Post on 23-Jun-2015
Asertividad y autoestimaLa asertividad no es sólo saber decir sí o no en el momento adecuado, aunque
esto sea una parte importante. También es reconocer y expresar los
sentimientos, tomar decisiones, actuar sin ser agresivo con los demás
y hacerse responsable de nuestra conducta y sus consecuencias.
Las personas que no se comportan de forma asertiva no se sienten libres para
comunicarse ni manifestar sus opiniones. Son pasivas y dejan pasar sus
oportunidades por miedo o indecisión. No se respetan a sí mismos ni a los
demás. Todo esto hace que su autoestima vaya disminuyendo y perjudica a
sus relaciones con los demás.
Por el contrario, las personas asertivas tienen una alta autoestima y unas
buenas relaciones con los otros. Vamos a ver cómo se comporta una persona
asertiva para poder compararlo con nuestro comportamiento:
Es capaz de tomar decisiones razonadas. No decide basándose en el miedo
a qué pensarán los demás.
Define el problema, busca diversas soluciones y las valora antes de tomar
una decisión.
Es capaz de asumir la responsabilidad por sus acciones.
Se siente capaz de enfrentarse a los problemas.
Tiene relaciones de igual a igual con los demás y se comunica abiertamente.
Defiende sus derechos, opiniones y sentimientos pero sin negar los
derechos de los otros.
Todos estos comportamientos hacen que la persona se sienta más segura de
sí misma, mejoran las relaciones con los demás y aumentan la autoestima.
¿Que es la Autoestima?La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración que uno o una
tiene por sí misma y es un aspecto muy importante en todo ser humano. La
autoestima nos marca como personas y nos ayuda a definir nuestra
personalidad. La autoestima que se tiene influirá en casi todo lo que uno hace,
como por ejemplo; influirá en la toma de decisiones, podrá modificar acciones,
aspiraciones, gustos y muchas otras cuestiones que forman el ser, la felicidad y
la vida de una persona.
Explicado de otra forma, la autoestima es básicamente la valoración que
nosotros hacemos de nosotros mismos; como nos vemos, como nos sentimos,
como sentimos que estamos y encajamos en el mundo. Nuestro nivel de
autoestima puede determinar nuestras actitudes, el cómo nos sentimos y
encontramos frente a los demás, el trato hacia mujeres y hombres y también
cómo encaramos nuestros proyectos, sueños, ideales, problemas y
frustraciones. De nuestro nivel de autoestima dependerá a qué aspiramos en la
vida, lo qué pretendemos lograr y ser y lo que podremos conseguir.
Es importante señalar que, aunque nosotros somos los responsables de definir
nuestra autoestima, conseguir tener una autoestima alta no es sencillo. La
autoestima conlleva diversos procesos internos a través de los cuales se debe
llegar a la aceptación de todo lo que forma parte de una persona, es decir:
su imagen física, capacidades, defectos, valorar las virtudes, etc.
Si una persona consigue quererse y ser feliz como es, con sus defectos y
virtudes, conseguirá tener una alta autoestima, un buen concepto de si mismo y
una valoración positiva. Estos aspectos pueden tener un papel fundamental
para que esa persona triunfe en lo que se proponga y sobre todo, sea más
feliz. Una autoestima alta también influirá en el concepto que las demás
personas tendrán sobre esa persona.
De la misma forma, una baja autoestima seguramente se traducirá en fracasos,
frustraciones y en no alcanzar las metas deseadas. La autoestima funciona
como un termómetro que indica lo que somos capaces de lograr. Una
percepción negativa de nosotros mismos nos limitará a la hora de lograr lo que
nos propongamos y también influirá en como nos ven las demás personas. Si
una persona no tiene confianza en sí mismo, difícilmente lo tendrán otras
personas. De esta manera, es posible caer en una especie de círculo vicioso,
ya que el hecho de que las demás personas no nos valoren, servirá para
reforzar y acentuar aun más la valoración negativa que tenemos de nosotros
mismos.
Por todos estos motivos, el amor y la valoración que uno tiene de sí mismo, son
muy importantes para la formación de una persona, su desarrollo y su vida en
sociedad.
Pilares de la autoestimaLa autoestima está basada en una serie de pilares básicos, que dependen
únicamente de nosotros y que, además es nuestra responsabilidad cuidar día
tras día, para conseguir su mejora. Estos pilares básicos son los siguientes:
Autoconcepto: Es la opinión que una persona tiene de sí misma, lo que ella
cree acerca de sus habilidades, cualidades positivas y negativas, valores…
Este pilar está en constante cambio ya que se basa en nuestras aptitudes, las
ideas que tenemos acerca de nuestro propio cuerpo y las valoraciones de
nuestra persona que hace la gente que nos rodea.
Autorespeto: Es la capacidad de respetarse a uno mismo. Es necesario que
seamos capaces de respetarnos a nosotros mismos si queremos ser
respetados por los demás. La gente con baja autoestima, que suele culparse
por todo y pensar muy negativamente sobre sí misma, suele atraer de forma
inconsciente las faltas de respeto de los demás.
Autoconocimiento: Es la capacidad de analizarnos sin miedo, observando
cómo somos sin engañarnos a nosotros mismos. Este análisis incluye el
estudio de nuestras cualidades positivas y de nuestras limitaciones. Sólo
conociéndonos en profundidad estaremos capacitados para valorarnos o para
realizar los cambios que necesitemos.
Autocuidado: Supone la adquisición de unos hábitos de vida saludables como
modo de vida. Estos hábitos deben englobar el cuidado de nuestro aspecto
externo y nuestra salud física y psicológica.
Aceptación de los propios límites: Para poder lograr una autoestima
equilibrada, la persona debe aceptarse con sus cualidades y sus limitaciones,
olvidándose de buscar un ideal de perfección inalcanzable que sólo conduce a
la depresión y la culpa.
Autoestima positivaHay una serie de factores que pueden afectar de forma positiva a nuestra
autoestima, haciendo que se fortalezca y que nos permita valorarnos y
encontrarnos más a gusto con nosotros mismos y en nuestras relaciones con
los demás. Estos factores son los siguientes:
Autenticidad y coherencia: Comportarse de manera autentica, de forma que
mantengamos siempre una coherencia entre nuestra conducta y nuestros
pensamientos, sentimientos y valores nos ayudará a estar más a gusto con
nosotros mismos y nos evitará autocríticas y sentimientos de culpa que siempre
resultan perjudiciales para nuestra autoestima.
Seguridad: Una persona segura de sí misma, que pueda vivir sin miedo al
futuro y a enfrentarse a nuevos desafíos ya que ha tomado las riendas de su
propia vida y dispone de las herramientas necesarias para resolver los
problemas, tendrá una autoestima elevada y positiva.
Autorrealización: Es la tendencia que tenemos todos los seres humanos a
desarrollar al máximo nuestros propios talentos y capacidades, lo que hace que
nos sintamos satisfechos y orgullosos de nosotros mismos. Una persona que
base su comportamiento en buscar esa autorrealización tendrá una autoestima
más elevada que las que lo hacen evitando el rechazo o por miedo a lo que
pensarán los demás.
Pensamientos negativosMuchas veces somos nosotros mismos los mayores enemigos de nuestra
autoestima. Las personas podemos tender a criticarnos excesivamente,
exigiéndonos niveles de perfección que son irreales y culpándonos por no ser
capaces de alcanzarlos. Esta crítica puede llegar a ser tan destructiva en
algunas ocasiones que disminuye la autoestima hasta niveles patológicos y
sume a la persona en la depresión. Por ello es importante aprender a combatir
la autocrítica y saberdesarmarla cuando es negativa.
Otra manera en la que nosotros mismos atacamos a nuestra autoestima es a
través de ladistorsión del pensamiento. Consiste en una visión distorsionada de
quienes somos, acompañada de unos niveles de perfeccionismo y
autoexigencia que son inalcanzables. El perfeccionismo exagerado,
las comparaciones propias innecesarias y la idealización de las demás
personasconducen a valorarnos de forma negativa, con lo que nuestra
autoestima se verá reducida de forma importante.
Todos estos pensamientos negativos nos impiden valorarnos de forma
realista, aceptarnos a nosotros mismos y desarrollar una autoestima que nos
permita ser felices y comportarnos de manera satisfactoria en nuestras
relaciones sociales.
Baja AutoestimaCuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima,
esto se traduce en una gran cantidad de problemas en diversos ámbitos de su
vida. Una persona con baja autoestima suele sentirse más infeliz y mucho más
limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer.
Las características de una persona con autoestima baja son diversas:
Las personas con baja autoestima tienen una mayor tendencia a la
depresión y a sufrir ante las adversidades.
Las personas con baja autoestima no se sienten seguras de si mismas.
Tienen miedo de expresar sus gustos u opiniones. Prefieren quedarse
callados antes que opinar ya que consideran que “no tienen derecho” o que los
demás consideraran que no lo tienen.
Las personas con baja autoestima son mucho más vulnerables y suelen
tomarse a mal cualquier crítica o queja hacia su persona, debido a que
siempre tienen miedo sobre si serán o no aceptados por los demás.
Las personas con baja autoestima tienen mayor dificultad para relacionarse
con los demás. Siempre suelen estar pensando como se interpretará aquello
que dicen o hacen y si caerán bien o mal a los demás.
Las personas con baja autoestima sienten una gran necesidad de ser
aceptados por los demás ya que no se aceptan a sí mismas. Por este mismo
motivo, suelen sentirse muy presionados cuando están con otras personas.
Las personas con baja autoestima, tienen miedo de arriesgarse por miedo a
fracasar.
Tienen menos probabilidad de lograr lo que se proponen porque siempre
están pensando de antemano que no lo lograrán.
Las personas con baja autoestima suelen dejarse atropellar por los demás o
ser maltratados por miedo a resistirse y quedarse solos.
Les cuesta expresar sus sentimientos.
Suelen creer que siempre los demás están por encima de una o uno, son
superiores, valen más y por lo tanto sus problemas también son más
importantes.
Tienen mayor dificultad para enfadarse con las demás personas por miedo
a que la otra persona “no acepte el enfado”.
Pueden ser muy autoexigentes y nunca valorar sus propios logros.
No tienen confianza en sí mismos ni creen que puedan lograr lo que se
proponen.
Suelen excusarse y justificarse por todo. Siempre tienen miedo de estar
molestando o quitándole tiempo a los demás.
Cuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima,
esto se traduce en una gran cantidad de problemas en diversos ámbitos de su
vida. Una persona con baja autoestima suele sentirse más infeliz y mucho
más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer
Exceso de autoestimaEs conocido por todos los problemas que sufren las personas que tienen un
nivel de autoestima bajo. Sin embargo, tener un nivel de autoestima
excesivo no es tan bueno como puede parecer en un primer momento. El nivel
de autoestima debe estar equilibrado y ser realista con las cualidades y
limitaciones de la persona. En caso contrario, un nivel de autoestima
exagerado puede resultar igual de problemático, tanto para la persona que
lo padece como para la gente que le rodea.
Las personas con exceso de autoestima se caracterizan por ser egoístas,
intolerantes, narcisistas, por creerse omnipotentes y totalmente
independientes de las personas que les rodean, lo que puede llevarles a
practicar conductas temerarias…
Cuando el exceso de autoestima no se trata, puede llevar a la persona a
desarrollar trastornos psicológicos de importancia, tales como el narcisismo, la
manía, los delirios de grandeza… Incluso cuando no llega a estos límites, estas
personas pueden sufrir depresión, al sentirse incomprendidos por los demás o
considerar que la vida no les está otorgando lo que ellos merecen en realidad.
Un exceso de autoestima puede ser síntoma de una serie de problemas
psicológicos de diversa gravedad. Los más comunes son:
Personalidad narcisista: El paciente cree que sus habilidades son superiores
a las reales y tiene una necesidad excesiva de admiración. Además, es
extremadamente egoísta y no tiene en cuenta a los demás. Esto hace que no
pueda desarrollar una vida feliz y productiva.
Manía: Es una de las fases del trastorno bipolar o maníaco-depresivo. En esta
fase la persona se siente invencible, tiene una energía exagerada y lleva a
cabo ideas disparatadas o peligrosas. Por ejemplo, puede gastar todo su dinero
en el juego, vender la casa para invertir en cualquier cosa o vivir una aventura
con alguien sin importarle los sentimientos de su pareja.
Delirio de grandeza: Se da en los casos graves de psicosis (esquizofrenia o
paranoia). El enfermo se cree un personaje importante y actúa como él. Por
ejemplo, puede creer que es un rey y no entenderá por qué los demás no le
tratan como tal.
Estos trastornos son los ejemplos más graves de lo que puede provocar una
autoestima demasiado elevada. Sin embargo, aunque no llegue a estos
extremos, el exceso de autoestima también puede causar muchos problemas a
la persona y a la gente que le rodea. Por ejemplo, muchas veces estas
personas no sienten que estén recibiendo de la vida y de los demás todo lo que
creen que merecen, por lo que pueden acabar sintiéndose deprimidas.
Además, este exceso de autoestima suele ser en realidad un engaño de la
propia mente. La gente narcisista tiene una gran cantidad de complejos
y miedos y los esconden detrás de una fantasía de superioridad. Esto hace que
necesiten demostrar continuamente su superioridad y que los demás alaben
todos sus logros. Cuando no lo consiguen, reaccionan con rabia, deseos de
venganza… Todo esto deteriora su relación con los demás y supone un gran
desgaste psicológico para ellos.
Asertividad y desarrollo de la autoestimaUna de las cualidades que más pueden ayudarnos a desarrollar una
autoestima equilibrada es la asertividad. Consiste en saber decir sí o no en el
momento adecuado, reconocer y expresar los sentimientos, tomar decisiones,
actuar sin ser agresivo con los demás y hacerse responsable de nuestra
conducta y sus consecuencias. Una persona asertiva tendrá una autoestima
fuerte y sabrá comportarse con los demás de forma adecuada, defendiendo
sus derechos sin pasar por encima de los de los demás.
Dependiendo del grado de asertividad que poseen las personas podemos
clasificarlas en diferentes tipos de comportamiento asertivo. Podemos
encontrar personas inhibidas, incapaces de expresar sus sentimientos y
defender sus derechos o agresivas, que sólo miran por sí mismos sin
importarles pisotear los derechos de los demás.
Además del comportamiento asertivo, también trataremos otros conceptos que
pueden ayudarnos a desarrollar nuestra autoestima, como la capacidad de
independizarse. Las personas con baja autoestima pueden ser muy
dependientes de las otras personas de su entorno y, al estar preocupados por
su incapacidad para ser autónomos y ser responsables de resolver sus propios
problemas, pueden sentir terror a la perspectiva de tener que vivir por sí
mismos. Otro concepto importante es el aprender a estar solos, entendiendo
por estar solo la capacidad de disfrutar de estar con nosotros mismos de
manera sana y agradable sin caer en la depresión o el aislamiento.
Reforzar la autoestimaCuando somos niños, solemos ser reforzados de manera positiva por nuestros
padres, familiares o profesores de manera inmediata, de forma que podemos
saber en el momento si nuestra conducta ha sido adecuada y actuar en
consecuencia. Esos refuerzos, en forma de elogios o premios,elevan nuestra
autoestima y nos ayudan a desarrollarnos.
El problema llega cuando, según vamos creciendo, esos refuerzos comienzan
a escasear. Una persona que siga dependiendo de los refuerzos inmediatos de
los demás para fundamentar su autoestima se encontrará perdida y su
autoestima comenzará a decrecer. Por ello, para seguir manteniendo nuestra
seguridad en nosotros mismos y una valoración positiva de nuestra
personalidad, debemos tener en cuenta los siguientes conceptos:
Aprender a reforzarse a uno mismo: Debemos estar capacitados para
evaluar nuestra conducta de forma realista y poder ser nosotros mismos los
que juzguemos la validez de nuestro comportamiento y nos reforcemos de
forma interna, sin necesitar a otras personas para saber si estamos actuando
de manera adecuada. Para poder hacerlo explicaremos una serie de técnicas
para reforzarse a uno mismo.
La importancia de retrasar el refuerzo: No podemos esperar que todas
nuestras acciones vayan seguidas de un premio inmediato. Muchas metas en
la vida exigen tiempo y esfuerzo antes de que podamos lograr nuestro objetivo
y, si no aprendemos a posponer el refuerzo, nos desmotivaremos y no seremos
capaces de luchar por ellas.
Consejos para mejorar la asertividadUna persona asertiva debe ser capaz de evitar la manipulación de los demás
para poder comportarnos según nuestras ideas y derechos sin herir a los
demás. Esto, que puede parecer tan sencillo, no resulta tan fácil en la vida real.
Pensemos en cuántas veces nos hemos sentido culpables por decirle que no a
alguien, aunque sabíamos que nuestra decisión era la acertada o en las
ocasiones en las que hemos acabado haciendo algo que no queríamos por
no herir a una persona que nos importa y sintiéndonos luego mal por ello.
Vamos a dar una serie de consejos para poder mejorar nuestra asertividad y
evitar estas situaciones:
Conócete a ti mismo y a tu escala de valores. Eso te permitirá tener muy claro
que quieres hacer y que no.
Estar seguro de ti mismo y de que la decisión que has tomado es correcta te
ayudará a mantenerte firme.
En las discusiones expresa cómo te sientes y por qué dando ejemplos
concretos, sin culpar y generalizar. No es lo mismo decir “Has llegado tarde las
tres últimas veces que hemos quedado y eso me hace sentirme molesto” que
decir “Estoy harto de que siempre llegues tarde”.
Aprende a escuchar al otro.
Se consciente de tus derechos y de que luchar por ellos no te convierte en
un egoísta ni en una mala persona. Tienes derecho a decir que no e incluso a
equivocarte, enfadarte o sentirte molesto y a expresarlo, siempre que lo hagas
de una manera adecuada y sin dañar al otro.
No dejes que tus necesidades se vean pisoteadas por ayudar a los otros. El
sacrificio sólo es positivo si lo has razonado y has llegado a la conclusión de
que en ese momento es mejor que hagas algo por la otra persona que suponga
dejar tus necesidades de lado. Si lo haces por costumbre o por miedo al
rechazo de los demás, sólo te generará resentimiento.
La autoaceptación o hecho de aceptarse a uno mismo de manera plena, con
sus cualidades y carencias, es algo imprescindible a la hora de poder
desarrollar una autoestima equilibrada. Aceptarse no siempre es una tarea
fácil. Existen multitud de aspectos de nuestro físico, nuestra personalidad o
nuestro pasado que nos negamos a considerar o intentamos ocultarnos a
nosotros mismos y a los demás.Aceptarse a uno mismo no significa
conformarse y convertirse en un ser pasivo. Al contrario, a la hora de realizar
cambios en las partes de nuestra persona que no nos gusten, es necesario que
aceptemos en un primer momento de forma realista esas carencias.