Post on 20-Jul-2015
Veía hace poco una entrevista a Arjona en la que él hablaba sobre su canción Ayúdame Freud
(1994)1, comentando a partir de ella: “yo creo que no hay ningún psicólogo o psiquiatra que haya
emprendido esta carrera con la única afición de buscar la solución de los problemas de otros; yo
creo que han empezado un poquito tratando de corregir los propios” (2011). Sin duda esta
afirmación es compartida por mucha gente, y sin duda, quienes estamos comprometidos con la
labor psicológica, sabemos que resulta totalmente cierta.
El psicólogo emprende su labor de ayuda a partir del conocimiento propio; pero ese conocimiento
de sí mismo sólo ha podido alcanzarlo a través del trabajo compartido con un experto que a su vez
ha pasado por un proceso similar (Bloch, 2010, p. 10). Podemos decir ahora, para resumir, que el
psicólogopone su conflicto psíquico al servicio del otro. Pero ¿cómo se logra eso?, sólo existe un
medio, y es, el autoconocimiento.
Son más peligrosos los psicólogos que jamás han recibido un tratamiento psicológico (porque
aunque parezca increíble existen), que los que conocen y reconocen sus propias limitaciones y
evitan cierto tipo de pacientes. Que la propia mente sirva de apoyo en el autoconocimiento del
otro no se remite a las dotes intelectuales o a la buena voluntad del profesional, sino al
compromiso ético que implica la humildad de saberse igual de vulnerable que ese otro que acude
en busca de su ayuda2. Sólo así se establece un diálogo entre iguales, base de todo encuentro útil y
de toda transformación psíquica.
Hasta el próximo jueves.
Psic. Juan José Ricárdez.
Referencias
Bloch, D. (2010) Para que la bruja no me coma. Fantasía y miedo de los niños al infanticidio.
México D. F.: Siglo veintiuno.
Elyarjona (2011) Ricardo Arjona con Ismael Cala en CNN parte 2…Ely. Recuperado de
www.youtube.com/watch?v=AHsJXX7lGHM el 22 de agosto de 2013.
1 Canción que resulta bastante ilustrativa en cuanto a las consecuencias que acarrea la falta de comprensión
del Complejo edípico en la vida de pareja. 2 Sobre la idea de “ayuda” y su justa concepción en psicología hablaremos en otra entrega.