RIESGO BIOLÓGICO
“A (H1N1)”
Presentado por:
Valeria Alejandra Pinto Duarte
Prsentado a:
Luis Carlos Martínez Medina
GESTIÓN DE RIESGOS Y DESASTRES
UNIVERSIDAD DEL QUINDÍO
Armenia, Quindío
2015
INTRODUCCIÓN
El riesgo biológico se define como la probabilidad de existencia de un daño potencial hacia
personas o animales, causado por los siguientes agentes: virus, bacterias, clamidias, hongos,
parásitos, DNA recombinante, plásmidos y productos celulares. Dichos agentes pueden
causar infecciones, alergias, parasitosis y reacciones tóxicas (Bernal, 2003; Castaño P, 1997
& OPS, 1989), la exposición a los mismos puede ocurrir por vía respiratoria, digestiva,
sanguínea, piel y mucosas (Diaz et al., 2004).
Entre estos agentes contaminantes encontramos los virus, los cuales son partículas
formadas por ácidos nucleicos y proteínas (Cabello, 2007), es la forma viva más simple y
pequeña que existe (Jordá, 2011). Son parásitos intracelulares estrictos, no pueden generar
energía ni sintetizar materia orgánica sin la utilización de la maquinaria de una célula
(Cabello, 2007). Los seres humanos son propensos a la infección por diversas
enfermedades virales y se encuentra que H1N1 es un problema importante. Su morbilidad y
mortalidad son bastante altos (Enkhtaivan et al., 2015).
A (H1N1)
Entre 1930 y 1990, el virus más común circulante entre los cerdos era el clásico virus de la
gripe porcina A (H1N1) que sufrió mínimos cambios. Sin embargo, a fines de 1990,
surgieron muchas cepas y subtipos (H1N1, H3N2 y H1N2) (González et al., 2010). H1N1,
es un nuevo virus de influenza A de origen porcino que se informó por primera vez en
México, en marzo de 2009 (Minns et al., 2015). El 30 de abril de 2009 la Organización
Mundial de la Salud (OMS) decidió denominarla gripe A (H1N1). Esta es una descripción
del virus: la letra A designa la familia de los virus de la gripe humana y de la de algunos
animales como cerdos y aves, y las letras H y N (Hemaglutininas y Neuraminidases)
corresponden a las proteínas de la superficie del virus que lo caracterizan (González et al.,
2011 & OMS, 2011) (Fig 1).
Figura 1. Estructura del virus H1N1
Figura 2. Comparación en tamaño de una bacteria y un virus.
Figura 3. Comparación en tamaño (nm) de un virus y otros organismos microscópicos.
El origen de la infección es una variante de la cepa H1N1, con un material genético
proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana que sufrió una mutación
y dio un salto entre especies (o heterocontagio) de los cerdos a los humanos, y luego de
persona a persona (Orraca et al., 2010). El 11 de junio de 2009, la Organización Mundial de
la Salud (OMS), declaró la presencia de una pandemia (WHO, 2009); a su vez la clasificó
como de nivel de alerta seis; es decir, "pandemia en curso". Para poder clasificar una
enfermedad a dicho nivel, debe verse involucrada la aparición de brotes comunitarios
(ocasionados localmente sin la presencia de una persona infectada proveniente de la región
del brote inicial). Sin embargo, ese nivel de alerta no define la gravedad de la enfermedad
producida por el virus, sino su extensión geográfica. La pandemia tuvo una mortalidad
baja, en contraste con su amplia distribución, dejando tras de sí unas 19.000 víctimas
(Perez-Padilla, R et al., 2009).
Cronología de una emergencia (Agüero, 2009)
• En marzo-abril de 2009, en México surgieron brotes de enfermedades respiratorias y
aumentaron los reportes de pacientes con enfermedades como la influenza (ECI).
• El 12 de abril se reportó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un brote de
ECI en una comunidad en el estado de Veracruz.
• El 17 de abril, un caso de neumonía atípica en el estado de Oaxaca, desencadenó la
vigilancia en todo México.
• El 23 de abril fueron reportados a la OPS algunos casos de enfermedad respiratoria
severa, confirmados como infección por virus influenza A (H1N1).
• El análisis de la secuencia reveló que los pacientes fueron infectados con la misma cepa
detectada en 2 niños residentes en California.
• El virus es descrito como un nuevo subtipo del A/H1N1, no detectado previamente en
cerdos o en el hombre.
• Centers for Disease Control (CDC) determina que este virus es contagioso y se disemina
de persona a persona. Según el análisis filogenético de la cepa, el virus contiene segmentos
genéticos de 4 tipos diferentes de influenza: porcino norteamericano, aviar norteamericano,
humano norteamericano y porcino euroasiático. Su origen es euroasiático, sin embargo,
hasta el momento se desconoce el origen específico del brote actual de influenza AH1N1.
• El 29 de abril se declara fase 5 de alerta, o sea, se considera que la pandemia es inminente
Tabla 1. Ficha Técnica Influenza A (H1N1) (OPS, 2010).
Agente InfecciosoVirus de la influenza A. Pertenece a la Familia de los
Orthomyxoviridae
Distribución
Mundial. El virus de influenza A (H1N1) ha mutado en
diversos subtipos que incluyen la gripe porcina, aviar y
la bovina. La cepa mantiene su circulación después de
haber sido reintroducida a los humanos.
Reservorio
Se conoce como huésped natural a las aves, pero puede
infectar varias especies de mamíferos, incluyendo a los
humanos y porcinos.
Modo de Transmisión
Transmisión persona-persona; contacto con fluidos
corporales como saliva y residuos mucosos, superficies
y materiales contaminados; incluyendo las manos y los
juguetes.
Período de Incubación En humanos el período de incubación es de 1 a 7 días.
Período de TransmisibilidadDesde un día antes de iniciar los síntomas hasta siete
días en adultos, y en los niños hasta 14 días.
CICLO BIOLÓGICO
Después de endocitosis mediada por receptor, los complejos de la ribonucleoproteína viral
(vRNP) se liberan en el citoplasma y posteriormente son transportados al núcleo, donde la
replicación y transcripción se llevan a cabo. ARN mensajero se exporta al citoplasma para
la traducción. Las proteínas virales tempranas, es decir, las que se requieren para la
replicación y transcripción, son transportados de vuelta al núcleo. Tarde en el ciclo de la
infección, las proteínas M1 y NS2 facilitan la exportación nuclear de las vRNPs recién
sintetizados. El montaje y la gemación de los viriones se produce en la membrana
plasmática (Fig 4) (Neumann et al., 2009).
Figura 4. Ciclo de vida del virus de la influenza A (H1N1).
EPIDEMIOLOGÍA
La epidemia se expandió desde Norteamérica a otras zonas del mismo continente, así como
a países de Europa y Asia y alcanzó una magnitud que llevó a la OMS a declarar primero el
incremento a fase V y a partir del 11 de junio de 2009 la fase VI o fase de pandemia
(WHO). El principal factor determinante de la severidad de una pandemia de gripe, es la
virulencia del virus (González et al., 2010). En la pandemia los casos aumentan
rápidamente en forma exponencial y suele causar enfermedad en grupos de edad no
tradicionales (SADI, 2009).
Se calcula que 284.000 personas han muerto en todo el mundo durante los brotes de 2009 y
2010 (Fig. 5), el 80% de ellos ocurren en personas menores de 65 años de edad con un
51% en el sureste de Asia y África (CDC, 2009 & Dawood et al, 2012) (Fig. 6). En la
región de las Américas se reportan 6382 fallecidos (Fig. 7), en Europa (1586), Pacífico
occidental (1026), Mediterráneo oriental (877), Sudeste asiático (954) y África (136)
(OMS, 2009). El 10 de agosto de 2010 la OMS anunció el fin de la pandemia, 14 meses
después y después de haberle dado la vuelta al mundo (Santana & Chamba cuadros, 2013).
Finalmente, es necesario hacer la aclaración de que se conoce que el virus causante de la
gripe porcina no se transmite consumiendo carne de cerdo infectado, ya que el virus no
resiste altas temperaturas como las empleadas para cocinar alimentos (Mcneil Jr & Donald
G, 2009).
Figura 5. Número de casos confirmados, muertes reportadas y movimiento de la
enfermedad a lo largo del mundo según la Organización Mundial de la Salud.
Figura 6. Número de muertes promedio en relación a diferentes intervalos de edad. La
mayor tasa de mortalidad se presenta entre los 15 – 59 años de edad.
Figura 7. Mapa de la pandemia (H1N1) 2009, dispersión geográfica por país. Región de las
Américas.
FISIOPATOLOGÍA
Los virus de influenza se enlazan mediante hemaglutinina en residuos de azúcares de ácido
siálico en las superficies de las células epiteliales; típicamente en la nariz, garganta y
pulmones de mamíferos o en el intestino de las aves. Siempre existirá un subgrupo de
personas en que la infección por el subtipo AH1N1 se manifiesta más agresivamente
(debido a un sistema inmunitario suprimido) y en el que se llega a contraer neumonía,
cuya mortalidad alcanza a 1 de 1 aprox. de estos pacientes.
Los síntomas de este nuevo virus en las personas Incluyen: fiebre muy alta (38 y 40º), tos
seca recurrente, dolor de garganta, moqueo o secreción nasal, dolores en el cuerpo, dolor
de cabeza, escalofríos, fatiga, dolor en los ojos, pérdida del apetito, problemas para respirar
como falta de aliento. Una cantidad significativa de personas infectadas por este virus
también informo tener vómito y diarrea (Wagner, R et al., 2002).
Figura 8. Sintomatología general de una persona con el virus de la influenza A (H1N1).
PREVENCIÓN
Para prevenir esta gripe se recomendaron varias medidas:
Evitar el contacto directo con las personas enfermas o que tengan fiebre y tos.
Lavarse las manos con agua tibia y jabón entre 10 y 20 segundos de manera
frecuente.
Lavarse también entre los dedos, y por último el pulso o la muñeca. Como
alternativa, puede usar alcohol en gel o líquido para desinfectar.
Tratar de no tocarse la boca, nariz y ojos.
Ventilar los lugares habitados.
Taparse la boca y la nariz al estornudar o toser con un pañuelo descartable o, si no
tuviera, con el pliegue del codo.
Evitar los besos y dar la mano al saludarse. Además, evitar contactos muy cercanos,
tales como compartir vasos, cubiertos y otros objetos que hayan podido estar en
contacto con saliva o secreciones.
COLOMBIA
Éste fue el 5º país en reportar casos de gripe A en el continente americano; donde el primer
caso como tal de esta enfermedad en colombia fue reportado el 2 de mayo en un hombre de
42 años, con antecedentes de un viaje a México e inicio de síntomas el 24 de abril (Rey-
Benito et al., 2009). El 28 de julio de 2009, según el boletín número 93 del Instituto
Nacional de Salud, confirman 7.838 casos sospechosos, 311 casos probables, 259 casos
confirmados (Aristizábal & Suárez, 2009) (Fig 9). La primera muerte asociada a esta
enfermedad fue notificada el día 4 de Junio en una mujer residente en Bogotá y sin
antecedentes de viaje al exterior (Rey-Benito et al., 2009). La mayoría de los pacientes que
han fallecido en el país eran personas jóvenes (75% eran menores de 40 años), lo cual
concuerda con el comportamiento informado de la infección hasta ahora en otros lugares
(Chowell et al., 2009) (Tabla 2 y 3).
Figura 9. Casos confirmados de virus de la influenza A H1N1 en Colombia, Instituto
Nacional de Salud, 28 julio de 2009.
Tabla 2. Distribución de muertes por influencia pandémica A (H1N1) 2009 en Colombia
por grupo de edad y departamento de residencia (notificados del 2 de mayo al 30 de julio de
2009).
Tabla 3. Manifestaciones clínicas de los pacientes que fallecieron por influenza pandémica
A (H1N1) 2009 en Colombia por grupo de edad y departamento de residencia (notificados
del 2 de mayo al 30 de julio de 2009)
La pandemia de gripe A (H1N1) 2009 se ha convertido en un virus estacional, continua
circulando con otros virus estacionales desde agosto de 2010, cuando la OMS declaró el fin
de la A (H1N1) 2009 pandémico (SPPS, 2011); debido a ello, la OMS a nivel global y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la región de las Américas han apoyado a
los países para fortalecer sus sistemas de vigilancia epidemiológica y formular planes
nacionales de respuesta, ante una posible pandemia de influenza (OPS, 2003 & WHO). Lo
que se requiere es un abordaje diferente frente a este enfermedad debido a que hay varios
factores que pueden afectar el grado de impacto: la vulnerabilidad de la población y la
capacidad de respuesta sanitaria de cada región, país y continente (García et al., 2010).
Para poder proporcionar una respuesta adecuada se requiere que los sistemas de salud, y de
manera especial los recursos humanos, estén preparados para enfrentar estas difíciles
situaciones (Vawter et al., 2008; Coleman & Reis, 2008). En la tabla 4 se puede apreciar
varios aspectos de la capacidad de respuesta de Colombia frente a una pandemia. Teniendo
en cuentas estas características Colombia está en desventaja si se compara con la
preparación que tiene México en esta área, trayendo consigo graves consecuencias para la
población.
Tabla 4. Capacidad de respuesta ante una pandemia de influenza y principales
características de la epidemia de influenza A (H1N1) en México y Colombia, 2009.
¿Qué tan exitoso fue Colombia en cuanto a la capacidad de respuesta frente a esta
pandemia?
A pesar de haber sido Colombia, el primer país suramericano en detectar casos de virus
pandémico casi en forma simultánea al inicio de la pandemia, por cada caso detectado, se
contaban 13 en Chile, 7 en Argentina y cerca de 2 en Perú y Ecuador; su capacidad de
respuesta fue bastante baja en relación a otros países, esto podría ser explicado en parte, por
la orientación a la población para buscar atención médica en casos de gravedad, como por
el acceso al diagnóstico por laboratorio, el cual solo se realizaba a las personas que
cumplieran con la definición de caso sospechoso o probable vigente a la fecha. Igualmente,
Colombia solo contaba con dos laboratorios autorizados para identificación de este virus: El
Instituto Nacional de salud, quien realizaba el diagnóstico a 31 departamentos y el LSP que
confirmaba los casos en Bogotá D.C. (Nuñez, L, et al., 2011).
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