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Memoria Histórica: Mujeres represaliadas
JOSUNE AGUINAGA ROUSTAN
Departamento de Sociología III
jaguinaga@poli.uned.es
UNED
YOLANDA AGUDO ARROYO
Departamento de Sociología I
yagudo@poli.uned.es
UNED
Resumen
En la posguerra, una etapa que fue muy dura para todos los habitantes de
España a partir de 1939, hubo que reconstruir la vida cotidiana partiendo
de una guerra que destruyó todo. Disponemos de algunas narraciones
generales que nos muestran relatos referidos a penurias, también sabemos
que todas las mujeres perdieron mucho, ya que durante la República
habían conseguido unos derechos, a través de unas leyes, que luego se
derogaron con carácter retroactivo por lo cual hubo serios retrocesos para
todas las mujeres españolas en general, pero especialmente para las mas
reivindicativas que lo perdieron todo. Asimismo las mujeres republicanas
fueron víctimas de detenciones y encarcelamientos arbitrarios, usurpación
de tenencias y propiedades, extorsión económica, multas, explotación
cuando no servidumbre laboral, vejaciones públicas como la ingesta de
aceite de ricino, rapadas o agresiones sexuales. Aunque quizá lo menos
conocido es la problemática a la que se enfrentaron las mujeres con
padres, maridos, hijos o hermanos represaliados por el franquismo.
Se presenta un estudio realizado mediante historia oral que nos ha
permitido conocer la vida cotidiana y los problemas de las mujeres en los
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años posteriores a la Guerra Civil. Esta metodología ha visibilizado sus
vivencias y sus pensamientos, pero sobre todo el trabajo que tuvieron que
realizar silenciosa y clandestinamente.
Introducción
Si hay una injusticia histórica que es urgente reparar, es la cuestión de la
situación que atravesaron las mujeres españolas, en este caso en concreto
nos vamos a referir a las mujeres extremeñas, en la posguerra, una etapa
que fue muy dura para todos los habitantes de España a partir de 1939, ya
que hubo que reconstruir la vida cotidiana partiendo de una guerra que
destruyó todo. Disponemos de algunas narraciones generales que nos
muestran relatos referidos a penurias, también sabemos que todas las
mujeres perdieron mucho, ya que durante la República habían
conseguido unos derechos, a través de unas leyes, que luego se
derogaron con carácter retroactivo por lo cual hubo serios retrocesos para
todas las mujeres españolas en general, pero especialmente para las mas
reivindicativas que lo perdieron todo. Asimismo las mujeres republicanas
fueron víctimas de detenciones y encarcelamientos arbitrarios, usurpación
de tenencias y propiedades, extorsión económica, multas, explotación
cuando no servidumbre laboral, vejaciones públicas como la ingesta de
aceite de ricino, rapadas o agresiones sexuales. Aunque quizá lo menos
conocido es la problemática a la que se enfrentaron las mujeres con
padres, maridos, hijos o hermanos represaliados por el franquismo.
En esta comunicación se presenta el trabajo sociológico que hemos
realizado, el cual ha permitido conocer aspectos concretos de la vida
cotidiana y los problemas de las mujeres en los años posteriores a la
Guerra Civil. Nos han interesado, concretamente, asuntos relacionados
con sus vivencias y sus pensamientos, pero sobre todo el trabajo que
tuvieron que realizar silenciosa y clandestinamente.
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En este contexto la vida cotidiana es para cierto tipo de mujeres muy
complejo, especialmente si ésta consiste en sobrevivir siendo mujeres de
presos, mujeres viudas o mujeres de exilados o clandestinos, pero también
las hijas y las hermanas de los vencidos se encontraron en situaciones de
grave riesgo para su integridad física e intelectual.
Como es sabido, la situación de la mujer en la España posterior a la Guerra
Civil es la historia de una vuelta a la sociedad patriarcal y a un papel de
sumisión que parecía que comenzaba a evolucionar durante la
República. La España de Franco plantea como objetivo la difusión de
valores y pautas de comportamiento que para las mujeres tienen un
significado ideológico y social muy marcado, ya que sólo se les permite
dedicarse a la familia y el hogar que serán sus principales ámbitos de
actuación. Por tanto, el problema del trabajo de las mujeres o las
migraciones protagonizadas por mujeres adquieren una singularidad que
apenas aparece en el imaginario de la sociedad como un hecho
relevante históricamente. La atención y los cuidados ni siquiera eran
visibles en aquel momento.
Las familias de los represaliados padecían un ejercicio continuo de
represión, encaminado a acallar cualquier tipo de contestación social,
real o potencial. Especialmente virulenta era esta represión en el medio
rural y sobre todo en Extremadura, en concreto, se actúa con gran saña.
En estas zonas la Guardia Civil, las fuerzas vivas y los propios vecinos, unas
veces por temor, otras por convicción y otras por interés, denunciaban
cualquier atisbo de oposición.
En Extremadura se abrieron campos de concentración al finalizar la
Guerra Civil, como por ejemplo el de Castuera, en La Serena, que
funcionó de abril de 1939 a febrero de 1940, además hubo muchos
encarcelados en toda la geografía extremeña, y abundantes muertos.
Hay muchas cifras que la historia está tratando de asentar con distintas
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investigaciones y la Ley de la Memoria Histórica es el mejor apoyo que se
ha podido recibir para apoyar las investigaciones.
El objetivo fundamental del trabajo que se presenta en esta comunicación
ha sido el de aproximación a la vida cotidiana de las mujeres que
atravesaron las mencionadas circunstancias. Hay que tener muy presente
que hasta ahora se han venido estudiando las situaciones sociales de las
mujeres en la guerra y en la posguerra desde un punto de vista
demográfico, social y político, pero no de la aportación al sostenimiento
de las familias y apoyo a los encarcelados. Sabemos muy poco de sus
actitudes vitales, de las dificultades legales que encontraban para trabajar
y que tasa de actividad tenían, tampoco se conoce el papel jugado por
las mujeres en las migraciones tanto interiores como exteriores.
Existe muy poca visibilidad sobre la vida cotidiana de las mujeres en esta
época, aunque recientemente se ha empezado a trabajar e investigar
sobre ello. Además de las mencionadas situaciones sociales, demográficas
y políticas en las que es necesario incidir en esta comunicación, hay que
pensar sobre todo como objetivo principal, en la vivencia cotidiana de las
mujeres que perdieron a sus maridos o los tenían en la cárcel o en el exilio
y que sacaron adelante a sus familias (apoyando en su caso al familiar
encarcelado) en un ambiente poco propicio para ello.
Sin duda, estamos en un momento crucial, porque las mujeres que pueden
tener estas vivencias han alcanzando unas edades críticas y se hace
urgente traer a la luz aquellas situaciones que en ocasiones convertían a
las mujeres en heroínas cuyo trabajo, poco visible a los ojos de la
sociedad de entonces y mucho mas invisibles a la sociedad actual
colaboró en el sostenimiento de un número importante de familias.
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Esta investigación cuenta con una introducción que contextualiza la
sociedad de la época. De una parte se recurre al análisis histórico y
demográfico y de otra al relato de los discursos sociales (franquista y de la
iglesia), dominantes en la época y que son de una importancia
trascendental para la vida cotidiana de las mujeres. Los datos
demográficos los aporta el Instituto Nacional de Estadística y para el
discurso, además de textos publicados en esta etapa histórica, se han
podido encontrar algunos trabajos actuales sobre la materia.
El grueso de la investigación, no obstante, proviene de la memoria de las
mujeres que sobrevivieron a aquella época y que tienen en estos
momentos mucha edad. Mujeres algo más jóvenes, las hijas de las mujeres
de aquella generación también han tenido muchas cosas que contar
sobre la vida cotidiana de aquella etapa histórica. Para abordar la
recogida de esta información la metodología que hemos utilizado son las
historias orales a través de entrevistas, tal como se especificará en el
apartado metodológico. El principal objetivo ha sido el de obtener el
testimonio subjetivo de una persona, recogiendo tanto los
acontecimientos, como las valoraciones que esta misma persona hace del
conjunto o de una parte de su trayectoria vital.
METODOLOGÍA
La metodología aplicada en un proceso investigador cuyo objetivo
fundamental persigue el acercamiento a la vida cotidiana de las mujeres
extremeñas que en la posguerra atravesaron una situación de injusticia
histórica, no puede dejar al margen el testimonio subjetivo de sus
protagonistas. A continuación se explica el camino seguido para alcanzar
las conclusiones obtenidas en el presente informe de investigación. En
concreto, se presenta la metodología utilizada para recoger la información
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objeto de análisis, basada en las historias de vida de mujeres que vivieron
en la situación mencionada.
Antes de especificar cuál ha sido el diseño metodológico del estudio, es
necesario justificar la técnica de investigación empleada, precisando
algunos detalles de su uso. Al respecto, cabe destacar que varias prácticas
de entrevistas cualitativas comparten la perspectiva diacrónica como
referente de observación, a los efectos de entrevistas históricas. Nuestro
objeto de estudio requiere de este enfoque de análisis. Un enfoque basado
en la temporalidad, que diferencia la práctica cualitativa empleada, de
otras prácticas de entrevista en las que la dimensión temporal no constituye
el objetivo principal.
En la práctica metodológica, nuestra intención principal era conseguir que
las mujeres objeto de nuestro análisis apelaran a su memoria en la
construcción de un discurso oral referido a los acontecimientos que
constituyen el punto de mira de esta investigación. Buscábamos respuestas
relacionadas con el contexto socio temporal de referencia. De ahí la
necesidad de utilizar la dimensión temporal que caracteriza a las entrevistas
históricas, frente a otras prácticas cualitativas de investigación. En
concreto, la entrevista histórica permitió producir la información verbal que
queríamos analizar, atendiendo a los testimonios biográficos de las mujeres
objeto de estudio.
Acentuando el nivel de especificidad debemos mencionar que, bajo el
calificativo de entrevistas históricas se distinguen dos técnicas diferentes: las
historias orales y las historias de vida. Las primeras, igual que las segundas,
producen relatos biográficos. Si bien, el interés de la historia oral se dirige a
la producción de dicho relato como un modo de recoger información
sobre la sociedad o el contexto en el que vive el entrevistado. De otro
lado, más que servir de expresión de la interpretación de la vida que hace
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de sí mismo el propio sujeto observado, objetivo de la historia de vida, la
entrevista oral obtiene información con el fin de que le sirva de elemento
de apoyo para construir el contexto histórico, social y cultural de dicho
sujeto (Viedma, 2009)1.
En la práctica empleada en nuestra investigación, las mujeres de referencia
ofrecen una información específica sobre el momento histórico en que han
vivido y que constituye nuestro objeto de interés. En este uso de la
entrevista histórica, las que aquí se presentan se aproximan a la historia oral.
No obstante, también tienen características propias de la historia de vida, al
permitir introducir una visión que va más allá del análisis de la imagen
histórica y social proyectada por las entrevistadas, centrándose en la
interpretación que ellas mismas hacen de su propia vida y de la de los
demás actores que forman parte de su relato, de manera coral.
En cuanto a historias orales, nuestras entrevistas se centran en hechos y
experiencias vivenciadas en el pasado de las mujeres de la muestra
seleccionada. Todas estas experiencias tienen un punto de referencia
clave que es la Guerra Civil española. Con esta práctica hemos pretendido
recuperar la memoria histórica de estas mujeres, con el fin de despertar las
voces de este sector de la población, silenciadas durante muchos años en
la historia oficial de nuestro país, en general, y de Extremadura, en
particular. Como no podía ser de otra manera, en esta fase de la
investigación hemos obtenido con éxito la exposición narrada de las
experiencias vitales y trayectorias de vida de las protagonistas de nuestro
estudio, base material fundamental de la investigación.
Las entrevistas históricas han permitido describir la vida de la población
entrevistada, en relación al contexto en el que éstas se han desarrollado,
1 Véase Viedma, A. (2009): “Entrevistas” en CALLEJO, J. (Coord.) Introducción a las técnicas de investigación social, Editorial universitaria Ramón Areces, Madrid, pp. 86 y ss.
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después de la Guerra Civil española, así como a partir de las consecuencias
de la misma. El relato ofrecido nos ha llevado a conocer la historia de
mujeres extremeñas represaliadas o esposas, hijas o hermanas de
represaliados a través del recuerdo. La comparación de relatos de vida
diferentes ha enriquecido los resultados obtenidos en la investigación, todos
sujetos a un condicionamiento histórico específico y común en todos los
perfiles de referencia.
La pertinencia de la observación de los procesos vividos individualmente
nos ha permitido profundizar en los acontecimientos que se han
desarrollado en las vidas de estas mujeres, a partir de la práctica regresiva
de investigación utilizada. La focalización en el pasado de la historia oral
es, sin duda, de un gran interés cuando se desarrollan estudios como el que
aquí se presenta. La justificación de su empleo es, por tanto, indudable
ante una memoria histórica que pretende recuperar las voces silenciadas
de los represaliados en general y de las mujeres de referencia en particular.
Ésta es, en consecuencia, la manera óptima de rescatar y escuchar esas
voces que, además, nos permiten reinterpretar la historia sesgada que
hasta ahora se conocía, por ser la única en torno a la cuál se orientaba el
empeño dominante de visualización.
La recogida de información mediante entrevistas históricas realizadas a
mujeres que vivieron en la posguerra, seleccionadas entre aquellas que
fueron perseguidas, esposas, hijas o hermanas de perseguidos, permite
explicar el proceso seguido para alcanzar las conclusiones que se plasman
en el informe de la investigación de referencia. La narración de las mujeres
entrevistadas se ha obtenido desde la óptica temporal. Dicha óptica o
enfoque de análisis ha sido la referencia fundamental de la práctica
cualitativa que subyace a esta parte de la investigación.
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A partir de una primera fase exploratoria de la investigación, se pudo
elaborar el diseño de la práctica cualitativa empleada. Esa primera fase
nos acercó a un conocimiento amplio y extensivo del objeto de análisis, en
general. Ello permitió proceder a una segunda fase, de carácter más
intensivo y explicativo, en la que se delinearon los perfiles y tipologías del
colectivo objeto de estudio. Una vez definido el perfil de los potenciales
entrevistados, en esta fase explicativa se realizaron las entrevistas históricas
que el presupuesto temporal y económico de la investigación permitía.
Pese a lo que pueda parecer una limitación, la información obtenida a
través de las entrevistas realizadas ha sido suficiente para profundizar en la
temática descrita. La saturación informativa ha revelado que la muestra
seleccionada de entrevistadas es significativa y suficiente para responder a
los objetivos del estudio.
Con el fin de acercarnos a los distintos discursos empleados por las mujeres
que vivenciaron la situación descrita, y que formaban parte de la muestra
de nuestro estudio, se han llevado a cabo diez entrevistas históricas. Esta
práctica ha concedido un acercamiento de tipo cualitativo al objeto de
investigación. Dada la especificidad de dicho objeto, se buscó que las
participantes en esta fase de la investigación formaran parte de una
muestra representativa que diera validez al estudio. Al respecto, la muestra
seleccionada proporciona un marco representativo en la medida en que
las peculiaridades de cada unidad de análisis son compartidas por el
conjunto de mujeres que conforman la población total de nuestro estudio.
En concreto, el objetivo de estas entrevistas históricas ha sido el de:
• profundizar en la relación con la persona represaliada,
• explorar el tipo de represalia sufrida,
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• indagar en los efectos de cada situación en el entorno familiar, así
como en la vida cotidiana, en el trabajo, en los ingresos y en la
situación personal.
El guión que se ha seguido en las entrevistas ha sido breve, más bien
orientativo y siempre abierto al propio desarrollo de cada una de las
entrevistas. En primer lugar, se situaba a la persona entrevistada en el
momento que nos interesaba, en la Guerra Civil española. Éste ha sido
el contexto histórico de referencia de la investigación. Una vez
trasladados a aquella época, las entrevistadas iban determinando las
experiencias de su vida, la familia, la filiación política, su vida religiosa y
la de sus familias, así como su historia personal antes, durante y después
de la guerra.
Otros temas de interés han sido también la movilidad geográfica, la
convivencia con los represores y la presión ideológica. Poco a poco las
entrevistas fluían hasta el momento de normalización de las vidas de
estas mujeres y de sus familias. En ese momento se hacía referencia
también a las vivencias en torno al momento final de la dictadura
franquista y, situados ya en una historia mucho más cercana en el
tiempo, finalmente se examinaban reflexiones, percepciones y opiniones
en torno a la Ley de Memoria Histórica.
El cometido del equipo investigador en esta práctica era dar la palabra a
las mujeres víctimas de la guerra para luego analizarla; dar voz a las sin voz
para recuperar sus historias. Para establecer buena comunicación en la
interacción del/ la entrevistador/ a con la persona entrevistada, al
comienzo de la entrevista, se hacía una presentación breve de la
investigación y se explicaba el desarrollo de la práctica al uso. Los roles
quedaban definidos de manera que las entrevistadas hablaban libremente,
sin seguir un guión ordenado, dada la flexibilidad operativa que caracteriza
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a este tipo de entrevistas. En todas las entrevistas se percibían buenas
relaciones interpersonales en cuanto a estos roles, pese a la asimetría de los
mismos.
En cuanto a la situación de entrevista merece destacar la aparición
constante de la rabia y el dolor en el discurso de las entrevistadas. Los
recuerdos son muy dolorosos. El resentimiento daba la cara a lo largo de la
narración. Los entrevistadores, no obstante, pudimos controlar las
situaciones más emotivas con éxito.
En algunos casos han intervenido también terceras personas en el proceso,
aportando información muy relevante, incluso contribuyendo a la
motivación de la entrevistada principal para construir un discurso más
coherente y cercano a las hechos. Téngase en cuenta, a tal efecto, que el
problema de la memoria, relacionado con la edad de las entrevistas, podía
enervar el discurso en algún momento; sin embargo, tal situación se
sufragaba con la intervención de las terceras personas mencionadas. Sin
duda, las narraciones de estas terceras personas se vinculan con las
trayectorias de las personas de nuestro interés. En definitiva, estaban
directamente relacionados con el tiempo histórico y social que sirve de hilo
conductor de los relatos y que se relacionan directamente con los
acontecimientos que han marcado su vida.
En general, se ha permitido cierta libertad en las distintas situaciones de
estas entrevista. Como se decía antes, no se estableció por parte del
entrevistador el orden de los temas a considerar. La focalización de la
entrevista era regresiva, se orientaba simplemente a los acontecimientos
del pasado y sus sucesivas consecuencias. De manera que han sido las
personas entrevistadas quienes han configurado su propio discurso,
adquiriendo el máximo protagonismo en la narración de su historia. La
figura del entrevistador ha sido en todo momento secundaria, sirviendo de
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apoyo únicamente en aquellas ocasiones necesarias: bien ayudando a
recordar o fijar fechas entre los sucesos de mayor relevancia para el
estudio, bien reconduciendo a las entrevistadas cuando el discurso se
alejaba demasiado del interés del estudio o relanzando la narración.
En cuanto al perfil de las entrevistadas, algunas características
sociodemográficas de esta población, como es la de la edad, podrían
haber supuesto un inconveniente difícil de solventar. Sin embargo, no ha
sido difícil dar con los testimonios orales requeridos, pese a la avanzada
edad de las mujeres entrevistadas.
De otro lado, el foco geográfico de esta investigación es el de
Extremadura, una comunidad especialmente relevante por la intensidad
que allí adquirió la represión objeto de indagación. En concreto, las diez
entrevistas realizadas se elaboraron mediante la aplicación de los criterios
que quedan reseñados en el siguiente cuadro en el que se indican los
identificadores de las entrevistas y la descripción básica de cada una de las
entrevistadas.
IDENTIFICADOR
DE LA
ENTREVISTA
IDENTIFICADOR
DE LAS ENTREVISTADAS
A 1
Nacida en 1931. Hija de encarcelado cuando era
presidente de las Juventudes Socialistas y dirigente
de UGT. Fugado durante la encarcelación, refugiado
y reencarcelado posteriormente
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A 2 Nacida en 1921. Hija de mujer fusilada
A 3
Hija de Miliciana
A 4
Nacida en 1936. Hija de fusilado
A 5
Nacido en 1935. Hijo de fusilado
A 6
Nacida en 1933. Hija de alcalde fusilado, licenciado
en Derecho
A 7
Nacida en 1934. Hija de alcalde fusilado en 1939.
Previa represalia y detención en el campo de
concentración de Castuera
A 8
Nacida en 1920. Hija de fusilada
A 9
Nacida en 1928. Hija de alcalde fusilado
A 10
Nacida en 1931. Hija de fusilado
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La contactación con estas personas se hizo sobre el territorio, a través del
teléfono, explicando de manera general los objetivos del proyecto y
mencionando, asimismo, las organizaciones implicadas en el mismo. Las
entrevistas se realizaron en los respectivos domicilios de las entrevistadas.
A la población seleccionada para el estudio se les garantizó el anonimato
de sus discursos, así como la omisión de cualquiera de los elementos que
pudieran identificarles. Pese a dicha garantía, a muchas de las mujeres
entrevistadas no les importaba identificarse alto y claro; dado que, por fin,
percibían la sensación de poder expresarse libremente, algo tan reprimido
durante el largo período histórico en el que basan su discurso. Por parte
del equipo de investigación entrevistador se agradeció, tanto al inicio
como en el fin de la realización del trabajo de campo, la buena
disposición de las entrevistadas a ofrecer información relevante para la
investigación. Con todo ello, las entrevistas se desarrollaron con un nivel
de franqueza destacable.
Las entrevistas se realizaron durante el mes de octubre del año 2.009. Una
vez realizadas las entrevistas se fueron transcribiendo y analizando cada
una de manera individual, antes de terminar el proceso, y todas de
manera conjunta al finalizar. El análisis pormenorizado de cada una de las
entrevistas realizadas permitió ir afinando los criterios que orientaron las
sucesivas.
Cabe destacar la buena disposición general mostrada por las mujeres
seleccionadas para someterse a la situación de entrevista en la que se les
animaba a elaborar libremente el discurso sobre su propia trayectoria vital.
La totalidad de las entrevistas fueron grabadas para el posterior análisis de
los registros discursivo. A partir de dichos registros se ha procedido al
análisis sociológico de los relatos que describen los acontecimientos
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transcendentales y las experiencias más importantes de la vida de estas
personas, descritos con sus propias palabras.
Contextualización del objeto de estudio
El día 26 de diciembre del año 2007, se aprueba la LEY 52/2007, por la que
se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de
quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la
dictadura, 71 años después de iniciada la guerra civil española y 68 años
después de su finalización. Este periodo se divide en etapas de vital
importancia para la sociedad española. En la primera etapa que dura
hasta 1975 se vive una fase dictatorial caracterizada por la represión mas
encarnizada. Al inicio de esta etapa se suceden las represalias y los
castigos a las personas que no estuvieron en el bando del vencedor de la
contienda generando un miedo insuperable entre los supervivientes que
cada día temían por sus vidas y las de los suyos. En la siguiente etapa,
instaurada la democracia, el miedo sigue rodando hasta el año 2007 en el
que por fin y con muchos detractores se decreta la llamada Ley de
Memoria Histórica.
En este contexto surge la necesidad de abordar y visibilizar la situación de
las mujeres, que represaliadas, indirectamente y en ocasiones
directamente, tuvieron que enfrentarse con mucho coraje, comiéndose el
miedo y a veces con mucha miseria económica, a la vida cotidiana
compartida con hijos e hijas dependientes a los que se les ponía a trabajar
con 5 y 6 años simplemente para que estuviesen alimentados. La historia
es muy compleja y poco a poco vamos conociendo distintas cuestiones
sobre las relaciones en la época, pero nos está costando mucho.
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Después de la guerra civil en la mayoría de los pueblos extremeños se
vivieron situaciones de tragedia continuada motivada por las
consecuencias de la represión del bando vencedor hacia todo aquello
que representaba la ideología del régimen anterior. Las mujeres fueron un
eslabón de esta cadena que padeció especialmente la dureza de las
actuaciones franquistas. Sin embargo, no se ha visto reflejado
suficientemente en los numerosos trabajos de investigación emprendidos
especialmente a partir de la década de los años 80 en buena parte de las
Universidades españolas y que dieron como fruto cientos de
publicaciones especializadas.
Muchos hogares extremeños quedaron casi bajo la única tutela de
mujeres que tuvieron que hacer extraordinarios esfuerzos para sacar
adelante a sus familias. Muchas tuvieron que abandonar sus pueblos
debido a la estigmatización de la que eran objeto por sus vecinos y que
apenas les dejaban malvivir en la mayoría de las ocasiones.
El contexto general se aporta en el apartado de historia del informe de la
investigación. No obstante cabe recordar algunos de los hitos mas
importantes, que marcaron y condicionaron una etapa de la historia de
España. Eduardo Martín González, considera “la represión franquista
como un proceso organizado que se inicia con la eliminación física de un
sector de las clases subalternas2 percibido como desestabilizador, con el
objeto de someter al conjunto de estas clases, y que continua con toda
una serie de prácticas complementarias destinadas a consolidar este
sometimiento”.
Algunos resultados
2 Sería necesario conocer que entiende el autor por clases subalternas, si se refiere solo a campesinos o incluye también clases medias, sobre todo porque en nuestro trabajo aparecen represaliados artesanos, profesionales y pequeños propietarios con ideología socialista, que como es lógico se convierten en lideres por sus conocimientos. Aunque quizá desde un análisis marxista se puedan considerar entre las clases subalternas.
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Las mujeres que hemos entrevistado son hijas de represaliados o
represaliadas y están entre 60 y 79 años. Dejamos escapar a los que lo
sufrieron directamente y ahora no podemos dejar a las personas que aún
muy pequeñas perdieron a sus familiares lo que les produjo una profunda
desestructuración vital y familiar. A continuación vamos a describir los
temas más generales.
En general los temas recurrentes en las entrevistas son: en primer lugar
asesinato, de uno de los progenitores, en segundo lugar, el reclutamiento,
sobre todo de jóvenes, en tercer lugar, la pérdida de los bienes y, cuando
no los hay, de los medios más elementales de vida, en cuarto lugar la
desestructuración familiar y las consecuencias que ello supone en la vida
de los menores, en quinto lugar, la presencia del miedo que lo impregna
todo hasta el día de hoy y, por último, la ley del silencio especialmente en
materia de ideología política que ha sido degradada y sustituida por el
partido único.
A continuación vamos a describir las cuestiones anteriores de una forma
general. No es lo mismo para las mujeres que vivieron aquellos momentos
siendo las responsables de los menores a su cargo, que ser uno de aquellos
menores.
Asesinato : Ni todos los asesinatos son iguales, ni las desapariciones tienen
que ver unas con otras, pero sí hay una constante bastante repetida.
Todos están de acuerdo en que pasados los primeros momentos de
perplejidad son los falangistas los que vienen de otros pueblos y se llevan a
las personas de las cárceles. Las protagonistas de nuestra historia saben lo
que esto significa, cuando llegan de noche los camiones de otros pueblos
y había “saca”. Y las sacas terminaban en asesinatos en las cunetas.
18
Por supuesto no hablamos de los que iban al frente donde la batalla se
daba cuerpo a cuerpo, hablamos de los que quedan en los pueblos en los
que la vida debe continuar con personas mayores, jóvenes, campos y
animales.
Alguno desaparece y cuando finaliza la guerra se le espera, pero nunca
aparece y no se tiene confirmación de su muerte hasta muy
recientemente. No se concede el certificado de defunción fácilmente.
Incluso hay burlas por parte de las autoridades, “tu marido o compañero
se ha ido a Cuba”.
Hay mujeres a las que se va a buscar a su trabajo y son fusiladas con
premura, en la misma plaza del pueblo. Es decir no hay una regla, un
sistema, nada es racional en estos negros comienzos de la guerra.
Unas veces venían a por alcaldes, otras a por militantes de izquierdas y
otras simplemente a por pequeños propietarios o artesanos. Por lo tanto se
desconocía de donde les podían venir a las personas las agresiones y esto
hacía dos cosas: adoptar posiciones de ocultamiento físico (se recibía
alguna advertencia como: cuidado que vienen por ti) y mental (quedarse
en silencio) y tener miedo, mucho miedo.
El reclutamiento: Es un tema recurrente, el hecho de que entre los mas
jóvenes que no se habían incorporado al frente surgían problemas de
riesgo para su supervivencia y entonces los que estaban mas a resguardo
advertían a estos que se incorporasen al frente, ya que era la mejor forma
de salvar la vida. Más de uno lo consiguió por este procedimiento.
En una ocasión fue el jefe del trabajo, en otras, algún familiar…, de esta
forma las mujeres que habían perdido a sus maridos veían con resignación
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irse a sus hijos con 18 años y menos, a cambio de estar, solo relativamente,
seguros de seguir con vida.
En algún caso se van huyendo del pueblo por el miedo al que se ven
sometidos y en la huida se encuentran con otras personas, y forman en lo
que se ha llamado la columna de los 8.000, cuyos supervivientes
finalmente se incorporan a la guerra en el bando republicano.
De cualquier forma suponía una nueva pérdida a sumar a la del marido.
En aquella época el valor de los hijos no tiene nada que ver con lo que
hoy entendemos por valor emocional de los hijos. Entonces suponían un
apoyo temprano especialmente en las tareas del campo, así a aquellas
mujeres que habiendo perdido a sus maridos les arrebataban también a
sus hijos por este procedimiento, perdían algo mas que un hijo. Una ayuda
al sustento, un potencial cabeza de familia, un apoyo físico y moral.
Subsistencia básica: vivienda y alimentos: Los dos elementos básicos de
subsistencia son los alimentos y la vivienda. En ocasiones se producía la
pérdida de los dos.
La vivienda se convertía en insegura después del asesinato, y sus
habitantes supervivientes salían de allí a lugares más seguros. Pero
generalmente esto se producía porque, al haber asesinado al hombre de
la casa, desaparecía también la posibilidad de alimentarse y se
refugiaban en casa de padres, suegros, u otros familiares fuera del lugar
donde se habían producido los hechos. En ocasiones las familias que se
marchaban eran propietarias de los bienes muebles que se veían
obligados a dejar atrás. En estos casos, la vuelta tras la contienda y la
reclamación de los bienes se convertía en una pesadilla ya que se les
negaba la propiedad. Se podían encontrar la casa ocupada por algún
falangista, no podían demostrar en ocasiones la propiedad, a alguna de
las mujeres entrevistadas, le llegaron a decir que la había vendido “por
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una peseta”, cuando alguien les hizo un préstamo de tal categoría, era
considerado por el prestamista una inversión en una propiedad que era la
de los receptores del préstamo.
No solo era por seguridad, a veces las familias no se hubiesen marchado
de las residencias, pero si éstas estaban en régimen de alquiler, les
echaban a la calle y tenían que empezar a buscar donde meterse sin
medios económicos de ningún tipo. El hecho de dejar la vivienda estaba
muy unido a que desaparecían los medios para poder tener una
alimentación básica, pero en estos casos eran los propietarios que por
venganza o por miedo se deshacían de sus inquilinos y entonces
empezaba un recorrido que generalmente terminaba en la
fragmentación familiar como veremos en el apartado siguiente.
En cuanto a la alimentación se puede comprobar que en alguno de estos
casos, la búsqueda se convertía en un auténtico problema, los alimentos
para la prole, se sacaban de donde se podía, del campo, de lavar ropa y
sobre todo de tener a alguien, algún familiar, en panaderías. O las mujeres
o algún hijo trabajaban allí y siempre algo se podía sacar a escondidas
para la familia. Para muchas de estas mujeres aunque ellas no lo perciban
así, el tener relación con una panadería era una especie de seguridad
alimentaria que aunque precaria, producía tranquilidad de cara al
sustento de los más pequeños.
Alguna de las familias de las personas que hemos entrevistado no vivieron
el hambre de la misma forma, aunque si la pérdida de la vivienda
habitual. El sistema de vida también se perdía. Es decir cuando existía una
propiedad, en ninguno de los casos que entran en nuestro estudio pudo la
mujer continuar directamente con el trabajo. Solo alguna lo pudo hacer
pero de una manera precaria y algunas veces hasta a escondidas. Si se
trataba de servir o lavar ropa para otra gente no existía ese problema
21
pero en el caso de unos artesanos, de unos zapateros, de unos
propietarios de hotel la mujer no conseguía continuidad en el trabajo.
Primero porque en el primer momento huían y segundo porque les
acusaban, les señalaban y no les dejaban hacer las cosas.
Desestructuración familiar: La pérdida del marido y padre suponía un
quiebro en la vida de estas personas. La desaparición de uno de los
miembros de la pareja siempre ha supuesto para los pequeños un
descalabro, y algunos se han empeñado en que la desestructuración
familiar, sobre todo de los hijos de madres solteras ha sido el germen al
que estaban abocados por no tener padre, la delincuencia. En nuestro
caso esto no era posible, porque los hijos salían responsables de la unidad
familiar en cuanto podían responder con su trabajo, a pesar de lo cual las
represalias no paraban en el papel que se les hacia jugar a estos jóvenes y
se les trataba como carne de cañón.
Las viudas solían cambiar de lugar de residencia, lo que suponía cambios
de colegios, si los hijos e hijas eran admitidos en los colegios de los pueblos
a los que iban a residir, porque en alguna ocasión, se dio el caso de que
se les negaba el colegio. Los argumentos, los de siempre: ser hijos de rojo.
Y, entonces, como una paradoja más de esta guerra civil, el recurso era el
colegio privado de monjas.
Cuando el nivel era de pobreza extrema, no quedaba mas remedio que
repartir a los hijos para que se pudiesen alimentar entre familiares más o
menos próximos, separando a las madres de sus hijos y a los hermanos y
hermanas entre si. En alguna de las entrevistas comentan que a los cinco
años les pusieron a trabajar algo que se hacía con el objetivo de que
pudiesen comer.
22
Pasado el primer momento, algunas familias se desplazaron a vivir a
Madrid, con la intención de buscarse la vida; pasando verdaderas
penalidades. En general, el trabajo al que podían acceder era el trabajo
doméstico. Donde la paga era mínima si es que la había, porque a veces
les enviaban a clase de costura y con ello consideraban que ya les
estaban pagando.
Generalmente, las madres adoptaron la opción de callar. El silencio mas
absoluto producto del miedo era lo que prevalecía entre estas mujeres.
Solo una de ellas es reflejada por sus familiares como una mujer que no se
calló nunca. Y muchas de las hijas, en cuanto pudieron empezar a
trabajar, tuvieron que sacar adelante a sus madres, algunas de las cuales
se encerraron y aislaron del resto de los vecinos y prácticamente de los
familiares.
A veces los familiares no eran una garantía de seguridad porque la
denuncia podía provenir de ellos, por lo que el silencio y el aislamiento era
muy grande. Otras veces, sin embargo, el falangista era quien echaba
una mano para apoyar a estas familias, incluso salvar alguna vida.
El miedo: Algo venimos avanzando acerca del miedo. Pero es necesario
hacer mucho hincapié y reforzar mucho este discurso porque si no, no
resulta creíble. Hay que escuchar a las personas a las que mataron a
algún familiar o incluso estuvieron ellas amenazadas. Cuando está en
juego la vida, y por el mero hecho de ser familiares de víctimas, se sentían
amenazadas. Lo que más caracteriza a nuestras entrevistadas es un
miedo que transmiten tan claramente que lo hacen compresible
mentalmente pero también físicamente. Durante muchos años han vivido
con el miedo de que lo que tuvieron que pasar en su momento se pudiese
reproducir y sabían que para ellas no sería posible vivir una segunda vez
aquellos hechos.
23
Esto es lo que ha hecho que sepamos tanto y tan poco a la vez de los
problemas que tuvieron, lo que tuvieron que vivir y como fue su
supervivencia.
Si nos referimos a hechos históricos se ha tardado mucho en empezar a
elaborarlos, también porque la dictadura duró mucho, pero entre lo
primero y lo segundo el desconocimiento se ha apoderado de la
sociedad española y el miedo está vigente porque no son pocos los que
se oponen a recuperar la memoria del sufrimiento y del horror que supuso
la guerra civil.
El recurso del silencio: No es fácil separar unos ítems de otros ya que todos
van un poco encadenados, pero tenemos que hacer hincapié en el
silencio que como hemos mencionado es producto del miedo y además
de la desafección política a la que somete el régimen dictatorial a la
población española.
Basta observar en los discursos cómo en la mayoría de los casos, se
manifiestan en la actualidad como de izquierdas moderadas, pero
cuando hacen referencia a la época de los asesinatos y las persecuciones
dicen que no existía motivo, que sus familiares no eran políticos, solo
visitantes de la casa de pueblo, por ejemplo.
Y en este apartado ese sentimiento de la maldad de la política, es algo
que hacen explícito los falangistas de cara a las mujeres, como hemos
visto en la arenga de Primo de Rivera a las mujeres. La política es mala y se
adopta el silencio como supervivencia.
Conclusiones
24
La información obtenida de las entrevistas históricas realizadas ha sido
especialmente valiosa a la hora de conocer y comprender la vida
cotidiana de las mujeres entrevistadas, que atravesaron las circunstancias
referidas. Los discursos resultantes de las entrevistas han conseguido mostrar
la memoria individual de estas mujeres, manifestada a partir de una
realidad cambiante, influenciada por factores históricos y externos a su
propia vida. En nuestro análisis hemos comprobado que los discursos de
estas mujeres se aproximan entre ellos, en la medida en que representan
líneas de vida compartidas. Dicha coincidencia nos han permitido analizar
sociológicamente períodos concretos de la historia de la posguerra
española, desde una perspectiva también concreta: la de las mujeres que
atravesaron situaciones de injusticia histórica.
Asimismo, desde el recuerdo, bien grabado en la memoria de las
protagonistas, hemos podido recopilar hechos y reflexiones de carácter
biográfico, a través de las entrevistas históricas descritas. Como era de
esperar, son momentos, los de referencia, difíciles de olvidar para las
entrevistadas. A partir de los mismos, ellas reconstruyen el pasado. Su
reconstrucción se sujeta a una historia que no es la suya. Es decir, hacen
constantemente referencia a la memoria histórica pero no a su propia
memoria: una memoria de mujeres víctimas de los acontecimientos vividos
en circunstancias tan injustas como las que describen.
Más allá de la historia establecida, estos discursos dan a conocer una
historia “nueva” de mujeres, oculta en general. Una historia donde se
entremezclan la rabia, el dolor, la valentía, el silencio, el miedo, la dignidad
y la censura. Esta historia complementa la historia convencional,
situándonos en circunstancias e interpretaciones hasta ahora desconocidas
y sesgadas.
25
En primer lugar hay que señalar el déficit que suponen los estudios de
historia de las mujeres, tratándose de personas que no han alcanzado
ningún tipo de relieve sobre historia de la guerra civil española. Este
desconocimiento nos impide tener una fotografía clara de lo que suponía
para los vencidos la vida cotidiana y, sobre todo, cómo se las apañaban
las mujeres para sacar adelante a sus familias, en una sociedad
concebida para que esto fuese imposible para las mujeres.
Por eso es tan importante la línea de investigación que abre Mary Nash
sobre historia de las mujeres. No sin sufrimiento académico, ya que las
profesoras de historia de las mujeres eran denominadas por sus
compañeros “historiadoras uterinas”, se va abriendo camino la vida de las
mujeres en épocas históricas en todas las áreas, no solo políticas sino
Sociológicas, Económicas, incluso de Bellas Artes y Literatura. Y por eso
queda tanto por conocer y principalmente de la vida cotidiana.
Tampoco tenemos suficientes estudios sobre la vida cotidiana en la guerra
civil, por esa ley del silencio no promulgada pero promotora de la
supervivencia de las gentes.
Las historias de vida de estas mujeres muestran que en cada caso se
produjo una situación distinta. Aunque aquí en principio nos hemos
quedado con las generalidades: los asesinatos, el hambre, la
desestructuración o desmembración familiar, el miedo y el silencio, que
dificultó y sigue dificultando el mejor conocimiento de aquella época. Por
supuesto, el periodo analizado supuso un fuerte retroceso en todos los
aspectos estudiados: desarrollo de las libertades públicas, evolución de la
sociedad, educación o cultura y en los que muchas mujeres jugaron un
papel especial como sujetos de múltiples represiones, pero, a la vez, como
impulsoras de una tenaz resistencia.
26
Cabe destacar que el miedo no puede ser el elemento vertebrador de
este país, que hay que erradicarlo y que para ello, y a pesar de
argumentos en contra, hay que seguir profundizando en el conocimiento
de la época e intentar hablar con la “mayor naturalidad” posible de
aquellas etapas para que no vuelvan a repetirse.
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