UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
ESTUDIOS CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL POR DECRETO
PRESIDENCIAL DEL 3 DE ABRIL DE 1981
“intervención nutricia individualizada para la mejora del consumo alimentario, parámetros antropométricos, rendimiento físico y estado de hidratación en atletas
pertenecientes a olimpiadas especiales, Guanajuato”.
PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN
AUTORA:
Ana Karen Estrada Salas
INSTITUCIÓN:
Olimpiadas Especiales México, Guanajuato
COAUTORAS:
MPC. Ana Olivia Caballero Lambert
INSTITUCIÓN:
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
C.Dra. Eugenia Morales Rivera
INSTITUCIÓN:
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
RESUMEN
Introducción: La relación entre las enfermedades neurológicas y la nutrición puede darse por
la misma enfermedad o su tratamiento, comprometiendo el estado nutricio o sus respectivas
consecuencias.
Una alimentación adecuada puede servir como un componente clave en la
prevención de problemas de salud específicos de los atletas con DI, que son ligeramente más
vulnerables al estrés, a la fatiga y al rendimiento deficiente, que los atletas sin DI.
Objetivo: Determinar si una intervención nutricia individualizada mejora el consumo alimentario,
los parámetros antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación de 31 atletas
pertenecientes a Olimpiadas Especiales, Guanajuato.
Metodología: Se realizó un estudio cuasiexperimental para determinar el consumo alimentario
con la aplicación de la frecuencia de consumo de alimentos (SNUT), los parámetros
antropométricos, el rendimiento físico mediante las pruebas de DIDEFI®, y el estado de
hidratación determinado con la densidad urinaria mediante un refractómetro de Goldberg.
PALABRAS CLAVE: Intervención nutricia, antropometría, rendimiento físico, estado de
hidratación, atletas con discapacidad intelectual.
INTRODUCCIÓN
La Organización de las Naciones Unidas define discapacidad como la que refleja las
consecuencias de la deficiencia a partir del rendimiento funcional y de la actividad del
individuo.1 Asimismo, la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de
la Salud, refiere que es la interacción entre las personas que padecen alguna enfermedad,
aunada a factores personales y ambientales.2
En México, al año 2010, INEGI reporta que las personas que tienen algún tipo de
discapacidad son 5 millones 739 mil 270, lo que representa 5.1% de la población total.3 Se
estima que de cada 10 familias al menos una tiene contacto con una persona con discapacidad.
En el estado de Guanajuato, 299, 876 personas presentan algún tipo de discapacidad, de las
cuales el 8.1% padecen discapacidad de tipo mental o intelectual.4
De los tipos de discapacidad, la Discapacidad Intelectual (DI) es uno de los más comunes.
La Norma Oficial Mexicana NOM-173-SSA1-1998 para la atención integral a personas con
discapacidad, la define como el impedimento permanente como consecuencia de una
alteración prenatal, perinatal, posnatal u otra que limita a la persona a realizar actividades
necesarias para su conducta adaptativa al medio familiar, social, escolar o laboral.5 Es decir, la
Discapacidad Intelectual es una condición en la naturaleza de quien la presenta, que influye en
todo el desarrollo de la persona,6 por lo que debe concebirse desde un enfoque que subraye en
primer lugar a la persona como a cualquier otro individuo de nuestra sociedad.7
Habitualmente la DI se explica sobre la base de tres conceptos significativos, el modelo
socio-ecológico de discapacidad; un enfoque multifactorial de la etiología; y la distinción entre
una definición operativa y otra constitutiva de la condición.
Hay premisas que son una parte explícita de la definición de DI porque aclaran el
contexto en el cual la definición se plantea, y a la vez indican como debe ser aplicada,
sobretodo si se pretende realizar una intervención. La primera premisa indica que las
limitaciones en el funcionamiento se deben considerar en el contexto de ambientes
comunitarios típicos de los iguales en edad y cultura. La segunda premisa es que una
evaluación válida tiene en cuenta la diversidad cultural y lingüística así como las diferencias en
comunicación y en aspectos sensoriales, motores y conductuales. Otra premisa a tomar en
cuenta es que en una persona, las limitaciones coexisten habitualmente con capacidades; y por
otro lado, el propósito de la descripción de limitaciones, es el desarrollo de un perfil de
necesidades de apoyo; por lo que si se mantienen apoyos personalizados apropiados durante
un largo periodo, el funcionamiento en la vida de la persona con DI generalmente mejorará.8
La DI es una condición con numerosas posibles causas9, entre las cuales están las
complicaciones que se presentan en el desarrollo prenatal, perinatal y posnatal, como la
diabetes no controlada, la toxemia, la desnutrición, una hemorragia vaginal, un prolapso de
cordón umbilical, las complicaciones comunes de nacimiento, la aplicación de fórceps
inadecuada, encefalopatía, hiperbilirubinemia, traumatismos encefálicos e infecciones. 10
Del mismo modo, entre la posible etiología se encuentran los factores genéticos
(trastornos cromosómicos o hereditarios), que representan el mayor número de casos, y cuya
frecuencia es aproximadamente de 47%9, en especial aquellos que presentan Síndrome de
Down (SD), una anomalía que ocurre en 15 de cada 10 000 personas. Otras anomalías
cromosómicas mucho menos frecuentes son las del síndrome de Marfan, el síndrome
cromosoma X frágil, síndrome de PraderWilli, el síndrome de Rett, la neurofibromatosis, el
síndrome de Lesch-Nyhan, la adrenoleucodistrofia, la fenilcetonuria, galactosemia,
síndrome de Mowat-Wilson, y la enfermedad de Tay-Sachs. Los factores adquiridos ó
congénitos presentan una frecuencia aproximada de 17%9, pueden ser de tipo metabólicos
como hipotiroidismo, envenenamiento por plomo, síndrome alcohólico fetal, la exposición
prenatal a sustancias, y por infecciones como la rubeola, la enfermedad por citomegalovirus con
cuerpos de inclusión, la sífilis, la toxoplasmosis y herpes genital (tipo II).
Como se ha mencionado, el mal funcionamiento cognitivo puede ser consecuencia de
una alteración de cualquiera de los procesos que intervienen en el desarrollo y en la
maduración del sistema nervioso. 11 La sobreexpresión genética repercute en un desequilibrio
por exceso o defecto en la producción de algunos materiales biológicos, imprescindibles para
un correcto desarrollo de determinados órganos y sistemas del cuerpo humano. 12 Del mismo
modo, el efecto de esta vulnerabilidad biológica genera que haya más exposición a factores
desfavorables que inciden sobre la prevalencia de varios estados nutricionales, en los que hay
influencia de los cambios en los patrones alimentarios y en los estilos de vida.19
El riesgo nutricio depende de la causa e intensidad de la DI. En primer lugar, por su
frecuencia está el Síndrome de Down, siguiendo la parálisis cerebral (PC), el autismo, el
síndrome de Noonan y el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entre otros. 19
El Síndrome de Down (SD), constituye una enfermedad congénita que se compone de una
anomalía cromosómica que puede caracterizarse por trisomía libre del cromosoma 21
principalmente, translocación y mosaico. 20
También, la parálisis cerebral (PC) se define como una afección permanente del
desarrollo del movimiento y la postura, atribuible a alteraciones no progresivas que sucedieron
en el desarrollo cerebral, generalmente antes de los tres años. 22
Con frecuente aparición, el autismo es el resultado de un trastorno neurológico que
afecta el funcionamiento del cerebro, y sus comportamientos asociados pueden ocurrir en 1 de
cada 110 individuos. Algunas investigaciones han llevado por el camino de que el autismo
aparece desde la infancia debido a una sobrecarga de péptidos opiáceos sufrida por el sistema
nervioso central, afecta los neurotransmisores cerebrales, es de probable origen exógeno y
derivados en gran parte de la incompleta digestión del gluten y la caseína. Se ubica como la
tercera incapacidad más común de desarrollo más común que el SD, y se considera como
equivalente al síndrome de Kanner y el síndrome de Asperger.Se señala que pueden presentar
alteraciones de la conducta alimentaria y en el sueño, cambios inexplicables de estados de
ánimo, falta de respuesta a peligros reales y temor inmotivado intenso a estímulos que no son
peligrosos. 14,15
Por su parte, en el síndrome de Noonan (SN) es de múltiples anomalías congénitas, que
hereda en un patrón autosómico dominante (1:8,000 nacimientos).23 Se caracteriza por baja
estatura, rasgos dismórficos craneofaciales, cuello corto o pterigión, enfermedad cardíaca
congénita, criptorquidia en los varones, esterilidad, hipogonadismo, anomalías esqueléticas y
diátesis hemorrágica.24Entre las anomalías fenotípicas de tipo neurológico asociadas con este
síndrome, están el retraso leve en el desarrollo motor, retraso del lenguaje, trastornos del
aprendizaje, retraso mental leve y problemas sociales, de atención y de conducta. 25
Otro trastorno mental es el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que afecta de 2
al 12% de la población pediátrica en todo el mundo, cuyas características son la inatención,
hiperactividad e impulsividad, y pueden atribuirse a otras dificultades o a otros trastornos
psiquiátricos, neurológicos y médicos. Tiene un origen fundamentalmente biológico, que altera
las capacidades para atender a un estímulo, planificar y realizar una acción. Además, presentan
dificultades para relacionarse socialmente, tienen dificultad en el aprendizaje, la expresión
verbal, torpeza motora fina y gruesa, y escasa tolerancia a la frustración. 26
La relación entre las enfermedades neurológicas y la nutrición puede darse por la
misma enfermedad o su tratamiento, comprometiendo el estado nutricio o nutrimentos
específicos con sus respectivas consecuencias.22Tal es el caso de las personas con SD, por su
alta prevalencia de obesidad y talla baja. En el caso de los infantes con SD,el crecimiento
difiere marcadamente al de niños normales, caracterizándose además de talla baja, por mayor
precocidad en el inicio del estirón del crecimiento, junto con la elevada prevalencia de
sobrepeso y obesidad particularmente en adolescentes y adultos. Por lo tanto, la utilización de
los estándares de crecimiento para la población general en niños con SD no es adecuado, ya
que el diagnóstico del estado nutricio puede ser erróneo. Por tal motivo se han desarrollado
algunos estándares de crecimiento específicos para estos niños. 41
También presentan alteraciones como diarrea, constipación, reflujo gastroesofágico,
dificultades motoras orales y deficiencia de folato, vitaminas A y E, zinc, hierro y calcio. 11,13Las
deficiencias de hierro y zinc se han asociado a problemas de conducta e hiperactividad en el
TDAH. También, las personas con autismo, el calcio, hierro, vitaminas E y D, y la fibra dietética,
se pueden ver comprometidos por su limitado consumo de alimentos. 27
Del mismo modo, la relación se da cuando una alteración nutricia puede afectar la
evolución de la enfermedad neurológica y la respuesta al tratamiento.22 Por ejemplo, los
trastornos motores característicos de la PC, autismo, SN y TDAH, están a menudo
acompañados de alteraciones de la sensación, la percepción , la cognición, el comportamiento
y la comunicación por problemas musculo esqueléticos secundarios.16 Estos trastornos del
movimiento y de la postura pueden llevar a dificultades al caminar, problemas secundarios de
conducta, de masticación y deglución, donde éstos últimos juega en un papel fundamental en
el estado nutricio. Se ha reportado que las secuelas relacionadas con la alimentación, que
dependen de la extensión de la discapacidad19, se presentan hasta en el 80% y pueden dar
lugar a la broncoaspiración (principalmente en PC), aumentan el tiempo de alimentación
considerablemente, convirtiéndose una experiencia poco agradable.17Se ha encontrado mayor
prevalencia de desnutrición en niños con PC, relacionada los factores mencionados, además
de reflujo gastroesofágico, enteroparasitosis, sialorrea, estreñimiento y descontrol cefálico. La
prevalencia de desnutrición varía según el grado de DI, la presencia de anomalías asociadas, el
tratamiento utilizado y el ambiente que los rodea.18
Se ha hecho énfasis que la desnutrición se debe a la deficiencia mantenida de proteínas
e hidratos de carbono, acompañada de otras situaciones de precariedad.28 Y esto aunado a una
alimentación monótona, las alteraciones motrices, dependencia e inactividad, finalmente
resultará en un inadecuado estado nutricio, incitando comorbilidades que pueden agravar la
situación.34,29
Así como el consumo alimentario difiere en las personas con DI, lo es la composición
corporal. Algunos estudios realizados mencionan que el peso corporal y el índice de masa
corporal (IMC) varían. Unos describen a las personas con DI como prevalentes al sobrepeso y
obesidad, principalmente a las personas con SD por el porcentaje de grasa mayor en relación a
las personas que no lo presentan, así como el predominio de una estatura promedio menor 30
que coincide con los trastornos que implican bajo peso como el autismo y TDAH, por la
presencia de una conducta alimentaria anormal, que se puede manifestar como anorexia o
bulimia. 31Las personas con PC también presentan disminución de la masa muscular, masa
grasa y menor crecimiento lineal, por el compromiso motor de postura y tono muscular.22 En
general, sus parámetros antropométricos se relacionan con el estado de nutrición y el
mantenimiento y la mejora funcional.
Como evidencia de lo descrito, en las conclusiones de su estudio, Fernández M.C
reportó que en relación al porcentaje de grasa corporal el 100% de las participantes, todas del
sexo femenino y con SD, al inicio del estudio presentaron obesidad (% masa grasa mayor a
32%).30También, dos estudios con participantes de los Juegos Mundiales de Olimpiadas
Especiales, refieren que después de las evaluaciones de la composición corporal, el 56% de
los atletas tenían un IMC mayor a 24 (con tendencia al sobrepeso), mientras que en el otro 26%
eran obesos y un 6% eran extremadamente obesos. Otro estudio en México en el que
participaron 20 personas con DI leve-moderada estudió 20 participantes con deficiencia mental
leve-moderada con edad de 22,5 años (+/-10) mostró 45% de sobrepeso u obesidad (según la
OMS) y perímetro de cintura de 35% (>90 cm).31
De acuerdo a lo anterior, el estudio de la composición corporal es el más frecuente, y
en población con DI, se ha adoptado el IMC como instrumento de evaluación e indicador
nutricio, antropométrico, de la salud y de crecimiento. La antropometría, constituye la forma
más directa, confiable y reproducible para medir el estado nutricio que permite estimar mediante
técnicas tradicionales como el estudio de pliegues subcutáneos la masa corporal y las
modificaciones del componente muscular, que son las de mayor interés, especialmente por que
se correlaciona con el rendimiento. 19,30
Además, el riesgo y las evidencias presentadas tienen en común un estilo de vida
sedentario, en el que la inactividad favorece la ganancia de peso reduciendo aún más sus
posibilidades de participación en actividades físicas y recreativas.30Como conclusión en un
estudio realizado en el que Frey reportó que los adultos con DI son similares a los de más de
50% de la población en general que está clasificado como sedentario, sin embargo, la
proporción de personas con discapacidad intelectual acumular 30 minutos de actividad
moderada continua fue menor que en aquellos sin este diagnóstico.55
Por el lado opuesto, algunos estudios demuestran que la realización de ejercicio
aeróbico, combinado con ejercicio de fuerza y junto con un plan adecuado de alimentación,
conducen a alcanzar un peso adecuado, mejora las funciones cardiovasculares, la fuerza
muscular y resistencia, además de disminuir la grasa corporal.32 Los beneficios también se
extienden al aspecto psicológico y psicosocial, disminuyendo la ansiedad y depresión, dando
como resultado una mejor calidad de vida 13 en toda la población, incluso a las personas con DI.
Hasta la fecha, sólo 14 estudios han examinado la actividad física entre los estilos de vida
adultos con DI en los países desarrollados y han tratado de describir los niveles de actividad
física y los patrones de los adultos con DI, entre ellos atletas especiales participantes de
Olimpiadas Especiales. Además midieron la actividad física como un factor de riesgo para las
enfermedades no transmisibles.55
Entre las personas con DI cuya actividad es constante, un Atleta Especial es aquella
persona que debido a una alteración significativa de origen físico, orgánico, intelectual o social
requiere para aprender, practicar y competir en un deporte, de una metodología y de una
tecnología diferencial. Deben recibir entrenamiento por medio de programas diseñados
específicamente para cada uno de ellos, tomando en cuenta las condiciones naturales y el
potencial que manifiesta cada uno.7
Las necesidades morfo-fisiológicas que determina la práctica deportiva pueden suponer
un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos del comportamiento alimentario,
desencadenados por la presión ejercida en mantener el peso forma y por cuestiones del mismo
tipo de discapacidad. 47
El rendimiento del atleta, la genética, el talento, la energía, el tipo de deporte
y entrenamiento deportivo, están estrechamente relacionados con la nutrición, por lo que es
sustancial realizar estudios del efecto de la dieta en el rendimiento de los atletas con DI. 33Una
alimentación adecuada puede servir como un componente clave en la prevención de muchos
problemas de salud específicos de los atletas con DI, que son ligeramente más vulnerables al
estrés, a la fatiga y al rendimiento deficiente, que los atletas sin DI.
Algunos estudios mencionan que cuanto sea menor el consumo de grasas, la ingesta
de proteínas es más alta y la ingesta de hidratos de carbono es razonable, pero si se limitan los
alimentos grasos y productos lácteos, la ingesta de calcio u otros nutrimentos puede ser
deficiente. Por lo tanto, se debe hacer hincapié en el papel de la grasa y todos los nutrimentos
en el cuerpo, tomando como ejemplo los elementos inorgánicos que son importantes en
funciones reguladoras, para el equilibrio hídrico corporal, la coagulación de la sangre y la
regulación de la contracción muscular, así como también en los procesos fisiológicos
relacionados con el ejercicio físico13
Lo anterior y demás evidencias acentúan la importancia de una intervención nutricia en
atletas con DI, como las que presenta la investigación de Fernández M.C, que relaciona el
consumo alimentario y el rendimiento físico en atletas con SD, refiere que podría deducirse que
existe una relación positiva entre estas variables de estudio, esto debido a que se mostró al
final del estudio una disminución de la ingesta calórica, con una adecuada la distribución de
macronutrimentos, lo cual tuvo una influencia positiva en el IMC, porcentaje de grasa y
rendimiento físico de los atletas. Asimismo, se observó la disminución de las circunferencias
que refieren al componente no muscular corporal, y un aumento en algunos casos de
circunferencias que corresponden al componente muscular corporal, que se atribuye al deporte
que practican y al régimen alimenticio.13
En un estudio descriptivo de atletas con DI, Hernández B., encontró que el 51.51 % de
los atletas con discapacidad intelectual evaluados presentaron exceso de peso y 3.03 % bajo
peso. Además, el 51.51% de la población evaluada presentó deshidratación. Por lo que
destaca que esta población debe ser considerada como un grupo de riesgo. 20
Del mismo modo, al optimizar el diagnóstico antropométrico, se requiere agilización del
cumplimiento de metas de la intervención nutricia, y puede incentivar al atleta. El manejo
alimentario debe ser visto bajo una nueva perspectiva, ya que líneas recientes de investigación
han involucrado distintos procesos metabólicos en la aparición del SD y otros trastornos
característicos de la DI.41
Como parte de la modificación de hábitos, el valor de una adecuada hidratación es tan
crucial como una alimentación apropiada, ya que los déficits de rendimiento que experimenta un
deportista deshidratado se producen rápidamente y son fácilmente mensurables. La
dependencia del cuerpo con respecto al agua para refrigeración, transporte de nutrimentos,
lubricación de articulaciones, eliminación metabólica de desechos, digestión y absorción ha sido
claramente establecida, y los deportistas deshidratados simplemente no rinden bien. La
reposición de líquidos en atletas es un tema que concierne a entrenadores y profesionales de la
salud; pues son responsables de mantener un adecuado estado de hidratación en los atletas.
Las consecuencias de deshidratación podrían incluir el desmayo, el agotamiento por calor y en
casos extremos la muerte, lo que obliga a que se tome conciencia de acerca de
ladeshidratación.48
En relación a la actividad física en esta población, Olimpiadas Especiales tiene como
objetivo integrar a las personas con DI mayores de ocho años a que practiquen algún deporte
sin importar el nivel de rendimiento. Está afiliada a 21 programas municipales y cuenta con un
total de 12 disciplinas. 37En México, hay alrededor de 26,000 atletas con DI, en 26 entidades
federativas.20
Considerando la importancia de lo anterior, el presente trabajo de investigación es
relevante debido a que abona a otro de mayor magnitud, que cuenta con el apoyo financiero
de Conacyt-Concyteg a través de la Convocatoria 2011-04, de Fondos Mixtos. Así como la
aportación de nuevo conocimiento a la investigación relacionada con los atletas con DI, y de
acuerdo a los resultados se generarán formatos prácticos y de gran utilidad para la
reproducción de los siguientes proyectos que estén en contexto con el presente.
JUSTIFICACIÓN
Las personas con discapacidad intelectual se consideran vulnerables por el riesgo
elevado que tienen de presentar diversos problemas relacionados con la nutrición, aumentando
el riesgo con inadecuados hábitos alimentarios y estilo de vida. Hay evidencia en estudios en
los que atletas especiales presentan porcentajes significativos de obesidad, y en menor
proporción, es mórbida. La participación en el deporte junto a un plan de alimentación
estructurado, representan un papel destacado que proporciona un aumento de la calidad de
vida debido a los beneficios que se obtienen.
Por otro lado, algunos estudios demuestran que la realización de ejercicio aeróbico,
combinado con ejercicio de fuerza, mejora las funciones cardiovasculares, fuerza muscular y
resistencia, además de disminuir la grasa corporal. Cada atleta con DI presenta necesidades
individuales que requieren de una alimentación, hidratación y entrenamiento adecuados para
lograr mayor rendimiento y sobretodo una mejor calidad de vida. Debido a los requerimientos
puntuales que presentan los atletas con DI, una intervención nutricia es ideal para que
contribuya a la disminución de riesgos de tipo nutricio, y al aumento del rendimiento deportivo,
que finalmente puede resultar benéfico para los atletas y para los que los rodean.
Basado en lo anterior, la necesidad de una intervención nutricia en atletas con DI radica
en que es el punto de partida para modificar sus hábitos alimentarios, y se pueden notar en los
parámetros antropométricos, en un adecuado estado de hidratación, y puede tener como
resultado una buena actuación en la práctica deportiva, reflejando un óptimo estado de salud.
Realizar estudios multidisciplinarios también resulta relevante porque se requiere más
fundamento teórico y sus evidencias acerca de las necesidades relacionadas con la salud
para la mejora de la calidad de vida de personas con DI. Conjuntamente puede aumentar el
número de personas capacitadas en el tema. La realización de este trabajo de investigación
formó parte del proyecto “Determinación del diagnóstico nutricio, rendimiento físico y estado de
hidratación en atletas con discapacidad intelectual y nivel de conocimientos de
hidratación y nutrición de los padres y o cuidadores perteneciente a Olimpiadas
Especiales, Gto.”, apoyado financieramente porConacyt-Concyteg a través de la
Convocatoria 2011-04, de Fondos Mixtos.
El licenciado en Nutrición y Ciencia de los Alimentos es el profesionista que como
parte del equipo de salud tiene los conocimientos y habilidades que le permiten
identificar si una intervención nutricia individualizada mejora el consumo alimentario, los
parámetros antropométricos, el estado de hidratación y el rendimiento físico en atletas
con DI, mediante una correcta evaluación del estado nutricio y pruebas físicas, así como
proponer alternativas de solución desde el punto de vista nutricio para la mejora de la
calidad de vida a través de una buena actuación en la práctica deportiva como
consecuencia de una modificación de hábitos alimentarios.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Una intervención nutricia de cuatro meses mejora el consumo alimentario, los parámetros
antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación en atletas pertenecientes a
Olimpiadas Especiales Guanajuato?
OBJETIVOS
Objetivo general
Determinar si una intervención nutricia individualizada mejora el consumo alimentario, los
parámetros antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación en atletas
pertenecientes a Olimpiadas Especiales Guanajuato.
Objetivos específicos
1. Evaluar el consumo alimentario de atletas pertenecientes a Olimpiadas Especiales,
Guanajuato antes y después de cuatro meses de una intervención nutricia
individualizada.
2. Evaluar parámetros antropométricos y composición corporal (peso, talla, IMC, panículos
adiposos y circunferencia de cintura) de atletas pertenecientes a Olimpiadas Especiales
Guanajuato antes y después de cuatro meses de una intervención nutricia
individualizada.
3. Determinar el rendimiento físico de atletas pertenecientes a Olimpiadas Especiales
Guanajuato antes y después de cuatro meses de una intervención nutricia
individualizada.
4. Determinar el estado de hidratación en atletas pertenecientes a Olimpiadas Especiales
Guanajuato antes y después de cuatro meses de una intervención nutricia
individualizada.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuasiexperimental para determinar el consumo alimentario, los
parámetros antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación de atletas con DI
de León Gto; Celaya Gto y Guanajuato, Gto; durante el periodo de marzo a noviembre del
2012.
Los participantes se seleccionaron por muestreo no probabilístico por simple
disponibilidad. Se incluyeron en el estudio a los atletas con DI pertenecientes a Olimpiadas
Especiales, Guanajuato; de ambos sexos y edad indistinta, que contaron con la aprobación y
colaboración de sus padres/cuidadores. No se incluyeron a aquellos atletas con DI que
presentaran discapacidad física, ni a los que padecieran enfermedades agregadas como
diabetes mellitus, insuficiencia renal, insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardiaca, neoplasia,
trastornos hormonales o alguna alteración fisiológica que afectara a su composición corporal
Se determinó el tamaño de muestra de 89 atletas con discapacidad intelectual a través
del programa Statgraphics 5.1, considerando el estudio de Fernández MC.13, en el que el
100% de los atletas de Olimpiadas Especiales, presentaron un consumo elevado de energía, se
espera que después de la intervención sólo el 50% mantengan este consumo elevado. Para lo
anterior se consideró un nivel de confianza del 95%, un error tipo alfa de 5%, una potencia del
80% y un error tipo beta de 20%.
Previo al inicio de las sesiones, las evaluadoras fueron estandarizadas para aplicar el
cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos (SNUT®), asó como para el uso de las
técnicas antropométricas de acuerdo a la técnica de ISAK, para la aplicación de las pruebas de
rendimiento físico (DIDEFI®), y para la determinación de la densidad urinaria con el
refractómetro de Goldberg. Además, se revisó que los instrumentos y el equipo se encontraran
calibrados y en condiciones de usarse.
Una vez que los padres/cuidadores acudieron a la cita acordada dentro de las
instalaciones de la delegación correspondiente (en las que se realizaron las consultas inicial,
final y dos evaluaciones intermedias), la investigadora les informó acerca del estudio y su
metodología mediante una carta de consentimiento (ANEXO 1). Una vez que aceptaron,
plasmaron su firma en dos cartas de consentimiento, de las cuales una fue de su propiedad, y
la otra se añadió el expediente del paciente. Posteriormente se realizó la ficha de identificación
(ANEXO 2) con el fin de llevar un orden y registro de cada paciente. Este estudio se ajustó a las
normas éticas internacionales, a la Ley General de Salud en materia de experimentación en
seres humanos, y a la declaración de Helsinki y sus enmiendas posteriores.57
Durante los cuatro meses del estudio, se citó a cada atleta con su padre/cuidador, y se
realizaron las pruebas de rendimiento físico, antropometría, la evaluación dietética y
determinación del estado de hidratación. En la correspondiente delegación, dichas evaluaciones
se llevaron a cabo dentro de un salón con espacio suficiente, que se adaptó para realizar cada
una de ellas; a excepción de la determinación del estado de la densidad urinaria, que se hizo en
un sanitario.
Para evaluar el consumo alimentario se aplicó el cuestionario validado de frecuencia de
consumo de alimentos SNUT®51,56 (ANEXO 3). Las cantidades de alimentos consumidos se
estimaron en unidas caseras, para lo que se manejaron modelos de alimentos y fotografías, de
tal manera que la información fue más precisa. Los resultados se expresaron en calorías y
gramos por día y de macronutrimentos (proteínas, lípidos e hidratos de carbono). De acuerdo
con los resultados se pudo comprobar si la dieta cumplía con algunos criterios de la dieta
correcta de la NOM 043-SSA2-200546 que establece que la dieta es equilibrada cuando el
porcentaje del consumo de los nutrimentos concordara con el recomendado. En cuanto a la
proteína, se calculó 1.4 a 2 g/kg de peso/día, considerando la edad, el tipo y la intensidad de la
actividad física; los lípidos en un porcentaje de 20-25%, y la diferencia en porcentaje de hidratos
de carbono, considerando un 10% ± de adecuación., y suficiente, es decir, que contuviera la
energía necesaria del 90 al 110% de acuerdo a las características específicas de cada
atleta.45,46,59, Los resultados se expresaron en calorías, gramos y en porcentaje. De la misma
forma se obtuvo la ingesta de fibra dietética en gramos 43. Esta información se obtuvo de los
padres/cuidadores para evitar errores de la información.
Dentro del a evaluación antropométrica, se tomó el peso en kilogramos y la talla en
metros, a los atletas con DI con y sin SD mediante la técnica de ISAK50, para lo que se utilizó
una báscula digital marca SECA® (modelo 750, con capacidad máxima de 150 kg y un nivel de
precisión ± 100g); y la talla se obtuvo con un estadímetro portátil fijo marca SECA®, (modelo
213, longitud máxima 205 cm, con un nivel de precisión ± 1 mm).
Obtenidos estos datos, se calculó el índice de masa corporal (IMC) para vincular el peso
y la talla de los atletas sin SD y de los adultos con SD; según la siguiente fórmula: IMC = Peso
(kg)/T2 (m).58 Para los atletas de 2 a 18 años sin SD, se establecieron los percentiles de IMC en
relación con la edad, de acuerdo a las tablas de crecimiento de la CDC, para ambos sexos.
(ANEXO 5). El diagnóstico se realizó de acuerdo a54:
Cuadro 1. Puntos de cortes de IMC para la edad
IMC/Edad Clasificación
<percentil 5 Bajo peso
≥percentil 5 y < percentil 85 Peso saludable
percentil 85 y < percentil 95 Sobrepeso
≥percentil 95 Obesidad CDC. About BMI for Children and Teens.
Para la población mayor a 20 años con y sin SD se determinaron los puntos de corte de
la OMS presentes en el siguiente cuadro58
Cuadro 2. Puntos de corte de IMC según la OMS
IMC (Kg/m2) Clasificación Tipo de obesidad
< 18.5 Bajo peso
18.5-24.9 Normal
25.0-29.9 Sobrepeso
30.0-34.9 Obesidad I
35.0-39.9 Obesidad II
≥ 40 Obesidad III
Modelos y formularios. Vigilancia STEPS de la OMS.
En el caso de los atletas con SD de 2 a 18 años se establecieron los percentiles de
peso/edad y talla/edad, mediante el uso de las tablas de crecimiento de Cronk según el sexo
(ANEXO 4). Los casos que se encontraron entre los percentiles 25 al 75 se diagnosticaron
como un estado óptimo, entre el percentil 75-90 se encontraban en sobrepeso, y dentro del
percentil 90 indicaban obesidad.13, 60
Posteriormente, se realizaron las mediciones a todos los atletas, iniciando con la
circunferencia de cintura reportada en centímetros. Para determinar el porcentaje de grasa de
los atletas sin SD, se les midió el pliegues cutáneo bicipital (PCB), pliegue cutáneo tricipital
(PCT), el pliegue cutáneo subescapular (PCSE) y el pliegue cutáneo suprailiaco (PCSI), todos
reportados en milímetros, para lo que se tomaron en cuenta las técnicas de la Sociedad
Internacional para el Avance de la Kinantropometría (ISAK) 49 Para estas mediciones se utilizó
un plicómetro Slim Guide, capacidad máxima 80 mm y un nivel de precisión ±1mm, así como
una cinta metálica antropométrica Rosscraft, longitud máxima de 200 cm, con precisión ±1
mm.49, 50 Los datos obtenidos de la medición de los pliegues se utilizaron para la
determinación de la densidad corporal mediante las ecuaciones de Brook para menores de 11
años, Durnin y Rahaman para 12-16 años Durnin & Wommersley para mayores de 16 años,
todas aplicables para hombres y mujeres. Finalmente, con la densidad corporal se obtuvo el
porcentaje de grasa corporal mediante la siguiente fórmula: % de grasa = [(4.95/D)- 4.50] x 100.
Se consideró como normal un porcentaje de grasa de 12 a 18 en hombres y de 20 a 26
en mujeres. Por encima de los valores indicados se consideró obesidad. 13, 49,60 45, 52,53
En el caso de los atletas con SD sólo se les tomó la circunferencia de cintura con la
misma técnica y se reportó en centímetros.
Todas las mediciones antropométricas se realizaron por triplicado, y se registraron en el
formato de evaluación antropométrica (ANEXO 4).
Por otra parte, se realizaron las pruebas de rendimiento físico a los atletas con la técnica
de las pruebas de DIDEFI®36, en el mismo espacio en el que se realizaron todas las
evaluaciones. Las pruebas ejecutadas fueron la de flexibilidad reportada en centímetros, para
lo que se utilizó un flexómetro. El salto horizontal para evaluar la fuerza muscular de las
piernas, se registró en centímetros y se midió con una cinta métrica. La prueba de
dinamometría para evaluar la fuerza se midió con un dinamómetro marca GRIP-A, cuya medida
viene indicada por la aguja móvil de este. De 0 a 100 Kg (Fiabilidad: ± 3%). Para medir la
resistencia se realizaron abdominales por minuto, para lo que se usó un cronómetro. Se registró
el total de abdominales realizadas correctamente en los 60 segundos. Los datos obtenidos en
cada una de las pruebas serán registrados en el formato correspondiente (ANEXO 5).
Posteriormente, se determinó el estado de hidratación, mediante la obtención de una
muestra de orina al inicio y al final del estudio, con la finalidad de determinar la densidad
urinaria con un refractómetro de Goldberg. 48. La densidad urinaria mayor a 1.020, se
consideraron como alteraciones en el estado de hidratación de los atletas. Cada uno de los
resultados se registró en su formato correspondiente. (ANEXO 6)
Una vez realizadas las evaluaciones, las evaluadoras elaboraron y entregaron un plan
de alimentación a cada atleta (acompañado de su padre/cuidador), que cumplía con las
características de la dieta correcta, y de acuerdo a las características de cada persona, así
como su disponibilidad.45,46 Para calcular el requerimiento energético de los atletas sin SD, se
determinó la RDA, tomando en cuenta el sexo, percentil de peso/talla o IMC, edad en años,
factor de actividad física, peso en kg, y estatura en metros. Para el requerimiento de la
población con SD, se tomó en cuenta la estatura en centímetros, que se multiplicó por 14.3 en
mujeres y 16.1 en hombres. La distribución de macronutrimentos para todas la población fué:
1.4 a 2.0 g/kg de peso/día de proteínas (Según edad y nivel de actividad física), 25% lípidos y
diferencia en % de hidratos de carbono.45, 46, 59,60
La intervención nutricia brindada en un periodo de cuatro meses, constó de una
evaluación inicial y final, en las que se aplicó la frecuencia de alimentos SNUT para la
evaluación dietética, se evaluó antropometría, el rendimiento físico y el estado de hidratación.
Se determinaron los cambios en la composición corporal con las mediciones antropométricas y
el rendimiento con las pruebas de DIDEFI.
En la primera sesión de cada delegación, se entregó el plan de alimentación, las
recomendaciones y el primer resultado del estado de hidratación. En cuanto a las
recomendaciones de hidratación se determinaron en base a las kilocalorías ingeridas a razón
de 1ml/Kcal.
Se aplicó estadística descriptiva para los datos de los participantes. Los resultados
cuantitativos se compararon antes y después de la intervención nutricia mediante la prueba de t
de student pareada; el número y porcentaje de aciertos las variables se expresaron como media
± desviación estándar en caso de distribución normal y como mediana e IC al 95% en caso de
distribución sesgada (utilizando la prueba de Wilcoxon). Todas las diferencias se probaron a un
valor p<0.05. Se utilizó el programa estadístico NCSS 2007.
RESULTADOS
Se evaluaron 31 sujetos pertenecientes a Olimpiadas Especiales Gto., de los cuales 15 son de condición Síndrome de
Down, y 16 de condición no síndrome de Down; con un rango de edad de 5 a 37 años. Del total de sujetos, 18 participan en
natación, 4 en bochas, 3 en gimnasia, 2 en basquetbol, y 1 en atletismo, en ciclismo, en fútbol y en tenis. La intervención a todos los
participantes se realizó durante un periodo normal de entrenamiento. Estos tienen una duración de por lo menos una hora, con una
frecuencia de 1 a 3 veces por semana. Los siguientes datos muestran características generales de los sujetos.
GRÁFICA. Distribución de sujetos por grupos y sexo
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Síndrome de Down No síndrome deDown
Mujeres
Hombres
GRÁFICA 2. Distribución de sujetos por disciplina
Para evaluar el consumo alimentario se aplicó el cuestionario validado de frecuencia de consumo de alimentos SNUT
a los padres o tutores de cada atleta, por medio del cual se obtuvieron los datos de la TABLA 1 y la TABLA 2, en las que se
muestran los cambios en el consumo de energía, macronutrimentos y fibra. El reporte de los datos se realizó por grupo de
edad y condición.
Los cambios en el consumo de los menores con SD fueron la disminución del consumo de proteína y de fibra,
mientras que el consumo de lípidos fue mayor. El grupo no SD mostró un aumento de proteína, de lípidos y de hidratos de
carbono; lo que conduce a un aumento en el consumo calórico. Sólo hubo una disminución en la fibra, pero entrando en los
parámetros adecuados (25g-35g)
Deporte
Atletismo
Bochas
Basquetbol
Ciclismo
Fútbol
Gimnasia
Natación
Tenis
58%
42%
38.7%
6.45% 1%
38.7% 1
% 1%
1%
En la TABLA 2 se observa que se presentaron más cambios, pues los adultos con SD aumentaron su consumo de
proteína (p<0.5) y de hidratos de carbono, pero hubo una disminución del consumo de lípidos; también fue mayor el consumo
de fibra dietética. Los adultos del grupo no SD tuvieron una disminución del consumo energético (p<0.4),
Tabla 1. Cambios en el consumo alimentario durante el estudio en niños y adolescentes
SD N=6
P valor No SD N=6
No SD p valor
Inicio (IC 95%)
Final (IC 95%)
Inicio (IC 95%)
Final (IC 95%)
Energía* (Kcal)
2314.5(1733-2968)
2196(1843-2771)
0.54 2619(1491-4113) 2937(1478-4370)
0.8
Proteína (g)* 84(65.6-103) 75.5(63-98.5) 0.7 96(49-114) 81.7(49-137) 0.37
Lípidos (g)* 96(72-120) 97(61-132) 0.54 99(51-178) 117(59-197) 0.87
HC (g)* 271.46(195-330) 279(237-357) 0.54 308(187-504) 350(174-535) 0.62
Fibra (g)* 30(22-39) 29(23-38) 0.54 35(24-45) 25(14-43) 0.87
Cambios significativos mediante la prueba Wilcoxon a una p<0.05
Tabla 2. Cambios en el consumo alimentario durante el estudio en adultos
SD N=9
P valor No SD N=10
No SD p valor
Inicio (IC 95%)
Final (IC 95%)
Inicio (IC 95%)
Final (IC 95%)
Energía (Kcal)
2428.6 (2133-2758)
2162(1987-3244)
0.74 2813(2115-3638) 2715(1994-3721)
0.39
Proteína (g) 91.4(79-102) 87(77-114) 0.47 90(67-121) 94(72-118) 0.4
Lípidos (g) 98(88-130) 97(89-137) 0.47 86(62-148) 103(65-157) 0.56
HC (g)* 305(235-347)) 285(207-402) 0.7 377(268-466) 318(266-472) 0.51
Fibra (g) 25(20-29) 30(25-39) 0.05 34(24-43) 33.5(27-49) 0.16
Cambios significativos mediante la prueba Wilcoxon a una p<0.05
La GRÁFICA 3 muestra que el promedio de los porcentajes del consumo de macronutrimentos de los niños y adolescentes
con SD, muestra una distribución menor en las proteínas al final, siendo un poco mayor la de los hidratos de carbono, y en el caso
de los lípidos, sobrepasa la distribución recomendada de estos (25%±10%).
En el caso de la GRÁFICA 4 también se aprecia que los niños y adolescentes del grupo no SD presentan una distribución
menor en las proteínas y en los hidratos de carbono, debido a que hubo un aumento de la distribución de los lípidos de 35 a 37%.
GRÁFICA 3. Promedio del porcentaje del consumo de macronutrimentos del grupo con SD de 5 a 16 años al inicio y al final
del estudio.
GRÁFICA 4. Promedio del porcentaje del consumo de macronutrimentos del grupo no SD de 5 a16 años al inicio y al final
del estudio.
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
%Proteína %Lípidos %HC
Inicio
Final14.1% 13.7%
49.3%
36.3%
49.4%
36.9.%
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
%Proteína %Lípidos %HC
Inicio
Final13.4% 13.2%
50.7%
35.3%
49.6%
37.2.%
En la GRÁFICA 5, la distribución del promedio del porcentaje del consumo de proteínas en los adultos con SD fue menor, mientras
que la de los lípidos e hidratos de carbono aumentó.
En la GRÁFICA 6 se aprecia que en los adultos no SD, la distribución de las proteínas se mantuvo igual (13.6%), la de los lípidos
hidratos de carbono aumentó, así como la de lípidos, pero su distribución fue la más elevada.
GRÁFICA 5. Promedio del porcentaje del consumo de macronutrimentos de los adultos del grupo SD al inicio y al final del
estudio.
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
%Proteína %Lípidos %HC
Inicio
Final
14.1%
49.26% 49%
36.9% 36.4%
13.8%
GRÁFICA 6. Promedio del porcentaje del consumo de macronutrimentos de los adultos del grupo no SD al inicio y al final
del estudio.
En las GRÁFICAS 7 y 8 se observa que muestra que el promedio del porcentaje de adecuación del consumo calórico fue
mayor al final del estudio en ambos grupos , sobrepasando el rango de adecuación (90%-110%), El mayor porcentaje lo obtuvieron
las personas del grupo no SD.
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
%Proteína %Lípidos %HC
Inicio
Final13.6% 13.6%
49%
35.6%
49.6%
36.8.%
GRÁFICA 7. Promedio de porcentaje de adecuación del consumo calórico en niños y adolescentes con SD y sin SD al
inicio y al final del estudio.
Al igual que la gráfica anterior, la GRÁFICA 6 muestra que los adultos con y sin SD tuvieron un aumento al final del estudio
en el porcentaje de adecuación de su consumo calórico, siendo más elevado en el grupo no SD.
120%
125%
130%
135%
140%
145%
150%
155%
160%
165%
MenoresSD MenoresNo SD
Inicio
Final135%
159%
147% 142%
GRÁFICA 8. Promedio de porcentaje de adecuación del consumo calórico en adultos con SD y sin SD al inicio y al final del
estudio.
En cuanto a los parámetros antropométricos, los datos obtenidos se presentan en la TABLA 3. Se puede observar que en el
grupo SD hubo una disminución del peso (p≤0.01), del IMC (p≤0.01) y de la circunferencia de cintura (p≤0.04). En el caso del grupo
no SD, se observa que el PCT y el PCB son menores al final del estudio, así como el porcentaje de grasa corporal.
125%
130%
135%
140%
145%
150%
155%
AdultosSD adultosNo SD
Inicio
Final137%
153%
141% 143%
TABLA 3. Cambios de parámetros antropométricos durante el estudio
SD N=12
SD P valor
No SD N=19
No SD P valor
Inicio (IC 95%)
Final X±DE
Inicio X±DE
Final X±DE
Peso (kg) 54(42.5-59.4)
52(44.5-58.7)
0.01 53.3±18.2 54±17.7 0.96
Estatura (m) 1.41(1.33-
1.45) 1.41(1.34-
1.46) 0.00 1.5(1.4-1.6) 1.5(-2.7-63) 0.02
IMC (Kg/m2) 26.5±5 26±4.8 0.01 23.6±6.4 23.7±6.3 0.7
PCT (mm) 15.8±6.8 15.2±6.7 0.42
PCB (mm) 10±5.6 8.7±5.1 0.05
PCSE (mm) 17±9 17±8.8 0.08
PCSI (mm)* 16.8(11-22) 15(11-21) 0.53
Grasa corporal (%) 25.4±8.5 25.2±8.5 0.34
Circunferencia de cintura (cm)
79.5±10.6 78±9.4 0.04 79.48±10.6 78±13 0.84
Cambios significativos mediante prueba t de Student pareada a una p<0.05
TABLA 4. Resultado de las pruebas físicas al inicio y final del estudio
SD N=12
SD P valor
No SD N=19
No SD P valor
Inicio X±DE
(IC 95%)
Final (IC 95%)
Inicio X±DE
(IC 95%)
Final X±DE
(IC95%)
Salto horizontal sin carrera (cm)
49.3(38.92-75.8)
60(47-68.6) 0.22 76.6±33.5 79.4±34 0.38
Dinamometría (kg) 15(11.9-23) 15(11.8-18.4) 0.85 16(13-22.3) 18.5(1524.4) 0.08
Flexión (cm) 8.92±8.82 13.82±8.35 0.04 0.5(-3.4-4.4) 4.2(-2.2-5.3) 1.0
Abdominales (por minuto)
12(6-20.4) 15(6.2-16.4)
0.03 12.8±8.5 13±10
0.45
Cambios significativos mediante prueba t de Student pareada a una p<0.05
En la TABLA 4 se muestran los datos obtenidos de las pruebas de rendimiento físico. El grupo SD aumentó los valores en las
pruebas de salto horizontal, de flexión y del número de abdominales realizadas por minuto. En el grupo no SD también se muestra
que los valores del salto horizontal y de abdominales fueron mayores al final del estudio, mientras que los demás valores
disminuyeron.
Se puede apreciar que después de la intervención surgieron cambios positivos en la composición corporal y el rendimiento
físico de los sujetos. También se observó que el consumo alimentario no presentó grandes modificaciones en cuanto a la
distribución, pero sí en el tipo de alimentos y en la cantidad. En la siguiente tabla se muestran los alimentos consumidos con mayor
frecuencia, reportados en el SNUT; así como los cambios que la mayor proporción de los sujetos realizó ante este consumo.
GRUPO DE ALIMENTO ALIMENTO Cambios
Lácteos Leche entera, queso asadero Leche descremada
Frutas Manzana, plátano, mandarina, mango Más variedad de fruta
Carnes y embutidos Huevo, pollo con piel, jamón, chorizo,
chicharrón
Pollo sin piel, carnes asadas.
Verduras Jitomate, zanahoria, chayote, calabacita Más variedad de verdura
Golosinas y postres Chocolate en polvo, frituras Disminuyeron el consumo de frituras
Bebidas Refresco de cola, refresco gaseoso de
sabor, agua de sabor azucarada
Disminuyeron cantidad de bebidas
azucaradas
Leguminosas Frijoles Los consumen cocidos, no fritos
Aceites y grasas Aceite de maíz, crema, mayonesa
Antojitos Tacos
CEREALES Tortilla de maíz, bolillo, sopa de arroz,
cereal de caja azucarado.
Mayor consumo de cereales integrales,
menor consumo de tortilla de maíz.
TABLA 5. Cambios en la densidad urinaria durante el estudio
Variables SD N=12
No SD N=19
SD
P valor
No SD
P valor
Inicio
(IC 95%)
Final
(IC 95%)
Inicio
(IC 95%)
Final
(IC 95%)
Densidad Urinaria 1.02±0.007 1.02±0.008 1.02±0.008 1.02±0.007 0.74 0.73
Cambios significativos mediante prueba t de Student pareada a una p<0.05
La densidad urinaria obtenida de una prueba de orina para determinar el estado de hidratación de los sujetos, se puede
apreciar en la TABLA 5, y se observa que la densidad urinaria de los dos grupos fue mayor (p>.05) al inicio y final de la
investigación. Relacionando estos datos con la TABLA 6, al inicio un 58% de los sujetos presentaban deshidratación, y al final fue
el 61.2%. El resto se mantuvo hidratado.
TABLA 6. Prevalencia de sujetos con alteraciones del estado de hidratación de acuerdo a la densidad urinaria
Hidratados Deshidratados Total
Inicio 13 18 31
Final 12 19 31
DISCUSIÓN
En esta investigación participaron atletas con DI pertenecientes a Olimpiadas
Especiales, Gto., que después de brindarles una intervención nutricia se esperaba que tuvieran
una mejora en el consumo alimentario, ya que es una población vulnerable que está expuesta a
deficiencias nutricionales y al mismo tiempo a excesos. La importancia de esto radica en que un
equilibrio nutricional es primordial para mantener un buen estilo de vida, pues la deficiencia
nutricional más común observada en las personas con discapacidad, es una insuficiencia
general de nutrientes, secundaria a problemas de habilidad para alimentarse; y el estado de
nutrición en ellos expresa el grado en el cual se satisfacen las necesidades fisiológicas de
nutrimentos61.
Tomando en cuenta esta información, se realizó una intervención en la que se realizó un
plan de alimentación a cada sujeto de la investigación, siendo la prescripción calórica adecuada
para cada individuo, buscando generar un balance negativo de energía, pues como concluye en
su investigación, la intervención nutricional (ingesta dietética, actividad física, la educación
nutricional) es deseable para este grupo de la población para mejorar el su estado de nutrición
su la calidad de vida62.
En este estudio, los cambios en el consumo alimentario de los sujetos con SD y sin SD
no fueron significativos, pues la variación entre los datos del inicio y al final del estudio en el
porcentaje de adecuación de su consumo calórico, fue superior al 110% sugerido.
Como en los resultados se presenta, los promedios de los porcentajes de adecuación
del consumo de macronutrimentos se categorizaron en niños y adolescentes y adultos, con y
sin SD; esto debido a las diferencias en cuanto al consumo alimentario. Se observó que todas
las categorías tuvieron una reducción en la distribución de las proteínas, a excepción del grupo
de adultos no SD, que la mantuvo. Los porcentajes se mantuvieron en un rango de 13% a 15%,
que no afecta considerablemente la distribución.
La distribución de los lípidos en todas las categorías aumentó notablemente al final,
manteniendo una distribución de 35% a 37%. Cabe destacar que el mayor porcentaje de este
macronutrimento fue en los niños y adolescentes sin SD, siguiendo los adultos con SD.
Los hidratos de carbono presentaron más cambios en su distribución, pues en el caso de
los menores con SD aumentó solo 1%, y en los del grupo no SD disminuyó .9%. Los adultos de
ambos grupos también tuvieron una distribución mayor. El mayor porcentaje de distribución fue
en los menores y en los adultos sin SD.
Estos datos son semejantes con los que presentan A. Soler Marín y Xandri Graupera,
donde los sujetos con SD presentaron porcentaje en la ingesta de lípidos de 35%, una
distribución de hidratos de carbono de 45.3% a 48.6% y 16.3 a 18.8 de proteínas. Esto indica
que hay una mayor tendencia en el consumo de lípidos y a una disminución de la ingesta de
proteínas62.
Además de la ingesta dietética, el consumo de fibra es otro de los factores que
contribuyen a este desequilibrio, también favoreciendo el estreñimiento, padecimiento frecuente
en esta población. En este estudio la ingesta de fibra aumentó en los sujetos, predominando los
del grupo no SD.
Como parte de los objetivos, también se evaluó la composición corporal, pues autores
sugieren que en aquellas personas con discapacidad, particularmente la mental, es más
probable que padezcan sobrepeso u obesidad que otros grupos de población19. Varias
versiones han demostrado que tanto los adultos como los niños y adolescentes con DI tienen
un alto riesgo de ser obesos y sufrir patologías asociadas.65
Tomando en cuenta las diferencias en la morfología de las personas con SD en
comparación con el grupo no SD, sólo se les tomaron el peso, la talla y la circunferencia de
cintura. Al final del estudio, el peso, el IMC y la circunferencia de cintura disminuyeron, lo que
indica un menor riesgo de padecer enfermedades, pues la circunferencia de cintura es
particularmente el mejor predictor de la obesidad visceral, una enfermedad que representa alto
riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no trasmisibles.
La disminución de peso en el grupo con SD se puede deber a la actividad física
realizada, aunada a cambios en la alimentación, pues aunque su consumo se elevó, el tipo de
alimentos que se eligieron fueron más saludables que las que tenían.
En el caso del grupo no SD, el, peso, el IMC y la circunferencia de cintura no
disminuyeron, manteniendo una media muy similar a la del inicio. Relacionando esto con lo que
mencionan Ojeda, n. R. y Cresp, b. M W ;en el que participaron sujetos con edades de 5 a 25
años como el presente estudio, los estudiantes que presentaron síndrome de Down son los que
mostraron mayores niveles de sobrepeso y obesidad en relación al IMC y se encontraron el
segundo lugar de acuerdo a la circunferencia de cintura, esto tiene relación con la
predisposición genética que provoca niveles más bajos de secreción de leptina, factores
fisiológicos como la hipotonía muscular o la disfunción del tiroides que acompañan al Síndrome
de Down, en segundo lugar se encontraron a los estudiantes con discapacidad intelectual que
concentraron por una parte altos índices de sobrepeso y obesidad, lo que de acuerdo a
algunos autores es consecuencia de un metabolismo energético alterado, pero también este
grupo es el que presenta mayor número de personas con bajo peso63.
Cabe destacar que según los datos obtenidos del IMC para SD (26±4.8), el diagnóstico
de esta población se encuentra en sobrepeso. En el caso del grupo no SD, se puede observar
que el según los datos del IMC (23.7±6.3), la mayor parte de estos se encuentran en
normalidad y sobrepeso.
En cuanto a la determinación de la composición corporal en el grupo no SD, mediante
las técnicas antropométricas, se observó una diminución del PCT y del PCB, que condujo a una
disminución del porcentaje de grasa. Es decir, no hubo una diminución del peso, pero sí de dos
de los panículos cutáneos que se midieron, lo que se puede deber a la actividad física que
realizan, ya que al ser de tipo aeróbico tiende a mantenerse la masa libre de grasa, y esto
aunado a que en las disciplinas de esta investigación se utilizan los brazos y se ejercitan con
frecuencia, es congruente.65
Por otra parte, los resultados finales de las pruebas físicas de DIDEFI tuvieron cambios
muy interesantes, pues en la prueba de salto horizontal los valores reportados en centímetros
aumentaron en el grupo SD y en el no SD, lo que demuestra la mejora de la fuerza muscular en
piernas, que también se evaluó pero como fuerza muscular manual con las pruebas de
dinamometría, cuyos valores finales disminuyeron o se mantuvieron en ambos grupos, lo que
indica que tienen una mayor fuerza muscular en las piernas que en las manos. Está
demostrado que conservar niveles elevados de fuerza muscular en esta población resulta
complicado, ya que sus niveles de fuerza muscular, en especial en personas con SD, son más
bajos que las personas con DI sin SD.65
En cuanto a las pruebas de flexión, es evidente que la flexibilidad del grupo con SD
aumentó significativamente, mostrando su flexibilidad. Estos resultados se asemejan al estudio
de José Prado, en el que también se demostró de manera general por medio de la valoración
de la flexibilidad que los escolares con SD poseen una flexibilidad adecuada con respecto a la
edad, y se observó que en cuanto al sexo, las mujeres poseen mayor flexibilidad que los
hombres64. En el caso de las personas con SD, la hiperlaxitud articular que presentan, justifica
los valores altos que lograron65.
Por último, para evaluar la resistencia, se realizaron abdominales realizadas por minuto,
y el número de estás fue mayor en los dos grupos. En general, se puede apreciar que el
rendimiento deportivo de todos los sujetos mejoró al final del estudio. Se observó que el grupo
SD tuvo una mayor destreza en la realización de la prueba de flexibilidad, logrando los valores
más altos, mientras que el grupo no SD, no presentó esa habilidad, pero sí en la prueba de
salto horizontal, logrando distancias hasta mayores a un metro, mientras que las distancias en
los sujeto con SD fueron mucho más cortas. También, se pudo notar que la resistencia
abdominal es mayor en personas sin SD, pues los que tienen SD presentan una circunferencia
de cintura mayor, lo que a veces les impide tener una buena resistencia.
Sin embargo, aunque de estos datos se esperaba generar tablas en las que se pudieran
establecer estándares para la población con y sin SD, no fue posible por el número de muestra
y el rango de edad de la población. En otro estudio de José Pardo, aplicó las pruebas de
DIDEFI a 10 escolares con DI de 6 a 12 años y diagnosticó por grupo de edad el rendimiento
físico que tenían, tomando como referencia el valor promedio de las pruebas. Al final, siete
tuvieron un Bajo Promedio y sólo tres tuvieron un buen promedio, y se encontraban en un
estado de su desarrollo físico estable, edad y limitaciones. 65. En este caso, todos presentaron
una mejora en alguna prueba, aunque no se cuenta con estándares de comparación por grupo
de edad.
Un factor relacionado al estado de nutrición y al rendimiento físico es el estado de
hidratación, que en este estudio se determinó mediante la orina con el refractómetro del
Goldberg, determinando la densidad urinaria. Al final del estudio sólo el 38% de los 31 sujetos
del estudio resultó hidratado, mientras que al inicio era el 41%. Esto puede deberse a que se
ha demostrado que con frecuencia, los niños no sienten la necesidad de beber la suficiente
cantidad de agua para reponer la pérdida de líquidos perdidos durante el ejercicio prolongado.
Esto puede conducir a un importante nivel de deshidratación; siendo ésta la principal causante
del aumento excesivo de la temperatura corporal, lo cual predispone a que la persona pueda
llegar a padecer un golpe de calor48.
El objetivo de este estudio era que mediante la intervención nutricia se mejoraran el
consumo alimentario, los parámetros antropométricos, el rendimiento físico y el estado de
hidratación. En el consumo alimentario, aunque la distribución de calorías y de
macronutrimentos no fue adecuada, se observó una modificación significativa durante la
intervención, pues mejoró en cuanto a los a los alimentos consumidos según la herramienta
utilizada para evaluar esta variable. Al aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales
integrales y comidas con menor aporte de grasa. Relacionando esto con lo anterior, la mayor
parte de estas personas no eligen ni preparan sus alimentos por sí solos, y aunque muchos sí
son independientes en este aspecto, no tienen el conocimiento de los alimentos que son
capaces de satisfacer sus necesidades, ni mucho menos de las porciones adecuadas para
ellos, por lo que es evidente que es tarea de los padres /cuidador, de manera que se sintiera
comprometido con las metas planteadas en cada sesión y para que conocieran la importancia
de la autonomía en cuanto a la alimentación y sus beneficios. Esto tuvo como resultado una
mayor independencia y preocupación por su alimentación por parte de los sujetos del estudio.
Realizar estudios como este son la mejor forma de brindar esta educación que los
padres necesitan para transmitir a los que padecen DI, la importancia de la alimentación,
hidratación y actividad física para un adecuado estado de nutrición y el aumento de la calidad
de vida. Pero al realizarlos puede resultar complicado, como sucedió en el presente estudio,
que contaba con herramientas validadas pero no totalmente adecuadas para esta población; y
al tratarse de una proporción con DI, con y sin SD, se requieren herramientas diferentes.
También, otro instrumento que se utilizó fue la frecuencia de consumo de alimentos
SNUT, que brinda una información muy amplia, pero a la vez no se sabe qué tan ciertas son las
respuestas de los padres o cuidadores, pues es una encuesta muy larga y los padres se han
llegado a cansar. Además, los evaluadores o voluntarios de la investigación, deben de estar
estandarizados para la aplicación de dicho cuestionario.
Finalmente, se lograron cambios muy variados, pero en mayor proporción fueron
significativos, pues al tener como variable el rendimiento físico, era de esperar tener efectos
positivos en la composición corporal, y en esta población se puede obtener un doble beneficio
por el grado de vulnerabilidad que representa. Como lo mencionan algunos autores, los efectos
de la actividad física se dividen en factores físicos, relacionados con la composición corporal y
la condición física, factores cognitivo-sociales más relacionados con aspectos de la calidad de
vida. Además, los efectos positivos que genera la realización de la actividad física en esta
población incluyen el equilibrio, fuerza muscular, capacidad aeróbica y peso corporal, además
de los diferentes compartimentos de la composición corporal65. Esto aunado a un adecuado
estado de hidratación, conlleva a resultados más favorables.
CONCLUSIONES
1. Se observó que en todas las categorías hubo un incremento del consumo calórico y de
macronutrimentos, considerando que hay una tendencia al aumento del consumo de
lípidos, mientras hay una disminución de proteínas.
2. El consumo de energía fue mayor en el grupo no SD, alcanzando un porcentaje de
adecuación de 159%, mientas que el del grupo SD fue de 142%.
3. Los niños y adolescentes con y sin SD, presentaron una disminución en la ingesta de
fibra dietética, aun entrando su consumo en el rango sugerido.
4. Aunque se reportó un aumento de la ingesta calórica, el tipo de alimentos ingeridos
cambió al incluir mejores opciones, como cereales integrales, leche descremada, fruta,
verdura, menor consumo de frituras y de refresco.
5. En los parámetros antropométricos, el peso, el IMC y la circunferencia de cintura de la
población SD tuvieron una reducción al final del estudio.
6. En el caso del grupo no SD, el, peso, el IMC y la circunferencia de cintura no
disminuyeron, manteniendo una media muy similar a la del inicio. Los datos obtenidos
del IMC para SD (26±4.8), muestran que esta población se encuentra en sobrepeso u
obesidad, mientras que los datos del IMC en no SD (23.7±6.3) indican se encuentran en
normalidad y sobrepeso. De las técnicas antropométricas, se observó una disminución
del PCT y del PCB.
7. Los resultados de las pruebas de DIDEFI muestran que los atletas sin SD tienen una
mayor fuerza muscular y resistencia, mientras que los atletas con SD mostraron una
mayor flexibilidad. Sin embargo, todos los resultados fueron significativos, a excepción
de las pruebas de dinamometría.
8. En cuanto a la densidad urinaria, sólo el 38. % de los 31 sujetos del estudio resultó
hidratado, mientras que al inicio era el 41%. A población
9. Se puede decir que después de una intervención nutricia se observó una mejora de
todas las variables, lo cual es muy representativo, pues la vulnerabilidad de esta
población aumenta la probabilidad de que sufran alteraciones en su estado nutricio.
además que debido a su condición muchos de ellos dependen de su cuidador principal,
y la falta de conocimientos en nutrición e hidratación puede poner en riesgo la salud y
su desempeño deportivo.
RECOMENDACIONES
Para realizar otro estudio similar, es importante que se tome en cuenta la edad para
crear grupos similares y poder obtener datos más homogéneos.
También, equipo de trabajo debe ser de mínimo de 4 personas para las evaluaciones,
por el tiempo que requiere brindar intervención nutricia a cada persona. Esto puede influir en un
ahorro de tiempo, pues un motivo de deserción fue los largos tiempos de espera para realizar la
intervención.
Seguir haciendo hincapié a los padres y a los mismos atletas sobre la importancia de la
hidratación y su relación con un mayor rendimiento deportivo, así como para el mantenimiento
del organismo y sus funciones orgánicas.
Además, es importante utilizar instrumentos adecuados y prácticos, como un diario de
alimentos o un recordatorio de 24 horas para evaluar la dieta, pues si se aplican largos
cuestionarios, hay mayor probabilidad de que los padres/cuidadores no proporcionen la
información correcta. En el caso del formato de antropometría y pruebas físicas, las mediciones
se realizar por triplicado, causando desesperación en los evaluados y sus responsables. Una
opción podría ser que las pruebas se realicen sólo dos veces.
Realizar este tipo de estudio resulta un tanto difícil para involucrar y crear un
compromiso con los padres/cuidadores, pues además de evaluar a las personas con DI, se
requiere la participación de quien está al pendiente de la alimentación y hábitos.
Una investigación que pudiera llegar más a fondo con la discapacidad intelectual y
nutrición requiere de un trabajo multidisciplinario, que si se lograra, la atención brindada podría
generar resultados interesantes.
Sin embargo, a pesar de la deserción en el presente estudio, la participación de los
padres de familia de los 31 sujetos que participaron dio como resultado una serie de datos que
pueden utilizarse como referencia en próximas investigaciones con personas con DI; pues
siguen siendo insuficientes y este es un campo de la nutrición muy interesante.
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55
ANEXO 1
CARTA CONSENTIMIENTO
Por medio de la presente Yo padre, madre o tutor de doy mi consentimiento libre y voluntario, para la participación en el proyecto de investigación “Intervención nutricia dirigida a atletas con discapacidad intelectual pertenecientes a Olimpiadas Especiales, Gto., y sus padres/cuidadores, para la mejora de parámetros antropométricos, rendimiento físico y estado de hidratación”, a realizarse en las ciudades sedes y en los lugares designados por las direcciones de éstas, el cual tiene como objetivo determinar la mejora de la intervención nutricia en los parámetros antropométricos y el rendimiento físico en atletas con discapacidad intelectualde Octubre de 2011 a noviembre de 2012. Mediante un programa de atención nutricia con una duración de 4 meses, en el cual se incluirán:
Valorar el consumo alimentario mediante el cuestionario de frecuencia de alimentos SNUT® y el
recordatorio de 24H de pasos múltiples, con un lapso máximo entre cada una de las valoraciones de 30 días. Medir los parámetros antropométricos de cada atleta de acuerdo a su condición: Atletas con discapacidad intelectual sin Síndrome de Down, mediante parámetros como: talla, peso, índice de masa corporal, pliegues cutáneos: bicipital, tricipital, subescapular y suprailiaco; circunferencia de cintura y porcentaje de grasa corporal; atletas con Discapacidad Intelectual con Síndrome de Down mediante parámetros como: talla, peso, índice de masa corporal circunferencia de cintura, y porcentaje de grasa corporal, con un lapso máximo entre cada una de las valoraciones de 30 días. Evaluar el rendimiento físico de los atletas de diferentes disciplinas a través de las pruebas de diagnóstico del desarrollo físico (DIDEFI®) de: fuerza muscular de las piernas, fuerza muscular de la mano, fuerza y resistencia abdominal y la flexión. Con un lapso máximo de 1 mes entre cada evaluación hasta cumplir con 4 pruebas de rendimiento físico que se realizarán en un lapso total de 17 semanas, a partir de la primera cita. Se evaluarán los conocimientos de hábitos de nutrición y alimentación de los padres/cuidadores a través de 2 cuestionarios validados. Soy consciente de que este proyecto no tendrá costo alguno, no representa ningún riesgo para la salud y que los beneficios se verán reflejados en el desempeño físico del atleta, además los datos tendrán completa confidencialidad y en el momento que lo desee puede retirarse del proyecto sin ver afectada ninguna de las otras actividades que realiza. Igualmente puedo pedir cualquier aclaración o información obtenida en el estudio a la MPC Ana Olivia Caballero Lambert NC, la Efra. Blanca Estela Hernández Martínez o a la Dra. Martha Leticia Guevara Sanginés.
Las investigadoras podrán ser localizadas en: 1) Ana Olivia Caballero Lambert Universidad Iberoamericana León Blvd. Jorge Vértiz Campero 1640 Cañada de Alfaro, CP 37238 Tel. 7 10 06 69 [email protected] 2) Blanca Estela Hernández Martínez Universidad Iberoamericana León Blvd. Jorge Vértiz Campero 1640 Cañada de Alfaro, CP 37238 Tel. 7 10 06 00 ext 2050 [email protected]
56
3) Martha Leticia Guevara Sanginés Universidad de Guanajuato. División de Ciencias Económico Administrativas, Cuerpo Académico de Comportamiento Organizacional.
Fraccionamiento El Establo 1, Marfil, Guanajuato, Gto., C.P. 36250 Tel: 01 473 7352900 [email protected] 4) Lery Marlene Bentancurt Pérez Universidad Iberoamericana León Blvd. Jorge Vértiz Campero 1640 Cañada de Alfaro, CP 37238 Tel. 7 10 06 00 ext 5009 [email protected]
____________________________________________
Firma y Nombre de consentimiento del Padre o tutor
del atleta
Nombre y Firma de quien realiza la evaluación
57
ANEXO 2
FORMATO DE REGISTRO
No. Expediente:
Fecha:
1.- DATOS DEL PACIENTE.
Nombre: _______
Edad: Sexo: F____ M_____
Fecha de Nacimiento: __________________________________________
Ocupación: _______
Escolaridad: __________________________________________________________________
Estrato social: _________________________________________________________________
Disciplina que practica: _______
Nombre padre, madre o tutor: _______
Domicilio: _______
Teléfono(s): _______
Dirección de correo electrónico: _____________
58
ANEXO 3
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
ANEXO 4
Curvas de crecimiento para niños 2-18 años
70
ANEXO 5
Curvas de crecimiento para niñas 2-18 años
71
ANEXO 4
Curvas de crecimiento para niñas 2-18 años con SD
72
73
ANEXO 4
Curvas de crecimiento para niños 2-18 años con SD
74
ANEXO 5
Evaluación Antropométrica
No. Expediente_______________
Nombre___________________________________________________Sexo: Masculino
Condición: Síndrome de Down:
Indicadores Antropométricos
Fecha:
Peso (kg)
Talla (cm)
IMC
Circ. Cintura
ANEXO 5
Evaluación Antropométrica
No. Expediente_______________
Nombre___________________________________________________Sexo: Femenino
Condición: Síndrome de Down:
Indicadores Antropométricos
Fecha:
Peso (kg)
Talla (cm)
75
IMC
Circ. Cintura
ANEXO 5
Evaluación Antropométrica
No. Expediente_______________
Nombre___________________________________________________Sexo: ______________
Condición no Síndrome de Down: ___________________
Indicadores Antropométricos
Fecha:
Peso (kg)
Talla (cm)
IMC
Circ. Cintura
PCT
PCB
PCSE
PCSI
Fórmula Densidad (4 pliegues):
Densidad
Fórmula % Grasa (4 pliegues): (490/_________D) – 450
%Grasa (%)
76
ANEXO 6
Pruebas de rendimiento físico
No. Expediente_______________
Nombre______________________________________________________________________
Fecha: ______/______/_______
Prueba física P1 P2 P3 Valor final
Salto horizontal sin carrera (cm.)
Dinamometría (kg. fuerza)
Flexión (cm.)
Abdominales por minuto
Fecha: ______/______/_______
Prueba física P1 P2 P3 Valor final
Salto horizontal sin carrera (cm.)
Dinamometría (kg. fuerza)
Flexión (cm.)
Abdominales por minuto
Fecha: ______/______/_______
Prueba física P1 P2 P3 Valor final
Salto horizontal sin carrera (cm.)
77
Dinamometría (kg. fuerza)
Flexión (cm.)
Abdominales por minuto
ANEXO 7
Hoja de recopilación de datos sobre el estado de hidratación
Deporte:______________________
Fecha
Nombre Densidad
Urinaria
Pre
Densidad
Urinaria
Post
Escala
de Color
Pre
Escala de
Color
Post
78
ANEXO 8
CRONOGRAMA (GANTT)
E-F M A M J A S O N
Revisión de la
literatura
y
x
Elaboración de
protocolo
y
x
Revisión y
x
Mediciones del consumo alimentario, de antropometría, de pruebas físicas y de estado de hidratación
y
x
y
x
y
x
y
x
y
x
y
x
Análisis de
resultados
y
x
79
Elaboración del
informe
y
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Entrega final
de informe
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