Post on 06-Jul-2015
description
LA IMPORTANCIA
DE LA
ALIMENTACIÒNEn los primeros años…
La leche materna es el
mejor alimento para que el
lactante crezca y se
desarrolle con salud.
Durante los seis primeros meses
de vida se debe alimentar al
lactante exclusivamente con leche
materna, para que su
crecimiento, desarrollo y salud
sean óptimos.
Pasados esos seis meses,
deben introducirse alimentos
complementarios adecuados e
inocuos, combinados con la
lactancia materna hasta los
dos años como mínimo.
EL DESTETE Y LA
ALIMENTACIÒN
DEL BEBÈ
El proceso de finalizar la
dependencia exclusiva de un
bebé de la leche materna o de
una fórmula y pasar
progresivamente a la
alimentación sólida se conoce
como DESTETE.
El objetivo principal del
destete es introducir nuevos
sabores y enseñar al bebé a
comer con cuchara.
Los lactantes pueden comer
alimentos en forma de puré,
triturados y semisólidos a partir
de los 6 meses.
Los primeros alimentos indicados
son frutas, como por ejemplo
banana, manzana, pera, durazno;
y verduras como papas y
zanahorias.
A partir de los 8
meses se puede
dar a la mayoría
de los niños
diversos
alimentos que
se pueden comer
con la mano.
Y a partir de los 12 meses
pueden comer en general los
mismos productos que el resto
de la familia.
Es importante tener en cuenta
que los alimentos deben tener
una consistencia apropiada para
la edad del niño.
Además de proporcionar una
variedad y cantidad
adecuadas de alimentos con la
frecuencia idónea, es
importante demostrar
sensibilidad al momento de
alimentar al niño.
Se deben alimentar a los
lactantes directamente y ayudar a
los niños más grandes cuando
coman por sí solos; darles de
comer despacio y con paciencia y
alentarles a comer, pero sin
forzarlos; cuando se nieguen a
comer, se probarán diferentes
combinaciones de alimentos.
La hora de comer debe ser
un momento de aprendizaje
y amor: un momento para
hablar con los niños y tener
contacto visual con ellos.
Es importante que los niños
ingieran alimentos de los cuatro
grupos, incluso repartidos en varios
días, de esta forma, la dieta será
equilibrada.
LA
ALIMENTACIÒN
DEL NIÑO A
PARTIR DE LOS
3 AÑOS
El niño necesita
una dieta
equilibrada que
le proporcione
energía y otros nutrientes
Para ello será
necesario respetar
las 4 comidas
diarias e incluir
las colaciones correspondientes.
EL DESAYUNO
Es una de las tomas del día
más importantes. Su
ausencia puede provocar una
disminución de la atención y
del rendimiento.
A media mañana se puede
tomar, como refuerzo del día, una
fruta, un yogur o un bocadillo de pan
con queso.
EL ALMUERZO
Es importante que el
niño tenga un
almuerzo sano y
nutritivo ya que es lo
que le permitirá
obtener la energía que
el cuerpo desgastará a
lo largo del día.
LA MERIENDA
Permite
incluir
productos de
gran interés
nutricional como son los
lácteos, fr
utas
naturales
y
bocadillos diversos.
LA CENA
Como platos propios de la cena se
sugieren purés, sopa o ensaladas, y,
como complemento, carnes, huevos y
pescados dependiendo de lo que se
haya tomado en la comida del
mediodía. Como postre: fruta y lácteos.
Debe ser consumida a una hora
no muy tardía para evitar que la
proximidad al momento del
sueño impida que los niños
duerman bien.
FORMACIÒN DE
HÀBITOS
ALIMENTICIOS
La edad que comprende desde
los 3 a los 6 años es una etapa
esencial en la formación de
hábitos alimenticios.
Se debe:
• Educar a “comer de todo”.
• Atender las necesidades de
energía, por tratarse de un
periodo importante de la vida
para el normal crecimiento y
desarrollo, y de gran actividad
física.
• Cuidar el aporte de proteínas de
muy buena calidad (carnes,
pescados, huevos, lácteos), pues
las necesidades son,
proporcionalmente mayores que
las de la población adulta.
• Iniciar en el hábito de un
desayuno completo.
• Evitar el abuso de
dulces y gaseosas.
• Dedicar el tiempo necesario
para que el niño aprenda a
comer disfrutando.
Los alimentos
no deben ser percibidos por él
como un premio o un castigo.
Una alimentación
inadecuada en la primera
infancia es uno de los
principales factores de
riesgo de mala salud a lo
largo de la vida.
Entre los
efectos a
largo plazo
cabe citar un
mal
rendimiento
escolar, una
menor
productividad
alteraciones
del
desarrollo
intelectual y
social, y
diversas
enfermedades crónicas.
Por todo lo anteriormente
mencionado es importante
que seamos conscientes a la
hora de alimentar a nuestros
niños para favorecer un
crecimiento sano.
Tal como lo proclama la
“Declaración Universal de los
Derechos del Niño”:
El niño debe gozar de los beneficios de la
seguridad social. Tendrá derecho a crecer y
desarrollarse en buena salud; con este fin
deberán proporcionarse, tanto a él como a
su madre, cuidados especiales, incluso
atención prenatal y postnatal. El niño tendrá
derecho a disfrutar
de alimentación,
vivienda, recreo y
servicios médicos adecuados.