AvAnzArNoviembre-Diciembre 2015 • nº 758

Jubileo de la misericordia¿por qué? ¿para qué?

AVANZARÓrgano de la Obra de Cooperación Parroquial de Cristo Rey

DirectorGregorio Rodríguez CPCR

Colaboradores Hernán J. Pereda cpcrEnrique Martín Baena cpcrEnrique Berenguer cpcrRosarioNacho BracicortoPablo de VicenteCarlos Benito

Diseño Nacho Bracicorto

Administrador Domingo Navarro

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EN ESTE NÚMERO

Editorial. Jubileo de la misercordia, ¿por qué?¿para qué?... 3

IGLESIAEl Papa escribe para ti. La experiencia de caminar juntos... 4Busca a Cristo en la Iglesia. San Agustín de Hipona, 2ª......... .. 6

SOCIEDAD Orientaciones para la familia. ¿Elección o consentimiento? ... 8La Iglesia al día. La encíclica "ecológica" de Francisco (2ª). 10Una mirada hacia Dios. Desde Cuba y E.E.U.U. .................. 12

ESPIRITUALIDAD Laudato Sii........................................................................ .. 14Con ojos y corazón de mujer. Tus manos, Madre............. . 16Los signos cristianos. Escuchar juntos.................................. 17Chispas para la Nueva Evangelización. Confesiones en un centro comercial.................................................................. 18

CONGREGACIÓNAlianza de amor .................................................................... 20 Ministerios y actividades................................................... 22Nuestra familia espiritual................................................. . 33

AvISO IMpOrtANtE. AvANZAr SALDrÁ CADA DOS MESES

Durante muchos años, Avanzar ha mantenido la pu-blicación de 10 ejemplares por año. Dadas las cir-cunstancias actuales, hemos decidido editar esta revista cada dos meses, a partir de enero de 2015, es decir, seis número al año.

Al mantener el mismo precio de 15 euros por año esperamos poder superar el déficit económico que arrastramos desde la crisis.

Agradecemos que nuestros suscriptores compren-dan nuestra situación y mantengan las suscripciones como lo han hecho hasta ahora.

La Administración de Avanzar

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editorial

Jubileo de la misericordia. ¿Por qué? ¿Para qué?

Creo que todos ya lo sabemos. Pero es bueno situarnos ya conscientemente y con urgencia espiritual personal y comunitaria-mente, ante este magnífico regalo de gracia del Señor. Jubileo de la misericordia es el Año Santo extraordinario convocado por el Santo Padre. Dará comienzo el día 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concep-ción, y concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo, Rey de Universo, el 20 de noviem-bre de 2016. Su deseo, el de la Iglesia madre, es que “a todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como sig-no del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros”.

Todavía hay quien se pregunta: ¿Un Año santo de la misericordia? ¿Pero por qué la mi-sericordia? ¿Acaso no hay nada más urgente cuando el mundo está tan materializado?

Hemos de convencernos, empaparnos, -hacer una singular experiencia espiritual de vida-, de que Dios es misericordioso, esen-cialmente misericordioso, irrenunciable-mente misericordioso. Mejor, que nos lo diga el Papa.

«Una pregunta está presente en el cora-zón de muchos: ¿por qué hoy un Jubileo de la Misericordia?

Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Éste no es un tiempo para estar distraí-dos, sino al contrario para permanecer alerta y despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial. Es el tiempo para que la Iglesia re-descubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e

instrumento de la misericordia del Padre (cf. Jn 20,21-23).

Por eso el Año Santo tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se en-cuentran solos y abandonados, y también sin esperanza de ser perdonados y sentirse ama-dos por el Padre.

Un Año Santo para sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pas-tor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos.

Un Jubileo para percibir el calor de su amor cuando nos carga sobre sus hombros para llevarnos de nuevo a la casa del Padre.

Un Año para ser tocados por el Señor Je-sús y transformados por su misericordia, para convertirnos también nosotros en testigos de misericordia.

Para esto es el Jubileo: porque este es el tiempo de la misericordia. Es el tiempo favo-rable para curar las heridas, para no cansar-nos de buscar a cuantos esperan ver y tocar con la mano los signos de la cercanía de Dios, para ofrecer a todos, a todos, el camino del perdón y de la reconciliación.» (En las Víspe-ras del 2º domingo de Pascua o de la Miseri-cordia. 11 de abril de 2015).

Y por si fuera poco, añadimos todavía lo que el Papa escribe en la Bula que convoca el Jubileo: «Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Mise-ricordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios vie-ne a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la es-peranza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado.» (n.2). Está claro. No hay tiempo que perder. Despertemos e iniciemos con gran júbilo el Año Jubilar de la Misericor-dia. Dios está dispuesto. ¿Y yo? ¿Y nosotros?

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iglesia. el PaPa habla Para ti

la exPerieNcia de «camiNar JuNtos»

Ofrecemos algunos párrafos del discurso en la clausura del Sínodo de los Obispos sobre la Fa-milia.

Queridos: Eminencias, Beatitudes, Exce-lencias, hermanos y hermanas:

¡Con un corazón lleno de reconocimiento y de gratitud quiero agradecer, junto a uste-des, al Señor que nos ha acompañado y nos ha guiado en los días pasados, con la luz del Espíritu Santo! [...]

Puedo decir serenamente que —con un espíritu de colegialidad y de sinodalidad– he-mos vivido verdaderamente una experiencia de "sínodo", un recorrido solidario, un "ca-mino juntos". Y siendo “un camino" —como todo camino— hubo momentos de carrera veloz, casi de querer vencer el tiempo y alcan-zar rápidamente la meta; otros momentos de fatiga, casi hasta de querer decir basta; otros momentos de entusiasmo y de ardor. Mo-mentos de profunda consolación, escuchan-do el testimonio de pastores verdaderos (Cf. Jn. 10 y Cann. 375, 386, 387) que llevan en el corazón sabiamente, las alegrías y las lágri-mas de sus fieles. Momentos de gracia y de consuelo, escuchando los testimonios de las familias que han participado del Sínodo y han compartido con nosotros la belleza y la alegría de su vida matrimonial.

Un camino donde el más fuerte se ha sen-tido en el deber de ayudar al menos fuerte, donde el más experto se ha prestado a ser-vir a los otros, también a través del debate. Y porque es un camino de hombres, también hubo momentos de desolación, de tensión y de tentación, de las cuales se podría mencio-nar alguna posibilidad:

teNtacioNes que haN Podido sur-gir

—La tentación del endurecimiento hostil, esto es, el querer cerrarse dentro de lo escri-to (la letra) y no dejarse sorprender por Dios, por el Dios de las sorpresas (el espíritu); den-tro de la ley, dentro de la certeza de lo que conocemos y no de lo que debemos todavía aprender y alcanzar. Es la tentación de los celantes, de los escrupulosos, de los apresu-rados, de los así llamados "tradicionalistas" y también de los intelectualistas.

—La tentación del “buenismo” destructi-vo, que a nombre de una misericordia enga-ñosa venda las heridas sin primero curarlas y medicarlas; que trata los síntomas y no las causas y las raíces. Es la tentación de los "bue-nistas", de los temerosos y también de los así llamados “progresistas y liberalistas”.

—La tentación de transformar la piedra en pan para romper el largo ayuno, pesado y do-loroso (Cf. Lc 4, 1-4) y también de transformar el pan en piedra, y tirarla contra los pecado-res, los débiles y los enfermos (Cf. Jn 8,7), de transformarla en “fardos insoportables” (Lc 10,27).

—La tentación de descender de la cruz, para contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de ceder al espíritu mundano en vez de purificarlo y in-clinarlo al Espíritu de Dios.

—La Tentación de descuidar el “deposi-tum fidei”, considerándose no custodios, sino propietarios y patrones, o por otra parte, la tentación de descuidar la realidad utilizando una lengua minuciosa y un lenguaje pomposo para decir tantas cosas y no decir nada.

la iglesia, madre solícita

Esta es la Iglesia, la viña del Señor, la Ma-dre fértil y la Maestra premurosa, que no tie-ne miedo de arremangarse las manos para derramar el aceite y el vino sobre las heridas de los hombres (Cf. Lc 10,25-37); que no mira a la humanidad desde un castillo de vidrio para juzgar y clasificar a las personas.

Esta es la Iglesia Una, Santa, Católica y compuesta de pecadores, necesitados de Su misericordia. Esta es la Iglesia, la verdadera esposa de Cristo, que busca ser fiel a su Es-poso y a su doctrina. Es la Iglesia que no tiene miedo de comer y beber con las prostitutas y los publicanos (Cf. Lc 15).

La Iglesia que tiene las puertas abiertas para recibir a los necesitados, los arrepenti-dos y ¡no sólo a los justos o aquellos que creen ser perfectos! La Iglesia que no se avergüenza

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el PaPa habla Para ti. iglesia

del hermano caído y no finge de no verlo, al contrario, se siente comprometida y obligada a levantarlo y a animarlo a retomar el camino y lo acompaña hacia el encuentro definitivo con su Esposo, en la Jerusalén celeste.

¡Esta es la Iglesia, nuestra Madre! Y cuan-do la Iglesia, en la variedad de sus carismas, se expresa en comunión, no puede equivocarse: es la belleza y la fuerza del 'sensus fidei', de aquel sentido sobrenatural de la fe, que viene dado por el Espíritu Santo para que, juntos, podamos todos entrar en el corazón del Evan-gelio y aprender a seguir a Jesús en nuestra vida, y esto no debe ser visto como motivo de confusión y malestar.

Por lo tanto, la Iglesia es de Cristo —es su esposa– y todos los Obispos del Sucesor de Pedro tienen la tarea y el deber de custodiar-la y de servirla, no como patrones sino como servidores.

la tarea del PaPa

Tantos comentadores han imaginado ver una Iglesia en litigio donde una parte está contra la otra, dudando hasta del Espíritu Santo, el verdadero promotor y garante de la unidad y de la armonía en la Iglesia. El Espíritu Santo, que a lo largo de la historia ha conduci-do siempre la barca, a través de sus Ministros, también cuando el mar era contrario y agita-do y los Ministros infieles y pecadores.

Y, como he osado decirles al inicio, era ne-cesario vivir todo esto con tranquilidad y paz interior también, porque el sínodo se desarro-lla 'cum Petro et sub Petro', y la presencia del Papa es garantía para todos.

Por lo tanto, la tarea del Papa es garanti-zar la unidad de la Iglesia; recordar a los fieles su deber de seguir fielmente el Evangelio de Cristo; recordar a los pastores que su primer deber es nutrir a la grey que el Señor les ha confiado y salir a buscar —con paternidad y misericordia y sin falsos miedos— a la oveja perdida.

Falta, ahora, uN discerNimieNto esPiritual

Queridos hermanos y hermanas, ahora todavía tenemos un año para madurar, con verdadero discernimiento espiritual, las ideas propuestas, y para encontrar soluciones con-cretas a las tantas dificultades e innumerables desafíos que las familias deben afrontar; para dar respuesta a tantos desánimos que cir-cundan y sofocan a las familias; un año para trabajar sobre la “Relatio Synodi”, que es el resumen fiel y claro de todo lo que fue dicho y discutido en este aula y en los círculos me-nores.

¡El Señor nos acompañe y nos guie en este recorrido para gloria de Su Nombre con la in-tercesión de la Virgen María y de San José! ¡Y por favor no se olviden de rezar por mí!»

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iglesia. busca a cristo eN la iglesia

saN agustíN de hiPoNa (354-430)

coNoce a saN ambrosio

En el año 370, Agustín empieza a ser maes-tro de gramática en Tagaste; después en Car-tago abre una escuela de retórica; queda des-ilusionado de los maniqueos porque no dan respuesta a sus grandes interrogantes. Por fin marcha a Roma y ejerce de profesor de retó-rica para ganarse la vida, y va cayendo más y más en el escepticismo. En el 384 obtiene el cargo de orador del Imperio en Milán. Allí se le añade Mónica, su madre. Conoce a Ambro-sio y queda fascinado por su elocuencia; por eso iba a escuchar sus sermones, que eran famosos. Y así, poco a poco, el contenido de los sermones de Ambrosio fue calando en la mente y el corazón de Agustín. Con Ambrosio, descubrió también un nuevo modo de leer e interpretar la Escritura Santa. Digamos que Ambrosio actuó con Agustín como Jesús con los discípulos de Emaús: “Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Es-critura” (Lucas, 24,27). Ambrosio le hizo ver a Agustín que hay que saber unir el “sentido espiritual” de la Escritura, al necesario “senti-do literal” de la misma. Y la reacción de Agus-tín fue la misma que la de los discípulos de Emaús: “No ardía nuestro corazón mientras nos explicaba las Escrituras” (Lucas 24,32).

Agustín decidió bautizarse; y para prepa-rarse a conciencia al bautismo, se retiró junto al lago Como, al norte de Milán. Le acompaña-ron un grupo de amigos y Mónica, su madre. En la catedral de Milán, el 24 de abril del año 387, durante la Vigilia Pascual, Agustín recibe el bautismo de manos del obispo Ambrosio.

obisPo de hiPoNa (año 395)

Agustín decide volver a su África natal, y lo hace en el otoño del año de su bautismo. Lleva en su corazón el ideal de vida que siem-pre ha buscado y que, al fin, ha encontrado durante su retiro prebautismal: el monacato y el estudio de las Escrituras. Le acompaña su Madre, que fallece en Ostia antes de embar-car para África.

En el 388 llega a África, se instala en Hipo-na (en la actual Argelia) y allí vivió 43 años. Lo primero que hace es fundar un monasterio, y vivió siempre con sus compañeros en vida

comunitaria. Estudiaba, oraba y escribía. Para él, ésta era su vocación. Pero la Iglesia le lla-mó, primero para ser presbítero, a lo que se resistió todo lo que pudo. Consideraba Agus-tín que la pastoral no era lo suyo. Terminó por aceptar el sacerdocio (año 391), y poco des-pués el episcopado, como obispo de Hipona hasta su muerte.

Fue un obispo ejemplar: predicaba varias veces a la semana; ayudaba a los pobres y en-fermos y se ocupaba de ellos directamente; afrontó dificultades religiosas que minaban y destruían el cristianismo (maniqueísmo, do-natismo, pelagianismo); cuidó mucho la for-mación del clero; organizó la vida monástica y fundó varios monasterios, etc.

sus escritos

En medio de tanta tarea pastoral, pudo escribir y escribió obras importantes. He aquí las más significativas:

—Las Confesiones. Es su libro más conoci-do; es su biografía espiritual. La escribió entre los años 397 y 400). También en el 400 escri-bió, Catequesis de los sencillos.

—Sobre la naturaleza humana y la gra-cia. Un libro muy importante escrito en el 420 contra la herejía de Pelagio.

—La Ciudad de Dios. Esta obra está escrita entre el 413 y el 426, en 22 libros. Es sentir de los expertos que “es una obra decisiva para el desarrollo del pensamiento político occiden-tal y para la teología cristiana de la historia”.

—Sobre la Santísima Trinidad. Escrita en-tre 399 y 412, en 15 libros. Trata de compren-der el misterio insondable de Dios Trinidad, la unidad de Dios y la comunión de personas, etc.

—Las Retractaciones son del año 427. Es una obra singular y teológicamente importan-te: en ella corrige, matiza, formula de nuevo y revisa sus opciones intelectuales anteriores. Testimonia al mismo tiempo la humildad y la sinceridad de Agustín. Es prácticamente la úl-tima obra que escribió, aparte de sus cartas y sermones.

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busca a cristo eN la iglesia. iglesia

—Por cierto, Agustín es el único autor antiguo, que hace un comentario a todos los Salmos, y también comentarios completos al Evangelio de Juan y a sus Cartas. Digamos que habló de casi todo y con autoridad magisterial incontestable. San Agustín fue y es un maes-tro para la posteridad cristiana.

muerte de agustíN (año 430)

Se entiende que aquí no podamos entrar en los contenidos teológicos, espirituales, morales y cristianos, importantísimos y las más de la veces decisivos, de San Agustín.

Sitiada la ciudad por los bárbaros, ¿qué hará Agustín? Le preguntan y esto respon-de: “Cuando el peligro es común a todos un pastor no debe abandonar a sus ´ovejas´. La gente hará bien en huir, pero muchos tendrán que quedarse. El pastor debe quedarse con ellos”.

Cae enfermo con fiebres. A pedido suyo le leen los salmos penitenciales: “Agustín llo-

raba intensamente sin interrupción”, dice su biógrafo. Muere el 28 de agosto del año 430. No había cumplido los 76 años.

Dejamos a este tan grande pensador, cris-tiano, obispo, escritor y pastor, meditando una de sus muchas citas célebres: “A pesar de todo, el hombre, pequeña parte de tu crea-ción, quiere alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti” (Confesiones 1,1,1).

Una última perla agustiniana, que hace relación con el trabajo sencillo que aquí ve-nimos realizando sobre el sentido de la Igle-sia, su razón de ser, su belleza, su teología y su historia; dice así: “¿Acaso soy yo la Iglesia católica…? Me basta con estar dentro de ella”. Bellísima. ¡Hagámosla nuestra!

Gregorio Rodríguez, cpcr

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sociedad. orieNtacioNes Para la Familia

¿eleccióN o coNseNtimieNto?

Quiero comenzar este artículo con una pregunta—reflexión: ¿La persona con la que te casas es una elección o un consentimiento?

Tendemos a pensar que es una elección, que os conocisteis y os elegisteis mutuamen-te por muchos motivos… cada uno que piense en los suyos, pero no es así realmente: Dios tiene un plan de Amor para vosotros dos y ha hecho maravillas, un encaje de bolillos, para que vosotros os conozcáis y os puso eso en el corazón que hizo que os fijarais el uno en el otro. No es determinismo , porque Dios nos hizo libres, por eso está el consentimiento, en aceptar o no la voluntad de Dios, en aceptar a ese hombre o mujer que el Señor ha pen-sado para ti, como la ayuda perfecta para po-der responder a la vocación del Matrimonio. Si nos fijamos en el ritual del matrimonio no habla de elección, sino de aceptar. Esto que parece una tontería, un juego de palabras, es importante, porque más tarde en el Matrimo-nio cuando vengan las dificultades podemos pensar, me equivoqué casándome con el/ella, con otro me hubiera ido mejor ( te acuerdas de aquel otro novio/a que tuviste) y te pre-guntas como me habría ido si hubiera elegido al otro.

Por eso es importante el tiempo de noviaz-go, porque es en ese tiempo donde descubres si este chico/a es el que el Señor te ha puesto para compartir el resto de tu vida. Para dis-cernir, confirmar si es la voluntad del Señor. Y cuando se tiene la certeza de que esta perso-na es la que Dios ha pensado para uno mismo, con sus defectos y virtudes, es cuando uno ya no tiene miedo ni dudas de comprometerse para el resto de su vida .

La corriente actual del amor dice que el amor tiene un fin, dura lo que dura.

Solo el amor que se deposita en la per-sona puede desafiar el tiempo. Porque po-demos depositarlo en ideas, cualidades.., y ¿qué ocurre si se pierden esas cualidades? el trabajo, su carácter, su belleza o la idea por ejemplo la de tener hijos y luego resulta que sois estériles y no podéis tener hijos entonces el amor tiembla, la pareja flaquea.

La suma de las razones por las que te ena-moraste no es el motivo por el que te ena-

moraste, es algo más. Yo me enamoro de la persona, tu vales y vales infinito. Descubrí la persona que hay en ti y me enamore de esa persona. Las cualidades son volubles pero la persona permanece.

La realidad es que durante la vida matri-monial se pasan por diferentes crisis:

1. Del ciclo vital: La convivencia (cada uno trae sus costumbres, su modo de hacer las cosas…) La llegada del primer hijo que revoluciona por completo la pareja, la casa, la vida entera… y hay que reorganizarse de nuevo. Muchas veces las parejas se atascan (hay muchos divorcios tras el primer año del primer hijo). La llegada de los siguientes hi-jos.. y la emancipación de los hijos donde la pareja vuelve a quedarse sola y necesita re-encontrarse.

2. Acontecimientos que inciden; enferme-dades, paro, desplazamientos de lugar por trabajo, cuidado de abuelos en casa…

3. Fracturas internas: Infidelidades, debili-dades internas (alcohol, vicios…).

¿Qué ocurre cuando esto pasa? Que apa-rece el sufrimiento. Las necesidades persona-les se quedan al descubierto. Es decir mi ma-rido/mujer ya no me quiere como yo necesito.

La pregunta es si por estas crisis pasan to-dos los matrimonios, ¿por que unos se sepa-ran y otros no?

Cada uno de nosotros aporta, o más bien diría arrastra una MOCHILA, esta mochila está llena de carencias afectivas, de necesida-des que tenemos, de traumas más o menos graves y que inevitablemente trasladamos a nuestra futura mujer o marido, esperando que los cubra, los rellene y que me dé lo que necesito. Pero esta persona, a la que tú pides que te cubra estas carencias también tiene su propia mochila con sus carencias que pueden ser o no parecidas a las tuyas, y que la impo-sibilitan darte todo lo que tú necesitas y a la vez ella/él te exige que cubras las suyas. Si no te sientes querido y además te sientes exi-gido, hay algo que cruje, ¿verdad? Y no sólo te sientes mal porque la otra persona no te quiere como tú necesitas sino que también te

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sociedad. orieNtacioNes Para la Familia

sientes mal, frustrado, impotente, triste y ca-breado porque no llegas a satisfacer nunca, las necesidades de la persona a la que más quieres.

Y luchas te esfuerzas por ser la persona que quieres que sea pero de vez en cuando salen también tus necesidades y entramos en círculos viciosos de incomprensión, egoísmo y malestar.

Hay una realidad que observamos, y es que el matrimonio solo funciona si es de tres.

Es decir tu marido/tu mujer NUNCA va a suplir las carencias afectivas que todos arrastramos, SOLO JESUCRISTO, es capaz de llegar a esos rincones de tu ser heridos, y solo su AMOR es capaz de cubrir estas carencias afectivas que necesitamos cubrir.

Y en la medida que nosotros tengamos esa intimidad con el Señor, nuestro Matrimo-nio no será una pelea entre lo que me exiges y lo que yo necesito, sino que pasaríamos a CON EL OTRO, AMAR A LOS DEMAS.

Silvia Álvarez.

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sociedad. la iglesia al día

la eNcíclica “ecológica” de FraNcisco (2º)

Como en el número anterior de Avanzar (septiembre-octubre 2015, n. 757) seguimos presentando, y en algunos de sus aspectos comentando, este amplio documento papal.

tercer caPítulo: la raíZ humaNa de crisis ecológica. (Números 101-136).

El título es claro y directo: la crisis ecológi-ca, la situación de casi extremo deterioro de la casa común tiene una causa y raíz principal: el hombre. Hay que reconocerlo, confesarlo y asumirlo para ponernos todos manos a la obra, para restaurarla, mejorarla y salvarla por el bien de todos.

Los temas aquí tratados son de mucha actualidad, fuertes y contundentes: la tecno-logía y la globalización, así como el exagera-do colocar al hombre en el centro de todo y sobre todo, su rabioso relativismo práctico, la necesidad de salvar el trabajo y las innovacio-nes biológicas a partir de la investigación.

“No nos servirá —escribe el Papa— des-cribir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica. Hay un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla. ¿Por qué no podemos detenernos a pensarlo?”. En relación con el hombre trata de los siguientes temas con justeza y verdad. Aunque el capítulo sea un poco árido, vale la pena detenerse en él.

—La ciencia y la tecnología son buenas y han remediado muchos males a los hombres, pero han de estar bien orientadas. Han dado a algunos un tremendo poder y dominio so-bre la humanidad y sobre el mundo. Sin em-bargo, el hombre moderno no está preparado para usar este poder con acierto, pues no ha crecido a la par en responsabilidad, valores y conciencia. Podemos sostener que le falta una ética sólida, una cultura y una espiritua-lidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación.

—Todo está conectado. Si el ser humano se declara autónomo de la realidad y se cons-tituye en dominador absoluto, la misma base de su existencia se desmorona, porque, «en vez de desempeñar su papel de colaborador de Dios en la obra de la creación, el hombre suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión

de la naturaleza». Dado que todo está relacio-nado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto y otros atentados y manipulaciones con la vida.

— La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a apro-vecharse de otra y a tratarla como mero ob-jeto, obligándola a trabajos forzados, o con-virtiéndola en esclava a causa de una deuda…lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sirven para los propios intereses. O bien, «Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la so-ciedad y sobre la naturaleza son daños inevi-tables».

—Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una nece-sidad, y siempre debe permitir una vida digna.

—Es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas defienden la integri-dad del ambiente, y con razón reclaman cier-tos límites a la investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida humana. Se olvida que el valor inalienable de un ser humano va más allá del grado de su de-sarrollo. De ese modo cuando la técnica des-conoce los grandes principios éticos, termina considerando legítima cualquier práctica.

—Estos y otros muchos principios y valo-res son tratados, y siempre en relación con el hombre que hace uso de su capacidad y po-der, muchas, muchas veces en detrimento de los demás seres y ambientes necesarios para la vida buena y saludable. Y favorecedores de mucha pobreza y más falta de valores y ética.

cuarto caPítulo: uNa ecología iNtegral (Números 137-162).

Llegamos aquí, con este capítulo, al co-razón de la Encíclica. Llegamos a la propues-ta ecológica concreta y más novedosa, nos atrevemos a decir, que se haya hecho jamás y que seguramente nadie sospechaba: “Una ecología integral”. En verdad, el tema reviste curiosidad y sobre todo interés. Curiosidad por el hecho de que un Papa escriba toda una

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la iglesia al día. sociedad

Encíclica, un documento magisterial, sobre el tan traído y llevado tema de la ecología. E in-terés, mucho interés, porque, ¿qué es y qué significa ecología integral? Hasta ahora se ha hablado siempre de ecología sin más. Y todo el mundo sabía de qué se trataba. Y unos, mu-chos estaban a favor y muchos más, parece, en contra.

Para empezar, hay que señalar que ecolo-gía integral no significa simplemente, aunque también, calentamiento climático, contami-nación, efecto invernadero, el cuidado y de-fensa de la naturaleza en todos sus aspectos, etc., etc. La ecología integral engloba e incor-pora en sí clara y decididamente los diferentes aspectos y dimensiones humanas y sociales. Aquí se empieza a ver la novedad importante de tal “ecología”.

En síntesis concreta, señalemos lo que la ecología integral engloba:

—La ecología ambiental, económica y so-cial. “Es fundamental buscar soluciones inte-grales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales”.

—La ecología cultural (historia, arte, cultu-ra). “La desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una especie animal o vegetal. La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas”.

—La ecología de la vida cotidiana. “Im-plica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas. Los escenarios que nos rodean influyen en nuestro modo de ver la vida, de sentir y de actuar. A la vez, en nues-tra habitación, en nuestra casa, en nuestro lu-gar de trabajo y en nuestro barrio, usamos el ambiente para expresar nuestra identidad”.

—La ecología del hombre o ecología hu-mana, porque “también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no pue-de manipular a su antojo. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos si-túa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es nece-saria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común”.

-Todo esto, además, regulado por el prin-cipio del bien común y por la justicia entre las generaciones. La casa, el mundo con toda su realidad, es de todos y todos debemos cuidar de ella y hacerla habitable y mejorable; tam-bién en vista de las futuras generaciones; in-cluso nos lo exigen.

Las razones de todo esto son obvias: “todo está relacionado, lo que nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Es-tamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados”. Es más, “dada la magnitud de los cambios, ya no es posible encontrar una respuesta específica e inde-pendiente para cada parte del problema. Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. Queda, pues, claro, que si todo está relacio-nado, también la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el am-biente y en la calidad de vida humana: cual-quier menoscabo de la solidaridad y del civis-mo produce daños ambientales”.

¿Caemos en la cuenta de lo que es la eco-logía integral? Y si es esto, ¿nos percatamos de la enorme importancia que tiene para el hombre y su hábitat, para la humanidad y su bella y grande casa común, hecha artesanal-mente por el Padre y recibida de Él como re-galo?

Continuará en el próximo número de Avanzar.

E.E.I. (Un cpcr más)

la ecología del hombre o ecología humana, porque “también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo. en esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes.

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sociedad. uNa mirada hacia dios

miradas hacia dios, desde cuba y e.e.u.u

El título de esta sección nos evoca hoy muchos momentos intensos durante el provechoso viaje del Papa Francisco por Cuba y Estados Unidos.

El primero podría ser el momento en que el Santo Padre evoca ante Fidel Castro sus buenos recuerdos del Padre Armando Llo-rente, que, siendo su maestro en el colegio «Belén», le animó a mirar al Cielo, al Padre nuestro que está allí. El Papa tuvo el detalle de regalarle un libro y dos CDs con sus cancio-nes y homilias de su educador.

A toda la Nación Cubana, que participaba o escuchaba su homilía en la Plaza de la Revo-lución, les invitó a asumir la mirada de Dios a los débiles con una lapidaria «Buena Nueva» para todos: «El que no vive para servir, no sir-ve para vivir».

El histórico paso de Cuba a Estados Uni-dos el Papa lo ha visto como un «emblemático puente que, gracias a Dios, se está reconstru-yendo. Dios siempre quiere construir puen-tes; ¡somos nosotros quienes construimos muros! Y los muros caen siempre».

En la Casa Blanca, ante el Presidente Oba-

ma, tuvo una alusión a la mirada que Dios dirige a cuantos hacen el bien a los más ne-cesitados: «Los esfuerzos realizados recien-temente para reparar relaciones rotas y abrir nuevas puertas a la cooperación dentro de nuestra familia humana constituyen pasos positivos en el camino de la reconciliación, la justicia y la libertad. Me gustaría que todos los hombres y mujeres de buena voluntad de esta gran Nación apoyaran las iniciativas de la comunidad internacional para proteger a los más vulnerables de nuestro mundo».

Cuatro «miradas de Dios» ha notado, en su discurso a las dos Cámaras de Represen-tantes, encarnadas en cuatro personajes ilus-tres, con estas palabras: «Una Nación es con-siderada grande cuando defiende la libertad, como hizo Abraham Lincoln; cuando genera una cultura que permita a sus hombres «so-ñar» con plenitud de derechos para sus her-manos y hermanas, como intentó hacer Mar-tin Luther King; cuando lucha por la justicia y la causa de los oprimidos, como hizo Dorothy

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uNa mirada hacia dios. sociedad

Day en su incesante trabajo; siendo fruto de una fe que se hace diálogo y siembra paz, al estilo contemplativo de Merton».

La «Mirada de Dios» nos abre a la sacrali-dad de toda vida humana. Así lo recordó en su discurso de la ONU diciendo: «La casa común de todos los hombres debe continuar levan-tándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de cada hombre y cada mujer; de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los desocupados, de los aban-donados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera más que números de una u otra estadística». Y citó un texto en-trañable para Él: «El gaucho Martín Fierro, un clásico de la literatura de mi tierra natal, canta: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera.|Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea,| porque si entre ellos pelean,| los devoran los de afuera”».

Al canonizar al insigne misionero de Cali-fornia, el Papa nos invita a «mirar la ternura de Dios». Entre otras cosas dijo: «Y hoy recorda-mos a uno de esos testigos que supo testimo-niar en estas tierras la alegría del Evangelio, Fray Junípero Serra. Supo vivir lo que es «la Iglesia en salida», esta Iglesia que sabe salir e ir por los caminos, para compartir la ternura reconciliadora de Dios. Supo dejar su tierra, sus costumbres, se animó a abrir caminos, supo salir al encuentro de tantos aprendiendo a respetar sus costumbres y peculiaridades».

Conviene notar cómo este humilde fran-ciscano ha sido «mirado» con afecto y agrade-cimiento por Dios y por los Americanos: es el único español que tiene una estatua en Salón Nacional de las Estatuas situado, en el Capi-tolio, lugar donde están representados los personajes más ilustres de esa nación. Cada Estado federado del país tiene derecho a pro-poner únicamente dos nombres de persona-jes ilustres a quienes se les inmortalizará con un monumento. La estatua de fray Junípero está en el pasillo principal y fue propuesta por el estado de California.

En fin, en el Octavo Encuentro Interna-cional de las familias el Papa recordó que, desde el Cielo, Dios nos mira y ha logrado «estar-con-nosotros, con estas palabras im-provisadas: «Dios no quiso venir al mundo de otra forma que no sea por medio de una familia. Dios no quiso acercarse a la humani-dad sino por medio de un hogar. Dios no quiso otro nombre para sí que llamarse Emmanuel (Mt 1,23), es el Dios-con-nosotros. Y este ha sido desde el comienzo su sueño, su búsque-da, su lucha incansable por decirnos: «Yo soy el Dios con ustedes, el Dios para ustedes». Es el Dios que, desde el principio de la creación, dijo: «No es bueno que el hombre esté solo» (Gn 2,18a), y nosotros podemos seguir dicien-do: No es bueno que la mujer esté sola, no es bueno que el niño, el anciano, el joven estén solos; no es bueno.

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esPiritualidad. laudato sii

coNtemPlemos la NaturaleZa coN Jubilosa alabaNZa

Iniciamos una nueva Sección de Avanzar «a la zaga de Laudato Sii» respondiendo al deseo expresado por el Papa Francisco, en su Encíclica con este título, de abrir el espléndido libro de la Naturaleza para una jubilosa y agra-decida admiración de las obras de Dios. Ofrecemos el pá-rrafo de «Laudato sii» en el que el Papa nos anima a esta contemplación: «San Francisco, fiel a la Escritura, nos pro-pone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sab 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm 1,20). Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto sin cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quie-nes las admiraran pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza [21]. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contem-plamos con jubilosa alabanza».

«Laudato sií», párrafo nº 12

Aunque la Sagrada Escritura nos propone numerosos pasajes de las maravillas divinas, empezamos esta sección presentando imágenes de la segunda estrofa de la poética descripción que nos ofrece el Cántico a las Criaturas de San Francisco de Asís:

Loado seas por toda criatura, mi Señor,y en especial loado por el hermano sol,que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,y lleva por los cielos noticia de su autor.

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laudato sii. esPiritualidad

ECOS DE LA BIBLIA SOBRE ESTE TEMA

11 Mira el arco iris y bendice a su Hace-dor, ¡qué bello en su esplendor!

12 Rodea el cielo con un arco de gloria, lo han tendido las manos del Altísimo.

13 Con una orden suya hace caer la nie-ve, con su decreto fulmina los rayos.

14 Por eso se abren sus depósitos, y las nubes vuelan como pájaros.

15 Con su grandeza condensa las nubes, y se desmenuzan las piedras de granizo.

Libro de la Sabiduría 43, 11-15

15 Voy a recordar las obras del Señor, voy a contar lo que he visto. Por la pala-bra del Señor fueron hechas sus obras, y la creación está sometida a su voluntad.

16 El sol radiante todo lo contempla,de la gloria del Señor está llena su obra.

17 Ni siquiera los santos del Señor son capaces de contar todas las maravillas que el Señor omnipotente ha establecido firmemente, para que el universo subsis-ta ante su gloria.

18 Él sondea el abismo y el corazón, y penetra todos sus secretos. Pues el Altí-simo conoce toda la ciencia | y escruta las señales de los tiempos.

Libro de la Sabiduría 42,15-18

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esPiritualidad. coN oJos y coraZóN de muJer

tus maNos… madre

Acercándonos al Adviento, con el que comenzaremos el año litúrgico de 2016, se me han ocu-rrido unas reflexiones sobre las Manos de la Virgen María, tan llenas de amor:

Tus manos… Cómo sabían tus manos lim-piar las lágrimas de los que sufrían, de los que se veían solos, de los que nadie quería.

Tus manos… ¡Qué tacto tuvieron para, en los momentos de tristes despedidas, unas palmaditas se trasformaran en inolvidables muestras de cariño!

¡Qué bien nos saben tus manos!

Las vemos hacerse grandes, multiplicarse, no tener descanso cuando con ellas quieres suplir las manos de tu Hijo, que viste tantas veces atareadas con los pobres, con los cie-gos, con los poseídos, con los que no conta-ban con nadie en este mundo.

¡Qué hermosas, qué generosas, qué bue-nas siempre han sido y serán tus manos!

De todo corazón,

Rosario

Tus manos… ¡Qué hermosas eran! Pero, sobre todo, que ágiles, qué delicadas, qué hu-mildes, qué cercanas a los pobres estuvieron siempre.

Tus manos… Con qué amor lavaban los ro-pas de tu Hijo, trabajando en medio de la po-breza, procurando que quedaran suaves para facilitar sus caminos por Nazaret y, luego, por los campos.

Tus manos… Amasaban el pan de la casa, y con ellas mostrabas a Jesús el poder que tiene la levadura para engrandecer la harina, que luego a Él le serviría para poner ejemplos.

Tus manos… Quitaban con delicadeza las espinas y guijarros de los pies de los niñitos, que luego saltaban de alegría, olvidándose de tus gratuitos servicios.

Tus manos… ¡Con cuánto cariño esas ma-nos aliviaban con medios caseros las manos enrojecidas de José, al regresar de sus duros trabajos!

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También esto es muy significativo en el ámbito de la comunidad cristiana.

Tanto escuchar juntos la Sagrada Escritura, Pa-labra de Dios siempre viva y actuante, como orar juntos –ambas cosas puede combinarse- es propio de los fieles cristianos, sobre todo si de verdad son fieles.

Lo sabemos: “Cada vez que los cristianos nos reunimos en asamblea litúrgica, no dejamos nunca de escuchar la Palabra de Dios”. Escuchar, a través de los textos sagrados, la voz de Dios, es lo que da firmeza a nuestra fe, que nos sintamos hijos suyos, además de miembros vivos del pueblo: pueblo que él mismo ha escogido y constituido, pueblo de su propiedad, pueblo que él mismo orienta y guía.

No olvidemos esto: cuando escuchamos la Escri-tura Santa, no sólo aprendemos a amar las obras de Dios y a conocer su voluntad, cosa bien importante; sino que además sabemos más quiénes somos no-sotros mismos por su gracia. O sea, que la Palabra de Dios nos identifica. Esto es verdad siempre que escuchamos la Sagrada Escritura juntos en el seno del la madre Iglesia.

Cuando hemos aprendido con qué actitud de-bemos escuchar la Santa Palabra, estamos más dis-puestos a apreciar y comprender, - también cuando lo hacemos personalmente nosotros mismos-, que por encima de todo la Palabra de Dios es aquel pan de vida cotidiano, aquella palabra que sale de la boca de Dios, que se convierte en nuestro verdade-ro alimento espiritual y guía sin el cual no podría-mos vivir.

Que sepamos repetir: “Habla, Señor, que tu sier-vo escucha”. “Tú tienes palabras de vida eterna”.

escuchar JuNtos

los sigNos cristiaNios, ¿cuáles soN y qué sigNiFicaN?. esPiritualidad

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esPiritualidad. chisPas Para la NueVa eVaNgeliZacióN

coNFesioNes eN uN ceNtro comercial

Dejaron sus parroquias en distintas regiones del país para salir en busca de los fieles. No fueron a caminar por la calle. Tampoco a visitar lugares de culto tradicional. Con su mensaje llegaron a donde la familia se reúne los fines de semana para distraerse, donde las parejas se encuentran en una cita y donde los oficinistas se dan un respiro en medio de la jornada laboral.

En un acto sin precedentes en Bogotá, el 6 y 7 de octubre cerca de 400 sacerdotes, de 20 ju-risdicciones, cambiaron la discreción y la intimidad de los confesionarios por el trasiego de los pasillos de un centro comercial

Siguieron, más allá que al pie de la letra, una de esas frases revolucionarias del papa Francisco: “Ir por las calles de sus ciudades y de sus países y anunciar que Dios es Padre y que Jesucristo se los ha hecho conocer, y por esto su vida ha cambiado…”

Vistiendo sus albas, se ubicaron junto a las escaleras. Abrieron un espacio a la salida de los ascensores. Se sentaron afuera de los almacenes de cadena y en la entrada de los restaurantes. Llegaron hasta la plazoleta de comidas y esperaron junto a las entidades bancarias.

Su improvisado confesionario fue el mis-mo en cada uno de los 60 espacios de los tres pisos del Gran Estación: dos sillas plásticas blancas y una placa de fondo azul con la ima-gen del papa Francisco que decía Punto de Confesión.

La acompañaba otra de las frases del pon-tífice argentino: «La paz esté contigo, recon-cíliate».

Mientras recibían a los fieles, las personas pasaban con el afán de almorzar, cargaban bolsas de compras, caminaban para hacer pa-gos en los bancos o comentaban lo que veían en las vitrinas. Los niños corrían por los pa-sillos y comían helados. Muchos los miraban con escepticismo. Desconfiaban, tal vez, que no fueran curas reales sino que se tratara de un disfraz ya tradicional en octubre para cele-brar Halloween.

«La gente no se espera una jornada como esta. Se trata de generar unos espacios distin-tos, como el Papa Francisco nos lo ha pedido. Él utiliza un término que es “misericordiar”, hacernos cercanos al encuentro del otro. Un centro comercial pareciera no ser el escenario

chisPas Para la NueVa eVaNgeliZacióN. esPiritualidad

para confesar, la gente pasa y se queda mi-rando a ver si será un padre real o no, pero muchos se acercan», dijo el padre Luis Ar-mando Quintero Tarazona, de la diócesis de Cúcuta.

Dejaba escapar una sonrisa por la alegría de haber ganado un duro partido de fútbol en la mañana. “Fue una final anticipada”, dijo con tono de analista deportivo. Él, al igual que los cerca de 400 padres que participan en esta ‘confesatón’, vino a Bogotá para com-petir en la tercera Copa de la Fe, un torneo que reúne a sacerdotes del país.

“Fue un partido bien organizado, dos equipos estructurados y se hizo el esfuerzo de ganar. Empatamos 1-1 y en penales gana-mos 4-1”, contó. Su rival había sido el bicam-peón: Pasto.

Celebró, además de su victoria, la apertu-ra de espacios de confesión más cercanos a la gente. “Por lo general esto se da en un confe-sionario, donde casi no se ve ni el rostro. Pero esto demuestra que la Iglesia responde a re-tos y desafíos. Tal vez alguno muy ortodoxo dirá que no le cuadra que haya confesiones en un centro comercial, pero Jesús salía al en-cuentro”, añadió.

El patrullero de la Policía Leonardo Cuer-vo aprovechó el “confesatón” antes de pagar unas cuentas en el centro comercial. “Me pa-rece maravilloso que hagan esta misión tan única y abierta al público. Soy muy creyente y

aproveché porque vi que era el momento in-dicado y tenía ganas de confesarme. De pron-to no había tenido tiempo de ir hasta la pa-rroquia y por eso no lo había hecho, además no siempre hay disponibilidad de sacerdotes”, dijo.

El padre Fabián Pacheco, de la diócesis de Cúcuta, insistió en que se trató de una jorna-da en la que la gente deber ver a los sacerdo-tes como humanos. “La gente nos ve, se sor-prende, algunos no se atreven, pero entiendo que quien se viene a confesar debe estar pre-parado y con ese propósito firme de no volver a pecar”, dijo.

Alfredo de la Rosa se acercó al ver los car-teles en varios puntos del centro comercial. “Es algo poco tradicional, pero a la larga hoy en día mucha gente no tiene el tiempo o las ganas de asistir a un templo, así que es bonito que los sacerdotes se acerquen a un espacio poco tradicional. Para mí es más cómodo en un templo, sin tanto ruido, sin tanta gente, pero qué bueno aprovechar estas experien-cias”, señaló.

La curiosidad llevó a Naydú Cabanzo a sen-tarse en uno de esos confesionarios. “Vi que la gente estaba hablando y dije ‘tengo que hablar unas cosas’. Yo soy católica, pero no practico mucho. Solo me acerqué a compartir un par de cosas. No quise el plan de culpas, sino que fui a hablar con una persona huma-na”, dijo.

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coNgregacióN. aliaNZa de amor

ecos de Nuestra aliaNZa de amor PreseNteseN la bula del año saNto de la misericordia

La Alianza de Amor que los CPCR promueven a zaga de su Fundador, el P. Vallet, se une en algu-nos párrafos con la decisión del Papa Francisco de proclamar el «Año Santo de la Misericordia», que comenzará el 8 de diciembre del presente años.

El texto evangélico en que se funda esta «Alianza» está tomado del Sermón de la Úl-tima Cena, como nos lo transmite el evan-gelista San Juan; «Yo en ellos, y tú, Padre, en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.». El Papa nos invita también a entrar en el amor unitivo de Cristo y su Padre: «En este Ju-bileo dejémonos sorprender por Dios. Él nun-ca se cansa de quitar las trabas de la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quie-re compartir con nosotros su vida. La Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia de Dios».

El Papa ha querido iniciar este Año Santo precisamente el 8 de diciembre, que es el quincuagésimo aniversario de la Clausura del Concilio Vaticano II, momento histórico en el que la Iglesia puso en marcha la responsabili-dad que sentía de ser en el mundo signo vivo

del amor del Padre. «He escogido la fecha del 8 de diciembre por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia. En efecto, abriré la Puerta Santa en el quincuagésimo aniver-sario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II. La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido in-tensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más com-prensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la evangelización de siempre. Un nuevo compromiso para to-dos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe. La Igle-sia sentía la responsabilidad de ser en el mun-do signo vivo del amor del Padre». También nuestro Fundador se adelantó a estas reali-zaciones del Concilio cuando el 28 de marzo de 1928 escribió, precisamente para difundir mejor la Alianza de amor que estaba inician-do, estas palabras proféticas: «sacrifiquemos por (este ideal) hasta ciertos detalles de dis-ciplina interna o de observancia de prácticas y costumbres recordando aquello de «Miseri-cordia quiero y no sacrificio»

El Santo Padre propone como “lema” del Año Santo, el deseo de Cristo expresado con plena radicalidad: que seamos «Misericor-diosos como el Padre». «En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama. Él da todo sí mismo, por siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio. Viene en nuestra ayuda cuando lo invocamos. Es bello que la oración cotidiana de la Iglesia inicie con estas palabras: ‘Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date prisa en socorrerme’ (Sal 70,2). El auxi-lio que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos. Y su auxilio consiste en permi-tirnos captar su presencia y cercanía. Día tras

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aliaNZa de amor. caldes. coNgregacióN

día, tocados por su compasión, también noso-tros llegaremos a ser compasivos con todos». Este deseo de que seamos misericordiosos nos lo manifiesta nuestro Fundador, cuan-do al terminar unas recomendaciones sobre la Alianza de Amor concluye prolongando el habitual deseo de los jesuitas de que todo lo dicho anteriormente sea «A mayor gloria de Dios añadiendo y del Amor Misericordioso del Corazón de Cristo»

La cita en que se apoya la Alianza de Amor y que figura en su logotipo adjunto, recuerda el estilo de los primeros cristianos que nos se-ñala San Lucas en los Hechos de los apóstoles: «Tenían un ‘solo corazón’ y una sola alma» que abrían a los necesitados. El Papa Francis-co nos anima a esta comunicación: «En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramática-mente crea. ¡Cuántas situaciones de precarie-dad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha de-bilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a

aliviarlas con el óleo de la consolación, a ven-darlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitua-lidad que anestesia el ánimo e impide descu-brir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámo-nos provocados a escuchar su grito de auxi-lio».

El símbolo del Corazón de Cristo, enmarca-do en un triángulo como se ve en el logotipo, nos evoca a la Santísima Trinidad. En la Bula de la convocación del Jubileo encontramos una cita recordando el valor de este símbo-lo: «Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la miseri-cordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar cuántos sean los que a ella se acer-quen. Cada vez que alguien tendrá necesidad podrá venir a ella, porque la misericordia de Dios no tiene fin. Es tan insondable la profun-didad del misterio que encierra, tan inagota-ble la riqueza que de ella proviene.»

Enrique Berenguer, cpcr

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coNgregacióN. casa mare de deu de moNtserrat. caldes

testimoNio de eJercicios esPirituales

Ejercicios Espirituales para mujeres, del viernes 30 de octubre al domingo 1 de noviembre, diri-gidos por el P. Enrique cpcr. Ofrecemos algunos testimonios.

«Si me preguntas por qué, te respondería: ¡¡anímate y descúbrelo por ti mismo!!

Esta frase debería ser la que cerrara esta crónica, pero he querido comenzar con ella porque responde al sentimiento de todas las mujeres que hemos compartido un fin se se-mana diferente.

La convocatoria para asistir a estos Ejerci-cios Espirituales para mujeres, dirigidos por el P. Enrique Martín Baena, nos ha reunido a un grupo de 18 con un gran abanico de edades y condiciones. El alma del grupo ha sido “Ma-mina” quien, a pesar de sus 90 años de edad y dificultades de movilidad, ha permanecido firme junto a nosotras.

Cuando te llega una convocatoria así lo primero que piensas es que tu fin de sema-na es para hacer esas cosas que diariamente no puedes por tu trabajo, o para estar con tu familia o amigos, o simplemente para descan-sar. También puede pasar por tu cabeza que tú no necesitas hacer unos ejercicios, que ya cumples tus obligaciones cristianas o simple-mente que no te apetecen o que te da pereza. Te planteas muchos contras para justificar no hacerlos.

Sin embargo, estas son razones vanas que no debemos dejar que nos invadan. La reali-dad es muy diferente. La formación espiritual no tiene límite y es indispensable para nues-tro desarrollo en la vida personal, familiar, la-boral y social a lo largo de toda nuestra vida.

No voy a hablar del contenido de los ejer-cicios (eso lo dejo para que lo descubran por sí mismos todos aquellos, hombres y mujeres, que se animen a hacerlos en el futuro), pero si lo voy a hacer de lo que han significado para mí.

He de confesar que nunca antes había hecho ejercicios espirituales ignacianos y no sabía lo que me iba a encontrar. Decidí ani-marme a hacerlos precisamente para seguir formándome en ese sentido, algo siempre tan necesario y la verdad es que me he llevado una grata sorpresa.

Por un lado, el silencio y el recogimiento me han servido para estar más cerca del Se-ñor, para entablar, gracias a los ratos de ora-ción personal, un diálogo íntimo con Él, sin prisas, sin tiempo limitado, sin obstáculos. Por otro, el haber compartido el silencio (¡con la dificultad que supone tenernos calladas a 18 mujeres!), los momentos de oración en gru-po, como el rezo del Rosario paseando todas por los jardines de la Casa y terminando fren-te a la Virgen, y, como no, la Eucaristía.

Finalmente, el contenido de los temas ha sido el determinante del enfoque del que te-nemos que partir y que, personalmente, me ha abierto una importante vía de acción. He aprendido lo importante que es poner orden en nuestra vida espiritual. Esto se asemeja a mi habitación, casi siempre ordenada, pero un día voy con prisa y dejo una chaqueta en la silla, otro día un bolso, otro una blusa,… cuan-do entro y veo todo por encima, me digo a mí misma que lo tengo que recoger, pero voy con prisa y lo dejo para luego y así, durante varios días, hasta que, por fin, encuentro un rato y coloco cada cosa en su sitio. Mi vida de ora-ción era así, unas veces ordenada y otras algo caótica, sin tiempo, o mejor dicho, sin dedi-carle el tiempo y el momento necesario. En estos ejercicios he aprendido: cómo colocar cada “cosa” en su sitio, cómo encontrar ese momento adecuado y cómo dedicar el tiem-po suficiente a cada una de ellas. Pero esto es sólo el principio, a partir de aquí necesitamos un “rodaje” y una” revisión periódica” (¡como los coches!) y solos no podemos, sino que ne-

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casa mare de deu de moNtserrat. caldes. coNgregacióN

cesitamos que nos guíen, que nos ayuden y nos orienten y, para eso, debemos ponernos en manos de un director espiritual.

Realmente este ha sido un fin de semana diferente, dedicado al Señor y en el que he-mos aprendido a sentir y conocer su voluntad para hacer con ello un Proyecto de Vida, el de cada una de las que hemos compartido este encuentro.

Por eso recomiendo a todos que parti-cipen de una experiencia como esta, vale la pena reorganizar tu vida interior, sentir más profundamente al Señor y seguir de forma co-rrecta el camino que ha elegido para tí. ¿Quie-res saber más? ¡¡Anímate y descúbrelo por ti mismo!!». Isabel Valentín-Gamazo.

«Todo comenzó con una charla con ami-gas, pensando que sería buena idea, y gran ayuda espiritual, realizar un retiro de ejerci-cios espirituales. Todos lo necesitamos. Ma-nos a la obra, se pusieron en contacto con el P. Enrique, y nos pudo brindar un retiro a no-sotras y ocho mujeres más.

Necesitaba realizar ese retiro. Sí, retirar-me unos días en silencio para poder escuchar a Dios, compartirle mis flaquezas y angustias pidiéndole que sepa convertirlas en fortalezas y alegrías.

El P. Enrique dio varias charlas que nos permitieron meditar sobre nuestros senti-mientos, reflexionar sobre ciertos momentos en los que fallamos.

A Dios lo podemos encontrar en la ora-ción, en el silencio, en la eucaristía y en el servicio al otro sin importar sus creencias ni vivencias. Ser sencillos y humildes de corazón.

EL retiro finalizó con una misa compartida con familiares, y en donde cada una participó en ciertos momentos de la misma.

Qué lindo es sentirse parte de una gran comunidad. La misma que te acoge con cali-dez humana y amor fraterno, con ejemplos de servicio y sencillez verdaderamente.

Me fui muy feliz de poder vivir mi segundo retiro de ejercicios espirituales y pidéndole a Dios sabiduría para ser cada día un poco más

humilde de corazón». Rita Frías.

«Me cogió totalmente por sorpresa cuan-do me propusieron apuntarme a unos ejerci-cios espirituales.

Hacía más de dos años que nos los hacía y ni se me había ocurrido pensar en ello.

Dos días antes de que empezaran me apunté, y gracias la verdad a que me animó el P.Enrique.

Llegué con la esperanza de que me ayuda-ran en un momento de vida en que realmente lo necesitaba.

Creía que estaba mucho más cerca de Dios de lo que estaba.

Buscaba un tiempo de silencio, parar unos días en mi vida y anhelaba sin saberlo encon-trar una guía en mi camino y acercarme más a Dios.

Para mí ha sido una gran sorpresa lo que he encontrado. Un “inicio” de nuevo en mi caminar hacia Dios y no son el final de algo, de una experiencia, sino una gran ayuda para ir adelante y en mi caso casi diría, en muchos aspectos, para comenzar de nuevo.

Me llevo mucho trabajo por delante, pero también mucha esperanza y una alegría que había perdido sin darme cuenta.

Recomiendo de corazón que los hagáis, y agradezco profundamente al P.Enrique su guía, disposición y ánimo con cada una de no-sotras, para mí impagable.

Cada uno encontrará algo diferente, su-pongo, pero aseguro que no saldréis si estáis dispuestas, como habéis entrado». B.R.

«No es la primera vez que hago Ejercicios Espirituales ignacianos en la Casa de los Coo-peradores Parroquiales de Cristo Rey en Po-zuelo, pero siempre que hago una tanda de ejercicios tengo la sensación de que algo nue-vo comienza o, mejor dicho, de que regreso a un lugar que siempre anhelo. Dios lo hace todo nuevo desde nuestro principio y funda-

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coNgregacióN. miNisterios y actiVidades

mento, que no es otra cosa que el Amor, la Misericordia. Es algo que siempre está ahí, pero con la vida que llevamos, llena de prisas, de ruidos, y de “desorden” nos olvidamos, lo dejamos aparcado. Sin embargo, pese a nues-tra “sordera y ceguera”, el Señor nos llama siempre. Acudí a esta tanda de ejercicios por-que necesitaba tranquilidad, tiempo y silencio para reflexionar, para dejar atrás mis preocu-paciones y sobre todo para rezar y encontrar-me con Dios. Para ordenar mi corazón…y mi vida. He de reconocer que apenas dos días me parecían pocos para lograrlo, pero el tiempo de Dios es bien distinto al nuestro, y en un minuto, en una hora puede “quitarnos la venda de nuestros ojos”. Ya nos lo decía el P. Enrique, que dirigió los ejercicios, el Señor nos puede sorprender cuando menos lo espe-ramos. Está claro que Dios no defrauda.

Los ejercicios espirituales de estos días se centraron sobre todo en la Bienaventuranzas, especialmente, la primera: “Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Nunca he entendido muy bien estas palabras, pero gracias a los ejerci-cios espirituales, comprendí la importancia de la humildad, la importancia de poder despo-jarnos de nosotros mismos para agarrarnos a Dios. Los ejercicios espirituales ayudan mu-cho, con el silencio y la oración, a conseguir esa vuelta, aunque sea por unos momentos, a la sencillez, al corazón humilde, a ser como niños. A “vaciarnos” para llenarnos de Dios.

A través de las bienaventuranzas nos acer-camos también a los perseguidos, “bienaven-turados los perseguidos por causa de la justi-cia porque de ellos es el reino de los cielos”, y nuestra meditación se detuvo en los cristia-

nos que en nuestros días sufren persecución y que son capaces de tatuarse la cruz en sus manos para no olvidar su fundamento, para no olvidar que el Señor está con ellos.

Reflexionando sobre todo esto justo antes de la Eucaristía del sábado, delante del altar, hubo momentos de verdadera desolación, me sentía indigna, me sentía como San Pedro, tras su negación a Cristo. Tantos cristianos perseguidos y yo ocultándome, negándole y negándome a mí misma. ¿Cómo podía ayu-darles así?. Durante esa desolación sentía mucha sequía y que daba la espalda a Dios. Pero durante la misa, llego la consolación, ahí, con el salmo (donde se habla de Dios como fuente de aguas vivas), el Evangelio, la Euca-ristía, que es el verdadero milagro, compren-dí, otra vez, que Dios nos ama y que siempre perdona. Es difícil describir la alegría que sen-tí en un instante. Ahí es donde el Señor, en un segundo, me “recolocó”. Los tiempos de Dios son distintos a los nuestros y nosotros siempre intentando racionalizarlo, medirlo y controlarlo. Cuando eso es imposible.

En definitiva, puedo decir que los ejerci-cios espirituales son una fuente de alegría. Ya no hay lágrimas de desolación, hay lágrimas de consolación y de alegría, que son de Dios. Salí de la casa de Cristo Rey con una inmensa gratitud, principalmente hacia Dios, que siem-pre está y de nuevo lo hace todo nuevo (valga la redundancia), al P. Enrique, excelente guía en el camino, y en general a los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, que mediante los Ejercicios Espirituales de San Ignacio hacen mucho, mucho bien. Como dice el Papa Fran-cisco, son “verdaderos maestros de espíritu”. Y yo rezo por ellos». Mar Gabaldón.

Para los que buscaN uN camiNo

En nuestra blog, cpcr.es, hemos co-menzado un itinerario para conocer y seguir los Ejercicios Espirituales de San Inacio. Una manera de realizarlos e in-tegrarlos en la vida diaria, en el que se ofrecen puntos para la reflexión, la me-ditación, y la oración personal.

Un recorrido que puede cambiar una vida dándole un nuevo sentido.

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miNisterios y actiVidades. coNgregacióN

Entre el 5 y el 9 de Octubre, dirigí ejerci-cios espirituales ignacianos a un grupo de sa-cerdotes de la diócesis de Cuenca.

La experiencia espiritual tuvo lugar en el Seminario Mayor de la capital. La posibilidad de realizarlos en “el corazón” de la diócesis, permitió dar a los ejercicios un toque juvenil y vocacional al mismo tiempo.

Comíamos y desayunábamos con los se-minaristas, y era muy bonito ver cómo los sacerdotes que practicaban los ejercicios, en algunos casos habían sido “eslabones” pro-videnciales para estos chicos en formación. Existía, en muchos casos, una fuerte vincu-lación con sus familias o incluso habían sido profesores y párrocos en los pueblos de es-tos chicos.

En cuanto a los ejercicios, comenzamos el lunes al medio día con una charla de ambien-tación, y, durante la semana, les dimos puntos de meditación dos veces al día para que tuvie-sen dos largos tiempos de oración personal.

Rezábamos juntos laudes, vísperas y, al fi-nal de la jornada, completas. La Santa Misa la teníamos cada día al final de la tarde con una hora previa de Adoración ante el Santísimo.

Podríamos resumir la experiencia, con el siguiente titular: “El sacerdote, puente en-tre dos orillas”. La temática intentó ser muy variada y sacerdotal: destacamos la impor-tancia del “adentrarse” y sondear en lo pro-fundo del corazón para encontrarse con la belleza de Cristo y también sobre la fidelidad del sacerdote cuidada hasta el más pequeño detalle, todo ello junto a una espiritualidad de comunión frente al relativismo y subjeti-vismo reinante. Temas como amar este mun-do siguiendo la lógica de la Encarnación pero discerniéndolo al mismo tiempo; el acompa-ñamiento espiritual: la reconstrucción de la propia historia; la pobreza y la justicia que res-taña las heridas; hacerse hombre de oración, la familiarización con las Sagradas Escrituras para predicar apasionadamente a Cristo; el esmero eucarístico…., junto a otros fueron al-gunos de los contenidos de la tanda.

Siguiendo el esquema de los Ejercicios es-pirituales de San Ignacio quisimos reconstruir el puente del corazón con el fin de que el sa-cerdote siga siendo lugar de encuentro entre las dos orillas para el hombre de hoy.

P. Enrique Martín Baena cpcr.

eJercicios esPirituales Para sacerdoteseN cueNca

Seminario de Cuenca y Convento de la Merced.

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tarde de eNcueNtro

coNgregacióN. miNisterios y actiVidades

Una tarde fría, lluviosa y desagradable, puede pasar a ser una tarde estupenda, si estás en buena compañía, en un ambiente muy familiar, disfrutando de un momento para compartir la Eucaristía, y las experiencias vividas.

Así pasó el domingo 11 de octubre, en el que nos encontramos un grupo de lo más va-riado en la Casa Cristo Rey. Comenzamos el encuentro con la celebración de la misa, pre-sidida por el P. Enrique, con la compañía de Rodrigo como monaguillo.

A continuación, en la sala Guadalupe, nos reunimos, y comenzó el momento de los tes-timonios variados, para compartir las expe-riencias y las vivencias del verano.

Saulo, comenzó contando como se fue con Lucía su mujer, y sus siete hijos, haciendo una ruta por la playa, visitando el santuario de Fátima, y después pasando unos días en el monasterio de Lord, donde se integraron en la vida y horarios monacales. Una experiencia de crecimiento para toda la familia, disfrutan-do de la alegría de las diferentes personas con las que se han encontrado.

Facundo, compartió la experiencia piloto de la primera Escuela de Verano que se ha realizado en la casa, y en la que han partici-pado más de 40 chicos y chicas durante los meses de junio y julio. Una iniciativa que tam-bién ha dado momentos para compartir los padres, creando un ambiente muy cercano y acogedor.

A continuación Nacho, contó la vivencia de ser padre de gemelos, que además na-cieron prematuros a los seis meses y medio de gestación, con menos de un kilo de peso, pasando más de dos meses en el hospital, viviendo diferentes momentos, preocupacio-nes y emociones, hasta que finalmente les dieron el alta, y están en casa disfrutando de una buena salud para todo lo vivido.

María narró una experiencia de acompa-ñamiento con una amiga discapacitada, en la que juntas quisieron vivir unas vacaciones diferentes, afrontando la aventura de hacerlo solas, en vez de viajar en un grupo organiza-do. Una experiencia muy enriquecedora para ambas, en la que ambas aportaron mucho a la otra, para crecer juntas.

Otro Nacho, también habló sobre su futu-ra paternidad, de un niño muy esperado, que también se llamará Ignacio, en honor a San Ig-nacio de Loyola, y al que tratará de inculcarle los valores ignacianos, haciendo una mención especial a la unidad, tanto en la propia iglesia católica como con otras comunidades cristia-nas.

Antonio, quien ha vivido diferentes expe-riencias durante el verano como el camino de

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miNisterios y actiVidades. coNgregacióN

Santiago con los Scouts o una ruta por Suiza, su participación como profesor de inglés en la Escuela de Verano, resaltó que el momento que más ha vivido fue su estancia en Lourdes, y el encuentro con la Virgen María, transmi-tiendo al grupo la necesidad de “ser como ni-ños” para vivir con entusiasmo la fe.

María Ángeles, nos contó en persona su vivencia en los Ejercicios Espirituales en la Casa de Caldes, testimonio que recomenda-mos, recogido en Avanzar y en el blog ante-riormente; y su experiencia de descanso en la playa, en un entorno para disfrutar de mucha naturaleza también.

Victoria, utilizó un libro para situar su mo-mento, Caminando por valles oscuros. Memo-rias de un jesuita en el Gulag. De Walter J. Cis-zek. Tanto el libro como hacer unas etapas del camino de Santiago con su hija, la ayudaron a superar un momento complicado originado por una etapa intensa y las vivencias de las personas de su alrededor, aportándole una nueva luz y recobrando la paz mediante una visión profunda de fe.

Isabel, explicó como la providencia les permitió a ella y su hija, tener un encuentro improvisado con las religiosas dominicas de Lerma. Las religiosas que envían cada día El reto del amor, a miles de personas, mediante una cadena de mensajes de móvil o correos electrónicos. Resaltaba la juventud, la alegría y el entusiasmo de las religiosas, y como la providencia hizo que los hechos se sucedie-sen aparentemente de manera fortuita, para que se produjera el encuentro.

Ana, nos explicó como por medio de un

amigo, se fue a Italia con un grupo a hacer una peregrinación especial, en la que se abando-naban a la providencia, ya que iban sin comi-da, sin alojamiento, y sin poder utilizar dinero, de forma que cada día tenían que encontrarlo confiando en la generosidad de la gente. Sin duda toda una experiencia de humildad y de fe, en la que salió profundamente enriqueci-da.

Finalmente, Cándida, cerró la ronda de testimonios, contando como ha disfrutado de su familia, en el entorno natural de los Alpes, invitándonos a disfrutar de estos entornos na-turales, de la familia, para encantarse y gozar de las obras de Dios.

Sin duda una tarde diferente, enriquece-dora, con testimonios diferentes, vivencias únicas, que se compartieron para enrique-cernos mutuamente. Os esperamos para el próximo encuentro.

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“aPreNdamos aquello que hace al alma graNde”

coNgregacióN. miNisterios y actiVidades

Este ha sido el leitmotiv que ha impulsado a más de 1.500 rovers scouts, en su mayor parte de Francia junto con participantes de otros 17 países de Europa, a peregrinar un año más a la basílica de Vézelay en el 40ª aniversario del nacimiento de la Ruta y de las peregrinaciones a Santiago de Compostela.

Para que esto sea logísticamente posible la peregrinación se divide en distintos brazos de marcha, los cuales parten de diferentes puntos para encontrarse el sábado por la no-che en la gran vigilia de adoración en la basíli-ca y compartir al día siguiente la eucaristía de despedida.

Esta vez tuvimos la ocasión de participar por parte de nuestro país cerca de 50 rovers de Toledo, Madrid, Castellón y Barcelona. Or-ganizados en nuestros propios “clanes” entre 6 a 8 miembros, caminamos y convivimos la ruta durante 3 días junto a nuestros herma-nos portugueses y franceses en el brazo de marcha que partía desde Montreal(Francia).

Mucho podríamos hablar de las anécdo-tas, los paisajes, lo aprendido, lo convivido, lo compartido, lo celebrado, lo que llevábamos en nuestras mochilas y lo que nos trajimos en nuestras almas, pero prefiero aqui profundi-zar un poco en lo que es “la ruta” y su peda-gogía.

la ruta Para Progresar Perso-NalmeNte

La Ruta pretende ayudar al joven a descu-brir el sentido de su vida y a ayudarle a encon-trar los medios para lograr el éxito en su cami-

no personal. Es un momento de crecimiento para permitir que el joven tome conciencia de lo que es esencial en su vida y distinguirlo de lo accesorio, que tantas veces nos ralentiza en nuestra marcha.

Entre los 17 y 20 años, los rovers scouts se juntan en un equipo piloto, formado por entre 4 a 6 chicos, y junto con varios equipos pilotos forman un clan. Para continuar su pro-greso y llegar a ser plenamente responsables y adultos se apoyan en estos pequeños equi-pos. En ellos se busca formar al joven en el servicio con los más pobres y necesitados, el crecimiento personal acompañados por otro adulto, y con unos campamentos itinerantes para convivir y juntos hacer frente a las difi-cultades que ofrece el camino.

uN comPromiso Preciso de serVicio

Después de progresar dentro de los cinco fines del Movimiento Scout (la educación en la salud,la formación del carácter, el sentido de lo concreto, el sentido de servicio, y el sen-tido de Dios), el rover piloto está dispuesto a realizar un compromiso específico de servicio. Esta capacidad de hacer un compromiso ge-nuino es la coronación en la etapa de la edu-cación Scout.

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miNisterios y actiVidades. coNgregacióN

Comprometerse a servir es una muestra del éxito de la acción educativa de la Ruta.

la Pedagogía de la ruta eN VéZelay

• El campismo: en un vivac simple, bajo tiendas, y cocinando con fuego y madera.

• La ayuda fraterna: espontánea y habitual en el equipo.

• La alegría: bajo la lluvia o bajo el sol o aún con los persistentes fríos de la región del Mor-van, son un testimonio constante de la fe viva.

• El senderismo: como son las indescrip-tibles marchas por los parajes boscosos del Yonne y del Nièvre.

• La profundización en la fe: sabiendo que el esfuerzo espiritual es la marca propia de nuestra peregrinación, se potencia particu-larmente:

• La formación personal: en el discernimien-to, los debates, y conferencias.

• La oración conjunta: el rosario, el ángelus, el rezo de las horas, las celebraciones y can-tos.

• La oración personal: tiempos de reflexión, y la hora ruta (tiempo personal de silencio).

Así pues, creo que no resulta difícil de ima-ginar que con todos estos elementos es impo-sible no vivir durante estos días un “tiempo de renovación y de gracia”, en el que uno a través del darse a los hermanos, redescubre el valor de la fraternidad y de la amistad, el valor de lo simple y lo sencillo. Uno se vuelve a formar en la escuela de lo sencillo de la vida y regresa a lo cotidiano con la certeza de que más allá de las dificultades del camino, lo importante y lo que más está de nuestra mano, es la actitud con la que caminamos y hacemos frente a las contrariedades. Eso para cualquier scout está muy bien especificado en su ley y en sus prin-cipios, es en lo que ha estado entrenándose durante toda su vida, y está dispuesto a vivir cada día…

El scout pone su honor en ser digno de confianza, es leal, está hecho para servir y salvar a su prójimo, es amigo de todos y her-mano de cualquier otro scout, es cortés y ca-

balleroso, ve en la naturaleza la obra de Dios, obedece sin réplica y no deja nada a medias, sonríe y canta ante las dificultades, es auste-ro y cuida del bien ajeno y es puro en pensa-miento, palabras y obras.

los guías y scouts de euroPa eN ciFras:

Presentes en 18 países europeos, Canadá y los Estados Unidos

— 30 000 miembros en Francia— 60.000 miembros en Europa y Canadá— 1.400 campamentos por año— 10.000 días al año dedicados en la for-

mación de responsables voluntarios

Pablo de Vicente

http://vezelay.scouts-europe.org/galeries/photos/

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Fecom, NueVos retos

El año 2015 está suponiendo un nuevo im-pulso en todas las actividades que desde la Casa Cristo Rey proponemos, y Fecom es un ejemplo de ello.

Fecom, “Fundación para la Evangelización y Comunicación”, es una fundación canónica, pía autónoma, erigida como una entidad sin ánimo de lucro y cuyo objetivo es la evange-lización, a través de la difusión de las publica-ciones de la Casa.

Superados algunos escollos en el camino, volvemos a retomar con ánimo renovado la edición y distribución de 2.000 años de Cris-tianismo y Visión Bíblica de P. Hernán Pereda Bullrich; y Panorama sinópticos de los Evan-gelios de P. Pedro Cura Lluviá, ambos sacer-dotes y miembros de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.

El nuevo equipo de Fecom continúa tra-bajando en el desarrollo de las exposiciones históricas y bíblicas allí donde la intención pastoral y el turismo religioso, o el propio cul-to del lugar, se aúnen en el deseo de suscitar entre los fieles su interés por conocer que la Iglesia es la misma obra que Jesús encargó a sus discípulos, y que su historia rodea y abra-za la misma vida de los hombres en el ánimo de elevar hacia Dios sus obras, su devenir.

Intentando que sean un poco más inte-ractivas con quien las observa, hemos conse-guido aportar a las exposiciones una nueva imagen un poco más dinámica. La catedral de Santiago de Compostela, la iglesia de la Pre-ciosa Sangre (aledaña a la Catedral de Cáce-res) y la Hospedería de la Santa Cruz ( Valle de los Caídos) son ya una prueba de ello; pero no podemos olvidar el valor de los grandes logros conseguidos anteriormente con las exposiciones tradicionales en Avila y Tui, por ejemplo.

Poco a poco y en sucesivos artículos ire-mos contando más cosas de nuestras activi-dades en favor de impulsar el trabajo que desde la Casa Cristo Rey se pretende hacer llegar al mundo.

Os animamos a conocer un poco más de estas obras en la página web fecom.org.

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Familia esPiritual. coNgregacióN

El P. Hernán Pereda con un panel del Historiograma de la Iglesia Católica para exposición

Exposición en la Catedral de Tui (VIgo).

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coNgregacióN. miNisterios y actiVidades

PeregriNacióN teresiaNaáVila, salamaNca, alba de tormes y mediNa del camPo

En el deseo de no dejar escapar el año teresiano, vivido por toda la Iglesia como ho-menaje del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, un grupo de amigos de la Casa Cristo Rey, sobre todo de la comu-nidad Filadelfia, pudo organizarse para ir a Ávila. Aprovechamos la oportunidad para ex-plicar que el nombre de “Filadlefia” recuerda una de las Iglesias que menciona San Juan y que significa, “Amor al Hermano”.

Fue un viaje de sorpresa en sorpresa. Cuando uno creería saber lo principal de esta gran santa, resulta que cuando más se acerca uno a su historia, mayor impresión se recibe de lo que significa esta doctora incomparable del cristianismo.

La peregrinación incluyó además la visita a otras ciudades teresianas como fue Alba de Tormes y Medina del Campo, donde se com-pletó de modo maravilloso el descubrimiento de su experiencia como renovadora de la Igle-sia y de la sociedad de su tiempo.

Imposible en breves líneas hacer otra cosa que invitar a los interesados a no dejar de in-dagar en el mundo teresiano por los grandes frutos que produce el contacto con uno de los exponentes de la Edad de Oro de España, y sobre todo de una santa de primer orden para la gloria de Dios y don para todos.

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Familia esPiritual. coNgregacióN

Esta es la fachada principal de la Casa Ma-dre de los Cooperadores y de las Cooperatri-ces Parroquiales de Cristo Rey, en Chabeuil (Francia). Toma el apelativo de «Madre» por-que en ella tuvieron lugar las aprobaciones canónicas sucesivas, por parte de la Iglesia Diocesana, primero de los Cooperadores y después de las Cooperatrices.

En ella se van a celebrar próximamente dos Capítulos generales; el de los Coopera-dores, que comenzará el 23 de noviembre del presente año, y el de las Cooperatrices que se desarrollará entre los meses de Enero y Fe-brero de 2016.

En los Capítulos Generales, se reunen los representantes elegidos por cada comunidad, para hacer valorar el estado de la Congrega-ción, realizar un plan pastoral, y elegir al nue-vo Superior General y Consejo de Gobierno.

Como pueden comprender nuestros lec-tores, estas reuniones tienen una inciden-cia notable en la marcha de cada una de las Congregaciones, por ello rogamos encare-cidamente a todos encomienden al Señor la ayuda espiritual para que tanto el desarrollo como las conclusiones tomadas en ellas sean todas para la Mayor Gloria de Dios.

oracioNes Por los caPítulos geNerales cPcr

La foto fue tomada durante una Vigilia de oración, en Caldes de Montbui, para encomendar al Señor los proyectos apostólicos y, sobre todo, los próximos Capítulos Generales. Recordemos que "Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles" Salmo 126

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coNgregacióN. Nuestra Familia esPiritual

hacia la casa del Padre. el hNo. mécle cPcr.

El miércoles 9 de septiembre fallecía en Na-zareth el Hno Santiago Mècle CPCR. Nacido el 23 de mayo de 1928 en Narbona, (Francia), fue siempre un gran aficionado a la historia, por lo que, las comunidades por donde pasó pudie-ron elevar su nivel cultural

En septiembre 1951 ingresó en la Congre-gación y pasó por las comunidades de Chabeuil, de Madrid, (Santa Clara), de Bieuzy-Lanvaux, de Wissous, de Grolley, de Roma y de Chabeuil.

Hermano Mècle ha dejado el recuerdo de un hombre responsable con el que se podía absolutamente contar, de un trabajador que no perdía ni un minuto. Entre otras cosas fue el secretario abnegado de varios Capítulos ge-nerales.

Podemos todos dar gracias a Dios por la vida del Hermano Santiago. ¡Que la caridad fra-terna nos lleve a orar por él para que encuentre cerca del Padre celeste el afecto y la paz que su corazón tanto anhelaba!

el milagro de la Vida

«Un hijo te cambia la vida». Es una frase que escuchado mucho en los últimos meses. Pero imaginen que en vez de uno, vienen dos. Y que además, nacen prematuros con seis meses y medio de gestación. Entonces la vida no te cambia, sino que te da un vuelvo com-pleto. Esta es la historia de Nacho y Quique, que nacieron el 4 de julio, a las 27 semanas de gestación, con 960 y 950 gr. de peso. Tras una semana en el hospital, intentando retener el parto con medicación hasta que fue imposible aguantarlo más y tuvieron que sacarlos por cesárea para evitar complicaciones mayores por los esfuerzos del parto.

De hacer planes llenos de ilusión en el em-barazo, pasamos a ser protagonistas de una de esas historias que lees, sobre padres e hi-jos que nacen estas situaciones. De repente, comienza una lucha, en la que cada momento es crucial. Gracias a Dios, nacieron en La Paz, en una de las mejores unidades de neonato-logía.

Los médicos, enfermeras, nos dijeron que comenzaba un camino largo, en el que por cada avance, habría más retrocesos, que es un paso adelante, y dos atras, y una montaña rusa de emociones y vivencias.

En los casi tres meses que pasaron en el hospital hubo momentos para todo, la prime-

ra impresión al verles intubados y llenos de cables; momentos en los que las máquinas que les controlaban daban una alarma y las enfermeras venían corriendo a espabilarles, porque hacían paradas cardiorespiratorias por inmadurez, infecciones, pruebas, y días interminables.

Gracias a Dios, y a las oraciones de tanta gente, Nacho y Quique, ya están en casa, sin ninguna secuela más allá de la inmadurez, que simplemente les hace crecer a un ritmo algo más lento durante los primeros meses. Además son nuevos miembros de la Iglesia por el Bautismo, que recibieron al poco de nacer.

Nacho Bracicorto.

ACTIvIDADES En LA CASA CrISTO rEY

Información e inscripciones: Tel 91 352 0968

Casa de Ejercicios Cristo rey. Cañada de las Carreras oeste, nº 228223 Pozuelo de Alarcón (Madrid)

DICIEMBrE• Retiro para hombres. Domingo 13.

• Ejercicios espirituales para todos. Del sábado 26 al miércoles 30

Información e inscripciones: Tel 938 654 496 - 697 840 559

Casa de Ejercicios Mare de Deu de MontserratPasseig del Remei, s/n - 08140. Caldes de Montbui (Barcelona)

ACTIvIDADES En LA CASA MArE DE DEU DE MOnTSErrAT

NOvIEMBrE• fiesta familiar de cristo rey. Domingo 22

DICIEMBrE

• Ejercicios espirituales para chicas. Del viernes 4 al martes 8. • Retiro para mujeres. Sábado 12.

• Retiro para hombres. Domingo 13.• Ejercicios espirituales para hombres. Del domingo 27 al miércoles 30.

NOvIEMBrEUniversal: Para que nos abramos al en-

cuentro personal y al diálogo con todos, tam-bién con quienes piensandistinto de nosotros.

Misionera: Para que los pastores de la Iglesia, con profundo amor por su rebaño, acompañen su camino y animen su esperan-za.

IntencIones de oracIón del santo Padre confIadas al aPostolado de la oracIón

DICIEMBrEGeneral: Para que todos experimentemos

la misericordia de Dios, que no se cansa ja-más de perdonar.

Misionera: Para que las familias, de modo particular las que sufren, encuentren en el nacimiento de Jesús un signo de segura es-peranza.

«Sin María, no hay Jesús».Madre Teresa de Calcuta.

ruega por nosotros, Madre de la Iglesia.virgen del Adviento,esperanza nuestra, de Jesús la aurora,del cielo la puerta.

Madre de los hombres, de la mar estrella,llévanos a Cristo,

danos sus promesas.

Eres, virgen Madre, la de gracia llena,

del Señor la esclava, del mundo la reina.Alza nuestros ojos,

hacia tu belleza,¡Amen!

Juan pablo II