Post on 01-Jul-2015
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Proyecto:
“El evangelio es sol en las almas, es luz en el camino de los hombres, es eslabón
bendito para una perfecta unión.
Evangelicemos nuestros hogares, hijos míos, dando a nuestra familia la bendición de
hospedar al Cristo de Dios en nuestra casa.
La oración en conjunto hace del hogar un santuario de amor donde los Espíritus más
nobles buscan ayudar más y más, doblando los talentos de luz que allí son depositados.
Evangelicemos a nuestros niños, espíritus forasteros del infinito en busca de nuevas
experiencias, a la búsqueda de la evolución espiritual.
Evangelicémonos, guardando nuestras mentes y nuestros corazones en la bendición de
las enseñanzas sublimes.
Evangelicemos.
Los tiempos son llegados, los corazones afligidos piden amparo, los desesperados
suplican luz.
Hijos, solamente a través del Evangelio vivido a la luz de la Doctrina Espírita
encontrará el hombre la paz, la serenidad y el camino del amor noble.
Encendamos la luz de las enseñanzas divinas para que la Tierra se torne un sol radioso
en el infinito, conduciendo la Familia humana integrada en los principios de la vida en
hosanna a su Creador.”
Bezerra de Menezes
“Es por la Educación, más que por la Instrucción que se transformará la
Humanidad.”
Allan Kardec
“De todas las instituciones sociales en la tierra, la familia es la más importante
desde el punto de vista de los fundamentos morales que rigen la vida.”
Emmanuel
Instrucción x Educación
Es preciso no confundir instrucción con educación. La educación abarca la
instrucción, pero puede haber instrucción sin educación.
La instrucción es más especialmente el aprendizaje de la ciencia, la educación es
el aprendizaje de la vida; la instrucción forma el talento, la educación el carácter. La
misión de la educación es más elevada, más difícil su arte.
Instruir es ilustrar la mente con cierta suma de conocimientos sobre uno o varios
ramos científicos. Educar es desarrollar los poderes del espíritu, no sólo por la
adquisición del saber, sino especialmente en la formación y consolidación del
carácter.
El intelectualismo no suple el cultivo de los sentimientos. “No basta tener
corazón, es preciso tener buen corazón,” dijo Hilario Ribeiro, educador emérito,
nacido en Brasil en el siglo XIX.
Todos los problemas del momento actual se resumen en una cuestión de carácter:
sólo por la educación pueden ser solucionados.
Demasiada importancia se liga a las varias modalidades del saber, descuidándose
el principal: la ciencia del bien.
Los padres generalmente se preocupan de la carrera que los hijos deberán seguir,
dejándose impresionar por el brillo y por el resultado utilitario que de tales carreras
puedan advenir. Sin embargo, dejan de atentar para a cuestión fundamental de la vida,
que se resuelve en crear y consolidar el carácter. Antes de nada, y por encima de todo,
los padres deben cuidar de la educación moral de los hijos, relegando a las
inclinaciones y vocaciones de cada uno la elección de la profesión, en segundo lugar.
La crisis que abate al mundo es la crisis del carácter, responsable por todas las
otras.
Espiritismo y Educación
Espiritismo y Educación – Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo
dispone de vigorosos recursos para iluminar la educación con una filosofía que
transpone todos los inmediatismos, que transciende a todos los limites, que descortina
los más amplios horizontes, que atiende a los más nobles intereses, y que posee un
ideal capaz de impulsar el verdadero progreso.
Y dilatando las fronteras de la educación, al informar que ella ejerce función en
los dos planos de la vida, le concede mayor alcance y le apunta objetivos de grande
alcance y valor moral.
Desde el punto de vista espírita, la educación no empieza en la cuna ni termina en
el túmulo, pero antecede al nacimiento y sucede a la muerte del cuerpo físico.
Es la acción constante, ininterrumpida, la que ayuda a modificar a los seres,
auxiliándolos en la escalada evolutiva, rumbo a la perfección, en la estera infinita del
tiempo.
Las nociones de inmortalidad, de continuo progreso, de libre albedrío, de ley de
causa y efecto y de vidas sucesivas, mediante la reencarnación, en las cuales se debe
fundamentar la filosofía de la educación que el Espiritismo revela, serán fuerzas
capaces de educar. Ellas ofrecen una argumentación muy fuerte en favor de la
necesidad del progreso espiritual, por contener una motivación, igualmente vigorosa,
para la búsqueda de ese progreso.
La Doctrina Espírita representa, hoy, una elevada escuela de educación del
Espíritu, al servicio de Jesús, con la grandiosa tarea de la edificación del Reino de
Dios en la Tierra, reino este que se inicia en el interior de cada uno.
El objetivo principal de este proyecto es buscar atender, de modo amplio y a la luz de
la Doctrina Espirita, las necesidades de los niños, jóvenes y de la familia, buscando
principalmente la cualidad en la relación familiar, célula principal de la Sociedad.
El proyecto se divide en tres partes principales:
Educando con amor = niños
Reconstruyendo la familia = adultos
El Despertar de los sentimientos = jóvenes
Buscaremos abordar, a continuación, cada una de estas partes con mayores detalles.
Parte 1 = Educando con amor
“... La educación, convenientemente entendida, constituye la clave del
progreso moral...”
Allan Kardec
“... Se creía, por mucho tiempo haber realizado bastante, difundiendo la instrucción;
pero la instrucción sin La enseñanza moral es impotente y estéril. Es necesario,
antes de todo, hacer del niño un hombre – un hombre que comprenda sus
deberes y conozca sus derechos..””
Léon Denis
“La educación de la infancia es la mayor obra del Espiritismo.”
Leopoldo Machado
Educación Espirita Infanto-Juvenil
Lo que se hace en el área de la infancia y juventud bajo la denominación de
Educación Espírita Infanto-Juvenil es la difusión del
conocimiento espírita y de la moral evangélica pregonada
por Jesús, que fue apuntado por los Espíritus
Superiores, que trabajaron en la Codificación, como
modelo de perfección para toda la Humanidad.
La enseñanza espírita y la moral evangélica
son los elementos con los cuales trabajamos en
nuestras aulas. Esos conocimientos son llevados
a los alumnos a través de situaciones prácticas de la vida, pues la
metodología empleada pretende que el alumno reflexione y saque
conclusiones propias de los temas estudiados, pues sólo así se hace efectivo el
aprendizaje real.
Objetivos:
“Entre las leyes divinas, unas regulan el movimiento y las relaciones de la
materia bruta: las leyes físicas, cuyo estudio pertenece al dominio de la Ciencia.
Las otras hablan especialmente al hombre considerado en sí mismo y en
sus relaciones con Dios y con sus semejantes. Contiene las reglas de la vida del
cuerpo, así como las de la vida del alma: son leyes morales.”
Libro de los Espíritus – pregunta 617a
“El conocimiento de uno mismo es, por lo tanto, la llave del progreso
individual.”
Libro de los Espíritus – pregunta 919a
“El hombre de bien respeta, en fin, en sus semejantes, todos los derechos que
las leyes de la Naturaleza les conceden, como quiere que los mismos derechos le
sean respetados.”
Libro de los Espíritus – pregunta 918
Con bases en estas informaciones, quedan establecidos como objetivos de la
Educación Espírita Infanto-Juvenil:
Promover la integración de los niños y jóvenes: consigo mismo, con el
prójimo y con Dios;
Proporcionar a los niños y jóvenes el estudio: de la ley natural que rige el
Universo; de la “naturaleza, origen y destino de los Espíritus, así como de
sus relaciones con el mundo corporal”;
Ofrecer a los niños y los jóvenes la oportunidad de percibirse como: ser
integral, crítico, participativo, heredero de sí mismo, ciudadano del
Universo, agente de transformación de su medio, rumbo a toda perfección
de que es susceptible.
Educar, pues, dentro de la concepción Espírita es no sólo ofrecer los conocimientos
del Espiritismo sino también envolver al educando en una atmósfera de
responsabilidad, de respeto a la vida, de fe en Dios, de consideración y amor a los
semejantes, de valorización de las oportunidades recibidas, de trabajo
constructivo y de integración consigo mismo, con el prójimo y con Dios.
Elementos Fundamentales:
a) el niño / el joven
b) el educador
c) la familia
d) la casa espírita
e) los contenidos de enseñanza (programa/currículum/metodología)
f) la evaluación
a) Niño / Joven
El niño es un ser espiritual, creado por Dios, ahora viviendo en el plano del
Espíritu, ahora respirando en un cuerpo material. El niño es antes que nada un espíritu
reencarnado, un alma que recomienza una nueva existencia en la carne.
Como ser espiritual, trae todo un bagaje acumulado a lo largo de su trayectoria
evolutiva. Su destino es toda la perfección de que es susceptible y, para ello, cuenta
con el tiempo necesario, pues su esfuerzo de perfeccionamiento no se circunscribe,
tan sólo, a una existencia terrenal. En el cuerpo y fuera de él, da continuidad a su
perfeccionamiento y a su andadura en la conquista de la felicidad.
A través de ese proceso de olvido y
renovación de la vida, puede construir una nueva
personalidad, mejor y más integral; puede rescatar
sus débitos sin verse continuamente oprimido por
el sentimiento de culpa y vergüenza por su pasado
tenebroso; puede convivir con enemigos,
transformados en parientes y amigos, sin darse
cuenta de ello, modificando sentimientos y
rehaciendo relaciones; puede absorber elementos
de nuevas culturas, aumentando su bagaje
universal.
La principal finalidad de que el Espíritu tenga que nacer niño otra vez es para
volver a ser educado. Las impresiones positivas que recibe durante la infancia pueden
ser determinantes en su existencia actual e incluso en próximas vidas. Exactamente
por causa del estado de semi-consciencia del Espíritu encarnado, en un cuerpo
infantil, sus barreras de defensa psíquica están neutralizadas: está blando, más
maleable, más abierto a todas las influencias…
Bajo la óptica de la Doctrina Espírita, debemos entender que, en la juventud, el
individuo ya dejó de ser niño, pero aún no es adulto. Está en otra fase de su desarrollo,
etapa difícil, marcada por cambios de orden biológico, psicológico y social, y
necesita, más que nunca, orientación y amparo para que pueda quedar bien consigo,
con el prójimo y con Dios, conforme nos instruye Kardec en las notas de la pregunta
617, de El Libro de los Espíritus.
Teniendo en cuenta las respuestas obtenidas por Kardec, podemos concluir que
la adolescencia es, como las demás fases del desarrollo humano, de gran importancia
para el espíritu que se está preparando para, asumir su verdadera identidad, efectuar
una verificación de sus valores individuales y definirse sobre ser eterno.
En el joven aún es posible corregir y
compensar faltas y deficiencias de la infancia, pero
en el adulto la tarea de remodelación es
normalmente mucho más difícil.
De ahí la importancia de la Educación
Espírita, pues educar la luz de la Doctrina Espirita
es preparar al ser humano para enfrentar todos los
momentos y adversidades de la vida en los
postulados del Evangelio. Es el único medio de cultivar en el Espíritu del niño, desde
la alborada de la vida, el entendimiento de la práctica de las buenas obras, la
adquisición de la moral y del saber, para que ella alcance el crepúsculo físico
consciente de sus conquistas espirituales, conociéndose a sí misma y situándose en el
Universo como colaboradora de la Divinidad Suprema.
b) El educador
La figura del educador es de importancia fundamental
en las clases de Educación Espírita. Él es el polo de energía
emuladora que creará el ambiente ideal para el trabajo. Sus
palabras, sus gestos, sus pensamientos y sentimientos son
extremadamente importantes en el proceso evolutivo. Él será
quien propiciará las actividades adecuadas para que ocurra
la interacción del niño con el medio físico y espiritual,
permitiendo que el niño vivencie las actividades, a fin de
construir su propio futuro.
Para la ejecución de esta tarea de tanta responsabilidad, los educadores espíritas,
cada vez más concienciados de la importancia de su trabajo, estudian la Doctrina
Espírita, profundizando conocimientos doctrinarios; y se perfeccionan o se preparan
en técnicas de enseñanza, para atender mejor a las exigencias del proceso enseñanza-
aprendizaje.
Además, la única exigencia, en términos de conocimiento, que se debe hacer en
relación a la preparación de aquel que se propone trabajar en la Educación Espirita, es
la del dominio precio del Espiritismo. Quien no tuviera este dominio no está en
condiciones de atender a los objetivos de la tarea, aun que fuera poseedor de mucha
buena voluntad. Esta es una forma de asegurar el cumplimiento de los objetivos
propuestos para la educación espírita de las nuevas generaciones.
Debemos resaltar que no basta solamente ser un profundo conocedor del
Espiritismo para ser un educador espirita, es necesario también un amor infinito,
además, según Pestalozzi, el amor es el eterno fundamento de la educación. El amor
es condición sin la cual no se puede promover la Educación Espírita de las nuevas
generaciones. Amor éste que nos lleva a trabajar, diariamente, nuestra reforma íntima,
pues el evangelizador espírita debe ser aquel que, antes de hablar, ejemplifica; antes
de teorizar, siente y antes de ser un educador, es un ser humano.
d) La familia
La educación es una tarea esencialmente paterno-maternal, de carácter
intransferible e inalienable.
El hogar debe ser el escenario donde el individuo
pueda sentirse plenamente confiado, aceptado y amado,
donde pueda exponer sus conflictos más íntimos con
sinceridad, sin miedo de perder la comprensión de los
familiares, donde pueda desahogar sus problemas y
dialogar con profundidad con los que le son afines. La
familia tiene que ser el amparo de su auto-educación. El
ejemplo edificante, el ambiente moral, las vibraciones
amorosas del hogar serán determinantes en la existencia
presente y en la vida inmortal.
Es en la familia, que podemos y debemos en primer lugar conquistar y ejercitar
virtudes fundamentales, como altruismo, paciencia, amor al prójimo y al mismo
tiempo el empeño de contribuir en el progreso del otro. Se trata, pues, de un escenario
permanente y fecundo para la Educación del Espíritu.
No hay colegios, por más modernizados y modélicos, que puedan hacer las
veces de los ambientes domésticos.
Mientras que en la clase toca a los educadores espiritas la exposición teórica de
las enseñanzas evangélico-doctrinarias, administradas metódica y sistemáticamente,
en sus graduaciones pedagógicas en el Hogar, cabe a los padres la demostración
práctica, la vivencia diurna y real de las lecciones, a través de los ejemplos que les
cumple dar, hora a hora, día a día, en los dominios de la convivencia.
Fuera, los hijos se instruyen y se ilustran; en casa, sin embargo, es donde ellos
verdaderamente se educan. Fuera, escuchan lo que deben hacer; en casa, ven como se
hace, por inducción particular y personal, directa y propia, de la conducta de sus
padres.
e) La Casa Espírita
El Centro Espírita es una escuela de almas y
es imperioso se reconozca en la evangelización de
las almas tarea de la más alta expresión en la actualidad de la Doctrina Espírita. Alma,
en la definición encontrada en “El Libro de los Espíritus”, es el Espíritu encarnado.
No existen referencias sobre la edad física. De la cuna al túmulo, todos somos
espíritus reencarnados. La lógica, pues, nos dice que el Centro Espírita debe estar
preparado para atender al ser humano en todas sus etapas de crecimiento del cuerpo
físico – de la infancia a la madurez. Hay, entretanto, aún en “El Libro de los
Espíritus”, evidente preocupación de Allan Kardec y de los Espíritus Superiores en
resaltar la importancia del periodo infantil en el estado reencarnatório, y la función de
la educación para la renovación moral de la Humanidad, que alcanza a encarnados y
desencarnados.
En el capítulo VII, Segunda Parte de la referida Obra Básica, cuando trata del
retorno del Espíritu a la vida corporal, son tratadas diversas cuestiones sobre la
infancia, de las tendencias innatas, de la influencia del organismo físico, del origen de
las facultades morales y intelectuales, de la ley de afinidad y otros temas tocantes al
periodo infantil, mostrando suficientemente cuán importante es el trabajo educacional
junto al niño, que es un espíritu reencarnado.
f) Metodología/Currículum
Al intentar elaborar informaciones sobre principios y
métodos didácticos para la tarea de Educación Espírita Infanto-
Juvenil, dos figuras radiantes surgen inmediatamente: la de Jesús
– El Maestro de Maestros y la de Allan Kardec – El Codificador.
Ambos, profundamente identificados con la educación del
hombre, tenían una forma propia de enseñar en qué objetivos,
contenidos y métodos se armonizaban magníficamente resultando en una evaluación
del propio individuo en lo tocante a su evolución espiritual.
Antes de Jesús, la Tierra recibió educadores valiosos, Espíritus actuantes en la
gran tarea del progreso de la Humanidad.
Con Jesús, se inaugura la pedagogía del ejemplo: todos los momentos de su
divulgación son utilizados para la enseñanza, en situaciones concretas con historias de
la vivencia del día a día del pueblo, en un lenguaje sencillo, claro, lógico y conciso, en
el cual todos los elementos, de forma armonizada, hacen a las lecciones accesibles a
los doctores y a los sencillos.
Y la fijación del aprendizaje es hecho por la ejemplificación del Maestro – el
más eficiente método didáctico.
Esas lecciones perduran a través de los siglos, hasta nuestros días, cual tesoros
inagotables de sabiduría, desafiando, aún, la comprensión del hombre pero como faro
en el camino de la Humanidad.
Por ello, inspirados en la metodología de Jesús, el proceso enseñanza-
aprendizaje de la educación espirita, sugiere que las enseñanzas partan de las
situaciones de la vida cotidiana, de las experiencias más cercanas del
educando, para después establecer las
generalizaciones. Parte de lo simple hacia lo complejo y se amolda a las experiencias
socioculturales y espirituales del niño/joven.
Más reciente, en los siglos XVII y XIX, Suiza recibió a Pestalozzi y Francia
recibió a Hippolyte León Denizard Rivail, más tarde llamado Allan Kardec, que se
convirtieron, oportunamente, en maestro y discípulo.
Pestalozzi revolucionó la enseñanza de toda la época, realizando el primer
intento que la historia registra, de una pedagogía experimental basada en el amor (al
hombre, a la naturaleza, a las plantas, a los animales), en la libertad, en la observación
y análisis de todos los fenómenos y, sobretodo, en el respeto y valorización del alma
infantil.
Rivail absorbió las preciosas lecciones, como verdadero hijo espiritual, añadió al
método pestalozziano su propia filosofía y práctica pedagógica, transportándola hacia
toda su obra didáctica en Francia y, más tarde, utilizándolas con esplendidez en la
tarea de la Codificación.
Y, como Allan Kardec, sus investigaciones y conclusiones revelaron la
objetividad, la disciplina, la clareza, la lógica, el raciocinio recto, el lenguaje
apropiado e inteligible que convirtieron a su obra, basada con criterio en el buen
sentido, en la razón y dirigida a la liberación espiritual del hombre.
Del mismo modo, se recomienda que tengamos también como orientación el
método adoptado por Allan Kardec que, entre otros procedimientos didácticos,
consigue, por medio de preguntas y respuestas, establecer las bases de la Codificación
Espírita, obteniendo por la organización y sabiduría de las preguntas, la excelencia de
las respuestas.
Jesús y Kardec están, pues, al frente del trabajo de Educación Espírita Infanto-
Juvenil.
El currículum de enseñanza adoptado para las clases tiene su contenido
programático calcado en las Obras de la Codificación y constituye un curso de
Espiritismo, que se desarrolla durante todo el proceso de Educación.
La enseñanza espírita y la moral evangélica son los
elementos con los cuales se trabaja en las aulas. Esos
conocimientos son llevados a los alumnos por medio de
situaciones prácticas de la vida, pues la metodología
empleada pretende que el alumno reflexione y saque
conclusiones propias a partir de los temas estudiados, pues
sólo así es efectivo el aprendizaje real.
Las aulas prevén aún situaciones de aprendizaje en que el
alumno es convocado a opinar sobre la práctica de las
enseñanzas evangélico-doctrinarias que, según Kardec, determinarán una gran
mejora en el progreso moral de la Humanidad.
TEMAS GENERALES PARA CLASES DE EDUCACIÓN
ESPIRITA INFANTO-JUVENIL:
Mientras que la propuesta de la educación espirita es proporcionar los conocimientos
y la práctica del Espiritismo, basada en la filosofía de Jesús, el programa se
desarrollará en cuatros módulos básicos, que contiene unidades y subunidades:
Módulo 1 = El Espiritismo
Unidad I: La Creación Divina
Elementos Generales del Universo (materia, espíritu…)
Pruebas de la existencia de Dios.
Atributos Divinos y amor a Dios.
Respeto a la creación de Dios.
Unidad II: La Relación entre Dios y el Hombre
La oración.
La importancia y formas de orar
El ángel de la guarda
Unidad III: La Base del Espiritismo
.
Inmortalidad
Reencarnación y pruebas
Pluralidad de los mundos habitados (evolución
de la tierra)
¿Qué es la mediumnidad?
La vida en el mundo espiritual
Nacimiento y desencarnación
Influencia de los Espíritus en nuestra vida diaria
Ley de causa y efecto/ libre albedrío.
Ley de progreso (del átomo hasta el arcángel)
Módulo 2 = El Cristianismo
Unidad I: Los Antecedentes Históricos
Moisés y su misión
Los diez mandamientos y nosotros
Unidad II: Jesús y su Doctrina
La vida de Jesús
Jesús, nuestro Hermano y Maestro
Hechos extraordinarios de la vida de Jesús
Navidad y su verdadero significado
Unidad III: Jesús y Kardec
Historia de las religiones
Precursores y inicios del Espiritismo
Allan Kardec: el codificador
La Obras de la Codificación
Módulo 3 = La Conducta Espírita y la Experiencia
Evangélica
Unidad I: El Conocimiento de si mismo
El cuerpo “Dádiva Divina”
Autoconocimiento (auto aceptación, emociones)
Valor a la vida y suicidio
Unidad II: Las Relaciones familiares
La Familia
Derechos y Deberes
Colaboración en el hogar
Diferencia entre casa y hogar
Lo necesario y lo superfluo: el egoísmo y la caridad
Unidad III: Las Relaciones Sociales
Amor por los demás
Perdón y indulgencia
La Caridad y su consecuencias
La Fraternidad y la paz
Respeto a los demás
El hombre del bien
La tolerancia
Las Leyes Morales
El hombre en la Sociedad
Amistades y afectos
Paciencia, optimismo y resignación
Unidad IV: Las Relaciones entre el hombre y la naturaleza
Amor por los animales
Amor por la naturaleza
Cuidado del medio ambiente
Contaminación Ambiental
Reciclaje de materiales
Módulo 4 = El Movimiento Espírita
Concepto de Movimiento Espirita
El Centro Espirita
Personajes Espíritas.
Observación: Los módulos I, El Espiritismo y II, El Cristianismo, permiten conocer
los fundamentos de la doctrina espírita y de la doctrina del Cristo, correlacionándolas
entre si y dando oportunidad al evangelizando, con el apoyo del módulo III, conducta
espírita, su vivencia y aplicación.
El módulo IV Movimiento Espírita, proporciona una visión de la vasta siembra,
además de otras, las cuales el evangelizando realizará la práctica de la convivencia
fraterna con sus semejantes y de la cooperación en las actividades colectivas de
socorro, de estudio, de trabajo, de divulgación, en suma, de la construcción de un
mundo mejor por el esfuerzo conjunto.
g) Evaluación
“Haced lo que yo hacía, cuando viví en la Tierra: al final del día,
preguntaba a mi conciencia, pasaba revista a lo que hice y me preguntaba a mi
mismo si no falté a algún deber(…).”
“Cuando estuvieras indeciso sobre el valor de una de tus acciones,
preguntaros como la calificaríais, si fuera practicada por otra persona.”
San Agustín – Libro de los Espíritus – pregunta 919
Evaluar es una actitud propia del ser humano ante las acciones intencionales que
promueve. Mientras, evaluar no es aprobar, desaprobar o simplemente medir
conocimientos.
Es, sobre todo, estar atento, en el caso específico de la Evangelización Infanto-
Juvenil, a los resultados, es decir, a los cambios de comportamiento, observables a lo
largo del proceso de enseñanza/aprendizaje o narrada por los propios padres de los
niños.
Después de cada clase, el evangelizador deberá también evaluar el trabajo
realizado, a fin de ser observada la necesidad de modificación en el contenido,
metodología, recursos didácticos, etc.
Los problemas detectados en relación al comportamiento del niño durante las
clases, deberán ser anotados por el evangelizador para ser conversados con los padres,
personalmente, en las Reuniones de Padres.
actividades:
Clases infantiles en los Centros Espiritas
Oficina de actividades manuales
Visitas guiadas
Encuentros Fraternos con niños de otros Centros Espiritas
Parte 2 = Reconstruyendo la Familia
“… De todas las instituciones sociales en la tierra, la familia es la más importante
desde el punto de vista de los fundamentos morales que rigen la vida.”
Emmanuel
Es en la familia, que podemos y debemos en primer lugar conquistar y ejercitar
virtudes fundamentales, como altruismo, paciencia, amor al prójimo y al mismo
tiempo el empeño de contribuir en el progreso del otro. Se trata, pues, de un escenario
permanente y fecundo para la Educación del Espíritu.
físico constituyendo el santuario doméstico.
La agrupación familiar no es resultado de encuentros apresurados en el mundo
físico, habiendo ocurrido en las esferas espirituales antes del renacimiento orgánico,
cuando son diseñadas las programaciones entre los espíritus comprometidos
positivamente o negativamente, para los ajustes necesarios y el progreso al que todos
se encuentran sometidos.
Comprometidos antes del renacimiento, de cara a deberes inaplazables, los espíritus
que irán a constituir el grupo familiar asumen responsabilidades delante de la futura
prole, elaborando planes y proyectos que deben concretarse en la organización carnal,
de manera de atender al impositivo de la evolución.
A la Luz de los conocimientos espíritas, la familia es formada por espíritus afines
reunidos por necesidades comunes, buscando el progreso. Generalmente formada por
espíritus comprometidos entre si, con deseos de reparación y ajuste, pero también
pueden estar compuestas por Espíritus con conquistas afectivas bien definidas. Unos,
se reencuentran por determinación de la Ley, unos por voluntad consciente, otros por
imposición, con la finalidad de sembrar el bien en la relación de unos con otros,
muchas de las veces en los terrenos en que fallaran en el pasado.
La familia, considerada como una pequeña célula de la sociedad, refleja
exactamente el estado interior de sus constituyentes en la convivencia íntima del
hogar.
El momento actual, agitado por la inversión de los valores morales, requiere más
atención a la preservación de la armonía familiar, un antídoto valioso para la
instalación de desequilibrio en el organismo social. ¿Cómo construir y mantener la tan
esperada paz en el hogar? ¿Cómo superar las discusiones y desacuerdos en la familia?
¿Es posible encontrar el apoyo necesario en casa para superar los problemas
cotidianos? La lucha de la familia es el problema fundamental de la redención del
hombre en la tierra.
¿Cómo vamos a ser los benefactores de un centenar de miles de personas, aunque
todavía no aprendió a servir a cinco o diez criaturas?
Juntos debemos encontrar las mejores respuestas ...
actividades:
conferencias mensuales sobre las relaciones entre padres e hijos, la depresión,
el aborto, los conflictos familiares ... y otros.
cursos relacionados con la educación, drogas, sexo ...
Encuentros Fraternos de la Familia
Parte 3 = El Despertar de los Sentimientos
La juventud es una etapa donde los jóvenes construyen su carácter y sus modelos de
conducta que luego mantendrán durante toda su vida adulta. Idealmente, la familia del
joven es la encargada de contener afectivamente al adolescente, educarlo y formarlo
para que se convierta en una persona correcta y de bien. Sin embargo, en los tiempos
que corren en los hogares de los jóvenes no siempre se dan las condiciones adecuadas
para lograr esto y además debemos sumarles que las influencias exteriores de la
sociedad hacia el joven no son siempre las mejores.
Por eso, debe ser tarea primordial y continua de las instituciones espíritas la de
educar moralmente a las personas desde su infancia, para que ellas se conviertan
luego en hombres y mujeres íntegros que rijan su vida en base a los pilares de la
moral espírita.
Los adolescentes poseen características como la creatividad y la energía que
permiten a los centros espíritas mantenerse renovados y actualizados, fundamental
para la trascendencia de las instituciones. Los jóvenes también se adaptan
rápidamente a nuevos modelos de pensamiento, siempre están dispuestos al cambio y
a indagar para encontrar respuestas a sus dudas, características necesarias para el
progreso del espiritismo y sus permanentes descubrimientos.
En fin, el joven y las instituciones espíritas conforman una amalgama beneficiosa para
ambos, una sinergia que permite obtener tales resultados que hacen que esta relación
no pueda obviarse.
La educación del niño y del joven, es la mejor forma de
que el Centro Espírita realice la mayor de las
finalidades del Espiritismo: transformar a todos los
hombres en hombres de bien, visto que la
Evangelización Infanto-Juvenil es una de las primeras
actividades como base para la construcción moral del
Mundo Nuevo.
actividades:
clases para debates
teatro espirita
confección periódicos
campañas de alimentación vestimentas …
visitas guiadas
Consideraciones Finales:
“En la Tierra, la felicidad solamente es posible cuando alguien se olvida de uno
mismo para pensar y hacer todo lo que le sea posible a favor del prójimo.
No pretendas, por lo tanto, cortesías especiales, reconocimiento inmediato,
favoritismo o, incluso, entendimiento fraternal.
Si confías en la Misericordia de Dios, trabaja sin desfallecimiento y ama en
cualquier circunstancia, sin distinción ni preferencias, recordando a Jesús, que
aún siendo Modelo Impar, no encontró aún, en el mundo, el entendimiento ni la
aceptación que merece.”
Juana de Ángelis
Fuente de Referencia:
El Libro de los Espíritus
Constelación Familiar
El Mejor es vivir en familia – Feb
En los Caminos de la Evangelización – Cecilia Rocha
Currículo para las Escuelas de Evangelización Espirita - Feb
Manuales Feb
La Educación según la Doctrina Espirita – Dora Incontri
http://www.dij.febnet.org.br/
http://www.searadomestre.com.br/evangelizacao/