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CONTENIDO
Dedicatoria
Introducción
Capítulo I. El Procedimiento de impugnación
1.1. Consideraciones Generales. 1.2. Concepto. 1.3. Naturaleza Jurídica. 1.4. Objeto y
fin. 1.5. Ante quién y por quiénes deben impugnarse las resoluciones judiciales. 1.6.
Cuándo se actualiza el derecho de impugnación. 1.7. Etapas del procedimiento en que
procede. 1.8. Tiempo y forma dentro del cual procede el recurso de impugnación. 1.9.
Clasificación. 1.10. Terminación del procedimiento de impugnación.
Capítulo II. Apelación
2.1. Consideraciones Generales. 2.2. Concepto. 2.3. Legislación vigente. 2.4.
Naturaleza Jurídica. 2.5. Objeto y fin. 2.6. Ante quién debe interponerse. 2.7. Quiénes
tienen derecho a interponerlo. 2.8. Situaciones en las que procede. 2.9. Tiempo dentro
del cuál procede su interposición. 2.10. Forma de interponer el recurso. 2.11. Actos
fundamentales en que comprende la substanciación de la apelación. 2.12. Reposición
del procedimiento.
Capitulo III. Denegada Apelación
3.1. Consideraciones Generales. 3.2. Concepto. 3.3. Legislación vigente. 3.4.
Naturaleza Jurídica. 3.5. Objeto y fin. 3.6. Ante quién debe interponerse. 3.7. Quiénes
tienen derecho a interponerlo. 3.8. Situaciones en las que procede. 3.9. Tiempo dentro
del cual procede su interposición. 3.10. Forma de interponer el recurso. 3.11. Actos
fundamentales que comprende la substanciación de la denegada apelación.
Capitulo IV. Revocación
4.1. Consideraciones Generales. 4.2. Concepto. 4.3. Legislación vigente. 4.4.
Naturaleza jurídica. 4.5. Objeto y fin. 4.6. Ante quién debe interponerse. 4.7. Quiénes
tienen derecho a interponerlo. 4.8. Situaciones en las que procede. 4.9. Tiempo dentro
del cual procede su interposición. 4.10. Forma de interponer el recurso. 4.11. Actos
fundamentales en que comprende la substanciación de la revocación.
Capitulo V. Queja
5.1. Consideraciones Generales. 5.2. Concepto. 5.3. Legislación vigente. 5.4.
Naturaleza Jurídica. 5.5. Objeto y fin. 5.6. Ante quién debe interponerse. 5.7. Quiénes
tienen derecho a interponerlo. 5.8. Situaciones en las que procede. 5.9. Tiempo dentro
del cual procede su interposición. 5.10. Forma de interponer el recurso. 5.11. Actos
fundamentales que comprende la substanciación de la queja.
Conclusiones
Introducción.
Dada la inminente necesidad de la existencia de normas que pudieran aplicarse a los
problemas que se presentan en el procedimiento con motivo de la equivocada u
errónea aplicación del Derecho Penal o sustantivo por el Estado, a través de las
personas físicas que lo representan y cuya actuación debe ser equitativa, ya que no
debe ser contraria al espíritu de la norma, surgen los medios de impugnación y solo a
través de los recursos penales, en que habrá de devolver el curso al procedimiento
penal, protegiendo de esta forma a todos los que en él intervienen y lograr el fin último
del derecho y principios rectores de toda actuación procesal, tales como la legalidad,
la obligatoriedad, la inmediación, la concentración de los actos procesales, la identidad
del Juez etc.
Por eso, en prevención de males irreparables que pudieran romper con la
conceptualización de justicia, las leyes nos conceden la gracia de poder
inconformarnos a través de diversos medios de impugnación, que tienen como
finalidad evitar la marcha indebida del proceso por sendas erróneas y que esto
produzca resoluciones injustas que, a juicio de quien resiente el daño directa o
inmediatamente por la conducta o hecho ilícito así lo considere.
Mas sin embargo, debemos considerar que la aplicación de la justicia y resolución a un
hecho específico se encuentra en manos del ser humano, quien puede equivocarse y
cometer errores propios de su naturaleza, influenciado por las pasiones, los intereses
en pugna y otras circunstancias que rondan el ámbito de la justicia, provocando la
mala fe, el quebrantamiento del deber, mismo que se encuentra debidamente
estatuido en la ley y que se hace de lado por tales motivos.
Si estos recursos no surgen y se hacen valer, nos encontraremos en completo estado
de indefensión, permitiendo el desvió del poder que el tribunal autor de la resolución u
otro de mayor rango jerárquico nos someta; por consecuencia la resolución viciada se
encontrará alejada del objeto mismo del derecho.
El Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal por ende, no son injustos, sino la
manera de aplicarlos e interpretarlos por el órgano jurídico y por la negligencia de
quien lo hace valer. Partiendo de esta perspectiva, es procedente ocuparnos del
estudio de estos recursos que como medios de control o remedios jurídicos habrán de
reestablecer el equilibrio perdido y su enmienda a través de una nueva resolución que,
eliminará la anterior; para ello, serán necesarios una serie de actos que habrán de
darles vida.
El presente trabajo se ha diseñado en cinco capítulos en donde encontraremos la
existencia de los siguientes medios de impugnación clasificándolos como recursos
ordinarios, tales como la revocación, la apelación, la denegada apelación y la queja,
mismos que habrán de hacerse valer durante el procedimiento Penal, su tiempo y
forma, la manera en que se actualizan, ante quién y por quienes debe hacerse valer,
los actos que comprenden su substanciación, y el objeto y fin de cada uno de ellos.
Así mismo se hace evidente la ausencia del amparo, ya que es considerado como un
medio de impugnación extraordinario, se trata de un juicio efectivo fuera del proceso,
se hace valer posteriormente a la sentencia y como último medio de control ante el
acto recurrido, como un juicio superveniente al proceso; en cambio los recursos
ordinarios motivo de estudio del presente trabajo se ejercitan en contra de autos y
sentencias, resoluciones que se emiten dentro del proceso penal.
La legislación vigente menciona los recursos existentes en el Código Federal de
Procedimientos Penales en su título Décimo en los artículos 361 al 398 bis y en el
Código Penal.
Pero, sin embargo, analizaremos detalladamente el tema en el transcurso de la
presente memoria, donde encontraremos la naturaleza jurídica de estos recursos, su
objeto y fin, para que nos sirven, contra que actos u omisiones proceden dentro del
proceso, su clasificación y los efectos en que proceden, de esta manera podremos
identificar a las personas que intervienen en el mismo y cuales son los actos
posteriores a su interposición.
Capítulo I. El Procedimiento de Impugnación.
1.1. Consideraciones Generales.
El procedimiento de impugnación data del antiguo Derecho Romano, Guillermo Colín
Sánchez nos hace mención a una cita de Teodoro Mommsen, y nos dice que “se trató
de armonizar el poder público y la ley del Estado a través de la magistratura,
pretendiendo que, ésta encontrara sus justos límites en la magistratura misma; es
decir, en lo denominado intercesión contra el imperium”.
Rafael De Pina define los medios de impugnación como las “Facultades conferidas a
las partes y poder del Ministerio Público, en su caso, que les permiten combatir las
resoluciones de los jueces cuando entienden que no se ajustan al Derecho.
Los Medios de impugnación comprenden tanto los recursos como los procesos
autónomos de finalidad impugnativa (v. gr., el juicio de amparo). La finalidad de los
medios de impugnación es la de ofrecer la oportunidad de corregir los errores en que
los jueces pueden incurrir en la aplicación del Derecho, no ya por malicia, sino,
simplemente, por las dificultades propias de su función y en atención a la falibilidad
humana”.
Como es de advertirse en todo proceso existe un principio general de impugnación, o
sea, que las partes deben contar con los medios idóneos para combatir las
resoluciones de los tribunales cuando éstas sean incorrectas, ilegales, equivocadas o
irregulares, o no apegadas a derecho. Por regla general en todo tipo de proceso existe
un principio de impugnación, aun en aquellos que no tengan reglamentados recursos,
ya que es muy difícil que pudiere encontrarse un proceso que no admita un medio de
impugnación inclusive, en muchos casos, a través de otro segundo o ulterior proceso.
Si habremos de considerar la razón de la existencia de toda impugnación llegaremos a
la conclusión de que es debido a la falibilidad humana, ya que los actos de todo
hombre estarán expuestos siempre a caer en equivocaciones y en injusticias propias
de su naturaleza o por la complejidad que el caso conlleve.
Al estudiar la impugnación debemos distinguir lo que Antonio Micheli Gian nos expone,
“El proceso de cognición no se agota con el pronunciamiento de la decisión por parte
del juez que ha sido el primero en tomar el examen de la controversia. El legislador ha
acogido, en efecto, una regla de la experiencia que enseña como dos jueces
diferentes tengan el modo de profundizar mejor que uno solo la sustanciación y la
decisión de la causa y por consiguiente, de decidir mejor la controversia. Los medios
de impugnación son los instrumentos procesales ofrecidos a las partes para provocar
aquel control sobre la decisión del juez, y este control es, en general, encomendado a
un juez no sólo diverso de aquel que ha emitido el pronunciamiento impugnado o
gravado, sino también de grado superior, aun cuando no esté en relación jerárquica
verdadera y propia con el primero. No se excluye, sin embargo, que en ciertos casos,
en consideración al tipo de control invocado, este último sea ejercitado por el mismo
juez que ha pronunciado la sentencia, objeto del control (revocación, oposición de
terceros)”.
Debemos advertir que el término impugnación es multívoco y al intentar precisar su
significado tomaremos lo que Briceño Sierra advierte “ Hay en la impugnación un dato
que no debe olvidarse. El dinamismo de la instancia. La impugnación es la aplicación
de instar con un fin particular, individualizado. La peculiaridad que singulariza a este
tipo de instancia es aquella pretensión de resistir la existencia, producción o los
efectos de cierta clase de actos jurídicos.”
Cipriano Gómez Lara al hacer el examen de la clasificación de los distintos medios
de impugnación, refiere a De la Rua quien nos expresa “Este concepto unitario de
impugnación ha sido resistido por muchos prestigiosos autores: buena parte de la
doctrina aunque se refiere en general a los medios de impugnar las sentencias
distingue entre impugnaciones (acción de impugnación) y medios de gravamen. Se
considera medio de gravamen (o medio ordinario. v. gr., la apelación) a aquel que
determina el reexamen inmediato de la misma controversia en una nueva fase
procesal, no para rescindir un fallo ya formado sino para juzgar nuevamente la causa,
substituyéndose la anterior sentencia por la pronunciada a consecuencia del recurso.
El ad quem juzga ex novo como si el primer fallo nunca hubiera existido. La acción de
impugnación (medio extraordinario), en cambio, tiende a rescindir el fallo ya formado,
eliminándolo en cuanto puedan comprobarse en él determinado tipo de vicios que lo
hagan anulable; pero el ad quem no conoce de la causa ex novo sino que se limita a
decidir una cuestión diversa, originaria, que es la relativa al examen de la validez de la
sentencia primitiva; un nuevo juicio sobre la causa sólo puede sobrevenir
mediatamente, una vez producida la anulación del anterior; recién cuando el primer
fallo es eliminado... puede verificarse una nueva decisión sobre el fondo...dentro de los
límites alcanzados por la anulación. Con el medio de gravamen se obtiene el
inmediato reexamen de la causa; con la acción de impugnación ese reexamen sólo
sobreviene de manera mediata.”
Con una pretensión de sistematizar todo lo relativo a la impugnación, Gómez Lara nos
advierte que el número de dichas impugnaciones es tan elevado, que cualquier
recuento corre el peligro de quedarse corto. “Hay nombres que parecen vivir sólo en la
historia: Primera y Segunda suplicación, recurso de injusticia notoria, querella nulitatis,
restitutio in integrum, el residente y el rescisorio, etcétera. Otros se atacan por ser
neologismos, extranjerismos o barbarismos, como reconsideración o reacertamiento y,
en fin, los más son ambiguos o equívocos como revocación, inconformidad, etcétera.”
Mas adelante el propio autor, excluyendo ya a la acción impugnativa, nos habla de:
“Censura, crítica y control...frente a petición, queja y reacertamiento.”
Cierto es que una reglamentación uniforme de los medios de impugnación, en cuanto
a sus clases, naturaleza y procedimientos, es imposible; ello deriva de las diversas
concepciones no sólo legislativas sino doctrinales de cada país y de cada cultura
jurídica. Por lo tanto la Teoría General del Proceso sólo puede enfocar el tema de los
medios de impugnación, advirtiendo que éstos son recursos, procedimientos,
instancias o acciones, que las partes tienen para combatir los actos o resoluciones de
los tribunales, cuando éstos sean incorrectos, equivocados, no apegados a derecho o
injustos. Si los recursos reglamentados en determinado sistema procesal son dos, tres
o cinco, si reciben diferentes nombres, y si tienen distintos alcances o procedimientos,
reiteramos que ello deriva o depende de factores legislativos y doctrinales peculiares y
característicos de la cultura jurídica de que se trate.
En resumen; los órganos jurisdiccionales manifiestan a través de resoluciones
judiciales las determinaciones que deben dar respuesta a las promociones de los
sujetos que intervienen en el Proceso, dichas determinaciones contienen la mayor
importancia para el desenvolvimiento del proceso y la definición de la pretensión
punitiva estatal, por tal motivo esta información que se da a conocer puede afectar a
las partes que intervienen en el proceso en cuanto a sus derechos, tales partes son el
Ministerio Público, el probable responsable del delito y el ofendido.
Para evitar o prevenir tales males, que en los mas de los casos podrían ser
irreparables, o susceptibles de romper la justicia. La ley nos permite inconformarnos a
través de diversos medios de impugnación, cuyo fin es restituir las cosas al estado
anterior del acto impugnado o bien lograr el obsequio de la petición realizada;
debiendo tomar en cuenta que, quienes resuelven la controversia son seres humanos,
capaces de equivocarse o de verse afectados por sus propios intereses naturaleza
humana, siendo factibles en tal caso las pasiones, los intereses en pugna o la forma
de percibir los hechos.
Ante estas situaciones como ya se ha dicho se instituyeron los medios de control o
recursos, para reestablecer al cause correcto el proceso, así el Tribunal que haya
emitido la resolución u otra autoridad de mayor rango enmendarán la improcedencia
de la resolución, a través de una nueva que elimina a la anterior.
Es necesario dejar establecida una distinción necesaria entre el recurso y el medio de
impugnación. Todo recurso es, en realidad, un medio de impugnación; por el contrario,
existen medios de impugnación que no son recursos. Esto significa pues que el medio
de impugnación es el género y el recurso es la especie. El recurso técnicamente, es
un medio de impugnación intraprocesal, en el sentido de que vive y se da dentro del
seno mismo del proceso ya sea como un reexamen parcial de ciertas cuestiones, o
como una segunda etapa, segunda instancia, del mismo proceso. Por el contrario,
pueden existir medios de impugnación extra o metaprocesales, entendido esto en el
sentido de que no están dentro del proceso primario, ni forman parte de él; estos
medios de impugnación pueden ser considerados extraordinarios y frecuentemente
dan lugar a nuevos o ulteriores procesos.
En el sistema procesal mexicano podrían considerarse como recursos, la apelación, la
denegada apelación, la revocación y la queja, que están reglamentados y se dan
dentro del proceso común y corriente; por el contrario, el juicio de amparo, es un típico
medio de impugnación, porque no es parte del proceso primario, sino es un proceso
específico impugnativo, por medio del cual se combate una resolución definitiva
dictada en un anterior y distinto proceso. Claro está que nos referimos al amparo
directo, es decir, al amparo casación que implica, utilizando la terminología expuesta
por De la Rua, una acción de impugnación es un medio extraordinario que tiende a
rescindir el fallo ya formado. Es decir, la sentencia en estos procesos impugnativos, en
estas acciones de impugnación, viene a ser una mera sentencia que o bien deja
subsistente la anterior (niega el amparo), o bien, si encuentra que la sentencia
impugnada adolece de vicios o de defectos entonces la desaplica (se otorga el
amparo) y al desaplicarla remite el asunto, lo reenvía al tribunal que dictó la sentencia
combatida, para que dicte una nueva que puede obligarlo a corregir vicios ya sea de
mero procedimiento (in procedendo) o ya sea cometidos a la sentencia (in iudicando) o
sea lo que nuestro sistema de amparo ha venido conociendo como, en el primer caso,
las violaciones de procedimiento, y, en el segundo, las violaciones sustanciales o de
fondo.
Toda resolución judicial que reúna los requisitos de sentencia no puede ser modificada
por su autor. Es principio del moderno derecho el que la jurisdicción se pierde en el
momento mismo en que se ejercita, el cual ya fue afirmado por el mismo órgano que
emitió la sentencia.
Es tarea del superior jerárquico emitir una nueva resolución, modificando, confirmando
o anulando la resolución recurrida. Esta nueva resolución anulará los vicios propios del
acto de juzgar o del propio procedimiento si el caso lo amerita. Pero para actualizar
estos recursos debemos analizar su propio objetivo y fin. Contra esta sentencia no
procede recurso alguno, tal y como lo vemos enmarcado en el propio derecho adjetivo.
1.2. Concepto.
Como hemos mencionado con antelación, los medios de impugnación pueden ser
ordinarios o extraordinarios, también habremos de distinguir que no todo medio de
impugnación es un recurso y que los recursos ordinarios son materia de estudio en la
presente memoria. Por tal motivo analizaremos el concepto de recurso en lo
subsecuente.
El origen etimológico de la palabra recurso viene del italiano “ricorso” que significa
“volver al camino andado” por tanto el recurso es un ente jurídico, que en razón del
principio de legalidad constituye una forma legal y necesaria para obtener el resultado
que se desea y a bien proceda. Solo que tal principio no tiene ya valor absoluto, pues
fuera de los casos antes recordados el juez conserva su propia jurisdicción en lo que
hace a la admisibilidad formal de los recursos y de los incidentes en la ejecución.
Castillo Larrañaga nos hace mención de los recursos con la siguiente reflexión “Los
recursos son los medios mas frecuentes de impugnación, pero no son los únicos.
Cuando se hace referencia a los recursos, no se agotan todos los medios de
impugnación contra las resoluciones judiciales, pues no todos los medios de
impugnación son recursos”.
A este respecto es de interés personal establecer que no todo medio de impugnación
es un recurso, pues hay medios de impugnación que constituyen un juicio autónomo,
como sucede con el amparo; o bien, hay medios de impugnación que no constituyen
un recurso sino un incidente como ocurre con la nulidad de actuaciones. Por otra
parte, los citados son medios técnicos mediante los cuales el Estado atiende a
asegurar el más perfecto ejercicio de la función jurisdiccional.
De Pina define el recurso como un “Medio de impugnación de los actos administrativos
o judiciales establecidos expresamente al efecto por disposición legal”. Además
agrega, “El recurso es un medio de impugnación de las resoluciones judiciales que
permite a quien se halle legitimado para interponerlo someter la cuestión resuelta en
éstas, o determinados aspectos de ella, al mismo órgano jurisdiccional en grado dentro
de la jerarquía judicial, para que enmiende, si existe, el error o agravio que lo motiva”.
Ricardo Reimundin apunta sobre los recursos “La ley ha instituido diversos medios de
impugnación de las resoluciones judiciales, para fiscalizar la justicia de la decisión.”
Dichos medios son los recursos.
El Jurista Hugo Alsina produce un concepto de recurso similar: “llámense recursos, los
medios que la ley concede a los particulares para obtener la oportunidad de que una
providencia judicial sea modificada o dejada sin efecto.”
Aquí rescato la condición de oportunidad en que, dentro de la figura jurídica de
“Recursos” es preciso, que la oportunidad de impugnación la conceda la ley y que el
interesado la aproveche en su momento.
El procesalista James Golschmidt expresa “Recursos son los medios jurídicos
procesales concedidos a las partes, a los afectados inmediatamente por una
resolución judicial y a los intervinientes adhesivos para impugnar una resolución
judicial que no es formalmente firme, ante un tribunal superior (efecto devolutivo), y
que suspenden los efectos de cosa juzgada de la misma (efecto suspensivo)”.
En este punto debemos observar que el efecto es una consecuencia natural de un
acto, y que en su carácter de devolutivo es la calificación del conocimiento que toma
un juez o tribunal superior de la resolución de un inferior sin suspender su ejecución,
en cambio en su carácter de suspensivo es la calificación del conocimiento que toma
un juez o tribunal superior de la resolución de un inferior suspendiendo su ejecución.
Si aceptamos que los recursos son medios de impugnación jurídico procesales
dirigidos a combatir resoluciones judiciales, que se conceden a las partes, a los
afectados inmediatamente por una resolución judicial y a los intervinientes adhesivos,
es plausible también la observación de que la resolución judicial combatida aún no es
firme. No obstante, no es requisito esencial que del recurso conozca un tribunal o
juzgador que dictó la resolución. Por otra parte, los efectos de los recursos dependen
del alcance que el legislador suele darles.
Recurso significa, para nosotros, volver a tomar el curso, su intención es enderezar, es
decir volver el proceso a su curso ordinario. Decididamente estaremos de acuerdo en
que, el recurso es un medio de impugnación de las resoluciones judiciales, puesto que
el recurso tiene como objetivo fiscalizar la justicia de la decisión. En el recurso se
fiscaliza a la decisión pero, no únicamente en lo que hace a la justicia, más bien, la
revisión se lleva a efecto para fiscalizar la legalidad de la resolución, respecto de ella
misma y respecto del proceso que le antecede, si todavía es oportuno.
El concepto a manejar pues del Recurso es el siguiente, los recursos son medios
ordinarios establecidos por la ley para impugnar las resoluciones judiciales que, por
alguna causa fundada se consideran injustas, garantizando de esa manera, en forma
mas abundante, el buen ejercicio de la función jurisdiccional.
No hemos incluido en el concepto propuesto que el recurso tenga un titular que lo
interpone pues, será el legislador quien determine a través de las normas que rigen el
proceso, a qué persona le corresponde la impugnación. No hemos hecho tal inclusión
pues dentro de un concepto breve no podemos establecer todas las notas
características sino sólo aquellas imprescindibles que aportan el género próximo y la
diferencia especifica.
Tomemos en cuenta que los medios de impugnación son el género y los recursos la
especie, y que estos se actualizan a través de un impulso procesal en donde se
manifiesta la inconformidad de un procedimiento, y que son creados estos medios de
impugnación por la propia ley para así poder reparar la legalidad del derecho violado
durante el proceso.
1.3. Naturaleza Jurídica.
Con respecto al probable autor del delito constituyen un derecho que en ocasiones es
condicionado para su actualización o es un acto de voluntad en donde manifestará su
inconformidad.
Para el Ministerio Público son derechos condicionados, ya que apelar sin fundamento
conduciría a la incertidumbre y pérdida de tiempo.
En cuanto al Defensor, es una facultad y es un deber el invocarlas en beneficio de su
defenso o el deber de abstenerse si lo considera improcedente, aunque en la práctica
y por mandato de la ley, deben inconformarse de manera conjunta, tanto el procesado
como su defensor.
El procedimiento de impugnación surgirá en el momento en que se considere que
garantizará la enmienda de los actos procesales contrarios al principio de legalidad y,
con ello, una mayor efectividad de justicia en las resoluciones judiciales.
Si consideramos que es factible que en una segunda revisión de la resolución
impugnada podremos obtener otra resolución ya que si se encuentra debidamente
fundamentada y se comprueba que existe ilegalidad en la primera y que se ha
cometido un error en el análisis de los hechos lo mas natural sería que al analizar
estas razones se pueda llegar a la reparación del daño producido en una segunda, en
este caso existe una forma de protección, o la única posibilidad dentro del proceso que
se halla manifestado, y si en ocasiones puede ser fallida, conduciendo en otros malos
resultados o en algunos caso dejar indebidamente subsistentes los ya existentes, esto
nos da la visión mas clara de que es preferible obtener un resultado por el recurso
ordinario interpuesto y decidido en la resolución que por segunda ocasión se emita.
1.4. Objeto y fin.
El procedimiento de impugnación fundamentará su justificación si garantiza la
enmienda de los actos procesales que afectan al principio de legalidad, y con ello la
eficacia en las resoluciones judiciales. Ya que en una segunda revisión al proceso se
podrán detectar los puntos en donde se rebasa la legalidad y si existen razones
suficientes para suponer su reparación procesal, siendo completamente natural y
humano la existencia del error en lo externado por la primera impresión.
Se destaca que el recurso permite acudir a otro órgano con la finalidad de obtener una
nueva sentencia en la que se confirma o se anula la sentencia anterior. Tal es el caso
de la apelación que detiene la ejecución de la sentencia (suspensiva), el juez de la
apelación confirma la primera sentencia, o la anula, dando una nueva.
Aquí esta claramente determinado el objeto y fin de los recursos, obtener un nuevo
fallo, posterior al primero, en el que, después de revisado lo actuado y lo que se ha
manifestado como inconformidad, se confirma o se anula lo establecido en el auto o en
la sentencia anterior.
El recurso es una institución jurídica procesal que permite al mismo órgano que
la dictó o a uno superior, examinar una resolución jurisdiccional dictada, a
efecto de determinar si se revoca, modifica o confirma y nos manifestamos de
acuerdo con el autor con los elementos del concepto propuesto, que son:
El recurso es una institución jurídica procesal en atención a que hay un conjunto de
relaciones jurídicas con vista a una finalidad común. Varias normas jurídicas van a
regular: las resoluciones que admiten recursos, la clase de recurso procedente, la
parte o tercero que puede interponerlo, el término para hacerlo valer, los efectos de la
instauración del recurso, los requisitos de los agravios que se hagan valer, si procede
la aportación probatoria, etc. Toda esa regulación especializada está orientada a la
finalidad común de revisar una resolución para eliminar o no los posibles efectos de
conculcación a disposiciones normativas de fondo o de forma.
El órgano decisor respecto a los medios de impugnación que se hacen valer puede ser
el mismo que dictó la resolución impugnada o bien, se trata de un órgano jurisdiccional
diferente, superior al primero. El legislador, según la decisión que adopte al respecto,
puede otorgar al mismo órgano o bien a uno superior, la facultad de revisar la
legalidad formal y material de la resolución que recaerá en el proceso que se siga con
motivo de la interposición del recurso.
Se apunta como objetivo esencial de todo recurso la revisión de una resolución
jurisdiccional dictada. Ante la posible falibilidad humana de la persona o personas que
encarnan el órgano jurisdiccional que dicta la resolución, el recurso es una oportunidad
de revisar lo hecho por el órgano jurisdiccional que ha producido una resolución.
Quien revisa la resolución jurisdiccional dictada, concluye con una nueva resolución
recaída al recurso interpuesto en la que determina su criterio, en una triple posibilidad
que hemos incluido en el concepto de recurso: revocar, modificar o confirmar. Habrá
un nuevo pronunciamiento, producto de la interposición del recurso y el sentido del
nuevo fallo marcará una opción hacia cualquiera de las tres metas indicadas.
La finalidad de los medios de impugnación es la de ofrecer la oportunidad de corregir
los errores en que los jueces pueden incurrir en la aplicación del Derecho, no ya por
malicia, sino, simplemente, por las dificultades propias de su función y en atención a la
“falibilidad humana”.
El objeto de la impugnación son los autos y las sentencias, el fin perseguido a través
de la impugnación, es el establecimiento del equilibrio perdido en el proceso, es decir,
al examinarse de nueva cuenta la resolución, se repara el daño producido, ordenando
las medidas que para el caso prevé la ley. Son las omisiones o errores cometidos en la
aplicación de las normas procedimentales los que provocan la impugnación y el
reestablecimiento del equilibrio perdido es la finalidad última.
1.5. Ante quién y por quiénes deben impugnarse las resoluciones judiciales.
En el caso de la apelación, la denegada apelación y la queja se resuelven en forma
vertical, esto es, el superior jerárquico del órgano que resolvió es quien habrá de emitir
una nueva resolución, En el caso de la revocación su resolución es recurrida en forma
horizontal, ya que es la misma autoridad quien resuelve la resolución combatida.
Pueden interponer recursos todos los sujetos procesales, a excepción, naturalmente,
del juez. No obstante la ley dice en cada caso quién es titular del derecho de
impugnar.
La apelación procede contra autos o resoluciones y contra sentencias, La queja
procede contra autos y ambos se hacen valer ante el superior jerárquico, la
Revocación contra autos y resuelve la autoridad que dicta el auto. Pero cada uno de
estos recursos habremos de analizarlos en los siguientes capítulos de esta memoria
para de esta manera podamos ampliar su aplicación en un panorama mas amplio.
El Ministerio Público puede impugnar la sentencia en lo que afecta a su contenido
penal y a los daños a que hace referencia la ley, El inculpado, por el contenido de la
pena.
La diferencia entre recursos ordinarios y extraordinarios estriba en la diferente
naturaleza de la resolución impugnable, de suerte que serán ordinarios los recursos
que se interponen contra la resolución que aun no es cosa juzgada (autos) tales como
la revocación, apelación y queja, y extraordinarios los que se conceden contra la cosa
juzgada como lo sería el amparo, aunque cabe aclarar que este no es un recurso
propiamente hablando, sino, un juicio diverso, pero como medio de impugnación.
En resumen, el derecho de impugnación es facultad de los sujetos a quienes la ley
autoriza en el Código de Procedimientos Penales, esto es, Ministerio Público,
procesado, acusado o sentenciado, defensor, o el ofendido. Conforme al principio de
taxatividad, pueden ser todos los que intervienen en el proceso. Tratándose de
recursos ordinarios (horizontal), ante el Juez Instructor o ante el Tribunal Superior,
tratándose de recursos extraordinarios (vertical), ante el Tribunal Superior de Justicia o
ante la autoridad federal correspondiente. Cuyo objeto es obtener la revisión de la
resolución emitida por el juez, cuya finalidad es la de obtener la oportunidad de
corregir los errores en los que los jueces pueden incurrir en la aplicación del derecho.
1.6. Cuándo se actualiza el derecho de impugnación.
Nace al producirse el error por el órgano jurisdiccional en la resolución que dicta,
(previa resolución y notificación), Se actualiza cuando el impugnante manifiesta su
inconformidad con la resolución judicial.
Esto desde luego es independiente de su admisión y de la calificación de grado,
porque la negativa a la admisión puede originar también en otra impugnación
(denegada apelación) y el efecto en que se admite de la misma manera puede ser
fuente de inconformidad, como veremos mas adelante al tratar este asunto.
No bastará la sola existencia de la resolución judicial que se desee impugnar, también
es necesario que antes se conozca. Además no siempre habrá necesidad de
inconformarse.
Si tomamos en consideración que si la resolución le es favorable del todo a las partes
sería ilógico interponer el recurso, pero aun no siendo así , tanto la resolución, como la
notificación son presupuestos necesarios e indispensables para la actualización del
derecho porque hasta antes de conocerse la resolución no deja de ser una simple
abstracción.
En nuestra legislación vigente se señala que cuando el acusado manifieste su
inconformidad al notificársele una resolución judicial, deberá quedar asentada dicha
manifestación en el mismo acto y en ese momento se tendrá por interpuesto el recurso
que proceda.
En este momento es necesario definir qué son las resoluciones Judiciales y los actos
fundamentales en que comprende la substanciación de la impugnación. Para ello será
necesario especificar los artículos en que se hacen mención por el Código Federal de
Procedimientos Penales.
Artículo 94. Las resoluciones judiciales son: sentencias, si terminan la instancia
resolviendo el asunto en lo principal; y autos, en cualquier otro caso.
Toda resolución deberá ser fundada y motivada, expresará la fecha en que se
pronuncie y se redactará en forma clara, precisa y congruente con la promoción o
actuación procesal que la origine. Toda resolución deberá cumplirse o ejecutarse en
sus términos.
Artículo 95. Las resoluciones contendrán:
I. El lugar en que se pronuncien;
II. La designación del tribunal que las dicte;
III. Los nombres y apellidos del acusado, su sobrenombre si lo tuviere, el lugar de su
nacimiento, nacionalidad, edad, estado civil, en su caso el grupo indígena al que
pertenece, idioma, residencia o domicilio, y ocupación, oficio o profesión;
IV. Un extracto breve de los hechos exclusivamente conducentes a los puntos
resolutivos del auto o de la sentencia en su caso, evitando la reproducción innecesaria
de constancias.
V. Las consideraciones, fundamentaciones y motivaciones legales de la sentencia; y
VI. La condenación o absolución que proceda, y los demás puntos resolutivos
correspondientes.
Artículo 96. Los autos contendrán una breve exposición del punto de que se trate y la
resolución que corresponda, precedida de su motivación y fundamentos legales.
Articulo 97. Los autos que contengan resoluciones de mero trámite deberán dictarse
dentro de cuarenta y ocho horas, contadas desde aquella en que se haga la
promoción; los demás autos, salvo lo que la ley disponga para casos especiales;
dentro de tres días y la sentencia dentro de diez días a partir del siguiente a la
terminación de la audiencia; pero si el expediente excediere de quinientas fojas, por
cada cien de exceso o fracción se aumentará un día más de plazo señalado, sin que
nunca sea mayor de treinta días hábiles.
Artículo 98. Las resoluciones judiciales se dictarán por los respectivos ministros de la
Suprema Corte de Justicia, Magistrados o Jueces, y serán firmadas por ellos y por el
Secretario que corresponda, o, a falta de éste, por testigos de asistencia.
Artículo 99. Para la validez de las sentencias y de los autos que no sean de mero
trámite, dictados por un Tribunal Colegiado, se requerirá, cuando menos, el voto de la
mayoría de sus miembros.
Artículo 100. Cuando alguno de los componentes de un tribunal colegiado no estuviere
conforme con la resolución de la mayoría, expresará sucintamente las razones de su
inconformidad en voto particular, que se agregará al expediente.
Artículo 101. Ningún juez o tribunal unitario puede modificar ni variar sus resoluciones
después de formuladas, ni los colegiados después de haberlos votado. Esto se
entiende sin perjuicio de la aclaración de sentencia.
Artículo 102. Las resoluciones judiciales causan estado cuando notificadas las partes
de las mismas, éstas manifiesten expresamente su conformidad, no interpongan los
recursos que procedan dentro de los plazos señalados por la ley o, también, cuando
se resuelvan los recursos planteados contra las mismas.
Ninguna resolución judicial se ejecutará sin que previamente se haya notificado de la
misma al Ministerio Público y a quien corresponda, conforme a la ley.
1.7. Etapas del procedimiento en que procede.
Puede manifestarse el derecho de impugnación en diversas etapas del proceso, desde
la notificación de las resoluciones judiciales dictadas en primera instancia hasta
aquellas en que se ponga fin a la instancia y aún en la segunda instancia, por tanto
podemos advertir que en todo el proceso y en determinadas etapas del mismo es
procedente.
Esto es, procede el derecho de impugnación en contra de las resoluciones dictadas
durante la instrucción y antes de la sentencia de la primera instancia y después de la
sentencia para su substanciación en segunda instancia.
No es una nueva fase o etapa procedimental, es todo un procedimiento al cual habrá
de someterse, porque son actos, formas y formalidades, previamente establecidas por
el legislador, las que habrán de observarse, para resolver una situación planteada.
Para la situación de la presente memoria solo estamos hablando de un procedimiento
dentro de otro procedimiento, independientemente, de que el objeto sea el mismo. En
este caso los sujetos a la relación jurídica procesal son, el Agente del Ministerio
Público, el procesado, sentenciado o acusado: el Magistrado o Magistrados,
integrantes de la Sala del Tribunal; el ofendido; y los terceros intervinientes, auxiliares
o colaboradores del proceso.
Debemos considerar el proceso como una relación jurídica, entre sus diversos
intervinientes, como el proceso, es una fase, perteneciente al procedimiento, los actos,
formas y formalidades legales, originadas por algunos recursos, son una etapa de la
misma relación procesal, a que dio lugar el ejercicio de la acción penal, en razón de
que aquella tiene un carácter unitario dentro del procedimiento.
Guillermo Colín Sánchez nos hace una cita de Leone, asegura “En el proceso penal no
hay ningún caso de impugnaciones extraordinarias, al provocar la reapertura del
proceso definitivamente cerrado, se comportan como fases de una misma relación
procesal”.
La relación jurídica, en el procedimiento de impugnación, no queda finiquitada en el
momento en que el interesado se inconforma y le es admitido el recurso; esto último,
es tan sólo un acto procesal de carácter preliminar, para que la mencionada relación,
entre en otra etapa, cuando el juez superior admita el recurso. De esta manera, se
inicia la segunda instancia, en donde los actos procedimentales del procesado,
acusado o sentenciado serán de impugnación, así como también los de defensor. Los
del Agente del Ministerio Público, serán de impugnación, o bien, de oposición a los
actos impugnatorios; proseguirá sus promociones, en cuanto a los intereses de la
acción penal, a través de actividades que, de cualquier manera como se les
contemple, seguirán siendo acusatorias. Por último, los actos del juez serán de
decisión.
1.8. Tiempo y forma dentro del cual procede el recurso de impugnación.
El recurso de impugnación debe ser presentado en determinado tiempo y cubrir ciertos
requisitos exigidos de forma para la validez de un acto jurídico y así poder ser tomado
en cuenta, el tiempo que la ley otorga para su interposición debe ser del conocimiento
de quien se inconforma para así poder recabar la información suficiente y aplicar así
su derecho.
Entendemos por Término, el momento en que un acto debe comenzar a producir o
dejar de producir sus efectos característicos, denomínase también plazo. Dicho
término que se encuentra expresamente fijado por la ley, destruye la posibilidad de
que el acto sea realizado con posterioridad.
De Pina define como plazo “Espacio de tiempo que generalmente se fija para la
ejecución de actos procesales unilaterales, es decir, para las actividades de las partes
fuera de las vistas; v. gr. la interposición de un recurso, acontecimiento futuro pero
cierto cuya realización determina la efectividad o la extinción de los efectos de un acto
jurídico. La palabra plazo se considera sinónimo de término”.
En el Código Federal de Procedimientos Penales se hace mención a los plazos para
aplicar el derecho invocado en los artículos 71 y 72 que a la letra dicen:
Artículo 71, , Los plazos son improrrogables y empezarán a correr desde el día
siguiente al de la fecha de la notificación, salvo los casos que este Código señale
expresamente.
No se incluirán en los plazos, los sábados, los domingos ni los días inhábiles, a no ser
que se trate de poner al inculpado a disposición de los tribunales, de tomarle su
declaración preparatoria, o de resolver la procedencia de su formal prisión, sujeción a
proceso, o libertad.
Artículo 72. Los plazos se contarán por días hábiles, excepto los que se refieren a los
tres casos mencionados en la segunda parte del artículo anterior y a cualquier otro que
por disposición legal deba computarse por horas, pues éstos se contarán de momento
a momento, a partir de la hora que corresponda conforme a la ley.
Los términos se fijarán por día y hora, y salvo los actos a que se refiere el artículo 19
constitucional y otras disposiciones, se precisarán el día y hora en que se hayan de
celebrar las actuaciones a que se refieran.
Si no se presenta el recurso en el tiempo señalado por la ley o no se manifiesta la
inconformidad se perderá el derecho de impugnar.
Con respecto a la forma, el recurso puede ser presentado en forma verbal o escrita, el
recurso debe contener especificaciones sobre quien lo interpone, el sustento legal que
lo avala, y la resolución y el daño o perjuicio resentido, el nombre de la autoridad que
la emitió y ante qué autoridad se presenta la solicitud de revisión a la resolución
impugnada.
En resumen; el derecho de impugnación no es permanente, se pierde, si el sujeto
titular del mismo deja transcurrir el plazo señalado por la ley para manifestar su
inconformidad, o cuando expresamente, se conforma con la resolución judicial
notificada, y si no se cumple con el requisito de formalidad exigido para la validez del
acto jurídico.
1.9. Clasificación.
Los recursos pueden tener dos efectos, devolutivos, que son los que hacen que el
nuevo juicio lo lleve a cabo otro órgano jurisdiccional diferente y superior al que juzgó
en primer lugar, y suspensivos en donde se detiene el proceso en tanto sea resuelto el
acto que se impugna.
El procedimiento de impugnación necesariamente produce efectos inmediatos y
mediatos. Serán inmediatos cuando el juez los admite e inicia el trámite
correspondiente para su substanciación. Y cuando el juez instructor remite la causa al
Tribunal Superior de Justicia, para su examen.
El efecto suspensivo también es inmediato en cuanto impide que la resolución del juez
inferior pueda ser ejecutada; es decir, al haber sido transferida al superior que habrá
de analizar la citada resolución y que hasta que emita una nueva podrá dar
continuidad al proceso.
Cuando el efecto es devolutivo no suspende el curso del procedimiento; aunque si el
medio de impugnación prosperó, se devolverá la secuela procesal hasta el momento
de la resolución judicial que se ha modificado; por ende, al interponerse el recurso bajo
ese efecto, el juez inferior podrá continuar actuando. Dentro de esos efectos cabe la
posibilidad de que pueden darse ambos al mismo tiempo.
Y los efectos mediatos. Estos se traducen en la confirmación, revocación, o
modificación de la resolución judicial impugnada; por ello, y para ese fin, según el
caso, será necesario estudiar los aspectos pertinentes contenidos en la ley penal, el
delito, el delincuente, las penas y las medidas de seguridad, y también las omisiones y
errores concernientes a la aplicación de las normas del procedimiento.
Tomando en cuenta la resolución impugnada se clasifican en ordinarios, encontrando
a la apelación, denegada apelación y la queja.
Pero en este punto debemos distinguir que la aclaración de sentencia no es un medio
de impugnación ya que únicamente se trata de una simple aclaración de lo que quiso
decir el juzgador y que no se percibe clara la resolución dictada.
En la legislación Federal no se considera este aspecto como un recurso; a tal
conclusión llegaremos por la colocación del tema en el capítulo aparte de los recursos,
y además, por el contenido y alcance de los preceptos que se ocupan de regularla.
El Código Federal de Procedimientos Penales en el capitulo III refiere al respecto la
aclaración de sentencia.
Artículo 351. La aclaración procede únicamente tratándose de sentencias definitivas y
sólo una vez puede pedirse.
Artículo 352, La aclaración se pedirá ante el tribunal que haya dictado la sentencia,
dentro del término de tres días, contados desde la notificación, y expresando
claramente la contradicción, ambigüedad, obscuridad o deficiencia de que, en
concepto del promovente, adolezca la sentencia.
Artículo 353. De la solicitud respectiva se dará vista a las otras partes por tres días,
para que expongan lo que estimen procedente.
Artículo 354. El tribunal resolverá dentro de tres días si es de aclararse la sentencia y
en qué sentido, o si es improcedente la aclaración.
Artículo 355. Cuando el tribunal que dictó la sentencia estime que debe aclararse
algún error de ella, dictará auto expresando las razones que crea existan para hacer la
declaración. Dará a conocer esa opinión a las partes, para que estas, dentro de tres
días, expongan lo que estimen conveniente, y en seguida procederá en la forma que
dispone el artículo anterior.
Artículo 356. En ningún caso se alterará, a pretexto de aclaración, el fondo de la
sentencia.
Artículo 357. La resolución en que se aclare una sentencia se repercutirá parte
integrante de ella.
Artículo 358. Contra la resolución que se dicte otorgando o negando la aclaración, no
procede recurso alguno.
Artículo 359. La aclaración propuesta interrumpe el término señalado para la
apelación.
Frente a la oscuridad de las resoluciones, ante las equivocaciones en que se suele
incurrir, o para hacer frente a alguna omisión, contradicción o ambigüedad, lo indicado
es que, el autor resuelva los aspectos señalados, ya sea de voluntad propia o a
petición del interesado. En otras condiciones, no podría entenderse el alcance,
contenido, o efecto de lo resuelto. Para poder impugnar una resolución, es
indispensable entender lo que se pretendió significar en tal o cual frase o expresión;
por ende, toda solicitud de aclaración de algún punto en la sentencia, no puede ser
impugnación, sino petición encaminada a esclarecer lo incomprensible, y sin que esto,
vaya encaminado a alterar el contenido de la resolución.
1.10. Terminación del procedimiento de impugnación.
La sentencia da fin al procedimiento de impugnación ya sea confirmando, revocando o
modificando la resolución impugnada y cuya consecuencia es la terminación de la
instancia.
Es necesario en este momento conceptuar la sentencia y el auto. De Pina define a la
sentencia como una resolución judicial que pone fin a un proceso o juicio en una
instancia o en un recurso extraordinario y Auto como una resolución judicial.
En muchas ocasiones, el procedimiento de impugnación no llega a su plena
realización, por diversas causas que impiden se llegue al fondo del mismo, entre otras
señalaremos las siguientes causas.
I. Por la falta de expresión de agravios por parte del Ministerio Público.
II. Por la falta de expresión de agravios del ofendido en cuyo caso solicita la
reparación del daño.
III. Desistimiento del medio de impugnación.
IV. Muerte del recurrente que puede ser el procesado, acusado, sentenciado
u ofendido. (dependiendo de la etapa procedimental en que se encuentra el individuo).
Contra las sentencias definitivas que terminan el juicio en primera instancia procede el
recuso de apelación, y en segunda instancia solo procede el recurso de amparo.
La construcción jurídica del recurso está necesariamente dominada por los principios
generales que rigen la actividad procesal. En relación con ellos tenemos que ver,
cuáles son los límites del nuevo examen de la causa y los poderes del juez que
conoce de la impugnación en lo que hace a la reforma de la resolución impugnada.
Bajo el régimen acusatorio de la actividad procesal, corresponde a la parte que
impugna la resolución, especificar en el recurso el objeto del mismo. La parte solicita la
actividad del juez que conoce y al mismo tiempo le señala los límites de la misma. La
actividad del juez depende y está circunscrita al modo como el recursos haya sido
propuesto.
La prueba de la inexistencia del hecho o de la no comisión por el inculpado o la no
incriminación como delito prevalecen sobre las causas de prescripción. Sobre los
limites del principio acusatorio se afirma otro superior, el del interés social, que inviste
al juez de poder autónomo para servir a la verdad y a la justicia.
Esta situación se encuentra prevista en el Código Penal para el Distrito Federal en el
artículo 102 que a la letra dice “Los plazos para la prescripción de la acción penal
serán continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán:
I. A partir del momento en que se consumó el delito, si fuere instantáneo;
II. A partir del día en que se realizó el último acto de ejecución o se omitió
la conducta debida, si el delito fuere en grado de tentativa;
III. Desde el día en que se realizó la última conducta, tratándose de delito
continuado, y
IV. Desde la cesación de la consumación en el delito permanente.”
Capítulo II. Apelación.
2.1. Consideraciones Generales.
La Apelación es un medio de impugnación ordinario, de mayor trascendencia dentro
del procedimiento, es el más importante de los recursos judiciales ordinarios. Mediante
este recurso, la parte vencida en la primera instancia obtiene un nuevo examen y fallo
de la cuestión debatida por un órgano jurisdiccional distinto, que en la organización
judicial moderna es jerárquicamente superior al que dictó la resolución recurrida
(tribunal de segunda instancia).
Por medio de este recurso, el juicio pasa de la primera a la segunda instancia, sin que
después de esta, en el derecho mexicano, quepa ninguna otra, si bien la sentencia
recaída en apelación pueda ser impugnada, utilizando el juicio de amparo.
Lamentable es que se haga del amparo, no sólo uso, sino abuso. La apelación no es
sólo, el recurso ordinario más importante, sino también el que más frecuentemente se
ha utilizado.
Las leyes procesales de nuestro tiempo han adoptado en esta materia el principio del
doble grado de jurisdicción. La apelación es pues, un recurso judicial ordinario
admitido en todas las legislaciones. Sin embargo, no han dejado de formularse
objeciones contra ella.
Refiriéndonos al problema de la instancia única o doble, escribe Beceña que “no cabe
negar que el procedimiento penal, reducido a una sola instancia, gana en brevedad,
simplicidad y economía. No hay nada más simple que la supresión. El problema está
en averiguar si estas ventajas, puramente externas del proceso, se obtienen con el
sacrificio de las necesarias y mínimas garantías que aquél debe ofrecer a los
ciudadanos, y, en segundo lugar, si los mismos beneficios pueden o no buscarse y
conseguirse con las reformas de aquellos accidentes procesales de las que nuestro
enjuiciamiento ofrece abundantísima y exuberante flora, sin disminuir por ello el valor
que toda ordenación procesal debe representar para el Estado que legisla y administra
justicia y para el ciudadano, cuyos derechos no tienen más protección que ésta”.
La actividad del juez de apelación recae sobre la materia objeto del proceso, no sobre
la sentencia de primera instancia exclusivamente. Esta actividad, no obstante, tiene la
limitación impuesta por la pretensión del apelante, que no permite al tribunal suplir
agravios no formulados, ni la deficiencia de los que hayan debido ser.
Este recurso se ha llamado tradicionalmente de alzada, porque nos alzamos de la
primera a segunda instancia
2.2. Concepto.
La palabra apelación se deriva del latín “apellatio”, que significa llamamiento o
reclamación. Este recurso data de épocas inmemoriales pero el derecho romano lo
adopta legalmente y lo introduce en su legislación.
Conceptualizando así a la apelación como un medio de impugnación ordinario a través
del cual el Ministerio Público, el procesado, acusado o sentenciado, y el ofendido,
manifiestan su inconformidad con la resolución judicial que se les ha dado a conocer,
originando con ello que un tribunal distinto y de superior jerarquía, previo estudio de lo
que se consideran agravios, dicte una nueva resolución judicial.
Previa a esta impugnación debe existir resolución, misma que debe darse a conocer, y
que además proceda su interposición y pueda ser apelable.
Tomando como idea general el Artículo. 363 del Código Federal de Procedimientos
Penales para así poder conceptuar este recurso definimos que “El recurso de
apelación tiene por objeto examinar si en la resolución recurrida no se aplicó la
ley correspondiente o se aplicó ésta inexactamente, si se violaron los principios
reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los hechos o no se
fundó o motivó correctamente”.
Debemos mencionar la opinión que tiene De Pina con respecto a la apelación. “Medio
ordinario de impugnación de resoluciones jurisdiccionales que permite someter una
cuestión ya decidida en primera instancia a la reconsideración de un juez superior,
competente para darle la solución que estime arreglada a derecho, tomando en cuenta
los agravios formulados al efecto por la parte recurrente”.
2.3. Legislación vigente.
Este recurso es de los más antiguos que hayan existido, El Código Federal de
Procedimientos Penales lo enmarca en el capitulo II, del título décimo en los artículos
363 al 391, y en el Código de Procedimientos Penales para el Estado de Chihuahua
en los artículos 391 al 414 mismos en los que suscriben que el recurso de apelación
tiene por objeto examinar si en la resolución recurrida no se aplicó la ley
correspondiente o se aplicó esta inexactamente, si se violaron los principios
reguladores de la valoración de la prueba y del arbitrio judicial o si se alteraron los
hechos, o no se fundó o motivó correctamente confirmando revocando o modificando
la resolución apelada.
2.4. Naturaleza Jurídica.
La naturaleza de la sentencia pendiente de apelación ha sido analizada por los
tratadistas, llegando a conclusiones contradictorias. En la literatura procesal italiana el
tema ha sido objeto de consideración especial.
De Pina nos brinda la siguiente cita de Mortara. “La sentencia definitiva pendiente de
apelación tiene la naturaleza jurídica de un acto sujeto a condición resolutoria”. En tal
sentido, estima que toda sentencia dictada por un órgano jurisdiccional competente
posee una autoridad legítima propia y natural, por cuanto desde el primer momento
tiene las cualidades necesarias para vivir de manera estable y llegar a ser irrevocable,
sin (condición resolutoria) la obra controladora y correctiva de otros órganos, no la
modifica o revoca.
Para Chiovenda, “la sentencia sujeta a recurso no es una verdadera y propia
sentencia, sino un simple elemento que con el concurso de otro (término, caducidad o
renuncia de la apelación) llegaría a ser la declaración de derecho; o, dicho de otro
modo, que la sentencia sujeta a recurso constituye sólo una situación jurídica que, al
concurrir hechos particulares, se convertirá en una verdadera sentencia. ”
La sentencia sujeta a recurso en nuestra opinión es pues, un acto jurídico perfecto con
fuerza obligatoria propia, pero dada la posibilidad de los dos grados de jurisdicción,
tiene efectos limitados y parciales mientras sea posible otra diversa declaración del
derecho (sentencia de segundo grado), ya que los órganos jurisdiccionales
competentes para conocer en segunda instancia, tienen facultad de revocar el acto de
declaración de los órganos inferiores, sometidos a su revisión, y de pronunciar una
nueva y diversa declaración mediante otra sentencia.
La sentencia definitiva de primera instancia, pendiente de recurso no cambia de
naturaleza al alcanzar la calidad de sentencia firme. El transcurso del tiempo colabora,
sin duda, en la producción de la totalidad de los efectos que la ley atribuye a la
sentencia definitiva, pero en su calidad de acto procesal del juez no experimenta
ninguna transformación. Los autores que han dedicado atención a este problema no
ha conseguido, en la mayor parte de los casos, llegar a conclusiones aceptables,
principalmente porque se han aplicado a un acto jurídico procesal criterios que no
pueden tener validez más que para los actos jurídicos civiles.
2.5. Objeto y fin.
El objeto de la apelación en términos generales es la resolución judicial apelada,
misma que habrá de ser estudiada por el juez superior, los diversos aspectos
señalados en los agravios. En consecuencia, será objeto de este medio de
impugnación, la violación de la ley, ya sea que haya sido aplicada indebidamente o
inexactamente, o bien por falta de aplicación u omisión.
Tiene por objeto que el superior revoque, modifique o confirme la resolución apelada.
Examinando si en la resolución recurrida no se aplicó la ley correspondiente o se
aplicó inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la
prueba, si se alteraron los hechos o no se fundó o motivó correctamente.
Por otro lado su finalidad, en el caso de este recurso se refiere a la reparación de
daños y perjuicios y a las medidas precautorias conducentes a asegurarla, para
resolver sobre los agravios que estime el apelante le cause la resolución recurrida.
En el Código Federal de Procedimientos Penales señala mas claramente su objeto en
el artículo 363.
2.6. Ante quién debe interponerse.
El Código Federal indica ante quién debe interponerse en el Articulo 364. La segunda
instancia solamente se abrirá a petición de parte legítima, para resolver sobre los
agravios que estime el apelante le cause la resolución recurrida. Los agravios deberán
expresarse al interponerse el recurso o en la vista del asunto. El tribunal de apelación
suplirá la deficiencia de los agravios cuando el recurrente sea el procesado o, siendo
el defensor, se advierta que por torpeza no los hizo valer debidamente.
Las apelaciones interpuestas contra las resoluciones anteriores a la sentencia de
primera instancia, deben ser resueltas por el tribunal de apelación antes de que se
emita dicha sentencia.
Para el caso del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua indica
en el Artículo 392 que la segunda instancia se abrirá a petición de parte legítima, para
resolver sobre los agravios que estime el apelante le cause la resolución recurrida, sin
perjuicio de que el tribunal de apelación supla la deficiencia de los agravios cuando el
recurrente sea el acusado, o siéndolo su defensor, se advierte que por torpeza no los
hizo valer debidamente. En este último caso, el tribunal de alzada lo comunicará al
Procurador General de Justicia del Estado, a los efectos de su representación
Guillermo Colín Sánchez, en su obra Teoría del Procedimiento Penal, manifiesta que
los Tribunales Unitarios de Circuito se encuentran compuestos por un magistrado, del
número de secretarios, actuarios y empleados que determine el presupuesto y
conocerán de la tramitación y fallo de apelación, cuando proceda este recurso, de los
asuntos sujetos en primera instancia a los Juzgados de Distrito; del recurso de
denegada apelación; de la calificación de los impedimentos, excusas y recusaciones
de los Jueces de Distrito, excepto en los juicios de amparo; de las controversias que
se susciten entre los Jueces de Distrito sujetos a su jurisdicción, excepto en los juicios
de amparo.
En este ultimo caso distinguimos que además se habrá de dar a conocer de la
deficiencia al Procurador General de Justicia del Estado.
2.7. Quiénes tienen derecho a interponerlo.
La segunda instancia solamente se abrirá a petición de parte legítima y tienen derecho
a apelar el Ministerio Público, el inculpado y su defensor, el ofendido o sus legítimos
representantes, mismos que cuando hayan sido reconocidos por el juez de primera
instancia como coadyuvantes del Ministerio Público, para efectos de la reparación de
daños y perjuicios. En este caso, la apelación se contraerá a lo relativo a la reparación
de daños y perjuicios y a las medidas precautorias conducentes a asegurarla. Artículo
365 del Código Federal de Procedimientos Penales.
2.8. Situaciones en las que procede.
La apelación en el Derecho Mexicano procede, en un solo efecto (devolutivo), en
ambos efectos (devolutivo y suspensivo). La admisión en un solo efecto, o efecto
devolutivo, no suspende la ejecución del auto o la sentencia; la admitida en ambos
efectos (devolutivo y suspensivo) suspende desde luego, la ejecución de la sentencia,
hasta que ésta cause ejecutoria, o la tramitación del juicio, cuando se interpuso contra
un auto.
Para el caso del Código Federal de Procedimientos Penales son apelables en ambos
efectos solamente las sentencias definitivas en que se imponga alguna sanción.
Artículo 366.“Son apelables en ambos efectos solamente las sentencias definitivas en
que se imponga alguna sanción”.
Artículo 367. Son apelables en el efecto devolutivo.
I. Las sentencias definitivas que absuelven al acusado, excepto las que se
pronuncien en relación con delitos punibles con no más de seis meses de prisión o con
pena no privativa de libertad, en los términos del primer párrafo del artículo 152.
II. Los autos en que se decrete el sobreseimiento en los casos de las
fracciones III a VI del artículo 298 y aquellos en que se niegue el sobreseimiento;
III. Los autos en que se nieguen la acumulación de autos; los que decreten
o nieguen la separación de autos, los que concedan o nieguen la recusación.
III. bis. Los autos que ratifiquen la constitucionalidad de una detención a que
se refiere el párrafo sexto del artículo 16 constitucional.
IV. Los autos de formal prisión, los de sujeción a proceso, los de falta de
elementos para procesar; y aquellos que resuelvan situaciones concernientes a la
prueba.
V. Los autos en que se conceda o niegue la libertad provisional bajo
caución, los que concedan o nieguen la libertad por desvanecimiento de datos, y los
que resuelvan algún incidente no especificado;
VI. Los autos en que se niegue la orden de aprehensión o se niegue la
citación para preparatoria. Estos autos sólo son apelables por el Ministerio Público;
VII. Los autos que nieguen el cateo, las medidas precautorias de carácter
patrimonial o en arraigo del indiciado;
VIII. Los autos en que un tribunal se niegue a declarar su incompetencia por
declinatoria, o por librar el oficio inhibitorio a que se refiere el artículo 436, y
IX. Las demás resoluciones que señala la ley.
Para el caso de dicho Código Procedimental son apelables en ambos efectos las
sentencias definitivas y los autos que concedan o nieguen la libertad por
desvanecimiento de datos.
Para el caso del Código Procedimental para el Estado de Chihuahua manifiesta que
son apelables en el efecto devolutivo cuando se trate:
I. De sentencias que absuelvan al acusado o le concedan sin requisito alguno, la
condena condicional o declaren compurgada la prisión impuesta;
II. De autos que nieguen orden de aprehensión u ordenen la libertad del inculpado al
momento de radicar la causa ante le Juzgado;
III. De autos en que se decrete o niegue el sobreseimiento;
IV. De autos en que se niegue o conceda la suspensión del procedimiento judicial;
V. De los que concedan o nieguen la acumulación de autos;
VI. De autos que decreten la separación de procesos;
VII. De autos de formal prisión y de libertad por falta de elementos para procesar;
VIII. De autos en que se conceda o niegue la libertad bajo caución;
IX. De autos que concedan o nieguen la libertad por desvanecimiento de datos;
X. De autos que resuelvan algún incidente no especificado;
XI. De autos que concedan, nieguen o revoquen la libertad bajo protesta;
XII y XIII. Derogadas;
XIV. De las resoluciones que se dicten en los incidentes de competencia;
XV. De las demás resoluciones que siendo apelables, expresamente en este código
no establezca que es en ambos efectos.
En el derecho comparado debemos detectar algunas diferencias de fondo en cuanto a
los efectos en los que procede este recurso, pero, básicamente concuerdan en un
mismo punto que son apelables las resoluciones en primera instancia. Dichas sean las
que ponen fin al proceso de primera instancia o para el Estado de Chihuahua los autos
que resuelven una parte del procedimiento.
2.9. Tiempo dentro del cual procede su interposición.
La apelación podrá interponerse en el acto mismo de la notificación, si es por escrito o
por comparecencia dentro de los cinco días siguientes si se tratare de sentencia, o de
tres días si se interpusiere contra un auto.
Para el Código Federal se especifica el tiempo en el artículo 369. Para el Código
Procedimental para el Estado de Chihuahua se especifica el tiempo en el artículo 394
y en ambos coinciden en dichos términos.
Además el Código Federal hace hincapié en cuanto al acto de notificación al acusado
de la sentencia definitiva de primera instancia, en donde nos indica que se le hará
saber el término antes invocado para interponer el recurso de apelación y que esto
será asentado en el mismo acto.
La omisión de este requisito surte el efecto de duplicar el término legal para interponer
el recurso, y el secretario o actuario que haya incurrido en ella será castigado
disciplinariamente, por el tribunal que conozca del recurso, con una multa de cinco a
cincuenta pesos. En ambos Códigos se hace esta prevención.
2.10. Forma de interponer el recurso.
Artículo 368. La apelación podrá interponerse en el acto de la notificación o por escrito
o comparecencia dentro de los cinco días siguientes si se tratare de sentencia, o de
tres días si se interpusiere contra un auto.
Como habrá de advertirse, se puede interponer en forma oral o escrita, el primer
momento es en el acto mismo de la notificación donde el sujeto notificado solo hace
referencia a que tiene conocimiento de la resolución y no se encuentra conforme que
lo resuelto y “apela”.
Posteriormente habrá de realizar un escrito en donde especificará las causas que
fundamentan su inconformidad, invocando desde luego el fundamento legal que lo
avala o con posterioridad en una comparecencia dentro de los siguientes cinco días o
tres días si se tratare de sentencia o autos respectivamente.
2.11. Actos fundamentales en que comprende la substanciación de la apelación.
Para conocer debidamente este tema debemos analizar lo siguiente. Como primer
punto de análisis encontraremos que el efecto en que procede la apelación es llamado
de “Calificación de grado”, ya que una vez admitida la inconformidad del interesado
señalará el efecto en que procede.
Con antelación hemos especificado ya que este recurso puede ser apelable en ambos
efectos o en uno solo.
Como segundo punto debemos analizar su admisión e interposición. Es necesario que
el recurso sea interpuesto y admitido, que sean formulados los agravios, que pueda
ser impugnada la admisión del efecto con el que fue admitido el recurso, que se
ofrezcan pruebas, que se lleve a cabo la “vista”, y luego, que se resuelva. Todo lo que
se ha indicado hasta este momento origina una serie de actos de tipo procedimental,
indispensables para realizar el objeto y fin del medio de impugnación; por ello, vamos
a ocuparnos de los mismos.
La interposición de este recurso deberá hacerse en tiempo para poder ser admitido,
independientemente de que deberá soportarse con bases firmes para proceder y de
esta manera el Tribunal que dictó la resolución apelada lo admitirá o lo desechará de
plano si la resolución judicial es impugnable, según sea el caso.
Contra el auto que admita la apelación no procede recurso alguno, sin perjuicio de lo
que dispone el artículo 374 del Código Federal de Procedimientos Penales.
Cuando no es admitido el recurso, contra esta resolución procederá la denegada
apelación (Artículo. 392 del Código Federal de Procedimientos Penales) tema que
será analizado en el capítulo cuarto.
En este caso no solamente se atenderá el aspecto cronológico para su admisión sino
que además el órgano jurisdiccional deberá tomar en cuenta también, si la resolución
judicial es impugnable o no por este medio, o si el apelante tiene o no personalidad, ya
que de lo contrario no habría posibilidad de desechar ninguna apelación a pesar de su
improcedencia.
Ahora bien dentro de este punto debemos distinguir que si lo que da lugar al recurso
son los agravios, es necesario hacerlos valer, y por tal motivo debemos analizar
detenidamente lo que comprende el agravio
Agravios que fundamenten el recurso.
a) Concepto. Deberemos definir como Agravio a todo daño o lesión que sufre una
persona por violaciones a la ley en una resolución judicial, cuando estos existen es
necesario hacer valer el recurso.
De Pina define al agravio como una lesión, daño o perjuicio ocasionado por una
resolución, judicial o administrativa, por la aplicación indebida de un precepto legal o
por falta de aplicación del que debió regir el caso, susceptible de fundar una
impugnación contra la misma.
b) Momento en que deberán ser expresados los agravio. El artículo 364 del Código
Federal hace referencia en este punto con lo siguiente: “...Los agravios deberán
expresarse al interponerse el recurso o en la vista del asunto...”,
El artículo 405 del Código Procesal para el estado de Chihuahua indica que el
apelante tendrá un termino de diez días para que exprese agravios.
En la manifestación de agravios deberá expresarse el precepto legal violado y el
concepto de dicha violación, y en el caso de que el recurrente sea el procesado o
siéndolo el defensor y se advierte que por negligencia no los hizo valer debidamente el
tribunal de apelación suplirá dicha deficiencia, antes de que sea emitida la sentencia.
De esta manera quedarán protegidos los derechos de la parte en un contexto de
humanidad por el abandono sufrido por su defensor.
Actos para la substanciación del recurso.
Una vez que se haya admitido el recurso el Tribunal está obligado a substanciarlo y
así remitirlo al tribunal de alzada, tal como se indica en el artículo 372 del Código
Federal que a la letra dice “Admitida la apelación en ambos efectos, se remitirá original
del proceso al tribunal de apelación respectivo. Si fueren varios los acusados y la
apelación solamente se refiere a alguno o algunos de ellos, el tribunal que dictó la
sentencia apelada ordenará se expidan los testimonios a que se refiere el artículo
531.” Dicho articulo sugiere que una vez pronunciada una sentencia ejecutoriada
condenatoria o absolutoria, el juez o el tribunal que las pronuncie expedirá dentro de
cuarenta y ocho horas, una copia certificada para la Dirección General de Prevención
y Readaptación Social con los datos de identificación del reo. El incumplimiento de
esta disposición será sancionado con multa. Que el juez se obliga a dictar de oficio,
todas las providencias conducentes para que el reo sea puesto a disposición de la
Dirección General de Prevención y Readaptación Social.
El artículo 372 en su segundo párrafo indica además. Si se trata de sentencias
absolutoria, podrá remitirse original el proceso, a no ser que hubiere uno o más
inculpados que no hubiesen apelado.
Cuando la apelación se admite en efecto devolutivo, se remitirá el duplicado
autorizado de constancias o testimonio de lo que las partes designen y de lo que el
tribunal estime conveniente, y el duplicado o testimonio debe remitirse dentro de cinco
días y si no se cumple con esta prevención, el tribunal de apelación, a pedimento del
apelante, impondrá al inferior una multa de cinco a quince veces el salario mínimo.
En el caso al que se refiere el párrafo anterior, el juez remitirá al tribunal de apelación,
junto con el testimonio, un informe indicando el estado que guarda, junto con el
testimonio, un informe indicando el estado que guarda el proceso al momento en que
dicto el auto recurrido, para los efectos de la última parte del artículo 364.
Procedimiento ante el Iudex ad quem. Al recibirse el proceso, se iniciara el
procedimiento de segunda instancia.
El auto de radicación.
El primer acto procedimental que inicia esta instancia es el auto de radicación del
asunto, Este auto deberá contener la fecha y la sala en donde se radica, la fecha para
la audiencia de “vista”, la designación del magistrado integrante de la Sala quien deba
ser el ponente, la solicitud de mandato para requerir al procesado, acusado o
sentenciado, según sea el caso impugnado, para que este a su vez pueda nombrar
persona de su confianza encargada de su defensa, advirtiéndole que, de no hacerlo en
el término de tres días siguientes a su notificación, se designará al defensor de oficio
adscrito a la Sala.
El articulo 371 del Código Federal concede la prevención de que el apelante si es el
acusado deberá nombrar defensor para que lo patrocine en la segunda instancia.
En cambio el articulo 397 del Código Procesal para el Estado de Chihuahua hace la
aclaración que de no hacerlo, se le tendrá como defensor al de oficio.
La notificación del auto y sus efectos.
Artículo 373. Recibido el proceso, el duplicado autorizado de constancias o el
testimonio, en su caso, el tribunal lo pondrá a la vista de las partes por el plazo de tres
días; y si dentro de ellos no promovieren prueba, se señalará día para la vista, que se
efectuará dentro de los treinta siguientes a la conclusión del primer plazo, si se tratare
de sentencias definitivas, y dentro de cinco días si se tratare de autos. Para ella serán
citados en el Ministerio Público, el inculpado si estuviere en el lugar y el defensor
nombrado. Si no se hubiere nombrado a éste para la instancia, el tribunal lo nombrará
de oficio.
Artículo 374. Dentro de los tres días a que se refiere el artículo anterior, las partes
podrán impugnar la admisión del recurso, o el efecto o efectos en que haya sido
admitido, y el tribunal dará vista de la promoción a las otras partes por tres días, y
resolverá lo que fuere procedente dentro de los tres días siguientes.
Si se declarare mal admitida la apelación, se devolverá el proceso al tribunal de su
origen, si la hubiere remitido.
Artículo 375. Si las partes no impugnan el recurso conforme al artículo anterior, se
podrá declarar de oficio, después de la celebración de la vista, que fue mal admitida la
apelación, y sin revisarse la resolución apelada, se devolverá el expediente, en su
caso al tribunal de su origen.
El auto mencionado se dará a conocer a las partes para que puedan tomar en la
secretaría del tribunal los apuntes que necesiten para alegar, de la misma manera
contaran con tres días siguientes a la notificación para impugnar la admisión del
recurso sobre el efecto o efectos en que halla sido admitido y la sala dentro de tres
días siguientes resolverá lo pertinente y en caso de considerar la apelación como mal
admitida, devolverá la causa al juzgado de origen sin revisar la sentencia o auto
apelado.
La aportación de pruebas.
El Código Procedimental Penal Federal faculta ampliamente la aportación de pruebas
en segunda instancia, excepto por la prueba testimonial que, solo será aceptada si se
tratare de hechos que no hubieren sido dados a conocer en la primera instancia.
Es admisible casi todo tipo de prueba con la finalidad de evitar el error y con ello, la
injusticia. Pero tratándose de la apelación interpuesta contra el auto de formal prisión o
contra el auto de libertad por falta de elementos para continuar el proceso el Tribunal
recurrido solo deberá tomar en cuenta aquellas probanzas emanadas de la
averiguación previa y las obtenidas hasta antes de vencerse el término constitucional
de 72 horas, por haber sido las únicas que sirvieron de base al juez del conocimiento
del delito para fundamentar su resolución. Por tal motivo cualquier otro medio
probatorio aportado ante el Tribunal de Apelación respecto al cuerpo del delito o a la
probable responsabilidad, no podrán ser tomadas en cuenta, porque no estuvo al
alcance del juzgador en el momento de dictar la resolución impugnada.
Una vez admitidas las pruebas podrá desahogarse en un término de cinco días, según
y posteriormente se citará para la vista que se efectuará dentro de los treinta días
siguientes a la conclusión del primer plazo si se tratare de sentencias definitivas y
dentro de cinco si se tratare de autos. Tal y como lo dice el artículo 373 del Código
Federal de Procedimientos Penales.
Esta fundamentación se encuentra enmarcada en el Código Federal de
Procedimientos Penales en sus artículos 376 al 380.
Artículo 376. Si dentro del plazo para promover prueba a que se refiere el artículo 373,
alguna de las partes la promueve, expresará el objeto y naturaleza de la prueba.
Dentro de tres días de hecha la promoción, el tribunal decidirá, sin más trámite, si es
de admitirse o no. Cuando se admita la prueba, se rendirá dentro del plazo de cinco
días. Desahogada, denegada o pasado el plazo que se concedió para rendirla,
nuevamente se citará para la vista de la causa dentro de los plazos que señala el
articulo 373.
Artículo 377. Si la prueba hubiere de rendirse en lugar distinto al en que se encuentre
el tribunal de apelación, éste concederá el término que crea procedente según las
circunstancias del caso.
Artículo 378 Sólo se admitirá la prueba testimonial en segunda instancia, cuando los
hechos a que se refiera no hayan sido materia del examen de testigos en primera
instancia.
Artículo 379. Siempre que se haya interpuesto el recurso de apelación en contra de
una sentencia definitiva, el tribunal tiene facultad para admitir las pruebas que no se
hubieren promovido o practicado en primera instancia, para justificar la procedencia de
la condena condicional y para resolver sobre ellas al fallarse el asunto, aún cuando no
hayan sido motivo de agravio el no haberse conocido ese beneficio en la primera
instancia.
Tratándose de apelaciones respecto de los autos de formal prisión, sujeción a proceso
o libertad por falta de elementos para procesar, el tribunal podrá ordenar el desahogo
de las pruebas que no se hubiesen practicado, si las partes las promueven.
Artículo 380. Los instrumentos públicos son admisibles mientras no se declare vista la
causa.
La audiencia final.
En esta audiencia de segunda instancia denominada “vista”, principiará por la
actuación del Secretario, teniendo la palabra posteriormente la parte apelante, y a
continuación cualquiera de las otras partes en el orden que indique el presidente. Si
fueren dos o más los apelantes, podrán hacer uso de la palabra en el orden que se
designe y por último el procesado o sentenciado o defensor. Si las partes o alguna de
ellas no concurrieren se llevará a cabo la audiencia en presencia en todo caso de dos
magistrados.
Artículo 382. El día señalado para la vista comenzará la audiencia haciendo el
secretario del tribunal una relación del asunto; enseguida hará uso de la palabra el
apelante y a continuación las otras partes, en el orden que indique quien presida la
audiencia. Si fueren dos o mas los apelantes, usarán la palabra en el orden que
designe el mismo funcionario que presida.
Artículo 383. Declarado visto el asunto, quedará cerrado el debate y el tribunal de
apelación pronunciará el fallo que corresponda, a más tardar, dentro de ocho días,
confirmando, revocando o modificando la resolución apelada.
En este punto se hace la aclaración que actualmente no se lleva a cabo la audiencia
final tal y como se prevé en la ley, solamente en algunos casos si se celebra en los
términos de ley. Y en los demás casos es un simple formulismo ya que todo en
realidad se reduce a un simple trámite burocrático a menos que el defensor este
pendiente del debido desahogo de la diligencia. Pero en caso contrario solamente el
secretario se cerciorará de que se encuentren presentes por lo menos dos
magistrados de la Sala (aún cuando permanezcan en sus privados) en realidad, para
evitar que lo actuado sea invalidado por ausencia de las partes. Después se afirma
que estando presentes los magistrados integrantes de la sala, se declara abierta la
audiencia, posteriormente el secretario hace relación de las constancias procesales y
da lectura al escrito de agravios presentado por el defensor, y así como el pedimento
del Ministerio Público, y se agregan al toca correspondiente, a continuación se agrega
en el mismo que la presidencia declaró visto el recurso declara cerrada la audiencia.
Práctica de la diligencia para mejor proveer.
Artículo 384. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, si después de celebrada
la vista el tribunal creyere necesario la práctica de alguna diligencia para ilustrar su
criterio, podrán decretarla para mejor proveer, y la practicará dentro de los diez días
siguientes, con arreglo a las disposiciones relativas de este Código. Practicada que
fuere, fallará el asunto dentro de los cinco días siguientes.
Siempre que esta diligencia se lleve a cabo en la condición de ser razonable, ya que
de no ser así de desvirtuaría el proceso y perdería la naturaleza, objeto y fines del
recurso. Dado que subsanará omisiones o deficiencias.
La sentencia.
Dado el caso que la apelación se interpone contra autos y sentencias, la apelación se
constituye con el fin de confirmar, revocar o modificar lo impugnado, y el magistrado
formulará el proyecto respectivo, teniendo en cuenta aspectos trascendentales, del
caso concreto de que se trate.
En la sentencia de apelación de un auto confirmará, revocará o modificará lo
impugnado, y para llegar a este resultado el juez de apelación tomará en cuenta los
agravios, y realizará un estudio de lo que conste en proceso en relación con los
preceptos jurídicos violados, teniendo como base, desde luego, la ley penal, la
probable responsabilidad del sentenciado o procesado, los elementos del delito y los
demás elementos que exija la situación en concreto. Tal es el caso de la sentencia
dictada con motivo de la apelación interpuesta contra el auto de formal prisión, en la
que deberá comprobarse el cuerpo del delito y la responsabilidad presunta, en donde
solo se podrá apreciar en el estudio analítico de la misma y el tribunal de alzada
concentrará su atención únicamente en los agravios que las partes hayan impugnado.
El principio “non reformatio in peius.
En cuanto a las penalidades es necesario estudiar lo que el Código Federal de
Procedimientos Penales enmarca en el artículo 385. Si solamente hubiere apelado el
procesado o su defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en la sentencia
recurrida.
Si se tratare de auto de formal prisión o de sujeción a proceso, o de orden de
aprehensión o de citación para preparatoria, podrá cambiarse la clasificación del delito
y dictarse por el que aparezca probado.
Esto significa que está prohibido aumentar la pena impuesta al apelante. Si el
procesado apela sería injusto que se aumentase su pena ya que sus esperanzas de
alcanzar la absolución o atenuación de la sentencia de condena han sido el motivo por
el cual ha interpuesto este recurso.
Para el caso de que si apela el Ministerio Publico manifestando como agravio la
escasa penalidad, el tribunal podrá aumentarla si procede, previo análisis de la
personalidad del sentenciado y de la verdad histórica del proceso, y si este considera
que no fueron debidamente analizadas las circunstancias que lo llevaron a tomar esta
determinación, y en el caso de que no corresponda la cuantía de la sanción con el
grado de temibilidad establecido por las referidas circunstancias.
Efectos de las sanciones.
Los efectos de la sanción dependerán según recaigan en un auto o sobre una
sentencia.
Si la resolución impugnada es un auto. Cuando la resolución dictada es confirmatoria
producirá los siguientes efectos, el proceso se seguirá por los mismos hechos
señalados por el juez de primera instancia.
Cuando la resolución se modifica, el proceso continuará instruyéndose con los hechos
que en segunda instancia se señalen y se cumplirá además, con lo que no fue
modificado. Si la resolución se revoca, el proceso no podrá continuar.
Si la resolución impugnada fuere una sentencia producirá los siguientes efectos: Pone
fin a la segunda instancia, Si se confirma la sentencia apelada causará ejecutoria, y
con ello la etapa de ejecución dará inicio.
La resolución de segunda instancia que confirma la sentencia absolutoria impugnada
termina el procedimiento y da lugar a la declaración de los hechos como cosa juzgada,
el sentenciado es considerado inocente de los hechos motivo del enjuiciamiento.
Si la sentencia de segunda instancia revoca la resolución absolutoria apelada e
impone una sanción determinada, se inician los tramites para dar cumplimiento a la
sanción impuesta.
Cuando en segunda instancia se revoca la sentencia condenatoria, consecuentemente
los efectos jurídicos son los mismos que cuando se confirma una sentencia
absolutoria. Si la sentencia dictada en apelación modifica la de primer grado, el
sentenciado gozará de todos los derechos relativos a la de segunda instancia, si ésta
ha sido beneficiosa para él; de lo contrario, quedará sujeto a que, si se le aumenta la
pena y está disfrutando de libertad caucional, ésta se le revoque.
2.12. Reposición del procedimiento.
De Pina define la reposición como un recurso. “Medio de impugnación utilizable contra
los decretos y autos del Tribunal Superior de Justicia, aun de aquellos que, dictados
en primera instancia, serían apelables”.
Guillermo Colín Sánchez define la reposición del procedimiento. “Es la substitución de
los actos procedimentales que, por resolución del juez superior, se dejaron sin efecto,
en razón de infracciones trascendentales en cuanto a las formalidades esenciales no
observadas durante una parte o en toda la secuela procedimental”.
Esto quiere decir que a través de una resolución judicial se invalidan determinadas
actuaciones; practicándolas de nueva cuenta atendiendo al principio de legalidad.
Por tanto reponer el procedimiento significa anular lo actuado, para que se
repitan los actos procesales, por considerarse que son viciosos o irregulares. Al
ordenarse una reposición, el resultado de la primera ya no será modificar, revocar o
confirmar la resolución recurrida, sino repetir el procedimiento a partir del acto procesal
que da motivo a la reposición.
Este precepto lo vemos contenido dentro del recurso de apelación en los artículos 386
al 391 pero este surge a causa de los agravios que el apelante manifiesta, y el efecto
que produce es el de declarar nulos los actos viciados y se practiquen de nueva
cuenta, en razón de las exigencias del principio de legalidad antes mencionado, en sus
diversas manifestaciones. Ya que se encontrará fundada una resolución sobre bases
falsas, y si lo señalado en los agravios son violaciones a las formalidades, esto es lo
inmediato sobre lo que hay que resolver.
Artículo 386. La reposición del procedimiento se decretará a petición de parte,
debiendo expresarse los agravios en que se apoye la petición. No podrán alegar
aquellos con los que la parte agraviada se hubieren conformado expresamente, ni los
que cause alguna resolución contra la que no se hubiere intentado el recurso que la
ley conceda, o si no hay recurso, si no se protesta contra dichos agravios al tenerse
conocimiento de ellos en la instancia en que se causaron.
Artículo 387. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, si el tribunal de apelación
encuentra que hubo violación manifiesta del procedimiento que haya dejado sin
defensa al procesado, y que sólo por torpeza o negligencia de su defensor no fue
combatida debidamente, podrá suplir la deficiencia y ordenar que se reponga dicho
procedimiento.
Artículo 388. Habrá lugar a la reposición del proceso por alguna de las causas
siguientes:
I. Por no haberse hecho saber al procesado, durante la instrucción ni al celebrarse el
juicio, el motivo del procedimiento, o el nombre de las personas que le imputen la
comisión del delito;
II. Por no habérsele permitido nombrar defensor o no nombrársele el de oficio, en los
términos que señala la ley, por no habérsele facilitado la manera de hacer saber al
defensor su nombramiento, y por habérsele impedido comunicarse con él o que dicho
defensor lo asistiere en alguna de las diligencias del proceso;
II Bis. Por haberse omitido la designación del traductor al inculpado que no hable o
entienda suficientemente el idioma castellano, en los términos que señale la ley;
III. Por no habérsele ministrado los datos que necesitare para su defensa y que
constaren en el proceso,
IV. Por no habérsele careado con algún testigo que hubiere depuesto en su contra, si
el testigo rindió su declaración en el mismo lugar donde se sigue el proceso, estando
allí también el procesado;
V. Por no haber sido citada alguna de las partes para las diligencias que tuviere
derecho a presenciar;
VI. Por no habérsele recibido a alguna de las partes, injustificadamente, las pruebas;
con arreglo a la ley;
VII. Por haberse celebrado el juicio sin asistencia del funcionario que deba fallar, de su
secretario o testigo de asistencia y del Ministerio Público.
VII Bis. Por existir omisiones graves de la defensa en perjuicio del sentenciado; se
reputan como omisiones graves de la defensa:
a) No haber asesorado al inculpado sobre la naturaleza y las consecuencias
jurídicas de los hechos imputados en el proceso.
b) No haber asistido a las diligencias que se practicaren con intervención del
inculpado durante la averiguación previa y durante el proceso;
c) No haber ofrecido y aportado las pruebas necesarias para la defensa del
inculpado;
VIII. Por haber hecho la insaculación de jurados en forma distinta de la prevenida por
este Código.
IX. Por haberse aceptado injustificadamente al acusado o a su defensor, la recusación
de alguno o algunos de los jurados hecha en la forma y términos legales;
X. Por no haberse integrado el jurado por el número de personas que señale la ley o
por carecer alguna de ellas de algún requisito legal;
XI. Por haberse sometido a la resolución del jurado cuestiones de distinta índole de las
que la ley señale.
XII. Por haber sido juzgado el acusado por un tribunal de derecho, debiendo haberlo
sido por el jurado, o viceversa.
XIII. Por haberse condenado por hechos distintos de los que fueron considerados en
las conclusiones del Ministerio Público.
XIV. Por haberse negado a alguna de las partes los recursos precedentes, o por
haberse resuelto la revocación en forma contraria a derecho; y
XV. Por haberse tenido en cuenta una diligencia que, conforme a la ley, fuese nula.
Artículo 389. Notificado el fallo a las partes, se remitirá, desde luego la ejecutoria al
tribunal de primera instancia, devolviéndole el expediente, en su caso.
Artículo 390. Siempre que el tribunal de apelación encuentre que se retardó
indebidamente el despacho del asunto o que se violó la ley durante el procedimiento
judicial, si esas violaciones no ameritan que sea repuesto el procedimiento ni que se
revoque o modifique la resolución de que se trate, llamará la atención al inferior y
podrá imponerle una corrección disciplinaria o consignarlo al Ministerio Público, si la
violación constituye delito.
Artículo 391. Cuando el tribunal de apelación notare que el defensor faltó a sus
deberes: por no haber interpuesto los recursos que procedían; por haber abandonado
los interpuestos, cuando de las constancias de autos apareciere que debían prosperar;
por no haber alegado circunstancias de probadas en el proceso y que habrían
favorecido notablemente al inculpado, o por haber alegado hechos no probados en
autos, podrá imponerle una corrección disciplinaria o consignarlo al Ministerio Público,
si procediere. Si el defensor fuere de oficio, el tribunal deberá, además, dar cuenta al
superior de aquél, llamándole la atención sobre la negligencia o ineptitud de dicho
defensor.
Como diferencia sustancial entre el Código Federal y el de Procedimientos de
Chihuahua habrá que advertir que mientras en el primero se considera un recurso
“dentro del recurso de apelación”, en el de Chihuahua se maneja como un recurso
independiente del de apelación, concretamente en los artículos 415 al 418 del citado
código estatal.
Capitulo III. Denegada Apelación.
3.1. Consideraciones Generales.
Denegar significa no conceder lo que se pide o solicita; por ende, cuando se habla de
denegada apelación, se alude a la negación de la procedencia del recurso de alzada.
3.2. Concepto.
La denegada apelación es un medio de impugnación ordinario, cuyo objeto inmediato
es la manifestación de inconformidad del agraviado con la resolución del órgano
jurisdiccional que niega la admisión de la apelación, o del efecto devolutivo en que fue
admitida, siendo procedente en ambos.
3.3. Legislación vigente.
Este recurso se encuentra enmarcado el Capitulo III del Titulo X del Código Federal de
Procedimientos Penales. En los artículos 392 al 398. Y en el Código de
Procedimientos Penales para el Estado de Chihuahua en los artículos 419 al 425.
Mismos en los que se suscribe que este recurso procede cuando la apelación haya
sido negada, o en caso de que se conceda solo en efecto devolutivo debiendo ser en
ambos
3.4. Naturaleza Jurídica.
Es un derecho para el Ministerio Público, para el procesado, acusado o sentenciado,
para el defensor, excepto los casos en que es considerado como una obligación por
encontrarse ausente su defenso y ante la situación en que exista la posibilidad de
perjuicio a sus intereses.
Para el ofendido y su legitimo representante es un derecho, para los órganos
jurisdiccionales su admisión constituye un imperativo ineludible, debiendo además,
proveer lo necesario para su substanciación.
3.5. Objeto y fin.
Su objeto es la resolución que niega la admisión de la apelación o el efecto con que
ésta debió admitirse. Atendiendo a los lineamientos legales, se estudiará si el
impugnante tiene o no derecho a apelar si la resolución judicial del caso es apelable, y
por último, siendo apelable, en qué grado lo es.
La finalidad de este recurso es revocar la resolución que negó la apelación, total o
parcialmente por el Tribunal Superior.
3.6. Ante quién debe interponerse.
Lo previsto por la legislación vigente implica que, sólo es procedente esta
manifestación ante el juez autor del auto.
Guillermo Colín Sánchez, en su obra Teoría del Procedimiento Penal, manifiesta que
los Tribunales Unitarios de Circuito se encuentran compuestos por un magistrado, del
número de secretarios, actuarios y empleados que determine el presupuesto y
conocerán de la tramitación y fallo de apelación, cuando proceda este recurso, de los
asuntos sujetos en primera instancia a los Juzgados de Distrito; del recurso de
denegada apelación; de la calificación de los impedimentos, excusas y recusaciones
de los Jueces de Distrito, excepto en los juicios de amparo; de las controversias que
se susciten entre los Jueces de Distrito sujetos a su jurisdicción, excepto en los juicios
de amparo.
3.7. Quiénes tienen derecho a interponerlo.
Tienen derecho a interponerlo el o los sujetos a quienes la ley faculta para apelar y
todos aquellos a quienes se les haya desechado la apelación, tal es el caso del
Ministerio Público, el procesado, acusado o sentenciado, defensor, y ofendido o su
legítimo representante.
3.8. Situaciones en las que procede.
Este recurso procede cuando la apelación se haya negado, o cuando se conceda sólo
en el efecto devolutivo siendo procedente en ambos, aún cuando el motivo de la
denegación sea que no se considera como parte al que intente el recurso. Artículo 392
del Código Federal y 419 del Código de Chihuahua.
3.9. Tiempo dentro del cual procede su interposición.
Este recurso se interpondrá dentro de los tres días siguientes al en que se notifique la
resolución que niegue la apelación. Artículo 393. del Código Federal y 420 del Código
de Chihuahua.
3.10. Forma de interponer el recurso.
Este recurso se interpondrá verbalmente o por escrito, dentro de los tres días
siguientes al en que se notifique la resolución que niegue la apelación. Artículo 393.
del Código Federal y 419 del Código de Chihuahua.
3.11. Actos fundamentales que comprende la substanciación de la Denegada
Apelación.
El Código Federal de Procedimientos Penales nos indica que actos son los que
proceden a la interposición de este recurso en los artículos que a continuación se
señalan.
Artículo 394. Interpuesto el recurso, el Tribunal, sin más substanciación, mandará
expedir, dentro de tres días, certificado en el que brevemente expondrá la naturaleza y
estado de las actuaciones, el punto sobre que recayó el auto apelado, e insertará este
a la letra, así como el que lo haya declarado inapelable.
Es indispensable y de vital importancia para su tramitación que la documentación
mencionada sea enviada al tribunal de alzada.
Artículo 395. Cuando el tribunal de primera instancia no cumpliere con lo prevenido en
el artículo anterior, el interesado podrá ocurrir por escrito ante el de apelación, el cuál
mandará que el inferior remita el certificado dentro de veinticuatro horas, sin perjuicio
de la responsabilidad a que hubiere lugar.
Artículo 396. Recibido por el promovente el certificado, deberá presentarlo ante el
tribunal de apelación dentro del término de tres días, contados desde que se le
entregue, si el tribunal reside en el mismo lugar. Si reside en otro, el de primera
instancia señalará, además de los tres días, el término que sea necesario, atendidas
las distancias y los medios de comunicación, sin que el término total pueda excederse
de treinta días.
Para el caso del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Chihuahua
concede como máximo el término de tres días y además menciona que el interesado
podrá ocurrir por escrito ante el de apelación, el cual mandara que el inferior remita el
certificado dentro de veinticuatro horas, sin perjuicio de la responsabilidad a que
hubiere lugar.
Es necesario distinguir que la documentación del caso se entregue al promovente para
que sea este quien lo ponga a disposición del Tribunal de Apelación, dentro del
término de tres días o del tiempo que sea necesario sin exceder del termino mismo
que se indican en los artículo antes citados según sea el caso.
Actualmente no es necesario contar con tanto tiempo para hacer la entrega respectiva,
dado el caso de que los medios de comunicación son varios y muy rápidos, además
debemos tomar en cuenta que este recurso en especial se caracteriza por su gran
celeridad en el proceso, tal situación es conveniente para la parte que interpone el
recurso.
Artículo 397. El tribunal de apelación, sin más trámite, citará para sentencia y
pronunciará ésta dentro de los cinco días siguientes a la notificación.
La sentencia en este caso se encuentra sujeta al tiempo en que se haga del
conocimiento del caso a la segunda instancia.
Artículo 398. Si la apelación se declara admisible, o se varía el grado, se pedirá el
testimonio o el expediente, en su caso, al tribunal de primera instancia, para
substanciar la segunda.
La sentencia atenderá los aspectos señalados para este tipo de resoluciones, aunque,
se atiende al auto que lo motiva, en cuanto a la personalidad del impugnante, la
procedencia del recurso, o bien el grado en el que se admitió, determinando su
procedencia.
Capitulo IV. Revocación.
4.1. Consideraciones Generales.
El recurso de revocación es un medio de impugnación. “Es un recurso legal para
aquellas resoluciones o autos en contra de los cuales no procede el de apelación, y
cuyo objeto es que el juez o tribunal que las dictó las deje sin efecto.”
El recurso de revocación es un medio para impugnar las resoluciones que, a juicio de
quien impugna pueden estar mal dictadas, ser erróneas o estar alejadas del derecho,
se interpone por las partes en contra de resoluciones simples, que se denominan
decretos o resoluciones de trámite.
Son recursos ordinarios y horizontales en virtud de que se promueven en la misma
instancia, ante el juzgado de Distrito o de primera instancia en donde se promueve el
juicio correspondiente. Y son recursos extraordinarios en segunda instancia pero antes
de ser dictada la sentencia.
4.2. Concepto.
De Pina define:”...En el proceso penal, medio de impugnación procedente siempre que
el Código Procesal Penal no autorice la apelación contra la resolución de que se trate.
Revocación es un acto jurídico en virtud del cual una persona se retracta del que ha
otorgado a favor de otra, dejándolo sin efecto, siendo posible únicamente en los de
carácter unilateral, como el testamento o el mandato//Dejar sin efecto un acto jurídico.”
La revocación ante los tribunales de segunda instancia, antiguamente llevó el nombre
de reposición; nombre bajo el cual subsiste solo en el Procedimiento civil.
4.3. Legislación vigente.
A este recurso se le conoció como “reposición o súplica” cuando se interponían en
contra de las resoluciones dictadas por el tribunal de alzada.
El Código Federal de Procedimientos Penales al respecto prescribe en el artículo 361.
Solamente los autos contra los cuales no se conceda por este Código el recurso de
apelación, serán revocables por el Tribunal que los dictó. Sin embargo no es posible
revocar la sentencia impugnada por el mismo juez que la dictó.
También lo serán las resoluciones que se dicten en segunda instancia antes de la
sentencia.
En el Código de Procedimientos penales para el Estado de Chihuahua se capta la
esencia de este mismo en el artículo 389.
4.4. Naturaleza jurídica.
Es un derecho para el procesado, el defensor, el Ministerio Público y el Ofendido. Para
el órgano jurisdiccional es una obligación atender la inconformidad en contra de lo
resuelto y en caso de procedencia revocar su resolución.
4.5. Objeto y fin.
Este recurso solo se interpondrá contra los autos en los cuales no se conceda el
recurso de apelación y contra las resoluciones que se dicten en segunda instancia
antes de la sentencia.
“Su objeto es el auto contra el cual se interpone para que previo estudio que haga el
órgano jurisdiccional, lo reconsidere. La finalidad del mismo consiste que en el acto
impugnado se realice su reposición a la resolución por el Tribunal recurrido. En caso
contrario, confirme el auto impugnado”.
4.6. Ante quién debe interponerse.
Procede ante el órgano jurisdiccional autor de la resolución impugnada, Juez de
instrucción; quien directamente resuelva.
Según se manifiesta en el articulo 361 del Código Federal de Procedimientos Penales.
”Solamente los autos contra los cuales no se conceda por este Código el recurso de
apelación, serán revocables por el tribunal que los dictó”.
4.7. Quiénes tienen derecho a interponerlo.
Tienen derecho a solicitar la revocación el Ministerio Público, el inculpado y su
defensor.
4.8. Situaciones en las que procede.
El recurso de revocación procede siempre que no se conceda el recurso de apelación.
Sin embargo ningún juez ni tribunal, podrá revocar la sentencia que dicte,
consecuentemente, dentro de un proceso penal, todas, absolutamente todas las
determinaciones judiciales son recurribles: unas en apelación y las restantes, en
revocación. Las apelables son las que menciona el artículo 366 del Código Federal de
Procedimientos Penales, tales como las sentencias o autos, y los proveídos del
tribunal superior son recurribles en reposición, según se desprende de la literalidad del
precepto, por no ser ya apelables.
En resumen: La revocación tiene lugar cuando la parte pide, el juez concede, la otra
parte se opone y el juez deja sin efecto, de tal manera, que en la revocación, el juez
deja sin efectos el acto violatorio.
4.9. Tiempo dentro del cual procede su interposición.
El Código Federal estatuye en el artículo 362 “El plazo para interponer el recurso de
revocación y ofrecer pruebas será de cinco días, contados a partir de que surta efectos
la notificación de la resolución que se impugna
El Tribunal resolverá el recurso oyendo a las partes en una audiencia que se efectuará
dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la notificación que se haga a la parte
que no interpuso el recurso, acerca de la admisión de éste. En la audiencia se
desahogarán las pruebas ofrecidas, se escuchará a las partes y se dictará resolución,
contra la que no procede recurso alguno. Si no es posible que en esa audiencia
concluya el desahogo de pruebas, el juez podrá convocar, por una sola vez, a otra
audiencia”
4.10. Forma de interponer el recurso.
Se interpondrá por escrito en donde se hará mención del acto impugnado, la autoridad
que emitió el auto, y la petición de dejar sin efecto la misma fundamentando
debidamente los motivos que conforme a derecho deberán respetarse por la propia
autoridad.
Y en forma verbal donde la autoridad deberá oír a las partes en una audiencia que se
efectuará posteriormente a la notificación que se haga a la parte que no interpuso el
recurso, y en ese momento se deberán desahogar las pruebas que conforme a
derecho se consideren supervenientes. Tal es el Caso del Código Federal de
Procedimientos Penales.
Para el caso del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Chihuahua
procede interponerlo en el acto de la notificación (en forma verbal) o dentro de las
veinticuatro horas siguientes a este acto, (en forma escrita).
4.11. Actos fundamentales en que comprende la substanciación de la revocación.
Para el Código Federal este procedimiento es muy sencillo ya que una vez interpuesto
el recurso de revocación el Tribunal lo resolverá oyendo a las parte en una audiencia
que se efectuará dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la notificación que
se haga a la parte que no interpuso recurso en contra de la admisión de este,
posteriormente en la audiencia se desahogarán las pruebas ofrecidas, se escuchará a
las partes y se dictará resolución en el mismo acto, resolución contra la que no
procederá recurso alguno, y si en esta audiencia no es posible desahogar en forma
concluyente las pruebas, el juez podrá convocar a una segunda audiencia por una sola
vez.
El Código de Procedimientos Penales para el Estado de Chihuahua deja abierta la
posibilidad de resolver de plano el acto impugnado por el Tribunal correspondiente si
estimare que no es necesario oír a las partes, acto que le concede celeridad al
procedimiento, y que en caso contrario citará a las partes a una audiencia verbal que
se efectuará dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al acto de notificación y en
ella dictará su resolución, contra la que no procede recurso alguno.
Hay pues dos maneras de substanciar un recurso de revocación, uno de plano y el
otro, previa audiencia verbal, dependiendo ambos del criterio del juez o del tribunal.
En el entendido de que la resolución que sea pronunciada en revocación, confirmando
o negando la procedencia del recurso, no admite recurso ulterior.
Capitulo V. Queja.
5.1. Consideraciones Generales.
El Código Federal de Procedimientos Penales manifiesta que este recurso procede
contra las conductas omisivas de los jueces de Distrito que no emitan las resoluciones
o no señalen las prácticas de diligencias dentro de los plazos o términos que señale la
ley, o bien que no cumplan las formalidades o no despachen los asuntos de acuerdo a
lo establecido en este Código adjetivo.
Este recurso no se encuentra contemplado en ninguna otra legislación existente
únicamente en el Código Federal de Procedimientos Penales.
5.2. Concepto.
La queja es un recurso ordinario procedente para las conductas omisas de los
jueces de distrito que no radiquen una averiguación, no resuelvan respecto al
libramiento o negativa de la orden de aprehensión o comparecencia, no den por
terminada la instrucción dentro del tiempo señalado por la ley o no resuelvan los
problemas de incompetencia dentro de los plazos previstos para esos fines.
De Pina clasifica la queja como un recurso y define la Queja de la siguiente manera:
“Medio de impugnación utilizado en relación con aquellas omisiones a los actos
procesales del juez y contra la resolución sobre la admisión de los recursos legalmente
estatuidos, Medio de impugnación contra la omisión de los actos administrativos o
judiciales establecidos expresamente al efecto por disposición legal”.
En resumen, para efectos de la presente memoria, definiremos a la Queja como un
medio ordinario de impugnación, otorgado a las partes que intervienen en el
procedimiento penal para devolverlo al curso, a efectos de combatir las conductas
omisas del juzgado de Distrito, con la finalidad de cumplimentar los actos cuya
formalidad se encuentra estatuido en la legislación vigente.
5.3. Legislación vigente.
Este recurso es de reciente creación y no se encuentra en la exposición de motivos del
Código Penal para el Distrito Federal ningún dato para su creación. Este recurso solo
figura en el Código Federal de Procedimientos Penales, en el artículo 398 Bis.
El artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
fundamenta el derecho de petición de este recurso en cuanto a lo que en él se
encuentra estatuido.
“..Incumbe al Ministerio Público de la Federación, la persecución, ante los tribunales,
de todos los delitos del orden federal; y, por lo mismo, a él corresponderá solicitar las
órdenes de aprehensión contra los inculpados; buscar y presentar las pruebas que
acrediten la responsabilidad de éstos; hacer que los juicios se sigan con toda
regularidad para que la administración de justicia sea pronta y expedita; pedir la
aplicación de las penas e intervenir en todos los negocios que la ley determine.”
Por tanto ante la falta de cumplimentación de este artículo, es procedente la queja si el
Ministerio Público permite que el procedimiento no se ejecute en forma pronta y
expedita.
5.4. Naturaleza Jurídica.
Con respecto al probable autor del delito constituye un derecho que como es evidente
agiliza el proceso y reduce en grado superlativo la espera innecesaria que a causa de
la negligencia del órgano que conoce del caso le produzca daños que en ocasiones
podrán ser en cuanto a la restricción de su libertad provocando un sufrimiento
prolongado de forma por demás innecesaria.
Para el Ministerio Público son derechos y obligaciones dependiendo de la etapa
procesal. Ya que en defensa del interés público tiene obligación de tutelar.
En cuanto al Defensor, es una facultad y es un deber el invocar este recurso en
beneficio de su defenso, debiendo inconformarse ante la situación específica del caso.
En lo que respecta al ofendido es un derecho, ya que la no actuación del juez y la
indiferencia que refleja ante sus obligaciones desanima la fe puesta en el derecho.
Observemos que para las partes intervinientes en el proceso a excepción desde luego
del juez, es un derecho y una obligación, y que para efectos de la procedencia del
juicio de amparo, estatuye una obligación agotar todos los recursos existentes que en
su caso procedan para garantizar su procedencia, por lo que, debemos concluir que,
es estrictamente necesario utilizar este medio de impugnación necesariamente.
5.5. Objeto y fin.
El objeto de este recurso es el de instar al órgano jurisdiccional para que actúe a
consecuencia de la conducta omisa, el silencio, la indiferencia o falta de actuación del
juez ante el pedimento concreto del cumplimiento de un acto procesal al que le obliga
la norma jurídica.
El fin de este recurso es que los órganos jurisdiccionales actúen y se ajusten a
los términos o plazos dentro de los cuales deben resolver, evitando daños a las
partes por las conductas omisas y cumplir con las formalidades del proceso.
Como ya mencionamos con antelación es un derecho para el procesado, el defensor,
el Ministerio Público y el ofendido la interposición de este medio de impugnación, cuyo
objeto es la conducta omisa, el silencio, indiferencia o falta de actuación del Juez ante
un pedimento concreto o el pedimento de determinado acto procesal al que lo obliga la
norma jurídica, justificado en el principio de legalidad, y cuya finalidad será de que se
cumplan las obligaciones determinadas en la ley con los términos o plazos dentro de
los cuales deba resolver el Juez de Distrito como órgano jurisdiccional. Y de esta
forma, no se prolongue indefinidamente, concretamente la instrucción, que deberá
terminarse en el lapso de tres meses.
5.6. Ante quién debe interponerse.
Se interpondrá ante el Tribunal Unitario de Circuito que corresponda (vertical), porque
la queja procede por falta de resolución judicial, dentro del término señalado. A
diferencia de lo que ocurre con otros recursos que se interponen ante el órgano
jurisdiccional o Juzgado de Distrito (horizontal) que dictó una resolución que causó
agravios.
Guillermo Colín Sánchez, en su obra Teoría del Procedimiento Penal, manifiesta que
los Tribunales Unitarios de Circuito conocerán, de los asuntos sujetos en primera
instancia a los Juzgados de Distrito, de las controversias que se susciten entre los
Jueces de Distrito sujetos a su jurisdicción, excepto en los juicios de amparo.
5.7. Quiénes tienen derecho a interponerlo.
En la hipótesis previstas en el artículo 142, el recurso lo interpondrá el Ministerio
Público, “Tratándose de la no radicación de la averiguación previa o cuando no se
resuelva respecto al libramiento o negativa de la orden de aprehensión o de
comparecencia, únicamente el Ministerio Público, y en las demás situaciones previstas
tienen derecho a interponerlo, tanto el procesado, acusado y su defensor.
5.8. Situaciones en las que procede.
Este recurso será procedente en los casos en que:
I. No se dicte el auto de radicación de alguna averiguación durante el plazo de dos
días, contados a partir del día en que se haya hecho la consignación.
II. Cuando no se dicte resolución respecto al libramiento o negativa de la orden de
aprehensión solicitada por el Ministerio Publico; plazo que no debe exceder de 15
días.
III. Cuando no se resuelva sobre la comparecencia solicitada por el Ministerio Público
en la consignación de las diligencias,
Con respecto a estos preceptos el articulo 142 del Código Federal de Procedimientos
Penales expresa:
“Tratándose de consignaciones sin detenido, el tribunal ante el cual se ejercita la
acción penal radicará el asunto dentro del término de dos días, salvo lo previsto en el
párrafo tercero, abriendo expediente en el que resolverá lo que legalmente
corresponda y practicará sin demora alguna todas las diligencias que promuevan las
partes.”
El juez ordenará o negará la aprehensión, reaprehensión, comparecencia o cateo
solicitados por el Ministerio Público dentro de los diez días contados a partir del día en
que se haya acordado la radicación.
Tratándose de los delitos que el artículo 194 del código citado señala como graves, la
radicación se hará de inmediato y el juez ordenará o negará la aprehensión o cateo
solicitados por el Ministerio Público, dentro de las cuarenta y ocho horas contadas a
partir del momento en que se haya acordado la radicación.
Si dentro de los plazos antes indicados el juez no dicta auto de radicación o no
resuelve sobre los pedimentos de aprehensión, reaprehensión, comparecencia o
cateo, el Ministerio Público podrá ocurrir en queja ante el Tribunal unitario de Circuito
que corresponda.
Si el juez niega la aprehensión, reaprehensión, comparecencia o cateo, por considerar
que no están reunidos los requisitos de los artículos 16 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y 195 de éste Código, se regresará el expediente al
Ministerio Público para el trámite correspondiente.
En el artículo 147 al respecto observamos “La instrucción deberá terminarse en el
menor tiempo posible. Cuando exista auto de formal prisión y el delito tenga señalada
una pena máxima que exceda de dos años de prisión, se terminará dentro de diez
meses; si la pena máxima es de dos años de prisión o menor, o hubiere dictado auto
de sujeción a proceso, la instrucción deberá terminarse dentro de tres meses.
Los plazos a que se refiere este artículo se contarán a partir de la fecha del auto de
formal prisión o del de sujeción a proceso, en su caso. Dentro del mes anterior a que
concluya cualquiera de los plazos antes señalados, el juez dictará auto que señale
esta circunstancia, así como la relación de pruebas, diligencias y recursos que
aparezcan pendientes de desahogo. En el mismo auto, el Juez ordenará se gire oficio
al Tribunal unitario que corresponda, solicitándole resuelva los recursos antes de que
se cierre la instrucción y dará vista a las partes para que, dentro de los diez días
siguientes, manifiesten lo que a su derecho convenga, indicándoles que de no hacerlo
resolverá como lo ordena el articulo 150 de este Código. Cuando el juez omita dictar el
auto al que se refiere el párrafo anterior, cualquiera de las partes podrá recurrir en la
forma prevista por este Código para la queja. No se resuelva algún problema de
competencia dentro del término legal.
A este respecto el artículo 433 del Código Federal de Procedimientos Penales
manifiesta lo siguiente: “El tribunal que reciba las actuaciones que le remita el que se
hubiere declarado incompetente, oirá al Ministerio Público dentro de tres días y
resolverá en el plazo de seis días si reconoce su competencia. Si no la reconoce
remitirá las audiencias al tribunal de competencia con su opinión, comunicándole al
tribunal que hubiere enviado el expediente. Si el tribunal que reciba las actuaciones
conforme a lo previsto en la primera parte de este artículo, no resuelve dentro del
plazo señalado, se procederá como en la queja.”.
Del artículo 427 al 443. Se manifiestan los términos respectivos y sustanciación de la
competencia en el capitulo I, Sección segunda sobre los incidentes diversos, de la
substanciación de las competencias.
Como se advierte es presupuesto indispensable para la procedencia de la queja
que se manifieste la conducta omisa del órgano jurisdiccional en los casos
previstos concretamente por el legislador.
5.9. Tiempo dentro del cual procede su interposición.
El Código Federal de procedimientos Penales en el articulo 398 Bis, segundo párrafo ,
indica que la queja podrá interponerse en cualquier momento a partir de que se
produjo la situación que la motiva. Es necesario hacerlo valer a la brevedad para
agilizar el proceso y evitando males posteriores a las partes.
5.10. Forma de interponer el recurso.
La queja se interpondrá por escrito conforme a lo dispuesto por el Código Federal de
Procedimientos Penales en su artículo 398 Bis, mismo escrito que contendrá los
motivos y la fundamentación jurídica del caso.
Como hemos apuntado en capítulos anteriores, dependerá de la cumplimentación de
los requisitos de tiempo y forma para su substanciación.
5.11. Actos fundamentales que comprende la substanciación de la queja.
La substanciación del recurso requiere de la intervención del recurrente, del Juez de
Distrito y del Tribunal Unitario de Circuito.
El articulo 398 bis manifiesta en el párrafo cuarto lo siguiente: “El Tribunal Unitario de
Circuito, en el plazo de cuarenta y ocho horas, le dará entrada al recurso y requerirá al
juez de Distrito, cuya conducta omisiva haya dado lugar al recurso, para que rinda
informe dentro del plazo de tres días.
Transcurrido este plazo, con informe o sin él, se dictará la resolución que proceda. Si
se estima fundado el recurso, El Tribunal Unitario de Circuito requerirá al juez de
Distrito para que cumpla las obligaciones determinadas en la ley. La falta del informe
al que se refiere el párrafo anterior, establece la presunción de ser cierta la omisión
atribuida y hará incurrir al juez en multa de diez a cien veces el salario mínimo vigente
en el momento y lugar en que hubiese ocurrido la omisión”.
Conclusiones:
El Derecho Penal Mexicano, concede los medios de impugnación necesarios para
mantener dentro del curso establecido al procedimiento, resguardar los principios que
fundamentan la legalidad del mismo y salvaguardar las garantías constitucionales
existentes para el individuo.
El procedimiento de impugnación proporciona los instrumentos procesales necesarios
para que a través de ellos las partes que intervienen en el procedimiento penal,
puedan inconformarse con las resoluciones jurisdiccionales que les produzcan algún
tipo de agravio o daño, ya que ante la falibilidad humana, es muy probable la
existencia de vicios en los que se pueden incurrir, no ya por malicia, sino simplemente,
por las dificultades propias de su función. Dichos medios de impugnación habrán de
reestablecer al cause correcto el proceso.
Los medios de impugnación deben dar respuesta a las promociones de los sujetos que
intervienen el proceso, estas resoluciones contienen la mayor importancia para el
correcto desenvolvimiento del proceso y la pretensión punitiva.
Es de concluirse que la existencia del procedimiento de impugnación es necesario,
para las partes se podrá constituir como un derecho, pero la no interposición de los
medios de impugnación acarrearán graves males, en tal grado que la sentencia de
primera o segunda instancia no se encontrará dentro de la legalidad, esta situación,
hace aparecer sentimientos tales como, el de la desesperanza para el sentenciado, y
la visión repulsiva de la sociedad contra los órganos jurisdiccionales o contra el
derecho mismo.
Es necesario que el litigante conozca debidamente este procedimiento, pero también
es necesario que el ciudadano mexicano conozca sus derechos y los haga valer, ya
que no es novedad que solamente el individuo se entera de el procedimiento judicial
hasta el momento en que se encuentra dentro de él, y aún mas grave, es la situación
en que el individuo cae, al no hacer valer sus derechos ante la inminente violación de
los mismos, por ignorancia o negligencia.
La publicación de esta memoria tiene por objeto, brindar al ciudadano regular el
conocimiento necesario de los medios de impugnación y por ende de sus derechos, y
las consecuencias graves de no hacerlo valer.
Considero que este documento cubre los elementos más importantes del
procedimiento de impugnación y aun cuando parezca ser redundante en sus temas,
hago hincapié en los que considero no deban olvidarse por ningún motivo. Ampliar los
conceptos dentro de la temática con ideas de varios letrados nos proporciona la
necesidad de concluir en cada tema con nuestra propia visión para conceptuar el
punto de estudio.
Este tema es muy amplio, y por mas extenso que parezca, solo he deseado resaltar en
un lenguaje muy sencillo de comprender para cualquier persona y en forma objetiva el
objeto de estudio de esta memoria, dicho objeto como ya lo he mencionado son los
recursos ordinarios tales como la apelación, la denegada apelación, la revocación y la
queja.
Con la finalidad de contribuir al estudio del Derecho, dejo este documento en manos
de quien considere, que en algún momento de su vida habrá de necesitarlo.