Post on 24-Apr-2018
El TDAH y su relación con las adicciones.
1
Autores:
Eduardo Pereira
Jaime Bejarano , Claudia Molina.
Asesores: Gustavo Calderón Vallejo - Asesor metodológico
Guillermo Castaño Pérez - Asesor temático
25/11/2010 Medellín-Colombia
FUNLAM Fundación Universitaria Luis Amigó
Especialización en drogodependencias.
El TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH) Y SU RELACIÓN CON LA ADICCIONES
El TDAH y su relación con las adicciones.
2
El TDAH Y SU RELACIÓN CON LA ADICCIONES.
ÍNDICE
1. ANTECEDENTES.
1. Introducción.
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
2.1 El TDAH y el consumo de sustancias.
2.2 Objetivos
2.2.1 Objetivo General
2.2.2 Objetivos Específicos
2.3 Justificación de la Investigación.
3. MARCO CONCEPTUAL.
3.1 El TDAH
3.1 .1 Evolución histórica del TDAH.
3.1.2Criterios para el diagnóstico de Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
3.1.3 Características adicionales y trastornos mentales asociados.
3.1.4 Etiología y fisiopatología
3.1.5 Prevalencia y curso.
El TDAH y su relación con las adicciones.
3
3.1.6 El TDAH en el adulto.
3.2 TDAH MÁS TRASTORNOS POR CONDUCTAS ADICTIVAS (patología dual)
3.2.1Relación de adictos a cocaína y otros psicoestimulantes y TDAH
3.2.2 Relación de adictos al cannabis y TDAH
3.2.3 Relación entre dependencia de alcohol y TDAH
3.2.4 Relación entre juego patológico y TDAH
3.3 TRATAMIENTO DEL TDAH COMÓRBIDO CON ADICCIONES.
3.3.1 tratamientos psicosociales
3.3.1 tratamiento farmacológico
4. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.
3.1 Diseño metodológico y tipo de investigación.
3.2 Método.
3.3 Área de estudio.
5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES.
6. BIBLIOGRAFÍA.
El TDAH y su relación con las adicciones.
4
1. ANTECEDENTES
1.1 Introducción
La agresividad/impulsividad en los niños y adolescentes
contribuyen causalmente al consumo temprano de
sustancias, siendo el principal predictor psicopatológico de la
aparición precoz de adicciones y se postula que la
hipofrontalidad y la distorsión cognitiva propias de la
agresividad/impulsividad , generan un tropismo hacia el consumo compulsivo de sustancias lo
que a su vez agrava las alteraciones originarias. (Pérez de los Cobos, 2009).
Varios trastornos mentales en la infancia implican éstas características, entre ellas el trastorno
por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que junto con el trastorno disocial, el trastorno
negativista desafiante y el bipolar constituye uno de los trastornos duales más precoces,
refiriéndonos con esto a la comorbilidad entre adicción a sustancias y patología psiquiátrica.
(Pérez de los Cobos, 2009). De ahí la importancia de la detección precoz de éste síndrome a
manera de prevención del consumo de sustancias, y conocer las alternativas terapéuticas
cuando existe el TDAH con consumo de sustancias, tanto en el niño, adolescente y adulto
(Szerman, 2008).
El TDAH es un síndrome congénito de inicio precoz y etiología genética o neurológica
modificable por experiencias vitales. La condición socioeconómica, variables familiares, grado
de instrucción y capacidad para solicitar y utilizar atención médica, influyen en el trastorno y su
variada comorbilidad (Souza y Machorro, 2005).
El TDAH y su relación con las adicciones.
5
Para fines clínicos, es primordial la valoración pre-terapéutica del TDAH a efecto de descartar
patologías concomitantes, como los procesos conductuales, afectivos, ansiosos, disociales, etc.,
y más específicamente la automedicación que contribuye a la producción de los síndromes
adictivos a psicotrópicos (Souza y Machorro, 2005).
Existe una relación ampliamente documentada entre el trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH), algunos trastornos de la personalidad. El TDAH, es muy heterogéneo
desde la clínica y el pronóstico, que ha ido recibiendo sucesivos nombres a lo largo de la
historia. El DSM-IV y CIE-10 se ha ido perfilando más específicamente, tanto en sus
manifestaciones como en su relación con otras entidades clínicas. (Pedrero, Puerta, 2004) . La
importancia de estudiar la comorbilidad, es decir, la presencia de más de un diagnóstico, en el
TDAH, puede permitir entender mejor las características clínicas del padecimiento, su
evolución, y las opciones terapéuticas para el mismo. Los artículos de revisión mencionan la
comorbilidad con problemas de agresión y violencia e inclusive tiene una relación muy estrecha
con el consumo de drogas y alcohol y algunos componentes psicosociales, especialmente
familiares. (De la Peña, 2000)
El trastorno por TDAH, caracterizado por falta de atención, sobreactividad e impulsividad, es el
mejor estudiado aunque el más controvertido de los trastornos mentales en la infancia. El
TDAH, más frecuente en varones, es la causa principal de derivaciones a profesionales de la
salud mental.(Kaplan-Sadok, 1997)
El TDAH y su relación con las adicciones.
6
El TDAH es una de las causas más frecuentes, en población infantil, de remisión a los médicos
de familia, pediatras, neuropediatras, psicólogos y psiquiatras siendo uno de los más
importantes problemas clínicos y de salud pública en términos de morbilidad y
disfuncionalidad, que se extiende desde la infancia a la adolescencia y hasta la vida adulta.
(López-Villalobos, Serrano, Delgado, 2004).
Actualmente puede considerarse al TDAH como un problema de salud pública en virtud del
número de casos que presenta, pero también porque conlleva repercusiones que no sólo
interfieren las posibilidades de desarrollo y desempeño del individuo, sino que alteran su
entorno social. Se ha documentado una comorbilidad entre TDAH y abuso/adicción a
psicotrópicos en población infantojuvenil y adulta, donde la identificación adecuada de los
factores de riesgo podría permitir su oportuna detección en los primeros niveles de afectación y
con ello reducir, quizá, su expresión clínica al disminuir la morbilidad y mejorar el pronóstico de
los casos a largo plazo ( Souza y Machorro , Guisa Cruz, Barriga, 2005).
Una de estas consecuencias, objeto de estudio en años recientes, es la propensión de los
pequeños que sufren este padecimiento a desarrollar, durante la adolescencia y edad adulta,
adicción a sustancias estimulantes, misma que casi siempre inicia más pronto que en otras
personas y es difícil de tratar. (Szerman, 2008).
El 20% de los adultos que sufren adicciones tienen TDAH, según Szerman y explica que una gran
parte de los problemas de adicciones en adultos se podrían evitar diagnosticando el TDAH en
los niños a tiempo. Según ha explicado este psiquiatra, también presidente de la Asociación
Española de Patología Dual (AEPD), hay un gran porcentaje de adultos con adicciones a la
El TDAH y su relación con las adicciones.
7
cocaína, al cannabis, y, a otras sustancias que realmente padecen una patología dual, es decir,
que también padecen una enfermedad psiquiátrica. (Szerman, 2008).
En muchas ocasiones estos adultos consumen estas sustancias o tabaco de forma compulsiva
porque sienten que se encuentran mejor y alcanzan el rendimiento necesario para desarrollar
con normalidad su trabajo y funciones diarias. (Szerman, 2008)
Aproximadamente la mitad de las personas que siguen presentando síntomas de TDAH en su
vida adulta, tienen también un trastorno por abuso de sustancias y, por otro lado, se considera
que el 32% de los pacientes que tienen abuso de sustancias cumplen los criterios diagnósticos
del TDAH. Por tanto la presencia de TDAH en la infancia va asociada a un mayor riesgo de
desarrollar un trastorno por uso de sustancias en la edad adulta (Rosan, 2004).
Existen pues, múltiples estudios que vinculan al TDAH con el consumo de drogas con la
presencia de rasgos estables en la personalidad adulta y con trastornos de la personalidad.
Existen también otros trabajos que relacionan el consumo de drogas con la presencia de
determinados rasgos de personalidad, y con sus trastornos. Podría hipotetizarse que
determinadas características neurológicas predisponen a determinados comportamientos
motores, motivacionales y atencionales que, en constante y temprana interacción con
elementos ambientales, van configurando una estructura de personalidad de los sujetos y los
van haciendo proclives al desarrollo de patrones de comportamiento disfuncionales que
culminan en la autoadministración de sustancias, ésta es, en muchos casos, el desencadenante
de la demanda de ayuda. (De la Peña, 2000)
El TDAH y su relación con las adicciones.
8
En la actualidad existen instrumentos fiables para relacionar el abuso de drogas, los rasgos y
trastornos de la personalidad y la existencia de síntomas sugestivos de un TDAH en la historia
de los sujetos atendidos, y que el estudio compuesto de estos trastornos y características
individuales puede ayudarnos a comprender tanto el sustrato común como las posibles
diferencias y, en consecuencia, nos puede permitir el diseño y puesta en marcha de programas
de tratamiento con mayor probabilidad de eficacia en todos los niveles, biológico, psicológico y
social de los pacientes. (De la Peña, 200)
El TDAH y su relación con las adicciones.
9
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
2.1 El TDAH y el consumo de sustancias.
El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) es una de las causas más frecuentes en población
infantil, de remisión a los médicos de familia, pediatras,
psicólogos y psiquiatras siendo uno de los más
importantes problemas clínicos y de salud pública en
términos de morbilidad y disfuncionalidad, que se extiende desde la infancia a la adolescencia y
hasta la vida adulta (López-Villalobos, Serrano, Delgado, 2004).
La tasa de prevalencia más citada entre los niños en edad escolar oscila entre 3%-7%, aun
cuando en diversos estudios podemos observar que el rango de la prevalencia oscila entre el
1,9% y 17,8%, considerándose que la mejor estimación estaría entre el 5 y el 10% (López-
Villalobos, Serrano, Delgado, 2004).En muchos sujetos los síntomas (en particular la
hiperactividad) se atenúan a medida que avanza la adolescencia y durante la vida adulta,
aunque una minoría experimenta el cuadro sintomático completo del trastorno por déficit de
atención (DSM IV TR , 2003). Se estima que afecta a un 2 % de adultos (Pérez de los Cobos, 2009).
La importancia de estudiar la comorbilidad, en el TDAH, puede permitir entender mejor las
características clínicas del padecimiento, su evolución, y las opciones terapéuticas para el
mismo. Existe comorbilidad con problemas de agresión y violencia e inclusive tiene una relación
El TDAH y su relación con las adicciones.
10
muy estrecha con el consumo de drogas y alcohol y algunos componentes psicosociales,
especialmente familiares (De la Peña, 2000).
El 20% de los adultos que sufren adicciones tienen TDAH, y una gran parte de estos problemas
podría evitarse con el diagnóstico de la patología en la infancia, según manifestó el psiquiatra
especializado en Conductas Adictivas y Presidente de la Sociedad Española de Patología Dual
(AEPD), el doctor Néstor Szerman (2008), con motivo de la presentación del libro '50 preguntas
para reconocer y tratar el TDAH', que tuvo lugar en el marco del Congreso sobre Patología Dual
realizado en España. Aproximadamente la mitad de las personas que siguen presentando
síntomas de TDAH en su vida adulta, tienen también un trastorno por abuso de sustancias y,
por otro lado, se considera que el 32% de los pacientes que tienen abuso de sustancias
cumplen los criterios diagnósticos del TDAH. Por tanto la presencia de TDAH en la infancia va
asociada a un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias en la edad adulta
( San Molina , Martínez-Raga, 2004).
El TDAH del adulto, contrariamente a lo que se suponía con anterioridad, parece que los
síntomas no desaparecen al inicio de la vida adulta, sino que se mantienen en un elevado
porcentaje de los casos (entre el 66- 75%, según estudios recientes) lo que situaría la
prevalencia del TDAH en el 1-6% entre la población adulta, aunque los estudios disponibles
distan de ser definitivos. Algunos autores proponen que debe considerarse el diagnóstico en
adultos que muestran una larga historia de problemas de atención, desorganización en sus
funciones ejecutivas, inquietud cognitiva, bajos logros académicos y profesionales, abuso de
El TDAH y su relación con las adicciones.
11
sustancias, inestabilidad en sus relaciones afectivas o implicación frecuente en conductas de
riesgo (De la Peña 2000).
Varios trastornos mentales en la infancia implican éstas características, entre ellas el TDAH ,
que junto con el trastorno disocial, el trastorno negativista desafiante y el bipolar constituye
uno de los trastornos duales más precoces, refiriéndonos con esto a la comorbilidad entre
adicción a sustancias y patología psiquiátrica(Pérez de los Cobos, 2009). Una de estas
consecuencias, objeto de estudio en años recientes, es la propensión de los pequeños que
sufren este padecimiento a desarrollar, durante la adolescencia y edad adulta, adicción a
sustancias estimulantes, misma que casi siempre inicia más pronto que en otras personas y es
difícil de tratar. De ahí la importancia de la detección precoz de éste síndrome a manera de
prevención del consumo de sustancias, y conocer las alternativas terapéuticas cuando existe el
TDAH con consumo de sustancias, tanto en el niño, adolescente y adulto. (Pérez de los Cobos,
2009)
La teoría de la automedicación emerge aquí con gran fuerza en esta patología dual. La
automedicación es el marco teórico que explica que el abuso de sustancias busca atenuar
ciertos trastornos psicopatológicos. Más de una tercera parte de adolescentes y adultos
jóvenes usan tabaco y otras drogas para automedicarse. La impulsividad, entre otros factores
sintomáticos del TDAH, conduce a los adolescentes a experimentar con drogas que por ensayo-
error les hace sentir que con ellas se sienten y funcionan mejor. En este sentido, el abuso de
psicoestimulantes (cocaína, anfetaminas) y otras drogas es muy claro para automedicar y
El TDAH y su relación con las adicciones.
12
controlar los síntomas de TDAH. También el uso de tabaco (nicotina) es muy prevalente en
estos pacientes, pese a sus modestos efectos terapéuticos sobre el TDAH. (Szerman, 2008)
2.2 Objetivos
2.2.1 Objetivo General
Documentar la relación entre TDAH y las adicciones, con el fin de ampliar los conocimientos al
respecto y pensar en lineamientos preventivos.
2.2.2 Objetivos Específicos:
Conocer la evolución histórica los criterios actuales y etiología del TDAH.
Estudiar la concurrencia del TDAH y otros trastornos psiquiátricos.
Obtener herramientas para el diagnóstico adecuado e identificar la presentación clínica
y evolución del TDAH en el niño, adolescente y adulto.
Establecer cuál es la relación del TDAH con las conductas adictivas y conocer las causas
de la comorbilidad del TDAH y abuso-dependencia de sustancias y otras adicciones.
El TDAH y su relación con las adicciones.
13
2.3 Justificación de la Investigación.
Actualmente puede considerarse al TDAH como un problema de salud pública en virtud
del número de casos que presenta, pero también porque conlleva repercusiones que no sólo
interfieren las posibilidades de desarrollo y desempeño del individuo, sino que alteran su
entorno social y se ha documentado una comorbilidad entre TDAH y abuso/adicción a
psicotrópicos en población infantojuvenil y adulta, donde la identificación adecuada de los
factores de riesgo podría permitir su oportuna detección en los primeros niveles de afectación y
con ello reducir, quizá, su expresión clínica al disminuir la morbilidad y mejorar el pronóstico
de los casos a largo plazo, por estas razones y debido a la escasa documentación actual
creemos importante analizar y profundizar en este tema.
El TDAH y su relación con las adicciones.
14
3. MARCO CONCEPTUAL
3.1 El TDAH
3.1 .1 Evolución histórica del TDAH.
Uno de los primeros términos usados, y aun empleados
es “hipercinesia” o “síndrome hipercinético” Por razones
desconocidas el término “hiperactivo” apareció a
mediados de la década de los 70. Antes del concepto de
metamorfosis de hipercinesia a hiperactividad apareció
el concepto de lesión cerebral mínima a partir de la
observación de que los niños con lesión cerebral debido
a infección, traumatismo, hipoxia, y exposición a toxinas exhibían TDAH. Al no documentarse
patología cerebral ni antecedentes de traumatismo en la mayoría de los casos, el término
“lesión” se sustituyó por “disfunción cerebral mínima” (Kaplan-Sadok, 1997). Otros términos
reconocidos comprenden déficit perceptivo, déficit de la integración psiconeurológica,
trastorno por impulso hiperactivo y síndrome de niño hiperactivo. En el DSM III se llamó
“trastorno por déficit de atención”(TDA), también reconocía un grupo residual de TDA tras la
atenuación de los síntomas más floridos. La mayoría de los expertos había aceptado que el
trastorno, podía persistir en la vida adulta como síndrome completo o residual(Kaplan-Sadok,
1997). En 1987 el DSM III R , volvió a destacar la hiperactividad , en 1994 se dio lugar a tres tipos
El TDAH y su relación con las adicciones.
15
de TDAH: con predominio de falta de atención; con predominio hiperactivo-impulsivo; y el
combinado. El CIE 10 ofrece el diagnóstico de síndrome hipercinético caracterizado por
actividad motora excesiva, impulsividad, agresividad, falta de atención y antecedentes
frecuentes de accidente peri o neonatal (Kaplan-Sadok, 1997).
Resumen histórico
Hoffman 1847 Descripción síntomas en el cuento de Phil
Still 1902 Defectos del control moral
Hohman, Kant, Cohen 1920- 1930 Lesión cerebral humana.
Clements y Peters 1962 Disfunción cerebral mínima
DSM II 1968 Reacción hiperkinética de la infancia
DSM III 1987 Déficit de atención con hiperactividad
DSM IV 1994 Introduce tres subtipos.
(Benavente, 2001)
El TDAH y su relación con las adicciones.
16
3.1.2Criterios para el diagnóstico de Trastorno por déficit de
atención con hiperactividad
A. Existen 1 o 2:
1. seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos durante 6 meses con una
intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo:
Desatención:
(a) a menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las
tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades
(b) a menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas
(c) a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente
(d) a menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el
centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender
instrucciones)
(e) a menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
(f) a menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un
esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
(g) a menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes, ejercicios
escolares, lápices, libros o herramientas)
(h) a menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
(i) a menudo es descuidado en las actividades diarias
2. seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido por lo menos durante 6
meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo:
Hiperactividad
(a) a menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento
(b) a menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que
permanezca sentado
(c) a menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en
El TDAH y su relación con las adicciones.
17
adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud)
(d) a menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio
(e) a menudo "está en marcha" o suele actuar como si tuviera un motor
(f) a menudo habla en exceso
Impulsividad
(g) a menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas
(h) a menudo tiene dificultades para guardar tumo
(i) a menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej. se entromete en
conversaciones o juegos)
B. Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causaban alteraciones estaban presentes
antes de los 7 años de edad.
C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (p. ej., en la escuela [o
en el trabajo] y en casa).
D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o
laboral.
E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo,
esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej.,
trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o un trastorno de la personalidad).
F90.0 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado (314.01)
Si se satisfacen los Criterios A1 y A2 durante los últimos 6 meses
F90.8 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del déficit de atención (314.00)
Si se satisface el Criterio A1, pero no el Criterio A2 durante los últimos 6 meses
F90.0 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo (314.01)
Si se satisface el Criterio A2, pero no el Criterio A1 durante los últimos 6 meses
Nota de codificación. En el caso de sujetos (en especial adolescentes y adultos) que actualmente tengan síntomas
que ya no cumplen todos los criterios, debe especificarse en "remisión parcial".
(DSM IV TR, 2003)
El TDAH y su relación con las adicciones.
18
3.1.3 Características adicionales y trastornos mentales
asociados.
Baja tolerancia a la frustración, arrebatos emocionales, autoritarismos, testarudez, insistencia
excesiva, labilidad emocional, disforia. Relaciones familiares con resentimiento y antagonismo.
Grados escolares inferiores que sus compañeros y menos logros profesionales, el CI tiene una
gran variabilidad entre individuos (DSM IV TR, 2003). La mitad presenta trastorno negativista
desafiante o trastorno disocial. Las tasas de concurrencia del trastorno por déficit de atención
con hiperactividad con otros trastornos de comportamiento perturbador son más elevadas que
las referidas a otros trastornos mentales. (DSM IV TR, 2003). Otros trastornos asociados incluyen
trastornos del estado de ánimo, del aprendizaje , de la comunicación, etc .En la vida adulta la
inquietud puede dar lugar a dificultades para participar en actividades sedentarias, así como a
la evitación de pasatiempos y ocupaciones que permitan pocas oportunidades para el
movimiento espontaneo. (DSM IV TR, 2003). El trastorno es más frecuente en hombres 2 a 1 y
9:1 dependiendo del tipo( el tipo desatención aparece menos ligado al sexo). También hay
mayor prevalencia de trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos del
aprendizaje, trastornos relacionados con sustancias y trastorno antisocial de la personalidad en
miembros de la familia de personas con TDAH. (DSM IV TR, 2003)
3.1.4 Etiología y fisiopatología
La causa es desconocida. Las investigaciones genéticas no son concluyentes. Se han sugerido
que la causa podría ser un retraso en el neurodesarrollo, pero no hay evidencia firme. Toda la
El TDAH y su relación con las adicciones.
19
tendencia innata a la hiperactividad puede incrementarse por ciertos factores sociales, puesto
que la hiperactividad es más frecuente en los niños de las clases sociales más desfavorecidas.
Sin embargo, es improbable que los factores sociales sean la única causa del trastorno. También
se ha propuesto que los aditivos presentes en alimentos y la intoxicación por plomo podrían
causar el trastorno, pero no hay evidencias convincentes de que esto sea cierto (Gelder, 2001)
Los estudios con imágenes cerebrales han demostrado cambios en el funcionamiento de la
glucosa en las áreas de la corteza prefrontal y el estriado. Sin duda se requieren nuevas
investigaciones que relacionen el funcionamiento de áreas específicas por subtipos del
padecimiento (De la Peña, 2000).
Existe una predisposición genética a presentar el trastorno, y el TDAH es el extremo de una
dimensión de hiperactividad codificada a partir de mecanismos poligénicos o, al menos, es el
producto de la interacción de un número de genes, de los cuales ninguno tendría un efecto
principal. Sobre tal predisposición, podrían actuar factores ambientales tales como estrés fetal,
hipoxia perinatal, dieta alimenticia, factores psicosociales como pobreza, vida familiar caótica y
otros, Se ha estudiado la implicación de los sistemas noradrenérgico, dopaminérgico y
serotoninérgico, sin que ninguno de ellos haya dado cuenta en su totalidad de las alteraciones
observables (De la Peña, 2000).
Se han encontrado anomalías cerebrales, algunas de las cuales apoyarían la idea de que el
TDAH sería, en su origen, un trastorno del desarrollo del sistema nervioso que se iniciaría en los
primeros momentos de la gestación y que estaría influido por factores ambientales en el
segundo trimestre, afectando principalmente al lóbulo frontal y los ganglios basales.(De la Peña,
2000) . Tales anomalías tendrían su reflejo en una alteración del denominado «sistema directivo
El TDAH y su relación con las adicciones.
20
cerebral» que regula la atención sostenida sobre estímulos relevantes ambientales o sobre la
ejecución de tareas, el control de la impulsividad y la estabilidad del comportamiento, lo que
vendría avalado por la similitud de comportamientos observada en sujetos que han presentado
lesiones en el lóbulo frontal y estructuras relacionadas (De la Peña, 2000).
Se ha estudiado la ejecución de funciones neurocognitivas, y se ha observado que los fallos se
producen en una inadecuada latencia de respuesta, fallos en la regulación energética,
preparación, mantenimiento e inhibición o ajuste del proceso de control motor; tales fallos
implican a 3 sistemas de procesamiento: la atención sostenida que predispone a una
preparación para la respuesta, la atención selectiva y el fallo en los mecanismos de inhibición
de la respuesta y tolerancia a la demora (De la Peña, 2000)
3.1.5 Prevalencia y curso.
Se estima que afecta al 5 % de los niños y a un 2 % de adultos. La tasa de prevalencia más citada
entre los niños en edad escolar oscila entre 3%-7% (APA, 2002), aun cuando en diversos
estudios podemos observar que el rango de la prevalencia oscila entre el 1,9% y 17,8%,
considerándose que la mejor estimación estaría entre el 5 y el 10% (López Villalobos, 2004).
En muchos sujetos los síntomas (en particular la hiperactividad) se atenúan a medida que
avanza la adolescencia y durante la vida adulta, aunque una minoría experimenta el cuadro
sintomático completo del trastorno por déficit de atención (DSM IV TR, 2003)
El TDAH y su relación con las adicciones.
21
3.1.6 El TDAH en el adulto.
Contrariamente a lo que se suponía con anterioridad, parece que los síntomas del TDAH no
desaparecen al inicio de la vida adulta, sino que se mantienen en un elevado porcentaje de los
casos (entre el 66- 75%) , lo que situaría la prevalencia del TDAH en el 1-6% entre la población
adulta, aunque los estudios disponibles distan de ser definitivos. Algunos autores proponen que
debe considerarse el diagnóstico de TDAH en adultos que muestran una larga historia de
problemas de atención, desorganización en sus funciones ejecutivas, inquietud cognitiva, bajos
logros académicos y profesionales, abuso de sustancias, inestabilidad en sus relaciones
afectivas o implicación frecuente en conductas de riesgo. Se ha estudiado también la relación
entre el TDAH y los rasgos de personalidad en la edad adulta de los sujetos diagnosticados. La
relación más estrecha encontrada se refiere al rasgo de “búsqueda de novedades” (De la Peña,
2000)
La deficiencia de la atención se hace tangible por la ostensible dificultad que tienen estas
personas para concentrarse en tareas que, habitualmente, no requieren un esfuerzo especial o
bien, en tareas que implican un esfuerzo atencional sostenido, que el propio sujeto adulto
advierte habitualmente con preocupación (Pérez de los Cobos, 2009). Esta deficiencia tiene
diversas formas de manifestarse, en función de la magnitud del predominio de la denominada
atención espontánea por sobre la llamada atención voluntaria. Estas personas se distraen con
facilidad ante la existencia de estímulos, puede incluir e errores, desaciertos incluso burdos, en
la tarea que están ejecutando (Pérez de los Cobos, 2009). Este síntoma es el responsable de la
significativa tendencia al desorden que presentan estos individuos en el manejo de sus efectos
personales, en su vestimenta etc. También tienen dificultad para organizarse, no lograr un
El TDAH y su relación con las adicciones.
22
aprovechamiento adecuado del tiempo, con insolvencia par metas alcanzables y en la
determinación de prioridades. Hay olvidos de las obligaciones cotidianas, pérdidas de
elementos domésticos, documentos etc. La impulsividad no es tan visible y se manifiesta por
intrusiones verbales que a lo sumo puede provocar fastidio. Pueden presentar actitudes
bruscas, desbordes emocionales, intolerancia antes situaciones que ponen a prueba la
paciencia (Pérez de los Cobos, 2009)
Estudios se centran en la presencia de trastornos de la personalidad en adultos con
antecedentes de TDAH, y es muy frecuente y consistente la relación de este trastorno con la
presencia de criterios para estimar la concurrencia de trastorno antisocial, límite y otros menos
frecuentes, como el histriónico o el pasivo- agresivo. El trastorno antisocial es más frecuente en
los sujetos que presentaron trastornos de conducta y déficit en su socialización primaria,
mientras el trastorno límite es más frecuente en quienes mostraron trastornos afectivos
severos. La impulsividad temprana parece ser el mejor predictor de evolución hacia patrones de
conducta disociales (De la Peña, 2000)
3.2 TDAH más trastornos por conductas adictivas (patología
dual)
El TDAH aumenta el riesgo de un trastorno por uso de sustancias independientemente de otra
comorbilidad psiquiátrica. También el TDAH es un predictor de un comienzo muy precoz del
abuso de sustancias en adolescentes y se cree que entre un 15-45% de los pacientes en
tratamiento por un trastorno por uso de sustancias pueden haber padecido un TDAH en la
El TDAH y su relación con las adicciones.
23
infancia y adolescencia (Szerman, 2008). Los adolescentes con diagnóstico previo de TDAH
presentan, de forma significativa, mayor prevalencia de abuso-dependencia de alcohol y otras
drogas. Aunque sólidas evidencias apoyan la asociación entre ambos trastornos, poco se
conoce de su relación causal, siendo evidentes algunos factores compartidos (Soutullo, Diez,
2007). Ante los altos porcentajes de TDAH en pacientes con trastorno por consumo de
sustancias y a la inversa, se han sugerido diversas hipótesis que pudieran explicar esta relación.
Se han identificado distintos alelos de genes que se asocian a la presencia de TDAH y a un
mayor riesgo para desarrollar una drogodependencia, como los implicados en la codificación
del receptor D2 y D4 de la dopamina o el propio transportador presináptico de dopamina
(Sullivan ,2001). En este mismo sentido, en los estudios familiares se ha referido que los hijos
de pacientes drogodependientes presentan un mayor riesgo de TDAH y también a la inversa,
sugiriendo algún tipo de predisposición genética común entre ambos trastornos (Wilens, 2000).
Por otro lado, las propias características del TDAH, como la impulsividad o la problemática
social, podrían predisponer al consumo de sustancias. La implicación de factores externos en el
desarrollo del TDAH se ha puesto de manifiesto en estudios que muestran como los hijos de
mujeres que consumen sustancias durante el embarazo (alcohol, tabaco o drogas ilegales)
presentan un mayor riesgo de TDAH (Wilens ,2000 ; Sullivan , 2001). Finalmente, otra
explicación plausible de la intensa asociación entre TDAH y consumo de sustancias, es la
hipótesis de la automedicación. Ésta fue formulada inicialmente por Kantzhian, y sugiere que
los pacientes con alteraciones psicopatológicas como el TDAH, inician el consumo de sustancias
al hallar alivio a sus síntomas con ellas, aunque posteriormente sufrirían todas las
consecuencias negativas de las drogodependencias (Wilens ,2000). En el caso específico del
El TDAH y su relación con las adicciones.
24
TDAH, se ha observado que la nicotina puede disminuir su sintomatología o que la cocaína
suele tener un efecto paradójico, con incremento de la atención (Carroll, 1993).
3.2.1 Relación de adictos a cocaína , otros psicoestimulantes y
TDAH
La teoría de la automedicación es la explicación más consultada de esta frecuente patología
dual, sobre todo en pacientes que refieren que consumen cocaína para trabajar, estudiar o
“centrarse”. Esto orienta a efectuar un serio trabajo de diagnóstico en toda la población que
consulta por adicción a cocaína para identificar el posible TDAH que puede orientar el
tratamiento de esta patología dual . También se afirma que un 20% de los adultos que sufren
adicciones a la cocaína, cannabis y otras sustancias padecen TDAH (Szerman 2008).
El TDAH se medica con fármacos psicoestimulantes y los sujetos con TDAH consumen cocaína u
otros estimulantes para automedicarse los síntomas del trastorno que sufren, ya que estos
estimulantes ilegales tendrían efectos parecidos a los de las medicaciones usadas en estos
tratamientos. (Haro, 2010)
Tomando como referencia la perspectiva etiológica, se ha propuesto un sustrato neurológico
implicado en el desarrollo de esta enfermedad, que se debería a deficiencias en los niveles de
dopamina en regiones frontales y del sistema límbico (Faraone y Biederman, 1999).
El TDAH y su relación con las adicciones.
25
Estas deficiencias serían similares a las encontradas en la adicción a cocaína, por lo que se ha
propuesto una núcleo biológico compartido para ambos trastornos, el cual explicaría su elevada
comorbilidad (Schubiner et al. , 2002)
En cuanto a la influencia del TDAH en los resultados de tratamiento de la adicción a cocaína, se
ha encontrado que este tipo de comorbilidad empeora la posibilidad de recibir el alta en una
comunidad terapéutica más que ningún otro trastorno del Eje I del DSM-IV (Levin et al. ,2004)
En general, se considera que los dependientes de cocaína que padecen TDAH conforman un
subgrupo específico que difiere de los adictos a cocaína sin esta comorbilidad. En consecuencia,
se necesitan diseños de tratamiento adaptados a este grupo de pacientes más allá de uso del
metilfenidato que, si bien resulta prometedor en algunos aspectos, no parece resolver el
problema del abuso de cocaína. Atender los aspectos más disruptivos del TDAH, como la
impulsividad o los déficit atencionales, a la vez que se trabaja con la conciencia de enfermedad
en el reconocimiento de los síntomas de TDAH, podría ser una alternativa válida que
complementara las intervenciones farmacológicas a fin de ayudar mejor a estos pacientes
(Levin y Kleber, 1995).
Algunos de los datos relevantes en cuanto a la comorbilidad entre TDAH y el consumo de
cocaína señalan que un número importante de los consumidores de cocaína que son
diagnosticados de TDAH en la edad adulta no habían sido diagnosticados de este trastorno
durante su infancia y, por tanto, no habían sido tratados . Entre las diferentes sustancias de
abuso, la cocaína ha sido una de las más estudiadas en relación con el TDAH. Los estudios
realizados hasta la fecha en muestras de consumidores de cocaína sitúan la prevalencia del
El TDAH y su relación con las adicciones.
26
TDAH entre un 12 % y un 35 %. Así, en un estudio realizado por Ross et al en 2004, en una
muestra de 109 sujetos que solicitaban tratamiento para su adicción a la cocaína y otras drogas
psicoestimulantes, se detectaron antecedentes en la infancia de TDAH en un 21 %, frente a un 3
% en un grupo control. (Barkley, 2008).
Se estudió la prevalencia del TDAH en una población de consumidores de cocaína
(abuso/dependencia) en la ciudad de Palencia, España, donde 63 pacientes consumidores de
cocaína atendidos en a lo largo del año 2006, el 26,98% presentan criterios DSM-IV compatibles
con un TDAH. El 88,23% son varones, frente al 11,76% de mujeres. La media de edad es de 32,3
años y entre la psicopatología asociada destaca los trastornos de personalidad en el 29,41% de
los casos, principalmente el Trastorno Límite y el Antisocial (Terán, Carriedo, Póveda, Durantez,
2007).
3.2.2 Relación de adictos al cannabis y TDAH
El cannabis, es la sustancia ilegal más consumida por la población adolescente, especialmente
con trastornos psiquiátricos y también con TDAH. (Soutullo, Diez, 2007).El uso de cannabis a la
edad de 25 años se asocia con una presencia significativa de TDAH adulto, aunque no se conoce
con claridad la naturaleza de esta asociación. Los efectos del cannabis producen una mejora de
la hiperactividad y del sueño en sujetos con TDAH al mismo tiempo que empeoran los déficits
cognitivos y entorpecen la respuesta al tratamiento. Encontramos un articulo donde sugiere
que las personas que sufren de TADH, disfunción sintomática con cambios en los niveles de
actividad, pueden - en algunos casos – beneficiarse del cannabis como tratamiento en lo que
parece ser una regulación de la actividad a un nivel que puede considerarse óptimo para el
comportamiento. (Strohbeck-Kuehner P, 2008). La comorbilidad del TDAH con otros trastornos
psiquiátricos es frecuente, destacando el de trastorno por uso de sustancias, por ser uno de los
más frecuentes y con mayores repercusiones clínicas y terapéuticas. El TDAH es un factor de
El TDAH y su relación con las adicciones.
27
riesgo para presentar adicciones y se ha asociado a un inicio más temprano en los consumos a
una peor evolución de la adicción cronificándolo. El consumo de cannabis en sujetos con TDAH
agrava la sintomatología, como la inatención y entorpece la respuesta al tratamiento.
Se han señalado diferentes orígenes de la asociación abuso de sustancias y TDAH como factores
genéticos, la hipótesis de la automedicación para amortiguar la inquietud, la ansiedad o los
problemas de sueño (Mestre, 2007).
Los estudios en adultos con TDAH muestran índices muy altos de trastorno de abuso de
sustancias (17% a 45%), superiores a los que se registran en adolescentes con TDAH . Hasta la
fecha no existen indicios de un abuso preferencial de estimulantes en sujetos con TDAH pero la
investigación sugiere que la marihuana es la droga más usada por pacientes con y sin TDAH.
(…) la combinación de TDAH y trastorno de conducta predice mayor abuso de marihuana y
otras drogas ilícitas respecto de solo TDAH o de trastorno aislado de conducta. (…) la
automedicación también representaría un mecanismo de trastorno de abuso de sustancias por
sus posibles efectos calmantes (marihuana) o sobre la atención (cocaína) en pacientes con
TDAH). (Schubiner H., 2005).
La marihuana es junto a la cocaína la sustancia que más se relaciona con el TDAH. Así, un
número importante de los dependientes al cannabis, cumplen criterios de TDAH. Estos adictos
con TDAH presentan peor evolución en el tratamiento de la dependencia de drogas y tienen
más riesgo de recaídas en el consumo de sustancias tras la desintoxicación. Según este estudio
el 76% de los pacientes con TDAH tienen problemas con el cannabis, el 40% con la cocaína y el
28% con el alcohol.
El consumo de cannabis sumado al diagnostico de TDAH se ha concebido como determinante
de un marcado porcentaje de fracaso escolar en adolescentes. (Ochoa, Salvador, Madiz-
Gurpide, 2010)
El TDAH y su relación con las adicciones.
28
La falta de control de los impulsos también puede explicar por que es más probable que los
adolescentes y adultos con TDAH tengan más riesgo de beber alcohol, fumar cigarrillos y tomar
sustancias ilegales como la marihuana. En nuestro estudio con adolescentes con historial de
hiperactividad, la doctora Marielen Fischer y yo encontramos que el 17% de los adolescentes
hiperactivos han probado marihuana en comparación con el 5% de adolescentes sin historial de
hiperactividad. (Fischer; Barkley, 2002).
(…)Es más grave aun el hecho de que los niños con TDAH al entrar a la etapa de la adolescencia
con un trastorno de conducta asociada, incrementa 2 a 5 veces más que los controles el uso y
abuso de tabaco, alcohol y marihuana. (Cabrera, Flores; Carola, Alicia; Pajuelo, Montenegro;
Marissa, Ana, 2002).
En todo adolescente con dependencia a cannabis debe explorarse la posible comorbilidad con
TDAH (Szerman, 2008).
3.2.3 Relación entre dependencia de alcohol y TDAH.
Al estudiar el TDAH en adultos, se encontró que estaba fuertemente asociado al consumo de
alcohol y drogas. Así, entre el 17 y el 45 por ciento de los adultos con TDAH presentan abuso o
dependencia de alcohol, y entre el 9 y el 30 por ciento, abuso o dependencia de otras
sustancias. (Haro, 2010)
En diversos estudios se hallo una alta incidencia de consumo abusivo de alcohol en pacientes
con TDAH. Por ejemplo, Biederman y col. (1998) describieron una incidencia significativamente
mas alta de consumo abusivo de alcohol o de dependencia entre 239 adultos con TDAH, un
44%, en comparación con una poblacion control de 268 personas, un 24% de los cuales estaba
afectado. En sus investigaciones de 78 pacientes adultos con TDAH, Downey y col. (1997)
El TDAH y su relación con las adicciones.
29
determinaron una incidencia del 33,3% para el abuso de alcohol o la dependencia. Rasmussen y
Gilberg (2000) hallaron un incremento de la incidencia del abuso de alcohol en un estudio
longitudinal controlado de 55 pacientes de 22 años a los que se les había diagnosticado TDAH a
la edad de 7 años y que nunca habían recibido tratamiento farmacológico, en comparación con
46 sujetos control. Krause y col. (2002a) investigaron a 153 pacientes adultos con dependencia
del alcohol y hallaron evidencia de TDAH en la infancia en 65 de ellos, con 28 de ellos
presentando también síntomas persistentes en la edad adulta. (Peters, Ohlmeier, et al, 2009)
Dejando este punto aparte, los estudios con animales han demostrado de manera bastante
concluyente, que la nicotina y el alcohol, causan anomalías en el desarrollo de algunas regiones
del cerebro y que esas anormalidades dan lugar a un incremento de las conductas de
hiperactividad, impulsividad y desatención. Así, quizá, la conclusión más relevante es que una
madre puede incrementar el riesgo de que su hijo, tenga un TDAH si fuma o bebe durante el
embarazo y que ese riesgo puede agravarse si la madre tiene o ha tenido, un TDAH (Barkley,
2002).
Los niños con exposición prenatal al alcohol pueden presentar deterioro cognitivo,
hiperactividad, comportamiento disocial, agresividad y diferentes trastornos psiquiátricos. En
un estudio se halló una asociación significativa entre el alcoholismo materno durante el
embarazo y la presencia de TDAH en los hijos, aunque en otros ensayos no se halló esta
relación (Das Banerjee T, Middleton F, Faraone SV, 2007).
El 35-71% de los pacientes en tratamiento por alcoholismo tendría comorbilidad con TDAH. En
un estudio reciente sobre 152 pacientes con dependencia al alcohol El 20,9-23,1%, (según
criterio diagnostico empleado) de la muestra padecían un TDAH comórbido (Szerman, 2008)
El TDAH y su relación con las adicciones.
30
Un 25% de los adictos a sustancias tóxicas y al alcohol son adultos que sufren TDAH y no han
sido diagnosticados. España cuenta con 80.000 personas adictas a sustancias tóxicas no legales
y alcohólicas en tratamiento en la red nacional de adicciones. De esta cifra, 50.638 son
personas adictas a sustancias tóxicas: cannabis, cocaína, anfetaminas y otras drogas. De esta
cifra global, hasta un cuarta parte de los españoles drogodependientes y adictos a sustancias
como el alcohol, realmente no son ni drogadictos, ni adictos. Realmente son adultos que sufren
Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y no han sido diagnosticados a tiempo
(Asociación déficit de atención con/sin hiperactividad, 2009)
3.2.4 Relación entre juego patológico y TDAH.
El juego patológico, una adicción no química, de todos los Trastornos por Control de los
Impulsos, es el más relacionado con el TDAH. Siguiendo el modelo de juego patológico como
adicción conductual, la elevada prevalencia, al igual que en los trastornos por uso de sustancias,
podría sugerir la implicación de similares disfunciones neurobiológicas. El TDAH infantil podría
predisponer a la aparición de un trastorno por juego patológico al llegar a la adolescencia tardía
y vida adulta. (Szerman, 2008).
El trastorno por déficit de atención en la infancia (TDAH) puede ser un factor de riesgo para el
desarrollo de diversas adicciones y también el juego patológico en el adulto. Incluso se ha
postulado que algunas de las manifestaciones clínicas encontradas en ludópatas como la
presencia de otras conductas impulsivas, rasgos psicopáticos, etc podrían interpretarse como
El TDAH y su relación con las adicciones.
31
manifestaciones de este trastorno en la edad adulta a pesar de ser este un concepto
controvertido (Saiz Ruiz et al, 1996).
Se insiste en la dificultad del diagnostico del TDAH, ya que en los adultos, presentan el 89% de
comorbilidad con otros dificultades psiquiátricas y neurológicas. Entre estas, el juego
patológico, la depresión, trastornos de ansiedad, entre otros. Asegura este autor que muy
seguramente, tratándose su TDAH se eliminaría las alteraciones colaterales que sufren. (Rosler,
2006).
La ludopatía es una adicción (sumada al TDAH) no toxica de complejidad enorme y sin
conclusiones totales, por lo cual la investigación sobre el tópico, debe ser constante.
3.3Tratamiento del TDAH comórbido con adicciones.
3.3.1 tratamientos psicosociales
Una primera impresión es que, de ser cierta esta secuencia, tratar a los sujetos que abusan de
sustancias sin atender a sus sustratos biológicos y a su peculiar historia de aprendizaje no pasa
de ser un tratamiento sintomático abocado, en muchos casos, a un fracaso y, en todos los
casos, un abordaje incompleto y parcial (De la Peña, 2000). En segundo lugar, si aplicamos, por
una parte, los conocimientos acumulados en el tratamiento farmacológico del TDAH y, por otra,
las estrategias terapéuticas no farmacológicas (modificación de conducta, terapia ocupacional,
educación social) que han demostrado éxito en este trastorno, quizá podríamos mejorar de
forma sustantiva el tratamiento que proporcionamos a los pacientes con consumo
El TDAH y su relación con las adicciones.
32
problemático de sustancias que presentan un historial de TDAH e, incluso, la sintomatología
propia del trastorno en la edad adulta (De la Peña, 2000). El tratamiento de los niños,
adolescentes y adultos con TDAH, debe ser multisistémico, es decir, farmacológico y
psicosocial, esto último incluye terapias psicopedagógicas, neuropsicológicas, cognitivas,
conductuales y familiares entre otras que puedan disminuir los síntomas. El tratamiento
farmacológico de primera línea es el de los estimulantes; el metilfenidato (MFD), especialmente
el de liberación prolongada que evita la división en varias tomas diarias (Pérez de los Cobos 2009).
La evaluación no cuenta sólo con la apreciación clínica, y el especialista debe ayudarse de los
reportes de los maestros y los padres, incluso durante la adolescencia. La impulsividad
disminuye y los problemas de conducta relacionados con este trastorno bajan al nivel de la
población de niños sin TDAH, la hiperactividad disminuye(De la Peña, 2000). Desde la perspectiva
neuropsicológica el MFD mejora la velocidad de respuesta a los problemas matemáticos. Los
efectos colaterales son disminución del apetito, insomnio y cefaleas, efectos que normalmente
se reducen al disminuir la dosis. (Pérez de los Cobos 2009)
3.3.1 tratamiento farmacológico
Barkley et al. realizaron el seguimiento de 147 niños diagnosticados de TDAH durante un
periodo 13 años, hallando que los niños tratados con estimulantes no presentaron un mayor
riesgo de consumo de drogas en el futuro respecto a los niños no tratados con estimulantes
(Barkley et al., 2003).
En el meta-análisis de Wilens et al., se analizaron los resultados de 6 estudios, donde se
evidenció que los niños con TDAH que no recibieron tratamiento con estimulantes presentaron
El TDAH y su relación con las adicciones.
33
un riesgo de abuso de drogas en la edad adulta casi dos veces superior al de los niños que
habían sido tratados con estimulantes (Wilens et al., 2003). Se sabe que el TDAH sí es una
enfermedad, que tiene diferentes niveles de severidad, leves y graves y también se sabe que
muchos de los síntomas de la enfermedad se controlan con el uso de medicamentos. Este
padecimiento disminuye entre el 40% y el 60% de quienes lo padecen desde niño, pero un
número muy importante manifiesta los síntomas hasta la vida adulta. Como otras
enfermedades crónicas, la necesidad del medicamento puede ser prolongada, por meses o
años, sin que esto signifique adicción. Pensar que alguien enfermo con TDAH es adicto a su
medicamento, sería tanto como considerar que una persona con diabetes o hipertensión es
adicta al medicamento que debe tomar el resto de su vida(De la Peña, 2000).
La aplicación de este tratamiento psicoestimulante cuando existe un trastorno por consumo de
sustancias concomitante ha planteado dos controversias: la primera es si el tratamiento
psicoestimulante favorece o protege al paciente frente al posible desarrollo de una adicción, la
segunda es si mencionado tratamiento está indicado en los casos con TDAH que ya se
encuentran consumiendo sustancias de forma desadaptativa. El grupo de Wilens (2003) realizó
un meta-análisis en el que se valoraron los resultados de seis estudios. El resultado de la
revisión es que el tratamiento con psicoestimulantes en personas que sufren TDAH tiene un
claro papel protector respecto al desarrollo de abuso de sustancias. Otro estudio mostró que
en los adolescentes que ya consumen sustancias el tratamiento con psicoestimulantes o
antidepresivos no repercute negativamente sobre el consumo de sustancias, u otros aspectos
claves del trastorno adictivo, como el craving y las recaídas. Se ha está usando aparte del
metilfenidato, la pemolina, bupropión y atomoxetina. (Pérez de los Cobos 2009)
El TDAH y su relación con las adicciones.
34
El tratamiento del TDAH del adulto y adicción con alcohol se ha usado con éxito la venlafaxina ,
que se asoció con mejoría del TDAH. El metilfenidato ha dado eficacia, según estudios para
tratar el trastorno de TDAH más adicción a cocaína , pero el consumo de cannabis fue más
elevado en los que estaban con tratamiento con metilfenidato. Una explicación es que los
pacientes aumentan el consumo de marihuana cuando disminuyen el de cocaína. (Pérez de los
Cobos 2009)
En la práctica clínica habitual, se recomienda controlar primero la adicción y a continuación
administrar fármacos para reducir el TDAH; los fármacos de primera línea en este caso son los
de menos potencial adictivo como el metilfenidato de liberación prolongada, la atomoxetina o
los antidepresivos(Pérez de los Cobos 2009). Sin embargo se podría comenzar un tratamiento
para el TDAH sin tener controlada por completo la adicción, siempre que la medicación se
administre en forma controlada y supervisada. Los hospitales del día son ideales para iniciar el
tratamiento farmacológico. Hay datos que permiten afirmar que la administración de
metilfenidato es segura , aunque el paciente siga consumiendo cocaína. (Pérez de los Cobos 2009)
El TDAH y su relación con las adicciones.
35
4. METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN.
4.1 Diseño metodológico y tipo de investigación.
En este trabajo de investigación documental
predominantemente cualitativo, en la que basada en una
revisión donde se realizó un análisis, sistematizaciones e
interpretaciones de estudios ya realizados. Este escrito es
básicamente una panorámica acerca de la información
relevante de diversas fuentes confiables sobre un tema
específico, sin tratar de aprobar u objetar alguna idea o
postura. Toda la información presentada se basa en lo que se ha encontrado en las fuentes. Se
seleccionó, organizó y analizó para cubrir todo el tema, sintetizar las ideas y después
presentarlas en este reporte final. A partir de la recolección de fuentes secundarias de estudios
realizados sobre el tema y descritos y analizados desde la perspectiva del grupo y de las teorías
que existen al respecto.
Modo de recolección de información
En fichas de contenido, puede ser cuaderno de notas y archivos documentales ordenados
virtualmente por subtemas.
El TDAH y su relación con las adicciones.
36
Plan de recolección
Se orientaron las búsquedas en bibliotecas, bibliotecas electrónicas , buscadores
especializados, en textos de psiquiatría , adicciones, y específicos de TDAH. A continuación la
lista de donde se obtuvo la información.
Biblioteca de la Universidad Central de Quito
Biblioteca de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Biblioteca Virtual FUNLAM
Motores de búsqueda : google académico
Bases de datos especializadas : EBSCO HOST, SCIELO, MEDLINE PLUS, Cochrane plus.
El TDAH y su relación con las adicciones.
37
5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES:
Hemos realizado un vistazo general sobre el TDAH , comenzando con los primeros términos
usados como “hipercinesia” o “síndrome hipercinético”, y que en el DSM III se llamó
“trastorno por déficit de atención”(TDA) antes de llegar a los criterios actuales. Hemos
estudiado también la concurrencia del TDAH , otros trastornos psiquiátricos y la comorbilidad
con adicciones.
Contrariamente a lo que se suponía con anterioridad, parece que los síntomas del TDAH no
desaparecen al inicio de la vida adulta, sino que se mantienen en un elevado porcentaje de los
casos: la baja tolerancia a la frustración, arrebatos emocionales, terquedad, labilidad
emocional, relaciones conflictivas, pueden ser síntomas que en el adulto simulen un trastorno
de personalidad pero que pueden ser síntomas residuales de un TDAH, asimismo también la
dificultad para participar en actividades sedentarias, así como a la evitación de pasatiempos con
pocas oportunidades para el movimiento espontaneo, desorganización en sus funciones
ejecutivas, inquietud cognitiva, bajos logros académicos y profesionales, inestabilidad en sus
relaciones afectivas o implicación frecuente en conductas de riesgo.
El TDAH tiene que ser diagnosticado tempranamente y tener presente que no es un trastorno
solamente de los niños, es una patología que inicia en la niñez y puede extenderse en el tiempo
y que también necesita ser tratado. No es fácil hacerlo, sin embargo , a través de la entrevista
con una buena pesquiza de síntomas y antecedentes puede diagnosticarse.
El TDAH y su relación con las adicciones.
38
Enfocándonos un poco más en la que nos compete, podemos decir que hay una evidente
relación bastante estudiada entre el TDAH y el consumo de sustancias y también con adicciones
no químicas, de ahí la importancia de diagnosticar tempranamente este trastorno ya que es un
predictor de drogodependencias. El TDAH aumenta el riesgo de un trastorno por uso de
sustancias independientemente de otra comorbilidad psiquiátrica. También el TDAH es un
predictor de un comienzo muy precoz del abuso de sustancias en adolescentes y un alto
porcentaje de los pacientes en tratamiento por un trastorno por uso de sustancias pueden
haber padecido un TDAH en la infancia y adolescencia. Poco se conoce de su relación causal,
aunque también se postula la teoría de la automedicación de síntomas.
En sujetos consumidores de cocaína como en los alcoholistas, existe un alto porcentaje
presentan criterios DSM-IV compatibles con un TDAH. Asimismo el cannabis, es la sustancia
ilegal más consumida por adolescentes con TDAH y se postula que ésta mejora los efectos del
cannabis producen una mejora de la hiperactividad y del sueño en sujetos con TDAH . En
modelos animales de TDAH la utilización de cafeína atenúa los déficits cognitivos, y se postula
que la cocaína también. Al ser un estimulantes, los sujetos podrían automedicarse su TDAH con
el abuso de estas sustancias . El juego patológico, una adicción no química que más se
relaciona con el TDAH ya que su presentación en el infante podría predisponer a la aparición de
un trastorno por juego patológico al llegar en la vida adulta.
Muchos de los síntomas de la enfermedad se controlan con el uso de medicamentos cuya
necesidad puede ser prolongada por meses o años, sin que esto signifique adicción.
La aplicación de este tratamiento basado principalmente en psicoestimulantes ha planteado
controversias como por ejemplo de si este tratamiento previene de alguna forma el consumo
El TDAH y su relación con las adicciones.
39
posterior de sustancias , y también si se recomienda en pacientes que ya vienen consumiendo.
Muchos estudios hablan del papel protector respecto al desarrollo de abuso de sustancias, y
otros estudios muestran que el tratamiento con metilfenidato, la pemolina, bupropión y
atomoxetina en los adolescentes que ya consumen sustancias no repercute negativamente
sobre el consumo de sustancias, u otros aspectos claves del trastorno adictivo, como el craving
y las recaídas.
Hay que recalcar que mientras el paciente sigue en carrera de consumo podría iniciarse el
tratamiento farmacológico siempre y cuando esté la adicción por lo menos parcialmente
controlada, como por ejemplo en un tratamiento de hospital de día. En la práctica clínica
habitual, se recomienda controlar primero la adicción y a continuación administrar fármacos
para reducir el TDAH.
Podemos concluir con la revisión bibliográfica que existe una relación entre el TDAH y las
adicciones? la información expuesta nos enseña que al TDAH una patología psiquiátrica muy
compleja , inclusive para su diagnóstico , especialmente si es en un adulto, y que
evidentemente, existe una relación entre TDAH y adicciones, por lo cual el TDAH es un factor
predictor de riesgo de adicciones en general , es entonces importante fomentar el diagnóstico
temprano de esta patología como un proyecto de prevención de adicciones , y también
promover el tratamiento farmacológico del mismo siempre y cuando las condiciones se presten
para un control adecuado.
El TDAH y su relación con las adicciones.
40
6. BIBLIOGRAFIA.
o Benavente, I. (2001). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: clínica y diagnóstico.
Rev Psiquiatr Psicol Niño y Adolesc, 4(1): 92-102.
o BARKLEY, Russel A.“Taking Charge of ADHD”, tercera edicion, editorial Paidos. “La importancia
del medio ambiente para la aparición del trastorno por déficit de atención con hiperactividad”,
Nueva York 2002.
o Barkley RA, Fischer M, Smallish L, Fletcher K (2003). Does stimulant treatment of ADHD contribute
to drug use/abuse? A 13-year prospective study. Pediatrics 111:97-109.
o Cabrera, Flores; Carola, Alicia; Pajuelo, Montenegro; Marissa, Ana (2002)“Factores de riesgo
biológicos asociados a niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad Biblioteca
central UNMSM (14, 15)
o Capece , J.(agosto,2005) Déficit Atencional & Abuso de Sustancias: ¿Un encuentro casual?.
Ponencia presentada en el IV Congreso Mundial de Psicoterapias - “La psicoterapia como puente
entre culturas” Buenos Aires ,Argentina. Recuperado el 30 de mayo de 2010 , de:
http://www.ctcar.com.ar/publicaciones/Deficit%20Atencional%20y%20Abuso%20de%20Sustanci
as.pdf
o Carroll KM, Rounsaville BJ (1993). History and significance of childhood attention déficit disorder
in treatment-seeking cocaine abusers. Compr Psychiatry 34:75:82.
o De la Peña (2000) . El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Rev Fac Med
UNAM 43(6).
El TDAH y su relación con las adicciones.
41
o El 20% de los adultos que sufren adicciones tienen trastorno de déficit de atención e
hiperactividad, según un experto (SALUDALIA 02/06/2008).Recuperado el 30 de mayo de 2010,
de:
o http://www.diariodesalud.com/diarioSalud/servlets/noticia.jsp?idNoticia=380510http
o Frances ,A.( 2003). DSM IV-TR. Barcelona, España : Masson .
o Gelder M. (2001). Oxford Psiquiatría. Core text. Madrid, España: Marban.
o HARO, Gonzalo, “Trastornos adictivos”, revista, CASTELLON.
o IBAÑEZ, Ángela, “La ludopatía, una nueva enfermedad”, 2000.
o Kaplan , Sadock. (1997). Tratado de Psiquiatría/VI. Tomo IV. 2217-2234 . Buenos Aires, Argentina:
Intermédica.
o López-Villalobos, Serrano I, Delgado. (2004) .Trastorno por déficit de atención con hiperactividad:
comorbilidad con trastornos depresivos y de ansiedad. Psicothema. 16(3): 402-407.
o Lorea Conde, I (2006) “Características clínicas, comorbilidad psicopatológica y rendimiento
neuropsicológico en adictos a la cocaína en tratamiento ambulatorio”. Pamplona, Iruña (4. 111-
124).
o Martin D. Ohlmeier; Karsten Peters. Comorbilidad de la Dependencia a Alcohol y Drogas y el
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad” (TDAH) RET, revista de toxicomanías nro. 58.
Hannover, Alemania.
o Mestre, Luisa (2007) “Nuevos perfiles: análisis del perfil del consumidor de cannabis
adulto”http://www.canpalerm.com/documentos/Taula_Sra_Luisa_Mestre_74.pdf (consultado el
10 de noviembre de 2010)
o Ochoa, Enriqueta; Salvador, Estrella; Madoz-Gurpide , Agustin, (2010) “Trastorno por déficit de
atención e hiperactividad en adolescentes consumidores de sustancias” Madrid (4, 17-19)
El TDAH y su relación con las adicciones.
42
o Pedrero P, Puerta G, Olivar A.(2004) “Trastorno por déficit de atención e hiperactividad y su
relación con rasgos y trastornos de personalidad en consumidores de drogas en tratamiento:
estudio del WURS y su relación con el BFQ y el MCMI-II. Una visión crítica”. M. Trastornos
Adictivos;6(3):192-212.
o Pérez de los Cobos.(2009). Trastornos duales: Adicciones relacionadas con Trastornos mentales
en la infancia o la adolescencia. Un reto de asistencia y prevención. Barcelona, España: Ars
Medica.
o Rosan T. ( 2004). Percepción de la realidad y ejecución en la conducta del individuo con ADHD.
ALCMEON 43, año XVI, vol II, N 3. 289-293.
o ROSLER, Michael, “Hiperactividad” 2006.
o San Molina L, Martínez-Raga.(2004). Otros diagnósticos en patología dual. Monografías de
psiquiatría, 16 (4), 32-34.
o Schubiner H. (2005) “Substance abuse in patients with Attention – Deficit Hiperactivity Disorder:
Therapeutic Implications”. Estados Unidos.
o Soutullo, Diez. (2007). Manual de diagnóstico y tratamiento del TDAH. Madrid, España: editorial
médica Panamericana.
o Souza y Machorro M, Guisa Cruz V, Barriga L. (2005). TDAH y su comorbilidad adictiva. Rev Mex
Neuroci; 6 (3): 227-244.
o Strohbeck-Kuehner P, Skopp G , Mattern R (2008). Caso clínico El cannabis mejora los síntomas
del TDAH. Cannabinoids 2008;3(1):1-3
o Sullivan MA, Levin FR (2001). Attention-deficit/hyperactivity disorder and substance abuse.
Diagnostic and therapeutic considerations. Annals New York Academy of Sciences 134:251- 270.
El TDAH y su relación con las adicciones.
43
o Szerman, N.(2008). TDAH en la adolescencia ?. 50 preguntas orientativas para reconocer y tratar
el TDAH. (1a Ed). Madrid, España: Draft Editores S.L.
o Terán A; Carriedo F, Póveda R, Álvarez J, Durantez M.(2007). Prevalencia del TDAH en
consumidores de cocaína en tratamiento en un Cad. ADICCIONES.; 19(3)
o Travella J. (2001). Síndrome de atención dispersa, hiperactividad e impulsividad en pacientes
adultos (ADHD). ALCMEON 38, año XII, vol 10. N 2,150-155.
o Vergara-Moragues a, F. González-Saiz b, Ó. Lozano-Rojas c, (2010) “Diagnóstico del trastorno por
déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en pacientes adultos con dependencia de cocaína:
utilidad de los nuevos síntomas de funcionamiento ejecutivo de Barkley”, España (2) 72-78.
o Wilens TE, Spencer TJ, Biederman J (2000). Attention-deficit/hyperactivity disorder with
substance use disorders. En: Brown TE (Ed.). Attention-deficit disorders and comorbidities in
children, adolescents, and adults. Washington, DC: American Psychiatric Press, 319-339.
o Wilens TE, Faraone SV, Biederman J, Gunawardene S (2003). Does stimulant therapy ofattention-
deficit/hyperactivity disorder beget later substance abuse? A meta-analytic review of the
literature. Pediatrics 111;179-185.
o http://ecodiario.eleconomista.es/salud/noticias/2000692/03/10/Relacionan-el-trastorno-por-
deficit-de-atencion-e-hiperactividad-con-adicciones (consultada el 10 de noviembre de 2010),
España. 2010
o http://www.medicosypacientes.com/noticias/2009/10/09_10_26_tdah (consultada el 10 de
noviembre de 2010).
o http//que-es-la-ludopata-es-una-enfermedad-o-un-vicio-tiene-curacion-como-comportarse-los-
familiares-con-un-jugador-etc-f6.es articulo “Que es la ludopatía?” (Consultada 10 de noviembre
de 2010)
El TDAH y su relación con las adicciones.
44