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Universidad de Concepción
Facultad de Ciencias Sociales
Departament de Sociología y Antropología
Medio ambiente, salud humana y ecología
política
Nombre : Jorge Pacheco
Profesor : Jorge Rojas
Asignatura : Teorías del desarrollo
Fecha : 27 de septiembre 2011
Introducción
Somos individuos en un contexto físico y social. Tal como plantea Maturana y Varela
(1984) nos encontramos en un “acoplamiento estructural recurrente” con el medio en el que
nos desenvolvemos y de la capacidad de adaptarnos a este medio dependerá nuestro estado
de salud. Entenderemos salud entonces como “…una emergencia del complejo constituido por
individuo/sociedad/ambiente” (Tarride, M. 2004) que otorga al individuo un “estado de
bienestar físico, mental y social con capacidad de funcionamiento” (Terris, M., 1975). Dentro
de esta perspectiva un ambiente saludable será aquel que nos permita funcionar de la manera
más adecuada.
Los cambios sociales producidos por el modelo de desarrollo actual han tensionado
nuestra relación con el medio ambiente dificultando nuestra posibilidad de llevar una vida
saludable. El cambio climático, la contaminación atmosférica y la polución del agua, por poner
algunos ejemplos, representan amenazas cotidianas a la salud humana. En este ensayo
revisaremos la relación existente entre medio ambiente y salud, las amenazas ambientales de
la época actual y algunas propuestas teóricas elaboradas desde la ecología política y los
movimientos sociales de justicia ambiental.
Salud y medio ambiente
De la investigación en salud pública se han identificado cuatro grandes condicionantes
de la salud humana (Lalonde, M., 1974):
a) Factores relacionados con la biología humana
b) Factores relacionados con los estilos de vida de las personas
c) Factores relacionados con los sistemas de atención de salud
d) Factores relacionados con el ambiente.
El ambiente se ha definido de manera amplia en las ciencias de la salud como “el lugar
donde transcurre la vida” y se ha dividido de forma operacional en ambiente físico o medio
ambiente y ambiente social. El medio ambiente ejerce su influencia en la salud humana a
través de la exposición a contaminantes por distintas vías. Estas se han resumido en las
siguientes categorías (González, P., 2003):
a) Mala calidad del agua
b) Mala calidad del aire interior (domiciliaria) y exterior
c) Desechos sólidos y suelo
d) Seguridad alimentaria
e) Problemas globales (cambio climático, destrucción de la capa de ozono)
Figura 1.- Principales vías de exposición a contaminantes en la salud humana
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la contaminación ambiental se asocia
a un 25% de la carga de enfermedad mundial atribuyéndosele 13 millones de muertes
prevenibles anuales. En los países subdesarrollados la carga de enfermedad por contaminación
es mayor llegando a ser de un tercio del total, esto principalmente debido a la elevada
mortalidad infantil por diarrea e infecciones respiratorias secundarias a las malas condiciones
de vida (OMS, 2006).
En Chile según el estudio de carga de enfermedad realizado el año 2007 se pierden
cerca de 100.000 años de vida ajustados por discapacidad (AVISA)1 por la contaminación
atmosférica extra-domiciliaria, lo cual corresponde a 2,8% del total de AVISA perdidos en el
país. En términos prácticos se puede decir que 1 de cada 13 muertes que se producen en el
país se pueden atribuir a la contaminación atmosférica (Ministerio de salud, 2007).
En un estudio local realizado por la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad
Católica de Temuco el año 2009 se demostró que la comuna de Talcahuano se encuentra en
zona de latencia según su concentración de material particulado (PM10)2 y que por el aumento
de cada 10 ug/m3 de PM10 aumenta un 4% la mortalidad por problemas cardio-respiratorios,
siendo el grupo más susceptible el de mayores de 65 años. Se observó también una asociación
entre el aumento del material particulado PM10 y el aumento de los egresos hospitalarios por
enfermedades cardiorespiratorias en un rango que iba de 0,5 a 2% (Díaz, L., Silva, M.,
Etcharren, P., Guerrero, M., Ortega, J., 2009). Similares resultados se han encontrado en
Santiago (Prieto, MJ., 2007) y Temuco (Sanhueza, P., Vargas, C., Mellado, P., 2006).
Figura 2.- Registro de material particulado PM 10 desde el 2001 al 2006 en estación centinela Población Libertad
1 Los años de Vida Ajustados por Discapacidad (AVISA) es un indicador compuesto, que utiliza indicadores epidemiológicos, como mortalidad y morbilidad, combinando el número de años de vida perdidos por muerte prematura (componente de mortalidad) y los años de vida vividos con discapacidad (componente calidad de vida).
2 La zona de latencia es aquella en que la medición de la concentración de contaminantes en el aire, agua o suelo se sitúa entre el 80% y 100% del valor de la respectiva norma de calidad ambiental.
0
30
60
90
120
150
180
210
240
270
300
PM
10 [ug/m
3]
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000 2200
Tiempo: Días (2001-2006)
Zona saturada
Zona de latencia
En un estudio de cuencas realizado por el Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile
en el canal Ifarle en Talcahuano posterior al terremoto se demostró que además de la
contaminación orgánica y microbiológica producida por el vertido de aguas servidas
secundario al colapso de las plantas elevadoras existía una contaminación de base en el canal a
la cual se debía prestar atención debido a que su cercanía a la población podría producir un
impacto en la salud humana (Centro de Ciencias ambientales EULA-Chile, 2010).
Figura 3.- Canal Ifarle después del terremoto del 27 de febrero.
Estos distintos estudios globales, nacionales y locales nos permiten graficar la íntima
relación existente entre el medio ambiente y la salud humana. Estos hallazgos no son aislados,
sino que representan una tendencia global que genera conflictos socio-ambientales en
distintas partes del mundo. En el siguiente segmento del ensayo describiremos los principales
problemas ambientales para el siglo que recién comienza.
Amenazas ambientales para el siglo XXI
Nuestra relación con el medio ambiente se ha tensionado durante las últimas décadas.
Las grandes tendencias de la humanidad como son el crecimiento poblacional, la urbanización
progresiva y el modelo de desarrollo neoliberal basado en la utilización no sustentable de
recursos naturales asociado a un aumento de los patrones de consumo han afectado los
ecosistemas lo suficiente como para poner en riesgo nuestra calidad de vida. Un ejemplo
paradigmático de esto es el cambio climático.
Se sabe que durante los últimos 50 años ha aumentado en 0,6° Celsius la temperatura
terrestre debido al fenómeno conocido como efecto invernadero. Este consiste en un aumento
de la concentración de CO2 atmosférico secundario a la utilización de combustibles fósiles, las
actividades agrícolas intensivas y el aumento en el transporte global, entre otros procesos.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) si esta
tendencia se mantiene en los próximos años tendremos repercusiones significativas en nuestra
salud (IPCC, 2007).
La agrupación ha dividido los efectos del cambio climático en la salud humana en tres
tipos:
a) Repercusiones más o menos directas, causadas en general por fenómenos
meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, etc).
b) Consecuencias para la salud de diversos procesos de cambio ambiental y perturbación
ecológica resultantes del cambio climático (epidemias, olas de calor, etc).
c) Diversas consecuencias para la salud (traumáticas, infecciosas, nutricionales,
psicológicas y de otro tipo) que se producen en poblaciones desmoralizadas y
desplazadas a raíz de perturbaciones económicas, degradaciones ambientales y
situaciones conflictivas originadas por el cambio climático.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2007) también ha estudiado las tendencias
ambientales para el siglo XXI y ha identificado 14 desafíos, estos son:
a) Cambio climático
b) Inequidades entre países industriales y
no industriales
c) Crecimiento poblacional
d) Inequidades sociales, económicas y
políticas dentro de las naciones
e) Abastecimiento de agua potable
f) Producción y distribución de los
alimentos
g) Depleción de energía y recursos
h) Erosión del suelo y desertificación
i) Contaminación del aire
j) Desechos químicos y tóxicos
k) Guerra, amenazas nucleares y
terrorismo
l) Depleción de la capa de ozono
m) Crecimiento económico.
Para abordar estos desafíos la OMS (2007) ha propuesto una serie de medidas que
incluyen la formulación de políticas públicas, la creación de agencias a nivel local, regional,
nacional e internacional que velen por el desarrollo sustentable y la movilización ciudadana
buscando revertir la degradación ambiental.
Ecología política y justicia ambiental
La ecología política es una propuesta que pretende llevar al campo político los
conflictos ambientales. Sus raíces se encuentran en la ecología cultural, la economía política
del desarrollo, el marxismo y el post-estructuralismo, aunque con el tiempo se ha nutrido de
otras aproximaciones teóricas y metodológicas. Los temas más frecuentemente abordados
desde esta perspectiva han sido los impactos ecológicos del desarrollo económico, el negocio
de la agricultura, la contaminación industrial, el cambio climático, la pesca industrial, la
deforestación, los derechos del agua, la posesión de tierras indígenas y el desarrollo de
mercados sustentables.
La ecología política se posiciona ante los problemas socio-ambientales desde una
perspectiva crítica buscando analizar las interacciones, dinámicas y conflictos que se producen
entre la ecología y el poder, la propiedad y los privilegios. A nivel académico promueve el
desarrollo de una ciencia reflexiva y crítica instigando a los investigadores a tomar en cuenta el
contexto sociocultural en el que se produce el conocimiento científico y los impactos
sociopolíticos de sus investigaciones.
Uno de los movimientos sociales más importantes que se ha derivado de la ecología
política es el de la “Justicia ambiental”. Este grupo plantea que debido a la exposición desigual
a la contaminación entre grupos de la población la lucha por la protección ambiental no sólo es
una movilización por el desarrollo sustentable sino también por la justicia social. Los
principales promotores del movimiento son investigadores de ciencias ambientales y de la
salud de Estados Unidos quienes buscan alianzas con la comunidad para generar conocimiento
y realizar abogacía (Wing, S., 2009).
Si bien la mayoría de los participantes en este movimiento proviene de las ciencias
naturales ellos plantean los conflictos medio ambientales como problemas complejos que
requieren un abordaje teórico y metodológico integrador. En sus estudios los investigadores
utilizan metodologías que incorporan las narrativas de los individuos y comunidades como es
la investigación acción participativa o CBPR según sus siglas en inglés (Community Based
Participatory Research). El uso de estas metodologías busca producir un conocimiento
emancipatorio (Habermas, 1992) que promueva la reflexión de la comunidad sobre los
conflictos socio-ambientales y motive la búsqueda de soluciones a estos problemas (Shepard,
PM., Northridge, ME., Prakash, S., Stover, G., 2002).
Conclusión
Las tendencias sociales actuales caracterizadas por el crecimiento económico, la
urbanización progresiva, la utilización no sustentable de los recursos naturales y los patrones
de consumo occidental nos han llevado a la degradación del medio ambiente. Nuestra calidad
de vida depende íntimamente de nuestra relación con el entorno, por lo que cada acción que
desarrollemos en el medio ambiente tendrá efectos en nuestra salud.
La investigación en ciencias ambientales y ciencias de la salud ha demostrado el
impacto que tiene la contaminación sobre la vida humana. Este conocimiento no sólo
pertenece a una esfera tecno-científica sino que tiene implicancias sociales y políticas claras. La
ecología política y el movimiento por la justicia ambiental promueven el desarrollo de
investigaciones que aborden los problemas ambientales en el contexto socio-político en el que
se producen buscando la reflexión comunitaria en torno a estos conflictos y la movilización de
actores sociales para su solución. La investigación de los conflictos socio-ambientales tiene el
imperativo ético de generar impactos orientados a mejorar o, al menos, mantener nuestro
entorno ya que de éste dependerá nuestro futuro y el de las generaciones que nos sigan.
Bibliografía
1. Centro de ciencias ambientales EULA-Chile (2010). Informe ambiental N°1: Calidad de
las aguas cuenca del río Bío Bío y canales Price, estuario Lenga, canal Ifarle y canal El
Morro. Programa para la reconstrucción de la región del Bío Bío. Universidad de
Concepción. Concepción, Chile.
2. Díaz, L., Silva, M., Etcharren, P., Guerrero, M., Ortega, J., (2009). Análisis de efectos en
mortalidad y morbilidad por contaminación atmosférica. Informe final. Datos no
publicados, CONAMA Octava región.
3. González, P (2003). Capítulo VII: Medio ambiente y salud. En Conceptos básicos sobre
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Santiago de Chile. Disponible en: www.epi.minsal.cl
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9. Prieto, MJ., Mancilla, P., Astudillo, P., Reyes, A., Román, O. (2007). Exceso de
morbilidad respiratoria en niños y adultos mayores en una comuna de Santiago con
alta contaminación atmosférica por partículas. Revista Médica de Chile Volumen 135:
páginas 221-228. Santiago de Chile.
10. Sanhueza, P., Vargas, C., Mellado, P. (2006). Impacto de la contaminación del aire por
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páginas 754-761. Santiago de Chile
11. Shepard, PM., Northridge, ME., Prakash, S., Stover, G. (2002). Preface: advancing
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Environmental Health Perspectives, volume 110, suplemento 2, abril del 2002.
12. Tarride, MI (2004). Salud pública: una complejidad anunciada. Editorial de la
Universidad de Santiago de Chile. Santiago de Chile.
13. Wing, S. (2009). Justicia ambiental, ciencia y salud pública. Revista Ecología Política,
julio del 2009. Barcelona, España.