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SENTENCIA DEFINITIVA. EN CIUDAD OBREGÓN, SONORA,
A - - - - DE MARZO DE DOS MIL DIECISIETE.
VISTOS para resolver en definitiva los autos del expediente - - - /2016,
relativo al juicio ORAL MERCANTIL, promovido por - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
por conducto de su endosatario en procuración - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , en
contra de - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ;
R E S U L T A N D O
1º.- Por escrito y anexos recibidos en este Juzgado el cuatro de octubre de
dos mil dieciséis, comparecieron los C. C. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - y - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - , en su carácter de endosatarios en procuración de la empresa
denominada - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , demandando en la vía oral mercantil, en
ejercicio de la acción causal a - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , en su carácter de
suscriptor, por el pago y cumplimiento de las prestaciones identificadas con los
números 1, 2 y 3 del escrito inicial de demanda. La parte actora fundó su demanda
en los hechos y preceptos de derecho que estimó aplicables al caso y exhibió la
documental consistente en tres pagares de fechas de suscripción del dos de junio,
cuatro de septiembre y catorce de noviembre todos de dos mil quince.
2º.- En auto del seis de octubre de dos mil dieciséis, se admitió la demanda
en la vía y forma propuesta y se ordenó emplazar y correr traslado a la parte
demandada - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , para que compareciera a juicio a dar
contestación a la demanda entablada en su contra. En diligencia del cinco de
enero de dos mil diecisiete, practicada por el C. Actuario Ejecutor adscrito a este
Juzgado se emplazó al demandado.
3º.- Por escrito recibido en la Oficialía de Partes de este Juzgado el
dieciocho de enero de dos mil diecisiete, compareció el demandado dando
contestación a la demanda entablada en su contra, la cual se admitió en auto del
veinte de enero del año en curso, con vista a la actora por el término de tres días.
En escrito del veintisiete de enero de dos mil diecisiete, compareció el endosatario
en procuración desahogando la vista la cual se admitió en auto del uno de febrero
de los corrientes, en el que, además, se citó a las partes a la audiencia preliminar.
4º.- La audiencia preliminar se celebró el día quince de febrero de dos mil
diecisiete, con la comparecencia de la parte actora - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
por conducto de su endosatario en procuración, y del demandado - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - , en la que se depuró el procedimiento, se declaró infundada la
excepción de “FALTA DE LEGITIMACIÓN Y REPRESENTACIÓN BASTANTE
DEL ENDOSATARIO EN PROCURACIÓN”, y se determinó que las partes se
encuentran debidamente legitimadas en el proceso, asimismo, no fue posible
conciliar a las partes, ni celebrar acuerdos sobre hechos no controvertidos, sí
como tampoco acuerdos probatorios; de igual forma, se admitieron a la actora las
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siguientes pruebas: documental privada consistente en tres pagares con fechas de
suscripción del dos de junio, cuatro de septiembre y catorce de noviembre todos
de dos mil quince, presuncional, confesional expresa, testimonial a cargo de - - - -
- - - - - - - - - - - - - - - - y confesional a cargo de - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ; por su
parte, al demandado se le admitieron las siguientes pruebas: documentales
privadas consistentes en veintiséis de recibos de nómina, presuncional,
confesional a cargo de la actora, informe de autoridad, y la testimonial a cargo de-
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - . Por último, se citó a las partes para que
comparecieran a la audiencia de juicio.
5º.- La audiencia de juicio se llevó a cabo el seis de marzo de dos mil
diecisiete, con la asistencia de la parte actora - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , por
conducto de su endosatario en procuración - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - y el
demandado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ; se desahogaron las pruebas admitidas y
debidamente preparadas tanto de la parte actora como de la parte demandada, y
se le tuvo al demandado por desistido de la testimonial a cargo de - - - - - - - - - - - -
- -; posteriormente, se abrió la etapa de alegatos, en la que ambas partes
expresaron sus respectivos alegatos. Por último, se declaró visto el asunto y con
fundamento en lo dispuesto en los artículos 1390 Bis 25, 1390 Bis 38 y 1390 Bis
39 del Código de Comercio, por estimarlo necesario y con el fin de realizar
determinados actos relacionados con el asunto que se substancia, se señalaron
las NUEVE HORAS del día - - - - DE MARZO DEL AÑO EN CURSO, para que
tenga lugar la continuación de la audiencia de juicio en la que se va a dictar
sentencia definitiva, la que aquí se pronuncia por escrito, en los siguientes
términos:
C O N S I D E R A N D O
I.- Esta Juzgadora es competente para conocer y resolver el presente
juicio, con fundamento en los artículos 1090, 1092 y 1093 del Código de
Comercio, en relación con el diverso artículo 1390 Bis del Título Especial del Juicio
Oral Mercantil del ordenamiento legal invocado y al Acuerdo General número
01/2013 del Pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, relativo a la
creación de este Juzgado Oral Mercantil, a la declaratoria del inicio de su vigencia
así como a su competencia, jurisdicción territorial y fecha de inicio de funciones,
tomando en cuenta que el artículo 62 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
establece que los Juzgados de lo Mercantil conocerán de los asuntos mercantiles,
cuando se actualice el supuesto previsto en el artículo 104 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; además que en la especie, la cuantía
del presente juicio es inferior a la que establece el artículo 1339 del Código de
Comercio para que un juicio sea apelable, en términos del citado artículo 1390 Bis
del propio Código. De manera que, conforme a las consideraciones vertidas, esta
juzgadora es competente para conocer y resolver la presente controversia.
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II.- La vía oral mercantil elegida por la parte actora para el trámite del
presente juicio es la correcta y procedente en términos de los artículos 1049,
1050, 1390 Bis y 1390 Bis I del Código de Comercio, toda vez que la contienda
sometida a decisión Judicial no tiene regulada tramitación especial en la citada
legislación mercantil o en otras leyes.
III.- La relación jurídica-procesal quedó debidamente integrada al emplazar
a juicio al demandado, en diligencia practicada el cinco de enero de dos mil
diecisiete, en la que se cumplieron todas y cada una de las formalidades exigidas
en los artículos 1390 Bis 10, 1390 Bis 14 y 1390 Bis 15 del Código de Comercio,
de cuya eficacia procesal compareció a juicio dando contestación a la demanda
entablada en su contra.
IV.- Las partes se legitiman en el proceso, tal y como quedó expuesto en la
audiencia preliminar celebrada el quince de febrero de dos mil diecisiete, en la que
se declaró infundada la excepción denominada “FALTA DE LEGITIMACIÓN Y
REPRESENTACIÓN BASTANTE DEL ENDOSATARIO EN PROCURACIÓN”, en
base a los fundamentos de hecho y de derecho que quedaron expuestos en la
propia audiencia.
Asimismo, las partes se encuentran debidamente legitimadas en la causa,
en términos de los artículos 1º del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la materia mercantil y 168 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, porque del escrito inicial de demanda y de los pagarés
exhibidos, se obtiene que la acción se ejercitó por el tenedor de los títulos de
crédito en contra de quien aparece como suscriptor de éste, ello sin que se
prejuzgue sobre la procedencia de la acción, la cual en todo caso, será materia de
análisis en apartados posteriores.
V.- La litis en el presente juicio se fijó con los escritos de demanda y de
contestación a la misma, en términos de los artículos 1390 Bis 17 y 1390 Bis 20
del Código de Comercio.
VI.- Los contendientes gozaron de la misma oportunidad e igualdad
probatoria, pues estuvieron en aptitud de ofrecer los elementos de prueba que
estimaran idóneos para demostrar sus respectivas proposiciones de hecho, tal
como se advierte del sumario.
VII.- Satisfechos los presupuestos procesales necesarios para que el
presente juicio tenga existencia jurídica y validez formal, procede ahora estudiar el
fondo de la controversia planteada, lo cual se hace bajo los siguientes términos:
Con independencia de que la parte demandada haya producido
contestación a la demanda entablada en su contra, es obligación de esta
Juzgadora analizar de manera oficiosa la acción intentada, lo que se dice con vista
en la Tesis Jurisprudencial número 6, emitida por la Tercera Sala de la H.
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Suprema Corte de Justicia de la Nación, de la Sexta Época, visible en el Apéndice
1995, Tomo IV, Parte SCJN, página 6, del tenor siguiente
“ACCIÓN. ESTUDIO OFICIOSO DE SU IMPROCEDENCIA.- La improcedencia de la acción, por falta de uno de sus requisitos esenciales, puede ser estimada por el juzgador, aun de oficio, por ser de orden público el cumplimiento de las condiciones requeridas para la procedencia de dicha acción".
Ahora bien, de acuerdo a los términos en que se fijó la Litis en el presente
juicio, para que proceda la acción causal, con fundamento en los artículos 168 de
la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y 1194 del Código de
Comercio, la parte actora debió demostrar en juicio, los siguientes elementos:
A).- LA EXISTENCIA DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITO.
B).- REVELAR Y ACREDITAR LA RELACIÓN JURÍDICA QUE DIO
ORIGEN A LOS TÍTULOS DE CRÉDITO.
C).- EL INCUMPLIMIENTO POR PARTE DEL DEMANDADO RESPECTO
DE LA OBLIGACIÓN DE PAGO.
A fin de acreditar el primer elemento de la acción, la parte actora exhibió las
documentales privadas consistente en tres pagarés suscritos en esta Ciudad de
Obregón, Sonora, el primero el día uno el día dos de junio de dos mil quince, por
la cantidad de $18,551.12 (DIECIOCHO MIL QUINIENTOS CINCUENTA Y UN
PESOS 12/100 MONEDA NACIONAL), con fecha de vencimiento el dos de junio
de dos mil dieciséis, el segundo por la cantidad de $47,146.25 (CUARENTA Y
SIETE MIL CIENTO CUARENTA Y SIETE PESOS 25/100 MONEDA NACIONAL),
con fecha de vencimiento el cuatro de agosto de dos mil dieciséis, y el tercero por
la cantidad de $21,177.85 (VEINTIÚN MIL CIENTO SETENTA Y SIETE PESOS
85/100 MONEDA NACIONAL), con fecha de vencimiento el catorce de noviembre
de dos mil dieciséis, de los cuales se advierte que el demandado - - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - , se obligó a pagar en forma incondicional a favor de - - - - - - - - - -
- - - - - - - - -, las cantidades antes mencionadas; de igual forma, se advierte que se
pactaron intereses moratorios mensuales a razón del 7% (SIETE POR CIENTO).
Previo a determinar si dichos instrumentos merecen o no valor jurídico, es
preciso realizar el análisis de todas y cada una de las manifestaciones expuestas
por el demandado, así como las excepciones que opuso al contestar la demanda,
en torno a la eficacia de los referidos pagarés.
Los hechos números 1, 2 y 3 fueron negados por el demandado, ya que
para tal efecto señaló que nunca suscribió ningún pagaré en las fechas que se
mencionan y en todo caso los pagarés exhibidos por los montos indicados fueron
firmados en blanco.
Al contestar el hecho 4, refirió que los pagarés fueron firmados en blanco y
agregó que la firma le fue falsificada.
En la excepción personal de “FALTA DE DERECHO Y DE ACCIÓN PARA
DEMANDAR”, mencionó que los pagarés fueron firmados en blanco en una fecha
anterior al de la fecha que portan y por una cantidad muchísimo menor, dado que
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en el año dos mil quince, solo le prestaron $20,000.00 (VEINTE MIL PESOS
00/100 MONEDA NACIONAL) por parte de la empresa - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - - - - - - - -, a pagarse por descuento vía nómina, pero que jamás
firmó los pagarés por esas cantidades y mucho menos en esas fechas.
Las afirmaciones del demandado realizadas al momento de contestar los
hechos de la demanda y en la excepción puesta en movimiento son infundadas,
en primer lugar, porque no se desahogó en el sumario prueba eficaz para
desvirtuar la firma contenida en los pagarés exhibidos en la demanda y en
segundo término, porque los medios de convicción que se aportaron resultan
insuficientes para acreditar la negación del demandado de los hechos marcados
con los números 1, 2 y 3 de la demanda, la cual envuelve afirmación expresa de
los hechos expuestos en la contestación de la demanda, relativos a que los
pagarés fueron firmados en blanco, el nueve de abril de dos mil quince y por la
cantidad de $20,000.00 (VEINTE MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL), y
que la firma fue falsificada, circunstancias todas ellas que le correspondía
demostrar al demandado conforme a los artículos 1194 (en cuanto a las afirmaciones
que hizo al oponer la excepción) y 1195 (en cuanto a la negación que hizo de los hechos de la
demanda, negación que envuelve afirmación de otros hechos), ambos del Código de
Comercio.
En efecto, para acreditar que no corresponde al suscriptor la firma
estampada en un pagaré, es indispensable que se dilucide mediante el uso de
conocimientos técnicos si el signo o signos gráficos plasmados corresponden a la
persona que cuestiona la firma, máxime que en el caso no se aprecia discrepante
la firma que obra en los pagarés exhibidos y la firma que el demandado estampó
al contestar la demanda, pues para tal fin se requiere la aplicación de estudios
especializados inherentes a la prueba pericial en términos de los artículos 1252
tercer párrafo, 1390 Bis 8 y 1390 Bis 46 del Código de Comercio, sin que en el
caso, el demandado hubiere ofrecido prueba idónea como lo es la prueba pericial
para acreditar la afirmación que hizo al contestar el hecho 4, donde dijo. “… y
además, creo que la firma me fue falsificada…”.
Además de lo anterior, como ya se estableció en apartados que anteceden,
el demandado no aportó prueba suficiente para justificar que los pagarés fueron
firmados en blanco, el nueve de abril de dos mil quince y por la cantidad de
$20,000.00 (VEINTE MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL), es decir, que los
pagarés fueron llenados con posterioridad a la firma con fechas y montos que no
corresponden a la realidad.
Ello se sostiene, ya que el informe de autoridad a cargo de la Secretaría de
Salud que obra glosado a foja 39 del sumario, con independencia del valor formal
que adquiere en términos de los artículos 1205, 1390 Bis 8 del Código de
Comercio y 331 del Código Procesal Civil Sonorense, de aplicación supletoria a la
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materia mercantil, por contener información respecto de hechos que se conocen
por razón de la función que desempeña el encargado de rendirlo, únicamente
prueba que el Señor - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - trabajó en la Secretaría de Salud,
del mes de octubre de dos mil diez al mes de diciembre de dos mil dieciséis, que
sí existe un descuento vía nómina por - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - reflejado en su
talón de pago quincenal con las siglas PB y que los convenios de cualquier
empresa con dicha Secretaría que impliquen descuentos vía nómina se informan
directamente a las oficinas estatales ubicadas en el Centro de Gobierno del
Estado de Sonora, con dirección en Edificio Sonora 1er Nivel Norte Boulevard
Paseo Río Sonora y Comonfort, Hermosillo, Sonora, ya que en la Secretaría se
aplica dicho descuento; sin embargo, de su contenido no se desprende
absolutamente ningún dato que ponga de manifiesto que los pagarés fueron
firmados en blanco en una fecha anterior a la fecha que portan y por una cantidad
muchísimo menor, en específico el nueve de abril de dos mil quince y por la
cantidad de $20,000.00 (VEINTE MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL), o
que la firma del demandado fue falsificada.
Igual suerte corre la prueba confesional a cargo de la parte actora, pues de
su desahogo no se advierte que se haya admitido algún hecho tendiente a
demostrar que el pagaré se firmó en blanco, que después fue llenado en el resto
de sus menciones y que se alteró lo pactado entre las partes, pues al dar
respuesta a las interrogantes que le fueron formuladas, el endosatario en
procuración reiteró que los pagarés fueron suscritos los días dos de junio, cuatro
de septiembre y catorce de noviembre de dos mil quince, por las cantidades de
$18,551.12 (DIECIOCHO MIL QUINIENTOS CINCUENTA Y UN PESOS 12/100
MONEDA NACIONAL), $47,146.25 (CUARENTA Y SIETE MIL CIENTO
CUARENTA Y SEIS PESOS 25/100 MONEDA NACIONAL) y $21,177.85
(VEINTIUN MIL CIENTO SETENTA Y SIETE PESOS 85/100 MONEDA
NACIONAL), respectivamente; de ahí que no proceda otorgar valor jurídico alguno
a dicha probanza en términos de los artículos 1287 y 1390 Bis 8 del Código de
Comercio, ya que su desahogo en nada beneficia a los intereses de la parte
demandada.
Por otra parte, las documentales privadas consistentes en veinticuatro
comprobantes de percepciones y descuentos, si bien es cierto que adquieren valor
probatorio formal en términos del artículo 1296 del Código de Comercio, y al ser
analizados en forma conjunta con el informe de autoridad a cargo de la Secretaría
de Salud, prueban que al hoy demandado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , como
empleado de dicha Secretaría, se le realizaron diversos descuentos vía nómina
bajo el concepto “- - ”, que significa - - - - - - , sin embargo, dichos instrumentos no
tienen el alcance de desvirtuar el contenido de los pagarés exhibidos como
fundatorios de la acción, ya que de ninguna manera demuestran que dichos títulos
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de crédito fueron firmados en blanco, el nueve de abril de dos mil quince y por la
cantidad de $20,000.00 (VEINTE MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL),
puesto que no se desprende dato que así lo evidencie, lo que es más, de la suma
de los descuentos que aparecen con las siglas PB superan el importe por el que,
según el demandado, se firmaron los pagarés, de tal forma que no corroboran sus
afirmaciones y son ineficaces para los fines pretendidos, en razón de que no se
indica la fecha y monto por la que asegura el demandado se firmaron los títulos de
crédito.
Tampoco existe presunción que favorezca a los intereses de la parte
demandada.
Por ende, se reitera que las afirmaciones del demandado que ya fueron
materia de análisis, son infundadas, en consecuencia, lo procedente es otorgar,
como al efecto se otorga, valor probatorio pleno a los títulos de crédito exhibidos
adjunto al escrito inicial de demanda, en términos del artículo 1296 del Código de
Comercio, ya que no fue desvirtuado su contenido en el que obran todas y cada
una de las menciones para ser considerados como pagarés, de conformidad con
el artículo 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, además de
que no fue demostrada la falsedad de la firma del suscriptor.
Confirma la existencia de los títulos de crédito, la propia admisión del
demandado, ya que al contestar los hechos números 1, 2 y 3 de la demanda,
aceptó que fueron firmados -sin que sea dable tomar en cuenta la segunda parte en la que
refiere que fue en blanco, pues como ya se vio eso no quedó demostrado-, y en el capítulo que
denomina EN CUANTO A LAS DOCUMENTALES EXHIBIDAS, señala: “que las
documentales exhibidas solo prueban que existe unos pagarés”, confesión que hace
prueba en términos del artículo 1235 del Código de Comercio, por constituir una
manifestación espontánea del demandado y por no existir prueba en contrario, ya
que si bien es verdad que al responder conforme al interrogatorio que le fue
planteado en la prueba confesional a su cargo, negó que la firma que obra en los
pagarés haya sido puesta de su puño y letra, sin embargo, esta última negativa no
es posible tomarla en consideración por encima de la admisión en la que incurrió
al contestar la demanda, ya que no está demostrado con prueba idónea y eficaz
que la firma de los pagarés no pertenezca al demandado, es decir, que haya sido
falsificada.
En ese tenor, se tiene por acreditado el primero de los elementos de la
acción puesta en movimiento.
Por lo que respecta al segundo elemento de la acción en estudio,
consistente en revelar y acreditar la relación jurídica que dio origen al título de
crédito, también se encuentra plenamente acreditado en autos.
En primer lugar, en el hecho número 4 de la demanda, los endosatarios en
procuración revelaron que los títulos de crédito denominados pagarés y que fueron
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valorados en apartados que anteceden “… LO SUSCRIBIÓ EL DEMANDADO HACÍA MI
REPRESENTANDO DERIVADOS DE UN CRÉDITO PERSONAL OTORGADO Y DISPUESTO
POR EL C. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , LA RELACIÓN JURÍDICA FUE UN PRÉSTAMO
PERSONAL QUE RECIBIÓ EL DEMANDADO EN MERCANCÍA, CONSISTENTE EN DINERO EN
EFECTIVO MISMO QUE SE REFIERE A UN PRÉSTAMO PERSONAL, COMO CONSTA EN EL
DOCUMENTO BASE DE LA ACCIÓN PARA DARLE EL USO O FIN QUE A ÉL LE PARECIERA
MAS PRÁCTICOYA QUE MI REPRESENTADA SE DEDICA A LA VENTA DE MUEBLES, ROPA
Y OTORGA PRÉSTAMOS EN EFECTIVO A SUS CLIENTES…”. Y enfatizaron lo
mencionado en el citado hecho, ya que la vía que se intenta es la acción causal,
en la que es requisito primordial señalar y acreditar la causa u origen que dio lugar
a la suscripción del documento base de la acción.
La relación jurídica invocada por la parte actora, se acreditó con la prueba
confesional a cargo del demandado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , la cual es eficaz
para tener por demostrado que la causa u origen de la suscripción de los títulos de
crédito exhibidos, es un crédito personal otorgado por - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
al hoy demandado, consistente en dinero en efectivo, para darle el uso o fin que a
él le pareciera más práctico, lo cual se afirma a partir de la admisión de hechos en
la que incurrió la parte demandada ya que, en la interrogante número 3, se le
preguntó que si recibió algún préstamo, a lo que respondió que sí, en la 4, se le
preguntó, como recibió el préstamo, a lo que respondió que lo recibió en efectivo,
en la número 9, se le cuestionó que si al momento de recibir el préstamo firma un
pagaré, a lo cual manifestó sin coacción ni violencia que sí, si se firma un
documento, pero que no sabe qué clase de documento.
La admisión del demandado en tal sentido, adquiere valor probatorio pleno
al tenor de lo dispuesto por el artículo 1287 del Código de Comercio, al reunirse
todas y cada una de las circunstancias establecidas en el referido numeral, ya que
fue hecha por persona capaz de obligarse, con pleno conocimiento y sin coacción
ni violencia, de hecho propio y concerniente al negocio y se desahogó la referida
probanza conforme a las disposiciones de la mencionada Legislación mercantil.
Y el hecho de que el demandado haya alegado que no fue un préstamo
personal el que recibió por parte de la actora, sino un préstamo vía nómina, no le
quita el carácter de préstamo personal, ya que éste no dejó de estar vinculado a
una persona, en este caso, al demandado, además, esta clase de préstamos
tienen la particularidad de que se no exigen que se aporte una garantía real, lo
cual quiere decir, que el prestamista sustenta el préstamo en el compromiso de
pago del prestatario.
Lo anterior se consolida con los testimonios de - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -,
ya que ambos fueron uniformes al manifestar que por razón de su empleo,
conocen al demandado, que saben que tiene un adeudo con la actora, derivado de
tres préstamos que solicitó, dando para ello razón fundada de su dicho, pues el
primero de los testigos refirió que es la primera persona que empieza a indagar su
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deuda y narra la forma en la que obtiene el conocimiento de su domicilio actual,
mientras que el segundo de los testigos indica que él se ha percatado de la
presencia del demandado en las oficinas de la actora, en donde lo han atendido;
información testimonial a la que se le otorga valor jurídico pleno en términos de los
artículos 1302 y 1303 del Código de Comercio, ya que por la edad, capacidad e
instrucción de los declarantes, tienen el criterio necesario para juzgar el acto, los
hechos sobre los cuales depusieron son susceptibles de ser conocidos por medio
de los sentidos y sus declaraciones aparecen claras y precisas, respecto de la
sustancia del hecho que ahora se valora.
Aunado a lo anterior, se robustece el acreditamiento de la relación jurídica,
con las documentales privadas consistente en los pagarés de dos de junio de dos
mil quince y cuatro de septiembre de dos mil quince, que ya fueron valorados en
apartados que anteceden, pues de su propio contenido se advierte la siguiente
lectura: “… POR EL PRESENTE PAGARÉ ME OBLIGO A PAGAR INCONDICIONALMENTE EN
CD. OBREGÓN, SONORA EL DÍA…. EN MONEDA NACIONAL A LA ORDEN DE - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - , LA CANTIDAD DE… VALOR EN efectivo QUE HE RECIBIDO A MI ENTERA
SATISFACCIÓN…”, de tal forma que al haberse establecido en el propio texto de los
pagarés antes mencionados, la causa que dio origen a la suscripción de los
mismos, que en el caso fue que el demandado recibió de parte de la actora y
dispuso en efectivo de las cantidad establecidas en ellos, se considera
plenamente probada la relación jurídica invocada por la parte actora.
En torno al elemento cuyo estudio nos ocupó, el demandado señaló que el
punto 4 de hechos de la demanda es falso y obscuro, ya que jamás ha recibido
mercancía de parte de la actora, no aclara que mercancía recibió, se refiere a un
documento, cuando hay tres pagarés exhibidos, no dice la fecha del crédito
otorgado, no dice monto dispuesto del supuesto crédito y no dice la forma de
pago. Agrega que la actora menciona hechos muy superficiales, que la realidad es
que dicha empresa le prestó en una fecha distinta un dinero en efectivo que le
descontaban vía nómina, y que tales hechos les constan a los testigos de nombre
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - En lo que respecta al hecho marcado con el número
5, señaló que es falso, ya que no suscribió esos pagarés a cambio de apertura de
crédito por la entrega de mercancía.
Opuso la excepción de “OBSCURIDAD DE LA DEMANDA QUE
PROVOCA IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN CAUSAL”, la cual hizo consistir
en que de los hechos de la demanda se desprenden hechos distinto a los reales y
además muy incompletos y lo deja en estado de indefensión, ya que se puede
defender únicamente de los hechos de la demanda, dado que no cuadran hechos,
formas ni fechas, y eso automáticamente provoca la improcedencia de la acción
causal, la cual exige que se demuestre la causa por la que suscribieron los títulos
de crédito con base en los cuales de viene demandando, por lo que la parte actora
tendría que probar hechos distintos de los que menciona en su escrito inicial de
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demanda, puesto que no manifiesta que supuesta mercancía recibió, ni la fecha,
de igual forma señala que la demanda no cumple con el artículo 227 fracción Vi
del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora, ya que no
menciona la forma en que se dispuso del crédito, y que en todo contrato de crédito
debe mencionarse la forma de entrega del crédito a otorgar, y la mercancía que se
entregó y exhibir recibo de dicha mercancía, la forma en que se dispuso del
crédito y demostrar que se hubiere entregado la mercancía, como se pagaría, ya
que no basta demostrar que se dispuso, sino hay que demostrar la disposición.
Las manifestaciones realizadas por el demandado en su contestación a los
hechos de la demanda y en la excepción en análisis son infundadas, según se
verá a continuación:
En el caso, los requisitos de la demanda en juicio oral mercantil, se
encuentran previstos en el artículo 1390 Bis 11 del Código de Comercio, en cuya
fracción V, señala que la demanda debe contener los hechos en que el actor funde
su petición, los cuales deberá numerar y narrar, exponiéndolos sucintamente con
claridad y precisión. El citado requisito se advierte debidamente satisfecho, ya que
el escrito inicial de la demanda, contiene los hechos en los que la parte actora
funda su petición, mismos que están narrados y numerados, siendo que en los
hechos números 4 y 5 se expuso con claridad y precisión que los pagarés
descritos en los hechos números 1, 2 y 3 fueron suscritos por el demandado
derivados de un crédito personal otorgado y dispuesto por el demandado, que la
relación jurídica fue un préstamo personal que recibió el demandado en mercancía
consistente en dinero en efectivo, mismo que se refiere a un préstamo personal,
como consta en los documentos base de la acción, para darle el uso o fin que a él
le pareciera más práctico, ya que su representada se dedica a la venta de
muebles, ropa y otorga préstamos en efectivo a sus clientes.
En ese panorama, se tiene que la parte actora sí aclaró que tipo de
mercancía recibió el demandado, al establecer que consistía en el dinero en
efectivo, y aun cuando es verdad que se refiere a un documento, cuando se
exhibieron tres pagarés, ello no torna obscura la demanda, pues al analizarse en
todo su contenido se aprecia que se trata de un mero error ortográfico, que no
tiene los alcances de dejar en estado de indefensión al demandado, pues como él
mismo lo refiere, en la especie se exhibieron tres pagarés y de ello no hay lugar a
duda. Por otro lado, la redacción del hecho número 4 de la demanda, permite
establecer que cada uno de los préstanos personales realizados por el actor al
demandado se realizaron en la fecha de suscripción de los pagarés por las
cantidades consignadas en los referidos títulos de crédito, ello desde el momento
en el que se precisa que los pagarés fueron firmados con motivo de los préstamos
personales otorgados y dispuestos por el demandado y en lo que se refiere a la
fecha de pago se observa que en los puntos números 1, 2 y 3 de la demanda se
11
hace referencia a la fecha de vencimiento de cada uno de los pagarés, además de
que en el hecho 4, existe remisión a dichos títulos de crédito, al decir que se trata
de un préstamo personal como consta en los documentos base de la acción, de
ahí que al formal parte integral de la demanda -los referidos pagarés- con los
cuales además se le corrió traslado al demandado al momento de ser emplazado,
no existe entonces indefensión, ni la oscuridad de dicha demanda, porque al final
de cuentas, desde antes de que éste produjera contestación a la demanda
instaurada en su contra, le fueron proporcionados los elementos necesarios a fin
de que estuviera en posibilidad plena de defenderse frente a las reclamaciones de
la parte actora y, particularmente, en función de la fecha del préstamo, el monto
del préstamo y la fecha del pago.
Cobra aplicación la Jurisprudencia por Contradicción de Tesis 1a./J.
63/2003, de la Novena Época, emitida por la Primera Sala, visible en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIX, Marzo de 2004, página 11,
intitulada:
“DEMANDA. LA OBLIGACIÓN DE EXPRESAR LOS HECHOS FUNDATORIOS DE LA ACCIÓN, SE CUMPLE CUANDO EL ACTOR HACE REMISIÓN EXPRESA Y DETALLADA A SITUACIONES, DATOS O A LOS CONTENIDOS EN LOS DOCUMENTOS ANEXOS A ELLA (LEGISLACIÓN DE LOS ESTADOS DE SONORA Y PUEBLA).Si bien es cierto que los artículos 227, fracción VI, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora y 229, fracción V, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado Libre y Soberano del Estado de Puebla, de aplicación supletoria a los juicios mercantiles, establecen el imperativo de que en la demanda se expresen con claridad y precisión los hechos en que se sustente la acción que se ejercite, también lo es que tal obligación se cumple cuando el actor hace remisión expresa y detallada a situaciones, datos o hechos contenidos en los documentos exhibidos junto con la demanda, aun cuando éstos constituyan base de la acción, pues con esa remisión, aunada al traslado que se le corre con la copia de ellos, la parte demandada tendrá conocimiento de esos hechos para así preparar su defensa y aportar las pruebas adecuadas para desvirtuarlos”.
Por último, solo se cuenta con la afirmación del demandado en el sentido de
que a los testigos - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - les consta que la parte
actora le prestó dinero en efectivo que se le descontaba vía nómina en una fecha
distinta, ya que al no haberlos presentado en la audiencia de juicio, se le hizo
efectivo el apercibimiento decretado en su contra, teniéndosele por desistido de
utilizar dicha probanza, ello en términos del artículo 1390 Bis 38 del Código de
Comercio. En ese sentido, este Tribunal valora en su perjuicio la aceptación que
hizo en el sentido de que sí recibió un préstamo en efectivo por parte de la actora,
la cual adquiere valor en términos del artículo 1235 del Código de Comercio,
aunque no se hubiere ordenado su ratificación, ya que aparece perfecta desde el
momento en el que, al responder conforme al interrogatorio que le fue formulado,
el demandado admite haber recibido dinero en efectivo por parte de la actora,
según se valoró en parágrafos que preceden.
La excepción denominada “FALTA DE DERECHO Y DE ACCIÓN PARA
DEMANDAR”, ya fue declarada infundada al momento de justipreciarse los
pagarés básicos de la acción.
Se agrega que el demandado no aportó prueba alguna para acreditar que
los pagarés fueron firmados en blanco y que solo le prestaron $20,000.00
12
(VEINTE MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL) el día nueve de abril de dos
mil quince.
En esos términos, se tiene que la parte actora reveló y demostró en juicio,
con las pruebas antes valoradas, que los pagarés base de la acción, se
suscribieron en razón del préstamo personal en efectivo que le otorgó a la parte
demandada para que le diera el uso o fin que le pareciera más práctico; por ello,
se reitera demostrado el segundo elemento de la acción ejercitada.
En torno al tercer elemento de la acción, relativo al incumplimiento por parte
del demandado respecto de la obligación de pago, se realizan los siguientes
pronunciamientos:
El incumplimiento de pago es un hecho negativo, por tanto, no se puede
obligar a la accionante a demostrar hechos negativos, según se infiere del artículo
1195 del Código de Comercio, y en todo caso, corresponde a la parte demandada
demostrar que cumplió con las obligaciones pactadas y que le son reclamadas por
la actora, ya que la exhibición de los títulos de crédito y el acreditamiento del
negocio subyacente que les dio origen, son la prueba de la existencia de la
obligación a cargo del deudor de pagar, esto, en términos del artículo 17 de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Es aplicable a lo anterior, la Tesis Jurisprudencial 305, de la Tercera Sala
de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Apéndice 1995 al
Semanario Judicial de la Federación, de la Sexta Época, Tomo IV, página 205,
intitulada:
"PAGO O CUMPLIMIENTO. CARGA DE LA PRUEBA.- El pago o cumplimiento de las obligaciones corresponde demostrarlo al obligado y no el incumplimiento al actor".
En relación a este elemento, el demandado opuso la excepción de “FALTA
DE ELEMENTOS Y PRESUPUESTOS PROCESALES PARA QUE EL JUICIO
TENGA EXISTENCIA JURÍDICA Y VALIDEZ FORMAL, ASÍ COMO PARA EL
EJERCICIO DE LA ACCIÓN ANTE LA AUSENCIA DE MORA Y DE PREVIO
REQUERIMIENTO” y que la fundó en los artículos 18 y 48 del Código Civil
Sonorense, y es que para que pueda ejercitarse la acción, es necesario que
previo a la demanda, se hubiere promovido medios preparatorios a juicio y
también que se le hubiera requerido de pago, ya que la actora le otorgó un crédito
en una fecha distinta y por monto distinto, el cual se le descontaba vía nómina,
pero perdió el trabajo. Además que no existe establecido como pagaría el dinero
del crédito, sin embargo, perdió la relación laboral y no sabe dónde pagar, cuanto
pagar ni como pagar, ya que no se señala domicilio cierto, determinado para
realizar el pago de las obligaciones o amortizaciones pactadas que eran vía
nómina, y suponiendo su existencia, no se ha incurrido en mora y no se ha
incumplido con el pago u obligación, dado que no es exigible cumplir con algo que
resulta imposible, ya que el actor no le ha informado donde realizar el pago ni le
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ha requerido previamente fundándose en el segundo párrafo del artículo 2242 del
Código Civiles Sonorense.
La excepción es infundada debido a que en el sumario quedó plenamente
demostrado que en los pagarés de fechas dos de junio, cuatro de agosto y catorce
de noviembre de dos mil quince, se documentaron los préstamos personales que
la parte actora le hizo al demandado, por las cantidades de $18,551.12
(DIECIOCHO MIL QUINIENTOS CINCUENTA Y UN PESOS 12/100 MONEDA
NACIONAL), $47,146.25 (CUARENTA Y SIETE MIL CIENTO CUARENTA Y SEIS
PESOS 25/100 MONEDA NACIONAL) y $21,177.85 (VEINTIUN MIL CIENTO
SETENTA Y SIETE PESOS 85/100 MONEDA NACIONAL), estableciéndose como
fecha de vencimiento los días dos de junio de dos mil dieciséis, cuatro de agosto
de dos mil dieciséis y catorce de noviembre de dos mil dieciséis; luego, si se
estableció un día fijo para el vencimiento del pago, no existe razón alguna por la
cual, previo a demandar el presente juicio la parte actora debió haber promovido
medios preparatorios a juicio como inexactamente lo invoca el demandado.
Además, no debe perderse de vista que la excepción en movimiento se encuentra
fundada en un hecho no probado por el demandado, pues parte de la premisa
errónea de que está demostrado que la actora le otorgó un crédito en una fecha
distinta y por un monto distinto, cuando a lo largo de la presente sentencia se ha
estado reiterando que no se aportó prueba suficiente para destruir la eficacia de
los pagarés exhibidos adjunto a la demanda y que el actor justificó la relación
jurídica invocada en el escrito inicial.
Por otro lado, el informe de autoridad a cargo la Secretaría de Salud, que
obra a foja 39 del sumario, y que fue justipreciado en términos de los artículos
1205 del Código de Comercio y 331 del Código Procesal Civil Sonorense, de
aplicación supletoria a la materia mercantil, demuestra que el demandado trabajó
en esa dependencia, que existe un descuento vía nomina por - - - - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - - - - -, cuyo descuento se refleja bajo las siglas PB.
Asimismo, las documentales privadas consistentes en veinticuatro
comprobantes de percepciones y descuentos a nombre del demandado, las cuales
gozan del valor a que se refiere el numeral 1296 del Código de Comercio,
acreditan los descuentos realizados vía nómina, bajo las siglas PB.
La adminiculación lógica y natural que se realiza de dichas probanzas,
permiten sostener a esta Juzgadora, que al demandado se le realizaron diversos
descuentos con motivo de los préstamos personales materia del presente juicio,
no así de uno diverso, ya que esto último no fue demostrado.
Lo que se sustenta aún más, con el dicho del testigo - - - - - - - - - - - - - - ya
que al responder a las repreguntas formuladas por el demandado, señaló que sí
sabe que existió un convenio entre la Secretaría de Salud y la parte actora, que ya
no existe, que se detuvo el convenio, que ellos esperan que se realice el pago,
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siempre y cuando se le descuente; testimonio que adquiere valor por lo que se
refiere a estas respuestas otorgadas, en términos de los numerales 1302, 1303 y
1304 del Código de Comercio, porque en forma coincidente con el informe de
autoridad y los datos que se desprenden de los comprobantes de percepciones y
descuentos del demandado, conducen a establecer que el demandado realizó
diversos pagos a los préstamos personales que le fueron otorgados en efectivo
por la parte actora.
A más de lo que ya se ha dicho, obra también en autos el desahogo de la
prueba confesional a cargo de la parte actora, la cual hace fe en juicio en términos
del artículo 1287 del Código de Comercio, únicamente por lo que se refiere a la
postura asumida por el endosatario en procuración en cuanto a que admitió que
existió un convenio entre la Secretaria de Salud y su representada y que ya no
existe; lo cual resulta congruente con lo ya establecido y que de hecho no fue
negado por la parte actora, pues en el escrito de desahogo de vista indicó que el
demandado sabía dónde pagar dichos créditos en caso de que no le fueran
descontados, de esta manera se ve como nunca negó la circunstancia de que al
demandado le eran descontados vía nómina los créditos otorgados, la cual si bien
es cierto no evidenció desde el escrito inicial de demanda, no significa que no se
haya demostrado la relación jurídica invocada, pues en la misma se estableció que
se trató de tres préstamos personales en efectivo, así que la forma en la que
realizó algunos pagos parciales no desvirtúa el carácter de préstamo personal,
según se apreció con anterioridad.
En ese sentido, se tiene por acreditado el pago parcial de las prestaciones
reclamadas, el cual asciende a la cantidad de $23,257.09 (VEINTITRÉS MIL
DOSCIENTOS CINCUENTA Y SIETE PESOS 09/100 MONEDA NACIONAL), que
corresponde a la suma total de todos y cada uno de los descuentos que fueron
realizados al demandado vía nómina, bajo el concepto de PB; y toda vez que la
parte actora no señaló en su demanda a cuál de los tres préstamos se abonó la
referida cantidad, ni tampoco se especificó alguna reserva para que se aplicaran al
pago de intereses, en consecuencia, por cuestión de fecha de suscripción de
documentos, dicho pago se aplica al pagaré suscrito el siete de junio de dos mil
quince, por la cantidad de $18,551.12 (DIECIOCHO MIL QUINIENTOS
CINCUENTA Y UN PESOS MIL PESOS 12/100 MONEDA NACIONAL), el cual se
tiene por cubierto en su integridad y el remanente, es decir, la cantidad de
$4,705.97 (CUATRO MIL SETECIENTOS CINCO PESOS 97/100 MONEDA
NACIONAL) se considera como pago parcial del importe del pagaré de fecha
cuatro de septiembre de dos mil quince.
No es inadvertido para este Tribunal, el hecho de que el demandado señaló
que no incurrió en mora en el pago del préstamo recibido en efectivo por parte de
la actora, ya que desconocía el lugar en el que tenía que realizar el pago, pues del
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desahogo de la prueba testimonial a cargo de - - - - - - - - - - - - - - - - - - -, a la cual
ya se le otorgó valor probatorio al tenor de lo dispuesto en los artículos 1302 y
1303 del Código de Comercio, se desprende que ambos testigos fueron uniformes
en manifestar que saben y les consta que el demandado fue visto en las
instalaciones de la parte actora tratando de llegar a una negociación respecto del
adeudo contraído, de ahí que no sea admisible que ahora pretenda desconocer el
lugar en el que se encuentran las oficinas para cumplir con el adeudo contraído.
En ese contexto, se tiene por acreditado que el demandado aún tiene un
adeudo con la parte actora, ya que las pruebas que aportó al sumario solo
demuestran el pago parcial.
Robustece lo expuesto, los testimonios de - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -,
los cuales ya fueron justipreciados, a quienes toda vez que de sus declaraciones
se observa que ambos fueron uniformes en manifestar que saben y les consta que
el demandado aún tiene un adeudo con la actora y dieron razón fundada en su
dicho, ya que el primer testigo dijo que sabe lo que declaró porque ha realizado
gestiones de cobro en el domicilio del demandado, mientras que el segundo de los
testigos refirió que ha visto al demandado en las oficinas de la actora negociando
su deuda; de tal forma que en esa medida, se tiene por corroborado el hecho de
que la parte demandada aún no liquida en su totalidad el adeudo que se le
reclama.
En razón de lo señalado, se tiene por acreditado el tercero de los elementos
de la acción ejercitada.
Por último, el demandado opuso la defensa “SINE ACTIONE AGIS” y en
relación a la misma, se determina que la parte actora sí asumió la carga procesal
de acreditar los elementos constitutivos de la acción ejercitada, según se vio en la
presente sentencia, con la correspondiente aclaración de que la parte demandada
demostró el pago parcial. Sin que del escrito de contestación de demanda se
advierta alguna otra excepción que amerite ser analizada en esta sentencia.
X.- En virtud de todo lo anteriormente expuesto, se declara FUNDADA la
acción causal ejercitada en la vía oral mercantil, por la empresa - - - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - -, por conducto de sus endosatarios en procuración, en contra de
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , a quien se le declaró fundada la excepción de pago
parcial de las prestaciones que se le están reclamando; en consecuencia:
Se ABSUELVE al demandado a pagar a favor de la parte actora, la
cantidad de $18,551.12 (DIECIOCHO MIL QUINIENTOS CINCUENTA Y UN
PESOS 12/100 MONEDA NACIONAL), correspondiente al pagaré de fecha dos
de junio de dos mil quince, al haberse acreditado que se encuentra pagado en su
totalidad.
Se CONDENA al demandado a pagar a favor de la parte actora, la cantidad
de $42,440.28 (CUARENTA Y DOS MI CUATROCIENTOS CUARENTA PESOS
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00/100 MONEDA NACIONAL), por concepto de suerte principal, por lo que
corresponde al pagaré de fecha cuatro de septiembre de dos mil quince, al
haberse acreditado un pago parcial por la cantidad de $4,705.97 (CUATRO MIL
SETECIENTOS CINCO PESOS 97/100 MONEDA NACIONAL).
Se CONDENA al demandado a pagar a favor de la parte actora, la cantidad
de $21,177.85 (VEINTIUN MIL CIENTO SETENTA Y SIETE PESOS 85/100
MONEDA NACIONAL), por concepto de suerte principal, por lo que corresponde
al pagaré de fecha catorce de noviembre de dos mil quince.
IX.- INTERESES.- En relación a la prestación identificada con el número
2 del escrito inicial de demanda, en el que la parte actora reclama el pago de los
intereses moratorios vencidos y que se sigan venciendo a razón de lo pactado en
el documento base de la acción que se exhibe, se realizan los siguientes
pronunciamientos:
El artículo 174 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
expresamente señala:
“Son aplicables al pagaré, en lo conducente, los artículos 77, párrafo final, 79, 80, 81, 85, 86, 88, 90, 109 al 116, 126 al 132, 139, 140, 142, 143, párrafos segundo, tercero y cuarto, 144, párrafos segundo y tercero, 148, 149, 150, fracciones II y III, 151 al 162, y 164 al 169. Para los efectos del artículo 152, el importe del pagaré comprenderá los réditos caídos; el descuento del pagaré no vencido se calculará al tipo de interés pactado en éste, o en su defecto al tipo legal, y los intereses moratorios se computarán al tipo estipulado para ellos; a falta de esa estipulación, al tipo de rédito fijado en el documento, y en defecto de ambos, al tipo legal. El suscriptor del pagaré se considerará como aceptante para todos los efectos de las disposiciones enumeradas antes, salvo el caso de los artículos 168 y 169, en que se equiparará al girador”.
Al interpretar el citado artículo 174 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, la primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en las jurisprudencias 1a./J. 46/2014 (10a.) 1a./J.47/2014 (10a),
estableció que del contenido del artículo 1 Constitucional y 21, apartado 3, de la
Convención americana sobre Derechos Humanos, se aprecia que constituye una
vertiente del derecho humano a la propiedad la prohibición de la usura, entendida
como una forma de explotación del hombre por el hombre, señalando que resulta
constitucionalmente obligatorio que la ley prohíba que una persona obtenga en
provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de potro, un interés
excesivo derivado de un préstamo.
En esa línea de pensamiento, concluyó que el citado precepto 174, debe
ser interpretado en el sentido de que en el pagaré el rédito y los intereses que
deban cubrirse se pactaran por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará
el tipo legal; pero sobre la base de que tal permisión no es de carácter ilimitado,
sino que tiene como extremo que una parte no obtenga en provecho propio y de
modo abusivo sobre la propiedad de otro, un interés excesivo derivado de un
préstamo.
Agregó que corresponderá al juzgador que conozca la litis relacionada con
el reclamo del pago de los intereses pactados en el pagaré, la atribución de
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acoger de oficio para la condena la tasa pactada, pero sólo si mediante su
aplicación, y acorde con las circunstancias particulares y propias del caso concreto
controvertido y de los elementos que obren en autos no provoque que una parte
obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otro, un
interés excesivo derivado de un préstamo.
Así las cosas, dispuso que en el supuesto de que, acorde con las
condiciones particulares del caso, el operador jurídico aprecie de las constancias
que obran en autos, elementos suficientes para generar convicción judicial de que
el interés pactado por las partes en el pagaré fuere notoriamente excesivo y
usuario, de oficio deberá analizar si en ese preciso asunto se verifica el fenómeno
usurario, pues, de ser así, la condena respectiva no podría hacerse sobe el interés
pactado, sino solo en cuanto la tasa de interés reducida (también de oficio), no
resulte notoriamente excesiva, mediante la apreciación razonada, fundada y
motivada del juzgador y con base en las circunstancias particulares del caso y en
las constancias de actuaciones que válidamente tenga a la vista al momento de
resolver.
Precisó que lo notoriamente excesivo, se refiere a que con la sola
apreciación de las constancias de autos que se tienen a la vista, se genera
convicción en el juzgador sobre lo excesivo y usurario del pagaré, sin necesidad
de recabar mayores elementos de prueba, pues, se reitera en caso de que con las
pruebas y circunstancias que ya obran válidamente en autos, no exista convicción
en el juzgador sobre lo notorio del carácter usurario del pacto de intereses, debe
entonces prevalecer el acuerdo de las partes.
En ese sentido, señaló que el juzgador puede advertir de oficio de las
constancias de actuaciones que integran el expediente, elementos suficientes para
adquirir convicción de que el pacto de intereses resulta notoriamente usurario, es
decir, que mediante tal pacto de intereses una parte estaría obteniendo en
provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés
excesivo derivado de un préstamo.
Pero de no advertir tales elementos y, por ende, de no existir la convicción
en el juzgador respecto de lo notoriamente excesivo de los intereses, o dicho de
otro modo, para el caso que resultare ajeno, dudoso, incierto o que no sea notorio
el carácter usurario del pacto respectivo, no existiría motivo alguno que justificara
dejar de aplicar la tasa convenida por las partes en términos del artículo 174 de la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Asimismo, precisó que para llevar a cabo esa labor de oficio el juzgador que
conozca del juicio mercantil respectivo, deben seguirse como paramentos guía
para evaluar objetivamente el carácter notoriamente excesivo de una tasa de
interés, si es que de las constancias de actuaciones se aprecian los elementos de
convicción respectivos, los siguientes:
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a).- El tipo de relación existente entre las partes;
b).- Calidad de los sujetos que intervienen en la suscripción del pagaré y si
es que la actividad del acreedor se encuentra regulada;
c).- Destino o finalidad del crédito;
d).- Monto del crédito;
e).- Plazo del crédito;
f).- Existencia de garantías para el pago del crédito;
g).- Tasas de interés de las instituciones bancarias para operaciones
similares a la que se analiza, cuya apreciación únicamente constituye un
parámetro de referencia;
h).- La variación del índice inflacionario nacional durante la vida real del
adeudo;
i).- Las condiciones del mercado; y,
j).- Otras cuestiones que generen convicción en el juzgador.
Lo anterior, dijo, sobre la base de que tales circunstancias pueden ser
apreciadas por el juzgador (si es que de las constancias de actuaciones obra
válidamente prueba de ellos) para aumentar o disminuir lo estricto de la
calificación de una tasa como notoriamente excesiva. Análisis que, además, se
debe de complementar con la evaluación del elemento subjetivo, es decir, calificar
de manera más estricta el carácter excesivo de la tasa pactada, si es que existen
respecto de la personal del deudor alguna situación de vulnerabilidad o desventaja
en relación con la persona del acreedor; o bien, apreciar de manera menos
estricta lo excesivo de la tasa pactada, si es que no existe respecto del deudor
dato alguno sobre vulnerabilidad o desventaja en relación con la persona del
acreedor.
Puntualizó también que tal ejercicio judicial de oficio, no debe considerarse
violatorio de la garantía de audiencia de la parte acreedora en el juicio respectivo,
pues, por un lado, la aplicación de la ley, en su sentido acorde con la Constitución
al emitir una sentencia, no depende de la labor procesal de las partes, sino del
resultado del proceso que deja un expediente en estado de resolución, dado que
es entonces cuando el juzgador debe tomar una decisión sobre lo que ya fue
expuesto por las partes. De tal suerte, que la eventual decisión de oficio sobre el
carácter usurario del interés pactado en un pagaré que ha sido llevado a juicio,
solo deriva de los mismos elementos que las parte aportaron al juicio en ejercicio
de la garantía de audiencia que permea en todo el proceso respectivo.
Acorde con el criterio descrito anteriormente, la misma Sala sostuvo que no
debe entenderse que ante un pacto de interés usurario en un pagaré, pueda
absolverse del pago de intereses al obligado, ni que necesariamente deba
reducirse la tasa pactada hasta el monto del interés legal. Sino que la decisión del
juzgador sobre las circunstancias particulares que en el caso sirvieron para tener
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por evidenciado el carácter usurario del interés pactado, deben constituir el
parámetro respectivo para que ese juzgador de maneras prudencial, razonada,
fundada y motivada, reduzca la tasa hasta un importe que permita evitar el
fenómeno usurario detectado en el caso concreto que resuelve.
Dan sustento a lo anterior, las jurisprudencias 1a./J. 47/2014 (10a.) y 1a./J.
47/2014 (10a.), emitidas por la Primera Sala del Alto Tribunal, publicadas en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 7, Junio de 2014, Tomo I,
páginas 400 y 402, respectivamente, mismas que enseguida se reproducen:
“PAGARÉ. EL ARTÍCULO 174, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO, PERMITE A LAS PARTES LA LIBRE CONVENCIÓN DE INTERESES CON LA LIMITANTE DE QUE LOS MISMOS NO SEAN USURARIOS. INTERPRETACIÓN CONFORME CON LA CONSTITUCIÓN [ABANDONO DE LA JURISPRUDENCIA 1a./J. 132/2012 (10a.) Y DE LA TESIS AISLADA 1a. CCLXIV/2012 (10a.)]. Una nueva reflexión sobre el tema del interés usurario en la suscripción de un pagaré, conduce a esta Sala a apartarse de los criterios sostenidos en las tesis 1a./J. 132/2012 (10a.), así como 1a. CCLXIV/2012 (10a.), en virtud de que en su elaboración se equiparó el interés usurario con el interés lesivo, lo que provocó que se estimara que los requisitos procesales y sustantivos que rigen para hacer valer la lesión como vicio del consentimiento, se aplicaran también para que pudiera operar la norma constitucional consistente en que la ley debe prohibir la usura como forma de explotación del hombre por el hombre; cuando esta última se encuentra inmersa en la gama de derechos humanos respecto de los cuales el artículo 1o. constitucional ordena que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar. Así, resulta que el artículo 21, apartado 3, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, prevé la usura como una forma de explotación del hombre por el hombre, como fenómeno contrario al derecho humano de propiedad, lo que se considera que ocurre cuando una persona obtiene en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otra, un interés excesivo derivado de un préstamo; pero además, dispone que la ley debe prohibir la usura. Por lo anterior, esta Primera Sala estima que el artículo 174, párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que prevé que en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactaran por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo legal, permite una interpretación conforme con la Constitución General y, por ende, ese contenido normativo debe interpretarse en el sentido de que la permisión de acordar intereses tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un préstamo; destacando que la adecuación constitucional del precepto legal indicado, no sólo permite que los gobernados conserven la facultad de fijar los réditos e intereses que no sean usurarios al suscribir pagarés, sino que además, confiere al juzgador la facultad para que, al ocuparse de analizar la litis sobre el reclamo de intereses pactados en un pagaré y al determinar la condena conducente (en su caso), aplique de oficio el artículo 174 indicado acorde con el contenido constitucionalmente válido de ese precepto y a la luz de las condiciones particulares y elementos de convicción con que se cuente en cada caso, a fin de que el citado artículo no pueda servir de fundamento para dictar una condena al pago de intereses mediante la cual una parte obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de su contrario un interés excesivo derivado de un préstamo. Así, para el caso de que el interés pactado en el pagaré, genere convicción en el juzgador de que es notoriamente excesivo y usurario acorde con las circunstancias particulares del caso y las constancias de actuaciones, aquél debe proceder de oficio a inhibir esa condición usuraria apartándose del contenido del interés pactado, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés reducida prudencialmente que no resulte excesiva, mediante la apreciación de oficio y de forma razonada y motivada de las mismas circunstancias particulares del caso y de las constancias de actuaciones que válidamente tenga a la vista el juzgador al momento de resolver”. “PAGARÉ. SI EL JUZGADOR ADVIERTE QUE LA TASA DE INTERESES PACTADA CON BASE EN EL ARTÍCULO 174, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO ES NOTORIAMENTE USURARIA PUEDE, DE OFICIO, REDUCIRLA PRUDENCIALMENTE. El párrafo segundo del citado precepto permite una interpretación conforme con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al prever que en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactarán por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo legal; pues ese contenido normativo debe interpretarse en el sentido de que la permisión de acordar intereses no es ilimitada, sino que tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un préstamo. Así, el juzgador que resuelve la litis sobre el reclamo de intereses pactados en un pagaré, para determinar la condena conducente (en su caso), debe aplicar de oficio el referido artículo 174, acorde con el contenido constitucionalmente válido de ese precepto y a la luz de las condiciones particulares y los elementos de convicción con que se cuente en cada caso, para que dicho numeral no pueda servir de fundamento para dictar una condena al pago de intereses usurarios, por lo que si el juzgador adquiere convicción de oficio de que el pacto
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de intereses es notoriamente usurario acorde con las circunstancias particulares del caso y las constancias de actuaciones, entonces debe proceder, también de oficio, a inhibir esa condición usuraria apartándose del contenido del interés pactado, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés reducida prudencialmente para que no resulte excesiva, mediante la apreciación razonada, fundada y motivada, y con base en las circunstancias particulares del caso y de las constancias de actuaciones que válidamente tenga a la vista al momento de resolver. Ahora bien, cabe destacar que constituyen parámetros guía para evaluar objetivamente el carácter notoriamente excesivo de una tasa de interés -si de las constancias de actuaciones se aprecian los elementos de convicción respectivos- los siguientes: a) el tipo de relación existente entre las partes; b) la calidad de los sujetos que intervienen en la suscripción del pagaré y si la actividad del acreedor se encuentra regulada; c) el destino o finalidad del crédito; d) el monto del crédito; e) el plazo del crédito; f) la existencia de garantías para el pago del crédito; g) las tasas de interés de las instituciones bancarias para operaciones similares a las que se analizan, cuya apreciación únicamente constituye un parámetro de referencia; h) la variación del índice inflacionario nacional durante la vida real del adeudo; i) las condiciones del mercado; y, j) otras cuestiones que generen convicción en el juzgador. Lo anterior, sobre la base de que tales circunstancias puede apreciarlas el juzgador (solamente si de las constancias de actuaciones obra válidamente prueba de ellos) para aumentar o disminuir lo estricto de la calificación de una tasa como notoriamente excesiva; análisis que, además, debe complementarse con la evaluación del elemento subjetivo a partir de la apreciación sobre la existencia o no, de alguna situación de vulnerabilidad o desventaja del deudor en relación con el acreedor”.
Las anteriores jurisprudencias fueron publicadas el veintisiete de junio de
dos mil catorce en el Semanario Judicial de la Federación, por ende, se
consideran de aplicación obligatoria a partir del treinta siguiente para los efectos
previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013 del Pleno de
la Suprema Corte de la Justicia de la Nación; razón por la cual, esta Juzgadora se
encuentra constreñida para aplicar tales criterios, en términos del artículo 217 de
la Ley de Amparo.
Ahora bien, de la simple lectura de los pagarés fundatorio de la acción, se
advierte que el interés pactado por las partes fue del siete por ciento mensual, lo
que trae como consecuencia que el interés moratorio sea usurario pues tan solo
en un año se pagaría un interés excesivo, a saber, el ochenta y cuatro por
ciento de interés anual.
Luego, si se compara el interés moratorio pactado en el título de crédito con
el establecido en el artículo 364 del Código de Comercio, al tipo legal, equivalente
al seis por ciento anual; con independencia del tipo de relación o calidad de los
sujetos que intervinieron en la suscripción del pagaré, aquel resulta a todas luces
excesivo, pues es catorce veces superior al interés que el legislador estimó
prudente a falta de estipulación de las partes.
En esa tesitura, a fin de no violar el derecho humano de propiedad, en la
modalidad de prohibición de la usura como forma de explotación del hombre por el
hombre, así como de las garantías de legalidad y seguridad jurídica reconocidas
en el artículo 14 Constitucional, esta Juzgadora inhibe esa condición usuraria
apartándose del contenido del interés pactado del 7% (SIETE POR CIENTO)
mensual, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés moratorio
reducida prudencialmente, atendiendo a las circunstancias particulares del caso y
las constancias de actuaciones, lo cual se hace bajo los siguientes términos:
En torno al tipo de relación existente entre las partes, se determina que
en el sumario quedó demostrado, que entre las partes se celebraron tres
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préstamos personales, motivo por el cual se suscribieron los tres pagares
exhibidos.
En relación a la calidad de los sujetos que intervienen en la suscripción
del pagaré y si la actividad del acreedor se encuentra regulada, cabe señalar
que de las actuaciones del juicio, se aprecia que la acreedora - - - - - - - - - - - - - - -
- - - - - , es una negociación cuyo giro, entre otros, es el préstamo en efectivo a sus
clientes y que se encuentra regulada por la Ley General de Sociedades
Mercantiles, y el deudor por su parte, es claro que se trata de persona física que
debido a su necesidad solicitó un préstamo personal en efectivo a la parte actora
para darle el fin que más le pareciera práctico.
Por lo que toca al destino o finalidad del crédito, se observa de autos que
la actora señaló en la demanda que el préstamo que le hizo a la demandada fue
personal para que le diera el uso o fin que a él le pareciera más práctico, el cual
fue recibido a entera satisfacción del demandado según se aprecia del sumario.
El monto del crédito, lo constituyó la cantidad total de $86,875.22
(OCHENTA Y SEIS MIL OCHOCIENTOS SETENTA Y CINCO PESOS 22/100
MONEDA NACIONAL), pues por esa cantidad se firmaron los tres pagarés,
habiéndose demostrado en el sumario el pago parcial por la cantidad de
$23,257.09 (VEINTITRÉS MIL DOSCIENTOS CINCUENTA Y SIETE PESOS
09/100 MONEDA NACIONAL).
De cada uno de los pagarés se observa que el plazo del crédito fue por un
año.
En el caso, de las constancias procesales no aparece que existan
garantías para el pago del crédito.
Por otro lado, es preciso establecer que las tasas de interés de las
instituciones bancarias para operaciones similares a la que se analiza, esto
es, para préstamos personales, no sobrepasa el 70% (SETENTA POR CIENTO)
anual, de tal forma, que el interés convencional del pagaré que al año asciende a
84% (OCHENTA Y CUATRO POR CIENTO) –que resulta de multiplicar el 7%
(SIETE POR CIENTO) mensual por doce meses- es notoriamente excesivo al que
aplican como interés más alto los bancos; ello, sin tomar en cuenta que las
actividades realizadas por las instituciones crediticias, que son las de otorgar
préstamos y el recibir el pago de los accesorios financieros que derivan de éstos,
están reguladas y supervisadas para proteger los intereses de los acreditados,
que acuden a solicitar préstamos, debido en ocasiones, a su situación económica,
por sí ya fracturada, de ahí que se tomen en consideración distintos elementos
para el establecimiento de los intereses derivados de los créditos otorgados, tales
como las tasas del mercado relacionados con el índice nacional de precios al
consumidor u otros similares; circunstancias éstas que se aprecian únicamente
como un parámetro de referencia.
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De la apreciación conjunta que se realiza de los parámetros antes
mencionados, esta Juzgadora toma la determinación de REDUCIR la tasa de
interés moratoria del 7% (SIETE POR CIENTO) mensual pactada en los pagarés
exhibidos, al 3% (TRES POR CIENTO) mensual; en consecuencia: lo procedente
es CONDENAR como al efecto se CONDENA al demandado a pagar a favor de la
parte actora, los intereses moratorios generados y que se sigan venciendo hasta
la total liquidación de la deuda, a razón de la tasa del 3% (TRES POR CIENTO)
mensual, previa su legal regulación en la vía incidental en ejecución forzosa de
sentencia definitiva; por lo que corresponde única y exclusivamente a los pagarés
suscritos el cuatro de septiembre y catorce de noviembre de dos mil quince.
X.- COSTAS.- En relación a la condenación en costas, se realizan las
siguientes consideraciones:
El artículo 1084 del Código de Comercio, expresamente establece:
“La condenación en costas se hará cuando así lo prevenga la ley, o cuando a juicio del juez se haya procedido con temeridad o mala fe. Siempre serán condenados: I. El que ninguna prueba rinda para justificar su acción o su excepción, si se funda en hechos disputados; II. El que presentase instrumentos o condena documentos falsos, o testigos falsos o sobornados; III. El que fuese condenado en juicio ejecutivo y el que lo intente si no obtiene sentencia favorable. En este caso la condenación se hará en la primera instancia, observándose en la segunda lo dispuesto en la fracción siguiente; IV. El que fuere condenado por dos sentencias conformes de toda conformidad en su parte resolutiva, sin tomar en cuenta la declaración sobre costas. En este caso, la condenación comprenderá las costas de ambas instancias; V. El que intente acciones o haga valer cualquier tipo de defensas o excepciones improcedentes o interponga recursos o incidentes de este tipo a quien no solamente se le condenará respecto de estas acciones, defensas, excepciones, recursos o incidentes improcedentes, sino de las excepciones procesales que sean inoperantes”.
Como puede apreciarse del precepto transcrito, es procedente la condena
en costas, cuando se actualice alguno de los dos supuestos siguientes:
• Cuando así lo prevenga la ley; y,
• Cuando a juicio del Juez, se haya procedido con temeridad o mala fe.
En el primer supuesto se hace una remisión a la ley, ya sea del propio
Código de Comercio, entre ésta las previstas en las diversas fracciones del propio
numeral 1084, o la legislación aplicable al caso en la materia, pues, el Legislador
hizo tal remisión general sin limitarla al propio Código.
En el segundo caso, se está en presencia de una atribución en la que, al
arbitrio del Juzgador será condenar en costas cuando advierta que se procedió
con temeridad o mala fe.
Por cuestión de sistema y economía procesal, se determina en primer lugar,
que de las constancias de autos no se advierte, que las partes se haya conducido
temerariamente o de mala fe.
De igual forma, se concluye que en el caso no se actualizan los supuestos
previstos en las fracciones I, II, III, IV y V del invocado artículo 1084 del Código de
Comercio, toda vez que ambas partes rindieron prueba para justificar tanto la
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acción causal como las excepciones opuestas, en especial la de pago parcial,
ninguna de las partes presentaron instrumentos o documentos falsos, o testigos
falsos o sobornados; no se tramitó juicio ejecutivo, sino juicio oral mercantil; no
estamos ante la presencia del dictado de dos sentencias y no se hicieron valer
acciones ni defensas o excepciones improcedentes o inoperantes, ya que la
acción causal fue declarada fundada, así como también la excepción de pago
parcial.
Entonces, como la parte demandada no procedió con temeridad o mala fe,
ni se actualiza ninguna de las hipótesis del artículo 1084 del Código de Comercio,
es preciso acudir a los supuestos previstos en otros cuerpos normativos aplicables
al caso, en específico al artículo 7 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
ello por disposición expresa de los artículos 1054, 1063 y 1390 Bis 8 del propio
Código de Comercio y la Tesis XXIII.1 C (10a.), emitida por el Tribunal Colegiado
del Vigésimo Tercer Circuito, de la Décima Época, visible en el Semanario Judicial
de la Federación, intitulada:
“COSTAS EN EL JUICIO ORAL MERCANTIL. AL NO HABER REGLAMENTACIÓN CUANDO ÉSTE SE INTENTA Y LA PARTE DEMANDADA NO PROCEDIÓ CON TEMERIDAD O MALA FE, NI BAJO LOS SUPUESTOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 1084 DEL CÓDIGO DE COMERCIO, DEBE ACUDIRSE SUPLETORIAMENTE A LOS CÓDIGOS DE PROCEDIMIENTOS CIVILES FEDERAL Y LOCAL. El tema de las costas está previsto en el Código de Comercio, pero no hay reglamentación referida a cuando se intenta el juicio oral mercantil y la parte demandada no procedió con temeridad o mala fe, ni bajo los supuestos establecidos en las fracciones I a V del artículo 1084 del citado código, las que establecen los casos en los que siempre se hará la condena en costas, esto es, el que ninguna prueba rinda para justificar su acción o su excepción si se funda en hechos disputados; el que presentase instrumentos o documentos falsos, o testigos falsos o sobornados; el que fuese condenado en juicio ejecutivo y el que lo intente si no obtiene sentencia favorable; el que fuere condenado por dos sentencias conformes de toda conformidad en su parte resolutiva, sin tomar en cuenta la declaración sobre costas; y, el que intente acciones o haga valer cualquier tipo de defensas o excepciones improcedentes o interponga recursos o incidentes de este tipo a quien no solamente se le condenará respecto de estas acciones, defensas, excepciones, recursos o incidentes improcedentes, sino de las excepciones procesales que sean inoperantes; por tanto, no obstante, estando reconocidas por el propio código como un modo de resarcir las erogaciones permitidas, que debieron efectuarse al demandar lo que en derecho corresponde, la procedencia de aplicar supletoriamente los códigos procesal civil federal y local, en términos del numeral 1063 de la legislación mercantil es manifiesta, pues no surge ninguna contradicción con ésta ni hay razones para considerar que las costas se quisieron excluir específicamente en este tipo de casos, más aún si se tiene en cuenta que, de no optar por esta solución, el sujeto que se vio obligado a promover el procedimiento judicial y obtuvo fallo favorable, tendría que soportar los desembolsos que en mayor o menor grado fue necesario afrontar con motivo de la contienda”.
Así, el artículo 7 del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria a la materia mercantil, expresamente señala:
“La parte que pierde debe reembolsar a su contraria las costas del proceso. Se considera que pierde una parte cuando el tribunal acoge, total o parcialmente, las pretensiones de la parte contraria. Si dos partes pierden recíprocamente, el tribunal puede exonerarlas de la obligación que impone el párrafo primero, en todo o en parte; pudiendo imponer un reembolso parcial contra una de ellas, según las proporciones recíprocas de las pérdidas. Las costas del proceso consisten en la suma que, según la apreciación del tribunal y de acuerdo con las disposiciones arancelarias, debió o habría debido desembolsar la parte triunfadora, excluido el gasto de todo acto y forma de defensa considerados superfluos. - - - - - - Todo gasto inútil es a cargo de la parte que lo haya ocasionado, sea que gane o pierda el juicio”.
En este contexto, y toda vez ambas partes perdieron recíprocamente, ya
que si bien es cierto se declaró fundada la acción ejercitada, no debe perderse de
vista que a la parte demandada se le absolvió del pago de la prestación
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correspondiente a la cantidad de $23,257.09 (VEINTITRÉS MIL DOSCIENTOS
CINCUENTA Y SIETE PESOS 09/100 MONEDA NACIONAL), ello al haberse
tenido por demostrado el pago parcial, en consecuencia, este Tribunal exonera a
las partes del pago de las costas, por lo que cada una de ellas deberá reportar las
que hubiere erogado con motivo de la tramitación del presente juicio.
XII.- Con fundamento en el artículo 1390 Bis 50 del Código de Comercio,
para el supuesto de que el demandado no cumpla voluntariamente con el pago de
las prestaciones a que fue condenado, dentro del plazo de tres días, a partir de
que el presente fallo cause ejecutoria, procédase conforme a las reglas de
ejecución forzosa de sentencia.
Por lo expuesto y fundado, SE RESUELVE:
PRIMERO.- Este Juzgado es competente para conocer y decidir el
presente juicio, así como la vía elegida por la parte actora resultó ser la correcta y
procedente.
SEGUNDO.- La parte actora - - - - - - - - - - - - - - - -, por conducto de sus
endosatarios en procuración, acreditó los elementos de la ACCIÓN CAUSAL
ejercitada en contra del demandado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , a quien se le
tuvo por demostrado el pago parcial de las prestaciones reclamadas; en
consecuencia:
TERCERO.- Se ABSUELVE al demandado a pagar a favor de la
parte actora, la cantidad de $18,551.12 (DIECIOCHO MIL QUINIENTOS
CINCUENTA Y UN PESOS 12/100 MONEDA NACIONAL), correspondiente al
pagaré de fecha dos de junio de dos mil quince, al haberse acreditado que se
encuentra pagado en su totalidad.
Se CONDENA al demandado a pagar a favor de la parte actora, la cantidad
de $42,440.28 (CUARENTA Y DOS MI CUATROCIENTOS CUARENTA PESOS
00/100 MONEDA NACIONAL), por concepto de suerte principal, por lo que
corresponde al pagaré de fecha cuatro de septiembre de dos mil quince, al
haberse acreditado un pago parcial por la cantidad de $4,705.97 (CUATRO MIL
SETECIENTOS CINCO PESOS 97/100 MONEDA NACIONAL).
Se CONDENA al demandado a pagar a favor de la parte actora, la cantidad
de $21,177.85 (VEINTIUN MIL CIENTO SETENTA Y SIETE PESOS 85/100
MONEDA NACIONAL), por concepto de suerte principal, por lo que corresponde
al pagaré de fecha catorce de noviembre de dos mil quince.
CUARTO.- Se condena a la parte demandada a pagar a favor de la parte
actora, los intereses moratorios generados y que se sigan venciendo hasta la total
liquidación de la deuda, a razón del 3% (TRES POR CIENTO) mensual, previa su
legal regulación en la vía incidental en ejecución forzosa de sentencia definitiva.
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QUINTO.- Por los motivos expuestos en la presente sentencia, no se hace
especial condenación en costas, por lo que cada parte deberá cubrir las que
hubiere erogado con motivo de la tramitación del presente juicio.
SEXTO.- Con fundamento en el artículo 1390 Bis 50 del Código de
Comercio, para el supuesto de que el demandado no cumpla voluntariamente con
el pago de las prestaciones a que fue condenado, dentro del plazo de tres días, a
partir de que el presente fallo cause ejecutoria, procédase conforme a las reglas
de ejecución forzosa de sentencia.
NOTIFÍQUESE.- Así lo resolvió y firmó la C. Juez Primero Oral de lo
Mercantil de este Distrito Judicial, Licenciada MARÍA GABRIELA CAREAGA
MACÍAS, por ante la Secretaria Primera de Acuerdos, Licenciada ROSA HAYDEE
ECHEVERRÍA FRANCO, con quién autoriza y da fe.- DOY FE.-
LISTA.- El - - - - -de marzo de dos mil diecisiete, se publicó en lista
de acuerdos.- CONSTE