Post on 02-Feb-2016
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Juventud universitaria desde la virtualidad y las nuevasredes sociales
Natalia Córdoba Claros / Claudia Patricia Montenegro MuñozFundación Universitaria de Popayán
ranchode_lucas@hotmail.com claudia.montenegro@fup.edu.co
ResumenEsta investigación realiza un análisis de la influencia de los medios de comunicación virtual
en los jóvenes de la Fundación Universitaria de Popayán, Colombia, específicamente de la
red social facebook y el dispositivo telefónico blackberry, a partir de un análisis teórico del
concepto de cultura, industria cultural y sociedad del consumo. Nuestro estudio permite
conocer los diferentes puntos de vista que tienen los jóvenes acerca del uso y la apropiación
de las comunicaciones virtuales en la vida cotidiana.
AbstractThis research is an analysis of the influence of virtual media in young adults of the
Fundación Universitaria de Popayán, Colombia, more specifically the social network that is
Facebook, and the use of Blackberry smartphones; stemming from the use of a theoretical
analysis of the concepts of culture, cultural industry and a society of consumers. Our study
aims to differentiate the diverse points of view that young adults have about the use and
ownership of virtual communication in their everyday life.
Palabras clave:Consumo, nuevas tecnologías, juventud.
Introducción
Las redes sociales ejercen un poder en la forma de actuar y pensar de los jóvenes
universitarios, ya que de alguna manera son plataformas de ocio para las nuevas generaciones,
que día a día construyen un estilo de vida y nuevas formas socialización e interacción en un
espacio cultural globalizado.
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El “vicio virtual” como lo hemos denominado, en gran medida ha remplazado el contacto
personal convirtiéndose en un puente comunicacional que acorta las distancias entre grupos
sociales y personas. Esto sin olvidar también que las nuevas tecnologías de comunicación son
herramientas de poder para la manipulación mediática de la sociedad de consumo.
De esta manera Facebook y los dispositivos móviles como el BlackBerry, así como otros
sistemas redes, también son parte de un modelo económico que ha generado en la sociedad de
la información formas de intercambio no sólo ideológicas, sino también de productos e
insumos teniendo mayor impacto en las esferas económicas empresariales.
Las nuevas plataformas tecnológicas permiten a los usuarios conectarse a lo intangible y
desconectarse a su vez de la realidad tangible, razón por la que generalmente las comunidades
imaginarias de jóvenes que interactúan en el ciberespacio se camuflan en un juego de rol. No
obstante, se constituye también en una necesidad de esparcimiento que genera adicción, pero
desde su aplicación en la Universidad puede llegar a ser a su vez una herramienta de trabajo
valiosa, esto desde una adecuada orientación profesional ya que provee información y nuevos
conocimiento para los estudiantes, o bien, puede convertirse en un medio de comunicación
alternativo que permite contextualizar a los jóvenes en los sucesos que afectan a la sociedad y
de este modo alcanza a ser un medio para la crítica social.
Presentación
La cultura es sin lugar a dudas un entramado de nudos y flujos de relaciones del cual hacemos
parte en todos los niveles de interacción. La necesidad de ser y pertenecer a un grupo satisface
nuestras necesidades de comunicación, belleza y conocimiento, y por otro lado nuestros
deseos de poder, legitimarnos bien sea ante el medio o la sociedad que nos circunda.
Hoy en día, la comunicación es una de las vías más influyentes en la vida cotidiana, desde
temprano prendemos la televisión, escuchamos las noticias, conectamos el computador,
visitamos simultáneamente las cuentas de correo gmail, hotmail, facebook, elliberal.com, etc,
para vernos inmersos, informados e “interesados” en lo que ocurre a diario; mas ¿realmente
somos conscientes del afán con el que despertamos del sueño para sumergirnos
inmediatamente en la realidad virtual de nuestra cotidiana existencia?
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Ya no sólo el correo electrónico es la expresión más usada en el mundo virtual. El chat ha
aumentado también su prevalencia de uso, lo que facilita la multicomunicación entre los
usuarios de las redes digitales. De esta manera, no sólo se chatea con varias personas a la vez;
sino que, de manera paralela, indagan información en los distintos motores de búsqueda
existentes, mientras de fondo suena la música que se reproduce en formato mp3. Es decir, se
está desarrollando la posibilidad de realizar tareas simultáneas a través de las distintas
plataformas digitales (Gabelas, 2009)
El mundo se mueve aceleradamente, vamos y venimos con la urgencia de acceder a los
inevitables deseos de consumo moderno, donde vivimos “una cultura de comunicaciones
totales e inmediatas: fax, modem, correo electrónico, teléfonos celulares. (…) se trata de un
programa y de una estética de lo cotidiano, en el que estamos todos y sobre el cual es
imposible imaginar ningún retroceso” (Sarlo, 1996).
En este sentido, lo que ha generado este tipo de cotidianidad, ahora llamada también
posmodernidad, es un cumulo de nuevas necesidad a las que sin darnos cuenta hemos
accedido, motivados por el entramado comercial de productos, por la toma de posiciones y
por el hecho de sentirnos parte importante frente al medio del consumo, de tal suerte que si un
compañero tiene algo, y a su vez el amigo de éste también lo tiene, yo me veré en la
obligación de tener, por encima de mi situación social, política o económica premia el
artefacto, el medio o el producto al que se quiere acceder para ser o estar.
La cultura se encuentra en una transformación constante, esto se ve reflejado en la evolución
e innovación que han tenido los diferentes medios de consumo, los cuales cada día permean
la sociedad, tanto en nuestros pensamientos como en ideas, logrando una fuerte manipulación
que nos incita y constantemente nos seduce a su uso, aquí lo primordial no es opinar, ni
pensar, importa más cuanto podamos desear del otro, para copiarlo e imitarlo al punto de
volverlo nuestro.
Manipulación y consumo capitalista
Estamos en una era capitalista de consumo, donde los medios de comunicación juegan un
papel fundamental, pues son los responsables de un estímulo-respuesta en las masas, y al
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mismo tiempo imponen las nuevas propuestas del mercado actual, incentivándonos a
comprar, homogenizando a una sociedad estereotipada que a su vez es excluyente, ya que
sólo el que posee el poder adquisitivo logra un estatus social. En la escala de la estratificación
económica al individuo se le mide por las pertenencias; de este modo el capital juega con el
producto en términos de apariencia y tecnología, innovando cada día objetos novedosos y
llamativos, avances que crean imágenes y construyen sentidos como una forma estratégica de
llenar los vacíos internos de los individuos.
Se cita un ejemplo claro de alienación y manipulación en el inconsciente colectivo, como lo
ocurrido en China, un joven de tan sólo 17 años de edad, a quien le fue extraído un riñón
exactamente hace un año para comprar un Iphone y un Ipad, y que ahora está gravemente
afectado por una deficiencia renal (Programa radial transmitido en Colombia).
Esto nos confirma que la tecnología tiene una fuerte influencia en los jóvenes, quienes a
diario se ven tentados frente a distintas innovaciones que se encuentran en el mercado; sin
embargo, hay que rescatar que muchas de estas tecnologías han aportado beneficios para la
sociedad en lo que tiene que ver con el acceso a servicios y agilización de trámites privados y
públicos.
La aparición del internet, y el consecuente uso masivo de las redes sociales como el facebook,
tweeter, entre otros, lo que ha generado es un tipo de interacción social virtual desde
cualquier parte del mundo, más aun con el uso del dispositivo personal BlackBerry.
La wikipedia, los blogs, myspace, Second Life, son la versión lúdica, anónima, carnavalesca
de la red, con el 2004 apareció la otra dimensión de Internet, el «facebook», nacido en
Harvard. Unos estudiantes creyeron que a la red le faltaba todavía una alternativa: todo aquel
que quisiera colaborar para exponer, construir, participar, tendría que identificarse, y no
admitían a nadie en la «facebook» que no diera sus datos personales (Gabelas, 2009).
En este sentido, las tecnologías de información y comunicación actualmente son las
generadoras de grandes cambios sociales a los cuales nos hemos adaptado de manera rápida.
Ya no es posible pensar en el desarrollo humano sin tomar en cuenta a los medios
tecnológicos de comunicación actuales, (Blanco, 2010).
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Ahora es cada vez más necesario sentirnos parte de la aldea global que nos rodea, donde lo
que antes era privado y hacia parte de nuestra intimidad, ahora ha entrado en juego con la
esfera pública, en la que indistintamente de la posición social accedemos al juego de la
seducción mediática, leyendo noticias de moda, farándula, publicidad, realitys y, sobre todo,
consumos actuales de las diferentes tecnologías y cliches, esto a través de la inclusión en
grupos de redes y comunidades imaginarias, con cual es suficiente para sentirnos incluidos.
La sociedad cada día se aferra más a los medios tecnológicos, creando una mayor
dependencia, en el sentido de que hemos permitido que intervenga y haga parte directa del
desarrollo social, así, sobre nuestros escritorios yacen acumuladas la memoria individual y
colectiva de nuestra familia y nuestro trabajo, depositada en dispositivos usb, cámara digital,
Blackberry, pc, ipod por mencionar sólo algunos.
Este hecho involucra especialmente a los jóvenes; para quienes ya no es posible pensar en el
desarrollo humano, sin tomar en cuenta a los medios tecnológicos de comunicación que
existen en la actualidad y su maravilloso acceso al internet. Maravilloso en un sentido irónico
y a la vez contradictorio, puesto que entre más nos da aparentemente, más nos quita en un
sentido concreto de la realidad; por ejemplo, nos da innumerables amigos, cantidad exagerada
de información, bienestar inmediato y precoz, por el hecho de poder anticiparnos a la
respuesta de adversarios, en fin, basta con acudir a sitios web como “el rincón del vago” para
que las preocupaciones académicas desaparezcan, y así poder seguir chateando con el vecino
que vive a escasos 100 metros de nuestra casa. Asimismo, nos quita el tiempo necesario para
consultar, investigar en bibliotecas, escuchar al otro “face to face, no facebook to facebook”;
nos quita el propio interés por la humanidad.
Concretamente se podría argumentar con mil respuestas a favor y otras miles en contra del
uso de este tipo de tecnologías vistas desde una manera general; el problema viene cuando
tomamos conciencia de esta problemática, y como estudiantes universitarios nos sentimos
parte de una encrucijada global, en la que ni nosotros mismos, ni nuestros padres o maestros
tienen culpa, aquí no hay culpables, pues sólo somos el producto social del desencanto, la
aceleración y la manipulación de la intimidad a la que nos ha llevado la modernidad.
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Ahora bien, al sabernos conscientes en parte, porque tampoco hemos logrado un nivel de
conciencia superior que nos exima del hacer parte del uso indebido de las nuevas tecnologías,
planteamos la preocupación causada por el tipo de influencia que los diferentes medios
masivos han generado dentro del bajo nivel académico de las universidades en general,
particularmente hablando dentro de la Fundación Universitaria de Popayán.
En este sentido, hemos realizado una serie de entrevistas a estudiantes hombres y mujeres, en
edades entre los 18 y los 25 años, quienes han manifestado indistintamente dos tipos de
reacciones, pues mientras para la mayoría el consumo de Facebook y el uso de Blacberry,
representan un sentido positivo dentro de la comunicación, por la eficacia, la inmediatez, por
el hecho de haber logrado comunicarse con amigos y familiares lejanos; también representa
una amenaza con el hecho de que este tipo de acciones cada vez cobran mayor fuerza al punto
de convertirse en un hábito difícil de controlar, es un tipo de necesidad de la que muchos
parecen no poder, ni querer salir, en pocas palabras se transforma en un vicio o una adicción.
A diferencia de estas respuestas, encontramos que para algunos pocos, 2%, el uso de estos
medios no es necesario. En el caso del Blacberry por el costo que además es muy elevado y
en el caso del Facebook, por representar un medio que aísla de las relaciones personales e
interpersonales con el resto de la sociedad, llegando incluso al extremo de llamarla “la
sociedad de las cabezas agachadas”, quienes sumidos en sus mundos virtuales olvidan el resto
del mundo y de la sociedad.
Ahora bien, dentro del contexto universitario y la difícil problemática en la que muchos de
nosotros nos hemos involucrado sin darnos cuenta, surgen cuestiones por parte de los mismos
estudiantes quienes al tiempo que hacen uso de los medios se están preguntando si ¿este tipo
de recursos está aportando a la juventud, o por el contrario está cambiando sus valores
morales y la ética?
Este tipo de reacciones confluyen con el objetivo de este ensayo, que nos ha llevado a
cuestionar el hecho de observar dentro de la sociedad a jóvenes, compañeros, familiares y
demás sujetos sociales, la forma en que se están resolviendo sus vidas, su presente inmediato,
sus relaciones cada vez más impersonales con el medio, su propia vida académica, etc..
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Nuestra preocupación se enfoca específicamente en el bajo índice académico presentado por
quienes más acceso tiene a estos medios, y poco hacen por controlar el excesivo consumo.
Conclusión
Como conclusión podríamos argumentar que nos encontramos inmersos dentro de una esfera
global a la que indistintamente de nuestra condición social, religiosa, política y económica
tenemos la necesidad de acceder ya por ocio, por trabajo o por la inevitable necesidad de
colmar el vacío y la soledad a la que nos ha llevado la posmodernidad. Podría llamársele una
plataforma sobre la que cotidianamente nos sumergimos para navegar sobre la superficie
cubierta de ventajas y opciones que nos pueda facilitar el influjo inmediato con la vida y la
sociedad; y otras, para sumergirnos dentro de un tipo de profundidad oscura y malévola quizá,
de la que si no nos percatamos de la intensidad e intencionalidad con que accedemos a ella,
sencillamente termine por determinar nuestro propio sentir, nuestro propio desear y nuestro
propio vivir, se trata solamente de equilibrar el consumo ético de estas nuevas tecnologías.
BIBLIOGRAFÍA
Baudrillard, Jean, (1981), De la seducción, Madrid.
Blanco, Jorge Alfredo, (2010). Las Tecnologías de la Información y Comunicación: Factores
determinantes de los cambios culturales entre jóvenes usuarios, México.
Gabelas, José Antonio, (2009). Pantallas y jóvenes en el ágora del nuevo milenio, En
Adicciones y nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, La rioja, Quintana,
Industrias Gráficas, España.
Irribarría, Juan del Pozo; Pérez, laura, Ferreras, Oleffe Miguel, (2009). Adicciones y nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación, La rioja, Quintana, Industrias Gráficas,
España.
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Pérez Prado, Luis y castro, Carlos, (2009). Informe sobre Juventud, Innovación y Sociedad
del Conocimiento, Iberoamérica, Madrid.
Sarlo, Beatriz, (1996). Instantáneas: medios ciudad y costumbres en el fin de siglo,
Argentina.