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Subversiones intelectuales el XYZ d la rfa a la Ly 30 d
1992. (Ly d educacin Supi) Batalla de ideas La CnsuynUnsaa: Una da dsupa dl sa y d la pnca Laaalla p l dch a la ducacn n la scdad nlal:Cla 2011 Cd paa la educacn Sup: Lccns dl casd Chl Neoliberalismo rampanteQun ana cn la lalzacn?L cc, apa sup dl nlals Capitalismo en
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eL XYZ De LA reFormA A LA LeY 30 De 1992. (LeY De eDUCACiN
SUPerior)Leopoldo Mnera Ruiz 4
LA CoNStitUYeNte UNiverSitAriA: UNA iDeA DiSrUPtivADeL SAber Y De LA PoteNCiA Jorge Gantiva Silva 18LA bAtALLA Por eL DereCho A LA eDUCACiN eN LASoCieDAD NeoLiberAL: CoLombiA 2011 Carlos WladimirGmez Crdena24CrDito PArA LA eDUCACiN SUPerior: LeCCioNeSDeL CASo De ChiLe Daniel Munevar32
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DeCLArACiN De LA reD De eStUDioS De LAeCoNomA mUNDiAL (reDem) 46
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NuestraAmrica
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LeopoLdoMnera ruiz
Profesor Asociado
Facultad de Derecho,
Ciencias Polticas y Sociales
Universidad Nacional
de Colombia
1. Para qu y por qu una reformaa la educacin superior?
La reforma est dirigida a reestructurar elmercado laboral en funcin de las nuevasformas de acumulacin del capital y de la insercin
acrtica y subordinada en la economa global.
Durante la segunda mitad del siglo XX, la baja
cobertura en la educacin superior colombiana fue
compatible con un tipo de desarrollo que no exiga
una mano de obra especialmente cualificada. No
obstante, los cambios en el proceso productivo,
determinados por el postfordismo y la globalizacin,
exigen en la actualidad la formacin de operadores
competentes para hacer funcionar la nueva mquina
social y productiva del capital en el pas. De lo
contrario, la competitividad en el mercado global
y la capacidad de consumo de los nuevos bienes y
servicios continuar siendo muy limitada.
El XYZ de la Reforma a la
Ley 30 de 1992
(Ley de Educacin Superior)
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En trminos generales, la educacin de las elites se concentrar en unas
pocas universidades privadas de alto costo y en algunas estatales con tendencias
a asimilarse a aquellas, la de los cuadros medios en el resto de las universidades
pblicas sumidas en diferentes procesos de privatizacin o reconvertidas en mixtas
y la de la mayora de la poblacin en la educacin tcnica y tecnolgica de baja
calidad, poca creatividad y salarios precarios. De esta forma piensa el Gobierno de
Santos insertar el pas en el mercado global y enganchar la educacin superior a las
locomotoras del desarrollo.
2. Sin embargo, de acuerdo con la Ministra de Educacin, seva a aumentar el presupuesto para la educacin superior comonunca antes en la historia colombiana.
Si nos atenemos a las cifras dadas por la Ministra de Educacin, sin explicar
con claridad la destinacin especfica de los recursos ni cmo se calcularon, en
los prximos tres aos se va a incrementar el presupuesto para el sector en 1,5
billones de pesos para generar 600.000 nuevos cupos en el pregrado y 45.000 en
el postgrado. Para las instituciones pblicas se van a destinar 420.000 millonesde pesos frescos para generar 95.000 cupos. Adems, entre 2012 y 2022, los
recursos nuevos llegarn a ser 11.1 billones de pesos.
Sin duda, en trminos absolutos el presupuesto va a aumentar. Pero va a
suceder lo mismo en trminos relativos, es decir en lo que el Estado invierte por cada
estudiante, suma que se ha venido reduciendo notoriamente en los ltimos aos?
Veamos:
De acuerdo con las cifras oficiales, el presupuesto anual por cada estudiante,
sumados los de pregrado y postgrado, inscrito en una institucin de educacin
superior, pblica o privada, es de $4.764.164 (8,06 billones de pesos dividido por
1.691.797 estudiantes) y el de las instituciones pblicas es de $4.557.635 (4,24
billones de pesos dividido por 930.307 estudiantes). Ambos son menos de la mitad
del presupuesto per cpita mexicano.
En virtud de la reforma se van a destinar 1,5 billones de pesos para los tres
primeros aos, con el propsito de generar 645.00 cupos nuevos. Es decir, por cada
estudiante nuevo se van a invertir $2.325.581 para el primer trienio, $775.194 por
ao: unasexta parte de lo que se invierte en la actualidad. No hay que olvidar que el
76% de los cupos nuevos debe ser ofrecido por instituciones oficiales y que despus
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Fotografa:JavierGuqueta
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de 2014 los cupos debern seguir aumentando hasta llegar a un 64% de la
tasa bruta de cobertura.
A las universidades pblicas, que tienen un dficit acumulado cercano a
los 715.000 millones de pesos, se les asignar un poco ms de la mitad del
mismo, 420.000 millones de pesos en los tres aos, con el propsito de que
ofrezcan 95.000 cupos nuevos: $4.421.052 por estudiante para el trienio,
$1.473.684 cada ao.Menos de una tercera parte.
Desde luego, estas proyecciones son meramente ilustrativas, pues
los 645.000 cupos nuevos son la meta para el tercer ao y para llegar aella se debe seguir un aumento progresivo. Sin embargo, si calculamos el
presupuesto per cpita necesario de acuerdo con el que actualmente existe
en las instituciones pblicas, los 1.5 billones de pesos solo serviran para
329.118 cupos nuevos en un ao, conservando una calidad de la educacin
mediana y baja.
No es necesario hacer ms operaciones, aunque desde luego pueden
ser afinadas, para deducir que en las instituciones pblicas el presupuesto
por estudiante se va reducir y que, por consiguiente,si se aprueba la reforma,el presupuesto relativo de las instituciones pblicas va a disminuir.
Dos datos ms permiten confirmar este clculo. Si se estima que por
cada treinta estudiantes es necesario un profesor de tiempo completo,
promedio muy superior al actual, se deberan contratar 21.500 docentes
para atender los nuevos cupos. Si se les pagara un salario promedio bajo,
comprendidos todos los gastos laborales, de $2.500.000 mensuales, slo
la nmina costara cada ao $650.000 millones de pesos. En tres aos
superara el presupuesto previsto en la reforma para el periodo comprendido
entre 2012 y 2014. No quedaran recursos para laboratorios, proyectos
de investigacin, aulas, honorarios de los auxiliares de docencia, equipos
informticos, etc.
Para los subsidios de sostenimiento, matrcula y tasas de inters se
prevn $915.000 millones de pesos: $472.868 por ao para cada uno de
los 645.00 cupos nuevos. Con tan pocos recursos se podr bajar la tasa
de desercin del 45%? El gobierno no est haciendo demagogia con cifras
absolutas gigantescas que en trminos relativos son diminutas? Si se
quiere ofrecer una educacin superior de calidad no se debe tener en cuenta
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el presupuesto por estudiante en las universidades pblicas y privadas de
calidad que hay en Colombia, el cual flucta entre 10 y 22 millones por
ao? No se deberan incrementar paulatinamente los recursos para la
educacin superior como un porcentaje del presupuesto de gastos de la
nacin, teniendo como referencia las instituciones que el mismo gobierno ha
considerado de alta calidad?
3. Con este presupuesto se puede ofrecer una educacin
de calidad, incluso si el nico criterio son las competenciaslaborales?
La reforma no est orientada a crear una educacin superior de calidad,
sino a convertir el modelo del SENA, cuya educacin para el trabajo fue
deformada durante el gobierno de Uribe al disfrazarla de educacin tcnica
y tecnolgica de calidad, en la principal alternativa de educcin superior
para la juventud colombiana, especialmente para los sectores ms pobres
de la poblacin. As no tendremos derecho ni a una educacin para el trabajo
pertinente, ni a una educacin tcnica y tecnolgica de calidad.Para inflar las estadsticas de cobertura, el gobierno de Uribe, en un
poco ms de un ao, entre noviembre de 2009 y diciembre de 2010, le dio la
certificacin de calidad a 72 programas del SENA. Bati as todos los records
latinoamericanos y mundiales. Ese es el camino que desea seguir el gobierno
actual: hacer una reforma para la educacin superior que se fundamente en
una educacin para el trabajo travestida en educacin tcnica y tecnolgica
y en una educacin superior articulada alrededor de competencias laborales
acrticas que inhiben la capacidad creativa de los estudiantes.
De los 465.00 cupos nuevos para los prximos tres aos, 395.000 (85%)
deben ser generados por las instituciones tcnicas y tecnolgicas pblicas,
incluido el SENA. De dnde van a salir los docentes especializados?
Dnde estn los recursos para la formacin de profesores que permitan
la innovacin que requiere el pas? Cul va a ser la inversin en los
laboratorios indispensables para que este tipo de educacin sea de calidad?
Se va a reducir la infraestructura a salones para jornadas triples? Es
esta la educacin superior de calidad que no estn prometiendo? De esta
manera vamos a superar el 13% de programas, el 8% de instituciones de
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alta calidad y el 13,5% de profesores con doctorado? Se ha reflexionado
sobre el tipo de profesional que necesita Colombia para salir de la situacin
de pobreza y violencia en la que est sumida o slo se est pensando en
crear condiciones para la expansin de la inversin extranjera en el pas?
La calidad implica pensar en la pertinencia social de la educacin superior
y en los objetivos colectivos que se pretende alcanzar con ella mediante la
formacin, la investigacin y la interaccin con el conjunto de la sociedad.
Cualquiera que sea la manera como el gobierno entiende la calidad, est
engaando a los estudiantes de educacin bsica o media y a los padres defamilia que esperan que en el futuro sus hijos puedan acceder a instituciones
que les ofrezcan una educacin superior que le sirva a ellos y a Colombia, y no
slo a un pequeo nmero de inversionistas nacionales y extranjeros.
4. Pero de todas formas fueron retiradas del proyectode reforma las instituciones con nimo de lucro.
Las instituciones con nimo de lucro fueron criticadas por miembros
de la comunidad acadmica colombiana, entre ellos por rectores deuniversidades pblicas y privadas, pues son vistas como un negocio en el
que con una baja inversin se espera sacar grandes ganancias, ofreciendo
un producto, la educacin, que slo puede ser de calidad cuando se asume
como una inversin social destinada a generar beneficios individuales y
colectivos, pero no ganancias econmicas.
No obstante, el conjunto de la reforma conserva la ideologa del
nimo de lucro: ampliacin de mano de obra con una formacin bsica y
flexible, baja inversin pblica que no implique una mayor carga tributaria
y ganancias para el capital, mediante la formacin de una fuerza de trabajo
de bajo costo. Los intereses del conjunto de la sociedad colombiana son
totalmente olvidados.
Adicionalmente, a pesar de las declaraciones de la Ministra, la definicin
poco clara de las instituciones mixtas deja abierta la posibilidad de que el
nimo de lucro se cuele por ellas y de que sean la nica alternativa para las
instituciones pblicas que por la falta de recursos estatales se encaminen
hacia la quiebra. En este caso, estas ltimas quedaran listas para someterse
alRgimen de Insolvencia Empresarialcontemplado en la ley 1116 de 2006
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Fotografa:JavierGuqueta
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y consagrado en el proyecto de reforma, que curiosamente en su articulado
excepta a la mayora de las instituciones prestadoras de servicios pblicos, por
ser una norma aprobada solo para las instituciones con nimo de lucro.
El nimo de lucro no ha desaparecido de la reforma.Para poder sobrevivir, las universidades pblicas colombianas cada vez se
parecen ms a empresas productoras de mercancas: amplan la contratacin
de profesores ocasionales a bajo costo, sustituyen las investigaciones que sus
comunidades consideran pertinentes por consultoras rentables econmicamentepara las instituciones y los profesores, o reducen la interaccin con la
sociedad a la denominada extensin remunerada. En consonancia con estas
actividades, la direccin acadmica est siendo sustituida por nuevas formas
de gerencia, poco compatibles con las actividades acadmicas, inspiradas en
la simple eficacia econmica. De igual manera, los profesores son obligados a
comportarse como microempresarios de sus proyectos para poder realizarlos y
en medio del mercado de crditos acadmicos, muchos estudiantes escogen
sus asignaturas electivas de acuerdo con un clculo de costo y beneficio de tipoeconmico y no del sentido que le desean dar a su formacin. Finalmente, la
tendencia a privilegiar dentro de los nuevos recursos el subsidio o el crdito a
la demanda, destinado a los estudiantes individualmente considerados, sobre
el subsidio a la oferta, destinado a las instituciones, crea una competencia
universitaria alrededor de la financiacin dominada por la reduccin de costos y
no por la ampliacin de la calidad. La reforma va a agudizar estas caractersticas
que estn deformando la educacin superior pblica con rasgos propios de las
empresas con nimo de lucro.
5. Acaso en la reforma no se define la educacinsuperior como un derecho?
La primera propuesta de reforma elaborada por el gobierno de Juan Manuel
Santos fue criticada por los rectores y las comunidades acadmicas por reducir
la educacin superior a su condicin de servicio pblico.
En consecuencia, la Ministra de Educacin decidi corregir el error en la
nueva versin. La educacin superior pas a ser un derecho, un servicio y un
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bien pblico basado en el mrito y la vocacin. Sin embargo, el texto de la
reforma no desarrolla en ninguno de sus artculos lo referente al derecho.
De acuerdo con la caracterizacin contempornea ms generalizada,
acogida por las Naciones Unidas, el derecho a la educacin tiene cinco
componentes bsicos: la asequibilidad o disponibilidad, la accesibilidad, la
adaptabilidad o permanencia de los estudiantes, la aceptabilidad o la calidad
y el respeto por la diversidad. Ninguno es garantizado en el proyecto de ley,
ni siquiera considerado en sus aspectos ms elementales.
Cules y de qu tipo van a ser las instituciones encargadas de garantizarel aumento de la cobertura de tal forma que se realice el derecho mediante
la oferta de diferentes alternativas de calidad? Cmo se le va a garantizar a
los estudiantes un acceso en condiciones de igualdad y no de segmentacin
y diferenciacin jerarquizada? Qu polticas pblicas de bienestar se van
a implementar para evitar la desercin? Quin determina la calidad de la
educacin superior y mediante qu mecanismos participativos? Cmo se
va a garantizar la diversidad tnica y cultural definida por la Constitucin
Poltica?Ninguno de estos interrogantes puede ser respondido mediante eltexto del proyecto de ley, a menos que se recurra a las virtudes mgicas y
azarosas de la frmula manida: ms cobertura con menos recursos relativos.
6. La reforma no estructura por primera vez unsistema de educacin superior en Colombia?
El sistema que supuestamente va a organizar la nueva ley es ms
bien un embrollo o conjunto amorfo donde caben todas las instituciones
relacionadas con la educacin superior en una unidad sin diferenciaciones
internas, sin funciones, sin una estructura jerrquica y sin articulaciones con
los otros sistemas educativos.
En este maremgnum educativo solo sobresale la omnipresencia del
Estado y de sus dependencias como reguladores absolutos de la amalgama
educativa. Todas las IES (Instituciones de Educacin Superior) tienen
autonoma sin que nadie se haya preguntado por el origen acadmico de
la misma, el cual se basa en la existencia de comunidades acadmicas
productoras de sentido social y societal y en su fundamento constitucional,
limitado a las universidades; la educacin terciaria, como la ofrecida por
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el SENA, que ha servido para aumentar la estadsticas de cobertura y los
indicadores de financiacin, es rebautizada legalmente como superior;
los ttulos en los diferentes niveles pueden ser otorgados por todas las
instituciones, sin importar los requisitos que debe reunir una comunidad
acadmica para ofrecer programas de maestra y doctorado, siempre
y cuando tenga la acreditacin de alta calidad, que es conferida por un
gobierno con la obsesin de ampliar la cobertura a toda costa; todas pueden
organizarse por ciclos, y los dos organismos sistmicos -el CESU (Consejo
Nacional de Educacin Superior) y el SUE (Sistemas de UniversidadesEstatales)- son, en el mejor de los casos, cuerpos consultivos sin ninguna
incidencia en la adopcin de decisiones.
De esta manera, la existencia de comunidades acadmicas compuestas
por miembros con altos niveles de formacin (la exigencia mnima del ttulo
de maestra para los profesores queda reservada en la propuesta de reforma
para las instituciones pblicas) y caracterizadas por comprender en su
complejidad campos de conocimiento diversos, interactuar permanente con
la sociedad y articularse alrededor de la investigacin, pierde su relevanciaante cualquier tipo de institucin que sea considerada por el Estado como
de alta calidad y que en consonancia con tal calificacin tenga la patente
de corso para expedir todo tipo de ttulos.
Este embrollo no constituye un simple recurso retrico destinado a
producir una eficacia simblica limitada dentro de la nueva norma, es decir,
a generar reconocimiento dentro de algunos sectores de las directivas
universitarias o de la comunidad acadmica que con sentido pragmtico
pueden ver en l un gran avance hacia la constitucin de un eventual sistema
a mediados del siglo XXI, sino que permite, adems, ampliar los mbitos de
intervencin del Estado en desmedro de la autonoma universitaria, seguir
jugando nacional e internacionalmente con las estadsticas de cobertura y
de financiacin al fusionar toda la educacin terciaria y superior en la masa
de las IES y convertir la denominacin universidad, que contiene una rica
historia social, poltica e institucional, en una especie de ttulo nobiliario
postrevolucionario: intil y con muy poca incidencia prctica.
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grafa:JavierGuqueta
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7. Tampoco hay una ampliacin de la autonoma?Como se dijo con anterioridad, la autonoma se extiende a todas
las instituciones de educacin superior (IES) sin ninguna diferencia.
Fundamentalmente se trata de una autonoma empresarial, de gestin, para
rendirle cuentas transparentes a un gobierno que en forma heternoma
define el derrotero del sector y se reserva la facultad omnmoda de reconocer
o no a las instituciones que participan en l.
La exclusin de los consejos acadmicos, conformados en su mayora
por los miembros de las comunidades acadmicas, de los rganos degobierno, para incluirlos posteriormente, mediante un eufemismo, como
cabezas de una direccin acadmica supeditada al consejo superior, con las
caractersticas de una junta directiva, no es sino el smbolo del desprecio por
la autonoma universitaria que campea en todo el texto de la reforma.
La funcin de inspeccin y vigilancia, de la cual afortunadamente
se suprimi la inconstitucional intervencin directa en las instituciones
que incluso estaba prevista como medida preventiva, centrada en los
compromisos de cumplimiento y en la tipificacin abierta e imprecisa de lasfaltas1, tiene ms bien las caractersticas de una funcin disciplinaria y de
control institucional.
En trminos financieros, la reforma mantiene las restricciones
presupuestales que atentan contra la autonoma universitaria y, en contra de
los fallos reiterativos de la Corte Constitucional, somete los nuevos recursos
financieros a condicionamientos gubernamentales.
Al igual que la ley 30, el proyecto del gobierno solo reconoce una autonoma
institucional restringida en cabeza de las directivas que, a su vez, seguirn
siendo nombradas en las universidades pblicas por Consejos Superiores,
1 Artculo 103 del proyecto: El incumplimiento de las disposiciones consagradas enla ley y en las normas institucionales, particularmente respecto de la direccin ygobierno, y la prestacin del servicio educativo, por las instituciones autorizadas paraprestar el servicio o por sus directivos, dar lugar a la iniciacin de las investigacionescorrespondientes por parte del Ministerio de Educacin Nacional y, previa observanciadel debido proceso, a la imposicin de las sanciones y medidas correctivas que seindican en la presente ley.
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en los que la representacin de la comunidad universitaria es claramente
minoritaria y la influencia del gobierno nacional o departamental decisiva.
Tampoco se reconoce una autonoma sistmica. En el CESU (Consejo
Nacional de Educacin Superior) las universidades slo tienen dos
representaciones directas en un conjunto de diez y siete miembros, las del
Rector de la Universidad Nacional de Colombia y la del Presidente del SUE,
mientras el gobierno tiene seis, incluido el Director del SENA, el denominado
sector productivo dos, las asociaciones profesionales uno, y las IES en su
conjunto los seis restantes. El CNA, a su vez, estar integrado por miembrosnombrados por el CESU, y la CONACES (Comisin Nacional Intersectorial de
Aseguramiento de la Calidad de la Educacin Superior) por tres miembros
del gobierno y uno del sector productivo. Es decir, en la regulacin de la
calidad de la educacin superior no participan las universidades, tampoco el
resto de las IES, a menos que lo hagan como invitadas especiales. Solo el
SUE (el retrico Sistema de Universidades Estatales) tiene una composicin
mayoritaria de las universidades, pero para cumplir tareas operativas y de
racionalizacin y optimizacin de los recursos. La autonoma sistmica noest ni siquiera en los bordes ms lejanos del horizonte de sentido de los
reformadores y, por consiguiente, las universidades no van a tener la ms
mnima injerencia en la formulacin de las polticas pblicas para el sector o
en el gobierno externo de las instituciones.
8. De acuerdo con la Ministra, el ltimo proyecto dereforma fue el resultado de una amplia participacin dela comunidad acadmica en el debate.
Los ltimos gobiernos, y tambin las autoridades acadmicas de las
universidades pblicas, han ido institucionalizando lo que en teora poltica
se denomina una simulacra: la participacin de la sociedad en debates
destinados a legitimar decisiones previamente adoptadas, la cuales solo
sufren retoques en virtud del proceso participativo.
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La disrupcin del tiempoContra toda previsin ha irrumpido una nueva Idea,
una nueva forma de pensar y transformar el quehacer
universitario. Ha surgido la Constituyente Universitaria como
potencia creadora en la Universidad del Tolima en medio de
las ms duras condiciones de silenciamientos, provocaciones
y descalicaciones; como fantasma ha tomado el rostro
de nueva esperanza que recorre el Desierto de lo Real
para construir otro tiempo, otra manera de producir un
nuevo sentido de la vida universitaria. Naci un discurso
sin permiso, una voz desde abajo, una idea que rompi la
modorra, el apoltronamiento y la naturalizacin con la
vieja institucin clientelar y regional que ha resultado
ser funcional a la lgica de la poltica neoliberal, la cual se
articula maravillosamente en lo local con la mentalidad de
la servidumbre voluntaria (La Boitie) y las ensoaciones del
rgimen seorial-hacendatario (Antonio Garca Nossa).
La Constituyente Universitaria:Una idea disruptiva delsaber y de la potencia
FilsofoUniversidad Nacional
de ColombiaProfesor Titular
Universidaddel Tolima
Jorge gantivaSilva
solo hay conocimientos a modo de relmpagos.
hacer saltar del continuo del curso
de la historia... es una exigencia.
Walter Benjamin
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El planteamiento inicial se sita en la politizacin de lo social, la
apertura hacia la comunidad y la ciudadana. La Constituyente arma
que su reto es desaar el poder constituido; por eso, busca trascender
los lmites de la participacin de los estamentos universitario, los
saberes sometidos y las prcticas fetichizadas del sentido comn
pragmtico-cosicado. Su Idea se perla en torno a la construccin
del Poder Constituyente asentado en la fuerza de la comunidad
educativa y popular que despliegue la participacin, deliberacin
y decisin de padres, madres de familias, instituciones educativasde la regin, movimientos sociales y ciudadanos. La formacin de
esta subjetividad mltiple recongura otra poltica, otras formas de
organizacin y otras visiones y prcticas de la educacin y de la cultura.
Se proyecta entonces como la posibilidad para potenciar el lenguaje,
el habla, la voz y las miradas de esta multitud que despierta a la
actividad pblica, democrtica y de pensamiento. En esta direccin,
la Constituyente abre un espacio social para producir una verdad
construida colectivamente sobre la Universidad Pblica, su sentido,sus campos, sus relaciones de saber y de poder.
La Constituyente Universitaria es una propuesta que incorpora
el Programa Mnimo de los estudiantes, organizados en la Mesa
Amplia Nacional Estudiantil, MANE, y lo articula con la idea de
construir una propuesta alternativa de educacin superior. En este
sentido, se hermanan las distintas iniciativas nacionales y regionales
para enfrentar la reforma de la ley 30. Previo a la convocatoria del
paro nacional universitario del 12 y 13 de octubre, la propuesta de
Constituyente Universitaria desa la verdad constituida y asumi la
tarea de construir un derrotero ante la profunda crisis interna que vive
la universidad y asumi los retos ante la poltica neoliberal del gobierno
nacional y regional. El vigoroso movimiento cont con la amplia
participacin y procesos de deliberacin mediante una pluralidad de
acciones colectivas y asambleas generales que denieron lneas de
pensamiento y movilizacin que conectaron con la convocatoria del
paro nacional universitario.
Esta Idea de la
Constituyente
Universitaria tiene
el fuego juvenil
y el encanto
de la potencia
contra el hasto
de la democracia
representativa,formal, cnica
y vaca. La
que empieza a
abrirse paso,
con sus propias
limitaciones, es
la democracia
profunda queel pensamiento
crtico ha dibujado
a lo largo de
la experiencia
histrica de la
resistencia y de
la emancipacin.
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El proceso surgi desde abajo, desde mbitos no estamentales
que reclamaban un empoderamiento de una subjetividad
desconocida que empezaba a reconocerse como voz rebelde
y creativa desde su sencillez humana. No haba sabihondos, ni
formatos; solo los adversarios reclamaban hojas de ruta, reglas
y justicaciones jurdicas. En su sabidura la Junta Constituyente
admiti que esta problemtica sera abordada sobre la base de la
politizacin del proceso, el reconocimiento de los autoaprendizajes
formativos y organizativos de la subjetivizacin creadora. Losreparos cayeron ante la supuesta ignorancia, el desconocimiento
de la ciencia jurdica y la ausencia de las bendiciones del poder
constituido. El rumbo fue otro: los sin voz empezaron a hablar,
los desde abajo encontraron espacios de intersubjetividad crtica y
no esperaron que llegara la cartilla o la voz salvadora. Desde su
autonoma dibujaron su camino y sus argumentos. En este tringulo
amoroso -sujetos, lenguaje y verdad-se ha ido potenciando esta Idea
que articula las tareas nacionales de lucha y resistencia, y desafael tiempo histrico. Su formulacin inicial apunta a responder a la
pregunta: Qu universidad queremos construir?
La Causa de la democracia profundaLa esclerosis duerme la fatalidad del tiempo. La esta de los
pueblos despierta la fuerza de la vida, del saber, de la potencia
creadora. El consuelo de los acomodados y de los cooptados se refugia
en la simulacin y en la servidumbre voluntaria. La historia que
despliega la disrupcin del tiempo y la anormalidad de la vida, viene
cargada de la fuerza utpica que mueve montaas y asume que la
idea es poder material tan pronto se apodera de las masas. Esta Idea
de la Constituyente Universitaria tiene el fuego juvenil y el encanto
de la potencia contra el hasto de la democracia representativa,
formal, cnica y vaca. La que empieza a abrirse paso, con sus propias
limitaciones, es la democracia profunda que el pensamiento crtico ha
dibujado a lo largo de la experiencia histrica de la resistencia y de la
emancipacin. Profunda, porque va al fondo de los problemas; por
Este nuevo tiempo
ha repensado
la construccin
de una nueva
subjetividad que
busca superar los
estrechos marcos
de la universidad
y trascender haciala ciudadana, las
organizaciones
sociales y
populares y
reconstruir una
nueva relacin
con la sociedad, el
entorno geopolticoy el pas. El sueo,
a todas luces, es
utpico. No de
otra forma puede
superarse el
actual estado de
cosas y encarar
una propuesta de
transformacin
democrtica de
la universidad
pblica.
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la consistencia de su pensamiento; por sus razones
y alcances; por su horizonte de sentido y por su
fuerza tica y creadora, por las fuerzas telricas que
la mueven.
Esta nueva Idea -que despierta entusiasmo
y compromiso en amplios sectores universitarios y
tanta oposicin en los poderes establecidos-cuenta
con simpata y comprensin en varias universidades
en Colombia y tiene ricas experiencias nacionalese internacionales. Repensar la Universidad Pblica
plantea confrontar las visiones esclerotizadas del
saber sumiso y permite cimentar las verdades de la
nueva subjetividad, incipiente, humilde y rebelde,
pese a sus limitaciones, con la fuerza telrica de
imaginar otro destino, otro sentido, otra razn de
ser. Sin lugar a dudas, Ningn pueblo desespera
y aunque se vea obligado a esperar por obtusidad,llegar un da, despus de muchos aos, que en un
alarde de repentina inteligencia, llevar a cabo sus
ms elevados deseos (Karl Marx). El encanto de la
democracia profunda radica en la reinvencin de esta
nueva experiencia de la subjetividad crtica y plural
entendida como interrupcin, esto es, como tiempo
disruptivo contra el tiempo muerto del capital y
del sistema. La Constituyente Universitaria tiene el
propsito de suscitar la mxima potencia creadora
de soar una nueva universidad, sin los remilgos de
la democracia liberal-procedimental y de la lgica
del capital. Edicar una propuesta alternativa de
educacin superior compromete la reinvencin de la
democracia, el protagonismo de los simples, de los
sin voz, de la subjetividad ignorante que desafa el
saber y el poder constituidos.
N 17, Noviembre de 2011 Bogot, Colombia Batalla de ideas Volver
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L
a actual administracin del presidente Santos
inici un radical proceso de transformacin del
esquema educativo cuyo vrtice aparece en lasfuentes de nanciamiento futuras de la Educacin Superior
en Colombia donde claramente el Estado consolida su
retirada de la nanciacin del sistema abriendo paso a
inversionistas privados.
Objetivos especcos presentados en la reforma tales
como : i) promover mayor calidad; ii) generar condiciones para
que ms colombianos ingresen y se graden de la educacin
superior; iii) ampliar y exibilizar la oferta de programas; iv)
promover el acceso y la permanencia de los estudiantes en
el sistema, y v) fortalecer de las fuentes de nanciacin y la
participacin regional, esconden verdaderas intenciones de
mercantilizar mucho ms el sistema educativo por la va de
consolidar cuasimercados.
A la luz de la actual administracin, permitir la inversin
privada directa a travs de alianzas pblico-privadas y de la
transformacin de instituciones de educacin superior en
La batalla por el derechoa la educacin en lasociedad neoliberal:
Colombia 2011
Politlogocolombiano
CarloSWladimirgmez CrdenaS
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Estos argumentos se corresponden con la problemtica situacin que vive
el sector educativo en nuestro pas. La oferta de las instituciones es insuciente,
generndose niveles de cobertura y calidad incluso inferiores a los de la regin. (Tabla
2; Tabla 3; Tabla 4; Tabla 5.)
Tabla 1. Argumentos ociales para adelantar la reforma a la Educacin Superior en Colombia
Tipode ArgumenTo ArgumenTo
Estructural - Cobertura -
Permanencia
Entre 2000 y 2010, el nmero de bachilleres que no ingresaron
a la educacin superior o que ingresaron, pero en algn
momento desertaron de ella, fue de 3.226.000.
Estructural - Calidad
12 aos despus de entrar en funcionamiento el sistema de
acreditacin, tan slo el 13% de los programas de pregrado
cuenta con acreditacin de alta calidad y apenas el 13,5% de los
docentes en tiempo completo equivalente cuenta con doctorado,
lo que sumado a la baja produccin cientca y visibilidad de la
misma origina que ninguna universidad colombiana aparezca
entre las 15 primeras de Amrica Latina ni entre la primeras 500
del mundo.
Estructural -
Financiamiento
Para adelantar las anteriores medidas se deben incrementar los
recursos pblicos y privados para el sector.
Fuente: Elaboracin propia a partir de documentos del Ministerio de Educacin Nacional - MEN.
Tabla 2. Tasa bruta de cobertura (censo 2005)
Ao 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010*
MatrculaPregrado
937.889 996.688 1.063.183 1.137.772 1.219.954 1.306.520 1.424.631 1.493.525 1.587.928
Poblacin17- 21
3.839.783 3.885.777 3.942.893 4.001.081 4.064.849 4.124.212 4.180.964 4.236.086 4.285.741
Tasa deCoberturaura
24,40% 25,60% 27,00% 28,40% 30,00% 31,70% 34,10% 35,30% 37,10%
Fuente: MEN SNIES, DANE *Informacin preliminar
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Tabla 3. Tasa de cobertura en amrica latina 2008
Tipode ArgumenTo ArgumenTo
Promedio Amrica Latina y el Caribe 38,00%
Blgica 62,30%
Mxico 27,20%
Brasil 34,40%
Colombia 35,40%
Ecuador 42,40%Panam 45,10%
Chile 54,80%
Uruguay 64,90%
Cuba 121,5%
Fuente: UNESCO
Tabla 4. Tasa bruta de cobertura (censo 2005)Variables 2004 2005 2006 2007 2008 2009
NBC 43 50 55 55 55 55
Nmero de estudiantesevaluados
81.996 3.885.777 3.942.893 4.001.081 4.064.849 4.124.212
Fuente: ICFES
Tabla 5. . Calidad: docentes por nivel de formacin
Nivel de
Formacin2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
%
2009
Pregrado 39.063 38.985 38.597 39.265 39.616 42.929 46.555 46.741
Especializacin 27.420 38.985 38.597 36.221 37.979 36.406 37.958 38.076
Magister 14.414 15.457 17.309 19.657 19.471 19.288 21.026 21.093
Doctorados 2.445 2.617 2.871 3.193 3.540 3.522 4.105 4.578 4.14
Total 83.342 90.303 92.537 98.336 100.606 102.145 109.644 110.488
Fuente: MEN SNIES
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Para el gobierno nacional en Colombia se necesita invertir ms recursos
en educacin si se quiere ampliar la cobertura y mejorar calidad. Dentro de su
retrica, invertir en la educacin es el mejor negocio que puede hacer un pas.
Sin embargo, la propia propuesta de reforma reconoce abiertamente
que no resolver los problemas de nanciamiento del sector (Tabla 6):
() el Gobierno es consciente de que los recursos pblicos no son
sufcientes, e incluso son limitados. Por eso, la propuesta plantea,
adems del incremento en los aportes a las instituciones deeducacin superior, la inversin privada en el sector. La propuesta
de Reforma no plantea que gracias al incremento de los aportes de
la Nacin se resuelvan todos los problemas de fnanciacin de las
universidades pblicas. Sin embargo, estamos seguros de que, gracias
al planteamiento de un conjunto de medidas adicionales, sumado
al mejoramiento de la gestin interna, el proyecto s aporta a la
solucin.1
1 Vase: ABC del proyecto de reforma a la educacin superior en Colombia.
Disponible en lnea en: http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/w3-article-266644.html. Fecha de Consulta: 14 de julio de 2011.
FuenTe monTo porcenTAje
Aportes directos de la Nacin y las entidades
territoriales
$2,48
billones59.8%
Generacin de recursos propios que cada institucin
consigue en el ejercicio de sus labores misionales de
formacin, extensin e investigacin
$1,66
billones40.2%
Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del MEN
Tabla 6. Estructura del fnanciamiento pblico de la educacin superior en
Colombia para el ao 2011
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favorecen a estas ltimas con estructuras de cuasimercados distorsionados
por el propio Estado hacia los intereses de la inversin privada.
En estos trminos, la actual reforma propone un esquema de fnanciacin
para las universidades pblicas, consideradas en conjunto, que no solamente
prolongara sino agravara la progresiva disminucin de sus presupuestos,
expresados como porcentaje del PIB, en especial de los destinados a
fnanciar obligaciones recurrentes, en contraste con la importancia creciente
que tiene la educacin superior y su correspondiente fnanciacin en los
pases de ms acelerado progreso econmico.2La propuesta de ley que cursa en estos momentos en el Congreso de
la Repblica es ambiciosa en metas, pero falaz en la asignacin de recursos
para el cumplimiento de las mismas. El presidente Santos pretende durante
su administracin pasar de una cobertura del 37% al 50%, lo que implicara
la generacin de ms de 500.000 nuevos cupos. Aunque esta meta sea
importante, sus medios de fnanciacin son inconsistentes.
Como se ve, el aspecto de la fnanciacin del Sistema es el punto
ms rechazado de la propuesta ofcial. Tanto directivos, como docentesy estudiantes de las universidades pblicas y privadas coinciden en que el
proyecto abre la puerta para que las universidades puedan declararse en
quiebra y liquidarse como empresas privadas si no son autosostenibles.
La comunidad acadmica en general conoce la experiencia colombiana
con otros servicios pblicos fundamentales como la salud y los propios
servicios pblicos domiciliaros, donde se adelantaron esquemas de
desfnanciamiento estatal bajo estructuras de cuasimercados y escenarios de
abierta mercantilizacin de lo pblico, lo cual le puede suceder a la educacin
en su nivel superior. Frente a este panorama habr que movilizar a la nacin
entera bajo la consigna de Unidad, Resistencia y Lucha frente al apartheid
educativo planteado por la administracin de Santos.
2 Vase: Documento sobre el proyecto de reforma a la ley de educacinsuperior. Universidad Nacional de Colombia. Disponible en lnea en: http://
www.bogota.unal.edu.co/reforma/doc _ ref _ ley30 _ bog.pdf (Fecha deconsulta 23 de julio de 2011).
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E
l pasado 4 de Octubre, la Ministra de Educacin
de Colombia, Mara Fernando Campo, radic de
forma ocial el proyecto de Reforma de la Ley30 de Educacin Superior. Uno de los elementos claves
de la reforma propuesta es el incremento de los recursos
canalizados a la educacin superior a travs de crditos. De
esta forma, el gobierno espera incrementar la cobertura de
la educacin superior y promover el acceso de estudiantes
de bajos ingresos a la universidad. Cerca del 40% de los
recursos nancieros incluidos en el proyecto de reforma estn
destinados a apoyar el programa de crditos estudiantiles
del ICETEX. El gobierno propone especcamente ofrecer
crditos con tasa de inters real a estudiantes de bajos
ingresos, con condonaciones de hasta el 25%, sujetas ambas
condiciones a la disponibilidad de recursos del Estado. Esta
situacin ha creado un masivo debate sobre la viabilidad de
la reforma propuesta.
Desde la perspectiva del actual debate que est teniendo
lugar en Colombia, es til observar la experiencia de otro
pas en el cual se est utilizando crdito para incrementar el
Crdito para laEducacin Superior:Lecciones del
caso de Chile
Analista del Comitpor la Anulacinde la Deuda del
Tercer MundoCADTM
danielmunevar
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Un buen lugar para iniciar el anlisis es la evolucin
del nmero de estudiantes matriculados en la educacin
superior. Entre 1990 y 2007, este nmero prcticamente
se triplic, pasando de 245 mil estudiantes a 678 mil4.
Las grandes beneciarias de esta dinmica han sido las
universidades privadas de Chile, toda vez que durante este
periodo el nmero de estudiantes matriculados en ellas se
ha multiplicado por diez. La expansin en la matrcula no se
ha dado a travs de la creacin de nuevas instituciones, sinode la apertura de nuevas sedes universitarias. Esto permite
explicar la alta concentracin de receptores de crditos en un
nmero reducido de universidades privadas de baja calidad.
En el caso del CAE, 6 universidades concentran el 60% de los
beneciarios de este tipo de crdito5.
Debido al hecho de que el gasto pblico en educacin
creci por debajo del ritmo de la expansin de las matrculas,
los costos de la educacin superior empezaron a recaer deforma creciente sobre los estudiantes y sus familias. Mientras
que en el resto de los pases de la OECD el Estado asume el
70% de los gastos de la educacin superior, en Chile slo lo
hace en un 15%, y las familias deben asumir cerca del 80%
restante de los gastos6. De tal forma, las familias no solo
se han visto obligadas a nanciar una parte cada vez ms
importante de los gastos en educacin, sino que al mismo
tiempo, ante la falta de controles sobre los costos de las
matrculas, se ha dado un masivo encarecimiento de stas.
As, entre 1995 y 2005, su costo en la educacin superior ha
aumentado en un 58%. Dicha situacin ha convertido a la
educacin chilena en la ms costosa del mundo en trminos
4 OECD (2009), La Educacin Superior en Chile : 37.
5 Banco Mundial (2011), Programa de Crdito con Aval delEstado (CAE) en Chile : 59.
6 Ibd., 4 : 232, 237.
En trminos prcticos,
este tipo de modelo
funciona en beneficio
de las instituciones
de educacin superior
privadas, las cuales
pueden cobrar altas
matrculas otorgando
una educacin demnima calidad.
Ganan, as mismo,
las instituciones
financieras que
manejan la cartera
de crdito educativo,
las que, en el caso
chileno, obtienenbeneficios anuales
superiores a los 50
millones de dlares.
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de bajos ingresos representan ms de las dos terceras
partes de los prestamistas del programa. En el caso
del quintil de ms bajos ingresos, se observa una
imagen dramtica si se tiene en cuenta que los
crditos llegan a representar 2 veces el ingreso de los
estudiantes de dicho quintil11.
Dada esta situacin no es sorpresivo encontrar
altas tasas de impago en los crditos del sistema
debido a que los volmenes de endeudamiento dejanen una situacin comprometedora a los estudiantes
que los adquieren para entrar a la educacin superior.
En el caso del FSCU, el coefciente de recuperacin de
los crditos otorgados ha cado de forma sostenida
entre 2000 y 2005, pasando de un 64 a un 45%12.
Los crditos otorgados a travs del CAE tambin
han experimentado el mismo proceso con un
incremento en la moratoria que alcanza ms del 30%de la cartera, siendo los quintiles ms bajos los que
presentan las tasas ms altas de crdito en mora13.
Dicha situacin no representa una cuestin menor,
dado que el pago de estas obligaciones se extiende
por un periodo de entre 15 y 20 aos, por lo que los
estudiantes egresados con crditos en mora pueden
experimentar posteriormente serios problemas a la
hora de obtener empleo o acceder a crdito para la
compra de vivienda.
Esta breve panormica del impacto del
fnanciamiento va crdito del sistema de educacin
superior en Chile deja una imagen bastante
desoladora. En trminos prcticos, este tipo de
11 Ibd., 6: 44.
12 Ibd., 5: 120.
13 Ibd., 6: 52-53.
Con este modelo pierde
el sistema educativo en
su conjunto, toda vez que
el acceso a educacin de
calidad se ve restringido
a la capacidad de pagar
las matrculas ms caras
del sistema. Pierden
la investigacin y eldesarrollo tecnolgico,
en la medida que la
obtencin de beneficios
en el corto plazo que
gua las decisiones de las
universidades privadas
no pasa por destinar
recursos para este fin.Tambin pierde el Estado
chileno, pues los crditos
en mora son respaldados
por garantas ofrecidas por
ste. Ms importante an,
pierden los estudiantes
y familias que deben
sacrificar sus ingresos y
patrimonio para acceder
a lo que es en primera
instancia un derecho que
debe ser garantizado de
forma gratuita y universal
por el Estado.
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modelo funciona en benecio de las instituciones
de educacin superior privadas, las cuales pueden
cobrar altas matrculas otorgando una educacin de
mnima calidad. Ganan, as mismo, las instituciones
nancieras que manejan la cartera de crdito
educativo, las que, en el caso chileno, obtienen
benecios anuales superiores a los 50 millones de
dlares14. Sin embargo, pierde el sistema educativo
en su conjunto, toda vez que el acceso a educacinde calidad se ve restringido a la capacidad de
pagar las matrculas ms caras del sistema. Pierden
la investigacin y el desarrollo tecnolgico, en la
medida que la obtencin de benecios en el corto
plazo que gua las decisiones de las universidades
privadas no pasa por destinar recursos para este n.
Tambin pierde el Estado chileno, pues los crditos
en mora son respaldados por garantas ofrecidas porste. Ms importante an, pierden los estudiantes y
familias que deben sacricar sus ingresos y patrimonio
para acceder a lo que es en primera instancia un
derecho que debe ser garantizado de forma gratuita
y universal por el Estado.
En otras palabras, como lo estn manifestando
los cientos de miles de estudiantes chilenos que se
han tomado las calles de ese pas durante los ltimos
meses, la leccin que nos ofrece Chile, donde se
somete el acceso a la educacin superior al crdito,
es una que es mejor no escuchar ni aplicar.
14 Ver, Economista Marcel Claude seala quedeuda de estudiantes subi 28 veces, disponibleen: http://www.biobiochile.cl/2011/08/04/
economista-marcel-claude-senala-que-deuda-de-estudiantes-subio-28-veces.shtml 26 de Octubre, Medelln
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econmica (fundamentalmente respecto a los
aspectos internacionales) en los Estados Unidos
durante, por lo menos, las tres ltimas dcadas.
Bastara recordar que entre el staff de
investigadores se encuentran figuras acadmicas
que trabajan en varias de las ms prestigiosas
universidades de los Estados Unidos y su equipo
permanente, en algn momento y la mayora de
veces en simultneo, estrecha vnculos carnalescon los principales organismos gubernamentales,
estatales y multilaterales con sede en
Washington empezando por la Presidencia de
la Repblica y tambin con el complejo circuito
de lobby alrededor de Wall Street. No obstante,
entre todos ellos, sobresale especialmente
uno, John Williamson, economista que desde
hace un par de dcadas salt a la fama por dar
a luz el Consenso de Washington. De hecho, elInstituto para la Economa Internacional fue la
institucin responsable de organizar durante
1989 las conferencias en las cuales tuvo lugar el
tristemente clebre Consenso y, tiempo despus,
sus sucesivas versiones2. Esta breve resea
ya pone en perspectiva sobre quines estamos
hablando y las nuevas frmulas que intentan
promocionar.
El texto del discurso en segundo trmino-
inicia resumiendo la situacin actual de la
economa usamericana. Bergsten advierte, entre
otras cosas, que los Estados Unidos importa hoy la
mitad del petrleo que requiere su economa; que
casi la mitad de los balances contables de las 500
2 Sobre las diferentes versiones del Consenso deWashington, cfr. Puello-Socarrs, J.F., Nueva
Gramtica del Neoliberalismo, Bogot, UniversidadNacional de Colombia, 2008: www.espaciocritico.com.
La globalizacin
a la que se refiere
aqu y adula hasta el
paroxismo Bergsten es
evidentemente aquella que
favorece en exclusiva los
intereses de los capitales
usamericanos, es decir, la
globalizacin de carcterneoliberal, la cual en
estos momentos, en su
concepto, debera avanzar
hacia su fase superior: el
libre comercio (total).
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primeras compaas usamericanas se derivan de operaciones internacionales3;
que la mayora de la deuda del gobierno pertenece a los inversores extranjeros,
capital que, segn Bergsten, financia buena parte de la inversin domstica
requerida para mantener un crecimiento econmico decente y que gracias al
dficit comercial registrado por ese pas durante ms de 30 aos, los Estados
Unidos es hoy el primer deudor mundial: posee una deuda externa bruta total
de aproximadamente U$23 trillones -la mayora en manos de China, Rusia y
varios pases del Medio Oriente, precisamente (qu casualidad!) los principales
exportadores de petrleo y pide prstamos al mundo del orden de U$500billones anuales.
Subrayaba adems el deterioro de la importancia econmica de los Estados
Unidos en trminos mundiales, la cual viene literalmente en picada. Desde la
Segunda Guerra Mundial la economa usamericana haba aportado el 50% al PIB
mundial mientras que en este momento significa no ms del 20% (septiembre
de 2011), sin contar el estancamiento de los salarios promedio por ms de una
generacin y que la distribucin del ingreso tiende a empeorar cada vez ms.
Desde luego, el panorama presentado, de ninguna manera, es halagador.
Para Bergsten, la situacin de crisis profunda en la que se encuentra laeconoma usamericana, sin embargo, puede ser revertida: lejos de modificar el
rumbo de las decisiones hasta ahora adoptadas -y que segn varios analistas
en su propio pas son las mismas que han acelerado las contradicciones
econmico-polticas que se extienden globalmente de lo que se trata ahora
es de profundizar, hasta sus ltimas consecuencias, el modelo de desarrollo
vigente (trmino con el cual eufemsticamente se denomina a las estrategias de
expansin imperial en el capitalismo contemporneo) y, en particular, aquel que
ha rendido grandes beneficios para los capitales usamericanos: la globalizacin.
A pesar de los problemas por los que atravesara la economa usamericana,
el balance en este sentido explica consistentemente esta apuesta: Los
Estados Unidos han ganado enormemente con esta globalizacin. Nuestro
pas dice Bergsten cada ao es mucho ms rico en ms de U$1 trilln
3 En esto llama la atencin que del total de la deuda usamericana (U$750.000.000.000.000)1) los Derivados Financieros representen el 81,13%, U$600 billones (40 veces al PIB de losEstados Unidos y 10% del mundial), y 4 bancos usamericanos concentren el 95,5% delrubro (JP Morgan Chase, CityGroup, Bank of America y Goldman Sachs); 2) la Salud: 0,34%;
3) Medicare: 8,06%; 4) Seguro Social: 5,37%; 5) FED: 3,18%; 6) Deuda Pblica: 1,92%.Informacin del Contralor de Divisas de los Estados Unidos: www.desdeabajo.info.
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gracias a la integracin comercial. Esto equivale
aproximadamente al 10% de toda nuestra
renta nacional y ms de U$10.000 por hogar.
Se acumulan ventajas adicionales con la
globalizacin financiera que ha acompaado los
crecientes flujos comerciales (subrayo) [Nota:
los beneficios adicionales podran aadir otros
U$0.5 trillones al clculo]. Lo anterior por el lado
de las ganancias.Mientras tanto las prdidas (costos en
trminos de Bergsten) de la globalizacin para los
Estados Unidos resultan ser bastante diferentes:
Cerca de medio milln de trabajadores (de una
fuerza laboral total de 150 millones) pierden su
trabajo anualmente, la mayora por perodos
temporales, como resultado del incremento en
las importaciones. Algunos tienen que aceptar
empleos con bajos salarios en el largo plazo,sufriendo una prdida en ingresos durante toda
su vida. Esos efectos totalizan aproximadamente
U$50 billones por ao, un monto sustancial en
trminos absolutos pero slo un vigsimo de la
rentabilidad anual fruto de la globalizacin
(resalto y subrayo). Lo anterior no podra ser
ms expresivo del deplorable y cnico estilo
usamericano que impera en asuntos como stos
pues los negocios son los negocios!
La globalizacin que puede ser de diferentes
tipos, dimensiones y magnitudes a la que se
refiere aqu y adula hasta el paroxismo Bergsten es
evidentemente aquella que favorece en exclusiva
los intereses de los capitales usamericanos, es
decir, la globalizacin de carcter neoliberal, la
cual en estos momentos, en su concepto, debera
avanzar hacia su fase superior: el libre comercio
No se ha recalcado
suficientemente que estos
Tratados por ms que
aludan al libre comercio
-desde luego una
realidad completamente
inexistente, pues
en la prctica se
trata de negocios depoderosos monopolios
transnacionales- tampoco
son estrictamente
de comercio. Este
componente slo
representa una mnima
porcin de lo que se
negocia en ellos. Se
trata mejor de acuerdosde liberalizacin de
inversiones, en los
cuales los servicios
(especialmente
financieros; las compras
estatales, los derechos
de propiedad, etc.) tienen
un significado muy
estratgico.
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negocios de poderosos monopolios transnacionales-
tampoco son estrictamente de comercio. Este
componente slo representa una mnima porcin de lo
que se negocia en ellos. Se trata mejor de acuerdos de
liberalizacin de inversiones, en los cuales los servicios
(especialmente financieros; las compras estatales, los
derechos de propiedad, etc.) tienen un significado muy
estratgico5.
Lo anterior responde a que los Tratados, recordemos,diseados a la medida de las pretensiones usamericanas,
reproducen las mismas estructuras productiva y de
intereses que actualmente existen en los Estados
Unidos despus de las transformaciones sufridas en ese
pas desde la dcada de los 80. Hoy por hoy el sector
manufacturero usamericano representa a lo sumo el 10%
de la economa mientras que la agricultura no ms del
1% y los servicios (sobre todo, los financieros) ms del
80%. Este ltimo sector provee el 25% de los empleos yha crecido los ltimos treinta aos a tasas del 30% y con
salarios 10% superiores a los de la manufactura.
Bergsten sugiere precisamente que los esfuerzos
internacionales de los Estados Unidos deben enfocarse
y apuntar hacia all, mxime cuando en reas como
Amrica Latina y el Caribe y en las llamadas economas
emergentes la legislacin en estos aspectos no se
encuentra acondicionada (o desregulada), lo cual
supone una gran oportunidad para la apertura de los
mercados.
5 Cfr. Estrada lvarez, J., Derechos del Capital, Bogot, UniversidadNacional de Colombia, 2010: www.espaciocritico.com
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gigantescos salvatajes de grandes bancos y empresas privadas en
problemas. La contracara son los millones de personas sobreendeudadas,
muchas de las cuales han perdido sus viviendas, as como el fenomenal
incremento del endeudamiento pblico.
La teora de la crisis y su superacinExiste un debate terico sobre las interpretaciones de la crisis,
con impactos en las polticas anticrisis que se procesan en las
diferentes geografas del mundo. Existe una tendencia instalada por losorganismos financieros internacionales que remite las causas de la crisis
a la dimensin de las finanzas y su complejidad en los instrumentos
derivativos, la especulacin y la desregulacin del mercado del dinero,
ttulos y acciones, restringiendo la respuestas a la necesidad de la
regulacin y hace responsables de ello a algunos ejecutivos del mbito
financiero. La reflexin de la REDEM apunta a destacar la complejidad del
fenmeno de la crisis, asentando sus principales causas en la produccin,
en tanto eje articulador del proceso integral de la economa, lo que suponela produccin, la distribucin, el cambio y el consumo.
Pero ms all de esta consideracin esencial, la gestin del capitalismo
en crisis actual se debate entre dos frentes de polticas econmicas.
Uno remite al pasado reciente e insiste con las polticas ortodoxas de
liberalizacin y ajuste, apuntando a resolver los desequilibrios fiscales
y financieros de los Estados ms comprometidos con la situacin de la
crisis, imponiendo la receta de la austeridad y reduccin del gasto pblico,
especialmente el de contenido social. Al mismo tiempo se impone el
discurso del privilegio a la iniciativa privada, las privatizaciones y las
desregulaciones para la libre circulacin del capital, las mercancas y
los servicios. Desde otro ngulo se sostiene una poltica econmica
de vuelta a la intervencin estatal para reactivar la economa. La
intencin es la bsqueda del crecimiento, estado idealizado para superar
la desaceleracin o recesin, la que se identifica con la situacin de
crisis. Se busca el crecimiento aun con los impactos ambientales que
genera el modelo productivo depredador en curso, que contamina con
la emisin de gases txicos y consume vorazmente recursos naturales
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relevantes, aunque de lento avance hasta la fecha, como es la utilizacin
de una moneda comn, el uso conjunto de las reservas internacionales
de la regin que acumulan ms de 550.000 millones de dlares, o el
Banco del Sur.
Las respuestas a la crisis pasan necesariamente por los pases en
una perspectiva de articulacin productiva que potencie las relaciones
econmicas por fuera del circuito de la hegemona del sistema del
capitalismo. Se trata de pensar en una organizacin econmica de la
sociedad que supere el lucro y la explotacin. La posibilidad del socialismoreaparece en el discurso renovado de la izquierda en Nuestra Amrica.
Es una reflexin que remite a los cambios en curso en el socialismo
cubano; a las formulaciones de un Socialismo del Siglo XXI o un
Socialismo comunitario que emergen de Venezuela o Bolivia, incluso de
la recuperacin de un proyecto de revolucin, tal como se enuncia en la
Revolucin ciudadana en Ecuador.
El debate anticapitalista recorre el anlisis y las propuestas de
variados movimientos sociales, de trabajadores en actividad laboral, enel territorio; de comunidades y pueblos originarios; de jvenes y mujeres;
de multiplicidad de organizaciones por reivindicaciones diversas. Es
una constante de nuestro tiempo que exige la reflexin terica sobre
las posibilidades de otro orden socioeconmico posible, y necesario.
No se trata de la ilusin temprana que animaron los primeros aos de
la objecin a la poltica neoliberal hegemnica en los 80 y 90, sino de
pensar en la evolucin de una dcada transcurrida, sobre el estado y
evolucin de los procesos ms radicalizados, de la capacidad de avance
de instrumentos constitucionales de propuestas que constituyen ms
un programa que una realidad, sea el buen vivir o la consideracin de la
naturaleza como sujeto de derecho.
Crtica al modelo productivo y de desarrolloEn los debates, junto a la crisis capitalista, se analizaron los cambios en
la estructura productiva y econmica social de la regin latinoamericana
y caribea, confirmando algunos problemas histricos, entre los que se
destaca la dependencia econmica. Un fenmeno mltiple, financiero,
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econmico, tecnolgico, cultural que actualiza la
necesaria crtica al desarrollo regional contemporneo
y a repensar perspectivas emancipatorias, construidas
desde las clases subalternas. En los anlisis de las
distintas realidades de la regin, se enfatiz la tendencia
a la primarizacin de las exportaciones en buena parte
de los pases, destacando incluso la concentracin en
varios de ellos en la produccin primaria exportadora,
los agronegocios, el monocultivo, y la minera, que auncon precios internacionales en alza en la ltima dcada,
genera condiciones estructurales de debilidad ante la
ausencia de una diversificacin productiva. Claro que
resulta diferenciada la situacin del Caribe y Centro
Amrica junto a Mxico, ms afectados en la crisis por
su articulacin estrecha con la economa estadounidense
que lo que ocurre en el resto sudamericano, donde la
situacin poltica adquiere mayor dinmica e impacta enuna posibilidad econmica de carcter alternativo.
En la discusin de la REDEM se consider el modelo
productivo mundial y en la regin, cuestionando el modelo
de desarrollo, ya que el resultado es la consagracin de
la pobreza, la superexplotacin y la desigualdad, con
minoras que ostentan una calidad de vida similar o
superior a la de las clases dominantes del capitalismo
desarrollado. Expresin de ello son las nuevas burguesas
hegemnicas en la regin que pueblan los listados de las
lites de enriquecidos del mundo. Son manifestaciones
de las reconfiguraciones de las clases dominantes, que
deben ser estudiadas en su lgica de manifestacin y
reproduccin, tanto como las posibles reconfiguraciones
de las clases subalternas y sus estrategias de disputa del
poder local, regional y mundial. Se abog por el logro de
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una reconfiguracin antagnica a la que manifiesta el poder, en el sentido
de construir poder popular para la emancipacin.
Ni optimismo ni pesimismoLa reflexin de la REDEM nos exige profundizar en nuestra indagacin
de la realidad para su transformacin. No alcanza con buenos deseos e
ilusiones de una fcil modificacin del cuadro social actual. Pero tampoco
con exacerbar el poder de las clases dominantes que paraliza respuestas
audaces en un tiempo de crisis global.La profundidad y extensin de la crisis nos convoca a renovar el
compromiso intelectual con las aspiraciones de los pueblos de nuestra
Amrica por la emancipacin.
Desde la REDEM, al tiempo que nos solidarizamos con la lucha de
los estudiantes secundarios y universitarios chilenos y de todos los
pueblos del mundo para que la crisis no la sigan pagando los sectores
sociales empobrecidos, los ms vulnerables, nos pronunciamos por
ejercer el derecho al pensamiento crtico, en la mejor tradicin de lahistoria de resistencia y crtica de nuestros pueblos, contra la conquista y
colonizacin; contra la dependencia capitalista. Es un no a la realidad de
explotacin y un compromiso en la bsqueda de horizontes de liberacin
social y emancipacin.
Agustn CRiveLLi (Argentina), Antonio eLAs (Uruguay), CLAudioKAtz (Argentina), ConsueLo siLvA (Chile), CLAudio LARA (Chile),
FedeRiCo MAnChn (MxiCo), geRMn snChez (Mxico), gLAdysheRnndez (Cuba), iRene MAestRo (Espaa), JAiMe estAy (Mxico),JAiRo estRAdA (Colombia), JAvieR MARtnez (Espaa), Jess RiveRA
(MxiCo), JoseFinA MoRALes (Mxico), JuAn ARAnCibiA (Mxico),Judith CheRni (Argentina), JuLio gAMbinA (ARgentinA), LizA ACeves
(Mxico), LouRdes RegeiRo (Cuba), niLdo ouRiques (Brasil),oRLAndo CAputo (Chile), RAFAeL AgACino (Chile), RAMn snChez(Espaa), Ren ARenAs (Mxico), RosA MARA MARques (Brasil).
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Abrazatn, 26 de octubre. Bogot.Fotografa: : http://www.facebook.com/pages/Mesa-Amplia-Nacional-Estudiantil-MANE-Colombia.
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y el componente de autopartes nacionales es el ms
bajo de la historia de la produccin de automotores
en el pas.
En los aos del kirchnerismo, se procesa
el crecimiento econmico local, fuertemente
concentrado y extranjerizado, tal como expresa la
Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE)
que realiza anualmente el INDEC en un seguimiento
de las 500 empresas de la cpula empresarial(excluye agro y bancos). Esa evolucin econmica
tuvo en origen dos medidas previas. Una es la
cesacin de pagos del 2001 que liber de parte de
los compromisos de cancelacin de deuda hasta
la renovacin derivada del canje de deuda pblica
de 2005 y 2010, que incluyeron dos dcadas de
gracia para la cancelacin del principal. La otra
fue la devaluacin de la moneda que agrav lascondiciones de penuria de la mayora de la poblacin,
especialmente de los trabajadores y sectores de
menores ingresos, que en ese acto y por un tiempo
transrieron recursos al sector ms concentrado. Es
cierto que la reactivacin econmica y del empleo
cre mejores condiciones para la disputa del ingreso
popular, lo que se vio reejado en la expansin de las
negociaciones salariales y convenciones colectivas.
Sin duda, la situacin econmica y la sensacin
relativa a ella son causa del consenso electoral en el
gobierno de CFK. La ampliacin del consumo tiene
expresin en la capacidad de gastos de los sectores
de altos y medios ingresos, tanto como en la franja
de menores recursos.
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Iniciativa poltica de CFK
Ms all de la economa, la poltica otorga seales interesantes. Durante el 2008, el
gobierno de CFK fue objetado desde los sectores ms concentrados del agro, a los que se
unieron las voces de otros mbitos de las clases dominantes y la derecha poltica. Esa
situacin intervino en la derrota electoral de medio tiempo del gobierno de CFK (2009). Desde
entonces, y especialmente con la muerte de Nstor Kirchner (octubre 2010), la iniciativa poltica
del gobierno favoreci la disputa del consenso. Se destaca en ese sentido la nacionalizacin
del sistema de capitalizacin de pensiones y jubilaciones; la masividad de la Asignacin
Universal por Hijos de desempleados (abarcar a cerca de 4 millones de personas en 2012) yel matrimonio igualitario, entre otras medidas de importante aceptacin social.
A esos argumentos debe adicionarse el capital simblico construido por el gobierno,
tanto en el mbito de los derechos humanos y asumirse como los herederos de las Madres
de Plaza de Mayo, como en el latinoamericanismo esgrimido contra el ALCA y en la posterior
conguracin de UNASUR. Son elementos que enriquecen la comprensin del consenso
generado y contribuyen a explicar el alto porcentual de votacin.
La oposicin por derecha no pudo capitalizar el triunfo electoral del 2009 y corri
detrs de la iniciativa gubernamental para quedar sin juego en la eleccin del 2011, al puntoque el segundo agrupamiento por votos, el FAP, se asume en la centro izquierda de las
opciones polticas. El principal referente de la derecha partidaria, el Jefe de Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, aspira a canalizar desde ahora el liderazgo de ese
espacio poltico en el proceso que se inicia con el segundo mandato de CFK. Estas elecciones
dejaron vacante el liderazgo a la derecha tradicional y fuera del gobierno. Al mismo tiempo,
posicionaron una fuerza expectante de centro izquierda con el FAP, que an muy lejos de la
votacin por el Frente para la Victoria (un 36% menos) emerge con un colectivo parlamentario
y cierta capacidad de organizar sectores sociales, especialmente trabajadores de la CTA. Una
mencin especial merece la izquierda trotskista (FIT) que, an lejos de obtener representacin
electoral, pudo vencer su carcter testimonial y hacerse visible desde una campaa que la
acerc a la sociedad. Los grandes perdedores de esta eleccin son los sectores tradicionales
del peronismo y el radicalismo.
Todas ellas son expresiones de lo que denominamos crisis poltica y bsquedas de nuevas
representaciones. El kirchnerismo construy desde la debilidad (2003), conrm liderazgo
sucedindose en 2007 (CFK) y luego de la derrota electoral del 2009 reconstruy consenso
electoral (2011). En nuestra hiptesis, la disputa del consenso sigue abierta, especialmente
desde la protesta y el conicto social.
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Qu ruede la cinta!
Imagnate un cerro de arena y un montn debloques listos para ser usados, cerca, unhombre de piel morena con cara un poco seria tocando
unos bloques o ladrillos, sintiendo su aspereza, peso,
textura, etc., a su lado -y siempre con una cmara
de video o fotogrfica- un hombre alto y blanco que
graba cada uno de los movimientos del primer sujeto
que apareci en escena. Todo se desarrolla en un
espacio amplio, un lugar pblico en donde se sientan
las personas a ver pasar el tiempo. Pocos saben que
va a suceder all, algunos suponen que se ir a hacer
una construccin o algo por el estilo, mientras que los
ms conservadores afirman que ese cerro de arena
y bloques no debera estar regado all, en la Plaza
Principal del pueblo.
Bloques, cmaras, accin!
Morrinho en
Ojo al Sancocho
Juan Camilo Daz
FilsofoEstudiante Maestra en
Historia UniversidadNacional de Colombia
Pobres, lo que se dice pobres, son los queno tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los queson siempre muchos y estn siempre solos.
Eduardo Galeano, Patas arriba. La escuela del mundo al revs, p.319.
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El reciente proceso electoral invita a una reexin que trascienda la estadstica
de los resultados. Si la mirada se enfoca hacia las trasescena, son varios los
aspectos que se podran destacar:
1. Las conguraciones criminales y maosas del rgimen poltico colombiano
estn lejos de superarse, pese a la campaa meditica desplegada con el
n de debilitarlas. El mapa poltico muestra con claridad que la organizacin
del territorio con fundamento en el ejercicio de la violencia paramilitar enconnivencia con fuerzas estatales y sectores del empresariado privado ha
tenido, entre otros, el efecto de la institucionalizacin de poderes locales, que
ahora legalizados se reproducen mediante el procedimiento electoral. De
ello dan cuenta los resultados electorales en varios departamentos y en un
sinnmero de municipios a lo largo y ancho del territorio nacional.
2. La institucionalizacin de poderes criminales y maosos no ha sido posible o es
mucho menos notoria en los grandes centros urbanos. All la dinmica electoral
parece tener sus especicidades. La conformacin de una variable democracia
de opinin, en la que las fabricaciones mediticas ocupan un lugar central,parece ser una de ellas. Se trata de corrientes de opinin expresivas de la
constitucin de ciudadanas urbanas pasteurizadas, cuya percepcin uctuante
deviene en fundamento de la alternancia electoral y de la gobernabilidad
democrtica. Un cierto progresismo y una tica de capas medias son algunos
de sus rasgos distintivos.
3. El sistema poltico, en la forma de sistema de partidos, contina caracterizndose
por su fragilidad y precariedad, lo cual pone en duda los alcances mismos del
ejercicio democrtico liberal por la va electoral. No slo es notoria la ausencia
de organizacin partidaria formal, sino ante todo la inexistencia de propuestas
programticas salvo excepciones que apunten al debate pblico y ciudadano.
En realidad, lo que se activa en forma consuetudinaria son maquinarias
electorales, organizadas en algunos casos como empresas capitalistas cuya tasa
de ganancia depende de los resultados. Si se gana, la inversin realizada ser
recuperada a travs de la captura de rentas del Estado. Por ello, la corrupcin
es inherente a la forma de organizacin del sistema poltico y de partidos, y
deviene en forma importante de acumulacin capitalista.
4. Las ausencias programticas son compensadas con la activacin de los
variados y creativos dispositivos del marketing electoral. Como ocurre en
Elecciones y leccionesJairo EstradalvarEz
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EditorialN 17, Noviembre de 2011 Bogot, Colombia
toda relacin de mercado, se trata de realizar una mercanca, con un valor de uso
determinado. El discurso poltico y la propuesta programtica devienen en simulacin
organizada, concebida a la medida de una demanda potencial, previamente estudiada.
La competencia electoral se constituye en empresa por el control del mercado y por la
captura de nichos de indecisos. Se trata de una organizacin capitalista del ejercicio
democrtico, caracterizada por una creciente extensin e intensicacin de la lgica
mercantil. Todo ello diculta an ms la identicacin de los fundamentos tericos eideolgicos de los proyectos polticos.
5. La escenicacin del ejercicio democrtico en la forma de mercado electoral explica la
constitucin recurrente de nuevos proyectos polticos. Muchos de ellos se hacen en
el proceso electoral mismo, se van pregurando al ritmo de las encuestas. La historia
poltica reciente es prolca en el surgimiento de partidos o movimientos, que se
anuncian incluso como alternativas. Los ejemplos del Partido de la U, del Partido Verde
y, ahora, de Progresistas anunciado como el proyecto poltico del siglo XXI, son
sucientemente ilustrativos. En la mayora de los casos, tales proyectos se conguran
en torno a la gura de un lder carismtico, cuya mayor o menor aceptacin dependedel tratamiento meditico.
Si la mirada se orienta a un examen de los resultados, se podra armar:1. El gobierno de Santos avanz en su empresa de lavado de fachada ensangrentada y
de posicionar la idea de una transicin de ruptura con las prcticas del rgimen de la
seguridad democrtica. Sin que se haya producido un cambio denitivo en la correlacin
de fuerzas en el bloque de poder, es evidente que el uribismo pese a mantener y considerar
algunos poderes regionales y locales sali debilitado. Lo que sigue sern seguramente
realinderamientos en el Partido de la U y disputas por su control. La demanda por la
direccin formal de Uribe no es mera casualidad.
2. El Partido Liberal es uno de los beneciados. Su recuperacin con relacin a las elecciones
parlamentarias y presidenciales es notoria. Tras el marchitamiento de la ltima dcada, su
adhesin a la Unidad Nacional parece estar rindiendo frutos. En el Partido Conservador,
por el contrario, se pudo evidenciar lo que estaba oculto por su seguimiento irrestricto a las
polticas del anterior gobierno: una debilidad estructural y una carencia de proyecto poltico
y de cuadros.
3. El Partido Verde aunque tuvo resultados favorables en algunas (pocas) regiones del pas,
termin de perder la imagen de probable opcin poltica ciudadana que haba logrado
capturar en las elecciones presidenciales. Demostr ser una fuerza poltica que en nada se
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diferencia de las prcticas que anunciaba combatir al primar el pragmatismo y el
oportunismo poltico. Se perl denitivamente como una fuerza del centro a la
derecha poltica.
4. La proliferacin de coaliciones regionales y el triunfo de personeras ms que departidos o movimientos polticos es un indicador preocupante de los resultados
electorales que desdice, como ya se dijo, de la calidad del sistema poltico. El
espectro poltico de tales coaliciones y personeras es muy amplio e incluye a la
llamada parapoltica.
5. El Polo Democrtico Alternativo sufri una derrota contundente, independientemente
de algunos resultados locales favorables, como el de Cali, que podran destacarse.
Tal derrota tiene mltiples explicaciones. Sin duda actuaron en su contra la
campaa meditica, el deslinde tardo de las prcticas corruptas del gobierno de
Samuel Moreno en Bogot y su debilidad organizativa. No obstante, el problema
parece ser ms de fondo: se trata de la naturaleza del proyecto poltico. Todo
pareciera indicar que tal proyecto devino en proyecto meramente electoral, con
una desconexin fuerte con las luchas sociales y populares, con una dosis fuerte
de cretinismo parlamentario y sometido a la democracia de opinin, justamente
por ello. La opinin simplemente mud hacia nuevas ofertas.
Lo de Progresistas es por lo pronto un fenmeno de opinin, que puede tener
mltiples lecturas que escapan al propsito de esta nota editorial. Sera prematuro
decretar el surgimiento de una nueva fuerza poltica, dada la inexistencia de organicidad
y de deniciones programticas como se entienden stas en el campo de la ciencia
poltica. Si el proyecto se juzga por el discurso poltico, se podra armar que ste es
eclctico y no se inscribe, en sentido estricto, dentro de una tradicin que siquiera
pudiera caracterizarse como socialdemcrata. Se trata de un discurso, eso s, que recoge
algunos de los temas que estn el centro de los debates tericos y polticos actuales.
Los resultados electorales deben llamar a una profunda reexin a los proyectos
polticos de izquierda que han hecho sus apuestas y encauzan la mayor parte de sus
esfuerzos hacia los ejercicios electorales. Tal reexin arranca por la valoracin de la
forma de funcionamiento de la democracia liberal y de las posibilidades transformadoras
y de construccin de la poltica que de all se pueden der