Varices esofágicas

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VARICES ESOFÁGICAS

Heidy HernándezSara García Maider MarínElizabeth PulgarinKatherin VélezEvelyn Villa

DEFINICIÓN

Las varices esofágicas son venas anormalmente inflamadas o dilatadas en la submucosa del esófago, se producen normalmente en pacientes con hipertensión. El problema de éstas se presenta cuando provocan sangrado digestivo, el sangrado suele ser masivo y cuando ocurre es potencialmente mortal.

EPIDEMIOLOGÍA Aparición en los últimos centímetros distales del

esófago. Aproximadamente el 50% de los pacientes con

cirrosis presentan várices gastro-esofágicas Las várices gástricas están presentes del 5 al

33% de los pacientes con hipertensión portal. Cada año, aproximadamente del 4 al 30% de los

pacientes con várices pequeñas presentará várices grandes y por lo tanto estará en riesgo de sangrar.

CLASIFICACIÓN

Se basan en el calibre o tamaño de las mismas. Distinguen 4 grados:

Grado I: mínima protrusión de la pared esofágica o teleangiectasias e hipervascularización capilar.

Grado II: presencia de nódulos o cordones moderadamente protruyentes que ocupan como máximo 1/4 de la luz esofágica.

Grado III: protrusión de varices que invaden hasta la mitad de la luz esofágica.

Grado IV: varices tan gruesas que ocupan más de la mitad de la luz esofágica. La presencia de varices esofágicas representa un grave riesgo de hemorragias en la parte superior del tubo digestivo que pueden poner en peligro la vida del enfermo.

CAUSAS

La cicatrización (cirrosis) del hígado es la causa más común de várices esofágicas. Esta cicatrización reduce el flujo de sangre a través del hígado. Como resultado, hay más flujo de sangre a través de las venas del esófago y se ensanchen hacia afuera.

Cicatrización hepática grave: Un número de enfermedades del hígado puede resultar en cirrosis, como la infección por hepatitis, enfermedad hepática alcohólica y un trastorno del conducto biliar llamada cirrosis biliar primaria.

Coágulo de sangre (trombosis): Un coágulo de sangre en la vena portal o en una vena que se alimenta en la vena portal llamado la vena esplénica puede causar varices esofágicas.

Infección parasitaria: La esquistosomiasis es una infección parasitaria encuentra en partes de África, América del Sur, el Caribe, Oriente Medio y Asia Sur-Oriental. El parásito puede dañar el hígado, así como los pulmones, el intestino y la vejiga.

Síndrome que hace que la sangre se acumule en el hígado: El síndrome de Budd-Chiari es una enfermedad rara que causa coágulos de sangre que pueden bloquear las venas que llevan la sangre fuera de su hígado.

FACTORES DE RIESGO Aunque muchas personas con enfermedad

hepática avanzada desarrollan varices esofágicas, la mayoría no va a experimentar sangrado. Las várices son más propensas a sangrar si se tiene:

Alta presión de la vena portal. El riesgo de sangrado aumenta con la cantidad de presión en la vena portal.

Varices grandes. Cuanto mayores sean las varices, más probabilidades hay de que sangrar.

Las marcas rojas en las varices. Cuando se ve a través de una endoscopia - un tubo iluminado que se pasa por la garganta – que algunas de las varices muestran franjas largas de color rojo o manchas rojas. Estas marcas indican un alto riesgo de sangrado.

Cirrosis grave o insuficiencia hepática. Muy a menudo, cuanto más grave sea la enfermedad del hígado, las varices son más propensas a sangrar.

Beber alcohol de forma continuada. Si tu enfermedad hepática está relacionada con el alcohol, el riesgo de hemorragia por varices es mucho mayor si continúas bebiendo o si no.

SIGNOS Y SÍNTOMAS Es posible que las personas con várices

esofágicas no presenten ningún síntoma. Si hay sólo una pequeña cantidad de

sangrado, el único síntoma puede ser vetas oscuras o negras en las heces.

Si se presentan grandes cantidades de sangrado, los síntomas pueden abarcar:

Vómito o tos con sangre Heces fecales enrojecidas,

alquitranadas, o muy oscuras y con mal olor.

Baja presión arterial Mareos Latido cardiaco rápido Anemia crónica en caso de pequeños

sangrados.

POSIBLES COMPLICACIONES

Encefalopatía (algunas veces llamada encefalopatía hepática)

Estenosis esofágica después de la cirugía o terapia endoscópica

Shock hipovolémico Infección (neumonía, infección del

torrente sanguíneo, peritonitis) Retorno de la hemorragia después del

tratamiento

PRUEBAS Y EXÁMENES

Los exámenes para determinar de dónde procede el sangrado y detectar el sangrado activo abarcan:

Esofagogastroduodenoscopia (EGD, el uso de una cámara en una sonda flexible para examinar las vías digestivas altas)

Sonda a través de la nariz hasta el estómago (sonda nasogástrica) para buscar signos de sangrado

Algunos médicos recomiendan la EGD para pacientes que recibieron recientemente el diagnóstico de cirrosis de leve a moderada. Este examen detecta várices esofágicas y las trata antes de que haya sangrado.

Las pruebas pueden incluir:

Examen de sangre: conteo sanguíneo completo, exámenes para determinar la función hepática y renal y exámenes de coagulación

Endoscopia: un tubo pequeño y flexible adherido a una luz y una cámara se introduce por la boca y se dirige hacia el esófago y estómago para observar el origen de cualquier sangrado y vaso inflamado

Ultrasonido : modalidad útil de estudio por imágenes para analizar el flujo de sangre en el sistema portal

TRATAMIENTO

Varios tratamientos pueden ayudar a disminuir el riesgo de ruptura de los vasos o para detener el sangrado si éste comienza. Las opciones de tratamiento incluyen:

Ligadura endoscópica con banda

Esta técnica implica la colocación de bandas en anillo o elásticas en las varices, con lo cual se provoca el estrangulamiento de las venas. La ligadura varicosa endoscópica requiere el uso de un sobre tubo de plástico para facilitar la intubación esofágica repetida, porque el endoscopio debe retirarse para recargarlo con una nueva banda luego de cada ligadura.

Taponamiento con globo  

Este procedimiento implica el pasaje de un globo a través de la nariz para ayudar a comprimir las várices sangrantes.

Escleroterapia endoscópica

(ETE): se ha utilizado una variedad de técnicas para llevar a cabo la escleroterapia endoscópica con el objetivo de detener la hemorragia aguda y prevenir la recurrencia, a través de la obliteración de las várices por medio de inyecciones repetidas. Las inyecciones pueden ser dirigidas hacia las venas (inyección intravaricosa) o hacia la pared esofágica contigua a los canales varicosos

La escleroterapia endoscópica lleva asociada un variedad de complicaciones menores, como dolor torácico, disfagia transitoria, fiebre y pequeños derrames pleurales. Si bien se observan úlceras esofágicas en la mayoría de los pacientes, por lo general no son complicadas.

Derivación Porto sistémica Transyugular Intrahepática (TIPS)  

La TIPS (por sus siglas en inglés) involucra ensartar un catéter de una vena del cuello al hígado. Un stent, una tubo pequeño designado para mantener las venas abiertas, se ata al catéter y se inserta dentro del hígado para incrementar el torrente sanguíneo a través del portal venoso y para aliviar la presión sanguínea en las várices esofágicas.

Derivación Distal Renal (DSRS)  

Un procedimiento quirúrgico que conecta la vena principal en el bazo a la vena del riñón izquierdo. El procedimiento se realiza para reducir la presión sanguínea en los vasos inflamados y para limitar el sangrado.

Transección esofágica  

Este procedimiento está reservado para aquellos pacientes que no responden ni a los medicamentos ni al tratamiento endoscópico y que no se consideran buenos candidatos para el procedimiento de derivación.

Trasplante de hígado

El trasplante de hígado es la única forma para curar completamente las várices esofágicas.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

Vasopresina: La vasopresina es un potente vasoconstrictor, sobre todo en el territorio vascular asplácnico, por lo que ocasiona una notable reducción del flujo sanguíneo y de la presión portal, así como un descenso del flujo sanguíneo de las colaterales gastroesofágicas.

Glipresina: la glipresina (triglicilvasopresina) es un derivado sintético de la vasopresina con acción prolongada, lo que permite administrarla en inyecciones de 2 mg/4 h.

Octeotrida: la octeotrida es un análogo de la somatostatina de acción más prolongada con unos efectos similares a esta.

Somatostatina: la somatostatina tiene la propiedad de disminuir el flujo sanguíneo y la presión portal sin presentar los efectos adversos de la vasopresina. Provoca también un notable descenso del flujo sanguíneo de la vena ácigos.

PREVENCIÓN Para ayudar a reducir sus probabilidades de adquirir

várices esofágicas, tome las siguientes medidas: Busque tratamiento inmediato para le abuso de

alcohol a largo plazo. Los medicamentos como los betabloqueantes

(propanolol o nadolol) o el mononitrato de isosorbida podrían prevenir el sangrado recurrente.

Hable con su médico si usted está en riesgo de enfermedad hepática crónica, coágulos sanguíneos o si toma medicamentos que pudieran dañar el hígado.