Dulce Guanabana

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Dulce Guanábana

Dulce Guanábana, es más que la  monografía del municipio de Tezonapa, Veracruz; es un viaje de miedo por la cultura de la violencia de una región del

trópico mexicano. Se inicia el inventario del pasado con la imagen de un crimen que presencio el cuado siendo un niño, motivándolo a escribir  sobre la historia de su lugar de origen.

            Nace Tezonapa gracias al paso del ferrocarril, al arribo de extranjeros y peones mexicanos, la instalación de industrias azucareras, al cultivo de la caña de azúcar, el café y el hule.

            Interesante y divertido es el ensayo dedicado a la gesta revolucionaria y a sus picaros rebeldes locales, como el general Panucio Martínez y a  “La Negra Mora”. El poder político y social lo encarnan los jefes de

las guerrillas que dan nacimiento a una familia de caciques que por medio siglo encarnan la autoridad respetable y temida. La familia lozano forma a vario s lideres que terminan por competir ferozmente, dando como

resultado una guerra entre parientes.

            Los marginados crean su mito; Tomasín Victorero, quien encarna la figura del vengador social y bandido generoso.

             Finaliza el libro con el surgimiento de la sociedad civil,  quien presenta un candidato a la presidencia municipal y es arteramente asesinado. Converge el sentimiento anticaciquil de los

tezonapeños con el descontento a nivel nacional por falta de libertades democráticas; dando como resultado la amenaza de una rebelión local. 

DULCE GUANÁBANA, es un libro escrito con la magia del cuento rural y la crudeza de una crónica policíaca. Como pilón, este volumen regala la experiencia de la cultura de la venganza como producto de la ignorancia, la marginación,

el alcoholismo y los instintos desatados de algunos de sus habitantes.

            El autor Pedro Ibáñez Hernández, periodista polifacético: reportero, fotógrafo, caricaturista, y

acuarelista. Conocimientos que le sirvieron para ir coloreando los trazos de la memoria colectiva de su pueblo. 

Inés García Nieto.

El monte fue abierto como un conejo aliñado

   

Historia de Tezonapa un pueblo veracruzano bautizado por los periodistas como el far west mexicano por la cultura de

la violencia que desde sus orígenes marco las relaciones sociales de sus habitantes

LAS MOTIVACIONES DEL AUTOR

Nací en Tezonapa, pertenezco a su historia y por tanto este relato no esta exento de amor y compromiso por este jardín planetario.

               Mi biografía comienza en los años cuarenta  cuando mis padres: Fernando Ibáñez Rivera y Alejandra Hernández Vázquez, se vinieron a pie desde Tezoatlan, Oaxaca, atraídos por la fertilidad de

esta región, donde,- aun viéndolo- no podían creer que las milpas sembradas en tierra virgen crecían mas de tres metros y sus mazorcas eran tan grandes que bastaban unas cuantas para alimentar a una familia.

                Mi madre olvido pronto las noches de luna sobre los acantilados y a las ardillas volando sobre los ahuehuetes, por que se hizo construir su  hogar bajo la sombra de una Ceiba, se rodeo de plantas y flores y en

su huerto siempre había mangos, plátanos, limones,, naranjas, mandarinas, zapotes mamey, anonas y guanábanas.

                Mi Papa se adapto a la vida del trópico, le gusto el aguardiente de caña y

aprendió pronto a defender su vida , no recuerdo cuantas veces sobrevivió a fieras peleas a cuchillo, machete o mano limpia, hasta aquella ves en que se empezó a morir desangrando por las cinco heridas de bala que le causo

el atentado de un amigo traicionero.

                Durante días lucho por su vida en el hospital Yanga de la ciudad de Córdoba: semanas después salió apoyado de una muleta, traía en la espalda marcas

circulares, como si le hubieran impreso 6 moneditas de a centavo.

                Antes de ir a dar gracias al Santísimo, mi padre se tercero la carabina y fue en busca de su mal amigo, al que le abrió el pecho de un

disparo; ese domingo hubo misa doble. Yo fui el xocoyote, el ultimo de una familia de nueve hermanos, entre hombres y mujeres: dos niñas fueron las primeras en sucumbir ante el paludismo y los parásitos intestinales,

sobrevivieron Cesar, Otilia, Bernardo, Maria y Abel, quienes han enramado al tronco familiar y viven el juego de la vida sin complicaciones de la forma mas sencilla y feliz.

               Por lo que a mi respecta hice lo que todos, cumplir con mi ciclo natural, pero los recuerdos infantiles se convirtieron en un acicate de una especia de vocación de ver, escuchar y contar

historias, ya sea escribiendo, dibujando o fotografiando.

            El recuerdo mas presente fue aquel mediodía de mis ocho años cuando regresaba del mercado y al pasar frente a la cantina y

billar “ La Frontera”, que así se llamaba por que estaba justo entre la línea divisora entre Veracruz y Oaxaca, se escucharon insultos y voces de alerta y sillas que caían; cuando mi instinto me decía que debía correr, mis pies no

se movieron y mi cabeza giro llevando la mirada al interior del bar. Un hombre empuñaba una pistola de la que salieron estallidos y al otro extremo de la cantina vi caer hacia atrás a un sujeto; todo iba sucediendo lentamente entre haces de luz

y polvo de tizna. La cara del asesino volteo hacia donde yo estaba y comenzó a caminar hacia mi, eran zancadas largas, pero lentas; mientras mis palpitos eran motor desbocado, miro una y otra ves el cuerpo, los demás

parroquianos eran estatuas silenciosas, mientras el polvo finito seguía danzando entre la luz que rompía una atmósfera pesada.

               El pistolero paso a mi lado buscado la calle para

huir; tuve la impresión de que la bestia me impregno para siempre la náusea de muerte. Cuando por fin me vinieron los escalofríos, corrí a todo mi miedo; ni las limpias con albahaca, ni escapar años después a la ciudad de

México con el pretexto de estudiar la universidad, nada me curo del espanto, seguí enfermo de recuerdos e imágenes, así que regrese a l lugar del crimen para recoger mi alma que se quedo a las puertas de la cantina.

Funde un periódico para escribir historias cotidianas y ahora este libro forma parte del exorcismo.

LOCALIZACIÓN

            Siguiendo la ruta del ferrocarril del Istmo que parte de Córdoba hacia Tierra Blanca, la gente acostumbra llamar “Zona de Tezonapa” cuando en realidad

comprende varios municipios que son Cuichapa, Omealca, Tezonapa, Cosolapa y Acatlán, los dos últimos pertenecen al estado de Oaxaca. 

            Tezonapa tiene una superficie de 351 Km2, su altitud varia desde 180 a 1000 metros sobre nivel del mar, ya que su territorio abarca un valle y montaña de la Sierra Madre Oriental, su clima es húmedo, predomina la selva

media subperennifolia y vegetación secundaria, con lluvias abundantes en verano y principios de otoño.             Sus colindancias son las siguientes: Al norte y este con el municipio de Omealca,

al sur con Cosolapa, al oeste con Zongolica y es estado de puebla.             Tenemos comunicación férrea y terrestres con Córdoba y Tierra Blanca y una pista de

aterrizaje en el Campo Experimental del Palmar que ha servido mas a narcotraficantes colombianos que para fines comerciales o de servicio a los investigadores o agrícolas. 

            La mayor parte de la población se apiña alrededor de los ingenios azucareros (Motzorongo y Constancia), en este ultimo se encuentra la cabecera municipal donde se encuentran todos los servicios urbanos que comparte con

Cosolapa con la cual los divide una calle. Cosolapa y Acatlán son municipios del estado de Oaxaca, en el mapa son una punta de flecha que penetra el estado de Veracruz, tanto Tezonapa como Cosolapa tuvieron el

mismo origen histórico, fueron propiedades de hacendados extranjeros que la revolución y luego el agrarismo convirtió en ejidos y fundos legales.             No damos la cara al mar por que una discreta

barrera natural lo impide llamada la pomposamente sierra de Cruz Tetela, sus cerros son pequeñas estribaciones que sirven de bordo divisorio entre la Cuenca del Papaloapan y el Sotavento.

             Desde el Golfo de México llegan los vientos alisos y huracanados que rebotan en Cruz Tetela, nuestro burladero de ciclones, quien nos cobra la seguridad encerrándonos en un infernal

bochorno la mayor parte del año.             A manera de huerto o traspatio esta un vallecito en forma de abanico donde se encuentran las tierras mas fértiles rodeadas de montañas

escalonadas que se pierden a la vista, por su altitud y por el vaho de sus pulmones, por el valle cruza el río Tonto que nace entre las faldas de la sierra de Zongolica y va a desaguar a la presa de Temascal, cuya fuerza es

utilizada para generar electricidad. 

Otra Forma de guiarse para llegar a Tezonapa, es por el aroma del mejor café tostado nacional y por el humo azul que sale en columnas

ondulantes de los techos de la palma. Sin una guía por mínima que fuera, llegaron a este lugar a fines del siglo extranjeros y peones mixtecos, hechizados por un bosque nocturno iluminado a la luz de los cocuyos.

LA HACIENDA DE MOTZORONGO Y LA FINCA

DE JOSEFINAS

             Tezonapa y los municipios que se encuentran en el filón cañero del centro del estado de Veracruz,

surgieron gracias a un capricho del entonces presidente de la Republica Don Porfirio Díaz, quien quiso comunicar a Tuxtepec con el resto del país y la forma mas directa era introduciendo el ferrocarril como el sistema de

transporte y comunicación más moderno.

            

El tendido de la vía partió de Córdoba cuya estación enlaza al puerto de Veracruz y a la ciudad de México. El principal inconveniente era atravesar una tupida selva sobre un terreno agreste.

Don Carlos A Pacheco, ministro de fomento porfirista, se apropio de miles de hectáreas por donde pasaría el ferrocarril, se trataba de la zona cálida del cantón de Zongolica, ahí estableció su hacienda a la que llamo

Motzorongo, nombre que también recibió la compañía constructora del “Ferrocarril Agrícola Motzorongo”, quien es 1895 logro con muchos esfuerzos avanzar 48 kilómetros. Justo hasta donde

estaba la casa grande de la Hacienda Motzorongo.

 

            Ala muerte de don Carlos A Pacheco, sus herederos comenzaron a vender fracciones de la hacienda; uno de los predios

fue la franja que colindaba con el estado de Oaxaca, fue adquirida por el español Rafael Arocera quien llamo a su pequeña hacienda “ Las josefinas” ( hoy cabecera municipal de Tezonapa); se instalo un pequeño trapiche y

se deforesto una porción para sembrar caña de azúcar.

 

            Del lado oaxaqueño, en 1893 el gobierno de Tuxtepec remato una propiedad de 8,900 hectáreas que adquirió Pedro Rivera,

ganadero de Tlalixcoyan, mismo que fracciono en ranchos entre 300 y 500 hectáreas; entre los primeros compradores estaba extranjeros y mexicanos. Estos ranchos constituyeron lo que hoy es el municipio de

Cosolapa y la propiedad del suizo Pablo Bertschinger que seria con el tiempo la cabecera municipal.

 

            La llegada del nuevo siglo fue bueno para todos, frente al trapiche de Las

josefinas se instalo la estación del Ferrocarril, a la que llamaron Tezonapa.

 

El nombre de ambos pueblos es prueba irrefutable que existió algún asentamiento indígena en las cabeceras municipales y que desapareció o se integraron a

ellas. Tezonapa se traduce en el idioma náhuatl como en “ El Río Pedregoso” y Cosolapa en “ El Rió de las Codornices”; en la sierra y los alrededores se han encontrado vestigios de cultura olmeca y náhuatl sin que hasta el momento

exista un estudio concreto de esta región para conocer nuestras raíces prehispánicas. Dentro del municipio de Tezonapa existen comunidades que hablan el idioma náhuatl, mazateco y popoloco.

 

A la  luz del nuevo siglo, del lado oaxaqueño había ranchos modestos dedicados en su mayoría a la agricultura y en menor medida a la ganadería, industria y comercio.

 

Por el lado veracruzano estaba tres grandes haciendas que contrataban a cientos de peones acasillados; la de Motzorongo que ahora era propiedad de una compañía norteamericana

denominada The Motzorongo Company; la hacienda de Las Josefinas y The Palmar Estates Limited, esta ultima dedicada a sembrar árboles productores de hule.

A la muerte de Rafael Arocera, propietario de Las Josefinas, lo hereda su sobrino Francisco Arocera quien es un apasionado del trabajo y constructor formidable, adapta un alambique al trapiche para

producir alcohol, tiende una vía angosta para el transporte de caña de los campos de la Luisa a la fabrica, bautiza al ingenio con el nombre de su filosofía: Constancia

En los primeros años del nuevo siglo, esta región se

convirtió en promisoria, llegaron extranjeros de todos los confines de la tierra y peones de las regiones mas pobres de los estados de Oaxaca y Puebla.

 

Entre la estación del ferrocarril y la fabriquita guarapera y alcoholera se abrió un claro donde cada domingo se instalaba una plaza bien surtida, atendida por comerciantes pregoneros de Chilac, Puebla, Córdoba y

Orizaba, así también confundida en el barullo, la media lengua de lo turcos que ofrecían trapos, se podían adquirir toda clase de alimentos, calzado, reatas, apeos, pericos parlanchines, o los servicios de curanderos,

adivinadores de la suerte, talladores de cartas y un peluquero que trasquilaba con la seriedad de un mariscal.

 

También había una cantina donde corrían por la garganta los tragos de cerveza o las

infusiones de guaco, nanche, naranja o yerbamaistra, que eran para el calor, por el gusto de decir salud o para sentirse los meros pingos e inventar injurias contra el bochorno, los mosquitos, la malaria, las serpientes venenosas y las

maldades del nahual  y el chaneque. No era raro que de pronto, estallaran las emociones, en un chisporroteo de miedo, valor, risas, llanto y, luego sin saber realmente la razón, alguien moría con el corazón partido

de una puñalada o a travesado por balas.

 En aquella cantina, que nunca se llego a saber su nombre, se reunía un grupo de amigos, cuyos descendientes habrían de tener un papel importante en la historia de Tezonapa, la

mayoría eran españoles, el suizo Pablo Bertschinger y el mexicano Francisco Vargas que eran carnicero y barbacoyero. El mas ocurrente era el hispano Eulogio Sánchez Victorero propietario del rancho La

esperanza; Eulogio estaba casado don la mexicana Jacinta Rocha, una mujer de muy pocas pulgas; cuando la señora Rocha terminaba de comprar su recaudo, iba por su marido a la cantina y este que era un apasionado del

juego de la baraja, le ordenaba que se adelantara con el mozo. Jacinta se plantaba a sus espaldas  con las manos en jarras y le insistía con tanta firmeza, que don Eulogio arrojaba las cartas sobre la mesa y

sentenciaba  resignado: “Cuando se enoja Jacinta.. se tiznaron los totoles”.

          Este seria abuelo de uno de los personajes míticos de la historia de Tezonapa: Tomas Sánchez Ramos (a) “Tomasín ”.

LA PIEL DEL TIGRE

 Si  en la primera década del

siglo XX, un pequeño claro circular en medio de la selva indicaba la presencia de una aldea, cincuenta años

después, el monte fue abierto como un conejo aliñado, dejando al descubierto la tierra milenaria.

 La zona urbana y comercial

se extendió como un lienzo sobre al pecho de la loma,

partiendo del puente La marimba en Cosolapa, al puente Barranca Seca en Tezonapa.El río que bordeo la loma, así como los arroyos secos, fueron utilizados para canales de desagüe de las industrias

azucareras, a donde también iban a dar las escretas de la población urbana y sus porquerizas. 

La familia Belaustigigotia  Arocena compro un ingenio en Hawai y lo trajo a

Tezonapa con la finalidad de dar inicio a la producción de azúcar. La zafra se llevo a cabo en 1951 y se obtuvo una producción inicial de 1,886 toneladas de azúcar, que fue en aumento en relación a las áreas de cultivo hasta

alcanzar mas de 45 mil toneladas del dulce en 1969.

 El trapiche en la

congregación de el Refugio de Cosolapa, propiedad de Jun Bueno Lázaro, se transforma en ingenia azucarero en la

congregación de Vicente Camalote, este es el ingenio La margarita, propiedad del cubano Pablo Machado.

 Para los años sesentas la

economía de la región dependió casi exclusivamente

del cultivo e industrialización de la caña de azúcar y el transporte, la educación y el nivel de vida de sus habitantes.

 El valle y la sierra de

Tezonapa estaba

comunicados por una telaraña de caminos engravados y veredas hacia rancherías y congregaciones dispersas en un amplio territorio ahora libre de asaltantes y abigeos, gracias a la feroz guerrilla de don Juan Lozano Huerta.

 En los primeros cuarenta

años de vida de esta región, había tal vació de poder y autoridad que la llamada sierra de Tezonapa se había convertido en refugio de maleantes. Por sus

dificultosos caminos se introducía ganado robado y los arrieros eran constantemente asaltados, lo mismo que los pequeños y aislados ranchitos. El mismo general rebelde Panucio Martínez se refugiaba en

Laguna Chica  o San Agustín. La llegada del lic. Miguel Ángel Cordera, sobrino del gobernador Adolfo Ruiz Cortínez, dispuso que se formaran las guerrillas con objeto de proteger su seguridad e intereses.

 

           Miguel Ángel Cordera adquirió una parte de la hacienda The Palmar Rubber Estates Limited, su lazo familiar con la primera autoridad del país permitió que abriera una carretera

engravada de Tezonapa hasta su propiedad en El Palmar y también determino que ahí se formaran tres guerrillas dependientes de la Secretaria de la Defensa Nacional con objeto de meter en orden a los

delincuentes que pululaban en la región agreste.

EL PALMAR EL GRANDE

El palmar fue una hacienda norteamericana llamada The Palmar Rubber Estates Limited, que deforesto cientos de hectáreas de bosque para sembrar el árbol productor de

caucho traído del Brasil; el látex que sale de su corteza es utilizado por la industria de los neumáticos y otros recubrimientos impermeabilizantes. Esta empresa nació bajo los auspicios de la dictadura

porfirista que proveía de mano de obra de reos condenados a trabajos forzados o enemigos o políticos llevados a morir en el trópico. Por traición oral de los indios de Tecuanapa, que vivían cercanos a la plantación de hile, se dice que

los soldados porfiristas vigilaban las instalaciones y a sus “esclavos”, Con la revolución fue abandonada la hacienda con los campos sembrados de jóvenes árboles de Hevea Brasiliensis. El general Manuel M. Acosta

adjudico la propiedad, que posteriormente vendió a la hermana del presidente Manuel Ávila Camacho, misma que traspaso el dominio a otros compradores como Juan tres y Miguel Ángel Cordera, quienes

fundaron miniaturas industrias maquiladoras de hule y beneficios de café, introdujeron otros cultivos como café, cítricos, calaña de azúcar y árboles madereros de cedro roble. Actualmente los sucesores de Miguel Ángel

Cordera fundaron la agroindustria : PLANTRO. Zoilo Tres, sucesor de Juan es propietario de Productos Tropicales. Otra empresa agrícola importante. Otra fracción de aquella hacienda norteamericana fue

expropiada para dotar al ejido de Palmar Grande, donde las guerrillas de Tezonapa tenían su cuartel general.

 Otras de las empresas importantes que nació en este lugar fue la línea de

Autotransportes El Palmar, el primer camioncito fue comprado por Guadalupe Alcántara y comenzó a dar servicio de Tezonapa a El Palmar, en la recién carretera engravada; la gente lo bautizo cariñosamente como “ la

vitrina” por el parecido con los mostradores de las tiendas; Jorge Pasquel vendió el camioncito a Vicente Zanatta y este a su sobrino el también italo-mexicano Fidel Demuner quien la hizo crecer hasta convertirla en una importante

empresa de autotransportes en Veracruz.

  En 1942 el gobierno federal funda el Campo Experimental de El Palmar , con objeto de estudiar las posibilidades de continuar en

otras partes del país la siembra del árbol de hule. En este campo se establece en Mecayantla, propiedad que colinda con el ejido El Palmar y las agroindustrias de Contreras y Tres.

  El ejido de El Palmar fue gestionado desde 1934 por Miguel Gomes, quien fue soldado rebelde de las fuerzas de Panucio Martínez, cuando acampo en La Avanzada,- hoy Laguna Chica.

 

Si el agrarista hacia un sacrificio con los tramites de

la dotación “con timas” el esfuerzo que hacia para convencer a la gente para poblar el selvático lugar plagado de tigres, palancas y mosquitos. Don Miguel Gómez se encontraba a vendedores de loza, los

invitaba a comer a su casa, les ofrecía una parcela y un solar para levantar su jacal, con tal que se quedaran y fundaran una comunidad, así con el tiempo Don Miguel logro su propósito y el licenciado Miguel Ángel

Cordera, sobrino del gobernador y luego presidente de la Republica Adolfo Ruiz Cortines, remendó al ex soldado rebelde para ser jefe de guerrillas, fue dotado de armamento e integro a otras dos facciones, la de Felipe

Calipa, en Ixtacapa El Chico y Juan Lozano Huerta, en la Raya Licona.

El profesor Marcos Rojas Lugo, quien fue secretario de Miguel Gómez, lo retrato cono un hombre simpático. Bajito

de estatura, dueño de un gran vientre del que colgaba un revolver. Era una especia de cacique bonachón, que cuando habia problemas llamaba al inconforme y lo escuchaba pacientemente, luego le explicaba una y potra

ves hasta doblegar por las buenas. En contadas ocasiones era firme y autoritario. La gente lo respeta y siempre de debía favores. El mismo profesor Marcos Rojas dice que llego procedente de su pueblo natal Guajolotitlan

Oaxaca, para impartir clases en la escuela federal Francisco I Madero en la cabecera municipal, dos años después de su llegada a Tezonapa, fue para hacerse cargo de la escuela y su secretario particular.

  Cada mes se reunían las tres guerrillas para recibir instrucción militar, que impartía el profesor, quien recuerda con orgullo como ordenaba a los temibles caciques

¡firmes...marchen...flanco derecho...alto yaa!

  Felipe Calipa era el mas modesto, sus hombres eran campesinos mal comidos y desarrapados; los hombres de Gomes, mas despiertos, pero

igualmente hombres de campo.

  Solo la guerrilla de Don Juan Lozano; estaba bien armada con máuser y escopetas, la gente los conocía como “Los Pintos”, por que padecían el

mal del pinto, que mancha la piel; eran indios mazatecos, de fiero aspecto y dispuestos a ejecutar a cualquiera que su jefe ordenara; Don Juan era un hombre de hablar golpeado y autoritario, “nunca se andaba por las ramas”.

Respetaba a Don Miguel Gómez, pero fuera de El Palmar, Don Juan era la ley y punto.

  La única muerte que se adjudica a Miguel Gómez fue el asesinato de Andrés García, el pistolero y abigeo

propietario de Mecayantla, quien había anunciado a los cuatro vientos que se robaría a la hija del cacique de El Palmar, para demostrar que no le guardaba ninguna consideración y anuncio hora y fecha del rapto. Don Miguel

lo espero hasta la tarde, pero Andrés García se arrepintió de subalordonada. A la siguiente semana fue emboscado en una ondonada o columpio, camino a su casa. Fuera de esa muerte Don Miguel Gómez vivió en paz

con sus vecinos, a la gente le parecía natural que tuviera mas dinero que los demás; acaparaba la producción de hule, café, plátano, naranja y otros productos del campo. El único que envidiaba su posición era un capitán

retirado del ejercito llamado Adolfo Martínez, al que siempre ponía en su lugar diciendo que en la vida civil, los grados militares no valían nada. La gente le tenia poco aprecio a este oficial de la revolución, quien contaba una

anécdota despreciable, que a el le parecía motivo de orgullo..”habíamos dinamitado un tren, una mujer salió entre los vagones volteados, abrazando a un chiquillo e implorando piedad.. que apunto y que me la

descabecho con todo y chamaco.. la revolución me enseño a no tener miramientos” Don Miguel Gómez, había de morir de una manera accidental, cuando se encontraba limpiando un gallinero, la pistola que traía

bajo el estomago, se disparo al atorarse el gatillo con un clavo, herido de gravedad fue trasladado a Córdoba, pero en el hospital ya nada pudieron hacer para salvarle la vida. Los habitantes le rindieron un sincero homenaje a su líder y

fundador de ese ejido y poblado.

  Francisco Gomes o “Chico Gómez” como la gente lo conocía, se hizo cargo d los negocios de su padre y tomo las riendas del cacicazgo, aunque el hijo carecía de

virtudes de carácter conciliatorio del padre y los enfrentamientos no se hicieron esperar . El primero fue con un viejo ejidatario, al que mando a ahogar en el rió por contradecir sus ordenes. Para fortuna del anciano, el

pistolero fue convencido por el profesor Rojas de no cometer esa injusticia, pero el descontento continuo. Se sumaron los Méndez, los Flores y un viejo enemigo de su padre, el capitán Adolfo Martínez . Con este conflicto

encima se vinieron las elecciones para renovar al agente municipal que era “ Chico Gómez” y uno de los flores le gana el cargo, pero Chico Gómez se niega a entregarlo. Los Flores recurren a Don Juan Lozano

para que intercediera y el cambio de poderes fuera pacifico. Don Juan que era un hombre leal a la memoria de su jefe Miguel Gómez, trata de convencer a Francisco, pero este se mantiene inflexible y desafía la

autoridad de Don Juan. Pasan algunos días antes de que aparezcan por la entrada del pueblo, dos hombres a caballo, con las culatas y sus rifles descansando sobre su pierna derecha. Llevaban una dirección fija, ni los caballos ni

los jinetes se notaban ansiosos. No traslucían ninguna emoción, se detienen frente al corredor de “Chico Gómez” que duerme en una hamaca cuando los hombres cortan cartucho “ Chico Gómez” despierta y brinca en

busca de una escopeta que esta colgada de un perchero, hecho con el cuerno de un toro, no alcanza ni siquiera a tocarla. Cae hincado con los pulmones reventados. Los caballos son sujetados fuertemente de las riendas

para calmarlos y dan media vuelta para perderse por el camino, sin correr, al paso. Sabían que de ninguna casa saldría el cañón de un arma. Los hermanos dolientes eran todavía unos niños para cobrar venganza.

  Felipe Calipa se canso de cuidar bailes y amarrar borrachos y cuando las guerrillas fueron disueltas, siguió como si nada trabajando su campo. Con la conciencia tranquila.

  Don Juan Lozano Huerta traía el gusto por el poder en la sangre, su padre fue el primer presidente municipal de Cosolapa; Juan Lozano Megia y Fermina Huerta habían sido una de las

primeras familias que poblaron Cosolapa. Juan hijo, jalo a remontarse en lo profundo de la selva y estableció su ancho a orillas del vaso que forman el río tonto. Donde los indígenas mazatecos viven de la pesca.

Armo un trapiche y un alambique que producía aguardiente de caña. Don Juan era un hombre alto y robusto de hablar apero a los desconocidos, pero a los amigos les hablaba bonito, a las mujeres les decía

“chatita”,”madrecitas” o “chapeadita”. Las autoridades municipales de Zongolica de inmediato vieron en Don Juan a un peligro que les disputaba el poder y en 1942 enviaron a un grupo de pistoleros de Loma Bonita quienes

sustituirían a Don Juan Lozano como jefe de la policía. El nuevo comandante, para causar un buen impacto entre la población, comenzó a difundir que metería en cintura a Juan Lozano. Al día Siguiente, llegaron varios

pintos a bordo de un camión que se detuvo frente a la agencia y las bocas de varios cañones enegridos de muerte, acribillaron a todos los policías, menos a uno que corrió y para su fortuna cayo en un pozo artesiano del que

no salió hasta 24 horas después.

  Se diría después que Don Juan lo dejo vivo para que

fuera a contar a Loma Bonita y a Zongolica quien era el tigre de Tezonapa. Las autoridades zongoloqueñas todavía hicieron el ultimo intento, se quejaron a la federación para que persiguieran a Don Juan

Lozano, pero los militares se encontraron con una muralla de silencio. Nadia sabia nada. Ninguna persona dijo haber visto o escuchado algo. Callarse la boca no solo era seguro de vida, sino un voto de confianza para el cacique,

una forma de legitimar su poder, como el voto en los sufragios. La gente estaba orgullosa de ser cómplice de su jefe, cacique, líder o compadre.

  Solo uno no le temía a Don Juan Lozano era el negro Cano, cuyo nombre de pla era Edmundo Hernández Silencio. Su hermana se había casado con Fulgencio Lozano, hermano de Juan Lozano. El negro Cano era propietario del

prostibulo “ El Agua Azul” y debía muchas muertes, era valiente y fachoso. Cuando su cuñado fue asesinado tomo partido a favor de su hermana en un litigio de herencia y eso lo enfrento aun mas con Juan Lozano, naciendo entre ellos

un odio que los llevaría irremediablemente a una tragedia.

  Don Juan Lozano Huerta se caso con Incolaza Mayoral y procrearon varios hijos entre ellos Emilio, Rufino, Juan y

Luis, quienes serian protagonistas de otras historias.

  El enfrentamiento no habría de darse entre Don Juan y el Negro Cano, sino que este y Emilio, el hijo mayor del

cacique; Emilio en ese entonces era un muchacho delgado , pálido, que ya se había casado y aun no bautizaba a su primogénito al que le llamaría Adán.

  El encuentro habría de ser en la cantina La Frontera, principal bar instalado a la mitad del pueblo, donde pasa la línea divisoria entre Oaxaca y Veracruz. Era una casona de madera asentada en un terreno irregular por lo que

gruesos horcones sostenían la construcción, de piso de madera también en ella los parroquianos bebían cerveza fría y aguardiente, había varias mesas de billar y una rocola donde después de echarles una moneda se

podían escuchar canciones de Pedro Infante, Jorge Negrete o Javier Solís. A un lado de la cantina funcionaba una refrescaría a la que llevaban los niños a sus mamas, para que les pidieran un choco milk o una limonada. Por las tardes

el “ “choco milk” se convertía en club social de españoles y turcos para jugar domino y comentar el fin de la segunda guerra mundial.

  La cantina tenia mesas de billar y una barra donde ese

día estaba recargado el Negro Cano, cuando entra Emilio acompañado de su hermano Rufino, se dirigieron a la barra para pedir cerveza, el gatillero miro de manera despreciativa a los muchachos y sonrió volteando a ver a uno de sus

hombres que estaba semi recostado sobre unos cartones de cerveza. Aquel le devolvió la sonrisa sarcástica. Emilio y Rufino se tomaron la cerveza y actuaban como si no hubiera nadie mas en la cantina, pagaron y ya se

retiraban, cuando el Negro, mas que invitación, les ordeno: Tómense otra, que yo invito.. solo las mujercitas se toman el refresquito y se van: - Yo tomo por gusto o para el calor, pero si usted toma para

sentirse hombre, es su problema.

Al negro Cano, nunca lo habían insultado y arroja las botellas que estaban sobre la barra, mientras la misma mano va en busca de su

arma. La de Emilio ya esta a la altura de su cabeza. El tiempo que perdió en tirar las botellas fue fatal para el. Cae muerto instantáneamente con dos balazos en la cabeza. Emilio salió seguido por su hermano Rufino que para

entonces ya también había desenfundando previniendo que algún pistolero del Negro Cano intentara cobrar venganza, pero ninguno de los de ahí presentes se movió, Emilio camino con la misma seguridad que cuando entro ,

como si en realidad solo regresara de tomarse una cerveza para el calor. El hecho fue narrado con lujo de detalles de boca en boca con esto Don Juan y su familia habrían de ganar mas fama

de temibles y es respeto creció.

  Joaquín Prado Domínguez, uno de los últimos agentes municipales que tuvo Tezonapa, recuerda como era el trato de estos con Don Juan

Lozano “Fui a recibir al cargo de agente municipal a Zongolica ahí se habían congregado unos 50 agentes de diversas congregaciones de la serranía con el mismo fin El entonces presidente municipal Abundio Téllez, le

dio la primera orden Me cambias de inmediato a la policía. Sin referirse directamente a que don Juan fuera sustituido. Entonces le conteste: Mire señor presidente acuérdese que la gante de Tezonapa no es la

misma que la de Zongolica y mejor deje que nosotros lidiemos con Don Juan.. digo, para ahorrar muertitos”

  “Ya se les quería olvidar que cuando enviaron policías de

Loma Bonita se los mato a toditos”

  “Ya de regreso, con el nombramiento en la bolsa, no bien habíamos bajado la cordillera cuando nos salió al paso Don Juan acompañado

de varios pistoleros a caballo. Me acompañaba Carlos Oviedo, un cumplido empleado de la agencia, que me presenta con Don Juan.. este se acerco, me miro y me dio un abrazo y comento alegre Pero si a este joven lo

conozco desde chamaco. Es una fiera para la panadería, me da gusto que seas nuestro agente municipal y si me corres, no hay problema, me voy a mi casa.

  No Don Juan, al contrario, a usted lo necesitamos, ¿quién otro podría controlar a la gente como usted sabe hacerlo?. Estoy e sus ordenes, usted nomás diga y eso hacemos.

  Esta bien muchacho, solamente te voy a pedir que seas sincero conmigo y que no metas gente extraña, te voy a mandar un comandante para que te sirva en la agencia y si no te obedece,

me dices para mandarlo echar caña al trapiche.

  Y lo que dijo se cumplió. el primer comandante no me quiso obedecer, lo reporte con Don Juan y se fue, después mando a Zeferino, un hombre muy servicial, con el que

nunca tuve problemas, como tampoco lo tuve con Don Juan durante el periodo de mi gobierno. Los asesinatos, crímenes o ajusticiamientos los tapaba el juez municipal y luego el municipio libre.

  “El servicio que Don Juan hizo a la comunidad, lo resumía en una frase, “la gente. Los arrieros podían cruzar la sierra y el valle con una mula cargada de oro y no había quien se la robara”.

  De los crímenes nada existen por escrito, solo anécdotas, como la de Hipólito Sánchez, quien cuenta “ Vi como unos hombres armados detenían a otro, que salía de una cantina y los fui siguiendo ; en ese

entonces yo solo era un chamaco muy curioso y entrometido; introdujeron al fulano en un cuarto que estaba al lado d la agencia municipal y se escucharon unos balazos; que me asomo y que veo tirado a un hombre

que se convulsionaba, ensangrentado. La sangre le salía a borbollones y oí un ruido como se ahogado, entonces conocí a Don Juan Lozano que me ordenaba: ¡chamaco lárguese de aquí, yo que le contesto con mi voz

y mi cuerpo temblorin..”es que no me puedo mover señor”.

  Otra ocasión fue cuando estando en su rancho llamado “ Alegre”, la maquina de trapiche sufría de constantes descomposturas y tras inútiles

intentos del mecánico de hacerla funcionar, Don Juan se pone furioso y balacea la maquina.

  También era un hombre justo; una jovencita llegada de Orizaba, comienza a ser

asediada por un pistolero de los Lozano, ella no accede a sus requerimientos amorosos y aquel amenaza con violarla; la muchacha acude suplicante ante Don Juan, para pedir que no le hagan daño, el la tranquiliza u agradece que

haya confiado en su persona y le garantiza que nadie de sus hombres volverá a molestarla. Ella guarda un recuerdo diferente del cacique, que otros consideraban temible. Lo

defendía: “ era buena persona”.

  Don Juan exigía lealtad sobre todas las cosas; a los traidores les daba a elegir: “ te vas o te quedas”. La primera era el destierro y la segunda

la permanencia, pero dos metros bajo tierra.

  Don Juan Lozano Huerta dejo de existir el 8 de febrero de 1967, su muerte coincidió con la extinción de los jaguares, los leones, el águila

real y los tucanes en los bosques y la selva de Tezonapa .

  Dejo como herencia a su hijo mayor, Emilio, un rancho de 80 hectáreas, su alambique y la sangre de líder, heredo

también una gran familia a la que había de conducir, guiar y proteger. A la muerte del cacique, la numerosa familia Lozano giraba en su alrededor, primero sus hijos y nietos, parientes, tíos y sobrinos. Entre ellos

sobresales los Vidaurri; la tía Tita se había casado con Jesús Vidaurri Lazo y procrearon una numerosa familia que amasaron un importante capital con el comercio, la política y cultivando caña de azúcar.

Loa huerta de Tepelzingo, donde Juan Huerta era un pequeño cacique que actuaba bajo la protección de Don Juan Lozano. El amigo Tomas Sánchez Rocha, al que todos conocían como “ Don Tomas Victoreto”, cuya a mistad

venia desde sus padres ; don Tomas tenia su rancho llamado “ El Mirador” y era de sus gentes.

  Deja a su hijo la obligación de velar por los intereses y seguridad de industriales y comerciantes que cooperaban

económicamente por la protección que recibían, en Cosolapa había ya importantes fortunas familiares, como la de los García, los Sarur y el millonario Guadalupe Alcántara.

  Don Juan Lozano no amaso una fortuna comparado con otros, fue un hombre pobre que murió convencido de haber hecho un servicio a sus conciudadanos; nunca se opuso al progreso, a la educación, las carreteras o a

la independencia municipal. Ni siquiera espanto a los protestantes disfrazados de vendedores de Biblias.

  Los protestantes eran un escándalo, no creían en la virgen de Guadalupe, se rumoraba que se reían de los

santos y no se descubrían al paso del cura; no comían carne de puerco, no probaba cerveza y no les pegaban a sus mujeres, además leían la Biblia.

En 1959, el sacerdote de la parroquia de la Santa Cruz

era Ignacio Villanueva, quien no toleraba a los contrarios de la fe católica, apostólica y romana; así que comenzó a fustigar a los protestantes desde el pulpito y la gente comenzó a rumorar que las reuniones de los infieles eran

para perjudicar al “ Padre Nachito”. El 30 de agosto, un centenar de “sinarquistas” al grito de ¡Viva Cristo rey! Asalto la casa de Tito Villa, donde unas veinte personas entre hombres, mujeres y niños, realizaban una reunión

de estudios culturales; Los testigos de Jehová, los “Aleluyas” como eran conocidos, fueron golpeados con palos, piedras y a puñetazos. Su literatura fue despedazada y la intervención de los soldados de la partida

militar, que vigilaban las instalaciones del Ingenio Constancia evitaron la muerte de algunos golpeados, la agrupación se quejo ante Adolfo López Mateos, presidente de la Republica y ante Antonio M Quirasco,

Gobernador de Veracruz, quien ordeno la detención de los responsables del asalto; esto provoco mas la insidia contra ellos. Fueron amenazados a muerte, les negaron el saludo, los corrieron de sus casas

cuando se presentaban a propagar el evangelio y se hicieron populares los letreritos: “ Este es un hogar católico, no se recibe propaganda protestante”

  En Cosolapa, los seguidores de una iglesia presbiteriana se

encontraban celebrando la boda de una joven pareja, cuando interrumpió un grupo de católicos, que ataco con palos, varillas y machetes, tiraron la comida, trataron de violar a la novia, y a varias mujeres frenéticas buscaban

sexo del muchacho para cercenarlo con el cuchillo.

  A pesar de los ataques físicos y verbales, la hermandad de los protestantes continuo su labor, las experiencias negativas y peligrosas que

vivieron en Tezonapa, las consideraciones parte de su labor evangelizadora, por ello los Testigos de Jehová y otras iglesias crecieron en influencias. Hoy en día, los católicos seguimos siendo mayoría pero convivimos

pacíficamente con otros credos.

EL MUNICIPIO LIBRE O GUÍA DEL PORVENIR

  Jorge Sánchez Mendoza, originario de Jaral,

Guanajuato, era uno de los 22 jóvenes egresados como técnicos agrícolas, a los que el Gobierno del Estado de Veracruz les ofreció tierras y créditos para que pusieran en practica sus conocimientos e hicieran productivas tierras

que en sus planos aparecían como vírgenes.

  A cada uno de los técnicos les otorgaban 84 hectáreas en un lugar retirado, a tres kilómetros de Ixtacapa el Chico; los muchachos bautizaron el lugar como

“Guía del Porvenir” pero el nombre fue tan infortunado como la oferta agraria. Al poco tiempo la mayoría se regreso a su lugar de origen al ser amenazados de muerte por los campesinos que ya estaban posesionados de los

terrenos pero que no habían regularizado, solo se quedaron los hermanos Juan y Anselmo Morgado y Jorge Sánchez Mendoza, quien tubo que irse un año a trabajar de bracero hasta que los aminos de los afectados se calmaran.

  Al retornar con su familia le acompañaba su padrastro Macario Arroyo Macias, quien en Jaral del Progreso había participado e la organización de 17 ejidos, había sido jefe de guerrillas y tenia muchos enemigos; por eso decidió

acompañar a su hijastro en esta nueva aventura siendo de mucha utilidad cuando los jóvenes comenzaron a participar en las reuniones para gestionar la independencia municipal y los

asesoro de acuerdo a su experiencia.

  Así llego el día 16 de julio de 1959, cuando se integro el patronato por-municipio libre, con Juan Saavedra Morgado, a la cabeza, Jorge Sánchez, Emilio Lozano, Blasino

Hernández, Eugenio Peragalo Gallegos, José Vergara Garrido y otros ciudadanos: las gestiones duraron un año cinco meses y seis días.

  El diputado local por el IX distrito, José Romero Vásquez trato de obstaculizar

y se opuso a la independencia administrativa y política de Tezonapa. Pero para fortuna de los lideres de este movimiento, fueron apoyados por Ramón Caracas Lara, Presidente de la Legisladora del Estado y secretario

general de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesino. El 22 de diciembre de 1960 se decreto que Tezonapa fuera municipio libre con el carácter de Villa. Se dio posesión del municipio libre el día primero

de enero de 1961, designado la Legislatura Local un Consejo Municipal. Este fue integrado por Don Mario Grajales Montiel como presidente, Don Lauro Marín Mendoza como primer vocal; Daniel Paz Martínez como

segundo vocal, Manuel Guevara Salome como secretario y Jucundo Renie Gravie como tesorero, Cumplieron su periodo, del primero de enero de 1961 al 30 de noviembre del mismo año

 Durante la Primera administración de adquirió el terreno para construir la casa municipal, un predio de 10 mil metros cuadrados a un costo d cinco mil pesos y se construyo la primera planta del edificio municipal. Los

sectores del Partido Revolucionario Institucional decidieron firmar un acuerdo para evitar las pugnas internas, mediante el cual en cada renovación de poderes, la plantilla estaría encabezada primero por un miembro de l

CNOP, el siguiente seria uno del sector campesino y el tercero un obrero. De esta manera fueron electos José Vergara Garrido como alcalde; Procopio Galicia como sindico único y Eloy Blanco como regidor.

 Este primer periodo fue desastroso para los recién iniciados en la administración publica, fueron acusados de fraude, el farmacéutico Vergara Garrido fue obligado a renunciar y Procopio Galicia fue encarcelado. Al poco

tiempo de haber salido libre fue asesinado por desconocidos.

 Don José Vergara Garrido murió a causa de una enfermedad, pero la gente rumoró que fue envenenado. La muerte de Juan Saavedra

también les pareció una muerte bajo extrañas circunstancias.

 En periodo fue terminado por otro Consejo Municipal , cuyo titular fue Manuel Monlui, durante ese tiempo fue asesinado el popular líder

campesino Jucundo Renie Gravie, el rubo agrarista se ascendencias francesa fue arteramente asesinado en la estación de Córdoba con las invitaciones de su boda en la mano. Jucundo era un hombre de fuerte

personalidad, muy estimado por la masa campesina y era el seguro candidato a ocupar la presidencia municipal.

 Alberto sedad, reportero de “ El Mundo” describe esa época en su libro: “Las

cosas...” cuando le toco ser corresponsal viajero:

“En Tezonapa la nota policíaca estaba al rojo vivo, pues continuamente había balaceras... mi paisano Vicente Guzmán Oviedo, jefe de la oficina federal de

Cosolapa, sin hacer caso de las amenazas que le habían hecho, viajaba el tren del istmo, y a la altura de Pocitos, un tiro en la sien dio por terminada su existencia. Todo estaba premeditado, ya que Vicente, para mayor

resguardo viajaba en carro de la tropa; sin embargo los soldados, en lugar de bajarse cada uno pos los diferentes costados, enfilaron directamente hasta el ultimo vagón, dando tiempo a que

los matones huyeran a caballo”

UN MACHO LLAMADO TOMASIN

 

CON CARIÑO CRECIDO

LICENCIA PIDO PRIMERO

PARA QUE OIGAN EL CORRIDO

DE TOMASIN VITORERO

 SEÑORES HAGAN MEMORIA

DEL CASO DE TOMASIN

VOY A CONTARLES LA HISTORIA

DESDE EL PRINCIPIO HASTA EL FIN

(Domingo Castillo Ruiz)

 

En 1969 se dan los primeros signos de alarma del sector cañero industriales y trabajadores coinciden en señalar que lo inicio que puede salvar a la industria azucarera es que el gobierno proporciones Los dineros

necesarios para su rescate o que tome el control de la industria. El diario” El Mundo”, publica una entrevista con el industrial Aarón Sáenz que ilustra claramente el panorama cañero en esos momentos.

   La crisis por la que actualmente atraviesa la industria azucarera del país, solo se podrá contrarrestar con un aumento en el precio y modernizando la industria para incrementar la producción”.

La anterior afirmación fue hecha por el Lic. Aarón Sáenz Couret, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucareras y Alcoholeras, quien afirmo que pedirían a las autoridades de la industria y el comercio un

ligero incremento en el precio del producto y las fuentes de financiamiento (Nacional Financiera, Banco de México, Instituciones de Crédito extranjeros y nacionales), mayores créditos pata automatizar la industria. “De

otra forma no se podrán incrementar la producción de un millón de toneladas de azúcar que necesitara el país en el próximo decenio para satisfacer los requerimientos del mercado nacional y cubrir la exportación

“El incremento de un millón de toneladas necesitara una inversión de cuando menos 5 mil millones de pesos, solamente para las fabricas; a lo que se debe agregar cerca de 3 mil millones de pesos

para el campo u obras de infraestructura.”

En forma rotunda, Aarón Sáenz Couret dijo: “Solo se lograra si ambos sectores, industrial y campesino, cuentan con ingresos que les permita cubrir sus costos y

obtener una unidad razonable”.

PELIGRAN EXPORTACIONES

Luego de afirmas que los industriales realizarían una reestructuración en ese renglón de la economía, en materia de aspectos legales, económicos y agrícolas, indico que de los 75 ingenios existentes en México

solamente 15 tienen adeudos por un total de 1500 millones de pesos y que la idea no es que el gobierno nacionalice la industria si no que el estado de vea obligado a intervenir en estas industrias que han

sido una carga difícil para sus dueños.

Aunque no dio cifras del numero por kilo de azúcar, dejo entrever que el incremento será de 20 a 25

centavos por kilo. Esa será la propuesta el gobierno.

“El consumo domestico en la actualidad es de un millón 750 mil toneladas anuales. Las exportaciones son de 650 mil toneladas y la producción de a

zafra actual ascenderá a 2 millones 200 mil toneladas”.

Los créditos que obtiene la industria son: Nafinsa y Banco de México: 25 por ciento; Bancos extranjeros, 34.5 por ciento; Banca Privada

Nacional, 52,1 y Banca Oficial: 10.9 por ciento.

Para hacer una comparación de los precios existentes en todo el mundo, dijo que desde hace 10 años en México son estables. En estados Unidos,

el kilo de azúcar cuesta 3 pesos con 36 centavos; en Inglaterra $ 3.34; en El Salvador $ 2.75; Bélgica $ $4.27; Italia $4.71 y México 1.45.

Por otro lado el ex diputado Cesar del Ángel denuncio

ante el Secretario de Agricultura un fraude que se ha cometido contra cañeros de Veracruz, por mas de 510 millones de pesos, producto de cuotas que se les han descontado a 84 mil ejidatarios durante 17 años.

Afirmo Del Ángel en el mismo diario “El Mundo”, que “ en el presunto fraude están implicados seriamente varios lideres cañeros y algunos funcionarios”.

Esa cantidad se descontó a los cañeros a razón de 2 céntimos de centavo por kilogramo de caña, a través de UNPASA, la cantidad se destina al Fondo Nacional Agrícola Cañero.

La solicitud de auditoria de entrego a la dirección de la Caña de Azúcar de las S.A.G y en la misma se especifica que se cobren 30 millones de pesos cada año por este concepto, y que esa

dependencia solo ha recibido un millón y medio de pesos.

HUELGA DE TRES MIL CAÑEROS EN TEZONAPA

Y LA REGIÓN

  A fines del mes de noviembre hubo consecutivas movilizaciones de cañeros abastecedores de los ingenios Motzorongo Y Constancia de Veracruz y El Refugio y La Margarita del estado de Oaxaca. La causa: los

propietarios de estos ingenios les adeudan 15 millones de pesos y se niegan a pagar. Los campesinos amenazan con no cortar los dos millones de toneladas de caña para la presente cosecha, en tanto no les liquiden esa cantidad.

El problema se genero a raíz de que en la zafra pasada 1968-1969, los industriales de esos ingenios se negaron a reconocer el convenio firmado en 1964 en la que se establece que se liquidara en

base a un rendimiento mínimo de sacarosa que garantiza al campesino un pago seguro y no al rendimiento reportado por la fabrica que muchas veces es alterado o se debe a un proceso inadecuado de extracción del dulce de la

caña, o a un equipo deficiente y obsoleto.

Se han dado asambleas tumultuosas en Cosolapa, Tezonapa y Acatlan en la participación los comités regionales de los tres

municipios, 62 comisariados ejidales, el Circulo Regional Cañero 58 de Presidio, algunas otras organizaciones y pequeños propietarios . Las negociaciones sobre este conflicto se daban en la ciudad de México . Por parte

de los industriales participaron Eneko Belausteguigotia Arocena por el ingenio Constancia, Pablo Machado por La Margarita y Manuel Azaula por Motzorongo y El Refugio, quienes mantenían la

negativa de reconocer el precio de azúcar.

Por Tezonapa estaba a la cabeza del movimiento Ignacio Escobar como secretario del Comité Regional Campesino y

Gilberto Aguirre Ramos, como presidente del comité encargado de vigilar que el acuerdo de huelga de brazos caídos se respetara en el campo. El CRC en Tezonapa había decidido no correr riesgo de que algunos

cañeros se “rajaran” y comenzaran a cortar su caña, así que determinaron designar como responsable de hacer efectiva la huelga a Beto Aguirre Ramos, un gatillero que todos temían. Su padrastro había sido “”gente

de Don Juan” y ahora Beto Aguirre era “gente de Emilio Lozano”. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre de mirada muy pesada, fuerte, violento y a los cristianos que mato nadie los contó, pero debieron haber

sido muchos por el miedo que le tenia la gente. Su aparición en la huelga era garantía de que en Tezonapa, nadie se atrevería a cortar una sola caña, ni siquiera para remedio

LA MUERTE DE BETO AGUIRRE

Aquel viernes 5 de diciembre era la época en que una

maquina Singer costaba 650 pesos; una cama matrimonial con colchón 200 y estaban a punto de salir los nuevos billetes de diez pesos.

Ese fin de semana mataron a Beto Aguirre, cuya muerte habría de desencadenar una

serie de acontecimientos que harían salir a Tezonapa del anonimato para alcanzar dudosa fama en las policíacas de los diarios y primeras planas de revistas amarillistas especializadas en nota roja. Los reporteros comparaban

Tezonapa con el viejo oeste americano, cuyas novelas y películas idealizaban a hombres de pelo en pecho que por honor o por simple machismo, se mataban a balazos.

Esa tarde Gilberto Aguirre había puesto una cadena frente a la entrada de la bascula del ingenio y luego se fue a emborrachar en compañía de su primo Belem Ramos. Antes de entrar a otra cantina, saco la pistola y

comenzó a echar tiros al aire por puro gusto. La descarga fue escuchada por Juan Hernández Campillo, comandante municipal, quien ya tenia tiempo como jefe de la policía y nunca se había metido con la familia Lozano.

Pero esa noche, nadie se explica que le pico, o cuanto le pagaron, pero el caso es que mando a sus policías a desarmar a los rijosos. Los policías que conocían a Beto Aguirre, le pidieron que por

favor guardara su pistola, Aguirre los insulto con dedicatoria al jefe policiaco y los uniformados dieron cuanta al comandante de las injurias, además informaron que el peligroso gatillero y líder cañero estaba tomado ahora

en la cantina de Rayon, llamada “El sol Sale Para Todos”. E l comandante les ordeno llegar a la cantina por la parte de enfrente y cortar cartucho. Los uniformados así lo hicieron. Cuando Beto Aguirre y su acompañante

escucharon el característico fulleo metálico, desenfundaron sus armas y se prepararon para repeler la agresión, pero Campillo había entrado por la puesta trasera de la cantina y ya les disparaba, Aguirre murió

instantáneamente al recibir cinco balazos que hacen pensar que el jefe policiaco quería asegurarse de su muerte. Belem recibió un tiro en la cabeza sin orificio de salida y ese día no murió.

Eran las siete de la noche cuando Campillo mato a la mala a Gilberto Aguirre, la noticia no voló, la llevo directamente Emilio Lozano y Nacho Escobar hasta el rancho]” El Mirador”. El viejo Tomas Sánchez Rocha se

puso a llorar, pues quería a su entenado como hijo propio, pero ya no-tenia ánimos para la venganza. No así su primogénito Toma Sánchez Ramos, al que todos lo conocían desde pequeño como Tomasin. Paso sobre

las ordenes de su padre y armo a sus trabajadores y se dirigió a la cabecera municipal. El y sus hombres tomaron por asalto el palacio municipal, buscando a Juan Hernández Campillo, pero al

no encontrarlo mataron a 5 policías.

El presidente municipal Fernando Vázquez llamo a Córdoba para informar de la situación que prevalecía en Tezonapa. Esa noche llegaron

20 policías para resguardar las instalaciones del palacio municipal, mientras Belem Ramos Ocio era atendido en el hospital del IMSS, causando asombro al personal medico, agentes del Ministerio Publico y

periodistas, por que a pesar de tener una bala en la cabeza, estaba consciente y dispuesto a hablar y rendir su versión de los hechos, Tiempo después, Belem Ramos Ocio se recuperaría parcialmente del atentado pero quedo

dañada una parte de su cerebro que le afecto la coordinación de una parte de su cuerpo y su sistema nervioso.

Al dia siguiente, los periódicos no informaban lo

que toda la gente ya sabia en Tezonapa, el que había dirigido el asalto era Tomasin, quien desde los 15 años ya había cometido su primer crimen.

Fue en una feria luminosa, de lotería y rueda de la fortuna, donde la gente se paseaba: en un pequeño espacio entre una carpa como cantina y los “caballitos”, se instalo un tallador de cartas. El tahúr era un negro delgado

y alto como una espiga, de rostro anguloso de voz aguaridientosa y manos blancas que los apostadores no perdian de vista, tenia apenas unos minutos de habarse instalado y un muchacho haba acertado tres

veces seguidas, canto -rey de oros, as de bastos, jota de.. volvió a acertar el chico; el tallador volvió a barajar despacio pero de mal humor era evidente, fue sacando las cartas y distribuyéndolas sobre el pedazo de paño, las

monedas comenzaron a cubrir las cartas. Una de las manazas boto el peso de uno de los jugadores y le sentencio- tu ya no juegas, se reciben apuestas de gente grande.

El joven protesto:

¡Eso a usted no le importa, estoy jugando con mi dinero, no con el suyo!

            Había tanta prepotencia en aquella voz, tanto desafió, que el negro no pudo evitar aplastar su

manaza en el rostro del impertinente. Este se toco la mejilla, lo miro fijamente dio unos pasos atrás y se retiro. Automáticamente al tahúr se le fue la muina e iba a continuar tirando cartas, cuando los demás jugadores

comenzaron a recoger sus monedas y a retirarse pero uno de ellos le hizo la platica.

¿Conoce al que acaba de golpear?. Como el negro no le hizo caso, le informo:

            El muchacho es hijo de don Tomas Victorero, y si usted no se va en este momento, Don Tomas o sus pistoleros vienen a matarlo.

            El negro levanto la vista y se encontró con miradas, que le persignaban

su propio velorio. Tomo el paño por las cuatro puntas y pateo la improvisionada mesa. Se fue a la estación del ferrocarril teniendo la incertidumbre de haber tomado una decisión equivocada, ¿ por que había

tenido miedo?. No era la primera vez que se metía en problemas por su carácter impulsivo. Se toco su daga bien ajustada, por el cinturón, es cupido el asco de haber sentido temor y se dispuso a regresar a la feria, cuando en

eso escucho el silbato del tren. Se contagio del animo de los viajeros que se avivaron, tomaron sus cajas y se alistaron para abordar el “Mixto”. El negro se relajo, espero sin ansias el momento de subir y ya estaba en la

escalinata cuando alguien llamo:

            ¡Hey amigo.. se le olvido despedirse de mi! Volteo el rostro y reconoció al joven al que había bofeteado. Sintió dos golpes en la espalda y mucho calor en sus

entrañas. Las piernas se le doblaron pero no se soltó de la barandilla hasta que tuvo el impulso de sobar la parte dolorosa, entonces ya todo se nublo.

Cuando el hombre cayo hacia atrás con los brazos en cruz y con los ojos abiertos, el tren iniciaba su marcha, algunas cartas se alzaron en vuelo rápido y luego cayeron sin gracia.

Quien sabe que mecanismos secretos tiene el rumor , pero a la madrugada siguiente desde las cuatro de la mañana todos los molinos de nixtamal se sabia la historia completa. El asesino era Tomasin, quien apenas

contaba con 15 años pero era tan engallado como el tata y su medio hermano Gilberto Aguirre, dicen que nació con el carácter indomable de su abuela Jacinta Rocha.. las mujeres escuchaban hipnotizadas y predecían” y

eso que es un escuincle, imagínense lo que hará de grande..¡ Ave Maria Purísima!”

El abuelo de Tomasin fue aquel español abarrotero de nombre Eulogio Sánchez

Victorero, que desde el siglo pasado instalo un tendajon en la hacienda Motzorongo. Se caso con la mexicana Jacinta Rocha quien lo animo a comprar un rancho y a trabajar como los hombres, ¿ que era eso de que un

hombrazo como el anduviera con un mandil atrás de un mostrador? Le adquirieron una fracción a Pedro Rivera, el ganadero de Tlalixcoyan. Aquel rancho llevaría el nombre de ”La Esperanza”, ahí les nacieron los hijos y las

hijas. A Tomas, el mayor, le gusto el campo y la ganadería, se metió en lo profundo de la jungla de Tezonapa y levanto un racho a orillas del río Tonto, al que llamo “El Mirador”.

Una de las hijas de Don Eulogio se llamo como su rancho y sus sueños: Esperanza y cuando creció y se convirtió en una mujer hermosa, se caso con Blas García, uno de los hermanos gemelos- españoles también

propietarios del primer edificio en Cosolapa, que fue hotel en su parte alta y almacén y tienda al menudeo en la planta baja.

Los padres de Tomasin fueron Tomas Sánchez Rocha, pero todos los

conocían como Don Tomas Victorero, quien se caso con la viuda Maria Ramos, madre de un niño llamado Gilberto Aguirre, luego tuvieron mas hijos, el primogénito fue Tomas, luego vino Mario, Teresa, Josefina y Luisa.

La personalidad de Don Tomas era la de un hombre afectuoso, amiguero, abierto y tenia el acento ibérico de su padre, nomás por pura imitación, por que tenia sangre mexicana y su

educación era cerril y bronca. De jóvenes su mas cercano amigo fue Juan Lozano Huerta; juntos mataron a varios soldados en el prostibulo el tamarindo, cuando aquellos quisieron

sobajarlos protegidos en sus uniformes.

Los hijos de Don Tomas recibieron lecciones de lealtad y justicia conforme iban creciendo. En cierta ocasión llego un joven peón a pedir trabajo d caporal y Don

Tomas no solo le dio trabajo sino albergue en su propia casa, y le recito la bienvenida: “Mira muchacho, desde este día esta casa es tuya, aquí vas a comer y a dormir, mi mujer te va a lavar la ropa y lo que se te ofrezca lo pides con

confianza, mientras estés con nosotros eres parte de esta familia, que es pobre, pero decente y de respeto”

El joven se aclino a los “Victorero” que eran oscos con los extraños, pero

afectuosos con los de la casa y los amigos. Los trabajadores cualquier peón estaba dispuesto a matar, si aquellos se lo pidieran. En aquellos tiempos el rancho estaba muy aislado de Tezonapa y otras congregaciones, y las hijas de

Don Tomas tenían pocas oportunidades de conocer hombres, fue fácil que una de ellas se involucrara sexualmente con el caporal recién llegado, pero al ser descubiertos, el amante huyo. Esa misma noche Don Tomas

arma a varios de sus peones y sale en su búsqueda. Regresa cinco días después con el joven al que hinca a mitad de la pieza, donde esta reunida la familia. Habla al postrado: “Recuerdas que hace tiempo te brinde mi casa

y mi confianza, pero también te lo dije que esta casa se respeta” le sorrajo un balazo en la cabeza que lo mato sin dolor. Después Don Tomas se dejo caer sobre su silla, comenzó a llorar y advirtió que a su hija – que temblaba

sollozaba en un rincón-¡Esta es la ultima ves que mato a un hombre por tu culpa, desde ahora eres libre y puedes hacer lo que quieras”

Doña Maria Ramos consolaba a su hija. Sabia que a su

marido la muina se le pasaría rápido.

Cuando Tomasin creció le gustaba la vida en Tezonapa, las cantinas y las mujeres para noviar; una dama había de ser acusada de ser la

causa de que asesinaran a otro se humano. Ella había llegado como maestra de le escuela Gabriel Lucio”, pero aunque Tomas era atractivo y caballeroso en su rato con las mujeres carecía de una educación elemental. Apenas

se leía y escribía y su dicción era una combinación del ladino y castellano. Además le rodeaba una aureola de “malo”. La profesora no acepto sus galanteos y por aquellos días regreso Luis Morales García, al que

apodaban “ El Cachihuila” . Había viajado a Ciudad Juárez con el objeto de hacer carrera como boxeador, pero no solo había fracasado en su proyecto, sino que mientras esperaba turno para que un peluquero le hiciera un corte

“rebeco”, llego un desconocido y le metió dos tiros confundiéndolo con otro según su familia. Se recupero y regreso a Tezonapa, conoció de inmediato a la educadora, la enamoro y de inmediato fue correspondido.

El tenia los ojos verdes, era jovial y un hijo muy amado por su mama, que esa tarde le dio dinero para que se fuera a comprar unos zapatos. Traía su caja con olor a cuero y tinta, cuando aplazar por el bar ”La Frontera”, decidió

tomarse unas cerveza, Se dirigió a la barra, donde encargo su caja de zapatos y fue a saludar a Zenón Armida y Tomasin que estaban en su mesa . Ahí hicieron de palabras y del dialogo surgieron muchas dudas .

Algunos contaron que “El Cachihuila” fue a provocarlos, que les comenzó a bailotear con pasos de boxeador e invitaba a Tomasin a enfrentarse a golpes con el y Tomasin le decia que lo dejara de molestar. Cuando el

“Cachihuila” le dio un toque con el puño en la cara, Tomasin saco la pistola y lo mato.

Cesar, mi hermano que estaba jugando billar, logro ver y escuchar lo siguiente;

“El Cachiuhuila” tenia un enfrentamiento verbal con Zenón al que le decía que se valía de “guevos ajenos” . Tomasin lo miraba agresivamente, y se cambiaba de pañuelo de una bolsa a la otra. Se froto las manos dos

veces, se puso de pie, saco la pistola y le dio un tiro en el pecho a “El Cachihuila” este trasbillo y se fue en dirección al migitorio . Busco el apoyo de un horcon que estaba a la mitad de la cantina y se abrazo de el, Tomasin le hizo

dos disparos mas y el cuerpo se fue deslizando , como si todos los huesos se hubieran roto, Quedo tendido en un charco de sangre y su mama abría de sufrir un shock, al verlo en el escenario. Por eso cuando Tomasin asalto al

palacio municipal ya era conocida su carrera de matón . Antes de buscar venganza por la muerte de su hermano, dicen que mato a Nahu Montiel en Xuchiles, en represalia por haber denunciado de abigeato.

Cierto o no Tomasin hacia negocios no muy honestos, como aquel que le vendió un Jeep a su amigo Ángel Espinosa . Le había garantizado que estaba en buenas condiciones , pero en realidad estaba desvielada y

la venta era un fraude. Cuando le reclamo, Tomasin por toda respuesta le “disparo” la borrachera y le prometió entre bromas “ no volverlo a chingar”. En otra ocasión un desconocido que vestía como ranchero rico,

entro a la cantina a reclamarle a gritos e insultos su comportamiento, Tomasin soporto la andada de injurias, sin responder, ni hacer el intento de agredir a su oponente. Nadie se entero de que negocios se traían entre

ellos, pero ante todos se demostró que Tomasin no era invulnerable.

El otro lado de su personalidad, era increíblemente humano, cuando su madre se enfermo

gravemente, no se separo de su lado, la atendía y consolaba con palabras cariñosas. En Otras ocasiones lo recuerdan llevando su coche a mujeres con niños enfermos y darles algun dinero. En una cantina era

popular, no era soberbio y menos con la gente humilde, le gustaba invitar a todos. Muy diferentes a el, eran sus primos Francisco y Blas García, ricos, prepotentes y locos, que en los bailes siempre organizaban

escándalos. Otra afectota que dibuja el perfil humano, es aquella cuando esperaba a su prometida que terminara de dar clases de corte y confección, y paso una ancianita pidiendo limosna. Una de las alumnas estaba

distraída y no escucho a la pedigreña.

¿Qué no oye que le están hablando?

Ah ..si, pero no tengo dinero.

-Pues tome y le arrojo una moneda sobre la mesa. La chica pregunto a otra:

¿ Y este quien se cree?-Es Tomasín-¡Ay nanita!

LA NIÑA AMANTE DEL COMANDANTE CAMPILLO

    

El comandante de la policía municipal, Juan Hernández Campillo, que mato a Gilberto Aguirre y que provoco la ira de Tomasin, era un hombre

obeso, con fama de fiero, Recientemente se había cometido un crimen pasional; era una mujer embarazada había sido asesinada de treinta y tantas puñaladas. Mando a detener al ex esposo y al amante, les metió el

cañón de la pistola en la boca y pregunto quien había sido el asesino. Fue tan convincente de que dispararía si contestaban negativamente, que los dos aceptaron ser responsables del crimen. Se

decidió por el ex esposo y obtuvo la confesión completa.

Cuando mato a Beto Aguirre, los pistoleros de Tomasin no pudieron encontrarlo por que se había ido a rendir un reporte a la superioridad en Xalapay

esperaba que lo trasladaran a otro sitio, pero sus jefes le ordenaron apagar la lumareda que había prendido. En el fondo pensaban también que había matado a Beto Aguirre por contrato.

El grueso comandante regreso a Tezonapa y anuncio que detendría a como diera lugar a quienes asaltaron el palacio municipal y acribillaron a tres de sus policías. Los días pasaban con tranquilidad y esto lo ponía nervioso. Un

dia llegaron dos padres afligidos a denunciar que se habían robado a su hija de 13 años. El experimentado policía de inmediato se dio cuenta que era una clásica fuga de novios calenturientos, pero ese asunto le daba un

poco de movilidad, para evitar que los nervios lo afectaran.

El comandante detuvo a los amantes en el interior de una cabaña. El muchacho tenia 17 años y lo metió a la cárcel, a la joven la llevo con sus

padres u quedaron muy agradecidos por haber rescatado a su hija de un muchacho que no le convenía.

Esa noche, Juan Hernández Campillo no podía quitarse del

pensamiento el cuerpo de la muchacha . Era una morena que a pesar de su edad, tenia unas caderas anchas, unas piernas bien llenitas y labios gruesos que reían traviesos. La vio en sueños corriendo desnuda tratando de alcanzar

un caballo, la vio llegas hasta donde pastaban varios potros y se metió entre ellos para seducirlos, se vio a si mismo tratando de evitar que los equinos la hicieran pedazos, pero no podía avanzar un solo paso. Cuando despertó ya

tenia un plan. Era navidad y los últimos días de aquel año, quiso darse un regalo.

A la adolescente los padres le dijeron- Mira mijita, el señor comandante vino a invitarle a

un baile al El Cedro, arréglate para que lo acompañes.

Desde ese día, la adolescente se convirtió en amante del comandante y muchos años después, ante el periodista solo recordaría la panzota y la

narizota del feo comandante; era incapaz de decir algo amable agradable de el, pero recuerda que le compro un brasier para que pareciera mas grande y aunque no llenaba las copas se sentía feliz de usarlo, también le

compro algunos vestidos estampados, fuera de eso aprendió que los hombres vestidos aparentan muchas cosas, pero desnudos están en sus manos , en sus pechos y entre sus piernas.

El único tema del que se hablaba en la policía era Tomasin, un día el comandante recibió un anónimo donde Tomasin lo citaba a Barranca Seca para un enfrentamiento. Campillo asistió a la cita, pero

acompañado de todos sus hombres. A la muchacha le puso unos pantalones de mezclilla, por que nunca la dejaba sola, ni permitía que platicaron con nadie. Tomasin no se presento a la trampa y pasaron los días sin tener

noticias de el. Llego el año de 1970 , que ahora tenia a Luis Echeverría Álvarez como presidente de México.

Una tesis policíaca estaba cor comprobarse y Campillo cada ves estaba mas seguro de

eso; los delincuentes por muy peligrosos que sean son humanos, con debilidades y Tomasin no podía ser la excepción. Campillo adquirió mas seguridad en si mismo. Por eso no sospecho nada, la noche que un joven todo

agitado, llego hasta la comandancia para avisarle que una niña había sido atropellada en Motzorongo y a gente tenia al chofer y pensaban lincharlo; para trasladarse utilizando el camión de volteo, Campillo

tomo el volante, la amante en medio y el mensajero al otro extremo del asiento. Cuatro policías uniformados en la batea. Más halla de la desviación a la colonia “El Silbato”, en una curva, un camión obstaculizaba el

camino. Campillo detuvo el camión a una distancia de 50 metros y mando a investigar a un policía. Este regreso para informar que se había ponchado, pero quedaba espacio suficiente para pasar. El comandante continuo la

marcha y cuando rebaso el camión averiado se comenzaron a escuchar una ráfaga de metralla y vidrios del parabrisas comenzaron a volar. La adolescente recuerda todavía como el comandante no termino de

lanzar la maldición y cayo pesadamente sobre el volante, la muchacha se puso histérica y comenzó a gritar como loca. El mensajero ya había abierto la puerta para lanzarse fuera del camión, pero antes jalo a la muchacha

para sacarla; cuando vio que tenia la cara ensangrentada, solo la obligo a tirarse al piso y se fue. La chica abrió los ojos en un aplancha de la clínica del Seguro Social de Cosolapa. Ni los médicos querían creer que de una

lluvia de balas, solo había recibido una herid que le atravesó la mejilla limpiamente. Después la policía se la llevo para interrogarla, pensaba que era cómplice en la emboscada, la llevaron hasta Xalapa, donde

recuerda que ahí le hicieron mas preguntas, tenia sed pero nadie le daba agua; cuando regresaron se detuvieron junto a un vendedor de paletas.

“..Mire con tanta ansia la fría mercancía del vendedor, que uno de los agentes se

compadeció y me compro una paleta de grosella, apenas la había recibido, cuando otro policía que parecía el deje, de un manotazo me la tiro. Cerré los ojos para no llorar y me comencé a imaginar que en realidad era parte de la banda

de Tomasin y estaba orgullosa de haber participado en la celada para matar a Campillo. Llegando a Tezonapa, buscaría a Tomasin para pedirle que matara a todos los policías que me maltrataron, menos al

que me ofreció la paleta. Pensando esto, se me quito la sed, Me llevaron aun hospital muy bonito en Córdoba donde me esperaban mis padres que estaban muy abatidos pero yo les tenia una muina. Ellos me habían vendido con el difunto.

El doctor me examino y cuando pensaba que estaba dormida, les dijo que por el trauma, de no se que, iba a quedar un poco loca. Entonces que me agarro de eso y en el momento menos pensado, me quitaba la ropa y

salía corriendo entre los pasillos del hospital y mi madre siguiéndome con un trapo tratando de cubrirme. Hacer eso, me daba risa, imagínese a una negra corriendo entre cortinas blancas, uniformes blancos,

camas blancas y cuando el pasillo se terminaba me pegaba la cristal para mirar al cielo y el Pico de Orizaba. Mi madre me abrazaba y lloraba, era mi desquite por haberme entregado con el comandante. Ahora que lo recuerdo, lo

siento pos mis pobre padres que los hice sufrir con esas loqueras, pero si viera que lindo de siente correr sin ninguna vergüenza y sentir de pronto que esta uno a la misma altura de las nubes. Ya nunca he vuelto a estar en un

edificio con paredes de cristal, (se carcajea).. no me haga caso, a lo peor es cierto quede un poco chiflada por la tirotiza”.

EL ASALTO AL INGENIO MOTZORONGO

             El conflicto entre abastecedores de caña e industriales azucareros de los ingenios Motzorongo, Constancia, El Refugio y La

Margarita había llegado a su termino, con el fallo que emitió la Secretaria de Agricultura y Ganadería a favor de los cañeros, los empresarios se rebelan y desconocen la injerencia de la Secretaria de Agricultura y Ganadería. Los

lideres campesinos deciden negociar y aceptan la mitad de lo que exigirían originalmente. Con lo cual se da fin a la huelga el 18 de diciembre de 1969. 

            Los cañeros seguían acumulando resentimientos contra las industrias del dulce que acusaban de tener la bascula arreglada para robarles en el peso y aplicarles descuentos irregulares, hacerles cobros

duplicados y prestamos con intereses leoninos,  que en su conjunto les arrebataban sus liquidaciones anuales y la mayoría no obtiene un pago justo de su producto. 

            Por esto Tomasín y su banda asaltaron el 30 de abril de 1972 a la pagaduría del ingenio Constancia, miles de campesinos se sintieron vengados y Tomasín encarno el personaje del bandido social, generoso con los

pobres, pero implacable con los ricos y poderosos o cualquiera que representara la autoridad . Hizo realidad las fantasías de los peones o marginados sociales, al cometer un asalto a sangre y fuego: 850 mil pesos a costa

de seis personas masacradas, tres muertos, tres heridos. Pero ante cualquier consideración moral estaba el antihéroe había asestado un castigo ejemplar a una empresa explotadora que a pesar de las afectaciones

agrarias, conservaba la soberanía de un señorío.             Soldados del ejercito mexicano y policías de ambos estados participaron en la persecución, pero los asaltantes lograron fugarse  a

pesar de haber utilizado  como única vía de escape, la carretera Cosolapa al Ámate, la única con recubrimiento asfáltico; fue una huida en línea recta, pura audacia de los ladrones y criminales. 

            Si el asalto al palacio municipal y emboscada al comandante Juan Hernández Campillo había contado con el apoyo de la familia  Lozano según dijo Tomasín en una entrevista, ya como asaltante el había organizado una

banda de la cual el era jefe indiscutible .La familia Lozano estaba al margen de sus actividades como delincuente común .             Antes del publicitado asalto al ingenio Motzorongo,

Tomasín había dirigido  tres importantes atracos . El 5 de julio de 1971 fue interceptado el camión colector del Banco Nacional de México, cuatro meses después despojaron de la nomina al pagador de la empresa Agroindustrial

Plantaciones del Tropicales del Palmar. Y el 14 de enero de 1972, se introdujeron a las oficinas del ingenio “El Refugio” y se llevaron la pesada caja fuerte, conteniendo 350 mil pesos. La caja la fueron a abrir hasta

puebla, donde después de vaciar su contenido la arrojaron a una laguna .             El asalto a Motzorongo fue tan sonado que la policía puso especial cuidado en continuar las investigaciones,

logrando esclarecer y detener a cuatro de los nueva asaltantes y recuperas 440 mil pesos. Entre los detenidos se encontraba Mario, el hermano menor de Tomasín. 

            La policía recibió un “soplo” informando el lugar donde los hampones se habían escondido. Se trataba de una casa del Fraccionamiento Mayorazgo en Puebla. Detuvieron a Joel López García, Mario Sánchez

Ramos, Andrés Hernández y José Samuel Cisneros Loaiza de 23 años y estudiante de la UNAM.

            El cabecilla principal Tomas Sánchez Ramos, mejor conocido como

Tomasín, se encontraba prófugo.            Habían Escapado del operativo policiaco, además de Tomasin Rogelio ROBLES Vitorero, Gerardo Flores Osogovia (a) “El Pachon”

Gerardo Gutiérrez Grajales y Gilberto A. Ramos.             Entre los decomisos que hicieron los agentes dela policía fueron tres camionetas. Una Ford modelo 1971 con la que escaparon,

una Chevrolet y una Willys, todas repintadas que habían sido robadas con anterioridad al asalto. En Xalapa se reporto el decomiso de una Ford Falcón que la banda también utilizaba para sus atracos.

             Tomasín habría de narrar parte de esa historia al periodista Luis Resendiz Téllez al que explico que el asalto también fue por venganza al creer que los propietarios de los ingenios 

pagaron a  Campillo para matar a su hermano Gilberto  al que enaltecía: “Mi hermano Beto”, se había convertido en líder de los campesinos a quienes las empresas de los ingenios Motzorongo y Constancia robaban no

solamente el peso de las cañas, sino también en las cuentas. Siempre les salían con falsas deudas  y a muchos  les decían que  no alcanzaban liquidaciones , sino que todavía quedaban a deber “.

             “Mi hermano  se canso de estas injusticias y logro que la gente lo siguiera, cuando organizo una huelga de abastecedores  y evitaron que las cañas entraran a los ingenios, hasta que se

resolvieran los problemas causados por esos descarados robos. Por eso fue que las empresas pagaron a Juan Hernández Campillo para que asesinara a mi hermano y lo hizo pero poco le duro el gusto”.

             Y describe como  huyo de la policía en Puebla: “En el atraco obtuvimos un motín de 850 mil pesos, pero lo perdimos cuando nos cayo en puebla  detuvieron a mi hermano Mario. A Rogelio

Sánchez, Andrés Hernández, Adrián de la Cruz Joel “El Bolillo”, José Luis Loiza y Rubén Rivera. Estos dos últimos salieron libres  por que en realidad son inocentes, como mi hermano Mario que tampoco tuvo que ver en el

asalto. Yo me libere por casualidad u nos metimos en la sierra de Puebla  a pie porque los carros nos los quitaron y así, caminando llegamos 8 días después al mirador, Casi sin comer y sin dormir, ya que por culpa de

nuestras armas y aspecto, la gente se espantaba”.             En puebla, Tomasín perdió al botín, la mitad de sus hombres fueron encarcelados y a su hermano Mario ya nunca lo volvería a

ver en vida, además de cuatro rifles dos de ellos M-1.

RICOS, JÓVENES Y BRONCOS

 

Eran los años del rock and

roll, del arte pop, de la

filosofía hippie, de los toques

de marihuana. Muchas

familias en la región ya

contaban con un aparato de

televisión y seguían día a día

las noticias sobre la guerra de

Vietnam y las manifestaciones

en pro de la paz y las

repercusiones que ha tenido

sobre la opinión publica

norteamericana el relato de la

matanza perpetrada por la

unidad del ejercito yanqui en

la aldea de My-lay, donde

asesinaron a hombres,

mujeres y niños vietnamitas.

Era la época de las drogas y

grandes figuras de la música

morían jóvenes, envenenados

por la heroína como Jimi

Hendrix que se había

convertido en un ídolo pero se

atiborraba de alcohol, sexo y

drogas. Igual de dramático 

seria el final del cantante de

rock Janis Joplin, muerta a os

27 años al ingerir una sobre

dosis de alucinógenos.

 

Y en Tezonapa se había

cometido un horrible crimen.

Una mujer joven habia sido

asesinada, violada, torturada

y quemada en el interior de su

automóvil. Nunca hubo

investigación pero las

sospechas de la gente se

inclinaban en responsabilizar

de esa muerte a los hermanos

García Sánchez, de quienes

se hablaba de fumadores de

marihuana. La joven se

llamaba Guadalupe Ávila y

tenia 27 años, era de

extracción humilde, pero de

rostro y cuerpo privilegiado,

por lo que se hizo amante de

un ingeniero que prestaba sus

servicios al ingenio El

Refugio; del cual ya tenia una

hija, Su amante fue trasladado

hacia otro Estado y la relación

termino. Ella se había

quedado con un automóvil

marca Renault que le había

regalado el profesionista.

Poco tiempo después se

relaciono con Blas García con

quien mantuvo una corta

relación ya que por los celos

vengativos, la joven fue

hallada muerta en el interior

de su coche , quemada y con

signos de haber sido

martirizada. La policía no

investigo por miedo o por

dinero. Blas García era un

comerciante rico, dueño de

Casa García abarrotero

mayorista, con tienda de

mostrador, hotel y rancho La

Esperanza herencia de aquel

famoso Eulogio Sánchez

Victorero y la abuela de

carácter de piedra Jacinta

Rocha. Sus hijos eran

Francisco, el mayor y el mas

bronco , Alberto y Blas.

Mujeres: Esperanza como la

mama y Josefa. Estos

muchachos lo tenían todo,

dinero, Juventud y muchas

inquietudes, entre las que

estaban hacer un periódico y

sacaron el primer numero al

que titularon “El Delfin”, mas

en broma que en serio y ya no

se sintieron con la experiencia

. El mas preparado era

Alberto y el mas relajiento

Francisco o Pancho García

como todos lo identificaban.

Formaban un grupo de

amigos que se auto

nombraban “Los Chicos

Malos”. Eran muchachos que

habían estudiado y viajado y

les parecía ridículo el respeto

servil que sentía la gente por

la familia Lozano

especialmente por Emilio al

que consideraban cacique

anacrónico. A sus primos, los

rancheros de “El Mirador”,

apenas si los reconocían

como familia suya, pero

cuando Tomasín se volvió

famoso, la sangre Sánchez se

les creció en las venas y en

cualquier reunión ya se

sentían muy gallitos. Cierta

ocasión Francisco García

estaba tomando en la cantina

“Playa Bruja” y llego Luisillo

Lozano, un hermano de Emilio

que rea presa fácil del

alcoholismo . Comenzó a

echar brava y a espantar con

el apellido. Pancho se rió del

espectáculo y Luisillo ,areado

por la cerveza y de una gloria

de machismo de la que no

había formado parte, se lanzo

a tratar de agredirlo, Pancho

García lo golpeo salvajemente

a manera de lección, del poco

respeto que tenia por una

familia de la que no dependía

para nada. La muestra no vino

de Emilio, sino de Juanillo, el

lado opuesto de Luisillo. Mas

Joven, mas impulsivo y de

decisiones rápidas, fue con

algunos de sus hombres y les

ametrallo el domicilio

particular. Hirieron levemente

al viejo Blas en una oreja y al

día siguiente se hicieron las

paces entre las cabezas de

cada familia. Pero el hecho

fue un antecedente  que seria

de consecuencias funestas 

para la familia García. Y como

dice el vulgo popular,

Francisco García, “se metió

en camisa de 11 varas”,

porque menos precio la

demostración de fuerza de

Juanillo Lozano y trato de

igualarlos, integro también su

pequeño grupo de pistoleros,

se empezó a sentir apoyado

por el primo Tomasín. Y su

fama de invencible. Su

hermano Alberto lo apoyo en

la idea de crear si

autodefensa y Blas se hizo

mas ajeno a los preparativos

de un cuerpo de seguridad

para la familia y sus intereses.

El crimen de Guadalupe Ávila

lo afecto porque se

especulaba que habían

cometido un rimen bajo los

influjos de alguna droga. Otra

de la parentela que se había

crecido a la sombra de Don

Juan Lozano, fueron los

Vidaurri, que en los 60’s eran

de los principales

introductores de caña de

azúcar, entregaban mas de

30  mil toneladas al ingenio

Constancia y eran propietarios

de una ferretería y tienda de

abarrotes. El fundador del

clan fue Don Jesús Vidaurri

Laso, quien se caso con tita

Lozano Huerta; Vidaurri Laso

fue alcalde municipal de

Cosolapa en el periodo 1951-

1952, después su hijo Sergio

Vidaurri Lozano fue también

presidente durante los años

1069-1971. Pero quien había

de convocar un debacle

familiar fue Rosalino Vidaurri,

a quien todos conocían como

simplemente como “Chalino”.

Era dirigente de la coalición

cañera, que le daba cierto

poder en la región tenia dinero

y éxito con las mujeres,

gracias a su buena presencia

física, pero ambicionaba mas:

el poder de Emilio, que si bien

no tenia ninguna

representación legal, sus

conexiones con el gobierno,

las empresas y los sectores

sociales estaban muy por

encima de el. Emilio era

cabeza de una familia de

ganaderos modestos, que por

lo regular trabajaban

personalmente el campo. Sus

enfrentamientos verbales

entre ambos fueron muy

conocidos por todos. Este es

un resumen: Chalino odiaba a

su primo Emilio, pero le tenia

miedo. Rosalino Vidaurri al

igual que los hermanos

García estaban organizando

su equipo de seguridad, y a la

cabeza estaba un líder cañero

pero incondicional suyo:

Espiridion López, dirigente del

Circulo Cañero Numero 13,

Mauro López, Andrés Vivar y

José López Camarillo. Fueron

por decirlo así su equipo

político. Entre sus pistoleros

estaba un sujeto al que

apodaban “El Salvaje”

analfabeto, cortador de caña y

criminal sanguinario. Se

cuenta que en cierta ocasión

en su natal Presidio, un

ranchero le pago para matar a

un campesino y se fue a

cumplir la misión, sin llevar

arma encima. Encontró a su

victima en el campo limpiando

el cañaveral, saludo y pidió

que le regalara una caña,

toma las que quieras, le

contesto; rompió la cala con la

rodilla y trato de arrancar la

corteza con los dientes. Aquel

buen hombre, limpio el filo del

machete y se le presto para

que pudiera pelar la caña. El

salvaje empuño la

herramienta y de varios

machetazos, lo mato. Los

primos de Tepelzingo, estaba

formada por una familia

compuesta por los hermanos

Juan, Fernando y Maglio de

apellidos Huerta Barreto,

cuyos padres tenían fuertes

lazos familiares con la familia

Lozano, desde que el gestor

del municipio y uno de los

primeros fundadores de

Cosolapa se caso con

Fermina Huerta. Habían

respetado a Don Juan Lozano

como jefe de familia, y fueron

fieles a Emilio Lozano hasta el

momento en que rompieron

con Tomasín y exigieron a

Emilio mas cauto, no quiso

involucrarse en ese pleito que

podía provocar el rompimiento

de la débil unión familiar.

EL ASESINATO DE EMILIO

LOZANO

Mi hermano Bernardo se

restregó el paliacate en la

cara, para evitar que el sudor

le entrara a los ojos y

mientras se secaba el cuello,

se quedo ensimismado

mirando al horizonte.

“Venao”, como le decíamos

en la casa, era obrero del

ingenio Constancia y

mientras descansaba

después del almuerzo, leía el

periódico”El Mundo”, en su

edición 22 de mayo de 1976,

cuya nota principal reseñaba

el asesinato de Emilio Lozano

Mayoral, acribillado en

Cotaxtla, mientras conducía

su camioneta con destino a

Xalapa. Se achacaba el

crimen a Tomas Sánchez

Ramos “Tomasin”. Era el

viernes 21 de mayo, muy

temprano, cuando Emilio

Lozano y Rodolfo Guzmán,

secretario general y oficial

mayor del Comité Regional

Campesino, abordaron el

vehículo, tenían que estar a

buena hora en Xalapa, para

arreglar asuntos relacionados

con esa organización.

Llegaron al Ámate y enfilaron

hacia Veracruz. Eran las

nueve y media de la mañana,

cuando se acercaban al

poblado de Cotaxtla, único

lugar donde aquel general

rebelde  Panucio Martínez les

gano una batalla a los

carrancistas e hizo gala de su

maestría como charro. No

habían notado que un

automóvil Ford Mustang los

seguía, cuando Emilio lo

sintió muy cerca, aminoro la

marcha para que los

rebasaran, pero cuando se le

emparejo, de las ventanillas

salieron varios cañones de

armas y los acribillaron.

Debido a que las

características del vehículo

coinciden con el Mustang

rojo, que utilizaba la banda

de Tomasin para cometer sus

últimos atracos, entre  los

que se le cuenta el asalto al

Banco Comercial de Piedras

Negras, se concluyo que

Tomasin había sido el autor

del asesinato.       En

Tezonapa y Cosolapa

comenzó a correr rumores

revelando que daba detalles.

Tomasin y Francisco García

dispararon sobre Emilio y

Rodolfo.             Toda la

familia Lozano se reunió para

darle cristiana sepultura a

Emilio en la cripta familiar del

panteón de Cosolapa. El

pueblo participo en el ultimo

adiós al “patrón”, el “jefe”, el

“tigre”, cacique o líder,

porque Emilio Lozano había

representado desde la

muerte de su padre, el poder

en Tezonapa y Cosolapa.

            En su mayoría los Lozano eran trabajadores del

campo, comerciantes y algunos profesionales, pero a todos había consternado la muerte de su pariente. Admiraban a Emilio quien a pesar de tener un carácter violento, lo supo doblegar para evitar derramamiento de

sangre; había hecho gala de sensatez en los últimos años, lo que exasperaba a su hermano juanillo que estaba ansioso por entrar en acción y poner en su lugar a los parientes que se salían del huacal. El primero en

independizarse de Tomasin, que se había crecido mucho; los García, esos muchachos mariguaneros que ya no guardaban ningún respeto y hasta habían golpeado a su hermano Luisillo; Rosalino Vidaurri, que ambicionaba el

poder y nunca acepto a Emilio como cabeza de grupo; los Huerta Barreto de plano se segregaron, resentidos porque Emilio no los apoyo en su  pleito contra Tomasin. A todos esos conflictos Emilio había guardado la calma.

            A Emilio nunca le faltaron agallas, se le adjudicaba haber roto la estabilidad del primer ayuntamiento de Tezonapa y ser autor intelectual de la muerte del dirigente

campesino Jucundo Renie Gravie, nunca abandono su lugar como jefe político tras bambalinas.            Emilio era una persona inteligente y sabia que los tiempos cambian. Sus amigos mas allegados le

decían que el nunca tomo muy en serio su papel de cacique, tan así que comenzaron a surgir en Tezonapa brotes de oposición política; los cañeros se afiliaban  al movimiento radical  de Roque Spinozo

Foglia, y el Partido Popular Socialista tiene un comité en Tezonapa, haciendo proselitismo de manera abierta. El PPS se preparaba para las elecciones municipales y entre los organizadores estaba la

doctora Maria del Carmen Mota, y uno de sus lemas era “Abajo el caciquismo” Emilio nunca se dio por aludido.

            Según su opinión de su hijo Adán Lozano Meza, su padre fue una especie de

intermediario entre el gobierno y el pueblo, entre las empresas y los campesinos, tenia amigos y compadres lo mismo gerentes de ingenios que a jornaleros. En cada cambio de administración municipal lo invitaban a

participar como candidato pero siempre se negaba, lo mismo para estar al frente de organizaciones agrarias, hasta que meses antes de su muerte había aceptado ser secretario general del Comité Regional Campesino y

comento resignado “ ni que estuviera tan bonito para hacerme tanto del rogar”.

            Era enemigo de andar rodeando de pistoleros, le gustaba beber y comer bien y         convivir con los

amigos. Aceptaba ser compadre de quien se lo pidiera, sin hacer distingos de nadie. Iba a cuanta fiesta se le invitara, así fueran festejos infantiles. Calzaba buenas botas, pantalón de dril, anillo y reloj de oro  y una guayabera

blanca que cubra discretamente su inseparable pistola al cinto.

            Platicaba que en sus tiempos de arriero era tan pobre que no pudo pagar tres pesos que le costaba el acta

de asentamiento de si hijo Adán, y hacia bromas sobre si mismo. Se reía del miedo que le inspiraba a la demás gente y pedía al fotógrafo que le tomara unas placas mientras se comía un taco. Con todo y esto, los anfitriones le

reservaban la cabecera de la mesa para su invitado de honor: Emilio Lozano.

LA GUERRA Para ese año ya se había proyectado la película El Padrino, en todas las salas cinematográficas de México y el mundo; la cinta norteamericana interpretada

por Robert D Niro y Marlon Brando estaba inspirada al parecer en Carlo Gambino, un gánster de suaves modales, frió y despiadado, cuya carrera se extiende entre los años treinta y cuarenta. Cuando esta película se

produjo, las mafias y los personajes del hampa de esa época ya habían desaparecido.             Don Corleone ni se vio, ni se escucho con su característica voz, en el viejo

cine “Encanto” de Cosolapa. El mismo de 1973 destruyo su salita de paredes de madera y las transparencias que se proyectaban en cada corte, invitando a los presentes a quitarse el sombrero para dejar ver a los de atrás.

             Nada cinematográfica resultaba una extraña elección, la familia Lozano había designado como jefe de familia a Rufino. Costumbre adquirid desde que el patriarca familiar don Juan

Lozano Huerta así lo había determinado. Cuando la noticia salió del recinto familiar, la gente opinaba que “Tio Rufis” era la persona menos indicada para defender los intereses y vidas de los integrantes de ese clan.

             Rufino Lozano Mayoral, era entre los hermanos el mas bajito de estatura, pacifico y mas humilde. Cuando iba a las oficinas de los ingenios se formaba o se sentaba a

esperar que los empleados de la administración lo atendieran, al contrario de Emilio que abría las puertas sin anunciarse y trataba directamente con el gerente. Otro rasgo que le caracterizo a Rufino es que ni siquiera

cargaba pistola y no era afecto a la vida social o reuniones de cantina. Su tiempo libre lo dedicaba a su esposa, hijas y a su único hijo varón. 

            La gente se preguntaba si una persona así con esa personalidad se iba a enfrentar a Tomasín cuya azarosa vida estaba llena de audacia y aventuras frenéticas. En poco tiempo Rufino había de demostrar,

una ves mas, que las apariencias engañan, la rudeza de Rufino rebaso en mucho, no solo la de su hermano Emilio, si no la de su padre Juan Lozano cuando era jefe de guerrillas. 

            Rufino partió de un principio de conservación: debía proteger a la familia, cuya amenaza de muerte pesaba sobre todo aquel que llevara el apellido Lozano, incluidos los niños y si ellos no iban a tener misericordia

de nadie, mucho menos el y concluyo que no había mejor defensa que el ataque.             Concreto toda la fuerza en un punto: Tomasín y su familia; tenia a su favor que los Huerta  Barreto, los

Vidaurri, los propietarios de ingenios y la Dirección General de Seguridad Publica estaban en contra Tomasín y deseaban a toda costa aniquilarlo. 

            El único sospechoso por la muerte de su hermano Emilio, no solo era Tomasín y los García, sino también los Huerta Barreto y los Vidaurri, pero no podía pelear con todos al mismo tiempo. Simplemente cobrar venganza

contra Tomasín era una empresa de la que requería dinero, armas, pistoleros e impunidad. Y para esto ultimo era necesario contar con la luz verde del gobierno estatal. 

            Tres meses después de la muerte de Emilio, otro crimen masivo imputado a Tomasín, había de darle elementos necesarios para arrancar una sangrienta cacería. 

            El dia que el presidente Luis Echeverría Álvarez avaluó el peso y se declaro “flotante”, cayendo de $15.5 y $17.5 con respecto al dólar, Tomasín y dos de sus hombres acribillaron a cuatro policías municipales en Boca

del Río. Los asesinos huyeron a bordo de un Mustang café con destino a Córdoba.             En el atentado criminal perdieron la vida el sargento primero, Juan Jiménez Sotero, Guillermo Morales

Viveros, Carmelo Montero Duran y Porfirio Reyes Rodríguez, además de otro policía que resulto herido.            En la edición del 2 de septiembre de 1976, El Mundo reproduce una declaración oficial de la

D.G.S.P.E., en la que se afirma que el autor material del asesinato de los policías fue Tomasín y dos de sus hombres, ya que en el interior del prostibulo del fraccionamiento Ylang Ylang, le había sido tomada una

fotografía. La ira del teniente coronel Ernesto Vázquez Castellanos se Seguridad Publica en el estado, la muerte de los cuatro policías, debió ser la gota que derramo el vaso. Terminar con la

banda de Tomasín se convirtió en una obsesión.             Rufino Lozano dejo su casa del rancho la Raya Caracol para concentrase en su domicilio en Tezonapa. Varios agentes de Seguridad

Publica arribaron a Tezonapa y en su mayoría eran hombres mal encarados que hacían ostentación de armas de uso exclusivo del ejercito. 

El primero en morir fue Blas García Sánchez. Hermano de

Francisco, señalado  como uno de los asesinos de Emilio Lozano. El joven comerciante acababa de cerrar la tienda y se encaminaba a su domicilio cuando dos sujetos se le acercaron y a quemarropa le hicieron tres dispararon con

una pistola calibre.38 súper automática. Todas las heridas fueron mortales.

             Días después unos 15 pistoleros asaltaron el rancho La Esperanza u matan a tres trabajadores y parientes de la

familia García Sánchez. Mueren Eulogio Sánchez Fuentes y Sergio Flores Sánchez primos de Tomasín. Fue tan feroz la primera incursión vengativa que la familia García abandona

Cosolapa, cerrando negocios, casa particular y rancho.             La Dra. Maria del Carmen Mota también realizo una mudanza rápida y con ella se va la primera intención

de formar un partido político de oposición en Tezonapa.             A partir de ese momento, los comerciantes cierran a las seis de la tarde. Los pistoleros inician la cacería en forma abierta,

patrullando, calles, caminos y poblados, en busca de Tomasín o su gente, ya sean amigos, compadres. Familiares lejanos, trabajadores de el o taxistas que le presten algún servicio. Así comienza una época de

terror para los Sánchez, los García o los Ramos.             Matan a Belem Ramos un hombre afectado físicamente por la bala que le penetro la cabeza durante un atentado a Beto Aguirre en

1969. Luego de esa muerte, su padre que era uno de los agricultores mas prósperos abandona Tezonapa y se va a radicar a Córdoba. El 2 de enero de 1977, localizan de nuevo domicilio en Córdoba y mientras Don Daniel Ramos

Huerta que tiene 77 años de edad descansaba en el pórtico de su casa, desde un auto le dispararon ocho balazos, recibiendo solo un rozón en la mano.

            Con este atentado se declara que la vieja alternativa

que aplicaba Don Juan Lozano a los traidores o enemigos de “te vas o te quedas” no bastaba. Se busca el exterminio del enemigo donde se encontrara.

LOS GARCÍA ACRIBILLADOS AL ESTILO

GANSTERIL

 

            El 19 de febrero, fue entrevistado Raymundo Hernández Solís, alcalde de Tezonapa, por el diario El Mundo. Se le pregunto sobre la ola que se estaba viviendo: “No no podía decirles las causas y por que de la

violencia en mi municipio. Esta duro, no se puede ni abrir la boca”.

 

            Así temeroso de decir algo que quizá sepa y lo pudiera comprometer, señalo

que la ultima ola de violencia desatada en Tezonapa. 

Se le pregunto sobre la posible identidad de los autores dela violencia y respondió con énfasis, “ No nos damos cuenta de quienes

sean los autores de ella y los crímenes que traen consigo. Solo sabemos que ya mataron a fulano, que ya asesinaron a Zutano”. No exagero su miedo el alcalde municipal, decir algo indebido podía constarle la vida y esta no se da en

maceta. La venganza no conocía limites de ninguna especia, una semana después de sus declaraciones fueron acribillados en Tehuacan, Puebla, en el mas puro estilo gansteril, los hermanos Francisco y Alberto García.

Los asesinos dispararon mas de 25 tiros, hiriendo además a tres personas mas.

             Eran las ocho de la

noche, los hermanos García habían estacionado su vehículo a las puertas del cine

Reforma. Era un Ford Maverick, con placas del Distrito Federal. Ya no eran los muchachos engallados vaciladores y prepotentes. Días antes habían conversado telefónicamente con el teniente coronel Ernesto

Vázquez Castellanos, titular de la DGSPE, de su hermano Blas, que sus bodegas fueron saqueadas por los Lozano y Vidaurri, quienes habían matado al taxista Martín Cano Herrera, conocido popularmente como “El

parrandas”, por el simple hecho de haber trasladado a Olga Echeverría Sugay, Señora de Francisco García de Cosolapa a Tehuacan en un viaje especial. Tenían miedo, pero se rebelaban a ser perseguidos con saña.

Confiaron d pronto que en Tezonapa suceden hechos sangrientos de los que no estaba enterado ni el director de Seguridad Publica, ni el Gobernador. Bastaba con ponerlos al tanto para que actuaran y pusieran remedio a

una matanza increíble. Que solo se veía en las películas.

 Y esos jóvenes ricos y

broncos, tampoco hubieran creído la escena  que se desarrollaba segundos después, dos hombres son

portafolio se acercaron por  atrás de su automóvil, empuñaron las armas y comenzaron a disparar sobre ellos ráfagas de metralla.

 Los pistoleros además de su

objetivo habían herido al

taquillero del cine, a una anciana vendedora de dulces, chocolates y cigarros y a una  jovencita de 18 años de edad. El publico que asistió  a la función cinematográfica, había de olvidar para siempre el titulo de la película que

acababan de ver, la música, los actores y el argumento, pero aunque lo desearan, jamás borrarían de su memoria aquel escenario de muerte en el que se palpaba el odio.

 

Los asesinos escaparon en un auto de alquiler robado, con destino a Córdoba, antes tuvieron un enfrentamiento con policías por la terminal de autobuses foráneos, pero la superioridad y pericia en el manejo de las mismas,

hicieron desistir a los policías de continuar la persecución.

 El viejo edificio llamado hotel

García, fue cerrado. Había sido construido en 1929 por los hermanos españoles Blas y Francisco, quienes habían

hecho fortuna con el comercio y alojando forasteros. Tíos y primos de Tomasín desaparecieron para siempre del pueblo.

 Durante esa época,

Tezonapa había adquirido una

fama de pueblo salvaje, cuyos habitantes eran bárbaros que por cualquier motivo se enfrentaban a tiros. Algunos periodistas con inclinaciones literarios escribían sus crónicas tipo novelas de vaqueros, haciendo de

Tomasín el héroe de sus novelas.

100 HOMBRES CONTRA TOMASÍN Y LIBRO LA

EMBOSCADA             El rancho El Mirador esta asentado sobre un territorio priveligiado a orillas del río Tonto, la mayor parte

es un potrero arbolado y de abundante follaje. Sobre una lomita están separados entre 5 y 10 metros uno del otro, para dejar que los rayos del sol evaporen la humedad y el roció del amanecer. El Mirador esta comunicado por

una carretera de terracería solo transitable en tiempos de seca.

El resto del año es un camino fangoso que incomunica a los habitantes de las congregaciones aledañas, dos

de ellas llamadas La Luna y El Sol. El Río Tonto también sirve de línea divisoria entre los estados de Veracruz y Puebla. El Mirador es Veracruz y al otro lado de la rivera esta San Gabriel

Chichontla que ya pertenece al estado de Puebla.

Hasta ahí llegaron mas de cincuenta hombres armados al 13 de abril de 1977. En el pequeño ejercito iban agentes de los servicios especiales,

policías municipales de Córdoba y Orizaba, así como una veintena de pistoleros cuyo objetivo era acabar con Tomasín y su gente en su propia madriguera. El nutrido grupo llego hasta el conjunto de casas donde

presuntamente dormían Tomasín y su gente, familiares y pistoleros. Cuando comenzaron a accionar sus armas, eran pasaditas las cinco de la mañana, volaban astillas de madera; estallaban en

pedazos los”chismes” el “albahaca”, la “millonaria”, los “sapitos”, “mañanitas” y docenas de plantitas sembradas en recipientes de lata  o barro clavados o colgados en las paredes.

Si los jefes de este operativo hubieran observado, habrían notado algo extraño, no había ninguna jaula en el corredor, cubiertas con sus mantas para proteger el frió a los tezontles y a los cotorros, tampoco salía humo de las

cocinas, las mujeres acostumbraba levantarse a las cuatro de la mañana a prender el bracero, a moler el nixtamal y las niñas grandecitas ya debían estar dando de comer a las gallinas, totoles y marranos. No se

habían detenido a ver esos detalles. Y eso fue fatídico para los atacantes; 15 de los hombres salieron de una cabañita insignificante se desplegaron en semicírculo tras los agentes y pistoleros. Ellos estaban armados con

mauser, rifles M-1. R-15 y algunas escopetas. Cayeron algunos policía muertos, otros huyeron al sentirse sorprendidos y el terror los hizo presa cuando veían como las balas arrancaban ramas de regular

tamaño. Otros se parapetaron tras los árboles, las casas y algunas rocas; los que huyeron no llegaron muy lejos, atajaba su carreta el río Tonto; cuyas profundidades y corrientes mansas son engañosas. Los cazadores

resultaron cazaos, los que se quedaron a contestar el fuego uno a uno fueron desertando y corrían en busca de un refugio para salvar su vida. Algunos en su decepción tiraron el arma, se despojaron de sus zapatos y se tiraron en

nombre de Dios a las aguas del río Tonto.

Eran las diez de la mañana y todavía se escuchaban algunos disparos que le gente de Tomasín hacia a los que huían por la matojera, el río o

le daban el tiro de gracia a algún herido.

LA MUERTE DE TOMASÍN             Luego de los acontecimientos en el rancho El mirador, Tomasín se convirtió en una leyenda viviente, una especia de héroe justiciero. Loa corridos se

componían en su honor  por artistas del pueblo y vendían en hojitas de colores.             Por otra parte, los periódicos reproducían airados comentarios, cuyas criticas eran dirigidas al

Gobernador y al Director de la DGSPE. Por ejemplo el editorialista J.A. Berlin  titulo su columna Aguafuertes: “Borregos al Matadero” ..El director de Seguridad Publica del Estado , Ernesto Vázquez Castellanos, luego de la

“batalla” de Palmarito donde se lleno de gloria ordenando golpear a  indefensos campesinos, ahora mando al matadero a hombres armados con mosquetones para enfrentarse con bandoleros pertrechados con armas

ultramodernas”. También quedo al descubierto que en la “cacería de Tomasín” participaban policías y pistoleros a las ordenes de las familias Lozano Huerta y Vidaurri. Anticipadamente Tomasín había denunciado

que el titular de Seguridad Publica tenia “compromisos inconfesables” con las familias antes mencionadas.             El periodista cordobés Paco Andrade, escribió un articulo en El Universal,

periódico de circulación nacional, en que decía”.. Cuenca del Papaloapan, cuerno de abundancia, donde hay una ciudad Tezonapa, que se encuentra en estado de sitio por un grupo de matones que se dicen

guerrilleros. Industrias saqueadas.. muertes a cualquier hora,.. familias que emigran, eso es actualmente Tezonapa, donde el comercio cierra a las seis de la tarde antes de que el sol se oculte. Pocos ricos y muchos pobres,

pocos caminos, mucho desempleo y una justicia amedrentada en ocasiones también acallada por la dadiva,  por la promesa o por la amenaza”. 

            Se describían las consecuencias de la violencia, pero no se detallaba parafraseando un lugar común diríamos que se pinta el bosque, con lo cual es imposible saber lo que sucede en su interior de la jungla,

donde un tigre y un zorro mantienen una lucha a muerte. El primero es fuerte, esta provisto de garras y poderosos colmillos y el otro es audaz, inteligente valiente, escurridizo, ladrón y bocón. 

            Por las mismas denuncias de Tomasín a la prensa de Córdoba y Veracruz, así como por el contenido de un reporte policiaco, sabemos que Rufino Lozano Mayoral se había quedado sin su brazo

fuerte. Su hermano Juanillo; el mas violento y encargado de todos los operativos de ajustes de cuentas, el asalto al rancho La esperanza y el exterminio de os García; Juan Lozano Mayoral o Juanillo murió asesinado el 13 de

marzo de 1977, lo mato un chamaco de 15 años en venganza por que minutos antes, Juanillo  había acribillado a su padre.             Ahora el equipo estaba formado por Filogonio

Arellanes Enriquez, Moisés Cano Córdoba y Everardo Dias Solís, el primero un agente de los servicios especiales, el segundo un regidor del ayuntamiento y vecino de  Paraíso La Reforma, Filogonio se casa

con una hija de Don Rufino; también los obreros Samuel Altamirano (a) “El Chunco” y Miguel Torrecillas se convirtieron en yernos y hombres de confianza de Don Rufino. Había unos 15 pistoleros de tiempo completo,

mas algunos peones que armaban cuando era necesario.             Los Vidaurri y Huerta eran familias solidarias que participaban en a cacería, pero manteniendo cierta

independencia, todos utilizaban credenciales que los acreditaba como agentes de los servicios especiales con la libertad para portar armas. 

            Sobre el financiamiento, la verdad  venia a través de susurros, los ingenios Constancia, Motzorongo y El Refugio aportaban dinero para sostener la cacería de Tomasín, los comerciantes y

pequeños talleres daban sus aportes de manera “voluntaria”. Llegaba un jefe de pistoleros y les decía al propietario: “dice tío Rufis que necesita 10 cajas de este calibre”. Y el pistolero mostraba una bala y una

mirada penetrante, que se podía interpretar de muchas maneras, entre ellas una amenaza de muerte. Las palabras sobraban, había que entrarle con el “chivo” o atenerse a las consecuencias. 

            Durante esa época se incrementaban los asaltos, sobre todo a transportistas, repartidores de mecánicas y a pasajeros de la línea de autotransportes del Palmar; muchos eran cometidos por pistoleros que de esa manera

cobraban sus honorarios sin permiso de sus patrones. Pero también se hicieron asaltos a nombre de Tomasín con objeto de desprestigiar su imagen ante la opinión publica y hacerlo parecer como una amenaza para la ciudadanía.

 Se balaceaban casas de

familias inocentes para cargarlos a la banda de Tomasín y los asaltantes profesionales se aprovechaban de la confusión para realizar atracos, que la

policía no pudo o no quiso contener.

             Lejos de que la derrota de la incursión a El Mirador, hubiera provocado una desbandada de “pistaches” o”matanceros”, como eran

conocidos popularmente los pistoleros, en el jefe había esa casta de que hablaban los aristócratas. Antes de ponerse a maldecir la suerte de Tomasín, Rufino ya tenia un plan, un contra ataque mas inteligente.

             Don Valeriano había salido a apaciguar los perros que de pronto se alborotaron. Alcanzo a ver como la noche se habría con un resplandor, iluminando algunas figuras humanas, fue como abrir y

cerrar los ojos. La muerte le vino sin dolor, los golpes candentes golpearon un cuerpo que parecía que no era el suyo.             Sus hijos Mario y Luis Falcón, la misma noche del

velorio, tomaron sus pistolas y escopetas y se fueron con los Lozano, pensaron que Tomasín había matado a su papá en represalia contra los vecinos que colaboraron con la policía en el asalto a El Mirador. El ranchito de Don

Valeriano estaba a la mera entrada y era de suponerse que Don Valeriano diera santo y seña de cómo localizar las casitas donde vivía Don Tomas Vitorero, sus hijos y nietos. 

            Con Rufino Lozano ya estaba la familia Perez Vidaurri: Marcelino, Enrique y Mario; así como Celedonio Pérez Antonio, todos vecinos de El Mirador. Estos habían matado semanas antes a un vaquero de Don Tomas y

temiendo que Tomasín tomara represalias abandonaron su rancho y se fueron a refugiar con los Lozano para hacer causa común contra Tomasín . Juntos integraron un comando tipo guerrillero en cargado de

perseguir al zorro en su propia madriguera. A este grupo se unieron también los Trejo, unos abigeos que anteriormente habían pertenecido a la banda de Tomasín, pero por diferencias fueron expulsados y se dieron

de alta como pistoleros de los Huerta Barreto y Lozano. Este equipo de cazadores tenia la ventaja de conocer el terreno, el comportamiento de su presa y se sabían todas sus entradas y salidas. El tigre había roto el cerco natural que

por años había sido fortaleza para Tomas Sánchez Ramos y su banda.             Con todo y esto, Tomasín seguía saliendo de su rancho para ir a Córdoba o al puerto de Veracruz, dando

entrevistas y comunicados a los periódicos regionales o visitando a sus amigos los Hernández Terrazas en Vicente, Oaxaca o a Toribio Gargallo en Ojo de Agua. 

            El 9 de diciembre, la estrategia del tigre había de dar su primar resultado positivo, le provocan una herida dolorosa al zorro en su propia madriguera. Asesinan a su cuñado y lugarteniente Mariano Silvajas. El atentado

tuvo lugar en San Rafael Chichontla, Puebla. Los atacantes conocían bien el lugar, lo mataron y se perdieron en la espesura de la jungla. El tigre Rufino Lozano Había utilizado la táctica de la guerrilla o a un viejo axioma

campesino que reza “la cuña para que apriete debe de ser del mismo palo”.             Un sentimental como era Tomasín debió haber llorado junto con su hermana Josefina y sus nueve sobrinos

que habían quedado huérfanos, también debió sentirse culpable por la suerte de los Silvajas Sánchez, en el asalto a El Mirador. Los policías golpearon salvajemente a Marianito y a José Luis lo llevaron

esposado a Córdoba para interrogarlo, los dos eran adolescentes  y a José Luis lo dejaron libre cuando Tomasín amenazo con tomar represalias contra la familia Vázquez Aarellano. Ahora la muerte de Mariano Silvajas

era una perdida familiar, pero ante todo, le quitaban a su mejor hombre depositario de toda su confianzas.             De nada le sirvió a Tomasín aclarar públicamente que sus enemigos les

“fabricaron” la enemistad con sus vecinos los Perez Vidaurri y los Falcon. Dijo que nunca hubiera matado a Valeriano por que gracias a los Sánchez pudieron hacer un plan de defensa cuando el asalto a su rancho El Mirador, Don

Valeriano Falcón los previno cuando pistoleros disfrazados de soldados rodeaban el rancho, además estimaba a don Valeriano por que lo conoció de niño y era amigo de su papá. Decir que no había matado a Valeriano,

salía sobrando. Los hijos ya se habían unido a la jauría y habían demostrado ser mas efectivos que medio centenar de policías.                       Hasta en su muerte Tomasín le rodeo una leyenda

de héroe, de hombre extraordinario. Sorprendió a sus perseguidores que resultaron cazados. Eran las 10 de la mañana del 11 de enero de 1978 en el puerto de Veracruz; Tomasín entro a un restaurante acompañado de

otras dos personas. Tomas se sentó con la espalda a la pared, con vista a la calle. Ya habían pedido su orden cuando Tomasín intempestivamente se levanta y a pasos largos sale del restaurante, lo siguen sus

compadres; en la acera de enfrente van caminando Moisés Cano Córdoba, Filogonio Arellanes Enriquez y otro jefe de pistoleros. Moisés Cano se le enfrenta y los demás corren, estaban acostumbrados a las

emboscadas, pero enfrentar a un Tomasín de frente y armado era muy distinto; Moisés Cano cae en aquel duelo sin reglas. Tomasín sube a su auto, un Renault de color rojo y escapa con sus acompañantes.

             Quien sabe que circunstancias obligan a Tomasín a regresar al lugar de los hechos. ¿ Quería acabar de una vez por todas aquella cacería? Alrededor del muerto ya se

habían congregado curiosos, pistoleros y policías. Arellanes reconoce el auto y da la voz de alarma, el vehículo ya había pasado la línea de fuego; un francotirador anónimo da en el blanco, dos balas de calibre 45 le

penetran una en la cabeza y otra en la espalda, que le destroza el pulmón izquierdo.             Los periodistas se dieron vuelo con la información ,al día siguiente se agotaron los tirajes de

todos los periódicos; pero nadie creía la noticia: comenzaron a correr rumores: nadie vio el cadáver, se le entrego un ataúd vació a la familia, que no le permitieron abrirlo, las fotos publicadas por los periódicos eran

fraudulentas muchos vieron cuando Tomas Sánchez Ramos (a) Tomasin abordo un barco con destino a España. Igual que la mulata de Córdoba, la gente, el pueblo, le dibujo un barco, lo subió y lo mando a navegar por los

océanos en un desafió al designo de la muerte. Antes de morir Tomasín, ya había pedido a compadres y primos, hermanos y como el mismo lo había definido: “la táctica  de asesinar a las

personas que quiero o que están muy allegadas a mi”. Su persecución fue la cacería humana mas sangrienta de que se tenga memoria en estos lugares. 

            Nadie llevo lista, ni de muertos ni de heridos, ni de balas disparadas, ni el numero de huérfanos que dejo esta persecución, pero fue una masacre. 

            Tomasín no fue inocente a esta violencia, mato por odio, celos, venganza, para robar; pero a diferencia de los otros, fue quizá el ultimo hombre orgulloso, soberbio-tal vez- que no blandió su marginad

para sobrevivir. Para comer no pidió una tienda Conasupo, para curar sus heridas no imploro un dispensario medico gratuito. La justicia la entendió como algo personal, acepto el reto de los parientes pero no por su alianza con las fuerzas

del gobierno, así era una lucha desleal.             Ambicionaba dinero y lo robaba, sabia que por ello iba a ser castigado, pero ¿qué tenia que ver sus parientes, amigos y conocidos en esa

cacería, que lo convirtió en un hombre contra todos?             Tomasín fue un símbolo para la gente, el encarnada la justicia, el valor, la audacia, la gallardía, el honor; era pues un macho

capaz,  no solo de hacerse respetar por si mismo ante sus semejantes, sino un hombre que golpeo a los Goliat modernos, como son las empresas azucareras, el ejercito, la policía, el gobierno,

los caciques, los bancos... el poder             Tomasín fue un tezonapeño que nunca acato las reglas de conducta, a los códigos    de comportamiento, a las leyes de un cotrato

social y tampoco acepto las quejas en la ventanilla correspondiente. Tomasín fue un hombre difícil de entrar en el cielo o en el infierno, tal vez hoy todavía no concluya su juicio; las victimas lo acusan y habrá mas de uno que lo

defienda, como ejemplo de la independencia, rebeldía y coraje.

            En Tezonapa, Cosolapa y mil kilómetros a la redonda, siguen creyendo que Tomasín cualquier dia va a desembarcar en Veracruz y

va a bajar muchos de sus laureles; mientras tanto, “ya de esta me despido con cariño verdadero aquí se acabo el corrido de Tomasín Victorero”.

EXTERMINIO TOTAL

             Quienes pensaron que con la muerte de Tomasín la tempestad había amainado, se equivocaron; seis meses después es asesinada  Olga Echeverria Sugay, quien

había sido mujer de Francisco García, muerto un año atrás.             Desde que Pancho García se refugio son su familia en Tehuacan, Puebla, Olga lo visito varias ocasiones. En la ultima se

translado en un taxi de Cosolapa  tripulado por su propietario, conocido popularmente como el “Parrandas”, quien fue asesinado días mas tarde por colaborar con el enemigo. 

            En febrero de 1977, son asesinados Francisco “Pancho2 García y su hermano Alberto, frente al cine reforma en Tehuacan, Puebla. Desde entonces Olga se sumió en una fuerte depresión y tenia miedo que

la guerra gansteril la incluyera a ella. Ya había transcurrido un año y cuatro meses y su estado de animo no había mejorado lo suficiente para tomar una decisión. Trabajaba como secretaria de Registro Civil de Cosolapa y

recientemente le habían notificado su cambio a Salina Cruz, Oaxaca. Pero su jefe gestiono que se quedara en Cosolapa por su excelente desempeño como auxiliar de esa oficina. Ella se dejaba llevar por su destino, sin

capacidad para saber lo que le convenía             Ese lunes 12 de junio de 1978, Olga solo quería llegar a su casa, abrazar a su hija y conversar un rato con su mama antes de acostarse

a descansar. Eran las seis y media de la tarde y para llegar a su casa tenia que rodear la barda perimetral de la escuela Francisco I. Madero; a unos metros de su casa, le salió al paso un sujeto bajo de estatura, rechoncho y de cara

mongoloide, la había estado esperando un rato recargado en un árbol de tamarindo. Se llama Alejandro Téllez (a) “El Salvaje”, un pistolero al servicio de la familia Vidaurri; no era la primera vez que

mataba a una mujer, así que disparo con pulso seguro.             El homicida se distinguía entre los demás pistoleros por su falta de sentimientos y así hacia honor a su apodo de “El Salvaje”.

             Olga expiro minutos después del atentado. Sus padres se abrazaron en su desesperación y no dejaron que nadie tocara el cuerpo de su hija, Lo defendieron de las autoridades que querían

practicarle una autopsia y de los periodistas que deseaban una fotografía. La depositaron en el ataúd con tanto cuidado como si temieran despertarla de su sueño. En el velorio se decían los rezos mecánicamente. Había

rebeldía en esas bocas de las que salían palabras muertas, eran una especie de gritos de protesta reprimidos que se quedaban en el pecho. Hasta que aquel dia la guerra entre las familias habían respetado a las mujeres y niños. Los que

murieron había sido solo en circunstancias fortuitas, pero ahora habían asesinado a una madre de familia, desde la muerte de Olga había una amenaza de aniquilamiento contra cualquier ciudadano. 

            Olga había sido ajusticiada según se dijo, por que  participo en el complot para asesinar a Emilio Lozano. Ella trabajaba como telefonista y se entero del dia y la hora en que Emilio Lozano tenia que viajar a la

ciudad de Xalapa. Lo comunico a Francisco garcía y este preparo el atentado con su primo Tomasín. Otro rumos contradecía al anterior, Olga fue asesinada porque estaba administrando algunos bienes que había abandonado la

familia García. Finalmente se dijo que Chalino Vidaurri actuó por su cuenta, con objeto de enemistar al gobierno con la familia Lozano, achacándoles la muerte de Olga. 

            Con este asesinato, la población se sumió en el terror. No solo los comercios cerraban a las seis de la tarde sus puertas, sino las familias se acostaban temprano y los comentarios sobre la violencia eran en voz baja, con el temor

en la piel. Al encuentro en la calle con los pistoleros se bajaba la vista. Se huía así de las miradas amenazantes. Si alguien los saludaba no contestaban, eran déspotas y arbitrarios con toda la gente, ellos provocaron la emigración

de profesores que habían hecho posible prospera la educación primaria y secundaria.             Se fueron también algunos propietarios de tiendas o talleres que se

vieron imposibilitados de pagar el “impuesto de la pólvora”, dinero que aportaban para armas y municiones de las familias en el poder.            Leonardo Balderas fue designado comandante de

Tezonapa . Recuerda que en los primeros días se sorprendió de la manera de cómo Juan Huerta llegaba al palacio municipal, “con pistola y un R-15 en la mano y como si fuera poco venia escoltado como por ocho pistoleros y

cuatro soldados uniformados. Paso sin saludar y subió a la planta alta del palacio municipal. Había estado en varios municipios del estado de Veracruz y en ninguno había visto tanta ostentación de armas”.

            En otra ocasión fue invitado a una comida a la sierra. Conducía la patrulla con cinco policías en la batea, siguiendo al vehículo en que iban el presidente municipal y su comuna.. A la altura deL Huapinole los rebasa un

convoy de cuatro camionetas llevando una veintena de pistoleros equipados con ametralladoras, pistolas y no se extrañaría que llevaran granadas. Sus policías únicamente estaban armados con viejos mausers y

escopetas de un tipo, le informaron que era el equipo de seguridad de Don Rufino Lozano.

EL PARAÍSO DE ADÁN 

Cuando Adán asumo la alcaldía, ya sabía la misión para la que estaba destinado. Tenía un modelo de hombre y ciudadano que deseaba seguir. Emiliano lozano

Mayoral –su padre- al que siempre escuchaba sobre la forma como debía gobernarse en Tezonapa.

Los hermanos García Sánchez, Francisco, Alberto y Blas se burlaban de la “ridícula estirpe de los Lozano”, sobre todo del “heredero al trono”, que se comportaba como un príncipe: serio, formal, callado,

deportista, trabajador, y que desde los 14 años ya apadrinaba bodas, bautizos y presentaciones. El caciquismo según su opinión era una parodia de reinos feudales y estaban seguros que esa “dinastía de petate”, estaba

destinada a extinguirse ante la modernidad; el 18 de diciembre de 1975 sacaron a la luz publica el primer y único numero de periódico llamado “El Delfín” en una clara ilusión al joven Adán Lozano, cuya soberbia, orgullo y vida sana

los molestaba y se autodenominaban “los chicos malos”, por que eran desparpajados, parranderos, borrachos, vaciladores y rebeldes. Se dieron el lujo de haber golpeado a “Luisillo” Lozano y ser los principales

sospechosos de la muerte de Emilio, los García pagaron con su vida la osadía.

    Los detentadores del poder

gobernaban porque eran los mas fuertes. Retarlos era una

invitación a peleas, a combatir y la guerra se desato, los que perdieron tuvieron dos caminos, como decía Don Juan Lozano, se fueron o se quedaron. Para a familia Lozano la guerra por mantener el control les redituó

mas poder, mas fuerza, Adán Lozano a los 31 años fue presidente municipal y su tío Rufino era el jefe de la familia, el jefe de una organización a la que solo tenia cabida los integrantes del clan.

            Recuerda Adán, que comenzó a gobernar sin un pero en las arcas de la tesorería, tenia planes de edificar un salón social para que volvieran a efectuarse bailes populares y pavimentar la calle principal. Benito

Castellanos, su tesorero, se mostró escéptico; Adán convoco a los ciudadanos más prominentes, les expuso su plan y les solicito la ayuda necesaria. En unas semanas había un pequeño ejercito de albañiles trabajando a vapor y

con suficientes recursos para terminas la obra.

            En las organizaciones añeras, huleras y cafetaleras, era propuesto por incondicionales para ser líder

y todos aceptaban sin que hubiera un voto en contra.            La administración del pueblo quedo en sus manos por nueve años.

A nivel Estado se vino el cambio de gobierno, Agustín

Acosta Lagunas nombro al también teniente coronel Mario a Arturo Acosta Chaparro como director de Seguridad Publica en el Estado, quien a su vez envió como comandante de la policía municipal a Leonardo

Balderas quien tenia instrucciones de decomisarles las armas a todos los pistoleros, a cualquier precio. La tarea no era fácil, aun contando con la aprobación del presidente municipal, quien tenia el mismo plan de

pacificar Tezonapa  deshacerse de tanta gente armada que era un obstáculo para su gobierno.

            Cuando Adán Lozano acepto ser presidente municipal, solo puso una

condición a su tío Rufino: Voy a recoger las armas de fuego a todo aquel que se deje ver.

            Hazlo hijo, y si me vez tomando y empistolado, manda que me encierren, de

lo contrario te lo voy a reclamar.

            Leonardo Baldera comenzó su trabajo poco a poco, primero se enfrento l jefe de la partida militar que había hecho muchas

amistades y en cierta ocasión se presento borracho ante el comandante y le ordeno: Dame las llaves de la celda en que tiene a un amigo mío ahí dentro. El jefe policiaco le contesto tratando de estar calmado:

            Mire teniente, me va usted a perdonar, pero según la ley, usted no tiene ninguna autoridad sobre los civiles. 

 Lo saca en este momento o me voy por mis soldados y a punta de bayoneta abrimos la reja.

            Balderas dice que puso su mano sobre la pistola

y le contesto al militar: Ya le dije, según la ley, usted no tienen ninguna autoridad sobre los civiles. El oficial del ejército mexicano salio enfurecido con la amenaza de volver. Efectivamente, a los pocos minutos se reunió con

varios soldados en la pérgola del parque Adalberto Tejada; coloque dos policías arriba de la azotea, dos frente al holl del palacio municipal y yo adentro con una mini 14, luego de pensarlo, aquel teniente se retiro de inmediato, elabore un

oficio dirigido a la Secretaria de la Defensa Nacional con copia a otros departamentos d Estado, y la DGSPE. A las pocas semanas, ese teniente o capitán fue trasladado a otro lugar.

            “Un fin de semana, había metido a la cárcel a varios escandaloso, entre ellos, uno que andaba armado. Al poco rato recibió una llamada, se trataba de Filogonio Orellan Enríquez, yerno y lugarteniente de Don

Rufino, le dijo que lo dejara libre por que era de sus “gentes”. El comandante que aun no se aclimataba, dejo libre al zutano, haciéndole entrega de su revolver.

            Dias después, la misma persona llamo que dejara libre a otro sujeto por que también eran de sus “gentes”. Leonardo Balderas le dijo. Pues ya pongales un letrero para saber cual es de sus gentes, a este fulano no lo

voy a soltar, porque esta acusado de agresión y lo voy a consignar a Córdoba.- No haga que me enoje, es que usted no me conoce.

            Pues usted tampoco me conoce, y ya es tiempo de

que empecemos a conocernos.            Dicho lo anterior, colgó, se tercio una carrillera y tomo su inseparable mini 14 , se fue caminando hasta donde le dijeron que vivía el”Temible” Filogonio

Orellanes Enrriquez, pro aquel que se ufanaba de haber matado a Tomasen ni siquiera se asomo a la ventana, -dijo-.            Leonardo Balderas, nunca imagino que recibirá un diploma de reconocimiento por su labor de

despistolizacion en Tezonapa, este diploma lo exhibe con mucho orgullo en cualquier lugar donde es llamado a prestar servicios de jefe policíaco, nunca espero esa clase de estimulo, luego de haber detenido a Miguel

Torrecillas, otro yerno de Don Rufino, el influyente joven quiso oponerse al policía y recibió una fajiza, de la que todo el pueblo de entero.            Leonardo Balderas gano fama de policía independiente y que poco a

poco fue retirando de la circulación a la  gente armada. A Juan Huerta Barreto le basto platicar que tenia ordenas expresas de desarmar tratándose de quien se tratara, Juan lo entendió pero lo terminaron de

convencer las emboscadas que le tendieron sus parientes y ya nunca se le volvió a ver por el pueblo con pistoleros.

            La mano dura de Leonardo Balderas no solo apretó a los empistolados,

sino también llego a mucha gente inocente, campesinos, sobre todo, los que eran amarrados y golpeados hasta obtener una confesión por robo, violación o asesinato, culpables o no, muchos fueron llevados  purgar largas

condenas al reclusorio de Córdoba.            Una cosa era meter en cintura el empistolerismo y otra muy distinta era desmantelar una organización que aun no terminaba su cometido de dominio absoluto,

encargada de hacer desaparecer cualquier amenaza de desestabilización; se quería el sometimiento completo y aun había mucho por destruir.

            El año de 1981, se volvió a sentir en Tezonapa una oleada de indignación popular reprimida, se cometen cinco asesinatos de personas conocidas y ajenas a la lucha por el poder, fueron consideradas victimas

nocentes de a intolerancia y el salvajismo criminal.

            El mundo también sufría esa locura asesina, el 8 de diciembre de 1980, fue asesinado Jhoon Lenon, el líder intelectual de Los

Beatles, el músico que le canto al amor y a la paz, lo asesino un desequilibrado mental norteamericano. Mayor conmoción causo l intento de asesinato alpaca Juan Pablo II, el 13 de mayo de 1981, recibió tres heridas de bala,

pero gracias a su fuerte constitución física y la oportuna intervención medica salvo la vida.

LA MUERTE DEL EX PRESIDENTE.

 

            En enero de 1981, se comentaba que la persona idónea para suceder al presidente Adán Lozano Meza, para el periodo de 1982-1985 debería ser el ex presidente Jorge Sánchez Mendoza, quien había hecho

un excelente papel como alcalde durante el periodo 1964-1967. Al término de su periodo, Jorge Sánchez se retiro a la vida privada, su familia, su rancho y su empleo de inspector de campo del ingenio Central Motzorongo.

Sánchez llego a escuchar las pláticas pero no alentó los rumores; bien sabia que el poder no se comparte, ni se cede gratuitamente. Serio y de pocas palabras, simplemente desestimo lo que se decía a su alrededor. Para

febrero cada vez mas gente lo miraba con simpatía y lo saludaba, nadie se podía explicar de donde había surgido esa corriente de simpatía que crecía entre los campesinos, obreros y comerciantes, nadie

expresaba abiertamente su opinión, simplemente era un sentimiento de esperanza. 

 

            En 1981, Jorge Sánchez tenia 56 años de edad, era padre de nueve hijos y abuelo de s primera nieta, ya habían transcurrido 22 años desde su llegada a Tezonapa, procedente de su natal Jaral del Progreso

Guanajuato, también habían transcurrido 32 años desde que participo en el movimiento para independizar Tezonapa del municipio de Zongolica, junto con Juan y Anselmo Saavedra, Emilio Lozano, Jucundo Renie Gravie y otros.

Y habían quedado atrás 17 años desde que en solemne ceremonia fue investido como máxima autoridad municipal.

            Fue el segundo alcalde que tuvo Tezonapa, pero el primero que termino

su periodo constitucional; ya que la primera administración que encabezo el farmacéutico, José Vergara Garrido Fue un fracaso.

            La administración de Jorge Sánchez Mendoza,

durante los años 1964-1967 se caracterizó por el intenso trabajo de infraestructura; se adquirieron terrenos para levantar edificios públicos, se comenzó a pavimentar el boulevard Emiliano Zapata, se construyo el rastro municipal,

se hizo la segunda planta de edificio municipal, se promovió con el apoyo del Pastor Mungia González, la construcción de la carretera desviación Omealca Tezonapa y El Palmar con sus respectivos ramales

embalastraos. Los productores de caña aceptaron aportar 1.50 pesos por tonelada, los cafeticultores 1.5 pesos por quintal y los huleros 20 centavos por Kilo de hule o látex.

            Jorge Sánchez realizó esta gestión al final de su administración después el gobernador Fernando López Arias no cumplió su promesa y el camino a Córdoba siguió siendo una vía intransitable en épocas de lluvia y de transito

dificultoso la otra parte del año. 

            

Otro de los renglones que uso especial atención la administración de Jorge Sánchez fue la educación, en este aspecto lo recuerdo perfectamente, yo estudiaba la primaria en la escuela “El Manguito” como de decíamos

a la escuela federal Francisco I. Madero, cuando por las mañanas, la señora Marina Vázquez, esposa de Sánchez Mendoza y otras señoras, repartían los desayunos escolares estos consistían en vasos de chocolate, bolillo o

pambazo relleno de frijoles con queso y a veces carne y una gelatina; la escuela era un viejo caserón de madera que construyo Francisco Ríos Villa, allá por el año de 1938, tenía un foro para montar pastorelas o representaciones

históricas o era el lugar de honor comisariado ejidal; ahí había un viejo arcón de madera del que salían papeles  amarillentos, que los chamacos sacábamos y hacíamos pedazos para hacer fajos de billetes o cigarrillos

de a mentiras; hoy esos actos de pillería infantil me duelen porque se trataba del archivo del primer ejido, cuyos documentos daban cuenta del movimiento agrarista antes del cardenismo.

            Aquella escuela de madera, fue transformada por el ayuntamiento de Jorge Sánchez, en una moderna escuela de 14 aulas, cuyos mentores eran un grupo de jóvenes normalistas entusiastas, encabezados por

Pedro de la Paz Ochoa, Francisco Navarro, José María Moguel, Miguel Ríos, Blanca Estela Osorio y otros.

            Profesores que ponían en practica métodos modernos de pedagogía que

los alumnos agradecíamos, los nuevos maestros ya no golpeaban y enseñaban de buen humor. Muy seguido dejaban el gis y el borrador para platicar de sus lugares de origen, Mérida, Tlaxcala, Colima, etc., así aprendimos

geografía de la forma más agradable. Estos inquietos profesores habían de fundar la primera escuela secundaria en la región, promovieron el fútbol, el básquetbol y el voleibol.

            No sólo la escuela Francisco I. Madero recibió los beneficios de una administración sana, sino las congregaciones serranas como Monte Alto, Xonotla, Rincón de las Flores, Almilinga, Motzorongo,

Pocitos, Laguna Chica, Vázquez Vela, San Jorge Atitla, San Jerónimo, Manzanares, Puente Chilapa, Ixtacapa El Grande, Colonia Progreso, Guía del Porvenir, El Palmar, El Cedro, La Josefinas, Tepecoxtla,

Paraíso Reforma, Caxapa. En todas ellas se construyeron aulas escolares, también dejaron de correr por las zanjas de las calles las aguas negras, al ser abierta una red de alcantarillado con un costo de 311 mil 266.66 pesos.

            Ninguno de los siguientes presidentes municipales había de realizar una obra pública tan intensa como la de Jorge Sánchez, y sobre todo que nunca descuidaba su

responsabilidad como empleado del ingenio Motzorongo, i su trabajo en su rancho. Cuando termino su gestión siguió siendo el mismo, ni mas pobre, ni mas rico. Había razones suficientes ara considerarlo un

candidato despueblo y estaban seguros que daría un giro de tranquilidad y convivencia pacifica entre sus habitantes. 

 

           

Ese viernes 27 de febrero, Jorge Sánchez y su hijo Isidro

fueron a Córdoba a comprar herbicida. Una vez hechas sus compras fueron a comer mariscos al restauran “La Victoria”. Eran las cinco y cuarto de la tarde, cuando salieron del establecimiento y estaban por abordar el jeep,

propiedad del ingenio Motzorongo, estacionado en la esquina de la avenida 5 y calle 15, cuando un Mustang negro con placas del Distrito Federal que circula por la calle 15, llego a donde estaban padre e hijo. El

conductor freno violentamente y tres empistolados que viajaban en el interior del automóvil comenzaron a disparar sobre el ex presidente y su hijo.

            Los cuerpos recibieron impactos de 38 y 9 milímetros. Los criminales una vez del atentado emprendieron la huída con dirección a la carretera a Veracruz.

            La noticia desmoralizo a los ciudadanos asentados en el valle y montañeses de Unión y Progreso, los que Vivian de pescar mojarras en rió Tonto, a los que bajaban quintales de café cereza de sus fincas en Cerro Azul; a los

“tiznados” cortadores de caña que parecen fantasmas cubiertos de hollín en los campos de Palmarito; a las “hormiguitas” de Rincón de las Flores, esas mujeres menuditas que cargan un gigantesco tercio de leña en

sus espaldas, a los que siembra jamaica en la congregación del Suspiro.

            La violencia no sólo los despojaba de derechos, sino de ilusiones de quimeras, de sueños, nadie podía

pensar lo contrario. A Jorge Sánchez lo mataron simplemente por que la gente comenzó  a verlo, a saludarlo, a encontrar virtudes civiles que en es momento en Tezonapa, nadie tenía.

            Dos meses después de ese doble crimen, el 27 de abril como a las seis de la tarde, dos pistoleros llegaron hasta la casa del Difunto Jorge Sánchez Mendoza; encontraron a Antonio Saldaña Ortiz sentado en una

mecedora, lo acribillaron sin darle la mas mínima oportunidad de defenderse, fue un asesinato en todas las agravantes, el piso de mosaico aún conserva las despostilladas que hicieron las balas de grueso calibre.

Antonio Saldaña tenía 26 años, estaba casado con la hija mayor de Jorge Sánchez, lo mataron por la simple sospecha de que Antonio investigaba la identidad de los autores del crimen de su suegro y cuñado.

            Cuando estudiaba la secundaria, uno de mis amigos y condiscípulos fue José Luis Saldaña Ortiz, durante los años 1970-1972, era de los más pacíficos y disciplinado. Éramos “macheteros”, pero nada

brillantes. Al poco tiempo de conocernos se corrió la voz de que tenia un hermano gemelo pero estudiaban en diferentes escuelas por que les apenaba que sus compañeros siempre los confundieran. El uniforme diferente, ayudaba  la

identificación. Por eso cuando me entere del asesinato de su hermano gemelo, lo sentí por aquel amigo de la secundaria, poco afecto a las riñas, temeroso de contrarias a los maestros. Y me sorprendí y me negaba a creerlo cuando

José Luis en un acto desesperado por vengar la muerte de su hermano, se convirtió en pistolero al servicio de la familia Hernández Terrazas de Vicente Oaxaca. No sé hasta que punto se vengo, pero lo

que si lamento, es que se fue deslizando en un mundo de delincuencia cada vez as profundo. Años después purgo una pena en la Cárcel, cuando salo de presidio, sierre andaba al acecho,

caminando a la sombra de la noche y desconfiado de todos.

UN EXTRAÑO EN PALACIO MUNICIPAL

 A Jorge Sánchez lo mataron porque Benito Castellanos Marín tenía que ser

presidente. Al pueblo no le habían dado permiso de opinar y el asesinato fue más que el aniquilamiento del ex presidente: una represión al intento de sociedad civil de intervenir en la sucesión presidencial, este asesinato

fue una lección política para todos; el derecho de elección sólo le correspondía a la familia Lozano y quien intentara arrebatárselo estaba condenado a la muerte. Así de simple. 

            

Durante este último alo de gobierno de Adán Lozano, se habían de cometer otros dos

crímenes que hablaban de la intolerancia y de la paradoja de otro viejo cacique que ya perdía su capacidad de discernimiento por la falta de contacto con Edmundo exterior.

            El 7 de septiembre de 1981, a las 9:00 de la mañana fue asesinado Salvador Tamer Cossío, regidor primero del ayuntamiento de Tezonapa. Estaba por abordar su automóvil en los patios de la terminal de autobuses El

Palmar donde prestaba sus servicios.

            Se dijo que había sido ejecutado por que días antes trató de presentarle unos agentes judiciales s Don Rufino, pero en realidad se

trataba de matones que iban con el objeto de eliminar al tigre. Otra versión decía  que Salvador Tamer había ido a mal informas a Rufino Lozano a Xalapa.

            Ni una ni otra se acercaba al verdadero motivo de su muerte, el 2 de septiembre se había trasladado a Xalapa donde levantó un acta ante la DGSPE, en la que solicitaba sea detenido Roberto Cabrera

Lozano alias “El Cachapa” quien se desempeñaba como guardaespaldas del alcalde Adán Lozano meza. Lo acusaba de amenazas de muerte y hostigamiento criminal.

            Decía en su denuncia que el 30 de agosto de 1981, “.. como a las diecisiete horas con treinta minutos.. oí un disparo de pistola, por lo que salí a ver de qué se trataba, percatándome que en medio de dos autobuses, se

encontraba una persona herida, tirada en el suelo.. y como a cinco metros de distancia aproximadamente, se encontraba otro individuo del que desconozco su nombre, con una pistola en la mano derecha, calibre 38 tipo

escuadra, dicho individuo hizo por darse a la fuga, pero como me encontraba junto a él, lo detuve, quitándole la pistola de inmediato, sin darme cuenta que personas dieron aviso a la policía, ya que como a cinco minutos de

los hechos, se presentaron a ese lugar cinco agentes de los servicios especiales, a los cuales les hice entrega del sujeto citado y de la pistola. Al otro día, ósea el lunes 31 de agosto.. cuando me encontraba de nuevo en los

patios de la mencionada terminal, platicando con el personal que labora en ese lugar y que serian como las ocho de la mañana, llego ante mi el individuo Roberto Cabrera Lozano (a) “El Cachapa”, quien tiene su

domicilio en la congregación de Caxapa.. quien en la actualidad es guardaespaldas del presidente municipal; mismo que era acompañado por mi compadre Filogonio Orillan y otros dos individuos desconocidos, diciéndome

Cabrera Lozano que yo respondía por su hermano, ya que lo había entregado a los agentes y que si no a las consecuencias me esperara, por que eso no se iba a quedar así. Posteriormente mi compadre Filogonio, me dijo

que a ver siera posible recuperar la pistola que se la había recogido al individuo que le pego a la persona en la terminal de autobuses, ya que era de el.. quiero hacer notar qe Cabrera Lozano, en Caxapa ha sido una persona

muy mala, y por temor a que haga algo, nadie lo denuncia, motivos por los cuales yo también temo por mi vida, ya que en ningún momento pensé que la persona que disparo en contra del individuo desconocido fuera su

hermano, por todo lo anterior expuesto solicito de esta autoridad se proceda a la detención del referido Cabrera Lozano ya que de n momento a otro puede lograr su objetivo”.

            La policía lejos de actuar en contra del denunciado, dejo filtrar la denuncia y dos días después Salvador Tamer Cossio era asesinado.            Adán Lozano opino de esta muerte “.. yo apreciaba

enormemente al señor Tamer, a cualquier acto me acompañaba, pero fue un error darle un cargo, por que inmediatamente cambio su manera de ser, antes era servicial y tratable, pero desde que fue regidor se convirtió en

prepotente y participo en un plan para asesinar a mi tío”.

LA RUTINA DE MATAR Matar en Tezonapa se estaba volviendo una macabra rutina. Cuado se asesinaban entre gavilleros, la gente común parecía que participaba en una película de vaqueros en

que los tiros solo lastimaban a los malos, pero cuando comenzaron a caer, mujeres, niños, personalidades, gente de respeto, se comenzó a vivir una época de terrorismo; el 15 de diciembre fue asesinado Don Armando Sánchez

Casas; la gente no se podía explicar lo motivos que tuvieron los que ordenaron su muerte.

            Armando Sánchez Casas tenía  el Servicio Barranca Seca, donde se

lavaban y engrasaban los vehículos de toda la región, además de la venta de refacciones. La pequeña empresa estaba tendida por su propietario y su esposa Sánchez Casas era u hombre entusiasta, patrocinaba

equipos de fútbol y era presidente del patronato pro construcción de la parroquia Corpus Cristo; nunca se mezclo en los conflictos familiares, durante los años críticos. Atendió en su negocio lo mismo a los

Sánchez, los Ramos y García que los Vidaurri, Huerta y Lozano. La ubicación hacia Córdoba y la sierra,  junto al puente Barranca Seca, puerta de entrada a Tezonapa. 

             Para ese 15 de diciembre ya se habían mandado a elaborar los

almanaques, que “Servicio Barranca Seca y Armando Sánchez y familia regalaban, agradeciendo la preferencia de su estimada clientela. Eran la seis y media de la tarde, Armando regreso a su negocio para hacer el corte de

caja y poner en orden la facturación. Había comido en el restaurante del  “Chato” en compañía del ingeniero Ramón Hugates Garay. El último camión que salio del servicio fue un FIMAIA, propiedad de Don Rufino. El

chofer recibió la cuenta que era de 900 pesos del servicio, más el cambio de aceite, el conductor abono 500pesos, pues Don Rufino tenia crédito abierto en esa negociación.

El chofer ya había arrancado la unidad y salía del servicio, cuando entro Roberto Cabrera (a) “El Cachapo”, todos los empleados lo vieron, seguramente había estado escondido en la antigua caseta fiscal, que se

encontraba frente a la refaccionaría. El pistolero se introdujo hasta donde estaba Don Armando Sánchez y lo acribillo. Tan luego cometió el alevoso crimen, salio corriendo, alcanzo al FIMAIA cuando cruzaba el puente,

brinco al estribo y enfilaron rápidamente al centro de la población. A Don Armando – se dijo – lo asesinamos por que en las noches se dedicaba a espiar la entrada y salida de vehículos a la sierra

y que mediante un radio, informaba al “enemigo”.

            La justificación era absurda, al finalizar la jornada, a los propietarios solo les restaba tiempo para descansar.

            Tres días después de la muerte de Sánchez Casas, Don Rufino Lozano manda a traer a la viuda. Un ex pistolero relata la escena y parte de lo que ahí se dijo:

“Señora, me han dicho por ahí, que usted va a ir a Oaxaca a poner una queja en mi contra. Don Rufino estaba rodeado de cinco de nuestros hombres, la señora temblaba, pero en sus ojos se veía un odio infinito; de pronto la

dama se hinco y comenzó a hablar:

            -Le voy a rogar, por mis hijos, que todos son niños, que ya no se base en chismes, también le voy a rezar todas las noches para

que usted no muera como mi marido y Dios tenga una oportunidad de juzgarlo por toso lo malo que ha hecho.

            Yo no mate a su marido. Un día sabrá quien lo hizo.

Cuando la señora levanto la cara, estaba llorando pero sin hacer ruido, en los ojos se podía adivinar lo que podía haber hecho s tuviera una pistola en las manos. Ya no dijo mas y se fue”.

            Todavía durante varios días la viuda y sus tres hijos estuvieron bajo la presión psicológica, los matones rondaban la casa por las noches, algunas madrugadas una pareja siniestra se

colocaba frente a su domicilio con la mirada fija en los dormitorios de los niños; fue tanta la desesperación de los familiares de los huérfanos que juntos acudieron a visitar al residente municipal, Adán Lozano Meza, quien les volvió

a repetir que la familia Lozano era ajena a esta tragedia. Luego de esa audiencia con el alcalde municipal, los hostigamientos terminaron y los deudos siguieron trabajando aunque sin olvidar

nunca que fueron objeto de una villanada.

LA DESAPARICION DEL “CACHAPO”

             Alberto Cabrera Lozano, lo mataron –dicen- porque sabia demasiado, no solo había cometido homicidios como el de

Salvador Tamer y Salvador Sánchez, sino que también participo en crímenes masivos como la matanza de Tehuipango, era junto con “El Salvaje” Marcelino Pérez Villarau y “El Cirujano” un

psicópata que disfrutaba con destruir vidas humanas.

            Unos dicen que el cuerpo del “Cachapo” fue a parar a uno de los pozos de Toribio Gargallo, otros que al fondo de un barranco. Eso

nadie lo sabe con certeza, lo que s es una realidad es que varios policías de la columna volante fueron a detener a Alberto Cabrera a la cantina de “Jorge Hazas”, t desde entonces nadie volvió a saber de el en esos tiempos el

rumor tenia tanta credibilidad que no podemos evitar repetir la versión que corría deboca en boca. “El Cachapo” había asesinado a una persona cercana al gatillero de Ojo de Agua. Su relación con la policía era tan estrecha, que

ellos mismos lo llevaron ante “El Toro”, para que este personalmente dirigiera la tortura hasta hacer “reventar” a aquel famoso pistolero.

UN EXTRAÑO EN EL PALACIO NACIONAL

 La administración de Benito Castellanos (1982-1985), no solo fue gris sino corrupta y maniquea. En realidad el

poder seguía bajo el control de Adán Lozano Meza.

            Cuando Benito llego a Tezonapa, venia comisionado como delegado de transito, traía bajo el brazo dos muditas de ropa, la que vestía

y otra dentro de una cajita que originalmente fue un empaque de galletas. Su buena estrella lo mando justo en medio de una guerra, cuya influencia con su “tío” Ernesto Vázquez Castellanos, director de la DGSPE, iba a ser definitiva en

su carrera política y como hombre de empresa.

            Se hace compadre de Adán y establece la relación de la familia Lozano con el titular de Seguridad Publica en el Estado de Veracruz y la

alianza genera resultados positivos para ambas partes. La deuda quedo contraída con

el joven diplomático, al que le entregaron la estafeta como premio a los

servicios de una guerra que provoco cientos de muertos.             Ya como primera autoridad, aquel modesto funcionario de la Dirección General de Transito del Estado, se transportaba en un

lujoso automóvil del año. Se construyo una residencia en Tezonapa , adquirió el rancho La Luisa, famoso por el manantial del mismo nombre, pero además debió tener una cuenta bancaria bastante abultada que le permitía una

vida de lujo, solo comparable con la de algunos magnate cordobeses; Adán evitaba verse involucrado en esa vida derrochadora, usaba como vehículo particular un Volkswagen blanco, seguido algunas veces por una

camioneta Pic Up con pistoleros abordo, aunque era mas común encontrarlo acompañado por un guardaespaldas.

            No todo fue mieles guante la administración de

Benito Castellanos Martín. En febrero de 1983, llego  la población un grupo de agentes de los servicios especiales enviados directamente por el teniente coronel de infantería, Mario Arturo Acosta Chaparro, con

objeto de aprender a los pistoleros de los Lozano, responsables de varios crímenes y que se paseaban tranquilamente por las calles de la población, la incursión tenia l marca de un desquite mas, dos de los agentes eran

hijos del difunto Salvador Tamer Cossio, asesinado dos años antes. Los vástagos se habían convertido en policías con el claro propósito de vengar la muerte de su padre. Uno de ellos tenia el mismo nombre del padre y que la

gente lo identificaba por su diminutivo de “Chava” Tamer, quien había roto relaciones con su esposa por ser hija de Luis Lozano, familia a la que responsabilizo por la muerte de su padre “Chava”  Tamer  también era un matón, al que

cuando menos le adjudicaban la muerte de dos personas. El grupo de judiciales se hospedaba en su casa y comenzó a perseguir “gentes” de los Lozano. Uno de los primeros fue Palemón Pérez, chofer de un, camión

propiedad de Adán Lozano, este trabajador fue torturado hasta que murió. Su cuerpo fue hallado en “Paso Rayón”.

            Su éxito mayor fue haber detenido a u sujeto apodado “El Cirujano”, por su

costumbre de abrirles el vientre a sus victimas y arrojarlas al rio Tonto. Con esa “operación” evitaba que lo cuerpos flotaran y comenzaran la indagaciones.

            También detuvieron al joven Froylan Carmona Soriano, quien bajo los mismos métodos señalo Rufino Lozano como proletario de un alambique en San Miguel Soyaltepec y que tiene bajo sus órdenes a unos

15 pistoleros a sueldo, jefaturados por Filogonio Orellanes, Samuel Altamirano (a) “El Chunco” y Miguel Torrecillas, los tres yernos de Rufino Lozano.

El informe de las confesiones obtenidas es remitido por el agente José Ángel Moreno González, quien hace la observación de que Marcelino Pérez Villarau, en unión de otros pistoleros y bajo las órdenes de Rufino

Lozano y Filogonio Orellan, participaron en la matanza ocurrida años atrás en Tehuipango, Ver.

Las detenciones estuvieron rodeadas de arbitrariedades donde el delito menor fue el

robo de un camión propiedad de Rufino Lozano, y así como llegaron los hermanos Tamer y sus compañeros policías, se fueron.

Los detenidos al poco tiempo recobraron su libertad.

             El 4 de diciembre de 1984, asestan otro golpe a la familia Lozano. El joven licenciado en administración de empresas Silvestre Lozano Morán es secuestrado en una céntrica calle de Córdoba,

cuando salía de su empleo de un almacén comercial.             Pasaron las semanas y los meses sin que su familia tuviera la más mínima noticia sobre su paradero, ignoraban si el joven estaba vivo o

muerto. Fue una pérdida dolorosa para su madre y hermanos. Silvestre era ejemplo de superación personal, financió sus estudios con un empleo de medio tiempo, teniendo además en contra la epilepsia

que padecía desde su niñez. Yo lo recuerdo como un amigo afectuoso y generoso. Nos conocimos en la escuela y compartimos las mismas inquietudes periodísticas; me extrañaba que le apodaran “El Chivo” porque era pulcro y

correcto, quizás por lo inquieto; fundaba negocios modestos y una vez compró un microscopio anunciado en la revista Selecciones dedicando horas a observarlo todo. Durante un tiempo fue locutor de una radioemisora

experimental, instaló el transmisor en la torre del bario del templo San José, Cosolapa se mantuvo ajeno a la organización caciquil de Rufino, su primo hermano Durante la guerra familiar, Silvestre estudiaba fuera de

Tezonapa  y posteriormente, cuando terminó sus estudios, se casó y se  estableció en Córdoba.            De hecho, de un centenar de personas que llevaban el apellido Lozano y que descendían de un tronco

común, don Juan Lozano Mejía y Fermina Huerta, sólo Don Juan y ahora sus hijos Lozano Mayoral se sucedían el poder en Tezonapa, sin que necesariamente toda la familia participara de esa influencia.

Silvestre era de los Lozano que estaban fuera de los negocios familiares, por eso sus hermanas recorrían todas las instancias judiciales solicitando la investigación, que nunca se dio. La policía, por negligencia o complicidad,

dieron por hecho que su desaparición era parte del lío familiar. Debieron haber pasado 3 años, para que el gobierno estatal mandara eliminar la banda del gatillero de Omealca Toribio Gargallo, para que se descubriera su

cementerio clandestino. En uno de los pozos fueron Identificados los restos de Silvestre Lozano.

Toribio Gargallo seguramente cometió el secuestro y crimen por contrato; había sido amigo

y gatillero de Tomasín, los Huerta Barreto y los Hernández Terrazas de Vicente, Oaxaca, también “Chava” Tamer buscó la relación con “El Toro así como José Luis Saldaña se hizo pistolero de los Hernández.

¿Cuál de todos pagó a Toribio para matar a Silvestre Lozano?             Los Lozano eran caciques institucionales, los Hernández Terrazas eran delincuentes involucrados en

asaltos, violaciones, contrabando y robo de autos. Lo mismo Toribio Gargallo no era más que un matón, madrina de la  policía, mezclado en negocios sucios, que despojaba a los

ejidatarios de sus parcelas en Ojo de Agua.             A los cañeros también les mataron a su líder; Roque Spinoso Foglia, es acribillado por varios asesinos a sueldo,

la madrugada del 25 de noviembre de 1984.

            Roque Spinoso, el que inspiró la huelga cañera en 1969 en la región y que tres años después encabezó la huelga del ingenio San

Cristóbal en Carlos A. Carrillo; el líder de la CNC Alfredo V. Bonfil, solicita su encarcelamiento. El pueblo se rebela y el gobierno de Luis Echeverría Álvarez ordena el envió de mil soldados y 16 tanques para aplacar una

posible sublevación. Gracias a la intervención del sacerdote Carlos Bonilla Machorro, -amigo y colaborador de Roque Spinoso- que hace un llamado al pueblo a guardar la calma, se evita el derramamiento de  sangre y

se mantiene la huelga; hasta que el mismo Presidente de la República ordena la liberación del líder cañero. Spinoso Foglia en lo posterior, unifica a los cañeros del país en una sola organización, cuya fuerza comienza a los industriales

azucareros algunos beneficios sociales, y un decreto que hace más justo el pago a los productores del dulce. Con su muerte se fueron las esperanzas de miles de cañeros y sus familias de tener un líder honesto

combativo que defendiera sus derechos.

Nueve años después, los ejidatarios introductores de la materia prima al ingenio Constancia encabezados por Cándido Aguilar Moreno, promueven un movimiento

contra Isidro Pulido Reyes. Al sucesor de Roque, lo señalan como responsable de la miseria que vive el productor de caña.             En las dos últimas liquidaciones sólo han

recibido estados de cuenta en que el pago apenas sobre los costos, y poco a poco fueron cediendo todas las conquistas sociales logradas por Spinoso Foglia. Contrariamente a la miserable existencia del productor de caña, Isidro

Pulido Reyes fue señalado como un hombre multimillonario, socio .de Bacardí y Compañía.             Durante nueve años manejó la Unido Nacional de Productores de Calla, como

un negocio personal, era el más servil de los líderes campesinos. El primero en firmar pactos para despojar de derechos y fideicomisos a los cañeros.

EL TEMBLOR DEL 85             El año de 1985 estuvo marcado por una tragedia nacional; el terremoto del 19 de septiembre derrumbó

edificios en el Distrito Federal, causando miles de muertos y damnificados, hizo más patética la crisis económica. El gobierno, los ricos y extranjeros se sorprendieron de la solidaridad entre los mexicanos, habían

“descubierto” ese amor que nace entre los miserables; ese lazo Intimo que sólo los pobres, en cada época de calamidad, los hace sobrevivir y seguir adelante.

            El 6 de enero de ese año, muere Rufino Lozano Mayoral, a la edad de 56 años. Una enfermedad dolorosa vence al hombre fuerte de Tezonapa.

            Le acompañan a la cripta familiar su hijo menor que lleva su mismo nombre, sus hijas Silvia, Enedelia y Dalia. Sus nietos y una gran parentela unida y depurada. Antes de morir, el difunto habla dejado completamente

resueltos los problemas familiares. Luis, el último de los hermanos Lozano Mayoral quedaba al frente de la familia y Adán Lozano como jefe político de los Lozano en los municipios de Tezonapa y Cosolapa.

            

El 31 de agosto de ese mismo año, se paraliza “La Papelera” como era conocida la fábrica

Celox, productora de celulosa construida desde 1973 en El Refugio, del municipio de Cosolapa. La CeIox era la única factoría que laboraba los 365 días del año, ya que los ingenios azucareros sólo operaban de cinco a seis

meses, y el resto era conocido como “tiempo muerto”, mientras que los obreros de base, trabajaban en la reparación ganando un salario más bajo. Los demás se iban de cacería para traer tepezcuinties, temazates,

perdices, hasta que poco a poco se fue extinguiendo la carne de campo y ya sólo se conformaron con conejos.

            Celox proporcionaba trabajo a unos 500 obreros en forma permanente, y su cierre

se debió a la recesión económica, al torpe control de precios que impuso el gobierno federal, a la mala calidad bagazo que entregaba el ingenio El Refugio, y en menor medida, pero significativa, al robo o saqueo

que realizaron los empleados de confianza y obreros, al grado que anualmente representaba pérdidas millonarias. Como consecuencia del cierre, la economía regional se vio mermada y aún hoy, se

escuchan los lamentos por el desmantelamiento de esa factoría que nunca produjo papel sino la materia prima para su elaboración.            En diciembre de 1985, Adán Lozano se convierte, por segunda ocasión en

presidente municipal. Sus próximos tres años de gobierno hablan de estar marcados por la pacificación de Tezonapa, pues ya no se veía gente armada y en lo posible se cerraban cantinas en el centro del poblado.

            La llegada del candidato a gobernador Femando Gutiérrez Barrios, fue una gran fiesta digna de recordarse. Fue una recepción como nunca antes se había hecho a candidato

alguno. Don Fernando Gutiérrez Barrios estaba feliz, venia de un municipio a donde habla sido recibido por la comuna y otras 20 personas. En Tezonapa se repartieron 13 mil bolsas de refresco, se prepararon cinco toneladas de

barbacoa y se adquirieron tonelada y media de tortilla y no alcanzó para atender a tanto ciudadano que acudió a vitorear al próximo gobernador.

            Semanas antes se hablan girado órdenes a todas las comunidades, en forma detallada, quienes debían transportar a la gente en sus camiones, y los responsables de reunirlos, comisariados ejidales, agentes y

subagentes municipales. No había amenazas, simplemente la orden  venía de Adán Lozano, la gente  obedeció siendo el momento culminante de la sumisión de un pueblo.

            En su primer año de gobierno, Fernando Gutiérrez Barrios comienza a meter en cintura a los caciques veracruzanos, unos entran a la cárcel, otros huyen al extranjero como el gatillero Toribio Gargallo Peralta; a

Tezonapa simplemente lo congela económicamente.             Durante ese periodo, Adán Lozano Meza gestiona la construcción de un puente y manda a construir más jardineras en la avenida

principal, y obras menores con aportaciones de la comunidad.Pero será orgullo de su administración la pacificación de Tezonapa, han desaparecido los hombres armados, los asesinatos en

cadena, las emboscadas  y los “impuestos de la pólvora”.

Los ciudadanos eran mansos corderos; en 1986, se vino el cambio para alcalde municipal de Cosolapa; los priístas ya tenían a su candidato, pero el

día de la elección interna, se presentó Adán acompañado de su tío político Samuel Naranjos y simplemente lo presentó como el hombre que Cosolapa necesitaba para guiar sus destinos los próximos tres años y no hubo

una sola voz discordante. Por supuesto Samuel Naranjos fue alcalde.

1988 será recordado como el “año de la bulla cardenista”. Cuauhtémoc encabezó al pueblo, se enfrentó a Carlos

Salinas de Gortari en la lucha por la presidencia de la República.

Carlos, un brillante economista, miembro de la élite política, pero tan impopular como sus

estrategias económicas que golpearon el poder adquisitivo de los trabajadores. Por primera vez, -se pensaba-, las fuerzas políticas a nivel nacional se dividieron por la mitad. El 8 de julio el sueño se esfumó. La presidencia de la

República la ganó el que tenía que ganarla y san se acabó

En Veracruz, luego de las elecciones presidenciales se iniciaron las campañas por la renovación de 207 alcaldías. En Tezonapa había dos

novedades: Adán había designado como candidato priísta a Gudelia Reyes, una vieja empleada municipal y oradora cuando se trataba de hablar de la sacrificada “mujer campesina”, pero ante todo,

formaba parte de su equipo de incondicionales.

Por otra parte, el Partido Mexicano Socialista (PMS) registraba a Inocencio Romero Juárez como candidato a la presidencia

municipal de Tezonapa. Por primera vez en la historia política de Tezonapa alguien se atrevía a disputarle el control del gobierno al partido en el poder, y a la familia Lozano.

De tan ordinario que era Inocencio, se convirtió en candidato de todos. Lo recuerdo abrazando su guitarra, tratando de sacarle más emoción a cada sonido. Una noche llegaron hasta su domicilio en Motzorongo un

grupo de amigos que los unía entre otras cosas, haber nacido o crecido en la colonia El Silbato, antiguo Fundo Legal del pueblo y actualmente barrio marginado de Tezonapa, también haber sido hijos de tezoaltecos,

tonaltecos y otros “ecos oaxaqueños, quienes fundaron y gobernaron Tezonapa. Se consideraban izquierdistas hasta marxistas lenistas, cada quien había abrazado esta ideología por diferentes medios. Unos

leyendo “Marx para principiantes”, del dibujante Rius; otros recibiendo entrenamiento ideológico en los años 70’s por un enviado del partido de los pobres del guerrillero Lucio Cabañas, que luego de dos o tres

sesiones, desapareció sin dejar rastro. Otros leyendo aquí y allá literatura soviética o china forrada de rojo. Pero en general eran jóvenes soñadores que creían que a la sociedad se le puede moldear como el barro.

     Ahí, alrededor del rústico comedor de Inocencio, estaban Tomás Pérez Dublan, Juan Thiel García, Jaime Aguilar Blanco, Fidel López Gallardo, Valentía Espinoza Thíel. Coincidían lodos en

crear -en seno-, el comité de base del PMS con objeto de participar en las elecciones municipales, presentar un candidato y trabajar duro para ganar las elecciones. Se propusieron pues, la toma del poder a través del voto. Jaime

Aguilar opinó trabajar en forma clandestina, pero la mayoría se opuso, argumentaron que eran otros tiempos, otras las circunstancias, a las de aquellos militantes del Partido Comunista Mexicano que eran

perseguidos por sus ideas. El gobierno federal comenzó a abrir espacios democráticos después del movimiento estudiantil de 1968. Cuando el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, se inician reformas tendientes a evitar estallidos

sociales que deriven en una guerra civil. En 1975, el Partido Comunista Mexicano decide dejar su política abstencionista y participar en las elecciones por la presidencia de la República; -sin registro-, Valentín Campa

Salazar fue el candidato comunista, que por primera vez salió a la calle en busca del voto ciudadano. 18 mil asistentes al cierre de su campaña cantaron el Himno Nacional, y las banderas rojas ondearon cuando se entonó la

internacional. Se calculó que Valentín obtuvo un millón de votos. En diciembre de 1977 -se aprueba la Ley de Organizaciones Políticas y 1 Procesos Electorales (LOPPE), creando un sistema mixto de representación

proporcional. Se crea la modalidad de registro condicionado, a la obtención de cuando menos el 1.5 por ciento de la votación total. Al siguiente año obtienen su registro condicionado el Partido Demócrata Mexicano,

el Comunista Mexicano y el Partido Socialista de los Trabajadores. Cuando en Tezonapa decidieron participar políticamente, la oposición en otras partes del país llevaban diez años de actividades multipartidistas.

Candidatos con siglas de diferentes partidos, contendían por alcanzar un puesto público de elección popular, que terminaba siempre en denuncia de fraude electoral. En Tezonapa el principal temor era la

reacción de Adán Lozano. Opinaron que antes de todo, Adán era inteligente y no era lo mismo mandar a matar a un hijo vecino, que a un militante de un partido con compañeros en la Cámara de Diputados y periodistas en diversos diarios

de circulación nacional. Además la presencia de Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador en Veracruz era una garantía de que cuando menos les iban a permitir participar sin represión. Inocencio concluyó

con respeto a Adán Lozano: “A ese gallo también lo vamos a invitar a que se afilie al PMS”. Era cierto, su campaña se basaba en dar a conocer los principios y el programa del partido, no retomar revanchismos de una historia

de violencia a la que eran ajenos la mayoría de los ahí presentes. No tenían ningún muerto que vengar consideraba simplemente que ya era tiempo de presentar una opción política distinta a

la que en ese momento conocían los tezonapeños.     Meses antes de las reuniones en casa de Inocencio Romero, habla llegado Fidel López Gallardo, dirigente del PMS en Córdoba, pero originario de

Tezonapa; detuvo su automóvil sobre la misma loma, desde donde Pablo Bertschinger observó los ranchos de Las Josefinas y Santa Fé, y mediante un altoparlante comenzó a vocear -como lo hacen los

vendedores de purgantes milagrosos-, el PMS era la salvación de México, Veracruz y Tezonapa. Ese mismo día con el carácter impulsivo y autoritario que les es característico, formó el comité municipal del PMS, y luego le

informó a Hipólito Solano, un líder de los cafeticultores, que era candidato a diputado federal por ese distrito. A Fidel lo llevaron a las reuniones pero ya nunca pudo imponer nada. Cuando Inocencio se convirtió en candidato fue

rodeado cada día de más y más adeptos. La semilla había florecido en campo virgen. Yo habla encontrado entre mis libros un viejo caset del grupo folklórico Inti Ilimani, que traía un himno de unidad: “Pueblos unidos jamás serán vencidos”.

A Chencho le gustó tanto, que lo llevó a todos sus mítines y la gente lo rodeaba, lo escuchaba, le aplaudía sus discursos sencillos pero llenos de promesas de honestidad y trabajo.     

    La candidata por el PRI, se esforzaba con discos

demagógicos a nadie convencía. Su campaña se fue haciendo cada vez mas sombría. Sus mítines más concurridos fueron los de los obreros de los ingenios Constancia y Motzorongo; los azucareros fueron citados a

una “asamblea” donde el único orden del día era escuchar y aplaudir a la candidata del PRI.

Para el día 10 de octubre, Inocencio ya llevaba recorridas 26 congregaciones

con éxito que nadie esperaba, sólo en tres comunidades no fue recibido. El agente municipal y comisariado ejidal congregaron a todos los habitantes en el salón ejidal, para evitar que escucharan al candidato cardenista que les

iba a dirigir un mensaje en el claro del poblado Ese 10 de octubre el programa de campaña llevó a Rancho Nuevo, Almíl¡nga y Tilica. En cada lugar hombres, mujeres y niños lo rodearon, le ofrecieron su voto. Inocencio

Romero no tenía nada de extraordinario, era un hombre retirado del ingenio Motzorongo, había ocupado una cartera dentro del sindicato cromista, y participaba en cuanto patronato le era posible para

gestionar servicios urbanos a su comunidad. Tenía un pequeño librero ocupado por volúmenes de poesía de autores como Antonio Plaza, Amado Nervo, Pablo Neruda y otros. Libros ilustrados con “muñequitos” de Rius;

literatura dogmática del marxismo, la Constitución Política y una botella de buen ron. Sobre un escritorio -de medio uso- que recién había comprado, tenía una maquinita de escribir, donde redactaba algunos de sus

discursos y “análisis de la realidad mexicana”. Diez años atrás, el ingeniero Luis Magaña Cuéllar lo había iniciado en la ideología socialista y formaron un club al que llamaron “Chimali” donde se combinaba la

intención de rescatar la identidad prehispánica, conocer los fundamentos del socialismo científico, y teología de la liberación. En este club participó un sacerdote que al ser amenazado tuvo que huir. Los

demás integrantes se disgregaron, pero la inquietud nunca se apagó en Inocencio, renació con más fuerza cuando ese grupo de jóvenes fue a visitarlo a su casa para pedirle que encabezara un

movimiento político en busca de la presidencia municipal.

Inocencio nunca tuvo miedo. Cuando trataban de prevenirlo, repetía frases que alguna vez dijo Castro Ruz o el “Ché Guevara” “...más vale

morir de pie que vivir de rodillas”. Los fines de semana eran de campaña. Entre semana se iba a vender pollo y verduras, acarrear pastura para sus borregos, conejos y gallinas. Su esposa e hijos atendían un pequeño

changarrito de abarrotes y en las tardes les sobraba tiempo para enseñar a tocar guitarra a algunos muchachos obreros y entre cada lección se los terapeaba, artísticamente y políticamente, “...cuando pierdas la sensación de las

cuerdas, entonces ya empezaste a tocar con el corazón, la música es el verbo y las palabras el complemento”. Y se arrancaba el Chencho, parecía que cantaba para si mismo, mirándose para

adentro. Terminaba y despertaba de esa ausencia con el animo vivo, ¿entonces qué compa, me acompañas este fui de semana a la campaña?”

Ese 10 de octubre, eran las ocho de la noche, estaba reunido con varios de sus compañeros organizando el mitin del día siguiente y no se terminaban los comentarios para describir la manera como la gente se volcó en Almilinga,

Tilica y Rancho Nuevo, “la tenemos ganada...sólo robando votos nos quitan el triunfo”. enmedio de tanto optimismo, interrumpió la hija menor de Inocencio. Un señor quería hablar con él, , que traía unos papeles de la

Comisión Estatal Electoral que debía firmar.  Inocencio salio sin sospechar siquiera que lo esperaba la muerte. Aquel hombre habla llegado en un taxi de Cuitláhuac. Tenía un fólder en la mano, se lo extendió al Candidato que

lo recibió y mientras lo abrió para conocer su contenido, aquel matón sacó una pistola que traía clavada en la cintura y le disparó a quemarropa. María Luisa Mendoza, su esposa que se encontraba en la tienda, se precipitó hacia

donde se escucharon los disparos. Vio a su marido caído y al homicida, en el momento en que se daba a la fuga. Trató de detenerlo, pero el pistolero abordó el taxi y huyó a toda velocidad. La valiente actitud de la señora,

le ocasionó una pequeña herida en la mano.

Dos balas calibre nueve milímetros, lo atravesaron de costado a costado, así acabaron con la vida, ilusiones y proyectos de un

hombre poco común .El ultimátum familiar de “te vas o te quedas” esta vez no tuvo el efecto esperado, hombres y mujeres se quedaron al lado de su candidato muerto; al día siguiente cientos de ciudadanos llevaron en

hombros el ataúd con los restos de Inocencio Romero Juárez para protestar de cara ante Adán Lozano Meza, presidente municipal y contralor único del poder en Tezonapa. Aquellas voces acostumbradas al susurro,

liberaron la emoción que produce el miedo y el rencor. Hicieron uso de la libertad de expresión frente al palacio municipal, dando origen en Tezonapa a una nueva cultura política.

Cuando se abrió el ataúd por última vez, sobre la tierra húmeda del cementerio, sólo se escuchó el ultimo adiós que le hiciera su viuda María Luisa Mendoza: “...Ojalá tu muerte no haya sido en vano”. El la hubiera consolado con

ese modo de ser que todos le conocimos...”así es la vida compañera, unos tenemos que morir, para que otros nazcan.

DON LUPE DE PISTOLERO A POLICÍA

 Un policía auxiliar, colaborador cercano de don Lupe, resume toda la historia: “El Zurdo” llegó una semana

antes y anduvo amansando al jefe, lo venía a saludar: -¿qué hay viejo?-Nada Chueco, mira, todo esté tranquilo.Aquel pistolero se iba y yo le advertía:-No se confíe, jefe.

            No te preocupes negro. Esta gente ya quiere vivir en paz. Son otros tiempos. Ya no quieren queso, sino salir de la ratonera.

            Don Lupe y Roberto Virgen Pavón (a) “El Zurdo”, se hablan conocido 20 años atrás, cuando ambos servían como pistoleros a la familia Hernández Terrazas, ahora Roberto Virgen Pavón estaba contratado como “personal de

seguridad” de la familia Machado en el ingenio de Paso del Macho y don Lupe había optado por la carrera policíaca desde hacia 12 años.

            La presencia de Roberto Virgen en Vicente Camalote estaba justificada, los problemas entre la Industria Azucarera, La Margarita, S.A., y los obreros, obligó a los patrones a concentrar todo el personal de

seguridad para garantizar la integridad de las instalaciones y de su personal de confianza. Así que no era extraño que dos viejas camaradas se saludaran de vez en cuando.            Su nombre de batalla era Guadalupe Hernández

Morales y el de pila Ricardo Prieto Domínguez. No es que llevara doble personalidad, sino que habla decidido olvidar una etapa de su vida, ya que con ese nombre perteneció a la banda de Tomasín y juntos asesinaron

en 1977 a 5 policías en Illan  Illan de Boca del Rió. También habla decidido olvidar su origen en el ejido Joliet de Acatlán de Pérez Figueroa.

            Por todo ello entre “El Zurdo” y don Lupe, había algo más que amistad, ambos se conocían lo más negro de su historial y por lo tanto había confianza, esa que como reza el dicho...la confianza mata al hombre.

“TOCAYO…QUIERO PLATICAR CONTIGO”

 Esa mañana del lunes 17 de mayo, apenas eran las ocho de la mañana y ya hacia bochorno, don Lupe se bañó y salió afuera de su casa a

esperar el desayuno y que le plancharan la camisa y el pantalón, su amasia Cristina Romero hacia de todo un poco en el interior del domicilio, dos trabajadores estaban montados en el caballete del techo cambiando

unas láminas y el policía auxiliar, Roberto Damián Aquino se había adelantado a sus compañeros y servicialmente estaban limpiando el cobertizo donde dormía un hermoso alazán, orgullo del jefe policiaco.

            Don Lupe platicaba animadamente con su hijastro José Alberto García Romero, de 14 años de edad, el comandante le decía que estaba satisfecho, en tan sólo cinco meses al frente de la policía había comenzado a

imponer respeto, la delincuencia común le temía, pero le preocupaba que no contaran con una unidad móvil, los rondines se hacían a pie. Adán Maciel, agente municipal, les prometió que en breve les dotaría de una

camioneta que estaba en reparación.

            La radio a través de la estación R.N., dio la hora: 8:30 de la mañana, una camioneta de color café, tipo americana con faros de niebla

y tubos cromados, tripulada por “El Zurdo” Virgen, pasó frente al domicilio de don Lupe, lo saludó y le avisó:

-,Ah, tocayo quiero platicar contigo, ¿vas a estar aquí?-Sí, Chueco, aquí te espero.

-Ahoritita regreso, nomás voy a ver a un compa allá adelantito.

Lo de tocayo era porque ambos son zurdos, desenfundan con la izquierda. Tampoco don Lupe tuvo

motivos para sospechar de Roberto Virgen.

Efectivamente a unos cincuenta metros vive otro policía bancario o personal de seguridad del Ingenio Motzorongo.

            En unos cuantos minutos Roberto Virgen Pavón regresó, estacionó la camioneta frente al domicilio de don Lupe, una casa modesta con paredes de block y lámina de zinc,

propiedad de su compañera. Don Lupe estaba sentado en un sillón entretejido, calzaba una sandalias de plástico, seguía cubierto solamente con una truza y “El Zurdo” se acercó, saludó de mano a Don Lupe, éste ordenó que le

llevaron un asiento y un refresco jarochito, “El Zurdo” comenzó a chulear al caballo y quería enfrentarlo a otro que tiene en Paso del Macho.

            Desde una semana antes, “El Zurdo” se hizo

acompañar de otro sujeto, pero también era normal que un pistolero como lo es Roberto Virgen Pavón, trajera a Otro que le cuidara la espalda. Habían transcurrido unos cuantos minutos cuando el compañero de “El Zurdo” se

bajo, traía fuertemente sujeta una metralleta. R-1 5 sin demasiada prisa se acercó, cuando don Lupe lo miró, éste todavía lo saludó.

            -Qué dice jefe.

            Si el experimentado policía presintió el peligro ya fue demasiado tarde, aquel individuo levantó el arma, la mano izquierda de la víctima se alzó en un último intento de parar la agresión, la primera bala le destrozó el dedo y le

abrió en flor la palma de la mano, la primera bala y las 4 que le siguieron, le dieron en el pecho, que le provocaron una muerte instantánea.

            El policía Roberto Damián de 23 años, al

escuchar la ráfaga de metralla y ver muerto a su jefe, trató de huir, llegó hasta la cerca de alambre de púas, pero ya “El Zurdo” lo tenía en la mira de su pistola 9mm.

El propio impulso de su instinto de conservación y el golpe de cuatro tiros que hicieron blanco en partes vitales de su cuerpo lo lanzaron al otro lado del alambrado, donde cayó muerto.

            Una esquirla hirió levemente al hijastro de don Lupe, los campesinos que reparaban el techo y doña Cristina fueron víctimas de una crisis nerviosa. Pero los asesinos no dirigieron sus

armas contra ellos, volvieron a subir a la camioneta y escaparon del lugar.

            Guadalupe Hernández Morales o Ricardo Prieto Domínguez, murió a la edad de 53 años. Los policías

auxiliares que colaboraban con don Lupe dijeron que: -lo mataron por venganza, que “El Zurdo” y su cómplice sólo lo vinieron a ejecutar, pero él o los asesinos intelectuales son personajes bien conocidos de la región.

LA VIDA DEL “TORO” CONTADA POR SU PROPIA

GENTE            

En algún lugar de los llanos de Omealca.- La única ocasión que Toribio inclinó humildemente la cabeza, fue en aquella misa en conmemoración de la fiesta patronal de San Pablo Ojo de Agua.

           

En la parte medular del sermón, el cura hizo hincapié en la vida de Pablo cuando fue un hombre malvado que persiguió encarnizadamente a los primeros cristianos; por

gracia de Dios se arrepintió de todos sus crímenes y fue perdonado y se convirtió en el apóstol Pablo.

            Los demás feligreses estaban paralizados, apenas si respiraban; sabían que el

mensaje espiritual estaba dirigido al gatillero más temido de Veracruz. Al hombre que le achacaban, no menos de 100 asesinatos.

            Años de la muerte de Toribio Gargallo Peralta (a) “El

Toro” o “Juan Zavaleta”; sus parientes más cercanos aceptaron contar la historia desde su perspectiva; una de las condiciones que pusieron era que no se mencionara ni el lugar donde tuvo lugar la entrevista, ni publicar la más

mínima característica de los entrevistados, temen las represalias policíacas.            ¿Por qué fue tan temido “El Toro” Gargallo?            -Mi pariente nomás en Ojo de Agua, Cruz Tetela y otros ejidos mató a unas 80

gentes; provocó que en esos mismos lugares emigraran familias completas, algo así como unas 300 personas. El mundo se horrorizó por los esqueletos hallados en los pozos artesianos, convertidos en su cementerio clandstino.

A últimas nos enteramos que estaba al servicio del narcotráfico internacional.             ¿Cómo se gestó ese personaje dentro del ámbito criminal -            -Hasta los 25 ó 26 años; Toribio Gargallo era

conocido como un hombre trabajador que se sabia administrar tenía esposa e hijos, un camión cañero que él mismo conducía, un tractor y una parcela de 12 hectáreas.            Lo hicieron malo quienes envidiaban su

progreso, les molestaban también su exagerado orgullo, era “chocoso” y sólo por ese motivo un fulano estuvo a punto de matarlo, iba conduciendo su Ford 1972 muy cerca de la capilla, cuando aquel sujeto le brincó

al estribo y le puso la pistola en la cabeza. Lo hizo chillar, en verdad de Dios. Eso pocos lo saben; lo iban a matar simplemente porque les caía “gordo”; luego de ese acontecimiento muchos

pensaron que “El Toro”, era una gallina.

            Tengo el año bien presente cuando Toribio se volvió matón, fue un 28 de marzo de 1978. Toribio iba acompañado de Bernardo

Morales y Ángel Peralta, iban caminando a checar el corte de caña de su parcela cuando son emboscados por unos 10 pistoleros apostados sobre un trepón, de la primera granizada, cae muerto Bernardo Morales y Toribio es

herido en la mandíbula inferior que prácticamente se le desprende, Ángel Peralta logró lanzarse a tiempo tras unas piedras que le salvaron la vida. Toribio en lugar de buscar refugio se lanza al pie del trepón y cae en una zanja,

donde se acomoda boca arriba sosteniendo con ambas manos una pistola .38 super Colt; al primero en matar fue a Pablo Lagunes, hirió a otros; después contó el mismo Toribio que quemó unos seis o siete peines. Cuando los

pistoleros decidieron emprender la huida no pudieron cargar con otro herido se trataba de Tranquilino Álvarez, quien estaba agarrado de un matojo, cuando llegó Toribio todo ensangrentado de la

cara, Álvarez le suplico que no lo matara, sin una pisca de compasión Gargallo lo remató. Ese día fue trasladado al IMSS en Córdoba para ser atendido de sus heridas, la bala le había destrozado parte del maxilar y

su cara daba miedo, le colgaba la quijada y la lengua.

            Ese día Toribio Gargallo descubrió su talento para la violencia, estallo su ira por la traición. Un día antes fue a su casa su compadre

Pablo Lagunes a pedirle prestada su pistola, con la confianza que da el compadrazgo, Toribio le dio su arma; pero tampoco le dijo que en realidad poseía dos pistolas.

            Toribio había comprado otra pistola previniendo el desquite de la familia Vallejo a quienes su hermano Gregorio les había matado un hijo por líos de faldas. Pero nunca imaginó

que contratarían a su mismo compadre para matarlo.            De esa herida Toribio se repone y el asunto legal lo resuelve su cuñado, un oficial del ejército mexicano quien está casado con su hermana Virginia. Sin embargo al

retomar a Ojo de Agua, los Vallejo no estaban dispuestos a perdonar y Guillermo Vallejo reúne pistoleros y, preparara muerte de los hermanos Gargallo Peralta. Toribio se pone en contacto una vez con su cuñado en la Ciudad de

México; entra el ejército a Ojo de Agua y detienen a los gatilleros de Guillermo Vallejo. Don Cástulo padre de Memo y compadro de Toribio Gargallo solicita las paces, le habla al muchacho trabajador y poco afecto a las fiestas. Pero “El

Toro” le contesta que ese ‘gallina” se ahogó con el olor a pólvora de la primera emboscada, “ora sólo quedo yo”.

            Y comenzó mi pariente a vengarse de quienes le

pusieron la primera emboscada, como no conoció a la mayoría de los que participaron bastaba que algunos de sus allegados le dijera que fulano o sutano para que Toribio fuera por él a rastras, lo matara y

desapareciera, la gente comenzó a huir y abandonar sus cultivos, Gargallo comenzó a quedarse con sus parcelas y repartió otras a sus pistoleros. Aquellos años cuando Toribio se violentaba todo el pueblo temblaba

pensando y ¿ahora a quién le tocará morir?            ¿Cómo influyó la familia de Toribio en su personalidad delictiva?            -El papá de Toribio se llamó Constantino Gargallo Martínez, originario de La

Turbina municipio de Tezonapa, fue un hombre que le heredó el gusto por el trabajo del campo a Toribio; él no se adormecía con el sopor del calor, siempre laboraba más horas que sus compañeros en el corte de

caña; ésa diferencia con el resto de sus vecinos le valió que fuera jefe de guerrillas y el gobierno le dotara de un máuser. Huérfano de padre, su mamá que aún estaba joven se buscó un esposo quien un mal día la golpeó, al

saberlo Constantino agarró su máuser y mató a su padrastro .Y por ese motivo no se fue de la turbina sino porque posteriormente le achacaron la muerte de un delegado bancario y el ejercito entró a buscarlo a Ojo de

Agua, Cruz Tetela y la Turbina.

            Constantino Gargallo Martínez, huyó a Arroyo de Enmedio, congregación del municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca; se llevó a

Anita su mujer y a sus dos hijas.            Ana Peralta Álvarez, nació en Ojo de Agua, Omealca, pero sus padres Consuelo y Ezequiel eran sonorenses de la raza yaqui de fuerte constitución física y

soberbios. Se enamoró de Constantino Gargallo Martínez, porque era trabajador y “no se sabia dejar de nadie”. Tanto Ojo de Agua, Omealca como La Turbina, Tezonapa, están separados

apenas por medio kilómetro de cañales.

            Ya en Arroyo de Enmedio, Constantino se cambió el nombre por el de Domingo y así lo recuerdan los viejos de ese paraje

oaxaqueño; una pareja joven que ya traía dos crías hembras y aquí nacieron otros dos varones Toribio y Gregorio, y como era su costumbre Constantino o Domingo se dedicó a trabajar con tal esfuerzo que en

menos de 10 años ya tenía casa bien construida, una yunta, .camioneta y parcela, paro sobre todo vivía en paz con sus vecinos.

            Anita Peralta era una mujer muy bonita que

despertó la codicia de Albertano Ramos y le preparó una emboscada a Domingo Gargallo; los viejos de Arroyo de Enmedio, unos mulatos de hablar garrasposo por el temple que da a la garganta el beber aguardiente de caña,

relatan que al terminar la zafra, Domingo se levantó muy temprano, ensilló su caballo y se encaminó a su parcela para quitar la basura a la caña recién cortada. El niño Toribio, igual que todos los habitantes del poblado,

habrían de recordar el estallido de un escopetazo que se perdió en el llano hasta rebotar en un eco siniestro. Un hombre enmatojado había disparado sobre la cabeza de Domingo, quien no recibió la más

mínima oportunidad de defenderse.

            Luego de terminar el rosario y levantarse la cruz, Albertano Ramos se fue a vivir con Ana. Las dos niñas, Toribio y Gregorio vieron al

intruso con la misma expresión de soberbia y desconfianza que los habría de caracterizar años después.

            Por falta de laboriosidad del nuevo jefe de familia, al poco tiempo se

comenzaron a vender las propiedades del difunto hasta que en cuestiones de meses tuvieron que emigrar de nueva cuenta a Ojo de Agua donde Anita tenía a sus padres, sobra decir que Albertano

Ramos al poco tiempo buscó otro nido.Toribio Gargallo y sus hermanos tuvieron otra figura paterna que respetaron por el resto de sus días, al señor Jesús Trujillo quien se junta” con su mamá y les enseña a

los chamacos su oficio de chofer de camión cañero; tanto Toribio como Gregorio se afanan por aprender y su ilusión es llegar a ser poseedores de su parcela y acarrear la caña de azúcar con su propio camión. Años

después Jesús Trujillo se separa de Anita Peralta, pero los muchachos siguen respetando a Jesús Trujillo además que ahora los hermanos varones se han multiplicado, se suman Pedro y José Luis.

            Cuando Toribio se hace hombre su mamá siempre le recordaba que su padre Constantino o Domingo Gargallo fue un hombre que nunca se supo dejar de nadie.

            ¿Quienes fueron los enemigos de Toribio Gargallo?            -Al “Toro” se le desató la rabia por una traicionera emboscada, pero no fue la única, hubo otras cuatro en las que salva la vida pero

recibió varias heridas, una de ellas le dejó inutilizado el brazo derecho y la última que lo mató. Sus primeros enemigos fueron de ahí mismo de Ojo de Agua. Jacinto Rodríguez Hínestroza, fue uno de sus primeros

pistoleros, pero por diferencias se separan y se van de Ojo de Agua, su hermano Alberto Rodríguez Hinestroza, se hace policía municipal y comisionado por la policía Judicial para tratar

de atrapar a Toribio en flagrante delito.

            EI "Toro” se entera antes, lo secuestra y desaparece. Posteriormente uno de sus sobrinos rapta a

Josefina Rodríguez Hinestroza, la viola y asesina.

            Jacinto se convierte en 1985 en el único acusador de Toribio, envía cartas a la Presidencia de la República, concede entrevistas a algunas

revistas veracruzanas donde enlista los crímenes de Toribio Gargallo, señala claramente la ubicación donde se encuentran dos pozos a donde van a dar los cadáveres de sus víctimas, nombra a quienes forman su

equipo de pistoleros y señala como cómplices de Toribio a Samuel Kim Lozada, y Carlos Betancourt, inspectores de policía en ese entonces de Veracruz y Córdoba.

            Su campaña en contra de Toribio Gargallo Peralta no tuvo ningún resultado.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Y EL ORIGEN DE LA

VENGANZA Toribio Gargallo en 13 años de carrera delictiva, tuvo enemigos de todos los calibres, pero los Jiménez

demostraron ser los mejores y quienes lograron su objetivo de exterminarlo.            Los hermanos Juan Ramón, Demetrio y Raymundo Jiménez son originarios de Palma Sola una congregación que se

encuentra entre Omealca y Zapata; con ellos “El Toro” Gargallo tenía muy buena relación, misma que se corta cuando uno de ello asesina a Darío Morán; quien le sobrevive un hijo de nombre Gilberto Morán Arroyo (a) “El

Aguja”; quien pretende vengar la muerte de su padre y se reta con los Jiménez, pero a la vez busca la protección de Toribio Gargallo quien lo hace su administrador y sin desearlo compra el pleito con los Jiménez.

           

Juan Ramón, Demetrio y Raymundo para nivelar su

poder, se hacen policías judiciales y cuando el Gobierno decide eliminar al gatillero de Ojo de Agua participan en la emboscada del 10 de octubre de 1991.

            Se dice que la orden de Gobernación fue: “Agárrenlo vivo”, pero la contraorden a nivel Gobierno del Estado fue: “elimínenlo”.

            ¿Quién según los rumores, le hizo el alto a

Toribio Gargallo el 10 de octubre de 1995?

-Según los díceres de la gente, TGP se dio cuenta de la emboscada cuando ya estaba bajo la mira de un centenar de ametralladoras,

pero detuvo camioneta y se bajó del vehículo porque su compadre Venancio Márquez, le hizo la señal que se detuviera.            A Venancio Márquez lo conoció cuando ambos, cada uno con su gente se

encontraron en la calle principal de La Turbina. Entonces Venancio Márquez era comandante de la policía móvil con base en Tezonapa, Venancio es un policía alto, de disciplina militar y zapatos impecablemente lustrosos, así

ande entre lodazales. Dicen que ambos cortaron cartucho, pero luego de medirse un rato terminaron como amigos.

            Meses después Venancio habla renunciado a la corporación y Toribio le

ofreció una parcela de 30 hectáreas, se hicieron compadres; al parecer el mismo “Toro” le pidió a Venancio retornar a la corporación policíaca, requería de gente de

confianza que estuviera en los cuerpos policíacos.Venancio vende su propiedad localizada en el elido Zapata a José Luis Mendoza, de Paraíso La Reforma y retoma a la DGSPE.

Esa tarde del 10 de octubre, Toribio salió de Ojo de Agua acompañado de Jacinto Nieto, sobrino y lugarteniente, además de otros pistoleros, al llegar al entronque con la autopista y ver casi un centenar de policías con sus

armas dirigidas hacia su vehículo, pensó en cuando menos dos posibilidades; lanzar el vehículo contra la policía o hacia los cañales. Un rostro conocido lo hizo dudar, su compadre      Venancio Márquez, quien se acercó a

platicar dos o tres palabras, Toribio iba a abordar su unidad cuando llegó la orden de fuego, la camioneta Ford color azul-gris fue el blanco de tiradores de cuando menos tres flancos.

            Toribio y sus hombres recibieron el tiro de gracia; al siguiente día la Policía Judicial no permitió que se velare el cadáver, Anita Peralta tuvo que sepultarlo inmediatamente, ella no lloró

ni permitió que ninguno de los ahí presentes lo hiciera.

            Igual que el llanto ahogado de doña Anita Peralta. También la opinión pública se quedó con la incertidumbre de que la

muerte de Toribio Gargallo fue un obstáculo para conocer la relación de éste con los niveles de Gobierno, con el hampa organizada con los carteles de la droga nacional e internacional. La misma vida de Toribio Gargallo fue un

pozo profundo al que no llegó la luz de la verdad.

LOS “HERNANDEZ” DE VICENTE, OAX.

             En 1976 asesinan a don Rubén Hernández, un

respetado agricultor y ganadero de Vicente, Oaxaca. Sus hijos se lanzan a cobrar venganza: Francisco Hernández Terrazas o Pancho Hernández como era conocido, recibe el apoyo de su compadre Tomás Sánchez

Ramos (a) “Tomasín”, éste le manda a uno de sus mejores hombres, a Ricardo Prieto Domínguez, apodado el “Pato”, por su afición a vestir de blanco, desde el sombrero hasta las botas, siempre impecable. Impuso la moda

entre los jefes de usar coordinados que permiten disimular la pistola sin perder el gusto por el buen vestir.

            Cambia su nombre por el de Guadalupe Hernández Morales y para todos es tío de

los patrones y se inicia una era de venganzas, en la que había semanas que hasta 19 cuerpos eran levantados en diversos sitios de la región, todos muertos por anemia aguda.

            Fue una época en que no hubo límites ni fronteras, los supuestos asesinos fueron perseguidos hasta Belice, donde se ejecutó a un pistolero que creyendo haber escapado de la persecución,

cayó  acribillado en la granja donde trabajaba.

            Otro fue secuestrado en Mérida, Yucatán y era traído en la cajuela del automóvil, cuando son detenidos por la policía de esa

península. Al poco tiempo Francisco Hernández y varios de sus pistoleros salen libres, ya que portaban credenciales que los amparaban como agentes judiciales.

            Uno de los principales sospechosos de haber asesinado a don Rubén Hernández fue Benjamín González (a) “Tío Minche”, quien huye  del lugar abandonando rancho y casas.

            Uno de los ranchos que abandonaron patrones y peones fue “Los Lirios”, que luego fueron repartidos entre los principales pistoleros de los Hernández, entre ellos el “Pato” que recibió 20

hectáreas sembradas de caña de azúcar.

            En 1981, la familia Hernández tenía bajo su control la región de  Acatlán y Vicente Camalote, tradicionalmente el control

político en Acatlán lo ejercían las familias de abolengo como los Perroni y los Virgen, pero para este periodo Francisco Hernández decidió que gobernara uno de Vicente donde está la fuerza económica del municipio y

apoya a Carlos Maciel como su gallo, hombre de trabajo, con mucho dinero y deseos de hacer progresar la región; como comandante envían al “tío” Guadalupe Hernández.

PANCHO HERNÁNDEZ BOFETEA A LUPE

HERNÁNDEZ             En ese mismo año de 1981, uno de los pistoleros de la familia Hernández mata al chofer del presidente

municipal, Carlos Maciel rompe las buenas relaciones con los Hernández y su comandante municipal lo respalda y comienzan a hostilizar a los gatilleros, les decomisó armas, los mete a la cárcel, los persigue.

            Francisco Hernández, un día entra hasta la comandancia y le reclama al ex pistolero su deslealtad, lo abofetea y amenaza de muerte, con esto el destino

del jefe policiaco quedó marcado para siempre.

            En realidad Guadalupe Hernández o Ricardo Prieto, desde tiempo atrás había hecho relaciones con personajes de la región

independientes de la familia Hernández Terrazas, con miras a dejar de pertenecer a la mafia. Al primero que hizo compadre fue precisamente a Carlos Maciel Gil.

EL ASALTO AL PALACIO MUNICIPAL

             En septiembre de 1981 hubo en el rancho de la familia Hernández una gran fiesta, se casó el hijo mayor de Francisco Hernández de

nombre Rubén, mejor conocido como el “Títere”, fue una de esas fiestas que raramente se vuelve a repetir: unos mil doscientos invitados venidos de diferentes puntos de los estados de Veracruz y Oaxaca, en las mesas

abundaron toda clase de licores del país e importados, de comer había cochinita pibil, barbacoa de borrego o de res.

            En esta fiesta se dieron cita también los principales gatilleros y

caciques del estado de Veracruz: Toribio Gargallo, Cirilo Vásquez y Felipe Lagunes entre otros, la fiesta había comenzado desde las once de la mañana y al anochecer hubo una discusión en la mesa principal estando a

la cabeza Pancho Hernández quien calmó los ánimos, los primeros en salir fueron Cirilo Vásquez y Felipe Lagunes que se enfilaron con rumbo al Amate para dirigirse a Veracruz, al “.Toro” lo retuvo por más de una hora.

Eran aproximadamente las ocho de la noche cuando dos camionetas con aproximadamente 20 pistoleros cada una, entraron al pueblo de Acatlán, el grupo estaba dirigido por Toribio Gargallo y José Luis Saldaña,

al llegar a la altura de la casa Perroni que se encuentra a un lado del Palacio Municipal, un policía que se encontraba escondido en uno de los pilares del edificio abrió fuego matando al chofer de la primera camioneta y los

pistoleros comenzaron a disparar contra la construcción municipal, el segundo en caer fue el policía que inició la balacera, apodado el “Juile” originario de Capilla.

            Siguió la balacera que se prolongó cerca de media hora, los pistoleros de Toribio hicieron estallar una granada en la puerta de la comandancia y penetraron con la intención de matar a don Lupe como ya era

conocido, pero no hallaron nada, don Lupe y 10 de sus elementos se encontraban bien fortificados en la azotea del edificio municipal que les permitía hacer blancos sin que ellos fueran tocados.

            Cuando don Lupe ya les había ocasionado tres bajas y 10 heridos, entre los que estaban Toribio Gargallo con un rozón y el “Láminas” con otra herida de consideración, decidieron regresarse a Vicente para

protegerse y ser atendidos por los Hernández Terrazas. Mientras que la otra camioneta levantó a los heridos y se enfilaron con rumbo a Tezonapa, era tanta su prisa que en la curva que se encuentra a la altura del

rancho Canutillo, el vehículo se salió de la cinta asfáltica y se volcó multiplicando el número de lesionados que quedaron esparcidos en un diámetro de 15 metros.

            Los que estaban en condiciones de ponerse de pie, obligan a detenerse a un conductor del ejido Palma Sola y rescatan a la mayoría de los heridos y enfilándose por caminos vecinales con destino a Ojo de Agua.

            Dos de los heridos que quedaron inconscientes fueron llevados a la Clínica No. 19 del IMSS de Cosolapa, Oaxaca, y mientras el personal médico les prestaba los primeros auxilios, penetró

don Lupe con varios policías, sobre la plancha como estaban los heridos los remató. A partir de esa fecha don Lupe abrió una brecha entre sus antiguos compañeros que actuaban al margen de la ley, y él que

aspiraba a estar dentro de la misma.

            Al siguiente día, Carlos Maciel rindió un informe a la Procuraduría General del Estado y solicitó protección, llegaron varias

patrullas con medio centenar de policías bien armados, pero extrañamente no hicieron ninguna detención. Todo se mantenía en una engañosa calma.            Cuando desaparecieron los policías

del Estado, a los pocos días Salvador Tamer y otro compañero se metieron a ingerir bebidas embriagantes en la cantina “Los Compadres”, desde donde se podía observar la puerta de la comandancia. Alguno de los

parroquianos sospechó de otra celada que le estaban preparando a don Lupe y buscó la manera de avisarle que no se asomara a la pueda de la comandancia porque iba a ser hombre muerto.

            Al recibir el pitazo, como la vez anterior cuando el “Toro” trató de matarlo, mandó a varios policías que rodearan la cantina. Ambos pistoleros habían llegado en un volkswagen y cuando notaron que habían sido

descubiertos trataron de huir, pero en su nerviosismo chocaron contra un poste y la policía les comenzó a disparar, ambos fueron heridos pero lograron escabuirse. Al compañero de Tamer se le embaló el R-15 y

huyó con rumbo al Centro de Salud ahí obligó a un jefe de familia a trasladarlo en su camioneta a Vicente Camalote.

            Durante esa balacera los policías de don Lupe

estuvieron a punto de matar a un médico veterinario de apellido Crespo, al ser confundido con uno de los pistoleros, el profesionista salvó la vida gracias a que se metió bajo un vehículo

estacionado y a gritos se identificó.

            En represalia don Lupe y sus hombres balean a un hermano de Salvador Tamer, un muchacho estudiante de secundaria que

estuvo a punto de morir. Para 1982 el presidente municipal Carlos Maciel no soporta la presión y renuncia, lo mismo hace su comandante Guadalupe Hernández Morales que desaparece de la región.

DON LUPE COMANDANTE DE LA POLICÍA

MUNICIPAL DE COSOLAPA

     Casi al final de su trienio, el alcalde de Cosolapa, Roberto Cortez Arroyo, lo contrata como comandante municipal y desde esa fecha hasta 1989,

Guadalupe Hernández o Ricardo Prieto hace su labor más permanente como policía. Sirve a tres administraciones municipales: la de Roberto Cortez, Rafael Mendoza Salinas y Samuel Naranjos. Fue despedido por

el consejo municipal que presidió Germán Cabrera.

            Durante esta etapa tanto el municipio de Tezonapa como el de Cosolapa se comenzaron a pacificar.

Después de esa corta carrera policíaca le escaseó el empleo a don Lupe, sólo unos meses estuvo como comandante en Acatlán con el presidente municipal Guillermo Peña Montiel.

Durante ese tiempo, en un registro rutinario en las cantinas de Acatlán, se encontró con Ramón Hernández Terrazas y le decomiso una valiosa pistola, aquél mostró un permiso, pero estaba vencido y se volvieron

a remover viejos rencores. Se dice que el doctor Guillermo Peña Montiel no quiso comprar pleitos ajenos y le pidió a su comandante que desocupara el lugar.

            En enero de 1993 aceptó el modesto empleo de comandante de la Policía Auxiliar de Vicente, congregación de Acatlán, sin patrulla, sin más armas que escopetas y una Uzi y cinco elementos mal pagados, mal

uniformados y casi neófitos en el uso de armas.

            Don Lupe era dado a olvidar su origen y su nombre en la banda de delincuentes que dirigía Tomasín, nunca mencionaba su pasado como

pistolero. Pero olvidar que en Vicente no era bienvenido, no y parecía asunto de amnesia, sino de necesidad, de simple y llana necesidad de buscar el sustento diario, aunque éste fuera modesto.

            Nadie duda que don Lupe quisiera garantizar la seguridad y paz social de los habitantes de Vicente y la colonia Obrera de La Margarita,  pero olvidó que 20 años atrás él formó parte de un grupo que sembró el

terror, la inseguridad y la venganza brutal.

            Finalmente, la venganza es un sentimiento que a pesar del tiempo y lejos de olvidarse se profundiza, hasta que finalmente surge

con toda su destructora maldad, ¿don Lupe pagó con su vida una vieja cuenta  con sus primeros jefes?