Post on 28-Sep-2018
Revista
Co.incidir 23 Enero 2016
Palabras e imgenes donde se encarnan sentires amistosos,
deseos de dilogo entre quienes, transitando por caminos
sociales, por puentes interpersonales, por bsquedas
interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros
filosficos, por los horizontes espirituales, por senderos
metafsicos, por jardines poticos, por el compromiso con el
juego de los nios van anhelando y construyendo una
cultura de paz, de justicia, de armona con la naturaleza, de
relevancias del sentido.
Bienvenido Enero del 2016, bienvenido nuevo ao,
bienvenido a co.incidir en un mundo azul! El que se va
formando, a pesar de todo
Carta abierta de Antoine Leiris a los autores del atentado de
Pars
No tendris mi odio. El viernes por la noche me robasteis la
vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de
mi hijo. Pero no tendris mi odio. Responder al odio con la ira
sera ceder a la misma ignorancia que hizo de vosotros lo
que sois Quereis que tenga miedo, que mire a mis
ciudadanos con recelo, que sacrifique mi libertad por
seguridad, habis perdido. Por supuesto estoy devastado por
la pena, os concedo esa pequea victoria, pero no durar
mucho. De hecho no tengo ms tiempo para dedicaros,
tengo que ocuparme de Melvielle que se despierta de la
siesta, Tiene apenas 17 meses. Se comer la merienda como
cualquier da, jugaremos como cada da, y durante toda su
vida, este nio os har la afrenta de ser feliz y libre. Porque no,
tampoco tendris su odio
Seccin: PENSAMIENTOS AZULES Y
O.INCIDENTES
"Un ser humano es parte de un todo completo, llamado por
nosotros universo, l es una parte limitada en tiempo y
espacio. l experimenta en s mismo, sus pensamientos y
sentimientos como algo separado del resto.... una forma de
ilusin ptica de su conciencia. Esta ilusin es como una
clase de prisin para nosotros, restringiendo nuestros deseos
personales y de cario hacia algunas personas cercanas a
nosotros. Nuestra tarea debera ser el liberarnos de esta
prisin ampliando nuestro circulo de compasin para abarcar
todas las criaturas vivientes y la naturaleza completa en su
belleza.
Albert Einstein
Protegedme de la Sabidura que no llora, de la filosofa que
no re y de la grandeza que no se inclina hacia los nios
Khalil Gibrn
Las grandes coincidencias
Todo conduce a pensar que hay un cierto punto del espritu
donde la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y
el futuro, lo comunicable y lo incomunicable, lo alto y lo bajo,
dejan de percibirse como contradictorios. En vano
buscaramos en la actividad surrealista otro mvil que la
esperanza de la determinacin de ese punto
Andr Bretn
Seccin: PENSAMIENTOS AZULES Y CO.INCIDENTES C
Edicin General
Luis Weinstein
Edicin final y diagramacin
Mara Alicia Pino
Comit Editorial
Catherine Fieldhouse, Rancagua
Mara Alicia Pino (Malicia), Santiago
Mirenchu Pinto, Las Cruces
Brigitte Aubel, Santiago
Julio Monsalvo, Formosa, Argentina
Claudio Schuftan, Vietnam
Eduardo Yentzen, Santiago
Pablo Porcel, Santiago
Mara Teresa Quintino, Las Cruces
Judith Rees, Santiago
Mara Teresa Pozzolli, Santiago
Mnica Gaviln, Talagante
Alberto Valente, Buenos Aires
Margarita Ovalle Santiago
Jorge Osorio, Valparaso
Jorge Flores, Santiago
Juan Carlos Etcheverry, La Paz, Bolivia
Millaray Arnal, Cartagena
Carmen Gloria Rojas, Rocas de Santo Domingo
Patricio Alarcn, Santiago
Sofa Orellana, Santiago
Marina Zolotoochin Santiago
Cecilia Montero, Santiago
Carmen Ibarra, Santiago
Alfred Ass, Isla Negra
Vernica Garay, Quillota
Jean Jacques PIERRE-PAUL, Las Cruces
Alejandro Illanes, Santiago
Vicente Ortiz, Santiago
Camila Troncoso, Santiago
Elena de la Aldea, Buenos Aires
Nelson Arellano, Via del Mar
Iris Leal, Pucn
Claudia Bahamonde, Punta Arenas
Eduardo Acevedo, Santiago
Luis Weinstein, Santiago
Reinaldo Bustos, Santiago.
Sergio Quintana, Karlsruh, Alemania
Draco Maturana, Castro
Nicole Vsquez, Santiago
Danae Garca, Santiago
Sebastin Claro, Santiago
Jos Enrique Cayuela, Isla Negra
ngeles Estvez, Punta Arenas
Patricia Arias, Santiago
Janete Schubert, Cruz Alta, Brasil
Klver Calle, Cuenca, Ecuador
Isabel Cristina Villarte, Caracas, Venezuela
Marcelo Valente, Barcelona
Leonardo Cayuela, Barcelona,
ngeles Nez, Montevideo
Mnica Rodrguez, Punta de Tralca
Antonio Vergara, Punta de Tralca
Germn Daz, Santiago
Juan Francisco Serrano, Ciudad de Guatemala
Silvia Lpez de Maturana, La Serena
Carlos Calvo, La Serena
Marcela Latorre, Santiago
Daniela Anich La Plata, Argentina
Gabriel Villalobos, Quillota,
Paola Pizarro, Quillota,
Paola Pardo, Quillota,
Sarita Glvez, Melbourne, Australia
Matas Andres Cepeda Monsalvo, Villa ngela
David rdenes, Santiago
Redes y agrupaciones Co.incidentes
Un abrazo a algunas agrupaciones amigas
Saludamos con mucha amistad y alegra a:
Las Revistas
Insomnio, Monde Diplomatique, Occidente, Polis, Mensaje,
Aqu Las Cruces, Iniciativa Laicista, la Revista de Educacin
de Adultos y Procesos Formativos de la Universidad de Playa
Ancha,
la Publicacin Peridica Reportaje a la Cultura
Contempornea de Oscar Romn y Silvio Roncone, las
publicaciones virtuales Algarrobo al Da y Aqu Las Cruces, el
diario Crnica Chilln
A completar!
Las Editoriales
Lom, Cuarto Propio, Ril, Tralcamahuida, Caballo de Mar,
Ambos, Una temporada en Isla Negra, Manual Ediciones,
Primeros Pasos, Ediciones Lolita y Eutopa
A completar!
Las agrupaciones
Agrupacin Cultural de Las Cruces, las mltiples iniciativas
Alegrmicas,
La Municipalidad y diversos grupos de trabajo de Quillota,
El Proyecto Aurora, la Casa Museo Pablo Neruda de Isla
Negra, la Casa Museo La Sebastiana, Valparaso,
La fundacin Vicente Huidobro de Cartagena, el Centro
Huara de medicinas integrativas,
Centro ndigo, Corporacin Arte y Ecologa, El Canelo de Nos,
Instituto del Bienestar,
Las Coincidencias, Los Azules, Artesanos de la Plaza Eladio
Sobrino de Isla Negra,
Chile Inteligente, Centro de Estudios para la Calidad de Vida,
Cons-pirando, Departamento de Cultura del Colegio Mdico
de Rancagua, el Departamento de Cultura del Colegio
Mdico de Santiago,
el Instituto del Pensamiento Complejo, Lderes Culturales,
Poetas del Mundo,
Grupo Sueos (de mdicos poetas), Universidad de Chile,
Universidad de Valparaso, Usach,
Yohanan (Centro de Medicina Antroposfica)
La Nave Imaginaria de Isla Negra.
Grupo La Runfla, Grupo Matices,
Grupo Educacin para el Desarrollo Humano,
Grupo Desarrollo Espiritual, de Pucn, Grupo Paranormales,
Programa Hermandad Literaria,
Comunidad teraputica de Pealoln,
Centro Arqu,
Centro Tremonhue,
Taller Literario de Adulto Mayor La Mampara,
Academia de Estudios e Investigacin Complexus Edgar
Morn. AEICEM
Proyecto de agrupacin de mdicos escritores
latinoamericanos.
Amistad Esquina de Pocuro con Repblica de Cuba de
Santiago, Grupo de Gerontologa del Hospital Piero de
Buenos Aires. Grupo Las Benditas Locas, La Caleta y sus redes.
A completar!
Aydanos a completar, a ampliar la red de Co.incidir!
Envanos tus redes co.incidentes, nombres de grupos, revistas,
agrupaciones, centros, etc. Tenemos que propagar la gran
red co.incidir por todo el mundo, propagar la gran
co.incidencia de co.incidir en ver un mundo ms azul.
Pinturas En esta edicin, la obra de Martn La Spina
Nacido en la Repblica Argentina, en 1973, desde 1991 realiza
diversas exposiciones, habiendo recibido premios en varias
oportunidades. Adems de su trayectoria como pintor, ha
incursionado en el campo de la escenografa, el muralismo, el
mosaico, el vitral y la ilustracin.
l relata: Para m, la vida real est cargada de significacin
mistrica. El mundo sin milagro, sin magia; es un lugar desolado".
"En mi pintura quiero poner todo a la luz e inventar realidades
posibles que no son ms que materializaciones de ideas
imposibles.
Bienvenido, Martn, a Co.incidir en un mundo ms azul.
https://www.youtube.com/watch?v=-l3uKiwTK5M
https://www.youtube.com/watch?v=-l3uKiwTK5MRELATOS CON PINTORES CO.INCIDENTES
Algo retrasada con esta ltima edicin, por esto de seguir
tradiciones e imaginar que la vida se renueva cada 1 de
Enero, retrasada recordando cmo despertaba aquellas
maanas despus de los abrazos y recorra las calles con pies
nuevos y ojos nuevos, los que eran capaces de ver que la
vecina tambin era nueva, con su piel reluciente que
esperaba la llegada del viento y su loco vuelo nuevo.
Los rayos de sol tambin eran nuevos, brillaban con una
luz jams vista, un resplandor que vena de ese universo que
aunque estaba all en el cielo, tan lejos de mis manos
nuevas, tambin era nuevo.
Estos ojos ayer an no haban nacido. Mi recuerdo nace hoy.
Cmo respirar el universo cuando cae la ltima hora de un
ao? Cesar un segundo para luego volver a inhalar?
Dnde se guardan los restos de un ao?
Vamos todos a su entierro y caemos tambin a las tumbas
muertos de vida?
La vida no muere, la muerte muere.
La vida tiene vestidos de gasa azul y camina distrada por la
vereda en direccin poniente, donde el sol pinta sus colores
ms bellos. La muerte est al otro lado y jams, jams llegar
a la vida, porque la vida tiene vinilos negros que cantan para
vivir.
Los colores del da nuevo se despiertan con tomos vacos al
centro y tres lucirnagas acrbatas que pintan auroras.
Algo atrasada con esta ltima edicin, por creer en esto de
los rituales y que un ao nace nuevo, hice un acto temerario
y solicit, a poco menos de horas de la entrega, la
autorizacin del pintor elegido, para publicar su obra en este
nmero.
Para mi asombro, saltaron sus palabras amistosficas, azules,
co.incidentes, alegrmicas, hasta paranormales, desde el
chat de Facebook, aceptando de grata manera mi
invitacin a Co.incidir.
Por ello escribo inditamente esta ancdota, para dar el
puntapi inicial a los relatos con pintores co.incidentes.
As fue con Sonia Koch, Francisco Pimiango, Leonor Prez,
Ana Juan, Nerina Canzi, Lila Caldern, Gabriel Pacheco.
Todos ellos aceptaron la invitacin a transformarse en
co.incidentes de un mundo azul.
Gracias Martn La Spina por sumarte. Mil abrazos para ti.
Malicia
Dedicamos esta edicin a la memoria de Domingo Asn.
Falleci un ser humano muy querido y muy admirado.
Valiente cuando haba que hacerlo.
Siempre con coraje de ser.
Un maestro de la psicologa social.
Una persona que irradiaba esa confianza profunda, propia
de quienes viven a fondo sus convicciones.
Hasta siempre, hasta volver a co.incidir!
ndice
Luis Weinstein....pg. 17
Saludo Inicial 2016
Matas Andrs Cepeda Monsalvopg. 20
Tiempo para sentir, tiempo para ser
ngeles Estvez.pg. 22
Agua
Sofa Orellana...pg. 25
Babel
Juan Carlos Etcheverry......pg. 30
Sigo Creyendo
Vernica Garay...pg. 34
Poemas sobre el Agua
Rudi Fester. pg. 37
Luna Estrella
Despertar
Eduardo Vergara...pg. 41
Interpretacin Histrica de la Psicologa Comunitaria y el
Trabajo Comunitario en Amrica del Sur, (primera parte)
Patricio Alarcn y Domingo Bazn.pg. 50
Ontoempata y relacin educativa: algunas implicaciones
para la transformacin social. (Primera parte)
Daniel Enrique Rojaspg.58
En el Hospital
Alejandro Carmona.pg. 61
La Sabanilla
Mara Alicia Pino Pozo (Malicia)...pg. 66
Agua de amor
Alicia, el conejo y el agua
Luis Weinstein.pg. 70
La Plaza del desarrollo Personal, el Cambio Cultural y la
Dimensin Potica de la Vida.
Julio Monsalvo...pg.95
El Rincn de la Alegremia
Saludo Inicial
Luis Weinstein
Iniciamos otra vuelta alrededor del sol. Se nos nubla la vista
pensando en la situacin del mundo, enfermo de violencia, desigualdades,
enemistad con la naturaleza, indiferencia hacia el humano cercano y la
suerte de la humanidad sujeta a una crisis que pudiera ser terminal (y ojal
fuera fuente de una re evolucin germinal.)
En esas condiciones, nos acercamos a dos grandes aniversarios. El 23
de Abril, se celebran cuatrocientos aos del fallecimiento de Shakespeare
y de Cervantes. El primero, llamado el creador de lo humano (Bloom). El
segundo, el genio que convoca al dilogo sobre ese fundamento de lo
humano que es la posibilidad de establecer distancia de la realidad, en que,
en cierta profundidad, coinciden locos y cuerdos. Ese da, en nuestro otoo,
se celebrar el da del libro, ese gran compaero del desarrollo
humano, ahora relegado a los mrgenes en la euforia de la utopa
tecnolgica.
Sin embargo, en el 2016 se dar otro aniversario importante,
los quinientos aos de la publicacin de la Utopa, de Toms
Moro.
Una Utopa que no es eutopa, la utopa saludable, la que
ilustra las enormes posibilidades existentes para mejorar la
calidad de vida, pero que pone en el imaginario el tema de lo
utpico, lo utpico concreto y pragmtico y lo utpico slo
ldico o especulativo; lo eutpico, y lo distpico como est
siendo nuestra vida con la plena libertad para la competencia,
unida a un increble avance cientfico tecnolgico, con la
igualdad y la fraternidad como pequeos oasis ajenos al
paradigma reinante.
EL aniversario de la Utopa puede ser un aliciente para
encarar el gran tema del desarrollo humano en su macro crisis.
Para sentir-intuir-pensar-dialogar sobre las posibilidades y los
lmites humanos. Para acercar al ser humano y la naturaleza.
Para ir en el camino de la igualdad con respeto a la diferencia,
de la libertad integrada con la fraternidad.
El crear puentes, abrir las frontera entre las personas, los grupos, las
redes, las visiones que buscan y trabajan por la salud integral bajo los
nombres y en los territorios del desarrollo personal y el de los vnculos, de
las redes y la labor comunitaria, de la educacin, la paz y la ecologa, de las
necesidades y de las capacidades humanas, desde el arte y a partir de la
ciencia, desde la filosofa y desde la espiritualidad.
El dos mil diecisis debe ser el ao de la gran coincidencia en la
bsqueda y el trabajo por un desarrollo integral de la consciencia, de las
relaciones humanas, de la amistad con la naturaleza y con la humanizacin.
El ao de la eutopa de la unidad en la diversidad.
Matas Andrs Cepeda
Monsalvo
Matas Andrs es un joven de 20 aos muy especial. La
Medicina le ha diagnosticado Parlisis Cerebral. A los 12 aos accedi a
un sistema de comunicacin facilitada. Desde entonces expresa sus
sentipensamientos dirigiendo el sitio Diversidad entre las personas
en la pgina web altaalegremia. Ha escrito un libro: El Silencio que
Grita compartiendo sus vivencias.
TIEMPO PARA SENTIR,
TIEMPO PARA SER
En estos das el tiempo tiene fama,
fama de ser poco, de pasar rpido, de
ser quien decide lo que hacemos.
En estos das el tiempo tiene vida
propia y nosotros caminamos en l sin
decidir cmo. Caminamos, corremos,
estamos, slo vamos.
En estos das el tiempo tiene fama,
es el dueo de nuestros actos, es el
dueo de nuestras decisiones.
En este dominio del tiempo, en
algn momento puede suceder que tu
da ya no sea tan lindo da o que ya no
te regale la misma alegra. En algn momento puede suceder que tu cuerpo
te avise que algo no est bien.
Este es el momento de decidir cmo quiero seguir. Cambiar es posible,
el tiempo es porque nosotros somos.
Es aqu cuando parar es necesario, mirar a tu alrededor y comenzar a
hacer silencio.
En el silencio descubrimos que se puede mirar diferente, que existe un
mundo ms all del nuestro, que hay que saber escuchar y que existe un
mundo propio que hay que saber descubrir.
Desde nuestro interior nacen todas las respuestas, cada pregunta
encontrar su respuesta si aprendemos a escuchar.
Sentir nuestro interior es un ejercicio, nada es magia, todo es un desafo,
un ejercicio diario con lentos avances.
El silencio te permite comenzar a sentir, sentir permite entender tu
existir, existir permite descubrir quin soy yo.
Quin soy yo? Soy quien quiero ser o slo existo? Existo sin querer
ser quin soy?
La respuesta est en tu interior.
Villa ngela, Chaco, Argentina, Diciembre 2015
http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/silencio_que_grita.html
Contacto: mcepeda10@yahoo.com.ar
http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/silencio_que_grita.htmlmailto:mcepeda10@yahoo.com.arngeles Estvez
Quin puede dar informacin sobre el agua?... Estamos sin agua desde las
10 de la maana y nadie informa nada.
Atte
Catalina
Hola Catalina! Primero que nada, lamento que est sin agua.
Usted no me conoce, yo tampoco la conozco a usted, pero somos
vecinas y estamos en el email. En segundo lugar, lamentara darle
esta informacin si la considera fuera de contexto, pero si tiene paciencia
puede usted contar con lo que estoy por referir.
En lo inmediato, cuando recib su correo, estaba esperando una seal,
algo de inspiracin en medio de la agitacin de las tareas de fin de
ao, para escribir acerca del agua. Su pregunta fue lo que apareci y como
no existen casualidades... Permtame unos momentos, le
contar qu pasa con el agua.
El agua siempre estuvo en todas partes, nunca hemos estado sin agua.
Para tranquilidad de todos, el agua siempre ha sido y ser la misma y en
igual cantidad, desde que el planeta comenz a ser. Si, eones antes de la
existencia humana, el agua estaba presente. La misma agua, la que hoy
est en el rbol que veo desde mi ventana y que se ve desde su living. En
realidad el agua est en todo, est en los reinos de la tierra, en el Vegetal,
Animal, Hongos, Protistas y Moneras.
Nuestro cuerpo se compone de agua, ms que de cualquier otra
cosa. Si mira hacia arriba vera las nubes que surcan el aire, ellas tambin
llevan el agua.
Est en el mar, en los ros y vertientes que vienen de lo alto de la
montaa y en sitios inexplorados e inaccesibles de los cursos subterrneos
an ms all del fondo slido submarino.
Cuando el oscuro manto de la noche se retira ante el amanecer y los
destellos rojos del horizonte inescrutable del mar calmo, permiten ver el
sol en su reflejo, es el agua la que conjuga todo.
Cuando las estrellas se disipan y aparece la silueta de las montaas y
ocurre que el roco brota de las hojas, ah est el agua, mientras el fro de la
noche se conmueve ante los rayos la luz de un nuevo da. Los grillos cesan
su rasgueo y los pjaros comienzan a trinar.
Est lista para mirar todo eso? El agua, anuncio de la vida en un
nuevo da
Mientras, el barrio duerme esperando la marcha del
tiempo marcando el destino, que comienza cada da con un despertador
que sentencia: "Te vas a atrasar si te levantas tarde". Entonces los vecinos
parten, cada uno en sus casas, se levantan al mismo tiempo y pocos
segundos despus todos, tiran la cadena...
...y el pozo suburbano de nuestro barrio emite un sonido, un cruel crujido,
no informado por nadie. Y ahora que han pasado las horas el agua an no
se ve, porque las bombas no slo requieren de la mecnica si no tambin
algo ms, algo que est ms all, donde ocurre todo el esplendor, donde
existe la oportunidad de ver el agua y el anuncio de la vida en un nuevo
da, mientras ac, ha sido estrujada.
Sofa Orellana
BABEL
Bsqueda no soberbia = un solo sonido en cada palabra; un solo
pensamiento colectivo; una
sola unin de ideas, esto no
poda ser. Si el Creador puso
el libre albedro en el hombre,
en esta bsqueda colectiva, no
tendran la posibilidad de ser
espritus libres; en esta forma
jams habra
perfeccionamiento porque
para esto tendra que ser
analizado cada acto de la vida,
tener comprensin para
seleccionar lo mejor y
desechar lo peor y esto slo se
lograra en forma individual.
El hombre utiliz la materia: tierra agua paja (vegetal), el aire
ingres en este material con el movimiento al juntar los materiales y crear
la torre que les llevara al cielo.
El hombre quera subir en su bsqueda, pues no comprendi que eso
estaba dentro de l. Tal vez no quiso llegar al cielo para transitar
materialmente por ste, a lo mejor era slo la curiosidad para ver si
realmente existan los dioses. Esta era su oportunidad de ver. El hombre
desde que abri sus ojos y mir hacia las alturas, slo vio de da el sol y en
la noche las estrellas; jams pudo mirar hacia abajo, estaba prisionero de la
materia y esta es hermosa, todo lo cubre.
La tierra cierra el paso a lo inferior y la nica oportunidad es la
muerte. Pero Qu es esta? Una transformacin? Tampoco lo sabemos.
Esta parte es el secreto de la Tierra, el descenso es an un misterio. El
ascenso comenz con la primera mirada del hombre al infinito, con las
estrellas, inicia el camino por los signos zodiacales en busca de un destino;
dentro de l imagina el trnsito de los astros, les da lugares, casa, donde se
realizarn detalles para cada individuo. Al visitar los astros, cada lugar, de
tal forma que el que nace en ese momento, aquello marcar su vida o su
destino en la Tierra.
Las mentes primitivas de los hombres no podan
comprender ni comprenderse, todo marchaba al
unsono, la voz del ms fuerte dominaba la mente de
los dbiles; la voz del ms fuerte era slo el eco del
despertar de los dbiles y estos seres colectivos eran
la resonancia de las palabras, el murmullo de un
pensamiento que se filtr en algn momento en la
mente de aquel que tuvo chispazos de pensamientos
propios y dio comienzo al reinado que es sinnimo de
poder. Poder = Yo puedo, si puedo darme cuenta que
hay seres limitados, ellos no piensan, son como las
olas del mar que se mueven eternamente slo para
morir en la playa, ellas no dan frutos son slo
movimiento. Pero, dentro del mar hay vida que est en su mundo interno y
sobre l est el aire que lo agita, los dos se ayudan. As, si yo puedo
reconocer el movimiento de las masas del mar, tambin podr mover las
masas humana, yo ser como el viento, pero el soberano (soberano=
soberbio) busca dentro de tu intrincado pensamiento formas de ampliar tu
poder.
Busca adeptos para que te ayuden a dar respuestas a sus mentes dice
su naciente conciencia; prepara entre los que encuentres como pueden
dirigir el pensamiento, da poder, entrega tierras, crea reinados, pero t
mantente oculto como la vida dentro del mar, da fuerzas al movimiento
para que no se detengan las masas. Este
pensamiento fue la fortaleza de este
proceso.
Los dioses de barro comenzaron a
surgir, los dolos se apoderaron de las
mentes, los miedos dieron energa y
potencia al trabajar sus figuras porque en
ellas introducan sus fuerzas, sin darse
cuenta que los poderes siguieron
aumentando y su podero fue tan grande
que la soberbia y la avaricia fueron los
productos de este aumento. Cuando se
dieron cuenta que las masas podan pensar, les dieron los juegos y todas las
artes de la distraccin. Aceptando la lujuria, entregando toda la libertad
sexual. Los vicios fueron lentamente pareciendo normales; era la prctica
de todas las pasiones.
Ahora que el pensamiento, que en un momento fue nico, lentamente
fue perdiendo su integridad y pequeos grupos comenzaron a
descontrolarse; pero, haba una nueva forma de recuperar el dominio y as,
uniendo a las masas orden que se creara la torre de Babel; como se sabe
en ese tiempo se hablaba una sola lengua, un solo pensamiento colectivo.
As se inici el trabajo, pero el fin era otro, saban perfectamente que nunca
se llegara, ellos no tenan ni experiencia ni inteligencia, las alturas los
mataran.
Pero jams se cont con que exista realmente un poder invisible, una
fuerza, que an hoy pese al conocimiento de las ciencias, no se puede
conocer. Actu desde un desconocido reino y transform aquella fontica
nica y colectiva en un balbuceo multitudinario perdiendo el sentido de su
vocabulario. Slo quedaron algunas palabras en todo el planeta que hasta el
da de hoy son las mismas en casi todos los idiomas; entre ellas est la
palabra Dios, God, etc.
Desde ese momento se inici el castigo del hombre. Pero realmente
fue un castigo? Jams ha existido un castigo sin recompensa; las pocas
palabras que quedaron flotando, fue la iniciacin a la bsqueda del libre
albedro; el hombre tuvo que aprender a sacar conclusiones, en otras
palabras, a pensar.
El observar para sacar conclusiones hizo al hombre ocupar la
inteligencia, adaptar un nombre a cada cosa, a seleccionar lo que serva o
no, a medir el tiempo, a dar paso a los aos, a formular hiptesis. As fue
adaptndose, trabajando ahora en
forma ms individual aprendiendo a
pensar y medir. Pero, nuevamente el
mar en su continuo movimiento no
puede dejar las masas, slo ellas le
ayudan a la vida interior de su vida
martima; las aguas del invierno son
revueltas, terrosas; de primavera y
verano, son de azul verdoso y luminoso, pero todas se pierden en la arena.
Las civilizaciones avanzaron entre luchas, guerras e intercambios
comerciales; siguen las sociedades, el mundo sigue su trayectoria. La
ciencia avanza; el ser humano cada vez se materializa ms; todos luchan en
la bsqueda del tener ms. Los hogares de antes se transforman en un
cementerio viviente de edificios de cemento; el nio dej de correr y jugar
con sus amigos para jugar con una caja parlante, donde slo se ensea a
pelear, ganar, comprar y matar; los padres se amanecen pensando ganar
ms para comprar lo que vendr, sus hijos slo son ecos de la noche; todo
es lo ltimo de todo, es el lugar de carrera de la desesperanza; la voz se va
perdiendo como otrora fue Babel; pero est ahora modernizada,
transformada, guiada tal vez por la misma semilla que un da les derrumb.
Y, el espritu Dnde est? Y el amor, pero AMOR o sea la
comprensin de la vida, la familia, lo que nos da la naturaleza Dnde?
El amor est oculto dentro del que quiera sentirlo, no tiene obligacin
en pelear; l est, es y ser en todo el que quiera sentirlo en el libre
albedro. l es la nica escala de Babel que llegar al cielo con la voz del
Verbo.
Noviembre de 2015
Juan Carlos Etcheverry Cristi Poeta chileno que reside en La Paz, Bolivia. Embajador/Editor de la
Revista Coincidir en Bolivia.
Juan Carlos Etcheverry Cristi (1963). Su aproximacin a la poesa se
inicia en el taller literario Espacio entre los aos 1989 1991 en
Santiago, Sociedad de Escritores de Chile. Publica su primer libro de
poesa Registro, Confites y Papelitos (1994) en la editorial Mosquitos
Editores (Santiago, Chile). Publica su segundo libro Cada Libre (2000)
en la editorial Plural Editores (La Paz, Bolivia). Actualmente sigue
escribiendo y estos son trabajos inditos que sern parte de su tercer libro.
SIGO CREYENDO
La vida es
en s un gran
misterio
mejor dicho
es un largo
y oscuro tnel
por el cual
transitas
sin saber
en qu momento
aparecer la luz.
La vida ltimamente
se ha transformado
en este andar
sin pensar demasiado
casi en un acto
automatizado
por el cual vamos
Es como detenerse
a mirar
los autos
en una autopista
que van y vienen
cuesta creer
que en su interior
van personas
como t,
como yo.
Pero qu importante
es tener actitud
conviccin
que todo
tiene una segunda
oportunidad.
Donde ya puedes imaginar
ver la casa completa
inclusive te cautiva
el espritu de la Navidad,
donde el telfono suena
y no son precisamente
acreedores.
Posiblemente tus seres queridos
hayan emprendido viaje
posiblemente inclusive
ests solo
que no es lo mismo
estar contigo mismo.
Seguramente has crecido
para asumir
los retos de la vida
que se tiene segundas,
terceras
y muchas ms.
No importa
cuntas veces hayas cado
siempre habr
tiempo para levantarse,
las que sean necesarias.
El mundo y las personas
no cambian
uno es el que cambia
y entender esto
te puede llevar toda la vida.
Lo importante es entenderlo.
Yo s cuan duro
es volver a creer
yo s cunto cuesta,
yo s que el peor enemigo
eres t mismo.
Yo tambin estuve en el infierno
y me pase gran parte de mi vida
preguntando por qu
hasta que dej de preguntar
porque en el fondo
no hay respuestas.
Opt por creer
an mis fuerzas no fuesen las
suficientes
entonces recurr a la fe
y considero que la fe
es el antdoto ms poderoso
y el ms valioso que tenemos.
Sin ello no eres nada,
la vida en s no tiene sentido
y de lo que se trata:
es que te sientas vivo
y cada da
sea una bendicin.
Vernica Garay
POEMAS SOBRE EL AGUA
LA OLA QUE MECE EL LATIDO
Cuando llegar el da
en que me hagas caso
y peines tu chascona cabeza?
Crece tu cabello
y ya ni tus ojos veo
desordenas todo,
el tiempo
y las rectas intenciones,
los laberintos del alma,
los caminos obvios desaparecen.
No ests cuando se requiere
ests cuando nadie te espera,
eres la ola
que mece el latido
de los corazones despiertos adoloridos.
No hay placer que se quede satisfecho
estacionario,
cambio eterno, cambio,
movimiento de tu presencia inquieta.
LA VIEJA GOTERA
Y lleg
lo que vino,
solo por un sendero,
sin hacer mucho ruido.
Se instal en el frente de todo,
desafiando la vieja gotera
que horadaba el sitio de poder,
recordando la necesidad de limpiar ciertos lugares,
sin ruido igual.
A veces todo tiembla y el norte,
siembra juglares
cuando el desierto florece
en la ventana de tu cuadro,
anunciando como sobrevivir,
en el mundo de maana.
Hoy en este sitio
la lluvia apenas,
cabe en una gotera.
Rudi Fester
LUNA ESTRELLA
Toma la luna estrella
y simbrala
en la tierra sangre
mira lo que florece
en primavera
no son rboles
ni flores ancestrales
ni cuentos de nios
ni obras de arte
Qu son?
me dicen tus labios interrogantes
Es lo ms extrao
jams creado
parecen diminutos soles
buscando
sus infinitas lunas
sostenidos por el aire
y una tierra de agua
corriendo a velocidades inimaginables
Toma la luna estrella
y simbrala
y vers nacer hombres y mujeres
inventando preguntas
para entender el pasado
y saber lo que viene
Toma la luna estrella
y simbrala
y no preguntes a qu vienes
fluye libre
como las semillas aladas
que slo vuelan
hacia donde el viento las lleve
DESPERTAR
Con el cansancio
que va quedando
de los das sin ritmo
con la rutina integrada
a la piel
los dedos
la mirada
Con la espalda
curvada
por los interminables
clculos y programas
Con el alma disuelta
en un caf o un agua de hierbas
y la esperanza dormida
o tal vez a punto de despertar
al otro lado de la muralla
esta vez con los amigos de la
infancia
jugando de a dos o tres o todos
volviendo a crear juntos
lo que dictan los sueos
de la manada
Con el alma doblada
y con lo que queda an de esperanza
l se olvida del mundo
levanta sus brazos al cielo
y grita al viento encerrado entre murallas
un HAAAAAAAAAAAA!
interminable
que lo deja en otra galaxia
Mientras
los que escuchan su canto infinito
ren sin pausa
en ellos tambin algo se delata.
Rudi Fester, Libro: Pulso, Poemas y Biopoemas, enero 2015
biopoemas@gmail.com
Rudi Fester 2015
mailto:biopoemas@gmail.comEduardo Vergara INTERPRETACION HISTRICA DE LA PSICOLOGIA
COMUNITARIA Y TRABAJO COMUNITARIO EN AMERICA
DEL SUR
Primera Parte
Eduardo Vergara Castizaga
EduVerCas
Valparaso
2012
Dedicatoria
A los zancudos, que al no dejarnos dormir invitan a buscar
A MODO DE PRLOGO
No es casual que la Psicologa Comunitaria (PC) naciera formalmente
en Amrica (del Norte) y opuestamente, su prctica junto al de otras
disciplinas de quehacer desde y con lo colectivo, fuese masiva,
sobresaliente y hasta informal, en Amrica (del Sur y Central). Y es que la
historia (sur o latino) americana se configura en muchos momentos en lo
colectivo, lo grupal, lo comunitario desprendindose en aportes disidentes o
alternativos a la moda terica predominante y con fuertes opciones hacia
grupos populares, marginales o pobres.
Nuestra intencin es presentar
partes de esa historia, dar testimonio
de aquello y regalar preguntas para
no olvidar ni perder el nimo.
Plantearse el rol de psiclogo
comunitario en un pas globalizado
en donde el nimo generalizado es
lo (errneamente) individual, es ser
un disidente pasado de moda y en
algunos casos militante militar en la locura. Pero, fueron y son estas
posturas las que en esta parte del mundo dieron nacimiento a una prctica
comunitaria denominada como Trabajo Comunitario, Educacin Popular y
Psicologa Comunitaria.
Si bien en Amrica del Norte se desarroll una Psicologa
Comunitaria, en sus inicios, provocadora, al intentar modificar el modelo
mdico y generar la Salud Mental Comunitaria, se encontr con ideas
fuertemente arraigadas en varios de los actores (incluso psiclogos) que
permitieron algunos cambios formales pero no de fondo. Queda como
registro el encuentro en Swanscott, Masachusetts, en que varios psiclogos
liderados por Rapaport bautizaron a la Psicologa Comunitaria bajo la
presidencia de Kennedy en una poca de honestos y locos intentos.
En Amrica del Sur (AS) la marginalidad y la pobreza llamadas
callampas, villasmiseria, favelas, etc. provocaron en varios profesionales de
diversas reas un encuentro con sus creencias y su opcin vocacional y
profesional. Varios de ellos vivieron en carne propia la pobreza y la
exclusin pero tambin mostraron creatividad y confianza en lo
comunitario para abordar tales problemas: Orlando Fals Borda en
Colombia, desde la sociologa militante desarroll el modelo de
Investigacin-Accin-Participativa, Paulo Freire en Brasil desde la
pedagoga elabor la Educacin Popular, Leonardo Boff y Gustavo
Gutirrez, en Brasil y en Per, iniciaron la Teologa de la Liberacin. Los
psiquiatras Pichon-Riviere en Argentina elaborando los Grupos Operativos
de Autogestin, y en Chile Juan Marconi y Luis Weinstein, creando la
Psiquiatra Intracomunitaria y Salud Mental Poblacional, respectivamente.
Y luego Mauricio Troncoso y el Modelo Ecolgico.
Misteriosamente las dictaduras fueron creando racimos de estas
prcticas en varias ciudades y pases, y aunque sus creadores debieron
deambular por el exilio, sus pensamientos sirvieron a muchos y a muchas a
responder a los sinsentidos de la brutalidad.
Nuestra versin de esa historia es la que presentamos a continuacin.
A MODO DE INTRODUCCIN
Para adentrarnos en esta breve
historia (incompleta e inconclusa) de la
PC latinoamericana, proponemos revisar
algunas posturas para comprender el por
qu de esta seleccin de autores.
La psicologa que proponemos debe
centrar sus esfuerzos en el estudio (y
trabajo) de las relaciones tanto interiores (sentimiento, pensamiento,
lenguaje) como exteriores (interrelaciones entre personas y grupos) en
cuanto busque la transformacin individual y colectiva de parte o toda la
sociedad y cultura en aquellos aspectos que no tienden a mantener la vida
ni a mejorar el vivir (calidad de vida, sentido de vida), en cuanto que
justicia y amor no se conjuguen en una igualdad de acceso para todos los
seres humanos, y de sus implicaciones en el entorno (seres humanos
integrantes de la naturaleza) y en sus relaciones con los otros seres vivos
(ecologa).
La psicologa al igual que otras ciencias debe, como imperativo tico
cientfico, trabajar e investigar para transformar y ayudar a su sociedad y
cultura, puesto que aquellos que la desarrollan la ejecutan en una sociedad
de la que son parte.
La PC latinoamericana que proponemos exponer en estas breves
lneas se configura en una teora y prctica que es propia por historia al
igual que la praxis liberadora en cuanto que los participantes de estas
experiencias van logrando niveles cada vez mayores de autonoma y
conciencia de s, adems de un actuar colectivo creando acciones
contingentes a su poca y cultura.
Por lo anterior creemos que la PC debe estudiar y trabajar en las
relaciones (Vigostky) en cuanto estas logran involucrarse en un proceso
de potenciacin o empoderamiento (Rappaport) del desarrollo comunitario,
entendido este como la actualizacin de las capacidades de cada uno
(Weinstein) y de la sinergia que estas capacidades en el colectivo
despiertan para la transformacin sociocultural de esta comunidad y de su
entorno inmediato en primer lugar.
La PC constituye el lado ms claro y concreto donde el psiclogo
practica y aprende para aportar al desarrollo
humano (Max-Neef y otros), y es el vnculo
comunicante entre lo individual y lo social, por
cuanto es en lo comunitario donde cada sujeto
reconoce a otros significativos y se reconoce a si
mismo respecto de otros en el respeto (Maturana)
y en el cario.
El proceso histrico que a continuacin
mostrar es en parte el camino realizado desde
mis primeras acciones y trabajos comunitarios en
la dcada del 80 del siglo XX, participando en la
Iglesia Catlica y de la continuidad en la
universidad. En la primera etapa gracias a
varios amigos y maestros supe de la Educacin
Popular y la Teologa de la Liberacin. En la
segunda etapa particip en experiencias de
grupos operativos y conoc personalmente el
trabajo del maestro Weinstein. A travs de
amigos supe de Orlando Fals Borda y de Juan Marconi. Y participando en
talleres de Trabajo Comunitario es que me involucr con el Programa
Multifamiliar conociendo al maestro Troncoso.
A todos ellos y a otros ms que no nombro mi gratitud, por mostrarme
cualidades tan importantes como la constancia y la terquedad para construir
un camino.
A MODO DE ORIENTACIN
Quizs el argumento final sea y es el ms sensato: lo que hacemos
todos implcitamente es el de escribir desde aquellos maestros que nos
parecen los ms acertados y contingentes para explicarnos lo que nos
acontece, y reconocer(nos) en ellos nuestros ideales, nuestras bsquedas de
coherencia y los esfuerzos por un convivir de ms amplitud y diversidad,
de mayor desarrollo humano para todos y todas, y en el que los llamados
pobres y/o marginados seamos cada vez menos a costa de ser cada vez ms
en la riqueza valrica y humana. Y si un da desaparece esta disciplina
porque ya nadie la necesita, bien valdr su muerte a cambio de que en todas
partes la justicia y el amor pernocten sin el rompecabezas de las armas y
en nuestros murmullos resuenen aquel verso del poeta venceremos,
aunque t no lo creas, venceremos.
A MODO DE ALGO QUE NO RECUERDO
Los libros ms conocidos del maestro Freire fueron publicados a fines
de los 60 y en la dcada del 70, y aunque en la dcada de los 90 public
tanto o ms que en los aos anteriores sus escritos fueron menos traducidos
y editados. Quizs porque la vuelta a la democracia latinoamericana
pens en Freire como arma de resistencia y no como aporte a la
construccin social, dndonos a entender que las nuevas democracias
olvidaron, quisieron olvidar o llegaron a algn acuerdo similar a un tratado
de libre comercio en el que los textos globalizados y aspticamente
tcnicos (por tanto sin citas de autores progresistas, de izquierdas o del
viejo muro) son los sensatamente vlidos para este tiempo.
Y sin embargo en plena primera dcada del siglo XXI, sin guerra fra
y sin muro para contrastar, la pobreza y la desigualdad en Amrica Latina
son las mayores en su historia y aumentando gracias al efecto invernadero,
a las especulaciones y manejos del petrleo, los alimentos y los frmacos, y
todo lo que el comercio pueda rentar
con ello.
La PC debe adaptarse a la
realidad laboral que el sistema
capitalista promueve?
Es frecuente que los estudiantes
de psicologa interesados en el rea
comunitaria pronto se descuelgan de
ella a medida que se acercan al final
de la carrera universitaria y optan en
definitiva por aquellas reas que
perciben le darn un sustento
aceptable para vivir. Aquellos que aceptan el reto comunitario se insertan
en los intersticios o rincones de araa que el cargo de conciencia social
permite no sin antes controlar algunas variables (aunque no todas).
Cada vez ms la exagerada tcnica encuadra lo que hay que hacer y
cmo hacerlo, tiempos y usos de los recursos. Por otro lado, el nfasis en
lo individualmente colectivo impide que la intersubjetividad o el desarrollo
grupal o comunitario se d, es ms se busca que no se d, es peligroso un
grupo formado en esta nueva cultura centrada en los objetivos y en los
resultados, pues pedirn ms fondos, ms proyectos, ms dineros para
iniciativas productivas. Si en los 90 fue la construccin de sedes como
accin comunitaria respaldada desde el estado, en la dcada siguiente son
los capitales semilla y similares. Esto en el rea de lo social
gubernamental. En el rea salud sern los mecanismos para detectar
depresiones y atender con psicofrmacos al que sigue.
Queda espacio para la PC y la
Educacin Popular (EP)? Espacios existen y
siempre existirn, en especial en aquellos
mbitos donde la moda no llega, en donde
no es posible producir dinero (an no se les
ocurre a las transnacionales vender la idea de
la PC, si no otro gallo cantara), o donde la
tcnica an no entiende lgicas o se siente
insegura. All, en los diferentes grupos que
se renen todas las semanas, en donde
algunos dirigentes an estn dispuestos a creer y a golpear las puertas de
sus vecinos, all donde algn sindicato en crisis se descubre usado por lado
y lado, all donde una escuela es sobrepasada por la dinmica extraescolar,
etc.
II
Es falsa la creencia de la casi exclusiva orientacin clnica de los
psiclogos en Chile. De hecho lo que ms se acerca a la laboriosidad
psicolgica es una especie de poliorientacin: varios colegas desarrollan
una labor de orientadores, asesores, terapeutas, psiclogos comunitarios,
profesores, investigadores, coordinadores, psiclogos educacionales,
psiclogos laborales u organizacionales, al mismo tiempo. En el mbito
clnico aunque varios colegas se inclinan y les apasiona dicha labor se ven
enfrentados a las opciones de sobrevivencia trabajando en programas
sociales aplicando encuestas y pruebas, realizando labores de facilitador o
relator en talleres, docencia, investigacin, o socios de alguna consultora,
etc.
A medida que pasen las dcadas y las universidades pblicas y
privadas aprovechen la poltica de produccin en serie (y no en serio) de
profesionales, y la oferta de psiclogos, trabajadores sociales, arquitectos,
periodistas y otras carreras construyan un rascacielos de ofertas frente a una
debilucha y pequea demanda, obligar o al asesinato laboral, en que
algunas profesiones se inserten en mbitos que histricamente eran de otras
profesionales y comience una competencia exagerada, o se formen
agrupaciones de profesionales capaces de defender con inters social la
insercin laboral de sus socios.
Gran parte de la labor de un psiclogo se concreta en el mbito
pblico: en hospitales y consultorios, programas del gobierno (CONACE,
FOSIS, Programa Puente, SENAME, etc. Por otro lado las consultoras que
contratan una apreciable cantidad de profesionales del mbito social y que
pregonan libertad en su accionar en realidad dependen del fondo pblico en
casi un 100%. Mediante FOSIS, SENAME, SERCOTEC, CORFO,
FONDART y MINSAL se financian en gran medida las acciones sociales
de los gobiernos en Chile. Y en muchos de sus equipos hay psiclogos
desarrollando infinidad de labores, al igual que otras profesiones.
Patricio Alarcn Carvacho1 y
Domingo Bazn Campos2
ONTOEMPATA Y RELACIN EDUCATIVA: ALGUNAS
IMPLICANCIAS PARA LA TRANSFORMACIN SOCIAL
La palabra empata deviene del griego ( emptheia), significando,
segn la RAE:
1) Sentimiento de identificacin con algo o alguien;
2) Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
1 Pedagogo y Psiclogo. Doctor en Educacin. Profesor de la Facultad de Pedagoga de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. 2 Pedagogo. Diplomado en Ciencias Sociales. Profesor de la Facultad de Pedagoga de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
1. Estos no son tiempos para la empata:
.
No pregunto a la persona herida como se siente.
Yo mismo me convierto en la persona herida.
Walt Whitman.
Si miramos detenidamente algunos de los fundamentos de la matriz
que constituye y da sentido al mundo occidental y capitalista, a nuestro
mundo, podemos apreciar la existencia de un proceso complejo de
mutacin epistmico-social y cultural que hace de la falta de empata el
centro de gravedad de las relaciones humanas. Esta no-empata es, en
esencia, la incapacidad de unos para estar y ser en el lugar de los otros, la
incapacidad de mirar un problema desde mltiples perspectivas, una
incapacidad que rara vez se expresa en categoras dialogales o
intersubjetivas. Esta es una incapacidad que no debiera justificarse
ticamente hablando- aunque aceptemos la natural dificultad estructural de
la especie humana para comprender al otro puesto que no se es ese otro ni
compartimos la misma historia, es decir, la denominada exotopa, el
fenmeno de estar fuera de ese lugar en que est y es, en muchos sentidos,
ese otro. Cmo es que hemos llegado a este nivel de devaluacin de la
capacidad emptica?
Probablemente, la especie humana, en este lado del mundo, jug sus fichas
por una nocin de desarrollo humano que, aunque para muchas personas,
ha sido un metarrelato exitoso, finalmente nos tiene moralmente abrumados
y arruinados en una vorgine de modernizacin que, hoy por hoy, presenta
ms externalidades negativas que caminos promisorios de evolucin
espiritual y cultural. Veamos algunos hitos de este derrotero:
a) La apuesta vanidosa
por la objetividad: La
construccin de saber docto,
a partir, del siglo XV, ha
venido adoptando la forma
prevalente de conocimiento
cientfico, agregando a la
argumentacin racional y
filosfica la dimensin de
verificacin emprica que
caracteriza al denominado
mtodo cientfico. A partir de
ah -sobre la base de una vanidosa interpretacin de lo humano- la
nocin de que el conocimiento objetivo es el mejor, sino el nico,
viene a significar que la realidad es aquello que se aprehende sin que
importe el sujeto que protagoniza ese saber. En suma, lo objetivo es
verdadero, real, superior; lo subjetivo es falso, no real, inferior. Lo
objetivo, se entiende/se explica; lo subjetivo, se comprende/se
intuye.
Pero tambin sabemos que lo objetivo es excluyente y lo subjetivo es
incluyente, es decir, es la valoracin de la subjetividad la que obliga
ticamente a ponerse en el lugar del otro. En consecuencia, dej de
ser importante lo que el otro piensa, siente o hace, pues, lo valioso es
ahora lo que se establece fuera del otro -aunque a propsito del otro-
pero desde los parmetros de la cientificidad.
b) La absurda hegemona de la razn: El trnsito de un mundo
teocntrico y mgico a uno antropocntrico y emancipado ha sido
atribuido a quienes desde argumentos filosficos- han puesto la
razn al centro de la actividad
humana. Esta razn constituye
no slo la fuente de
conocimientos del hombre
moderno sino la forma mayor
de validacin de ese
conocimiento, conectando
inequvocamente una forma de
pensar con una forma de
producir verdades; a la larga,
haciendo del pensar racional el
nico modo de estar y ser en el
mundo. El pienso, luego
existo cartesiano se tradujo por algunos aunque no para el propio
Descartes- en el inicio de una poca sobrerracionalizada cuyo
principal producto es lo que se denomina racionalidad
instrumental, pues, dej de ser relevante la pregunta por el sentido
de la vida (donde se habita y coexistimos con esos otros),
concentrndose ms bien en los modos de hacer ms eficiente y
productiva la capacidad humana de controlar la naturaleza y el
mundo (justamente donde habitan y coexisten esos otros).
En esta trayectoria del hombre moderno y occidental, se descuid la
existencia de un pensar razonable, que requiere de los otros para
avanzar y generar saber -en cuanto pensamiento de raz
intersubjetiva- y cuya naturaleza reflexiva lo conecta directamente
con los valores de la cultura y de cada historia humana singular y
trascendente.
El absurdo radica finalmente en que no todo lo racional es razonable,
pero lo razonable siempre se vuelve racional. De todos modos, el
absurdo mayor en la sociognesis de la no empata- es que lo
racional crea relaciones subordinadas a una razn superior, mientras
que lo razonable slo crea relaciones de mutua colaboracin
argumentativa e intersubjetiva.
c) La opcin ambiciosa por el universalismo: Uno de los propsitos
ms importantes de la razn cientfica, as como fue diseada desde
el positivismo, es la pretensin de explicar los factores que subyacen
y causan cualquier hecho social o natural, apostando luego a la
conspicua capacidad de la ciencia moderna de predecir o anticipar el
desarrollo de los hechos. Se trata de una actitud optimista en torno a
las virtudes de la cientificidad que implica, en consecuencia, dejar de
m
i
r
a
r
l
a
pluralidad y complejidad de las infinitas formas de ser y existir de lo
humano. Surge la norma y la excepcin, pero excepcin que se
explica desde y para la norma. Una excepcin que no encuentre su
razn de ser en la norma, es un error. Y el error es la forma
embrionaria de nombrar a ese otro como un anormal, como un
monstruo, como un fenmeno a encarcelar o a curar.
El universalismo, si as podemos llamar a esta tendencia, es la
pretensin epistemolgica de que hay que mirar el mundo siempre
desde la construccin exgena, superior, abstracta y racional de
referentes que lo explican todo, tarde o temprano. Aqu la empata no
tiene ninguna posibilidad sino para crear procesos de pseudoempata
de carcter asistencialista y patologizador de los otros. En frente,
mejor dicho, en la periferia de la modernidad, tenemos una actitud
epistemolgica centrada en el particularismo que se hace la pregunta
tica y poltica por ese otro, en su singularidad y originalidad
histrica, en su legtima existencia y expresin, no para explicar sino
para comprender, no para controlar, sino para coexistir.
Si el universalismo impone un orden superior a los otros -a quienes
excluye-, lo hace porque cree ciegamente en que ese orden es el
nico orden existente, el denominado universo. Mientras que el mirar
particularista no puede imponer ningn orden porque comprende que
hay muchos rdenes
posibles, ninguno mejor
que el otro, todos
valiosos y necesarios,
siendo imposible o
irrelevante
jerarquizarlos. Ser y estar en este pluriverso es, por lo tanto, siempre
una interpelacin incluyente de y desde el otro, y eso slo se vive
desde la empata.
d) La necia reduccin de lo humano: Afortunadamente, ser objetivo,
racional y universalista no logran traducir toda la compleja existencia
humana, pero la determinan y la sesgan. En efecto, la construccin
moderna y occidental de lo humano se reduce a algunas formas de
percibir y concebir la realidad, a algunas formas triviales de pensar el
mundo, a algunas modalidades tpicas de vivir la condicin humana.
Quedan fuera el cuerpo, la religiosidad, el lenguaje, las emociones, la
convivencia y la sexualidad, entre otras expresiones humanas;
expresiones que tensionan el orden racional construido y que ponen a
las personas en la necesidad de aprender a vivir juntos y de
permitirnos ser de otro modo, de modos distintos, de modos que hay
que comprender y valorar.
Los tiempos modernos son poco propicios para la empata en la
exacta medida en que la emancipacin civilizatoria prometida por la
ciencia y la tecnologa termin deshumanizando y diseccionando al
hombre moderno.
e) La tozudez por lo individual: Si agregamos al itinerario epistmico-
social descrito la apuesta occidental por un tipo de sociedad basada
en el intercambio de bienes y servicios, en la competencia al interior
del mercado, sin restricciones ticas de ningn tipo salvo las de
crear riqueza- y con la existencia de un Estado menguado y
desregulador, o sea, bajo una matriz capitalista, entonces, no queda
ms que aceptar que el individuo se impone al colectivo, as como el
xito personal se impone al bien comn.
Dicho de otro modo, la solidaridad como constructo y parmetro
tico se ha retirado para dar paso a relaciones instrumentales y
funcionales, donde slo queda reconocer que el egosmo y la
injusticia son tambin expresiones humanas reales y vigentes. Pecan
las instituciones, hacen el mal, pero slo se arrepiente algn
individuo aislado; cometen crmenes las instituciones, mas slo se
juzga a algunos pseudohroes militares; fallan las instituciones del
Estado en hacer su tarea, pero basta con despedir al ministro de la
cartera. Ponerse en el lugar de los otros, empatizar, en esta matriz
individualista, no es negocio, no es frtil.
Sin duda, otros procesos epistmico-sociales se pueden sumar aqu
para argumentar mejor la existencia de una sociedad que naturalmente
tiende a la no empata. Con todo, queda claro que el objetivismo, el
universalismo, el individualismo, el reduccionismo y la hegemona de la
racional instrumental explican suficientemente bien la existencia de una
matriz societal llegada exgenamente a Amrica Latina- que demanda
urgentemente distanciarnos del norte moral y cientfico que nos define,
para empezar a desarrollar transformaciones en la educacin que pongan la
empata al centro de las relaciones humanas.
Daniel Enrique Rojas
EN EL HOSPITAL
Suenan los chirridos de mquinas viejas
En el stano, la cocina y sus cucarachas
recuerdan sus miserias
metros ms abajo
un vagabundo hurga en la basura
en el hospital
hurga en la basura
encuentra un hueso
lo arroja a su perro
y devora el arroz
guarda el sebo
En el hospital,
un vigilante contempla
silencioso
el rumor de las estrellas
y las luces de los autos
que iluminan la noche serena
noche de guardia
en la noche limea
En el hospital
la luz de nen advierte
los cirujanos operan
espere, sea paciente
Y metros ms adentro
los cirujanos pelean con la muerte
En el hospital
la sangre hierve
En el hospital
nacen lgrimas refulgentes
y se convierten en gaviotas
y volando al mar desaparecen
En el hospital
se oye el gemido
de un padre sufriente
que dice
levntate hijo mo!
mientras la mortaja ya cubre su frente
En el hospital
no lo olvides
en el hospital
contemplas la vida y la muerte
y no pienses que es un sueo
pues quiz ya no despiertes.
Alejandro Carmona
LA SABANILLA
Una reflexin tica
Mucho se nos comenta con rusticidad y vulgaridad que nuestro
desempeo profesional, como varones, se realiza en lo que es lugar de
placer sexual en otros.
Este comentario se destaca con mayor nfasis cuando asistimos a una
mujer con mayores atributos de belleza corporal y se nos interroga, con
cierto descaro, por nuestra reaccin ante lo que, para ellos, es objeto
libidinoso.
Estas dos observaciones motiva una reflexin en
cuanto la desnudez despierta el impulso ertico; algo
propio a la naturaleza humana.
Ya, desde los ingentes estudios psicoanalticos de
Sigmund Freud, se reconoce la importancia de la sexualidad
en el desarrollo de nuestro aparato psquico y su
gravitacin en la conducta humana.
Como referencia a esta reflexin, me remito a
Artemisa y al Mito griego de Acten.
ARTEMISA era una de las tres diosas vrgenes de la
mitologa griega, su equivalente es Diana en la mitologa
romana. Estaba consagrada a la castidad. Era la deidad
ms venerada y de las ms antiguas. Se la adoraba como
diosa de la fertilidad y los partos, puesto que ayud a su
madre en el parto de su gemelo, Apolo.
Una de las siete Maravillas del Mundo antiguo fue el Templo de
Artemisa, en Efeso. Fue construido unos 550 aos antes de Cristo. Dur
120 aos. Fue quemado por Erstrato para que pasara a la historia.
El Mito.
Artemisa, se baaba desnuda cuando Acten, un cazador, la
encontr casualmente. Se detuvo fascinado por su belleza enajenante.
Por curioso, fue denunciado por una ninfa que acompaaba a la diosa.
Como castigo, Artemisa lo transform en ciervo por la profanacin de
ver su desnudez y sus virginales misterios, y envi a los propios sabuesos
de Acten, cincuenta, a que lo mataran. Estos lo hicieron pedazos y
devoraron sus carnes.
Es propio a nuestro ejercicio profesional, enfrentar la desnudez de la
mujer. As lo entiende ella cuando acude por asistencia ginecolgica.
Existe, por lo tanto, una invasin de intimidad que la mujer otorga y el
mdico respeta.
La naturaleza humana explicita una reaccin consciente o inconsciente
de impulso ertico ante la desnudez. Por lo
tanto, no es ajeno un pensamiento con alcance
libidinal.
Debido a esa reaccin, la mujer es
vulnerable a una transgresin por un acto
mdico poco adecuado; pero a su beneficio,
acude un poderossimo sentimiento de
proteccin de su intimidad: el pudor.
Los animales no experimentan el pudor,
ni tampoco los nios, cuya personalidad est
en ciernes. Por lo tanto el pudor es algo que
pertenece exclusivamente al ser humano y est
relacionado con la vergenza.
El pudor es el refugio del ser, segn Heidegger. Para la mujer;
exponerse a miradas ajenas como mera corporeidad, y por tanto
impdicamente, significa renunciar a ser persona y se muestra como
objeto. La persona posee una interioridad y una corporalidad que pertenece
a su misterio personal como algo propio y exclusivo. El pudor establece
un lmite entre ella y los dems; salvaguarda la intimidad.
En la antigua Grecia los actores usaban mscaras. Se transformaban
en Persona. El mdico enfrentado al rigor de su desempeo profesional,
se transforma en persona, al estilo sealado, cuando reprime y supera lo
libidinoso.
Por tanto, si no reprime y sublima alguna intencin lasciva;
transgrede y destruye violentamente la armona tica mdico-paciente. Una
transgresin fatal a esta armona, lo conduce al fatal juicio de sus pares,
a la denuncia y a tener que soportar el castigo legal y a enfrentar el dao a
su conciencia moral por el sentimiento de culpa.
Entonces, para examinar a la mujer, el mdico recurre a una simple
sabanilla para cubrir su desnudez.
Esta pieza de gnero, adquiere, en
ese momento, un tremendo
significado.
Es la que respeta el pudor de la
mujer y fija el lmite.
Es el velo de la novia que
solamente el novio puede develar.
Es el velo que cubre el cabello (smbolo de sensualidad) cuando las
nias hacen su Primera Comunin o cuando la mujer visita al Papa.
Es el manto que lanz Sem y Jafet para cubrir la desnudez de No
embriagado y que Cam, por haberlo visto desnudo, sufri maldicin y
condena para toda su descendencia.
Es el velo fundamental de la mujer islmica que reprime cualquier
mnimo atisbo de exposicin corporal.
Entonces; ante la necesidad del debido examen; el mdico ataviado
con su delantal blanco (Mscara: smbolo de pureza), sublima su impulso
libidinal tan solo con una sabanilla que cubre la desnudez de la mujer para
respetar los lmites que el pudor exige.
No es infrecuente que en el momento de practicar el examen a la
mujer protegida con la sabanilla, el mdico desve la mirada y cierre los
ojos concentrado en el rescate de los signos semiolgicos que aportan datos
a su investigacin clnica.
La desviacin de la mirada simboliza el gesto de Cam y Set al lanzar
la manta a su padre No para no ver su desnudez y al cerrar los ojos,
aumenta su sensibilidad al examen como lo demuestran los no videntes que
poseen mayor agudeza al tacto.
Estos dos recursos de importancia clnica, de algn modo, dan mayor
valor al comportamiento tico.
En consecuencia, el pudor es el elemento capital en la armona
mdico-paciente y en su auxilio, la sabanilla es la que establece los lmites.
All donde falta el pudor hay despersonalizacin y la belleza se
degrada.
En esta ecuacin tica de pudor-belleza, queda establecido de manera
radical la importancia de ese sentimiento misterioso de proteccin de
intimidad y dignidad.
Las fuerzas de la sexualidad estn adheridas fuertemente al
inconsciente.
Sigmund Freud en su obra Introduccin al psicoanlisis dijo:
Yo no invent el inconsciente, ni acceder a l, lo cual ha hecho y
hace la literatura (el arte). He inventado el mtodo cientfico de hacerlo.
Sren Kierkegaard con sus argumentos filosficos demostraba que la
esttica es el primer paso a la tica y sta, a la religiosidad (lo sagrado).
Platn, en el Banquete:
Esta es, efectivamente, la forma correcta: primero, las cosas bellas
de la vida y, usndolas como escalones, ascender continuamente: pasar
de un cuerpo bello a dos, de a dos a todos los cuerpos bellos; de estos, a
las bellas normas de conducta y de all, a los bellos conocimientos,
para terminar en eso que no es otra cosa que la belleza absoluta, es
decir, conocer la belleza en s misma.
Fiodor Dostoyevski crea que slo la belleza salvara al mundo.
Y Gabriela Mistral: La belleza es la sombra de Dios en la tierra.
Mara Alicia Pino (Malicia) Y llova, sin precipitar, llova
AGUA DE AMOR
El amor va tras y en todo, se desdobla, se desliza. Agua de amor sobre
la piel y las nervaduras del viento anochecido, agua de amor desde el
corazn de la niebla, sobre los ojos de los nios, en los labios oscuros, en la
pura en la dulce esperanza, agua de amor golpeando las piedras del ro,
detenida en la hora tuya, con tus manos en la hmeda amapola, agua de
amor en la primera mirada de Dios, en la danza de aquel signo de su ltima
estrella.
Agua de amor que anochece, delibera, contiene, precipita, agua de amor
estancada en los charcos, como si de olvido fuera prisionera.
Y luego el sol y sus ptalos de oro, el calor y su llegada, la llamada
inexplicable, la milagrosa.
Entonces
Agua de amor extasiada, agua de amor con la sonrisa en los labios,
agua de amor ascendiendo, agua de amor ennubecida.
Al final y al comienzo, agua en molculas hmedas sin paracadas
hasta las nervaduras del viento.
ALICIA, EL CONEJO Y EL AGUA
Hacia el agua, directo a la oscuridad, los pasos abrindose al segundo,
un pasillo se desmorona en la repeticin de todos los alientos, hacia el agua
las paredes, hacia el agua tus recuerdos,
Una Alicia quedando atrs, al centro de la luz, una Alicia y sus dedos
de agua vacindose en el rincn
izquierdo, donde la fuerza de
gravedad es una araa tejiendo su
red.
Volteen ambos, la lnea es muy
delgada y una partcula, vaca como
todo, gira en su inmenso mundo;
volteen ambos, hay una pregunta sin
responder y todos los atajos
conducen a ninguna parte.
No ves que su mano roza la
comisura del labio inferior? Qu dices a eso? Seguirs de frente hacia la
sombra?
Los paraguas son los ltimos barcos del cielo.
Luis Weinstein
HOMENAJE A LOS 70 AOS DEL OTORGAMIENTO EL
PREMIO NOBEL A GABRIELA MISTRAL.
Recordando a Gabriela
Decir amistad es decir entendimiento cabal, confianza rpida y larga
memoria; es decir, fidelidad.
Donde haya un rbol que plantar, plntalo t. Donde haya un error que
enmendar, enmindalo t. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan,
hazlo t. S t el que aparta la piedra del camino
En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.
C Seccin: LA PLAZA DEL DESARROLLO PERSONAL, EL CAMBIO CULTURAL Y
DIMENSIN POTICA DE LA VIDA
DISCURSO DE GABRIELA MISTRAL ANTE LA ACADEMIA
SUECA AL RECIBIR EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA
10 de diciembre de 1945
Tengo la honra de saludar a sus Altezas Reales los Prncipes
Herederos, a los Honorables Miembros del Cuerpo Diplomtico, a los
componentes de la Academia Sueca y a la Fundacin Nbel, a las
eminentes personalidades del Gobierno y de la Sociedad aqu presentes:
Hoy Suecia se vuelve hacia la lejana Amrica ibera para honrarla en
uno de los muchos trabajos de su cultura. El espritu universalista de
Alfredo Nbel estara contento de incluir en el radio de su obra protectora
de la vida cultural al hemisferio sur del Continente Americano tan poco y
tan mal conocido.
Hija de la Democracia chilena, me conmueve tener delante de m a
uno de los representantes de la tradicin democrtica de Suecia, cuya
originalidad consiste en rejuvenecerse constantemente por las creaciones
http://www.uchile.cl/image/f8962-0-h.jpeg?4727sociales valerosas. La operacin admirable de expurgar
una tradicin de materiales muertos conservndole ntegro
el ncleo de las viejas virtudes, la aceptacin del presente
y la anticipacin del futuro que se llama Suecia, son una
honra europea y significan para el continente Americano
un ejemplo magistral.
Hija de un pueblo nuevo, saludo a Suecia en sus
pioneros espirituales por quienes fui ayudada ms de una
vez. Hago memoria de sus hombres de ciencia,
enriquecedores del cuerpo y del alma nacional. Recuerdo
la legin de profesores y maestros que muestran al
extranjero sus escuelas sencillamente ejemplares y miro
con leal amor hacia los otros miembros del pueblo sueco:
campesinos, artesanos y obreros.
Por una venturanza que me sobrepasa, soy en este
momento la voz directa de los poetas de mi raza y la
indirecta de las muy nobles lenguas espaola y portuguesa. Ambas se
alegran de haber sido invitadas al convivio de la vida nrdica, toda ella
asistida por su folklore y su poesa milenarias.
Dios guarde intacta a la Nacin ejemplar su herencia y sus creaciones,
su hazaa de conservar los imponderables del pasado y de cruzar el
presente con la confianza de las razas martimas, vencedoras de todo.
Mi Patria, representada aqu por nuestro culto Ministro Gajardo,
respeta y ama a Suecia y yo he sido invitada aqu con el fin de agradecer la
gracia especial que le ha sido dispensada. Chile guardar la generosidad
vuestra entre sus memorias ms puras.
GABRIELA MISTRAL COMO FIGURA EMBLEMTICA EN LA
BSQUEDA DE UN NUEVO PARADIGMA
(Centro Carlos Mondaca, La Serena.1985)
Conversar sobre Gabriela Mistral se transforma fcilmente en un
polemizar, en un extrao intercambio de pasiones en que se la exalta o se
la denosta, como si en ese proceso se fuera algo de un valor personal, muy
profundo.
He completado ocho versiones de un curso anual que llamo de
formacin de guas poticos, realizado en un Centro de Isla negra. En
este lapso ha existido slo una ocasin en que los participantes acordaron
por su cuenta dirimir posiciones en un enfrentamiento pblico, con plenas
garantas de autonoma frente al conductor, solicitando para ello el espacio
de la Casa Neruda. Ello, fue a propsito de una especie de quiebre entre
mistralianos y antimistralianos, con ese tenor de causa de vida que tienen,
por ejemplo, los debates entre carreristas y Ohigginianos. La poeta tiene
lectores fervientes y verdaderos adherentes a una especie de culto de su
personalidad, no falta, tambin, la ignorancia crasa, casi ignominiosa,
como la de varios alumnos de un curso universitario que me confesaron
slo conocerla a travs de su imagen en el billete de banco.
Esta introduccin tiene el objetivo de legitimar la confesin de mi
sesgo. Soy de los que se sienten cercanos, apasionados, intrigados por la
obra y la figura de Gabriela. Sigo la aparicin de su ingente obra en prosa,
los artculos en peridicos, sus cartas, con la misma avidez de mis primeras
lecturas en la primera adolescencia. Siguiendo la conocida referencia de
Paul Valery a que la poesa es una vacilacin entre sonido y sentido, mi
balanza se inclin durante muchos aos por la admiracin, por la seduccin
casi hipntica de su voz desgarrada, justamente rubricada de Desolacin.
Un curso que segu con Adriana Valds, hace unos 25 aos, agreg otras
dimensiones a mi percepcin de su poesa, al sentirme respaldado para
adentrarme, Tala adentro, en sus historias de locas, particularmente en La
muerte Nia. Desde entonces, mi relacin
con el mundo del sentido, mi propia
peregrinacin en la bsqueda del sentido, de
las imgenes, de su gama de afectos, de sus
intuiciones, de la niebla de especulaciones,
se hace inseparable de la Mistral, como lo es
tambin del Neruda de Residencia en la
Tierra y del Vicente de los ltimos
Poemas, para situarnos entre los nuestros.
No me corresponde entrar en el espesor
de las discusiones literarias. Carezco de la formacin sistemtica necesaria
para ello. Soy un trabajador de la salud, en la acepcin ms directa del
trmino. Salud, que se muestra al respirar y en la inspiracin potica. Salud
del tomar decisiones y el escribir ensayos. Salud, como la actualizacin de
las capacidades humanas. Salud integral, como el propsito de buscar la
sinergia entre las distintas dimensiones de lo humano, biolgica,
psicolgica, interpersonal, social, ecolgica, existencial, integracional
Salud asociada a la promocin de un sentido, de una jerarquizacin, de la
diferenciacin de lo ms humano de los humanos. Salud integral de las
personas, de los vnculos, de los grupos, de la cultura.
Mi propsito es esbozar mis supuestos acerca de la Gabriela
medicinal. Sigo de alguna manera a Shelley en su planteamiento de que
los poetas son los verdaderos legisladores de la humanidad. Creo intuir lo
que quera expresar Novalis cuando escribi en sus Fragmentos que la
poesa era la medicina trascendental.
Desde mi trayectoria biogrfica, apoyado en mi
trabajo de siempre en que intento articular la
preocupacin por el desarrollo personal y por los
procesos de cambio cultural, procurar dar cuenta de
mi percepcin acerca de la explicacin de nuestro
punto de partida, el por qu se polarizan opiniones
en torno a Gabriela Mistral. Mi supuesto no tiene
nada de original, la poeta es un ser ms
evolucionado que su tiempo yque nuestro tiempo.
Me interesa agregar, desde mis sesgos, el
convencimiento de que ella representa una figura
emblemtica de lo ms esperanzador de este perodo
histrico, los esbozos de un cambio de consciencia,
pasos evolutivos hacia una consciencia ms
integral, de mayor amplitud, ms abierta a la diversidad, ms profunda,
ms preparada para enfrentar los dilemas de la poca.
La biografa de Gabriela Mistral, el tenor de sus entrevistas, los
testimonios de quienes ms la conocieron, convergen en dar substanciosas
evidencias acerca de la complejidad de sus vertientes de intereses, de
convicciones, de vivencias. All encontramos riqusimas vetas que abren
camino a una gran diversidad de imgenes que van desde las idealizaciones
de la santa de Benjamn Carrin y la divina de Iglesias, al ser afectivo,
comunicante, de laberintos sensitivos que entrega Matilde Ladrn de
Guevara, la enorme empata de Alone con Desolacin, la crtica acerba de
Silva Castro, las apreciaciones de Giner Rojo y de Vargas Saavedra sobre
la religiosidad de Gabriela, las finas pinceladas de Gonzlez Vera
Nuestro propsito es centrarnos en algunos de sus textos, en la obra,
en sus distintos tenores de ms o menos formalidad, dejando ms en la
periferia, como fondo gestltico, los avatares de su biografa y sus rasgos
de personalidad. El estudio psicolgico de Gabriela Mistral, al estilo del
texto de Sergio Pea y Lillo sobre El Quijote, es una deuda histrica, un
trabajo pendiente
La diversidad en Gabriela se expresa ya en su desempeo profesional
La poeta hablaba de sus dos oficios, los de su vocacin, escritora y
educadora. De hecho, fue, tambin, periodista y diplomtica. Adems, por
qu no decirlo, buscadora espiritual y estadista.
Antes de ello deben ser considerados los hitos de su periplo desde ser
la modesta Lucila, hija del valle del Elqui, descalificada, ninguneada, hasta
el transformarse en la figura
emblemtica de la reforma educacional
de Vasconcelos en Mxico, en boca de
Neruda ser conocida en el mundo
como Gabriela Mistral, y merecer la
mxima distincin otorgada en el orbe
en el campo de las letras.
Nuestro punto de partida podra
asociarse con unos versos de Carlos
Mondaca:
Todo el mundo fue mo;
pero qu sombra me quit el camino.
Si lo extrapolamos a la situacin humana en general, a lo mejor
concordamos en que todos nos visualizamos a nosotros mismos como
poseedores del mundo, del sentido, de omnipotencia, siendo despojados de
ella por algo imponderable, una sombra que nos aparta del camino.
Somos seres en tensin existencial entre
la finitud, los limites, y la constatacin de que
podemos franquear fronteras, abrirnos
caminos, para sentir luego la desazn de que
hay una especie de aguijn que nos empuja
hacia un borde, hacia la frontera
infranqueable de la muerte, hacia el meandro
de lo misterioso, el velo que cubre el secreto del ser y los laberintos del yo.
Nuestra poca, la de la llegada a la luna, la de los recorridos por la
intimidad del tomo y de la clula, la de la luz macilenta en la obscuridad
del inconsciente y la de la esplndida apertura a las comunicaciones
cibernticas dando instantaneidad a los contactos personales a cualquiera
distancia en el globo, la de la globalizacin a las transacciones financieras.
Nuestro momento en la historia universal pone en extrema tensin
estas vertientes polares de nuestra identidad, parece que poseemos el
mundo, hay cambios vertiginosos, la ciencia y su hija, la tcnica, nos llenan
de aparentes facilidades para vivir la cotidianidad, pero seguimos
murindonos, sufrimos, tenemos creciente soledad, violencia, vivencia de
sin sentido. Hay guerras, hay agresin a la naturaleza, crecen las distancias
en poder entre personas y personas, entre pases y pases. Una sombra
interfiere en el camino de la plenitud y la felicidad universal.
Vivimos una crisis cuya expresin ms crucial es la colisin de dos
grandes paradigmas culturales bsicos. Afganistn, Irak, Palestina, varios
pases del Africason la parte superficial de un iceberg, del
enfrentamiento de fondo entre dos sentidos comunes, el individualismo y el
integrismo. La modernidad occidental, la visin de la realidad y del ser
humano racionalista, analtico, separatista, trivial, en contraposicin a la
mirada del fundamentalismo dogmtico, acompaado de la fusin que
disuelve identidades.
Conflicto complejo en que el
racionalismo se tie de pasin por el poder y
el integrismo religioso se hace cargo de los
recursos de las tecnologas que facilitan los
actos de violencia.
En esta instancia, un proceso de cambio
difuso recorre el mundo Es la emergencia, extraterritorial, conducido por
una gran diversidad de vertientes, de un nuevo paradigma cultural bsico.
Desde la ciencia y desde la espiritualidad, a partir de nuevos movimientos
culturales y de experiencias de accin comunitarias, de aperturas a nuevas
orientaciones sobre la salud y sobre la educacin, se va proyectando una
consciencia del valor intransable de la paz, de la justicia, de la dignidad del
ser humano, de nuestra relacin constitutiva con la naturaleza, de la
validez de la razn y de la necesidad de armonizarla con la espiritualidad,
los valores, la afectividad.
Se trata de un paradigma integrador, en que emergen, en una gran
diversidad de disciplinas, de nfasis, de convicciones, algunos grandes
referentes comunes, entre los que se destacan la paz, los derechos humanos,
la aceptacin de la simultaneidad y la complementariedad de la diferencia
y los vnculos, la autonoma y la
integracin, las relaciones. Se
valorizan los nexos con uno mismo,
con el otro, con los otros, con lo
otro.
Estamos en tiempo en que estos
tres paradigmas bsicos coexisten
con paradigmas tradicionales y de
alguna manera, compiten, viven
paralelamente y se anudan entre s.
En el intencionar hacia el paradigma
integrador, el de la continuidad con el desarrollo humano, con la evolucin,
con la vocacin humanizadora, hay un espacio para la educacin, para la
reflexin terica, para la crtica, para la experimentacin. Tambin, para la
poesa.
La poesa tiene mltiples funciones diferenciables y asociadas. Entre
ellas, la de comunicacin afectiva, la de la creatividad esttica, la del
perpetuo rejuvenecimiento del lenguaje, la de mensajes de convocatoria
social y educacional.
Si es efectivo lo que nos dicen Hlderlin y Heidegger en el sentido de
que poticamente vive el hombre, un derrotero especial del quehacer
potico puede ser el servir como va de conocimiento. Es en ese sentido
que el antiguo arzobispo de la Serena, Bernardino Piera, pudo decir en la
celebracin de los cien aos de Gabriela Mistral: La mirada de los poetas
es doblemente penetrante. Perfora el espacio y atraviesa el tiempo. Los
poetas ven lo que nosotros no vemos y nos conocen mejor de lo que
nosotros mismos nos conocemos. Ven las races, como nosotros vemos las
ramas o las flores y se mueven en el futuro como si fuera un pasado
cercano.
Gabriela misma apoya esta mirada cuando dice, en su recado sobre
Carlos Mondaca, su verso conmueve porque convence. Hay un
conocimiento que nos emociona, efectivamente, en la Elega a la muerte de
su madre, como nos conmueve Macchu Picchu o el Poema de Chile.
En la Mistral, en consonancia con el nuevo paradigma, se da un
dilatado arco de aportes en diversos mbitos, en que nos convence, en que
nos conmueve, en que nos nutre, nos da salud en el sentido integral, en
que podemos identificarla con el cauce que va recorriendo el nuevo
paradigma. Ella es ternura y vehemencia; inquietud espiritual y
compromiso con la realidad social; capacidad analtica de ndole
excepcional y entrega a las prcticas de la meditacin.
En la construccin de un referente bsico, sumidos en una profunda
crisis universal de mltiples planos, es dable partir con la situacin humana
de fondo. Con la constatacin de que desde el inicio de la historia, en
particular a partir de la modernidad, el ser humano realmente existente
merece ms el apelativo de habilis que de sapiens.
Estamos en el hacer y no en el ser, en la individualizacin y no en la
individuacin, privilegiamos las cosas sobre la esencia de las personas, al
l sobre el t, al uso de la naturaleza sobre el reconocimiento de nuestra
pertenencia a la misma y la admiracin por su belleza, su aparente
inteligencia, su misterio. En el trasfondo est la pregunta de Leibnitz, de
Schelling, de Heidegger, de todos nosotros en la intimidad del
inconsciente: La pregunta de la autenticidad y de la angustia existencial:
Por qu hay ser y no ms bien nada
Somos finitos, no tenemos respuesta real, directa, a esa pregunta de
fondo, seamos creyentes, agnsticos, negadores o aceptadores de la
trascendencia. Somos seres abiertos, buscamos, nos desarrollamos, tenemos
necesidad de lo absoluto, de tener respuesta.
La respuesta posible no es conceptual, es vivida. Erich Fromm nos
habla de la va privilegiada del amor y la creatividad. Frankl plantea la
opcin por identificarnos, seres finitos, conectados a la trascendencia, con
la funcin del responder en vez del interrogar. Somos responsables, en la
medida que nos hacemos conscientes, respondemos a nuestra situacin
nica en cada momento de nuestra existencia.
Al fin, tanto para Fromm como para Frankl el sentido est en la
integracin unido a la diferenciacin.
Integrar tanto la relacin, el vincular,
como lo particular. Dejar nuestra
condicin de ser separadas, desamparados,
integrndonos. Con los otros, con el todo
El paradigma, asumido o no, de la
integracin.
Nos integramos desde lo que somos. Finitos, proyectados al
crecimiento, conscientes de lo infinito, aspirantes conscientes o no a lo
infinito. Seres que debemos elegir
entre alternativas a lo que podemos
ser. Seres enfrentados a nuestra
sombra, lo que rechazamos de nosotros