Post on 13-Aug-2015
Director de la Colección: Sergio Picatoste
Título de la edición original:
101 Chess Opening Traps.
©de la traducción: Sergio Picatoste.
Es propiedad © Steve Giddins.
Este libro fue publicado por primera vez en lengua inglesa por Gambit Publications Ltd (Inglaterra).
© de la edición en castellano 2007: Editorial Hispano Europea, S. A. Primer de Maig, 21 - Poi. lnd. Gran Via Sud 08908 L'Hospitalet - Barcelona, España
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Depósito Legal: B. 00687-2007.
ISBN: 978-84-255-1709-9.
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IMPRESO EN ESPAÑA PRINTED IN SPAIN
LtMPERGRAF, S. L.- Mogoda, 29-31 (Poi. lnd. Can Salvatella)- 08210 Barbera del Valles
ÍNDICE
Signos y abreviaturas ....................................................................................... 7
Introducción....................................................................................................... . 9
Aperturas de flanco irregulares (celadas 1-2)................................ ................. 11
Apertura Inglesa (celadas 3-9).......................................................................... 13
1. d4: Líneas diversas (celadas 10-17)............................................................. 20
Benoni Moderna (celadas 18-19)...................................................................... 28
Defensa Holandesa (celada 20) ........................................................................ 30
1. e4: Líneas diversas (celadas 21-22)...... .... . ................................. ................. 31
Defensa Escandinava (celada 23) ......................... . ....... .. ................................ . 34
Defensa Pire (celadas 24-25).............. ............................................................... 35
Defensa Caro-Kann (celadas 26-33). ................................................................ 37
Defensa Siciliana (celadas 34-44)............................... . .............................. ....... 45
Defensa Francesa (celadas 45-49) ......................................... ........... . .............. 57
1. e4-e5: Líneas diversas (celadas 50-52}... ..... . ...... ............................ .. .... ....... 62
Defensa Petrov (celadas 53-54).......................... .............................................. 66
Gambito Escocés (celadas 55-56} .................................................................... 68
Defensa de los Dos Caballos (celada 57)........................................................ 70
Ruy López (celadas 58-67) ................................................................................ 71
1. d4, d5: Líneas diversas (celada 68)........... ........... ............ ....... ....... .............. 81
Gambito de Dama: Líneas diversas (celadas 69-71)...................................... 82
6 101 CELADAS DE APERTURA
Gambito de Dama Aceptado (celadas 72-76).................................................. 85
Gambito de Dama Rehusado (celadas 77-86)................................................. 90
Defensa Grünfeld (celadas 87-88) .••..•••..••••••••••..•............•...•••••••••••••••••••.......... 101
Apertura Catalana (celada 89) ......................••••.....................•.•.••.•••....•••••......... 103
Defensa Bogoindia (celada 90) ......•...•••••••••••••••••••.••.....•......••....••••••••.••............ 104
Defensa India de Dama (celadas 91-95) •••••••••••.•..................•••.••••••••••••••.......••. 105
Defensa Nimzoindia (celadas 96-97) ................................................................ 111
Defensa India de Rey (celadas 98-100) ..•••••••••...............•••••••••••••••••••.•••.....•••••• 113
La partida por la que empezó todo (celada 101) ............................................ 116
Notas del traductor .......................................................... ................................... 119
Índice de jugadores.................................................................................... ........ 121
+
++
# ! ! ! !? ?! ? ?? 1 -o 1f2-1f2
o- 1 (núm.) (11a) Cto. corr. fem. 4NCL
BCM GM MI N.N.
SIGNOS Y ABRE VIATURAS
jaque jaque doble jaque mate jugada brillante buena jugada jugada interesante jugada dudosa mala jugada error garrafal las blancas ganan tablas las negras ganan número de la partida del encuentro véase el diagrama 11a (etc.) campeonato correspondencia (torneo) femenino Four Nations Chess League (Liga de Ajedrez de las 4 Naciones [Reino Unido]) British Chess Magazine gran maestro (internacional) maestro internacional nomen nescio (se desconoce el nombre del jugador)
INTRODUCCIÓN
Probablemente no haya muchos autores que puedan presentar su libro diciendo que surgió por chantaje, pero ¡yo puedo hacer tal afirmación con toda franqueza! En agosto de 1997, asistí a una fiesta que daban John y Petra Nunn, durante la cual Murray Chandler se me acercó de manera sigilosa lanzándome una mirada malévola. «Estoy escribiendo un libro sobre celadas de apertura -dijo como el que no quiere la cosa-. ¿Tienes alguna idea que pudiera utilizar? Pienso en algo como lo que te pasó en tu partida contra Stefanova en Amberes». La amenaza, apenas velada, de publicar una partida en la que estaba perdido después de 5 jugadas tuvo el efecto deseado, y le dije de un tirón a toda prisa una media docena de ejemplos que le podían servir. En las semanas siguientes, le proporcioné además otros 20 o 30; a partir de ese momento empecé a incluir en los faxes comentarios del estilo «¿te vas a poner como coautor del libro?•• . Finalmente, el proyecto de Murray se extendió más allá de los límites de las celadas de apertura y se convirtió en lo que ahora se titula Cómo ganar a tu papá al ajedrez. Al mismo tiempo, se me pidió que me hiciera cargo del proyecto de las celadas, y el resultado es la obra que usted tiene ahora en las manos.
Si bien este libro es del mismo formato que el de Graham Burgess, 101 sorpresas de apertura, hay importantes diferencias en los objetivos y contenidos de ambos. El de Graham es un libro de líneas que usted tal vez quiera probar en sus partidas; el que nos ocupa, en cambio, es uno de líneas que usted, decididamente, ¡quiere evitar! Además, el de Graham se concentra en líneas nuevas o poco conocidas, mientras que el mío contiene por lo menos algunas celadas que se conocen desde hace años (pero no tanto, como demuestra su aparición en la práctica). Lo que me he propuesto hacer es reunir una colección bastante variada de celadas y escollos que afloran en el juego práctico. Casi cada una de las 101 celadas se ilustra mediante una partida real, y, en muchos casos, la misma celada se ha visto en gran número de partidas. En ocasiones, la misma idea táctica se ve en más de una apertura, lo que apoya la opinión de Mark Dvoretski de que poseer un vasto saber en aperturas le ayuda a uno a jugar cualquier apertura. Siempre que ha sido posible, he incluido detalles del contexto en que se jugaron líneas y partidas concretas, lo que espero que aumente el valor del libro como obra de entretenimiento.
Una cuestión importante que requiere algunas palabras es la de cómo se define una «celada•• de apertura. Creo que la mayoría estará de acuerdo en que 1. f4, e6 2. g4, 'iVh4# no es, en realidad, lo que queremos decir en general al hablar de celada; es sencillamente mal juego. De manera parecida, después de 1. e4, e6 2. d4, no se llamaría «celada•• a la jugada 2 . . .. , ,tes: no es más que un error garrafal. El Concise Oxford Dictionary define la celada como «plan para atrapar a una persona confiada•• ; me parece que esta definición capta muy bien la esencia de lo que queremos decir cuando hablamos de celada de apertura, siendo el requisito fundamen-
10 101 CELADAS DE APERTURA
tal que la jugada fatídica sea en apariencia bastante factible. Sobre esta base he compilado los ejemplos del libro. He ampliado la definición para abarcar no solamente líneas que pierden por fuerza de inmediato, sino también algunos casos en los que la celada es de naturaleza más posicional, en los que la víctima queda peor, nada más, en vez de perder de manera rotunda. También he incluido algunos ejemplos en los que una línea que se ha considerado una celada durante mucho tiempo puede ser satisfactoria después de todo.
Debo dar las gracias a las personas siguientes: a John Nunn por sus consejos y apoyo en asuntos de silíceo; a Graham Burgess por su preciosa ayuda editorial y por señalar algunas referencias de partidas adicionales; a Matthew Sadler por ayudarme en los análisis y proporcionar los resultados de algunas partidas que fui incapaz de localizar; a Jonathan Mestel e lan Rogers por proporcionar detalles del contexto de algunas de sus partidas; y a Robert Bellin, Murray Chandler, Chris Rice y Dave Barnes por indicarme algunas celadas de las que no era consciente. En las palabras inmortales de Richard Eales, de su libro Cambridge Chess, ••por una convención universal, todas las deficiencias que queden deben atribuirse, aunque de manera injusta, ¡a mí!».
Steve Giddins, Chatham, abril de 1998
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 1
¿Cuál es la casilla más débil del tablero?
Pregúntese a cualquier ajedrecista cuál es la casilla más débil del tablero en la posición inicial, y dirá que es f2 o f7. Todos mamamos esta información con la leche materna. Sin embargo, ¿la tenemos en cuenta? Por desgracia, no siempre. Es por eso por lo que vemos gemas como la partida siguiente, jugada entre dos ajedrecistas de elo bastante superior a 2.000 en uno de los primeros tableros de un encuentro reciente entre los condados de Kent y Buckinghamshire:
1. e4, e5 2. i,c4, i,e7?? 3. 'iVh5! (1a) Lo único que puede decirse en defensa
de las negras es que suelen jugar el Gambito Elefante (2. lZJf3, d5), así que supongo que 2. i,c4 ¡les desconcert� un poco!
El ejemplo que sigue es muy parecido; de nuevo, la culpable es la jugada ... , i,e7.
Vorotnikov-Peschel Giessen, 1993
1. lZJc3, dS 2. e4, dxe4 3. CZJxe4, eS 4. i,c4, i,e7?? (1b) S. 'iVhS!, . . .
Las negras ya están perdidas. De hecho, más de una partida se ha abandonado en esta misma posición. Peschel siguió luchando con S . . . . , lZJh6 6.d3, 0-0 7. i,xh6, gxh6 8. lZJf3, 4Jc6 9.4jxeS, lZJxeS 10. �xeS, i,d7 11. 0-0-0 (1c), pero tenía un peón menos sin compensación y, como era de esperar, sucumbió después de 11 . . . . , i,c6 12. f4, bS 13. i,xbS, i,xbS 14. 'iVxbS, .l::f. b8 1S. 'iV c4, .l::tb6 16. fS, i,gS+ 17. Wb1, vtlie7 18. lZJxgS, hxgS 19. �c3, l! fb8 20. b3, 'iVd6 21 . .Id de1, .Id c6 22. �es, vtlia3 23. f6, h6 24. .l::f. hf1, .Id a6 2S. �b2, � d6 26. h4, .l::f. bb6 27. hxgS, �g3 28 . .l::f.e8+, �h7 29 . .l::f.f8, vtlixg2 30 . .l::f. xf7 +, 1 - O.
11
1 a: Después de 3. 'iVh5!
1 b: Después de 4. . . . , i,e7??
1 e: Después de 11. 0-Q-0
12
2a: Después de 8. ..., tt:Jxe4??
2b: Después de 11. 'iVf3
2c: Después de 12. i,xd7+
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 2
Duérmete, niño
Como mostrará el resto del libro, las más de las veces son las aperturas más tranquilas las que producen la mayoría de las celadas. Si juega la agudísima Siciliana Najdorf, su «detector de gangas•• estará en pleno funcionamiento, pero si el adversario ha jugado alguna clase de Réti o de Apertura del Peón de Dama, hay una peligrosa tendencia a «desconectar•• en la primera fase. Esto es todavía más probable que suceda si el adversario tiene reputación de jugador pacífico, del que puede esperarse una temprana oferta de tablas. ¿Cómo explicar, si no, el desastre siguiente?
Kochiev-Ivanov
URSS, 1976
1. tiJf3, tt:Jf6 2. g3, b6 3. i,g2, i,b7 4. 0-0, e6 5. d3, d5 6. tiJbd2, i,e7 7. e4, dxe4 8. dxe4, tt:Jxe4?? {2a) 9. tt:Jes, 1 - o
Después de 9 . ... , tiJd6 10. i,xb7, tt:Jxb7 11. 'iVf3 {2b), las negras pierden una pieza.
A Alexándr Kochiev probablemente se le conozca más en Inglaterra por haber sido el representante soviético en el Campeonato Mundial Juvenil de 1974, en el que cayó derrotado de manera espectacular por el inglés Tony Miles. Hoy en día, parece que juega sobre todo en su ciudad natal de San Petersburgo.
Debería añadir que una celada idéntica ocurrió en 1991 en la partida BeckemeyerDelanoy, con la única diferencia de que se había jugado 6 . ... , c5 en vez de 6 . ... , i,e7. En esa partida, las negras siguieron algunas jugadas más, pero abandonaron después de 9 . ... , CL\xd2 10. i,xb7, CL\d7 11. i,c6, CL\xf1 12. i,xd7+ (2c).
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 3
Los peones no pueden retroceder
La celada de apertura que se ve en la partida que sigue ha ocurrido muchas veces. Además de esta partida, he sido testigo de al menos tres ocasiones más en que la gente ha caído en ella. La posición resultante ilustra de manera excelente la máxima ••los peones no pueden retroceder»: una mala jugada de peón puede crear una debilidad que nunca podrá repararse.
Stone-Giddins Encuentro de club, 1988
1. c4, b6 2.lL\c3, j,b7 3. e4, e6 4.lL\f3, j,b4 5. 'iYb3, lL\a6 6. a3?, .. . (3a)
Natural, pero cayendo en la celada. Es correcta 6. d3.
6 . ... , lL\c5! 7. �c2, ... Triste necesidad, ya que 7. ¡vxb4, a5 caza
la dama. 7 . ... , j,xc3 8. �xc3, j,xe4 9. 'iYxg7,
¡ff610. 'iVxf6, lL\xf6 (3b) Las blancas han preservado la igualdad de
material, pero tienen arduos problemas con la casilla b3. Póngase el peón en a2, y estarán bien, pero tal como está, no hay manera buena de solucionar los problemas.
11. b4, lL\b3 12. j,b2, �e7 13. j,xf6+, �xf6 14. �a2, j,xf3 15. gxf3, lL\d4 (3c)
Con su forcejeo, las blancas han liberado la torre de dama, pero su posición está hecha añicos, y el caballo de d4 es un monstruo. Solamente se necesitaron unas pocas jugadas más.
16. j,d3, �e5 17. o-o, ,l'dag8+ 18. �h1, lL\xf3 19. j,e2, lL\d4 20. d3, �f4 21. j,h5, .l:i,g5 22. j,e2, �hg8 O -1
13
3a: Después de 6. a3?
3b: Después de 10. . .. , 'Llxf6
3c: Después de 15 . ... , lL\d4
14
4a: Después de 7. l:,i, b1
4b: Después de 9 . . . . , 'iVd5
4c: Después de 9. i,xb7
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 4
Cuento de hadas para adultos
El próximo ejemplo es un caso de <<cazador cazado•• . Las negras dejan un peón en prise en la séptima jugada, pero la manera obvia de capturarlo pierde material. Por desgracia para ellas, una inversión de jugadas permite a las blancas tomar el peón sin riesgo alguno.
Smejkal-Grimm Porz, 1992
1. c4, é2\f6 2. é2\c3, d5 3. cxd5, é2\xd5 4. g3, g6 5. i,g2, é2\xc3 6. bxc3, i,g7 7. l:,i,b1, ... (4a)
Esta jugada es la que más comúnmente eligen las blancas. En apariencia, amenaza tomar en b7, y, en verdad, es probable que la mejor jugada de las negras sea 7 . . . . , c6. Sin embargo, en la partida, las negras estuvieron a la altura de su apellido1 al jugar 7 . ... , o-o?. Esperaban, sin duda, la variante 8. i,xb7, i,xb7 9. l:( xb7, 'ii'd5 (4b) ensartando una torre.
Por desgracia, la vida real pocas veces está a la altura del cuento de hadas más sombrío. 2 El gran maestro checo jugó 8 . .ldxb7!, i,xb7 9. i,xb7 (4c),y las blancas, en efecto, ganan un peón.
9 . ... , é2\d7 10. i,xa8, 'iVxa8 11. é2\f3, ... Smejkal señala que 11. f3 también habría
dejado a las blancas con clara ventaja. Justo es decir que el resto de la partida es la consabida «cuestión de técnica•• , que el gran maestro checo administró con la eficiencia suficiente y solucionó en 45 jugadas. En dos de las demás partidas que encontré con esta posición, sin embargo, la tarea superó a las blancas, y el resultado fue tablas.
La frecuencia con que surge esta celada la evidencia el hecho de que encontrara siete ejemplos en mi base de datos, en dos de los cuales las blancas pasaron por alto 8 . .l:i. xb7 y jugaron en su lugar la dócil 8. é2\f3.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 5 Se gana la dama, pero ¿y la partida?
La secuencia que sigue viene citándose desde hace mucho en los libros de aperturas como una celada para las negras:
1. c4, t¿jf6 2. t¿jc3, e6 3. e4, d5 4. es, d4 5. exf6, dxc3 6. bxc3, �xf6 7. d4, b6 8. tt:Jf3, j_b7 9. j_d3, CL\d7? 10. j_gs, j_xf3 11. 'ii'd2!, .. . (Sa)
Este pulcro truco gana la dama, y la mayoría de los libros se para aquí. Sin embargo, en la partida Rowson-Richardson, Walsall, 1997, la estrella naciente del ajedrez escocés decidió que la posición que se produce después de 11 . ••. , j_xg2 12. j_xf6, j_xh1 no es clara en modo alguno, veredicto que apoya el más materialista -en general- de los jueces ajedrecísticos: Fritz. Rowson rehusó la oferta jugando 10. �e2 y ganó rápidamente. En el único ejemplo de la práctica magistral que he encontrado de la posición que aparece después de 12 . . . . , j_xh1, las blancas continuaron con 13. j_h4,j_d6 14. j_g3,j_xg3 15. hxg3,j_b7 16. 'ii'f4 (Sb) y no tuvieron más que una pequeña ventaja, aunque acabaron ganando (Banas-Biatny, Trnava, 1989).
La misma idea táctica surge en una posición distinta por completo, la llamada Variante Fort Knox de la Defensa Francesa. Esta línea adquirió su nombre gracias al MI Andrew Martin, que (bromeando, creo) la bautizó así debido a su extrema solidez. Después de las jugadas 1. e4, e6 2. d4, d5 3. t¿jc3, dxe4 4. 'L!xe4, j_d7 5. 'L!f3, j_c6 6. j_d3, t¿jd7 7. �e2, t¿jgf6 8. tt:Jxf6+, �xf6?! 9. j_g5, j_xf3 10. �e3 (Se), las blancas vuelven a ganar la dama, pero, como en el ejemplo anterior, dista de ser claro cuánta ventaja tienen después de 1 O. . . . , j_xg2 11. j_xf6 (desde luego; la última jugada de las negras ha dejado libre la casilla f3 para la dama, así que las blancas no tienen tiempo de jugar 11. 1:1 g1) 11 . . . . , j_xh1, etc.
15
5a: Después de 11. 'ii'd2!
5b: Después de 16. 'iYf4
5c: Después de 10. �e3
16
6a: Después de 8 . ... , d6?
B
6b: Después de 20 .. . . , �ca
6c: Después de 16. a4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 6 Afilemos la Inglesa
Aunque la Apertura Inglesa tiene la reputación de ser una apertura tranquila, algunas líneas pueden ser bastante tácticas. El Ataque Flohr-Mikenas es una de ellas, y acabamos de ver una celada (o no, según el caso) de esta línea. Aquí tenemos otra:
Christiansen-Magar Filadelfia, 1989
1. e4, t¿jf6 2. l¿je3, e6 3. e4, eS 4. eS, t¿jg8 S. ébf3, t¿je6 6. d4, exd4 7. l¿jxd4, t¿jxeS 8. t¿jdbS, d6? (6a)
Una equivocación clave, aunque es fácil pasar por alto la próxima jugada de las blancas. De hecho, al GM escocés Paul Motwani le pasó inadvertida hace poco al comentar una partida para la BCM, y dio solamente 9 . .tf4, menos eficaz. Es correcta 8 . . . . , a6; entonces, 9. t¿jd6+ da buena compensación a las blancas por el peón.
9. eS!, a6 Forzada, puesto que tanto 9 . . . . , dxc5 como
9 . . . . , d5 pierden de inmediato por 10 . .tf4. 10. t¿jxd6+, .txd6 11. exd6, ébf6 12 •
.te2, 0-0 Una vez tuve el placer de jugar esta posi
ción con blancas; la partida continuó con 12 . . . . , h6 13. 0-0, 0-0 14 . .te3, t¿je8 15. f4, t¿jd7 16. �d2, b6 11. nf3, .tb7 1a. l:Ig3, f5 19 . .tc4, �f7 20. !le1, �cB (6b) 21 . .txe6+, �xe6 22 . .td4+, .te4 23. l¿jxe4, fxe4 24. ltxe4+, �d5 25 . .txg7+, �xe4 26. �d3+, �xf4 27. �f3#; Giddins-Goodfellow, Chatham, 1992.
13 . .tt4, tt:Jed7 14. o-o, bs 1s. b4, .tb7 16. a4, ... (6c)
Las blancas tienen ventaja sustancial y acabaron ganando.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 7
Cuidado con las fauces del tigre
El ex campeón del mundo Tigrán Petrosián siempre gozó de la reputación de ser un jugador solidísimo, casi imposible de batir, amante de las partidas de lentas maniobras y alguien que pocas veces parecía reacio a las tablas. Como tal, uno no esperaría encontrarlo ganando muchas miniaturas. Bajo la apariencia tranquila, sin embargo, acechaba un táctico genial y el orgullo de rendir bien característico de todo gran campeón. Si el adversario ponía la cabeza en la boca del tigre, podía esperar que le mordiera, como descubrió el desafortunado Hans Ree en la partida siguiente.
Petrosián-Ree Wijk aan Zee, 1971
1. c4, e5 2. t¿jc3, lt:Jf6 3. lt:Jf3, lt:Jc6 4. g3, i,b4 5. t¿jd5, lt:Jxd5 6. cxd5 (la), e4??
¡No es la más feliz de las opciones! 7. dxc6, exf3 8. �b3 {lb), 1 - O Las negras pierden una pieza. Es intere
sante que Hans Ree sea el más fuerte de los cuatro jugadores que sé que han caído en esta celada y también el único que ha tenido la decencia de abandonar sin más preámbulos, creando así la que, al parecer, es la partida decisiva más corta que se haya jugado nunca en los 60 años de historia del torneo Hoogovens. En Sr. Cvetkovié-Brestian, Balatonberény, 1985, las negras siguieron luchando con 8 . . . . , 'Wte7 9. a3, fxe2 10. i,xe2, i,c5 11. cxb7, i,xb7 12. �xb7, 0-0 13. 'Wfd5 (le) y no abandonaron hasta la jugada 22. En las otras dos partidas, jugaron todavía más tiempo, pero en ambos casos en vano.
17
7a: Después de 6. cxd5
7b: Después de 8. �b3
7c: Después de 13. 'iVd5
18
8a: Después de 1 O. lt:Jxd4
8b: Después de 7. lt:Jh4
Se: Después de 1 O. fxg7
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 8 Echemos por tierra al erizo
La próxima partida presenta una idea táctica que debería conocer todo aquel que juegue el Sistema Erizo, la India de Dama, etc. , ya que es un truco corriente en posiciones en las que hay un alfil en g2 enfrentado a un alfil en b7 indefenso.
Ákesson-Goritsas Corfú, 199 1
1. t¿jf3, lt:Jf6 2. c4, e6 3. g3, b6 4. i,g2, i,b7 5. 0-0, c5 6. lt:Jc3, i,e7 7. lde1, d6 8. e4, t¿jbd7?!
No es lo más exacto. Las negras podían prevenir los problemas que se avecinan me· diante 8 . . . . , a6, con la intención de jugar 9. d4, cxd4 10. t¿jxd4, VJjjc7.
9. d4, cxd4 10. t¿jxd4 (Ba), a6?? Una jugada temática del Erizo, pero aquí
pierde material. Era esencial defender el alfil de b7 con 10 .. . . , �b8.
11. e5!, .. . Ganando material. Las negras prefieren
adoptar la línea de menor resistencia y donar una pieza limpia, pero incluso después de la alternativa 11 . . . . , dxe5 12. i,xb7, exd4 13. i,xa8 no tienen compensación adecuada por la calidad.
11 . . . . , i,xg2 12. exf6, lt:Jxf6 13. �xg2, 1- o
Este lance táctico ocurre más comúnmente estando una torre blanca en f1 , en cuyo caso es probable que las ganancias materiales de las blancas se limiten a dos piezas por torre. Un ejemplo típico es la secuencia siguiente, que una vez vi llevar a cabo al GM húngaro Portisch en una partida de torneo:
1. lt:Jf3, 'Llf6 2. g3, b6 3. i,g2, i,b7 4. o-o, g6 5. d3, i,g7 6. e4, d6 7.ctJh4 (Bb), Q-0? 8. e5, i,xg2 9. exf6, i,xf1 1 O. fxg7 (Be), <;t>xg7 11. �xf1, etc.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 9 ¿Estás seguro de que puede capturar así?
La brillante labor que sigue podría confundirse fácilmente con una partida de profundos sacrificios por parte de las blancas. De hecho, desde luego, simplemente habían pasado por alto la celada de las negras (como Julian reconoció más tarde).
Hodgson-Gulko Groninga, 1995
1. c4, c5 2. g3, gS 3. i,g2, i,g7 4. ftjc3, liJeS 5. a3, eS S. b4?, . • • (9a)
Este sacrifico da buena compensación al estilo del Benkó después de 6 . . . . , cxb4 7. axb4, ftjxb4 8. i,a3, etc. Sin embargo . . .
S • •. • , ftjxb4! Entre los muchos jugadores que han caído
en esto se encuentran Smyslov, M. Gurévich, Krasenkov y Lobron. Murray Chandler describió en la BCM de marzo de 1995 el sadismo con que Lubosh Kavalek, el adversario de Lobron, ejecutó la jugada: «Kavalek capturó levantando primero el peón blanco de b4 y poniéndolo lentamente al lado del tablero. Lobron, que esperaba una captura corriente de peón, apuntó 6 . . . . , cxb4 en la planilla. Cuando Kavalek puso a continuación el caballo en b4, iLobron sufrió la doble humillación de perder material y tener que tachar una jugada! •• .
7. axb4,cxb4 8. ftjb5,i,xa1 9. �a4,i,e5 10. ftjf3, i,b8 11. i,b2, f612. h4 (9b), a5?
La Enciclopedia recomienda 12. . . . , h5 como buena para las negras.
13. h5, gxh5 14. l:Ixh5, VJ!ie7 15. ftjg5!, 1::\.aS 1S. ftje4, e5 17. c5, rJtf8 18. ftjbdS (9c), j,xd6 19. ftjxd6, .U. xd6 20. cxd6, VJ!jxd6 21. d4!, exd4 22. ldd5, Wfc7 23. z:r xa5, ftje7 24. VJ!jxb4, d6 25. n b5!, �g7 26. VJ!jxd4, n f8 27. g4!, VJ!jd7 28. 1::\. h5, rJtg8 29. g5, VJ!ig4 30. gxf6!, 1 - o
19
9a: Después de 6. b4?
9b: Después de 12. h4
N
9c: Después de 18. ftj bd6
20
N
1 Oa: Después de 8. ... , lL:lc6!
1 Ob: Después de 11. tLl f3!
10c: Después de 10. ... , tLlh5!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 10
¡Las negras están BIEN!
El GM húngaro András Adorján es famoso por su entusiasta defensa de las piezas negras, pero dudo de que disfrutara mucho con la siguiente demostración de su lema:
Adorján-Spasski Interzonal, Toluca, 1982
1. d4, e6 2. c4, b6 3. lL:lc3, j,b7 4. e4, j,b4 5. j,d3, f5 6. �h5+, g6 7. �e2, tLlf6 8. f3, lL:lc6! {10a)
Esta jugada, muy lógica y que ataca el vulnerable peón de d4, subraya el desarrollo más bien torpe que ha conllevado la defensa del centro de las blancas. Es también mucho mejor que la avariciosa 8 . ... , fxe4 9. fxe4, i,xc3+ 10. bxc3, lL:lxe4? de F. Becker-Pajekski, Liga superior (11) de Renania del Norte-Westfalia, 1995, en la que 11. ltJf3! (10b) dio un ataque feroz a las blancas.
La jugada del texto también tiene la ventaja de preparar una maliciosa celada, en la que el GM húngaro cae de cabeza.
9. e5?, ... Las blancas deberían preferir 9. j,e3, aun
que parece que las negras van bien después de 9 . ... , fxe4 1 O. fxe4, e5 11. d5, tLld4, etc.
9 . ... , lL:lxd4! 10. �f2, tLlh5! {10c) ¡Uf! El caballo de d4 es inmune, y las blan
cas han perdido un peón. Adorján eligió la senda de menos resistencia.
11. �xd4??, j,c5 Como suele decirse, ¡las negras están
BIEN! Ni siquiera esto bastó para persuadir a Adorján de que tirara la toalla, sin embargo, y el húngaro siguió defendiéndose hasta la jugada 23 antes de hacer lo correcto y dejar que Spasski se fuera a la pista de tenis.
12. �xc5, bxc5 13. j,e3, �h4+ 14. g3, ttJxg3 15. j,f2, f4 16. i,e4, o-o-o 11. o-o-o, lL:le2+ 18. ttJgxe2, �xf2 19. I::!hf1, �e3+ 20 • ./dd2, d5 21. tLld1, �xd2+ 22. �xd2, dxe4+ 23. �c2, g5 O - 1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 1 1
Va a ocurrir un accidente
Vi el desastre que sigue por vez primera hace muchos años, y lo más sorprendente es el hecho de que ¡ocurrió en una partida por correspondencia! Por desgracia -o tal vez por fortuna, depende del punto de vista de cada uno- las brumas del tiempo han ocultado la identidad de los jugadores implicados, pero sigue mereciendo un lugar en toda colección de desastres de apertura.
1. d4, e5 2. dxe5, tt:Jc6 3. tt:Jf3, VJ/ie7 4. i.,t4, •••
Esta jugada no es mala en sí y, con la continuación correcta, es un intento razonable de obtener ventaja.
4 . ... , VJ/ib4+ 5. i.,d2, ¡yxb2 (11a) 6. i.,c3??, •••
En las otras siete partidas que encontré con esta posición, las blancas prefirieron 6. t2Jc3, correcta, y la posición es bastante incierta; una línea principal es 6 . . . . , i.,b4 7 . .t:i.b1, VJ/ia3 8. l:i.b3, VJ/ja5 9. a3, i.,xc3 10. i.,xc3, VJ/ic5. 6 . . . . , l2Jb4 es más ladina; p. ej. : 7. t2Jd4, c6 8. .l::[ b1 ?! , VJ/ja3 9. t2Jdb5?, cxb5 1 O. tt:Jxb5, �a4 11. tt:Jc7+, cJtd8 12. tt:Jxa8??, tt:Jxc2+ (11b) O - 1 fue una partida del Campeonato de París de 1990. ¡No es de extrañar que tantos profesionales británicos se hayan trasladado a Francia para tratar de aumentar sus ingresos! Sin embargo, 8. a3, l2Jd5 9. tt:Jxd5, cxd5 1 O. e3, VJ/ib6 11. i., e2 (Bücker) da algo de ventaja a las blancas.
6. . .. , i.,b4 7. VJ/id2, i.,xc3 8. VJ/jxc3, VJ/ic1# (11c)
Es difícil creer que semejante secuencia pueda ocurrir en una partida por correspondencia, ¡pero al menos prueba que el jugador que llevaba las blancas no consultaba su Fritzl.
21
11a: Después de 5. . .. , VJ/ixb2
11b: Después de 12 . . . . , tt:Jxc2+
11c: Después de 8. . .. , VJ/ic1#
22
12a: Después de 4. . .. , i,g7??
12c: Después de 10 . . . . , i,d7
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 12
¡Otra vez la vieja casilla f7!
Como se ha señalado en la Celada 1, este libro tiene más desastres sobre las casillas f2 y f7 de los que les corresponden, pero en ninguno de ellos está implicado un jugador tan fuerte como el que lleva las negras en el ejemplo siguiente.
Ibragimov-Zhelnin Copa de Rusia, Moscú, 1998
1. d4, d6 2. ctlf3, ctld7 3. e4, g6 4. i,c4, j,g7?? (12a) 5. i,xf7+, 1 -O
Después de 5 . . . . , �xf7 6. CiJg5+, �f6 (tanto 6 . . . . , �ea como 6 . . . . , �f8 pierden por 7. ctle6), 7. 'iVf3# es mate. ¡Terrible humillación para un jugador que tiene un elo de 2.490! La primera vez que vi esta partida, que se jugó en la última ronda del torneo, no pude evitar pensar si no se trataría de un caso de «poderoso caballero es don dinero», pero comprendí que no había nada indecoroso. Zhelnin es, en realidad, un jugador muy fuerte y talentoso, pero prácticamente no tiene conocimientos teóricos, y antes ya había tenido accidentes como este alguna que otra vez.
Está acción táctica es bien conocida en varias posiciones. Se vio otra análoga en el Campeonato de Gran Bretaña de 1950 que sigue siendo hoy en día, creo, la partida más corta que se haya jugado nunca en la historia del Campeonato.
Veitch-Penrose Cto. de Gran Bretaña, Buxton, 1950
1. d4, tLl f6 2. c4, e6 3. tLl f3, d5 4. g3, dxc4 5. ctlbd2, c5 6. dxc5, i,xc5 7. i,g2?? (12b), i,xf2+ o - 1
La dama blanca no tiene escapatoria: 8. �xf2, CiJg4+ 9. �e1 (9. �g1, 'iYb6+), ctle3 10. 'iYa4+, i,d7 (12c), etc.
10 1 CELADAS DE APERTURA
Celada 13
Hay que esperar lo inesperado
La próxima partida es un ejemplo muy bueno de celada de puro carácter posicional; en ella, la víctima no pierde material y ni siquiera llega a una posición objetivamente perdida, sino que acaba estando peor y nada más. Es también un bonito ejemplo de jugada intermedia poco corriente, que es muy difícil de ver. Hay que sentir cierta lástima por las blancas, cuyo juego es muy natural, pero en este torneo Mestel iba simplemente imparable: encadenó 9 victorias consecutivas camino del primero de sus tres campeona�os de Gran Bretaña.
Neat-Mestel Cto. de Gran Bretaña,
Portsmouth, 197 6
1. d4, g6 2. c4, j,g7 3. e4, d6 4. t¿jc3, e5 5. t¿jf3, exd4 6. t¿jxd4, tbe7 7. i,e2, 0-0 8. o-o, t¿jbc6 9. i,e3, f5 {13a)
Ahora las blancas deberían jugar 1 O. tbxc6, pero pasan por alto la réplica negra.
10. exf5?, j,xd4! 11. J,xd4, t¿jxt5 De repente, las blancas tienen muchos pro
blemas, y no les queda más elección que jugar la fea . . .
12. J,e3, tbxe3 13. fxe3, l:txf1+ 14. 'ib'xt1, i,e6 {13b)
Está claro que las blancas tienen una posición muy desagradable, y, aunque objetivamente debería ser defendible, no es sorprendente que vayan de capa caída.
15 . .l:ld1, Vl/ie7 16. J,f3, tbe5 17. c5?!, dxc5 18. j,xb7, 1df8 19. ¡ye1?, c6 20. 'iV g3, Ir f5 21. Ir f1 ' Ir g5 22. 'jVf4, � h3 23. l:U2, 1dg4 24. Vl/ih6, ... (13c)
Ahora, una pulcra jugada táctica caza la dama.
24 . ... , J,xg2! 25 . .l::l. xg2, n h4 26. t¿jd5, 'jVd8 O - 1
23
13a: Después de 9 . ... , f5
13b: Después de 14 . ... , J,e6
13c: Después de 24. �h6
24
14a: Después de 5. e5!
14b: Después de 6 . ... , dxc3
14c: Después de 7. ¡,ye2+
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 14
Una Semibenoni semicocida
Aunque no es ninguna maravilla, la secuencia siguiente surge, de manera sorprendente, a menudo.
Gruener-Laqua Alemania, 199 1
1. d4, ltjf6 2. ltjc3, c5 3. d5, e6 4. e4, exd5 5. e5!, ... (14a)
Esta vigorosa jugada es claramente la mejor y subraya el error del planteamiento de las negras. Es sorprendente, sin embargo, que no se jugara más que en dos de las seis partidas que encontré con esta posición en mi base de datos. La mayoría de los jugadores se conformó con 5. exd5, mientras que en Stefanova-Vidiniak, Dresde (fem.), 1995, se jugó 5. ltjxd5, y las blancas ganaron con facilidad. Después de la jugada del texto, la única posibilidad de las negras es la retirada 5 . ... , ltJgB, puesto que la alternativa 5 . ... , VJ/ie7 6. VJ/ie2, ltJgB 7. ltjxd5 no ayuda mucho. En cambio, lo echan todo a perder.
5 . ... , d4?? 6. exf6, dxc3 (14b) 7. 'ljVe2+, Jl,e7 8. fxe7, 'iVa5 9. b3, ...
Las blancas ganaron en ¡69! jugadas. Además de ver una vez esta celada en un
torneo de fin de semana, vi a mi amigo Roger Parry endilgar el mismo truco en la primera ronda del abierto de Ashford en 1975: 1. e4, c5 2. ltjf3, e6 3. d4, ltjc6? 4. d5, exd5 5. exd5, ltjce7?? 6. d6, ltJf5 7. ¡,ye2+ (14c), 1 - O.
Por suerte, su adversario abandonó de inmediato: ¡era viernes por la noche y los pubs estaban abiertos! ¡Hago cábalas sobre cuántas pintas de cerveza se necesitaron para ahogar las penas de las negras después de una partida así!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 15
¡Desarróllese (casi) siempre ganando tiempos!
Aunque algunas de sus últimas apariciones dan la impresión de que la querida Trompowsky del GM Julian Hodgson puede estar en peligro de caducar, a mí, ciertamente, no me importaría tener 1 libra por cada partida que ha ganado con ella. Ha pasado algún que otro bochorno por el camino, sin embargo, y puesto que uno de ellos fue contra un director de Gambit Publications, no esperará usted que lo suprima, ¿verdad?
Hodgson-Chandler Hastings, 199 1- 1992
1. d4, t¿jf6 2. i,gS, es 3. dS, t¿je4 4. i,f4, 'iYb6 S. t¿jd2, 'i'Yxb2!? (15a) 6. l¿jxe4, 'i'Yb4+ 7. �d2, 'iYxe4 8. e3, e6 9. c4, eS 10. f3, �fS (15b) 11. i,d3?, ...
Fred Reinfeld decía que siempre había que desarrollarse ganando tiempos ...
11 . ... , �f6 12. i,g3, e4 ¡Pero no esta vez! Julian siguió luchando,
pero aunque Jules es Jules, ¡una pieza es una pieza!
13 . .l::i,b1, exd3 14. �xd3, d6 1S. l¿je2, t¿jd7 16. lbc3, i,e7 17. o -o , l¿jeS 18. �c2, o -o 19. f4, �g6 20. e4, l¿jxc4 21. 'i'Ye2, bS 22. l¿jxbS, t¿jb6 23. fS, �h6 24. i,f4, �f6 2S.lbc7, M b8 26. g4, �d4+ 21. Wh1, i,d7 28. gS, l¿ja4 (15c) 29. M xb8, M xb8 30. f6, lbc3 31. �f3, i,f8 32. fxg7, i,xg7 33. i,d2, .l::i,f8 34. i,xc3, 'iYxc3 3S. �e2, �as 36. l¿je6, O - 1
25
15a: Después de S. • .• , 'iYxb2!?
15b: Después de 10. . .. , 'i'VfS
15c: Después de 28 . ... , lba4
26
16a: Después de 7 . ... , b6??
16b: Después de 9. �d5
16c: Después de 14. t2::\xc4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 16
¡Yo estaba allí!
El torneo Lost Boys de Amberes es desde hace tiempo uno de mis favoritos, y no me he perdido más que uno de los cinco que se han celebrado. La edición de 1997 no es una que recuerde con el cariño de costumbre (¡vea la Celada 101 y entenderá por qué!), pero fue memorable porque en ella se produjo el mayor disparate de un GM del que nunca haya sido yo testigo.
Ye Rongguang-Van Wely Amberes, 1997
1. d4, t2::\f6 2. CLJf3, g6 3. �g5, �g7 4. t2::\bd2, 0-0 5. e3, d6 6. �c4, eS 7. c3, b6?? (16a) 8. �xf6, �xf6 9. �d5, ... (16b)
Fue en este punto cuando me levanté por primera vez en la partida y eché una ojeada al escenario donde jugaban los grandes maestros. Lo primero que me llamó la atención fue el lenguaje corporal de Van Wely: estaba desplomado en la silla, cubriéndose la cabeza con las manos; tenía un aspecto terrible. Si no hubiera sabido que es abstemio, habría pensado en la resaca de una pesada noche, pero seguía sin caer en la cuenta de que después de solamente 5 minutos de juego podía ser su posición lo que le hiciera sentirse tan mal. ¡Entonces miré el monitor!
El «rey Loek>> hizo algunas jugadas más antes de tirar la toalla:
9 . ... , �a6 10. �xa8, d5 11. c4, dxc4 12. 0-0, cxd4 13. exd4, �xd4 14. t2::\xc4 (16c), 1-O
Por cierto, más tarde se reveló que Kárpov había ganado una partida idéntica en una exhibición de simultáneas que había dado en Bélgica unas semanas antes. ¡Ni siquiera puede uno cometer errores garrafales originales hoy en día!
10 1 CELADAS DE APERTURA
Celada 17
Nada hay tan atrevido como la ignorancia
Hay algunas celadas de apertura que son tan antiguas, tan vetustas, tan conocidas, que simplemente no puede creerse que alguien caiga en ellas hoy en día, y mucho menos en una apertura que lo único que tiene que pueda recomendarse es la existencia de un par de celadas así. La Variante Fajarowicz del Gambito Budapest es un ejemplo típico. Como pasa con varias líneas parecidas, se aboga por ella en folletos de bajo presupuesto, en general por autores que se las ingenian para revestir su tema de un fervor mesiánico que rivaliza con el de los primeros cristianos. Pese a sus esfuerzos, sin embargo, la gran mayoría de nosotros continúa jugando sus aburridas nimzoindias y eslavas y no tiene trato con el romanticismo poco sólido. Quizás por esta razón, cuando alguna alma valerosa ••suelta» una línea como la Fajarowicz al adversario, puede verse recompensada a veces de manera espectacular.
Marinelli-Osmanbegovié Cannes, 1995
1. d4, lt::lf6 2. c4, eS 3. dxe5, lt::le4 (17a) La jugada característica de la Variante Fa
jarowicz. 4. lt::lf3, liJeS 5. a3, d6 6. exd6, i,xd6
7. g3??, ... (17b) Cayendo en la mayor celada de toda la
apertura. 1 . ... , lt::lxf2 8. �xf2, i,xg3+ (17c) O - 1 Las blancas pierden la dama. Por si al
guien piensa que solamente los jugadores débiles caen en celadas así, debería señalar que Marinelli tiene más de 2.400 puntos Elo, y que el experimentado MI Andrew Whiteley una vez cayó en una celada parecida en esta misma apertura.
27
17a: Después de 3 . ... , lt::le4
17b: Después de 7. g3??
17c: Después de 8. . .. , i,xg3+
28
8
N
18a: Después de 9 . ... , h6
18b: Después de 21. !1xc8
18c: Después de 19. tLlf3!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 18
¿Cuándo una celada no es una celada?
Siempre es interesante que una línea que la teoría ha condenado durante años resulte ser jugable después de todo. El ejemplo siguiente es típico.
K. Berg-Ri. Bates Richmond, 1994
1. d4, tLlf6 2. c4, g6 3. tLlc3, J.,g7 4. e4, d6 5. f3, o-o 6. J.,g5, c5 7. d5, e6 8. 'iYd2, exd5 9. cxd5, h6 (18a) 10. J.,xh6!, • • •
Durante años, se había supuesto que el peón de h6 era inmune a causa del lance táctico 10 . . .. , tLlxe4. Sin embargo, un buen día a principios de 1990 alguien --en realidad el GM ruso Dreev, creo- miró con más detenimiento.
10 . ... , ttJxe4 11. tLlxe4, 'iVh4+ 12. g3, �xh6 13. �xh6, J.,xh6 14. tLlxd6, tLld7 15. f4, ctJb6
La mejor posibilidad de las negras es 15 . . . . , tLlf6; p. ej.: 16. 0-0-0, l:i,d8 17. tLlxc8, .l::taxc8 18. J.,g2, ltJg4 19. J.,h3, tLlf2! 20. J.,xc8, tLlxd1 21. �xd1, .l::txc8 (18b), con igualdad, como analizó Stohl.
16. o-o-0, .l::i.d8 17. ttJxc8, l::taxc8 18. J.,h3, f5 19. tLlf3!, • • • (18c)
Esta jugada, recomendada por Dreev, subraya la ventaja de las blancas. Después de la partida, Berg reveló que ya había ganado dos partidas antes a partir de esta posición.
19 . ... , ltJxd5 20. n he1 !, ttJ b4 Una de las otras dos victorias de Berg en
esta línea fue 20 . . .. , J.,g7 21. J.,f1, tLlb6 22. l::t,xd8+, .l:txd8 23 . .l:i,e6, c4 24. bí,xg6, .l::i, d5?? 1 - O; Berg-Onoprienko, Abierto de Groninga, 1994.
21. tLle5, �h7 22. a3, ttJc6 23 . .l::i,xd8, b!xd8 24. tLlxc6, bxc6 25 . .l::te7+, J.,g7 26. J., f1, a5 27. a4, It d4 28. b3, M e4 29. .ll xe4, fxe4
Berg iba bien encaminado hacia su tercera victoria, que consiguió, como era de esperar.
10 1 CELADAS DE APERTURA
Celada 19
¡Víktor le muerde las piernas!
Todo jugador de la Benoni Moderna conoce y adora la celada siguiente.
Uhlmann-Fischer Interzonal, Palma de Mallorca, 1970
1. d4, l2:\f6 2. c4, c5 3. d5, e6 4. l2:\c3, exd5 5. cxd5, d6 6. e4, g6 7. j,f4, a6 8. a4, j,g7 9. l2:\f3, 0-0 10. j,e2, j,g4 11. 0-0, .l::!.eB
En esta posición, el fortísimo GM de Alemania Oriental, que iba a acompañar a Fischer entre los clasificados por este torneo a las eliminatorias de Candidatos, produjo la desafortunada 12. h3?? (19a). Esto permitió a Fischer, siempre alerta, apresar un peón: 12. . .. , l2:\xe4! 13. l2:\xe4 (13. hxg4, j,xc3), l::!,xe4 14. j,g5, 'iVeB, y Fischer, como era de esperar, ganó.
Hay, sin embargo, un interesante post scríptum a esta historia. Resulta que en el Campeonato de la URSS de 11 años antes, en la partida Korchnói-Lútikov se había llegado a la misma posición que la del diagrama 19a, pero sin las jugadas . . . , a6 y a4. Lútikov «soltó>> la misma «celada>> que Fischer, 11 . ... , l2:\xe4. Por desgracia para él, sin embargo, hay que levantarse muy temprano por la mañana para cazar a «Víktor el Terrible>> con una jugada táctica, y el gran jugador demostró rápidamente quién estaba cazando a quién al continuar con 12. hxg4, j,xc3 13. j,b5! (19b). Ahora se ve la importancia de que falten las jugadas . . . , a6 y a4, ya que las blancas pueden alejar su alfil del peligro con ganancia de tiempo. Un breve estallido de violencia más tarde, todo había acabado: 13 . ... , j,xb2 14. j,xe8, 'ii'xe8 15 . .l::l.e1, j,xa1 16. 'iVxa1, f5 17. j,h6, 'ii'e7 18.l2:\g5, 'ii'e5 19. ¡wb1, 'ii'xd5 20 . .l::l.xe4 (19c), 1 -O.
29
19a: Después de 12. h3??
19c: Después de 20. _: xe4
30
20a: Después de 4. e4
20b: Después de 5 . ... , f4
20c: Después de 9. i, e2
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 20
Una posición controvertida
La jugada 2. i,g5 se ha considerado durante mucho tiempo posiblemente el ensayo más peligroso de las blancas contra la Holandesa. Una línea crítica es 1. d4, f5 2. i,g5, h6 3. i,h4, g5, y ahora 4. e4 (20a).
En su libro Winning with the Dutch, Robert Bellin descarta esto basándose en 4 . ... , i,g7 y cita una vieja partida de la década de 1950 en la que se siguió con 5. �h5+, �f8 6. i,c4, d5 7. exd5, t¿jf6 8. 'iVf3, gxh4, ganando las negras. Sin embargo, las cosas distan de ser tan claras después de la sencilla 5. i,g3. La partida Mah-Siebrecht, Londres, 1997, demostró una concluyente refutación de la tentativa de ganar una pieza con 5 . ... , f4 (20b), a saber, 6. i,xt4, g:xf4 7. 'ti'h5+, Wf8 8. 'iVf5+, wea 9. i,e2 (20c).
La amenaza 10. i,h5# es mortífera. Es de risa que en la partida Molander-Lindstedt, 1994, las blancas ¡cogieran las tablas por repetición de jugadas aquí con 9. 'iVh5+, etc.!
Después de 9 . ... , ll'l f6 10. e5, d6 11. �xf4, dxe5 12. dxe5,ll'l d5 13. i,h5+,Wd7 14. 'iVg4+, �c6 15. 'ti'xg7, las blancas pronto ganaron. De hecho, a la posición que se origina luego de 9. i,e2 ya había llegado otro jugador inglés, Angus Dunnington, que ganó asimismo de manera aplastante.
La única posibilidad de las negras en esta línea parece ser 5 . ... , fxe4, pero después de 6.ll'lc3 (también es interesante 6. i,e2; Cummings-S. Brown, Cto. de Gran Bretaña, Norwich, 1994) 6 . ... , t¿jf6 7. h4, las blancas tienen excelente compensación. Un estudio reciente de esta línea en New in Chess mostró que las blancas han puntuado mucho a partir de esta posición, lo que proyecta un signo de interrogación sobre la viabilidad de 2 . ... , h6 y 3 .... , g5.3
10 1 CELADAS DE APERTURA
Celada 21
¿Estás seguro de que esto no es la Caro-K.ann?
Recuerdo haber leído una vez lo que le pasó a un jugador de uno de los equipos más débiles de una olimpiada; con negras, jugó 1. d4, d5 2. c4, e5 contra un gran maestro. Tras caer derrotado de manera harto aplastante, se sorprendió cuando le dijeron después de la partida que la apertura que había elegido era dudosa. «Pero según el libro -replicó-, ¡es la mejor defensa contra el Gambito de Rey»! Semejante confusión de aperturas tal vez explique por qué encontré no menos de ocho ejemplos del disparate siguiente:
Kontopoulos-G. Mohr Atenas, 1993
1. e4, l¿jc6 2. d4, d5 3. eS, �f5 4. �d3??, ... (21a)
En la posición equivalente de la CaroKann, esta jugada es perfectamente posible (aunque no asuste demasiado a las negras), ¡pero aquí no!
4 . ... , l¿jxd4 ¡Gracias! Es sorprendente que de las 8
partidas que encontré, ¡las negras perdieran en 2 e hicieran tablas en otra! En la presente, sin embargo, el MI esloveno fue lo bastante eficiente en su trabajo.
5. �xf5, l2Jxf5 6. 'iVd3, 'iVd7 7. l2Jf3, e6 8. o -o , �es 9. t¿jbd2, l2Jfe7 10. a4, a6 11. 4Jb3, �a7 12. �e3, l2Jc6 13 . .l:i.a3, ct:Jge7 14. �xa7, .l:i.xa7 15. l¿jcs, 'iVc8 16. c4, b6 (21b) 11. cxd5??, ...
Una manera de abandonar tan buena como cualquier otra, ¡excepto por el hecho de que las blancas olvidan la continuación correcta!
17 . ... , l¿jb4 18. �c4, bxc5 19. �xc5, n b7 20. dxe6, 'iYxe6 21. t¿jg5, �d5 22. �c1, étJd3 23. �c2, 4Jf4 24 . .l:df3, h6 25 . .l::i.d1, l:rxb2 (21c)0- 1
31
21a: Después de 4. �d3??
21b: Después de 16 . ... , b6
21c: Después de 25 . ... , .Uxb2
32
22a: Después de 3. i, d3
22b: Después de 14. 'iVxe4
22c: Después de 10 . ... , Wf8
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 22
Muerte de una variante
Las dos variantes, estrechamente relacionadas, que se estudian más adelante tuvieron ocupados analizándolas a varios jugadores ingleses durante las décadas de 1970 y 1980, pero el veredicto general hoy en día parece ser que estas líneas están muertas para las negras. Sin embargo, ¡fue divertido mientras duró!
Defensa Owen
1. e4, b6 2. d4, i,b7 3. i,d3, • • . (22a) Probablemente lo más crítico, reservándose
la opción de jugar c3 para apoyar el centro y negando al adversario la posibilidad de clavar el caballo de c3. La próxima jugada de las negras es la tentativa crítica de refutarla, pero parece que falla en el espectacular análisis ruso que sigue.
3 . •.• , f5 4. exf5!, i,xg2 5. ¡vh5+, g6 6. fxg6, i,g7 7. gxh7+, Wf8 8. t¿jf3!!, • • •
La jugada clave de la refutación. Antes, la atención se había concentrado en la obvia 8. hxg8'iV+, pero como sucede tan a menudo, la amenaza resulta más fuerte que su ejecución.
8 . ... , t¿jf6 9. "YWg6!, i,xf3 10. �g1, .l:Ixh7 11. 'ti'g3!, i,e4 12. i,xe4, t2Jxe4 13. "YWf3+, �g8 14. �xe4 {22b)
Las blancas tienen clara ventaja. Una vez aparecido este análisis a medía
dos de la década de 1970, parecía claro que 3. i,d3, f5 en la Defensa Owen estaba muerta y enterrada, pero ¿y en posiciones similares en defensas relacionadas con ella? Una es la Defensa San Jorge, de Míke Basman, línea infame que él desarrolló y jugó con considerable éxito antes de ••doctorarse» en la Grob y en la Apertura Global. En la San Jorge, puede surgir una línea parecida a la citada tras las jugadas 1. e4, e6 2. d4, a6 3. c4, b5 4. cxb5, axb5 5. i,xb5, i,b7 6. i,d3, f5 7. exf5, i,xg2 8. 'iVh5+, g6 9. fxg6, i,g7 10. gxh7+, Wf8 (22c).
10 1 CELADAS DE APERTURA
Como ha señalado Basman, en comparación con la Defensa Owen, la continuación 11. t¿jf3, t¿jf6 12. �g6 es menos amenazadora aquí, porque las líneas abiertas en el flanco de dama dan a las negras recursos defensivos adicionales como ... , l::[ a5xg5 para desbaratar toda clavada con .i,g5 o, quizás, ... , tt:Jc6-b4-d5, defendiendo el caballo de f6.
La segunda comparación es con la Defensa Inglesa. También aquí tenemos las jugadas suplementarias c4 y ... , e6, que, en definitiva, deberían ayudar a las negras en comparación con la Defensa Owen. Así pensábamos todos hasta que se jugó la partida Browne-Miles, lilburgo, 1978:
1. d4, e6 2. c4, b6 3. e4, .i,b7 4 . .i,d3, f5 5. exf5, .i,xg2 6. 'iY'h5+, g6 7. fxg6, .i,g7 8. gxh7+, <;i¡f8 (22d) 9. tt:Je2!, • . •
La misma idea que en el análisis de más atrás, con objeto de probar que el peón de h7 vale más que el caballo de g8.
9 . • • . , t¿jf6 10. �h4, .i,xh1 11 . .i,g5, t¿jc6 (22e) 12. tt:Jf4, <;i¡f7 13 . .i,g6+, <;i¡e7 14.lbh5, 'iVf8 15. tt:Jd2, e5 16. 0-0-0, t¿jxd4 17. l:txh1, t¿je6 18. f4, d6 19. tt:Je4, . • . (22f)
Las negras están en un estado de parálisis casi cómico y perdieron pronto.
Se han hecho varias tentativas de revivir esta línea para las negras. En primer lugar, la jugada 12 . ... , <;i¡f7 de Miles se identificó como una clara equivocación, y se sugirieron como mejoras tanto 12 . ... , e5 como 12 . ... , lZJxd4. Entonces se probó 12. tt:Jd2 como mejora en comparación con la jugada 12. lb f4 de Browne, y las negras atacaron de nuevo con la loca 12 . ... , b5. Finalmente, el táctico Otto Hardy, ese incansable analista de todas las cosas, sugirió una desviación más temprana todavía para las negras: 11 . ... , .i,f3.
En el nivel de GM, sin embargo, parece que ya nadie confía en 4 . ... , f5, y especialistas en la Defensa Inglesa como Speelman y Zviagintsev prefieren 4 . ... , t¿jc6.
33
22d: Después de 8 . ... , <;t>t8
22e: Después de 11 . ... , t¿jc6
22f: Después de 19. tt:Je4
34
23a: Después de 3 . ... , �a5
23b: Después de 9. tt:Je5
23c: Después de 12 . ... , 'iVcS
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 23
Defendámonos de la Defensa Escandinava
La Defensa Escandinava ha alcanzado un grado de respetabilidad en los últimos años gracias en parte a que Anand la usó contra Kaspárov en su encuentro por el Campeonato del Mundo. Aunque partidas más recientes han empezado a hacer que el péndulo permanezca más en la otra dirección, sigue siendo una útil arma sorpresa, en especial en nivel de club y local. Como línea que tiene relativamente poca teoría y puede hacerse en la jugada uno, tiene obvias ventajas para el jugador no profesional que no tiene ni tiempo ni ganas de aprender las últimas líneas de la Siciliana hasta la jugada 30 y más allá.
Si va a jugar la Escandinava, sin embargo, una advertencia: no olvide ••colocar» un oportuno ... , c6. Si no lo hace, ¡el resultado puede ser muy, pero que muy bochornoso!
Diringer-Link Liga Superior Württemberg,
1990- 199 1
1. e4, d5 2. exd5, 'iVxd5 3. tt:Jc3, 'iVa5 (23a) 4. d4, ttJfS 5. ttJf3, JÍ,g4 S. h3, JÍ,h5 7. JÍ,d2, es 8. g4, i,gS 9. tt:Je5, ... (23b)
Después de la temática 9 . .. . , c6, las negras no tendrían ningún problema en particular; en vez de eso, pasan por alto el peligro principal.
9 . ... , tt:JcS?? 10. tt:Jb5, 'iVbS 11. tt:Jc4, 'iVxb5 12. ttJdS+, 1 -O
Accidentes parecidos han ocurrido muchas veces. Rótsagov-P. Olsen, Copenhague, 1993, discurrió así: 1. e4, d5 2. exd5, �xd5 3. tt:Jc3, �as 4. d4, étJf6 5. étJf3, tt:Jcs s. i,d2, i,g4 7. tt:Jb5, �bS 8. a4, a5? (8 . . . . , JÍ,xf3) 9. i,e3, éiJd5 10. c4, tt:Jxe3 11. fxe3, éiJb4 12. es, �es (23c) 13. ttJdS+, exdS 14. i,b5, ganando la dama.
10 1 CELADAS DE APERTURA
Celada 24
¡Una celada que hace tablas!
Hemos visto en la Celada 18 que líneas de las que se pensó durante años que eran malas a veces pueden revivir o valorarse de nuevo. La partida siguiente tal vez sea el ejemplo más espectacular de ello en los últimos años.
Sax-Seirawan Copa del Mundo, Bruselas, 1989
1. e4, d6 2. d4, t2'lf6 3. ct:Jc3, g6 4. f4, i,g7 5. 'Llf3, c5 6. i,b5+, i,d7 7. e5, ct:Jg4 8. e6, ... (24a)
Durante años, la teoría había considerado imposible la próxima jugada de las negras, y en numerosas partidas se había continuado con 8 . . . . , i,xb5 9. exf7+, \t>d7 10. t2'lxb5, 'iYa5+ 11. t2'lc3, cxd4 12. t2Jxd4, t2'lc6, etc. En esta ocasión, sin embargo, Seirawan había preparado una jugada verdaderamente conmocionante.
8 . ... , fxe6 9. t2Jg5, i,xb5 10. ct:Jxe6, ... (24b)
Sax debía de estarse preguntando qué hacía el GM estadounidense, pero ahora todo queda claro. La práctica posterior ha establecido como línea principal 1 O. t2'lxb5, '!Wa5+ 11. c3, ¡yxb5 12. ct:Jxe6, 'Lla6 13. ct:Jxg7+, \t>t7 (24c), con una posición incierta en la que los resultados de las negras han sido satisfactorios.
10 . ... , i,xd4!! 11. t2Jxd8, i,f2+ 12. \t>d2, i,e3+ 13. �e1, i,f2+ 1/2-112
Desde entonces, esta línea se ha convertido en una de las favoritas de jugadores agotados que persiguen hacer tablas acordadas previamente, como dan fe las 28 veces que apareció en mi base de datos. Y no, ¡nadie se las arregló para perder en esta posición ni con blancas ni con negras!
35
24a: Después de 8. e6
24b: Después de 1 O. ct:Jxe6
24c: Después de 13 . ... , �f7
36
25a: Después de 13. g4?
25b: Después de 17 • . • . , 'iVc6
25c: Después de 32 . ... , a3
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 25
Siempre optimista
Si el gran Bobby Fischer tenía una debilidad como ajedrecista era su tendencia ocasional hacia el exceso de optimismo. El Torneo de Candidatos de Curayao de 1962 es un ejemplo típico. Tras haber dominado en el lnterzonal ese mismo año, Fischer, de 19 años, fue a Curayao con la expectativa de sofocar la resistencia soviética como si se tratara de una exhibición de simultáneas, pero pronto tuvo problemas. Su 4.º puesto final hizo que afirmara amargamente que los soviéticos habían conspirado contra él y amañado el resultado, y se retiró del ajedrez internacional durante casi dos años. Una ojeada a sus partidas, sin embargo, sugiere que simplemente no estaba en forma y se dejó llevar por un exceso de optimismo. La que sigue es típica.
Fischer-Korchnói Candidatos, Cura�ao, 1962
1. e4, d6 2. d4, étJf6 3. étJc3, g6 4. f4, i,g7 S. étJf3, 0-Q 6. i,e2, eS 7. dxcS, 'iVaS 8. 0-0, 'iVxcS+ 9. �h1, étJc6 10. étJd2, aS 11. étJb3, ¡ubs 12. a4, étJb4 13. g4?, ... (25a)
Típico del jugador que piensa que puede salir adelante con todo. La jugada, sin embargo, permite una combinación que destroza la posición de las blancas.
13 . ... , i,xg4! 14. i,xg4, étJxg4 1S. 'iVxg4, étJxc2 16. étJbS, étJxa1 17. étJxa1, 'iVc6 (25b)
La transacción ha dejado a las blancas con piezas descoordinadas sin remedio y un rey expuesto a corrientes de aire. Fischer aguanta desesperadamente, pero en vano.
18. fS, 'iVc4 19. 'iVf3, 'iVxa4 20. étJc7, 'iVxa1 21. étJdS, l:l ae8 22. i,gs, 'iVxb2 23. i,xe7, i,eS 24. �f2, 'iVc1+ 2S . .l::í.f1, 'iVh6 26. h3, gxfS 27. i,xf8, �xf8 28. étJe7+, �h8 29. étJxfS, 'iVe6 30. l:tg1, a4 31.l::r.g4, 'iVb3 32. 'iVf1, a3 (25c) O - 1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 26
Buenas tonadas y viejos violines
Hay muchos ejemplos de longevidad en el ajedrez. En nuestros días, el gran Vasili Smyslov sigue jugando en un alto nivel pese a su falta de vista, y el incansable Víktor Korchnói sigue siendo capaz de ganar a cualquier jugador del mundo si tiene el día. No obstante, todavía no ha habido nadie que haya emulado las notables actuaciones de Emanuel Lasker en la década de 1930. Volvió al ajedrez de torneo en Zúrich (1934); después de una ausencia de 9 años, derrotó a Max Euwe en la primera ronda con un sacrificio posicional de dama y más tarde en ese mismo torneo demostró un desagradable escollo de la Caro-Kann.
Em. Lasker-Hans Müller Zúrich, 1934
1. e4, c6 2. éL'lc3, d5 3. éL'lf3, dxe4 4. ttJxe4 (26a), i,f5?!
Corriente cuando las blancas han jugado 2. d4 en vez de 2. é2Jf3, pero aquí no es buena.
5. é2Jg3, i,g6? 5 . ... , i,g4 era la última oportunidad de co
rregir el rumbo. Ahora se produce un desastre. 6. h4, h6 7. ttJe5, i,h7 8. ¡vh5, g6 9.
�f3, ... Fischer recomienda 9. i,c4 como mejor
todavía, pero la jugada de Lasker parece bastante convincente, puesto que 9 . ... , �d5?? pierde por 10. �xd5, cxd5 11. i,b5+.
9 . ... , é2Jf6? La jugada perdedora. La alternativa 9 . ... ,
f6 parece horrorosa, pero no está claro que haya una refutación.
10. �b3 {26b), �d5 11. �xb7, �xe5+ 12. i,e2, �d6 13. �xa8, �c7 14. a4, i,g7 15. l:,a3, 0-0 16. �b3, g5 17. hxg5, hxg5 18. �b7 (26c)
Las blancas ganaron en la jugada 32.
37
26a: Después de 4. ttJxe4
26b: Después de 1 O. 'iVb3
26c: Después de 18. 'iVb7
38
27a: Después de 5. ¡ve2
27b: Después de 6. CiJd6#
27c: Después de 8. . .. , CiJd3#
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 27
El silencio es oro
«El habla será plata, pero el silencio es oro•• gustaba de recordar mi profesor de latín a los alumnos contumaces. A mí me parece que el silencio es una cualidad muy infravalorada, en especial en nuestro mundo, dominado por el ruido. Incluso hoy día, sin embargo, hay veces en las que a uno le faltan las palabras, y el silencio es lo único que queda. La partida que sigue es una de esas.
Keres-Arlamowski Szczawno Zdroj, 1950
1. e4, c6 2. tLlc3, d5 3. CiJf3, dxe4 4. CiJxe4, CiJf6 5. ¡ve2, .. . (27a)
Jugada que objetivamente no tiene gran valor, pero tiende una pequeña celada.
5 . ... , CiJbd7?? «De lo que no se sabe, mejor no hablar»
(Wittgenstein). 6. CiJd6# (27b) 1 - o Otra de las estadísticas más asombrosas
que saqué a la luz al escribir este libro fue ¡el descubrimiento de 8 ejemplos de esta misma secuencia en juego de torneo!
La celada tiene eco en la línea principal del Gambito Budapest, en el que las blancas tienen varias maneras de cometer un error garrafal que las conduce al mate después de una secuencia como la siguiente:
1. d4, CiJf6 2. c4, e5 3. dxe5, CiJg4 4. i,f4, CiJc6 5. CiJf3, i,b4+ 6. CiJbd2, VJ/ie7 7. a3, CiJgxe5 8. axb4??, CiJd3# (27c)
Además de los ocho ejemplos de la CaroKann citados antes, ¡también localicé 5 ejem
plos de esta celada!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 28
Si todo fuera tan sencillo
La próxima partida es quizás un ejemplo de candidez más que de otra cosa. En muchas aperturas del flanco de dama, las negras pasan apuros para desarrollar el alfil de dama, y la tentación de sacarlo enseguida siempre es fuerte. Un buen ejemplo de ello es la llamada Defensa Báltica, 1. d4, d5 2. c4, .i,f5. Por desgracia, si las cosas fueran realmente tan sencillas, el Gambito de Dama habría pasado de moda haría años, y la práctica sugiere que la posición de las negras es bastante «Chunga, después de 3. cxd5, .i,xb1 4. �a4+; p. ej.: 4 . . .. , c6 5. l:í: xb1, 'iVxd5 6. 'Llf3, 'Llf6 7. e3, 'Llbd7 8. b4, e5 9. dxe5, lt:Jxe5 10. l2Jxe5, �xe5 11. b5 {2Ba), y las negras casi están perdidas; Sadler-Condie, Swansea, Cto. de Gran Bretaña, 1995.4
La partida que sigue ilustra el mismo principio, si bien en una posición un poco distinta. Un ... , .i,f5 prematuro mete enseguida a las negras en problemas, y una nueva equivocación provoca un repentino final.
Engels-May Düsseldorf, 1937
1. e4, c6 2. d4, d5 3. exd5, cxd5 4. c4, .i,f5? (28b) 5. cxd5, �xd5 6. lt:Jc3, 'iVa5 7. 'iVb3, 'iVb6?
Perdiendo de inmediato, pero la situación de las negras ya es muy grave. En realidad, la mejor jugada tal vez sea 7 . ... , .i,c8, que es condena suficiente de su juego.
8. tLld5, �xb3 9. axb3 (2Bc), 1 -O De repente no puede hacerse nada contra
las amenazas gemelas Qjc7+ y lLlb6. ¡Drástico castigo en verdad!
39
28a: Después de 11. b5
28b: Después de 4. .. ., .i,f5?
28c: Después de 9. axb3
40
29a: Después de 8. i.xc4
29b: Después de 13 .. . . , 0-0
29c: Después de 11. �a4+
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 29
¡Yo estaba allí! (2.a parte)
La celada que sigue la vi en el ya extinto Folkestone Easter Congress a principios de la década de 1980. Simon Le Blancq, el vencedor, era un personaje conocido en los círculos de ajedrez británicos y de las islas del Canal de la Mancha que por desgracia murió prematuramente. Es interesante que la Enciclopedia no mencione esta celada en absoluto.
Le Blancq-Eales Folkestone, 1984
1. e4, c6 2. d4, d5 3. exd5, cxd5 4. c4, ét:Jf6 5. et:Jc3, é¿jc6 6. i,g5, �a5 7. i,d2, dxc4 8. i.xc4, . •• (29a)
Bagírov solamente da aquí 8 . ... , e6 en la Enciclopedia. Recuerdo haberme encaminado hacia esta partida y preguntarme por qué no podrían las negras tomar en d4. Antes de que pudiera averiguarlo, Richard Eales, de 2.360 puntos Elo, efectuó la jugada, y la respuesta pronto quedó clara.
8 . . .. , ét:Jxd4 9. ét:Jb5, �b6 10. é¿jxd4, �xd4
La otra partida que he encontrado con esta celada es de 1992 (puede que sea una partida rápida); la disputaron el GM estadounidense John Fedorowicz y una máquina Mephisto. Esta celada debería estar fuera del horizonte del programa, pero de manera sorprendente el monstruo de silíceo continuó con 1 O . . . . , e5 11. é¿jc2, i. c5 12. 'iV e2, �xb2 13. !l c1 , 0-0 (29b) ¡y acabó ganando!
11. �a4+ (29c), 1 -O Las negras pierden la dama después de
11 . . . . , i,d7 12. i.xf7+, 11 . . .. , �d7 12. i.b5 o bien 11 . ... , 'i!¡d8 12. i_a5+, b6 13. l:[d1.
10 1 CELADAS DE APERTURA
Celada 30
El hombre apercibido no es fácilmente acometido
Se considera ampliamente a Mijaíl Botvínnik el fundador del planteamiento científico moderno en el estudio de las aperturas, y la partida que sigue se cita con frecuencia como ejemplo típico de los beneficios que reportan sus métodos. La posición final había estado en el tablero «[ .. . ] en la tranquilidad de mi estudio» (¡por citar la frase favorita del propio patriarca!) meses antes.
Botvínnik-Spielmann Moscú, 1935
1. e4, c6 2. d4, d5 3. exd5, cxd5 4. c4, .. .
La jugada definitoria del Ataque Panov-Botvínnik, considerada todavía hoy día una de las armas más peligrosas de las blancas contra la Caro-Kann.
4 . ... , 'LJf6 5. 'LJc3, 'LJc6 6. Jtg5, 'iib6 7. cxd5 (30a), 'iixb2??
Perdiendo por fuerza. Lo mejor, relativamente, es la línea de la Enciclopedia 7 . .. . , 'LJxd4 8. lte3, e5 9. dxe6, ltc5 10. exf7+, �e7 11. ltc4, l::f.d8 12. CLJf3, Jtg4 13. ltxd4, .l::!.xd4 14. 'iie2+, �f8 15.ltb3 (30b), aunque la posición de las negras no inspire mucha confianza.
8. l:Ic1, 'LJb4 La textual pierde una pieza, pero otras ju
gadas no son mejores; por ejemplo: 8. . .. , ltJa5 9. 'iia4+ o bien 8 . ... , 'LJd8 9 . .ixt6, seguido de 1 O. ltb5+.
9. 'LJa4, "iYxa2 10. ltc4, Jtg4 11. CLJf3, .ixf3 12. gxf3 (30c), 1 - O
Spielmann abandonó, puesto que después de 12 . . .. , 'iia3 13. ldc3 (pero no 13. l::[a1??, 'iixa1) se ve obligado a deshacerse de una pieza mediante 13 . . .. , 'LJc2+ a fin de sacar la dama.
41
30a: Después de 7. cxd5
30b: Después de 15. ltb3
30c: Después de 12. gxf3
42
31a: Después de 11 . . . . , .i,e6
31b: Después de 16 . . . . , gxf4
31 e: Después de 15. 0 ·0 ·0!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 31
La Caro-Kann contraataca
Puesto que este libro incluye tantos desastres de las negras en la Caro-Kann, parece justo incluir por lo menos un ejemplo en el que esta venerable apertura se revuelve. De manera típica, representa un doble éxito del GM inglés Julian Hodgson, cuya emprendedora interpretación de la apertura le reportó muchos triunfos en la década de 1980. El que sigue es uno de los más divertidos.
Abramovié-Hodgson Londres, 1988
1. e4, c6 2. d4, d5 3. ltjd2, dxe4 4. ltjxe4, ltjf6 5. ltjxf6+, exf6 6. c3, .i,d6 7 • .i,d3, 0-0 8. 'iVc2, g6 9 . ltje2, .l:re8 10 • .i,h6, f5 11. h4, .i,e6 (31a)
Parece que las blancas están atacando con fiereza en el flanco de rey, pero después de la próxima jugada queda claro que las cosas no son tan sencillas.
12. h5??, g5! iUy! Uno no puede sino imaginarse el ho
rror y el bochorno del GM yugoslavo. Siguió luchando con 13. 'iVd2, pero tampoco duró mucho más: 13 . . . . , f4 14. g3, .i,g4 15. gxf4, .i,xf4 16. 'ii'xf4, gxf4 (31 b) o - 1.
Es sorprendente que no fuera esta la única partida que Jules ganó con esta misma celada en 1988; en Pereira-Hodgson, Almada, 1988, se jugó, en cambio, 13 . .i,xf5, 'iVf6 14 . .i,xh7+, �h8 15 . .i,g6, .i,c4 16 . .i,d3, .i,xd3 17. 'iVxd3, 'iVxh6, y las negras ganaron.
Sin embargo, las blancas tienen una continuación mucho más fuerte en la jugada 10: 1 O . h4, f5 11 . h5, .i,e6 12. hxg6!, fxg6 13 . .i,h6, ltjd7 14. g4, .i,d5 15. 0-0-0! (31c), con feroz ataque de las blancas; Kudrin-King, Natwest, Londres, 1988.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 32
¿La mayor derrota de la humanidad?
La partida que sigue la saludaron muchos como la más importante que se haya jugado nunca, puesto que fue la primera vez que el campeón del mundo perdió un encuentro derrotado por un programa de ajedrez. En realidad, sin embargo, su verdadera importancia, en mi opinión, es sencillamente que es el desastre más humillante de la carrera de Kaspárov.
Deep Blue-Kaspárov Nueva York (6), 1997
1. e4, c6 2. d4, d5 3. é2Jd2, dxe4 4. tt:Jxe4, é2Jd7 5. tt:Jg5, é2Jgf6 6. i,d3, e6 7. éLJ1f3, h6? (32a)
Por supuesto, en cuanto acabó la partida el mundo del ajedrez quería saber cómo había podido caer Kaspárov en una conocida celada de una apertura que él debía de haber analizado durante muchas horas al prepararse contra Kárpov. Sin decepcionar nunca a su público, iGazza ofreció dos explicaciones completamente distintas al cabo de dos horas de acabada la partida! En una conferencia de prensa, se dijo que fue un lapsus y que la intención había sido jugar 7 . . . . , i,d6, mientras que a un periodista ruso se le dijo que había elegido 7 . . .. , h6 de manera deliberada, porque creía que toda la preparación de aperturas de Deep Blue se basaba en un programa informático de aperturas alemán que abogaba por 8. é2Je4 en vez de sacrificar en e6. El lector puede elegir por sí mismo cuál de estas explicaciones (si alguna) creer. Basta decir que las negras, probablemente, están perdidas después de la réplica blanca.
8. tt:Jxe6!, 'fie7 9. 0-0, fxe6 10. i,g6+, �d8 11. i,f4, b5 12. a4, i,b7 13. l:l.e1 (32b), é2Jd5 14. i,g3, <;t>c8 15. axb5, cxb5 16. �d3, i,c6 17. i,f5, exf5 18. l;!xe7, i,xe7 19. c4 (32c), 1 - O
43
32b: Después de 13. l::!.e1
32c: Después de 19. c4
44
33a: Después de 7. c3
33b: Después de 8. 'iYb3
33c: Después de 8. c3!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 33
Accidente en la costa
Una de las cosas sorprendentes de este iibro que el lector ya habrá notado es que la Caro-Kann aparece más veces que cualquier otra apertura, prueba suficiente de que incluso la más sólida de las aperturas puede hacer agua si se desconecta la alerta táctica del jugador. Con las debidas excusas a los devotos de la Caro-Kann, aquí tenemos un ejemplo más.
Keres-Pfleger Hastings, 1964-1965
1. e4, c6 2. d4, d5 3. t¿jc3, dxe4 4. t¿jxe4, tL\d7 5. j,c4, tL\gf6 6. tL\xf6+, tL\xf6 7. c3, ... (33a)
El orden de jugadas adoptado por las blancas no les promete nada en absoluto después de la exacta 7 . ... , 'iYc7. Sin embargo, el GM alemán jugó de manera rutinaria 7 . . . . , j,f5?? y se vio obligado a decir auf Wiedersehen (hasta la vista) a un peón luego de 8. 'iYb3!. Después de las jugadas 8 . . . . , tL\d5 9. 'iYxb7, tL\b6 10. tL\f3 (10. 'iYxc6+??, j,d7 11. 'iYc5, .)leS) 10 . ... , f6 11. j,b3, la compensación era exigua, y las blancas, como era de esperar, ganaron en 46 jugadas.
La misma idea aflora en otras líneas de la Caro-Kann; a modo de ejemplo, 1. e4, c6 2. d4, d5 3. tL\d2, dxe4 4. tL\xe4, tL\f6 5. tL\xf6+, gxf6 6. j,c4, j,f5 7. c3, tL\d7?? 8. 'iYb3 (33b) costó un peón a las negras en Tresch-A. Grün, Worms, sub20, 1992.
Otra línea en la que el ataque doble es relevante es 1. e4, c6 2. d4, d5 3. tL\c3, dxe4 4. tL\xe4, tL\d7 5. tL\f3, tL\gf6 6. tL\xf6+, tL\xf6 7. tL\e5, j,f5?! 8. c3! (33c).
Esta jugada tiene varios aspectos, uno de los cuales es amenazar 9. 'iYb3, y la manera más natural de parar esto, 8 . ... , e6, tropieza con 9. g4!, i,g6 1 O. h4, y las negras tienen grandes problemas.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 34
Cruce en la Pelikán
Muchas de las líneas de apertura que vemos en este libro no tienen más mérito que tender una pequeña celada. Uno esperaría que tuvieran relativamente poco éxito, puesto que si la celada es el quid principal de la jugada, debería ser muy probable que el adversario la descubriera (¡aunque, como muestra el libro, la práctica contradice a menudo esta teoría! ). La línea de apertura de las blancas en la partida que sigue, por otra parte, tiene méritos por sí misma de manera objetiva, dejando aparte que tiende una malévola celada al jugador desprevenido. Tanto es así, que muchos jugadores de la Pelikán prefieren evitar 7. lLJd5, empleando el orden de los Cuatro Caballos (5 . ... , e6 6. lLJdb5, d6 7. i,f4, e5 8. i,g5).
011-Herczeg Budapest, 1989
1 . e4, c5 2. t2Jf3, t2Jc6 3. d4, cxd4 4. l2Jxd4, t2Jf6 5. l2Jc3, e5 6. t2Jdb5, d6 7. l2Jd5, t2Jxd5 8 . exd5 (34a), lLJe7
La retirada alternativa 8 . ... , t2Jb8 también es posible y evita cualquier celada de la clase que surge en la partida. En ese caso, las blancas deberían perseguir el plan estratégico a largo plazo de explotar la mayoría de peones en el flanco de dama, plan que Michael Adams ha aplicado satisfactoriamente en varias ocasiones en el pasado.
9. c4 (34b), a6?? Obvia, pero fatídica. Primero hay que quitar
el caballo de e7. 10 . �a4!, . . . (34c) Ganando material de inmediato, porque
ambas interposiciones en d7 pierden de manera rotunda. Herczeg cedió la calidad mediante 10 . . . . , axb5 11 . �xa8, pero nunca pareció que volviera a entrar en la partida.
45
34a: Después de 8. exd5
34b: Después de 9. c4
34c: Después de 10 . �a4!
46
35a: Después de 8. . .. , liJaS?
35b: Después de 11.'Lle6!!
35c: Después de 12. ¡yd5+
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 35
El rey ha muerto, viva el rey
Siempre supone un. punto de inflexión importante cuando un campeón de muchos años se inclina finalmente ante un joven pretendiente. Samuel Reshevsky dominó el ajedrez en Estados Unidos durante dos décadas, pero cuando se enfrentó a Fischer en el Cto. de los EUA de 1958-1959, el joven ya estaba llamando a la puerta con firmeza. Había ganado el campeonato del año anterior por delante de Reshevsky, y ese año repitió la proeza y de paso humilló al veterano cazándolo en una conocida celada de apertura.
Fischer-Reshevsky Cto. de Estados Unidos, Nueva York, 1958-1959
1. e4, eS 2. 'Llf3, liJeS 3. d4, cxd4 4. 'Llxd4, g6 S. 'Llc3, .i,g7 6 • .i,e3, 'Llf6 7 •
.i,c4, o-o 8 . .i,b3, liJaS? (35a) La teoría de aperturas siempre fue el talón
de Aquiles de Reshevsky, y aquí cae en una celada que se había señalado en la revista rusa Shajmatny Bulletin poco antes. Por desgracia para Reshevsky, el joven Fischer era un ávido estudioso de la bibliografía rusa de ajedrez.
9. eS!, 'Lle8 10 • .i,xf7+, r:J;;;xf7 La alternativa 1 O. . .. , II xf7 pierde por la
misma réplica. 11.'Lle6!!, • . • (35b) El verdadero quid. 11 . . . . , c;itxe6 conduce
al mate con rapidez después de 12. ¡yd5+ (35c).
Reshevsky, sin duda abochornado por sufrir semejante humillación a manos de su joven rival, cedió la dama por dos piezas y siguió durante 40 extrañas jugadas antes de acabar reconociendo la derrota.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 36
Cuando parecido no es lo mismo
La partida que sigue es un ejemplo excelente de las ventajas que tiene dominar el orden de jugadas. Las blancas intentan llegar a la línea principal de la Variante del Dragón, pero contra el acelerado orden de jugadas de las negras, esto resulta imposible, y se meten en una terrible maraña muy rápidamente.
Kahn-Malajov Budapest, 1996
1. e4, es 2. tt:Jt3, g6 3. d4, j_g7 4. tt:Jc3, cxd4 5. Cijxd4, t2Jc6 6. j,e3, Cijf6 7. j,c4, o-o 8. f3?, . . .
Continuando con la esperanza de jugar una Dragón después de 8 . ... , d6, pero luego de la próxima jugada de las negras, las blancas ya tienen problemas. Es correcta 8. j,b3, como se ha visto en la Celada 35.
8 . . . . , 'iYb6! (36a) Esto ya es un tanto embarazoso para las
blancas, porque las amenazas van más allá de 9 . ... , 'ifxb2 para incluir 9 . ... , tt:Jxe4. No les resulta tan fácil a las blancas mantener cohesionada la posición, y con sus próximas jugadas no consiguen sino atravesarse ellas mismas con el acero de manera convincente.
9. tt:Jcb5?, . . . Esta reacción de pánico destruye su propia
posición. Otra manera común que tienen las blancas de autodestruirse es 9. 'iYd2?, Cijxe4! (36b).
El joven Fischer mostró la senda correcta: 9. j,b3, tt:Jxe4 10. t2Jd5, �a5 + 11. c3, Cbc5 12. Cbxc6, dxc6 13. tt:Jxe7 +, �h8 14. Cbxc8, � axc8 ( 14 . ... , .id e8!? es más ambiciosa) 15. 0-0, � cd8 (36c), con igualdad; FischerPanno, lnterzonal, Portoro:Z, 1958.
9 . . . . , a6 10. Cijt5, 'iYd8! Muy sencilla, pero muy eficaz: la posición
de los caballos blancos es casi cómica. 11. Cijbd4, gxf5 12. tt:Jxt5, d5 o - 1 ¡Horrible humillación para un jugador de
2.380!
47
36a: Después de 8. . . . , �b6!
36b: Después de 9. . .. , Cbxe4!
36c: Después de 15 . ... , .l:l.cd8
48
37a: Después de 9 • ... , J,b7
37b: Después de 11. .. . , J,h6!
37c: Después de 11. J,xd4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 37
Repetir lo mismo tres veces equivale a ... ¡tres puntos!
El ejemplo que sigue muestra que una triple repetición en el ajedrez no siempre significa unas tablas. El GM australiano lan Rogers logró tender la misma celada de apertura tres veces justo en el espacio de un año, ganando las tres partidas. Más aún, la celada ni siquiera era nueva: ya había ocurrido antes en una partida de Mijaíl Tal. Podría pensarse que una partida en la que el genio de Riga, con blancas, cayó vencido en 21 jugadas ante un desconocido cubano habría llamado la atención, ¡pero al parecer no fue así!
Eingom-Rogers Lloyds Bank, Londres, 1989
1. 'Llf3, c5 2. c4, g6 3. e4, J,g7 4. d4, cxd4 5. CL:lxd4, 'Llc6 6. J,e3, 'Llf6 7. 'Llc3, 0·0 8. J,e2, b6 9. 0-0, J,b7 (37a)
El sistema del doble fianchetto de las negras es un tanto infrecuente, y las blancas deberían jugar ahora 1 O. f3, con ventaja. Su próxima jugada en la partida es muy natural, pero un sorprendente truco táctico muestra que es un error. Esta posición también es curiosa por contener otra celada, puesto que 10. l:!,c1 ?, asimismo natural, pierde material después de 10 . . . . , CL:lxd4 11. J,xd4, J,h6! (37b), y las negras amenazan tanto la torre de c1 como el peón de c4.
Esta celada también se ha cobrado una gran cantidad de víctimas. Encontré ocho ejemplos, más el número habitual de casos en que las negras pudieron aprovecharla pero dejaron pasar la oportunidad. Entre los más destacados de esta última categoría se cuenta la partida Mi. Tseitlin-Apicella, Budapest, 1993, en la que el GM ruso jugó 1 O . .l:!, c1?, y su fuerte adversario francés se conformó con 10 . .. . , d6? en vez de ganar material con 10 . . . . , CL:lxd4.
10. �d2?, CL:lxd4 11. J,xd4, •.• (37c)
101 CELADAS DE APERTURA
11 . . . . , e5! Desde luego, no podía tomarse de inmedia
to el peón de e4 a causa de 11 .... , ct:Jxe4 12. ct:Jxe4, i,xe4 13. i,xg7, wxg7 14. �d4+, pero la textual fuerza inteligentemente una liquidación favorable que reporta a las negras la pareja de alfiles. Es probable que, de manera objetiva, las negras no estén mucho mejor en la posición resultante, pero la conmoción que supone esta celada suele hacer que las blancas se defiendan mal.
12. i,xe5, 'LJxe4 13. lLJxe4, i,xe5 (37d) 14. lLJd6 , •..
En Robovié-Rogers, Biel, 1992, las blancas prefirieron 14. lLJg3, pero después de 14 . ... , i,c6 15. f4, i,g7 16. n ad1' a5, las negras estaban mejor y acabaron ganando. Tal eligió la tercera alternativa, 14. lLJc3, contra R. Hernández en Las Palmas, 1977, pero una serie de jugadas débiles, cosa rara en él, hizo que perdiera de manera aplastante: 14 . ... , 1::!. e8 15. l::!,ae1?, "i:Vf6 16. "i:Vxd7, l::!,e7 17. 'ti'd2, l:i,ae8 18.lLJd5? (37e), i,xd5 19. cxd5, Vi'f4! 20. Vj'xt4, i,xt4 (de repente, la clavada por la columna «e» les cuesta una pieza a las blancas) 21. d6, l::!,xe2 O - 1.
14 . . . . , i,c6 15. l:i,ad1 , 'flie7 16. !:i.fe1 ?, . . . (37f)
Sin duda desestabilizado por el giro de los acontecimientos, Eingorn comete un error garrafal. En Ericsson-Rogers, Malmo, 1993, se jugó 16. i,g4, i,xd6 17. �xd6, �e4 18. i,h3, �xc4, que es superior, pero Rogers acabó completando su tríada de victorias.
16 . . . . , �f6! Ganando material por fuerza. Eingorn ce
dió la calidad mediante 17. b3, i,c3, pero sucumbió en 56 jugadas.
Dada la existencia de dos maneras muy factibles de que las blancas se equivoquen en la jugada 1 O, esta línea pudiera tener cierto atractivo para las negras. Unas palabras de advertencia, sin embargo: como señala lan Rogers, si las blancas evitan las celadas (por ejemplo, mediante 1 O. f3), las negras tienen una posición Maróczy más bien pasiva, lo que puede ser bastante deprimente para ellas a no ser que jueguen con extrema exactitud.
49
37d: Después de 13 . . . . , i,xe5
37e: Después de 18. t2Jd5?
37f: Después de 16. J:t fe1?
50
38a: Después de 9. 0-0
38b: Después de 7 .... , CiJg4
38c: Después de 12. Cbxd8
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 38
¿Intercambio justo, no atraco?
Parafraseando a George Bernard Shaw, «la simplificación es el último refugio del bribón•• . Como puede corroborar todo aquel que lleve jugando al ajedrez desde hace mucho tiempo, pocas cosas hay que frustren más a un jugador que un adversario de elo inferior que busca las tablas como si fuera un aspirador, limpiando el tablero de toda la madera disponible cada vez que tiene oportunidad de hacerlo. Y cuando empieza a usar medios tácticos con este fin, ello no hace sino hurgar en la herida. La partida siguiente, por tanto, está dedicada a todos esos profesionales frustrados a quienes les amargan la vida los jugadores-aspiradores felices de 2.200 en los torneos abiertos.
Pein-E. Hernández Ciudad de México, 1991
1. Cbf3, Cbf6 2. c4, g6 3. d4, i,g7 4. Cbc3, 0-0 5. e4, eS 6. i,e2, cxd4 7. Cbxd4, Cbc6 8. i,e3, d6 9. 0-0 (38a), CiJg4??
Esta jugada táctica es perfectamente posible en la secuencia 1. Cbf3, Cbf6 2. c4, c5 3. Cbc3, Cbc6 4. d4, cxd4 5. Cbxd4, g6 6. e4, i,g7 7. i,e3, CiJg4 (38b), pero aquí pierde material.
10. i,xg4, i,xg4 11. Cbxc6, .. . No hay manera de salvar la pieza; a modo
de ejemplo: 11 .... , �d7 12. Cbxe7+, <;i(h8 13. f3, 1 - O; L. Spassov-T. Kristiansen, Oslo, 1976.
11 . . . . , i,xd1 12. Cbxd8 (38c), 1 - O Esta es una de esas celadas que se dan
con mayor frecuencia. Localicé 15 ejemplos y no me cabe duda de que hay muchos más. El más reciente es la partida Akesson-Heidenfeld, del Cto. de Europa por Equipos que tuvo lugar en Pula en 1997, en la que el internacional irlandés cayó en la misma línea y abandonó en la jugada 14.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 39
Machaquemos con Hector
El GM sueco Jonny Hector es un jugador que siempre da una buena relación calidad-precio. Poseedor de un agudo estilo de ataque, respaldado por una amplia bolsa de trucos de apertura de niveles diversos de (poca) solidez, gana seguro como mínimo una miniatura por torneo. Se hace notar en especial por sus nefandas líneas de apertura con negras después de 1. e4, e5, con las que ha cobrado muchas víctimas. En la partida siguiente, su adversario recurre imprudentemente a una idea más bien dudosa de la Siciliana y se ve vapuleado de manera brutal ya en la apertura.
Hector-Vidarsson Reikiavik, 1996
1. e4 , c5 2. lLJ f3, e6 3. d4 , cxd4 4. tt:Jxd4 , a6 5. é2lc3 , g6? ! (39a)
Contra 5. Jtd3, la jugada 5 . ... , g6 (39b) tiene cierto pedigrí, aunque ni siquiera ahí es realmente la apertura que uno recomendaría a su madre.
Contra 5. tt:Jc3, sin embargo, parece menos convincente todavía.
6. Jte3 ,Jtg7 7. CLJb3 ,é2le7? Debería jugarse 7 . . .. , b5 para impedir la
próxima jugada de las blancas, aunque de todos modos la posición negra no inspira confianza.
8. tt:Ja4! , • . • (39c) De repente, las negras no tienen defensa
contra las invasiones de la casilla b6 y ¡en verdad su posición ya está completamente para abandonar! En la partida, salvan la torre de lLJb6, pero permiten algo peor.
8 . . . . , lLJbc6? 9. Jtb6 , 1 - O
51
39a: Después de 5 . . . . , g6? !
39b: Después de 5 . .. . , g6
39c: Después de 8. lLJa4!
52
40a: Después de 6. i, c4
40b: Después de 9. i,xf7 +
40c: Después de 13 . ... , �d4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 40
Demos muerte al Dragón
Por razones que nunca me han parecido del todo claras, muchos jugadores de la Variante del Dragón del siglo xx preferían entrar en su querida variante a través del orden de jugadas de la Variante Clásica. No fue hasta las décadas de 1950 y 1960 cuando se popularizaron las réplicas 6. i,g5 y 6. i,c4, contra las cuales no puede llegarse a la Dragón. Pese a ello, algunos lo siguen intentando.
Riemersma-Wilsbeck Copa Arnold, Gausdal, 1993
1. e4, c5 2. lt:Jf3, lt:Jc6 3. d4, cxd4 4. 4:Jxd4, 4:Jf6 5.4:Jc3, d6 6. i,c4 (40a), g6? 7. 4:Jxc6, bxc6 8. e5, 4:Jg4
Fischer cita una partida amistosa suya en la que se jugó 8 . ... , lt:Jh5? 9. �f3, e6 (9 . ... , d5 10. lt:Jxd5! ) 10. g4, 4:Jg7 11. 4:Je4, 'ifa5 + 12. i,d2, �xe5 13. i,c3, 1 -O; 8 . .. . , dxe5?? 9. i,xf7 + (40b) ha ocurrido algunas veces.
9. e6, f5 10 . o-o, i,g7 11 . i,f4, . . . Es probable que la partida más famosa de
esta variante sea Schlechter-Lasker, Cto. del Mundo (7), Berlín, 191 O, en la que se siguió con 11 . ... , 'iYb6! 12. i,b3, i,a6 13. 4:Ja4, �d4 (40c). Aquí, Schlechter cambió las damas erróneamente mediante 14. �xd4?, mientras que 14. ¡vf3 habría reportado una fuerte iniciativa. Esta partida, que acabó en tablas después de muchos lances emocionantes, se considera una de las grandes partidas de tablas de la historia del ajedrez.
11 . . . . , lt:Je5 12. i,b3, o-o 13. �d2, i,a6 14 . .ldfe1, Wh8 15. i,h6, i,xh6 16. �xh6, .l::i,f6 17. l::i,ad1, 'ifg8 18 . �g5, �g7 19 . .l::i,d4, h6 20 . �d2, g5 21 . 4:Ja4, t¿jg6 22. � a5, ld ff8 23. 1:1 ed1 , i, e2 24. 1:11 d2, c5 25. l':í.d5, t2Jf4 26. 4:Jc3, i,h5 27. h3, t¿jxe6 28 . �5d3, 4:Jf4 29 . l::Ie3, g4 30 . hxg4, i,xg4 31 . f3, i,h3 32. t¿jd5, 4:Jxg2 33. Jdxe7, �g3 34. �c3+, 1 · O
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 41
¿Qué es una pieza entre amigos?
Este libro muestra varias partidas en las que un jugador cae en una celada y pierde material, pero entonces sigue jugando a todo trance como si nada hubiera sucedido y, como es de esperar, gana. La próxima partida es una de ellas; Stuart Conquest pone una admirable cara de póquer después de sacrificar involuntariamente una pieza en la apertura.
Conquest-Lewis Cto. de Gran Bretaña,
Plymouth, 1989
1. e4, eS 2. tt::lf3, d6 3. d4, exd4 4. tt::lxd4, tt::lf6 S. tt::le3, tt::le6 6. �gS, e6 7. 'ti'd2, a6 8. o-o-o, �d7 9. f4, h6 10. �h4, 9s 11. fxgs, ltJg4 12. tt::lf3, hxgS (41a) 13. �xgS??, f6 14. �f4, es
¡Oh, cielos! Desde luego, 15. �g3, �h6 gana la dama, así que el alfil debe desaparecer.
1S. g3, exf4 16. gxf4, 'ti'aS 17. �b1, o-o-o (41b)
Dos peones no son compensación suficiente por la pieza en esta posición, pero hay mucho juego todavía, y el jugador más fuerte empieza a imponerse poco a poco.
18. �g2, 'ti'eS 19. _!dde1, �e6 20. h3, tt::lh6 21. tt::ldS, �b8 22. l:i_e3, fS 23. ltJgS, �es 24. b4, VJ/ja7 2S . .l:[d1, �g7 26. l:I,d3, fxe4 27. �xe4, .U heS 28. a4, tt::le7 29. aS, tt::lxdS 30. � xdS, �f8 31. 'ti'd3, bS 32. fS, tt::lf7 33. tt::le6, �xe6 34. fxe6 (41c), tt::leS??
¡La presión (¿y los apuros de tiempo?) finalmente se deja sentir!
3S . .l:[ xeS, dxeS 36. 'ti'xd8+, 1:1 xd8 37. l:i_xd8+, �e7 38. gd7+, �b8 39. � xa7, �xa7 40. h4, �b8 41. hS, �e7 42. e4, bxe4 43. bS, 1 - o
Debería añadir que Stuart no es el único que ha caído en esto, pero sí el único que se salvó del naufragio: los demás perdieron.
53
41a: Después de 12 . ... , hxgS
41b: Después de 17 . ... , 0-0-0
41 e: Después de 34. fxe6
54
42b: Después de 17. c4
42c: Después de 7. i,b5+
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 42
Ver es creer
Cuando empecé a buscar material para este libro, no preveía incluir muchas de las celadas de apertura más conocidas, sobre la base de que nadie caería en ellas hoy en día. Pocas horas después de examinar la base de datos pronto se desvaneció esa ilusión, pero incluso ahora me resulta difícil creer que un jugador de más de 1.900 puntos Elo pudiera perder la partida siguiente.
Kolar-Riznar Bled, 1996
1. e4, eS 2.lt:Jf3, d6 3. d4, cxd4 4.lt:Jxd4, lt:Jf6 S. lt:Jc3, g6 6. f4, i,g7 7. eS, dxeS 8. fxeS, lt:Jg4? (42a) 9. i,bS+, 'ii;>f8
Desde luego, las alternativas 9 . ... , lt:Jd7 y 9 .... , i,d7 pierden una pieza después de 10. "ifxg4, pero 9 . ... , lt:Jc6 es una defensa mucho más dura. No parece que las blancas tengan nada mejor que 1 O. lt:Jxc6, 'iYxd1 + 11. lt:Jxd1, a6 12. i,a4, i,d7 13. h3, lt:Jh6 14. i,xh6, i,xh6 15. lt:Jxe7, i,xa4 16. lt:Jd5, l:i. d8 17. c4 (42b), con lo que poseen un peón más en el final, pero el peón de e5 es débil, y las negras tienen dos alfiles.
10. lt:Je6+, 1 - O Para ser justos, el señor Riznar es uno más
de los diez jugadores que perdieron así que figuran en mi base de datos; el más notable de ellos es el maestro de elite estadounidense Kashdan, en una partida contra Pilnik de 1948. También encontré cinco ejemplos de 1. e4, c5 2. lt:Jf3, d6 3. d4, cxd4 4. lt:Jxd4, lt:Jf6 5.lt:Jc3, g6 6. i,e3, lt:Jg4??; en dos de ellos, las blancas prefirieron 7. i,g5?? en vez de ganar con rotundidad mediante 7. i,b5+ (42c).
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 43
¿Cuándo una celada no es una celada? (2.a parte)
Basándose mucho en partidas como la anterior, se creía que la jugada 6 . ... , i,g7, como respuesta al Ataque Levenfish de la Variante del Dragón (6. f4), era un error debido a 7. e5. Sin embargo, el especialista de la Dragón Jonathan Mestel (a quien Bob Wade hizo de «apuntador», tengo entendido) echó un vistazo a la posición más de cerca y pronto se dio cuenta de que las cosas distaban de ser claras. Jugó la línea primero contra Vladimírov en el Cto. del Mundo sub16, pero no se probó la variante crítica. Más tarde tuvo la oportunidad de exponer sus argumentos en el Cto. de Gran Bretaña de 1979, con éxito desigual.
McAllan-Mestel Cto. de Gran Bretaña, Chester, 1979
1. e4, eS 2. ltJ f3, d6 3. d4, cxd4 4. lt:Jxd4, lt:Jf6 S. lt:Jc3, g6 6. f4, i,g7 7. eS, lt:JhS 8. i,bS+, i,d7 (43a) 9. i,xd7+, ...
Esto no conduce a nada, como tampoco la jugada de Vladimírov, 9. 'iVf3. La crítica 9. e6 se vio en J. Littlewood-Mestel en una ronda posterior del mismo campeonato. Aunque Mestel sucumbió de manera drástica después de 9 . ... , fxe6 10. tt:Jxe6, i,xc3 + 11. bxc3, ¡vea! (43b) (esta jugada es la mejora clave en relación con lo que se jugaba antes, 11 . ... , �a5) 12. i.xd7+, <;t>xd7 (12 . ... , lt:Jxd7 parece sumamente razonable) 13. lt:Jg5, 'iYc4 (13 . ... , �xc3 + 14. i,d2, ¡yc4 (43c) fue incierto en Conquest-W. Watson, Londres, 1989, que acabó en tablas) 14. l:t b1, <;t>c7 15. l:tb4, �xa2 16. 'iYe2, lt:Jc6 17. lt:Je6+, 1 - O, toda la línea parece muy incierta, incluso la posición final si las negras continúan con 17 . ... , �c8 18. l:!.xb7, �a4.
9 . ... ,'iYxd7 10. exd6, 'iYxd6 11. lt:JdbS, �c6 12.4jdS,lt:Ja6
Entonces, como tributo al valor de sorpresa en el ajedrez, ¡las blancas perdieron por tiempo en esta posición!
55
43a: Después de 8 . ... , i,d7
43b: Después de 11. . . . , 'iVc8!
43c: Después de 14. .. . , 'iVc4
56
44a: Después de 7 . ... , t¿jc6
44b: Después de 11. i,g3
N
44c: Después de 12. t¿je4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 44
El poder del vaivén
En la psicología de los errores garrafales, es bien sabido que determinadas jugadas pueden ser bastante difíciles de ver. Las jugadas que implican una retirada, en particular las retiradas por las diagonales, parecen ser un ejemplo de ello. Otro es el ••vaivén,5, en el que una pieza vuelve a la casilla que había dejado en la jugada anterior. Probablemente, el ejemplo más brutal que yo haya visto nunca es el siguiente bochorno de Matthew Sadler.
Sammalvuo-Sadler Gausdal, 1994
1. e4, eS 2. t¿jf3, d6 3. d4, cxd4 4. t¿jxd4, t¿jf6 S. t¿jc3, a6 6. i,gS, e6 7. f4, t¿jc6 (44a)
Esta infrecuente línea se ha jugado mucho menos que alternativas como 7 . ... , i,e7, 7 . ... , 'iYb6 y 7 . ... , b5, analizadas hasta lasaciedad. Aunque nunca ha gozado de gran popularidad, la han jugado lvanchuk y Anand, además de emplearla con regularidad Walter Browne, especialista de la Najdorf.
8. t¿jxc6, bxc6 9. eS, h6 10. i,h4, gS 11. i,g3 , •. • (44b)
La última jugada de las blancas no es la más crítica. La mayoría de las partidas sigue con 11. fxg5, t¿jd5 12. ltJe4, (44c), con juego incierto.
La jugada del texto tiene la ventaja de tender una desagradable celada, sin embargo, en la que Sadler cayó con prontitud, ¡pese a pensar durante 25 minutos!
11 . ... , gxf4?? 12. i,h4 !, •..
¡Qué horror! Las negras pierden una pieza, y con ella la partida.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 45
El bello arte del orden de jugadas
El «orden de jugadas» es un arte que siempre ha pagado dividendos en el ajedrez. Al emplear un sutil orden de jugadas en la apertura, con frecuencia puede engañarse a un adversario para que entre eh una línea que no tenía la intención de jugar o incluso hacerle descartar a la vez la apertura que quería jugar. La partida que sigue es uno de esos casos. Se induce a las negras, especialistas en la Defensa Siciliana, a jugar la Variante del Avance de la Francesa, y caen con prontitud en una celada que los jugadores de la Francesa conocen bien, pero otros no tanto.
C. Cobb-J. Bellin 4NCL, 1994
1. e4, es 2. e3, e6 3. d4, dS 4. es, liJeS S. liJf3, 'iVb6 6. i,e2, liJh6 7. i,xh6 (45a), �xb2??
Intercalando el cambio preliminar 6 . ... , cxd4, esta captura es perfectamente jugable (en realidad, buena para las negras), pero aquí pierde. Es correcta, sencillamente, 7 . ... , g),<h6, y las negras tienen buena partida; p. ej.: 8. 'iYd2, i,g7 9. 0-0, 0-0 1 O. tLla3, cxd4 11. cxd4, f6 12. exf6, ld xf6, con igualdad.
8. i,e3, �xa1 9. '§e2, exd4 10. tLlxd4, tLlxd4 11. i,xd4, i,a3 (45b)
Las negras se las han ingeniado para sacar la dama, pero el ataque blanco resulta demasiado fuerte.
12. i,bS+, �d8 13. 0-0, �b2 14. �a4, a6 1S. ttJxa3, �e7 16 . .l:,b1, 'iVxa2 17. �aS+, �b8 18. '§b6, �xa3 19. i,es (45c), 1 - 0
57
45a: Después de 7. i,xh6
45c: Después de 19 . .i, eS
58
46a: Después de 4. ..., 'iVa5+
46b: Después de 7 . ... , lt:Jb4
46c: Después de 11.lt:J1d2
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 46
El «Gambito del Ala)) francés
Todo jugador de la Francesa que tenga experiencia sabe que la jugada ... , g5 es una idea clave para las negras en muchas posiciones. Tanto es así, que el gran entrenador soviético Mark Dvoretski incluso llegó a incorporar un capítulo entero sobre este tema en su libro Openíng Preparatíon. El ejemplo que sigue no se había incluido: Mark lsraelévich tiende a preferir el estoque a la espada normal, ¡pero algunos de nosotros somos más fáciles de contentar!
1. e4, e6 2. d4, d5 3. e5, c5 4. 'iV g4, ... La ••última palabra» de Nimzowitsch en sus
tentativas de revivir la Variante del Avance. Por desgracia, no ha resultado ser una de sus contribuciones más duraderas a la teoría de aperturas, y esta partida es una de las razones del porqué.
4 . ... , cxd4 Otra buena jugada aquí es la sorprendente
4 . ... , 'iVa5+ (46a). En su libro COOL Chess, el GM escocés Paul Motwani cita la divertida miniatura Nei-Gieizerov, Ósterkars, 1995, que las negras ganaron de manera aplastante en 16 jugadas. Motwani elogia mucho a Gleizerov por su ••novedad» 4 . ... , 'i'Va5+, pero de hecho la jugada ¡la ideó Botvínnik allá por la década de 1930!
5.lt:Jf3, lt:Jc6 6 • .td3, ViJ/c7 7 . .tf4, lt:Jb4 (46b)
También es buena 7 . ... , ttJge7, pero la jugada del texto sigue el análisis de Belavenets, maestro soviético de gran talento de la década de 1930.
8.lt:Jxd4?, lt:Jxd3+ 9. cxd3, 'iVb6! Ya es embarazoso, pero viene lo peor si las
blancas prueban la única defensa aparente. 10.lt:Jb3??, 'iVb4+ 11.lt:J1d2 (46c), g5! ¡El ••Gambito del Ala» izquierda ataca de
nuevo! 12. 'iVxg5, .th6 Las negras ganan.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 47
Incluso Homero dormita a veces
Aunque este libro incluye varios ejemplos de nombres conocidos que caen en celadas de apertura, hay, naturalmente, muy pocos ejemplos de GM de verdadera clase mundial en esas circunstancias. Por desgracia para él, el GM ruso Artur Yusúpov aparece tres veces. En esta ocasión, cae en una variante de una de las celadas más viejas de la Defensa Francesa.
Illescas-Yusúpov Linares, 1992
1. e4, e6 2. d4, d5 3. e5, c5 4. c3, ¡vbs 5. tt:Jf3, i,d7 6. a3, c4 7. ltJbd2, tt:Jc6 8. g3 (47a), tt:Jge7?? 9. i,xc4!, • . •
El alfil es inmune: 9 . ... , dxc4 10. tt:Jxc4, "fije? 11. tt:Jd6+, �d8 12. tt:Jxt7+, <;t>e8 13. tt:Jxh8, h6 14. 0-0 (47b), y las blancas ganan.
Yusúpov, en cambio, se conformó con perder un peón después de 9 • • • • , ct:Ja5 10. i,e2, pero, como era de esperar, perdió.
Esta celada suele verse más en la posición que surge luego de 5 . ... , tt:Jc6 6. a3, c4 7. -etJbd2, tt:Jge7?? 8. i,xc4 (47c), etc.
En este orden de jugadas, los ejemplos que encontré sorprendían más por haberse dejado escapar la oportunidad que por otra cosa: de 6 partidas en las que las negras jugaron 7 . ... , ct:Jge7, ¡las blancas solamente tomaron en c4 en dos!
Quienes gustan de analizar la psicología de los errores garrafales tal vez deseen examinar si el sentido de alerta de Yusúpov se vio embotado por el hecho de que las blancas acababan de jugar 8. g3, «prometiendo» en cierto modo poner el alfil en g2 o h3.
59
47a: Después de 8. g3
47b: Después de 14. 0-0
47c: Después de 8. i,xc4
60
48a: Después de 7 . ... , f6
48b: Después de 12. �e1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 48
¿Una celada refutada?
La partida siguiente muestra, al parecer, la refutación de una línea empleada contra la Defensa Francesa que durante mucho tiempo se había considerado buena para las blancas.
Almeida-Romero Holmes Zonal, Andorra, 1987
1. e4, e6 2. d4, d5 3. t2Jd2, t2Jf6 4. e5, t2Jfd7 5. j,d3, c5 6 •• c3, t2Jc6 7. tt:Jgf3, f6 (48a) 8. tt:Jg5, ...
Se solía recompensar con un signo de exclamación, y 8 . . . . , t2Jdxe5 se consideraba la única defensa. La presente partida parece refutar esto, sin embargo, con lo que las blancas quizás deberían preferir el sacrificio de peón 8. 0-0. La partida Plachetka-Mellado, Casablanca, 1994, continuó con 8 . . . , fxe5 9. tt:Jxe5, t2Jdxe5 10. dxe5, tt:Jxe5 11. �h5+, t2'lf7 12. l:f. e1 (48b), con buena compensación para las blancas, que acabaron ganando.
8 . ... , fxg5 9. 'iVh5+, g6 10. _1xg6+, hxg6 11. 'iVxg6+, �e7 12. t2Je4 (48c), t2Jdxe5!
La mejora clave. En cambio, 12 . . . . , _1h6?? pierde por 13. _1xg5+, _1xg5 14. 'iVg7+, �eS 15. t2'ld6#, variante que mi amigo Chris Rice llevó a cabo una vez en una partida de torneo.
13. dxe5, �d7! 14. _1xg5, tt:Jxe5 15. tt:Jxc5+, _1xc5 16. 'iVg7+, _1e7 17. _1xe7, 'iVxe7 18. 'iVxe5, � g8
Las negras tienen ventaja de material decisiva y acabaron ganando.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 49
El hombre de una apertura
Una pregunta eterna en el ajedrez es si es mejor poseer una amplia variedad de aperturas o solamente una. Las ventajas de ambos planteamientos son obvias. Es más difícil prepararse contra el jugador que tiene una amplia variedad de sistemas, quien, además, tenderá menos a jugar de manera estereotipada, mientras que el que se atiene a unos pocos sistemas puede llegar a comprender a fondo la línea elegida, lo que un practicante a media jornada nunca puede hacer.
En los últimos tiempos, probablemente como resultado del creciente uso de bases de datos informáticas, la balanza se ha inclinado de manera definitiva en favor del primer planteamiento, pero durante muchos años la mayoría de los jugadores tendía a atenerse a un repertorio restringido. Quizás el mejor ejemplo de ello sea el GM alemán Uhlmann, cuyos más de 40 años de dedicación exclusiva a la Defensa Francesa le han reportado un gran éxito. La partida siguiente es una de sus victorias más fáciles con su querida apertura.
Pavlov-Uhlmann Halle, 1981
1. e4, e6 2. d4, d5 3. tt:Jc3, J,b4 4. fbge2, dxe4 5. a3, J,xc3+ 6. tt:Jxc3, lZ:Jc6 7. J,b5, tt:Jge7 8. j,g5, f6 9. J,e3, f5 10. �d2, o-o 11. o-o-o, lZ:Jd5 (49a)
Las negras tienden una malévola celada, en la que el desdichado Pavlov se mete de cabeza.
12. J,g5??, e3! 13. j,xe3, f4 14. lbxd5, �xd5 15. J,xc6, �a2! (49b)
La sutileza final, que gana una pieza y con ella la partida. Antes de que los jugadores de la Francesa se entusiasmen por 11 . ... , ébd5, sin embargo, nótese que la prosaica 12. tt:Jxd5!, exd5 (o 12 . ... , �xd5 13. c4, con compensación) 13. J,xc6, bxc6 14. j,f4 (49c) da buena compensación a las blancas y deja a las negras un futuro bastante anodino.6
61
49a: Después de 11. . .. , lZ:Jd5
49b: Después de 15 . ... , �a2!
49c: Después de 14. J,f4
62
50a: Después de 4. �g4
50b: Después de 12. �h3
50c: Después de 1 O. � f1!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 50
De los tiempos de Maricastaña
La próxima celada es otra de la colección de «viejas joyas••; una de las partidas principales en las que se ha jugado es Chigorin-Mieses, Ostende, 1906. No obstante, encontré una docena de ejemplos recientes, y, sin duda, hay muchos más. Más aún, en la partida que sigue, ¡las blancas incluso se las ingenian para mejorar el juego de Chigorin!
L. Kiss-Jurecka Finkenstein, 1995
1. e4, e5 2. i,c4, 'bc6 3. 'bc3, i,c5 4. iYg4 (50a), �f6?
Natural, pero se topa con un gran contragolpe. Es mejor 4 . ... , g6, después de la cual en la partida Larsen-Portisch, Santa Mónica,
1966, se continuó con 5. 'i'f3, 'bf6 6. ltJge2, d6 7. d3, i,g4 8. 'iVg3, h6 9. f4, 'iVe7 10. 'Lld5, 'bxd511. 'i'xg4, tl:lf612. 'i'h3 (50b), con ventaja de las blancas.
5. 'Lld5!, l/i'xf2+ 6. �d1' . . . De repente, las negras tienen muchos pro
blemas, puesto que g7 está colgando, y la dama perderá mucho tiempo después de 'bh3 de las blancas.
6 . ... , �f8 7. 'bh3, 'i'd4 8. d3, d6 9. ¡yf3, .. .
Una «mejora>> en relación con la partida Chigorin-Mieses, antes mencionada, en la que se jugó 9. 'iVh4. La jugada del texto también contiene una gota de veneno, que las negras, como era de esperar, tragan.
9 . . .. , i,xh3? 10 . .l::( f1 !, •.• (50c) Las negras abandonan, puesto que, ade
más de amenazar mate en f7, la última jugada de las blancas quita la casilla f2 a la dama negra y amenaza así 11. c3.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 51
Especial sobre un encuentro entre condados
Con el aumento de los torneos de fin de semana en Gran Bretaña, la popularidad del ajedrez condal ha caído en picado, pero por lo que a mí se refiere siempre he disfrutado de él al máximo. He tenido la suerte, quizás, de residir durante la mayor parte de mi vida en Kent, condado que ha tenido una plantilla sorprendentemente estable de jugadores fuertes en los pasados 20 años, por no mencionar la serie de capitanes de equipo voluntariosos y eficientes. La partida que sigue se cuenta entre las más divertidas que he presenciado. El perdedor fue un jugador de Kent que por aquel entonces tenía un elo de 2.000, y como puede usted imaginarse, ¡el apoyo de sus compañeros de equipo apenas pudo disimular su diversión! Por respeto a los sentimientos del perdedor (le podría pasar a cualquiera, etc.) no he dado a conocer la identidad de los jugadores implicados.
1. e4, eS 2. j,c4, lL'lf6 3. lL'lc3, lL!xe4 4. j,xf7+?, ...
Es mucho mejor 4. 'iVh5, que puede conducir a la variante, larga y muy incierta, 4 . ... , lL'ld6 5. j,b3, lL'lc6 6. lL'lb5, g6 7. ¡vf3, f5 t3: ¡vd5, 'i/ie7 9.lL!xc7+, �d8 10. lL!xa8, b6 (51 a).
4 . .. . , �xf7 5.lL!xe4, ••• (51b) Ahora la natural 5 . ... , d5 daría buena parti
da a las negras. En cambio, deciden diferir esta jugada en favor del desarrollo de piezas.
5 . ... , liJeS? 6. ¡vf3+, �g8?? En vez de esto, era esencial 6 . ... , �es,
aunque no sea al centro adonde quieren retirarse las negras con el rey.
7. ltJgS!, ••. (51c) Nunca olvidaré el fuerte sonrojo que se apo
deró de la cara del jugador de las negras cuando esta jugada apareció en el tablero. ¡Le llevó cinco minutos enteros convencerse de que no había defensa antes de abandonar y marcharse de la sala con bastante rapidez!
63
51 a: Después de 10 . ... , b6
51 b: Después de 5. lL!xe4
51 e: Después de 7. liJgS!
64
52a: Después de 5 . ... , ,i.e7
52c: Después de 12. ,i.xf4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 52
¿Celada, error garrafal o simplemente ambas cosas?
La línea siguiente de la Defensa Philidor siempre ha sido controvertida.
Kenworthy-Eales Final del Cto. Condal
de Inglaterra, 1997
1. e4, e5 2. éL:lf3, d6 3. d4, éL:lf6 4. tLlc3, éL:lbd7 5. ,i.c4, ,i.e7 (52a)
Ahora las blancas tienen dos maneras de intentar destruir a las negras mediante un sacrificio en la casilla f7. Ha quedado establecido que sacrificar directamente caza a las blancas en vez de a las negras: 6. ,i.xf7+, �xf7 7. éLJg5+, �g8 8. tLle6, 'iYe8 9. tLlxc7, 'iYg6 10. tLlxa8, 'iVxg2 11. 1::!. f1 (52b), exd4 12. 'iVxd4 (12. �e2, dxc3 13. 'ii'c4+, d5 14. 'iYxc8+, �f7; l. Rabinóvich-lliin-Zhenevski, URSS, 1922) 12 . ... , éLJe5 13. f4, éLJfg4! da la victoria a las negras; Heidenfeld-Wolpert, Johannesburgo, 1955.
La teoría, por tanto, considera que las blancas deberían interpolar primero el cambio de peones en e5.
6. dxe5, dxe5 Cuando Richard Eales, mi compañero de
equipo, jugó esto, pensé que había cometido un error garrafal, puesto que yo siempre había creído que el sacrificio siguiente daba la victoria a las blancas. En vez de esto, la teoría considera 6 . ... , tLlxe5 mejor. Las cosas no están tan claras, sin embargo.
7 . .i.xf7+, •..
La alternativa 7. éLJg5, 0-0 8. ,i.xf7+, �xf7 9. éL:le6, 'iYe8 10. tLlxc7, 'iYd8 11. tLlxa8, b5! 12. éL:ld5, ,i.d6! 13. 0-0, ,i.b7 14. éL:lac7, ,i.xc7 15. tLlxc7, 'iYxc7 estuvo bien para las negras en Arulaid-Heuer, Cto. de Estonia, 1970.
7 . ... , �xf7 8. éLJg5+, �g8
101 CELADAS DE APERTURA
Esta jugada es la más común, pero 8 . . . . , �g6 es crítica. Keres da entonces 9. f4! (9. h4, h5 10. f4, exf4 11. é2)e2, i,d6 12. e5, é2)xe5!) 9 . ... , exf4 10. l2Je6, ¡fg8 11. l2Jxc7, 1:1 b8 12. i,xf4 (52c) como el mejor juego que tienen ambos bandos.
Keres sugiere que las blancas tienen compensación, aunque el desalmado materialista de silíceo, Fritz, de manera característica, prefiere las negras. Bien es verdad que las negras tienen problemas para coordinar las piezas, pero en vista del resultado de la partida que nos ocupa, tal vez sea esta línea su mejor opción.
9. ltJe6, �e8 10.é2)xc7, �g6 11.é2)xa8, ¡fxg2 12. 1:1. f1, é2)c5 (52d)
Una vez que se llegó a esta posición, quedó claro que Richard no se había equivocado en absoluto, sino que era justo la que buscaba, como confirmó más tarde. La había jugado antes y consideraba que las blancas solamente estaban un poco mejor. Este veredicto tal vez tenga que revisarse después de la presente partida, sin embargo, porque las blancas mantienen la iniciativa de principio a fin, y las defensas negras acaban derrumbándose.
13. 'iVe2, i,h3 14. i,e3, �xf1+ 15. �xf1, i,xf1 16. �xf1 (52e), tt:Jg4?!
Esto gana un peón, pero pierde valioso tiempo, permitiendo a las blancas meter la torre en los puntos vitales de las negras. Sin embargo, se han probado tanto 16 . ... , t2Je6 como 16 . . . . , �f7 y no igualan, así que parece que las negras tienen problemas aquí.
17. l2Jc7, tt:Jxh2+ 18. �g2, é2)g4 19. i,xc5, i,xc5 20 . .l::í.d1, h5 21. é2)e6, i,e7 22 . .l:,d7, ... (52f)
Al penetrar la torre en la séptima fila, la ventaja de las blancas es de carácter decisivo, y el resto no consiste más que en sofocar las operaciones de resistencia.
22 . ... , i,f6 23. é2)d5, � h6 24. f3, i,h4 25. fxg4, l:;[xe6 26. gxh5, .l::í.a6 27. �h3, i,g5 28. I!xb7, .l:!,xa2 29. c4, �h7 30. c5, �a6 31. �g4, 'ii;>h6 32 . .l::í.d7, g6 33. hxg6, �xg6 34 . .l::í.d6+, .ldxd6 35. cxd6, i,d8 36. b4, a5 37. bxa5, i,xa5 38. tt:Je7+, 'ii;>f7 39. t2Jc6, i,b6 40. d7, 1 -O
65
52d: Después de 12 . ... , é2)c5
52e: Después de 16. 'ii;>xf1
52f: Después de 22 . .l:!. d7
66
53a: Después de 5. lbc3
53b: Después de 11 . ... , 0-0
53c: Después de 6. 'iYe2
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 53
Nunca confíe en lo que haya leído
No se da a menudo que una partida se decida en las seis primeras jugadas; cuando el perdedor es un jugador de la categoría de Anand, ¡tiene que haber gato encerrado! Lo hay, en efecto. Siga leyendo.
Zapata-Anand Biel, 1988
1. e4, eS 2. lbf3, tbf6 3. tbxe5, d6 4. lbf3, lbxe4 5. lbc3 (53a), i,fS??
La jugada habitual aquí es 5 . ... , tt:Jxc3, con una posición tan anodina que incluso da mala fama a la Petrov.
La textual se había jugado antes en la partida Miles-Christiansen, Cto. de Estados Unidos, San Francisco, 1987, que había acabado pronto en tablas después de 6. lt:Jxe4, i,xe4 7. d3, i,g6 8. i,gs, i,e7 9. i,xe7, 'iVxe7+ 10. i.e2, lbc611. 0-0, 0-0 (53b), etc. Anand recordó haber visto esta partida publicada en el prestigioso lnformatore, impresionado por la facilidad con que Larry Christiansen había hecho tablas, decidió probarla él mismo.
6. �e2, ... (53c) Después de esta «mejora•• , sin embargo,
el pobre Vishy tuvo que abandonar, ya que las negras pierden una pieza. La pregunta de los 64.000 dólares es: ¿cómo pudo escapárseles a Christiansen y a Miles una jugada tan obvia? Investigaciones posteriores revelaron que no se les había escapado. Lo que no reveló la fuente de Vishy es que ¡Miles y Christiansen habían pactado las tablas de antemano! En el tablero, Tony vio que 6. 'iYe2 ganaba, pero se comportó como un caballero y no la jugó. Con todo, tengo entendido que sí pasó algunos segundos, «puliendo» la casilla e2 con el dedo índice hasta que quedó satisfecho de la tonalidad rojiza que cobraba la cara de Larry Christiansen, después de lo cual, Tony ¡tomó en e4!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 54
La tienda de antigüedades
En el mundo ajedrecístico moderno, no se obtienen beneficios a menudo por estudiar análisis de 100 años de antigüedad, pero de vez en cuando uno da con un caso en el que conocer algún análisis muy antiguo resulta muy valioso. En la partida siguiente, el original GM yugoslavo Ljubojevié cae víctima de un ataque devastador, y su estado de ánimo después de la partida no pudo haber mejorado al descubrir que ¡todo era un viejo análisis de Carl Schlechter de principios del siglo xx!
Ljubojevié-Makarichev IBM, Ámsterdam, 1975
1. e4, es 2. tt:Jf3, tt:Jf6 3. tt:Jxe5, d6 4. tt:Jf3, ttJxe4 5. d4, d5 6. i,d3, i,e7 7. o-o, tt:Jc6 8. l::!.e1, i,g4 9. c3, f5 10. 'ifb3, o-o (54a) 11. tbfd2?, ..•
Esta jugada pierde por fuerza gracias al sacrificio que sigue, algo que Schlechter había demostrado 70 años antes de que se publicara esta partida. Huelga decir que Makarichev, destacado especialista de la Petrov, lo conocía. Su tarea, por tanto, no era demasiado difícil, aunque la ejecutó de la manera más eficaz.
11 . ... , tt:Jxf2! 12. <;t>xf2, i,h4+ 13. g3, f4 14. <;t>g2, fxg3 15. i,e4, i,h3+! (54b)
Un toque de distinción. 16. <;t>xh3, 'ifd7+ conduce al mate con rapidez. «Ljubo» sigue luchando, pero con el rey totalmente expuesto no puede tener esperanzas de salvar la partida.
16. <;t>g1, gxh2+ 17. <;t>xh2, 'ifd6+ 18. <;t>h1, i,xe1 19. 'ifxd5+, 'ifxd5 20. i,xd5+, <;t>h8 21. tt:Jf3, i.g3 22. tt:Jg1, i,t1 23. tbd2, Z;Iae8 24. tt:Je4 (54c), �xe4! 25. j,xe4, .l:tf2 26. tt:Jf3, i,g2+ 27. <;t>g1, i,xf3 28. j,xf3, bt xf3 o - 1
67
54a: Después de 10 . ... , 0- Q
54b: Después de 15. . .. , i,h3+!
54c: Después de 24. tbe4
68
N
55c: Después de 19. t2Jd5
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 55
No se gana abandonando
Otra gema de la «Colección del Gran Desastre en f7•• . En verdad, ¡no habrá nada mucho más drástico que esto!
Sánchez Jiménez-Tofe Mata Zaragoza, 1995
1. e4, e5 2. tt:Jf3, t2Jc6 3. d4, exd4 4. J,c4, J,e7 5. c3, dxc3? 6. �d5! (55a), lt:Jh6 7. J,xh6, 1 -O??
Esto es en realidad el error garrafal. Pese a las apariencias, las negras no pierden una pieza, porque después de 7 . ... , 0-0 las blancas no pueden conservar la pieza de ventaja a causa de 8. J,c1 ?, lLJb4 (55b), etc.
Mi base de datos contiene no menos de 19 partidas que llegan a la posición que se produce después de 5 . ... , dxc3. A dos jugadores se les escapó 6. 'ii'd5, pero ganaron de todos modos luego de 6. 'iVb3. Del resto, todos jugaron 6. 'ii'd5, pero tres acabaron perdiendo tras 7 . ... , 0-0 8. t2Jxc3, gxh6 y otro no hizo más que tablas. Una de las actuaciones de las blancas que tuvieron éxito fue Zarnicki-M. Rubin, Buenos Aires, 1990, en la que se jugó 9. 'ii'h5, J,f6 10. ¡vxh6, d6 11. lLJd5, J,g7 12. 'ii'h5, t2Je5 13. t2Jxe5, dxe5 14. 0-0, c615. t2Je3, h6 16. 1:rfd1, 'ii'e7 17. l::1,d3, b5 18. J,b3, c5 19. t2Jd5 (55c), 'ii'g5 20. 'ii'xg5, hxg5 21. tt:Je7+, � h7 22. j, d5, l:t. b8 32. l:t c1 , c4 24. l::!. a3, a6 25. lt:Jxc8, 1::1, bxc8 26. 1::!. xa6, 1::!. c5 27 . .l:lc3, f6 28. Jl,a7, �g6 29. J,e6, g4 30. J,xg4, J,h6 31. J,f5+, �h5 32 . .l:i.h7, l:í_d8 33 . .l::i,h3+, �g5 34. l::i:g3+, 1 - o.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 56
Conozcamos los clásicos
La próxima partida es un ejemplo excelente del valor que tiene conocer los clásicos. Si las blancas hubieran estado familiarizadas con la partida por correspondencia Hermann-Keres de 1936 nunca habrían sufrido la bochornosa y aplastante derrota que sigue.
Romijn-Arp Memorial Donner, Árnsterdam, 1996
1. e4, eS 2. l2Jf3, tt:Jc6 3. d4, exd4 4 •
.i,c4, l2Jf6 S. es, dS 6 • .i,bS, l2Je4 7. tt:Jxd4, .tes 8. 0-0, 0-0 (56a)
Para todo aquel que no conozca esta posición, la pregunta obvia es por qué las blancas no pueden jugar aquí 9. tt:Jxc6. Esta partida proporciona una respuesta muy convincente.
9. l2Jxc6?, • • •
Es correcto 9 . .i,xc6, bxc6 10 . .i,e3 (56b), con igualdad de oportunidades (pero no 1 O. tt:Jxc6?, 'ib'd7 11. l2Jd4, .i,a6, con iniciativa de las negras).
9 . • • . , bxc6 10 • .i,xc6, .i,a6! Poniendo de manifiesto la falta de desarro
llo de las blancas. 11 • .i,xa8, .i,xf1 12. 'ib'xf1?, • . .
Eligiendo la línea de menor resistencia. La partida antes mencionada, Hermann-Keres, continuó con 12 . .i,e3, .i,xe3 13. fxe3, i,xg2 14. 'ti'g4, .i,h3! 15. 'ib'xh3, 'fb'g5+ 16. �f1, � xa8, con ventaja posicional ganadora para las negras.
12 • • • • , i.xf2+ 13. �h1, 'fb'h4 (56c) No hay defensa contra ... , t¿jg3+. Es más
bien extraordinario que alguien jugara esta posición en el tablero, pero Romijn sigue dando tumbos durante un par de jugadas.
14. i,f4, 'ib'xf4 1S. g3, 'ib'f3+ o - 1
69
56a: Después de 8 . . • . , 0-0
56b: Después de 10 . .i,e3
56c: Después de 13 . ••. , 'ib'h4
70
57a: Después de 5. exd5
57b: Después de 8. 'i6h5+
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 57
El silencio de los corderos
Una de las primeras celadas que aprende todo jugador es el notorio «ataque del hígado frito». Es más sorprendente que ocurra todavía en el juego práctico. En la partida siguiente, las blancas emplean una versión diferida y más fuerte todavía de la línea y descuartizan al adversario con una brutalidad que habría complacido incluso al famoso entendido en hígados fritos, el mismísimo Dr. Hannibal Lecter.
Clarisse-Van Dijke Vlissingen, 1996
1. e4, e5 2. t¿jf3, t¿jc6 3. i_c4, tbf6 4. t¿jg5, d5 5. exd5 (57a), t¿jxd5?
Metiéndose en la celada. Aquí es necesario 5 . . .. , t¿jas, 5 . .. . , t¿jd4 o 5 . .. . , b5.
6. d4!, ... Más fuerte todavía que sacrificar directa
mente en f7, después de lo cual la variante 6. tbxf7, �xf7 7. �f3+, �e6 8. t¿jc3, t¿je7 permite a las negras seguir jugando, aunque las blancas han puntuado de manera abrumadora en la práctica.
6 . ... , e4 7. t¿jxf7, �xf7 8. 'iY'h5+ (57b), g6
8 . . . . , �e6 9. t¿jc3, t¿jce7 10. �eS+ (57c), la variante alternativa, ilustra de manera más bien drástica la ventaja de haber incluido las jugadas 6. d4, e4.
9. i,xd5+, �g7 10. i,h6+, 1 - 0
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 58
Cómo hacer tablas con Alekhine
La llamada «celada del Arca de Noé» es conocidísima, y sin embargo sigue aflorando en el juego de torneo. Su aparición más famosa probablemente no sea una partida, no obstante: al comentar su partida con Yates del torneo de Nueva York (1924), ¡Aiekhine dice que toda la variante conduce a las tablas!
Aschenberg-Doll Endingen, 1987
1. e4, e5 2. lLJf3, t¿jc6 3. i,b5, a6 4. i,a4, d6 5. d4, b5 6. i,b3, tt:Jxd4 7. tt:Jxd4, exd4 (58a) 8. �xd4??, ...
Casi cualquier jugada sería mejor aquí. Las dos más comunes son 8. c3 y 8. i,d5. Ninguna promete ventaja a las blancas, sin embargo, lo que sirve para subrayar lo inofensiva que es toda la variante 5. d4. El gran Paul Keres, por ejemplo, ganó varias partidas con negras a partir de la posición que se produce después de 8. i,d5, l::!, b8 9. i,c6+, i,d7 1 O. i,xd7+, 'ti'xd7 11. 'iVxd4, t¿jf6 12. 0-0, i,e7 13. l¿jc3, 0-0 (58b), incluida una famosa y brillante partida contra Hort en Oberhausen en 1961.
8 . ... , c5 9. 'ii'd5, i,e6 10. 'i:Yc6+, i,d7 11. �d5, ... (58c)
Aquí, Alekhine no daba más que 11 . ... , i,e6, haciendo tablas, ¡aunque tengo la sospecha de que no habría hecho esta jugada si hubiera surgido la posición!
11 . ... , c4 0 - 1 Debería añadir que de las seis partidas
que encontré con esta celada las blancas se las ingeniaron para ganar una, mientras que en otra las negras prefirieron 8 . ... , t¿jf6 en vez de 8 . ... , c5 ( ¡intentando quizás mejorar en comparación con la partida que ganaron las blancas!), ¡y acabaron ganando de todos modos!
71
58a: Después de 7 . ... , exd4
58b: Después de 13 . ... , 0-0
58c: Después de 11. 'iV d5
72
59a: Después de 3 . ... , tLld4
59b: Después de 10 . ... , �f8
59c: Después de 22. 'iYxb6
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 59
Una que no sirve de nada
En el siguiente choque entre generaciones, el veterano maestro inglés Joseph Henry Blackburne tiende una celada bastante desagradable al joven Alekhine y obtiene una pieza limpia, pero el jovenzuelo deja entrever lo que se avecina al enredar a su adversario en las complicaciones y hacer tablas.
Alekhine-Blackburne San Petersburgo, 19 14
1.e4, e5 2. ct:Jf3, ct:Jc6 3. i,b5, tLld4 (59a) La Defensa Bird fue brevemente popular a
principios de la década de 1980 antes de vol-ver a caer en un merecido olvido. Ofrece algunos trucos contra el incauto, sin embargo, y podría valer la pena probarla de vez en cuando en el ajedrez de club.
4. ct:Jxd4, exd4 5. 0-0, g6 6. d3, i,g7 7. f4, c6 8. i,c4, d5 9. exd5, cxd5 10. i,b5+, �f8 (59b)
Este rústico planteamiento es un tema común de esta apertura. Las negras intentan «Sutilezas» como ... , h5, ... , ct:Jg4, etc.
11. CLJd2??, .. . ¡No es la jugada que uno esperaría de un
futuro campeón mundial! 11 . ... , 'lWa5! De repente se pierde una pieza, pero el jo
ven campeón en ciernes sigue luchando y poco a poco supera al veterano.
12. a4, a6 13. tLlb3, 'iYd8 14. i,d2, axb5 15. axb5, l:txa1 16. i,b4+!, ct:Je7 17. 'iYxa1, i,f6 18. 'iVa7, b6 19 . .l:Ie1, i,e6 20. �h1, h5?! 21. i,xe7+, 'lWxe7 22. 'iYxb6 (59c)
Las posibilidades se están igualando constantemente.
22 . ... , 'iYb4 23. 'iYc5+, 'iYxc5 24. ct:Jxc5, i,d8?
24 . ... , �e7 todavía debería ganar. 25. ct:Jxe6+, fxe6 26. l:t xe6, ... El final fue tablas.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 60
Una vieja joya
La celada que sigue es una de las más famosas de todas. Aunque es relativamente de poca relevancia práctica hoy día -pues la Defensa Steinitz hace tiempo que ha dejado de ser popular en el ajedrez magistral-, tiene su importancia histórica particular en el desarrollo de la teoría de aperturas. Fue esta celada la que demostró que las negras no podían mantener el peón de e5 en la Defensa Steinitz, y esto, a su vez, hizo que se prestara más atención a la jugada 3 . ... , a6, que permite más tarde salir de la clavada con ... , b5. El resultado final fue el desarrollo de las líneas principales de la Variante Cerrada de la Ruy López, que siguen siendo populares en nuestros días.
Tarrasch-Marco Dresde, 1892
1. e4, e5 2. éi:Jf3, éi:Jc6 3. j_b5, d6 4. d4, j_d7 5. éi:Jc3, j_e7 6. 0-0, éi:Jf6 7. ,lde1 (60a), 0-0?
Esta jugada es fatídica. Las negras deben ••entregar» el centro (como dijo Tarrasch) mediante 7 . ... , exd4.
8. _txc6, _txc6 9. dxe5, dxe5 10. ¡jxd8, �axd8
O 10 . ... , ,i:tfxd8 11. tt:Jxe5, _txe4 12. tt:Jxe4, tt:Jxe4 13. éi:Jd3, f5 14. f3, _tc5+ 15. �f1 !, J::i. f8 16. �e2 (60b), ganando las blancas.
11. tt:Jxe5, _txe4 12. tt:Jxe4, tt:Jxe4 13. ét:Jd3, ... (60c)
La maraña de piezas en la columna ••e>> costará material a las negras.
13 . ... , f5 14. f3, Jic5+ 15. tt:Jxc5!, ... Mejor que 15. �f1, j_b6 16. fxe4, fxe4+
17. éi:Jf4, g5, que sigue siendo incierto. 15 . ... , tt:Jxc5 16. j_g5, l::!,d5 17. j_e7,
1 - o El otro aspecto interesante de esta partida
es que iTarrasch había publicado toda la línea de análisis 18 meses antes en la Deutsche Schachzeitung!
73
60a: Después de 7. l::!, e1
60b: Después de 16. �e2
60c: Después de 13. éi:Jd3
74
61 a: Después de 7 • •.• , 0·0
61b: Después de 11 • ... , C2Jd7
61c: Después de 18 • ••• , b5
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 61
Ganemos la batalla psicológica a los juveniles
El eterno problema de cómo jugar contra los juveniles se nos plantea a todos a medida que los años se nos echan encima implacablemente. La próxima partida muestra una táctica eficaz: elegir aperturas que pasaron de moda 100 años antes más o menos del nacimiento del adversario. Puede apostarse la vida a que en esta era de ordenadores, sabrá todas las sutilezas de todo lo que hayan jugado Kaspárov o Anand, ¡pero las partidas de Steinitz y Zukertort es menos probable que figuren en The Week In Chess!
McShane-Cámpora Benasque, 1996
1. e4, e5 2. C2Jf3, ltjc6 3. j,b5, C2Jf6 4. o-o, d6 5. n e1' j,d7 6. c3, j_e7 7. d4, o�o (61a) 8 . C2Jbd2?, •••
Permitiendo un truco barato que libera la posición de las negras y les reporta la pareja de alfiles.
8 . .•. , et:Jxd4! 9. cxd4, ••.
Recuerdo haber visto una vez una partida de David Bronstein en la que el adversario prefirió sacrificar un peón y ser él quien conservara la pareja de alfiles después de 9. ltjxd4, exd4 10. j,xd7, dxc3 11. j,a4, cxd2 12. j,xd2.Las blancas tienen algo de compensación, pero resultó insuficiente.
9 . ... , j,xb5 10. dxe5, dxe5 11. et:Jxe5, etJd7 (61b)
La pareja de alfiles y la debilidad de d3 dan clara ventaja a las negras, y en esta ocasión al joven le falla la capacidad de resistencia.
12. �b3, j,a6 13. C2Jec4, et:Jc5 14. �c2, �d3 15. �xd3, et:Jxd3 16 • .ild1, I:i.ad8 17. b3, j,c5 18. c;itf1, b5 (61c) O - 1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 62
La caída del muro de Berlín
El año pasado más o menos (1997), Tony Miles revivió la Defensa Berlinesa con considerable éxito, buscando el final que surge después de 1. e4, e5 2. 'LJf3, ct:Jc6 3 . .tb5, lLJf6 4. 0-0, ct:Jxe4 5. d4, 'LJd6 6. i,xc6, dxc6 7. dxe5, lLJf5 8. 'iVxd8+, �xd8, etc. Los jugadores de las blancas que deseen evitar esta posición, más bien técnica, tal vez se cuiden de investigar la vieja línea 5. 1::t e1, que aunque les promete poco contra una defensa exacta, al menos mantiene más piezas en el tablero y tiende una o dos celadas desagradables al incauto. Toda la línea fue objeto de un extenso artículo escrito por Jimmy Adams en la BCM ya en 1979, y él es la fuente de la partida que sigue.
Bachmann-Fiechtl Ratisbona, 1887
1. e4, e5 2. ct:J f3, 'LJcS 3 . .tb5, ct:J f6 4. o-o, ct:Jxe4 5. l::te1, 'Lld6 6. 'bc3, 'bxb5 7. ct:Jxe5, ... (62a)
Ahora las negras deben jugar la sólida 7 . .. . , .te?, evitando el peligro en la columna «e•• abierta. En cambio, pierde capturar cualquiera de los caballos.
7 . ... , ct:Jxe5? O 7 . ... , 'bxc3? 8. 'bxc6+, .te? 9. 'bxe7,
ct:Jxd1 10. ct:Jg6+, Vi/ie7 11. 'bxe7, ganando las blancas.
8. I:l,xe5+, .te? 9. 'Lld5!, d6 La alternativa 9 . ... , 0-0 10. ct:Jxe7+, Wh8
también pierde de manera drástica después de 11. �h5, g6 12. 'iVh6, d6 13. 1::t h5, gxh5 14. ¡vf6#.'
10. �xe7+, �f8 11. 'iVf3, f6 12. d3, es
(62b) Permitiendo un elegante final. 13. �xf6+!, gxf6 14 . .th6+, �g8 15.
ct:Jxf6# {62c)
75
62a: Después de 7. ct:Jxe5
62b: Después de 12 . ... , c6
62c: Después de 15. 'bxf6#
76
63a: Después de 8. d4
63b: Después de 1 O. .. ., Jl,e7
63c: Después de 18.lL\e3
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 63 Pongamos a prueba la Arcángel
La Variante Arcángel de la Ruy López ha revivido recientemente en forma un tanto corregida, que implica el orden de jugadas 6 . ... , Jl,c5. Esta «Nueva Arcángel•• ha gozado de gran popularidad en manos de jugadores como Shírov y nuestro propio Mickey Adams. La «Arcángel•• original, sin embargo, pasa por una mala época y se ve pocas veces en nuestros días. Tal vez el reto más crítico a su viabilidad sea la línea que se ve en la partida siguiente. Aunque las negras no tienen por qué caer en esta celada en concreto, su posición pende de un hilo, y pocos jugadores parecen dispuestos a defenderla hoy en día.
Mecking-Harandi Interzonal, Manila, 197 6
1. e4, e5 2. lLl f3, lLl c6 3. Ji b5, a6 4. Jl,a4, lL\f6 5. o-o, b5 6. Ji,b3, Ji,b7
Esta jugada caracteriza la «Arcángel•• propiamente dicha, línea que gozó de gran popularidad durante gran parte de la década de 1970. Uno de sus practicantes más leales era el GM inglés Glenn Flear, aunque también él acabó abandonándola después de tener algunas experiencias accidentadas contra la línea mostrada en la presente partida.
7. c3, lt:Jxe4 8. d4 (63a), exd4? Cándido, como mínimo. La única manera
de jugar la posición es 8 . .. . , lL\a5, pero incluso aquí la posición negra es inestable en extremo.
9. �e1, d5 10. lL\g5, Jl,e7 (63b) 11. l::i,xe4!, dxe4 12. lL\xf7, ¡vd7 13. lL\xh8, 0-0-0 14. lLl f7, 1.i. f8 15. cxd4, lL\xd4 16. lL\e5, ¡vd6 17. lL\g4, h5 18. lL\e3, ... (63c)
Las blancas han consolidado la pieza de ventaja y acabaron ganando sin dificultades.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 64
¿Un hombre para todas las celadas?
El GM ruso Artur Yusúpov ha sido uno de los jugadores más fuertes del mundo en los pasados 15 años, pero parece ser singularmente proclive a caer en celadas tácticas de una jugada. La partida de más adelante es uno de los tres casos de esa naturaleza que aparecen en este libro y también ilustra un escollo que resulta muy insidioso para las negras en la Variante Abierta de la Ruy López.
Tseshkovski-Yusúpov Zonal, Ereván, 1982
1. e4, e5 2. lZJ f3, liJeS 3. i,b5, a6 4. i,a4, lt:Jf6 5. o-o, lt:Jxe4 6. d4, b5 7. i,b3, d5 8. dxe5, i,e6 9. lt:Jbd2, lt:Jc5 10. e3, d4 (64a)
En el encuentro disputado entre Kaspárov y Anand por el Campeonato del Mundo de 1995, el campeón mundial revivió con brillantez el controvertido sacrificio de pieza de Kárpov 11. lt:Jg5 en esta posición. Antes de esa partida, sin embargo, la próxima jugada de las blancas se había establecido como línea principal y había sido el campo de batalla de numerosas partidas.
11. i,xe6, lt:Jxe6 12. exd4, lt:Jexd4 13. lt:Je4, i,e714. i,e3, •.• (64b)
Las blancas tienen una ventaja modesta, pero palpable.
14 . • . • , lt:Jf5 15. 'iVe2, o-o 16 • .l::!,ad1, lt:Jxe3 17. fxe3, ¡ves 18. lt:Jd4, lt:Jxd4 19. exd4, 'iYe6 20. lt:Jg3, f6 21. lt:Jf5 (64c), fxe5??
Muy factible en apariencia, pero inmediatamente fatídica.
22. 'iVb3!, 1 - o Por cierto, hay un malévolo rumor según el
cual una secuencia de jugadas idéntica se repitió en una partida de 1985 disputada entre dos directores actuales de Gambit Publications. i Me acojo a la quinta enmienda en vez de seguir con el comentario! [No tengo nada que ver con eso. (Nota del editor de Gambit Publications)]
77
64b: Después de 14. i,e3
64c: Después de 21. lZJ f5
78
65a: Después de 8 . ... , .,tes
65c: Después de 13. 1::!. xe4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 65
La otra celada de Tarrasch
Esto de las celadas puede ser muy confuso. Ya hemos visto la celada de Tarrasch (véase la Celada 61), pero esa no era más que la celada de Tarrasch en la Defensa Steinitz. Hay también otra celada de Tarrasch, esta vez en la Defensa Tarrasch. Es decir, en la Defensa Tarrasch de la Ruy López, que no debe confundirse con la Defensa Tarrasch del Gambito de Dama, que, por lo que yo sé, no contiene ninguna celada que lleve el nombre de Tarrasch.
¿Confundido? También lo estaban sus adversarios.
Tarrasch-Gunsberg Manchester, 1890
1. e4, eS 2. 'Llf3, 'LlcS 3 . .,tb5, aS 4 . .,ta4, 'Llf6 5. 0-0, 'Llxe4 S. d4, b5 7 . .,tb3, d5 8. dxes, .,tes (65a) 9. c3, •..
Durante muchos años, 9. c3 fue la línea principal de esta posición, pero más tarde se vio sustituida primero por la jugada de Keres 9. 'iVe2 y luego por 9. 'Llbd2, popular en la actualidad.
9 . ... , .,te7 10 . .l:1e1, 0-0 11. 'Lld4 (65b), �d7??
Es correcto 11 . . .. , 'Llxd4 12. cxd4, h6, con ventaja de las blancas: Hübner-Piket, Dortmund, 1992.
12. ltJxeS, fxeS A la captura con la dama se responde asi
mismo 13. n xe4. 13. 1::! xe4 (65c), 1 -O Curiosamente, Tarrasch derrotó a otro con
tendiente de la época por el campeonato mundial, Zukertort, de manera idéntica en Fráncfort (1887), con la diferencia de que Zukertort no abandonó enseguida.
101 CEL�DAS DE APERTURA
Celada 66
Cuando parecido no es lo mismo (2.a parte)
Muy a menudo en este libro, vemos el peligro de jugar estereotipadamente. Esto sucede, sobre todo, cuando la posición obtenida en el tablero se parece mucho a un tipo corriente que el jugador conoce bien, pero con una o dos pequeñas diferencias en apariencia insignificantes. La Ruy López con 'iV e2 en vez de 1::1. e 1 , más común, es un ejemplo excelente de ello. Como muestra la partida que sigue, la semejanza superficial de las posiciones oculta algunas diferencias tácticas desagradables.
Varavin-Levin Novosibirsk, 1989
1. e4, es 2. tt:Jf3, l2Jc6 3. i,bS, a6 4. i,a4, tt:Jf6 S. �e2, ... (66a)
Esta jugada la ha empleado con gran éxito el joven GM ruso Sergéi Tiviakov, y también la utilizó con mucho éxito Nigel Short en su victorioso Encuentro de Candidatos contra Kárpov en 1992.
S . ... , i,e7 6. 0-0, bS 7. i,b3, d6 8. a4 (66b), b4??
Una réplica muy corriente en posiciones así, pero al estar la dama blanca en e2, se topa con un golpe duro de verdad.
9. 'iVc4!, c;t>d7 La otra única opción es 9 . ... , 'iVd7, que
tampoco inspira mucha confianza en la posición negra. El resto es una matanza, que agrego para deleite de los sádicos que haya entre mis lectores.
10. aS, tt:Ja7 11. tt:JgS, l::!, f8 12. l2Jxf7, �e8 13. f4, c6 14. fxeS, dxeS 1S. d4, tt:Jxe4 16. �d3, l2Jf6 17. �fS+, rJ;;c7 18. �xeS+, �b7 19. l:[e1, tt:Jg8 20. i,gS (66c), l::!.xf7 21. i,xf7, 'ti'xf7 22. i,xe7, i,fS 23. i,xb4, ldd8 24. tt:Jc3, i,xc2 2S. l::!, ac1, i,d3 26. tt:Ja4, i,bS 27. tt:JcS+, �as 28. tt:Je6, 1 -o
79
66c: Después de 20. i,gs
80
67a: Después de 8. d4
67b: Después de 14. 1::t e3
67c: Después de 12. eS
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 67
Un escollo para el Marshall
El Ataque Marshall es una de las respuestas que inspiran más temor en la Ruy López, y tanto es así que muchos jugadores con blancas prefieren evitarlo. Incluso el propio Kaspárov, que yo sepa, no ha tomado nunca en el Marshall, auspiciando en su lugar 8. a4, la principal línea contra el Marshall.
La partida de más adelante muestra otro sistema para evitar el Marshall; empieza con 8. d4. La mejor réplica de las negras es transponer a una línea relativamente inofensiva de la Ruy López Cerrada mediante 8 . ... , d6 9. c3, il,g4, etc. Una de las razones por las que no pueden evitar esto se expone a continuación.
Penrose-A. R. B. Thomas Cto. de Gran Bretaña,
Aberystwyth, 196 1
1. e4, es 2. lL\f3, lL\c6 3. il,bS, a6 4. J,a4, lL\f6 S. 0-0, J,e7 6. l::te1, bS 7. il,b3, 0-0 8. d4 (67a), lL\xd4?
8 . ... , exd4 9. e5, la otra alternativa, también es desagradable, pero la textual pierde un peón por una jugada que no es tan fácil de ver si no se está familiarizado con la idea. Esta afirmación la corrobora el hecho de que encontré no menos de 14 ejemplos de esta celada.
9. itxf7+!, l::txf7 10. lL\xeS, lL\e6? La alternativa 10 . ... , lL\c6 también pierde
después de 11. lL\xf7, �xf7 12. e5, lL\g8 13. ¡gd5+, \t>f8 14. bie3 (67b), etc. La única posibilidad es seguir jugando con un peón menos mediante 1 O . ... , b:t f8, como hicieron los otros trece jugadores en las partidas que encontré; cinco de ellos se vieron recompensados con las tablas, mientras que uno (el veterano Sarapu) ¡incluso ganó!
11.lL\xf7, �xf7 12. eS, ... (67c) Solamente aquí se dieron cuenta las negras
de que no pueden irse con el caballo a causa de 13. ¡vf3+. Cedieron el caballo, pero se quedaron con una calidad menos y pronto perdieron.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 68
¡La que incluso yo vi!
¡Es una sensación agradable poder presentar una celada que conseguí evitar en el tablero!
Tangborn-Ebenfeld Porz, 1989
1. d4, tt'lf6 2. tt'lf3, e6 3. i,g5, es 4. e3, d5 5. c3, i,e7 6. tt'lbd2, b6 7. i,d3, tt'lbd7 8. 'ib'a4, • • •
Esto es una mejora en comparación con la famosa partida Spasski-Petrosián, Cto. del Mundo (7), Moscú, 1966, que es un modelo para las negras de cómo defender esta variante. Spasski jugó 8. 0-0, i,b7 9. tt'le5, tt'lxe5 10. dxe5, tt'ld7 11. i,f4, V/j¡c7 12. tt'lf3, h6 13. b4, g5 14. i,g3, h5 15. h4, gxh4 16. i,f4, 0-0-0 17. a4 (68a).
Aquí, 17 . ... , c4!! 18. i,e2, a6!, estratégicamente brillante, hizo que las blancas no pudieran abrir líneas en el flanco de dama y se enfrentaran a una causa perdida en el ala de rey.
8 . ••• , 0·0 9. tt'le5, i,b7 10. 0-0 (6Bb), tt'lxe5?!
Es probable que sea dudosa, pero todavía no fatídica. Contra Y e Rongguang en Amberes en 1996, preferí 1 O . ... , h6 y obtuve buen contrajuego después de 11. i,xf6, tt'lxf6 12. f4, VJi/c7 13 . .l::tae1, a6, etc.
11. dxe5, tt'ld7?? Esto es el verdadero disparate. Es obliga
toria 11 . ... , tt'le4, aunque luego de 12. i,xe7, VJi/xe7 13.'bxe4, dxe4 14. i,xe4 el hecho de que el peón suplementario esté doblado no ofrece a las negras nada que se parezca a compensación suficiente.
12. VJi/h4 (68c), 1 ·O
81
68a: Después de 17. a4
68b: Después de 1 O. 0·0
82
69a: Después de 7. l2Jd5#
69b: Después de 13. l2Ja4
69c: Después de 7. d5
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 69
Cuando la clavada no tiene mordiente
Hay muchos ejemplos de clavadas con ... , j,g4 que fracasan por un lance táctico que empieza por tt:Jxe5. Uno de los ejemplos originales es el llamado mate de Légal, que surge después de una secuencia como 1. e4, e5 2. l2Jf3, d6 3. j,c4, h6 4. tLlc3, j,g4? 5.l2Jxe5, j,xd1 6. itxf7+, �e? 7. tLld5# (69a).
La partida siguiente muestra que tácticas así pueden surgir incluso en nuestro propio tiempo. i El perdedor tenía un el o de 2.250 puntos!
Wilder-Barouty Nueva York, 1985
1. d4, d5 2. c4, tt:Jc6 3. tLlf3, j,g4 4. tt:Jc3, l2Jf6 5. cxd5, tt:Jxd5 6. e4, ...
Las negras ya tienen problemas y han puntuado muy poco a partir de esta posición. Luego de 6 . ... , j,xt3 7. gxf3, un ejemplo característico es Keres-Terpugov, Moscú, 1951, en el que se aplastó a las negras de manera espantosa después de 7 . ... , tLlb6 8. d5, tLlb8 9. j,f4, c6 10. 'iVb3, l2J8d7 11. �d1, 'iVc8 12. j,h3, g6 13.l2Ja4 (69b), etc.
Es probable que la mejor opción sea 7 . ... , tt:Jxc3 8. bxc3, e5. Ribli recomienda ahora 9. 1::1. b1, pero tras 9 . ... , j,d6 las negras tienen posibilidades razonables en la práctica.
6 . ... , lLlb6 7. d5, ... (69c) Las negras deben postrarse con 7 . ... ,
lLlb8, pero en vez de eso incurren en un verdadero disparate.
7 . ... , tLleS?? 8. l2Jxe5!, j,xd1 9. j,bS+, c6 10. dxc6, j,a4
Espectacular arrebato de desesperación, pero no cambia nada.
11. l2Jxa4, V//ic7 12. cxb7+, �d8 13. l2Jxf7#
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 70
Quien a hierro mata . . .
Algo que me sorprendió mucho al preparar este libro son las veces en que un jugador que elige una variante oscura e infrecuente cae en una celada conocida. La próxima partida es uno de esos casos. Es de suponer que todo aquel que juega el Contragambito Albin conoce el peligro de jugar prematuramente ... , i.h3, que permite el avance e6, y sin embargo esa jugada se da en la práctica una y otra vez.
0stenstad-Hartung Nielsen Copenhague, 1986
1. d4, dS 2. c4, eS 3. dxeS, d4 4. t¿jf3, ttJc6 s. g3, i.g4 6. i,g2, 'iYd7 7. o-o, o-o-o 8. 'iVb3, ... (lOa)
Todo escolar inglés sabe que las negras no pueden jugar 8 . . . . , i.h3 aquí.
8 . . . . , i.h3?? Pero claramente no todo escolar danés ... 9. e6!, i.xe6 10. tLleS, �d6 11. t2Jxc6,
bxc6 12. 'iVa4, 1 - O
Otro ejemplo, muy reciente, de esta misma idea es la partida que sigue, jugada el fin de semana de marzo de 1998 de la 4NCL:
Poulton-Spice 4NCL, 1997-1998
1. d4, dS 2. c4, eS 3. dxeS, d4 4. ttJ f3, ct:Jc6 S. g3, i,e6 6. tLlbd2, 'i:Wd7 7. i.g2, 0-0-0 8. 0-0, hS 9. b4, i.xb4 10. 'iYa4 (lOb), i.h3 11. e6!, i.xe6 12. ld b1, i.h3?
Esto es realmente querer que le den a uno. Había que intentar 12 . .. . , VJ/ie7 o 12 . .. . , 'iVd6, y la posición sigue siendo incierta.
13. t¿jeS! (lOe), ttJxeS 14. i,xb7+, �xb7 1S. v¡¡¡xb4+, �c6 16. i.a3, 1 - O
83
70a: Después de 8. �b3
70c: Después de 13. t¿jeS!
84
71 a: Después de 6. .. ., i,xb1
71 b: Después de 9. c7
71c: Después de 8. ..., l:i,xa2!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 71
La celada que no sucedió
Sospecho que muchos lectores habrán visto la celada que ocurre en la jugada 7 de la próxima partida, ya que se ha citado en muchos libros como una bonita miniatura ganada por Schlechter. Por desgracia, sin embargo, ¡no sucedió realmente! El desdichado señor Perlis evitó la catástrofe inmediata, pero pese a ello, la historia le ha atribuido una derrota en nueve jugadas.
Schlechter-Perlis Karlsbad, 19 1 1
1. d4, d5 2. ltJf3, i,fS 3. c4, c6 4. �b3, �b6 5. cxd5, �xb3 6. axb3, i,xb1 (71 a) 7. dxc6!, ftjxc6
Según algunos libros, la partida continuó con 7 . ... , i,e4 8. nxa7!!, l::i.xa7 9. c7 (71b), 1 - O. En realidad, sin embargo, Perlis prefirió ceder un peón y acabó perdiendo.
El GM británico Joe Gallagher, que reside desde hace años en Suiza y ahora forma parte de la selección nacional suiza, encontró a un adversario un tanto más cooperante en la partida que sigue y pudo demostrar la celada en su integridad:
Terentiev-Gallagher Liechtenstein, 1990
1. d4, ftjf6 2. i,gs, ftje4 3. i,f4, es 4. c3, �b6 5. �b3, cxd4! 6. �xb6, axb6 7. i,xb8?, dxc3! 8. i,eS??, bi,xa2! (71c)
Sin embargo, por alguna razón, Terentiev no vio adecuado abandonar en esta posición e hizo algunas jugadas absurdas más.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 72
El poder de la preparación
Soy amigo de Matthew Sadler desde su infancia y tengo que decir que me alegró indirectamente que se imprimiera en la prensa la partida siguiente. También representa la aportación teórica más importante de Matthew, al revivir una línea clave del Gambito de Dama Aceptado que estaba bajo grave sospecha. Más aún, esta novedad es tan fuerte que la jugada 5. 'Llc3 ha quedado fuera de órbita por completo, y muchos jugadores (Kárpov incluido) prefieren 5. f3 hoy en día.
lliescas-Sadler Zonal, Linares, 1995
1. d4, d5 2. c4, dxc4 3. e4, 'Llc6 4. i,e3, 'Llf6 5. 'Llc3, e5 6. d5, tiJaS!
Novedad original de Matthew, que la jugó por vez primera contra Vizhmanavin en ellntel QP de París en 1994.
7. tiJf3, i,d6! Esta era la primera jugada nueva de la par
tida; antes se habían probado 7 . ... , ltJg4 y 7 . ... , a6, que mostraron carencias.
8. �a4+ (72a), i,d7! Esto debió de ser una conmoción terrible. 9. 'i:Vxa5, a6! El quid: la dama blanca tiene problemas. 10. 'Llb1??, ...
Sin duda anonadado por el giro dé los acontecimientos, lllescas se derrumba por completo. Kárpov, al tropezar con esta posición en una partida rápida contra Lautier, eligió 1 O. i,xc4, b6 11. �xa6 y acabó haciendo tablas, aunque aquí está claramente peor; por otra parte, 1 O. b4, b6 11. �a3, a5 (72b) da soberbia compensación a las negras. Lo mejor es 10. 'Lla4; ante esto, Ftácnik dio 10 . ... , ttJxe4 11. i,xc4, b5 12. i,b3, bxa4 13. i,xa4, 0-0, con igualdad.
10 . ... , 'Llxe4 11. �d1, c3! (72c) O -1
85
72a: Después de 8. 'i:Va4+
B
72b: D�spués de 11 .... , a5
72c: Después de 11 . ... , c3!
86
73a: Después de 9 . ... , 0-0
73b: Después de 11. .. . , tLlb6
. .. . . •• B . , • . ... . , --�-�-�-
. -�· . B �•B'ii'D �n • p�p U • U.LU R � . � M - . �
73c: Después de 18. . .. , t2Jd3
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 73
La afortunada escapatoria de sir Stuart
Es un gran placer poder incluir la partida siguiente por varias razones. En primer lugar, es una celada de apertura muy factible, que ocurre con regularidad. En segundo lugar, tuve el placer de jugar con sir Stuart Milner-Barry en muchas ocasiones en encuentros de condados por Kent, y fue verdaderamente uno de los grandes señores de esta vida. En tercer lugar, el contexto de la partida dio al finado Harry Golombek la oportunidad de mostrar su vertiente más mordaz.
D. Lees-Milner-Barry Cto. de Gran Bretaña,
Sunderland, 1966
1. d4, dS 2. tLl f3, tLl f6 3. c4, dxc4 4. 'iVa4+, c6 S. '1i'xc4, j,fS 6. g3, e6 7. j,g2, éL\bd7 8. 0-0, j,e7 9. t2Jc3, 0-0 (73a) 10. �d1??, ...
Como señaló Golombek con regocijo en la BCM, este error garrafal representa una afortunada escapatoria para Milner-Barry, cuyo adversario había anunciado a todo el mundo antes de la partida que tenía la intención de desgastar al veterano «[ ... ] en tres sesiones, como el goteo del agua en una piedra•• . Por desgracia, son los pantalones de las blancas los que se mojan primero.
10 . ... , j,c2! 11. e3, ... Lamentablemente, hay que donar la cali
dad, puesto que hay la amenaza 11 .... , tLlb6, ganando la dama después de, por ejemplo, 11. �d2, tLlb6 (73b).
11 . ... , j,xd1 12. tt:Jxd1, es 13. ct:Jc3, �ca 14. �e2, �b6 1S. dxcS, éL\xcS 16. e4, .l:l fd8 17. liJeS, �a6 18. �f3, t2Jd3 (73c) O -1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 74
Bochorno en Oakham
En la Celada 54, hemos visto un ejemplo de un joven jugador soviético que caza a un adversario occidental con viejos análisis que este último no conocía. En el próximo ejemplo, sin embargo, sucede lo contrario. La base es una partida del Cto. de la URSS de 1960.
Taimánov-Polugaevski Cto. de la URSS, Leningrado, 1960
1. d4, dS 2. c4, dxc4 3. ltJ f3, ltJ f6 4. 'iVa4+ (74a), lZJbd7?! S. ct:Jc3, e6 6. e4, eS 7. dS, exdS 8. eS, d4 9. j,xc4, dxc3 1 O. exf6, 'iVxf6 11. j_gs, 'iVc6 (74b) 12. o-0-0!!, ...
El espléndido quid del juego blanco. Tomar la dama pierde: 12 .... , 'iVxa4 13. l:í,he1+, j,e7 14. l:í,xe7+, �f8 15. l:í.xf7+, �g8 (15 . ... , <Ei;¡>e8 16. l:í,e1+, ct:Je5 17 . .ldxe5+, j,e6 18. j,xe6) 16. l:í,txd7+, 'iVxc4 17. l:í,d8+, �f7 18. ct:Je5+. «Polu» intenta otra táctica, pero no puede defenderse de todas las amenazas.
12 . ... , cxb2+ 13. wxb2, j,e7 14. l:í,he1, f6 1S. j,bS, "iVb6 16. �c1, fxgS 17. j,xd7+, Wf8 18. l:í,xe7, �xe7 19. 'iVe4+, �d8 20. j,fS+, �c7 21. 'iVeS+, wc6 22. �d6+, wbs 23. 'iVb2+, 1 - o
Una de las partidas clásicas de la historia de los campeonatos soviéticos. ¡Imagínese entonces el bochorno que el joven Borís Gélfand debió de sentir cuando tropezó con negras con la misma línea contra García Palermo en el internacional juvenil de Oakham en 1988! Gélfand eligió otra defensa en la jugada 12, pero en vano.
12 . ... , j,e7 13. 'iVxc6, bxc6 14. j,xe7, cxb2+ 1S. �xb2, �xe7 16. l:í,he1+, �d8 17. lt:JeS, �c7 18. ct:Jxd7, j,xd7 19. l:i.e7, l:t ad8 20. i,xf7, ld hf8 21. f3 (74c), 1 - O
87
74a: Después de 4. 'iVa4+
74b: Después de 11 . ... , 'iVc6
7 4c: Después de 21. f3
88
75a: Después de 11 . ... , 4:Jg4
75b: Después de 11. .. . , lJ:jd4
75c: Después de 9 . ... , lJ:jd4
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 75
La celada de las mil caras
La próxima celada es un ejemplo excelente de un tema que aflora en más de una apertura. Es probable que también sea la derrota más bochornosa que haya sufrido nunca el MI y ex campeón de Gran bretaña Paul Littlewood. ¡Lo siento, Paul!
P. Littlewood-Penrose Cto. de Gran Bretaña, Chester, 1979
1. d4, d5 2. c4, dxc4 3. 4:Jf3, 4:Jf6 4. e3, e6 5 • .i,xc4, es 6. o-o, a6 7. a4, 4:Jc6 8. 'i!Ve2, V/lic7 9. 4:Jc3, .i,d6 10. dxc5, .i,xc5 11. e4, 4:Jg4 (75a) 12. h3??, lJ:jd4 O -1
Si le sirve de consuelo a Paul ( ¡cosa que dudo!), encontré otros cuatro ejemplos en los que las blancas caen en esta misma táctica en el Gambito de Dama Aceptado. En vez de este desastre, las blancas deberían jugar 12. g3, y la posición está aproximadamente igualada después de 12 . ... , 0-0 13 . .i,f4, e5, etc.
Además de darse en otras líneas del Gambito de Dama Aceptado, hay otros escenarios completamente distintos de esta táctica; por ejemplo, la Variante Paulsen de la Siciliana: 1. e4, c5 2. lJ:jf3, e6 3. d4, cxd4 4. 4:Jxd4, a6 5 . .i,d3, 'ifc7 6. c4, 4:Jf6 7. 4:Jc3, 4:Jc6 8. lJ:jf3, b6 9. 'i!Ve2, .i,b7 10. 0-0, 4:Jg4 11. h3??, lJ:jd4 (75b), etc.
También es una línea contra el Gambito Morra, que desarrollaron varios jugadores siberianos y, por tanto, se conoce como la «celada siberiana»: 1. e4, c5 2. d4, cxd4 3. c3, dxc3 4. 4:Jxc3, 4:Jc6 5. lJ:jf3, e6 6 . .i,c4, 'ifc7 7. 'i!Ve2, lJ:jf6 8. 0-0?!, 4:Jg4!, y ahora, p. ej., 9. h3??, 4:Jd4 (75c), etc.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 76
¡La que pasaron por alto tres GM!
La celada que se ve en la próxima partida es extremadamente conocida y no muy difícil de ver. Es más asombroso aún, por tanto, que en una partida de 1992 (si bien rápida) que disputaron Portisch y Anand, la superestrella india permitiera el truco, y el adversario lo pasara por alto. Además, el GM estadounidense Nick De Firmian también dejó pasar la oportunidad de jugar 1 O. j,xb5+ en una partida que jugó en Biel en 1986.
Lapienis-Bucinskas Cto. de Lituania, Vilna, 1996
1. d4, d5 2. c4, dxc4 3. Qjf3, Qjf6 4. e3, e6 5. j,xc4, c5 6. �. a6 7. �e2, b5 8. j,d3, j,b7
La línea crítica es 8 . ... , cxd4 9. exd4, Qjc6 10. a4, bxa4 11. l:t xa4, Qjb4 12. J.,b5+, j,d7 13. i.,xd7+, �xd7 14. Qjc3, j,e7 15 . .,tg5 (76a) (Kozui-Psajis, Zagreb, 1993) y ahora 15 . ... , �b7!, con igualdad de oportunidades.
9. dxc5 (76b), j,xc5?? Es esencial jugar 9 . ... , Qjc6, aunque la lí
nea 10. lid1, �c7 11. a4, b4 12. Qjbd2, j,xc5 13. Qjb3 (76c) ha sido escenario de por lo menos dos fluidas victorias posicionales del GM ruso Mark Taimánov.
1 O. j,xb5+!, ... Ganando un peón, porque después de
10 . ... , axb5 11. �xb5+, las negras no pueden salvar ambos alfiles. En la partida PortischAnand citada más atrás, el GM húngaro jugó 1 O. e4, al igual que De Firmian contra Costa en Biel en 1986; en ambos casos el resultado fue tablas.
En la presente partida, las negras siguieron luchando con 10 . ... , Qjbd7, pero después de 11. j,d3, o-o 12. Qjc3, simplemente tenían un peón menos sin compensación y acabaron perdiendo en 49 jugadas.
89
76a: Después de 15. j,g5
76b: Después de 9. dxc5
90
77a: Después de 7. 'iYc2
77b: Después de 13. 'iYxc6+
77c: Después de 13 . ... , fxe6
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 77
¿Un caso de fatiga mental?
¿Quién diría usted que era el jugador más difícil de batir de la historia del ajedrez? Sea cual fuere su respuesta, me sorprendería que ligrán Petrosián no estuviera en los primeros puestos de la lista. Sin embargo, al estrenarse en la final del Campeonato de la URSS, el futuro «férreo» ligrán guardaba más parecido con una versión de plástico made in Taiwan que con el objeto real. Empezó con cinco derrotas seguidas, respectivamente contra Kótov, Smyslov, Géller, Keres y Flohr. No consiguió ·romper la racha hasta la ronda siguiente, al obtener ventaja contra el veterano Levenfish. Estaba deseando ofrecer tablas para acabar con la retahíla de derrotas, pero con O de 5 decidió que hacer eso sería insultar al adversario, ¡así que siguió jugando y acabó ganando!
Aquí tenemos el terrible bochorno que empezó la serie.
Kótov-Petrosián Cto. de la URSS, Moscú, 1949
1. d4, d5 2. c4, e6 3. CL\c3, CL\f6 4. cxd5, exd5 5. i,g5, i,e7 6. e3, c6 7. 'iVc2 (77a), CL\e4??
La tradición me impone el límite de dos signos de interrogación, pero no se prive de añadir la cantidad que crea justificada.
8. i,xe7, 'iVxe7 El pedante que hay en mí se siente obliga
do a señalar que 8 . . .. , �xe71imita las pérdidas a un peón, ¡además, desde luego, de a un buen sonrojo!
9. CL\xd5!, ... Ganando al instante. 9 . ... , cxd5 10. 'iVxc8+, 'iVd8 11. i,b5+,
CL\c6 12. i,xc6+, bxc6 13. 'iVxc6+ (77b), 1 - o
Es interesante que esta celada hallase eco 40 años más tarde. A mediados de la dé-
101 CELADAS DE APERTURA
cada de 1980, estuvo en boga la línea 1. d4, 'Llf6 2. c4, e6 3. 'Llf3, d5 4. 'Llc3, i_e7 5. cxd5, exd5 6. i,g5, c6 7. �c2, g6 8. e4. La última jugada de las blancas fue una tentativa de evitar la igualdad, más bien estéril, a la que se llega después de 8. e3, ,tf5 9. i,d3, i,xd3 10. �xd3, 'Llbd7, etc.
En algunas partidas, las blancas obtuvieron ventaja luego de 8 . ... , dxe4 9. i,xf6, i,xf6 10. �xe4+, i_e6 11. i_c4, 'f/je7 12. i_xe6, �xe6 13. ¡yxe6+, fxe6 (77c).
Jugando contra Kárpov en el Campeonato de la URSS de 1988, nada menos que Yusúpov intentó evitar estos problemas mediante 8 . ... , ltJxe4?!, a lo que se contestó 9. i_xe7 (77d). Ahora 9 . ... , 'f/jxe7?? 10. l2Jxd5 es devastador a lo Kótov-Petrosián, así que las negras tuvieron que jugar 9. .. ., �xe7 1 O. ltJxe4, dxe4 11. 'f/jxe4+, i,e6 12. i_c4, pero pese a la inventiva defensa, no pudieron impedir que el rey pereciera por la ruptura d4-d5. Kárpov condujo todo el ataque elegantemente, y merece la pena verlo por completo: 12 . ... , 'f/ja5+ 13. <ii;>f1, 'iVf5 14. 'ti'e3, 'Lld7 15. l:!.e1, .i:í.ae8 (77e) 16. d5!, cxd5 17. i,b5, a6 18. 'f/ja3+, <ii;>d8 19. 'ii'a5+, <ii;>e7 20. 'ii'b4+, �f6 21. �d4+, �e7 22. i,d3, �h5 23. h4, <ii;>d8 24. ltJg5, � hf8 25. i_e2, �h6 26. i,f3, ;::te7 27. ¡fb4, 'Llf6 28. 'f/jd6+, l:id7 29. 'fljf4, ltJg8 (77f) 30. i,g4, �c8 31. i_xe6, fxe6 32 . .i:í.c1+, �d8 33. ltJxe6+, <ii;>e7 34. 'fljxf8+, 'iVxf8 35. 'Llxf8, �xf8 36. M h3, 'Lle7 37. h5, �g7 38. h6+, �f6 39. Mf3+, �e6 40. Me1+, �d6 41. l::i.f6+, <ii;>c7 42. g4, liJeS 43. M e8, d4 1 ·O.
91
77e: Después de 15. ..., Mae8
77f: Después de 29 . ... , ltJg8
92
78a: Después de 5. i,f4
78b: Después de 8. 4:Jxc7+
78c: Después de 13. i. d2
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 78
El arte de calcular el tiempo
Otro ejemplo del tema de posiciones parecidas que no son lo mismo. La jugada ... , 4:Jbd7 en el Gambito de Dama Rehusado es tan natural para las negras como respirar, pero el cálculo del tiempo lo es todo en el ajedrez ...
Toloza-R. David Cto. del Mundo por Equipos sub26,
Parnaiba, 1995
1. d4, d5 2. 4:Jf3, 4:Jf6 3. c4, e6 4. 4:Jc3, i,e7 5. i,f4 (78a), ClJbd7??
Asombrosa equivocación en un jugador fuerte.
6. ClJb5!, ... ¡Uy! Ahora la tentativa de salir de apuros
con 6 . .. . , i,b4+ 7. ClJd2, 4:Je4 (o 7 . ... , i_a5 8. b4, etc.) fracasa por 8. 4:Jxc7+ (78b), y las negras se quedarán con un peón menos luego de 8 . ... , VJ/ixc7.
Las negras eligen la otra única jugada que evita la catástrofe en e?, pero ya es demasiado tarde para salvarse.
6 . ... , e5 7. dxe5, c6 Si las negras desean realmente prolongar
la partida, deben probar 7 . ... , ClJh5, aunque después de 8. i,d2, ClJb6 9. cxd5 no tienen en absoluto motivo alguno para ser optimistas. El resto es más bien escandaloso, considerando la fuerza de los jugadores involucrados.
8. exf6, i,b4+ 9. 4:Jc3, �xf6 Como sucede tan a menudo, la mezcla de
conmoción, ira, incredulidad y deseo ardiente de evitar perder una partida en menos de diez jugadas mueve a las negras a seguir jugando pese a estar en gran inferioridad de material.
10. �d4, �xd4 11. 4:Jxd4, ClJb6 12. cxd5, 4:Jxd5 13. i,d2 (78c), 1 - O
¡Ni un momento demasiado pronto!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 79
El malévolo Vishy
Siempre, desde que apareció por vez primera en la escena ajedrecística como juvenil, Vishy Anand ha causado una impresión excepcional, sobre todo por la deslumbrante velocidad a que calcula variantes. En la partida siguiente, disputada entre el joven Anand y Mickey Adams, todavía más joven, el primero tiende un malévolo lance táctico apenas concluida la apertura.
Anand-Adams Lloyds Bank, Londres, 1987
1. e4, c6 2. d4, d5 3. exd5, cxd5 4. c4, lZJf6 5. lZJc3, e6 6. lZJf3, �e7 7. cxd5, ct:Jxd5 8. �d3, lZJc6 9. 0-0, 0-0 10. a3, • • .
(79a) Como se señala en la Celada 95, esta po
sición puede surgir de muchas aperturas distintas y tiene mucho de «tabiya» 1 en el ajedrez moderno. Además de su próxima jugada, las negras pueden efectuar 1 O . ... , � f6 11. � e4, ct:Jce7, en una tentativa de apuntalar la casilla crítica d5.
10 . • • • , lZJf6 11. �c2, b6 12 • .l::!_e1, �a6 Proponiéndose desbaratar la formación
blanca de VJ/id3, pero la incómoda posición de las piezas menores negras en el flanco de dama tiene sus propios problemas.
13. b4, l::Ic8 14. �b2 (79b), lZJd5?? Pasando por alto la jugada 16 de las blan
cas. 15. b5, ct:Jxc3 16. VJ/id3!, • . • (79c) El quid: la amenaza de mate permite a las
blancas defender el peón de b5 con ganancia de tiempo.
16 • . • . , g6 17. �xc3, VJ/ic7 18. bxa6, ct:Ja5 19. �xa5, 1 - O
93
79a: Después de 1 O. a3
79b: Después de 14. �b2
79c: Después de 16. VJ/id3!
94
BOa: Después de 10 .... , CLJxc6
80b: Después de 6. • •• , CLle4?
80c: Después de 8. eS!
1 01 CELADAS DE APERTURA
Celada 80
Trends a perder material
La línea que sigue y la información sobre su contexto se han tomado del espléndido libro escrito en 1994 por el GM Peter Wells The Complete Semi-S/av. Es también un ejemplo excelente de cuán fácil es que una jugada dudosa parezca respetable y solamente quede al descubierto con crudeza al someterla a análisis adecuados.
Muir-Atotubo Olimpiada de Manila, 1992
1. d4, dS 2. e4, e6 3. CLle3, e6 4. CLlf3, CLlf6 S. i,gS, 'iVb6
Esta jugada apareció por vez primera en la partida Borges-A. Gómez, Cto. de Cuba, Sancti-Spíritus, 1989, en la que las negras no tuvieron problemas después de 6. i,xf6, 'iVxb2 7. 'iVc1, 'tWxc1+ 8 . .l:lxc1, gxf6 9. cxd5, i,b4 1 O. dxc6, CLJxc6 (BOa).
El GM Rainer Knaak la mencionó en un folleto de Trends (tendencias) como una idea interesante. A continuación, Glenn Flear la probó contra la GM Pia Cramling en Berna en 1992. Cramling jugó 6. 'iVe2! , muy sensata, y Glenn continuó con 6 . ••. , CLle4? (BOb). Después de las jugadas 7. cxd5, CLJxg5 8. CLJxg5, exd5, las negras tenían una posición razonable. Sin embargo, Colin Crouch indicó más tarde la refutación que sigue, que había escapado a todos los implicados en aquel momento.
7. CLlxe4, dxe4 8. eS!, ... (BOc) Las blancas ganan ahora al menos un peón. 8 • .•. , ¡vbs?! 8 . ... , ¡vc7 9. ¡vxe4, b6, como ha jugado
Jonny Hector, es una manera mejor de intentar provocar conflictos por el peón.
9. a4, ¡va6 10. ¡vxe4, b6 11. b4, ¡ve4 12. i,d2, aS 13. ¡vb1, •••
Las blancas acabaron ganando.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 81
Cuando uno mismo se clava la bayoneta
La próxima partida presenta una popular línea contra la Merano que suele conocerse como Ataque de Bayoneta. En esta ocasión, sin embargo, las blancas muestran desconocer las sutilezas del uso de esta venerable arma y no consiguen más que hacerse el haraquiri con ella.
Groffen-De Waal Vlissingen, 1996
1. d4, d5 2. c4, c6 3. éL!c3, éL!f6 4. éL!f3, e6 5. e3, éL'lbd7 6. �c2, j_d6 7. g4, ... (81a)
Esta jugada de aspecto extravagante la inventó el GM Alexándr Shabálov, nacido en Letonia y residente en Estados Unidos. La jugó a continuación su compatriota Shírov, y pronto alcanzó un alto nivel de popularidad como manera violenta y emprendedora de combatir la Semieslava, siempre popular. Actualmente, sin embargo, está bajo profunda sospecha teórica en forma de la línea 7 . ... , j_b4! 8. j_d2, VJfje7 9. a3, j_xc3 10. j_xc3, b6! 11. j_d3, j_a6 (81b). El cambio que se avecina de los alfiles de casillas blancas privará al primer jugador de su baza principal, la pareja de alfiles, y, por tanto, eliminará la mayoría de sus posibilidades de ataque (Gélfand-Krámnik, Berlín, 1996).
7 . ... , éL!xg4 8. l:i,g1, h5 9. h3, éL'lh6 (81c) 10 . .J::txg7??, ...
Shírov prefirió 1 O. e4 contra Akopián en Oakham en 1992, mientras que Peter Wells ha sugerido 10. j_d2, con la intención de jugar 0-0-0. Puede decirse con seguridad que casi todo es mejor que la jugada del texto.
10 . ... , VJfjf6 11. l:rh7, l:lxh7 12. 'iVxh7, éL'lf8 o ·1
95
81a: Después de 7. g4
81c: Después de 9 . ... , éLJh6
96
·�· mil·- run! � - - -N·_t·�···· •••••• • • • • •
B D B B B B BttJB �· B.i.D�D mil �\Wr�·: � - -- � �
82a: Después de 14. gxh8VW
82b: Después de 13. bxc3
82c: Después de 16 . .•. , VJ/ic7?
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 82
Un plato que se sirve mejor frío
La venganza, se nos dice, es un plato que debe servirse frío. Ciertamente, disfruté de la experiencia culinaria que supone la partida que sigue contra un adversario que me había aplastado de manera espectacular cuando jugamos en el Memorial Donner de 1995.
Giddins-Bodicker Amberes, 1997
1. d4, d5 2. c4, c6 3. ltJf3, ct:Jf6 4. ct:Jc3, e6 5. e3, ltJbd7 6. i,d3, dxc4 7. i,xc4, b5 8. i,e2, • • .
Un método relativamente poco frecuente de combatir la Merano; tiene la ventaja de evitar las líneas analizadas hasta la saciedad al tiempo que plantea algunos problemas a las negras.
8 • . . . , i,b7 9. 0-0, a6 10. e4, b4 11. e5, bxc3 12. exf6, ct:Jxf6!
Esta sencilla captura la introdujo Krámnik y es casi con toda seguridad la mejor línea para las negras. En contraste, la variante de las ••cuatro damas», 12 .... , cxb2 13. fxg7, bxa1 VJ!i 14. gxh8� (82a), es mucho mejor para las blancas, cuyo rey está bastante más seguro.
La única experiencia práctica que he tenido de esta posición finalizó con rapidez: 15. . .. , VJjje7? 16. 'iVb3, tt:Jc5 17. 'iVa3, ct:Ja4 18. VJjjxe7+, �xe7 19. i,g5+, 1 -O; Giddins-Telfer, Croydon, 1995.
13. bxc3 {82b), c5?! 14. tt:Je5!, i,d6 15. VJ/ia4+, ltJd7 16 • .l:!.d1, ...
Las blancas están claramente mejor. 16 . ... , VJ/ic7? (82c) La textual pierde al instante, pero ante la
amenaza 17. ct:Jxd7 no podía jugarse más que la horrenda 16 . ... , i,xe5 17. dxe5, VJ/ic7 18. .l:I d6, con enorme ventaja. La idea de las negras es 17. ct:Jxd7, i,c6, etc. Sin embargo ...
17. VJ/ixd7+!, 1 ·O
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 83
La caza del niño de diez años
De todos los grandes prodigios del ajedrez, las hazañas de la infancia de Sammy Reshevsky quizás sean los más notables. ¡Ni siquiera Morphy o Capablanca, también niños prodigio, dieron la vuelta a Europa dando sesiones de simultáneas a la edad de seis años! Sin embargo, incluso un genio de este nivel tuvo que pasar por un aprendizaje relativamente duro en su camino hacia la elite del ajedrez mundial, como muestra el accidente que sigue. La partida se jugó en el primer torneo internacional del joven, ¡a la tierna edad de 10 años!
Reshevsk:y-Ed. Lasker Nueva York, 1922
1. d4, l2Jf6 2. l2Jf3, e6 3. c4, dS 4. l2Jc3, l2Jbd7 s. i,gs, i,b4 6. �b3, es 7. e3, 'i;Vas (83a) 8. i,d3??, bS!
Después de este terrible golpe, las blancas deben perder un peón. Siguieron jugando con 9. 'iYc2, bxc4 10. i,e2, cxd4 11. exd4 (83b). Sin embargo, no tenían compensación y, más aún, tendrían que haber perdido otro peón después de 11 . ... , l2Je4. Edward Lasker eli-gió, en cambio, 11 . ... , 0-0 y acabó ganando.
Curiosamente, parece que Lasker conocía esta celada por una partida en la que había jugado la posición de las blancas contra Capablanca, en el torneo de maestros de Nueva York de 1915. Al gran cubano se le escapó 8 . ... , b5, conformándose en cambio con 8 . ... , l2Je4 9. 0-0, l2Jxg5 1 O. l2Jxg5, cxd4 11. l2Jb5, l2Jc5 (83c), más débil, aunque acabó ganando.
97
83a: Después de 7 . ... , ¡vas
83b: Después de 11. exd4
83c: Después de 11. .. . , l2Jc5
98
84a: Después de 7 . ... , tLle4
84b: Después de 5. . .. , 'iVb4+
84c: Después de 21 . ... , 'ii'h5??
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 84
La celada de la Cambridge Springs
Podría pensarse que la primera reacción de todo jugador al enfrentarse a la Variante Cambridge Springs del Gambito de Dama Rehusado sería asegurarse de no «dejarse•• el alfil de g5. Parece, sin embargo, que semejante materialismo ordinario es lo último que se les pasa por la cabeza a algunos jugadores, a juzgar por las tres veces que ocurrió la secuencia que sigue.
Herr-Fruehe Eppingen, 1988
1. d4, e6 2. c4, liJf6 3. tLlc3, d5 4. liJf3, liJbd7 5. _ig5, c6 6. e3, 'iVaS 7. _id3, tLle4 (84a) 8. 'iVc2??, ltJxg5 9. liJxg5, dxc4 O -1
Desastres parecidos pueden suceder en otras aperturas cuando el alfil de dama llega tempranamente a g5. Hace poco gané una partida de un campeonato de club que se desarrolló así: 1. d4, liJf6 2. éL\f3, e6 3. J,g5, c5 4. e3, liJc6 5. _id3, cxd4 6. éL\xd4, 'iVa5+, mientras que el MI Paul Littlewood perdió una pieza una vez en no más de cinco jugadas después de 1. d4, f5 2. _ig5, h6 3 . .ih4, c5 4. e3, �b6 5. d5??, �b4+ (84b); P. Littlewood-Zeidler, 4NCL, 1995. Los jugadores intercambiaron entonces algunos errores garrafales en una entretenida partida: 6. tLlc3, �xh4 7. liJf3, 'iVf6 8. e4, d6 9. _id3, g5 10. 0-0, g4 11. éL\d2, h5 12. exf5, _ixt5 13. tLlde4, _ixe4 14. tLlxe4, 'iVh6 15. f4, liJd7 16. éL\g5, liJgf6 17. J,f5, �g8 18. tLle6, .l::i, c8 19. c4, g3 20. h3, h4 21. a4, 'iVh5?? (84c) 22. 'iVxh5+, tLlxh5 23. liJxf8, l;Ixf8 24. _ig6+, �d8 25. _ixh5, liJf6 26. _ig6, l;Ig8 27. J,f5, .t\.b8 28. _ic2, a5 29. l::tae1, l:r.g7 30 . .lle6, b6 31 . .l::i.fe1, l:Ib7 32. 1:t 1 e3, I:t c7 33. �f1' n b7 34. �e2, .l::i. c7 35. �f3, l':lb7 36. J,f5, l:!b8 37. l:i,xf6, exf6 38 . .l::i.e6, �c7 39. l:lxf6, .)lh8 40. _ie6, �d8 41. _ig4, �c7 42. �e4??, 1:i. xg4 O- 1.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 85
Afilemos el Gambito de Dama Rehusado
La partida que sigue la vi citada por vez primera en un artículo del finado Gerald Abrahams sin atribuirla a nadie. Abrahams la usó como ejemplo de la imaginación en el ajedrez, pero se me antoja que no carece del todo de interés teórico. Ciertamente, muestra que a las negras no les resulta tan fácil evitar el tipo de posición, más bien anodino, del peón de dama aislado que, de lo contrario, surge en esta variante; por otra parte, la combinación que comienza con la jugada 11 de las blancas está lo bastante escondida como para cazar a muchos defensores confiados del Gambito de Dama.
Casas-Piazzini Sudamérica, 1952
1. d4, d5 2. c4, e6 3. ct:Jc3, ctJf6 4. ctJf3, i,e7 5. i,g5, o-o 6. e3, C2Jbd7 7. 'ifc2 (85a)
Esta vieja variante se consideró durante mucho tiempo menos eficaz que la ortodoxa 7. 1:1 c1, pero después de varias actuaciones enérgicas de Garri Kaspárov ahora se ve al menos igual de fuerte y bastante más amenazadora.
7 . ••. , c5 8. cxd5, ct:Jxd5 9. ct:Jxd5, i,xg5?!
Aunque en la posición del peón de dama aislado que surge después de 9 . . . . , exd5 1 O. i,xe7, VJ/ixe7 11. dxc5, ct:Jxc5 (85b) poco hay que pueda asustar de verdad a las negras, no es del gusto de todo el mundo.
10. h4!, 'iYa5+? (B5c) Fatídica. Es correcta 10 . .. . , i,e7, y las ne
gras no están más que un poco peor, aunque una vez más esta posición difícilmente es de las que encienden la sangre.
11. b4!, cxb4 12. 'iYxh7+!, �xh7 13. hxg5+, �g6 14. ct:Je7# (1 -O)
Un final elegantísimo.
99
85a: Después de 7. 'iVc2
85b: Después de 11. . .. , ct:Jxc5
85c: Después de 10 . ... , 'ifaS+?
100
86a: Después de 1 O. .. ., l:!.e8
86b: Después de 12. i,f4
86c: Después de 12 . ... , f5??
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 86
Los dos errores garrafales de Akiba
El gran Akiba Rubinstein es uno de los verdaderos inmortales de la historia del ajedrez, pero, para un jugador de su clase, tenía una tendencia excepcional a cometer errores garrafales. El que sigue es uno de sus «Clásicos».
Euwe-Rubinstein Bad Kissingen, 1928
1. 'Llf3, d5 2. c4, e6 3. d4, 'Llt6 4. i,g5, 'Llbd7 5. e3, i,e7 6. 'Llc3, 0-0 7. l:!.c1, c6 8. i. d3, a6 9. cxd5, exd5 1 O. 0-0, 1:1 e8 (86a)
Las blancas han obtenido una versión más bien inferior de la Variante del Cambio; la torre de c1 parece un poco mal situada.
11. 'iVb3, h6 12. i,f4 (86b), éLJh5?? 13. 'Llxd5!, ...
En vista de 13 . ... , cxd5 14. i,c7, las negras se vieron obligadas a consentir la pérdida de un peón.
Rubinstein se caracterizaba, entre otras cosas, por sus despistes, y hay muchas anécdotas sobre él en situaciones que no tenían nada que ver con el tablero; sin embargo, sus despistes no se limitaban a ese tipo de situaciones. Dos años después del accidente anterior, cayó en la misma jugada táctica contra Alekhine en San Remo en 1930:
1. d4, d5 2. c4, e6 3. 'Llc3, 'Llf6 4. 'Llf3, 'Llbd7 5. i,g5, i,e7 6. e3, 0-0 7. �c1, .l;Ie8 8. � c2, a6 9. cxd5, exd5 1 O. i. d3, c6 11. 0-0, 'Lle4 12. i,f4, f5?? (86c) 13. 'Llxd5!, ...
Como antes, el caballo es inmune a causa de 14. i,c7, así que las blancas ganan un peón.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 87
Cazado por un tártaro
Aparte de su importancia teórica, la partida que sigue es una de las más brillantes que haya visto nunca en una exhibición de simultáneas.
Nezhmetdínov-NN Simultáneas, URSS, 195 1
1. d4, tt:Jf6 2. c4, g6 3. tLlc3, dS 4. cxdS, tLlxdS S. e4, tt:Jxc3 6. bxc3, eS 7. �bS+, tLlc6 8. dS, VWaS 9. ¡ya4, VWxc3+ 10. �e2, �d7 11. dxc6, bxc6 12. �xc6, b;i.d8 (87a) 13. ¡yb3!!, ¡yxa1 14. �b2, 'iVb1 1S. tLlf3, �xh1 16. tLleS, e6 17. �xd7+, �xd7 18. �b8+, l:Id8 19. �bS+, �e7 20. �b7+, �f6 21. 'iVxf1+, �gS 22. tLlf3+, �hS 23. g4+, �xg4 24. 'iVxe6+, �f4 2S. �eS+, �xe4 26. lLJgS# (1 - O)
¡Una verdadera caza del rey!
Hay dos interesantes hechos posteriores a esta partida. El primero es que toda la partida, hasta la jugada 22, se repitió en Yusúpov-Morenz, Graz, 1981. Yusúpo�desde luego, conocía el precedente de Nezhmetdínov y había preparado toda la línea con Mark Dvoretski, su entrenador. Sin embargo, en 1994 Semion Dvoiris, GM ruso y especialista en la Grünfeld, encontró lo que parece ser una mejora significativa para las negras, dejando la valoración de 7 . ... , tLlc6 en «juego incierto». En la posición que se produce después de 10. �e2 (87b), jugó:
10 . ... , �g7! 11. dxc6, 0-0 12. cxb7?!, ... Dvoiris recomienda 12. I;i. b1, con pequeña
ventaja de las blancas. 12 . ... , �xb7 13. l:tb1, c4! 14. �xc4,
l:i.ac8 1S. �bS, a6 16. �d2, axbS 17. �xbS, �c2 18. �xb7, .l:;Ifd8 19. tLlf3, �d3+ 20. �d1, � c2 (87c) O • 1; KiseliovDvoiris, Cto. de Rusia, Elista, 1994.
10 1
87a: Después de 12 . ... , �d8
87b: Después de 1 O. �e2
• • ••• B ••• ••• ,
• • ••• • • • •
. ·�· . • • •• lD. �- 1. · D�D -�-�-�.: 87c: Después de 20 . ... , 1:t c2
102
88b: Después de 11 . ... , 'iYd6
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 88
La locura de Ftácnik
Siempre sorprende que un fuerte gran maestro caiga en una conocida celada de apertura, pero cuando el GM en cuestión es un teórico especialista en la apertura implicada, es de lo más extraordinario. El GM eslovaco Lubomir Ftácnik es uno de los mayores expertos del mundo en la Defensa Grünfeld; sin embargo, en la partida siguiente cae en una celada que los jugadores de la Grünfeld conocen bien desde la década de 1960.
Ftácnik-Gulko Biel, 1988
1. d4, liJf6 2. c4, g6 3. tLlc3, d5 4. cxd5, ltJxd5 5. e4, ltJxc3 6. bxc3, i,g7 7. i,c4, 0·0 8. ltJe2, liJeS (BBa)
Un cambio con respecto a 8 . . . . , c5, más habitual. Las negras eligen desarrollar primero las piezas del flanco de dama, dejando para más tarde el plan . . . , ltJa5 y . .. , c5.
9. 0-0, b6 10. i,g5, i,b7 11. �d2, 'iYd6 (BBb)
Una posición corriente de esta variante. 12. eS??, ltJxe5! Ganando un peón en vista de 13. dxe5,
'iVc6, etc. Ftácnik siguió luchando, pero acabó perdiendo. Vi esta celada por vez primera en la partida Gligorié-Hartston en la década de 1960; Gligorié era un gran especialista de las blancas en la Variante del Cambio de la Grünfeld, de modo que es igual de sorprendente que cayera en una celada así.
La línea correcta de juego para las blancas la demostró luego Beliavski, también contra Gulko, en Linares en 1990. La partida continuó así: 12. I;t.ad1, ltJa5 13. i,d3, c5 14. d5, e6 15. c4, i,a6 16. �c1, exd5 17. exd5, l:rae8 18. ltJg3! (88c), y las blancas tienen algo de ventaja.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 89
Orgullo y pesar
La muerte del joven talento lan Wells a principios de la década de 1980 fue un gran golpe para el ajedrez inglés, pero no la primera de desgracias así. Poca gente ha oído hablar hoy en día de Gordon Crown; sin embargo, en la inmediata posguerra todo parecía indicar que Gordon iba a ser el hombre del ajedrez británico. Con 17 años nada más, aplastó al GM Kótov en el encuentro URSS-Gran Bretaña, una de las pocas partidas que ganó el equipo inglés. Sin embargo, al cabo de unas semanas de su triunfo, estaba muerto, después de que una operación corriente fuera trágicamente mal. Es triste no poder representarlo en este libro con una victoria y poner una de sus partidas menos logradas.
Crown-Golombek Cto. de Gran Bretaña,
Harrogate, 194 7
1- d4, éL:lf6 2. c4, e6 3. g3, d5 4 . .i,g2, dxc4 (89a)
iGolombek sigue sus propios consejos! Gran entendido él mismo en la Catalana con blancas, siempre insistió en que las negras deberían defenderse tomando tempranamente en c4 en vez de adoptar líneas más pasivas, pero sólidas, que implican . . . , c6 o . . . , .i,b4/e7 o ambas.
5. 'iYa4+, .i,d7 6. �xc4, .i,c6 7. éL:lf3, é2Jbd7 a. é2Jc3, .i,e7 9. o-o, o-o 10. 'iY'd3, as (89b) 11. e4??, éL:lc5
Las negras ganan. Merece la pena conocer este lance tácti
co. Otro escenario es la siguiente línea de la Eslava: 1. d4, d5 2. c4, c6 3. éL:lf3, éL:lf6 4. éL:lc3, dxc4 5. a4, .i,fS 6. e3, e6 7 . .i,xc4, .i,b4 8. 0-0, éL:lbd7 9 . .i,d3, .i,xd3 10. 'iVxd3, 0-0 11. e4?, .i,xc3 12. bxc3, éL:lcS (89c), etc.
103
89a: Después de 4 . ... , dxc4
89b: Después de 10 . ... , a6
104
90a: Después de 6. . .. , �xd2+
90b: Después de 11. bxc3
90c: Después de 14 . ... , dxc6
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 90
El hijo pródigo de Brasil
El GM brasileño Henrique Mecking, vencedor de dos interzonales en la década de 1970, se retiró del ajedrez en 1980 al padecer una enfermedad muscular debilitante y al parecer incurable. Catorce años después, volvió al ajedrez tras haber encontrado gran ayuda en la religión y afirmar que se había curado milagrosamente. Bien es verdad que los primeros resultados sugerían que no tenía más que desentumecerse para volver a ser un GM muy fuerte, pero después de unas pocas actuaciones parece haber vuelto a invernar. En la partida que sigue muestra su entumecimiento cayendo en una conocida celada, pero aún hace tablas.
Mecking-Milos Sao Paulo, 1995
1. d4, tt:Jf6 2. c4, e6 3. tiJf3, �b4+ 4. �d2, 1J/Iie7 5. g3, tt:Jc6 6. �g2, �xd2+ {90a) 7. �xd2?, ...
El quid de la jugada 5 de las negras es impedir la captura con la dama y forzar 7. tt:Jbxd2, menos activa.
7 . ... , tt:Je4 8. 'iVc2, 'iVb4+ 9. tt:Jc3, tt:Jxc3 10. �xc3, �xc3+ 11. bxc3, ... (90b)
Teniendo en cuenta la estructura dislocada de sus peones y la ausencia de las damas, las blancas se enfrentan a una desagradable tarea defensiva; sin embargo, la próxima jugada del rival es una peculiar decisión que les permite infligir daños estructurales parecidos en la posición negra. Contra el GM islandés Helgi Gretarsson en Gausdal (1995), preferí 11 . . . . , tt:Ja5 12. tiJd2, � b8 13. 0-0, más lógico, ¡pero luego lo estropeé todo al acobardarme y aceptar la oferta de tablas de mi adversario!
11 . ... , b6?! 12. tt:Je5, �b7 13. tt:Jxc6, �xc6 14. �xc6, dxc6 (90c)
Se ha permitido a las blancas solucionar sus problemas, y, como era de esperar, la partida acabó en tablas después de 42 jugadas.
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 91
¡Una celada que pierde!
La celada que se ve en la partida siguiente se ha dado, que yo sepa, en tres partidas. En todas, las blancas han perdido una pieza en la jugada 7, pero hasta ahora el GM alemán oriental Wolfgang Uhlmann es el único jugador que ¡ha perdido medio punto con blancas!
Tarrasch-Bogoljubow Gotemburgo, 1920
1. d4, t2Jf6 2. t2Jf3, e6 3. c4, b6 4. j,gS, j,b7 5. e3, h6 6. i,h4, i,b4+ (91a) 7. t2Jbd2??, gS 8. i,g3, g4
Un auténtico bochorno para las blancas. 9. l2Je5, t2Je4 gana una pieza, así que Tarrasch intenta otra cosa.
9. a3, gxf3 10. axb4, fxg2 11. i,xg2, i,xg2 12 • .r!g1, i,b7 (91b)
Sí, las blancas tienen una pieza limpia menos, y la compensación brilla por su ausencia. Sin embargo, el Praeceptor Germaníae sigue jugando como si nada hubiera pasado y, como era de esperar, se ve recompensado.
13. i,h4, d6 14. e4, t2Jbd7 15. 'iVf3, 'iVe7 16. ,Ug4, es 17. dS, o-o-o 18. �e2, .l:[ dg8 19. .l::i. ag1, ti. xg4 20. .l:[ xg4, hS 21. 1:X g3, �b8 22. 'iVfS, i,c8 23. i,gs, h4 24. l:i. f3, 'iVf8 25. i,xf6, t2Jxf6 26. 'iVxf6, i,g4 27. h3 (91c), 'iVh6??
¡Verdaderamente, uno de los peores errores garrafales de GM de todos los tiempos!
28. hxg4, 1 - O Como se ha dicho antes, a principios de la
década de 1970 el GM Uhlmann cayó en la misma celada e hizo tablas, mientras que en la partida Mills-Wachtel, EUA, 1989, las blancas jugaron 9. l2Je5, t2Je4 1 O. a3, i,xd2+ 11. �e2 ¡¡y acabaron ganando!!
105
91 a: Después de 6. ..., i,b4+
91b: Después de 12 . ... , i,b7
91c: Después de 27. h3
106
B
92a: Después de 17. . .. , _tes
92b: Después de 22. d6!
92c: Después de 29. 'iYb5
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 92
La que obtuvo el 100%
La variante que sigue es relativamente profunda para considerarla una celada de apertura, pero dada la concluyente refutación que implica, más el hecho de que a la posición ya se había llegado varias veces antes, me pareció que merecía la pena incluirla. John Nunn recuerda en John Nunn's Best Games que la devastadora novedad la encontraron de manera independiente él y Tony Miles durante un torneo temático que tuvo lugar en Utrecht en 1986. Dado su repertorio de aperturas, era poco probable que la línea fuera de utilidad práctica para John, pero Tony tuvo ocasión de usarla al cabo de pocos meses. Más tarde recibió el premio a la mejor novedad en el lnforrnator 42, obteniendo la máxima puntuación: i90 de 90!
Miles-Beliavski Tilburgo, 1986
1. d4, lLJf6 2. e4, e6 3. lLJf3, b6 4. ct:Jc3, ,.tb4 5. j_g5, ,.tb7 6. e3, h6 7. ,.th4, g5 S. j_g3, ct:Je4 9. 'iVe2, d6 10. ,.td3, _txe3+ 11. bxe3, f5 12. d5, ct:Je5 13. h4, g4 14. lLJd4, 'iVf6 15. 0-0, ct:Jxd3 16. 'iVxd3, e5 17. lLJxf5!, _tes {92a) 1S. f4!!, •.•
La jugada clave. Antes se había efectuado el sacrificio de pieza alternativo 18. lLJd4, pero la textual es mucho más decisiva.
1S • .•. , 'iVxf5 18 . . . . , gxf3 19 . .l::!_xt3!, y 18 . . . . , j_xt5 19.
e4 y 20. fxe5 son soberbias para las blancas. 19. e4, 'iVh5 20. fxe5, dxe5 21. es, \t>dS
22. d6!, •.• (92b) La manera en que las tropas blancas se
concentran en el rey negro hacen de esta partida una de las derrotas más aplastantes que yo haya visto infligir nunca a un gran maestro de la categoría de Beliavski.
22. . •. , 'iYeS 23. dxe7++, <;t>xc7 24. 'iYd5, ct:Jc6 25 • .l:lf7+, ,.td7 26. l:laf1!, 11 dS 27. l:t1f6, <;t>es 2S. exb6, axb6 29. 'iYb5 {92c), 1 - O
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 93
Fogonazos
El MI estadounidense Maurice Ashley es famoso por sus frenéticos comentarios de los torneos lntel QP. Uno se pregunta qué harían los grandes comentaristas deportivos de Gran Bretaña de la siguiente obra maestra.
Browne-Ashley Filadelfia, 199 1
1. d4, ttJ f6 2. c4, e6 3. ttJ f3, b6 4. g3, i,a6 5. lt:Jbd2, •.• {93a)
Interesante desviación de 5. b3, analizada hasta la saciedad y en la que las novedades tienden a producirse hoy en día ¡después de la jugada 20!
5. . .. , i,b7 6. i,g2, c5 7. e4 (93b), lt:Jxe4?!
«Parece haber una pequeña trifulca ahí, en el centro» (Bill Melaren).
8.lt:Je5, lt:Jc3?? «¡Oh!, un recurso táctico de ensueño••
(Dan Maskell). 9. �h5, g6 10. �h3 (93c), 1 - O ••¡Y esta era la pieza que el estadouniden
se de 30 años no tenía intención de perder!» (Ted Lowe).
De vuelta a la cruda realidad, las negras suelen preferir 7 . . . . , cxd4 en vez de tomar en e4. Después de 8. e5, han probado 8 . .. . , lt:Jg8, 8 . . . . , lt:Jg4 y 8 . . . . , lt:Je4. Los resultados en la práctica sugieren que la última es la más fiable.
Dicho esto, sin embargo, después de 7 . . . . , lt:Jxe4 8. lt:Je5 no veo una refutación total de 8 . . . . , d5 con tal de que las negras contesten a 9. cxd5 9 . . . . , exd5, puesto que 9 . . . . , lt:Jxd2? pierde por 1 O. ltJxf7!, de modo que parece que la verdadera metedura de pata es la ••llamativa» 8 . . . . , lt:Jc3??.
107
93a: Después de 5. lt:Jbd2
93b: Después de 7. e4
93c: Después de 1 O. 'i:Yh3
108
94a: Después de 9. 'ti'c2
94b: Después de 15 . .l:I d1
94c: Después de 29. I;I e1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 94
Una celada que hace tablas (a veces)
El gran Capablanca no era un jugador que tuviera el hábito de caer en celadas de apertura. Tampoco era un jugador al que le gustase reconocer sus escasas equivocaciones cuando las cometía. Así, que cayera en una conocida celada de apertura en la partida 8 de su encuentro contra Euwe en 1931 causó furor. Una buena defensa le permitió salvar el final, pero ni siquiera eso fue suficiente para «Capa». Simplemente para confundir a los críticos que pensaron que había caído en una celada, repitió la línea en la partida 10 y volvió a hacer tablas. ¡A eso lo llamo yo tener clase!
Euwe-Capablanca Ámsterdam (8), 1931
1. d4, tL'lf6 2. c4, e6 3. tL'lf3, b6 4. g3, i,b7 5. i,g2, i,b4+ 6. i,d2, i,xd2+ 7. 'iHxd2, 0-0 8. tL'lc3, lL'le4 9. 'iHc2 (94a), tL'lxc3? 10.ltJg5,lL'le4 11. i,xe4, i,xe4 12. 'iHxe4, 'iHxg5 13. 'iHxa8, tL'lc6 14. 'iHb7, tL'lxd4 15. l:td1 (94b), 'iHe5
En la partida 10, Capablanca prefirió 15 . . .. , c5, y se acordaron las tablas después de 16. e3, tL'lc2+ 17. �d2, 'iHf5 18. 'iHg2, lL'lb4 19. e4, 'iHf6 20. �c1, tL'lxa2+ 21. �b1, lL'lb4 22. � xd7, lL'lc6 23. f4, e5 24. l::r hd1, lL'ld4 25. � xa7, exf4 26. gxt4, 'iHxt4 27 . .l:Ie1, tL'lf3 28. I;I e2, lL'ld4 29. n e1 (94c).
16. e3, tL'lc2+ 17. �e2, d5 18. l':i.d2, 'iHxb2 19. cxd5, 'iHb5+ 20. �f3, lL'lb4 21. 1:l c1, 'iH a5 22. d6, cxd6 23. 1:1 eS, g6 24. l:txf8+, �xf8 25. �c8+, �e7 26. 'iHc7+, �f6 27. 'iHd8+, �g7 28. �xd6, tL'lxa2 29. �d4+, e5 30. �d5, �xd5+ 31. l:txd5, ...
Las blancas han preservado la calidad de ventaja en el final, pero no pudieron vencer la gran defensa del cubano y tuvieron que acordar las tablas en la jugada 54.
101 CELADAS DE APERTURA
El post scríptum a esto es otra partida que vi en el torneo Lost Boys de Amberes (¡comprendo que el lector tenga la impresión de que es el único torneo que juego!). En 1995, el GM estadounidense Larry Christiansen ensayó el bando negro de la misma línea contra el GM ucraniano Ígor Novikov. Christiansen hizo de un tirón las jugadas de apertura con gran confianza, siguiendo Euwe-Capablanca (partida 8) durante 17 jugadas, y entonces produjo una novedad: 1S . ... , 'iYe4 (94d).
Esto resultó ser el punto culminante de las negras en la partida. Después de 19. � c1, tt:Jxe3 20. fxe3, �g2+ 21. <iitd1, �h1 + 22. <;t>c2, 'ib'e4+ 23 . .i:!,d3 (94e), ya estaba claro que las negras no daban más de sí. Aunque la partida se prolongó un poco, las blancas no tenían más que tomar las debidas precauciones, y Novikov, siempre excelente técnico, avanzó poco a poco hacia la victoria.
23 . ... , �xc4+ 24. ,llc3, 'iVe4+ 25. �b3, c5 26. a3, h6 27. �a2, �a4 2S. � f1, �b5 29. I:i. f2, a5 30. g4, a4 31. VJijc7, d4 32. exd4, cxd4 33. �c4, �e5 34. l:i,d3, �dS 35. VJifxa4, �e4 36. � fd2, e5 37. h3, �d5+ 3S. �b3, g6 39. �b1, b5 40. �b4, z:tcs 41. 'iVe7, �e4 42. 'iVd7, �c6 43. �a2, I:!,f6 44. �eS+ (94f), 1 - O
La próxima jugada es 45. !i xd4.
Todo esto le deja a uno preguntándose en qué estaba pensando exactamente Christiansen al entrar en esta variante. La única conclusión que puede sacarse parece ser esta: o Novikov es mejor que Euwe o Capablanca era mejor que Christiansen.
109
94d: Después de 1S. . .. , 'iYe4
94e: Después de 23. l::i. d3
94f: Después de 44. �eS+
1 10
95a: Después de 9. bxc3
95b: Después de 10. ttJg5
95c: Después de 14. l:tae1
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 95
Una celada que no se ha jugado
Ya es bastante sorprendente que un jugador efectúe una jugada cuya única razón de ser es amenazar una burda celada y el adversario la permita, pero ¿y cuándo el primer jugador ni siquiera hace la jugada de la celada? Eso es lo que pasa en la partida siguiente.
N. Pert-De Vreugt Cto. de Europa sub14,
Herculano, 1994
1. CLJf3, CLJf6 2. g3, b6 3 • .i,g2, .i,b7 4. 0-0, e6 5.c4, .i,e7 6. tt:1c3, 0-0 7. d4, tt:1e4 8. 'ikc2, tt:1xc3 9. bxc3, ••• (95a)
Esta jugada de aspecto más bien dudoso en realidad solamente tiene una cosa a su favor: amenaza 10. ttJg5, ganando la calidad. Hay también la amenaza posicional de tomar el control del centro mediante 1 O. e4, pero la natural 9 . . . . , f5 se deshace de ambas amenazas y deja a las blancas en ridículo. Por tanto, el curso ulterior de la partida es de lo más misterioso.
9 • •.• , d6?? 10. e4??, .•.
Como se ha señalado antes, 1 O. ttJg5 (95b) gana la calidad.
10 • .•• , tt:1d7 11 • .i,e3, .i,f6 12. tt:1d2, e5 13. f4, 'fUe7 14. �ae1, ••. (95c)
Después de diversas vicisitudes, tenemos una posición tipo India de Dama bastante típica, que en este caso acabó en tablas. En la otra partida que localicé en que se dieron los mismos dos errores garrafales, las blancas acabaron perdiendo.
Me sigue desconcertando por qué alguien que juega 9. bxc3 con blancas no sigue luego con 10. ttJg5 si tiene la oportunidad, pero como dicen en el norte de Inglaterra, «¡qué rara es la gente!•• .
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 96
La verdad está ahí fuera
El lema de la serie Expediente X es muy apropiado para el ajedrecista comprometido con la búsqueda constante de mejoras en la apertura. Hay muchos ejemplos en los que un jugador ha desarrollado una variante durante varios años antes de encontrar finalmente la idea clave que pone una línea concreta bajo sospecha de la teoría por mucho tiempo. La variante que sigue ilustra esto a la perfección. Gligorié había librado muchas batallas contra la línea que comienza con 7 . . . . , CL:\bd7, incluidas varias partidas de su Encuentro de Candidatos con Tal, disputado en 1968. Cuando por fin halló la solución, le reportó dos puntos y dejó 7 . . . . , CL:\bd7 bajo sospecha, de la que sigue sin estar libre del todo en nuestros días.
Gligorié-Yanofsk:y Olimpiada de Lugano, 1968
1. d4, CL:\f6 2. c4, es 3. CL:\c3, i,b4 4. e3, es s. i,d3, o-o 6. CL:\f3, d5 7. o-o, CL:\bd7 8. a3 (96a), i,aS?
Si va a jugarse esta línea, aquí debería preferirse, probablemente, 8 . . .. , cxd4.
9. cxd5, exd5 1 O. b4!, •.•
La idea clave. 10 . ••. , cxb4 11. CL:\b5, a6 12. ¡vb3, V/lie7 En una partida jugada contra Damjanovié
pocos meses antes, Gligorié había obtenido excelente compensación después de 12 . . .. , bxa3 13. CL:\d6, i,c7 14. i,xa3, i,xd6 15. i,xd6, :! e8 16 . .l:í. fc1 (96b) y acabó ganando.
13. i,d2, CL:\e4 14. i,xb4, i,xb4 15. VJ/ixb4, V/lixb4?! 16. axb4, CL:\df6?! 17. CL:\c7, !! b8 18. CL:\xd5!, •.• {96c)
Ganando un peón, después de lo cual la técnica de Gligorié hizo el resto.
1 1 1
96a: Después de 8. a3
96b: Después de 16. !:!. fc1
96c: Después de 18. CL:\xd5!
1 12
97a: Después de 14. �d3
97b: Después de 19. 'iVh4
97c: Después de 21. ..., �g7
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 97
La celada de las cuatro aperturas
He llamado la atención varias veces en este libro sobre el hecho de que la misma celada puede darse a menudo en aperturas distintas, pero en la mayoría de esos casos lo que se repite es la idea táctica básica, no exactamente la misma posición. La próxima celada puede surgir, entre otras, en la Nimzoindia, la Caro-Kann, la Variante Alapin de la Siciliana y la Defensa Tarrasch del Gambito de Dama Rehusado.
T. Petrosián-Balashov URSS, 1974
1. e4, lt:\f6 2.lt:\e3, e6 3. d4, �b4 4. e3, eS S. �d3, dS 6. lt:\f3, 0-0 7. 0-0, dxe4 8. �xe4, lt:\e6 9. �d3, exd4 10. exd4, �e7 11 . .l::!,e1, b6 12. a3, �b7 13. �e2, l::[e8 14. jVd3, ... (97a)
La posición clave, en la que las negras deben jugar 14 . . . . , g6.
14 . ... , I:i,e8? 1S. dS!, exdS 16. �gS, lt:\e4
Forzada, puesto que 16 . .. . , g6 17. I:í,xe7! gana premio.
17. lt:\xe4, dxe4 18. 'iYxe4, g6 19. 'iVh4, ... (97b)
Esta posición surge por fuerza a partir de 15. d5!. Las negras pueden probar varias cosas, pero ninguna es adecuada. En la única experiencia que he tenido con esta posición, mi adversario jugó 19 . .. . , �xg5 20. lt:\xg5, l:lxe1+ 21 . .i:(xe1, h5, pero 22. �xg6 lo mató (GiddinsKahn, Ámsterdam, 1997). Cuando tropezó con esta posición, Kárpov prefirió 19 . . . . , h5 y sacó tablas después de 20. J:lad1?! (20. �b3!), 'iVc7, etc. (Portisch-Kárpov, Milán, 1975). Balashov elige una tercera alternativa, pero en vano.
19 . ... , 'iVe7 20. �b3, hS 21. 'iVe4, �g7 (97c) 22. �xf7l, �xf7 23. �h6, 'iVd6 24. 'iVe4+, �f6 2S. �ad1, lt:\d4 26. 'iVxd4+, 'iVxd4 27. l:l xd4, l:l eS 28. h4, 1 - O
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 98
Como corderos al matadero
La partida siguiente es bastante difícil de creer, pero una revisión de las estadísticas en mi base de datos es más apabullante todavía. Como viene probando este libro, no solamente son las equivocaciones las que están ahí, esperando a que alguien las cometa, sino que los jugadores también están ahí, ¡esperando a cometerlas!
Amura-Milligan Olimpiada femenina, Manila, 1992
1. d4, lL\f6 2. c4, g6 3. lL\c3, i,g7 4. e4, d6 5. i,e2, o-o 6. i,gs, . • • (9Ba)
La Variante Averbaj, uno de cuyos aspectos principales es que las negras no pueden jugar 6 . . . . , e5. Sin embargo, eso no parece detener a la gente.
6 . ... , eS?? 7. dxe5, dxe5 8. 'iYxd8, l:!,xd8 9. lL\d5 (98b), 1 -o
Triste, como mínimo, pero por si los chauvinistas masculinos empiezan a pensar que estas cosas no ocurren más que en las olimpiadas femeninas, señalaré que localicé nada menos que 20 partidas en las que se jugó 6 . . . . , e5. En dos de ellas, las blancas se abstuvieron de hacer 7. dxe5, mientras que en otras dos la jugaron ¡¡y todavía perdieron!!
También di con siete ejemplos de la posición equivalente del Ataque Samisch, 5. f3, 0-0 6. i,g5, e5?? (98c), ¡en los que las blancas de nuevo obtienen bastante menos del 1 00% de la puntuación!
La experiencia me ha demostrado que cambiar en e5 en la India de Rey puede ser eficaz aunque no se gane material enseguida. Durante varios años de mi juventud, jugué la línea 1. d4, lL\f6 2. c4, g6 3. lL\c3, i,g7 4. e4, d6 5. lL\f3, 0-0 6. i,e2, e5 7. dxe5, dxe5 8. �xd8, � xd8 9. i,g5. Entre las partidas que gané con esta línea hubo ataques de mate en 16, 23 y 24 jugadas, ¡todos contra jugadores de más de 2.000 puntos Elo!
1 13
98a: Después de 6. i,gs
98b: Después de 9. lL\d5
98c: Después de 6 . . . . , e5??
1 14
99a: Después de 9 . ... , t¡jc6
99b: Después de 1 O. . .. , l2Jde5!
99c: Después de 10 . . .. , l2Jde5!
101 CELADAS DE APERTURA
Celada 99 La celada que no tiene partida
La próxima celada es una de las pocas del libro que no está representada por un ejemplo de la vida misma, por la sencilla razón de que ¡no pude encontrar ninguno! Es, sin embargo, otro bochorno analítico para Alekhine. Su libro sobre el torneo de Nueva York de 1924 se considera merecidamente un clásico, pero parece que se tomó un ratito para entrar en calor, pues los comentarios de la primera ronda contienen dos disparates enormes. Ya hemos visto el ejemplo en el que pasa por alto la celada del Arca de Noé (véase la Celada 58), y el que sigue pertenece a la partida de la primera ronda entre Marshall y Réti.
1. d4, t¡jf& 2. c4, g6 3. l'bc3, i,g7 4. e4, d6 5. t¡jf3, 0·0 6. i,d3, i,g4 7. h3, i,xf3 8. �xf3, t¡jfd7 9. i,e3, l'bc6 (99a)
La India de Rey estaba en su más tierna infancia en aquellos días, y, así, no es sorprendente que el sistema de las blancas parezca claramente mediocre desde el punto de vista actual. En la partida, Réti continuó con 9 . . . . , eS y se aseguró una buena posición, pero Alekhine da como alternativa la línea 9 . .. . , tbc6 y ahora 10.t¡je2?, eS 11. d5, t¡jd4, con buen juego. Mucho más fuerte que esto, sin embargo, es el pulcro lance táctico 10 . ... , l2Jde5! (99b), que gana un par de peones.
Aunque no he podido localizar partidas de maestros en las que se dé esta celada, recuerdo haber visto una vez una partida cuyo curso fue 1. e4, g6 2. d4, i,g7 3. t¡jf3, d6 4. i,d3, l'bf6 5. l'bc3, i,g4 6. h3, i,xf3 7. �xf3, tbc6 8. i,e3, l'bd7 9. l'be2, 0-0. Las blancas intentaron asegurar el centro con 10. c3?, pero les sacudieron con 10 . . . . , t¡jde5! (99c).
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Celada 1 00
Esas cosas solamente pasan . . . ¡tres veces!
Ganar más de una partida con la misma celada de apertura es algo que ha hecho mucha gente -la Celada 37 muestra cómo lan Rogers ganó nada menos que tres partidas con el mismo truco-. Es harina de otro costal, sin embargo, ganar dos partidas con la misma celada, ¡en la misma prueba! No me cabe duda de que en el momento en que se publica este libro Edward Winter aportará una cohorte de más ejemplos, pero que yo sepa, el que sigue es único.
J. Adamski-Géller Olimpiada de Lugano, 1968
1. d4, 'L:lf6 2. c4, g6 3. 'L:lc3, i,g7 4. e4, d6 S. i,e2, 0-0 6. i,gS, 'Llbd7 7. �d2, eS 8. 'L:lf3, c6 9. 0-0, exd4 10. 'L:lxd4, 'L:lcS (100a) 11. f3??, 'L:lfxe4!
Iniciando una combinación que da gran ventaja posicional a las negras.
12. 'L:lxe4, 'L:lxe4 13. fxe4, i,xd4+ 14. 'iVxd4, ¡vxgS 1S. �xd6, �e3+ 16. l:\.f2, i,e6 17. �f4, �xf4 18. l:i.xf4, � ad8 (100b)
Las blancas se las han ingeniado para no perder material, pero sus casillas negras son una herida abierta, el peón de e4 va a caer y las negras controlarán la columna «d•• . En resumen, las blancas están perdidas posicionalmente.
19. i,f1, � d4 20. � c1, :fd8 21. � f2, .l:i. xe4 22. b4, .l:f. ed4 23. a4, .id d1 24. � fc2, bi8d2 2S. aS, Wf8 26. bS, eS 27. b;i.xd2, .t[ xc1 28. �f2, �e7 (100c) O - 1
Esta partida se jugó en la ronda 9. Dos rondas más tarde, contra el danés Holm, Géller llegó exactamente a la misma posición después de efectuar 11 . . . . , 'L:lfxe4, y en este punto, Holm, abochornado, ¡abandonó!
1 15
1 OOa: Después de 1 O. .. ., 'L:lcS
100b: Después de 18 . ... , .l::!.ad8
1 OOc: Después de 28. .. ., We7
1 16
1 01 a: Después de S . ... , e6?
101 b: Después de 8. dxcS
101c: Después de 7. . .. , lbxdS
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Celada 101
La partida por la que empezó todo
¡Qué se le va a hacer, si fue la Celada 1 01 la partida que condujo a que se escribiera este libro en principio! Personalmente, me gustaría verla confinada al baúl de los recuerdos, pero por lo menos ¡así sé que ya no se me puede chantajear con objeto de que escriba más libros para Murray Chandler!
Stefanova-Giddins Lost Boys, Amberes, 1997
1. d4, dS 2. lb f3, lb f6 3. i. f4, es 4. e3, i,fS S. e3, e6? (101a) 6. i,xb8!, • • .
Esta partida se jugó en la última ronda, que, siguiendo la más detestada de las tradiciones de los torneos, tuvo lugar por la mañana. Después de hacer la jugada 5, fui a buscar cafeína y me conmocionó un tanto regresar al tablero y ver un alfil blanco en b8. Me llevó un momento o dos averiguar cómo había llegado allí y algunos momentos más darme cuenta de lo horroroso que era. El mal menor era, sin du-. da, 6 . . . . , ¡yxb8 7. i,b5+, Wd8, aunque esta variante difícilmente es atractiva. En vez de eso, elegí una alternativa todavía peor.
6 . ... , l:txb8 7. i,bS+, we7 Por desgracia, forzada, ya que 7 . . . . , lbd7
8. lbe5 gana una pieza. Después de 8. dxcS (101b), seguí luchando poniendo la mejor cara de póquer de que fui capaz y acabé sucumbiendo ante un ataque de mate alrededor de la jugada 30.
Sobre el tema de los desastres de apertura en los que está implicada la jugada i,xb8, hay otros dos ejemplos que me gustaría presentar. En el primero, el extraordinario GM holandés Loek Van Wely pierde una pieza ante Mickey Adams en Tilburgo en 1996 después de las jugadas 1. d4, lbf6 2. i,gS, lbe4 3. i,f4, dS 4. e3, i,fS S. f3, lbf6 6. c4, es 7. cxdS, lbxdS (101c) 8. i,xb8!.
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De repente, las negras pierden una pieza a causa de la amenaza e4. Sin embargo, esta vez la proverbial «suerte del fuerte•• se puso de parte del holandés, y luego de 8. • .• , tt:Jxe3 9. i,b5+, i,d7 10. i,xd7+, ¡vxd7 11. ¡ve2, tt:Jxg2+ 12. ¡vxg2, 1:1xb8 13. dxc5, g6 14. ét:Jc3, i,g7 {1Q1d), tenía compensación por el material y acabó haciendo tablas.
El segundo ejemplo es un caso de «cazador cazado•• . En el torneo de Nueva York de 1924, la partida Tartakower-Capablanca se abrió con 1. e4, e5 2. f4, exf4 3. i,e2 (101e), d5 4. exd5, tt::\f6 5. c4, c6 6. d4, i,b4+ 7. �f1, cxd5 8. i,xt4, dxc4.
En este punto, Tartakower, claramente creyendo que su gran adversario había cometido un error garrafal, hizo nuestra jugada favorita, 9. i,xb8? (101f).
En vez de ganar una pieza después de 9 . . . . , l:\,xb8 10. ¡va4+, sin embargo, se le metió en cintura mediante «la madre de todas las jugadas intermedias•• , 9 . .•• , ét:Jd5!. Luego de 10. �f2 (10. i,f4, 'iVf6 no ayuda), nxb8 11. i,xc4, 0·0, su posición era un desastre, y Tartakower sucumbió rápidamente.
Volviendo a la partida de Stefanova, lo más difícil de aceptar fue que las cinco primeras jugadas de las negras, de lo más naturales, pudieran inspirar un castigo así, puesto que todas eran jugadas de desarrollo normalísimas. El problema, como finalmente me vi obligado a reconocer, es que las negras podrían quejarse de lo mismo después de la secuencia 1. e4, e5 2. i,c4, tt::\c6 3. 'iVh5, ét:Jf6 4. ¡vxf7#. Si este libro ha probado algo, espero que haya sido que la carretera que conduce al infierno ajedrecístico ¡está pavimentada de jugadas naturales!
1 17
101d: Después de 14 • .•. , i,g7
101e: Después de 3. i,e2
1 01 f: Después de 9. i,xb8?
NOTAS DEL
TRADUCTOR
1. Giddins parece atribuir al alemán Grimm, «furia», «rabia•• , «ira•• , «saña•• , «encono•• el significado del inglés grim: «sombrío•• , «nefasto•• , «deprimente•• , «macabro•• , «desastroso•• .
2. En el original, Grimmest, el autor juega también con alusiones a los hermanos Grimm, que conservaron en sus cuentos la crueldad o el horror de determinados episodios relatándolos tal como los había transmitido la tradición.
3. La celada «tradicional•• es 1. d4, f5 2. i,g5, h6 3. i,h4, g5 4. i,g3, f4 5. e3, h5 6. i,d3, � h6 7. �xh5+, l:i. xh5 8. i,g6#. Las negras ganan la pieza (por tres peones) luego de 6 . . . . , �f7. pero, según Larsen en Kaissiber(núm. 7, julio-septiembre de 1998), su posición no inspira confianza después de 7. exf4, h4 8. fxg5, hxg3 9. �f3+, �g7 1 O. 'iVxg3, d6 11. h4.
4. Una miniatura de esta variante se dio en Fedorowicz-S. Brower, Cto. Abierto de Estados Unidos, Chicago, 1994: 4 . . . . , �d7 5. �xd7+, l2Jxd7 6 . .l:txb1, l2Jgf6 7. lL:lf3, l2Jxd5 8. e4, l2Jb4? (8 . . . . , l2J5f6) 9. a3, l2Jc6 10. i,f4, 0-0-0? (1 o . . . ··�l:i. c8) 11. d5, l2Jcb8 12. l:rc1, c6 13. dxc6, l2Jxc6? 14. l:i.xc6+, 1 - O (14 . . . . , bxc6 15. i,a6#).
5. En inglés switchback.
6. Uhlmann cita únicamente, en cambio, la variante 12. i,xc6!, bxc6 13. i,f4, i,d7 14.lL:la4, i,e8 15. i,e5, i,h5, «con posibilidades de defenderse•• . UHLMANN, Wolfgang: La Defensa Francesa a través de mis partidas. Trad. de SP. Hispano Europea, Hospitalet (Barcelona), 2006, p. 131.
7. Posición teórica muy conocida de una apertura a partir de la cual se considera que empieza en realidad la partida.
Í NDICE
DE JUGADORES
Los números corresponden a las páginas. Entre paréntesis, jugadores citados en variantes o partidas incluidas en la partida principal.
A
Abramovié, 42 Adams, 93, 116 Adamski, 115 Adorján, 20 Akesson, 18, (50) Akopián, (95) Alekhine, (71 ), 72, 100, (114) Almeida, 60 Amura, 113 Anand, 66, (77), (89), 93 Apicella, (48) Arlamowski, 38 Arp, 69 Arulaid, (64) Aschenberg, 71 Ashley, 107 Atotibo, 94
B
Bachmann, 75 Balashov, 112 Banas, (15) Barouty, 82 Basman, (32), (33) Bates, Ri., 28 Becker, (20) Beckmeyer, (12) Beliavski, (102), 106 Bellin, J., 57 Berg, K., 28 (2) Blackburne, 72
Blatny, (15) Bodicker, 96 Bogoljubow, 1 05 Borges, (94) Botvínnik, 41 Brestian, (17) Bronstein, (74) Brower, S., 119 Brown, S., (30) Browne, 33, 107 Bucinskas, 89
e
Cámpora, 74 Capablanca, (97), 108 (2), 117 Casas, 99 Chandler, 25 Chigorin, (62) Christiansen, 16, (66), 109 Clarisse, 70 Cobb, 57 Condie, (39) Conquest, 53, (55) Costa, (89) Cramling, P., (94) Crown, 103 Cummings, (30) Cvetkovié, (17)
D
Damjanovié, (111)
122
David, R., 92 De Firmian, (89) De Vreugt, 11 O De Waal, 95 Deep 8/ue, 43 Delanoy, (12) Diringer, 34 Doll, 71 Dreev, (28) Dvoiris, 1 01
E
Eales, 40, 64 Ebenfeld, 81 Eingorn, 48 Engels, 39 Ericsson, (49) Euwe, 100
F
Fedorowicz, (40), 119 Fiechtl, 75 Fischer, 29, 36, 46, (47), (52) Flear, (94) Fruehe, 98 Ftácnik, 1 02
G
Gallagher, 84 García Palermo, (87) Gélfand, (87), (95) Géller, 115 (2) Giddins, 13, (16), (81 ), 96 (2), (98), (1 04), (112), 116 Gleizerov, (58) Gligorié, 111 (2) Golombek, 103 Gómez, A., (94) Goodfellow, (16) Goritsas, 18 Gretarsson, (104)
101 CELADAS DE APERTURA
Grimm, 14 Groffen, 95 Gruener, 24 Grün, (44) Gulko, 19, 102 (2) Gunsberg, 78
H
Harandi, 76 Hector, 51 Heidenfeld, (50), (64) Herczeg, 45 Hermann, (69) Hernández, E., 50 Hernández, R., (49) Herr, 98 Heuer, (64) Hodgson, 19, 25, 42(2) Holm, (115) Hort, (71) Hübner, (78)
lbragimov, 22 lliin-Zhenevski, (64) lllescas, 59, 85 lvanov, 12
J
Jurecka, 62
K
Kahn, 47, (112) Kárpov, (85), 91, (112) Kashdan, (54) Kaspárov, 43, (77) Kavalek, (19) Kenworthy, 64 Keres, 38, 44, (65), (69), (71 ), (82)
101 CELADAS DE APERTURA 123
King, (42) Mecking, 76, 104 Kiseliov, 101 Mellado, (60) Kiss, 62 Mephisto, (40) Kochiev, 12 Mestel, 23, 55 (2) Kolar, 54 Mieses, (62) Kontopoulos, 31 Miles, 33, (66), 106 Korchnói, 29, 36 Milligan, 113 Kótov, 90 Milis, (105) Kozul, (89) Milner-Barry, 86 Krámnik, (95) Milos, 104 Kristiansen, T., (50) Mohr, G., 31 Kudrin, (42) Molander, (30)
Morenz, (101) Muir, 94
L Müller, 37
Lapienis, 89 N Laqua, 24
Larsen, (62), 119 Lasker, Ed., 97 (2) Neat, 23 Lasker, Em., 37, (52) Nei, (58) Lautier, (85) Nezhmetdínov, 101 Le Blancq, 40 Nielsen, Hartung, 83 Lees, D., 86 N.N., 101 Levin, 79 Novikov, 109 Lewis, 53 Lindstedt, (30)
o Link, 34 Littlewood, J., (55) Littlewood, P., 88, (98) 011, 45 Ljubojevié, 67 Olsen, P., (34) Lobron, (19) Onoprienko, (28) Lútikov, 29 Osmanbegovié, 27
0stenstad, 83
M p
Magar, 16 Mah, (30) Pajekski, (20) Makarichev, 67 Panno, (47) Malajov, 47 Parry, (24) Marco, 73 Pavlov, 61 Marinelli, 27 Pein, 50 Marshall, 114 Penrose, 22, 80, 88 May, 39 Pereira, (42) McAIIan, 55 Perlis, 84 McShane, 74 Pert, N., 110
124
Peschel, 11 Petrosián, 17, (81), 90, 112 Pfleger, 44 Piazzini, 99 Piket, (78) Pilnik, (54) Plachetka, (60) Polugaevski, 87 Portisch, (18), (62), (89) Poulton, 83 Psajis, (89)
R
Rabinóvich, 1., (64) Ree, 17 Reshevsky, 46, 97 Réti, 114 Rice, C., (60) Richardson, (15) Riemersma, 52 Riznar, 54 Robovié, (49) Rogers, 48, (49 [2]) Romero Holmes, 60 Romijn, 69 Rotsagov, (34) Rowson, (15) Rubín, (68) Rubinstein, 100 (2)
S
Sadler, (39), 56, 85 (2) Sammalvuo, 56 Sánchez Jiménez, 68 Sax, 35 Schlechter, (52), 84 Seirawan, 35 Shírov, (95) Siebrecht, (30) Smejkal, 14 Spasski, 20, (81) Spassov, L., (50) Spice, 83
101 CELADAS DE APERTURA
Spielmann, 41 Stefanova, (24), 116 Stohl, (28) Stone, 13
T
Taimánov, 87 Tal, (49) Tangborn, 81 Tarrasch, 73, 78 (2) Tartakower, 117 Telfer, (96) Terentiev, 84 Terpugov, (82) Thomas, 80 Tofe Mata, 68 Toloza, 92 Tresch, (44) Tseitlin, Mi., (48) Tseshkovski, 77
u
Uhlmann, 29, 61, 119
V
Van Dijke, 70 Van Wely, 26, 116 Varavin, 79 Veitch, 22 Vidarsson, 51 Vidiniak, (24) Vizhmanavin, (85) Vladimírov, (55) Vorotnikov, 11
w
Wachtel, (105) Watson, (55) Wilder, 82
101 CELADAS DE APERTURA
Wilsbeck, 52 Wolpert, (64)
y
Yanofsky, 111 Y e Rongguang, 26, (81) Yusúpo�59, 77, 91, (101)
z
Zapata, 66 Zarnicki, (68) Zeidler, (98) Zhelnin, 22
125