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8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°11 - Edición Chilena - Noviembre 1986
1/51
EDICIÓN CHILENA
•
• • . •••
ivr .
revista
NTERNACIONAL
N U E S T R A É P O C A
N° 11
N O V I E M B R E 1 9 8 6
VIGENCIA
DE
LA S IDEAS
Y LA
CAUSA
DE
O CTUBRE
NUEVOS
T I E M P O S
DEMANDAN NUEVAS
A C T I T U D E S
LA S
C O N T R A D I C C I O N E S
INTERIMPERIALISTAS
Y
L A C L A S E O B R E R A
LA S M A S A S
I N D Í G E N A S
EN EL MO VIMI ENT O
R E V O L U C I O N A R I O
D E A M E R I C A L A T IN A
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°11 - Edición Chilena - Noviembre 1986
2/51
« E L P A R T I D O
COM UNIS TA
D E
CHIL E HA G ANAD O
AUT ORIDAD MORAL
Y
P O L Í T I C A »
DECLARACIONES
DE
VOLODIA TEITELBOIM
AL PERIÓDICO ESPAÑOL
«NUEVO RUMBO»
(2
a
quincena de
septiembre
de 1986)
Nuevo
Rumbo:
Después del
intento falli-
do de ajusticiar al dictador y
tras
la decla-
ración del estado de sitio de Pinochet y os
militares, ¿cuál es la situación real de Chile
en este momento?
Volodia Teitelboim: Después
de la
acción,
reivindicada por el Frente Patriótico Manuel
Rodríguez, la situación en Chile cambió,
haciendo más difíc il la subsistencia de la
dictadura
y
particularmente
el
poder
de Pi-
nochet. Pinochet alguna vez manifestó con
jactancia que en
Chile
no se
movía
una
hoja si él no la movía. Aquel domingo, cuan-
do se produjo la acción contra Pinochet,
es
evidente que él no movía esas hojas, aun-
que algunos hablaron de autoatentado, in-
terpretación que yo no comparto.
Creo que fue una acción justiciera del
Frente Patriótico,
que
demostró
que el
hom-
bre, que vive generalmente en el bunker,
y que cuando sale del bunker está rodeado
de una guardia pretoriana numerosa, san
guinaria, escogida entre los peores asesinos
del régimen, aquel día se vio sorprendido,
aterrorizado, nervioso, acobardado. En un
primer momento quiso salir del
automóvil,
huir. «Me cubrí con mi nieto», dijo primero,
luego
reparó el error ante la televisión:
«Cubrí a mi nieto», lo cual demuestra que
el
Capitán General que declaró la guerra
interna contra Chile hace trece años, es un
cobarde, en contraste con la
actitud
de
Salvador Allende,
que murió
como
un va-
liente
sin
vestir uniforme.
Son dos
actitu-
des morales
que yo
creo
que
tienen impor-
tancia, porque
la
«guerra interna»
es
tam
bién la guerra de la infamia. Se
trata
de
que un ejército armado hasta los dientes
ataque a un pueblo inerme, completamente
indefenso.
He
leído alguna interpretación
de la
pren-
sa
y en la
radio, tanto
de
políticos chilenos
como de políticos
extranjeros,
de periodis-
tas, incluso en editoriales, en que se dice
que la acción contra Pinochet le habría
ayudado. Es una
opinión
interesada, porque
en
el f ondo, ¿qué tratan de hacer o
sostener
con
este juicio
tan contrario a la realidad
de los hechos? Tratan de hacer aparecer
cualquier acción que no sea el
intento
de
diálogo con la dictadura como inconvenien-
te y destinada al fracaso.
El atentado
se
produce
en un
momento
en
que la crisis del sistema ha llegado a
las fuerzas armadas,
incluso
al
Ejército,
en
que los comandantes en jefe de la Armada,
de la Aviación y de Carabineros discrepan
abiertamente de Pinochet desautorizando
su propósito proclamado de lanzar su can
didatura
única para un nuevo
período
pre
sidencial. Y lo que es más grave para ella,
que su
propia arma
en la
cual confió
siem-
pre que
mantendría
un
control monolítico,
el
Ejército, también
da
muestras
de
discre-
pancias muy serias a través de algunos ge-
nerales.
La
conclusión exacta
y
justa
es que el
atentado contra Pinochet, al golpearlo di-
rectamente en su propio terreno lo debilitó
enormemente,
llegó a las fuerzas armadas
y ahondó la crisis.
N. R.: Hemos escuchado en muchas oca-
Isigue
en el reverso d e la
contraportada
]
¡Proletarios
de todos os
países,
u
R V I S T
I N T E R N A C I O N A L
Problemas
de
la
Paz
y
del
Socialismo)
P U B L I C A C I Ó N
T E Ó R I C A
E
I N F O R M A T I V A
D E L O S P A R T I D O S
C O M U N I S T A S
Y
O B R E R O S
A P A R E C E D E S D E 1958
(339)
NOVIEM
19
FORMAN PARTE
DEL
COLEGIO
Y DEL
CONSEJO
DE
REDACCIÓ
«REVISTA INTERNACIONAL»
REPRESENTANTES
DE LOS
PAR
DE ARABIA SAUDITA, ARGELIA, ARGENTINA, AUSTRIA, BÉL
BOLIVIA, BRASIL, BULGARIA, GANADA, COLOMBIA, COSTA
CUBA,
CHECOSLOVAQUIA, CHILE, CHIPRE, DINAMARCA,
D O R ,
EGIPTO, EL SALVADOR, ESPAÑA, EE.UU., FILIPINAS, FI
DIA,
FRANCIA, GRAN BRETAÑA, GRECIA, GUATEMALA, GU
HONDURAS, HUNGRÍA,
INDIA
INDONESIA,
IRAK,
IRÁN, IRLA
ISRAEL, ITALIA, JAMAICA, JAPÓN, JORDANIA, LESOTHO, LÍ
LUXEMBURGO, MARRUECOS, MÉXICO, MONGOLIA, PALES
PANAMÁ, PARAGUAY, PERÚ, POLONIA, PORTUGAL, RDA, REPÚ
DOMINICANA, RDPY, RFA, RSA RUMANIA, SENEGAL, SIRI
LANKA, SUDAN, SUECIA, SUIZA, TURQUÍA, URSS, URUGUA
NEZUELA
Y
VIETNAM.
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°11 - Edición Chilena - Noviembre 1986
3/51
S U M A R I O
}. R O J A S ( P a r a g u a y ) . Fuerza de atra cción de las ideas y la causa de O c t u b r e 3
N. ISA
C O N D E
( R e p ú b l i c a D omi n i c a n a ) . N u e vos tiempos
demandan
nuevas
acti-
tudes 8
M . V I L N E R (Israel). El principal obstáculo para la paz en el Or iente Próximo 14
B.
D E ZH I D (Mongolia). Democracia y disciplina en su unidad
dialéctica
20
VIDA
PARTIDARIA
A. M O H A M M E D
( I r a q ) . D i s pu e s t os a luchar 26
F E S T I V A L E S D E P E R I Ó D I C O S 29, 53
I N F O R M A C I Ó N S O B R E N U E V A S E X P E R I E N C I A S . T. T. B A B E Q R
( S u d á n ) .
Fide-
lidad
a las
consignas
de la
insurrección popular.
A. J. do
A M A R A L ( A n g o l a ) .
A t e n c i ó n f u n d a me n t a l ,
a la calidad de los nuevos
ingresos
• De los
d oc u me n -
tos
•
L.
SA ( P or t u g a l ) . A l g o más que una alianza electoral • En el espejo de
la prensa •N ot a s breves
INTERCAMBIO
DE
OPINIONES
•
DEBATES
30
LA S
C O N T R A D I C C I O N E S
I N T E R I M P E R I A L I S T A S Y L A
C L A S E O B R E R A .
M a t e r i a l
de un grupo de investigación 36
LA S
M A S A S I N D Í G E N A S E N E L M O V I M I E N T O R E V O L U C I O N A R I O .
M a t e r i a l e s
de un simposio internac ional 43
J.
N A G E L S
( B é l g i c a ) . Las f u n c i on e s del Estado a la luz de la lucha de clases 49
NUESTRA ÉPOCA • ACONTECIMIENTOS
APRECIACIONES
E.
H A H N
( R D A ) . Lo s valores éticos de l socialismo 54
K. P. S I L V A ( S r i L a n k a ) . A contrapelo del chovinismo de la burguesía 60
R . S T E I G E R W A L D ( R F A ) .
U n
componente
activo de las fuerzas demo cráticas 65
M . G R A B E R ( A u s t r i a ) . C u a n d o la injusticia se c on v i e r t e en n o r ma 69
S. P.
G U E Y E ( S e n e g a l ) .
Lo que
demostró
el
C on g r e s o
de
L i ma
de la
I n t e r n a -
cional Socialista
A. V O R O N O V . C ó mo a y u d a r
a las
ciudades. R e p or t a j e p o l í t i c o
77
PANORAMA BIBLIOGRAFiCO
S. S A A D . Po t e n c i a l d e moc r á t i c o d e la resistencia 83
S.
D I M . C on t i n ú a
el
relevo internacionalista
85
N . H A R T Ó N .
La carrera
armamentista:
millón y medio de dólares p o r mi n u t o 8 5
G. L E N K E R .
Del Plan Marshall a las «guerras de las galaxias» 87
A.
M O N T I .
Impotencia
de la
justicia italiana
88
ENSAYOS •
CORRESPONDENCIA
INFQRMACiON
E L M U N D O
D E S P U É S
D E L A R E V O L U C I Ó N D E O C T U B R E :
C A M B I O S
Q U E H A -
CE N
É P O C A
90
E L L E C T O R P I D E I N F O R M A C I Ó N . C. K I Y O N G A . U g a n d a : por e l c a mi n o de la
r e n ova c i ó n 9 3
C O R R E S P O N D E N C I A
D E « R E V I S T A I N T E R N A C I O N A L » . G .
P A P A D A K I S .
U n a m o s
nuestras manos... 96
C R Ó N I C A
96
Direcc ión de la
Redacc ión
y la Editor ial : T hákurova 3 , Praga 6,
Checos lovaq uia .
T elé f onos 335-111, 311-14-14, 311-14-16, télex 123 542
W M R .
Firmado
p a r a
la
edición
el 30 de
sept iembre
de 1986.
Talleres grá f icos
de la
Edi to r ia l Rudé pravo.
T oda reproducc ión de los ma t e r i a l e s de esta publ icac ión debe hacerse
señalándose
como
f uente
Revista Internacional.
F U E R Z A D E
A T R A C C I Ó N
D E L A S
I D E A S Y L A C A U S A D E O C T U B R
C A D A A N IV ERS A RIO
de la
Re volución
So -
cialista en
Rus i a
no sólo es nuestra fiesta in-
ternacional común, s ino
un
nue vo r e cor dator io
sobre la importancia
histórico-universal
de l
Gran Octubr e y el gr ande y e nor me camino de l
atraso al progreso reco rrido por el pueblo so-
viético en un lapso relativamente breve. Ha-
biendo signif icado el
nacimie nto
de l
pr ime r
E stado proletario del mundo, de la sociedad
de
justicia social,
la Rev o l uci ón de
Octubr e
abrió
un a
nue va época
en la
vida
de la
huma-
nidad, dio
comie nzo
a
cambios fundame nta le s
en la fisonomía del planeta. El socialismo de-
vino realidad en un país y, más tarde, se con-
vir tió en un sis tema mundial, limitando consi-
derab lem en te
la
esfera
de la
dominación
im -
perialista.
Un a
peculiaridad
de l
actual aniversario
de l
Gran Oct ubre
consiste
en que le han
precedido
t oda
un a
serie
de congresos de muchos parti-
do s
he r manos .
L os
docume ntos apr obados
en
ellos son un aporte colectivo a nuestro patr i-
m onio
común,
a la
teoría
y la
práctica marxista-
leninista. Ha tenido una enorme trascendencia
el
for o
de los comunistas soviéticos, con quie-
nes los
comunis tas
de
diversos países vinculan
decenios de autént ica f r a te r nidad y solidaridad
internacionalis ta. Habiendo pasado
por las
llamas de tres revoluciones, los combates con-
tra los
agresores extranjeros
y las
fue r zas
de
la reacción,
for jado
en la lucha y el trabajo,
el gran partido de Lenin en
esta
etapa crucial
de l de sar r ol lo de l mundo conte mpor áne o ha
levantado nuevos puntos de referencia en el
J U L I O R O J A S ,
Primer Secretario
Interino
del CC
del
Partido
Comunista
Paraguayo
camino
hacia la salvación de la propi
de la
h u m a n i d a d
y el
ace le r amie nto
de
greso social.
Documentos históricos
La delegación de l Par t ido Comunis ta
guayo que par t ic ipó en las labor e s de l
Congreso
de l
P C U S destacó
dos de sus
caracterís ticos: la cont inuidad y el espír
novador .
El
I nf o rme
Político de l
Comit
tral, as í como ot r os mate r ia le s y d o c u m
de l
congreso, enriquecen nuestro arsena
tico
y teórico, constituyen un a f uent e d
piración
para la lucha por los ideales so
tas. Y esto no es retórica, s ino la
consta
de
hechos indiscutibles.
La nueva redacción de l Pr ogr ama de l
contiene
un
pro f undo anális is
de la
r e
con tem poránea . Al
t ie mpo
qu e
ge ne r a l
r ica experiencia
de la
lucha r e voluciona
sólo
señala
las
tareas
en el
p lano na
sino
qu e
indica
la
perspectiva
de
avance
hum anidad
hacia
f o rmas
superiores
de
nización
e conómica
y
social.
Si n
pe car
d
ge r ados podr ía a f i r mar s e
que e l
d o c u m e n
gram át ico
del
P CUS
es el
Manif iesto Co
ta del siglo XX , que cont r ibuye a re f o r
unidad
y la
cohesión
de l
movim ie nto com
ta y obrero internacional, a desarrollar en
el planeta la lucha contra las pretension
E E . UU. a la dominación mundia l y con
amenaza de una catástrofe nuclear .
N os
causaron enorme impresión
lo s
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4/51
de aceleramiento del
desarrollo
económico-
social
de la
U R S S
en
1986-1990
y
hasta
el año
2000,
qu e convocan a todo el heroico pueblo
soviético a nuevas y grandiosas hazañas, que
movilizan
a las fue r zas
creadoras
a fin de
apro-
vechar me j o r las ventajas del régi men socia-
lista,
introducir
los
adelantos
más
avanzados
de la revolución científico-técnica y elevar el
nivel de vida material y espiritual del pueblo.
Se trata de desarrollar cual itati vamente la so-
ciedad y perfeccionar la e conomía, el sistema
democrático
y la
autogestión.
E l
pueblo sovié-
tico de hecho ha pasado a una nuev a etapa
de
su
gloriosa historia
.
En
la
tarea
de
acelerar
los
procesos sociales
el P C U S concede un lugar principal y decisivo
al
factor humano.
El
progreso c ie n t í f ico- técn i-
co en el
socialismo significa
el
fome nto
de la
ef icacia de la producción, la rápida elevació n
de l nivel de vida de l pueblo y el desarrollo
del individuo en todos los aspectos.
To do lo señalado en nada se parece a la
situación imperante en el mundo del capital,
cuyos apologistas no están en condiciones de
ocultar el agravamiento de las contradicciones
y de la crisis en las propias ciuda delas del
imperialismo y en su periferia , la podredumbre
que engendra el sistema e xplotador, el aumento
inusitado de la delincuencia, la drogadicció n
y la corrupción en todos los órdenes, la ca-
lamitosa
situación
en que viven los t r aba ja -
dores.
E n Paraguay,
país
dependiente del imperia-
lismo, igual que en la gran mayoría de nacio-
nes latinoamericanas, la expoliación de nues-
tro pueblo por los consorcios capitalistas multi-
nacionales
y la
dictadura constituye
una
traba
al desarrollo de las
fue r zas
productivas. La
deuda externa es un cáncer que agrava cada
vez
más la
crisis
económica. En el caso de
Paraguay,
el pago por los intereses y amorti-
zaciones de la deuda externa absorbe el 80%
de l valor de sus exportaciones. L a fa l ta de di-
visas
estimula
la
especulación
y el
aumento
incesante del costo de la vida. Baste deci r, que
los trabajadores no pueden sobrevivir con un
salario
mensual de 60.000 guaraníes
(50-60
dó -
lares)
que
cubre menos
del 50% de la
canasta
famil iar.
Los campesinos sin tierra trabajan en
medio de una pobreza insoportable. Los jóve-
nes sin trabajo y con trabas al estudio no tie-
ne n fu tu r o con el régimen dictatorial.
S o bre
este
trasfcndo, el ejemplo de los paí-
ses socialistas, donde el derecho al trabajo y
la
j us t a
remuneración está garantizado, donde
está as egurada a la población la gratuidad
La tarea planteada es, en opinión nuestra, extra-
ord inariamente com ple ja , pero f ac t ible de realizar: en
los
próximos
15
años
se
p r o p o n e duplicar
el
vo lumen
de l potencial p roduct ivo y aumenta r en 2,3-2,5 veces
la produc t iv idad del t raba jo . Los r i tmos de c rec imiento
de la
renta nacional suben cada
año
hasta
el 5%, lo
que
permitirá llevar
a
cabo
un
ampl io programa
de
reeq uipamiento técnico
e
inve rt i r m a y o r e s recursos
en
la
esfera social. — N. de l Aut.
de la
atención
médica, de la enseñanza y los
m ás ba jos
alquileres, ejerce
un a
poderosa fuer-
za de atracción entre la clase obrera, la inte-
lectualidad progresista y
otras
capas de la po-
blación en todos los rincones del mundo. El
solo hecho de que los medios de producción
están en manos del pueblo y que las ganancias
no
van a parar en los bolsillos de una reduci da
clase privilegiada, muestra cuál
es el
camino
qu e hay que seguir para superar la crisis, el
desempleo, la opresión social y la miseria.
Lo s documentos aprobados por el X X V I I Con-
greso
del
P CUS,
en
cuanto
a
nuestro partido,
le ayudarán a desenmascarar con sólidos fun-
damentos la campaña de calumnias antisovié-
ticas manipulada, con gran despliegue de re-
cursos, por el gigantesco aparat o propagandís-
t ico
del imperialismo y sus lacayos nativos.
La fábula acerca de que la
Un ión
Soviética es
un país de esclavos dominados por unos jerar-
cas «neo-zaristas» que pisotean la dignidad
del hombre, resulta cada vez más ridicula in-
cluso
ante los ojos de muchos conservadores.
P ue s ,
ningunos esclavos o zares podrían haber
e l ev ado
en tan breve lapso a un país anta ño
atrasado hasta las grandiosas alturas de la
ci enci a , la técnica y la cultura.
A un
número cada
ve z
mayor
de
personas
en
el
mundo capitalista les parece absurda la men-
tira de que en la
U R S S
se mantiene un «capi-
t a l i smo de Estado», así como la versión ma-
ligna respecto
a la
supuesta «amenaza sovié-
t ica». Aparte de sus enemigos directos, niegan
las ventajas del socialismo real únicamente las
personas mal i nformadas y los políticos miopes
que,
como
decimos
en
Paraguay, llevan
lo s
ojos en la nuca.
To memo s , po r ejemplo, el procedimiento de
preparación y celebración de l
fo r o
de los co-
munistas soviéticos, al que le precedió una
amplia discusión por todo el pueblo de los
pro yect o s de Programa, Estatutos y otros do -
cument o s del
PC U S .
¿Acaso
esto
no es una
mani f e s t aci ón
de genuina democracia, de par-
t icipación masiva de los trabajadores en la
determinación de cuanto atañe a sus
intereses
vitales, a su propio destino?
La experiencia de l partido de Lenin, refle ja-
da en los documentos de su
X X V I I
Congreso,
nos enseña a trabajar de modo nuevo, en una
at mósf e ra de mentalidad contemporánea, con-
fianza, colaboración y cohesión de los
comu-
nistas, elevando el papel y la responsabilidad
de las organizaciones del partido.
Como subrayó el camarada Gorbachov: «N o
existe papel
de
vanguardia
del
comunista
en
general éste se patentiza en hechos concre-
tos»
2
.
Esto nos exhorta también a hacer un
análisis serio y autocrítico y sacar conclusio-
2
M. S . Gorbachov. Informe Político
de l
Comité Cen-
tral
de l P C U S al
XXVl l Congreso
de l
Partido Comunista
d e la Unió n
Soviética en Boletín
de
Información
W a
9
de 1986, primer fascículo,
p.
105. Praga,
Ed .
Internacio-
nal Paz y Socialismo.
nes
prácticas
que nos
ayuden
a
superar
los
obstáculos
y
corregir
la s
deficiencias.
N o s pa-
rece f r uc t í fe r o asimismo
el
ejemplo
de
direc-
ción colectiva, que es una garantía del acierto
de
la
actividad
partidaria.
En otras palabras, se trata de la aplicación
consecuente del estilo leninista de t r aba jo ; de
la consolidación
de los
vínculos
con las
masas;
del análisis científico de la realidad objetiva;
de la acertada educación, selección y promo-
ción de los cuadros; de la práctica permanente
de la
crítica
y la
autocrítica como arma pro-
bada para descubrir y corregir las fallas, re-
trasos y debilidades.
L os
comunistas soviéticos
no s
ofrecieron
un
magníf ico
ejemplo de cómo hay q ue utilizar
el
instrumento
del
análisis crítico constructivo.
Pus i e ro n
al desnudo con valentía los
fe nóme -
nos negativos y abrieron lucha sin concilia-
ción por subsanarlos, no se mostraron compla-
cientes
con los
éxitos alcanzados. Exigieron
más ,
mayor despliegue de la exigencia, del sen-
tido de responsabilidad, más iniciativa creado-
ra e intransigencia en la lucha contra la pasi-
vidad
y la indisciplina.
T odo
ello con miras a acelerar el desarrollo
so ci o - eco nómi co en las condiciones del socia-
l ismo. En nuestro caso, esto nos ayuda tam-
bién
a for ja r un
partido
de
nuevo tipo
que
encabece el combate de la clase obrera, de
t o do
el pueblo, por la destrucción del régimen
fascista
y la
búsqueda
de
cauces
qu e
lleven
a profundas transformaciones revolucionarias
y
democráticas.
L os
documentos de l P C U S so n f r u to de la
creaci ón teórica que analiza los resultados de
la práctica diaria, expresión de la preocupa-
ción
constante del partido por el bienestar del
pueblo y del afán de salvaguardar a la huma-
nidad de una hecatombe nuclear, demostración
de profundo
espíritu
democrático, de perma-
nente amor a la paz y de auténtico humanis-
mo. Por ello, el propio congreso y sus docu-
ment o s tienen un valor duradero y una reper-
cusión cada
vez
mayor
en
todo
el
mundo.
Dos mundos, dos
políticas
Reco rdemo s
el
pensamiento
de
Leni n
de q ue
la R e voluc ión de Octubre fue la primera vic-
toria en la eliminación de las guerras
3
. Una
de
sus
primeras leyes fue, como
es
conocido,
el Decreto de la Paz. Desde entonces, el
P C U S
y , más tarde, todos lo s demás partidos
hermanos de la comunidad socialista, orientan
firmemente su política exterior con miras a
co nj urar la guerra que amenaza a la humani-
dad. Así fue y así será.
Para nosotros
el
socia-
l ismo
es el garante de la paz, el custodio de la
3
Véase: V. I . Lenin. Obras Completas 2a ed., Ca r tago ,
Buenos Ai res , t . XXV, p. 485.
seguridad
de los
pueblos. Nosotros vem
él una
sociedad
en la que sus
propó
acciones están encauzados a apoyar la
raciones de los pueblos a la independe
el
progreso social
y están
subordinado
tarea principal de salvaguardar y consol
paz. No hay misión má s elevada y resp
qu e contener a las f ue rzas de la agre
el
militarismo
en
aras
de la
vida
de la
raciones presentes y venideras. U n mu
guerras ni armas es el ideal del sociali
Teniendo en cuenta el poderío dest
de los armamentos modernos, cualquier
to de resolver las controversias política
los Estados por medio de la guerra pue
un
suicidio para
la
humanidad.
Con un
miento de profunda responsabil idad
prosperidad y la seguridad de su país
cientes de la amenaza que implica la p
aventurera del imperialismo, ante to
norteamericano, los comunistas soviético
co n ellos también los otros partidos he
y todas la s gentes de buena vo lun tad—
tan a
salvar
el
planeta
de la
destrucc
clear. Vienen planteando proposiciones
t ruct i v as tendientes a llegar a un acue
bre la
prohibición
de los
ensayos nu
la liquidación gradual de las armas nuc
la eliminación de las armas químicas y d
tipo. Parecería que es difícil estar en
de
todo esto.
Pero e l imperialismo de
EE .U U .
sigu
ve z más empecinado en romper el eq
mili tar,
trata inútilmente de lograr la s
ridad estratégica sobre la Unión Sovié
otros
países
socialistas, crea una situaci
sa y
peligrosa,
e mpuja a la
humanidad
el
abismo
de l
exterminio nuclear.
A l
mi ent o de evitar la militarización del c
ha respondido con el programa aventur
la «guerra de las g alaxias», incorpora
esta empresa agresiva a sus aliados
O TA N ;
a la moratoria unilateral soviétic
pruebas nucleares responde con nuevas
siones atómicas en Nevada; a las exho
nes de respetar el derecho de los pue
la autodetermina ción, contrapone la ag
contra
Libia, el
bombardeo
de
Trípoli
y
si, la ampliación de la intervención a
contra Nicaragua,
el
apoyo
a los racista
af r i cano s ,
etc., etc.
Duran te este año, proclamado por l a
Añ o
Internacional
de la
Paz,
se han
re
co n
peculiar
fuerza lo s
diferentes
e n foqu
so ci a l i smo y e l
capitalismo hacia
los
ma s
vitales
de la
humanidad.
L a
polít
terior de la Unión Soviética se fundame
los principios leninistas de la coexistenc
cífica entre Estados con distinto régim
cial. En esta política se expresa la nec
objetiva de cumplir tareas creadoras, as
el convencimiento
de que en una guer
clear, lo mismo que en la carrera armam
ta, no puede haber vencedores. La única
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°11 - Edición Chilena - Noviembre 1986
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nativa
sensata es la
creación
de un sistema
global de seguridad y la reconstrucción del
comple jo de relaciones internacionales sobre
bases justas.
Lo s comunistas soviéticos,
al
señalar
el pe-
l igro de guerra nuclear, analizaron bril lante-
m en te en su for o la correlación de fuerzas a
escala mundial
y
llegaron
a la
conclusión
de
qu e nunca hasta ahora había sido
ta n
grande
el
peligro que se cierne sobre la hum anidad .
Pero nunca tampoco habían sido ta n reales las
posibilidades
de mantener y fortalecer la paz.
M a n c o m u n a n d o su s esfuerzos, los pueblos pue-
den y deben apartar el peligro de aniquila-
mi ent o
nuc lea r .
Y noso t ros , los com unis ta s , consideram os que
éste es nuestro deber común. La idea de Marx,
que ya en el siglo pasado llegó a la conclu-
sión
de que
ún icam en te
la
alianza internacio-
nalista de la clase obrera puede asegurar su
victoria
de f i ni t i v a
4
, se ha enriquecido con un
con ten ido má s pleno en cada etapa histórica.
El G ran Oct ubre significó el t riunfo del inter-
nacionalismo
y, al mismo tiempo, una nueva
fase de su desarrollo. Por primera vez en la
historia fue
f undado
un E stado , que se guía
en su polít ica interior y exterior por los prin-
cipios
de l
internacionalismo.
En la época que nos toca vivir, las posicio-
nes de los
comunistas soviéticos
en las
cues-
tiones de la solidaridad internacionalista han
adq ui r i do
un a
ex t raord ina r i a so l idez
y
consti-
t u y e n
un f act o r ponderable en el desarrollo
de l
m ovim ien to an t im per ia l i s t a ,
en la
lucha
por el desarme y la paz, por la l iberación na-
ci o nal , la autodeterminación de los pueblos,
por la democracia y el progreso social. Una
co nf i rmaci ón
de
ello
es la
historia
de más de
medi o
siglo en las relaciones del P C U S y el
PC P. Nosotros, patriotas e internacionalistas
pa raguayos ,
estamos pro f undament e agradeci-
dos al Partido de Lenin y a todo el pueblo so-
viético por la
simpatía
y las
g randes cam pañ as
de solidaridad co n nuestra lucha contra la dic-
tadura fascista. Los amigos cubanos, vietna-
mitas y afganos han dicho muchas palabras
de reconocimiento sobre la ayuda ef icaz, des-
interesada y fraternal de la Unión Soviética
y
otros países de la com unidad socialista. No
vam os aqu í a repetirlas.
Lo s círculos reaccionarios y militaristas, al
mismo tiempo que se unifican a nivel interna-
cional
pa ra defender
su s
intereses
de
clase,
ni°gan a las
f ue rzas
de l
p rog reso
el
derecho
a la solidaridad internacionalista. La propagan-
da
imperialista tergiversa po r todos lo s m ed ios
su esencia y objetivo. Tomemos, por ejemplo,
la
ayuda internacionalista
qu e para
rechazar
la agresión foránea presta la Unión Soviética
a Af gani s t án a pedido de su gobierno. Este
tema, como antes, sigue siendo ampliamente
t e rg iversado
en
Am érica La t ina .
A l
ju s to apoyo
4
Véase: C.
M a r x
y F.
Engels. Obras
t.
16,
p. 336
(e n
r u s o )
que
se da al
pueblo af gano
se lo
califica
de
«operación punitiva» o «intervención que aten-
ta
con t ra
la
independenc ia
y la
l ibertad
de
este país».
S in em bargo ,
la
verdad
se va
abriendo paso
pau la t inam en te pese
a las
m on tañ as
de
grose-
ras calumnias. E l imperialismo y sus testafe-
rros quisieran ahogar a la revolución en Afga-
nistán, al que quisieran convertir en base de
cohetes apuntados contra la U R S S y en centro
de toda clase de provocaciones. Pero, como
decimos lo s pa raguayos , el t iro les salió po r
la culata.
La resistencia del pueblo afgano y la ayuda
de la Unión Soviética hicieron fracasar estos
siniestros planes. La guerra no declarada de
la Adm in i s t rac ión R eagan con t ra la democracia
popular afgana no tiene futuro. Los cen tena -
res de
millones
de
dólares gastados
el año
pasado por la CÍ A
para
derrocar al gobierno
de aquel país
no han
log rado
qu e
Wash ing ton
se acerque lo más mínimo a su objet ivo. La
posición
de l
PC U S
y del
Gobierno soviético
es
la garantía de la independencia y la l ibertad
de los a fganos .
En verdad, podemos confiar en el gran Par-
tido
de Leni n , pues no sólo procura la satis-
facción cada vez más amplia de las necesida-
des de su
pueblo, sino
que es, al
m ism o t i em -
po ,
el amigo
fie l
y más poderoso, siempre dis-
puesto
a
defender
la
paz,
lo s
derechos
e in-
tereses de los t raba jadores en cualquier rincón
de
la
Tierra.
No
se
puede detener
la
mar c ha
de la historia
El Gran Oc tub re se convirtió en un reto al
imperialismo mundial que, sufriendo crecientes
e irreparables pérdidas, trata una y otra ve z
de tom arse la revancha social. Precisamente
de l
imperialismo parte
la
am enaza
de
guerra .
Al aspirar a la dominación mundial , declara
continentes enteros zonas
de sus
«intereses
vitales», impone relaciones desiguales a otros
Estados, apoya a los regímenes represivos y
antipopulares y trata de expor ta r l a con t ra -
rrevolución. Lo sabemos muy bien por expe-
riencia propia. Baste recordar que en los últi-
mos tiempos en América Latina «han desapa-
recido» 90 mil personas.
¡Y
cuántos patriotas
han sido asesinados por la
CÍ A
y las oligar-
quías nativas, por los regímenes fascistas de
Chile y Pa raguay
En nuestro país, el dominio de más de trein-
ta
años
de l
clan Stroessner culmina
en una
situación de brusco agudizamiento de la
crisis
de la sociedad. La dictadura «compensa» con
genocidios
y represiones su incapacidad para
resolver los problemas sociales y económicos.
Stroessner
y sus
acólitos están dispuestos
a
recu rr i r a todos lo s crímenes a fin de m an te-
ner el viejo régimen, el más sanguinario, frau-
dulento y corrupto que conoce la historia del
Pa raguay .
En e l m arco de sus concepc iones neog loba -
listas, los círculos imperialistas de
E E . UU.
qu ieren m an tener a nues t ro país como base
de agresión y foco de provocación en el cora-
zón de América del Sur. Por eso pretenden
salvar
al
régimen dictatorial mediante
el
con-
tinuismo dictatorial y una apertura democráti-
ca
reg im en tada
y
f raudu len ta , conservando
el
poder y las riquezas básicas en manos de los
monopolios
y sus agentes nativos, una minoría
de generales vendidos y de oligarcas sin pa-
tria. Pero nada podrá detener
la
m archa
de la
h i s to r i a . Nues t ro pueb lo derroca rá
la
dictadura
y conqu i s ta rá la dem ocrac ia y la independen-
cia, porque
ha n
m adurado
la s
condiciones para
la revolución democrática, agraria y antimpe-
rialista.
La
unidad amplia es la clave de la victoria
po pul ar . Los pa raguayos dem uest ran en l a s ca -
lles y en los campos la fuerza de una consigna:
«E l pueblo unido jamás será v enci do ». E l Mo -
vim ien to Cam pesino Pa raguayo , e l Mo v i mi ent o
Intersindical de Trabajadores , el Mo vimiento
E stud ian t i l Dem ocrá t i co , el F ren te
Amplio
de
Muj e re s , el Mo v i mi ent o Pa raguayo de L ibera -
c ión , Pa raguay Dem ocrá t i co
y otras
o rgan iza -
ciones realizan manifestaciones unitarias por
reivindicaciones económicas
y
dem ocrá t i ca s .
La
dictadura, cada vez más aislada y debili ta-
da,
ya no
puede con tener
a las
masas median-
te la represión. L as consignas que se l evan ta -
ron en un mitin celebrado en Asunción —«Aba-
jo la
dictadura »,
«Yanquis: fue r a de C e n t r o -
amér i ca», «Soc ia l i sm o solución»— son un tes-
t imonio de la creciente conciencia polít ica del
pueblo.
L as im portan tes m ovi l i zac iones de m asas
conducen a conf ro n tac iones cada vez m ás ené r-
gicas
de las
f ue rzas popu la res con t ra
la
dic-
tadura. Los manifestantes chocaron con la po-
licía y la desbordaron por momentos en el
pueblo de Alfons o
Lo ma.
L a
concen t rac ión
or -
ganizada
por los
radicales auténticos
e n San
Jos é
de los
Ar ro yo s
fue
rep r im ida
co n
violen-
cia y dio lugar a valientes demostraciones de
protesta frente
a los py ragües
(agen tes
de la
policía secreta] y los «machete ros» de los es-
cuadrones de l a m uer t e de S t roessner .
La s
dem ost rac iones m ul t i tud ina r i a s en Asun-
ción son una prueba reveladora de que nuestro
pueblo se moviliza y lucha sin miedo contra
la dictadura, por su caída y por un gobierno
verdaderam en te dem ocrá t i co . E n nues t ro pueb lo
crece un espíritu de rebeldía, un coraje cívico
que hace retroceder las fronteras del temor y
la opresión. Ha renacido la confianza de que
es posible y no está lelos la conquista de la
dem ocrac ia
después
de
largos años
de tiranía.
L os
pa raguayos querem os l a dem ocrac ia pa ra
liberarnos de la explotación y de la miseria
y
no una
dem ocrac ia
f o rmal ,
m ezqu ina ,
qu e
sirva de pantalla para la vieja polít ica anti-
popu la r
y antinacional que nuestro pueblo re-
pudia. No es la negociación y el diálo
Stroessner y su camarilla , que preten
movil izar
a las
masas,
lo que
conduc i
democratización auténtica de la socied
la
justicia social , sino
el
despliegue
de
má s amplias y generales contra el
podrido.
T enem os
qu e
prepararnos para dura
llas, fortaleciendo la unión y la orga
de todos los demócratas y patriotas, c
tando reivindicaciones económicas y p
des t ruyendo
a
pedazos
a la
dictadur
tumbarla
y
destruirla
po r
com ple to
siempre.
Lo s círculos imperialistas de EE.UU. ,
mo t i em po que con t inúan apoyando a
ner, hablan sobre
la
posibilidad
de
su
¿Por
qué razón, habiendo en su t iempo
to a los pa raguayos el régimen fascist
son
partidarios
del «tránsito pacífico
mo craci a»?
La causa principal del cam
la
polít ica
de
Wash ing ton
es que las
ra s terroristas encabezadas po r gorila
S o mo za, D uv al i e r o Pinochet, ya no sirv
m an tener in tac tos
el
poder
y las
ganan
los m onopol ios nor t eam ericanos . Las
ra s
sanguinarias agudizan
la s
con t rad
entre el pueblo y las clases dom inan t
f undi zan la crisis polít ica y económic
perable, agravada por la corrupción
ocas ionando e l ham bream ien to y l a de
ción. Y esto co nlleva la posibilidad de
dos revo luc iona r ios .
E n
Pa raguay las masas se convierten
m en te
en
p ro tagon i s t a
de los
aconteci
Esto es lo que a la rm a al imperial
EE.U U . y a sus sirvientes nativos. Algu
rigentes de la oposición advierten que
perioso cambiar de polít ica y de hom
el
gobierno, para evitar
un a
radicaliza
la s luchas populares, que ya están es
de l
con t ro l
de las clases
dom inan tes .
que el desarrollo del proceso democrátic
v o l uci o nar i o desemboque en una situac
recida
a la que se dio en
Nica ragua , d
pueblo de rrocó al rég imen somo cis
reem plazó por un poder au tén t i cam en t
crático. A los círculos burgueses de
país
les
agrada
otra
variante,
ya
p rob
Wash ing ton , por e j empl o , en Haití . Al
es
conoc ido , sac r i f i có
a su
fie l t es t a f
valier, procurando debili tar la volunta
lar y conservar la estructura del pode
privilegios. ¡Vanos intentos
Al hablar de la posible «retirada» de
ner en el Paraguay y la de Pinochet e
la p ropaganda reacc iona r ia a severa
América Latina hay otros dos países
rios» que hay que
« demo crat i zar» :
Cub
caragua.
Es
po co probable que sea necesario
trar que en estas lucubraciones todo es
to al revés. La verdad es que en Cuba
t ido el totali tarismo de Batista, prohij
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EE.UU. , hace
más de un
cuarto
de
siglo,
y se
in s tau ró un poder au tén t i cam en te dem ocrá t i co
de los trabajadores. Lo cierto es que Nicaragua
hace
ya más de siete
años abatió
la tiranía
de Somoza. El ejemplo de la revolución cuba-
na y
n icar agü e ns e
ejerce una influencia cada
ve z
má s
fuerte
en las
m asas popu la res
de
A m é -
rica Latina, y ninguna propaganda podrá cam-
biar
este
hecho.
La lucha
de las
masas
en
nuestro país acer-
ca la
eliminación
del
régimen totali tario
y la
conquista
de las
re iv ind icac iones económ icas
y
polít icas
de l
pueb lo . Consideram os
qu e
des-
pués
de l
derrocam ien to
de l
poder
de la
o l iga r-
quía proimperialista, el nuevo gobierno demo-
crático
estará
integrado po r todas la s fuerzas
que luchan contra
la
dictadura. Este
será un
poder de l pueblo capaz de establecer un régi-
men de
l iber t ad com ple ta ,
de
t ransform ac iones
agrarias y antimperialistas pro fundas.
Si
lo s
sectores opositores derechistas toman
el poder — en reem plazo de
S t roessner— ,
ha -
brá un
quebran tam ien to
de l
régimen dictato-
rial , pero
se
establecerá
un a
democracia l imi-
tada. E n
este
caso nuestro pueblo hará todo
para ensanchar la brecha y proseguir el cami-
no hac ia t ransform ac iones rad ica les .
Ho y d ía , apoyando l a s re iv ind icac iones so-
ciales y económicas de las m asas , re fo rzam os
la
lucha
en
defensa
de los
pa t r io ta s
que se
encuentran encarcelados
o han
desaparecido,
no s
solidarizamos
con la
hero ica Nica ragua ,
con los pueblos de Chile y E l Sa lvador , con
todos cuantos defienden su derecho inaliena-
ble a la
l iber t ad . Com prend iendo
la
estrecha
in te r re lac ión
de las
t a rea s nac iona les
e
inter-
nac iona les , l os com unis ta s pa raguayos vem os
en la
conservac ión
de la paz en el
planeta
y
en el yugu lam ien to de la amenaza nuclear im -
perialista
la
p rem isa
más
im portan te pa ra
el
progreso soc ia l . E s tam os convenc idos que el
apo yo
a las
iniciativas pacíficas
de la
Uni ón
Soviética y
o t ros
países de la
com unidad
so -
cialista abre nuevas posibilidades para la dis-
tensión internacional,
la
auténtica independen-
cia,
la
amistad
y la
cooperac ión
de los
pue-
blos,
la
em anc ipac ión
de los
t raba jadores
de
la explotación y la opresión.
EL X X V I I
C O N G R E S O
DE L P C U S es el desa-
rrollo
vivo de las ideas y los hechos del Gran
Oct ubre en l a s cond ic iones con tem poráneas . H a
dem ost rado e l in t e rnac iona l i sm o consecuen te
de
lo s
comunistas soviéticos,
su
solidaridad
con los partido s com unistas y demo crático-
revo luc iona r ios , con la
clase obrera internacio-
nal, con la lucha liberadora nacional de los
pueblos y con los movimientos democráticos
generales. Para nosotros es f uent e de optimis-
mo e
inspiración
la
seguridad
de que
seguire-
mos contando con el apoyo invariable del gran
Partido de Lenin, de las otras f ue rzas com u-
nistas, de
toda
la
opinión pública internacional
progresista.
N U E V O S TIEMPOS DEMANDAN
N U E V A S
A C T I T U D E S
La s
elecciones generales en la República Do-
minicana, celebradas el pasado me s de m ayo ,
ha n
tenido
la
particularidad
de
l levarse
a
cabo
en una de las
peores crisis económicas
y so-
ciales
de la
historia
del
país.
L a crisis
econó-
mica dominicana
es de
pro f undas raíces
es-
tructurales y con un fuerte peso de problemas
que han
de te rm inado
su
agudeza
y
extensión.
N A R C I S O I S A C O N D E ,
Secretarlo General
del
Partido
Comunista Dominicano
( P C D )
LA
D E P E N D E N C I A DE L
P AÍS
en
todos
los
órdenes ha sido uno de los f ac to res de te rm i -
nantes de la misma y ha provo cado una extra-
ordinaria sustracción
de
recursos
por la vía
del intercambio no equivalente, del saqueo di-
rec to
de los
recursos nacionales
y de la
subor-
dinación tecnológica y financiera, determinan-
do
a su vez una marcada atrofia del aparato
productivo
nacional.
S e trata
pues
de una
cri-
sis general porque a fec ta a
casi
todas las ver-
tientes de la
economía
y a la
inmensa mayoría
de los habitantes; agravado esto en gran esca-
la por
causa
de la
decisión
de los
imperialis-
tas y de la gran burguesía local de en f ren ta r l a
para preservar
y
reordena r
sus
dominios, con-
centrar capitales
y
elevar
las ganancias en
favor de los g rupos m ás poderosos .
E n t re los principales elementos de la
crisis
podemos anotar
un a
perjudicial relación
de la
economía dominicana
con la
economía capita-
lista
m und ia l ;
un
insoportable
y
oneroso p ro-
ceso
de
endeudam ien to ex te rno ;
un
ace le rado
proceso
de
concentración
de l
poder económ ico
y
de las riquezas nacionales en favor de la
banca extranjera y del capital f inanciero crio-
llo y de los
sectores
monopolistas. Y esto a
costa
del
inc rem en to
de la
miseria
de las ma-
sa s popu la res , de l deterioro de l nivel de vida
de las
capas medias,
de la
qu ieb ra
o del
incre-
m en to de las
dificultades
de las
pequeñ as
y
medianas empresas
y de la
declinación
de las
em presas
má s
débiles
de l
área p roduc t iva
y
de l
com erc io .
Es una
crisis prolongada, dado
que
su s
desga rradores e f ec tos t i enden
a
desa-
rrollarse y acentuarse, sin que los grupos do-
m inan tes cuen ten con a l t e rna t ivas o f órmul as
capaces de atenuarlos en el corto y el media-
no plazo.
La na tu ra l eza
de la crisis
permite establecer
con claridad la responsabilidad de la misma
en
lo s
bancos
y
corporac iones nor t eam ericanos
que han subordinado la economía dominicana
a sus
intereses,
pero ella recae además sobre
distintas fracciones de la gran
burguesía
na-
tiva que se han asociado a esos
intereses.
La responsabilidad polít ica recae directa-
me nte
sobre los gobiernos del
Co nse j o
de E s-
tado, del Triunvirato, del Partido Re f o rmi s t a y
las dos
últimas administraciones
del
Partido
Rev o l uci o nar i o Dom in icano ' , que han hecho
dé e j ecu tores
de las
polít icas
que han
condu-
cido a esta situación, siendo las administracio-
nes del PRD las que
m ayor responsab i l idad
tienen en la acen tuac ión de l endeudam ien to
ex terno
y en las consecuencias de la
in t e rven-
c ión de l Fondo Moneta r io In t e rnac iona l .
EL
F Í v I I
I M P U S O su p rog ram a de ajustes en
estrecha relación con los grupos dominantes
locales y con el Gobierno del doctor Jorge
Blanco, a partir de 1983. De esa f echa en ade-
lante
la
«d i sc ip l ina económ ica» fondom one ta -
rista
2
se
t radu jo
en un
Acuerdo
de
Facilidad
Ampliada que, vapuleado
por el
levantamiento
popular de 1984, fue reemplazado por un
1
Después
de la muer te violenta del d ic tador Rafae l
Leónidas T ruj i l lo , en el país se sucedieron en el poder
el Consejo
de
E sta do' (1961-1963), el Tr iunvirato (1963-
1965), el
Part ido Reformista (1966-1978)
y el Par tido
Revoluc iona r io Dominicano (1978-1986).
—
N. de la Red .
2
Véase
:
' sobre e l par ticular : N. I sa Conde. El nuevo
abril dominicano: experiencias de una rebelión social,
en Revista
Internacional
N a 12 de 1984. — N. de la Red .
Acuerdo
Stand
B y
3
, qu e
conc luyó
el
mes de abril.
Existen muchas razones y hechos q
denc ian
la
incapacidad
de l
p rog ram a
bilización del
FM I
para solucionar o p
crisis que
a fec ta
al
país. E n t re e l l a s
destacarse
las siguientes:
—
las
recom endac iones
o
condicion
del FMI
tienen como
objet ivo
central
el
pago
de los
compromisos intern
incumplidos
por el
país,
en
evidente
da d de solventarlos en los p róx im os a
razón orienta
su s
polít icas
a
reduc i r
l
dad económica in te r na a un alto cost
(mediante la reducción del ingreso rea
consum o) ;
— las polít icas fondomonetaristas ha
tado
en
peores condiciones internaciona
rees t ruc tu rac ión p roduc t iva local que s
ta en lo
fundam enta l
a
p roduc i r pa ra
y a
im porta r
lo que
consumimos. Tale
tac iones han p rom ov ido un ace le rado
de
concen t rac ión
de l
capital ,
qu e
princ ipa lm en te
a
com erc ian tes expor ta
los agentes financieros y a los sectore
pólicos
de la
industria.
Esta polít ica
no ha
con t r ibu ido
en
so luc iona r los
problemas y, por el c
ha hecho imperativo para la Repúblic
n icana e l c rec ien te endeudam ien to e x t
exper i enc ia dem uest ra que el país se
tra en un «círculo vicioso» de l endeud
y
que la
salida planteada,
la
renegocia
la deuda externa, no sólo agudiza el p
sino
qu e
también hace
má s
indef in id
tuación.
E ST O HA
T E N I D O
consecuencias
en la sociedad dominicana y específ
ha acen tuado las tensiones sociales.
cosas,
entre las
elecciones
de
1982
y
pasado
me s de
m ayo
ha
m ed iado
un
de evidente agudización y expansión de
sis, dando lugar al m ism o t i em po a u
f icat ivo
inc rem en to
de las
protestas
y
chas populares. D e igual manera se inc
la impopularidad del G o bi e rno y se ac
las
con t rad icc iones en t re
las
diversas
nes de l
bloque
dom inan te . H em os vi
per íodo de
efervescencia social
e
inc
de l espíritu de rebeldía de las masas,
dujo
un
l evan tam ien to popu la r
en
abril
con t ra las medidas económicas de l G
y
de l
F M I
4
y un gran paro nacional r
en febrero de 1985. Hemos vivido un
de crisis sin que ésta
haya llegado
a
tirse en crisis de dominación polít ica
3
Lo s créditos de reserva
stand by —mod
ope raciones
del F M I — se otorgan a países
dif icul tades para nivelar
su
balanza
de
pagos
la R e d.
4
Para más
detalles, véase : N. I sa Conde.
abril dominicano: experiencias de una rebel
en Revista Internacional, ft e 12 de 1984.
—
N. d
8
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°11 - Edición Chilena - Noviembre 1986
7/51
Estos períodos,
tal como se ha evidenciado
en nuestro caso, generalmente s on de dura-
ción
prolongada y no siempre desembocan en
situaciones o períodos revolucionarios ni tam-
poco siempre concluyen en revoluciones triun-
fantes.
« Las
revoluciones nunca nacen ya he-
chas
— af i rma Leni n— ,
no salen de la cabeza
de
Júpiter
ni
estallan
de
pronto. Siempre
son
precedidas por un proceso de efervescencia,
crisis,
movimientos, revueltas,
los comienzos
de revolución,
que
además
no siempre se
desa-
rrollan hasta
el fin
(por
ejemplo si la clase
revolucionaria es
débil)»
5
.
E n Rusia el período
de
maduración de la revolución fue ubicado
entre 1901
y el 9 de
enero
de
1905,
es
decir
qu e contó con una duración aproximada de
cuatro años.
Pero
es preciso además tener en cuenta que
tanto
en los
períodos prerrevolucionarios como
en
los
revolucionarios,
el
auge
de las
masas
se
presenta
en
oleadas,
no es
constante,
no
es
permanente,
ni
tampoco tiene siempre
la
mis ma potencia
o
duración.
A las
grandes
mo -
vilizaciones,
a los
intensos combates,
les su-
ceden momentos o subperíodos de reposo o de
luchas de
menor intensidad.
E n
momentos
de
ese tipo, de relativa reducción de las tensiones
sociales,
tuvo
lugar
la
campaña electoral
de
este año.
Lo s
comicios de por s í constituyeron un me-
dio de
desvío
y un
escenario
de
manipulación
política de las masas hacia opciones más o
me nos
conservadoras. Esto
era
previsible
y por
eso nuestro partido entendió ese escenario co-
mo adverso a la opción y la propuesta qu e
representábamos
y
favorable
a las
fuerzas
de l
sistema que previamente habían logrado un
peso electoral
pr e mine nte . Un
escenario
ad -
verso, pero real
y dif íci l de
evadir.
En
el documento titulado « E l P C D ante las
próx im as
elecciones» e l Comité Central d e nues-
tro
partido señaló
con
precisión
que «en
este
período nuestro esfuerzo fundamental debe
es -
ta r
dirigido
a
transformar esta situación
en
un a situación revolucionaria; a elevar el espí-
ritu
de
combate
de las
masas
y
fortalecer
su
vanguardia
política
a
contribuir
al
desarrollo
de nuevas olas de
protestas
a ayudar para que
el inicio de
este
auge d e la lucha de masas se
convierta
en una
gran ofensiva
a
transformar
la lucha contra
la
política económica
de l FMl ,
de l Gobierno y de la gran burguesía en lucha
política contra
el
poder establecido
y por un
nuevo poder político
y social»
6
.
En
ese
contexto
se nos
planteaba
el
problema
de la
participación,
la
pertinencia
o no de
con-
currir a unos comicios en los que anticipada-
m ente
nuestro espacio político
se
vislumbraba
ex t rem adam ente
reducido. Apelamos entonces
a la
teoría leninista
en
interés
de
arribar
a la
mej o r
conclusión dentro de esas limitaciones
prev iam en te valoradas. Len in se mostró parti-
5
V. I.
Lenin. Obras
Completas 2a ed., Cartago, Buenos
Ai r e s ,
t.
X X I I I ,
p. 84.
6
Boletín
Hablan los
comunistas
fía 2, j u n i o de
1985.
10
dario en
primera instancia
de la
utilización
de
las elecciones por los revolucionarios marxis-
tas en los
períodos
de
calma
y
ref lujo.
M ás
tarde, con la valoración de nuevas experien-
cias, amplió sus criterios al respecto hasta
considerar
que aun en
períodos prerrevolucio-
narios podía se r necesario o recomendable
aprovechar
las
elecciones organizadas
por el
sistema en crisis:
« Aunq ue
no fueran
'millones'
y
'legiones',
sino
un a minoría
bastante consi-
derable.
..
la que siguiese... a los terratenientes
y kulaks...
ello significaría
indudablemente
qu e
el parlamentarismo... todavía no ha ca-
ducado políticamente, que la participación en
las
elecciones parlamentarias
y en la
lucha
en la tribuna parlamentaria es obligatoria para
el partido de l proletariado r e volucionar io. .
.»
7
.
Al
tomar la decisión de participar en la cam-
paña electoral, los comunistas dominicanos se
gu ia ron po r
estas recomendaciones
de
Lenin.
El
reconocimiento
de la
gravedad
de la
cri-
sis no nos llevó,
co mo
aconteció co n otras
organizaciones de izquierda, ni a obviar reali-
dade s
ni a
automarginarnos
de una
importante
vertiente del
debate político
qu e
copó
el am-
biente y
gravitó considerablemente sobre todos
lo s medios de comunicación.
Lo s
partidos qu e tratan de afirmar el siste-
ma o que evaden la lucha por un nuevo poder
posibilitaban convertir
las
elecciones
en un
cam po casi dominado po r ellos. Pero esta di-
ficultad no
debía conducirnos
al
aislamiento,
sino a sembrar dentro de esa competencia ex-
t r e madame nte desigual la semilla de un
futuro
próximo:
la propuesta alternativa a la política
de l FMI , del Gobierno y de la
gran burguesía;
el programa coyuntural para iniciar el proceso
que saque al país de la crisis y al pueblo de
la pobreza; la lucha por un
G o bi e rno
popular
que anule lo s acuerdos con el FMI, suspenda
lo s pagos de la deuda externa y promueva el
movimiento continental por su cancelación,
que
estatice
la
banca,
qu e
controle
y
diversi-
f ique el comercio exterior, qu e emprenda la
re fo rm a
agraria, qu e
baje
el precio de la co-
mida, las medicinas y los servicios; qu e eleve
el
salario real
de los
trabajadores,
que se
pro-
ponga
erradicar el desempleo; qu e nacionalice
la
refinería
de
petróleo
y
modifique
los
con-
tratos
con las
compañías extranjeras;
que sa-
qu e a los asesores militares norteamericanos
de l país, depure
y
reestructure
las
Fuerzas
Arm adas y la policía, qu e amplíe la democra-
cia;
qu e
trace
un a
política internacional inde-
pendiente.
En el
artículo «Trasladar
la
lucha también
al escenario electoral» planteábamos : «Si no
ha y respuesta de
f o ndo
a la
crisis,
lo s
próxi-
mo s
resultados electorales
— a u n q u e lo s efec-
tos de la
alternabilidad podrían abrir
un
nuevo
com pás
de espera y una cierta distensión po -
l í t ica temporal—,
podrían
se r
rápidamente
co -
7
V. I. Lenin. Obras Completas t.
X X X I I I ,
pp. 163-164.
rregidos
y
desgastados
por la tendencia al
empeoramiento
de las
condiciones
de
vida
de
las masas»
8
.
EL PRO C ES O EL EC TO RA L recién terminado
ha
dado lugar
a la
elección
de un
nuevo
G o-
bierno encabezado po r Joaquín Balaguer, líder
del Partido Reformista
Socialcristiano
9
,
en el
mar co
de una
evidente reelección
de la
crisis
económica y social qu e afecta al país y del
predominio
de
intereses
que
siguen obstruyen-
do
el camino de su superación.
La
extraordinaria acentuación de los meca-
nismos electorales antidemocráticos, del em-
pleo
del
poder
del
dinero,
de la
injerencia
estadounidense, de la coacción publicitaria,
del
reparto
de las
áreas
de
decisión
del siste-
ma electoral, del uso y abuso de todos los me-
dios
de
presión
y de
recursos multimillonarios
en
f av o r
de tres opciones políticas subordina-
das en diferentes grados a los intereses domi-
nantes, finalmente redujeron
la
manipulada
«voluntad popular» a la competencia entre el
retorno de Balaguer al
Gobierno
y el «conti-
nuismo perredeísta», previa utilización y rol
de l
Partido
de la
Liberación Dominicana
de
J uan
Bosch como palanca de apoyo indirecto
al PRS C y en los
hechos
como
f act o r
auxiliar
de la victoria electoral de Joaquín Balaguer
10
.
Lo s
multimillonarios recursos y todos lo s
mecanismos
de
promoción electoral
se
pusie-
ron
al
servicio
de
esas tres opciones,
que con
matices y trayectorias diferentes coincidieron
en no
atacar
las
causas
de la crisis y no
asu-
mi r la responsabilidad de un programa capaz
de
abrir
el
camino
de su
superación.
El
PR D
representó
un
continuismo conside-
rablemente objetado, que para poder competir
se
alimentaba fundamentalmente
del
rechazo
de una parte de la población al denominado
«retroceso», esto
es, a la
posibilidad
del
triunfo
de l partido de Balaguer.
El
PRS C representó
es e
pasado considera-
blemente
rehabilitado
por los
efectos
de los
gobiernos del PRD y por ciertas ventajas com-
parativas en materia de política de construc-
ción y de empleo y en lo relativo al índice
de inflación, qu e crearon nuevas expectativas
a su
favor.
El
PLD,
no
comprometido
en
gestiones
de
gobierno cuestionadas, representó, para unos,
una vía para no votar ni por el PR D ni por el
PRS C , y para otros, una opción progresista,
a
pesar
de su
expresa renuncia
a
luchar
po rla
anulación
de los
acuerdos
con el FMI y de
su manifiesta actitud en
favor
de un
Gobierno
que
pagara la deuda externa y respetara los
8
Boletín
Hablan los
comunistas Jfc 3, julio-s eptiembre
de
1985.
9
S e
formó mediante
la íuslón del
Partido Reform ista
co n el
llamado
Partido
Revolucionario
Socialcristiano.
—N .
de la
Red.
10
Durante
la
campaña electoral,
el
Partido
de la Li-
beración
Dominicana concentró
su crítica en el PRD
y
logró
ganarse a gran
parte
del
electorado
de
éste.
—
N.
d e l a
Red.
intereses de las
grandes
cor por ac ione s
jeras y de las grandes empresas pri
tivas.
No
po r ello
dejó
de crear ilusione
parte del electorado, incluyendo a
avanzados. Este cuadro determinó
que
dio de esos tres polos, nuestro espaci
sí
limitado,
se
redujera
a su
mínima
La s
tres candidaturas presidenciales
tres opciones,
promovidas
con un
est
calculado espíritu triunfalista, se co
en
enormes torbellinos enajenantes
qu
taban el sentimiento utilitario de l
voto,
útil», el
«voto
por el que puede gana
E n
realidad, un a relativamente d
bipolarización real
fu e
presentada
c
polarización, con un
tercer polo,
el
ficialmente
abultado.
La
alta dirección
rehusó
la
única
vía que le
hubiera
debilitar simultáneamente y en mayor
PRS C y al
PRD: abrir
el
abanico hac
quierdas
y el
movimiento popular, di
dose plenamente de las dos grandes
de la derecha,
definiendo
fronteras s
es t im ulando
al máximo las energías
cont r a lo s
desgobiernos
de los
último
causantes de la crisis. Nosotros le hic
propuesta en esa dirección que fue
t a j a
te rechazada po r Bosch.
Lo s
efectos
de la
política peledeís
mayor e s porque ni como Frente de
Dom in icano ( F I D )
11
ni como partido
pr e viame nte
a la
campaña electoral,
rar una fuerza política con más
las masas populares y con más capac
petitiva en el plano electoral respect
pio
PLD.
La
ruptura
de la
continuida
cara a las elecciones, motivada fund
mente
po r
decisiones sumamente er
un a parte de nuestros aliados, deter
tuv ié ram os que concurrir solos y en
ne s
mucho
má s precarias, en medio d
posición de una boleta única tipo ar
qu e
impedía concretar cualquier sent
respaldo popular en favor de
objet ivo
res
como
la
representación congresio
E s
preciso además hacer concienci
reducción a niveles tan extremos de
votación
a consecuencia de factores
externos, como la descrita «tripola
fue
posible
por e l
hecho
de
continu
trando lo s problemas que han im ped
ra r nuestro estancamiento organizati
ha n
impedido tanto
el
crecimiento,
un
calificación
ideológica,
el
incremento
dimiento de la militancia,
como
un a
ción má s
f i rme
en la clase obrera, el
nado
y las masas populares en gene
Este accidentado proceso evidenció e
grado
las debilidades y resquebraja
a fec tan
a la superestructura de la
que a su vez han determinado la im
11
Véase
sobre el particular: N. Isa
Conde
tado.
—N. de la Red.
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°11 - Edición Chilena - Noviembre 1986
8/51
de
pactos políticos desde
la
e mbajada norte-
americana, la conversión de la Cám ara Ame-
r icana de Come r c io
— q ue
agrupa a los
repre-
sentantes
de las corporaciones norteamerica-
nas en
República
Dominicana— en
escenario
de exposición de compromisos, antinacionales
y
antipopulares , de parte de los candidatos
dispuestos
a
conte mpor izar
con esos
intereses.
En
el curso de la campaña ha quedado más
evidente que el Gobierno central, e l Congreso
Nac iona l , las estructuras dir igenciales de los
dos grandes partidos, e l Poder Judicial y
el
aparato electoral son escenario de tráfico de
influencias y de la
corrupción,
instrumentos
parcelados por clanes políticos y económicos,
m edios
para garantizar
la
impunidad, institu-
ciones violadoras de la Constitución, de las
leyes y de sus propias reglas de juego, orga-
nismos dedicados al reparto de cuotas de po-
der por encima del valor formal del sufragio
y po r
designio
de los
interventores extranje-
ros y de grupos poderosos locales.
Y
todo
esto
tiende
a
extender
y
pr ofundizar
el escepticismo de las masas respecto a esas
instituciones,
que ya
come nzó
a expresarse
co n un incremento significativo de la absten-
ción,
que
alcanzó
al 30% de los
electores.
Balaguer
y su
PRS C
ganaron las elecciones
por una mayoría limitada de votos pero
af i r-
m ando su liderazgo electoral sobre los cam-
pesinos, amplios
sectores de las
masas margi-
nadas, la mayoría de la clase dominante y
ciertos
sectores de las
capas
medias. E l P R SC
en los últimos tiempos, además de consolidar
sus
vínculos
con
importantes sectores
de la
clase dominante , se ha inclinado definitiva-
me nte
por la
afiliación
a la
democracia cris-
tiana internacional y por un esfuerzo de mo-
dernización
en su
quehacer político
y en sus
métodos de organización. El caudillismo co-
existe ahora con ese proceso, el r e for mis mo
convive
con el conservadurismo, su marcada
inclinación al autoritarismo y a la
represión
se
mezcla
con el
intento
de
democristianiza-
ción
y se contiene frente a los avances en la
conciencia dem ocrática naciona l, aunque po-
dría resurgir co n nueva s modalidades como
consecuencia
de las
tensiones sociales
que ge-
nera
la
crisis socio-económica.
El
PR D
perdió
el
Gobierno, evidenció
una
reducc ión de su influencia electoral en la ca-
pital de la República y en los principales cen-
tros
obreros del país y ha disminuido su re-
presentación en el Congreso Nacional y en los
ayuntamiento s. A raíz de su derrota se acen-
túan
las
posibilidades
de
divisiones
en
medio
de las mutuas recriminaciones que se han lan-
zado tres
fracciones
en
pugna ,
dos de las
cua-
les están mucho más vinculadas a los designios
de la embajada norteamericana y de los grupos
económicos conservadores que a la socialdemo-
cracia internacional.
La
declinación y la crisis del PRD merecen
un análisis más detallado. Ni s iquiera ha podi-
12
do ser mínimame nte
coherente
con la procla-
mación socialdemócrata de algunos de sus lí-
deres y con su afiliación a la
Internacional
Socialis ta, aprisionado dentro de una camisa
de fuerza
que se ha impuesto y que le han
im puesto
la subordiiiación al poder norteame-
ricano
y las
fracciones
de la
burguesía depen-
diente dominicana que han copado su estruc-
tura
dirigencial.
:
. .
.
. . . ., , , . .
Si el proceso de derechización del PR D en
su
fase inicial tiene
que ver con el viraje des-
de el populismo nacionalis ta a las condicionan-
tes
político-ideológicas
que
determinaron sus
vínculos con la socialdemocracia europea
(fa-
vorecidos
por los
aires iniciales
de la
Admi-
nistración
Cá r t e r) ,
en todo el trayecto poste-
r ior ,
y muy
especialmente
en el
curso
de la
era R eagan , esa
derechización incluye
la
re-
signación desde el poder de la mayor
parte
de las banderas socialdemócratas y su
asimi-
lación, en el marco de la política fondomone-
tar ia
y de la
subordinación
a la
estrategia
de
los Estados Unidos, a un partido tradicional
al servicio
de la
dependencia,
a una
fue r za
política cada
vez más
parecida
a
su principal
contrincante;
el
Par t ido Re for mis ta
Socialcris-;
tiano.-
El Partido de la Liberación Dominicana, aun-
que duplicó
su
votación
y su representación
congresional, se quedó muy por
debajo
de sus
espectativas en un
tercer lugar
y con el 18%
de