Notas sobre los hábitos alimentarios judíos del siglo I en…

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La alimentación es un tema recurrente en los relatos del ministerio de Jesucristo. La comida y el comer se mencionan casi en cada página del Nuevo Testamento. El primer milagro de Jesús que registran los evangelios fue el de convertir el agua en vino (Mateo 16:7-10). Al menos en un par de ocasiones alimentó a multitudes de personas con unos cuantos panes y pescados (Juan 2:3-11). Sabemos que Jesús no solo comió con los pobres sino que también asistió a los banquetes de gente rica. Por cosas así, sus enemigos llegaron a tacharlo de glotón y borracho (Mateo 11:18-19). Sabiendo que la comida y la bebida eran muy importantes para la gente, Jesús se valió de éstas para enseñar lecciones de importancia (Lucas 22:14-20; Juan 6:35-40). El propósito de la lección de este día es hablarles sobre los alimentos más comunes en la época de Jesús y cómo se preparaban las comidas, para comprender mejor algunos pasajes y expresiones que aparecen en los evangelios.

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Historia y singularidades cristianas Cultura judía neotestamentaria

Notas sobre los hábitos alimenticios judíos del siglo I en el contexto del ministerio educativo de Jesús

Armando H. Toledo ________________________________________________________________________________________________________________________________

I. JESÚS Y LOS ALIMENTOS

A. La alimentación es un tema recurrente en los relatos del ministerio de Jesucristo. La comida y el comer se mencionan casi en cada página del Nuevo Testamento.

1. El primer milagro de Jesús que registran los evangelios fue el de convertir el

agua en vino (Mateo 16:7-10).

2. Al menos en un par de ocasiones alimentó a multitudes de personas con unos cuantos panes y pescados (Juan 2:3-11).

3. Sabemos que Jesús no solo comió con los pobres sino que también asistió a

los banquetes de gente rica. Por cosas así, sus enemigos llegaron a tacharlo de glotón y borracho (Mateo 11:18-19).

4. Sabiendo que la comida y la bebida eran muy importantes para la gente,

Jesús se valió de éstas para enseñar lecciones de importancia (Lucas 22:14-20; Juan 6:35-40).

B. El propósito de la lección de este día es hablarles sobre los alimentos más comunes

en la época de Jesús y cómo se preparaban las comidas, para comprender mejor algunos pasajes y expresiones que aparecen en los evangelios.

II. “DANOS HOY NUESTRO PAN COTIDIANO…”

A. Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar, mostró que estaba bien pedirle a Dios que cubriera sus necesidades básicas, entre ellas la del ‘pan cotidiano’ (Mateo 6:11). 1. El pan era tan importante en la dieta básica de aquellos tiempos, que tanto en

hebreo como en griego la expresión “vamos a comer” significa literalmente “vamos a comer pan”.

2. Los cereales con que se preparaba el pan eran el trigo, la cebada, la avena,

la espeita y el mijo. Éstos conformaban una gran parte de la alimentación de los judíos del siglo primero.

3. Algunos especialistas han calculado que cada israelita consumía anualmente

alrededor de 200 Kg. de cereales, el equivalente a la mitad de las calorías que se necesitan al año.

Currícula de La Universidad Libre para Cristo

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B. El pan podía ser comprado en el mercado, pero la mayoría de las familias lo

preparaban en casa, lo cual era una tarea muy laboriosa. 1. Debido a que la harina se echaba a perder fácilmente, las amas de casa

tenían que realizar la molienda todos los días.

2. En una hora de arduo trabajo con el molino de mano se producían tan solo 800 gramos de harina por cada kilogramo de trigo. Si en una familia de 5 ó 6 miembros cada uno consumía cerca de medio kilogramo de trigo al día, las mujeres tenían que dedicar tres horas tan solo a moler grano. [ACTIVIDAD: Calculen la cantidad de trabajo diario de María, la madre de Jesús, para alimentar a toda su familia: Mateo 13:55-56]

C. Para la típica mujer judía, la jornada de trabajo comenzaba con la salida del sol. Tras

un ligero desayuno de pan y requesón, se envolvía en un sencillo manto e iniciaba su más importante tarea: cocer el pan cotidiano.

1. Tomaba cebada en grano de una de las grandes tinajas donde se guardaba y

la molía entre dos piedras. La harina, toscamente molida, pasaba lentamente a un gran cuenco.

2. Enseguida, ponía agua en una vasija más pequeña e introducía en ella una

pequeña porción de masa fermentada que conservaba del día anterior. Esta masa, conservada de un día para otro, se empleaba como levadura, y bastaba un puñado para hacer el pan de cada día.

3. Los días de fiesta o en ocasiones extraordinarias, añadía hierbabuena,

comino o canela con los que añadía sabor al pan. 4. Los hijos pequeños, seguramente observaban con interés y curiosidad cómo

su madre mezclaba el líquido con la harina, heñía la masa en una artesa especial y la dejaba esponjarse durante unas horas. Luego formaba con la masa varias grandes piezas en forma de disco plano, teniendo buen cuidado de reservar una porción para la levadura del día siguiente, y las cocía en el horno casero.

III. “VENGAN A DESAYUNAR…”

A. El desayuno. Leer Juan 21:9-13. Si bien es cierto que esta es la única alusión que hacen los evangelios al desayuno, en aquel tiempo era común iniciar el día con una comida que incluía pan, requesón, frutos secos y pasas o aceitunas.

B. El almuerzo. La comida del medio día era ligera y consistía en pan, aceitunas, cereales e higos. Es posible que estos fueran los víveres que los discípulos de Jesús habían ido a comprar a la ciudad de Sicar. ¿Qué hora era para entonces? (Juan 4:5-8).

C. La comida/cena. Al atardecer, las familias se reunían para tomar la comida principal del día.

1. La mayoría de la gente cenaba panes o comidas hechas a base de cebada, de

una combinación de cereales y legumbres o, de vez en cuando, de trigo. 2. Generalmente se condimentaban con aceite y sal o aceitunas, y en algunas

ocasiones se usaba una salsa de sabor fuerte, jugo de frutas dulces o miel.

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3. La cena también podía incluir frutas, leche, queso, verduras y frutos secos. Se podía elegir entre unas 30 clases de hortalizas, como por ejemplo, cebollas, ajos, rábanos, zanahorias, etc.

4. También había más de 20 variedades de frutas como higos, dátiles y

granadas (Analizar el pasaje de Juan 12:1-3).

D. Los postres. Como postres se podía servir nueces, melones, higos, uvas y granadas, según la estación. En ocasiones, dulces fritos. No había azúcar, pero sí miel silvestre y un espeso jarabe de uvas o de higos con que endulzar los alimentos. Complemento frecuente de la comida eran los requesones de cabra.

IV. “CUANDO DES UN BANQUETE…” A. LEER LUCAS 14:1-4

1. Las comidas de las familias promedio eran sencillas, pero sabrosas. Además de la alimentación común, pan y vino, se servía a veces pescado seco salado del mar de Galilea, o pollo hervido de alguna granja local.

2. Sin embargo, si un fariseo rico como el de la narración hubiera dado un

banquete, es probable que hubiera ofrecido panes especiales, que tenían diversas formas y estaban condimentados con especias, vino, miel y leche.

3. También habría habido en su mesa queso y mantequilla. De seguro habría

aceitunas―frescas o en conserva―o aceite de oliva. 4. Cada persona consumía 20 kilogramos de aceite de oliva al año como parte

de su dieta; además, el aceite se usaba con fines cosméticos y como combustible para lámparas.

B. OTROS ALIMENTOS PARA RICOS.

1. Quien viviera cerca del mar brindaría a sus invitados pescado fresco, pero quien viviera lejos de la costa y quisiera comer pescado, tendría que consumirlo en escabeche o conservado en salazón.

2. Los anfitriones ricos también podía ofrecer carne, algo que los pobres rara

vez probaban. Una familia como la de Jesús probablemente saboreaba el cordero asado o la carne de cabra solamente los días de fiesta.

3. Los platos preparados a base de huevo, estaban al alcance de más personas

(Lucas 11:12). 4. Para realzar el sabor de las comidas, solían añadir hierbas y especias, como

la hierbabuena, el eneldo, el comino y la mostaza (Mateo 13:31-32; 23:23-24; Lucas 11:42).

5. Los banquetes se coronaban con un postre preparado con trigo tostado,

almendras, miel y especias. 6. También había lugar en la mesa para las uvas, las pasas y el vino. Los miles

de lagares que se han hallado en Palestina dan testimonio de la popularidad de esta bebida en aquella sociedad. Tan solo en Gabaón, se han descubierto 63 bodegas excavadas en la roca con capacidad para almacenar unos 100,000 litros de vino.

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V. “NO SE PREOCUPEN POR LA COMIDA…”

A. Como hemos visto, Jesús aludió a la comida y la bebida en muchas de sus parábolas y comentarios. Aprovechaba el tema de las comidas para exponer valiosas lecciones. Para Jesús y sus discípulos siempre fue importante comer en compañía de sus amigos. Esa es una de las razones históricas por las cuales, desde hace dos mil años, en los Ágapes (o reuniones de amados) siempre se ha dedicado un tiempo muy importante para compartir los alimentos con nuestros hermanos y nuestros invitados (

B. LEER MATEO 6:25-34.

1. Jesús ayudó a sus discípulos a tener un punto de vista equilibrado sobre la comida y la bebida.

2. Sus discípulos hicieron caso a sus consejos, y Dios su Padre se encargó de

cubrir sus necesidades (2 Corintios 9:8).

C. Es posible que la alimentación de las personas del primer siglo sea muy diferente a la nuestra. Pero, al igual que entonces, podemos tener la certeza de que Dios nos proveerá lo necesario si damos prioridad a los asuntos espirituales.

“Por una fe inteligente…” © 2010. The UCLi International Ministries