UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR · iii APROBACIÓN DEL TUTOR En mi calidad de Tutor del Trabajo de...

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Análisis del discurso social y político de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Representaciones de la cultura campesina caribeña. Trabajo de Titulación modalidad Proyecto de investigación previo a la obtención del Título de Comunicador Social, con énfasis en Educomunicación, Arte y Cultura. AUTOR: Salazar Basantes Richard Alexander TUTOR: PhD. Juan Carlos Jurado Reyna Quito, 2019

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL

CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Análisis del discurso social y político de Cien años de soledad de Gabriel

García Márquez. Representaciones de la cultura campesina caribeña.

Trabajo de Titulación modalidad Proyecto de investigación previo a la

obtención del Título de Comunicador Social, con énfasis en

Educomunicación, Arte y Cultura.

AUTOR: Salazar Basantes Richard Alexander

TUTOR: PhD. Juan Carlos Jurado Reyna

Quito, 2019

ii

DERECHOS DE AUTOR

Yo, Richard Alexander Salazar Basantes en calidad de autor y titular de los derechos

morales y patrimoniales del trabajo de titulación: Análisis del discurso social y político

de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Representaciones de la cultura

campesina caribeña, modalidad Proyecto de Investigación, de conformidad con el Art.

114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS

CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedo a favor de la

Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para

el uso no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservando a mi

favor todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.

Así mismo, autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la

digitalización y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de

conformidad a lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.

El autor declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de

expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por

cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad

de toda responsabilidad.

Firma: …………………………….

Richard Alexander Salazar Basantes

C.C. 175106804-8

Dirección electrónica: [email protected]

iii

APROBACIÓN DEL TUTOR

En mi calidad de Tutor del Trabajo de Titulación, presentado por RICHARD

ALEXANDER SALAZAR BASANTES, para optar por el Grado Comunicador Social

con énfasis en Educomunicación, Arte y Cultura; cuyo título es: ANÁLISIS DEL

DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD DE GABRIEL

GARCÍA MÁRQUEZ. REPRESENTACIONES DE LA CULTURA CAMPESINA

CARIBEÑA, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para

ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal examinador que

se designe.

En la ciudad de Quito, a los 04 días del mes de Enero de 2019

PhD. Juan Carlos Jurado Reyna

DOCENTE – TUTOR

C.C. 171194872-7

iv

DEDICATORIA

A Dios, por darme las virtudes necesarias para ser el hombre que soy hoy en día, y por

bendecirme y permitirme ser cada día mejor.

A mis padres, Luis y Laura, quienes con su amor, sacrificio y esfuerzo me han

acompañado a lograr todas mis metas. La bendición de tenerlos es la mayor

inspiración de mi vida.

A mis hermanos, Luisito y Henry, los mejores hombres que jamás he conocido, su

legado siempre vivirá en mí.

A mi abuelita, Isabel, quien me dio todo su cariño; su bendición y amor eterno siempre

han sido la fuerza para que logre todas mis metas.

Al maestro, Gabriel García Márquez, el mejor escritor de la historia. La magia de sus

palabras siempre serán una gran inspiración en mi vida.

Finalmente, quiero dedicar este trabajo a todos aquellos, que, como yo, sienten ese

sentimiento cálido que genera la literatura en los corazones rebeldes y creen en la

magia del arte para crear un mundo mejor para todos.

v

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, agradezco a Dios. Las facultades que depositó en mí, junto a las

maravillosas personas de las que me rodeó durante toda mi vida, me permitieron

desarrollar mi potencial. A él, siempre mi eterno agradecimiento.

A mis padres, quienes lo dieron todo para que sea un gran hombre, un excelente

profesional y un buen hijo de Dios, siempre les daré las gracias. Mis logros son el

reflejo de su inmenso amor.

A mis hermanos, demás familiares, amigos y todos aquellos que me han acompañado y

han aportado en mi vida para bien, les extiendo un profundo agradecimiento.

A Martha Rodríguez, Monserrate Fernández y Mariana Alvear, grandes maestras y

amigas que con su increíble capacidad e intelecto aportaron inmensamente a mi

desarrollo profesional. Gracias por su sabiduría y amistad.

A Juan Carlos Jurado Reyna, tutor de esta investigación y un buen amigo. Gracias por

confiar en este proyecto, y aportar en el mismo, con tu guía y buena predisposición.

Finalmente, quiero agradecer a los autores más destacados de esta investigación

Gabriel García Márquez, Jürgen Habermas, Raymond Williams, Teun Van Dijk, entre

otros, quienes con su importante trabajo ayudan al desarrollo de la humanidad por un

mundo que sea cada vez mejor.

vi

ÍNDICE DE CONTENIDO

Derechos de autor ............................................................................................................. ii

Aprobación del tutor ........................................................................................................ iii

Dedicatoria....................................................................................................................... iv

Agradecimientos ............................................................................................................... v

Índice de contenido .......................................................................................................... vi

Índice de tablas ................................................................................................................ ix

Índice de ilustraciones ..................................................................................................... ix

Resumen ........................................................................................................................... x

Abstract ............................................................................................................................ xi

Introducción ...................................................................................................................... 1

CAPÍTULO I

COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD ......................................................... 4

1.1. Cultura ....................................................................................................................5

1.1.1. La Teoría cultural de Raymond Williams ...................................................... 5

1.1.2. El proceso cultural y el rol del arte ................................................................. 6

1.1.3. El proceso cultural y la hegemonía ................................................................. 7

1.1.4. Elementos constitutivos del proceso cultural .................................................. 8

1.1.5. Elementos históricos del proceso cultural ....................................................... 9

1.1.6. Estructuras del sentir ..................................................................................... 10

1.2. Comunicación .......................................................................................................11

1.2.1. La Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas ........................... 11

1.2.2. La racionalidad en la Teoría de la acción comunicativa ............................... 12

1.2.3. El mundo de la vida en la Teoría de la acción comunicativa ........................ 13

1.2.4. La teoría crítica de la Modernidad de Jürgen Habermas ............................... 14

1.3. Interrelación comunicación-cultura ......................................................................15

1.3.1. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría del interaccionismo

simbólico de George H. Mead ....................................................................... 16

vii

1.3.2. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría de la acción

comunicativa de Jürgen Habermas ................................................................ 17

1.3.3. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría cultural de

Raymond Williams ........................................................................................ 18

1.4. La construcción de sentidos en la vida social .......................................................19

1.4.1. La comunicación en la trama de la vida social.............................................. 19

1.4.2. La cultura en la trama de la vida social ......................................................... 20

1.4.3. La construcción de la trama de la vida social................................................ 20

1.4.4. La construcción de lo real social ................................................................... 21

1.4.5. La estructuración de la vida social ................................................................ 22

1.4.6. La construcción de sentidos en la trama de la vida social ............................. 23

1.5. La literatura en la estructura de la vida social ......................................................25

1.5.1. La Teoría literaria de Raymond Williams .................................................... 25

1.5.1.1. La multiplicidad del acto de escribir .......................................................25

1.5.1.2. La estética ................................................................................................26

1.5.1.3. Las notaciones y las convenciones en la literatura ..................................26

1.5.1.4. Los géneros y las formas literarias ..........................................................27

1.5.1.5. El rol del escritor en la sociedad ..............................................................28

CAPÍTULO II

EL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO .................................................................... 30

2.1. Visiones del discurso ............................................................................................31

2.1.1. Visión funcionalista del discurso .................................................................. 31

2.1.2. Visión estructuralista del discurso ................................................................ 32

2.1.3. Visión marxista del discurso ......................................................................... 33

2.1.4. Visión sistémica del discurso ........................................................................ 34

2.2. El Análisis del Discurso Social y Político ............................................................35

2.2.1. La cuestión del discurso social y político...................................................... 35

2.2.2. La naturaleza del discurso social y político .................................................. 36

2.2.3. Las particularidades del discurso social y político ........................................ 37

2.2.3.1. Temas ......................................................................................................38

2.2.3.2. Superestructuras y “esquematización” textual ........................................38

2.2.3.3. La semántica local ...................................................................................38

viii

2.2.3.4. El léxico y la sintaxis .............................................................................39

2.2.3.5. La retórica ..............................................................................................39

2.2.3.6. Estructuras de expresión ........................................................................39

2.2.3.7. Actos del habla e interacción .................................................................40

2.3. La literatura como discurso social y político ........................................................40

2.3.1. La constitución de la literatura como discurso social y político desde el

Marxismo ....................................................................................................... 41

CAPÍTULO III

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: ESTILO LITERARIO, PENSAMIENTO

POLÍTICO E INFLUENCIA DE LA CULTURA CARIBEÑA EN SU OBRA ..... 43

3.1. Biografía de Gabriel García Márquez ...................................................................44

3.1.1. Obra ............................................................................................................... 44

3.1.2. Premios y distinciones ................................................................................... 45

3.2. Gabriel García Márquez y el boom latinoamericano ............................................46

3.2.1. El rol político de los escritores del boom en la sociedad latinoamericana

durante la década del 60 ................................................................................. 47

3.3. El realismo mágico en el estilo literario de Gabriel García Márquez ..................49

3.4. El pensamiento político en la obra de Gabriel García Márquez ...........................50

3.5. La cultura campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez ................51

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS DEL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO DE CIEN AÑOS DE

SOLEDAD. .................................................................................................................... 53

4.1. Metodología ..........................................................................................................54

4.2. Nivel del relato......................................................................................................56

4.2.1. Ubicación general del relato .......................................................................... 56

4.2.2. Estructura narrativa del relato ....................................................................... 58

4.2.3. Estructura conceptual del relato .................................................................... 80

4.2.4. Estructura del discurso .................................................................................. 86

4.3. Nivel del contexto .................................................................................................90

4.3.1. Contexto reflejado en el discurso .................................................................. 90

ix

4.3.2. Discurso reflejado en el contexto .................................................................. 94

4.3.3. Estilo en relación a otros contextos ............................................................... 95

4.4. Nivel ideológico ....................................................................................................96

CAPÍTULO V

CONSIDERACIONES FINALES ............................................................................ 101

Bibliografía .................................................................................................................. 105

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1: Estructura narrativa de Cien años de soledad .................................................. 79

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

Ilustración 1: Estructura conceptual de Cien años de soledad ....................................... 85

Ilustración 2: Estructura discursiva de Cien años de soledad ........................................ 89

Ilustración 3: Estructura contextual de Cien años de Soledad ....................................... 96

Ilustración 4: Estructura ideológica de Cien años de soledad ........................................ 99

x

TEMA: Análisis del discurso social y político de Cien años de soledad de Gabriel García

Márquez. Representaciones de la cultura campesina caribeña.

Autor: Richard Alexander Salazar Basantes

Tutor: Msc. Juan Carlos Jurado Reyna

RESUMEN

El presente proyecto de investigación busca ser un aporte teórico y metodológico en el

campo de Análisis del Discurso. Este proyecto de investigación se basa en la metodología

presentada en el libro, El análisis del discurso social y político (1999), por Iván Rodrigo

Mendizábal, e igualmente en la tesis, El Análisis del discurso social y político del pueblo

montubio ecuatoriano. Caso: “El Santo Nuevo”, cuento realista de José de la Cuadra

(2018), de Francis Mieles. Las principales referencias serán los trabajos de Análisis del

Discurso de Teun Van Dijk. Además, se estudiará conceptos claves como cultura desde

la Teoría cultural de Raymond Williams y comunicación desde la Teoría de la acción

comunicativa de Jürgen Habermas, entre otros.

En base a esto se analizará la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez,

concentrándose principalmente en las representaciones de la cultura campesina caribeña

y en el discurso social y político. Se analizarán los siguientes aspectos de la obra: el nivel

del relato, donde se analizará la ubicación general, la estructura narrativa, la estructura

conceptual y la estructura de discurso de la novela; el nivel del contexto, donde se

estudiará, el contexto reflejado en el discurso y el discurso reflejado en el contexto; y, el

nivel ideológico. Todo esto con el propósito de determinar cómo la obra es, además de

una representación de la cultura campesina caribeña, un discurso social y político

producto de un análisis de la realidad latinoamericana por Gabriel García Márquez.

PALABRAS CLAVES: ANÁLISIS DEL DISCURSO / LITERATURA / CULTURA /

DISCURSO SOCIAL / CAMPESINO CARIBEÑO

xi

TOPIC: Analysis of the social and political discourse of One Hundred Years of Solitude

by Gabriel García Márquez. Representations of the Caribbean peasant culture.

Author: Richard Alexander Salazar Basantes

Tutor: Msc. Juan Carlos Jurado Reyna

ABSTRACT

The present research project seeks to be a theoretical and methodological contribution in

the field of Discourse Analysis. This research project is based on the methodology

presented in the book, The analysis of social and political discourse (1999), by Iván

Rodrigo Mendizábal, and also in the thesis, The analysis of the social and political

discourse of the Ecuadorian montubio people. Case: "The Holy New", realistic story of

José de la Cuadra (2018), by Francis Mieles. The main references will be the works of

Discourse Analysis by Teun Van Dijk. In addition, key concepts such as culture from the

Cultural Theory of Raymond Williams and communication from the Theory of the

communicative action of Jürgen Habermas, among others, will be studied. Based on this,

the work One Hundred Years of Solitude by Gabriel García Márquez will be analyzed,

concentrating mainly on the representations of the Caribbean peasant culture and on the

social and political discourse. The following aspects of the work will be analyzed: the

level of the story, where the general location, the narrative structure, the conceptual

structure and the discourse structure of the novel will be analyzed; the level of the context,

where the context reflected in the discourse and the discourse reflected in the context will

be studied; and, the ideological level. All this with the purpose of determining how the

work is, in addition to a representation of the Caribbean peasant culture, a social and

political discourse resulting from an analysis of Latin American reality by Gabriel García

Márquez.

KEY WORDS: DISCOURSE ANALYSIS / LITERATURE / CULTURE / SOCIAL

DISCOURSE / CARIBBEAN PEASANT

1

INTRODUCCIÓN

Los estudios comunicacionales que se han realizado en la última década, desde diferentes

enfoques, teorías y paradigmas, han demostrado cómo la comunicación es un campo

interdisciplinario y complejo, que está en constante transformación y evolución. La

comunicación atraviesa todos los campos de la vida, ya que es un constante intercambio

de información y conocimientos que adquiere el sujeto producto de su interacción dentro

de una sociedad llena de significados. Como menciona Erick Torrico: “Lejos de

considerar a la Comunicación una súper-disciplina o peor aún una subdisciplina, se la

puede asumir más bien como un campo (inter)disciplinario autónomo.” (Torrico, 2010,

pág. 22-23). Esto se debe a que se da la convergencia e interacción de diversas disciplinas

en este campo.

El planteamiento de la comunicación como un campo interdisciplinario es lo que permite

estudiarla desde varias perspectivas. Por consiguiente, el presente trabajo se concentrará

en realizar un estudio comunicacional desde una perspectiva cultural, enfocada en

examinar una obra literaria. El Análisis del discurso social y político de Cien años de

soledad de Gabriel García Márquez será el tema de esta investigación. El objetivo

principal será analizar las representaciones de la cultura de las comunidades campesinas

caribeñas en el discurso social y político de la obra.

El Análisis del Discurso es la metodología que se implementará para realizar esta

investigación, ya que permite el estudio sistemático del discurso escrito o hablado como

forma de uso de la lengua o como hecho de comunicación y de interacción, en sus

diferentes contextos cognitivos, sociales, políticos, históricos y culturales. Para analizar

la creación de sentidos en los discursos de una obra literaria, es necesario partir del

Análisis Crítico del Discurso (ACD), que se ha dedicado “a estudiar los textos y el habla

y que emerge de la crítica lingüística, la crítica semiótica y, en general, del modo

sociopolítico consciente y oposicionista en que se investigan el lenguaje, el discurso y la

comunicación.” (Van Dijk, 1997, pág.15).

Dentro del ACD se debe tomar un enfoque amplio y multidisciplinar que abarque diversas

características que se concentran en una obra literaria. Por esto se implementará la

metodología planteada en el libro El Análisis del discurso social y político (1999), de Iván

2

Rodrigo Mendizábal en base a los planteamientos de Teun Van Dijk, donde propone que

el Análisis del discurso político (ADP) estudia las formas de reproducción del poder

político.

Este tipo de análisis permite estudiar la generación, proyección e incidencia de los

discursos presentes en Cien años de soledad. La obra presenta un discurso social y

político, que, en sus representaciones de la cultura campesina del caribe construye

sentidos. Así mismo posee características propias de una obra literaria, que deben ser

estudiadas desde una perspectiva multidisciplinaria. Esta característica de la literatura es

primordial, para que el estudio a realizar, ya que se debe considerar aspectos diversos

dentro del análisis del discurso para mostrar como la obra puede ser parte de las

propuestas que se postulan desde los estudios de Análisis Crítico del Discurso. Sobre los

cuales Van Dijk menciona:

Los estudios de ACD, por otra parte, se esfuerzan en formular o mantener una perspectiva

global de solidaridad para con los grupos dominados, por ej. Formulando propuestas

estratégicas que ejerzan y desarrollen un contrapoder y una contraideología cuando se dé

la práctica de la confrontación y de la resistencia (Van Dijk, 1997, pág. 17).

Entonces, se busca mostrar cómo esta novela puede ser un discurso en contraposición a

la ideología dominante. Gabriel García Márquez ha plasmado en la discursividad crítica

de su obra, Cien años de soledad, una representación de la cultura campesina caribeña,

mostrando también su pensamiento social y político. Esto es consecuente con el momento

histórico que se estaba viviendo: el triunfo de la Revolución cubana, la Guerra Fría, el

crecimiento del socialismo en América Latina, la revolución literaria del boom

latinoamericano gestionada por grandes editoriales, la creación de revistas literarias.

Todo esto será importante para entender los discursos que se inscriben en la obra.

La presente investigación parte de la siguiente interrogante: ¿Cómo se construye el

discurso social y político, y como se representa la cultura campesina caribeña en la

obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez? Para responder a esta pregunta

de investigación se realizará un estudio analítico y multidisciplinario, como previamente

se ha mencionado, para así descubrir los discursos sociales y políticos y las

representaciones de la cultura campesina caribeña que se inscriben en la obra.

En un primer capítulo, se estudiará los conceptos principales, a saber, comunicación y

cultura. Esto permitirá proponer definiciones en torno a las que girará todo el trabajo.

3

Posteriormente, se analizará la interrelación de estos dos campos, específicamente en la

construcción de significados en la sociedad. Después se concentrará en la producción de

sentidos y representaciones desde la literatura.

En un segundo capítulo, serán estudiadas diferentes visiones sobre el discurso. Después

se procederá a plantear la cuestión del discurso social y político, su naturaleza y sus

particularidades. Estudiadas principalmente por el investigador holandés, Teun Van Dijk,

para posteriormente determinar cómo la literatura puede consolidarse como discurso

social y político.

En un tercer capítulo, se estudiará el contexto y el estilo del autor de la obra, Gabriel

García Márquez, comenzando por estudiar el momento del boom latinoamericano y la

importancia del escritor colombiano en dicho fenómeno literario. Después se analizará

las representaciones culturales que se generan dentro de su estilo literario, el realismo

mágico. Para posteriormente analizar la influencia de la cultura campesina caribeña en su

obra.

En un cuarto capítulo, se procederá a realizar el análisis del discurso de la obra Cien años

de soledad, partiendo de la propuesta metodológica realizada por Iván Rodrigo

Mendizábal, fundamentada en los trabajos de Teun Van Dijk, también utilizada en la tesis

de pregrado, El Análisis del discurso social y político del pueblo montubio ecuatoriano.

Caso: 'El Santo Nuevo', cuento realista de José de la Cuadra, de Francis Mieles.

Comenzando por analizar el nivel del relato: la ubicación general del relato, la estructura

narrativa, estructura conceptual y estructura de discurso. Después se analizará el nivel del

contexto: el contexto en el discurso y el discurso en el contexto. Finalmente se estudiará

el nivel ideológico.

Para concluir se formularán ciertas consideraciones finales propias sobre el estudio

realizado. Con el objetivo de exponer lo aportado al desarrollo de los estudios

comunicacionales, específicamente en los estudios de análisis del discurso en obras

literarias.

4

CAPÍTULO I

1. COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD

Los estudios comunicacionales antiguamente estaban concentrados en los medios de

comunicación. Sin embargo, en las últimas décadas, específicamente en América Latina,

se ha desarrollado estudios que vinculan el nexo entre comunicación y cultura. García

Canclini menciona que “pensar los procesos de comunicación desde ahí, desde la cultura,

significa dejar de pensarlos desde las disciplinas y desde los medios. Significa romper

con la seguridad que proporcionaba la reducción de la problemática de comunicación a

la de las tecnologías.” (García Canclini, 1995, pág. 227). Esto ha permitido que se amplié

el campo de estudio de la comunicación. Ahora se puede plantear los estudios

comunicacionales desde una perspectiva cultural donde se busca analizar en procesos o

producciones culturales los discursos que se están exponiendo y que tendrán incidencia

en la sociedad.

La comunicación y la cultura son dos campos que están interrelacionados, pues la cultura

se expresa a través de discursos comunicacionales, y la comunicación se produce dentro

de un contexto cultural, porque “toda forma de comunicación es, de antemano, una

expresión cultural, ya que cada uno de los lenguajes de las personas que conforman una

comunidad evidencian la forma como intercambian ideas, establecen contactos, inician

las relaciones, formalizan normas de comportamiento.” (Ulloa Tapia, 2007, pág. 20). La

cultura se sirve de la comunicación para producir discursos capaces de ser interpretados,

y que, a la larga, tendrán incidencia dentro de la vida social que se genera en una

comunidad.

Por tal motivo, se comenzará definiendo qué se entiende por cultura y por comunicación.

Estas definiciones permitirán explicar la interrelación que existe entre ambos campos,

para posteriormente determinar cómo se producen sentidos en la vida social. Todo esto

con el objetivo de entender cómo las producciones culturales están cargadas de discursos

que ayudan a establecer formas de vida social y a generar la estructura social de una

sociedad. Después, el estudio se concentrará en la literatura, para entender cómo esta

produce sentidos, y la importancia de su producción, influencia e interpretación, así como

en el rol que puede cumplir en la sociedad

5

1.1.Cultura

Raymond Williams, plantea que, la cultura es “un ‘proceso social total’ en el que los

hombres definen y configuran sus vidas.” (Williams, 1977, pág. 148). La cultura es una

facultad de las personas, un proceso social total que va cambiando y se construye y

expresa en las actividades y elementos que poseen materialidad. Así mismo en prácticas

que son susceptibles de institucionalizase. La cultura es una representación y

autorrepresentación de la sociedad y de los individuos por la instauración de

discursividades presentes en las obras culturales, las cuales también tienen incidencia en

la estructuración de la vida social.

El término cultura tuvo un desarrollo en relación a diferentes momentos históricos de la

humanidad. En la Edad Antigua se lo relacionaba con la categoría de “civilización”, como

contraposición a la categoría de “barbarie”. Posteriormente, en la Edad Media estuvo

ligado a las prácticas de las clases altas de la sociedad. Y, en la Edad Moderna se lo asocia

a una dimensión existencial del ser humano, ya que “La ‘cultura’, o más específicamente

el ‘arte’ y la ‘literatura’ […] eran considerados como el registro más profundo, el impulso

más profundo y el recurso más profundo del ‘espíritu humano’.” (Williams, 1977, págs.

25-26). En la actualidad esta concepción se ha mantenido, con diferentes variantes en

torno a las posturas de diferentes escuelas del pensamiento.

1.1.1. La Teoría cultural de Raymond Williams

Raymond Williams, en su Teoría cultural (1977), explica el rol de la cultura en la

configuración de la sociedad, para lo cual plantea una relectura de la teoría marxista.

Comienza mostrando cómo la concepción del término cultura se limitó a enfrascarla

dentro de lo que se conoce como superestructura, debido a que se produjo una historia

cultural dependiente, secundaria y superestructura. Esto derivó en un universalismo

abstracto del término “cultura” y se redujo su importancia como rasgo principal para el

análisis marxista de la sociedad.

El análisis de la sociedad desde el Marxismo se concentra principalmente en el estudio

de la estructura (la base de la sociedad donde se desarrollan las relaciones sociales) y la

superestructura (conjunto ideológico de estructuras mentales que permiten el proceso de

dominación de clase). Ante esto, Williams criticó la forma en que muchos estudios

marxistas han separado estos dos pilares de la sociedad, y no se ha tomado en cuenta la

6

interrelación de ambos, para lo cual la cultura es un eje transversal. Debido a que no son

la base y la superestructura las que necesitan ser estudiadas, sino los procesos específicos

donde la relación es ejercida por la idea de “determinación”. Estudiar esos procesos

permite entender la “determinación” de los roles sociales que se da en la jerarquización

de “clases” en la sociedad capitalista.

La “determinación”, desde la doctrina marxista, es un concepto utilizado para plantear la

forma en que los sujetos son sometidos a presiones para ser dominados. Williams propone

que “el concepto pleno de la determinación resulta fundamental, ya que en la práctica la

determinación nunca es solamente la fijación de límites; es asimismo el ejercicio de

presiones.” (Williams, 1977, pág. 107). Dentro de la constitución de la sociedad los

individuos van a ejercer presiones al proceso de determinación. Esto se da en gran medida

desde el ámbito cultural, ya que, mediante la cultura se da una proliferación de discursos

críticos. Sobre esto Williams indica que:

La ‘sociedad’ nunca es solamente una ‘cáscara muerta’ que limita la realización social e

individual. Es siempre un proceso constitutivo con presiones muy poderosas que se

expresan en las formaciones culturales, económicas y políticas y que, para asumir la

verdadera dimensión de lo ‘constitutivo’, son internalizadas y convertidas en ‘voluntades

individuales’ (Williams, 1977, pág. 107).

La determinación de los roles sociales, no se da por un modo de producción ni por una

psicología abstracta que permite el proceso de dominación de clase, sino más bien se halla

en el proceso social, debido a que los seres humanos toman conciencia de su realidad y

constituyen su identidad mediante la producción de significados, expresados

principalmente en la cultura.

1.1.2. El proceso cultural y el rol del arte

Williams redefine a las fuerzas productivas como cada uno de los medios de la

producción y reproducción de la vida real. Esto lo hace con el objetivo de mostrar como

la producción no se limita solo al proceso económico, sino en todo el proceso social total

de la vida de los seres humanos. Debido a que en este proceso “nos creamos a nosotros

mismos y producimos nuestras sociedades; y es dentro de estas formas variables y en

desarrollo donde se realiza la propia ‘producción material’.” (Williams, 1977, pág. 111).

7

Los seres humanos no producen solo mercancías materiales, sino que también producen

otro tipo de mercancías, que vienen cargadas de “poder simbólico”, como las artes, las

ideas, la estética o la ideología. Todas ellas son “prácticas reales, elementos de un proceso

social material total; no un reino o un mundo o una superestructura, sino una numerosa

serie de prácticas productivas variables que conllevan intenciones y condiciones

específicas.” (Williams, 19977, pág. 114). Estas prácticas tendrán mayor incidencia en

la configuración de la sociedad, ya que existe una conexión indisoluble entre la

producción material, las actividades, las instituciones políticas y culturales con la

conciencia de los individuos.

Williams concibe al arte no como lo que refleja las apariencias de la sociedad; sino “la

‘realidad’ que se halla tras ellas: la ‘naturaleza interior’ del mundo o sus ‘formas

constitutivas’; y puede ser entendido también como reflejo no del ‘mundo inanimado’,

sino del mundo tal como es visto en la mente del artista.” (Williams, 1977, pág. 115). El

arte no refleja la “realidad social”, pero si constituye pensamientos y posturas sobre lo

que pasa en la realidad, por la ideología1 que expone el autor en su obra. A su vez, la

ideología ayuda a configurar la estructura social en la que se desarrollan los individuos

miembros de una sociedad.

1.1.3. El proceso cultural y la hegemonía

La producción cultural está atravesada por la hegemonía2, que es una serie de ideas que

se justifican en la práctica. La hegemonía está presente en la cultura, ya que es un

elemento que se utiliza para que se produzca el dominio y subordinación de clase. Sin

embargo, la práctica cultural, en un nivel personal, permite que las personas configuren

su vida y construyan su identidad. Debido a que se hallan entre los procesos básicos de la

autoformación del individuo. Antonio Gramsci planteó una distinción entre dominio y

hegemonía:

El ‘dominio’ se expresa en formas directamente políticas y en tiempos de crisis por medio

de una coerción directa o efectiva. Sin embargo, la situación más· habitual es un complejo

entrelazamiento de fuerzas políticas, sociales y culturales; y la «hegemonía», según las

1 La ideología es “el proceso general de la producción de significados e ideas.” (Williams, 1977, pág. 71). 2 El concepto de hegemonía se refiere a la forma “en la que un sistema de significados y valores constituye

la expresión o proyección de un particular interés de clase.” (Williams, 1977, pág. 129).

8

diferentes interpretaciones, es esto o las fuerzas activas sociales y culturales que

constituyen sus elementos necesarios (Gramsci en Williams, 1977, pág. 129).

La hegemonía es un sistema que constantemente va a estar cambiando y acoplándose a

las nuevas condiciones de la sociedad para mantener el dominio de clase. Sin embargo,

“la realidad de toda hegemonía, en su difundido sentido político y cultural, es que,

mientras que por definición siempre es dominante, jamás lo es de un modo total o

exclusivo.” (Williams, 1977, pág. 135). Por eso es que desde la cultura se crean ideas,

que, aunque son afectadas por los límites y presiones hegemónicas pueden constituir

rupturas de la misma, ya que pueden ser neutralizadas, reducidas o incorporadas, o incluso

desde un elemento más activo pueden ser independientes y originales.

1.1.4. Elementos constitutivos del proceso cultural

El proceso cultural se conforma por el accionar de tres elementos: tradición, instituciones

y formaciones. La tradición es la expresión más fuerte y dominante de los límites

hegemónicos. El autor habla de una tradición selectiva que es “una versión

intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente preconfigurado,

que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e

identificación cultural y social.” (Williams, 1977, pág. 137). Esta tradición selectiva

privilegia ciertos significados y prácticas, y desconoce otros. La tradición constituye un

aspecto central, de la organización social y cultural, para el control de una clase

dominante, y se establece con la formación de instituciones.

Las instituciones son organismos sociales que establecen las tradiciones selectivas por un

proceso de “autoidentificación con las formas hegemónicas; una ‘socialización’

específica e internalizada de la que se espera que resulte positiva pero que, si ello no es

posible, se apoyará en un (resignado) reconocimiento de lo inevitable y lo necesario.”

(Williams, 1977, pág. 141). Sin embargo, la cultura no se limita a la suma de sus

instituciones ya que existen constantes debates en torno a ella, específicamente desde los

grupos sociales, como las formaciones.

Las formaciones “son más reconocibles como tendencias y movimientos conscientes

(literarios, artísticos, filosóficos o científicos) que normalmente pueden ser distinguidos

de sus producciones formativas.” (Williams, 1977, pág. 141). Las formaciones son

9

contraposiciones a las instituciones, y en ciertas sociedades pueden llegar a tener un rol

importante como actores sociales.

1.1.5. Elementos históricos del proceso cultural

El proceso cultural se establece sobre la base de tres elementos históricos: lo dominante,

lo residual y lo emergente. Desde lo dominante “un proceso cultural es considerado un

sistema cultural que determina rasgos dominantes.” (Williams, 1977, pág. 143). No

obstante, lo rasgos dominantes de un proceso cultural no pueden ser completos, ya que,

en el análisis histórico se puede reconocer la existencia de complejas interrelaciones entre

actores sociales, los que generan y apoyan a la cultura dominante y los que se contraponen

a ella. No existe una cultura dominante total, ya que existen otros elementos históricos

del proceso cultural

El elemento residual se diferencia de la cultura dominante, ya que se remite al elemento

histórico que “ha sido formado efectivamente en el pasado, pero todavía se halla en

actividad dentro del proceso cultural; no sólo […] como un elemento del pasado, sino

como un efectivo elemento del presente.” (Williams, 1977, pág. 144). Ciertas

experiencias, significados y valores de una cultura pasada son practicados en

contraposición a los de una cultura dominante. A pesar de esto, la cultura dominante

limita la práctica residual, a través de la tradición selectiva que genera lo activamente

residual mediante la reinterpretación, la disolución, la proyección, la inclusión y la

exclusión discriminada de los elementos residuales.

El elemento emergente, por su parte, se contrapone totalmente a la cultura dominante. El

concepto de lo emergente se refiere a “los nuevos significados y valores, nuevas prácticas,

nuevas relaciones y tipos de relaciones que se crean continuamente.” (Williams, 1977,

pág. 145). Lo emergente depende del surgimiento y adopción de nuevas formas en el

proceso cultural. Así Williams llega a la conclusión de que:

Lo que realmente debe decirse, como modo de definir los elementos importantes, o lo

residual y lo emergente, y como un modo de comprender el carácter de lo dominante, es

que ningún modo de producción y por lo tanto ningún orden social dominante y por lo

tanto ninguna cultura dominante verdaderamente incluye o agota toda la práctica humana,

toda la energía humana y toda la intención humana (Williams, 1977, pág. 147).

10

El autor menciona que para entender el surgimiento de una cultura emergente distinta de

lo dominante y lo residual, es necesario concentrarse en una premergencia activa e

influyente, por lo que se debe examinar las estructuras del sentir.

1.1.6. Estructuras del sentir

Las estructuras del sentir son “experiencias sociales en solución, a diferencia de otras

formaciones semánticas sociales que han sido precipitadas y resultan más evidente y más

inmediatamente aprovechables.” (Williams, 1977, pág. 156). Las estructuras del sentir

permiten que las formas sociales de concebir la vida intervengan en las formas

individuales, específicamente desde la conciencia práctica. Esta es una hipótesis de

Raymond Williams para explicar cómo los elementos sociales y los elementos

individuales son vividos y sentidos activamente. La cultura no es algo estático y pasado,

sino algo activo y vívido. Dentro de esto, el autor le da gran relevancia al arte y a la

literatura, ya que:

La idea de una estructura del sentimiento puede relacionarse específicamente con la

evidencia de las formas y las convenciones -figuras semánticas- que, en el arte y 1a

literatura, se hallan a menudo entre las primeras indicaciones de que se está formando una

nueva estructura de este tipo (Williams, 1977, pág. 157).

Sin embargo, no todo el arte es parte de esta estructura del sentir, ya que la mayoría se

relacionan con formaciones sociales dominantes o residuales; solo las formaciones

emergentes son con las que la estructura del sentimiento se relaciona como solución. El

arte puede generar estructuras del sentir cuando se producen desde una cultura emergente

que se oponga al dominio de la cultura dominante y que genere nuevos discursos sociales.

La teoría cultural de Raymond Williams demuestra cómo la cultura es un proceso social

total que tiene incidencia en la constitución de la identidad de los sujetos y en la

configuración de la sociedad, y, cómo desde las producciones culturales los individuos

generan discursos que exponen ideas sobre el mundo y la vida para establecer o

deconstruir estructuras mentales y materiales de la sociedad. Esto muestra la importancia

social del arte, para que sea estudiado y analizado como factor constitutivo del mundo, al

ser un elemento transversal de la vida humana.

11

1.2. Comunicación

Jürgen Habermas define a la comunicación desde la acción comunicativa como “la

interacción de a lo menos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción que entablan una

relación interpersonal. […] para poder así coordinar de común acuerdo sus planes de

acción y con ello sus acciones.” (Habermas, 1981a, pág. 124). La comunicación es un

proceso continuo, que se desarrolla conjuntamente a los cambios del entorno y de los

sujetos. Se materializa en el intercambio de símbolos, comprendidos dentro de un mismo

universo cultural. La comunicación es el principal elemento de interacción social y ayuda

a constituir la estructura social.

Las diferentes Matrices teóricas3 han estudiado la comunicación desde diferentes

perspectivas y enfoques concentrándose en los paradigmas que rigen determinadas

Escuelas del Pensamiento. Existen diferentes definiciones y modelos de comunicación

haciendo que el estudio de la misma deba ser complejo y abarcativo. Sin embargo, lo que

en la actualidad se ha enfocado, es, estudiar a la comunicación como un campo

interdisciplinario cuya utilización y funcionamiento tienen un rol central en la

estructuración de la sociedad.

1.2.1. La Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas

Jürgen Habermas, en su Teoría de la acción comunicativa (1981), busca construir una

teoría de la sociedad, con base en la comunicación, la cual está enfocada en tres propósitos

claves: 1) desarrollar un concepto de racionalidad que no esté limitado por las premisas

subjetivistas e individualistas de la filosofía y la teoría social moderna; 2) construir un

concepto de sociedad en dos niveles, integrando los paradigmas “sistema” y “mundo de

la vida”; y, 3) bosquejar una teoría crítica de la Modernidad. El autor se enfoca

principalmente en explicar cómo en la Modernidad la interacción social se produce, en

gran medida, por la comunicación como una dimensión de la praxis humana.

Para Habermas, el lenguaje es el elemento principal para la acción social, ya que este es

un medio de entendimiento en el que los individuos se refieren “desde el horizonte

preinterpretado que su mundo de la vida representa, simultáneamente a algo en el mundo

3 Erick Torrico (2010) plantea en su libro Comunicación: de las matrices a los enfoques, expone las

principales matrices teóricas que han estudiado la comunicación: Funcionalismo, Estructuralismo,

Marxismo y Sistemismo.

12

objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo, para negociar definiciones de la

situación que puedan ser compartidas por todos.” (Habermas, 1981a, págs. 137-138). La

comunicación es el elemento central en la Teoría de la acción comunicativa, ya que el

autor integra la filosofía del lenguaje con su explicación sociológica de una teoría crítica

de la Modernidad.

1.2.2. La racionalidad en la Teoría de la acción comunicativa

Jürgen Habermas inicia su teoría analizando el concepto de racionalidad. Anteriormente,

la filosofía estudiaba la racionalidad en torno a las opiniones y acciones de los individuos.

Contra esto el autor busca realizar un análisis más amplio desde la dimensión social,

centrado, principalmente, en el fenómeno de la comunicación dentro de la interacción

humana. Esto genera que la repuesta de Habermas a la decadencia del “paradigma de la

conciencia” sea el “paradigma del lenguaje”, entendiendo el lenguaje como un elemento

de acción social. Desde este análisis, la interacción social producida por la comunicación

permite el consenso entre individuos. Como menciona Habermas:

Si partimos de que la especie humana se mantiene a sí misma a través de las actividades

socialmente coordinadas de sus miembros, y que esa coordinación ha de establecerse

mediante comunicación -y en ciertas esferas de la vida, mediante a una comunicación

enderezada a un consenso- entonces la reproducción de la especie requiere también el

cumplimiento de las condiciones de una racionalidad inmanente a la acción comunicativa

(Habermas, 1991a, pág. 532).

El autor expone que la capacidad que tienen los seres humanos para comunicarse tiene

un núcleo universal, estructuras básicas y reglas fundamentales que todos dominamos. Al

hablar nos ponemos en contacto con el mundo físico, con los demás sujetos y con nuestras

intenciones, sentimientos y deseos, pero siempre los seres humanos están estableciendo

pretensiones que pueden ser resueltas mediante un acuerdo mutuo. Precisamente es “a la

experiencia de llegar a un entendimiento mutuo en una comunicación libre de coacciones

a la que Habermas mira para desarrollar su idea de racionalidad.” (McCarthy, 1998, pág.

450). Para llegar a un acuerdo se hace uso de la razón. Esto permite el reconocimiento

intersubjetivo de pretensiones de validez susceptibles de crítica, y a esto es a lo que se

refiere al autor con racionalidad.

La argumentación es la forma mediante la que se comprueba si una acción es correcta, o

no. Habermas menciona que: “La racionalidad inmanente a la práctica comunicativa

13

cotidiana remite, pues, a la práctica de la argumentación como instancia de apelación que

hace posible continuar la acción comunicativa con otros medios cuando un desacuerdo

ya no puede ser absorbido por las rutinas cotidianas.” (Habermas, 1991a, págs. 37-38).

Ya que las pretensiones de validez son susceptibles de crítica, es posible que se pueda

identificar y corregir sus errores; esto, llevado a un plano reflexivo, permite que se

generen formas de argumentación que puede transmitirse y desarrollarse en una tradición

cultural, y precisamente en esta conexión con tradiciones culturales e instituciones

sociales que la Teoría de la acción comunicativa es utilizable como teoría social.

1.2.3. El mundo de la vida en la Teoría de la acción comunicativa

Jürgen Habermas crítica el triunfo de la razón, ya que este no trajo consigo un reino de la

libertad, sino más bien el dominio de las fuerzas económicas y de la administración

burocrática, por lo cual plantea que la Teoría crítica debe plantearse el cambio del

paradigma de la filosofía de la conciencia por el de la acción comunicativa. Para que esto

se produzca deben darse dos pasos: 1) Pasar del concepto teleológico de acción a los

conceptos de acción comunicativa y mundo de la vida; y 2) articular la perspectiva de

“mundo de la vida” con la perspectiva de “sistema”. Habermas utiliza ciertos postulados

de Georges Herbert Mead (1968) para explicar la construcción del “yo”, pero lo relaciona

con la constante interacción social, de la siguiente manera:

Habermas muestra que los procesos de individualización son simultáneamente procesos

de socialización (y viceversa), que las motivaciones y repertorios de comportamiento

quedan simbólicamente reestructurados en el curso de la formación de la identidad , que

las intenciones e intereses, los deseos y sentimientos individuales no son esencialmente

privados, sino que están ligados al lenguaje y la cultura, y que, por consiguiente, son

esencialmente susceptibles de interpretación discusión y cambio (McCarthy, 1998, pág.

460).

Para el autor, la identidad de los individuos se genera en torno a la capacidad para

realizarse uno mismo bajo las condiciones de una intersubjetividad comunicativamente

compartida. Anteriormente existía una conciencia colectiva, generada desde lo sacro, que

constituía la identidad del grupo. Sin embargo, las funciones sociales que cumplían la

práctica ritual y el simbolismo religioso ahora son producidas desde el campo de la acción

comunicativa. La lingüístización de lo sacro significó la racionalización del mundo de la

vida. La idea de mundo de la vida es un complemento necesario en la acción

14

comunicativa, ya que esta idea está ligada “al concepto de sociedad; y al dirigir nuestra

atención al ‘horizonte formador de contexto’ en que se halla encuadrada la acción social,

nos aparta un paso más de los sesgos subjetivistas que caracterizan la teoría social

moderna.” (McCarthy, 1998, pág. 464).

Habermas busca plantear un concepto multidimensional de mundo de la vida, ya que este

se reproduce simbólicamente. El mundo de la vida puede ser concebido como “un acervo

culturalmente transmitido y lingüísticamente organizado de patrones de interpretación.”

(McCarthy, 1998, pág. 465). Este acervo provee a los actores de convicciones que pueden

generar la negociación de definiciones comunes de las situaciones. El término mundo de

la vida tiene un sesgo culturalista, sin embargo, no solo se limita a esto, debido a que los

órdenes institucionales y las estructuras de la personalidad también son parte de él.

Habermas busca plantear una teoría general de la sociedad a base de las categorías de

acción comunicativa y mundo de la vida.

1.2.4. La teoría crítica de la Modernidad de Jürgen Habermas

Jürgen Habermas plantea una teoría de la sociedad desde la acción comunicativa y el

mundo de la vida. Para lo cual integra dos pensamientos. Primero, que la sociedad es el

mundo de la vida de un grupo social, donde las acciones se coordinan a través del acuerdo

entre los miembros. Segundo, que la sociedad es un sistema que se regula a sí mismo,

donde las acciones se coordinan a través de interconexiones funcionales de las

consecuencias de las acciones. Y, a partir de la integración de estas dos perspectivas, es

que define a la sociedad como “un ‘sistema que tiene que satisfacer las condiciones de

mantenimiento propias de mundos socioculturales de la vida’, o como un ‘plexo de acción

sistemáticamente estabilizado de grupos sociales integrados socialmente’.” (Habermas,

1991b, pág. 468).

La categoría de mundo de la vida se problematiza debido a la racionalización de la misma,

y en ciertos ámbitos el lenguaje deja de ser el que coordina las acciones, dándoles paso a

medios de control deslingüístizados, parte del control sistemático de la sociedad. Como

explica Habermas: “El mundo de la vida racionalizado posibilita el nacimiento y

crecimiento de subsistemas cuyos imperativos autonomizados reobran destructivamente

sobre ese mismo mundo.” (Habermas, 1991b, pág. 277). El mundo de la vida queda

subordinado al control imperativo del sistema político-económico que “penetra con más

profundidad aún en la reproducción simbólica del mundo de la vida, empujando cada vez

15

más esferas de la interacción comunicativamente estructurada hacia el torbellino del

crecimiento capitalista. (McCarthy, 1998, pág. 476).

Jürgen Habermas finaliza su teoría crítica de la Modernidad, explicando cómo, a pesar de

que el sistema del capitalismo avanzado ha establecido formas de dominio en la

interacción social y el mundo de la vida, existen formas de contraponerse por la misma

acción comunicativa desde los ámbitos culturales. Esto se da debido a que:

Los nuevos conflictos surgen más bien en ámbitos de la reproducción cultural, la

integración social y la socialización; se desarrollan en formas de protestas

subinstitucionales, y en todo caso extraparlamentarias; y en el déficit subyacente se refleja

una cosificación de ámbitos de acción comunicativamente estructurados, a la que no se

puede hacer frente a través de los medios, dinero y poder. Pues no se trata primariamente

de compensaciones que el estado social pueda otorgar, sino de la defensa y restauración

de formas de vida en peligro o de la implantación de formas de vida reformadas

(Habermas, 1991b, pág. 576).

En relación a esto se puede hablar de los discursos innovadores que se exponen por los

nuevos movimientos sociales que han surgido: el movimiento pacifista, el movimiento

feminista, entre otros, que han tenido han mantenido viva la acción social y han tenido

gran importancia para la configuración de la sociedad. Sobre esto, Habermas sostiene

que: “Una adecuada clasificación, comprensión y evaluación de esta confusa variedad de

‘nuevos movimientos sociales’ requiere la adopción de la perspectiva teórica de la

‘colonización interna del mundo de la vida’.” (McCarthy, 1998, pág. 477). La acción

comunicativa es, por lo tanto, un elemento primordial para un cambio social.

La Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas muestra cómo en la

Modernidad el principal elemento de interacción social es la comunicación, ya que este

puede generar acción social. La acción comunicativa permite la configuración y

desarrollo de la sociedad por parte de los individuos y también es un elemento importante

para los cambios que se produzcan en la sociedad.

1.3. Interrelación comunicación-cultura

La interrelación entre comunicación-cultura se puede establecer debido a que la cultura

es un campo que se sirve de la comunicación para su producción, transmisión,

interpretación y subsistencia por la generación de símbolos y discursividades; y, la

comunicación es posible cuando los individuos comparten un mismo universo cultural.

16

Esta interrelación se materializa, de forma más importante, en la generación de la

interacción social y en la constitución de la estructura social, que es la base fundamental

para que se establezca, desarrolle y configure una sociedad. Esto se puede evidenciar en

las siguientes tres teorías:

1.3.1. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría del

interaccionismo simbólico de George H. Mead

Los sujetos plasman, en los discursos presentes en sus producciones culturales,

significados que pueden ser leídos e interpretados por otras personas. Esto se puede

observar inicialmente desde los estudios psicológicos de George H. Mead (1968), en la

Teoría de la Interacción Simbólica (TIS). El autor menciona que los individuos

construyen significado por medio del proceso de comunicación, ya que el significado se

construye interpretativamente entre las personas que fabrican los significados, es decir

que es necesario un consenso entre todos para que se genere un significado.

Mead plantea que el significado solo puedes existir cuando las personas comparten las

interpretaciones de los símbolos que intercambian en esta interacción. Los significados

deben ser leídos e interpretados en un mismo universo cultural, ya que las personas están

influenciadas por el proceso social-cultural. Es decir, que la interacción social se

constituye por el constante flujo de significados que se generan por la interacción

simbólica.

La interacción simbólica (IS), mediante el constante flujo de significados, permite la

interacción social; y “la estructura social se establece mediante la interacción social.”

(West & Turner, 2005, pág. 86). En el mundo los seres humanos generan una gran gama

de discursos para manifestar sus posturas ante la vida y la sociedad; y estas posturas van

a ser puestas a discusión con los demás individuos. Esto permite que los seres humanos,

a través de la interacción simbólica, puedan generar procesos sociales que desafíen la

visión de que la estructura social es invariable y puedan modificar la sociedad misma.

La interacción comunicación-cultura, a la que se hace referencia, se puede mostrar de

manera que la cultura es el marco y la comunicación el eje transversal para la constitución

de la interacción social. Uno de los primeros en explicar esto fue George H. Mead, que

definía a la sociedad como “la red de relaciones sociales que crean los humanos […] La

sociedad existe antes que el individuo, pero también es creada y conformada por el

17

individuo, actuando concertadamente con otros.” (Mead en West & Turner, 2005, pág.

89). Por lo tanto, para que se produzca el proceso material y simbólico de la construcción

de la sociedad por parte de los sujetos, es indispensable la interrelación entre

comunicación y cultura.

1.3.2. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría de la acción

comunicativa de Jürgen Habermas

Jürgen Habermas, en la Teoría de la acción comunicativa, expone que la sociedad se

configura por unidades mínimas de acción4. Sin embargo, estas acciones no son

producidas por individuos aislados, sino por individuos que mediante procesos

comunicativos definen acciones mínimas, significativas y simbólicamente estructuradas.

La cultura, reproducida a través de la acción comunicativa, cumple un rol determinante

en la generación del mundo de la vida5. El mundo de la vida provee a los actores de

convicciones del contexto de la sociedad para negociar de definiciones comunes de las

situaciones.

Habermas plantea que, en la Modernidad, la racionalidad cambió el poder cultural

simbólico de lo sacro, por el poder lingüístico cultural que se constituye por la acción

comunicativa; y esto cambió la forma en que se configura la sociedad. La acción

comunicativa ayudó a que se generen nuevas formas culturales de concepción del mundo

y de la vida, de tal manera se puede considerar a la interrelación comunicación-cultura

como un eje central de la constitución de la sociedad. Esto lo explica Habermas de la

siguiente forma:

Bajo el aspecto funcional de entendimiento la acción comunicativa sirve a la tradición y

a la renovación del saber cultural; bajo el aspecto de coordinación de la acción sirve a la

integración social y a la creación de solidaridad; bajo el aspecto de socialización,

finalmente, la acción comunicativa sirve a la formación de identidades personales

(Habermas, 1981b, pág. 208)

La acción comunicativa permite que se generen procesos sociales y es el medio adecuado

para la reproducción simbólica del mundo de la vida. Debido a que a los diferentes

4 Esta idea la plantea desde los planteamientos de George H. Mead (1968), pero Habermas hace otro

enfoque. 5 “El mundo de la vida es presentado como un ‘acervo culturalmente transmitido y lingüísticamente

organizado de patrones de interpretación’.” (McCarthy, 1987, pág. 465)

18

componentes estructurales del mundo de la vida “(cultura, sociedad, personalidad)

corresponden procesos de reproducción (reproducción cultural, integración social,

socialización) basados en los diferentes aspectos de la acción comunicativa

(entendimiento, coordinación, socialización), aspectos que están enraizados en los

componentes estructurales de los actos de habla (proposicional, ilocucionario,

expresivo).” (McCarthy, 1987, pág. 466).

La interrelación entre comunicación-cultura en la teoría de Habermas se puede observar

en la forma que los seres humanos, a través de la acción comunicativa, generan

movimientos culturales, que se enfrentan a los ejes de dominio cultural del sistema

capitalista. Estos movimientos culturales buscan generar un cambio social y cultural

mediante la colonización interna del mundo de la vida. Esto se da porque “los nuevos

conflictos no surgen en torno a problemas de distribución, sino en torno a problemas

concernientes a la gramática de las formas de la vida.” (Habermas, 1991b, pág. 576). La

interrelación de estos dos campos permite que los sujetos generen acción social.

1.3.3. La interrelación comunicación-cultura desde la Teoría cultural de

Raymond Williams

Raymond Williams considera al lenguaje como un aspecto fundamental para entender a

la cultura como un proceso social total del ser humano. Esto está relacionado con “la idea

de que los hombres habían producido su propia sociedad; idea que hemos visto es un

elemento central en el nuevo concepto de ‘cultura’.” (Williams, 1977, pág. 33). El

lenguaje podría considerarse “positivamente, una apertura del mundo y hacia el mundo

distintivamente humana y no una facultad discernible o instrumental, sino una facultad

constitutiva.” (Ibídem, 1977, pág. 36). Esta facultad del lenguaje es primordial para ser

un elemento importante en la generación de la cultura, inclusive como un proceso activo.

El lenguaje permite a los seres humanos tomar conciencia; y “la conciencia adquiere

forma y existencia en el material de los signos creados por un grupo organizado durante

el proceso de su interrelación social.” (Volóshinov en Williams, 1977, pág. 49). Esto

genera que los signos sean parte de la construcción material del mundo, debido a que “la

significación, la creación social de significados mediante el uso de signos formales, es

entonces una actividad material práctica; en verdad es, literalmente, un medio de

producción.” (Williams, 1977, pág. 51). Es decir que con el lenguaje se produce el mundo

en el que se desenvuelven los seres humanos.

19

En última instancia Williams concluye que: “a la necesaria definición de la facultad

biológica del lenguaje como constitutivo podemos agregar una definición igualmente

necesaria del desarrollo del lenguaje -que es a la vez individual y social- como histórica

y socialmente constituyente.” (Williams, 1977, pág. 58). Por lo tanto, el lenguaje es la

principal capacidad humana que permite construir lo social, como sería la cultura.

Entonces, la interrelación de estos campos se produce dentro de la producción e

interpretación de significados por parte de los sujetos, para el desarrollo de relaciones

sociales e interacción social. Igualmente, la cultura se genera, manifiesta y subsiste por

un proceso comunicativo; y, la comunicación es posible dentro de un contexto cultural

compartido. Y aún más importante la interrelación comunicación-cultura permite la

generación de la interacción social y la constitución de la estructura social que es la base

de la sociedad.

1.4. La construcción de sentidos en la vida social

Los seres humanos constantemente construyen significados para manifestar sus

pensamientos en torno a la sociedad, la vida, etc., con el objetivo de ponerlos a discusión

y de llevar a cabo acciones. La acción social es posible por la construcción de sentidos6

mediante la lectura e interpretación de los discursos que se exponen. La construcción de

sentidos en la vida social es una parte importante para la configuración y desarrollo de la

sociedad. Vizer explica que la significación surge como “expresión de la propia

existencia, y se haría manifiesta en la acción social. El sentido sería una resultante de la

pragmática de la acción humana, no del lenguaje como sistema de signos, sino del acto

de hablar en sí mismo.” (Vizer, 2003, pág. 92).

1.4.1. La comunicación en la trama de la vida social

El proceso comunicativo es un eje transversal en la construcción de la trama social. La

trama social se genera a partir de los intercambios intersubjetivos entre los sujetos que

posibilitan la expresión de una infinita multiplicidad espacial y temporal en las que se

realizan los hechos, los textos y los actos de comunicación. La trama social se construye

por la comunicación, ya que esta tiene la capacidad de generar acción en el ser humano,

esto se observa específicamente en la generación de procesos sociales que buscan cambiar

6 En este caso sentido se refiere a la forma de interpretar significados expuestos en el mundo. Esta

interpretación tendrá incidencia en la construcción de imaginarios.

20

la forma en la que se configura la sociedad. Vizer plantea que los hombres a través del

lenguaje se comunican y “creen e imaginan alternativas, observan e interpretan el mundo

y desarrollan estrategias de acción. Ésta es una función auténticamente epistemológica y

universal en cualquier sociedad humana, y se expresa en las instituciones y en la cultura.”

(Vizer, 2003, pág. 85).

1.4.2. La cultura en la trama de la vida social

La cultura también es indispensable para que se produzca la construcción de la trama

social, debido a que es “un instituyente ordenador y codificador de la praxis social y de

la producción y reproducción de bienes tanto materiales como simbólicos.” (Vizer, 2003,

pág. 212). Es decir que la cultura es el marco, en el que se producen la construcción e

interpretación de los sentidos que existen en la trama de la vida social. La interrelación

entre la cultura y la comunicación está presente en la construcción de sentidos en la trama

de la vida social. Esto se puede observar especialmente en construcción de una sociedad,

que da existencia a un mundo de significaciones y ella misma se genera en referencia a

ese mundo.

1.4.3. La construcción de la trama de la vida social

La interrelación comunicación-cultura permite la constitución de la estructura social; y,

la estructura social se configura por la formación de instituciones que manejan las

dinámicas sociales. Debido a que la institución “es así un conjunto tanto real-social, como

simbólico e imaginario que se define como un universo de sentido y de acción social.”

(Vizer, 2003, pág. 130). Los seres humanos van a estar condicionados a estas instituciones

para su accionar, sobre todo, porque se desarrollan y tienen su legitimidad en universos

de sentido.

Los universos de sentido pueden materializarse en la generación de sistemas, donde los

seres humanos tienen que seguir normas compartidas de comportamiento. Vizer lo

compara con entrar en un juego-sistema que “puede ayudarnos a construir un modelo

general de las relaciones entre sociedad (los procesos sociales) como praxis y la cultura

como ‘estructuración simbólica’, como constructora y reproductora de los infinitos

tiempos y los espacios sociales.” (Vizer, 2003, pág. 131). La inmersión de los seres

humanos en este sistema y las acciones que se generan dentro del mismo, es lo que genera

lo que Vizer define como la trama social:

21

La trama de lo ‘social’ se construye por la acción de los agentes, y por medio de las reglas

y los recursos que la historia de la sociedad ha estructurado en la cultura, la que a su vez

se manifiesta en forma concreta en la figura de las instituciones (Vizer, 2003, pág. 131).

1.4.4. La construcción de lo real social

Los seres humanos se mueven dentro de un espacio compartido, conocido como espacio

público, que “es el espacio de acciones, del ‘hacer’ y de a interacción social y política,

que genera ‘espacios instituyentes e instituidos’ (físicos, simbólicos e imaginarios).”

(Vizer, 2003, pág. 131). Dentro de este espacio los seres humanos actúan en base a

comportamientos adquiridos, ya que los actores pueden leer y entender el contexto y de

acuerdo a eso evaluar su pertenencia a diferentes universos sociales específicos y

colectivos, de acuerdo a su formación y competencias culturales individuales.

La interacción comunicación-cultura sumada a las dinámicas de los actores sociales en el

espacio público genera la construcción de lo real social. Lo “real social” es entendido,

“bajo la fórmula ya reconocida de ‘cultural y comunicación’: como el conjunto de la

totalidad de los espacios y universos institucionales de sentido creados por el hombre.”

(Vizer, 2003, pág. 132). La realidad social, el orden simbólico y los imaginarios

colectivos constantemente están sufriendo cambios debido al continuo flujo de

significados, en los discursos que crean sentidos. Para esto Vizer, se remite al término

“semiosis social”, del semiólogo argentino Eliseo Verón7. Normalmente los estudios

comunicacionales se han concentrado en la construcción de sentido desde los medios. Sin

embargo, desde la lingüística, la semiología y los discursos también se ha estudiado la

formación de sentidos en diversos universos de significación.

La construcción de sentidos se puede producir desde universos de significaciones

cotidianos de los seres humanos. Y para esto “la comunicación parece cumplir una

función de guía y otorgamiento de significados coherentes a la multiplicidad creciente de

universos de sentido que constituyen la trama de nuestras sociedades actuales.” (Vizer,

2003, pág. 148). Por tanto, todo acto comunicativo individual o colectivo, puede ser parte

7 En su obra del mismo nombre (1998) el autor busca explicar el funcionamiento de los discursos en la

sociedad, y también la importancia de la dimensión discursiva en la construcción social de lo real. “Por

semiosis social entiendo la dimensión significante de los fenómenos sociales: el estudio de la semiosis es

el estudio de los fenómenos sociales en tanto procesos de producción de sentido.” (Verón, 1998, pág. 125)

22

de la constitución de la realidad social. Mientras la cultura configura el marco contextual.

Como explica Vizer:

La “construcción de la realidad social” (como reconstrucción permanente de la sociedad)

es inseparable de la de la persona. La cultura instituye “lo real” en su sentido más amplio;

y la persona en su calidad de observador-actor aprende a “leer” y a actuar en las

situaciones que ha aprendido a descifrar como “contextos sociales” (Vizer, 2003, pág.

151).

1.4.5. La estructuración de la vida social

La conexión entre comunicación y cultura permite la estructuración de la vida social.

Como manifiesta Vizer: “La comunicación -como la cultura- es creatividad, pero también

es la actividad de permanente construcción y reproducción de la vida social y cotidiana

de los hombres y las mujeres, tanto individual como institucional y colectivamente.”

(Vizer, 2003, pág. 157). Esta estructuración se consolida en lo que se ha venido

analizando y se conoce como trama de la vida social.

Los seres humanos están inmersos en tramas estructurales de la vida social, en la cual se

condiciona nuestro accionar, por lo que “podemos concebir la trama como una

construcción simbólica de sentido, con respecto a la cual podemos posicionarnos como

observadores o hallarnos implicados como actores (en realidad siempre somos actores,

ya sea activa o pasivamente).” (Vizer, 2003, pág. 188). Las acciones que realizamos están

condicionadas dentro de esta trama de lo social, y es más cada acción contribuye a la

construcción de la misma. Para entender la trama de la vida social de manera adecuada

Eduardo A. Vizer explica que:

La trama es sobre todo la construcción de una red de sentido, y se manifiesta en relatos,

en acciones, en conversaciones en palabras y en imágenes. La trama es real, es simbólica

y es también imaginaria. Los seres humanos vivimos “entramados” en la búsqueda y el

reconocimiento de los sentidos “preconstruidos” por la cultura, por las instituciones de

nuestras sociedades, por nuestros grupos de pertenencia, por la familia, por nuestros

afectos y frustraciones. Vivimos dentro de una “ecología de universos de sentido” (Vizer,

2003, pág. 189).

Los individuos no solo se desenvuelven dentro de esta trama, sino que también se manejan

en una “ecología social” que es la construcción y reconstrucción de “las ‘relaciones

entramadas del mundo de la vida’. En este sentido, para cada individuo, ‘su’ vida es su

23

ecología total, sus interrelaciones y sus interdependencias con el mundo de la realidad

material, social, cultural y subjetiva.” (Vizer, 2003, pág. 189).

Igualmente, los individuos pueden realizar un proceso de identificación, solo, dentro de

la trama social en la que se desenvuelven. Esto debido a que el sentido de la identidad es

indisociable de los sentidos construidos dentro y a través de las redes sociales que

sustentan la existencia vital del individuo. El hombre “existe en tanto es parte de la trama

de relaciones, y del conjunto de las redes (físicas, sociales y simbólicas) que sustentan su

existencia.” (Vizer, 2003, págs. 189-190).

1.4.6. La construcción de sentidos en la trama de la vida social

Vizer plantea que la comunicación instituye la realidad social en tanto trama de relaciones

de sentido, esto se produce en tres dimensiones constitutivas: 1.- La dimensión

referencial: la que hace al mundo de los objetos. 2.- La dimensión interreferencial: la que

hace a la propia relación entre los hablantes o actantes. 3.- La dimensión autorreferencial:

la dimensión que construye al propio actante en tanto individuo social. Vizer utiliza la

categoría de mundo de la vida de Jürgen Habermas para explicar desde esta perspectiva

cómo se construye lo real social:

Desde la perspectiva del “mundo de la vida”, la propia estructura dinámica de la cultura

y la acción social han establecido dispositivos, dominios y universos de sentido -

transculturales y transubjetivos- por medio de los que los grupos, las instituciones y los

individuos construyen las creencias y las certidumbres, como recursos a partir de los

cuales se articulan las acciones y las interacciones, los signos, los objetos simbólicos y

las propias instituciones “vividas como realidad” (Vizer, 2003, pág. 201).

La construcción de la trama de la vida social es posible dentro del mundo de la vida, que

se hace real a través de las relaciones de los individuos en la vida cotidiana, entre un

mundo objetivo y uno subjetivo. En este mundo, existe un constante flujo de significados

que son interpretados y llevados a acción por un proceso comunicativo que utiliza el

lenguaje como “el puente que articula los códigos y los paradigmas culturalmente

establecidos con la acción comunicativa de los individuos. Es el puente que une -

inconscientemente- el afuera con el adentro, la realidad objetivada con el mundo de los

significados y el sentido.” (Vizer, 2003, pág. 247). La constitución de sentidos es el

elemento principal para la construcción de la trama de la vida social, ya que se vale de la

24

comunicación como elemento de construcción y de la cultura como elemento de

referencia.

Vizer explica que la construcción de sentidos en la vida social se arma en dos

dimensiones: 1.- La dimensión espacial “correspondiente a la lógica paradigmática: como

el reconocimiento de las diferencias en un mundo referenciado y objetivado Un mundo

de conjuntos, de ‘espacios y estructuras’ de correspondencia social y cultural.” (Vizer,

2003, pág. 251). En esta primera dimensión se encontraría el contexto sociocultural

heredado y construido por cada individuo. 2.- La dimensión temporal que “corresponde

a la construcción de una relación de sentido temporal de los individuos con respecto a

otros individuos y al mundo exterior y objetivado.” (Ibídem, 2003, pág. 251). Esta

segunda dimensión puede concebirse como narrativa, donde el sujeto se autorreferencia

como un actor con otros actores y dentro de una trama determinada. La construcción de

sentidos permite que el sujeto construya su identidad y que se genere una trama de la vida

social que configura el desarrollo de la sociedad.

Entonces, los seres humanos constantemente construyen significados que expresan sus

pensamientos sobre el mundo y la vida. Dentro de esto, los discursos que se producen

pueden generar procesos de acción social por la construcción de sentidos. La trama de la

vida social se configura por la interacción de la comunicación (como elemento que genera

acción) y la cultura (como marco contextual de las acciones). La interacción

comunicación-cultura sumada a las dinámicas de los actores sociales en el espacio público

genera la construcción de lo real social. Desde la perspectiva de mundo de la vida se

puede entender lo real social, ya que el mundo de la vida permite la unión entre un mundo

objetivo y uno subjetivo. La construcción de sentidos es posible en dos dimensiones, una

donde se encuentra el contexto sociocultural y otra narrativa donde el sujeto se

autorreferencia de otros. Y, la constitución de sentidos es el elemento principal para la

construcción de la trama de la vida social que configura el desarrollo de la sociedad.

Los universos de sentido que creen los seres humanos están presentes en los procesos

comunicativos, sin embargo, estos pueden ser leídos e interpretados de mejor manera en

las artes, como plantea Vizer:

No son las ciencias sino las artes las que han construido las expresiones y representaciones

más auténticas sobre el sentido profundo y existencial del hombre y la mujer. Los relatos -así

como todas las expresiones artísticas, las ceremonias, los rituales y los objetos son algunos

25

de los elementos ‘objetivos’, fundamentales para el estudio de los universos de sentido y los

imaginarios de un pueblo (Vizer, 2003, pág.259).

1.5. La literatura en la estructura de la vida social

Raymond Williams menciona que la literatura “es el proceso y el resultado de la

composición formal dentro de las propiedades sociales y formales del lenguaje.”

(Williams, 1977, pág. 60). También puede ser considerada una categoría social e

histórica, que ayuda a la constitución de la cultura, debido al desarrollo social del

lenguaje. La literatura es una expresión cultural que permite que los seres humanos

puedan transmitir sus ideas sobre el mundo y la vida con la intención de generar acción

social que pueda cambiar la forma en que se desarrolla la sociedad.

1.5.1. La Teoría literaria de Raymond Williams

El término “literatura” ha sufrido una serie de transformaciones debido a la concepción

que se producía en determinadas épocas. En la Edad Antigua se lo asociaba al

alfabetismo, después en la Edad Media se lo relacionaba con el saber culto y los libros

impresos y en la Edad Moderna se lo relacionaba con la escritura creativa e imaginativa,

considerándola un tipo de práctica cultural especial. En la actualidad, cuando se habla de

literatura, existe el imaginario de que se refiere a un grupo selecto de obras, de cierta

calidad, que expresan la imaginación y la sensibilidad humana en su mayor nivel.

Raymond Williams inicia su Teoría literaria con este recorrido histórico del término

literatura, y después propone compaginar su teoría sobre la literatura con su Teoría

cultural. La teoría que plantea el autor gira en torno al rol de la literatura con relación al

desarrollo de la sociedad. Sobre esto Williams plantea un análisis que consta de los

siguientes aspectos:

1.5.1.1. La multiplicidad del acto de escribir

La literatura remite al acto de escribir, que ha sido orientado desde dos perspectivas una

objetiva y una subjetiva, o lo que se concatenaría con las categorías literarias de realidad

y ficción. Williams plantea que existe una “teoría literaria burguesa” que ha limitado el

acto de escribir a la dicotomía realidad/ficción y objetivo/subjetivo. Esta distinción de la

teoría literaria burguesa ha generado la clasificación de la literatura en categorías como:

poesía, drama, novelas, etc., y dentro de estás también se distingue lo lírico, lo narrativo

26

o lo épico. Estas categorías han ayudado al estudio de la literatura, pero la clasificación

ha tenido como efecto la limitación de la multiplicidad del acto de escribir. La

categorización de la literatura se generó en base al factor de intencionalidad que tenía el

escritor.

La literatura es una expresión artística de los seres humanos, que se puede manifestar de

diferentes formas creativas en las cual se puede se mostrar la visión subjetiva u objetiva

del escritor en relación a si mismo, a los demás o a diferentes hechos. Por lo cual, también

se ha considerado los efectos que pueden llegar a tener las obras literarias. Es por esto

que “a partir de la descripción de una teoría de la percepción, la estética se convirtió en

el siglo XVIII y especialmente en el siglo XIX en una nueva forma especializada de la

descripción de la respuesta al ‘arte’.” (Williams, 1977, pág. 172)

1.5.1.2. La estética

La literatura, igual que el arte en general, se configuró como un proceso que genera

respuestas estéticas de los espectadores. Inicialmente la percepción de la belleza, luego,

la contemplación pura de un objeto; y, posteriormente la percepción y contemplación de

la producción de un objeto, su lenguaje y capacidad de construcción, es decir, sus

propiedades estéticas. La función estética en el arte “no constituye un epifenómeno de

otras funciones, sino una ‘codeterminante de la reacción humana ante la realidad’.”

(Williams, 1977, pág. 177).

La literatura, al igual que otras formas culturales, no son solo el resultado de una aventura

estética, por lo que “debemos rechazar ‘lo estético’ como una dimensión abstracta

separada y como una función abstracta separada.” (Williams, 1977, pág. 180). La

literatura es un proceso social que implica una serie de relaciones complejas entre la

ideología del autor, el proceso institucional y la concepción estética. No se debe estudiar

a la obra literaria solo como una obra aislada y vacía, sino como una producción cultural

compleja, donde intervienen diferentes dimensiones humanas y sociales.

1.5.1.3. Las notaciones y las convenciones en la literatura

El lenguaje es un elemento constitutivo de la práctica social material y específicamente

de la práctica de la sociabilidad humana. Sin embargo, para comprender la materialidad

del lenguaje debemos distinguir entre la palabra hablada y las notaciones escritas. La

palabra hablada es un proceso humano que utiliza recursos físicos inmediatos y

27

constitutivos, mientras que la palabra escrita utiliza una forma de producción material que

adopta recursos no humanos a una finalidad humana, las notaciones y los signos.

La notación son formas en las cuales el autor expresa detalles que observa en los

comportamientos humanos, y “es dentro del proceso complejo y total de notación donde

hallamos la realidad de este proceso social y material específico. Una vez más, los

elementos lingüísticos no son signos; son las notaciones de verdaderas relaciones

productivas.” (Williams, 1977, pág. 195). La literatura, al utilizar el lenguaje, solo puede

ser concebida como una forma de práctica social material, a través de una teoría de la

literatura enteramente social, debido a que “las notaciones constituyen relaciones

expresadas, ofrecidas, ensayadas y corregidas dentro de un proceso social total en el que

el artificio, la expresión y la esencia de la expresión son, en definitiva, inseparables.”

(Ibídem, 1977, pág. 197).

Las convenciones, dentro de la teoría social del arte y la literatura, son las relaciones

establecidas, a través de las cuales las palabras pueden ser comprendidas por el bagaje

cultural de los individuos. Las convenciones pueden ser históricamente variables, o

mantenerse a través del tiempo. Todas las notaciones son convenciones, pero no todas las

convenciones son notaciones. Las convenciones son arquetipos de comportamientos

humanos, que los autores presentan en las producciones artísticas, y son entendidas por

todos, debido a que reflejan “una condición de conciencia general, […] sobre los

supuestos radicalmente variables de la naturaleza y la identidad humanas: supuestos que

normalmente no son argumentados, sino que, a través de las convenciones literarias, son

presentados -como ‘naturales’ o como manifiestamente evidentes.” (Williams, 1977, pág.

204).

1.5.1.4. Los géneros y las formas literarias

La teoría de los géneros agrupa la multiplicidad de notaciones y convenciones, para

clasificar a las obras literarias en base a sus elementos comunes. Existen varias

clasificaciones: por la forma literaria, por la materia y por el tipo de público lector, entre

otras, que originaron géneros como:

La novela, la novela picaresca, la novela romántica, el cuento corto, la comedia, la

tragedia, el melodrama, la literatura infantil, el ensayo, la literatura humorística, el

periodismo, el verso ligero, las historias de misterio y policiales, la oratoria, la parodia,

28

la literatura bucólica, el proverbio, el enigma, la sátira, la ciencia ficción (Williams, 1977,

pág. 208).

El estudio del género ha sido mayormente desarrollado desde un ámbito académico y

formalista, ya que dentro de la teoría literaria de los últimos siglos el género ha sido

reemplazado, en la práctica, por la forma.

La forma, en la teoría literaria, abarca la extensión de lo exterior y superficial hasta lo

esencial y determinante. La forma ha sido estudiada desde diferentes teorías literarias,

pero para una teoría social de la literatura, “el problema de la forma es el problema de las

relaciones entre los modos sociales (colectivos) y los proyectos individuales.” (Williams,

1977, pág. 214). La forma es una relación ya que depende de su percepción como de su

creación, lo que hace que en las obras literarias existan formas que tengan el propósito de

exponer mensajes personales, o, mensajes colectivos, dependiendo de la intención y los

efectos que tenga el autor, con su obra, en la sociedad.

1.5.1.5. El rol del escritor en la sociedad

El autor, en su obra, representa a una clase o a los intereses de la misma. La profesión del

autor se da a partir de “lo genuinamente reproductivo (donde la formación es el autor), a

través de lo total o parcialmente articulativo, hasta los casos no menos importantes de

innovación o articulación relativamente distanciada (relacionados a menudo con

formaciones residuales, emergentes o preemergentes).” (Williams, 1977, pág. 227). Los

autores constantemente plasman sus visiones de la sociedad, en sus obras literarias, por

lo cual pueden cumplir un rol social y político, ya que, con su literatura, pueden ayudar a

mantener una cultura dominante, rescatar elementos residuales, o generar una cultura

emergente.

Raymond Williams expone que el escritor puede cumplir un rol importante en la sociedad,

debido a que “las relaciones que mantienen los escritores con la sociedad asumen con

frecuencia la fórmula de un aserto sobre lo que se denomina diversamente como

‘alineación’ o ‘Compromiso’.” (Williams, 1977, pág. 228). Sin embargo, la escritura

siempre está alienada ya que, expresa una experiencia específicamente seleccionada a

partir de un punto de vista específico, pero el compromiso puede ser consciente, activo y

abierto, es decir una toma de posición

29

Los escritores adquieren un compromiso social y político al crear en sus obras discursos

que van a ser interpretados por los lectores, ellos “necesariamente, se comprometen con

los significados, ‘revelan, demuestran, representan; después de ello, las gentes pueden

mirarse, unos a otros, cara a cara y actuar como desean’.” (Sartre en Williams, 1977, pág.

231). El compromiso está sujeto a las relaciones reales, de las que es parte el escritor o

las que quiere cambiar. La literatura es una expresión de la creatividad humana y esta es

inseparable del proceso social material, “es a la vez el área de todo lo que es social y la.

práctica renovada y renovable de las situaciones y relaciones experimentadas y

cambiantes.” (Williams, 1977, pág. 242). La literatura puede ser un arte social material

que ha sido utilizado y continúa utilizándose tanto para la dominación como para la

revolución.

Entonces, la literatura es una práctica social que representa imágenes de los

comportamientos y el entorno de los seres humanos, también puede cumplir un

compromiso social y político al manifestar la ideología del autor, ya que muestra su

mirada del mundo y de las relaciones que se producen en él. La literatura puede ser un

arte social que transmite la esencia más pura del ser humano, pero también busca generar

cambios en la sociedad.

30

CAPÍTULO II

2. EL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO

El Análisis del Discurso estudia sistemáticamente el discurso, escrito y hablado, como

forma de uso de la lengua, o, como hecho de comunicación e interacción dentro de sus

diferentes contextos cognitivos, sociales, políticos, históricos y culturales. Dentro de estos

estudios existe el Análisis Crítico del Discurso (ACD), desarrollado en la actualidad,

principalmente, por el semiólogo holandés Teun Van Dijk. El ACD es un enfoque que

toma posición política y analiza el papel del discurso en la sociedad, “se caracteriza

esencialmente por ser un estudio oposicional de las estructuras y las estrategias del

discurso de élite y de sus condiciones y consecuencias cognitivas y sociales, en el que se

incluyen el discurso de resistencia a dicha dominación.” (Van Dijk, 1997, pág. 17).

El Análisis del Discurso Político (ADP) que plantea Iván Rodrigo Mendizábal (1999), en

referencia a los estudios de ACD de Teun Van Dijk, estudia las diversas condiciones

discursivas y las consecuencias sociales y políticas de las mismas. El ADP se concentra

en el estudio las formas de reproducción del poder político, en “la dominación o el abuso

de poder mediante el discurso político, incluyendo las diversas formas de resistencia o las

muestras-de-poder contra tales formas de predominio discursivo.” (Van Dijk & Rodrigo

Mendizábal, 1999, pág.10). En los estudios comunicacionales, el ADP es importante para

determinar cómo los discursos, presentes en los textos, pueden tener un rol importante en

la forma como se desarrolla la sociedad, como puede ser el caso de la literatura.

Por tal motivo, se comenzará estudiando las visiones del discurso, que se plantean desde

las matrices teóricas sociales: Estructuralista, Funcionalista, Marxista y Sistémica. Luego,

se estudiará el Análisis del discurso social y político su cuestión, naturaleza y

particularidades. y, posteriormente establecer cómo la literatura puede constituirse como

un discurso social y político.

31

2.1. Visiones del discurso

El discurso ha sido estudiado desde diferentes matrices teóricas, debido a que no existe

una convención general sobre el discurso, sino diferentes perspectivas de la concepción

del término y del estudio o análisis del discurso. Esto debido a que “el discurso es,

también, un fenómeno práctico, social y cultural.” (Van Dijk, 2000, pág. 21). Por lo que

el discurso puede ser considerado una “práctica humana” que genera acción social y

también una “emisión social” debido a que se refiere a los recursos expresivos y las

estrategias que se usan para elaborar un mensaje. Para comprender un discurso es

necesario observar el tema que presenta, el contexto donde es producido y sus elementos

expresivos. Mientras el análisis del discurso es entendido como “una metodología con

fenómenos propios, en tanto que la lengua es práctica social determinada por estructuras

sociales.” (Fairclough, 1989, pág. 17). Las principales visiones sobre el discurso y el

análisis del discurso son:

2.1.1. Visión funcionalista del discurso

El Funcionalismo fue una de las matrices más importantes de la sociedad, y hasta la

década de los años 70, fue el paradigma dominante de la sociología. Su atención se centra

en la existencia y subsistencia de la sociedad por un consenso entre individuos, grupos e

instituciones. Debido a que todos comparten una serie de normas que generan estructuras,

que promueven la estabilidad, el orden y el cambio paulatino. Esta matriz se desarrolló

con mayor énfasis en los Estados Unidos de América, pero fueron los estudios de los

franceses Auguste Comte y Émile Durkheim, además de los estudios del inglés Herbert

Spencer, los que sentaron sus bases.

En el ámbito de la comunicación Lasswell y Schramm fueron los que aplicaron el

Funcionalismo, creando “modelos de comunicación”. Pero fue Talcott Parsons quien más

desarrolló esta matriz, ya que propuso un esquema interpretativo del “sistema de acción”,

compuesto a su vez por cuatro sistemas con sus correspondientes obligaciones

funcionales. Estos postulados fueron las bases de los estudios funcionalistas en los

diferentes campos de la sociedad como en la comunicación y el discurso.

Para el Funcionalismo, el análisis del discurso es “el estudio de la lengua en uso, sobre

todo por considerar su capacidad de cumplir funciones de un sistema social.” (Schiffrin

en Mieles, 2018, pág. 9). Así, la lengua es un elemento para mantener y reproducir las

32

estructuras sociales. El lingüista, Roman Jakobson (1960) plantea que la lengua tiene seis

funciones. 1) Función emotiva: Esta función utiliza el emisor para mostrar sus emociones,

sentimientos o estados de ánimo. 2) Función conativa: Esta función utiliza el emisor para

que el receptor actúe de acuerdo con lo que solicita. 3) Función referencial: Esta función

se utiliza para mostrar el contexto de lo que está ocurriendo como en el caso de los textos

que leen los individuos. 4) Función metalingüística: Esta función se utiliza para entender

una lengua a través de un código. 5) Función fática: Esta función se centra en el canal y

trata de todos aquellos recursos que permiten mantener la interacción. 6) Función poética:

Esta función se centra en el mensaje, para producir un efecto especial en el destinatario.

El análisis funcional del discurso se enfoca en como las personas utilizan la lengua para

conseguir diferentes fines, por lo que descarta aspectos importantes como el contexto

social, cultural y político en el que se produce el discurso. Este tipo de análisis se ha

enfocado en los efectos que puede tener el discurso y “no logra crear un espacio o

momento ideal para el análisis de las relaciones entre emisiones.” (Mieles, 2018, pág. 12).

2.1.2. Visión estructuralista del discurso

El Estructuralismo es una matriz lingüística desarrollada principalmente por Ferdinand

de Saussure, quien proponía que la lengua es “un sistema de elementos fónicos que podían

ser representados en unidades sígnicas visuales y regido por leyes de carácter universal

pertenecientes al dominio del inconsciente.” (Saussure en Torrico, 2010, pág. 45). La

lengua es el factor prioritario de análisis de la sociedad, debido a que los usos prácticos

que hacen los hablantes y las formas que asume la lengua son subproductos de aquella

estructura.

El Estructuralismo, como su nombre lo denota, se concentra en estudiar la importancia

de la estructura sobre las partes que la componen, enfocándose en la totalidad abstracta y

no tanto en las relaciones entre partes y el contenido. Dentro de los estudios sociales fue

el antropólogo belga, Lévi-Strauss, quien desde el Estructuralismo planteó el estudio de

la sociedad, para sentar las bases de la antropología estructural. Lévi-Strauss considera

que toda estructura “es un modelo diseñado por un observador científico en su intento de

captar la estructura básica de la sociedad, su interés central como investigador se orienta

a explicar la estructura general de la mente humana.” (Mieles, 2018, pág. 13).

33

Las bases del Estructuralismo tuvieron nuevas perspectivas de enfoque en cuanto al

estudio de la sociedad. El posestructuralismo plantea analizar el papel de las diferencias

entre elementos de una estructura. Esto hizo que se dé prioridad a los significantes y no

solo a los actores que los producen.

El posestructuralista Jacques Derrida (1998) planteó la categoría de deconstrucción “que

remite a una práctica de lectura destinada a relativizar los centros de los textos para lograr

que los elementos excluidos o marginalizados ocupen el lugar principal y posibiliten otras

interpretaciones.” (Torrico, 2010, pág. 51). Los sentidos fijos de los textos se difuminan

y esto da paso al libre juego del lenguaje que termina con las jerarquías. Zellig Harris

(1951) proponía que el análisis del discurso tiene su origen en los métodos estructurales

del análisis lingüístico donde se podía descomponer un texto en relaciones como

equivalencia o substitución, entre sus unidades constitutivas.

El análisis estructural del discurso busca identificar las unidades constituyentes que

guardan unidad entre sí; y que pueden existir un número limitado de veces, ya que están

regidas por reglas básicas. Esto genera que “en los enfoques estructurales se ve al discurso

como un nivel estructural mayor que otras unidades del texto.” (Mieles, 2018, pág. 14).

2.1.3. Visión marxista del discurso

El Marxismo es una matriz social con enfoque político, ya que sus aplicaciones teóricas

buscan tener una transcendencia en la revolución de la sociedad. Esta matriz plantea una

construcción conceptual que puede comprender “una concepción filosófica de la realidad

en general como otra metodológica y una propuesta interpretativa de los procesos

histórico-sociales, esto es, de la vida económica, política y cultural.” (Torrico, 2010, pág.

38).

Karl Marx fue el fundador de esta matriz, y planteó que la explotación económica

generada por la plusvalía (el dinero que gana el capitalista por la explotación del

proletariado) genera una triple separación: del hombre con su trabajo, del hombre con

relación al producto de su trabajo y de los hombres entre sí. Esto hizo que se identifique

a la propiedad privada capitalista como la última forma de enajenación humana, debido a

que encierra un soporte ideológico que garantiza la dominación, pues muestra a la

dominación como algo natural. Los postulados del Marxismo fueron desarrollados

principalmente por la Escuela de Frankfurt. Theodor Adorno y Max Horkheimer

34

estudiaron la explotación desde la comunicación y la cultura. Ellos plantearon el término

“industrias culturales”, que hace referencia al conjunto de medios que crean, producen,

exhiben y distribuyen bienes o servicios culturales como las artes, etc. Esto da origen a la

“cultura de masas”, que es el conjunto de productos culturales dirigidos un público

homogéneo.

El Análisis Crítico del Discurso es marxista, y se enfoca en los principales problemas

sociales y políticos, en lugar de centrarse en las estructuras discursivas (Estructuralismo)

o las funciones del discurso (Funcionalismo). Este tipo de análisis del discurso “procura

explicar las propiedades de interacción de las diversas estructuras sociales (Fairclough en

Mieles, 2018, pág. 19). El ACD se centra en el reconocimiento del otro, es decir, de los

sectores marginados, así como la legitimación de sus procesos de identidad y de

construcción de conocimiento, como forma de contraposición de los saberes y prácticas

sociales hegemónicas de la “cultura de masas”.

Teun Van Dijk, uno de los principales académicos que estudia el Análisis Crítico del

Discurso, plantea que este tiene como objeto de investigación “las cualidades de las

interacciones sociales que […] van controlando la mente de los receptores mediante

estrategias discursivas que modifican la forma de concebir la realidad en base a los

intereses de los grupos de poder.” (Van Dijk en Mieles, 2018, pág. 20).

2.1.4. Visión sistémica del discurso

El Sistemismo es una matriz teórica con mayores niveles de cientificidad y universalidad,

y aspira a establecer un marco teórico capaz de fijar principios generales para los

fenómenos naturales, sociales y tecnológicos, y, así reemplazar a todas las teorías

disciplinarias particulares. Desde esta matriz, la ciencia requiere una aproximación

teórica metodológica integradora, debido a que la concepción de sistema es la de un

conjunto de componentes organizados que interactúan para conseguir un objetivo

determinado.

Ludwig von Bertalanffy (1995) fue uno de los principales teóricos del Sistemismo, y

propuso formular una teoría que plantee y derive los principios generales aplicables a

todos los sistemas. Esto es posible mediante la búsqueda de “isomorfismos estructurales”

(similitudes de conformación y organización expresables en categorías). El Sistemismo

considera que la realidad social es el conjunto jerárquico de suprasistemas y subsistemas

35

que se interrelacionan entre sí, cuyos límites son identificables teóricamente, en relación

al tipo de interacciones que establecen. La aplicación de esta matriz es multidisciplinar

A base de esta matriz Weaver y Shannon propusieron una teoría de la información basada

en una lógica matemática “por la mecánica de los procesos de transmisión de información

de máquina a máquina, aunque el planteamiento […] puede ser aplicable a situaciones en

las que también intervengan actores humanos.” (Torrico, 2010, pág. 56). Niklas Luhmann

(1996) replanteo la teoría de los sistemas, y planteó reformular el estructural-

Funcionalismo para proponerlo como un funcional Estructuralismo. De esta forma pensar

a la estructura como un todo, para estudiar las funciones de las partes y entender la

organización y la función de la estructura sistémica.

El análisis del discurso sistémico propone que el análisis del lenguaje es posible

entendiendo el contexto donde se conforma por lo que, “el discurso no se refiere

únicamente a textos en sí mismo, sino más bien implica reconocer comunidades de

conocimiento y estructuras donde un texto es un discurso único.” (Mieles, 2018, pág. 24).

2.2. El Análisis del Discurso Social y Político

El discurso es una categoría de concepción social y el Análisis del Discurso implica el

estudio metodológico y teórico de los diversos aspectos sociales culturales, políticos, y

demás, que rodean al discurso. En el libro El Análisis del discurso social y político (1999)

se toman los planteamientos de Teun Van Dijk por parte de Iván Rodrigo Mendizábal,

para plantear este tipo de análisis. El Análisis del discurso social y político (ADP) consiste

en el estudio de las formas reproducción del poder político, tanto la dominación y abuso

de este poder, como las formas de resistencia a él. Para ADP es necesario entender algunas

características particulares de este tipo de discurso:

2.2.1. La cuestión del discurso social y político

El discurso social y político ha sido estudiado específicamente desde el campo de la

política, concentrándose en la producción, distribución y consumo de los discursos

políticos por parte de los individuos de una sociedad. Sin embargo, los políticos no son

los únicos que participan en la política. Todos los individuos miembros de una sociedad

son capaces de ser actores políticos al generar discursos que propenden a generar

acciones, ya que cuando “ubicamos la política y sus discursos en la esfera pública,

36

muchos otros participantes en la comunicación política aparecen sobre el escenario.”

(Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 13).

El discurso social y político no solo se limita a los discursos que emiten los actores

políticos “oficiales”, sino también a los receptores de estos. Inclusive se puede hablar de

los actores políticos “no oficiales” como organizaciones, grupos activistas, etc. Estos

grupos pueden formar parte del proceso político, y muchos de ellos se involucran

activamente en la generación del discurso político. Para entender el discurso de esta

manera, es necesario concebir a la política como una facultad inherente del ser humano.

Los actores políticos son parte del discurso político cuando realizan acciones como

gobernar, ser ciudadanos, legislar, protestar, etc., todas estas acciones son de carácter

discursivo, ya que son textos que pueden leerse e interpretare. En el Análisis del discurso

Político estos textos deben ser analizadas dentro de un contexto. Sobre esto, Van Dijk

menciona que:

Los participantes y las acciones son el núcleo de tales contextos, pero podríamos ir más

lejos analizando los contextos ampliamente desde el punto de vista de los sucesos

políticos y comunicativos, con sus escenarios propios (tiempo, lugar, circunstancias),

ocasiones, intenciones, funciones, metas, e implicaciones políticas o legales (Van Dijk &

Mendizábal, 1999, pág. 15).

En el discurso social y político, textos y contextos se definen mutuamente. Es necesario

entender el contexto en el que se produce un texto político para analizar la intención y la

influencia que tuvo en la sociedad. Esto es importante sobre todo cuando se exponen

discursos sociales y políticos desde campos ajenos a la política, ya que allí el contexto

toma mayores aspectos para analizar. El ADP no debe limitarse a las propiedades

estructurales del texto o del habla, también debe incluir un estudio sistemático del

contexto y sus relaciones con las estructuras discursivas.

2.2.2. La naturaleza del discurso social y político

La política, como disciplina, implica cuestiones de otras ramas como la sociología, la

economía, los estudios culturales, entre otras. Por ende, el discurso social y político

también incorpora elementos de estas disciplinas en su propuesta teórica y metodológica.

El discurso social y político, dentro del proceso y sistema político, es entendido como una

37

práctica de la acción política y una parte estratégica o funcional del proceso político. El

discurso social y político, como acción política, está regido por elementos de la política.

Dentro de estos elementos se puede destacar el sistema político que se contrapone y

complementa con la ideología, así “mientras los sistemas políticos están en el nivel de la

organización económica y social del poder, las ideologías políticas definen la contraparte

socio-cognitiva de tales sistemas.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 21).

Además de estos elementos existen otros como: dominio, sistema, institución, valores e

ideologías, organizaciones, actores, relaciones, proceso, acción y cognición política. Para

que un discurso sea político debe actuar en función a esto elementos. Sobre esto Van Dijk

menciona que:

En la práctica, todo texto y habla indirectamente tienen consecuencias y condiciones

sociopolíticas, nuevamente requerimos de un condicional, conjunto arbitrario de criterios

para decir qué discurso puede categorizarse como (principalmente) político, cuando tiene

un papel funcional directo dentro de un tipo de acción política en el proceso político (Van

Dijk & Mendizábal, 1999, pág. 35)

El ADP tiene una cierta implicación de subjetividad del analista, debido a que este puede

buscar y relacionar las condiciones políticas en las cuales se generó y tuvo influencia el

discurso. Existen dos elementos principales en el Análisis del discurso social y político:

La dimensión contextual, que es el espacio en el que se produce el discurso social y

político; y, las estructuras y estrategias del texto político. Dependerá del analista

relacionar el universo contextual en el cual se produce un discurso social y político para

destacar en el análisis, cuáles fueron sus objetivos y sus efectos en los elementos del

sistema político que antes se mencionó, y en la sociedad.

2.2.3. Las particularidades del discurso social y político

El Análisis del discurso social y político estudia las propiedades particulares de los

contextos políticos para poder relacionar las estructuras contextuales políticas con las

estructuras de discurso. Las estructuras del discurso político pueden ser exclusivas de él,

pero no por ello no pueden interesar a otros campos. Estas estructuras permiten identificar

la eficacia y la persuasión, y a su vez pueden ser excluyentes. Sin embargo, el discurso

social y político, en su afán de ser efectivo, puede preferir utilizar estructuras y estrategias

funcionales para la realización de acciones políticas en contextos, también, políticos.

38

Teun Van Dijk, plantea algunas estructuras de gran importancia en el Análisis del

discurso social y político:

2.2.3.1. Temas

Los temas del discurso político pueden ser diversos, pero siempre deben remitir a una

cuestión política de la sociedad. Por lo tanto, siempre “debemos esperar manifestaciones

típicas, relacionadas con los sistemas políticos, ideologías, instituciones, procesos y

actores políticos y eventos políticos.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 39).

Mucho del discurso político es reflexivo, ya que se exponen ideas del autor y sobre la

sociedad. El discurso político combina sus temas con otros que provienen de diferentes

campos sociales. En el discurso político, el enunciador tiene un rol importante al

manifestar determinada situación que está ocurriendo y que debe ser intervenida desde el

poder político. Es por eso que el discurso político tiene una caracterización negativa en

el presente (planteando problemas) y una caracterización positiva hacia el futuro

(prometiendo soluciones a los problemas). Por ende, los temas pueden caracterizarse

como evaluaciones de la sociedad, para lo cual la semántica cumple una función

importante.

2.2.3.2. Superestructuras y “esquematización” textual

Los géneros de discurso se organizan “por formas esquemáticas consistentes en

categorías convencionales que definen su naturaleza y la estructura total del ‘contenido’

(temas) semántico de cada uno.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 46). Estas

categorías esquemáticas pueden generar significados parciales o exacerbados. Por

ejemplo: el título de un artículo ya direcciona al lector a pensar sobre que va a tratar el

mismo. Lo más determinante en el texto político son las estructuras y estrategias de

argumentación que conllevan a una disputa política. Dentro de esta disputa siempre se

privilegiará lo “propio” y se desacreditará lo “externo”, de esta manera los discursos

políticos apelan al imaginario del “nosotros”.

2.2.3.3.La semántica local

Los temas del discurso político son generalmente de características universales, pero

también pueden apelar a los ámbitos locales donde muestran los contextos políticos. La

39

semántica local8 “es el elemento de mayor complejidad para analizar, ya que la misma

vuelve más o menos sutiles o directos al discurso en contextos específicos.” (Mieles,

2018, pág. 40). La semántica local le da al texto elementos susceptibles de ser analizados

de forma independiente o también de forma global, debido a que es parte de un todo.

2.2.3.4. El léxico y la sintaxis

El léxico en el discurso político se remite al uso de palabras propias de la actividad

políticas, para reforzar la percepción social de determinada ideología. Mientras, la

sintaxis es un elemento importante para la manipulación política, que “se da con el uso

de pronombres, variaciones del orden la palabra, uso de categorías específicas sintácticas,

construcciones pasivas y activas, nominaciones y clausulas cerradas, sentencias

complejas y otras maneras de expresar significados subyacentes en estructuras de

oración.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 56). Tanto el léxico político, al

igual que la sintaxis estructural de las palabras en los discursos políticos, están cargados

de una intencionalidad del autor por la búsqueda de un fin.

2.2.3.5. La retórica

El elemento retórico es parte de la construcción del mismo discurso político.

Normalmente se confunde la retórica con el uso indiscriminado de la palabra

alegóricamente. Sin embargo, la retórica es un instrumento de persuasión de cualquier

discurso social y político. Dentro de esto es importante distinguir el análisis de un texto

hablado y uno escrito. La retórica en el discurso social y política necesita del análisis de

elementos literarios como las figuras literarias, “los principios de su uso siguen todas las

metas de la autopresentación positiva y la presentación del ‘otro’ negativa que

encontramos en el cuadro ideológico.” (Van Dijk &Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 60).

2.2.3.6.Estructuras de expresión

Las estructuras de expresión de los sonidos y de los gráficos, al igual que las estructuras

semánticas, juegan un rol determinante en el énfasis, o no, de los significados parciales.

Así “los significados preferidos se enfatizan así, gritando, haciendo diapasón alto,

levantando la entonación, o por titulares, con tipografía grande, golpeando con el color o

8 “Van Dijk entiende como semántica local al grupo de expresiones lexicales, lingüísticas, semánticas y

retóricas que cada grupo social emplea como elemento central y diferenciador con respecto a las empleadas

por otras organizaciones sociales.” (Mieles, 2018, pág. 40).

40

con fotos impactantes, lo opuesto, se puede decir, para aquellos significados no

preferidos.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 61). Estos recursos expresivos

tienen una finalidad persuasiva dentro del discurso político.

2.2.3.7. Actos del habla e interacción

El acto del habla también posee una intencionalidad en la forma como se expresa el

hablante y como la interpreta la persona que escucha. El diálogo político “destaca todas

las estrategias y movimientos usuales de interacción verbal, desde lo que son las

apropiaciones y distribuciones de turno en las jornadas oficiales […] hasta las secuencias

inconexas en los espacios oficiales.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, págs. 62 -

63).

El ADP es una nueva metodología que permite estudiar el rol que pueden tener textos, de

características y formas diversas, en la sociedad. Este tipo de análisis “debe comprenderse

como una nueva forma de canalizar los procesos sociales implícitos en múltiples textos.”

(Mieles, 2018, pág. 43). Y su mayor importancia radica en entender la practicidad que

puede tener el discurso en el desarrollo social y político de la sociedad, especialmente

desde formas de discurso alternativas como la literatura.

2.3. La literatura como discurso social y político

La literatura, como se ha visto previamente en la Teoría literaria (1977) de Raymond

Williams, es una manifestación cultural, producto de un proceso social. En la

discursividad, presente en una obra literatura, el autor puede plasmar su ideología para

mantener o contraponerse a las estructuras de dominación. Por ende, este arte escrito

puede consolidarse como discurso social y político, debido a que “el texto literario

siempre reveló un aspecto de la realidad humana a través del lenguaje, y lo hizo acudiendo

a rigurosas reglas de composición o a la sublevación de las mismas.” (Thon, 1998, pág.

287). La literatura ha ayudado a generar nuevas formas de concepción del lenguaje debido

a que está en constante relación con otros campos. Esto hace que un texto literario pueda

concebirse como “la conjugación de elementos filosóficos, lingüísticos y sociales. He ahí

su potencial como discurso social y político.” (Mieles, 2018, pág. 44).

La lengua históricamente ha tenido un importante valor como expresión social, pues ha

ayudado a la constitución y conservación de la historia cultural y social. Desde el tiempo

de Platón, que consideraba a la literatura como reflejo de la sociedad, hasta la actualidad,

41

se ha mantenido esta conexión entre literatura y sociedad. Para fines del siglo XVIII y

principios del XI surgieron dos tendencias sobre el estudio de la relación entre literatura

y sociedad: Una que estudiaba a la literatura como una conexión casual de hechos. Y otra

tendencia, que consideraba a la literatura algo más que el simple reflejo de la sociedad.

Laurenson y Swingewood mencionan que, el análisis de la literatura con relación a la

sociedad “era la encarnación del esfuerzo del ser humano para lograr un sentido de

comunidad y 'autenticidad', un intento de comprender el significado de un mundo que se

vaciaba de valores genuinos a través de las incursiones progresivas de la división de

trabajo.” (Thon, 1998, pág. 288). En esta visión los valores sociales toman gran

importancia. Sin embargo, desde la perspectiva marxista se proponía que la literatura no

solo era un documento social que reflejaba la situación socio-histórica de la sociedad,

sino que formaba parte del proceso del cambio social. Por lo que el autor debía

desasociarse ideológicamente de la obra y presentar la realidad de forma objetiva.

2.3.1. La constitución de la literatura como discurso social y político desde el

Marxismo

Roger Fowler (1981) plantea que el valor de la literatura, desde algunas perspectivas

marxistas, residía en cómo el autor mostraba en su obra a los personajes luchando por una

sociedad justa. Esto hizo que nacieran dos posturas marxistas sobre la literatura: la de los

formalistas rusos, especialmente del Círculo Lingüístico de Praga, inspirada en el

Estructuralismo que no consideraba a la literatura como reflejo de la sociedad, sino como

una distorsión de la realidad que se generaba por medio de mecanismos creativos que

existían dentro de un sistema estético que cumplía una función determinada, y, la otra

postura, un Marxismo menos rígido, que tuvo en Lucien Goldmann a su mayor adepto.

Él distingue a la “gran” literatura del resto, siendo la “gran” literatura la que trasciende

dentro de la expresión humana y se concentra en los problemas de los hombres y del

mundo.

Roger Fowler (1981) compone una visión de la literatura basada en el campo

sociolingüístico, por lo que define a la literatura como “una serie abierta de textos, de

gran diversidad formal, reconocidos por una cultura como poseedora de ciertos valores

institucionales que desempeñan ciertas funciones.” (Fowler, 1981, pág. 81). Estos valores

no son estables, ya que derivan de la estructura económica y social de una comunidad

determinada, y pueden ser analizados por el empleo de recursos lingüísticos al analizar

42

las obras. Las obras literarias son interpretativas, ya que no tienen autonomía formal, y

responden valores de credibilidad en el texto.

El análisis de la literatura como discurso social y político es posible a través de un análisis

lingüístico que considere variables como: “el orden de cierto tipo de oraciones,

mecanismos repetitivos, conexiones gramaticales o léxicas, detalles fonéticos, formas de

tratamiento.” (Thon, 1998, pág. 291). Esto permitirá que se dé un estudio lingüístico, sin

dejar de considerar la interrelación entre el autor y el lector, que se da producto de la

interpretación y reflexión de la discursividad del autor por parte del lector. El discurso

social, según Roger Fowler, necesita de un estudio contextual y “debe observarse desde

una perspectiva macro-sociolingüística, como producto y expresión de hechos

ampliamente basados en la organización social y económica de una comunidad.” (Fowler,

1981, págs. 192).

43

CAPÍTULO III

3. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: ESTILO LITERARIO,

PENSAMIENTO POLÍTICO E INFLUENCIA DE LA CULTURA

CARIBEÑA EN SU OBRA

Gabriel García Márquez fue uno de los escritores latinoamericanos más importantes del

siglo XX. Tanto su obra artística-literaria como su compromiso social y político hicieron

que se convierta en una figura importante a nivel mundial en el campo de la literatura. En

este capítulo se estudiará el contexto en el que vivió el autor y desarrolló su obra literaria.

Esto con el objetivo de mostrar como su obra, Cien años de soledad, puede consolidarse

como un discurso social y político. Debido a que “el discurso social es también el lugar

donde se conserva la memoria, es en gran parte esa memoria misma que denominamos

cultura.” (Angenot, 1988, pág. 388). Desde esta premisa se explica cómo es posible

realizar el Análisis del discurso social y político de una obra literaria.

La literatura es una de las artes más antiguas y esenciales en el desarrollo cultural humano.

Las obras literarias son el resultado de un proceso social de uso del lenguaje, debido a

que la literatura produce sentido y también “hay que señalar que las formas producen

sentido y que un texto estable en su escritura está investido de una significación y de un

estatuto inédito cuando cambian los dispositivos del objeto tipográfico que propone su

lectura.” (Chartier, 1996, pág. 51). Esto hace que el análisis de una obra literaria deba

considerar el contexto sociocultural en el que se da su producción y, como, el discurso,

puede tener incidencia a través de la creación de sentidos, en la sociedad.

Por tal motivo, se comenzará planteando los aspectos más importantes de la vida y la obra

de Gabriel García Márquez en una breve biografía. Esto permitirá inicialmente conocer

al autor, para entender el contexto que lo llevó a ser parte del boom latinoamericano,

grupo social, artístico y cultural que tuvo un importante rol en el desarrollo social, cultural

y político de Latinoamérica durante los años de 1960 a 1970. Después, se estudiará el

estilo literario del escritor, relacionado con el realismo mágico. También, se analizará el

pensamiento político de García Márquez, y, posteriormente se estudiará las influencias

de la cultura campesina caribeña en su obra.

44

3.1. Biografía de Gabriel García Márquez

Gabriel José de la Concordia García Márquez, conocido por su apócope de “Gabo”,

dentro de su círculo de conocidos, nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca-Colombia y

falleció el 17 de abril de 2014 en la Ciudad de México. Fue un escritor, guionista, editor

y periodista colombiano. En 1982 ganó el mayor galardón que puede obtener un escritor,

el Premio Nobel de Literatura. Famoso por su genialidad como escritor y su postura

política de izquierda tuvo una importante influencia en la literatura, el periodismo, la

política y otros campos.

Formó parte del llamado boom latinoamericano (1960-1970), que fue un fenómeno

literario que se generó en torno a un grupo de novelitas latinoamericanos, conformado

principalmente por: Gabriel García Márquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú),

Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México). Los escritores de este grupo

plasmaron en sus obras la cultura de sus respectivos países, y tuvieron un importante rol

en el desarrollo social, político y cultural de Latinoamérica durante la época. Participaron

en congresos y movimientos literarios y políticos, ayudaron a desarrollar publicaciones

literarias y culturales, y apoyaron al líder de la Revolución cubana (1959), Fidel Castro.

El estilo literario de García Márquez está, en su gran mayoría, dentro de los parámetros

del realismo mágico. Este movimiento artístico se enfoca en mostrar lo irreal como algo

común y cotidiano; tiene como finalidad expresar emociones en base a una actitud frente

a la realidad. Dentro de este estilo literario su obra Cien años de soledad (1967) es una

de las mayores muestras. Esta obra es considerada una obra maestra de la literatura

hispanoamericana y universal.

3.1.1. Obra

La obra de Gabriel García Márquez incluye cuentos, novelas y recopilaciones, aparte de

otros escritos, que suman alrededor de 51 publicaciones, de las cuales se puede citar a las

siguientes, como las más importantes:

Novelas

La hojarasca (1955)

El coronel no tiene quien le escriba (1961)

45

La mala hora (1962)

Cien años de soledad (1967)

El otoño del patriarca (1975)

Crónica de una muerte anunciada (1981)

El amor en los tiempos del cólera (1985)

El general en su laberinto (1989)

Del amor y otros demonios (1994)

Memorias de mis putas tristes (2004)

Cuentarios

Los funerales de la Mamá Grande (1962)

La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada

(1972)

Ojos de perro azul (1972)

Doce cuentos peregrinos (1992)

Periodismo

Obra periodística 1: Textos costeños (1981)

Obra periodística 2: Entre cachacos (1982)

Obra periodística 3: De Europa y América (1983)

Obra periodística 4: Por la libre (1984)

Obra periodística 5: Notas de prensa (1991)

3.1.2. Premios y distinciones

Gabriel García Márquez, a lo largo de su trayectoria, ganó varios premios y

reconocimientos por su obra literaria y su labor social, destacando, principalmente, el

Premio Nobel de Literatura en 1982, otorgado por la Academia Sueca: “por sus novelas

e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo

46

de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente”9. Otros de los

premios y reconocimientos que recibió son:

Doctor honoris causa de la Universidad de Columbia en Nueva York (1971).

Premio Rómulo Gallegos por Cien años de soledad (1972).

Medalla de la Legión de Honor de Francia en París (1981).

Premio cuarenta años del Círculo de Periodistas de Bogotá (1985).

3.2. Gabriel García Márquez y el boom latinoamericano

El boom latinoamericano fue un fenómeno literario que se produjo entre los años 1960 y

1970. Ángel Esteban y Ana Gallego, académicos que estudiaron el boom y escribieron el

libro De Gabo a Mario, consideran que “lo que hubo fue una serie de coincidencias que,

unidas a la gran calidad literaria de sus protagonistas, provocaron el terremoto más

impetuoso de todas las épocas en las letras hispánicas.” (Esteban & Gallego, 2009, pág.

37). Este fenómeno fue la época de mayor auge, tanto comercial como de calidad, de las

letras hispánicas, debido al trabajo de los escritores hispanoamericanos en sus escritos y

a su labor en causas políticas, sociales y culturales.

El boom latinoamericano fue un grupo de escritores latinoamericanos que estuvo

principalmente encabezado por cuatro personajes: Gabriel García Márquez (Colombia),

Mario Vargas Llosa (Perú), Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México). Pero

antes de ellos existieron una serie de escritores que forjaron las bases de la “nueva

narrativa latinoamericana”, algunos de estos escritores fueron: Jorge Luis Borges

(Argentina), Juan Carlos Onetti (Uruguay), Ernesto Sábato (Argentina), Juan Rulfo

(México), Miguel Ángel Asturias (Guatemala), Alejo Carpentier (Cuba), entre otros.

Cabe destacar que muchos escritores destacados que surgieron durante la década de los

70´s fueron asociados al boom latinoamericano.

El éxito comercial de este periodo de auge de la literatura latinoamericana fue propiciado

por editoriales europeas como Seix Barral, en Barcelona-España; al igual que casas

editoriales con sedes en La Habana, Ciudad de México, Buenos Aires, Montevideo,

Asunción o Santiago. Estas casas editoriales fueron responsables de publicar la mayoría

9 Fundación Nobel, Premio Nobel de Literatura 1982.

47

de novelas del boom, y estas ciudades se convirtieron en centros importantes de la

innovación cultural. Dentro de las obras publicadas que destacan se puede citar a las

siguientes:

La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa (1962)

Aura de Carlos Fuentes (1962)

Rayuela de Julio Cortázar (1963)

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (1967)

Las novelas del boom tuvieron una gran influencia de los vanguardistas latinoamericanos

de la década pasada como Miguel Ángel Asturias, Juan Carlos Onetti, Ernesto Sábato,

entre otros. Sin embargo, las novelas de este grupo también son esencialmente

vanguardistas, debido a que utilizan varias perspectivas a través de diferentes voces

narrativas, el tiempo ocasionalmente no es lineal y utilizan un gran número de

neologismos, juegos de palabras o blasfemias. Retratan constantemente escenarios

urbanos y rurales de América latina, donde ponen énfasis en la historia, la realidad social,

los problemas políticos y otros temas de carácter social, enfocados desde el estilo literario

del realismo mágico y la ficción histórica.

3.2.1. El rol político de los escritores del boom en la sociedad latinoamericana

durante la década del 60

Latinoamérica vivió un importante periodo de agitación, en el clima político, económico

y social, durante la década de 1960. A nivel mundial se vivía el clima de la Guerra Fría,

y este fue el contexto más importante en el que los escritores del boom desarrollaron sus

obras. El triunfo de la Revolución Cubana de 1959 ayudó a que se afiance las aspiraciones

y la ideología socialista en América Latina. Sobre todo, en contraposición a las dictaduras

militares y gobiernos de derecha que gobernaron durante estos años en países como Chile

o Argentina, que tuvieron apoyo de los Estados Unidos a través del Plan Cóndor. Sobre

esto Ángel Esteban y Ana Gallego menciona que:

Lo cierto es, que en América Latina y otras muchas regiones del planeta, la situación de

desamparo de las clases bajas y el constante asedio de los países poderosos sobre las

quebradizas economías de los sures, reflejan que hace falta una dinámica diferente. Y es

48

precisamente en esa década cuando se plantean las bases teóricas y prácticas, en América

Latina, para un cambio posible (Esteban & Gallego, 2009, pág. 23).

El cambio social y político que necesitaba América Latina se planteaba desde la

Revolución Cubana. La gran mayoría de escritores e intelectuales latinoamericanos de la

época estuvieron ligados a las actividades políticas y culturales que organizaban los

cubanos. Los congresos literarios, el lanzamiento de revistas culturales u otras actividades

fueron de gran acogida por los miembros del boom latinoamericano, que constantemente

viajaban a la isla y participaban activamente en todas las actividades tanto culturales como

políticas. La figura de Fidel Castro fue importante para generar un proyecto cultural y

político de integración latinoamericana, y su participación en el proyecto cultural cubano

fue tan grande que llego a ser amigo personal de muchos escritores, como es conocida su

gran amistad con Gabriel García Márquez.

La institución cultural Casa de las Américas (1959), creada por la Revolución Cubana,

tuvo un rol importante durante esta época, ya que organizó muchos congresos y publicó

varias revistas culturales. En los congresos se analizaba “el valor de la palabra frente al

de los hechos o las armas, sobre el papel de la literatura en los procesos revolucionarios.”

(Esteban & Gallego, 2009, pág. 28). Los escritores del boom tomaron una posición

político favorable a la revolución de Fidel Castro ante la actualidad latinoamericana. Esto

hizo que su asistencia a los constantes congresos cubanos, su colaboración en las revistas

culturales fuera continua. Llegó un punto en el que incluso los movimientos, de cada uno

de los miembros de este grupo, se daban en torno a las reacciones que se darían desde el

régimen cubano.

Así fue como algunas autoridades cubanas recomendaron que la suma en efectivo que se

le entregó a Mario Vargas Llosa, por ganar el Premio Rómulo Gallegos Lara, debería ser

donada a los intereses de la Revolución Cubana, o que la participación de escritores como

Julio Cortázar o Gabriel García Márquez, en eventos culturales realizados en Estados

Unidos, sea mal vista desde las mismas autoridades. Fueron algunas acciones y actitudes

las que generaron un ambiente tenso entre ciertos escritores del boom y ciertos cabecillas

de la Revolución Cubana. Pero fue finalmente el “Caso Padilla” lo que terminó de romper

esta relación entre algunos miembros del boom y la revolución.

El “Caso Padilla” fue un episodio oscuro de la Revolución Cubana, ya que mostró el lado

más autoritario de las autoridades cubanas, incluido su líder Fidel Castro. El 20 de marzo

49

de 1971 las autoridades cubanas detuvieron al poeta Herberto Padilla, por un poema

crítico llamado “Provocaciones”. El poeta fue acusado de “actividades subversivas”

contra el gobierno cubano, por lo que fue encarcelado y obligado a escribir una

retractación. Todo esto hizo que la posición de los intelectuales latinoamericanos y

escritores del boom se dividiera, y a la larga generó el devenir del boom latinoamericano

por las diferencias políticas.

3.3. El realismo mágico en el estilo literario de Gabriel García Márquez

El realismo mágico es un movimiento literario y pictórico originado en el siglo XX. Se

enfoca en mostrar lo irreal o extraño del mundo como algo cotidiano y común. Ante todo,

es una postura ante la realidad, para expresar emociones. El crítico alemán Franz Roh fue

el primero en utilizar el término en 1925 para describir a una serie de pintores post-

expresionistas alemanes. Posteriormente en 1927, el novelista italiano Massimo

Bontempelli desarrolló un término parecido para referirse a la ficción moderna. El

término cayó en un desuso, hasta que en los años 40 se comenzó a utilizar nuevamente

en Latinoamérica y tuvo su mayor auge en la época del boom latinoamericano. Wendy B.

Faris identifica cinco características principales del realismo mágico:

El elemento irreducible de la magia; en segundo lugar, la detallada descripción de

fenómenos paranormales y del mundo fenoménico; en tercer lugar, la continua sucesión

de acontecimientos contradictorios; en cuarto lugar, la difusa y confusa separación entre

mundos; finalmente, la distorsión de ideas en el tiempo, el espacio y la identidad (Faris

en Pérez-Chao, 2017, pág. 15).

La magia se refiere a esos elementos que no son posibles de explicarse en un análisis

lógico, por lo que este movimiento combina características del realismo con los fantástico

para que lo maravilloso surja de lo ordinario distinguiendo lo real de lo mágico. La

descripción de fenómenos paranormales es muy detallada en el realismo mágico para

retratar de mejor manera la experiencia, haciendo que pueda ser sentida por el lector. Los

acontecimientos contradictorios son constantes en el realismo mágico, generando duda

en el lector y aumentando su interés. La separación entre mundos es importante, ya que,

constantemente se relaciona el mundo de los vivos con el mundo de los muertos

mostrando personajes como fantasmas, espíritus, etc. Y, la distorsión de ideas, en el

tiempo y el espacio se utiliza para generar una multiplicidad radial en los personajes.

50

Gabriel García Márquez tuvo un estilo literario influenciado por grandes maestros de la

literatura como William Faulkner, Ernest Hemingway, James Joyce, Virginia Woolf,

entre otros. Sin embargo, fue William Faulkner quien influenció en mayor medida en la

forma de escribir del colombiano. Dentro del realismo mágico García Márquez, y el

guatemalteco Miguel Ángel Asturias son reconocidos como figuras centrales de este

movimiento literario. Mario Vargas Llosa en su tesis doctoral, García Márquez: Historia

de un deicidio, menciona sobre Cien años de soledad que “Aracataca vivía de mitos, de

fantasmas, de soledad y de nostalgia. Casi toda la obra literaria de García Márquez está

elaborada con esos materiales que fueron el alimento de su infancia.” (Vargas Llosa,

1971, pág. 15).

El realismo es muy importante en la obra de Gabriel García Márquez. El autor siempre

se enfocó en mostrar la realidad de su pueblo Aracataca y de Colombia, sus primeros

libros (El coronel no tiene quien le escriba, la mala hora y los funerales de la Mama

Grande) tenían una estructura racional. En sus posteriores trabajos experimentó con un

enfoque diferente de la realidad, donde retrataba los acontecimientos como eran, pero

también intervenían episodios fantásticos en sus obras. Sin embargo, Gabriel García

Márquez manifiesta que todos sus escritos tienen como base la realidad, solo es cuestión

de la perspectiva que se toma. En palabras del “Gabo”: “La vida cotidiana en América

Latina nos demuestra que la realidad está llena de cosas extraordinarias.” (García

Márquez & Mendoza, 1982, pág. 43).

3.4. El pensamiento político en la obra de Gabriel García Márquez

El pensamiento político de Gabriel García Márquez siempre estuvo ligado al socialismo.

El escritor fue un adepto de los postulados teóricos del socialismo, pero fue crítico en la

práctica de este, que desarrollaban ciertos gobiernos de nomenclatura socialista. Estuvo

involucrado en pequeñas células políticas de carácter comunista, y durante su carrera creó

una revista política (Libre 1971), además de que ejerció como corresponsal del régimen

cubano en la agencia de prensa, Prensa Latina. Dentro de las actividades políticas que

realizó lo que más destaca es su relación íntima con Fidel Castro y su gran compromiso

con la Revolución Cubana. Sobre esto, García Márquez dijo: “Mi idea es que la

Revolución Cubana está hace más de veinte años en situación de emergencia, y esto es

por culpa de la incomprensión y hostilidad de los Estados Unidos.” (García Márquez &

Mendoza, 1982, pág. 88).

51

El escritor cataquero también tuvo participación en mediaciones de paz y apoyos

políticos. Ayudó en las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano de Belisario

Betancourt y el grupo guerrillero Movimiento 19 de abril (M-19). Además de intervenir

en las conversaciones del gobierno colombiano con otras organizaciones guerrilleras

como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias

de Colombia (FARC). García Márquez tuvo un importante rol político en Latinoamérica

y en su natal Colombia, siempre ligado al socialismo, pero con una postura abierta y

analítica. Sobre esto le dijo a su amigo Plinio Apuleyo Mendoza:

Mi convicción es que tenemos que inventar soluciones nuestras, en las cuales se

aprovechen hasta donde sea posible las que otros continentes han logrado a través de una

historia larga y accidentada, pero sin tratar de copiarlas de un modo mecánico, que es lo

que hemos hecho hasta ahora. Al final, sin remedio, esa será una forma propia de

socialismo (García Márquez & Mendoza, 1982, pág. 89).

Gabriel García Márquez en su obra siempre toca temas políticos desde sociedades que

tienen diferentes sistemas políticos, hasta personajes con posturas políticas definidas.

Esto lo realiza el autor para, a través de ejemplos, mostrar su postura política. Por

ejemplo: En Cien años de soledad, muestra la ausencia de un sistema político en un

pueblo del Caribe colombiano y lo que esto genera en las personas, mientras en El otoño

del patriarca muestra una sociedad regida por el poder total de un viejo dictador. El

escritor retrató mucho de su pensamiento político en sus novelas. Sin embargo, como

menciona él mismo: “Los latinoamericanos esperan de una novela algo más que la

revelación de opresiones e injusticias que conocen de sobra [...] En realidad, el deber de

un escritor, y el deber revolucionario, si se quiere, es el de escribir bien.” (García Márquez

& Mendoza, 1982, pág. 59).

3.5. La cultura campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez, en muchas de sus novelas, retrata los recuerdos su infancia en

su pueblo natal. El pueblo natal del escritor es Aracataca, un municipio del departamento

de Magdalena ubicado en la región Noreste de Colombia, cercana al Mar Caribe. La

herencia cultural de sus abuelos gallegos y la herencia cultural caribeña, donde nació y se

crio el autor, le ayudaron a mostrar rasgos culturales de las comunidades de la costa

caribeña, e inclusive de la cultura colombiana y latinoamericana.

52

La herencia cultural caribeña fue muy importante en las temáticas de sus obras, ya que,

retrató elementos importantes de la cultura caribeña. La cultura caribeña es “una impronta

cultural compuesta de ingredientes indígenas, europeos y africanos, la cual ha quedado

indeleble en la sociedad costeña colombiana en forma de una relación simbiótica.”

(Megenney, 1986, pág. 212). Esto hace que el estilo y las representaciones, en la obra de

García Márquez, tengan elementos de la mezcla de las diferentes culturas que

influenciaron en la región del Caribe.

La cultura campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez es determinante

porque marca su estilo literario (realismo mágico) y sus temáticas (la soledad, lo

sobrenatural, etc.). García Márquez es quien ratifica esto al afirmar: “Yo creo que el

Caribe me enseñó a ver la realidad de otra manera, a aceptar los elementos sobrenaturales

como algo que forma parte de nuestra vida cotidiana.” (García Márquez & Mendoza,

1982, pág. 55). La cultura caribeña colombiana hizo de Gabriel García Márquez el gran

escritor que conoce el mundo.

53

CAPÍTULO IV

4. ANÁLISIS DEL DISCURSO SOCIAL Y POLÍTICO

DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD.

Una vez que se ha estudiado los conceptos y definiciones en los campos principales de

esta investigación (cultura, comunicación y análisis del discurso) y se ha construido el

marco teórico, se procederá a realizar el Análisis del discurso social y político de la obra

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. El Análisis del Discurso (AD), como

se ha mencionado previamente, es un campo multidisciplinar y por ende para realizar un

análisis del discurso se puede tomar diferentes perspectivas que permitan estudiar el uso

y función del discurso en un texto. Esto otorga al investigador de una cierta libertad para

realizar el análisis; ya que, al ser un análisis cualitativo, se pone énfasis en ciertos aspectos

que van acorde al objetivo del proyecto de investigación.

Debido a que el objetivo principal de esta investigación es analizar la representación de

la cultura de las comunidades campesinas caribeñas en el discurso social y político de

Cien años de soledad, se estudiaron aspectos relevantes en torno a este objetivo, como la

influencia de la cultura caribeña y el boom latinoamericano en la obra de Gabriel García

Márquez. Todo esto con el propósito de contextualizar el aspecto cultural y político en la

obra literaria del escritor, y mostrar en el análisis del discurso que se va a realizar, cómo

la obra tiene expone la herencia de la cultura caribeña del autor y el pensamiento político

de García Márquez.

El análisis del discurso, al ser un campo multidisciplinar cualitativo, toma en

consideración elementos de composición lingüística, y puede ser considerado “el estudio

de las producciones simbólicas, ya sean escritas o habladas, que tienen un orden y una

coherencia y que son producidas en el marco de una interacción en el que el emisor

legitima ‘su’ mundo.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 114). Es por esto que

a través del AD también se puede estudiar la discursividad de una obra literaria. En este

caso estudiando el discurso social y político dentro de las representaciones de la cultura

campesina caribeña en la obra de Gabriel García Márquez.

54

4.1. Metodología

La presente investigación utilizará la propuesta metodológica planteada por Iván Rodrigo

Mendizábal, en base a los postulados de Teun Van Dijk (1999). Donde propone un

modelo de análisis de discurso aplicado a la comunicación social y política, que atraviese

el nivel del relato, el nivel del contexto y el nivel ideológico. Todo esto enfocado en el

planteamiento de que el discurso, como una producción social, forma parte de “un proceso

a través del cual los grupos sociales intercambian/confrontan sus realidades y consolidan

sus concepciones de hacer la realidad de la vida cotidiana.” (Van Dijk & Rodrigo

Mendizábal, 1999, pág. 104).

El análisis del discurso se aplica sobre textos, que son todo tipo de estructuras de sentido

que tiene como soporte un tipo de lenguaje. Según Iván Rodrigo Mendizábal (1999) los

textos pueden ser de diferentes tipos: Textos literarios: textos con coherencia y regulación

interna. Textos no literarios: textos que poseen cierta coherencia textual pero no siempre

obedecen a regulaciones sintagmáticas. Textos sociales: textos que son producto del habla

cotidiano. Textos audiovisuales: textos que son producciones específicamente no

lingüísticas pero que poseen su propia codificación. Textos transcritos: textos que son el

producto de la transformación de los textos en nuevos formatos. En el caso de esta

investigación se analizará un texto literario.

La metodología planteada por Iván Rodrigo Mendizábal, en base a los estudios de Teun

Van Dijk (1999), se centra en tres postulados principales:

a) un texto se realiza siempre y cuando haya una situación de intercambio en el marco de

lo que Habermas (1994) llama la acción comunicativa. Esto nos remite al hecho de que

el texto mismo está sustentado en un hecho social que es el evento que determina su

intercambio (Van Dijk & Mendizábal, 1999, pág. 120).

El primer postulado se refiere a que el discurso siempre es expresado dentro de un

escenario, que sería el lugar de organización de sentido. En general se está haciendo

referencia al contexto de producción de un discurso, pero también a otros elementos como

su colocación, reproducción y consumo. Todos estos elementos ayudan a relacionar el

discurso con otros aspectos para desarrollar su análisis.

b) la construcción del mundo como objeto por parte del sujeto (que para nuestro caso es

el actor social) lo que nos remite a la idea de que, por medio de la producción textual-

discursiva, ya hay una representación que, en primera instancia enmascararía al actor y,

55

en segunda, lo haría visible en el mundo real esta vez mediado por “su” sistema simbólico

que le representa (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 121).

El segundo postulado hace referencia a cómo el sujeto enuncia el mundo sensible que lo

compone. Esto permite entender como a través de los discursos se generan sentidos dentro

del mundo social. Sobre todo, porque los seres humanos se desarrollan dentro de un

mundo simbólico que se construye en torno a la lectura e interpretación de significados

presentes en los discursos.

c) las prácticas sociales nos remiten a otra dimensión. No es que solamente hay un

intercambio simbólico en el marco de un escenario, ni tampoco que el actor social articula

un mundo y lo hace sensible mediante un sistema simbólico, sino también que el texto

está ubicado dentro de un contexto que le explica y le determina (Van Dijk & Rodrigo

Mendizábal, 1999, pág. 122).

El tercer postulado se remite a la manera en que el texto tiene influencia de su contexto,

del contexto del autor y del contexto del lector. Precisamente se refiere a la forma en que

la ideología atraviesa la interpretación del texto. La influencia del discurso es posible por

la ideología, y este elemento es el principal en la lectura que se hace de un discurso.

Rodrigo Mendizábal utiliza estos postulados para direccionar una propuesta

metodológica, donde el relato, el texto y el discurso son tres categorías que están en un

mismo nivel al momento de realizar el análisis del discurso. A pesar de que cada una se

refiere a diferentes formas de ver la realidad implícita en el discurso de cada persona. El

análisis del discurso debe analizar la articulación y coherencia del relato, que está en

proceso de deconstrucción y se mantiene como discurso social. Para lo cual, el

investigador analiza el relato en su modo de enunciar y de comunicar, así como analiza

los metalenguajes y las metacomunicaciones. El ADP se interesa en el análisis de

diferentes contextos del discurso “es decir, por los procesos cognitivos de la producción

y la recepción, y por las dimensiones socioculturales del uso del lenguaje y de la

comunicación.” (Van Dijk en Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 128).

La metodología que propone Iván Rodrigo Mendizábal (1999) permitirá analizar el

discurso social y político presente en la obra Cien años de soledad de Gabriel García

Márquez, para mostrar el pensamiento político y las representaciones de la cultura

campesina caribeña presentes en la obra. Además de la función que cumple el relato

56

dentro del contexto latinoamericano de la época y puede llegar a cumplir como obra

magnánima de la literatura universal.

4.2. Nivel del relato

4.2.1. Ubicación general del relato

La ubicación general del relato se refiere a las condiciones específicas de producción del

relato (contexto), por contexto nos referimos “a determinar las condiciones de producción

del relato como tal.” (Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 130). Además de la

ubicación del enunciador, es decir la formación e influencias que tenía el autor en el

momento de la construcción de su discurso. La ubicación del enunciador iniciará tomando

aspectos relevantes de la vida de Gabriel García Márquez, antes, durante y posteriores,

en relación a la publicación de Cien años de soledad.

Gabriel García Márquez inició su camino, para ser escritor, en el mundo periodismo

(1948-1955) trabajo para importantes periódicos como El Universal (Cartagena), o El

Espectador (Barranquilla) donde publicó su primer cuento, La tercera resignación

(1947). Estudió periodismo en la Universidad de Cartagena, donde incluso llegó a ser

parte de una célula política de izquierda. Su labor de periodista conjuntamente con su

vida bohemia hizo que se integrará al “Grupo Barranquilla” que era un grupo de

intelectuales y artistas de la localidad costeña que discutían temas políticos, culturales,

artísticos y sociales, y que publicaban sus trabajos en el semanario Crónica (1940-1950).

Este sería el inició para que se adentre en el mundo literario de Colombia, y después de

años buscando un editor publicaría su primera novela, La Hojarasca (1955), y

posteriormente publicaría dos novelas más: El coronel no tiene quien le escriba (1961) y

La mala hora (1962). Todas fueron bien recibidas por la crítica y le dieron el respeto y

fama que necesitaba para publicar su siguiente novela.

El contexto de Cien años de soledad (1967) está completamente relacionado con la vida

de Gabriel García Márquez. El escritor ya había hecho referencia al pueblo imaginario de

“Macondo”, en algunas de sus obras anteriores, sin embargo, en esta novela planteaba

plasmar todos los recuerdos que tenía de su infancia en su pueblo natal, y mostrar la

herencia de su cultura caribeña. Esta novela fue importante para mejorar la situación

económica de la familia del autor. Como escritor también mostró la madurez de García

Márquez, permitiendo una autorrealización personal del escritor. Sobre esto él dice:

57

Quise sólo dejar una constancia poética del mundo de mi infancia, que como sabes

transcurrió en una casa grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela

que adivinaba el porvenir, y numerosos parientes de nombres iguales que nunca hicieron

mucha distinción entre la felicidad y la demencia (García Márquez & Mendoza, 1982,

pág. 68).

El escritor nació en el pueblo de Aracataca, de donde proviene su herencia campesina

caribeña. En sus obras siempre se enfocó en mostrar mucho de la cultura de los pueblos

campesinos del caribe, siempre tomando las anécdotas y cuentos de su abuela o sus

propias vivencias de niño. García Márquez, ante todo, siempre retrató las memorias de su

vida en su amado pueblo. Se ha mencionado que su estilo literario tiene influencia del

realismo mágico, ya que muestra acontecimientos maravillosos como algo cotidiano. Sin

embargo, el propio “Gabo” dice: “En el Caribe, al que pertenezco, se mezcló la

imaginación desbordada de los esclavos negros africanos con la de los nativos

precolombinos y luego con la fantasía de los andaluces y el culto de los gallegos por lo

sobrenatural.” (García Márquez & Mendoza, 1982, pág. 55). El estilo literario, a pesar de

tener técnicas y estilos del realismo mágico, es influenciado por la cultura del caribe

donde creció el colombiano. Cien años de soledad es la mayor obra del realismo mágico,

pero también es la mayor muestra de la cultura campesina caribeña.

La novela fue escrita por Gabriel García Márquez durante 18 meses, entre 1965 y 1966,

cuando el colombiano residía en la Ciudad de México. Y fue publicada por primera vez

en Buenos Aires, a mediados de 1967, por Editorial Sudamericana. La idea del libro

surgió en 1952, cuando el “Gabo” junto a su madre viajaron a su pueblo natal, Aracataca.

Desde su primer libro, La Hojarasca (1955), el autor hace referencia al pueblo imaginario

de Macondo, que en palabras del propio autor es una referencia a Aracataca. El libro narra

la historia de la familia Buendía, durante siete generaciones, que vive en el pueblo de

Macondo. La obra tuvo un completo éxito, vendiendo 8 mil ejemplares en su primera

semana. Además, le adjudicó el Premio Rómulo Gallegos Lara (1972) al escritor y con el

tiempo fue catalogada como una obra maestra de la literatura universal, fue traducida a

35 idiomas y es una de las novelas más leídas a nivel mundial.

Cien años de soledad (1967) es una obra literaria magistral, exposición máxima del

realismo mágico y memoria de la cultura campesina caribeña, pero también es una obra

social y política. Esto precisamente por el contexto durante el cual el escritor desarrollo

esta importante novela latinoamericana. En América Latina la década de los años 60´s

58

estuvo marcado por la agitación social debido a la Guerra Fría, las dictaduras militares en

la región y sobre todo por la Revolución cubana (1959). Este contexto fue muy importante

dentro de los artistas e intelectuales de la época, ya que marco la militancia hacia una

ideología política, el socialismo. Producto de esta militancia surgió un grupo de escritores

latinoamericanos conocidos como el boom latinoamericano (1960-1970), que fue un

grupo de escritores de diferentes países de América Latina que compartían intereses

literarios, artísticos y políticos. El boom latinoamericano, del cual Gabriel García

Márquez fue uno de los principales miembros, fue un grupo de escritores de gran calidad

que tenían contacto entre sí y participaban activamente en eventos culturales y mantenían

un constante apoyo a la Revolución cubana y a su líder, Fidel Castro.

El apoyo a la revolución socialista que se generó en Cuba, por parte de Gabriel García

Márquez, fue producto de su pensamiento político de izquierda que había mantenido

desde la universidad, cuando militó en una célula comunista, hasta cuando en 1971

publicaría la revista política Libre. La ideología socialista del escritor influyó en su obra

Cien años de soledad. Sobre la relación de su obra con la historia de América Latina el

autor respondió:

La historia de América Latina es también una suma de esfuerzos desmesurados e inútiles

y de dramas condenados de antemano al olvido; La peste del olvido existe también entre

nosotros. Pasado el tiempo, nadie reconoce por cierta la masacre de los trabajadores de la

compañía bananera, ni se acuerda del coronel Aureliano Buendía (García Márquez &

Mendoza, 1982, pág. 69).

En tanto a la ubicación general del relato se puede decir que Gabriel García Márquez

siempre mostró la influencia de su obra en dos aspectos principales: su herencia cultural

caribeña y su pensamiento político de izquierda. Estos serán dos ejes importantes en el

ADP de Cien años de soledad, permitiendo que se cumplan los objetivos de la

investigación y analizar las representaciones de la cultura campesina caribeña que existen

en la obra y el pensamiento político de García Márquez.

4.2.2. Estructura narrativa del relato

La estructura narrativa del relato se refiere a la lógica narrativa por la que está organizado

el relato (comienzo, desarrollo y final). Estas partes se identifican por un salto cualitativo

en el relato, lo que genera la estructura del texto. Sobre esto se puede decir que:

59

Partimos de la consideración que el discurso debe cumplir con dos condiciones: “a) una

condición de desarrollo: que nos indica que cada enunciado debe introducir una

información nueva, de lo contrario resultará reiterativo; b) una condición de coherencia:

que indica no sólo ausencia de contradicción lógica sino también la obligación respecto

de los enunciados de situarse en un marco intelectual relativamente constante (Díaz y

López en Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 130).

Iván Rodrigo Mendizábal (1999) menciona que la estructura narrativa se va a sostener

por las oraciones que son enunciados o proposiciones y la unión de estas forman párrafos

y la unión de estos formaran los asuntos, que son unidades parciales de las ideas

manifiestas del relato. Estas ideas serán llamadas “ideas parciales” y el conjunto de estas

ideas generará los “ejes narrativos”. Los ejes narrativos servirán para realizar un resumen,

que será el primer boceto general del estado del relato en función de su estructura.

En base a los planteamientos de Iván Rodrigo Mendizábal (1999) sobre cómo se compone

la estructura narrativa de un relato, la estructura narrativa de Cien años de soledad se

establecería de la siguiente manera:

60

La novela Cien años de soledad se compone de 20 capítulos no titulados, donde se

narra, en base a una estructura temporal cíclica, la historia de la familia Buendía en el

pueblo de Macondo. Los nombres de los personajes se repiten constantemente y se

fusionan acontecimientos de la realidad con hechos mágicos.

Capítulo 1

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el primer

capítulo el

autor utiliza,

en su

mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El primer capítulo

se compone de 36

párrafos. 21

párrafos largos y

15 párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en

los párrafos cortos

utiliza el punto de

vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor comienza

mostrando los

principales

elementos de la

cultura campesina

caribeña: la

conexión con la

naturaleza, las

relaciones

familiares, los

vínculos sociales, las

supersticiones y los

elementos mágicos

que existen

alrededor del caribe

colombiano, etc.

La historia inicia con el

pueblo de Macondo y con

José Arcadio Buendía y su

esposa Úrsula Iguarán. Él

solía comprarle artefactos

novedosos al líder de un

grupo de gitanos,

Melquiades, que visitaban

el pueblo una vez por año.

José Arcadio realizó

muchos inventos y se

encaminó por los

alrededores de Macondo y

descubrió que estaba

rodeado de agua. La pareja

tuvo sus dos primeros hijos

varones, José Arcadio, el

mayor y Aureliano, el

pequeño.

61

Capítulo 2

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el segundo

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El segundo

capítulo se

compone de 48

párrafos. 22

párrafos largos y

26 párrafos cortos.

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos

para mostrar el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor muestra

elementos mágicos

como algo

cotidiano (esto es

característico del

realismo mágico) y

también la

organización social

de los pueblos de la

costa caribeña

colombiana.

Otro aspecto que

muestra el autor es

el rose de las

diferentes culturas

que conviven en los

pueblos, producto

de la colonización y

del mestizaje.

Y también toca el

tema de las

relaciones

personales que se

establecen en los

pueblos.

El origen de Macondo se

dio por el éxodo que

organizó José Arcadio

Buendía, debido a que era

atormentado por el

fantasma de un vecino del

pueblo que mató en un

duelo por honor.

La familia Buendía juntos

a otras llegaron a un

poblado de la costa

caribeña donde fundaron

Macondo. El primogénito

de los Buendía, José

Arcadio comienza a

intimar con Pilar Ternera,

una vecina. Sin embargo,

después él se enamora de

una chica del grupo de los

gitanos y decide irse con

ellos. Úrsula va a buscar a

su hijo, mientras su

esposo cuida a Aureliano

y a su nueva hija, llamada

Amaranta, pero vuelve sin

él y acompañada por

nuevas personas de otros

pueblos.

62

Capítulo 3

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el tercer

capítulo el

autor utiliza,

en su

mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El tercer capítulo

se compone de 38

párrafos. 18

párrafos largos y

20 párrafos

cortos.

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto

de vista sobre

todos estos

elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos

para mostrar el

punto de vista de

los personajes

para caracterizar a

los mismo, a

través de los

diálogos.

En este capítulo el

autor muestra el

choque de culturas

por la llegada de

nuevas personas al

pueblo de Macondo.

Igualmente se

muestran elementos

mágicos como la

enfermedad del

sueño, los artefactos

de los gitanos, etc.

Otro aspecto

importante que se

muestra es la

organización

política, ya que no se

organizan a una

autoridad elegida

sobre los demás,

sino que todos

subsisten bajo

iguales condiciones

y solo José Arcadio

Buendía es tomado

como líder debido a

la antigüedad que

tiene.

Úrsula y José Arcadio

acogen al hijo bastardo de

su primogénito con Pilar

Ternera. Los niños son

cuidados por una india que

se llama Visitación. Los

gitanos vuelven, pero sin

rastro del primogénito de

los Buendía, y también

llegan unos traficantes de

pieles que entregan una

niña llamada Rebeca a los

Buendía, que al parecer era

pariente lejano. Esta niña

contagia a todo el pueblo

de la enfermedad del

sueño, que es curada pro

Melquiades. También

llega un corregidor del

gobierno.

63

Capítulo 4

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el cuarto

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El cuarto capítulo

se compone de 36

párrafos. 18

párrafos largos y

18 párrafos cortos.

Existen similar

número de

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en

los párrafos cortos

utiliza el punto de

vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo se

muestra la relación

entre las personas

con diversas

culturas dentro del

pueblo.

También se tocan

temas

interpersonales,

como las relaciones

sexuales, el

establecimiento de

vínculos

emocionales y

sentimentales.

Además, se

continúa

exponiendo

elementos mágicos

característicos de la

comunidad de

Macondo.

Los Buendía organizan

una fiesta por la

remodelación de su casa y

se trae a un músico

italiano, Pietro Crespi,

para que toque la pianola.

El músico se enamora de

Rebeca, pero Amaranta se

entromete y su madre,

Úrsula, decide enviarla de

viaje. El fallecido líder de

los gitanos, Melquiades,

es enterrado en Macondo.

Pilar Ternera se cansa de

esperar a José Arcadio y

comienza una relación

con su hermano,

Aureliano, quien en

realidad estaba

enamorado de Remedios,

la hija pequeña del

corregidor. José Arcadio

(padre) sufre una crisis al

ver el fantasma de

Prudencio Aguilar y es

amarrado a un árbol

64

Capítulo 5

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el quinto

capítulo el

autor utiliza,

en su

mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El quinto capítulo

se compone de 48

párrafos. 19

párrafos largos y

29 párrafos

cortos.

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto

de vista sobre

todos estos

elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos

para mostrar el

punto de vista de

los personajes

para caracterizar a

los mismo, a

través de los

diálogos.

En este capítulo se

muestra el desarrollo

del pueblo en

relación con los

cánones religiosos y

económicos. Se

continúa tratando las

relaciones entre

diferentes culturas.

Un punto destacado

en este capítulo es

que se exponen

temas políticos,

sobre todo el

enfrentamiento entre

partidos políticos

(conservadores

contra liberales) y se

expone un personaje

que hace referencia a

un líder

revolucionario con

pensamiento crítico

y social.

Aureliano y Remedios

contraen matrimonio por el

padre Nicanor, que además

construye una iglesia en

Macondo, que tardaría 15

años. Pietro y Rebeca no

llegan a casarse primero

por el fallecimiento de la

madre de él y después por

el fallecimiento de

Remedios. Durante esta

época, José Arcadio (el

primogénito) regresa a

Macondo y Rebeca, que

había vuelto a comer tierra,

se enamora de él y se

olvida de Pietro. Aureliano

por su parte descubre que

los conservadores arreglan

las elecciones y decide

unirse al bando

revolucionario de los

liberales donde llega a

tener el rango de coronel.

65

Capítulo 6

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el sexto

capítulo el

autor

utiliza, en

su mayoría,

oraciones

complejas

y pocas

oraciones

simples.

El sexto capítulo se

compone de 35

párrafos. 19

párrafos largos y 16

párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en los

pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor se concentra en

exponer las

implicaciones del

poder político en el

ser humano. En este

capítulo es

importante, el autor

muestra cómo

personajes de una

misma familia, y con

los mismos intereses

sociales y políticos,

aplican el poder de

una forma diferente,

así el coronel

Aureliano se dedicó

a liberar a pueblos

campesinos del

dominio y la

opresión mientras su

sobrino Arcadio se

dejó seducir por el

poder y se convirtió

en un déspota.

El coronel Aureliano se va

a la guerra y se sabe sobre

él por los 17 hijos que tuvo

con 17 mujeres diferentes.

A cargo de Macondo

queda su sobrino, Arcadio.

Él se vuelve unos de los

peores gobernantes del

pueblo, ya que abusa de su

poder y mata a muchas

personas, finalmente

termina fusilado por los

conservadores. Antes de

morir Arcadio tuvo 3 hijos

con Santa Sofía de la

Piedad: Remedios, José

Arcadio Segundo y

Aureliano Segundo.

Amaranta rechaza la

propuesta de matrimonio

de Pietro Crespi y él

termina suicidándose.

66

Capítulo 7

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

séptimo

capítulo el

autor

utiliza, en

su mayoría,

oraciones

complejas

y pocas

oraciones

simples.

El séptimo capítulo

se compone de 58

párrafos. 25

párrafos largos y 33

párrafos cortos.

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos para

mostrar el punto de

vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo se

continúa mostrando

la figura heroica del

líder social, el

coronel Aureliano

Buendía.

También se

muestran temas

sentimentales con

las relaciones y

enamoramientos que

se producen entre los

personajes y que son

vínculo central de la

novela.

El coronel Aureliano

Buendía fue tomado preso

y condenado a muerte. Sin

embargo, la noche de su

fusilamiento José Arcadio

Buendía, rescató a su

hermano. El coronel y seis

hombres vuelven a la

guerra. Una buena tarde

llega el telégrafo a

Macondo. Rebeca y José

Arcadio vivían apartados

de la familia. El coronel

Aureliano vuelve a

Macondo acompañado de

su compadre Gerineldo

Márquez. Gerineldo estaba

enamorado de Amaranta y

le propuso matrimonio,

pero ella lo rechazo,

afirmando que nunca se iba

a casar.

67

Capítulo 8

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

octavo

capítulo el

autor

utiliza, en

su mayoría,

oraciones

complejas

y pocas

oraciones

simples.

El octavo capítulo

se compone de 59

párrafos. 26

párrafos largos y 33

párrafos cortos.

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos para

mostrar el punto de

vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor continúa

mostrando el tema

del incesto dentro de

las comunidades

campesinas.

Se continúa

utilizando la figura

del coronel

Aureliano Buendía

como la de un viejo

líder revolucionario

que ha intentado

cambiar la sociedad

pero que ha sido

golpeado por las

fuerzas del sistema.

Amaranta comienza a

tener una relación

incestuosa con su sobrino,

Aureliano José. Úrsula casi

los descubre y Amaranta

terminó todo con

Aureliano José. Aureliano

José muere fusilado por el

capitán conservador,

Aquiles Ricardo. A la casa

de los Buendía llegan 10

hijos del coronel

Aureliano, todos con el

mismo nombre. El coronel

Aureliano Buendía vuelve

a Macondo acompañado

por todos sus hombres.

Úrsula descubre que su

hijo, el coronel Aureliano,

había perdido el corazón

en la revolución.

68

Capítulo 9

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el noveno

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El noveno capítulo

se compone de 72

párrafos. 19

párrafos largos y

53 párrafos cortos.

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos

para mostrar el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo se

muestra cómo

termina la

revolución del

coronel Buendía,

donde se expone

que la revolución se

ha vuelto una lucha

por el poder y no

por un verdadero

cambio social.

Y desde un carácter

personal el autor

menciona que la

revolución que

realizó el coronel

fue por el vació que

tenía en su corazón.

Llegan a Macondo seis

abogados, representantes

del gobierno conservador,

en busca del coronel

Buendía para firmar unos

acuerdos. El coronel

firma los convenios

reconociendo que la

revolución se ha

convertido en una disputa

por el poder. Después de

20 años de revolución, el

coronel junto a su amigo,

Gerineldo Márquez,

terminan su participación

ya que habían perdido la

vida y ahora les resultaba

vacía. Aureliano vuelva a

ser el hombre de la casa

de los Buendía, y aunque

intenta suicidarse

sobrevive.

69

Capítulo 10

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el décimo

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El décimo capítulo

se compone de 40

párrafos. 24

párrafos largos y

16 párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en

los pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor muestra

elementos de la

cultura campesina

cómo las peleas de

gallos, los negocios

de ganado, las

ferias, etc. También

se muestra las

relaciones

personales que

establecen hombres

y mujeres.

Se muestran

personajes y

situaciones

tragicómicos que

son particulares de

la cultura

campesina.

Arcadio junto con Santa

Sofía de la Piedad

tuvieron dos hijos

varones: Aureliano

Segundo y José Arcadio

Segundo. Los niños eran

tan parecidos que su

misma madre los

confundía. Aureliano

Segundo se encomendó a

la tarea de descifrar los

pergaminos que

Melquíades había

abandonado a su muerte,

y una tarde, el gitano

apareció en el laboratorio

y comenzó a transmitirle

todo su conocimiento.

Mientras José Arcadio

Segundo se dedicó a las

peleas de gallos.

Aureliano Segundo

conoció a Petra Cotes, la

mujer de la que se

enamoraría y a pesar de

ser su concubina, la

amaba más que a su

propia esposa. En una

feria, conoce a Fernanda

la que sería su esposa.

70

Capítulo 11

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

undécimo

capítulo el

autor

utiliza, en

su mayoría,

oraciones

complejas

y pocas

oraciones

simples.

El undécimo

capítulo se

compone de 41

párrafos. 21

párrafos largos y 20

párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en los

pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor muestra el

choque entre

culturas, de una

cultura “popular”

campesina con una

cultura “civilizada”

aburguesada.

Igualmente se

continúan mostrando

personajes

tragicómicos de los

pueblos campesinos,

que, aunque parecen

inverosímiles son

recurrentes en la

cultura popular.

El matrimonio entre

Fernanda y Aureliano

Segundo casi termina,

porque él mantenía una

relación con Petra Cotes.

Fernanda trató de imponer

buenas costumbres en los

Buendía. Mientras

Aureliano Segundo se

entregó al derroche de su

fortuna y a vivir

apasionadamente con su

concubina. Del

matrimonio de ellos

nacería Renata Remedios

que tenía una belleza

sublime. El coronel

Aureliano se había

dedicado a la platería, y

una tarde llegaron 17

hombres que lo

reclamaban como a su

padre.

71

Capítulo 12

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

duodécimo

capítulo el

autor

utiliza, en

su mayoría,

oraciones

complejas

y pocas

oraciones

simples.

El duodécimo

capítulo se

compone de 33

párrafos. 17

párrafos largos y 16

párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en los

pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor muestra los

cambios que generan

la industrialización

de los pueblos

campesinos y los

cambios que genera

en la forma de vida

del campesino

caribeño, sobre todo

porque se inicia un

proceso de

destrucción y

explotación de la

naturaleza, un

elemento muy

importante en la vida

del campesino.

También se

muestran elementos

sobrenaturales y se

hace constante uso

de figuras retóricas,

como hipérboles,

alegorías, etc.

Aureliano Triste, trajo el

ferrocarril y llegó a

Macondo la luz y el cine.

También llegaron

forasteros con sus familias

y sus animales. Incluso

llegaron extranjeros que

querían explotar la tierra y

el banano. El coronel vivía

enojado por la invasión,

pero Aureliano Segundo

estaba feliz de relacionarse

con gente nueva y vivir en

constantes fiestas.

Remedios “la bella” era la

única que no se alteraba,

pero todos los hombres que

la miraban se volvían locos

por ella. Una tarde,

mientras doblaba ropa

limpia, Remedios, la bella,

salió volando. El coronel

cansado y enojado decidió

retomar las armas y le

pidió ayuda a su amigo

Gerineldo Márquez, pero

éste se negó.

72

Capítulo 13

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimotercer

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimotercer

capítulo se

compone de 48

párrafos. 22

párrafos largos y

26 párrafos cortos

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos

para mostrar el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo se

tocan temas

interpersonales e

intrapersonales, con

los problemas que

aquejan a una

familia rodeada por

una comunidad que

se ha sometido a

profundos cambios

debido a la

industrialización y

la llegada de la

cultura citadina.

Úrsula estaba perdiendo

la vista, pero seguía

teniendo una energía que

le permitía ocultar su

vejez y cuidar de José

Arcadio, el hijo de

Aureliano Segundo y

Fernanda. Él seguiría sus

estudios sacerdotales en

el extranjero, igual que su

hermana Meme, quien era

excelente para tocar el

clavicordio. En su

soledad, Amaranta

empezó a tejer su propia

mortaja. Aureliano

Segundo seguía siendo

más feliz con Petra y

Fernanda les escribía

cartas a sus hijos

mintiéndoles sobre la

felicidad que reinaba en la

casa.

73

Capítulo 14

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimocuarto

capítulo el

autor utiliza,

en su

mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimocuarto

capítulo se

compone de 31

párrafos. 18

párrafos largos y

13 párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en los

pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo se

continúa mostrando

los problemas

personales de los

miembros de la

familia Buendía, y

también se muestran

las relaciones

amorosas.

Igualmente se va a

continuar

mostrando

elementos

“mágicos” que son

comunes en las

comunidades

campesinas.

Las vacaciones de Meme

coincidieron con el

fallecimiento del coronel

Aureliano Buendía.

Meme había terminado

sus estudios y se dedicaba

a pasear con sus amigas y

a tocar el clavicordio.

Después la actitud de

Meme fue cambiando y su

madre, Fernanda, la

descubrió besándose con

Mauricio Babilonia en la

oscuridad del cine. La

madre la encerró en la

casa y le prohibió toda

clase de visitas. Una

noche, Fernanda llamó a

la policía por un ladrón de

gallinas que estaba en la

parte trasera de la casa. Se

oyeron unos disparos y

Mauricio Babilonia cayó

muerto dejando a Meme

esperando un hijo suyo.

Una mañana Amaranta

anunció su muerte y se

acostó en su lecho hasta

que cerró los ojos.

74

Capítulo 15

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimoquinto

capítulo el

autor utiliza,

en su

mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimoquinto

capítulo se

compone de 51

párrafos. 25

párrafos largos y

26 párrafos cortos

Existen menos

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras utiliza

mayormente los

párrafos cortos

para mostrar el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor continúa

mostrando los

problemas

personales de los

miembros de la

familia Buendía.

También se muestra

la lucha política de

José Arcadio

Segundo forman el

primer sindicato de

trabajadores contra

la explotación de la

compañía bananera

que había llegado a

Macondo por la

industrialización del

pueblo.

Aureliano Segundo se

distanció, aún más, de

Fernanda y años después

descubrió que ella le había

ocultado que Meme había

tenido un niño de

Mauricio Babilonia, y él

llevaba tres años

escondido en el

laboratorio de

Melquíades. Aureliano

Segundo se encargó de su

educación y lo llamó

Aureliano. Mientras José

Arcadio Segundo había

abandonado los gallos de

pelea para trabajar en la

compañía bananera, pero

después de años de

explotación se convirtió

en el líder de los

trabajadores y formó el

primer sindicato de

Macondo. El sindicato

peleaba contra los gringos

y José Arcadio Segundo

se vio, muchas veces, en

peligro de ser

encarcelado.

75

Capítulo 16

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimosexto

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimosexto

capítulo se

compone de 24

párrafos. 14

párrafos largos y

10 párrafos cortos

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en

los pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo se

continúa mostrando

los problemas

personales de la

familia Buendía,

sobre todo por la

promiscuidad y el

fallecimiento

constante de

personajes

importantes de la

novela. También se

muestran elementos

mágicos.

En Macondo, llovió

durante cuatro años, once

meses y dos días y nadie

podía dejar la casa.

Después de un tiempo, la

comida empezó a

escasear y Fernanda le

exigía a su Aureliano

Segundo que saliera en

busca de víveres. En esos

días también murió el

coronel Gerineldo

Márquez. Aureliano

Segundo va a casa de

Petra Cotes y la encuentra

tratando de salvar las

pocas reses vivas que les

quedaban. Petra le

reclama a Aureliano

Segundo por no haber

acudido a sus llamados.

76

Capítulo 17

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimoséptimo

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimoséptimo

capítulo se

compone de 35

párrafos. 18

párrafos largos y

17 párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en

los pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor continúa

mostrando los

problemas que

tiene cada uno de

los miembros de la

familia, además de

muchas muertes.

También muestra

acontecimientos

curiosos, que

parecen ser

mágicos, pero en

realidad son

situaciones que

ocurren con

regularidad en el

albor popular de

pueblos del campo.

Dejó de llover y Úrsula se

dedicó a restaurar la casa.

Aureliano Segundo

regresó a la casa de Petra

Cotes. José Arcadio

Segundo seguía

estudiando los

pergaminos de

Melquíades. Úrsula, con

la restauración de la casa,

se llenó de recuerdos y se

esforzó por cumplir su

promesa de morir cuando

deje de llover. En sus

últimos días confundía a

los descendientes.

Rebeca mure ese año y

Aureliano Segundo se

hizo cargo del entierro. El

nueve de agosto, José

Arcadio Segundo fallece

mientras conversaba con

su hermano gemelo y

pocas horas después,

Aureliano Segundo dejó

de respirar. Los gemelos

fueron enterrados en

baúles iguales que

también fueron

confundidos.

77

Capítulo 18

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimoctavo

capítulo el

autor utiliza,

en su

mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimoctavo

capítulo se

compone de 35

párrafos. 18

párrafos largos y 17

párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en los

pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor muestra la

debacle de la familia

Buendía, y detalla

acontecimientos

desafortunados, y

sobre todo como la

estirpe de la familia

Buendía se va

terminando.

También muestra

elementos mágicos.

Santa Sofía de la Piedad se

encargaba de la casa hasta

que un día cansada se va y

no se vuelve a saber nada

de ella. Fernanda muere

antes de la llegada de José

Arcadio. José Arcadio, al

llegar recogió a niños del

pueblo para que jugaran en

la casa. Una noche los

niños encontraron el

tesoro que Úrsula había

escondido. José Arcadio

reformó la casa y echó a

los niños. En estos tiempos

llega a la casa el único

superviviente de los 17

Aurelianos, Aureliano

Amador, pero al no

reconocerlo no le dejaron

entrar y dos policías le

dispararon en plena calle.

José Arcadio es asesinado

por los niños a los que

había echado y se llevan

los tres sacos de oro

mientras Aureliano

Babilonia estudiaba y

descifraba los pergaminos

78

Capítulo 19

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

decimonoveno

capítulo el

autor utiliza,

en su mayoría,

oraciones

complejas y

pocas

oraciones

simples.

El decimonoveno

capítulo se

compone de 33

párrafos. 22

párrafos largos y

11 párrafos cortos.

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en

los pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de

los personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor muestra el

roce cultural que se

genera entre

personas de

diferentes

nacionalidades y

etnias. Y el autor

vuelve al tema

inicial del libro, el

incesto, entre

personajes de la

misma familia

Buendía.

Amaranta Úrsula regresa

a la casa, con su esposo un

flamenco llamado

Gastón. Al llegar a la casa

la arregla mientras Gastón

intenta establecer un

correo aéreo. Antes de la

llegada de Amaranta

Úrsula, Aureliano

Babilonia había conocido

a Nigromanta, una negra

que se convirtió en su

amante. Aureliano

también se había hecho

amigo de cuatro jóvenes

que visitaban la misma

librería. Su amistad era

más fuerte con Gabriel

nieto de Gerineldo

Márquez. Aureliano se

enamoró de Amaranta

Úrsula y una tarde,

después de haber bebido,

hizo el amor con ella.

79

Capítulo 20

Oraciones: Párrafos: Ideas: Resumen:

En el

vigésimo

capítulo el

autor

utiliza, en

su mayoría,

oraciones

complejas

y pocas

oraciones

simples.

El vigésimo

capítulo se

compone de 34

párrafos. 18

párrafos largos y 16

párrafos cortos

Existen

mayormente

párrafos largos

donde el autor

utiliza el narrador

omnisciente para

mostrar los

acontecimientos,

los personajes, el

lugar y su punto de

vista sobre todos

estos elementos.

Mientras que en los

pocos párrafos

cortos utiliza el

punto de vista de los

personajes para

caracterizar a los

mismo, a través de

los diálogos.

En este capítulo el

autor relata el final

de la familia

Buendía, utilizando

elementos mágicos,

igualmente trata el

tema del incesto y

hace referencia al

mito que los hijos de

primos pueden nacer

con cola de cerdo.

Finalmente termina

la narración con

magia y con una

moraleja sobre la

soledad.

Gastón viaja a Bruselas

para supervisar sus

negocios. Aureliano y

Amaranta Úrsula se

vuelven amantes.

Amaranta Úrsula le cuenta

a Gastón de su amor por

Aureliano y, él los felicita

y les desea lo mejor. La

pareja estaba esperando un

hijo. El niño nació y al

limpiarlo descubrieron que

tenía cola de cerdo. La

comadrona les dijo que

después podrían cortársela.

Amaranta Úrsula perdió

mucha sangre y después de

varios días se murió.

Nigromanta acudió para

ayudarlo a cuidar al niño.

Aureliano descubrió en los

pergaminos que su familia

había estado condenada a

cien años de soledad, y que

al terminar de leer todo

Macondo desaparecería y

junto a él, la estirpe de los

Buendía.

Tabla 1: Estructura narrativa de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar.

80

A base de la estructura narrativa que se analizó de Cien años de soledad se puede hacer

un análisis de cada uno de los puntos que componen dicha estructura: En cuanto a

oraciones, el autor utiliza en su mayoría oraciones complejas contrastándolas con

oraciones simples que son características de su estilo literario, ya que esto se puede

apreciar en varias de sus obras.

En tanto a párrafos existen un total de 835 párrafos de estos se destaca que existen más

párrafos cortos (431) donde principalmente se escriben los diálogos entre los personajes,

además de hacer acotaciones por parte del narrador y los párrafos largos (404) son

utilizados, por el escritor, primordialmente para relatar la historia como tal.

En lo que corresponde a ideas, las que sobresalen de mayor manera son: los rasgos y

elementos de la cultura campesina caribeña, las relaciones familiares, el incesto, los

elementos mágicos en la cultura campesina caribeña, el mestizaje, la influencia de la

industrialización, la religión, la organización política, la revolución, entre otras.

En el resumen se muestra, a través de 20 capítulos sin numerar, la historia de Macondo

que está relacionada directamente con la estirpe Buendía. La fundación del pueblo se da

por la iniciativa de José Arcadio Buendía junto a su esposa Úrsula Iguarán, además de

otras familias. A través de los capítulos las relaciones incestuosas entre miembros de la

familia Buendía va a ser muy importante. Igual que las relaciones con otras culturas como

gitanos, gente de la ciudad, y otras personas de diferentes etnias. Los acontecimientos del

contexto nacional también serán muy importantes en el desarrollo de la historia ya que

influencian la forma de vida de los habitantes de este pequeño pueblo, todo esto por

guerras, revoluciones, migraciones, entre otros fenómenos sociales. Todo esto termina

con el devenir y extinción del pueblo junto con la estirpe Buendía.

4.2.3. Estructura conceptual del relato

La estructura conceptual del relato se refiere a captar el sentido de las enunciaciones con

relación a su performatividad y a su estilo. A través de la estructura conceptual del relato

se puede estudiar como el discurso manifiesta y conlleva a generar acción, “el mismo

hecho de lanzar el discurso como elemento de intercambio, de transacción, hace que éste

mismo venga de una acción e internalice tal acción en el relato.” (Van Dijk & Rodrigo

Mendizábal, 1999, pág. 133). Para realizar este análisis es necesario utilizar la estructura

narrativa del relato y ligar los ejes narrativos a los enunciados generales, de esta manera

81

se puede conceptualizar las intenciones, los motivos, las preferencias y las reiteraciones

de relato. Sobres esto Rodrigo Mendizábal menciona que:

Cuando nos referimos a las intenciones, motivaciones y preferencias damos cuenta de las

acciones que mueven a manifestar un relato de la naturaleza que se analiza, su origen y

también sobre que se sostiene de mejor manera. Cuando hablamos de las reiteraciones,

hacemos referencia a los pasajes que se repiten como medidas de autocontrol del relato

(Van Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 133)

A continuación, se conceptualizará las intenciones, motivos preferencias y reiteraciones

de la obra:

Intenciones

La intención de Gabriel García Márquez en Cien años de soledad es plasmar, a través de

una novela, los recuerdos de su infancia que están relacionados con la cultura campesina

del Caribe. Con relación a este objetivo el autor toca algunos aspectos centrales como los

elementos mágicos que se viven en las comunidades campesinas del caribe, la

organización social y política, la influencia de la sociedad industrial en la vida del

campesino y la contraposición a esta por parte de los campesinos, las relaciones sociales

entre miembros de la comunidad, otros aspectos. Sobre todo, en la obra se puede

interpretar importantes analogías que hace el autor dentro de su obra con relación a la

realidad latinoamericana:

Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la

orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,

blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas

cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo (García

Márquez, 1967, pág. 9).

En este extracto de la obra se puede leer el inicio de Macondo, un pueblo que comienza

a surgir dependiendo de la relación de sus habitantes con la naturaleza que los rodea.

También se puede leer la expectativa, la duda, el misterio y la incertidumbre que genera

el mundo en el que se desarrollan los habitantes de Macondo.

Motivos

Los principales motivos que se presentan en el discurso de la novela de Gabriel García

Márquez son dos: El primer motivo es mostrar los rasgos de la cultura campesina del

82

Caribe colombiano. Debido a que constantemente nos muestra las relaciones personales

que establecen los campesinos, las costumbres que tienen, la organización social que los

rige y los elementos mágicos que se presentan en su vida cotidiana:

Al principio, José Arcadio Buendía era una especie de patriarca juvenil, que daba

instrucciones para la siembra y consejos para la crianza de niños y animales, y colaboraba

con todos, aun en el trabajo físico, para la buena marcha de la comunidad. Puesto que su

casa fue desde el primer momento la mejor de la aldea, las otras fueron arregladas a su

imagen y semejanza. Tenía una salita amplia y bien iluminada, un comedor en forma de

terraza con flores de colores alegres, dos dormitorios, un patio con un castaño gigantesco,

un huerto bien plantado y un corral donde vivían en comunidad pacífica los chivos, los

cerdos y las gallinas. (García Márquez, 1967, pág. 16).

El segundo motivo es mostrar el pensamiento político del autor en forma de analogías

dentro de la novela. Esto se muestra principalmente en elementos que se pueden

relacionar con la realidad latinoamericana, donde se utiliza personajes, situaciones o

aspectos políticos dentro de la comunidad de Macondo:

El coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdió

todos […] Rechazó la Orden del Mérito que le otorgó el presidente de la república. Llegó a

ser comandante general de las fuerzas revolucionarias, con jurisdicción y mando de una

frontera a la otra, y el hombre más temido por el gobierno, pero nunca permitió que le tomaran

una fotografía (García Márquez, 1967, pág. 109).

Preferencias

La preferencia que presenta Gabriel García Márquez, en el discurso de obra, es la de

mostrar la realidad de una comunidad campesina del Caribe como una analogía de la

realidad social y política de América Latina:

El coronel Aureliano Buendía no se sentó esta vez dentro del círculo de tiza que trazaron

sus edecanes. Ocupó una silla entre sus asesores políticos, y envuelto en la manta de lana

escuchó en silencio las breves propuestas de los emisarios. Pedían, en primer término,

renunciar a la revisión de los títulos de propiedad de la tierra para recuperar el apoyo de

los terratenientes liberales. Pedían, en segundo término, renunciar a la lucha contra la

influencia clerical para obtener el respaldo del pueblo católico. Pedían, por último,

renunciar a las aspiraciones de igualdad de derechos entre los hijos naturales y los

legítimos para preservar la integridad de los hogares.

83

-Quiere decir -sonrió el coronel Aureliano Buendía cuando terminó la lectura- que sólo

estamos luchando por el poder (García Márquez, 1967, pág. 173).

En este extracto, principalmente, se muestra los problemas que tuvo una revolución social

para tener éxito y que fue vencida por el gobierno, donde tanto conservadores como

liberales lo que realmente anhelaban era el poder, mientras el personaje del coronel

Aureliano Buendía era un verdadero líder social que buscaba generar cambios en su país.

Reiteraciones

El autor utiliza como principal reiteración la de los nombres de la estirpe Buendía, tanto

José Arcado como Aureliano, los cuales se van a repetir a lo largo de todo el libro.

En la larga historia de la familia, la tenaz repetición de los nombres le había permitido

sacar conclusiones que le parecían terminantes. Mientras los Aurelianos eran retraídos,

pero de mentalidad lúcida, los José Arcadio eran impulsivos y emprendedores, pero

estaban marcados por un signo trágico. Los únicos casos de clasificación imposible eran

los de José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo. Fueron tan parecidos y traviesos

durante la infancia que ni la propia Santa Sofía de la Piedad podía distinguirlos (García

Márquez, 1967, pág. 187).

Esta constante reiteración se debe a que el autor narra la historia a través de una historia

cíclica temporal. Esto se puede inferir que lo hace con el objetivo de mostrarnos como

constantemente estamos repitiendo nuestro pasado, especialmente los latinoamericanos.

Una vez definidas las intenciones, motivaciones, preferencias y reiteraciones también se

ha extraído las acciones que presenta el discurso, el tipo de narrador que está detrás del

discurso y también el contexto que refleja. De la obra, Cien años de soledad, se puede

decir que la acción del autor es retratar los principales rasgos de la cultura campesina

caribeña colombiana: sus costumbres, su organización social, los elementos mágicos

presentes en su cosmovisión, entre otros aspectos. También compara, a través de

analogías, la realidad de Macondo con la realidad latinoamericana y critica los cambios

que genera la sociedad industrial en la forma de vida y la cosmovisión de los pueblos

campesinos.

Dentro de la estructura conceptual del relato también es importante analizar el estilo de

las enunciaciones, es decir “el estilo es el resultado de las elecciones que él [narrador]

realiza entre las variaciones opcionales del discurso que pueden utilizarse para expresar

más o menos el mismo significado [o denotar el mismo referente].” (Van Dijk en Van

84

Dijk & Rodrigo Mendizábal, 1999, pág. 134). El autor utiliza una forma de enunciación

concreta para decir lo que está en el relato.

A base de lo anterior, se puede establecer que el estilo de las enunciaciones que utiliza

Gabriel García Márquez se define por su estilo literario que está enmarcado dentro del

realismo mágico, el cual presenta elementos mágicos y maravillosos como algo normal

en la vida cotidiana de los personajes. Sin embargo, el autor ha reconocido que su estilo

literario está influenciado por la realidad que vivió en su pueblo natal de Aracataca, por

lo que muchos elementos, aunque sean difícil de crear, son normales en estos poblados.

Igualmente, el autor utiliza el léxico de la zona costeña colombiana de la época.

Dentro de su estilo de enunciación también se puede detallar la técnica narrativa que

utiliza el autor y la cual se concentra en 3 aspectos:

El primer aspecto es el tono narrativo, donde prima la tercera persona y el narrador pasivo

omnisciente. Este narrador cuenta la historia de forma pasiva, ya que contrasta los

acontecimientos maravillosos como algo común y cotidiano, y es omnisciente ya que

conoce y cuenta en detalle los aspectos de cada uno de los personajes.

El segundo aspecto es el espacio, que se refiere a el espacio novelístico donde se

desarrollan los acontecimientos que sería el pueblo de Macondo. Dentro de este espacio

el autor relata el origen, la evolución y el fin del pueblo. El desarrollo del espacio está

asociada a la injerencia del hombre en el pueblo como un ser bueno, que mantiene una

buena relación con la naturaleza y la posterior influencia política de la guerra civil entre

conservadores y liberales; y la influencia económica de la industrialización.

El tercer, y último aspecto es el ritmo narrativo, que se refiere a la forma en la que el autor

cuenta la historia. Se puede decir que el autor utiliza una forma dinámica para contar la

historia; y, aunque presenta un sin número de personajes, y es fácil confundirse debido a

los continuos nombres repetidos, la historia de estos personajes sigue patrones generales.

Además, el autor utiliza varias figuras literarias: oxímoron (exageraciones con palabras

incongruentes y contradictorias), sinestesia (metáfora para sensaciones corporales),

anáfora (repetición de una palabra), símil (comparación directa), Epifonema (frase para

dejar una enseñanza), entre otras. Conformando un ritmo dinámico y versátil en la obra

lo que le da su gran calidad.

85

Este análisis de la estructura conceptual del relato de Cien años de soledad, se puede

resumir en el siguiente esquema:

Ilustración 1: Estructura conceptual de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar.

Iván Rodrigo Mendizábal (1999) plantea que las acciones en los discursos deben ser

estudiadas con mayor ampliación para estudiar el nivel ideológico de un texto. Sobre esto

menciona que Austin (1986) reconoce tres tipos de enunciados:1.- Locutivos: son

aquellos que manifiestan algo. 2.- Ilocutivos: son los enunciados que buscan generar una

acción. 3.- Perlocutivos: son actos que están orientados a causar incidencia en el público.

Estos tipos de enunciados se utilizarán cuando se analice el aspecto ideológico de la obra.

Sin embargo, en este momento se puede decir que para que una novela sea considerada

un discurso social y política debe buscar generar una acción en el lector.

Cie

n a

ños

de

sole

dad

Enunciaciones

IntencionesPlasmar los rasgos los recuerdos se infancia que tienen relación con la cultura campesina caribeña

Motivaciones

Mostrar los rasgos de la cultura campesina del Caribe colombiano.

Mostrar el pensamiento político del autor a través de analogías dentro de la obra.

Preferencias La realidad de la comunidad campesina de la obra como una analogía de la realidad latinoamerican.

Reiteraciones Los nombres de los miembros de la familia

Buendía.

Acciones

Retratar

Comparar

Criticar

Estilo

Realismo mágicoContexto y realidad del

campesino caribeño

Técnica narrativa

Narrador: Omnisciente pasivo

Espacio novelístico: Macondo

Ritmo: Dinámico con figuras literarias

86

4.2.4. Estructura del discurso

La estructura del discurso se refiere a la parte retórica, específicamente a la forma de

argumentación del discurso, su modo de organización para la connotación del lector, es

decir “lo retórico está en relación a la capacidad de un discurso de convencer y persuadir

y esto implica a su vez una determinada coherencia interna del relato.” (Van Dijk &

Mendizábal, 1999, pág. 137). Sin embargo, no siempre los discursos tienen una

planificación argumentativa (como puede ser en el caso de los textos literarios), o su

planificación depende de la interacción entre el enunciador y el lector.

Para establecer la estructura retórica es necesario retomar los ejes narrativos para plantear

los ejes temáticos. Los ejes temáticos son “las unidades concretas al nivel de las primeras

significaciones [el qué quiere decir].” (Van Dijk & Mendizábal, 1999, pág. 137). Estos

ejes temáticos están relacionados con las acciones que propone el autor y esto nos da los

verbos estructurales, que son “en la práctica las articulaciones que determinan a las

acciones del discurso.” (Ibídem, 1999, pág. 137).

En base a esto se puede organizar los capítulos en relación a 3 verbos estructurales

principales:

5. Capítulo 1 al Capítulo 5: En los primeros 5 capítulos de la obra Gabriel García

Márquez muestra al lector el espacio novelístico de la obra, que sería el pueblo de

Macondo ubicado en la costa del Caribe colombiano. También muestra a los

personajes en torno a los que va a girar toda la historia, la familia Buendía. La

acción que más se utiliza aquí es la de retratar las principales costumbres de la

cultura campesina del caribe. Esto debido a que se muestra las relaciones que

establecen los personajes de la comunidad de Macondo entre sí, también se

muestra los vínculos sentimentales que establecen, se muestra los acontecimientos

mágicos que ocurren dentro de la cotidianidad de este pueblo entre otros aspectos.

El verbo estructural que destaca aquí es el de “mostrar”. El autor, en esta novela, tuvo la

intención de mostrar las costumbres de su pueblo natal, Aracataca, con su símil de

Macondo. En términos discursivos el autor retrata la realidad de un pueblo campesino del

Caribe colombiano.

6. Capítulo 6 al Capítulo 11: En los siguientes 6 capítulos, Gabriel García Márquez

muestra que existe una inestabilidad política en el país y sugiere que el coronel

87

Aureliano Buendía, es un líder social que lucha por generar una revolución en

contra del régimen conservador que existe en el estado. También expone

escenarios y elementos políticos como guerras, levantamientos, movimientos

sociales, la estructuración social, entre otros, mostrando el papel que cumplen los

diferentes actores políticos de la sociedad.

El verbo estructural que destaca aquí es el de “sugerir”. El autor, sugiere que los

levantamientos sociales, ante un sistema opresor y dominante, son una forma de

contrarrestación política En términos discursivos el autor compara la realidad social y

política de Latinoamérica con la de Macondo.

7. Capítulo 12 al Capítulo 20: En los últimos 9 capítulos, de la obra, Gabriel García

Márquez propone que la industrialización y la explotación del medio ambiente

genera cambios en la vida de las personas de comunidades campesinas. Muestra

cambios en el medio ambiente como deforestación, invasiones, explotación de los

recursos; y en las personas como ruptura de vínculos sentimentales, hedonismo,

despilfarro de dinero, vicios y excesos. Todo esto termina con la posterior debacle

y simbólica destrucción de Macondo.

El verbo estructural aquí es el de “proponer”. El autor propone que la industrialización

destruya la forma de vida y la cosmovisión del campesino caribeño. En términos

discursivos el autor critica la industrialización por destruir las cosmovisiones andinas del

desarrollo y su relación con el medio ambiente.

Antes obtener la idea central y las ideas parciales del relato es necesario también analizar

lo que se denomina como “sub-texto” donde se encuentra las metacomunicaciones. El

“sub-texto” está relacionado con: el estilo, las estrategias y formas de decir algo (nivel

manifiesto); las referencias y el contexto (nivel latente) y; las actitudes y modos de ver la

realidad (nivel inadvertido).

A base de esto se puede analizar el nivel manifiesto, nivel latente y el nivel inadvertido

de la obra Cien años de soledad:

8. Nivel manifiesto: La novela muestra de manera clara los rasgos principales de la

cultura campesina caribeña. Gabriel García Márquez retrató en esta novela

muchos de los acontecimientos personales que vivió durante su infancia en el

poblado de Aracataca, y por eso es que esta novela es un retrato de la cultura

88

misma del autor. En la obra se puede ver las costumbres que tienen las personas

de la comunidad de Macondo, su organización social y política, las relaciones

sentimentales que establecen. Y después, se puede ver como todas estas

costumbres, que en principio estaban organizadas por la relación que establecían

con la naturaleza para la subsistencia mutua, fueron cambiando debido a los

fenómenos políticos y económicos. Esto genera importantes cambios en la

comunidad y en las personas, lo que termina con la debacle y extinción del pueblo.

9. Nivel latente: Gabriel García Márquez, en la obra, muestra elementos sociales y

políticos característicos de las sociedades latinoamericanas. El autor retrata

guerras entre partidos de bandos contrarios enfrentados por el poder político del

estado, se muestra la figura de un líder social campesino que busca enfrentarse a

las injusticias y corrupción de los grupos que dominan el poder del estado y

muestra individuos o grupos que se levantan contra la explotación laboral. Esto

tiene una clara referencia a los movimientos revolucionarios de izquierda que eran

especialmente conformados por campesinos y tenían a un líder popular que se

enfrentaba al estado opresor. También se puede leer una crítica a la sociedad

industrial que cambió la forma de vida y la cosmovisión que tenían los pobladores

autóctonos de Latinoamérica. Esto tiene una fuerte referencia a lo que sucedía con

el mundo durante los años 60´s, cuando el autor escribió la obra, lo países

latinoamericanos estaban sometido a procesos de industrialización y explotación

de recursos natural que se gestionaban para entrar en la economía mundial dejando

de lado el desarrollo sostenible, característico de los pueblos nativos.

10. Nivel Inadvertido: Gabriel García Márquez crea una analogía de la realidad

social y política latinoamericana con la realidad del pueblo de Macondo. Al igual

que Macondo, nos muestra el humilde origen de esta comunidad que comienza

por una hermandad de vecinos que fundan un pueblo donde subsisten libres de

toda injerencia exterior y con una relación equilibrada con la naturaleza. Sin

embargo, con el paso del tiempo los cambios sociales y políticos generan que esto

se rompa. El autor muestra su pensamiento político donde se puede ver que la

lucha de los partidos políticos es una lucha por el poder y no por defender los

intereses de los ciudadanos, igualmente muestra como las revoluciones y

levantamientos sociales se difuminan y no llegan a tener una verdadera incidencia

en la sociedad. El autor critica la industrialización que es característica del

89

capitalismo, ya que esta destruye el medio ambiente y deforma las relaciones

interpersonales. Así Cien años de soledad puede ser vista como una analogía

compleja de varios procesos que vivió Latinoamérica, la conquista y colonización

europea, la neocolonización estadounidense, el sometimiento al orden mundial y

al capitalismo y las constantes luchas de proyectos revolucionarios de izquierda

por liberar a los oprimidos.

Una vez establecidos los ejes temáticos, a base de la relación entre la estructura narrativa

y conceptual del relato, y con ayuda del análisis del “sub-texto”, de los niveles manifiesto,

latente e inadvertido, se puede establecer el siguiente esquema de estructura del discurso

de Cien años de soledad:

Ilustración 2: Estructura discursiva de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar.

El análisis y el esquema de la síntesis de la estructura del discurso de la novela permite

determinar la idea central del autor. Gabriel García Márquez pretende mostrar los rasgos

principales de la cultura campesina caribeña y plasmar parte de su pensamiento social y

político en el discurso de la obra. Dentro de esto se puede decir que el autor genera una

crónica latinoamericana de la época del siglo XIX, que muestra las vicisitudes de los

pobladores de Latinoamérica. Inicialmente se muestra a una comunidad unida y que se

desarrolla respetuosa del medio ambiente, pero que con la injerencia exterior fue

cambiando y destruyéndose. Así el autor también critica la industrialización y el

Cien años de soledad

Verbos estructurales

Mostrar

Idea

Rasgos de la cultura

campesina caribeña.

Accción

Retratar

Sugerir

Idea

Levantamientos sociales contra la opresión del

estado.

Acción

Comparar

Proponer

Idea

La industralización cambia la forma

de vida del campesino.

Acción

Criticar

Sub-texto

Nivel manifiesto

Influencia del exterior en la

cultura campesina caribeña.

Nivel latente

Proyectos revolucionarios

populares.

Nivel Inadvertido

Crítica al capitalismo y

acercamiento al pensamiento político de izquierda.

90

capitalismo por cómo han afectado a las comunidades y al individuo; y plantea los

proyectos políticos de izquierda como una alternativa para contrarrestar esta realidad.

4.3.Nivel del contexto

4.3.1. Contexto reflejado en el discurso

El contexto reflejado en el discurso se refiere a situaciones específicas del relato, ya que

se analizará el nivel de interacción entre el discurso, el enunciador y los receptores. Todo

relato debe ser analizado en relación a su situación de enunciación, por ende, “el contexto

es lo que llena de significación al discurso: si se ha generado éste, responde a la situación

de su generación y por lo tanto a las particularidades de esta misma situación.” (Van Dijk

& Mendizábal, 1999, pág. 141). Por lo tanto, cuando a través del discurso del enunciador

se produce un intercambio simbólico con el receptor se puede hablar de un contexto

reflejado en el discurso.

En relación a esto se puede analizar el contexto reflejado en el discurso de Cien años de

soledad, concentrándose en dos aspectos principales: Los rasgos de la cultura campesina

caribeña que se presentan en la obra y las analogías de Macondo con la realidad social y

política latinoamericana que están presentes en la discursividad de la obra.

Gabriel García Márquez retrata en el discurso interno de la novela rasgos principales de

la cultura campesina caribeña. El autor nació y vivió su infancia en el poblado de

Aracataca, un poblado de la costa caribeña colombiana, lo que hizo que guardara

memorias de acontecimientos y personajes que luego serían la inspiración de este libro.

En palabras del propio autor: “Mi recuerdo más vivo y constante no es el de las personas,

sino el de la casa misma de Aracataca donde vivía con mis abuelos. Es un, sueño

recurrente que todavía persiste.” (García Márquez & Mendoza, 1982, pág. 28). Este libro

retrata las vivencias de García Márquez, pero también de sus abuelos y sus padres, lo que

hace que esta novela sea una herencia de la cultura campesina caribeña de tres

generaciones.

En Cien años de soledad, García Márquez muestra la cultura campesina caribeña en

varios acontecimientos que cuenta y también retrata un sin número de costumbres y

hábitos de la cultura campesina caribeña. Dentro de las relaciones interpersonales se

puede destacar: la organización social y política, las relaciones incestuosas, el rol de los

hombres como sustento del hogar, el rol de las mujeres cuidando la casa y a los niños,

91

relaciones sentimentales polígamas con amantes y concubinas, vínculos familiares

fuertes, el imaginario de honor, entre otros. Un ejemplo de la organización social y

política de la cultura campesina caribeña es cuando surge la figura de José Arcadio

Buendía como un patriarca que manda sobre el pueblo:

José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea,

había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río

y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que

ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos años, Macondo fue

una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por

sus 300 habitantes. Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años

y donde nadie había muerto (García Márquez, 1967, pág. 17).

Dentro de las costumbres se puede destacar: el trabajo de la tierra y la crianza de animales

para la alimentación y también para realizar negocios, el tipo ambiente que se genera, la

religiosidad presente, la cultura popular de fiestas, los elementos mágicos que se

presentan en la vida cotidiana dentro del campo, entre otros. Un ejemplo de las

costumbres de los pueblos campesinos es cuando Aureliano Segundo se dedica a aprender

a tocar el acordeón, instrumento característico del caribe colombiano:

Pasaba las tardes en el patio, aprendiendo a tocar de oídas el acordeón, contra las protestas

de Úrsula que en aquel tiempo había prohibido la música en la casa a causa de los lutos,

y que además menospreciaba el acordeón como un instrumento propio de los vagabundos

herederos de Francisco el Hombre. Sin embargo, Aureliano Segundo llegó a ser un

virtuoso del acordeón y siguió siéndolo después de que se casó y tuvo hijos y fue uno de

los hombres más respetados de Macondo (García Márquez, 1967, pág. 193).

Dentro de los aspectos externos que influencian la vida del campesino del Caribe se puede

destacar: la migración, la relación entre diferentes etnias y culturas, la injerencia de

enviados del poder político y del poder religioso, la influencia de la industrialización en

el campo, entre otros. Un ejemplo de la influencia de la industrialización en la vida del

campesino caribeña se muestra en la lucha contra la explotación de los trabajadores de la

bananera por parte de José Arcadio Segundo:

El nuevo Aureliano había cumplido un año cuando la tensión pública estalló sin ningún

anuncio. José Arcadio Segundo y otros dirigentes sindicales que habían permanecido

hasta entonces en la clandestinidad, aparecieron intempestivamente un fin de semana y

promovieron manifestaciones en los pueblos de la zona bananera. La policía se conformó

92

con vigilar el orden. Pero en la noche del lunes los dirigentes fueron sacados de sus casas

y mandados, con grillos de cinco kilos en los pies, a la cárcel de la capital provincial.

Entre ellos se llevaron a José Arcadio Segundo (García Márquez, 1967, pág. 297).

Como se puede ver en la obra, hay varios rasgos de la cultura campesina caribeña del

autor. Sobre esto, menciona Mario Vargas Llosa que Cien años de soledad revela sobre

el autor que su “memoria tiende a retener los hechos pintorescos de la realidad. Las

anécdotas de la ‘pildorita azul’ y de la ‘letrina portátil’ no atenúan las implicaciones

morales y políticas del drama social a que aluden, aunque seguramente hay en ellas

exageración.” (Vargas Llosa, 1971, pág. 13). Se puede decir que, en el discurso interno

de la obra, el autor retrata, lo más intimidante posible, la realidad de la cultura campesina

de su pueblo natal de Aracataca. Estos elementos hacen que se genere una interacción

simbólica por parte del lector, generando un imaginario sobre la cultura campesina

caribeña e inclusive sobre las culturas latinoamericanas.

En el discurso externo de Cien años de soledad, Gabriel García Márquez crea una

analogía de Macondo con la realidad latinoamericana. El autor tuvo siempre un

pensamiento político de izquierda, desde la universidad, cuando militó en facciones

socialistas hasta cuando lanzó una revista política (1971) y mantuvo un constante apoyo

a la Revolución cubana, además de una buena relación con su líder, Fidel Castro. Esto

hizo que siempre en sus obras toque temas políticos como el poder, las revoluciones, etc.,

y también muestre actores políticos como dictadores, presidentes, líderes revolucionarios,

etc. Al ser preguntado si la historia de los Buendía podía ser una versión de la historia de

América Latina, el autor respondió: “Sí, lo creo. La historia de América Latina es también

una suma de esfuerzos desmesurados e inútiles y de dramas condenados de antemano al

olvido; La peste del olvido existe también entre nosotros.” (García Márquez & Mendoza,

1982, pág. 69).

En la novela se muestran muchos escenarios y actores políticos que tienen incidencia en

Macondo y en la sociedad en general. Algunos temas que el autor expone son: la guerra

civil que vivió Colombia durante el siglo XIX entre el partido liberal y el partido

conservador, los levantamientos revolucionarios campesinos de los que el coronel

Aureliano Buendía formaría parte, los levantamientos sindicales de los trabajadores de

las bananeras del caribe de los que José Arcadio Segundo formaría parte, entre otros.

También se muestra acontecimientos sociales que retratan como la injerencia de la

93

industrialización en la forma de vida del campesino y en el posterior declive y fin de

Macondo.

Todos estos elementos sociales, políticos, o de la identidad política han sido analizados

para establecer discurso de la obra como una analogía de la realidad Latinoamérica. Como

fue el caso del sociólogo ecuatoriano, Agustín Cueva, quien en su análisis sociológico de

la obra (1972) explica que “Cien Años· de Soledad resulta inexplicable si no se tiene

como marco de referencia la heterogeneidad estructural de América latina, reproducida

en múltiples planos de esta narración de García Márquez.” (Cueva, 1972, pág. 151). De

esta manera muchos investigadores han tomado a la obra como un discurso social que

tienen implicaciones en los lectores cuando se realiza una lectura analítica y profunda que

permite considerar a la obra como una crítica social y una analogía de la realidad

latinoamericana.

También existen estudios que relacionan la obra con la “identidad latinoamericana”,

entendida como un conglomerado de costumbres y paradigmas comportamentales que

poseemos en común los latinoamericanos. Sobre la relación de la obra con la “identidad

latinoamericana” se puede mencionar el proyecto de investigación de Fernando Alonso

Pérez-Chao de la Universidad Pontificia Comillas Madrid (2017) donde menciona que:

Otro de los principales elementos que se puede extraer de Cien años de soledad sobre la

identidad latinoamericana sería la narración del sentimiento de rechazo hacia el

colonialismo económico que ha sufrido la región. A través del realismo mágico, el autor

puede permitirse retar o cuestionarse la autenticidad de la realidad objetiva y, al mismo

tiempo, expresar el sentimiento de protesta hacia el inagotable proceso de colonización

que ha sufrido la región (Pérez-Chao, 2017, pág. 15).

Sería imposible analizar la recepción total que ha tenido la obra y lo que ha generado en

los lectores, pero lo que se puede decir, es que, esta obra muestra más de lo que está, a

primera vista, en su discurso. El análisis de la obra ha mostrado como las obras literarias

pueden llevar un discurso social y político que busca generar pensamientos críticos en los

lectores para que se internalice una acción de concientización sobre la realidad

latinoamericana.

94

4.3.2. Discurso reflejado en el contexto

El discurso reflejado está relacionado con la categoría del “frame” o “marco”, a través de

este “se cataloga y se vive la experiencia cotidiana del actor social, o si se quiere son las

instrucciones para dar sentido a los acontecimientos.” (Van Dijk & Mendizábal, 1999,

pág. 141). A través de este “marco” se puede catalogar y vivir la experiencia cotidiana

del actor social. A base de esto se puede decir que el “marco” que utiliza Gabriel García

Márquez, en su obra Cien años de soledad, es la literatura. A través de este “marco” o

“frame” genera un discurso social y político.

Como se ha planteado previamente, en base a la Teoría literaria (1977) de Raymond

Willians, la literatura es una práctica social en la cual el escritor puede generar un discurso

social y político. Gabriel García Márquez utiliza la literatura de esta forma, en Cien años

de soledad y en muchas de sus otras obras. El escritor colombiano siempre estuvo ligado

al ámbito político de la región, por lo cual en muchas de sus obras se destacan elementos

y actores del sistema político que pueden compararse con la realidad latinoamericana.

Además de elementos de la cultura caribeña que están presentes en la mayoría de sus

obras.

El autor siempre utilizó la literatura como ese “marco” para mostrar sus pensamientos

sobre la sociedad y sobre sí mismo, desde recuerdos de su infancia hasta críticas a los

procesos del capitalismo, todo esto se puede encontrar en Cien años de soledad.

Precisamente la literatura es el instrumento de Gabriel García Márquez para retratar como

es el mundo, pero también como podría ser, y sobre esto su estilo literario, encasillado

dentro del realismo mágico, es muy importante, ya que determina la forma en que chocan

dos formas de racionalidad, la que está acostumbrada a los avances de la ciencia y la que

mira en objetos científicos magia. García Márquez utiliza su estilo literario, en Cien años

de soledad, como un instrumento dinámico para crear esa gran analogía de la realidad

latinoamericana en su obra.

El autor pudo haber preferido utilizar cualquier otro método para mostrar los problemas

que ha sufrido Latinoamérica: ensayos, reportajes, investigación científica, etc. Pero la

verdad es que la literatura es un instrumento más profundo que llega a niveles de

sensibilidad superiores de las personas, ya que tiene un contacto emocional mayor con el

lector. Cuando se lee la historia de los personajes se puede vivir y sentir lo que ellos

sienten y eso ayuda a que el autor transmita un discurso hacia sus lectores. La literatura

95

puede ser un arte social que está inscrita de discursos sociales y políticos mediante los

cuales el autor busca generar ideas que después se conviertan en acciones por parte de los

lectores. Esta es la principal razón por la cual Gabriel García Márquez utiliza la literatura

como “marco” de su discurso social y político.

4.3.3. Estilo en relación a otros contextos

Iván Rodrigo Mendizábal (1999) plantea que para analizar el contexto reflejado en el

discurso y el discurso reflejado en el contexto es necesario relacionar los resultados con

las estrategias u estilos del enunciador en otros contextos. Dado la amplitud de la obra de

Gabriel García Márquez se va a relacionar, de forma general y concentrándose en ciertos

contextos y enunciados, las obras principales que tengan relación con los rasgos de la

cultura campesina caribeña, y con el discurso social y político presentes en Cien años de

soledad.

García Márquez mencionó por primera vez a Macondo en su primera novela, La

hojarasca (1955). En esta obra aparece uno de los personajes principales de Cien años de

soledad el coronel Aureliano Buendía, quien intenta enterrar en el pueblo de Macondo a

un amigo suyo, un viejo doctor que se negó a ayudar a unos soldados que combatieron en

la guerra civil. En esta obra el estilo literario posee características del realismo mágico,

como la mirada a través de varias perspectivas y una historia cíclica. Al igual que en su

segunda obra El coronel no tiene quien le escriba (1961). En esta obra que transcurre en

un pueblo cercano a Macondo se muestra a un viejo coronel que combatió en la revolución

de los liberales y que vive pidiendo su pensión al gobierno.

Posterior a la publicación de estos libros, el autor publicaría el libro de cuentos, Los

funerales de la Mamá Grande (1962), en esta obra muestra una serie de vicisitudes de

diferentes personajes que viven en Macondo. Todos estos cuentos también poseen

características del realismo mágico. Después el autor publicaría La mala hora (1961). En

esta obra se relata los acontecimientos posteriores a la guerra civil entre conservadores y

liberales, y el ambiente tenso que generó la victoria de los conservadores.

En las cuatro publicaciones previas a Cien años de soledad (1967), se hace referencia al

pueblo Macondo y el autor utiliza su característico estilo literario, relacionado al realismo

mágico. En estos cuatro libros se destaca los elementos de la cultura campesina caribeña

y los elementos y actores del sistema político que después se verán también en Cien años

96

de soledad. Esto demuestra cómo el autor utilizaba su obra literaria para mostrar los

principales rasgos de la cultura campesina caribeña y también plasmar varios

pensamientos políticos de su ideología.

Una vez analizado todo el nivel del contexto, tanto el contexto reflejado en el discurso, el

discurso en el contexto y el estilo en relación a otros contextos, se puede resumir el

contexto de Cien años de soledad en el siguiente esquema:

Ilustración 3: Estructura contextual de Cien años de Soledad. Autor: Richard Salazar.

4.4.Nivel ideológico

El nivel ideológico se refiere a “una teoría de la ideología, en cuanto esta desarrollaría el

análisis de las formas de representación subjetiva que adquieren los actores, según las

condiciones propias a estos procesos.” (Viscardi en Van Dijk & Mendizábal, 1999, pág.

143). En este caso no se analizará la “ideología del discurso”, en el nivel ideológico se

analizará diferentes aspectos como las condiciones sociohistóricas de producción de la

obra, la vertiente ideológica del autor y la eficacia del discurso ideológico del autor en

los lectores, entre otros aspectos.

Cien años de soledad

Contexto en el discurso

Discurso interno

Retrato de la cultura campesina

caribeña.

Discurso externo

Analogía de Macondo con la

realidady la identidad

latinoamericana.

Discurso en el contexto

Literatura

La literatura como arte social en la

que se puede generar discursos

sociales y políticos.

Estilo en relación a otros contextos

Elementos de la cultura campesina

caribeña y pensamiento político

del autor.

La hojarasca (1955)

El coronel no tiene quien le escriba (1961)

Los funerales de la Mamá Grande (1962)

La mala hora (1962)

97

En relación con las condiciones sociohistóricas se sabe que Gabriel García Márquez

escribió Cien años de soledad en la Ciudad de México durante los años de 1965 – 1966.

Durante esta época el autor ya había publicado cuatro obras que tenían relación con el

pueblo de Macondo y ya se encontraba adentrado en el círculo de las letras

hispanoamericanas. A pesar de que mientras el autor escribía su obra cumbre transitaba

un periodo de problemas económicos, se dio la forma para concretar esta obra que la había

pensado desde hace muchos años atrás. Con respecto a esto es importante el boom

latinoamericano, este fenómeno literario que se dio, principalmente, durante los años

1960 -1970 tuvo mucha importancia en el desarrollo de la literatura latinoamericana y en

el rol social y político que tendrían los escritores de este grupo.

En Latinoamérica durante la década de los 60´s existían un clima de conflicto debido a la

creciente Guerra fría entre las dos mayores potencias mundiales que dividieron al planeta

en dos ideologías políticas, el capitalismo comandado por los Estados Unidos y el

socialismo comando por la URSS. Esto generó que surjan importantes movimientos,

partidos y actores sociales en la región, como fue el caso de los escritores miembros del

boom latinoamericano. Estos escritores se mostraron en contraposición a las dictaduras

militares que surgieron en los países latinoamericanos, que contaban con apoyo de los

Estados Unidos, y se mostraron favorables a los ideales del socialismo soviético, que se

manifestó, de mayor manera, en la Revolución cubana (1959) liderada por Fidel Castro.

Gabriel García Márquez fue uno de los principales personajes del boom latinoamericano

y un amigo personal de Fidel Castro. Dentro de su ideología siempre tuvo un pensamiento

político de izquierda lo que hizo que concuerde y apoye la Revolución Cubana, junto a

otros escritores del boom. Esto hizo que constantemente esté presente en congresos de

literatura que organizaba el régimen cubano, donde se discutía entre otras cosas el apoyo

de la literatura y de los escritores a la revolución.

En Cien años de soledad, no se muestra con exactitud acontecimientos históricos

precisos, más bien se hace referencia a eventos sociales y políticos ocurridos en Colombia

durante finales del siglo XIX. Estos acontecimientos se remiten a la Guerra de los mil

días (1899-1902) que se dio en Colombia, y donde el partido liberal radical buscaba

recuperar el poder del gobierno que se encontraba en manos del partido conservador.

Dentro de la narración también se hace referencia a personajes que participaron en esta

guerra. La obra es una remembranza de la niñez del autor y las anécdotas de sus abuelos

y sus padres.

98

El escritor colombiano retrato elementos del contexto político, que vivió mientras escribía

la obra, revoluciones, movimientos sociales, líderes sociales, etc. El contexto que se

muestra en la novela no es el de la actualidad cuando el autor escribió la obra, pero Gabriel

García Márquez genera una analogía de la realidad latinoamericana en su libro. Dentro

de esto es importante destacar la importancia del boom latinoamericano, ya que muchos

escritores miembros de este grupo relataron en sus obras la realidad de sus países, con

diferentes estilos, pero mostrando siempre las problemáticas sociales y políticas que allí

existían.

La vertiente ideológica de izquierda del autor se puede leer en el discurso de Cien años

de soledad. Gabriel García Márquez muestra como la industrialización y el capitalismo

deforman la forma de vida de los pueblos campesinos y muestra las luchas y revoluciones

sociales que se gestan para terminar con muchos de los improperios característicos del

capitalismo como la deforestación, la explotación indiscriminada de recursos naturales,

la explotación laboral, etc. El “Gabo” siempre tuvo un pensamiento político de izquierda

que se manifestó a lo largo de toda su carrera y vida, pero también mantuvo una postura

crítica sobre ciertos planteamientos de izquierda que no eran de su agrado. En su obra no

solo se puede leer una acogida al pensamiento de izquierda, sino también una crítica a

este. Esto debido a que no maneja un marxismo ortodoxo, sino que muestra su propia

ideología de izquierda que converge con algunos postulados, pero disiente de otros.

La eficacia de esta ideología en el discurso dependerá del análisis que realice el lector de

la obra. Esto depende del contexto en el que se ha formado el lector, de su capacidad de

análisis y de su interés dentro de la obra, ya que una obra literaria puede generar una serie

de análisis. Han existido muchos estudios literarios, sociológicos, filosóficos, etc., que se

han realizado sobre la obra y han demostrado como Cien años de soledad, puede ser

considera una muestra de la cultura campesina caribeña y una analogía de la realidad

latinoamericana donde Gabriel García Márquez plasma parte de su ideología.

Otro aspecto que se puede analizar dentro del nivel ideológico es como el discurso remite

a otros discursos. Esto se puede evidenciar en Cien años de soledad, principalmente,

cuando se analiza la trama del libro como una construcción simbólica de la historia

latinoamericana. En un principio existe una sociedad conformada por campesinos y

personas de diferentes etnias que conviven en tranquilidad y buena relación con el medio

ambiente, a pesar de sus diferencias personales. Sin embargo, se produce un

quebrantamiento fuerte con la llegada de personas de otras culturas que alteran la forma

99

de vida que se tenía. Todo esto se da dentro del contexto de una guerra civil entre partidos

de diferentes tendencias políticas enfrentados por el poder. Al final, la industrialización

y el capitalismo terminan por deteriorar completamente a la sociedad y se genera su

simbólico final.

Una vez analizado todo el nivel ideológico de la obra Cien años de soledad, la estructura

ideológica de la obra se puede resumir en el siguiente esquema:

Ilustración 4: Estructura ideológica de Cien años de soledad. Autor: Richard Salazar

Finalmente, Iván Rodrigo Mendizábal (1999) plantea que el último aspecto para analizar

del nivel ideológico es la formación discursiva, sobre esto hay que destacar que esta

metodología se centra en el discurso como producción social. Por ende, un discurso

político es en sí una práctica, cuando pone de manifiesto la existencia de relaciones

sociales en constante conflicto por la lucha del poder. La puesta metodológica empleada

en esta investigación sugiere que todo discurso social y político tiene que constar de dos

aspectos: ¿Qué puede ser dicho? Y ¿Qué debe ser dicho?

En Cien años de soledad, la idea de lo que se puede decir gira en torno a mostrar los

rasgos de la cultura campesina caribeña que son de la herencia personal del autor y son

retratados en torno a las anécdotas personales de él y de sus familiares. En tanto lo que

debe ser dicho, gira alrededor de la idea de plasmar una analogía de la realidad

latinoamericana con lo que se muestra en la obra, el origen, los conflictos y el posterior

Cien años de

soledad

Condiciones de

producción del discurso

Discurso internoRecuerdos de su

infanciaCultura campesina

caribeña.

Discurso externoBoom

latinoamericano

Analogía de la realidad

latinoamericana.

Vertiente ideológica del autor

Ideología de izquierda.

Criticidad política.

Eficacia del discurso

Estudios sociológicos,

literarios, comunciacionales,

etc.

Análisis de la discursividad de la

obra

100

debacle y final de una sociedad. Gabriel García Márquez, en Cien años de soledad,

muestra una crónica de la historia latinoamericana, por ende, la obra tiene un discurso

social y político que se puede leer desde un análisis interpretativo. Esto aporta a los

estudios de discurso para considerar qué formas estéticas de comunicación puedan tener

un discurso crítico en su contenido.

101

CAPÍTULO V

5. CONSIDERACIONES FINALES

Una vez que se ha finalizado la investigación, con el Análisis del discurso social y político

de la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, se puede formular unas

ciertas consideraciones finales sobre el trabajo investigativo y las conclusiones que se

obtuvieron del mismo. Estas consideraciones pueden ser susceptibles de análisis y de

crítica en posteriores trabajaos académicos que toquen el tema de la incidencia del

discurso en la sociedad. Es por eso que las consideraciones que se planteen tendrán como

objetivo más que cerrar el debate, sobre el discurso social y político en obras literarias,

abrir este para que se continúe analizando la profundidad discursiva que existe en obras

literarias y cómo el escritor puede ser un actor político activo en la sociedad.

El marco teórico del presente estudio se construyó, principalmente, a base de dos teorías:

la Teoría cultural de Raymond Williams, que muestra como la cultura es un proceso

social total que le permite al individuo generar discursos que tienen incidencia en la

formación social del mundo; y, la Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas,

que muestra la forma cómo la comunicación se ha convertido en el principal elemento de

constitución de la realidad social. La interacción entre comunicación y cultura ayuda a

generar la interacción social, esta permite construir estructuras sociales que reproducen

formas de vivir de los sujetos en la sociedad.

Desde la interacción de estos campos, podemos entender cómo se producen sentidos en

la vida social. Los individuos utilizan la comunicación para generar discursos que pueden

estar presentes en producciones culturales y que forman parte de la construcción de la

trama de la vida social. Dentro de esto la literatura cumple un papel fundamental al ser

una práctica cultural que puede generar acción social en los individuos de una comunidad.

Esta es la principal premisa que se mantiene durante toda la investigación para analizar

el discurso social y político de Cien años de soledad. A base de esto se entiende que la

literatura puede ser un arte social, al ser parte del proceso social total que es la cultura y

utilizar la comunicación como herramienta de construcción de discursos sobre el mundo

y la realidad.

El discurso puede ser entendido desde diferentes visiones. Es por esto que se analizaron

cuatro principales visiones: la visión funcionalista que se enfoca en el uso y los efectos

102

que puede tener el lenguaje en sociedad, la visión estructuralista que se concentra en las

estructuras que conforman el lenguaje, la visión sistémica que analiza en el contexto en

el que se produce el lenguaje y la visión marxista que estudia en la utilización social y

política del lenguaje. Es precisamente en esta última visión en la que se ha concentrado

esta investigación. Desde los estudios de ACD desarrollados por Teun Van Dijk se puede

estudiar la utilización del discurso en el ámbito social y político de la sociedad, y esto es

consecuente con los objetivos de esta investigación.

El ADP político consiste en el estudio de las formas de reproducción o resistencia al poder

político dominante dentro de una sociedad. En este punto, es necesario entender que el

discurso político, no es solo lo que se emite por los actores o instituciones políticas, sino

que, se refiere a todo lo que se emite dentro de un contexto político y tiene una

determinada línea discursiva. Al tratar temas políticos, dentro del el ADP cabe una

porción de subjetividad de parte del investigador, debido a que en este tipo de estudios

siempre existe una orientación política a través de la que se va a direccionar la

investigación. En este caso esta orientación política que se ha manejado es el Marxismo.

La línea marxista ha sido utilizada en esta tesis desde la perspectiva de comunicación de

Habermas, explicada en la utilización de la comunicación para la dominación y resistencia

a los procesos de dominación a través de la acción social, hasta la perspectiva de cultura

de Williams, concentrada en la cultura como un proceso total del ser humano que tiene

incidencia en su desarrollo dentro de la sociedad. Esta línea se utiliza también por Teun

Van Dijk en los estudios de Análisis Crítico del Discurso que fueron en los que se basó

Iván Rodrigo Mendizábal para plantear la metodología del Análisis del discurso social y

político.

Inicialmente, antes de realizar el análisis de discurso, se investigó más sobre el autor de

la obra, Gabriel García Márquez. Entre los datos más relevantes que se pudieron rescatar

para el propósito de la investigación fueron, que, el autor se crio en el pueblo de

Aracataca, este pueblo del caribe colombiano fue donde encontró muchos de los rasgos

de la cultura campesina caribeña que están presentes en muchos de sus libros. Otro

aspecto importante es su pensamiento político que siempre estuvo dentro de la ideología

de izquierda. Esto se manifestaría de mejor manera después cuando apoyaría a la

Revolución cubana de 1959 y a su líder Fidel Castro, del que llegó incluso a ser amigo

personal. El rol político de García Márquez también se evidenciaría por su pertenencia al

boom latinoamericano. Este grupo de escritores, que también tuvo un fuerte compromiso

103

con la revolución cubana, se enfocó en tocar temáticas políticas y sociales en sus obras

para mostrar la realidad de los diferentes países latinoamericanos.

De Gabriel García Márquez también se puede resaltar su estilo literario, que es

relacionado con el movimiento del realismo mágico. El realismo mágico es un

movimiento pictórico y literario que plasma en la cotidianidad elementos maravillosos.

Sin embargo, el estilo del “Gabo” ha sido una suma de sus influencias literarias con sus

recuerdos de la cultura campesina caribeña, esto hace que existan elementos maravillosos

en su literatura. La herencia del caribe colombiano, su estilo literario y su pensamiento

político están plasmados en el discurso de Cien años de soledad, lo que hace que esta

obra se haya convertido en uno de los libros más importantes de la literatura

latinoamericana y mundial.

La metodología planteada por Iván Rodrigo Mendizábal permitió realizar el Análisis del

discurso social y político de Cien años de soledad en tres niveles. El primero, el nivel del

relato, donde se estableció la ubicación general del relato en la herencia de la cultura

campesina caribeña del autor y su pensamiento político de izquierda. También se generó

la estructura narrativa de la obra concentrada en el tipo de oraciones, el número de

párrafos, las ideas que se trataron y el resumen por capítulo. Esto permitió descubrir los

aspectos de la cultura campesina caribeña que destaca el autor como la organización

social, las relaciones personales, las costumbres, hábitos y tradiciones, entre otros. Y

también los elementos políticos de la obra como guerras civiles, líderes revolucionarios,

partidos políticos, etc.

Después, en el mismo nivel, se analizó la estructura conceptual de la obra donde se pudo

rescatar las enunciaciones, acciones y estilo de la obra. De esto se destaca como el autor

retrata elementos de la cultura campesina caribeña, compara la realidad latinoamericana

con la que se inscribe en su obra y critica la influencia de la industrialización y el

capitalismo en la vida del campesino. Esto es consecuente con la estructura del discurso

que se puede apreciar en el nivel manifiesto donde retrata la historia de una comunidad

campesina del caribe, en el nivel latente compara esta historia con la historia

latinoamericana y en el nivel inadvertido crítica la influencia de la industrialización y el

capitalismo en América Latina.

En el segundo nivel, el nivel del contexto, se estudió el contexto reflejado en el discurso.

Donde se analizó el discurso interno concentrado en el contexto personal del autor para

104

escribir la obra, así retrató muchas anécdotas personales y de sus familiares para mostrar

los rasgos de la cultura campesina caribeña. Mientras en el discurso externo, el autor

plasmó su pensamiento político de izquierda al crear una analogía de la realidad

latinoamericana con Macondo. También se estudió el discurso reflejado en el contexto

donde se determinó que el autor siempre utilizó la literatura como un arte social para

mostrar elementos de la naturaleza política de la sociedad. Y en el estilo en relación a

otros contextos se comparó este tipo de literatura social con otras obras del autor donde

también se hace referencia a Macondo, como son: La hojarasca (1955), El coronel no

tiene quien le escriba (1961). Los funerales de la Mamá Grande (1962) y La mala hora

(1961).

En el tercer y último nivel, el nivel ideológico, se estudió las condiciones de producción

del discurso, el discurso interno (rasgos de la cultura campesina caribeña) y el discurso

externo (analogía de la realidad latinoamericana). También se analizó la vertiente

ideológica de izquierda del autor presente en varios pasajes de la obra y la eficacia del

discurso se pudo evidenciar en varios estudios sociológicos, literarios, comunicacionales,

entre otros, de la obra. Al final se analizó la formación discursiva que permitió concluir

que el autor muestra tanto su herencia cultura campesina como su pensamiento político

de izquierda en Cien años de soledad.

Entonces, a base de todo el estudio realizado y al Análisis del discurso social y político

de Cien años de soledad, se puede decir que Gabriel García Márquez genera, en la

discursividad de la obra, una analogía de la realidad latinoamericana con Macondo,

concentrada en mostrar una sociedad campesina conformada por personas que viven en

buena comunidad y con una buena relación con la naturaleza hasta que su forma de vida

es transformada por la influencia de los extranjeros que llegan y por los procesos políticos,

económicos y sociales que terminan alterando su forma de vida. El “Gabo” utiliza su

estilo literario “mágico” para mostrar lo maravilloso presente en la naturaleza del campo

en contraposición a los avances tecnológicos de la industrialización. Finalmente muestra

como el poder en el ser humano, puede constituirse por el autogobierno de las

comunidades campesinas o ejercerse por el dominio político de un grupo elitista de la

sociedad. Esta lectura, entre otras que se pueden realizar, de Cien años de soledad,

permite que la obra pueda ser vista como una crónica de la historia latinoamericana que

como en el libro se vuelve a repetir, ya que quizás somos, como los Buendía, una estirpe

condenada a cien años de soledad.

105

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