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Diagnóstico de la Situación
de Personas Adolescentes
y Jóvenes Adultos en
Rincón Grande de Pavas
2002
FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
• •
Defensa de Niñas y Niños Internacional
DNI Costa Rica
Presidenta Ejecutiva del DNI: Virginia Murillo Herrera
Teléfonos: (00506) 236 9134 - 2972885 -2972880
fax: (00506) 23605207
Apdo Postal: 1760–2100 Guadalupe, Costa Rica
correos electrónicos: dnicos@racsa.co.cr / info@dnicostarica.org
Página web: www.dnicostarica.org
Proyecto:
JUVENTUD Y DERECHOS HUMANOS
Equipo Ejecutor del Proyecto:María José Cappa Martínez
Jeffery López CastroGerardo Zamora Monge
Este proyecto ha sido posible gracias al aportedel Fondo de Canadá para Iniciativas Locales
FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
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FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
CONTENIDO
PRESENTACIÓN DNI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
PRESENTACIÓN CANADÁ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
CONTEXTO Y SITUACIÓN DE LA JUVENTUD EN RINCÓN GRANDE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
A. EL ACERCAMIENTO, LA INSERCIÓN Y LOS PRIMEROS CONTACTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
B. LA JUVENTUD EN RINCÓN GRANDE: ESTIGMA Y EXCLUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1. Los imaginarios de la construcción de la identidad en la juventud . . . . . . . . 6
2. Juventud o juventudes Acerca de cómo re-mirar a las juventudes . . . . . . . . 7
3. Las voces de los y las jóvenes en Rincón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
C. MARCO CONCEPTUAL PARA EL ANÁLISIS DE LA VIOLENCIA Y LA DELINCUENCIA JUVENIL . . . . . . . 12
1. Definición del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2. El alcance y la profundidad del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
3. Causas y factores de riesgo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Diagnóstico de la Situación de Personas Adolescentes y Jóvenes Adultos en Rincón Grande de Pavas
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PROYECTO
JUVENTUD
Y DERECHOS
HUMANOS Los enfrentamientos violentos en los que las per-sonas menores de edad han sido protagonistas,ya sea como agentes de violencia o como vícti-mas de tales hechos, han acaparado la atenciónde la población y de los especialistas a nivel na-cional e internacional en los últimos años.
Adentrarse en el tema de la violencia nos con-duce por caminos diversos y a veces confusos.En ese sentido, cuando hablamos de violencia,hablamos también de relaciones de poder. Laviolencia no se genera en el vacío, por el contra-rio es la expresión de acciones humanas, de de-siguales condiciones de vida que conllevan de-siguales oportunidades de desarrollo. Estas rela-ciones de poder, y la consecuente desigualdadde oportunidades, generan conflictos, que sonla expresión visible, muchas veces físicamenteviolenta, del enfrentamiento de expectativas eintereses entre diferentes actores.
Esta forma de entender el fenómeno de la vio-lencia nos permite apreciar el comportamiento,las actitudes y el discurso de los actores socia-les en múltiples vías y no en una sola dirección,ya que nos aleja de la simple y llana asignaciónde posiciones lineales o argumentaciones mo-nocausales de este fenómeno. Partimos enton-ces del supuesto de que las expresiones de vio-lencia de parte de las personas menores deedad y lo adultos jóvenes y la que se producecontra ellos, traducen las relaciones de poderdesiguales que los subordinan al mundo adulto,en la familia, en la escuela y en la sociedad, loque conforma una violencia de tipo estructural.
La pobreza extrema existente en la mayoría dela población que habita las áreas precarias urba-nas. Es un fenómeno complejo que abarca mu-chas dimensiones. Puede referirse a la falta deingresos pero también “ puede significar la nega-ción de oportunidades y opciones básicas parael desarrollo humano, vivir una vida larga sana ycreativa y disfrutar de un nivel decente de vida,libertad, divinidad, respeto por sí mismo y delos demás“1, siendo la niñez el sector que sufrelas más graves efectos de dicha pobreza ame-nazando su desarrollo en los aspectos sociales,psíquicos y morales, generando como conse-cuencia inmediata una adolescencia carente de
oportunidades en un mundo competitivo comoel actual.
El crecimiento de la población urbana respondeprincipalmente a procesos migratorios de las zo-nas del interior del país y de desplazamiento deextranjeros en busca de trabajo y mejores oportu-nidades de vida.
Es un crecimiento habitacional sin ninguna planifi-cación y en condiciones de hacinamiento que songeneradores de violencia, por lo general el asen-tamiento marginal es una estructura frágil, cons-truida con materiales sencillos, muchos de ellosproductos de desecho, como cartón, latas viejasde zinc, y plásticos. Conforme pasa el tiempo lasvan modificando pero siempre reflejan la precarie-dad en la falta de servicios públicos básicos (aguapotable, drenajes, luz eléctrica, servicio de trans-porte, servicios de salud, construcción de escue-las y una verdadera urbanización planificada quepermita el disfrute de los derechos por parte delas personas menores de edad.
Por lo general las familias que habitan estas co-munidades, son poco aptas para atender ade-cuadamente las necesidades y solucionar losproblemas que enfrentan sus hijos e hijas, preci-samente son esas necesidades de superviven-cia marginal las que no permiten ser un núcleoprotector, ni constituirse en el primer eslabón desatisfacción de necesidades básicas.
Por ello el problema no puede ser atendido úni-camente desde el sector de las personas meno-res de edad, sino que en su conjunto, ya que es-te tipo de familias por lo general son disfuncio-nales y con un alto grado de desintegración. Lamulticausalidad de este fenómeno nos permitediferenciarlo de acuerdo a diversos criterios. Se-gún las personas afectadas podemos hablar deviolencia hacia las mujeres, los niños, los ancia-nos, los adolescentes. Podemos hablar tambiénde violencia económica, política, racial, psicoló-gica, sexual, física. Y si nos referimos al espaciopodemos hablar de violencia doméstica, labo-ral, callejera, urbana, rural, o en la escuela.
Los niños, niñas y adolescentes que se desen-vuelven en este medio hostil no logran desarrollar
Virginia Murillo Presidenta Ejecutiva
DNI Costa Rica
1 Citado por UNICEF. Estudios
sobre Pobreza y Niñez en Costa
Rica. Una revisión Crítica, 1999,
p:9
PRESENTACIÓN DEFENSA DE NIÑAS Y NIÑOS INTERNACIONAL
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José Luis Alvarez R.Director Nacional
Fondo Canadá paraIniciativas Locales
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FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
sus potencialidades, son objeto de una violen-cia sistemática que les impide llegar a ser ciuda-danos hacedores de una práctica que incidasignificativamente en el desarrollo del país, re-produciéndose así los ciclos de sub-desarrolloinstitucionalizado.
La alarma social y la sensación de inseguridadque generan los hechos cotidianos de violenciay la forma sensacionalista en que los medios decomunicación los dan a conocer, recibe por res-puesta tanto de los gobiernos como de la socie-dad civil, la puesta en práctica de acciones decorte represivo, y no de atención a los hechosgeneradores de violencia, es decir no respon-den al fenómeno causa- efecto, por eso la ten-dencia para resolver esta conflictividad social,es recurrir al aumento del número de policías,incrementar el número de delitos y sancionesmás severas, dejando de lado las acciones detipo preventivo sobre las causas estructuralesque inciden en el incremento de la violencia.
El marco de trabajo de Defensa de los Niños Inter-nacional, como movimiento mundial, se dirige ha-cia las personas menores de edad; por ello, nues-tras acciones y propuestas en lo que respecta ala violencia juvenil, se enfocan hacia los niños, ni-ñas y adolescentes inmersos en ambientes vio-lentos que viven en las zonas urbano-marginales.
Y sobre todo, nuestras acciones procuran el cum-plimiento de los derechos estipulados en la Con-vención de los Derechos del Niño y la restituciónde estos cuando las condiciones de vida impidensu ejercicio.
Agradecemos al Fondo Contravalor de PequeñasIniciativas de Canadá por permitirnos profundizaracerca de la violencia juvenil en Rincón Grandede Pavas, lo cual nos posibilitó conocer y ahon-dar sobre la problemática de la violencia juvenilen el país e incursionar en las dinámicas de laspandillas y buscar respuestas a este fenómeno.
Asimismo rescatamos el aporte y acompaña-miento de todas las personas y grupos en co-munidad, a las instituciones que apoyaron y enespecial a los niños, niñas y adolescentes queprotagonista del proyecto.
Por encima de cualquier estructura, es la estructu-ra moral de los individuos y las instituciones la queestá siendo destruída por las fuerzas devastadorasque operan en la sociedad.
Las instituciones sociales, religiosas y culturalesque tradicionalmente han sido responsables de lle-var a cabo una tarea orientadora, requiriendo en símismas de una transformación total, son incapacesde responder a las inquietudes de esta época tur-bulenta, y de hecho, están sufriendo un proceso dedesintegración frente a las mismas fuerzas que suresistencia al cambio ha generado.
Sin duda, la salida a la luz pública de estas inves-tigaciones en torno a los adolescentes y jóvenesadultos en Rincón Grande de Pavas, desarrolladascon ahínco por parte de DNI-Costa Rica, pone demanifiesto la necesidad de derribar viejos modelosmentales y adoptar nuevos marcos conceptualespara comprender y actuar sobre la problemáticatratada.
El desafío de nuestra sociedad no puede enfrentar-se, deplorando simplemente la pérdida de valorestradicionales, aunque sin duda son muchas las vir-tudes del pasado que se han perdido. Es precisomás bien explorar cuidadosamente los códigos éti-cos y morales que deben caracterizar a una socie-dad madura e irlos implantando sistemáticamente.Pero la tarea es aún más desafiante: implica desa-rrollar las capacidades morales para participar acti-vamente en los proyectos constructivos de la edadde transición, período en el cual, a diario, se sien-ten los efectos de la desintegración de un mundoviejo, y se observan eventos descomunales produ-cidos por las fuerzas de la destrucción.
Ojalá que estos aportes, hoy protagonizados por DNI– Costa Rica, contribuyan a una relectura responsa-ble de los fenómenos sociales que hasta hace muypoco tiempo sencillamente se calificaban como “pa-tologías” o comportamientos “disfuncionales”.
Para el Fondo Canadá para Iniciativas Locales, esun honor contribuir –desde esta trinchera- a la cons-trucción de una Costa Rica mejor.
PRESENTACIÓN FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
PROYECTO
JUVENTUD
Y DERECHOS
HUMANOS
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CONTEXTO Y SITUACIÓN DE LA JUVENTUD EN RINCÓN GRANDE
Presentaremos aquí un diganóstico que contextualice la situación de la niñez y la
adolescencia en Rincón Grande de Pavas para visualizar algunas de las vetas de
investigación e intervención que potencialmente podrían desarrollarse en esa
comunidad.
En primer lugar, haremos una breve descripción de Rincón Grande, enfatizando
en su formación histórica y su situación demográfica actual. Seguidamente,
presentaremos un breve apartado sobre una de las problemáticas que más
aqueja a los y las jóvenes de esa comunidad y que ellos mismo han pedido
se incluya en el informe. En tercer lugar, presentaremos una propuesta de mar-
co conpeptual para abordar la violencia y la delincuencia juvenil.
A. EL ACERCAMIENTO, LA INSERCIÓN Y LOS PRIMEROS CONTACTOS:
A pesar de ser una comunidad de la que se han ocupado diferentes tipos de
programas, tanto gubernamentales como de la sociedad civil, percibimos una
enorme necesidad de nuevas alternativas y un alto grado de vulnerabilidad para
la gente joven.
La problemática de la violencia juvenil en Pavas es multicausal. Por el tipo de
composición de los barrios de Rincón, el avance del diagnóstico se remite casi
exclusivamente a la comunidad de Finca San Juan, debido al tipo de inserción
que hemos tenido en esta comunidad y por la dinámica propia que fue tomando
el trabajo comunitario.
Según el Censo del 2000 la población costarricense creció casi 1.6 veces entre
1984 y 2000, lo cual se explica por la tasas de fecundidad imperantes sobre
todo en los años 80, por el descenso de la mortalidad y por la inmigración. Casi
un 8% de la población del país el año 2000 correspondió a personas nacidas en
el extranjero, especialmente en Nicaragua. La población urbana creció de un 50%
a un 59%.
Un indicador del contexto socioeconómico costarricense es el nivel de pobreza
medido a partir del ingreso. A partir de este criterio, para el año 2000 el índice de
pobreza fue de 20%, sin embargo, si el índice de pobreza es medido cruzando
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FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
1 Ministerio de Cultura Juventud
y Deportes. Oferta Pública de
Juventud en Costa Rica. Progra-
ma DINO. OIJ. San José: Movimien-
to Nacional de Juventudes. 2002.
2 Harry Smith. The Management
of Sustainable Development in
Fast Growing Urban Areas. 29th
– 31st March 1998. Centre for Envi-
ronment and Human Sttlements,
School of Planning and Housingm
Edinburgh College of Art / Heriot-
Watt University When the State
Cannot Cope: Community Self-Ma-
nagement? The Case of Rincón
Grande de Pavas in San Jose de
Costa Rica, Central America .
3 Instituto Nacional de Estadística
y Censo. IX Censo Nacional de
Población y V de Vivienda del
2000: Resultados Generales.
Imprenta Nacional, 2001.
4 Universidad para la Paz. Informe
de labores Periodo enero e 2000 a
abril 2001. Programa Cultura de
Paz y Democracia en América
Central. Junio 2001.
los indicadores de ingreso, vivienda, salud y educación, tenemos que un 38%
de la población sufre algún nivel de pobreza.
Según los resultados de la Encuesta de Hogares del año 2000, la pobreza total
es de un 21.1%, medio punto porcentual por encima del nivel prevaleciente un
año atrás, y en pobreza extrema baja un 0.3%, al pasar de un 6.7% del año
1999, a un 6.4% en el año 2000.
Para este año también se observó una disminución de 0.8% en la tasa de
desempleo abierto, pasando del 6% en 1999 al 5.2%1
América Central esta padeciendo un proceso de rápida urbanización debido
principalmente a las migraciones de campesinos desplazados por cuestiones
económicas y políticas de sus lugares de origen.
En el área metropolitana de San José, este crecimiento desmesurado de la po-
blación urbana, produce la proliferación de los asentamientos precarios y el
aumento de la discriminación social.
Rincón Grande de Pavas es una de las áreas más desposeídas de los subur-
bios de San José. Un lugar deshabitado al principio de los ’80, hoy tiene una
población de más de 40,000 personas predominantemente de bajos ingresos.2
Según datos del Censo 2000, el distrito Pavas es el de mayor población del
cantón San José, - de la provincia homónima y asimismo la más poblada- Con
76 mil habitantes, junto con los cantones de Hatillo y San Sebastián, constitu-
yen sin duda el área de mayor densidad de población en el cantón de San Jo-
sé. El cantón San José es el segundo en densidad poblacional (después de Ti-
bás con casi 7000 habitantes por Km2)3; Rincón Grande de Pavas, ubicado en
el distrito de Pavas, en el Cantón Central de la Provincia de San José, se en-
cuentra a unos 10 kilómetros del centro de la Capital, San José hacia el oeste.
Está formado por varios barrios territorialmente delimitados, Laureles, Metrópolis
I, Motrópolis II, Metrólis III, Lomas de Rio, Bribrí, Oscar Felipe, San Juan y tres
precarios, Loma Linda, Asociación Pro-vivienda y Bella Vista. Se encuentra en
la actualidad habitado por unas 60.000 personas, de las cuales al menos unas
12.000 son extranjeros, en su mayoría nicaragüenses.
Es considerada una comunidad urbano-marginal, donde aproximadamente el
50% de los hogares es jefeado por mujeres4.
B. LA JUVENTUD EN RINCÓN GRANDE: ESTIGMA Y EXCLUSIÓN
El presenta apartado intenta un acercamiento a la discusión cenceptual y ope-
rativa de los conceptos de juventud, concepto problemático por uso y abuso,
en parte debido a lo nebuloso que resulta. ¿Qué significa ser joven? ¿Cómo se
ha construido el concepto de joven y juventud? Las siguientes tres secciones
presentan la discusión.
1. Los imaginarios de la construcción de la identidad en la juventud
La condición juvenil es representada. Los imaginarios sociales dominantes
han sido los que de manera principal han definido a los grupos portadores de
la condición juvenil.6
Los y las jóvenes, siguen siendo visualizados desde un punto de vista adulto-
centrista. Pero la visión que se ha construido con relación a la juventud es además
el punto de vista adulto-centrista de las clases dominantes. Estas esperan que
• •
6
PROYECTO
JUVENTUD
Y DERECHOS
HUMANOS
El comportamiento demográfico de la población juvenil costarricense muestra
las siguientes características de acuerdo al censo 2000, el grupo de menores
de treinta años continúa sendo el sector más numeroso del país con un total
de 2.247.350 personas, representadndo el 60% del total poblacional del país,
que es de 3.810.179 personas.
Grupo Hombres % del grupo Mujeres % del grupo Total % del grupo de edad de 12 – 30 de 12 – 30 de 12 – 30 años años años
10 – 19 años 418.028 50,90% 403.054 0,491 821.082 56,30% 20 - 29 318.086 49,80% 320.394 0,502 638.480 43,70% Total 736.114 100,70% 723.448 99,30% 1.459.562 100,00%
CCuadruadro 1o 1PPoblacioblacióón de 12 a 30 an de 12 a 30 añños segos segúún grn grupupos de edad y seos de edad y sexxoo..
CCosta Rosta Ricica Ja Julio 2000 (vulio 2000 (valoralores absolutes absolutos y ros y relaelativtivos)os)55
5 Ministerio de Cultura Juventud y
Deportes. Oferta Pública de
Juventud en Costa Rica. Progra-
ma DINO. OIJ. San José: Movi-
miento Nacional de Juventudes.
2002.
6 José Manuel Valenzuela.“Identida-
des Juveniles”. Viviendo a Toda.
Siglo del Hombre Editores.
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sus jóvenes sean herederos en el futuro por lo tanto les exigen preparase hoy
para ser listos, súper capacitados, de cuerpos esbeltos y perfectos, conocedores de
todos los modos que los hagan aceptables y fácilmente distinguibles como lí-
deres o futuros líderes de toda la sociedad.
Por otra parte también son competencia y amenaza de ese liderazgo por lo
que se ejerce una presión para extender la moratoria social[ con su consecuente
mayor disfrute de tiempo ocioso.
Muchos y muchas jóvenes de clases populares (y también adultos /as) gozan de
abundante tiempo libre: se trata del tiempo disponible por la falta de trabajo, que
aqueja intensamente a los sectores jóvenes. Este tiempo libre no puede confundirse
con el que surge de la moratoria social. No es tiempo legitimo para el goce o la lige-
reza, es tiempo de culpa y de congoja es tiempo de impotencia, una circunstancia
desdichada que empuja hacia la marginalidad, la delincuencia y la desesperación.
2. Juventud o juventudes Acerca de cómo re-mirar a las juventudes
Existen diferentes significados que se le da al hecho de ser joven. Unos lo de-
finen como una etapa de la vida, tal como la infancia, la adultez o la vejez,
otros la consideran una etapa de preparación para entrar al mundo adulto. Pe-
ro en este proceso, los sectores más vulnerables tienen obvias desventajas,
al no tener iguales oportunidades de educación, salud y continente afectivo,
por lo que se plantea aquí una discriminación y una negación de derechos
pues no es considerada ni tenida en cuenta la diversidad de situaciones que
se presentan en la cotidianeidad social.
En este sentido consideramos que nuestra visión no debe estar ajena a este
tipo de análisis que nos permita visualizar la problemática de una manera in-
tegral y para construir propuestas aterrizadas y no como las otras intervencio-
nes que venían con sus propuestas desde afuera.
Estos imaginarios sociales se derraman hacia los y las jóvenes de clases medias y
populares donde a su vez se tiñen con las características propias de cada sector.
Los y las jóvenes son vapuleados por las ingenierías de mercado. Son vistos
como clientes por los sistemas comerciales y políticos y masivamente bombar-
deados con mensajes y estímulos. A la vez, las ya crónicamente recurrentes
crisis económicas globales, tienen a estos sectores de la población en péndulo
permanente entre la aceptación y la rebelión. Lo que lleva a los y las jóvenes
a debatirse entre estímulos contradictorios y estresantes.
Pero también los y las jóvenes, construyen sus propias identidades y emiten
sus propios mensajes para identificarse y diferenciarse. Lamentablemente,
también este mensaje es decodificado y devuelto por los mercados con un
efecto estandarizador y uniformante.
FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
Desde la mirada adulto-centrista dominante, los y las jóvenes de los sectores
más desfavorecidos son encasillados en un estereotipo marginal que provoca
su discriminación por parte del resto de la sociedad.
La carencia de espacios propios hace que estos adolescentes adopten la calle
como el lugar más importante para desarrollar su vida. Mientras que el resto de
la sociedad desarrolla su vida en lugares de acceso restringido y los espacios
públicos son sólo de tránsito y mirados con desconfianza como sitios peligrosos.
Por otra parte, el escenario donde desarrollan gran parte de su vida los y las
jóvenes de Rincón es descrito negativamente por los comunicadores sociales:
Agazapada tras la luz del día, esquiva pero de pie en algunas esquinas,
al acecho de centros educativos y con la rienda suelta entre vericuetos
impenetrables.
Así se comporta la violencia en Rincón Grande de Pavas, San José,
sector de unos 60.000 habitantes y teatro hace cuatro meses de
disturbios callejeros7.
Los y las jóvenes excluidos de las opciones de inserción social construyen
sus identidades y sus respuestas desde la carencia y la confusión y afirman la
vida en un presente que no tiene una promesa concreta de futuro, pero con
valores positivos propios y con menos contradicciones.
Generacionalmente ya no visualizamos aquellos conflictos generacionales de
los años 60 sino que hoy vemos verdaderas rupturas entre las generaciones
y entre las mismas estructuras familiares. Esto se expresa en las diferencias
en los códigos de comunicación y la escasa capacidad de comunicación inter-
generacional.
En contraposición con la cultura centrada en la racionalidad, la disciplina y el
control, de sus padres y educadores los y las jóvenes de los sectores más vul-
nerables construyen su identidad basándose más en los afectos, la corporalidad,
el simbolismo y los nuevos modelos de comunicación.
Son adultos más temprano, su moratoria social es inexistente y en ese sentido es
evidente que tanto por acción como por omisión es un sector cuyos derechos
esenciales están siendo violados. Se les ha privado de sus tiempos y espacios
requeridos para ser niño, adolescente y joven para ser lanzado brutalmente al
mundo adulto.
Son estigmatizados por no portar los signos indispensables para obtener la
aprobación social, por el lugar donde viven y por exhibir los signos que son
causa de exclusión, como tatuajes y vestimentas.
• •
8
PROYECTO
JUVENTUD
Y DERECHOS
HUMANOS
7 Amalia Morales Marenco “Rincón
Grande, Pavas. Jóvenes exigen
atención”. La Nación. 26.3.2001.
San José, Costa Rica.
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3. Las voces de los y las jóvenes en Rincón
El trabajo directo con las y los jóvenes de Rincón ha permitido indagar sobre
cuáles son los problemas que ellos y ellas mismas identifican como los priori-
tarios en su cotidianeidad. Es decir, más allá de lo que desde una organización
podamos percibir como prioritario, es desde las mismas personas involucradas
donde encontraremos la base para desarrollar cualquier propuesta de trabajo.
El desempleo, la falta de oportunidades educativas y recreativas, la violencia
intrafamiliar y muchos otros problemas fueron mencionados como prioritarios
para trabajar por parte de los y las jóvenes de Rincón Grande. Sin embargo,
fue el embarazo adolescente la problemática que percibieron como la de ma-
yor profundidad y conflictividad.
A pesar de que el tema del embarazo adolescente no se encuentra explícitamente
como uno de los puntos de trabajo de nuestro proyecto, las y los jóvenes puntual-
mente han solicitado una campaña para bajar la incidencia del mismo. Hay una
preocupación por parte de esta población por el alto índice de embarazos que
se presenta en las adolescentes. Si bien es cierto dentro de los objetivos de
nuestra investigación no se encuentra analizar esta problemática, vamos a dar una
breve descripción del comportamiento del fenómeno en Rincón Grande de Pavas.
Los datos se fundamentan en las consultas de prenatal por primera vez que
se dan a las jóvenes y mujeres inscritas como población meta de la Clínica,
durante el año 2001. Por lo tanto estas estadísticas se centran en las nuevas
madres, y no contemplan el caso de las madres que tienen más de un parto
y que fueron madres durante el mismo año.
Para el año 2001 se atendieron un total de 1787 mujeres de todo el distrito de
Pavas. De este grupo, 959 pacientes pertenecen a la comunidad de Rincón
Grande de Pavas. representando el 54% del total de mujeres atendidas. Según
el sector de procedencia de las mujeres de Rincón Grande de Pavas atendi-
das, observamos que el sector de Finca San Juan aporta el mayor el mayor
porcentaje de mujeres embarazadas, con un 25 %.
FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
PROYECTO
JUVENTUD
Y DERECHOS
HUMANOS
Con respecto al embarazo adolescente, este se manifiesta de la siguiente manera;
del total de 959 mujeres atendidas de Rincón Grande de Pavas, 233 pertenecen al
grupo etáreo de entre 10 y 18 años, representando el 24 % del total de las consultas
(cuadro 4)
Es importante señalar el comportamiento en Finca San Juan, primero reporta emba-
razos desde los diez años, presenta el mayor porcentaje en el grupo de 13 a 15 años
y presenta el segundo porcentaje del grupo de edad de 16 a 18 años. Finca San Juan
es considerada el sector con más problemas sociales y económicos. No estamos
estableciendo una relación causal entre pobreza y la frecuencia del embarazo
adolescente, pero Finca San Juan debe contener factores que hacen más vulne-
rables a las niñas y adolescentes a quedar embarazadas.
• •
10
CCuadruadro 2o 2PPacienacienttes de Pes de Paavvas as
CConsulta Ponsulta Prrimerimeraa VVeez de Pz de Prrenaenatal talSSegegúún Sn Sececttor de Por de Prrooccedencia edencia
AAñño 2001o 2001
Sector de procedencia Cantidad de Consultas Porcentaje
Otros sectores de Pavas 828 46%Rincón Grande de Pavas 959 54%TTotalotal 17871787 100%100%
CCuadruadro 3o 3PPacienacienttes Res Rincincóón Gn Grrande de Pande de Paavvas asCConsulta de pronsulta de primerimeraa VVeez Pz Prrenaenatal tal
SSegegúún Sn Sececttor de pror de prooccedencia edencia01 f01 febrebrerero2001/ 31 diciembro2001/ 31 diciembre 2001e 2001
Sector de procedencia Cantidad de Consultas Porcentaje
Metrópolis II 160 17%Bri Bri 124 13%Lomas del Río 119 12%Oscar Felipe 154 16%Finca San Juan 237 25%Laureles 165 17%TTotalotal 959959 100 %100 %
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Sobre las respuestas dadas al fenómeno se encuentra el trabajo de la Clínica de
Pavas. Esta tiene un programa de cursos prenatales y entre sus logros se encuen-
tran los siguientes. En las adolescentes la mayoría de estas, han dado de mamar a
sus hijos. Se ha logrado distanciar los embarazos. Por medio de las capacitaciones
han encontrado mercado laboral para algunas de estas madres adolescentes.
FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
CCuadruadro 4o 4PPacienacienttes en Ces en Consulta onsulta
de Pde Prrimerimera va veez Pz Prrenaenatal Rtal Rincincóón Gn Grrande de Pande de Paavvas asSSegegúún grn grupupo de edad o de edad
01 f01 febrebrerero2001/ 31 diciembro2001/ 31 diciembre 2001e 2001
Sector de procedencia Cantidad de Consultas Porcentaje
10 18 años 233 24%19 25 años 386 40%26 34 años 246 26%35 44 años 84 9%Mayor que 45 8 0,8%Edad desconocida 2 0,2%TTotalotal 959959 100 %100 %
CCuadruadro 5o 5PPacienacienttes Aes Adolescdolescenenttes en Ces en Consulta de Ponsulta de Prrimerimera va veez Pz Prrenaenatal tal
RRincincóón Gn Grrande de Pande de Paavvas asSSegegúún secn secttor de pror de prooccedencia edencia
01 f01 febrebrerero2001/ 31 diciembro2001/ 31 diciembre 2001e 2001
10 a 12 años 13 a 15 años 16 a 18 añosconsultas % consultas % consultas %
Metrópolis II - - 9 20 % 24 13 %Bri Bri - - 6 13 % 26 14 %Lomas del Río - - 3 6 % 19 10 %Oscar Felipe 1 50 % 5 11 % 28 15 %Finca San Juan 1 50 % 15 33 % 38 21 %Laureles - - 8 17 % 50 27 %Total 2 100 % 46 100 % 185 100 %
PROYECTO
JUVENTUD
Y DERECHOS
HUMANOS
C. MARCO CONCEPTUAL PARA EL ANÁLISIS DE LA VIOLENCIAY LA DELINCUENCIA JUVENIL
El concepto de violencia, a menudo se usa como estigma de conductas o grupos.
Es una especie de punto de vista oficial de hechos cuya etiología contiene violencia
a veces soterrada, a veces explícita, pero rara vez publicitada ni admitida
oficialmente.
Según el diccionario, el concepto de violento /ta se define como:1. Que está fue-
ra de su natural estado, situación o modo. || 2. Que obra con ímpetu y fuerza. ||
3. Que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidad extraordinarias. || 4. Que
se hace contra el gusto de uno mismo, por ciertos respetos y consideraciones. ||
5. Se dice del genio arrebatado e impetuoso y que se deja llevar fácilmente de la
ira. || 6. Dicho del sentido o interpretación que se da a lo dicho o escrito: Falso,
torcido, fuera de lo natural. || 7. Que se ejecuta contra el modo regular o fuera de
razón y justicia. || 8. Se dice de la situación embarazosa en que se halla alguien.
Si nos ajustamos a esta definición, difícilmente podríamos encontrar un hecho
violento que no tenga en su cadena causal, sucesos de naturaleza violenta.
Sin embargo, a menudo se reserva el mote de violentos /as para los hechos y per-
sonas que ya han sido estigmatizados como tales, y a los que se suele utilizar
como chivos expiatorios resaltando sólo hechos que los muestra como violentos
súbitos, sin analizar ninguna causa o proceso violento anterior.
Las muertes y enfrentamientos violentos en los que jóvenes adultos y menores
de edad han sido protagonistas, ya sea como agentes de violencia o como vícti-
mas de tales hechos, han acaparado la atención de la población y especialistas
en el ámbito internacional en los últimos años.
Rincón Grande de Pavas, ha sido escenario de enfrentamientos entre sectores
de jóvenes, la policía y demás miembros de la comunidad. Si bien la existencia
de pandillas y hechos de violencia callejera datan de bastante tiempo atrás,
desde octubre de 2000, a raíz de la muerte del joven Olman Montero la tensión
social y los conflictos entre los jóvenes y la policía han ido en aumento.
En Costa Rica se vienen suscitando enfrentamientos entre personas y la poli-
cía en los últimos años. Motivos políticos y económicos pueden verse detrás
de estos enfrentamientos. También el narcotráfico y la lucha contra el narco-
tráfico, han ido incrementando su presencia violenta en una región hasta hace
pocos años tranquila.
Los medios locales han hablado desde esa época de Brote de Pandillas para
referirse a la manifestación de violencia y juventud en Pavas.
Las autoridades, a través del Ministro de Seguridad Rogelio Ramos manifestaron en-
tonces su opinión acerca de que el fenómeno obedecía a causas socio-económicas:
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FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
“El fenómeno aún no ha sido estudiado en detalle por científicos sociales, pero la
policía admite que no puede enfrentar con “palo” una manifestación que es con-
secuencia de desigualdades sociales.” (Ministro de Seguridad, Rogelio Ramos).
No obstante estas manifestaciones, la percepción de los jóvenes es otra: “La
policía nos trata como perros”, “como basura”, “uno se pone como loco”, “ya no
aguantamos nada”, “esto es como la guerra”.
Adentrarse en el tema de la violencia nos conduce por caminos diversos y a
veces confusos. Dar una explicación certera sobre lo qué es violencia es una
empresa tan grande como imposible. En un principio, diremos que violencia
alude a aquellas situaciones o acciones que atentan contra el bienestar de los
individuos y que limitan las potencialidades reales de su desarrollo y, en ese sen-
tido, constituyen violaciones a sus derechos inalienables como seres humanos.
La violencia va más allá del uso de la fuerza física, aunque muchas veces es
atravesada por ella o por la amenaza real de su empleo contra una persona o
un grupo8.
De ahí que, cuando hablamos de violencia, hablamos también de relaciones de
poder porque aquellas situaciones o acciones que perjudican el bienestar de deter-
minados individuos reciben el beneplácito o la autoría de otros: la violencia no se
genera en el vacío; por el contrario, es la expresión de acciones humanas, de
desiguales condiciones de vida que conllevan desiguales oportunidades de de-
sarrollo. Estas relaciones de poder, y la consecuente desigualdad de oportunidades,
generan conflictos, que son la expresión visible, muchas veces físicamente
violenta, del enfrentamiento de expectativas e intereses entre diferentes actores.
Esta forma de entender el fenómeno de la violencia nos permite apreciar el compor-
tamiento, las actitudes y el discurso de los actores sociales desde múltiples vías y
no en una sola dirección, ya que nos aleja de la simple y llana asignación de posi-
ciones lineales o argumentaciones monocausales de este fenómeno donde unos
son los culpables y otros los inocentes, unos los desviados y otros los encarrilados.
El fenómeno es mucho más complejo que un juego entre buenos y malos. Partimos
del supuesto de que las expresiones de violencia desde los y las jóvenes y hacia
ellos traducen las relaciones de poder desiguales que los subordinan al mundo adul-
to y, por lo tanto, la violencia juvenil es tanto el resultado de la resistencia a esa su-
bordinación como la expresión de cuestionamientos a la estructura adultocéntrica.
En ese sentido, la violencia en nuestras sociedades presenta tan variadas aristas
que debe abordarse como un fenómeno complejo. Para su estudio, resulta con-
veniente analizarla en diferentes dimensiones, pues es un fenómeno distribuido
aleatoriamente en todas las clases y grupos sociales. Así, la multicausalidad de
este fenómeno nos permite diferenciarlo de acuerdo a diversos criterios. Según
las personas afectadas, podemos hablar de violencia hacia las mujeres, los niños,
los ancianos, los jóvenes, minorías o poblaciones enteras. Podemos hablar también
de violencia económica, política, racial, psicológica, sexual, física. Si nos referi-
mos al espacio podemos hablar de violencia doméstica, laboral, callejera, urbana,
8 Alfred McAlister. La Violencia
Juvenil en las Américas: Estudios
innovadores de investigación,
diagnóstico y prevención.
OMS/SIDA/Kellog Foundation.
Washington: OMS: 2000, pág. 7.
rural, o en la escuela. Y de acuerdo al grado de intensidad de las expresiones de
violencia, estas serán sujetas a sanciones penales o a sanciones sociales o
morales.
Con respecto a las sanciones penales, el marco jurídico vigente determinará
cuando un conflicto alcanza tal grado de intensidad que podría ser penalizado.
La delincuencia juvenil por lo tanto, es una dimensión de la violencia juvenil y
no su única expresión. Es decir, cuando hablamos de violencia y delincuencia
juvenil, debemos entender que la primera no necesariamente desemboca en
hechos criminalizables, que no todos los actos de violencia juvenil desarrollan
un nivel de conflicto suficiente para ser penalizados.
Por otro lado, la delincuencia nos remite inevitablemente a sus protagonistas: los
y las delincuentes. Según del marco de análisis, así se entenderán los orígenes y los
procesos que hacen que determinados jóvenes se vean involucrados en situacio-
nes delictivas, ya sea asignándoles la responsabilidad de sus actos como iniciativa
personal, o conceptualizando el fenómeno como producto de las relaciones de
poder y las condiciones estructurales que generan reacciones de violencia en
la población. Nuestra posición se acerca a esto último.
1. Definición del problema
Cómo entender el fenómeno de la violencia juvenil, y la delincuencia juvenil
como una de sus manifestaciones, es el primer paso para delimitar nuestro
problema de investigación.
Debemos empezar acercando la mirada hacia la juventud. ¿Qué significa ser
joven en estos momentos? ¿Cuáles son los lugares asignados y los lugares ne-
gados para los y las jóvenes en nuestras sociedades?
Ser joven es un no-lugar, es decir, no se sabe a ciencia cierta cuándo se es joven,
pero resulta mucho más sencillo definir cuándo no se es joven. Se puede ser
joven menor de edad o joven mayor de edad, se puede ser joven adolescen-
te o joven adulto. Los criterios para establecer los límites de la juventud son
variados: sociales, culturales, jurídicos. Los criterios jurídicos, por ejemplo,
nos plantean una serie de desafíos al momento de operativizar cualquier propuesta
de investigación o intervención.
Estamos abarcando a dos sectores de la población que se hayan amparados
por marcos jurídicos diferentes: por un lado, la niñez y la adolescencia; y por
el otro, los y las jóvenes adultos, no tan adultos para dejar de ser llamados jóvenes,
pero suficientemente adultos para dejar de ser tratados como niños9.¿Cuáles
serán los límites que estableceremos para apellidar a la violencia como juve-
nil? Inevitablemente, será la edad el criterio fundamental (y hasta cierto grado
arbitrario) para determinar un rango de edad que nos aleje de la dispersión o
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HUMANOS
9 En nuestro país, durante muchos
años, la institución guberna-
mental encargada de atender a
esta población fue el Movi-
miento Nacional de Juventudes
(MNJ), el cual definió un rango
de edad desde los 12 años hasta
los 29 años. Hoy día, la Ley de
la Persona Joven creó el Consejo
Nacional de la Persona Joven,
que vino a sustituir al MNJ y
plantea un rango de edad de
los 10 a los 35 años.
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la confusión. De este modo, cuando hablemos de violencia juvenil, esteremos
hablando de aquella que involucra a personas entre 12 y 25 años.
Por su parte, las y los jóvenes enfrentan obstáculos y retos que les demandan
respuestas de su parte que muchas veces tampoco les está permitido dar. Se
les exige trabajar, pero hay pocas opciones de empleo; se les demanda deter-
minados niveles de instrucción formal, pero el sistema educativo es cada vez
más expulsor y ajeno a las necesidades e intereses de los y las jóvenes; se
les exige relacionarse de forma pacífica con los demás, pero la violencia ejercida
contra los y las jóvenes es cada vez más fuerte en la familia, en la escuela, en
las instituciones, en la calle; se les exige un proyecto de vida propio, pero en-
frentan la presión de otros proyectos de vida basados en niveles de consumo
inalcanzables para la mayoría. En fin, esta serie de presiones y obstáculos que
afrontan los y las jóvenes condiciona en gran medida su proceso de desarrollo
de manera excluyente y genera actitudes de frustración y desilusión, muchas
de las cuales son canalizadas a través de diferentes formas de violencia.
En ese sentido, los actos de delincuencia juvenil no pueden entenderse como
la expresión de un proyecto de vida de los y las adolescentes, si no más bien
como el resultado de factores condicionantes de su desarrollo que les negaron
otras posibilidades de desarrollo y promovieron el florecimiento de conductas
delictivas.
En resumen, nuestro objetivo consiste en estudiar el fenómeno de la violencia
juvenil urbana en Costa Rica, tanto sus manifestaciones conflictivas como las
delictivas que nos permitan desarrollar una propuesta de plan de acción para
atender dicho fenómeno.
2. El alcance y la profundidad del problema
La violencia juvenil es un fenómeno esencialmente urbano10. La mayoría de
las grandes ciudades latinoamericanas, y del mundo, comparten altos índices
de violencia hacia los jóvenes y desde ellos. Resalta, eso sí, la concentración
de la población masculina como actores y receptores de los actos de violen-
cia. Para la región americana los homicidios se concentran en la población
masculina joven, de 15 a 24 años y durante la segunda parte de la década de
los ochenta representaban la segunda causa de muerte en la mitad de los paí-
ses americanos con más de un millón de habitantes.11
En Estados Unidos, por ejemplo, el homicidio es la segunda causa de defunción en-
tre los jóvenes de 15 a 24 años. En Colombia es la principal causa de defunción: so-
lamente entre 1991 y 1995 el 50% de las víctimas de los homicidios fueron jóvenes
menores de 25 años. En el Salvador, la tasa de homicidios, para los hombres de 15
a 24 años, era de 144,4 por mil. En Río de Janeiro fue de 95 por mil. Por su parte,
Costa Rica la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes12 es de 6,5 para 1999;
sin embargo, esta tasa no se encuentra desagregada por grupos etáreos.
FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
10 Jorge Delgado Salazar. El rol
de la familia, la comunidad y
las instituciones involucradas
en la prevención y atención de
la violencia y la delincuencia
juvenil. Mimeografiado. San José,
Costa Rica. 2000.
11 Franco, S., “Violence: A Gro-
wing Public Health problem in
the Region”. Epidemiological Bu-
lletin, vol.11 (2), 1-7, 1990. Pan
American Health Organization. Cita-
do por : Aboutanos, Michel Dr. “La
violencia juvenil en las Américas”.
En Memoria “Taller sobre la Vio-
lencia de los Adolescentes y las
Pandillas (“Maras”) Juveniles”. Orga-
nización Panamericana de la Salud,
Organización Mundial de la Salud.
San Salvador, El Salvador, 1997.
12 Proyecto Estado de la
Nación. Estado de la Nación.
Informe 6. Costa Rica, 2000,
Pág. 91.
Los altos índices de violencia y la alta receptividad que este tipo de noticias
recibe en los medios de comunicación han provocado una serie de comporta-
mientos, actitudes y discursos por parte de los diferentes actores sociales con
resultados y consecuencias muchas veces poco alentadores.
Por ejemplo, la sensación de inseguridad –inflada o no– sentida por gran parte de
la población conlleva al desarrollo de acciones y prácticas represivas por parte
de gobiernos y de la población civil. Muchas veces son más peligrosos los
asustados que quienes ocasionan el temor. El aumento de respuestas represivas y
el destino de presupuesto para apoyar este tipo de iniciativas perjudica la pues-
ta en práctica de acciones de tipo preventivo. Asimismo, el aprovisionamiento de
armas de fuego o dispositivos de seguridad sumamente peligrosos por parte
de la población constituye un peligro potencial que merece toda nuestra atención.
Asimismo, y con mayor intensidad en algunos países, la concentración de homi-
cidios o actos violatorios a la condición humana en la población de 15 a 24
años representa la principal causa de años de vida potenciales perdidos. Esta
situación afecta no solo a los sistemas productivos y a la seguridad social, sino
también a la estructura demográfica y familiar de zonas particulares y los patrones
culturales de las mismas.
Es imprescindible también tomar en cuenta la violencia ejercida contra los y
las jóvenes, que en el largo plazo puede o no generar una respuesta violenta
desde los jóvenes, construyéndose así una espiral de violencia aprendida cuya
principal característica es reaccionar ante la amenaza13. Es decir, la violencia
conlleva en sí misma un proceso de aprendizaje de normas de comportamiento
y de actitudes que conducen a reaccionar de forma violenta ante el mínimo acto
que sea interpretado como amenazante.
Como dijimos anteriormente, las diferentes manifestaciones de violencia traducen a
su vez relaciones de poder entre al menos dos actores en desigualdad de condi-
ciones. Nuestras sociedades se caracterizan por su carácter patriarcal y adul-
tocéntrico, donde los jóvenes no ven reconocidos muchos de sus derechos y
no disfrutan de la capacidad de decidir sobre sus vidas. Se ven limitados a las
imposiciones de un sistema construido para mantener la desigualdad.
Por ellos, si hablamos de los actos delictivos por parte de los y las jóvenes, tene-
mos también que hablar de las condiciones de vida de esos jóvenes y de las con-
diciones de exclusión y desigualdad de estas poblaciones en general, para ello se
encuentra el siguiente apartado.
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13 “Las reacciones anticipadas
o las represalias tomadas contra
supuestas amenazas son identi-
ficadas como los principales
causantes de comportamientos
violentos. Sin embargo, el am-
biente social [en el que viven los
jóvenes crean las condiciones
para asumir que] la violencia
puede ser una respuesta razona-
ble para las amenazas.” ( Alfred
McAlister. Op.cit. pág. 17.)
3. Causas y factores de riesgo
El enfoque epidemiológico nos permite acercarnos al estudio de la violencia, sin
llegar a tratar este tema con una visión médica, que podría hacernos pensar en
la violencia como una enfermedad. La epidemiología, en un inicio orientada al
estudio de las enfermedades infecciosas, puede resultar de gran aplicación al
estudio de otros problemas sociales. Deben destacarse los conceptos causa y
factores de riesgo14.
Cuando hablamos de violencia juvenil, por ejemplo, la causa o las causas de esta
problemática serían de carácter estructural: la pobreza, el sistema jurídico desigual e
injusto, la distribución y el acceso de la tierra que obliga a familias enteras a despla-
zarse y vivir en zonas urbanos marginales, entre otras. La sola presencia de estas
causas no genera violencia juvenil automáticamente, pero son la raíz de este
problema. En ese sentido, no todas los jóvenes viviendo en condiciones de pobre-
za se involucran en grupos de violencia. Lo importante es identificar y tener
presentes las causas del fenómeno, pero no asumir que se las va a erradicar fácil-
mente o a través de un proyecto de intervención o de diagnóstico como el nuestro.
Por otro lado, los factores de riesgo aludirían a aquellas situaciones o condiciones
que propician o potencian el desarrollo de la violencia juvenil. Pensemos por
ejemplo en la baja escolaridad y falta de oportunidades de empleo, la agresión
familiar, abuso infantil, condiciones habitacionales, la represión policial, el uso
o la exposición al tráfico de drogas, la ausencia de opciones recreativas o espacios
de esparcimiento, la exposición repetida a actos de violencia, el sistema de valores
y los patrones de consumo en una sociedad particular, entre otros. Estos fac-
tores, más inmediatos a las situaciones concretas de vida de los jóvenes, son
modificables, es decir, podemos desarrollar acciones para combatirlos. Por
ello, su importancia radica en que, a pesar de que las causas de la problemática se
sigan dando, la capacidad de alterar los factores de riesgo abre un margen de
posibilidad para plantear acciones preventivas o de intervención.
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FONDO CANADÁ PARA INICIATIVAS LOCALES
14 Gustavo Mora. Discurso de
Inauguración. En: OPS-OMS.
Taller sobre violencia de los
adolescentes y pandillas (“Ma-
ras”) juveniles. San Salvador,
1997, Pág. 11-13