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LIBRO DE ACTAS
EDITORES
María Reina-Bueno
Guillermo Lafuente-Sotillos
COMITÉ CIENTÍFICO
Francisco Ariza Zafra
Gabriel Domínguez Maldonado
Blanca Lafuente Fuster
Guillermo Lafuente Sotillos
Pedro V. Munuera Martínez
Inmaculada Palomo Toucedo
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EL MECANISMO DE WINDLASS Y SU RELACIÓN CON LOS MOVIMIENTOS
OCASIONADOS EN EL MIEMBRO INFERIOR
María José Manfredi-Márquez
Javier Ramos-Ortega
Natalia Tovaruela-Carrión
INTRODUCCIÓN – MARCO TEÓRICO
El mecanismo de Windlass (en adelante, MW) se define como el efecto que se produce tras la
extensión de la 1ª articulación metatarsofalángica (en adelante, 1ª AMTF), dando lugar a la
plantarflexión del primer radio y la elevación del arco longitudinal interno, mediante la tensión
de la fascia plantar, provocando la supinación de la articulación subastragalina (en adelante,
ASA), el bloqueo de la articulación mediotarsiana y la rotación externa de la pierna, sin ayuda
de la acción muscular, durante el periodo propulsivo de la marcha (1–5).
Es considerado una característica propia y única del ser humano, imprescindible en el
desarrollo de la marcha bípeda (6,7), y esencial durante la fase final del apoyo, convirtiendo al
pie en una palanca rígida con capacidad de propulsión (1,3,4).
La alteración de cualquiera de las estructuras anatómicas que participan en su activación,
causara su ineficacia durante la marcha (3,6,8), de ahí que este mecanismo sea valorado
durante el estudio biomecánico del miembro inferior (9,10).
Existen diferentes patologías tales como la fascitis plantar, el Hallux Limitus o el Hallux Rígidus,
que afectan a algunas de las estructuras anatómicas implicadas en él. Por esta razón, diversos
autores consideran necesario su adecuada evaluación durante la práctica clínica,
permitiéndonos de esta manera comprender mejor el origen patomecánico de las mismas,
facilitándonos de así la emisión de un diagnóstico certero y de un adecuado tratamiento
ortopodológico (3,8,10).
A pesar de su importancia en el funcionamiento del pie y, por tanto, del miembro inferior, no
existe en la bibliografía actual estudios donde se cuantifiquen los movimientos que se
producen, ni cuál es su repercusión a nivel del miembro inferior, en sentido ascendente.
OBJETIVOS
Cuantificar los grados de movimiento que se producen en el miembro inferior
mediante un sistema de análisis cinemático tras extender la 1ª AMTF.
Valorar radiográficamente los cambios que se producen en el pie tras extender la 1ª
AMTF 45º.
Relacionar los resultados obtenidos en ambas técnicas y determinar cómo repercute la
extensión de la 1ª AMTF en el miembro inferior.
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MATERIAL Y MÉTODO
Estudio pruebas-postprueba con un solo grupo de intervención, constituido por 15 sujetos y
realizado en el Área Clínica de Podología de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología
de la Universidad de Sevilla.
Se valoró la línea de Helbing, el Índice Postural del Pie, la extensión de la 1ª AMTF y la
localización del eje de ASA. Se cuantificó la extensión de la 1ª AMTF y la rotación del miembro
inferior mediante el sistema cinemático Bioval®, colocando previamente cuatro sensores
localizados sobre la superficie dorsal de la falange proximal del primer dedo, sobre la zona
medial de la diáfisis del primer metatarsiano, sobre la tuberosidad tibial anterior y sobre el
trocánter mayor del fémur, permitiéndonos observar y comprender el movimiento en los tres
planos del espacio.
Con el sistema cinemático se ejecutaron dos mediciones:
1. Extensión de la 1ª AMTF empleando una cuña con una angulación de 45º con sensores
dependientes.
2. Extensión de la 1ª AMTF con sensores independientes.
Para finalizar se realizaron dos radiografías del pie derecho en carga, desde una proyección
lateral, con la placa de rayos X en contacto con la cara medial del pie y el haz de rayos
perpendicular a la placa, a una distancia de 1 metro. La primera de las radiografías se realizó
con el pie relajado, y la segunda con una extensión pasiva de la 1ª AMTF, empleando en este
caso una cuña de EVA-Corcho con una inclinación de 45º.
Una vez recopilada toda la información se procedió a cuantificar el eje de localización de ASA y
a medir una serie de longitudes y ángulos radiológicos con el software Autocad®.
RESULTADOS - DISCUSIÓN
Sistema de Análisis Cinemático
Con este estudio se pretende determinar cuantitativamente los cambios angulares que se
producen en el miembro inferior durante el inicio y desarrollo del MW de manera pasiva, con
una extensión determinada de la 1ª AMTF mediante el empleo del sistema de sensores
inerciales.
Los resultados obtenidos muestran que tras extender mediante una cuña de 45º la 1ª AMTF
con los sensores configurados de manera dependiente, el valor de la mediana en la extensión
de dicha articulación es de 8,83º ± 14,13, un valor muy alejado de los supuestos 45º.
Consideramos que este resultado puede haberse desvirtuado al no tenerse en consideración
las partes blandas que constituyen esta articulación.
Si comparamos nuestros resultados en máxima extensión con la bibliografía consultada,
comprobamos que nuestro valor es de 47,59º, en contraposición con algunos autores (9, 11)
que consideran necesarios al menos 60º de extensión para alcanzar una adecuada
plantarflexión del 1º metatarsiano (9). Así como 10º de plantarflexión, según Root (9,11), y
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22º, según Fuller (8) para permitir una completa extensión del dedo durante la fase propulsiva
de la marcha, valor no alcanzado en nuestra medición, que fue de 4,12º.
Los resultados no han sido los esperados. Probablemente, los datos registrados por el sistema
no reflejen la realidad. La medición que hemos realizado es indirecta, en la que influyen los
desplazamientos propios de la piel sobre la estructura ósea, desplazamientos que no han sido
captados por el sistema, dando lugar a pérdida de información. Esta apreciación puede
confirmarse si continuamos comparando los valores obtenidos por las tres mediciones en el
resto de las variables, donde se observa poco cambio entre ellas, a pesar de que el grado de
extensión es diferente.
No obstante, y a pesar de la pérdida de información, se observó que a mayor extensión,
mayores son los valores obtenidos en el resto de variables, confirmando la relación entre el
MW y los movimientos rotacionales en el miembro inferior, siendo esta relación menos
influyente a medida que vamos ascendiendo a lo largo del mismo.
Cuantificación Radiográfica
Tras comparar las diferentes mediciones en posición relajada y en 45º de extensión,
observamos que todos ellos han sufrido cambios, viéndose incrementados o reducidos los
valores en función del objetivo de su medición.
El ángulo de flexo-extensión del 1º dedo se ha visto reducido debido a la inclinación dada por
la cuña de 45º. Los ángulos de declinación del 1º metatarsiano y del astrágalo-1º metatarsiano
han aumentado un 50% y un 90%, respectivamente, confirmando el movimiento de
plantarflexión del 1º metatarsiano tras la extensión de la 1ª AMTF.
Así mismo el ángulo de Costa-Bartani se ha reducido, mientras que la altura del escafoides ha
aumentado, reflejándose en estos valores la elevación del ALI tras iniciarse la extensión de la
1ª AMTF y la posterior plantarflexión del 1º metatarsiano.
La concordancia entre el ángulo de Costa-Bartani y la altura del escafoides aporta información
muy relevante, pues es indicativo de un aumento de supinación en ASA. Estos valores no solo
suponen un cambio morfológico del ALI, sino que nos permiten conocer visualmente, el grado
de control efectuado sobre ASA, siendo muy útil en la práctica clínica, ayudándonos durante la
toma de moldes y permitiéndonos conocer el efecto de los soportes plantares.
Por otra parte, la elevación del ALI también trae consigo una reducción de la longitud del pie. Y
para finalizar, el ángulo de inclinación del calcáneo se ha aumentado reflejándose el
movimiento de supinación ocurrido en retropié, siendo este valor el que menor cambio ha
sufrido. Confirmándose con todos estos resultados los movimientos descritos por Fuller, en su
modelo mecánico sobre el MW (3).
Para concluir con las mediciones radiográficas es importante indicar que, cuando se midió los
grados de extensión del primer dedo respecto a la cuña de 45º, se obtuvo como resultado
radiográfico un ángulo de extensión de 25º. Si este dato es comparado con el resultado
obtenido con el sistema de sensores, con el que se alcanzó un valor de 8,83º, podemos afirmar
que las partes blandas, fundamentalmente el complejo gleno-sesamoideo, influyen en la
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determinación del movimiento articular, mostrándonos que el hecho de hacer un movimiento
de extensión sobre la falange no es indicativo de estar actuando sobre la propia articulación
(12 - 15).
CONCLUSIONES
El análisis cinemático indicó que, a mayor grado de extensión, mayor movimiento se generó,
disminuyendo el nivel de repercusión cuanto más distal a la articulación es la estructura.
Se producen cambios en todas las mediciones, siendo más significativos en los ángulos de
declinación del 1º metatarsiano, astrágalo-1º metatarsiano y Costa-Bartani, así como en el
navicular drop.
La diferencia de valores entre la medición con el sistema de sensores y la radiografía nos
confirman que el sistema cinemático presenta menor fiabilidad. La extensión de la 1ª
articulación metatarsofalángica influye en todo el miembro inferior, pero debido a que el
sistema cinemático empleado no es el adecuado, no se ha podido cuantificar con exactitud su
repercusión.
BIBLIOGRAFÍA
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ESTUDIO DE LOS CAMBIOS DE FUERZA EN BASE A LOS ELEMENTOS
ORTÉSICOS COLOCADOS BAJO EL PRIMER RADIO
Inmaculada Rodríguez Moreno
Marina Ballesteros Mora
Javier Ramos Ortega
Pedro V. Munuera Martínez
INTRODUCCIÓN
El primer radio constituye la unidad formada por el primer metatarsiano y el hueso cuneiforme
medial. Nuestra investigación se centra en una de las patologías asociadas al primer radio, la
cual fue descrita por Lambrinudi en 1983(1), denominándola metatarsus primus elevatus;
donde hacía referencia a una alteración en la que la cabeza del primer metatarsiano
descansaba en un plano por encima del plano del resto de las cabezas metatarsales.
En este trabajo, hemos dirigido nuestros esfuerzos en el estudio y terapia de una de las
compensaciones clave a atenuar, para poder restituir el normal funcionamiento de dicha
estructura, como es la pronación.
Por tanto, a través de sistemas que de forma tan precisa nos controla las fuerzas ejercidas por
el pie durante la deambulación, como son las plataformas dinamométricas. Nos planteamos
identificar, qué elementos de los seleccionados, entre todos los descritos, controlan de
manera más efectiva la pronación compensatoria que se genera en un pie con presencia de un
primer radio dorsalflexionado.
OBJETIVOS
a) Cuantificar los cambios que suceden en el vector de la fuerza prono- supinadora (en
adelante FX) en base a los elementos ortésicos colocados en el primer radio.
b) Determinar el elemento ortésico que disminuye en mayor medida los valores que toma el
vector FX
HIPÓTESIS
La colocación de elementos ortésicos bajo la cabeza del primer metatarsiano en individuos con
el primer radio dorsalflexionado va a modificar la pronación del pie.
MARCO TEÓRICO
1. Anatomía del primer radio
a) Osteología: el primer radio es una unidad funcional formada por el primer
metatarsiano y el hueso cuneiforme medial (2).
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b) Artrología: El primer radio consta de dos articulaciones principales, la
cuneometatarsiana y la metatarsofalángica.
La articulación cuneometatarsiana pertenece a la articulación de Lisfranc. Se trata de una línea
que separa el primer metatarsiano del cuneiforme medial, siendo considerada una articulación
sinovial, casi plana, del tipo artrodia (2,3).
Por otro lado, la articulación metatarsofalángica (en adelante AMTF), se divide en dos
articulaciones con una cápsula común, ligamentos y músculos interrelacionados. La primera
estaría constituida por la cabeza del primer metatarsiano y la base de la falange proximal del
primer dedo; y la segunda vendría configurada por la cara plantar de la cabeza del primer
metatarsiano y los dos sesamoideos (3,4).
c) Miología: El primer radio es una estructura con multitud de inserciones tendinosas
y musculares, entre ellas se distingue:
Musculatura extrínseca: los músculos que llegan al primer segmento metatarsal son cuatro: el
peroneo lateral largo, el tibial anterior, el extensor largo del primer dedo y el flexor largo del
primer dedo.
Musculatura intrínseca: El primer radio posee musculatura intrínseca específica, por el
aductor, el abductor y el flexor corto del primer dedo. Además, en la cara dorsal del pie
comparte un músculo con los tres dedos medios, el músculo pedio o extensor corto de los
dedos (3,4).
2 Biomecánica del primer radio durante el ciclo de la marcha
El movimiento de las articulaciones entre el primer metatarsiano y el cuneiforme medial, y
entre este y el escafoides, se produce alrededor de un eje común (5). Este eje fue descrito por
Hicks en 1953 como aquel que discurre desde la parte media del dorso del pie, sobre la base
del primer metatarsiano, hasta el tubérculo del escafoides, con una inclinación aproximada de
45º con respecto a los planos sagital y frontal, y sólo con una ligera inclinación con respecto al
plano transverso (6).
Por tanto, según el eje descrito por Hicks, el primer radio posee un movimiento triplanar; sin
embargo, debido a su posición casi paralela al plano transverso, clínicamente no apreciaremos
el movimiento en dicho plano (6). Por lo tanto, el primer radio presentará movimientos en el
plano frontal y sagital, generándose una inversión y dorsalflexión, o eversión y plantarflexión.
Se considera igual la cantidad de cada movimiento (5).
Durante el ciclo de la marcha, en la fase de contacto encontramos el primer radio en una
posición de dorsal flexión, consecuencia de la acción del tibial anterior, controlando la caída
del antepié al suelo (5,7).
En la fase de apoyo inicial, como consecuencia de la pronación subastragalina, el primer radio
se comporta como un elemento móvil, debido al paralelismo entre las articulaciones astrágalo-
escafoidea y calcáneo-cuboidea (5,7).
9
Al final de esta misma fase, comienza a generarse un movimiento de pronación en
mediotarsiana, el cual generan la estabilidad necesaria para el inicio de la fase propulsiva.
Finalmente, la fase propulsiva se desarrolla, con una pérdida progresiva de apoyo desde los
metatarsianos más laterales hacia medial (9).
3. Patomecánica y repercusiones del primer radio dorsalflexionado
El primer radio dorsalflexionado, es una patología descrita por Lambrinudi en 1983 (1),
denominándola “metatarsus primus elevatus”, hacía referencia a una alteración en la que la
cabeza del primer metatarsiano descansaba en un plano por encima del plano del resto de las
cabezas metatarsales (1,8–9).
En la actualidad, su definición se encuentra más enfocada a su capacidad de movimiento,
considerándose un primer radio dorsal flexionado como aquel que presenta un mayor rango
de movimiento en dorsal flexión que en plantar flexión, iniciando el movimiento de la posición
neutra (2).
En cuanto a los mecanismos biomecánicos que pueden generar un primer radio
dorsalflexionado, encontramos en la bibliografía múltiples teorías, aunque la mayoría de ellas
poseen un núcleo común, como son los movimientos de pronación que se generan a nivel de la
ASA.
4. Las plataformas dinamométricas
Dichas plataformas se encargan de analizar los componentes de fuerza vertical, lateral,
anteroposterior y de torsión que se ejercen sobre el suelo durante la marcha. La fuerza
resultante de estos componentes es la que representa la acción total de las fuerzas de acción-
reacción que están actuando sobre el pie durante la marcha (10).
Basándonos en esta premisa, son plataformas que fraccionan las fuerzas de reacción del suelo
en tres medidas:
o Fx = Fuerza medio-lateral, es la de menor magnitud.
o Fy = Fuerza antero-posterior, representada por una curva que en su inicio indica la
deceleración que se produce en el choque de talón y que alcanza su máximo valor en la fase de
doble apoyo.
o Fz = Fuerza vertical, es la de mayor magnitud y está relacionada con la gravedad.
RESULTADOS
7.1 Descripción de la muestra
En el estudio se analizaron 12 pies (N=12) pertenecientes al miembro inferior dominante de 12
sujetos, 6 de los cuales son mujeres y 6 hombres (gráfico 1), con edades comprendidas entre
los 21 y los 46 años. La media de edad de la muestra ha sido de 27’16 años.
10
7.2 Análisis descriptivo de las variables
Las características de la muestra respecto a las variables de edad, peso, altura, IMC, FPI y
número de pie se observan en la tabla 1.
7.4 Pruebas de contraste
Para determinar la existencia de diferencias significativas entre los valores registrados del
vector FX para las variables Vmax, Vmin y Amin ante la situación de estar sin tratamiento
ortopodológico y estar con el soporte plantar más cada uno de los elementos ortésicos
utilizados, incluido el cut-out de primer radio, emplearemos la prueba paramétrica T-Student
para muestras relacionadas. Los resultados indicaron que existían diferencias significativas en
todos los casos (p<0.05).
Para analizar si existen diferencias significativas al comparar los valores del vector Fx para las
variables Amax, entre la situación de no usar tratamiento ortopodológico y llevarlo con cada
uno de los elementos utilizados, incluido el cut-out de primer radio, utilizaremos la prueba no
paramétrica de Wilcoxon. Se observaron diferencias significativas con la variable alargoAmaxFx
y estímuloAmaxFx (p<0.05).
Tabla 1: Estadística descriptiva N=12
Gráfico 1: Media de Amax del vector Fx para cada una de las situaciones de estudio.
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DISCUSIÓN
A tenor de los resultados obtenidos del análisis estadístico, afirmamos que la hipótesis de
investigación planteada en este trabajo se considera válida. Por consiguiente, la colocación de
elementos ortésicos bajo la cabeza del primer metatarsiano, en individuos con el primer radio
dorsalflexionado, modifica de forma gradual la pronación del pie.
Se observa cómo mediante la colocación de los diferentes elementos ortésicos conseguimos
una reducción de las variables Vmax y Amax. Ambos datos se corresponden a las fuerzas
medio-laterales, o fuerzas de prono-supinación del pie, de forma que, a menor valor en estos
parámetros, menor cantidad de movimiento de pronación en el pie.
Hoy en día queda demostrado cómo compensaciones a nivel de retropié, van a generar
cambios en antepié y viceversa. En esta línea, Munuera et al. Scherer et al, entre otros,
describen cómo un adecuado control de la pronación a nivel de retropié, genera una mejora
en la capacidad de plantar flexión del primer radio, y por ende de la dorsiflexión del hallux (13-
15).
En nuestro ensayo clínico se observa, cómo a través de la colocación soportes plantares
confeccionados con un material rígido, como resulta ser el polipropileno de 3mm de grosor, se
genera una mejora en el control de la pronación excesiva del pie.
Del mismo modo, son diversos los autores que describen como las patologías de antepié,
compensan generando una pronación de retropié (13–15). Por tanto, a través de distintos
elementos ortésicos colocados en esta localización de la plantilla, pueden generarse
modificaciones en el retropié. Incluso hay autores que describen, la mejor eficacia de estos
elementos en todas las fases de la marcha, en relación a los colocados únicamente en retropié,
los cuales carecerían de eficacia en la fase propulsiva (16).
Según los datos obtenidos, el estímulo de pulpejo es el elemento a través del cual se consigue
un mejor control de la pronación. Para la comprensión de los mecanismos que desencadenan
dicha condición, es necesario basarnos en uno de los modelos descritos por Hicks, denominado
“Mecanismo de Windlass” (17,18). Nuestros resultados son apoyodos por los trabajos de
Clough y Danamberg los cuales describen elementos en forma de cuña colocados en el pulpejo
del hallux, generando una extensión de la 1o AMF y la posterior activación del mecanismo de
Windlass (17,19).
El siguiente elemento que ejerce un mayor control de la pronación durante la deambulación es
el alargo completo del primer dedo, confeccionado con EVA de 3 mm de grosor, abarca la
superficie desde la cabeza del primer metatarsiano hasta la falange distal. El objetivo
terapéutico es aproximar el plano de trabajo al primer metatarsiano, favoreciendo la flexión
plantar del primer metatarsiano en la fase de propulsión de la marcha.
Rosenbloom y Dorca (20,21), utilizan un elemento ortésico completo del primer dedo En
cuanto a los resultados, describe a presencia de una mejora en la sintomatología,
consecuencia del control en la pronación que estos dispositivos generan.
12
El uso del cut-out en los soportes plantares se posiciona en el tercer puesto del abanico de
opciones terapéuticas para el control de la pronación en la marcha. Son diversas las
publicaciones que nuevamente avalan la eficacia de esta modificación sobre las ortesis
plantares, que demuestran en sus trabajos el efecto beneficioso que esta modificación
produce a nivel de primer radio (21).
El siguiente elemento en sucesión de eficacia es el alargo funcional, pieza ortésica que se
asemeja bastante a la descrita por Morton en 1935, quien se dio cuenta de que la falta de
carga por parte del primer metatarsiano predispone a una pronación excesiva.
Finalmente, el estímulo propioceptivo es el elemento ortésico con el que hemos obtenido un
menor control de la pronación durante la deambulación. En esta línea, se hace necesario
destacar la ausencia de investigaciones en las que se plasme la eficacia de la aplicación de
estos dispositivos a nivel general y, de manera específica en el primer radio.
CONCLUSIONES
1)El análisis sobre la plataforma de fuerzas de las alteraciones que suceden en el vector de
fuerza prono-supinadora (FX) en base a los elementos ortésicos colocados en el primer radio,
indica que se producen cambios significativos entre la situación de no llevar soportes plantares
y utilizarlos con cada uno de los elementos estudiados, incluido el cut-out de primer radio. De
manera que, en general, el tratamiento ortopodológico personalizados modifica las variables
de velocidad y área del vector FX en individuos con el primer radio dorsalflexionado.
2) Determinamos que el estímulo de pulpejo es el elemento ortésico que disminuye en mayor
medida los valores que toma el vector FX, seguido del alargo completo bajo la cabeza del
primer metatarsiano y primer dedo.
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14
VARIACIÓN DE LA PRONACIÓN TRAS LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EL NIÑO
Mª de los Ángeles Gómez Benítez
Las modificaciones que se producen en el pie y su repercusión posterior en el resto del cuerpo
puede condicionar la elección de los sujetos para un determinado deporte o simplemente para
su vida diaria. Hoy en día, dado el impacto que supone el deporte en nuestra sociedad, el
interés por conocer los mecanismos biomecánicos que inducen a fatiga muscular, , sobrecarga
muscular, disminución del rendimiento y lesión es un área que debe estar en constante
estudio para clínicos e investigadores.
Los cambios asociados a la infancia producen en ocasiones, susceptibilidad ante la aparición de
ciertas patologías o enfermedades. Unas de las más frecuentes en el pie, es el pie valgo o pie
pronador, donde existe en la mayoría de los casos una alteración de la ASA.
Estimamos que la ejecución de nuestro trabajo está plenamente justificada por los beneficios
que podría aportar a la hora de comprender el funcionamiento del pie, prevenir futuras
lesiones y deformidades, llegar a un consenso de si influye o no el tipo de pie en el
rendimiento deportivo, y por tanto si precisaría o no de ortesis plantares. Sobre todo permitirá
una mejor comprensión y desarrollo de estrategias de prevención específicas para el tipo de
pie y su posible repercusión en la actividad física futura.
El objetivo principal de este estudio es comprobar si existen cambios en la postura del pie y en
la huella plantar de los niños después de actividades de resistencia, y si aquellos niños que
presentan pies pronadores se cansan más y presentan mayores dolores en las piernas, debido
a la fatiga muscular, respecto a los niños con pies neutros en la práctica deportiva.
La muestra la compusieron 2 grupos (n=105), el grupo casos (pies planos/pronadores)
compuesto por 42 niños y el grupo control (pies neutros) compuesto por 63 niños. En el
momento inicial del estudio todos los niños se encontraban en una franja de edad entre los
1012 años y con un IMC saludable, comprendido entre 5 y 84. Aunque los datos analizados
hasta el momento se refieren a la mitad de la población.
Se valoró la postura del pie mediante el FPI y se tomó la huella del pie con una pedigrafía
antes y después de la actividad deportiva, para posteriormente valorar el Arch Index (índice
del arco), mediante el AutoCad® a cada huella. La actividad deportiva que se llevó a cabo
fueron ejercicios de resistencia aeróbicos.
Los resultados muestran cambios importantes en la postura y en la huella plantar de los niños
después de la práctica deportiva. Especialmente en el grupo caso, asociado en gran parte de la
muestra a dolor en las piernas.
15
CLASIFICACIÓN DE LA MORFOLOGÍA DEL PIE EN FUNCIÓN DE LA ALTURA
DEL ARCO LONGITUDINAL INTERNO. RELACIÓN CON LA POSTURA Y LA
HUELLA PLANTAR
Carolina Rosende Bautista
Sergio Pérez García
Francisco Alonso Tajes
Eva Mª Abril Bausela
Teresa Seoane Pillado
Sonia Pértega Díaz
Salvador Pita Fernández
INTRODUCCIÓN
La morfología del pie, es una de las características antropométricas más variable del ser
humano, K. Kirby(1) destaca que el arco longitudinal interno(ALI) del pie se considera una de
las estructuras más importantes del pie por sus características anatómicas, mecánicas y su
influencia en el desarrollo de lesiones y patologías del miembro inferior,
Como consecuencia de que el ALI es la principal estructura con capacidad de absorción de
impactos, se considera que su morfología influye de forma importante en la función del pie(2)
y en el desarrollo de lesiones del miembro inferior durante la actividad física diaria.
La categorización más clásica de la morfología del pie en función de la altura del ALI, establece
3 tipos de pies bien diferenciados que son el pie plano o de arco bajo, pie normal y pie cavo o
de arco elevado. Bajo esta categorización, los tratados clásicos de todos los paradigmas
teóricos de la podología han establecido la diferenciación de tipología del pie en función de la
altura del ALI.
A pesar de la importancia de la categorización de la morfología del ALI, existen gran
discrepancia en los métodos clínicos que deben de ser utilizados para establecer esta
categorización y la fiabilidad de los mismos. (3).La gran variedad de pruebas clínicas
desarrolladas para clasificar la morfología del pie en función de la altura del ALI se agrupan en
los siguientes métodos: Parámetros de huella plantar, Índices de postura, Medidas de
dimensión y dimensión normalizada, Índices de relación angular, Índices de función del pie y
Observación visual/clínica.
La observación y medición de la morfología del ALI mediante métodos no radiográficos, se
considera importante para la investigación podológica, puesto que la utilización de equipos de
RX únicamente es accesible en algunos centros podológicos o médico y la exposición a
radiaciones debe de estar limitada en las pruebas de screening de investigación en la mayoría
de las poblaciones. (4)
16
Existen múltiples estudios que han intentado analizar la validez y fiabilidad de los diferentes
métodos de análisis y clasificación de la morfología del ALI, sin que hasta el momento actual
exista un método estándar de aplicación clínica capaz de catalogar la morfología del pie.
OBJETIVO
Analizar la concordancia en la clasificación del pie en función de la morfología del ALI con las
medidas de dimensión normalizadas, la morfología de la huella plantar y la postura del pie.
MATERIAL Y MÉTODOS
Método
Se realizó un estudio descriptivo transversal observacional, que se llevó a cabo en la Clínica
Universitaria de Podología de la Universidad de A Coruña y en el área clínica de Podología de la
Universidad de Sevilla, entre octubre de 2015 y mayo de 2016.
Los criterios de inclusión de los participantes, se solicitó consentimiento informado y se realizó
una anonimización de los datos conforme a las normativas vigentes de investigación clínica. El
estudio cuenta con la aprobación del Comité de ética de investigación clínica de Galicia.
Mediciones
Para cada una de los participantes en el estudio se midieron las variables sociodemográficas y
antropométricas (edad, sexo, talla peso e IMC).
Las mediciones antropométricas del pie se realizaron en carga al 50%, con un medidor de pie
milimetrado y reglas estables. Recogiéndose las siguientes variables: longitud total del pie,
longitud truncada, altura de tubérculo de escafoides, altura del dorso del pie al 50% de la
longitud.(5)
La postura del pie se analizó con la escala validada Foot Posture Index 6 (FPI6) y el parámetro
de morfología del ALI de esta escala se utilizó posteriormente como método de observación
visual del ALI.(6)
Se recogieron huellas plantares con un pedígrafo convencional, en carga al 50%, y
posteriormente se digitalizaron las imágenes con una fotocopiadora multifunción. Automática,
en escala 1:1, a color 200dp y resolución 200dpi, Las imágenes digitalizadas fueron tratadas
con el programa Autocad© en el cual se limitaron las áreas de contacto del pie y tras las
mediciones correspondientes se halló el Arch Index (AI), según definen Cavanagh y Rogers(7).
Análisis estadístico:
Las variables cuantitativas se expresan con la media y desviación estándar (DT) y las
cualitativas con valores absolutos (n) y porcentajes (%), con un intervalo de confianza del 95%.
Para valorar las mediciones de dimensión del pie, postura y huella plantar, se han tenido en
cuenta de forma independiente el pie derecho e izquierdo de cada persona obteniéndose así
una n=844 pies.
17
Se ha establecido una categorización estadística por cuartiles de las variables en estudio, para
establecer grupos de ALI bajo, normal o elevado en cada una de las variables y posteriormente
se han realizado el análisis de medidas de concordancia de variables cualitativas mediante el
cálculo del índice Kappa.
Resultados:
Se analizó una muestra de 423 sujetos, La media de edad de la muestra es de 44,43 ±18,87
años y un rango que oscila de 18 a 87 años. Existe un predominio de mujeres, que representan
el 63% de la muestra. Se objetiva una alta prevalencia de sobrepeso (34,8%) y obesidad
(24,8%).
En la tabla 1 se reflejan las medidas descriptivas de las mediciones del ALI normalizadas, la
morfología de la huella plantar (AI) y la postura del pie (FPI6).
Tabla 1. Descriptiva de las medidas de arco normalizadas la morfología de la huella plantar y la
postura del pie en la unidad pie.
n Media±DT Mediana Rango Percentil 25
Percentil 75
Altura tubérculo escafoides/longitud
846 0,16±0,03 0,16 0,06-0,27 0,14 0,18
Altura dorso 50% longitud/longitud 846 0,23±0,02 0,23 0,16-0,32 0,22 0,24
Altura tubérculo/Longitud Truncada 846 0,22±0,04 0,22 0,07-0,36 0,19 0,25
Arch index 844 0,24±0,06 0,25 0,00-0,39 0,22 0,27
FPI6 845 3,33± 4,00 -12-+12 0,00 6,00
Se realizó un test ANOVA para comprobar si estableciendo como variable dependiente las
diferentes categorías de clasificación de AI (A elevado, A normal, A bajo) existían diferencias
estadísticamente significativas en las variables de altura de arco normalizadas, y se comprobó
que los valores medios en las cuatro variables de dimensión normalizadas son mayores en el
grupo clasificado según AI como arco elevado, respecto al grupo clasificado como arco normal
y menores los del grupo de los clasificados como arco bajo y que las diferencias entre los 3
grupos son estadísticamente significativas. Se descartó la hipótesis nula de igualdad de medias
mediante el test de comparaciones múltiples (Test de HSD de Tukey) en la cual aparecen
diferencias estadísticamente significativas entre todos los grupos de categorización de altura
del ALI.
Para hallar la concordancia existente entre la categorización de morfología del arco según las
diferentes variables que pueden definirlo, se utiliza la categorización de la muestra según
cuartiles, de este modo se calcula el índice Kappa para variables categóricas. Los índices de
concordancia entre las diferentes medidas de dimensión normalizadas y AI son pobres (<0,21)
con p<0,001, destacando que los valores más elevados son los de categorización de arco bajo
que se encuentran en torno al 50% en todas las mediciones.
El valor de la concordancia aumenta a concordancia débil reflejando valores entre 0,21 y 0,40,
cuando realizamos la comparación entre la valoración clínica visual de ALI y las medidas de
18
dimensión normalizadas, destacando que los valores de categorización de arco bajo se
encuentran en torno al 85%.
El cálculo de la fuerza de concordancia entre la categorización de la huella plantar según AI y el
FPI6, muestra un índice de concordancia pobre entre el FPI6 codificado y el AI. Los porcentajes
de concordancia en las tres categorías establecidas son menores al 50%. El índice Kappa
obtiene un valor de 0,150 para p< 0,001
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
Al igual que ya se había reflejado en investigaciones anteriores recientes, hemos podido
comprobar que la categorización de la morfología del ALI mediante métodos clínicos, posee
una concordancia muy baja. La observación de un solo parámetro no puede servir de
referencia para establecer la morfología del ALI y categorizar al pie.
La huella plantar es un parámetro que conduce a la confusión en múltiples ocasiones y su
utilización como método de categorización de la morfología del ALI debe revisarse en todos los
niveles de atención clínica en el cual se examinan las alteraciones morfológicas del pie. Como
concluye Langley (8) existe la necesidad de alcanzar un consenso para establecer cuáles son las
medidas adecuadas para realizar las mediciones clínicas de la morfología del pie. A pesar de
que no existen parámetros de referencia de las medidas de dimensión normalizadas del ALI,
para la categorización de la morfología del mismo, coincidimos con Robin (9)en la importancia
de establecer una estandarización de los métodos de medición de altura de ALI cuando
queremos determinar la morfología del pie para la realización de un diagnóstico clínico o como
variable de una investigación.
BIBLIOGRAFÍA
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http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27980683
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2007;28(4):456–62. Available from: http://www.datatrace.com/e-
chemtracts/emailurl.html?http://www.newslettersonline.com/user/user.fas/s=563/fp=20/tp=
37?T=open_article,956374&P=article
20
NUEVO DISPOSITIVO PARA LA MEDICIÓN DEL ARCO PLANTAR Y
CONCORDANCIA EN LA EVALUACIÓN DE LA ALTURA DEL ARCO
LONGITUDINAL INTERNO
Francisco Alonso Tajes
Estefanía López Teijeiro
Carolina Rosende Bautista
Sergio Pérez García
Mª Teresa Seoane Pillado
Sonia Pértega Díaz
Salvador Pita Fernández
INTRODUCCIÓN
El ser humano presenta como base de sustentación el pie, el cual está en íntimo contacto con
la superficie de apoyo. La funcionalidad del pie está influenciada claramente por su estructura,
y, principalmente, por la conformación del arco longitudinal interno, el cual es capaz de
soportar el peso del cuerpo sin producirse el hundimiento del mismo; pero también influye
sobre otras estructuras corporales tales como la espalda o las extremidades inferiores, además
de suponer una mayor o menor predisposición de lesión, o posibles alteraciones en el
equilibrio. [1,2,3,4]
Las funciones principales del ALI son proporcionar estabilidad, amortiguar los impactos y
acumular energía, generándola y transfiriéndola posteriormente. [5,6, 7]. En supinación el pie
adquiere un carácter rígido (el choque de talón y la propulsión), mientras que en pronación el
pie adquiere un carácter mucho más flexible adaptándose a la superficie de apoyo mediante la
deformación del ALI (en la fase de la marcha de apoyo medio). [7] Por tanto, y como se ha
dicho previamente, la forma cupular de la bóveda plantar junto con los puntos de apoyo en la
zona del talón y los metatarsianos influyen de forma significativa en la función del pie. [1]
La forma del ALI ha sido durante varios años uno de los temas más controvertidos en el
estudio de la morfología y función del pie, pudiéndose clasificar los pies en 3 tipos teniendo en
cuenta la forma del arco: un pie con un ALI normalizado (neutro), un pie con un ALI aumentado
(supinado), con un mayor riesgo de lesión en estructuras óseas situadas en la zona lateral del
pie, y un pie con un ALI disminuido o ausente (pronado), con un riesgo mayor a sufrir lesiones
en tejidos blandos situados en la zona medial del pie. [3, 6, 7]
Así pues, los conocimientos teóricos del momento apuntan a que la altura del ALI es un factor
que influye en la función del pie, y en la aparición de alteraciones en el mismo; de ahí la
importancia de llevar a cabo las mediciones pertinentes para evaluarlo. [8, 9, 10, 11]
Las mediciones del ALI se pueden clasificar en 4 grupos:
21
I) Inspección visual: El foot posture index 6, valorando así la posición del pie respecto al suelo;
y la visualización de la huella plantar, utilizando un podoscopio, pedígrafo, fotopodograma…
[1, 2]
II) Valoración antropométrica por medio de referencias óseas: la longitud del pie (distancia
desde la parte posterior del talón hasta la parte anterior del dedo más largo), la longitud
truncada del pie (distancia desde la parte posterior del talón a la 1º articulación
metatarsofalángica), la altura del escafoides (palpación directa, caída del escafoides o
“navicular drop” (altura del escafoides con la articulación subastragalina en posición neutra y
el paciente en posición sedente), altura del escafoides normalizada (altura del escafoides/
longitud del pie) y altura del escafoides truncada (altura del escafoides/longitud truncada del
pie)), la altura del dorso del pie (longitud más alta del dorso del pie al 50% de la longitud real
del pie), la altura del dorso del pie truncada (longitud más alta del dorso del pie al 50% de la
longitud truncada del pie), el ángulo del arco longitudinal (ángulo formado entre el maléolo
medial o tibial, la cabeza del primer metatarsiano y el navicular, representando el arquetipo
medial del pie), el ángulo tibio-calcáneo (ángulo que forma el talón con el resto de la pierna) y
el ángulo del retropié. [7, 8, 9]
III) Parámetros recogidos de la huella plantar: “arch index”, índice del arco plantar (proporción
del área del medio pie entre la superficie total del pie exceptuando los dedos, o lo que es lo
mismo, la relación existente entre la altura del arco al50% de la longitud del pie y la longitud
truncada del pie), índice del arco modificado (incluye datos de presiones plantares según la
superficie de contacto), índice del arco truncado (índice del arco/ longitud truncada del pie)
índice de la huella, índice de la longitud del arco (distancia entre la parte posterior del talón y
la cabeza del 1º metatarsiano),… [ 1, 2, 3, 6, 7, 8, 10, 11]
IV) Evaluación radiográfica: el ángulo de inclinación de calcáneo (ángulo entre la tangente de la
superficie inferior del calcáneo y la superficie de apoyo) y el ángulo entre el calcáneo y el 1º
metatarsiano (ángulo que forma la tangente de la cara inferior del calcáneo y la línea de la cara
superior de la diáfisis del 1º metatarsiano). En otros estudios también se incluyen la línea de
Feiss o ángulo de Costa-Bartani. [1, 2, 3, 6, 7, 8].
OBJETIVOS
Evaluar la concordancia de los valores obtenidos de forma inter e intra-observador por parte
de un profesional en el campo de la Podología y un alumno en 4º curso del Grado de Podología
en un aparato que se emplea para realizar la medición en el pie, teniendo en cuenta la
longitud total y truncada, y la altura del pie al 50% de la longitud total y truncada, conocido
este aparato como MAP (Medidor del Arco Plantar).
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se ha llevado a cabo en un total de 61 sujetos sanos (122 pies) cuyo rango de edad
está comprendido entre 20 y 36 años, siendo dichos sujetos pertenecientes al 3º y 4º curso del
Grado de Podología de la Universidad de A Coruña.
Las mediciones de la altura del tubérculo del escafoides, la longitud total y truncada del pie, y
la altura del pie al 50% de la longitud total y truncada se han llevado a cabo por medio de un
22
método de medición ordinario empleando para ello regla, escuadra y cartabón, y,
posteriormente, por medio del aparato conocido como MAP, de forma que el sujeto estará en
una posición en carga. Este procedimiento se ha realizado tres veces en cada sujeto, dos de
ellas por parte del observador 1, utilizando la primera medición para comprobar la
concordancia inter-observador, y con una diferencia de tiempo entre ambas mediciones de
una semana; y otra por parte del observador 2.
Aparato MAP (dos, uno específico para el pie Derecho y otro para el pie izquierdo. Este aparato
consiste en unas piezas deslizantes que permite medir longitudes sobre el plano horizontal y
sobre el plano transversal (la longitud del pie, la longitud truncada del pie, la altura del dorso
del pie al 50% de la longitud del pie, y la altura del dorso del pie al 50% de la longitud truncada
del pie). Con dichas mediciones se puede establecer el Índice de la altura del Arco Longitudinal.
La concordancia se ha determinado por medio de la metodología de Bland-Altman, y las
diferencias en las mediciones inter e intra-observador mediante el Test de T de Student de
datos pareados.
RESULTADOS
Las medidas de concordancia intra-observador de los parámetros evaluados presentan unas
diferencias en las medias entre la primera y segunda medición de 0,02 y 0,2 cm con el método
estándar, y de 0,05 y 0,26 cm con el MAP. Las medidas de concordancia inter-observador de
los mismos parámetros presentaron diferencias en las medias de entre 0,01 y 0,32 cm con el
método tradicional, y de entre 0 y 0,31 cm con el MAP. La mayor discordancia se aprecia en la
longitud truncada y altura del dorso de pie al 50% de la longitud truncada.
La concordancia intra-observador del ratio Altura/Longitud presenta unas diferencias en las
medias entre la primera y segunda medición entre 0,001 y 0,01 con el método estándar, y
entre 0,005 y 0,02 con el MAP. La concordancia inter-observador del ratio altura/longitud
presenta diferencias en las medias que oscilaron entre 0,003 y
0,008 con el método tradicional, y entre 0,0004 y 0,01 con el MAP. La mayor diferencia
empleando ambos métodos se refleja en la variable altura/longitud truncada.
CONCLUSIONES
El Medidor del Arco Plantar o MAP presenta una buena fiabilidad teniendo en cuenta los
resultados obtenidos con el método ordinario o estándar, estableciendo una concordancia
intra e inter-observador alta.
BIBLIOGRAFÍA
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los diferentes métodos de evaluación de la huella plantar. RETOS:
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98(2):102-106.
24
DIFERENCIA ENTRE LA CARRERA DE ANTEPIÉ VERSUS RETROPIÉ
SÍNDROME DE LA CINTILLA ILIOTIBIAL. A PROPÓSITO DE UN CASO
Ángela Rodríguez Mena
Sin duda, en los últimos tiempos, el “running” se ha convertido en una actividad deportiva muy
solicitada por la sociedad actual, podríamos decir que es el deporte de moda por excelencia,
independientemente del sexo y la edad del individuo.
No esta descrito un modo de correr fisiológicamente correcto, pero sí se puede mejorar la
biomecánica, optimizando su eficiencia y aumentando el rendimiento con la mínima energía
empleada. Actualmente hay una tendencia que promueve el cambio en la técnica de carrera
para correr con antepié, la cual supuestamente, mejora la eficiencia y previene ciertas
lesiones.
Lo cierto es que no existen estudios científicos que lo evidencien y tampoco se encuentran
diferencias significativas en el porcentaje de lesiones entre ambas técnicas.
Se podría decir que, de las lesiones más frecuentes en los corredores, las tendinitis aquileas y
las metatarsalgias se asocian más a la técnica de antepié mientras que las tendinitis rotulianas
y las bursitis o fascitis se producen con mayor frecuencia en el apoyo de talón. Esto es debido a
que, en el contacto inicial de antepié, las fuerzas reactivas del suelo actúan más sobre el
mismo que sobre la rodilla, la cual está semiflexionada. Sin embargo, en el contacto inicial de
talón, los picos de impacto se trasmiten más hacia la rodilla que suele encontrarse en
extensión completa.
En el presente trabajo hablamos de la biomecánica de la marcha para poder compararla
después con la de la carrera y ver las diferencias que existen con la de antepié.
La carrera de antepié está íntimamente relacionada con el minimalismo puesto que el estilo de
carrera que éste promueve se basa en el apoyo de antepié/mediopié en el contacto inicial con
el suelo, además de lo que conlleva la estimulación de la musculatura intrínseca del pie.
Diferentes autores detallan unos puntos que hay que tener en cuenta para tener una buena
técnica de antepié:
Relajación. Ayuda al ahorro energético y disminuye las posibilidades de lesión.
Zancada. Frecuencia de zancada alta, haciendo que disminuya la longitud de la misma.
Rodillas flexionadas. Ayuda a absorber en gran medida las vibraciones de impacto del
pie con el suelo.
Postura. Debe existir una línea recta entre orejas, hombros, caderas y tobillo. El cuerpo
debe estar relajado sin bloquear articulaciones, la mirada debe seguir al frente. Los
brazos deben estar flexionados unos 90º sin tensionar las muñecas. Cualquier mala
postura puede desplazar el centro de masa y originar posibles patologías.
25
Impulso. Hace referencia a la primera ley de Newton, la cual dice que cualquier cuerpo
en movimiento continuará este indefinidamente hasta que se le aplique una fuerza
sobre él. Evidentemente, se tiene en cuenta la fuerza de resistencia del aire y el suelo,
pero se refiere a que, una vez alcanzado su ritmo, hay que emplear poco impulso.
Tiempo de contacto. Como la fase inicial de contacto se hace con antepié, se reduce el
tiempo de contacto con el suelo, aumentando la frecuencia de zancada. Así se
aprovecha más la energía elástica producida en cada pisada.
Posición de la pisada. Cuando se produce la pisada debajo del centro de masa, el
miembro, en el periodo de propulsión, tiene menos recorrido de desplazamiento.
Además, en el periodo de contacto, dicha extremidad se encuentra vertical, ya que, si
se adelantara, provocaría una fuerza en sentido contrario a la marcha e iría frenando
el avance. Por último, se aprovecha la capacidad amortiguadora del conjunto tobillo-
rodilla-cadera.
En el siguiente punto mencionamos las ventajas e inconvenientes descritas por ciertos autores
que defienden o se detractan de esta técnica:
VENTAJAS INCONVENIENTES
Menor gasto energético.
Una disminución del drop favorece el
rendimiento y disminuye la fatiga muscular
Una disminución en el drop genera mayor
movilidad digital y por tanto deformidad
digital e incluso favorece la fascitis platar
Mejora la ergonomía. El cuerpo más
adelantado hace repartir la carga entre
tobillo, rodilla y cadera.
Se provoca un desplazamiento de la grasa
plantar de un 60%, eliminando a las cabezas
metatarsales de su protección natural ante
posibles lesiones.
Aumenta la propiocepción mejorando la
capacidad sensorial y proporciona un mayor
control del apoyo
Es necesario un periodo de adaptación
excesivamente largo y con exhaustivos
entrenamientos para conseguir una técnica
de antepié correcta.
El fortalecimiento de la musculatura ayuda
en las labores de amortiguación
Desplazar la carga de impacto al antepié,
genera mayor movilidad/inestabilidad de
tobillo.
Previene de ciertas lesiones de rodilla y talón Más lesiones en la cadena posterior ya que
el sistema Aquileo-calcáneo-plantar está
muy solicitado.
26
Existen personas que genéticamente están
menos capacitadas para realizar esta
técnica. Antepié estrecho, ALI descendido…
Con respecto a nuestro caso clínico, se trata de un paciente varón de 33 años de edad que
acude a consulta por dolor en la rodilla izquierda de tres meses de evolución, tras retomar la
práctica deportiva después de meses de reposo deportivo. El dolor aparece a los 15 minutos
aproximadamente de empezar a correr, se exacerba cuesta abajo y le impide continuar con la
carrera. Se alivia al caminar con la pierna extendida y aumenta subiendo las escaleras. No
refiere enfermedades significativas. Como antecedentes podológicos ha sufrido numerosos
esguinces en el tobillo derecho. Usa órtesis plantares desde hace 10 años aproximadamente.
De la exploración destacar:
Camilla:
- Test de Downing positivo (la izquierda no acorta)
- Test de Noble positivo y test de Ober negativo
- Peroné atrasado y cuboides descendido pie izquierdo
- Patrón rotador aumentado externamente
- Ángulo Q y TTE aumentadas
- Ángulo de antepié valgo
Muscular: Lumbares, glúteo mayor y TFL derecho hipotónicos
Bipedestación:
- Test de Gillet izquierda bloqueada principalmente del sacro
- Test de Piedallu negativo bilateral
- Test de Windlass izquierdo positivo
- Test de resistencia a la supinación positivo bilateral
- Pectoral derecho más bajo y brazo izquierdo más largo
- Rotado hacia la izquierda
- Cifosis dorsal, pelvis posterior (más la izquierda)
- Genu y tibias varas. DIC 7cm
- Helbing: 1-2º varos- eje medializado de la ASA
27
Visión frontal del
paciente en
bipedestación.
Fuente propia
Visión lateral
del paciente en
bipedestación.
Fuente propia
Visión del Helbing.
Fuente propia
Visión del Genu y
las tibias varas.
Fuente propia
Visión de la huella
en el podoscopio.
Fuente propia
Visión de la huella en la
plataforma de presiones.
Fuente propia
- Huella normal algo más escavada en la izquierda y ALI aumentado
8
Dinámica:
- Contacto de talón en varo, pero todas las fases de la marcha ASA totalmente
pronada. (Ilustración 16)
- El contacto de antepié es principalmente medial lo que le provoca una
resupinación.
- Ángulo Q e incidencia tibial en vara muy aumentado. (Ilustración 17)
- Existe una mayor rotación interna de la pierna izquierda disminuyendo el ángulo
de Fick de la misma.
Carrera:
- Correcta inclinación del tronco <10º y exclusión del baricentro <10cm
- Buena flexión de rodilla durante el contacto inicial de talón <170º
- Y una adecuada extensión de la pierna en el impulso
- Falta grados de flexión de cadera <90º (elevación del muslo) y extensión de la
misma <30º. Con lo cual ángulo de apertura no llega a los 105º
- Poca flexión de rodilla en el recobro de la misma apenas menos de 90º (elevación
de talón)
28
Visiones laterales del paciente con diferentes
mediciones angulares durante la carrera.
Fuente propia
- Ángulo de ataque <15º pero la flexión de tobillo es <90º debido al contacto de
talón en vez de antepié
Finalmente lo diagnosticamos de pie varo parcialmente compensado y Síndrome de la Cintilla
Iliotibial
El Síndrome de fricción de la banda iliotibial (SFBIT) o también conocido como “la rodilla del
corredor” por la alta incidencia en este tipo de actividad deportiva, es el resultado de una
lesión por sobreuso causada por una excesiva fricción entre la banda iliotibial o fascia lata y el
epicóndilo femoral lateral. El diagnóstico es principalmente clínico, realizando una adecuada
historia clínica y una buena exploración es suficiente para reconocer la lesión. El test de Noble
y de Ober suelen ser positivos. Su tratamiento generalmente es conservador y en raras
ocasiones requiere de cirugía.
Como tratamiento principal determinamos que la técnica de carrera es mejorable pero que no
es el origen de la lesión, puesto que los grados de flexión de rodilla en el contacto inicial de
talón son suficientes para una adecuada amortiguación y que es la deformación anatómica de
la rodilla en varo y la medialización del eje de la ASA los causantes de tal patología.
Recomendamos un primer tratamiento sintomatológico con antinflamatorios tópicos y orales
durante 15 días, terapia física (US o electroterapia), liberación miofascial con foam roller que
se centre en el punto gatillo típico del síndrome. Osteopatía para desbloquear pelvis y
ejercicios potenciadores de los músculos afectados.
Realizamos Trust del peroné y del cuboides. Colocamos vendaje neuromuscular pautado
semanalmente durante un mes.
Ejemplo de un vendaje
neuromuscular para el
SFBIT. Fuente:
https://www.youtube.com/w
atch?v=0FwoBApDF54
29
Modificamos el planteamiento de las órtesis plantares que ya tiene con un mayor control de la
pronación y manteniendo la estabilidad de antepié. Para no repercutir demasiado en el varo
de rodilla necesitaremos una cuña supinadora intrínseca de retropié: Medial heel skive.
Esta variante es más funcional que las extrínsecas que realizamos de forma convencional, ya
que el momento de fuerzas reactivas del suelo que actúan es mayor, siendo su función más
efectiva. Consiste simplemente en tallar el molde de escayola por el tubérculo medial del
calcáneo para conseguir grandes momentos supinadores, la cantidad de lijado depende de lo
que se quiera corregir (desde 2 a 8 mm) y la angulación del mismo también puede variar de 10
a 15º según el grado de corrección que se desee.
Normalmente la asociaremos a una cuña pronadora de antepié, en este caso lo haremos con
un alargo funcional del 5º metatarsiano, el cual nos ayudará a equilibrar los momentos
supinadores que estamos provocando y facilitará el mecanismo de Windlass.
La toma de moldes la haremos en carga relajada dado que el control lo vamos a realizar
directamente en el molde de escayola. Para finalizar, se termoconforma el Polipropileno de 2
mm igual que siempre y se coloca un elemento estabilizador de EVA de alta densidad en el
retropié, es decir, en el poste de talón. Es importante que cuando se esté haciendo el pulido
plano sobre éste, se empiece a ver polipropileno más por la parte lateral, eso significará que la
técnica se ha realizado correctamente.La cubierta de elección es un EVA de 4mm de media
densidad y un forro meramente decorativo.
Imagen representativa de los
puntos gatillos del SFBIT. Fuente:
http://www.enriquegballesteros.es/
puntos-gatillo-tipicos-
padel/gluteo_medio
Proceso de realización de un
Medial heel skive. Fuente:
http://ortopodologiaybiomecani
ca.blogspot.com.es/2011/02/m
edial-y-lateral-heel-skive.html
Visión de una órtesis
plantar con un Medial heel
skive. Fuente:
http://sprout038.sprout.yal
e.edu
Visión del pulido plano de
las órtesis plantares del
paciente. Fuente propia
Visión posterior del
paciente con las órtesis
plantares. Fuente propia
30
DISCUSIÓN
Una vez llegado a este punto y tras la lectura de los diferentes artículos, podemos valorar que,
pese a lo actual del asunto, ya existen diferentes opiniones acerca de la carrera de antepié y
todo lo que rodea a esta nueva tendencia. En este apartado hacemos mención a la discusión
bibliográfica acerca de los siguientes temas:
1. Diferencias en las fuerzas de impacto con respecto a las lesiones:
Según Nigg, BM, “Biomechanics of running sport shoes” 2010 No existen diferencias
significativas en el porcentaje de lesiones debido a mayores, medios o bajos impactos según la
técnica de carrera. Pero sí existen diferencias importantes en las fuerzas reactivas del suelo
según el apoyo que se tenga.
2. Diferencias en la movilidad articular:
Según Rooney, BD. “Joint contact loading in forefoot and rearfoot strike patterns during
running” 2013. En el contacto de retropié hay un aumento de la dorsiflexión de tobillo en la
fase terminal de vuelo y en el contacto inicial con una extensión máxima de rodilla mientras
que en el contacto de antepié hay una posición neutral del tobillo en la fase de vuelo y una
plantarflexión en el contacto inicial, además de un aumento de la flexión de rodilla. Como ya
hemos hablado anteriormente, los grados de flexión de rodilla son los más importantes a la
hora de absorber el impacto y aumentar la amortiguación, por lo que el apoyo de antepié
puede prevenir de ciertas lesiones.
3. Diferencias en la actividad muscular:
Según Yong, JR. “Differences in muscle activity between natural forefoot and rearfoot striker
during running” 2014. El tibial anterior realiza mayor fuerza en el contacto con retropié
mientras que el tendón de Aquiles es el que realiza mayor fuerza en el contacto con antepié.
Por ello es normal que se produzcan más lesiones de periostitis tibial en la carrera de retropié
y tendinitis aquilea en la de antepié. Puesto que estos músculos están muy solicitados durante
la carrera, trabajando demasiado.
4. Diferencias de lesiones:
Según Kumala, JP. “Forefoot strikers exhibit lower running induced Knee loading thant rearfoot
strikers” 2013. En el contacto de retropié hay un aumento de lesiones en talón y rodilla debido
a que los corredores de retropié tienen un 16% más de fuerzas de impacto en la rodilla.
Mientras que en el contacto con antepié hay un aumento de lesiones de Aquiles y antepié
debido a que los corredores de antepié tienen un 11% más de fuerzas de impacto en el
Aquiles. Los porcentajes de fuerzas son poco representativos, pero sí que es verdad que los
corredores de antepié suelen tener una protección intrínseca de la rodilla mientras que por
otro lado tienen una desprotección de la zona anterior del pie.
5. Diferencias en el gasto energético:
Se han realizado estudios para averiguar cuál es el modo de correr más económico para el
organismo. Una de estas pruebas se basa en la investigación de las vibraciones que se produce
31
en los elementos blandos de la pierna en el momento de impacto del pie con el pavimento. En
este caso, se calcula el gasto energético que tiene que emplear el músculo en cada impacto en
comparación con la cantidad de vibración proporcionada por dicha colisión.
En los resultados, la diferencia más significativa que se encontró, fue cuando el corredor corría
de su forma más cómoda y no cuando se le indicaba que lo hiciera con un apoyo de antepié.
Cuando lo hacía de su modo más confortable se producía una reducción del gasto energético
en relación a cuando corría empleando un periodo de contacto con la parte anterior del pie.
Basándose en estos resultados, Nigg, interpreta que es posible que no sea tan importante la
forma de correr por parte del corredor, sino que lo haga de la forma más cómoda para el
individuo.
CONCLUSIONES
1. El SFBIT, es también conocido como “la rodilla del corredor” por la alta incidencia en
este tipo de actividad deportiva.
2. Identificar cuál es exactamente la causa de la lesión, es primordial para plantear un
correcto tratamiento.
3. En el caso de que sea una inadecuada técnica de carrera, el cambio debe ser
progresivo y en concordancia con la evolución de los tejidos.
4. Trabajar con un equipo multidisciplinar es esencial para resolver definitivamente esta
patología.
5. No existen estudios científicos que evidencien que la carrera de antepié mejora la
eficiencia de la misma y tampoco que haya diferencias significativas en el porcentaje
de lesiones entre ambas técnicas.
6. Ambas técnicas de carrera implican sus riesgos y beneficios, debiendo conocer en todo
momento que tipo de técnica será la adecuada para cada paciente.
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¿QUÉ HACEMOS DESDE EL PIE?
Martín Rueda Sánchez
INTRODUCCIÓN/MARCO TEÓRICO
En el ejercicio diario de la profesión, nos encontramos con que generalmente el paciente
acude por dolor.
Los elementos que tenemos a nuestra disposición de análisis biomecánico y evaluación son
altamente sofisticados y precisos, pero por si solos no pueden diferenciar las actitudes
antiálgicas y los patrones anormales de marcha que una lesión comporta, sobre todo cuando
es por alteraciones estructurales.
OBJETIVOS/PROTOCOLOS
Pienso que es necesario establecer un protocolo de evaluación exploratoria que por sí solo nos
dé una visión no solo del alcance del problema, sino del porque se ha llegado a esa situación.
En ese protocolo evidentemente entra en análisis profundo del pie, pero no es suficiente
porque cuando pidamos al deportista que camine, no solo estamos lejos de la realidad, por los
mecanismos adaptativos, sino porque difícilmente en consulta podremos reproducir el gesto.
Hay pies que serían fuente de lesión en unos deportes, pero en cambio en otros serían
totalmente idóneos para practicarlos.
HIPÓTESIS/DISCUSIÓN
El objeto del deporte es vencer de forma satisfactoria y armónica la acción de la gravedad,
adaptando el esfuerzo a producir un gesto específico y muchas veces complicado, donde no
hay más remedios que echar mano de los conceptos anatómicos y físicos necesarios para
producirlo.
En ese gesto, la constante es un peso que se desplaza sobre un terreno, que depende del tipo
de deporte, que mediante un mecanismo de acción/reacción debe cumplir unos objetivos sin
lesionarse. Por tanto, nuestro conocimiento se extiende al estudio del individuo y de cómo se
sostiene o se mueve, no porque tengamos que tratar patologías fuera del pie, pero
evidentemente si porque podemos mejorarlas o empeorarlas.
Hace muchos años que la idea que tenemos de la biomecánica del deporte es justamente la
valoración anatómica, funcional y las biometrías. En ese aspecto idee hace varias décadas
herramientas de fácil uso, de poco margen de error y suficientes para un estudio en consulta,
como son los goniómetros y las plataformas de sensores ópticos.
Después de varios años de trabajo, creo que esa idea se ha ido extendiendo y es uso y forma
parte del protocolo de cualquier profesional.
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CONCLUSIONES
Esa valoración global nos lleva a la necesidad del trabajo multidisciplinar con otros
especialistas de la medicina y del deporte, donde cada uno aporta sus conocimientos y de
donde todos salimos beneficiados.
Evidentemente no se pueden analizar todos y cada uno de los pasos a seguir en una aportación
al congreso, pero si llamar la atención y dar la imagen una vez más de “una forma de hacer”
que nos identifique, que no es la de médico ni la de biomecánico, sencillamente es la de
podólogo, pero involucrando las alteraciones del pie con las de toda la cadena, y luego que
cada uno trate lo que le corresponde.
Esto comporta un análisis de las bases de datos en las que podemos establecer criterios de
selección y cribas altamente fiables.
Espero poder ahondar una vez más en ese concepto “donde empieza y donde acaba el pie”,
que nos acerque cada vez más a ser imprescindibles ante la lesión deportiva, ya sea fuera o
dentro de nuestros pies.
34
EL PIE EN EL TRIATLÓN. ENFOQUE TRIDISCIPLINAR
Rafael Sepúlveda Lucena
INTRODUCCIÓN
El triatlón es un deporte que combina 3 disciplinas: natación, ciclismo y carrera a pie.
Nace en California a finales de los años 70, aunque no llegaría a Europa hasta inicios de los
años 80. En España, en el año 1984 se organiza el primer triatlón en Guadalajara, un grupo
entusiasta de nadadores, corredores y socorristas participa en dicha prueba.
Desde esta fecha, tanto en España como en el resto del mundo, ha ido en continuo
crecimiento, el número de licencias no deja de crecer cada año.
En el año 2000 es olímpico por primera vez y 50 hombres y mujeres lucharon por las primeras
medallas olímpicas en triatlón.
Según la distancia que se recorra en cada segmento podemos diferenciar:
Natación Ciclismo Carrera a pie
Super-sprint 350-400 metros 10 kms 2,5 kms
Sprint 750 mts 20 kms 5 kms
Olímpico 1500 mts 40 kms 10 kms
Distancia 3 2000 mts 90 kms 20 kms
Larga Distancia 4000 mts 120 kms 30 kms
Ironman 3800 mts 180 kms 42 kms
JUSTIFICACIÓN
En la actualidad existe una fiebre por competir en pruebas mientras más duras mejor, la gente
ya no se contenta con hacer deporte para estar en forma, tenemos que cruzar la meta más
disparatada posible, más si lo ha hecho alguien conocido. El presente trabajo voy a tratar de la
distancia Ironman, aparte de por entender a posibles pacientes que acuden a consulta porque
personalmente dicho deporte y dicha distancia me sedujo hace unos años y me paso el año
preparando al menos un evento de larga distancia.
Es vital que nosotros como profesionales de la salud conozcamos el deporte y el gesto técnico
para poder actuar tanto desde el punto de vista preventivo como desde el punto de vista
curativo, en el caso de que nuestros atletas tengan algún tipo de problema o alguna lesión.
35
Para el atleta una correcta ejecución del gesto técnico es muy importante no solo para poder
conseguir las metas propuestas sino también para evitar lesiones por una mala ejecución de
dicha técnica, más si tenemos en cuenta la cantidad de horas que se entrena a la semana para
afrontar una prueba como el Ironman, donde mientras más veces se repita el gesto más riesgo
de lesiones por sobreuso.
Los atletas profesionales tienen sus entrenadores y una dedicación plena al deporte,
recuperación, alimentación correcta, etc, pero en el caso de los deportistas amateurs deben
ser conscientes de la importancia de dejarse asesorar por expertos en la materia, de lo
contrario muchos terminarán abandonando porque no dejan de lesionarse y además hay que
añadirle la frustración que conlleva el no poder conseguir los objetivos propuestos o el ir
dando palos de ciego en busca de éstos. Mucha gente busca en internet la solución a sus
problemas o un plan de entrenamiento que les guíe en el camino sin tener en cuenta una cosa
muy importante, lo que le va bien a uno no le va bien a otro (principio de individualidad).
NATACIÓN
En Ironman la distancia que se debe cubrir a nado son 3,8 kms, aproximadamente un 2 % del
total de la prueba. En este segmento se busca ser lo más eficiente posible y deslizarse hasta la
T1 buscando un gesto lo más económico posible, guardando energías para lo que viene
después.
Normalmente se usa el estilo crol al ser el más rápido de los cuatro.
De las 3 disciplinas del triatlón no suele tener mucha incidencia de lesiones en el miembro
inferior, dándose el mayor numero de lesiones en el hombro. En el pie se pueden dar lesiones
en el tobillo y el pie, ya que éste realiza flexión plantar y estiramiento máximo.
Implicación musculatura
Descenso de la pierna
- Musculatura Principal
o Cuádriceps: hace extensión de rodilla.
o Psoas ilíaco.
o Tibial y gemelo: flexión/extensión del pie.
o Músculos de los dedos y la planta del pie.
- Musculatura Secundaria
o Sartorio.
o Recto interno: flexor de la pierna.
o Aductores: aducción de la pierna.
o Pectíneo: aducción de la pierna.
36
o Gemelos.
o Sóleo.
o Tibial posterior.
Ascenso de la pierna
- Musculatura principal
o Isquiotibiales: extensión y rotación de rodilla.
o Glúteo Mayor: extensión de la pierna.
o Tibial y gemelo: cambios en la flexión y extensión del pie.
o Músculos de la planta y los dedos del pie.
- Musculatura secundaria
o Recto interno (flexión de la pierna).
o Aductores (aducción de la pierna).
o Músculo del suelo pélvico.
o Gemelos.
Acción de las piernas en crol (biomecánica del gesto)
- La patada se inicia desde la cadera (movimiento de látigo).
- Las rodillas permanecen casi estiradas.
- Las piernas van cerradas y juntas.
- Batir continuamente arriba y abajo.
- Los tobillos van girados hacia dentro.
- Se flexionan las piernas cuando se llega a lo más alto del batido.
- La pierna se estira progresivamente hasta alcanzar la máxima extensión en el punto
más bajo del batido.
- Cuando el batido es hacia abajo los empeines presionan el agua.
- Los pies deben permanecer en extensión, sueltos y relajados. Es importante una buena
flexibilidad de tobillo.
- Los pies se mantienen ligeramente hacia adentro y próximos, mientras los talones
permanecen más separados.
- Los pies deben salir fuera del agua.
37
Método de análisis
En centros de alto rendimiento y algunas piscinas existen unas ventanas que nos permite ver la
piscina y se instalan unas cámaras para que los entrenadores puedan analizar la técnica de los
nadadores. Pero el inconveniente de esto es que las cámaras que se suelen usar son muy
costosas y el software para el análisis es muy complejo. No es útil para nuestra práctica diaria
por el coste y porque aparte, como hemos dicho antes, la natación supone un porcentaje muy
pequeño de la prueba y debemos quizás prestar más atención a las otras dos disciplinas.
Un método más económico al que podemos recurrir sería a usar una cámara que nos permita
grabar a cámara lenta y así poder dar un feedback del gesto técnico a nuestro atleta, basta con
que algún compañero o nuestro entrenador nos grabe de frente o desde el lateral, usando
para ello la calle contigua.
CICLISMO
Es el segundo segmento del Ironman, en éste el triatleta se enfrentará a 180 kms de bici,
supone un 79 % del total de la prueba, se suele usar bici de contrarreloj (conocidas en el argot
como cabra), aunque en ocasiones hay muchos triatletas que usan una bici de carretera
normal con acople largo en el manillar.
Es más eficiente una bici de contrarreloj porque debido al ángulo que tiene el tubo vertical nos
permite ir en una posición más eficiente tanto desde el punto de vista de aerodinámica como
desde el punto de vista biomecánico.
Fases del pedaleo y musculatura implicada
Vamos a dividir el pedaleo teniendo en cuenta los 360 grados que describen las bielas cuando
hacen un giro completo
Fase I de 20º-145º
- Extensión del muslo: intervienen glúteo mayor, tensor de la fascia lata e isquiotibiales.
- Extensión de la pierna: cuádriceps (vasto externo y crural).
- Extensión del pie: tríceps sural y retromaleolares.
- Los músculos intrínsecos del pie no tienen efecto cinético aparante.
Fase II de 145º-215º
En esta fase se da en “punto muerto” bajo, la extensión de tobillo combinada con la flexión de
rodilla tira del pedal hacia atrás y hacia arriba.
- de 145º-185º: el tobillo se abre 15º gracias a la acción del sóleo.
- De 185º-215º: hay una flexión activa del miembro inferior
o La pierna se flexiona de 150º a 135º sobre el pie.
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o La rodilla se flexiona de 150º a 125º sobre el muslo.
Fase III de 215º a 325º
- El pie se flexiona, cerrándose el tobillo 15º.
- La rodilla se cierra 55º.
- La cadera se flexiona 35º.
La flexión del muslo se hace mediante psoas ilíaco, recto anterior y sartorio.
La pierna se flexiona gracias a los músculos de la cara posterior del muslo: músculos de la pata
de ganso, poplíteo y bíceps sural.
La flexión del pie: tibial anterior, extensor común de los dedos y extensor propio del dedo
gordo.
Fase IV de 325º-20º
Aquí hay otro “punto muerto”, sería el punto muerto alto, en él se aplica fuerza en extensión
de la rodilla lanzando el pedal hacia delante.
Lesiones en ciclismo
La gran mayoría de las veces estas lesiones vienen dadas por sobreuso y como consecuencia
de una mala postura encima de la bici.
Algunas molestias o lesiones, como las que enumera Silverman, son:
- Problemas en la parte anterior de la rodilla: compresión femoro-patelar, tendinitis de
cuádriceps, problemas para hacer fuerza, pesadez de cuádriceps.
Causas:
o Sillín bajo
o Sillín adelantado.
o Bielas muy largas.
o Abuso de desarrollo.
o Falta de entrenamiento.
- Problemas en la parte posterior de la rodilla: problemas en poplíteo, sobrecarga de
isquiotibiales, problemas en la inserción del trícpes.
Causas:
o Sillín alto.
o Sillín atrasado.
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o Exceso de rotación de la cala.
- Problemas laterales de rodilla: Tendinitis del bíceps femoral, tendinitis de la fascia lata,
bursitis compartimento externo, irritación ligamento lateral externo.
Causas:
o Calas con los dedos hacia fuera.
o Factor Q muy ancho.
o Excesivo movimiento de las calas.
- Problemas mediales de rodilla: tendinitis de la pata de ganso, irritación ligamento
lateral interno, compresión del menisco.
Causas:
o Calas con los dedos mirando hacia dentro.
o Factor Q muy estrecho.
o Excesivo movimiento de las calas.
- Tobillo: Tendinitis del tendón de Aquiles y tibial anterior.
Causas:
o Sillín alto
o Sillín muy atrasado.
o Sillín bajo con compensaciones de tobillo.
- Pie: Neuroma de Morton, fascitis plantar, dolores en la base de 5º MT.
Causas:
o Zapatilla apretada.
o Cala adelantada.
o Postura incómoda en la rotación de la cala.
o Plantilla irregular.
o Zapatilla muy blanda que se deforma al apretar el pedal.
40
Métodos de análisis biomecánico
Hay métodos para todos los gustos e instrumental de lo más variado, depende de lo que nos
queramos/podamos permitir, pero se puede colocar al ciclista encima de la bici sin tener que
hacer una inversión millonaria teniendo claras varias cosas y valorando si el cliente se adapta a
la perfección a su máquina.
- Métodos estáticos: en este método se miden los ángulos con un goniómetro de brazo
largo y se hacen los ajustes necesarios. También hay una especie de potro donde se
sube el ciclista y se van haciendo las mediciones que luego nos trasladarán a nuestra
bici.
- Métodos dinámicos 2D, en este método usamos una cámara que grabe a cámara lenta
y con el programa Kinovea medimos los distintos ángulos hasta que colocamos al
ciclista en su sitio, ventaja con respecto al método anterior es que hay menos margen
de error y es más natural, ya que vamos midiendo sin tener que poner al ciclista en un
posición forzada para medir los ángulos. Este método nos da una visión del plano
sagital.
- Métodos dinámicos 3D, en este método se colocan una serie de sensores en los
puntos de referencia indicados y el ciclista pedalea, la cámara nos graba y el software
que lleva dicho programa nos da los datos que necesitamos, este método el
inconveniente que tiene es el elevado coste. Con este método tenemos datos del
plano frontal y sagital.
CARRERA A PIE
Es el tercer segmento y corresponde al 19 % aproximadamente del total de la prueba.
Es el segmento que en muchas ocasiones decide la carrera y como dicen
A. Mc Hardy et al. señalan que los estudios epidemiológicos revelan que la mayoría de lesiones
en el triatlón ocurren durante la carrera y se debe al gran impacto que soportan las
extremidades inferiores.
Musculatura que interviene en la extremidad inferior
- Psoas ilíaco: músculo grande, fuerte y potente, interviene en el mantenimiento de la
postura del tronco.
Permite la flexión de cadera, permite, por tanto, el avance de la extremidad.
- Glúteo Mayor: es motor primario o principal de la extremidad de la cadera. Dicho
músculo se encarga de generar propulsión en la carrera.
- Glúteo medio: principal abductor de la cadera.
Genera estabilidad en la pelvis, muy importante en la fase unipodal.
- Isquiotibiales: semimembranoso, semimembranoso y bíceps femoral.
41
Son principales flexores de rodilla y extensores de cadera, generan fuerza en la carrera.
- Tibial anterior: realiza flexión dorsal, por tanto es importante en la elevación de la
punta del pie en la fase de vuelo y amortigua el pie al comienzo del apoyo.
- Gemelos: Hacen flexión plantar del pie y contribuyen débilmente a la flexión de la
pierna. Son motor principal en la propulsión al inicio de la marcha.
- Cuadriceps: músculo más potente de todo el cuerpo.
Soporta mucho peso y nos permite andar, sentarnos y correr. Tiene cuatro cabezas o vientres:
femoral, vasto externo, vasto interno y crural.
Absorbe el peso tras la fase de vuelo, en forma excéntrica. Se acciona junto al tibial anterior.
Resiste el colapso de la rodilla al recibir el peso del cuerpo y elevar el pie del suelo.
Lesiones en miembros inferiores
- Metatarsalgias: se suelen dar por sobreuso.
- Esguince de tobillo: para evitarlo podemos disminuir el drop de la zapatilla.
- Síndrome compartimental: al entrar de talón hay un impacto grande en la pantorrilla.
- Periostitis: hay un impacto y una vibración en el periostio que recubre la tibia.
Solución: bajar el drop, correr por terreno más blando o bajar volumen de kms.
- Tendinitis aquílea: la mayor parte sucede por entrar de talón en la carrera, para
solucionarlo lo suyo es disminuir la fase de contacto de talón y así mejora. Si hay
acortamiento de Aquiles no bajar el drop.
- Tendinitis del tibial posterior: por entrar muy de talón o muy de punta.
- Síndrome femoropatelar: lo produce llegar al suelo con la rodilla totalmente
bloqueada.
- Tendinitis rotuliana: para prevenirlo hay que mejorar la capacidad excéntrica del
cuádriceps.
- Síndrome de la cintilla iliotibial: la mayoría corren muy de talón y entran en inversión,
funciona el vasto externo y el tensor de la fascia lata.
- Pubalgia: Hay que mejorar la capacidad de flexo-extensión de los aductores y la
actividad del glúteo medio. Se puede corregir acortando la zancada.
- Síndrome piramidal: ocurre por entrar muy de talón, se puede deber por una rotación
interna de cadera.
42
Análisis biomecánico de la carrera a pie
Se puede hacer un análisis sin necesidad de hacer una inversión muy elevada si tenemos una
cinta de correr con potencia suficiente y una cámara de vídeo que nos grabe a unos 30 FPS
para poder grabar a cámara lenta, podemos poner detrás una cuadrícula para poder hacer
mediciones y el programa Kinovea. En consulta es lo que yo suelo usar y podemos trabajar
cosas para corregir la técnica de carrera: intentar que no talonee excesivamente al correr,
trabajar la cadencia con un metrónomo, ver la postura del tronco.
Por otro lado si tenemos un optogait o un optojump podemos usar las cámaras que trae y
grabar igualmente a cámara lenta y nos dará información detallada sobre el tiempo de
contacto del atleta con el suelo, de la fase de vuelo, etc. Así podemos hacer las correcciones
que creamos oportunas en la técnica de carrera.
BIBLIOGRAFÍA
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pedaleo/
- Gosling C.,Gabbe B., Forbes A., Triathlon related musculoskeletal injuries: the status of
injury prevention knowledge. Journal of science and medicine in sport (2008) 11, 396-
406.
- Rendos N., Harrison B., Dicharry J., Saber L., Hart J. Sagital plane kinematics during the
transition run in triathletes. Journal of science and medicine in sport (2013) 259-265.
- Bales J., Bales K., Swimming oversuse associated with triathlon training. Sports Med
Arthrosc Rev (2012); 20: 196-199.
- Silverman M.R. Bicycling injuries. Current sports medicine reports (2013), 337-345.
- Anderson C., Clarsen B., Johansen T., Engebretsen L. High prevalence of overuse injury
among iron-distance triathletes. Br. J. Sports Med. (2013)
- Mc Hardy A., Pollard H., Fernández M. Triathlon injuries: a review of the literature and
discussion of potential injury mechanisms. Clinical Chiropractic (2006), 129-138.
- Autor desconocido. La historia del triatlón y del ironman. Inclusión en los JJOO,
modalidades. http://www.triatloners.com/noticias/triatlon/la-historia-del-triatlon-y-
del-ironman-inclusión-en-los-juegos-olimpicos-modalidades/
- Espejo F., Hernández C., Paz J. Curso de análisis y tratamiento biomecánico de la
marcha y la carrera. Málaga, Dic 2015.
43
LESIONES PODOLÓGICAS DEL TRIATLETA Y FACTORES DE RIESGO
Sandra Reyes Casas
INTRODUCCIÓN
El presente estudio trata de investigar las lesiones podólogicas y los factores de riesgo en el
triatleta para poder llevar a cabo la prevención.
Uno de los problemas al que se enfrenta el triatleta, en relación a su salud y rendimiento, son
las denominadas lesiones deportivas. El triatlón ha sido calificado como uno de los deportes
multidisciplinares de mayores requerimientos físicos. Comprende un riguroso entrenamiento,
adecuado a la alternancia de las tres disciplinas, y necesario para afrontar las exigentes
competiciones de múltiples distancias; estas características muchas veces exponen al triatleta
a sufrir una gran variedad de problemas propios de la natación, el ciclismo y la carrera a pie.
La alta prevalencia de patologías asociadas a las extremidades inferiores en el triatlón,
evidencia la necesidad de prestar una atención especializada, ya que muchas de estas
alteraciones pueden llegar a limitar, en menor o mayor medida, las actividades cotidianas y la
práctica deportiva, tanto por la sintomatología asociada como por sus repercusiones en el
aparato locomotor.
El Triatlón es un deporte que a pesar de su reciente implantación, ha crecido en los últimos
años y cada día son más las personas que comienzan a practicarlo. Por ello, es mayor el riesgo
de sufrir lesiones deportivas.
Es importante conocer el papel de las lesiones en el proceso de entrenamiento-competición,
ya que influye directamente en su planificación y en los resultados. Ante una lesión deportiva,
la preocupación más importante del deportista de alto rendimiento es una recuperación
pronta y fiable, para regresar al nivel de actividad deportiva anterior a la lesión, y esto supone,
en ocasiones, un proceso lento y que requiere de una atención médica costosa y especializada.
MARCO TEÓRICO
El Triatlón es un deporte de resistencia relativamente moderno, en el que se combinan tres
disciplinas en tres segmentos. Estos son: natación, ciclismo y carrera a pie. El orden es el
citado y el cronómetro no se para durante todo el tiempo que dure la competición. El
ganador es el que menos tiempo emplea en realizar las tres pruebas.7
En los últimos años, ha habido un aumento de la práctica de Triatlón, tanto desde un punto de
vista lúdico como competitivo, generando un aumento de la incidencia de lesiones que se
acompaña de un crecimiento de la frecuencia de las consultas. Con los conocimientos
actuales, y según se destacó en una reciente revisión de la literatura, la ausencia de datos
disponibles sobre la incidencia, pauta de lesiones y ausencia de estudios publicados con un
mínimo nivel de evidencia, causan una falta de recomendaciones médicas preventivas en el
Triatlón .1
En un estudio sobre lesiones músculo-esqueléticas en el Triatlón y el estado de los
conocimientos de prevención de las lesiones, destacan la falta importante de conocimientos
44
sobre la incidencia de lesiones, el perfil de las lesiones sufridas y la evidencia para la
prevención de lesiones. 2
El modelo TRIPP (Traslación de la investigación a la práctica de la Prevención de lesiones)
describe una serie de seis pasos necesarios para proporcionar una base de pruebas para la
prevención de lesiones: lesiones de vigilancia, etiología, mecanismo de la lesión,
identificación y aplicación de medidas preventivas. A pesar del número de estudios
comprometidos en abordar las etapas TRIPP 1 y 2 (vigilancia de las lesiones, la etiología y el
mecanismo de de lesiones) y la 3,4 ,5 y 6 (desarrollar medidas preventivas y evaluar la
estrategia preventiva) esto no se ha llevado a cabo. La mayoría de los estudios de Triatlón han
sido limitados por la escasez de estudios prospectivos de calidad, la investigación de la
incidencia de lesiones en el Triatlón y los factores que contribuyen a su aparición. Esto ha
provocado la incapacidad de elaboración de estrategias de prevención de lesiones (TRIPP)
para este deporte.4
Las lesiones por uso excesivo se dan tanto por factores intrínsecos como extrínsecos.
Podemos destacar como factor intrínseco la pronación excesiva, el pie cavo, el alto impacto
estilo de carrera, varo o valgo rodillas, displasia patelofemoral, rótula alta, la disimetría de las
extremidades inferiores y la hipermovilidad de las articulaciones. Como factor extrínseco
encontramos el clima, un calzado inadecuado, viejo o nuevo, un mal entrenamiento, un pobre
calentamiento y estiramiento y una atención insuficiente a los músculos.5
Los investigadores de un estudio identifican una defectuosa construcción de la zapatilla como
un factor que ha contribuido al desarrollo de la fascitis plantar. La extremidad inferior sufre
muchas lesiones que surgen de múltiples factores; el tipo de zapatilla usada por el atleta
puede ser un importante factor en la prevención de lesiones y puede compensar una
desviación biomecánica. Una mayor conciencia de la necesidad de evaluar la construcción del
calzado deportivo puede prevenir una lesión de tobillo. 8
En un estudio epidemiológico sobre las lesiones en triatletas británicos en el que encontraron
que las lesiones más frecuentes son las músculo-esqueléticas y tienen lugar en el pie/tobillo
(27%), muslo (20%) y rodilla(20%). El 65% de las lesiones ocurren durante la carrera a pie, el
16% durante el ciclismo y el 12% durante la natación. Korkia et al, en 1994, no relacionan la
incidencia de lesiones con la cantidad de entrenamientos. De los triatletas lesionados en el
estudio, el 20% asistió al fisioterapeuta, el 70% al médico y el 13% al podólogo. 3
En los deportes donde el pie tiene un protagonismo especial es evidente la importancia que
tiene hablar del calzado. Aunque se puede decir que el calzado deportivo de hoy en día es
estructural y funcionalmente superior al de hace diez años, en la actualidad el deportista tiene
como tarea difícil elegir el calzado correcto. Cada tipo de calzado tiene requisitos funcionales
diferentes de acuerdo con las exigencias de la actividad en concreto. El calzado deportivo ha
sufrido una tremenda evolución a lo largo de la historia. Una mayor adquisición de
conocimientos por parte de los podólogos sobre las necesidades de cada atleta en lo que se
refiere al calzado, ha sido la razón por la que la tecnología del calzado deportivo ha intentado
coincidir con nuestros criterios.6
45
OBJETIVO
Conocer las lesiones podológicas más frecuentes y los factores de riesgo en triatletas para el
desarrollo posterior de un Programa de Salud podológica que incida positivamente en el
rendimiento deportivo y disminuya la prevalencia de estas lesiones.
RESULTADOS
La muestra está compuesta por 468 triatletas, 422 hombres y 46 mujeres de edades
comprendidas entre 13 y los 59 años. Las lesiones podológicas más frecuentes, una vez
finalizada la prueba, han sido: ampollas en el pulpejo de los dedos y hematomas
subungueales. La mayoría de las lesiones han ocurrido durante la carrera. El 81% de los
triatletas sufren lesiones con frecuencia, tratándose principalmente de sobrecargas
musculares de los gemelos.
DISCUSIÓN
Nuestros resultados pueden ser interesantes para aumentar el cuerpo de conocimientos de la
Podología, para los podólogos, para la industria del calzado deportivo, así como para los
distintos profesionales como traumatólogos, médicos deportivos, fisioterapeutas, enfermeros
y preparadores físicos.
Por otro lado, los resultados nos muestran la necesidad de crear programas de prevención
podológica para llegar a la población triatleta y detectar los signos y síntomas que aún no son
aparentes. Creemos que los programas de Salud podológica ayudarán no sólo a detectar
alteraciones que puedan estar presentes en los pies de los triatletas sino también a divulgar la
educación sanitaria y dar a conocer la figura del podólogo, que sigue siendo desconocida por
una parte de la población.
CONCLUSIONES
1. Un tercio de las lesiones en triatlón ocurren durante el entrenamiento, siendo la rodilla y
el pie las zonas más afectadas. Cuatro de cada cinco triatletas sufren lesiones relacionadas
con la falta de estiramiento muscular, principalmente sobrecargas musculares en los
gemelos.
2. Una vez finalizada la competición, las lesiones podológicas más frecuentes son ampollas,
heridas/rozaduras, hematomas e inflamaciones tendinosas. Las uñas constituyen la zona
más lesionada del pie y le siguen los dedos, el tendón de Aquiles, el empeine, el quinto
metatarsiano, el talón y la zona externa del pie.
3. Los principales factores de riesgo de lesiones en el pie del triatleta son, la falta de
estiramientos, el sobreentrenamiento, el número de competiciones realizadas, la falta de
entrenador personal y el uso de un calzado inadecuado.
BIBLIOGRAFIA
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47
PUNTOS GATILLO. VALORACIÓN DE PATOLOGÍA AQUÍLEA
Pedro José Chamizo Trujillo
Durante la siguiente presentación vamos a tratar la valoración y tratamiento de dos de las
lesiones más frecuentes que se dan en corredores y triatletas el relación a partes blandas, la
presencia de puntos gatillo miofasciales y la tendinopatia Aquilea.
En la práctica deportiva se ha estimado que el sobreuso muscular como una de las principales
causas de lesión no traumática, con unos valores que oscilan entre 0.2 y 13.3 lesiones por cada
1000h de entrenamiento. (1)
En el caso del triatleta aparecen aproximadamente 3 veces más lesiones por sobreuso que
debido a lesiones agudas (2,3)
El principal factor de riesgo dentro de la práctica del triatlón fue tomar parte en una
competición, se producen más lesiones durante este tipo de eventos que durante los
entrenamientos de la temporada. Una posible explicación es la mayor activación por parte del
sistema nervioso simpático durante estos eventos que los hace más proclives a ignorar las
señales de dolor y llegar a un mayor nivel de exigencia física que durante los entrenamientos
habituales. (4)
La localización más frecuente en lo referente a la lesión es el miembro inferior suponiendo
entre un 65% y un 84.25%(5) y dentro de este el diagnóstico más frecuente es el de
Tendinitis/bursitis.
El triatlón en sus diferentes versiones es un deporte que genera una gran cantidad de estrés al
organismo, especialmente en los de larga distancia, la deshidratación, hiponatremia e hipoxia
(7-12) condicionan el funcionamiento muscular y pueden alterar la contracción muscular
normal.
A nivel biomecánico el punto crítico suele ser la transición entre la fase de ciclismo y carrera T2
en la que se alteran los patrones neuromusculares y se modifica la cinemática de los miembros
inferiores durante al menos los primeros 14 minutos siguientes a la fase de ciclismo (13)
consistiendo estos fundamentalmente en un aumento de la flexión de cadera, aumento de la
báscula pélvica y de la extensión de columna.
Estos cambios biomecánicos se correlacionan con un aumento de la actividad a nivel del Bíceps
femoral (14) y este a su vez se correlaciona con el complejo Aquiles-gemelo-Soleo formando
parte de la cadena musculara posterior de la pierna, con lo que una alteración del bíceps
femoral puede condicionar la alteración del tríceps sural.
Esta situación puede conducir a la formación de puntos gatillos miofasciales, que son la
manifestación clínica del síndrome de dolor miofascial, caracterizándose por regiones
musculares con una mayor dureza que causan dolor local o a distancia. Estos puntos gatillos se
encuentran englobados en una banda tensa muscular cuya estimulación mecánica o por
contracción muscular produce el dolor referido. (15,16)
48
Como mencionamos anteriormente el sobreuso muscular se definía como una de las
principales causas de lesión en los triatletas, este sobreuso puede conducir a la formación de
puntos gatillo miofasciales de acuerdo a los estudios realizados por Mizumura y Tagauchi (17)
asi como a la alteración del tendón de Aquiles, por lo que nos centraremos en la evaluación de
estos dos tipos de lesiones.
A nivel bioquímico encontramos un aumento de la concentración de sustancia P, CGRP,
bradiquininas, serotonina y citokinas en relación a las concentraciones encontradas en un
musculo sano. Así mismo el PH del tejido en un punto gatillo activo es de 4-5 comparado con el
PH normal del cuerpo de 7.4. Esta disminución del pH se relaciona con la isquemia del tejido y
puede inhibir la actividad de la acetilcolinesterasa.
El tratamiento de estos puntos gatillo se puede dividir en:
- Tratamientos no invasivos: Son aquellos en los que no se rompe la barrera epidérmica
e incluyen el uso de TENS, ultrasonido, laser de baja potencia, masaje de la zona o
compresión isquémica
- Tratamientos invasivos: Aquellos en los que atravesamos la piel. Se incluyen entre
otros la punción seca y la infiltración de sustancias sobre el punto gatillo
Actualmente la punción seca es la técnica más aplicada en la clínica para el tratamiento de los
puntos gatillo miofasciales (18-21) es una técnica sencilla y de fácil aplicación, con resultados
rápidos, por lo que suele ser la técnica de elección en casos de dolor miofascial.
Por otro lado la afectación del tendón de Aquiles es otra de las grandes lesiones que se pueden
producir en el ámbito de la carrera, y de su correcto diagnostico va a depender el tratamiento
más adecuado.
Ya desde el año 1976 se habla de la ausencia de células inflamatorias en corredores con
sintomatología dolorosa (23) y son varios los autores que desde entonces dudan de la
existencia de la tendinitis como entidad (24,25)
En este momento la clasificación que haríamos de las tendinopatias atendería al estadio de la
lesión, pudiendo tratarse de:
- Tendinosis
- Tendinitis/Rotura parcial
- Paratenonitis
- Paratenonitis con tendinosis
Para la mayoría de estos procedimientos el tratamiento de elección seria la carga progresiva y
la adquisición de un protocolo de ejercicios excéntricos de cara a favorecer la normal
reparación del tendón (26,27)
En lo referente al diagnóstico de los puntos gatillo y las bandas tensas musculares una de las
herramientas más prometedoras es la elastografía. Si bien no existe demasiada bibliografía en
49
este momento sobre los puntos gatillos específicamente, sí que es una herramienta válida para
valorar la rigidez muscular (17) y la integridad estructural del tendón, aunque aún requiere
mayor investigación.
BIBLIOGRAFÍA
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52
¿CÓMO INFLUYE LA CADENCIA EN LA TÉCNICA DE CARRERA?
Joaquín Páez Moguer
INTRODUCCIÓN
Una correcta Técnica de Carrera es imprescindible tanto para conseguir buenos resultados en
la competición, cómo a la hora de evitar lesiones. Uno de los parámetros más estudiados en la
técnica de carrera es el de la cadencia también conocida como frecuencia de paso o pasos por
minuto.
En este trabajo pretendemos realizar una revisión de la cómo influye la cadencia en la
producción de lesiones y cómo podemos realizar intervenciones para cambiar la cadencia en
nuestros pacientes.
METODOLOGÍA
Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica a través de las bases de datos: PubMed, SciELO,
Cochrane, y el repositorio de revista Sciencedirect, desde el mes de Enero hasta Mayo del
2017.
Para llevar a cabo la búsqueda de artículos se utilizaron las palabras claves: Cadence, Running,
Running Technique, Running Injury, Utilizando los operadores booleanos para realizar las
búsquedas como: AND, OR.
Aquellos criterios de inclusión y exclusión que se tuvieron en cuenta a la hora de incluir un
resultado como válido para formar parte de la bibliografía del trabajo fueron:
-Criterios de inclusión:
• Publicaciones de revistas científicas.
• Libros con la evidencia científica suficiente.
• Publicaciones de interés para el estudio a realizar.
-Criterios de exclusión:
• Aquellas publicaciones que tuviesen una antigüedad superior a 10 años-
• Aquellas publicaciones que no cumpliesen con los criterios de evaluación CASPe.
• Aquellas publicaciones cuyo contenido no fuese de interés para el estudio llevado a
cabo.
• Publicaciones en distinto idioma del español o inglés.
La búsqueda después de aplicar los criterios de búsqueda se seleccionaron 24 artículos.
53
RESUMEN
La cadencia influye directamente en otros parámetros como son la longitud del paso, fuerza de
impacto del choque del pie en el suelo, tiempo de contacto, flexión de rodilla en el contacto,
flexión plantar del tobillo en el contacto, desplazamiento y la distancia del primer apoyo al
baricentro, así como también tiene influencia en la economía de carrera y el rendimiento
deportivo. Existe controversia entre estudios, corredores y entrenadores cuál es la cadencia
óptima, y cuál es su influencia. Valores cercanos a 180 pasos por minuto según los estudios
reducen el riesgo de lesiones en corredores. Pequeños cambios de cadencia permiten cambios
tanto cinemáticos como cinéticos en los corredores.
Correr con música con un determinado ritmo puede ayudar a mejorar la cadencia, en los
corredores con cadencia baja.
54
CALZADO DE TRIATLON EN EL SECTOR DE BICICLETA
Francisco Javier Pérez Conde
INTRODUCCIÓN
Triatlón, deporte olímpico que comprende tres disciplinas: la natación, el ciclismo y la carrera a
pie. El objetivo del presente trabajo es realizar una revisión de las características biomecánicas,
así como los materiales empleados en su fabricación, del calzado de triatlón en el sector de
bicicleta.
Básicamente, este tipo específico de calzado deportivo, presenta unas particularidades muy
similares al utilizado en el ciclismo de carretera, en cuanto a cualidades biomecánicas y
materiales utilizados en su confección, con algunas diferencias concretas a nivel de los cierres
empleados para su fijación al pie (que se detallarán posteriormente), principalmente
encaminados a una fácil colocación del mismo en la primera transición del sector de natación
al de bicicleta, así como favorecer su rápida retirada posteriormente, para simplificar la
segunda transición del sector de bicicleta al de carrera a pie.
En el caso concreto del ciclismo, el calzado posee unas características especiales
diferenciadoras con respecto a otras disciplinas deportivas, orientadas a la búsqueda de rigidez
(con la suela) y sujeción (sistemas de fijación y cierre), para que el pie actúe como un “bloque
rígido” y transmita eficazmente la fuerza al pedal.
Previo al análisis detallado del mismo, sería necesario revisar el soporte físico sobre el cual
trabaja el pie y el calzado, que es el pedal2.
El pedal es el nexo en la dualidad bicicleta (la máquina) y hombre, por ello la evolución
siempre ha ido encaminada a que la unión sea lo más efectiva posible a la hora de transmitir
las fuerzas, ya que es el lugar donde se concentra toda la potencia generada en el pedaleo.
Transmite el esfuerzo alternativo de cada pie, transformándose posteriormente en un
movimiento continuo mediante el cual se movilizará la bicicleta4 (sería el “motor” de la
misma). Esta herramienta de apoyo que pone en movimiento la bicicleta aparecería en 1860,
cuando Pierre Lallement tuvo la idea de agregar unas plataformas a la rueda delantera5,6,7. El
pedal debe ser perpendicular a las bielas y paralelo al eje del pedalier. Deformidades o
alteraciones en el eje de giro del pedal pueden colocar al pie en pronación o supinación lo que
origina molestias músculo-tendinosas a nivel de los rotadores de rodilla9,14.
Podemos diferenciar tres clases de pedales2,4,21:
A- Pedal de plataforma.
Es el original, y el tipo más usado comúnmente. (Figura 1).
Figura 1: Pedal de plataforma.
55
B- Calapiés (ó rastrales)2,4:
Es una evolución del anterior, en los que el pie (zapatilla) se puede enganchar para aplicar el
esfuerzo. Se caracteriza por ser una pieza rígida de plástico ó metal, con una serie de correas
de cuero u otro material que fijarán el pie a éste2, permitiendo transmitir al pedal fuerza en la
fase ascendente del pedaleo4. Utilizados desde que se creó el ciclismo profesional hasta la
década de los ochenta y noventa2. (Figura 2).
Las viejas zapatillas ciclistas tenían una suela completamente plana y flexible, lo que
permitía el juego de las articulaciones del pie: metatarso-falángicas, Chopart y Lisfranc1,4. Con
una elevación posterior del talón por debajo de 4 cm, las fuerzas necesarias para mantener el
ALI son demasiado importantes4, produciendo sobrecarga. Es por lo que posteriormente
adquirió una suela rígida -con una plancha de metal en su interior, o madera-4 y una elevación
a nivel posterior que equivale a un tacón virtual de 4-6cm4,9,10. Montagne observa que
teniendo la zapatilla una suela rígida las características del arco longitudinal son respetadas4.
En la superficie inferior de la zona metatarsal, la suela de la zapatilla, poseía un taco, que junto
a la correa del calapié la sujetaban firmemente al pedal, y cuyo fin era que en el gesto ciclista
no hubiera pérdidas de rendimiento4. Estos anclajes tan firmes del pie al pedal dificultaban la
salida del pie en caso de caída4, por lo que el ciclista quedaba inevitablemente “atado” a la
bicicleta. En la búsqueda de seguridad y que la unión hombre-bicicleta, fuese lo más efectiva
posible, actualmente han sido relegados en favor de los pedales automáticos.
C- Pedales automáticos1,2,9 (“clipless pedal”):
Son los utilizados actualmente y los que menos fatiga muscular general2, siendo una de las
innovaciones técnicas más importantes que ha sufrido el ciclismo en los últimos años9. Se
enganchan a unas zapatillas específicas. (Figura 3).
Figura 2: Calapiés o rastrales.
Figura 3: Pedal automático.
56
En ellos encontramos tres partes o piezas fundamentales:
I.- El propio pedal: regulable al calzado y de diferentes tipos de material: aluminio, carbono,
composite y titanio.
II.- La cala: es la pieza que va a encajar fijando la zapatilla, y por tanto el pie al pedal,
haciéndolos inseparables a menos que se haga un leve giro lateral, por el cual se
desenganchan1, así en caso de caída o accidente se liberaría el calzado, no quedando el ciclista
sujeto a la bicicleta. Fabricadas en poliacetal (polioximetileno -POM- que es un termoplástico
de ingeniería, usado en partes de precisión que requieren alta rigidez, baja fricción y una
excelente estabilidad dimensional) o metal (cromo-molibdeno). Es el elemento más
importante en la zapatilla, ya que va fijada sobre la suela de ésta. Es el anclaje con el pedal. Se
puede regular y será el último elemento en el que irán a parar los vectores de fuerza11. La
posición correcta de la cala se consigue alineando el eje del pedal con un eje imaginario que
pasaría por todas las cabezas metatarsales y que el talón describa una trayectoria paralela a la
biela11. La colocación deficiente de la cala es causa de molestias o lesiones músculo-
tendinosas, gonalgias1,2,4,9,10,11,12,13,14,15. De ella depende en gran medida la orientación del
miembro inferior en el ciclo pedaleo.
III.- La zapatilla: son más rígidas aún para aplicar el esfuerzo durante el pedaleo.
En su origen, decir que pedal automático proviene del esquí, guardando cierta similitud con
éste en cuanto al sistema de enganche y liberación del calzado. Look® fue fundada en 1951
como fabricante de esquís, en Nevers (Francia), por Jean Beyl, un esquiador que se lesionó por
culpa de unas fijaciones que no liberaban el pie en caso de caída. A raíz de la lesión decidió
inventar un sistema para que el esquiador no tuviese que estar atado al esquí. En los años
ochenta el mundo del ciclismo estaba en idéntica situación, ya que todo el pelotón circulaba
aún con rastrales7,8. Diseñó unos pedales (1980) que se basaban en las fijaciones de esquí que
fabricaban, originándose los "pedales automáticos”, que permitían una liberación más segura
del pie. En 1984, Look® los lanza al mercado para bicicleta de carretera, popularizándose al año
siguiente con la victoria de Bernard Hinault con ellos en el Tour de Francia de 1985. Como dato
curioso, citar que ya en 1895, Charles Hansen (Rodhe Island - Nueva Inglaterra, USA), esbozó el
primer prototipo pedal automático (clipless pedal).
METODOLOGÍA
Para la localización de documentos bibliográficos se han utilizado varias fuentes documentales.
En la revisión se han encontrado referencias en inglés, español y portugués.
La búsqueda efectuada en Dialnet, localizó artículos en español en revistas podológicas,
principalmente relacionados con estudios de la biomecánica del pedaleo, los ajustes de los
distintos parámetros de la bicicleta (incluida la cala y la zapatilla) y su relación con la patología
del ciclista.
También se realizó una búsqueda en PubMed, con los siguientes términos: triathlon, cycling
shoes, biomechanics, no encontrándose artículos que describiesen al calzado de ciclismo, o de
ciclismo en el triatlón como tal, sino relacionados con los diferentes ajustes biomecánicos de la
zapatilla-cala, y parámetros de la bicicleta.
57
Al no encontrar nada concreto, se realizó una búsqueda a través de Google Académico, que
permitió hallar la única referencia bibliográfica en la que se describe someramente el calzado
de ciclismo para triatlón, y es en el trabajo de Clecio José de la Cerda Lima, “Desenvolvimento
de Calçado Inteligente para Atletas de Triatlo” (2013).
A la hora de concretar las características y cualidades biomecánicas de este tipo de calzado
deportivo específico, se han tenido que reunir pinceladas y ciertos detalles que se reflejaban
en dichas publicaciones.
El resto de la documentación obtenida se cita en el apartado de bibliografía.
RESUMEN
BIOMECÁNICA DE LA ZAPATILLA DE CICLISMO
El Ciclismo, es un ejemplo de cadena cinética cerrada (carece de fase de oscilación libre de
carga13). Los dos extremos fijos de la cadena cinética se hallan a nivel del apoyo en el sillín, y de
los apoyos fijos en los pedales4. El anclaje inferior está compuesto por: el pedal y la zapatilla
con la cala4. Es un ciclo de 360º, en el que el pie es la unidad terminal donde se aplica la
fuerza2. Al ser un gesto deportivo de repetición, de ahí la importancia de que todos los ajustes
sean correctos1,2,4,9,10,11,12,13,14,15,16, ya que se está expuesto a sufrir tecnopatías, es decir,
lesiones derivadas de un mal acoplamiento entre deportista y la bicicleta.
Estas rotaciones se suelen hacer de dos formas diferentes1,2,11,16,24:
Una en el que el pie mana toda su fuerza a modo de pistón, es decir sólo en el ciclo de bajada
(“ciclo abierto”), que es poco rentable muscularmente.
Y otro tipo de pedaleo en el que el ciclo es más armonioso, más “redondo” (“ciclo cerrado”), el
cual se caracteriza por impartir el gasto en el ciclo de bajada y subida intentado eliminar así los
“puntos muertos”17,18,22, más asociado éste a ciclistas profesionales, en el que se busca que
haya el máximo rendimiento y aprovechamiento de la fuerza generada19, encontrando ciertas
diferencias entre deportistas de distinto nivel competitivo20.
VENTAJAS biomecánicas de la zapatilla de ciclismo y pedal automático.
-Seguridad y unión eficaz.
-Estudios electro-miográficos reflejan que aumentan la actividad muscular del ciclista en un
20%9.
-La unión evita la pérdida de energía en posibles desplazamientos entre las partes, pudiendo
desarrollar una fase de retroceso (recuperación) del pedal, aliviando al cuádriceps de la pierna
contralateral11,12, facilitando así el pedaleo “redondo”.
-Su tacón virtual4,9,10, supone una inclinación de 25º-30º antepié1,11,12. Con esta plantarflexión
de la zapatilla, la rodilla no desarrollará una extensión completa de 180º cuando ésta se fije al
pedal, sino que será de 155º, aprovechando la acción del cuádriceps sin que la articulación
adquiera su posición más estable, ello generaría un gran gasto de energía para romper dicha
58
estabilidad y altos picos de impacto11,12. El tobillo permanece en una posición de flexión
plantar durante casi todo el recorrido.
-El posicionamiento de la TPA en flexión plantar coloca la ASA en inversión haciendo más rígido
el conjunto de articulaciones del pie. Esto se refuerza con la rigidez y mayor superficie (toda la
suela) de transmisión de fuerzas, ya que la zapatilla actúa a modo de barra11.
INCONVENIENTES biomecánicos de la zapatilla de ciclismo y pedal automático.
-Suponen un cambio en la biomecánica del pedaleo y la aparición de nuevas problemáticas
músculo-tendinosas en la coaptación hombre-máquina9.
-La colocación deficiente de la cala es causa de molestias o lesiones músculo-tendinosas y
gonalgias1,2,4,9,10,11,12,13,14,15,25,26,27.
-Cala en mal estado, rota o desgastada, puede ser causa de caída14.
-La tendinopatía de los músculos rotadores son específicas de los ciclistas: pata de ganso,
bíceps femoral y cintilla iliotibial9,10,15.
-Aumento incidencia metatarsal y la rígidez de la suela, puede provocar la aparición de
parestesias, “ardores” y metatarsalgias1,2,9,14,28.
CALZADO DE CICLISMO EN CARRETERA
Caracterizado por ser de suela rígida y cuerpo de cuero o material sintético. Hoy en día
podemos encontrar zapatillas regulables a tres alturas del mediopié mediante microcierres,
adaptando aún más nuestra morfología al elemento2. (Figuras 4 y 5).
Podemos diferenciar las siguientes partes:
-Corte: Comprende la piel más rejillas para permitir la ventilación. Como materiales: piel
sintética (Lorica®, microfibra), membranas técnicas o cuero, y el nylon para las rejillas de alta
transpirabilidad. La lengüeta acolchada confiere comodidad.
-Sistemas de fijación y ajuste al pie: El sistema más frecuente es el de un cierre micrométrico
combinado con dos velcros. Otro tipo es el BOA®, mediante un hilo monofilamento de kevlar
(pueden ser uno ó dos cierres de este tipo). También son posibles combinaciones de los
diferentes tipos, entre ellos, según el fabricante.
-Suela. Fabricada en muy diversos materiales como son: carbono, carbono composite (fibra de
vidrio más carbono/ fibra carbono inyectada en nylon), nylon más fibra de vidrio, fibra de
vidrio, u otros como el magnesio. Su grosor es de 4mm, para que el metatarso -punto de
aplicación de la fuerza en el pedal- esté lo más cerca del eje del pedal. Presenta unos orificios
para la fijación de las calas, así como un tacón de marcha de goma recambiable.
-Contrafuerte de talón: A nivel del talón presenta un refuerzo interno y externo, para conseguir
un efecto de “encapsulamiento”, mejorando así la sujección, estabilización y control del
retropié, con el fin de facilitar el pedaleo. Su diseño es ergonómico, ya que en la fase de
retroceso del pedal el tendón de Aquiles y el contrafuerte del retropié están en fuerte
59
contacto, por lo que éste se debe adaptar a la anatomía del mismo, evitando problemas como
podrían ser bursitis subaquíleas o retroaquíleas1.
-Plantilla interior: Confiere interior acolchado ya que no hay entresuela. Confeccionada en EVA
(de 4 densidades, a veces con inserciones de porón) ó piel natural. Tratamiento antibacteriano.
No sustituyen el tratamiento ortopodológico.
CALZADO DE CICLISMO EN TRIATLÓN23
Es un calzado específico utilizado en el sector de bicicleta del triatlón.
En cuanto a características biomecánicas es igual al calzado de ciclismo en carretera.
En este apartado detallaremos sólo las diferencias particulares entre ellos, en las diferentes
partes que lo configuran:
-Corte: Presenta más zonas de rejilla y microperforaciones en la piel, para facilitar la
ventilación del pie, ya que al venir del sector de natación, toda esa humedad pueda salir. Sin
costuras interiores para evitar rozaduras si se usa sin calcetín. La tendencia actual es la
ausencia de lengüeta, para una más fácil colocación.
-Sistemas de fijación y ajuste al pie: Es quizá el rasgo diferenciador con el del calzado de
carretera. Los sistemas empleados tienen la finalidad principal de facilitar la colocación y
retirada (apertura y cierre) del calzado durante las transiciones. Se busca la máxima sujeción
con el mínimo de fijaciones. Solemos encontrar tan sólo 1 ó 2 cierres de velcro, pudiendo
variar la disposición de los mismos. El cierre de velcro principal, más ancho, puede aproximarse
en sentido hacia dentro (“hacia la biela de la bicicleta”) o hacia afuera, presentando una
“muesca” para que la tira no se mueva hasta que el triatleta quiera fijarla. En caso de existir un
segundo velcro es más pequeño y distal al anterior, cerrando hacia afuera. Otro tipo de ajuste
sería el sistema BOA®, caso de los modelos de zapatillas de Specialized® y DMT®. (Figuras 6,7 y
8).
-Suela: Presenta perforaciones para facilitar la evacuación de la humedad.
-A nivel del talón presenta una trabilla para favorecer la introducción del pie. Esto también
permite la colocación de una goma elástica, para mantener el calzado horizontal a las bielas de
la bicicleta y ayudar a su colocación en movimiento.
Figuras 4 y 5: Calzado de ciclismo en carretera, con diferentes tipos de cierre.
60
Al igual que en la bicicleta de carretera, los ajustes de todos los parámetros la bicicleta de
triatlón son muy importantes, con el objetivo de tener un acoplamiento a la misma, y un
rendimiento óptimos29.
CONCLUSIONES
-La regulación y ajuste de todos los parámetros de la bicicleta, y de la zapatilla-cala-pedal, es
muy importante ya que con el ciclista llega a formar un par indisoluble. El ciclo del pedaleo es
un gesto deportivo de repetición, por lo que cualquier mínima discordancia puede conllevar
una lesión (tecnopatías).
-Las características del calzado en el ciclismo, lo hacen particularmente diferente con respecto
al resto de calzados específicos de otras disciplinas deportivas: búsqueda de rigidez y fijación
para lograr una óptima transmisión de fuerzas.
-Su influencia sobre la orientación del miembro inferior en el ciclo del pedaleo, justifican que la
adecuación a las necesidades del deportista sean óptimas.
-De los segmentos partícipes en el movimiento del pedaleo el pie es el que presenta mayores
conflictos directos y origina a distancia una patología indirecta9.
-El calzado de ciclismo para triatlón, presenta unas características similares al utilizado en el
ciclismo de carretera en cuanto a cualidades biomecánicas y materiales utilizados en su
confección, con las diferencias concretas a nivel de los cierres empleados para su fijación al
pie, principalmente encaminados a una fácil colocación del mismo en la primera transición del
sector de natación al de bicicleta, así como favorecer su rápida retirada posteriormente, para
simplificar la segunda transición del sector de bicicleta al de carrera a pie.
BIBLIOGRAFÍA
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ciclista: repercusiones podológicas. Rec Esp Podol. 2001;12(5):297-300.
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posible paliar el dolor? Rev Esp Podol. 2009;20(5):188-194.
3-RAE. Diccionario de la Lengua Española. Madrid: Ed. Espasa-Calpe; 1982. p. 995.
Figuras 6, 7 y 8: Calzado de ciclismo para Triatlón, con diferentes tipos de cierre, que facilita las transiciones.
61
4-Castellote Olivito JM. Biomecánica de la extremidad inferior en el ciclista. AMD.
1986;3(11):233-238.
5-Monítor, Enciclopedia Salvat para todos. Vol. 2. Barcelona: Ed. Salvat; 1970. p. 859-860.
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7-http://www.speedplay.com/index.cfm?fuseaction=home.history
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11-Ramos J. Biomecánica aplicada al ciclismo. Podología Clínica. 2005;6(4):132-136.
12-Ramos J, Violan E, Munuera PV, Mahillo R, Lafuente B. Protocolo de exploración en el
ciclismo. Rev Esp Podol 2008;19(6):232-238.
13-Ramos J, Reina M. Tratamiento mediante soportes plantares en ciclistas profesionales. Rev
Esp Podol. 2008;19(6):244-247.
14-Gómez JR, Da Silva ME, Viana BH, Vaamonde D, Alvero JR. La importancia de los ajustes de
la bicicleta en la prevención de las lesiones en el ciclismo: aplicaciones prácticas. RAMD.
2008;1(2):73-81.
62
TÉCNICA DE PEDALEO EN CICLISMO MEDIANTE ELECTROMIOGRAFÍA DE
SUPERFICIE
Javier Ramos Ortega
Javier Sola López
Bárbara Pineda Bascón
RESUMEN
El ciclismo es un deporte cíclico en el cual se desarrollan grandes intensidades deportivas
durante un largo tiempo por lo que la eficiencia es un factor muy importante a valorar. Es por
ello que debemos analizar el gesto deportivo del ciclismo a través de la técnica de pedaleo.
Actualmente están descritas 3 forma de pedalear: pushing, pulling y circling, la cuales se han
impuesto de manera diferente en el mundo del ciclismo. Existen estudios que han
determinado el pedaleo más eficiente en función de la intensidad deportiva, por lo que nos
plateamos qué técnica de pedaleo es la más frecuente en ciclistas amateurs. Es por ello que el
objetivo de esta investigación fue determinar el nivel de activación muscular a nivel de
isquiotibiales y cuádriceps a intensidad submáxima mediante la monitorización de la actividad
mioeléctrica por medio de la electromiografía de superficie Mbody. El tamaño muestral fue de
12 sujetos a los que se solicitó que pedaleasen durante15 minutos a un esfuerzo submáximo
igual a 180W y se registró la información por medio del sistema Mbody (Mynontec).
Encontramos que la técnica menos frecuente fue la pushing, seguida a iguales porcentajes de
la pulling y la circling. Las dos formas de pedaleo más frecuentes encontradas determina un
sobreuso de la musculatura isquitibial, lo que conlleva un coste energético alto , así como
inestabilidad a nivel lumbar. El pedaleo pushing genera el suficiente torque para que se
desarrolle una intensidad adecuada y con un menor reclutamiento muscular, con lo que se
consigue un aumento de la eficiencia a largo plazo.
INTRODUCCIÓN
A diferencia de otros deportes como es el caso del tenis o del golf en los que el gesto se realiza
en un momento puntual de la práctica deportiva, en el ciclismo el pedaleo se lleva a cabo de
manera constante, sin posibilidad de variación. Esa constancia en el gesto lo favorece la
inclusión en este deporte de los pedales automáticos, los cuales permiten traccionar del pedal,
para continuar con el gesto en todo el ciclo.
Aunque Houtz y Fisher 1 fueron los primeros en utilizar electromiografía de superficie durante
el pedaleo, actualmente, numerosos investigadores 2–7 han realizado dicho análisis EMG. En la
figura 1 podemos ver la representación de los principales músculos del miembro inferior
implicados en el pedaleo: (1) Glúteo mayor (GM) (extensor de caderas); (2) semimembranoso y
bíceps femoral (SM, BF) (extensores de cadera y flexores de rodilla); (3) Vastos lateral y medial
(VL, VM) (extensores de rodilla); (4) Recto femoral (RF) (flexor de cadera y extensor de rodilla);
(5) gastrocnemio lateral y medial (GL, GM) (flexores de rodilla y flexores plantares de tobillo);
(6) sóleo (S) (flexor plantar de tobillo) y (7) tibial anterior (TA) (flexor dorsal de tobillo)7.
63
Ericson 6 mostró que ante una carga de 120W (correspondiente al 54% aproximadamente de la
fuera aeróbica máxima), inducía un nivel de activación EMG del 45% en el VM, 44% para el VL
y del 32% para el S (músculos monoarticulares). En el caso de los músculos biarticulares, la
activación fue menor, siendo del 22% para el RF y del 18% para el GL.
Figura 1: Esquema músculos en el pedaleo7 Figura 2: EMG músculos miembro7 inferior7
TDC = 0º BDC=180º
En la figura 2 podemos ver los patrones típicos de los 10 músculos más importantes del
miembro inferior en el pedaleo. El GM se activa cerca del TDC hasta aproximadamente 130º,
estando dentro de la fase de máxima potencia (25-160º)2,5. Los VL y VM son activados desde
justo antes del TDC hasta justo después de los 90º 1,2,5. La activación del RF es más temprana
que la de los VL y VM, siendo aproximadamente a los 270º y terminando a los 90º2,5. La región
de activación del TA se encuentra en la segunda mitad del ciclo del pedaleo (BDC a TDC),
siendo a los 270º hasta justo después del TDC 2,5. El S es activado durante la fase de descenso
(0º-180º) desde los 45º hasta los 135º 2. Los resultados relativos al grupo de los isquiotibiales
es más controvertido, ya que unos autores muestran una activación justo antes del TDC hasta
el BDC2, mientras que otros mostraron una amplia zona de activación que iba desde TDC hasta
los 270º 5.
Para optimizar el entrenamiento de resistencia es importante maximizar la eficiencia
metabólica, la cual es definida como la relación entre el trabajo realizado y la energía gastada.
A ello se le conoce como “gross efficiency”8 y va a estar muy influida en el ciclismo por la
técnica de pedaleo, entendida esta como la forma en que las fuerzas producidas por los
músculos del ciclista son transferidas a la biela. Usando los sistemas de registro de fuerzas en
el pedal, podemos describir la eficacia del sistema9.
Usando las medidas relacionadas con la fuerza, podemos describir la eficiencia mecánica del
pedaleo. En particular, dos conceptos han sido usados para describir esta eficiencia. El primero
es maximizar la componente vertical de la fuerza que actúa sobre la biela y por consiguiente
en el pedal. Ello sugiere que una eficiencia en el pedaleo conllevaría una mejor eficiencia
metabólica. Esta idea no se puede intuir por dos razones: la primera es que la eficiencia
mecánica no tiene en consideración fuerzas no musculares como la gravedad o la inercia del
64
sistema que van a influir en el pedaleo. La segunda es que la eficiencia mecánica puede no
verse reflejado en la “gross efficiency”, ya que la energía generada por la contracción muscular
debe aplicarse sobre el pedal y para ello debe transmitirse de manera indirecta por el miembro
inferior10–12.
El segundo concepto es la distribución del torque de forma igual a lo largo del pedaleo,
considerándose como una eficiencia del pedaleo. Este concepto no está afianzado por
investigaciones9.
Para analizar la influencia de la técnica de pedaleo en la “gross efficiency”, Korff et al.
diseñaron un estudio en el cual, se le pidió a los participantes que desarrollaran 4 tipos de
pedaleos distintos. El primero consistió en el preferido por ellos (preferred), el segundo
realizando un pedaleo redondo (circling), el tercero traccionando exclusivamente del pedal
(pulling) y por último propulsando el pedal en la fase de descenso (pushing). Para el cálculo de
la gross efficiency, se utilizó la siguiente fórmula: potencia / energía gastada a través del VO2 y
el VCO29.
Los objetivos que nos marcamos en esta investigación fueron:
Conocer la técnica de pedaleo global del ciclista
Determinar la asimetría en el ciclista
Estudiar el predominio muscular en el miembro dominante
MATERIAL Y MÉTODO
La muestra de estudio estuvo constituida por 12 ciclistas amateurs, a los cuales se les solicitó
que pedaleasen durante 15 minutos a un esfuerzo submáximo de 180 W. Para ajustar la
resistencia se utilizó el rodillo Powerbean (Cycleops) sobre el cual se colocó la bicicleta propia
del ciclista a fin de que los reglajes no influyesen en los parámetros musculares. Para el
registro electromiográfico se utilizó un pantalón instrumentado Mbody (Myontec)13, el cual
registró actividad a nivel de cuádriceps e isquiotibiales de cada miembro a través de 4 canales.
La información era enviada a través de sistema Bluetooth. Al final de cada individuo, el
software daba el porcentaje de acción de cada cuádriceps e isquiotibial y se determinó el tipo
de pedaleo de la siguiente forma:
Pushing: ≥ 60% acción cuádriceps
Pulling: ≥50% acción isquiotibiales
Circling: <50% acción isquiotibiales y <60% acción cuádriceps
65
RESULTADOS
La muestra estuvo compuesta por 12 ciclistas amateurs, con una edad media de 36,7 ± 4,14
años, una altura de 1,81 ± 5,7 m. y un peso de 73,7 ± 6 kg. La experiencia media de los ciclistas
fue de 8,4 ± 3,9 años, siendo todos ellos varones.
En la tabla 1 se describen los porcentajes de actividad para cada uno de los canales, es decir,
para cuádriceps izquierdo (QL), cuádriceps derecho (QR), isquiotibiales izquierdo (HL) e
isquiotibiales derecho (HR). Asimismo, se recoge el total de la actividad de los cuádriceps
(TOTAL Q), y de los isquiotibiales (TOTAL H).
QL QR TOTAL Q HL HR TOTAL H
1 30,4 34,6 65 16,4 18,6 35
2 24,8 35,6 60,4 17 22,6 39,6
3 24 33,5 57,5 20,5 21,5 42
4 24,1 31,9 56 23,2 20,8 44
5 25 30,2 55,2 22 22,8 44,8
6 25,1 29,5 54,6 22,8 22,7 45,5
7 26,9 24,8 51,7 23,7 24,6 48,3
8 22,9 23,6 46,5 25,7 27,8 53,5
9 22 23 45 27 28 55
10 21,6 18,6 40,2 32,3 27,4 59,7
11 17,2 18,9 36,1 26,2 37,7 63,9
12 9,2 11,5 20,7 34,6 44,7 79,3
Tabla 1: Porcentaje de actividad de cada grupo muscular y lateralidad
En el gráfico 1 podemos ver, basándonos en los porcentajes de activación que: 2 ciclistas
desarrollaron un pedaleo tipo pushing, 5 con un tipo pulling y 5 de tipo circling. Solo en uno de
los casos (ciclista 7) se dio un pedaleo simétrico entre el grupo de los isquiotibiales y del
cuádriceps.
Gráfico 1: Distribución actividad muscular cuádriceps Vs isquiotibiales
0
100
1 3 5 7 9 11 13
Quadriceps / Hamstring
66
En la tabla 2 podemos ver la distribución de la actividad en función de la lateralidad, de tal
manera que 3 ciclistas desarrollaron un pedaleo simétrico, 8 con un predominio del lado
derecho y 1 del lado izquierdo.
Al ponderar la actividad del miembro dominante de manera aislada, podríamos determinar el
tipo de pedaleo que estaría desarrollando siguiendo los criterios utilizados para su valoración
de manera global (tabla 3). Encontramos que 4 de los ciclistas generaron un pedaleo tipo
pushing, 3 tipo circling y 5 con un tipo pulling.
Tabla 2: Distribución de la actividad muscular en base a la lateralidad
LEFT RIGHT LATERALIDAD
Q H Q H LEFT RIGHT
1 30,4 16,4 34,6 18,6 47 53
2 24,8 17 35,6 22,6 42 58
3 24 20,5 33,5 21,5 45 55
4 24,1 23,2 31,9 20,8 47 53
5 25 22 30,2 22,8 47 53
6 25,1 22,8 29,5 22,7 48 52
7 26,9 23,7 24,8 24,6 51 49
8 22,9 25,7 23,6 27,8 49 51
9 22 27 23 28 49 51
10 21,6 32,3 18,6 27,4 54 46
11 17,2 26,2 18,9 37,7 43 57
12 9,2 34,6 11,5 44,7 44 56
67
LEFT RIGHT
Q H Q H
1 65% 35% 65% 35%
2 59% 41% 61% 39%
3 54% 46% 61% 39%
4 51% 49% 61% 39%
5 53% 47% 57% 43%
6 52% 48% 57% 43%
7 53% 47% 50% 50%
8 47% 53% 46% 54%
9 45% 55% 45% 55%
10 40% 60% 40% 60%
11 40% 60% 33% 67%
12 21% 79% 20% 80%
Tabla 3: Tipo del pedaleo del miembro dominante
DISCUSIÓN
El objetivo de esta investigación fue analizar el tipo de pedaleo que se desarrolla en el
ciclismo amateur, utilizando para ello la activación de dos de los grupos musculares más
importantes en el pedaleo y con la complejidad de ser biarticulares como son isquiotibiales y
cuádriceps.
Lo primero que encontramos fue que solo 1 de los ciclista (el número 7), desarrolló un
pedaleo simétrico (entendido como una activación cercana al 50% de cada grupo muscular),
con un 51,7% cuádriceps y 48,3% isquiotibiales. A tenor de ello nos planteamos si la simetría
desde el punto de vista muscular global es necesaria o simplemente es una característica que
puede estar presente, pero que no interfiere en el pedaleo o no es motivo de lesión.
Respecto a los tipos de pedaleo encontrados en nuestra muestra, 5 de ellos desarrollaron un
pedaleo tipo pulling, 5 circling y 2 solamente pushing. En el estudio realizado por Korff et al. 9,
se le pidió a los participantes que desarrollaran 4 tipos de pedaleos distintos: preferred,
circling, pulling y pushing. Encontraron que el mayor torque durante la fase de descenso (0º-
180º) fue descrito por el tipo pushing, mientras que el pulling describió un valor muy pequeño,
lo que indicó que la musculatura extensora del miembro inferior es más potente que la flexora.
Pero al analizar el torque de forma global, el valor mayor fue el descrito por el tipo pulling,
68
debido a que el tipo pushing generó un torque positivo mayor en la fase de descenso pero
también mayor negativo en la fase de recobro, cosa que no sucedía con el tipo pulling pues al
traccionar del pedal lo disminuían. La técnica de pedaleo como era de esperar en base a la
ecuación, influyó en el gross efficiency, de manera que en el pedaleo tipo pulling disminuyó
respecto al resto de las técnicas de pedaleo (gráficos 2 y 3).
Gráficos 2 y 3: Distribución del torque y del gross efficiency9
Podríamos afirmar que la técnica de pulling fue más eficiente (un mayor valor de fuerza
eficiente y mayor homogeneidad en la distribución del torque), pero menos eficiente
metabólicamente hablando. Es por ello que el hecho de desarrollar una eficiencia del pedaleo
mejor, no conlleva a una mejora también de la eficiencia metabólica. Estos datos son
corroborados por el estudio de Mornieux, G et al.14
Durante un exhaustivo ejercicio, la fuerza máxima generada por el músculo comienza a
descender, lo que sugiere que la fatiga comienza a aparecer antes de que el músculo no sea ya
capaz de realizar la tarea requerida15. Dicha reducción ha sido asociada a una disminución de la
activación muscular máxima o del pico del torque. Ello lo podemos observar durante
contracciones isométricas continuas que requieren un mantenimiento de la fuerza hasta la
extenuación 16.
Algunos estudios encontraron que hubo un aumento significativo de la relación EMG/power en
alguno de los músculos del miembro inferior. Este aumento sugiere un incremento de las
unidades motoras requeridas para compensar el descenso de la fuerza de contracción que
ocurre en la fibra muscular fatigada17–19.
Respecto a la lateralidad, encontramos que 8 ciclistas trabajaron más con el lado derecho, 1
con el izquierdo y sólo 3 fueron simétricos. Teniendo en cuenta que el gesto del pedaleo es un
movimiento cíclico en el cual deben de trabajar las dos piernas de manera alterna, lo lógico
sería pensar que ambas piernas deben describir el mismo porcentaje de actividad, sin embargo
esto no es así. Todos los ciclistas eran diestros, lo cual podría responder el hecho de que sólo 1
presentara un patrón dominante del lado izquierdo. Esta asimetría inherente en ser humano
ha sido identificada como una posible causa de lesiones al trabajar sobre un elemento
simétrico (la bicicleta) asociado al alto número de repeticiones del gesto (más de 5000
pedaladas por hora)20.
Smak, W. et al.21 desarrollaron un estudio en el que pretendieron analizar la influencia de la
cadencia de pedaleo en la asimetría y si el miembro dominante contribuía más que el
contralateral en el desarrollo de la potencia durante el pedaleo. Encontraron que al aumentar
69
la cadencia, la asimetría disminuía, pudiendo deberse a que cadencias altas favorecen un
pedaleo más redondo y por lo tanto enmascarando dicha asimetría. No pudieron establecer
diferencias entre el miembro dominante y el que no en términos de potencia.
TOTAL MD
1 PS PS
2 PS PS
3 C PS
4 C PS
5 C C
6 C C
7 C C
8 PLL PLL
9 PLL PLL
10 PLL PLL
11 PLL PLL
12 PLL PLL
Tabla 4: Comparación de tipos de pedaleo entre la valoración global (TOTAL) y el miembro
dominante (MD). PS=pushing, PLL=pulling, C=circling
Al comparar la técnica de pedaleo del miembro dominante frente a la globalidad del ciclista,
observamos que todos aquellos que describieron un pedaleo del tipo pulling, lo mantuvieron,
así como los de tipo circling. Sin embargo, dos de los que desarrollaban pedaleo circling de
manera global, realmente realizaban con el miembro dominante uno tipo pushing, lo cual nos
lleva a pensar que ese aumento de la musculatura posterior podría ser indicativo o causa de
las rotaciones pélvicas tan frecuentes en el mundo del ciclismo (tabla 4).
Los resultados relativos a los isquiotibiales (BF, SM y ST) son más controvertidos. Algunos
autores registraron una activación justo después del TDC hasta BDC 2, mientras otros
mostraron una amplia región de activación siendo esta desde TDC hasta los 270º 5. Ryan y
Gregor4 claramente informaron sobre dos patrones diferentes descritos antes para la
activación BF durante el pedaleo. Está claro que los isquitibiales son reclutados durante la fase
de potencia junto con los extensores de rodilla. El BF y el SM son activados tempranamente en
la fase de potencia, mientras que el ST es retrasado hasta 145º del ciclo del pedaleo. Los tres
músculos van a ser activados en la fase de recobro pero mínimamente, aproximadamente a los
270º, datos que coinciden con los resultados obtenidos en sus investigaciones Gregor 22, Jorge
y Hull 5y Ericson 23. Hemos informado de que el BF puede tener dos patrones diferentes de
actividad: el patrón A describe una considerable actividad a través de toda la fase de potencia
70
y al inicio de la de recobro, con un aumento cerca del TDC en concordancia con Gregor et al.22.
El patrón B muestra un pico de actividad a los 110º y una relativa inactividad durante la fase de
recobro. Este patrón ya fue descrito previamente por Ericson 23 y Jorge y Hull 5. Estos cambios
pueden deberse a cambios en la cinemática ante la carga mantenida, especialmente en los
músculos biarticulares como son los isquiotibiales 4. Este cambio también puede estar
influenciado por la articulación del tobillo, ya que aunque no siendo considerada la
articulación que mayor momento de fuerza produzca, es la más cercana al pedal, siendo la
encargada de transmitir la fuerza al pedal 4. El momento plantarflexor a nivel del tobillo que se
produce durante casi todo el ciclo del pedaleo es responsabilidad del sóleo y de los gemelos,
observándose un pico de activación diferente para cada uno, siendo primero el del sóleo 7,23,24.
Los gemelos se activan durante toda la fase de descenso y continúa en la de recobro 5,23.
Respecto al sóleo, existen diferencias al compararlo con estudios previos 23,25, ya que aparece
un primer pico de activación en todos los individuos al final de la fase de potencia, mientras
que apareció un segundo pico en 10 de los 12 ciclistas al inicio de la fase de recobro 7. Este
segundo pico pudo estar debido a una variación en el patrón motor del tobillo, generando una
tracción del pedal al pasar por el BDC. Ericson encontró que la magnitud de activación del
sóleo estaba influenciada por la posición del pie en el tobillo, cosa que no ocurrió con los
gemelos 23
CONCLUSIONES
El 41,6% de los ciclistas desarrollaron un pedaleo circling, el 41,6% pulling y el 16,8%
pushing.
Se evidenció una asimetría en todos los ciclistas excepto en 1 desde el punto de vista
muscular y en base a la lateralidad, sólo 3 fueron simétricos, 8 con predominio del lado
derecho y 1 del lado izquierdo.
4 ciclistas tuvieron un predominio cuádriceps en el miembro dominante, 3
igualdad entre isquiotibiales - cuádriceps y 5 de isquiotibiales.
BIBLIOGRAFÍA
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73
PATOMECÁNICA DE LAS LESIONES DEL PIE EN LA PRÁCTICA DE PÁDEL. A
PROPÓSITO DE UN CASO CLÍNICO DE JUGADORA PROFESIONAL WPT
Ibán Grau Garzón
INTRODUCCIÓN
El pádel es un deporte que está en auge en nuestro país. A pesar de esto, hay pocos estudios
relacionados con el mismo, tanto biomecánicos como de patomecánica de sus lesiones del pie.
La gran avalancha de clubes indoor y exteriores de padel ha provocado un aumento
exponencial de jugadores, y asimismo de las lesiones asociadas a su práctica, a nuestras
consultas. Con ello nos hace imprescindibles el conocimiento perfecto de su
Biomecànica(golpes,movimientos) así como las principales lesiones que nos llegaran a las
consultas para resolver.
En este caso presentamos el caso de una jugadora profesional del pádel, actualmente número
1 del circuito profesional world padel tour, donde resolvemos con éxito una aquileitis de larga
evolución y tratada con soportes plantares a medida.
Analizamos todo el proceso de visita, control y seguimiento de la jugadora para basarnos en
los puntos fuertes a tener en cuenta, para realizar el tratamiento ortopodológico.
74
METODOLOGÍA
Para realizar el tratamiento damos revisión a la biomecánica del padel
Biomecánica de los golpes
Drive
Revés
Volea
Smash
Saque
Lob
Biomecánica de los movimientos del padel
Desplazamientos laterales
Desplazamientos hacia delante/hacia detrás
Sprints
Salto para smash
75
DRIVE
76
LOB
77
SMASH
78
BACKHAND
79
VOLLEY
80
REVISIÓN DE CASO CLÍNICO
Caso Clínico de jugadora profesional y actual número uno del mundo del circuito profesional
femenino, presentaba dolor en talón derecho y parte posterior del gemelo que le impedía
jugar con normalidad:
Analizamos gesto deportivo y estudio biomecánico de la jugadora
-goniometría
-baropodometría
-estudio articular y muscular (valoración osteopatía)
-confeccionamos tratamiento ortopodológico (plantillas) y revisamos calzado con drop más
elevado
-Explicación de las complicaciones durante el proceso de tratamiento y seguimiento por fases
hasta la resolución del mismo
81
Bibliography
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82
RANGO NORMAL DE MOVIMIENTO DEL PRIMER RADIO
Priscila Távara Vidalón
Pedro V. Munuera Martínez
Manuel Ángel Monge Vera
INTRODUCCIÓN
El movimiento del primer radio es un componente importante en la función normal del pie
durante la marcha. Este movimiento ha recibido la atención de numerosos autores en
referencia al desarrollo de muchas patologías del pie. Además, numerosos procedimientos
quirúrgicos se centran en el primer radio para corregir las deformidades estructurales y
funcionales de la primera articulación metatarsofalángica, cuneometatarsal y
cuneoescafoidea(1,2).
El primer radio es una unidad funcional formada por el primer metatarsiano y el hueso
cuneiforme medial(1–3). El movimiento del primer radio viene dado por un conjunto de
articulaciones que lo comprenden y son: 1) el primer metatarsiano y la cuña medial que se
articula con el segundo metatarsiano y 2) la cuña medial que se articula con el escafoides, cuña
intermedia y el primer metatarsiano(1,2).
El movimiento de las articulaciones entre el primer metatarsiano y el cuneiforme medial, y
entre éste y el escafoides, se produce alrededor de un eje común(1,4). Este eje fue descrito
por Hicks JM(4) en 1953 como aquel que discurre desde la parte medial del dorso del pie,
sobre la base del tercer metatarsiano, hasta el tubérculo del escafoides, con una inclinación
aproximada de 45º con respecto a los planos sagital y frontal, y sólo con una ligera inclinación
con respecto al plano transverso(3).
Aunque el primer radio posee un movimiento por tanto triplanar, debido a la condición de casi
paralelismo con respecto al plano transverso, el movimiento en dicho plano es muy pequeño, y
se considera clínicamente insignificante en condiciones normales. De esta forma, el primer
radio presenta movimientos conjuntos fundamentalmente en los planos frontal y sagital,
produciéndose inversión junto con la dorsiflexión y eversión junto con la plantarflexión(4–6), y
siendo aproximadamente iguales la cantidad de dorsiflexión-plantarflexión y la de inversión-
eversión(3).
El rango normal de movimiento del primer radio es difícil de cuantificar debido al número de
articulaciones que participan en él. Roukis y Landsman(2) realizaron una revisión bibliográfica
en la que se evidencia la inconsistencia global que existe con respecto al estudio del
83
movimiento del primer radio debido a la dificultad que supone medir de forma precisa la
movilidad en cada una de las articulaciones que lo forman.
Partiendo de la base teórica en la que existe mucha discrepancia en cuanto a la cuantificación
del movimiento normal en el plano sagital y hay muy poco descrito sobre el valor normal de
movimiento en el plano frontal, lo que se pretende investigar es el movimiento biplanar del
primer radio en sujetos normales mediante su estudio radiográfico.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los datos estudiados pertenecen a una población compuesta por 16 hombres y 24 mujeres y
fue realizado en el Área Clínica de Podología de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y
Podología de la Universidad de Sevilla.
Se valoró el primer radio por dos podólogos con más de 15 años de experiencia, los cuales
debían coincidir si se trataba de un primer radio normal, dorsalflexionado o plantarflexionado.
Para ello el sujeto se colocó en una camilla en decúbito supino con el tobillo y la ASA en
posición neutra. Luego se realizó la exploración del primer radio según Root, en la que se parte
desde una posición neutra y se realiza una dorsalflexión-inversión y una plantarflexión-
eversión del primer radio. Se considera un primer radio normal si este presenta movimientos
iguales tanto en dorsalflexión-inversión como en plantarflexión-eversión. Se seleccionaron a
los sujetos que presentaran primeros radios normales.
Luego se procedió a la valoración en bipedestación, en esta se valoraba a los sujetos sobre un
banco de marcha y se realizó el test de Coleman y el test de Coleman modificado. El primero
consistió en colocar material de 50 shore A debajo de las cabezas de 2º a 5º metatarsianos
para hallar su máxima plantarflexión y el segundo consistió en colocar material de 50 shore A
debajo de la cabeza del 1º metatarsiano y primer dedo para hallar su máxima dorsiflexión.
Una vez que obteníamos los datos en milímetros de la máxima dorsiflexión y plantarflexión
procedimos a la realización de 3 radiografías anteroposteriores en carga del pie y tobillo. Para
ello el sujeto se colocó de pie sobre un banco de madera bajo. Se colocó el chasis en una
ranura de forma vertical al talón del individuo. El haz de rayos X estaba centrado
perpendicularmente a la cabeza del primer metatarsiano. La distancia del tubo a la placa se
estableció en 1 metro. La radiografía se realizó con una técnica de 50kVp y 6,40 mAs.
Cada radiografía fue digitalizada utilizando un escáner con capacidad de explorar imágenes en
films positivos (Epson Expression 1680 Pro®) para crear una imagen digital. Las mediciones se
realizaron en las radiografías digitalizadas con el software AutoCAD®.
84
DISCUSIÓN
Haciendo un repaso de los estudios que aportan datos sobre la movilidad del primer radio,
veremos la gran variedad de opiniones existentes(3).
Kelso et al(1) en 1982 realizaron un estudio en 24 cadáveres para valorar el movimiento del
primer radio y obtuvieron como resultados que la cantidad de movimiento del primer
metatarsiano y de la cuña medial fueron los mismos, con lo que ambos funcionan alrededor de
un mismo eje. En todos los cadáveres, se observó que cuando el primer metatarsiano invertía,
se producía una dorsiflexión y que cuando éste evertía se producía una plantarflexión. Opinión
compartida por Hicks(4), Ebisui(6), Sarrafian(7) y Root et al(8), quienes además aseguran que
por cada grado de movimiento en el plano sagital se produce otro grado de movimiento en el
plano frontal(3). En el plano sagital, la media del rango total de movimiento del primer radio
fue 12,38 ± 3,4mm. En el plano frontal, la media del rango total de movimiento del primer
radio fue 8,23° ± 4,12°. La media de movimiento en el plano frontal fue de 0,77° por cada
milímetro de movimiento en el plano sagital.
Basándose en la experiencia clínica, Root et al(5) propusieron que la media de movimiento del
primer radio es de 5mm de dorsiflexión y 5mm de plantarflexión en un rango de movimiento
de 10mm en el plano sagital en un pie normal. Posteriormente se han llevado a cabo
numerosos estudios para intentar cuantificar la movilidad del primer radio, los cuales
muestran distintos resultados(2).
Klaue et al(9) realizaron un estudio en 1994 en el cual se cuantificó la dorsiflexión del primer
radio mediante el uso de una férula de pie y tobillo (AFO) modificada. Los resultados obtenidos
indicaron que la dorsiflexión de la cabeza del 1º metatarsiano en sujetos normales fue de 5,3
mm ± 1,4 mm.
Birke et al(10) en 1995 estudiaron la movilidad en flexión dorsal del primer radio usando un
dispositivo creado por Rogers y Cavanagh(11) en 1986 que estabilizaba las cabezas
metatarsales del 2º al 5º y medía el desplazamiento vertical del primer radio cuando una
fuerza controlada era aplicada. La media del movimiento en flexión dorsal fue 6,4mm ± 2,6
mm(10).
Glasoe et al.(12) en 2001 diseñaron un dispositivo que analizaba la movilidad del primer radio
en el plano sagital utilizando una férula AFO y una fuerza estandarizada de 55N. La media de
movimiento en dorsiflexión del primer radio fue 4,2 ± 1mm(12). Posteriormente, en 2005(13)
realizaron otro trabajo con el fin de comparar la dorsiflexión del primer radio utilizando su
dispositivo y el de Klaue et al. Glasoe et al no hallaron diferencias significativas en las medidas,
85
aportando un valor de 4,9 mm con el suyo y 5,2 mm con el de Klaue et al. Estos autores
proponen 8 mm de dorsiflexión como el valor a partir del cual se debe considerar que un
primer radio tiene la dorsiflexión aumentada(3).
Lee y Young(14) en 2001 diseñaron una regla que medía la movilidad en flexión dorsal del
primer radio. La media del movimiento total en el plano sagital fue 10,3°.
Coughlin y Shurnas(15) en 2003 estudiaron el movimiento de la primera articulación
cuneometatarisna utilizando el dispositivo de Klaue et al. Los resultados obtenidos
determinaron que la media del movimiento en el plano sagital del primer radio fue de 5,6 mm
para los pies normales.
Cornwall et al(16) en 2004 realizaron un estudio para medir la movimiento de dorsiflexión del
primer radio en el plano sagital utilizando el dispositivo de Glasoe et al(17). Los resultados
mostraron que la media del movimiento de dorsiflexión del primer radio en sujetos normales
fue de 6,6± 1,7 mm. En un estudio posterior(18) realizado en 2006, el movimiento de
dorsiflexión del primer radio fue de 6,2 ± 1,7 mm. En este último trabajo establecen que la
dorsiflexión normal del primer radio debe estar entre los 4,5 mm y los 7,9 mm.
Biz et al(19) en 2012 utilizó el dispositivo diseñado por Klaue y midió la movilidad del primer
radio en su máxima dorsiflexión y la máxima dorsiflexión con movimiento medial (a 45°) del
primer radio. Los resultados obtenidos fueron 7,96mm vs 6,85mm(19).
Doty et al(20) en el 2014 realizaron un estudio con 39 cadáveres y analizaron la movilidad de la
primera articulación cuneometatarsal utilizando el dispositivo de Klaue. La media del
movimiento en dorsiflexión del primer radio en todos los cadáveres fue de 4,4mm(20).
Singh D et al(21), en 2016 evaluaron la movilidad dorsal y dorso-medial a 45° utilizando para
ello el dispositivo de Klaue. Los resultados mostraron que la media del movimiento dorsal
(plano sagital) del primer radio fue de 7,2mm (rango 4,2-11,3) y 8,3mm (rango 4-12,6) en su
movimiento dorso-medial(21).
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88
PATOLOGÍA DE LOS CORREDORES DE ULTRATRAIL
Álvaro Porres Mijares
Para poder entender la patología que abarca este tipo de competición deportiva tan extrema
en la carrera a pie, primero tendremos que entender su historia y sus conceptos.
La historia del ultra trail como deporte oficial es muy moderna, comenzando esporádicamente
en los años setenta y en los años ochenta con eventos populares de ultra fondo por zonas
agrestes o de montaña.
El concepto de “trail running”, es un anglicismo de las carreras de montaña, y consiste en
correr por terreno natural sin más del 30 % de asfalto, ya sean cañadas, senderos, caminos,
montes,…. De esta definición se deduce que las carreras de “ultra trail running” son carreras
de trail running con distancia de ultra fondo.
Al igual que las distancias de ultra fondo, se divide en tres grandes grupos: medio (42-69 km),
largo (70-99 km), y extra largo (100 km o más). Y a diferencia que otras carreras de ultra fondo
la dificultad de la carrera viene dada por los conceptos que desarrollaremos en esta ponencia.
Dichos conceptos son: desnivel positivo, desnivel negativo, desnivel acumulado, pendiente y
coeficiente de dificultad.
Una vez bien explicados estos conceptos será fácil resumir las patologías que sufren los
corredores en este tipo de competición, haciendo hincapié en las que más influyen al área de
podología.
Dividiremos dichas patologías según su origen, ya sean óseas, articulares, ligamentosas,
musculares o dérmicas.
Explicaremos las causas lesionales de las patologías dividiéndolas en cuatro grandes grupos
como son el desconocimiento de la prueba deportiva, los errores en el entrenamiento, errores
en el material deportivo, y las alteraciones del aparato locomotor. En este último grupo
resaltaremos la importancia del estudio de la pisada para la prevención de las patologías del
corredor de ultra trail.
Finalmente una breve conclusión de las ideas más importantes que hemos visto a lo largo de la
ponencia.
89
DE MEDIAS MARATONES A DURAS PENAS, A ULTRA MARATONES SIN
SECUELAS
Manuel Ramón León Jiménez
INTRODUCCIÓN
Mi exposición consiste en narrar mi experiencia en la que he pasado de una vida sedentaria a
correr carreras a pie de ultra distancia de hasta 170 kms y 35 horas.
En esta evolución narraré por qué comencé a correr, cómo fui evolucionando como corredor
popular y cuáles fueron las causas que me llevaron a pasar de correr con zapatillas
convencionales a zapatillas minimalistas e incluso descalzo.
Expondré cómo fue mi llamada transición hacia el minimalismo, cómo cambió mi forma de
correr, los beneficios que me aportó y como gracias a ello, fui capaz de correr más distancias,
con lo que me introduje en el mundo de las carreras de trail y de ultra distancia.
Finalmente comentaré mis conclusiones personales sobre esta forma de correr, sobre las
carreras de ultra distancia y hábitos de vida en general.
DESARROLLO
Con 28 años y una vida sedentaria. Con un trabajo de oficina, sentado durante 8 o 10 horas al
día, los problemas de salud no tardarían en aparecer. Con mis 100 kg las molestias en las
cervicales ya eran diarias, aunque soportables aún.
Tras haber tenido una infancia en el que el deporte había sido una parte importantísima de mi
desarrollo, decidí que tenía que tomar medidas para volver a recuperar la salud o
irremediablemente continuaría empeorando. Y no conocía ninguna otra manera, que no fuera
mediante la actividad física.
Debido a mi reciente paternidad, no disponía de mucho tiempo para contrarrestar ese
sedentarismo, por lo que opté por el deporte que consideré más eficaz, o dicho de otro modo,
el que me iba a requerir menos tiempo, correr.
Durante mi infancia había corrido carreras federadas de ciclismo lo que me daba u na buena
base aeróbica, pero nunca había practicado running. Aun así, consideré que la bicicleta me
llevaría demasiado tiempo.
El primer día que corrí, con la moral por las nubes, hice 50 minutos, llegué a mi casa andando.
Durante el primer mes corría 2-3 días en semana, más no podía, puesto que las molestias en
las piernas, sobre todo en las rodillas, eran incapacitantes.
Dado que necesitaba de estímulos para continuar con la rutina me apunté a una carrera
popular, de esta forma tenía una motivación para no dejar de salir e intentar mejorar poco a
poco.
A partir de ahí comencé a correr carreras populares casi una por semana.
90
El cuerpo iba respondiendo, bajaba de peso y cada vez corría más rápido y me encontraba
mejor. Los problemas de espalda desaparecieron.
Tras ya 2 años corriendo decidí probar los triatlones, puesto que de siempre había corrido en
bicicleta y también había nadado en verano en la piscina pública, pensé que sería divertido.
Durante otros 2 años participé en carreras populares, medias maratones, duatlones, triatlones
sprint (750m-20kms-5kms), olímpicos (1500m-40kms-10kms) y hasta medios Ironman (2000m-
90kms-21kms).
Tenía claro que lo que más me gustaba era la resistencia, quizás por mi base ciclista de la
infancia, o quizás, sencillamente, por la edad. Pero cada vez que corría más de una hora y
cuarto aproximadamente, al día siguiente tenía unas molestias tremendas. Sobre todo en
rodillas, caderas y tibia. Con esta situación, no me planteaba correr una maratón.
Además de esto, aunque mi velocidad ya se podía considerar digna (media maratón a
3:58/km), al visualizar vídeos donde me veía, se apreciaba una falta de agilidad, o técnica,
palpable. Daba la sensación de ir cansado, como si me costara levantarme del suelo y pesara
100 kgs más.
La gota que colmó el vaso fue cuando me compré unas zapatillas de las denominadas mixtas,
con menos suela que las habituales, para intentar correr más rápido en los triatlones. Cuando
salí con ellas no pude correr ni 2 kms, a los 5 minutos tenía las rodillas destrozadas. En ese
momento me acordé de un amigo de la infancia, gran atleta, al que daba gusto ver correr. Y
me pregunté a mi mismo, ¿por qué la naturaleza le ha dado a él ese don y a mí me lo niega?
Tras mi frustración inicial, negándome a resignarme al azar de la naturaleza y recuperando mi
carácter científico y autodidacta, decidí investigar qué era necesario para correr así. Me puse
manos a la obra y me sumergí en Internet en busca de encontrar cómo mejorar lo que
consideré que era mi problema, mi técnica de carrera.
Buscando libros sobre técnica de carrera en Amazon, encontré uno que se centraba en la
técnica, postura, etc: Chi Running. En él se describen técnicas basadas en el t'ai chi para llevar
una postura correcta, cadencia apropiada, etc. Cuando me dispuse a realizar la compra,
Amazon me ofertaba otro libro, por 2 € más, una novela sobre running, bueno, pensé,
tampoco vale tanto. Se trataba de Nacidos para correr, el que a la postre sería el que me
repercutiría más beneficios.
Cuando empecé a leer Chi Running era todo demasiado espiritual para mi cerebro de ciencias,
por lo que no tardé mucho en abandonarlo, aunque algunos principios sí que los memoricé.
Así que decidí empezar a leer Nacidos para correr. Es una novela, no un libro de técnica,
basada en el viaje de un periodista estadounidense a las Barracas del Cobre en México. Allí
busca a los indios tarahumaras, autóctonos de la zona, que son capaces de correr con simples
chanclas (o huaraches) hechas de neumáticos viejos durante días.
La historia del libro me cautivó hasta tal punto que comencé de nuevo a sumergirme en
internet, pero esta vez tenía una búsqueda clara: minimalismo.
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Tras muchas búsquedas di con un foro de corredores minimalistas,
http://www.correrdescalzos.es/foro en el que se compartían las experiencias de muchos
corredores que ya se habían pasado a esta forma de correr.
Totalmente decidido, me hice con unas maravillosas zapatillas New Feel Many de 10 €, con 1
cm de suela supe flexible, sin drop y sin plantillas.
La última vez que corrí con zapatillas convencionales fue una media maratón (21 kms) a
3’58”/km. Cuando salí por primera vez con estas zapatillas hice 7’ a 6:30 y al día siguiente tenía
los gemelos como piedras.
Esto me hizo ver, como ya había leído en todo lo que había estudiado, que efectivamente esta
forma de correr exigía más a mis piernas y activaba músculos que hasta ahora había tenido
prácticamente dormidos.
Durante este cambio me concentré cada vez que salía a correr en poner en práctica todo lo
que había estudiado: cuerpo erguido, frecuencia de paso alta, zancadas pequeñas, aterrizar
con el pie debajo del cuerpo, no delante, caer de metatarso, no de talón, amortiguar con
pronación, gemelos/soleo, arco del pie y músculos de la pierna, basculando con la rodilla,
evitar caer con rodilla recta, etc.
A partir de aquí, todo fue una evolución continua, pero comedida. Tardé sobre 2 meses en
dejar de tener los gemelos sobrecargados. Los pies se pusieron más anchos y empezaron a
aparecer músculos donde aparentemente solo podía haber huesos.
Esta transición me llevó unos 9 meses. Este fue el tiempo que me llevó correr a la misma
velocidad y el mismo tiempo, que hacía antes con las zapatillas convencionales. Con una gran
diferencia: ahora, al día siguiente de correr, no tenía las piernas rotas. Y la sensación de fatiga
corriendo era mucho menor a la misma velocidad comparándola con la que tenía con las
zapatillas convencionales.
Durante la transición tuve molestias de todo tipo, pero siempre de rodillas para abajo. Sobre
todo, en gemelos, tendón de Aquiles y pies. Desde entonces no he vuelto a tener molestias en
las rodillas, tibias o caderas por norma, como antes.
Correr ahora sí era un gusto, sin tanta sensación de fatiga, sin molestias de articulaciones al día
siguiente, como se suponía que debía ser. Tal fue así, que me adentré cada vez más en el
mundo del trail y el ultrafondo.
Para mi primera carrera de ultrafondo de más de 100 kms, hice entrenos de hasta 6 horas y
semanas en las que llegaba a 120 kms corridos. A pesar de ser una enorme carga de
entrenamientos, siempre que descansaba un día, tenía las piernas como nuevas. En mi
anterior etapa, con zapatillas convencionales, esto era impensable.
Hay teorías por ahí que dicen que no es recomendable correr más de dos maratones (42kms)
al año. Para algunas carreras de ultrafondo he llegado a correr 8 maratones en dos meses (1 a
la semana), además de otros tantos medios maratones y 30kms entre semana.
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Tengo la convicción de que estamos más adaptados, el ser humano en general, a correr este
tipo de carreras, que carreras explosivas de velocidad. Por ello no creo que sea una locura lo
que hacemos los ultrafondistas, más bien, una necesidad.
CONCLUSIONES
De mi experiencia aquí narrada, saco algunas conclusiones interesantes para todo aquel a
quien le guste correr:
Las zapatillas actuales nos atrofian
A un piloto de Fórmula 1 no se le ocurriría aprender a conducir con marchas automáticas. Sin
embargo, si toda la vida ha usado un coche con caja de cambios automática, ¿Cómo puedo
ahora conducir en el circuito de F1?
Lo mismo nos ocurre con las zapatillas actuales. La amortiguación se inventó a finales de los
60s, al principio de forma comedida, hoy en día de forma barroca.
Ilustración 1 Zapatillas Hoka
La cantidad de suela, drop (o desnivel), ajustes de estabilidad, etc que introducen a las
zapatillas actuales con nombres técnicos para diferenciarlas del resto de competidores, hacen
que nuestros pies estén atrofiados y sean débiles
Aprende a correr, como sea
Debido fundamentalmente a las zapatillas, aunque también al sedentarismo, tenemos que
reaprender a correr. No es que como especie ya no seamos capaces por nuestra evolución,
sino que como individuos estamos atrofiados o nos atrofian los artilugios o gadgets que se
suponen son imprescindibles para correr.
El minimalismo es una excelente forma de reaprender a correr, pero no es la única. Centrarse
en la técnica, hacer ejercicios de técnica, etc nos ayudan a correr como nuestro organismo está
diseñado para hacerlo.
Aunque, personalmente pienso, que sin unas zapatillas que eliminen todo este artificio, la
tarea será más ardua.
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Estamos hechos para correr… mucho
Creo firmemente que estamos más adaptados a las carreras de ultrafondo, que a carreras de
velocidad. Somos un animal más bien lento, cualquier cuadrúpedo nos da un repaso, hasta al
más rápido de los nuestros. Sin embargo, cuando se trata de correr durante mucho tiempo sin
descanso, pocos animales nos aventajan. De hecho, tenemos mejoras de serie que nos ponen
un escalón por encima de otros animales, como los poros de la piel, por los cuales nos
refrigeramos sin necesidad de parar y jadear.
Por tanto, lejos de ser una locura, yo diría que es más recomendable si cabe correr carreras
largas, que cortas. Que no se me malinterprete, ajustándonos a nuestro nivel físico,
evidentemente.
Anda descalzo
La mejor forma de mejorar tus pies es andar descalzo, esto hace que se fortalezcan en gran
medida y ayuda mucho a correr.
Tómatelo con calma
Cuando salgas a correr intenta no ir fatigado, lleva una conversación con tu compañero o
prueba a recitar:
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín;…
Según los expertos (Chema Martínez), es la mejor manera de saber que tu ritmo es el
adecuado. Salvo que hagas series claro.
El minimalismo no es magia
A pesar de todo lo dicho anteriormente, el minimalismo no cura, no hace magia. Requiere si
cabe, más esfuerzo que las zapatillas habituales, por lo que mucha gente que lo intenta,
renuncia.
Si tienes algún problema físico como dismetría en miembros inferiores, alteraciones en los
pies, alguna lesión o similar, cúratela o acude a un profesional, antes de intentar cambiar tu
forma de correr.
El profesional al que acudas es muy importante. Asegúrate de que entiende tu problemática:
deja de correr no puede ser la primera opción.
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BIBLIOGRAFÍA
Nacidos para correr.
Autor: Christopher McDougall
http://www.chrismcdougall.com/born-to-run/
Novela basada en hechos reales sobre las vivencias de un periodista en las Barracas del Cobre,
México junto a un grupo de corredores de ultradistancia e indios autóctonos, Tarahumaras o
Rarámuris.
Foot strike patterns and collision forces in habitually barefoot versus shod runners
Autor: Dr. Daniel Lieberman
https://scholar.harvard.edu/files/dlieberman/files/2010a.pdf
https://youtu.be/7jrnj-7YKZE
https://www.nature.com/nature/journal/v463/n7280/full/nature08723.html
Estudio científico sobre las fuerzas de impacto en el pie al correr descalzos o con zapatillas
convencionales.
Endurance running and the evolution of Homo
Autores: Dennis M. Bramble y Dr. Daniel Lieberman
http://barefootrunning.fas.harvard.edu/Nature2004_EnduranceRunningandtheEvolutionofHo
mo.pdf
Caza por persistencia
David Attenborough
https://vimeo.com/37437287
Documental de David Attenborough sobre la técnica de caza que aún usa un grupo de
bosquimanos basada en agotar la presa al no dejarla descansar que demuestra la adaptación
del ser humano para las carreras de resistencia.
Foro de correr descalzos
http://www.correrdescalzos.es/
Foro de comunidad de corredores minimalistas de habla hispana.
Guía para correr descalzo-minimalista
https://www.zapatillas-minimalistas.com/es/libros-/78-guia-para-correr-descalzo-
minimalista.html?search_query=guia&results=9
Guía en español para correr descalzo o minimalista.
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CONSIDERACIONES PODOLÓGICAS PARA EL CORREDOR DE TRAIL
Alfonso Martínez Nova
Es habitual que en la consulta de podología acudan corredores, muchos de ellos de disciplinas
de asfalto, pero cada vez más de corredores de Trail, de montaña. Pero, ¿conocemos todos los
modelos de zapatillas? Debido a las actualizaciones de las marcas, es complicado conocerlas a
fondo, para determinar si son las adecuadas para nuestro paciente o bien para poder
recomendarle unas diferentes. Para ser capacees de cuantificar el grado de ligereza y
flexibilidad de una zapatilla, existe una clasificación de las características de una zapatilla para
poder determinar su índice de minimalismo. Seamos o no minimalistas, esta clasificación nos
permite puntuar una zapatilla que nos va bien para poder posteriormente poder seleccionar
cualquier otra, de otra marca, modelo, etc… y que tenga las mismas características.
La clasificación se basa en cinco puntos:
1. Peso
Esta es una de las características más importante de una zapatilla, y aunque puede variar
mucho de una talla a otra, la clasificación sería la siguiente:
5 = Menos de 125g
4 = Entre 125g y 175g
3 = Entre 175g y 225g
2 = Entre 225g y 275g
1 = Entre 275g y 325g
0 = 325g o más
2. Altura del tacón (total)
En este apartado se debe valorar la altura total del tacón (a nivel medio del talón), abarcando
toda la suela, mediasuela y plantilla interior.
5 = Menos de 8 mm
4 = Entre 8 mm y 14 mm
3 = Entre 14 mm y 20 mm
2 = Entre 20 mm y 26 mm
1 = Entre 26 mm y 32 mm
0 = 32 mm o más
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3. Drop
Una de las medidas más conocidas, comentadas y trabajadas últimamente por las marcas,
como es el drop, se calcula midiendo la altura de la media suela a nivel del talón y de la zona
de apoyo de los metatarsos. Si restamos altura talón menos la altura metatarsos nos da una
medida, que sería el ángulo de caída que tiene esa zapatilla
5 = Menos 1 mm
4 = Entre 1mm y 4 mm
3 = Entre 4 mm y 7 mm
2 = Entre 7 mm y 10 mm
1 = Entre 10 mm y 13 mm
0 = 13 mm o más
4. Estabilidad y controles de movimiento
En este apartado valoramos el número de dispositivos de “ayuda” a nuestro pie, como
pueden ser a) mediasuelas multi-densidad (aquellas que vemos de color blanco y gris,
siendo una más densa que la otra, lo que ayuda a la estabilidad del pie), b) piezas
plásticas en el mediopié, c) contrafuertes rígidos en el talón, d) plantillas internas
elevadas (con forma de acto), e) elementos tensionales en la parte textil de la zapatilla
o f) suelas acampanadas en la zona del talón. Aquí lo que contaríamos son la cantidad
de estos sistemas, y se puntuarían así:
5 = Ninguno
4 = 1 dispositivo
3 = 2 dispositivos
2 = 3 dispositivos
1 = 4 dispositivos
0 = 5 o 6 dispositivos
5. Flexibilidad
En este apartado valoramos la capacidad que tiene la zapatilla de flexionarse, tanto
longitudinalmente como torsionalmente. Con los dedos pulgar, índice y corazón hemos de
coger la zapatilla para doblarla sobre si misma, y después intentando enrollarla.
5.1 Flexibilidad longitudinal
2.5 = Mínima resistencia a la flexión (se puede enrollar más de 360º)
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2.0 = Pequeña resistencia a la flexión (flexión máxima de 360º): la parte de los dedos sería
capaz de tocar la parte posterior del talón
1.5 = Moderada resistencia a doblarse. La parte de los dedos no toca el talón, pero forma un
ángulo de al menos 90º
1.0 = Gran resistencia a doblarse. La parte anterior y posterior forma un ángulo de entre 45 y
90 º
0.5 = Resistencia muy alta a la flexión. La parte anterior y posterior forman un ángulo máximo
de 45º
0= Extrema resistencia a doblarse.
5.2 Flexibilidad Torsional
2.5 = Mínima resistencia a la torsión, se puede enrollar sobre si misma
2.0 = Pequeña resistencia a la torsión.
1.5 = Moderada resistencia a la torsión.
1.0 = Gran resistencia a la torsión
0.5 = Muy alta resistencia a la torsión
0= Extrema resistencia a la torsión. No se puede torsionar la zapatilla.
Puntuación total
Para darle un valor a la zapatilla hemos de sumar las puntuaciones de las diferentes medidas, y
multiplicando ese valor por 4 tendríamos el índice de minimalismo.
Así, la Adidas tendrá un índice de minimalismo de: 1 + 1 + 0 + 1 + 1 = 4 * 4 = 16 % de
minimalismo
La Mizuno tendrá un índice de minimalismo de: 3 + 2 + 2 + 3 + 3 = 13 * 4 = 52 % de
minimalismo
La Reebok tendrá un índice de minimalismo de: 3 + 2 + 2 + 5 + 3 = 15 * 4 = 60 % de
minimalismo
Así, las zapatilla más cercanas al 0% serían de gran peso, mucha altura de talón y drop, con
elementos de contención y estabilidad y difícil de doblar (estando indicadas para pronadores,
rodajes largo, para corredores de gran peso o carreras en montaña de larga distancia). Por otro
lado, las zapatillas con valores más elevados serían extremadamente ligeras, poco drop, sin
elementos de ayuda a la contención del pie y muy fácil de doblar. En este caso estarían
indicadas para corredores eficientes, para series rápidas, competiciones, corredores más
minimalistas, etc.
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Esperamos que esto pueda ayudar al podólogo a clasificar las zapatillas, para poder
recomendar otras de las mismas características sin saberos todos los nombres de las zapatillas
(con versiones incluidas).
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PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS AMPOLLAS EN ULTRATRAIL
Enric Violan Fors
Mireia Blanch Fàbregas
Las Ultratrails son un tipo de carrera a pie de larga distancia (superior a 80 km) y su dureza
vendrá dada por el desnivel positivo acumulado. Se consideran una prueba de alto
rendimiento que actualmente está en auge.
Las ampollas son las lesiones dermatológicas que se producen más frecuentemente en una
Ultratrail. Se trata de una afectación en la piel generada por la humedad y la fricción del pie
con el calcetín y/o calzado. Las ampollas que no son tratadas a tiempo o que no se curan de
forma adecuada pueden provocar lesiones a nivel del aparato locomotor ya que el dolor
originado por ellas condiciona la biomecánica de la carrera. El dolor de las ampollas puede
llegar a ser incapacitante y provocar que el corredor no pueda terminar la carrera. En distintas
ocasiones, se han realizado actuaciones podológicas durante las carreras para tratar las
ampollas. El podólogo deportivo aplicara el protocolo de tratamiento que consistirá en la
limpieza de la zona para ver exactamente la amplitud de la ampolla, entonces valoramos como
la desbridaremos y habitualmente lo realizaremos mediante aguja y jeringuilla de insulina. Una
vez hecho la cubriremos con apósitos hidrocoloides y para acabar la cubriremos con
esparadrapos flexibles o incluso con Kinesiotaping .Seremos los encargado de brindar este
servicio
Además, existen distintos métodos de prevención, que consistirán en la hidratación previa a
los días de carrera, la elección adecuada del calcetín y del calzado deportivo según el tipo de
pisada y la más importante será la aplicación de productos para lubricar la piel justo antes de
empezar la carrera y según la duración de la prueba la aplicación durante la misma. Cuando el
deportista ha realizado un tratamiento preventivo el beneficio es notable durante y después
de la prueba. El podólogo deportivo es el encargado de realizar la educación sanitaria que va a
ayudar al corredor de Ultratrail.
La funcionalidad de estas actuaciones, tanto a nivel del protocolo de actuación en las ampollas
como en los métodos preventivos ha sido comprobada durante años y se ha demostrado que
permiten que el corredor pueda seguir corriendo e incluso acabar de mejor forma su prueba o
la no aparición de las ampollas en este tipo de pruebas.
Todo esto está basado en la experiencia propia y en la bibliografía encontrada.
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CALZADO TRAIL VERSUS MINIMALISTA
Ángel González de la Rubia Heredia
En las últimas dos décadas el mundo del correr, ha sufrido una eclosión espectacular en todas
sus vertientes, y en los últimos años, en las carreras por montaña. De hecho, este tipo de
corredores han pasado de ser considerados unos extravagantes, a ser actores principales de
reportajes, revistas, marcas, documentales y hasta películas. No resulta extraño, por tanto,
que cada vez más y más corredores decidan hacerlo en entornos naturales, ya sean montes,
vías pecuarias, cañadas o pura montaña.
Pero realmente, ¿tiene ventajas correr por montaña?
Lo que es un hecho, es que este trasvase de corredores tradicionalmente de asfalto, al medio
natural responde a unas ventajas muy evidentes y muy tangibles para cualquiera, sea cual sea
su nivel y capacidades deportivas.
El asfalto, y en general las superficies duras como las aceras, carril-bici o similares, requieren
de una técnica de carrera muy depurada, que minimice el impacto del pie sobre el terreno y la
repercusión articular, fundamentalmente sobre tobillo, rodilla, cadera y columna. Esa
circunstancia, a largo plazo, puede generar tediosas lesiones, y lo que es peor, provocarnos la
incapacidad para correr.
El entorno natural, los caminos, las praderas, o los senderos de montaña, van a ser
profilácticos ante la mayoría de las lesiones, son superficies mucho más amables con nuestras
zancadas, el hecho de no poder desarrollar una zancada homogénea y regular, ya nos evitará
muchas sobrecargas por un ejercicio cíclico, pero además el terreno irregular, nos va a reforzar
de manera natural músculos y ligamentos.
Correr por la montaña nos libera de las cadenas cronométricas, o por lo menos en parte. Y eso
no significa que no suponga un esfuerzo, que no haya retos, que no sea orgullosamente
gratificante el buscar el máximo rendimiento, pero dejamos de tener todo medido ya que un
mismo recorrido, cada temporada puede tener condiciones cambiantes de terreno y hacer el
avance más o menos rápido. El entorno natural va en línea con la máxima que debería ser:
“Correr debe ser un deporte que nos ayude a encontrar el equilibrio vital, y no un factor
distorsionador”.
¿Se pueden utilizar los mismos materiales que en asfalto?
Pienso que no, correr por la montaña es un deporte en sí mismo, con ciertos puntos en común,
pero totalmente diferencial a correr en la ciudad, correr en entorno natural entraña cierta
peligrosidad, exponencialmente más cuanto más altura, tecnicidad y alejamiento del entorno
urbano tengan nuestros entrenamientos. Este es un punto importante.
101
Zapatillas
Tema controvertido, en la actualidad, porque existen multitud de corrientes, amortiguada,
minimalista, maximalista e incluso descalcista. El calzado nos permite bajar rápido, hacer
canteos, o subir por paredes y deberíamos tener en cuenta las siguientes cuestiones:
o Suela: Supone el aspecto más importante de una zapatilla de trail y más de montaña.
Es lo que nos agarra al suelo o a la roca, lo que nos sujeta en las grandes pendientes dándonos
tracción y por tanto seguridad. Recomiendo que tengan un taqueado semiblando para mejor
agarre, y agresivo con tacos profundos, para que pueda clavar bien en la tierra o campo a
través, si vamos a hacer montaña, y algo menos agresivo si lo que vamos a hacer es trail ligero.
o Upper: un textil más protegido que una zapatilla de asfalto es necesario. No es difícil
engancharse con retamas y arbustos, o bien golpearse con alguna piedra o rozarse en un
canteo. De ahí la necesidad de cierta protección lateral y en la puntera para mejorar la
durabilidad de la zapatilla, y para aportar seguridad de nuestro pie.
o Cordones: hay múltiples sistemas de atado. Personalmente me gusta que pueda
esconder la lazada. En terreno natural, donde a veces tenemos que correr por senderos
estrechos de retama baja, podemos sufrir enganchones con la lazada, y un enganchón puede
conllevar una caída de inesperadas consecuencias.
o Estabilidad: siendo un terreno tan inestable como el que nos vamos a encontrar en
todos los entornos naturales, será esta una cuestión importante. A mí personalmente me
gustan de suela baja y ancha, para aumentar la estabilidad de la pisada, y evitar en lo posible
los esguinces de tobillo, lesión frecuente en carreras de trail.
o Tipo de pisada: en general, en la montaña pisamos como podemos y como nos deja el
terreno. No tenemos una pisada regular, y, por tanto, vamos a generar menos lesiones o
sobrecargas por movimientos repetitivos.
o Amortiguación: En montaña supone un aspecto menos importante, ya que el terreno
natural es más blando que el asfalto.
o Especificidad: en estos momentos, las marcas, han desarrollado calzado de manera
específica, para entrenar y competir, e incluso para pruebas de kilómetro vertical, para
carreras de montaña, para barro, para ultratrail…, y la mayoría de marcas ofrecen un modelo
para cada especialidad.
Minimalismo y descalcismo
A raíz del libro “Nacidos para correr” de Christopher McDougall en 2009 y “La historia del
cuerpo humano” de Daniel E. Lieberman, se inicia una corriente minimalista, o lo que es lo
mismo, corriente que va ganando cada vez más adeptos. Se trata por tanto de zapatillas que
interfieren lo mínimo el movimiento natural del pie, con gran flexibilidad, escaso o nulo drop,
poco peso y grosor de la mediasuela y ausencia de métodos de control y estabilidad.
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Según la Global Barefoot Awards 2016, las marcas de calzado deportivo minimalistas más
votadas seria y por este orden, Vibram fivefingers 35%, Vivobarefoot 23,8%, Merrell 16,8%,
Enix sandals 9,2%, Luna sandals 7,3%, Prefiero descalzo 5,5%, Feelmax 1,1% y Xero shoes 0,7%
¿El calzado minimalista puede reducir el riesgo de lesión?
Según un estudio científico realizado por la universidad de Exeter por Hannah Rice, Irene S
Davis y Steve T Jamison, sobre 29 corredores populares minimalistas y perfectamente
adaptados al barefoot, los corredores minimalistas obtuvieron los mejores resultados.
Los clasificaron en tres grupos:
1 - Corredores amortiguados taloneadores
2 - Corredores amortiguados con pisada de antepié
3 - Corredores minimalistas con pisada de antepié
Las zapatillas utilizadas fueron:
- Nike air pegasus: drop 10, 290 gr de peso, grosor entre 29 y 19mm y un índice
minimalista del 16%
- Inov-8 bare-X 200: zapatilla minimalista, drop 0, 200 gr de peso, 6mm de grosor y un
índice minimalista del 88%
RESULTADOS
1- El tiempo de contacto sobre el terreno fue menor en el grupo minimalista, 9%
2- Importante pico de presión inicial en corredores amortiguados taloneadores
3- La amortiguación generó apoyos más bruscos y potencialmente dañinos
4- El grupo amortiguado con técnica óptima tuvo una planta flexión superior para librar el
drop, aumentando el frenado y las fuerzas mediolaterales, ocasionando cargas superiores
CONCLUSIONES
Los corredores minimalistas expertos fueron los que obtuvieron mejores resultados. La
diferencia entre corredores amortiguados taloneadores y con técnica óptima no fue
significativa.
El riesgo de lesión está ligado a las fuerzas de impacto. El corredor minimalista a tiempo
completo tiene que superar la fase de adaptación minimalista, dónde también aumenta el
riesgo de lesión.
Descalcistas
Los corredores descalcistas opinan que correr descalzo mejora la fuerza, el equilibrio, la
propiocepción y la eficacia en la carrera, reduciendo las posibilidades de lesión y es lo más
natural.
103
CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LA EXTREMIDAD INFERIOR EN NIÑOS DE 7
A 12 AÑOS CON ACTIVIDAD FÍSICA MODERADA: ESTUDIO LONGITUDINAL
OBSERVACIONAL
Salvador Díaz Miguel
Eva Lopezosa Reca
Francisco José Soler Crespo
Laura Ramos Petersen
INTRODUCCIÓN
La actividad deportiva se ha asociado siempre a un beneficio en la mejora de la salud, tanto en
adultos como en niños. Si bien esto es cierto, la práctica de una actividad deportiva, en
concreto la del fútbol, puede también provocar alteraciones estructurales en el desarrollo
humano, condicionando de este modo su crecimiento.
MARCO TEÓRICO
El fútbol, si bien es considerado un deporte seguro para su práctica entre niños y adolescentes
[1], no está exento en la aparición de las mismas durante su práctica. Estudios previos
muestran que las áreas de lesión más comunes en la práctica del fútbol suele ser la extremidad
inferior, siendo en torno al 60-80% de las lesiones causadas por este deporte [2-4].
Por otra parte, el desarrollo de la extremidad inferior comienza con un genu varo presente
entre los 6 a 12 meses de edad [5], pasando a una progresiva alineación hasta 0 grados hacia
los 18-24 meses, coincidiendo con el inicio de la marcha [6], para ir avanzando hacia el genu
valgo en torno a la edad de 3-4 años con un ángulo femorotibial promedio de 12º [7, 8]. Por
último, el genu valgo se corrige espontáneamente hacia los 7 años, alineándose en torno a los
8º de valgo en mujeres y 7º en hombres [9].
Se ha observado que hay una mayor incidencia de genu varo en jóvenes futbolistas, estando
más presentes en adolescentes entre 16 y 18 años [10], pudiéndose verse influenciado e
incrementado en el caso de los deportes de alto impacto [11].
Esta diferencia también se ha observado en el ángulo Q, pudiendo observarse que el cambio
en la fuerza y en el tono del cuádriceps puede estar causado tanto por el crecimiento y la
actividad (el fútbol), resultando una disminución del ángulo Q [12].
OBJETIVOS
El objetivo este estudio fue analizar las posibles desalineaciones producidas en la extremidad
inferior por la práctica del fútbol en un grupo de niños que lo practicaban de manera regular
durante un periodo de 3 años.
104
METODOLOGÍA
Un grupo de un total de 53 niños fueron seguidos y analizados durante un periodo de tiempo
de 3 años, los cuales practicaban fútbol 3 veces por semana y llevaban un mínimo de 2 años de
práctica deportiva continuada, siendo la media de edad para el primer año de 8,49±2.01 años,
para el segundo año de 9,49±2,01 años, y para el tercer año de 10,47±1,97 años, y fueron
analizados cada año en niveles de Foot Posture Index, índice de valgo, orientación de la ASA y
ángulo Q a nivel de rodilla.
RESULTADOS
En el FPI-6 se observó una evolución de 5.38 (SD 1.79) en el pie derecho y de 4.49 (1.67 SD) en
el pie izquierdo hasta los 4.64 (SD 2.51) (D) y 4.34 (SD 2.26) (I) en el tercer año; en el índice de
valgo, pasó de valores de 14.005 (SD 1.51) (D) y de 13.88 (SD 1.46) (I) a 13.09 (SD 1.28) (D) y
13.07 (SD 1.07) (I); a nivel de la rodilla, el ángulo Q pasó de 12.83 (SD 1.98) (D) y 12.74 (SD
1.68) (I), a 13.17 (SD 1.45) (D) y 13.26 (SD 1.46) (I).
DISCUSIÓN
El propósito de este estudio fue observar durante un periodo de tiempo de 3 años las posibles
modificaciones estructurales en el miembro inferior que la práctica del fútbol constante a lo
largo del tiempo durante la edad infantil podía ocasionar, con lo que, de ser así, se podría
considerar la práctica del fútbol como potencial factor de riesgo para la aparición de
alteraciones morfológicas y estructurales en los niños que así lo practican.
CONCLUSIÓN
En este estudio se muestra que, si bien la práctica del fútbol en niños en edad escolar puede
provocar diferentes cambios a nivel estructural del miembro inferior, estos no deben ser
considerados nocivos ni perjudiciales para el niño.
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106
¿QUÉ ES LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES?
Verónica Álvarez Ruiz
Ramón Mahillo Durán
Natalia Tovaruela Carrión
José Ramos Galván
CONCEPTO
La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) es una clasificación sistemática de
enfermedades acordada entre las instituciones y autoridades sanitarias, con una filosofía
taxonómica ecléctica, debido a las diferencias acerca de la clasificación de enfermedades
existentes entre los países que la usan 1,2. Es el inventario principal donde se recogen todos los
posibles diagnósticos y su uso es universal. Es el sistema más importante de codificación y
clasificación que permite las comparaciones internacionales y la monitorización de los
problemas de salud en todos los ámbitos de actuación asistenciales 3.
HISTORIA
La CIE desde sus orígenes ha tenido una trayectoria llena de acontecimientos hasta la
actualidad. Tiene sus inicios en 1853, en el Congreso Internacional de Estadística, donde se
creó una "nomenclatura uniforme de causas de defunción aplicable a todos los países".
Posteriormente, en 1938, se reconoció la creciente necesidad de una lista de enfermedades
para satisfacer los requerimientos estadísticos de diferentes organizaciones. Poco después
Farr, en el Segundo Congreso Internacional de Estadística, incluyó las enfermedades que
afectan a la salud y no solo las que causan la muerte. Pero fue en la Primera Conferencia
Internacional, en 1900, donde se adoptó una clasificación para las estadísticas de morbilidad. A
pesar de revisiones posteriores no se realizó una clasificación uniforme y satisfactoria para las
estadísticas de morbilidad, por ello muchos países decidieron crear sus propias listas. En 1944
se publicó el “Manual para la codificación de las causas de enfermedades” que fue utilizado
por varios hospitales y que incluía códigos diagnósticos, una lista tabular de inclusiones y un
índice alfabético 4,5.
En 1946, en su 6ª revisión, esta clasificación pasó a ser responsabilidad de la Organización
Mundial de la Salud (OMS). En octubre de 1975, en Ginebra, se llevó a cabo la 9ª revisión
debido al gran interés mostrado por varias asociaciones de especialistas por la CIE. Para su
estadística se realizaron modificaciones creando una clasificación más completa para cada
especialidad. La gran expansión de la CIE obligó a realizar un análisis cuidadoso de su
estructura, así como una clasificación flexible y estable que no necesitara cambios
fundamentales por muchos años 4,5.
107
En 1956 se realizó un estudio por la Asociación de Hospitales Americanos y la Asociación de
Archivos Médicos de Estados Unidos, debido al creciente interés en el uso de la CIE para la
ordenación de datos hospitalarios. En él se mostraba la eficiencia relativa a los distintos
sistemas de codificación para la clasificación diagnóstica indicando que la CIE proporcionaba
un marco adecuado y eficiente para la clasificación de las Historias Clínicas (HC) 3.
La CIE-9-MC, proviene de la CIE-9 de la OMS. El término modificación clínica (MC) se utiliza
para resaltar el propósito de servir como herramienta útil en el campo de las clasificaciones de
los datos de morbilidad, para las estadísticas de salud básicas, la ordenación de las HC, las
revisiones de los programas de cuidados ambulatorios y otros cuidados sanitarios. La
estructura de los códigos es numérica exclusivamente, no empleándose caracteres alfabéticos 3.
Desde el 1 de Enero de 2016 la clasificación CIE-10-ES es la clasificación de referencia para la
codificación clínica y registro de morbilidad en España sustituyendo a CIE-9-MC. Los trabajos
preparatorios para la transición a la CIE-10-ES fue aprobada por el Consejo Interterritorial el 21
de marzo de 2013, integrando dos sistemas de clasificación, uno de enfermedades para la
codificación de diagnósticos y otro de procedimientos. Dichas clasificaciones corresponden a la
traducción en castellano, y su posterior validación, de la ICD-10-CM (Clasificación Estadística
Internacional de las Enfermedades y de los Problemas Relacionados con la salud 10ª revisión,
Modificación Clínica) para diagnósticos, y de la ICD-10-PCS (Sistema de Codificación de
Procedimientos para la ICD-10-CM) para los procedimientos 6.
UTILIDAD
Según los fines que se persigan, pueden utilizarse clasificaciones diferentes basadas en
criterios diversos, ya que no hay una clasificación que pueda ser definitiva, estrictamente
lógica y universalmente válida. Pues el objetivo de las clasificaciones estadísticas es solamente
“el almacenaje, la recuperación y la tabulación de los datos”. Pero es necesario disponer de
unas categorías definidas con claridad para analizar científicamente los datos, solo así es
posible el registro de la experiencia, los estudios comparativos, el tratamiento estadístico y el
cumplimiento de las leyes 5,7.
En este caso, el uso de una clasificación adecuada, como sería la CIE, ayudaría a disminuir la
necesidad de un lenguaje sanitario estandarizado para definir el conocimiento y permitir que
se detecte su presencia y se midan sus efectos mediante sistemas informáticos , ya que son
numerosas las ventajas que obtiene la utilización de un mismo lenguaje 8,9, como son:
Proporcionar un mismo lenguaje entre los diferentes profesionales sanitarios.
Permitir la recogida y el análisis informático de los diagnósticos.
Facilitar la evaluación y la mejora del acto sanitario.
Favorecer el desarrollo del conocimiento.
Permitir el desarrollo de sistemas electrónicos de información clínica y del
registro electrónico del paciente.
108
Facilitar la enseñanza de la toma de decisiones clínicas a los estudiantes.
Esta estandarización la incorpora la CIE-10-ES, junto con una mayor precisión y adaptación en
el ámbito clínico, buena flexibilidad y mejoras metodológicas para una adecuada codificación
de los procedimientos 6.
La CIE se diseñó para clasificar enfermedades y traumatismos con un diagnóstico formal, no
pudiéndose categorizar de esta manera cada problema o motivo de consulta para entrar en
contacto con los servicios de salud. Ofrece alternativas adicionales para una amplia variedad
de signos, síntomas, hallazgos anormales, quejas y circunstancias de tipo social que puede
ocupar el lugar del diagnóstico en los registros de salud. Por lo que la CIE puede utilizarse para
clasificar información registrada bajo las denominaciones tales como, “diagnósticos”, “razones
por la admisión”, “afecciones tratadas” y “motivo de la consulta” las que aparecen en una
amplia variedad de registros a partir de los cuales se derivan muchas estadísticas y otras
informaciones sobre la situación de la salud 4.
Según la Ley 14/1986 General de Sanidad, en su artículo 8, establece que es fundamental la
realización de estudios epidemiológicos debiendo tener como base un sistema organizado de
información sanitaria, esto lo podemos obtener mediante el uso de la CIE ya que cuenta con
un índice que incluye la gran mayoría de los términos diagnósticos que se usan en la
actualidad, dividido en tres secciones y siguiendo una estructura con el fin de evitar
repeticiones innecesarias 4. Su principal utilidad es convertir los términos diagnósticos y de
otros problemas de salud, de palabras a códigos alfanuméricos que permiten su fácil
almacenamiento y posterior recuperación para el análisis de la información. Actualmente
existen vigentes dos versiones CIE-9-MC y CIE-10 9.
Por otra parta la CIE también presenta algunos inconvenientes, como son: no atender todas
las necesidades de sus diversos usuarios, no proporcionar suficientes datos útiles para algunas
especialidades y a veces requerir información sobre distintos atributos de las afecciones
clasificadas. Así mismo, no describe el funcionamiento y discapacidad como aspectos de la
salud y no incluye un conjunto total de las intervenciones de salud o de los motivos para el
contacto con los proveedores de servicios de salud 4.
La utilización de la CIE y otros sistemas de información y codificación diagnóstica mejoran la
calidad de la atención sanitaria. En la actualidad el ministerio pone a nuestra disposición una
herramienta de ayuda para los profesionales sanitarios y de la codificación clínica en la
resolución de dudas relacionadas con la asignación de códigos específicos, o con la aplicación
de la normativa de CIE-10-ES. Desde este aplicativo podemos enviar preguntas a la Unidad
Técnica y realizar consultas en la base de datos de preguntas contestadas 10.
La Asociación Británica de Pediatría, trabajó en una aplicación de la CIE-10 en Pediatría a
través de un quinto carácter, que le dio mayor especificidad siguiendo la adaptación realizada
en publicaciones similares para la 8ª y 9ª revisiones de la CIE. Sin embargo, Odontólogos y
Estomatólogos, diseñaron su propia CIE derivada directamente de la CIE-10 que abarca todas
las enfermedades y afecciones que ocurren o están asociadas con la cavidad bucal y
109
estructuras adyacentes. La denominaron CIE-OE y provee mayor detalle que la CIE-10 también
por medio de un quinto carácter, pero el sistema numérico está organizado de tal manera que
la relación entre un código de la CIE-OE y el código de la CIE de la cual se deriva es
inmediatamente obvia y los datos derivados de la CIE-OE pueden ser incorporados
rápidamente en las categorías de la CIE 4.
CIE Y PODOLOGÍA
Desde la Podología consideramos que es necesario la incorporación de esta herramienta
diagnóstica para comparar los estudios epidemiológicos realizados con otros investigadores
pues la utilización de protocolos estandarizados, en la atención clínica, facilitarían la
unificación de los criterios diagnósticos.
Esta necesidad queda refleja en dos tesis doctorales realizadas recientemente en la
Universidad de Sevilla. Dada nuestra experiencia como autora de una de ellas, en la tabla de
equivalencia diagnóstica que obtuvimos al codificar los diagnósticos principales encontrados
en las historias clínicas analizadas de escolares entre 3 y 14 años, el 26,4% de los diagnósticos
podológicos registrados son compatibles con la CIE-9-MC y CIE-10, el 64,2% precisarían
propuestas de codificación, especificación o modificación y el resto, un 9,4% no pudieron ser
codificado 7.
Con estos resultados y con los obtenidos en el estudio que estamos realizando sobre los
diagnósticos podológicos registrados en las historías clínicas del Área Clínica Podológica de la
Universidad de Sevilla, queremos fomentar el interés y la necesidad de propuestas más
concretas para la creación de la CIE-POD específica en Podología y Podiatría, y así aportar
nuestros conocimientos y experiencias a los compañeros podólogos y a la comunidad científica
al registrar e interpretar adecuadamente los datos clínicos, pudiéndose llevar a cabo por
cualquier miembro del equipo multidisciplinar y quedando registrados en las diferentes
instituciones o centros sanitarios.
La consecución y aceptación de un modelo de codificación diagnóstica unificada y reconocida
internacionalmente, incrementaría notablemente el prestigio profesional de la Podología,
nuestra capacidad para la investigación y el progreso de nuestra profesión2.
Consideramos que el conocimiento de la CIE es importante y necesario para nuestra profesión,
teniendo en cuenta la reciente noticia sobre la aprobación por parte de todos los grupos
parlamentarios del estudio para la incorporación de la figura del podólogo dentro de la Cartera
Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud español, en el cual es inevitable el uso de
este tipo de recursos dentro de los sistemas de información clínica utilizados.
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111
ADAPTACIÓN A LA CIE DE LOS DIAGNÓSTICOS PODOLÓGICOS REGISTRADOS EN EL ÁREA
CLÍNICA DE PODOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Ramón Mahillo Durán
Verónica Álvarez Ruiz
Natalia Tovaruela Carrión
José Ramos Galván
Álvaro Saura Sempere
Rafael Rodríguez León
INTRODUCCIÓN
La orientación de nuestra profesión hacia la consecución y aceptación de un modelo de
codificación diagnóstica unificada y reconocida internacionalmente, incrementaría
notablemente el prestigio profesional de la Podología 1.
Fruto de esta consideración nuestro trabajo pretende explorar y acercar esta idea partiendo de
la realidad clínica y asistencial diaria.
JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
El podólogo debe procurar una Historia Clínica (HC) para cada paciente, donde anotará todas
las incidencias del tratamiento. La formación continuada como medio para prestar una
asistencia de calidad, de acuerdo con el estado de la ciencia, implica formarse en los avances
científicos y técnicos, consigue además dar una imagen actualizada de la profesión así como
para garantizar la calidad de los diagnósticos y tratamientos 2.
El uso de una clasificación y/o codificación diagnóstica adecuada supone numerosas ventajas y
algunos inconvenientes, identificados en la anterior comunicación.
El Área Clínica de Podología de la Universidad de Sevilla pretende conjugar los procesos
docentes, asistenciales y de investigación, proporcionando información clínica de calidad que
pueda ser utilizada en las distintas funciones con el máximo beneficio y rentabilidad para todos
los interesados en su aprovechamiento (profesores, alumnos, becarios, investigadores,
pacientes y la sociedad en general). Este compromiso implica una constante búsqueda para
mejorar nuestros procesos y procedimientos como los que nos ocupan en esta ocasión 3.
Hemos optado por la CIE-10 en nuestro trabajo basados en que 1:
Es el sistema utilizado en la actualidad por el sistema sanitario público español, para la
codificación diagnóstica.
Se adapta mejor por “granularidad” (nivel de detalle con que están descritos los diagnósticos)
a nuestra práctica profesional (por ejemplo el CIAP-2, tiene menor granularidad).
112
Es utilizada por la mayoría de profesiones sanitarias aunque existen aplicaciones derivadas del
principal, que son específicas para distintas especialidades.
Es fácilmente aplicable y accesible a nuestro nivel, características y peculiaridades.
Tenemos un aceptable conocimiento y experiencia de la metodología aplicable.
OBJETIVOS
Conocer los diagnósticos podológicos registrados en el Área Clínica de Podología (ACP) de la
Universidad de Sevilla.
Relacionar los diagnósticos podológicos obtenidos con la CIE-10 ES.
Conocer cuántos de ellos pueden ser codificados, en especial los relacionados con la
Biomecánica y Ortopodología.
Obtener datos para proponer una adaptación a la CIE de los diagnósticos podológicos para
Podología y Podiatría.
MATERIAL Y MÉTODO
Análisis secundario de tipo observacional descriptivo transversal y retrospectivo, basado en el
archivo clínico del ACP 4.
Hemos analizado los diagnósticos correspondientes a 1.640 HC, de pacientes vistos por
primera vez en el ACP dentro de las actividades asistenciales desarrolladas entre el 7 enero y el
29 de diciembre del año 2016. Nos centraremos en los resultados obtenidos en las HC de
pacientes vistos por el Servicio de Biomecánica y Ortopodología.
Para el estudio de los diagnósticos se ha procedido a recopilar los mismos literalmente según
han sido registrados en la HC, posteriormente se han agrupado e incorporado en tablas, que se
han clasificado de modo que nos permiten establecer tres subclasificaciones: D= Diagnóstico
compatible con uno en la codificación CIE-10-ES; P= Diagnóstico que precisa de una propuesta
de subclasificación, especificación o modificación que lo haga compatible con la codificación
CIE; S/C= Diagnóstico que no podemos clasificar o estimamos no corresponde verdaderamente
a un diagnóstico 1. En los clasificados como D y P se ha incorporado en columnas anexas el
código diagnóstico correspondiente o propuesto y el contenido literal aclaratorio del mismo.
Para realizar la codificación hemos utilizado el “eCIEmaps”: Aplicación de consulta de las
Clasificaciones Internacionales de Enfermedades”, herramienta disponible en el Ministerio de
Sanidad como ayuda a los profesionales sanitarios y personal de los servicios de codificación 5.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El 59,45% de nuestra muestra eran del sexo femenino y el 40,49% masculino. Con edades
comprendidas entre los 3 meses y 103 años y una media de 46,79 años.
Las HC valoradas nos han permitido recoger un total de 2.135 diagnósticos, puesto que hay
pacientes que presentaban más de un diagnóstico. Una vez agrupados identificamos 329
113
diagnósticos distintos. En el Servicio de Biomecánica y Ortopodología un 36,78% de la muestra
estudiada, son compatibles con los de la CIE 10 ES (han sido catalogados como D). Un 45,98%
(clasificados como P), quedando el 17,24% de los cumplimentados restante sin clasificar o
codificar.
No podemos realizar comparativas con otros autores en nuestro ámbito, pues no hemos
encontrado ninguna similar, sin embargo en relación con estudios previos similares realizados
por nosotros en anteriores trabajos, tenemos que Álvarez V. en su tesis doctoral del año 2015 6
obtuvo: 26,4% D, 64,2% P, 9,4% SC. Mientras que Mahillo R., en su tesis doctoral 2011 1
obtuvo: 56% D, 34% P, 10% SC.
Los porcentajes más bajos de diagnósticos codificados se han dado en el Servicio de
Biomecánica y Ortopodología, seguido por el Servicio de Cirugía mientras el que mejores
porcentajes presenta es el Servicio de Podología General (Gráfico 1).
Gráfico 1. Comparativa diagnósticos codificados por servicios.
Estos resultados se deben, según nuestra experiencia, a que los servicios más especializados
utilizan una terminología con descripciones más profundas y detalladas de las patologías,
características y localización de los problemas que afectan a los pacientes, que produce en
ocasiones que no sea suficiente con los distintos niveles de clasificaciones y subclasificaciones
utilizados en los sistemas de codificación existentes y estos precisen de mayor granularidad,
para recoger el nivel de detalle que demandan los profesionales dedicados al estudio de áreas
o zonas muy concretas del organismo. Esta circunstancia ocurre por ejemplo en la
Odontoestomatología 7 que ha ido desarrollando a partir de la CIE un sistema adaptado a sus
necesidades.
Con nuestra investigación realizamos una prospectiva en la que pretendemos crear las bases
para la adaptación de la terminología podológica clínica habitual a un sistema de codificación
clínica reconocido, homologado e internacional, que debe permitir entre otras consideraciones
unificar la diversidad de diagnósticos empleados actualmente en Podología.
0,00%
10,00%
20,00%
30,00%
40,00%
50,00%
60,00%
D P SC
Comparativad diagnósticos codificados por servicios
% Pod. General % Ortopodología % Cirugia
114
Las dificultades encontradas han sido fundamentalmente:
No disponer de protocolos y guías clínicas, que unifiquen los procedimientos y puedan servir
de referencia.
El desconocimiento por parte de muchos de los profesionales “autores” de las HC, de los
sistemas de codificación habituales, circunstancia que condiciona los resultados y la valoración
realizada.
A nuestro favor, ser el método más utilizado y el hecho reconocido por los autores consultados 8, de que las codificaciones realizadas por un número reducido de personas, como es nuestro
caso, tienen mayor consistencia.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto y otras consideraciones, si queremos
seguir avanzando en esta línea de trabajo proponemos:
Realizar actividades formativas específicas para fomentar el conocimiento y uso del CIE, su
aplicación y posibilidades, entre los usuarios habituales de la HC. Exportar la experiencia y
fomentar su traslado al colectivo profesional.
Desarrollar herramientas informáticas unidas al desarrollo de la HC electrónica, que
faciliten/simplifiquen esta tarea.
Posibilitar la recogida de más diagnósticos, que completen y conformen el conjunto de
“diagnósticos podológicos” y crear grupos de trabajo para el fomento de la investigación en
este sentido, que puedan formalizar propuestas concretas sobre la codificación de los
diagnósticos, incluidas aquellas que contemplen elevar a los organismos pertinentes la
creación de un CIE- POD , específico para Podología y Podiatría. Donde al igual que ocurre con
la Odontoestomatología 7 y otras especialidades sanitarias, podamos como expertos del pie
aportar a la comunidad científica nuestros conocimientos más especializados y detallados
sobre la realidad patológica y diagnóstica del pie y sus consecuencias.
CONCLUSIONES
Los Diagnósticos más frecuentes en el Servicio de Biomecánica y Ortopodología son: pie cavo-
valgo (11,81%), pie plano-valgo (9,32%), pie valgo (7,52%), pie cavo (6,49%), Fascitis plantar
(5,16%).
Los Diagnósticos codificables, en la CIE 10 ES, en el servicio de Biomecánica y Ortopodología
son el 36,57%.
Los servicios más especializados, el de Biomecánica y Ortopodología entre ellos, utilizan
conceptos diagnósticos, terminología y detalles sobre la realidad patológica del pie y sus
consecuencias más difícilmente codificables en la CIE 10 ES, debido a su alto nivel de detalle.
Como expertos del pie debemos aportar a la comunidad científica nuestros conocimientos
especializados y elevar a los organismos pertinentes la propuesta de una CIE 10 POD para
Podología y Podiatría.
115
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116
ANÁLISIS CINEMÁTICO DEL PIE CON VIDEOGRAFÍA A CÁMARA LENTA:
PARÁMETROS ANGULARES ESPACIO-TEMPORALES
Isidoro Espinosa Moyano
El análisis dinámico directo (a simple vista) requiere de una capacitación extraordinaria ya que
la fase de apoyo del pie durante el paso es muy corta (aproximadamente 600 ms). Aun con
esas habilidades, el podólogo solo puede estimar cualitativamente ciertos gestos. Mediante la
videografía de alta frecuencia (cámara lenta) y empleando encuadres ortofotográficos se
pueden obtener mediciones angulares precisas y tiempos bastante exactos de los momentos
clave, como son el contacto de talón, el del antepié y el del despegue de talón, desde tres
puntos de vista esenciales: posterior, lateral y anterior. Si se combinan diferentes datos
obtenidos de imágenes bidimensionales se puede obtener datos tridimensionales, usando
determinados equipos de consumo de bajo coste. Para que estos resultados sean rigurosos, se
deben aplicar unas sencillas reglas de ortofotografía. La información dinámica es de gran valor
clínico y a bajo coste. En este trabajo se pretende mostrar de manera sintética y práctica tanto
las condiciones de videograbación como los parámetros a analizar.
INTRODUCCIÓN Y MARCO TEÓRICO
El diagnóstico por imagen es una característica de la medicina altamente tecnificada. Los
mayores logros ha sido la visión de estructuras y órganos internos, (Radiografía, TAC, RNM,
ecografía, etc), pero en campos como la Dermatología, la Odontología tiene un amplio uso la
imagen de la superficie externa. Igual ocurre en lo relacionado con el aparato locomotor
(Reumatología, Traumatología) en la que se incluye la ortopedia. La imagen fija en estos casos
se conoce como Fotografía Clínica, y tiene que cumplir determinadas reglas para que sea
clínicamente válida (1).
Básicamente consiste en obtener ortofotografías, en la que se pretende la mayor fiabilidad
posible del objeto real con su imagen, sea esta del mismo tamaño o a escala (2) . Las dos
utilidades principales en Podología son la obtención de documentos gráficos para observar la
evolución de un proceso (ulceras, cirugía) o la valoración angular de posiciones o movimientos.
De la Fotografía Clínica deriva la Videografía Clínica, que aplicada a la Biomecánica, y partiendo
de imágenes ortogonales (con las menos distorsiones posibles) pueden proporcionar datos
fiables tanto espaciales (sobre todo movimientos angulares) y temporales (calculados en
fracciones de pocos milisegundos) (3) . Para ello se congelan y analizan imágenes en los
momentos clave, obteniendo datos cuantitativos. Combinando además estos datos
bidimensionales se pueden obtener datos tridimensionales a partir de imágenes obtenidas con
equipos de consumo, de bajo coste económico. Un instrumento valioso es la posibilidad de
analizar las fotos mediante programas informáticos que proporcionan valores angulares
(fotografía, videografía) y temporales (videografía) con gran exactitud.
En el ámbito deportivo, biomecánico, y podológico se han usado con frecuencia imágenes fijas
y videográficas que no reúnen estas características, y que cuando pretenden ser analizadas
llevan a inexactitudes, a veces de bastante calado.
117
La mayor fuente de perdida de fiabilidad de las imágenes es la incorrecta colocación de la
cámara respecto al elemento a fotografiar. El eje de la cámara debe representar una línea
perpendicular al centro del plano de movimiento o posición que se va a analizar (4).
La segunda causa de alteraciones son las distorsiones debidas a una distancia focal
inadecuada. A efectos prácticos, para la Fotografía Clínica en Podología, cuanto más efecto de
gran angular (cámaras de teléfonos móviles o minicámaras deportivas) mayor distorsión habrá.
Cuanto más efecto de teleobjetivo, menor distorsión. Esto es válido para Fotografía y para
Videografía (5).
La tercera causa de dificultades son la calidad de la imagen, relacionada con el encuadre, el
enfoque, la estabilidad y la iluminación, a la que se añade el número de imágenes por segundo
en la videografía.
Un ejemplo de buen uso es el de Nix et al (6) , que demuestran que una ortofotografía dorsal en
casos de hallux valgus sustituye con fiabilidad a la radiografía dorsoplantar con fines
quirúrgicos. Los valores angulares obtenidos no presentan diferencias significativas. También,
aplicado a la Ortopedia Traumatológica, Donndorff et al (7) dan indicaciones precisas de cómo
obtener fotos clínicamente válidas de los segmentos corporales.
Es fundamental situar estas exploraciones como pruebas complementarias en el marco del
Método Clínico Podológico, adaptado a la tipología de paciente en estudio. Es la única manera
en que el Podólogo puede alcanzar las cotas de reconocimiento profesional que tienen el resto
de las especialidades médicas.
Por el amplio uso que se hace de imágenes directas en la práctica clínica, facilitado por la
calidad de equipos de consumo de bajo presupuesto, y por la necesidad de que los datos
obtenidos sean rigurosos, es necesario sentar las bases mínimas del manejo correcto de estas
pruebas.
OBJETIVO
Sentar las bases mínimas de la Fotografía Clínica y la Videografía Clínica, centradas en el
ámbito de la Podología, tanto en su vertiente biomecánica como deportiva.
METODOLOGÍA
Este trabajo es fruto de una línea de investigación sobre el tema, materializada en una tesis
doctoral. A partir del análisis de la información obtenida de las disciplinas comentadas
anteriormente se diseñó y llevó a cabo un programa de investigación para determinar las
condiciones adecuadas de uso de equipos fotográficos y videográficos (que generalmente son
los mismos). Está centrado en el ámbito podológico.
RESULTADOS
Detallaremos las características necesarias de la cámara (que en gran parte son comunes en la
fotografía y en la videografía), después las condiciones de uso en fotografía, que en gran parte
son comunes a las de videografía y, por último las del análisis videográfico. Las cámaras de
teléfonos móviles y y minivideocámaras deportivas no las reúnen normalmente.
118
Características de los equipos
Características específicas de la cámara fotográfica: además de las habituales en una
cámara de gama media se requiere (9):
a. Resolución suficiente.
b. Visor o pantalla eficaz.
c. Enfoque manual.
d. Óptica con teleobjetivo o zum (30º)
e. Control de balance de blanco.
Características específicas de la cámara videográfica: además de las habituales en una cámara
de gama media y las detalladas en el punto 1, se requiere:
a. Buen sistema de soporte estático (pequeño trípode)
b. Captación de al menos 200 fotogramas por segundo.
c. Objetivo de alta luminosidad. En su defecto, contar con buena iluminación en el
escenario de la prueba.
Condiciones para la obtención de fotos clínicas:
1. Para el seguimiento de lesiones y valoración de resultados.
a. Hacer balance de blanco (para que los colores de diferentes fotos sean equivalentes y
se pueda valorar el estado de la piel.
b. Tomar todas las imágenes perpendicularmente al centro de la superficie estudiada,
siempre con el mismo encuadre, a la misma distancia y con el mismo ángulo de
objetivo, en posición de tele corto (70º).
c. Establecer un encuadre en el que se vea claramente la zona de interés.
d. Obtener enfoque, iluminación y estabilidad idóneas.
Para la valoración de posiciones y movimientos (para medir ángulos).
a. En general, se debe disponer de un explorador y un fotógrafo
b. Colocar previamente referencias, pintadas o pegadas, en los elementos corporales a
estudiar: p.e. bisección de la cara posterior de la pierna o del calcáneo.
c. Tomar todas las imágenes perpendicularmente al centro del plano de movimiento o
posición estudiados.
d. Encuadrar para que se vea la zona a estudiar y una pequeña parte de la periférica.
119
e. En caso necesitar referencias externas (suelo, camilla) estas tiene que cumplir las
reglas de ortogonalidad: permanecer paralelas a los lados del encuadre.
f. Si la cámara está apoyada en el suelo, en general estará nivelada en horizontal y en
vertical.
g. Obtener enfoque, iluminación y estabilidad correctos.
Condiciones para análisis videográfico: valoración de momentos clave en dinámica y
establecimiento de tiempos (10).
a. Cumplir todas las indicciones para la fotografía para la valoración de posiciones y
movimientos: perpendicularidad, ortogonalidad, encuadre, etc.
b. Colocar el zum en 30º aproximadamente, alejándose al menos 2.5 metros.
c. Cuidar especialmente la horizontalidad y altura de la cámara.
d. Enfocar de manera muy precisa, sobre una trama fina como un papel cuadriculado o
un peine, p.e.
e. Iluminar de manera potente.
f. Grabar a un mínimo de 200 fotogramas por segundo.
Parámetros obtenidos (11):
Para el seguimiento de lesiones y valoración de resultados en Fotografía Clínica.
a. Estadios de úlceras plantares.
b. Ángulo metatarso-falángico en hallux valgus (antes y después de la intervención).
c. Corrección metatarso-digital en dedos menores.
Fotografía Clínica: valoración de posiciones y movimientos (medir ángulos).
a. Ángulo de la pierna.
b. Posición relajada de calcáneo en apoyo, posición neutra del calcáneo en apoyo.
c. Caída del escafoides.
d. Flexión- extensión del tobillo.
e. Ángulo de antepié equino (parámetro nuevo)
f. Eversión-inversión de la articulación subtalar.
g. Posición neutra de la articulación subtalar.
h. Inversión/eversión del conjunto articular mediotarsiano.
120
i. Angulo de bloqueo en máxima pronación del conjunto articular mediotarsiano.
j. Plantar/dorsal flexión del primer radio.
k. Plantar/dorsal flexión de la primera articulación metatarsofalángica.
l. Hiperextensión de la articulación interfalángica del primer dedo (parámetro nuevo).
Videografía Clínica: valoración de momentos clave (contacto de calcáneo, inicio de contacto de
antepié (opcional), final de contacto de antepié, despegue de talón) en dinámica y
establecimiento de tiempos.
a. Ángulo pierna suelo en plano frontal.
b. Ángulo calcáneo suelo en plano frontal.
c. Ángulo dinámico de tobillo (pierna/pie) en plano sagital (nuevo parámetro).
d. Ángulo dinámico pierna/suelo en plano sagital (nuevo parámetro).
e. Ángulo dinámico antepié equino.
f. Ángulo dinámico cara posterior calcáneo/suelo en plano sagital (nuevo, solo de
interés para obtener datos tridimensionales).
g. Gesto rotacional de la pierna.
h. Caída del escafoides en dinámica.
i. Ángulo dinámico del antepié (parámetro nuevo).
j. Los parámetros a,b,c,d y f se mide al menos en tres momentos clave: contacto de
talón, apoyo completo de antepié y despegue de talón.
k. Valoración de tiempos: tiempo periodos de contacto, de apoyo medio, propulsivo
y total; cada fotograma equivale a una cantidad de milisegundos en función de los
fotogramas por segundo de la grabación (si son 200 fps, equivale a 5 ms).
Descripción de parámetros nuevos
a. Ángulo de antepié equino: desde una visión lateral (plano sagital) el formado por la
cara plantar del talón y la cara plantar del metatarsiano, estando este a la altura de los
demás metatarsianos.
b. Hiperextensión de la articulación interfalángica del primer dedo: el formado entre la
primera y la segunda falange por su cara medial cuando presenta hiperextensión
anómala.
c. Ángulo dinámico de tobillo (pierna/pie) en plano sagital: el formado por la bisección
de la cara lateral de la pierna y la cara plantar del talón, desde una visión lateral.
121
d. Ángulo dinámico pierna/suelo en plano sagital: formado por la bisección lateral de la
pierna y el suelo, desde una visión lateral.
e. Ángulo dinámico del antepié: se mide en el plano frontal desde una visión anterior; es
el resultado de medir dos ángulo; en ambos las referencias son la línea que une la
bisección de la caras medial y lateral de 1º y 5º AMF respectivamente y el suelo; el
primer ángulo se mide en el primer contacto de antepié, y el segundo, una vez el
antepié ha contactado totalmente con el suelo. Al primero se le resta el segundo;
puede ser negativo.
CONCLUSIÓN
Tanto la Fotografía Clínica como la Videografía Clínica ofrece grandes posibilidades en el
diagnóstico de los procesos podológicos con bajo coste y alta fiabilidad si se realizan
CORRECTAMENTE.
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file:///C:/Users/Podolog%C3%ADa/Downloads/Tesis%20Isidoro%20Espinosa%20(2).pdf
122
ANÁLISIS BIOMECÁNICO DEL DESCENSO DEL EJE DE CONTACTO PARA
PERCUSIÒN DE LA LÍNEA DE DEFENSA EN JUGADORES DE RUGBY
Yolanda Torres Pérez
Harold Rodrigo Ortega Mogollon
INTRODUCCIÓN
En este artículo se presenta inicialmente un breve marco teórico que contextualiza al lector
sobre el Rugby y sobre los estudios biomecánicos que se han venido desarrollando en
diferentes investigaciones, posteriormente se hace una descripción de la investigación que se
realizó mediante la técnica de fotogrametría vídeo sobre la biomecánica del descenso del eje
de contacto para percusión de la línea de defensa en jugadores de Rugby y finalmente se
presenta el uso de este estudio y sus posibles ventajas o aplicaciones.
MARCO TEÓRICO
El Rugby es un deporte cuyo objetivo es trasladar la pelota a la línea de goal (línea de meta) del
equipo contrario, y apoyarla en el piso para marcar puntos. Aunque aparentemente este
último objetivo puede parecer muy sencillo, no lo es; el avance a la línea de meta contraria, se
debe hacer pasando la pelota hacia atrás o pateándola hacia delante, en este último caso el
jugador del mismo equipo que quiera participar en la jugada, debe haber salido más atrás que
el jugador que realizó la acción. Esta particularidad del deporte hace que jugar individualmente
sea casi imposible, por lo tanto, para cumplir el objetivo se debe tener un gran trabajo en
equipo, es decir, la cooperación debe ser máxima entre los jugadores del equipo, tanto para
llevar la pelota a la línea de gol, como en el caso de defensa para oponerse al avance del
equipo contrario[2].
Dentro de esas acciones de juego se encuentra la de romper en cualquier punto una línea de
defensa contraria conformada por varios jugadores que se ubican a lo ancho de la cancha para
bloquear al jugador del equipo contrario portador de la pelota (esto se conoce también como
percusión); En este punto, se dice que para avanzar y favorecer los objetivos del ataque, el
portador de la pelota debe tomar la mejor decisión teniendo en consideración el
planteamiento defensivo de los adversarios y de la ubicación de sus compañeros; en el cual
este jugador podrá realizar diferentes movimientos entre ellos avanzar para buscar embestir
en caso que sea necesario, ya sea para continuar avanzando o para generar una nueva fase de
movimiento [3-4].
El propósito del portador de la pelota es avanzar hacia la zona de goal contraria y anotar un try
(anotación con cinco puntos). Para romper esa línea de defensa contraria se necesita que el
jugador portador de la pelota descienda su centro de gravedad para llegar lo más bajo posible
al eje de contacto, que le permita traspasar la defensa y a su vez ganar la línea de ventaja del
equipo defensor, sin embargo hay varios factores no detectables a simple vista, que no
permiten un adecuado descenso.
123
Los hermanos Martínez definen la biomecánica como una disciplina que estudia el movimiento
del cuerpo en sus diferentes circunstancias; es decir, esta ciencia trata de analizar la actividad
del ser humano y la respuesta que tiene nuestro organismo ante esto [5]. Para los profesores
del Área de Educación Física de la Universidad Miguel Hernández de la ciudad de Elche en
España, la fotogrametría es una técnica que emplea el video para obtener variables
cinemáticas del movimiento de los deportistas; tales como: distancias de desplazamiento,
trayectorias de puntos anatómicos, ángulos articulares, velocidades y aceleraciones [6].
Ahora bien, si se revisan los antecedentes de estudios biomecánicos del Rugby, se pueden
encontrar algunos estudios de índole investigativo en los cuales se ha realizado el análisis de
ejecución y eficiencia algunos movimientos técnicos de esta disciplina. A continuación, se
presentan los más relevantes y afines con la investigación realizada:
Morgan y Herrington (2.013) estudiaron el efecto de abordar el sentido del posicionamiento
de la articulación del hombro al momento de realizar el tackle, analizado en 19 jugadores
semi-profesionales masculinos de Rugby en Manchester-Inglaterra [7]. Piscione y Garnet
(2.006) realizaron el estudio biomecánico y electromiográfico individual de las habilidades en
el scrum del jugador de primera línea tanto de la categoría Menores de 21 años como
universitarios, y sus efectos en el nivel del juego del Rugby en Francia [8]. Chung, Fung y
Macfarlane (2.016) estudiaron la determinación de la estrategia de control postural específico
del deporte y el desempeño del equilibrio de 45 jugadores de Rugby Amateur y 41 personas
físicamente activas pero no entrenadas constantemente en Hong Kong [9]. Estos estudios han
sido realizados mediante dispositivos electrónicos para análisis biomecánicos o del
comportamiento del gesto deportivo. Por otro lado, Andrew Green et al. (2016), estudiaron la
compensación entre distancia y precisión en el pateo, a través de la determinación de
variables cinemáticas de pateo en el contacto de bola en 12 jugadores de rugby universitarios
de la University of the Witwatersrand, South Africa [10]. Milburn PD estudio
biomecanicamente los aspectos técnicos y de seguridad del scrum en jugadores del Rugby [11]
. Cazzola, D., Preatoni, E., Stokes, K., England, M. H. and Trewartha, G., (2013) estudiaron la
biomecánica del scrummaging en el Rugby, realizaron un análisis cinemático y cinético en las
condiciones de combate para determinar la estabilidad de los jugadores su capacidad en
primera fila para utilizar su fuerza para transmitir la fuerza a sus oponentes, así como el
empuje de los jugadores de segunda fila y fila trasera en el scrum.
Aunque se han realizado estos estudios y otros más, no se han encontrado estudios aplicados
a caracterizar el descenso del eje de contacto para percusión de la línea de defensa contraria,
punto que es muy importante durante esta disciplina y que de llegar a mejorarse la eficiencia
de la percusión de jugadores de Rugby, es una gran ventaja competitiva para el equipo.
DISCUSIÓN
En las prácticas, la mayoría de equipos de Rugby de países en vía de desarrollo no cuentan con
laboratorios de análisis de movimiento, instrumentos de medición en tiempo real, dispositivos
biomecánicos, etc., que le permitan a entrenadores y deportistas realizar evaluaciones
cuantitativas de su gesto deportivo.
124
En la actualidad, el trabajo de repetición mediante ejercicios metodológicos es importante
para el mejoramiento de las habilidades técnicas y tácticas de un jugador en su práctica
deportiva. Sin embargo, en la mayoría de casos resulta ser insuficiente la apreciación visual,
debido a que la observación inmediata y parcial por parte del entrenador no le permite
analizar y corregir de manera detallada y efectiva la técnica de ejecución de los movimientos
de los deportistas y mucho menos le permite tener físicamente información de cada una de las
ejecuciones de los movimientos realizados por el jugador, para poder observar sus variaciones.
Para analizar biomecánicamente de una forma cualitativa y cuantitativa el descenso del eje de
contacto para percusión de la línea de defensa en jugadores de Rugby, es necesario realizar
una serie de pruebas experimentales en campo. Por lo anterior, se escogieron estudiantes que
pertenecen al equipo deportivo de Rugby de la Universidad Santo Tomás seccional Tunja
(Boyacá - Colombia), a los cuales se les realizó una valoración antropométrica, goniométrica y
física; luego se les programó una serie de rutinas en campo en donde, realizaron varias
pruebas que consistieron en romper una línea de defensa para buscar tomar ventaja en esta
situación, a este movimiento se le conoce como percusión.
A los deportistas se les colocaron unos marcadores en los siguientes puntos anatómicos:
articulación temporomandibular, articulación glenohumeral, articulación humeroradial,
articulación cubitocarpiana, gran trocánter, articulación femorotibial (lateral externa), cóndilo
peroneo distal, en talón y en la articulación tarsometatarsiana, del lado derecho. Luego se les
pidió que realizaran un calentamiento y una simulación de percusiones en el campo.
Para el procedimiento oficial, se realizó una trayectoria de 10 metros, donde al final se
encontraban dos cojines de percusión con una altura de 1 m sostenidos por una persona (cada
uno), las cuales mostraban una simulación de una línea de defensa. El jugador recibía el balón
a la mitad del trayecto, y este debía traspasar por medio de los dos cojines, adoptando una
posición de contacto (ver Fig. 1).
Fig. 1 Ejecución de percusión en prueba de campo [Autores]
125
Estas pruebas fueron registradas mediante un protocolo de videometría con una cámara de
alta velocidad (500fps) marca StreamView, que se ubicó a 11 m del plano sagital de avance del
deportista. Se le pidió varias veces al deportista simular lo más natural posible una percusión y
luego se procesaron los videos, a través del software Kinovea versión 8.24., para obtener
cualitativa y cuantitativamente las trayectorias y ángulos de los puntos de interés, así como las
posiciones y ángulos de impacto específicos de los deportistas durante toda la ejecución del
descenso y la percusión (ver Fig.2).
Fig. 2 Trayectorias y ángulos de percusión de un deportista de Rugby [Autores]
Además, puede obtener información de diferentes variaciones de la técnica; por ejemplo
puede evaluar la biocinemática, trayectorias y ángulos de descenso y percusión del deportista
cuando recibe el balón luego de una activación de jugada (Fig.3a), cuando recibe el balón
desde un pase de piso (Fig.3b), o cuando el jugador recibe el balón mediante un pase aéreo de
un compañero (Fig.3c). También puede ver las curvas y ángulos de los deportistas no solo por
cada prueba, sino varias pruebas a la vez (Fig. 4a yb).
a. Activación b. Pase desde piso c. Pase de compañero
Fig. 3 Múltiples análisis de la percusión según el tipo de pase de balón
126
Lo anterior, le permite al entrenador ver el movimiento del deportista al inicio de la práctica y
en cada una de las ejecuciones intervenidas, lo cual le permite determinar qué intervención
tuvo mejor efecto en el desempeño del deportista y puede evaluar (medir) cuantitativamente
cuánto mejoró en el descenso y en el ángulo de percusión de la línea de defensa. En la Fig. 4a y
b, se puede observar cómo un deportista sin análisis biomecánico previo tiene ángulo de
percusión de 117° entre dorso y muslo y luego de hacer un análisis por fotogrametría (o
videometría) y algunos correctivos (intervención) en su técnica, indicados por el entrenador, se
tiene un ángulo de percusión de 92°, con lo cual se redujo 25°. Esta mejoramiento en la
ejecución del descenso y del ángulo de contacto permite hacer más eficiente la ruptura de
defensa en el juego y avanzar mucho más en la cancha, generando una ventaja competitiva
significativa.
a. b.
Fig. 4 Mejoramiento de los ángulos en percusión en deportista de Rugby a. Antes de
intervención b. Después de una primera intervención
Después de procesar cada uno de los videos en el software Kinovea versión 8.24, el entrenador
analizó y evalúo (cualitativa y cuantitativamente) la información registrada en los videos, las
curvas de trayectorias, de ángulos de interés para poder determinar posibles intervenciones
que corrijan las fallas en la técnica y eficiencia de la percusión de los deportistas de Rugby
mediante entrenamientos dirigidos y focalizados.
Posteriormente, el entrenador se puede reunir con cada uno de los jugadores o con varios
jugadores de la misma posición de juego y les presenta los videos con trayectorias y ángulos de
ejecución de la técnica de percusión para que por un lado, ellos mismos tengan la posibilidad
de verse en ejecución, autoevaluarse y analizar sus fallas y cosas por mejorar y por otro lado
de la mano del entrenador acuerden la intervención que se va a realizar para que se tenga una
percusión más efectiva en el campo de juego durante una competencia.
127
Mediante este tipo de estudios biomecánicos apoyados con técnicas como la fotogrametría se
le apoya a los entrenadores y se les provee información confiable cualitativa y cuantitativa
para que puedan diseñar planes de entrenamiento, intervenciones dirigidas, estrategias
metodologicas, entre otras cosas, para hacer más eficiente su técnica en competencia.
La información biomecánica puede proporcionar bases sistemáticas para modificar las técnicas
existentes y evaluar las capacidades físicas necesarias para jugar de manera eficiente y segura
en el suero. Esto mejorará el rendimiento de las habilidades del juego y minimizará el potencial
de lesión.
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129
CINEANTROPOMETRÍA. USO DE ÍNDICES ANTROPOMÉTRICOS EN EL
ANÁLISIS DEL MOVIMIENTO HUMANO
Daniel Jonathan Navas Harrison
INTRODUCCIÓN
La antropometría es una ciencia que consiste en la medición, mediante técnicas no invasivas,
de las variaciones de las dimensiones físicas y la composición del cuerpo humano según la
edad y los distintos grados de nutrición. Todas estas mediciones obtenidas en estática influyen
en notablemente en la cinemática del cuerpo, de ahí que también se le conozca a esta ciencia
como; Cineantropometría(1–6).
Sus orígenes datan del Antiguo Egipto, cuyos habitantes la empleaban para dotar de un mayor
realismo a sus representaciones artísticas del cuerpo humano(7–9). Con el transcurso de los
años, esta ciencia ha ido ganando peso entre los métodos para el análisis de los múltiples
factores que influyen en el rendimiento deportivo(10), gracias en parte a los trabajos realizados
por figuras tan importantes como Policleto de Argos, Vitrubio, Alberto Durero y Leonardo Da
Vinci(8,9). Ya que todos ellos demostraron de un modo u otro que existe una relación entre el
desarrollo físico, la constitución corporal y el rendimiento deportivo(2).
Su aplicación en el análisis biomecánico está en auge en las últimas décadas, especialmente en
países como China y Japón, con el fin de mejorar el rendimiento deportivo y facilitar los
procesos de selección de atletas según sus aptitudes físicas, aunque nunca debemos olvidar las
actitudes individuales(10).
El fin de esta investigación es aclarar la utilidad de esta ciencia para definir las cualidades de un
individuo y establecer si este tuviera una predisposición anatómica para la práctica de un
determinado deporte u otro. Para ello se han tomado datos de 350 individuos, con un rango
de edad entre 18 y 35 años, y con todo tipo de actividades físicas; desde vida sedentaria hasta
deportes tan diversos como el running, fútbol, baloncesto, volleyball, etc.
MARCO TEÓRICO
El término antropometría tiene origen griego; anthropos (hombre) y metrikos (medida), por lo
tanto es la ciencia que estudia las diferentes medidas y composiciones del cuerpo humano
según la edad y los distintos grados de nutrición, con el fin de establecer diferencias entre los
distintos individuos, razas, etnias, etc. (1–4), lo cual resulta bastante útil para diversos campos
130
como son; el diseño industrial, el diseño textil, la arquitectura y sobre todo el estudio
biomecánico, que es el que más nos interesa en el presenta trabajo(5,6,10).
A pesar de que dicho término es de origen griego, los primeros interesados en conocer y
comprender las distintas medidas y proporciones del cuerpo fueron los habitantes del Antiguo
Egipto (3150 a.C. – 31 a.C.), quienes desarrollaron el concepto del canon(7–9), el cual hace
referencia a las proporciones ideales del cuerpo humano. Los egipcios no plasmaron este
concepto por escrito, pero al observar su arte se puede comprobar que sí que lo llevaron a
cabo en sus múltiples representaciones escultóricas, tomando como referencia el puño, de
modo que los cuerpos humanos debían tener de alto unas 19 veces el tamaño del puño
cerrado (figura 1) (8,9).
En la Antigua Grecia (1200 a.C. – 350 a.C.) si se plasmó por escrito el concepto de canon,
aunque por desgracia a día de hoy no se conserva ningún ejemplar de dicho escrito. Fue el
escultor; Policleto de Argos (480 a.C. – 420 a.C.), el primero en escribir sobre ello en su obra; El
Kanon, donde estableció que la altura perfecta del cuerpo es aproximadamente a 7 veces el
tamaño de la cabeza. Un siglo después se modifico levemente esta idea (figura 1) y se paso a
considerar que la altura perfecta correspondía a 7’5 veces el tamaño de la cabeza, siendo los
artistas Lisipo (370 a.C. – 318 a.C.), Escopas (380 a.C. – 330 a.C.) y Praxiteles (400 a.C. – 320
a.C.) los principales impulsores de este cambio(8,9).
Figura 1. Canon del Antiguo Egipto vs. Canon de la Antigua Grecia(8)
Actualmente la obra literaria más antigua que se conserva con respecto a los distintos tipos de
canon humano es; De architectura, tratada escrito en el siglo I a.C. por el arquitecto, escritor e
ingeniero; Marco Vitruvio, quien para muchos historiados sentó las bases de la arquitectura
Renacentista.
En cuanto a la antropometría moderna(7) fue el artista renacentista de origen alemán; Alberto
Durero (1471 d.C. – 1528 d.C.), uno de los primeros en diferenciar hasta 5 somatotipos
diferentes (Figura 2).
131
Figura 2. Estudio de las proporciones del cuerpo femenino de Durero (1528 d.C.) (7)
Con el paso de los años se comenzaron a aplicar métodos matemáticos-estadísticos para
valorar la composición corporal según la masa magra, la masa muscular, la masa ósea y la
masa residual(2,11). Esto ha acabado propiciando que la cineantropometría pase a ser una rama
científica de la Biomedicina, pudiendo resumir sus campos de investigación en(2,10):
– Caracterización somática de los atletas dependiendo de la modalidad deportiva que
practiquen, tratando de establecer la influencia mutua entre la constitución corporal y su
rendimiento deportivo.
– Evaluación de la aptitud de niños y jóvenes para deportes específicos, a partir de su estado
de desarrollo físico y su pronóstico, como uno de los elementos de selección en distintos
niveles del deporte de alto rendimiento.
– Fundamentación de ajustes en los diversos reglamentos deportivos, diseño de
equipamientos deportivos y proyectos de construcción de instalaciones.
– Estudio de la influencia de los planes y programas de educación física sobre el desarrollo
somático de la población participante.
OBJETIVOS
Los objetivos de este estudio son los siguientes:
1) Analizar el concepto histórico de la antropometría y la cineantropometría.
2) Calcular los índices antropométricos de una población de entre 16 y 35 años,
distinguiendo entre los deportistas y los no deportistas, con el fin de analizar si existen
diferencias entre los distintos tipos de población.
3) Integrar y valorar estas medidas para interpretar la normalidad o la desviación de la
misma en referencia al tipo de actividad física que realiza cada sujeto.
132
RESULTADOS
Se analizaron a 390 individuos (N=390) con edades comprendidas entre los 16 y los 35 años,
distinguiendo entre los deportistas y los no deportistas, teniendo en cuenta además la variable
sexo y modalidad deportiva que practican (gráfica 1).
Gráfica 1. Porcentaje de las distintas modalidades deportivas registradas
Durante el estudio se obtuvieron varios resultados interesantes, entre los cuales destacamos
los siguientes:
– Existen grandes diferencias porcentuales entre el número de hombres deportistas (67,89%) y
el de mujeres deportistas (32,11%).
– Existen diferencias de los datos antropométricos según las distintas modalidades deportivas
recogidas en este estudio.
– Existen diferencias significativas entre las distintas mediciones recomendadas por la
International Society for the Advancement of Kinanthropometry para valorar la
cineantropometría en las distintas modalidades deportivas recogidas.
DISCUSIÓN
El objetivo de este estudio fue el de valorar la normalidad de los índices antropométricos o la
desviación de la misma, en una población de 390 sujetos con edades comprendidas entre los
16 y los 35 años, haciendo distinciones según la actividad física que realizan con mayor
frecuencia.
La International Society for the Advancement of Kinanthropometry recoge multitud de índices
antropométricos que podemos recoger, pero al igual que otros autores como Acero
Jáuregui(12–14) consideramos que para conocer la biomecánica de cada individuo es suficiente
con calcular:
– Índice de Masa Corporal
– Índice Ponderal
133
– Índice Córmico
– Índice Relativo de los Miembros Inferiores
– Porcentaje de Grasa Corporal
– Porcentaje de Masa Muscular.
– Porcentaje de Masa Ósea.
– Porcentaje de Masa Residual.
La idea es que dependiendo del somatotipo de cada individuo, este tenga una cierta ventaja
natural para la práctica de algún deporte en concreto está siendo muy estudiada desde hace
años en países como China y Japón para la elección de atletas a edades muy tempranas, para
de este modo reconocer de manera prematura futuros talentos y así potenciarlos para que
alcancen su máximo rendimiento lo antes posible(2). Prueba de ello es que en los Juegos
Olímpicos celebrados en Londres en el año 2012; China y Japón obtuvieron hasta 38 medallas,
cuando históricamente nunca habían destacado demasiado en esta clase de evento deportivo.
En nuestro país a esta ciencia aún le queda mucho por recorrer, pero poco a poco va
aumentando la aplicación de los índices antropométricos en la captación de jóvenes talentos
en las distintas modalidades deportivas.
Debido a todo lo mencionado anteriormente se realizó dicho estudio de investigación con el
fin de valorar si estas medidas antropométricas pueden influir realmente o no en el
rendimiento deportivo.
CONCLUSIONES
Las conclusiones finales de este estudio fueron las siguientes:
1) La cineantropometría demuestra que existe una relación entre los valores obtenidos
en estática con la cinemática global del cuerpo, mostrando valores que permiten
diferenciar entre los distintos tipos de deportes según los índices analizados y
relacionar cual es más saludable y efectivo en cada caso.
2) La cineantropometría puede resultar una herramienta útil en la selección de
deportistas para potenciar sus cualidades naturales antropométricas, sin olvidar la
importancia de la actitud personal.
3) Existen diferencias entre los distintos valores cineantropométricos según la variable
sexo y el deporte practicado en cada caso.
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135
SÍNDROME DOLOROSO PATELOFEMORAL Y PRONACIÓN DEL PIE
Laura Pérez García
José M. Castillo-López
INTRODUCCIÓN
El dolor en la parte anterior de la rodilla o dolor patelofemoral es una de las causas más
comunes de consulta, y cuando se habla de éste se hace referencia a un síntoma y no a un
diagnóstico, ya que hay una gama muy amplia de posibles causas y alteraciones. De ahí que el
término correcto sea “Síndrome doloroso patelofemoral” (en adelante, SDPF), debido a que se
trata de un conjunto de signos y síntomas que puede tener diversas etiologías(1) .
Es una patología caracterizada por dolor anterior, posterior y/o alrededores de la rodilla (2, 3).
Tiene un comienzo difuso de los síntomas sin traumatismo aparente y se relaciona con dolor a
la palpación y compresión de la misma (4).
Esta sintomatología cada vez provoca más visitas a las consultas de podología. Es un problema
común padecido por adolescentes y adultos activos(5), especialmente en atletas amateurs y
profesionales que participan regularmente en deportes de alto impacto como running, fútbol o
baloncesto (1). SDPF es la lesión más común entre runners por eso es llamada “rodilla del
corredor”.
Normalmente, está relacionado con la actividad y se agrava en acciones funcionales como
subir y bajar escaleras, deporte y sentadillas (5). Puede limitar las actividades de la vida diaria
que requieran carga en flexión de rodilla (largos periodos en sedestación), pudiendo provocar
discapacidad (2).
Fulkerson describió que las estructuras que pueden causar dolor en la cara anterior de la
rodilla son básicamente: el hueso subcondral, la sinovial y el retináculo (6).
Scott Dye y col. Se practicaron una artroscopia a sí mismos, sin aplicarse anestesia para poder
determinar los puntos de dolor con lo que corroboraron lo descrito por Fulkerson (7).
El dolor patelofemoral generalmente obedece a un problema de mala alineación de la rótula
con respecto al eje mecánico que produce una sobrecarga sobre sus estructuras, generando
estrés sobre el retináculo y/o sobre el hueso subcondral, lo que desencadena un círculo vicioso
caracterizado por inestabilidad y activación de los nocioceptores en cualquiera de las
estructuras antes mencionadas (8).
MARCO TEÓRICO
a. EPIDEMIOLOGÍA
Varios estudios han demostrado que la rodilla es el segundo lugar del cuerpo que más lesiones
sufre, siendo más alto el riesgo en los adolescentes, en los que también la incidencia está en
aumento (5). El SDPF es uno de los problemas más comunes entre las personas físicamente
activas entre las edades de 15 y 30 años (9).
136
Como en muchas lesiones de rodilla, las mujeres tienen el doble de posibilidades de presentar
SDPF con respecto a los hombres. Según Lichota (2003) la prevalencia de SDPF es de 2 a 3
veces más frecuente en mujeres en comparación con los hombres (10).
Además, en las clínicas de medicina del deporte el 25% de las lesiones de rodilla corresponden
a pacientes con SDPF(11).
Representa hasta un 25% de las lesiones de rodilla y afecta alrededor de un 50% de los
corredores principiantes, convirtiéndola en una de las causas más comunes de consulta en
medicina deportiva.
Entre el 60 y el 80% de las rodillas afectadas de SDPF responden favorablemente al
tratamiento conservador y en un 50% de los pacientes, se reduce la sintomatología al reducir
la intensidad de la actividad física (11).
b. ETIOLOGÍA
La etiología de la “rodilla del corredor” es multifactorial, puede aparecer por diversas causas,
por ejemplo (10):
Errores de entrenamiento o sobreuso.
Estructuras laterales poco flexibles.
Cirugías previas, por ejemplo, artroscopias de rodilla.
Hipermovilidad patelar.
Disfunción articular.
Anomalías anatómicas.
Debilidad de los tendones isquiotibiales.
Traumatismos.
Mala alineación anatómica.
Biomecánica alterada: marchas pronadoras con rotación interna de las tibias.
Atrofia del cuádriceps.
c. ANATOMIA Y BIOMECÁNICA FUNCIONAL
La rodilla es una articulación bicondílea sumamente compleja, cuyo mecanismo extensor
involucra primordialmente a la articulación patelofemoral (APF) que es una trocleartrosis, al
músculo cuádriceps con sus cuatro vientres musculares (recto femoral, vasto interno, vasto
externo y crural), alerones laterales, tendón patelar y a la tuberosidad anterior de la tibia, por
lo que requiere para su correcto funcionamiento que todas estas estructuras se encuentren
normalmente desarrolladas y en íntima relación (12).
137
La articulación femoropatelar está determinada por la forma rotuliana y troclear, por la
dirección de las fibras musculares longitudinales y oblicuas de los músculos vasto interno y
vasto externo, por los retináculos lateral y medial, por las inserciones tendinosas cuadricipital y
rotuliana, y por los trastornos torsionales femoral y tibial.
La estructura ósea rotuliana tiene en su cara posterior tres facetas (13):
- Interna: convexa y puede presentarse plana.
- Externa: cóncava en sus planos vertical y horizontal.
- Impar: es pequeña y se sitúa medial a la cara
Del estudio del músculo cuádriceps cabe destacar (Fig. 2) (14):
- El vasto medial: sus fibras longitudinales, se insertan distalmente en la cara superior
rotuliana y con función de extensión. Las fibras oblicuas se insertan en el borde medial
de la rótula y su función es la extensión y la estabilización rotuliana.
- El vasto lateral: también se divide en fibras longitudinales con función de extensión, y
el vasto lateral oblicuo, formador del importante retináculo externo.
- El recto anterior: músculo biarticular, con importante función en la coordinación del
aparato extensor.
El sistema retinacular externo está formado por dos capas. La primera de fibras oblicuas
superficiales que surgen del entrecruzamiento del vasto lateral y el tensor de la fascia lata. La
segunda capa de fibras transversales está formada por los refuerzos del ligamento epicóndilo
rotuliano y el ligamento inferior patelotibial.
En el plano frontal un niño nace con genu varo, que de los 18 meses a los 4 años pasa a un
genu valgo. Este variará progresivamente según el morfotipo.
El fémur tiene normalmente una anteversión de 14º entre el cuello femoral y los cóndilos. La
tibia una torsión externa de 34º, mientras que la detorsión submaleolar de 10º de los pies
provoca una marcha de 10º de divergencia.
La función más importante de la rótula o patela es contribuir a la eficiencia del cuádriceps,
incrementando el brazo de palanca del mecanismo extensor y manteniendo al tendón patelar
alejado de los puntos de contacto femorotibial durante el movimiento, funcionando como una
polea que mejora su ángulo de inclinación con respecto al fémur y evitando que funcione
paralelamente, con lo que aumenta el poder de tracción del cuádriceps (15).
En la articulación patelofemoral (APF) la rótula actúa como un elevador y también aumenta el
momento del brazo de la APF, el cuádriceps y los tendones patelares. El contacto de la rótula
con el fémur se inicia a los 20º de flexión y aumenta más a medida que la rodilla se flexiona,
alcanzando un máximo de 90º.
La estabilidad de la APF depende de estabilizadores dinámicos y estáticos, los cuales controlan
el movimiento de la rótula dentro de la tróclea, denominado “deslizamiento patelar”. El
138
deslizamiento patelar puede estar alterado por el desequilibrio de esas fuerzas de
estabilización, afectando la distribución de fuerzas sobre la superficie de la APF, la rótula y los
tendones del cuádriceps y, los tejidos blandos adyacentes.
Las fuerzas de la rótula oscilan desde un tercio a la mitad del peso corporal durante el periodo
de la marcha, hasta tres veces el peso corporal durante el ascenso de una escalera y hasta
siete veces el peso corporal durante la posición en cuclillas. El conocimiento de las
anormalidades del deslizamiento patelar permite apreciar la causa posible del SDPF y
determinar el tratamiento (16).
En los movimientos de flexo extensión la rótula se desplaza en un plano sagital a partir de una
posición de extensión, retrocede y se desplaza a lo largo de un arco de circunferencia, cuyo
centro está situado a nivel de tuberosidad anterior de la tibia y su radio es igual a la longitud
del ligamento rotuliano. Al mismo tiempo se inclina alrededor de 35º sobre sí misma, de tal
manera que su cara posterior, que miraba hacia atrás en la flexión máxima, se orienta hacia
atrás y hacia abajo, con lo que experimenta un movimiento de traslación circunferencial con
respecto a la tibia (17).
La flexión de la rodilla funciona como un amortiguador para ayudar a la aceptación de peso y
también resulta de suma importancia en las fases de la marcha: en la primera y últimas fases,
el músculo vasto externo y en las otras tres fases, el recto anterior del cuadríceps (18, 19).
La función anormal del pie altera biomecánicamente su relación con el resto de estructuras
osteoarticulares y crea un cambio en las fuerzas de la extremidad inferior de dos formas
distintas: las estructuras contráctiles trabajan más duramente para conseguir la misma función
y por otra parte se produce una incapacidad importante para la reabsorción de las fuerzas del
suelo. Si el pie ha perdido el arco longitudinal interno y está en valgo, el triangulo de apoyo se
modifica y el reparto del peso en el cuerpo se altera. La línea de fuerza se proyecta fuera de su
borde interno (20).
Al igual que en el equino todo el peso va al antepié, al someter a carga al pie plano postural
responde con exceso de pronación, produciéndose el valgo de retropié o eversión, abducción y
dorsiflexión del calcáneo, descendiendo el astrágalo y protruyendo su cabeza plantar y
medialmente (21, 22, 23, 24).
En condiciones normales la doble desalineación vertical del astrágalo y el calcáneo imprime un
factor pronador que asegura la estabilidad del pie y amortigua, fragmenta y direcciona la carga
a partir del primer contacto pie-suelo. Pero en el pie plano esta doble desalineación está
alterada, habiendo un aumento de la distancia entre el centro de las articulaciones
calcaneocuboideas y astragaloescafoideas, lo que constituye el llamado par fisiológico.
Además, el pie plano, por su propia estructura presenta en descarga un antepié supinado, el
cual en muchas ocasiones está bloqueado. Sin embargo una vez que se le somete a carga, el
aumento del grado de divergencia astragalocalcáneo provoca que el pie se inestabilice
rápidamente cuando se da el recorrido del antepié de fuera hacía dentro y de detrás hacia
delante. Esto provoca un aumento considerable del tiempo de amortiguación y de la velocidad
de desplazamiento hacia la pronación, como consecuencia del aumento de recorrido del
139
primer metatarsiano para buscar el plano del suelo. Transfiriendo un momento torsional en
rotación interna de la tibia, situación crucial para producir una sobrecarga en la rodilla, con
una mayor predisposición a sufrir lesiones en las extremidades inferiores (25, 26, 27).
Todo esto provoca que los músculos se activen antes, a mayor intensidad y durante períodos
más largos. De ahí que el músculo sea incapaz de realizar su trabajo óptimo de absorción de las
fuerzas de reacción del suelo. A nivel de la pierna, se intenta frenar el recorrido interno
ofreciendo resistencia a dicho movimiento mediante la contracción excéntrica de la cadena
muscular antero-externa.
Los ligamentos calcáneo-escafoideo plantar, astrágalo- calcáneo e interóseo se elongan
permitiendo la eversión del retropié y abducción del astrágalo, que se mueven conjuntamente
con el antepié, llevando el eje gravitacional hacía el primer radio. La persistencia de esta
postura determina la excesiva tensión del tendón de Aquiles que, por su función, desplaza al
calcáneo en flexión plantar perdiendo su inclinación normal, por ello se producirán
alteraciones en los ejes y en los ángulos trazados en ellos.
Esto produce una pronación por encima de los valores normales y un mayor esfuerzo para
soportar el arco interno del pie, el cual se sobrecarga y somete a la pierna a un recorrido
rotatorio interno de abajo hacia arriba, con una coaptación ósea inframaleolar externa
exagerada (28).
La función anormal del pie se relaciona con diversos procesos dolorosos, aunque hay que
recordar que ésta no es siempre la causa principal de dolor articular o muscular.
La localización del dolor depende del mecanismo compensador elegido por el paciente y del
tejido más “débil” de la cadena cinética (29), siendo el indicativo de una posible lesión y/ o
patología en el resto de las extremidad (30, 31).
En la rodilla la sensación de crujido alrededor de la rótula y dolor agudo en la zona inferior y
superior de la rótula durante actividades como caminar o salir del coche, especialmente ante
el exceso de actividad o ante una carga grande de peso, se acompañan muy a menudo del pie
plano no tratado, el cual para realizar una marcha funcional que compensa con un exceso de
pronación, siendo éste un factor causal del dolor femororrotuliano y un riesgo aumentado de
sufrir el síndrome de stress tibial medial, tal como indican los resultados de un estudio
biomecánico realizado con pacientes que tenían un exceso de pronación en el pie (32, 33).
Klein y Allamn estudiaron y publicaron la pronación compensadora y los problemas que
provocan. No sólo indican una relación con los microtraumatismos sino también con las
lesiones macrotraumáticas en la rodilla. También se suele acompañar de la rodilla en valgo
que, a largo plazo, puede determinar lesión de cartílago o del menisco, en concreto
pinzamiento del compartimiento externo, debido a que la rotación tibial interna asociada a la
pronación excesiva, produce un desplazamiento de la trayectoria patelofemoral internamente
y favorece a la subluxación lateral de la rótula (34).
140
OBJETIVOS
Los objetivos de este trabajo son diversos y se centran principalmente en:
o Esbozar su principio biomecánico.
o Sugerir en forma sucinta los medios de diagnóstico más utilizado.
o Analizar los trastornos que pueden generar dolor patelofemoral.
o Describir los signos clínicos que ayudan a determinar las causas del SDPF.
o Estudiar la relación del dolor patelofemoral con la pronación excesiva de la articulación
subastragalina durante el periodo de la marcha.
o Buscar evidencias científicas que relacionen la aparición del SDPF con la pronación del
ASA.
o Además del efecto de las ortesis plantares en este tipo de patologías y la evolución de
este tratamiento.
DISCUSIÓN
En este trabajo se pretende demostrar la relación entre el SDPF y la pronación de la
articulación subastragalina, para ello varios estudios determinan que:
Jessica Leich et al (35) realizaron un estudio de casos y controles con nueve corredoras que
presentaban SDPF y diez corredoras como grupo control. Durante la marcha, la carrera y al
ponerse de cuclillas se observó que las corredoras con SDPF presentan mayor eversión de
retropié y menor DF de la TPA.
Alberti S. et al (36) realizaron un estudio de casos y controles con 22 adultos jóvenes con SDPF
y 35 como grupo control. Se observó durante la marcha que los jóvenes con SDPF realizaban
un mayor apoyo medial en la fase inicial de contacto de talón y un menor apoyo medial en la
fase propulsiva.
Christian J. Barton et al (37) realizaron un estudio de casos y controles con 26 personas que
presentaban SDPF y 20 como grupo control. Se observó que durante la marcha, las personas
con SDPF presentaban mayor pronación del ASA.
Molgaar C. et al (38) realizaron un estudio prospectivo con 200 alumnos de secundaria. Los
resultados obtenidos mostraron que el 25% de los alumnos tenía dolores de rodilla, siendo 13
los alumnos diagnosticados de SDPF. Se observó que todos los alumnos con SDPF presentaban
una mayor caída navicular.
Pazit Levinger et al (39) realizaron un estudio de casos y controle con 26 personas
diagnosticadas de SDPF y 20 como grupo control, todas ellas entre 18-35 años. Tras realizar un
estudio de sus marchas, se observó que aunque no había variaciones en los ángulos tibiales, si
había una mayor eversión de retropié en las personas con SDPF.
141
Irene S. Davis et al (40) realizaron un estudio de casos y controles con 20 corredores
diagnosticados de SDPF y 20 como grupo control. Corrieron 30-45 minutos por una cinta sin
fin. Se observó que los individuos con SDPF presentaban mayor eversión de retropié y rotación
interna de las tibias que el grupo control durante el comienzo de la marcha, sin embargo, al
pasar 15-20 minutos, la biomecánica de ambos grupos eran similares.
Barton CJ et al (41) realizaron un estudio de casos y controles con 20 personas diagnosticadas
de SDPF y 20 como grupo control. Se detectó mayor pronación del ASA en las personas con
SDPF.
Levinger P. et al (42) realizaron un estudio de casos y controles con 13 mujeres con SDPF y 14
como grupo control. Se observó que las personas con SDPF presentaban mayor eversión, las
fuerzas de reacción del suelo eran más bajas y la DF máxima aparecía antes de lo normal.
Concluyeron en que las personas con SDPF presentan alteraciones en el apoyo inicial de talón
y durante la fase de propulsión.
CONCLUSIONES
En definitiva, existen varios factores predisponentes para el riesgo de la aparición del SDPF
como pueden ser las biomecánicas pronadoras, la eversión del retropié y los antepies varos,
además de otros componentes ya mencionados anteriormente.
Cuando los pacientes refieran dolor leve o moderado y una marcha pronadora, como opción
terapéutica podemos inclinarnos por ortesis plantares para aliviar la sintomatología.
En referencia a los artículos o estudios que vinculan la pronación del pie con el SDPF, como se
ha comentado anteriormente el exceso de pronación favorece una rotación externa de la tibia
y el fémur y se incrementa el valgo con lo que desalinea el mecanismo patelofemoral y
favorece la sobrecarga de la rótula y los tendones que se anclan sobre ella. Como opinión
personal creo que habría que investigar y analizar con mayor nivel para poder cerciorarse en
esta relación.
Desde mi punto de vista, pienso que los soportes plantares alivian en parte la sintomatología
de los pacientes como se muestra en el caso clínico expuesto, aunque hiciera falta analizar con
detenimiento a los pacientes que presentan este síndrome, por si fueran candidatos para
utilizar soporte plantar.
Además de la combinación de otros tratamientos como fueran vendajes neuromusculares,
terapias de rehabilitación, ejercicios de potenciación muscular, masoterapia, etc., en
colaboración con otros profesionales como los fisioterapeutas.
142
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145
PÓSTER
ACTUALIZACIÓN BIBLIOGRÁFICA DEL LIGAMENTO CALCANONAVICULAR
PLANTAR
Marina Ballesteros Mora
Inmaculada Rodríguez Moreno
María Reina Bueno
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la Podología ha avanzado en el campo de la biomecánica del miembro
inferior. Basta que un pie presente una alteración biomecánica para que las repercusiones se
propaguen al resto del sistema mulculoesquelético.
Los ligamentos del pie poseen funciones imprescindibles, debido a su relevancia para el
diagnóstico y tratamiento de ciertas patologías. Se establece así el punto de partida de esta
revisión bibliográfica.
MARCO TEÓRICO
Los ligamentos del pie poseen funciones imprescindibles, debido a su relevancia para el
diagnóstico y tratamiento de ciertas patologías1. A medida que han avanzado los años,
diversos autores han descrito la anatomía del “complejo ligamentoso calcaneonavicular” como
una estructura compuesta por diversos haces, convirtiéndose en una cuestión discrepante
según la fuente consultada 2.
Tradicionalmente, se pensaba que el ligamento calcaneonavicular estaba constituido por dos
haces. Davis y cols.3 observaron una porción medial más fuerte y grande, el ligamento
calcaneonavicular superomedial; y una porción lateral más pequeña, el ligamento
calcaneonavicular inferior4. Posteriormente, Taniguchi y cols.5 identificaron una tercera
estructura inconstante, el ligamento medioplantar oblicuo 6.
Recientemente, Sarrafian describe un haz superomedial, inmediatamente profundo al tendón
tibial posterior, se origina en el sustentaculum tali y se inserta en el margen superomedial de la
tuberosidad del escafoides, fusionándose con las fibras superficiales anteriores del ligamento
deltoideo o tibiospring; y un haz plantar que, para é1, es el verdadero ligamento Spring7. A
continuación, se va a emplear la nomenclatura de Sarrafian ya que parece la más precisa.
El “complejo ligamentoso calcaneonavicular” resiste la plantarflexión y adución de la cabeza
astragalina a nivel de la articulación talonavicular durante los movimientos de pronación
extrema de la articulación subtalar y de la articulación mediotarsiana a través de su eje
oblicuo8. De tal forma, se le atribuyen las siguientes funciones9:
Aporta sujeción a la cabeza del astrágalo.
Proporciona estabilidad a la articulación talocalcaneonavicular.
146
Sostiene, de manera pasiva, el arco longitudinal medial.
Como consecuencia de la lesión del ligamento, comúnmente localizada en el haz
superomedial, el astrágalo se plantarflexiona y el calcáneo se angula en valgo, generando un
“planovalgus pes” 4. Aunque la deformidad de pie plano adquirido en adultos es habitualmente
causada por la disfunción del tendón tibial posterior; las estructuras de la estabilidad estática
del arco longitudinal también van a influir como causa del desarrollo de esta condición10-12.
Kavanagh y cols.13 llegaron a la conclusión de que la lesión ligamentosa inicial puede ser
secundaria a luxación aguda en la articulación talonavicular.
En aquellos casos que el ligamento se lesione de manera aislada, el dolor se manifiesta
durante la deambulación, localizándose entre el escafoides y el calcáneo, en la zona medial y
plantar del pie. Con exactitud se ubica 1 cm proximal a la tuberosidad escafoides y posterior en
relación al tendón tibial posterior, más distal que el dolor habitualmente causado por la
disfunción del tendón tibial posterior. A nivel perimaleolar, la hinchazón puede ser menos
evidente o, incluso, estar ausente. El motivo es porque no hay tanto líquido en la vaina sinovial
como en episodios de sinovitis ante la rotura tendinosa 14. La exploración clínica tras una lesión
aguda puede revelar hinchazón medial y presencia de equimosis.
Dentro del examen clínico, se ha descrito un test complementario que indica la presencia de
insuficiencia ligamentosa, detectando un tendón tibial posterior intacto. Consiste en colocar al
paciente de puntillas (elevación del talón) sobre una sola pierna en bipedestación. De esta
manera, se observará el valgo de retropié y la abducción de antepié, provocando desviación
del antepié hacia la cara lateral del pie afecto; es el denominado “too many toes” o signo de
“muchos dedos” positivo. Sin embargo, la alteración tendinosa se manifiesta mediante la
insuficiencia funcional para realizar un apoyo monopodal estable15.
Se trata de una entidad clínica en la que no es fácil realizar el diagnóstico, la valoración más
certera es la intraoperatoria. No obstante, ante la sospecha de lesión en el complejo
ligamentoso calcaneonavicular, existe la posibilidad de recurrir a una serie de pruebas
complementarias no invasivas que van a confirmar el diagnóstico clínico: la radiografía
convencional, la ecografía y la resonancia magnética. Esta última, actualmente considerada
como la herramienta de elección para su evaluación14.
El tratamiento de la lesión ligamentosa se basa en 2 pilares fundamentales: el conservador y el
quirúrgico. Durante la fase postraumática se recomendaría reposo, crioterapia, termoterapia y
antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Posteriormente, la terapia física aplicada al pie
desempeña un papel fundamental: el ultrasonido, el láser y la magnetoterapia. Otra opción
terapéutica son los vendajes funcionales, limitan el movimiento para evitar que el daño
progrese, permitiendo a su vez un movimiento funcional lo más óptimo posible16.
El tratamiento conservador ortopédico tiene un papel fundamental para el Podólogo en la
deformidad adquirida de pie plano valgo. Para ello, se emplean soportes plantares hechos a
medida que proporcionan la corrección de la abducción del antepié y el valgo de retropié;
además, mantienen la presión ejercida sobre el ligamento y las otras estructuras que soportan
el arco longitudinal medial17,18. En el caso de que no se obtengan buenos resultados con el
147
tratamiento conservador en un tiempo de evolución de 6 meses, se deberá recurrir a la
reparación quirúrgica del ligamento 19.
OBJETIVOS
1. Revisar según la bibliografía descrita, si en el pie plano adquirido del adulto la
insuficiencia del ligamento es un factor primario o, por el contrario, es una
consecuencia que surge de la disfunción previa del tendón tibial posterior.
2. Describir de manera precisa la anatomía del “ligamento calcaneonavicular plantar”,
también conocido como “ligamento Spring”.
3. Valorar toda la información disponible en las publicaciones revisadas, en cuanto a la
importancia biomecánica que posee dicho componente anatómico ligamentoso como
estabilizador estático del arco longitudinal medial del pie.
METODOLOGÍA
La recopilación de información se ha llevado a cabo en distintas bases de datos: Pubmed,
Scopus, Scielo, Medline y Wos. También, se han utilizado otros recursos como son Google
Scholar, el catálogo FAMA de la Universidad de Sevilla y, por último, el “Atlas Virtual de
Anatomía Primal Pictures”.
Se ha desarrollado una búsqueda complementaria en 18 libros depositados en la Biblioteca de
Centros de la Salud. Así mismo, se ha establecido una serie de criterios de inclusión y de
exclusión, a partir de los cuales se han seleccionado 46 artículos de interés. Como criterios de
inclusión: estudios publicados en idioma castellano o inglés, atendiendo a las palabras claves
citadas; y artículos basados en el pie plano adulto adquirido que hacen referencia a las
patologías del ligamento calcaneonavicular plantar y del tendón tibial posterior. Respecto a los
criterios de exclusión: revisiones basadas en el pie plano infantil; y artículos sobre pie plano
adquirido que no haga referencia a las palabras clave incluidas en el estudio.
DISCUSIÓN
Múltiples teorías se debaten sobre si la deformidad de pie plano adquirido procede o no de la
insuficiencia del tendón tibial posterior, o bien es secundaria a la lesión de estructuras
ligamentosas.
En 1954, Hollinshead señaló la importancia del ligamento como estructura esencial en la
estabilidad del arco medial. Hasta 1997, no se ha encontrado información sobre las lesiones
aisladas del ligamento como origen de la deformidad adquirida en pie plano. Ese mismo año,
Dyal y cols. insistieron que la disfunción aislada del tendón tibial posterior no causa la
deformidad en pie plano adquirido. En 2001 Chu y cols. concluyeron que, una vez seccionadas
de forma individual las estructuras mediales que aportan estabilidad al arco, se van a generar
modificaciones sin llegar a hundirse la bóveda plantar. Kirby (2002) afirmó que la disfunción
del tibial posterior causaría directamente deformidades plásticas en los ligamentos de la
articulación talonavicular. Deland y cols. (2005) identificaron mediante resonancia magnética
que el ligamento calcaneonavicular superomedial es el más involucrado en la insuficiencia
148
tendinosa, seguido por el ligamento Spring o haz plantar, el ligamento interóseo talocalcáneo y
el deltoideo anterior. Autores como Núñez-Samper y Viladot coinciden en que el tendón tibial
posterior es la principal causa de un pie plano adquirido. No obstante, en 2008 Tryfonidis
presentó 9 casos de pacientes adultos con insuficiencia aislada del ligamento
calcaneonavicular es la falta de consenso entre autores en cuanto a qué técnica o combinación
de técnicas es más eficaz y adecuada para la reconstrucción del ligamento calcaneonavicular.
En la literatura anglosajona se han descrito procedimientos de reconstrucción tales como:
transferencia del ligamento deltoideo al escafoides, injerto del tendón de Aquiles, tenodesis
del peroneo lateral largo, osteotomía medial del calcáneo combinada con alargamiento de la
columna lateral, artrodesis talonavicular, transferencia del flexor del 1º dedo, etc. Desde
nuestro punto de vista, se considera que en la literatura consultada no se reflejan niveles altos
de evidencia ni grados de recomendación suficientes que avalen la eficacia de los tratamientos
descritos. La mayoría de los investigadores abogan por instaurar un plan terapéutico
quirúrgico sin prestarle especial interés al uso de soportes plantares personalizados,
actualmente considerado “gold standard”.
CONCLUSIONES
1. No existe consenso entre los autores en cuanto a si, en el pie plano adquirido del adulto, la
insuficiencia del “ligamento Spring” es un factor primario o, por el contrario, es una
consecuencia que surge a partir de la disfunción previa del tendón tibial posterior.
2. Se ha encontrado diversidad de opiniones acerca de la descripción anatómica de dicha
estructura tan esencial en el pie. No existe uniformidad de criterios en la literatura.
3. El ligamento ha sido reconocido como una de las estructuras pasivas más crítica en la
estabilidad estática del arco longitudinal medial del pie, la cual contribuye al mantenimiento y
sostén de la cabeza del astrágalo.
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150
TRATAMIENTO ORTOPODOLÓGICO EN LA POLIOMIELITIS
José María Domínguez Olmedo
María Reina Bueno
INTRODUCCIÓN
Se dice que la poliomielitis es una enfermedad que existe desde hace unos 6000 años
aproximadamente, remontándose hasta el antiguo Egipto. Desde 1988 la incidencia de polio
ha descendido más de un 99%. El poliovirus se contagia por transmisión fecal-mano-boca,
manteniéndose en secreciones orales durante semanas y en las heces durante varios meses. La
infección se puede dividir en forma menor y mayor. La menor ocurre de 1 a 3 días antes de la
parálisis, con problemas gastrointestinales, además de problemas sistémicos como fiebre y
dolor de cabeza, esto dura dos o tres semanas, pero tiene capacidad de alcanzar los dos
meses. La forma mayor ocurre cuando se afectaba al sistema nervioso central, incluyendo
meningitis y parálisis entre otros.
Hay que asumir que existen residuos de la poliomielitis hoy en día, esto es visible en la
población anciana y en inmigrantes, conocido como el síndrome post-polio, que se caracteriza
por manifestaciones tardías en pacientes que desarrollaron la enfermedad durante 30 o 40
años, se estima que esto afecta al 25-60% de los pacientes que han padecido la polio,
sufriendo de parálisis tardía en sus extremidades inferiores, siendo el tríceps el músculo más
afectado, generando deformidades en la rodilla y en el tobillo y por lo tanto problemas en la
dinámica y ayudando en la aparición de otros síntomas como dolor y fatiga, si esto se combina
con debilidad en los flexores dorsales el problema es aún mayor. La simetría del paso es
importante, ya que si una extremidad está más afectada, dando lugar a un pie espástico o
flácido en función de la gravedad de la lesión, el uso de energía para caminar será mayor,
siendo esta determinante a la hora de elegir el tratamiento ortopodológico
METODOLOGÍA
Revisión bibliográfica en las bases de datos Scopus y Pubmed empleando las palabras clave:
orthosis; pliomyelitis. Empleando los boleanos AND, OR, NOT. Se han utilizado artículos desde
2006 hasta 2017, en idioma español o inglés.
RESULTADOS
Se han encontrado en Pubmed 32 artículos, de los cuales se seleccionaron 4, y en scopus de los
20 artículos posibles, fueron elegidos 6.
Los diferentes estudios vistos comparan distintos tratamientos, siendo la más usada y la que
mejores resultados parece mostrar es la férula rodilla-tobillo-pie, ayudando a controlar los
movimientos, ganando estabilidad en el paso. Es importante mantener el tobillo a 90º en la
medida que sea posible, y permitiendo cierta flexión plantar y dorsal, la rodilla ligera flexión
permitiendo la fase de vuelo y ganando estabilidad, favoreciendo de esta manera una
dinámica más simétrica que si mantenemos la rodilla completamente fija, que estará
151
ocasionando mayor gasto energético en la marcha, haciendo que los pacientes no puedan
soportar la férula durante mucho tiempo.
Muchos estudios también recomiendan combinar el tratamiento ortopodológico con el
fisioterápico, estimulando la musculatura y evitando la pérdida total de la zona afectada, de
esta manera se conseguiría una marcha más fisiológica y ayudaría a fortalecer el miembro
afectado.
152
¿QUÉ VALORAR EN EXPLORACIÓN DE RODILLA?
Mª de los Ángeles Gómez Benítez
Marina Fernández Villarejo
Articular:
-Palpación interlinea articular a la flexo-extensión de rodilla, valoro crepitación.
-Palpación de los platillos tibiales y cóndilos femorales, valoro posibles picos artrósicos.
Meniscos:
-Prueba de McMurray: Extensión de la rodilla y rotación, y valora presencia de dolor y/o
chasquido a la rotación. Si aparece en externa, lesión del menisco externo, si en interna, lesión
el menisco interno.
-Maniobra de Apley: en decúbito prono, rodilla flexionada. Presión y rotación. + si lesiones
meniscales.
-Signo del puente o bloqueo: limitación a la extensión de rodilla de los últimos 5-10º. Indica
lesión en el asa del menisco interno o artrosis de rodilla.
Rótula:
-Signo del cepillo o zhólen: Positivo si dolor a los desplazamientos lateromediales y
cefalocaudales de la rótula, con contraresistencia del cuadriceps. Indica lesión del cartílago
rotuliano (Condromalacias).
-Signo de aprensión rotuliana: positivo si sensación de luxación lateral al desplazamiento
externo de la rotula con la rodilla flexionada. Indica inestabilidad patelar.
Ligamentosa:
-Estrés en varo forzado (test de estabilidad del ligamento colateral externo): Se considera
patológico (+) cuando aparece molestia por afectación del ligamento lateral externo (grado
1,2,3).
-Estrés en valgo forzado (test de estabilidad del ligamento colateral interno): Se considera
patológico (+) cuando aparece molestia por afectación del ligamento lateral interno (grado
1,2,3).
-Laxitud en extensión completa: + en lesión de los ligamentos cruzados (anterior/post) y
cápsula posterior.
-Prueba del 4: rotación externa y flexión de la pierna con el pie cruzado por encima de la
contralateral y se palpa la interlinea articular externa. Se valora la integridad del ligamento
lateral externo.
153
-Prueba del cajón anterior: tracción hacia delante de la tibia, positiva si desplazamiento mayor
a 3 mm. Indica rotura del ligamento cruzado anterior. También se puede valorar mediante la
prueba de Lanchman y la del pivote central.
-Prueba del cajón posterior: tracción hacia atrás de la tibia, positiva si hay desplazamiento.
Valora ligamento cruzado posterior.
Musculotendinosa:
-Signo del peloteo/ choque rotuliano: + en derrames abundantes. Indica líquido peripatelar.
-Test de Squat : Positivo si la rodilla valgiza a la flexión de la pierna. Indica inestabilidad del
cuádriceps (vasto interno-externo) y/o gluteos. Valoración en estática.
-Valorar la tensión y engrosamiento del tendón rotuliano.
-Valorar la contracción del vasto interno y externo, manteniendo fija la rótula.
-Test de la cintilla iliotibial: rotación de la cadera en interno y adducción. Positivo si palpación
dolorosa en la cara lateral de la rodilla.
Valoración en carga:
-Alineación femoro-tibial (ángulo Q), posición de la rótula (convergente o divergente),
presencia de genu varo-genu valgo y posición que adopta los pies en su ángulo y base de
marcha.
154
LESIONES MÁS FRECUENTES EN CORREDORES CON PIE CAVO Y PIE
PLANO: TRATAMIENTO MEDIANTE CALZADOTERAPIA
Lucía Roldán Fernández
Celia González Campanario
INTRODUCCIÓN Y BREVE MARCO TEÓRICO
Los objetivos de esta comunicación son: poner en valor las lesiones más frecuentes en
corredores con pie cavo y las lesiones habituales en corredores con pie plano y, por otra parte,
destacar la importancia de la calzadoterapia como opción terapéutica en corredores con pies
cavos y pies planos.
La estructura del pie suele asociarse a la aparición de lesiones en la extremidad inferior. Está
demostrado que las características del pie plano, pie cavo y el rango del movimiento del
retropié son factores de riesgo para desarrollar lesiones por sobrecarga en la extremidad
inferior en general. 1
En el caso del corredor, el área de contacto del pie con el suelo y los picos de presión se ven
incrementados al compararlos con estos mismos parámetros al caminar.
Además, el pie va a sufrir un estrés continuo debido a la actividad repetitiva de alto impacto de
un gesto deportivo y es donde van a aparecer la mayoría de lesiones. Por otro lado, los pies
que presentan alteraciones estructurales tendrán mayor riesgo de lesión. Por ello, analizar los
diferentes tipos de pie puede ayudar a comprender los posibles factores de riesgo de
desarrollar cada lesión y podría impulsar cambios en la confección de las ortesis o el diseño del
calzado para ayudar en la prevención de las lesiones por sobresolicitación. 2,3,4
Algunas de las causas más frecuentes de lesión en atletas son debidas fundamentalmente a:
errores en el entrenamiento, errores en el material deportivo y a desequilibrios estructurales.
2 Concretamente, son los errores en la técnica de entrenamiento el motivo de lesión más
habitual, con un 60%, frente a las otras causas. 5
Gracias a avances como los estudios biomecánicos realizados a deportistas, la terapia física y
ortopodológica, las mejoras en los entrenamientos y en el material deportivo (como es el caso
de la calzadoterapia) cada vez son menos las lesiones que encontramos en las carreras
populares. 2
METODOLOGÍA.
Para la elaboración de esta comunicación efectuamos una revisión bibliográfica de las lesiones
típicas de los atletas con pie cavo y pie plano, así como de su tratamiento mediante la
calzadoterapia . Para ello realizamos una búsqueda en diversas bases de datos: ‘Pubmed’,
‘Scopus’ y ‘Google Scholar’.
Para realizar dicha búsqueda empleamos las siguientes palabras claves: pie cavo (pes/foot/feet
cavus), pie plano (flatfoot), tipo de pie (foot type), lesión (injury), deporte (sport), atletismo
155
(athletics), running, tratamiento (treatment) y calzado (footwear). Estas palabras fueron
conectadas entre ellas mediante los operadores booleanos ‘AND’ y ‘OR’.
Realizamos dos búsquedas diferentes. La primera búsqueda se realizó en ‘Scopus’ y ‘Google
Scholar’ con el mismo patrón de búsqueda. Sin embargo, al introducir este patrón en
‘Pubmed’, el número de documentos encontrados fue muy reducido, por lo que realizamos
algunos cambios en el patrón para obtener un mayor número de artículos.
Se excluyeron aquellos documentos que se centraban en el tratamiento quirúrgico u
ortopodológico del pie cavo o pie plano y aquellos en los que las personas seleccionadas para
los distintos estudios no fueran deportistas o el deporte que realizaran no fuese el running o
atletismo.
Por otro lado, acotamos los parámetros de búsqueda para artículos publicados en inglés o en
español, y que hubieran sido publicados entre los años 2000 y 2017.
RESULTADOS
Encontramos 793 artículos en ‘Pubmed’, 101 en ‘Scopus’ y 1420 en ‘Google Scholar’, de los
que finalmente nos quedamos con 3, 3 y 5 respectivamente, por cumplir los criterios de
inclusión
DISCUSIÓN
Según González de la Rubia A, en un artículo de 2004, las lesiones podológicas más frecuentes
en corredores, según el orden de frecuencia de aparición son: lesiones cutáneas y ungueales,
lesiones ligamentosas, tendinosas, articulares, musculares y óseas. 2 Por otro lado, en un
estudio de Williams DS 3rd, et al., en 2001, se determinó que ambos tipos de pie (cavo y plano)
reportaban una amplia cantidad de lesiones en partes blandas. 1 En nuestro trabajo, nos
centraremos fundamentalmente en las lesiones ligamentosas, tendinosas y óseas.
En cuanto a las lesiones ligamentosas más frecuentes relacionadas con pies cavos o planos,
según Pérez J, et al., la más frecuente es la fascitis plantar. 6 Según González de la Rubia A,
otra lesión que encontramos con bastante frecuencia es el esguince de tobillo de repetición. 2
Por otra parte, si hablamos de lesiones tendinosas, las más frecuentes son: la tendinitis
aquílea, tendinitis del tibial posterior, tendinitis del tibial anterior y de los peroneos.
Por último, en lo referente a las lesiones óseas más frecuentes encontramos las fracturas de
estrés, la periostitis tibial y Pifarré F, et al., añade también la escafoiditis tarsiana. 2,6,7
Williams DS 3rd, et al., concluye que los corredores con pie plano desarrollan más lesiones en
la zona medial del pie y los corredores con pie cavo, más problemas en la zonalateral del pie. 1
Similar conclusión se obtiene en el artículo de Chupckpaiwong B, et al., publicado en 2008.
Además, en este mismo artículo, se menciona un estudio previo en el que se concluyó que las
fracturas de estrés están relacionadas con el tipo de pie. 3 Sin embargo, Nakhaee, et al. y Pérez
J, et al., no encuentran relación entre latipología de pie y la tasa de lesiones de rodilla y tobillo,
como es el caso del esguince detobillo. 6,8
156
Lesiones características del pie cavo.
Según Williams DS 3rd, et al., Sánchez EV, et al., y Desai SN et al., en los corredores con pie
cavo las lesiones más típicas son: fascitis plantar, inestabilidad de tobillo, síndrome de la
cintilla iliotibial, disminución de la amortiguación en el gesto deportivo de la carrera y salto,
tendinitis de los peroneos, fracturas de estrés, síndromes de choque y bursitis trocantérica.
1,4,5
Además, Williams DS 3rd, et al. afirmaron que los corredores con pie cavo reportaban dos
veces más lesiones de origen óseo que los corredores con pie plano (el 35% de las personas
con pies cavos desarrollaron fracturas de estrés). Añadieron que todas las fracturas de estrés
de los metatarsianos se producían con más frecuencia en el 5º. 1 Por otra parte,
Chupckpaiwong B, et al. afirmaron que, en general, los individuos con pie cavo tienen mayor
riesgo de sufrir fracturas de estrés femorales y tibiales. 3
Lesiones características del pie plano.
Williams DS 3rd, et al., y Sánchez EV, et al., coinciden en que las lesiones más típicas en los
corredores con pie plano son: gonalgia, tendinitis patelar, fascitis plantar, síndrome del canal
tarsiano, síndrome de estrés tibial, tendinitis del tibial posterior y fracturas de estrés. Además,
en caso de pies planos pronados, se produce una disminución de la fuerza para el despegue en
el gesto deportivo de la carrera y se incrementa el estrés en las estructuras mediales del pie.
1,5
Chupckpaiwong B, et al., y Williams DS 3rd, et al., demostraron en sus estudios que debido a la
reducción de los picos de presión en la zona lateral del antepié en individuos con pie plano se
provoca un descenso del riesgo de desarrollar fracturas de estrés del 5º metatarsiano.
Además, registraron que del total de fracturas de estrés de los metatarsianos que recogieron
en su estudio (es decir, el 25% de la muestra sujeta a estudio) estaban distribuidas entre el 2º y
el 3º. 1,3
Calzadoterapia.
Según Desai SN, et al., en muchas ocasiones intentar tratar las lesiones que aparecen sin
corregir las deformidades del pie produce un fracaso en el tratamiento. 4 En esta misma línea,
como objeto de nuestra comunicación, nos hemos centrado en la calzadoterapia como opción
terapéutica debido a que consideramos que está abriéndose paso cada vez más en el
tratamiento de lesiones, tanto en corredores profesionales como ‘amateur’.
Pifarré F, et al. explican que al realizar deportes es mayor la exigencia que debemos solicitar al
pie, y por consiguiente al calzado. Para escoger un calzado deportivo adecuado debemos tener
en cuenta factores como el deporte a realizar, y la superficie o terreno en que se practica. 7
Además, como se muestra en el artículo de González de la Rubia A, debemos tener en cuenta
que existen determinados factores en las zapatillas de running que pueden producir lesiones.
Estos son: disminución en la absorción de impactos por el uso de calzado ya deteriorado,
material endurecido, desgaste del calzado, despegamiento de la suela, rotura de costuras o del
tejido y zapatilla deformada, entre otros factores. 2 Desai, SN et al. añaden que si el zapato
157
comprime el tendón de Aquiles, la consecuente compresión del extensor puede llegar a
provocar dedos en garra. Explican que al igual que los pies con deformidades son más
propensos a sufrir lesiones, tienen también más tendencia a producir desgastes en el calzado.
4
Para evitar esto, Pifarré F, et al., Desai, SN et al. y González de la Rubia A indican algunas de las
características de unas buenas zapatillas de running, incluyendo: tacón elevado, una buena
amortiguación de la zona de retropié, soporte del ALI, antepié amplio que permita mover los
dedos, una buena sujeción del pie (especialmente si el corredor es pronador o presenta
inestabilidad de retropié), adherencia de la suela, evitar cortes estéticos en el calzado y las
cámaras de aire (debilitan el calzado de running, contribuyendo a la inestabilidad de retropié)
y realizar un correcto acordonado. Además, hay que tener en cuenta el peso del calzado, pues
la zapatilla de entrenamiento ha de ser algo más ligera que la de competición. 2,4,7 Por último,
según Carreño F, et al., debemos considerar el hecho de que las zapatillas deportivas tienen
una vida útil de entre 400 y 600 km de recorrido en condiciones óptimas. 9
Pifarré F, et al. señalan que el uso de un tacón elevado en las zapatillas deportivas es útil en los
atletas para prevenir las tendinitis aquileas. 7 No obstante, en una revisión realizada en 2009
por Murley GS, et al., los autores concluyeron que el calzado con tacón elevado altera la
activación de diversos músculos de la extremidad inferior y la espalda como efecto secundario.
10
Según González de la Rubia A, se ha producido tal mejora en la absorción de impactos de los
materiales utilizados en la elaboración de las zapatillas deportivas, que cada vez es menos
frecuente encontrar fracturas de estrés en corredores. 2
En particular, el calzado para atletas con pie cavo requiere unas características específicas,
entre las que destacan: una correcta amortiguación del calzado, especialmente si el deportista
pesa más de 70 kg (según indica González de la Rubia A) 2 y un espacio suficiente a la altura del
mediopié (según Desai SN, et al.) 4 . Concluyen que es mejor usar un zapato deportivo neutro
con amortiguación.
Similar conclusión obtuvo en su estudio Wegener C, et al, al explicar que los distintos
morfotipos de pie participan en la aparición de algunas lesiones deportivas. Investigaron la
carga de presiones plantares en dos zapatillas de running neutras y con amortiguación (Asics
Nimbus 6 y Brooks Glycerin 3) en atletas con pies cavos, concluyendo que ambas resultaban
efectivas para reducir la carga de presiones plantares, prevenir la aparición de lesiones
deportivas y tratarlas. 11
Por otro lado, Carreño F, et al., indican en un artículo de 2012 que en atletas con pies planos,
el calzado deportivo debe centrarse en controlar la pronación del pie (en pies planos valgos).
Esto puede conseguirse gracias al empleo de una media suela de EVA de distintas densidades
por el borde medial y lateral del pie. Tanto en corredores profesionales como aficionados, se
han encontrado beneficios mediante el uso de zapatillas con control de la pronación. Esto se
debe a que se distribuyen mejor las presiones plantares y retrasa la aparición de la fatiga
muscular de los músculos tibial anterior y peroneo lateral largo. Todo ello está asociado a un
mejor rendimiento en la carrera. 9
158
CONCLUSIONES
Las lesiones podológicas más frecuentes en corredores con pie cavo son: fascitis plantar,
inestabilidad de tobillo, tendinitis de los peroneos, fracturas de estrés del 5º metatarsiano y
síndromes de choque.
Por otra parte, las lesiones características en corredores con pie plano son: fascitis plantar,
síndrome del canal tarsiano, tendinitis del tibial posterior y fracturas de estrés del 2ºy 3º
metatarsiano.
La calzadoterapia en corredores con pie cavo reúne las siguientes características: alcanza una
correcta amortiguación, tiene un espacio suficiente a la altura del mediopié y evita las cámaras
de aire. El calzado deportivo ideal es el neutro con amortiguación.
La calzadoterapia en corredores con pie plano se caracteriza por tener una buena sujeción del
pie y diferentes densidades de EVA en medial y lateral de la suela de la zapatilla. La zapatilla
deportiva más indicada es la que ofrece un control de la pronación (en pies planos valgos).
Sin embargo, consideramos que se debería seguir estudiando acerca de la calzadoterapia en
líneas futuras de investigación.
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159
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Pressure Loading and Comfort in Athletes With Cavus Feet . The American Journal of Sports
Medicine. 2008; 36 (11): 2139-2146.
160
COMPENSACCIÓN ORTOPODOLÓGICA DEL PIE ZAMBO RESIDUAL. A
PROPÓSITO DE UN CASO
Inmaculada Rodríguez Moreno
Marina Ballesteros Mora
María Reina Bueno
El pie equino varo congénito o pie zambo, es la malformación congénita más frecuente del
pie. Se caracteriza por la presencia de equino del tobillo, varo del talón, adducto del antepié,
cavo y, en algunos casos, torsión tibial interna.
Uno de los tratamientos más comúnmente aplicados es el denominado “Método de Ponseti”,
que consiste en la aplicación sucesiva de yesos, hasta la corrección de las deformidades
presentes. Este tratamiento debe iniciarse en el recién nacido, y finaliza con la tenotomía del
tendón de Aquiles, como último paso. Éste, se indica siempre y cuando exista persistencia del
equino.
En nuestro caso, acude al Área Clínica de Podología de la Universidad de Sevilla, una mujer de
21 años de edad, refiriendo dificultad para caminar con normalidad. Como antecedentes
generales, refiere haber nacido con pie zambo que le afectaba de forma bilateral, y haber sido
tratada mediante el método Ponseti. A pesar de ello, se aprecia la persistencia de un cierto
grado de deformidad residual, presente principalmente a nivel de antepié.
Para llevar a cabo un adecuado tratamiento ortopodológico, procedemos a la realización de
una exploración completa, haciendo especial hincapié en la exploración muscular. Se
diagnostica un retropié valgo con un antepié varo, residual a un pie zambo.
Finalmente se procede a la compensación ortopodológica a través de unos soportes plantares
personalizados, cuyo objetivo principal es el de aportar funcionalidad al primer radio, que se
encuentra en posición de dorsalflexión permanente; además de generar una apertura del
ángulo de la marcha.