^ 1923 ^ ^ Hojas divulgadoras - mapa.gob.es · Toda mercancía trabada de incautación de la que no...

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^ 1923 ^ SERVICIO DE PUBLICACIONES AGRICOLAS ^ Año XVII. NOYÍ871bfC-dltÍQmhrt. Estas •Hojas^ se remiten gratis a quien las pide. NÚIt/S. 22-23. ^ ^ MINISTERIO D E FOM1IENTO Hojas divulgadoras DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA Y MONTES l)isposicioue^ ^ fici^^le^ ^ie iuterés Ulu•a lo^ :I^^ri- ^^nlt^ res. SUBSiSTBNCIA^ Real decreto de la Presidencia del Directorio Militar facultando at Direc- torio para regular los precios de las sustancias alimenticias de primera necesidad y los artículos de consumo indispensable, y dando disposi ciones y creando los organismos que se indican para efectuar la expre sada regulación de precios. F?1PfltiICIÓ.V Sel^or: Son uuánimes los clamures que en todas las q aciones se elevnn al Poder ejecutivo en demanda de soluciones para restablecer e] eqailibrio entre la demanda y la oferta, roto lar^o tiempo ^rntes de cstallar el conllicto <irmado que vino a a;;ravar las hondas pert^lrba- cioncs ya esisientes en los prublemas ecuncímicos. L( malestar ori^inado por la elevación del coste de la vida no po- día desaparecer al cesar 1^IS hostilidadcs en los países que en l;r :,^uerra europea intervinieron, y en donde la crisis econbmica tu^ niás ^iguda y vivlenta, ni tampoco eu los que permanecierun alejados de la contieuda podía restablecerse la situación de los añus anterio res ^i la g^uerra, toda vez que la carestía se debía a las ;^rolirndas transformaciones iutroducidxs en los elementos de la produccibn, el cambiu y el consumo. A pesar de las intervenciones del l;stado con severas re ;^larnen taciones, la especulación sobre todo lu que para subsistir se conside ra necesario lle;;^b al desenfreno, y al sobrevenir la paz contí»uó se ñore^indose v obli:;^b a persistir en una fiscalizacibn que todus los gobernanles desearon f'uera por corto plazo, con la esperauza de que los hechos dieran la razbn a quieaes, como panacea de tan gra-

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^ 1923 ^ SERVICIO DE PUBLICACIONES AGRICOLAS ^ Año XVII.

NOYÍ871bfC-dltÍQmhrt. Estas •Hojas^ se remiten gratis a quien las pide. NÚIt/S. 22-23.^ ^

MINISTERIOD E FOM1IENTO

Hojas divulgadorasDIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA Y MONTES

l)isposicioue^ ^ ►fici^^le^ ^ie iuterés Ulu•a lo^ :I^^ri-^^nlt^ ►res.

SUBSiSTBNCIA^

Real decreto de la Presidencia del Directorio Militar facultando at Direc-torio para regular los precios de las sustancias alimenticias de primeranecesidad y los artículos de consumo indispensable, y dando disposiciones y creando los organismos que se indican para efectuar la expresada regulación de precios.

F?1PfltiICIÓ.V

Sel^or: Son uuánimes los clamures que en todas las q aciones seelevnn al Poder ejecutivo en demanda de soluciones para restablecere] eqailibrio entre la demanda y la oferta, roto lar^o tiempo ^rntes decstallar el conllicto <irmado que vino a a;;ravar las hondas pert^lrba-cioncs ya esisientes en los prublemas ecuncímicos.

L( malestar ori^inado por la elevación del coste de la vida no po-día desaparecer al cesar 1^IS hostilidadcs en los países que en l;r:,^uerra europea intervinieron, y en donde la crisis econbmica tu^niás ^iguda y vivlenta, ni tampoco eu los que permanecierun alejadosde la contieuda podía restablecerse la situación de los añus anteriores ^i la g^uerra, toda vez que la carestía se debía a las ;^rolirndastransformaciones iutroducidxs en los elementos de la produccibn,el cambiu y el consumo.

A pesar de las intervenciones del l;stado con severas re ;^larnentaciones, la especulación sobre todo lu que para subsistir se considera necesario lle;;^b al desenfreno, y al sobrevenir la paz contí»uó señore^indose v obli:;^b a persistir en una fiscalizacibn que todus losgobernanles desearon f'uera por corto plazo, con la esperauza deque los hechos dieran la razbn a quieaes, como panacea de tan gra-

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ves trastornos, preconizaban por todos ]os medius la inhibicióngubernativa, pretendiendv que Ia ley de la oferta y la demanda ni-velaría rápidamente los precios, y olvidando, quizá de buena fe, quetal libertad no puede exiatir con las confabulaciones, monopolios,especulaciones y proteccionismos viciosamente admitidos en tantospaíses.

En nuestra patria se agudizaron igualmente los trastornos econó-micos que crbnicamente existían, y la vuelta a la ansiada normalidadeconómica tropieza con el tesón con que se han veuido oponiendo allibre desenvolvimiento de las operaciones productivasy comercialescuantos pudieron imponer artificiosamente maniobras de excepción,sin perjuicio de reclarnar al propio tiempo del Estado una suicídaabstencióu de cuanto si;nificase coartar los apetitos de lucro desme-dido, viéndose, en cambio, agobiado el Poder público por coaccionesque le forzaron a conceder protecciones, con las que se buscaba lapermanencia de los altos precios.

Reconociendo el Parlamento español la necesidad de un interven-cionismo del Estado en los problemas de abastos, votó ]a Ley de 11de noviembre de 1916, que concedió al Gobierno facultades extraor-dinarias para actuar principalmente sobre el cambio y el consumo delas sustancias alimenticias de primera necesidad y las primeras ma-terias indispensables para ia subsistencia. Votada esta Ley pararegir en los doce meses siguientes a su promulgación, ampliablespor períodos de doce meses, fué prorrogándose su vigencia hasta el1.1 de noviembre de 1922, en cuya fecha sólo se estirnó convenientedisponer de las sautorízaciones que al Gobierno conferían los artícu-los 2.° y 4.° de la misma. De ellos, el art. 4.° facultaba al Gobiernopara regular el precto de las sustancias alimenticias y primeras ma-terias e intervenir en la distribución y circulación de las mismas.

Para la ejecución de tales facultades, el Real decreto de 18 deenero del curriente afío creb la Junta Central y las provinciales e in-sulares de Abasto;^, con las facultades y atribuciones que por dichasoberana disposición se les confería, dictando rPglas a que debíanatenerse para efectuar la regulación de precios.

La experiencia suministrada por el funcionamiento de tales Jun-tas, comparada con las ense.ñanzas adquiridas durante la actuaciónde las Juntas de Subsistencia creadas por la Ley de 11 de noviernbrede 1916, aconseja ampliar las facultades gubernativas y las de los or-ganismos encargados de su ejecucion para permitir desemba.razada-mente la imposición de las medidas que se conceptúan indispensa-bles para contener dentro de justos límites las operaciones comer-ciales, combatir las especulaciones abusivas y hacer fracasar lasconfabulaciones que se uponen al moral desenvolvimiento del cam-bio de productos.

No se pretende con el decreto que se somete a la sanción de V. M.dar definitiva solución a los conflictos motivados por la defectuosaorganización comercial existente, ni ha de esperarse de él un reme-dio estable a los males producidos por la general caresGía; ello debe

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ser objeto de madurados estudios que se reflejen eu sucesivas dispo-siciones, cuya tinalidad debe ser el estímulo y abaratamiento de laprodua^ión y el fomento de or^•anizaciones cooperativistas que faciliten la instuuración de un sistema comercial mhs perfecto y menoscomplicado que el actual. Se trata de facilitar, rnediante el empleode medidas escepcionales, inmediatas actuaciones, que demandan laconveniencia y paz públicas.

En virtud de lo e^pucsto, el Jefe del Gobierno tiene el honor desometer a la aprobacicín de V. M. el ad_juntu proyecto de decreto.

Madrid'3 de noviembre de 1923.-Setlor: A I_. I^. l'. de ^'. \i., ^Ytigttel Pri^^iro de 12íz^e^^cz ^^ Ovbcz^aeja.n

rzrcr^r. ncctzr.ro

A propuesta del Jefe del Gobierno, presidente del l^irecturio 1\li]itar, y de acuerdo con éste,

Ven^^o en decretar lo si^-uiente:Artículo 1.° Se facttita al l^irectorio:^a1 Yara re^^^ular 1us precivs de las sttstaucias nlimenticias de pri-

mera necesidad y los artículos de consumo indispensable.Se considera sustancias alimenticias de primera necesidad: lo^

cereales y sus harinas; las le^umbres y las su_yas; tubérculos p raí ^ces; Crutos; hortalizas; pan; carnes frescas y saladas; pescados, sussalazones y conservas; huevos; leche; azúcar; aceite: sal.

^e considera; artículus de cunsumu indispensable: los carbone;y leñas para usos domésticus; <^^as y energía eléctrica para el alum^bradu dc viviendas; vestido y calzadu, en sus clases de usv general.

Cuando se cstime necesario o conveniente podr^^n re^^ularse lo:-sprecius c1e las primeras mate.rias que interven;;an en la elrrbvracióno prvducciún de sustancias alimenticias de primera necesidad o artículos de consumo indispensable, o que, por in[lttír en el costo delproducto, se coneeptíte justificad^t la re^;ulación de precio.

bj l'ara fiscalizar, limitar o restrin^ir la circulaciún de sustancias alimenticias de primera necesidad a que se refiere el apartado rr).

c) Cuandu en una mercancía de las eomprendidas en el apartadv a) la libertad de producción, elaboración o comercio desaparecieraa consecuencia de acuerdos entre los propios elernentos productoreso de cambio, que tendieran a elevar los precios o a provocar escasez,podr.r acordarse la intervención de fábricas, almacenes, depósitos yestablecimientus comerciales en que se produzcan, elaboren, transformen, guarden o expc:ndan tales mercancías, y en este caso podr;ídeterminarse el orden de prelaciún con que se cleban de fabricar,circular o vender las mismas.

E'or las Juntas que se determinan en el art. 2.° podr<í invitarse alposeedur dc las mercancias comprendídas en el apartado a) a quesirvan los pedidos que se les indiquen.

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cr') Si, a pesar de estar intervenidas ]as operaciones de produccióno comercio de un artículo de los incluídos en el apartado a) sufrieraéste un alza de precio sin justilicación o se advirtiera retraimiento uocultación yue produjesen su escasez, podrá efectuarse la incauta-cicín y espropiaciún del mismo. La incautación se har^í previo inven-tario y espropiación de los oéneres incaulados.

EI paru de una mercancía incautada habr^ de realizarse para cadapartida dentro de los treinta días sibuientes al en que se disponga deella.

A1 mismo tiempo que la incautación de béneros podrá acordarsela ocupación de almacenes, o parte de ellus, en que estuvieren depo-sitados, y la de edificios que se estimaren necesarius a los fines deconservación y custodia cuando se dispusiera del };énero incautado.

En uno y utro caso se fijnrá previ;^mente la indemnización o alyuiler yue proceda.

Toda mercancía trabada de incautación de la que no se hubier^tdispuesto en el plazo de tres meses quedar<í de la libre disposiciónde su poseedor.

e) 5i por haber esc•asez real de un artículo, u porque su ocultaciónla produjera, la incautación y venta det mismo no remediase su es-casez, el Gobierno podrá, previa comparación de los precios delmismo en el mercado nacional y en los e^tranjerus y del margenprotector concedido pur el Arancel, moditicar temporrclmente losderechos arancelarios de los artículos comprendidos en el aparta-do a), para estimular o hacer posible ]a importación y concurrenciade articulos similares extranjeros.

Los contratos celebrados entre particulares que no pudiecan cum-plirse a consecuencia de la adopción de al;;una medida derivada delas autori-r.aciones concedidas en este artículo, se entenderdn cadu-cados, considerándose las medidas ;;^ubernativas que se adopten, alos efectus jurídicos, como caso de fuerza mayor.

Art. 2.° Para la ejecución de cuanto requiere el desarrollo de lasautorizaciones concedidas por el art. 1.°, se constituir^ín los si^^uien-tes orŜanismos, dependiendo del it2inisterio de la Gobernacicín encuanto atafie al servicio que se 1es encomieuda:

a) Una Junta Central de Abastos, presidida por el Delegado queel Gobicrno desi};ne, de la que ser^ín Vocales el Subdirector de A^^^ricultura, un Jefe de Centro, designado por cada uno de los 11liniste-rios de Ilacienda, Gobernación y Trabajo; wi representante de laAsociación de Al;ricultores de España, otro de la Asociación Gene-ral de Ganaderos del Reino, otro del Consejo Superior de las Cáma-ras de Industria y Comerciu, un representantc de las Cooperativasde consumo, designado por el ,^^linisterio del Trabajo, y otro ele};idopor las Asociaciones obreras que el representante del It7inisterio delTrabajo desisne,

Actuar5 de Secretario, con voz y sin voto, el funcionario que lapresidencia determine.

b) En las capitales de provincia, y dependiendo directamente de

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la Ceneral, una Junta Provincial de Abastos, presidida por el Gober-nador civil respectivo, siendo Vocales de ella el Presidente de laAudiencia, e] llele^;ado de Ilacienda, e} Alcalde de la capital, queiutervendr^í con voz y^•oto en l^^s asuntos que atecten a su 1lunici-pio, el In^eniero Jefe de la Sección A^ronóntica, el Inspector de Hi-:;iene y- Sanidad pecuarias, el inspector del '1'rabajo y^ un represen-tante designado por c^tda una de las Cámaras oficiales cie Comercio,industri<.t }' A;^rícul,ts, otro desi^nado por el Gobernadur, en repre-sentaciún de ]as Cooperatívas de consumo, y otro en represeutaciúnde las Asociaciones obreras.

Ser^ Secretario de estas ^untas provinciales el funcicrnariu desi^-nado p^_^r la Yresidenci^i.

c) Et7 las islas de llcnorca c Ibiza y en las del Archipiél;i<^^o ca-nario en que e^ista Crti^ildo insulrtr, se constituir.ín, b^jo la presiden-cia de un llele;^ado del Gobierno, Jurltas insulares, dc las que ser;ínVocales el Alcalde de la capital, el )ue•r, de primera instancia, elAdministrrtdor u llepositario de I[acienda ^ representantes de lasentidades oficiales a^^^rícolas y de comercio e induslria que existanen su dem;trcación, sicndo Secretario el funcionario que la I'resi-dencia clesi:,ne.

Art. 3.° Tanto la )unt<^ Centr;tl como las provincictlcrs e insulares,ele^^irán de su seno una Comisión permanente, presidida por el de la.Ittnta, asistido de dos \'ocales; lcts Comisiones perm;u^entes ejerce-r^n, por dele^ación, todas las funciones que se asi,^nen ;t la Tuntacorrespondiente, a la cu^rl dtrr;'tn cnenta de las medidas que xdopten.

Las Comisiones permanentes ser;ín las encar;;^adas de ejecutarlos acuerclos, órdenes e instrucciones que nl efecto se dicten.

Para el tr;ímilc de los asuntos }' seraicios de estndística }• olicina,se asi^n.rr;í a ca^la Junta ei personal neces;triu, sin que tales nom-bramientos strpon^^an ;tumento de plantilln.

Este pc•rsoual se determinará en el Re;;-lamento que dictar{t la_^unta Central.

Los ;;astos de material de olicina estarrín a car ;cr del ^linisteriode la Gobernación cn lo que se refiere a la )tuita Central, de los Gu-biernos ci^-iles en 1^^ concerniente a las )untas provincictles y de losAyttntamientos en ios que motiven las ,,tuntas insttlares.

Art. 4.° Ser^ín de la competencia de la ► unta Cenlr;tl de Abastos:Los acuerdus relrttivos a]a rc;;lamentación de precios, la fiscali-

zación, restricción y limitación de la circu}ación y la intervención aque se retiere q lc^s apartados n.), h) y c) de} art. 1.°

Las propuestas de incautaciones }' modificaciones arrtncelarias deque hablan los apartados ci') y e) dcl mismo artículo.

Tanto pttra acordar la inter^^ención como para l.t incautación aque se refieren los aparlados c) }- cl), serán previamente oídos los in-teresados a quienes tales acuerdos hayan de afectar.

La facultctd de dcle^^;^ar en las f untas pruviuciales insulnres lasatribucionés que, siéndole propias, juz};^ue de conveniencia o necesi-clad conceder a las expresadas (untas.

Gstas dele ;nciones se referirán siempre a puntos concretos y biendelimitados.

Ll establecimiento de instrucciones para el funcionamiento y ser-^•icios de las Juntas provinciales e insulares.

Art. 5.° Corres^,onde a las )untas provinciales e instilares:El cumplimiento de las órdenes e instrucciones que reciban de la

lunta Central.Ll ejcrcicio de las funciones que le sean dele^-adas por la Junta

Central, pudiendo solicitar ayuellas que consideren convenientes onecesarias para el mejor desempeño de sus l^inciones.

La re;ulacián del precio de venta, al por tnenor, en toda la pro-vincia o parte de ella, de las sustancias alimenticias de primera ne-cesidad yue en ella se produzcan, previa propuesta clevada a laJunta Central y aprobación por parte de ésta.

Podráu proponer a la Junta Central la adopción de medidas rela-cionadas con las autorizaciones concedidas por el art. 1.°, o de otrasyue tiendan a la mayor eficacia del presente Real decreto.

1Zeco^^^er, completar y enviar a la Junta Central cuantos datos puedan oblener relativos a la producción, circulaciún, consumu y preciosde los artículos comprendidos en la presente disposiciGn, pudíendo diri^it•se, a este efecto, a todas las Autoridades, funcionarios, Centrosoficiales, Sociedades e individuos particulares que puedan suminis-trar datos de interés.

Proponer a la ► unta Central las restricciones, limitaciunes e inter-venciunes y pedir las incautaciones que establece el art. 1°

Art. 6.° Para ]a aplicación de cualquiera de las facultrtdes confe-ridas al Gobierno por los apartados a), b) y c) del arl. 1.°, la JuntaCentral y las provinciales e insulares, cuando proceda, o sus Comi-siones pennanentes respectivas, oirán cuantos informes pertinentesa cada cr{so reclamen de las oficinas de la Administración, de entida-des y Corporaciones oficiales y de los particulares que, por su cono-cimiento de los asuntos en estudio, estimen conveniente consultar.

Lle ;^ado el caso previsto en el apartado e) del art. l.°, cl C^obiernooirá a la Comisión permanente de la Junta de Aranceles y Valora-ciones.

Art. 7.° Tanto la Junta Central como las provitrciales e insulares,podr.ín nombrar Inspectores para investi^ar si se cumplen los acuer-dos firmes que se adopten.

Las Juntas proviuciales e insulares deberán comunícar a la Cen-tral los numbramientos que acuerden.

Art. S.° Contra lus acuerdos de las Juntas provinciales e insula-res pudrá interponerse recurso ante la Junta Central, y contra losacuerdos, órdenes e instrucciones de ésta, en los casos en que lo de-termine el Reglamento, cabrá e] recurso ante el Ministerio de la Go-bernaciún.

Los plazos para interponerlos ser^ín de ocho y quince días, res-pectivamente.

Cuando el acuerdo recurrido se refiriese a imposición de multas,

no será admitido el recurso sin acreditarse por el recurrente que elimporte de ella iué depositado a disposición de la Autoridad que inl-pnso la sanción.

Cuando el recurso lo sea contra acnerdos de intervención e incau-tación, no sufrir^ demora el cumplimiento del acuerdo.

Los recursos contra acuerdos adoptados por las Juntas provincia-l^s e insulares en uso de dele ;•ación de facultades concedidas por laJimta Central, ser^n resueltos por ésta, previo infornle de la Juntacontr^.i cuyo acuerdo se recurre.

Art. 9.° Las infracciones de ^^tcuerdos adoptados por las Jtultas deAbastos, y las defraudacioues en calidad, peso o precio de los ar-tí^ulos alimenticios, así corno la adulteración de ]os mismos, ser<tncurre^idas con la imposicióal de multas de 500 a 5.000 pesetas, pudien-tlo las J^untas procinciales o sus Presidentes, en casos dc ttr^encia,lle^ar a la cuantia de 1.000 pesetas, y correspondiendo a la Junta Cen-tral, o a su Presidente, la imposición de las que excedan de esta

ci I^ra.S^ harán efeclivas l^^ls multas en el papel correspondiente y siem^

pre dentro del plazo fijado al imponerlas, que no exceder^í de cna^

tro días.Gl acaparamiento, la ocultación, el retrainliento de venta y la es-

peculación abusiva de artículos alimenticios de primera necesidadse casti^^^ar^ con la pérdida de4 50 por 100 del valor de las mercanciasqu^ a dichos fines se dedicaron cuando se acordar<^ la intervención ola lI1CAlltaClÓt1 O venta de las mismas.

Et infractor dc acuerdos o dispos iciones de la Junta Central, alque ya se hubiere impuesto ntulta en su cuantía m^ixinla, ser^, casti-^^^ado con la suspensión temporal en el ejercicio de su industria o co-mercio durante el plazo que dispon^^'a la Junta Central.

Todas las sanciones que se imponñan ser^tn public^tdas en los Bo-

lctizzes ofrr.^ciles y en la Prensa diaria.Independientemente de las correcciones que procedan, se exi ;-ir.í

a los in(ractores la responsabilidad que corresponda por las faltas ^dclitos de desobediencia a la Autoridad o de fraudes en el peso, cali-dad o precio, adulteración o venta de géneros alinlenticios altera- 'dos o en malas condiciones sanitarias de conservación.

Art. 10. De los fondos que se in^resen en el papel correspondien-te por pago de multas, después de sustanciados los recursos que seentablaran o desestimada la petición de condona, se destinará el 50por 100 para atender a los ^astos de sostenimiento de las Juntas, yde estos fondos se satisfará a los Inspectores que las propias Jun -tas desi ;-nen las gratificaciones y retribuciones mensuales que lasmismas acuerden, sin que, en lo sucesivo, tales Inspectores tenganparticipación de un tanto por ciento en las multas impaestas.

Ll importe del 50 por 100 de las mttitas pertenecientes a las Jtzntasde Abastos será entregado a sus respectivos Yresidentes, mediantemandamientos de pago justificados, que se imputarán siernpre al pre-supuesto corriente de «Gastos de las Contribuciones y lZentas públi-

cas», con aplicación al concepto de «Premios a partícipes de multassatisfechas en papel de paz;-os al EstadoN, en el cual se considera comprendidu cl pagu de esta obligación.

A este efect^>, los Presidentes de las Juntas remitirán, en iin decada rues, a la Ordenación de pagos del ;^linisterio de Hacienda la^mitades ori^innles del papcl de pagos al Estado, dcbidamente reseñadas en relación duplicada, en la que se har^í cunstar la cuantíaparcial y totat del ^0 por 100 que las corresponde percibir, acornpa-ñada de certificación, también duplicada y e^presiva de que sou fir-mes todos los lallos condenatorios respectivos, y de que han sido desestimadas las peticiones de condonaciún, en el caso de que se hubie-sen entablado en tiempo y forma le^•al.

Igualmente se destinar{t a gastos de sostc:nimiento de las Juntase150 por 100 de las cantidades que se in ;^resaran procedentes de15Upor 100 de pérdida del valor de las merc^tncías sujetas a intervenciór;o incautación ^- eenta; invirtiéndose cl 50 por 10^) restante en subvenciones a las Cooperativas de produccibn, venta y consumo y a la,Asociaciones benéticas, en la forrna que determine la Junta Central

Art. 11. La _(unta Central de ^bastos redrtctará el Re^lamcnt„para la aplicación del presente Real decrctu, que someterá a la apr^>-bación del iefe del Gobierno, .Presidente del I^irectorio ^\Iilitar.

Art. 12. Quedan derogadas cunntas disposiciones se upc^ngru^ a luestablecido por el presente decreto.

Dadu en Palacio a tres de uoviembre de mil novecientos veintitrés.-Ar,t^oi\so. - Ll Presidente del .Directorio Militar, ^1ligtccl I'yi-^no de Rivera y Orbarzeja^.-; Gace'c^ del 4 de noviembre de 1923.)

Real orden de la Presidencia del Directorio Militar del 7 de diciembre de1923 disponiendo se constituya en todas las poblaciones cabeza de partidos judiciales, bajo la presidencia del Delegado gubernativo, una Co-misión de información comercial, para conocer exactamente los pre-cios de los artículos de primera necesidad en los distintos mercadosde origen, y facilitar las informaciones sobre existencias y ofertas delos mismos a los organismos encargados del estudio y resolución delos problemas de abastos.

Escmo. Sr.: Para conocer esactamente los precios de los artículosde primera necesidad en los distintos mercados de origen, y facilitarlas inforrYtnciones subre existencias y ofertas de los mismos a los or-;;anisrnos encar ;-ados del estudiu y resoluciGn de los problemas d^^abastos, así como para proporcionar a los productores y comercian-tes que lo soliciten datos reCerentes a las contrataciones de los mis

mus artículos,S. M el Re}• (q D. g•) ha tenido a bien disponer:

1.° Que se constituyan en todas las poblaciones cabeza de parti-dos judiciales, bajo la presidencia del Delet;^ado gubernativo, desig-nado en ^•irtud de lo dispuesto por cl P.eal decreto de 20 de octubrc

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ŭ ltimo, una Comisión de información comercial, de la que scrán Vo-cales el síndico de mercados de ]a localidad, un representante delColegio de Curredores de Comercio, otro elegidu por los Corredo-res de Comercio no colegiados, un representante ele^ido por todas]as organizaciones a^rícolas y ^;anaderas ]e^;almente constituídasdentro del partido judicial y un a^^enCe del Servicio de inCurmacióntele ;ráfica comercial nombrado por la Dirección de este Servicio,con arreglo a lu ciisptie^to por ]ri Real orden de 2S de diciembr^de 1919.

La elecciún de los representnntes que han de designarse por losCorredores de Cc^>mercio no cole^i^idos y por las Asociaciones a:;-rícolas y^ ;;anaderas se verificar<t cunforme acuerde el f)ele ;ado ;;u-bernatic^o, quien, al efecto, dictará las disposiciones necesarias-

2" I as Comisiones de infurmacibil comercial reco;-er^ín cuanto^datos cenozcan respecto a cotizaciones, esistencias y ofertas de losartícul<,s qne scñale la Junta Central de Abastus, pudiendo recla-rnar; 11 ePecto, informes a los merc^.ide^s habitiiales, lonjas, alhúndi:,^^as y centros de contrltacifin, ast como a las entidades a^^rícolas ^-ciepene3euciris de ]a Administración pro^-incial ^ local.

3." Semanalmente ^r en el día que determine la Junta Cenlral deAbastus, por conducto del a^ente dcl Servicio tele^-r^ifico, y con es-tricta sujeción a lo establecido en l.^ 12i^<il orden de 28 cle diciembrede 1919, que estableció el ^ervicio de información tcle^r^ítica comer-cial, remitir^ín las Cumisiones a la Junti Central de Abastos, v a]asprovinciales que lo soliciteu, un tele^rama que resumirá las infor-mac,iones recogidas durante la semrina por ia Comisión.

d.° De actierdc^ con las instrucciones que, al efecto, dicte La JuntaCentral de Abastos, pc^dr^ín asimismo las referidas Comisivnes faci•litar a los abonados al Servicio de información tele;;-r^6cr^^ cumercial]os informes que sc soliciten sobre prccios, ofertas ^^ e^istencias d^artícu^^s de primera necesidad.

Lo que de 1Zea1 orden digo a V. E. para su conc^cimiento y efec-tus. llios ^uarde a V. L. muchos atios. Madrid 7 de diciembre de1923. -- Prilrzo c^e Rivercz. -- Sr. General Subsecretario de Goberila-ciún.-^(;^rcefa de19.)

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ABON^i^

Real decreto de la Presidencia del Directorio Militar, fecha 29 de octu-bre, disponiendo que por el personal agronómico dependiente de laDirección general de Agricultura y Montes se organice una investlga-cibn relativa a los abonos minerales, con el cometido que se indica.

);YPOSICIÓN

Señor: EI Real decreto de 14 de noviembre de 1919, referente a las^arantías que el Estado concede a los agricultores en la adquisiciónde abonos químicos o minerales, aun con al^unas deficiencias o la-o-unas fáciles de corregir, asegura la pureza en la composición conque han de ]legar a su poder, y establece sanciones contra los fabri-cantes o expendedores que, persiguiendo un lucro indebido, tratende mixtificar este artículo, que debe considerarse como de primeranecesidad para la a ;^ricultura.

Encargado el Cuerpo Nacional de Ing^enieros Agrónomos del cum-plimiento de la Real disposicióu citada, los resultados obtenidos mer-ced a su actuación han sido beneficiosos y han garantizado la pure-za de los abonus.

Aun con este amparo, y a pesar de la comprensión de la necesi-ctad del empleo de los abonos por parte de los abricultores, no se ex-tiende su uso en la medida que sería conveniente para el aumento dela producción, ya porque el precio de ellos aumenta, ya porque elcrecid^ rédito que, sindicatos contra el interés general, se marca porlos vendedores en los contratos de pa;o diferido hasta la reco-lección.

Este estado de cosas no puede ser aceptado por un Gobierno cui-dadoso del interés de los ciudadanos, y para llegar a obtener la cer-teza de cuanto se refiere a esta modalidad del comercio de los abo-nos, así como para salir al paso de lo que en principio puede esti-marse como una explotación abusiva en contra de la agricultura enla negociación de un artículo que se debe considerar como de prime-ra necesidad para la misma.

En ateución a las consideraciones espuestas, el iefe del Gobier-no, Yresidente del Directorio 11^Iilitar, tiene el honor de someter a laaprobación de V. M. el adjunto proyecto de decreto.

Madrid 29 de octubre de 1923. - Señor: A I,. R. 1'. de V. VI., Mr-g^tiel Pyirrao c^e Rive^^a y Orb2nejc^. ^

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xi.ni, utcctzr^^ro

lle acuerdo con el ► efe del Gobierno, F'residente del llirectorioMililar,

Vengo en disponer lo sil;uiente:Artículo 1.° Por el personr.tl a^^ronómico dependiente de la Direc-

ción reneral de A^ricultura y!^lontes, se or;;anizar^í una investi^a-c^ión que tendrá por objeto averi^-uar:

a) Los precios a c}ue se han espendido en el año actual, los diver-sus abonos, y principalmente el superfosfato de cal;

b) Los precios, en los ptultos exportadores de los fosfatos, de los(letes y el importe de los gastos y derechos causados hasta Ilegar alas fábricas, así como los del ácido sulfúrico empleados en la fabri-cación;

c) Lus precios, según ^^^raduación, de los superfosfatos en los pun-tos productores del Lstranjero y]os gastos que ocasiona su impor-tación, o i^uales d..itos referentes a otras substancias fertilizantes,cc^mu escorias de defosforación, sales potasieas y amonilcales y ni-tratos de Chi.le y sintéticos.

Art. 2.° Para}elamente a la investi^•acibn preceptuada en el ar-tículo 1.", se proceder^ a la formación de una estadística de lasfábri-^as de abonos, cantidad producida por las mismas, composición deellos, vendedores matriculados en los libros-registros de las Seccio-nes r'1;;^ronómicas provinciales, cantidad de abonos vendidos y susprecios en los puntos de tttilización.

Art. 3.° Estos datos servirfin de base a la formación de tablas deprecios de substancias lertilizantes, que se estimarán como o(icialesy que servir^in de tipo para lle ;•ar a un acuerdo para los fabricantesen la tijación del precio de venta, tanto en las f^bricas como en elcomercio local. En caso de desacuerdo, e} i^linisterio de Fomentopropondrá al Gobierno las medidas conducentes a rnantener en justoprecio eslas sustancias.

Art. 4° Queda terminantemeute prohibido aplicar un interés superior al 8 por lU0 anual a los pagos a plazos en las ventas de abonos,debiendu ser denuuciadas las in(racciones anté los 7^ribunales.

Art. 5.° Hasta tanto no sea un hecho ln instauracicín del Créditoa^rícola, deberán inlormar las Secciones A;;^ronómicas, a los fabri-cantes o vendedores de abonus que lo soliciten, acerca de si es agri^cultor el comprador a que se refiera y de la impurtancia de su exp}o-tación a^rícola, sin mís responsabilidad, por su parte, que la de faci-litar tui dato de información, sin que pueda servir cumo aval ni ga-r^ultía dc ninguna especie al contrato de compraventa.

llado en Yalacio a veintinueve de octubre de mi} novecientosveintiCrés.-ALFO^so.-EL Yresidente del Directorio 1^'Iilitar, bligatielPyi^aao a'e Rr.'vera y Orbav^zf^ja.-(Gaceta del 30.)

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Real orden de Fomento, fecha 5 de noviembre de 1923, dando disposicio-nes para el debido cumplimiento, por el personat facultativo agronó-mico, de la importante misión que se le encomienda por el Real de-creto de 29 de octubre último, que dictó reglas para investigar 1a pro•ducción, venta y precios de los diferentes abonos empleados por losagricultores en 1a fertilización de las tierras.

Ilmo. Sr.: El Real decreto de 29 de octubre último, publicado en laGaceta del 30, dicta reglas para investigar la producción, venta yprecios de los diferentes abonos empleados por los agricultores enla fertilización de las tierras, y para su debido cumplimiento por elpersonal facultativo agron^mico, al que se le encomienda esta im-portante misión,

S 1^1. eI l^ey q. D. g.) se ha servido disponer:1.° La investigación de los precios a que se retiere el apartado a)

del art. 1.° se hará teniendo en cuenta los datos reco^^-idos durante elar^o para olras informaciones y comprobándolos con los de diferen-tes proccdencias, teniendo cnidado de señalar los precios al por ma-yor y al detalle eu los principales mercados de cada provincia, elprecio en fábrica, con los demás datos que puedan adquirir como re-sultado del examen de alb^unos contratos de suministro hechos porlos fabricantes a los agricultores o entidades agrícolas, teniendo muyen cuenta la composición ;^arantizada.

2.° En cuanto a los precios de los fosf^ctos a quc se refiere el apar-tado b) del mismo artículo, los Ingenieros _Jefes de las SecciouesAgronómicas donde existan fábricas de superfosfatos requerir^n a]as Sociedades respectivas la exhibición de los contratos de suminis-tro formalizados con entidades eYtranjeras eiportadoras, anotandola procedencia de los fosfatos, cantidades, precios, ete. En caso deresistencia a este requerimiento, acudir^ín a los CGobernadores civi-les de las prc^vincias, para que adopten las providencias necesariasal fin de obligar a los fabricantes a cumplir este requisito.

l;^ualmente estari{n obligados estos industriales a suministrar losdemás datos que en dicho apartado se indican.

^i personal agronómico procurará comprobarlos por otros me-dios que tengan a su alcance, o solicitará, por conducto de los Gobernadores civiles, las noticias que crean oportunas de otras Autorida-des o entidades. llel mismo modo, los Ingenieros lefes de las demásprovincias, principalmente en las del litoral, procurarán inves[igarcerca de las Compañías navieras y consignatarios en los puertos, ode sus representantes en el interior, lo referente a fíetes y el importede gastos y derechos causados hasta llegar los fosfatos a las fá-bricas

3.° En lo que se refiere al apartado c) del art. 1.° del Real decretumencionado, los Ingenieros Jefes de ]as Secciones Ag^ronómicas acu-dirán a los mismos medios para averi;;uar los precios, según su gra-

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duación, de los superfosfatus de cal en los puntos productores del Ex^tranjero y los ^astos que ocasiona su importación, así como de las de-m^is sustancias fertilizantes, como escorias de defusforación, salespotásicas y amoniacales, nitratos de Chile y sintético.

4° Los In^^enierus :Jefes de las Secciones A^runómicas estudia-rán }os contratus de suministros formalizados entre lus a;;^ricultoresy las distintas fábrica^ abastecedoras, informando acerca de eltas loquc crean procedente, al objeto de proteger a los compradores, evi-tando en lu pusible condiciones que. se estimen abusivas.

fi." Coutinuaudo vir;-ente el Real decreto de 14 de noviembre de1919, se hace preciso organizar de un modo de[initivo el servicio de}os Laboratorios a^rícolas oficiales de an^ílisis químico,y, a este efec-to, todus los Jefes de establecimientos a;^rícolas y Secciones A^ro-nómicas donde esistan estos L^.tboratorios, redactarán con ur^^encia,y remitirán a esa llireccióu :;eneral, un informe en que se expresen:el estado actttal del que se halla a su car^;o, causas que lo determinan,deficiencias de medios y elementos que precisa subsanar, para quecump}a eficazmente sus fines, y presupuesto razonado de los ^astosque por cada concepto se uecesita satisfacer para lo^^rar el iin es-presado.

6.° Uichos informes ser^in estudiados por este ^Zinisterio, que re-solver^í acerca de los rnismos.

7.° Los Lrtboratorius aarícolas del Gstado tienen la doble funciónde servir a los a;ricultores, se^ún las condiciones re^la^uentarias, ,y de practic^u- todas aquellas investi^;aciones relacionadas con lamisión oficial del establecimiento o Sección A;;ronómica a qtae per-tenecen.

Atendic:ndo a ambos eonceptos, los Jefes mencionad^^^s procura-rán dar la mayor hublicidad. entre los agricultores a los serviciosque pueden utilizar, acudiendo a dichos Laboratorios, y, ndemás, for-mular,ín y enviar<ín a ese Centro directivo el plan de los trabajosqtte se proponi;an reali^ar, en armonía con los problemas principa-les que se trate de resolver, dentro de las funciones a ellus enconten•dadas. I^stos planes se aprvbar.ín por esa Dirección ^eneral, previoinforme de la Junta Cunsultiva í^^^ronómica.

8.° Dichos _^efes remitir<in, en los primeros días de cada mes, re-lación detallada de los servicios prestados por el Laburatorio de sucar<.^o durante el mes anterior. La falta de estos partes será motivude correccióu en la forma re^la^rtentaria.

De Peal orden lo comunico a V. I. para su conocimiento y demásefectos. Dios guarda a V. I. muchos años. Madrid 5 de noviembre de1923.-LI Jefe encargado del despacho, _/osé V. Arcl2e. - Sr.. llirector^eneral de A;;^ricultura y lílontes.-(^,aceta del 6.)

Instruccíones circuladas por la Dirección general, en 22 de julio de1920, para el mejor cumplimiento del Real decreto de 14 de noviembrede 1919.

Las que más interesa cotzocer a los a^ricultores sou las si-ñuientes:

1.g La inscripciún que ordena el art. 3° del citado Real decreto noimplica la necesidad de especilicar todas las sustancias a cu_ya ventase dedica el interesado, puesto que ya lo ha de hacer en lr.ts declara-ciones mensuales.

2.a Rs oblit;-atorio e ineludible el fijar en las facturas y etiquetasde lUS envases la riqueza del abono, y como éste no puede circularni venderse sin estos requisitos, desde que sale de la fábrica, claroes que fil;tu-ar^í el nombre del fabricante en las etiquetas, y no puedela Ley amparar al comerciante en el sentido que se expone en la instancia, pues scría autorizarles a vender los abonos sin etiquetas, oa suplantar la personalidad del fabricante, de poner otras etiquetascon el nombre del vendedor.

3.a )3 1 que no se inscriba como comerciante o comisionista deabonos puede tener en su almacén o tienda sulfato de cobre, azufrey sulfato de hierro, puesto que son sustancias que se emplean parausos industriales, medicinales y domésticos.

4.a La inscripción en el IZe;^istro es gratuita, excepto 1^>s derecho5de certificaciún y timbres reglamentarios, que deben aboaarse.

Real orden de 5 de agosto de 1920 modificando las Instrucciones ane-xas al Real decreto de 14 de noviembre de 1919 en el sentido de quelas terceras muestras de abonos de las que se recogen para su aná-lisis sean depositadas en la Estación Agronómica del instituto Agrí-cola de Alfonso XII, en vez de quedar en los Ayuntamientos res-pectivos.

Ilmo. Sr.: Vista una consulta formulada por el Inoeniero Jefe dcla Sección Al;ronómica de Guadalajara acerca de la convenienciade que las terceras muestras de abonos de 1as que se recogen parasu anftlisis sean depositadas en la Estación Ayronúmica del Institu-to Agrícola de Alfonso ^iII, en vez de quedar en los Aywltamientcsrespectivos; de conformidad con las razones expuestas en la expre-sada consulta, y con lo informado por el llirector de la LstaciúnAgronbmica,

S. í^I. el Re}- (q. D. g• ) se ha servido disponer quede modificada laúltima parte del párraío 2° del núm. 6 del apartado U), aDe la tomade muestras^>, contenido en las Instrucciones anexas al Real decretode 14 de noviembre de 1919, que dice: «Se yuardará en cl AS^unta-

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miento del pueblou, sustituyéndola por c^se remitir^í a la EstaciónAbronc5mica del Instituto Az;rícola de Alfonso XII».

De Real orden lo comunico a V. I. para su conocimiento y efectosconsi^-uientes. Dios ;;uarde a V. I. muchos años. 1ladrid 5 de a;;-ostode 19^^.-E. Ovtuizo.-Sr. Director de Agricultura, ^linas y^lontes.

Circular de la Dirección general de Agricultura, fecha 18 de febrero

de 1920, sobre aplicación de la tarifa reducida para los análisis de

abonos.

Con esta fecha se le comunica al Director de la Estación Aaronómica del Instituto A;-rícola de Alfonso XII lo si^uíente:

c^Vista la propuesta, formulada por V. S., de que se dicte una dispo-sición que evite que los Laboratorios agricolas del Estado analicenlos abonos remitidos por los fabricantes, comisionistas y vendedo-res de los mismus en i^uales cundiciones y tarifas que para el agri-cultor; de conformidad con las consideraciones eapuestas por V. S., yvistas la tarifa vi^enle consi;,̂ nada en el 12ea1 decreto de 25 de oclu-bre de 1907 y la reducida a que se reliere la Círcular de ]1 de enerode 1916, de 5 pesetas, como mhYimo, por el análisis de cada muestra,aunque se determine mas de un elemento fertilizante, esta Dirección^^eneral ha acordado, en armonía con el espiritu de dicha Circular,que la iarifa reducida indicada se aplique únicamente a lus análisisde las muestras de abonos remitidas por los agricultores, para losíines del Real decreto de 14 de noviembre de 1919 e Instrucciunesanesas al mismo, y que en los demás casos rija la ordinaria vi^ente.u

Lo que traslado a^'. S. para su conocimiento y efectos consi-^;uientes. Dios guarde a V. S. muchos años. ZIadrid 18 de febrero de1920.-E1 Director ^eneral, L+'l Conr^e ct'e Hrr.lcón.

Texto de la circular de 1t de enero de 1916, citada en la de ^8 de febrerode 1920.

Reglamentado el comercio de abonos en España desde el año 1900,merced al Real decreto de 30 de septiembre del mismo, que se refor-

mó y completó por el de 2 de diciembre de 1910(1), no cabe dudar, comoen la exposición de este último se decía, que se ha normalizt.tdo engran manera el ne^ocio de los abouos y han ido adquiriendo los agri-cultores la confianza de que carecían, por lo t;eneral, en : pocas anteriores.

Pero con motivo de la guerra europea han sufrido tal lrastorno, se.

(t^ Posteriortnente se clictó el Real deereto cle t4 de uoviembre cle t9t9, Loy vi-gente.

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hau modiGcado de tal modo las bases de muchos negocios, que, refi-riéndonos al de los abonos, cuya importancia en la producción seríainútil encarecer, por virtud de la escasez y de su elevado precio,han vaelto a observarse hechos ya casi desconocidos en años ante-riores al pasado y al actual; y estos hechcs, algo frecuentes, pordesgracia, y que han consistido en hacer victimas del fraude a losagricultores; se repetirán, sin duda, más en el porvenir, amena-zando con hacerse crónicos, si no se procura e^tirparlos con la cons-tante vigilancia y las rápidas medidas que el mal requiere.

En ambos decretos, no vacilaron los Poderes ptíblicos en deposi-tar por c:ompleto su confianza en el Cuerpo nacional agronómico,pues a él se encomendó su cumplimiento, respondiendo a ella tancumplidamentc esta institución, que los grandes resultados alcanza-dos desde el primer momento, no sólo fueron debídos a la bondadde las tan repetidas Iheales disposiciones, sino también al acierto,eficacia y honradez con que en todo momento fueron aplicadas.

Confiando, pues, en que, para evitar los males de que al principi^rse hace mención, no es necesario excitar el celo del personal agro-nómico, sino dar facilidades e instruír a los agricultores para el me-jol• cumplimiento de lo preceptuado, haciéndoles conocer ias de quese rodea la adquisición de abonos y los medios con que cuentan paraser indemnizados en el caso de que gentes poco escrupulosas inten-taran cometer cualquier abuso; esta llirección general ha acordadadirigirse a V. S para que, por los medios que tiene a su alcance,haga que los Aicaldes y el mayor ntímero de agricultores de esa provincia, se penetren de la conveniencia de que en toda compra deabonos se cumplan las disposiciones del Real decreto de 2 de di-ciembre de 1910, dándoles ]as instrucciones necesarias para facilitarsu observancia, haciéndoles conocer los laboratorios adonde tienenque dirigirse, o indicándoles que en el caso, previsto por el Real de-creto de que se trata, en que existiera fraude y fuera el agricultorel que debiera pagar el análisis, el coste másimo de éste por cadamuestra, aunque contenga más de una sustancia fertilizante, no ex-cederá en total de 5 pesetas, conservándose íntegra la tarifa vigenteen el caso en que sean los fabricantes los que tengan que abonar eli^nporte del auc^lisis, o bien cuando el agricultor o particular lo en-cargue para otros usos que no sean exclusivamente los del Real de-creto de reterencia.

Sobrinoe de lt^ Sucesora de M. Elinuesa de los Ríos, ŭiiguel Servet, 13.-h1ADRID