Post on 18-Jan-2020
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N úc1eo de un drama, o ciclo de dramas, que acaso q~,edaron en el hondo abismo del olvido. La pura enumeraClOnde temas nos hace ver la posibilidad de todo un tratado deexposición. A la nuestra s~bria. vam?s a proc~der ahora.
Aún conviene para la mtehgencla de lo dIcho y de lo queha de decirse, hacer un resumen de los actos con que se ~ele.
braba la fiesta de cada ocho años, en la llamada Atamalcuahzth,o también Atamalcualoyan, por los tamales sin condimiento nisal que en esos días se comían.. ..
Siete días de ayuno de todo condImento y de abstl11enClasexual se guardaban antes de la festividad.
En ella se celebraba el renacimiento del Maíz, en su formadivi;lizada, o sea, con nombre náhuatl, .de Cinteotl.
Un acto de importancia era el baIle general de los dioses,representados por personas que vestían sus insignias distintivas. El texto dice para designar este acto tetett .ítotiloya ; "eltiempo de bailar de los dioses". ., .
Muy importante era la representaclon con dIsfraces, enque se presentaban con. atavíos de c?librí, !ll~ril?!?sa, abejón,mosca, pájar<;J, escarabaJO, ~ otros. mas (hu~tz:tz~ltn, papalotl,xicotli, zayoh, tototl, temolh, tecuttlaololo). Mas rara es otraclase de disfraces: "de sueño, con támales de frutos comocollar, con collares de carne de gallina" (cochiztli ixocotamalcozqui, totolnacatl incozqui).
Había al fin quien se presentara con disfraz de "pobre,vendedor de legumbres, vendedor de leña" (motolinia, motequi-
UNIVEltSlDAD bE MEXlcO"
q~lilmaquilia, motecuacuamaquilia) , o de leprosos (teUCltCfIXqui). La más bizarra manifestación era la de "aves, buhos,lechuzas" (tofome, teculotl, chicJtitl). j Un verdadero carnavalcon sus farsas y sus regocijos populares que Sahagún recogiódiligente en el Apéndice a las Fiestas! I
U na de estas extrañas diversiones era el engullimientode culebras acuáticas y ranas vivas que hacían los habitantes deun barrezuelo del sureste de Tenochtitlán, llamado Mazapán,o ·Mazatlán. Nada tiene que hacer en este lugar el lejanoMaz~tlán de la tribu mazateca, como pensó Seler.
Todo llegaba a su fin con un reparto de tamales de fruta,con que el rey agasajaba al pueblo, eso tras una larga procesiónque daba cuatro vueltas al templo mayor.
En la fiesta como se puede advertír, por estos ligerosrasgos que pudieran ampliarse s.in medida, había una re~,e·
moración de hechos Sacros en dIversas ·fases. La renovaClOndel maíz, la celebración de un rito misterioso del cielo, la luchapor la obtención de la vida' y el' fin~l triunfo, s~n ?e losaspectos que verem.os en el poema mas O' menos mdlcados,con claridad a veces, otras entre penumbras..':,
* Informantes de Sahagún, 2, Veinte' Himnos Sacros de losNáhuas (Fuentes Indígenas de la .Cultura Náhuatl).· 1;-05 publ~ca. ensu texto con versión introducción, notas de comentano y apendicesde otras'fuentes, Ang~1 M' Garibay. K. Seminario de Cultural Náhuatl,Instituto de Historia, UNA M; MéxIco, 1958. 277 pp.
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AUTOBIOGRAFIA
CONVIENE, por lo pronto, no hacersemuchas ilusiones sobre el valor filosófico de una autobiografía, y no,
desde luego, por tratarse de la propia-modestia de buen gusto-, sino porque,en general, la filosofía y la autobiografíaparecen rechazarse como los dos polos dela verdad -o del error dirán algunos-,y de la insignificancia - dirán casi todos."¿ Qué ganamos con añadir vanidad alerror?", sentenciaba Hegel en su Fenomenología del espíritu.
Entre l~s ideas de ~tn filósofo y su vidano hay mas que relaCIOnes equívocas, sondos mundos que se tocan sólo por accid~,nte, por un malentendu, para confuslon. Se cuenta de Kant que era exactoy pu?tual hasta la pedantería; pero lo quenos lmportaes que su filosofía sea exacta y puntual, no su vida; pues tan concebible y .re~l es ~n un pensador puntualun pensamIento mexacto, como en unhombre de vida desordenada, ideas exactas y precisas. La fealdad de Sócratesconvive con la belleza de su pensamiento,a menos que se diga que era bello interior/nente para salvaguardar a toda costala anhelada correspondencia.
No hay paso de la idea a la vida. todocontacto produce un corto circuito y' comoresultado la oscuridad. Las cualidades deun sistema filosófico, como la coherencia, la fundamentación, la profundidad sepredican también de la persona del pensad~r y las crisis coin.cidentes de un pensamIento, y de una VIda suscitan la ilusiónde ser homogéneas. Pero nada autorizaesta. suposición. Poner en crisis un pensamIento y vivir en crisis no tienen en común sino la palabra crisis.
El 25 de septiembre de 1906, Edmundo Husserl escribía en su diario: "Mencionaré la tarea que a mi parecer tengoque resolver en primerísimo lugar, si esque he de seguir llamándome filósofo. Merefiero a una Crítica de la razón. Unacrítica de la razón lógica y práctica, axiológica en general. Sin haberme aclaradoen sus grandes rasgos el sentido, esencia,métodos y perspectivas capitales de unacrítica de la razón, sin haber e§bozado,
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y
FILOSOFIAPor Emilio URANGA
fijado y fundamentado, sin haber pensado hasta lo último sus contornos generales, no puedo real y verdaderamente vivir. Las torturas de la falta de claridad,de un dudar zozobrante, las he sufridohasta saciarme. Tengo· que alcanzar cierta firmeza. Sé que me empeño en algogrande, muy grande, sé que enormes genios han fracasado en estas bregas, y sime diera por compararme con ellos, tendría de antemano que desesperar ..."
He aquí, sin duda un documento autobiográfico. A primera vista no hay máspaisaje que el de un alma atenazada otorturada por la falta de claridad, zaran~
deada por una duda zozobrante y confe-
Edmundo Husserl
sando que sin resolverla no puede real yverdaderamente vivir, y que su víctimano merecería el título de filósofo. Podríamos completar los datos que nos aportala carta con lo que nos dicen sus biógrafos. En ese año cumple Husserl los cincuenta tiene detrás una de sus obrascapital~s -Las investigaciones lógiéas(1900)-, es profesor de filosofía después de haberlo sido de matemáticas, jefe de una escuela prestigiosa... y talseñor, a esa edad vive en crisis, y se ponea pensar en serio en abandonar su cátedra de filósofo, retornar a la de matemáticas, o dedicarse, dice con toda seriedad,a redactar manuales aproblemáticos de lógica elemental para los alumnos de laRealschule, siguiendo el consejo de suadmirado Bolzano, para quien la lógicaes en último término "la ciencia que nosenseña cómo exponer las ciencias en tratados adecuados".
La crisis de Husserl terminó, como loscuentos de hadas en un desenlace feliz.El filósofo hincó su poderoso instrumentode análisis en los fenómenos que le eranpoco claros, arbitró para resolverlos elfamoso método de la reducción, y pudocontinuar sus reflexiones y sus clases casihasta el final de su vida "en la tranquilaciudad de Friburgo" ... y sin embargono es esto lo que importa. Lo que real yverdaderamente nos llama la atención deHusserl es que la crisis de que aquí habla no es una crisis vital, sino estrictamente filosófica que encontró sus vías desuperación en su propio elemento, aunque, y esto también es filosófico, tal crisis está dicha en términos vitales, familiares, entrañables. Un aforismo de Hegel,de la época de Jena, precisará lo que queremos insinuar: "La mujer del campesinovive en el círculo de su Liese - su vacapreferida, y de sus terneras negras y pintadas; vive también en el mundo de suhijo Martincillo y de su U rsula, la sirvienta. Para el filósofo son tan familiares, como las vacas para la campesina, lainfinitud, el movimiento, las leyes sensibles, etc. Y así como la mujer del campesino habla compungida de su hermano yde su difunto tío con todos sus pelos yseñales particulares, así también habla elfilósofo de Platón, de Spinoza, etc. Tanta realidad tienen aquéllos como éstos,
UNIVERSIDAD DE ME.xICO 19
nes, en en~revistas, o en sus propios tratados estrictamente filosóficos, como enel caso de Descartes y de Spinoza. Antetodo porque ese pensamiento existe, puesno nos las habemos con "sistemas imagin~rios",. con . biografías de un pensal111ento mconslstente, o que se ha perdido, o que nunca se formuló, o que es insignificante.
El biógrafo uato no repara quizá en elvalor del persona ie sino en el inte¡-és dela vida misma. P~ro en estos extremos labiografía vale exclusivamente por efectodel biógrafo. I\ecuerdo la biografía de unpillo londinense escrita por el doctorJ ohnson, o la de! soldado don Alonso deContreras tan loada por don José Ortegay Gasset. ¿ Qué importa en este caso 'laobra objetiva que no existe? Pero tratálLdose de filósofos la cosa cambia. Husserl
es ante todo las Investigaciones, las Ideastan reales como las crisis de su vida personal, pero como dice muy juiciosamenteHegel, con la ventaja de su eternidad ode su pervivencia, si es que no se quiereser tan solemne como el profesor de J ena.
En sus Vidas imagillar'ias, Manuel Schwob agudiza muy irónicamente la situación que aquí debatimos. "He rebuscado", viene a decirnos -cito de memoria-, "toda la filosofía de Aristótelesy no he podido da l' con la clave, o desentrañar su misterio." ¿ Del pensamientode Aristóteles, de la esencia de la metafísica?, nos preguntamos_ "¡ Oh, no !", contesta displicente Schwob. Lo que ningúnbigrafo, escol iasta, o intérprete ele A ristóteles ha logrado aclararme es porquese hallaron en su cuarto, al morir, innumerables vasijas de aceite de Lesbos!"
e 1 R o A L E G R 1 A:
Por E. S. SPERATTI PIÑERO
DE LA SERPIENTE
A EL MUNDO ES ANCHO
Maree! Sehwob
aunque estos últimos los aventajen eneternidad."
En el filósofo de casta las ideas estáncargadas de vitalidad, de familiaridad, váen ellas. En la obra de Husserl abundanlas llamadas al yo, a la responsabilidadindividual. "De tua res agitur" , dice en e!apéndice a sus Ideas 1, apostrofando,amonestando, como si se tratara de unacurta' personal 'dirigida a un discípulo"existencial" al que instara a s'engagel'.Pero; debemos dar más que un valor retórico-a tales procedimientos? Basta abrirel Discurso del método de Descartes o laReforma del entendimiento de Spinozapara topar con semejantes giros persuasivos. ; Existencialistas avm¡t la lettre?En macla alguno. Simple y llanamente filósofos. grandes filósofos artistas que sehan percatado de la eficacia que entrañaestilizar autobio(lráficamente la filosofía"modularla con el sabor de una c'onfesión,de un testimonio personal, auxiliados poresa concreción que como dice HegeL-tienen las ideas en esos pensadores. N'adatan cercano a la ilusión de la vida. comola vida personal, nada que procure la sensación ele que no se vive entre abstracciones como personalizar las ideas, revestir_las de las formas cle una vivencia personal. de una crisis individual, incanjeable,dramática, patética.
Porque por un momento "pongamosentre paréntesis" la personalidad de Husserl como pensador y enfrentémonos alas líneas de su diario como si se trataraexclusivamente del documento autobiog-ráfico de un hombre cualquiera. ¿Tienenalgún valor? Tal vez. 9uizá hallarían sulugar en libros como los ele la señoraCharlotte Bilhler, El Curso de la vida humana C01110 problema psicológico, o enotros semejantes. pf'ro no en la historiade la filosofía. N o serían estilizacionesautobiográficas de un pensamiento,' sinosimple y llanamente autobiografía, docu~
mento, encuesta, test, anónimo. para más.() firmado por un sujeto insignificante.En cambio sabiendo que se trata de unaslíneas de Husserl la cosa cambia. Su valor lo reciben de quien viene, e! pensamiento del filósofo es la mejor de las recomendaciones para todo lo que quieradecirnos bajo la forma de autobiografía,en cartas, en confesiones, en conversacio-
DE LA PRIMERA a la última de las novelas de Alegría, el tema centrales el hombre, indio o mestizo, del
Perú. Encaradas desele este punto ele vista, pueden considerarse bajo el rótulogeneral de novelas indigenistas. Pero laforma de tratar el tema varía. lo mismoque el tono y la intención.
ra serpiente de ora (1935), fundamentalmente poemática, exalta a los balseros del Marañón, cuya vida y cuyamuerte depende por completo del ríobienhechor o despiadado, verdaclero símbolo del destino. "¡ Nuevo Dios !". lo llama el cholo narrador. Y como a Dios sele dirigen los hombres que trabajan ensus orillas o en sus aguas:
Río Marai¡ón, déjall1e pasar;eres duro y fuerte,110 tienes perdón.Río ]\;[araiión, tengo que /Jasar:tú tienes tus aguas,yo mi corazón.
Pero el hombre. que conoce por experiencia el poder del río, que lo respetay lo teme, sabe decir también. como lomuestra la segunda parte de la copla, suvoluntad inquebrantable.
Su viela es de lucha, pues. Lucha constante con la corriente que ahoga y destruye. "Pero los cholos" son "de la corriente más que de la tierra" y, según laafirmación de uno de ellos, "no le juimas porque semos hombres y tenemosque vivir COl11ues l~ vid.a". Y s,i se muere."~qué más da?" I'.ataJ¡~mo, S1l1 d~lda, alcual un héroe senctllo, I11genuo e 111consciente de su propia grandeza trasn~uta enacción y en trabajo. en generoSIdad yen amor. Porque en esos "valles... lavida es realmente tal".
J unto al río, hasta los señores parecenamansados. Así don Juan Plaza, hacendado de Marcapata, hospitalario e hidalgo quien tiene "para los forasteros tinacordi~lidad ancha y firme" y por el cual
DE OROY AJENO
la mi rada de sus criados destella de fidelidad "atenta, solicita, inclinada y rendida". Junto al río, los forasteros que llegan de T.Íma con ambiciones de dominioe ideas de superioridad, como do'n Osvaldo, suelen perder algo de su carácter.El río de 01'0 puede también frenarlosdefinitivamente en su ímpetu conquistador encarnándose en la amarilla intiwara,cuya mordedura quita en segundos lavida orgullo v ambiciones. El río, símbolo' ahOl-a de" la antigna deidad serpentina elel Jncario. mata a quien quieredomeñarlo y quiere domeñar también asus hombres por a fán de codicia.
Otros peligros hay por las cercaníasdel Marañón. Peligros apenas señalados,
Cementerio del Cuzco