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Dott.ssa Anna Altarriba- Dott.ssa Begoña García – Dott.ssa Serrano – Centro Linguistico di Ateneo - Università degli Studi di Verona - a. a. 2013/2014
Dossier de textos narrativos – B2
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ACTIVIDADES
1. Escucha la biografía de Julio Cortázar. Toma nota de los momentos y aconteci-
mientos que marcaron su vida
http://www.youtube.com/watch?v=bU-NzBIvs8Q
2. Imagina que tienes 70 años. Has tenido una vida gloriosa y has logrado realizar
todos tus sueños. Escribe la biografía de tu vida
3. Elige 3 de los siguientes titulares de noticias y escribe un breve párrafo sobre
cada uno
1) Nuevas generaciones: el estereotipo de la mala educación
2) La música, refugio para los jóvenes
3) Hombre afortunado gana un millón de euros
4) Desastre en Italia
5) Nueva moda en Europa
6) El alcalde de Nueva York prohibe la cocacola
7) Lucía, la niña que sobrevivió a la desgracia
8) Lo mejor está por llegar
9) En EEUU el miedo tiene un nombre: ....?......
10) Misterios y locuras en las noches madrileñas
11) ¿Quién no ha tenido nunca problemas con la limpieza de su casa?
12) Italia apueba una ley que levanta polémica
4. Inventa 6 titulares de artículos: 3 relacionados con hechos acaecidos en el
pasado y 3 de carácter general
5. Lee el siguiente relato breve.
¿Cómo imaginas que fue su vida durante esos dos meses? ¿Cómo se transformó la
vida de su dueño considerando que para él Trufa lo era todo?
Buscando a Boberto
Una noche de enero Trufa se fue de la casa persiguiendo una graciosa hembra canina.
Aún no conocía la tragedia de la vida de los perros callejeros de aquella ciudad tan
pobre: violencia, hambre, sed, en sus cuerpos; tristeza, miedo, humillación, en sus
miradas… Extraviado, siguió enfrentando y compartiendo adversidades con sus
símiles. Sin embargo, noche tras noche, un impulso ancestral lo empujaba a buscar a
su dueño.
Ambos pasaron dos meses soñando que nunca habían dejado de verse hasta que una
tarde alguien, realmente, tocó el timbre preguntando: “¿es suyo el perrito que está
aquí en la acera?”
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6. Cuenta la historia en el pasado: “Había una vez/En cierta ocasión un músico….”
7. Continúa las siguientes historias narrando en el pasado
a) “¡Por fin de vacaciones! ¡Por fin en el avión! ¡Cuánto había soñado con aquellas
vacaciones! Sol, playa, atardeceres mediterráneos como los que tantas veces había
visto en las postales. No podía creer que en unas horas estaría en Santorini. Al bajar
del avión, noté que hacía más frío de lo que esperaba. Mientras bajaba la escalerilla,
la azafata me saludó amablemente diciéndome: “Feliz estancia en Oslo”.....
b) “Allí estaba José, tumbado en la hierba, tapándose la cara con las manos para no
dejar ver su desesperación....”
c) “Aquella ciudad no estaba habitada por personas como todas las demás ciudades
del planeta. Aquella ciudad estaba habitada por ....”
d) “Los habitantes de aquella ciudad eran personas fuera de lo normal, personas
sencillamente extraordinarias. ...”
e) “Tras leer una publicidad en la que se prometía el logro de un cuerpo magnífico en
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tres semanas, Almudena había empezado una dieta para adelgazar. Sin embargo,…”
f) “Lucía Peláez leyó un libro que marcaría profundamente su forma de pensar y
sentir. .......”
g) “Aquel día me había levantado con una resaca impresionante: la noche anterior
había bebido más de la cuenta. Me esforzaba por recordar, pero era inútil. Decidí
llamar a un par de amigos con los que había pasado la noche. Para mi asombro, los
dos me dijeron que era un impresentable. .......”
8. Escribe la historia que corresponde al siguiente final. Narra en el pasado
a)” ........ Finalmente había realizado su sueño.”
b) “....... Se marchó de allí y prometió que nunca olvidaría lo que había sucedido en
aquel día de junio.”
c) “...... Al final se dio cuenta de que el trabajo era sólo una parte de su vida.”
d) “..... Desde aquel momento se prometió a sí mismo que no volvería a cometer
aquel gran error”
9. Lee el relato breve “La esposa sorda” de J. Bucay. A continuación, escribe la
historia de un hombre casado que llevaba una doble vida y lo que ocurrió cuando
su mujer lo descubrió
Un hombre llama al médico de cabecera de la familia:
-¿Ricardo? Soy yo, Julián.
-¡Ah, hola! ¿Qué te cuentas, Julián?
-Pues mira. Te llamo porque estoy preocupado por María.
-Pero, ¿qué le pasa?
-Pues que se está quedando sorda.
-¿Cómo que se está quedando sorda?
-Sí, es verdad. Necesito que vengas a verla.
-Bueno, la sordera en general no es una cosa repentina ni aguda, así que el lunes
tráemela a la consulta y la miraré.
-Pero, ¿tú crees que podemos esperar hasta el lunes?
-Veamos, ¿cómo te has dado cuenta de que no oye?
-Pues… porque la llamo y no contesta.
-Mira, puede ser cualquier tontería como un tapón en el oído. A ver, vamos a hacer
una cosa: vamos a detectar el nivel de sordera de María. ¿Dónde estás tú en estos
momentos?
-En el dormitorio.
-Y ella, ¿dónde está?
-En la cocina.
-De acuerdo. Llámala desde ahí.
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-¡Maríaaaaaa...! No, no me oye.
-Bueno, acércate a la puerta del dormitorio y grítale desde el pasillo.
-¡Maríaaaaaa…! No, ni caso.
-Espera, no te desesperes. Ve a buscar el teléfono inalámbrico y acércate a ella por el
pasillo llamándola para ver cuándo te oye.
-¡Maríaaaaaa…! ¡Maríaaaaaa…! ¡Maríaaaaaa…! No hay manera. Estoy delante de la
puerta de la cocina y la veo. Está de espaldas lavando los platos, pero no me oye.
¡Maríaaaaaa…! No hay manera.
-Acércate más.
El hombre entra en la cocina, se acerca a María, le pone una mano en el hombro y le
grita en la oreja: “¡Maríaaaaaa…!”.
La esposa, furiosa, se da la vuelta y le dice: -¿Qué quieres? ¿Qué quieres, qué quieres, qué quiereeees? Ya me has llamado como diez veces y
diez veces te he contestado “¿Qué quieres?”. Cada día estás más sordo. No entiendo por qué no vas
al médico de una vez.
10. Lee el siguiente relato breve
A continuación, cuenta una historia que empiece así: “Una vez un campesino llevó
a su hijo para que viera lo agobiada que estaba la gente de la ciudad...” Dale un título
El paradigma de la riqueza
Una vez un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo
con el firme propósito de que su hijo viera lo pobre que era la gente del campo.
Estuvieron un día y una noche completa en una granja de una familia campesina muy
humilde. Al concluir el viaje y de regreso a casa, el padre le pregunta a su hijo:
_¿Qué te pareció el viaje?
_Muy bonito papi -respondió.
_¿Viste lo pobre que puede ser la gente? ¿Y qué aprendiste, hijo?
_Vi que nosotros tenemos un perro en casa y que ellos tienen cuatro. Nosotros
tenemos una piscina que llega de una pared a la mitad del jardín, ellos tienen un
riachuelo que no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas en el patio, ellos tienen las
estrellas. Nuestro patio llega hasta la pared de la casa del vecino, ellos tienen todo el
horizonte de patio. Ellos tienen tiempo para conversar y estar en familia y tú y mamá
tenéis que trabajar todo el tiempo y casi nunca os veo”.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo... y su hijo agregó:
_¡Gracias papi por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!
11. Lee la carta que escribe un minero soterrado por un derrumbe
Querida familia:
Sé que todo esto ha sido muy difícil para ustedes. Imagínense para mí y mis
compañeros. Quiero ser sincero con la familia porque sé que están allá arriba
esperando, orando por nosotros y sacando fuerzas juntos. ¡No aguanto más en esta
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situación! En verdad muchos de nosotros nos sentimos angustiados, sin ganas de
nada. Nos mandan cosas de arriba y solo queremos salir de aquí. Hay compañeros
que sacan fuerzas de la comunicación que nos llega. Yo no. Es que cada día, cada
hora y cada segundo se vuelve horrible aquí. Me da rabia que hagan fiesta cuando
algún compañero saluda a la cámara y nos graba al resto. Yo no quiero que sigan
grabándome, no quiero saludar a nadie. Solo quiero salir de aquí. No pueden
imaginarse cómo es esto, ya no aguantamos más… el olor, el encierro. A veces tengo
miedo de volverme loco. Algunos se han peleado, pero cuando llegan las grabaciones
desde la superficie nada de eso aparece. No sé lo que allá está pasando en verdad,
pero este infierno cada vez se vuelve más insoportable. La fiesta solo la viviremos
cuando veamos de nuevo la luz del sol. Se me hace extraña la palabra sol. He pasado
tanto tiempo sin verlo. Lo único que anhelo es ver el sol. A veces me quiero morir y
pienso si esto no ha sido peor, pero me acuerdo de ustedes, mi familia y sigo
luchando. Cuando salga, solo quiero estar con mis hijos y abrazar a mi mujer. Los
amo. Quiero que esta pesadilla acabe pronto.
Mientras tanto, seguiré luchando.
Manuel
12. Observa la historieta y cuéntala. ¿Qué le dijo el doctor al hacerle el
reconocimiento? ¿Qué le dijo el paciente cuando volvió a la consulta?
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13. Lee la historieta.
Imagina otro diálogo posible entre un padre y una hija
14. Improvisa un diálogo en el cual varios integrantes de una familia discutan por
asuntos de dinero.
15. Escribe un relato breve en el cual el protagonista deseaba algo que no podía
conseguir aunque lo intentara por todos los medios. Explica las razones por las que
no podía obtener lo que quería y todo lo que hacía para que su deseo se realizara
16. Escucha la historia de J. Bucay “Por una jarra de vino”. Sintetiza la historia
con tus palabras y resuelve los siguientes ejercicios http://www.youtube.com/watch?v=5Hu_Mxf0bCo
Verdadero o falso
1) Uvilandia era un pequeño pueblito con viñedos.
2) Sus habitantes no podían darse algunos lujos porque tenían que pagar los
impuestos.
3) El rey decidió plantar viñedos en sus jardines para que los ciudadanos no pagaran
los impuestos.
4) Los ciudadanos se podían llevar el vino en una jarra.
5) El tesorero colocaba en la corbata de cada campesino un sello con el escudo del
rey cada vez que bajaban del tonel.
6) El vino de algunos campesinos había sido mezclado con agua, por eso cuando el
rey fue a brindar el brebaje era insípido.
Subraya la opción correcta
1) meterle las manos en los bolsillos a alguien significa:
a) introducirle cosas en el bolsillo, b) tocarle el bolsillo o c) robarle
2) desparramar una noticia significa:
a) comentarla, b) ampliarla o c) hacerla circular
3) los barrios son:
a) grupos de manzanas delimitados por zonas, b) pequeños pueblos o c) conjuntos de
edificios de varios pisos
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4) la solapa es:
a) la manga de un vestido, b) el accesorio que usan los hombres sobre la camisa o c)
una parte del vestido que se encuentra a la altura del pecho y se dobla
5) regar significa:
a) rezar, b) echar agua o c) cuidar
6) vivar es sinónimo de:
a) vivir, b) aclamar o c) insultar
17. Leed en grupos de tres los siguientes relatos breves y contadlos al grupo
TAL VEZ SÍ, TAL VEZ NO
En el siglo pasado, en una aldea asiática, vivía un viejo sabio. Los habitantes solían
consultarle para contarle sus problemas y escuchar sus razonados consejos. Era un
hombre amado y respetado por todos.
Cierto día un campesino de la aldea fue a verlo aterrado. El único buey para ayudarle
a labrar su campo había muerto por la noche. Estaba muy afligido. Para él era la peor
de las catástrofes.
- Tal vez sí..., tal vez no... –se limitó a decir el sabio con voz dulce.
El campesino se fue perplejo. No sabía qué pensar de su respuesta. Algunos días más
tarde, regresó loco de alegría. Había capturado un joven caballo salvaje y lo había
utilizado para reemplazar al buey y así poder tirar del arado.
- Tenías razón. La muerte de mi buey no era la peor de las catástrofes. Este caballo es
una bendición -le dijo al sabio.
- Tal vez sí..., tal vez no... –respondió el anciano con dulzura y compasión.
Algunos días más tarde, el hijo del campesino se rompió la pierna al caer del caballo
y él volvió ante el sabio para llorar por esta nueva calamidad. Su hijo estaba
inmovilizado para la cosecha y necesitaba desesperadamente que lo ayudase. “Qué
desgracia”, no hacía más que repetir.
- Tal vez sí..., tal vez no.. –opinó tranquilamente el sabio.
- Es como si no supieras decir otra cosa –se enojó el campesino-. ¡Vaya consuelo que
me das!
Pocos días después, una terrible noticia corrió por la región. Acababa de estallar la
guerra. Grupos de soldados fueron por todos los pueblos para enrolar a todos los
jóvenes válidos para la guerra. Todos los de la aldea fueron obligados a partir hacia
una probable muerte en combate. Todos menos uno.
LA PAZ PERFECTA
Érase un rey que ofreció un gran premio al artista que pudiera captar en una pintura la
paz perfecta. Muchos artistas participaron. El rey observó y admiró todas las pinturas,
pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre
ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se
reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un
cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron
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que ésta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas, pero éstas eran escabrosas y
descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero
con rayos y truenos. Montaña abajo, parecía retumbar un espumoso torrente de agua.
Todo esto no se revelaba en absoluto pacífico pero, cuando el rey observó
cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la
roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta
caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido.
Ante la sorpresa de todos, el rey escogió la segunda pintura. “Paz no significa estar en
un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que, a
pesar de estar en medio de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de
nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz”, explico el rey.
ARREGLAR EL MUNDO
Un científico vivía muy preocupado por los problemas del mundo y estaba resuelto a
encontrar medios para disminuirlos. Pasaba los días encerrado en su laboratorio de
casa en busca de respuestas para sus dudas.
Cierto día, su hijo, de siete años, invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuera a jugar a
otro sitio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí, el padre procuró algo para darle
a su hijo con el objetivo de distraer su atención. De repente, tomó un planisferio de
una revista y, con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos y, junto con un rollo
de cinta adhesiva, se lo entregó al hijo diciendo:
- A ti te gustan los rompecabezas, así que voy a darte el mundo para que lo arregles.
Aquí está el mundo todo roto. A ver si puedes arreglarlo bien. Hazlo tú solo, ¿de
acuerdo?
Calculó que al niño le llevaría días recomponer el mapa y así él podría trabajar
tranquilo. Sin embargo, algunas horas después, oyó la voz del hijo que le llamaba:
- Padre, padre. Ya lo he arreglado. ¡Conseguí recomponer el mundo!
Al principio, el padre no daba crédito a las palabras de su hijo. Era imposible que a su
edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto. Entonces, el
científico levantó los ojos de sus anotaciones, seguro que vería un simple arreglo de
un niño. Para su asombro, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido
colocados en su sitio. ¿Cómo era posible? No podía comprender cómo el niño había
sido capaz de montarlo.
- Pero hijo, ¿cómo lo conseguiste? Si tú no sabías cómo era el mundo.
- Papá, es verdad que yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando tú rompiste la
página de la revista para recortarla, yo vi que por el otro lado había una figura de un
hombre. Así, cuando tú me diste el mundo para arreglarlo, yo lo intenté pero no lo
conseguí. Fue entonces cuando me acordé del hombre. Di vuelta a los recortes y
empecé a arreglar el hombre, puesto que yo sabía perfectamente cómo era. Cuando
conseguí arreglar el hombre, di vuelta la hoja y encontré que había arreglado el
mundo.
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18. Lee el texto y elige el color apropiado para cada hueco
Los colores de Rosa
Rosa Chamorro tiene los ojos negros. Está soltera y le gusta vivir sola. Su vida se
reduce a un montón de libros releídos y cuadros desordenados por el pasillo. Una
mañana gris se levanta bastante deprimida. Lo ve todo ________________. Ha
comprendido, en un sueño lleno de peces naranjas, que no aguanta más la tristeza en
la que se encuentra. Lleva seis meses buscando trabajo y no lo encuentra. Una pintora
como ella lo tiene muy difícil. Es joven e inquieta, pero no está bien relacionada, de
modo que no vende ninguna de sus obras.
Vive en un ático en el barrio más antiguo de la ciudad, pues allí paga poco alquiler.
Como siempre está sin ______________________ y gasta lo imprescindible, sin
permitirse ningún tipo de lujo. Por eso dedica la mayor parte del tiempo a pintar,
hasta que también se le acaban los lienzos y tiene que empezar a pintar las paredes.
Pasa las noches en ________________________, sin poder soñar con todas las
personas y se tranquiliza mirando su obra. Así está durante dos meses y seis días, y al
séptimo descansa. Entonces comprueba que en aquellas habitaciones ya no queda ni
un centímetro sin pintar. Todo está ahora completamente cubierto de imágenes de
peces naranjas que vuelan por un mar de colores.
Rosa se siente cansada y hambrienta. No tiene fuerzas. Así que coge las páginas
__________ y llama por teléfono para que le manden un par de pizzas. Encarga las
más grandes y, mientras espera, solo piensa en ponerse ______________ después de
tantos días de trabajo.
Mientras llegan, se asoma a la ventana del patio. Es una noche calurosa de verano. Se
escuchan solo las voces del vecino de abajo que, sentado en camiseta delante del
televisor, pone ______________ al gobierno de la nación y a media humanidad.
Es un jubilado al que no le van muy bien las cosas con su mujer. Está obsesionado
por la frustración de la vejez y el sexo, vamos es lo que se dice un
viejo_______________. Su mujer, de punta en _________________, con tacones, y
los ojos y los labios pintados busca a su príncipe ______________ entre los anuncios
de colonia y yogur de una revista.
A Rosa la pone _____________ ese tipo de vida. Él, con la cerveza y sudando. Ella,
una “maruja” que solo se dedica a su casa.
De repente, suena el timbre. “Será el de las pizzas”, piensa. Abre rápidamente la
puerta y no ve a nadie. Vuelve a cerrar. Vuelven a llamar. Abre otra vez y escucha la
voz de alguien que sube las escaleras gritando. Es la voz de un joven que se para
enfrente de ella agotado. Respira un momento y le pregunta si ha visto un pingüino.
Rosa se pone ___________, no sabe qué responder. Se queda en _____________. Él
le explica que lo ha visto subir hasta el último piso y entonces ha oído un ruido de
cristales y unos sonidos extraños de animal.
[…] A partir de ese momento Rosa ha comenzado a ver las cosas de color de
______________.
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19. Explica los siguientes modismos y construye una frase con cada uno de ellos
Ver todo de color negro…………………………………………...........................……
Ir de punta en blanco………………………………………...........................…………
Pasar las noches en blanco………………………………............................…………...
Estar sin blanca…………………………………………............................……………
Ponerse negro/a por algo……………………………............................……………….
Ponerse morado/a………………………………………............................……………
Poner verde a alguien……………………………………............................…………..
Ser un príncipe azul……………………………………............................…………….
Ser un viejo verde……………………………………………............................………
Ponerse rojo/a…………………………………………………...........................……...
Quedarse en blanco………………………………………............................…………..
Ver las cosas de color rosa……………….………………...........................…………..
20. Lee “El malentendido”. ¿A ti te ha ocurrido algo parecido?
En cierta ocasión, una familia inglesa pasaba unas vacaciones en Escocia. En uno
de sus paseos observaron una casita de campo que de inmediato les pareció
cautivadora para su próximo verano. Indagaron para saber quién era el dueño y
resultó ser un pastor protestante. Se dirigieron hacia donde vivía el pastor para hablar
con él y para que les mostrase la casa. Tanto por su comodidad como por su situación,
fue del agrado de la familia, que se comprometió a alquilarla para sus próximas
vacaciones.
De regreso en Londres, repasaron detalle por detalle cada habitación. De pronto, la
esposa recordó no haber visto el W.C. Dado lo prácticos que son los ingleses, decidió
escribir al pastor preguntándole por la situación del baño en los siguientes términos:
“Estimado Pastor: Soy la madre de la familia que hace unos días visitó su casa de
campo con deseos de alquilarla para nuestras próximas vacaciones. Como se nos pasó
por alto un detalle, quisiera que nos indicara más o menos dónde queda el W.C.”
Al recibirla, el pastor creyó que se trataba de una Capilla que se llamaba Well
Chapel. Por lo tanto, contestó a la señora.
“Estimada señora: Tengo el agrado de indicarle que el lugar al que usted se refiere
queda solo a 12 kilómetros de la casa, lo cual es molesto, sobre todo si se tiene que ir
con frecuencia. Algunas personas llevan la comida y permanecen allí todo el día.
Unos van a pie y otros en tranvía, pero normalmente llegan en el momento preciso.
Hay lugar para 400 personas sentadas y 100 de pie. Los asientos están forrados de
terciopelo y hay aire acondicionado para evitar las sofocaciones. Se recomienda
llegar temprano para coger sitio. Mi mujer, hace 10 años, tuvo que soportar todo el
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acto de pie por llegar tarde y, desde entonces, no ha querido volver. A la entrada se les
da un papel a cada uno. Las personas que se quedan sin él suelen utilizar el del
compañero de asiento, pero al salir todos tienen que devolverlo para continuar
usándolo todo el mes. Todo lo que dejan depositado allí será para dar de comer a los
pobres del hospicio. También hay fotógrafos que sacan fotografías en diversas
posiciones, las cuales serán publicadas en el diario de la ciudad, en la sección “Vida
Social”. Así, el público podrá conocer a las altas personalidades en actos tan humanos
como éste”.
21. Cuenta la historia en pasado. ¿Qué es lo que sucedió?
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22. Lee el cuento de Augusto Monterroso, describe cómo imaginas que era David
(física y caracterialmente) cuando era niño y resume la paradoja de la historia
La honda de David
Había una vez un niño llamado David N., cuya puntería y habilidad en el manejo de
la resortera despertaba tanta envidia y admiración en sus amigos de la vecindad y de
la escuela, que veían en él -y así lo comentaban entre ellos cuando sus padres no
podían escucharlos- un nuevo David.
Pasó el tiempo. Cansado del tedioso tiro al blanco que practicaba disparando sus
guijarros contra latas vacías o pedazos de botella, David descubrió que era mucho
más divertido ejercer contra los pájaros la habilidad con que Dios lo había dotado,
de modo que de ahí en adelante la emprendió con todos los que se ponían a su
alcance, en especial contra Pardillos, Alondras, Ruiseñores y Jilgueros, cuyos
cuerpecitos sangrantes caían suavemente sobre la hierba, con el corazón agitado aún
por el susto y la violencia de la pedrada.
David corría jubiloso hacia ellos y los enterraba cristianamente.
Cuando los padres de David se enteraron de esta costumbre de su buen hijo se
alarmaron mucho, le dijeron que qué era aquello, y afearon su conducta en términos
tan ásperos y convincentes que, con lágrimas en los ojos, él reconoció su culpa, se
arrepintió sincero y durante mucho tiempo se aplicó a disparar exclusivamente sobre
los otros niños.
Dedicado años después a la milicia, en la Segunda Guerra Mundial David fue
ascendido a general y condecorado con las cruces más altas por matar él solo a
treinta y seis hombres, y más tarde degradado y fusilado por dejar escapar con vida
una Paloma mensajera del enemigo.
23. Lee la carta que Luis Sepúlveda escribe a un amigo y resume con tus palabras
algunos recuerdos de su juventud
Gijón, 31 de agosto de 2009
Querido amigo mío:
Hoy me ha llegado desde Santiago una foto sin comentarios, porque sobraban las
palabras, los gritos, sobraban incluso los gestos de impotencia. Esa foto mostraba la
vieja casa de la calle Carmen 340 en el momento preciso en que una excavadora
empezaba el derrumbe.
Las puertas se ven cerradas en la foto, apagados los dos farolitos laterales que antaño
iluminaron algo más que la noche de Santiago. Esos dos farolitos metálicos eran la
señal que se veía pese a la niebla del invierno, pese a la lluvia, al frío o al cansancio
de las duras jornadas ganando la batalla de la producción, alfabetizando, enseñando a
comer pescado, o insistiendo en que los niños debían beber el medio litro de leche.
Esos dos farolitos invitaban a La Peña de los Parra, al palacio de la hermandad junto
a una guitarra y un vaso de vino. En ese tiempo no necesitábamos más para
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querernos, no nos hacía falta nada más para ser felices.
En esa casa de muros de adobes, de aroma chileno, de color chileno, de calor chileno,
vivía el espíritu de Violeta, y con ella cantaban Isabel, Ángel, Víctor Jara y tantas y
tantos como grande y gloriosa fue la cultura chilena de los años sesenta y setenta.
En esa casa escuchábamos y cantábamos, conspirábamos, discutíamos hasta que la
madrugada nos enviaba un saludo de luz que nos devolvía a las mil tareas del
Gobierno Popular. En esa casa nacieron romances, concubinatos y casorios, parejas
que hoy, al saber que la vieja casa ya no existe, se toman de la mano, aguantan el
gesto y dejan que una lágrima resbale limpia por el rostro de cada uno y de cada una,
porque esta es una pérdida de las que duelen, de las que dejan cicatrices en el alma.
Hace un par de años asistí a un recital de Isabel Parra en París. En el Teatro Aleph,
del Cuervo Castro, no cabía un alfiler, y yo escuchaba y miraba a la cantante, a mi
amiga que, con el cuatro en las manos provocaba una transformación múltiple. Ella
era una vez más esa Isabel, esa Chavela pequeñita y bella, de ojos brillantes y voz
acariciadora. Yo, y muchos de los que estábamos ahí éramos de nuevo los muchachos
que rondábamos los veinte años y nos calentábamos con el fuego de su voz y el vinito
servido en la Peña de Los Parra, a salvo del frío, del peligro, de la muerte y de los
exilios que se nos echarían encima.
En mayo de este año Ángel Parra ofreció un concierto en el Casino de Gijón. Desde
la oscuridad miraba a mi amigo, siempre elegante, vestido de negro y con un chal
blanco, cantando las canciones de todos, esas mismas canciones que en la vieja
casona de la calle Carmen 340 nos quitaban el cansancio, o nos invitaban a amar más
todavía a nuestras compañeras. Ángel es un monumento a la dignidad, pero él no le
concede la menor importancia a eso, y cuando le pregunté cómo estaba La Peña de
los Parra, apenas insinuó que había problemas.
A veces las máquinas rugen como leones esperanzadores, pero otras veces graznan
como buitres dotados de poderosos motores. Así imagino el ruido de esas máquinas
que derrumbaron una de las casas más ilustres de Santiago, una casa que debió
salvarse, ser monumento a las voces de todos, ser el templo de las mejores esperanzas
de todos. Esa vieja casona flanqueada por dos inofensivos farolitos metálicos fue el
punto de partida desde donde nos lanzamos a conquistar la dignidad de todas y de
todos. Sin duda que era una casa peligrosa, muy peligrosa, subversiva, porque estaba
llena de memoria.
Alguien justificará el derribo aludiendo a la edad del edificio. ¿Y qué? ¿Acaso no se
conservan las aberrantes construcciones militares? Otro alegará que un edificio de
diez plantas es más rentable que una vieja casa con muros de adobes, y otro más dirá
que está en lo cierto, porque la cultura, la memoria, el pasado glorioso de los que se
atrevieron a cambiar la sociedad, nunca será rentable.
En mi memoria los dos farolitos se encienden. Uno ilumina el rostro de niña eterna de
mi amiga Isabel Parra. El otro la cara bigotuda y circunspecta de mi hermano Ángel
Parra. Y a los dos los abrazo y los quiero más que nunca.
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24. Lee el cuento de Julio Cortázar “Instrucciones para dar cuerda al reloj”.
Luego, escribe instrucciones para preparar la maleta, aprobar un examen,
conquistar a una chica, levantar el ánimo a alguien, ser lo más felices posible,...
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano,
tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro
plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un
abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la
sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en
libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo
alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría
sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos
antes y comprendemos que ya no importa.
25. Explica el significado de los siguientes refranes. A continuación, piensa en 5
refranes que conozcas en español y explica lo que quieren decir
Ejemplos: En boca cerrada no entran moscas
A mal tiempo buena cara
Cuatro ojos ven más que dos
A caballo regalado no se le miran los dientes
A lo hecho, pecho
Ojos que no ven, corazón que no siente
A palabras necias, oídos sordos
Matar dos pájaros de un tiro
Aquí hay gato encerrado
Más vale pájaro en mano, que cien volando
A perro flaco todo son pulgas
Perro que ladra, no muerde
26. Lee la interpretación de los siguientes refranes y explica su significado con tus
propias palabras. Luego, escoge uno y, a partir de él, construye una historia
ocurrida en el pasado
- Quien mucho abarca, poco aprieta: quien emprende muchas cosas al mismo
tiempo, generalmente no desempeña ninguna bien.
- En casa de herrero, cuchillo de palo: a veces falta una cosa en el lugar donde
nunca debiera hacer falta.
- Cuando hay hambre, no hay pan duro: la necesidad obliga a valorar las cosas
mínimas.
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- Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados: es diverso el destino de los
hombres.
- A quien madruga, Dios lo ayuda: muchas veces, el éxito depende de la rapidez.
- A buen entendedor, pocas palabras: la persona inteligente, comprende rápido lo
que se quiere decir.
- Mucho ruido y pocas nueces: se aplica a quien habla mucho y obra poco
- Más vale maña que fuerza: se obtienen mayores logros con la habilidad, destreza y
tranquilidad, que con la fuerza y la violencia.
- Sarna con gusto no pica: si se hace algo con gusto, no molestan los sacrificios.
- Mal de muchos, consuelo de tontos: hay que tratar de superarse individualmente, y
no conformarse con lo que a otros también les sucede.
- No por mucho madrugar, se amanece más temprano: a veces, vale más la
dedicación y la calidad, que la rapidez.
- Ser el último orejón del tarro: sentir que no lo tienen en cuenta para nada.
27. Lee el siguiente fragmento de “Los cuentos de Eva Luna” de Isabel Allende.
A continuación, imagina un final para la historia
Clarisa
Clarisa nació cuando aún no existía la luz eléctrica en la ciudad, vio por televisión al
primer astronauta levitando sobre la superficie de la luna y se murió de asombro
cuando llegó el Papa de visita y le salieron al encuentro los homosexuales disfrazados
de monjas. Había pasado la infancia entre matas de helechos y corredores alumbrados
por candiles de aceite. Los días transcurrían lentos en aquella época. Clarisa nunca se
adaptó a los sobresaltos de los tiempos de hoy, siempre me pareció que estaba
detenida en el aire color sepia de un retrato de otro siglo. Supongo que alguna vez
tuvo cintura virginal, porte gracioso y perfil de medallón, pero cuando yo la conocí ya
era una anciana algo estrafalaria, con los hombros alzados como dos suaves jorobas y
su noble cabeza coronada por un quiste sebáceo, como un huevo de paloma,
alrededor del cual ella enrollaba sus cabellos blancos. Tenía una mirada traviesa y pro
funda, capaz de penetrar la maldad más recóndita y regresar intacta. En sus muchos
años de existencia alcanzó fama de santa y después de su muerte muchos tienen su
fotografía en un altar doméstico, junto a otras imágenes venerables, para pedirle
ayuda en las dificultades menores, a pesar de que su prestigio de milagrera no está
reconocido por el Vaticano y con seguridad nunca lo estará, porque los beneficios
otorgados por ella son de índole caprichosa: no cura ciegos como Santa Lucía ni
encuentra marido para las solteras como San Antonio, pero dicen que ayuda a
soportar el malestar de la embriaguez, los tropiezos de la conscripción y el acecho de
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la soledad. Sus prodigios son humildes e improbables, pero tan necesarios como las
aparatosas maravillas de los santos de catedral.[...]
Aun en los tiempos en que la vejez le impedía moverse con el entusiasmo misionero
de antaño, Clarisa preservó su constancia para socorrer al prójimo, a veces incluso
contra la voluntad de los beneficiarios, como era el caso de los chulos de la calle
República, quienes debían soportar, sumidos en la mayor mortificación, las arengas
públicas de esa buena señora en su afán inalterable de redimirlos.[...]
La caridad se convirtió en un camino de ida y vuelta y ya no se sabía quién daba y
quién recibía. [...]
Una noche, cuando ya era una anciana de pelo blanco, se encontraba cosiendo en su
cuarto cuando escuchó ruidos desusados en la casa. Se levantó para averiguar de qué
se trataba, pero no alcanzó a salir, porque en la puerta tropezó de frente con un
hombre que le puso un cuchillo en el cuello.
-Silencio, puta, o te despacho de un solo corte -la amenazó.
-No es aquí, hijo. Las damas de la noche están al otro lado de la calle, donde tienen la
música.
-No te burles, esto es un asalto.
-¿Cómo dices? -sonrió incrédula Clarisa-. ¿Y qué me vas a robar a mí?
-Siéntate en esa silla, voy a amarrarte.
-De ninguna manera, hijo, puedo ser tu madre, no me faltes el respeto.[...]