temas de interés de los
adolescentes ligados a Participación, Identidad y Afecto.
1Ver pie de pagina en Contexto Teórico pág. 38
Realización de tres concursos socio culturales participativos con niños, niñas,
adolescentes y jóvenes.
Realización de una feria municipal sobre expresiones identitarias de los
adolescentes y jóvenes.
Realización de un sondeo exploratorio referido a Participación, Identidad y
Afecto en la municipalidad de Nandaime.
Producción y publicación de seis ediciones de un boletín informativo sobre la
identidad local y sobre las actividades con adolescentes y jóvenes alrededor de
PIA.
Producción de dos programas radiales para la promoción de PIA.
Realización de un intercambio de experiencia con organizaciones afines al
proyecto y la misión de CCOAR.
Estrategia metodológica del Proyecto en la segunda fase
De igual manera, como en la primera fase, con base a la experiencia de la
organización, de trabajo con adolescentes, niños, niñas, nuestra metodología de
trabajo sería participativa, vivencial y protagónica de los “chavalos” y “chavalas” en el
impulso de sujetos resilientes capaces de sobreponerse y salir adelante de traumas
generados en el medio hostil y las historias de vida difíciles. Con este mismo proceso
metodológico surgido de nuestra propia experiencia y testimonios vivenciales, la
organización guiaría la ejecución de dicho proyecto.
Básicamente se planteó que los beneficiarios directos del proyecto y el personal
trabajando en la ejecución del mismo serían protagonistas en aprendizaje. Se hizo
hincapié en que esta segunda fase había surgido de las mismas propuestas y
necesidades de los niños, niñas y adolescentes. Es así que los y las participantes del
proyecto anterior continuarían en este segundo proceso para la validación de espacios
y acciones sinérgicas de participación, identidad y afecto.
Como estrategia se planteó la divulgación y sensibilización de las acciones sinérgicas
en las que participarían las chavalas y chavalos como parte esencial para el desarrollo
del proyecto; por ejemplo, a través de la radio comunitaria y el canal local de
televisión.
El carácter retroalimentativo que tendría el proyecto con los beneficiarios sería otra de
las formas para garantizar el cumplimiento de los resultados, ya que sería participativo
y vivencial.
Finalmente para trastocar la dinámica comunitaria, o más bien en el ámbito municipal y
familiar, alrededor de las situaciones, dificultades que planteaban los chavalos y
chavalas nos planteamos una tercera fase que integra el siguiente proyecto:
III. Construyendo resiliencia desde las prácticas y vivencias comunitarias(III
fase)
Este proyecto, en el cual también se inscribe la experiencia, inició en diciembre de
2009 y que a la fecha de la presente sistematización continúa en marcha; no obstante
se ha hecho un corte hasta diciembre de 2010 para efectos de la presente
sistematización alrededor del eje de este trabajo.
Dicho proyecto fue planteado como la puesta en marcha de estrategias y acciones
sinérgicas para la promoción y el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria en el
Municipio de Nandaime. Condiciones que permitieran especialmente a la juventud y
adolescencia de dicho municipio, en medio de las adversidades de su entorno, el
fomento de su desarrollo espiritual, estima de si y habilidades encaminadas en la
creación de un proyecto de vida basado en la creatividad y la visión de futuro. En este
sentido el presente proyecto se pretendía lograr a través de los siguientes resultados
esperados:
“Desarrollado un modelo alternativo de comunicación e interacción para la
resiliencia comunitaria con autoridades locales y población en general”.
Población de Nandaime, especialmente la adolescencia y juventud otorgando
nuevos significados a sus prácticas y vivencias cotidianas.
Población del municipio de Nandaime, principalmente la juventud, con amplio
conocimiento de sus orígenes y tradiciones.
Con este proyecto El Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero (CCOAR) plantea que
continuaba sentando un precedente en la localidad, desde la perspectiva de un
desarrollo alternativo, poniendo de manifiesto estrategias sinérgicas de Identidad,
Afecto y Participación, en lo que ya había iniciado; no obstante es claro que el modelo
ha tenido aceptación por lo que presenta nuevas propuestas de proyectos surgidas de
recomendaciones de los sectores beneficiarios de la organización.
Se propuso que al finalizar la realización de este proyecto, las acciones hayan tenido
un alcance municipal, incidiendo en los tomadores de decisiones locales,
principalmente a nivel del gobierno municipal donde se discuten y aprueban
“proyectos” para el desarrollo local de todos los sectores poblacionales, principalmente
para niñez y adolescencia la cual constituyen poco más del 50 porciento de la
población.
Asimismo se afirmó que para crear condiciones de resiliencia comunitaria se hacía
indispensable la sensibilización de todos los miembros del núcleo familiar quienes
tendrían un rol importante en las acciones del proyecto.
En el proyecto se plantearon una serie de indicadores por cada uno de los resultados
arriba mencionados, con metas específicas que conllevaron a la realización de
actividades. Los indicadores propuestos fueron los siguientes:
Aumento gradual de acciones comunitarias en los planes y presupuesto
municipal en aspectos tales como: ¡) apoyo a iniciativas culturales ¡¡) apoyo a
iniciativas para la promoción de espacios comunitarios lúdicos, a partir de
febrero 2010. Un porcentaje de las acciones comunitarias dirigidas a la familia
y principalmente a las mujeres nandaimeñas.
Cantidad de jóvenes del municipio de Nandaime vinculados a diferentes grupos
de interés, a partir de Julio 2009. De ellos una Cantidad de mujeres jóvenes
estarían vinculadas a una red de aprendizajes.
Número de grupos de interés fortalecidos. (Danza, teatro, música,
comunicación).
Cantidad de jóvenes, con al menos un 60 porciento de mujeres, construyen y
fortalecen una identidad resiliente en aspectos como: ¡) Define su proyecto de
vida, ¡¡) Desarrollan habilidades para la vida ¡¡¡) Desarrollan su espiritualidad
¡¡¡)
Fortalecen su identidad cultural ¡v) Analizan y entienden el entorno en que se
desenvuelven, a partir de enero 2010.
Al menos el 50% de los adolescentes y jóvenes con vínculos familiares y
amistosos fortalecidos a través de las actividades lúdicas y culturales a partir
de Julio 2009.
Editada y publicada una revista trimestral sobre identidad local y experiencias
vividas por los jóvenes, a partir de agosto 2009
Cantidad de espacios informativos sobre identidad y fuentes históricas sobre el
municipio de Nandaime partir de enero 2011.
Las actividades que se plantearon encaminadas a responder a cada uno de los
indicadores se mencionan a continuación:
Diseño y realización de un diagnóstico comunitario sobre resiliencia e identidad
cultural
Un documento de orientaciones y recomendaciones de acciones, estrategias y
metas para alimentar la Política Municipal de la Niñez y la Adolescencia de
Nandaime (PMNA – Nandaime).
Creación de espacios de interés para adolescentes alrededor de la danza
folklórica, el medio ambiente, fotografía, teatro, la poesía, comunicación, etc.
Diseño y realización de capacitaciones y convivencia grupales sobre
autoestima, habilidades y proyectos de vida, espiritualidad, identidad cultural
relaciones afectivas y estima de sí.
Diseño y planificación de campaña radial de prevención de conflictos asociados
a la juventud.
Grabación y difusión de un programa radial juvenil sobre prevención de
conflictos asociados a la juventud.
Diseño, planificación y ejecución de eventos lúdicos y culturales de
movilización pública.
Diseño de capacitaciones y talleres con padres y madres de familia.
Diseño, planificación e investigación de información histórica del municipio.
Planificación y grabación de programas radiales sobre la identidad local.
Planificación y publicación de revista trimestral comunitaria sobre identidad
local.
Estrategia metodológica del Proyecto en la tercera fase
Para el cumplimiento de los resultados esperados del proyecto, la organización
planteó utilizar una metodología dialógica con los beneficiarios directos del proyecto
así como actores claves involucrados en la situación problema que se presentaban en
la propuesta. Pues se trata integrar a las partes interesada alrededor de las soluciones
de problemáticas y de esta manera obtener recomendaciones y propuestas de
acciones sinérgicas que pudieran alimentar las acciones que ya contemplaba el
proyecto. Para ello sería necesario estar en constante análisis del entorno.
Para ello se propuso como primer paso entender en profundidad el contexto/entorno
para la identificación factores de resiliencia individual y comunitaria, en lo cual tienen
un rol protagónico la adolescencia y juventud. El eje principal, que adquiere un lugar
importante en la estrategia metodológica, es el desarrollo de acciones a través de la
lúdica como dimensión del desarrollo del ser humano.
En segundo lugar con una mayor comprensión de lo anterior, se planteó que sería
posible emprender acciones sinérgicas comunitarias donde jugarán un rol activo
autoridades municipales, familia y la juventud. Entre otras estrategias que se recogen
en la segunda fase.
Sobre el CCOAR
La Cooperativa de Servicios Múltiples Comunitarios “Monseñor Oscar Arnulfo
Romero” (Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero R. L) CCOAR, es una
organización apartidaria con fines sociales, de inspiración cristiana, y una visión global
de un mundo justo. Pero además vale resaltar que somos una organización de
carácter comunitario, nacida en Nandaime y que si bien fue fundada en 1989, tiene
raíces anteriores en una iniciativa parroquial que definitivamente marcó nuestras vidas.
El CCOAR fue impulsado desde la pastoral social, comprometida con los sectores más
empobrecidos del municipio de Nandaime; quienes iniciaron fueron los Misioneros del
Sagrado Corazón de Jesús, específicamente el sacerdote Santiago Giroux, de origen
canadiense. Este último fue facilitador, desde la parroquia, de procesos participativos,
formativos y generadores de otras iniciativas de los mismos chavalos y chavalas.
El CCOAR ha desarrollado iniciativas en la comunidad en la que se vinculan niños,
niñas, adolescentes y jóvenes de sectores excluidos. En su gran mayoría quienes
ahora conducimos y componemos el equipo de CCOAR venimos de allí. Ni somos una
organización externa que viene a ayudar, ni nuestros miembros son ajenos a las
realidades locales.
Desde el 2006 el CCOAR se define (Misión) como una organización que promueve el
desarrollo de capacidades, aprendizajes y derechos de la niñez, adolescencia y
juventud de Nandaime a quienes vemos en un futuro incidiendo en el mejoramiento de
sus condiciones de vida y de su entorno. Para lograrlo ellos y ellas han de reconocer
sus potencialidades y convertirlas en acciones, a nosotros nos corresponde ser
actores facilitadores en ese proceso y promover el ejercicio de sus derechos. Lo
haremos mediante seis estrategias:
Producción de conocimientos; Fomento de la expresión artística; Promoción de los
derechos humanos y del respeto al medio ambiente; Promoción de una economía
social y solidaria con el turismo alternativo y el comercio equitativo; Comunicación
alternativa; y Servicios socio-económicos alternativos. La metodología de trabajo se
enfoca en el aprender haciendo, participativa y vivencial; con incorporación transversal
de perspectiva de género e integrando el modelo de acción sinérgico que promueve el
desarrollo humano integral a través de la participación, identidad y afecto (PIA) y que
en su ejecución se denomina PIALE.
Decidimos que nuestro quehacer ha de ser coherente con seis pilares espirituales que
hemos asumido: la solidaridad, la mística, el compromiso, la creatividad, la justicia y la
prosperidad. Como consecuencia de nuestras acciones y de manera consistente con
tales pilares, vamos a convertirnos (visión) en una organización reconocida,
autosostenible, con una administración eficaz y eficiente. Ello requiere –y lo vamos a
lograr- alcanzar y mantener un alto nivel de desarrollo tecnológico y una infraestructura
adecuada para la prestación de nuestros servicios.
Cabe destacar que en un poco más de 20 años, las iniciativas han sido concretadas
en diversos proyectos y servicios relacionados con la educación (becas), biblioteca, la
expresión artística (danza, pintura, música, teatro), producción artesanal (colectivos),
viviendas, salud comunitaria, comunicación alternativa (radio comunitaria), el turismo
alternativo, comercio equitativo y la promoción de la organización adolescente y juvenil
a través de grupos de interés alrededor de la ecología, el deporte, las artes y la
comunicación. El proceso ha sido para forjar el protagonismo juvenil a través de la
promoción principalmente de la participación, la identidad individual y colectiva.
Justificación
El presente trabajo constituye un esfuerzo institucional por querer aprender de la
experiencia misma que ha generado con sus principales sujetos beneficiarios,
adolescentes del municipio de Nandaime. Además de aprender de la experiencia,esta
sistematización constituye una herramienta de apoyo para el CCOAR en busca de
fortalecer su incidencia ciudadana a través de la promoción de los y las adolescentes
de la localidad.
El CCOAR es una organización social que busca incidir en procesos que contribuyan
en el mejoramiento de la calidad de vida de la niñez, adolescencia y juventud del
municipio, así como de sus miembros en parte jóvenes que vienen de la misma
experiencia y que hoy trabajan en las distintas áreas de acción.
El modelo que busca el CCOAR es el de desarrollo a escala humana, a través de la
potenciación de capacidades locales como su principal valor público. Este espíritu que
emana de la experiencia y del consenso de sus miembros y los sujetos con los que
trabaja tiene que llevar al CCOAR a asumir retos y reflexionar sobre vacíos en lo que
respecta a la Gerencia Social.
En este sentido es indispensable hacer un alto y sistematizar su experiencia de trabajo
con adolescentes tomando como eje la generación de procesos de participación,
protagonismo y sentido de vida, pues de alguna manera lo que hacemos está movido
por el deseo de contribuir con un proyecto de vida en adolescentes basado en la
creatividad y visión de futuro.
Pero más allá de simplemente revisar, la sistematización nos permite obtener
aprendizajes y lecciones que alimentarán la legitimidad para actuar y mejorar
metodologías de trabajo para recrear los mandatos principalmente de la adolescencia.
Esto conlleva también a tener conciencia de la importancia de la rendición de cuentas
en un ejercicio como este, sobre el trabajo realizado en la localidad; en primer lugar a
los protagonistas (adolescencia), en segundo lugar a la ciudadanía (comunicar los
aprendizajes) y en tercer lugar a aquellos que apoyan estas iniciativas, tales como las
organizaciones donantes. Esta postura tiene como base el enfoque de derechos, como
perspectiva transversal en las acciones a favor de la niñez y adolescencia.
Asimismo este trabajo es una oportunidad para reflexionar sobre la práctica de una
organización que se inspira en la importancia del desarrollo local y por supuesto para
aportar al conocimiento respecto a la implementación de modelos de intervención-
acción social en situaciones de la niñez y la adolescencia; lo cual para el CCOAR es
de suma importancia, pues desde 2007 ha apostado por la creación de un modelo,
aún en “construcción” desde la participación, identidad y afecto, bajo la perspectiva del
desarrollo a escala humana.
Es importante destacar que la realización de la sistematización tiene además fines
académicos ya que consideramos que es una experiencia de protagonismo y
participación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes basada en los principios de la
Convención de los Derechos del Niño así como los derechos fundamentales
estipulados en leyes como el Código de la Niñez y Adolescencia de Nicaragua. Una
experiencia de aprendizaje a compartir, elaborada a partir también de los aprendizajes,
herramientas y conocimientos obtenidos en la Maestría Políticas Sociales, Derechos y
Protagonismo de Niñas, Niños y Adolescentes, primera edición, de la Universidad
Centroamericana (UCA).
Contexto Histórico
De lo nacional a lo local
Pese que la población crece más lento respecto al pasado, Nicaragua continúa
teniendo una población joven, principalmente de niños, niñas y adolescentes (de 0 a
18 años de edad), los que representan el 46 porciento de la población total(INIDE,
2005). Y aquellos que han dejado de pertenecer a este segmento, los recién
adolescentes son parte ahora de la gran masa de jóvenes en edad activa.
Estas cifras se reflejan en el ámbito local, casi la mitad de la población nandaimeña
son niños, niñas y adolescentes. De una población de 34,288 habitantes, 16,949 tiene
entre 0 y 19 años, alrededor de un 49 porciento de la población2.
Pese que la población de Nandaime en su mayoría es rural (un 51 porciento), en
general el censo refleja un aumento gradual de los núcleos urbanos en el país (56
porciento de una población de 5, 142,098 habitantes). En parte por las migraciones
internas (del campo a la ciudad) detonadas por la situación económica entre otras
causas. Con las últimas estimaciones y proyecciones de población revisadas en junio
de 2007, la población nicaragüense se estimó en 5, 595,538 habitantes(INIDE, 2008).
Las encuestas de medición del nivel de vida, para el período del presente trabajo aún
muestran las cifras de personas viviendo en extrema pobreza y pobreza general, los
porcentajes ubican a una población con más de la mitad viendo en la pobreza. Un 14.6
en extrema pobreza y 42.5 en pobreza general (INIDE, 2009); un poco menos que la
de 2005; no obstante los efectos siguen recayendo en los niños, niñas, adolescentes,
en un contexto de inequidad social, de aire neoliberal con tintes socialistas.
La pobreza extrema se caracteriza por la falta de acceso a los servicios básicos en la
que, la carencia de bienes y servicios como el acceso al agua potable, energía
eléctrica, vivienda, salud, educación y nutrición, afecta principalmente a la niñez y la
adolescencia, por su alto nivel de vulnerabilidad y dependencia (CODENI, 2010).
2Incluimos hasta 19 años debido al intervalo utilizado para reflejar los datos en el mismo censo.
La situación se agudiza en la zona rural, donde la pobreza extrema es más extensa y
profunda que en el área urbana. Según el Cuarto informe sobre la situación de la niñez
y adolescencia (2008), en general, las personas que viven en las zonas rurales son
casi cinco veces más pobres que aquellas de las zonas urbanas. Aquí la niñez y la
adolescencia enfrentan situaciones, principalmente en los que se refiere al trabajo
infantil con largas jornadas ligadas al proceso productivo: cultivo-cosecha- consumo, la
manipulación de agroquímicos y pesticidas en parcelas. Tanto en el trabajo rural como
urbano, el trabajo infantil está sujeto a una serie de riesgos que imposibilitan el
desarrollo personal e integral: salud, autoestima, educación. Los factores de riesgo
pueden ser ambientales, emocionales y educativos.
Los efectos de la pobreza son personales, colectivos y acumulativos. Esta situación
afecta sobre todo la cuestión de los proyectos de vida y resiliencia de las personas,
especialmente de la niñez y adolescencia como parte de la población vulnerable;
convirtiéndose este problema en un círculo difícil de romper. Todo este panorama
constituye un acontecimiento desestabilizador, agravante de traumas personales y
colectivos que merman la posibilidad de entrar en procesos ligados a la prosperidad y
la calidad de vida.
Contexto local
Pese a las iniciativas locales y nacionales de organizaciones, hace falta
principalmente, el rol activo del Estado, a través de la destinación de recursos para la
aplicación de Políticas Sociales ya existentes. Las situaciones o falsos satisfactores
que aparentemente alimentan la búsqueda de sentido de vida conducen a los y las
adolescentes a ser víctimas de situaciones como el alcoholismo, la prostitución, la
depresión, la drogadicción, el suicidio, los embarazos no deseados, ITS, entre otras
situaciones, que tienen su génesis en las dinámicas familiares y los cambios en las
comunidades. Parte de los ejemplos que podemos mencionar son los siguientes en el
municipio de Nandaime:
Producto de las condiciones de trabajo inseguras el 14 de noviembre de 2006,
una explosión de una fábrica clandestina de pólvora causó la muerte de 12
personas entre adolescentes y jóvenes que laboraban en ella. Otros ocho
resultaron con quemaduras de gravedad. La fábrica estaba ubicada en un
asentamiento surgido después del Huracán Mitch.
En 2007 un adolescente de 17 años se suicidó, seguido de su padre por
sentirse culpable. El hecho conmocionó a la población nandaimeña. Esto
adquiere aun mayor sentido cuando se consulta a los adolescentes; ya más de
uno, alguna vez en su vida, ha pensado en quitarse la vida.
En abril de 2009 una adolescente de 18 años se suicidó luego que quedara
embarazada y fuera rechazada por su novio. El suicidio se debió en parte por
no tener una orientación clara de las decisiones que debía tomar. (Nota
informativa Radio La Nandaimeña).
En promedio 103 adolescentes entre las edades de 13 a 17 años se
embarazan cada año en el municipio de Nandaime. Embarazos de alto riesgo
según datos suministrados en 2009 por Gioconda Rodríguez, encargada en
ese entonces, del programa de Salud Sexual Reproductiva del hospital primario
del municipio. Las adolescentes se convierten en madres antes de afianzar su
propio proyecto de vida, sin tener aún madurez física ni emocional. Esto
implica, para el bebé, una red de sustentación muchas veces no adecuada.
Según las autoridades del Ministerio de Salud de Nandaime cada día son más
las adolescentes las que inician, a muy temprana edad, una vida sexual activa
exponiéndose de esa manera al riesgo de quedar embarazadas y a
contagiarse con alguna infección de transmisión sexual. Gioconda Rodríguez,
indicó que durante el mes de febrero 2009 el hospital Primario Monte Carmelo,
atendió a 19 adolescentes que por primera vez empezaron a usar los
diferentes métodos anticonceptivos existentes, lo cual de alguna manera es
positivo.
En los últimos años se manejó que Nandaime tenía un caso de VIH; sin
embargo, al consultar con el Ministerio de Salud hasta el año 2009 se
reportaban 7 casos en jóvenes a partir de los veinte años de edad. A pesar de
que los casos reportan a varones infectados de las enfermedades de
transmisión sexual, las que asisten al centro de salud a chequearse son las
mujeres, debido a las concepciones machistas imperantes en la sociedad,
manifestó Rodríguez.
A parte de los casos cero positivos (VIH) las enfermedades más comunes son:
condilomatosis, tanto en hombre como mujeres, cajinasis vaginal, vaginosis,
bubovaginosis, inflamación pélvica, anexitis y tricomoniasis vaginal. Dichas
enfermedades se habían detectado en niñas y adolescentes entre 10 y 19
años. Hasta noviembre de 2008 en el municipio de Nandaime, según las
estadísticas del Minsa, existían 91 adolescentes portadores de infecciones de
transmisión sexual.
El Ministerio Público tenía a la cabeza como mayores delitos en contra de la
niñez y la adolescencia las denuncias de pensiones alimenticias y en segundo
lugar abusos provenientes de adultos, bajo la figura de asedio y acoso hacia
los niños, niñas y adolescentes. Al ser los padres demandados por no pasar
pensión alimenticia se evidencia desde ya que el abandono paterno es una
problemática que vive la niñez y la adolescencia.
El Programa Amor a través del Ministerio de la Familia registraba 56 niños en
“callejización”, a pesar que tienen padre, madre y casa de habitación. Esta
situación quiere decir que no van a la escuela y pasan todo el día en la calle.
Del total tres no se encuentran inscritos en el registro civil, siete se encuentran
viviendo en las peores condiciones de vida y 16 niños son hijos/as de
emigrantes o sea de padres que se encuentran viviendo fuera del país.
De una muestra de 350 jóvenes (entre los 16 y los 19 años) del casco urbano
de Nandaime, 300 consumen algún tipo de drogas. (100 lo hacen para sentirse
alegres, 200 porque se sienten tranquilos y relajados, 10 porque se sienten
solos y 10 porque se sienten enfermos3 (Citado por CCOAR, 2009). Del total de
encuestados 10 son mujeres.
La misma encuesta revelaba un dato importante y es que 235 jóvenes viven
solo con sus madres y hermanos, aduciendo también que sus padres están
separados. 50 viven con otro familiar. 300 jóvenes, casi la mayoría de los
encuestados, afirman que no platican ningún tema importante con sus padres
de familia.
3 Encuesta realizada por estudiantes de la Facultad de Ciencias Médica de la ciudad de León y
un grupo de profesionales de la salud de Nandaime en 2008. Contacto: Dr. Wilfredo Araujo.
La educación básica ha sido limitada para gran porcentaje de los jóvenes
encuestados. 60 nunca han estudiado y 60 sólo llegaron al segundo grado de
primaria. La gran mayoría no respondió por si situación de escolaridad.
Cada año emigran hacia Costa Rica alrededor de 300 nandaimeños para
trabajos temporales en la zona norte del país del sur. En general el trabajo
empieza en diciembre y termina en abril. Muchos de ellos se quedan en el país
receptor y una mayoría regresa a la espera del nuevo ciclo de cosecha de
melones. La migración constante y ausencia principalmente de la figura
paterna tiene sus repercusiones en el seno familiar, el cual queda asumido por
las mujeres.
Lo anterior demuestra cómo el sentido de comunidad está cambiando, adoptando
nuevas formas de tejido y que de alguna manera inciden en las identidades
individuales y colectivas. Principalmente lo vemos en el casco urbano de Nandaime
donde se ha consultado con mayor frecuencia a la juventud.
Las problemáticas que se manifiestan en lo local están vinculadas -como
consecuencia- con las prácticas y las políticas de gobierno de una nación. En nuestro
caso, en la tendencia a gobernar en la que priman intereses partidarios y particulares
sobre el bienestar de la población. Siempre estos intereses han estado presentes,
independientemente de las tendencias políticas.
Cambios en la manera de gobernar
A nivel nacional, en el período de la experiencia sistematizada, se estaba produciendo
una transición importante que traía consigo la esperanza de cambios en el ámbito
social; debido a los referentes “socialistas” históricos del nuevo gobierno sandinista,
del cual se esperaban “cambios en la manera de gobernar”.
Siendo así que en el año 2006, año de elecciones presidenciales, resulta electo el
presidente Daniel Ortega por la Alianza Unidad, Nicaragua Triunfa-FSLN. Todo
cambio de gobierno trae consigo una serie de inquietudes, sobre todo alrededor de la
aplicación de las políticas sociales, las cuales poco a poco se venían implementando
en gobiernos anteriores, o al menos produjeron una cantidad considerable de
documentos (planes, leyes, políticas, etc.), a favor de la niñez y la adolescencia. El
nuevo gobierno trajo consigo muchas esperanzas en si por el discurso a favor de los
sectores más desprotegidos.
No obstante el cambio ha sido radical en el sentido de que muchos de los planes a
favor de la niñez y la adolescencia no fueron continuados por el nuevo gobierno. El
Plan de Acción Nacional para la Niñez y la Adolescencia (2002-2011), que desde sus
inicios contó con pocos recursos financieros y que en 2006 tuvo sus ajustes en sus
metas nacionales, quedó sin efecto a partir del gobierno en 2007.
De igual manera con el nuevo gobierno, el Consejo Nacional de Protección Integral a
la Niñez y la Adolescencia (CONAPINA) establecido en virtud del Código de la Niñez y
la Adolescencia a nivel presidencial, con participación de la sociedad civil,
anteriormente a cargo de coordinar las políticas sobre la infancia, perdió su autoridad
por la Ley Nº 290 (2008) y pasó a ser parte del Ministerio de la Familia, Adolescencia y
Niñez (MIFAN), lo cual repercute en la coordinación general, entre otros, con la
sociedad civil.
La nueva propuesta fue el “Programa Amor”, iniciado en 2008, como un componente
del Sistema Nacional para el Bienestar Social. Este programa sería el encargado de
dirigir toda política en materia de niñez, adolescencia y familia; principalmente para
restituirles los derechos y que vivan en condiciones normales, en familia y sin ningún
tipo de riesgos, sustituyendo de esta manera las instituciones antes mencionadas.
El “Programa Amor” es coordinado por la Secretaria del Consejo de Comunicación y
Ciudadanía para el Desarrollo Social y participan instituciones como Ministerio de la
Familia, Adolescencia y Niñez (MIFAN), Minsa, Mined, Migob, INSS, entre otras.
Desde que asume el gobierno del FSLN el 10 de enero 2007, también se implementó
una nueva forma de participación ciudadana desde los Concejos del Poder Ciudadano
(CPC), que poco a poco se fueron convirtiendo en una estructura del Partido. El
modelo de desarrollo del nuevo gobierno era incierto, aunque existía mucha esperanza
de cambios, al menos se esperaba, el inicio de cambios sociales y de mejoras en la
calidad de vida de las familias nicaragüenses, por ende del sector joven. Las formas
de participación que se venían poniendo en práctica y que tenían como marco legal la
Ley de Participación Ciudadana y Comité de Desarrollo Municipal (CDM) los que
pasaron a un segundo plano.
Otro hecho relevante, por estar muy vinculado a cuestiones de género sucedió en
septiembre de 2010 cuando el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, presentó
ante la Asamblea Nacional el ante proyecto de Ley Contra la Violencia hacia las
Mujeres y el Femicidio. Dicho proyecto fue aceptado y presentado ante el primer
secretario de la Asamblea Nacional Dr. Wilfredo Navarro Moreira, quien afirmó que
dicho documento sería sometido a revisión. Finalmente, en enero de 2012, la ley fue
aprobada.
Contexto Institucional (del CCOAR)
En la segunda mitad del 2006 el CCOAR, en el marco de la Planeación Estratégica
Participativa con Perspectiva de Género, se realizaron una serie de consultas con
alrededor de 120 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, madres y padres de familia.
Era un paso significativo en la adopción y construcción (desde su propia práctica) de
un modelo de trabajo desde la perspectiva del desarrollo a escala humana, con
propósitos y principios que permitieran contribuir con procesos de búsqueda sentido y
prosperidad a la vida de niños, niñas y adolescentes del municipio de Nandaime.
Esta reflexión y etapa surge en un contexto de redefinición institucional, en parte por la
situación financiera de la organización y del declive de servicios que generaban
ingresos, tales como el Turismo Alternativo. Esto indujo a que el equipo de nuevos
profesionales de la primera y segunda generación de becados del CCOAR, entraran
en un proceso de revisión para reorganizar y sobre todo llegar a priorizar las áreas
estratégicas de la organización.
La reflexión y construcción de un modelo de intervención social fue inducida por la
misma necesidad institucional de comprender y actualizarse en los temas de la niñez y
adolescencia, teniendo como fundamentos los principios de la Convención de los
Derechos del Niño, el Código de la Niñez y la Adolescencia y el desarrollo a escala
humana.
El proceso participativo para diagnosticar la situación, familiar, escolar y personal en
la que se encontraban los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la localidad, se
enfocó en determinar sus problemáticas, necesidades y a la vez reconocer desde la
perspectiva de la niñez, adolescencia y juventud, las capacidades que tienen que
desarrollar para enfrentar las adversidades de su entorno y aprovechar las
oportunidades del mismo, aportando elementos para la formulación de los valores,
misión y visión del CCOAR.
La consulta fue de utilidad para actualizar las problemáticas, cosmovisiones,
expectativas, opiniones y demandas que tenían los chavalos y chavalas sobre el
quehacer del CCOAR, su propia vida, su entorno, etc. Con el propósito de incorporar
dichas demandas dentro los planes de la organización y gestionar proyectos de
intervención adecuados a la realidad de los sujetos.
El diagnostico arrojó problemáticas que efectivamente reflejaban secuelas del
sistema socio-económico que afrontaban las familias y por ende afectaban a los
niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Este problema social trascendía sus vidas de
distintas formas y en distintos ámbitos; pero el problema consensuado encontrado
se centró en las relaciones de poder que se establecían entre la niñez,
adolescencia y juventud y aquellas formas de relación injustas que también
establecían los adultos con este sector de la población.
Dichas relaciones de poder estaban basadas en la inequidad y carencia afectiva,
fruto de las representaciones socializadas y multiplicadas principalmente en el seno
familiar y que se van construyendo a partir de la construcción de las identidades de
género y generacionales en el municipio de Nandaime.
Es a partir de este momento que en la organización surgen proyectos encaminados en
cualificar el trabajo de intervención y promoción social de la organización, partiendo de
la misma realidad y tratando de recrear los mandatos de los niños, niñas y
adolescentes para la toma de decisiones en el ámbito de la organización.
No obstante, el CCOAR continuaba atendiendo múltiples áreas de trabajo, por lo que
veía se hacía difícil la sostenibilidad de los mismos. Es a partir de 2009 que se
comienza un reacomode en las áreas de trabajo del CCOAR, en el ámbito
administrativo, hasta culminar a finales de 2010 con el cierre del servicio de biblioteca,
cesa el convenio de Libros para Niños del Rincón de Cuentos y más tarde el cierre de
los servicios de salud de la clínica del CCOAR. De esta manera comienza una
priorización de las acciones, centradas en procesos de formación para adolescentes y
jóvenes.
Contexto Teórico
En este apartado planteamos los principales elementos teóricos que sustentan la
experiencia que sistematizamos. Nuestra experiencia la sustentan principios
orientados al a la búsqueda de propuestas locales de producción de conocimiento
para el ejercicio de la participación protagónica de la adolescencia, vista como un
derecho humano inalienable que trastoca todos los espacios y aspectos de la vida en
su conjunto; particularmente alrededor de la creación de un proyecto de vida.
Comprendemos a la adolescencia tal como se estipula el Código de la Niñez y la
Adolescencia (CNA) de Nicaragua, a los que se encuentran entre los 13 y 18 años de
edad no cumplidos.
Se trata de una lógica de proceso para concienciación social de la persona que la
lleva a la transformación, partiendo del entendimiento y análisis constante de su propia
realidad, lo que contribuye a que los actores tomen la vida en sus manos; tal como lo
planteaba Paulo Freire, en sus propuestas pedagógicas.
La declaración de “Un mundo apropiado para los niños 2002”, expresa que hay que
escuchar a los niños (incluidos los adolescentes) y asegurar su participación. “Los
niños y los adolescentes son ciudadanos valiosos que pueden ayudar a crear un futuro
mejor para todos. Debemos respetar su derecho a expresarse y a participar en todos
los asuntos que les afecten, según su edad y madurez” (Unicef, 2008: 68).
Pero no solo escucharlos; si no que entablar un diálogo como parte de un encuentro
de ideas, propuestas y caminos a seguir en el mejoramiento de las condiciones de
vida (de manera individual y colectiva), frente a un contexto desfavorable, con
problemáticas quetrastocan el sentido mismo de la vida. Se trata de mantener, sobre
la acción, siempre la reflexión4 que permita un aprendizaje continuo y
constante(Salanova Sánchez, s.f.)
4Paulo Freire afirmaba que el diálogo tiene dos frases constitutivas: acción y reflexión. La reflexión sin
acción, se reduce al verbalismo estéril y la acción sin reflexión es activismo. La palabra verdadera es la
praxis, actuar para transformar el mundo, liberarlo; o sea la vida en su cotidianeidad.
Sobre los principios que rigen nuestro quehacer
Partimos del cuestionamiento a las concepciones de “moda” referidas a las formas de
empujar o hacer incidencia política con los chavalos y chavalas; particularmente de
aquellas que vienen “enlatadas” (de afuera hacia adentro - a lo local) y que se guían
en función de indicadores esperados por los donantes.
Nuestro quehacer como CCOAR, siempre ha sido encaminado bajo la perspectiva de
la educación popular, en la que los procesos son dinámicos y parten de la propia
realidad y de la experiencia misma de las personas(Eizagirre, s.f.). Estos procesos son
participativos, vivenciales, amenos y motivadores y propician que las personas
analicen, dialoguen y propongan acciones concretas al cambio. En nuestro caso los
actores (la niñez, adolescencia y juventud) son los protagonistas y nosotros/as (de la
organización) los facilitadores del proceso. Es a partir de esta perspectiva que hemos
encaminado la práctica y la experiencia sistematizada.
Enfocados en esta experiencia estrechamente ligada al asunto de la participación
como proceso de construcción de identidad y sobre todo de una identidad afectiva que
contribuya al desarrollo sano de los y las adolescentes , pudimos constatar que son
muchos los procesos y capítulos jurídicos que abren coyunturas de participación
directa de la ciudadanía nicaragüense; pero queda un aspecto a profundizar; y es el
grado y la manera que están ejerciendo su derecho a la participación los niños, niñas y
adolescentes.
Entonces, en primer lugar, hemos tenido en cuenta la convicción de que el asunto de
la participación de la niñez y la adolescencia en todos los ámbitos del país, debe
hacernos pasar de un mero discurso a la acción de llevar a lo cotidiano lo que se
mandata en los documentos de políticas y leyes que sobre participación se refiere,
principalmente de la adolescencia y niñez.
Se trata de aportar y experimentar procesos y estructuras (desde las iniciativas de los
chavalos y chavalas) que les permitan estimular a largo y mediano plazo a su
involucramiento efectivo y consciente en los espacios públicos o las distintas
dinámicas comunitarias para su incidencia política.
En ese sentido tomamos como referente los principios que engloba el Código de la
Niñez y la Adolescencia; el cual es la expresión última en materia de derechos y
responsabilidades de la adolescencia. Este mismo en sus artículos 15, 16 y 17 deja
claro que los chavalos y chavalas tienen libertad de pensamiento, de recreación, de
creencia, de asociación y de participación en la vida familiar, escolar y en la
comunidad sin discriminación alguna.
Dichos artículos también expresan que la niñez y la adolescencia tienen derecho a
expresar libremente su opinión y pensamiento individual o colectivamente por todos
los medios necesarios. Lo más importante es que tienen derecho a ser escuchados,
en todo procedimiento legal o administrativo que afecte sus derechos, libertades y
garantías.
Todo ello lo traducimos a acciones ligadas a generar procesos de protagonismo y
sentido de vida en un contexto municipal (Nandaime), por lo que nuestro ámbito de
trabajo continúa siendo lo local.
Nuestro espacio de trabajo
El espacio local también le llamamos comunidad, la cual hoy por hoy, los cambios del
mundo están influyendo en su ser y quehacer, pues cuando pensamos en ella no es la
misma que antaño, pero sigue siendo un concepto útil y apto para trabajar. Apreciar a
la comunidad desde sus dinámicas y quehaceres permite entenderla mejor, y
reconocer roles actuales que permanecían invisibles y roles potenciales por
desarrollar. Apreciar es diagnosticar y valorar (CCOAR C. C., 2007).
Las múltiples dinámicas de la comunidad tienden a relacionarse entre sí e interactúan
distintos actores sociales. Estas dinámicas comunitarias y/o familiares constituyen
espacios para el protagonismo de la niñez y la adolescencia; más en unas que en
otras. Así por ejemplo se pueden desenvolver o desenredar en las dinámicas
económico-productiva, política, de intervención social, de intervención emocional y
apapache5, de protección del medio, espiritual-religiosa, recreativo-festiva, deportiva,
artística, intelectual y violenta-delictiva (Ulloa, 2009). Dichas clasificación permite
distinguir por donde anda y el tipo de protagonismo que ejercen los chavalos y
chavalas; pero ¿cómo vemos el protagonismo desde CCOAR?
5El apapache es muestra de cariño y afecto; varía dependiendo de los países; podríamos graficar esta
muestra de cariño en un abrazo fuerte. Normalmente se dice que se apapacha a los niños, principalmente
recién nacidos.
Protagonismo y ciudadanía
El protagonismo ejercido es una forma avanzada de participación (Ulloa, 2009). Es el
ejercicio por las personas de la capacidad de liderar, empujar o influir de manera
relevante sobre su entorno y sus quehaceres habituales, y en general sobre sus
propios procesos de desarrollo.
El protagonismo reconoce a los adolescentes como sujetos sociales de derechos. En
tanto serán sujetos protagonistas cuando hayan hecho un reconocimiento de sí
mismos, de la condición de ser sujetos de derechos, de sus potencialidades y
capacidades para convertirlas en acciones. Se pretende que desempeñen un papel
importante en su desarrollo y de su comunidad para alcanzar la realización plena de
sus derechos (Ordóñez Morales, 2000). A nosotros nos corresponde ser actores
facilitadores en ese proceso.
Sujetos sociales que han elevado su estima (no elevando el sentimiento se
superioridad, soberbia o desprecio a los demás creyéndose mejor), profundizando en
su identidad cultural y de género. Sujetos que han pasado de la pasividad, resignación
e impotencia a la resistencia, lucha e implicación total por la transformación de su
propia realidad.
Cuando hablamos de reconocer sus potencialidades y capacidades, tiene que ver con
los conocimientos (saberes), valores y habilidades que pueden desarrollar a través de
un proceso de internalización que le permita enfrentar adversidades y mejorar
aspectos de sus vidas en los que existan carencias. Hemos apuntado principalmente a
desarrollar las capacidades comunicativas, artísticas y a adquirir nuevos
conocimientos a partir de las oportunidades que ofrece el entorno.
Pero, para reconocer sus potencialidades e influir en el curso de los acontecimientos
dados en sus vidas, requiere propiciar el protagonismo, promoviendo un proceso para
transcender de una participación manipulada, decorativa y simbólica a una
participación auténtica y consciente, hasta llegar a alcanzar el protagonismo; tal como
lo propone Roger Hart (1993), citado por Ordóñez Morales (2000), con su propuesta
de la Escalera de la Participación.
La participación y protagonismo buscan el ejercicio de ciudadanía de parte de los/as
adolescentes. La ciudadanía es condición inherente a la persona, al ser humano como
tal. Es la capacidad de ejercer libre y plenamente los derechos civiles, culturales,
políticos y económicos que como tal se nos confieren desde que nacemos, sin
importar color, raza u origen; es la capacidad de incidir en las decisiones que permitan
el mejoramiento de nuestra calidad de vida y la de las demás personas.
La ciudadanía es el ejercicio de los derechos definidos por la ley y la aceptación de las
responsabilidades que esto implica. Las niñas, niños y adolescentes son reconocidos
como ciudadanos a través del Código de la Niñez y la Adolescencia y este instrumento
es un referente legal de sus derechos y responsabilidades.
El mejoramiento de la calidad de vida tiene que ver con promover un desarrollo local
alternativo; pero para hablar de alternativo, nos hemos centrado en el desarrollo a
escala humana.
Desarrollo a escala humana
Dos palabras claves sobresalen del apartado anterior y que constituyen puntos de
partida en el CCOAR en la construcción de un modelo intervención-acción comunitaria
desde la perspectiva del desarrollo a escala humana, con lo que busca dotarse de
estrategias para el desarrollo de capacidades locales y emprender acciones para
contribuir a la prosperidad, principalmente de la adolescencia nandaimeña.
Se trata del binomio carencias + potencialidades principalmente de la niñez,
adolescencia y juventud, lo cual una vez identificado esto y según las necesidades de
los sujetos beneficiarios el siguiente paso es de formar parte de un proceso de
aprendizajes, haciendo uso de espacios de participación (grupos de interés) donde se
puedan desenvolver de manera sinérgica y puedan conocer más sobre su situación.
Se trata de un aprendizaje continuo; teniendo luego la finalidad de incidir en la
comunidad y el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Estos elementos (carencia + potencialidades) han sido tomados luego de una reflexión
alrededor de la propuesta del desarrollo a escala humana (Max-Neef, Elizalde, &
Hopenhayn, 1993). Más allá de un modelo, es un teoría que entre sus postulados
plantea que el desarrollo tiene que ver con las personas y, no solo en los objetos, y por
lo tanto el propósito esencial de todo estilo de desarrollo será el de procurar la
adecuada satisfacción de la mayor parte de las necesidades humanas fundamentales,
para contribuir a la calidad de vida de las personas, como principal indicador.
Desarrollo y necesidades humanas
El desarrollo a escala humana se sustenta en la satisfacción de las necesidades
humanas fundamentales como parte medular, así como la interdependencia y las
articulaciones orgánicas entre los seres humanos.
Las necesidades humanas tradicionalmente se ha creído que son múltiples, infinitas y
en constante cambio, que pueden jerarquizarse, existiendo unas más importantes que
otras. Esto se ha venido imponiendo desde los modelos dominantes que conciben el
desarrollo desde una lógica lineal de acumulación; transformando las necesidades en
pura y simple demanda.
Aquí las necesidades humanas han comenzado a perder la perspectiva humana que
desde sus orígenes siempre tuvo esta ciencia. En medio de empobrecimiento se ha
obligado a pensar a las mayorías en necesidades materiales y desde fuera se sigue
determinando lo que necesitamos para nuestro “desarrollo”; imponiendo recetas y
estrategias para salir de la pobreza.
El enfoque del que partimos trata de recuperar las necesidades humanas
fundamentales como una teoría para el desarrollo; pues no solo son carencias sino
también y simultáneamente, potencialidades humanas individuales y colectivas. El
binomio antes mencionado es propio e inherente al ser humano, contrario a la
concepción tradicional de los modelos de desarrollo que ven al ser humanos solo
desde sus carencias.
Siguiendo con la aclaración de las necesidades humanas y que no dé pie a una
confusión con la manera tradicional concebirlas (“colmar”, “satisfacer”) Max-neef et al
(1993) sostienen que las interpretaciones dependen de la forma y el énfasis; es decir
del enfoque que tome según la disciplina en la que se trabaja; por lo que proponen que
una teoría de las necesidades humanas requiere de la interdisciplinariedad.
La evidencia central es que las nuevas calamidades sociales se nos revelan, cada día
más, ya no como problemas específicos, sino como problemáticas complejas que no
pueden seguir atacándose satisfactoriamente mediante la aplicación exclusiva de
políticas convencionales, inspiradas por disciplinas reduccionistas.
La diferencia en este enfoque radica en la diferenciación de las necesidades y los
satisfactores. Para los autores antes mencionados las necesidades se interrelacionan
e interactúan entre sí, son finitas, clasificables y son iguales para todas las culturas; no
hay jerarquía en ellas y lo que cambia es la manera de satisfacerlas, o sea los
satisfactores. Un satisfactor puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de
diversas necesidades o, a la inversa, una necesidad puede requerir de diversos
satisfactores para ser satisfecha.
Pero hay que saber distinguir entre satisfactores, pues varían según sus
características y atributos, de tal manera que se diferencien entre los que realmente
contribuyen a la satisfacción de una necesidad y los que no lo hacen o parecen
hacerlo. Max-Neef et al (1993), proponen al menos cinco tipos de satisfactores,
abarcando un amplio abanico de posibilidades: a) violadores o destructores; b)
pseudo-satisfactores; c) satisfactores inhibidores; d) satisfactores singulares; y e)
satisfactores sinérgicos.
En cuanto a las necesidades humanas se clasifican según categorías existenciales y
según categorías axiológicas. Esta combinación permite operar con una clasificación
que incluye, por una parte, las necesidades de Ser, Tener, Hacer y Estar; y, por la
otra, las necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento,
Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad.
Para lo anterior Max Neef (1993) da el siguiente ejemplo:
De la clasificación propuesta se desprende que, por ejemplo, alimentación y
abrigo no debe considerarse como necesidades, sino como satisfactores de la
necesidad fundamental de subsistencia. Del mismo modo, la educación (ya sea
formal o informal), el estudio, la investigación, la estimulación precoz y
meditación son satisfactores de la necesidad de entendimiento. Los sistemas
curativos, la prevención y los esquemas de salud, en general, son satisfactores
de la necesidad de protección. (p. 41).
Enfoque de Derechos y Necesidades humanas fundamentales
Hemos adoptado el enfoque de derechos en nuestro trabajo con la niñez y la
adolescencia pues la finalidad es exigir y concebirse como sujetos de derechos,
contrario a la perspectiva tradicional clásica de necesidades que ubica a los
mandantes como objetos de ayuda o caridad.
Consideramos que todo/a adolescente, partiendo de la niñez son sujetos sociales de
derecho, por tanto tienen derecho a participar activamente en todas las esferas de la
vida social y jurídica, sin más limitaciones que las establecidas por las leyes, tal
estipula el CNA (arto3).
El enfoque de derechos implica una obligación moral y legal; además de la
responsabilidad (Save de Children, 2002). Asimismo concebir el trabajo con la niñez y
adolescencia bajo la perspectiva de derechos “obliga a la población a reclamar justicia
como un derecho, y no como caridad”. “Este enfoque implica además la participación
de las personas en las decisiones relativas a su propio desarrollo” (Cave, 2005).
No obstante cuando hablamos de las necesidades humanas fundamentales tal como
las hemos descrito aquí, como una teoría para el desarrollo, los hacemos en estrecha
relación con la programación o bien el enfoque de derechos, pues para sustentar
esto, la base sólida es en sí el protagonismo real de las personas, de la adolescencia,
de su participación en la construcción de un proyecto de vida encaminado en la visión
de futuro y la calidad de vida.
El protagonismo como consecuencia de creación de espacios para la diversidad, la
autonomía, la creatividad, la identidad, etc. Pues tal como afirmaMax Neef, Elizalde, &
Hopenhayn,(1986) para lograr la transformación de la persona- objeto en persona-
sujeto implica romper con esquemas y concepciones tradicionales referidos a la
participación y el desarrollo de las personas basados en relaciones de poder de
dominación expresados en las distintas dinámicas comunitarias.
Cada una de estas necesidades (Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento,
Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad) constituye un derecho fundamental
del ser humano y por ende de la niñez y la adolescencia en nuestro trabajo. Cuando
hablamos del derecho a la participación, a la identidad, protección, entre otros, lo
hacemos sobre la base de una perspectiva de promoción de los derechos y las
necesidades inherentes; cumpliendo a la vez con los principios de la Convención y
más localmente con el Código de la Niñez y la Adolescencia de Nicaragua.
Sobre participación, identidad y afecto
Haciendo coherente nuestro trabajo con la propuesta del desarrollo a escala humana,
hemos privilegiado los conceptos de participación, identidad y afecto y desde ellos
cualificar la atención a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Para entender estos
temas, como equipo del CCOAR hemos consensuado afirmaciones
“conceptualizadoras” contempladas en un documento como base de reflexión algo así
como un marco conceptual de referencia, consulta y que estuviera en constante
construcción6.
Este documento fue de mucha utilidad para definir nuestros conceptos antes de los
encuentros de validación con los y las adolescentes ya que también, a pesar de que
se realizó en un ejercicio de reflexión interno, el equipo tomó en cuenta las
perspectivas surgidas de las consultas de la planeación estratégica. Al final se logró
tener un documento al que denominamos “Piale7: Construyendo nuestro andar desde
la Participación, Identidad y Afecto”. De dicho documento citamos:
“.... en sí realizamos un ejercicio en el que dialogaron de manera sinérgica los
conocimientos, las convicciones, las expectativas, las inquietudes, los puntos
de vista, los sentimientos de los miembros de nuestro equipo, apoyados por un
facilitador externo cuyo papel fue diseñar el proceso de reflexión, guiarnos
cuando fuese necesario al seguir ese camino o en alterarlo si era del caso y
aportar ciertos contenidos para discusión.” (CCOAR C. C., 2007: 4).
6Las conceptualizaciones fueron realizadas a través de encuentros colectivos los días 18 de septiembre,
el 02 y 16 de octubre de 2007 con el acompañamiento metodológico de Luis Felipe Ulloa, especialista en
temas de protagonismo de niñez y adolescencia.
7“Piale” es una palabra inventada para referirse a la practica y vivencia personal de P.I.A. primero desde
adentro en relación con sí mismo, en la convivencia con los demás [familia y trabajo] y después hacia
afuera con los/as adolescentes. Finalmente Piale es el título del documento que contempla el resultado
de todo el proceso de reflexión hecho por el equipo de la organización en la primera fase, en el que se
plantean estrategias de acción y las definiciones que manejaríamos sobre participación, identidad y
afecto. PIA.
El documento contempló también ideas de acciones y recomendaciones al CCOAR
sobre qué hacer, o seguir haciendo- para impulsar PIA. No obstante nos hemos
enfocado, en este documento de la sistematización, en las afirmaciones siguientes
sobre Participación, Identidad y Afecto y que constituyen parte de ese esfuerzo de
reflexión colectivo de parte del equipo del CCOAR.
Participación
Consideramos que la comunidad a través de su participación es capaz de mejorar el
desarrollo comunitario, pero así como han cambiado el mundo, las comunidades y las
familias, han de haber cambiado las formas y quizás las razones para participar
apropiadamente. Por eso pensamos que debíamos revisar lo que creíamos conocer
sobre participación... y lo hicimos, y estas son nuestras afirmaciones como equipo de
CCOAR:
La participación incluye por lo menos tres dimensiones: la individual, la familiar
y la comunitaria.
La gente participa en general para vivir bien o al menos mejor, es decir
prosperar... y en situaciones muy deprimidas o de desastre, apenas para
sobrevivir.
La prosperidad hay que buscarla con acciones sustentadas en valores y
principios compartidos (un “espíritu” de la prosperidad).
La reflexión sobre la participación pasa por el reconocimiento de las
necesidades axiológicas y existenciales e incluye el papel que juega la
búsqueda de satisfactores adecuados en la participación
El empoderamiento es un proceso íntimamente ligado a la participación de los
miembros de una comunidad.
La convicción sobre la libertad de elegir es un elemento clave en la
participación comunitaria y contribuye a la formación de la identidad de las y los
adolescentes
Unido a lo anterior es en la medida en que cada miembro de la comunidad se
asume como sujeto de derechos y de responsabilidad que la participación se
potencia.
La participación implica la ruptura de los conformismos.
Los análisis de la participación de los adolescentes (y de cualquier otro actor)
en la vida comunitaria pasan por reconocer sus roles y aportes en cada
dinámica comunitaria
La participación de los sujetos en la vida comunitaria y en la vida nacional tiene
(más) sentido en la medida que los sujetos mismos hayan definido su identidad
y su rol en ella.
La participación es más efectiva si se organiza y planifica
La participación mejora en la medida que los sujetos aprenden a reflexionarla y
a extraer lecciones de ella
Etiquetas y tabúes marcan la vida de las personas y su participación, por ello
es importante romper etiquetas y tabúes que son limitantes.
Es posible desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes que impulsen la
participación de las personas de la comunidad, incluidos niños, niñas,
adolescentes y jóvenes.
Las y los adolescentes se han identificado con la imagen del CCOAR en la sociedad y
con su apoyo a la juventud, y es que en tanto existan adolescentes con carencias y
potencialidades, y los entendamos como sujetos sociales, hay coincidencias de
interés entre ellos y CCOAR. Ahora bien, el hecho de que existan organizaciones de
adolescentes se convierte en una oportunidad para ampliar el efecto de la acción de
CCOAR si logran desarrollar las capacidades necesarias. La visión y la misión de
CCOAR orientan al respecto.
¿Qué pensamos sobre la identidad?
Esta identificación de los/as adolescentes con el CCOAR nos ha permitido reflexionar
sobre la identidad. Nuestras reflexiones nos hicieron destacar las siguientes
afirmaciones que orientarán nuestro trabajo:
Las identidades individuales y colectivas se construyen.
La construcción de mi identidad personal depende de la información que tengo
en el momento y de cómo me siento al respecto de ella. En esa medida mi
construcción de identidad siempre puede ser transformada.
Cada uno ejerce, aclara mejor su identidad en la medida en que cada otro u
otra aclara la suya.
Un aspecto básico de la identidad individual es reconocerse como ser humano
y miembro de esta especie. Aquí emergen las diferencias entre una persona y
un animal, una planta o una cosa, por ejemplo la búsqueda de la felicidad, el
ejercicio de la libertad y el desarrollo de la espiritualidad en sentido amplio.
También emergen: las relaciones dentro de los seres humanos; las
relaciones entre los seres humanos y el resto del mundo; u como parte de ello
la integración esencial del ser humano con la naturaleza y su ubicación en ella.
Aparecen entonces las necesidades humanas.
La asunción del carácter de sujeto por parte de las personas es un aspecto
clave para el desarrollo personal y también para el desarrollo sano de las
comunidades y del país. La identidad que proponemos es una identidad que
incluye el ser-sujeto y actuar-como-sujeto en el entorno familiar, el comunitario,
el nacional y llegado el caso el internacional, respetando siempre el entorno
natural.
La construcción de identidad reconoce distintos aspectos del ser humano. El
género, la etnia, opciones esenciales de la persona, los valores y principios la
pertenencia a determinados sistemas, e incluso los quehaceres básicos
cuando son esenciales para definir a la persona.
Esos aspectos identifican en pasado, presente y futuro. Tanto la historia como
la imagen del futuro buscado, aportan a la identidad de una persona.
El arraigo hacia la comunidad es esencial para reforzar la identidad comunitaria
y desde allí potenciar la participación comunitaria, pero el arraigo pasa por los
afectos y desafectos de la persona en particular con la otra gente de la
comunidad.
No solo es posible que haya arraigos a diferentes comunidades, sino que
tiende a haberlos.
Es un desafío lograr que quienes han emigrado de la comunidad mantengan su
arraigo con la comunidad.
La originalidad es un pilar en la construcción de identidades sanas de las y los
adolescentes.
Las organizaciones de adolescentes serán más eficaces en su participación
social en la medida que logren establecer su identidad colectiva.
En la medida que los/las adolescentes logren incidir, se sienten “parte de”, y
fortalecen su identidad en tanto adolescentes y en tanto sector “sujeto”.
La construcción de la identidad pasa por la construcción de una identidad afectiva. El
afecto puede venir de lo individual a lo comunitario y trastoca nuestro trabajo; el cual
consiste en promover un desarrollo integral y sano de los y las adolescentes; en ese
sentido hemos (como CCOAR) concebido las siguientes afirmaciones sobre afecto.
Afecto
Dos razones justifican nuestro interés en explorar el afecto: Por una parte creemos
que el afecto es una de las características definitorias importantes de la familia y la
comunidad, y que la expresión de afecto contribuye a la calidad de vida individual y de
la comunidad, pero no hemos trabajado estos aspectos suficientemente. Por otra parte
pensamos que es bueno privilegiar el amor en este espacio porque se toma en primer
lugar el ser humano poseedor de derecho y no exclusivamente lo racional ni lo
material, como es la tendencia en estos tiempos de avance de la globalización
neoliberal.
Desarrollamos las siguientes afirmaciones generales sobre el afecto que orientarán
nuestro trabajo:
Los seres humanos necesitamos afecto.
El afecto es un aspecto central en la relación entre los seres humanos,
independientemente de las edades, el género y la ubicación social.
El afecto tiene la capacidad de subvertir las reglas verticales y excluyentes del
poder.
La buena comunicación es una forma de cultivar el afecto.
El sentirse capaz de adquirir nuevos conocimientos ayuda a los adolescentes a
quererse a sí mismo/a, aporta al desarrollo de su autoestima.
Existen formas no sanas de demostración de afecto que obstruyen el desarrollo
integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
La falta de afecto genera violencia en el núcleo familiar. La expresión
inadecuada del afecto o la no-expresión también lo hacen.
Las familias carentes de afecto se convierten en un arma de doble filo para la
sociedad. Generan personas violentas o atemorizadas.
A la par de la definición de afirmaciones de Participación, Identidad y Afecto, como
equipo y también a través de un ejercicio colectivo8 hemos identificado algunas
estrategias o satisfactores para estas grandes necesidades fundamentales; con miras
a tener claro un trabajo concreto y más aterrizado.
Tomando en cuenta la experiencia previa de trabajo con adolescentes y las vivencias
de cada uno de los participantes, los cuales en su mayoría también eran jóvenes,
hemos identificado los siguientes satisfactores o estrategias para promover
Participación, Identidad y Afecto que guiarían las acciones en las actividades con la
adolescencia:
Fomento de valores y principios en el seno familiar que contribuyan a fortalecer
la identidad principalmente de la niñez y adolescencia.
Estimulación en los jóvenes del reconocimiento de sus orígenes, costumbres y
tradiciones.
Fortalecimiento de la capacidad de incidencia de los jóvenes con la apertura de
espacios de participación.
Adquisición de nuevos conocimientos a través de la experiencia vivida por los
jóvenes.
Desarrollo de valores humanos y autoestima como un eje de trabajo en las
actividades a realizar con los jóvenes.
8Este ejercicio fue realizado también en septiembre de 2007, casi a la par de la construcción de “Piale”,
acompañados por el facilitador José Luis Álvarez, asesor de Horizontes de Amistad para Mesoamérica.
Utilización de los medios de comunicación (radio y escritas) para la promoción
de la cultura y la identidad local.
Promoción de una cultura de organización y planificación con adolescentes y
jóvenes de Nandaime.
Involucramiento de las familias en las actividades y acciones emprendidas por
los jóvenes para propiciar relaciones afectivas y respetuosas.
Esto ha conllevado a que como equipo recopiláramos información existente en la
organización sobre participación, protagonismo y conceptos construidos a partir de la
experiencia y práctica, con el fin de que realizáramos los ejercicios y actividades con
una cierta base o antecedente.
En la medida que el proceso y la experiencia avanzaba en el tiempo fueron surgiendo
otras reflexiones ligadas a los enfoques de trabajo con adolescentes, partiendo de sus
propias vivencias cotidianas y de aprendizajes que obteníamos como CCOAR en la
interacción con ellos y ellas. Aspectos claves relacionados a la espiritualidad, proyecto
y sentido de vida fueron otros elementos que estuvieron presentes y vale la pena
plasmarlos en este apartado.
Resiliencia y sentido de vida
“La resiliencia es la capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida,
superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado” (Grotberg, 1996).
También se define como “la capacidad para triunfar, para vivir y desarrollarse
positivamente, de manera socialmente aceptable, a pesar de la fatiga o de la
adversidad, que suelen implicar riesgo grave de desenlace negativo” (S. Vanistendael,
1998 citado por Cyrulnik, 2006: 10).
Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes enfrentan adversidades, nadie está exento.
Comenzando desde el seno familiar donde a menudo hay violencia, abuso sexual,
muertes, divorcios, suicidios, migración, alcoholismo, falta de vivienda, maltrato,
abandono en sus diversas manifestaciones, desempleo y pobreza y que en las
mayoría de las veces las consecuencias recaen en ellos, provocando heridas y
traumas que de no sanar perduran en el tiempo, incluso causando daños irreversibles.
Las adversidades también están fuera del círculo familiar, y se manifiestan en los
robos, la delincuencia, las drogas, homicidios, desastres naturales, pérdida de
trabajos, la violencia y fanatismo político-partidario, entre otros factores a la vista de
manera cotidiana.
Para enfrentar estas situaciones los y las adolescentes deben contar con espacios que
les permitan pensar en su proyecto de vida, muy vinculado al sentido de vida y la
resiliencia, partiendo en un primer nivel con la revisión de las historias personales.
Para ello desde espacios lúdicos, formativos, participativos y grupos de interés hemos
apostado por la promoción de la resiliencia de manera comunitaria, además de la
individual.
El propósito es crear condiciones que permitan especialmente a la juventud y
adolescencia, en medio de las adversidades de su entorno, el fomento de su
desarrollo espiritual, estima de si y habilidades encaminadas en la creación de un
proyecto de vida basado en la creatividad y la visión de futuro, mediante procesos en
los cuales los y las adolescentes otorguen nuevos significados a sus vivencias
cotidianas.
El sentido de vida vinculado o como pilar de la resiliencia, no solo tienen que ver con
desarrollar la capacidad para enfrentar las adversidades y salir adelante; tiene que ver
con una serie de elementos o factores que permitan además de sanar las historias
personales en un primer nivel, establecer relaciones y vínculos (hay que sanarse uno
para sanar mis relaciones). Tiene que ver con los sueños e ideas diferentes, con lo
espiritual, con valores, placeres y la vocación. Todo ello conlleva la creación o por lo
menos a pensar en un proyecto de vida.
Objetivos de la sistematización
Reconstruir y analizar el proceso de desarrollo personal vivido por
adolescentes durante la implementación de un modelo de trabajo basado en la
Participación, Identidad y Afecto, por parte del CCOAR, desde los distintos
actores.
Identificar lecciones aprendidas que permitan enriquecer y proyectar nuevas
estrategias de trabajo para la generación de procesos de participación,
protagonismo y sentido de vida en la adolescencia.
Comunicar los aprendizajes a los actores del proceso y la experiencia de
trabajo con adolescentes, mediante un documento final; con el fin de fortalecer
el trabajo del CCOAR.
¿Cómo lo hicimos?
La sistematización de la experiencia de trabajo con adolescentes para la creación de
procesos de participación, protagonismo y sentido de vida; comprende desde marzo
de 2008 hasta diciembre de 2010. Período en que se caracterizó por la realización de
una serie de acciones a favor de la participación, la identidad y el afecto, desde el
Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero, de Nandaime.
La sistematización, aunque existen varias formas de realizarla y conducir el proceso
según algunos ejemplos revisados; retomamos el método desarrollado por Oscar Jara,
de la Red de Educación Popular (ALFORJA) que se centra en la interpretación crítica
de la experiencia, que a partir de su ordenamiento y reconstrucción explicita la lógica
del proceso vivido que permite producir conocimiento nuevos, conceptualizarlos a un
primer nivel y aprender de la misma.
A partir de la sistematización podemos entender e interpretar significados, interactuar y
ver qué es lo que hay detrás en la lógica de una práctica social singular; por lo que se
le relaciona o más bien se le ubica como una modalidad en la investigación cualitativa;
pues se trata de comprender desde la lógica de los mismos actores, su realidad, sus
historias y el sentido que le atribuyen a sus vivencias cotidianas; desde una
perspectiva holística.
Nos hemos guiado en los cinco momentos metodológicos que propone la propuesta
metodológica de sistematización de Oscar Jara, desde el punto de partida, las
preguntas iniciales, la recuperación del proceso vivido, la reflexión de fondo: ¿por qué
pasó lo que pasó? y los puntos de llegada o bien conclusiones y recomendaciones.
El análisis se ha realizado desde la perspectiva de los sujetos y sujetas involucradas a
quienes en algunos apartados dejamos hablar. Esto último tiene que ver con uno de
los requisitos o características de la sistematización; que para hacerla, los
protagonistas y bien los que sistematizan debieron ser parte de la experiencia.
Al respecto mencionamos que durante la experiencia, estuvieron involucrados
directamente entre 80 y 100 adolescentes (con un 60 porciento de mujeres),
principalmente de los distintos barrios del casco urbano del municipio de Nandaime,
quienes participaron en encuentros de convivencia, eventos lúdicos, y en los grupos
de interés (teatro, música, danza, comunicación) organizados desde el CCOAR.
El punto de partida y las preguntas iniciales
Se inició el proceso mediante la consulta a cuatro promotores y facilitadores que
desde el inicio habían estado involucrados en la experiencia, especialmente a los que
eran miembros activos de la organización CCOAR y que de una u otra forma
continuaban involucrados en dicha experiencia.
El primer encuentro lo coordinamos dos miembros del CCOAR interesados en
sistematizar la experiencia o en realizar un estudio cualitativo que nos permitiera
producir conocimientos nuevos que aportaran al quehacer de la organización sobre la
base de la experiencia de Participación, Identidad y Afecto hacia un modelo de acción
sinérgica comunitaria. Además de tener intereses para fines académicos.
En esta primera reunión planteamos el proyecto, el equipo nos hizo sus comentarios,
y sobre todo nos pusimos de acuerdo alrededor de las interrogantes que podían guiar
el estudio, el que luego se convirtió en una modalidad de investigación mediante la
sistematización. De esta manera y a partir de las preguntas, también discutidas con
una tutora externa, definimos el tema, los objetivos, el objeto y eje de la
sistematización. Cabe mencionar que siempre se realiza un diseño en el que planifica
el proceso de sistematización, en el cual se define todo lo anterior por el objetivo de
tener un horizonte o camino a seguir.
Recuperación del proceso vivido
Luego se procedió a la recopilación de fuentes documentales de información, a partir
de registros existentes como toma de notas de actividades, informes, fotografías,
grabaciones, testimonios, publicaciones y videos. A partir de estos recursos comenzó
la recuperación de la experiencia en orden cronológico, distinguiendo tres grandes
momentos y en cada uno detallando las actividades realizadas con adolescentes y
dirigidas a adolescentes.
Hemos optado por el método de la observación participante para acercarnos la
experiencia vivida por los y las adolescentes en la experiencia sistematizada,
conociendo y obteniendo así la información venida de los propios sujetos y sujetas de
estudio, en relación a su propia realidad desde la observación, el diálogo y el
compartir de nuestras propias vivencias y experiencias a partir de los cotidiano.
Siendo parte de los grupos y de los escenarios de participación.
En el proceso de reconstrucción de la experiencia, a lo largo de meses, se fueron
depurando y haciendo cambios al analizar las etapas encontradas; pasando en un
inicio de ocho etapas a tres bien consensuadas. En parte esto fue posible gracias a la
revisión y lectura intensiva de los sistematizadores, así como de actores faciltadores
en el proceso de la experiencia, otros miembros del CCOAR que brindaron sus
aportes al trabajo; como parte de un proceso de validación constante.
También involucramos a los actores protagonistas del proceso, los y las adolescentes
y también ahora jóvenes que habían participado en la experiencia. Para ello
seleccionamos a cuatro mujeres y cuatro hombres algunos de ellos en etapa de
juventud; habiendo estipulado que la mayoría (en este caso fueron seis), hubieran
participado desde el inicio de la experiencia y al menos dos de ellos en la etapa final.
Otro criterio fue el nivel de involucramiento y participación en los grupos de intereses
así como en las actividades realizadas durante la experiencia.
Con ellos, se sostuvo un encuentro de convivencia para validar la reconstrucción
histórica, partiendo de los recuerdos de los eventos más significativos, para ellos/as en
la experiencia. Se recapituló el proceso vivido en lo individual y colectivo desde el
inicio; de tal manera que se validaron las etapas identificadas. Luego se hizo un
resumen de las etapas con sus actividades con el equipo del CCOAR quienes también
hicieron sus observaciones.
Con este mismo grupo se realizó un grupo focal, además de entrevistas individuales
con otros seis adolescentes, para abordar a través de una guía de preguntas, el
proceso de desarrollo personal y grupal vivido durante la experiencia; como insumo
para el análisis crítico; así como para identificar con ellos; aprendizajes, lecciones
aprendidas y recomendaciones y sobre todo si había incidencia en sus propias vidas,
a nivel de cambios y en el ejercicio del protagonismo en su vida cotidiana.
La reflexión de fondo y los puntos de llegada
Una vez realizada la reconstrucción y de una lectura intensiva y analítica, la
interpretación crítica se realizó a través de un cruce de relaciones, en general, entre
las etapas de la experiencia y elementos planteados en un inicio y que se evidencian
en el contexto histórico, teórico, objetivos, etc. En este sentido se trató de analizar si
existía o no coherencia con lo que venía pasando durante la experiencia, evidenciando
una lógica del proceso vivido e identificando factores facilitadores, tensiones y
contradicciones.
De esta manera obtuvimos aprendizajes (teóricos y prácticos) y recomendaciones para
la acción en el CCOAR, para continuar mejorando el trabajo alrededor de la
participación, protagonismo y sentido de vida de los y las adolescentes. Además de
ser un ejercicio crítico sobre nuestra práctica.
Para la realización de la sistematización se contó con la asesoría de la Msc. Iris Prado,
Decana de la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad
Centroamericana, UCA y docente de la Carrera de Trabajo Social y Gestión del
Desarrollo de la misma facultad; con el fin de apoyar el proceso metodológico y
requerimientos académicos, pues la experiencia fue presentada ante la Universidad
por parte de los coordinadores de la Sistematización para optar al título de másteres
en Políticas Sociales, Protagonismo y Derechos de la Niñez, Adolescencia; primera
Edición.
Reconstrucción histórica
Al inicio de la experiencia de trabajo con adolescentes alrededor de PIA, aunque no
hablábamos de sentido de vida; el CCOAR tenía la intención de contribuir a procesos
encaminados en la construcción del proyecto de vida de los y las adolescentes para
generar procesos que a los chavalos y chavalas les permitiera tomar la vida en sus
manos.
Fue con la experimentación y puesta en marcha del modelo de trabajo de intervención
-acción comunitaria desde la perspectiva del desarrollo a escala humana (con la
promoción de la participación, identidad y afecto PIA) que inicia nuestro quehacer con
adolescentes en tal experiencia.
A partir de marzo de 2008 hasta diciembre de 2010, hemos identificado tres grandes
etapas de aprendizaje en la experiencia, las que mencionamos a continuación:
● Primera Etapa: Convivencia para generar procesos y estrategias de
Participación, Identidad y Afecto (marzo a agosto 2008).
● Segunda etapa: Vivenciar y actuar en la Participación, Identidad y Afecto:
desde adentro y hacia afuera. (Sept. 2008 a julio 2009).
● Tercera etapa: Construyendo resiliencia y sentido de vida desde las
prácticas y vivencias comunitarias (Dic. 2009 – Dic. 2010).
Cada una de las etapas ha tenido características propias que las definen y ha sido un
proceso hecho al andar, dinámico y en constante construcción; porque cada día
aprendíamos y adquiríamos nuevos conocimientos para fundamentar las estrategias
de trabajo.
Primera Etapa:
Convivencia para generar procesos y estrategias de
Participación, Identidad y Afecto
Esta primera etapa de la experiencia se desarrolló entre marzo-agosto de 2008; y fue
en esta, en la que se estableció el primer acercamiento directo a los y las
adolescentes, principalmente para revalidar la propuesta de trabajo alrededor de PIA,
ya que a partir de sus opiniones, conocimientos y perspectivas es que surge este
caminar en el esfuerzo de desarrollo local alternativo. Además la intención fue la de
compartir experiencias de chavalos y chavalas del ayer (hoy jóvenes facilitadores en el
CCOAR) para que se actualizaran sobre la realidad, identidad y cosmovisión de los
chavalos y chavalas de hoy.
Se trató de entrar poco a poco en un proceso para validar las estrategias o
satisfactores sinérgicos de Participación, Identidad y Afecto identificados por el equipo
y para conocer las perspectivas que los adolescentes tenían; de lo cual obtendríamos
nuevos insumos para la promoción de estas grandes necesidades. De manera
estratégica el acercamiento sería gradual a través de una serie de encuentros de
convivencia e intercambio grupal, con una metodología vivencial y lúdica, propiciando
condiciones para la confianza, la empatía entre ellos y con el CCOAR.
Como resultado importante de estos intercambios se conocieron percepciones y
conocimientos alrededor de los conceptos de participación, identidad, afecto y
protagonismo. Además brindaron recomendaciones al CCOAR para seguir trabajando
con y para la adolescencia nandaimeña, mencionando la conformación y creación de
grupos de interés como espacios claves desde los cuales se proyectarían en sociedad.
La facilitación de los primeros cuatro encuentros estuvo a cargo de Luis Felipe Ulloa,
como asesor metodológico externo, Denis Gaitán, Eliette Mejía, Denis Bustos y
Yessenia Ordóñez de parte del equipo del CCOAR.
Principales actividades llevadas a cabo en el desarrollo de la primera etapa
“Encuentro municipal con adolescentes”
En el primer intercambio con adolescentes, se realizó estratégicamente con aquellos
que formaban parte de los distintos grupos que promovía del Centro Comunitario
Oscar Arnulfo Romero (Adolescentes comunicadores, danza folklórica, Arca de Noé y
Protectores del Medio Ambiente) dejando abierta la posibilidad de que los mismos
invitaran a otros que no estaban integrados en los grupos del CCOAR; pero que tenían
interés en participar.
En sí la estrategia de convocatoria fue sencilla, a través de la metodología “regando la
bola”. Fue así que se contó con la asistencia del adolescente electo como alcaldito
durante el período 2001 a 2004 bajo la Red de Gobiernos Municipales Amigos de la
Niñez y la Adolescencia. Además de otros adolescentes y estudiantes que no estaban
asociados al CCOAR.
Este primer intercambio fue realizado el 29 de marzo de 2008, denominado “Encuentro
municipal de adolescentes”, en el que participaron 31 chavalos y chavalas entre 13 y
18 años de edad, de los cuales 15 fueron mujeres y 16 hombres, provenientes de
distintos barrios de Nandaime.
Al inicio se abrió con dinámicas lúdicas de animación e intercambio para establecer la
confianza, romper el hielo y conocer sus expectativas. Durante este intercambio se
conformaron grupos de trabajo los que libremente seleccionaron un nombre para cada
uno con un significado en particular; logrando la identificación, cohesión y el trabajo de
equipo.
Los grupos conformados fueron los siguientes; SAV: Somos Alegría Viviente, GAPE:
Grupo Alegría, Paz y Esperanza, VAEL: Vida, Amor, Esperanza y Luz, JEPA: Jóvenes
en proceso de Aprendizajes y ARPENICHE: Grupo de Amigos en Unidad. Dichos
nombres fueron creados, partiendo de la idea de realizar un encuentro no tan formal;
aprendiendo haciendo.
Los grupos compartieron sus vivencias abordando dos grandes de temas que
ocuparon casi toda jornada; el primero fue el significado sobre la comunidad donde
habitan (NANDAIME), profundizando el sentido de pertenencia y su identidad. El otro
tema desarrollado fue sobre las percepciones y visiones que poseían sobre el
CCOAR; asimismo de su identidad institucional, su quehacer organizacional y las
aspiraciones que como adolescentes tenían sobre lo que desearan fuera la labor del
CCOAR para con ellos y ellas en el municipio.
El trabajo de análisis y reflexión fue realizado en los grupos conformados quienes
presentaron y expusieron los temas de manera artística y creativa (teatro, música,
taller, etc.). Fue así que sobre el significado de Nandaime, surgió la siguiente
percepción de los y las adolescentes:
“Estamos orgullosos de ser nandaimeños (as) por nuestras costumbres y tradiciones,
por las cuales nos identificamos con los cultivos, somos originales en lo que hacemos,
no nos comparamos con ningún municipio o departamento. En un futuro nosotros los
jóvenes, adolescentes y niños queremos salir adelante y progresar y así poner el
nombre de Nandaime en alto, que nuestros pensamientos de hoy sean mejor en el
futuro”. (Grupo JEPA).
Respecto a lo expuesto sobre el trabajo del CCOAR en la comunidad, las
percepciones fueron útiles e interesantes para conocer cómo desde la mirada de los y
las adolescentes se evalúa su quehacer cotidiano y que no estaba totalmente alejada
de lo que realmente hacíamos:
“Es una organización (el CCOAR) que se compromete a trabajar con la niñez,
adolescencia y juventud nandaimeña, uno de sus trabajos es ayudar a sacar adelante a
la nueva generación que somos todos los jóvenes y ayudar incondicionalmente a la
sociedad nandaimeña”. (Grupo Arpeniche).
“El CCOAR es una organización no gubernamental, la cual tiene como objetivo
principal promover valores en los niños, adolescentes, jóvenes y en toda la sociedad en
general”. (Grupo JEPA)
Cabe mencionar que en este primer encuentro surgió la necesidad y el interés
espontáneo de los y las adolescentes ser parte y formar parte de espacios de
intercambio con sus pares; compartiendo problemáticas, visiones, propuestas, etc.
Otro resultado importante en este primer intercambio ha sido el espacio creado para
que los adolescentes hicieran todo tipo de preguntas al CCOAR; así como brindar
recomendaciones de acciones que debía tomar en cuenta la organización en su
trabajo de promoción de los derechos de la niñez, adolescencia y juventud.
Entre las acciones recomendadas por los y las adolescentes podemos mencionar;
actividades por intereses: música, comunicación, computación, idiomas, medio
ambiente, etc. Por temas (los que aparecieron): relaciones sexuales y prevención de
diferentes enfermedades, temas de género (Por ejemplo: ¿cómo los hombres pueden
tratar bien a las mujeres?) talleres de motivación, entre otras actividades como
intercambios, giras ecológicas, debates, etc.
Segundo encuentro municipal con adolescentes
Siguiendo el hilo conductor del intercambio anterior, se realizó el segundo encuentro el
05 de abril de 2008 al que asistieron 22 adolescentes de Nandaime, 14 mujeres y 8
hombres. El objetivo era encaminar un proceso en el cual los sujetos beneficiarios de
la organización desmenuzaran y vivieran mejor los temas de Participación, Identidad y
Afecto, como grandes necesidades planteadas por ellos mismos durante las consultas
de Planeación Estratégica de la organización.
Para comenzar el día, la primera actividad para entrar en ambiente y con el ánimo de
promover el afecto hacia la naturaleza, los adolescentes realizaron una gira por la
finca donde se desarrollaba el encuentro. En el recorrido los chavalos y chavalas
tenían que seleccionar un elemento del entorno, representativo para ellos y que
desearan estuviese presente en sus vidas. Dichos elementos les debía representar un
valor en particular tal como: la libertad, el afecto, la protección, el cumplimiento de las
leyes, etc.
Además de ser una actividad de ocio, ha sido una actividad de aprendizaje y reflexión
sobre la relación entre la naturaleza y los seres humanos, lo cual fue valorado de
positivo por los asistentes, pues expresaron que el medio ambiente incide o no en el
mejoramiento de sus vidas.
La segunda actividad del intercambio fue la presentación de la historia del Centro
Comunitario Oscar Arnulfo Romero (CCOAR), por parte del equipo de jóvenes que lo
conforman y que habían surgido desde la adolescencia en los procesos del CCOAR.
Lo que se abordó principalmente fue sobre los procesos de participación de
adolescentes en el caminar de la organización.
Esta actividad se realizó respondiendo a una serie de interrogantes planteadas por los
y las adolescentes en el encuentro anterior. En este intercambio se reforzaron los
temas de Participación, Identidad, Afecto y Protagonismo, los que han sido parte
implícita o explícita en la historia de la organización.
A partir de la reflexión sobre la presentación del CCOAR se vinculó la siguiente
actividad en la que se conformaron tres grandes grupos: uno para abordar el tema de
la Participación, otro grupo para la Identidad y un tercero para el tema del Afecto. La
intención fue que, a partir de todo lo discutido hasta ese momento los y las
adolescentes intentarán plasmar un concepto para cada necesidad o categoría y luego
exponerlo a los demás en una plenaria de la manera que quisieran. No obstante se
sugirió que fuese de manera creativa para que todos y todas comprendieran mejor.
En esta actividad se presentó a los y las adolescentes, la lista de satisfactores
sinérgicos identificados por el equipo del CCOAR para impulsar la participación,
identidad y afecto en la comunidad, así también validarlas y obtener nuevos insumos.
Siendo así que los grupos participantes definieron los conceptos de participación,
identidad y afecto.
Tercer encuentro municipal con adolescentes: retomando propuestas de
seguimiento
El 19 de abril se realizó el tercer intercambio con adolescentes para darle continuidad
a sus mismas propuestas; tal como la planeación de un campamento juvenil y las
primeras ideas para conformar grupos por intereses a desarrollar en el municipio de
Nandaime. En dicho encuentro participaron 28 adolescentes, de ellos 17 mujeres y 11
hombres
.
Respecto al campamento, la idea motivó a los participantes y gran parte de la agenda
fue para acordar asuntos de orden logístico y por supuesto de roles, tareas y objetivos.
El grupo de adolescentes “Somos Alegría Viviente” (SAV) expuso y definió que el
campamento era un método de recreación en el cual se ejercen diferentes actividades
con el propósito de:
Relajarse para despejar sus pensamientos que quizás están perjudicando su
estado de ánimo.
Compartir sus alegrías
Conocer más sobre las bellezas naturales
Despejarse del mundo laboral
Pasar un tiempo agradable con sus familias y amigos.
En la actividad se plantearon las normas y precauciones a tomar en cuenta en la
posible realización de un campamento juvenil. Asimismo se pusieron sobre la mesa
propuestas de grupos de interés a organizar y potenciar, tales como: Un grupo de
comunicación (programa radial), un grupo de tecnología, grupo de deportes y un grupo
de adolescentes protectores del medio ambiente. Cada uno propuso una definición y
algunas actividades a realizar desde los mismos.
Así por ejemplo un primer grupo, sugerido por los adolescentes fue el grupo de
comunicación, quienes definieron sus acciones de la siguiente manera: Transmitir una
comunicación a los demás jóvenes y adolescentes, sobre todo brindarles espacios
para que pudieran identificarse entre los mismos a través del programa radial;
motivarlos para que se sientan identificados con nuestra música; transmitir
sentimientos por medio de la misma, etc.
También surgió una propuesta de conformar un grupo interesado en el uso de las
tecnologías y explorar todo lo relacionado con la comunicación e información.
Asimismo un grupo de deportes para tener una recreación sana, estar en forma y en
buena salud ya que consideraban que el deporte les ayudaba a apartarse de los vicios
y los “malos caminos” como el alcohol, drogas, la pega y el cigarro.
Se interesaron además por el fortalecimiento del grupo medioambiental para abordar y
realizar acciones alrededor de la protección del medio ambiente, ya existente en el
CCOAR, además de los grupos de danza folklórica, música, etc.
Cabe destacar que a partir de las sugerencias de los y las adolescentes, el CCOAR
desde sus distintos servicios y proyectos se siguió reforzando y habilitando los
espacios que ya constituían parte de su quehacer para que paralelo a esta
experiencia se siguieran brindando con mayor énfasis oportunidades a los
adolescentes de conocer otras experiencias locales, internacionales y nacionales que
les permitieran aprender y crear, así como también capacitarse a nivel técnico como
de otra índole.
El fortalecimiento de los grupos de interés a través del programa de becas fue
permitiendo que se abrieran estos espacios de aprendizaje de adolescentes a
adolescentes, de joven a adolescentes, de joven a joven y de adolescente a niños y
niñas. Cada becado (parte de la experiencia o no), en sus horas voluntarias debía
compartir lo que sabía y enseñarlo a otros.
Así los que estudiaban marimba fueron formando a otros y haciéndose instructores en
la práctica, los que sabían de danza y de radio enseñaban a otros. Por su parte el
CCOAR fue apoyando con otros recursos iniciativas de capacitaciones técnicas y
pasantías a los y las adolescentes interesados en hacer radio, computación, teatro,
etc. abriéndose así espacios de aprendizajes individuales y colectivos que más tarde
darían frutos y que apoyarían tal experiencia.
Cuarto intercambio municipal con adolescentes: consolidando propuestas
El cuarto intercambio se realizó el 26 de abril en el que participaron 29 adolescentes,
17 mujeres y 12 hombres. Conformaron en este encuentro nuevos grupos de trabajo
con diferentes nombres y significados. Cabe destacar que en cada uno de los
encuentros los y las adolescentes llevaron a otros de su misma edad como invitados,
motivándolos a participar y hacer parte de la iniciativa del CCOAR, entre los
adolescentes invitados se encontraban algunos del Club de Atletismo José Dolores
Estrada de Nandaime.
Los nuevos grupos conformados fueron; CAT: Compañerismo, Amor y Ternura, FAS:
Fuertes, Activas y Solidarias, GAD: Grupo de Atletismo y Danza, y el grupo ARPIAS:
Alianza Resaltadora de Participación, Identidad y Afecto Social. Los grupos
conformados retomaron la idea de la realización de un campamento juvenil; por lo que
propusieron ideas de actividades encaminadas a potenciar la Participación, Identidad y
el Afecto en el mismo.
Las actividades propuestas para el campamento, surgieron a partir de los intereses
que tenían como adolescentes y de las experiencias de vida de cada uno. Así pues se
mencionaron actividades para promover leyendas, narraciones e historias, como parte
de un interés en conocer más sobre su municipio.
Otros ejemplos de actividades propuestas, estuvieron vinculadas con el tema de
género; principalmente para crear un espacio para que las adolescentes compartieran
sus propias historias de vida, anécdotas de cada una de las participantes así como sus
habilidades entre ellas mismas, como cantar, bailar, realizar juegos dinámicos donde
se promoviera la participación y el afecto.
De esa manera los y las adolescentes realizaron un listado de actividades
encaminadas a promover la Participación, Identidad y Afecto y a concretar el discurso
con la práctica. Al culminar la actividad alusiva a la plantificación del campamento
juvenil; se profundizó con los y las adolescentes sobre el aspecto de la participación,
partiendo de la propia experiencia de cada uno durante el día de este encuentro.
Preguntas como las siguientes se formularon para el intercambio y la reflexión: ¿qué
tan participativo eres?, ¿qué tanto respetas e impulsas la participación de otros y
otras? Las respuestas fueron espontáneas y vinculadas a sus vivencias cotidianas.
Seguido de ello los y las adolescentes del Club de Atletismo, como invitados,
presentaron su grupo y expusieron su intención de coordinar con el CCOAR la
segunda edición del Maratón por la Ternura Medio Ambiental y Humana; expresando
que, a raíz de esta experiencia realizada un año antes, en 2007, motivó a muchos
adolescentes a integrar el Club lo cual fue considerado como un gran logro.
Finalmente en este encuentro los adolescentes brindaron otras propuestas al CCOAR
para promover la Participación, Identidad y Afecto, las cuales serían retomadas como
acciones en un documento de proyecto.
Asimismo los y las adolescentes expresaron que los cuatro intercambios municipales
con adolescentes realizados fueron de utilidad debido a los aprendizajes adquiridos.
Parte de estos testimonios se publicaron en la Revista Andar9del CCOAR de junio de
2008.
Una vez concluidos los intercambios de acercamiento con adolescentes, considerando
la importancia que había tenido para ellos/as la implementación de dinámicas
grupales como técnicas motivadoras de la participación, la identidad y el afecto; a lo
interno de la organización, se tuvo la iniciativa de crear una guía para promover la
participación desde un enfoque lúdico y experimentarla en el marco de esta
experiencia, en el camino se vería lo que iba surgir.
9La Revista Andar, forma parte de las acciones del CCOAR para la promoción de la identidad local, parte
del proceso iniciado con PIA.
Guía de Participación de Adolescentes con enfoque lúdico
De junio a septiembre de 2008 se realizaron una serie de talleres para construir, de
manera participativa la “Guía de participación para adolescentes con enfoque lúdico”;
proceso que fue conducido con el apoyo de Luis Felipe Ulloa, acompañados por Eliette
Mejía y Denis Bustos, miembros del CCOAR quienes construyeron las bases
metodológicas del proceso.
Se inició luego de determinar, a partir de las recomendaciones, un documento guía y
de orientación para adolescentes sobre el ejercicio de la Participación. Un documento
que orientara y sustentara tanto al CCOAR como a los y las adolescentes que
desearan participar de manera más activa.
En si la idea era de convertir una Guía que sirviera como un instrumento o un referente
orientador de la participación de los adolescentes que quisieran organizarse en el
CCOAR o como expresión organizativa por ellos y ellas mismas. A partir de la guía se
deseaba que (los y las adolescentes) tuvieran claro que la participación no se limita a
ejercer el derecho al sufragio, sino que va más allá de nuestro actuar cotidiano, de la
capacidad de abrir nuevos espacios de participación a otros adolescentes y jóvenes.
Para comenzar a construir una guía de participación con enfoque lúdico; los primeros
pasos se concentraron en definir el concepto de “juego” desde la perspectiva de los y
las adolescentes y desde los facilitadores del CCOAR. La importancia de hacer este
paso radica en que el juego constituye un elemento crucial en el aspecto lúdico.
El primer taller para realizar esta parte se denominó: “Jugando a conceptualizar el
juego con enfoque lúdico” el que fue realizado con dos grupos; primeramente con el
personal del CCOAR y luego con adolescentes. En este primer momento los aportes
del equipo del CCOAR fueron esenciales debido a su experiencia de trabajo
participativo con enfoque lúdico con los chavalos y chavalas.
Con el equipo de la organización se realizó el día 24 de junio de 2008; como una
forma de vivir la necesidad de ocio, pero además para comprender el sentido de la
necesidad de jugar que tienen los niños, niñas y adolescentes. Un espacio para
intercambiar sonrisas, alegrías, sentimientos entre todos y todas.
Se hizo necesario que el personal comprendiera el aspecto lúdico antes de
aventurarse en la creación de la guía; además se necesitaba construir, de manera
participativa, un concepto de juego y qué mejor que se hiciera viviendo esta sensación.
Del equipo de la organización participaron 35 personas, siendo del total 12 mujeres y
24 varones.
El encuentro con los y las adolescentes fue realizado el 27 de junio, en el que
participaron 14 mujeres y 8 varones. Este estuvo a cargo del facilitador Nolan Gómez,
perteneciente en el momento a RELAJO (Red latinoamericana de juego). Fue una
mañana para jugar y jugar, reír y reír, de compartir y compartir, un espacio necesario
para desestresarse, y una metodología importante para contribuir a la construcción de
un mundo posible.
Se realizaron juegos de presentaciones y después la actividad en la que se tenía que
especificar qué es el juego en tres palabras, según los participantes. De esa manera
se mencionaron palabras claves como: divertirse, reír, alegrarse, participación, deseo,
comunicar, aprender, etc.
Es necesario aclarar que los juegos que se hicieron tenían como objetivo la interacción
en pareja y como grupo gradualmente. Primero se pretendía generar la confianza
para luego entrar en una fase de juegos en los que se necesitaba más el contacto con
el otro o la otra. Fueron juegos encaminados para que los chavalos y chavalas
evidenciaran y vivieran la satisfacción sinérgica de las necesidades a escala humana
como la Participación, la Identidad y el Afecto.
Del consolidado de estos dos encuentros (con el equipo del CCOAR y con los y las
adolescentes) surgió un concepto de juego que manejaría el CCOAR en la continuidad
de sus acciones comunitarias, principalmente con los grupos y sujetos/as
beneficiarias.
En nuestro concepto como línea transformadora no se descartaron “los juegos
llamados competitivos”, ya que desde nuestra óptica, el juego es un proceso que está
orientado a promover la participación de todos y todas, pero siempre y cuando
hagamos hincapié que este tipo de juegos competitivos no hay ganadores ni
perdedores, sino que todos y todas ganamos desde el momento que compartimos,
reímos, nos solidarizamos y sobre todo hacemos parte de algo con nuestra
participación.
Al culminar el proceso de conceptualización del juego, partiendo de la propuesta
metodológica del facilitador externo, la reflexión se centró en definir y construir, a
través de un taller, un perfil de los y las adolescentes participativos en un nivel de
protagonismo; puesto que la guía estaría dirigida a ellos como principales sujetos
beneficiarios.
Esto se llevó a cabo con los mismos adolescentes en un taller denominado: Hacia la
construcción de la foto del o la adolescente participativa llegando al nivel
protagónico; en el que se identificaron las características debía tener un/a
adolescente para ser parte de algún nivel de protagonismo desde la participación. Se
partió de la propuesta teórica de Luis Felipe Ulloa, también facilitador del proceso, el
que plantea distintos niveles en el protagonismo: Protagonistas líderes/zas,
protagonistas impulsores y protagonistas ejemplarizantes. Este momento estuvo
facilitado y construido metodológicamente también por dos miembros del CCOAR,
Eliette Mejía y Denis Bustos.
Se realizaron dos talleres en diferentes momentos y diferenciados por género. Mujeres
adolescentes en un primer taller y hombres adolescentes en otro. Se buscaba realizar
una comparación entre las dinámicas comunitarias en las que las mujeres eran
protagonistas y compararlas con los resultados obtenidos de los hombres.
En el taller con las mujeres, realizado el 06 de septiembre de 2008, participaron 20 en
total y provenían de diferentes barrios y comunidades de Nandaime. En el taller con
adolescentes varones hubo una participación de 12 chavalos y fue realizado el 20 de
septiembre del mismo año. En este taller los y las adolescentes se ubicaron en el tipo
de protagonismo que ejercen en las distintas dinámicas comunitarias.
Seguidamente se realizaron grupos focales también diferenciados por géneros para
construir la “foto” del adolescente protagonista en las tres categorías distintas
mencionadas anteriormente (líder, impulsor y ejemplarizante). El 25 de octubre fue
realizado el grupo focal: Perfil del Protagonista Líder Adolescente de Nandaime; el 26
de octubre, un día después, el grupo focal: Perfil del Protagonista Impulsor y el 01 de
noviembre el grupo focal: Perfil del Protagonista Ejemplarizante.
En conjunto con los y las adolescente, se ha logrado determinar lo que ellos
entienden por participación y protagonismo, plasmados en el primer borrador de la
Guía de Participación de Adolescentes con enfoque lúdico, asimismo los perfiles en
los distintos niveles.
Por otro lado, en ese mismo periodo, se preparó el campamento con adolescentes que
desde los primeros encuentros municipales con adolescentes se había proyectado.
Por tratarse de una de las recomendaciones de los/as adolescentes y para concretarlo
se planificó tratando de aprovechar en el mismo la conformación de grupos de interés
para una red de aprendizajes entre adolescentes y reflexionar sobre el ámbito de
participación de la misma e identificar los primeros grupos de trabajo.
Campamento juvenil “Ángeles alegres”
El campamento finalmente fue realizado los días 23 y 24 de agosto de 2008,
nombrado por los mismos chavalos y chavalas como campamento “Ángeles Alegres”.
Este encuentro fue realizado en la Finca Vida y Esperanza del Centro Comunitario
Oscar Arnulfo Romero en el que participaron 30 adolescentes, entre ellos 19 mujeres y
11 varones del municipio de Nandaime.
También se contó con la participación de 18 adolescentes, en su mayoría mujeres
adolescentes de Quebec, Canadá quienes realizaban una estancia de turismo
alternativo en Nandaime, a través del CCOAR, aprovechando el campamento para
intercambiar con sus mismos pares de otra cultura, en una lógica que compartiendo
con otras/as de otras culturas y comunidades podemos reforzar y conocer más de
nuestra identidad.
Es meritorio mencionar que la realización del campamento llevó consigo una serie de
actividades previas al mismo. Se hizo necesario realizar un encuentro con las madres,
abuelas o tutores/as de los y las adolescentes con el objetivo de contar con su
autorización para la participación de los/as mismos/as; así como exponer los objetivos
y alcances del campamento.
Para los chavalos y chavalas el objetivo del campamento fue de compartir con los
demás, experiencias de vida, conocer un poco más de la naturaleza, compartir de
acuerdo a sus intereses con otros y otras. El campamento se realizó en dos días y fue
definido por los y las participantes como “un método de recreación en el cual se ejercen
diferentes actividades con el propósito de relajarse para despejar sus pensamientos que quizás
están perjudicando su estado de ánimo, compartir sus alegrías, conocer más sobre las bellezas
naturales, despejarse del mundo laboral”.
La agenda y programa se construyó a partir de las sugerencias de actividades de los y
las adolescentes en encuentros previos, arriba descritos. Las actividades iban
encaminadas a reforzar la Participación, Identidad y Afectos, a través de satisfactores
sinérgicos reflejados en las siguientes actividades:
Reforestación y caminatas en la naturaleza (P), intercambio sobre los mitos, leyendas
(I), conocimiento sobre la medicina natural, propias de las zona, compartir historias de
vida (A), anécdotas de cada una de las participantes en un ambiente natural, música,
dinámicas, fogatas (significado del fuego para nuestros ancestros), música folklórica,
discusiones sobre actividades de grupos de intereses, entre otras.
El campamento sirvió para conformar una Red de Aprendizaje en la que las y los
adolescentes se inscribieron en grupos como: comunicación radial, tecnología,
medioambiente, deportes, teatro y arte. De estos grupos surgieron propuestas de
actividades para mantener activa a la adolescencia. Por ejemplo el grupo de
Comunicación Radial propuso: “Escribir historias acerca de Nandaime (El origen de los
barrios), realizar un pequeño programa sobre los personajes más famosos de
Nandaime y promover la identidad de las diferentes mujeres de Nandaime”.
Fue así que hemos comprobado que el campamento con fines educativos y de
diversión es una manera alternativa que motivó grandemente a los adolescentes a
participar activamente. Lo educativo fue el objetivo esencial y hecho de planificarlo y
construirlo (la metodología de todo su desarrollo) con los mismos chavalos y chavalas
tuvo mayor impacto, pues se lograron potenciar aptitudes, educar sobre los derechos y
responsabilidades, entre otros y a la vez generar espacios de convivencia e
intercambio sano (física y espiritualmente) a nivel personal, grupal, cultural y con el
medio ambiente.
Otro aspecto importante a destacar es la necesidad de los y las adolescentes de tener
acceso a fuentes históricas escritas que les diera a conocer el sentido y origen de
tradiciones, costumbres y festividades religiosas y populares, muy marcadas en
nuestro municipio, así también las historias y significados de los lugares de Nandaime.
En ese sentido, a inicios de agosto de 2008, se publica la quinta edición de la Revista
Andar, esta vez con 12 páginas, en su mayoría para rescatar tradiciones referidas a
las festividades patronales, sus danzas folklóricas tradicionales, como las de “Los
diablitos” de Nandaime y la historia del arte sacro local. Se sentaba así un precedente
de recuperación de la memoria histórica de un pueblo, en la que los jóvenes del
equipo del CCOAR se dieron a la tarea de indagar desde el relato oral de algunos
pobladores.
Paralelo a ello, se efectuaron concursos socio-culturales de pintura, poesía y dibujo
promovidos a través de la Radio comunitaria La Nandaimeña, para reforzar las
iniciativas y necesidades de la niñez y adolescencia en cuanto a identidad se refería;
fue así que se retomó, también, la producción y rescate de sones populares propios
del municipio.
Esta primera esta fue para explorar, sincronizarnos todos y todas alrededor de los
conceptos de participación, identidad y afecto; en la búsqueda de mejorar estrategias
de promoción de estas grandes necesidades. Sin embargo era meritorio seguir
profundizando y llevar a la práctica, algunas de las recomendaciones de los y las
adolescentes, vinculando el crecimiento grupal y los temas en cuestión. Esta segunda
etapa se realizó de septiembre de 2008 a julio de 2009 y la cual denominamos de la
manera siguiente:
Segunda etapa:
Vivenciar y actuar en la Participación, Identidad y Afecto:
desde adentro y hacia afuera.
Esta etapa ha tenido como objetivo poner en marcha acciones locales para el
desarrollo de capacidades, principalmente de la niñez, adolescencia y sus familias,
desde la promoción de la Participación, Identidad y Afecto. Como resultado importante
se ha logrado encausar a los sujetos beneficiarios, a través de una participación
consciente, en un proceso en el cual adquirían una experiencia de vida basada en la
satisfacción de las grandes necesidades antes mencionadas a través de acciones
locales sinérgicas que más abajo se describen.
A manera de antecedentes en esta etapa
No obstante, antes de iniciar con las actividades llevadas a cabo con los/as
adolescentes, es importante que, como paso previo, luego de vivir una aproximación y
generar empatía con adolescentes en la primera etapa, se vivió un proceso personal y
colectivo en el seno del equipo del CCOAR, alrededor de los conceptos de
participación, identidad y afecto. Lo que permitió la convivencia, el retomar nuestras
propias vidas, identificando nuestros duelos y traumas con el fin de mejorar la
intervención social del CCOAR.
Primero hemos querido ir hacia dentro de nosotros mismos antes de ir hacia fuera en
el trabajo con los y las adolescentes. Se trataba de que el personal del CCOAR poco a
poco asimilara el nuevo enfoque de trabajo alternativo basado en el desarrollo a
escala humana. En este proceso se realizaron las siguientes actividades que fueron
esenciales para dar continuidad al trabajo con adolescentes en esta segunda etapa:
PIA hacia adentro (talleres de internalización de conceptos)
Los días 11, 17, 26 de Septiembre, 28 de octubre y 18 de noviembre se realizaron
encuentros de trabajo con el personal del CCOAR para la internalización y mejor
comprensión de PIA. La modalidad de trabajo fue de talleres y trabajo en grupos.
La intención de este proceso era aportar a la formación del Personal del CCOAR en
la apropiación del PIALE; como modelo alternativo de trabajo basado en el desarrollo
a escala humana, a través de la preparación de al menos tres encuentros. Cada uno
de los días se abordaría un tema, sea Participación, Identidad y Afecto. Sin embargo la
realidad y el interés de los/las participantes en algunos temas obligó a extender el
tiempo en ellos y crear dos encuentros más, por lo que se realizaron las siguientes
sesiones:
Sesión para vivenciar y reflexionar Participación
Sesión para vivenciar y reflexionar Identidad
Sesión para vivenciar y reflexionar Afecto
Sesión Cerrar-Abriendo PIA (Compartiendo los aprendizajes)
La propuesta como en casi todo proceso participativo tuvo variaciones que vimos
necesarias en el camino. En últimas se trató de un proceso de menos de dos meses y
en concreto de tres encuentros básicos de un día (uno para profundizar cada
concepto) y un cuarto encuentro, para afinar aprendizajes, y que produjo las
preguntas para valorar en cualquier actividad presencial el ajuste a P, I y A
Estos encuentros reunirían entre el personal de CCOAR a una especie de núcleo
generador, que primero se prepararía, profundizaría hasta donde fuese posible en los
conceptos. Sabíamos que con esos cuatro encuentros no saldría nadie especialista
en P, I, A pero todos avanzaríamos en nuestra vivencia de ellos. Además
terminaríamos acercándonos –desde el núcleo generador- a una masa crítica de
personas dentro de CCOAR que podría empezar a influir-apenas con dos meses (4
encuentros)- en todo el personal.
Como resultado importante ha sido la sensibilización del personal y aumento de la
cantidad de propuestas y reflexiones en el personal del CCOAR sobre las
implicaciones del abordaje de la Participación, Identidad y Afecto en las acciones
emprendidas a lo interno y con los y las adolescentes. Para esto último se ha logrado
construir un instrumento sencillo de monitoreo de los procesos de Participación,
Identidad y Afecto en las distintas vivencias de crecimiento grupal con adolescentes
del CCOAR. Parte de las interrogantes a tener en cuenta en dichos procesos fueron:
Cómo apreciar la Participación en una dinámica:
a. ¿Cuáles fueron los momentos y aspectos más motivadores de
participación?
b. ¿Y cuáles los que restringieron participación? (¿de quiénes?)
c. ¿Hubo momentos de exclusión?
d. ¿En qué medida propició protagonismos?
e. ¿Cómo contribuyó el nivel de participación en el logro de los objetivos?
f. ¿Cómo puede mejorarse la participación en situaciones similares?
Cómo apreciar la Identidad en una dinámica:
a. ¿Cuáles fueron los momentos y aspectos que más contribuyeron a
construir identidad en los/las participantes?
b. ¿Cuáles momentos y aspectos pudieron contribuir a debilitar la identidad en
los/las participantes?
c. ¿Cuáles momentos permitieron enfrentar o reforzar esquemas,
conformismos, subordinación, prejuicios?
d. ¿Cuáles aspectos del pasado y cuáles del futuro fueron tocados en su
refuerzo de identidad?
e. ¿Cuáles elementos de la identidad de las/los participantes fueron
reforzados y cuáles debilitados?
f. ¿Qué tipos de identidad fueron abordados? (individual, colectiva, municipal,
nacional, humana etc.)
g. ¿Podemos afirmar que en últimas se ayudó a aclarar la propia identidad…
o a confundirla?
h. ¿De qué manera el efecto sobre la identidad contribuyó o no al logro de los
objetivos?
Cómo apreciar el Afecto en una dinámica:
a. ¿Cuáles fueron los momentos y aspectos que propiciaron demostraciones de
afecto?
b. ¿Cuáles momentos y aspectos pudieron contribuir a restringir las
demostraciones de afecto entre las/los participantes?
c. ¿Hubo momentos que propiciaron el afecto colectivo?
d. ¿Cuáles fueron las demostraciones de afecto más relevantes?
e. ¿Cuáles fueron las demostraciones de desafecto que afloraron?
f. ¿Cómo influyeron las demostraciones de afecto/desafecto de unos
participantes en los demás participantes?
g. ¿Cómo sentimos las expresiones de afecto/desafecto de los/las demás?
h. ¿Cómo contribuyeron las demostraciones de afecto/desafecto en el logro de
los objetivos?
Al finalizar este proceso preparatorio con el personal continuamos con la realización
de diversas actividades que vinieron a constituir lo acaecido en la segunda etapas en
relación al trabajo con los y las adolescentes en esta segunda etapa de la
experiencia. Donde las principales actividades llevadas a acabo fueron:
Elaboración de una estrategia de comunicación para promover
participación, identidad y afecto en un sentido de satisfacción sinérgica.
El servicio de comunicación e información que brindaba el CCOAR a través de radio
comunitaria la nandaimeña se convirtió en un vehículo para generar incidencia política
ciudadana y sobre todo en una herramienta para promover un desarrollo alternativo
en la promoción de la participación, identidad y afecto en la comunidad.
La estrategia fue elaborada por Yessenia Ordóñez Morales y Denis Gaitán del equipo
del CCOAR, con base a las necesidades y aportes de los y las adolescentes surgidos
en los distintos encuentros; por lo que se plantearon estrategias de comunicación
para cada una de las grandes necesidades que se detallan a continuación.
Para la participación:
Reconocimiento de aspectos de la vida cotidiana del ciudadano y ciudadana
común. (Mujeres, hombres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, abuelos),
tomando como ejes la educación y promoción de principios éticos, derechos
humanos, cultura de paz e identidad así como la corresponsabilidad, a través
del servicio informativo de la Radio.
Promoción de las iniciativas de desarrollo local, presentes en el municipio y la
región, proveniente de gremios, grupos, instituciones, colectivo, etc.
La promoción y re-dignificación del trabajo honrado y responsable, así como
sus enseñanzas o aprendizajes, que vengan de las personas que hacen
trabajos remunerados, no remunerados, trabajos voluntarios o altruistas en el
municipio de Nandaime, especialmente de las mujeres y jóvenes, rescatando
en si los valores del trabajo honrado.
La presente estrategia recupera las iniciativas de sobrevivencias, empujes
novedosos y creativos que impulsa la gente para satisfacer sus necesidades
básicas. Podemos mencionar a algunos actores: Amas de casa, tortilleras,
empleadas domésticas, carpinteros, herreros, pulperos, camioneros,
carretoneros, sector informal, etc.
Promoción de las capacidades y potencialidades locales en el ámbito del arte,
trabajo intelectual, experiencias de vida, deportes, música, bailes, teatro e
innovaciones, como una forma de reconocimiento a la identidad individual y
colectiva especialmente de la niñez, adolescencia y juventud.
Seguimiento a los y las nandaimeñas en el extranjero para conocer sus
experiencias, nuevos aprendizajes y las formas en que mantienen su arraigo
del lugar de donde vienen.
Involucramiento de nandaimeños (as) residentes en el extranjero en lo
cotidiano y desarrollo del municipio.
Para identidad:
Resignificación de los lugares, sitios, eventos y acontecimientos históricos del
municipio de Nandaime; así como en nuestro país.
Recreación de historias, cuentos de camino y leyendas propias de Nicaragua o
de la localidad.
Para el Afecto:
Recuperación de la memoria histórica de la población para contribuir con la
sanación de duelos no resueltos a causa del conflicto, desastres naturales
familiares u otros acontecimientos de gran impacto social.
La sanación de duelos y traumas, al parecer es una técnica útil para revivir y
encontrarnos con nuestro propio yo, así como ponerse en el zapato del otro, al
conoce sus propia historia y aprender de ella. Al recuperar nuestra memoria
entendemos lo que vivimos hoy y por supuesto surgen pistas para contribuir
con una cultura de paz).
Promoción de la espiritualidad de la creación y el amor al prójimo.
Desarrollo del punto Dios en la población para ir creando una atmósfera de
bienestar en contraposición al odio y la violencia.
Rescate de las formas de demostración de afecto presentes en las familias
nandaimeñas que sirvan de modelo para otras familias.
A partir de estas estrategias se crearon programas y segmentos tales como: Caritas
del Presente, Otra Mirada, El Atolillo, Nuestro Trajín, Maracas, Desenguaracando,
Cuentos que caminan, Sones de mi pueblo, Raíces pinoleras, Ramilletes musicales,
Sonidos de tu amor, etc. Dos de estos programas, ya existentes, se mejoraron
tomando en cuenta las estrategias antes mencionadas.
A partir de septiembre de 2008 salieron al aire los programas Nuestro Trajín y
Maracas, el primero para dignificar y revalorizar el trabajo con principios y valores
humanos y el segundo para promover los diferentes talentos y habilidades en el
municipio; talentos que no se les daba el reconocimiento y que se invisibilizaban, entre
estos, los de la juventud y adolescencia. Así opinó uno de los protagonistas de los
programas:
“Siento que después de esta experiencia vivida y la oportunidad que me brindó la
Radio me alentó a grandes proyectos, a sacar del anonimato lo que sé hacer y
mostrarlo… me dejó totalmente impactado el saber que se promovía mi talento y más
aún luego de haber grabado una canción en el estudio de Radio La Nandaimeña, fue
emocionante, sentí que mi voz fue escuchada y que me pude expresar, que mis ideas
fueron dadas a conocer”. (Adolescente, 17 años, miembro del grupo Resistencia
Armada).
Taller motivacional con adolescentes del Instituto José Dolores Estrada
Dando continuidad a una serie de recomendaciones elaboradas por adolescentes al
CCOAR en los encuentros de acercamiento, en esta etapa también se iniciaron
talleres para abordar los diferentes temas de sus intereses. Una de las actividades
concretas fue el taller motivacional para adolescentes del Instituto José Dolores
Estrada de Nandaime, el 14 de octubre de 2008.
En dicho encuentro participaron alrededor de 189 adolescentes de quinto año (en
diferentes aulas de clase). De los participantes cabe destacar que 115 fueron
mujeres y 74 hombres. El objetivo primordial fue de reflexionar con los y las
adolescentes sobre la superación personal y académica.
Los y las participantes de las charlas tuvieron la oportunidad de reflexionar por qué
han escogido una determinada carrera, visualizando si las aspiraciones que tenían
desde su niñez habían cambiado o no. Así como también reflexionar sobre sus
motivaciones y vocaciones profesionales.
La metodología utilizada fue de animación y convivencia grupal en distintos grupos y
espacios, lo que fue de mucho provecho, pues se logró que los y las estudiantes
participaran de manera activa y se interesaran en la iniciativa; pues el tema estaba
muy vinculado al contexto y a las preguntas e interrogantes que tenían desde la
escuela, pues era su último año en la secundaria.
Asimismo los y las chavalas tuvieron la oportunidad de conocer algunos ejemplos de
presidentes latinoamericanos/as que tuvieron la oportunidad de enfrentar diversos
obstáculos para poder llegar a la posición que tenían en ese momento, como por
ejemplo Evo Morales de Bolivia, Ignacio Lula Da Silva de Brasil, Rafael Correa de
Ecuador y Michelle Bachelet.
A los y las estudiantes se les presentó un dibujo enfocado en observar que en la vida,
tenemos la oportunidad de encontrar libros (conocimientos), piedras (obstáculos,
problemas), personas enredadas (necesitan de nuestro apoyo, como a veces nosotros
necesitamos de su apoyo), flores (metas que hemos cumplido, bachillerarnos, ganar
un premio, etc.), lago (momentos para reflexionar), tempestades (drogas, alcohol), y
hacer ver que lo importante es que debemos saber qué estamos haciendo para que
en ese camino de la vida o de nuestro futuro no optemos por salirnos del mismo.
Por último los y las adolescentes escucharon en silencio y para su reflexión propia la
canción de Diego Torres, Color Esperanza. Las charlas fueron impartidas por Marvin
Ruiz y Eliette Mejía, miembros del CCOAR.
Con la siguiente actividad comenzábamos un proceso de proyección en la comunidad
a través de las artes, esta vez tomando en cuenta la aplicación de los satisfactores
sinérgicos como parte de las estrategias de promoción de la Participación, Identidad y
Afecto. En un proyecto preparado con los y las adolescentes desde sus distintos
grupos de interés donde ya estaban organizados. Siendo así que surge la siguiente
actividad donde se integra a la comunidad.
Festival municipal de expresiones identitarias
La primera actividad masiva enfocada en la promoción de la Participación, Identidad y
Afecto fue la feria municipal de expresiones identitarias; realizada el 21 de febrero de
2009. Este primer evento reunió a la población nandaimeña, especialmente a las
familias(los padres, las madres, las abuelas, los abuelos, hermanos y hermanas de
adolescentes) en un espacio propiciador de la identidad comunitaria.
El objetivo fue de proponer un nuevo significado de identidad a través de la danza, la
poesía, las artes, la música, el dibujo y otras composiciones literarias y artísticas;
haciendo énfasis en la historia de la localidad y en las diversas expresiones locales
artísticas.
La idea, también, era darle valor y promoción a lo que las manos y pensamientos
locales ya creaban e inyectarles una óptica local alternativa, desmitificando que “lo
nuestro” es inferior a lo producido o creado en el extranjero. Además conocer y dar
a conocer lo que se hacía en ese sentido en el municipio.
Se buscaba que los adolescentes, jóvenes y las familias participaran también,
expresando su identidad de la manera más creativa y de diversas formas. Además se
buscaba producir un evento cultural artístico producido por talento nandaimeño y a la
vez darlo a conocer fuera de Nandaime, motivando a los jóvenes y adolescentes a
luchar por sus sueños en cuanto a la música y otras artes.
La radio comunitaria la Nandaimeña jugo un papel fundamental en la divulgación y de
movilización para animar a la gente joven y adolescentes a participar con sus familias.
El evento fue producido por Yessenia Ordóñez Morales con un equipo de jóvenes que
estuvieron a cargo de la dirección artística, investigación, luces, audio, escenario. Y
por la Radio a cargo de Denis Gaitán.
La feria municipal de expresiones identitarias ha sido un espacio para incentivar la
coparticipación de la niñez, adolescencia y juventud en las distintas categorías antes
mencionadas. La actividad inició a las cinco de la tarde con la presentación y
reconocimiento de los ganadores de los concursos de dibujo, pintura, muralismo,
poesía y con la invitación a los presentes a contemplar el rincón del arte donde se
exponían las obras y talentos de la niñez, adolescencia y juventud nandaimeña.
Luego de ello se presentó una revista cultural donde se llevó a escenario por primera
vez danzas nandaimeñas con su explicación y significados históricos propios de la
localidad. Se recreó la danza del cacao para rescatar y subrayar las raíces negras
presentes en el municipio. La producción de cacao trajo consigo mano obra
afrodescendiente en el siglo XIX, para abastecer la fabrica del Chocolate Menier en
Francia. Muchos de estos poblaron el casco urbano de Nandaime, en el barrio “El
Burillo” donde se mezclaron con los criollos y mestizos.
Es importante destacar que por primera vez se presentó en escenario también la
danza de “Los diablos” con los pasos originales de los promesantes de Nandaime en
la fiestas patronales de Santa Ana, combinados con los pasos de la danza de “Los
diablos” de la zona rural de Nandaime, de la comunidad el Jabillo, quienes conservan
música y pasos de la zona de Carazo, por encontrarse en los limites departamentales.
Sin embargo estos conservan vestimentas y algunos pasos propios de la danza de
“Los diablos” de la zona urbana de Nandaime. También se presentaron otras danzas
representativas de Nandaime.
Al final de la noche cultural, el evento culminó con la presentación de Katia Cardenal y
Moisés Gadea, interpretando las canciones del Dúo Guardabarranco. En el evento
asistieron alrededor de 1500 personas, principalmente familias de Nandaime.
En la parte artística participaron alrededor de 60 niños, niñas, adolescentes y jóvenes
organizados en grupos de interés del CCOAR. Danza y Música. Además participaron
alrededor de 100, niños, niñas, adolescentes y jóvenes del municipio en los diversos
concursos socioculturales y 30 mujeres y jóvenes en las exposiciones del Rincón de
Artes. Entre los y las ganadores de los concursos estuvieron 21 niños, niñas,
adolescentes y jóvenes de la localidad.
Para la población el evento revivió las ganas de pertenecer a su comunidad, pues
valoraron de positivo resaltar la identidad y tradiciones de nuestro pueblo.
Principalmente al ver el talento joven de Nandaime.
“Por ser la primera vez que se realiza una actividad con nuestros jóvenes y grupos
artísticos es algo que fomenta más la cultura de Nicaragua y hace crecer y reforzar
valores que poco a poco, se quieren perder…” (Pobladora de Nandaime, 50 años).
Cabe recordar que este tipo de experiencias recreativas y culturales fue parte integral
en la lógica de red de aprendizaje que como equipo del CCOAR concebimos desde el
inicio y en todos los procesos de la experiencia. El aprendizaje se daría a través del
intercambio entre adolescentes organizados en distintos grupos de interés.
En ese sentido también se organizaron una serie de talleres, retomando temas de
interés para adolescentes, propuestos por ellos/as mismas en encuentros anteriores.
Es por ello que se realizan los siguientes talleres sobre temas de identidad y género.
Talleres sobre temas de interés para la adolescencia nandaimeña
Los talleres se desarrollaron durante el mes de junio de 2009; principalmente para
retomar las problemáticas más sentidas en la comunidad. Los encuentros fueron
facilitados por el equipo del CCOAR (Marvin Ruíz, Eliette Mejía, Denis Gaitán, Teresa
Márquez, Carlos Arguello, Denis Bustos) y participaron alrededor de 60 adolescentes
de distintos barrios de Nandaime y de algunas comunidades rurales, como
Montegrande Occidental.
Los temas estuvieron ligados a la identidad y el afecto, desarrollando en un primer
taller el tema sobre los embarazos en adolescentes el 06 de junio; en un segundo
taller sobre la violencia sexual, intrafamiliar y de género el 13 de junio; y un tercer
taller: sobre género, educación sexual y salud reproductiva, el 20 de junio.
Los talleres han sido de utilidad para generar procesos de reflexión y toma de
decisiones alrededor de los obstáculos y problemáticas que se les presentan en la vida
cotidiana. La metodología utilizada y aplicada fue motivadora, vivencial y participativa,
porque de ellos dependió el éxito del taller, ya que los facilitadores más bien
acompañaron, motivaron, promovieron y distribuyeron los materiales e instrumentos
para el mismo.
El uso del vídeo foro sobre las temáticas ha sido de mucha utilidad debido a que,
utilizando recursos multimedia, se hace más atractivo para los y las adolescentes en la
actualidad.
Primer taller: Embarazos en adolescentes
Durante el primer taller un momento importante que motivó la participación fue la
etapa de “consulta-respuesta” con la facilitadora y médico general Dra. Teresa
Márquez, quien luego de ver el video “Casa de Muñecas”10, con las y los
adolescentes, respondió de manera científica las inquietudes sobre sexualidad y
embarazos a temprana edad.
Cabe destacar que la postura del equipo como representantes de la organización
CCOAR fue de presentar los temas de salud sexual desde un enfoque más integral,
apelando al sentido de responsabilidad y capacidad de discernimiento de los y las
adolescentes, más allá de las soluciones simplistas que se centran en el uso del
condón y la banalización del sexo.
En la misma actividad (Video “Casa de Muñecas”) se propició el tema de identidad en
el momento en que se retomaban y se reflexionaba sobre los equivocados patrones
tradicionales de crianza; donde la educación sexual ha sido satanizada o bien
silenciada.
10
Video producido por Fundación Luciérnaga
Fueron de mucha utilidad las dinámicas diferenciadas por género, siendo más fácil
distinguir las posiciones y percepciones sobre el género e identidad que tenían los y
las adolescentes alrededor de la problemática en cuestión. En este momento se
identificaron intereses desde el punto de vista de hombres y mujeres.
Otro aspecto que propició la Identidad fue la dinámica de los zapatos; en la que las
mujeres adolescentes decidieron participar juntas, reforzando la identidad femenina en
las estrategias utilizadas para resolver el problema planteado a través de la dinámica.
Las y los adolescentes defendieron sus valores que como ciudadanos deben de tener
en este tipo de problemáticas y que con responsabilidad tienen que responder ante la
sociedad.
Segundo Taller: Violencia sexual, intrafamiliar y de género
En el segundo taller los objetivos fueron superados. Los y las adolescentes lograron
identificar a fondo los tipos y causas de la violencia sexual e intrafamiliar; a la vez que
se intercambió con ellos/as información básica sobre esta situación con el fin de
identificaran herramientas que les permitieran enfrentar esas adversidades.
A través de las exposiciones en los papelógrafos y cartulinas se determinaron las
percepciones que ellos y ellas tenían sobre los roles de género que se imponen tanto
en el hogar como en la sociedad. Al aclarar más sobre este tema, los participantes
identificaron las necesidades humanas no satisfechas ausentes en las familias; para lo
cual propusieron actividades sinérgicas para sensibilizar a la población y a ellos
mismos/as sobre relaciones justas y afectivas.
Pero hubo dos momentos que más motivaron la participación. El primero fue el
debate alrededor de un video y el otro fue la dinámica en parejas para determinar el
significado de ser hombre (lo masculino) y ser mujer (lo femenino). A la hora del
video, a pesar de algunas reacciones como risas, bullas de parte de algunos
adolescentes, hubo mucha participación y aprendizaje, particularmente al expresar
aquellas cosas que desean cambiar en su vida cotidiana, tanto en la comunidad como
en sus familias; por ejemplo la violencia en general.
Los facilitadores aclararon dudas, ampliaron más sobre el tema, como también dieron
a conocer algunas propuestas para mejorar las relaciones entre amigos, amigas y
vecinos, las cuales pueden poner en práctica en el futuro.
Tercer taller: Educación sexual y salud reproductiva
En el tercer taller los momentos más significativos y participativos fueron el video y la
actividad de contacto con la naturaleza; ya que este último se realizó en la Finca Vida
y Esperanza del CCOAR. Con el recurso audiovisual (Video: “La otra mitad de la
historia”) los adolescentes tuvieron la oportunidad de discutir sobre una variedad de
temas interesantes, principalmente sobre los roles de género.
Muchas de las situaciones presentadas eran iguales o parecidas a las que se vivían
en su entorno cotidiano. Esto generó muchas intervenciones, principalmente de las
mujeres quienes defendieron su posición y rol de desigualdad en la sociedad. Hubo
controversia con los adolescentes varones en algunas situaciones, pero en general las
mayoría se pusieron en los zapatos de las mujeres y les dieron la razón en cuando a
su posición de desventaja con respecto a los roles que les toca vivir a diario en todos
los ámbitos.
Respecto al contacto con la naturaleza, consideramos fue una herramienta útil en las
actividades con adolescentes, pues fue una de las actividades con mayor aceptación e
integración. El hecho de estar en una finca les motivó a participar y a meterse de lleno
en la actividad, sintiéndose parte de esa naturaleza, reconociendo su belleza, su paz,
tranquilidad y armonía con todos los elementos.
A partir de este taller el equipo de CCOAR aplicó el instrumento de preguntas para el
monitoreo y seguimiento de procesos de Participación, Identidad y Afecto en las
distintas dinámicas con adolescentes y que se menciona en los antecedentes de esta
etapa. Además los talleres fueron de utilidad para la formulación de acciones que
permitieran enfrentar las adversidades que hoy por hoy viven los y las adolescentes.
Igualmente constituyó un espacio de reflexión de puesta en marcha de
recomendaciones de adolescentes al CCOAR.
Festival artístico y comunitario: “Resignificando el sentido de identidad y
comunidad”
Enfocados en el rescate de tradiciones recreativas y lúdicas del pueblo”. Tomando en
cuenta las sugerencias de los y las adolescentes de hacer uso de los espacios y
festividades religiosas populares en Nandaime es que se produce un evento más
grande que el evento de la Feria de Expresiones Identitarias realizado en febrero del
mismo año.
Esta actividad fue producto de cuatro meses de investigación y se llevó a cabo el 25
de julio de 2009 en el atrio de la Iglesia católica de Nandaime, en colaboración con la
parroquia del municipio. En este evento logramos reunir a 110 artistas de la danza, 8
de la música y 30 jóvenes que apoyaron en la decoración y logística del evento.
Cabe mencionar que este día fue estratégico para aprovechar de las festividades
patronales en honor a la patrona Santa Ana porque aquí se reunían alrededor de cinco
mil personas o casi todo el pueblo católico como de costumbre, procedentes del casco
urbano de Nandaime, sus comunidades, municipios cercanos, así como
nandaimeños/as residentes en el extranjero.
El espectáculo consistió en la puesta en escena de un repertorio de bailes folklóricos
propios de Nandaime que ya se habían perdido y que solo estaban en las memorias
de algunas personas de mayor edad en el pueblo y que algunos nombres de estas
danzas solo se mencionaban en un documento escrito para el Centenario de
Nandaime en el año de 1991, pero que la población no conocía
La producción de este evento estuvo a cargo de Yessenia Ordóñez, quién con el
equipo del CCOAR se dieron a la tarea de investigar sobre las características de esas
danza que se mencionaban como típicas de Nandaime pero nadie conocía su forma
de bailar, vestimenta, música, pasos y época en la que se bailaba, etc. Se pretendía
además que los jóvenes y adolescentes integrados en los grupos del CCOAR fueran
conociendo en los talleres de danza la historia de sus bailes y que participaran en la
recreación de los mismos según las fuentes consultadas.
Así se indagó, se recreó y se llevó a escenario danzas que se bailaban en Nandaime
en décadas anteriores durante las fiestas patronales. Entre los bailes presentados
estuvieron “Los diablos”, la danza de “Los encamisados”, “Las negritas” de Nandaime,
“La inditas” y “Los indios” de Nandaime, “La danza del bejuco”, “El Toro coronado”, “El
Son de Toro, entre otras danzas nacionales de la misa campesina con las que se
identifican los y las “nandaimes”. Además de danzas, se presentó por primera vez un
grupo de adolescentes que se iniciaban en el estudio y ejecución de la marimba.
Pero en sí no se trató de una simple presentación de bailes folklóricos, sino que a
través de estos; representar e ir más allá en la búsqueda de nuestra identidad cultural
y espiritual. Toda la presentación hizo un recorrido histórico del significado de los
pasos, el vestuario de las danzas, sus transformaciones e influencias.
También se hizo hincapié en la resignificación de espacios y lugares significativos de
Nandaime, de personajes históricos, con mensajes que promovían la identidad local y
la espiritualidad del respeto a la naturaleza que nos heredaron nuestros
ancestros.Este evento ha tenido un impacto importante en la población asistente.
Compartimos dos de los testimonios que reflejan el sentir de la gente al finalizar el
evento:
“Me siento muy alegre y hasta con una sensación de escalofrío al ver todo lo que están
presentando… sabía algo de la historia de Nandaime, pero hoy me estoy dando cuenta
de muchas cosas más de algunos personajes de Nandaime”.(Pobladora de Nandaime).
“Estoy emocionado porque teníamos bastante tiempo de no ver un derroche de cultura,
un derroche de identidad… esta presentación nos llena de gozo porque estamos
rescatando nuestra cultura que poco a poco a se ha ido perdiendo… me llamó la
atención lo del toro coronado, primera vez que se lleva al escenario”. (Poblador
nandaimeño, 48 años).
“Es una belleza lo que estoy admirando, los bailes y el historial completo que salió a
relucir en este acto… aquí veo que se ha congregado todo el pueblo no importando las
clases sociales”. (Poblador nandaimeño.)
Es importante destacar la importancia de La Revista Andar como instrumento de
proyección y promoción de la participación, la identidad y el afecto local en todo el
proceso de esta experiencia.
En su edición de agosto de 2009 (séptima edición), que abarcó los meses de enero a
julio 2009; se destacan los temas siguientes: el veinte aniversario de fundación del
CCOAR y su trabajo a favor de la adolescencia y juventud en Nandaime. Las
actividades realizadas a favor de la participación e identidad, tales como el evento
descrito anteriormente y principalmente un ensayo completo sobre los bailes
tradicionales que se promovieron en el espectáculo.
Al culminar esta segunda etapa, hemos realizado una serie de acciones encaminada
en llevar a la práctica satisfactores sinérgicos de PIA, partiendo de las
recomendaciones de la adolescencia, tocando el espacio más comunitario.
Por otro lado en la medida que íbamos viendo con los/as adolescentes sus
problemáticas y situaciones que aquejaban de manera individual, pasamos a una
tercera etapa donde se llevaría un proceso individual y grupal para el fortalecimiento
de la capacidades (individuales y colectivas) que contribuyeran a los y las
adolescentes enfrentar las adversidades del entorno y aprovechar las oportunidades
del mismo.
Tercera etapa:
Construyendo resiliencia y sentido de vida desde las prácticas
y vivencias comunitarias
Esta etapa inicia en diciembre 2009 y finaliza en diciembre 2010. Tuvo por objetivo
crear condiciones que permitieran especialmente a la juventud y adolescencia del
municipio de Nandaime, en medio de las adversidades de su entorno, el fomento de su
desarrollo espiritual, estima de sí y habilidades encaminadas a la creación de un
proyecto de vida basado en la creatividad y la visión de futuro.
Esta etapa se ha centrado en la búsqueda de factores que permitieran a los y las
adolescentes descubrir su fortalezas (individuales y colectivas), logrando encausar la
reflexión alrededor de la creación de un Proyecto de Vida, es por ello que inicia un
proceso en el cual se abordan aspectos más personales y familiares, tratando de
trastocar las historias de vida.
Principales actividades llevadas a cabo
Primer encuentro de convivencia: autoestima, espiritualidad e identidad
cultural.
Los días 10 y 11 de diciembre 2009, se realizaron dos encuentros de convivencia, en
dos días diferentes con grupos de adolescentes y jóvenes organizados en los distintos
grupos de interés del CCOAR, con el fin de reflexionar sobre estima de si, relaciones
afectivas, identidad cultural y espiritualidad. En estos encuentros participaron
alrededor de 50 adolescentes y 10 jóvenes, aunque se había invitado a 35 en total
para lograr un mejor trabajo con el grupo. La convivencia fue facilitada por Yessenia
Ordóñez Morales del equipo del CCOAR.
Caminata del Silencio
Las actividades iniciaron con una caminata en silencio en la finca donde se
desarrollaba el encuentro. Se pretendía que los chavalos, chavalas y jóvenes se
integraran poco a poco en la reflexión de reconocerse así mismos como parte o
actores fundamentales de la naturaleza y de la madre tierra, escogiendo un elemento
de la naturaleza que les significara y les identificaran a ellos y a ellas en relación a su
situación de vida.
Luego de la caminata se les pidió que se juntaran en pareja según sus propias
afinidades. El objetivo era de observar los lazos afectivos, las relaciones que ya
tenían establecidas entre el grupo y visualizar la apertura y la integración personal. Se
les indicó que conversaran veinte minutos sobre sí mismos para redescubrirse tanto
en lo individual como en lo colectivo.
Preguntas exploratorias del estado y características del grupo asistente
Se orientaron algunas preguntas básicas generadoras a la vez de otras preguntas y
reflexiones en la plenaria. Las primeras preguntas que se les pidió que competieran
fueron:
¿Cómo me siento el día de hoy?
¿Quién soy?, ¿Cómo soy?,
¿Qué creen mis compañeros, amigos, amigas o familiares de cómo soy yo?
¿Cómo me siento frente a sus percepciones?,
¿Qué pasa en el grupo del CCOAR al que pertenezco y cómo me siento en mi
grupo actualmente?,
¿Para que y porque razón asistieron al encuentro?
¿Cuáles fueron los inconvenientes para venir al encuentro y lo que hicieron
para superarlos y poder estar presentes?
¿Qué espero del encuentro y sobre todo de mis compañeros, compañeras y
facilitadora?
¿Cómo me gustaría que se desarrollara el encuentro en todos los aspectos?
¿Cuales son los ruidos que se establecen o se establecieron en el proceso de
comunicación?
Se les pidió que el uno presentara a la otra persona y competieran sus reflexiones
alrededor de algunas de las preguntas generadoras antes mencionadas. También se
dejó abierta la posibilidad de tocar otros temas importantes que consideraban querían
hablar en pareja y compartirlos en plenaria. Así cada persona fue presentando a su
compañero/a, compartiendo sus ideas y a la vez respondiendo las preguntas de la
facilitadora sobre los temas que habían intercambiado. Se solicitó que el grupo
preguntara o comentara si se sentían identificados o no.
Construyendo la metodología de la agenda
El objetivo también era de ir construyendo y negociando la agenda del día, asumir
compromisos, retos, así mismo validar la agenda en relación al contenido y la
metodología de los encuentros de los siguientes días, especialmente en relación a los
temas de auto-estima, identidad cultural, espiritualidad, afectividad y convivencia de
grupo.
El programa del día no contemplaba actividades predeterminadas o cerradas, más
bien se plantearon objetivos generales, una pequeña guía que fue cambiando y
adaptándose según la vivencia y sentir del grupo. La metodología fue precisamente
construida a partir de la experiencia y reacción del grupo, en un proceso intuitivo
direccionado ya que se trataba de adolescentes en edades y grupos distintos.
Además que el número de asistentes era mucho mayor de lo previsto. En este
momento no se podía excluir a nadie porque los adolescentes los habían invitado. Y
por esta razón la metodología se ha tenido que improvisar.
En la dinámica de presentación anterior se diagnosticó a grandes rasgos el estado del
grupo en cuando a sus relaciones interpersonales, la estima de si, sus percepciones,
su problemáticas dentro y fuera del grupo, etc. Se percibió la receptividad, el ánimo, la
disposición y el deseo de las personas, como individuos y como grupo, alrededor de
los temas de discusión los que eran muy profundos y hasta podían generar
susceptibilidades.
También se discutieron los acuerdos y desacuerdos, se planteó que no se iban a
poner castigos como algunos querían para lograr bien los resultados de los
encuentros; pero sí se confiaría en el sentido de responsabilidad y la credibilidad de
su palabra. Se tomó en cuenta que no todos habían vivido procesos de convivencia
grupal para abordar temas tan delicados y privados que aún les herían.
Lluvia de ideas y acuerdos
Los compromisos establecidos fueron personales y grupales para el entendimiento y
la paz del grupo. Se escribió una lluvia de ideas de aspectos importantes a tomar en
cuenta o a trabajar como grupo. Entonces se procedió a elaborar una lista de
expectativas, esperanzas e inquietudes del encuentro. Se integraron a todos los del
equipo del CCOAR como participantes en los talleres, a solicitud del grupo con el fin
de que también compartieran sus vidas.
Lo anterior complicó un poquito el trabajo ya que solo se quedó la facilitadora y la
persona que apoyaba en el sonido. Pero finalmente fue necesario esta integración e
implicación de la mayoría del equipo de CCOAR dentro del grupo como “parte de”,
pasando de un rol de observadores a participantes. Finalmente esta primera actividad
contribuyó a limar tensiones que había en el grupo.
A solas y en silencio conmigo mismo/a para llegar al otro y la otra
Se orientó al grupo tomar tiempo para estar a solas y en silencio. El propósito de
ese ejercicio fue explorar las fortalezas personales con la que contaba el grupo. Un
ejercicio para reconocer las capacidades, actitudes, cualidades y diversos aspectos
positivos de los miembros del grupo, el reflexionar sobre el “yo soy”, ·”yo tengo”, “yo
cuento con alguien”11 y el aprender a recibir cosas positivas sobre la persona misma y
a la vez aprender a decir o reforzar lo positivo en los demás.
Se les indicó que de manera personal eligieran mentalmente a una persona del grupo
para dibujarlo en una hoja de papel y pensar en la relación que tenían con esta
persona. Solo debían resaltar los aspectos positivos. La persona elegida no
necesariamente debía ser alguien con quién tuvieran una relación estrecha.
Además tenían que escribir las cualidades y habilidades de la persona elegida pero
sobre todo tenían que reflexionar sobre lo que esa persona les había inspirado,
fortalecido o aportado en sus vidas. Al reverso de la hoja también se les pidió que
dibujaran a alguien de la familia, escuela, barrio, organización o de otros espacios de
la localidad e hicieran el mismo ejercicio.
11
Estas preguntas fueron con base a la propuesta de Edith Grotberg sobre la resiliencia.
Al finalizar cada uno compartió su reflexión y se le pidió a la persona elegida decir si
se reconocía en esas cualidades, entre otras preguntas. Este fue un momento en el
que los adolescentes y jóvenes lloraron, se sorprendieron, se aplaudieron, se
abrazaron, se sonrojaron, se emocionaron y reconciliaron entre sí y consigo
mismos/as.
Fue un momento de aceptación, de reconocimiento y auto-reconocimiento; un ensayo
para ponerse en los zapatos de los otros y las otras; un ejercicio para comprender al
otro y la otra, para no juzgar sino integrar.
El camino o ciclo de la vida
Otra dinámica que fue crucial para los y las adolescentes fue la denominada “camino
o ciclo de la vida”. Se pretendía hacer un recorrido personal desde el nacimiento
hasta la actualidad, buscando hechos significativos que les habían marcado
positivamente, pero la reflexión se centró principalmente en las etapas de la vida que
les causaban tristeza profunda y soledad. Todas aquellas emociones que les
impedían ser felices o estar bien consigo mismos y los demás.
En dicha dinámica se solicitó salir del salón en silencio y pensaran en algo o alguien
que les daba fuerza, alguien en quien confiaban, alguien con quien podían contar y
que fuese como su motor en medio de sus tormentos o problemas. Además se les
indicó que se despojaran de manera simbólica de todo lo que llevaban consigo
(mochilas, celulares, gorras, cuadernos, etc.). Al momento de entrar al salón, se les
pidió lo hicieran con sus pies descalzos, escuchando la canción “Oh, melancolía” de
Silvio Rodríguez interpretada por Mercedes Sosa.
Una vez dentro se recostaron en el piso en forma fetal y formando una espiral. Sus
respectivos lugares eran asignados a través de gestos por parte de la facilitadora
quien iba diciendo frases para que los y las adolescentes se fueran preparando y
metiéndose en el ejercicio a ojos cerrados.
Luego se les fue guiando, pidiéndoles que se imaginaran en el momento de la
concepción, desde el vientre de su madre o desde aquel primer momento que
recordaran de muy niños y niñas. Y así sucesivamente se fue guiando en el ejercicio
para que cada uno y cada una profundizaran sobre sus vidas y aquellas heridas que
todavía les dolían.
En el desarrollo del ejercicio siempre se hizo hincapié en los motores, las cosas o
creencias importantes que los/as adolescentes habían nombrado a la facilitadora antes
de entrar al salón. Solo tres participantes nombraron a sus madres y abuelas como
sus motores o elementos importantes en sus vidas; el resto mencionó a Jesús, María
o Dios.
Después de un tiempo y para cerrar el ejercicio de visualización de cada etapa de sus
vidas, se incentivó que pensaran en las fortalezas interiores de cada uno y las
fortalezas con las que contaban, escuchando la música “Eres tú” de Mocedades. Con
esta canción se les pidió que abrieran los ojos poco a poco y que caminaran
lentamente por el salón mirando a los otros y las otras; invitándoles además a
expresar sus emociones: sonreír, llorar, abrazar, etc. En este momento se abrazaron
en grupos, llorando y apoyándose mutuamente.
Este ejercicio el “camino o ciclo de la vida” fue muy impactante porque afloraron
emociones de fuerte intensidad, algo inesperado debido a las confesiones muy íntimas
que se manifestaron en el grupo. Fue más impactante para la facilitadora porque era
inevitable quedarse fría en tal situación. No se esperaba que el ejercicio pudiera
darse en una apertura, confianza total, a tal profundidad.
Los y las adolescentes y jóvenes expresaron que habían vivido situaciones como el
abandono paterno, abandono materno, abandono de sus parejas, traiciones, maltratos,
abuso sexual, rechazo y violencia en el seno familiar, por lo que no tienen referentes
claros de apoyo, pues en la mayoría de los casos padres y madres estuvieron
ausentes.
Otro tema alarmante fue que de todos los y las participantes, solo dos de ellos y ellas
no habían pensado en la posibilidad de quitarse la vida, el resto consideraba que no
encontraban sentido a sus vidas contemplando la posibilidad de quitársela; porque no
sentían el amor de sus familiares más cercanos como su padre o su madre. Luego de
compartir en grupo lo que habían experimentado en el ejercicio y compartir todo lo que
sentían se terminó en circulo y abrazados escuchando la canción “Ay amor” de
Mocedades. Uno de los testimonios fue el siguiente:
“… me gustó cuando estaba imaginándome en el vientre de mi madre, cómo me estaba
formando. Vi cuando iba a nacer... y que a ella le dolí. Nunca tuvo un esposo al lado de
ella para estar con nosotras, ella nos recibió sola. Él estaba, pero era como que no
estaba… nos abandonó a mi hermana y a mí. Cuando iba creciendo, sufría, porque era
alcohólico y drogadicto. Le pegaba a mi madre, a mi hermana y a mí; nunca nos trató
bien. Solo maltrato y abusos. Cuando estaba en el túnel oscuro, iba caminando y
caminando... a medida que lo iba haciendo, iba creciendo y creciendo. Iban pasando
los años y en lo que iba creciendo encontré a Dios y la Virgen. Ellos me llevaron hacia
mi padre. Hablamos; él me pidió perdón, yo lo perdoné. Fue increíble”. (Adolescente
mujer 15 año, grupo Xóchitl -Sol).
Luego de ese compartir e intercambiar testimonios, se analizó y se profundizó con el
grupo sobre los problemas más concretos, que se reflejaban o afectaban sus vidas
cotidianas, esos que les impedían desarrollarse en paz, felicidad y continuar su
crecimiento integral en me medio de tanta adversidad.
Así también se construyó con ellos y ellas una serie de afirmaciones de aprendizaje
con base a sus experiencias de vida y que les servirían para no repetir situaciones que
vivían y no afectar a otros y otras. A la vez se les sugirió seguir profundizando de
manera personal. Que fueran elaborando poco a poco una lista de esos falsos
satisfactores son destructivos y que eran utilizados como mecanismo de defensa, pero
que en el corto o largo plazo obstaculizarían un verdadero desarrollo espiritual y
humano.
Hablando sobre nuestra identidad cultural
La siguiente actividad del día (por la tarde) se enfocó en la reflexión sobre la identidad
cultural y nuestra historia ancestral. La primera presentación fue sobre los diez mil
años de desarrollo de nuestras civilizaciones autóctonas antes de la llegada de los
españoles a nuestros pueblos. La conferencia se hizo de manera interactiva, partiendo
de los supuestos, prejuicios, percepciones, conocimientos e informaciones que los
chavalos y chavalas tenían sobre los españoles y los indígenas.
En el trayecto se fue respondiendo o confrontando con datos concretos a las
afirmaciones de rechazo, vergüenza y desprecio sobre nuestros orígenes de raza
negra y autóctona. Por ejemplo: “que los indios eran salvajes, atrasados y que gracias
a los españoles nos civilizamos”. “Que el desarrollo lo trajeron los europeos con el
´descubrimiento´ de América”; “que ser negro o indio es lo más inferior porque significa
atraso y ser inculto”, etc.
La primera parte se enfocó en de-construir esa visión dominante que nos heredaron
los colonizadores y que afecta la auto estima ya que no se acepta con dignidad la
herencia precolombina y afrodescendiente pues se le quitó su significado de identidad
cultural rica y digna, suplantándola por una “superior” de raza blanca. Este tema fue
abordado en parte por los rasgos afrodescendientes presentes en el municipio de
Nandaime y debido a ciertas tendencias de discriminación y auto-discriminación que
aún existen por el color de la piel y las características físicas.
Puesto que los adolescentes y jóvenes pertenecían a los grupos de danza folklórica
del CCOAR, la discusión también se enfocó en la importancia de conocer los orígenes
de nuestra danzas folklóricas tradicionales, los pasos, trajes, máscaras e historia de
las representaciones folklóricas y las formas de cómo se fueron mezclando y
enriqueciéndose.
Se fueron identificando tradiciones, formas de bailar, de pensar y otras costumbres
que se mantienen vivas pero que su significado no se conocía a ciencia cierta; sin
embargo se han transmitido de generación en generación.
También se reflexionó sobre los símbolos que aún utilizamos, tratando de asociarlos y
redescubrir su significado. Se empleó como base los artículos trabajados por el
equipo del CCOAR sobre identidad cultural publicados en la Revista Andar y también
las investigaciones de historiadores y folclorólogos de Nicaragua como Irene López,
etc.
Redescubriendo nuestros valores ancestrales autóctonos
La siguiente actividad se realizó en grupos para representar de forma creativa y
dinámica la forma de cómo se manifestaban los valores de nuestros ancestros en las
danzas folclóricas nicaragüenses y especialmente las danzas propias del municipio. A
la vez debían señalar en cada expresión elegida los valores y el significado para la
identidad cultural de nuestros antepasados y que pueden identificarse en la actualidad
en las expresiones culturales.
Un grupo escogió bailar el “Canto de Meditación”, de la Misa Campesina, para
expresar el amor y el respeto que los indígenas tenían para la madre naturaleza y que
hoy no se debía perder como valor heredado. El grupo concluyó que la música, al
bailarla, les hizo sentir como que Dios le canta a la naturaleza o que ellos le cantan a
Dios por medio de la naturaleza.
Asimismo les hizo pensar en el reto de construir un mundo mejor y ser mejores
personas cada día; nos obstante “no queremos entender eso y como si viviéramos
fuera de este mundo realmente”. “La naturaleza nos ofrece todo y nosotros lo tiramos
por cosas que realmente no tienen importancia porque si se acaba el mundo nos
acabamos nosotros”.
Otro grupo pidió escuchar la canción del Dúo Guardabarranco “Soy Juventud” y
finalizaron con la siguiente reflexión:
“la música dice algo muy importante, que no se compra ni con todo el dinero ni oro del
mundo; igual la dignidad, el amor y el aprendizaje y eso es muy importante tenerlo en
cuenta; más cuando somos materialistas y solo pensamos solo en uno. Y eso hay que
transmitirlo. Por ejemplo hoy escuchamos anécdotas y testimonios de los muchachos y
eso nos ayuda a reflexionar.... por ejemplo lo mal que nos hacen no transmitírselo a los
niños y no volver a repetir y que sea una cadena como decía Martín”.
Otro grupo tocó y bailó al son de tambores integrando a todo el plenario de manera
espontánea, reconociendo ese instrumento como parte de su identidad puesto que
cuando lo escuchaban afirmaron que lo llevaban en la sangre y era inevitable no
sentir las ganas de bailar, sintiendo gozo desde lo más profundo de su ser.
Otros bailaron las danzas tradicionales y folklóricas con más entusiasmo porque
decían que estaban aceptando sus orígenes con orgullo. Y otros realizaron pequeñas
obras de teatro reafirmando la lucha de los pueblos en contra de la división de clases
sociales, las políticas económicas excluyentes. En sí era un mensaje por el derecho a
vivir dignamente.
Los cinco grupos conformados coincidieron que el respeto a la naturaleza es lo que
descubrieron como valor principal que nos heredaron los ancestros autóctonos. Y se
expresa en las reverencias ocultas de los pasos de los bailes folclóricos tradicionales.
El contrapaso o paso sencillo era el mismo que empleaban los indígenas en su
reverencia al sol y a la madre tierra; con el significado de por medio de que estaban
sujetos a ella.
Al finalizar los dos días de encuentro se concluyó bajo un árbol de Ceiba, árbol
sagrado para los ancestros. Sentados, en círculo, los participantes reflexionaron sobre
el sentido o razón de ser del grupo de danza folklórica. A la vez se compartieron sus
experiencias vividas durante el día y el aporte para sus vidas.
Al cerrar los encuentros se leyó la lectura del salmo 37, para dar un aliento de
perseverancia y la bendición del sacerdote Santiago Giroux, fundado del Centro
Comunitario Oscar Arnulfo Romero.
Actividad lúdica y cultural con adolescentes: “Navidad: Murmullo de Paz”
Seguido con los encuentros con adolescentes; el 25 de diciembre de 2009 se realizó el
evento llamado “Navidad: murmullo de paz”. En ocasión de las fiestas de navidad, el
que tienen un gran significado para los cristianos. Reconociendo la religiosidad como
parte de la identidad personal, colectiva, popular y de la misma organización, se
aprovechó este espacio para realizar otra actividad sinérgica que reuniera a las
familias de Nandaime.
En esta actividad se utilizaron símbolos y personajes de la navidad como el niño
Jesús, Herodes, los soldados romanos, la estrella, María y José; para promover los
derechos de los niños y las niñas; así como denunciar el abuso sexual, la trata de
personas y el maltrato intrafamiliar.
Los mensajes iban encaminados también a deconstruir la mentalidad “adultista” que
invisibiliza y obstruye las relaciones afectivas y de buen trato entre padres, madres,
hijos e hijas. Se cuestionó las relaciones de poder de dominación que son justificadas
a partir de concepciones religiosas. Se trató de transmitir un mensaje de respeto y de
liberación a partir de las mismas concepciones religiosas en el marco del respeto a las
creencias y la cosmovisión de la gente.
La actividad consistió en un espectáculo público de bailes folklóricos y villancicos
nicaragüenses y de una obra teatral en la cual se abordaron los temas de actualidad.
Finalmente un concierto navideño con la cantautora nacional Katia Cardenal.
El evento fue realizado en el atrio de la iglesia Santa Ana, al centro de la ciudad,
donde acudieron alrededor de dos mil personas. Los protagonistas del espectáculo
fueron niños, niñas, adolescentes y jóvenes de los grupos de danza folklórica, música
y teatro a cargo del grupo de adolescentes “Arca de Noé”. En total sumaron una
cantidad de 70 personas.
A través de la danza y mensajes a favor de la de la niñez se ha propiciado un espacio
alternativo a lo tradicional realizado en la parroquia en tiempos de navidad, tratando de
sensibilizar a la población para cambios en patrones de crianza, haciendo énfasis en la
no violencia.
Como resultado importante a este nivel (coordinando esfuerzos con la parroquia) es el
establecimiento de mejores vínculos familiares y amistosos entre los adolescentes y
jóvenes a través de actividades lúdicas y culturales. Asimismo tomando en cuenta las
oportunidades del entorno, la cultura local, representaciones, la apertura de la
parroquia a esta actividad constituye un espacio para la sensibilización y promoción de
acciones sinérgicas alrededor del protagonismo y sentido de vida de los y las
adolescentes.
Considerando la primera iniciativa de una obra de teatro en este espectáculo, dado
que también se desarrolló en un contexto de articulación de esfuerzos con la
parroquia, dada las recomendaciones de adolescentes; se conformó un grupo de
teatro de adolescentes y jóvenes como medio de expresión y participación.
Conformación de grupo de Teatro Jícaro
De febrero a marzo 2010, a petición de un grupo de jóvenes y adolescentes católicos
que buscaban ayuda para evangelizar de forma más creativa a otros adolescentes, y
que habían participado en los encuentros de convivencias realizados por el CCOAR,
solicitaron apoyo para llevar a escena la pasión y muerte de Jesús, en ocasión de la
semana Santa.
Viendo la necesidad de reafirmar su participación e identidad cristiana; se coordinaron
esfuerzos entre el CCOAR y la Parroquia para montar dicha obra adaptada a los
problemas actuales de la adolescencia y juventud.
De esta manera se inicia una convocatoria abierta para adolescentes jóvenes católicos
y no católicos, practicantes y no practicantes interesados en participar en el grupo de
teatro y experimentar lo que surgiera en el camino a partir de las propuestas de los
mismos chavalos y chavalas. Proceso que fue acompañado por el equipo del
CCOAR.
Comenzaron alrededor de 30 adolescentes y jóvenes; en un espacio que representó
una nueva alternativa de recreación y desarrollo de las múltiples habilidades,
principalmente de adolescentes, creando así un espacio para la participación,
identidad y afecto entre iguales.
El CCOAR contó con el apoyo Oscar Danilo Noguera un joven de 23 años de edad,
estudiante de teatro, quien tenía deseos de aportar con el arte en su pueblo. Hay que
recalcar que él ya había formado parte de los clubes conformados por Radio
comunitaria La Nandaimeña cuando era adolescente.
En sus inicios se motivó a los y las participantes del grupo a recibir técnicas de danza
contemporánea, expresión corporal y todas las técnica básicas del teatro; inclusive las
técnica narrativas para elaborar guiones, etc. Este proceso de formación duró
alrededor de 4 meses. En la parte artística fue conducida por Oscar Danilo Noguera,
en la parte metodológica por Yessenia Ordoñez y en la parte religiosa por el padre
Bismark Bermúdez.
Para realizar la obra sobre la pasión y muerte de Jesús, con los jóvenes se fue
leyendo y analizando, poniendo un ojo en la biblia y otro en la realidad. Abordar los
temas que afectan a los adolescentes y jóvenes tenía que ser desde sus perspectiva y
percepciones.
La idea también era llevar las autoridades de la iglesia un mensaje como jóvenes y a
la vez a la sociedad. Se utilizaron los temas y problemáticas ya planteados como
adolescentes en los distintos intercambios y convivencias. Además a partir de los
intercambios del mismo grupo.
Fue así que se escribió el guion y surgió la idea de montar la obra “Llévame Contigo”.
También nace el nombre del grupo de teatro (Jícaro), pues sus integrantes
manifestaron el interés de seguir como grupo y realizar otras obras de interés para otro
público.
El grupo de Teatro JICARO, buscaba poner en el tapete los problemas que
enfrentaban la adolescencia y juventud desde otra perspectiva cristiana y desde la
misma fe encontrar soluciones o sensibilizar a las familias sobre esa realidad. La
obra teatro “Llévame Contigo” fue presentada en el templo parroquial de Nandaime,
contando con la presencia aproximada de un mil personas. También se presentó en
los municipios de Potosí, Belén y Diria.
“Constituyó un reto porque a partir de los mismos jóvenes y en coordinación con los
sacerdotes de nuestra parroquia, queríamos abordar temas de la vida cotidiana,
adaptarla y vincularla a la pasión y muerte de Jesucristo. Es así que la negación de
Pedro la adaptamos a hechos reales como la negación de la paternidad, la
discriminación por raza, condición económica, etc. Fue maravilloso ya que se logró
aprobación e impresión del público” (Yessenia Ordóñez, Coordinadora CCOAR).
Como resultado importante desde un inicio ha sido la promoción de la cultura de
organización y planificación entre jóvenes y adolescentes. Las obras de teatro son
desarrolladas desde las perspectivas de la juventud, guiadas por un proceso
metodológico participativo de joven a joven y en el aprender haciendo.
Otro resultado importante, al comienzo del grupo y con la presentación de la primera
obra de teatro el reconocimiento de la población que desde un espacio, propiciado
desde la parroquia, se pueda llevar un mensaje diferente a lo tradicional y
conservador, aterrizando a las situaciones problemáticas actuales que viven los y las
jóvenes.
El grupo de teatro siguió como grupo potenciado por el CCOAR, integrado por
adventistas, protestantes, católicos practicantes y no practicantes, presentando y
montando obras para denunciar y proponer desde las realidades de los y las
adolescentes.
Las obras se han llevado a las escuelas de primaria y secundaria de la localidad y los
temas abordados han sido: abuso sexual, los valores, temas religiosos adaptados a la
realidad, temas culturales e históricos, etc. Entre las obras están: Llévame Contigo,
Navidad con Baladín, Verdad o Desafío, Pequeña Sinceridad, Yucúl: la otra historia de
San Jacinto, etc.
Segundo encuentro de convivencia: resiliencia, relaciones afectivas y
espiritualidad
Dando seguimiento al proceso de búsqueda de factores que permitieran a los y las
adolescentes el desenvolverse en el entorno de manera positiva; se realizó un taller de
dos días (06 y 07 de julio de 2010), con el fin de diagnosticar factores de resiliencia,
propiciar el crecimiento y convivencia de grupos, fortalecer el autoestima, las
relaciones afectivas y espiritualidad entre adolescentes.
Una condición para participar en este segundo taller de convivencia fue que los y las
adolescentes hubieran participado en cualquiera de los dos talleres o encuentros de
convivencias anteriores, especialmente los realizados el 10 y 11 de diciembre del
2009.
El encuentro se realizó en la Finca Vida y Esperanza del CCOAR el 6 y 7 de julio de
2010. El primer día participaron 72 personas, entre ellas jóvenes y adolescentes. De
los cuales 33 eran hombres y 39 mujeres. Otra vez, asistieron más de lo previsto
porque algunos adolescentes llevaron a sus invitados personales y además se
aseguraron que el resto de los integrantes de sus grupos de intereses asistieran
aunque no hubieran participado antes en ninguno de los encuentros de convivencia tal
cual fue dicho.
Lo anterior, vino a cambiar la metodología planeada para el día porque la misma había
sido concebida para darle siguiendo a los adolescentes que ya habían iniciado en el
proceso de la experiencia y además de había tomado en cuenta las características y
las particularidades del grupo con el que se había profundizado anteriormente.
Más bien la asistencia estuvo determinada por el dinamismo de cada grupos de interés
tales como: grupo de Teatro, el grupo de la Pastoral Juvenil, el grupo de adolescentes
de danza folclórica Xóchitl-Sol, El grupo de jóvenes de folklore Yolihuaní del CCOAR,
El grupo de adolescentes de Marimba, El grupo Arca de Noé del CCOAR e
instructores de pintura, danza y teatro. Y como grupo externo la Pastoral Juvenil de la
parroquia Santa Ana de Nandaime.
Este día se tornó demasiado complejo por la diversidad en cantidad, edad, intereses
y características de los y las asistentes en el taller. La situación mencionada
anteriormente, hizo que se volviera retomar nuevamente un poco de lo vivido en los
encuentros anteriores en los dos días de trabajo.
Expectativas e intereses
La primera actividad consistió en una dinámica de presentación para conocer las
características de los y las invitados nuevos, los objetivos por las que sus compañeros
y compañeras les habían invitado, las expectativas y los intereses del grupo,
especialmente de los nuevos y nuevas participantes. La idea fue de conciliar los
objetivos del encuentro.
Se pudo constatar que la mayoría de los participantes “nuevos” y “viejos” tenían la
necesidad de: “vivir una experiencia de conciliación con Dios, con ellos mismos y con
los demás”; “sentir la presencia del espíritu santo y de Dios”, “conocer las maravillas
del señor”, “pasear un rato ya que no tenían nada que hacer en sus casas”; “por
curiosidad porque sus compañeras y compañeras les habían contado de la bonita
experiencia “llenadora”. “Querían aprender más sobre Dios y porque tenían interés en
integrarse en la Pastoral Juvenil”. “querían hacerse un examen de conciencia con
Dios”. Y tenían mucha curiosidad de aprender, conocer, experimentar y hacer
amistades.
Primeras actividades
A partir de estas expectativas casi fuera de los objetivos ya planificados se procedió a
presentar el proyecto del CCOAR para con la niñez, adolescencia y juventud
denominado en se momento: “Construyendo resiliencia desde la prácticas y vivencias
comunitarias”. Asimismo se hizo un resumen de los antecedentes históricos del
proyecto Participación, Identidad y Afecto (PIA) y sus propósitos. Se mencionaron
también las problemáticas que habían señalado los adolescentes que han participado
en todo el proceso facilitado por el CCOAR desde que comenzó el proyecto PIA.
Estas misma problemáticas fueron retomadas y validadas por los y las adolescentes
que participaban. Todos dijeron que sí, eran las mismas y que no habían cambiado,
por lo que aportaron con nuevos ejemplos y testimonios.
Sobre el tema de la espiritualidad
Se explicaron al grupo las razones por las que el CCOAR estaba realizando talleres de
convivencia grupal con un enfoque espiritual. En primer lugar porque sus objetivos y
necesidades como adolescentes no estaban fuera de los intereses de la organización
y porque la parte espiritual desde el CCOAR constituía un elemento esencial en la vida
de todo ser humano.
Cabe destacar que el CCOAR dejó claro que su inspiración es cristiana pero que
estaba abierto al dialogo y al intercambio con otras formas de pensamiento sobre
dicho tema y sobre todo respetuoso a las distintas formas de creer y vivir la
espiritualidad, que lo único que interesaba en este intercambio era buscar la esencia
común: una espiritualidad del bien común y de pasar haciendo el bien como Jesús lo
hizo.
Pero para aclarar este tema tan sensible, se habló sobre los distintos tipos de
espiritualidad que se manejaban en la sociedad, tales como la tradicional que
relaciona la misma con la religión en la perspectiva de la relación entre el ser humano
y un ser superior (Dios) y de su salvación con su alma. Que igualmente dentro de la
religión se manifiestan distintas “espiritualidades”.
También se explicó que desde el punto de vista filosófico la espiritualidad se refería a
esa búsqueda interior de cada ser humano y en la que profundiza sobre sí mismo y se
descubre, a partir de todas las experiencias internas o externas de vida, lo que le
ayuda a trascender.
Se ha señalado también que la espiritualidad puede ser referida a la búsqueda del
sentido de vida, paz interior y auto liberación interior de formas de pensamientos,
creencias que causan infelicidad y opresión. Que otros y otras tendencias aseguran
que puede existir también una espiritualidad sin fe en Dios o sin Dios. Pero lo más
importante, que la espiritualidad era un búsqueda.
Estas explicaciones fueron necesarias debido a las expectativas antes mencionadas y
por las distintas tendencias presentes que había en el grupo. Por lo tanto se aclaró
que la organización concebía al ser humano como un ser no solo físico sino espiritual,
con sus creencias y códigos de valores.
Se reafirmó que cada quien tenía derecho a profesar la religión que creyera, siempre y
cuando hubiera un mínimo de respeto entre todos y todas, en referencia a las visiones
y formas de vivir la espiritualidad. Esa fue la única condición para poder participar en
el taller de ese día. Se pidió disposición, apertura para aprender y entender otras
formas de pensamientos; tratar de sacar lo positivo y lo que nos pudiera unir y no
separar.
Renegociando la convivencia grupal
Para continuar se establecieron más acuerdos de oro, los que reflejaron las formas de
proceder en el día como grupo, así como los compromisos asumidos como tal. Se
trató de conciliar de expectativas individuales a colectivas y de integrar a los que no
traían los mismos fines a reflexionar. A estos se les preguntó si estaban interesados
en quedarse a experimentar y tratar de vivenciar lo que el resto del grupo y la
organización buscaban.
Todos y todas las participantes decidieron quedarse en la actividad; sin embargo se
explicaron las dificultades que se podían presentar en el desarrollo del día, debido a la
cantidad de personas, pues el local solo tenía una capacidad de 40 personas.
Además el grupo no era homogéneo (distintas edades, distintos intereses, muchos
eran nuevos y nuevas participantes, unos estudiantes de secundaria, universidad y
hasta de del 6to grado de primaria, etc.). Otro inconveniente fue la temporada de lluvia
que también amenazaba el proceso de formación.
Algunos participantes estaban inconformes con la asistencia de otros adolescentes
que nunca habían participado porque no se sentían en confianza. Debido a esto el
equipo facilitador sintió que la situación se tornó más compleja que los talleres
anteriores; no obstante, no podían cancelar la actividad y mucho menos decirles a los
asistentes que se retiraran.
Se solicitó al grupo comprensión y respeto entre todos y todas sobre todo de los de
mayor edad hacia los menores. Por tanto se llegó al acuerdo de intercambio
intergeneracional y concluir con un plan de trabajo desde sus grupos y sus intereses.
Antes de empezar se preparó bien al grupo para crear las condiciones necesarias y
evitar inconformidades que obstruyeran el proceso.
Se partió de buscar y señalar aspectos comunes de los grupos independientemente de
las edades. Como común denominador estaba el interés en realizar un ejercicio de
búsqueda e interiorización personal en lo que todos y todas estuvieron de acuerdo en
aprender y respetar las experiencias de los demás. La reflexión sería personal y grupal
en el marco del respeto y la ayuda mutua; pues el objetivo era de conocer y de vivir
una experiencia espiritual o una experiencia con Dios, de lo cual aprenderían algo
para sus vidas.
Se les indicó a los jóvenes y adolescentes a mantener una pregunta importante en
todo el proceso de día: ¿Qué es el amor?, ¿Existe el amor de diferentes formas? ¿Y
nos queremos a nosotros mismos y a nuestro prójimo?
Dinámica de la pelota
Seguido se realizó la dinámica de la pelota para animar el momento, generar empatía
entre el grupo y divertirse un rato. La dinámica consistía en decir su nombre y lanzar la
pelota a una persona que no conocieran tanto. La persona decía su nombre y a la vez
debía rascarse una parte del cuerpo; al lanzar la pelota la otra persona diría su nombre
e igual rascaría una parte de su cuerpo.
Después de esta actividad contamos con la presencia de un sacerdote quién
respondió a preguntas de los adolescentes y jóvenes sobre el llamado de Dios, el
sentido de la vida desde la espiritualidad o la fe cristiana. Se tomó en cuenta las
necesidades del grupo referida la renovación del espíritu, la transformación y el
perdón para sanar las heridas y salir adelante. Con esta actividad se concluyó la
mañana.
Dinámica “Mi retrato”
Después del almuerzo y del descanso libre, se orientó a los y las participantes que de
manera individual se instalaran en un lugar solitario, bajo los árboles o un sitio
propicio para la auto- reflexión. Se les pidió que a groso modo que hicieran un
recuento de sus vidas y que se dibujaran a sí mismos. En el dibujo reflejarían su
sentir, tanto en lo físico como en lo interior (lo que les gusta de si mismos, sus miedos,
sus heridas, sus esperanzas) y en la parte posterior de la hoja escribirían la
explicación de su dibujo.
Se introdujo esta dinámica escuchando las canciones “Razón de Vivir”, “Como la
cigarra”, “Al despertar” interpretadas por Mercedes Sosa para propiciar la reflexión del
grupo que estaba en los alrededores en la finca. Este ejercicio les ha permitido dejar
en evidencia una serie de situaciones que no han sido resueltas en el trayecto de sus
vidas y que se resumen en traumas no sanados, baja autoestima, carencia afectiva,
abandono, entre otros que tienen su origen en el seno familiar. Uno de los testimonios
fue este:
“El ejercicio para mi fue emotivo porque empecé a regresar tiempo atrás, a vivir el
tiempo pasado y a priorizarme ahorita en el presente y a ver el futuro de otra manera y
ver que uno no puede seguir cometiendo los mismos errores del pasado porque les
cuento que antes yo era muy orgulloso y el ejercicio me ha ayudado mucho porque a
partir de lo que puse pude proponerme hacer lo mejor el día de mañana”. (Adolescente
de 15 años de edad).
Dinámica: mi inventario
La otra actividad realizada, dando seguimiento a la anterior, fue la denominada “Mi
inventario”, entregando tres hojas en blanco cada uno de los adolescentes realizaron
un inventario de su vida, respondiendo a preguntas de referencia basadas en cuatro
puntos principales: “YO TENGO”, “YO SOY”, “YO ESTOY” Y “YO PUEDO”.
A partir de estas categorías y con base a una serie de interrogantes en cada una se
buscaba conocer las fuentes de las cuales los y las adolescentes adquirían fortalezas
humanas, individuales y colectivas. Esta actividad estaba dando seguimiento al
ejercicio que había empezado en la primera convivencia donde se aplicó de manera
exploratoria.
El modelo anterior fue creado por la Doctora Edith Grotberg (1995) para caracterizar a
un niño resiliente, a partir de la posesión de condiciones que en su lenguaje se
expresa con: “yo tengo”, “yo soy”, “yo estoy” y “yo puedo” y que se plasman en la
“Guía de Promoción de la resiliencia en los niños para fortalecer su espíritu humano”.
A partir de estas verbalizaciones, Grotberg pudo “identificar factores de resiliencia,
como la autoestima, la confianza en sí mismo y en el entorno, la autonomía y la
competencia social. A su vez, la posesión de estas atribuciones verbales puede
considerarse como una fuente de resiliencia”.(Santos, Munist, Kotliarenco, Suárez
Ojeda, Infante, & Grotberg, 1998: 22)
Pese haber utilizado dicho instrumento, no se hizo con la intención de definir o de
caracterizar a adolescentes y jóvenes resilientes; más bien se utilizó para conocerles y
para luego crear estrategias de intervención social que les permitiera a los y las
adolescentes enfrentar las adversidades de su entorno de manera sinérgica.
En ese sentido el instrumento, en vez de afirmar como normalmente lo haría un niño o
adolescente con características resilientes, lo que se hizo fue presentarlo en forma de
interrogantes o preguntas; ejemplos: “Yo tengo”: Personas que me ponen límites para
que aprenda a evitarme problemas o peligros. Si o no, ¿Por qué? ¿Quién es? o
¿Quiénes son? “Yo soy”, una persona por la que otros sienten aprecio y cariño. ¿Por
qué siento eso? ¿De quién siento eso?“Yo estoy”, dispuesto a responsabilizarme de
mis actos. Si o no, ¿Por qué?, ¿Cuándo cometo errores me hago responsable o lo
oculto?
Se trató entonces, de conocer la dinámica familiar, sus círculos de amistad, los niveles
de confianza adquiridos tanto en sus hogares como en las escuelas u otros espacios
de socialización. Y ante todo la percepción de sí mismos (autoestima).
Un dato importante arrojado en este cuestionario es que aún se mantiene la confianza
en la figura materna. De 70 cuestionarios un 77.77 porciento mantiene un nivel de
confianza alto. En parte porque es con quien más han convivido y hablado, también
porque “me comprende”, “me ayuda a salir adelante”, “me quiere, me cuida, me da lo que
quiero y me educa”, entre otras afirmaciones. Luego le sigue en confianza los papás,
abuelos y otros familiares como los tíos, tías, etc.
Otros datos revelan que un 74.28 porciento dicen que cuando se sienten tristes, lo
reconocen y lo expresan con seguridad para buscar apoyo, no obstante a la hora de
hablar de volver a cuestionarles con otra interrogante ¿o me lo guardo? los datos se
contradicen un poco, pues un 47.15 porciento expresó que sí se lo guardan. Por tanto
el porcentaje de los que sí hablan se reduce a un 52.85 porciento. Así se conocieron
otros datos sobre las fortalezas de adolescentes y jóvenes; cabe destacar que el
escenario es la familia, donde se presentan bondades y contradicciones.
Al finalizar la dinámica “Mi inventario” se realizó una pequeña pausa; la cual se
aprovechó para que cada uno/a, de manera individual, escribieran en una hoja de
papel todo aquello de lo que querían despojarse y que les ayudaría a tener una vida
mejor; sin embargo, en el ejercicio debían reconocer antes ello también era parte de
sus historias de vida.
Para este ejercicio se preparó un pequeño altar que reflejara la espiritualidad
manifestada en el grupo. En el altar se puso el símbolo de la cruz y elementos de la
madre naturaleza como flores, frutos, agua, fuego, candelas etc. Los adolescentes y
jóvenes tenían que entrar al altar con sus pies descalzos, escuchando de fondo una
canción instrumental de inspiración cristiana.
Iban hasta el altar y allí quemaban, en un balde metálico, el papel donde escribieron
todo lo que querían desechar de sus vidas, como símbolo de renuncia y despojo.
Luego en la pared y la mesa adornada de flores, dejaban las hojas de su retrato y el
inventario pero ofreciendo también sus fortalezas y sus metas para luchar por lograr
una vida nueva. Ofreciéndoselas a la vida y a Dios.
Cabe destacar que durante el transcurso de la tarde se contó con la presencia de un
sacerdote joven para atender a los adolescentes y jóvenes que desearan hablar de
manera personal, que quisieran acompañamiento y guía espiritual. Buscábamos en
conjunto con el sacerdote a partir de las necesidades de los adolescentes ir creando
estrategias en este sentido espiritual.
Por cuestiones de tiempo, antes de la evaluación al final del día, se indicó que otras
dinámicas previstas a realizarse se pasarían para el día siguiente. Una de ellas era la
preparación de un “Sociodrama sobre el proyecto de vida”, para la cual se dejaron
grupos conformados. En esta dinámica cada grupo tendría que reflejar un proyecto de
vida que les pareciera interesante, de acuerdo a sus problemáticas.
Los grupos tenían que reflejar la situación o el problema del adolescente o la
adolescente en un contexto familiar y social en el que estuvieran inmersos; además
debían proponer acciones o estrategias para que este adolescente inmerso en tal
adversidad pudiera realizar su proyecto de vida.
Después de la evaluación del grupo, las que fueron muy positivas y de mucho
aprendizaje para todos y todas, el equipo terminó analizando el día, se leyeron todas
las 72 hojas de los inventarios y los auto-retratos que los y las participantes habían
escrito durante el día. Se hizo un resumen general de las heridas profundas, los vacíos
espirituales, las búsquedas y las necesidades, las preocupaciones que como
adolescentes les marcaba demasiado. Esto para tomarlo en cuenta al día siguiente.
Segundo día del encuentro de convivencia: resiliencia, relaciones afectivas
y espiritualidad
El día 07 de julio se continuó con el encuentro; esta vez realizado en las instalaciones
del CCOAR por los problemas del clima del día anterior y por todos los obstáculos
sucedidos en la finca del CCOAR. Ese día una lluvia torrencial convirtió las calles de
Nandaime en ríos caudalosos, lo que hizo que empezáramos una hora más tarde de lo
previsto e iniciáramos la primera etapa del día con 45 participantes.
Para comenzar a detallar el desarrollo del día; señalamos que los/as participantes en
los talleres, la mayoría venían de familias católicas, la diferencia era que unos eran
adolescentes practicantes y otros no practicantes.
Se inició el día con un ejercicio de meditación espiritual como una forma de terapia
grupal de sanación desde la fe. Desde la vivencia de algunos miembros del equipo del
CCOAR que empezaron en espacios religiosos, esta dinámica de meditación y
desarrollo espiritual había servido como una experiencia terapéutica y sanadora.
La misma, al aplicarse en dinámicas de crecimiento grupal, con personas creyentes,
puede orientar sus factores curativos precisamente en esa dinámica grupal
establecida, en la que se da y se propicia elementos necesarios para que los y las
participantes puedan pasar por un proceso de aprendizaje- reaprendizaje;reorientando
y reconociendo sus fortalezas personales como parte importante de su identidad y un
vehículo de fortalecimiento personal y grupal.
Es importante señalar que hemos utilizado el sonido (música, de la naturaleza y las
palabras) como un instrumento de sanación porque en todas las experiencias
anteriores pudimos constatar que estos elementos despiertan emociones y las hace
expresar, a la vez que propicia la armonía y la paz interior.
Retomando de cierto modo la músico-terapia como instrumento de sanación, propicia
un camino para entrar en los mundos y realidades de cada persona, compartirlo y
vivirlo de manera también colectiva, especialmente de los adolescentes y jóvenes con
los que trabajamos en el CCOAR.
Con esta dinámica buscábamos retomar todas esas problemáticas, duelos, heridas,
vacíos, desesperaciones, angustias, rencores, frustraciones, rabias y miedos que el
grupo había expresado de manera verbal, escrita y de otras formas en los ejercicios de
“mi retrato”, “mi inventario” y en los intercambios personales con algunos del equipo y
el sacerdote que sirvió de guía espiritual el día anterior.
Ejercicio de meditación
Se indicó a los y las participantes que se acostaran en el piso en posición fetal, que
cerraran los ojos, siguieran los sonidos de la música y las palabras que la facilitadora
fuera expresando. Palabras que tenían que seguir de manera personal. Se indicó
conectarse consigo mismo, apagar los celulares y desprenderse de todo lo que
cargaban, así como quitarse los zapatos.
Esta dinámica orientó a los y las participantes a visualizarse en un camino lleno de
obstáculos, regresar a la infancia para ir a sanar al niño y la niña interior; descubrir el
momento o la situación que generó sus heridas, sus traumas y tratar de sanarlo,
resignificarlo y regresar por otro camino. Todo esto se hizo utilizando figuras, símbolos
y personajes positivos de fe cristiana.
Fue un momento muy difícil porque el grupo y cada cual de manera personal se
sumergieron en la dinámica y afloraron muchas emociones. Muchas lágrimas y
fueron momentos de ayuda mutua, de compartir historias, de aprendizajes y
recuperación de fortalezas internas a pesar de las fuertes emociones.
Lo sorprendente fue que la mayoría de los muchachos expresaron sus sentimientos
más profundos con lágrimas en los ojos y la participación de la parte masculina fue
más abierta y expandida. No hubo nadie que se quedó sin compartir lo que sentía.
Parte del equipo de CCOAR participó en el ejercicio de manera voluntaria y también
compartió su sentir. Destacamos aquí dos testimonios de adolescentes:
“Vengo de una familia de matrimonio separado. Cuando Yessenia dijo que nos
imagináramos un camino, lo primero que se me vino en mente fue uno bien angosto y
me sentí alegre porque lo encontré...A la hora que dijeron que nuestros padres están
allí con nosotros fue difícil ver a mis padres y solo pude ver a mis abuelos porque ellos
fueron los que me criaron desde pequeña y son los que me han criado hasta la vez. Mi
primer trauma fue el abandono de mis padres. Después a los dos años, fue el
abandono de mi madre. Fue muy difícil para todas porque somos tres hermanas y con
conmigo somos cuatro. Mis abuelos se hicieron cargo de nosotros y nos siguen
ayudando.
Nosotros hemos sufrido bastantes traumas. Sinceramente estamos resentidas con
nuestro padre, porque él tiene su matrimonio, tiene su hijo. Y es triste llegar a su casa
bonita que la compuso y donde tiene su matrimonio. Y ver que le compra todo a sus
hijos y nosotros necesitadas de zapatos, ropa o de su amor; o que al menos nos diga-
¡hola!, ¿Cómo estas? ¿Cómo te va?-.
Es difícil para nosotras, porque hasta la vez a mi hermana no le ayuda; claro mi
hermana ha cometido errores, pero él se dice ser cristiano, ayuda a jóvenes
supuestamente, pero él ayuda a otros, pero no a nosotras. Esta vez nosotros sacamos
buenas calificaciones y ustedes creen, le llevamos los boletines solo los firmó y ya está,
no nos dijo felicidades. Él dice nuestras hijas son buenas alumnas pero si la gente
supiera como sufrimos. Los únicos que están ahí con nosotros son nuestros abuelos, los
únicos y son los que por ellos hemos salido adelante y saldré adelante cuando yo sea
una profesional si están vivos les regresaré todos lo que me han dado.
Ahorita estamos en una situación muy difícil, mi madre por allaaa viene. Se va de un
trabajo busca otro. Somos cuatro hermanas y mis dos primos. Mis dos primos también
fueron abandonados. Para mi ha sido un trauma, una vida dura como joven que soy. Y
sinceramente Jesús me dijo que buscará más de Dios. Es cierto es difícil, tanta cosas
que se ven ahora, la tentación de ir a fiesta esto y otras cosas, pero si haré todo lo
posible por seguir su camino y seguir adelante”.(Adolescente mujer de 17 años de
edad).
“Cuando estábamos haciendo la oración, yo, cuando dijo vamos por un camino oscuro,
yo me miraba caminando solito con miedo de ir más adelante, porque sabía se me
caería o tropezaría. Pero al fondo miré una luz. Me iba acercando, miré a un señor que
extendía los brazos y a la par una mujer. Me iba acercando más y miré a María y al
otro lado estaba mi Madre que en paz descanse. Mi madre me llamaba, me llamaba y
cuando estaba cerca, mi madre ya fallecida me dijo: Hijo perdona a tu tía por todo lo
que te ha hecho. Entonces, ya después llegó mi tía y le dije; Tía te perdono por todo lo
que me has hecho y por el sufrir que me has causado.
Mi mamá murió en el 2006, yo tenía 9 años cuando me informaron que ella murió de
cáncer. Yo me he sentido muy solo. Soy como el esclavo de la casa. Solo me hablan
para decirme: hace esto y hace aquello. Pero a mi hermana la tratan como reina, ella
puede ver los muñecos y yo hago todo lo de la casa y cuando hago las cosas de la
casa, mi papa solo me habla para tratarme. Mi tía, que es mi mamá de ahora, me trata
y me pega por todo, solo me trata de hijo de tal por cual para arriba. Pero yo no lloro
por solo por querer hacerlo; lloro por dolor, porque me hace falta el amor de mi
madre”. (Adolescente hombre de 13 años de edad).
Luego de escuchar a los y las adolescentes se finalizó entresacando, de todo lo que
habían dicho y de sus testimonios, aprendizajes y lecciones de vida alrededor de las
historias de vida de cada uno. Se finalizó el ejercicio diciendo que en medio del
sufrimiento por llevar una cruz a cuesta era necesario quedarnos con la resurrección,
que nos instaba más bien a vivir una nueva vida. Luego sonó la canción “Gracias a la
Vida” en la voz de Mercedes Sosa.
Dinámica de los zapatos
Otra dinámica crucial fue la de “mis zapatos”, en la que se organizaron cuatro grupos,
de acuerdo a sus propios intereses; dos grupos conformados por adolescentes
organizados en el CCOAR y dos de la Pastoral Juvenil. Cada uno, tenían que
identificar algunos compromisos de cambio a corto plazo que como grupo podían
implementar para mejorar el mismo.
Lo anterior se realizó como un ejercicio previo a la dinámica de los zapatos, y se hizo
para que les ayudara a ir observando su propia dinámica de funcionamiento y a la
vez ofrecer esos cambios a la comunidad. En tal caso, la comunidad eran los demás
grupos presentes. Dichos cambios giraron en torno a principios y valores que tenían
que desarrollar: trabajo en equipo, orden, disciplina, respeto y unidad.
Se solicitó que los y las participantes se organizaran de la forma que creyeran mejor
con el fin de alcanzar la meta. Había cuatro sacos amarrados, con los zapatos de cada
equipo; y “ganaría” el grupo que lograra terminar cada quien con sus zapatos puestos
y amarrados. Respetando el reglamento establecido para todos los grupos
participantes.
El ejercicio tenía como objetivo determinar, desde la observación, los niveles de
cohesión, comunicación, organización, planificación y liderazgo en el grupo; ante una
situación problemática. Además ver la capacidad para buscar estrategias colectivas y
una vez finalizado el ejercicio, pudieran hacer una auto-evaluación de su actuación
como grupo, ver sus fragilidades y fortalezas.
Al mismo tiempo se eligió un equipo observador compuesto por un adolescente y un
facilitador del CCOAR, que tomaba nota sobre el comportamiento y el rol de cada
integrante antes, durante y después de la dinámica. Además había otros dos
observadores siguiendo de largo el proceso.
No se trataba entonces de promover una competencia en la que hay ganadores y
perdedores, más bien de identificar con ellos mismos cada decisión tomada y actuada
para aprender de las fallas y desaciertos. Incentivando al grupo a analizar y
profundizar antes de decidir y actuar como grupo. Este ejercicio fue de utilidad también
para que cada grupo fuera pensando en un plan de acción en el corto y mediano
plazo.
Al finalizar la dinámica, el grupo que logró alcanzar la meta, explicó sus estrategias,
revisadas y planificadas antes de ir a desamarrar el saco y los zapatos. La estrategia
consistió en una ruta a seguir y a respetar por cada uno de los integrantes. No todos lo
harían al mismo tiempo para que no caer en la tensión y el tumulto.
En cambio el grupo que no alcanzó la meta, aunque eran casi igual las estrategias;
muchos hicieron lo contrario a la hora de desamarrar el saco y los zapatos, por lo que
no hubo coordinación y por tanto se complicó la situación. Sin embargo algunos
jugaron un rol importante, pero sin la ayuda de todo el equipo. El mayor problema era
que no había cohesión en el grupo ni colaboración mutua, a pesar de haber elegido un
representante.
Al ver los resultados, también se analizaron los valores y principios presentes durante
y al finalizar de la dinámica. Esto se hizo ver en la plenaria, pues algunos tenían
problemas para escuchar a los otros, o bien para integrarse. Asimismo se analizaron
los tipos de protagonismos presentes en los grupos. Unos eran líderes en una cosa y
otros en otra cosa y así se podía volver más sinérgico. Al finalizar se hizo énfasis en
que está dinámica la trasladaran a cada grupo al que pertenecían e hicieran la
reflexión.
Por la tarde ser realizaron las dramatizaciones que habían quedado pendientes del día
anterior. Igualmente se indicó que los y las que deseaban conversar a solas con el
sacerdote invitado al encuentro, lo hicieran durante el trayecto de la tarde. La idea era
de hablar de aquellas cosas más personales e íntimas que deseaban sanar y que no
las podían tocar en público.
Dramatización de estrategias
Para la siguiente actividad se trabajó con los cuatro grupos que se habían conformado
en la dinámica de los zapatos. El fin era, esta vez, realizar una dramatización que
reflejara nuevas ideas e iniciativas para fortalecer el grupo al que pertenecían los y las
adolescentes. Propuestas de cambio para sus grupos, en el ámbito personal y familiar.
Se les orientó que primeramente escribirían una lluvia de ideas sobre las situaciones
que vivían ellos como adolescentes en la comunidad, barrio, familia, municipio y país.
Para ello podían tomar en cuenta todo lo que habían escuchado y compartido en los
distintos encuentros en el CCOAR y lo que manejaban y observaban que pasaba en
sus escuelas, barrio o comunidad.
Para realizar este ejercicio se les pidió a los grupos que consensuaran las
problemáticas y a la vez que propusieran soluciones viables. Asimismo que plantearan
algunas consecuencias positivas y negativas generados por dichos problemas;
también, al menos cinco formas sanas para resistir o salir del problema en mención,
cinco iniciativas para apoyar a otros jóvenes; cinco iniciativas nuevas para fortalecer
su grupo y por último diez compromisos que debían trabajar en los próximos seis
meses.
Antes de realizar este trabajo anterior, se les pidió que analizaran entre todos y todas,
el estado actual de su grupo en cual estaban integrados; retomando las fortalezas,
oportunidades, debilidades, amenazas y sus compromisos para el cambio. Para
compartir todo lo discutido se les pidió que reflejaran a través la dramatización, las
propuestas que desde sus puntos de vista vinieran a fortalecer el grupo; con el fin de
que los demás participantes tuvieran una imagen más concreta de sus deseos.
Cada grupo se centraría en lo que hacía; desde la danza, la radio, el teatro, la pastoral
y la música. Para este ejercicio debían buscar un nombre para identificarse en el
plenario y en el momento de la exposición de sus expectativas, sus metas, su visión,
sus compromisos y todo el análisis que como grupo habían hecho.
Los grupos conformados fueron “Paz y Alegría” y “Misión permanente” de los
adolescentes de la Pastoral Juvenil y por el CCOAR los grupos “COAE” (Cambio,
Oportunidad, Afecto y Esperanza) y “PASOS” (Paz, Amor, Solidaridad, Organización
y Sentimientos). La obra de teatro o dramatización llevó a escena lo que habían
discutido y analizado como grupo. En la plenaria se solicitó al resto de participantes
hacer sugerencias y aportes para mejorar su trabajo o su misión como grupo.
Los grupos presentaron sus propuestas dependiendo de su quehacer; así por ejemplo
“Paz y Alegría” y “Misión Permanente” de la Pastoral, en su dramatización reflejaron la
necesidad de fortalecer el valor de la amistad y grupos de apoyo para apoyar a otros
adolescentes o bien para apoyar a más familias; lo cual, según ellos deben incluir en
sus planes. Otra de las propuestas fue de sensibilizar a la población, principalmente a
la juventud sobre la importancia de la oración o bien de integrarse en la pastoral para
salir de los problemas.
Sin embargo los facilitadores y los demás del grupo, siendo espectadores brindaron
sus recomendaciones y otras ideas que podían integrar en sus planes. Nuevas ideas,
fuera de lo tradicional en la parroquia para atraer a más adolescentes. Por ejemplo
emplear otras metodologías y estrategias como el teatro de calle o popular para
abordar todos los temas que reflejaron en sus dramatizaciones.
Se propuso también que integraran acciones y propuestas creativas y atractivas,
surgidas de los mismos adolescentes y jóvenes desde sus propias dinámicas y no
desde la dinámica o pensamiento de los adultos de la parroquia. Se recomendó usar
audiovisuales, hacer foro vídeos, clubes, excursiones y formar grupos a partir de
intereses comunes por temas, como por ejemplo, el medio ambiente, el deporte, la
música y la danza desde la fe.
Los otros dos grupos en sus dramatizaciones reflejaron las problemáticas de las
familias; y de la misma comunidad, lo cual repercute en las dinámicas de sus grupos.
Parte de las acciones que propusieron estaban vinculadas a mejorar las relaciones
afectivas, el perdón y sanación. Asimismo el reforzar espacios colectivos de interés
que favorecieran las capacidades artísticas de los y las adolescentes (baile, música,
teatro, etc.).
Para finalizar la dinámica se hizo énfasis en la importancia de la amistad y apertura de
un grupo a otro grupo; es decir integrar las diferencias y la diversidad. También se hizo
hincapié en desarrollar la cultura de organización en las iniciativas y expresiones de
adolescentes, no olvidando la parte espiritual y la parte humana en todo.
Con dichos ejercicios se ha logrado entresacar un inventario de problemáticas,
potencialidades y soluciones ligados a aspectos de resiliencia individual y colectiva.
Asimismo se ha logrado determinar las problemáticas particulares de cada
adolescente, las que impiden desarrollarse plenamente como personas; de igual
manera las potencialidades que tienen para enfrentar las adversidades.
Cabe destacar que los grupos tenían una facilidad natural e interesante en la
representación y la expresión de sus propuestas y sobre todo del análisis de la
problemáticas. Se gozó como nunca pero se trabajó muy bien. Una buena ocasión
para debatir y buscar soluciones conjuntas.
Espectáculo Artístico y Cultural a la Creación: Danza Cósmica
Seguido de los talleres con adolescentes, se realizó, el 25 de Julio de 2010, el
espectáculo artístico y cultural de la temporada de las festividades patronales
religiosas, como espacio lúdico comunitario de gran participación. Esta vez
aprovechando las bodas de plata del padre Pío Agustín González, que cumplía sus 25
años de vida y compromiso sacerdotal. Además de ser nandaimeño, Misionero del
Sagrado Corazón de Jesús, un personaje muy popular y muy querido en el municipio
de Nandaime.
En este espacio el CCOAR presentó el espectáculo denominado “Danza Cósmica”.
Bajo la dirección y producción general de Yessenia Ordóñez, todo el equipo del
CCOAR y los grupos artísticos de adolescentes, niños, niñas y jóvenes.
Un espectáculo artístico donde se conjugó la danza, la música, la poesía, la pintura y
el teatro, reuniendo y armonizando las distintas expresiones de espiritualidad.
Retomando símbolos sagrados desde todas las creencias y formas. Desde lo
tradicional hasta lo alternativo con el fin de romper mitos, prejuicios, tensiones y
fricciones que solo han creado abismos y divisiones.
El evento trató de hacer un encuentro entre una espiritualidad de la creación,
liberadora y la teología tradicional en el marco del respeto y la búsqueda de un punto
común. Además se trató de responder a las expectativas de la adolescencia y la
juventud nandaimeña sobre sus preguntas alrededor de Dios y la necesidad de
expresar y vivenciar la espiritualidad como un derecho humano.
Partiendo de lo anterior, se creó el evento denominado “Danza Cósmica”. Danza
porque es la expresión del arte no hablado y además se convierte en un lenguaje que
es universal ya que a través de sus movimientos corporales se expresan
sentimientos, emociones y se despierta lo mismo en los espectadores. La danza se
transforma en gracia y contemplación.
“Cósmica”, que viene del cosmos, se hizo referencia al universo en el cual habitamos;
un sistema ordenado y armonioso. El estudio del cosmos se llama cosmología y se
usa la palabra como término absoluto y significa todo lo que existe, incluyendo lo que
se ha descubierto y lo que no. (Sagan, 2011)
El propósito con Danza Cósmica como espacio lúdico comunitario, fue inspirado en los
textos sobre la tierra y el universo de Leonardo Boff (s.f), en particular su artículo
denominado “El magisterio del universo” que cita:
“Las ciencias de la tierra y la cosmología contemporánea nos presentan una
imagen singular del universo. Esa imagen nos ayuda a captar lo que podríamos
llamar el magisterio infalible del universo, invitándonos a ser más humildes,
más sabidos y más espirituales”.
“En primer lugar importa entender que el universo no es tanto el conjunto de
todas las cosas existentes sino en cuanto a la comunión de todos los sujetos co-
existentes, sujetos que son considerados así porque tienen historia,
información, interioridad y espiritualidad. El universo es un inmenso sistema
de relaciones de todos con todos en todos los momentos y en todos los lugares,
una red de interretrorrelaciones, constituyendo la sinfonía universal”(Boff,
s.p.)
El espectáculo en si, llevaba un mensaje común vinculado con las creencias;
planteando claramente la necesidad del cambio concreto como cristianos y cristianas;
cuestionando y poniendo en el tapete las concepciones machistas y adultistas que
también persisten en todos los espacios religiosos, escolares, etc.
Esas concepciones que van generando abismos y que afectan a la adolescencia, la
niñez y la juventud. Asimismo planteando la necesidad de desarrollar una
espiritualidad del respeto y el amor a la creación; reconociéndonos humildemente
como parte de ella y para cuidar de ella.
Queríamos en medio de tanta adversidad, violencia, agresividad, dolor, frustración y
desesperanza tocar los corazones, tocar la belleza, respirar ternura y tratar de llegar a
las almas, a la humanidad de cada uno y de cada una. Haciendo recordar la esencia
del amor y de lo que es sagrado para cada uno, pero con los pies en la tierra y en la
vida de todos los días. Una espiritualidad viva y sobre todo asociada a la vida y a
nuestras acciones cotidianas.
Se utilizaron símbolos religiosos que eran sagrados y significativos para la gente.
Buscábamos de manera sutil que la población cuestionara y resignificara sus propias
creencias con el fin de provocarles la inspiración hacia cambios de actitud necesarios
sobre todo en relación a la violencia, la cultura del machismo, la cultura del maltrato,
agresión e indiferencia, especialmente a los temas del medio ambiente.
Fue así que a partir de la lectura del génesis hemos rendido culto a la fuente divina, y
al espíritu de la creación, al universo al cual formamos parte. Tal como afirma
Leonardo Boff (2003) en su texto Espíritu creador: “la fuente originaria de todo ser fue
llamada con frecuencia Espíritu. Decir “Dios es Espíritu” es expresar a Dios en el
conjunto de la vida, de la comunicación, de la creatividad, de la pasión y del amor”.
De esta manera se sensibilizaba a la población para que se visualizara en el todo y
siendo parte de la madre tierra, como un punto de arena que hace parte del todo en la
costa de una playa. De esa manera se seguía la lógica de los anteriores eventos. Todo
el evento tuvo como eje transversal estrategias de promoción sinérgicas de la
participación, identidad y afecto.
Primera parte: a manera de preparación del público
Se abrió el espectáculo evocando el sentido de pertenencia a la comunidad, bailando
“Minga Rosa Pineda” frente a una multitud de unas tres mil personas quienes avivaron
el espíritu del ser nandaimeño y nandaimeña. Luego se continuó con un ritual de
bendición por parte de los sacerdotes de la parroquia, el sacerdote fundador del
CCOAR y otros invitados.
El ritual se hizo con incienso y mirra teniendo de fondo la canción “Eres tú” de
Mocedades. Además en esta parte se rindió el homenaje al padre Pío Agustín
Gonzáles, misionero del Sagrado Corazón por sus 25 años de vida sacerdotal;
danzando el Canto de Meditación de la Misa Campesina en voz de Katia Cardenal.
Hemos tomado en cuenta el respeto a las figuras y símbolos religiosos del pueblo
católico. Es así que, como el evento se realizaba durante las fiestas patronales, se
presentó la historia de Santa Ana y San Joaquín como patronos de Nandaime, desde
el punto de vista de la iglesia; retomando su función de intercesora y su relación de
respeto, afecto y amor para con los suyos como María y Jesús. Esto se hizo teniendo
de fondo los cantos populares dedicados a Santa Ana y San Joaquín, tocando así la
identidad religiosa del pueblo nandaimeño.
Nuestra estrategia de sensibilización fue subrayar la importancia de la figura femenina
y masculina asociada a los valores del compartir, la gratitud y la ternura como parte
fundamental del desarrollo humano y espiritual de las personas. Para ello se utilizó el
símbolo de la imagen (rostro de la imagen de Santa Ana) como muestra de ternura y
amor y para ponerlo en práctica en las diversas relaciones humanas (noviazgo,
amistad, pareja, familia, etc.). En sí fue un mensaje del saber dar y recibir afecto.
En esta parte se presentó la “danza a la ternura” como “estimulante” natural y
necesario para mantener una salud sana y una juventud eterna. Instando al
aprendizaje del saber dar y recibir. Para esta danza se ocuparon en los vestuarios los
colores del atuendo de la imagen de Santa Ana, asociados a la naturaleza (el sol, el
bosque y la tierra). Siempre y antes de cada danza se exclamaba: ¡Aclamen al señor
la tierra entera!, ¡sirvan al señor con alegría, lleguen al él con cántico y danza de
alegría!, inspirados en el salmo 97.
Siempre en relación a las figuras y símbolos religiosos, hemos recuperado información
que nos aportara otros elementos a la construcción de nuestra identidad desde
nuestra historia. En tanto hemos dedicado a Santa Ana o la NanáBuruki un repertorio
de danzas afrodescendientes y de comunidades autóctonas del país, danzadas por
niñas, niños y adolescentes.
Estas danzas representaban dentro del mensaje, el nexo entre la conquista y las
sociedades precolombinas. Se explicó a los espectadores que al llegar nuestros
ancestros africanos a nuestras tierras vieron en Santa Ana la representación de su
deidad, Naná Buruki, la diosa que participó en la creación del mundo; por tal razón se
debía el fervor especial que también adquirieron por Santa Ana.
Esta parte se hizo notar porque en el municipio de Nandaime existe marcada
descendencia africana, los que fueron traídos a los trabajos del cultivo de Cacao en el
siglo XIX en la hacienda Valle Menier.
Por otro lado se hizo una proyección de imágenes y audio sobre la historia de la
danza de “Los diablos” de Nandaime, los que se bailan durante la peregrinación de
Santa Ana y San Joaquín, el 24 y 25 de julio, hacia la comunidad La Orilla en
Nandaime.
Introducción a Danza Cósmica
Para introducir a evento “Danza Cósmica”, el padre Santiago Giroux misionero del
Sagrado Corazón de Jesús y fundador del CCOAR hizo una pequeña introducción a
través de una presentación con imágenes del cosmos, para ubicar al público en el
complejo, infinito y magistral universo.
Explicó sobre la existencia de las miles y miles de galaxias y que dentro de cada
galaxia existen cientos de miles de estrellas iguales al sol. El sol es por tanto una de
las estrellas dentro esas galaxias el cual tiene 9 planetas orbitando a su alrededor.
Expuso la diferencia entre los planetas, así como de sus tamaños en comparación a la
tierra.
Además el Padre Santiago instó a los nandaimeños y nandaimeñas a pensar que
somos bendecidos por Dios por tan bello planeta donde somos huéspedes. Haciendo
consciencia de que existía algo más grande e infinito que nosotros y que teníamos
que desarrollar una conciencia del amor y el cuido.
Para comenzar el repertorio de “Danza Cósmica”, se situó a la población en el
contexto que en se realizaba dicho evento; es decir en el marco, desarrollo del
proyecto “Construyendo resiliencia desde las prácticas y vivencias comunitarias”
ejecutado por el CCOAR con el apoyo de organismos como Horizontes de Amistad y
Spirale de Canadá.
La dedicación del evento se hizo con el mayor de los afectos a las familias
nandaimeña; asimismo se dijo que se dedicaba a los patronos de Nandaime, tomando
en cuenta la fe popular, quienes “seguramente más que cohetes, bombas, flores o
dianas; ellos esperarían de nosotros sus nietos y nietas, cambios de actitudes
profundas para con la naturaleza que nos sustenta y nuestro prójimo”.
Las danzas fueron dedicadas al amor desde sus más amplias dimensiones, el amor
diverso, el amor a nuestro prójimo, amor de familias, amigos, amigas, amor a nuestra
madre tierra entre otros. Al amor de Dios que se manifiesta en la creación.
Una de las características importantes de esta parte fue la proyección de imágenes del
cosmos y con ello se comenzó, teniendo de fondo la lectura de la primera parte del
génesis en voz del sacerdote Bismark Bermúdez. A la vez se hizo una comparación
con la situación actual de tierra. Una tierra enferma y amenazada por las acciones
humanas. Explicando la situación de pobreza en el mundo y evocando la conciencia
religiosa como hijos e hijas de Dios para transformar dicha situación.
También se retomó lo escrito por Boff (s.f):
“La solidaridad es y se hace cada vez menos existente. Las otras especies de
nuestra tierra también están amenazadas de una manera acelerada. Por
ejemplo, entre el año 1500 y 1850 se extinguió una especie a cada 10 años,
entre 1850 y 1950 se eliminó una especie por año. Y a partir de 1990 se está
desapareciendo una especie por día. La tierra que nos sustenta y nos alberga
nos clama. Dios nos recuerda su manifestación de amor y nos exhorta a
cambiar de actitud”. (s.p.)
Todos los mensajes se escuchaban de fondo entre una y otra danza, algo
característico de los eventos organizados por el CCOAR; la locución en “off”. Y en
dichos mensajes no podía faltar lo referido a la espiritualidad de los pueblos indígenas
y afrodescendientes.
Se dijo que éstos “se caracterizaban por poseer un conocimiento más cercano a las leyes y
dinámicas de la madre naturaleza. Los que creían que cada ser tenía su lugar en la relación con
otros seres y lugares en ritmos y procesos que debían ser reconocidos y respetados con sabiduría
y conciencia.
Esa relación sabia con el ritmo y el lugar de todos los seres que hacen la vida es la ley de origen.
Violarla o violentarla, es era y debía ser el mayor crimen contra la madre tierra, según el
pensamiento de nuestros ancestros. Ir en contra de esto, esta también ir en contra de los
mandamientos de Dios”.
Luego se presentaron las danzas a la tierra entre cada una de las lecturas del génesis
de los días de la formación de la tierra. Para el primer día se presentó la danza a la
tierra y luego de la segunda y tercera lectura la danza al agua.
Obra de teatro “Hágase la luz”
En el espectáculo de Danza Cósmica, se presentaron los adolescentes del grupo de
Teatro Jícaro con la obra “Hágase la luz”. Esta obra surge a partir de la crisis actual y
preguntas sobre la existencia de Dios; de la negación de la existencia de un ser
supremo, más grande, algo más allá de lo inexplicable.
Argumento de la obra:
Un niño, es criado por sus padres bajo ideas fundamentalmente científicas y alejado
totalmente de cualquier concepto espiritual. Sin embargo, los padres enfrentan una
dificultad cuando el niño se plantea las primeras interrogantes sobre su propio origen
y el origen de todo cuanto le rodea. Aunque los padres trataban de responderle,
ninguna le satisfacía.
El niño en busca de su propia verdad, haciendo una retrospectiva en el tiempo, conoce
a dos amigos, Adán y Eva a quien les hace preguntas acerca de su origen y les
cuestiona además sobre la igualdad entre el hombre y la mujer.
En esta parte de Adán y Eva se aprovechó para dar un mensaje distinto a lo que
tradicionalmente se ha inculcado desde distintos espacios religiosos y de la misma
sociedad. Se cuestionó los pensamientos discriminatorios y violatorios de los derechos
y la dignidad de la mujer en las prácticas y concepciones religiosas.
Se dijo que los seremos humanos, hombres y mujeres éramos imagen y semejanza de
Dios y por tanto ambos éramos dignos, amados y respetado por Dios. Se expresó en
la obra del teatro que las concepciones machistas no vienen de Dios sino de los
hombres de la tierra en base a la cultura donde nacen.
Se expresó que para empezar a unificar a la familia, había que romper con una serie
de conceptos manejados desde siempre; como el de utilizar la biblia para denigrar las
mujeres. Al respecto se dijo que se deben romper las prácticas y el discurso que
mantienen al hombre y la mujer en una relación de superior e inferior; más bien pensar
en armonizar y promover la complementariedad de ambos sexos.
En el mensaje también se cuestionó la creencia de que la mujer es la que hace pecar
al hombre; por tanto se hizo una explicación del pecado original. “El pecado no fue que
Eva tentara o diera de comer el fruto prohibido a Adán, sino que tanto el hombre como la
mujer pretendieron ser más que Dios, su creador”.
Cuando el niño se encuentra con Charles Darwin, éste lo instruye sobre su teoría de la
evolución, dejando al niño con muchas inquietudes. El niño también se encuentra con
San Francisco de Asís quien hace el llamado a la gente a cuidar el planeta y vivir en
armonía con la naturaleza. Al final del niño llega a ser un adulto en medio de una
gran confusión existencial, consumido por la ambición en atención a sus intereses
personales, termina ocasionando su propio fin y el de todo el planeta.
Cuando culminó la obra de teatro; continuando con las danzas a la tierra; entre las
lecturas del génesis del cuarto, quinto, sexto y séptimo día de la creación se
presentaron las danzas al aire, al fuego, a la medicina natural y la danza del cacao.
Acompañados con imágenes alusivos a cada uno y con un mensaje de sensibilización
medio ambiental.
El amor en su más amplia esencia (el cierre)
Se finalizó el espectáculo con fuegos de pólvora, como homenaje al amor en su más
amplio sentido y esencia. “En la gratitud de poder amar y ser amados. Rindiendo culto
al amor de pareja, de amigos, amigas, al amor a la madre tierra y todo cuando existe”.
Con la expresión de poemas y textos del “Cantar de los cantares” cuatro adolescentes
mujeres bailaron la canción el “Amor” del cantautor Tito el Bambino; así como el tema
“Ayapal” del Dúo Guardabarranco.
Finalmente el evento cerró con la canción “Soy Juventud” también del dúo
Guardabarranco, como himno de la noche y como símbolo de la danza al cosmos.
También se recordó en ese momento la candela como símbolo de luz con la canción
“El principio y el fin de todo lo creado”. Todos encendieron una candela como símbolo
de comunión y de conexión con Dios.
Los y las protagonistas fueron alrededor de 89 adolescentes que pertenecían a los
grupos de danza Xóchitl-Sol, Yolihuaní y Xóchitl infantil, el grupo de teatro Jícaro y el
de música “Arca de Noé”, promovidos por el Centro Comunitario Oscar A. Romero y
que por supuesto su participación fue reconocida por la población, principalmente por
sus padres y familiares quienes logran estrechar mejores lazos afectivos.
Para los y las adolescentes fue una oportunidad de poner en escena sus talentos y la
vez cumplir el sueño de proyectarse en público en un evento que refuerza la identidad
y sentido de pertenencia. Pero el mensaje se hizo sentir y el público nandaimeño y de
otros municipios reconocieron que el sentido del espectáculo del 25 de julio 2010 fue
muy importante, principalmente para poder desarrollar la identidad local y la de un
municipio con ganas de salir adelante; de la mano con nuestras tradiciones y el medio
ambiente:
“Me parece excelente idea promover la cultura y hacer esa combinación entre la
naturaleza y lo religioso. Radio La nandaimeña y el CCOAR se han puesto las pilas
para llenar esos vacíos que hacen falta y es necesario llenarlos con esos mensajes del
medio ambiente, de la naturaleza y sobre todo combinarlos con las festividades
religiosas y aprovechar estos momentos porque la madre tierra esta sufriendo tanta
amenaza. ¡Excelente!.¡Y que sigan los promoviendo los valores en
Nandaime!”.(Poblador de Nandaime).
“Esto tiene que motivarnos a la gente y tenerle un poquito de amor a la tierra porque
la tierra nos ha dado todo y tenemos que dar todo por ella. Y esta muy bonito que
ocupen estos espacios de las fiestas patronales para hacer conciencia porque así
nosotros los seremos humanos nos damos cuenta y cómo poder apoyar en el cuido a la
tierra. Fue muy diferente esta presentación, me gustó más que la del año pasado y te
cuento que lo que más me llamó la atención cuando estuvieron narrando lo que es el
planeta y el cuido. Me di cuenta que existen muchos soles y para mi solo uno existía y
todo fue muy precioso”. (Pobladora de Nandaime).
“Yo no vivo en Nandaime, yo vengo a cada año porque vivo en los EEUU. Vengo a mi
pueblo y me siento orgulloso de mis orígenes y mis raíces. Y esto es una belleza, muy
lindo, me siento orgulloso de mis raíces. No tengo palabras para decirte o describirte
lo que sentí y viví hoy. Me encantó la organización, la forma en que los sacerdotes
salieron, el conjunto de los sacerdotes unidos, el equipo de jóvenes del lugar. Eso es lo
que hace falta que la iglesia se abra a la juventud”. (Poblador originario de
Nandaime).
“Fue lindo cuando encendimos esta candela porque fue símbolo de la luz, de la
esperanza y la fe y renovarnos en la fe. Esta presentación, mas que recreación estoy fue
un mensaje de amor y esperanza que tanto le hace falta a nuestro pueblo”. (Pobladora
de Nandaime).
Tercer encuentro de convivencia: resiliencia juvenil, sentido y proyecto de
vida
Con este tercer encuentro con los y las adolescentes, culmina la fase de talleres de
convivencia, en el que participaron adolescentes vinculados a grupos de interés en el
CCOAR (teatro, danza, marimba, pastoral juvenil). Dando seguimiento a la formación
iniciada desde los anteriores talleres (en particular los de julio 2010) y a la vez abordar
los temas que habían quedado pendientes, tal es el caso del proyecto de vida.
Estos encuentros fueron realizados el 14 y 15 de diciembre de 2010, y en ellos
participaron en total 73 adolescentes, entre ellos jóvenes (29 hombres y 44 mujeres);
y el segundo día 62 adolescentes y jóvenes (26 varones y 36 mujeres). Considerando
también todas las problemáticas planteadas en los anteriores encuentros, muy
vinculados a sus historias de vida.
El objetivo de este taller fue de incentivar a los y las adolescentes a pensar en la
importancia de construir un proyecto de vida basado en valores y principios. Asimismo
fomentar la capacidad e iniciativa para comenzar a crear un proyecto de vida
personal. Esto también se vinculó con la necesidad de que los adolescentes retomaran
la búsqueda de un espiritualidad más armoniosa (consigo mismo, con la naturaleza y
con los demás) y con la importancia de promover la cultura de organización y
planificación en sus organizaciones o grupos de interés (teatro, danza folklórica,
comunicación, pastoral y música).
El Taller se ha desarrollado bajo una metodología dinámica, activa, participativa a
través de la reflexión espiritual para entrar en armonía interior y con la creación. Las
temáticas se impartieron a través de temas dialogados y explicativos, retomando las
dinámicas para motivar a los y las participantes.
Bienvenida y presentación (primer día)
El primer día la facilitadora (Yessenia Ordóñez) inició retomando una vez más cómo es
que surgieron todas las iniciativas y talleres ligados a los temas y necesidades de
Participación, Identidad y Afecto; lo cual fue en las consultas realizadas en 2006 con
niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el marco de la planeación estratégica del
CCOAR. También hizo un pequeño recuento del encuentro pasado (6 y 7 de julio)
sobre lo que sucedió, lo que salió de los jóvenes, fue un pequeño resumen para
reflexionar las problemáticas de las tres necesidades que tenían los adolescentes y
jóvenes de Nandaime.
Recordó que en el último encuentro todos y todas se desahogaron, y plantearon una
serie de propuestas en varios sentidos: para sus grupos, para apoyar a otros
adolescentes, para enfrentar las adversidades, etc.
Finalmente se compartió que a través de los encuentros se propicia la búsqueda de
soluciones y alternativas en los que los adolescentes y jóvenes deben ir buscando
esas soluciones a sus problemáticas; puede ser desde los diferentes espacios o
grupos en los que se encuentran ahora y ver en ellos qué cambios han experimentado.
Otro de los puntos que se tocó fue el relacionado con la fe y la sed de Dios y de eso
también se trataría este encuentro.
Ejercicio de integración y conciliación
Las primeras dinámicas fueron para integrar más al grupo y a tratar de desprenderse
de todo lo que traían consigo de sus casas; fue un momento de relajación y conexión
con Dios y la madre tierra (todo lo que había alrededor en la naturaleza); un momento
de acción de gracias.
A cada uno se le entregó hojas y flores con el propósito de que cada participante
entrara en un momento de contemplación y meditación en relación y en contacto con
los elementos que nos ofrecía la madre tierra y su relación con cada uno y cada una.
Fue así que les pidió observar dicho elemento y preguntarse los siguiente: ¿Qué tiene
que ver la hoja, la flor, etc. con mi vida, Dios y la vida de los y las que me rodean? ,
¿Qué hago con mi vida?, ¿Cómo quiero mi vida y para dónde voy? ¿Qué me hace
feliz?
Luego de ello en silencio y meditando las preguntas anteriores salieron al exterior de la
sala y cada uno, escuchando de fondo la canción del padre nuestro, rezaron y se
pusieron en posición de reconciliarse y aceptar a su compañero o compañera que
tenían al lado. Pidieron disculpas o perdón a quien habían ofendido.
Y es así que entre compañeros y compañeras se propició un espacio en el que
algunos se liberaron de rencores, malos entendidos, chismes. Varias parejas pasaron
al frente a limar sus asperezas y dieron su testimonio. Esta dinámica fue una
preparación para comenzar bien el día, en un ambiente de fraternidad colectiva.
Reflexión sobre la vida
En este momento el Padre Santiago, fundador del CCOAR, compartió reflexiones
alrededor de la vida misma en una situación de enfermedad; haciendo ver cómo
funcionan las células a lo interno del cuerpo cuando se produce un cáncer;
asociándolo con la dinámica de un grupo cuando existen elementos o factores que lo
desintegran y enferman la armonía del mismo.
Aprovechóla celebración de la navidad, a partir de los símbolos del nacimiento indujo a
la reflexión de que somos parte de la creación y que cada elemento de la naturaleza a
su alrededor está muy vinculado a ellos. Habló de la vida y que “cada una de nuestra
células lleva la información de nuestras vidas, son las mismas células que Jesús tuvo,
por lo que se nos invita a seguirlo”. El Padre Santiago finalizó dando gracias por las
bendiciones e instó a los presentes a luchar contra la pereza, la indiferencia, la
envidia, el egoísmo, etc.
Para inducir a los y las adolescentes al tema del “Proyecto de Vida”, tomando en
cuenta lo hablado por el Padre Santiago Giroux, se les plantearon las siguientes
preguntas: ¿Qué les da sentido a sus vidas? (los celulares, el Facebook?) ¿Cuál fue
el sentido de la vida de Jesús, José y María?, ¿Quiénes son los Herodes de estos
tiempos?
Ejercicio: ¿Qué le da sentido a mi vida?
Se les pidió hacer un ejercicio personal. Primero que a partir de las preguntas
anteriores meditaran de manera personal sobre lo que a cada uno le daba sentido a su
propia vida. Se dibujaron dos siluetas grandes las que se pegaron en la pared, una
de mujer y otra de hombre y al terminar la reflexión personal, se pidió que cada uno
fuera a escribir una frase o una palabra que consideraban que daba sentido a su vida
en las siluetas respectivas.
En la silueta de la Mujer, lo que escribieron las mujeres sobre lo que
les daba sentido a sus vidas:
“Despertar cada día”. “El amor a Dios”. “Dios, los seres que quiero, la vida feliz que es
la alegría y la naturaleza y la persona más importante para mí, la familia”. “Bailar”. “El
amor de Dios”. “Mi familia”. “Saber que Dios me ama”. “Mi papá y mis estudios”. “Mi
familia, amigos y principalmente Jesucristo”. “Bailar”, “mi familia”. “El apoyo de mi
familia”. “Sobre todo la comprensión”. “La diversión”. “Tener amigos”. “La fe que tiene
mi familia y amigos”. “Tener y conocer amigas (os)”. “No se”. “Servirle a Dios”. “Es
plantearme metas y cumplirlas”. “El apoyo de mis padres”. “Alegrarme”. “Motivarme”.
“Dios”. “El amor a mis amigas y respetarme”. “El amor”. “La música nicaragüense”.
“Bailar” etc.
Silueta de hombre (lo que da sentido):
“La recreación”. “Estar con mi familia”. “No sé”. “Mis padres”. “Cantar. Dios”. “El
fútbol”. “Bromear”. “Divertirme”. “Sonreír todos los días”. “Fregar”, “No sé”. “La fe en
Dios”. “El amor de mis amigos (as)”. “La fe”, “La guitarra y el amor”. “Servir a Dios”,
“Escribir poemas”. “La novia”. “Experimentar nuevas cosas”. “La danza”. “Sentirme
importante”. “Estar en la calle”. “Estar en la iglesia”. “La naturaleza”. “Tener confianza
del amor de Dios”. “Estar en la iglesia”. “Aprender nuevas cosas”. “Estar en la calle”. “Ir
a danza”.
Este fue un momento de compartir entre ellos sobre lo que les daba sentido a sus
vidas. Para algunos era la primera vez que se hacían esa pregunta, haciéndoseles
difícil contestar de inmediato. Fue un momento de diálogo sobre el tema a partir de sus
propias experiencias de vida.
Dinámica: la cruz del mundo
Se presentaron los resultados de los talleres anteriores para recordar las
problemáticas e iniciativas que los jóvenes plantearon para salir adelante. Esto se hizo
a través de la dinámica “La cruz del mundo”.
La dinámica consistió en escribir todas las problemáticas encontradas en relación a la
vida de los y las adolescentes en Nandaime y pegarlas en una cruz vacía que
representaba al Jesús crucificado, que se encontraba en una pared de la sala. Al
mismo tiempo se les indicó que como grupo pensaran en las cosas positivas e
iniciativas encontradas en la localidad y en el país que venían a contrarrestar esas
problemáticas.
Todos esos elementos positivos los ubicarían en una cruz con la imagen de Jesús
resucitado. De esta manera quedarían pegadas ahí todo el día para que recordaran
que todo aquello que constituye un factor de empuje sería motivado por la creencia en
Dios que acompaña las acciones de cada día.
En la cruz de Jesús crucificado (problemáticas):
Indiferencia. Abandono. Ausencia. Rechazo de su familia. Abuso sexual. Maltrato
verbal. Maltrato físico y psicológico. La traición. La hipocresía. La humillación. Súper
ego. Las mentiras. Autoestima baja, etc.
En Cruz con Jesús resucitado (Cosas buenas e iniciativas
encontradas):
Integración a grupos positivos. Talento. Búsqueda de apoyo. Búsqueda de Dios.
Deseo de superación. Evaluarse como persona. Ayuda al prójimo. Perdonar.
Intercambio de experiencias. Apoyo en actividades de “Pastoral”. Amor. Conversar.
Recrearse. Metas: personales y en grupo. Esperanza.
Se cerró esta dinámica reflexionando con los y las participantes que en medio de las
adversidades siempre existe la posibilidad de resurrección; o sea de que cada uno
puede plantearse un nuevo camino, nuevas ideas para salir poco a poco de las
situaciones problemáticas.
Presentación del vídeo: ¿Cuál es el sentido de la vida?
A partir de esta actividad se comenzó una fase en el CCOAR para abordar este tema
tan sustancial en la vida de los y las adolescentes. A lo largo del presente documento
se mencionó que los y las adolescentes vivían o enfrentaban a diario una serie de
problemáticas, principalmente familiares; no obstante para encaminar un proceso
protagonismo se inició con este tema sobre el sentido de la vida, el cual abordó varios
aspectos de la vida.
Se comenzó la dinámica con un rápido sondeo preguntándoles a adolescentes y
jóvenes sobre qué creían ellos y ellas que le daba sentido a sus vidas; asimismo les
preguntamos sobre las personas que incidían en su vidas en momentos en los que
tomaban decisiones consideradas equivocadas y que les hacían darse cuenta o caer
en razón de que no era lo que querían en su vida. Muchas veces decisiones alrededor
de las vocaciones o la elección de las parejas.
Cuando los y las participantes escucharon las frases sentido o proyecto de vida, les
sonaba solamente un aspecto en sus mentes; asociaban el proyecto de vida
únicamente a elegir un carrera profesional. El vídeo partió de las preguntas ¿Cuál es
el sentido de sus vidas? ¿Hacia dónde van? ¿En qué dirección van?, etc. la vida es
una serie de factores internos y externos que afectan el rumbo hacia dónde va uno.
Al ver el video pensaban que encontrarían una respuesta o concepto para quedar más
claros. Sin embargo en el video se plantearon una serie de preguntas que a ellos/as
les generaba otras preguntas en su interior. La búsqueda de sentido de vida no es
algo fácil; pues no se trata de solo seleccionar una carrera, tal como pensaban
muchos.
“Al inicio que dijeron que íbamos a escuchar y a ver el video pensaba que iba a
encontrar una respuesta exacta, pero esperaba que me dijera en sí que era, pero me
puso a pensar y ver y evaluarme a mí misma que yo misma tengo la respuesta y nadie
más me la va a venir a dar” (Mujer adolescente, 18 años).
“Centrar en la pregunta en nosotros mismos, adentrarnos más en nuestros corazones
para saber quiénes somos nosotros en sí”. (Hombre adolescente, 14 años)
El video tenía por objetivo a penas inducirles a pensar en el sentido que tienen sus
vidas; desde un enfoque más existencial, del día a día. Pero par seguir con esta
reflexión desde otro ángulo, tratando de darles más pista para que se “enredaran” se
realizó una conferencia sobre el mismo tema con un facilitador externo (sacerdote
Bismark Bermúdez), desde el punto de vista espiritual.
Pese que el facilitador era un sacerdote católico enfocó la discusión tratando de incluir
a todas creencias presentes en la sala; pues cuando se trata de buscar sentido a la
vida conlleva consigo la parte espiritual como un aspecto inevitable en el proyecto de
vida de cada persona. Para ello se valió de palabras de la biblia, en la que se plasma
que Dios, ese ser supremo, tiene un plan especial desde un inicio para cada uno, que
es el proyecto de vida que nos tiene reservado.
El facilitador explicó que lo más importante es aprender hacernos preguntas y poner
en práctica algunos consejos: ¿de dónde vinimos? ¿Cuál es nuestro origen?
“Tenemos que cambiar nosotros mismos, el primer mundo que tenemos que cambiar
es el nuestro”.Parte de lo que se dijo, como pistas fue lo siguiente:
Tratar siempre de ser uno mismo. No vivir de apariencia, dar sentido a la vida (“no
andar fresiando”). Empezar a sobrevivir por sí mismo, por si solo. Preguntarnos de
dónde venimos. Saber cuál es nuestro origen, nuestra familia. Cuál es nuestra
descendencia. Cuál es nuestra herencia. Cuál es el fin de cada uno, saber de dónde
viene y a dónde va todo lo que existe. Somos chiquitos ante el universo, pero valiosos
y grandes ante Dios. Hacer una revisión profunda. Tomar primero uno la iniciativa.
Cambiar nuestra forma de ser, nuestra forma de actuar. Vivir en la realidad, no en las
nubes. Aceptarse como somos. Aprobar lo que hacemos. Apreciar lo que hacemos.
Con esta actividad concluyó el tema central de día, no obstante otras actividades
lúdicas siguieron en el trayecto de la tarde. Con el tema apenas era un comienzo con
muchas preguntas lanzadas y al aire para que fueran a sus casas y las reflexionaran.
Luego de ello se realizó una evaluación rápida con los y las adolescentes para
conocer lo que valoraron de positivo hasta ese momento de la jornada.
Una vez concluido el tema y la discusión del día sobre “el sentido de la vida” la
siguiente dinámica fue solicitada por los adolescentes de la Pastoral Juvenil. Ellos
pidieron un espacio para presentar una obra de teatro en la que reflejaron propuestas,
desde su grupo, de cómo la adolescencia y juventud puede enfrentar las adversidades
de la vida. Como objetivo se plantearon dar a conocer la temática del Amor de Dios,
el pecado, la salvación, la conversión y la unidad de la comunidad desde la
perspectiva de los jóvenes organizados en pastorales religiosas.
Rolando Fletes, coordinador de la Pastoral y quien estaba presente, expresó que “los
jóvenes podemos construir poco a poco, pero los jóvenes tenemos que combatir contra todas las
fuerzas del maligno, viene el demonio y nos agarra, pero el señor quiere que cada uno de
nosotros le abra su corazón, el viene y dice yo soy la luz, el camino y la vida”.
Estas reflexiones generaron debate alrededor de las formas de ver las problemáticas
cotidianas. Algunos no tenían la misma visión del planteamiento tradicional, no
obstante fue un ejercicio para ver cómo los y las adolescentes desde sus distintos
espacios pueden ir creando sus propios criterios y creando formas alternativas para
sensibilizar a otros chavalos y chavalas.
Dinámica: El Barco
Finalmente seguimos el programa del día, como última actividad, la dinámica “El
Barco” Este ejercicio se hizo con el fin de poner a los y las participantes frente a
situaciones en complejas en las que tenían que tomar decisiones grupales y de tal
forma conocerse a así mismo. Conocer además sobre los valores humanos
encontrados en el grupo; conocer las estrategias y salidas de cada grupo para
enfrentar una problemática. Ver los criterios de valoración sobre las personas según
su rol o realidad y finalmente descubrir las etiquetas y prejuicios presentes en el
mismo.
Se formaron grupos de 13 personas cada uno, formando pequeño círculos, como
barcos en altamar. Cada quien tendría un rol en el barco; es por eso que habría fuere
hombre o mujer: un profesor(a), un sacerdote, un mendigo(a), un niño (a) recién
nacido, un anciano (a), una prostituta (o), presidente de la República, un diputado (a),
un campesino (a), una monjita, un vendedor (a), un estudiante (a), una persona del
pueblo.
Una vez formados los grupos y luego de minutos para seleccionar quién iba a ser
quién, la facilitadora decía en voz alta que el barco se iba a hundir y que debían
lanzar al mar una persona para poder equilibrarse. Por tanto debieron discutir, en
medio de la bulla y ver a quién, de los personajes anteriores, descartarían del barco.
Debían argumentar porqué elegir a esa persona y no a otra. Luego cada responsable
seleccionado en el grupo pasaría al frente a decir por qué eligieron a la persona;
asimismo ésta pasaría al frente para explicar qué hizo o cómo también argumentó que
no debía ser ella la que debía ser lanzada.
Para esta dinámica se designaron de parte del equipo facilitador observadores quienes
dijeron que hubo un momento en el que, en los barcos, nadie escuchaba a nadie,
lanzaron al mar a las personas que tenían menos poder, o menos influencia, vieron a
las personas como meros objetos, como una economía del mercado, al mendigo no lo
vieron como persona, como ser humano, en la decisión y en el análisis se quedaron en
la discriminación y en los estereotipos.
Hubo un grupo que decidió no tirar a nadie, nadie pensó en soluciones, solo en
prejuicios, “este no sirve”, “este es así”, “este es allá”, nadie buscó estrategias, hubo
fatalismo, no hubo diálogo. Todo esto sirvió para que analizaran y reflexionaran lo
frágil de la dinámica de grupo y que un proyecto de vida implicaba romper etiquetas y
tabúes.
Con esta lección culminó el día, y dando gracias por todo, el Padre Santiago dio e hizo
una bendición y oración final.
Segundo día de encuentro de convivencia: resiliencia juvenil, sentido y
proyecto de vida
Al día siguiente (15 de diciembre de 2010) se continuaron las reflexiones sobre el
sentido y proyecto de vida. Participaron este día 26 hombres y 36 mujeres y el
encuentro fue realizado en la Finca Vida y Esperanza del CCOAR.
Se inició la mañana al aire libre, agradeciendo a la vida. Luego el padre Santiago hizo
una oración en la que bendijo el día y a los y las participantes. Dejando un espacio
para que en silencio y a través de la música natural de la misma naturaleza el grupo se
conectara con si mismos e instaurar un ambiente de armonía.
Dinámica de interiorización: nacimiento de Jesús
Luego sentados en el piso, en una posición espaldas con espaldas con otros y otras,
de tal manera que el uno sirviera de respaldo del otro, iniciamos la dinámica la que
llamamos nacimiento de Jesús. Hemos contado con la ayuda del padre Santiago quien
condujo la primera parte y luego estuvo a cargo de Yessenia Ordóñez.
En este primer momento se buscaba dar a conocer y hacer experimentar la vivencia
de la espiritualidad de la creación a través del pasaje del nacimiento del niño Jesús.
Para ello se ha hecho énfasis en la interdependencia de los seremos humanos y
también con los animales, las plantas, etc.
La segunda parte del ejercicio estuvo encaminada a preparar al grupo al encuentro
con Jesús. Aprovechando que la navidad se acercaba y que muchos querían vivenciar
un acercamiento con Dios, hemos implementado la figura del niño Dios y los
personajes del pasaje bíblico en un encuentro íntimo con ellos y ellas especialmente
con María y Jesús.
Se buscaba que los participantes redescubrieran a través del nacimiento de Jesús su
propio nacimiento y sobre todo que se fortalecieran en su amor. Se incitó a realizar un
encuentro de fraternidad, de aceptación, de reconocimiento y compañía incondicional
de María y Jesús para ellos y ellas en medio de sus adversidades.
En silencio, con los ojos cerrados y apoyándose los unos en otros, iniciaron un camino
imaginario en el que iban tratando de encontrarse con María, José, los pastores y cada
uno de aquellos que fueron testigos de ese momento de nacimiento del niño de Jesús.
En ese caminar iban a conducir su propio camino y sus propios diálogos con dichos
personajes; haciéndoles preguntas existenciales, inquietudes de la vida, etc. Asimismo
cada participante en esta dinámica trataría de integrarse y jugar un rol protagónico que
les permitiera libremente sentirse autorrealizado y feliz.
Una vez visto el nacimiento han podido dialogar y conocer a Jesús en su infancia y en
la edad que ellos y ellas imaginaran. En este encuentro se estableció un tiempo
necesario para dialogar íntimamente con él o simplemente contemplar su nacimiento.
Luego el ejercicio indujo a imaginar que Jesús u otros personajes bíblicos como María,
terminaron su conversación con ellos y ellas diciéndoles palabras de aceptación, de
valoración, reconocimiento, afecto y amor que venían de Jesús.
Además mentalmente instamos a manifestarse frases de autorreconocimiento, de
autovaloración y confianza. Las que se dijeron así mismos mentalmente y luego se las
dijeron el uno a la otra y el uno al otro. Los y las participantes lograron hacer este
camino imaginario y han aflorado muchas emociones pero sobre todo han salido del
ejercicio con rostros de plenitud.
Al final de la dinámica se puso la canción “Eres tú” de Mocedades y se les pidió que se
dieran un abrazo, se “apachurraran” aunque no se conocieran todos. Luego de ello
hicieron comentarios y hablaron de cómo les había ido en la dinámica:
“...cuando iba en el pasillo me acerqué a ver la luz, me sorprendí ver a María
chineando al niño, a José y a los animales; también logré platicar con María; fue algo
especial, se los estoy diciendo y me siento emocionada, porque al momento de platicar
con ella, cada quien lo asimila a como lo está sintiendo, ella lo que me decía es que
todo iba a salir bien que no tenia que tener que tuviera paciencia, me sentí contenta”.
(Adolescente mujer, 17 años)
“Cuando bajé las gradas las sentí enormes, vilos cambios de luces y en el corredor me
imaginé tres corredores: mi casa, el hospital todo blanco y la cárcel; al final llegué
hasta la luz y era un jardín de colores con muchas rosas, miré a María y ella
contemplaba al niño, se puso a sonreír y yo me sonreí con ella; me acerqué y tuve
miedo ver al niño, porque me da miedo ver a los niños recién nacidos, pero ella me
llamaba y lo puso en mis brazos al niño, conversamos y me invitó a cenar”.(Hombre
adolescente, 16 años)
Una vez realizado este momento de meditación se realizaron algunas dinámicas de
animación; para mantener de pie al grupo y con ganas de continuar en el día, pues las
siguientes actividades se centrarían en el tema del “Proyecto de Vida”.
Presentación “Proyecto de Vida” ¿Cómo comenzar a construirlo?
Se realizó una presentación de diapositivas con preguntas referidas al tema, pistas
tomadas de autores que han analizado el tema. Dando seguimiento a lo iniciado el día
anterior, se expresó que pensar y construir un proyecto de vida es un proceso que
toma mucho tiempo y que conlleva a muchas reflexiones; por lo que se dijo que en el
futuro se realizarían talleres para profundizar dicho tema, en lo que incluso se invitaría
a especialistas.
En las diapositivas, presentadas, se plantearon más preguntas e interrogantes, tales
como: ¿Cómo empezar a construir el proyecto de vida? Se dijo que primero tenían que
pensar en un punto de partida, ¿Cuáles son las características de este momento?, del
momento en que vivían, tomando en cuenta su edad, de que eran adolescentes,
jóvenes una etapa tan trascendental para los hombres y las mujeres, pues es cuando
el crecimiento se manifiesta más palpablemente; la etapa en la que van dejando atrás
a la niñez y que se van acercando a la madurez.
La segunda característica de la cual se les habló es que, en la etapa de la
adolescencia, es un momento de la vida en que están estudiando. Están en el tiempo
de tomar decisiones, muchas de las cuales podían marcar o determinar
definitivamente sus vidas. Es el momento en que muchos tal vez sentían que debían
tomar la vida en sus propias manos, proyectarla hacia delante y tomar serias
decisiones; preguntas como: ¿Qué hago yo con mi vida?, ¿Qué hago yo después de
salir de estudiar? les podían venir de manera constante.
Además de esas preguntas se plantearon otras que también eran fundamentales para
ese momento: ¿Sobre qué valores, actitudes o comportamientos voy a apoyar mi
vida?:¿Sobre el egoísmo?, ¿el individualismo?, ¿el placer?, ¿el dinero?, ¿la
explotación de los otros?, ¿el libertinaje? o ¿sobre el servicio?, ¿el amor?, ¿la
justicia?,. ¿La sencillez? La respuesta no es sencilla. Decidir no es fácil. Y según el
tipo de respuestas que escogieran, así sería el sentido de sus vidas.
También se les presentó una de las tantas guías que quizás les podía ser de utilidad
para comenzar a pensar en su proyecto de vida y que incluía los siguientes aspectos:
Punto de partida, su situación: mis fortalezas, mis debilidades, autobiografía, rasgos
de mi personalidad, ¿Quién seré?, convertir sueños en realidad, mi programa de vida.
Cada uno de estos elementos contemplaba una serie de preguntas que más adelante
tratarían de comenzar a analizar.
Seguido de la presentación, para motivarles, se les presentó un video sobre la
perseverancia y la búsqueda de estrategias colectivas e individuales para enfrentar los
obstáculos de la vida (Video del Marciano); a partir del cual los y las participantes
dieron sus opiniones:
“Me interesó mucho porque decía una parte que sin fe se pierde la batalla y que
siempre hay que recordar la meta... yo observé que ellos (los marcianos) tenían una
misión de comunicarse con los humanos, pero al inicio como que no los observaron y
no lograron su objetivo, pero no se dieron por vencidos y recurrieron a otra técnica
que era hacer más grande el mensaje y parece que sí tuvieron éxito según el mensaje”
(adolescente hombre 18 años).
“Miré que también los marcianos eran chiquitos pero por lo mas chiquitos que seamos
nosotros podemos lograr nuestras metas”.(Hombre adolescente 14 años).
“Hicieron una conferencia (los marcianos) para ver si podían hacer ese plan de ir a la
tierra y poder comunicarse con los humanos, como no lo pudieron hacer, porque no
los miraban porque eran chiquitos, el mensaje no era tan grande hasta que se dieron
cuenta y lo hicieron grande para poder comunicarse”.(Adolescente 14 años).
Aprender a priorizar
Luego de comentar el vídeo; la siguiente actividad muy ligada a los que se venía
hablando fue para reflexionar sobre la toma de decisiones. Es así que el Padre
Santiago realizó un ejercicio con un vaso, piedras, arena, limones, entre otros
elementos para graficar la importancia de hacer prioridades en la toma de decisiones y
poner prioridades en la vida. Y sobre todo en inspirarse en las cosas más importantes
en la vida como familia, amistades, educación, valores, etc. Esta actividad estaba
encaminada principalmente a brindar más elementos en la reflexión sobre un proyecto
de vida personal.
El Padre Santiago comparó la vida de cada uno con un vaso vacío. Los elementos
como piedras, semillas, limones, frutas, arena que van llenando el vaso (la vida)
constituían las prioridades de la vida que uno va tomando, sean pequeñas o grandes.
Al comenzar a meter elementos en el vaso, el padre explicó que si uno empieza a
llenar poniendo cosas grandes sin importancia no quedaría espacio para poner cosas
pequeñas que son más importantes y no quedaba lugar para otras cosas que serían
indispensables en la vida.
La anterior fue la última actividad de reflexión y con ello los y las adolescentes
quedaban con elementos suficientes para escribir algo sobre su proyecto de vida. Pero
antes de pasar a eso se realizaron dinámicas de animación, una de ellas un baile con
un globo y la dinámica del gusano.
Seguido se realizó un pequeño resumen de lo más importante del día anterior sobre el
Sentido de la Vida con el objetivo de introducir a los/as adolescentes en la creación
(escribir primeras ideas) del proyecto de vida. Antes de ello se presentaron ejemplos,
en diapositiva, de proyectos de vida negativos y que están presentes en la sociedad,
como un punto de partida de para la reflexión sobre los principios y valores que
podrían priorizar desde sus proyecto de vida.
Los ejemplos de proyectos de vida fueron presentados a través de personificaciones,
mencionando los siguientes:
El hombre pavo: En su proyecto de vida todo lo quiere hacer girar sobre sí mismo,
todos tiene que alabarlo, estimarlo y servirle, se considera el ser más importante del
universo, egoísta y despreocupado.
El hombre tigre: Su proyecto de vida se funda en dominar, es el hombre agrio
violento, intransigente dominante, va sembrando el dolor y la desolación a su
alrededor, la crítica y el chisme los usa para destruir a sus enemigos.
El hombre rico Mack Pato: Su proyecto de vida gira en torno al dinero, su corazón
está metalizado, vive y piensa en función del dinero, mira con desconfianza a los
empobrecidos que podrían constituirse en enemigo de su riqueza.
Una vez de escuchar y leer sobre los principios que regían en los ejemplos; se les
entregó papelógrafos y una guía que daría pistas para la comenzar a escribir su
proyecto de vida; los aspectos de la guía se presentaron durante las diapositivas y el
vídeo del Marciano arriba mencionado.
Para ir cerrando la jornada del día se hizo una meditación grupal a través de la
escucha en silencio de la canción “pescador de hombres”. Al escuchar esta canción se
pidió a los y las participantes que pensaran en el amor o imaginando otra vez el
encuentro con Jesús en la barca y pensaran en su proyecto y sentido de vida.
Al final por medio de esta dinámica entre todos y todas se hizo un reconocimiento de
las cualidades, valores, acciones y gestos buenos que cada persona del grupo poseía.
Entre ellos y entre ellas compartieron frases para reconocer y descubrir su belleza
física, talentos, etc.
Esta dinámica se realizó con el fin de inducir al grupo a aprender a realizarse
afirmaciones y autoafirmaciones positivas en contra posición a los ataques negativos
que solamente afectan el autoestima de los y las adolescentes. Por ejemplo, en el
trascurso de los encuentros se había manifestado mucho la inconformidad con sus
cuerpos o alguna parte de su cuerpo. En este caso adolescentes que no se querían
porque se sentían gordas aunque medían la talla perfecta por decirlo así.
También aprovecharon para decir sus evaluaciones del día y luego para anotarse en
grupos por afinidad para seguir desarrollando sus capacidades como adolescentes y
jóvenes. Como resultado importante, se ha logrado que los y las jóvenes se
sensibilicen sobre la necesidad de pensar en la creación de un proyecto de vida; a la
vez reflexionar sobre los aspectos que dan sentido a sus vidas.
“... les doy gracias a ustedes porque me invitaron a participar y tuve con quien
conversar, si necesito de su ayuda y confianza siempre van a estar ustedes a mi lado, es
tratar de ser mejor alguien en la vida, yo he sido una persona que han desconfiado de
mi, me han discriminado, una de las principales personas que me ha ayudado a salir
adelante para que prospere es mi abuelita, es la que siempre me ha apoyado, les
agradezco a los que me han dado consejos...” (Adolescente 15 años de la Pastoral)
“Bueno yo aprendí a trabajar en equipo, me gustó trabajar con todos ustedes y una de
las principales cosas que aprendí es no menospreciar a las otras personas, yo sé que
todos somos iguales” (Adolescente mujer 16 años).
“Me gustó estar en este taller porque aprendí cual es el sentido de mi vida, a valorar lo
que tengo a valorarnos como somos y a no ver lo material que tienen las demás
personas, sino lo que llevan dentro, sus sentimientos” (Adolescente mujer 15 años)
Lanzamiento de la obra de teatro “Navidad con Baladín”
Una semana después de los últimos encuentros con adolescentes, se presentó la obra
de teatro “Navidad con Baladín” protagonizada por el Grupo de Teatro Jícaro.
Teniendo como perspectiva y escenario el nacimiento de Jesús en Belén, en la obra
se abordaron problemáticas que en ese momento afectaban a las familias,
principalmente en el municipio de Nandaime, y que tenían gran repercusión en los
niños, niñas y adolescentes.
María y José desde su camino hacia Belén van pasando por una serie de situaciones
a través de las cuales nos van dejando valiosos mensajes para ayudar a deconstruir
esquemas y mitos sobre nuestra identidad y nos invitan a vivir el autentico amor en
familia. Entre los temas que se reflejaron estuvieron la solidaridad, la humildad, el
respeto hacia los demás, el amor (en su sentido más amplio), la gratitud y la
construcción de una identidad amigable con la autoestima.
Proceso del montaje
El proceso de redacción del contenido de la obra, en un inicio fue realizado por el
padre Santiago Giroux, en coordinación con equipo de adolescentes del grupo Arca de
Noé, interesados en montar una obra de teatro en ocasión de la navidad. Luego fue
adaptada a un lenguaje más coloquial y con sugerencias escénicas por Oscar
Noguera, instructor del grupo de teatro Jícaro.
De modo que se obtuvo un trabajo de profunda espiritualidad basado en la fe y
tradición cristiana que transversalmente aborda las temáticas que mas aquejan a las
familias locales desde un plano artístico y lúdico que propone un cambio y deja
abiertas nuevas expectativas para los espectadores.
Para el montaje escénico de la obra se trabajó con 19 jóvenes actores y actrices
organizados en el CCOAR (5 mujeres y 14 varones), iniciando en un primer momento
de análisis del texto dramático, que incluye el contexto social, político, económico y
cultural en que se desarrolla la obra, durante el cual los adolescentes son capaces de
hacer sus propias valoraciones de este contexto y dar sus opciones, sacar sus propias
conclusiones y entrar en procesos de reflexión personal que les sean útiles para la
construcción del personaje a desarrollar (carga social del personaje).
En este análisis también se hizo un acercamiento a las emociones por las que pueden
pasar los personajes en el trascurso de la obra y se buscó un entendimiento de las
reacciones a ciertas situaciones, a la vez se hizo la construcción del antecedente y
proyección a futuro de los personajes que implica la búsqueda del origen de las
situaciones, emociones y del carácter y comportamiento de los personajes, así como
sus aspiraciones.
Paralelo a esto se les recomendó a los actores hacer un trabajo de campo que
consiste en buscar fuentes reales de información y observación para soportar el
planteamiento de sus trabajos en la formación del personaje, esto también les permitió
tener otra visión de la dinámica social en la que inconscientemente están inmersos.
Seguido a esto se realizó la construcción de las escenas en las que cada uno y cada
una puso en marcha todo lo que había preparado con anterioridad, este fue también
un proceso de grupo en el que todos y todas aportaron ideas para nutrir las escenas,
bajo la supervisión de la dirección artística de la obra.
El último paso en la preparación fue el montaje del espectáculo en el cual los jóvenes
crearon una gran convivencia que les permitió conocerse y acercarse aun más unos a
otros, mediante la preparación de la escenografía que les tomó muchas horas de
trabajo en las que todos participaron pintando, decorando, dando toques al vestuario,
haciendo pruebas de maquillaje, etc.
Al final la obra se presentó durante tres noches consecutivas (21, 22 y 23 de diciembre
de 2010) en la Plaza el Güegüense del CCOAR, con un lleno total en las tres
presentaciones (unas 300 personas por noche). Al parecer la obra gustó mucho
porque varias personas vinieron a verla las tres noches.
A manera de grupo el mayor aprendizaje fue el éxito y la satisfacción que brinda un
verdadero trabajo en equipo, con el involucramiento y los aportes de todos, con el
respeto debido a las ideas de los demás.
“Toda la convivencia creada en este proceso fue algo que nos llevó a un gran
crecimiento personal y espiritual a cada uno, realmente creo que es una obra que
marcó al todo el grupo. Además fue una obra en la que participaron muchos actuando
por primera vez y fue bueno ver, como estos eran incluidos y apoyados por los que
tenían mas experiencia en el grupo”(Oscar Noguera, 23 años, Instructor).
“La realidad estar ante un público en esa presentación y ser la primera vez que lo
hacía no me asustó ni entré en pánico porque lo tomé como algo que podíamos hacer a
diario, y como si era parte de mi y que el personaje era así como yo y sabia que si
ponía mi empeño y sobretodo con la ayuda de Dios lo podíamos hacer y salir bien”.
(Joven, 19 años, grupo de teatro JICARO)
“Para mi esta obra significó mucho porque fue mi primera actuación en público y ser
parte de grandes amigos que me acompañaron en la obra, o sea compañeros de
teatro”. (Joven, 22 años, grupo de teatro JICARO).
Con esta última actividad culmina la tercera etapa identificada en la experiencia y que
es el corte que hicimos para realizar la presente sistematización de (julio 2007 a
diciembre 2010); no obstante, recordamos que el proceso de trabajo con adolescentes
siguió su curso en el marco del proyecto “Construyendo resiliencia desde las prácticas
y vivencias comunitarias” que culminaría hasta diciembre 2011.
Las actividades siguientes, aunque ya no hacen parte de la sistematización de este
trabajo, vale la pena mencionarlas pues constituyen acciones que son resultados del
proceso vivido en dicha experiencia y que contribuyen al proceso de crecimiento de los
chavalos y chavalas en la generación de procesos de protagonismo, resiliencia y
sentido de vida de los y las adolescentes.
Se prosiguió con la realización una serie de talleres de convivencia para trabajar los
duelos y heridas personales producto de sus historias de vida con el fin de apoyarles
en el proceso de construcción de su proyecto de vida.
También se realizó una consulta con niños, niñas y adolescentes, en primer lugar para
entresacar con ellos y ellas recomendaciones para la creación de una Política
municipal de la Niñez y la Adolescencia y por otro lado para ver pautas de cómo seguir
promoviendo la resiliencia comunitaria en la localidad.
Otras actividades fueron el proceso de capacitación para fortalecer un grupo de
comunicación con adolescentes quienes dieron vida a un programa de radio llamado
“Jóvenes al Brinco”; un taller con padres y madres de familia sobre la Comunicación
no Violenta; un taller denominado “reparentalización” con adolescentes y otras
actividades de carácter lúdico; como eventos socio culturales.
Análisis e interpretación crítica
En este apartado hacemos la interpretación crítica de la experiencia de trabajo con
adolescentes para la creación de procesos de participación, protagonismo y sentido de
vida en mención. El análisis se realiza a partir de la interpretación desde los distintos
actores, a quienes dejamos hablar por ser los protagonistas en la experiencia,
incluyéndonos también como parte de la misma.
Condiciones facilitadoras y contradicciones en la construcción de “Piale”
Recordemos que “Piale” es el título del documento que contempla el resultado de todo
el proceso de reflexión hecho por el equipo de la organización en la primera fase, en el
que se plantearon estrategias de acción y las definiciones que manejaríamos sobre
participación, identidad y afecto. Vivir el PIA desde adentro como equipo fue una
condición para proyectarnos en el trabajo de la experiencia sistematizada.
Este proceso fue facilitado, en parte, debido al marcado interés y apertura de parte del
equipo coordinador de CCOAR en mejorar sus estrategias de intervención social,
principalmente en las situaciones que afectaban a la adolescencia; luego de hacer una
retrospectiva del trabajo realizado hasta ese momento en el CCOAR, así como los
aprendizajes obtenidos de una consulta con adolescentes.
Muchos de los que conformaban el equipo del CCOAR venían de la misma
experiencia de trabajo con adolescentes, habían pertenecido a grupos en el pasado de
la organización (Caminantes del Amor, Hermandad Juvenil, Colectivos, etc.); además
que habían iniciado formación en Trabajo Social, Políticas Sociales, Protagonismo y
Derechos de la Niñez y la Adolescencia y estaban interesado en vincular la teoría con
la práctica.
Esto último alrededor de encaminar procesos participativos con adolescentes del hoy
que verdaderamente construyeran a generar procesos de protagonismo y
empoderamiento; contrarrestando la tendencia “adultista” en CCOAR a razón de que
existían nuevos y nuevas empleados en este proceso de trabajo con la adolescencia y
la niñez desde el CCOAR. Aunque facilitó el proceso el hecho que habían empleados
jóvenes activos en los distintos grupos del CCOAR.
Además de la rica historia de trabajo con la adolescencia y juventud, otros elemento
facilitador tenía que ver con la definición de la organización en cuanto a su misión.
Luego de años de divagar en cuanto al objetivo principal del CCOAR; a partir de 2006,
se contó con una mejor precisión y claridad de hacia dónde nos dirigiríamos.
Habíamos convenido en ver en un futuro a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de
Nandaime incidiendo en el mejoramiento de sus condiciones de vida y de su entorno;
producto de la misma preocupación del equipo joven del CCOAR que encaminó un
proceso de Planeación Estratégica Participativa.
Otro elemento clave al iniciar en este proceso; es el hecho que surge de las propias
vivencias cotidianas de cada uno y de las experiencias de vida, personal, familiar y
comunitario (de la experiencia de trabajo en el CCOAR) para no perder de vista “mi
propio proceso personal” con el de los adolecentes con los que trabajaríamos.
Por tanto las definiciones de Participación, Identidad y Afecto y de propuestas de
acciones para su promoción en favor de la adolescencia; surgen de convicciones,
conocimientos y aprendizajes propios, tomando en cuenta lo que habían dicho los
mismos adolescentes, niños, niñas y jóvenes de Nandaime.
En un primer momento, con este modelo trastocaríamos los problemas de relaciones
de poder, sus conflictos y consecuencias derivados especialmente para la
adolescencia nandaimeña; lo cual surge de los planteamientos de los sujetos y sujetas
en mención; y que luego generó procesos de convivencia grupal y de reflexión entre el
equipo del CCOAR y entre éstos y los/as adolescentes .
A pesar que la experiencia sistematizada, surge en el marco de ejecución de un
proyecto de intervención social, en la que comúnmente existe un equipo ejecutor, muy
aparte, de otras áreas, hemos transcendido de esa práctica; tratando de
institucionalizar el proceso en todos los niveles; pues además de ser el modelo global
de la organización, se quería que fuera un espacio de reflexión, acción y aprendizaje
para el cambio; de manera que cuando trabajáramos con los y las adolescentes todos
y todas estuviéramos en la misma sintonía.
Además que se logró entonces tener herramientas, teóricas y propuestas de acción
para trabajar con la niñez y adolescencia, así como puntualizar concepciones y
principios de tener brújula que guiara a la organización, cada quien comenzó a ver
más de cerca la dimensión individual y personal del proceso; elemento que muy pocas
veces se manifiesta en el trabajo comunitario; principalmente de aquellos que se
encargan de la ejecución de actividades.
“Fue un espacio más de socialización. Otra oportunidad de compartir experiencias,
sueños, reflexiones, risas, emociones, sentimientos y sobre todo de obtener
aprendizajes y de enfrentarse con un Yo y un nosotros (as) para la reflexión y la acción.
Un aprendizaje significativo para la vida profesional y personal”. (Eliette Mejía,
Relaciones Públicas y Promoción Social, CCOAR)
“Fue una experiencia muy rica, ya que pudimos conocernos más a fondo, y por
consiguiente entendernos mejor. Fue un taller participativo en donde todas las
opiniones fueron tomadas muy en cuenta; este proceso de reflexión me ha permitido
dejar en claro hacia donde debemos ir, enmarcando nuestro trabajo en relación a
nuestro proyecto PIA”. (Verónica Salazar, Comunicadora Social, facilitadora de
producción de programas de Radio con Adolescentes).
Esto último tuvo que ver con aprender a convivir como grupo y como equipo, o al
menos que todas manejáramos el mismo lenguaje. No obstante hay que destacar que,
aunque se tocó la parte personal, esto fue muy delicado pues afloraron emociones,
tensiones, etc. y que en el proceso también constituyeron factores obstaculizadores.
Algunas contradicciones en el proceso de construcción del PIALE
Aunque el modelo de acción sinérgico emprendido desde el CCOAR en el trabajo con
adolescentes buscaba implicar, incluir, a todas y todos sus miembros en un misma
lógica, es cierto y seguro que fue un terreno difícil de transitar, debido a la confluencia
de una serie de situaciones vinculadas a sus tareas cotidianas (en la organización),
personales y familiares; por lo que su participación en este tipo procesos fue más bien
por cumplir con una asignación especial en el marco de un calendario de talleres sobre
el tema en la organización.
Quizás fuimos muy ambiciosos en esperar que todos y todas del CCOAR, asumieran
un rol más activo en la lógica de la misión social y desde ese enfoque alternativo
propuesto, pues muchos venían de experiencias laborales alejadas de este campo
(recursos humanos, contabilidad, administración, etc.) y algunos que estaban en la
formación social, no necesariamente tenían la convicción de esta lógica de trabajo.
Más bien su implicación tenía que ir acompañada de un proceso más largo, de
sensibilización e ir poco a poco viendo la experiencia.
También incidió el hecho que, muy vinculado a lo anterior, los mismos/as estábamos
inmersos en un ámbito laboral donde se establecen relaciones contratante -
contratado, rendición de cuentas, evaluaciones del desempeño, fiscalización, manejo
de recursos y que sabemos de alguna manera trae tensiones y contradicciones.
Muchas de las personas en primer lugar y como prioridad estaban en la organización
por una necesidad legítima de trabajo asalariado, y que, aunque la organización
necesite la militancia social, no necesariamente la encontrará dentro en todos los
niveles.Aquí se cumple el principio básico de la gerencia social, en la que la
legitimidad para actuar será cedida por los niños, niñas y adolescentes y recrear sus
mandatos para la toma de decisiones en el ámbito de la organización.
En este sentido se debe de priorizar el monitoreo de los mandatos de los sujetos antes
mencionados, en primer lugar, de manera que esto permita la evaluación y el
seguimiento del valor público declarado en la misión y visión de la organización. No
obstante es importante que al menos todos y todas en la organización (Desde el
responsable de mantenimiento) sepan en qué lugar están parados y por dónde va la
organización.
En el caso de la experiencia sistematizada, lo alternativo de nuestro modelo radica en
sus fundamentos; teniendo como base el tipo de problemáticas y en sus posibles
soluciones que los/as adolescentes pusieron en el tapete en un inicio. Al realizar la
inducción, desde la perspectiva del desarrollo a escala humana, nos dimos cuenta
que lo que demandaban y planteaban era totalmente diferente a lo tradicional.
Al ser algo diferente tuvimos que buscar como echar andar las acciones que ellos/as
misma propusieron, y que fueron cambiando en el tiempo, aun así en contra de lo
planificado o de prejuicios alrededor de la forma de proceder debido a lo tradicional en
este campo.
Coincidencias y contradicciones entre CCOAR y la Adolescencia
Desde la primera etapa de la experiencia fue fundamental para nosotros reconocer las
coincidencias o contradicciones entre lo que hacemos y lo que los grupos de
incidencia, creían que hacíamos, además de poder conocer sus intereses y
percepciones sobre nuestro mismo quehacer. Como parte del proceso de validación
de nuestro trabajo, fue necesario confrontar y actualizar nuestra práctica con la visión
de las mismas y los mismos beneficiarios.
Rápidamente encontramos coincidencia de intereses comunes entre la adolescencia
nandaimeña y el quehacer del CCOAR. Y sobre todo que pudieron identificar,
claramente, hasta principios que regían y rigen nuestro quehacer. Lo importante de
esta parte radicó en el hecho de que manifestaron con claridad, en sus opiniones, lo
referido a la misión y visión de la organización en la comunidad como ámbito de
trabajo, más allá de palabras claves o de ideas vagas sobre la existencia y
funcionamiento de la organización.
Los ejemplos siguientes son algunos de los enunciados de percepciones
provenientes de 30 adolescentes hombres y mujeres de distintos barrios de Nandaime,
algunos integrados y otros no en los grupos ya existentes en el CCOAR. Afirmaciones
surgidas en los encuentros de convivencia de marzo 2008.
En el Grupo JEPA (Jóvenes en procesos de aprendizajes) dijeron:
“Para nosotros el CCOAR es un apoyo en las diferentes capacidades, se involucra con
toda la sociedad y no discrimina a nada, no hace distingo de raza, color político o
religioso”.
“El CCOAR es una organización no gubernamental, la cual tiene como objetivo
principal promover valores en los niños, adolescentes, jóvenes y en toda la sociedad en
general”.
“El CCOAR esta realizando una labor muy excelente ya que pensamos que nos está
ayudando a reflexionar y a tomar el sentido de la vida desde un punto de vista
diferente”
“Está abierto a las críticas constructivas y a las problemáticas de la juventud
nandaimeña”.
En el Grupo Arpeniche (Grupos de Amigos en Unidad) dijeron:
“Es una organización (el CCOAR) que se compromete a trabajar con la niñez,
adolescencia y juventud nandaimeña, uno de sus trabajos es ayudar a sacar adelante a
la nueva generación que somos todos los jóvenes y ayudar incondicionalmente a la
sociedad nandaimeña”.
“Es una institución comunitaria y está sirviendo para desarrollar las capacidades y el
intelecto personal, ejemplo: danza, pintura, programas infantiles”.
“Es una institución que apoya a todos los jóvenes, niños (as), adolescentes
especialmente a las personas que mas necesitan, es decir a los de pocos recursos”.
“Además ayuda a que los adolescentes tengan distracción en sus tiempos libres
alejándolos de las malas influencias de la calle”.
“Facilita a que los jóvenes puedan expresarse libremente y a encaminar las metas y
propósitos que se plantean en la vida”.
Las percepciones tuvieron mucho que ver con que identificaron en la organización
espacios de aprendizaje, desde los cuales pueden exponer sus carencias, pero
también desarrollar sus potencialidades; permitiéndoles “tomar el sentido de la vida
desde un punto de vista diferente” (adolescentes varios).
Esta identificación con el CCOAR se desprende en parte por su historia y de la
congruencia de su práctica. No obstante, siempre será un desafío que no habrá que
perder de vista, pues la sostenibilidad social radica en el sentido de pertenencia y el
reconocimiento claro de lo que hacemos por parte de los sujetos sociales a quienes
nos dirigimos. Pues la sostenibilidad también la sustenta la apropiación y la
identificación de los mismos grupos beneficiarios.
Identificando contradicciones en las coincidencias
Por otro lado no logramos distinguir claramente de primera mano contradicciones en
estas percepciones respecto a nuestro quehacer; sin embargo quisimos explorar esa
parte facilitando dinámicas para profundizar al respecto, pues era importante y
determinante de conocer para reflexionar, sobre todo en el proceso que estábamos
emprendiendo con los y la adolescentes.
Una de las dinámicas fue “Las preguntas al CCOAR” con las que los chavalos y
chavalas, nos plantearon y mostraron inquietudes sobre los nuevos proyectos y
propósitos que el CCOAR tenía para la niñez, adolescencia y juventud en un futuro.
Nos hicieron peticiones concretas como la de apoyo al deporte, la conformación de
grupos, la creación de nuevos espacios de participación y la necesidad de crear
símbolos que los asociaran como miembros del CCOAR.
Surgieron dudas y curiosidades que tenían alrededor de algunos proyectos que ya no
existían en la organización como por ejemplo el cierre de la guardería infantil “María
Elena Savard” en el Barrio Modesto Marín, entre otras referidas al funcionamiento de
proyectos o servicios como por ejemplo El Turismo Comunitario, etc.
Este intercambio nos permitió constatar la confianza que de alguna forma habíamos
generado en toda nuestra experiencia de trabajo y acercamiento con adolescentes.
Sin embargo, también nos sirvió para darnos cuenta que no debíamos dejar a un lado
experiencias de trabajo novedosas con adolescentes del CCOAR que nos pudieran
aportar en el presente, pese a estar inmersos en otro contexto.
Particularmente experiencias de organización comunitaria que surgió de la Guardería
en el barrio Modesto Marín que constituyó una experiencia significativa para niños,
niñas y adolescentes por lo que fue un trabajo de niño/a, de adolescente a
adolescente y de joven a joven. La cuál actualmente los y las adolescentes que en su
niñez fueron conmovidos nos señalaron insistentemente en reiniciar una experiencia
como esta por la situación de violencia que enfrentan como tal.
Ese lugar significó un espacio para promover la participación y la vez de impulsor del
protagonismo en el barrio Modesto Marín de Nandaime; eso según los y las
adolescentes que cuando eran niños habían sido de manera positiva conmovidos por
esa experiencia, al igual que para algunos facilitadores del CCOAR que en esa época
eran adolescentes.
“¿Porque cerraron la guardería?...Si ese era un espacio para que los niños y las niñas
sumergidos en la pobreza y muchas veces en el maltrato en el hogar, saliéramos de
nuestras casas, allí aprendíamos cosas que en las casas no nos enseñaban, allí yo
aprendí a desarrollar mis habilidades y capacidades, en ese lugar aprendí a jugar,
aprendí a bailar y perder mis miedo. Y ahora estoy aquí, soy comunicadora en la radio,
aunque sea una adolescente, y sobre todo que era tan bonito porque eran otros
chavalos que eran nuestros animadores. La gente nos pregunta y yo estoy dispuesta, al
igual que otros que formaron parte de la guardería, a abrirla y ser animadores”.
(Adolescente mujer, 17 años).
Por otro lado, en este proceso inicial de intercambio entre adolescentes y el CCOAR,
fue una constante en la negociación inicial con ellos y ellas, el aprendizaje de que para
la consolidación y eficacia de un proyecto social, particularmente el emprendido en
esta experiencia sistematizada, el negociar el problema, sus soluciones, el dialogar las
acciones y la lógica del marco de referencia a seguir desde las percepciones
compartidas.
Dialogando los significados y construyendo realidades comunes
En esta primera etapa de la experiencia y de convivencia con los actores validamos
nuestro quehacer y reforzamos nuestras estrategias de incidencia para el trabajo con
adolescentes alrededor de procesos de promoción de satisfactores sinérgicos de
participación, identidad y afecto.
Nuestro proceso de aprendizaje grupal como equipo facilitador fue orientado por el
ciclo del aprendizaje que parte de los actores y su realidad, procede a la reflexión,
luego a la reconceptualización y a su aplicación con lo cual construimos una
experiencia. Lo que implica aprender por medio de la reflexión sobre la acción (de
Hernández, s.f.).
En la búsqueda de generación de procesos de participación, protagonismo y sentido
de vida en los y las adolescentes hemos convenido reflexionar nuestro quehacer no
estrictamente fijados o atados a marcos conceptuales, sino dejándonos llevar por la
experiencia misma, en la que los actores nos fueran orientando la forma del hacer y
no hacer. Nuestra validación se enmarcó en el constante dialogo con los y las
adolescentes para sincronizar significados y realidades comunes en ese proceso de
aprender por medio de la reflexión sobre la acción. Un proceso del ir y venir para dar
congruencia a nuestra práctica.
En un primer momento fuimos a los actores por medio de una consulta, con quienes
nos aproximamos a la realidad (carencias, problemáticas, potencialidades); de lo cual
surgen las necesidades de participación, identidad y afecto. Luego reflexionamos y
conceptualizamos, para después volver a los actores, con quienes entramos en una
fase de negociación, constante diálogo, que nos permitiera reconceptualizar y validar.
A la vez nos encaminamos en una experiencia de aprendizaje y reconstrucción del
quehacer de la organización alrededor del trabajo con adolescentes.
En tanto la validación de la propuesta de trabajo alrededor de la promoción de la
Participación, Identidad y Afecto en la primera etapa integró la definición de dichos
conceptos desde las concepciones de los chavalos y chavalas, a través de distintas
dinámicas y actividades.
En un primer momento pensábamos (y así fue planificado) que desde el primer
encuentro analizaríamos con los y las adolescentes el tema de la participación,
identidad y afecto; no obstante fue hasta en el segundo y tercer encuentro que fuimos
aterrizando los conceptos; pues de inicio nos fuimos guiando por los mismos chavalos
y chavalas; se realizaron actividades encaminadas al intercambio para generar
empatía; abordando temas y dinámicas vinculadas con PIA, aunque no diciéndoles
que se trataba de eso; por ejemplo cuando hablamos sobre el significado de
Nandaime para ellos y ellas.
Construyendo juntos “Participación”
Ya en el momento de hablar de la Participación y ver cómo comprendían este asunto,
los y las adolescentes señalaron la acción de participar como un derecho que les
permite expresarse libremente en distintos ámbitos, “en los que se sentían bien y
acogidos”.
Esta libertad de expresarse iba más allá del hecho de decir una palabra; sino como
algunos de ellos afirman “de sentirse bien”, “tranquilo(a)”, “en ambiente”, aunque no
hayan hablado en las exposiciones. Igualmente son participativos en aquello que más
les llama la atención y les gusta. Lo que se vincula con el planteamiento del CCOAR
de que “la libertad de elegir es un elemento clave en la participación comunitaria y que
contribuye a la formación de la identidad de las y los adolescentes”.
El interés de participar para los/as adolescentes, en un primer nivel, comienza con el
desarrollo de sus talentos, capacidades, conocimientos y habilidades que les ayuden
a tener una “identidad positiva” en lo individual y colectivo (en un grupo); lo cual no
pueden aspirar en otros espacios como las escuelas del municipio, pues no existen
condiciones y oportunidades.
Esta idea coincide con lo que nos planteamos como CCOAR de que “es posible
desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes que impulsen la participación de las
personas de la comunidad, incluidos niños, niñas, adolescentes y jóvenes”
El termino participación lo asociaron también a la idea de ser creativo y “chispa” en
torno a la dimensión comunitaria donde se establece para ellos(as) “una relación entre
personas, con quienes se discuten y se presentan ideas, que pueden ser tomadas en
cuenta en nuestras casas, en la escuela, en el CCOAR y otros lugares del municipio”.
Evidenciamos que también para los/las adolescentes la participación incluye la
dimensión individual y familiar que trastoca las formas de relacionarnos.
Cabe destacar que de este señalamiento de los y las adolescentes, se desprende la
importancia de emprender procesos que sean encaminados verdaderamente a
establecer con los chavalos y chavalas una relación entre personas “de igual a igual”
en la que los adultos podamos crear las condiciones para discutir e intercambiar
ideas.
Tales ideas puedan tomarse en cuenta como un deber ético y no como obligación o
por llenar requisitos institucionales internos y externos a quienes nos vemos
supeditados en nuestra labor. Sino que dicha acción sea vista como una condición
esencial en los procesos de formación y construcción de ciudadanía de los chavalos y
las chavalas.
En la medida que cada miembro de la comunidad, incluidos los y las adolescentes, se
asumen como sujetos de derechos y responsabilidades, la participación se potencia.
Esta noción desde el CCOAR es asumida desde el respeto que merecen los chavalos
y chavalas de ejercer participación. Pues desde la visión de los adolescentes y las
adolescentes la participación también es “un deber y un derecho que se nos debe
cumplir siendo respetados y valorados como niños, niñas y adolescentes en tanto
ciudadanos que somos”.
En esta última afirmación se presenta el ejercicio de ciudadanía como parte del
proceso de participación protagónica. La ciudadanía es condición inherente a la
persona, al ser humano como tal. Es la capacidad de ejercer libre y plenamente los
derechos civiles, culturales, políticos y económicos que como tal se nos confieren
desde que nacemos, sin importar color, raza u origen; es la capacidad de incidir en las
decisiones que permitan el mejoramiento de nuestra calidad de vida y la de las demás
personas.
Las niñas, niños y adolescentes son reconocidos como ciudadanos a través del
Código de la Niñez y la Adolescencia y este instrumento es un referente legal de sus
derechos y responsabilidades.
Pero esta experiencia nos dice que este ejercicio de ciudadanía; antes de ejercerlo en
las esferas de toma de decisiones públicas a través de “la incidencia política
ciudadana”, debe comenzar en el seno de las familias; la escuela, o bien como se
había planteado arriba, en un primer momento en espacios con acciones desde
grupos de interés de adolescentes; construyendo la base de la participación
comunitaria a través de un proceso. No olvidando también la responsabilidad del
Estado en la creación de políticas sociales y destinación de recursos que aporten a la
construcción de ciudadanía en Nicaragua.
Nos cuestionamos entonces: ¿Con qué referentes los chavalos y chavalas exigen
derechos o se acercan ante las autoridades municipales o ante cualquier otro espacio
de decisión municipal?, ¿Según su edad, son sus verdaderas motivaciones o
prioridades? ¿Solo basta con un paquete de talleres brindados a los niños, niñas y
adolescentes sobre sus derechos para lograr su movilización y ejercicio de incidencia?
No podemos dejar un lado que la crisis de ciudadanía y participación trasciende a los
adultos quienes en la realidad no hacen este ejercicio.
Además, cuando muchas veces, estas acciones están supeditadas a
condicionamientos, lineamientos y propuestas temáticas de los organismos donantes
que en la práctica nos hacen saltar y acelerar procesos de transformaciones reales y
conscientes de los sujetos; con el fin de obtener reconocimiento a corto plazo que de
que somos una organización que estamos haciendo “verdadera incidencia política
ciudadana”.
A partir de este experiencia, creemos que desde la niñez y adolescencia se puede
conllevar un proceso hacia la construcción de una identidad protagónica y ciudadana,
no obstante tiene que llevarse en un proceso a mediano y largo plazo, respetando sus
etapas y su ritmo, de acuerdo a su edad y sus propios intereses; observando los
cambios y complejidades del contexto.
Pero hay que prestarle mucha atención de cómo estamos llevando ese proceso; y
tratar de hacer algo parecido a la escalera de Hart (1993), citado por Ordóñez Morales
(2000); en la que propiciemos el protagonismo trascendiendo de una participación
simbólica, decorativa y manipulada a una participación auténtica y consciente hasta
llegar a alcanzar el protagonismo. Para los y las adolescentes el hecho de participar es
igual a incidir, no importando en los espacios en los que se encuentren, pero sí
haciéndolo de manera articulada.
Ahora bien, cuando mencionamos arriba a la familia, en la medida que ésta le permita
a la niña, niño o adolescente asumir responsabilidades de acuerdo a su edad, tomar
decisiones y promover la expresión de sentimientos, seremos más capaces de
defender nuestros derechos y cumplir con nuestras responsabilidades. Más adelante
veremos al hablar de la parte afectiva cómo este elemento es crucial y transversal en
los procesos de promoción de la participación protagónica.
La ciudadanía se construye cuando la familia reconoce que tenemos derechos como
seres humanos y personas, desde esa lógica se trabaja el derecho a la expresión de
sentimientos, a la afectividad, al amor. La familia es la base de la ciudadanía si en ella
se promueven los derechos; sin obviar la responsabilidad que tiene el Estado en la
creación de condiciones y oportunidades que permitan a las familias vivir ese ejercicio
de derechos, asumiendo también responsabilidades.
Expectativas de aprendizajes fuera del entorno familiar
A pesar que la familia es un espacio donde idealmente debe comenzar la participación
y el ejercicio de derechos y responsabilidades, los y las adolescentes se motivan más
en participar en espacios o iniciativas fuera del entorno familiar, para adquirir nuevos
aprendizajes y hablar de temas que en sus mismas familias no se tocaban.
Para los adolescentes y las adolescentes participantes, es en el entorno familiar donde
muchas veces se truncan rápidamente sus expectativas, puesto que en general sus
tutores a cargo (sea padre, madre, abuelo, abuela, tía, tío, etc.) no promueven
espacios de diálogo y más bien ellos hacen que los niños, niñas y adolescentes
cumplan sus expectativas de adulto y adulta primero que todo.
Ante la falta de referentes de una comunicación alternativa con sus hijos e hijas,
establecen más bien relaciones de poder, de dominación, que consciente o
inconscientemente sostienen por temor a perder su autoridad o por el miedo a
“desproteger” a los suyos de experiencias negativas, partiendo de sus propias
experiencias de vida, sobreprotegiéndoles.
Esta situación ha sido corroborada desde el inicio de la experiencia, a través de los
testimonios e historias de vida de los chavalos y chavalas en la que salen a relucir las
condiciones, resistencias y cuestionamientos de padres, madres, tías y otros tutores
alrededor de la participación de los y las adolescentes en los encuentros organizados
en el CCOAR en el proceso de esta experiencia. La decisión de participar o no,
siempre fue una constante negociación entre los tutores y el equipo del CCOAR
quienes desde inicio buscaba estrategias de convencimiento para facilitarle a los
adolescentes la oportunidad de participar.
Sin embargo aunque la participación estaba condicionada por los adultos de las
familias, la decisión y la motivación de ejercer este derecho a participar en este
proceso siempre fue una constante necesidad e interés de los y las adolescentes. Es
así que por ellos, se lograron propuestas de espacios de participación que giraron
alrededor de sus propios intereses y preocupaciones particulares, compartidas y
recomendadas al CCOAR.
Hemos vivenciado que en la medida que los y las adolescentes (niños y niñas
también) participan se propicia un proceso de conocimiento de si mismos de manera
individual y colectiva; dicho de otra manera comienzan a explorar su identidad y la
búsqueda de la misma; lo cual también pasa por afectos y desafectos. Por ello
también hemos explorado dichos aspectos a continuación.
Construyendo juntos “Identidad”
Podemos afirmar que en esta etapa de diálogo, construcción y validación de
significados el tema de la identidad se fue manifestando de manera implícita en las
actividades con los/las adolescentes, incluso encontramos que la participación, la
identidad y el afecto constituyeron elementos que se entrelazaban, donde lo uno
llevaba a lo otro, se alimentaban entre sí y se construían de manera paralela.
La identidad constituyó el hilo conductor en la experiencia; no obstante se tornó un
tanto difícil de conceptualizar este término debido al proceso de concientización de la
visión o conocimiento de si mismo que esto implica; precisamente en esa búsqueda y
reflexión individual y colectiva de pensar en el soy, el ser o el somos. El preguntarnos
sobre nuestra identidad, pasa de inicio de ponerse como persona en el centro de
importancia, del cuidado, del descubrimiento y la propia observación. Redescubrirse o
reconocerse a sí mismos como personas parecida o distinta a los demás.
Abordar esta parte fue muy interesante debido precisamente a la etapa crucial de
búsqueda de la misma identidad en la que los y las adolescentes se encontraban;
quienes al preguntarles directamente sobre cómo definían “identidad” fue un tanto
difícil decodificar. Pero vale decir que era un término que manejaban claramente a
partir de nociones, vivencias y de sus propias inquietudes e incertidumbres al
respecto. Un aspecto que estaba ahí, como para entenderlo y construirlo juntos y de
manera individual.
Los y las adolescentes lograron afirmar lo siguiente: “la identidad se construye con el
origen, con el nombre y el apellido que te dan en la familia, por la sexualidad y el
género, por el modo de pensar, por lo que hacemos; y nosotros afirmamos que los
estereotipos dañan la identidad”. Esto último (sobre los estereotipos) lo destacaron
como de suma importancia al pensar en la identidad; pues sentían que la
discriminación les acechaba desde distintos flancos en la sociedad; por ende pedían
que fuera necesario romper con ese factor, obstaculizador de sus iniciativas
individuales y grupales como adolescentes.
Pero para ver si la promoción de la identidad constituía un elemento importante en los
procesos de participación, protagonismo y sentido de vida para los/as adolescentes,
nos hemos guiado de todas las afirmaciones que sobre identidad nos hicimos (Ver
contexto teórico, página #40).
Partiendo de la premisa de que las organizaciones de adolescentes serán más
eficaces en su participación social, en la medida que logren establecer su identidad
colectiva; hemos realizado actividades en la primera etapa, experimentando ejercicios
que reflejaban el tema de la identidad observando el proceso de participación en la
conformación de los grupos de trabajo.
Esto nos ayudó a visualizar las iniciativas que surgen en el seno del grupo; desde la
vivencia propia de los chavalos y chavalas, sus propias formas de organización, de
intercambio, de diálogo, sacando la creatividad de manera espontánea (ejemplo: la
atribución de nombres específicos a sus grupos), planteando propuestas y temas de
manera muy particular, reflejando así su sentir respecto a la identidad.
Viendo hacia donde apunta la identidad para los y las adolescentes en la experiencia;
ésta va a lo colectivo; al sentido de pertenencia a la comunidad, municipio o grupo al
que pertenecen; como algo importante que hace emerger el reconocimiento de si
mismos en un espacio en común; realizando acciones que les permiten aclarar y
ejercer mejor su identidad, lo cual también es posible en la medida de cada otro u otra
aclara la suya.
Es por ello que es importante afirmar que el arraigo hacia la comunidad es esencial
para reforzar la identidad comunitaria y desde allí potenciar la participación
comunitaria. Expresiones como las siguientes llamaron la atención; “Nandaime: un
rinconcito de Nicaragua donde aprendí a ser yo” “Estamos orgullosos de ser
nandaimeños (as) por nuestras costumbres y tradiciones, por las cuales nos
identificamos, somos originales en lo que hacemos no nos comparamos con ningún
municipio o departamento”, expresadas por los mismos adolescentes al preguntarles
sobre el significado de lugar de donde vienen.
Estas son expresiones que engloban a un municipio; y nos puede dar una idea que
cada quien de alguna manera se siente identificado también por su barrio, su comarca,
su calle, por el lugar donde se vive. No obstante que el arraigo pasa por los afectos y
desafectos de la persona en particular con la otra gente de la comunidad y se
manifiesta en las tensiones, conflictos que se presentan de vez en cuando.
Fuimos avanzando en el proceso asociando las dinámicas, actividades y ejercicios
grupales con el tema de la identidad. Así por ejemplo podemos mencionar otro
aspecto muy solicitado por los chavalos y chavalas, lo que revelamos como un
elemento clave en la construcción de la identidad; y es el reconocimiento e integración
esencial del ser humano con la naturaleza y su ubicación en ella desde la percepción
de los y las adolescentes.
Desde esta perspectiva muchas de las propuestas y actividades de los/las
adolescentes fueron encaminadas en ese sentido; tales como las caminatas en el
bosque, la identificación de cada uno con un elemento de la naturaleza; además de
ser un actividad de ocio, ha sido una actividad de aprendizaje y reflexión, pues
expresaron que el medio ambiente incide o no (dependiendo de su estado) en el
mejoramiento de sus vidas. De ahí la necesidad de formar un grupo de adolescentes
con interés en sensibilizar alrededor la importancia del medio ambiente y a partir de él
incidir en el municipio con acciones concretas.
Al respecto uno de los adolescentes dijo:
“Las actividades realizadas, aptas y convenientes para nosotros los adolescentes.
Recreativas y divertidas, pero sin perder su objetivo principal que era apoyarnos a ver
desde otra perspectiva la verdadera cara de la vida. Entre muchas actividades la
principal y más importante para mí, fue la de interacción, relación y comunicación con
elementos naturales, ya que me ayuda y a cuidar más a las plantas y animales y
también a no discriminar a las cosas más pequeñas...” (Hombre adolescente, 16 años)
Al favorecer las condiciones para reflexionar sobre este tema, si bien es cierto que los
y las adolescentes apuntaban a fortalecer la identidad colectiva, hemos considerado
que a partir de dicho interés fueran surgiendo y tomando referentes que les ayudaran
a aclarar mejor la identidad individual y colectiva, tomando en cuenta el contexto en el
que estaban inmersos, donde se mezclaba lo generacional arraigado a las tradiciones
propias de la localidad y lo intercultural que alcanza a la sociedad nandaimeña como
consecuencia de la globalización; identificando un punto de tensión al respecto.
Asimismo al abordar la identidad, nos hemos remontado al hecho de que los y las
adolescentes en la consulta previa al proceso visualizaron la carencia afectiva y la
necesidad de satisfacer la misma como parte esencial en la construcción de identidad
personal que fortaleciera la estima de si y el bienestar consigo mismo y los demás.
En tanto vivenciar el afecto y la manifestación del mismo en esta experiencia fue
importante en las distintas dinámicas grupales, volviéndose el proceso más sinérgico,
lo cual es una característica en el modelo de trabajo que estábamos construyendo. Ya
que tocamos la parte afectiva esto ha sido crucial para los chavalos y chavalas por lo
que vale la pena hablar al respecto.
Construyendo juntos el “Afecto”
En la medida que realizamos las dinámicas y actividades con los y las adolescentes,
entre los cambios observables fue la parte afectiva entre ellos y ellas; pues se
promovía la confianza para la demostración. A la vez que se habló del tema
comenzando en primer lugar a entender lo que significaba para ellos y ellas, bajo la
convicción del CCOAR, que en la medida que los y las adolescentes se sientan
capaces de adquirir nuevos conocimientos y reflexiones contribuye a quererse a sí
mismo/a y aporta al desarrollo de su auto estima.
El debate sobre el afecto, comienza en la familia; los y las adolescentes hablaron de
los difícil por ejemplo de “dar un abrazo” o decir palabras de aliento como “un te
quiero”. Fue un tema que no habían abordado antes en ningún espacio; y era
pertinente tocarlo pues muy ligado a la participación y la identidad, el afecto contribuye
un elemento esencial para el desarrollo integral de la niñez y adolescencia en general.
Parte de las frases que dijeron los y las adolescentes, entre hombres y mujeres, fue lo
siguiente.
“El afecto nos beneficia de nuestros trabajos, en nuestros estudios, y sobre todo nos
ayuda sentimental y emocionalmente”.
“Es un sentimiento que nace del corazón hacia una determinada persona. Es una virtud
de solidaridad. El afecto son acciones o aptitudes que hacen sentir bien a las personas
que lo reciben. Son aptitudes de amor, ternura, y hasta comprensión. Estas nos ayudan
a sobresalir en nuestra vida, logrando así nuestras metas y propósitos”.
“Afecto es querer a las personas darle amor sin esperar nada a cambio. Es un
sentimiento bonito, lindo, bello que el señor nos ha regalado para que lo pongamos en
práctica con nuestra familia y con amigos verdaderos”
Los chavalos y chavalos lo sabían porque siempre hizo parte de las discusiones y sus
preocupaciones; además porque es un derecho y necesidad fundamental que para
ellos debe comenzar desde sus familias y luego pasar a sus amistades. Aunque no lo
reciban en las familias; son capaces de demostrarlo cuando se propician las
condiciones a través de los encuentros como los promovidos en el seno de esta
experiencia.
Pero hablar de afecto también pasa por entender los desafectos y tensiones que se
presentan en la misma familia y en las mismas amistades, asimismo identificar las
demostraciones de afecto no sanas y que muchas veces responden a los referentes
de los mismos padres y madres. Se habla de la expresión inadecuada y la no
expresión que perjudica la autoestima y el sentido de la vida de los chavalos y
chavalas.
Notamos el cambio en el desarrollo de los encuentros y en las dinámicas de grupos
cuando se daban las condiciones de una buena comunicación asertiva y manifestación
de afecto que inyectaba un ambiente de paz, gozo y de armonía, que constituyó una
experiencia que marcó porque ayudó a nutrir a cada uno y cada una distintas formas.
“Todo fue interesante, pero lo que más me impactó fue el temas del Afecto, pues
hablamos de lo difícil que es dar un abrazo; lo que significa decir palabras bellas para
los demás. Por supuesto hubo risas y risas, lágrimas de alegría al saber que hay
organizaciones que se interesan por este tema y lo duro es reconocer que los gobiernos
no invierten en este tipo de eventos”. (Mujer adolescente 14 años).
“Mi experiencia ha sido fenomenal, alegre, porque he aprendido a amar, proteger,
querer más. He conocido a nuevas personas y aprendido que dos personas pueden
formar un grupo y tomar la iniciativa de poder de cambiar el pensamiento a las
personas querer, amar la naturaleza como un miembro de la familia.” (Mujer
adolescente, 15 años)
Esta reflexión sobre los afectos nos conduce plantearnos el amor como una necesidad
y también como un deber y un derecho humano sagrado. Necesario en estos
tiempos, nuestras prácticas de intervención social y como propuesta de promoción
social, desarrollar y fortalecer la capacidad de amar y dar afecto desde la dimensión
espiritual que nos encaminen a procesos de transformación y resistencia humana
precisamente en medios hostiles y de desesperanzas, que fueron marcados
precisamente por el desamor que conduce a la violencia, la traición, la desconfianza,
etc.
Lo anterior, para seguir ejerciendo el privilegio humano de ser profundamente
humanos; sobre todo en estos tiempos donde el desamor se justifica por la tendencia
única e imperante de la vida material como modelo de desarrollo basado en la
acumulación y la explotación y que tienen como principios el egoísmo, la indiferencia,
la venta y compra de todo.
Hablar de afecto es proponer de una nueva relación que tenga como base la equidad y
el respeto. El afecto como propuesta en las relaciones entre adolescentes; deconstruir
una práctica de relaciones marcadas por la falta de comprensión entre las partes
(indiferencias) que generan abismos e incertidumbre e infelicidad.
Expectativas y capacidad para generar propuestas
En la medida que íbamos dialogando sobre Participación, Identidad y Afecto se
reflejaba el cambio de los y las adolescentes en relación al tipo de propuestas de
promoción del PIA en el trabajo con ellos y ellas mismas. Lo interesante en este
proceso fue la facilitación de procesos participativos de co-planificación precisamente
como propuesta de acción sinérgica alrededor de las problemáticas que afectaban a
la adolescencia.
La planificación del campamento “Ángeles Alegres” con los chavalos y chavalas nos
aportó estrategias comunicativas de interacción y negociación con los mismos y entre
los mismos para logran un fin común, el aprendizaje que queríamos lograr pero
planificado colectivamente y desde los conocimientos previos de los y la sujetas.
Partimos en la planificación que todos y todas sabemos algo y podemos aportar algo.
En esta lógica donde no hay uno que sabe menos o sabe más pudimos aprender
haciendo los facilitadores y los sujetos.
El impacto en este proceso participativo de planificación conjunta y desde la
perspectiva de los sujetos generó una metodología que propició ya su ejecución del
campamento o en la práctica los siguientes resultados:
Logramos un campamento con fines educativos y de diversión alternativa que motivó
grandemente a los adolescentes a participar activamente. Se logró potenciar aptitudes,
educar sobre los derechos y responsabilidades, etc. Generar espacios de convivencia
e intercambio sano (física y espiritualmente) a nivel personal, grupal, cultural y con el
medio ambiente; tal como lo indican los testimonios siguientes:
“Para mí el campamento fue algo súper maravilloso, porque pude vivir una
experiencia con todos los que asistimos a él. Aprendimos un poco más de todos,
compartimos e intercambiamos ideas, una de las cosas que más me gusto fueron los
juegos, que todos sonreímos, realizamos caminatas por la finca, fue muy interesante
porque pude conocer un poco más sobre la naturaleza”. (Mujer adolescente, 15 años)
“Todo me pareció interesante, educativo, comunicativo, se respetaban las opiniones
que se comentaron en la fogata, pero lo que más me gustó fue que a la hora de la
reforestación pensar que en ese momento que estaba sembrando el palito de madroño
estaba contribuyendo en dos aspectos: a mi nacionalidad dando a conocer el árbol
nacional, y lo importante que el ser humano debe aprender a cuidar el medio
ambiente”.(Mujer adolescente, 14 años).
En sí no se trataba de enlistar una serie de actividades sin sentido para ellos/ellas sino
propuestas sinérgicas de acciones sobre la Participación, Identidad y Afecto. Así por
ejemplo la reforestación, caminatas y el conocimiento sobre la medicina natural y
plantas de la zona, lo asociaron a participar y a desarrollar la parte afectiva con el
medio ambiente; los intercambios sobre mitos, leyendas e historias de Nandaime, a la
identidad; compartir sus propias historias de vida y anécdotas a la parte afectiva, entre
otras actividades y propuestas planteadas de las siguiente manera:
“Alguien inicia y cada quién completa según lo que conozca (del relato, leyenda o
historia), una vez completada se escucha de nuevo la historia y se reescribe a partir de
la creatividad de los jóvenes, puede salir al aire por Radio La Nandaimeña (Registro/
grabar)”.(Propuesta de cómo narrar historias de Nandaime de parte de los adolescentes)
“Compartir habilidades de cada una de nosotras, respetar nuestras ideas y apoyarnos
mutuamente entre todas, demostrar el afecto entre todos los jóvenes, cantar, bailar
hacer juegos dinámicos donde participemos y haya afecto… compartir historias de
vida, anécdotas de cada una de las participantes en un ambiente natural en donde estén
presentes los pájaros, árboles, etc.” (Propuestas de actividades para las adolescentes
mujeres)
Las expectativas y propuestas planteadas por los y las adolescentes a desarrollar en
Nandaime para promover su participación, identidad y afecto fueron las siguientes:
a. Compartir la experiencia vivida por otros niños, niñas y adolescentes de otros
grupos por medio de los medios de comunicación.
b. Promover el derecho a la identidad desde la niñez; creando espacios de
sensibilización para padres y madres de familia sobre la importancia del
registro civil de niños y niñas tanto de la zona rural como del casco urbano.
c. Propiciar espacios para desarrollar el afecto y expresar sentimientos y
emociones entre adolescentes y jóvenes.
d. Muy ligado a lo anterior promover la expresión adolescente a través de través
de actividades artísticas en los distintos espacios y fechas importantes del
municipio especialmente en lo religioso y social; por ejemplo: a través del baile,
música, dibujo y teatro.
e. Promover intercambios entre adolescentes y jóvenes (clubes) sobre sus
aprendizajes desde sus espacios de participación.
f. Promover y reconocer la participación de la niñez, adolescencia y juventud a
través del intercambio entre redes comunitarias de adolescentes.
Estas acciones o satisfactores sinérgicos de Participación, Identidad y Afecto las
impulsarían desde distintos grupos de interés, propuestos por los chavalos y chavalas
desde el inicio de la experiencia y concretados durante el campamento juvenil. Los
grupos estarían conformados desde el CCOAR en una red de aprendizajes de
adolescentes.
Importancia de integrar un grupo
Pero la creación de grupos de interés surge desde el momento en que los y las
adolescentes mostraron el interés y entusiasmo de seguir con los encuentros y en la
insistencia de dejar actividades pendientes para las siguientes convivencias. De ahí
que se observa la coincidencia entre el CCOAR y los adolescentes de querer
promover grupos de adolescentes como espacio para las estrategias de participación.
Los grupos responden a los intereses particulares de los y las adolescentes
principalmente en lo referido a los talentos y la parte artística. No obstante en esta
primera etapa se deseaba seguir creando grupos con otros tipos de interés y que los
mismos adolescentes dijeron querer integrar tales como: Medio ambiente, tecnologías,
comunicación, teatro, etc., además de reforzar los ya existentes como danza folklórica
y música.
Desde esta inspiración hemos aprendido la importancia y el sentido que un grupo toma
en la vida de los y las adolescentes. En sus planteamientos la creación de grupos de
intereses va más allá de un simple número de personas que interactúan con
características similares o las que tienen intereses comunes, etc.
Los grupos tienen y plantean un gran significado que es esencial para la etapa que
esta viviendo el o la adolescente, y sobre todo adolescentes viviendo en contextos de
violencia, abandono, pobreza, maltrato y de falta de oportunidades para recrearse,
desarrollar habilidades y aspiraciones, etc.
Considerar entonces como estrategia la asociación de los adolescentes en grupos de
acuerdo a los intereses que venían surgiendo se concibió como punta de lanza o el
espacio común, desde los cuales los chavalos y las chavalas se proyectarían en un
proceso de crecimiento personal y ejercicio de protagonismo en diferentes esferas.
Además de contribuir con la cultura de organización y planificación entre adolescentes
e impulsar la participación y la incidencia; pues para CCOAR en la medida que logren
incidir, se sienten “parte de” y fortalecen su identidad en tanto adolescentes y en tanto
sector “sujeto”.
Los grupos son concebidos como una oportunidad de interacción, recreación y sacar
lo mejor de ellos mismos, en un ambiente distinto, considerarse como una familia, un
refugio, conocer otros experiencias pues en sus vidas cotidianas siempre están
buscando espacios para reforzar sus identidad, para salir de espacios tradicionales
(escuela, iglesias, casa).
Están en la etapa en la que empiezan a alejarse de sus padres y madres de familia en
busca de su identidad, en la que los amigos y amigas se vuelven más importantes, en
las que los grupos de amigos es un refugio seguro, para encontrarse, y experimentar
nuevas ideas. Asimismo en los que comienzan a enfrentar conflictos y tensiones, por
problemas de aprobación y desaprobación entre adolescentes.
Reconocimiento del juego como herramienta metodológica de aprendizaje
Un elemento clave observado en las vivencias de los chavalos y chavalas y que
constituye un elemento facilitador del proceso fue la implementación de la metodología
con enfoque lúdico, a través del juego con lo que iniciamos la experiencia.
Haber observado eso y tratando de concretar una guía que cómo promover la
Participación de los y la adolescentes, se pensó en profundizar y validar el juego como
metodología en el trabajo con ellos mismos/a por lo que se propuso a los y las
adolescentes y que los mismos facilitadores entraran en ese proceso.
Desde la misma la vivencia del juego construyéramos un concepto común que
sustentara una guía de participación con enfoque lúdico que nos habíamos planteado
como estrategia de promoción de la participación y el protagonismo de los y las
adolescentes en Nandaime.
Con el fin de generar proceso dinámicos y de construcción de conocimientos,
encaminamos a vivenciarlo en dos momentos, con los adultos y los adolescentes para
definir y validar su utilidad en todo el proceso de esta experiencia. Llegando a la
consensuar el juego como:
“El juego es un derecho y una actividad libre e inherente al ser humano sin
importar la edad, el cual nos permite aprender conocimientos, pero además
conocernos a nosotros/as mismos/as y compartir con los demás. El juego lo
hemos de considerar como una acción libre, divertida entre una y más personas
que da salud al cuerpo y alma del ser humano”. “El derecho al juego es un
satisfactor sinérgico que lleva al niño, la niña y adolescente a vivir otras
necesidades como la del entendimiento, identidad, ocio, afecto y participación”.
El juego en esta experiencia constituyó una herramienta importante en la construcción
de aprendizajes significativos tanto de los adolescentes como del equipo facilitador.
Para los adultos porque se dialogó alrededor de un concepto que siempre había hecho
parte de la vida cotidiana y del que muchas veces no habían tenido la oportunidad de
vivirlo debido a sus experiencias de vida basadas en la subsistencia, en la que el juego
no era la prioridad.
Además de que el derecho a jugar estaba culturalmente asociado a la etapa de la
infancia y muchas veces conducido por los adultos. Sin embargo lo que más les había
marcado en la vida precisamente habían sido esos momentos de su niñez en los que
habían reído y gozado a través del juego en distintos espacios (en su casa, con los
vecinos, en la escuela, en la calle, etc.).
De esta manera sugirieron como como importante que la organización continuara
generando estos espacios de recreación a través de juego para permitir a los y las
adultas “recomprender” esta necesidad y su importancia con el fin promover el
derecho al juego a sus hijos e hijas.
Para los y las adolescentes la oportunidad fue de aprender sobre la importancia del
juego como un proceso de aprendizaje mediante el cual podían trabajar y reflexionar
sobre temas de mucho interés, adquirir nuevas habilidades, conocimientos,
sentimientos, principios y valores como la solidaridad, la justicia; ya que consideraron
que jugando se aprende a conocerse así mismo, conociendo de si ciertas actitudes
que le permiten experimentar emociones que les llevaban a una definición de si
mismos.
Asociándolo a la realidad, se pueden construir aprendizajes colectivos para la
transformación. El aprendizaje colectivo permite deconstruir representaciones yendo
hacia una nueva concepción de prácticas de la vida cotidiana. Pero dijeron que si se
toma muy arraigado el sentido de juegos competitivos, el juego no proporciona las
ventajas y aprendizajes que podemos experimentar.
“Y así después fuimos jugando y jugando, hasta por último realizar trabajos grupales
para definir el concepto de juego, pero además integrar diversos aspectos sobre las
condiciones necesarias para jugar, qué tipos de juegos son los más idóneos”.
(Vivencias entre adolescentes y facilitadores para construir un concepto de juego)
El proceso de construcción colectiva, en nuestro caso, lo facilitó el hecho de haber
partido de la experiencia y el conocimiento de la gente (adolescentes incluidos)
adquirido de sus vivencias cotidianas a lo largo de su existencia. El vivenciar un
momento que permitiera ver la realidad para cuestionarla o reflexionarla, lo cual indujo
a compartir, reconstruir y replantear conocimientos que llevaran al cambio y la
transformación.
Esto último estuvo encaminado en la búsqueda colectiva de conocimientos que nos
permitieran generar procesos de participación y protagonismo de los y las
adolescentes. Fue así que fijamos algunos criterios y condiciones para que el juego
sea una metodología encaminados en esos procesos; principalmente para que la
adolescencia pueda darle un significado a sus prácticas y vivencias cotidianas.
Algunas de las condiciones necesarias para el juego se juego (que ayude a la
transformación):
a. Que permita el tiempo, espacio, disponibilidad y sobre todo personas con quien
compartir.
b. Que cree las condiciones para que la persona pueda desinhibirse, estar abierta
a la diversión colectiva y el compartir.
c. Que se realice con personas que de verdad tengan la voluntad de jugar
d. Que respete el deseo de la persona de querer participar o no pero que motive a
través de la facilitación de un espacio acogedor para brindar la oportunidad
para jugar, juegos alternativos y llenos de aprendizajes, apertura de los
participantes.
e. Que oriente y recuadre el juego que vamos a jugar, dando a conocer reglas
básicas porque sin reglas se cae en e caos, pero se asume que parte del
juego romper las reglas cuando son parte de la transformación de todos y
todas, pero se debe siempre mantener unas reglas de referencias.
f. Que establezca la confianza entre todos los participantes; no imponiendo o
llevando de la noche de la mañana un tipo de contacto físico entre las personas
que pueda generar malestar, vergüenza, timidez, choque, etc., si no que se
vaya poco a poco respetando el ritmo de la persona.
g. Que el juego permita ir creciendo y creciendo más, se debe crear condiciones
para las personas con capacidades diferentes se incluidas sin hacerlas sentir
con limitaciones.
h. Que el juego propicie una actitud del “Jugar con libertad”, evitando el
surgimiento o la intención de alguien en el grupo que al jugar vaya a discriminar
o que alguien se sienta discriminado.
i. Que se construir un buen ambiente del juego. Amarrando el espacio y creando
el espacio para jugar
Así también se plantearon aquellos aspectos que limitan la disponibilidad de los
sujetos a jugar y que se debería tener presente en estos procesos para propiciar su
participación:
Las capacidades o limitaciones físicas (personas que tienen alguna discapacidad física
o que por su obesidad, edad, enfermedades o falta de costumbres), en ocasiones el
tipo de juego no les permite participar como quisieran, sin embargo los juegos deben
ser inclusivos y de acuerdo con las capacidades del grupo hay que adaptar los
mismos para que las personas no sientan incapaces o diferentes a los demás.
Para los y las adolescentes abordar el tema les hizo ver que es un derecho que en la
sociedad no es visto como tal, principalmente en las familias donde se les niega. Otros
elementos que limitan el juego, en la adolescencia es el hecho que estos asuman roles
de adultos desde muy temprana edad por razones culturales, económicas, etc. que
crean miedo en los mismos adolescentes de participar en actividades de juego debido
a los estereotipos y prejuicios que han aprendidos sobre el juego.
“¡A la escuela no se viene a jugar, se viene a estudiar!”
“¡Esto no es un juego, esto es algo importante!”
“¡Jugar es perder el tiempo!”
“Jugar es solo cosa de niños”
“Jugar es poco serio”
¡Basta de jugar, a trabajar!
“Jugar es para vagos que no tienen nada que hacer”
Además la participación de una persona en un juego lo limita el autoritarismo de los
tutores/as, los y las actitudes irrespetuosas o autoritarias de los facilitadores del
proceso del juego y las relaciones de poder que se establece entre adolescentes-
adultos/as.
Otro resultado de este proceso es que se consideró que el juego como herramienta de
procesos participativos que conduzcan al protagonismo y el cambio social puede ser
aprovechado como herramienta útil no solo para divertirse, sino que puede ir
encaminada e intencionada o lograr lo siguiente:
a. Aprenden nuevos conocimientos jugando. El juego para aprender y
relacionarnos con otras personas.
b. El juego es un medio de sociabilidad y de encuentro con uno mismo, es sacar
nuestro niño interior, vivir nuestras emociones, nuestras tristezas, nostalgia,
presta las condiciones para expresar nuestros sentimientos.
c. A través del juego nos damos la oportunidad de demostrar afectos y descubrir
que tenemos esa capacidad de expresar afectos por medio de abrazos,
aplausos, etc.
d. En el juego se resaltan todas esas habilidades que llevamos con nosotros y
que hacen parte de nuestras dotes y que muchas veces reprimimos.
e. A través del juego tenemos la oportunidad de desbordarnos y de dejarnos
llevar por nuestras emociones.
f. El juego estimula esa capacidad de pensar y ser mejor persona y de igual
manera el juego estimula nuestra personalidad y el desarrollo cognitivo.
g. Jugando podemos desarrolla la inteligencia.
h. A través del juego podemos sociabilizar con otros y otras Se sociabiliza con
otros/as.
i. En el juego se aprender a competir, cooperar para competir y cooperar.
Todo lo anterior fue construido entre adolescentes y miembros del equipo de
facilitadores del CCOAR; obteniendo insumos a tomar en cuenta como eje en las
actividades y acciones comunitarias mencionadas arriba, asimismo que los
adolescentes las tomaran en cuenta y las integraran en sus vidas cotidianas.
Como se trataba de construir una Guía de Participación de adolescentes con Enfoque
Lúdico y al hablar y quedar claros sobre la definición del juego, fue un aspecto que
impulsó el abordar el tema del protagonismo con los y las adolescentes. En primer
lugar porque se trataba de construir un guía en buscaba la participación protagónica
de adolescentes, como referente concreto y segundo lugar por su carácter
participativo; esto facilitó que con los chavalos y chavalas se creara un perfil del
adolescente protagonista de Nandaime.
Pero para crear el perfil del o la adolescente protagonista que sirviera para
adolescentes del municipio de Nandaime, se realizó a partir de las propuestas sobre
los tipos de protagonismo planteados por Luis Felipe Ulloa (2009)quien desde sus
experiencias de trabajo con adolescentes clasifica el Protagonismo en líder, impulsor y
ejemplarizante, dependiendo de los desempeños principales que realiza la persona y
que son diferentes en calidad o intensidad a los del resto de los/as participantes.
¿Por qué utilizaron estas categorías? porque Luis Felipe fue parte del equipo
facilitador y era algo novedoso para los y las facilitadoras del CCOAR designados de
realizar esta actividad, además de que la propuesta contemplaba una guía de
preguntas que facilitó a los chavalos y chavalas a identificar las características de los
adolescentes protagonistas en las distintas dinámicas comunitarias.
A pesar de que la guía ya estaba construida, que los y las adolescentes tenían que
ubicarse y delimitarse como protagonistas con base a los criterios y conceptos sobre
los tipos de protagonismo antes mencionados, éstos fueron capaces de brindar
aportes y alimentar las características de un adolescentes protagonista líder, impulsor
o ejemplarizante, lo que ha enriquecido más el instrumento utilizado por los y las
facilitadores, así como brindar aportes a los mismos/as adolescentes en cuanto a
obtener nuevos conocimientos sobre los desempeños y roles que realizan en la
comunidad y que los pueden conllevar a analizar qué tipo de protagonismo está
realizando.
Ejemplo de recomendaciones de los y las adolescentes protagonistas-líderes para
otros/as jóvenes que empiezan como protagonistas (Ver borrador de guía para los
otros tipos de protagonismo).
Ir paso a paso pero con decisión
Aceptar consejos de quienes ya tienen experiencia
Empaparse del tema, cada vez
Autoevaluarse
Evitar que “se le suba el ego”
Escuchar a quienes dirigen
Comportarse adecuadamente en cada situación, aunque sea difícil
Aprender a expresarse cada vez mejor
Aprender a conducir al grupo.
Reconocer los límites del propio liderazgo
Ayudar a que aparezcan otros protagonistas
Puntos que no deben faltar en las guías para protagonistas adolescentes según las y
los participantes:
Consejos para seguir mejorando
Importancia de seguir los sueños propios y las metas
Cómo avanzar gradualmente
Qué hacer para construir confianza en sí mismos
Cómo hacer planes de trabajo
Cómo mantener al grupo estable y activo
Cómo convencer a otros
Cómo llamar la atención del grupo para unir esfuerzos
Cómo desarrollar otros protagonistas
Ideas para tomar buenas decisiones
Cómo solucionar problemas que se presentan
Identificando factores obstaculizadores en la validación
En esta primera etapa se lograron obtener insumos importantísimos para mejor
intervenir en las situaciones que afectaban a la adolescencia a través de satisfactores
sinérgicos de participación, identidad y afecto desde las propuestas de los mismos
adolescentes; asimismo nos ofreció elementos determinantes y decisivos en cuanto la
metodología de construcción participativa de nuestro modelo de trabajo.
Sin embargo existió una tensión constante entre la necesidad de responder a la lógica
de un proyecto, que apoyaba todas las actividades con adolescentes, y en el que nos
demandábamos rendir informes y escribir en un documento formal sobre el modelo de
trabajo de intervención acción comunitaria del CCOAR y la lógica de proceso
participativo, vivencial, experimental que queríamos seguir en esa construcción.
Desde los primeros encuentros con los adolescentes se concibió como un proceso que
tenía que ser dinámico, participativo y sobre todo desde la validación y los
aprendizajes desde las vivencias de los y las adolescentes. Esto significaría que la
conclusión de nuestro modelo duraría más que un año.
En ese mismo sentido, debido a la cantidad de propuestas de parte de los y las
adolescentes, se dio una tensión constante de cómo guiar de manera metodológica los
encuentros de convivencia desde los elementos que contemplaba el Piale y la
validación del mismo ya en el terreno. Pues algunos de los facilitadores de CCOAR
tenían poca experiencia en manejar procesos con enfoques participativos y lúdicos,
además todo lo referente al modelo PIA y sus vivencias era reciente para el equipo.
Pero sobre todo en la gestión de encaminar lógicas de procesos en el trabajo con
adolescentes.
Considerando que en esta etapa se validarían estrategias de participación, identidad y
afecto; no todo el equipo de facilitadores lograba en el momento o después de los
encuentros sistematizar el proceso vivido, sacar las riquezas o lo esencial de los
aprendizajes que no debían perderse de vista para los futuros encuentros y sobre todo
para la creación del modelo sinérgico, debido a la cantidad de insumos que nos
aportaban las convivencias y las tareas de orden institucional que se sumaban a
diario.
Desde un inicio el proceso participativo propició la construcción conjunta de
significados alrededor de participación, identidad y afecto desde nuestra realidad; que
ahora al revisar la experiencia se ve la riqueza en cuanto a generar nuestros propios
conceptos y producción de conocimientos.
No obstante se produjo tensión en el equipo cuando se incorporaron categorías y tipos
de protagonismos para trabajar con los y las adolescentes construidos desde otras
experiencias; pues al revisar la lógica que se quería llevar, se trataría en facilitar un
proceso en el que los mismos adolescentes construyeran sus propios significados;
descubriendo todos y todas juntas.
Sin embargo constituyó también un aprendizaje en la medida que los y las
adolescentes dieron muchos aportes que enriquecieron y agregaron más elementos a
los conceptos sobre protagonismo, y los facilitadores también obtuvieron nuevas
percepciones y recomendaciones.
La tensión se produjo al sentir esto último vino hacer ruido al proceso de construcción
participativa y desde la perspectiva de la gente, la cual veníamos siguiendo. Pues no
todos los del equipo facilitador estaba de acuerdo con este hecho porque no se
comunicó previamente y no se acordó como parte del proceso de inicio. Esto vino a
parar la construcción de la guía de participación de adolescentes con enfoque lúdico y
decidir que al finalizar el proceso de la última etapa del proyecto iríamos preguntando
a los chavalos y chavalas estos conceptos y retomar nuevamente la guía.
El lidiar con la espontaneidad, la energía, la creatividad, el entusiasmo, la astucia y la
rebeldía de los y las adolescentes fue otra tensión constante, pues hizo falta que el
equipo pusiera un mínimo de parámetros de referencia para encaminar ciertos
procesos, pero eso también dependía de los facilitadores en el momento, sin que esto
obstaculizara o pareciera imposición de reglas rígidas que más bien abortaran el
proceso participativo.
Un ejemplo de esta tensión fue la conformación de grupos de interés, pues la mayoría
de los y las adolescentes deseaban integrar varios a la vez y finalmente eran los
mismos quienes integraban todo los grupos lo que generaba inestabilidad y la
dificultad de darle seguimiento y constituir formalmente una red de aprendizajes para
intercambiar con otros adolescentes sus aprendizajes y experiencias de vida.
Espacios facilitadores para el sentido de vida
Poner en marcha las acciones sobre Participación, Identidad y Afecto constituyó un
desafío que tuviera como eje la búsqueda y la implementación de estrategias
sinérgicas que nos condujeran a promover y potenciar dos elementos fundamentales
para el desarrollo de la persona.
Un desafío tuvo que ver con la visión de futuro que puede conducir al camino de la
auto-realización personal y que puede expresarse luego en la auto-realización
colectiva. Y la otra es el proceso de construcción y reconstrucción de una conciencia
crítica que permitiera a los y las adolescentes ser sujetos protagónicos, que les llevara
a un proceso de reflexión- acción de ir tomando la vida en sus propias manos. El reto
es el poder convertirse en gestores de cambio social, transformando la realidad en la
que viven a través del darle o encontrar el sentido de su propia vida.
El taller motivacional con adolescentes en la escuela de secundaria nos hizo conocer
el complejo mundo de la realización, los logros y los éxitos personales, así como
también la cuestión de la orientación profesional en un contexto particular en un
municipio como Nandaime. Esta actividad que surge desde las recomendaciones de
los y las adolescentes y se consideró como una de las primeras actividades en las
que tuvieron la oportunidad de reflexionar alrededor del proyecto y sentido de vida.
Nuestro primer aprendizaje y profundización, al cual tenemos que volver a darle
seguimiento especial en nuevas prácticas de intervención social, fue la cuestión de la
orientación profesional y la decisión de los sujetos y sujetas, en este caso los y las
adolescentes.
En estos intercambios con ellos/as, han recordado que siguen ausentes en nuestro
país políticas que propicien el desarrollo humano integral de la persona. En particular
no conocen de programas, estrategias o servicios que faciliten la orientación
vocacional o profesional de las personas, especialmente de la adolescencia y la
juventud nicaragüense.
Aquí entra en juego el vasto y complejo mundo de la “toma de decisión”, sea el poder
elegir una carrera profesional que marcará el destino de la vida de un o una
adolescente o el hecho de saber qué otras alternativas ofrece el contexto aunque no
cuenten con los recursos para continuar con estudios superiores. Esto se suma a
esta etapa de la vida en la que además todavía se está en la búsqueda y definición de
su propia identidad.
“Pienso que hicieron bien en venir, somos jóvenes y adolescentes que muchas veces
nos sabemos por dónde ir, no sabemos qué estudiar y esta es una oportunidad para
reflexionar”,(Hombre Adolescente, 16 años)
La preocupación de los y las adolescentes se vio marcada por la angustia y la
incertidumbre que son producto de una serie de factores internos y externos que les
dificulta saber elegir correctamente o tomar la buena decisión en cuanto a la elección
de su carrera o su vocación. ¿Pero cómo saber que se toma la buena decisión u
orientar a otros a tomar “la buena decisión” si para los adultos ya es un asunto todavía
complejo?
Vemos que la toma de decisión referida a una elección profesional en nuestro país se
soluciona con la aplicación de “test vocacional” o con la aplicación generalizadas de
pruebas psicométricas pero si apenas se logra tener esa oportunidad. Estas pruebas
psicométricas están orientadas a descubrir habilidades numéricas y manuales.
La decisión de los y las adolescentes también se ve predeterminada por la cuestión
económica y se decide a partir de las facilidades y recursos disponibles (el bolsillo).
Por lo tanto eligen a partir de las ofertas más económicas que les dan a conocer
distintas universidades. Esto último muchas veces con el fin de mercadear sus
servicios y ganar clientes.
En este compartir experiencias del presente, que paradójicamente después de 20
años son idénticas a las vivencias y experiencias que también vivimos de
adolescentes, nos llevó necesariamente a reflexionar en el futuro de país y en el
necesario cambio de las estructuras de poder. Así como también en nuestro papel
como profesionales de lo social tanto a corto, como a largo plazo en un contexto
antagónico y adverso que lo agrava la historia y las consecuencias de la misma.
Pendientes de la realidad nos dimos cuenta que no es suficiente pensar en resolver el
problema interviniendo con la protesta y la propuesta en lo individual para empujar
procesos de cambios colectivos. Se hace necesario redescubrir nuevas formas de
intervención y promoción social que generen cambios certeros. Estos deben
propiciarse desde y en el conocimiento, en el respeto del sentir de la gente que vive
con las problemáticas cotidianas.
Lo anterior se debe dar a sabiendas de que muchos de nuestros trabajos
necesariamente deberían de ser asumidas desde las políticas sociales. En un contexto
como el nuestro, el Trabajo Social y todas las carreras humanísticas deberían ser
planteados a nivel de una militancia social.
Hacer incidencia para influenciar las estructuras de poder si pero cómo. Pueden
definitivamente haber muchas formas de incidencia pero definitivamente optamos por
la tarea de empujar procesos de aprehensión de la conciencia crítica y liberadora, o en
el acompañamiento de las personas en lo que más les importa o les preocupa y que
se relega a un último plano.
Lo expuesto arriba tiene que ver como el asunto del proyecto de vida y el sentido de
la vida de la persona, lo que tiene que ver con todo. Con una seguridad laboral, con la
felicidad, con el desarrollo y fortalecimiento de competencias, aptitudes,
potencialidades y habilidades, auto reconocimiento, motivaciones, con recuperar la fe,
la confianza y en esta realidad en la participación que nos abre otras posibilidades en
situaciones de injusticia social.
“Este tipo de espacios significó mucho para nosotros los estudiantes del quinto año
porque el hecho haber tomado el tiempo para compartir, hablar de lo que nos
preocupa y lo cual muchas veces no podemos hablarlo con nuestra familia o en otros
espacios porque no nos escuchan, quizás porque no comprenden nuestros intereses y
más bien muchas veces nos quitan la inspiración por la cuestión de la economía. Si no
hay dinero ya no podemos hacer nada y es una locura soñar en grande te dicen.
Entonces estos espacios son de suma importancia para nosotros los adolescentes y
jóvenes que soñamos con una vida más digna a pesar de venir de la pobreza” (Joven de
19 años que participó en estos talleres).
Inmersos en ese contexto dicho anteriormente, el propiciar espacios de reflexión
colectiva para discutir sobre los desafíos económicos, políticos, sociales, familiares,
personales de coyuntura permite potenciar en primer lugar la motivación, las
aspiraciones y sobre todo encontrar estrategias de resistencia para no dejar morir los
sueños a pesar de estar dentro, en un contexto que te ofrece como única vía de
solución la resignación y la impotencia.
A la vez y además donde es el mercado es el que impone sutilmente las carreras
“importantes”, basadas en la economía, las finanzas y el mercado y donde los
adolecentes se sienten ahora más atraídos no quizás por vocación sino por las
ilusiones que el mercado te ofrece.
En este espacio de discusión hemos notado que los y las adolescentes de cierto
modo se encuentran envueltos en una encrucijada, invadidos por la publicidad de las
universidades las que les ofrecen sus carreras profesionales como una forma de
competencia con el otro/a y de presentar el éxito del profesional como la forma de
acumulación de dinero.
“A todos nos gustó mucho la charla, nos hablaron sobre elegir una carrera sea
universitaria o técnica, la que tiene que ver con nuestra visión de futuro, ese
intercambios nos ayudó a comprender en que carrera estaba nuestra mente. Este
intercambio me ayudó a pensar que no podíamos quedarnos estancados, porque de eso
depende nuestro futuro, que debemos seguir nuestras metas y propósitos acompañado
siempre de valores.
Ese momento fue como una manera de tener esperanza y motivación para seguir
adelante. Aprendí que opciones podemos tener y no dejarnos abatir por las
situaciones adversas, que nosotros tenemos la opción de saber que hacer con nuestras
vidas, al tomar una decisión. Comprendí que no solo debemos quedarnos preocupados
por elegir una carera para generar ganancias y poder aunque esa carrera no sea la
que verdaderamente nos guste; sino de elegir para adquirir conocimientos y poder
aportar al desarrollo del pueblo.
Así mismo tener la opción que naciera de nosotros mismos y no influenciados por lo
que veo, por el deseo de otros, por lo que me dicen o me imponen estudiar. Cuando las
personas del CCOAR se fueron de la sala, nos quedamos comentando el grupo de
clase, sobre la importancia de tener más espacios como este y por más tiempo porque
nos necesarias para nosotros como adolescentes y jóvenes porque te impulsa, te
motiva y demuestra que en la vida a pesar de vivir situaciones difíciles se puede salir
adelante como los ejemplos expuestos de los presidentes de Ecuador, Bolivia” (Mujer
adolescente 18 años)
Este hecho hace también que la adolescencia se dirija meramente por carreras
económicas, consideradas estas como las importantes, las que les puedan dar
“estatus”; por otro lado ven las carreras humanísticas con desprecio. Por ejemplo
ninguno de los y las adolescentes mencionó las carreras de Trabajo Social o
Sociología. “Te vas a morir de hambre”, son algunos de los comentarios que una
persona recibe si ha elegido una carrera de servicio a la comunidad.
Este acercamiento con los y las estudiantes del último año de secundaria (cuya edad
promedio son adolescentes) nos permitió corroborar que acciones encaminadas a la
orientación vocacional y socio-profesional son legítimos y necesarios para encaminar
procesos que conduzcan a darle sentido a la vida. Porque lo que da sentido a una vida
es lo que llena, lo que satisface, lo que realiza a la persona y la hace feliz.
En esta experiencia nos dimos cuenta que el acompañar procesos populares desde el
enfoque del Trabajo Social y comunicacional puede conducir a generar procesos de
esclarecimiento de la identidad vocacional.
“La pregunta sobre qué queríamos estudiar, nos hizo reflexionar sobre si estábamos
seguros con la carrera que teníamos en mente. Es interesante conocer la importancia
de tener la opción de estudiar carreras que apunten al desarrollo de la comunidad.
Llevaron la canción Color y Esperanza de Diego Torres, la que me ayudó, me motivó
como persona, ese día tuve conciencia de mi rendimiento académico ya que en ese año
mis notas eran bajas y lo que yo anhelaba estudiar era la medicina, turismo o
periodismo pero sabia que necesitaba buenas calificaciones y entonces realice un
examen de conciencia como estaba mi situación académica, además que nos dieron
palabras de aliento para no detenernos y siguiéramos luchando en este caminar”
(Joven 19 años, participó en los talleres)
Esto nos dejó una gran interrogante aunque no necesariamente fuera de nuestro
campo de acción: ¿Cómo acompañar procesos de aprendizaje de orientación
vocacional libres de intereses y necesidades impuestas también en la construcción de
propuestas creativas de trabajo o de inserción laboral que contrarresten y hagan
resistencias a las tendencias del mercado hegemónico?
Son estos espacios para los y las adolescentes indispensables, sobre todo que
cuando sienten que pasarán a una nueva etapa de sus vidas y que se enfrentan con
un nuevo camino, prematuro para tomar decisiones claves y en lo cual no se sienten
preparados, por lo que necesitan orientación y guía.
“Es interesante nos hablaron de las carreras universitarias, así como las técnicas,
carreras que estuvieran alcance de nosotros; reflexionar sobre las carreras que tengan
un perfil de ayudar a la ciudadanía. Fue una manera de motivar a los estudiantes a
estudiar que soñar no es malo. Nos hizo pensar en alternativas para seguir
estudiando”. (Mujer adolescente 18 años).
Motivaciones de adolescentes sobre temas de interés
Desde el inicio de la experiencia los y las adolescentes se motivaron por crear
espacios de discusión alrededor de inquietudes, dudas y sobretodo preguntas sobre
temas “tabú” que difícilmente podían hablar en cualquier lugar o momento, por miedo a
ser juzgados o tildados, sobre todo en el entorno familiar donde la comunicación gira
alrededor de los deberes. Las dudas tienen que ver con temas vinculados con la
identidad y el afecto lo cual tiene mucho que ver con su proceso de maduración y
crecimiento.
De aquí en adelante los temas de los talleres fueron saliendo a partir de sus
inquietudes y también por la capacidad de los facilitadores de hacer una inducción
sobre las situaciones o problemas que los y las adolescentes planteaban en los
talleres y por ende los que valía profundizar con ellos y ellas.
Los primeros temas de discusión que querían abordar giraron en torno a la identidad y
roles de género, salud sexual reproductiva, los embarazos a temprana edad, la
violencia intrafamiliar y sexual. Temas surgidos a partir de la interrogante de una
adolescente que con otras querían saber: ¿Cómo los hombres podían tratar bien a las
mujeres?
Temas que se vinculan y que están directamente influenciados desde la perspectiva
de género que opta por planteamientos cognitivos de la realidad precisamente desde
las miradas de los géneros en sus relaciones que tocan y cuestionan el poder en los
procesos de construcción de nuestra identidad cultural del ser hombre o el ser mujer
socialmente aprobada en la sociedad.
En tanto si estas concepciones se basan en la dominación de un género sobre el otro
genera consecuencias derivadas como la desigualdad, la discriminación, el abuso de
poder, la violencia, entre otros; manifestándose y legitimándose porque es y como
parte de “la idiosincrasia de un pueblo”. Esta practica justifica la inviabilidad del
quehacer para el cambio debido a que se concibe como una condición natural y no es
fácil para quienes intervienen en este sentido porque se debe cuestionar el poder y
eso trae consecuencias.
Pero para nosotros, hemos optado por una estrategia menos confrontativa y
encaminando nuestra reflexión en la búsqueda del compartir, reconocer y ceder ese
poder mal entendido que genera abismos, violencia, rupturas y dolor porque se vuelve
opresor e incompatible e intolerante entre el nosotros y nosotras particularmente pero
sin negar que también se puede producir igualmente entre el nosotras-nosotras, entre
el nosotros- nosotros a distintos niveles.
En este contexto tan complejo y por la misma demanda de los y las adolescentes
hemos integrado en esta experiencia esta perspectiva de género pero en la búsqueda
y en la experimentación de metodologías de trabajo con adolescentes para producir
esos cambios desde la mirada de los géneros. Partiendo de las miradas de las propias
experiencias de vida y del contexto cultural que se forjan y se expresan desde las
políticas, la familia, la escuela, la sexualidad, las dinámicas familiares, comunitarias,
religiosas, etc.
Hemos tratado de desmitificar en el proceso vivido con los y las adolescentes que la
cuestión de género no tiene que ver solo con las mujeres o está encaminada para las
mujeres sino que parte de la cosmovisión que tenemos sobre las relaciones entre los
géneros y cómo eso nos afectan en la construcción de relaciones justas y equitativas.
“Creo que como joven nos sirvió a todos, porque el joven está propenso a hacer lo que
ve, es una manera de forjarnos en una mejor relación hombre y mujer, y no cometer
errores. Dicen que cada cabeza es un mundo, pero ¡qué bien que he tenido la
oportunidad de no caer en machismo y racismo!, me ayudó en valorar más la vida de
las mujeres, y apoyar a realizar las tareas de la casa, etc.”. (Hombre adolescente 17
años)
Estas temáticas tocan profundamente las relaciones de poder y su relación con la
forma de vivir y concebir la sexualidad. Recordemos que la educación sexual es una
demanda de los y las adolescentes, lo que a la vez constituye una necesidad humana
y un derecho humano fundamental.
Una educación sexual pertinente condiciona el crecimiento integral de la persona y por
ende debe ser parte esencial del proceso formativo que puede ayudar a mejorar las
relaciones entre los géneros y a la vez puede dotar de herramientas para la vida de los
y las adolescentes que tenga como base el respeto y la equidad; que les permita
mejorar sus condiciones, pues este tipo de formación puede ser preventiva de
problemas de salud que les afecten física y psicológicamente.
“Para mí fue una manera de ver la sexualidad como algo normal en los seres humanos
y despojarme de los mitos, me ayudó mucho porque en la familia no se logra hablar de
sexualidad; me apoyó para responderme varias incógnitas que tenía, fue un espacio
que encontramos para conversar. Este espacio se dio analizando la responsabilidad
que tenemos y como jóvenes hombres reflexionar sobre que hombres y mujeres tenemos
los mismos derechos, y que los hombres podemos lavar, limpiar, cocinar. Por otra
parte valorar el trabajo doméstico que hacen mujeres ya que ellas realizan este
trabajo y no se les valora, ni tampoco se les paga, es mentira decir que las mujeres no
trabajan en la casa” (Hombre adolescente 16 años)
Pero no solo de la anterior pregunta originó la necesidad de hablar y de buscar el
cómo enfrentar ciertas adversidades cotidianas; sino también por el hecho que
muchos de ellos y ellas vivían situaciones vinculadas con los temas y eran testigos,
incluso desde la niñez de situaciones problemáticas en sus propias familias. Estos
afectan a distintos niveles tanto a los y las adolescentes, sin embargo esas vivencias
afectan a la niñas y las adolescentes principalmente por los roles de género.
“Los talleres fueron una experiencia muy bonita, ya que los jóvenes nos reunimos, fue
una oportunidad de tener acceso a una educación sexual, conocer las consecuencias
que trae un embarazo a temprana edad en las jóvenes, pero también a los hombres
porque hablamos del machismo, y que debe haber responsabilidad compartida, fue una
oportunidad de aclarar todas las curiosidades que como adolescentes tenemos sobre la
sexualidad, me gustó el sentido de responsabilidad, y de que nos dijeron que en la vida
todo es a su tiempo, ya que debemos vivir nuestras etapas no podemos arriesgar
nuestras vidas y sueños. Por otra parte hacer reflexionar que hombres y mujeres
tenemos los mismos derechos” (Mujer adolescente 17 años)
La educación sexual desde la perspectiva de género en esta experiencia pudo hacer
reflexionar a los y las adolescentes sobre otros beneficio que conlleva el dialogo y
entendimientos de las partes aunque no tengamos el mismo sexo y género.
Estos espacios ayudan a aprender a convivir, a fomentar los derechos humanos, la
igualdad entre las mujeres y los varones, ayuda a ir interiorizando valores
relacionados a los roles de las mujeres y los hombres sin estereotipos y en el marco
del respeto y el reconocimiento y aprendizajes de actitudes positivas en torno a las
concepciones de la sexualidad, la opción más informada, consiente en su cuido
personal al respecto.
“Para mí fue experiencia en la que nos sentimos en confianza en preguntar aspectos
que a veces no se pueden tocar, fue importante porque tanto hombres como mujeres
conocimos mejor nuestro cuerpo, y reflexionamos sobre cuales eran nuestros sueños, y
lo implica lograrlos, es importante ver como los embarazos en adolescentes truncan los
sueños; y por eso no es recomendable comenzar una relación sexual a temprana edad,
también las consecuencias de la violencia, reflexionar sobre lo mal que le hace a la
mujer, pero también al hombre” (Mujer adolescente 18 años)
La cuestión de los roles ha sido fuente de tensión, pues al hablar de lo que significaba
ser hombre (masculino) y ser mujer (femenino) sacó a relucir ciertas inconformidades
de las mujeres sobre todo cuando algunos adolescentes (varones) atribuían tareas a
las mujeres o roles de género aprendidos tradicionalmente.
Al respecto las adolescentes se sentían catalogadas y encasilladas a labores o tareas
domésticas por el hecho de ser mujeres, lo que llevó a plantearles el reto a los
hombres de ubicarse en el zapato de cada una para que entendieran cómo se sentía
cuando en su casas las miraban como sirvientas y lo que implicaba el hecho que
desde niñas tenían que asumir con cargas domesticas que era difícil para ellas.
El trabajar estos temas donde se tiene que cuestionar el poder implica en todos los
momentos una postura crítica y asegurar sostener una postura que facilite procesos de
cambios. En este caso, el que implica la participación de adolescentes donde también
las relaciones que se establecen están marcadas por relaciones de poder en la que
las mujeres son vulnerables debido a la sociedad patriarcal.
En este debate y de confrontaciones de postura cuando trabajamos con grupos
mixtos; como lo fue y lo es en nuestro caso, es importante desde nuestra experiencia
mantener una postura inclusiva y trabajar estos temas desde un enfoque vivencial y
experiencial, no fomentando la mentalidad antagónica o de incompatibilidad entre los
géneros. Sobre todo en la medida que queremos lograr cambios profundos, debemos
ir más allá de las desventajas del uno frente al otro evitando caer en revanchismo;
proponiendo ubicarnos en los zapatos de cada uno y cada una.
Al final tanto mujeres como hombres sufren las consecuencias del sistema, pues al
intercambiar sobre estos aspectos nos dimos cuenta una vez más que los
adolescentes también sufren de la distribución de roles de género, pues obliga a
moldear su masculinidad bajo cierto parámetros de la sociedad. Sus aprendizajes son
producto de las consecuencias del sistema patriarcal.
Por el contrario, los y las adolescentes reflexionaron sobre el sentido de
responsabilidad, en lo que articulan tanto ellos/as como adolescentes y la organización
en cuanto a conducir procesos de toma de conciencia sobre relaciones hombres y
mujeres en lo familiar, amistad y como sociedad.
Este primer paso sirvió también para que los y las adolescentes adquirieran
información adecuada evitando banalizar el tema el sexo, evitando inducir al
libertinaje y el irrespeto de los y las adolescentes quienes habían puesto su confianza
en nosotros.
En si se trató de inducir este tema compartiendo con ellas y ellos conocimientos
suficientes y sobre todo científicos alrededor de la sexualidad y la pubertad, además
sensibilizarse para de construir esos roles tradicionales atribuidos a la mujer y el
hombre y que tanto afectan en las relaciones afectivas y equitativas entre
adolescentes.
“Yo tenía muchos problemas en mi hogar, y esto es importante porque con el dialogo
podemos evitar cualquier tipo de violencia o maltrato, ahora tengo una relación más
comunicativa; apoyo en las labores de la casa. Los talleres de educación sexual, de
género me gustaron porque los adolescentes van descubriendo, y también porque es
importante encontrar la información adecuada, ya que la información inadecuada
hace tanto daño a sí mismo y a la familia” (Joven, 20 años)
Además de poner en el tapete otras preocupaciones que esperaban tener la
oportunidad de abordarlas y discutirlas en el camino, convirtiéndose también en
motivación para seguir en los grupos de interés. Esos otros temas fueron propuestos
por los y las adolescentes pero diferenciados por género y tratando de especificar las
situaciones les afectaban tanto a mujeres como hombres y que son necesarias
abordarlas ya que incidían en sus condiciones de vida y formaban parte su entorno.
En ese sentido los hombres propusieron temas como:
Las relaciones sexuales a temprana edad (temas ligados a percepciones sobre
la sexualidad, cómo afrontar la presión para tener relaciones sexuales)
Embarazos prematuros y maduración temprana de adolescentes (Cómo
afrontar el ser padres y madres a temprana edad)
Alcoholismo, tabaco y las drogas
El VIH y las infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
Grupos juveniles infractores.
Carencia de demostración de afecto en el seno familiar.
Soledad y desesperanza (complejos) (EMO)
Desprecios y rechazos, falta de comprensión
El tema del aborto: muchas lagunas y dudas sobre este tema.
Violencia física, sexual y emocional de adolescentes
Las mujeres propusieron temas como:
La violencia contra las mujeres
Discriminación hacia el sexo femenino
Abandono de los padres hacia los hijos e hijas y no recibir ningún apoyo.
El irrespeto entre los mismos adolescentes
Embarazos no deseados y a temprana edad
Las infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
La prostitución.
El aborto
La drogadicción y el alcoholismo.
En la propuesta de temas pudimos ver bastantes similitudes de temas y que de
alguna u otra forma les afectaban de manera similar o distinta pero lo interesante fue
reconocer los aspectos a seguir abordando alrededor de temas de género. Podemos
notar también que durante la adolescencia pasa algo muy normal de mostrar un
interés creciente en su sexualidad, así como también la preocupación por su imagen
corporal y la relación con su grupo de pares.
Al revisar también otras experiencias de trabajo con adolescentes, en su mayoría
abordan este tema, el que además de estar intrínsecamente ligado al desarrollo físico,
síquico y emocional del o la adolescentes, requieren discusiones honestas y abiertas
sobre estos temas para que logren un manejo adecuado de las situaciones que
diariamente enfrentan y desarrollen conductas responsables respecto a su sexualidad.
La metodología para encarar estos temas juega un papel muy importante y cabe
destacar que motivó la participación, en el caso la presente experiencia, el uso de
materiales audiovisuales y recursos multimedia lo cual fue más atractivo para los y las
adolescentes en la actualidad. Asimismo el haber tomado en cuenta para las
temáticas, le hecho de que fueran un grupo mixto, en el que a pesar de las
confrontaciones se pudo llegar a un entendimiento para favorecer la convivencia, la
democracia y la no discriminación.
“Me gustó mucho porque sentí que a pesar de discutir nuestros puntos de vistas no
terminamos como enemigos y a pesar de ser hombres y mujeres logramos llegar a
comprendernos un poquito y mirarnos diferente. Ahora sé que los chicos también
sienten ganas de llorar y se reprimen más que nosotras las chavalas por lo que les
enseñan. Además que a ellos también les duele que no les dan afecto o cuando les dan
trabajos duros que dicen que son cosas de hombres...lo que debemos hacer es
entendernos y apoyarnos mutuamente para que cuando crezcamos no nos maltraten y
tampoco nosotras hacer mal y darle a nuestra familia paz y tranquilidad en el hogar”
(Adolescente de 16 años).
“Como hombre que soy me gustó la forma que se dio este taller porque nos
respetaron y también nos tomaron en cuenta a nosotros y no nos pusieron como
los “maleantes” de la película contra las mujeres y eso es bueno porque así uno
puede sentarse a escuchar a la otra parte, en este caso a las mujeres que en
realidad debemos de entendernos” (Adolescentes de 16 años de edad).
Espacios para dar un nuevo significado a las vivencias cotidianas
Tal como se planteaba en el capítulo del diálogo sobre la participación, el interés
también de los y las adolescentes comienza en un primer nivel con la motivación de
compartir con sus pares, hacer amigos para recrearse, vivir nuevas experiencias y
paralelo a ello, llenos de la aspiración de desarrollar talentos.
A partir de esta oportunidad quieren ir desarrollando y fortaleciendo otras capacidades,
habilidades y conocimientos; las que efectivamente han logrado desarrollar en grupos
en los que han puesto en juego sus intereses. En la búsqueda de sentido de vida e
identidad integran espacios artísticos que apuntan a la comunicación, la música, la
danza y el teatro. Estos espacios han sido considerados importantes para los y las
adolescentes en ese camino de búsqueda de reconocimiento.
La necesidad de ser vistos y reconocidos/as como sujetos/as capaces, atrae a otros
adolescentes, hombres y mujeres, quienes al ver a otros u otras proyectarse en la
comunidad, se les despierta la motivación de “ser parte de”. Ver la alegría de otros
chavalos y chavalas cuando se proyectaban, yo me dije: yo quiero estar y salir ahí, yo
también puedo”.
Esto último esta vinculado con la oportunidad que cada adolescente se quiere dar en
ese proceso de búsqueda de su propia identidad pero que a la vez también ligado
con salir de una rutina que incluye la escuela, la casa y en algunos casos la iglesia,
para conocer de nuevas experiencias como adolescentes y jóvenes.
El uso de los medios de comunicación (Radio comunitaria La Nandaimeña 98.1fm)
para promover los espacios de participación de adolescentes, niños, niñas y jóvenes
juegan sin duda un papel primordial en este tipo de experiencias pero cuando un
medio tiene en sus políticas contribuir al desarrollo social y por ende local ya que
produce y tramite una programación desde el interés de la población cercana.
Recordemos que esta experiencia hemos creado una estrategia de comunicación para
la promoción de la identidad y el afecto local y fue un espacio constante en esta
historia. Ya que partiendo de la realidad local y sin poseer fines lucrativos logramos
impulsar el PIA como parte de nuestro modelo de trabajo que era encaminado a
través de la oferta de una comunicación alternativa y liberadora que fortaleciera y
promoviera la ciudadanía y desde la producción de conocimiento del pueblo y la
resignificación de nuestra identidad la cultural, etc. Se logra un impacto en la
identidad cultural porque la gente se reconoce y se siente orgullosa de su comunidad.
Nos hemos apoyado de la comunicación radial para divulgar y promover las acciones
y las vivencias surgidas del proceso.; lo cual aumentó el abanico de información y por
tanto de posibilidades para que la adolescencia escogiera en cuanto a espacios de
participación se refería.
Yo no tenía el apoyo de mi mama ni de mis hermanas, fue una motivación propia,
siempre escuchaba la radio la nandaimeña y luego de escuchar un anuncio en la radio
y los programas, mis amigas y yo decidimos venir a integrarnos a danza. En mi caso
me motivé porque mis hermanas también bailaban y yo me moría por bailar, pero el
problema siempre fue que mi mamá me reprimía este deseo porque decía que estaba
muy pequeña para participar en estos grupos a pesar que sé que habían espacios para
niños y niñas. Era algo que yo deseaba, ahora que ya estoy aquí, me da mucha
emoción, siempre quiero estar bailando. (Mujer adolescente 15 años).
Al saber y escuchar en la radio de que existían espacios de participación... totalmente
estaba en un mundo diferente, solo la escuela y la casa, fue un gran cambio rotundo la
manera de vivir la experiencia , todo eso después de pensar de jugar, aprovechar la
vida ya comencé, lo que hice fue la promoción de los derechos, la
responsabilidad.(Hombre adolescente 15 años)
En el mismo sentido anterior, podemos ver que inician con un interés personal que
luego se va entrelazando y reuniendo con los intereses comunes de los otros y las
otras pero que a la vez van naciendo otros intereses. Es así que la razón de ser de los
grupos y la creación de la declaración de identidad de cada uno de éstos, van
surgiendo a partir de las demandas de los mismos chavalos y chavalas en el proceso
de la experiencia, con el fin implícito de incidir en sus vidas y en el municipio de
manera más creativa y en una lógica de proceso, lo cual vuelve más legitimo el
proceso.
Así por ejemplo el grupo de Teatro Jícaro nació bajo la convicción de poner en el tapete los
problemas que enfrentaban la adolescencia y juventud desde una perspectiva cristiana y desde
la misma fe encontrar soluciones o sensibilizar a las familias, principalmente sobre la realidad
y problemáticas juveniles. Además de brindar una nueva alternativa de recreación y
desarrollo de habilidades, creando así otro espacio para fortalecer la participación, identidad
y afecto desde lo local y desde la juventud.
A dos años de existencia del grupo Jícaro se definen como: un grupo de teatro de
contenido social en el cual las y los jóvenes puedan construir una identidad verdadera,
deconstruir esquemas negativos y poder expresar sus emociones a través del afecto entre
iguales para promover transformaciones positivas profundas en la comunidad mediante
procesos de reflexión, debate y conversación.
El grupo de “Jóvenes al Brinco” nació como espacio para prevenir conflictos asociados
a la adolescencia y juventud a través de la Radio; definiéndose de la siguiente manera:
“Un grupo de adolescentes y jóvenes de Nandaime, quienes estamos al brinco con los intereses
de los chavalos y chavalas. Promovemos nuestros derechos y responsabilidades a través de una
radio-revista en la que junto a nuestra audiencia nos divertimos, informamos, aprendemos y
sociabilizamos para la construcción de una sociedad respetuosa de los derechos de la niñez,
adolescencia y juventud”.
El grupo de danza Xóchitl Sol por ejemplo se definió como: un grupo de adolescentes y
jóvenes del municipio de Nandaime con distintos talentos, en constante formación y
aprendizaje, pero con un mismo objetivo; rescatar la identidad cultural a través de la danza
folklórica nicaragüense.
Como podemos leer en estos tres ejemplos se han planteado una serie de desafíos y
cada uno de estos enunciados de identidad conlleva más allá del desarrollo de
talentos; además de promover la cultura de organización y planificación entre
adolescentes, los grupos son considerados como un espacio común de aprendizajes a
partir de los cuales se impulsa la participación y hacen reconocimiento de sus
potencialidades. Pero sobre todos han sido espacios que han servido para desarrollar
la conciencia critica y sensibilizar a la población sobre las problemáticas planteadas
por los/as adolescentes y jóvenes.
Cada uno de los enunciados de identidad de los grupos, implica que los y las
adolescentes desarrollen conocimientos que permitan poner en acción su declaración
de identidad como grupo, yendo más allá del desarrollo del talento artístico o la rutina,
salir de la rutina o huir de los problemas familiares o de recrease con su amigos.
Por tal razón hemos creado desde estos espacios convivencias para la formación y el
crecimiento individual y colectivo propiciando saberes que contribuyeran a generar
proceso de participación, protagonismo y sentido de vida en medio de las
adversidades y para afrontar las mismas a manera de prevención de los efectos que
pueden ser derivados como el alcoholismo, la delincuencia juvenil, la drogadicción,
etc.
Esos procesos que empiezan con los grupos y que pueden parecer no tener gran
significado, además de ser espacios de esparcimiento, recreación e intereses de los y
las adolescentes y que luego pueden convertirse en espacios acogedores y
facilitadores de la participación de adolescentes y jóvenes que pueden llegar a agilizar
el proceso de protagonismo, generación de sentido de vida y empoderamiento social.
Espacios para sensibilizar a la población y para reflexionar la identidad
cultural
Dentro de esos conocimientos surgió la necesidad de también de comprender que
vivimos días difíciles. Estamos precisamente en un momento de transición, hacia una
nueva época en el mundo que no está aun definitivamente delineada, pero en la que
se muestra una tendencia predominante a la implantación de un modelo globalizador
neoliberal, en el que prima el mercado, y el interés apunta definitivamente a los objetos
y no a los seres humanos.
Esos cambios del mundo están influyendo en el sentido de comunidad; aquella
tradición es oral casi desapareciendo lo mismo que sus manifestaciones. Además que
los adolescentes hoy por hoy adquieren nuevas formas de socialización y aprehensión
de nuevos canales del conocimiento, ya no es solamente la escuela, sino el vasto
mundo de las redes sociales virtuales en las que entran poco a poco y gradualmente.
En ese sentido el arraigo hacia la comunidad tiende a cuestionarse cuando no existen
referentes para promover su importancia, aunque al reflexionar el tema de la identidad
esto genera un gran vacío en los y las adolescentes.
Los y las adolescentes aunque viven en este cambio de época, sienten la necesidad
de conocer sobre orígenes, costumbres y tradiciones; por lo que el arraigo hacia la
comunidad se evidencia importante en la construcción de su identidad. Ese sentido de
pertenencia que demandan desarrollar para alimentar la originalidad como pilar de las
identidades sanas de los y las adolescentes; pues saben que los cambios en la
sociedad también les generan muchas contradicciones.
Destacamos la importancia de la identidad citando a Mendo (2009):
“La identidad apela al sujeto viviente y concreto, es decir, para que haya
identidad es necesario que haya personas que la experimenten y la vivencien.
Esto implica el conjunto de experiencias que conforman la vida de cada cual o
biografía personal o proceso de construcción del yo, a lo que se le puede
denominar la “sustancia” de la identidad que es aquello de lo cual está
constituida. Y la segunda dimensión implica un componente afectivo, pues se
ama lo que se vive, aquello que constituye nuestra querencia. Implica la
aceptación de sí mismo y su correspondiente valoración y revalorización”
(s.p.).
Los eventos lúdicos dieron esta pauta en la experiencia y vivencia de la misma desde
la dinámica comunitaria. Además para reflexionar sobre esta necesidad de búsqueda y
fortalecimiento de la identidad colectiva, se crearon espacios para el entendimiento y
significado de nuestra historia, tratando de romper confrontar afirmaciones y prejuicios
sobre prácticas cotidianas, tradiciones y costumbres. Así por ejemplos los chavalos y
chavalas que bailaban comprendieron sobre los orígenes de los pasos, máscaras,
trajes, e historia de las representaciones folklóricas.
“La danza es el rescate de nuestras raíces culturales y como miembro de la sociedad
somos actores, somos quienes tenemos la responsabilidad del rescate, la danza es para
cualquier ciudadano que quiera rescatar la identidad nicaragüense. (Joven 19 años).
“Para mi el grupo de danza folclórica es muy importante porque estamos rescatando
cosas que se han perdido, tradiciones, bailes y costumbres que se han ido dejado atrás.
El grupo es importante porque salimos adelante, aprendemos más y nos caracterizamos
como nicaragüenses...”
Y con las convivencias, no sabría explicar lo que siento, solo que me siento bien y me
siento dichosa. Lo nuevo que aprendí hoy sobre la raíces es diferente a lo que me
enseñan en la escuela. Y hoy siento que aprendí algo diferente, me siento más
liberada”. (Joven 19 años, grupo de danza).
Tratando de iniciar procesos de incidencia en la población, los eventos y espectáculos
han sido la estrategia, de forma creativa, para tratar de incidir alrededor de los grandes
temas que se presentan en esta sistematización, (Participación, Identidad, Afecto), y
de las situaciones problemáticas principalmente de la adolescencia nandaimeña y que
más adelante veremos en el capítulo de los factores obstaculizadores del
protagonismo y sentido de vida de los chavalos y chavalas.
Además de ser un espacio de proyección para los y las adolescentes, también de
niños, niñas y jóvenes; han tenido también como fin provocar cambios en el imaginario
de la población, alrededor del sentido de pertenencia hacia su comunidad; pues han
sido realizados durante las fiestas patronales del municipio, aprovechando de manera
estratégica este espacio que congrega a la población nandaimeña de todos los
sectores.
Temas alrededor de la identidad cultural, la cultura del maltrato, los derechos de la
niñez y la adolescencia, el afecto en las familias, la espiritualidad de la creación y
respecto del medio ambiente, entre otros han hecho parte de los eventos en los que se
ha conjugado la danza, la música, la poesía, el teatro y la pintura.
No se trataba de realizar una simple presentación de bailes folklóricos, obras de teatro
o exposiciones, sino que a través de ellos representar e ir más allá en la búsqueda de
una identidad cultural y espiritual. Es por ello que en dichos eventos siempre se
retoma la historia y por supuesto con mensajes, creencias y símbolos espirituales que
congregan a la población alrededor de una actividad comunitaria y ciudadana que
refuerza nuestra identidad local.
Para los y las adolescentes el impacto ha sido en el reconocimiento de si mismos al
protagonizar dichos eventos y de la población del talento local y principalmente de sus
padres y madres de familia quienes logran estrechar mejores lazos afectivos. En
dichos eventos han participado hasta 80 niños, niñas, adolescentes y jóvenes del
municipio de Nandaime.
Para mi una noche de derroche de cultura, me pareció importante, divertida, colorida,
mágica e inolvidable en mi vida, la que se suma a una de mis experiencias alegres que
he pasado y la considero como otro espacio que ofrece la organización para que la
niñez, adolescencia y jóvenes podamos desarrollar y descubrir capacidades, también
ocuparlo como recreación y poder poner en práctica valores como la ayuda mutua,
respeto entre los grupos e integrantes. Otros aspectos importantes son: el amor al
baile (folklore), sentir la música, oírla ir al ritmo de la música” (Mujer joven 19 años,
sobre todos los espectáculos).
“He desarrollo esa habilidad, me gustó mucho la experiencia, me dio mucha alegría y
emoción conocer más sobre la marimba y presentarme ante el público deleitándolo con
un instrumento típico”.(Adolescente 14 años, toca la marimba)
...Con el teatro hemos llevado diversos temas para que la gente reflexione y cuestione
sus actitudes. La sociedad vive creando muchos estereotipos hacia la mujer, pero tanto
el hombre como la mujer tenemos los mismos derechos y responsabilidades, esa han
sido algunas de las reflexiones planteadas” (mujer adolescente 16 años)
“Es primera vez que participó en un espectáculo, me gustó mucho porque así conozco y
damos a conocer nuestra cultura, el significado de los bailes, y reflexionamos sobre la
vida”,(Adolescente 15 años, habitante de la comunidad Los Paredones).
“Es la primera vez que tengo la oportunidad de participar, es la primera vez que se me
reconoce mi talento, quiero dedicarme a escribir libros, en un libro uno puede
encontrar un consejo, una palabra de aliento, esto es lo que está faltando en la
casa”.(Joven 18 años. Participante del concurso de poesía)
Una oportunidad de entendimiento y de reconocimiento de las familias a sus hijos e
hijas. Un chance para mejorar la comunicación, la confianza y legitimación de los
espacios en los que las y los adolescentes participaban por parte de sus familias y de
ellos y ellas mismas.
“Me he sentido orgullosa de que mi hija este aportando a dar un mensaje positivo en
la danza, me siento feliz y orgullosa. A ella le ha ayudado a relacionarse más con la
familia, con sus amigos, y compañeros de grupo. Yo le digo a ella que siempre siga
adelante en el proyecto de la danza. Esos eventos han servido para comunicamos más,
me cuenta cómo va en las prácticas es una forma de acercamiento, de compartir sus
experiencias, hay confianza entre nosotras” (Madre de una de las adolescentes de los
grupos)
“Me han gustado mucho los eventos, son importantes me gusta que mi hijo participe,
me gusta que desarrolle capacidades, que aprenda nuevas cosas. Me sentí orgullosa de
ver a mi hijo bailando y participando con otros muchachos. Ahora hay más confianza,
él me consulta a mi sus cosas; siente que yo lo apoyo y que voy a decir sí, yo le apoyo
en todo para que él también se sienta bien. (Madre de uno de los adolescentes)
“Los eventos han motivado a mi hijo, había quedado triste desde la muerte de su
abuelo, fue una manera de que comprendiera que hay que seguir adelante a pesar de
las adversidades, ha sido una manera de sentirse bien y orgulloso de presentarse ante
el pueblo. Los eventos han sido una inspiración para los dos. Además fue una
oportunidad para que él viera que él es importante para mí cuando yo iba a verlo
presentarse al público y eso a él le gustó y le gusta que yo lo vaya a ver bailar. Esto
nos ha generado confianza. Yo lo felicito, es un orgullo que él baile para mí” (Mujer,
pobladora de Nandaime)
Estos espacios para vivenciar y experimentar la identidad en familia, también les dejo
a quienes asistieron experiencias significativas que viene fortalecer los vínculos y los
afectos a nivel comunitario y de las familiares de los y las adolescentes.
Vengo a cada año a Nandaime para ver este evento porque tengo una sobrina y una
nieta que baila en los grupos del Centro Comunitario y el año pasado me fui
amaravillada. Me fascinó y le llegue contando a todos mis compañeras de trabajo que
esto fue tan emocionante de una belleza tan preciosa que en ninguna parte lo he visto,
algo tan creativo.”
“Tengo un hijo que hace teatro en el CCOAR y siento mucha emoción, mucha alegría y
ver que mi hijo tiene esos talentos y esas inclinaciones buenas; me llena de gozo.
Porque a la juventud hay que brindarle oportunidad, no sabemos que inclinaciones
tienen, que talento tienen y realmente es una gran cosa lo que hace el CCOAR de
brindarle esos espacios a la juventud”. (Padre de uno de los adolescentes)
“Magnifico este tipo de evento porque así los jóvenes se olvidan de las drogas, de los
vicios, de las cosas malas, yo como madre de familia que tengo una niña en el CCOAR
y conozco vecinos míos que salieron, yo aplaudo esto grandemente”. (Madre de una
adolescente).
Con cada evento ha contribuido con de-construcción del sentido de comunidad como
quizás lo hemos entendido tradicionalmente, principalmente cuando se trata de la
dinámica festiva, pues las fiestas locales siempre han estado acompañadas del
alcohol y de actividades que refuerzan la cultura del machismo y relajo sin sentido.
Más allá de ser una simple actividad pública ha tenido un impacto significativos en la
vida de los ciudadanos y ciudadanas, pues se ha sentado un precedente de recreación
sinérgica y alternativa, invitando a autoridades locales a invertir y promover este tipo
de actividades.
“Me parece excelente idea promover la cultura y hacer esa combinación entre la
naturaleza y lo religioso. Se han puesto las pilas para llenar esos vacíos que hacen
falta y es necesario llenarlos con esos mensajes del medio ambiente, de la naturaleza y
sobre todo combinarlos con las festividades religiosas y aprovechar estos momentos
porque la madre tierra esta sufriendo tanta amenaza. ¡Excelente!.¡Y que sigan los
promoviendo los valores en Nandaime!”. (Poblador de Nandaime al referirse al
espectáculo “Danza Cósmica 25 Julio 2010).
El gran fervor con que los lugareños celebran sus festividades es peculiar, es una
demostración de fe popular. Han hecho mucho hincapié en lo propio y de la tradición
autóctona de Nandaime. Esta es una forma de poder compartir y convivir entre un
pueblo que aspira que sueña, que tiene anhelos; a pesar de tantas dificultades y de
crisis que el pueblo se de un tiempo para disfrutar de los nuestro, de lo que
verdaderamente nos identifica de otros pueblos”. (Joven de Carazo refiriéndose al
Evento del 25 de Julio 2009)
Otros resultados se destacan:
Uso del espacio público para la realización de una actividad que promovió
nuestras tradiciones y costumbres.
Involucramiento de la juventud en el rescate de nuestra identidad cultural,
fomento de valores y principios en lo comunitario para estimular la unidad de
familiar y la identidad principalmente de la juventud nandaimeña.
Involucramiento de la comunidad en la organización de eventos culturales y
participativos.
Motivación en la población principalmente de la juventud del reconocimiento de
sus orígenes, costumbres y tradiciones.
Fortalecimiento de la capacidad de incidencia de la organización con la
apertura de espacios de participación, identidad y afecto en el ámbito
comunitario.
Resignificando el espacio religioso
Aprovechar de estos espacios religiosos fue un aprendizaje esencial y determinante
en la medida que pusimos en juego la tolerancia y el profesionalismo, practicando la
habilidad y la capacidad de escucha del otro y la otra. A pesar de haber actuado en un
espacio religioso, católico, siempre se ha hecho hincapié en respetar y animar proceso
incluyendo las diferencias y la diversidad, aun siendo el CCOAR de inspiración
cristiana (católica), lo que implica no excluir las concepciones de algunos adolescentes
sobre su espiritualidad.
Por el contrario fue un espacio en el que los y las adolecentes aprendieron a
respetarse entre si y a manifestar sus opiniones y propuestas que querían transmitir a
las sociedad desde su misma fe. Fue una oportunidad para actuar desde lo religioso,
desde la fe pero en el respeto y la tolerancia, para lograr que la gente se abra a
escuchar, a reflexionar y quiera poco a poco propiciar cambios profundos a nivel
individual y colectivo.
Como resultado importante a este nivel (coordinando esfuerzos con la parroquia) es el
establecimiento de mejores vínculos familiares y amistosos entre los adolescentes y
jóvenes a través de actividades lúdicas y culturales. El reconocimiento por parte de la
población que desde la iglesia (parroquia) se puede constituir un espacio de
evangelización creativo y propicio para la identidad local.
Y finalmente los jóvenes otorgan un nuevo significado a su participación desde la
iglesia, fuera de lo sacramental, brindando un mensaje diferente, de fe, principalmente
para las familias y los jóvenes que viven situaciones difíciles como el alcoholismo,
violencia, etc. Esto último tiene que ver también con confrontar las tendencias en
intervención social actuales que hacen a un lado las creencias y este tipo de espacios,
por ser juzgados y considerados como obstáculos de procesos de cambio social.
Finalmente, ahora los jóvenes que participaron en esta experiencia nos comparten sus
aprendizajes más significativos de esta experiencia y lo que les aportó en lo cotidiano
y sus dinámicas grupales:
“Los eventos han sido bien importantes, en cada evento que hacemos la gente se
informa sobre el rescate de nuestras raíces, nos ha ayudado en nuestra formación, en
la amistad que entablamos dentro del grupo. Como llevar una relación en la que los
conflicto no afecte el objetivo del grupo, pero que tampoco nosotros tengamos rencor.
Es importante la formación como bailarín, de sentir la música cuando montamos una
coreografía; sentir la música con el corazón para saber lo que estamos haciendo. El
evento de diciembre fue importante para darle otro sentido a la navidad, nos
esforzamos mucho para dar lo mejor de nosotros. Ha ayudado bastante, nuestra
familia ha entendido que la danza no es para mujeres sino para mujeres, ha mejorado
la relación y el respeto. Los aprendizajes han sido conocer mejor nuestra cultura y
comprender que es lo que bailamos para poder transmitirlo” (Hombre adolescente 16
años, Grupo Xóchitl-Sol)
“Los eventos han significado mucho, me ha gustado bailarle a todo el pueblo de
Nandaime, a nuestra señora Santa Ana. El espectáculo de diciembre, me encantó fue
muy bonito y como decía el tema del espectáculo “para RENACER” me ayudó a
renacer a mí mismo, y relacionarme más con mi familia. Me ha servido de mucho;
enseñarnos la responsabilidad que tenemos de trabajar todos unidos. El permiso de
nuestros padres y el apoyo de la familia para participar en el espectáculo, ha sido
importante y esto se ha dado por la confianza y la comunicación, nuestros padres han
comprendido lo importante que estos eventos son para nosotros y nosotros. He
aprendido valores como la responsabilidad, la honestidad, la eficacia y ser centrado
en mis cosas. Le ha dado sentido a mi vida; cuando entre al grupo mi vida era como la
de cualquiera, ahora mi vida ha cambiado, antes me costaba relacionarme con las
personas, ahora ya me relaciono mejor, me ha dado facilidad para la libertad de
expresión y libertad de opinión, y así poder establecer una mejor comunicación en el
grupo, y con la familia”. (Hombre adolescente -14 años, Grupo Xóchitl-Sol)
“A mí me han dejado grandes expectativas, recuerdos. Nos han dado una oportunidad
como grupo; dando un espacio para expresar lo que queremos que la gente entienda; a
dar un mensaje de reconciliación con Dios, con la naturaleza. Lo que me ha dejado a
nivel personal en la familia, ha sido la comunicación esto es muy fructífero porque mi
familia ve lo que yo puedo hacer, me hace sentir importante. Como grupo nos
relacionamos más porque un evento grande es diferente nos conectamos, vamos a las
prácticas diario, sabemos que vamos hacer algo distinto en expresar nuestras
capacidades que hemos desarrollado. Los eventos nos han dejado mayor unidad en el
grupo, estos eventos viene a reconciliarnos tanto en la comunidad, la familia y con el
grupo. Nos permite desarrollarnos cada día más en unión, fraternidad y comprensión
para dar un nuevo mensaje de amor, comunicación, paz con todos. Ha mejorado la
confianza en mi familia. Mi mamá, mis primos y hermano me dicen que bailo bonito, o
si existe algo malo, te equivocaste, no te ríes mientras bailas, te dan consejos, y eso te
ayuda y te alimenta como bailarina. Esa experiencia ha sido buena como familia; nos
ha unido no simplemente el hecho de bailar; sino de aprender nuestras raíces y de
poder comunicarnos expresarle a través de un nuevo mensaje a la comunidad. Me ha
dado sentido de vida porque es una inspiración a seguir adelante, ha poder aprender,
no sólo danza, sino en nuestra vida diaria como conectarnos, involucrarnos más como
personas para brindar y recibir cariño” (Joven mujer, Grupo Xóchitl-Sol).
Factores obstaculizadoresde la participación, protagonismo y sentido de
vida
A través de la dinámica de grupos también se han facilitado encuentros de convivencia
entre adolescentes, constituyendo parte esencial de la experiencia, pues revela
aspectos importantes a tomar en cuenta en el trabajo con adolescentes, pues es lo
que ha generado tensión, contradicción a la hora de pensar en el sentido de la vida y
la visión de futuro.
El CCOAR ha hecho esfuerzos por crear condiciones de participación, de formación en
valores, principios para vivir bien y socialmente aceptable, no obstante surgen una
serie de inquietudes a partir de la misma experiencia y después de conocer casos e
historias de vida de los y las adolescentes. ¿Qué factores inciden para que unos
adolescentes logren entrar en procesos de protagonismo, sentido de vida y otros no? ¿Qué es lo
que hace contrapeso en ese intento por salir adelante en la vida?
La familia, fuente de tensiones, contradicciones y conflictos
La contradicción inicia cuando el chavalos o chavala desarrolla habilidades, adquiere
conocimientos, se empoderan, pero al regresar a la familia en general se encuentran
con una realidad de conflictos e incomprensiones; por lo que se agudiza aún más su
situación debido a que las dinámicas, sus aprendizajes y su proyecto de vida son
opuestos a lo que viven a diario; no solo en las familias, sino en también lo que pasa
en el barrio o la comunidad. Más concientizados sobre sus derechos más confrontan
la realidad que se los trunca.
Ya hemos aprendido en esta experiencia de trabajo con los y las adolescentes que el
asunto de la participación de los mismos y de las mismas primeramente pasa por
varios filtros que tocan los patrones culturales, esos relacionados al poder y las
concepciones de derechos que se manejan en la familia, la escuela y la localidad, en
la cual interviene lo económico y lo educativo.
El tema de la participación, en los espacios fuera del entorno familiar, estálimitado
especialmente a las niñas y las adolescentes como hemos constatado también en el
inicio de la consulta. Espacios que son limitados por los patrones y modelos de crianza
que sostiene los adultos y los que obstaculizan y hasta impiden la participación de los
y las adolescentes incluso en actividades ligadas a la recreación y capacitación. Estas
situaciones planteadas fueron factores obstaculizadores en todo el proceso de la
experiencia.
Sin embargo muchos de los adolescentes participaban sin el conocimiento de sus
padres, hasta el punto de engañar o callar su participación es estos espacios a sus
tutores para poder seguir organizados, puesto que algunos padres de familias les
cortaban este derecho como manera de castigo “me tengo que ir porque mi mama no
sabe que vengo aquí, me prohibió seguir organizado aquí, porque es lo que más me
gusta porque es el castigo que me dieron porque le respondí mal y falle en una tarea
de clase y debo irme porque le dije que ando haciendo una tarea de clase”, eran las
excusas frecuentes que escuchábamos.
Por otro lado debíamos siempre solicitar el permiso y hacer la tarea de convencimiento
para que los y sobre toda las adolescentes pudieran participar. La sobre-protección a
las mujeres era mayor debido a las experiencias negativas vividas por las madres en
su pasado y siempre teníamos que lidiar con ese miedo esas exigencia y condiciones
que nos ponían como equipo para dejarlas participar. “Se la voy a prestar pero
cuidadito con que me le pase algo o me entreguen malas cuentas”.... eran una de las
tantas frases que nos cantaban.
Hemos tenidos que lidiar con estos problemas mencionados anteriormente desde el
inicio de esta experiencia de trabajo con los y las adolescentes. Pudimos notar que en
un inicio de la experiencia, esto se daba a gran escala pero en el trayecto del camino
notamos que más madres de familias fueron cediendo y legitimando la decisión de
sus hijos e hijas de participar en este tipo de espacios, en particular después de los
espectáculos y eventos culturales como explicamos anteriormente.
La presencia de la autoridad era y fue la femenina en gran medida porque la mayoría
de los y las participantes provenían de situaciones caracterizadas por la ausencia de la
figura paterna, y si estaba, no se ocupaba de estos temas. En esta experiencia
pudimos notar debido a muchos factores que las mujeres jefas de familia, no todas,
cuando estaban solas en general ejercían un papel más dominante y autoritario en la
relación con los hijos e hijas.
Dicha situación afectaba la confianza, la comunicación y hasta las relaciones afectivas
entre ellas y sus hijos. Los adolescentes nos confiaban que sus tutoras nos acusaban
de estar quitándoles la autoridad con sus hijos, pues pasaban gran parte de su tiempo
en el CCOAR y muchas veces les reprochaban que se fueran a vivir con nosotros.
Queríamos vencer esos conflictos de interés sin caer en diferencias con las familias;
pues ese era nuestro reto de años, ganar la confianza de las familias y que cambiaran
su percepción de ser una amenaza en la relación con sus hijos e hijas. Pero fue duro
lidiar con la mentalidad adultista y a la vez ser aliados de los adolescentes a quienes
entendíamos perfectamente.Nuestra meta era iniciar un proceso con las madres y
padres de familia en el marco de esta experiencia ya empezó a dar sus primeros frutos
positivos.
Siempre para los y las adolescentes la motivación de “participar” en estos espacios fue
una manifestación de la necesidad y búsqueda de su propia identidad y estima de si.
El hecho de participar les permitió a muchos salir de esos espacios donde se
establecían relaciones de dominación y opresión, salir de un ambiente frío donde no
se manifestaba sentimientos de afectividad o de respeto, donde se genera y se
reproduce de forma natural la violencia física, mental, verbal y emocional;
situaciones que les lleva a su propia negación y falta de visión de futuro en la vida.
Participar de inicio era una forma huida a lo que rechazan en la familia y la
oportunidad de satisfacer una necesidad de identificación con ellos y los demás. Es
la necesidad de ser reconocidos y respetado como sujetos sociales, contrario a los
que se promueve muchas veces en la familia, escuela, comunidad, etc.
Una forma de contrarrestar las relaciones de poder y formas de practicar el poder.
Este poder suele ser cedido por las familias a la escuela; y las escuelas lo legitiman a
través de formas y prácticas de enseñanza que muchas veces son violadoras y
transgresoras de derechos. A través de relaciones de inequidad, irrespeto y carencia
de afectividad en las relaciones de los adultos con los niños, niñas, adolescentes y
jóvenes.
Esas contradicciones les conllevan a refugiarse en falsos satisfactores que alimentan
la búsqueda de sentido de vida y a ser presa de situaciones que mencionan tales
como: embarazos en la adolescencia, prostitución, depresión, violencia, abuso sexual,
enfermedades de transmisión sexual, drogadicción, tentativas de suicidio y los que se
manifiesta públicamente el alcoholismo, entre otras situaciones que se revelan en los
testimonios.
En este sentido es primordial tener en cuenta que los adolescentes y jóvenes
necesitan de acompañamientos solidos, responsables y que tengan como base
principios éticos para evitar que estos espacios sean lugares propicios para
experimentar o refugiarse en falsos satisfactores como el alcohol, los vicios, el robo,
etc. que puedan ser incitados por los mismos adultos que los acompañamos por su
mal ejemplo o su falta de ética y responsabilidad.
Los testimonios compartidos por los y las adolescentes nos muestras como esos
problemas en el entorno familiar afectaban profundamente sus vidas.
“Nosotros mismos nos vamos auto-destruyendo por la falta de afecto de nuestros
padres y madres y buscamos llenar nuestras tristezas con el cigarro, el guaro, la
vagancia, el internet, los celulares y hasta la droga pero eso no le pasa solo a uno,
vemos que a todos aquí de una y otra forma nos pasa lo mismo y a pesar de sentirnos
solos y que somos los únicos que tenemos esos problemas no es verdad y eso nos debe
fortalecer...” (Joven 18 años).
“Él estaba, pero era como que no estaba… nos abandonó a mi hermana y a mí.
Cuando iba creciendo, sufría, porque era alcohólico y drogadicto. Le pegaba a mi
madre, a mi hermana y a mí; nunca nos trató bien. Solo maltrato y abusos”. (Mujer
adolescente 15 años).
“A la hora que dijeron que nuestros padres están allí con nosotros fue difícil ver a mis
padres y solo pude ver a mis abuelos porque ellos fueron los que me criaron desde
pequeña y son los que me han criado hasta la vez. Mi primer trauma fue el abandono
de mis padres. Después a los dos años, fue el abandono de mi madre. Fue muy difícil
para todas porque somos tres hermanas y con conmigo somos cuatro. Mis abuelos se
hicieron cargo de nosotros y nos siguen ayudando”. (Mujer adolescente 17 años).
“Mis padres se divorciaron pero en mi caso es mi padre el que me quiere y que pesar
de no estar viviendo en la casa, él se preocupa por mí pero es tristes porque mi madre
no me determina, me maltrata, le dice a la gente que yo no soy nada suyo. Ella cuando
me pega, me agarra a garrotazos, hasta el punto de quererme matar; hasta que una
vez le falté al respeto. Siempre me dice que me vaya de la casa, yo le pido perdón
siempre por todo lo malo o fallas que hago pero no sirve de nada. Lo que yo hago es
beber guaro con mis amigos para olvidar mis problemas, ella me rechaza y prefiere a
mi otra hermana”. (Adolescente 17 años)
Lo que leemos aquí es cómo adolescentes, tanto mujeres como hombres, resienten
muchas situaciones que viven en el seno de sus propias familias, del entorno más
cercano donde al contrario deben existir condiciones para nutrir el sentido de la vida y
las fortalezas humanas, pero que por el contrario es la fuente de sus tensiones y
contradicciones.
En los encuentros realizados con los grupos, en los que participaron hasta 70
adolescentes y jóvenes, han encontrado un espacio donde se han sincerado y se han
abierto para contar aquello que más les duele. Es sorprendente que con realizar un
ejercicio denominado “camino o ciclo de la vida” o mi “Mi retrato” en las convivencias
grupales, inmediatamente afloraron emociones muy fuertes y de fuerte intensidad, algo
inesperado, sobre todo por las confesiones muy íntimas; sin miedo de compartir sus
sentimientos y situaciones delicadas con entera confianza y honestidad.
Para crecer como grupo, fortalecer relaciones afectivas, fortalecer la autoestima,
deben resignificar y recomprender las etapas de afecto y desafecto por las que han
pasado, tal como ellos afirman para generar confianza y sentirse bien con los demás.
Aunque “algunos no lo lograron de inmediato porque no habían empezado al mismo
tiempo y en el mismo proceso, además que existe un miedo latente de abrirse al
cambio, pues sentían que la carga era muy pesada”
Se menciona que todo lo que se produce en espacio familiar puede ser o no un
obstáculo para generar procesos de participación, protagonismo y sentido de vida. Es
este escenario el que en primer lugar desean que hayan cambios, antes de ellos
emprender acciones de incidencia en otros espacios; o por lo menos que vayan muy a
la par y vinculados para que sea un proceso integral. Al menos en la etapa de la
adolescencia, que aunque, ya comienzan a salir del espacio familiar, son hijos e hijas
que dependen de sus padres, madres o tutores.
En si son ellos quienes hacen un inventario de obstáculos que debe saber enfrentar y
reflexionar, entre los que se encuentran en detalle:
El abandono en sus diversas manifestaciones
De una serie de entrevistas en profundidad con diez adolescentes, ocho han sido
abandonados por sus padres; sin embargo sufren mayores consecuencias y
repercusiones en su autoestima y valoración personal cuando existe la ausencia y el
rol de madre; pues se manifiestan más los problemas y traumas, pues no han sido
sanados.
Son conscientes que la figura del padre es necesaria, pero que la de la Madre es
indispensable: pero no de una madre cualquiera; sino de una madre responsable,
comprensible, amorosa y a la vez cariñosa, que sepa corregir con firmeza; pero con
amor y ternura, que sepa escuchar y dialogar; a la vez que enseñe valores de
responsabilidad, honestidad, sacrificio por el otro (sus hijos en primer lugar).
Pero el abandono no es solo físico, se evidencia y los adolescentes lo relacionan con
el maltrato físico y verbal. Normalmente se les trata con desprecio sintiéndose no
importante para sus madres. Más que ayudarles se les señala de no servir para nada;
no reforzando las ganas de salir adelante en la vida. Los jóvenes se encuentran
decepcionados de no tener a nadie, ni si quiera para preguntarles de ¿dónde vienen?
¿Qué han hecho en clase en el día?, algo que pareciera insignificante; no obstante,
preguntas tan sencillas les hace preguntarse si en realidad vale la pena vivir.
La mayoría ha crecido al amparo de una abuela o de una tía que ha jugado el papel de
madre; dejando de esta manera, grandes vacíos en su persona llevándoles a tener un
mal concepto de la vida y viven con resentimientos profundos que incluso algunas
veces han llegado a pensar en el suicidio.
Otros factores obstaculizadores se mencionan a continuación:
El maltrato físico, verbal y psicológico, que trasciende incluso de las familias a una
sociedad adultista.
El abuso sexual, principalmente de aquellos que se encuentran más cerca y que
supone son de confianza.
El rechazo de sus familiares, amistades y por estereotipos asociados a la juventud;
pues gran parte de la problemáticas sociales se culpa a la pérdida de valores de la
juventud. Algo parecido pasa con la discriminación; principalmente por las diferencias o
bien por los estereotipos asignados a la juventud.
La desintegración familiar producto de las migraciones (hacia Costa Rica
principalmente en busca de empleo).La desintegración familiar también es asociada
al hecho que no encuentran unidad y armonía en la familia, pues igualmente tanto
padres como madres vienen cargando una serie de situaciones propias de sus
historias de vida.
Modelos de crianza basados en la cultura del maltrato físico y la comunicación
violenta: Pocas demostraciones de afecto hacia los hijos e hijas, lo cual se relaciona
con la indiferencia y la falta de valoración a las capacidades y potencialidades de los
chavalos y chavalas; pues se refuerzan aspectos negativos y complejos.
La corrupción asociada con las mentiras, el oportunismo, la envidia, el egoísmo sobre
sale como problema. Es una práctica cotidiana según los adolescentes y jóvenes;
incluso hasta transciende a los grupos de interés. Muchas veces por los procesos de
aprobación y desaprobación en las amistades.
Conflictos en las amistades:
Debido que se encuentran en una etapa de cosecha de amistades, los adolescentes
necesitan compañía y desean estar con alguien para conversar, buscan de alguna
manera llenar los vacíos que tienen por falta de escucha o atención, producto de la
desatención que han recibido de sus padres.
La inseguridad con las amistades tiene que ver con la confianza, pues no saben a
quién tenerla. Con poco y nada se sienten traicionados y defraudados, lo cual se
presenta como un problema en las relaciones de amistad, lo cual cuando sucede
reaccionan con facilidad de forma agresiva y resentida.
Sienten y viven la soledad, desean ser escuchados y atendidos (saber que son
importantes,) ser tomados en cuenta. Aunque no lo demuestran por timidez cuando
cuentan su situación familiar, normalmente la esconden a las demás personas porque
les duele y quisieran salvar la familia a la que pertenecen, pues quisieran ser parte en
la solución de los problemas.
Pero ello, no lo pueden lograr cuando creen y les refuerzan que ellos son el problema,
no les creen, no ven en ellos algo positivo. Normalmente son culpabilizados de una
situación que no son responsables, sino, al contrario víctimas pues se les truncan
sueños y su proyecto de vida y que tienen que ver con futuro mejor casi imposible de
alcanzar.
¿Qué es lo que genera confianza para que los adolescentes hablen de su vida así en
público en el grupo? son varios factores que inciden, entre ellos la habilidad del
facilitador para generar la confianza en el grupo, y basar el intercambio teniendo como
eje la parte espiritual y la reflexión sobre la persona misma y su historia de vida; por lo
que las dinámicas fueron propicias para la meditación y la introspección de manera
que pudieron hacer una nueva valoración de si mismos.
Por otro lado el hecho que los y las adolescentes, en su mayoría, vivían algo parecido
por lo que existió complicidad y cada quien no sentía que era solamente una persona
la que lidiaba y vivía con esas situaciones. Por otro lado, aunque fue un temor para
muchos, el hecho que por tratarse de algo delicado, todos y todas se comprometieron
a respetar y no juzgar la vida de cada uno, diciendo que todo se quedaba ahí y no
andarían contando y hablando fuera de ese espacio sobre las desventuras de sus
compañeros.
“Aunque yo no hablé, yo sentí que los muchachos aprendieron a confiar y que lo que
se dijo aquí no se vaya a publicar por todo Nandaime. Espero que en mi grupo
aprendamos a ser responsables, mejores personas, que no haya más discordias en el
grupo y que seamos más unidos. Me gustó el intercambio y la oportunidad de
conocernos más entre el mismo grupo y el otro grupo de danza, que es importante que
invitemos a otros para que nos sintamos más orgulloso de nuestras
raíces”.(Adolescente de 15 años de edad del Grupo Xóchitl- Sol).
“Yo traté de conectarme lo más que pude, por eso me ubique lo más lejos y puse la
silla de espalda para tener un poco más de concentración. Si logré concentrarme y
retroceder un poquito a lo que ha sido mi vida y sobre todo con la ayuda de la música
que es una forma de sensibilizar nuestro corazón para que él se pueda abrir y
podamos sacar de una manera u otra lo que tenemos dentro y lo que pensamos. En
este caso lo hicimos a través del dibujo y expresarlo escrito también y es una forma de
tener valor, de expresarlo delante de todos y es una forma de sacarlo. (Adolescente
mujer 18 años)
Primeros pasos para sanar sus historias de vida
Frente a esos obstáculos y luego de comprender cada uno sus historias de vida, a
través de los encuentros los y las adolescentes iban buscando formas para enfrentar
dichas adversidades. Aunque en un inicio algunos creían que tendrían respuestas a
través de las dinámicas y videos, en el proceso de la experiencia ellos mismos iban
reflexionando en el cómo comenzar a liberarse de muchas de situaciones que
cargaban.
“Al inicio que dijeron que íbamos a escuchar y a ver el video pensaba que iba a
encontrar una respuesta exacta, pero esperaba que me dijera en sí que era, pero me
puso a pensar y ver y evaluarme a mí misma que yo misma tengo la respuesta y nadie
más me la va a venir a dar” (Mujer adolescente 18 años).
Los y las adolescentes y jóvenes han tenido un espacio amplio para compartir sus
vidas, sus situaciones difíciles y sobre todo conversar para sacar lecciones
aprendidas y retos personales para superar los duelos y traumas. Es este compartir
grupal se enunciaron las siguientes afirmaciones:
“Nuestros padres fueron abandonados también se ve que va como en una cadena y esa
cadena se debe romper”.
“Sinceramente lo que nos pasa tal vez es que estamos muy heridos porque nos
rechazan nuestros padres; pero en realidad lo que nos duele es que no nos quieran
como nosotros, en el fondo, los queremos a ellos. Pero quizás no es odio lo que
sentimos sino tristeza y enojo porque han sido indiferentes y crueles con nosotros y en
el fondo lo que necesitamos es sentir que nos tienen amor”.
“Hay que pensar que quizás ellos o ellas repitieron la historia de dolor que les
hicieron vivir y por eso hay que pensar en sanar lo que nos duele, poder liberarnos y
no seguir la cadena”.
“Cuando tengamos una pareja, tenemos que cambiar como mujeres y madres. No
debemos repetir nunca lo que las madrastras en general hacen contra los hijastros,
pues el amor de un padre nadie lo puede impedir o desapropiar. Y si esos hijos fueron
producto de infidelidades no debemos tomar venganza contra los hijos que nada
tienen que ver; y peor si nacieron mucho antes de conocerse. Es ilógico descargar
nuestros miedos, rencores, despechos, celos y rabia contra los hijos o hijas ajenas, al
contrario debemos evitar hacer eso porque duele y ya lo vivimos en carne propia”.
“En general nuestros padres nos meten en medio por sus problemas y le inyectan sus
propios rencores al hijo y uno de niño no sabe nada de esos problemas de pareja”.
“Nunca se le puede decir a un hijo que su papá no lo quiere solo porque lo haya dejado
a uno como mujer. Hay que diferenciar los problemas de la pareja y no mezclarlos con
el amor de padre a hijo o de madre a hijo”.
“No juzgar y ver lo que hay detrás de la historia de cada persona”,
“Ubicarse siempre en los zapatos de los otros y las otras”.
“Cuando uno vive mucho sufrimiento, ese sufrimiento hay que transformarlo en algo
positivo siendo más humanos, más sensibles pero no quedarnos en la victimización”.
“Quedarnos con las fortalezas personales y las colectivas que se han reconocido como
grupo”. Reconocer al otro y la otra como ser humano con sus fragilidades y
fortalezas”.
Tensiones en los grupos de interés
A parte de las tensiones propias en las familias y de sus historias de vida, también se
han producido conflictos durante la experiencia, alrededor de la dinámica de grupo.
Por tratarse de adolescentes en esta etapa de búsqueda de independencia, a parte de
sus padres y madres, los amigos y amigas juegan un rol importante en la influencia
social.
Además que de concebir la amistad como un tejido de relaciones donde van tomando
conciencia de la realidad del otro. Para los adolescentes la amistad significa entablar
relaciones duraderas basadas en la confianza, la intimidad, la comunicación, el afecto
y el conocimiento mutuo.
Pero también es fuente de conflictos, ya lo decíamos arriba cuando experimentaban
sentimientos de traición y desconfianza. La mayoría de las tensiones se producen en
ese contexto propio de la etapa, en la cual hasta los acompañantes (ejemplo:
instructores o profesores en los grupos de danza o teatro), pueden salir involucrados
de no adoptar una estrategia que permita entender las situaciones que se producen,
sin tomar partido.
Esto último es muy delicado, pues como CCOAR que propicia dichos espacios que si
bien han tenido sus frutos, las tensiones siempre se producen. La responsabilidad
directa recae en los profesores e instructores de habilidades artísticas (Ejemplo:
danza, música, teatro) quienes están en contacto constante y son el primer referente
de acompañamiento de la organización y también de los y las adolescentes.
Son ellos los que tienen que propiciar procesos grupales también de relaciones justas,
equitativas y afectivas; siendo capaces de saber sobrellevar las tensiones. Y sobre
todo mantener una postura de ética profesional y enseñar con ejemplos eso fue lo más
difícil de sostener.
Al existir entre adolescentes la tendencia a crear “grupitos” de amigos en lo que se
experimenta la exclusión del otro o la otra, han conllevado en algunos casos a
involucrar a los instructores y estos igual, no en todos los casos, caen en una dinámica
que trae consigo, en primer lugar transgredir parámetros y normas consensuados por
todos y todas para evitar caos, ruidos en la comunicación, intolerancia y
desorganización. Por otro lado como ellos mismos afirman se produce envidia,
“habladurías” y chismes que pueden afectar al grupo y “destruirlo a la misma vez”.
Sin embargo los encuentros de convivencia grupal, realizados fueras del espacio de
talentos, ha sido el lugar propicio para que los y las adolescentes se sinceren entre sí
y busquen soluciones a las tensiones. Algunos lo logran inmediatamente y a otros les
toma más tiempo, no obstante tienen el espacio para sacar sus frustraciones.
Otras tensiones se producen cuando deben estar todo el tiempo fuera de casa, debido
a varias actividades de los grupos; (por ejemplo cuando se preparan para un
espectáculo), principalmente con sus padres y madres de familia. Aquí mencionan
como obstáculo la incomprensión de los padres y madres; quienes en el momento les
molesta, por el hecho que desatienden obligaciones de la casa. No obstante una vez
que se realizan los eventos socio culturales sienten gozo y manifiestan orgullo hacia
sus hijos e hijas.
Aportes de las dinámicas grupales y la convivencia desde la perspectiva de
los y las adolescentes
El protagonismo reconoce a los adolescentes como sujetos sociales de derechos. En
tanto serán sujetos protagonistas cuando hayan hecho un reconocimiento de sí
mismos, de la condición de ser sujetos de derechos, de sus potencialidades y
capacidades para convertirlas en acciones. En este sentido los chavalos y chavalas
han comenzado a incidir en primer lugar a tomar la vida en sus manos.
La participación de adolescentes en esta experiencia facilitó procesos para adquirir
conocimientos (saberes) valores (ser) y habilidades (saber hacer), actitudes y
aptitudes que permiten a la persona, al grupo y a la misma organización enfrentar las
problemáticas, proponer acciones, librar funciones y tomar decisiones que finalmente
dotan de herramientas necesarias para afrontar la vida y mejorarla en su calidad
misma.
Hemos acordado que si bien existen carencias, y no hay que negarlas existen grandes
potencialidades en los sujetos/as que una vez convertidas en acciones les permite
emprender procesos de transformación personal y social. Ese reconocimiento les
invita a enfrentar etiquetas y estereotipos asociados a la adolescencia y juventud. Es
la forma en como afirman comienzan a incidir y que gradualmente se pasa a otra
etapa, en la medida que hacen un reconocimiento de sí mismos de la condición de ser
sujetos de derechos y protagonistas de sus vidas.
Principios y valores
Asimismo en un sentido de satisfacción sinérgica de las necesidades los y las
adolescentes han podido reflexionar acerca de valores para la vida (confianza, la
cooperación, la solidaridad, la honradez, la responsabilidad, la lealtad, el respeto)
relaciones afectivas y respetuosas, equidad e igualdad, y sobre el su proyecto de vida.
Pero para hacerlo, también pasa por los desafectos que se dan producto de conflictos,
tensiones que son normales en los grupos y que muchas veces tienen como fuente las
relaciones de amistad.
“Lo principal es la responsabilidad, porque estamos creciendo con la responsabilidad
de la vida, si no estamos pensamos en eso nada funciona”. (Ricardo)
“Otro valor fundamental es el respeto como a medida que uno ha recibido va
respetando a las personas como son, lo he aprendido en el centro a respetar a la
persona tal como es”. (Missael)
“Otra de las cosas es que he tenido amor hacia los demás, era una persona demasiada
resentida no quería a nadie, ahora ha venido amor hacia las personas”. (Amy)
“El apoyo mutuo de las experiencias que viven los chavalos, se les brinda el apoyo a los
demás”. (Glenda)
“No solo la solidaridad, tener el compañerismo mutuo para ser mejores personas,
ayudarnos los unos a los otros, tratar de llevar algo de los que ellos necesitan”.
(Eduardo)
“Otro valor muy importante es el amor, porque a través del amor uno tiene un amor
hacia Dios que aquí lo han enseñado en la parte espiritual, compartir nuestras
habilidades”. (Francela)
Pero lo anterior implica trasformaciones en la comunidad y sobre todo a nivel
individual, ya que el desarrollo de capacidades humanas, espirituales, entre otras,
mediante las convivencias grupales puede favorecer la formación del capital social o
capacidades locales con mística. Algunos aprendizajes son expresados por los y las
adolescentes:
“El hecho de saber que pertenezco a un grupo que me tomen en cuenta, eso me ayuda
en mi formación personal. Primeramente mi mamá me decía que eso era vagancia,
porque llegaba noche a mi casa, pero yo le dije que me gustaba, me atraía. Ahora ellos
me apoyan y mis amistades dicen que me veo bien actuando” (Mujer adolescente 16
años, sobre el grupo de teatro)
“… una de las motivaciones es que en el grupo encontramos los verdaderos valores de
la vida y amigos. Además sacamos nuestras habilidades y destrezas que son
fundamentales para nuestro desarrollo. Mi familia considera que es una buena forma
de invertir mi tiempo” (Hombre adolescente 14 años)
“Bueno yo aprendí a trabajar en equipo, me gustó trabajar con todos ustedes y una de
las principales cosas que aprendí es no menospreciar a las otras personas, yo sé que
todos somos iguales” (mujer adolescente 16 años)
“Tener grupos de intereses es lo más lindo que existe, porque en ellos podes
expresarte, puedes compartir, a veces cuando no tenés confianza en la familia lo podes
hacer en tus grupos de intereses. Ahora soy capaz de relacionarme más, de compartir
ciertos miedos y problemas para fortalecerme, de desarrollarme como persona. Es un
proceso que a lo largo te ayuda a conocer cuáles son tus derechos y deberes como
joven, como podes demandarlos y como aportar para que respeten” (mujer
adolescente 16 años)
“Es una forma de instar a la juventud de que reclamen sus derechos; el programa es la
voz de muchos jóvenes que muchas veces son callados por el adultismo, tal como se
refleja la radio novela… Además conoces gente nueva e interactúas con chavalos y
chavalas y así aprendemos del que escribe, del que está editando; esto es un trabajo de
equipo y nos ayuda individualmente”. (Francela Briceño, 19 años. Productora).
“Me he sentido bien con todas las personas que participamos, abrieron su corazón,
algunas lloraron, nos dimos cuenta del verdadero significado de la identidad, de la
participación y el afecto, dijeron cosas que quedaron entre nosotros mismos y que
sorprendieron y también significa mucho porque en los espectáculos nos reconocen la
familia, nos van a ver viendo el talento de nosotros, es un gran trabajo que han hecho a
los jóvenes”. (Adolescente mujer 15 años)
A pensar en construir un proyecto de vida
Algo muy importante a destacar es el hecho de comenzar un proceso para dar pasos
en la construcción de un proyecto de vida; reflexionando alrededor de los elementos
que intervienen en el mismo: ¿qué quiero hacer con mi vida?, ¿cómo lo logro? Para
ello se debe hacer un listado de recursos familiares, comunitarios, sociales y
personales.
Respecto a los recursos familiares, a través de los talleres, discusiones, ha sido un
gran aporte en primer lugar para remediar algunos aspectos de la vida, la forma de ver
los problemas y sobre todo pensar en su identidad y espiritualidad. Respecto a mi
identidad como persona es por el sentimiento de saber quién soy y porque existo. Solo tenía un
concepto de que solo existís en la vida para sufrir, pero como ya hubo un cambio tremendo, las
pláticas me ayudaron... (Hombre adolescente 16 años).
“Luego de estar en el grupo de folklore, me integré al programa infantil de la radio y
con esto último hubo un cambio total en mi vida, allí decidí hacer lo que quiero
profesionalmente. Decidir que es lo que iba a ser y lo que estaba haciendo o que a mi
me gustaba, me satisfacía y al mismo tiempo estaba cumpliendo como mi derecho a
participar, de hacer folklore, conversar con la gente, compartir con otros chavalos,
dar información, educar, entretener”.(Mujer joven 19 años)
“Cuando hablamos sobre el proyecto de vida, he reforzado mi autoestima, también
cuando bailé en el atrio de la iglesia, se me salieron las lágrimas porque nunca me
imaginé bailar ahí, ni en el nandaimeño (Centro Recreativo), porque es algo que yo
quería, primeramente transmitir a la gente alegría y también para que se motivaran y
los jóvenes participaran, cuando me dijeron que (yo) era bonita eso me marcó porque
antes me sentía mal por mi apariencia”.(Adolescente mujer, 18 años)
“Me motiva porque la realidad me ha gustado siempre y apasionado del teatro,
también una forma de participar, una forma de no solo relación, sino participación, es
una forma de que comencemos a ver la realidad, tener una ocupación teniendo siempre
la realización de trabajo y oportunidades que es lo que realmente se vive cuando uno
trabaja en algo y algo le apasiona”.(Adolescente 18 años).
Mejores relaciones afectivas en las familias, con amistades y en la escuela
“A veces en la mañana no era fácil darnos un abrazo, esto como que ya es cotidiano,
con los talleres he aprendido a dar y recibir amor y afecto no como el que esta en el
pensamiento, si no palabras, es una persona que está allí, nos están apoyando,
siempre escuchándonos”. (Mujer adolecente 19 años).
“Me sirvió bastante para reconocer que tenía algunos problemas que para mi eran
normal, no les ponía mucha importancia y que siga la vida, pero luego mi di cuenta y
hacer conciencia de la realidad y eso fue gracias a lo que he aprendido aquí”(hombre
joven…)
“Comprender las historias de vida de mis padres. “nunca había preguntado a mis
abuelos sobre eso, una vez vino mi mama a Nandaime y le pregunté esas cosa y una vez
acostados ella me contó todo, que se conocieron aquí en el centro y que aquí se
enamoraron, eso me gustó, ya que nunca había hablado eso con ella, eso también me
ha ayudado bastante, era la primera vez, nunca le había preguntado, me daba pena, no
me gusta, no tengo esa confianza con ella, no he seguido porque no vienen a
Nandaime, solo vive en Granada”.
“Conmigo ha sido un gran, pero gran cambio, como muchos de mis compañeros de
danza le pueden decir que yo era una persona arrogante, muy orgullosa y muy odiosa,
conforme lo que fui aprendiendo eso me ha ayudado a cambiar mucho en mi aspecto
como me trato, como me relaciono como mis compañeros y con el profesor”.
“...las relaciones con los compañeros en clase mejoran, cuando se me ríen que me
importa, antes me enojaba, también como que tenía algo de resentimiento a mi papa,
ahora no, como que no me importa mucho esa parte”.
“Porque una de las cosas que he visto que a los chavalos se les dificulta en el ámbito
de cómo habla al maestro, conmigo el año pasado el mejor alumno tenía miedo
hablarle al maestro, era una de las cosas que no se me dificultaba, porque yo le decía,
eso no le entiendo, él se quedaba con la incógnita, eso lo he superado, el miedo se ha
venido quitando, en el aspecto de la comunicación en la radio me daba un poco de
miedo todavía, pero hay voy superando”. (Hombre Adolescentes 16 años).
“ Yo jamás pensé que iba a relacionarme con un público tan grande, me ha ayudado a
vencer el miedo escénico, de expresarme mejor, a compartir, a conocer más, a
fortalecer la confianza en la familia, sinceramente antes de todos los encuentros no
había tanta la confianza, pero ha mejorado ahorita”. (Adolescente mujer 16 años)
Actividades que más impactaron a adolescentes
Actividades de convivencia grupal
Las actividades que generaron mayor impacto fueron aquellas que tuvieron que ver
con procesos de sanación y que les hicieron pensar en sus historias de vida.
Principalmente porque no solo una personas estaba ahí para contar su vida y que los
demás juzgaran y opinaran sobre una persona en sí. Todos lloraban por lo problemas de
uno, es decir todos compartimos lo que vivimos, no solo uno estaba con sus problemas, sino
todos. Pero para llegar a este punto los participantes debieron pasar muchas
experiencias juntos para conocerse mejor y entablar la confianza; igual en los mismos
encuentros donde crearon las condiciones poder abrirse a los demás.
Estas actividades fueron importantes porque les permitió conocerse más y de
aprender a hacerse preguntas ¿Quién soy? ¿Cómo soy y cómo actúo? que les
hicieron pensar en tantas cosas y de hablar de sus sentimientos y del rumbo que hasta
ese momento creían llevaba su vida. “Hablábamos así, no porque queríamos ser así con la
vida que hemos crecido; hemos creado esa pared para protegernos, y conocer lo que vive el
otro, la otra, también nos ayudó a mejorar las relaciones entre nosotros”.
Un aspecto importante tuvo que ver con la oportunidad de pensar y darle un
significado a su espiritualidad, como elemento esencial en la vida de todo ser humano
y la cual estaba muy vinculada a la búsqueda de sentido de vida, paz y liberación
interior de formas de pensamiento, creencias que causas infelicidad. Impactó también
el hecho de tener la oportunidad de incluir elementos de la naturaleza (como
metodología de los encuentros: promover la espiritualidad de la creación) en sus
reflexiones, buscando un elemento con el cual se identificaran.
Todo ese ambiente fue propicio para sincerarse los unos a los otros: “Cada quien
contaba sus problemas, hubieron varias confesiones muy delicadas, nos comprendimos porque
hubo confianza al saber y hablar de lo que le pasa a uno y lo que le pasa al otro”.
Me ha impactado los ejercicios donde “quemamos” las penas, lo que nos agobiaba,
pues me ayudaba a comprender más la situación. Estábamos desestresándonos de los
problemas poco a poco. En ese ejercicio utilizamos el fuego y era como que estaba
destruyendo los problemas, las penas que cargábamos. (Adolescente 15 años).
Con los talleres sobre autoestima no sabía que tenía cosas guardadas y que me estaban
perjudicando, pues pensaba que no sucedía nada. Es muy duro recordar lo que una ha
vivido, tanto así que la última sesión hubo percance, un sentimiento de tanta rabia que
me lesioné un brazo. Ahora pienso que las cosas pueden cambiar y solo se trata de
decir que ya olvidé; sino que puedo perdonar y pueda ser que esa persona ya me
perdonó… (Joven 19 años).
A mi en los encuentros en lo personal mucho, recuerdo que cuando era pequeña era
muy tímida, no me gustaba relacionarme, no tenia la confianza, ahora en los
encuentros había mucha gente me daba pena hablar, soy nerviosa en la escuela,
cuando iba a exponer, hacer amigos, ahora con los encuentros se me ha quitado ese
miedo, ahora sonrío, soy payasa (cómica), hasta ya no me soportan, ahora digo como
me he cambiado yo, normal ya no me da pena soy más expresiva y también en el baile
ya no me da pena bailar, ya es normal tal ves los años de experiencia. (Mujer
adolescente, 15 años)
Espectáculos y eventos lúdicos:
Hay que destacar que los espectáculos y eventos de carácter lúdico frente a públicos
de más de mil personas marcaron la vida de cada uno de los y las adolescentes; como
espacio de autorreconocimiento y de proyección; además de promover algo diferente
en cada evento. Pero lo más importante es lo que esto generó en el núcleo familiar:
“Con Danza Cósmica (espectáculo) porque era algo diferente, pues se trataba de un
espectáculo para sensibilizar sobre los elementos de la naturaleza, darle a conocer a la
gente sobre la importancia de la naturaleza para los seres humanos. Por otro lado
debo decir que estas actividades han ayudado a mi familia, pues en el pasado se
integró mi papa y mi mama. Ella me estuvo contando una vez, así como de generación,
así quedamos nosotros”. (Adolescente mujer 15 años).
Conclusiones
El CCOAR ha logrado encaminar un proceso para generar protagonismo y
sentido de vida en adolescentes del municipio de Nandaime, poniendo énfasis
en la promoción satisfactores de Participación, Identidad y Afecto desde grupos
interés, lo que constituye un modelo alternativo de trabajo con adolescentes
desde la perspectiva del desarrollo a escala humana.
El acompañamiento se produce en momentos en que los y las adolescentes
están completando e iniciando algunos ciclos de la vida. Concretamente
mencionamos el ciclo de la formación escolar media. No obstante factores
asociados a la cultura del maltrato, la violencia, entre otras situaciones que se
producen en la familia son el principal obstáculo para encontrar el sentido de
vida en los y las adolescentes.
La participación de adolescentes en esta experiencia no solo facilitó el
desarrollo de capacidades y talentos artísticos, sino también la capacidad de
resiliencia, conocimientos y saberes alrededor de los factores que intervienen
en la etapa de la adolescencia (factores positivos y obstaculizadores), además
de hacer un reconocimiento de sus potencialidades y concebirse como sujetos
con derechos y responsabilidades.
Esto ocurre al internalizar habilidades, actitudes y aptitudes que permiten a la
persona, al grupo y a la misma organización proponer acciones, librar
funciones y tomar decisiones que finalmente dotan de herramientas
necesarias para afrontar la vida y mejorarla en su calidad misma.
Un 80 porciento de ellos (de un total de 80 adolescentes), con más de la mitad
mujeres cuentan con conocimientos y capacidades para enfrentar las
adversidades del entorno así como la capacidad de toma de decisiones entre
falsos satisfactores de identidad y factores sinérgicos de esta misma
necesidad. En el segmento de los y las adolescentes cuentan con herramientas
para fortalecer su identidad individual y colectiva entre las que sobresalen:
definición del proyecto de vida, desarrollo de su espiritualidad, identidad
cultural y análisis del entorno.
Fomentar sentido y proyecto de vida que implica cambios y trasformaciones en
la comunidad y sobre todo a nivel individual, ya que el desarrollo de
capacidades humanas, espirituales, entre otras, mediante las convivencias
grupales pueden favorecer la formación del capital social o capacidades locales
con mística, al facilitar las relaciones entre las personas pero basadas en el
fomentos de valores como la confianza, la cooperación, la solidaridad, la
honradez, la responsabilidad, la lealtad, el respeto.
Lecciones aprendidas
En la construcción de un modelo de intervención o de trabajo con los sujetos,
los elementos que lo conforman y su significado deben ser aportados por los
mismos/as, de manera que permita darle legitimidad al proceso y responda a
las demandas reales. En esta experiencia las propuestas de acciones surgen
luego de un diálogo sobre la Participación, Identidad y Afecto.
Aunque concibamos un modelo de trabajo en constante construcción, debido a
la noción del aprendizaje continúo, es necesario ir sistematizando aprendizajes
en los momentos precisos, teorizando sobre la acción de manera que no quede
la sensación de que existen muchos elementos (aprendizajes) en el aire y que
se asumen de manera implícita debido a cierta cultura organizacional.
La fe y la búsqueda de espiritualidad en la adolescencia juega un papel crucial
en esta etapa de la vida, principalmente en la satisfacción de la necesidad de
entendimiento; lo que está muy vinculado al afecto, identidad y a sus historias
de vida. Puede ser como motor para el cambio ¿Pero si como organizaciones
dejamos a un lado las creencias y solos nos centramos sobre la acción
política? ¿De qué manera se puede promover iniciativas de participación,
protagonismo e identidad en la adolescencia teniendo como eje la reflexión y la
búsqueda de una espiritualidad liberadora? (Trascendencia como un derecho
humano)
¿Tenemos herramientas para manejar momentos de crisis intensas con los
grupos cuando la gente se descompensa. Herramientas profesionales y
humanas? No podemos ir de un golpe a abordar situaciones que afectan a
adolescentes con sus familias, pues se vuelve algo doloroso cuando se explora
esta parte. El involucramiento de la familia debe ser gradual cuando se trata de
relaciones afectivas.
Se desprende de la experiencia entonces que todo proceso de promoción del
protagonismo y ciudadanía de la adolescencia se mejora en la medida que con
las acciones y estrategias apuntan también a promover relaciones justas y
afectivas en el seno familiar. Y en casos de familias fracturadas, acompañar al
adolescente a liberarse de una serie de situaciones propias de sus historias de
vida, de manera que pueda identificar los recursos con los que cuenta para
pensar en un proyecto de vida.
Como aprendizaje importante, al cual tenemos que volver a darle seguimiento
especial en nuevas prácticas de intervención social, es la cuestión de la
orientación profesional y la decisión de los sujetos y sujetas, en este caso los y
las adolescentes.
Incidir en sus vidas, entonces es un elemento que sobresale como uno de los
primeros peldaños en la construcción de ciudadanía y es lo que nos hemos
dado cuenta a través de la experiencia. El incidir en el mejoramiento de sus
vidas pasa también por revisar cada una de sus historias personales, lo cual ha
sido de suma importancia, pues ha contribuido con la sanación de traumas o
heridas que se producen en el seno familiar.
El interés por participar, en un primer nivel, comienza con el desarrollo de
talentos, capacidades conocimientos y habilidades que les ayuden a tener una
“identidad positiva” en lo individual y colectivo, de aquí en adelante hay que
crear estrategias para encaminar procesos de incidencia en espacios de toma
de decisión municipal; pero lo primero es abordar con ellos elementos para
pensar en un proyecto de vida, lo cual pasa por revisar historias personales, en
primer lugar para hacer frente a las adversidades del entorno.
Cuando un proceso es realmente participativo, las acciones y las propuestas
que van surgiendo son legitimadas por los sujetos(as) y responde a sus
intereses en el momento. En el caso del trabajo con adolescentes hemos
aprendido que, en el acompañamiento, pasar de una etapa a la otra lleva un
camino que recorrer, y que muchas veces los fracasos responden a la urgencia
de saltar etapas, en parte por querer que exista un reconocimiento real
inmediato de ejercicio de derechos y ciudadanía de los mismos(as).
Respecto al ejercicio de la participación, hay que estar pendientes de cómo
manejan el tema las/los sujetos con los que trabajamos; pues aprendimos que,
podemos conocer teorías, marco legal, entre otros referentes; pero al ponerlas
en la práctica, los sujetos (adolescentes) parten de otros referentes y lo
conciben a partir de sus vivencias cotidianas e historias de vida. Ya decíamos,
por ejemplo, que la Participación muchas veces la ejercen como huida a
diversas situaciones que viven en sus familias.
En el trabajo con adolescentes no debemos deslegitimar y desvalorizar las
intenciones por las que un grupo de ellos/as pueda agruparse o asociarse,
mucho menos, juzgar de manera anticipada la pertinencia o no debido a que
creemos conocer si aporta o no para su crecimiento personal. Más bien por ese
prejuicio muchas veces no logran alcanzar sus objetivos por la falta de
recursos o redes de apoyo cercanas, en parte porque quizás cuestiona nuestra
identidad como personas, grupos u organizaciones.
La ciudadanía se construye cuando la familia reconoce que tenemos derechos
como seres humanos y personas, desde esa lógica se trabaja el derecho a la
expresión de sentimientos, a la afectividad, al amor. La familia es la base de la
ciudadanía si en ella se promueven los derechos
La adolescencia es una etapa interesante para potenciar cambios y
transformaciones sociales. Es una etapa en la que se desarrollan
capacidades con más entusiasmo y energía, donde se busca establecer
relaciones satisfactorias que les permitan compartir de manera espontánea
sin sentirse inhibidos; también es un momento donde pueden ser capaces de
comprender ideas abstractas y desarrollar la capacidad crítica, cuestionar las
viejas filosofías morales y conjugar nuevas.
Es una etapa en la que privilegian sus derechos e intereses y trabajar con
ellos en estos procesos de transformación debe ser un proceso dialogado,
horizontal, bajo una perspectiva de igual a igual, de sujeto a sujeto, de actor a
actor, de lideres/as a lideres/as sin distinción. Depende de las actitudes, de la
apertura, conocimientos y estrategias metodológicas de los facilitadores. Se
puede llegar a planificar grandes cosas con ellos en la medida que nos abrimos
a sus mundos y articulas con la lógica que manejan.
El mito de que es imposible trabajar con los chavalos y chavalas en cosas
“serias” se rompe, pues la capacidad de generar propuestas se crea en la
medida que se crean los espacios y las oportunidades, independientemente
que hayan factores o circunstancias de inestabilidad. Te sorprenden con las
iniciativas y ellos mismos son capaces de mostrar las metodologías adecuadas
para trabajar con ellos. Sobre todo en procesos participativos de construcción
colectiva, que nos conducen a trabajar “desestructuradamente”.
No podemos enfrascar a los y a las adolescentes en nuestras categorías o
conceptos predeterminados porque inhibe, rompe la motivación, la confianza y
la apertura de los y las adolescentes a participar en procesos participativos
sobre todo cuando se tiene la intencionalidad de propiciar el protagonismo, el
empoderamiento o el sentido de vida.
Esa situación se vuelve contraproducente en los procesos de crecimiento
grupal porque desde el sentir de los sujetos que por distintas razones en base
a sus experiencia de vida (viene de realidades donde sufren discriminación,
violencia, abandono, rechazo, maltrato, etc.) podemos caer en la tendencia a la
exclusión, de desafecto; lo que puede obstaculizar grandemente la
participación y el protagonismo para la incidencia social y generación de
sentido de vida.
Debemos partir de una concepción inclusiva y acogedora de todos y todas, que
reconoce y es capaz de ver en cada uno y cada una de los adolescentes sus
capacidades y sus potencialidades en distintos niveles y formas de hacer y ser.
Partimos de que todas y todas tienen capacidades y virtudes y tiene algo que
aportar. Son importantes y esenciales en el proceso participativo desde su
forma de ser y actuar. El uno aprende del otro y se retroalimentan
constantemente. Se apoyan mutuamente y todos y todas tienen algo
importante e inteligente que decir. No existen criterios indisolubles y escritos
en piedra, estamos para construir juntos y quién mejor que nadie para saber
las soluciones que los mismos sujetos implicados.
La decisión sobre qué y cómo realizar una intervención social con la
adolescencia con enfoque de derecho no depende tal decisión y sus
consecuencias derivadas de la responsabilidad exclusiva de la coordinación
de la organización, sino que las decisiones también implican a una cadena de
actores que juegan y se mueven en distintas direcciones, que van abajo hacia
arriba, de un lado a otro, de arriba hacia abajo, etc.; donde cada uno tiene el
poder de decidir y el cómo intervenir desde el lugar o rol que esté jugando. Las
acciones encaminadas a acompañar a la niñez y la adolescencia dependerán
de la visión y las percepciones personales que se tenga al respecto más que
de orientaciones organizacionales.
Desde nuestra visión, el quehacer social de una organización tiene que ver
con todos las personas que laboran en tal institución puesto que creemos que
debe e implica a cada una de las partes que lo conforman. El impacto o los
resultados de nuestro quehacer no lo logran solamente los facilitadores que
trabajan directamente con los y las adolescentes o los grupos beneficiarios,
sino que lo hacen todos los que empujan “la carreta” en una organización.
Somos parte de un todo. Aquí radica la importancia de construir proceso de
planificación y creación participativa-colectiva.
Tomando en cuenta las oportunidades del entorno, la cultura local,
representaciones, la apertura de la parroquia para eventos culturales durante
las festividades religiosas, puede constituir un espacio para la sensibilización y
promoción de acciones sinérgicas alrededor de la participación, protagonismo y
sentido de vida de los y las adolescentes.
Esta última oportunidad, lo cual ocurre dependiendo del contexto y de los
objetivos a alcanzar, contribuye con el trabajo de sensibilización con la
población, partiendo de las creencias, tradiciones, la fe popular, para trastocar
situaciones que se producen principalmente en el ámbito familiar.
Pero esto se hace de manera creativa, en el marco del respeto, con el ánimo
también de promover el desarrollo de la espiritualidad también de la
adolescencia. No obstante para hacerlo hay que desprenderse del velo del
prejuicio a este tipo de espacios considerados como inhibidores de la
perspectiva de derechos. En si los y las adolescentes otorgan un nuevo
significado a su participación desde la iglesia.
Recomendaciones
Se menciona a la familia como primer escenario donde los y las adolescentes
demandan hayan cambios; antes de emprender acciones de incidencia en
otros espacios. O por lo menos que las acciones vayan muy a la par y
vinculados para que sea un proceso integral. Al menos en la etapa de la
adolescencia, que aunque, ya comienzan a salir del espacio familiar, son hijos
e hijas que dependen de sus padres, madres o tutores.
Es necesario conformar un equipo permanente de seguimiento a las
actividades con los adolescentes, de manera que el acompañamiento sea de
calidad y permita la calendarización de las próximas acciones.
En el mismo sentido anterior es necesario promover más los espacios de
reflexión crítica, de la práctica del CCOAR; tratando formar un equipo
interdisciplinario que permita el análisis integral de las acciones de CCOAR en
su trabajo de intervención social e identificar aprendizajes teóricos y prácticos.
De igual manera, como parte de los objetivos de CCOAR apuntan a la
“producción de conocimientos”, es necesario mejorar el modelo de trabajo de la
organización a partir de los aprendizajes, de tal manera que se visualice una
propuesta diferente y alternativa de trabajo.
Debido que el trabajo del CCOAR se centra en la promoción de la Participación
y el Protagonismo de niñez y adolescencia; es necesario definir un marco de
referencia alrededor de la promoción de la “Educación para la Participación”;
pues como ya bien lo refleja la experiencia; hace falta mayor conciencia para
ejercer ese derecho.
En las dinámicas de los grupos, el protagonismo y el liderazgo. Analizar cómo
se produce esto. Como promover procesos que no sean excluyentes, sino
buscar las fortalezas de cada uno, de manera que cada quien ejerza
protagonismo y que todo se vuelva más sinérgico. ¿Cuáles son las formas de
trabajar los liderazgos? Tratar de no encasillar al adolescente en una categoría.
Trabajar y dar rol a cada quien desde sus fortalezas y desde ahí que sientan el
sentido de vida y que no se inhiban.
Los instructores, facilitadores, promotores o profesores quienes acompañan a
los grupos de manera permanente, deben pasar antes por un proceso de
capacitación y entendimiento de los desafíos de los y las adolescentes, de
manera que puedan intervenir en cualquier situación propia de esta etapa.
Es importante de estar alertas a las dinámicas de un grupo y lo que sucede. A
veces por no poder manejar algunas situaciones puede llevarnos al conflicto y
tensión constante. En ese sentido se requiere un seguimiento constante entre
los encargados de programas, áreas o coordinación general con los referentes
directos en los grupos de interés.
Realizar encuentros de socialización y análisis a nivel de coordinación y
facilitadores, preferiblemente después de una actividad con los sujetos
beneficiarios o después de dos o tres cuando éstos son muy seguidos en
fecha. Estos encuentros permitirán no perder de vista la riqueza de los
aprendizajes en el trabajo con lo y las adolescentes; pues dejar que el tiempo
pase enfría y saca de ruta el proceso.
En el mismo sentido anterior, esto debe hacerse con los y las adolescentes,
para ver con ellos/as los aprendizajes de los intercambios o de cual otro tipo de
actividad, dudas, preguntas que quedaron en el aire, así como pasos a seguir.
Es necesario seguir un proceso que permita la municipalización de espacios de
participación y de recreación para niñez y adolescencia nandaimeña y que
contribuyan a la vez a reforzar la identidad cultural. Se debe realizar un
acercamiento gradual ante autoridades municipales y sensibilizar sobre la
importancia de la inversión en la niñez y adolescencia.
Dado que la experiencia se centra en acciones a nivel grupal, los y las
adolescentes recomiendan también propiciar espacios que permitan
interiorizarse de manera individual, en una perspectiva también terapéutica.
Es importante involucrar a los referentes emocionales de los adolescentes y
jóvenes (Padres, madres, abuelos, abuelas o tutores/as) para apoyar las
capacidades resilientes de los adolescentes y jóvenes. Al mismo tiempo que
sus familiares tengan la oportunidad de reflexionar alrededor de sus propias
historias de vida con el propósito de establecer mejores relaciones afectivas en
las familias.Se recomienda entonces involucrarlos en ciertas actividades en la
que los y las adolescentes requieren comprensión. Esto evitaría traer conflictos
de la casa lo cual provoca otros en las dinámicas grupales.
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ANEXOS
Grupo Focal
Moderadores: Yessenia Ordóñez y Denis Gaitán
Toma de notas: Marvin Ruiz Larios
Número de invitados: 6 a 8 adolescentes
Tema central:
Experiencia vivida por los adolescentes en los grupos de interés del CCOAR y lo que ha
significado para sus vidas cotidianas en los siguientes aspectos: procesos de resiliencia,
protagonismo y sentido de vida.
Objetivo del estudio
Analizar el proceso de desarrollo personal vivido por adolescentes durante la
implementación de un modelo de trabajo basado en la Participación, Identidad y Afecto,
por parte del CCOAR.
Identificar lecciones aprendidas que permitan enriquecer y proyectar nuevas
estrategias de trabajo para la generación de procesos de resiliencia, protagonismo y
sentido de vida en la adolescencia.
Guía temática y cuestionario
I Parte
Presentación de parte del moderador, a través de un gráfico, del camino recorrido desde 2008
de las actividades implementadas por la organización para promover la Participación, Identidad
y Afecto. Esto con el fin de hacer un recordatorio y que refresquen la memoria.
II parte
Antecedentes (La llegada)
1. ¿Cómo fue que llegaron ustedes a participar en estas actividades? ¿Cómo se dieron
cuenta y porqué decidieron participar?
2. ¿Qué expectativas tenían cuando comenzaron a participar?
3. ¿Qué tipo de preocupaciones tenían en ese momento a nivel individual? (Personales
vinculadas con: identidad, futuro, padre, madre, estudios, amistades, espirituales, etc.)
4. ¿Qué tipo de participación y donde lo habían hecho antes en el ámbito de grupos
comunitarios?
Sobre el sentido de vida
(Factores facilitadores)
1. Al escuchar todo lo que hemos hecho. ¿Cuéntennos cómo lo vivieron? ¿Cómo se han
sentido en lo personal?
2. ¿Por qué decidieron seguir hasta ahora? ¿Más allá de si tienen una beca o no o que
haya algún tipo de beneficio material, qué es lo que hace seguir participando en los
grupos?
3. ¿De qué manera ha ayudado a darle sentido a sus vidas, ha contribuido en su proyecto
de vida?
4. ¿Cuáles es el aporte que ustedes han puesto para que las cosas sean así? (su
empuje)
5. ¿Qué tipo de aprendizajes identifican que han adquirido? (En lo personal, familiar,
vínculos y relaciones)
6. ¿Qué ejemplos concretos de su vida cotidiana evidencian los aprendizajes que ustedes
han adquiridos? (Podrían mencionarnos algunas situaciones)
7. ¿Cuáles han sido las actividades que recuerdan las más impactantes o las que más les
ha gustado? ¿Por qué? ¿Tiene algo que ver con su desarrollo personal?
8. ¿Qué ha cambiado en sus vidas con respecto al inicio? (en lo personal, familiar,
vínculos y relaciones)
9. ¿Cómo han mejorado su autoestima?
10. ¿Cómo definen ahora su espiritualidad?
11. ¿Qué habilidades desarrollaste o potenciaste para construir tu proyecto de vida,
basado en la creatividad y la visión de futuro?
12. ¿Qué visión tenías antes de tu futuro y ahora?
(Factores obstaculizadores)
1. ¿Cuáles son obstáculos que han enfrentado a lo largo de estos años? (familiares,
personales, comunidad, etc.). Les han impedido hacer algo que desean o bien bloquear
su participación en las actividades en todos estos años.
2. ¿Qué es lo que influye negativamente en ustedes desde la familia, la sociedad, la
comunidad y que les impiden salir adelante? ¿Cómo?
3. ¿Podrían identificarlos por cada una de las etapas?
4. ¿Cuáles creen ustedes que son los factores que impiden que algunos chavalos y
chavalas no logren salir adelante y otros sí… aún si hayan participado en algunas de
las actividades del CCOAR?
5. ¿Hay algunas actividades que contribuyen a su crecimiento personal más que otras?
¿Cuáles sí y cuáles no? ¿Por qué?
6. ¿Qué estrategias han implementado ustedes, en lo personal, para enfrentar dichas
adversidades?
7. ¿Qué recomendaciones dan ustedes a la organización de cómo apoyar a enfrentar
esas adversidades?
Protagonismo, beneficios y recompensas
1. ¿Existe alguna diferencia entre ustedes que participan y otros que no lo hacen? ¿Qué
percepción tienen de ustedes?
2. ¿Qué capacidades y habilidades identifican en ustedes mismos que han desarrollado
desde que participan en los espacios promovidos por el CCOAR?
3. ¿Qué capacidades, habilidades y potencialidades identifican los de más en ustedes?
4. Siempre se ha hablado de sus derechos como adolescentes. ¿Qué percepción tiene
ustedes de eso?¿Cómo lo ven eso en sus vidas cotidianas? ¿Qué derechos ponen
ustedes en práctica?
Guía de Entrevista
1. En qué grupo estuviste organizado/a o estás organizado en el CCOAR?
2. ¿Por qué decidiste organizarte en este grupo?
3. ¿En qué te ayudó o te ha ayudado estar organizado en este grupo desde CCOAR?
4. ¿Qué cosas esenciales aprendiste estando organizado en este grupo que consideras
son importantes para tu vida y por qué?
5. ¿De qué crees que le sirve a un adolescente organizarse en un grupo como este para
contribuir a mejorar la sociedad o la realidad en la vivimos?
6. ¿Qué capacidades y habilidades identificas que has desarrollado (o desarrollaste)
desde que participas en este grupo o espacios promovido por el CCOAR?
7. ¿Qué valores y principios has aprendido que consideras te ayudan o te van ayudar a
darle sentido a tu vida?
8. ¿Tu vida tiene más sentido ahora desde que estas organizado o participas de manera
prolongada en grupos del CCOAR? ¿Por qué no o porque si?
9. ¿Cómo todos estos procesos vividos en el CCOAR le han generado sentido a tu vida?
10. ¿Te han ayudado o no a darle sentido a tu vida? ¿Cómo?
11. ¿Cómo todo lo que has vivido y aprendido en el CCOAR te ha ayudado a darle
fortaleza a tu vida y afrontar las adversidades cotidiana que te agobian?
12. ¿Qué es el protagonismo para vos?
13. ¿Te consideras protagonista porqué si y porque no?
14. ¿Cómo estos espacios, eventos, talleres y experiencia vivida en el CCOAR te ha
aportado en la construcción de tu protagonismo personal y de grupo?
15. ¿Cómo los proceso de formación o la experiencia tuya de participación en el CCOAR
ha contribuido a mejorar las relaciones familiares, afectivas, etc.?
16. ¿Cómo todo lo que has aprendido te ha ayudado afrontar las dificultades en tu familia,
la escuela y otros ámbitos?
17. ¿Qué es la participación, la identidad y el afecto? ¿Y cómo esto lo has vivido en el
CCOAR?
18. ¿Qué es la incidencia ciudadana para vos?
19. ¿Cómo un adolescente puede incidir en la política de su municipio y en los social?
20. ¿Desde los grupos del CCOAR se enseña a incidir o se puede hacer incidencia?
21. ¿Cómo se puede incidir a nivel político y social desde los espacios en los que te
organizas en el CCOAR?
22. Contános, ¿cuál fue la experiencia más linda que viviste organizado en los grupos
que te haya marcado y que creas que transformó tu vida?
ALBÚM DE FOTOS de la experiencia sistematizada en este documento.
Promoción de la Participación, Identidad y Afecto, desde los grupos de interés de los y
las adolescentes para la generación de procesos de participación, protagonismo y
sentido de vida en el quehacer del Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero de
Nandaime- Granada, Nicaragua.