CIUDADES IMAGINARIAS

“La Esperanza”

Juan Pablo salió como en tantas otras ocasiones, a encontrarse con

sus pensamientos

a través de sus acostumbradas y prolongadas caminatas por el campo.

por un estrecho sendero, escuchó una dulce voz que lo incitaba a seguirla.

Un agradable aroma a rosas invadía el lugar.

Los problemas y preocupaciones que ocupaban su memoria se desvanecieron

y se dejó llevar por esa presencia que se adueñaba de su ser provocándole una inmensa paz y seguridad.

A medida que lo hacía atravesaba una espesa cortina de enredaderas,de las cuales pendían coloridas y fragantes flores.

Sentía que su cuerpo flotaba, hasta que se detuvo fascinado

porque se encontró al fin con la dueña de esa voz tan melodiosa que lo había guiado dulcemente hacia ella.

Se trataba de una pequeña ciudad que brillaba por su belleza y esplendor. Lo recibió con dulzura invitándolo a sentarse en una de sus veredas que brillaban como el sol. -Seas bienvenido. Soy la ciudad de la paz, mi nombre es “Esperanza” y te invito a recorrerme.

Puso a su disposición una suave y blanca nube guiada por un ángel

que dejaba ver en su mirada todo el amor del mundo.

A medida que avanzaban, Esperanza servía de guía de ese encantador recorrido por el aire.

Era pequeña, aproximadamente una manzana. Sus calles de mármol blanco, las veredas de color celeste cielo y sus edificios eran de diferentes estilos pintados de blanco marfil.

Estaba rodeada de jardines poblados de flores multicolores,

pero lo que a Juan Pablo le llamó la atención fue la ausencia de seres vivientes. Cuando le preguntó al respecto, la nube descendió lentamente dejándolo frente a Esperanza, la cual con lágrimas en los ojos le expresó:

- “Los seres humanos noestán preparados parahabitarme . Fuera de mí hay mucha violencia y crueldad. ¿ Has visto mis dimensiones? Cada día empequeñezco porque debido a tanta maldad que hay en el mundo mi vida se apaga. Sufro viendo niños abandonados en la calle, ancianos despreciados, guerras y tantas otras injusticias que contribuyen a que mi existencia se apague.

Ahora, tú debes regresar. Eres mi única salvación. Ve y multiplica el amor que has recibido. Si lo logras no solo viviré sino que también creceré por una humanidad mejor”

Cuando Juan Pablo despertó se encontró en una humilde iglesia.

No recordaba a Esperanza pero en su mente brotaban cientos de ideas para poder ayudar a mejorar el mundo. Sentía que toda su vida la dedicaría a proteger a los que lo necesiten convirtiéndose en peregrino del bien.

Su vida había cambiado, no entendía esa transformación pero en su corazón saltaba la llama del amor que lo predisponía a cumplir con el llamado de Esperanza.

fin

Egresados 2012

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