Post on 01-May-2017
ΕΙ escàndalo del Bautista
[a propòsito de ET 5,2]
Pocas obras presenta la antigiiedad cristiana tan sugestivas ni tan di
ficiles corno los Excerpta ex Theodoto de Clemente Alejandrino. Hay gran diferencia de fragmentos a fragmentos. De ordinario, los mas accesibles
pertenecen a Clemente. No siempre concuerdan los criticos en la paternidad clementina de algunosl. Los mas convienen sin embargo en asignar al
Alejandrino el fragmento 5. Y en ùltimo lugar los dos editores mas cua
lificados de los ET de nuestros dias, R. P. Casey 2 y F.-M. Sagnard3. La
cosa me parece demasiado clara para discutida.
Supuesta la indole clementina del fragmento 5 trato de esclarecer el
significado de su ùltima clàusula. El Alejandrino va haciendo exegesis sobre
la gloria del Tabor4, y se detiene en ET 5 a examinar la reacción de los
discipulos al oir la celeste voz. i Por qué cayeron en tierra? He aqui sus
palabras :
Segùn eso icómo no se espantaron al ver la vision luminosa, y cayeron en cambio por tierra al oir la voz? Porque los oidos son mas reacios a creer que los ojos, y la voz inesperada (ή παρά δόξαν φωνή) impresiona mas. — Empero Juan el Bautista, al oir la voz
(en el Jordan) no se atemorizó, por cuanto la oyó en espiritu (ώς άν έν πνεύματι άκουσας) habituado a la tal voz. Mas habiendo oido
en cuanto simple hombre (καθό δέ άνθρωπος τίς έστι μόνον) se
espantó s.
El sentido genèrico apenas ofrece dificultad mayor. i Por qué — pre
gunta Clemente — los apóstoles sostuvieron la vision y cayeron en tierra
ante la voz? Dos respuestas. Lina directa, pero anodina: «porque los oidos
se resisten mas a creer que los ojos a ver. Y porque la voz inesperada
impresiona mas (que la vision no prevenida) ». Yo apenas veo filosofia en
tales palabras. Mucho mas honda resulta la segunda razón, indirecta: por
que los discipulos (Pedro, Santiago y Juan) no vivian en espiritu. Si asi
hubieran vivido en aquel entonces, no hubieran extrafiado la voz, corno
no la extranó en el Jordan el Bautista. Clemente no formula asi la respuesta.
1 Véase W. von Loewenich, Das Johannes-Verstàndnis im 2. Jahrhun
dert, Giessen, 1932 pp. 144-146 (Zur Quellenkritik der Excerpta e Theodoto)
que enumera los pareceres de Hilgenfeld, Heinrici, Lipsius, Zahn, O. Di
belius, de Faye, C. Barth, Collomp, Bousset, Miiller y Foerster, dando por
ùltimo el suyo propio. — Excerpta ex Theodoto (en sigla ET). 2 The Excerpta ex Theodoto of Clement of Alexandria, Lon
don, 1934 p. 9. 3 Extraits de Théodote (SCh 23), Paris, 1948 p. 8 ss. 4 Ya desde ET 4. 5 ET 5, 1-2 Stahlin ΙΓΙ, 106, 26 ss.
3IÒ ANTONIO ORBE, S. I.
Aduce mas bien el ejemplo de Juan Bautista, quien el oir la Voz celeste
se mantuvo sereno, corno quien vivia en espiritu, habituado a ella.
Hasta aqui todo se hace evidente. Pero a renglón seguido agrega el
Alejandrino: «mas habiendo oido en cuanto simple hombre (καθό δέ άνθρω
πος τις έστι μόνον) se espantó ». Como si no bastara el contraste entre la
reacción de los discipulos en el Tabor y la del Bautista en el Jordan, se
fiala Clemente — al parecer — dos actitudes en el propio Juan: una de
serenidad (ουκ έφοβήθη) ante la Voz (celeste), y otra de temor y turbación
(κατεπλάγη) ; la primera, porque oyó bajo el influjo del espiritu (ώς αν έν
πνεύματι άκουσας), la segunda, porque oyó corno un hombre cualquiera
(καθό δέ άνθ. τίς έστι μόνον άκουσας). Los criticos han visto dificultad en la lectura manuscrita άκουσας κατε
πλάγη, que traduce un hecho positivo, histórico, en consonancia con el
άκουσας ουκ έφοβήθη anterior. — Por otra parte, el Alejandrino contrasta
en ET 5 la escena del Tabor con la del Jordan : situando al parecer las dos
reacciones de Juan Bautista en la escena del Bautismo de Jesùs. La cir
cunstancia de que el Bautista no se atemorizó (της φωνής άκ. ουκ έφοβήθη) al oir la voz celestial, aunque silenciada por los evangelios, es admisible.
Alguno la hubiera recogido, de lo contrario, corno fenòmeno anormal, corno
recogió el sobresalto de los apóstoles a la voz del Tabor.
Mas i dónde se inspirò Clemente para asegurar con todo aplomo que en
cuanto simple hombre (el Bautista, a lo que parece) se espantó (κατεπλάγη)? Por no atribuir al Alejandrino semejante arbitrariedad Nock agrega un αν
antes de ατεπλάγη : con lo cual, de la forma histórica pasariamos a la
hipotética: «si (Juan) sólo fuera un hombre ordinario — destituido del espi ritu profético — en oyendo la voz se habria astistado (άν κατεπλάγη) »6
Sagnard adopta otra solución. La ùltima clàusula καθό δέ... puede re
ferirse a Juan Bautista ο a « un hombre cualquiera ». Referida al Bautista, habria que aceptar una dualidad anàloga a la admitida por Heracleón7, entre el hombre espiritual y el hombre animai, coexistentes en Juan. Sur
le pian de l'Esprit — escribe Sagnard 8 hablando de Juan — il est donc
connaturel à la Voix divine; mais, comme psychique, il éprouve normale
ment de l'effroi... On pourrait traduire : « Sur le pian de la seule nature
humaine, il aurait eu peur en l'entendant ((άν) κατεπλάγη ) ».
El insigne dominico no es partidario de semejante exegesis. Ademàs de
la inserción del αν, contra la cual no tiene, ο por lo menos no presenta
reparo alguno, tendria dos inconvenientes : dificultaria mas el enlace con
el fragmento siguiente, y sobre todo atribuiria a Clemente una idea valen
6 Prescindimos por el momento, de una menudencia, el sitio de la coma : antes (Ιστι, μόνον άκουσας) ο después (έστι μόνον, άκούσας) de μόνον. Stàhlin, siguiendo a Ruben, la pone antes. Sagnard, después. Casey no pun tua, pero su versión responde a la lectura de Stahlin : « But it was just as any ordinary man on merely hearing would have been frightened » (The Excerpta 43). La razón està por Sagnard, segun aparecerà mas tarde.
7 Apud Origenes, in Ioh VI 3 GCS Preuschen 109, 1 ss. ; in Ioh VI 20 s. Pr. 128, 34 ss. Véase W. Vòlker, Quellen sur Geschichte der christlichen Gnosis, Tiibingen, 1932 p. 65 s. ; y mi art. de Estudios Ecle
siàsticos 30 (19S6) pp. S ss. 8 Extraits 61. 4.
EL ESCANDALO DEL BAUTISTA 317
tiniana (et Clément n'est pas Héracléon). Implicitamente da a entender que
aceptaria la particula αν, si hubiera modo de referir la clàusola al Bautista.
Y pasa a indicar con modestia su solución, que deja inalterado el texto:
« Il semble donc que la phrase (καβό δέ...) concerne « un homme quelcon
que, qui est simplement homme » : et l'on revient ainsi à l'effroi ressenti
par les Apótres (qui n'ont pas requ l'Esprit)»8. En consecuencia traduce: « Mais l'homme quelconque, qui n'est que cela, a été frappé d'effroi en
l'entendant ».
El texto griego no consiente seme j ante solución, pues deja intraducido
el término καθό δέ que liga la clàusula a la anterior, subrayando el con
traste :
ώς αν έν πνεύματι άκουσας... (οΰκ έφοβήθη) καθό δέ άνθρωπος τίς έστι μόνον άκουσας κατεπλάγη.
El sujeto no cambia. En ambas clàusulas es Juan el Bautista. Hay
que solucionar el contraste entre el mismo Juan que «oyendo en espiritu no se atemorizó » y « oyendo corno un simple hombre se asustó ». Las di
ficultades alegadas por Sagnard no tienen demasiado peso. El enlace con
lo que sigue se salva muy bien, pues la actitud del Bautista entra aqui corno
mera confirmación indirecta del fenòmeno de los Apóstoles en el Tabor.
La dualidad interna dentro de un mismo individuo tampoco impresiona, siem
pre que consienta una explicación ortodoxa; y en realidad la consiente.
Por su indole singular de « profeta » y aun « mas que profeta », el
Bautista habia dado lugar a especulaciones muy curiosas, que lograron mas
tarde fortuna. A juzgar por un fragmento de s. Ireneo10, iluminado am
pliamente por la tradición posterior, el Bautista no era sólo « profeta » — y corno tal anunciaba el advenimiento de Cristo —, sino « apóstol » (= « mas
que profeta») por el singular privilegio de haber contemplado sensible
mente al Sefior11. Semejante distinción, perfilada muy prob. frente al mar
cionismo, y mejor aùn por contraste con el dualismo antropològico del Bau
tista valentiniano, apenas resuelve nada en nuestro caso; pero indica que el personaje de s. Juan Bautista habia atraido aun a los eclesiàsticos por un cierto dualismo inherente a su misión de enlace, entre el AT — corno
« profeta » — y el Nuevo, corno « apóstol ». i Seria extrano que Clemente
distinguiera en él dos actitudes simultàneas?
A priori la distinción seria posible, aun dentro de la linea eclesiastica.
Pero tampoco resuelve nada. Si el Bautista no se atemorizó, en cuanto
« espiritual », aunque se hubiera espantado corno simple hombre, cabria res
ponder al Alejandrino que los Apóstoles se espantaron corno simples hom
bres, mas no se hubieran espantado corno « espirituales ». Quedaba sin ex
plicar por qué los evangelistas no subrayaron, al revés, el espanto del Bau
tista en cuanto simple hombre, y el ningtin temor de los Apóstoles en cuanto
espirituales.
9 Extraits 63,0. 10 Adv. haer. III, 11, 4. 11 Sobre Ias tres nociones de « profeta », « apóstol » y « profeta-apóstol »,
y su relación con el Bautista cf. mi art. de Estudios Blblicos 7 (1955) 216 ss.
3l8 ANTONIO ORBE, S. I.
Antes de admitir en el Alejandrino un recurso perfectamente ineficaz, convendria a ser posible mantener el texto manuscrito sin enmienda ni
anadidura — contra Nock (Casey) —, retener el contraste formulado por el mismo sin cambiar de sujeto — contra Sagnard — y dar a la exegesis un
contenido racional, en modo alguno arbitrario.
Imposible llegar a una solución adecuada, si colocamos las dos reac
ciones del Bautista (ουκ έφοβήϋη / κατεπλάγη) en una sola escena y ante
una misma voz. Pero è las colocaba asi el Alejandrino?12. Seria inoperante limitarnos a las clàusulas clementinas (ET 5, 1-2) para
decidir el asunto. Pero quizàs en la antigiiedad cristiana hay elementos que lo deciden sin posible duda. Afortunadamente los ofrecen s. Epifanio y sobre
todo Tertuliano. S. Epifanio no seria por si suficiente, corno lo es Tertu
liano, pero completa las noticias del africano, y merece singular estudio por las dificultades a que ha dado lugar su exegesis.
♦ * *
Vengamos primeramente a analizar una breve clàusula de s. Epifanio.
Παρηλλαγμένον τό » μακάριος δς οϋ μή σκανδαλισθή έν έμοί ·' είχε γαρ ώς πρός Τωαννην 13.
Los términos del Santo han dado lugar a varias interpretaciones. D. Petau 14 cree se ha de leer έν αΰτφ y no έν έμοί. Marción citarla
asi Le. 7, 23 : « Bienaventurado es quien no se escandalizare en él {— en
Juan) ». Petau parece haberse fundado en las primeras lineas de refutación de s. Epifanio, cuando dice: «Ora se refiera a Juan, ora al proprio Salva
dor, beatifica a quienes no se escandalizan ο en El ο en Juan (ήτοι έν αΰτφ ήτοι έν Ιωάννη)»15. Tal explicación, expuesta por lo demàs con mo destia (nisi fallor), resulta inadmisible : a) tiene en contra los mss. b) s. Epi fanio recoge siempre el texto ordinario (έν έμοί), y su desconcierto al re futar no viene del texto biblico, sino del sentido que le diera Marción. c) se
gùn el Marción atestiguado por Tertuliano1®, se escandalizó el propio Juan
12 Respecto al texto evangèlico leido por Clemente, una cosa se impone con claridad. E1 Alejandrino vió muy bien un cierto paralelismo entre la Transfiguración y el Bautismo. No consta que le llevara, corno los Ebionitas (cf. J. Daniélou, Théologie du Judéo-Christianisme, Tournai, 1957 p. 253), hasta admitir èn ambas escenas el resplandor y la voz. Y ciertamente no pudo apropiarse — en la hipótesis, poco probable, de haberla conocido — la variante adoptada por el mss. uncial de Vercelli (in Matth. 3, 16) : « et cum baptizaretur, lumen ingens circumfulsit de aqua, ita ut timerent omnes qui advenerant » ; y el de S. Germain (s. IX) : « et cum baptizaretur Iesus, lumen magnum fulgebat de aqua, ita ut timerent omnes qui congregati erant» (cf. Resch, Agrapha 357 ss. ; Usener, IVeihnachtsfest 63). De lo contrario el contraste entre las dos actitudes de pavor ante la voz y de serenidad ante la luz, no tendria razón de ser.
13 Panar, haer. 42, 11 schol. 8 ed. K. Holl, Epiphanius II. 127, 3-4 cf. ibid. 108, 17-18.
" PG 41, 729 s. nota 67 cf. ibid. 712 C. « Ed. Holl II. 127, 5-7. M Adv. Marc. IV, 18 Kroymann 478, 11 s. cf. infra.
EL ESCANDALO DEL DANTISTA 319
(scandalizatur Iohannes... Iohannes scandalizabatur... Iohannis scandalum ...
scandalizati Iohannis)17. K. Holl, el moderno editor del Santo, admite el texto manuscrito: «Bie
naventurado el que no se escandalizare en mi (εν έμοί ) ». Atribuye a las
primeras palabras (παρηλλαγμένον το...) el significado de « falso » ο « falsa
mente interpretado »18. A. Harnack trascribe con aprobación las lineas de
Holl1®. Zahn se habia adelantado a prevenir semejante exegesis con dos
razones: a) el significado obvio de παρηλλαγμ,ένον («cambiado» «veran
dert»), en la linea del μετηλλαγμένως (schol 7 in 1 Cor 9, 9. 8)00
que denuncia un cambio del paulino έν τφ νόμφ por έν τφ Μωυσέως νόμφ,
b) al preparar sus Excerpta de Marción, el Santo no disponia de las ex
plicaciones del hereje; en ninguno de sus Escolios las conmemora 21.
De ahi concluye el célèbre historiador del Kanon que s. Epifanio de
nuncia un « cambio » en el evangelio de Marción. El Santo no lo determina
corno in 1 Cor 9, 9. 8 (schol 7). « Verosimilmente — agrega Z. — me
diante la redacción arriba propuesta, quizas aun eliminando Le 7, 22 b (òti
τυφλοί... ευαγγελίζονται), Marción habia aclarado aun mas el sentido recto
(de Le 7, 23), segun el cual la advertencia iba enderezada a Juan. (Y solo)
esto habia parecido chocante a los ojos del ortodoxo Epifanio, que no
podia pensar en una duda seria del Bautista (sobre Cristo) »22.
Las consideraciones de Zahn perfilan bien el problema, s. Epifanio no
denuncia en Marción una mala exegesis de Le 7, 23; sino sólo un cambio,
cuya naturaleza no sabe definir, pero que extrafia. Probablemente no descu
brió elementos para apurar mas. Como quiera, se tratara de un « cambio »
de versiculos, ο de omisión de alguno ο de parte de ellos23, el Santo pe
netrò en la idea ùltima del hereje. Descubrió que la sentencia (Le 7, 23)
del Salvador iba contra el Bautista. De ahi su refutación. Véalo el lector:
17 Alguna de las expresiones es tertulianea; pero el africano se apropia una idea de Marción. Cf. si lubet Zahn, Geschichte des Ν eutestamentlichen Kanons II. 463.
18 Meint Epiph. nur, dass Marcion das Wort (Le 7, 23) verkehrt ge deutet habe: er hatte es (= er nahm es) als gegen Johannes gerichtet ». GCS Epiph. II. 108, 17 ad calcem.
19 Marcion 196 * ad calcem. 29 Ed. Holl II. 162, 4 ss. 21 Ebenso unerlaubt aber ist es, den Ep. hier nur sagen zu lassen, Mrc.
habe die Stelle falsch gedeutet. Denn bei Anfertigung seiner Excerpte standen dem Ep. gar keine Deutungen Mrc.'s zur Verfiigung, und er macht
auch in keinem seiner Scholien eine darauf bezugliche Bemerkung. Asi Zahn, 1. supra c.
22 Zahn, GNTK II. 463 s. : Wahrscheinlich hatte Mrc. durch die oben
vorgeschlagene Fassung, vielleicht auch durch Tilgung von 7, 22b (ori
τυφλοί... ευαγγελίζονται) den richtigen Sinn, wonach die Warnung an
Johannes gerichtet war, nur deutlicher gemacht. Das war dem orthodoxen
Ep., der an einen ernstlichen Zweifel des Tàufers nicht denken mochte,
anstóssig erschienen. 23 Cf. Holl, Epiphcmius II. 108, 17 ad calcem: Wie Marcion die Be
ziehung auf Johannes deutlich machte, ob durch Streichung von v. 22b
oder durch Voranstellung von v. 23 vor 22b, bleibt dunkel.
320 ANTONIO ORBE, S. I.
Alterado aquello: Bienaventurado el que no se escandalizare en mi. Pues estaba corno (dicho) para Juan (είχε γαρ ώς προς Ίωάννην) 24.
Ref. — Ora se refiera (la frase Le 7, 23) a Juan, ora al propio Salva
dor, llama bienaventurados a los que no se escandalizan ο en El ο en
Juan, a fin de que no anden cavilando por su cuenta en cosas no oidas de El...25.
Segun el Santo, Marción ponia ciertamente en labios del Salvador la
frase : « Beatus qui non fuerit scandalizatus in me ». Pero se referia en
ella a Juan, tachàndole de haberse escandalizado en El.
Epifanio aprueba lo primero, mas no lo segundo. Segfin él, el Salva dor salia por la honra de Juan ante sus mismos discipulos, escandalizados ante los milagros que de El habian oido, ο quizà también — aqui està el
equivoco admitido por el Santo, para rebatir a Marción con sus mismas armas — ante su propio maestro el Bautista, que no los hacia ni podia con ellos refrendar su doctrina. La sentencia de Jesus, notificada a Juan por sus legados, podria muy bien pasar — segun Epifanio — a labios del
Bautista, para defenderse ante sus propios discipulos con la autoridad de
Jesus. A està luz, la refutación del Santo no es tan impertinente corno cree
Zahn 2,!. Sabe muy bien el Santo que Marción hacia valer la frase de Jesùs contra Juan (προς Ίωάννην). Pero — responde — aun cuando se refiriera a Juan, Jesus no iba contra él, sino a su favor, Damando bienaventurados aun a los que no se escandalizaran en Juan. Epifanio esgrime un argumento ad hominem, atribuyendo a la sentencia de Jesus (Le 7, 23) un intento
inmediato, en orden a los oyentes lo mismo de Juan que de Jesus : que no anduvieran cavilando por su cuenta lo que no oyen de labios de su maestro
(cf. Le. 7, 22 a). Admite ad hominem el doble sentido, de escàndalo en Jesus ο en Juan; pero le da un valor trascendental, corno norma aplicable a to
dos, sean discipulos de Jesus ο de Juan. La exegesis que a continuación ofrece — por su cuenta, ya no ad ho
minem — el Santo, no invalida la anterior, ni quiebra la linea antimarcionita. En definitiva, s. Epifanio ha visto bien que Marción introducia un
« cambio », refiriendo Le 7, 23 a Juan (προς Ίωάννην), esto es, contra Juan. El Salvador — siempre segun el Marción visto por s. Epifanio — habia dicho aquello : « Bienaventurado el que no se escandalizare en mi » contra Juan, por haberse escandalizado en El.
En la intención del hereje, el verso Le 7, 23 servia admirablemente a contrastar la Economia Nueva traida por el Salvador, con la Economia An tigua representada por el Bautista.
24 De intento dejo la ùltima clàusula en su indeterminación. La versión de Holl [er hatte es (— er nahm es) als gegen Johannes gerichtet] refleja muy bien la idea de Marción, mas no la que vió quizàs y expresó el Santo. Ademàs la frase είχε γάρ ... no tiene por sujeto necesariamente a Marción; puede tener a παρηλλαγμένον τό..., Υ είχε γαρ ώς.., corno su similar οΰτως εχειν, significa mas bien « sese enim habebat tanquam ». Προς Ίωάννην en la piuma de Epifanio puede delatar simplemente «dirigido a Juan», y no centra Juan. — Mejor Petau: «quippe ad Joannem referebatur ».
25 Epiph. Panar, haer. 42, 11 ed. Holl II. 127, 3 ss. 2e GNTK II. 463 : Ep. hat aber seine eigene friihere Bemerkung ( είχε
γαρ ώς προς Ίωάννην) nicht mehr verstanden; denn in der Widerlegung
EL ESCANDALO DEL BAUTISTA 32 Γ
Si algun escrupulo podia quedar respecto a la doctrina de Marción, denunciada con tanta sobriedad por s. Epifanio, Tertuliano no consiente la
menor duda. Véalo el lector:
Sed scandalizatur lohannes auditis virtutibus Christi, ut alterius. — Sed ego rationem scandali prius expediam, quo facilius haeretici scandalum explodam. Ipso iam Domino virtutum, Sermone et Spiritu Patrie, operante in terris et praedicante necesse erat portionem spi ritus sancti, quae ex forma prophetici moduli in Iohanne egerat prae paraturam viarum dominicarum, abscedere iam ab Iohanne, redactam scilicet in Dominum ut in massalem suam summam. Itaque lohannes, cotmnunis iam homo et unus de turba, scandalizabatur quidem qua homo, sed non qua alium Christum sperane vel intellegens, qui neque unde speraret 27, ut nihil novi docentem vel operantem. Nemo haesitabit de aliquo, quem dum scit non esse, nec sperai nec intelligit. lohannes autem certus erat neminem Deum praeter Creatorem, vel qua Iu daeus etiam prophetes piane facilius quasi haesitavit deo quem quum sciat esse, an ipse sit, nesciat. Hoc igitur metu et lohannes « Tu es — inquit28 — qui venis, an alium exspectamus ? » simpliciter inqui rens, an ipse venisset quem exspectabat: «Tu es qui venis», id est, qui venturus es, « an alium exspectamus », id est, an alius est quem exspectamus, si non tu es quem venturum exspectamus? Sperabat enim, sicut omnes opinabantur ex similitudine documentorum, potuisse et
prophetam interim missum esse, a quo alius esset, id est maior, ipse scilicet Dominus, qui venturus exspectabatur. Atque adeo hoc erat Iohannis scandalum, quod dubitabat ipsum venisse quem exspectabant, quem et praedicatis operationibus agnovisse debuerant, ut Dominus
per easdem operationes agnoscendum se nuntiaverit Iohanni... 29.
Segùn el testimonio de s. Epifanio, Marción ensenaba implicitamente
que Juan se habia escandalizado en Jesus. Al testimonio de s. Epifanio, se suma éste, mucho mas largo y explicito, de Tertuliano, quien pone en boca de Marción la dificultad : « Sed scandalizatur lohannes auditis virtutibus
Christi, ut alterius». El choque de ideologias entre Juan y el Salvador era un ej empio mas
del antagonismo de las dos Economias Nueva (del Dios Bueno), y Vieja
(del dios Justo). El Bautista, profeta del AT, hubo de extrafiar al Salva
dor. « En oyendo (desde la carcel) los milagros de Cristo, se escandalizó ».
erklart er es selbst fiir nebensàchlich, ob Jesus die, welche sich an ihm oder die, welche sich am Johannes àrgern, selig gepriesen... Holl, op. cit., II. 108 ad calcem, y Harnack (Marcion 196* ad calcem) repiten lo mismo: In der refut. hat Epiph. seine eigene Bemerkung nicht raehr verstanden.
27 Kroymann modifica inùtilmente : « scandalizabatur quidem, sed qua homo, non qua alium Christum sperans vel intellegens, qui neque (haberet) unde speraret...
28 Mt 11, 3 — Le 7, 19. — Para las mùltiples y abigarradas exegesis de los Padres a està pregunta del Bautista cf. omnino Fr. de Toledo, Com
mentarti in prima XII capita... Evang. secundum Lucam, annotatio XXXIV
(ad c. VII), Venetiis, 1600 p. 626 ss. 29 Adv. Marc. IV, 18 (CSEL 48 ed. Kroymann 478, 11 ss.) Me atengo
de ordinario al texto manuscrito, sin recoger ninguna de las correcciones
de Kroymann.
322 ANTONIO ORBE, S. I.
Tal fenòmeno — siempre segun Marción — era indicio evidente de que el Bautista reputò por extrafio (Christi, ut alterius... aliwn Christum...
Christum non creatoris...) al Salvador, y no reconoció en él al «Cristo
del creador» (Christus creatoris), anunciado por los profetas del AT y
preparado por él, corno Precursor. Aquel de que ola hablar en la càrcel
era otro Cristo 30, segun sus sospechas. Tal es el significado de la dificultad de Marción, alegada por Tertu
liano. Posiblemente Marción no empieo la expresión del africano : « sed
scandalizatur Iohannes auditis virtutibus Christi, ut alterius», ni siquiera lo que va en itàlicas. El hereje utilizaba ùnicamente para sus ideas el evan
gelio de s. Lucas. Y la clàusula denunciada aqui se inspira abiertamente en
Mt 11, 2.
Tert. (Marc.) Mt 11, 2
sed scandalizatur Iohannes auditis Iohannes autem cum audisset in vin virtutibus Christi, ut alterius culis opera Christi
En absoluto, pudo el hereje para sus torcidos intentos hacer valer los elementos que le proporcionaba s. Mateo, aduciendo una clàusula que de nunciara el momento mismo del escàndalo del Bautista. Pero mucho màs
probable resulta, que Tertuliano haya atribuido a Marción una dificultad
filològicamente emparentada con Mt 11, 2; mas en realidad implicita en Lucas (7, 23). Y con esto vengamos a Tertuliano mismo.
El africano tiene ordinariamente muy poco reparo en ridiculizar la
exegesis de Marción. Està vez sin embargo acepta gran parte de sus ele mentos. Admite el escàndalo de Juan ante los milagros de Jesus, corno un hecho escriturariamente comprobado. Rechaza sólo la explicación mar cionita del hecho 31.
Segun el africano, la actividad y predicación del Salvador en el mundo
requeria — en virtud de la persona misma de Jesus (domino virtutum, Sermone et Spiritu patris) — que en El se concentrara el Espiritu pro fético; y por ende, también el de Juan. Al descender sobre Jesus todo el
Espiritu, quedó el Bautista destituido del que hasta entonces — para sus fines de Precursor — habia operado en su persona; y volvió a la condi ción de simple hombre (communis iam homo et unus de turbò). En tal
estado, no puede ensenar ni obrar corno antes; ni siquiera espera ο entiende al Cristo — a la manera de los profetas, corno él mismo habia primero espe rado y entendido —, sino corno simple judio, con la naturai ignorancia y limitación del vulgo. Los milagros de Jesus le sorprenden asi, provocando en él la reacción ordinaria que podia causar en el pueblo. De ahi sus dudas sobre Jesus. En lugar de haberle reconocido corno a Cristo, a vista de sus milagros, dudó de si en El habia venido el Cristo esperado por los
Judios.
30 Sobre la dualidad de Cristos — uno, hijo del Creador, y otro, hijo del Dios Bueno — en la teologia de Marción cf. Harnack, Marcion 285* s.
31 At ego rationem scandali prius expediam, quo facilius haeretici scan dal um explodam...
EL ESCANDALO DEL BAUTISTA 323
Tal fué el escàndalo del Bautista: « atque adeo hoc erat Iohannis scan
dalum, quod dubitabat ipsum venisse quem expectabant, quem ex praedi catis operationibus agnovisse debuerat » 32.
Tertuliano orquestaba asi una idea indicada ya por s. Justino, en lucha
con el j udio Trifón33, apuràndola a extremos que no constan en el Santo
Màrtir. El Espiritu de Dios, disperso entre los varios profetas y magnos
personajes del AT, habia de concentrarse por entero en Jesùs, cesando para
siempre entre los judios34. Yo no creo que la doctrina tertulianea del Bautista destituì do del
Espiritu se salga de la linea de s. Justino, pues segùn ambos cesa el Espi ritu en el Bautismo de Jesus, de manera total e irremisible, para los judios.
Lògicamente, no sólo el Bautista, sino todos los demàs sin excepción hu
bieron de hacer sentir la ausencia del Espiritu Santo entre el Jordan y Pen
tecostés. Entre otros los Apóstoles, durante la Transfiguración. Esto que parece impuesto por las premisas de s. Justino y de Tertuliano,
y prepara el camino para la exegesis del pasaje dementino (ET S), se halla
formulado por Origenes desde un punto de vista sensiblemente homogéneo. Describe Origenes la escena de la Transfiguración, y se detiene a ex
32 Cf. asimismo Tert. de oratione I, 3 ed. G. F. Diercks (Stromata IV) p. 17, 16 ss. : Docuerat et Iohannes discipulos suos adorare, sed omnia Io hannis Christo praestruebantur, donec ipso aucto — sicut idem Iohannes
praenuntiabat illum augeri oportere, se vero deminui (cf. Ioh 3, 30) — to tum praeministri opus cum ipso spiritu transiret ad Dominum. Ideo nec extat in quae verba docuerit Iohannes adorare, quod terrena caelestibus cesserint... ; de baptismo X, 5 (ed. Réfoui.é, SCh 35) ρ. 80, 19 ss. : Ergo non erat caeleste quod caelestia non exhibebat (cf. A et 19, 2), cum ipsum quod caeleste in Iohanne fuerat, spiritus prophetiae, post totius spiritus in dominum translationem usque adeo defecerit ut quem praedicaverat, quem advenientem designaverat, postmodum an ipse esset miserit sciscitatum.
33 Cf. sobre todo Dial. cum Tryphone 87, 3 ss. : » E1 oraculo no dice
que estas virtudes del Espiritu, enumeradas por Isaias 11, 1-3 (véase Dial 87, 2: objeción de Trifón) vendràn sobre El (= el Mesias), cual si estu viera necesitado de ellas, sino corno destinadas a descansar en El, esto es, a terminar en El. De suerte que ya no haya profetas en vuestro linaje, segun la antigua costumbre. Lo cual podéis verlo ante vuestros ojos, pues luego de El ningun profeta ha aparecido por caso entre vosotros (los Ju dios). Consideraci ademàs que vuestros profetas recibian cada cual uno ο
quizà doble virtud de Dios para hacer y hablar lo que también nosotros
aprendimos de las Escrituras. Salomon tuvo en efecto Espiritu de Sabi
duria, Daniel de Inteligencia y de Consejo, Moisés de Fortaleza y Piedad, Elias de Temor, Isaias de Conocimiento. Y los demàs a su vez, por manera
anàloga, ο una virtud cada uno ο alternativamente una después de otra, corno también Jeremias y los Doce (profetas menores) y David, y en mia
palabra todos los demàs profetas que aparecieron entre vosotros. Descansó
pues (el Espiritu), esto es, cesò al venir aquel tras el cual convenia cesaran
aquellos (espiritus) de entre vosotros... y habiendo descansado (— cesado) en Este (en Jesus), aparecieron de nuevo... dones, los cuales comunica
(teniendo por manantial) la gracia de la Virtud del Espiritu Aquel, a cuan
tos creen en El, segun la dignidad que ve en cada cual... «. 34 Véase Tert. adv. Marc. V, 8 Kroym. 598, 6 ss. 14 ss. : «requiescere
in ilio (Christo) haberet omnis operatio gratiae spiritualis et concessare et
finem facere, quantum ad Iudaeos»; cf. si lubet adv. Iudaeos c. 8.
324 ANTONIO ORBE, S. I.
plicar las palabras de Pedro35. Segùn j. Marcos 9, 6 el discipulo no sabia
lo que contestaba (ού γαρ τ|δει τί άπεκρίθτι) ; y lo mismo segun s. Lucas
9, 33 (μή είδώς δ λέγει), i Con qué espiritu las decia? No con el Espiritu
Santo, porque antes de la resurrección del Salvador ninguno le tuvo, con
forme lo ensefia Juan en su evangelio: «porque todavia no habia Espiritu,
ya que Jesus no habia sido aun glorificado » (Ioh 7, 39). Pues si no habia
aun Espiritu y Pedro hablaba a impulsos de algun espiritu, ya que no sabia
lo que se decia, hubo de ser alguno de los espiritus sobre los que todavia
no habia triunfado el Salvador en la Cruz.
Asi discurre Origenes 38, confirmando de lleno la tesis de s. Justino. Ni Pedro en la Transfiguración ni Juan en la càrcel pudieron hablar a
impulsos del Espiritu Santo, porque no habia Espiritu hasta que fuera
Jesus glorificado (en la Cruz). Origenes sefiala el fundamento que hubo de ofrecer Ioh 7, 39 para tan extrafia teoria.
Tornemos a Tertuliano. Los términos por él empleados dan la clave
para interpretar el lugar clementino (ET 5), dentro de una ideologia muy bien situable entre s. Justino y Origenes.
Tertuliano no consiente duda ni sobre el escandalo de Juan, ni sobre su indole, ni — lo mas curioso aqui — sobre su fundamento escriturario.
«Juan se escandalizó oyendo las virtudes (= los milagros) de Cristo», y a raiz de elio mandò a decir : « i eres tù el que vienes, ο esperamos a otro?»37. Tertuliano situaba por tanto el escàndalo de Juan en Mt 11, 2 y lugares paralelos. El término mismo « escàndalo, escandalizarse » se inspira en Le 7, 23 pero traduce simplemente una duda, hesitación, perplejidad, ante los milagros de Jesus38 en contraste con la certeza que habia poseido el Bautista ante la manifestación de Cristo en el Jordan, y sobre todo con la decisión con que aun ahora — desde la càrcel — debiera haberle recono cido por Mesias, a la noticia de sus prodigios. La dureza del término « scan dalum » pràcticamente desaparece. Se explica a la sazón en el Bautista, por hallarse desde el Bautismo de Jesùs enteramente destituido del Espiritu, en el plano del « uomo qualunque ».
Entendemos ya la circunstancia histórica del escàndalo de Juan, su ra
35 Mt 17, 4 : Domine, bonum est nos hic esse : si vis, faciamus hic tria tabernacula, tibi unum, Moysi unum, et Eliae unum.
36 Comment. in Matth. tom. XII c. 40 ed. Klostermann (Origenes X) 157, 8 ss. : PG 13, 1073 AB. — Véase Toledo in Le. annotatio LXXII (in c. VII).
37 Adv. Marc. IV, 18 Kr. 478, 11 s. 26 s. : sed scandalizatur Iohannes auditis virtutibus Christi, ut alterius. — At ego rationem scandali prius expediam... Hoc igitur metu et Iohannes: «tu es — inquit (Le 7, 19 = Mt 11, 3) — qui venis, an alium expectamus?» — Kroymann sólo recoge ad calcem el primer texto Le 7, 19, exactamente igual a Mt 11, 3 que sin embargo responde mejor a la clàusula primera «auditis virtutibus Christi» donde no cabe alusión a Le 7, 18a y si perfecta a Mt 11, 2.
38 Cf. ibid. scandalìzabatur quidem qua homo... nemo haesitabit de ali quo... Iohannes autem certus erat neminem deum praeter creatorem... Piane facilius quasi haesitavit de eo quem quum sciat esse, an ipse sit nesciat. Hoc igitur metu et Iohannes... Atque adeo hoc erat Iohannis scandalum, quod dubitabat ipsum venisse quem exspectabant, quem et praedicatis ope rationibus (cf. Mt 11, 2) agnovisse debuerant, ut Dominus per easdem operationes agnoscendum se nuntiaverit Iohanni.
EL ESCANDALO DEL BAUTISTA 325
zón ùltima, y el contraste con su actitud en el Jordan. Elementos que respon den exactamente a la incògnita planteada arriba, a propòsito de Clemente Al.
(ET 5, 2). Tertuliano supone que Juan no se escandalizó de Cristo en el
Jordan, pues le reconoció por lo que era. Y por tanto ni se atemorizó ante
la Voz celeste, ya que poseia « portionem Spiritus Sancii, quae ex forma
prophetici moduli in Iohanne egerat, praeparaturam viarum Dominicarum » 39,
y bajo el infìujo del Espiritu reconoció al Salvador. Pero se escandalizó — Clemente decia κατεπλάγη — en la càrcel, destituido ya del Espiritu
que — para los fines soteriológicos de Jesus — hubo de abandonarle40,
dejàndole en la condición de «communis homo et unus de turba» — segun
Clemente καθό... άνθρωπος τις... μόνον. Tertuliano completa al Alejandrino. Mientras Clemente subraya solo las
dos actitudes encontradas de Juan (ούκ έφοβήθη / κατεπλάγη), por su dife
rente estado de ànimo (οδς αν έν πνεύματι άκουσας / καθό δέ άνθρωπος τις...
μόνον άκουσας), el Africano determina su razón ùltima, y las circunstancias
concretas en que tuvo lugar el segundo, y mas dificil, fenòmeno (κατεπλάγη).
Clemente ET 5, 2 Tertuliano
ό δέ 'Ιωάννης ό βαπ- sed scandalizatur Iohannes auditis virtutibus Christi
τιστής της φωνής (cf. Mt 11, 2), ut alterius... Ipso iam domino vir
άκούσας ουκ έφοβή- tutum, sermone et spiritu Patris operante in terris
θη, d)c άν έν πνεύ- et praedicante, necesse erat portionem Spiritus Sancti,
ματι άκουσας συνή- quae ex forma prophetici moduli in Iohanne egerat,
θει της τοιαύτης praeparaturam viarum dominicarum, abscedere iam ab
φωνής ' Iohanne redactam scilicet in Dominum, ut in mas
καθό δέ άνθρωπος sa,em suam summam.
τίς έστιν μόνον ά- Itaque Iohannes, communis iam homo et unus de
κοΰσας κατεπλάγη. turba, scandalisabatur quidem qua homo, sed non
qua alium Christum sperans vel intelligens... Hoc
igitur metu et Iohannes «tu es — inquit (Mt 11, 3 = Le 7, 19) — qui venis, an alium exspectamus?»...
Atque adeo hoc erat lohannis scandalum, quod du
bitabat ipsum venisse quem exspectabant, quem et
praedicatis operationibus agnovisse debuerant, ut Do
minus per easdem operationes agnoscendum se nun
tiaverit Iohanni.
El paralelo decisivo està en la correspondencia literal entre el demen
tino καθό... άνθρωπος τις... μόνον y aquella frase tertulianea «Iohannes,
communis iam homo et unus de turba, scandalizabatur quidem qua homo »,
que no sólo determina el sujeto del dementino άκουσας, a saber, «Iohannes»
— contra la exegesis de Sagnard41 — sino la razón del contraste entre su
actitud primera (ούκ έφοβήθη) y la actual (κατεπλάγη), ambas históricas — contra Nock (Casey) —, pero relativas a dos escenas distintas.
Tanto Tertuliano corno Clemente hablan del mismo sujeto, Juan Bau
tista, contrastan igualmente dos actitudes suyas : la una, cuando estaba in
39 Adv. Marc IV, 18 Kr. 478, 15 ss. 40 Ibid. 17 ss. : necesse erat portionem Spiritus Sancti... abscedere iam
ab Iohanne redactam scilicet in Dominum, ut in massalem suam summam. 41 Cf. supra p. 316 s.
326 ANTONIO ORBE, S. I.
fluido por el Espiritu, y la otra, quando vivia destituido de El. Las dos
actitudes van en función del oido (άκουσας CI., auditis Tert.), mediante
dos verbos que se aclaran mutuamente (ουκ έφοβήθη/ κατεπλάγη : hoc metu — scandalizabatur, haesitavit, dubitabat). El paralelismo verbal bàsico no deja
lugar a duda. En las ultimas lineas de ET 5, 2 el Alejandrino se referia
a la situación psicològica e histórica del Bautista, ante la noticia de los
milagros de Jesùs : en modo alguno, al Jordan. Tales consideraciones dan pie a significativos corolarios : 1) Al igual
de Marción y de Tertuliano, el Alejandrino admitia el escandalo personal del Bautista, a la noticia de los milagros de Jesus (Le 7, 19; Mt 11, 2).
2) Creyó por tanto que en el Bautismo de Jesus, Juan se vió defi
nitivamente destituido del Espiritu, y vino a parar a la condición del hom
bre de la calle.
3) Como Marción, Tertuliano y Clemente son los unicos testigos de
la exegesis de Le 7, 23 (19); Mt 11, 2-3 en el siglo II — y desde luego los mas antiguos — su acuerdo en la explicación del escàndalo de Juan es
sintomàtico.
4) Tertuliano y Clemente concuerdan doctrinalmente con s. Justino
(Dial 87-88) en la tesis del cese total del Espiritu Santo en el Bautismo
de Jesùs. I Quiere eso decir que, segun la primera exegesis eclesiàstica, desde el Bautismo de Jesus hasta Pentecostés, el Espiritu tan sólo vivió
y operò en el Salvador? Origenes vendria a confirmarlo.
* * *
Veamos ya lo que motivò està nota. Las dificultades que presentaba
ET 5, 2 se resuelven a la luz de Tertuliano con maravillosa simplicidad. Clemente no admite en el Bautista, a la manera de Heracleón, dos ele
mentos (humanos) simultàneos — uno espiritual y otro animai —. Lo vió
muy bien Sagnard. La lectura de Nock (Casey) άκουσας άν κατεπλάγη cae por la base,
pues Juan se exhranó (κατεπλάγη), hombre corno era a la sazón del vulgo
(communis iam homo et unus de turba). Sus reacciones ante las voces que corrian de Cristo no podian menos de ser humanas.
Si por este capitulo no cabe atribuir — segùn ET 5, 2 — al Bautista
dos actitudes, una real (ούκ έφοβήθη) y otra condicional (αν κατεπλάγη),
tampoco es licito cambiar de sujeto, de una proposición a otra, corno que
ria Sagnard. Nuestra exegesis cumple las condiciones ideales que arriba formulà
bamos. Prueba en efecto que el Bautista no se espantó en el Jordan, por
que entonces era sólo « espiritual » ; pero se extrafió (sccmdalizatus est =
κατεπλάγη) en oyendo hablar de los milagros de Jesùs, porque a la sazón
ya no lo era. Los Apóstoles se espantaron en el Tabor, porque aùn no eran — segùn Clemente — espirituales. En definitiva, parafraseando el frag
mento analizado (ET 5, 2), leeriamos :
Empero Juan el Bautista, al oir (en el Jordan) la Voz (celeste) no se atemorizó, corno quien la oyó en Espiritu habituado a tal
Voz. Mas cuando oyó (màs tarde, desde la càrcel, los rumores de los
milagros de Jesùs), corno simple hombre (destituido ya de Espiritu) se espantó (y escandalizó).
Antonio Orbe, S. I.