Pedro Legaria Armendáriz

Para Gloria de Dios

Un hombre de gran corazón

velado por la humildad una idea infundió,

estaba convencido que la voluntad no era de

él sino del Creador.

Pedro Legaria sabía que la casa

de oración que debía fundar.

Era exigencia de Dios, una necesidad social.

Es toda del Corazón de Jesús la hermosa Obra construida

con amor y hoy las Hermanas

Esclavas de Cristo Rey consumen su vida

para Gloria de Dios.

Envuelta en la fragancia, de todas las virtudes, Aurea Martínez sintió,

el llamado de Jesús para poder difundir la hermosa Obra de Dios, impulsada por la fuerza del amor que la conlleva a

caminar,hacia una vida modesta con su Padre Celestial.

Es toda del Corazón de Jesús la hermosa Obra construida con

amor y hoy las Hermanas Esclavas de

Cristo Rey consumen su vida para Gloria de

Dios.

Como violeta que humilde

escondida entre las frondas,

Pedro Legaría observó,

a una mujer sencilla,

buena y respetuosa

a los designios de Dios.

María era la primera en recibir de Dios un rayo de luz,

por sus estigmas y penas, la llamaron María de la Cruz.

Es toda del Corazón de Jesús la hermosa Obra construida

con amor y hoy las Hermanas

Esclavas de Cristo Rey consumen su vida

para Gloria de Dios.

La hermana Ángeles vivió una vida de

oración, regida por la humildad. Su voz dulce, delicada,

llena de candor.Con su gracia

maternal.

Fueron tres santas de Dios, que el Padre Eterno les confirió su Ley.

Y así nacieron las hermanas,

Esclavas de Cristo Rey.

Es toda del Corazón de Jesús la hermosa obra construida

con amor y hoy las Hermanas

Esclavas de Cristo Rey consumen su vida

para Gloria de Dios.

¡Gracias Señor!