Por qué resulta tan difícil vencer.

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¿Por qué resulta tan difícil vencer si Jesús ha hecho

tanto por mí?

Ésta parece ser la experiencia

de muchos cristianos.

¿Si Jesús me ha dado ricas promesas,

entonces qué me pasa?

Éstas son algunas de las muchas promesas que Jesús ha puesto en nuestro sendero para animarnos a

la victoria.Al que venciere: Apocalipsis 2 y 3.

Le daré a comer del árbol de la vida. 2:7. No sufrirá daño de la segunda muerte. 2:11. Daré a comer del maná escondido, y le daré una

piedrecita blanca. 2:17. Le daré autoridad sobre las naciones. 2:26. Será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su

nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 3:5.

Lo haré columna en el templo de mi Dios. 3:12.

2

Es posible que estemos peleando la batalla de manera incorrecta.

El enemigo es astuto y

está a la caza de

cualquier error nuestro

para obstaculizarnos el

camino.

Pero Jesús no sólo nos da promesas, también nos dice cómo vencer.

Cómo vencer. La única manera es vencer

como Jesús venció.“Al que venciere, le daré que se

siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he

sentado con mi Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21.

¿Cómo venció Jesús?5 Haya en vosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús. 6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo, y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Filipenses 2.

Jesús se humilló a sí mismo.

Aunque Jesús era Dios y tenía todo el poder, desde el pesebre hasta la cruz, Jesús dependió

de su Padre.“Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,

sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras”. Juan 14:10.

“No puedo yo hacer nada por mí mismo; …porque no busco mi voluntad, sino la

voluntad del que me envió, la del Padre”. Juan 5:30.

Jesús se sometió voluntariamente al Padre.

6

Jesús entendió que para vencer debía depender enteramente del Padre. Por eso no es extraño que a menudo dedicaba tiempo a la oración.

7Cuando

dedicamos tiempo de

calidad a la oración, nos

estamos humillando,

reconocemos que tenemos

que depender para poder

vencer.

8

Jesús no venció con su propio poder, sino con el poder del Padre.

Jesús nos mostró que nosotros

podemos vencer dependiendo

de él, así como el venció

dependiendo del Padre.

Significa entonces que si nosotros queremos vencer como Jesús venció,

tenemos que orar como Jesús oró.

Y eso no se logra con oraciones rutinarias de 3 o 4 minutos.

Al buscar a Dios cada día en oración reconocemos que no

hay poder en nosotros, la fuerza viene de Dios.¿Orar es fácil?

Algunos dirán que sí, otros

dirán que es difícil.

¿Cuánto tiempo

dedicas en la mañana y durante

el día a estar en

comunión con Dios?

10

Hay que hacer el esfuerzo y sacar el tiempo para

Jesús.

¿Qué puede ser más

importante?

11

Jesús dependía de su Padre.

Se humilló y Dios lo exaltó

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta

lo sumo, y le dio un nombre que es sobre

todo nombre”. Filipenses 2:9.

12

La historia bíblica presenta el caso de Ana (1 Samuel 1,2), una

mujer israelita y creyente, pero estéril.

En su cultura y contexto ser estéril era un problema para Ana,

que se agravaba porque la otra mujer de su marido, Penina, si le daba hijos y le amargaba la vida.

Seguramente Ana había orado muchas veces en

procura de ayuda sin obtener respuesta,

hasta que “derramó su alma delante de

Jehová” 1 Samuel 1:15.

Pudo gustar la bondad y el poder del Señor que le dio más de lo

que ella pidió.

Ahora Ana experimentó la

victoria.

Ana pidió un hijoEl Señor le dio

seis.

15

Cuando buscamos a Dios y nos humillamos,

Dios nos dará la paz y la fuerza para vencer

nuestros problemas.

16“Porque el que se

enaltece será humillado, y el que se

humilla será enaltecido”. Mateo

23:12.

17

“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo”.

Apocalipsis 21:7.

El que no se humilla ante el Señor será un fracasado, no

será un vencedor, no

heredará todas las cosas y

finalmente será condenado.

Dedicarle tiempo a Jesús no es una opción, es una

necesidad.Es la única manera de vencer,

y es para nuestro bien.Jesús nos ama como

nadie jamás podrá

amarnos.VEN A ÉL

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