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EDUCACIÓN AMBIENTAL: DEFINICIÓN, IMPORTANCIA E
IMPLEMENTACIÓN
Elaborado por: Maryela Bolaño Lara
Maestría en Desarrollo Sostenible y Medio ambiente
Educación ambiental
Docente: Gloria Clemencia Amaya Castaño
Octubre de 2017
La Educación Ambiental (EA) es un proceso, democrático, dinámico y participativo, que
busca despertar en el ser humano una conciencia, que le permita identificarse con la problemática
socio ambiental, tanto a nivel general, como del medio en el cual vive; identificar y aceptar las
relaciones de interacción e interdependencia que se dan entre los elementos naturales allí
presentes y mantener una relación armónica entre los individuos, los recursos naturales y las
condiciones ambientales, con el fin de garantizar una buena calidad de vida para las generaciones
actuales y futuras. La educación ambiental debe garantizar que los seres humanos afiancen e
incorporen en su vida conocimientos, actitudes, hábitos, valores que le permitan comprender y
actuar en la conservación del medio ambiente, trabajar por la protección de todas las formas de
vida y por el valor inherente de la biodiversidad biológica, étnica, cultural y social colombiana
(Rengifo, Quitiaquez y Mora, 2012).
Su importancia consiste en lograr que los individuos y las colectividades comprendan la
naturaleza compleja del ambiente natural y del creado por el ser humano, que sea resultado de la
interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales, económicos y culturales; y adquieran los
conocimientos, los valores, los comportamientos y las habilidades prácticas para participar
responsable y eficazmente en la prevención y la solución de los problemas ambientales, y en la
gestión relacionada con la calidad ambiental (Caduto, 1992). La educación ambiental puede y
debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo
hacia la sustentabilidad y la equidad. “Para contribuir con eficacia a mejorar el ambiente, la
acción de la educación debe vincularse con la legislación, las polí- ticas, las medidas de control
y las decisiones que los gobiernos adopten, en relación con el ambiente humano” (UNESCO,
2004).
La EA debe impulsarse precisamente porque permitirá esa construcción colectiva de
nuevos valores y garantizará un cambio de actitud de los habitantes a largo plazo, frente al estado
actual de los aspectos mencionados. Esto a través de la construcción de procesos de
sensibilización, concientización, participación que propendan por mejorar acciones de actuación
frente a la naturaleza, haciendo un aprovechamiento sostenible de los recursos de que se dispone
y a los cuales se tienen acceso fomentando una cultura participativa para apropiar y legitimar los
procesos de gestión ambiental y desarrollo regional y territorial. Este cambio debe producirse
mediante un concepto que considere a la naturaleza como un elemento activo, que responde y
reacciona ante los estímulos de las personas. La educación ambiental deberá buscar que la
sociedad aprenda a interpretar y analizar las reacciones de la naturaleza, a conocer que el entorno
natural tiene capacidad limitada de regeneración y que muchos de sus elementos, al ser utilizados
por el ser humano, se convierten en recursos finitos (Rengifo, Quitiaquez y Mora, 2012).
Un programa de EA debe tener en cuenta el ambiente en su totalidad: natural y cultural;
social, político, económico, tecnológico, social, legislativo, y estético. Debe hacer hincapié en
una participación integral y activa, en la prevención y resolución de los problemas concretos y
generales. Además, debe considerar todo desarrollo y crecimiento en una perspectiva ambiental;
pedagógicamente, fomentar el valor y la necesidad de la cooperación local, nacional e
internacional (Meza Aguilar, 1992). Como lo menciona la Política Nacional de Educación
Ambiental1, para el desarrollo de propuestas de EA, debe haber una integración entre los
diferentes entes partiendo desde los Ministerios de Ambiente y Desarrollo sostenible (MADS) y
de Educación, pasando por las Corporaciones Autónomas Regionales hasta diferentes niveles
formales e informales, con el fin de buscar la complementariedad en los procesos formativos y
de capacitación de las comunidades. El desarrollo de propuestas de EA debe hacerse desde la
incorporación de los planes elaborados por los Comités Técnicos Interinstitucionales de
Educación Ambiental, departamentales y locales a los planes de desarrollo, de manera que se vea
la dimensión ambiental como eje transversal y como elemento de transformación y cambio de
las relaciones sociedad, naturaleza y cultura, en los distintos escenarios del país. A través de estos
planes se buscan obtener recursos financieros que garanticen la sostenibilidad de la propuesta, en
el contexto de la descentralización y de la autonomía local. Desde el sector formal, con la
inclusión de la dimensión ambiental y el reconocimiento de la problemática ambiental local y de
la formulación de proyectos integrales e interdisciplinarios desde la escuela a través de proyectos
escolares (PRAES) y la construcción de escuela abierta, con proyección comunitaria. En cuanto
a la educación no formal, a través de los proyectos ciudadanos de Educación Ambiental
(PROCEDAS), como estrategia importante para el trabajo comunitario en el campo de la
1 Política Nacional de Educación Ambiental, ley 1549 de 2012
problemática ambiental. Estos proyectos están íntimamente relacionados con la transformación
de las dinámicas socioculturales de las diferentes colectividades de una comunidad local,
alrededor de la intervención ambiental. Las propuestas de EA, se deben desarrollar a través de
iniciativas particulares, desde cada uno de los sectores, buscando siempre la interdisciplinariedad
y complementariedad entre éstos. Para ello se debe acudir a mecanismos de asociación,
concertación y gestión entre los mismos, con el fin de lograr los impactos requeridos en lo que
se refiere a formación de ciudadanos y ciudadanas éticos y responsables en el manejo del
ambiente2.
Actividades de Educación Ambiental en el Acuario Mundo marino (Santa Marta –
Colombia), como herramienta para promover la conservación de especies marinas
El proyecto Mundo marino3, consiste en una serie de grandes
acuarios de exhibición de los diferentes ambientes marinos y sus
especímenes a través de los cuales se quiere mostrar la vida submarina
y concientizar a la comunidad en general sobre sus valores naturales,
armonizando propósitos de investigación, educación y recreación. Se encarga entre otras cosas
de la conservación ex situ y la implementación de estrategias educativas que aporten a este fin y
así incentivar la conservación de especies de fauna marina que se encuentran bajo algún nivel
importante de amenaza.
Luego de la revisión de la implementación del Programa de Educación ambiental que está
vigente en Mundo marino se determinaron como fortalezas, que el programa está dirigido a un
amplio público, pudiendo transmitir su mensaje y lograr la concientización no solo a los
estudiantes de colegios públicos y privados a nivel regional y nacional, sino a turistas y público
de paso. Otro aspecto importante es que los guías para los recorridos reciben una capacitación
completa con aspectos que contemplan desde la biología de las especies, funcionamiento y
dinámica de su hábitat, aspectos de conservación de las mismas, problemáticas; hasta como se
puede difundir esta información con las personas que llegan al acuario con la expectativa de
conocer este tipo de ecosistema. Considerando esto el mensaje que se transmite al público es
integral.
2 Política Nacional de Educación Ambiental, ley 1549 de 2012 3 http://www.mundomarinoacuario.com.co
Entre los aspectos a mejorar se puede mencionar que no hay un documento físico donde se
haga explícita la estrategia de EA al interior del acuario, sus funciones y objetivos, de manera
que pueda haber una trazabilidad de las actividades planteadas y su implementación a mediano
y largo plazo. Igualmente, se identifica que teniendo en cuenta que se dirige a un amplio público,
es necesario que se maneje un lenguaje adecuado de acuerdo con el tipo de grupo que va con el
guía. Se deben usar términos entendibles e información pertinente, de manera que pueda
transmitirse, cale adecuadamente el mensaje y pueda lograrse el objetivo de concientizar acerca
del cuidado y conservación de los ecosistemas marinos y sus especies. Adicionalmente, aunque
el esfuerzo desde la coordinación del programa de EA ha sido bueno, es necesario ampliar el
número de integrantes en éste para que se dé una mejor resolución de los objetivos propuestos y
estructurar mejor las funciones que cada una de estas personas debe cumplir. Esto considerando
la magnitud de usuarios que ingresan al acuario (5000 personas por mes en temporada baja), y la
necesidad que tienen nuestros ecosistemas marinos de ser conservados.
BIBLIOGRAFÍA
Caduto, M. (1992). Guía para la enseñanza de valores ambientales. Programa Internacional de
Educación Ambiental. Madrid, España: UNESCO-PNUMA.
Meza Aguilar, L. (Nov.-Dic., 1992). Educación Ambiental… ¿para qué? Nueva Sociedad, 122,
176-185.
Rengifo, B., Quitiaquez, L. y Mora, F. (2012). La educación ambiental una estrategia pedagógica
que contribuye a la solución de la problemática ambiental en Colombia. XII Coloquio
internacional de Geocrítica. Colombia. Recuperado de: http://
www.ub.edu/geocrit/coloquio2012/actas/06- B-Rengifo.pdf
UNESCO. (2004). Education for a Sustainable Development. Recuperado el 19 de octubre de
2017, de http://portal.unesco.org.education/en/ev.php-URL_ID=23298&URL_DO=DO_
TOPIC&URLSECTION=201html