Post on 21-Jan-2021
SITUACIÓN AGRARIA EN COLOMBIA
POR JORGE GÓMEZ PINZÓN
- Análisis histórico y prospectivo de la realidad agraria en Colombia. Un estudio realizado por el abogado y catedrático universitario Jorge Gómez
Pinzón.
La América aborigen Antes de ser hollado el continente americano por los europeos, lo habitaban cerca de cien millones de personas, en la Nueva Granada existía un millón cuatrocientos mil indígenas [1] , algunas tribus vivían en la etapa comunitaria y otras eran tributarias [2] . Las tribus más desarrolladas fueron los Aztecas, Incas, Mayas y Muíscas, que progresaron hasta el punto de encontrarse ad portas de la civilización, también existían otras atrasadas, que se encontraban en la etapa salvaje.
En la Costa Caribe, habitaban los Zenúes, Chimilas, Motilones, Tayronas y Guajiros; el centro del país, por Panches, Muíscas, Pijaos y Catíos; y el sur, por Paeces y Agustinianos. Entre ellas existió un exiguo mercado basado en el trueque de productos agrícolas, tejidos, utensilios rudimentarios y sal [3] .
Los Zenúes, Tayronas, Agustinianos y Muíscas [4] , cultivaron las tierras con técnicas avanzadas en comparación con otras tribus, los indios que las
integraban pagaban tributos a sus caciques. Estas utilizaron el sistema de terrazas y aplicaron riego artificial a sus cultivos, seleccionaron semillas y escogieron los terrenos para la siembra. Los Tayronas construyeron una plaza de mercado para intercambiar productos con otras tribus [5] , roturaban las tierras con troncos de madera, quemaban las malezas y sus cenizas las mezclaban con las tierras para mejorarlas mientras otros terrenos permanecían en barbecho por periodos largos hasta que quedaran nuevamente aptas para la siembra.
La sociedad muisca estaba conformada por grandes jefes federados, jefes territoriales, capitanes de aldea, guerreros, campesinos y sacerdotes, se diferenciaban por las vestimentas y por las insignias que portaban como símbolos de jerarquía [6] .
La producción indígena en lo fundamental buscaba satisfacer las necesidades comunitarias y utilizaron el trueque para cambiar sus excedentes agrícolas o artesanales con otras tribus, los cuales eran insignificantes. De ahí que no tuviera importancia económicamente; sin embargo, hallaron mantas de los muiscas en las tribus centroamericanas.
- El régimen colonial Con el descubrimiento de América, con las naciones invasoras apareció el dominio colonial en todo el continente, mediante él expoliaron las riquezas naturales y explotaron las comunidades nativas hasta extinguirlas casi en su totalidad.
Las conquistas territoriales trajeron un desarrollo desigual en lo económico, político y cultural, que dependía de su desarrollo particular de cada una de ellas, los países más avanzados, como Inglaterra y Francia, poblaron el norte de América y fundaron Estados Unidos, Canadá y el norte de México, mientras que los países atrasados como España y Portugal se ubicaron en el centro y sur de América, donde se encuentran hoy los países más pobres del continente.
Este colonialismo produjo, los siguientes efectos:
1) Ocupación territorial por parte de la metrópoli correspondiente.
2) Nombramiento de los gobiernos y autoridades con personal perteneciente a la potencia imperial.
3) Manejo directo del imperio en la colonia en lo económico, político y cultural.
4) Imposición coercitiva de fuerzas militares y policivas de la potencia colonial, salvo el caso de Portugal, pues el rey y sus súbditos se trasladaron a Brasil, debido a la invasión de las huestes de Napoleón Bonaparte.
La voluntad de la metrópoli se impuso por la fuerza, sin consideración a lo que pensaran sus vasallos, éste poder imperial, se asemejó al impuesto por el imperio Romano en sus colonias, como fue invasión territorial, dominación gubernamental, social y cultural y la imposición de la esclavitud a los pueblos avasallados.
La colonización española [7] implantó su propio modelo en sus colonias, dependió fundamentalmente en su propio desarrollo, pero con algunas diferencias. En el caso nuestro, se impusieron instituciones socio-económicas arcaicas que se reflejaron en
la encomienda, los resguardos, la mita y la esclavitud. Sin embargo, existen algunos autores que sostienen que tales instituciones pertenecían al capitalismo.
La esclavitud de los indígenas y los negros fue justificada por tratarse de la subyugación de seres inferiores e impíos, que tenían creencias diferentes a las del pensamiento europeo. Por ello, fueron considerados como cosas que no merecían un trato digno de los seres humanos.
Este tratamiento provocó la protesta de algunos clérigos, como el padre Fray Antonio de Montesinos [8] , en la Isla Española -hoy Santo Domingo-, que logro que el rey expidiera Las leyes de Burgos de 1546, que impedían maltratar y esclavizar a los nativos. No obstante, esta legislación fue efímera, pues, provocó el levantamiento generalizado de los encomenderos abanderado por Pizarro en el Perú (1548), lo cual condujo a que la corona española la revocara y restableciera nuevamente con carácter vitalicio y hereditario. Hacia 1540, el sacerdote Bartolomé de Las Casas, nuevamente alzó su voz contra esta institución, y elevó una nueva solicitud al rey para abolirla; sin embargo, los encomenderos por intermedio del Cardenal de Sevilla Fernando Valdés, confirieron poder al abogado Juan Gines de Sepúlveda, para que defendiera y justificara esta institución. La defensa la apoyó en pasajes bíblicos, y la tituló Demócrates Secundus, por ello fue llamado el Tito Livio español [9] . Se fundamento en que “las poblaciones aborígenes deben ser dominadas por la raza civilizada, a sangre y fuego si es necesario, puesto que lo perfecto debe dominar lo imperfecto”. Esta obra fue acogida con gran alborozo por la nobleza y algunos clérigos europeos, partidarios de la subyugación humana. Esta circunstancia, obligó al padre Las Casas a encaminarse a España para asumir personalmente la defensa. Su alegato lo denominó Brevísima Relación de Destrucción de las Indias, arguyó que entre 1519 y 1552 los españoles habían exterminado doce ó quince millones de indios y los había maltratado cruelmente. El rey Felipe II para desatar el conflicto, nombró una junta de personas notables, en aras de una justa decisión. Ello culminó con la expedición de La recopilación de las leyes de Indias, contenida en la real cédula El Pardo de 1591, que prohibió la subyugación de los aborígenes y entró a analizar las adjudicaciones de tierras hecha sin el cumplimiento de los requisitos de morada, residencia y explotación adecuada, por el término de cuatro años. Esto le permitió recuperar parte de las tierras y redistribuirlas nuevamente a los indios [10] .
Al desaparecer la esclavitud de los indígenas, prosiguió con más fuerza para los negros. La esclavitud de éstos se centró inicialmente en la minería, pero luego se fue extendiendo a la ganadería y la agricultura, particularmente a la producción de miel y panela [11] . La agricultura esclavista tuvo lugar entre las familias esclavistas de Chocó, Cauca, Antioquia, Cundinamarca y la Costa Caribe.
A partir de esta ley, la encomienda se extinguió y surgieron los repartimientos indígenas y con ellos aparecieron los terratenientes y los indios serviles. El nuevo avasallamiento fue menos cruel e inhumano que el anterior y su imposición obedeció a la necesidad de suministrar mano de obra indígena gratuita a los terratenientes [12] .
Es de suma importancia esclarecer que el servilismo hispano se diferenció del feudalismo clásico europeo, pero coincidieron en otros aspectos, como lo veremos a continuación:
1. Diferencias
- Los terratenientes americanos no tenían autoridad jurisdiccional sobre sus heredades y no acuñaban su propia moneda, como ocurrió en el feudalismo clásico. - Los nativos eran repartidos directamente a los terratenientes para trabajar en las diversas labores a cambio de enseñarles la fe cristiana y de suministrarles el alimento diario. En el feudalismo el siervo estaba integrado a la tierra. - Los terratenientes no tenían ejércitos en sus tierras, en cambio en los feudos europeos disponía cada uno de sus propias fuerzas militares. - Los nativos eran juzgados por las autoridades del Virreinato. En el feudalismo, el señor feudal era el juez de los siervos, en su feudo.
2. Semejanzas
- Los indios entregados a los terratenientes, su avasallamiento se fundamentaba en su prestación personal en labores de labranza, oficios domésticos o artesanales. Lo mismo ocurrió en el feudalismo con el campesino servil. - A los nativos serviles les enseñaban la fe cristiana, igualmente ocurrió con el servilismo europeo, lo que sirvió de fundamento ideológico para mantenerlos sometidos [13] . - El común denominador del servilismo de los indios y de los siervos europeos se centraba en las labores de labranza, domésticas y artesanales.
La servidumbre moderna aparece bajo diferentes ropajes, a saber:
- Con el coloniaje, mediante la trata de blancas, las agencias de intermediación laboral, la adopción de niños, etcétera.- La producción se efectúa con técnicas atrasadas.- El trabajo es realizado mediante la prestación personal del campesino y no existe división del trabajo. - Las cosechas recolectadas buscan satisfacer las necesidades locales (valor de uso) y los pequeños excedentes iban a un mercado para ser intercambiados (valor de cambio).- Los cultivos plantados en terrenos de los terratenientes se efectúan mediante la aparcería.- La vivienda y la parcela son usufructuadas por el campesino junto con su familia, para obtener la manutención diaria. Con respecto a la servidumbre, Marx dice que “la servidumbre y la esclavitud no constituyen una forma específica medieval-feudal, pues las encontramos en todos o casi todos los sitios en que los conquistadores obligan a los habitantes anteriores a ellos a que les cultiven las tierras” [14] .
Para ilustrar este tema, traigo a cuento el debate entre Paul M. Sweezy y Maurice Dobb. Para Sweezy “el feudalismo subsiste en aquellas sociedades donde predomina el valor de uso, cuando la producción es para satisfacer las necesidades de localidades específicas”; para Dobb [15] “el feudalismo, coincide con el concepto de servidumbre y le define como ”una obligación impuesta al productor por la fuerza e independientemente de su propia voluntad, de satisfacer ciertas exigencias económicas de un señor, exigencias que pueden adoptar la forma de servicios que han de prestarse o de rentas que han de pagarse en producción o en dinero (...) Esa fuerza coercitiva puede ser una fuerza militar, que posee el superior feudal, o una costumbre respaldada por algún tipo de procedimiento jurídico, o la fuerza del derecho. Esta descripción coincide en lo esencial con la figura en el volumen III de El Capital, en el capítulo relativo a la “Génesis de la Renta Capitalista de Suelo”. Este tipo de servidumbre feudal “contrasta con el capitalismo en el sentido de que bajo este último, y para empezar, el trabajador...ya no es un productor independiente, sino que está divorciado de sus medios de producción y de la posibilidad de proveer a su propia subsistencia, pero, en segundo lugar(...) su relación con el propietario de los medios de producción que emplea es puramente contractual (...) ante la ley tiene libertad para escoger a su amo o para cambiar de amos; y no está sometido a obligación alguna, aparte de la que impone el contrato de servicios de contribuir trabajo o pago a su amo”.
- La independencia Con motivo de nuestra independencia, en 1823, se expidió la ley de partos [16] , que dio libertad a las esclavas mayores de 18 años, siempre y cuando devolvieran a los terratenientes esclavistas los dineros invertidos por alimentación y educación. Fueron muy pocos las que lo lograron, ya que, no poseían dinero para comprar la libertad. Fue una jugada sucia y ruin que le hicieron los esclavistas al Libertador Simón Bolívar, que había anhelado abolirla en forma definitiva desde 1815.
Después de la independencia, se hizo nuevo reparto de tierras a los indios y por el endeudamiento económico a Inglaterra, debido a los empréstitos concedidos antes y después de la Campaña Libertadora, nos vimos sometidos a una dependencia comercial por varios decenios de años.
Esta dependencia trajo avances en el desarrollo de la actividad comercial y financiera pero, a su vez, produjo un freno a nuestras fuerzas productivas, ya que la industria artesanal se demoró en progresar, pues las clases pudientes importaban los bienes importados. Sin embargo, lo producido por los artesanos fue vendido o utilizado o usado por los pobladores de bajos recursos.
El Congreso de Angostura (1819) ordenó entregar bonos de deuda pública a todos los militares, como recompensa por haber logrado la independencia nacional. Los que serían pagados con tierras. Este reparto fue una verdadera democratización de la propiedad rural; sin embargo, algunos soldados en su afán de obtener dinero, vendieron los bonos a menor precio de lo fijado en ellos y fueron comprados por grandes terratenientes y comerciantes ricos, que terminaron recibiendo las tierras y acrecentaron su monopolio territorial.
En 1821 se expidió la ley 17, para favorecer los extranjeros que se establecieran en el país, se dispuso que quienes adquirieran tierras por valor de mil pesos o más, podía obtener el derecho de residencia en el término de dos años.
Otra ley, expedida en ese mismo año, ordenó repartir tierras a todos los indígenas, con la condición de que debían usufructuarlas durante diez años, salvo cuando cambiaran de
residencia. Pero en 1848 se promulgó otra, que prohibió venderlas. En 1850, otra disposición abolió definitivamente los resguardos indígenas y los indígenas podían disponer libremente de sus tierras, las que de inmediato fueron vendidas a terratenientes y comerciantes.
En 1850 se expidió la ley 30, con la que se acabaron los censos. Ello liberó a los terratenientes del pago de impuestos sobre las grandes extensiones de tierras [17] e impulso a seguir invirtiendo dineros en tierras libres de impuestos, con la secuela que se fortaleció la gran propiedad territorial.
- Revolución del Medio Siglo A partir de enero 1 de 1851 se abolió la esclavitud de los negros en todo el territorio nacional. La medida generó guerras intestinas entre terratenientes esclavistas y los defensores del liberalismo económico –artesanos y comerciantes-. Los esclavistas caucanos, pertenecientes a las familias Arboleda, Obando y Mosquera, y en Cundinamarca los hermanos Ospina Rodríguez, se llevaron a cientos de esclavos al Ecuador y allí los vendieron [18] . En 1861, el gobierno del Tomás Cipriano de Mosquera decretó la salida de la comunidad religiosa Jesuita y expropió a la Iglesia Católica cinco millones de hectáreas para subastarlas, con el fin de redistribuirlas entre la población en general; sin embargo, fueron compradas por los terratenientes y comerciantes, lo que reforzó el monopolio territorial. Las relaciones comerciales con Inglaterra, generaron un doble efecto en nuestra sociedad, a saber:
1. Negativos: a) La imposición de comprar las mercaderías inglesas, irrogó un estancamiento de las fuerzas productivas. b) Generó una lucha intestina entre artesanos y comerciantes, los primeros por imponer sus productos, y los segundos, por vender las mercancías inglesas.
c) El endeudamiento externo y sus intereses se acrecentaron, que permitió una mayor injerencia en la vida nacional en lo económico, político y cultural de parte de Inglaterra.
d) La industria textil artesanal tendió a desaparecer, pero logró subsistir, debido a que los artesanos siguieron confeccionado vestuarios para la población de bajos recursos. 2. Positivos: a) Se modernizó la administración pública, la banca y el comercio. b) Se mejoró la producción agrícola al importar aperos, rastrillos, azadones y machetes de acero inglés.
c) La penetración de las mercaderías inglesas en el mercado nacional, obligó a construir una red de vías terrestres y férreas para llevar las mercaderías a los diferentes municipios y ciudades.
d) Igualmente, en un comienzo, se unieron artesanos y comerciantes contra los terratenientes, para lograr la liberación de los esclavos, con el fin de que pudieran vender su fuerza de trabajo y así adquirieran capacidad económica para comprarles sus mercancías.
A esta forma de dominación se conoció con el nombre de semicolonialismo y se caracterizó por que la metrópoli inglesa tuvo, una injerencia soslayada en lo económico, político y cultural aunque aparentemente gozábamos formalmente de independencia política y administrativa ante la opinión nacional y el ámbito mundial.
Esta dominación no afectó para nada la situación del agro colombiano. Su estructura permaneció intacta y siguieron vigentes la gran propiedad territorial y el minifundio, como formas improductivas predominantes en el campo. Los latifundios pertenecían a unas pocas familias ricas y a la Iglesia Católica, ubicados en los valles y altiplanos en tierras de primera calidad, y casi todos inadecuadamente explotados, con ganaderías extensivas. En cambio, los minifundios pertenecían a campesinos pobres, sus heredades se encontraban ubicadas en las faldas montañosas en terrenos de mala calidad y por sus tamaños eran insuficientes para producir los recursos necesarios al sustento de las familias campesinas. Por lo general, se cultivaba papa, maíz, arveja, tomate, fríjol, café y algunas hortalizas en las regiones frías. - La colonización antioqueña
Entre los hechos de importancia en el agro colombiano se encuentra la colonización antioqueña. La segunda se inició a partir de 1876, tuvo su origen cuando dejamos de exportar la quina y cuando las exportaciones de tabaco se redujeron. Sus efectos fueron los siguientes:
- Sustituir la quina por otro producto agrícola de consumo mundial.
- Los dineros ahorrados por los comerciantes antioqueños, les obligaron a buscar otras tierras donde invertir sus dineros, de modo que produjeran más utilidades.
Los campesinos antioqueños emigraron a las tierras ubicadas al sur de Antioquia, zonas baldías, lo que hoy es Caldas, Quindío, Risaralda, norte del Tolima y la parte norte del Valle del Cauca. Sembraron cafetales a todo lo largo y ancho de la Cordillera Occidental.
Según Tirado Mejía, la colonización antioqueña [19] trajo los siguientes efectos:
1. Creación de la pequeña propiedad campesina, cuya extensión dependía de la cantidad de familia que se integrara a la colonización. Esta circunstancia trajo las siguientes secuelas:
a) No se formaron grandes latifundios ni grandes masas de campesinos asalariados y sin tierra, como ocurrió con la colonización anterior.
b) Se acentúo en las familias el rígido patriarcalismo antioqueño, en el que la mano de obra la suministraban los hijos, de allí que éstas fueran tan numerosas.
c) Se aumentó la capacidad económica familiar, cuyos beneficios fueron distribuidos entre todos.
2. Se integró la zona occidental del país, por el desmonte de las selvas existentes de por medio entre Antioquia y el Valle del Cauca.
3. Se construyeron vías de comunicación entre Antioquia y Valle del cauca.
4. Se creó una de las zonas más desarrolladas en el país.
- Exportaciones del café entre 1850 -1870
- Las exportaciones de café entre 1950 y 1927, cada año tomaron mayor fuerza, como se pueden observar en los datos del siguiente cuadro:
Años Toneladas Años Toneladas1850 313 1915 67.6961860 750 1920 86.6201870 2.118 1922 150.8691880 11.250 1924 132.9541900 21.625 1926 147.2551910 32.5000 1927 152.000
La nación participó en el mercado mundial con la venta del grano de café, cada quinquenio duplicó sus exportaciones hasta llegar en 1933 a vender el 14.57% del grano mundial consumido. Tal como, lo vemos en el siguiente cuadro:
Año % Año %1905 2.90 1910 3.35 1925 8.991915 5.19 1930 12.101920 7.61 1933 14.57
Fuente: Datos del libro de Tirado Mejía
- Sipnosis de las relaciones de trabajo en el campo
La forma predominante de las relaciones de producción durante la Colonia y la Independencia nacional fueron la esclavitud, la servidumbre, los pequeños propietarios independientes, la aparcería, el colonato y los terratenientes
Los esclavos no disponían de libertad, no podían abandonar sus lugares de trabajo, ni emprender cultivos sin autorización del amo. Debían reportar qué labores se encontraban realizando; se les prohibía vivir con las familias en las parcelas asignadas por el terrateniente y tenían que trabajar cinco días a la semana más los festivos. Las faltas disciplinarias eran castigados con veinticinco azotes, salvo a las mujeres embarazadas a quienes se les castigaba con un cepo [20] .
Mediante la aparcería, el terrateniente entregaba una determinada porción de tierra por el término máximo de dos años. El campesino tumbaba las malezas y sembraba maíz o plátano con la obligación de entregarla sembrada con pastos. Luego, el campesino se internaba en tierras incultas con el objeto de seguir su actividad de aparcero, para civilizar más tierras.
En el colonato, se desmontaban las malezas en las tierras baldías que no tenían dueño, al cabo de determinado tiempo, fijado por la ley, y mediante un proceso judicial, se solicitaba al juez competente de la zona respectiva que adjudicara dichas tierras. La sentencia proferida era registrada en la oficina de registro de propiedad. Con ello, el propietario adquiría el título.
La servidumbre era la relación predominante entre campesino y terrateniente en el agro colombiano. Se caracterizaba por la prestación personal de campesino al terrateniente. Al respecto, Kalmanovitz dice que “es claramente de naturaleza servil, sin embargo, el campesino o aparcero no es un vasallo en términos estrictos, y goza de una movilidad mayor que la del siervo de la gleba en el sistema feudal típico, a pesar de que dicha movilidad se ve restringida por los “avances” y las deudas aunados a la superestructura política local que las refuerza con cierta dificultad como lo nuestra la inestabilidad de las formas de organización de trabajo manifiestas en Guaduas, Ambalema, el Cauca, y la Costa Atlántica” [21] .
Estas relaciones corresponden a una sociedad feudal, como lo expone Kalmanovitz: “Tenemos entonces un sistema económico que cuenta con lo específico del feudalismo: la servidumbre, o sea, las rentas en trabajo, en especie o en dinero, combinadas con la aparcería. Pero aquí las relaciones de dependencia resultan más débil que en el feudalismo europeo o asiático, donde la atadura a la tierra es inconmovible porque la formación social se asienta sobre una economía de tipo natural y no existe la acumulación. Aquí la acumulación de rentas y ganancias comerciales es factible, aunque su magnitud sea relativamente pequeña por la baja productividad del trabajo y sufra interrupciones según los altibajos de la actividad exportadora. Aún así la circulación de mercancías es mucho mayor, lo mismo que la división social de trabajo y la movilidad de los hombres y las tierras. Existe aquí algo más: un campesinado propietario, la mayor parte de las veces de hecho pero también de derecho, como el de la colonización antioqueña. En consecuencia, no toda la población se encuentra sometida a los terratenientes, produciéndose luchas frontales cuando éstos intentan imponer su dominación sobre los demás sectores” [22] .
- Transformación del capitalismo en monopolios en el ámbito mundial
Para 1875 la situación mundial sufrió un cambio, los grandes capitales norteamericanos se transformaron en monopolios, lo que llevó a nuevas formas de dominación colonial.
Apareció el imperio más poderoso sobre la Tierra, que doblegó a los estados desarrollados y sojuzgó a las naciones más débiles. El nuevo imperio resultó ser más voraz y feroz de todo los existentes hasta ese momento, pues, a nombre de la libertad y el progreso mancilló a las naciones subdesarrolladas, expolió sus riquezas naturales y desmembró territorios como ocurrió con la “independencia” panameña de Colombia, en noviembre 3 de 1903. A partir de este hecho, comenzaron las inversiones capitalistas tanto en el campo como en las ciudades, a pesar de que la oligarquía criolla ya había intentado este proceso, en pequeña escala, después de la independencia.
A partir de la segunda década del siglo XX, los norteamericanos comenzaron a explotar los pozos petroleros ubicados en Barrancabermeja, Santander. Luego, en Santa Marta, Magdalena, se instauró un enclave agrícola bananero de sesenta mil hectáreas, de propiedad de la United Fruit Company. Los trabajadores, presentaron un pliego de peticiones en 1928, el mismo de diez años atrás, en el que exigían que se responsabilizara como empleadora, pues no contrataba directamente a los trabajadores sino por terceras personas, para eludir sus responsabilidades laborales. Además, pedían alza de salarios, mejores condiciones de salubridad y que no se les pagaran con vales para cambiar en el almacén de propiedad de la empresa. Ante su renuencia, cerca de 30.000 trabajadores, con el apoyo de las masas populares de la zona, decretaron la huelga, que culminó con la masacre de cientos de trabajadores, ordenada por el general Carlos Cortés Vargas. Había recibido órdenes del ministro de Guerra Ignacio Rengifo del gobierno conservador del presidente Miguel Abadía Méndez. El referido enclave terminó como consecuencia de esta masacre, y la United Fruit Company se convirtió en una empresa comercializadora de frutas que actualmente subsiste con el nombre de Frutera de Sevilla. Sin embargo, a partir de 1947, el gobierno nacional entregó a la United Fruit Company la zona bananera de Santa Marta para que siguiera explotando el banano. En 1950 le entregó a Frutera de Sevilla filial de la referida empresa norteamericana una zona en Urabá para que sembrara y explotara este producto agrícola.
- Ley 200 de 1936
Ante la crítica situación vivida en el campo, en 1934, el gobierno de Alfonso López Pumarejo, presentó un proyecto de ley al Congreso, de reforma agraria. El articulado fue modificado por la bancada conservadora y se profirió la ley 200 de 1936, que dispuso los siguientes puntos:
-La propiedad de la tierra se identificó con la categoría de explotación económica, diferenciando el concepto jurídico entre tierras baldías y tierras de propiedad privada.
- Convertir en dueños a quienes creyendo estar en tierras baldías lo explotaran por un lapso de cinco años, siempre y cuando el titular no lo explotara paralelamente.
- Revertir el dominio de las tierras cuando no fueran explotadas adecuadamente.
- Adjudicar de tierras a los campesinos para sembrar cultivos comerciales.
- Gravar con tarifas altas las tierras incultas, para incentivar a los grandes terratenientes a cultivarlas.
- Conceder créditos a los campesinos pobres para fomentar la agricultura.
- A los campesinos que cumplieran el término de diez años en aparcería se les adjudicarían las tierras utilizadas en esta forma de explotación agrícola.
- Instituyó la acción de lanzamiento de campesinos en tierras de propiedad privada.
- Los predios que tuvieran más de trescientos hectáreas indebidamente explotadas serían objeto de un proceso de expropiación por parte de Estado.
- Crear la jurisdicción agraria para resolver los conflictos sobre tierras, tales como deslindes y amojonamientos, sucesiones intestadas o testadas de fincas, extinción de dominio, pertenencias, etcétera.
Según Absalón Machado [23] las anteriores cláusulas indicaban la protección estatal del latifundio y el desconocimiento de los derechos del movimiento campesino.
Con esta ley se pretendía modernizar el campo, sin efectuar un reordenamiento territorial, con lo que fomentó el monopolio territorial, como se puede observar con su aplicación:
- Los campesinos que ocupaban parcelas con más de un año de posesión fueron lanzados de ellas.
- No se iniciaron procesos de extinción de dominio contra los terratenientes por la explotación indebida de sus tierras ni se efectuaron parcelaciones en los latifundios incultos.
La política agraria de la comentada ley era esencialmente reaccionaria, pues desconocía el mínimo de derechos reivindicatorios de los campesinos reconocidos en el Código Civil. Sin embargo, los sectores ultra derechistas y el clero en particular, calificaban a López Pumarejo de comunista y de bolchevique.
- Ley 100 de 1944
En 1944, en el segundo periodo del presidente López Pumarejo, se profirió la ley 100, con la cual se realizó una contrarreforma a la ley 200/36, en los siguientes términos:
- Prolongó a 20 años el plazo para adquirir la propiedad de los terrenos en aparcería, con esta jugada engañó a los campesinos próximos a cumplir el término de 10 años impuesto por la ley 200/36, esta medida favoreció los intereses de los terratenientes.
- Los terrenos dados en arrendamiento o en aparcería, no podían ser sembrados con cultivos permanentes, sino de corto plazo, como papa, tomate, cebolla, maíz, arveja, etcétera.
Durante el gobierno de Eduardo Santos, la intervención estatal fue decisiva en el desarrollo económico, pues el Estado se transformó en empresario al participar e impulsar un sinnúmero de negocios. Pasó de regulador a intervencionista, para conjurar la crisis causada por la Segunda Guerra Mundial. Buscaba fomentar el progreso económico de algunos sectores.
La intervención estatal se observa particularmente en el caso del café, lo que se expresó mediante un Convenio Internacional realizado por la Federación de Cafeteros (Fedecafé).
Irrogó en forma inmediata el alza del precio internacional del grano, sus utilidades se revirtieron en el desarrollo de la caficultora. En el siguiente cuadro veremos las inversiones estatales efectuadas en la caficultura:
Año % Año %1937 6.4 1942 41.71938 12.4 1943 29.71939 10.9 1944 8.91940 27.1 1945 4.61941 34.0 1946 8.9
Fuente: CEPAL. El desarrollo económico
de Colombia, anexo estadístico, cuadro No. 18.
De lo anterior se infiere que, de 1940 a 1943, las inversiones estatales del sector alcanzaron los porcentajes más altos, debido a que durante la Segunda Guerra Mundial, la demanda del grano se incrementó, lo que trajo más divisas para el país y mejoró la situación de los caficultores y de la economía general de la nación.
Sin embargo, al lado de esta bonanza cafetera se venía presentando confrontaciones armadas aisladas entre los liberales y conservadores, cuyo punto culminante fue el 9 de abril de 1948 con el asesinato del dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán, situación que afectó el campo colombiano y generó una crisis que duró más de diez años. - La crisis de los años cincuenta
La violencia ejercida de 1948 en adelante, condujo a la liquidación de la ganadería bovina y porcina en ciertos departamentos, la quema de cafetales y destrucción de cientos de viviendas, la muerte de trescientos mil colombianos y miles de desplazados a los municipios y ciudades por el enfrentamiento bipartidista entre conservadores y liberales, la persecución desatada por las bandas chulabitas dirigidas por los conservadores y clérigos de las diferentes localidades, permitió que estos expropiaran y se adueñaran de las mejores fincas de los campesinos liberales pobres y medios, con lo que aseguraba su dominio territorial, político e ideológico en los feudos locales. Las que permanecían custodiadas a diario y sólo ingresaban conservadores o personas conocidas de la región, esto se asemejó al dominio ejercido en los feudos europeos.
Esta crisis trajo los siguientes efectos en la vida nacional:
a) El enfrentamiento de los terratenientes contra los campesinos sin tierra y pobres por apropiarse de sus parcelas, lucha que se tornó en un enfrentamiento de clases.
b) Los centros urbanos crecieron desmesuradamente por el desplazamiento de campesinos.
c) La ideología liberal se generalizó en las ciudades como repudio a la violencia conservadora.
d) La grande y la pequeña propiedad fueron un obstáculo para el progreso nacional.
Es de importancia anotar que, para 1951, el 61% de la población se encontraba residiendo en el campo, y el 39% en las ciudades [24] . Esta situación se alteró por la violencia política y, para 1964, la población rural había descendido al 52.1%, mientras la población urbana se había incrementado al 48.9%, como se deduce del siguiente cuadro:
Zona 1938% 1951% 1964%Urbana 29.1 38.9 52.1Rural 70.9 61.1 47.9Total 100.0 100.0 100.0 Fuente: Dane Censos Nacionales
Con motivo de la revolución cubana, los Estados Unidos impulsaron a los demás estados del continente a llegar a un acuerdo internacional para realizar reformas agrarias en cada país, con el fin de aminorar la pobreza de los campesinos y evitar que se repitiera el caso cubano. A cambio, ofreció a las clases dirigentes entregarles veinte mil millones de dólares para impartir su aprobación [25] . El acuerdo se plasmó en 1961, en la ciudad uruguaya de Punta del Este. Dichas reformas legislativas se realizaron en todas la naciones del continente, pero el dinero ofrecido nunca llegó.
El dirigente liberal Carlos Lleras Restrepo representante de la burguesía industrial, abanderó la reforma. Expresó ante Senado de la República que la tierra estaba monopolizada por unos pocos y que existían miles de campesinos sin tierra y pobres, cuyas parcelas se encontraban en tierras de mala calidad. El latifundio y el minifundio no generaban empleo, la población estaba creciendo y la violencia se intensificaba por la migración de campesinos a la ciudad. La industria era incapaz de atender el desempleo y generaba problemas de vivienda, aumento de la criminalidad y otra serie de fricciones.
Fundamentó el proyecto de ley en las estadísticas sobre tenencia de tierras en la nación, según el siguiente cuadro:
Tamaño por hectáreas
No. de predios
% Superficie %
Menores 5 756.605 62.5 1.238.976 4.5De 5 a 10 169.145 13.9 1.164.749 4.2De 10 a 50. 201020 16.6 4.210.777 15.5De 50 a 100 39.900 3.3 2.680.471 9.8De 100 a 500 36.010 2.9 6.990.471 25.6De 500 a 1000 4.141 0.4 2.730.764 9.9De 1000 y más 2.761 0.3 8.321.619 30.5Total 1.209.672 100.0 27.337.827 100.0
Fuente: Dane, Censo Nacional Agropecuario de 1960
De lo anterior se desprende que, de un total de 1.209.672 predios, que ocupaban una extensión de veintidós millones de hectáreas, aproximadamente; el 8.7% correspondía minifundios, que fluctuaban entre 0.5 y 10 hectáreas y sumaban 925.750 [26] ; mientras que el 61% del total de la tierra correspondía a grandes latifundios mayores de 500 hectáreas, que ocupaban una extensión de 11.052.383 hectáreas, de propiedad de 6.902 latifundistas. Esto demostraba la desproporción y el acaparamiento de tierras en el agro colombiano, por lo que era una necesidad efectuar un reordenamiento territorial.
En el siguiente cuadro, aparecen los predios menores de 3 hectáreas, por departamento, y las formas como eran explotados [27] .
Departa-
Departamen.
No. Predios
% Superficie % Pro-
pias%
Arrend %
Colo-nato
% *
Otras
Form.
Antioquia 103.277 61.0 96.727.0 3.5 54.0 37.0 0.5 8.5Atlántico 6.975 58.6 7.338.0 2.7 18.7 56.1 21.5 3.7Bolívar 32.261 51.7 31.980.3 1.7 48.6 36.7 6.9 7.8Caldas 38.872 48.3 46.234.0 4.2 63.3 30.1 1.4 5.2Cundinam. 81.426 56.2 97.780.0 6.4 62.2 26.1 0.4 11.3Huila 12.085 34.8 14.344.2 1.4 49.0 34.9 1.3 14.8Magdalena 25.437 46.3 21.545.8 0.7 48.6 31.6 8.3 11.5N. Santan. 9.727 24.9 12.801.6 1.5 40.4 50.4 1.3 7.9Tolima 27.967 38.8 30.814.7 1.9 49.4 40.8 0.8 9.0V.de Cauca 20.808 40.9 24.268.2 2.1 73.2 16.5 3.0 7.3Total 358.835 49.7 383.853.8 2.5 55.6 33.1 2.3 9.0
Fuente: Construido con datos de la revista Consejo Social Agrario, Informe del 22 de abril de 1963, p. 78.80
*En este cuadro entran los predios explotados en aparcería.
El cuadro anterior nos enseña que en todos los departamentos existían minifundios, en unos más que en otros, los cuales eran explotados en diversas formas:
a) Por sus propios dueños.
b) En arrendamiento o aparcería.
c) En colonato.
En el departamento de Antioquia, el 61 % correspondió a minifundios. En los departamentos de Atlántico, N. de Santander y Tolima, los índices más altos eran los minifundios en arrendamiento.
Los departamentos de la Costa tenían los índices más altos en colonato, mientras que esta forma era nula en los departamentos del centro de la nación. En cambio, los departamentos con más latifundios eran Magdalena y Bolívar.
La explotación agrícola en los latifundios era casi nula, y la escasa producción se hacía con técnicas arcaicas, con bajo rendimiento [28] . En ellas predominaba el trabajo humano y animal y una total ausencia de maquinaria agrícola, pues no se empleaba trabajo asalariado. En cambio, el terrateniente arrendaba o entregaba en aparcería, ya que, prefería asegurarse una renta fija en especie o en dinero, a cambio de correr riesgos innecesarios. Por eso, esta forma de propiedad genera minifundios, irroga el cultivo mínimo individual al campesino para que complemente sus ingresos. Por lo general, los latifundios permanecían incultos y eran explotados con ganaderías extensivas. De ahí que fuera improductiva pues la compra de tierras es un ahorro a largo plazo, que se utiliza para conservar las riquezas ante la
constante desvalorización de la moneda. Por ello, el precio de éstas no depende de su productividad, sino a la especulación, y los campesinos no pueden comprarlas.
En los minifundios de 0.5 a 5 hectáreas, los frutos de las cosechas sólo alcanzaban para medio subsistir a los propietarios y sus familias, tenían que alquilar su fuerza de trabajo a los campesinos medios y ricos, para complementar sus ingresos mensuales. Por ser tan bajos, les impedía el progreso técnico de sus heredades y, con el correr de los años, las familias crecían y se hacía insostenible su manutención, por lo que se fragmentaban y sus miembros iban de un lugar a otro en busca de trabajo para sobrevivir.
Los pequeños propietarios no disponían de los recursos para mecanizar sus parcelas, sino en aquellas de mayores extensiones, en donde la producción se practica a gran escala, como sucede con los productos que conforman la denominada agricultura comercial.
Las parcelas de los campesinos pobres, entre 5 y 100 hectáreas, ascendían a un total de 337.372 predios y ocupaban una extensión de 2.814.119 hectáreas. Sus ingresos per capital sólo alcanzaban para atender los gastos familiares y efectuar un mínimo de inversiones en sus tierras. No podían contratar mano de obra asalariada, sino que las labores eran ejecutadas por el campesino y su familia.
Los campesinos medios estaban conformados por los propietarios de fincas con extensiones entre 100 y 500 hectáreas. Su porcentaje era del 2.9% del total de propiedades, y ocupaban un área territorial de 9.670.942 hectáreas. Los predios eran rentables y lo producido les alcanzaba para atender los gastos de las familias campesinas, invertir en las fincas, comprar insumos y contratar mano de obra asalariada.
La grande propiedad estaba conformada por 4.941 propiedades y ocupaban una extensión de 7.210.064 hectáreas. De las cuales, eran explotadas un 95% en ganadería extensiva y excepcionalmente un 5% en agricultura. Sus propietarios las mantenían inadecuadamente aprovechadas y ellos mismos integran la clase social de los grandes latifundistas que, junto con la gran burguesía financiera han compartido desde siempre el poder político real del estado.
Estas formas de propiedad demuestran a todas luces que no ha habido en Colombia una separación de los campesinos con la tierra, como sucede en las sociedades modernas, así como lo explica Marx [29] sobre los campesinos en Inglaterra, cuando los señores feudales se levantaron contra la monarquía y el parlamento, crearon un proletariado al arrojarlos violentamente a los campesinos de sus tierras y usurparon sus bienes, De este modo hicieron florecer manufacturas laneras y remplazaron los campos cultivados por potreros de pastoreo de ovejas, dado alto precio de la lana.
El proyecto de reforma agraria se cristalizó en la ley 135 de 1961, que dio nacimiento al Instituto Colombiano de la Reforma Agraria –Incora-, con facultades para expropiar, comprar tierras indebidamente inexplotadas por los terratenientes y así como adjudicarlas a los campesinos sin tierra o pobres, cuyas propiedades no les alcanzaban a proveer el sustento.
En 1968 y como consecuencia del fracaso de la reforma, que sólo había expropiado 540 mil hectáreas, de las cuales se habían adjudicado 240 mil hectáreas a 50 mil familias, y el resto quedó en zonas de reserva forestal. El presidente LLeras Restrepo para acelerar la reforma agraria, creó en 1968, la Asociación de Usuarios Campesinos –ANUC-, mediante la
ley 1ª, que se denominó “Mandato Campesino”. El fin era organizar y movilizar a los campesinos pobres y sin tierra para que exigieran al Incora que expropiaran las tierras incultas de los terratenientes, estos esfuerzos a la larga resultaron infructuosos y la propiedad territorial quedó intacta. Los terratenientes contaban con el poder real de Estado y con ejércitos privados para defender sus propiedades.
En agosto de 1969, el presidente Lleras Restrepo entregó tierras a los campesinos de la Costa, y en junio de 1970, reconoció 40.000 títulos a campesinos que habían cumplido con los diez años en aparcería, lo anterior, se efectuó con fundamento en la ley 1/68 [30] .
La comentada ley tuvo efectos negativos. Sirvió para que algunos terratenientes vendieran al Incora tierras de mala calidad y se las pagaran como tierras de primera. Así ocurrió, en el caso de la venta de 10 mil hectáreas de la finca Bellacruz en la Gloria –César-, de propiedad de la familia Marulanda Grillo Cuando el instituto había iniciado el proceso de extinción de dominio y existía en el expediente el concepto del perito de que la finca se encontraba indebidamente explotada, por lo que era procedente declarar la extinción de dominio sin resarcir daños y perjuicios a su propietario, pero el gobierno optó por pagar un precio excesivamente alto.
Igualmente, estalló un escándalo el 17 de julio 1969 cuando el ministro de Agricultura, Enrique Peñaloza, acusó al senador José Ignacio Vives Echeverría, cuando fue director de Incora, de haber tomado partido en la compra de una finca de un influyente político, a cambio de recibir una jugosa cantidad de dinero. En el debate de levantamiento de inmunidad parlamentaria, Vives Echavarría acusó a Peñaloza y varios miembros del gobierno de favorecer al latifundista Manuel Ospina Vásquez, primo hermano del ex presidente Mariano Ospina Pérez y pariente político del presidente LLeras Restrepo. Según la denuncia Peñaloza, en aquel tiempo director de Incora, no quiso extinguir el dominio de la hacienda de dicho terrateniente, debido a sus influencias familiares y políticas, aun cuando se encontraba inadecuadamente explotada [31] . Fue un debate en el que salieron a flote las suciedades que habían cometido los altos empleados de este instituto en beneficio de los políticos y terratenientes.
- Formas de Tenencia de la tierra en 1971
En el siguiente cuadro veremos las formas de tenencia de la tierra para los años 1970 y 71:
Tamaño en has No. Predios % Superficie %Menos de 5 700.225 59.6 1.145.945 3.7De 5 a menos de 10 159.659 13.6 1.088.338 3.5De 10 menos 50 217.873 18.5 4.658.156 15.0De 50 “ 100 47.763 4.0 3.197665 10.3De 100 500 42.897 3.6 8.253.032 26.6De 500 1000 4.927 0.4 3.229.461 10.5De 1000 y más 3.467 0.3 9.425.593 30.4Total 1.176.811 100.0 30.993.190 100.0
Fuente: Dane, Censo Agropecuario 1970-71.
Del anterior, se concluye lo siguiente:
1. Que de 1960 a 1971, el área total se incrementó en 3.655.353 hectáreas, es decir, que se habían desmontado malezas de tierras baldías.
2. Los predios menores de 10 hectáreas disminuyeron en 65.866 predios y su área total se redujo en 169.442 hectáreas, las que ingresaron a otros grupos de mayores extensiones de tierras.
3. Los predios mayores de 10 hectáreas, aumentaron tanto en número de predios como en extensión territorial, así:
a) De 10 y menos de 50 hectáreas se aumentaron en 16.853 predios y su extensión en 448.136 hectáreas.b) De 50 y menos de 100 hectáreas, se incrementaron en 7.773 predios y su extensión en 517.194 hectáreas.
c) Los predios de 100 y menos de 500 hectáreas, se le agregaron 6.887 predios y su área territorial creció en 1.262.561 hectáreas. d) A los predios de 5000 y menos de 1000 hectáreas, aumentaron en 786 predios y su extensión en 498.697 hectáreas. e) Los de 1000 hectáreas en adelante, aumentaron en 706 predios y su área en 1.103.974 hectáreas.
En el siguiente cuadro [32] , veremos el trabajo familiar y el trabajo asalariado empleado por la pequeña propiedad.
Predios Trabajo familiar % Trabajo AsalariadoDe 10 a 20 has. 100.0 000.0De 20 a 30 has. 85.0 15.0De 30 a 40 has. 65.0 35.0
Fuente: Tomado del libro de Machado.
De los anteriores datos, se deduce lo siguiente:
a) Las micro-parcelas no emplea trabajo asalariado, sino que las labores son realizadas por el campesino y su familia, debido a sus bajos ingresos.
b) Las propiedades de 20 a 30 hectáreas emplea mano de obra asalariada.
c) Sin embargo, las propiedades de 30 a 40 hectáreas, utilizan menos mano de obra que los que emplean las propiedades de 20 a 30 hectáreas.
- Luchas campesinas entre 1969 y 1972
Las constantes marchas, la toma de tierras y los enfrentamientos entre terratenientes y campesinos, condujeron a que los terratenientes conservadores y liberales celebraran el Acuerdo de Chicoral, en el departamento del Tolima, en 1972. Reculó entonces el proceso agrario en dos aspectos esenciales de la ley 135, a saber:
a) Los terratenientes se harían cargo de una renta presuntiva de 4% y 10% sobre ganadería y agricultura respectivamente.
b) Los terratenientes calificarían el estado de explotación de sus tierras y no el Incora.
Con base en este acuerdo, el gobierno de Misael Pastrana Borrero, profirió las leyes 4 y 5 de 1973, que entraremos brevemente a estudiar:
1) Con la ley 4 quedó plasmada la renta presuntiva y se concedieron préstamos a los terratenientes, para fomentar la ganadería. Con seis puntos menos de los créditos ordinarios conferidos por los bancos. A su vez, el gobierno creó las Corporaciones de Ahorro y Vivienda y con ellas los Upacs. Los créditos concedidos por esta ley, fueron invertidos por los ganaderos en Certificados a Término Fijo CTF, porque pagaban la corrección monetaria más los intereses del 24% anual, obteniendo así, una utilidad de 6% anual sin contar el ajuste monetario, ya que el negocio de la ganadería solamente les rentaba el 9% anual.
Mediante el decreto 2073 de 1973, reglamentario de la ley 4, facultó al Incora para la conformar las empresas comunitarias. Las primeras empresas fueron creadas en 1971, en los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar, donde el auge guerrillero y las luchas campesinas fueron las más fuertes que se registraron en todo el país [33] y se entregaron entre 12 y 14 hectáreas por empresa. El 60% de éstas se dedicaron a la ganadería para la exportación de carnes a la Costa Atlántica y su producido era para pagar las s cuotas de los créditos otorgados [34] y para manutención de familias comunitarias. Se establecieron en todo el país 1.117 empresa comunitarias, con un total de 11.882 socios [35] . La mayor parte de ellas fracasó, debido a que fueron explotados por agiotistas y por sus tamaños eran insuficientes para el sostenimiento de tantas familias [36] . 2) Mediante la ley 5 se otorgaron créditos a corto plazo y con intereses elevadísimos a los campesinos pobres y medios, los que estaban condicionados a utilizarlos en la agricultura, contratar asistencia técnica y usar en los cultivos insumos que habían sido prohibidos en los Estados Unidos. El objeto era el de que las empresas farmacéuticas gringas recuperaran las inversiones pérdidas. Esto llevó a elevar los costos de la producción, irrogando pérdidas a los campesinos, pues no pudieron competir en precios con productos producidos a menores costos. Tal situación llevó al incumplimiento de los pagos de sus créditos, lo que desencadenó un sinnúmero de procesos judiciales que terminaron embargando y rematando las propiedades que amparaban tales créditos. Por eso, los efectos de esta ley fueron nefastos para la agricultura colombiana.
- Ley 6 de 1975
El gobierno de Alfonso López Michelsen profirió la denominada ley de aparcería o ley 6 de 1975, con la que prolongó el término de 10 a 20 años para adquirir el dominio las tierras en aparcería (derecho otorgado por la ley 135 de 1961). Decisión que perjudicó a los aparceros que iban a cumplir con este término. Esta nugatoria fue repetición de la misma jugada que su padre hizo a los aparceros cuando reformó la ley 200/36 mediante la ley 100/44 [37] .
El artículo 25 de esta ley disponía que el término del contrato tuviera un máximo de tres años. Podía pactarse por menos tiempo y una vez terminado, el aparcero estaba obligado a entregar el predio desmontado de malezas y sembrado en pastos. Esta modalidad es la que utilizan los ganaderos para civilizar las tierras y adecuar sus predios a la ganadería.
-El Desarrollo Rural Integrado DRI
Ante el fracaso de las empresas comunitarias, el Banco Mundial, la FAO y el BIRF propusieron implantar el programa del DRI en el campo colombiano en 1974, el fin era aumentar la producción de alimentos para contener el precio elevado de éstos y de los salarios de los trabajadores.
El DRI fue un programa para minifundios de 20 hectáreas o más, ya que, en estas propiedades se producían el 55% de alimentos de consumo masivo [38] . Los créditos se otorgarían a quienes reunieran los siguientes requisitos:
a) Que las tierras debían ser de baja calidad.
b) Debían mostrar atraso tecnológico.
c) No tener suficiente capital para invertir.
Su financiamiento provino del 46.6% de créditos externos del BIRF, BID y CIDA; y el 53.4% con recursos nacionales, provenientes de doce entidades estatales, así como se puede observar en el siguiente cuadro:
Financiación del DRI (en millones de dólares)
Entidades Préstamo externo
% Contrapartida nacional
%
BIRF 52 39.5 79 60.5CIDA 13.5 35.0 26.1 65.5BID 65 59.1 149.1 53.4Total 130.5 46.6 141.1 53.4
Fuente: Departamento Nacional de Planeación, Bogotá, dic. 1976
Los créditos se otorgarían con hipoteca de primer grado sobre las respectivas propiedades, el programa cobijaría a 82.958 familias. En el paquete tecnológico se incluyó compra de maquinaria, ensanchamiento de los minifundios y la aplicación de insumos para darle salida a las grandes cantidades acumuladas por los monopolios gringos, los cuales habían sido prohibidos en Europa por su toxicidad.
La dirección del DRI reconoció que el 0.6% del valor de los créditos fueron destinados a la creación de activos y mejoras de fincas. Esta línea de crédito se concedió para los préstamos ganaderos donde la inversión se destinara a sembrar o mejorar pastos o a las adecuaciones que representarán el 1.8% de la inversión total [39] .
Según Perry [40] dice que “los campesinos beneficiarios del programa, que reciben un crédito insuficiente e inadecuado para elevar su rústico nivel técnico, con altos intereses que les descuentan por adelantado, no solo no lograrán una mejora productiva sino que, en muchos casos , difícilmente podrán cancelar oportunamente las amortizaciones de préstamo. Si esto sucede les cobrarán intereses de mora, que llegan a duplicar su monto inicial, volviendo aún más remota la posibilidad de pago y conduciendo al embargo y pérdida de la parcela. Lo que ha comenzado a suceder en zonas de Sucre, Boyacá, Cundinamarca, etc., es precisamente esta situación. Por eso el DRI no aumentará la producción de alimentos, ni mejorará el nivel de vida y técnico del campesinado, ni frenará el flujo migratorio, sino que agudizará estas tendencias y con ellas la crisis general del campo y del país entero. Los únicos beneficiados serán los monopolios norteamericanos, que nos prestan dinero obteniendo elevados réditos y amplían el mercado para sus productos agroquímicos, y los grandes terratenientes que antes de ver amenazada su propiedad podrán ensancharla abarcando parcelas de los labriegos llevados a la ruina por esta política”.
- Situación creada por el narcotráfico a partir de 1980
A partir de citado año, los narcotraficantes indujeron a los campesinos a cultivar coca, amapola y marihuana en varios departamentos, las fortunas percibidas por su comercio, quedaron en manos de los barones de la droga y los campesinos quedaron en la misma pobreza.
Las fortunas ilícitas fueron invertidas así por los narcotraficantes:
a) Algunos compraron mansiones solariegas, automóviles de alta gama y adquirieron fincas ganaderas de tipo extensivo. Las custodian con ejércitos privados y son propiedades suntuarias.
b) Otros importaron reses productoras de carne y leche y búfalos con las cuales se iniciaron ganaderías intensivas de tipo capitalista.
Los barones de la droga adquirieron 4 millones de hectáreas de tierras de primera, ubicadas en los valles y altiplanos de la geografía nacional. Estas zonas del narcotráfico, han sido objeto del accionar de la insurgencia revolucionaria y de la delincuencia común, por lo cual, fundaron las Autodefensas Unidas de Colombia –AUC-, entre ganaderos, comerciantes, ex militares y militares activos, con el fin defender sus intereses económicos y desplazar a los campesinos para apropiarse de sus tierras, como ha ocurrido en el Magdalena Medio, Urabá, Córdoba, Sucre, Bolívar, Santander, N. de Santander, Cauca, Valle del Cauca, César, Tolima, Caldas y Llanos Orientales.
La compra de estas tierras ha fortalecido el latifundio, y ha llevado a la emigración forzada de campesinos pobres y sin tierra a los centros urbanos, situación que se constituye en una contrarreforma agraria. Estas zonas son manejadas de la misma forma como lo manejaron en los feudos europeos, en donde los barones de la droga son los amos y señores de lugar, y quienes no obedezcan sus políticas, tienen que irse o los desaparecen mediante los grupos de autodefensa que operan en las respectivas zonas.
- Ley 35 de 1982
La ley 35 de 1982 dio nacimiento al Plan Nacional de Rehabilitación, con el que se compraron tierras, por intermedio del Incora, en los lugares dominados por la guerrilla, con el objeto de rescatar a los campesinos de su influencia y atraerlos nuevamente a sus filas partidistas. Tales adquisiciones se pueden observar en el siguiente cuadro, elaborado con informes de DANE:
Año No. hectáreas
1984 4.4001985 25.1111987 54.7041992 11.283
Mediante la comentada ley, entre 1984 y 1992, el Incora compró 95.498 hectáreas. Tierras de mala calidad pero pagadas como de primera, fueron adjudicadas a los campesinos mediante créditos a largo plazo y altos intereses de financiamiento [41] .
La política neoliberal impuesta por César Gaviria trajo la parálisis parcial de campo, dejaron de cultivarse cerca de dos millones de hectáreas debido a la importación de productos alimenticios para combatir la especulación de precios. Esto desestímulo a los campesinos y empresarios agrícolas para seguir con sus empresas. No podían competir con los precios de los productos importados, subsidiados por los respectivos Estados de origen, mientras la agricultura nacional no recibía subsidios gubernamentales de ninguna índole.
- Ley 30 de 1988 En 1988 se profirió la ley 30, que modificó otro aspecto de ley 135 de 1961, tales como eliminar la calificación de tierras y la explotación agropecuaria. A la vez, vinculó la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos –Anuc-, a participar en estas políticas estatales para el reordenamiento territorial, a cambio de entregar 460 mil hectáreas a 74 mil familias en diferentes regiones del país.
- El Plante
El gobierno de Ernesto Samper Pizano creó el Plan de Desarrollo Alternativo –PLANTE-, con el fin que el campesinado remplazara los cultivos ilícitos por productos agrícolas lícitos, a cambio de recibir cada uno la suma de seis millones de pesos; sin embargo, fueron pocos los que se acogieron a él, debido a los trámites dispendiosos.
Para fortalecer el plan, el Banco Interamericano de Desarrollo BID, otorgó un préstamo al Plante de 94 millones de dólares; Finagro facilitó 40 millones de pesos y el gobierno de turno, le asignó una partida de 124 mil millones de pesos, para el cumplimiento del programa de sustitución de cultivos, pero, fueron pocos los campesinos que se acogieron, pues los “barones” de la droga les incentivaron con más dinero a los campesinos pobres para proseguir con tales cultivos.
- Ley 160 de 1994
El gobierno nacional, los terratenientes y la burguesía comercial, lograron conjuntamente que el Congreso expidiera la ley 160 de 1994, con el objeto de adelantar un reordenamiento rural mediante la compra y venta de tierras.
Los fundamentos generales de la citada ley, es el acceso progresivo a la propiedad de la tierras de los trabajadores agrarios, mejorar los servicios públicos rurales y la calidad de vida e ingresos de los campesinos. Entre sus objetivos inmediatos están los siguientes:
- Promover y consolidar la paz en sector rural.- Reformar la estructura agraria.- Apoyar a los campesinos de escasos recursos.- Fomentar la explotación adecuada de tierras y aguas.- Acrecentar la producción agrícola y ganadera.- Mejorar el nivel económico, social y cultural de la población
rural.- Regular el aprovechamiento de las tierras baldías.
Absalón Machado [42] resume los objetivos de la comentada ley, a saber:
a) Apoyar con subsidios a los campesinos para que accedan a la propiedad.
b) Descentralizar hacia los municipios y comunidades los procesos de reforma agraria.
c) Capacitar y preparar a los campesinos para que hagan uso adecuado de las tierras.
d) Definir políticas para adjudicación de baldíos y de colonización.e) Titular tierras en unidades productivas familiares.f) Regular el manejo de los resguardos indígenas.g) Propiciar la intervención directa del Estado en la compra de tierras.h) Regularizar al acceso a la propiedad rural por parte de las
comunidades negras.
Agrega el citado autor que “nuestra generación se ha encontrado con un hecho incontrovertible: una desruralización de la agricultura con un dinámico proceso de urbanización que no ha sido resultado de la industrialización ni del desarrollo de los mercados” [43] .
La comentada ley, creó el Consejo Nacional de la Reforma Agraria –CNRA-, como un organismo consultivo del Ministerio de Agricultura, los Consejos Municipales de Desarrollo Rural –CMDR- y los Comités Municipales de Reforma Agraria –CMRA-, con el objeto de realizar la distribución de tierras conforme a las necesidades propias de cada región.
El mercado de tierras comprende la compraventa, usos y alquiler de las tierras. El Estado interviene directamente en la compra y concede a los campesinos pobres o sin tierra, subsidios para acceder a ella o para complementar cuando sean insuficientes. Para ello, suministra un subsidio del 70% del valor por unidad agraria familiar y el saldo es financiado por una entidad financiera.
El monto de los subsidios es fijado por el Incora y señala dos clases de subsidios:
a) Del 70% del valor correspondiente a la respectiva unidad agrícola familiar UAF., siempre y cuando estén asociados a cooperativas de campesinos
b) Un subsidio para la tasa de interés del crédito de tierras, en las condiciones financieras que determine la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario.
La compra de tierras puede realizarse de dos maneras:
1. Los campesinos puede directamente negociar las parcelas en coordinación con el Incora.
2. El Incora compra tierras y adjudica a los campesinos que se encuentren inscritos en el Instituto para acceder a la unidad agraria familiar.
La forma de pago se efectuará así: el 50% del valor del predio en bonos agrarios y el otro 50% en dinero efectivo. Los créditos que otorguen los intermediarios financieros, serán otorgados directamente a los solicitantes que vayan adquirir las parcelas, a los 30 días a la fecha de otorgamiento de la escritura, el cual se computará parcial o totalmente a la suma que deba reconocerse en dinero efectivo y el saldo será cancelado por el Incora. El subsidio en bonos agrarios será entregados con cargo al subsidio de tierras.
Bonos entregados por adjudicaciones o compra de tierras se pagarán a un término de cinco años y los entregados por concepto de indemnizaciones por expropiaciones serán cancelados a un término de seis años. Los campesinos pagarán sus créditos en un término de 15 años. En cambio las indemnizaciones que se reconozcan por expropiación serán en su totalidad pagadas con bonos agrarios.
La ley define la Unidad Agraria Familiar UAF, como la empresa básica de producción agrícola, pecuaria, acuícola o forestal cuya extensión , conforme a las condiciones agroecológicas de la zona y con tecnología adecuada, permite a la familia remunerar su trabajo y disponer de un excedente capitalizable que coadyuve a la formación de su patrimonio (Art. 38, inciso 2).
La unidad agraria familiar se denomina pequeña propiedad, las que sobrepasen la dimensión de esta unidad serán mediana o grande propiedad. El Incora solamente concede subsidios e interviene en la compra de la UAF.
- Adquisición de Tierras por Incora entre 1990-1996
El siguiente cuadro nos suministra los datos de las tierras compradas por el Incora, en el mercado asistido, para adjudicar a las familias campesinas pobres o sin tierra:
Años No. De predios
Hectáreas Tamaño promedio
No. De familias
Tamaño
UAF has.
1990 221 73.118 330.9 4.321 16.91991 131 44.712 341.3 2.662 16.81992 254 82.176 323.5 5.105 16.11993 238 53.132 225.1 3.571 14.9
1994 199 57.670 289.8 3.832 15.91995 208 46.767 225.0 2.890 16.21996 369 83.475 226.0 5.283 15.8Total 1.618 441.050 273.0 27.463 16.1
Fuente: Elaborado con datos del Dane [44]
DE lo anterior, se deduce lo siguiente:
El Incora adquirió entre 1990 y 1996, 441.050 hectáreas para adjudicarlas 27.463 familias, el promedio por heredad fue de 273 hectáreas o lo que equivale en promedio a 16.1 hectáreas UAF.
Anteriormente, había comentado que el valor de la tierra no corresponde por su valor productivo, sino que es fijado por la especulación, ya que es un medio de ahorro y de valorización constante utilizado por los terratenientes para conservar sus fortunas, por ello, resulta iluso que se vaya a realizar un reordenamiento territorial por la compra y venta de tierras, aun cuando el mercado esté asistido por el Estado para la compra de tierras que serán adjudicadas a los campesinos sin tierra o cuyas parcelas no les alcanza para su sustento.
El UAF se asemeja a los UPAC y UVR por cuanto se valoriza conforme al aumento del salario mínimo legal, lo cual es un freno al apetito devorador del capital financiero que en nuestro país se comporta de forma usurera.
De otra parte, el reordenamiento territorial conforme a la ley 160/94, durará por toda la eternidad, ya que en Colombia el 30% vive en el campo y cerca de 8 millones de campesinos sin tierra viven en la absoluta miseria, y las adjudicaciones que hace el Estado por año es insuficiente y ridículo. Esta política ha generado la violencia en el sector rural por su protección del latifundio y por el desconocimiento de los derechos mínimos de los campesinos.
- El Plan Colombia
El gobierno de Andrés Pastrana Arango y el presidente George Bush acordaron el Plan Colombia, que busca combatir particularmente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia EP - FARC-EP-, el Ejército de Liberación Nacional – ELN- y el Ejército Popular de Liberación –EPL-. El plan va dirigido contra aquellas zonas donde el accionar guerrillero tiene influencia entre las masas campesinas.
Este Plan entregará subsidios individuales por 2 millones de pesos para sustituir los cultivos ilícitos, son pocos los campesinos que se han acogido, pues el negocio de la coca y la amapola es de propiedad de las mafias norteamericanas, las utilidades que dejan es de cuatrocientos mil millones de dólares por año, de los cuales sólo el 5% se queda en manos de la mafia colombiana y el resto va a parar a las arcas de las mafias gringas, razón por la que, resulta imposible acabar con este flagelo. El negocio tiene una demanda creciente y cada día hay más adictos. Se trata de un negocio más rentable que el petróleo y con el ítem que no se agota.
- La agricultura comercial
Esta forma de explotación la conforma la agricultura moderna, por la producción tecnificada, cultivaban banano, caña de azúcar, trigo, cebada, arroz, algodón y cereales. Entre 1966-1985 su crecimiento llegó a un promedio del 4.8 % anual, debido a la introducción del sorgo, soya y la palma africana [45] .
Ocupan una extensión territorial de 430 mil hectáreas de tierras de primera, emplean cerca de 300 mil campesinos asalariados. Sus cultivos son a gran escala y lo producido se dirige a abastecer de materias primas a la agroindustria alimenticia que opera en la nación.
Emplean riego artificial y maquinaria agrícola moderna, las tierras son tractorarles por estar ubicadas en valles y altiplanos. Se tiene información que hasta el año de 1977 existían 25 mil tractores y 1.750 combinadoras [46] , no existen datos sobre la existencia física de esta maquinaria a 1997.
El sector algodonero es el que más ha sufrido con los pesticidas importados pues no sirven para controlar las plagas, lo que ha generado grandes pérdidas para este gremio, y su área se redujo en más de 400 mil hectáreas en 1977 a 186 mil 1979, y 102 hectáreas en 1980 [47] .
En cambio, el sector arrocero ha sido el más beneficiado, es el único sector que creció hasta 1994, cuando el gobierno de César Gaviria Trujillo, lo importó de los países asiáticos para controlar su precio, lo que desestímulo a los empresarios agrícolas y generó un estancamiento del sector. Lo mismo ocurrió con el sorgo que el precio del importado era inferior al cultivado en el país.
Análisis de la tenencia y usos de las tierras en la actualidad
En el siguiente cuadro nos muestra la estructura rural entre 1984 y 1997:
Tamaño
Propiedad
No. Predios
1984
No. Predios
1997
No.
Propietarios
1984
No.
Propietarios
1997
Superficie
Has.
1884
Superficie
Has.
1997Pequeña 1.712.676 2.200.590 2.160.832 2.954.297 8.211.781 11.080.025Mediana 165.414 188.693 228.058 275.997 10.818.073 12.839.508Grande 26.656 25.931 26.656 43.643 16.435.369 27.851.176Total 1.904.746 2.415.214 2.431.533 3.273.765 35.465.223 51.770.709
Fuente: Comprende la región Costa Atlántica, el occidente, centro-oriente y el piedemonte llanero (Caquetá, Meta, Casanare, y Arauca). Excluye Antioquia y San Andrés [48]
Conforme a los datos del anterior cuadro, se deduce lo siguiente:
a) Que entre 1984 y 1997, el área total cultivable aumento en 16.305.486 hectáreas, lo cual indica que estas fueron civilizadas y que correspondían a tierras baldías
b) Que la pequeña propiedad entre 1984 y 1997, aumentaron en 537.914 predios, y su extensión aumentó en 2.868.244 hectáreas, pero, gran parte de ellas se encuentran compartidas por dos o más propietarios, razón por la cual se fragmentaron. c) Con relación a la mediana, tenemos que entre 1984 a 1997, aumentaron de 23.279 propietarios, y su extensión creció en 2.021.435 hectáreas; igualmente, incrementó el promedio de extensión por propiedad en 20.6 hectáreas. d) La gran propiedad para 1984, contaba con 26.656 predios que ocupaban una extensión de 16.435.369 hectáreas en manos de 26.656 propietarios, dando un promedio de 616.5 hectáreas por finca; en cambio, para 1997, eran 25.931 predios que ocupaban una extensión de 27.851.176 hectáreas, de propiedad de 43.643 terratenientes, por tanto, el promedio era de 1.074 hectáreas por finca. El número de propiedades disminuyeron en 725 propiedades pero su extensión total creció en 11.415.807 hectáreas, significa que el área por propiedad casi se duplicó pero, por existir varios propietarios de un mismo predio estas se fragmentaron
En términos generales, de los anteriores datos se concluye que, la pequeña propiedad se fragmentó, fundamentalmente por varias causas:
a) A la posesión y adecuación de tierras baldías por el término señalado en la ley [49] .
b) Por compra de medianas propiedades, las dividieron en pequeñas fincas de recreo para vendérselas a trabajadores de la clase de recursos medios o altos.
c) El loteo de fincas adyacentes en las ciudades a familias desplazadas por la violencia.
d) Por fragmentaciones a consecuencia de sucesiones testadas o intestadas.
En relación con las grandes propiedades su monopolio territorial se ha acrecentado, debido a las siguientes causas:
a) Lanzamiento forzado de las parcelas a las familias de los campesinos pobres para eliminar el peligro latente de que en un momento cualquiera pueda poner en peligro sus vidas por la miseria en que ellos viven.
B) Por la confrontación armada entre los grupos insurgentes contra la Autodefensa Unidas de Colombia AUC, como brazo armado de los terratenientes.
c) Por la consolidación de zonas dominadas por el narcotráfico, donde los barones de la droga tienen pleno dominio sobre la población civil y ejercen su autoridad política.
- Usos de las tierras En el siguiente cuadro veremos los diversos usos dados a las diferentes propiedades en la explotación de las tierras, que nos sirve de parámetro para analizar el grado de desarrollo rural:
Usos Pequeña Hectá. %
Mediana Hectá. %
Grande Hectá. %
Uso agrícola 1.815.787 26.9 2.569.726 7.2 56.435 0.6Pastos * 3.925.773 58.0 23.289.467 65.1 8.303.323 89.2Bosques 680.008 10.0 8.587.131 24.0 819.597 8.8Improductivas 347.468 5.1 1.343.172 3.7 127.948 1.4Total 6.769.036 100.0 35.789.496 100.0 9.307.303 100.0
Fuente: Elaborado con base al Dane, Muesrtra Agropecuaria, Resultados 1995 [50] .
*Incluye malezas y rastrojos
De este cuadro estadístico, nos sirve para concluir los siguientes razonamientos:
a) Predios explotados en agricultura: la pequeña propiedad utiliza el 26.9%, la mediana el 7.2 % y, la grande el 0.6%.
b) Predios en pastos y malezas: la pequeña tiene el 58%, la mediana 65.1% y, la gran propiedad el 89.9%.
c) Predios en bosques: la pequeña tiene el 10%, la pequeña el 24% y, la grande 8.8%.
d) Predios improductivos: la pequeña el 5.1%, la mediana el 3.7% y, la grande del 1.4%.
Como se puede observar, estos datos son tergiversados por Dane, pues considera que los predios en pastos naturales y malezas son una forma productiva; mientras las pequeñas propiedades aparecen proporcionalmente con mayores extensiones de tierras improductivas.
- Evolución de la formas de explotación
En el siguiente cuadro veremos la evolución de las formas de explotación de la tierra de 1960 a 1988:
Formas de tenencia
1960 % 1988 % Variación
hectáreas
%
Propiedad 18.994.6 76.8 29.116.7 91.3 10.122.1 53.3Arriendo 2.331.8 9.4 1.103.9 3.5 -1.227.9 -52.7Colonato 2.888.8 11.7 553.9 1.7 -2.334.9 -85.3Otras* 526.3 2.1 1.123.2 3.5 596.9 113.4Total 24.741.5 100.0 31.897.7 100.0 7.156.2 100.0
Fuente: Tomado de Alonso Cardona citado por Absalón Machado [51]
*Incluye la aparcería
De lo anterior, se concluye que la aparcería y el arrendamiento de tierras se desplomaron debido a los efectos de las leyes 135/61 y ley 1/68, que confieren el derecho a aparceros o arrendatarios de expropiar a los propietarios ausentitas de las tierras explotadas por aparcería o en arrendamiento [52] .
- Relaciones de producción en el campo
El proletariado agrícola son los trabajadores que no poseen medios de producción y viven de la venta de su fuerza de trabajo, son los asalariados del campo y se denominan campesinos sin tierra, ellos deambulan de un lado a otro en busca del trabajo en las diferentes propiedades rurales para atender labores en ganadería, desyerbar, fumigar, aplicar insumos y recolectar cosechas.
Los campesinos pobres son los que poseen una pequeña parcela y ingresos anuales no les alcanza para mantenerse él y su familia, y tiene que vender su fuerza de trabajo por determinados periodos en el año para complementar sus ingresos.
El campesino medio o rico son los propietarios de parcelas de tamaños medianos y sus ingresos anuales les alcanza para subsistir y les deja remanentes para invertir en insumos, fertilizantes y mecanizar las labores en la finca mediante su alquiler y contratar mano de obra asalariada.
Los empresarios agrícolas son los propietarios de la agricultura comercial, que toman en arriendo tierras y contratan trabajo asalariado, emplean mecanización en la agricultura, utilizan pesticidas e insumos en sus cultivos o son propietarios de la industria avícola nacional, son burgueses medios o burguesía nacional.
El colonato es la forma como los campesinos civilizan territorios baldíos selváticos, es decir, que las adecuan para ser explotadas en agricultura o ganadería, y al cabo de determinado tiempo pueden solicitar al juzgado competente que les reconozca la propiedad sobre dicho terreno.
La aparcería son las tierras dadas por los terratenientes a los aparceros durante el término de tres años, para que desmonte las malezas y las puedan cultivarlas; una vez vencido el plazo, las devuelven sembradas con pastos para la ganadería.
Los grandes propietarios esta conformada por los llamados terratenientes cuyas heredades están dedicadas a la ganadería extensiva, no hacen inversiones de infraestructura en sus fincas y contratan máximo cinco trabajadores para atender las labores ganaderas, comparten con la gran burguesía financiera el poder real del estado.
Capitalismo monopolista esta conformado por las grandes industrias de capital financiero internacional, son socios de los ingenios azucareros, las subsidiarias de productoras de palma africana, monopolios internacionales bananeros, flores y en algunos cultivos comerciales. Esta industrias utilizan alta tecnología y su acumulación se efectúa en el extranjero, de ahí que represente el desangre para la economía del país [53] .
- Conclusiones
De la totalidad del área cultivable, el 34.1 % es utilizado en agricultura en la pequeña y mediana propiedad, mientras la grande sólo utilizó el 0.6%, es decir, su producción agrícola es casi nula.
Según el periódico El Tiempo [54] dice que” entre 1984 y 1996, las fincas de más de 500 hectáreas duplicaron su superficie de 11 a 22,6 millones de hectáreas, en tanto que las menores se redujeron sensiblemente, de 3,4 millones a 2,2 millones de hectáreas en el 2001. Si se piensa que en los últimos diez años se ha despojado a los campesinos que trabajan su tierra (en Córdoba, Antioquia o el Tolima, por ejemplo) de una superficie parecida a la que les quitó hace medio siglo la violencia liberal-conservadora, sobran motivos para sindicar al Estado por ignorante o inepto”.
Agrega el citado diario que, el 40% de las tierras fértiles del país, cuatro millones de hectáreas han sido adquiridas con dineros provenientes del narcotráfico. Las tierras utilizadas en agricultura solo ocupan el 7%; mientras las tierras en pastos ocupan casi 42 millones de hectáreas.
En cumplimiento al reordenamiento territorial, las compras directas de tierras por el Estado, adquirió por intermedio del Incora: entre 1962- 72, 157.937 hectáreas; en el periodo de 1973-85, 548.305 hectáreas; y entre 1985-95 698.430 hectáreas, para un total de 1.404.672 hectáreas [55] .
Según el Incora ha entregado títulos de propiedad de tierras hasta 1987, un total de 306.303 correspondientes a 12.332.000 de hectáreas, entre compra, adjudicaciones y proyectos de colonización del gobierno.
Según los datos, para 2000, existían 150.000 hectáreas en todo el país cultivadas en coca, marihuana y amapola, lo cual equivale 1.8% del total del área cultivable en el país, su mayor concentración se encuentra en los Departamentos del Huila, Vichada, Caquetá, Putumayo, Cauca y Valle del Cauca [56] .
En 1996, el Incora recibió ofertas de tierras de 756.058 hectáreas en 3.902 predios, y había 31.343 aspirantes al subsidio, sólo negociaron 71.616 hectáreas para 337 predios [57] , y se adjudicaron por cada jefe de familia un predio de 212.5 hectáreas.
En 1997, el Incora entregó 56.052 hectáreas a 2.987 familias, de un promedio por parcela de 18.7 hectáreas [58]
Conforme a los datos del Dane para 1997, el área agrícola activa es de 4.384.983 hectáreas, de los cuales utilizan en cultivos permanentes una extensión de 2.501.290 hectáreas y los cultivos transitorios ocupan 1.883.693 hectáreas, en pastos y malezas 35.5 millones de hectáreas; bosques 10.086.776; tierras improductivas o baldías 818.588 hectáreas, las cuales suman un total de 50.808.910 hectáreas que corresponden al 45.4% del total de las tierras en Colombia.
Las tierras dedicadas a la ganadería extensiva suman 35.5 millones de hectáreas, incluyendo las tierras con malezas y rastrojos, que albergan 26.4 millones de cabezas de ganado.
El área cultivada con riego es de 432.574 hectáreas, mientras los terrenos fertilizados sólo alcanzan 1.7 millones, y la superficie libre de malezas es de 18.5% de hectáreas.
Para 1997 existían 40 millones de habitantes en el país, de los cuales 12 millones vivían en el campo (30%), y 2.4 millones eran propietarios de microparcelas y 9.6 millones de campesinos sin tierra.
Que de los 2.4 millones de microparcelas pertenecían a 3.2 millones de propietarios; mientras la gran propiedad sumaban 25 mil predios y pertenecían a 43.6 mil terratenientes, de estos últimos hay treinta que acaparan propiedades con extensiones superiores de más de ciento cincuenta mil hectáreas de tierras.
La situación se agudizado debido a que los terratenientes han desplazado por la fuerza a un millón y medio de campesinos pobres y sin tierra, lo que implica de hecho una contrarreforma agraria, contraria a lo presupuestado en las leyes que rigen esta materia, mediante la cual se han apropiado cerca de 2 millones de hectáreas, sin que ninguna autoridad se les opongan, pues han tenido el respaldo de las autoridades nacionales y de la fuerza pública, ya que los terratenientes ganaderos tienen el poder real del Estado.
Igualmente, se demostró en el presente estudio que los latifundios y las microparcelas tienen en común que son formas improductivas, pues no emplean mano de obra asalariada, y lo poco que producen, lo hacen mediante una agricultura a baja escala o con ganaderías extensivas típicas de la época feudal.
Lo anterior demuestra que uno de las grandes inequidades que existen en país es el problema agrario, razón por la cual se hace necesario adelantar una reforma agraria integral progresiva y acelerada, en la que se acabe con los latifundios y se haga un reparto de tierras equitativo a los campesinos para atender las necesidades familiares y se les otorguen subsidios o créditos con facilidades de pago para que puedan trabajar y producir.
Se debe impulsar la modernización del campo siempre y cuando se haga un reordenamiento territorial, ya que tecnificar la agricultura o las ganaderías sin una distribución equitativa de tierras, sería fortalecer el régimen existente y a un determinado número de propietarios, cuya política sería injusta con los campesinos sin tierra y con quienes necesiten complementar sus tierras para lograr un sustento digno de los seres humanos.
Los campesinos sin tierra y pobres deben apoyar a los partidos políticos o líderes políticos que impulsen en sus programas reformas democráticas con políticas que conlleven distribución de tierras y subsidios estatales para impulsar el desarrollo agrario.
Al lograr un reparto equitativo de tierras podrá lograrse la paz en nuestra la nación, de lo contrario, seguiremos en una eterna lucha sin cuartel, porque el hambre y la miseria no tienen color político, sino que se traduce en una lucha de los que no tienen nada o poco contra quienes todo lo tienen o poseen muchas riquezas.
[1] Fals Borda, Orlando, Cuestión Agraria, publicaciones la Rosca, Bogotá 1975, p. 1. dice que la población pudo ser mayor.
[2] ibídem, p.1, se refiere a que en Colombia solamente existían tribus comunitarias y tributarias.[3] ibídem, p. 7, manifiesta que “el producto de la tierra y de otras actividades económicas como la minería, se distribuía mayormente al interior de las tribus, pero existían formas de comercio entre ellas. Por ejemplo, la sal de Zipaquirá, la manta tejida y la esmeralda de Somondoco, de los Chibchas, se trocaban por oro, loros, plumas y algodón en rama de los Panches, que vivían en el Magdalena medio. El oro de los Catíos de Antioquia se llevaba a los Zenúes a cambio de caracolas y para ser procesado por orfebres. El transporte de estos productos se hacía a lomo de hombre o en canoas, pues no había animales de carga”. [4] Kalmanovitz, Salomón. Economía y Nación, Breve Historia de Colombia, TM Editores, 1997, 4ª. Edición, p.p. 38 y 39.[5] Fals Borda, op. Cit., p.3.[6] Ibídem. .[7] Según Guillermo Hernández Rodríguez, manifiesta que la conquista buscaba el remanso de la colonia con fines de provecho económico (De los Chibchas a la colonia y a la República, Ed. Paraninfo, Colombia, 1990, p.214).[8] Liévano, Aguirre, Indalecio Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia, editorial TM editores, decimoquinta impresión, T. I, 1997, p.[9] Ibídem, op. cit. p.75.[10] Navarro M.,José Ramon. Spnosis Histórica Social y Económica de Colombia, Bogotá, D.C.[11] Ibídem, p. 10.[12] Navarro M., op. Cit.[13] En la Biblia acepta la institución de la esclavitud[14] Sweezy, Paul, Comentario Crítico, discusión sobre la transición del feudalismo al capitalismo, cita a Marx en la Correspondencia Escogida entre Masrx-Engels, p. 411.[15] Transición del feudalismo al capitalismo, polémica dada a comienzos de 1950, traducida por Ramón Padilla, Editorial Latina, ps.66-67.[16] Fue tomada de la Ley de vientres proferida en 1812 en Antioquia mediante la cual dieron la libertad a los esclavos negros[17] El censo era un gravamen que pagaban las propiedades rurales y urbanas.[18] Las primeras guerrillas las fundaron con estas familias contra el gobierno de José Hilario López por haber dado la libertad de los esclavos.[19] Tirado Mejía, Op. Cit, p.p. 175 y 176[20] Kalmanovitz, Salomón. Economía y Nación, Una breve historia de Colombia, TM editores, cuarta edición, 1997, p.156. Esto ocurría en la Hacienda DE Tomás Cipriano Mosquera en 1840.[21] Ibídem, p.212[22] Kalmanovitz, op. Cit. P.215.[23] Machado, Absalón. Políticas agrarias en Colombia. Fundación Mariano Ospina Pérez, Bogotá, 1982, p. 62.[24] Dane Censo Nacional[25] Tirado Mejía Álvaro. Introducción a la historia económica de Colombia, 2ª. edición, Universidad Nacional, Bogotá, 1971, p.278[26] Sumados los predios menores de 5 a 10 hectáreas según el cuadro del Dane.[27] Colombia semifeudal y neocolonial, Editorial 8 de junio, de los Grupos M-L y después Liga M-L , 1975, p.83[28] En estas parcelas no utilizan abonos, sino que se dejan potreros en descanso durante varios meses a fin que se recuperen por sí mismas.[29] Marx, Carlos, Capital, Fondo de Cultura Económica, 1976, p. 611[30] Pecaut, Daniel. Crónica de dos décadas de política colombiana 1968-1998, Siglo Veintiuno Editores, p.p.95,96.[31] Pécaut, Daniel. Crónica de dos décadas de política colombiana 1968-1998, Siglo Veintiuno Editores pp.87,88.[32] Perry, Op. Cit., p.95, efectuado con datos del Dane 1970.[33] Perry, Santiago. La crisis agraria en Colombia, 1950-1980, Ancora Editores, p.118.[34] Perry, Op. Cit. P.118.[35] Incora, Las empresas Comunitarias citado por Perry, p. 118.[36] Perry, op. Cit, p.119.[37] ibidem, p.121.[38] Perry, op. Cit., p.124.
[39] Ibídem, p. 125, cita el Seminario sobre Programa DRI, Bogotá, agosto de 1978, Grupo de Evaluación Subprograma de Crédito,[40] Ibídem, p.p.125, 126.[41] Cuadro formado con datos tomados del Dane.[42] Machado, Absalón, op. Cit., p. 128.[43] Ibídem.[44] Datos tomados parcialmente del cuadro 38 del libro de Machado, p. 146[45] López Caballero, Alfonso. Hacia un nuevo modelo de desarrollo para el campo Reforma Agraria de 1987, Editorial Oveja Negra, p.32.[46] Perry, Op.Cit., p.47.[47] Ibídem, p. 28.[48] Machado, Op. Cit, p.63.[49] La ley determina que las tierras baldías deben ser explotadas adecuadamente las dos terceras partes del total ocupado , durante cinco años, de lo contrario, éstas revierten al Estado (Art. 69 Ley 160 de 1994)[50] Machado, Absalón, op. Cit. 101[51] Machado, Absalón. Op. Cit., p. 94.[52] Ibídem.[53] Perry, Op. Cit. P.92[54] Periódico El Tiempo, Editorial del 14 de septiembre de 2003. p.1-26[55] Incora, Subgerencia de Planeación.[56] El tiempo, Editorial 14 septiembre de 2003, p.1-26[57] Incora, Subgerencia de Planeación[58] Ibídem