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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Dr. Enrique Graue Wiechers Rector Dr. Leonardo Lomelí Vanegas Secretario General Ing. Leopoldo Silva Gutiérrez Secretario Administrativo Dr. Alberto Ken Oyama Nakagawa Secretario de Desarrollo Institucional Mtro. Javier de la Fuente Hernández Secretario de Servicios a la Comunidad Dra. Mónica González Contró Abogada General Mtro. Néstor Martínez Cristo Director General de Comunicación Social
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
Dr. Jesús Salinas Herrera Director General
Q.F.B. Delia Aguilar Gámez Secretario General
Mtro. José Ruiz Reynoso Secretario Académica Lic. Aurora Araceli Torres Escalera Secretaria Administrativa
Lic. Virginia Astudillo Reyes Secretaria de Servicios de Apoyo al Aprendizaje Mtra. Beatriz A. Almanza Huesca Secretaria de Planeación Dra. Gloria Ornelas Hall Secretaria Estudiantil Dr. José Alberto Monzoy Vásquez Secretario de Programas Institucionales Lic. María Isabel Gracida Juárez Secretaria de Comunicación Institucional M. en I. Juventino Ávila Ramos Secretario de Informática
Directores de los planteles
Lic. Sandra Aguilar Fonseca Azcapotzalco Dr. Benjamín Barajas Sánchez Naucalpan Mtro. José Cupertino Rubio Rubio Vallejo Lic. Víctor Efraín Peralta Terrazas Oriente Mtro. Rosalío Luis Aguilar Almazán Sur
NUEVOS CUADERNOS DEL COLEGIO
Responsables Dr. José de Jesús Bazán Levy Lic. María Isabel Díaz del Castillo Prado
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Índice
Presentación ........................................................................................................................................ 5
María Isabel Díaz del Castillo Prado
Sobre la autonomía ............................................................................................................................. 7
José de Jesús Bazán Levy
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo .................................................................................... 17
Trinidad García Camacho
Actualidad del Modelo Educativo .................................................................................................. 37
José de Jesús Bazán Levy
De las mediaciones y otras promesas incumplidas ...................................................................... 41
María del Carmen Calderón Nava
Soy profesor en el Colegio de Ciencias y Humanidades… ¿Y ahora qué? ................................ 45
María Lilia Esquivel Millán
Teodora Guillermina Sánchez Luna
Acercamiento a la lectura crítica de un relato literario ................................................................ 49
Armando Moncada Sánchez
Introducción a la actitud crítica ante la investigación de rituales tradicionales y el problema
del despojo de recursos en los países subdesarrollados .............................................................. 55
Erick Raúl de Gortari Krauss
Reflexiones sobre la experiencia de actualizar el programa de Teoría de la Historia I y II.
Versión preliminar de 2013 ............................................................................................................... 63
Joana Cecilia Noriega Hernández
Comentario sobre la unidad III de Teoría de la Historia II. Proceso de revisión de la
actualización del programa de Teoría de la Historia. Enero 2016. ............................................... 67
Joana Cecilia Noriega Hernández
Presentación
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Presentación
Después de un breve receso, regresamos con Nuevos Cuadernos del Colegio a
Memoria para retomar la labor de difusión de ideas y experiencias de la comunidad
docente del Colegio.
El modelo educativo del Colegio se mantiene como centro de las reflexiones de
quienes han colaborado en este número, que se inicia con un tema esencialmente
universitario, la autonomía, de la que se nos presenta una genealogía de su
surgimiento y desarrollo en nuestra Universidad, para posteriormente identificar la
forma en que se vincula con nuestro modelo educativo y analizar las
responsabilidades que implica en la práctica docente y la gestión institucional del
Colegio.
A continuación y, en relación con el trabajo realizado en el Seminario sobre el
Modelo Educativo del CCH en su quinta etapa —dedicada a identificar estrategias
para apoyar a los alumnos del Colegio en la necesaria apropiación de nuestro
modelo educativo para su mejor desempeño en el trayecto de curso de su
bachillerato a través de un material en línea—, se presenta un trabajo en el que se
analiza el concepto de estilos de aprendizaje, su surgimiento, desarrollo, algunas de
las distintas formas en que se ha planteado, su relación con el contexto escolar y, en
particular, la forma en que se vincula con el modelo educativo del Colegio, para
cerrar con una propuesta de abordaje que, reconociendo su presencia en los
alumnos, abone como punto de partida en integración con los principios del
Colegio para una formación que amplíe los horizontes de actuación y desarrollo de
los alumnos, lejos de limitarlos.
Le sigue a éste un texto en el que se comenta, precisamente, el trabajo realizado en
esta etapa del Seminario en relación con la actualidad que mantiene el modelo
educativo del Colegio y la necesidad de instrumentar estrategias que permitan a su
comunidad escolar apropiarse de éste.
Siguiendo en el contexto del trabajo del Seminario, continuamos con una reflexión
acerca de la necesidad de crear puentes que permitan a los alumnos superar los
obstáculos para poder transitar en el bachillerato hacia el logro de los propósitos
señalados para su formación.
A partir de un caso hipotético, el siguiente artículo plantea, desde la posición de un
profesor de nuevo ingreso, la dificultad que representa integrar los elementos del
modelo educativo del CCH a su práctica docente; aparece pues, la necesidad que
también tienen los profesores de contar con los puentes señalados y se confirma
también la relevancia de las mediaciones para hacer posible la concreción de
nuestro modelo educativo.
Presentación
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Ejemplificando la orientación del trabajo del seminario, se presentan a continuación
los proyectos elaborados por dos de sus profesores integrantes, en la búsqueda de
construir estos puentes que permitan a los alumnos comenzar a apropiarse del
modelo educativo del Colegio.
Finalmente, y manteniendo el espíritu de nuestra publicación, en el sentido de ser
una ventana para la expresión de experiencias de los profesores, en el contexto del
proceso de actualización de los Programas de Estudio, se integran dos artículos de
reflexión para el caso particular del programa de Teoría de la Historia I y II.
Reafirmamos el carácter comunitario y de libre difusión de ideas este espacio y
reiteramos nuestra invitación a participar en él. Pueden hacernos llegar sus
propuestas al correo [email protected] para su difusión.
María Isabel Díaz del Castillo Prado,
Profesora del Colegio de Ciencias y Humanidades.
Junio, 2017.
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Sobre la autonomía
Profesor José de Jesús Bazán Levy
Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación
TLRIID I a IV
Plantel Naucalpan
Resumen
El artículo aborda el tema de la autonomía, su significado, su importancia en el
contexto universitario, un breve relato del proceso que ha seguido en la UNAM
desde sus antecedentes hasta hoy pero, sobre todo, se centra en su sentido y los
actos, cotidianos muchos de ellos, en los que ésta debe ejercerse pero con la
responsabilidad que la acompaña.
Palabras clave: autonomía, Universidad, responsabilidad.
Introducción
El adjetivo autónoma y su nombre de origen, autonomía, están sólidamente
arraigados en el hala universitaria. Estudiar y trabajar en una universidad autónoma
nos hace presentir que el único término de los horizontes del trabajo de saber y
aprender son los fundamentos que nuestra razón encuentra para sustentar nuestras
afirmaciones y que no estamos sometidos a ningún poder extraño a la ciencia y a la
inquisición que ensancha sus alcances. No podemos pensar que nunca en la historia
de una universidad mexicana tan importante, la UNAM, ha estado sin fisura alguna
libre de las presiones del poder político. Nadie puede olvidar huelgas inducidas y
presiones ejercidas a través de limitaciones presupuestarias reales o amenazantes.
Sin embargo, los planes y programas normalmente se deciden en los Consejos
Técnicos y Académicos y en el Consejo Universitario, la Junta de Gobierno ha
gozado del respeto merecido a su plena independencia, el presupuesto, sin que nos
ilusionemos imaginando una perfección poco probable, se destina a los proyectos
planeados y ejecutados bajo la mirada de órganos colegiados ordinariamente libres
de la codicia académica o monetaria. Humana sí, pero autónoma, como cada uno
de nosotros somos humanos sí, pero libres.
Continuando esta línea de reflexión, arriesgaré acaso no una definición, sino una
aproximación al núcleo de la autonomía como el derecho y el ejercicio de la
comunidad de darse sus propias normas, en el ámbito de lo académico en primer
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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lugar, y en su propio gobierno y aplicación de sus recursos, independientemente del
Estado, según lo establecido por la Ley Orgánica y la normatividad vigente.
Así, la autonomía comprende la formulación de su propia legislación, la designación
de sus autoridades, la planeación y ejecución de su actividad de docencia e
investigación, con plena libertad académica, el reconocimiento de los aprendizajes
alcanzados por sus alumnos, y la disposición de su patrimonio y sus recursos
financieros para cumplir con su responsabilidad de enseñar, investigar y difundir la
cultura.
En la medida en que la Universidad obtiene anualmente la mayor parte de su
presupuesto del Gobierno Federal, puede estimarse que su autonomía presenta un
punto débil, puesto que se ve sometida a la necesidad de una negociación con la
Cámara de Diputados, de la que en general obtiene algún incremento de los
recursos inicialmente destinados. Sin embargo, la limitación de los recursos trae
consigo la posposición de proyectos importantes para el desarrollo científico y
humanístico indispensable para el país. La UNAM, como otras universidades de los
estados, imagina y proyecta más de lo que puede llevar a cabo, al carecer de los
medios financieros necesarios. Finalmente, dar cuenta pública del uso de los
recursos recibidos en última instancia del pueblo mexicano no afecta su autonomía,
sino sobre todo es un deber de transparencia y una oportunidad de mostrar ante la
Nación responsabilidad y honradez.
Autonomía, finalmente, no significa ni extraterritorialidad, puesto que los espacios
que ocupan nuestras escuelas e institutos, forman parte del espacio de la nación y
las leyes fundamentales rigen en ellos, sin menoscabos de las libertades
fundamentales de cátedra y de investigación. Detener en el Frontón o en el Camino
Verde, para no hablar de la Las Islas de la Explanada Central, decanas por décadas
de la venta de estupefacientes, a ojos vistas y a comentarios comunitarios
generales, no sería una violación de la autonomía, sino un ejercicio del deber de
detener la comisión de un delito, al que Rectoría debería prestar su consentimiento y
afrontar la demagogia que se desencadena con cualquier roce policiaco de los
límites del campus universitario.
Antecedentes históricos
No fue la UNAM la primera universidad latinoamericana en obtener su autonomía.
Ya en 1908 lo hizo la Universidad de Montevideo, y preparó el camino con una visión
adelantada a su tiempo, el Movimiento Estudiantil de Córdoba, Argentina en 1918.
Se trataba sobre todo de progresar académicamente en medio del subdesarrollo,
del atraso, para no cometer un anacronismo léxico. Para ello había que apoyar la
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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cultura con financiamiento, responsabilidad del Estado. En este punto, sin embargo,
surge una diferencia notable en el respeto que el Estado mantiene hacia las
universidades europeas y norteamericanas, con respecto al que recibían las
universidades de nuestro subcontinente.
En estas últimas no era una evidencia la separación indispensable entre lo político y
lo educativo, lo que generaba intentos de usurpar la universidad para fines
partidarios, o forzarla a servir de camino de grupos minoritarios aspirantes al poder,
por ejemplo, los Rectores en las Universidades de los estados. Que esto sucediera
hace un siglo no significa que se haya extinguido. Un rectorado es todavía una de
las rutas hacia las gubernaturas, sobre todo si va acompañado de la conformación
de lo que se llama “el grupo de la Universidad”, que congrega profesores y alumnos
invitados.
La educación se debía concebir más bien como como canal de acceso a mejores
condiciones culturales, económicas y sociales, para lo cual era indispensable que la
Universidad tuviera una estructura propia sin dependencia en su responsabilidad
específica de centros de poder.
1918 y sus aledaños fueron tiempos de transformaciones y crisis. Además del
Movimiento Estudiantil ya citado, en el trasfondo del término insatisfactorio de la
Gran Guerra, tuvieron lugar la Revolución Rusa y la Revolución Mexicana. De ésta
comenzó a surgir una nueva clase media y a desplazar a la oligarquía, uno de cuyos
reductos era la Universidad. Así, la reforma de la universidad se va ligando a la
reforma de la sociedad en su conjunto.
La clave de esta transformación necesaria puede situarse en la conquista de la
libertad de cátedra, que se acompañaba de la estima del valor de la ciencia
(positivista) y exigía, como condición indispensable, la autonomía, siguiendo la
tradición europea. La Universidad, visiblemente sobre todo en sus estudiantes,
pretendía participar en el sistema creado por el liberalismo sin depender de sus
centros de poder.
En México, la Universidad era refugio de las clases afectadas por el cambio de
estructuras. No vanguardia de izquierda (sindicatos).
En 1910, el Estado Porfirista crea la Universidad Nacional gracias a los esfuerzos de
Justo Sierra, en la perspectiva de incorporar a México al desarrollo industrial. La
nueva Universidad, renacida tras la supresión de su antecedente, la colonial
Universidad Pontificia, prohijada por la Universidad de Salamanca a mediados del
siglo XVI, depende ahora de la Secretaría de Instrucción Pública, máxima autoridad
en el sector educativo; el Presidente nombra al Rector. El Secretario autoriza los
nombramientos de profesores. La Secretaría nombra a cuatro profesores miembros
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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del Consejo Universitario, reforma planes y programas de estudio, aprueba la
extensión universitaria, maneja los recursos económicos, cuando exceden cierta
cantidad.
Don Justo pelea firmemente la pertenencia a la Universidad Nacional de la Escuela
Preparatoria de Gabino Barreda, objetada por diputados que juzgaban
inconcebible que adolescentes de bachillerato pertenecieran al Consejo
Universitario.
Al margen de la revolución y en sus años oscuros, la Universidad sigue formando
gente culta y en profesiones liberales. Tiene lugar así una distancia de la educación
superior que la aparta del desarrollo político y social del país. Don Justo sale
adelante, pero esta inclusión, junto con el respaldo institucional de pertenecer a la
UNAM, modificó la función tradicional de la Escuela Nacional Preparatoria. No se
encaminaba ya a formar ciudadanos cultos, condición que se reconocía como el
primer grado universitario y reconocía a los egresados formados para participar en
la vida pública cultural y ciudadana, sino a servir de antecedente a las carreras
universitarias y en gran medida sometida a las necesidades de éstas.
Hacia 1917, cambian las relaciones entre la Universidad y el Estado revolucionario.
Los constitucionalistas se apropian el poder en la Universidad, al designar a
funcionarios y profesores. La Universidad, por su parte, conoce sus posibilidades
políticas y los estudiantes se inician en prácticas de lucha.
Al comienzo de la década siguiente, surgen diversos proyectos de autonomía,
impulsados por Ezequiel A. Chávez y apoyados por estudiantes. Alcanzan la
autonomía universidades de los estados, en particular la Universidad Michoacana de
San Nicolás Hidalgo (1917) y la de San Luis Potosí (1923).
No pretendo en este texto trazar la historia detallada de la autonomía de la UNAM,
información disponible en trabajos de historia completos y sobre todo producto de
especialistas. Me limito a los grandes hitos del discurrir de las facetas de la
concepción de la autonomía y a su obtención aventurada para nuestra
universidad. Finalmente, me importa más hablar del presente de la responsabilidad
frente a la autonomía de cada uno de nosotros en el trabajo ordinario y en las
circunstancias en las que ocurre, tema que trataré en la parte final del presente
resumen.
Omito, en esta perspectiva, las etapas de la tercera década del siglo, por cierto no
inexistentes y retomo la cronología en 1929, año cargado de acontecimientos
decisivos: se impone el fin de la Guerra Cristera, con los acuerdos del Vaticano con
Portes Gil y el asesinato de muchos de los líderes de la sublevación; se desarrolla la
campaña electoral de Vasconcelos, antes Secretario de Instrucción Pública y Rector
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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de la Universidad Nacional, por la presidencia de la República, acompañado por
numerosos estudiantes universitarios, movimiento reprimido por la Presidencia de la
República y finalmente frustrado; finalmente se celebró el Sexto Congreso Nacional
de Estudiantes que elige a Alejandro Gómez Arias como presidente.
El camino hacia la autonomía
En la primavera de 1929 se declaran en huelga 54 escuelas de la Ciudad de México
y 25 mil estudiantes. Se establece un Comité de Huelga y estalla el enfrentamiento
con el Estado entre mayo y junio. El movimiento se caracteriza por su independencia
y espontaneidad, pero recibe la influencia de las experiencias de otros movimientos
en Argentina y Perú, donde surgen la figuras de Haya de la Torre y de José Antonio
Mella en Cuba.
El movimiento estudiantil reflejaba la división surgida tras la Guerra Cristera: mientras
las derechas consideraban la Universidad como un baluarte de sus ideas y un
campo para combatir al gobierno, la mayoría de los estudiantes exigían el
cumplimiento de un acuerdo de 1928 con el que Puig Casauranc, Secretario de
Instrucción, reconocía el voto a los representantes de los estudiantes en el Consejo
Universitario y su intervención en el nombramiento del personal directivo de la
Universidad. Con la llegada de Ezequiel Padilla a la Secretaría, las relaciones se
tensan.
1929 reúne demandas locales dispares y dispersas, pero confluyen en el interlocutor
del Estado, que tiene que aceptarlas o encontrar subterfugios para negarlas o
posponerlas. Así, Jurisprudencia y la Escuela Nacional Preparatoria demandan un
ciclo de estudios de tres años en lugar de dos. En Derecho el movimiento local
desconoce el nombramiento de Narciso Bassols como director. Cuando el
Secretario de Instrucción Pública trata de aplicar exámenes trimestrales en vez de
finales, se desata el movimiento estudiantil generalizado. Se ensayan intentos de
conciliación, que fracasan, y la gran reunión estudiantil, celebrada en “El
Generalito” el 9 de mayo, declara la huelga.
El movimiento recibe un fuerte impulso. A Derecho se une la Escuela Nacional
Preparatoria el 21 de mayo y la siguen otras escuelas de la Ciudad. El 23 los
estudiantes se enfrentan a la policía y a los bomberos en un mitin violento. La
violencia produce mayor solidaridad de la sociedad con los estudiantes.
En resumen, se declaran en huelga 54 escuelas de la Ciudad de México y 25 mil
estudiantes. Se establece un Comité de Huelga y estalla el enfrentamiento frontal
con el Estado entre mayo y junio. La participación de las escuelas y grupos de
estudiantes es desigual, pero destacan la Escuela de Derecho, por sus líderes y su
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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peso en el movimiento, la Escuela Nacional Preparatoria, los más jóvenes, y la
Escuela de Medicina.
Las autoridades, el rector Castro Leal y el Secretario Ezequiel Padilla responden con
argumentos legales y amenazas de severas sanciones. La negociación se vuelve
imposible. Los estudiantes califican el nuevo sistema de evaluación como
antinacionalista y anacrónico.
Portes Gil asume la misma posición y clausura “indefinidamente” la Facultad de
Jurisprudencia. Los estudiantes centralizan su organización, apoyados en las
agrupaciones estudiantiles ya existentes y experimentadas. Muchos habían
aprendido a mantenerse firmes en la campaña de Vasconcelos por la presidencia
de la República, enfrentándose al poder del Estado, que se había ejercido sin
miramientos. Portes Gil trata de desprestigiar a los líderes acusándolos de tener
motivos políticos por sus relaciones con la campaña de Vasconcelos.
Alejandro Gómez Arias es el presidente del Comité de Huelga. Salvador Azuela,
García Villalobos, y otros dirigentes destacados provienen de las nuevas clases
medias formadas a raíz de la Revolución de 1910. Niegan que la Universidad sea
considerada como un lujo, es más bien un instrumento de ascenso social.
Sustituto de Ezequiel Padilla, menos rígido, Puig Casauranc corrige el rumbo: retira las
fuerzas del orden e interviene ante el Presidente.
Alejandro Gómez Arias redacta el 23 de mayo una carta con las demandas de los
estudiantes: castigo al jefe de la Policía, retiro de las fuerzas del orden,
reconocimiento de los planes de estudio de los estudiantes, abolición del sistema de
reconocimientos (trimestrales). Con palabras distintas asoma claramente la
autonomía entre las demandas de los estudiantes: se trata de “… organizar la vida
universitaria con sujeción a sus propias normas. La autodeterminación universitaria no
es un ideal anárquico…”
Finalmente, en uno de los primeros ensayos de acaparar los avances como
iniciativas propias aunque las hayan combatido pocos días antes, se crea una
situación ambigua acerca de quién estableció la autonomía, si es una decisión del
presidente o un triunfo de los estudiantes, en verdad más preocupados por
condiciones operativas inmediatas, pero partícipes de una conciencia clara del
sentido de la autonomía. Los universitarios pensamos que la autonomía la obtuvo la
Universidad.
Puig Casauranc propone la autonomía a Portes Gil, para que la Universidad resuelva
sus problemas, sin que el Presidente tenga que atender las demandas estudiantiles,
consideradas obviamente de menor importancia, riesgosamente frecuentes y
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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usualmente tumultuosas. Para el Gobierno es también conveniente reconocer una
“Absoluta autonomía técnica, administrativa y económica a la Universidad
Nacional”.
La propuesta incluía asimismo la creación de Consejos Técnicos para escuelas
técnicas, la incorporación de secundarias a la ENP, la paridad de voto en el Consejo
Universitario, la designación del rector de una terna presentada a la Secretaría de
Instrucción por el Consejo Universitario.
Portes Gil hace elaborar una Ley de Autonomía Universitaria en la que destacan
puntos como los siguientes: atribuye al gobierno el mérito de haber concedido la
autonomía y puesto término a la huelga estudiantil, ya nacional; concede una
autonomía limitada; aspira a no relajar el principio de autoridad y deja fuera otras
peticiones estudiantiles.
La nueva ley saca a los estudiantes de la vida política del país y los limita a las
cuestiones puramente universitarias. Al parecer, Portes Gil espera que los
universitarios continúen el conflicto, que estalle el caso y poder cerrar la universidad.
El 10 de julio se promulga la Ley orgánica de la Universidad Autónoma de México, en
medio de la desconfianza de los profesores de un centro de educación superior
marcadamente elitista, y en la visión del Gobierno como un expediente para
desacreditar a “una institución molesta por sus antecedentes históricos y
desagradable por las posibilidades que podía acreditar en el futuro.”
Así pues, mirada con ojos de hoy, la primera autonomía parece más bien
meramente nominal: finalmente el Presidente presenta al Consejo Universitario una
terna para rector, es decir, cualquier futuro Rector llevará el visto bueno explícito de
la Presidencia; el Gobierno tiene derecho de veto contra las resoluciones
universitarias; la Secretaría de Educación tiene un representante en el Consejo
Universitario con voz; el Rector debe informar anualmente al presidente, al Congreso
y a la Secretaría; la Universidad no tiene patrimonio propio, sino recibe un subsidio
del Gobierno, que la Cámara fija anualmente y no debe ser menor a cuatro millones
de pesos. El Presidente vigila el manejo de estos fondos. Por su parte, los Universitarios
son responsables de la autonomía.
La lucha por la autonomía continúa
En 1978 se inauguró un año de celebraciones por el 50° aniversario de la autonomía
universitaria. Asistió a la ceremonia de inauguración en el Palacio de Minería Don
Alejandro Gómez Arias. Las fotografías de 50 años antes muestran a un muchacho ni
alto ni bajo, pero con saco y sombrero. La ENP era entonces la puerta social a la
cultura y a la responsabilidad de la adultez. Don Alejandro, ahora, entonces en 78,
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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debía tener cerca de 70 años, pero todavía no llegaba la multiplicación actual de
las personas mayores. Tuvimos la suerte de ver pasar, con paso de edad avanzada,
a un personaje que de joven encabezó con éxito la obtención política de una de las
características esenciales de la Universidad mexicana. Pensamos qué sería de
nosotros cuando el Colegio cumpliera 50 años.
Porque en realidad la lucha contra los ataques a la autonomía nunca ha cesado, ni
su defensa ha sido lo consistente y firme que tan gran condición merece.
En efecto, la autonomía no solamente se contrapone a las intervenciones externas a
la Universidad. Se lesiona la autonomía siempre que el conocimiento científico, la
libertad de pensamiento, de expresión y de cátedra sufre limitaciones o los valores
de una educación humanista y para la ciudadanía se menoscaban.
Sobran ejemplos de todos los tipos.
Un grupo de individuos se aloja en la Reserva Ecológica y, por las condiciones
mismas de su inserción en un medio silvestre, destruye y contamina. Pasan meses,
¿años?, y siguen ahí o han sido sustituidos por otros o se les han agregado nuevos
aspirantes a tener un refugio que en la práctica pocos o nadie visita ordinariamente.
No es únicamente un tema de territorio perdido en abstracto, sino de un paraje
desviado de su destino universitario para conservar la flora y la fauna de la región de
los pedregales generados por el Xitle.
Un grupo violento, también si se disfraza de activista, encapuchado de preferencia,
toma una dirección, cierra un Plantel, se apodera de un local para usos extraños al
quehacer de los universitarios. Nadie puede impedirlo, porque se corre el riesgo de
provocar un conflicto mayor que puede llegar hasta Rectoría. Pero las clases no se
imparten, bibliotecas y laboratorios se clausuran, la autoridad local se muestra
impotente. Los alumnos se preguntarán si la UNAM tiene leyes y, si es así, por qué no
se cumplen ni se hacen cumplir. La autonomía se ha desvanecido y con ella la idea
de que las leyes se redactan y se publican, pero no es necesario hacer que se
cumplan.
Lo mismo puede decirse, con otros tintes, de que todas las tardes de los viernes un
grupo impreciso de alumnos, unos 30, se reúnen en un prado al lado del edificio de
la Secretaría Académica de una de las escuelas de Ciudad Universitaria. ¿Desde
cuándo? No sabemos, podemos decir que nos consta que sucede desde hace más
de 12 años. No se impiden las clases, pero sí los valores cuyos lemas en los últimos
años han difundido las autoridades. Mientras las botellas, de cerveza, por cierto, y
pocas de ron o bebidas más fuertes, se amontonan en el prado hasta que las
recoge Mantenimiento de CU o cualquiera que sea la instancia responsable. Se
sabe que sucede, o la información que reciben las autoridades responsables tiene
Sobre la autonomía
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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graves deficiencias, sucede, nadie interviene. Así las autoridades dan pie a la
impunidad. Luego nos sorprendemos de la difusa sensación universal de que México
es un país donde puedes violentar las normas y no te pasa gran cosa, o nada. Y la
Universidad está puesta para educar, algo le impide hacerlo y violenta su
autonomía.
Un profesor no enseña los contenidos de su materia, claramente determinados por el
Consejo Técnico, sino consagra su clase al adoctrinamiento o a preparar con sus
alumnos de Diseño Gráfico carteles contra las autoridades. Los alumnos pueden
expresarse. Ha habido en el Colegio “muros de expresión”, decenas de metros de
lámina para pegar lo que cada quién considera de interés para la comunidad. Pero
Diseño Gráfico no es un instrumento educativo destinado a entrenar en la lucha
contra las autoridades. También aquí se desvían recursos de la UNAM, de la función
educativa que es su responsabilidad, a las pequeñas y a veces ridículas demandas
de profesores insatisfechos.
La Junta de Gobierno es garante de la autonomía. Podemos emitir un enunciado,
no un juicio, que reconozca que cumple con una de las funciones que representan
centralmente la autonomía, la designación del Rector y los Directores de Facultades
y escuelas Nacionales. Sin embargo, no es infrecuente, tras una designación
formalmente intachable, que las comunidades se pregunten por qué, si se advirtió
claramente a la Junta que sucedería con toda probabilidad esto que comenzamos
a sufrir desde el primer mes y seguirá durante cuatro años, la ignorancia de las
condiciones reales de la escuela, el desinterés por el servicio a los profesores, la
altanería y la dificultad de obtener una entrevista para hacer conocer problemas
institucionales, la incompetencia de los funcionarios nombrados y mantenidos. Lo
oyeron, no lo consideraron válido, pero tampoco comprobaron su invalidez, sino
más tranquilamente designaron al mismo a pesar de los rasgos que una parte
significativa de la comunidad señalaba. Una vez más, la decisión no respetó la
autonomía universitaria, al no asegurar el funcionamiento debido de una de las
escuelas y confiarlo a quien no podría hacerse cargo del mismo.
La autonomía se conquista diariamente: enseñando los programas, con las
libertades que la Universidad reconoce; formando alumnos honestos, críticos,
solidarios, que reconozcan el beneficio que reciben por pertenecer a la UNAM;
trabajando para que los resultados académicos de la Universidad sean su mejor
justificación y defensa.
Todos y cada día conquistamos la autonomía de nuestra Universidad.
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Profesor Trinidad García Camacho
Dirección General
Resumen
El artículo presenta un amplio análisis del concepto de estilos de aprendizaje que
abarca desde el surgimiento de los primeros estudios relacionados con estos,
pasando por las distintas perspectivas teóricas bajo las cuáles ha sido abordado, las
diversas formas de clasificarlos hasta la relación que guardan con el ámbito escolar.
El eje central dl trabajo, sin embargo, es el análisis de la relación que se establece
entre los estilos de aprendizaje y el modelo educativo del CCH, la forma en que
puede abordarse de manera más adecuada y productiva desde la docencia el
trabajo de hacer converger los estilos del modelo educativo, los estilos de
aprendizaje de los alumnos e incluso, los estilos docentes para promover el logro de
los aprendizajes escolares y un mejor desarrollo personal de los alumnos.
Palabras clave: estilos de aprendizaje, modelo educativo, estilos docentes.
Presentación
La cuestión de los estilos de aprendizaje ha representado un ámbito de intervención
docente y de investigación educativa en los últimos años. Constituye para el
docente un reto formativo reconocer y atender las características y diferencias
individuales de sus alumnos que se ponen en juego en los estilos y formas particulares
de participación y desarrollo. Por otra parte, para el campo de la investigación,
significa conocer: cómo se conforman los estilos, qué factores intervienen, cuál es su
sentido y utilidad en las prácticas educativas, así como las oportunidades
institucionales y docentes que puede representar trabajar con este tipo de ideas.
Finalmente, para nuestro modelo educativo significa entender qué aspectos aporta
este enfoque sobre el desempeño estudiantil, y ampliar su visión académica en
nuestras prácticas educativas.
Antecedentes históricos y conceptuales
La noción de estilos de aprendizaje o estilos cognitivos tiene sus antecedentes
etimológicos en el campo de la psicología. Como concepto, fue utilizado por
primera vez en los años 50´s del pasado siglo por los llamados “psicólogos
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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cognitivistas”, quienes incentivados por el desarrollo de la lingüística, la incipiente
revolución tecnológica en el campo de la informática y las comunicaciones a partir
del surgimiento de las computadoras, los descubrimientos de las ciencias
neurológicas y el debilitamiento del conductismo, comenzaban por aquel entonces
a prestar especial atención al hombre desde el punto de vista de la cognición. De
todos, fue Herman Witkin uno de los primeros investigadores que se interesaron por la
problemática de los “estilos cognitivos” como expresión de las formas particulares de
los individuos de percibir y procesar la información.
Particular sentido adquirió el estudio de los estilos cognitivos con los descubrimientos
operados en el campo de la neurología durante los años 60´s a partir de los trabajos
de Roger Sperry con relación a la especialización hemisférica del cerebro, que
brindaron evidencias científicas acerca por ejemplo, del desempeño del hemisferio
izquierdo del cerebro en las funciones relacionadas con el lenguaje, el razonamiento
lógico, la abstracción; y del hemisferio derecho en funciones referidas a
pensamiento concreto, la intuición, la imaginación, las relaciones espaciales y el
reconocimiento de imágenes, patrones y configuraciones.
Con el auge de las psicologías cognitivista y humanista en otros campos del saber y
en particular en la educación, los estudios desarrollados sobre los estilos cognitivos
pronto encontraron eco entre los pedagogos, principalmente en países como
Estados Unidos, donde desde los años 60´s venía generándose un amplio
movimiento de reformas curriculares que clamaban por transformaciones
cualitativas en el sector, con vistas a la renovación de las metodologías tradicionales
y el rescate del alumno como polo activo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Sin embargo, y a diferencia de los teóricos de la personalidad, los psicólogos de la
educación, en lugar del término estilo cognitivo, comenzaron en muchos casos a
hacer uso del término estilo de aprendizaje, explicativo del carácter
multidimensional del proceso de adquisición de conocimientos en el contexto
escolar. Ello a la vez derivó en una amplia diversidad de definiciones, clasificaciones
e instrumentos de diagnóstico, conformadores de los más disímiles enfoques y
modelos teóricos con relación al objeto-problema en cuestión.
El concepto mismo de estilo de aprendizaje no es común para todos los autores y es
definido de forma muy variada en las distintas investigaciones. La mayoría coincide
en que se trata de cómo la mente procesa la información o cómo es influida por las
percepciones de cada individuo (Messick, 1969; Coop y Brown, 1978;Hill, 1971; Witkin,
1975). Veamos algunas otras de las definiciones más significativas, observando sus
peculiaridades.
Para R. Dunn, K. Dunn y G. Price (19779: 41) estilo de aprendizaje es “la manera por la
que 18 elementos diferentes (más adelante los aumentaron a 21, añadimos
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
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19
nosotros), que proceden de cuatro estímulos básicos, afectan a la habilidad de una
persona para absorber y retener.”
Se trata de una definición descriptiva adaptada a la misma taxonomía de estilos
que estos autores propugnan. Otra crítica habitual contra esta definición consiste en
señalar la ausencia del elemento inteligencia. Por otra parte, la metáfora de la
esponja —absorber y retener— desconsidera aspectos importantes del aprendizaje
como analizar y generalizar.
Hunt (1979: 27) describe estilo de aprendizaje como “las condiciones educativas
bajo las que un discente está en la mejor situación para aprender, o qué estructura
necesita el discente para aprender mejor”.
Para Hunt es el nivel conceptual el que caracteriza el estilo de aprendizaje. A nivel
conceptual “es una característica basada en la teoría del desarrollo de la
personalidad que describe a la persona en una jerarquía de desarrollo creciente de
la complejidad conceptual, autorresponsabilidad e independencia”.
Esta definición no describe cómo aprende un discente, indica simplemente qué
estructura necesita para aprender.
Para Schmeck (1982: 80) un estilo de aprendizaje es “simplemente el estilo cognitivo
que un individuo manifiesta cuando se conforma con una tarea de aprendizaje”.
Gregorc (1979), en cambio, afirma que el estilo de aprendizaje consiste “en
comportamientos distintivos que sirven como indicadores de cómo una persona
aprende y se adapta a su ambiente”.
Para Claxton y Ralston (1978: 1) “Estilo de Aprendizaje es una forma de responder y
utilizar los estímulos en un contexto de aprendizaje”.
Riechamann (1979: 2) afirma que: “Estilo de aprendizaje es un conjunto particular de
comportamientos y actitudes relacionados con el contexto de aprendizaje”.
Butler (1982) indica que los estilos de aprendizaje “señalan el significado por el que
una persona más fácil, efectiva y eficientemente se comprende a sí misma, el
mundo y la relación entre ambos”. Agrega también que “señalan manera distintiva
y característica por la que un discente se acerca a un proyecto o un episodio de
aprendizaje, independientemente de si incluye una decisión explícita o implícita por
parte del discente”.
Para Smith (1988: 24): los estilos de aprendizaje son “los modos característicos por los
que un individuo procesa la información, siente y se comporta en las situaciones de
aprendizaje”.
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
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Kolb (1984) incluye el concepto de estilos de aprendizaje dentro de su modelo de
aprendizaje por la experiencia y lo describe como “algunas capacidades de
aprender que se destacan por encima de otras como resultado del aparato
hereditario, de las experiencias vitales propias y de las exigencias del medio
ambiente actual. Llegamos a resolver de manera característica los conflictos entre
el ser activo y reflexivo y entre el ser inmediato y analítico. Algunas personas
desarrollan mentes que sobresalen en la conversación de hechos dispares en teorías
coherentes y, sin embargo estas mismas personas son incapaces de deducir
hipótesis a partir de su teoría, o no se interesan por hacerlo; otras personas son
genios lógicos, pero encuentran imposible sumergirse en una experiencia y
entregarse a ella”.
Leichter (1973), profesor de Educación de Teacher College, Columbia University,
Nueva York, ha estudiado lo que él llama estilo educativo. Muchos de los puntos de
su análisis coinciden con lo que nosotros hemos denominado estilo de aprendizaje,
por ejemplo, cómo los individuos se diferencian en el modo de iniciar, investigar,
absorber sintetizar y evaluar las diferentes influencias educativas en su ambiente, y
de integrar sus experiencias, y la rapidez del aprendizaje. etc.
¿Dónde está, pues la diferencia entre estilo educativo y estilo de aprendizaje? El
concepto de Educación es más amplio, dirige su atención no solamente a la
manera en que un individuo se compromete, se orienta o combina varias
experiencias educativas.
Los estilos educativos, según Leichter, se aprenden en la interacción con los demás,
y además se confirman, modifican o adaptan.
Los elementos del estilo educativo son dinámicos y están siempre en relación,
necesitan un espacio amplio de tiempo para que puedan ser estudiados a fondo.
Tienen un carácter social.
Centrarse en el estilo educativo, afirma Leitcher (1973), implica un cambio en el
enfoque de los problemas educativos. Sin embargo, el número de variables a
estudiar es muy elevado y difícil de controlar, de ahí que resulta más manejable la
noción de estilos de aprendizaje.
Consideraciones metodológicas
En la literatura existente, al referirse a los estilos (cognitivos, de personalidad,
aprendizaje, enseñanza e intelectuales), varios autores hacen alusión a disposiciones
(Pask, 1988), preferencias o gustos (Stenberg, 1997; Hirsh y Kummerow, 1990; Dunn y
Dunn, 1978, 1988), tendencias o inclinaciones (Kegan, 1965), patrones conductuales
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que pueden o no ser observables, estrategias de aprendizaje (Riding y Rayner, 1998;
Guild y Garger, 1998), así como a habilidades y fortalezas (Gardner, 1983).
A continuación se definirán algunos elementos que conforman a los estilos:
Una disposición es un estado físico o psicológico de una persona para realizar (o no)
una acción determinada. Al igual que las preferencias, las disposiciones tienen que
ver con la voluntad del sujeto y el gusto por hacer algo o dejar de hacerlo. Sin
embargo, la disposición está acompañada de la motivación o incentivo que la
acción pueda proveer al sujeto. Hay personas que deben realizar ciertas acciones
pero no las efectúan porque no se sienten motivados a hacerlas. No tienen
disposición para hacerlas por sí mismas.
Otro ejemplo es cuando se pide a varias personas que trabajen de manera
colaborativa. Habrá personas que lo hagan con gusto y otras que lo hagan
obligados por la circunstancias. La disposición se relaciona también con el nivel de
compromiso, la motivación y el estado de ánimo que la persona tenga en el
momento de iniciar la acción que está por realizar.
Las preferencias nos remiten a los gustos y a las posibilidades de elección de entre
varias opciones. Una preferencia casi siempre es una actitud consciente y está
determinada por el control y la voluntad del individuo. Por ejemplo, cuando un
alumno acostumbra escribir en un tipo de cuaderno o a subrayar siempre sus libros,
en la mayoría de las ocasiones lo hará hasta que su preferencia cambie o se
transforme.
Una tendencia es la inclinación, a veces inconsciente, de una persona para realizar
o ejecutar una acción de cierta manera. Hay sujetos que, cuando caen en un
estado de agitación emocional o de enojo, elevan el volumen de la voz; otros
tienden a quedarse en silencio cuando otra persona les grita o los insulta; también
hay personas que suelen quedarse dormidas cuando van a ver alguna obra de
teatro aburrida o una película aburrida a un cine.
Los patrones conductuales son manifestaciones típicas que presenta un sujeto ante
una situación determinada. Un sujeto que acostumbra ser puntual en sus citas o
compromisos repetirá esa conducta en la mayor parte de las ocasiones. Cuando
una persona es tildada de “puntual”, quiere decir que el patrón conductual de
llegar a tiempo le ha sido identificado. De la misma manera, puede hablarse de
otras manifestaciones típicas como las reacciones ante ciertos estímulos. Las rutinas,
las costumbres y las tradiciones ejercen un papel preponderante en el desarrollo y la
continuidad de conductas específicas de un sujeto.
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Una habilidad es una capacidad física o intelectual sobresaliente de una persona
con respecto a otras capacidades. Los talentos o las habilidades excepcionales de
un individuo pueden ser buenos ejemplos de una fortaleza. A partir de la publicación
del libro Frames of Mind de Howard Gardner (1983), se han desarrollado varios
intentos instruccionales sobre el desarrollo de las ocho capacidades o “inteligencias”
que menciona este autor: musical, lingüística, lógico-matemática, espacial,
quinestésica, interpersonal, intrapersonal y naturalista (Campbell, Campbell y
Dickinson, 1999).
Una estrategia de aprendizaje es una herramienta cognitiva que un individuo utiliza
para solucionar o completar una tarea específica que dé como resultado la
adquisición de un conocimiento (Riding y Rayner, 1998); por lo general, es una serie
de pasos que conforman un procedimiento para la realización o desempeño de
una tarea. Algunos ejemplos de estrategias son los mapas conceptuales, los
organizadores avanzados, las nemotecnias, las metáforas, las analogías, entre otras.
¿Cómo es entonces el estilo de una persona?, ¿es un conjunto de preferencias?, ¿es
solamente un conjunto de patrones conductuales?, ¿implica las tendencias del
sujeto hacia ciertos comportamientos determinados?, ¿es una serie de habilidades
que desarrolladas de cierta manera dan paso a una forma específica de
conducta?, ¿qué relación tienen las estrategias que emplea una persona para
aprender, enseñar, resolver problemas y realizar su plan de vida con el estilo que
posee?
Si bien es cierto que un estilo implica preferencias, tendencias y disposiciones,
también lo es el hecho de que existen patrones conductuales y fortalezas que
distinguen a un sujeto de los demás en la manera en que se conduce, se viste,
habla, piensa, aprende y enseña.
Principios de los estilos
Lozano (2001), apoyándose en Guiad (1998), destaca la existencia de supuestos,
principios o fundamentos acerca de los estilos, una relación de ellos es la siguiente:
Los estilos son preferencias en el uso de habilidades, pero no son habilidades en sí
mismas. Sería ilógico (dice Sternberg) que las habilidades y los estilos fueran
sinónimos. Un estilo es la forma en que un sujeto usa sus capacidades, en este caso,
intelectuales. Por ejemplo, un estudiante tiene un estilo creativo de resolver
problemas, pero sus habilidades para crear no son muy buenas. El “querer hacer”
con el “hacer bien” son dos cosas diferentes. Con el tiempo, este estudiante puede
llegar a desarrollar esas habilidades y relacionar su estilo con dichas habilidades.
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Una relación entre los estilos y las habilidades genera una sinergia más importante
que la simple suma de las partes. La consideración de lo quiere hacerse y de lo que
realmente puede hacerse es un aspecto importante para el éxito de una persona.
Cuanto más rápido conozca una persona para qué es buena, más rápido podrá
llevar una vida productiva. De aquí la importancia de saber orientar a los jóvenes
sobre las preferencias para la elección de una carrera. Por ejemplo, es más seguro
que sea exitoso un estudiante que desea ser médico porque le gusta tratar con los
pacientes, que un estudiante que desea ser médico porque sus papás así lo desean.
Las opciones de la vida necesitan encajar tanto en los estilos como en las
habilidades. En la década de los setenta ser profesor de primaria en algunos estados
de México era una buena oportunidad de ganar prestigio, dinero y status. En los
ochenta, la contaduría pública, la administración y la medicina pasaron a ser
buenas opciones para los estudiantes. Las universidades de México se saturaban
rápidamente en estas áreas. En los noventa, y hasta la fecha, la rama de la
computación y las nuevas tecnologías ha llamado la atención de las nuevas
generaciones. El magisterio, la administración y la medicina, han dado paso a otras
necesidades para las que la sociedad exige atención de los sujetos. Las habilidades
para manejar la información y las nuevas tecnologías son menester importante en la
conformación de los estilos de los profesionistas del mañana.
La gente tiene perfiles (o patrones) de estilos, no un solo estilo. Este principio parece
cuestionar a la mayoría de las teorías que se revisan en este documento. Sin
embargo, debemos resaltar que cada teoría deja entreabierta la posibilidad de
combinaciones entre los estilos enunciados. Hay una predominancia de un cierto
estilo, lo cual no quiere decir que un sujeto no manifieste características de otro.
Los estilos son variables de acuerdo con las tareas y las situaciones. Esto lo enuncian
Guild y Garger (1998) al decir que los estilos no son absolutos. Las personas pueden
adaptarse a las situaciones y a las tareas según determinados factores como el
estado de ánimo, la motivación, la disposición, la necesidad, etc. Por ejemplo, una
persona introvertida, al asistir a un evento social de su trabajo, puede hacer a un
lado su introversión por un momento y convivir con sus compañeros un poco más de
lo habitual.
La gente difiere en la fuerza de sus preferencias. Mientras hay algunas personas que
gustan de trabajar en grupos, hay otras que prefieren trabajar con una o dos
personas como máximo; otras más prefieren trabajar solas. El hecho de no querer
trabajar solas, no quiere decir que necesariamente sea en un grupo de cierto
número. Por citar otro ejemplo, hay personas que prefieren el chocolate en todas sus
modalidades, entre tanto, otras sólo lo toleran como bebida o en un pastel.
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
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Las personas difieren en su flexibilidad estilística. Por un lado, hay gente que es
adaptable por su capacidad de ser flexible; por otro lado, hay quienes son
exageradamente rígidos y no son muy adaptables. Por ejemplo, un profesor que
toda la vida ha enseñado de manera autoritaria, difícilmente cambiará su forma de
enseñar, comparado con un profesor más joven que puede llegar a ser más flexible
en su proceso de ser mejor profesor.
Los estilos son socializados. Muchos de los expertos en educación que se han
dedicado al estudio de los estilos reconocen la importancia de la interacción en el
aprendizaje de modelos, en los estilos pasa algo similar. Los niños imitan lo que les
agrada de las conductas de las personas mayores y desechan lo que no. Los que
provienen de familias muy estrictas y dominantes tenderán a seguir los mismos
patrones cuando sean mayores. Sin embargo, si las experiencias no fueron del todo
agradables con esos modelos, tenderán a adoptar lo opuesto.
Los estilos pueden variar a lo largo de la vida. Muchos sujetos que en la infancia
fueron alumnos muy desorganizados se han vuelto profesionistas muy metódicos y
organizados. El hecho de que una persona adopte un patrón específico de
conducta o una preferencia específica durante un tiempo no quiere decir que lo
mantendrá hasta la muerte. Si hacemos un poco de memoria sobre nuestras propias
preferencias de hace algunos años a la fecha, podremos observar que éstas han
cambiado; no obstante, algunas se han mantenido, y tal vez sí las conservemos por
el resto de nuestra existencia.
Los estilos pueden ser mensurables. En educación, como en el resto de las ciencias
sociales, se realiza la medición de constructos teóricos. Los estilos no son la
excepción, cada autor o grupo de autores que ha desarrollado una teoría sobre
estilos (cognitivo, de aprendizaje, enseñanza y pensamiento), ha incluido un
instrumento que permite identificar los estilos mencionados en dicha teoría. Los
instrumentos más comunes son los inventarios. Las personas proporcionan
información sobre sí mismos contestando preguntas de sí o no, o seleccionado
opciones de entre varias. La desventaja de esta forma de instrumento radica en que
las personas que los contestan pueden reflejar lo que piensan que son más que la
realidad en sí misma. Hay también tests de figura (para estilos cognitivos), entrevistas,
reportes de observación y análisis de productos de aprendizaje (tareas y
actividades). Estas últimas formas de medición también tienen un sesgo
interpretativo por parte del evaluador.
Los estilos pueden enseñarse. Aunque hay factores que influyen en la adquisición de
los patrones y las preferencias que conforman los estilos (como los modelos de otras
personas que interactúan con un individuo en la socialización), los estilos pueden
enseñarse. Cuando un profesor ofrece a sus alumnos tareas que requieren ciertas
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acciones (concretas o abstractas, particulares o generales, por citar algunos casos),
los estudiantes tienen la posibilidad de ver más opciones, en lugar de hacer las cosas
de una misma manera. Si un profesor, además de encargar ensayos a los alumnos,
les pide que discutan en parejas, que hagan trabajos de campo, que realicen
mapas conceptuales de los materiales de lectura asignados, dramatizaciones, etc.,
estará fomentando más posibilidades estilísticas en sus alumnos. Algún alumno que
tenga una experiencia enriquecedora y gratificante al trabajar en equipo, tal vez la
siguiente ocasión prefiera trabajar con más compañeros, aunque antes hubiera
preferido trabajar de manera individual. No obstante, también puede suceder lo
contrario.
Los estilos valorados en un momento o lugar específicos pueden no serlo en otros. En
los primeros años de la escuela, se recompensan mucho los estilos que presentan
características de orden y disciplina, traducidos en niños obedientes y callados en
exceso. En otras instituciones con ideas menos tradicionales, se recompensan las
conductas libres y espontáneas. Muchos estudiantes sufren enormes frustraciones
cuando se enfrentan a instituciones que exigen o piden lo contrario a lo que ellos
están acostumbrados a hacer. Los idealistas o soñadores pueden ser vistos como
personas muy creativas y ocurrentes en ciertos momentos, pero pueden ser odiados
por sus compañeros cuando se trata de actividades colectivas donde se tenga que
aterrizar las ideas en algo concreto.
Los estilos no son, en promedio, buenos o malos sino una cuestión de enfoque. Al
igual que en el listado anterior, Stenberg (1997) también subraya la idea de que los
estilos tienen una función utilitaria de acuerdo con la situación y el ambiente en los
cuales se desempeñe el sujeto. Una empresa de productos para el hogar puede
requerir que sus empleados generen ideas creativas para satisfacer un mercado
cada vez más exigente. Una empresa dedicada a las ventas necesitará individuos
con habilidades sociales desarrolladas a un nivel de persuasión suficientemente
convincente para realizar contratos. ¿Qué pasa cuando las personas no tienen el
estilo requerido para un puesto? Un directivo sin un espíritu de líder de una institución
tal vez tenga problemas para realizar el buen funcionamiento de ésta. Un profesor
introvertido tal vez presente problemas de interacción con sus alumnos.
A veces confundimos los patrones estilísticos con los niveles de habilidad. Es
importante recordar que en la medida en que cada uno reconozca sus propios
patrones estilísticos, podrá reconocerlos en otras personas. Cuando una persona
evalúa a otro individuo, en ocasiones esta evaluación está sesgada por la visión del
evaluador. No resulta fácil darse cuenta de que las personas difieran de nosotros no
se debe necesariamente a que carecen de ciertas habilidades, sino a que
presentan patrones estilísticos diferentes.
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Clasificación de estilos de aprendizaje
En función de las consideraciones conceptuales arriba descritas, se han propuesto
una gama de estilos de aprendizaje susceptibles de encontrar en los alumnos;
González (2002), realiza una clasificación de las posturas más representativas y que
se describen a continuación:
Clasificaciones más representativas de los estilos de aprendizaje
Autores Tipos de estilos de aprendizaje
Kolb, 1984 Acomodador; divergente;
convergente; asimilador
Schmeck, Geisler-
Breinstein, 1989
Procesamiento profundo;
procesamiento elaborativo; retención
de datos; método de estudio
Entwistle, 1988 Holístico; secuencial
Honey y Mumford, 1986 Activo; reflexivo; teórico; pragmático
Sternberg, 1990 Legislativo; ejecutivo; judicial
Marton et al., 1984 Profundo; superficial; estratégico
1. Según se puede observar en la tabla anterior, Kolb (1984) afirma que existen
cuatro tipos:
Acomodador: sus preferencias de aprendizaje son la experimentación activa y la
experiencia concreta. Se adaptan bien a las circunstancias inmediatas,
aprenden sobre todo haciendo cosas, aceptan riesgos, tienden a actuar por lo
que sienten más que un análisis lógico.
Divergente: son creativos, generadores de alternativas y reconocen los
problemas. Destacan por su habilidad para contemplar las situaciones desde
diferentes puntos de vista y organizar muchas relaciones en un todo significativo.
Aprenden de la experiencia concreta y la observación reflexiva.
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
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Convergente: lo que prima en este estilo, es la conceptualización abstracta y la
experiencia activa. La aplicación práctica de las ideas es su punto fuerte,
emplean el razonamiento hipotético deductivo. Definen bien los problemas y la
toma de decisiones.
Asimilador: su aprendizaje se basa en la observación reflexiva y la
conceptualización abstracta. Razonan de manera inductiva y destacan por su
habilidad para crear modelos abstractos y teóricos. Les interesa poco el valor
práctico de las cosas.
2. Schmeck et. al. (1989) afirma que para medir los estilos de aprendizaje son
fundamentales cuatro factores o escalas:
Procesamiento profundo: requiere reflexión, es abstracto, lógico y teórico.
Procesamiento elaborativo: también exige reflexión, sin embargo es experimental
y autoexpresivo.
Retención de datos: está orientada hacia la retención de unidades de
información necesarias para realizar con éxito pruebas de elección múltiple.
Método de estudio: está compuesto por aquellas destrezas que se aplican
cuando se estudia un tema, por ejemplo, el uso del subrayado, la recopilación
de notas, la ordenación de apuntes, etc.
3. Por su parte, Entwistle (1988) define dos tipos de estilos:
Holístico: supone una preferencia por abordar la tarea desde la perspectiva más
amplia posible y utilizar la imagen visual y la experiencia personal para elaborar
la comprensión. Es equivalente al estilo cognitivo descrito como divergente,
impulsivo y global.
Secuencial: el aprendizaje se realiza paso a paso. Se interpretan prudente y
críticamente los datos, su principal instrumento de comprensión es la lógica y no
la intuición. Es equivalente al estilo cognitivo convergente, reflexivo y articulado.
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4. Honey y Mumford (1986) distinguen cuatro clases de personas en función de sus
estilos:
Activos: se implican plenamente y sin prejuicios en todas las nuevas experiencias.
Se involucran en los asuntos de los demás y centran a su alrededor todas las
actividades.
Reflexivos: consideran todas las alternativas antes de realizar un movimiento,
reúnen datos, analizándolos con determinación. Observan a los demás y crean
en su alrededor un clima ligeramente distante y condescendiente.
Teóricos: adaptan e integran las observaciones dentro de las teorías lógicas y
complejas. Les gusta analizar y sintetizar. Buscan la racionalidad y la objetividad
huyendo de lo subjetivo y de lo ambiguo.
Pragmáticos: su punto fuerte es la aplicación práctica de las ideas. Les gusta
actuar rápidamente y con seguridad sobre aquellas ideas y proyectos que les
atraen, y no dudan en ponerlos en práctica.
5. Sternberg (1990) señala tres estilos intelectuales:
Legislativo: implica crear, formular y planificar ideas. Prefieren actividades
creativas basadas en la planificación.
Ejecutivo: les gusta seguir normas establecidas. Se decantan por tareas
estructuradas y definidas.
Judicial: evalúan, controlan y supervisan las actividades, las cuales deben
conllevar enjuiciamiento y crítica.
En relación con esta última clasificación, Beltrán (1993) apunta que las personas no
presentan un estilo en exclusiva, sino que tienden a uno u otro dependiendo de los
campos de la actividad y la situación.
6. Marton, Hounsell y Entwistle (1984) señalan la existencia de tres grandes estilos de
aprendizaje o formas de abordar una tarea de aprendizaje:
Profundo: se caracteriza por la intención de comprender, la interacción con el
contenido, la relación de las nuevas ideas con el conocimiento anterior, la
relación de los conceptos con la experiencia cotidiana y el examen de la lógica
del argumento.
Superficial: se caracteriza por la intención de cumplir con los requisitos de la
tarea, la memorización de la información necesaria para pruebas o exámenes, el
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enfrentamiento de la tarea como una imposición externa, la ausencia de
reflexión sobre propósitos o estrategias y el acento de elementos sueltos sin
integración.
Estratégico: destaca de la intención de sacar las notas más altas, el uso de tests
previos para predecir preguntas, la atención a pistas acerca de esquemas de
puntuación en el aseguramiento de materiales adecuados y condiciones de
estudio.
Aspectos críticos en la conformación de los estilos
Cabrera (1998), realiza una crítica a las teorías de los estilos que se han centrado en
los aspectos meramente cognositivistas y, apoyándose en Vigotsky, resalta la
importancia de los aspectos histórico-culturales que se deben valorar. Para él, un
abordaje de los estilos de aprendizaje debe:
Partir de la naturaleza socio-histórica de la subjetividad humana.
Concebir la dialéctica entre lo biológico y lo social, entre lo interno y lo externo,
entre lo potencial y lo real en la determinación de lo psíquico.
Partir de la idea de que todo lo psicológico, en particular el proceso de
aprendizaje, está mediado por la actividad y la interacción humana.
Tener en cuenta la unidad de lo afectivo y lo cognitivo en el reflejo y regulación
psicológica del comportamiento.
Para Vigotsky y sus seguidores el aprendizaje es no sólo un proceso de realización
individual, sino una actividad de naturaleza social, una actividad de producción y
reproducción del conocimiento mediante la cual el niño primero asimila los modos
sociales de actividad y de interacción, y más tarde en la escuela, además, los
fundamentos del conocimiento científico, bajo condiciones de orientación e
interacción social. A través de este concepto de aprendizaje en cuyo centro
Vigotsky pone al sujeto activo, consciente, orientado hacia un objetivo, en su
interacción con otros sujetos, en sus acciones con el objeto a través de diversos
medios en condiciones socio históricas determinadas, el autor promueve también su
teoría acerca del desarrollo.
Para Vigotsky, lo que las personas pueden hacer con la ayuda de otros puede ser,
en cierto sentido, más indicativo de su desarrollo mental que lo que pueden hacer
por si solos. De aquí que considere necesario no limitarse a la simple determinación
de los niveles evolutivos reales si se quiere descubrir las relaciones de este proceso
evolutivo con las posibilidades de aprendizaje del estudiante, por lo que resulta
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imprescindible revelar como mínimo dos niveles evolutivos: el de sus capacidades
reales y el de sus posibilidades para aprender con ayuda de los demás. La diferencia
entre estos dos niveles es lo que denomina “zona de desarrollo próximo” que él
define como la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la
capacidad de resolver un problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado
a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en
colaboración de otro compañero más capaz.
Por otra parte, la personalidad vista desde el enfoque histórico-cultural es asumida
no como simple dimensión de las diferencias individuales sino como el sistema o
todo integrador y autorregulador de los elementos cognitivos y afectivos que operan
en el sujeto y además como configuración única e irrepetible de la persona (Fariñas
G., 1995). Dentro de esta concepción de personalidad es posible y factible de esta
forma ubicar el estilo de aprendizaje como expresión de la unidad de lo cognitivo y
lo afectivo, de su singularidad e irrepetibilidad.
Desde esta perspectiva precisamente, pretendemos aproximarnos a un modelo
conceptual cualitativamente superior en un estudio de los estilos de aprendizaje,
toda vez que ella brinda la base de un enfoque holístico que nos permite ver la
educación como un proceso desarrollador, que potencia el desarrollo personal del
estudiante a partir de sus zonas de desarrollo real y potencial; asumir la personalidad
como expresión de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo; y enfatizar en los procesos
de autoconocimiento y autovaloración personal, como vías para la autoeducación,
para la participación plena de los sujetos en su aprendizaje. Todo ello, nos
conduciría necesariamente a redefinir el propio concepto en cuestión, así como los
criterios vertebradores que históricamente han sustentado los diferentes enfoques
metodológicos, incorporándoles una nueva dimensión: la socio-afectiva. Desde
nuestra perspectiva, por tanto, los estilos de aprendizaje se caracterizan por:
Construir formas preferidas y relativamente estables de las personas para
aprender, que expresan el carácter único e irrepetible de su personalidad.
Ser la expresión de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo de la personalidad, lo
intra e interpsicológico, lo biológico y lo social.
Poseer un carácter distintivo (aunque interrelacionante) con respecto a las
habilidades y las estrategias de aprendizaje.
Reflejar una naturaleza eminentemente psico-social, en cuya formación y
definición de la persona influye la experiencia del sujeto durante su vida escolar,
el tipo de tareas, las condiciones del contexto entre otros factores.
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Sobre la base precisamente de estos preceptos vemos los estilos de aprendizaje
proyectados en cuatro dimensiones diferentes, de acuerdo a los siguientes criterios
vertebradores:
Según la formas preferidas de los estudiantes de percibir la información (canales
de aprendizaje).
Según sus formas preferidas de procesar la información.
Según sus formas preferidas de orientarse temporalmente hacia el cumplimiento
de sus metas como aprendices.
Según sus formas preferidas de orientarse socialmente hacia la realización de
tareas y la solución de problemas.
Los estilos de aprendizaje y sus relaciones con la escuela
Como se pudo observar en el apartado anterior, los estilos de aprendizaje son
formas de reconocer las diferencias individuales de los estudiantes en sus procesos
de aprendizaje. En la constitución del estilo convergen factores tanto personales
como socioculturales, donde si bien los personales tienen su componente cultural,
con ello se hace referencia a los aspectos biológicos y psicológicos, definidores de
la individualidad.
Así, estas formas particulares como los alumnos aprenden, están construidas por la
trayectoria personal y escolar de los sujetos. Trayectoria que se gesta en la familia y
que se va prolongando en los sucesivos ciclos escolares.
El que un estudiante muestre determinados estilos frente a otros, expresa las
tendencias y preferencias que ha ido adoptando, que las nuevas circunstancias,
como el tipo de asignatura o el tipo de maestro que le toquen, le harán ajustar o
modificar su estilo e incluso ir creando otros.
La dimensión estructural de los estilos
Eso último que se anotó, aborda una cuestión de suma importancia para las
escuelas: el cómo propiciar ambientes, actividades y condiciones que forjen las
experiencias de los estudiantes, y en consecuencia sus conocimientos, habilidades,
identidades y estilos.
Así, desde la perspectiva de lo que representa la formación educativa, los alumnos
se enfrentan a condiciones ambientales que estructuran sus esquemas de
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
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percepción y acción dando lugar a sus aprendizajes, y por tanto a poseer ciertos
estilos para su adquisición.
Se identifican por lo menos tres espacios de fuerte influencia cognitiva en la
conformación de los estilos:
a) El espacio escolar. Por factores diversos que definen a cada institución, para un
alumno no es lo mismo ingresar a una escuela particular que a una pública, a su
vez, entre estas últimas, no representa igual el ambiente de la UNAM que el del
IPN; pero también en las escuelas de la UNAM, los estudiantes perciben
ambientes relativamente distintos, si se encuentran en el plantel del CCH Sur que
en el del CCH Naucalpan; e incluso podemos distinguir algunos rasgos más de
diferencia entre el turno matutino y el vespertino de cada plantel.
Con todo ello lo que queremos destacar es que la escuela representa el espacio
organizacional formativo, donde el estudiante encontrará un conjunto de
referentes —algunos con decisivo peso normativo— que regularán su estancia y
convivencia en una cultura escolar (propia, dinámica y cambiante respecto a
otras escuelas) donde aprenderán cosas y formas de aprenderlas, es decir,
estilos.
b) Las asignaturas y su visión del mundo. Del ambiente escolar al que se enfrentan los
estudiantes, las materias del plan de estudios, representan su vínculo cognitivo al
mundo; ahí encuentran una variedad de campos de conocimiento sobre los que
se esperan determinados aprendizajes, pero también son referentes que marcan
y orientan sus preferencias y patrones conductuales.
Así, su contacto y gradual predilección por la música, los deportes, el mundo
social o natural, el razonamiento matemático, etc., que se encuentran en las
diversas disciplinas, moldean sus preferencias y disposiciones, que junto con los
aspectos verbales, analíticos, visuales, abstractos, etc., que privilegian algunas de
esas disciplinas, constituyen en su conjunto una fuente poderosa de adopción de
estilos de aprendizaje.
c) El profesor y sus estilos de enseñanza. Las formas de enseñar, conformadas por la
voz, el movimiento del cuerpo, así como las explicaciones, ejemplos, las
narraciones, el uso de medios y demás materiales, constituyen no sólo el estilo de
cada profesor, también representan un conjunto de actividades que inciden o
generan estilos cognitivos en los estudiantes.
De manera específica, una combinación entre los contenidos y actividades que
caracterizan a las disciplinas con las formas en que los profesores las enseñan,
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
33
conduce a que los estudiantes las aprendan de cierta manera; y con ello, a que
vayan incorporando determinados estilos.
Ahora bien, esos estilos que el medio escolar provee, sobre todo vistos en su historia
(las prácticas educativas de los primeros ciclos) son resignificados y presentificados
desde el bagaje cultural que los alumnos han adquirido en la familia, en los medios
de comunicación, con los amigos y en otros espacios educativos.
Así, el estilo cognitivo que adopta un estudiante frente a un problema o una tarea es
resultado de una combinación de experiencias no sólo educativas, sino sobre todo
personales, que pondrán en juego su singular manera de encararla, lo que generará
ciertos niveles de eficacia en los resultados y activará una disposición a privilegiar
formas analíticas, pragmáticas o meticulosas para desarrollarla.
Los estilos y el Modelo Educativo del Colegio
El CCH, como cualquier otra escuela, tiene en su proyecto educativo una serie de
rasgos que caracterizan el perfil de egreso de sus estudiantes, en él se estipulan las
habilidades, conocimientos y actitudes que conformarán los aprendizajes y
estrategias esperados. Por lo tanto, esos elementos del modelo educativo dirigen y
regulan la adquisición de determinados estilos por parte de los alumnos en un
proceso de acoplamiento con los estilos que ellos traen.
Describiremos a continuación lo que el modelo educativo del Colegio anota sobre
el tipo de estudiantes que desea formar:
El alumno como actor de su formación. El bachillerato del Colegio se caracteriza por
colocar en el centro de todas sus actividades al alumno, su aprendizaje y formación.
Para ello se han diseñado políticas, programas y proyectos que tienen como eje
organizacional este principio. Así, tanto el enfoque de las materias, las formas de
trabajo en el aula y laboratorios, la preparación y formación de profesores, y los
mecanismos de gestión académica y administrativa de la institución toman esta
concepción del alumno como el referente para organizar sus actividades. Los rasgos
principales del planteamiento son:
La concepción del alumno como sujeto de su proceso educativo, responsable
de su sentido crítico, de su saber y de su actuar.
La necesidad de orientar las actividades en el aula para desarrollar la
capacidad de aprender a aprender.
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
34
La importancia de que el trabajo en el aula tenga sentido como clase-taller,
donde la actividad del alumno signifique: el manejo de fuentes, la producción
de textos, la experimentación y la investigación de campo.
El fomento al trabajo en grupo escolar para desarrollar una mejor producción
individual y en equipos de las tareas, ejercicios y actividades.
La construcción conjunta —contribución de todas las materias— de un perfil de
egreso, donde los alumnos valoren la autoformación y la autonomía progresivas.
Acciones para trabajar los estilos de aprendizaje en el CCH
a) Un aspecto crucial para abordar la cuestión de los estilos de aprendizaje en el
Colegio es su reconocimiento como rasgos particulares de cada alumno para
enfrentar su proceso formativo. Quien debe hacer este reconocimiento es, en
primer lugar, el profesor de cada grupo, cuya tarea es lograr que se den los
aprendizajes estipulados en los programas de estudio.
Pero también le concierne al cuerpo directivo el emprender acciones para
identificar los estilos cognitivos de la población estudiantil; para tal acción se
puede emplear una serie de instrumentos que ayudan a identificar los estilos de
aprendizaje en los distintos grupos.
En consecuencia se propone que en los planteles, adoptando algunos de los
tipos de estilos mencionados en el apartado 5, se apliquen los tests y
cuestionarios correspondientes y conformar con ello un primer inventario de los
estilos detectados.
b) Este ejercicio de aplicación de cuestionarios podrá ser completado con otros
instrumentos cualitativos como la observación, la entrevista y el análisis de tareas.
Con ello se logrará una objetiva y específica detección de los estilos de
aprendizaje de nuestros alumnos, bajo la hipótesis de encontrar una tipología de
estilos que combine los esquemas indicados; ejemplo: estudiantes que empleen
un estilo secuencial, pragmático y estratégico.
c) Para aplicar estos instrumentos, se requiere la participación del Departamento de
Psicopedagogía o una instancia equivalente, que diseñe, administre y evalúe las
pruebas, registre la parte cualitativa; pero también que se encargue de brindar
una capacitación puntual a los profesores asignados para realizar el seguimiento
del proceso.
d) El reconocimiento de estilos diferenciados de los alumnos para aprender requiere
de profesores que se comprometan a una intervención en el aula, donde
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
35
articulen lo individual con lo grupal preparando estrategias de enseñanza que
respondan a estas necesidades. Esto trae como consecuencia, disponer de
acciones de formación docente que aborden esta problemática, explorando las
actividades y contenidos que resulten atingentes a estas tareas.
e) Las acciones de formación, si bien deben centrarse en las estrategias de
enseñanza, no deben descuidar (sino retomar y fortalecer) la experiencia de las
tutorías que el Colegio ha emprendido en los últimos años. Ahí se encuentran una
serie de orientaciones sobre la condición educativa de los alumnos, que las
convierte en una buena plataforma para reconocer y/o potenciar determinados
estilos.
f) Incorporar las ideas sobre los estilos en instituciones como las nuestras representa
un esfuerzo formativo en la población docente, ya que ésta deberá resolver el
asunto de identificar los estilos de aprendizaje que tienen sus alumnos, no como
rasgos de su personalidad solamente, sino como tendencias cognitivas
susceptibles de clasificación y atención. Esto es, el grupo puede ser organizado
manejando estilos activos, reflexivos, teóricos y pragmáticos (Modelo Honey y
Mumford), lo cual conduce a los docentes a idear e impulsar estrategias donde
no se pierdan de vista los contenidos disciplinarios.
g) Un problema metodológico al cual se enfrentan estas posturas sobre los estilos es
resolver la situación pedagógica estructural y común de los profesores: ¿cómo
realizar una instrucción homogénea (y masificada de la educación) que
caracteriza a los grupos escolares, reconociendo las diferencias individuales que
imponen ritmos, tiempos y procesos heterogéneos? Las soluciones de carácter
didáctico tienen que ver con: a) centrarse en el logro de los aprendizajes como
meta común, estipulando las actividades correspondientes; b) darle énfasis a
habilidades metacognitivas como la solución de problemas, la creatividad y el
pensamiento crítico,; y, c) planear estrategias de enseñanza y aprendizaje
diversas, pues los alumnos tienen un comportamiento asimétrico.
h) Como se indicó en el apartado 7, el CCH y su modelo educativo, al estipular los
aprendizajes esperados, está indicando también algunas de las formas para
aprehenderlos, es decir, induce determinados estilos; sin embargo, precisamente
porque los estilos están conformados de elementos actitudinales, afectivos,
motrices e intelectuales, cabe la posibilidad de que se constituyan en medios
para la adquisición de los aprendizajes, y por lo tanto, se acoplen o reestructuren
con los estilos que portan los alumnos. La formación en cultura básica y las
habilidades intelectuales correspondientes funcionan como condiciones
educativas para facilitar el desarrollo de los estilos de aprendizaje que propone la
literatura examinada.
Estilos de aprendizaje y Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
36
i) La noción de estilo, como se ha demostrado, no es facultativa del aprendizaje;
en la enseñanza también se encuentra una variedad de estilos que corresponde
a las prácticas y trayectorias personales y académicas de los profesores. Existen
estilos docentes que también será importante identificar en nuestros planteles, y
las orientaciones aquí trabajadas podrán ser de utilidad para su diagnóstico e
inventario.
Bibliografía básica
Alonso, C. et. al. Los estilos de aprendizaje. Procedimientos de diagnóstico y mejora.
España: Ediciones Mensajero.
Cabrera, J. (1998). La comprensión del aprendizaje desde la perspectiva de los
estilos de aprendizaje. Antología de Estilos de Aprendizaje y Estrategias de
Enseñanza. México: ANUIES.
González, C. (2002). Estilos de aprendizaje. Enciclopedia de Pedagogía Vol. 1.
Madrid: Espasa Calpe.
Lozano, A. (2001). Estilos de aprendizaje y enseñanza. México: Trillas.
Martín, X. (2003). Tutoría. Técnicas, recursos y actividades. Madrid: Alianza.
Actualidad del Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Actualidad del Modelo Educativo
Profesor José de Jesús Bazán Levy
Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación
TLRIID I a IV
Plantel Naucalpan
Resumen
Se comenta en el artículo la experiencia del trabajo de un grupo de profesores del
Colegio en la concepción, diseño y producción de un material digital en línea sobre
el Modelo Educativo del CCH dirigido a los alumnos, principalmente los de nuevo
ingreso, cuya finalidad es que conozcan un poco más sobre el mismo y que
dispongan de algunas orientaciones para trabajar inicialmente en el desarrollo de
las habilidades que les demanda el modelo como estudiantes y que habrán de
utilizar y seguir desarrollando en el transcurso de su bachillerato.
Palabras clave: modelo educativo, alumno, habilidades transversales.
El Modelo Educativo del Colegio es un instrumento central en los procesos de
aprendizaje y de enseñanza. Esta condición hace indispensable que alumnos y
profesores comprendan el sentido y la función del Modelo y se sirvan de sus
orientaciones para encuadrar en ellas sus intentos de avance en los campos
académicos.
Parecería que, en el caso de los profesores, el problema está resuelto, porque es
obligatorio seguir un curso introductorio al Modelo Educativo de preferencia antes
de comenzar a enseñar en el Colegio. Sin embargo ni todos los aspirantes a profesor
cumplen este requisito —muchos lo hacen hasta varios años después de sus inicios
en las tareas docentes, cuando la obligación se convierte en requisito para un
concurso por una plaza de asignatura o de carrera—, los cursos de iniciación no
siguen una norma establecida institucionalmente sino, por lo menos hasta ahora,
cualquier profesor que se autoproponga puede hacerse cargo de un curso, ni hay
un programa institucional de los mismos.
De seguir así, el Modelo Educativo irá difuminándose con el tiempo hasta quedar
reducido a unas cuantas páginas y a otras tantas frases que la repetición va
privando de sentido y, sobre todo, de valor y estima comunitaria. En estos meses
hasta la televisión, en los espacios de publicidad y de servicio obligatorio al
Actualidad del Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Gobierno, repite que la reforma educativa “forma el sentido crítico” de los alumnos
o estos no están destinados a memorizar sino a “aprender a aprender.”
Cuando esto sucede no ha habido un solo acto del Colegio que reivindique la
patente de todos estos elementos que ha intentado poner en práctica desde hace
casi medio siglo. No pretendo insinuar que lo propio del Colegio es una propiedad.
En el ámbito educativo todas las ideas pertenecen a quien las pueda poner en
práctica y seguramente hay diversas instituciones que han tomado elementos e
inspiración de nuestro Modelo Educativo, de lo que debemos alegrarnos aunque no
nos devuelvan en pago el reconocimiento del origen de sus innovaciones.
Otra estrategia
En la ausencia total de posibilidades de influir directamente en los procedimientos
cojos y la ausencia de supervisión de los cursos de introducción al Modelo dirigidos a
los nuevos profesores, por cierto una obligación sobre la que rigen normas
aprobadas por el Consejo Técnico, tras dos años de estudio del Modelo, decidimos
al comienzo del ciclo escolar 2017, próximo a su término, construir, como parte del
trabajo de la quinta etapa del Seminario sobre el Modelo Educativo (SEM5) un
material digitalizado dirigido a los alumnos, no un curso, puesto que el Seminario
carece de los medios para emprender esa tarea que requiere la función de
asesoría, sino un conjunto de unidades que:
Sea dirigido en primera instancia a los alumnos de primer ingreso.
En un nivel de complejidad apropiado a los conocimientos y habilidades de los
alumnos a su ingreso de Secundaria
Pueda ser usado de todos modos también por alumnos de todos los semestres
Trate los aspectos centrales del Modelo Educativo aplicados a un tema propio
de la materia que enseñe el autor del material.
El mecanismo de producción adoptado consistió en elaborar un texto dirigido a los
alumnos que contuviera los aprendizajes que se les proponen, sin atender a las
exigencias de un texto digitalizado que sería usado sin tutor ni apoyo personal
alguno.
Dificultades y Tropiezos
Todos los participantes en esta etapa del Seminario concluyeron sin mayor dificultad
personal el primer producto, a saber, los contenidos que incluirían en su material. Sin
embargo los enfoques, muchas veces originales y creativos ponían el acento más en
Actualidad del Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
39
las exigencias de sus materias que en despertar el interés en el Modelo Educativo, lo
que parecía tender más a la enseñanza de una materia particular que de los
contenidos transversales, habilidades principalmente, propias del Modelo.
Aparecieron así ideas como emplear estadísticas del INEGI, proponer un primer
entrenamiento en la comprensión de la argumentación estudiando las formas
gramaticales más usuales y distinguiendo las razones y las conclusiones en campos
variados de las ciencias y las humanidades; recurrir a elementos geográficos para el
estudio del Inglés; introducir elementos para el desarrollo de habilidades de
investigación a través de fuentes diversas, así como para la formación de una
actitud crítica, a partir del análisis de la situación de discriminación en que se
encuentran muchos de nuestros compatriotas indígenas; proponer experimentos
sencillos pero útiles para la comprensión de la importancia de éstos para el
aprendizaje, entre otras.
Desde el inicio de los trabajos del año el Seminario tenía una percepción clara de la
falta de experiencia para producir materiales digitalizados, aunque curiosamente la
conciencia de que el alumno usuario del material se encontraría completamente
solo ante su pantalla, se generalizó más lentamente. La experiencia de la docencia
presencial deja una huella, desde luego perfectamente normal y valiosa, pero
incómoda para y trabajos en condiciones de distancia y ausencia totales.
Hacia finales del segundo semestre no había materiales terminados y faltaba la
tarea de traducir las instrucciones para el trabajo solitario de los alumnos,
adecuadas eficaces. Por tanto, decidimos prolongar el trabajo de producción de
los materiales al menos durante el siguiente semestre, de modo que tuviéramos un
material válido en diciembre.
Para ello decidimos cambiar la forma de trabajo y pasar de las sesiones en grupo a
reuniones, según las necesidades lo requerirán, con cada uno de los miembros del
Seminario para perfeccionar los materiales que cada quien ha comenzado a
escribir, con grados diferentes de adelanto.
Habrá asimismo reuniones del pleno del Seminario en su séptima etapa (la sexta se
llevó a cabo en paralelo con otro grupo de profesores), en lo futuro, para compartir
los aprendizajes obtenidos en la elaboración en curso de los proyectos de cada
participante y mantener la coherencia del material final.
Importancia del proyecto
Existe en el Colegio por lo menos un trabajo semejante al del Seminario, del que
tuvimos noticia hacia el final del segundo semestre. Sin embargo, suponiendo con
fundamento la calidad del material, elaborar otra versión que será sin duda distinta,
Actualidad del Modelo Educativo
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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aunque trate los mismos temas, enriquece las posibilidades al alcance de todos los
alumnos del Colegio en un punto de importancia central para su formación.
En efecto, los alumnos están presentes en algunos casos en las pláticas introductorias
al Modelo Educativo, pero el tema no parece haber logrado el reconocimiento de
su importancia, lo que resulta evidente si se examinan los programas, también los
nuevos, en los que los aprendizajes, en general aceptando su buena factura, no
aluden con la frecuencia requerida al Modelo al que continuamente deberían
referirse.
Por lo mismo, el material, primariamente elaborado pensando en los alumnos de
nuevo ingreso, no excluye que sea consultado por alumnos de los semestres más
adelantados. Por el contrario, pretende ser un acompañamiento durante el ciclo
completo del Bachillerato de Ciencias y Humanidades.
Si el material que esperamos elaborar el próximo semestre, consigue una frecuencia
de consulta relativamente amplia, comenzará a influir en las preguntas y demandas
de los alumnos que lo habrán frecuentado y obligará a los profesores atentos a las
necesidades de sus alumnos a ajustar más explícitamente su docencia a las
orientaciones propias del Modelo Educativo del Colegio.
De las mediaciones y otras promesas incumplidas
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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De las mediaciones y otras promesas incumplidas
Profesora Carmen Calderón Nava
Área Histórico-Social:
Filosofía
Plantel Sur
Resumen
El artículo enfatiza la necesidad de construir mediaciones que permitan superar los
obstáculos para que durante su tránsito en el Colegio de Ciencias y Humanidades,
los alumnos desarrollen, a partir de elementos reales, concretos y prácticos, los
aprendizajes que les permitan apropiarse de una cultura básica, como lo plantea su
modelo educativo.
Palabras clave: Cultura Básica, aprendizaje, mediación didáctica.
Como parte de mi experiencia docente, dentro de los grupos y seminarios de
formación de profesores, en el intento de aplicar la Cultura Básica del Colegio de
Ciencias y Humanidades, me he encontrado con que existen obstáculos que se
repiten para el logro de la misma. Es por esto que hablo de mediaciones, como
aquellos puentes que permiten transitar sin rudezas, de manera suave de un extremo
a otro, que permiten vislumbrar el aprendizaje no como algo forzado ni
fragmentado. Las mediaciones tendrían que ser algo inherente a la Cultura Básica
del Colegio, de ahí que hable de promesas incumplidas pues a más de cuarenta
años seguimos padeciendo rupturas, fragmentaciones e incumplimientos de logros.
Algunos de los obstáculos que generalmente se repiten en la docencia, se refieren
a dos ámbitos: el referente al contenido disciplinario y, por otra parte, el
concerniente a la dimensión didáctica pedagógica.
En relación con los obstáculos referidos al contenido disciplinario, un problema vital
al que se enfrenta el maestro cotidianamente, es el cómo llevar a cabo la
traducción de lo teórico, lo especulativo, al campo de lo concreto. Cómo llevar el
aprendizaje a elementos reales, concretos, prácticos, que signifiquen algo para el
alumno, de manera tal que se los pueda apropiar.
De las mediaciones y otras promesas incumplidas
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
42
El término apropiación tiene que ver con la concepción de aprendizaje que está en
el centro mismo de la Cultura Básica, es decir, apropiación implica hacerlo suyo, y
esto sólo se logra entendiendo que un aprendizaje tiene que implicar un cambio
duradero, no sólo en la asignatura en cuestión, en donde al terminar el semestre lo
supuestamente aprendido se desvanece, como un archivo que se cierra y cuyo
contenido deja de tener sentido.
Asimismo, el aprendizaje tiene que poder ser transferible a nuevas situaciones y no
sólo las referentes a los ejemplos academicistas producto del libro utilizado por el
profesor; el aprendizaje que propicia la apropiación permite que lo aprendido, por
ejemplo, en física, me sirva para alguna aplicación cotidiana dentro de mi casa,
para la solución de un problema cotidiano etc., razón por la cual éste aprendizaje se
maneja en la práctica en relación a lo que se quiere que aprenda el alumno, que
logre el alumno por sí mismo.
Lo anterior no se concibe sin su relación en el propio contexto y entorno del
estudiante, así se trate de asignaturas supuestamente alejadas de la realidad, como
por ejemplo, la enseñanza de la filosofía.
La traducción de lo teórico a lo práctico implica dos niveles de construcción de
mediaciones: cómo relacionarlo con lo cotidiano y, segundo, como clarificar los
niveles de abstracción.
La relación con la cotidianidad implica el llevar a cabo acciones, y las acciones
tienen que ver con la adquisición de conceptos, habilidades y actitudes
(configuradas por creencias, emociones y valores) en relación a un contenido
temático visto en clase.
Las acciones creadas por el docente son el proceso de construcción por medio del
cual los alumnos entienden, conocen y actúan, no son simples repeticiones
mecanicistas, son el resultado de una estrategia para lograr un resultado.
No puede haber no acción, pero el docente tiene que hacer consciente el para
qué de sus acciones y sus repercusiones.
La clarificación de los niveles de abstracción implica que el alumno tenga claro el
proceso que va de una noción a un concepto y, por último, a una categoría. Es
decir, partir del conocimiento empírico, del llamado sentido común, no reflexivo,
para pasar al conceptual y, por último, a la estructuración categorial, a esa
estructura racional que sintetiza múltiples determinaciones, y poder reflexionar,
pensar sobre lo pensado. Pudiera parecer obvio, pero el docente tiene que
especificar los distintos niveles procesuales para que el alumno pueda ubicar y
aplicar lo aprendido.
De las mediaciones y otras promesas incumplidas
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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¿Cómo llevarlo a cabo en la práctica, es decir, cómo construir mediaciones?
Se puede partir de la selección de un aprendizaje global o general teniendo como
referente que habilidades intelectuales se quieren lograr, lo que no siempre tiene
claro el profesor, o seleccionar un aprendizaje por la capacidad que tenga para
poder ser transferible a cualquier tipo de situación como resultado directo de alguna
actividad direccionada en clase.
Se puede recurrir a buscar y adecuar que actividad relacionada con la propia
experiencia estudiantil les proporciona cierta satisfacción, y por ende interés, y
trabajar en función de la misma.
Desde el punto de vista de la dimensión didáctico pedagógica, el principal
obstáculo para el docente es el creer, dar por hecho, que una explicación teórica
es suficiente. El docente tiene que jugar y experimentar con sus contenidos, es la
experiencia la que produce transformación, no el elemento teórico en sí mismo, de
ahí que el docente tiene que rescatar la contradicción como una herramienta que
le ayude a revelar el proceso mismo de la realidad. Aquí, la mediación sería el
aprender a utilizar contradicciones para lograr argumentos.
Desgraciadamente, el docente muchas veces carece de las herramientas
didácticas para que lo dicho en clase sea de interés potencial para el alumno y
pueda rebasar el salón de clases. Es por esto que el jugar con tareas de desempeño
donde a partir de tópicos generativos se abarque toda la gama de variables, que
van desde la búsqueda de información, pasando por el análisis, síntesis, redacción,
exposición e investigación, hasta la aplicación, puede lograr resultados de
apropiación fundamentales en el Colegio.
Esta dimensión tiene que ver con lo que se logra, con lo que el estudiante hace. Y es
la que apunta a que el estudiante quiera seguir aprendiendo.
La dimensión real de la didáctica según la Cultura Básica del Colegio relaciona
actividades teóricas, participativas, problematizadoras y de resolución de problemas
actuales.
No obstante, si queremos rescatar ciertas categorías del modelo educativo del
Colegio tenemos que entender a la realidad educativa como una totalidad
cambiante, flexible en la que se condensan e intervienen múltiples factores.
Otro de los grandes obstáculos para llevarlo a cabo es el ver a nuestra asignatura
como un universo independiente de las otras materias.
De las mediaciones y otras promesas incumplidas
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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A cada asignatura la autonombramos como única, sin relación con las otras, o
como la hegemónica, lo que conlleva que en ocasiones, se vean en completa
contradicción unas con otras, ayudando a la confusión del propio alumno.
De ahí que, hay que enfatizar no sólo el rescate de la “inter”, “trans” y
“multidisciplina”, sino la necesidad de aprender a ver nuestras asignaturas a partir de
la perspectiva de una totalidad en la que están presentes todas las demás, cada
una con una función articulada con las otras, esto es hablar de una mediación
vinculadora e integral, donde se piensa en que eres parte de un todo orgánico
donde cada parte tiene una función y una razón de ser.
¿Cómo se pretende dar educación integral cuando como docentes carecemos de
ella?
En la llamada “Metodología” del Colegio de 1972, se afirmaba que era carácter
esencial del Colegio su flexibilidad y fácil adecuación a las necesidades, así como
“generar y auspiciar constantemente iniciativas de cooperación e innovación…”1
abriendo caminos para la imaginación. No obstante, no se ha visto plenamente
cumplido.
La adecuación a las necesidades se volvió, en muchos casos, rigidez; la
cooperación colegiada se convirtió en papeles burocráticos; la innovación, no en
todos, pero si en muchos, se volvió repetición rutinaria.
Si bien es cierto que nuestra formación universitaria tiene que tender hacia la
especialización y la fragmentación en aras de la profundización, no quita que parte
del proceso de auto reflexión consista en evitar la reproducción de una noción
fragmentada en función de la creación de múltiples mediaciones, que se han
logrado y que si recuperamos los espacios colegiados, evitarán la formación de
seres fragmentados, tanto en docentes como en alumnos, y, por ende, la formación
de seres fácilmente manipulables.
1 Incluida en la guía del Profesor del CCH, publicada por el Dpto. de Pedagogía y Psicología e
Información de la Coordinación, julio 1972, pp.12-14, CCH, UNAM, México.
Soy profesor en el Colegio de Ciencias y Humanidades…
¿Y ahora qué?
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Soy profesor en el Colegio de Ciencias y Humanidades…
¿Y ahora qué?
Profesora María Lilia Esquivel Millán
Profesora Teodora Guillermina Sánchez Luna
Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación:
Inglés I a IV
Plantel Oriente
Resumen
El artículo comunica, a través del relato de un caso hipotético, la experiencia de
ingreso de un profesor al Colegio de Ciencias y Humanidades. Se enfatiza, la
particularidad que el modelo educativo del Colegio imprime a su docencia y, en
consistencia con ello, la exigencia de un perfil docente específico, que requiere
concretarse a partir de la formación y la experiencia.
Palabras clave: docencia, modelo educativo, CCH, autonomía, pensamiento
crítico y reflexivo.
Introducción
Sonia, una aspirante a profesora de bachillerato recibe su notificación: “Felicidades,
te integras a la planta docente de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y
Humanidades…” Sonia está feliz…pero al mismo tiempo se hace la pregunta “¿Y
ahora qué?
Al igual que Sonia, decenas de profesores, año con año se integran a las filas de la
UNAM, particularmente al Colegio. Están felices de haber obtenido un lugar tan
codiciado a nivel nacional, pero ser miembro de la comunidad UNAM implica
mucho más que gritar el “Goya” a todo pulmón o portar la camiseta puma.
Como profesores, recibir a alumnos e integrarlos a un modelo educativo como el del
Colegio tiene sus implicaciones. A partir de la lectura del modelo, surgen conceptos
como: identidad, autonomía, investigación, alumno crítico, reflexivo, etcétera.
Llevar esto al aula representa un reto para los profesores de las diferentes áreas,
¿qué tipo de enseñanza es conveniente para contribuir, desde mi asignatura, al
Soy profesor en el Colegio de Ciencias y Humanidades…
¿Y ahora qué?
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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perfil de egresado que propone el Colegio?, ¿qué perfil de profesor es necesario? El
docente entonces tomará en cuenta el contexto en el que se desarrollará la
enseñanza, se trata no sólo de desarrollar los conocimientos propios de la disciplina,
sino a la par, favorecer los procesos reflexivos de los alumnos para construir
conocimiento, que sean capaces de resolver problemas; entonces se habla de un
tipo de buena enseñanza y enseñanza para la comprensión (Litwin, Edith 2002).
Dado lo anterior, es necesario generar pensamiento crítico y reflexivo en los
estudiantes, pero también el docente deberá haberlo desarrollado.
El profesor del Colegio contribuye así a crear una identidad, a colaborar en el
desarrollo de la personalidad de los alumnos, es decir, tal como lo marca el Modelo
educativo del CCH (UNAM- CCH, 1996), este bachillerato no se reduce a la
transmisión de conocimientos, sino a una formación intelectual, ética y social que
promueva la contribución de los alumnos en la cultura de su entorno con las
características de su realidad.
La autonomía es otro aspecto a promover; autonomía entendida como la
capacidad del alumno para hacerse de sus propias fuentes de conocimiento, lo
que implica el desarrollo de habilidades intelectuales y aptitudes de reflexión,
promovidas sistemáticamente en el aula, con la ayuda del otro más experto, con la
interacción y el trabajo activo de él con sus pares. La promoción de esta autonomía,
entendida así, se reflejará en un alumno con mayor capacidad de actuar ante los
problemas, regular su propio proceso de aprendizaje mediante el uso de estrategias
aprendidas y propias y adaptarlas a nuevas circunstancias, con una intención
consciente, explícita y analítica.
Un alumno que desarrolle estas potencialidades intelectuales, será, a la larga, un
ciudadano, profesionista o no, que posea capacidades de investigación, de
metacognición, de cuestionar y cuestionarse su entorno, de buscar soluciones y
respuestas a los problemas de su medio inmediato y de la sociedad en general.
Sonia aprenderá que la actualización en su materia y en las nuevas tecnologías es
necesaria, pero requiere además de una formación, el desarrollo del pensamiento
crítico, que le ayudará a reflexionar y actuar ante diferentes situaciones viendo las
diferentes posibilidades, desarrollará habilidades para delimitar y solucionar
problemas, buscar información, seleccionarla, analizarla, evaluarla. Una vez que ella
desarrolle estas habilidades, será capaz de apoyar a su vez a los estudiantes en este
proceso.
Estará consciente de que en la planeación de la enseñanza incluirá elementos que
lleven a los estudiantes a la formación de conocimientos, habilidades y actitudes,
Soy profesor en el Colegio de Ciencias y Humanidades…
¿Y ahora qué?
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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promoverá el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes, pues apoya en la
formación de seres autónomos capaces de interactuar en su entorno.
Con todo ello, Sonia sabe ahora que ser “ceceachero” es un gran reto y una gran
satisfacción. Frente a ella ve un mundo de posibilidades, de sueños por construir y
cristalizar, en cada cara expectante de sus alumnos encuentra desafíos más allá del
conocimiento de su asignatura. Se da cuenta que no basta con el dominio de
conocimiento científico, sino además, requiere conocer al estudiante adolescente,
ver en él o ella a un igual, ceder el “poder” que da el conocimiento, replantearse
como docente, reflexionar en la práctica y sobre la práctica, moverse de su “yo
enseño” a “vamos a construir conocimiento”… Sonia tiene un mundo por descubrir
llamado Colegio de Ciencias y Humanidades.
Bibliografía
Litwin, Edith (2001). El campo de la didáctica: La búsqueda de una nueva agenda. Corrientes
didácticas contemporáneas. Paidós. Buenos Aires.
UNAM-CCH (1996) Plan de Estudios Actualizado. Ciudad de México.
Título texto 6
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Acercamiento a la lectura crítica de un relato literario
Profesor Armando Moncada Sánchez
Área de Talleres de Comunicación y Lenguaje:
TLRIID I a IV
Plantel Sur
Resumen
El texto expone el proyecto elaborado por el Profesor Moncada como parte del
proyecto colaborativo surgido del Seminario sobre Modelo Educativo del CCH para
construir un sitio Web que ponga a disposición de los alumnos del Colegio —
principalmente para los de nuevo ingreso—, un conjunto de materiales de apoyo
tanto para conocer el modelo educativo de la institución, como para comenzar a
desarrollar algunas de la habilidades básicas que implica éste en el trabajo escolar.
De manera particular, este proyecto ofrece orientación a los alumnos para llevar a
cabo un primer acercamiento a la lectura crítica, componente indispensable para
un buen desempeño en el Colegio que habrán de trabajar a lo largo del curso de su
bachillerato.
Palabras clave: lectura crítica, relato literario, modelo educativo.
Justificación
La elaboración de un proyecto de primer contacto por vía digital con los estudiantes
de nuevo ingreso al Colegio de Ciencias y Humanidades con el propósito de que se
acerquen al Modelo Educativo del Colegio pretendería en primer lugar una
definición de dicho Modelo.
En la vida del Colegio este concepto se ha enriquecido a través de su propia
trayectoria. Desde sus inicios, el Colegio fue diseñado como bachillerato general,
universitario, de habilidades y conocimientos fundamentales donde se trabaja en
torno a la solución de problemas y la investigación documental.
Se promueve en el alumno una actitud crítica para su formación autodidacta. El
alumno es el centro de la cultura y el aprendizaje.
(El alumno adquiere) conocimientos, habilidades, valores y actitudes. Posee
formación científica y humanística, aumenta su capacidad de integrar la acción,
pensamiento, palabra y pasión por los grandes temas de la cultura comprometido
con la razón, justicia, verdad y solidaridad. Aprende por sí mismo., tiene habilidades
Título texto 6
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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de trabajo individual, autorregulado, con estrategias propias. Adquiere una visión de
conjunto y jerarquizada de disciplinas, métodos y teorías, es capaz del análisis
sistemático de información, la lectura adaptada a la naturaleza de los textos,
observación, investigación documental. Actitudes de curiosidad, cuestionamiento,
formula hipótesis, las somete a verificación. Desarrolla un pensamiento lógico,
inductivo, deductivo, analógico, reflexivo, crítico, flexible, innovación. Actitudes de
tolerancia y respeto. Estima el conocimiento científico, toma decisiones informadas,
aplica sus conocimientos, aprecia su salud y usa la tecnología para resolver los
problemas de su entorno.2
En la materia de Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación
Documental se trabaja esta actitud crítica a partir de la lectura analítica de textos,
de su comparación y análisis para escribir un texto que comenta, valora y enjuicia.
Es así que elegí el comentario crítico de un breve cuento de Edgar Allan Poe
mediante dos lecturas de textos contextuales a partir de los cuales el estudiante
puede comparar y analizar.
En virtud de que es el primer acercamiento tomé las siguientes consideraciones:
El relato debe ser atractivo para los alumnos y no muy largo para favorecer su
lectura completa.
Los textos de apoyo igualmente deben ser breves y con un lenguaje adecuad a
su edad y nivel cognitivo.
El procedimiento debe contener las fases básicas de lectura y escritura.
El comentario que los estudiantes deben realizar al final del proyecto debe ser
muy sencillo, inducido, pero formalmente debe cubrir un mínimo de estructura y
función de comentario.
Este procedimiento de lectura y escritura es recurrente en los cuatro semestres
iniciales del Colegio de Ciencias y Humanidades no sólo en esta materia sino en
todas las materias cuyos profesores pretenden evaluar el aprendizaje de sus
alumnos; promueve habilidades horizontales. De ahí su utilidad.
Objetivo
Acercar al estudiante de nuevo ingreso al procedimiento completo de lectura
analítica de tres textos, mediante su comparación y análisis para la escritura de un
comentario crítico propio desarrollando la actitud crítica del alumno.
2 La Gaceta Amarilla. Gaceta CCH, Julio de 1996, p.12
Título texto 6
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
51
Hola. Bienvenid@ al Colegio de Ciencias y Humanidades.
Aquí aprenderás a observar, identificar, distinguir, comparar y analizar información, a
desarrollar un pensamiento crítico que te será útil para valorar los conocimientos que
adquieras en cada una de tus materias. Ser una persona crítica te convertirá en un mejor
ciudadano, creativo y participativo.
Lee el siguiente fragmento de uno de los cuentos más conocidos del escritor Edgar
Allan Poe y contesta las siguientes preguntas.
El gato negro
Es la historia de un personaje que dice que no está loco pero, como al día siguiente morirá, refiere una
historia que le ocurrió. Es la anécdota de un hombre amable, que se casa muy joven, y que con el tiempo
adquiere un carácter irritable.
Un día regresa borracho a casa y le saca un ojo a Plutón, su gato negro; no soporta su presencia y una
mañana lo ahorca. Después, en una taberna se encuentra a otro gato negro con un manchón blanco que le
recuerda al primero, le despierta simpatía y lo lleva a su casa. Pronto siente la antipatía hacia el nuevo gato
y le parece ver en su manchón blanco la figura de su primer mascota; lo hiere en un ojo, lo persigue por su
casa hasta el sótano donde a punto de arrojarle un hacha encima se atraviesa su esposa y la asesina. Coloca
el cadáver de su mujer en una pared enladrillada del sótano y lo cubre con cemento. Posteriormente busca
al gato y no lo encuentra. Cuatro días después se presentan algunos policías para una inspección, pasan
hasta el sótano y el personaje principal, amable y cordial los increpa.
Caballeros – dije, por fin, cuando el grupo subía la escalera, me alegro mucho de haber disipado sus
sospechas. Les deseo felicidad y un poco más de cortesía. Dicho sea de paso, caballeros, esta casa está muy
bien construida (en mi frenético deseo de decir alguna cosa con naturalidad, casi no me daba cuenta de mis
palabras). Repito que es una casa de excelente construcción. Estas paredes…¿ya se marchan ustedes,
caballeros?...tienen gran solidez.
Y entonces, arrastrado por mis propias bravatas golpee fuertemente con el bastón que llevaba en la mano
sobre la pared del enladrillado tras de la cual se hallaba el cadáver de la esposa de mi corazón.
¡Que Dios me proteja y me libre de las garras del archidemonio! Apenas había cesado el eco de mis golpes
cuando una voz respondió desde dentro de la tumba. Un quejido, sordo y entrecortado al comienzo,
semejante al sollozar de un niño, que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y
continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad
de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y
de los demonios exultantes en la condenación.
Hablar de lo que pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo fui, tambaleándome, hasta la pared
opuesta. Por un instante, el grupo de hombres en la escalera quedó paralizado por el terror. Luego, una
docena de robustos brazos atacaron la pared que cayó de una pieza. El cadáver, ya muy corrompido y
manchado de sangre coagulada, apareció de pie ante los ojos de los espectadores. Sobre su cabeza, con la
roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada la horrible bestia cuya astucia me había
inducido al asesinato y cuya voz delatora me entregaba al verdugo. ¡Había emparedado al monstruo en la
tumba!
Título texto 6
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
52
¿Cuál es el tema del cuento?
a) la muerte de la esposa. ( )
b) el gato escondido. ( )
c) el hombre irracional y angustiado. ( )
¿Cómo describirías psicológicamente al personaje?
un hombre borracho, agresivo y arrepentido de sus actos. ( )
un hombre irritable, violento y angustiado por no saber controlar sus instintos. ( )
un hombre desinteresado por su destino y el de los demás. ( )
Lee esta breve biografía del autor.
Edgar Allan Poe, Boston EUA (1809 -1849). Escritor, poeta y crítico del romanticismo, maestro del relato
corto y la novela gótica. Sus padres murieron siendo aún un niño, con su padrastro tuvo problemas de
comunicación y lo desheredó, se enroló en las filas del ejército estadounidense. Debido a sus problemas
económicos empezó a escribir relatos cortos y otros de tipo periodístico. En 1835 se casa con su prima de
trece años de edad, al poco tiempo ella muere de tuberculosis. En Escocia escucha y lee historias de
cadáveres, cementerios, se enamora de la madre de uno de sus compañeros y la hermosa mujer muere de
manera misteriosa. Se recuerda a sí mismo como nervioso, triste e inestable. En la Universidad de Virginia
es brillante y aplicado. Deja la Universidad porque el padrastro no le envía dinero, se hace adicto al alcohol
y a los juegos de azar para conseguir dinero.
Muere su hermano y busca consolidar su carrera como escritor. Se traslada a Nueva York y trabaja como
periodista, es cuando produce sus relatos cortos más conocidos. Después de varios intentos de mantener
relación con las mujeres de las cuales se enamoraba y no le correspondían, se encuentra con Sara Royster,
su novia de juventud, están a punto de casarse en 1849 pero en octubre de ese año Edgar muere en un
hospital de Baltimore. No queda clara la causa de su muerte, se dice que fue de excesos de alcohol, uso de
drogas o tuberculosis.
Lee este breve perfil psicológico del hombre romántico.
El hombre del romanticismo se define por su carácter egoísta e individualista, opone al tradicionalismo y el
pensamiento conservador la violenta exaltación de su personalidad única, del pensamiento liberal;
defiende la vida privada espiritual y las emociones intensas.
Este perfil psicológico del hombre romántico de la primera mitad del siglo XIX en Europa exalta la libertad
personal, el derecho a la soledad y el aislamiento. Sin embargo, está convencido de poseer un genio y
creatividad personal únicos, que se expresan en la vida cotidiana y en las artes.
Este hombre pretende el absoluto, registra un ansia de infinito que trasciende su temporalidad física.
Rechaza la razón y abre las puertas a la naturaleza irracional, al misterio y lo desconocido, por eso
transgrede las normas morales de su sociedad. Por último sabe que sus obsesiones rebasan lo que ofrece la
realidad cotidiana y con frecuencia aparecen las frustraciones.
Título texto 6
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Elabora un comentario breve del cuento donde relaciones y compares la historia del
cuento con la biografía del autor y el perfil psicológico del hombre europeo de su
tiempo. Coloca un título que sintetice tu idea principal.
TÍTULO______________________________________________
La intención del escritor y poeta estadounidense Edgar Allan Poe al escribir el cuento El
gato negro probablemente sea _________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________.
Esto es así debido a que__________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
_______________________(relaciona la historia del cuento con la biografía y el perfil psicológico).
Por lo tanto_________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________(tu opinión personal).
Felicidades. Hiciste un primer acercamiento a la lectura crítica de un cuento. Leíste tres textos y
comparaste su contenido. Con la ayuda de dos de ellos pudiste enjuiciar, valorar y comentar el
cuento de Edgar Allan Poe. Tu texto escrito es un comentario con estructura que expresa tu
opinión directa sobre el cuento (introducción), esa opinión la argumentas en forma razonada
(desarrollo) y terminas con una síntesis (conclusión). Fácil ¿no?
Y recuerda: en el CCH vas a leer y a escribir para aprender a
ser un ciudadano crítico.
Para saber más consulta la página electrónica de Ciudad Seva en:
http://ciudadseva.com/autor/edgar-allan-poe/cuentos/
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
55
Introducción a la actitud crítica ante la investigación de
rituales tradicionales y el problema del despojo de
recursos en los países subdesarrollados
Profesor Erick Raúl de Gortari Krauss
Área Histórico-Social
Plantel Sur
Resumen
Se presenta en el texto un proyecto del Profesor de Gortari, elaborado como parte
del trabajo del Seminario sobre Modelo Educativo del CCH para construir un sitio
Web para ofrecerles a los alumnos del Colegio —principalmente para los de nuevo
ingreso—, un conjunto de materiales que les permitan conocer mejor el modelo
educativo de la institución y comenzar a desarrollar algunas de la habilidades
básicas para apoyar su trabajo escolar. Este proyecto particular, ofrece a los
alumnos un primer acercamiento a la obtención de datos mediante la investigación
documental y la observación participante.
Palabras clave: modelo educativo, actitud crítica, investigación, interdisciplina.
Justificación
El planteamiento didáctico del Colegio implica en su modelo educativo
planteamientos enfocados a fomentar habilidades en los alumnos a través de los
distintos principios de la institución, dos de ellas, resaltadas en las materias del Área
de Histórico-social, son: el pensamiento crítico y el concepto de proceso: la siguiente
actividad la planteo como algo que recupera estos dos aspectos, enfatizando en la
manera en que se traducen como parte de los objetivos del Área y en el tipo de
categorías de análisis que se desprenden de los propósitos de cada materia. Los
alumnos podrán observar, aun dentro del nivel introductorio que requiere nuestro
producto didáctico, si no el ejercicio de la interdisciplina, sí un acercamiento a la
misma y a una visión multidisciplinaria para abordar temas que implican el
reflexionar diversas posturas teóricas y detectar en qué situación vive el habitante de
una comunidad a la que nuestra sociedad observa como caso de alteridad o
alejado de las comunidades hegemónicas.
El material son dos muy breves fragmentos del video Con el alma entre los dientes,
que describe algunas tradiciones de la comunidad totonaca del norte de Puebla, y
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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junto con ello, las diferentes esferas sociales que integran la misma. En esto último se
observan diferencias con respecto al acceso a la riqueza de parte de campesinos,
ganaderos, caciques, danzantes, etc., unos consideran que los otros se exceden al
cuestionar el rendimiento del trabajo de cada tipo de tarea, como si se tratara de
una actitud de reclamo permanente frente a aquello que implica distintos factores
muchas veces desconocidos, que junto con las diferencias sociales profundas, sólo
se les representa la marginación de la agricultura como actividad poco explotada
(dirían los ganaderos, por ejemplo). Es una diversa concepción que el espectador
intuye su significado dentro de equiparar y ponderar las opciones.
Por otro lado se plantea un fragmento del video Taller “Signos de Mesoamérica”, en
donde el doctor Andrés Medina habla acerca de la importancia del trabajo de
campo como elemento que completa las reflexiones que arroja la investigación
documental, en particular con relación a la interpretación de un ritual relacionado
con el culto al guajolote y el sincretismo que ha implicado. Lo que acercará al lector
al universo del trabajo de campo y a reconocer la importancia de los datos
arrojados por éste dentro del proceso cognitivo.
No se trata, entonces, de una postura visceral de “crítica” y “denuncia” irreflexivos,
como ocurre en muchas ocasiones, sino un ejercicio de análisis que toma en cuenta
diversos factores que confluyen en la realidad concreta específica de una
sociedad. Para ello, se les introducirá con elementos del imperialismo moderno y su
creación histórica, así como de las implicaciones de conquistar a una comunidad
que la hegemonía mercantil descalificaría como “ignorantes”, por no emplear las
manifestaciones cosmogónicas occidentales ni hablar castellano.
Es en suma, permitir al alumno de nuevo ingreso adoptar las categorías del Área
Histórico-social en las materias de diversos niveles y el ejercicio de observar la
posibilidad de crear un acercamiento a los principios del Área.
En la materia de Historia Universal Moderna y Contemporánea el alumno debe:
“apropiarse de los procesos históricos significativos del origen, desarrollo y las crisis
del capitalismo” mediante herramientas teóricas como “los conceptos de proceso,
totalidad, sujeto histórico, espacio y tiempo como referente fundamental"3 que
“sustentan una interpretación crítica de la historia en la que la realidad social”4
En el caso de la materia de Antropología se trazan entre varias metas: que el alumno
“sea autónomo e independiente en su formación, adquiera habilidades de
3 Tomado de Programas de Estudio Área Histórico-Social…, pág. 5
4 Ibídem, pág. 8
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
57
lectoescritura, investigación y argumentación”5 por medio de “ejercicios de
observación de su entorno, ensayos, estudios de caso, investigaciones de campo y
gabinete, visitas a sitios arqueológicos, instituciones y museos. Elementos
indispensables del aprender a aprender que propone el Modelo Educativo del
Colegio”6.
Objetivo
Se generará, entonces, un acercamiento a los objetivos procedimentales y
actitudinales como resultado de una combinación entre la obtención de datos a
partir de la lectura de fragmentos de textos y videos, con la importancia de la
observación participante.
Contenido
Hola que tal, recibe una cordial bienvenida al Colegio de Ciencias y Humanidades, en donde
aprenderás a comprender realidades con un fuerte acento en el análisis de situaciones a partir de
lectura de datos con el empleo de métodos como la investigación documental (a partir de distintas
fuentes) y la observación participante. Tomarás en cuenta diversas interpretaciones para que,
conjuntando los elementos mencionados, logres construir una conclusión propia y con una visión
crítica y propositiva.
El conocimiento de la sociedad implica abarcar la investigación documental, pero también la
observación participante o trabajo de campo. Esta última al igual que la primera, exigen una gran
imparcialidad para que la etnografía o trabajo de describir los sucesos observados en las
comunidades no tengan incluida la visión del observador, pues si ello ocurre tiende a deformar los
datos. El doctor Andrés Medina, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA), reflexiona sobre
los resultados de su investigación relacionada con la figura del guajolote en los rituales
contemporáneos. Observa el siguiente fragmento de video.
I. Responde las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es el resultado de la investigación del doctor Medina?
a) Efectuar una investigación documental profunda. ( )
b) Describir las zonas en donde se realiza la danza. ( )
c) Describir el nexo entre el significado del guajolote y el de otros productos. ( )
d) Contribuir a la investigación gastronómica. ( )
5 Programas de Estudio Área Histórico-Social, Antropología I y II…, pág. 5
6 Ibídem, pág. 8-9
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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2. ¿Cuáles son las fuentes documentales que muestra el video?
a) Libros y revistas. ( )
b) Códices y dibujos. ( )
c) Estandartes y escudos. ( )
d) Edificios y templos. ( )
Respuestas
1-c; 2-b
II. Lee el siguiente escrito de definición sobre el imperialismo moderno:
El imperialismo mercantil moderno
El imperialismo es una conducta histórica en la cual una sociedad extiende su influencia cultural sobre otras regiones con la finalidad de dominar a diversas comunidades en un grado u en otro. Es un fenómeno que ha aparecido en distintas sociedades de la antigüedad remota como en Grecia clásica ( y su dominio en los territorios cercanos como el Egeo y Asia Menor) por muy reducida que haya sido su área de influencia, los persas, la cultura teotihuacana y Maya así como con los aztecas y romanos, por mencionar algunos, pero ninguno de estos ejemplos adopta las características del imperialismo capitalista moderno, que a diferencia del colonialismo mercantil de extracción de recursos naturales (como lo hicieron españoles y portugueses), se basa en la exportación de empresas hacia regiones sin un sistema capitalista complejo en donde mantienen un dominio político pero también económico, que implica la compra-venta de los productos elaborados en las empresas imperiales y disponiendo también de los recursos naturales y humanos de los países dependientes. Deterioran el medio ambiente y sobrexplotan la fuerza de trabajo de las colonias. Éstas, además de estar bajo el mando de la metrópoli y producir bajo los intereses de los empresarios extranjeros, son despojadas de sus recursos y fuerza de trabajo, como ya se mencionó y además de ello se ven limitados en experimentar cualquier grado de crecimiento, pues ello implicaría una autonomía con respecto a los países imperiales quienes propician, entonces, su empobrecimiento para mantener y propiciar su existencia en el subdesarrollo.
El imperialismo moderno, a diferencia de los demás ejemplos mencionados (con excepción quizá de los romanos y aztecas) ejerce una imposición, intolerancia y sometimiento sobre las manifestaciones culturales de las regiones dominadas al grado de casi desvanecerlas y considerarlas como anticuadas o fuera de toda facultad humana, ello concentrado en el término de “atrasado” que les adjudican y de “avanzado” que atribuyen a su cultura dominadora (como menciona Eric Hobsbawm). Una actitud de marginación y opresión que no había existido antes en la historia y que no se basa en una ambición supuestamente natural que “siempre ha existido”, ni es consecuencia sólo de la creciente monopolización de los recursos, ni menos aún de la conducta de países sobresalientes que protagonizaron las revoluciones industriales, como afirman algunos autores de manera simplista y hasta racista, sino de la carrera por incrementar la utilidad o plusvalía propia del sistema capitalista, de manera compulsiva.
Erick de Gortari Krauss
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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III. Luego de la lectura anterior, responde las siguientes preguntas
1. ¿Cuál es el principal origen del imperialismo moderno?
a) Extender los avances de la revolución industrial hacia otras regiones. ( )
b) Someter a otras regiones para tener poder monárquico sobre otras culturas. ( )
c) Exportar sus empresas para incrementar la plusvalía. ( )
d) Expandirse para conocer nuevas regiones. ( )
2. ¿Cuáles son las diferencias entre el colonialismo mercantil y el imperialismo capitalista?
a) Que en el imperialismo domina un estado y en el colonialismo un rey. ( )
b) Que en el imperialismo se exportan capitales para producir en otras áreas y en el colonialismo sólo
se extraen recursos. ( )
c) Que el colonialismo tuvo una intención religiosa y el imperialismo no. ( )
d) Que el colonialismo se desarrolló en Europa y el imperialismo en América.
( )
3. ¿Cómo ha procedido el imperialismo moderno con respecto a las manifestaciones
culturales de las sociedades dominadas a diferencia de los imperios históricamente
anteriores?
a) Somete y menosprecia las expresiones sociales de las zonas que domina. ( )
b) Respeta las manifestaciones culturales de las zonas dominadas. ( )
c) Permite que se expresen las culturas dominadas siempre y cuando acaten las indicaciones
imperiales. ( )
d) Mantiene a gobernantes locales para someter con mayor eficacia a las culturas dominadas. ( )
Respuestas:
1-c; 2-b; 3-a.
IV. El imperialismo tiende a menospreciar los derechos de las comunidades que somete.
Luego de observar detenidamente los elementos incorporados en el fragmento del
documental Con el alma entre los dientes (éste estará incluido en el material en línea),
que habla sobre el despojo entre los totonacos de la sierra norte de Puebla, responde
lo siguiente:
1. ¿Por qué se consideran con derecho de despojo los invasores a dicha comunidad?
a) Porque los campesinos son flojos. ( )
b) Porque ven televisión los niños. ( )
c) Porque los desacreditan por no tener conocimientos ni hablar castellano. ( )
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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d) Porque beben alcohol. ( )
2. ¿Qué elementos encontraste del conocimiento de la cultura occidental?
a) Botellas de licor. ( )
b) Dibujos animados. ( )
c) Fotografías de los familiares. ( )
d) Diplomas y certificados colgados en la pared. ( )
3. ¿Cuáles son las implicaciones de la opresión denunciada por el entrevistado?
a) Reconocimiento de las carencias de conocimiento. ( )
b) Opresión económica y política a partir de imponer la sabiduría occidental como única. ( )
c) Desconocimiento sobre las causas de la opresión. ( )
d) Desprecio sobre sus propias costumbres. ( )
Respuestas.
1-c; 2-d; 3-b
Pues bien, te has acercado al conocimiento en ciencias sociales a partir de:
1) Reconocer las diversas estrategias de investigación y algunos de sus resultados.
2) Analizar críticamente un proceso histórico como el imperialismo moderno, a partir de la lectura de un fragmento escrito.
3) Observar algunas de las causas y consecuencias de la dominación imperial capitalista.
4) Detectar los elementos reflexivos de un fragmento de entrevista a un indígena totonaco.
5) Formar un criterio propio, sujeto a seguirse investigando acerca de las consecuencias de la dominación y el despojo.
¡Felicidades y continúa con tus análisis argumentados!
Introducción a la actitud crítica ante la investigación
de rituales tradicionales y el problema del despojo
de recursos en los países subdesarrollados
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Bibliografía empleada
Gómez, Navarro, José Luis, y otros (2008) Historia universal, México, ed. Pearson. p.
201-203
Palacios, Hernández, Alma Guadalupe (Coord.) (2010), Cuatro miradas a la Historia
Universal, México, portal académico CCH, págs. 13-15
Hobsbawm, Eric (1998), La era del imperio (1875-1914), Buenos Aires, Ed. Crítica-
Planeta, págs. 65-66.
Reflexiones sobre la experiencia de actualizar el programa de
Teoría de la Historia I y II. Versión preliminar de 2013
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
63
Reflexiones sobre la experiencia de actualizar el
programa de Teoría de la Historia I y II. Versión preliminar
de 2013
Profesora Joana Cecilia Noriega Hernández
Área Histórico-Social
Plantel Oriente
Resumen
En este texto, la autora reflexiona sobre las implicaciones que representó tomar
parte de la Comisión que actualizó el Programa de Teoría de la Historia I y II en los
años 2012 y 2013. El texto recupera algunas de las experiencias derivadas del
proceso de actualización, contiene algunas sugerencias, y avizora un camino que
puede servir a otros profesores para fortalecer la docencia en el Colegio de
Ciencias y Humanidades.
Palabras clave: actualización de los programas de estudio, Teoría de la Historia.
Me preguntaba al preparar esta comunicación, qué elementos era pertinente
rescatar acerca del proceso que significó participar en la actualización del
Programa de Teoría de la Historia I y II que dio como resultado la versión preliminar
de noviembre de 2013. Y resolví que lo más trascendente es insistir en la peculiaridad
de la asignatura y los problemas que se generan en torno a la misma. Además,
decidí narrar los puntos esenciales implicados por la actualización del programa con
el propósito de que mis lectores empaticen con el mismo y comprendan las
dificultades enfrentadas en el proceso de actualizarlo y cómo se resolvieron o,
simplemente, salvaron. Esta experiencia puede arrojar luz sobre futuras
actualizaciones o indicar asideros a aquellas que están por concluir. Asimismo, para
no dejar de lado a la crítica, consideré importante realizar un balance breve sobre
las fortalezas y debilidades del programa actualizado.
Qué es actualizar. Según la RAE, actualizar significa poner al día, poner en acto,
realizar, es decir hacer que algo sea acorde al presente. En el caso de un programa
de estudios, éste debe ser congruente con el presente de los estudiantes, de la
disciplina histórica, del profesor que imparte la asignatura, acorde al presente de los
actores que están involucrados con el programa y que, por tal razón, interaccionan
en diversas formas con el mismo. Como los actores mencionados poseen
historicidad, son sujetos que sufren transformaciones, el programa debía tener
Reflexiones sobre la experiencia de actualizar el programa de
Teoría de la Historia I y II. Versión preliminar de 2013
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
64
concordancia con estos cambios. Así que, en mi opinión, actualizar un programa
siempre implicará hacer cambios.
Fue, justamente, en este aspecto, donde la actualización del programa que me
ocupa, presentó sus primeros desacuerdos, pues unos profesores consideraban que
no había que hacer grandes cambios, otros se resistían a las transformaciones, y
otros insistimos en que el cambio era el meollo de la actualización. Si se comparan el
programa de 1996 y la propuesta de actualización de noviembre de 2013, es posible
notar que aunque ambos programas son muy parecidos, el de 2013 es,
simplemente, un programa distinto al de 1996. Sin embargo, si hablamos de
transformaciones tenemos que preguntarnos si estas son, como nos enseña la
disciplina histórica, resultado de la herencia, de la innovación o de la inercia del
propio proceso de actualización, lo cual merece un estudio aparte.
Otro problema que ofreció la actualización fue el relativo a la falta de claridad
sobre qué es Teoría de la Historia. No todos los profesores que imparten la asignatura
tienen claridad sobre este concepto. Tal oscuridad conceptual, o para mejor decir,
diferencia interpretativa, encaminó, como es de suponer, de forma diversa la
elección y el ajuste de los contenidos. Sin embargo, era preciso hallar consenso
rápido sobre la definición de Teoría de la Historia porque de tal logro dependía
coincidir en qué contenidos enseñar e incluso cómo enseñarlos.
Cabe subrayar que la falta de claridad sobre el concepto no es exclusiva de los
docentes, impera en el ámbito escolar. En la administración escolar llaman a la
asignatura en plural: Teorías de la Historia, asunto que transforma totalmente su
sentido. Los estudiantes la conocen así, en plural. Y cuando se les pregunta sobre de
qué creen que va la asignatura, la respuesta más repetida es la de ser una
continuidad de las asignaturas de Historia de México e Historia Universal. El colmo de
la oscuridad del concepto lo vinculo con una sugerencia que, con buena intención,
me hizo una persona que me entrevistó recientemente, la cual me dijo que como la
palabra Teoría de la historia era tan poco atractiva debía cambiarse aunque
continuáramos enseñando los mismos contenidos. Pero la solución no es persistir en
crear sin sentidos.
El debate sobre qué es Teoría de la Historia que se entabló en la comisión
actualizadora pronto permitió atisbar que en la asignatura Teoría de la Historia, la
Historia se encuentra subordinada a las otras ciencias sociales so excusa de que no
todos los que eligen la asignatura van a ser historiadores. La realidad estadística es
que los pocos que la eligen son en primer lugar, justamente, aquellos estudiantes
cuya vocación es la Historia; en segundo lugar, los que no poseen animadversión
contra la Historia, y, en tercer lugar, un puñado de estudiantes la llevan porque el
esquema preferencial les indica elegirla, sólo estos últimos no tienen mucha idea de
Reflexiones sobre la experiencia de actualizar el programa de
Teoría de la Historia I y II. Versión preliminar de 2013
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
65
qué es Teoría de la historia y entre éstos algunos no aprecian de forma auténtica a
la Historia, pero muchos más no tienen ningún problema en aventurarse a
conocerla.
Teoría de la historia no es un concepto poco atractivo, más bien, suena de principio
a lo que es: un conocimiento teórico, especulativo, por tanto complejo, difícil,
inasible. En breve, Teoría de la historia es pensar sobre la Historia y las condiciones
que hacen posible la construcción del conocimiento histórico; así que, los
estudiantes siempre poseen al respecto aunque sea una idea vaga.
Otra discusión que se mantuvo en la comisión que actualizó el programa de Teoría
de la Historia fue aquella de si debía integrarse más filosofía de la historia en el
programa pues ya había suficientes autores bajo estudio. También sobresalió la
discusión en torno a si era pertinente eliminar el estudio de la historiografía. Aún hoy
opino que ambas son parte esencial del objeto de estudio de la teoría de la historia
así que su tratamiento debe ser equilibrado y, sobre todo, el mismo debe cooperar
al entendimiento de la historicidad de la Historia como disciplina.
Un tópico que se convirtió en objeto de debate fue el de “la teoría de la perspectiva
de género”. El debate se centró en si era pertinente ubicar este tema como parte
de las categorías de la historia o bien ubicarlo en otra unidad. La discusión fue
saldada gracias a la intervención de la Dra. Clara Inés Ramírez González, de quien
recibimos una charla en la que la historiadora hizo una lúcida distinción entre
perspectiva de género, feminismo e historia de las mujeres. Estos temas son tratados
en Teoría de la Historia I y II, opino que es importante tener en cuenta las distinciones
que presentan estos términos a la hora de enseñar sobre los mismos.
Otra de las especialistas que orientó nuestras discusiones fue la Dra. Norma de los
Ríos Méndez, de quien recibimos importantes comentarios sobre el programa de
1996, los cuales encaminaron nuestro trabajo.
Entre las fortalezas del programa actualizado encuentro las siguientes: posee una
definición primigenia sobre qué es Teoría de la Historia; es la primera vez que el
programa dedica una unidad cuyo título es Historia y Teoría de la Historia; un
contenido trata sobre la relación de la historia con las ciencias naturales; aunque la
mayoría de los contenidos se mantuvieron, las estrategias didácticas son nuevas y
muchas de ellas, sugerentes; se trata de un programa sencillo que puede posibilitar
la innovación entre los profesores que lo instrumenten.
Sin embargo, entre los puntos débiles encuentro los siguientes: no hay una radical
actualización de los contenidos, no se entiende bien a bien cuáles son los móviles
que han guiado los cambios en el programa; el programa de Teoría de la historia II
Reflexiones sobre la experiencia de actualizar el programa de
Teoría de la Historia I y II. Versión preliminar de 2013
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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engloba corrientes historiográficas disímbolas para ser tratadas en una unidad, esto
puede ayudar a la comparación pero también dar lugar a equívocos.
Como puede notarse, la actualización del programa no resultó un asunto sencillo
debido a la singular complejidad que presenta la asignatura Teoría de la Historia y
asimismo la dificultad que representó el propio proceso de actualización, pero al
final prevalecieron consensos en lo general y de estos es resultado el programa de
noviembre de 2013.
Comentario sobre la unidad III de Teoría de la Historia II. Proceso de revisión
de la actualización del programa de Teoría de la Historia. Enero 2016
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 9
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Comentario sobre la unidad III de Teoría de la Historia II.
Proceso de revisión de la actualización del programa de
Teoría de la Historia. Enero 2016.
Profesora Joana Cecilia Noriega Hernández
Área Histórico-Social
Plantel Oriente
Resumen
En este artículo, que surgió en el marco de la revisión del Programa actualizado de
Teoría de la Historia I y II, llevada a cabo en el ciclo escolar 2016-1 y 2, la autora
comenta su propuesta de revisión de la Unidad III de Teoría de la Historia II y
reflexiona sobre la complejidad conceptual de las temáticas, menciona las
confusiones a las que pueden dar lugar términos como postmodernidad,
contemporáneo e historia del Siglo XX; pero avizora, sobre todo, una forma, temas,
autores y corrientes historiográficas para enseñar a los jóvenes del Colegio de
Ciencias y Humanidades una historia crítica y útil para construir un futuro más
bondadoso.
Palabras clave: actualización de los programas de estudio, Teoría de la Historia.
La historia ha de servir para “desvelar las legitimaciones en que se apoya la
aceptación de presente, y, sobre todo, porque ha de permitirnos reconstruir una
línea de progreso que pueda proyectarse hacia la clase de futuro que deseamos
alcanzar”, Josep Fontana.
“Ante los mensajes presentistas e inmovilistas que defienden los mass media
debemos trasmitir unas aspiraciones de cambio hacia mejor, atribuimos a las cosas
una historia porque cambian o son capaces de cambiar. Las cosas tienen historia y
tienen tiempo, sin que importe el orden de prelación en que le atribuyamos una u
otro”, Juan Manuel Santana Pérez.
“Por supuesto que la paz es el respeto al derecho ajeno, en eso todos estamos de
acuerdo. En lo que nadie está de acuerdo es en cuál es el derecho ajeno”, Jorge
Ibargüengoitia.
El espíritu de la unidad III del programa de Teoría de la Historia II es el de la
historiografía contemporánea, el de la postmodernidad y el de los nuevos sujetos
forjadores de historias a quienes recientemente se les ha dado voz o han
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conseguido ser escuchados. Tal espíritu nos debería de permitir pensar, claro,
mediante los temas y estrategias de dicha unidad, en el futuro, en una renovada
historia con nuevos sujetos que la construyen pero también la leen, en una historia
que de ninguna manera se encuentra en crisis (o no para todos) sino buscando
nuevos significados como disciplina transdisciplinaria y deseosa de ser útil a las
nuevas generaciones, en la diversidad cultural, en la tolerancia intelectual y moral, y
en ese conjunto de verdades (y no de una verdad) que hoy articulan nuestro
mundo y nos lo hacen comprensible.
Es tal la riqueza temática de la unidad III que puede llegar a confundirse lo
contemporáneo, la historia del siglo XX, lo reciente, lo actual, la historia del tiempo
presente y lo postmoderno. Al hacer una revisión cuidadosa de estas etiquetas que
dan lugar a formas de periodización de la historiografía, sólo pueden hacerse
equivalentes la historia del siglo XX y la historia contemporánea, con los otros
términos tenemos que tener mucho cuidado porque todos tienen significados
múltiples según quiénes los usan.
Opino, por lo demás, que en el contexto postmoderno es riesgoso privilegiar el
presente o lo actual, sobre todo si lo que lo que entendemos por tal está cruzado
por una postura presentista que no avizora un futuro mejor para nuestra sociedad. El
reto al tratar esta unidad será enorme porque debemos mostrar las críticas que se le
han hecho a la Historia, pero no las debemos considerar negativas sino ciertísimas
pues son el talante que ha adquirido la disciplina histórica actual como efecto de su
desarrollo en el tiempo, así como porque los historiadores, quienes la reconstruyen,
son, como dice Bloch, hijos de su tiempo, hijos en este caso de la postmodernidad.
Y, a partir de estos supuestos debemos hacer visible el valor de la historia, su
capacidad de dar explicaciones globalizantes y su utilidad para ayudarnos a crear
un futuro o futuros posibles.
En cuanto a los autores, puedo señalar que Foucault nos puede ayudar a pensar
con profundidad la condición postmoderna y sus obras son un ejemplo claro de esta
historiografía; es un autor complejo pero asequible. En cambio, Hayden White (tanto
como Paul Ricoeur) son autores complejísimos incluso para los profesores, y, si bien
posmoderna y narrativista, su obra cumbre (Metahistory) fue pensada para un
análisis del siglo XIX y no del siglo XX. Me parece que con sólo un autor podemos
tratar la condición postmoderna, si bien debemos pensar mejor en autores que
puedan ser comprendidos con relativa facilidad por nuestros estudiantes y que estén
mejor ubicados temporalmente dentro de lo contemporáneo y lo postmoderno.
Inmanuell Wallerstein es un teórico muy importante del siglo XX, pero sus
teorizaciones hacen más sentido en el curso de Historia Universal Moderna y
Contemporánea. A este autor es difícil ubicarle en la historiografía contemporánea
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pues no es historiador, si bien sus aportes a la historia son invaluables, pero me
parece que su inclusión no hace todo el sentido que debiera en esta unidad. Por
estas razones me parece que una corrección del programa vigente podría ser no
incluirlo como una temática en el que revisa este grupo de trabajo; de cualquier
manera desde 2003 se le ha dado un lugar privilegiado en la unidad 4 de Teoría de
la Historia II, y ha sido enseñado por casi dos décadas. En su lugar podríamos tratar a
Josep Fontana, el cual además nos permite abordar de manera crítica la condición
postmoderna. Pero el asunto no es quitar un autor y poner otro, sino que la unidad y
los autores que se tratan en la misma hagan sentido.
Tratar la Historia cultural no sólo me parece relevante sino un acierto de la revisión
del programa, porque cómo podemos enseñar sobre diversidad cultural, sobre
tolerancia, sobre circularidad cultural, sobre límites interpretativos, y lo más
importante sobre las diversas lecturas que hacemos del mundo sino es mediante la
historia cultural. Este tipo de historia por su estrecho vínculo con la antropología
siempre resulta de gran interés entre los más jóvenes. Me gustaría que en lugar de
Darton y Burke se estudiara a Roger Chartier, justo el creador de este nuevo tipo de
historia; estudiar a Chartier nos permitiría verificar la distancia que hay entre las
generaciones de Annales y la historia cultural, así como diferenciar entre los
conceptos de la microhistoria italiana y los de la historia cultural, me refiero a
conceptos como mentalidad colectiva, representación, cultura popular, imaginario,
etc.
Las tendencias historiográficas más recientes son prolíficas y me parece que todas
son importantes: un ejemplo de éstas es la historia ecológica la cual, por los grandes
problemas y el deterioro que presenta nuestro planeta, es muy a propósito para
crear conciencia ecológica y además es un tema de moda. Pero como en el CCH
lo que más nos importa son los estudiantes y estos son hombres y mujeres cuyas
edades oscilan entre los 15 y los 18 años, y ya que la postmodernidad ha dado voz a
nuevos sujetos y se ha preocupado por las periferias, me parece que de las
tendencias recientes es muy importante que recuperemos la historia de las mujeres y
la de las relaciones entre géneros para asimismo darle contenido y dinamismo a la
perspectiva de género que desde 2003 hizo parte de nuestro programa.
Nada, sin embargo, de todo lo que he dicho aquí me parece tan importante como
darle voz a los jóvenes y tratar la historia de los mismos porque todavía hoy son
sujetos marginales en muchos sentidos. No se han realizado en México, todavía,
historias acerca de los jóvenes, sólo tenemos datos estadísticos sueltos, así que aún
les debemos atención. No obstante, en Europa sí han merecido el esfuerzo
historiográfico de un gran equipo de historiadores, la obra Historia de los jóvenes
dirigida por Giovanni Levi y Jean-Claude Schmitt es una adecuada vía para
introducirnos en el estudio de un tipo de historia que pone en el centro del análisis a
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sujetos que merecen que la Historia les alumbre en la construcción de su futuro, les
traiga respuestas y les permita plantearse preguntas.
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