Post on 25-Mar-2020
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Análisis del discurso social y político de Cien años de soledad de Gabriel
García Márquez. Representaciones de la cultura campesina caribeña.
Trabajo de Titulación modalidad Proyecto de investigación previo a la
obtención del Título de Comunicador Social, con énfasis en
Educomunicación, Arte y Cultura.
AUTOR: Salazar Basantes Richard Alexander
TUTOR: PhD. Juan Carlos Jurado Reyna
Quito, 2019
ii
DERECHOS DE AUTOR
Yo, Richard Alexander Salazar Basantes en calidad de autor y titular de los derechos
morales y patrimoniales del trabajo de titulación: Análisis del discurso social y político
de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Representaciones de la cultura
campesina caribeña, modalidad Proyecto de Investigación, de conformidad con el Art.
114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS
CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedo a favor de la
Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para
el uso no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservando a mi
favor todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.
Así mismo, autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la
digitalización y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de
conformidad a lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
El autor declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de
expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por
cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad
de toda responsabilidad.
Firma: …………………………….
Richard Alexander Salazar Basantes
C.C. 175106804-8
Dirección electrónica: Riaimer10@gmail.com
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APROBACIÓN DEL TUTOR
En mi calidad de Tutor del Trabajo de Titulación, presentado por RICHARD
ALEXANDER SALAZAR BASANTES, para optar por el Grado Comunicador Social
con énfasis en Educomunicación, Arte y Cultura; cuyo título es: ANÁLISIS DEL
DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD DE GABRIEL
GARCÍA MÁRQUEZ. REPRESENTACIONES DE LA CULTURA CAMPESINA
CARIBEÑA, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para
ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal examinador que
se designe.
En la ciudad de Quito, a los 04 días del mes de Enero de 2019
PhD. Juan Carlos Jurado Reyna
DOCENTE – TUTOR
C.C. 171194872-7
iv
DEDICATORIA
A Dios, por darme las virtudes necesarias para ser el hombre que soy hoy en día, y por
bendecirme y permitirme ser cada día mejor.
A mis padres, Luis y Laura, quienes con su amor, sacrificio y esfuerzo me han
acompañado a lograr todas mis metas. La bendición de tenerlos es la mayor
inspiración de mi vida.
A mis hermanos, Luisito y Henry, los mejores hombres que jamás he conocido, su
legado siempre vivirá en mí.
A mi abuelita, Isabel, quien me dio todo su cariño; su bendición y amor eterno siempre
han sido la fuerza para que logre todas mis metas.
Al maestro, Gabriel García Márquez, el mejor escritor de la historia. La magia de sus
palabras siempre serán una gran inspiración en mi vida.
Finalmente, quiero dedicar este trabajo a todos aquellos, que, como yo, sienten ese
sentimiento cálido que genera la literatura en los corazones rebeldes y creen en la
magia del arte para crear un mundo mejor para todos.
v
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, agradezco a Dios. Las facultades que depositó en mí, junto a las
maravillosas personas de las que me rodeó durante toda mi vida, me permitieron
desarrollar mi potencial. A él, siempre mi eterno agradecimiento.
A mis padres, quienes lo dieron todo para que sea un gran hombre, un excelente
profesional y un buen hijo de Dios, siempre les daré las gracias. Mis logros son el
reflejo de su inmenso amor.
A mis hermanos, demás familiares, amigos y todos aquellos que me han acompañado y
han aportado en mi vida para bien, les extiendo un profundo agradecimiento.
A Martha Rodríguez, Monserrate Fernández y Mariana Alvear, grandes maestras y
amigas que con su increíble capacidad e intelecto aportaron inmensamente a mi
desarrollo profesional. Gracias por su sabiduría y amistad.
A Juan Carlos Jurado Reyna, tutor de esta investigación y un buen amigo. Gracias por
confiar en este proyecto, y aportar en el mismo, con tu guía y buena predisposición.
Finalmente, quiero agradecer a los autores más destacados de esta investigación
Gabriel García Márquez, Jürgen Habermas, Raymond Williams, Teun Van Dijk, entre
otros, quienes con su importante trabajo ayudan al desarrollo de la humanidad por un
mundo que sea cada vez mejor.
vi
ÍNDICE DE CONTENIDO
Derechos de autor ............................................................................................................. ii
Aprobación del tutor ........................................................................................................ iii
Dedicatoria....................................................................................................................... iv
Agradecimientos ............................................................................................................... v
Índice de contenido .......................................................................................................... vi
Índice de tablas ................................................................................................................ ix
Índice de ilustraciones ..................................................................................................... ix
Resumen ........................................................................................................................... x
Abstract ............................................................................................................................ xi
Introducción ...................................................................................................................... 1
CAPÍTULO I
COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD ......................................................... 4
1.1. Cultura ....................................................................................................................5
1.1.1. La Teoría cultural de Raymond Williams ...................................................... 5
1.1.2. El proceso cultural y el rol del arte ................................................................. 6
1.1.3. El proceso cultural y la hegemonía ................................................................. 7
1.1.4. Elementos constitutivos del proceso cultural .................................................. 8
1.1.5. Elementos históricos del proceso cultural ....................................................... 9
1.1.6. Estructuras del sentir ..................................................................................... 10
1.2. Comunicación .......................................................................................................11
1.2.1. La Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas ........................... 11
1.2.2. La racionalidad en la Teoría de la acción comunicativa ............................... 12
1.2.3. El mundo de la vida en la Teoría de la acción comunicativa ........................ 13
1.2.4. La teoría crítica de la Modernidad de Jürgen Habermas ............................... 14
1.3. Interrelación comunicación-cultura ......................................................................15
1.3.1. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría del interaccionismo
simbólico de George H. Mead ....................................................................... 16
vii
1.3.2. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría de la acción
comunicativa de Jürgen Habermas ................................................................ 17
1.3.3. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría cultural de
Raymond Williams ........................................................................................ 18
1.4. La construcción de sentidos en la vida social .......................................................19
1.4.1. La comunicación en la trama de la vida social.............................................. 19
1.4.2. La cultura en la trama de la vida social ......................................................... 20
1.4.3. La construcción de la trama de la vida social................................................ 20
1.4.4. La construcción de lo real social ................................................................... 21
1.4.5. La estructuración de la vida social ................................................................ 22
1.4.6. La construcción de sentidos en la trama de la vida social ............................. 23
1.5. La literatura en la estructura de la vida social ......................................................25
1.5.1. La Teoría literaria de Raymond Williams .................................................... 25
1.5.1.1. La multiplicidad del acto de escribir .......................................................25
1.5.1.2. La estética ................................................................................................26
1.5.1.3. Las notaciones y las convenciones en la literatura ..................................26
1.5.1.4. Los géneros y las formas literarias ..........................................................27
1.5.1.5. El rol del escritor en la sociedad ..............................................................28
CAPÍTULO II
EL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO .................................................................... 30
2.1. Visiones del discurso ............................................................................................31
2.1.1. Visión funcionalista del discurso .................................................................. 31
2.1.2. Visión estructuralista del discurso ................................................................ 32
2.1.3. Visión marxista del discurso ......................................................................... 33
2.1.4. Visión sistémica del discurso ........................................................................ 34
2.2. El Análisis del Discurso Social y Político ............................................................35
2.2.1. La cuestión del discurso social y político...................................................... 35
2.2.2. La naturaleza del discurso social y político .................................................. 36
2.2.3. Las particularidades del discurso social y político ........................................ 37
2.2.3.1. Temas ......................................................................................................38
2.2.3.2. Superestructuras y “esquematización” textual ........................................38
2.2.3.3. La semántica local ...................................................................................38
viii
2.2.3.4. El léxico y la sintaxis .............................................................................39
2.2.3.5. La retórica ..............................................................................................39
2.2.3.6. Estructuras de expresión ........................................................................39
2.2.3.7. Actos del habla e interacción .................................................................40
2.3. La literatura como discurso social y político ........................................................40
2.3.1. La constitución de la literatura como discurso social y político desde el
Marxismo ....................................................................................................... 41
CAPÍTULO III
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: ESTILO LITERARIO, PENSAMIENTO
POLÍTICO E INFLUENCIA DE LA CULTURA CARIBEÑA EN SU OBRA ..... 43
3.1. Biografía de Gabriel García Márquez ...................................................................44
3.1.1. Obra ............................................................................................................... 44
3.1.2. Premios y distinciones ................................................................................... 45
3.2. Gabriel García Márquez y el boom latinoamericano ............................................46
3.2.1. El rol político de los escritores del boom en la sociedad latinoamericana
durante la década del 60 ................................................................................. 47
3.3. El realismo mágico en el estilo literario de Gabriel García Márquez ..................49
3.4. El pensamiento político en la obra de Gabriel García Márquez ...........................50
3.5. La cultura campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez ................51
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS DEL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO DE CIEN AÑOS DE
SOLEDAD. .................................................................................................................... 53
4.1. Metodología ..........................................................................................................54
4.2. Nivel del relato......................................................................................................56
4.2.1. Ubicación general del relato .......................................................................... 56
4.2.2. Estructura narrativa del relato ....................................................................... 58
4.2.3. Estructura conceptual del relato .................................................................... 80
4.2.4. Estructura del discurso .................................................................................. 86
4.3. Nivel del contexto .................................................................................................90
4.3.1. Contexto reflejado en el discurso .................................................................. 90
ix
4.3.2. Discurso reflejado en el contexto .................................................................. 94
4.3.3. Estilo en relación a otros contextos ............................................................... 95
4.4. Nivel ideológico ....................................................................................................96
CAPÍTULO V
CONSIDERACIONES FINALES ............................................................................ 101
Bibliografía .................................................................................................................. 105
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1: Estructura narrativa de Cien años de soledad .................................................. 79
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1: Estructura conceptual de Cien años de soledad ....................................... 85
Ilustración 2: Estructura discursiva de Cien años de soledad ........................................ 89
Ilustración 3: Estructura contextual de Cien años de Soledad ....................................... 96
Ilustración 4: Estructura ideológica de Cien años de soledad ........................................ 99
x
TEMA: Análisis del discurso social y político de Cien años de soledad de Gabriel García
Márquez. Representaciones de la cultura campesina caribeña.
Autor: Richard Alexander Salazar Basantes
Tutor: Msc. Juan Carlos Jurado Reyna
RESUMEN
El presente proyecto de investigación busca ser un aporte teórico y metodológico en el
campo de Análisis del Discurso. Este proyecto de investigación se basa en la metodología
presentada en el libro, El análisis del discurso social y político (1999), por Iván Rodrigo
Mendizábal, e igualmente en la tesis, El Análisis del discurso social y político del pueblo
montubio ecuatoriano. Caso: “El Santo Nuevo”, cuento realista de José de la Cuadra
(2018), de Francis Mieles. Las principales referencias serán los trabajos de Análisis del
Discurso de Teun Van Dijk. Además, se estudiará conceptos claves como cultura desde
la Teoría cultural de Raymond Williams y comunicación desde la Teoría de la acción
comunicativa de Jürgen Habermas, entre otros.
En base a esto se analizará la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez,
concentrándose principalmente en las representaciones de la cultura campesina caribeña
y en el discurso social y político. Se analizarán los siguientes aspectos de la obra: el nivel
del relato, donde se analizará la ubicación general, la estructura narrativa, la estructura
conceptual y la estructura de discurso de la novela; el nivel del contexto, donde se
estudiará, el contexto reflejado en el discurso y el discurso reflejado en el contexto; y, el
nivel ideológico. Todo esto con el propósito de determinar cómo la obra es, además de
una representación de la cultura campesina caribeña, un discurso social y político
producto de un análisis de la realidad latinoamericana por Gabriel García Márquez.
PALABRAS CLAVES: ANÁLISIS DEL DISCURSO / LITERATURA / CULTURA /
DISCURSO SOCIAL / CAMPESINO CARIBEÑO
xi
TOPIC: Analysis of the social and political discourse of One Hundred Years of Solitude
by Gabriel García Márquez. Representations of the Caribbean peasant culture.
Author: Richard Alexander Salazar Basantes
Tutor: Msc. Juan Carlos Jurado Reyna
ABSTRACT
The present research project seeks to be a theoretical and methodological contribution in
the field of Discourse Analysis. This research project is based on the methodology
presented in the book, The analysis of social and political discourse (1999), by Iván
Rodrigo Mendizábal, and also in the thesis, The analysis of the social and political
discourse of the Ecuadorian montubio people. Case: "The Holy New", realistic story of
José de la Cuadra (2018), by Francis Mieles. The main references will be the works of
Discourse Analysis by Teun Van Dijk. In addition, key concepts such as culture from the
Cultural Theory of Raymond Williams and communication from the Theory of the
communicative action of Jürgen Habermas, among others, will be studied. Based on this,
the work One Hundred Years of Solitude by Gabriel García Márquez will be analyzed,
concentrating mainly on the representations of the Caribbean peasant culture and on the
social and political discourse. The following aspects of the work will be analyzed: the
level of the story, where the general location, the narrative structure, the conceptual
structure and the discourse structure of the novel will be analyzed; the level of the context,
where the context reflected in the discourse and the discourse reflected in the context will
be studied; and, the ideological level. All this with the purpose of determining how the
work is, in addition to a representation of the Caribbean peasant culture, a social and
political discourse resulting from an analysis of Latin American reality by Gabriel García
Márquez.
KEY WORDS: DISCOURSE ANALYSIS / LITERATURE / CULTURE / SOCIAL
DISCOURSE / CARIBBEAN PEASANT
1
INTRODUCCIÓN
Los estudios comunicacionales que se han realizado en la última década, desde diferentes
enfoques, teorías y paradigmas, han demostrado cómo la comunicación es un campo
interdisciplinario y complejo, que está en constante transformación y evolución. La
comunicación atraviesa todos los campos de la vida, ya que es un constante intercambio
de información y conocimientos que adquiere el sujeto producto de su interacción dentro
de una sociedad llena de significados. Como menciona Erick Torrico: “Lejos de
considerar a la Comunicación una súper-disciplina o peor aún una subdisciplina, se la
puede asumir más bien como un campo (inter)disciplinario autónomo.” (Torrico, 2010,
pág. 22-23). Esto se debe a que se da la convergencia e interacción de diversas disciplinas
en este campo.
El planteamiento de la comunicación como un campo interdisciplinario es lo que permite
estudiarla desde varias perspectivas. Por consiguiente, el presente trabajo se concentrará
en realizar un estudio comunicacional desde una perspectiva cultural, enfocada en
examinar una obra literaria. El Análisis del discurso social y político de Cien años de
soledad de Gabriel García Márquez será el tema de esta investigación. El objetivo
principal será analizar las representaciones de la cultura de las comunidades campesinas
caribeñas en el discurso social y político de la obra.
El Análisis del Discurso es la metodología que se implementará para realizar esta
investigación, ya que permite el estudio sistemático del discurso escrito o hablado como
forma de uso de la lengua o como hecho de comunicación y de interacción, en sus
diferentes contextos cognitivos, sociales, políticos, históricos y culturales. Para analizar
la creación de sentidos en los discursos de una obra literaria, es necesario partir del
Análisis Crítico del Discurso (ACD), que se ha dedicado “a estudiar los textos y el habla
y que emerge de la crítica lingüística, la crítica semiótica y, en general, del modo
sociopolítico consciente y oposicionista en que se investigan el lenguaje, el discurso y la
comunicación.” (Van Dijk, 1997, pág.15).
Dentro del ACD se debe tomar un enfoque amplio y multidisciplinar que abarque diversas
características que se concentran en una obra literaria. Por esto se implementará la
metodología planteada en el libro El Análisis del discurso social y político (1999), de Iván
2
Rodrigo Mendizábal en base a los planteamientos de Teun Van Dijk, donde propone que
el Análisis del discurso político (ADP) estudia las formas de reproducción del poder
político.
Este tipo de análisis permite estudiar la generación, proyección e incidencia de los
discursos presentes en Cien años de soledad. La obra presenta un discurso social y
político, que, en sus representaciones de la cultura campesina del caribe construye
sentidos. Así mismo posee características propias de una obra literaria, que deben ser
estudiadas desde una perspectiva multidisciplinaria. Esta característica de la literatura es
primordial, para que el estudio a realizar, ya que se debe considerar aspectos diversos
dentro del análisis del discurso para mostrar como la obra puede ser parte de las
propuestas que se postulan desde los estudios de Análisis Crítico del Discurso. Sobre los
cuales Van Dijk menciona:
Los estudios de ACD, por otra parte, se esfuerzan en formular o mantener una perspectiva
global de solidaridad para con los grupos dominados, por ej. Formulando propuestas
estratégicas que ejerzan y desarrollen un contrapoder y una contraideología cuando se dé
la práctica de la confrontación y de la resistencia (Van Dijk, 1997, pág. 17).
Entonces, se busca mostrar cómo esta novela puede ser un discurso en contraposición a
la ideología dominante. Gabriel García Márquez ha plasmado en la discursividad crítica
de su obra, Cien años de soledad, una representación de la cultura campesina caribeña,
mostrando también su pensamiento social y político. Esto es consecuente con el momento
histórico que se estaba viviendo: el triunfo de la Revolución cubana, la Guerra Fría, el
crecimiento del socialismo en América Latina, la revolución literaria del boom
latinoamericano gestionada por grandes editoriales, la creación de revistas literarias.
Todo esto será importante para entender los discursos que se inscriben en la obra.
La presente investigación parte de la siguiente interrogante: ¿Cómo se construye el
discurso social y político, y como se representa la cultura campesina caribeña en la
obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez? Para responder a esta pregunta
de investigación se realizará un estudio analítico y multidisciplinario, como previamente
se ha mencionado, para así descubrir los discursos sociales y políticos y las
representaciones de la cultura campesina caribeña que se inscriben en la obra.
En un primer capítulo, se estudiará los conceptos principales, a saber, comunicación y
cultura. Esto permitirá proponer definiciones en torno a las que girará todo el trabajo.
3
Posteriormente, se analizará la interrelación de estos dos campos, específicamente en la
construcción de significados en la sociedad. Después se concentrará en la producción de
sentidos y representaciones desde la literatura.
En un segundo capítulo, serán estudiadas diferentes visiones sobre el discurso. Después
se procederá a plantear la cuestión del discurso social y político, su naturaleza y sus
particularidades. Estudiadas principalmente por el investigador holandés, Teun Van Dijk,
para posteriormente determinar cómo la literatura puede consolidarse como discurso
social y político.
En un tercer capítulo, se estudiará el contexto y el estilo del autor de la obra, Gabriel
García Márquez, comenzando por estudiar el momento del boom latinoamericano y la
importancia del escritor colombiano en dicho fenómeno literario. Después se analizará
las representaciones culturales que se generan dentro de su estilo literario, el realismo
mágico. Para posteriormente analizar la influencia de la cultura campesina caribeña en su
obra.
En un cuarto capítulo, se procederá a realizar el análisis del discurso de la obra Cien años
de soledad, partiendo de la propuesta metodológica realizada por Iván Rodrigo
Mendizábal, fundamentada en los trabajos de Teun Van Dijk, también utilizada en la tesis
de pregrado, El Análisis del discurso social y político del pueblo montubio ecuatoriano.
Caso: 'El Santo Nuevo', cuento realista de José de la Cuadra, de Francis Mieles.
Comenzando por analizar el nivel del relato: la ubicación general del relato, la estructura
narrativa, estructura conceptual y estructura de discurso. Después se analizará el nivel del
contexto: el contexto en el discurso y el discurso en el contexto. Finalmente se estudiará
el nivel ideológico.
Para concluir se formularán ciertas consideraciones finales propias sobre el estudio
realizado. Con el objetivo de exponer lo aportado al desarrollo de los estudios
comunicacionales, específicamente en los estudios de análisis del discurso en obras
literarias.
4
CAPÍTULO I
1. COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD
Los estudios comunicacionales antiguamente estaban concentrados en los medios de
comunicación. Sin embargo, en las últimas décadas, específicamente en América Latina,
se ha desarrollado estudios que vinculan el nexo entre comunicación y cultura. García
Canclini menciona que “pensar los procesos de comunicación desde ahí, desde la cultura,
significa dejar de pensarlos desde las disciplinas y desde los medios. Significa romper
con la seguridad que proporcionaba la reducción de la problemática de comunicación a
la de las tecnologías.” (García Canclini, 1995, pág. 227). Esto ha permitido que se amplié
el campo de estudio de la comunicación. Ahora se puede plantear los estudios
comunicacionales desde una perspectiva cultural donde se busca analizar en procesos o
producciones culturales los discursos que se están exponiendo y que tendrán incidencia
en la sociedad.
La comunicación y la cultura son dos campos que están interrelacionados, pues la cultura
se expresa a través de discursos comunicacionales, y la comunicación se produce dentro
de un contexto cultural, porque “toda forma de comunicación es, de antemano, una
expresión cultural, ya que cada uno de los lenguajes de las personas que conforman una
comunidad evidencian la forma como intercambian ideas, establecen contactos, inician
las relaciones, formalizan normas de comportamiento.” (Ulloa Tapia, 2007, pág. 20). La
cultura se sirve de la comunicación para producir discursos capaces de ser interpretados,
y que, a la larga, tendrán incidencia dentro de la vida social que se genera en una
comunidad.
Por tal motivo, se comenzará definiendo qué se entiende por cultura y por comunicación.
Estas definiciones permitirán explicar la interrelación que existe entre ambos campos,
para posteriormente determinar cómo se producen sentidos en la vida social. Todo esto
con el objetivo de entender cómo las producciones culturales están cargadas de discursos
que ayudan a establecer formas de vida social y a generar la estructura social de una
sociedad. Después, el estudio se concentrará en la literatura, para entender cómo esta
produce sentidos, y la importancia de su producción, influencia e interpretación, así como
en el rol que puede cumplir en la sociedad
5
1.1.Cultura
Raymond Williams, plantea que, la cultura es “un ‘proceso social total’ en el que los
hombres definen y configuran sus vidas.” (Williams, 1977, pág. 148). La cultura es una
facultad de las personas, un proceso social total que va cambiando y se construye y
expresa en las actividades y elementos que poseen materialidad. Así mismo en prácticas
que son susceptibles de institucionalizase. La cultura es una representación y
autorrepresentación de la sociedad y de los individuos por la instauración de
discursividades presentes en las obras culturales, las cuales también tienen incidencia en
la estructuración de la vida social.
El término cultura tuvo un desarrollo en relación a diferentes momentos históricos de la
humanidad. En la Edad Antigua se lo relacionaba con la categoría de “civilización”, como
contraposición a la categoría de “barbarie”. Posteriormente, en la Edad Media estuvo
ligado a las prácticas de las clases altas de la sociedad. Y, en la Edad Moderna se lo asocia
a una dimensión existencial del ser humano, ya que “La ‘cultura’, o más específicamente
el ‘arte’ y la ‘literatura’ […] eran considerados como el registro más profundo, el impulso
más profundo y el recurso más profundo del ‘espíritu humano’.” (Williams, 1977, págs.
25-26). En la actualidad esta concepción se ha mantenido, con diferentes variantes en
torno a las posturas de diferentes escuelas del pensamiento.
1.1.1. La Teoría cultural de Raymond Williams
Raymond Williams, en su Teoría cultural (1977), explica el rol de la cultura en la
configuración de la sociedad, para lo cual plantea una relectura de la teoría marxista.
Comienza mostrando cómo la concepción del término cultura se limitó a enfrascarla
dentro de lo que se conoce como superestructura, debido a que se produjo una historia
cultural dependiente, secundaria y superestructura. Esto derivó en un universalismo
abstracto del término “cultura” y se redujo su importancia como rasgo principal para el
análisis marxista de la sociedad.
El análisis de la sociedad desde el Marxismo se concentra principalmente en el estudio
de la estructura (la base de la sociedad donde se desarrollan las relaciones sociales) y la
superestructura (conjunto ideológico de estructuras mentales que permiten el proceso de
dominación de clase). Ante esto, Williams criticó la forma en que muchos estudios
marxistas han separado estos dos pilares de la sociedad, y no se ha tomado en cuenta la
6
interrelación de ambos, para lo cual la cultura es un eje transversal. Debido a que no son
la base y la superestructura las que necesitan ser estudiadas, sino los procesos específicos
donde la relación es ejercida por la idea de “determinación”. Estudiar esos procesos
permite entender la “determinación” de los roles sociales que se da en la jerarquización
de “clases” en la sociedad capitalista.
La “determinación”, desde la doctrina marxista, es un concepto utilizado para plantear la
forma en que los sujetos son sometidos a presiones para ser dominados. Williams propone
que “el concepto pleno de la determinación resulta fundamental, ya que en la práctica la
determinación nunca es solamente la fijación de límites; es asimismo el ejercicio de
presiones.” (Williams, 1977, pág. 107). Dentro de la constitución de la sociedad los
individuos van a ejercer presiones al proceso de determinación. Esto se da en gran medida
desde el ámbito cultural, ya que, mediante la cultura se da una proliferación de discursos
críticos. Sobre esto Williams indica que:
La ‘sociedad’ nunca es solamente una ‘cáscara muerta’ que limita la realización social e
individual. Es siempre un proceso constitutivo con presiones muy poderosas que se
expresan en las formaciones culturales, económicas y políticas y que, para asumir la
verdadera dimensión de lo ‘constitutivo’, son internalizadas y convertidas en ‘voluntades
individuales’ (Williams, 1977, pág. 107).
La determinación de los roles sociales, no se da por un modo de producción ni por una
psicología abstracta que permite el proceso de dominación de clase, sino más bien se halla
en el proceso social, debido a que los seres humanos toman conciencia de su realidad y
constituyen su identidad mediante la producción de significados, expresados
principalmente en la cultura.
1.1.2. El proceso cultural y el rol del arte
Williams redefine a las fuerzas productivas como cada uno de los medios de la
producción y reproducción de la vida real. Esto lo hace con el objetivo de mostrar como
la producción no se limita solo al proceso económico, sino en todo el proceso social total
de la vida de los seres humanos. Debido a que en este proceso “nos creamos a nosotros
mismos y producimos nuestras sociedades; y es dentro de estas formas variables y en
desarrollo donde se realiza la propia ‘producción material’.” (Williams, 1977, pág. 111).
7
Los seres humanos no producen solo mercancías materiales, sino que también producen
otro tipo de mercancías, que vienen cargadas de “poder simbólico”, como las artes, las
ideas, la estética o la ideología. Todas ellas son “prácticas reales, elementos de un proceso
social material total; no un reino o un mundo o una superestructura, sino una numerosa
serie de prácticas productivas variables que conllevan intenciones y condiciones
específicas.” (Williams, 19977, pág. 114). Estas prácticas tendrán mayor incidencia en
la configuración de la sociedad, ya que existe una conexión indisoluble entre la
producción material, las actividades, las instituciones políticas y culturales con la
conciencia de los individuos.
Williams concibe al arte no como lo que refleja las apariencias de la sociedad; sino “la
‘realidad’ que se halla tras ellas: la ‘naturaleza interior’ del mundo o sus ‘formas
constitutivas’; y puede ser entendido también como reflejo no del ‘mundo inanimado’,
sino del mundo tal como es visto en la mente del artista.” (Williams, 1977, pág. 115). El
arte no refleja la “realidad social”, pero si constituye pensamientos y posturas sobre lo
que pasa en la realidad, por la ideología1 que expone el autor en su obra. A su vez, la
ideología ayuda a configurar la estructura social en la que se desarrollan los individuos
miembros de una sociedad.
1.1.3. El proceso cultural y la hegemonía
La producción cultural está atravesada por la hegemonía2, que es una serie de ideas que
se justifican en la práctica. La hegemonía está presente en la cultura, ya que es un
elemento que se utiliza para que se produzca el dominio y subordinación de clase. Sin
embargo, la práctica cultural, en un nivel personal, permite que las personas configuren
su vida y construyan su identidad. Debido a que se hallan entre los procesos básicos de la
autoformación del individuo. Antonio Gramsci planteó una distinción entre dominio y
hegemonía:
El ‘dominio’ se expresa en formas directamente políticas y en tiempos de crisis por medio
de una coerción directa o efectiva. Sin embargo, la situación más· habitual es un complejo
entrelazamiento de fuerzas políticas, sociales y culturales; y la «hegemonía», según las
1 La ideología es “el proceso general de la producción de significados e ideas.” (Williams, 1977, pág. 71). 2 El concepto de hegemonía se refiere a la forma “en la que un sistema de significados y valores constituye
la expresión o proyección de un particular interés de clase.” (Williams, 1977, pág. 129).
8
diferentes interpretaciones, es esto o las fuerzas activas sociales y culturales que
constituyen sus elementos necesarios (Gramsci en Williams, 1977, pág. 129).
La hegemonía es un sistema que constantemente va a estar cambiando y acoplándose a
las nuevas condiciones de la sociedad para mantener el dominio de clase. Sin embargo,
“la realidad de toda hegemonía, en su difundido sentido político y cultural, es que,
mientras que por definición siempre es dominante, jamás lo es de un modo total o
exclusivo.” (Williams, 1977, pág. 135). Por eso es que desde la cultura se crean ideas,
que, aunque son afectadas por los límites y presiones hegemónicas pueden constituir
rupturas de la misma, ya que pueden ser neutralizadas, reducidas o incorporadas, o incluso
desde un elemento más activo pueden ser independientes y originales.
1.1.4. Elementos constitutivos del proceso cultural
El proceso cultural se conforma por el accionar de tres elementos: tradición, instituciones
y formaciones. La tradición es la expresión más fuerte y dominante de los límites
hegemónicos. El autor habla de una tradición selectiva que es “una versión
intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente preconfigurado,
que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e
identificación cultural y social.” (Williams, 1977, pág. 137). Esta tradición selectiva
privilegia ciertos significados y prácticas, y desconoce otros. La tradición constituye un
aspecto central, de la organización social y cultural, para el control de una clase
dominante, y se establece con la formación de instituciones.
Las instituciones son organismos sociales que establecen las tradiciones selectivas por un
proceso de “autoidentificación con las formas hegemónicas; una ‘socialización’
específica e internalizada de la que se espera que resulte positiva pero que, si ello no es
posible, se apoyará en un (resignado) reconocimiento de lo inevitable y lo necesario.”
(Williams, 1977, pág. 141). Sin embargo, la cultura no se limita a la suma de sus
instituciones ya que existen constantes debates en torno a ella, específicamente desde los
grupos sociales, como las formaciones.
Las formaciones “son más reconocibles como tendencias y movimientos conscientes
(literarios, artísticos, filosóficos o científicos) que normalmente pueden ser distinguidos
de sus producciones formativas.” (Williams, 1977, pág. 141). Las formaciones son
9
contraposiciones a las instituciones, y en ciertas sociedades pueden llegar a tener un rol
importante como actores sociales.
1.1.5. Elementos históricos del proceso cultural
El proceso cultural se establece sobre la base de tres elementos históricos: lo dominante,
lo residual y lo emergente. Desde lo dominante “un proceso cultural es considerado un
sistema cultural que determina rasgos dominantes.” (Williams, 1977, pág. 143). No
obstante, lo rasgos dominantes de un proceso cultural no pueden ser completos, ya que,
en el análisis histórico se puede reconocer la existencia de complejas interrelaciones entre
actores sociales, los que generan y apoyan a la cultura dominante y los que se contraponen
a ella. No existe una cultura dominante total, ya que existen otros elementos históricos
del proceso cultural
El elemento residual se diferencia de la cultura dominante, ya que se remite al elemento
histórico que “ha sido formado efectivamente en el pasado, pero todavía se halla en
actividad dentro del proceso cultural; no sólo […] como un elemento del pasado, sino
como un efectivo elemento del presente.” (Williams, 1977, pág. 144). Ciertas
experiencias, significados y valores de una cultura pasada son practicados en
contraposición a los de una cultura dominante. A pesar de esto, la cultura dominante
limita la práctica residual, a través de la tradición selectiva que genera lo activamente
residual mediante la reinterpretación, la disolución, la proyección, la inclusión y la
exclusión discriminada de los elementos residuales.
El elemento emergente, por su parte, se contrapone totalmente a la cultura dominante. El
concepto de lo emergente se refiere a “los nuevos significados y valores, nuevas prácticas,
nuevas relaciones y tipos de relaciones que se crean continuamente.” (Williams, 1977,
pág. 145). Lo emergente depende del surgimiento y adopción de nuevas formas en el
proceso cultural. Así Williams llega a la conclusión de que:
Lo que realmente debe decirse, como modo de definir los elementos importantes, o lo
residual y lo emergente, y como un modo de comprender el carácter de lo dominante, es
que ningún modo de producción y por lo tanto ningún orden social dominante y por lo
tanto ninguna cultura dominante verdaderamente incluye o agota toda la práctica humana,
toda la energía humana y toda la intención humana (Williams, 1977, pág. 147).
10
El autor menciona que para entender el surgimiento de una cultura emergente distinta de
lo dominante y lo residual, es necesario concentrarse en una premergencia activa e
influyente, por lo que se debe examinar las estructuras del sentir.
1.1.6. Estructuras del sentir
Las estructuras del sentir son “experiencias sociales en solución, a diferencia de otras
formaciones semánticas sociales que han sido precipitadas y resultan más evidente y más
inmediatamente aprovechables.” (Williams, 1977, pág. 156). Las estructuras del sentir
permiten que las formas sociales de concebir la vida intervengan en las formas
individuales, específicamente desde la conciencia práctica. Esta es una hipótesis de
Raymond Williams para explicar cómo los elementos sociales y los elementos
individuales son vividos y sentidos activamente. La cultura no es algo estático y pasado,
sino algo activo y vívido. Dentro de esto, el autor le da gran relevancia al arte y a la
literatura, ya que:
La idea de una estructura del sentimiento puede relacionarse específicamente con la
evidencia de las formas y las convenciones -figuras semánticas- que, en el arte y 1a
literatura, se hallan a menudo entre las primeras indicaciones de que se está formando una
nueva estructura de este tipo (Williams, 1977, pág. 157).
Sin embargo, no todo el arte es parte de esta estructura del sentir, ya que la mayoría se
relacionan con formaciones sociales dominantes o residuales; solo las formaciones
emergentes son con las que la estructura del sentimiento se relaciona como solución. El
arte puede generar estructuras del sentir cuando se producen desde una cultura emergente
que se oponga al dominio de la cultura dominante y que genere nuevos discursos sociales.
La teoría cultural de Raymond Williams demuestra cómo la cultura es un proceso social
total que tiene incidencia en la constitución de la identidad de los sujetos y en la
configuración de la sociedad, y, cómo desde las producciones culturales los individuos
generan discursos que exponen ideas sobre el mundo y la vida para establecer o
deconstruir estructuras mentales y materiales de la sociedad. Esto muestra la importancia
social del arte, para que sea estudiado y analizado como factor constitutivo del mundo, al
ser un elemento transversal de la vida humana.
11
1.2. Comunicación
Jürgen Habermas define a la comunicación desde la acción comunicativa como “la
interacción de a lo menos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción que entablan una
relación interpersonal. […] para poder así coordinar de común acuerdo sus planes de
acción y con ello sus acciones.” (Habermas, 1981a, pág. 124). La comunicación es un
proceso continuo, que se desarrolla conjuntamente a los cambios del entorno y de los
sujetos. Se materializa en el intercambio de símbolos, comprendidos dentro de un mismo
universo cultural. La comunicación es el principal elemento de interacción social y ayuda
a constituir la estructura social.
Las diferentes Matrices teóricas3 han estudiado la comunicación desde diferentes
perspectivas y enfoques concentrándose en los paradigmas que rigen determinadas
Escuelas del Pensamiento. Existen diferentes definiciones y modelos de comunicación
haciendo que el estudio de la misma deba ser complejo y abarcativo. Sin embargo, lo que
en la actualidad se ha enfocado, es, estudiar a la comunicación como un campo
interdisciplinario cuya utilización y funcionamiento tienen un rol central en la
estructuración de la sociedad.
1.2.1. La Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas
Jürgen Habermas, en su Teoría de la acción comunicativa (1981), busca construir una
teoría de la sociedad, con base en la comunicación, la cual está enfocada en tres propósitos
claves: 1) desarrollar un concepto de racionalidad que no esté limitado por las premisas
subjetivistas e individualistas de la filosofía y la teoría social moderna; 2) construir un
concepto de sociedad en dos niveles, integrando los paradigmas “sistema” y “mundo de
la vida”; y, 3) bosquejar una teoría crítica de la Modernidad. El autor se enfoca
principalmente en explicar cómo en la Modernidad la interacción social se produce, en
gran medida, por la comunicación como una dimensión de la praxis humana.
Para Habermas, el lenguaje es el elemento principal para la acción social, ya que este es
un medio de entendimiento en el que los individuos se refieren “desde el horizonte
preinterpretado que su mundo de la vida representa, simultáneamente a algo en el mundo
3 Erick Torrico (2010) plantea en su libro Comunicación: de las matrices a los enfoques, expone las
principales matrices teóricas que han estudiado la comunicación: Funcionalismo, Estructuralismo,
Marxismo y Sistemismo.
12
objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo, para negociar definiciones de la
situación que puedan ser compartidas por todos.” (Habermas, 1981a, págs. 137-138). La
comunicación es el elemento central en la Teoría de la acción comunicativa, ya que el
autor integra la filosofía del lenguaje con su explicación sociológica de una teoría crítica
de la Modernidad.
1.2.2. La racionalidad en la Teoría de la acción comunicativa
Jürgen Habermas inicia su teoría analizando el concepto de racionalidad. Anteriormente,
la filosofía estudiaba la racionalidad en torno a las opiniones y acciones de los individuos.
Contra esto el autor busca realizar un análisis más amplio desde la dimensión social,
centrado, principalmente, en el fenómeno de la comunicación dentro de la interacción
humana. Esto genera que la repuesta de Habermas a la decadencia del “paradigma de la
conciencia” sea el “paradigma del lenguaje”, entendiendo el lenguaje como un elemento
de acción social. Desde este análisis, la interacción social producida por la comunicación
permite el consenso entre individuos. Como menciona Habermas:
Si partimos de que la especie humana se mantiene a sí misma a través de las actividades
socialmente coordinadas de sus miembros, y que esa coordinación ha de establecerse
mediante comunicación -y en ciertas esferas de la vida, mediante a una comunicación
enderezada a un consenso- entonces la reproducción de la especie requiere también el
cumplimiento de las condiciones de una racionalidad inmanente a la acción comunicativa
(Habermas, 1991a, pág. 532).
El autor expone que la capacidad que tienen los seres humanos para comunicarse tiene
un núcleo universal, estructuras básicas y reglas fundamentales que todos dominamos. Al
hablar nos ponemos en contacto con el mundo físico, con los demás sujetos y con nuestras
intenciones, sentimientos y deseos, pero siempre los seres humanos están estableciendo
pretensiones que pueden ser resueltas mediante un acuerdo mutuo. Precisamente es “a la
experiencia de llegar a un entendimiento mutuo en una comunicación libre de coacciones
a la que Habermas mira para desarrollar su idea de racionalidad.” (McCarthy, 1998, pág.
450). Para llegar a un acuerdo se hace uso de la razón. Esto permite el reconocimiento
intersubjetivo de pretensiones de validez susceptibles de crítica, y a esto es a lo que se
refiere al autor con racionalidad.
La argumentación es la forma mediante la que se comprueba si una acción es correcta, o
no. Habermas menciona que: “La racionalidad inmanente a la práctica comunicativa
13
cotidiana remite, pues, a la práctica de la argumentación como instancia de apelación que
hace posible continuar la acción comunicativa con otros medios cuando un desacuerdo
ya no puede ser absorbido por las rutinas cotidianas.” (Habermas, 1991a, págs. 37-38).
Ya que las pretensiones de validez son susceptibles de crítica, es posible que se pueda
identificar y corregir sus errores; esto, llevado a un plano reflexivo, permite que se
generen formas de argumentación que puede transmitirse y desarrollarse en una tradición
cultural, y precisamente en esta conexión con tradiciones culturales e instituciones
sociales que la Teoría de la acción comunicativa es utilizable como teoría social.
1.2.3. El mundo de la vida en la Teoría de la acción comunicativa
Jürgen Habermas crítica el triunfo de la razón, ya que este no trajo consigo un reino de la
libertad, sino más bien el dominio de las fuerzas económicas y de la administración
burocrática, por lo cual plantea que la Teoría crítica debe plantearse el cambio del
paradigma de la filosofía de la conciencia por el de la acción comunicativa. Para que esto
se produzca deben darse dos pasos: 1) Pasar del concepto teleológico de acción a los
conceptos de acción comunicativa y mundo de la vida; y 2) articular la perspectiva de
“mundo de la vida” con la perspectiva de “sistema”. Habermas utiliza ciertos postulados
de Georges Herbert Mead (1968) para explicar la construcción del “yo”, pero lo relaciona
con la constante interacción social, de la siguiente manera:
Habermas muestra que los procesos de individualización son simultáneamente procesos
de socialización (y viceversa), que las motivaciones y repertorios de comportamiento
quedan simbólicamente reestructurados en el curso de la formación de la identidad , que
las intenciones e intereses, los deseos y sentimientos individuales no son esencialmente
privados, sino que están ligados al lenguaje y la cultura, y que, por consiguiente, son
esencialmente susceptibles de interpretación discusión y cambio (McCarthy, 1998, pág.
460).
Para el autor, la identidad de los individuos se genera en torno a la capacidad para
realizarse uno mismo bajo las condiciones de una intersubjetividad comunicativamente
compartida. Anteriormente existía una conciencia colectiva, generada desde lo sacro, que
constituía la identidad del grupo. Sin embargo, las funciones sociales que cumplían la
práctica ritual y el simbolismo religioso ahora son producidas desde el campo de la acción
comunicativa. La lingüístización de lo sacro significó la racionalización del mundo de la
vida. La idea de mundo de la vida es un complemento necesario en la acción
14
comunicativa, ya que esta idea está ligada “al concepto de sociedad; y al dirigir nuestra
atención al ‘horizonte formador de contexto’ en que se halla encuadrada la acción social,
nos aparta un paso más de los sesgos subjetivistas que caracterizan la teoría social
moderna.” (McCarthy, 1998, pág. 464).
Habermas busca plantear un concepto multidimensional de mundo de la vida, ya que este
se reproduce simbólicamente. El mundo de la vida puede ser concebido como “un acervo
culturalmente transmitido y lingüísticamente organizado de patrones de interpretación.”
(McCarthy, 1998, pág. 465). Este acervo provee a los actores de convicciones que pueden
generar la negociación de definiciones comunes de las situaciones. El término mundo de
la vida tiene un sesgo culturalista, sin embargo, no solo se limita a esto, debido a que los
órdenes institucionales y las estructuras de la personalidad también son parte de él.
Habermas busca plantear una teoría general de la sociedad a base de las categorías de
acción comunicativa y mundo de la vida.
1.2.4. La teoría crítica de la Modernidad de Jürgen Habermas
Jürgen Habermas plantea una teoría de la sociedad desde la acción comunicativa y el
mundo de la vida. Para lo cual integra dos pensamientos. Primero, que la sociedad es el
mundo de la vida de un grupo social, donde las acciones se coordinan a través del acuerdo
entre los miembros. Segundo, que la sociedad es un sistema que se regula a sí mismo,
donde las acciones se coordinan a través de interconexiones funcionales de las
consecuencias de las acciones. Y, a partir de la integración de estas dos perspectivas, es
que define a la sociedad como “un ‘sistema que tiene que satisfacer las condiciones de
mantenimiento propias de mundos socioculturales de la vida’, o como un ‘plexo de acción
sistemáticamente estabilizado de grupos sociales integrados socialmente’.” (Habermas,
1991b, pág. 468).
La categoría de mundo de la vida se problematiza debido a la racionalización de la misma,
y en ciertos ámbitos el lenguaje deja de ser el que coordina las acciones, dándoles paso a
medios de control deslingüístizados, parte del control sistemático de la sociedad. Como
explica Habermas: “El mundo de la vida racionalizado posibilita el nacimiento y
crecimiento de subsistemas cuyos imperativos autonomizados reobran destructivamente
sobre ese mismo mundo.” (Habermas, 1991b, pág. 277). El mundo de la vida queda
subordinado al control imperativo del sistema político-económico que “penetra con más
profundidad aún en la reproducción simbólica del mundo de la vida, empujando cada vez
15
más esferas de la interacción comunicativamente estructurada hacia el torbellino del
crecimiento capitalista. (McCarthy, 1998, pág. 476).
Jürgen Habermas finaliza su teoría crítica de la Modernidad, explicando cómo, a pesar de
que el sistema del capitalismo avanzado ha establecido formas de dominio en la
interacción social y el mundo de la vida, existen formas de contraponerse por la misma
acción comunicativa desde los ámbitos culturales. Esto se da debido a que:
Los nuevos conflictos surgen más bien en ámbitos de la reproducción cultural, la
integración social y la socialización; se desarrollan en formas de protestas
subinstitucionales, y en todo caso extraparlamentarias; y en el déficit subyacente se refleja
una cosificación de ámbitos de acción comunicativamente estructurados, a la que no se
puede hacer frente a través de los medios, dinero y poder. Pues no se trata primariamente
de compensaciones que el estado social pueda otorgar, sino de la defensa y restauración
de formas de vida en peligro o de la implantación de formas de vida reformadas
(Habermas, 1991b, pág. 576).
En relación a esto se puede hablar de los discursos innovadores que se exponen por los
nuevos movimientos sociales que han surgido: el movimiento pacifista, el movimiento
feminista, entre otros, que han tenido han mantenido viva la acción social y han tenido
gran importancia para la configuración de la sociedad. Sobre esto, Habermas sostiene
que: “Una adecuada clasificación, comprensión y evaluación de esta confusa variedad de
‘nuevos movimientos sociales’ requiere la adopción de la perspectiva teórica de la
‘colonización interna del mundo de la vida’.” (McCarthy, 1998, pág. 477). La acción
comunicativa es, por lo tanto, un elemento primordial para un cambio social.
La Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas muestra cómo en la
Modernidad el principal elemento de interacción social es la comunicación, ya que este
puede generar acción social. La acción comunicativa permite la configuración y
desarrollo de la sociedad por parte de los individuos y también es un elemento importante
para los cambios que se produzcan en la sociedad.
1.3. Interrelación comunicación-cultura
La interrelación entre comunicación-cultura se puede establecer debido a que la cultura
es un campo que se sirve de la comunicación para su producción, transmisión,
interpretación y subsistencia por la generación de símbolos y discursividades; y, la
comunicación es posible cuando los individuos comparten un mismo universo cultural.
16
Esta interrelación se materializa, de forma más importante, en la generación de la
interacción social y en la constitución de la estructura social, que es la base fundamental
para que se establezca, desarrolle y configure una sociedad. Esto se puede evidenciar en
las siguientes tres teorías:
1.3.1. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría del
interaccionismo simbólico de George H. Mead
Los sujetos plasman, en los discursos presentes en sus producciones culturales,
significados que pueden ser leídos e interpretados por otras personas. Esto se puede
observar inicialmente desde los estudios psicológicos de George H. Mead (1968), en la
Teoría de la Interacción Simbólica (TIS). El autor menciona que los individuos
construyen significado por medio del proceso de comunicación, ya que el significado se
construye interpretativamente entre las personas que fabrican los significados, es decir
que es necesario un consenso entre todos para que se genere un significado.
Mead plantea que el significado solo puedes existir cuando las personas comparten las
interpretaciones de los símbolos que intercambian en esta interacción. Los significados
deben ser leídos e interpretados en un mismo universo cultural, ya que las personas están
influenciadas por el proceso social-cultural. Es decir, que la interacción social se
constituye por el constante flujo de significados que se generan por la interacción
simbólica.
La interacción simbólica (IS), mediante el constante flujo de significados, permite la
interacción social; y “la estructura social se establece mediante la interacción social.”
(West & Turner, 2005, pág. 86). En el mundo los seres humanos generan una gran gama
de discursos para manifestar sus posturas ante la vida y la sociedad; y estas posturas van
a ser puestas a discusión con los demás individuos. Esto permite que los seres humanos,
a través de la interacción simbólica, puedan generar procesos sociales que desafíen la
visión de que la estructura social es invariable y puedan modificar la sociedad misma.
La interacción comunicación-cultura, a la que se hace referencia, se puede mostrar de
manera que la cultura es el marco y la comunicación el eje transversal para la constitución
de la interacción social. Uno de los primeros en explicar esto fue George H. Mead, que
definía a la sociedad como “la red de relaciones sociales que crean los humanos […] La
sociedad existe antes que el individuo, pero también es creada y conformada por el
17
individuo, actuando concertadamente con otros.” (Mead en West & Turner, 2005, pág.
89). Por lo tanto, para que se produzca el proceso material y simbólico de la construcción
de la sociedad por parte de los sujetos, es indispensable la interrelación entre
comunicación y cultura.
1.3.2. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría de la acción
comunicativa de Jürgen Habermas
Jürgen Habermas, en la Teoría de la acción comunicativa, expone que la sociedad se
configura por unidades mínimas de acción4. Sin embargo, estas acciones no son
producidas por individuos aislados, sino por individuos que mediante procesos
comunicativos definen acciones mínimas, significativas y simbólicamente estructuradas.
La cultura, reproducida a través de la acción comunicativa, cumple un rol determinante
en la generación del mundo de la vida5. El mundo de la vida provee a los actores de
convicciones del contexto de la sociedad para negociar de definiciones comunes de las
situaciones.
Habermas plantea que, en la Modernidad, la racionalidad cambió el poder cultural
simbólico de lo sacro, por el poder lingüístico cultural que se constituye por la acción
comunicativa; y esto cambió la forma en que se configura la sociedad. La acción
comunicativa ayudó a que se generen nuevas formas culturales de concepción del mundo
y de la vida, de tal manera se puede considerar a la interrelación comunicación-cultura
como un eje central de la constitución de la sociedad. Esto lo explica Habermas de la
siguiente forma:
Bajo el aspecto funcional de entendimiento la acción comunicativa sirve a la tradición y
a la renovación del saber cultural; bajo el aspecto de coordinación de la acción sirve a la
integración social y a la creación de solidaridad; bajo el aspecto de socialización,
finalmente, la acción comunicativa sirve a la formación de identidades personales
(Habermas, 1981b, pág. 208)
La acción comunicativa permite que se generen procesos sociales y es el medio adecuado
para la reproducción simbólica del mundo de la vida. Debido a que a los diferentes
4 Esta idea la plantea desde los planteamientos de George H. Mead (1968), pero Habermas hace otro
enfoque. 5 “El mundo de la vida es presentado como un ‘acervo culturalmente transmitido y lingüísticamente
organizado de patrones de interpretación’.” (McCarthy, 1987, pág. 465)
18
componentes estructurales del mundo de la vida “(cultura, sociedad, personalidad)
corresponden procesos de reproducción (reproducción cultural, integración social,
socialización) basados en los diferentes aspectos de la acción comunicativa
(entendimiento, coordinación, socialización), aspectos que están enraizados en los
componentes estructurales de los actos de habla (proposicional, ilocucionario,
expresivo).” (McCarthy, 1987, pág. 466).
La interrelación entre comunicación-cultura en la teoría de Habermas se puede observar
en la forma que los seres humanos, a través de la acción comunicativa, generan
movimientos culturales, que se enfrentan a los ejes de dominio cultural del sistema
capitalista. Estos movimientos culturales buscan generar un cambio social y cultural
mediante la colonización interna del mundo de la vida. Esto se da porque “los nuevos
conflictos no surgen en torno a problemas de distribución, sino en torno a problemas
concernientes a la gramática de las formas de la vida.” (Habermas, 1991b, pág. 576). La
interrelación de estos dos campos permite que los sujetos generen acción social.
1.3.3. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría cultural de
Raymond Williams
Raymond Williams considera al lenguaje como un aspecto fundamental para entender a
la cultura como un proceso social total del ser humano. Esto está relacionado con “la idea
de que los hombres habían producido su propia sociedad; idea que hemos visto es un
elemento central en el nuevo concepto de ‘cultura’.” (Williams, 1977, pág. 33). El
lenguaje podría considerarse “positivamente, una apertura del mundo y hacia el mundo
distintivamente humana y no una facultad discernible o instrumental, sino una facultad
constitutiva.” (Ibídem, 1977, pág. 36). Esta facultad del lenguaje es primordial para ser
un elemento importante en la generación de la cultura, inclusive como un proceso activo.
El lenguaje permite a los seres humanos tomar conciencia; y “la conciencia adquiere
forma y existencia en el material de los signos creados por un grupo organizado durante
el proceso de su interrelación social.” (Volóshinov en Williams, 1977, pág. 49). Esto
genera que los signos sean parte de la construcción material del mundo, debido a que “la
significación, la creación social de significados mediante el uso de signos formales, es
entonces una actividad material práctica; en verdad es, literalmente, un medio de
producción.” (Williams, 1977, pág. 51). Es decir que con el lenguaje se produce el mundo
en el que se desenvuelven los seres humanos.
19
En última instancia Williams concluye que: “a la necesaria definición de la facultad
biológica del lenguaje como constitutivo podemos agregar una definición igualmente
necesaria del desarrollo del lenguaje -que es a la vez individual y social- como histórica
y socialmente constituyente.” (Williams, 1977, pág. 58). Por lo tanto, el lenguaje es la
principal capacidad humana que permite construir lo social, como sería la cultura.
Entonces, la interrelación de estos campos se produce dentro de la producción e
interpretación de significados por parte de los sujetos, para el desarrollo de relaciones
sociales e interacción social. Igualmente, la cultura se genera, manifiesta y subsiste por
un proceso comunicativo; y, la comunicación es posible dentro de un contexto cultural
compartido. Y aún más importante la interrelación comunicación-cultura permite la
generación de la interacción social y la constitución de la estructura social que es la base
de la sociedad.
1.4. La construcción de sentidos en la vida social
Los seres humanos constantemente construyen significados para manifestar sus
pensamientos en torno a la sociedad, la vida, etc., con el objetivo de ponerlos a discusión
y de llevar a cabo acciones. La acción social es posible por la construcción de sentidos6
mediante la lectura e interpretación de los discursos que se exponen. La construcción de
sentidos en la vida social es una parte importante para la configuración y desarrollo de la
sociedad. Vizer explica que la significación surge como “expresión de la propia
existencia, y se haría manifiesta en la acción social. El sentido sería una resultante de la
pragmática de la acción humana, no del lenguaje como sistema de signos, sino del acto
de hablar en sí mismo.” (Vizer, 2003, pág. 92).
1.4.1. La comunicación en la trama de la vida social
El proceso comunicativo es un eje transversal en la construcción de la trama social. La
trama social se genera a partir de los intercambios intersubjetivos entre los sujetos que
posibilitan la expresión de una infinita multiplicidad espacial y temporal en las que se
realizan los hechos, los textos y los actos de comunicación. La trama social se construye
por la comunicación, ya que esta tiene la capacidad de generar acción en el ser humano,
esto se observa específicamente en la generación de procesos sociales que buscan cambiar
6 En este caso sentido se refiere a la forma de interpretar significados expuestos en el mundo. Esta
interpretación tendrá incidencia en la construcción de imaginarios.
20
la forma en la que se configura la sociedad. Vizer plantea que los hombres a través del
lenguaje se comunican y “creen e imaginan alternativas, observan e interpretan el mundo
y desarrollan estrategias de acción. Ésta es una función auténticamente epistemológica y
universal en cualquier sociedad humana, y se expresa en las instituciones y en la cultura.”
(Vizer, 2003, pág. 85).
1.4.2. La cultura en la trama de la vida social
La cultura también es indispensable para que se produzca la construcción de la trama
social, debido a que es “un instituyente ordenador y codificador de la praxis social y de
la producción y reproducción de bienes tanto materiales como simbólicos.” (Vizer, 2003,
pág. 212). Es decir que la cultura es el marco, en el que se producen la construcción e
interpretación de los sentidos que existen en la trama de la vida social. La interrelación
entre la cultura y la comunicación está presente en la construcción de sentidos en la trama
de la vida social. Esto se puede observar especialmente en construcción de una sociedad,
que da existencia a un mundo de significaciones y ella misma se genera en referencia a
ese mundo.
1.4.3. La construcción de la trama de la vida social
La interrelación comunicación-cultura permite la constitución de la estructura social; y,
la estructura social se configura por la formación de instituciones que manejan las
dinámicas sociales. Debido a que la institución “es así un conjunto tanto real-social, como
simbólico e imaginario que se define como un universo de sentido y de acción social.”
(Vizer, 2003, pág. 130). Los seres humanos van a estar condicionados a estas instituciones
para su accionar, sobre todo, porque se desarrollan y tienen su legitimidad en universos
de sentido.
Los universos de sentido pueden materializarse en la generación de sistemas, donde los
seres humanos tienen que seguir normas compartidas de comportamiento. Vizer lo
compara con entrar en un juego-sistema que “puede ayudarnos a construir un modelo
general de las relaciones entre sociedad (los procesos sociales) como praxis y la cultura
como ‘estructuración simbólica’, como constructora y reproductora de los infinitos
tiempos y los espacios sociales.” (Vizer, 2003, pág. 131). La inmersión de los seres
humanos en este sistema y las acciones que se generan dentro del mismo, es lo que genera
lo que Vizer define como la trama social:
21
La trama de lo ‘social’ se construye por la acción de los agentes, y por medio de las reglas
y los recursos que la historia de la sociedad ha estructurado en la cultura, la que a su vez
se manifiesta en forma concreta en la figura de las instituciones (Vizer, 2003, pág. 131).
1.4.4. La construcción de lo real social
Los seres humanos se mueven dentro de un espacio compartido, conocido como espacio
público, que “es el espacio de acciones, del ‘hacer’ y de a interacción social y política,
que genera ‘espacios instituyentes e instituidos’ (físicos, simbólicos e imaginarios).”
(Vizer, 2003, pág. 131). Dentro de este espacio los seres humanos actúan en base a
comportamientos adquiridos, ya que los actores pueden leer y entender el contexto y de
acuerdo a eso evaluar su pertenencia a diferentes universos sociales específicos y
colectivos, de acuerdo a su formación y competencias culturales individuales.
La interacción comunicación-cultura sumada a las dinámicas de los actores sociales en el
espacio público genera la construcción de lo real social. Lo “real social” es entendido,
“bajo la fórmula ya reconocida de ‘cultural y comunicación’: como el conjunto de la
totalidad de los espacios y universos institucionales de sentido creados por el hombre.”
(Vizer, 2003, pág. 132). La realidad social, el orden simbólico y los imaginarios
colectivos constantemente están sufriendo cambios debido al continuo flujo de
significados, en los discursos que crean sentidos. Para esto Vizer, se remite al término
“semiosis social”, del semiólogo argentino Eliseo Verón7. Normalmente los estudios
comunicacionales se han concentrado en la construcción de sentido desde los medios. Sin
embargo, desde la lingüística, la semiología y los discursos también se ha estudiado la
formación de sentidos en diversos universos de significación.
La construcción de sentidos se puede producir desde universos de significaciones
cotidianos de los seres humanos. Y para esto “la comunicación parece cumplir una
función de guía y otorgamiento de significados coherentes a la multiplicidad creciente de
universos de sentido que constituyen la trama de nuestras sociedades actuales.” (Vizer,
2003, pág. 148). Por tanto, todo acto comunicativo individual o colectivo, puede ser parte
7 En su obra del mismo nombre (1998) el autor busca explicar el funcionamiento de los discursos en la
sociedad, y también la importancia de la dimensión discursiva en la construcción social de lo real. “Por
semiosis social entiendo la dimensión significante de los fenómenos sociales: el estudio de la semiosis es
el estudio de los fenómenos sociales en tanto procesos de producción de sentido.” (Verón, 1998, pág. 125)
22
de la constitución de la realidad social. Mientras la cultura configura el marco contextual.
Como explica Vizer:
La “construcción de la realidad social” (como reconstrucción permanente de la sociedad)
es inseparable de la de la persona. La cultura instituye “lo real” en su sentido más amplio;
y la persona en su calidad de observador-actor aprende a “leer” y a actuar en las
situaciones que ha aprendido a descifrar como “contextos sociales” (Vizer, 2003, pág.
151).
1.4.5. La estructuración de la vida social
La conexión entre comunicación y cultura permite la estructuración de la vida social.
Como manifiesta Vizer: “La comunicación -como la cultura- es creatividad, pero también
es la actividad de permanente construcción y reproducción de la vida social y cotidiana
de los hombres y las mujeres, tanto individual como institucional y colectivamente.”
(Vizer, 2003, pág. 157). Esta estructuración se consolida en lo que se ha venido
analizando y se conoce como trama de la vida social.
Los seres humanos están inmersos en tramas estructurales de la vida social, en la cual se
condiciona nuestro accionar, por lo que “podemos concebir la trama como una
construcción simbólica de sentido, con respecto a la cual podemos posicionarnos como
observadores o hallarnos implicados como actores (en realidad siempre somos actores,
ya sea activa o pasivamente).” (Vizer, 2003, pág. 188). Las acciones que realizamos están
condicionadas dentro de esta trama de lo social, y es más cada acción contribuye a la
construcción de la misma. Para entender la trama de la vida social de manera adecuada
Eduardo A. Vizer explica que:
La trama es sobre todo la construcción de una red de sentido, y se manifiesta en relatos,
en acciones, en conversaciones en palabras y en imágenes. La trama es real, es simbólica
y es también imaginaria. Los seres humanos vivimos “entramados” en la búsqueda y el
reconocimiento de los sentidos “preconstruidos” por la cultura, por las instituciones de
nuestras sociedades, por nuestros grupos de pertenencia, por la familia, por nuestros
afectos y frustraciones. Vivimos dentro de una “ecología de universos de sentido” (Vizer,
2003, pág. 189).
Los individuos no solo se desenvuelven dentro de esta trama, sino que también se manejan
en una “ecología social” que es la construcción y reconstrucción de “las ‘relaciones
entramadas del mundo de la vida’. En este sentido, para cada individuo, ‘su’ vida es su
23
ecología total, sus interrelaciones y sus interdependencias con el mundo de la realidad
material, social, cultural y subjetiva.” (Vizer, 2003, pág. 189).
Igualmente, los individuos pueden realizar un proceso de identificación, solo, dentro de
la trama social en la que se desenvuelven. Esto debido a que el sentido de la identidad es
indisociable de los sentidos construidos dentro y a través de las redes sociales que
sustentan la existencia vital del individuo. El hombre “existe en tanto es parte de la trama
de relaciones, y del conjunto de las redes (físicas, sociales y simbólicas) que sustentan su
existencia.” (Vizer, 2003, págs. 189-190).
1.4.6. La construcción de sentidos en la trama de la vida social
Vizer plantea que la comunicación instituye la realidad social en tanto trama de relaciones
de sentido, esto se produce en tres dimensiones constitutivas: 1.- La dimensión
referencial: la que hace al mundo de los objetos. 2.- La dimensión interreferencial: la que
hace a la propia relación entre los hablantes o actantes. 3.- La dimensión autorreferencial:
la dimensión que construye al propio actante en tanto individuo social. Vizer utiliza la
categoría de mundo de la vida de Jürgen Habermas para explicar desde esta perspectiva
cómo se construye lo real social:
Desde la perspectiva del “mundo de la vida”, la propia estructura dinámica de la cultura
y la acción social han establecido dispositivos, dominios y universos de sentido -
transculturales y transubjetivos- por medio de los que los grupos, las instituciones y los
individuos construyen las creencias y las certidumbres, como recursos a partir de los
cuales se articulan las acciones y las interacciones, los signos, los objetos simbólicos y
las propias instituciones “vividas como realidad” (Vizer, 2003, pág. 201).
La construcción de la trama de la vida social es posible dentro del mundo de la vida, que
se hace real a través de las relaciones de los individuos en la vida cotidiana, entre un
mundo objetivo y uno subjetivo. En este mundo, existe un constante flujo de significados
que son interpretados y llevados a acción por un proceso comunicativo que utiliza el
lenguaje como “el puente que articula los códigos y los paradigmas culturalmente
establecidos con la acción comunicativa de los individuos. Es el puente que une -
inconscientemente- el afuera con el adentro, la realidad objetivada con el mundo de los
significados y el sentido.” (Vizer, 2003, pág. 247). La constitución de sentidos es el
elemento principal para la construcción de la trama de la vida social, ya que se vale de la
24
comunicación como elemento de construcción y de la cultura como elemento de
referencia.
Vizer explica que la construcción de sentidos en la vida social se arma en dos
dimensiones: 1.- La dimensión espacial “correspondiente a la lógica paradigmática: como
el reconocimiento de las diferencias en un mundo referenciado y objetivado Un mundo
de conjuntos, de ‘espacios y estructuras’ de correspondencia social y cultural.” (Vizer,
2003, pág. 251). En esta primera dimensión se encontraría el contexto sociocultural
heredado y construido por cada individuo. 2.- La dimensión temporal que “corresponde
a la construcción de una relación de sentido temporal de los individuos con respecto a
otros individuos y al mundo exterior y objetivado.” (Ibídem, 2003, pág. 251). Esta
segunda dimensión puede concebirse como narrativa, donde el sujeto se autorreferencia
como un actor con otros actores y dentro de una trama determinada. La construcción de
sentidos permite que el sujeto construya su identidad y que se genere una trama de la vida
social que configura el desarrollo de la sociedad.
Entonces, los seres humanos constantemente construyen significados que expresan sus
pensamientos sobre el mundo y la vida. Dentro de esto, los discursos que se producen
pueden generar procesos de acción social por la construcción de sentidos. La trama de la
vida social se configura por la interacción de la comunicación (como elemento que genera
acción) y la cultura (como marco contextual de las acciones). La interacción
comunicación-cultura sumada a las dinámicas de los actores sociales en el espacio público
genera la construcción de lo real social. Desde la perspectiva de mundo de la vida se
puede entender lo real social, ya que el mundo de la vida permite la unión entre un mundo
objetivo y uno subjetivo. La construcción de sentidos es posible en dos dimensiones, una
donde se encuentra el contexto sociocultural y otra narrativa donde el sujeto se
autorreferencia de otros. Y, la constitución de sentidos es el elemento principal para la
construcción de la trama de la vida social que configura el desarrollo de la sociedad.
Los universos de sentido que creen los seres humanos están presentes en los procesos
comunicativos, sin embargo, estos pueden ser leídos e interpretados de mejor manera en
las artes, como plantea Vizer:
No son las ciencias sino las artes las que han construido las expresiones y representaciones
más auténticas sobre el sentido profundo y existencial del hombre y la mujer. Los relatos -así
como todas las expresiones artísticas, las ceremonias, los rituales y los objetos son algunos
25
de los elementos ‘objetivos’, fundamentales para el estudio de los universos de sentido y los
imaginarios de un pueblo (Vizer, 2003, pág.259).
1.5. La literatura en la estructura de la vida social
Raymond Williams menciona que la literatura “es el proceso y el resultado de la
composición formal dentro de las propiedades sociales y formales del lenguaje.”
(Williams, 1977, pág. 60). También puede ser considerada una categoría social e
histórica, que ayuda a la constitución de la cultura, debido al desarrollo social del
lenguaje. La literatura es una expresión cultural que permite que los seres humanos
puedan transmitir sus ideas sobre el mundo y la vida con la intención de generar acción
social que pueda cambiar la forma en que se desarrolla la sociedad.
1.5.1. La Teoría literaria de Raymond Williams
El término “literatura” ha sufrido una serie de transformaciones debido a la concepción
que se producía en determinadas épocas. En la Edad Antigua se lo asociaba al
alfabetismo, después en la Edad Media se lo relacionaba con el saber culto y los libros
impresos y en la Edad Moderna se lo relacionaba con la escritura creativa e imaginativa,
considerándola un tipo de práctica cultural especial. En la actualidad, cuando se habla de
literatura, existe el imaginario de que se refiere a un grupo selecto de obras, de cierta
calidad, que expresan la imaginación y la sensibilidad humana en su mayor nivel.
Raymond Williams inicia su Teoría literaria con este recorrido histórico del término
literatura, y después propone compaginar su teoría sobre la literatura con su Teoría
cultural. La teoría que plantea el autor gira en torno al rol de la literatura con relación al
desarrollo de la sociedad. Sobre esto Williams plantea un análisis que consta de los
siguientes aspectos:
1.5.1.1. La multiplicidad del acto de escribir
La literatura remite al acto de escribir, que ha sido orientado desde dos perspectivas una
objetiva y una subjetiva, o lo que se concatenaría con las categorías literarias de realidad
y ficción. Williams plantea que existe una “teoría literaria burguesa” que ha limitado el
acto de escribir a la dicotomía realidad/ficción y objetivo/subjetivo. Esta distinción de la
teoría literaria burguesa ha generado la clasificación de la literatura en categorías como:
poesía, drama, novelas, etc., y dentro de estás también se distingue lo lírico, lo narrativo
26
o lo épico. Estas categorías han ayudado al estudio de la literatura, pero la clasificación
ha tenido como efecto la limitación de la multiplicidad del acto de escribir. La
categorización de la literatura se generó en base al factor de intencionalidad que tenía el
escritor.
La literatura es una expresión artística de los seres humanos, que se puede manifestar de
diferentes formas creativas en las cual se puede se mostrar la visión subjetiva u objetiva
del escritor en relación a si mismo, a los demás o a diferentes hechos. Por lo cual, también
se ha considerado los efectos que pueden llegar a tener las obras literarias. Es por esto
que “a partir de la descripción de una teoría de la percepción, la estética se convirtió en
el siglo XVIII y especialmente en el siglo XIX en una nueva forma especializada de la
descripción de la respuesta al ‘arte’.” (Williams, 1977, pág. 172)
1.5.1.2. La estética
La literatura, igual que el arte en general, se configuró como un proceso que genera
respuestas estéticas de los espectadores. Inicialmente la percepción de la belleza, luego,
la contemplación pura de un objeto; y, posteriormente la percepción y contemplación de
la producción de un objeto, su lenguaje y capacidad de construcción, es decir, sus
propiedades estéticas. La función estética en el arte “no constituye un epifenómeno de
otras funciones, sino una ‘codeterminante de la reacción humana ante la realidad’.”
(Williams, 1977, pág. 177).
La literatura, al igual que otras formas culturales, no son solo el resultado de una aventura
estética, por lo que “debemos rechazar ‘lo estético’ como una dimensión abstracta
separada y como una función abstracta separada.” (Williams, 1977, pág. 180). La
literatura es un proceso social que implica una serie de relaciones complejas entre la
ideología del autor, el proceso institucional y la concepción estética. No se debe estudiar
a la obra literaria solo como una obra aislada y vacía, sino como una producción cultural
compleja, donde intervienen diferentes dimensiones humanas y sociales.
1.5.1.3. Las notaciones y las convenciones en la literatura
El lenguaje es un elemento constitutivo de la práctica social material y específicamente
de la práctica de la sociabilidad humana. Sin embargo, para comprender la materialidad
del lenguaje debemos distinguir entre la palabra hablada y las notaciones escritas. La
palabra hablada es un proceso humano que utiliza recursos físicos inmediatos y
27
constitutivos, mientras que la palabra escrita utiliza una forma de producción material que
adopta recursos no humanos a una finalidad humana, las notaciones y los signos.
La notación son formas en las cuales el autor expresa detalles que observa en los
comportamientos humanos, y “es dentro del proceso complejo y total de notación donde
hallamos la realidad de este proceso social y material específico. Una vez más, los
elementos lingüísticos no son signos; son las notaciones de verdaderas relaciones
productivas.” (Williams, 1977, pág. 195). La literatura, al utilizar el lenguaje, solo puede
ser concebida como una forma de práctica social material, a través de una teoría de la
literatura enteramente social, debido a que “las notaciones constituyen relaciones
expresadas, ofrecidas, ensayadas y corregidas dentro de un proceso social total en el que
el artificio, la expresión y la esencia de la expresión son, en definitiva, inseparables.”
(Ibídem, 1977, pág. 197).
Las convenciones, dentro de la teoría social del arte y la literatura, son las relaciones
establecidas, a través de las cuales las palabras pueden ser comprendidas por el bagaje
cultural de los individuos. Las convenciones pueden ser históricamente variables, o
mantenerse a través del tiempo. Todas las notaciones son convenciones, pero no todas las
convenciones son notaciones. Las convenciones son arquetipos de comportamientos
humanos, que los autores presentan en las producciones artísticas, y son entendidas por
todos, debido a que reflejan “una condición de conciencia general, […] sobre los
supuestos radicalmente variables de la naturaleza y la identidad humanas: supuestos que
normalmente no son argumentados, sino que, a través de las convenciones literarias, son
presentados -como ‘naturales’ o como manifiestamente evidentes.” (Williams, 1977, pág.
204).
1.5.1.4. Los géneros y las formas literarias
La teoría de los géneros agrupa la multiplicidad de notaciones y convenciones, para
clasificar a las obras literarias en base a sus elementos comunes. Existen varias
clasificaciones: por la forma literaria, por la materia y por el tipo de público lector, entre
otras, que originaron géneros como:
La novela, la novela picaresca, la novela romántica, el cuento corto, la comedia, la
tragedia, el melodrama, la literatura infantil, el ensayo, la literatura humorística, el
periodismo, el verso ligero, las historias de misterio y policiales, la oratoria, la parodia,
28
la literatura bucólica, el proverbio, el enigma, la sátira, la ciencia ficción (Williams, 1977,
pág. 208).
El estudio del género ha sido mayormente desarrollado desde un ámbito académico y
formalista, ya que dentro de la teoría literaria de los últimos siglos el género ha sido
reemplazado, en la práctica, por la forma.
La forma, en la teoría literaria, abarca la extensión de lo exterior y superficial hasta lo
esencial y determinante. La forma ha sido estudiada desde diferentes teorías literarias,
pero para una teoría social de la literatura, “el problema de la forma es el problema de las
relaciones entre los modos sociales (colectivos) y los proyectos individuales.” (Williams,
1977, pág. 214). La forma es una relación ya que depende de su percepción como de su
creación, lo que hace que en las obras literarias existan formas que tengan el propósito de
exponer mensajes personales, o, mensajes colectivos, dependiendo de la intención y los
efectos que tenga el autor, con su obra, en la sociedad.
1.5.1.5. El rol del escritor en la sociedad
El autor, en su obra, representa a una clase o a los intereses de la misma. La profesión del
autor se da a partir de “lo genuinamente reproductivo (donde la formación es el autor), a
través de lo total o parcialmente articulativo, hasta los casos no menos importantes de
innovación o articulación relativamente distanciada (relacionados a menudo con
formaciones residuales, emergentes o preemergentes).” (Williams, 1977, pág. 227). Los
autores constantemente plasman sus visiones de la sociedad, en sus obras literarias, por
lo cual pueden cumplir un rol social y político, ya que, con su literatura, pueden ayudar a
mantener una cultura dominante, rescatar elementos residuales, o generar una cultura
emergente.
Raymond Williams expone que el escritor puede cumplir un rol importante en la sociedad,
debido a que “las relaciones que mantienen los escritores con la sociedad asumen con
frecuencia la fórmula de un aserto sobre lo que se denomina diversamente como
‘alineación’ o ‘Compromiso’.” (Williams, 1977, pág. 228). Sin embargo, la escritura
siempre está alienada ya que, expresa una experiencia específicamente seleccionada a
partir de un punto de vista específico, pero el compromiso puede ser consciente, activo y
abierto, es decir una toma de posición
29
Los escritores adquieren un compromiso social y político al crear en sus obras discursos
que van a ser interpretados por los lectores, ellos “necesariamente, se comprometen con
los significados, ‘revelan, demuestran, representan; después de ello, las gentes pueden
mirarse, unos a otros, cara a cara y actuar como desean’.” (Sartre en Williams, 1977, pág.
231). El compromiso está sujeto a las relaciones reales, de las que es parte el escritor o
las que quiere cambiar. La literatura es una expresión de la creatividad humana y esta es
inseparable del proceso social material, “es a la vez el área de todo lo que es social y la.
práctica renovada y renovable de las situaciones y relaciones experimentadas y
cambiantes.” (Williams, 1977, pág. 242). La literatura puede ser un arte social material
que ha sido utilizado y continúa utilizándose tanto para la dominación como para la
revolución.
Entonces, la literatura es una práctica social que representa imágenes de los
comportamientos y el entorno de los seres humanos, también puede cumplir un
compromiso social y político al manifestar la ideología del autor, ya que muestra su
mirada del mundo y de las relaciones que se producen en él. La literatura puede ser un
arte social que transmite la esencia más pura del ser humano, pero también busca generar
cambios en la sociedad.
30
CAPÍTULO II
2. EL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO
El Análisis del Discurso estudia sistemáticamente el discurso, escrito y hablado, como
forma de uso de la lengua, o, como hecho de comunicación e interacción dentro de sus
diferentes contextos cognitivos, sociales, políticos, históricos y culturales. Dentro de estos
estudios existe el Análisis Crítico del Discurso (ACD), desarrollado en la actualidad,
principalmente, por el semiólogo holandés Teun Van Dijk. El ACD es un enfoque que
toma posición política y analiza el papel del discurso en la sociedad, “se caracteriza
esencialmente por ser un estudio oposicional de las estructuras y las estrategias del
discurso de élite y de sus condiciones y consecuencias cognitivas y sociales, en el que se
incluyen el discurso de resistencia a dicha dominación.” (Van Dijk, 1997, pág. 17).
El Análisis del Discurso Político (ADP) que plantea Iván Rodrigo Mendizábal (1999), en
referencia a los estudios de ACD de Teun Van Dijk, estudia las diversas condiciones
discursivas y las consecuencias sociales y políticas de las mismas. El ADP se concentra
en el estudio las formas de reproducción del poder político, en “la dominación o el abuso
de poder mediante el discurso político, incluyendo las diversas formas de resistencia o las
muestras-de-poder contra tales formas de predominio discursivo.” (Van Dijk & Rodrigo
Mendizábal, 1999, pág.10). En los estudios comunicacionales, el ADP es importante para
determinar cómo los discursos, presentes en los textos, pueden tener un rol importante en
la forma como se desarrolla la sociedad, como puede ser el caso de la literatura.
Por tal motivo, se comenzará estudiando las visiones del discurso, que se plantean desde
las matrices teóricas sociales: Estructuralista, Funcionalista, Marxista y Sistémica. Luego,
se estudiará el Análisis del discurso social y político su cuestión, naturaleza y
particularidades. y, posteriormente establecer cómo la literatura puede constituirse como
un discurso social y político.
31
2.1. Visiones del discurso
El discurso ha sido estudiado desde diferentes matrices teóricas, debido a que no existe
una convención general sobre el discurso, sino diferentes perspectivas de la concepción
del término y del estudio o análisis del discurso. Esto debido a que “el discurso es,
también, un fenómeno práctico, social y cultural.” (Van Dijk, 2000, pág. 21). Por lo que
el discurso puede ser considerado una “práctica humana” que genera acción social y
también una “emisión social” debido a que se refiere a los recursos expresivos y las
estrategias que se usan para elaborar un mensaje. Para comprender un discurso es
necesario observar el tema que presenta, el contexto donde es producido y sus elementos
expresivos. Mientras el análisis del discurso es entendido como “una metodología con
fenómenos propios, en tanto que la lengua es práctica social determinada por estructuras
sociales.” (Fairclough, 1989, pág. 17). Las principales visiones sobre el discurso y el
análisis del discurso son:
2.1.1. Visión funcionalista del discurso
El Funcionalismo fue una de las matrices más importantes de la sociedad, y hasta la
década de los años 70, fue el paradigma dominante de la sociología. Su atención se centra
en la existencia y subsistencia de la sociedad por un consenso entre individuos, grupos e
instituciones. Debido a que todos comparten una serie de normas que generan estructuras,
que promueven la estabilidad, el orden y el cambio paulatino. Esta matriz se desarrolló
con mayor énfasis en los Estados Unidos de América, pero fueron los estudios de los
franceses Auguste Comte y Émile Durkheim, además de los estudios del inglés Herbert
Spencer, los que sentaron sus bases.
En el ámbito de la comunicación Lasswell y Schramm fueron los que aplicaron el
Funcionalismo, creando “modelos de comunicación”. Pero fue Talcott Parsons quien más
desarrolló esta matriz, ya que propuso un esquema interpretativo del “sistema de acción”,
compuesto a su vez por cuatro sistemas con sus correspondientes obligaciones
funcionales. Estos postulados fueron las bases de los estudios funcionalistas en los
diferentes campos de la sociedad como en la comunicación y el discurso.
Para el Funcionalismo, el análisis del discurso es “el estudio de la lengua en uso, sobre
todo por considerar su capacidad de cumplir funciones de un sistema social.” (Schiffrin
en Mieles, 2018, pág. 9). Así, la lengua es un elemento para mantener y reproducir las
32
estructuras sociales. El lingüista, Roman Jakobson (1960) plantea que la lengua tiene seis
funciones. 1) Función emotiva: Esta función utiliza el emisor para mostrar sus emociones,
sentimientos o estados de ánimo. 2) Función conativa: Esta función utiliza el emisor para
que el receptor actúe de acuerdo con lo que solicita. 3) Función referencial: Esta función
se utiliza para mostrar el contexto de lo que está ocurriendo como en el caso de los textos
que leen los individuos. 4) Función metalingüística: Esta función se utiliza para entender
una lengua a través de un código. 5) Función fática: Esta función se centra en el canal y
trata de todos aquellos recursos que permiten mantener la interacción. 6) Función poética:
Esta función se centra en el mensaje, para producir un efecto especial en el destinatario.
El análisis funcional del discurso se enfoca en como las personas utilizan la lengua para
conseguir diferentes fines, por lo que descarta aspectos importantes como el contexto
social, cultural y político en el que se produce el discurso. Este tipo de análisis se ha
enfocado en los efectos que puede tener el discurso y “no logra crear un espacio o
momento ideal para el análisis de las relaciones entre emisiones.” (Mieles, 2018, pág. 12).
2.1.2. Visión estructuralista del discurso
El Estructuralismo es una matriz lingüística desarrollada principalmente por Ferdinand
de Saussure, quien proponía que la lengua es “un sistema de elementos fónicos que podían
ser representados en unidades sígnicas visuales y regido por leyes de carácter universal
pertenecientes al dominio del inconsciente.” (Saussure en Torrico, 2010, pág. 45). La
lengua es el factor prioritario de análisis de la sociedad, debido a que los usos prácticos
que hacen los hablantes y las formas que asume la lengua son subproductos de aquella
estructura.
El Estructuralismo, como su nombre lo denota, se concentra en estudiar la importancia
de la estructura sobre las partes que la componen, enfocándose en la totalidad abstracta y
no tanto en las relaciones entre partes y el contenido. Dentro de los estudios sociales fue
el antropólogo belga, Lévi-Strauss, quien desde el Estructuralismo planteó el estudio de
la sociedad, para sentar las bases de la antropología estructural. Lévi-Strauss considera
que toda estructura “es un modelo diseñado por un observador científico en su intento de
captar la estructura básica de la sociedad, su interés central como investigador se orienta
a explicar la estructura general de la mente humana.” (Mieles, 2018, pág. 13).
33
Las bases del Estructuralismo tuvieron nuevas perspectivas de enfoque en cuanto al
estudio de la sociedad. El posestructuralismo plantea analizar el papel de las diferencias
entre elementos de una estructura. Esto hizo que se dé prioridad a los significantes y no
solo a los actores que los producen.
El posestructuralista Jacques Derrida (1998) planteó la categoría de deconstrucción “que
remite a una práctica de lectura destinada a relativizar los centros de los textos para lograr
que los elementos excluidos o marginalizados ocupen el lugar principal y posibiliten otras
interpretaciones.” (Torrico, 2010, pág. 51). Los sentidos fijos de los textos se difuminan
y esto da paso al libre juego del lenguaje que termina con las jerarquías. Zellig Harris
(1951) proponía que el análisis del discurso tiene su origen en los métodos estructurales
del análisis lingüístico donde se podía descomponer un texto en relaciones como
equivalencia o substitución, entre sus unidades constitutivas.
El análisis estructural del discurso busca identificar las unidades constituyentes que
guardan unidad entre sí; y que pueden existir un número limitado de veces, ya que están
regidas por reglas básicas. Esto genera que “en los enfoques estructurales se ve al discurso
como un nivel estructural mayor que otras unidades del texto.” (Mieles, 2018, pág. 14).
2.1.3. Visión marxista del discurso
El Marxismo es una matriz social con enfoque político, ya que sus aplicaciones teóricas
buscan tener una transcendencia en la revolución de la sociedad. Esta matriz plantea una
construcción conceptual que puede comprender “una concepción filosófica de la realidad
en general como otra metodológica y una propuesta interpretativa de los procesos
histórico-sociales, esto es, de la vida económica, política y cultural.” (Torrico, 2010, pág.
38).
Karl Marx fue el fundador de esta matriz, y planteó que la explotación económica
generada por la plusvalía (el dinero que gana el capitalista por la explotación del
proletariado) genera una triple separación: del hombre con su trabajo, del hombre con
relación al producto de su trabajo y de los hombres entre sí. Esto hizo que se identifique
a la propiedad privada capitalista como la última forma de enajenación humana, debido a
que encierra un soporte ideológico que garantiza la dominación, pues muestra a la
dominación como algo natural. Los postulados del Marxismo fueron desarrollados
principalmente por la Escuela de Frankfurt. Theodor Adorno y Max Horkheimer
34
estudiaron la explotación desde la comunicación y la cultura. Ellos plantearon el término
“industrias culturales”, que hace referencia al conjunto de medios que crean, producen,
exhiben y distribuyen bienes o servicios culturales como las artes, etc. Esto da origen a la
“cultura de masas”, que es el conjunto de productos culturales dirigidos un público
homogéneo.
El Análisis Crítico del Discurso es marxista, y se enfoca en los principales problemas
sociales y políticos, en lugar de centrarse en las estructuras discursivas (Estructuralismo)
o las funciones del discurso (Funcionalismo). Este tipo de análisis del discurso “procura
explicar las propiedades de interacción de las diversas estructuras sociales (Fairclough en
Mieles, 2018, pág. 19). El ACD se centra en el reconocimiento del otro, es decir, de los
sectores marginados, así como la legitimación de sus procesos de identidad y de
construcción de conocimiento, como forma de contraposición de los saberes y prácticas
sociales hegemónicas de la “cultura de masas”.
Teun Van Dijk, uno de los principales académicos que estudia el Análisis Crítico del
Discurso, plantea que este tiene como objeto de investigación “las cualidades de las
interacciones sociales que […] van controlando la mente de los receptores mediante
estrategias discursivas que modifican la forma de concebir la realidad en base a los
intereses de los grupos de poder.” (Van Dijk en Mieles, 2018, pág. 20).
2.1.4. Visión sistémica del discurso
El Sistemismo es una matriz teórica con mayores niveles de cientificidad y universalidad,
y aspira a establecer un marco teórico capaz de fijar principios generales para los
fenómenos naturales, sociales y tecnológicos, y, así reemplazar a todas las teorías
disciplinarias particulares. Desde esta matriz, la ciencia requiere una aproximación
teórica metodológica integradora, debido a que la concepción de sistema es la de un
conjunto de componentes organizados que interactúan para conseguir un objetivo
determinado.
Ludwig von Bertalanffy (1995) fue uno de los principales teóricos del Sistemismo, y
propuso formular una teoría que plantee y derive los principios generales aplicables a
todos los sistemas. Esto es posible mediante la búsqueda de “isomorfismos estructurales”
(similitudes de conformación y organización expresables en categorías). El Sistemismo
considera que la realidad social es el conjunto jerárquico de suprasistemas y subsistemas
35
que se interrelacionan entre sí, cuyos límites son identificables teóricamente, en relación
al tipo de interacciones que establecen. La aplicación de esta matriz es multidisciplinar
A base de esta matriz Weaver y Shannon propusieron una teoría de la información basada
en una lógica matemática “por la mecánica de los procesos de transmisión de información
de máquina a máquina, aunque el planteamiento […] puede ser aplicable a situaciones en
las que también intervengan actores humanos.” (Torrico, 2010, pág. 56). Niklas Luhmann
(1996) replanteo la teoría de los sistemas, y planteó reformular el estructural-
Funcionalismo para proponerlo como un funcional Estructuralismo. De esta forma pensar
a la estructura como un todo, para estudiar las funciones de las partes y entender la
organización y la función de la estructura sistémica.
El análisis del discurso sistémico propone que el análisis del lenguaje es posible
entendiendo el contexto donde se conforma por lo que, “el discurso no se refiere
únicamente a textos en sí mismo, sino más bien implica reconocer comunidades de
conocimiento y estructuras donde un texto es un discurso único.” (Mieles, 2018, pág. 24).
2.2. El Análisis del Discurso Social y Político
El discurso es una categoría de concepción social y el Análisis del Discurso implica el
estudio metodológico y teórico de los diversos aspectos sociales culturales, políticos, y
demás, que rodean al discurso. En el libro El Análisis del discurso social y político (1999)
se toman los planteamientos de Teun Van Dijk por parte de Iván Rodrigo Mendizábal,
para plantear este tipo de análisis. El Análisis del discurso social y político (ADP) consiste
en el estudio de las formas reproducción del poder político, tanto la dominación y abuso
de este poder, como las formas de resistencia a él. Para ADP es necesario entender algunas
características particulares de este tipo de discurso:
2.2.1. La cuestión del discurso social y político
El discurso social y político ha sido estudiado específicamente desde el campo de la
política, concentrándose en la producción, distribución y consumo de los discursos
políticos por parte de los individuos de una sociedad. Sin embargo, los políticos no son
los únicos que participan en la política. Todos los individuos miembros de una sociedad
son capaces de ser actores políticos al generar discursos que propenden a generar
acciones, ya que cuando “ubicamos la política y sus discursos en la esfera pública,
36
muchos otros participantes en la comunicación política aparecen sobre el escenario.”
(Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 13).
El discurso social y político no solo se limita a los discursos que emiten los actores
políticos “oficiales”, sino también a los receptores de estos. Inclusive se puede hablar de
los actores políticos “no oficiales” como organizaciones, grupos activistas, etc. Estos
grupos pueden formar parte del proceso político, y muchos de ellos se involucran
activamente en la generación del discurso político. Para entender el discurso de esta
manera, es necesario concebir a la política como una facultad inherente del ser humano.
Los actores políticos son parte del discurso político cuando realizan acciones como
gobernar, ser ciudadanos, legislar, protestar, etc., todas estas acciones son de carácter
discursivo, ya que son textos que pueden leerse e interpretare. En el Análisis del discurso
Político estos textos deben ser analizadas dentro de un contexto. Sobre esto, Van Dijk
menciona que:
Los participantes y las acciones son el núcleo de tales contextos, pero podríamos ir más
lejos analizando los contextos ampliamente desde el punto de vista de los sucesos
políticos y comunicativos, con sus escenarios propios (tiempo, lugar, circunstancias),
ocasiones, intenciones, funciones, metas, e implicaciones políticas o legales (Van Dijk &
Mendizábal, 1999, pág. 15).
En el discurso social y político, textos y contextos se definen mutuamente. Es necesario
entender el contexto en el que se produce un texto político para analizar la intención y la
influencia que tuvo en la sociedad. Esto es importante sobre todo cuando se exponen
discursos sociales y políticos desde campos ajenos a la política, ya que allí el contexto
toma mayores aspectos para analizar. El ADP no debe limitarse a las propiedades
estructurales del texto o del habla, también debe incluir un estudio sistemático del
contexto y sus relaciones con las estructuras discursivas.
2.2.2. La naturaleza del discurso social y político
La política, como disciplina, implica cuestiones de otras ramas como la sociología, la
economía, los estudios culturales, entre otras. Por ende, el discurso social y político
también incorpora elementos de estas disciplinas en su propuesta teórica y metodológica.
El discurso social y político, dentro del proceso y sistema político, es entendido como una
37
práctica de la acción política y una parte estratégica o funcional del proceso político. El
discurso social y político, como acción política, está regido por elementos de la política.
Dentro de estos elementos se puede destacar el sistema político que se contrapone y
complementa con la ideología, así “mientras los sistemas políticos están en el nivel de la
organización económica y social del poder, las ideologías políticas definen la contraparte
socio-cognitiva de tales sistemas.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 21).
Además de estos elementos existen otros como: dominio, sistema, institución, valores e
ideologías, organizaciones, actores, relaciones, proceso, acción y cognición política. Para
que un discurso sea político debe actuar en función a esto elementos. Sobre esto Van Dijk
menciona que:
En la práctica, todo texto y habla indirectamente tienen consecuencias y condiciones
sociopolíticas, nuevamente requerimos de un condicional, conjunto arbitrario de criterios
para decir qué discurso puede categorizarse como (principalmente) político, cuando tiene
un papel funcional directo dentro de un tipo de acción política en el proceso político (Van
Dijk & Mendizábal, 1999, pág. 35)
El ADP tiene una cierta implicación de subjetividad del analista, debido a que este puede
buscar y relacionar las condiciones políticas en las cuales se generó y tuvo influencia el
discurso. Existen dos elementos principales en el Análisis del discurso social y político:
La dimensión contextual, que es el espacio en el que se produce el discurso social y
político; y, las estructuras y estrategias del texto político. Dependerá del analista
relacionar el universo contextual en el cual se produce un discurso social y político para
destacar en el análisis, cuáles fueron sus objetivos y sus efectos en los elementos del
sistema político que antes se mencionó, y en la sociedad.
2.2.3. Las particularidades del discurso social y político
El Análisis del discurso social y político estudia las propiedades particulares de los
contextos políticos para poder relacionar las estructuras contextuales políticas con las
estructuras de discurso. Las estructuras del discurso político pueden ser exclusivas de él,
pero no por ello no pueden interesar a otros campos. Estas estructuras permiten identificar
la eficacia y la persuasión, y a su vez pueden ser excluyentes. Sin embargo, el discurso
social y político, en su afán de ser efectivo, puede preferir utilizar estructuras y estrategias
funcionales para la realización de acciones políticas en contextos, también, políticos.
38
Teun Van Dijk, plantea algunas estructuras de gran importancia en el Análisis del
discurso social y político:
2.2.3.1. Temas
Los temas del discurso político pueden ser diversos, pero siempre deben remitir a una
cuestión política de la sociedad. Por lo tanto, siempre “debemos esperar manifestaciones
típicas, relacionadas con los sistemas políticos, ideologías, instituciones, procesos y
actores políticos y eventos políticos.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 39).
Mucho del discurso político es reflexivo, ya que se exponen ideas del autor y sobre la
sociedad. El discurso político combina sus temas con otros que provienen de diferentes
campos sociales. En el discurso político, el enunciador tiene un rol importante al
manifestar determinada situación que está ocurriendo y que debe ser intervenida desde el
poder político. Es por eso que el discurso político tiene una caracterización negativa en
el presente (planteando problemas) y una caracterización positiva hacia el futuro
(prometiendo soluciones a los problemas). Por ende, los temas pueden caracterizarse
como evaluaciones de la sociedad, para lo cual la semántica cumple una función
importante.
2.2.3.2. Superestructuras y “esquematización” textual
Los géneros de discurso se organizan “por formas esquemáticas consistentes en
categorías convencionales que definen su naturaleza y la estructura total del ‘contenido’
(temas) semántico de cada uno.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 46). Estas
categorías esquemáticas pueden generar significados parciales o exacerbados. Por
ejemplo: el título de un artículo ya direcciona al lector a pensar sobre que va a tratar el
mismo. Lo más determinante en el texto político son las estructuras y estrategias de
argumentación que conllevan a una disputa política. Dentro de esta disputa siempre se
privilegiará lo “propio” y se desacreditará lo “externo”, de esta manera los discursos
políticos apelan al imaginario del “nosotros”.
2.2.3.3.La semántica local
Los temas del discurso político son generalmente de características universales, pero
también pueden apelar a los ámbitos locales donde muestran los contextos políticos. La
39
semántica local8 “es el elemento de mayor complejidad para analizar, ya que la misma
vuelve más o menos sutiles o directos al discurso en contextos específicos.” (Mieles,
2018, pág. 40). La semántica local le da al texto elementos susceptibles de ser analizados
de forma independiente o también de forma global, debido a que es parte de un todo.
2.2.3.4. El léxico y la sintaxis
El léxico en el discurso político se remite al uso de palabras propias de la actividad
políticas, para reforzar la percepción social de determinada ideología. Mientras, la
sintaxis es un elemento importante para la manipulación política, que “se da con el uso
de pronombres, variaciones del orden la palabra, uso de categorías específicas sintácticas,
construcciones pasivas y activas, nominaciones y clausulas cerradas, sentencias
complejas y otras maneras de expresar significados subyacentes en estructuras de
oración.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 56). Tanto el léxico político, al
igual que la sintaxis estructural de las palabras en los discursos políticos, están cargados
de una intencionalidad del autor por la búsqueda de un fin.
2.2.3.5. La retórica
El elemento retórico es parte de la construcción del mismo discurso político.
Normalmente se confunde la retórica con el uso indiscriminado de la palabra
alegóricamente. Sin embargo, la retórica es un instrumento de persuasión de cualquier
discurso social y político. Dentro de esto es importante distinguir el análisis de un texto
hablado y uno escrito. La retórica en el discurso social y política necesita del análisis de
elementos literarios como las figuras literarias, “los principios de su uso siguen todas las
metas de la autopresentación positiva y la presentación del ‘otro’ negativa que
encontramos en el cuadro ideológico.” (Van Dijk &Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 60).
2.2.3.6.Estructuras de expresión
Las estructuras de expresión de los sonidos y de los gráficos, al igual que las estructuras
semánticas, juegan un rol determinante en el énfasis, o no, de los significados parciales.
Así “los significados preferidos se enfatizan así, gritando, haciendo diapasón alto,
levantando la entonación, o por titulares, con tipografía grande, golpeando con el color o
8 “Van Dijk entiende como semántica local al grupo de expresiones lexicales, lingüísticas, semánticas y
retóricas que cada grupo social emplea como elemento central y diferenciador con respecto a las empleadas
por otras organizaciones sociales.” (Mieles, 2018, pág. 40).
40
con fotos impactantes, lo opuesto, se puede decir, para aquellos significados no
preferidos.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 61). Estos recursos expresivos
tienen una finalidad persuasiva dentro del discurso político.
2.2.3.7. Actos del habla e interacción
El acto del habla también posee una intencionalidad en la forma como se expresa el
hablante y como la interpreta la persona que escucha. El diálogo político “destaca todas
las estrategias y movimientos usuales de interacción verbal, desde lo que son las
apropiaciones y distribuciones de turno en las jornadas oficiales […] hasta las secuencias
inconexas en los espacios oficiales.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, págs. 62 -
63).
El ADP es una nueva metodología que permite estudiar el rol que pueden tener textos, de
características y formas diversas, en la sociedad. Este tipo de análisis “debe comprenderse
como una nueva forma de canalizar los procesos sociales implícitos en múltiples textos.”
(Mieles, 2018, pág. 43). Y su mayor importancia radica en entender la practicidad que
puede tener el discurso en el desarrollo social y político de la sociedad, especialmente
desde formas de discurso alternativas como la literatura.
2.3. La literatura como discurso social y político
La literatura, como se ha visto previamente en la Teoría literaria (1977) de Raymond
Williams, es una manifestación cultural, producto de un proceso social. En la
discursividad, presente en una obra literatura, el autor puede plasmar su ideología para
mantener o contraponerse a las estructuras de dominación. Por ende, este arte escrito
puede consolidarse como discurso social y político, debido a que “el texto literario
siempre reveló un aspecto de la realidad humana a través del lenguaje, y lo hizo acudiendo
a rigurosas reglas de composición o a la sublevación de las mismas.” (Thon, 1998, pág.
287). La literatura ha ayudado a generar nuevas formas de concepción del lenguaje debido
a que está en constante relación con otros campos. Esto hace que un texto literario pueda
concebirse como “la conjugación de elementos filosóficos, lingüísticos y sociales. He ahí
su potencial como discurso social y político.” (Mieles, 2018, pág. 44).
La lengua históricamente ha tenido un importante valor como expresión social, pues ha
ayudado a la constitución y conservación de la historia cultural y social. Desde el tiempo
de Platón, que consideraba a la literatura como reflejo de la sociedad, hasta la actualidad,
41
se ha mantenido esta conexión entre literatura y sociedad. Para fines del siglo XVIII y
principios del XI surgieron dos tendencias sobre el estudio de la relación entre literatura
y sociedad: Una que estudiaba a la literatura como una conexión casual de hechos. Y otra
tendencia, que consideraba a la literatura algo más que el simple reflejo de la sociedad.
Laurenson y Swingewood mencionan que, el análisis de la literatura con relación a la
sociedad “era la encarnación del esfuerzo del ser humano para lograr un sentido de
comunidad y 'autenticidad', un intento de comprender el significado de un mundo que se
vaciaba de valores genuinos a través de las incursiones progresivas de la división de
trabajo.” (Thon, 1998, pág. 288). En esta visión los valores sociales toman gran
importancia. Sin embargo, desde la perspectiva marxista se proponía que la literatura no
solo era un documento social que reflejaba la situación socio-histórica de la sociedad,
sino que formaba parte del proceso del cambio social. Por lo que el autor debía
desasociarse ideológicamente de la obra y presentar la realidad de forma objetiva.
2.3.1. La constitución de la literatura como discurso social y político desde el
Marxismo
Roger Fowler (1981) plantea que el valor de la literatura, desde algunas perspectivas
marxistas, residía en cómo el autor mostraba en su obra a los personajes luchando por una
sociedad justa. Esto hizo que nacieran dos posturas marxistas sobre la literatura: la de los
formalistas rusos, especialmente del Círculo Lingüístico de Praga, inspirada en el
Estructuralismo que no consideraba a la literatura como reflejo de la sociedad, sino como
una distorsión de la realidad que se generaba por medio de mecanismos creativos que
existían dentro de un sistema estético que cumplía una función determinada, y, la otra
postura, un Marxismo menos rígido, que tuvo en Lucien Goldmann a su mayor adepto.
Él distingue a la “gran” literatura del resto, siendo la “gran” literatura la que trasciende
dentro de la expresión humana y se concentra en los problemas de los hombres y del
mundo.
Roger Fowler (1981) compone una visión de la literatura basada en el campo
sociolingüístico, por lo que define a la literatura como “una serie abierta de textos, de
gran diversidad formal, reconocidos por una cultura como poseedora de ciertos valores
institucionales que desempeñan ciertas funciones.” (Fowler, 1981, pág. 81). Estos valores
no son estables, ya que derivan de la estructura económica y social de una comunidad
determinada, y pueden ser analizados por el empleo de recursos lingüísticos al analizar
42
las obras. Las obras literarias son interpretativas, ya que no tienen autonomía formal, y
responden valores de credibilidad en el texto.
El análisis de la literatura como discurso social y político es posible a través de un análisis
lingüístico que considere variables como: “el orden de cierto tipo de oraciones,
mecanismos repetitivos, conexiones gramaticales o léxicas, detalles fonéticos, formas de
tratamiento.” (Thon, 1998, pág. 291). Esto permitirá que se dé un estudio lingüístico, sin
dejar de considerar la interrelación entre el autor y el lector, que se da producto de la
interpretación y reflexión de la discursividad del autor por parte del lector. El discurso
social, según Roger Fowler, necesita de un estudio contextual y “debe observarse desde
una perspectiva macro-sociolingüística, como producto y expresión de hechos
ampliamente basados en la organización social y económica de una comunidad.” (Fowler,
1981, págs. 192).
43
CAPÍTULO III
3. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: ESTILO LITERARIO,
PENSAMIENTO POLÍTICO E INFLUENCIA DE LA CULTURA
CARIBEÑA EN SU OBRA
Gabriel García Márquez fue uno de los escritores latinoamericanos más importantes del
siglo XX. Tanto su obra artística-literaria como su compromiso social y político hicieron
que se convierta en una figura importante a nivel mundial en el campo de la literatura. En
este capítulo se estudiará el contexto en el que vivió el autor y desarrolló su obra literaria.
Esto con el objetivo de mostrar como su obra, Cien años de soledad, puede consolidarse
como un discurso social y político. Debido a que “el discurso social es también el lugar
donde se conserva la memoria, es en gran parte esa memoria misma que denominamos
cultura.” (Angenot, 1988, pág. 388). Desde esta premisa se explica cómo es posible
realizar el Análisis del discurso social y político de una obra literaria.
La literatura es una de las artes más antiguas y esenciales en el desarrollo cultural humano.
Las obras literarias son el resultado de un proceso social de uso del lenguaje, debido a
que la literatura produce sentido y también “hay que señalar que las formas producen
sentido y que un texto estable en su escritura está investido de una significación y de un
estatuto inédito cuando cambian los dispositivos del objeto tipográfico que propone su
lectura.” (Chartier, 1996, pág. 51). Esto hace que el análisis de una obra literaria deba
considerar el contexto sociocultural en el que se da su producción y, como, el discurso,
puede tener incidencia a través de la creación de sentidos, en la sociedad.
Por tal motivo, se comenzará planteando los aspectos más importantes de la vida y la obra
de Gabriel García Márquez en una breve biografía. Esto permitirá inicialmente conocer
al autor, para entender el contexto que lo llevó a ser parte del boom latinoamericano,
grupo social, artístico y cultural que tuvo un importante rol en el desarrollo social, cultural
y político de Latinoamérica durante los años de 1960 a 1970. Después, se estudiará el
estilo literario del escritor, relacionado con el realismo mágico. También, se analizará el
pensamiento político de García Márquez, y, posteriormente se estudiará las influencias
de la cultura campesina caribeña en su obra.
44
3.1. Biografía de Gabriel García Márquez
Gabriel José de la Concordia García Márquez, conocido por su apócope de “Gabo”,
dentro de su círculo de conocidos, nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca-Colombia y
falleció el 17 de abril de 2014 en la Ciudad de México. Fue un escritor, guionista, editor
y periodista colombiano. En 1982 ganó el mayor galardón que puede obtener un escritor,
el Premio Nobel de Literatura. Famoso por su genialidad como escritor y su postura
política de izquierda tuvo una importante influencia en la literatura, el periodismo, la
política y otros campos.
Formó parte del llamado boom latinoamericano (1960-1970), que fue un fenómeno
literario que se generó en torno a un grupo de novelitas latinoamericanos, conformado
principalmente por: Gabriel García Márquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú),
Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México). Los escritores de este grupo
plasmaron en sus obras la cultura de sus respectivos países, y tuvieron un importante rol
en el desarrollo social, político y cultural de Latinoamérica durante la época. Participaron
en congresos y movimientos literarios y políticos, ayudaron a desarrollar publicaciones
literarias y culturales, y apoyaron al líder de la Revolución cubana (1959), Fidel Castro.
El estilo literario de García Márquez está, en su gran mayoría, dentro de los parámetros
del realismo mágico. Este movimiento artístico se enfoca en mostrar lo irreal como algo
común y cotidiano; tiene como finalidad expresar emociones en base a una actitud frente
a la realidad. Dentro de este estilo literario su obra Cien años de soledad (1967) es una
de las mayores muestras. Esta obra es considerada una obra maestra de la literatura
hispanoamericana y universal.
3.1.1. Obra
La obra de Gabriel García Márquez incluye cuentos, novelas y recopilaciones, aparte de
otros escritos, que suman alrededor de 51 publicaciones, de las cuales se puede citar a las
siguientes, como las más importantes:
Novelas
La hojarasca (1955)
El coronel no tiene quien le escriba (1961)
45
La mala hora (1962)
Cien años de soledad (1967)
El otoño del patriarca (1975)
Crónica de una muerte anunciada (1981)
El amor en los tiempos del cólera (1985)
El general en su laberinto (1989)
Del amor y otros demonios (1994)
Memorias de mis putas tristes (2004)
Cuentarios
Los funerales de la Mamá Grande (1962)
La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada
(1972)
Ojos de perro azul (1972)
Doce cuentos peregrinos (1992)
Periodismo
Obra periodística 1: Textos costeños (1981)
Obra periodística 2: Entre cachacos (1982)
Obra periodística 3: De Europa y América (1983)
Obra periodística 4: Por la libre (1984)
Obra periodística 5: Notas de prensa (1991)
3.1.2. Premios y distinciones
Gabriel García Márquez, a lo largo de su trayectoria, ganó varios premios y
reconocimientos por su obra literaria y su labor social, destacando, principalmente, el
Premio Nobel de Literatura en 1982, otorgado por la Academia Sueca: “por sus novelas
e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo
46
de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente”9. Otros de los
premios y reconocimientos que recibió son:
Doctor honoris causa de la Universidad de Columbia en Nueva York (1971).
Premio Rómulo Gallegos por Cien años de soledad (1972).
Medalla de la Legión de Honor de Francia en París (1981).
Premio cuarenta años del Círculo de Periodistas de Bogotá (1985).
3.2. Gabriel García Márquez y el boom latinoamericano
El boom latinoamericano fue un fenómeno literario que se produjo entre los años 1960 y
1970. Ángel Esteban y Ana Gallego, académicos que estudiaron el boom y escribieron el
libro De Gabo a Mario, consideran que “lo que hubo fue una serie de coincidencias que,
unidas a la gran calidad literaria de sus protagonistas, provocaron el terremoto más
impetuoso de todas las épocas en las letras hispánicas.” (Esteban & Gallego, 2009, pág.
37). Este fenómeno fue la época de mayor auge, tanto comercial como de calidad, de las
letras hispánicas, debido al trabajo de los escritores hispanoamericanos en sus escritos y
a su labor en causas políticas, sociales y culturales.
El boom latinoamericano fue un grupo de escritores latinoamericanos que estuvo
principalmente encabezado por cuatro personajes: Gabriel García Márquez (Colombia),
Mario Vargas Llosa (Perú), Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México). Pero
antes de ellos existieron una serie de escritores que forjaron las bases de la “nueva
narrativa latinoamericana”, algunos de estos escritores fueron: Jorge Luis Borges
(Argentina), Juan Carlos Onetti (Uruguay), Ernesto Sábato (Argentina), Juan Rulfo
(México), Miguel Ángel Asturias (Guatemala), Alejo Carpentier (Cuba), entre otros.
Cabe destacar que muchos escritores destacados que surgieron durante la década de los
70´s fueron asociados al boom latinoamericano.
El éxito comercial de este periodo de auge de la literatura latinoamericana fue propiciado
por editoriales europeas como Seix Barral, en Barcelona-España; al igual que casas
editoriales con sedes en La Habana, Ciudad de México, Buenos Aires, Montevideo,
Asunción o Santiago. Estas casas editoriales fueron responsables de publicar la mayoría
9 Fundación Nobel, Premio Nobel de Literatura 1982.
47
de novelas del boom, y estas ciudades se convirtieron en centros importantes de la
innovación cultural. Dentro de las obras publicadas que destacan se puede citar a las
siguientes:
La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa (1962)
Aura de Carlos Fuentes (1962)
Rayuela de Julio Cortázar (1963)
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (1967)
Las novelas del boom tuvieron una gran influencia de los vanguardistas latinoamericanos
de la década pasada como Miguel Ángel Asturias, Juan Carlos Onetti, Ernesto Sábato,
entre otros. Sin embargo, las novelas de este grupo también son esencialmente
vanguardistas, debido a que utilizan varias perspectivas a través de diferentes voces
narrativas, el tiempo ocasionalmente no es lineal y utilizan un gran número de
neologismos, juegos de palabras o blasfemias. Retratan constantemente escenarios
urbanos y rurales de América latina, donde ponen énfasis en la historia, la realidad social,
los problemas políticos y otros temas de carácter social, enfocados desde el estilo literario
del realismo mágico y la ficción histórica.
3.2.1. El rol político de los escritores del boom en la sociedad latinoamericana
durante la década del 60
Latinoamérica vivió un importante periodo de agitación, en el clima político, económico
y social, durante la década de 1960. A nivel mundial se vivía el clima de la Guerra Fría,
y este fue el contexto más importante en el que los escritores del boom desarrollaron sus
obras. El triunfo de la Revolución Cubana de 1959 ayudó a que se afiance las aspiraciones
y la ideología socialista en América Latina. Sobre todo, en contraposición a las dictaduras
militares y gobiernos de derecha que gobernaron durante estos años en países como Chile
o Argentina, que tuvieron apoyo de los Estados Unidos a través del Plan Cóndor. Sobre
esto Ángel Esteban y Ana Gallego menciona que:
Lo cierto es, que en América Latina y otras muchas regiones del planeta, la situación de
desamparo de las clases bajas y el constante asedio de los países poderosos sobre las
quebradizas economías de los sures, reflejan que hace falta una dinámica diferente. Y es
48
precisamente en esa década cuando se plantean las bases teóricas y prácticas, en América
Latina, para un cambio posible (Esteban & Gallego, 2009, pág. 23).
El cambio social y político que necesitaba América Latina se planteaba desde la
Revolución Cubana. La gran mayoría de escritores e intelectuales latinoamericanos de la
época estuvieron ligados a las actividades políticas y culturales que organizaban los
cubanos. Los congresos literarios, el lanzamiento de revistas culturales u otras actividades
fueron de gran acogida por los miembros del boom latinoamericano, que constantemente
viajaban a la isla y participaban activamente en todas las actividades tanto culturales como
políticas. La figura de Fidel Castro fue importante para generar un proyecto cultural y
político de integración latinoamericana, y su participación en el proyecto cultural cubano
fue tan grande que llego a ser amigo personal de muchos escritores, como es conocida su
gran amistad con Gabriel García Márquez.
La institución cultural Casa de las Américas (1959), creada por la Revolución Cubana,
tuvo un rol importante durante esta época, ya que organizó muchos congresos y publicó
varias revistas culturales. En los congresos se analizaba “el valor de la palabra frente al
de los hechos o las armas, sobre el papel de la literatura en los procesos revolucionarios.”
(Esteban & Gallego, 2009, pág. 28). Los escritores del boom tomaron una posición
político favorable a la revolución de Fidel Castro ante la actualidad latinoamericana. Esto
hizo que su asistencia a los constantes congresos cubanos, su colaboración en las revistas
culturales fuera continua. Llegó un punto en el que incluso los movimientos, de cada uno
de los miembros de este grupo, se daban en torno a las reacciones que se darían desde el
régimen cubano.
Así fue como algunas autoridades cubanas recomendaron que la suma en efectivo que se
le entregó a Mario Vargas Llosa, por ganar el Premio Rómulo Gallegos Lara, debería ser
donada a los intereses de la Revolución Cubana, o que la participación de escritores como
Julio Cortázar o Gabriel García Márquez, en eventos culturales realizados en Estados
Unidos, sea mal vista desde las mismas autoridades. Fueron algunas acciones y actitudes
las que generaron un ambiente tenso entre ciertos escritores del boom y ciertos cabecillas
de la Revolución Cubana. Pero fue finalmente el “Caso Padilla” lo que terminó de romper
esta relación entre algunos miembros del boom y la revolución.
El “Caso Padilla” fue un episodio oscuro de la Revolución Cubana, ya que mostró el lado
más autoritario de las autoridades cubanas, incluido su líder Fidel Castro. El 20 de marzo
49
de 1971 las autoridades cubanas detuvieron al poeta Herberto Padilla, por un poema
crítico llamado “Provocaciones”. El poeta fue acusado de “actividades subversivas”
contra el gobierno cubano, por lo que fue encarcelado y obligado a escribir una
retractación. Todo esto hizo que la posición de los intelectuales latinoamericanos y
escritores del boom se dividiera, y a la larga generó el devenir del boom latinoamericano
por las diferencias políticas.
3.3. El realismo mágico en el estilo literario de Gabriel García Márquez
El realismo mágico es un movimiento literario y pictórico originado en el siglo XX. Se
enfoca en mostrar lo irreal o extraño del mundo como algo cotidiano y común. Ante todo,
es una postura ante la realidad, para expresar emociones. El crítico alemán Franz Roh fue
el primero en utilizar el término en 1925 para describir a una serie de pintores post-
expresionistas alemanes. Posteriormente en 1927, el novelista italiano Massimo
Bontempelli desarrolló un término parecido para referirse a la ficción moderna. El
término cayó en un desuso, hasta que en los años 40 se comenzó a utilizar nuevamente
en Latinoamérica y tuvo su mayor auge en la época del boom latinoamericano. Wendy B.
Faris identifica cinco características principales del realismo mágico:
El elemento irreducible de la magia; en segundo lugar, la detallada descripción de
fenómenos paranormales y del mundo fenoménico; en tercer lugar, la continua sucesión
de acontecimientos contradictorios; en cuarto lugar, la difusa y confusa separación entre
mundos; finalmente, la distorsión de ideas en el tiempo, el espacio y la identidad (Faris
en Pérez-Chao, 2017, pág. 15).
La magia se refiere a esos elementos que no son posibles de explicarse en un análisis
lógico, por lo que este movimiento combina características del realismo con los fantástico
para que lo maravilloso surja de lo ordinario distinguiendo lo real de lo mágico. La
descripción de fenómenos paranormales es muy detallada en el realismo mágico para
retratar de mejor manera la experiencia, haciendo que pueda ser sentida por el lector. Los
acontecimientos contradictorios son constantes en el realismo mágico, generando duda
en el lector y aumentando su interés. La separación entre mundos es importante, ya que,
constantemente se relaciona el mundo de los vivos con el mundo de los muertos
mostrando personajes como fantasmas, espíritus, etc. Y, la distorsión de ideas, en el
tiempo y el espacio se utiliza para generar una multiplicidad radial en los personajes.
50
Gabriel García Márquez tuvo un estilo literario influenciado por grandes maestros de la
literatura como William Faulkner, Ernest Hemingway, James Joyce, Virginia Woolf,
entre otros. Sin embargo, fue William Faulkner quien influenció en mayor medida en la
forma de escribir del colombiano. Dentro del realismo mágico García Márquez, y el
guatemalteco Miguel Ángel Asturias son reconocidos como figuras centrales de este
movimiento literario. Mario Vargas Llosa en su tesis doctoral, García Márquez: Historia
de un deicidio, menciona sobre Cien años de soledad que “Aracataca vivía de mitos, de
fantasmas, de soledad y de nostalgia. Casi toda la obra literaria de García Márquez está
elaborada con esos materiales que fueron el alimento de su infancia.” (Vargas Llosa,
1971, pág. 15).
El realismo es muy importante en la obra de Gabriel García Márquez. El autor siempre
se enfocó en mostrar la realidad de su pueblo Aracataca y de Colombia, sus primeros
libros (El coronel no tiene quien le escriba, la mala hora y los funerales de la Mama
Grande) tenían una estructura racional. En sus posteriores trabajos experimentó con un
enfoque diferente de la realidad, donde retrataba los acontecimientos como eran, pero
también intervenían episodios fantásticos en sus obras. Sin embargo, Gabriel García
Márquez manifiesta que todos sus escritos tienen como base la realidad, solo es cuestión
de la perspectiva que se toma. En palabras del “Gabo”: “La vida cotidiana en América
Latina nos demuestra que la realidad está llena de cosas extraordinarias.” (García
Márquez & Mendoza, 1982, pág. 43).
3.4. El pensamiento político en la obra de Gabriel García Márquez
El pensamiento político de Gabriel García Márquez siempre estuvo ligado al socialismo.
El escritor fue un adepto de los postulados teóricos del socialismo, pero fue crítico en la
práctica de este, que desarrollaban ciertos gobiernos de nomenclatura socialista. Estuvo
involucrado en pequeñas células políticas de carácter comunista, y durante su carrera creó
una revista política (Libre 1971), además de que ejerció como corresponsal del régimen
cubano en la agencia de prensa, Prensa Latina. Dentro de las actividades políticas que
realizó lo que más destaca es su relación íntima con Fidel Castro y su gran compromiso
con la Revolución Cubana. Sobre esto, García Márquez dijo: “Mi idea es que la
Revolución Cubana está hace más de veinte años en situación de emergencia, y esto es
por culpa de la incomprensión y hostilidad de los Estados Unidos.” (García Márquez &
Mendoza, 1982, pág. 88).
51
El escritor cataquero también tuvo participación en mediaciones de paz y apoyos
políticos. Ayudó en las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano de Belisario
Betancourt y el grupo guerrillero Movimiento 19 de abril (M-19). Además de intervenir
en las conversaciones del gobierno colombiano con otras organizaciones guerrilleras
como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC). García Márquez tuvo un importante rol político en Latinoamérica
y en su natal Colombia, siempre ligado al socialismo, pero con una postura abierta y
analítica. Sobre esto le dijo a su amigo Plinio Apuleyo Mendoza:
Mi convicción es que tenemos que inventar soluciones nuestras, en las cuales se
aprovechen hasta donde sea posible las que otros continentes han logrado a través de una
historia larga y accidentada, pero sin tratar de copiarlas de un modo mecánico, que es lo
que hemos hecho hasta ahora. Al final, sin remedio, esa será una forma propia de
socialismo (García Márquez & Mendoza, 1982, pág. 89).
Gabriel García Márquez en su obra siempre toca temas políticos desde sociedades que
tienen diferentes sistemas políticos, hasta personajes con posturas políticas definidas.
Esto lo realiza el autor para, a través de ejemplos, mostrar su postura política. Por
ejemplo: En Cien años de soledad, muestra la ausencia de un sistema político en un
pueblo del Caribe colombiano y lo que esto genera en las personas, mientras en El otoño
del patriarca muestra una sociedad regida por el poder total de un viejo dictador. El
escritor retrató mucho de su pensamiento político en sus novelas. Sin embargo, como
menciona él mismo: “Los latinoamericanos esperan de una novela algo más que la
revelación de opresiones e injusticias que conocen de sobra [...] En realidad, el deber de
un escritor, y el deber revolucionario, si se quiere, es el de escribir bien.” (García Márquez
& Mendoza, 1982, pág. 59).
3.5. La cultura campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez, en muchas de sus novelas, retrata los recuerdos su infancia en
su pueblo natal. El pueblo natal del escritor es Aracataca, un municipio del departamento
de Magdalena ubicado en la región Noreste de Colombia, cercana al Mar Caribe. La
herencia cultural de sus abuelos gallegos y la herencia cultural caribeña, donde nació y se
crio el autor, le ayudaron a mostrar rasgos culturales de las comunidades de la costa
caribeña, e inclusive de la cultura colombiana y latinoamericana.
52
La herencia cultural caribeña fue muy importante en las temáticas de sus obras, ya que,
retrató elementos importantes de la cultura caribeña. La cultura caribeña es “una impronta
cultural compuesta de ingredientes indígenas, europeos y africanos, la cual ha quedado
indeleble en la sociedad costeña colombiana en forma de una relación simbiótica.”
(Megenney, 1986, pág. 212). Esto hace que el estilo y las representaciones, en la obra de
García Márquez, tengan elementos de la mezcla de las diferentes culturas que
influenciaron en la región del Caribe.
La cultura campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez es determinante
porque marca su estilo literario (realismo mágico) y sus temáticas (la soledad, lo
sobrenatural, etc.). García Márquez es quien ratifica esto al afirmar: “Yo creo que el
Caribe me enseñó a ver la realidad de otra manera, a aceptar los elementos sobrenaturales
como algo que forma parte de nuestra vida cotidiana.” (García Márquez & Mendoza,
1982, pág. 55). La cultura caribeña colombiana hizo de Gabriel García Márquez el gran
escritor que conoce el mundo.
53
CAPÍTULO IV
4. ANÁLISIS DEL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO
DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD.
Una vez que se ha estudiado los conceptos y definiciones en los campos principales de
esta investigación (cultura, comunicación y análisis del discurso) y se ha construido el
marco teórico, se procederá a realizar el Análisis del discurso social y político de la obra
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. El Análisis del Discurso (AD), como
se ha mencionado previamente, es un campo multidisciplinar y por ende para realizar un
análisis del discurso se puede tomar diferentes perspectivas que permitan estudiar el uso
y función del discurso en un texto. Esto otorga al investigador de una cierta libertad para
realizar el análisis; ya que, al ser un análisis cualitativo, se pone énfasis en ciertos aspectos
que van acorde al objetivo del proyecto de investigación.
Debido a que el objetivo principal de esta investigación es analizar la representación de
la cultura de las comunidades campesinas caribeñas en el discurso social y político de
Cien años de soledad, se estudiaron aspectos relevantes en torno a este objetivo, como la
influencia de la cultura caribeña y el boom latinoamericano en la obra de Gabriel García
Márquez. Todo esto con el propósito de contextualizar el aspecto cultural y político en la
obra literaria del escritor, y mostrar en el análisis del discurso que se va a realizar, cómo
la obra tiene expone la herencia de la cultura caribeña del autor y el pensamiento político
de García Márquez.
El análisis del discurso, al ser un campo multidisciplinar cualitativo, toma en
consideración elementos de composición lingüística, y puede ser considerado “el estudio
de las producciones simbólicas, ya sean escritas o habladas, que tienen un orden y una
coherencia y que son producidas en el marco de una interacción en el que el emisor
legitima ‘su’ mundo.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 114). Es por esto que
a través del AD también se puede estudiar la discursividad de una obra literaria. En este
caso estudiando el discurso social y político dentro de las representaciones de la cultura
campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez.
54
4.1. Metodología
La presente investigación utilizará la propuesta metodológica planteada por Iván Rodrigo
Mendizábal, en base a los postulados de Teun Van Dijk (1999). Donde propone un
modelo de análisis de discurso aplicado a la comunicación social y política, que atraviese
el nivel del relato, el nivel del contexto y el nivel ideológico. Todo esto enfocado en el
planteamiento de que el discurso, como una producción social, forma parte de “un proceso
a través del cual los grupos sociales intercambian/confrontan sus realidades y consolidan
sus concepciones de hacer la realidad de la vida cotidiana.” (Van Dijk & Rodrigo
Mendizábal, 1999, pág. 104).
El análisis del discurso se aplica sobre textos, que son todo tipo de estructuras de sentido
que tiene como soporte un tipo de lenguaje. Según Iván Rodrigo Mendizábal (1999) los
textos pueden ser de diferentes tipos: Textos literarios: textos con coherencia y regulación
interna. Textos no literarios: textos que poseen cierta coherencia textual pero no siempre
obedecen a regulaciones sintagmáticas. Textos sociales: textos que son producto del habla
cotidiano. Textos audiovisuales: textos que son producciones específicamente no
lingüísticas pero que poseen su propia codificación. Textos transcritos: textos que son el
producto de la transformación de los textos en nuevos formatos. En el caso de esta
investigación se analizará un texto literario.
La metodología planteada por Iván Rodrigo Mendizábal, en base a los estudios de Teun
Van Dijk (1999), se centra en tres postulados principales:
a) un texto se realiza siempre y cuando haya una situación de intercambio en el marco de
lo que Habermas (1994) llama la acción comunicativa. Esto nos remite al hecho de que
el texto mismo está sustentado en un hecho social que es el evento que determina su
intercambio (Van Dijk & Mendizábal, 1999, pág. 120).
El primer postulado se refiere a que el discurso siempre es expresado dentro de un
escenario, que sería el lugar de organización de sentido. En general se está haciendo
referencia al contexto de producción de un discurso, pero también a otros elementos como
su colocación, reproducción y consumo. Todos estos elementos ayudan a relacionar el
discurso con otros aspectos para desarrollar su análisis.
b) la construcción del mundo como objeto por parte del sujeto (que para nuestro caso es
el actor social) lo que nos remite a la idea de que, por medio de la producción textual-
discursiva, ya hay una representación que, en primera instancia enmascararía al actor y,
55
en segunda, lo haría visible en el mundo real esta vez mediado por “su” sistema simbólico
que le representa (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 121).
El segundo postulado hace referencia a cómo el sujeto enuncia el mundo sensible que lo
compone. Esto permite entender como a través de los discursos se generan sentidos dentro
del mundo social. Sobre todo, porque los seres humanos se desarrollan dentro de un
mundo simbólico que se construye en torno a la lectura e interpretación de significados
presentes en los discursos.
c) las prácticas sociales nos remiten a otra dimensión. No es que solamente hay un
intercambio simbólico en el marco de un escenario, ni tampoco que el actor social articula
un mundo y lo hace sensible mediante un sistema simbólico, sino también que el texto
está ubicado dentro de un contexto que le explica y le determina (Van Dijk & Rodrigo
Mendizábal, 1999, pág. 122).
El tercer postulado se remite a la manera en que el texto tiene influencia de su contexto,
del contexto del autor y del contexto del lector. Precisamente se refiere a la forma en que
la ideología atraviesa la interpretación del texto. La influencia del discurso es posible por
la ideología, y este elemento es el principal en la lectura que se hace de un discurso.
Rodrigo Mendizábal utiliza estos postulados para direccionar una propuesta
metodológica, donde el relato, el texto y el discurso son tres categorías que están en un
mismo nivel al momento de realizar el análisis del discurso. A pesar de que cada una se
refiere a diferentes formas de ver la realidad implícita en el discurso de cada persona. El
análisis del discurso debe analizar la articulación y coherencia del relato, que está en
proceso de deconstrucción y se mantiene como discurso social. Para lo cual, el
investigador analiza el relato en su modo de enunciar y de comunicar, así como analiza
los metalenguajes y las metacomunicaciones. El ADP se interesa en el análisis de
diferentes contextos del discurso “es decir, por los procesos cognitivos de la producción
y la recepción, y por las dimensiones socioculturales del uso del lenguaje y de la
comunicación.” (Van Dijk en Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 128).
La metodología que propone Iván Rodrigo Mendizábal (1999) permitirá analizar el
discurso social y político presente en la obra Cien años de soledad de Gabriel García
Márquez, para mostrar el pensamiento político y las representaciones de la cultura
campesina caribeña presentes en la obra. Además de la función que cumple el relato
56
dentro del contexto latinoamericano de la época y puede llegar a cumplir como obra
magnánima de la literatura universal.
4.2. Nivel del relato
4.2.1. Ubicación general del relato
La ubicación general del relato se refiere a las condiciones específicas de producción del
relato (contexto), por contexto nos referimos “a determinar las condiciones de producción
del relato como tal.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 130). Además de la
ubicación del enunciador, es decir la formación e influencias que tenía el autor en el
momento de la construcción de su discurso. La ubicación del enunciador iniciará tomando
aspectos relevantes de la vida de Gabriel García Márquez, antes, durante y posteriores,
en relación a la publicación de Cien años de soledad.
Gabriel García Márquez inició su camino, para ser escritor, en el mundo periodismo
(1948-1955) trabajo para importantes periódicos como El Universal (Cartagena), o El
Espectador (Barranquilla) donde publicó su primer cuento, La tercera resignación
(1947). Estudió periodismo en la Universidad de Cartagena, donde incluso llegó a ser
parte de una célula política de izquierda. Su labor de periodista conjuntamente con su
vida bohemia hizo que se integrará al “Grupo Barranquilla” que era un grupo de
intelectuales y artistas de la localidad costeña que discutían temas políticos, culturales,
artísticos y sociales, y que publicaban sus trabajos en el semanario Crónica (1940-1950).
Este sería el inició para que se adentre en el mundo literario de Colombia, y después de
años buscando un editor publicaría su primera novela, La Hojarasca (1955), y
posteriormente publicaría dos novelas más: El coronel no tiene quien le escriba (1961) y
La mala hora (1962). Todas fueron bien recibidas por la crítica y le dieron el respeto y
fama que necesitaba para publicar su siguiente novela.
El contexto de Cien años de soledad (1967) está completamente relacionado con la vida
de Gabriel García Márquez. El escritor ya había hecho referencia al pueblo imaginario de
“Macondo”, en algunas de sus obras anteriores, sin embargo, en esta novela planteaba
plasmar todos los recuerdos que tenía de su infancia en su pueblo natal, y mostrar la
herencia de su cultura caribeña. Esta novela fue importante para mejorar la situación
económica de la familia del autor. Como escritor también mostró la madurez de García
Márquez, permitiendo una autorrealización personal del escritor. Sobre esto él dice:
57
Quise sólo dejar una constancia poética del mundo de mi infancia, que como sabes
transcurrió en una casa grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela
que adivinaba el porvenir, y numerosos parientes de nombres iguales que nunca hicieron
mucha distinción entre la felicidad y la demencia (García Márquez & Mendoza, 1982,
pág. 68).
El escritor nació en el pueblo de Aracataca, de donde proviene su herencia campesina
caribeña. En sus obras siempre se enfocó en mostrar mucho de la cultura de los pueblos
campesinos del caribe, siempre tomando las anécdotas y cuentos de su abuela o sus
propias vivencias de niño. García Márquez, ante todo, siempre retrató las memorias de su
vida en su amado pueblo. Se ha mencionado que su estilo literario tiene influencia del
realismo mágico, ya que muestra acontecimientos maravillosos como algo cotidiano. Sin
embargo, el propio “Gabo” dice: “En el Caribe, al que pertenezco, se mezcló la
imaginación desbordada de los esclavos negros africanos con la de los nativos
precolombinos y luego con la fantasía de los andaluces y el culto de los gallegos por lo
sobrenatural.” (García Márquez & Mendoza, 1982, pág. 55). El estilo literario, a pesar de
tener técnicas y estilos del realismo mágico, es influenciado por la cultura del caribe
donde creció el colombiano. Cien años de soledad es la mayor obra del realismo mágico,
pero también es la mayor muestra de la cultura campesina caribeña.
La novela fue escrita por Gabriel García Márquez durante 18 meses, entre 1965 y 1966,
cuando el colombiano residía en la Ciudad de México. Y fue publicada por primera vez
en Buenos Aires, a mediados de 1967, por Editorial Sudamericana. La idea del libro
surgió en 1952, cuando el “Gabo” junto a su madre viajaron a su pueblo natal, Aracataca.
Desde su primer libro, La Hojarasca (1955), el autor hace referencia al pueblo imaginario
de Macondo, que en palabras del propio autor es una referencia a Aracataca. El libro narra
la historia de la familia Buendía, durante siete generaciones, que vive en el pueblo de
Macondo. La obra tuvo un completo éxito, vendiendo 8 mil ejemplares en su primera
semana. Además, le adjudicó el Premio Rómulo Gallegos Lara (1972) al escritor y con el
tiempo fue catalogada como una obra maestra de la literatura universal, fue traducida a
35 idiomas y es una de las novelas más leídas a nivel mundial.
Cien años de soledad (1967) es una obra literaria magistral, exposición máxima del
realismo mágico y memoria de la cultura campesina caribeña, pero también es una obra
social y política. Esto precisamente por el contexto durante el cual el escritor desarrollo
esta importante novela latinoamericana. En América Latina la década de los años 60´s
58
estuvo marcado por la agitación social debido a la Guerra Fría, las dictaduras militares en
la región y sobre todo por la Revolución cubana (1959). Este contexto fue muy importante
dentro de los artistas e intelectuales de la época, ya que marco la militancia hacia una
ideología política, el socialismo. Producto de esta militancia surgió un grupo de escritores
latinoamericanos conocidos como el boom latinoamericano (1960-1970), que fue un
grupo de escritores de diferentes países de América Latina que compartían intereses
literarios, artísticos y políticos. El boom latinoamericano, del cual Gabriel García
Márquez fue uno de los principales miembros, fue un grupo de escritores de gran calidad
que tenían contacto entre sí y participaban activamente en eventos culturales y mantenían
un constante apoyo a la Revolución cubana y a su líder, Fidel Castro.
El apoyo a la revolución socialista que se generó en Cuba, por parte de Gabriel García
Márquez, fue producto de su pensamiento político de izquierda que había mantenido
desde la universidad, cuando militó en una célula comunista, hasta cuando en 1971
publicaría la revista política Libre. La ideología socialista del escritor influyó en su obra
Cien años de soledad. Sobre la relación de su obra con la historia de América Latina el
autor respondió:
La historia de América Latina es también una suma de esfuerzos desmesurados e inútiles
y de dramas condenados de antemano al olvido; La peste del olvido existe también entre
nosotros. Pasado el tiempo, nadie reconoce por cierta la masacre de los trabajadores de la
compañía bananera, ni se acuerda del coronel Aureliano Buendía (García Márquez &
Mendoza, 1982, pág. 69).
En tanto a la ubicación general del relato se puede decir que Gabriel García Márquez
siempre mostró la influencia de su obra en dos aspectos principales: su herencia cultural
caribeña y su pensamiento político de izquierda. Estos serán dos ejes importantes en el
ADP de Cien años de soledad, permitiendo que se cumplan los objetivos de la
investigación y analizar las representaciones de la cultura campesina caribeña que existen
en la obra y el pensamiento político de García Márquez.
4.2.2. Estructura narrativa del relato
La estructura narrativa del relato se refiere a la lógica narrativa por la que está organizado
el relato (comienzo, desarrollo y final). Estas partes se identifican por un salto cualitativo
en el relato, lo que genera la estructura del texto. Sobre esto se puede decir que:
59
Partimos de la consideración que el discurso debe cumplir con dos condiciones: “a) una
condición de desarrollo: que nos indica que cada enunciado debe introducir una
información nueva, de lo contrario resultará reiterativo; b) una condición de coherencia:
que indica no sólo ausencia de contradicción lógica sino también la obligación respecto
de los enunciados de situarse en un marco intelectual relativamente constante (Díaz y
López en Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 130).
Iván Rodrigo Mendizábal (1999) menciona que la estructura narrativa se va a sostener
por las oraciones que son enunciados o proposiciones y la unión de estas forman párrafos
y la unión de estos formaran los asuntos, que son unidades parciales de las ideas
manifiestas del relato. Estas ideas serán llamadas “ideas parciales” y el conjunto de estas
ideas generará los “ejes narrativos”. Los ejes narrativos servirán para realizar un resumen,
que será el primer boceto general del estado del relato en función de su estructura.
En base a los planteamientos de Iván Rodrigo Mendizábal (1999) sobre cómo se compone
la estructura narrativa de un relato, la estructura narrativa de Cien años de soledad se
establecería de la siguiente manera:
60
La novela Cien años de soledad se compone de 20 capítulos no titulados, donde se
narra, en base a una estructura temporal cíclica, la historia de la familia Buendía en el
pueblo de Macondo. Los nombres de los personajes se repiten constantemente y se
fusionan acontecimientos de la realidad con hechos mágicos.
Capítulo 1
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el primer
capítulo el
autor utiliza,
en su
mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El primer capítulo
se compone de 36
párrafos. 21
párrafos largos y
15 párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en
los párrafos cortos
utiliza el punto de
vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor comienza
mostrando los
principales
elementos de la
cultura campesina
caribeña: la
conexión con la
naturaleza, las
relaciones
familiares, los
vínculos sociales, las
supersticiones y los
elementos mágicos
que existen
alrededor del caribe
colombiano, etc.
La historia inicia con el
pueblo de Macondo y con
José Arcadio Buendía y su
esposa Úrsula Iguarán. Él
solía comprarle artefactos
novedosos al líder de un
grupo de gitanos,
Melquiades, que visitaban
el pueblo una vez por año.
José Arcadio realizó
muchos inventos y se
encaminó por los
alrededores de Macondo y
descubrió que estaba
rodeado de agua. La pareja
tuvo sus dos primeros hijos
varones, José Arcadio, el
mayor y Aureliano, el
pequeño.
61
Capítulo 2
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el segundo
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El segundo
capítulo se
compone de 48
párrafos. 22
párrafos largos y
26 párrafos cortos.
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos
para mostrar el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor muestra
elementos mágicos
como algo
cotidiano (esto es
característico del
realismo mágico) y
también la
organización social
de los pueblos de la
costa caribeña
colombiana.
Otro aspecto que
muestra el autor es
el rose de las
diferentes culturas
que conviven en los
pueblos, producto
de la colonización y
del mestizaje.
Y también toca el
tema de las
relaciones
personales que se
establecen en los
pueblos.
El origen de Macondo se
dio por el éxodo que
organizó José Arcadio
Buendía, debido a que era
atormentado por el
fantasma de un vecino del
pueblo que mató en un
duelo por honor.
La familia Buendía juntos
a otras llegaron a un
poblado de la costa
caribeña donde fundaron
Macondo. El primogénito
de los Buendía, José
Arcadio comienza a
intimar con Pilar Ternera,
una vecina. Sin embargo,
después él se enamora de
una chica del grupo de los
gitanos y decide irse con
ellos. Úrsula va a buscar a
su hijo, mientras su
esposo cuida a Aureliano
y a su nueva hija, llamada
Amaranta, pero vuelve sin
él y acompañada por
nuevas personas de otros
pueblos.
62
Capítulo 3
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el tercer
capítulo el
autor utiliza,
en su
mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El tercer capítulo
se compone de 38
párrafos. 18
párrafos largos y
20 párrafos
cortos.
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto
de vista sobre
todos estos
elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos
para mostrar el
punto de vista de
los personajes
para caracterizar a
los mismo, a
través de los
diálogos.
En este capítulo el
autor muestra el
choque de culturas
por la llegada de
nuevas personas al
pueblo de Macondo.
Igualmente se
muestran elementos
mágicos como la
enfermedad del
sueño, los artefactos
de los gitanos, etc.
Otro aspecto
importante que se
muestra es la
organización
política, ya que no se
organizan a una
autoridad elegida
sobre los demás,
sino que todos
subsisten bajo
iguales condiciones
y solo José Arcadio
Buendía es tomado
como líder debido a
la antigüedad que
tiene.
Úrsula y José Arcadio
acogen al hijo bastardo de
su primogénito con Pilar
Ternera. Los niños son
cuidados por una india que
se llama Visitación. Los
gitanos vuelven, pero sin
rastro del primogénito de
los Buendía, y también
llegan unos traficantes de
pieles que entregan una
niña llamada Rebeca a los
Buendía, que al parecer era
pariente lejano. Esta niña
contagia a todo el pueblo
de la enfermedad del
sueño, que es curada pro
Melquiades. También
llega un corregidor del
gobierno.
63
Capítulo 4
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el cuarto
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El cuarto capítulo
se compone de 36
párrafos. 18
párrafos largos y
18 párrafos cortos.
Existen similar
número de
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en
los párrafos cortos
utiliza el punto de
vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo se
muestra la relación
entre las personas
con diversas
culturas dentro del
pueblo.
También se tocan
temas
interpersonales,
como las relaciones
sexuales, el
establecimiento de
vínculos
emocionales y
sentimentales.
Además, se
continúa
exponiendo
elementos mágicos
característicos de la
comunidad de
Macondo.
Los Buendía organizan
una fiesta por la
remodelación de su casa y
se trae a un músico
italiano, Pietro Crespi,
para que toque la pianola.
El músico se enamora de
Rebeca, pero Amaranta se
entromete y su madre,
Úrsula, decide enviarla de
viaje. El fallecido líder de
los gitanos, Melquiades,
es enterrado en Macondo.
Pilar Ternera se cansa de
esperar a José Arcadio y
comienza una relación
con su hermano,
Aureliano, quien en
realidad estaba
enamorado de Remedios,
la hija pequeña del
corregidor. José Arcadio
(padre) sufre una crisis al
ver el fantasma de
Prudencio Aguilar y es
amarrado a un árbol
64
Capítulo 5
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el quinto
capítulo el
autor utiliza,
en su
mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El quinto capítulo
se compone de 48
párrafos. 19
párrafos largos y
29 párrafos
cortos.
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto
de vista sobre
todos estos
elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos
para mostrar el
punto de vista de
los personajes
para caracterizar a
los mismo, a
través de los
diálogos.
En este capítulo se
muestra el desarrollo
del pueblo en
relación con los
cánones religiosos y
económicos. Se
continúa tratando las
relaciones entre
diferentes culturas.
Un punto destacado
en este capítulo es
que se exponen
temas políticos,
sobre todo el
enfrentamiento entre
partidos políticos
(conservadores
contra liberales) y se
expone un personaje
que hace referencia a
un líder
revolucionario con
pensamiento crítico
y social.
Aureliano y Remedios
contraen matrimonio por el
padre Nicanor, que además
construye una iglesia en
Macondo, que tardaría 15
años. Pietro y Rebeca no
llegan a casarse primero
por el fallecimiento de la
madre de él y después por
el fallecimiento de
Remedios. Durante esta
época, José Arcadio (el
primogénito) regresa a
Macondo y Rebeca, que
había vuelto a comer tierra,
se enamora de él y se
olvida de Pietro. Aureliano
por su parte descubre que
los conservadores arreglan
las elecciones y decide
unirse al bando
revolucionario de los
liberales donde llega a
tener el rango de coronel.
65
Capítulo 6
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el sexto
capítulo el
autor
utiliza, en
su mayoría,
oraciones
complejas
y pocas
oraciones
simples.
El sexto capítulo se
compone de 35
párrafos. 19
párrafos largos y 16
párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en los
pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor se concentra en
exponer las
implicaciones del
poder político en el
ser humano. En este
capítulo es
importante, el autor
muestra cómo
personajes de una
misma familia, y con
los mismos intereses
sociales y políticos,
aplican el poder de
una forma diferente,
así el coronel
Aureliano se dedicó
a liberar a pueblos
campesinos del
dominio y la
opresión mientras su
sobrino Arcadio se
dejó seducir por el
poder y se convirtió
en un déspota.
El coronel Aureliano se va
a la guerra y se sabe sobre
él por los 17 hijos que tuvo
con 17 mujeres diferentes.
A cargo de Macondo
queda su sobrino, Arcadio.
Él se vuelve unos de los
peores gobernantes del
pueblo, ya que abusa de su
poder y mata a muchas
personas, finalmente
termina fusilado por los
conservadores. Antes de
morir Arcadio tuvo 3 hijos
con Santa Sofía de la
Piedad: Remedios, José
Arcadio Segundo y
Aureliano Segundo.
Amaranta rechaza la
propuesta de matrimonio
de Pietro Crespi y él
termina suicidándose.
66
Capítulo 7
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
séptimo
capítulo el
autor
utiliza, en
su mayoría,
oraciones
complejas
y pocas
oraciones
simples.
El séptimo capítulo
se compone de 58
párrafos. 25
párrafos largos y 33
párrafos cortos.
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos para
mostrar el punto de
vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo se
continúa mostrando
la figura heroica del
líder social, el
coronel Aureliano
Buendía.
También se
muestran temas
sentimentales con
las relaciones y
enamoramientos que
se producen entre los
personajes y que son
vínculo central de la
novela.
El coronel Aureliano
Buendía fue tomado preso
y condenado a muerte. Sin
embargo, la noche de su
fusilamiento José Arcadio
Buendía, rescató a su
hermano. El coronel y seis
hombres vuelven a la
guerra. Una buena tarde
llega el telégrafo a
Macondo. Rebeca y José
Arcadio vivían apartados
de la familia. El coronel
Aureliano vuelve a
Macondo acompañado de
su compadre Gerineldo
Márquez. Gerineldo estaba
enamorado de Amaranta y
le propuso matrimonio,
pero ella lo rechazo,
afirmando que nunca se iba
a casar.
67
Capítulo 8
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
octavo
capítulo el
autor
utiliza, en
su mayoría,
oraciones
complejas
y pocas
oraciones
simples.
El octavo capítulo
se compone de 59
párrafos. 26
párrafos largos y 33
párrafos cortos.
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos para
mostrar el punto de
vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor continúa
mostrando el tema
del incesto dentro de
las comunidades
campesinas.
Se continúa
utilizando la figura
del coronel
Aureliano Buendía
como la de un viejo
líder revolucionario
que ha intentado
cambiar la sociedad
pero que ha sido
golpeado por las
fuerzas del sistema.
Amaranta comienza a
tener una relación
incestuosa con su sobrino,
Aureliano José. Úrsula casi
los descubre y Amaranta
terminó todo con
Aureliano José. Aureliano
José muere fusilado por el
capitán conservador,
Aquiles Ricardo. A la casa
de los Buendía llegan 10
hijos del coronel
Aureliano, todos con el
mismo nombre. El coronel
Aureliano Buendía vuelve
a Macondo acompañado
por todos sus hombres.
Úrsula descubre que su
hijo, el coronel Aureliano,
había perdido el corazón
en la revolución.
68
Capítulo 9
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el noveno
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El noveno capítulo
se compone de 72
párrafos. 19
párrafos largos y
53 párrafos cortos.
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos
para mostrar el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo se
muestra cómo
termina la
revolución del
coronel Buendía,
donde se expone
que la revolución se
ha vuelto una lucha
por el poder y no
por un verdadero
cambio social.
Y desde un carácter
personal el autor
menciona que la
revolución que
realizó el coronel
fue por el vació que
tenía en su corazón.
Llegan a Macondo seis
abogados, representantes
del gobierno conservador,
en busca del coronel
Buendía para firmar unos
acuerdos. El coronel
firma los convenios
reconociendo que la
revolución se ha
convertido en una disputa
por el poder. Después de
20 años de revolución, el
coronel junto a su amigo,
Gerineldo Márquez,
terminan su participación
ya que habían perdido la
vida y ahora les resultaba
vacía. Aureliano vuelva a
ser el hombre de la casa
de los Buendía, y aunque
intenta suicidarse
sobrevive.
69
Capítulo 10
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el décimo
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El décimo capítulo
se compone de 40
párrafos. 24
párrafos largos y
16 párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en
los pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor muestra
elementos de la
cultura campesina
cómo las peleas de
gallos, los negocios
de ganado, las
ferias, etc. También
se muestra las
relaciones
personales que
establecen hombres
y mujeres.
Se muestran
personajes y
situaciones
tragicómicos que
son particulares de
la cultura
campesina.
Arcadio junto con Santa
Sofía de la Piedad
tuvieron dos hijos
varones: Aureliano
Segundo y José Arcadio
Segundo. Los niños eran
tan parecidos que su
misma madre los
confundía. Aureliano
Segundo se encomendó a
la tarea de descifrar los
pergaminos que
Melquíades había
abandonado a su muerte,
y una tarde, el gitano
apareció en el laboratorio
y comenzó a transmitirle
todo su conocimiento.
Mientras José Arcadio
Segundo se dedicó a las
peleas de gallos.
Aureliano Segundo
conoció a Petra Cotes, la
mujer de la que se
enamoraría y a pesar de
ser su concubina, la
amaba más que a su
propia esposa. En una
feria, conoce a Fernanda
la que sería su esposa.
70
Capítulo 11
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
undécimo
capítulo el
autor
utiliza, en
su mayoría,
oraciones
complejas
y pocas
oraciones
simples.
El undécimo
capítulo se
compone de 41
párrafos. 21
párrafos largos y 20
párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en los
pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor muestra el
choque entre
culturas, de una
cultura “popular”
campesina con una
cultura “civilizada”
aburguesada.
Igualmente se
continúan mostrando
personajes
tragicómicos de los
pueblos campesinos,
que, aunque parecen
inverosímiles son
recurrentes en la
cultura popular.
El matrimonio entre
Fernanda y Aureliano
Segundo casi termina,
porque él mantenía una
relación con Petra Cotes.
Fernanda trató de imponer
buenas costumbres en los
Buendía. Mientras
Aureliano Segundo se
entregó al derroche de su
fortuna y a vivir
apasionadamente con su
concubina. Del
matrimonio de ellos
nacería Renata Remedios
que tenía una belleza
sublime. El coronel
Aureliano se había
dedicado a la platería, y
una tarde llegaron 17
hombres que lo
reclamaban como a su
padre.
71
Capítulo 12
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
duodécimo
capítulo el
autor
utiliza, en
su mayoría,
oraciones
complejas
y pocas
oraciones
simples.
El duodécimo
capítulo se
compone de 33
párrafos. 17
párrafos largos y 16
párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en los
pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor muestra los
cambios que generan
la industrialización
de los pueblos
campesinos y los
cambios que genera
en la forma de vida
del campesino
caribeño, sobre todo
porque se inicia un
proceso de
destrucción y
explotación de la
naturaleza, un
elemento muy
importante en la vida
del campesino.
También se
muestran elementos
sobrenaturales y se
hace constante uso
de figuras retóricas,
como hipérboles,
alegorías, etc.
Aureliano Triste, trajo el
ferrocarril y llegó a
Macondo la luz y el cine.
También llegaron
forasteros con sus familias
y sus animales. Incluso
llegaron extranjeros que
querían explotar la tierra y
el banano. El coronel vivía
enojado por la invasión,
pero Aureliano Segundo
estaba feliz de relacionarse
con gente nueva y vivir en
constantes fiestas.
Remedios “la bella” era la
única que no se alteraba,
pero todos los hombres que
la miraban se volvían locos
por ella. Una tarde,
mientras doblaba ropa
limpia, Remedios, la bella,
salió volando. El coronel
cansado y enojado decidió
retomar las armas y le
pidió ayuda a su amigo
Gerineldo Márquez, pero
éste se negó.
72
Capítulo 13
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimotercer
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimotercer
capítulo se
compone de 48
párrafos. 22
párrafos largos y
26 párrafos cortos
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos
para mostrar el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo se
tocan temas
interpersonales e
intrapersonales, con
los problemas que
aquejan a una
familia rodeada por
una comunidad que
se ha sometido a
profundos cambios
debido a la
industrialización y
la llegada de la
cultura citadina.
Úrsula estaba perdiendo
la vista, pero seguía
teniendo una energía que
le permitía ocultar su
vejez y cuidar de José
Arcadio, el hijo de
Aureliano Segundo y
Fernanda. Él seguiría sus
estudios sacerdotales en
el extranjero, igual que su
hermana Meme, quien era
excelente para tocar el
clavicordio. En su
soledad, Amaranta
empezó a tejer su propia
mortaja. Aureliano
Segundo seguía siendo
más feliz con Petra y
Fernanda les escribía
cartas a sus hijos
mintiéndoles sobre la
felicidad que reinaba en la
casa.
73
Capítulo 14
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimocuarto
capítulo el
autor utiliza,
en su
mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimocuarto
capítulo se
compone de 31
párrafos. 18
párrafos largos y
13 párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en los
pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo se
continúa mostrando
los problemas
personales de los
miembros de la
familia Buendía, y
también se muestran
las relaciones
amorosas.
Igualmente se va a
continuar
mostrando
elementos
“mágicos” que son
comunes en las
comunidades
campesinas.
Las vacaciones de Meme
coincidieron con el
fallecimiento del coronel
Aureliano Buendía.
Meme había terminado
sus estudios y se dedicaba
a pasear con sus amigas y
a tocar el clavicordio.
Después la actitud de
Meme fue cambiando y su
madre, Fernanda, la
descubrió besándose con
Mauricio Babilonia en la
oscuridad del cine. La
madre la encerró en la
casa y le prohibió toda
clase de visitas. Una
noche, Fernanda llamó a
la policía por un ladrón de
gallinas que estaba en la
parte trasera de la casa. Se
oyeron unos disparos y
Mauricio Babilonia cayó
muerto dejando a Meme
esperando un hijo suyo.
Una mañana Amaranta
anunció su muerte y se
acostó en su lecho hasta
que cerró los ojos.
74
Capítulo 15
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimoquinto
capítulo el
autor utiliza,
en su
mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimoquinto
capítulo se
compone de 51
párrafos. 25
párrafos largos y
26 párrafos cortos
Existen menos
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras utiliza
mayormente los
párrafos cortos
para mostrar el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor continúa
mostrando los
problemas
personales de los
miembros de la
familia Buendía.
También se muestra
la lucha política de
José Arcadio
Segundo forman el
primer sindicato de
trabajadores contra
la explotación de la
compañía bananera
que había llegado a
Macondo por la
industrialización del
pueblo.
Aureliano Segundo se
distanció, aún más, de
Fernanda y años después
descubrió que ella le había
ocultado que Meme había
tenido un niño de
Mauricio Babilonia, y él
llevaba tres años
escondido en el
laboratorio de
Melquíades. Aureliano
Segundo se encargó de su
educación y lo llamó
Aureliano. Mientras José
Arcadio Segundo había
abandonado los gallos de
pelea para trabajar en la
compañía bananera, pero
después de años de
explotación se convirtió
en el líder de los
trabajadores y formó el
primer sindicato de
Macondo. El sindicato
peleaba contra los gringos
y José Arcadio Segundo
se vio, muchas veces, en
peligro de ser
encarcelado.
75
Capítulo 16
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimosexto
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimosexto
capítulo se
compone de 24
párrafos. 14
párrafos largos y
10 párrafos cortos
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en
los pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo se
continúa mostrando
los problemas
personales de la
familia Buendía,
sobre todo por la
promiscuidad y el
fallecimiento
constante de
personajes
importantes de la
novela. También se
muestran elementos
mágicos.
En Macondo, llovió
durante cuatro años, once
meses y dos días y nadie
podía dejar la casa.
Después de un tiempo, la
comida empezó a
escasear y Fernanda le
exigía a su Aureliano
Segundo que saliera en
busca de víveres. En esos
días también murió el
coronel Gerineldo
Márquez. Aureliano
Segundo va a casa de
Petra Cotes y la encuentra
tratando de salvar las
pocas reses vivas que les
quedaban. Petra le
reclama a Aureliano
Segundo por no haber
acudido a sus llamados.
76
Capítulo 17
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimoséptimo
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimoséptimo
capítulo se
compone de 35
párrafos. 18
párrafos largos y
17 párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en
los pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor continúa
mostrando los
problemas que
tiene cada uno de
los miembros de la
familia, además de
muchas muertes.
También muestra
acontecimientos
curiosos, que
parecen ser
mágicos, pero en
realidad son
situaciones que
ocurren con
regularidad en el
albor popular de
pueblos del campo.
Dejó de llover y Úrsula se
dedicó a restaurar la casa.
Aureliano Segundo
regresó a la casa de Petra
Cotes. José Arcadio
Segundo seguía
estudiando los
pergaminos de
Melquíades. Úrsula, con
la restauración de la casa,
se llenó de recuerdos y se
esforzó por cumplir su
promesa de morir cuando
deje de llover. En sus
últimos días confundía a
los descendientes.
Rebeca mure ese año y
Aureliano Segundo se
hizo cargo del entierro. El
nueve de agosto, José
Arcadio Segundo fallece
mientras conversaba con
su hermano gemelo y
pocas horas después,
Aureliano Segundo dejó
de respirar. Los gemelos
fueron enterrados en
baúles iguales que
también fueron
confundidos.
77
Capítulo 18
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimoctavo
capítulo el
autor utiliza,
en su
mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimoctavo
capítulo se
compone de 35
párrafos. 18
párrafos largos y 17
párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en los
pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor muestra la
debacle de la familia
Buendía, y detalla
acontecimientos
desafortunados, y
sobre todo como la
estirpe de la familia
Buendía se va
terminando.
También muestra
elementos mágicos.
Santa Sofía de la Piedad se
encargaba de la casa hasta
que un día cansada se va y
no se vuelve a saber nada
de ella. Fernanda muere
antes de la llegada de José
Arcadio. José Arcadio, al
llegar recogió a niños del
pueblo para que jugaran en
la casa. Una noche los
niños encontraron el
tesoro que Úrsula había
escondido. José Arcadio
reformó la casa y echó a
los niños. En estos tiempos
llega a la casa el único
superviviente de los 17
Aurelianos, Aureliano
Amador, pero al no
reconocerlo no le dejaron
entrar y dos policías le
dispararon en plena calle.
José Arcadio es asesinado
por los niños a los que
había echado y se llevan
los tres sacos de oro
mientras Aureliano
Babilonia estudiaba y
descifraba los pergaminos
78
Capítulo 19
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
decimonoveno
capítulo el
autor utiliza,
en su mayoría,
oraciones
complejas y
pocas
oraciones
simples.
El decimonoveno
capítulo se
compone de 33
párrafos. 22
párrafos largos y
11 párrafos cortos.
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en
los pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de
los personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor muestra el
roce cultural que se
genera entre
personas de
diferentes
nacionalidades y
etnias. Y el autor
vuelve al tema
inicial del libro, el
incesto, entre
personajes de la
misma familia
Buendía.
Amaranta Úrsula regresa
a la casa, con su esposo un
flamenco llamado
Gastón. Al llegar a la casa
la arregla mientras Gastón
intenta establecer un
correo aéreo. Antes de la
llegada de Amaranta
Úrsula, Aureliano
Babilonia había conocido
a Nigromanta, una negra
que se convirtió en su
amante. Aureliano
también se había hecho
amigo de cuatro jóvenes
que visitaban la misma
librería. Su amistad era
más fuerte con Gabriel
nieto de Gerineldo
Márquez. Aureliano se
enamoró de Amaranta
Úrsula y una tarde,
después de haber bebido,
hizo el amor con ella.
79
Capítulo 20
Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:
En el
vigésimo
capítulo el
autor
utiliza, en
su mayoría,
oraciones
complejas
y pocas
oraciones
simples.
El vigésimo
capítulo se
compone de 34
párrafos. 18
párrafos largos y 16
párrafos cortos
Existen
mayormente
párrafos largos
donde el autor
utiliza el narrador
omnisciente para
mostrar los
acontecimientos,
los personajes, el
lugar y su punto de
vista sobre todos
estos elementos.
Mientras que en los
pocos párrafos
cortos utiliza el
punto de vista de los
personajes para
caracterizar a los
mismo, a través de
los diálogos.
En este capítulo el
autor relata el final
de la familia
Buendía, utilizando
elementos mágicos,
igualmente trata el
tema del incesto y
hace referencia al
mito que los hijos de
primos pueden nacer
con cola de cerdo.
Finalmente termina
la narración con
magia y con una
moraleja sobre la
soledad.
Gastón viaja a Bruselas
para supervisar sus
negocios. Aureliano y
Amaranta Úrsula se
vuelven amantes.
Amaranta Úrsula le cuenta
a Gastón de su amor por
Aureliano y, él los felicita
y les desea lo mejor. La
pareja estaba esperando un
hijo. El niño nació y al
limpiarlo descubrieron que
tenía cola de cerdo. La
comadrona les dijo que
después podrían cortársela.
Amaranta Úrsula perdió
mucha sangre y después de
varios días se murió.
Nigromanta acudió para
ayudarlo a cuidar al niño.
Aureliano descubrió en los
pergaminos que su familia
había estado condenada a
cien años de soledad, y que
al terminar de leer todo
Macondo desaparecería y
junto a él, la estirpe de los
Buendía.
Tabla 1: Estructura narrativa de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar.
80
A base de la estructura narrativa que se analizó de Cien años de soledad se puede hacer
un análisis de cada uno de los puntos que componen dicha estructura: En cuanto a
oraciones, el autor utiliza en su mayoría oraciones complejas contrastándolas con
oraciones simples que son características de su estilo literario, ya que esto se puede
apreciar en varias de sus obras.
En tanto a párrafos existen un total de 835 párrafos de estos se destaca que existen más
párrafos cortos (431) donde principalmente se escriben los diálogos entre los personajes,
además de hacer acotaciones por parte del narrador y los párrafos largos (404) son
utilizados, por el escritor, primordialmente para relatar la historia como tal.
En lo que corresponde a ideas, las que sobresalen de mayor manera son: los rasgos y
elementos de la cultura campesina caribeña, las relaciones familiares, el incesto, los
elementos mágicos en la cultura campesina caribeña, el mestizaje, la influencia de la
industrialización, la religión, la organización política, la revolución, entre otras.
En el resumen se muestra, a través de 20 capítulos sin numerar, la historia de Macondo
que está relacionada directamente con la estirpe Buendía. La fundación del pueblo se da
por la iniciativa de José Arcadio Buendía junto a su esposa Úrsula Iguarán, además de
otras familias. A través de los capítulos las relaciones incestuosas entre miembros de la
familia Buendía va a ser muy importante. Igual que las relaciones con otras culturas como
gitanos, gente de la ciudad, y otras personas de diferentes etnias. Los acontecimientos del
contexto nacional también serán muy importantes en el desarrollo de la historia ya que
influencian la forma de vida de los habitantes de este pequeño pueblo, todo esto por
guerras, revoluciones, migraciones, entre otros fenómenos sociales. Todo esto termina
con el devenir y extinción del pueblo junto con la estirpe Buendía.
4.2.3. Estructura conceptual del relato
La estructura conceptual del relato se refiere a captar el sentido de las enunciaciones con
relación a su performatividad y a su estilo. A través de la estructura conceptual del relato
se puede estudiar como el discurso manifiesta y conlleva a generar acción, “el mismo
hecho de lanzar el discurso como elemento de intercambio, de transacción, hace que éste
mismo venga de una acción e internalice tal acción en el relato.” (Van Dijk & Rodrigo
Mendizábal, 1999, pág. 133). Para realizar este análisis es necesario utilizar la estructura
narrativa del relato y ligar los ejes narrativos a los enunciados generales, de esta manera
81
se puede conceptualizar las intenciones, los motivos, las preferencias y las reiteraciones
de relato. Sobres esto Rodrigo Mendizábal menciona que:
Cuando nos referimos a las intenciones, motivaciones y preferencias damos cuenta de las
acciones que mueven a manifestar un relato de la naturaleza que se analiza, su origen y
también sobre que se sostiene de mejor manera. Cuando hablamos de las reiteraciones,
hacemos referencia a los pasajes que se repiten como medidas de autocontrol del relato
(Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 133)
A continuación, se conceptualizará las intenciones, motivos preferencias y reiteraciones
de la obra:
Intenciones
La intención de Gabriel García Márquez en Cien años de soledad es plasmar, a través de
una novela, los recuerdos de su infancia que están relacionados con la cultura campesina
del Caribe. Con relación a este objetivo el autor toca algunos aspectos centrales como los
elementos mágicos que se viven en las comunidades campesinas del caribe, la
organización social y política, la influencia de la sociedad industrial en la vida del
campesino y la contraposición a esta por parte de los campesinos, las relaciones sociales
entre miembros de la comunidad, otros aspectos. Sobre todo, en la obra se puede
interpretar importantes analogías que hace el autor dentro de su obra con relación a la
realidad latinoamericana:
Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la
orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,
blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas
cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo (García
Márquez, 1967, pág. 9).
En este extracto de la obra se puede leer el inicio de Macondo, un pueblo que comienza
a surgir dependiendo de la relación de sus habitantes con la naturaleza que los rodea.
También se puede leer la expectativa, la duda, el misterio y la incertidumbre que genera
el mundo en el que se desarrollan los habitantes de Macondo.
Motivos
Los principales motivos que se presentan en el discurso de la novela de Gabriel García
Márquez son dos: El primer motivo es mostrar los rasgos de la cultura campesina del
82
Caribe colombiano. Debido a que constantemente nos muestra las relaciones personales
que establecen los campesinos, las costumbres que tienen, la organización social que los
rige y los elementos mágicos que se presentan en su vida cotidiana:
Al principio, José Arcadio Buendía era una especie de patriarca juvenil, que daba
instrucciones para la siembra y consejos para la crianza de niños y animales, y colaboraba
con todos, aun en el trabajo físico, para la buena marcha de la comunidad. Puesto que su
casa fue desde el primer momento la mejor de la aldea, las otras fueron arregladas a su
imagen y semejanza. Tenía una salita amplia y bien iluminada, un comedor en forma de
terraza con flores de colores alegres, dos dormitorios, un patio con un castaño gigantesco,
un huerto bien plantado y un corral donde vivían en comunidad pacífica los chivos, los
cerdos y las gallinas. (García Márquez, 1967, pág. 16).
El segundo motivo es mostrar el pensamiento político del autor en forma de analogías
dentro de la novela. Esto se muestra principalmente en elementos que se pueden
relacionar con la realidad latinoamericana, donde se utiliza personajes, situaciones o
aspectos políticos dentro de la comunidad de Macondo:
El coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdió
todos […] Rechazó la Orden del Mérito que le otorgó el presidente de la república. Llegó a
ser comandante general de las fuerzas revolucionarias, con jurisdicción y mando de una
frontera a la otra, y el hombre más temido por el gobierno, pero nunca permitió que le tomaran
una fotografía (García Márquez, 1967, pág. 109).
Preferencias
La preferencia que presenta Gabriel García Márquez, en el discurso de obra, es la de
mostrar la realidad de una comunidad campesina del Caribe como una analogía de la
realidad social y política de América Latina:
El coronel Aureliano Buendía no se sentó esta vez dentro del círculo de tiza que trazaron
sus edecanes. Ocupó una silla entre sus asesores políticos, y envuelto en la manta de lana
escuchó en silencio las breves propuestas de los emisarios. Pedían, en primer término,
renunciar a la revisión de los títulos de propiedad de la tierra para recuperar el apoyo de
los terratenientes liberales. Pedían, en segundo término, renunciar a la lucha contra la
influencia clerical para obtener el respaldo del pueblo católico. Pedían, por último,
renunciar a las aspiraciones de igualdad de derechos entre los hijos naturales y los
legítimos para preservar la integridad de los hogares.
83
-Quiere decir -sonrió el coronel Aureliano Buendía cuando terminó la lectura- que sólo
estamos luchando por el poder (García Márquez, 1967, pág. 173).
En este extracto, principalmente, se muestra los problemas que tuvo una revolución social
para tener éxito y que fue vencida por el gobierno, donde tanto conservadores como
liberales lo que realmente anhelaban era el poder, mientras el personaje del coronel
Aureliano Buendía era un verdadero líder social que buscaba generar cambios en su país.
Reiteraciones
El autor utiliza como principal reiteración la de los nombres de la estirpe Buendía, tanto
José Arcado como Aureliano, los cuales se van a repetir a lo largo de todo el libro.
En la larga historia de la familia, la tenaz repetición de los nombres le había permitido
sacar conclusiones que le parecían terminantes. Mientras los Aurelianos eran retraídos,
pero de mentalidad lúcida, los José Arcadio eran impulsivos y emprendedores, pero
estaban marcados por un signo trágico. Los únicos casos de clasificación imposible eran
los de José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo. Fueron tan parecidos y traviesos
durante la infancia que ni la propia Santa Sofía de la Piedad podía distinguirlos (García
Márquez, 1967, pág. 187).
Esta constante reiteración se debe a que el autor narra la historia a través de una historia
cíclica temporal. Esto se puede inferir que lo hace con el objetivo de mostrarnos como
constantemente estamos repitiendo nuestro pasado, especialmente los latinoamericanos.
Una vez definidas las intenciones, motivaciones, preferencias y reiteraciones también se
ha extraído las acciones que presenta el discurso, el tipo de narrador que está detrás del
discurso y también el contexto que refleja. De la obra, Cien años de soledad, se puede
decir que la acción del autor es retratar los principales rasgos de la cultura campesina
caribeña colombiana: sus costumbres, su organización social, los elementos mágicos
presentes en su cosmovisión, entre otros aspectos. También compara, a través de
analogías, la realidad de Macondo con la realidad latinoamericana y critica los cambios
que genera la sociedad industrial en la forma de vida y la cosmovisión de los pueblos
campesinos.
Dentro de la estructura conceptual del relato también es importante analizar el estilo de
las enunciaciones, es decir “el estilo es el resultado de las elecciones que él [narrador]
realiza entre las variaciones opcionales del discurso que pueden utilizarse para expresar
más o menos el mismo significado [o denotar el mismo referente].” (Van Dijk en Van
84
Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 134). El autor utiliza una forma de enunciación
concreta para decir lo que está en el relato.
A base de lo anterior, se puede establecer que el estilo de las enunciaciones que utiliza
Gabriel García Márquez se define por su estilo literario que está enmarcado dentro del
realismo mágico, el cual presenta elementos mágicos y maravillosos como algo normal
en la vida cotidiana de los personajes. Sin embargo, el autor ha reconocido que su estilo
literario está influenciado por la realidad que vivió en su pueblo natal de Aracataca, por
lo que muchos elementos, aunque sean difícil de crear, son normales en estos poblados.
Igualmente, el autor utiliza el léxico de la zona costeña colombiana de la época.
Dentro de su estilo de enunciación también se puede detallar la técnica narrativa que
utiliza el autor y la cual se concentra en 3 aspectos:
El primer aspecto es el tono narrativo, donde prima la tercera persona y el narrador pasivo
omnisciente. Este narrador cuenta la historia de forma pasiva, ya que contrasta los
acontecimientos maravillosos como algo común y cotidiano, y es omnisciente ya que
conoce y cuenta en detalle los aspectos de cada uno de los personajes.
El segundo aspecto es el espacio, que se refiere a el espacio novelístico donde se
desarrollan los acontecimientos que sería el pueblo de Macondo. Dentro de este espacio
el autor relata el origen, la evolución y el fin del pueblo. El desarrollo del espacio está
asociada a la injerencia del hombre en el pueblo como un ser bueno, que mantiene una
buena relación con la naturaleza y la posterior influencia política de la guerra civil entre
conservadores y liberales; y la influencia económica de la industrialización.
El tercer, y último aspecto es el ritmo narrativo, que se refiere a la forma en la que el autor
cuenta la historia. Se puede decir que el autor utiliza una forma dinámica para contar la
historia; y, aunque presenta un sin número de personajes, y es fácil confundirse debido a
los continuos nombres repetidos, la historia de estos personajes sigue patrones generales.
Además, el autor utiliza varias figuras literarias: oxímoron (exageraciones con palabras
incongruentes y contradictorias), sinestesia (metáfora para sensaciones corporales),
anáfora (repetición de una palabra), símil (comparación directa), Epifonema (frase para
dejar una enseñanza), entre otras. Conformando un ritmo dinámico y versátil en la obra
lo que le da su gran calidad.
85
Este análisis de la estructura conceptual del relato de Cien años de soledad, se puede
resumir en el siguiente esquema:
Ilustración 1: Estructura conceptual de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar.
Iván Rodrigo Mendizábal (1999) plantea que las acciones en los discursos deben ser
estudiadas con mayor ampliación para estudiar el nivel ideológico de un texto. Sobre esto
menciona que Austin (1986) reconoce tres tipos de enunciados:1.- Locutivos: son
aquellos que manifiestan algo. 2.- Ilocutivos: son los enunciados que buscan generar una
acción. 3.- Perlocutivos: son actos que están orientados a causar incidencia en el público.
Estos tipos de enunciados se utilizarán cuando se analice el aspecto ideológico de la obra.
Sin embargo, en este momento se puede decir que para que una novela sea considerada
un discurso social y política debe buscar generar una acción en el lector.
Cie
n a
ños
de
sole
dad
Enunciaciones
IntencionesPlasmar los rasgos los recuerdos se infancia que tienen relación con la cultura campesina caribeña
Motivaciones
Mostrar los rasgos de la cultura campesina del Caribe colombiano.
Mostrar el pensamiento político del autor a través de analogías dentro de la obra.
Preferencias La realidad de la comunidad campesina de la obra como una analogía de la realidad latinoamerican.
Reiteraciones Los nombres de los miembros de la familia
Buendía.
Acciones
Retratar
Comparar
Criticar
Estilo
Realismo mágicoContexto y realidad del
campesino caribeño
Técnica narrativa
Narrador: Omnisciente pasivo
Espacio novelístico: Macondo
Ritmo: Dinámico con figuras literarias
86
4.2.4. Estructura del discurso
La estructura del discurso se refiere a la parte retórica, específicamente a la forma de
argumentación del discurso, su modo de organización para la connotación del lector, es
decir “lo retórico está en relación a la capacidad de un discurso de convencer y persuadir
y esto implica a su vez una determinada coherencia interna del relato.” (Van Dijk &
Mendizábal, 1999, pág. 137). Sin embargo, no siempre los discursos tienen una
planificación argumentativa (como puede ser en el caso de los textos literarios), o su
planificación depende de la interacción entre el enunciador y el lector.
Para establecer la estructura retórica es necesario retomar los ejes narrativos para plantear
los ejes temáticos. Los ejes temáticos son “las unidades concretas al nivel de las primeras
significaciones [el qué quiere decir].” (Van Dijk & Mendizábal, 1999, pág. 137). Estos
ejes temáticos están relacionados con las acciones que propone el autor y esto nos da los
verbos estructurales, que son “en la práctica las articulaciones que determinan a las
acciones del discurso.” (Ibídem, 1999, pág. 137).
En base a esto se puede organizar los capítulos en relación a 3 verbos estructurales
principales:
5. Capítulo 1 al Capítulo 5: En los primeros 5 capítulos de la obra Gabriel García
Márquez muestra al lector el espacio novelístico de la obra, que sería el pueblo de
Macondo ubicado en la costa del Caribe colombiano. También muestra a los
personajes en torno a los que va a girar toda la historia, la familia Buendía. La
acción que más se utiliza aquí es la de retratar las principales costumbres de la
cultura campesina del caribe. Esto debido a que se muestra las relaciones que
establecen los personajes de la comunidad de Macondo entre sí, también se
muestra los vínculos sentimentales que establecen, se muestra los acontecimientos
mágicos que ocurren dentro de la cotidianidad de este pueblo entre otros aspectos.
El verbo estructural que destaca aquí es el de “mostrar”. El autor, en esta novela, tuvo la
intención de mostrar las costumbres de su pueblo natal, Aracataca, con su símil de
Macondo. En términos discursivos el autor retrata la realidad de un pueblo campesino del
Caribe colombiano.
6. Capítulo 6 al Capítulo 11: En los siguientes 6 capítulos, Gabriel García Márquez
muestra que existe una inestabilidad política en el país y sugiere que el coronel
87
Aureliano Buendía, es un líder social que lucha por generar una revolución en
contra del régimen conservador que existe en el estado. También expone
escenarios y elementos políticos como guerras, levantamientos, movimientos
sociales, la estructuración social, entre otros, mostrando el papel que cumplen los
diferentes actores políticos de la sociedad.
El verbo estructural que destaca aquí es el de “sugerir”. El autor, sugiere que los
levantamientos sociales, ante un sistema opresor y dominante, son una forma de
contrarrestación política En términos discursivos el autor compara la realidad social y
política de Latinoamérica con la de Macondo.
7. Capítulo 12 al Capítulo 20: En los últimos 9 capítulos, de la obra, Gabriel García
Márquez propone que la industrialización y la explotación del medio ambiente
genera cambios en la vida de las personas de comunidades campesinas. Muestra
cambios en el medio ambiente como deforestación, invasiones, explotación de los
recursos; y en las personas como ruptura de vínculos sentimentales, hedonismo,
despilfarro de dinero, vicios y excesos. Todo esto termina con la posterior debacle
y simbólica destrucción de Macondo.
El verbo estructural aquí es el de “proponer”. El autor propone que la industrialización
destruya la forma de vida y la cosmovisión del campesino caribeño. En términos
discursivos el autor critica la industrialización por destruir las cosmovisiones andinas del
desarrollo y su relación con el medio ambiente.
Antes obtener la idea central y las ideas parciales del relato es necesario también analizar
lo que se denomina como “sub-texto” donde se encuentra las metacomunicaciones. El
“sub-texto” está relacionado con: el estilo, las estrategias y formas de decir algo (nivel
manifiesto); las referencias y el contexto (nivel latente) y; las actitudes y modos de ver la
realidad (nivel inadvertido).
A base de esto se puede analizar el nivel manifiesto, nivel latente y el nivel inadvertido
de la obra Cien años de soledad:
8. Nivel manifiesto: La novela muestra de manera clara los rasgos principales de la
cultura campesina caribeña. Gabriel García Márquez retrató en esta novela
muchos de los acontecimientos personales que vivió durante su infancia en el
poblado de Aracataca, y por eso es que esta novela es un retrato de la cultura
88
misma del autor. En la obra se puede ver las costumbres que tienen las personas
de la comunidad de Macondo, su organización social y política, las relaciones
sentimentales que establecen. Y después, se puede ver como todas estas
costumbres, que en principio estaban organizadas por la relación que establecían
con la naturaleza para la subsistencia mutua, fueron cambiando debido a los
fenómenos políticos y económicos. Esto genera importantes cambios en la
comunidad y en las personas, lo que termina con la debacle y extinción del pueblo.
9. Nivel latente: Gabriel García Márquez, en la obra, muestra elementos sociales y
políticos característicos de las sociedades latinoamericanas. El autor retrata
guerras entre partidos de bandos contrarios enfrentados por el poder político del
estado, se muestra la figura de un líder social campesino que busca enfrentarse a
las injusticias y corrupción de los grupos que dominan el poder del estado y
muestra individuos o grupos que se levantan contra la explotación laboral. Esto
tiene una clara referencia a los movimientos revolucionarios de izquierda que eran
especialmente conformados por campesinos y tenían a un líder popular que se
enfrentaba al estado opresor. También se puede leer una crítica a la sociedad
industrial que cambió la forma de vida y la cosmovisión que tenían los pobladores
autóctonos de Latinoamérica. Esto tiene una fuerte referencia a lo que sucedía con
el mundo durante los años 60´s, cuando el autor escribió la obra, lo países
latinoamericanos estaban sometido a procesos de industrialización y explotación
de recursos natural que se gestionaban para entrar en la economía mundial dejando
de lado el desarrollo sostenible, característico de los pueblos nativos.
10. Nivel Inadvertido: Gabriel García Márquez crea una analogía de la realidad
social y política latinoamericana con la realidad del pueblo de Macondo. Al igual
que Macondo, nos muestra el humilde origen de esta comunidad que comienza
por una hermandad de vecinos que fundan un pueblo donde subsisten libres de
toda injerencia exterior y con una relación equilibrada con la naturaleza. Sin
embargo, con el paso del tiempo los cambios sociales y políticos generan que esto
se rompa. El autor muestra su pensamiento político donde se puede ver que la
lucha de los partidos políticos es una lucha por el poder y no por defender los
intereses de los ciudadanos, igualmente muestra como las revoluciones y
levantamientos sociales se difuminan y no llegan a tener una verdadera incidencia
en la sociedad. El autor critica la industrialización que es característica del
89
capitalismo, ya que esta destruye el medio ambiente y deforma las relaciones
interpersonales. Así Cien años de soledad puede ser vista como una analogía
compleja de varios procesos que vivió Latinoamérica, la conquista y colonización
europea, la neocolonización estadounidense, el sometimiento al orden mundial y
al capitalismo y las constantes luchas de proyectos revolucionarios de izquierda
por liberar a los oprimidos.
Una vez establecidos los ejes temáticos, a base de la relación entre la estructura narrativa
y conceptual del relato, y con ayuda del análisis del “sub-texto”, de los niveles manifiesto,
latente e inadvertido, se puede establecer el siguiente esquema de estructura del discurso
de Cien años de soledad:
Ilustración 2: Estructura discursiva de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar.
El análisis y el esquema de la síntesis de la estructura del discurso de la novela permite
determinar la idea central del autor. Gabriel García Márquez pretende mostrar los rasgos
principales de la cultura campesina caribeña y plasmar parte de su pensamiento social y
político en el discurso de la obra. Dentro de esto se puede decir que el autor genera una
crónica latinoamericana de la época del siglo XIX, que muestra las vicisitudes de los
pobladores de Latinoamérica. Inicialmente se muestra a una comunidad unida y que se
desarrolla respetuosa del medio ambiente, pero que con la injerencia exterior fue
cambiando y destruyéndose. Así el autor también critica la industrialización y el
Cien años de soledad
Verbos estructurales
Mostrar
Idea
Rasgos de la cultura
campesina caribeña.
Accción
Retratar
Sugerir
Idea
Levantamientos sociales contra la opresión del
estado.
Acción
Comparar
Proponer
Idea
La industralización cambia la forma
de vida del campesino.
Acción
Criticar
Sub-texto
Nivel manifiesto
Influencia del exterior en la
cultura campesina caribeña.
Nivel latente
Proyectos revolucionarios
populares.
Nivel Inadvertido
Crítica al capitalismo y
acercamiento al pensamiento político de izquierda.
90
capitalismo por cómo han afectado a las comunidades y al individuo; y plantea los
proyectos políticos de izquierda como una alternativa para contrarrestar esta realidad.
4.3.Nivel del contexto
4.3.1. Contexto reflejado en el discurso
El contexto reflejado en el discurso se refiere a situaciones específicas del relato, ya que
se analizará el nivel de interacción entre el discurso, el enunciador y los receptores. Todo
relato debe ser analizado en relación a su situación de enunciación, por ende, “el contexto
es lo que llena de significación al discurso: si se ha generado éste, responde a la situación
de su generación y por lo tanto a las particularidades de esta misma situación.” (Van Dijk
& Mendizábal, 1999, pág. 141). Por lo tanto, cuando a través del discurso del enunciador
se produce un intercambio simbólico con el receptor se puede hablar de un contexto
reflejado en el discurso.
En relación a esto se puede analizar el contexto reflejado en el discurso de Cien años de
soledad, concentrándose en dos aspectos principales: Los rasgos de la cultura campesina
caribeña que se presentan en la obra y las analogías de Macondo con la realidad social y
política latinoamericana que están presentes en la discursividad de la obra.
Gabriel García Márquez retrata en el discurso interno de la novela rasgos principales de
la cultura campesina caribeña. El autor nació y vivió su infancia en el poblado de
Aracataca, un poblado de la costa caribeña colombiana, lo que hizo que guardara
memorias de acontecimientos y personajes que luego serían la inspiración de este libro.
En palabras del propio autor: “Mi recuerdo más vivo y constante no es el de las personas,
sino el de la casa misma de Aracataca donde vivía con mis abuelos. Es un, sueño
recurrente que todavía persiste.” (García Márquez & Mendoza, 1982, pág. 28). Este libro
retrata las vivencias de García Márquez, pero también de sus abuelos y sus padres, lo que
hace que esta novela sea una herencia de la cultura campesina caribeña de tres
generaciones.
En Cien años de soledad, García Márquez muestra la cultura campesina caribeña en
varios acontecimientos que cuenta y también retrata un sin número de costumbres y
hábitos de la cultura campesina caribeña. Dentro de las relaciones interpersonales se
puede destacar: la organización social y política, las relaciones incestuosas, el rol de los
hombres como sustento del hogar, el rol de las mujeres cuidando la casa y a los niños,
91
relaciones sentimentales polígamas con amantes y concubinas, vínculos familiares
fuertes, el imaginario de honor, entre otros. Un ejemplo de la organización social y
política de la cultura campesina caribeña es cuando surge la figura de José Arcadio
Buendía como un patriarca que manda sobre el pueblo:
José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea,
había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río
y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que
ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos años, Macondo fue
una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por
sus 300 habitantes. Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años
y donde nadie había muerto (García Márquez, 1967, pág. 17).
Dentro de las costumbres se puede destacar: el trabajo de la tierra y la crianza de animales
para la alimentación y también para realizar negocios, el tipo ambiente que se genera, la
religiosidad presente, la cultura popular de fiestas, los elementos mágicos que se
presentan en la vida cotidiana dentro del campo, entre otros. Un ejemplo de las
costumbres de los pueblos campesinos es cuando Aureliano Segundo se dedica a aprender
a tocar el acordeón, instrumento característico del caribe colombiano:
Pasaba las tardes en el patio, aprendiendo a tocar de oídas el acordeón, contra las protestas
de Úrsula que en aquel tiempo había prohibido la música en la casa a causa de los lutos,
y que además menospreciaba el acordeón como un instrumento propio de los vagabundos
herederos de Francisco el Hombre. Sin embargo, Aureliano Segundo llegó a ser un
virtuoso del acordeón y siguió siéndolo después de que se casó y tuvo hijos y fue uno de
los hombres más respetados de Macondo (García Márquez, 1967, pág. 193).
Dentro de los aspectos externos que influencian la vida del campesino del Caribe se puede
destacar: la migración, la relación entre diferentes etnias y culturas, la injerencia de
enviados del poder político y del poder religioso, la influencia de la industrialización en
el campo, entre otros. Un ejemplo de la influencia de la industrialización en la vida del
campesino caribeña se muestra en la lucha contra la explotación de los trabajadores de la
bananera por parte de José Arcadio Segundo:
El nuevo Aureliano había cumplido un año cuando la tensión pública estalló sin ningún
anuncio. José Arcadio Segundo y otros dirigentes sindicales que habían permanecido
hasta entonces en la clandestinidad, aparecieron intempestivamente un fin de semana y
promovieron manifestaciones en los pueblos de la zona bananera. La policía se conformó
92
con vigilar el orden. Pero en la noche del lunes los dirigentes fueron sacados de sus casas
y mandados, con grillos de cinco kilos en los pies, a la cárcel de la capital provincial.
Entre ellos se llevaron a José Arcadio Segundo (García Márquez, 1967, pág. 297).
Como se puede ver en la obra, hay varios rasgos de la cultura campesina caribeña del
autor. Sobre esto, menciona Mario Vargas Llosa que Cien años de soledad revela sobre
el autor que su “memoria tiende a retener los hechos pintorescos de la realidad. Las
anécdotas de la ‘pildorita azul’ y de la ‘letrina portátil’ no atenúan las implicaciones
morales y políticas del drama social a que aluden, aunque seguramente hay en ellas
exageración.” (Vargas Llosa, 1971, pág. 13). Se puede decir que, en el discurso interno
de la obra, el autor retrata, lo más intimidante posible, la realidad de la cultura campesina
de su pueblo natal de Aracataca. Estos elementos hacen que se genere una interacción
simbólica por parte del lector, generando un imaginario sobre la cultura campesina
caribeña e inclusive sobre las culturas latinoamericanas.
En el discurso externo de Cien años de soledad, Gabriel García Márquez crea una
analogía de Macondo con la realidad latinoamericana. El autor tuvo siempre un
pensamiento político de izquierda, desde la universidad, cuando militó en facciones
socialistas hasta cuando lanzó una revista política (1971) y mantuvo un constante apoyo
a la Revolución cubana, además de una buena relación con su líder, Fidel Castro. Esto
hizo que siempre en sus obras toque temas políticos como el poder, las revoluciones, etc.,
y también muestre actores políticos como dictadores, presidentes, líderes revolucionarios,
etc. Al ser preguntado si la historia de los Buendía podía ser una versión de la historia de
América Latina, el autor respondió: “Sí, lo creo. La historia de América Latina es también
una suma de esfuerzos desmesurados e inútiles y de dramas condenados de antemano al
olvido; La peste del olvido existe también entre nosotros.” (García Márquez & Mendoza,
1982, pág. 69).
En la novela se muestran muchos escenarios y actores políticos que tienen incidencia en
Macondo y en la sociedad en general. Algunos temas que el autor expone son: la guerra
civil que vivió Colombia durante el siglo XIX entre el partido liberal y el partido
conservador, los levantamientos revolucionarios campesinos de los que el coronel
Aureliano Buendía formaría parte, los levantamientos sindicales de los trabajadores de
las bananeras del caribe de los que José Arcadio Segundo formaría parte, entre otros.
También se muestra acontecimientos sociales que retratan como la injerencia de la
93
industrialización en la forma de vida del campesino y en el posterior declive y fin de
Macondo.
Todos estos elementos sociales, políticos, o de la identidad política han sido analizados
para establecer discurso de la obra como una analogía de la realidad Latinoamérica. Como
fue el caso del sociólogo ecuatoriano, Agustín Cueva, quien en su análisis sociológico de
la obra (1972) explica que “Cien Años· de Soledad resulta inexplicable si no se tiene
como marco de referencia la heterogeneidad estructural de América latina, reproducida
en múltiples planos de esta narración de García Márquez.” (Cueva, 1972, pág. 151). De
esta manera muchos investigadores han tomado a la obra como un discurso social que
tienen implicaciones en los lectores cuando se realiza una lectura analítica y profunda que
permite considerar a la obra como una crítica social y una analogía de la realidad
latinoamericana.
También existen estudios que relacionan la obra con la “identidad latinoamericana”,
entendida como un conglomerado de costumbres y paradigmas comportamentales que
poseemos en común los latinoamericanos. Sobre la relación de la obra con la “identidad
latinoamericana” se puede mencionar el proyecto de investigación de Fernando Alonso
Pérez-Chao de la Universidad Pontificia Comillas Madrid (2017) donde menciona que:
Otro de los principales elementos que se puede extraer de Cien años de soledad sobre la
identidad latinoamericana sería la narración del sentimiento de rechazo hacia el
colonialismo económico que ha sufrido la región. A través del realismo mágico, el autor
puede permitirse retar o cuestionarse la autenticidad de la realidad objetiva y, al mismo
tiempo, expresar el sentimiento de protesta hacia el inagotable proceso de colonización
que ha sufrido la región (Pérez-Chao, 2017, pág. 15).
Sería imposible analizar la recepción total que ha tenido la obra y lo que ha generado en
los lectores, pero lo que se puede decir, es que, esta obra muestra más de lo que está, a
primera vista, en su discurso. El análisis de la obra ha mostrado como las obras literarias
pueden llevar un discurso social y político que busca generar pensamientos críticos en los
lectores para que se internalice una acción de concientización sobre la realidad
latinoamericana.
94
4.3.2. Discurso reflejado en el contexto
El discurso reflejado está relacionado con la categoría del “frame” o “marco”, a través de
este “se cataloga y se vive la experiencia cotidiana del actor social, o si se quiere son las
instrucciones para dar sentido a los acontecimientos.” (Van Dijk & Mendizábal, 1999,
pág. 141). A través de este “marco” se puede catalogar y vivir la experiencia cotidiana
del actor social. A base de esto se puede decir que el “marco” que utiliza Gabriel García
Márquez, en su obra Cien años de soledad, es la literatura. A través de este “marco” o
“frame” genera un discurso social y político.
Como se ha planteado previamente, en base a la Teoría literaria (1977) de Raymond
Willians, la literatura es una práctica social en la cual el escritor puede generar un discurso
social y político. Gabriel García Márquez utiliza la literatura de esta forma, en Cien años
de soledad y en muchas de sus otras obras. El escritor colombiano siempre estuvo ligado
al ámbito político de la región, por lo cual en muchas de sus obras se destacan elementos
y actores del sistema político que pueden compararse con la realidad latinoamericana.
Además de elementos de la cultura caribeña que están presentes en la mayoría de sus
obras.
El autor siempre utilizó la literatura como ese “marco” para mostrar sus pensamientos
sobre la sociedad y sobre sí mismo, desde recuerdos de su infancia hasta críticas a los
procesos del capitalismo, todo esto se puede encontrar en Cien años de soledad.
Precisamente la literatura es el instrumento de Gabriel García Márquez para retratar como
es el mundo, pero también como podría ser, y sobre esto su estilo literario, encasillado
dentro del realismo mágico, es muy importante, ya que determina la forma en que chocan
dos formas de racionalidad, la que está acostumbrada a los avances de la ciencia y la que
mira en objetos científicos magia. García Márquez utiliza su estilo literario, en Cien años
de soledad, como un instrumento dinámico para crear esa gran analogía de la realidad
latinoamericana en su obra.
El autor pudo haber preferido utilizar cualquier otro método para mostrar los problemas
que ha sufrido Latinoamérica: ensayos, reportajes, investigación científica, etc. Pero la
verdad es que la literatura es un instrumento más profundo que llega a niveles de
sensibilidad superiores de las personas, ya que tiene un contacto emocional mayor con el
lector. Cuando se lee la historia de los personajes se puede vivir y sentir lo que ellos
sienten y eso ayuda a que el autor transmita un discurso hacia sus lectores. La literatura
95
puede ser un arte social que está inscrita de discursos sociales y políticos mediante los
cuales el autor busca generar ideas que después se conviertan en acciones por parte de los
lectores. Esta es la principal razón por la cual Gabriel García Márquez utiliza la literatura
como “marco” de su discurso social y político.
4.3.3. Estilo en relación a otros contextos
Iván Rodrigo Mendizábal (1999) plantea que para analizar el contexto reflejado en el
discurso y el discurso reflejado en el contexto es necesario relacionar los resultados con
las estrategias u estilos del enunciador en otros contextos. Dado la amplitud de la obra de
Gabriel García Márquez se va a relacionar, de forma general y concentrándose en ciertos
contextos y enunciados, las obras principales que tengan relación con los rasgos de la
cultura campesina caribeña, y con el discurso social y político presentes en Cien años de
soledad.
García Márquez mencionó por primera vez a Macondo en su primera novela, La
hojarasca (1955). En esta obra aparece uno de los personajes principales de Cien años de
soledad el coronel Aureliano Buendía, quien intenta enterrar en el pueblo de Macondo a
un amigo suyo, un viejo doctor que se negó a ayudar a unos soldados que combatieron en
la guerra civil. En esta obra el estilo literario posee características del realismo mágico,
como la mirada a través de varias perspectivas y una historia cíclica. Al igual que en su
segunda obra El coronel no tiene quien le escriba (1961). En esta obra que transcurre en
un pueblo cercano a Macondo se muestra a un viejo coronel que combatió en la revolución
de los liberales y que vive pidiendo su pensión al gobierno.
Posterior a la publicación de estos libros, el autor publicaría el libro de cuentos, Los
funerales de la Mamá Grande (1962), en esta obra muestra una serie de vicisitudes de
diferentes personajes que viven en Macondo. Todos estos cuentos también poseen
características del realismo mágico. Después el autor publicaría La mala hora (1961). En
esta obra se relata los acontecimientos posteriores a la guerra civil entre conservadores y
liberales, y el ambiente tenso que generó la victoria de los conservadores.
En las cuatro publicaciones previas a Cien años de soledad (1967), se hace referencia al
pueblo Macondo y el autor utiliza su característico estilo literario, relacionado al realismo
mágico. En estos cuatro libros se destaca los elementos de la cultura campesina caribeña
y los elementos y actores del sistema político que después se verán también en Cien años
96
de soledad. Esto demuestra cómo el autor utilizaba su obra literaria para mostrar los
principales rasgos de la cultura campesina caribeña y también plasmar varios
pensamientos políticos de su ideología.
Una vez analizado todo el nivel del contexto, tanto el contexto reflejado en el discurso, el
discurso en el contexto y el estilo en relación a otros contextos, se puede resumir el
contexto de Cien años de soledad en el siguiente esquema:
Ilustración 3: Estructura contextual de Cien años de Soledad. Autor: Richard Salazar.
4.4.Nivel ideológico
El nivel ideológico se refiere a “una teoría de la ideología, en cuanto esta desarrollaría el
análisis de las formas de representación subjetiva que adquieren los actores, según las
condiciones propias a estos procesos.” (Viscardi en Van Dijk & Mendizábal, 1999, pág.
143). En este caso no se analizará la “ideología del discurso”, en el nivel ideológico se
analizará diferentes aspectos como las condiciones sociohistóricas de producción de la
obra, la vertiente ideológica del autor y la eficacia del discurso ideológico del autor en
los lectores, entre otros aspectos.
Cien años de soledad
Contexto en el discurso
Discurso interno
Retrato de la cultura campesina
caribeña.
Discurso externo
Analogía de Macondo con la
realidady la identidad
latinoamericana.
Discurso en el contexto
Literatura
La literatura como arte social en la
que se puede generar discursos
sociales y políticos.
Estilo en relación a otros contextos
Elementos de la cultura campesina
caribeña y pensamiento político
del autor.
La hojarasca (1955)
El coronel no tiene quien le escriba (1961)
Los funerales de la Mamá Grande (1962)
La mala hora (1962)
97
En relación con las condiciones sociohistóricas se sabe que Gabriel García Márquez
escribió Cien años de soledad en la Ciudad de México durante los años de 1965 – 1966.
Durante esta época el autor ya había publicado cuatro obras que tenían relación con el
pueblo de Macondo y ya se encontraba adentrado en el círculo de las letras
hispanoamericanas. A pesar de que mientras el autor escribía su obra cumbre transitaba
un periodo de problemas económicos, se dio la forma para concretar esta obra que la había
pensado desde hace muchos años atrás. Con respecto a esto es importante el boom
latinoamericano, este fenómeno literario que se dio, principalmente, durante los años
1960 -1970 tuvo mucha importancia en el desarrollo de la literatura latinoamericana y en
el rol social y político que tendrían los escritores de este grupo.
En Latinoamérica durante la década de los 60´s existían un clima de conflicto debido a la
creciente Guerra fría entre las dos mayores potencias mundiales que dividieron al planeta
en dos ideologías políticas, el capitalismo comandado por los Estados Unidos y el
socialismo comando por la URSS. Esto generó que surjan importantes movimientos,
partidos y actores sociales en la región, como fue el caso de los escritores miembros del
boom latinoamericano. Estos escritores se mostraron en contraposición a las dictaduras
militares que surgieron en los países latinoamericanos, que contaban con apoyo de los
Estados Unidos, y se mostraron favorables a los ideales del socialismo soviético, que se
manifestó, de mayor manera, en la Revolución cubana (1959) liderada por Fidel Castro.
Gabriel García Márquez fue uno de los principales personajes del boom latinoamericano
y un amigo personal de Fidel Castro. Dentro de su ideología siempre tuvo un pensamiento
político de izquierda lo que hizo que concuerde y apoye la Revolución Cubana, junto a
otros escritores del boom. Esto hizo que constantemente esté presente en congresos de
literatura que organizaba el régimen cubano, donde se discutía entre otras cosas el apoyo
de la literatura y de los escritores a la revolución.
En Cien años de soledad, no se muestra con exactitud acontecimientos históricos
precisos, más bien se hace referencia a eventos sociales y políticos ocurridos en Colombia
durante finales del siglo XIX. Estos acontecimientos se remiten a la Guerra de los mil
días (1899-1902) que se dio en Colombia, y donde el partido liberal radical buscaba
recuperar el poder del gobierno que se encontraba en manos del partido conservador.
Dentro de la narración también se hace referencia a personajes que participaron en esta
guerra. La obra es una remembranza de la niñez del autor y las anécdotas de sus abuelos
y sus padres.
98
El escritor colombiano retrato elementos del contexto político, que vivió mientras escribía
la obra, revoluciones, movimientos sociales, líderes sociales, etc. El contexto que se
muestra en la novela no es el de la actualidad cuando el autor escribió la obra, pero Gabriel
García Márquez genera una analogía de la realidad latinoamericana en su libro. Dentro
de esto es importante destacar la importancia del boom latinoamericano, ya que muchos
escritores miembros de este grupo relataron en sus obras la realidad de sus países, con
diferentes estilos, pero mostrando siempre las problemáticas sociales y políticas que allí
existían.
La vertiente ideológica de izquierda del autor se puede leer en el discurso de Cien años
de soledad. Gabriel García Márquez muestra como la industrialización y el capitalismo
deforman la forma de vida de los pueblos campesinos y muestra las luchas y revoluciones
sociales que se gestan para terminar con muchos de los improperios característicos del
capitalismo como la deforestación, la explotación indiscriminada de recursos naturales,
la explotación laboral, etc. El “Gabo” siempre tuvo un pensamiento político de izquierda
que se manifestó a lo largo de toda su carrera y vida, pero también mantuvo una postura
crítica sobre ciertos planteamientos de izquierda que no eran de su agrado. En su obra no
solo se puede leer una acogida al pensamiento de izquierda, sino también una crítica a
este. Esto debido a que no maneja un marxismo ortodoxo, sino que muestra su propia
ideología de izquierda que converge con algunos postulados, pero disiente de otros.
La eficacia de esta ideología en el discurso dependerá del análisis que realice el lector de
la obra. Esto depende del contexto en el que se ha formado el lector, de su capacidad de
análisis y de su interés dentro de la obra, ya que una obra literaria puede generar una serie
de análisis. Han existido muchos estudios literarios, sociológicos, filosóficos, etc., que se
han realizado sobre la obra y han demostrado como Cien años de soledad, puede ser
considera una muestra de la cultura campesina caribeña y una analogía de la realidad
latinoamericana donde Gabriel García Márquez plasma parte de su ideología.
Otro aspecto que se puede analizar dentro del nivel ideológico es como el discurso remite
a otros discursos. Esto se puede evidenciar en Cien años de soledad, principalmente,
cuando se analiza la trama del libro como una construcción simbólica de la historia
latinoamericana. En un principio existe una sociedad conformada por campesinos y
personas de diferentes etnias que conviven en tranquilidad y buena relación con el medio
ambiente, a pesar de sus diferencias personales. Sin embargo, se produce un
quebrantamiento fuerte con la llegada de personas de otras culturas que alteran la forma
99
de vida que se tenía. Todo esto se da dentro del contexto de una guerra civil entre partidos
de diferentes tendencias políticas enfrentados por el poder. Al final, la industrialización
y el capitalismo terminan por deteriorar completamente a la sociedad y se genera su
simbólico final.
Una vez analizado todo el nivel ideológico de la obra Cien años de soledad, la estructura
ideológica de la obra se puede resumir en el siguiente esquema:
Ilustración 4: Estructura ideológica de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar
Finalmente, Iván Rodrigo Mendizábal (1999) plantea que el último aspecto para analizar
del nivel ideológico es la formación discursiva, sobre esto hay que destacar que esta
metodología se centra en el discurso como producción social. Por ende, un discurso
político es en sí una práctica, cuando pone de manifiesto la existencia de relaciones
sociales en constante conflicto por la lucha del poder. La puesta metodológica empleada
en esta investigación sugiere que todo discurso social y político tiene que constar de dos
aspectos: ¿Qué puede ser dicho? Y ¿Qué debe ser dicho?
En Cien años de soledad, la idea de lo que se puede decir gira en torno a mostrar los
rasgos de la cultura campesina caribeña que son de la herencia personal del autor y son
retratados en torno a las anécdotas personales de él y de sus familiares. En tanto lo que
debe ser dicho, gira alrededor de la idea de plasmar una analogía de la realidad
latinoamericana con lo que se muestra en la obra, el origen, los conflictos y el posterior
Cien años de
soledad
Condiciones de
producción del discurso
Discurso internoRecuerdos de su
infanciaCultura campesina
caribeña.
Discurso externoBoom
latinoamericano
Analogía de la realidad
latinoamericana.
Vertiente ideológica del autor
Ideología de izquierda.
Criticidad política.
Eficacia del discurso
Estudios sociológicos,
literarios, comunciacionales,
etc.
Análisis de la discursividad de la
obra
100
debacle y final de una sociedad. Gabriel García Márquez, en Cien años de soledad,
muestra una crónica de la historia latinoamericana, por ende, la obra tiene un discurso
social y político que se puede leer desde un análisis interpretativo. Esto aporta a los
estudios de discurso para considerar qué formas estéticas de comunicación puedan tener
un discurso crítico en su contenido.
101
CAPÍTULO V
5. CONSIDERACIONES FINALES
Una vez que se ha finalizado la investigación, con el Análisis del discurso social y político
de la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, se puede formular unas
ciertas consideraciones finales sobre el trabajo investigativo y las conclusiones que se
obtuvieron del mismo. Estas consideraciones pueden ser susceptibles de análisis y de
crítica en posteriores trabajaos académicos que toquen el tema de la incidencia del
discurso en la sociedad. Es por eso que las consideraciones que se planteen tendrán como
objetivo más que cerrar el debate, sobre el discurso social y político en obras literarias,
abrir este para que se continúe analizando la profundidad discursiva que existe en obras
literarias y cómo el escritor puede ser un actor político activo en la sociedad.
El marco teórico del presente estudio se construyó, principalmente, a base de dos teorías:
la Teoría cultural de Raymond Williams, que muestra como la cultura es un proceso
social total que le permite al individuo generar discursos que tienen incidencia en la
formación social del mundo; y, la Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas,
que muestra la forma cómo la comunicación se ha convertido en el principal elemento de
constitución de la realidad social. La interacción entre comunicación y cultura ayuda a
generar la interacción social, esta permite construir estructuras sociales que reproducen
formas de vivir de los sujetos en la sociedad.
Desde la interacción de estos campos, podemos entender cómo se producen sentidos en
la vida social. Los individuos utilizan la comunicación para generar discursos que pueden
estar presentes en producciones culturales y que forman parte de la construcción de la
trama de la vida social. Dentro de esto la literatura cumple un papel fundamental al ser
una práctica cultural que puede generar acción social en los individuos de una comunidad.
Esta es la principal premisa que se mantiene durante toda la investigación para analizar
el discurso social y político de Cien años de soledad. A base de esto se entiende que la
literatura puede ser un arte social, al ser parte del proceso social total que es la cultura y
utilizar la comunicación como herramienta de construcción de discursos sobre el mundo
y la realidad.
El discurso puede ser entendido desde diferentes visiones. Es por esto que se analizaron
cuatro principales visiones: la visión funcionalista que se enfoca en el uso y los efectos
102
que puede tener el lenguaje en sociedad, la visión estructuralista que se concentra en las
estructuras que conforman el lenguaje, la visión sistémica que analiza en el contexto en
el que se produce el lenguaje y la visión marxista que estudia en la utilización social y
política del lenguaje. Es precisamente en esta última visión en la que se ha concentrado
esta investigación. Desde los estudios de ACD desarrollados por Teun Van Dijk se puede
estudiar la utilización del discurso en el ámbito social y político de la sociedad, y esto es
consecuente con los objetivos de esta investigación.
El ADP político consiste en el estudio de las formas de reproducción o resistencia al poder
político dominante dentro de una sociedad. En este punto, es necesario entender que el
discurso político, no es solo lo que se emite por los actores o instituciones políticas, sino
que, se refiere a todo lo que se emite dentro de un contexto político y tiene una
determinada línea discursiva. Al tratar temas políticos, dentro del el ADP cabe una
porción de subjetividad de parte del investigador, debido a que en este tipo de estudios
siempre existe una orientación política a través de la que se va a direccionar la
investigación. En este caso esta orientación política que se ha manejado es el Marxismo.
La línea marxista ha sido utilizada en esta tesis desde la perspectiva de comunicación de
Habermas, explicada en la utilización de la comunicación para la dominación y resistencia
a los procesos de dominación a través de la acción social, hasta la perspectiva de cultura
de Williams, concentrada en la cultura como un proceso total del ser humano que tiene
incidencia en su desarrollo dentro de la sociedad. Esta línea se utiliza también por Teun
Van Dijk en los estudios de Análisis Crítico del Discurso que fueron en los que se basó
Iván Rodrigo Mendizábal para plantear la metodología del Análisis del discurso social y
político.
Inicialmente, antes de realizar el análisis de discurso, se investigó más sobre el autor de
la obra, Gabriel García Márquez. Entre los datos más relevantes que se pudieron rescatar
para el propósito de la investigación fueron, que, el autor se crio en el pueblo de
Aracataca, este pueblo del caribe colombiano fue donde encontró muchos de los rasgos
de la cultura campesina caribeña que están presentes en muchos de sus libros. Otro
aspecto importante es su pensamiento político que siempre estuvo dentro de la ideología
de izquierda. Esto se manifestaría de mejor manera después cuando apoyaría a la
Revolución cubana de 1959 y a su líder Fidel Castro, del que llegó incluso a ser amigo
personal. El rol político de García Márquez también se evidenciaría por su pertenencia al
boom latinoamericano. Este grupo de escritores, que también tuvo un fuerte compromiso
103
con la revolución cubana, se enfocó en tocar temáticas políticas y sociales en sus obras
para mostrar la realidad de los diferentes países latinoamericanos.
De Gabriel García Márquez también se puede resaltar su estilo literario, que es
relacionado con el movimiento del realismo mágico. El realismo mágico es un
movimiento pictórico y literario que plasma en la cotidianidad elementos maravillosos.
Sin embargo, el estilo del “Gabo” ha sido una suma de sus influencias literarias con sus
recuerdos de la cultura campesina caribeña, esto hace que existan elementos maravillosos
en su literatura. La herencia del caribe colombiano, su estilo literario y su pensamiento
político están plasmados en el discurso de Cien años de soledad, lo que hace que esta
obra se haya convertido en uno de los libros más importantes de la literatura
latinoamericana y mundial.
La metodología planteada por Iván Rodrigo Mendizábal permitió realizar el Análisis del
discurso social y político de Cien años de soledad en tres niveles. El primero, el nivel del
relato, donde se estableció la ubicación general del relato en la herencia de la cultura
campesina caribeña del autor y su pensamiento político de izquierda. También se generó
la estructura narrativa de la obra concentrada en el tipo de oraciones, el número de
párrafos, las ideas que se trataron y el resumen por capítulo. Esto permitió descubrir los
aspectos de la cultura campesina caribeña que destaca el autor como la organización
social, las relaciones personales, las costumbres, hábitos y tradiciones, entre otros. Y
también los elementos políticos de la obra como guerras civiles, líderes revolucionarios,
partidos políticos, etc.
Después, en el mismo nivel, se analizó la estructura conceptual de la obra donde se pudo
rescatar las enunciaciones, acciones y estilo de la obra. De esto se destaca como el autor
retrata elementos de la cultura campesina caribeña, compara la realidad latinoamericana
con la que se inscribe en su obra y critica la influencia de la industrialización y el
capitalismo en la vida del campesino. Esto es consecuente con la estructura del discurso
que se puede apreciar en el nivel manifiesto donde retrata la historia de una comunidad
campesina del caribe, en el nivel latente compara esta historia con la historia
latinoamericana y en el nivel inadvertido crítica la influencia de la industrialización y el
capitalismo en América Latina.
En el segundo nivel, el nivel del contexto, se estudió el contexto reflejado en el discurso.
Donde se analizó el discurso interno concentrado en el contexto personal del autor para
104
escribir la obra, así retrató muchas anécdotas personales y de sus familiares para mostrar
los rasgos de la cultura campesina caribeña. Mientras en el discurso externo, el autor
plasmó su pensamiento político de izquierda al crear una analogía de la realidad
latinoamericana con Macondo. También se estudió el discurso reflejado en el contexto
donde se determinó que el autor siempre utilizó la literatura como un arte social para
mostrar elementos de la naturaleza política de la sociedad. Y en el estilo en relación a
otros contextos se comparó este tipo de literatura social con otras obras del autor donde
también se hace referencia a Macondo, como son: La hojarasca (1955), El coronel no
tiene quien le escriba (1961). Los funerales de la Mamá Grande (1962) y La mala hora
(1961).
En el tercer y último nivel, el nivel ideológico, se estudió las condiciones de producción
del discurso, el discurso interno (rasgos de la cultura campesina caribeña) y el discurso
externo (analogía de la realidad latinoamericana). También se analizó la vertiente
ideológica de izquierda del autor presente en varios pasajes de la obra y la eficacia del
discurso se pudo evidenciar en varios estudios sociológicos, literarios, comunicacionales,
entre otros, de la obra. Al final se analizó la formación discursiva que permitió concluir
que el autor muestra tanto su herencia cultura campesina como su pensamiento político
de izquierda en Cien años de soledad.
Entonces, a base de todo el estudio realizado y al Análisis del discurso social y político
de Cien años de soledad, se puede decir que Gabriel García Márquez genera, en la
discursividad de la obra, una analogía de la realidad latinoamericana con Macondo,
concentrada en mostrar una sociedad campesina conformada por personas que viven en
buena comunidad y con una buena relación con la naturaleza hasta que su forma de vida
es transformada por la influencia de los extranjeros que llegan y por los procesos políticos,
económicos y sociales que terminan alterando su forma de vida. El “Gabo” utiliza su
estilo literario “mágico” para mostrar lo maravilloso presente en la naturaleza del campo
en contraposición a los avances tecnológicos de la industrialización. Finalmente muestra
como el poder en el ser humano, puede constituirse por el autogobierno de las
comunidades campesinas o ejercerse por el dominio político de un grupo elitista de la
sociedad. Esta lectura, entre otras que se pueden realizar, de Cien años de soledad,
permite que la obra pueda ser vista como una crónica de la historia latinoamericana que
como en el libro se vuelve a repetir, ya que quizás somos, como los Buendía, una estirpe
condenada a cien años de soledad.
105
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