AvAnzArMayo-Junio 2015 • nº 755

nuestros mártires de hoy

AVANZARÓrgano de la Obra de Cooperación Parroquial de Cristo Rey

DirectorGregorio Rodríguez CPCR

Colaboradores José Mª. Fndez.-Cueto cpcrHernán J. Pereda cpcrEnrique Martín Baena cpcrEnrique Berenguer cpcrRosarioNacho Bracicorto

Diseño Nacho Bracicorto

Administrador Domingo Navarro

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EN ESTE NÚMERO

Editorial. Nuestros mártires de hoy................................... .... 3

IGLESIAEl Papa escribe para ti. Jubileo extradordinario de la miseri-cordia ...................................................................................... 4Busca a Cristo en la Iglesia. San Juan Cristóstomo................. 6

SOCIEDAD Orientaciones para la familia. Transmisión de valores en fa-milia..................................................................................... 8La Iglesia al día. A propósito de un mensaje pascual "política-mente incorrecto"............................................................. .. 10Buzón de preguntas. Sobre la legítima defensa de la vida . 12

ESPIRITUALIDAD Con ojos y corazón de mujer. El corazón más bello.......... . 14Los signos cristianos. Santiguarse......................................... .. 15Maravillosos caminos de consagración. De futbolista a sa-cerdote............................................................................... 16Chispas para la Nueva Evangelización. De México a la In-dia....................................................................................... 18

CONGREGACIÓNAlianza de amor .................................................................... 20 Ministerios y actividades................................................ ... 22Nuestra familia espiritual,.............................................. ... 32

AvIsO IMpOrtANtE. AvANZAr sALDrÁ CADA DOs MEsEs

Durante muchos años, Avanzar ha mantenido la pu-blicación de 10 ejemplares por año. Dadas las cir-cunstancias actuales, hemos decidido editar esta revista cada dos meses, a partir de enero de 2015, es decir, seis número al año.

Al mantener el mismo precio de 15 euros por año esperamos poder superar el déficit económico que arrastramos desde la crisis.

Agradecemos que nuestros suscriptores compren-dan nuestra situación y mantengan las suscripciones como lo han hecho hasta ahora.

La Administración de Avanzar

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editorial

Nuestros mártires de hoy

Es una gran verdad, al tiempo que un in-menso dolor. Pero es verdad: sin ningún méri-to de nuestra parte, hemos de decirlo y repe-tirlo: lo mejor que tenemos hoy en la Iglesia, en el cristianismo, son nuestros mártires. Nos llena sin embargo de dolor, pues son hombres y mujeres, hermanos nuestros exterminados simplemente por ser lo que son: cristianos, creen en Cristo Jesús y aman como Él, incluso al enemigo. ¡Y los matan!

Nosotros, cristianos o no, no podemos callar. Hemos de hablar de ellos donde sea. ¡Basta de silencio políticamente correcto! Es una traición. Hay que rezar por ellos, es un deber de ardiente caridad fraterna; y hemos de hacerlo personalmente y también en co-munidad. Hemos de defenderlos: están como ovejas en medio de lobos. No hacerlo es cola-borar en su muerte. Hemos de salvarlos de las garras del mal, del Maligno. No hacerlo es una cobardía, de la que deberemos dar cuenta a Dios y a la humanidad.

La persecución de los cristianos ocurre todos los días y en muchas partes del mun-do, cercano y lejano. De estas matanzas, ¿los líderes occidentales nada tienen que decir? ¿Nada, -¡o tan poco!-, que hacer? Hasta el uso legítimo de las armas, cuando ya se han agotado todos los medios, es posible. Pero reconozcámoslo: ésta no será nunca la mejor solución, la más positiva y valiosa, la definiti-va. La de verdad humana y cristiana.

¿Dónde están y quiénes son los líderes de la Comunidad Internacional que unidos como una piña y sin fisuras, se enfrentan a ese fana-tismo islámico, o a quien sea, con la presencia convencida y convincente de la unidad de la familia humana, de la palabra, de la fuerza de la razón y del diálogo, de la defensa de la vida sin titubeos, del respeto auténtico al bien y a la verdad, a la persona como la criatura más alta en dignidad después del Creador, de su libertad religiosa, del bien supremo de la paz y de fraternidad, etc, etc.? ¿Dónde están?

¿Quiénes son? ¿Acaso no existen? ¿O es que la más triste verdad de base es que el hombre está roto, desecho, vacío de lo más sagrado, e incapaz, por ende, de contener en sí lo más valioso que tenía: Dios, el amor, el bien, la bondad, la libertad? ¡Parece que el occidental ni se entiende ni entiende nada que no sea su propio amor, sus interés, la materialidad cru-da y dura! ¿Será eso verdad?

Nos queda alguien que día tras día vuelve sobre el tema con voz profética de urgencia, el Papa Francisco. He aquí alguna de sus lla-madas: “Es necesario sensibilizar la opinión pública acerca de la persecución de los cristia-nos en el mundo. Se ha de continuar de parte de todos, el camino espiritual de la oración intensa, de la participación concreta y de la ayuda tangible en defensa y protección de nuestros hermanos y hermanas, perseguidos, exiliados, matados, decapitados por el solo hecho de ser cristianos. Ellos son nuestras mártires de hoy, y son tantos, podemos decir que son más numerosos que en los primeros siglos. Pido que la Comunidad Internacional no asista muda e inerte frente a tales inacep-tables crímenes, que constituyen una preocu-pante violación de los derechos humanos más elementales. Pido verdaderamente que la Co-munidad Internacional no mire hacia otra par-te”… “Pedimos a Jesús victorioso que alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre”… “Que la comunidad internacional no permanezca inerte ante la inmensa tragedia humanitaria dentro de estos países y el drama de tantos refugiados”.

También hay que decirlo: el primer minis-tro británico, David Cameron, con ocasión de la Pascua ha dicho con claridad en un Men-saje a su nación: “Para todos nosotros es una ocasión de reflexionar sobre el papel del cristianismo en la vida de nuestra nación… Y como país cristiano nuestra responsabilidad no termina aquí: tenemos el deber de le-vantar nuestras voces contra la persecución de los cristianos en el mundo. Es realmente dramático el hecho que en 2015 todavía hay cristianos amenazados, torturados e incluso asesinados por causa de su fe”. (En páginas 10 y 11 puede leerse el mensaje). Se necesitan muchas más voces así de claras. Y sobre todo, se necesitan acciones tangibles fuertemente robustas y conjuntadas. ¡El compromiso es para todos!

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iglesia. el papa habla para ti

Jubileo eXtraordiNario de la miseriCordia

Ofrecemos a nuestros lectores algunos párrafos de la Bula del Jubileo anunciado por el Papa Francisco que se celebrará en toda la Iglesia desde la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, 8 de Diciembre, hasta el 20 de Noviembre de 2016, solemnidad de Cristo Rey.

Jesús de Nazaret, rostro miseri-Cordioso del padre

En la «plenitud del tiempo» (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, el Padre envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios.

la miseriCordia eN el aCto supre-mo de la revelaCióN

“Eterna es su misericordia”: es el estribi-llo que acompaña cada verso del Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios. Antes de la Pasión Jesús oró con este Salmo de la misericordia. Lo atestigua el evan-gelista Mateo cuando dice que «después de haber cantado el himno» (26,30), Jesús con sus discípulos salieron hacia el Monte de los Olivos. Mientras instituía la Eucaristía, como memorial perenne de Él y de su Pascua, puso simbólicamente este acto supremo de la Re-velación a la luz de la misericordia. En este mismo horizonte de la misericordia, Jesús vi-vió su pasión y muerte, consciente del gran misterio del amor de Dios que se habría de cumplir en la cruz. Saber que Jesús mismo hizo oración con este Salmo, lo hace para nosotros los cristianos aún más importante y nos compromete a incorporar este estribi-llo en nuestra oración de alabanza cotidiana: “Eterna es su misericordia”.

la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el mis-terio del amor divino en plenitud. «Dios es amor» (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evan-gelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visi-ble y tangible en toda la vida de Jesús. Su per-sona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo úni-co e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes lle-van consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión.

[...]

urgeNCia de aNuNCiar y maNifestar la miseriCordia al muNdo de hoy

San Juan Pablo II motivaba con estas pa-labras la urgencia de anunciar y testimoniar la misericordia en el mundo contemporáneo: «Ella está dictada por el amor al hombre, a todo lo que es humano y que, según la intui-ción de gran parte de los contemporáneos, está amenazado por un peligro inmenso. El misterio de Cristo... me obliga al mismo tiem-po a proclamar la misericordia como amor compasivo de Dios, revelado en el mismo misterio de Cristo. Ello me obliga también a recurrir a tal misericordia y a implorarla en esta difícil, crítica fase de la historia de la Igle-sia y del mundo». Esta enseñanza es hoy más que nunca actual y merece ser retomada en este Año Santo. Acojamos nuevamente sus palabras: «La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia –el atributo más estupendo del Creador y del Re-dentor– y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora». La Igle-sia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el co-razón de toda persona.

No Juzgar y No CoNdeNar

la misión que Jesús ha recibido del padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud.

“dios es amor”, que se haCe visi-ble eN la vida de Jesús

Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de

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iglesia. el papa habla para ti

Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior. ¡Cuánto mal hacen las pala-bras cuando están motivadas por sentimien-tos de celos y envidia! Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no per-mitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo. Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide tam-bién perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magna-nimidad. Así entonces, Misericordiosos como el Padre es el “lema” del Año Santo.

aCtualidad de las obras de mise-riCordia

Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos su-yos. Redescubramos las obras de misericor-dia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visi-tar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espiritua-les: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a ellas seremos juzgados

liberados de la huella Negativa del peCado mediaNte la iNdulgeNCia

Mientras percibimos la potencia de la gracia que nos transforma, experimentamos también la fuerza del pecado que nos con-diciona. No obstante el perdón, llevamos en nuestra vida las contradicciones que son con-secuencia de nuestros pecados. En el sacra-

mento de la Reconciliación Dios perdona los pecados, que realmente quedan cancelados; y sin embargo, la huella negativa que los pe-cados dejan en nuestros comportamientos y en nuestros pensamientos permanece. La mi-sericordia de Dios es incluso más fuerte que esto. Ella se transforma en indulgencia del Pa-dre que a través de la Esposa de Cristo alcanza al pecador perdonado y lo libera de todo resi-duo, consecuencia del pecado, habilitándolo a obrar con caridad, a crecer en el amor más bien que a recaer en el pecado.

los oJos miseriCordiosos de la “madre de la miseriCordia”

Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza en-tre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el um-bral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende «de generación en generación» (Lc 1,50). También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesa-remos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina.

Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo ha cruci-ficado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce lí-mites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos miseri-cordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús.

Franciscus

al pie de la cruz, maría junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. el perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de dios

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iglesia. busCa a Cristo eN la iglesia

saN JuaN Crisóstomo (345-407)

Este santo Padre fue, sin duda, el hombre más eminente de la así llamada escuela “antioquena”. Su elocuencia era extraordinaria y por eso, desde el siglo VI fue llamado con el conocido apodo de “Crisóstomo”, que significa boca de oro. Crisóstomo fue no sólo uno de los más grandes ora-dores de la antigüedad, sino también un excelente pastor de almas.

Nació en Antioquia (Siria), en el año 345, parece ser. Estudió primero elocuencia y más tarde en la famosa escuela de Antioquía, su ciudad natal. Fue bautizado a los 23 años, en el año 368. Ordenado sacerdote por Flaviano, patriarca de Constantinopla, ejerció su sacer-docio como predicador en Antioquía hasta el año 397. Ese año, muy contra su voluntad, fue nombrado obispo de Constantinopla, capital del Imperio romano de Oriente.

Formador de laicos. De san Juan Crisósto-mo tenemos 17 tratados teológicos, más de 700 homilías, comentarios bíblicos a Mateo, Romanos, Corintios, Efesios y Hebreos, y 241 cartas. ¡Qué fecundidad literaria y catequéti-ca!

Hay que subrayar su atención especial a lo que hoy llamamos la formación de los lai-cos. Sus Ocho catequesis bautismales nos muestran como cuidó el catecumenado de su Iglesia. Aparece claro que siempre buscaba en sus fieles la unión “fe-vida”, o sea, conocer el mensaje evangélico y llevarlo a la vida.

Quería ver a los laicos, los fieles de su Igle-sia, inmersos en el mundo: “Este es el prin-cipio de nuestra vida social, no interesarnos sólo por nosotros mismos”, señalaba en una homilía. Y lo que hoy nos parece tan nuevo y hasta normal, después del Concilio Vaticano II: el “sacerdocio común” de los fieles, recibido en el bautismo, lo recordaba él así de claro en una homilía: “También a ti el bautismo te hace rey, sacerdote y profeta”.

También recordaba y recomendaba ince-santemente a sus fieles la “oración en común”: “También puedes orar en casa; sin embargo no puedes orar igual que en la Iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se eleva a Dios como desde un solo co-razón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes” (Cita que trae el Catecismo de la Iglesia Cató-lica, n. 2179).

Solicitud por la familia. La familia y su unión era también su preocupación de buen pastor. El hijo que nace es como “un puente y los tres (padre, madre e hijo), se convierten en una sola carne”, dado que el hijo une las dos partes. A la familia, le gustaba llamar “pe-queña Iglesia”.

La acción social. Fue muy notable su pre-ocupación por los demás y en crear institucio-nes de ayuda social y caritativa. Solía decir: “No hacer participar a los pobres de los pro-pios bienes es robarles y quitarles la vida… Lo que poseemos no son bienes nuestros, sino los suyos” (Homilía). Y así tiene otras muchas expresiones muy fuertes, desde el punto de vista social.

Personalmente pero también como obis-po, llegó a crear en Constantinopla institu-ciones caritativas muy loables: los hospita-les. Estos hospitales eran sobre todo casa de huéspedes, no tanto para enfermos, pues acogían a los necesitados sin hogar. La orga-nización caritativa en Constantinopla sirvió de modelo a otras muchas otras ciudades. Y sin duda, para toda la Iglesia desde entonces. Como vemos, Caritas inició su andadura en la Iglesia muy pronto, y con cuánto fruto a favor de las necesidades humanas, incluso en nues-tros días.

Profeta desterrado. Con su ardiente elo-cuencia, fustigó siempre los vicios de los gran-des; entre éstos, la emperatriz Eudoxia. El pa-lacio imperial y los nobles se indignaron y se levantaron contra él. Algunos obispos adictos a la corte, entre ellos san Epifanio de Chipre, también destacado teólogo, consiguieron que Crisóstomo fuera depuesto y expulsado en el año 404. Él apeló al papa Inocencio I, y no tardó en ser repuesto en su sede. El pueblo, entusiasta de Crisóstomo, le apoyaba y estaba a su favor.

Poco tiempo después sufrió un nuevo des-tierro por orden del palacio imperial. Fue el año 406. Su denuncia profética seguía moles-tando. El destino de su destierro era Cucusa,

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iglesia. busCa a Cristo eN la iglesia

en Armenia. Pero no llegó a su destino. Murió en Comana, provincia del Ponto, el 14 de sep-tiembre del 407. El pueblo cristiano nunca le olvidó y 30 años más tarde, en el 438, el em-perador Teodosio llevó sus reliquias a Cons-tantinopla. En el año 1204, sus restos fueron trasladados a Roma, a la primitiva basílica constantiniana. Hoy descansan en la capilla del coro de los Canónigos de la Basílica de san Pedro.

Legado espiritual. Se trata de lo que él llamaba “la admirable condescendencia de Dios”. Como buen conocedor y comentador de las Santas Escrituras, se admiraba de que la Palabra de Dios la encontráramos en la pa-labra humana de la Escritura. Dice así en uno de sus sermones sobre el Génesis:

“Sin mengua de la verdad y de la santidad de Dios, la Sagrada Escritura nos muestra la admirable condescendencia de Dios ́ para que aprendamos su amor inefable y cómo adapta su lenguaje a nuestra naturaleza con su provi-dencia solícita`. La Palabra de Dios, expresada con lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del eterno Padre, asumiendo nuestra débil condición hu-mana, se hace semejante a los hombres”. (Tal cual, viene también en la Dei Verbum 13, del Concilio Vaticano II).

Su muerte. San Juan Crisóstomo, después de recibir la Eucaristía, entregó su alma a Dios con esta invocación por él preferida: “Gloria a Dios en todas las cosas. Amén”. Tenía 58 años.

Gregorio Rodríguez, cpcr

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soCiedad. orieNtaCioNes para la familia

traNsmisióN de valores eN familia.

Es en el seno de la familia donde cada día padres y madres nos desvivimos por dar a nuestros hijos aquello que más felices pueda hacerles, aquello que mejor pueda servirles en el futuro para afrontar la vida con seguri-dad, valentía, verdad, amor, honestidad, re-nuncia, esfuerzo… es decir, con valores. En el caso de las familias cristianas, todo ello cobra sentido a la luz de la fe que intentamos vivir y transmitir.

Pero en esta tarea educativa nos encon-tramos cada vez más frecuentemente que estos valores que deberíamos defender están sufriendo un menosprecio, un ataque y una manipulación constantes, de manera que ante las inquietudes de nuestros hijos, las respuestas que podemos ofrecerles, bien no son coherentes con el mensaje cristiano que queremos abrazar, o bien sí lo son, pero no hallamos razones de peso para defenderlas.

Y esto no es casualidad, es la consecuen-cia lógica del proceso de cambio de lengua-je que sufrimos en la sociedad actual. Este proceso está consiguiendo dar un vuelco a nuestra escala de valores a través de motivos aparentemente loables, abusando de nuestra buena intención pero insuficiente formación, envolviendo su publicidad con eslóganes que nos llaman al cambio, a evolucionar respecto a un pasado obsoleto y, por supuesto, a avan-zar hacia un futuro más fácil, más justo y más feliz. Poco a poco, esta llamada deja de ser una simple invitación y se convierte en una imposición, de tal manera que aquel que se opone o desconfía de la bondad del llamado “progreso” social actual es incluso desprecia-do y agredido. Tras el desprecio, se ha con-seguido que se aprueben leyes que amparan dicho progreso social, independientemente de su bondad o veracidad, es decir, indepen-dientemente de si suponen un bien social o lo contrario. Y es que es tiempo de estar muy atentos a las maniobras del diablo que, no nos olvidemos, aprovecha todas sus mañas para atacar la sociedad allí donde recibe su mayor bien: en la familia.

¿Cómo hemos llegado hasta esta situa-ción? Entre otros muchos, hay dos motivos que han influido enormemente. En primer lugar, que hoy más que nunca estamos acos-tumbrados a que el mejor camino para conse-guir aquello que queremos es el camino más fácil y rápido. Y este es el primer punto del

que debemos desconfiar: ¿hay un camino fá-cil y rápido para la felicidad? En segundo lugar, por el relativismo imperante en este momen-to, que nos convence de que nada es bueno o malo en sí mismo y nos invita a pensar que aquello que me apetece es bueno para mí.

Por eso, de cara a poder ofrecer a nues-tros hijos la “mejor respuesta del mundo mundial” si son pequeños y “una simple opi-nión” cuando van creciendo, nuestro mensaje como padres católicos debe ir encaminado a evangelizar, es decir, poner en sus manos la semilla de la Buena Noticia; regarla y abonarla para que ellos puedan hacerla suya y dar vida, colaborando en lo posible en la misión de Je-sús: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10b).

Pero, ¿cómo conseguirlo? Recuperando la mirada sobre nuestra vida a la luz de la cohe-rencia que nos ofrece el Evangelio. Por tanto, no nos dejemos engañar por este lenguaje manipulador que venimos sufriendo y tenga-mos la valentía de llamar a las cosas por su nombre.

Algunas herramientas que pueden sernos útiles son: acompañar a nuestros hijos en el despertar de su curiosidad haciendo que se cuestionen y generando la duda; mostrar que nuestra única intención es ayudarles en un proceso que ellos deben hacer por si mismos y que están llamados a buscar la verdad; po-ner en sus manos toda la información posible sacando a la luz la falsedad de los eufemismos que nuestra sociedad maneja; y demostrar coherencia en nuestra vida, es decir, que fir-memente creemos y vivimos aquello que es-tamos defendiendo.

Si conseguimos que el diálogo y la con-fianza entre padres e hijos formen parte de nuestro día a día, no será difícil encontrar

acompañar a nuestros hijos en el despertar de su curiosidad haciendo que se cuestionen y generando la duda; mostrar que nuestra única intención es ayudarles en un proceso que ellos deben hacer por si mismos y que están llamados a buscar la verdad

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soCiedad. orieNtaCioNes para la familia

momentos para abordar temas tan de-licados como el aborto, la ideología de género, la forma de vivir la sexualidad, las diferencias entre los modelos legales de familia, la libertad religiosa, etc.

Para ello, los padres debemos po-nernos las pilas y grabarnos a fuego el consejo evangélico de no tener miedo a redescubrir la belleza del mensaje cristiano y a dejarnos sorprender por su actualidad: “No se turbe vuestro co-razón ni se acobarde” (Jn 14, 27b). Esta valentía para abrazar los valores que sí merecen la pena es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos si verdaderamente queremos su felicidad. ¡Ánimo en esta tarea!

Gabriel y Elena

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soCiedad. la iglesia al día

a propósito de uN meNsaJe pasCual,“polítiCameNte iNCorreCto”

Yo no sé qué motivos ha tenido este políti-co de primera línea para dirigir a su nación, In-glaterra, un Mensaje en tales términos. Como se dice hoy: es un Mensaje “políticamente in-correcto”, a todas luces. A decir verdad, que sepamos no se ha escuchado otro igual o se-mejante en toda Europa.

No sé sus motivos ni voy a indagarlos. In-cluso diría que no me interesan. No quiero juzgar sus intenciones. El Mensaje es tan cla-ro, sus términos tan concretos y objetivos, tan cristianos, que uno no puede menos de decir: está bien, está muy bien. ¡Y valiente!

Un no creyente no puede decir lo que dice. No. No puede afirmar lo que afirma, quien no está convencido y orgulloso de que su país es cristiano y lo dice; quien ve a la Igle-sia como “una fuerza viva y activa que realiza

obras admirables”; quien ha aprobado leyes sobre el derecho a recitar oraciones en sus ayuntamientos; quien habla de la ayuda hu-manitaria a los necesitados, de la persecución de los cristianos y del deber de defenderlos y recordarlos, e incluso agradecer a los cristia-nos ingleses, que lo sean. No solo está bien. Está muy bien. Y conviene resaltarlo.

Venga de donde venga, hemos de alegrar-nos de la verdad, el bien, la libertad religiosa y que recuerde la persecución de los cristianos. Esto hace parte de la Buena Nueva que trae el Evangelio y confirma el Crucificado-Resuci-tado. ¡Esto es vivir la Pascua! Por eso hemos querido publicarlo, sin entrar en disquisicio-nes políticas. Sobran. Basta la realidad objeti-va del Mensaje.

El Director

meNsaJe de pasCua de 2015 por david CameroN

La Pascua es la ocasión para los cristianos de celebrar el triunfo definitivo del amor so-bre la muerte, con ocasión de la resurrección de Jesús.

Y para todos nosotros es una ocasión de reflexionar sobre el papel del cristianismo en la vida de nuestra nación.

La Iglesia no es una colección de edificios antiguos de gran belleza; es una fuerza viva y activa que realiza obras admirables a lo largo y ancho de nuestro país: cuando la gente care-ce de hogar, allí está la Iglesia proporcionando alimentos calientes y cobijo; cuando la gente es aplastada por la adicción o está desahucia-da, cuando la gente sufre o está desolada, ahí está la Iglesia.

Personalmente he experimentado en los momentos más difíciles de mi vida el gran consuelo que representa la misericordia de la Iglesia; en toda Gran Bretaña la Iglesia no sola-mente predica “ama a tu prójimo”, sino que lo vive constantemente en los centros de fe, en las cárceles, en las asociaciones ciudadanas. Y es por todas estas razones por las cuales de-bemos sentirnos orgullosos de proclamar que

este país es un país cristiano.

Así es: somos una nación que abraza, reci-be y acepta todas las fes y también la falta de fe, pero somos aun así un país cristiano. Y esa es la razón por la cual el gobierno que yo diri-jo ha realizado algunas acciones importantes: desde invertir decenas de millones de libras para el mantenimiento de iglesias y catedra-les hasta aprobar leyes que reafirman el de-recho de los consistorios municipales a recitar oraciones en sus ayuntamientos.

Y como país cristiano nuestra responsabi-lidad no termina aquí: tenemos el deber de levantar nuestras voces contra la persecución de los cristianos en el mundo.

Es realmente dramático el hecho que en 2015 todavía hay cristianos amenazados, tor-turados e incluso asesinados por causa de su fe, desde Egipto a Nigeria, de Libia a Corea del Norte. En Oriente Medio, los cristianos se han visto asediados hasta ser expulsados de sus hogares, forzados a huir de una población a otra, verse forzados a renunciar a su fe o ase-sinados brutalmente.

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soCiedad. la iglesia al día

A todos los cristianos en Irak o en Siria que practican su fe o que dan cobijo a otros debemos decirles: “Estamos a vuestro lado”. Este gobierno ha convertido estas palabras en obras, bien haciendo llegar ayuda humanita-ria a todos aquellos abandonados en el Mon-te Sinjar, bien aportando fondos a los grupos de reconciliación de base en Irak. Y en los me-ses venideros deberemos continuar hablando con una sola voz en defensa de la libertad de fe.

Así, en este tiempo de Pascua deberíamos tener en nuestro pensamiento a todos esos cristianos en países distintos al nuestro que se enfrentan a la persecución, y a la vez agra-decer a todos los cristianos que marcan una diferencia aquí en nuestro hogar. Y con esto, quiero desearos a todos vosotros y a vuestras familias, una muy Buena Pascua”.

CoNClusióN del direCtor

Para terminar como Dios manda, he de señalar con satisfacción lo siguiente: el Con-greso de los Diputados, aquí en España, con-dena los ataques a los cristianos. Es una muy buena noticia. El ámbito es restringido, pero ya es significativo.

Ya estaba esta nota enviada a maqueta-ción y diseño de Avanzar cuando supe la no-ticia. Por eso la añado aquí, tal cual ha sido publicada por Ecclesia, 11 y 18 de abril de 2015, p. 7):

El viernes 27 de marzo, los grupos parla-mentarios del PP, PSOE y CIU alcanzaron un acuerdo en la Comisión de Exteriores del Con-greso de los Diputados en la que condenan la persecución de cristianos en el mundo, espe-

cialmente en Siria e Irak, y rechazan los funda-mentalismos y la violencia que genera. Así, se insta al Gobierno a manifestar “públicamen-te” su apoyo a las iniciativas promovidas por parte de instituciones internacionales para condenar y detener las muertes y las perse-cuciones basadas en motivos religiosos que están sufriendo las comunidades cristianas y otras minorías religiosas que se producen en todo el mundo, y en especial, en algunos paí-ses de Oriente Medio.

El texto pactado sostiene que “sería con-veniente” aprovechar la presencia de España en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas durante el período 2015-2016, para plantear la situación de las minorías religiosas ante este órgano.

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soCiedad. buzóN de preguNtas

sobre la legítima defeNsa de la vida

¿Pueden los cristianos, ante una descarada agresión homicida, organizarse en defensa armada, si las fuerzas de seguridad de la nación se niegan a prestarles su obligada protección?

Q. A. B. Madrid

Tu pregunta toca el tema de la autodefen-sa. Veamos ante todo los principios básicos del mismo.

La defensa de la propia vida es un derecho natural del hombre. Como dice el Catecismo de la Iglesia, “El amor a sí mismo constituye un principio fundamental de la moralidad. Es, por tanto, legítimo hacer respetar el propio derecho a la vida. El que defiende su vida no es culpable de homicidio, incluso cuando se ve obligado a asestar a su agresor un golpe mortal” (n. 2264).

La legítima defensa de las personas y las sociedades no es una excepción a la prohibi-ción de la muerte del inocente que constituye el homicidio voluntario. "La acción de defen-derse [...] puede entrañar un doble efecto: el uno es la conservación de la propia vida; el otro, la muerte del agresor" "Nada impide que un solo acto tenga dos efectos, de los que uno sólo es querido, sin embargo el otro está más allá de la intención" (S. Tomás de Aquino, s. th. 2-2, 64, 7) (n. 2263).

El ejercicio de ese derecho se transforma incluso en una obligación para quienes tienen el encargo de proteger y favorecer la vida de otras personas, los propios hijos, el esposo o la esposa, los padres ancianos… Y, en alguna manera a más fuerte razón, están obligados quienes tienen el deber de defender a la na-ción y a sus ciudadanos. De nuevo el Cate-cismo de la Iglesia nos asegura: “La legítima defensa puede ser no solamente un derecho sino un deber grave, para el que es respon-sable de la vida de otro. La defensa del bien común exige colocar al agresor en la situación de no poder causar perjuicio. Por este moti-vo los que tienen autoridad legítima tienen también el derecho de rechazar, incluso con el uso de las armas, a los agresores de la so-ciedad civil confiada a su responsabilidad” (n. 2265).

Pero, tu pregunta presenta un caso que no es pura y simplemente el de la defensa legíti-ma, sino el de esa defensa ante el incumpli-

miento de su deber por parte de las fuerzas de seguridad, incumplimiento que suele ser, aunque tú no lo digas, en connivencia con la Autoridad misma del Estado. Y esto hace más difícil la respuesta, ya que en esas circunstan-cias la autodefensa armada puede acarrear mayores males, no excluida entre ellos la gue-rra civil. Y siendo así, es decir, conduciendo a la guerra civil o a otra consecuencia muy gra-ve, se ha de optar por el mal menor, renun-ciando a la propia defensa.

Por otra parte, están los consejos de Jesús a sus discípulos. «Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofe-tee en la mejilla derecha ofrécele también la otra; al que quiera pleitear contigo para qui-tarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos» (Mt 5, 38-41).

«Pero a vosotros, los que me escucháis, yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale tam-bién la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y tra-tad a los hombres como queréis que ellos os traten...» (Lc 6, 27-34).

«Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entrega-rán a los tribunales y os azotarán en sus sina-gogas; y por mi causa seréis llevados ante go-bernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.

Mas cuando os entreguen, no os preo-cupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.

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soCiedad. buzóN de preguNtas

Entregará a la muerte hermano a herma-no y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.

Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, mar-chaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que ven-ga el Hijo del hombre.

No está el discípulo por encima del maes-tro, ni el siervo por encima de su amo. Ya le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos!» (Mt 10, 16-25).

Estos consejos no suprimen el derecho na-tural de autodefensa, ni la obligación del mis-mo en ciertas circunstancias, nos indican un camino mejor siempre que sea posible, el del perdón y amor a nuestros enemigos a imita-ción de nuestro Maestro, Cristo, haciendo de nosotros sus testigos, sus mártires. Para todo lo cual no nos faltará nunca la gracia de Dios.

José Mª Fernández-Cueto, cpcr.

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el CorazóN más bello

El corazón más bello, por supuesto, sabemos que es el de Jesucristo, no nos cabe la menor duda. Pero también el nuestro, a pesar de sus fa-llos, tiene también cierta belleza. ¿Por qué? Por-que ha salido de Dios que nos ha amado primero.

Nuestro corazón tiene heridas: unas veces provocadas por nosotros mismos, cuando de una u otra forma hemos rechazado a Dios. Otras porque no hemos vivido el amor al prójimo que teníamos cerca. A veces, porque hemos hecho el bien, amando a alguna persona con sinceridad y nos ha rechazado, nos ha herido...

Notemos que tener heridas no impide que un corazón sea bello. En estos días de Pascua hemos leído en el Evangelio que Cristo, no sólo dejó vi-sibles sus heridas en manos pies y costado, sino que las mostraba complacido como prueba pa-tente de que era Él mismo, que había resucitado con su mismo cuerpo de siempre.

Nuestras heridas, si quedan limpias y sanadas por la misericordia de Dios, no quitarán belleza a nuestro corazón, sino que le añadirán el sello del Amor Misericordioso que Dios ha tenido con nos-tros y que nos llena de gloria y alegría.

Por eso, esas heridas de que hablábamos an-tes, tienen que ser presentadas con mucha con-fianza ante el Médico Divino, que las cure, las lim-pie y las llene de gloria por el amor arrepentido con que se las hemos presentado.

Tener un corazón bello no es porque se tenga una historia plana, sin caídas ni levantamientos; sino porque, haciendo su camino en la vida, ha hecho prevalecer el amor agradecido gracias a las reparaciones amorosas que ha recibido.

No es la ausencia de perdones la que hace bello al corazón sino el amor cotidiano, que ha reído, ha cantado, ha llorado, ha caído y se ha levantado asumiendo sus fallos y reparándolos ante el Señor.

Pidamos al Señor que haga nuestro corazón semejante al suyo. Incluso con las llagas curadas y gloriosas como las suyas.

De todo corazón,

Rosario

espiritualidad. CoN oJos y CorazóN de muJer

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Llamamos santiguarse al hecho de hacerse la señal de la cruz sobre uno mismo. Exclusivamente cristiano, éste es uno de los signos más antiguos. ¿Cómo se hace? Sencillamente así: llevando los de-dos de la mano derecha, de la frente hasta el pecho, y luego llevando los mismos dedos desde el hombro izquierdo hasta el derecho. Así es el gesto preciso y concreto, no, un garabato cualquier, realizado más o menos ante el pecho. ¡Hagámoslo bien! Es un signo demasiado importante como para que parezca cual-quier cosa menos una cruz.

Este signo de la cruz suele ir acompañado de las siguientes palabras, que son una invocación a la Santísima Trinidad, todo un acto de fe, “En el nom-bre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. ¿Por qué las decimos? Tengamos esto muy en cuenta: santiguándonos recordamos nuestro bautismo y su importancia. El hermoso día de nuestro bautismo fuimos acogidos en la Iglesia con la señal de la cruz sobre nuestra frente. Además, la cruz es signo de re-dención, ya que desde la cruz Jesucristo logró la vic-toria sobre el mal y el pecado. Y más: ese recuerdo lo hacemos con aquella sencilla y muy importante invocación a la fuente de toda vida y de toda gracia: la Santa Trinidad de Dios. ¡Qué importante es san-tiguarse!

¿Cuándo hemos de santiguarnos? Siempre que uno quiera. No por magia, sino con fe y amor.

La costumbre es que nos santigüemos al comen-zar la oración. En la santa liturgia de la Iglesia siem-pre es así. Pero también podemos santiguarnos al iniciar cualquier actividad, al levantarnos por la ma-ñana y al acostarnos por la noche, etc. Siempre será bueno y oportuno porque sabemos que la cruz nos da fuerza en las tentaciones y en las dificultades.

Con fe y amor, con respeto, sin despecho ningu-no, ni respeto humano, con verdad y autenticidad, siempre que nos santigüemos haremos bien. Entre otras cosas, hacemos un acto explícito de fe.

En relación con esto, un pequeño detalle más: siempre que hagamos la señal de la cruz sobre al-guien o sobre algo (que también se puede) se llama signar.

saNtiguarse

los sigNos CristiaNios, ¿Cuáles soN y qué sigNifiCaN?. espiritualidad

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conecta de otra manera...

ejercicios espirituales en la vida cotidianaUna forma diferente de ver la vida.

Información: p.enriquecpcr@gmail.com

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eJerCiCios espirituales para hombres eN semaNa saNta

Fueron dirigidos por los PP. Hernán Pereda y Enrique Martín, dando espacio y ambiente para una vivencia particular de los oficios litúrgicos de la “Semana Mayor”, tan intensos y tan llenos del Amor de Dios.

Entre los testimonios recogidos en la clausura, varios ejercitantes se hicieron eco de que una experiencia cristiana tan profunda no haya sido aprovechada por un número mayor de partici-pantes. Se sugirieron algunas actuaciones futuras para dar a conocer este tesoro de los Ejerci-cios espirituales. Otros compartieron vivencias recibidas durante estos días:

— «He tenido en verdadero encuentro con Cristo que me ha marcado; pero com-prendo mi debilidad por lo que ruego pidáis por mí para que sea un apóstol fiel y eficaz».

— «He hecho muchas veces estos Ejerci-cios y siempre me han llenado. Esta vez quie-ro agradecer el silencio: lo hemos mantenido con seriedad y nos ha sido muy valioso para la reflexión».

— «Gracias y sorpresas. He venido como un escéptico, pensando que nada necesitaba, pero me he encontrado con lo que no espe-raba. Dios siempre, siempre nos sorprende. Me he encontrado con nuevos interrogantes,

con los que he podido penetrar más adentro. Gracias, Señor».

— «Veo en el recordatorio que esta es la tanda de ejercicios número 1210; qué hermo-sura. Los primeros Ejercicios que hice no eran de esa serie, me parecieron más una reunión de amigos que todos pensaban lo mismo y se entendían entre sí. Luego los he hecho aquí y he encontrado una gran diferencia. He encon-trado unas verdades que hay que aceptar y no quedarse con una rutina de siempre…»

— «Empecé a hacer Ejercicios en el cole-gio con 16 años y los he vuelta a hacer siendo ya adulto. En esta ocasión que han llamado

CoNgregaCióN. Casa Cristo rey. pozuelo

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la atención una palabra nueva: “Mistagogia”. Parece que está relacionada con la iniciación cristiana y se podría definir así: Crecer en su entendimiento del Misterio Pascual – Integrar este Misterio en propia vida, para lo cual hay que empezar por meditar sobre los evange-lios, participar en la Eucaristía y realizar obras de caridad».

— «Me costó decidir a venirme: estos días me atraía estar con mis hijos, libres de la es-cuela, para jugar y enseñarles cosas… Pero acepté mis compromisos que me llaman a un crecimiento en la fe y el apostolado, y que tengo un cursillo bíblico que atender… Pero, además comprendo que necesito una discipli-na en mi vida. Aquí es un ambiente muy pro-

CoNgregaCióN. Casa Cristo rey. pozuelo

picio para discernir las elecciones que tengo que hacer en el día a día. Me he concentrado en lo pequeño y me voy con algo nuevo».

— «Tuve la gran suerte de tener una fa-milia cristiana y, como respuesta al amor de Cristo me he involucrado en las tareas de la Parroquia. He practicado los cursillos de Cris-tiandad y veo que tenemos las mismas dificul-tades: resulta muy difícil hoy llevar a Cristo a los demás. En estos Ejercicios me han ense-ñado cosas que no sabía y me han recordado otras que sabía, pero que las tenía olvidadas. Lo que es cierto que hacer Ejercicios en Se-mana Santa es una forma magnifica de pasar estos santos días con un recuerdo consciente y muy amoroso del Señor».

triduo pasCual duraNte la semaNa saNta

Dirigido por el Padre Rafael, cpcr . “Invitados a vivir la plenamente Vida de Cristo Resucitado”

El Triduo Pascual comenzó, para algunos, el miércoles Santo, es decir, el 1 de abril por la tarde, y yo me preguntaba cómo íbamos a llenar las horas que quedaban hasta la pri-mera celebración, la ceremonia del Jueves Santo, que tendría que ser por la tarde del siguiente día. Dos días antes me había adelan-tado a preguntárselo al padre Rafael, direc-tor el Triduo, y me respondió: “¡eso será una sorpresa!” Y como nos había dicho el Papa Francisco en la JMJ: "Debemos dejarnos ser sorprendidos por Dios", me quedé dispuesta a dejarme sorprender por el Espíritu Santo.

Si los participantes llegaron el miércoles como con cuenta gotas, en cambio el jueves

y los días siguientes el número aumentó con-siderablemente. Pronto el padre Rafael marcó el tono de lo que iba a ser la experiencia del Triduo: se trataba de un tiempo de recogi-miento diseñado según el modelo de los ejer-cicios de San Ignacio, para preparar los mo-mentos de las preciosas liturgias de Triduo.

Varias veces, en su charla introductoria, el Padre volvió a recodarnos la necesidad del silencio, indispensable para la profunda expe-riencia. También destacó el hecho de que su formación Ignaciana le animaba a ofrecer una recopilación de los Ejercicios en tres días, lo que no era cosa fácil. También insistió en el hecho de que el silencio crearía un clima de

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CoNgregaCióN. Casa Cristo rey. pozuelo

unidad entre los participantes y que lo descu-briríamos en su plenitud al final del retiro.

El tiempo pasó muy rápido. Entre los te-mas de meditación que nos proponía tres veces al día, los tiempos de oración silenciosa y los aspectos más destacados de las ceremo-nias litúrgicas se nos pasaron los días casi sin darnos cuenta.

El Padre Rafael fue capaz de cautivar la atención de los participantes con meditacio-nes muy bien propuestas, de contenidos pro-fundos y enriquecidos con variadas anécdo-tas. Algunas veces nos hizo reír y logró crear un ambiente ligero a pesar de la extensión de algunas presentaciones. La meditación sobre la mañana de Pascua ante la tumba vacía, con la piedra rodada, fue particularmente li-

beradora. Habíamos experimentado anterior-mente un simbolismo que nos golpeó mucho. Ahora se trataba de que cada uno rodara esta piedra que tenemos en nuestra parte inferior, y que nos impide vivir plenamente la nueva vida de Cristo resucitado.

En pocas palabras: ¡no tuvimos tiempo para aburriros! Y yo diría que todos tuvimos la impresión de preparar correctamente y de vivir con intensidad y alegría las jornadas de Triduo y la hermosa fiesta de la resurrección.

¡Gracias, padre Rafael, todo corazón y en nombre de todos los participantes! Y añado otro magnífico ¡gracias!, por la esperanza de volvernos a encontrar, más numerosos aún, el año que viene.

Cándida

Curso sobre saN pablo

Dirigido por el P Hernán Pereda, del 20 al 22 de marzo.

Uno de los materiales de formación bíbli-ca de que dispone la Casa Cristo Rey es el de San Pablo a partir del libro de los Hechos de los Apóstoles.

San Pablo es llamado por Benedicto XVI, tomando el título de un libro de un teólogo alemán, “El primero después del Único”. Des-pués de Jesucristo, en el Nuevo Testamento, de nadie se habla tanto ni nadie escribe tanto como este santo. Su vida no es la de un santo más sino que es parte de la revelación bíblica. De ahí su enorme importancia.

Naturalmente La Santísima Virgen María, lo precede, pero se habla aquí del contenido de los textos bíblicos que le dan una prioridad indiscutible después de Jesucristo de quién él

es el autor que más elementos aporta sobre el mismo Señor.

Además San Pablo es el gran organizador de la Iglesia y el gran difusor de comunidades en el mundo entonces conocido. Después de él no se puede dejar de mencionar a San Juan que también es capital por la vida de sus co-munidades y la importancia de sus escritos: su evangelio, sus cartas y además el libro im-portantísimo del Apocalipsis, llamado por al-gunos “El Evangelio de Jesús Resucitado”.

Animado por el Padre Pereda, participa-ron en él una treintena de “descubridores” de la importancia del “Apóstol por Antonomasia” como es llamado este coloso de la evangeliza-ción. El curso tuvo lugar en la Casa Cristo Rey.

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Curso de metodologia del sepa para la evaNgelizaCióN

El SEPA (Servicio de evangelización permanente por medios audiovisuales) nació en Rosario-Ar-gentina como una forma de utilizar los cursos multiplicadores creados por varios Cooperadores en la Comunidad de la Casa Nuestra Señora de Fátima de Rosario. Representan, sobre todo para los ejercitantes de la Obra CPCR una forma de perseverancia por la vía de la formación doctrinal en materia bíblica, espiritual, litúrgica y también de Doctrina Social de la Iglesia.

Los materiales o cursos multiplicadores son aquellos que han sido compuestos en orden a los llamados “agentes de evangeliza-ción no especializados” que estén en condi-ciones de ayudar a otros laicos a formarse en temas importantes de la doctrina de la iglesia acompañando dichos materiales como coor-dinadores o puentes entre dichos elementos de formación y los participantes a las sesiones de trabajo.

En América es muy común este tipo de metodología y hay multitud de materiales multiplicadores, algunos incluso sin llevar ese nombre. Quizás el caso más conocido sea el de los “Talleres de oración y vida” grabados por el Padre Ignacio Larrañaga que han hecho un bien eminente en todos sus seguidores.

Muchas veces se utilizan las mismas casas de familia como lugares para reunirse, por ejemplo en una mesa de comedor. Hay per-sonas que no tienen inconveniente a reunirse como amigos en una casa y si puede ser que

no les de confianza ir a una iglesia o salón pa-rroquial por su poco hábito de participar en la vida de la Iglesia y tener, quizás, ciertos pre-juicios para ello.

Una constatación que se va dando con frecuencia es que a ciertas edades bastante tempranas, personas que por su ritmo de vida han perdido la costumbre de leer y más to-davía de formarse, ya no se sienten capaces de aprender. De esta manera pueden abrirse nuevos horizontes para los que empiezan a darse cuenta de la importancia de conocer para poder amar. Es muy frecuente constatar que muchos no creen no porque no quieren sino porque no saben. Efectivamente es un principio básico de la vida que “no se puede amar lo que no se conoce”.

Concretamente en este curso, dirigido por el P. Hernán Pereda, hubo 14 participantes, un grupo de los cuales vemos aquí en una de las sesiones de trabajo.

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eJerCiCios para hombres duraNte la semaNa saNta de 2015

Fueron dirigidos por el P. Felipe Barbier, superior general CPCR y el director seglar de Ejercicios, Inocencio García Hervás.

Ofrecemos algunos de los testimonios de los ejercitantes:

— “Experimentaba hace tiempo la necesi-dad de responder. Sí, responder a tanto bien recibido por parte de Dios. ¿Quién no ha pa-sado por caminos oscuros en su vida? Cuando uno descubre que no se ha perdido, que sigue adelante sabiendo que la luz aparecerá de nuevo, sólo puede agradecer a quien en todo momento lo sostiene.

— “Si tuviera que resumir qué se aprende, qué se encuentra en los Ejercicios Espiritua-les, sólo tendría una respuesta. Aquí se apren-de a amar, aquí se sale con ganas de llevar el amor recibido a los demás porque sólo a tra-vés de dar amor al prójimo, podemos llegar al amor de Dios.

— “Venía con ganas de prosperar en mi conocimiento de Dios, pensando que le co-nocía algo, pero Dios siempre me asombra y me sorprende. Siento que necesito mucho ser evangelizado. En las otras tandas de Ejercicios

me iba inflamado de la gracia de Dios, como quien está en una nube, y a los dos días caída en picado. Esta vez me voy con los pies en el suelo, pues quiero ser un buen cristiano, un buen seguidor de Jesús. Estos días me han ayudado a recapacitar de las cosas que hago mal y y en las cosas buenas que dejo de hacer. Gracias Señor por esta oportunidad que me das.

— “Algunas personas se extrañan que ven-ga cada año. Pero cada año hay situaciones nuevas que asumir. Vengo a pedir perdón y a continuar creciendo para vivir con el Señor en el día a día. El Señor me inunda con su amor y me llama a llevarlo a mi familia, continuando la evangelización que pide el Papa Francisco.

— “Venía a estrechar mi relación con Je-sús. Pero sobretodo , a la luz del Principio y Fundamento, venía a tomar decisiones de qué cosas en mi vida laboral, familiar... me acercan a Dios y qué cosas me estorban. He visto muy claro para una decisión concreta que tenía que tomar.

CoNgregaCióN. Ntra.mare de deu de moNtserrat. Caldes

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— “Hace un año que redescubrí a Jesús, aunque hubiera recibido una formación ca-tólica. La fe me vino a un nivel muy fuerte, a nivel emocional. Pero necesitaba crecer en el conocimiento de Jesús en el día a día, necesi-taba este parón para encontrarme a solas con Dios, revisar mi vida personal. Me he dado cuenta que es necesario marcarse esfuerzos concretos y me ha ayudado a ordenar mi vida espiritual y mi vida en general. He aprendido sobretodo que hay que mirarlo más a El para salir de mí y de mis cosas.

— “Entré aquí derrumbado, agotado, con un gran desprecio hacia el mundo y hacia mí mismo. En la predicación parecía que todo se decía por mí. Me voy con nuevas fuerzas y queriendo seguir renovándome en los retiros

mensuales, para ser más constante. Me voy con muchos interrogantes, pero confiando que Dios tiene la respuesta. No quiero dejar pasar tanto tiempo sin volver a Ejercicios.

— “Le pedí al Señor que entran dentro de mi íntimo más íntimo para que permanecie-ra siempre en mi corazón y en mi cabeza; de esta manera cada día le quiero un poco más y le defraudo un poco menos. Doy les gracias al padre Philippe porque con su sonrisa y sus reflexiones ha aumentado mi fe en Jesucristo. ¡Gracias padre Philippe por ser como eres! ¡Gracias también a que las hermanas coope-ratrices por acompañarnos en las oraciones finales! Han sido una parte importante de la ayuda que hemos recibido.

fiN de semaNa igNaCiaNo para ChiCas

ritual. El Señor os hará ver aún más fruto en vuestro día a día».

Testimonios de las chicas:

—“Estaba muy intrigada por qué sería esta experiencia de silencio durante dos días, para reflexionar, rezar. Me voy supercontenta”

Más de veinte chicas que se embarcaron en la experiencia espiritual de un encuentro con Cris-to, en el silencio y en la oración. El sacerdote que les acompañó tuvo que hacer equilibrios para liberarse y dar estos Ejercicios. Él mismo lo reconoce en su testimonio, que encabeza los muy variados de las chicas que hablaron al final de la experiencia.

Mossén Javier Farrés: «He tenido que ha-cer “punto de bolillos” para poder liberarme mínimamente y poder dar estos Ejercicios, pero han sido una gracia grande. También a mí me hizo bien este parón. Demos gracias a Dios que pasa más allá de los instrumentos que somos. Los Ejercicios nos ayudan porque son una buena estructura para la vida espi-

Ntra.mare de deu de moNtserrat. Caldes. CoNgregaCióN

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—“Me gusta estar en soledad. Me han to-cado mucho las adoraciones y bendiciones... Me ha encantado mucho estar con tantas chicas enamoradas de Dios, porque vivo ha-bitualmente en ambientes jóvenes hostiles a la fe”.

—“Me ha ayudado mucho esta experien-cia. La charla de las dos banderas me ha to-cado mucho. Buscaba respuestas. Pero me he dado cuenta que hay un camino previo antes de tenerlas. Me ha encantado”.

—“Me ha agradado mucho. La vida pasa rapidísimo en el día a día, y este parón es sa-ludable. Me tocó mucho una anécdota que contó el Mossén sobre Sta. Teresita”.

—“Necesitaba centrarme. Salgo con una energía interior fuerte. Los puntos de medi-tación me han ayudado mucho a la oración personal”.

—“Me ha ayudado mucho la Confesión y hablar con la hermana. Necesitaba parar y pensar qué es lo más importante para mí”.

—“Me han ayudado a centrarme en Cris-to, que lo necesitaba. He podido experimen-tar cuanto ha hecho Dios por nosotros, en la naturaleza, y en la Cruz”.

—“Aunque viniera casi estimulada por la pena que me daría el lunes en no estar en la foto del Facebook luciendo una bella sonrisa, he comprendido que necesitaba estar aquí. Necesitaba parar y no me daba cuenta. He go-zado de más consolación que el año pasado”.

—“Buscaba respuestas. He experimenta-do mucho silencio por fuera y en mi interior. El primer día me asusté algo: ¿lo estaré hacien-do mal? ¿en qué estoy fallando?. El diálogo con la hermana me calmó asegurándome que no lo estaba haciendo mal, al contrario. Es como exponerse al sol: aunque no lo sientas te quemas, y Dios hace las obras más grandes en el silencio y la discreción. Hoy lo he vivido de otra manera, y he encontrado renovadas las fuerzas para encarar los retos del día a día de otra manera, sabiendo que Dios es capaz de cambiar lo que yo no puedo”.

—“Vine obligada. Y doy gracias a quien me obligó a venir. He tomado fuerzas para con-tinuar mi camino con alegría y tranquilidad”.

—“Estoy atravesando desde hace tiempo una época de desierto. No he salido aún de él, pero sé que Dios está a mi lado”.

—“Llevaba desde enero anhelando estos días. Necesitaba, como dijo el Padre, una lá-grima de conversión. Necesitaba un acompa-ñamiento espiritual. Me voy redireccionando, dejando compromisos vanos, llena de satis-facción, con un corazón limpio: "Vete y no pe-ques más". Aunque no seamos santas inten-tamos día a día seguir por el camino”.

—“Me he acercado más a Dios. Me han ayudado a comprender más la liturgia y a comprender mejor la Misa”.

— “Me han recordado esa frase de santa Teresa de Jesús ‘No os pido más que le miréis’. Siempre me ayuda la contemplación del Evan-gelio para enamorarme más de Jesús”.

—“El Señor siempre me sorprende. No sabía a qué venía. Agradezco mucho las pala-bras de la hermana. He descansado en Dios y El sabrá lo que quiere de mí”.

—“Vine a cargar pilas. Cada vez te das cuenta que hay que dejarle hacer al Señor. Me ayuda mucho la adoración al santísimo que me ha sabido a poco”.

—“Experiencia maravillosa. Creía que el silencio me haría encontrarme sola: me he sentido muy acompañada”.

—“Esta casa para mí es fuente de gracia. Traía un peso muy grande y el Señor me lo ha quitado de golpe. ¿Cómo no salir más enamo-rada del Señor?”

Excepcionalmente hemos contado con la colaboración de dos personas que nos han ayudado a servir durante este fin de semana. También ellas nos dejaron su testimonio:

— “Hace quince días también yo hice Ejer-cicios. Doy gracias a Dios por haber podido serviros. He recibido mucho. Siento que Dios me habla a través del ponerme al servicio de los demás. Me ha llenado mucho esta expe-riencia”.

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29 AVANZAR29avaNzar

eJerCiCios espirituales parroquia de Cardedeu

Un año más la Parroquia de Cardedeu (diócesis de Terrassa) organizó Ejercicios para sus feligre-ses. Fueron dirigidos, del 6 al 8 de marzo, por el P. Hernán Pereda, cpcr.

Además de los feligreses de dicha parro-quia, Mossén Francesc Jordana Soler, párroco, aceptó la presencia de otras personas que se unieron a este fin de semana intenso. Resu-mimos algunos de los preciosos testimonios que, al final de la experiencia, compartieron con nosotros:

— "He experimentado esta semana las pa-labras del salmo 'gustad y ved qué bueno es el Señor, dichosos los que se confían a Él’. Tengo gran curiosidad para ver cómo el Espíritu San-to se las arregla para conseguir que sea como Él quiere"

— "Vine con muchos nervios, muchas ex-pectativas, pensaba para mí: 'Señor, tú siem-pre me quieres hablar y yo no tengo el tiempo suficiente para escucharte. Ahora que estoy aquí ¡¡¡háblame!!!. Esperando quizás el ser-món de la montaña por parte de Dios me di de bruces con el silencio. Me puse nerviosa. Pensaba que algo estaba haciendo mal. Pero El me decía: 'tranquila y observa'. Mi primer trabajo de observación fue colocar a Dios en

su lugar y me di cuenta que ya estaba muy presente en mi vida pero no en el sitio co-rrecto. Había que ponerlo en el centro. Una vez organizados seguía esperando que me hablara, en los libros, el sacerdote, las medi-taciones. Pensaba realmente que algo no fun-cionaba... pero Dios repetía: 'Calla y mírame!' Eso es lo que buscaba. No eran palabras, sino tu mirada. Ha sido esa mirada la que me ha ablandado el corazón. Nos hemos mirado cara a cara y eso es lo único que nos ha bas-tado para hablar. Ahora me toca intentar no apartar mi mirada de El. Sé que Él nunca lo hará. ¡¡Gracias por mirarme Señor!!"

— "Mi madre murió hace 6 meses. Ha sido duro pasar la prueba del amor-dolor. Cristo ha sido como mi psiquiatra. Ahora miro de ma-nera diferente la Cruz. La veo resplandeciente y veo a mi madre, a mi familia, todos juntos a su lado. La veo con otros ojos. Con más senti-do, más amor. Estos Ejercicios han sido como una culminación de todos mis pequeños Ejer-cicios, para ver más vida que nunca en la Cruz y la Resurrección."

Ntra.mare de deu de moNtserrat. Caldes. CoNgregaCióN

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retiro de familias

Celebramos el 27 de abril la fiesta de la "Jefa suprema de la casa": la Mare de Déu de Montserrat, patrona también de esta tierra catalana.

Gracias a tantos amigos que se hicieron tan cercanos tanto ayer en la celebración del retiro de familias, como hoy en sus mensajes y felicitaciones. Que la Moreneta bendiga a todos con ese Corazón de Madre que llena de ternura.

El P. Cueto que vino para la ocasión des-de Francia, realizó una predicación sobre el sacerdocio, y mantuvo un coloquio con los hombres. La Hna. Mª. Lourdes lo hizo respec-tivamente con las mujeres, hablando sobre la familia.

Juntos en comunidad, compartimos la ce-lebración eucarística, el rezo del rosario con la imagen de la Moreneta en procesión por el jardín. A continuación, presentamos algunas fotos de la jornada.

CoNgregaCióN. Ntra.mare de deu de moNtserrat. Caldes

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eJerCiCios espirituales para miembros de «vida asCeNdeNte»

Dirigidos por el P. Gregorio en la Casa «Nuestra Señora de la Anunciación» de las Esclavas de Cristo Rey (Arturo Soria, 228)

Del 3 al 6 de marzo pasado se dieron los Ejercicios Espirituales organizados por la Co-misión Diocesana de «Vida Ascendente» de Madrid, con asistencia de 37 personas.

Los Ejercicios fueron “divinamente” dirigi-dos por el Padre Gregorio Rodríguez, perte-neciente a los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, que nos introdujo, desde el primer momento en un clima de recogimiento para vaciar el corazón de todos los ruidos y llenarlo de plenitud en el silencio, cerrando sus puer-tas para estar a solas con Dios.

Han sido unos días muy devocionales, ini-ciados cada mañana con el rezo de Laudes y centrados en la Eucaristía de cada jornada, celebrada con gran unción y participación por todos. Las cuatro meditaciones diarias, que el Padre Gregorio basaba en textos de las Sagradas Escrituras, han aportado una fuerte intensidad de reflexión y dado paso a profun-dos momentos de conversación íntima y per-sonal con Jesús.

A continuación se incluyen, como recuer-do, algunas frases del Padre Gregorio:

«A pesar de nuestra indignidad (de pe-cadores) somos los destinatarios de la mi-sericordia infinita de Dios. Él nos ama de un modo que podíamos llamar obstinado y nos envuelve con su inagotable ternura» (Bene-dicto XVI).

«Si no sientes el deseo de convertirte, pide al menos el deseo de tener ese deseo» (San Ignacio de Loyola).

«Invito a cada cristiano a renovar ahora su encuentro personal con Jesucristo o, al me-nos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él. Este es el momento para decirle a Je-sús: ‘Aquí estoy’» (Papa Francisco: La Alegría del Evangelio).

Finalizó el Padre Gregorio animándonos a que cada uno se olvide de sí mismo para darse al otro. VIVIR y AMAR así es un gran apostolado.

Resumen de lo escrito por uno de los par-ticipantes.

CoNgregaCióN. eJerCiCios espirituales

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Dirigidos del 5 al 8 de marzo por el P. Enrique Martín en la Casa de los Dominicos de Torrente (Valencia)

eJerCiCios espirituales para “sCouts y guías de europa”

Ha sido un fin de semana intenso. Gra-cias a Dios, a las gestiones de Miguel Ángel y Agustín, la disponibilidad y entrega del padre Enrique, y a los Padres Dominicos de Torrent, hemos disfrutado de Ejercicios espirituales. Una oportunidad estupenda para parar un poco al inicio de Cuaresma y consultar, con la ayuda del Espíritu Santo cómo está nuestra vida cristiana y cómo ponernos un poco más a punto, pues siempre hay algo que mejorar o perfeccionar para tratar de llegar a ser per-fectos como nuestro Padre lo es.

De una forma amena y muy interesante, el padre Enrique, nos ha adentrado en la me-todología ignaciana de ejercitar el alma para que mediante una serie de etapas primera-mente se sienta purificada, se enamore de Cristo, reviva la Pasión y finalmente se alegre

con la Resurrección. Hemos intercalado ratos de aprendizaje con ratos de oración, todo en un ambiente de silencio que favoreciera el en-cuentro personal con Dios.

Hemos sido muy afortunados, pues hemos podido disponer de una capilla para nosotros, a pesar de que la casa de espiritualidad está muy solicitada y muy concurrida.

Mientras nos deleitábamos con la estu-penda comida que nos servían, escuchába-mos música o vidas de santos para mayor ilu-minación del entendimiento …

Por supuesto, una de las cosas que hemos hecho ha sido rezar y pedir por todos nues-tros niños y jóvenes, así como por sus familias

Akela de la Selva

eJerCiCios espirituales. CoNgregaCióN

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familia espiritual. CoNgregaCióN

50 años de vida religiosa

El sábado 9 de mayo, la Hna. María Rafael, celebró sus bodas de oro de vida religiosa, re-novando sus votos, en compañía de familia-res, y numerosos amigos, especialmente de la comunidad Filadelfia, con los que ha compar-tido muchos años en la casa Cristo Rey.

Encomendamos al Señor a la Hna. Mª Ra-fael, para que siempre mantenga la misma ilusión, sea testigo fiel del Evangelio y dentro de unos años podamos celebrar sus bodas de platino como religiosa.

uNa boda espeCial

También el pasado sábado 9 de mayo, pu-dimos vivir un momento especial en la Casa Cristo Rey. La boda de Jesús y Rita. Sin ningu-na duda, ha sido una ocasión de gracia y ben-diciones, además de la culminación de una bonita historia, ya que Rita es de Argentina, y conoció a Jesús cuando iba de misión en vera-no con el grupo organizado por el P. Enrique. Hace unos meses Rita dejó todo, para venirse a Madrid, y construir una familia con Jesús.

La ceremonia fue en la capilla de la casa, por la importancia y significado que tenía para ambos. También fue una manera de que Rita se sintiera acompañada, ya que su fami-lia siguió la celebración desde Argentina, me-diante una retransmisión por internet. Tanto la familia de Jesús, como amigos comunes, es-tuvieron junto a ellos en un día tan especial. Que el Señor les colme de bendiciones, en la unión de su amor.

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CoNgregaCióN. Nuestra familia espiritual

bodas de platiNo de uNa hermaNa Cooperatriz

Con el nombre de religiosa de “María de la Santísima Trinidad”, sor Aurora Rodríguez ce-lebró el 30 de abril sus sesenta años de consa-gración en pobreza, castidad y obediencia, en la Congregación de las Cooperatrices Parro-quiales de Cristo Rey. La mayor parte de esta vida de entrega al Señor la ha pasado en la

Casa “Nazareth”, en la localidad de Chabeuil (Francia). La foto adjunta recoge el momen-to en que volvió a renovar, una vez más, sus votos religiosos en presencia de otras Coope-ratrices, entre ellas su hermana gemela María Rosa. ¡¡Gloria al Señor por su perseverancia!!

CiNCo lustros de vida matrimoNialÁngel Sánchez Toledano y Rossi Franco ce-

lebraron en Sabadell sus Bodas de Plata de ca-sados. Ambos sus grandes amigos desde hace muchos años de las Cooperatrices y los Coo-peradores. Ángel mantiene una página web que se titula “Siete de Familia” (que incluye a sus cinco hijos). De esta página copiamos la presentación de esta gozosa y ejemplar efe-mérides: “Mañana, 21 de abril, mi esposa y

yo cumplimos nuestras bodas de plata matri-moniales, lo celebraremos el próximo sábado si Dios quiere, con una Eucaristía de acción de gracias en un precioso santuario de mi ciudad dedicado a la Virgen de la Salud. Os invito a uniros a nuestro agradecimiento a Dios por estos 25 años de matrimonio”. ¡¡Gracias por vuestro permanente apostolado en internet!!

haCia la Casa del padreEl 1 de abril, en plena Semana Santa, falle-

ció en Madrid Antonio Reino Cortés, veterano ejercitante que durante muchos años cola-boró de manera positiva en la difusión de los Ejercicios espirituales de la Obra de Coope-ración Parroquial. A toda su familia, nuestro sentido pésame.

En Granollers (Barcelona) falleció el ejer-citante y suscriptor de Avanzar Benito Renes Sanz, tras una dolorosa enfermedad. Presen-tamos nuestra condolencia a su familia

homeNaJe al p. CuraEl próximo lunes 1 de junio se realizará

un pequeño homenaje al P. Cura en el primer aniversario de su fallecimiento. El homena-je tendrá lugar a las 20:00 h. en la capilla de

la Escuela Politécnica de la Universidad CEU San Pablo en Montepríncipe. En esta ocasión después de una Eucaristía, se descubrirá una placa conmemorativa en recuerdo del P. Cura.

ACTIvIDADES En LA CASA CrISTO rEY

Información e inscripciones: Tel 91 352 0968

Casa de Ejercicios Cristo rey. Cañada de las Carreras oeste, nº 228223 Pozuelo de Alarcón (Madrid)

MAYO• Ejercicios espirituales para mujeres. Del domingo 3 al viernes 8.

JUNIO• Retiro para hombres. Domingo 7.• Adoración nocturna juvenil. Jueves 11.• Ejercicios espirituales para hombres. Del lunes 29 de junio al sábado 4 de julio.

Información e inscripciones: Tel 938 654 496 - 697 840 559

Casa de Ejercicios Mare de Deu de MontserratPasseig del Remei, s/n - 08140. Caldes de Montbui (Barcelona)

ACTIvIDADES En LA CASA MArE DE DEU DE MOnTSErrAT

JULIO• Retiro para hombres. Domingo 5.• Retiro para familias. Domingo 5.• Ejercicios espirituales para hombres. Del miércoles 15 al jueves 23.

sEptIEMBrE• Retiro para hombres. Domingo 6.

MAYO• Retiro para hombres. Domingo 17.

JUNIO• Retiro para mujeres. Sábado 20.• Retiro para hombres. Domingo 21.

MAYOGeneral: Para que, rechazando la cultura

de la indiferencia, cuidemos a los que sufren, en particular a los enfermos y a los pobres.

Misionera: Para que la intercesión de Ma-ría ayude a los cristianos que viven en contex-tos secularizados a hacerse disponibles para anunciar a Jesús.

IntencIones de oracIón del santo Padre confIadas al aPostolado de la oracIón

JUNIOGeneral: Para que los inmigrantes y los re-

fugiados encuentren acogida y respeto en los países a donde llegan.

Misionera: Para que el encuentro perso-nal con Jesús suscite en muchos jóvenes el deseo de ofrecerle la propia vida en el sacer-docio o en la vida consagrada.

AGOstO• Ejercicios espirituales para mujeres. Del lunes 3 al sábado 8. • Ejercicios espirituales para hombres. Del lunes 24 al sábado 29.

sEptIEMBrE• Retiro para hombres. Domingo 20.

Monseñor oscar roMero será beatificado el 23 de Mayo

El papa Francisco, en su viaje de regreso de Corea del Sur, afirmó que el que fuera Ar-zobispo de san salvador hasta su asesinato, en 1980, era un “hombre de Dios”. por ello, su proceso de beatificación, abierto en 1997, queda "desbloqueado” y sigue su curso nor-mal.

La ceremonia de beatificación ya se ha fi-jado para el próximo 23 de mayo.

Óscar romero nació en Ciudad Barrios, El Salvador, en 1917. Fue ordenado sacerdote en 1942 y le nombraron arzobispo de San Sal-vador en 1977.

A finales de los 70 la violencia teñía de

sangre las calles de El Salvador: el gobierno reprimía cualquier voz disonante, fuera de políticos, sindicalistas o religiosos. Una situa-ción que arrastró al país a una guerra civil de más de 10 años que se llevaría por delante 75.000 vidas. Monseñor Romero centró su labor pastoral en los más pobres y necesita-dos, principales víctimas de las luchas entre la guerrilla y el ejército. El 24 de marzo de 1980, le dispararon hasta la muerte mientras celebraba Misa en un hospital.

34 años después de su asesinato, el Papa clarifica que su proceso de beatificación no tiene ningún "impedimento”, después de que la Congregación para la Doctrina de la Fe lo bloqueara "por prudencia”.