¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

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¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES? DRA. C. ESTHER BÁXTER PÉREZ INSTITUTO CENTRAL DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS. MINED Marzo 2002 INTRODUCCIÓN En el año 1989 nos atrevimos a escribir un material, en la colección conocida como Problemas Pedagógicos( que se identifica con interrogantes) que tenía entre sus propósitos, el que pudiera ser consultado o estudiado por maestros, profesores, dirigentes educacionales y por qué no los padres. Los que hayan tenido la oportunidad de leer o estudiar el material de referencia que aborda: La formación de valores ¿ Una tarea pedagógica?, puede que coincidan en preguntarse ¿es más correcto hablar de Formación, o de Educación en Valores? o tal vez ¿habría que hacerlo de ambas cosas a la vez.? Es posible que en el desarrollo de este intento, y con alguna experiencia acumulada, podamos dar respuesta a las interrogantes, al menos en un primer momento, vamos a tratar de responder en alguna medida a la primera y en el desarrollo del contenido a la segunda. Transcurrida más de una década, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la formación de valores es una tarea pedagógica : y que todos aquellos docentes, directores, o funcionarios de los diferentes niveles que tuvieron la oportunidad de leerlo o estudiarlo, coinciden en la necesidad hoy más que nunca de fortalecer la educación de las nuevas generaciones en esta dirección.

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DRA. C. ESTHER BÁXTER PÉREZ INSTITUTO CENTRAL DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS-ICCP. MINISTERIO DE EDUCACIÓN - MINED La Habana, Cuba Marzo 2002

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¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

DRA. C. ESTHER BÁXTER PÉREZ

INSTITUTO CENTRAL DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS. MINED

Marzo 2002

INTRODUCCIÓN

En el año 1989 nos atrevimos a escribir un material, en la colección conocida como Problemas

Pedagógicos( que se identifica con interrogantes) que tenía entre sus propósitos, el que pudiera

ser consultado o estudiado por maestros, profesores, dirigentes educacionales y por qué no los

padres.

Los que hayan tenido la oportunidad de leer o estudiar el material de referencia que aborda: La

formación de valores ¿ Una tarea pedagógica?, puede que coincidan en preguntarse ¿es más

correcto hablar de Formación, o de Educación en Valores? o tal vez ¿habría que hacerlo de ambas

cosas a la vez.?

Es posible que en el desarrollo de este intento, y con alguna experiencia acumulada, podamos dar

respuesta a las interrogantes, al menos en un primer momento, vamos a tratar de responder en

alguna medida a la primera y en el desarrollo del contenido a la segunda.

Transcurrida más de una década, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la formación de

valores sí es una tarea pedagógica : y que todos aquellos docentes, directores, o funcionarios

de los diferentes niveles que tuvieron la oportunidad de leerlo o estudiarlo, coinciden en la necesidad

hoy más que nunca de fortalecer la educación de las nuevas generaciones en esta dirección.

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Posteriormente, continuamos profundizando en la importancia de la comunicación, como elemento

básico en la formación del hombre y de los valores como estructura compleja de la personalidad.

Esto motivó que tomando como punto de partida la información brindada en diferentes

investigaciones en las cuales participamos, escribimos otro material titulado ¿Promueves o facilitas la

comunicación entre tus alumnos? que pudo ser editado en el año 1999. En este se aborda

esencialmente, la importancia de la comunicación en esta problemática y se hace referencia a una

experiencia comunicativa entre los jóvenes acerca de sus valoraciones.

La práctica educacional, en la que estamos inmersa, durante más de 30 años como: maestra

primaria; directora; asesora; metodóloga; J' de Equipo de Primaria o Supervisora (como se suele

decir en otros países) visitando escuelas, entrevistándonos con alumnos, padres, directivos,

funcionarios, de los diferentes niveles de dirección; impartiendo seminarios, postgrados o trabajando

como profesora en cursos de Maestría o Doctorado en diferentes disciplinas entre ellas: Metodología

de la Investigación, Problemas Contemporáneos de la Pedagogía, Teoría de la Educación,

Psicología Pedagógica, Aprendizaje Desarrollador , así como el trabajo investigativo que realizamos,

justifica el continuar ofreciendo a los docentes y al personal que tiene en sus manos el poder dar

continuidad a la obra educativa de la Revolución, nuestras modestas consideraciones en lo que

respecta a la formación de las nuevas generaciones.

El reto que tenemos por delante, en esta temática no resulta fácil; al contrario, diríamos que hasta

cierto punto puede ser controvertida; ya que de entrada desde el punto de vista teórico, existe una

tendencia a utilizar indistintamente términos o categorías diferentes al referirse a la educación o

formación de valores tales como: las actitudes; los sentimientos; las cualidades de la personalidad;

los valores; los motivos o las orientaciones valorativas.

Vamos a tratar de aclarar en el desarrollo de estas páginas, lo que cada uno implica en sí mismo; y la

interdependencia que existe, ya que como componentes de la personalidad están estrechamente

relacionados, pero no son sinónimos.

En particular, en un primer momento nos vamos a referir a algo que consideramos fundamental y

es al hecho de que la escuela cubana se ha caracterizado siempre por trabajar en función de

educar a los niños, adolescentes y jóvenes en las tradiciones patrióticas, revolucionarias, políticas y

culturales de la nación.

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Pudiéramos entonces cuestionarnos: ¿formaron y educaron en valores? A nuestro juicio sí lo

hicieron, y podemos hacer con tanta fuerza esa afirmación aunque sea empíricamente, pues de lo

contrario no sería posible escribir estas líneas.

Por tradición, la escuela cubana, ha desarrollado siempre, un trabajo encaminado a formar

ciudadanos, capaces de sentir el orgullo de ser cubanos, rebeldes, independientes, capaces de

luchar contra cualquier forma de explotación y de defender la Patria de cualquier amenaza, tanto

interna como externa y así lo demostraron los mambises en las Guerras por la Independencia; la

generación del centenario, y la actual.

La necesidad de profundizar y fortalecer la educación en valores y su formación desde la escuela,

es una tarea necesaria hoy más que nunca, en todo el mundo, ya que de ello depende, el poder

salvar a lo más preciado que ha existido en el mundo natural, el hombre mismo.

En el caso que nos ocupa, tenemos que plantear que durante los primeros años de la década del

90, Cuba se vió abocada a un colapso económico; entre otras causas, por el derrumbe del campo

socialista, y el recrudecimiento del bloqueo imperialista.

Esto sólo fue posible superarlo, por la firmeza inquebrantable del pueblo ; la iniciativa creadora de

todos los comprometidos con esta causa justa; y la puesta en práctica de determinadas medidas

económicas, entre ellas: la despenalización del dólar, la reapertura del mercado agropecuario, la

autorización del trabajador por cuenta propia y la apertura a un mercado de turismo para lo cual la

población en general y los jóvenes en particular no estaban preparados.

Lo señalado anteriormente, trajo aparejado en una parte de la población, (pudiéramos decir en

algunos jóvenes y adultos) el deterioro de algunos valores como: la honestidad, la responsabilidad, la

solidaridad y la honradez; y el reacomodamiento y jerarquía con mayor fuerza de otros .

Compartimos la concepción de diversos especialistas de que el sistema de valores está condicionado

por las formas de vida de la sociedad en las que el sujeto vive y se desarrolla, lo que origina, que al

cambiar las relaciones sociales y fundamentalmente las económicas, se jerarquizan, de una

manera diferente los existentes a nivel de sociedad, o se deterioran a nivel de individuo a nuestro

juicio aquellos que en su escala de valores no estaban lo suficientemente interiorizados y

consolidados, y que alguna situación externa lo llevó a ello.

En los últimos años, se han realizado diversos estudios que han tenido como objetivo fundamental:

poder conocer, analizar y valorar, las opiniones sociales de los estudiantes (que cursan diferentes

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niveles de enseñanza) con relación a determinados aspectos de su vida. En estos se incluyen: el

trabajo de la escuela; el que desarrollan en su grupo escolar y en su medio social, así como los

efectos que ha tenido a nivel institucional la labor que se realiza para educar en valores a niños

adolescentes y jóvenes.

Lo analizado, ha sido un motor impulsor para seguir profundizando en la problemática de los

valores, e intentar en esta obra, de interpretar y sistematizar los principales resultados obtenidos.

Por otra parte, hemos consultado bibliografía de autores de diversos países, donde se plasman las

políticas educativas; las alternativas o los procedimientos, que se utilizan en esta difícil labor. Esto

nos ha permitido: conocerlas, analizarlas, valorarlas y compararlas con las que se realizan en

nuestro país.

Todo lo planteado, nos lleva a estructurar un libro, que consta de cuatro capítulos: el primero, aborda

la sociedad y la educación en la problemática de los valores ; en este se tratan de

definir las tres categorías mencionadas anteriormente y la relación que existe entre ellas. De igual

forma se señala la responsabilidad, que al respecto le corresponde a los diferentes agentes sociales;

en particular a la familia y a la escuela; (utilizado este último término, como nombre genérico

para cualquier institución educacional ).

En el segundo, analizamos la importancia de la comunicación en esta dirección; en general son

pocos los estudios que tienen presente este aspecto, cuando de la educación en valores se trata.

Esto se manifiesta en la literatura consultada, y en trabajos investigativos realizados, donde se le

confiere o se le da muy poca importancia a la comunicación pedagógica, es decir, la que

se establece: maestro y alumnos o de estos últimos entre sí. Cuando se hace, se pone en

evidencia lo pobre o limitadamente valorada, o tomada en consideración como elemento o

indicador importante para conocer, qué sucede en la labor que se realiza en la formación de las

nuevas generaciones, como protagonistas directos de la construcción de la nueva sociedad.

En particular, una investigación realizada en el año 1992, que tuvo como objetivo fundamental,

profundizar en la organización de la vida de la escuela, se pudo constatar que en el nivel primario

los alumnos obtienen por cientos de respuestas más altas que los de secundaria y

preuniversitario en lo referido a que puedan opinar cuando hay problemas en la escuela; les

expliquen los docentes o directivos las decisiones que se toman a nivel de institución; la posibilidad

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de analizar entre todos los problemas de disciplina que se presentan en el aula; y el hecho de poder

plantearle cualquier problema al director.(1)

Como puede apreciarse los resultados tienden a ser contradictorios con lo esperado, se supone que

en la medida que aumente la edad de los estudiantes, estos deben estar en mejores condiciones y se

les debe dar los espacios para poder participar activamente, exponiendo sus criterios y valoraciones

en todas las actividades que se realicen en la institución, de las situaciones escolares y

extraescolares que merezcan ser objeto de análisis de forma tal que los ayude más en su desarrollo y

formación.

Es necesario que en todo momento del quehacer escolar, los docentes y el resto de los adultos

tomen en consideración esa necesidad de comunicación, que está presente como una de las

características básicas de niños, adolescentes y jóvenes. Esto permitirá la realización e

instrumentación de una labor más eficiente por parte del colectivo pedagógico, así como tomar a

tiempo las medidas oportunas y dar respuesta a los intereses y las inquietudes del estudiantado.

La capacidad de comunicación, es fundamental para un buen maestro. En este sentido, la

literatura consultada de especialistas que han profundizado en la temática, ponen de manifiesto, que

el maestro es uno de los profesionales que debe poseer esta capacidad desarrollada, para poder

efectuar un buen trabajo con sus estudiantes, de hecho debe ser un comunicador por

excelencia; es precisamente esta el arma fundamental que utiliza para poder tener una alta

productividad.

El tercer capítulo, y después de haber abordado en los anteriores, algunas premisas necesarias,

para poder entender lo que queremos comunicar, trata de dar una respuesta lo más acabada

posible a ¿ Cuándo y cómo educar en valores? Por supuesto, su tratamiento y desarrollo,

serán objeto más particularizado en la Pedagogía ( ya que esta problemática de los valores es

estudiada por diferentes ciencias) y se plantea o sugiere lo que puede hacer la Institución

Educacional, desde las edades más tempranas, hasta los jóvenes del nivel medio superior y los

universitarios, para obtener mejores resultados en esta labor.

1() Báxter, E. ¿Promueves o faci l i tas la comunicación entre tus alumnos? Editor ial Pueblo y Educación,

1999. Pag.8

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En este capítulo además, se analizan algunos datos obtenidos en los estudios realizados, por el

Instituto Central de Ciencias Pedagógicas ( ICCP ) del Ministerio de Educación de la

República de Cuba.

En el cuarto y último capítulo, se hacen determinadas consideraciones metodológicas y se

hacen propuestas que pueden o deben ser utilizados por los docentes, para lograr una adecuada

educación en valores; independientemente, de la estrecha relación dialéctica que tienen las

categorías pedagógicas: instrucción y educación, cada una de ellas posee sus objetivos específicos

y su tratamiento diferenciado. Se aborda además el trabajo que realizan especialistas o docentes

de diferentes países en esta dirección y sus concepciones al respecto.

A continuación, le damos tratamiento al contenido en particular de cada uno de los capítulos y

hacemos nuestras reflexiones al respecto. Las conclusiones a las que arriben cada uno de los

lectores estarán en dependencia de la significación en lo individual lograda mediante la información

ofrecida.

No es nuestro propósito que compartan nuestras opiniones o posiciones, sólo esperamos que su

lectura y estudio los ayude a analizar, reflexionar y valorar; acerca de lo que proponemos y puedan

tener una visión más clara y amplia de lo que significa educar y formar valores; bien como padres,

docentes, funcionarios o dirigentes educacionales (en cualquier nivel donde trabajen o cargo que

ocupen) dada la importancia que en la actualidad reviste esta problemática.

CAPITULO 1. SOCIEDAD Y EDUCACIÓN EN LA PROBLEMÁTICA DE LOS

VALORES.

1.1 Concepciones teóricas acerca de las categorías: sociedad, educación, formación

y valores.

En un capítulo, es imposible plasmar o sintetizar todo el arsenal de posiciones que existen a nivel

internacional en lo referido a la conceptualización de las categorías sociedad, educación,

valores y formación, así como la experiencia que cada uno de los docentes en particular y la

pedagogía como Ciencia en general puedan aportar a esta problemática.

Nuestro propósito es más modesto, sólo queremos hacer reflexionar ante la necesidad actual de

educar a niños, adolescentes y jóvenes en los valores que sustenta la sociedad en que viven y

desarrollan su vida.

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Es necesario que todos los que de una u otra forma están comprometidos con la tarea educacional;

(entiéndase por ello a la familia, a la escuela y a la sociedad) efectúen una labor adecuada para que

las nuevas generaciones, puedan actuar consecuentemente en su vida cotidiana y con una posición

correcta en la búsqueda constante y sistemática de alternativas y soluciones que contribuyan al

desarrollo y conservación de la humanidad.

Es oportuno iniciar, tratando de definir cada una de las categorías a que se hace referencia

( sociedad, educación, formación y valores) lo que ayudará al lector en la comprensión de lo que

cada una de ellas significa, así como las implicaciones que tienen en la problemática que

abordamos.

SOCIEDAD

En relación a la categoría sociedad podemos señalar que etimológicamente proviene del latín:

societas, asociación. En su sentido amplio, es un conjunto organizado de individuos, que tienen

relaciones determinadas, unidas por servicios recíprocos. De esta forma puede ser aplicado a un

conjunto de animales ( por ejemplo una sociedad de abejas). En un sentido estricto puede definirse

como un medio humano organizado en que se integra todo hombre.(2)

Para Carlos Marx, la sociedad es el producto de la acción recíproca de los hombres. En su

concepción, es válido señalar que no separa la sociedad de la naturaleza, al contrario los seres

humanos son vistos como parte del mundo natural, que es la base real de todas sus actividades.

Por otra parte, trata la relación entre la sociedad y la naturaleza como un intercambio que se

desarrolla históricamente, mediante el trabajo humano y que al mismo tiempo crea y transforma las

relaciones sociales entre estos. La producción y reproducción de la vida material, son de igual forma

una relación tanto natural como social.

En el material ”La escuela y los problemas de la formación del hombre” escrito por un colectivo de

autores del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas ( ICCP) ; se plantea que la Sociedad puede

ser concebida, como el sistema de relaciones creadas por el hombre y en el cual desarrolla su vida,

que se conforman históricamente, basadas en un modo de producción determinado, de donde

depende toda la estructura y superestructura del mismo. Es el medio donde el hombre vive, trabaja y

se desarrolla. (3) Esta última concepción, es la que asumimos en todo el desarrollo del libro.

2() Diccionar io de Filosofía Jacqueline Russ. Editora Jeipione,1995

3() Báxter E. y otros. La escuela y los problemas de la formación del hombre.(ICCP) La Habana Cuba 1994.

( pag.10.)

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EDUCACIÓN

El término educación, etimológicamente proviene del latín educatio. Acción de desarrollar las

facultades físicas, intelectuales y morales.(4)

Para Demerval Savianni, educación es un fenómeno histórico y social, responsable de la transmisión

de la cultura y de la acción mediadora entre lo cotidiano y lo no cotidiano en la formación del

individuo. (5)

La concepción marxista de educación, hace su aparición alrededor del año 1840; en sus inicios, se

concebía en instituciones creadas al efecto y por consiguiente, sus fines se encaminaban a asegurar

el desarrollo integral de la personalidad.

Transcurrido más de un siglo y tratando de ser consecuente con lo que aspiramos, ya que no nos

proponemos hacer en este texto un análisis histórico; encontramos en el material ”Las categorías

fundamentales de la Pedagogía como Ciencia y sus relaciones mutuas” ; la necesidad de situar en un

primer plano a la educación, como elemento central para garantizar la formación de un hombre

capaz de contribuir a la construcción del socialismo y a su desarrollo.(6)

Al referirse a la categoría educación se expresa, que este es un proceso conscientemente

organizado , dirigido, y sistematizado sobre la base de una concepción pedagógica determinada, que

se plantea como objetivo más general , la formación multilateral y armónica del educando para que

se integre a la sociedad en que vive, contribuya a su desarrollo y a su perfeccionamiento, y que el

núcleo esencial de esa formación deben ser los valores morales.

Como puede apreciarse, se hace alusión a la educación que se recibe en la escuela y para nadie es

un secreto que esta surge como institución, para conservar la cultura, y garantizar la transmisión

de conocimientos en todas y cada una de las generaciones que asisten a ella. Posteriormente

trataremos con un mayor nivel de profundidad lo que en la actualidad puede hacer la escuela como

institución responsabilizada con el encargo social designado por el Estado.

Al abordar esta problemática, partimos de concebir la educación como un fenómeno social

históricamente condicionado, como núcleo del proceso socializador, que ejerce una influencia

4() Pequeño Larousse I lustrado. Miguel del Toro y Gisbert. Inst i tuto del Libro. La Habana Cuba, 1968.(Pag

377)

5() Demerval Savianni. Escola e Democracia.Sau Pablo. Cortez Autores Asociados.1987.(Pag.81)

6(6) Colect ivo de autores. Las categorías fundamentales de la Pedagogía como Ciencia y sus relaciones

mutuas. ICCP 1998

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decisiva en la formación del hombre a lo largo de su vida, y debe prepararlo tanto para el logro de una

incorporación personal y social activa, como para el disfrute y plenitud de todo aquello que se derive

de la misma.

José Martí, Héroe de la República de Cuba, al respecto escribió: “Educar es depositar en cada

hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer de cada hombre resumen del mundo

viviente, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo con lo que no podrá salir a flote”.

(7)

Señaló además que : “ La educación, es la habilitación de los hombres para obtener con desahogo y

honradez los medios de vida indispensables en el tiempo en que existen, sin rebajar por eso las

aspiraciones delicadas, superiores y espirituales de la mejor parte del ser humano” (8)

Con relación a la problemática que nos ocupa escribió: “Puesto que a vivir viene el hombre, la

educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas

conque en la vida se ha de luchar ¨ ( 9)

El legado histórico de Martí, al igual que el de otros educadores cubanos como: el padre Félix Varela,

José de la Luz y Caballero, Enrique José Varona , nos lleva a plantear que educar es preparar al

hombre para afrontar exitosamente las exigencias sociales y personales de cada etapa de la vida, lo

cual parece oponerse en buena medida a las acciones academicistas, formales, autoritarias o

aisladas, que muchas veces emprenden los diferentes agentes socializadores.

FORMACIÓN.

Con relación a la categoría formación, encontramos que esta se refiere a la acción de formar o

formarse, según el diccionario Larousse, y se suele utilizar como sinónimo de educación y de

instrucción, con lo cual no estamos de acuerdo.

En el libro “La escuela y los problemas de la formación del hombre’’ ya mencionado, se señala que

los problemas de la formación del hombre, siguen siendo en la actualidad objeto de estudio o de

investigación por diferentes especialistas, lo que hace existan diferentes tendencias y concepciones

al respecto.

7 Martí J. Obras Completas. Tomo. 8 (pág. 281) Imprenta Nacional de Cuba. La Habana.1961.

8 Martí J. Obras Completas. Tomo. 3 (pág. 53)

9 Ibidem. (pág. 54)

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Bernad Honore en el libro “ Para una teoría de la formación , dinámica da la formatividad’’ al

referirse a esta categoría, no llega a dar una definición acabada de lo que implica, ni tampoco da un

concepto, lo que hace es considerarla como la función evolutiva del hombre.

El mencionado autor no toma en consideración el resto de los factores o agentes sociales que

participan en esta formación, aunque posteriormente en esa misma obra expresa, que el hombre se

forma y desarrolla bajo la influencia de determinadas fuerzas, que pueden ser externas o internas,

tanto sociales como naturales, organizadas y espontáneas, asistemáticas, en fin con todo aquello

con lo que interactúa; lo que deja cierta huella en su conciencia, en su conducta y en sus cualidades

de la personalidad, sin embargo todo es producto de su capacidad biológica determinada por la

herencia.

Para los pedagogos cubanos, la formación del hombre es el objetivo de la Educación en su

concepción más amplia y se concibe, como el resultado de un conjunto de actividades organizadas

coherente y sistemáticamente, que le permite actuar consciente y creadoramente.

En el material del Grupo de Pedagogía del ICCP encontramos que esta categoría guarda una

estrecha relación con aprendizaje y desarrollo. Así tenemos que aunque los pedagogos en la época

de la colonia en Cuba, no definen explícitamente estas categorías, sí ocupan un lugar importante en

las ideas educativas que sustentan, y la formación del hombre es considerada como la unidad entre

el pensar el sentir y el actuar.

En la república neocolonial, según estos autores, el desarrollo se utiliza como sinónimo de formación;

y a partir de la década del 60, aparece como tendencia a identificar o vincular más la formación

con la esfera afectivo motivacional y el desarrollo con la esfera cognitiva.

La categoría formación guarda también una estrecha relación con la educación que reciben los

estudiantes a nivel de aula, esto debe ser así pues cuando el maestro, dirige su acción no sólo al

proceso de aprendizaje de determinados conocimientos, o al desarrollo de habilidades y

capacidades, sino que también hace que sus alumnos experimenten vivencias positivas con lo que

aprenden, se emocionen, interesen y motiven; los está educando y formando integralmente como

personalidad.

El actuar de esta forma, permite penetrar en las mentes y en los corazones de cada uno de los

estudiantes, y lograr una interrelación dialéctica entre lo cognoscitivo y lo afectivo, tan necesaria

para un aprendizaje desarrollador, lo que les servirá para desarrollar sentimientos de pertenencia e

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identificación con lo que realizan, entre ellas el estudio, y el resto de las actividades en las que

participen en todos los momentos de sus vidas.

Lo anterior nos lleva a la consideración, tal vez no abordada de esta forma, por algunos estudiosos

de estas categorías, de que es necesario trabajar en una Educación en Valores , partiendo

de que ésta la propicie la familia, la escuela y el medio social. Para ello se requiere que el sujeto

conozca el carácter objetivo de cada uno de los valores, y vivencie y experimente en lo individual y

colectivo aquellos parámetros o indicadores algunos estudiosos de estas categorías, de que positivos

que los caracterizan.

Esto hace necesario e imprescindible, poner a los niños, adolescentes, jóvenes o adultos en

situaciones de experimentar en lo personal los valores adquiridos, para entonces poder decir, que

se han formado en estos determinados valores y no otros.

¿Entonces, se educan y se forman ? pensamos que sí; la educación va dirigida a la formación

del hombre, y debe dar respuesta a ¿qué t ipo de hombre hay que formar para vivir en una

determinada sociedad? de ello se derivan los objetivos o propósitos que se tracen como meta los

centros educacionales de los diferentes niveles de enseñanza.

Asumimos que la formación de un sujeto (en este caso el estudiante) vamos a

entenderla como el resultado de la educación recibida, que se evidencia en una

posición activa en su aprendizaje y desarrollo, así como en la actitud posit iva que

pone de manif iesto en aspectos fundamentales de su vida; entre ellos: la familia, el

estudio, el trabajo y la patria.

Tal vez sería necesario aclarar, que existe en la actualidad una gran confusión en esta dirección,

es decir entre educación en valores o su formación, puesto en evidencia en los diferentes textos

consultados y más recientemente en el evento Pedagogía 2001 lo que nos lleva a cuestionarnos :

¿ES LA EDUCACIÓN EL PROCESO Y LA FORMACIÓN EL PRODUCTO?

Si somos consecuente con lo planteado, sin lugar a dudas que la Educación de un sujeto, (léase

niño, adolescente o jóven) está presente desde que se nace, y por supuesto, en los primeros

momentos de la vida y durante su desarrollo. Es así sin temor a equivocarnos, porque la familia

(independientemente del nivel cultural o país donde viva) constantemente evalúa, o se cuestiona

hasta donde ha llegado, cuáles son las manifestaciones adecuadas o no que asume el hijo o la hija

al que educa, en términos de sentimientos, actitudes o conductas; de igual forma lo hace durante

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todo su desarrollo sistemáticamente. Entonces..., busca o no un resultado de lo obtenido en el

proceso educativo, esto no niega que en la medida que se educa, se obtiene de manera mediata

un producto, en este sentido podríamos asegurar que tanto educación como formación marchan de

la mano como causa y consecuencia; en consonancia con una de las categorías de la dialéctica.

VALORES

Para el conocimiento y profundización de los valores y su relación con la educación, resulta

necesario plantear que los valores como categoría, son estudiados por la Axiología, ( del griego axio-

valor y logos-tratado o estudio )que constituye, la teoría filosófica que conceptualiza las nociones de

lo valioso, en el campo de lo que es bello, estético y verdadero, como esencias y cualidades

contenidas en las creaciones humanas.

En la Axiología, tanto el propio concepto de valor, como la educación y formación de ellos, y su

jerarquía, ya de hecho resulta una problemática tanto teórica como práctica para aquellos que se

propongan el estudio de esta temática.

A continuación hacemos referencia brevemente a cómo es su tratamiento, por representantes de

diferentes Ciencias Sociales; para ello nos apoyamos en el contenido que aparece en el libro: La

formación de valores.” Una campaña de espiritualidad y de conciencia” (10)

Desde el punto de vista filosófico el Dr. José R. Fabelo, señala que para entender

esta categoría es necesario tomar en consideración tres planos de análisis:

♦ El sistema objetivo de valores (estos vistos como parte constitutiva de la propia realidad y de la

significación social que le atribuye el sujeto que valora).

♦ Los valores subjetivos o de la conciencia ( forma en que la significación social es reflejada en la

conciencia individual ).

♦ Sistema de valores institucionalizados ( que evidencian el modo de organización y funcionamiento

de la sociedad en la que el sujeto vive y se desarrolla)

Lo planteado nos lleva a considerar a los valores, como una compleja formación de la

personalidad, contenida no sólo en la estructura cognitiva, sino fundamentalmente en

los profundos procesos de la vida social, cultural y en la concepción del mundo del

hombre, que existen en la realidad, como parte de la conciencia social y en estrecha

10 Colect ivo de autores. La formación de valores. Una campaña de espiri tualidad y de conciencia. La

Habana. Cuba. 1996.

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correspondencia y dependencia del t ipo de sociedad en el que niños, adolescentes y

jóvenes interactúan y se forman.

El Dr. Cintio Vitier, al abordar los valores desde una perspectiva histórica, refiere que en Cuba

cuando se habla de los principios fundadores y fines axiológicos hay que remontarse a las

concepciones pedagógicas vigentes desde el siglo anterior en las figuras del padre Félix Varela, José

de la Luz y Caballero, Rafael Ma. de Mendive y que culmina con los postulados y el pensamiento

revolucionario de José Martí.

Expresa además que sólo la columna vertebral de nuestra historia, que dió hombres como

Céspedes, Agramonte, Maceo, así como un pueblo capaz de acompañarlos en la lucha, por

preservar la patria de la injerencia extranjera, es lo que nos puede enseñar quiénes somos y hasta

donde somos capaces de llegar.

La Dra. en Ciencias Sociológicas Ma. Isabel Domínguez, refiere que la problemática de los valores

requiere un enfoque dialéctico dada su complejidad. En el caso particular de su formación en los

jóvenes, señala que en el caso de aquellos que aún no se han insertado socialmente, que no tienen

una calificación, no han formado una familia, cuando aparece algún acontecimiento en la vida de

índole económica, que pueda modificar su sistema de relaciones o su actividad, esto adquiere para

ellos una connotación diferente,( tanto en su afectación concreta como en su representación

subjetiva) a como puede ser asimilado por otros jóvenes o adultos.

En lo abordado por esta especialista no hay una definición explícita del concepto de valor, pero sí

ofrece un conjunto de elementos que desde el punto de vista sociológico es necesario tener presente

para una formación adecuada de estos en los jóvenes.

Para el Dr. en Ciencias Psicológicas Fernando González Rey, los valores son todos los motivos que

se constituyen, y se configuran en el proceso de socialización del hombre, y en todos los sistemas de

relaciones se estructuran valores, que permiten al hombre su expresión en las distintas esferas en el

que está inmerso.

Realmente el argumento de que los valores son motivos, tiende a confundir y en nuestra modesta

opinión, los valores son una estructura más compleja de la personalidad y condicionan los motivos, lo

que hace muy difícil explicar uno por la significación del otro, independientemente de la estrecha

relación existente entre ambos.

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Al respecto, Alexi N. Leontiev expresa que los “motivos” son los impulsos instintivos, inclinaciones,

vivencias emotivas, intereses y deseos que experimenta el sujeto ante los fenómenos de la realidad y

que están íntimamente relacionados con las necesidades. (11)

Para González Rey, ( y coincidimos con el autor ) los valores se configuran mediante la

experiencia de la persona concreta que está en formación y desarrollo, lo que está determinado por

el sistema de relaciones que establece con sus coetáneos, su familia, el medio que lo rodea y por

la naturaleza de las actividades que realice y el protagonismo que desempeñe en estas.

El Dr. en Ciencias Pedagógicas Gilberto García Batista, en el material al que hicimos

referencia, expresa que para la Pedagogía, la formación de valores, es en esencia un problema de

la educación de la personalidad. Para ello se deben dar un conjunto de condiciones positivas,

que así lo permitan, entre las que señala:

♦ tomar en cuenta las necesidades del sujeto que se educa;

♦ respetar la dignidad de cada uno;

♦ establecer relaciones con una adecuada comunicación;

♦ promover la creatividad y sean protagonistas directos de su propia formación.

Como puede apreciarse, hay coincidencia entre los diferentes especialistas, en lo referido al

necesario protagonismo del estudiante para lograr una adecuada formación.

Hemos efectuado hasta aquí un análisis tal vez limitado, de cómo se concibe la educación y

formación de valores desde el prisma de representantes de diferentes ciencias; realmente nuestro

propósito era ofrecer solamente, algunas regularidades a nuestro juicio muy importantes, pero no dar

una explicación e interpretación acabada del tratamiento de esta problemática en general.

Dada la importancia que tiene la educación y formación de la personalidad, para todos los docentes,

resulta oportuno plantear que por personalidad, vamos a entender, aquella estructura psicológica

integral que surge en el proceso de la vida del hombre, sobre la base de la asimilación por éste de

formas sociales de conciencia y del sistema de sus necesidades.

Esta estructura comprende:

♦ Una diferenciación de su persona, como un todo único que se alcanza gracias a

un nivel de autoconciencia y autovaloración.

11 Leont iev, A.N. Act iv idad. Conciencia. Personal idad. Editorial Pueblo y Educación.1981.(Pag.155)

14

Page 15: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

♦ La existencia de actitudes, opiniones, exigencias y valoraciones propias y un

conocimiento de la realidad que conforman una concepción científ ica y moral del

mundo.

♦ La capacidad de influir conscientemente en la realidad que lo rodea, para

cambiarla y cambiarse a sí mismo.

♦ Una existencia determinada de sentimientos, intereses y necesidades con una

adecuada jerarquía de valores, y de motivos dominantes y estables.

Tomando en consideración los objetivos propuestos y su importancia para la Pedagogía, a

continuación vamos a tratar de profundizar más explícitamente en cómo se da la relación de los

valores con la educación.

1.2 Los valores y su relación con la educación.

Es importante tener presente, el nexo que se establece entre la educación que reciben los sujetos

de manera particular y los objetivos sociales a que debe dar respuesta de manera general; es decir la

necesaria contribución que debe brindar la educación al desarrollo individual por una parte y al

desarrollo social por la otra, como expresa la Dra. en Ciencias Pedagógicas Amelia Amador ¨ como

dos polos de una cuerda en tensión que representan los puntos de llegada y de partida

respectivamente en el trabajo educacional ¨.(12)

El desarrollo del individuo es un proceso regido por leyes socio-históricas, en el cual

desempeñan un papel esencial, en el plano ontogenético, aquellas condiciones que en

el plano filogenético dieron lugar al surgimiento del hombre: su actividad, la comunicación con otros y

consigo mismo, a partir de la satisfacción de necesidades vitales, que le permiten la conservación de

la especie de la cual forma parte.

A partir de la consideración del hombre como ser social, podemos plantear que la interrelación

personalidad-sociedad es la relación social fundamental que determina la dirección de la

personalidad, si bien hay que tener en cuenta que esta relación tiene un carácter bilateral, donde el

hombre, el ser humano, no es sólo objeto, sino también sujeto en este sistema.

El sociólogo francés Emile Durkhein en su libro ”Las reglas del método sociológico” señala que la

educación tiene como objetivo fundamental el hacer social al individuo, que el medio social tiende a

12 .La Escuela y los problemas de la formación del hombre. Obra citada.Pag.9.

15

Page 16: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

moldear al niño a su imagen, y tanto padres como maestros son los representantes o intermediarios

en la conformación de esa imagen.(13)

De igual forma Juan Delval, en su libro “Los fines de la Educación” plantea que la educación, es un

fenómeno amplio y complejo, donde tienen una gran responsabilidad, padres, maestros y adultos en

general; y que tanto los medios de comunicación, como las instituciones sociales educan, de ahí

concluye que toda la sociedad educa.(14)

En la concepción que sustentamos, partimos de la consideración de que la personalidad se educa,

forma y desarrolla, no sólo bajo la influencia de acciones dirigidas hacia la finalidad del sistema

educacional, sino también en un amplio contexto social, puesto que el sujeto vive en una sociedad,

donde los valores ocupan un nivel relevante.

En múltiples ocasiones, tanto padres como maestros piensan, que las nuevas generaciones no están

preparadas o no pueden hacer determinadas tareas porque estas resultan muy difíciles, o porque por

primera vez se enfrentan a ella. La esencia radica en que con una mezcla o dosis de paternalismo no

los dejan ni tomar decisiones ni actuar según consideren, en el fondo tienen el temor de que pasen

los mismos trabajos que ellos pasaron.

Es necesario que todos los integrantes de la sociedad, comprendan la importancia y trascendencia

de que cada generación sea puesta en una situación tal, que pueda dar de sí, el máximo posible de

sus potencialidades (en correspondencia con sus capacidades, aptitudes y habilidades) en beneficio

de todos y de cada uno de los individuos que están inmersos en ella.

Formar hombres que posean las cualidades y valores que esperan los adultos en particular y la

sociedad en general, es un proceso contínuo y complejo, que requiere en primer lugar, la

precisión de los objetivos de carácter educativo que se quieren lograr, es decir: qué tipo de

hombre se necesita para vivir en una sociedad determinada, teniendo presente las características de

las edades y de los grupos y del momento histórico cultural concreto dado.

Por lo general los grupos, en dependencia de las circunstancias tienen objetivos comunes y en esa

dirección deben trabajar los educadores, lo que constituye una premisa para lograr la interiorización

y adquisición de aquellos valores, que son necesarios para una incorporación adecuada y

consecuente con lo que la sociedad necesita.

13 . Durkhein, E. Las reglas del método sociológico. Inst ituto Cubano del Libro.1972.

14 . Delval, J. Los f ines de la Educación. Siglo veint iuno editores. Segunda edición.1996

16

Page 17: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En su libro “Teoría de la Educación” el pedagogo uruguayo Jorge Bralich, parte de la concepción, que

desde que el hombre comenzó a plantearse su propia vida como problema, se preguntaba y

respondía cuáles serían aquellas actividades que con el tiempo serían reconocidas como

educativas.(15)

Autores de diferentes nacionalidades, coinciden en que la educación en su sentido más amplio, es el

resultado de las relaciones sociales que establecen los hombres entre sí, y de las condiciones y el

modo de vida en el que están inmersos. Esto hace que al cambiar las condiciones objetivas, sobre

todo las económicas, políticas y sociales, en las que viven y actúan, éstas van a originar

modificaciones en su manera de pensar, sentir y actuar y por consiguiente en su jerarquía de

valores.

En el proceso de formación del hombre, están presentes una serie de factores objetivos, pero, no se

pueden dejar de mencionar los de carácter subjetivo, es decir el sistema de influencias educativas

que actúan de forma organizada, dirigida y sistemática, así como aquéllas que resultan de naturaleza

más espóntanea y asistemática.

Precisamente la actividad educativa dirigida sistemáticamente, de una manera organizada y

coherente, garantiza de una forma sólida la formación y el desarrollo del individuo.

La educación como proceso, tiene como fin la preparación del hombre para la vida; y en este sentido,

no se puede obviar, que cada período histórico se caracteriza por un

determinado nivel de desarrollo de las relaciones de producción y de las fuerzas productivas, así

como de las relaciones ideológicas existentes.

Como parte de la superestructura, la educación está condicionada y determinada por el desarrollo del

proceso histórico y de la actividad social y productiva de los hombres.

El sistema de valores que cada sujeto posee, está directamente vinculado con las formas de vida de

la sociedad, lo que origina que las transformaciones en ésta influyen en su acomodamiento y

jerarquía, lo que tiene lugar mediante una tenaz lucha ideológica; esto debe ser tomado en cuenta

por los maestros, a los efectos de no perder la oportunidad en cada momento de trabajo, de hacer

consciente a sus estudiantes de lo correcto e incorrecto en cada una de sus acciones y el por qué de

esa valoración.

15 Bralich, J. Teoría de la Educación.S/A

17

Page 18: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Los valores como formaciones complejas de la personalidad, son algo muy l igado a la

propia existencia de la persona, que afecta a su conducta, configura y modela sus

ideas y condiciona sus sentimientos, actitudes y sus modos de actuar .

La escuela como institución y cada maestro en particular se deben proponer, organizar actividades

tomando en consideración, los intereses y necesidades de los educandos, donde estos asuman un

rol protagónico desde su concepción, donde puedan defender su acuerdo o desacuerdo y expresar

sus puntos de vista para su realización. Sólo así harán suyos los objetos y fenómenos de la realidad

y aprenderán a valorar el mundo circundante.

Cada sociedad es portadora de determinados valores, que son asimilados por el niño adolescente o

joven, en forma de orientación valorativa, de acuerdo con las particularidades de la sociedad en que

vive, las características de cada etapa de su desarrollo, y la experiencia personal; esto es muy

importante que el maestro lo domine, lo que le permitirá dirigir más adecuadamente su labor

pedagógica.

Este complejo proceso de educación, responde a todo el sistema de influencias educativas, en el que

ocupa un lugar fundamental la escuela y la familia. Reiteramos que los valores constituyen un

contenido de la educación, y su formación un proceso básico para elevar la calidad en la labor que

se realiza con las nuevas generaciones.

Los valores responden a los intereses y necesidades de la sociedad, están presentes en el tipo de

hombre que la misma requiere y que condiciona la política educativa que orienta la labor escolar.

La efectividad de la labor de la escuela y de los docentes, no puede limitarse a los resultados

docentes que alcanzan los alumnos en las diferentes asignaturas, la misma debe apreciarse en un

objetivo más amplio, la formación de un hombre capaz de pensar, sentir y actuar integralmente, en

correspondencia con las necesidades de la sociedad, y el marco concreto de la comunidad, barrio o

zona donde interactúa sistemáticamente y se desarrolla como personalidad.

Como institución social, a la escuela le está dada la máxima responsabilidad en la educación y

formación de las nuevas generaciones, conjuntamente con otras fuerzas educativas a las que debe

tratar de orientar, estimular y con las cuales debe coordinar la actividad educativa durante la vida

escolar.

18

Page 19: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Tiene el encargo social de enseñar a los niños y jóvenes a vivir a la par de su tiempo y poder valorar

la realidad que los rodea, apreciar el mundo circundante en perspectiva y estar preparados para

actuar consecuentemente en su transformación y desarrollo, científico y social.

En la introducción llamamos la atención del uso indistinto que se hace en ocasiones de los términos

o categorías: actitudes, sentimientos, valores , cualidades de la personalidad entre otros; de ahí que

trataremos de establecer sus nexos y relaciones así como, sus posibles diferenciaciones.

1.3 Relación e interdependencia entre cualidades de la personalidad, actitudes y

valores.

Cuando vamos a referirnos a cómo es una persona, casi siempre lo hacemos tomando en

consideración aquellas regularidades o rasgos típicos que caracterizan su manera de pensar, sentir o

actuar. Por lo general es así, porque el desarrollo de la personalidad constituye algo típico, peculiar

y particular de cada individuo.

La personalidad deviene en una historia singular de logros y transformaciones personales, y la

misma está compuesta estructuralmente por diferentes componentes, los que son

extraordinariamente complejos y diversos, entre los que se encuentran: las convicciones, los valores,

motivos, intereses, rasgos del carácter y las actitudes ante la vida.

El concepto cualidad de la personalidad refleja el resultado de un proceso, en el que las

experiencias interpersonales y de interacción con el medio, los principios, valores y normas sociales

propios de una sociedad son asimilados por sus miembros, convirtiéndose en sus propios valores y

normas, que los orientan a actuar consecuentemente con rasgos que poseen una cierta estabilidad.

Toda cualidad de la personalidad está formada por tres aspectos esenciales:

♦ Conocimiento y comprensión del signif icado y contenido de la cualidad y sus

formas de conducta,

♦ Motivación para actuar conforme a la cualidad deseada,

♦ Las formas de conducta en las que se expresa la cualidad.

Planteados los aspectos de una cualidad, es de interés enfatizar de manera especial en las

condiciones fundamentales del proceso de su formación para la personalidad; para esto hay que

partir de la relación de las cualidades con el resto de los elementos señalados anteriormente; en el

caso particular que nos ocupa lo abordamos con las actitudes y los valores.

19

Page 20: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Deseamos formar hombres que se caractericen por ser trabajadores, solidarios, colectivistas,

honestos, patriotas, porque constituyen valores básicos de nuestra sociedad. De esta forma, puede

decirse que el punto de partida en la formación de cualidades es el proceso de asimilación de

determinadas normas y valores, en el que la influencia del adulto( padres, familiares, maestros,)

desempeña un papel decisivo, donde el niño, adolescente o joven comienza a desarrollar formas de

conducta que responden a esas normas y valores que paulatinamente va incorporando.

La historia singular que cada sujeto posee, no impide que puedan determinarse particularidades o

rasgos comunes que caracterizan a las personas que se encuentran en un mismo grupo etáreo. En

este sentido puede decirse que cada persona es semejante a otras y a su vez distinta a las demás .

Queremos detenernos, para señalar un error que se comete a diario al considerar que la

manifestación por parte del niño de formas de conductas acorde con determinados valores sociales,

es un criterio suficiente para considerar que se ha formado en él una determinada cualidad.

Sin lugar a dudas, estas formas de conductas constituyen un elemento principal de las cualidades de

la personalidad, es mediante ellas que es posible juzgar a una persona como responsable,

respetuosa o no.

Es necesario reconocer que para que se forme una cualidad, no basta con que el sujeto manifieste

estas formas de conducta, sino que es necesario que al asimilar las normas y valores sociales, estos

se conviertan en motivos de carácter interno que lo orienten a actuar en correspondencia con dichas

normas y valores.

¿ Cuándo podemos decir que se ha formado y se posee una determinada cualidad ?

Al menos cuando se cumplan y estén presentes dos condiciones básicas:

♦ Asimilación de normas y valores como motivos de carácter interno,

♦ Conductas estables.

Partiendo de esto, no resulta difícil comprender por qué debe considerarse como un error, el juzgar la

formación de cualidades únicamente a partir de que se manifiesten las formas de conducta

correspondientes.

Podemos ilustrar lo anterior partiendo de un caso muy frecuente, y es lo referido a la disciplina; en

muchas ocasiones observamos que el maestro se esfuerza por lograr que sus alumnos actúen en

correspondencia con las normas disciplinarias de la escuela y su único objetivo, es que se comporten

disciplinadamente. Cabría preguntarnos:

20

Page 21: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

♦ ¿ Es esto suficiente para que sean discipl inados?

♦ ¿ Qué ocurre cuando el maestro no está presente, bien sea en el aula u otra

actividad ?

En ocasiones, se pueden dar casos de alumnos que manifiestan determinadas conductas

indisciplinadas, lo que puede estar determinado por diferentes causas, y en ausencia del maestro no

exista esa llamada disciplina, y quizás podamos inferir que en estos alumnos no se ha logrado aún la

formación de la cualidad de ser disciplinado. Evidentemente , es posible no se ha haya logrado un

adecuado desarrollo de los componentes motivacionales y cognoscitivos de la cualidad, lo que

explica el comportamiento que asume en ausencia del maestro.

Como educadores no debemos limitarnos solamente a obtener formas de conducta deseables, sino

que éstas deben estar respaldadas por motivos internos, que impulsen al escolar a comportarse en

forma positiva por propia convicción, de otra forma tendrá un carácter situacional y dependerá

siempre de que exista un control externo. Cuando esto sucede, habremos logrado una asimilación

formal de formas de actuar en determinadas situaciones y no una verdadera formación de

cualidades.

Podemos considerar que las cualidades representan el conjunto de rasgos, típicos de

las formas de pensar, sentir y actuar de un sujeto, en correspondencia con la

asimilación de normas, valores y convicciones; presentan una relativa independencia

de la situación, y se manif iestan en conductas habituales concretas y estables.

Al analizar el término actitud, como una de las categorías fundamentales de la Psicología y a su

vez como uno de los componentes de la personalidad, podemos señalar que su estudio surgió por el

deseo de dar una explicación desde el punto de vista científico al por qué los individuos actúan de

una u otra forma. Para los especialistas que profundizan en el estudio de la personalidad, las

actitudes resultan un fenómeno psíquico complejo.

Según Krech y Crutchfield (1993) la actitud es una organización duradera de los procesos

motivacionales, perceptuados y conocidos con respecto a algún aspecto del mundo circundante.

Para Castelleijos (1995) las actitudes son tendencias o predisposiciones relativamente estables de la

conducta en relación con un objeto o sector de la realidad.

21

Page 22: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En la Psicología Social Marxista se plantea que son disposiciones más o menos estables de la

personalidad a reaccionar, ante una situación o conjunto de situaciones, de una manera sistemática y

uniforme.

Se señala que no son conductas, sino disposiciones (estado interno) que llevan al sujeto a actuar en

determinada dirección, ya sea positiva o negativamente. En esencia expresan la toma de

posición del individuo

Son más o menos estables, pueden ser modificadas tanto en un sentido como en otro; surgen por

la interacción del sujeto (en este caso el alumno) con el medio social que le rodea, de ahí la

importancia de que padres y docentes traten de que ese medio sea lo más favorable posible.

Las actitudes están conformadas en su estructura por tres componentes: el cognoscit ivo, el

afectivo, y el conativo, los que se explican a continuación. El cognoscit ivo comprende todo lo

referido al conocimiento, experiencias, creencias, pensamientos y dominio consciente que el sujeto

tiene del objeto o situación de la realidad. Pudiéramos plantear que es el componente

informativo de la actitud, es lo que se conoce en esencia acerca del objeto.

Con relación a este componente, es necesario que los alumnos estén informados de una manera

adecuada del contenido a desarrollar en cualquiera de las actividades que realicen. Para lograrlo, se

deben utilizar todos los recursos y procedimientos que estén al alcance - entre ellos una

comunicación lo suficientemente efectiva y afectiva- para obtener una comprensión clara y

asequible.

Lograr lo anterior implica, tener en cuenta las características de los alumnos, así como sus

potencialidades, (capacidad de asimilación). Un diagnóstico acertado permite proponer tareas,

en correspondencia con las posibilidades reales de cada cual, de lo contrario se origina un bloqueo,

difícil de superar posteriormente, lo que crea por supuesto una actitud de rechazo o indiferencia y

esto ha de evitarse siempre , ya que no educa ni ayuda , al contrario puede traer conflictos e

inseguridad .

El componente afectivo representa la satisfacción, emoción, preferencia, o los sentimientos

tanto positivos como negativos, que influyen en la valoración realizada por el sujeto acerca de un

objeto, otro sujeto o situación con lo que interactúa, en esencia es lo que se siente hacia el objeto

donde se focaliza la actitud.

22

Page 23: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Resulta importante trabajar sistemáticamente este componente para desarrollar tanto en niños,

adolescentes o jóvenes por ejemplo, el amor a la Patria; utilizando todos los recursos que brinda la

comunidad para sensibilizarlos con las cosas bellas, importantes, agradables y significativas que lo

rodean , que es la base para la formación adecuada del patriotismo.

Lograr además que estén atentos y dispuestos a ayudar a los compañeros con dificultades y sientan

orgullo y satisfacción al hacerlo; que experimenten vivencias positivas en el cuidado de su escuela,

aula, pupitre. Que participen activamente en su conservación y limpieza, sólo así sentirán que esto

les pertenece y desarrollarán el sentimiento de identidad que les permitirá posteriormente defenderlo

de cualquier amenaza tanto interna como externa.

Especial importancia reviste la acción de padres y docentes en el surgimiento de las nuevas

relaciones que experimentan en su desarrollo, y han de estar atentos a las opiniones sociales y

sentimientos que comienzan a formarse así como a las necesidades morales. En este sentido para el

docente es fundamental desarrollar actividades que fortalezcan la creación de verdaderos colectivos.

El componente conativo evidencia las acciones concretas, o la declaración de las intenciones; es

la manifestación externa, práctica y observable en actuaciones de gestos y expresiones verbales que

tiene el sujeto, frente a un objeto o situación de la realidad. Es en esencia lo que se expresa o es

observable, es una toma de decisión o ejecución de una acción , y lo que nos permite

conocer en una mayor o menor medida la existencia o no de una actitud.

Este componente está íntimamente relacionado con los dos anteriores y muy especialmente con el

afectivo,( lo que no entra por el corazón , no entra por la razón , repetimos a diario) de ahí que para

poder desarrollarlo, lo más adecuadamente posible, es necesario que las actividades que se

organicen refuercen y enriquezcan las ideas, las emociones, la satisfacción, los sentimientos,

intereses, y las necesidades de carácter moral, política y social que poseen los educandos en el

nivel de enseñanza que se encuentren cursando.

Para lograr lo anterior, los estudiantes tienen que tener la posibilidad de participar activa y

conscientemente en el desarrollo de las clases, las actividades patrióticas, recreativas, políticas,

productivas, deportivas y culturales desde su concepción y planificación; en ellas deben tener la

oportunidad de jugar un rol protagónico, sólo así podrán poner en evidencia lo que saben y sienten.

Estos tres componentes no se dan aislados, sino en estrecha relación e indisoluble unidad dialéctica,

aunque en ocasiones observamos contradicciones entre ellos, puede darse el caso que desde el

23

Page 24: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

punto de vista cognitivo el sujeto puede conocer y estar convencido de lo importante y valioso de

algún elemento de la realidad circundante y sentir un determinado interés o satisfacción por querer

actuar positivamente, sin embargo a la hora de manifestarse o de actuar lo hace negativamente,

incluso en contra a veces de sí mismo.

Tendríamos entonces que preguntarnos:

♦ ¿ por qué ?

♦ ¿ cuál fue el motivo que lo l levó a actuar así ?

Por lo general, la esencia de estas contradicciones, tienen su origen en una o varias causas que la

están determinando, y éstas pueden ser de naturaleza personal o social, originando en ocasiones,

que lo que se conoce o se siente no se corresponde con lo que se hace.

La búsqueda del ¿por qué esa actuación? es tarea tanto de los docente como de los padres,

indagando por todos los medios posibles, cuál o cuáles son las causas que están actuando e

influyendo en una dirección u otra.

En el libro Psicología Social de Luis Gómez Jacinto y Jesús M. Canto Ortiz , se señala que las

actitudes son constructos a los que se atribuye la capacidad de explicar y predecir el comportamiento

social y guardan una estrecha relación con otros conceptos afines como son los valores.(16)

Los valores constituyen:

• Un concepto mucho más amplio que el de actitudes, esto explica que al analizar

un valor específ icamente , en este pueden estar presentes varias actitudes.

• Una categoría que trasciende de una u otra forma a los objetos y situaciones

mientras que las actitudes se centran por lo general en un objeto, o situación

mucho más concreta.

Siguiendo lo planteado por los autores señalados anteriormente, encontramos algo interesante, y es

lo referido a los rasgos característicos de valores y actitudes, así tenemos:

• Los valores son un modo general de comportamiento; en tanto que el objeto de

una actitud está claramente definido.

• Los rasgos en los valores, dada su estructura compleja no poseen una dirección

definida, mientras que en las actitudes van a suponer siempre un cierto grado de

aceptación o rechazo.

16 Gómez, J. y Canto Ortiz(coordinadores) Psicología Social. Biblioteca EUDEMA.Ediciones pirámides.S.A.Pag.60-61

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Page 25: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Debemos señalar como aspecto esencial que los valores como estructura compleja de la

personalidad, resultan de naturaleza más central y estable que las actitudes , en ellos se

incluye la creencia según la cual el objeto sobre el que se focaliza el valor, es deseable o no con

independencia, por lo general, de la propia posición de la persona.

Es reconocido por diversos autores que una de las funciones psicológicas de tipo motivacional que

cumplen las actitudes, es precisamente la función expresiva de los valores. Esto hace que

estas reflejen los valores más relevantes que una persona tiene sobre el mundo y sobre sí mismo,

de ahí que también se suelen identificar las actitudes como indicadores de los valores que

posee un individuo.(17)

Desde el punto de vista psicológico, al denominar el aspecto subjetivo de los valores tenemos

que diferenciar la conceptualización que se hace desde un enfoque idealista y uno materialista.

Así tenemos que, desde el punto de vista idealista:

♦ Hiebsch, Vorweg, y Sheriff refieren que estos no son más que un sistema de actitudes;

♦ S.Toetzel, los denomina como una posición que asume el sujeto en la vida;

♦ T.M. Newconb, los consideran como una actitud organizada interna.

En el enfoque materialista:

♦ V.Yadov, señala que los valores son una disposición de la personalidad;

♦ Scholz, los reconoce como sentido personal;

♦ Friedrich y Voss valor para sí ;

♦ Mujina, orientación valorativa.

Para esta última autora, la orientación valorativa se relaciona directamente con:

• los modelos valorativos que imperan en la familia, el grupo, clase, y en el

sistema social en el que está inmerso;

• las propias orientaciones motivacionales que posee el sujeto .

De hecho analiza esa orientación valorativa como una característica psicológica global de la

personalidad, coincidiendo con lo señalado anteriormente de que los valores son una estructura

compleja de esta.

1(17) Sarabia 1992 ( pag.135)

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Page 26: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En el análisis que estamos efectuando es importante tener presente que los valores no se dan

aislados, sino en relación e interdependencia y aunque desde el punto de vista didáctico, podamos

expresar aquellos indicadores que definan o caractericen cada uno de ellos, resulta difícil encontrar

en la práctica el que exista un sujeto que sea responsable y no sea laborioso, por sólo citar un

ejemplo.

A continuación, hacemos referencia a valores fundamentales que debe poseer el ser humano y

aquellos indicadores que de una u otra forma van a estar presente y pueden caracterizarlos.

PATRIOTISMO

• identificarse con las principales tradiciones patrióticas y culturales de su país;

• demostrar alegría y orgullo por el suelo en que nació;

• admirar, respetar y defender la historia patria; sus símbolos y atributos;

• conocer los hechos históricos y amar a los héroes y mártires de la patria;

• estar dispuesto a defender la patria de cualquier amenaza, tanto externa como interna;

• amar y cuidar la naturaleza...

SOLIDARIDAD

• ofrecer ayuda desinteresada a todo el que la necesite;

• manifestar sensibilidad ante lo que acontece a su alrededor;

• rechazar cualquier manifestación de egoísmo, individualismo y ostentación;

• identificar las causas justas y estar dispuesto a defenderlas;

• poseer un alto espíritu colectivista y practicarlo sistemáticamente;

• compartir intereses y responsabilidades comunes en las tareas asignadas...

RESPONSABILIDAD

• desarrollar con eficiencia y calidad las tareas asignadas;

• conocer los deberes correspondientes en todo momento;

• sentir satisfacción con lo que hace;

• identificar y cumplir con las normas de comportamiento social;

• realizar cualquier tarea aunque no sea de su agrado;

• asumir de forma independiente cualquier labor...

LABORIOSIDAD

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Page 27: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

• mostrar una actitud positiva ante las tareas encomendadas;

• sentir admiración por los trabajadores e identificarse con ellos;

• manifestar satisfacción y alegría por los resultados de su trabajo;

• rechazar cualquier manifestación de acomodamiento o vagancia;

• tener hábitos positivos de asistencia y puntualidad ante el trabajo;

• mostrar constancia y disciplina en todo lo que hace;

• sentir la necesidad de estar haciendo algo en todo momento…

HONESTIDAD

• estar dispuesto a decir la verdad siempre;

• asumir de manera crítica o autocrítica lo incorrecto de sus acciones;

• rechazar la hipocresía, la doble moral y la traición;

• ser consecuente y fiel con sus principios;

• aceptar los errores cometidos en lo individual o colectivo;

• ser sincero, digno y fiel en todas sus actuaciones...

En el caso del docente, (para lograr en sus alumnos la incorporación de estos o de otros valores),

significa en muchas ocasiones o generalmente, modificar esquemas, maneras de pensar y actuar

y transformar la forma en que cotidianamente transcurre el proceso educativo; es convertirlo en algo

dinámico, interesante, flexible, donde la implicación personal este presente en todo momento.

Para ello se hace imprescindible que tanto los docentes, como los estudiantes en unión de los

dirigentes, tengan la oportunidad de concebir y vivenciar en lo individual y colectivo las diferentes

acciones a acometer en la institución educacional.

Lo abordado hasta aquí, está determinado en alguna medida, por la adecuada comunicación que se

establezca entre los diferentes sujetos que interactúan cotidianamente, de ahí que el siguiente

capítulo está dirigido a profundizar en esta dirección.

CAPÍTULO 2. IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN EN LA EDUCACIÓN Y

FORMACIÓN DE VALORES..

Introducción

Al igual que otros términos utilizados en las Ciencias Pedagógicas, la comunicación ha sido objeto

de diferentes definiciones por estudiosos de esta problemática, esto hace que lo hagan en

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Page 28: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

correspondencia con los puntos de vista de sus autores en dependencia de la teoría que sustentan

o de la disciplina en la que incursionan.

Consecuentemente puede tratarse de un medio lingüístico, o tema del lenguaje; como un proceso

terapeútico (muy practicado en las sociedades modernas) o también puede ser concebido , como un

proceso pedagógico donde va a estar presente la relación que se establece entre maestros y

alumnos y de estos últimos entre sí.

El tiempo de permanencia de los estudiantes en los centros educacionales, así como en las

funciones a estas instituciones asignadas, hace necesario profundizar seriamente en el

conocimiento de la problemática: la comunicación en la escuela, y la que se da entre los educandos.

En el proceso de apropiación de la cultura, el hombre no está asilado, desde las primeras edades

está en relación con otros, que paulatinamente van descubriendo ante él los conocimientos y

experiencias contenidas en los objetos, en la vida social, en el lenguaje, los cuales le sirven de

modelo en las relaciones con otras personas y como contraposición, le permiten el conocimiento de

sí mismo. Esto hace por tanto, que el proceso de comunicación, adquiera singular importancia en la

formación de la personalidad y de los valores, como componente fundamental de ésta.

La verdadera fuente del desarrollo del sujeto que se educa y de la formación de valores, acorde con

el medio social en que vive, constituye la adquisición por éste de la experiencia socio-histórica, lo que

no ocurre en forma pasiva, sino asumiendo un rol protagónico en cada una de las actividades que

realiza, en el sistema de relaciones que establece y teniendo como guía( en el caso de niños

adolescentes y jóvenes) al adulto, en comunicación con éste y consigo mismo, en unas condiciones

sociales de vida concreta, donde pueda experimentar y vivenciar todo lo legado por la humanidad

hasta ese momento histórico.

La comunicación ejerce su influencia desde las edades más tempranas, en la adolescencia y

juventud esta se torna intensa, de ahí la necesidad de valorarla por parte de los maestros en su labor

educacional como componente específico y necesario.

2.1.- La comunicación y la actividad en la formación del hombre

¿Qué entendemos por comunicación?

La comunicación apareció tardíamente como categoría en la Psicología, esta se concibe como un

proceso de interacción social, mediante la utilización de símbolos y sistemas de mensajes que se

producen como parte de la actividad humana.

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Page 29: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

También puede entenderse como intercambio, interrelación, diálogo, vida en sociedad, todo ello

relacionado indisolublemente con las necesidades productivas de los hombres, y no puede existir sin

el lenguaje; comunicación es pensamiento compartido y no puede existir pensamiento sin palabra.

Es un proceso mediante el cual un individuo utilizando símbolos, palabras, gestos, actitudes,

comparte una idea, una información con otro u otros, y en esta forma que puede ser inconsciente,

trata a su vez de modificar la conducta de los que entran en comunicación y a su vez la de él

mismo.

Comunicación, es hacer común a dos o más individuos, un contenido semántico cualquiera, por

medio de diversos recursos técnicos (lenguaje oral, imágenes gráficas y visuales entre otras); en este

caso difiere del concepto transmisión.

Desde que el hombre comenzó a hablar, la palabra devino en el primero y más importante medio de

comunicación, como envoltura material del pensamiento. ¿Por qué fue necesario el lenguaje?

por la necesidad de los hombres de comunicarse entre si, producto de la complejización de los

medios de producción, de ahí que la comunicación existe desde los primeros momentos de la

existencia humana. La esencia humana no es algo abstracto, inherente al individuo, sino que es el

conjunto de todas las relaciones sociales; y la necesidad de comunicación de cada época es

consustancial a ésta.

El desarrollo de la sociedad, en cada una de las formaciones económicas trajo aparejado la

búsqueda de nuevos medios de comunicación; así surgieron los papiros, la imprenta, la radio, el

teléfono, la televisión y más recientemente INTERNET por sólo nombrar algunos.

En su evolución histórica, la función de la comunicación en general estuvo dirigida en su esencia a:

trasmitir información; organizar el trabajo conjunto, y a conservar la estructura política de la sociedad

y en su función individual, toma en consideración el papel diferente que corresponde a cada etapa del

desarrollo ontogenético del sujeto.

Así tenemos que durante los primeros tres meses de vida, la forma de comunicación va a estar

determinada por la relación emocional que establezca el niño con los padres y familiares, son ellos

los que le van a posibilitar el conocimiento de ese mundo externo, de lo bello, hermoso, adecuado y

correcto de lo que le rodea. En esta dirección, la comunicación que se establece es básicamente

mediante gestos y expresiones, a lo que el niño responde inicialmente con risas o llantos, como

respuesta a los niveles de satisfacción o insatisfacción que experimenta.

29

Page 30: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Alrededor del primer año, aparece el lenguaje articulado, y los adultos; padres y familiares

fundamentalmente deben propiciar su desarrollo, utilizando para ello en todo momento diferentes

recursos. Así tenemos, la necesaria conversación adecuada en el uso de palabras correctas y no

mediante diminutivos o sustitutos, han de tener presente, que para el niño todo lo que le rodea es

nuevo y debe apropiarse correctamente de ello y estimulándolos constantemente en sus avances.

Antes de su ingreso a la vida escolar, el niño ya tiene una experiencia adquirida, bien en el seno

familiar o institucional, lo que se conoce en la bibliografía como etapa prescolar, que resulta rica en

vivencias, que propician el conocimiento y relación con el medio que lo rodea, incluyendo la

adquisición de normas y hábitos de comportamiento, producto del sistema de relaciones y

actividades en las que ha estado inmerso.

En el escolar pequeño, se continúa la formación de cualidades morales, cuando se crean condiciones

para que estén presentes en sus formas de actuar y se conviertan en manifestaciones habituales de

conducta. La adquisición en los niños de una conducta estable y el surgimiento, sobre su base de

cualidades de la personalidad, se logra exitosamente sólo cuando el ejercicio de determinadas

conductas se realizan por un motivo positivo, " así

“ reconocido y sentido” por ellos.

En estos escolares está presente el juego, donde no sólo satisfacen sus necesidades de movimiento,

sino también las cognoscitivas y principalmente las de comunicación. En éste se fomenta el apoyo

mutuo y la cooperación, promoviendo en los que participan en él la responsabilidad, y además

fomenta la confianza de lo que es capaz de hacer cada uno, favoreciendo la autoestima y el respeto a

los demás. Elegir juegos donde todos se sientan bien, sean aceptados, participen activamente y se

diviertan favorece la educación y formación de valores como: la responsabilidad, solidaridad,

honestidad por sólo citar algunos.

De igual forma, los cuentos en estas edades resultan actividades propicias para trabajar con los

alumnos, el análisis de las cualidades y actitudes positivas o negativas que trasmiten los

protagonistas principales, se convierten en fuente directa para influir de una manera directa en la

conciencia de los pequeños, ellos son capaces de criticar o asumir el mensaje que se trasmite de una

manera positiva o negativa y así lo hacen saber, siempre y cuando se les de la oportunidad de

escucharlos y efectúar los análisis y reflexiones correspondientes.

30

Page 31: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En la medida que crece externamente, también sus procesos psíquicos van madurando, y sienten

que forman parte de los mayores, la pañoleta cambia de color (en el caso de Cuba que pertenecen a

una organización estudiantil la Organización de Pioneros José Martí) y ya pueden incorporarse y

realizar actividades que en años anteriores no era posible, en ellas tienen la posibilidad de establecer

un sistema de relaciones personales de mayor complejidad, y la oportunidad de asumir con

responsabilidad determinados roles , convirtiéndose en pre-adolescentes, como se señala en la

literatura consultada.

En la adolescencia la necesidad de relación es la actividad fundamental, sobre todo con sus

coetáneos, prefieren estar con sus iguales, y por lo general todo lo consultan con éstos; en esencia

consideran que por ser de su misma edad, los entienden mejor y son más capaces para ayudarlos,

además creen tienen la razón o están mejor informados.

Investigaciones realizadas, han puesto de manifiesto que cuando existe un conflicto de naturaleza

amorosa bastante engorrosa, o un problema muy fuerte, por ejemplo en nuestros adolescentes existe

la tendencia a buscar un consejo y apoyo en el adulto, bien sean los padres (la mamá en primer

lugar) o maestros que les ofrecen confianza y seguridad.

Es una etapa del desarrollo evolutivo muy importante, sensitiva y trascendental cuando de la

educación y formación de valores se trata; en la búsqueda de su autoafirmación y autovaloración son

críticos, a veces no aceptan el criterio adulto por el status que este ocupe, sino por el ejemplo

personal con el que se identifican y posteriormente imitan.

La participación en actividades ricas en contenido afectivo y emocional, donde sientan satisfacción y

alegría en su realización, donde perciban que ocupan un espacio y puedan demostrar con su

actuación de lo que son capaces, ha de ser potenciado por los adultos responsabilizados con su

educación, a los efectos de orientarlos adecuadamente, sólo así harán suyos los valores a los que

la sociedad donde viven aspira.

La actividad es una categoría esencial en la formación de la personalidad, constituye el eslabón que

vincula directamente al hombre con la realidad que lo rodea. Fue Vigotsky quien sistematizó el

principio de la interiorización de lo externo en lo interno y esto solo se logra mediante la actividad

humana. En este sentido no es una reacción, ni un conjunto de reacciones sino un sistema que

posee estructuración, transformaciones internas, y un desarrollo.

31

Page 32: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Mediante la actividad, se señala en la bibliografía consultada, es que se pone de manifiesto el

condicionamiento social de la psíquis humana, la psicología del individuo y el desarrollo de la

personalidad, pudiéramos sintetizar expresando que no es más que un conjunto de acciones y de

operaciones para obtener un resultado.

B.G.Ananiev, expresa un concepto de actividad, donde incluye las más diversas formas organizadas

de interacción del hombre con su medio, y entre ellas señala que la comunicación es un modo

específicamente humano de organización de la actividad.

En el plano pedagógico, el papel del profesor, su estilo de dirección, la forma como organiza la

actividad, las relaciones que establece con sus estudiantes, resulta muy importante para educar y

formar esa personalidad.

En esta dirección la Dra. en Ciencias Pedagógicas, Margarita Silvestre Oramas señala: ”En la

organización de la actividad docente se deberá lograr, mediante los diferentes tipos de actividad que

se conciban, la combinación adecuada del trabajo individual y colectivo” (18)

En muchos momentos de la actividad de estudio por ejemplo, el alumno se enfrenta con nuevas

exigencias, orientadas por la significación concreta material de un objeto, con el cual se relaciona

mediante un conjunto de operaciones que garantizan además de la adquisición de información, la

creación de: hábitos, habilidades, operaciones y otros componentes de capacidades más

complejas.

En lo señalado anteriormente, es trascendental la adecuada orientación del docente y una

comprensión efectiva y afectiva por parte del estudiante, lo que va a estar determinado en buena

medida por la comunicación que se establezca entre ambos, así como la posibilidad de comunicarse

con el resto de los alumnos de su aula.

La concepción de que en el desarrollo del sujeto, la actividad individual no existe por sí sola, es

necesario tenerla presente por los educadores; ésta se relaciona necesariamente con la que

realizan los otros, de ahí que más que una categoría propia de la Psicología deviene en categoría

socio-histórica que condiciona el sistema de valores, del que el estudiante se debe apropiar y hacer

suyo.

Lo planteado nos lleva a concebir, que la existencia social está determinada entonces por la

relación que establece el sujeto, ( la personalidad )con el mundo material y con el resto de aquellos

18 Silvestre, M. Aprendizaje , educación y desarrollo. Editorial Pueblo y Educación. 1999. pag. 17

32

Page 33: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

que lo rodean, en la actividad y la comunicación; esto permite el desarrollo individual mediante

la apropiación de la experiencia socio-histórica en el que está inmerso.

La actividad conjunta se encuentra internamente relacionada con la interacción de las personas es

decir: la relación sujeto-objeto y sujeto-sujeto, que se mediatiza por las reacciones activas tanto

positivas como negativas que se establecen en ese intercambio.

El niño al nacer, se encuentra rodeado de objetos y ciertos fenómenos naturales creados por el

hombre y su desarrollo se produce en el proceso de apropiación de ese mundo, con la mediación

necesaria del adulto.

Los cambios en el contenido y en la estructura de la actividad, unido al progreso científico técnico,

elevaron el valor de los factores humanos en la producción y dirección social, ampliando así las

formas colectivas de actividad, lo que condicionó la necesidad de profundizar en la problemática de

la comunicación.

Lo analizado, nos lleva a plantear que en el desarrollo de la personalidad y la estructuración en la

jerarquía del sistema de valores que cada uno posee, van a estar determinado por la actividad y

comunicación que el sujeto realice. Es por ello que en una situación de dirección del proceso

educativo necesariamente hay que tener presente:

el ¿para qué? ( objetivos ) ,

el ¿qué? ( contenido ) ,

el ¿cómo? ( métodos ) ,

el ¿con qué? ( medios ) y

¿cuál es el resultado? (evaluación) ;

coincidiendo con las categorías de la Didáctica como Ciencia. Además de estas interrogantes habría

también que tomar en consideración el cl ima emocional que caracteriza las relaciones

interpersonales, es decir los motivos, los intereses y las necesidades de los estudiantes:

¿a quién está dir igido? (características del individuo y del grupo) ,

¿dónde se efectúa? (condiciones materiales del área o local ) ,

¿en qué momento?, ( hora, día, etapa del curso) y

¿cómo es la atención a los sujetos? ( tratamiento a las particularidades individuales).

El docente en su labor tiene necesariamente que analizar y valorar que no es igual trabajar con niños

pequeños, adolescentes o jóvenes. En el caso de los primeros, en esas edades, los niños y las

33

Page 34: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

niñas, suelen aceptar lo que el maestro dice, y a estar atento en todo momento a lo que hace y

tratan de imitarlo.

Los pre-adolescentes y adolescentes ya asumen una posición más crítica y reflexiva, en muchas

ocasiones, tratan de comentar con el compañero que está a su lado lo que está aconteciendo, lo

que no representa un acto de indisciplina, sino algo esperable en estas edades , aunque sin lugar a

dudas origina que la dirección del proceso educativo se torne algo más complejo, pero, posible de

realizar conociendo las características de estas edades y lo esperable en cada situación (si se

conoce a cada alumno en particular y su medio familiar y entorno más cercano).

En el caso de los jóvenes, se vuelven mucho más exigentes, en ellos no basta con tratar de

trasmitirles una información, sino que es necesario establecer un diálogo, donde puedan exponer

sus ideas, cuestionarse el contenido, discutir posiciones, lo que les permitirá continuar desarrollando

su autovaloración, autoestima y autoafirmación como personalidad.

Las condiciones materiales no son determinantes, pero sí resulta importante que aun en los casos

más difíciles, esto no debe ser una barrera para el adecuado desarrollo del proceso educativo. Una

explicación en el momento oportuno, y con argumentos convincentes hace que esta situación se

minimice y puede hasta llegar a crear una atmósfera muy positiva y lo suficientemente agradable

en el sistema de relaciones que se establezca.

Otro aspecto a tomar en consideración, que favorece la existencia de un adecuado clima

emocional, es el momento en que se desarrolla la actividad; si por ejemplo nos refiriéramos a la

clase, entonces tendríamos que decir lo siguiente: en investigaciones efectuadas se ha puesto de

manifiesto que los días más productivos de la semana son el martes y el jueves, y en cuanto al día,

los turnos de clases que resultan más efectivos son el segundo de la mañana y el que puede

aparecer en los horarios a partir de las tres (3 p.m) de la tarde.

De igual forma la etapa del curso también requiere análisis; en el caso de la primaria después

de cada una de las Semanas de Receso Docente, los alumnos que no han asistido a la actividades

de la escuela por una u otra causa, regresan con deseos e interés de continuar aprendiendo, de

volver a su escuela, de poder comunicarse con sus compañeros de aula; los que asisten tienen la

posibilidad de disfrutar de variadas e interesantes actividades programadas.

Los de los niveles superiores después de celebrar el fin de año y su coincidencia con el triunfo de la

“Revolución Socialista”, también regresan con deseos de estar en su escuela, intercambiar con

34

Page 35: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

sus compañeros de aula, de su escuela y con sus profesores lo acontecido en ese lapso de

tiempo. Sin dudas estos momentos se convierten en espacios que deben ser utilizados por los

docentes para el análisis y la reflexión tratando de propiciar el intercambio de opiniones, deseos y

aspiraciones de cada uno de los estudiantes.

El tomar en consideración el cl ima emocional, eleva la capacidad de trabajo y permite esfuerzos

inusitados, en tanto la no atención a lo emocional, puede anular las potencialidades esperadas en

relación a la dinámica de la capacidad de trabajo. Así tenemos que actividades que interesen

fuertemente, pueden convertir un lunes o un viernes en los días más maravillosos de la semana lo

que puede estar determinado por el nivel de desarrollo alcanzado.

Otro aspecto fundamental es la necesidad de utilizar un lenguaje coherente, claro sencillo y lo

suficientemente atractivo, instrumentar formas organizativas que estimulen la realización de tareas

en parejas, pequeños grupos o en equipos; asuman roles diferentes, y así manifestar hasta que

punto son responsables.

Los contenidos de aprendizaje, por lo tanto han de planificarse de forma tal que lleguen a los

alumnos, mediante la programación de actividades variadas y diferenciadas, acorde a las

potencialidades de cada uno de ellos, donde tengan la oportunidad de hacer un esfuerzo personal, y

vivenciar que pueden alcanzar niveles superiores.

La comunicación en general, se utiliza ante todo para caracterizar las relaciones interpersonales,

consiste en transmisión y aceptación de significados y posee dos aspectos: el objetal, que expresa el

contenido, y el interpretativo referido al sentido en que se trasmite ese contenido y las interrelaciones

que se establecen entre los sujetos que entran en comunicación. En el caso que nos ocupa, las que

se efectúan entre docentes y alumnos o de estos entre sí.

La base de la comunicación entonces, tendríamos que buscarla en el sistema general de significados

y las reglas de su utilización. De aquí se deriva que el intercambio de conocimientos,

consideraciones, soluciones a cuyo aseguramiento se dirige la comunicación se subordina a la

solución conjunta de la tarea y para ello es importante:

la obtención de una información suficiente y necesaria ;

la asimilación adecuada del material ;

la revelación de los nuevos conocimientos ;

la adecuada trasmisión de órdenes ;

35

Page 36: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En la dirección del trabajo pedagógico, el docente al presentar el material de estudio cualquiera

que este sea, ha de ser capaz de brindar al estudiante en cada momento, de forma directa o indirecta

( él mismo o con la utilización de otros medios) una información lo suficiente amplia, variada y

accesible para que se apropie y haga suyo el contenido, de una forma activa, tome conciencia de lo

que adquiere, que más sabe o puede hacer, qué ha cambiado para él y donde pueda experimentar

satisfacción y alegría por lo nuevo y por su enriquecimiento y se le cree la necesidad de buscar

nuevas informaciones al respecto.

Para el logro de lo anterior, la vía, el método y las formas que se utilicen resultan de gran

relevancia, en ocasiones se crea una barrera en la comunicación; esto está dada porque la

trasmisión de la orden no se efectúo adecuadamente, y el estudiante no la cumple, no porque no

quiera, sino porque no la entendió, o efectúa la tarea incorrectamente por la percepción e

interpretación que hizo de esta.

En la educación y formación de valores, y el papel de la comunicación en esta, el docente debe

garantizar en todo momento que el estudiante reflexione y tome conciencia de la necesidad y utilidad

del dominio adecuado, correcto y útil de los contenidos trabajados, lo que favorece

extraordinariamente el logro de un aprendizaje desarrollador.

No es posible planificar ni pensar en paralelo, es decir en una dirección van los conocimientos que

deben ser aprendidos en un nivel, disciplina, o una determinada asignatura y en otra dirección se

desarrollan actividades en determinados espacios, como por ejemplo: las acampadas, la atención a

jardines, parcelas, huertos, los actos patrióticos o revolucionarios, los encuentros o concursos de

conocimientos, los desfiles martianos, ( por solo citar algunas) para educar en valores.

Resulta vital y trascendental para la labor educacional el planificar, organizar y desarrollar las

actividades de forma tal que los estudiantes puedan interiorizar y hacer suyos los valores

portadores de las mismas, bien sea durante las clases, los turnos de reflexión y debate o en

cualquiera de las tareas que realicen.

En el proceso de comunicación, necesariamente el docente tiene que tener presente el hecho, de

que mediante este, le es posible el intercambio con cada uno de sus estudiantes acerca de múltiples

aspectos de sus vidas, entre los que podemos señalar:

el tipo de relaciones que establecen con sus padres y familiares;

cuáles son sus condiciones de vida ;

36

Page 37: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

las experiencias vividas ;

su manera de pensar ;

las actividades que realiza dentro y fuera de la institución ;

las representaciones posit ivas o negativas que poseen de los objetos y

fenómenos de la realidad ;

qué tipo de orientación es la que prevalece en el los y poseen una mayor

significación ;

por cuáles aspectos de la vida t ienen un mayor interés;

cuáles son sus principales conflictos y necesidades, cuyo conocimiento es de gran

importancia.

Para ello el diálogo abierto y franco donde se logre un clima de confianza y respeto mutuo,

favorece extraordinariamente el poder penetrar en el mundo interno del sujeto en formación y tomar

las medidas oportunas a tiempo.

También resulta de gran interés para el trabajo pedagógico conocer que las formas y el contenido de

la comunicación van a estar condicionadas por:

la función social del sujeto que entra en comunicación ,

la posición que ocupa en el sistema de relaciones ,

su pertenencia a una u otra comunidad ( país, provincia, zona, barrio )

Analizar lo planteado nos lleva a la consideración de que, la única actividad profesional que

depende fundamentalmente de la comunicación es la Actividad Pedagógica, es por ello que al

docente se le reconoce como un comunicador por excelencia. Independientemente de que en la

literatura, se recoge que en actividades productivas de cualquier naturaleza un gran volumen del

tiempo invertido en su organización se dedica a la comunicación.

El docente tiene la función social asignada por el Estado, de la educación y formación de las nuevas

generaciones, y es oportuno señalar que en las primeras edades de la etapa escolar como

señalamos anteriormente, su palabra se convierte en ley para el estudiante, este es percibido como el

que nunca se equivoca y siempre tiene la razón, en muchas oportunidades por encima de los padres

y familiares.

37

Page 38: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Esta posición y ascendencia privilegiada que ejerce sobre el alumnado, a veces comunicando con un

simple gesto de aprobación o rechazo, lo correcto o incorrecto de una acción, suele perderse en

ocasiones cuando se trabaja con estudiantes de niveles superiores.

Si bien es cierto, que en el sistema de relaciones y por el estatus, falsa o erróneamente se puede

llegar a considerar que el único que tiene que trasmitir el mensaje es el docente, las investigaciones

efectuadas han puesto en evidencia que en la comunicación pedagógica donde las relaciones

existentes no sólo son aquellas que se dan entre el docente y los alumnos sino también de estos

entre sí, entonces es oportuno la necesidad del intercambio de roles en estas relaciones, ya que no

se trata de trasmitir y recibir un mensaje sino de apropiarse de este.

En esta comunicación los estudiantes deben poder debatir puntos de vistas, defender criterios,

asumir posiciones, sólo así se puede hablar de una educación y formación de valores; para ello es

esencial que hagan cuestionamientos, que discutan, reflexionen, y puedan valorar el mundo

circundante, esto consecuentemente les permitirá aprender a valorarse, lo que resulta esencial para

una adecuada formación.

En el acto comunicativo el dominio y conocimiento del entorno social del estudiante, sus

características, tradiciones, costumbres, hábitos de convivencia resultan de vital interés para el

docente. Lo que éste desea comunicar sólo será efectivo si posee dominio de la imagen mental de

sus estudiantes, de sus representaciones acerca de los fenómenos de la realidad de ahí que en su

labor, tiene que lograr la existencia de la comunidad de imágenes.

Lo contrario origina que se convierta en algo ajeno a los estudiantes y de hecho algo inalcanzable; es

como si el docente hablara o tratara de comunicar en un idioma y el estudiante en otro, por lo que

no se dan las condiciones para que éste pueda recibir y hacer suyo el mensaje.

En el estudio y profundización del papel de la comunicación en el desarrollo de la vida humana

tenemos que cumple múltiples funciones, pero entre ellas se destacan:

la informativa que tiene como objetivo, la trasmisión y recepción de información ;

la reguladora que permite establecer la retroalimentación de la efectividad del

mensaje y

la afectiva valorativa que toma en consideración la esfera emocional de los que

entran en comunicación.

38

Page 39: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Estas funciones no se dan aisladas, en el acto comunicativo directo forman un todo único y en ese

acto, para una persona puede haber una transmisión de información en tanto para otra u otras puede

ser una descarga emocional.

El predominio de una u otra función va a estar condicionado entre otras causas por las

características del mensaje, la vía que se utilice y el estado emocional del que ocupe el rol de emisor

o perceptor.

Hemos abordado en general hasta aquí, aquellos aspectos que por su importancia deben ser objeto

de análisis y reflexión por los docentes en su quehacer escolar diario. A continuación profundizamos

en la clase como proceso comunicativo, por ser de hecho una de las actividades que más ocupa el

tiempo de los escolares a nivel de institución educacional y su trascendencia en la formación de la

personalidad, y de los valores como componente fundamental en la estructura de ésta.

2.2. La clase como proceso comunicativo

En este epígrafe, vamos a tratar de abordar más profundamente las implicaciones que puede tener

la clase como acto comunicativo y su importancia en la educación y formación de valores en los

estudiantes.

Estudiosos y especialistas reconocen la existencia de diferentes niveles de comunicación,

los que han de ser del dominio de los docentes, a los efectos de organizar de una manera más

eficiente su labor educativa.

La comunicación no se da siempre de la misma forma, y consecuentemente sus efectos varían en

dependencia del intercambio comunicativo y del contexto en que esta comunicación se efectúa.

Estos niveles permiten de una u otra forma ofrecer una visión de los tipos de regulación de la

comunicación, y del sistema de relaciones que se establecen en nuestro caso a nivel de aula. Resulta

importante tomar en consideración que la calidad de estas relaciones amplían o limitan el desarrollo

de los educandos que entran en comunicación, en dependencia del nivel interactivo al que se trabaje

en cada caso, es por ello que los abordamos explicitando lo que cada uno implica.

NIVELES DE COMUNICACIÓN

PRIMER NIVEL. Consiste en la trasmisión y recepción de la información y significa la

nivelación de las diferencias existentes en la información inicial de los individuos que entran en

comunicación, (en este caso maestro y alumnos) el que habla tiene una anticipación de cómo percibe

el que escucha(receptor). Este último se dedica a reconstruir el contexto de la información recibida:

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Page 40: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

idea inicial de quien habla, su experiencia y conocimiento. ( no hay una relación directa con la

actividad)

SEGUNDO NIVEL. En este se da una trasmisión y recepción mutua de significados . La

comunicación en este caso está directamente relacionada con la actividad conjunta, para solucionar

un tarea común. Conduce a cierta diferenciación de las funciones, no sólo en la actividad sino

también en la comunicación que se relaciona con ella. Se da un intercambio de conocimientos,

análisis, consideraciones, soluciones a cuyo aseguramiento se dirige la comunicación y esta se

subordina a la solución conjunta de la tarea, (solución de una tarea común).

TERCER NIVEL Se refiere a la formación y valoración común de significados, se

aspira a comprender la posición del otro, los puntos de vista recíprocos, atender las opiniones de los

demás, (aunque no se esté de acuerdo). En este nivel la comunicación se dirige a la formación de

una valoración común, de los resultados obtenidos por el aporte de cada uno de los participantes . El

proceso de comunicación posee en este caso el carácter de acuerdo, desacuerdo; contraposición de

puntos de vista, diálogo interactivo. (relación directa y una toma de posición en la actividad.)

El análisis de los tres niveles de comunicación señalados anteriormente, permiten al docente

profundizar en la importancia y trascendencia que tiene la comunicación en la formación de la

personalidad, sin dudas el tercer nivel es el que más posibilidades da en esta dirección , y en la

medida que sea posible, tomando en consideración determinadas premisas, el proceso educativo

debe organizarse en esta dirección.

Resulta importante lograr explotar al máximo el tercer nivel, a los efectos de preparar y entrenar a

los alumnos en la necesidad de aprender a asumir posiciones en la vida, donde puedan manifestarse

tal y como son y tengan además la oportunidad de confrontar con sus iguales y sus docentes sus

opiniones y reflexiones ante cualquier hecho de la vida diaria.

Indudablemente, el docente durante el desarrollo de sus clases, toma en consideración cuál de los

niveles señalados es más factible de poner en práctica, lo que está en dependencia de

determinadas aspectos entre ellos: la edad de los estudiantes, el nivel de escolaridad en que se

encuentren, el contenido que es objeto de enseñanza-aprendizaje, los avances obtenidos, las

dificultades que se mantienen, sus intereses, necesidades y motivos.

Lo planteado anteriormente, acentúa la necesidad de concebir la clase con un criterio

comunicativo, lo que supone abordarla en función de una tarea comunicativa, donde se tenga

40

Page 41: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

previsto cómo se da el flujo de información en uno u otro sentido, a qué nivel comunicativo aspiro o

me propongo se establezca el sistema de relaciones, lo que implica buscar diferentes alternativas

que exijan el desempeño de diferentes roles por los estudiantes, propiciando entre otros aspectos el

desarrollo del lenguaje oral y el escrito.

El lenguaje que utilice el estudiante durante el proceso de comunicación, constituye generalmente un

indicador que permite valorar el nivel de implicación personal y social que posee ante la tarea que

realiza. Esto requiere por parte del docente saber escuchar y dar el tiempo suficiente para que

puedan pensar y elaborar con sus palabras lo que van a comunicar bien sea en forma escrita u oral.

En la comunicación oral, es importante en el caso del docente o cualquier adulto, no perder de vista

que para que exista una adecuada y eficaz comunicación, se requiere analizar previamente aspectos

como los siguientes:

lo que se dice ;

cómo se dice ;

delante de quién se dice ;

en qué situación se establece la comunicación.

Lo señalado es necesario tenerlo en cuenta cuando estamos frente a una situación aúlica. No

siempre lo que está comunicando el docente es entendido por el estudiante; en ocasiones este no

tiene la base o dominio anterior de la materia, que le facilite la adquisición del nuevo conocimiento,

de ahí que no pueda recepcionar lo que se está trasmitiendo.

La información tiene que ser variada, diferenciada, repetida, emocionalmente significativa, utilizando

para ello varios canales, bien sean orales o escritos tales como: el contraste de colores, subrayados,

entonación de la voz, a los efectos de que el estudiante pueda captar el mensaje adecuadamente.

Para obtener resultados satisfactorios, en la labor educativa que se realiza en el aula, no siempre es

aconsejable sancionar o regañar a los estudiantes frente a personas que le resulten ajenas, esto

crea de hecho una barrera en la comunicación muy dañina tanto para docentes como para

estudiantes.

Una adecuada relación maestro alumno, logra elevar los niveles de preparación de los sujetos

que entran en comunicación, a tales efectos consideramos que esto va a estar determinado en buena

medida sí:

el maestro brinda el suficiente afecto y seguridad a sus alumnos ;

41

Page 42: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

los alumnos sienten que ocupan un lugar, y que son comprendidos ;

las tareas propuestas permiten la participación activa de todos ;

el maestro propicia actividades conjuntas, donde todos tengan una

responsabilidad que cumplir ;

se respeta la individualidad de cada estudiante y

se efectúa al terminar cada actividad una valoración y autovaloración de la

satisfacción y logros obtenidos

La motivación que el escolar llega a formar en sus interacciones con el maestro, la seguridad,

confianza y bienestar que experimente, se convierten en adquisiciones importantes para el trabajo

independiente. De igual forma permite que se vaya creando en ellos los rasgos de responsabilidad y

solidaridad, tan necesarios en todo ser humano.

Resulta necesario para una mejor comprensión de lo que tratamos de comunicar, plantear que la

Comunicación Pedagógica es un proceso que se desarrolla en el ámbito escolar, donde

interactúan básicamente el colectivo de profesores, los alumnos, los trabajadores del centro y en

alguna medida la familia, intercambiando mensajes en correspondencia con los objetivos trazados

por la institución.

Consideramos que este proceso será productivo, sólo en la medida en que exista intercambio de

roles, de mensajes y de canales de información, donde cada uno de los componentes actúe

adecuadamente, lo contrario origina ruido en el sistema y por supuesto fallas que no ayudan al

desarrollo del proceso.

Para que se de una adecuada comunicación pedagógica y por consiguiente que influya

positivamente en el desarrollo de la personalidad de los educandos, es necesario que los docentes

en primer lugar reflexionen ante las siguientes interrogantes:

¿ Durante el desarrollo de las clases en algún momento el estudiante asume el rol

de emisor?

¿ Por lo general es el maestro el que asume el papel de emisor ?

¿ Conviene que en oportunidades se efectúe un intercambio de roles?

¿ Resulta importante la función de receptor en el docente ?

¿ Qué nivel de uti l idad puede reportar el que el docente cumpla la función de

receptor?

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Page 43: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Estas y muchas más interrogantes podríamos hacer, pero nuestra intención es sólo hacer reflexionar

a los docentes al respecto. Resulta importante en el proceso comunicativo , el tomar en cuenta el

intercambio de roles, a los efectos de lograr una comunicación lo más simétrica( comunicación entre

iguales ) posible, de eso se trata. Por lo general la comunicación que se efectúa en el aula es

asimétrica, donde el docente ocupa siempre el rol de emisor y el estudiante de receptor, lo que

origina que no siempre el primero, conozca lo que piensa o siente el estudiante lo que resulta muy

perjudicial y hasta a veces engañoso de lo que se ha logrado realmente en términos de educación.

En segundo lugar, la comunicación pedagógica se logra cuando se toma en consideración todo lo

que acontece en el aula, partiendo de que esto, es el resultado del contexto socio-cultural, donde es

posible interpretar y explicar la interacción docente-alumno, y de estos últimos entre sí, para ello es

básico conocer quiénes son los participantes, en que condiciones espaciales y temporales

interactúan y qué no tienen en común. Las características de la interacción aparecen a continuación:

en la interacción maestro-alumno se da o existe una diferencia en cuanto a la

experiencia y marco de referencia y en la de alumno-alumno no hay grandes

diferencias significativas, las que se dan son producto de la experiencia familiar y

de convivencia social.

en la interacción maestro –alumno la relación social es asimétrica, en la de

alumno-alumno la relación social es simétrica, es decir se efectúa entre iguales.

Otro aspecto importante a tomar en cuenta es el relacionado con el local de trabajo del maestro,

donde la comunicación será desfavorable sí:

el número de alumnos es excesivo, bien por el tamaño del local o por la

matrícula que se asimila, lo que dificulta la relación alumno-maestro; y alumno-

alumno.

el mobiliario está dispuesto en hileras, impidiendo la comunicación cara a cara de

los estudiantes y el maestro

A qué nos referimos y llamamos la atención; al hecho de que si somos consecuente con lo planteado

hasta aquí, al docente le es imposible poder comunicarse con cada uno de sus alumnos, y muchos

de ellos sentirán de una u otra forma esa ausencia, y percibirán que no son atendidos como

quisieran; insistimos ¿es posible atenderlos a todos, cuando existen 40 o más cabecitas

siguiendo y tratando de entender lo que se quiere comunicar?

43

Page 44: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Realmente resulta muy difícil, aunque no imposible para aquellos que durante muchos años han

tenido que enfrentar esta barrera y la han tratado de vencer, con una gran maestría y amor a su

profesión, y sus resultados así lo demuestran.

Los diferentes programas de la Revolución puestos en práctica, a partir del curso 2001-2002

permiten tomar todas las medidas necesarias para dar cumplimiento a uno de ellos, el referido a

que en el nivel primario las aulas estén conformadas solamente por hasta 20 alumnos y en

secundaria hasta 30, sin dudas la existencia de este número reducido de estudiantes, se convierte

es un factor determinante para una adecuada comunicación y una mejor atención a cada uno en

particular y al grupo en general.

Lo anterior no deja de ser un nuevo y gran reto para los docentes; estas condiciones determinan y

requieren un nivel de preparación superior, precisamente por tener más tiempo para cada alumno en

particular. Las actividades planificadas tienen que responder a las exigencias y nivel de desarrollo de

cada cual y lograr que en todo momento sienta la necesidad de trabajar en función del nivel de

desarrollo alcanzado.

La comunicación en estas nuevas condiciones, constituye el arma fundamental para

aspirar a la equidad y la atención a la diversidad,

El mobiliario dispuesto en hilera, es característico de una clase tradicional, donde el docente es quien

informa, comunica, dice y el alumno recepciona, escucha, pero sin la oportunidad de esa

comunicación verbal y extraverbal(con el resto de los que participan en la clase), cara a cara que se

trasmite en gestos y expresiones; de los efectos que origina el mensaje emitido, y consiguientemente

permite una retroalimentación directa de la percepción obtenida por cada uno de los estudiantes que

entran en comunicación.

Estos y otros factores cuando no se dan positivamente pueden estar limitando una buena

comunicación, de ahí la importancia de tomarlos en cuenta y tratar de llevarlos a su mínima

expresión, lo que permite hacer más efectivo el acto comunicativo.

El docente tendrá presente siempre, que el no trabaja con un solo individuo sino con un grupo, de

ahí que el contenido, la frecuencia y la modalidad de la comunicación, van a estar afectadas de una

u otra forma, por el nivel de desarrollo alcanzado por el grupo escolar en un momento determinado.

El trabajo del docente, debe estar dirigido a lograr la mayor comunidad posible, en los objetivos que

los alumnos se propongan alcanzar, lo cual se facilita cuando se conocen sus intereses, las

44

Page 45: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

particularidades de la edad y se propicia una buena interacción maestro alumno, y alumno -alumno.

Los logros alcanzados determinan que el grupo pueda convertirse en un verdadero colectivo, para

ello es necesario una labor dirigida a desarrollar entre otras, las características que expresamos a

continuación:

la existencia de relaciones posit ivas altamente apreciadas ;

una gran unidad en la orientación y valoración de sus integrantes ;

identif icación emocional y afectiva en todos sus integrantes ;

que cada uno de los miembros posea una autodeterminación individual pero con

una orientación colectivista ;

que los actos de comunicación estén centrados en la tarea, buscando las mejores

vías para alcanzar los objetivos propuestos ;

que cada miembro sea capaz de valorar su trabajo y el de los demás con un

sentido crítico ;

que se analice los errores cometidos a tiempo ;

que cada integrante desarrolle el sentimiento de pertenencia al grupo;

que se tracen metas comunes, donde cada miembro tenga la posibilidad de poder

demostrar sus potencial idades.

Si analizamos lo planteado, en correspondencia con el objetivo de este capítulo podemos apreciar,

cómo en las características señaladas está presente una educación y formación en valores como

son: la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad, la laboriosidad, por sólo hacer referencia a

algunos de ellos. Además también se desarrollan los sentimientos de identidad y pertenencia con los

que lo rodean y cómo la comunicación juega un rol determinante en esta dirección.

El poder lograr lo anterior sólo es posible mediante un trabajo encaminado con estos propósitos,

donde esté presente la crítica y autocrítica constructiva, se converce sistemáticamente de

necesidades e intereses comunes; se llegue a acuerdos de:

¿ qué?

¿ cuándo? y

¿ cómo hacer?

Sin dudas estas premisas tomadas en consideración por los docentes y dirigentes institucionales,

permiten que cada estudiante pueda aportar y sienta que ocupa un espacio; que se le haga

45

Page 46: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

consciente de la acción incorrecta realizada, con la certeza que cuenta con el apoyo de su grupo

para erradicarla; donde cada uno tenga la posibilidad de ser escuchado; y esté presto ayudar a

aquél que lo necesite.

Lo contrario origina tensiones grupales, inadecuadas relaciones con los que le rodean bien sean

compañeros de aula, docentes o directivos y consecuentemente el surgimiento del egoísmo,

individualismo, favoritismo y manifestaciones de serios errores en la conducción del proceso, y un

producto terminal no acorde con lo esperable.

Finalmente consideramos que el viejo refrán “ Hablando las personas se entienden” cobra

cada vez más importancia y trascendencia en la educación de las nuevas generaciones y el docente

ha de tenerlo como premisa para obtener éxitos en su labor.

CAPÍTULO 3. LAS INSTITUCIONES SOCIALIZADORAS : SU IMPORTANCIA PARA

EDUCAR Y FORMAR VALORES.

Introducción

En los capítulos anteriores, abordamos algunos aspectos muy relacionados con el contenido que

pretendemos desarrollar en éste, y está determinado por el nivel de complejidad que posee la

problemática en la que incursionamos y las necesarias interrelaciones existentes entre los diferentes

agentes sociales para poder educar y formar valores en las nuevas generaciones.

La educación es tarea de todos, repetimos constantemente o a diario en Cuba, es cierto y aunque

todas y cada una de las instituciones socializadoras: familia, escuela y comunidad tienen en este

sentido una responsabilidad común, también poseen diferencias y especificidades al respecto.

Con relación a lo que tienen de común, podemos señalar que tanto la familia, la escuela como la

comunidad son instituciones socializadoras, todas tienen como objeto de acción un individuo en

particular, o un grupo en general, así como las relaciones e interacciones que se dan como seres

humanos. Por otra parte tienen la responsabilidad de orientar, trasmitir normas, tradiciones,

costumbres, hábitos, conocimientos y de una u otra forma establecer pautas para un comportamiento

adecuado, así como lograr la interiorización y apropiación en los más jóvenes de aquellos valores

consustanciales a la sociedad en que viven.

Entre las diferencias podemos señalar como un hecho el que cada institución tiene un encargo

social, que como educadores no podemos obviar. Así tenemos que en la familia, se desarrolla por

lo general un proceso de educación de los hijos un tanto espontáneo, con cierta sistematicidad, y con

46

Page 47: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

una carga afectiva sin lugar a dudas muy fuerte. Para nadie es un secreto expresiones como “ mi

familia es lo primero”, o simplemente “esa es mi familia y la defiendo por encima de todo”. Basta

reconocer que es la institución que ha prevalecido y ha estado presente con mucha fuerza en todas

las formaciones económicas –sociales existentes por difíciles que estas hayan sido.

No pretendemos abordar en este texto con el nivel de profundidad requerido, la importancia que tiene

la familia en la formación de las nuevas generaciones pero sí alertar al respecto. Cualquier trabajo

educacional que se realice en un determinado nivel de enseñanza, necesariamente tiene que

partir del conocimiento de cuál es el medio familiar de cada uno de los estudiantes que tienen en sus

aulas, su desconocimiento sería un error, tanto para los docentes como para los directivos

En la institución educacional, el proceso educativo es planificado, organizado, dirigido

conscientemente, con objetivos definidos, determinados por los programas de cada nivel, grado o

asignatura, donde por lo general se enfatiza en los procesos intelectuales,(léase cognoscitivos,

conocimientos) sin tomar en consideración que tienen ante sí una personalidad en formación, y para

lo cual es necesario trabajar en lo cotidiano, sin forzar lo que aporta en términos educativos y

formativos el contenido de cada una de las asignaturas, pero sin olvidar lo que aporta el estilo y las

condiciones con que se realiza el aprendizaje.

Es muy enriquecedor, poder vivenciar en la práctica, lo que realizan muchos docentes en este

sentido, por ejemplo, que en una clase de Matemática sean capaces de relacionar un hecho

histórico con el contenido a desarrollar. Para ello simplemente mandan a sus alumnos de tarea

buscar una determinada efemérides, y a partir de esta iniciar su clase, lo que origina una gran

motivación por lo nuevo a aprender. No obstante siempre debe ser posible vivenciar clases, en la

que los alumnos participen e interactúen, colaboren entre sí y donde el amor y el respeto al otro

estará siempre presente.

En la comunidad, barrio o zona, se da un proceso educativo mucho más espontáneo, con

características asistemáticas no formales, donde se pone énfasis en tradiciones y costumbres,

formas de vida y normas de conducta (sobre todo en los municipios, y en algunos barrios en el caso

de Cuba). Las relaciones que se establecen, por lo general resultan un tanto formales entre las

instituciones y las afectivas van a estar determinadas por los vecinos y amigos del barrio.

Los programas de carácter intersectorial determinan unas formas más positivas de relaciones entre

las diferentes instituciones, que tienen como consecuencia una influencia educativa superior para

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Page 48: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

todos los participantes, las experiencias obtenidas en programas como Para la Vida y Educa a tú

Hijo aportan valiosos ejemplos en esta dirección.

A continuación profundizamos en la labor a realizar en cada una de las instituciones a las que

hicimos referencia, tratando de ser lo más objetiva posible.

3.1. La labor de la institución educacional

Anteriormente de una u otra forma, ya hemos abordado lo que vamos a presentar con un mayor

nivel de profundidad en este capítulo, lo hacemos con la intención de que resulte una guía de

consulta, análisis y toma de posición para los trabajadores de la educación en general y en particular,

para los dirigentes de las instituciones y los docentes que día a día, tienen la inmensa

responsabilidad de ser ejemplos a seguir para cada uno de los cerebros pensantes que tienen

en sus manos, y a los que deben conducir acertada y adecuadamente.

Tal vez pudiéramos pensar que es una exageración el término utilizado, pero la escuela es la

institución donde se dan determinadas condiciones que le permiten asumir esa responsabilidad, y al

respecto nos preguntamos:

¿no es en la institución educacional donde pasan la mayor parte del tiempo los

niños, adolescentes y jóvenes ? ¿ entonces?

¿de quién reciben la mayor inf luencia, después de su ingreso en la institución

educacional ? Independientemente de lo que han incorporado y recibido en el

hogar.

Pudiéramos ilustrar el argumento anterior con lo siguiente: Rafael Ma de Mendive fue el maestro

de José Martí, el que lo enseñó a pensar; a estar en contra de la injusticia y la explotación de los

pobres; algo similar sucedió con Simón Rodríguez, el gran querido, admirado y respetado

maestro del libertador de América Simón Bolivar.

Esto nos lleva a afirmar sin temor a equivocarnos, de que a la escuela , le corresponde desempeñar

un papel determinante en la educación y formación de valores; para ello es necesario efectuar

transformaciones en el trabajo educacional que se realiza, por lo que resulta fundamental orientar y

planificar éste, de forma tal que permita potenciar en cada estudiante, aquellos aspectos que le

permitan conocer de una manera más significativa, el momento histórico que vive.

En la institución educacional, el docente es el máximo responsable de la educación de sus alumnos,

y la clase (como señalamos en capítulos anteriores) ofrece múltiples alternativas y posibilidades para

48

Page 49: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

lograrlo. Durante su desarrollo se deben efectuar los ajustes o adecuaciones correspondientes entre

los contenidos que se imparten y las características del grupo hacia el cual se dirigen; la situación

social en que viven, así

como el medio familiar de cada estudiante.

En dependencia de la edad, en cada nivel, grado y aula, reciben sus clases, alumnos que ya tienen

una experiencia anterior, y traen por lo general interiorizado un conjunto de normas, hábitos,

intereses, tradiciones, sentimientos, actitudes, y determinadas orientaciones valorativas que han

hecho suyos, por diferentes vías.

Para el docente, le es de gran utilidad y necesidad conocer esto, pues a partir de ahí es que puede

planificar y organizar realmente un trabajo diferenciado, tomando en cuenta cuáles son las

semejanzas y las diferencias de cada uno de sus alumnos. Lograr lo anterior, a nuestro juicio es

posible, si se efectúa un verdadero diagnóstico integral de los alumnos.

En esta dirección proponemos una metodología que ha demostrado ser un instrumento valioso en

diversas investigaciones realizadas, y utilizada actualmente algunos de sus aspectos por docentes

y que ofrece en alguna medida, los elementos básicos para conocer mejor a cada uno de los

alumnos.

En la elaboración de esta propuesta se toma como fuente de información el estudio, y análisis de los

siguientes materiales:

La metodología para caracterizar al alumno, en el estudio longitudinal del niño cubano de 7 años

efectuada en el año 1980.

El libro editado por un colectivo de autores del ICCP. 1994. (impresión ligera) La escuela y los

problemas de la formación del hombre. Capítulo V. Control y evaluación de los resultados de la

educación.

La caracterización psicopedagógica orientada por la enseñanza primaria durante el curso 1996-

1997.

El Seminario Nacional para Educadores. Editado en tabloide por el periódico Juventud Rebelde.

Noviembre del 2001

Los aspectos que aparecen recogidos en el antiguo y en el vigente,( cuando se escribe este

texto) Expediente Acumulativo del Escolar.

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Page 50: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

A partir del análisis, valoración y procesamiento de la información obtenida, decidimos elaborar el

material que a continuación exponemos, con la intención de que pueda ayudar a todos los que tienen

en sus manos esta inmensa labor.

A manera de Introducción, partimos de la premisa de que en el proceso de organización de la

actividad educativa y para poder desarrollar el programa dirigido a la formación de valores , la

disciplina y la responsabilidad ciudadana, según se expresa en la Resolución Ministerial 90 del 1998,

y los diferentes Programas de la Revolución puestos en práctica en los últimos años, es importante

tener en cuenta las características individuales y las propias diferencias regionales, sociales y de otro

tipo, que se dan en el quehacer educacional.

Cada niño tiene sus ideas, sus sentimientos, sus sueños y se distinguen unos de otros por su

temperamento, el carácter, las capacidades, sus intereses, aspiraciones, motivaciones, sus

orientaciones valorativas y la forma en que cotidianamente actúa.

El conocerlo, le permite al docente, estar más preparado para garantizar el trato individual a cada

uno, cumplir el principio del humanismo, poder manifestar amor y respeto hacia ellos, así como

la preocupación diaria por su educación y desarrollo.

Para dirigir el proceso educativo y valorar objetivamente los resultados y la eficiencia alcanzada,

necesariamente hay que efectuar el estudio integral del grupo en general y de cada estudiante en

particular, para ello es fundamental conocer sus intereses, aspiraciones, deseos; y poder penetrar en

su mundo interno, en la búsqueda de las causas que lo hacen actuar o sentir en una u otra

dirección.

Lo anterior supone también, el conocimiento de las particularidades de las edades de los alumnos

con los cuales se trabaja, lo alcanzado en las etapas escolares anteriores, el sistema de relaciones

que establece con compañeros de su grupo, aula, escuela, los demás docentes y trabajadores de la

institución, sus padres y con otros grupos o adultos.

Este conocimiento permite al docente, contar con una información valiosa acerca de aspectos

generales importantes de cada escolar y del nivel de educación y formación real alcanzado. Los

prepara para el enfoque individual en el planteamiento de cada tarea y conducir y desarrollar los

rasgos y cualidades necesarias de la personalidad en formación. En unos habrá que ayudarlos a

eliminar en lo posible la falta de decisión, agresividad, timidez y en otros, tal vez, el exceso de

seguridad y confianza en sí mismo, la desorganización o la irresponsabilidad.

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Page 51: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Queremos alertar que los docentes, ante sí tienen no una, sino varias personalidades en formación a

las que tienen que dedicar lo mejor de sí; de ahí que el conocer la individualidad de cada uno

favorece la búsqueda de las mejores vías y alternativas para conocer, caracterizar y diagnosticar al

grupo en su totalidad.

Es vital conocer quiénes son los alumnos aventajados, los rezagados, o los indisciplinados y

desorganizados que van a recabar una mayor atención en la búsqueda de las causas, que pueden

estar originando dificultades de aprendizaje o conductas incorrectas, para poder planificar más

adecuadamente las diferentes actividades y tomar las medidas a tiempo.

Esto unido al conocimiento de las formaciones en desarrollo, lo esperable en correspondencia con la

edad, las características del medio familiar y social en el que se desenvuelven, deben ser la base en

que el maestro sustente la planificación, organización y dirección de su trabajo.

Para efectuar el diagnóstico integral de los alumnos previamente se requiere tener los datos

generales de cada uno de ellos y de las características de su entorno más próximo, esta

información permite conocer de manera general rápidamente, con que tipo de alumno se trabaja,

además de poder efectuar perfiles a nivel de aula o de escuela y favorece la interpretación de las

apreciaciones hechas en cada uno de los indicadores y de las dimensiones que proponemos se

evalúen o el docente realice. Los más utilizados son entre otros: edad, sexo, raza, y grado que

cursa.

En relación al entorno más próximo : núcleo en que convive ( quiénes y cuántos), posición que

ocupa en relación al resto de los hermanos o hermanas en el hogar , nivel cultural y ocupación de los

padres o personas con las que vive. Esta información resulta muy valiosa para todos aquellos

docentes que se propongan efectuar un trabajo educacional cada día más eficiente.

A continuación presentamos las posibles dimensiones,(aspectos, o áreas a explorar) y sus

correspondientes indicadores que pueden ser utilizados por los docentes :

I. Desarrollo Físico y Estado de Salud. La salud física es condición indispensable para

un adecuado desarrollo y aprendizaje, de ahí que contar con datos lo más exactos posible de

cada alumno, permite al docente tomar las medidas necesarias en cada caso.

II. Situación de Aprendizaje. El conocer la capacidad de aprender de sus alumnos , resulta

fundamental, ya que en la medida que cada uno logre, o no interés por la tarea propuesta,

razone, memorice, atienda, y se concentre adecuadamente, son indicadores de avances o

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Page 52: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

retrocesos y le informan al maestro en que dirección instrumentar nuevas y variadas formas

de organizar el proceso docente-educativo.

III. Actividad Social. El nivel de educación alcanzado por los alumnos se pone de manifiesto,

cuando este es capaz de aplicar en su conducta diaria los conocimientos, hábitos y

habilidades logrados en su proceso de formación. Cuando demuestre en acciones concretas

que posee sentimientos y actitudes positivas, hábitos estables de conducta y una posición

activa en su vida, familiar, escolar y social. El docente necesita conocer la actitudes

manifiestas de cada uno de sus alumnos ante el grupo, la escuela, los que lo rodean, sus

aspiraciones, sus orientaciones de valor, sus deseos, así como el dominio y grado de

participación en la vida, política, económica y social de su país.

IV. Particularidades del carácter. El docente al tener ante sí a un grupo, debe dominar

cuáles son aquellos más reflexivos, extrovertidos, equilibrados y que por lo general se

muestran optimistas, alegres y cooperativos en cualquier tarea. Pero existen también los que

muestran una constante agresividad, son impulsivos o lo que resultan muy introvertidos y

resulta más difícil poder conocer lo que sucede en su vida interna. Este conocimiento lo

orienta a seleccionar a los que pueden dirigir una actividad en un momento determinado y

quiénes pueden hacerlo en otro, a quiénes les resulta más fácil establecer relaciones y a

quiénes hay que orientarlos más y prepararlos para ello. Bien orientados y guiados, cada uno

puede jugar el papel protagónico que le corresponde en su grupo, e incorporar

paulatinamente aquellos rasgos del carácter más positivos e ir minimizando los negativos.

V. Condiciones de Vida y Educación en la Familia. El medio familiar en que transcurre la

vida del estudiante, tiene una gran influencia en su educación y desarrollo. Este conocimiento

en manos del maestro, es un arma poderosa para poder actuar más objetiva y consciente

en cada caso.

A continuación exponemos los Indicadores que pueden ser objeto de evaluación en cada una de

las Dimensiones propuestas. El docente con su experiencia personal y práctica diaria, hará uso

de unos u otros, según los considere válidos y necesarios.

1. Desarrollo Físico en correspondencia con la edad y Estado de Salud.

Talla

Peso

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Page 53: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Desarrollo motriz

Estado de salud (padecimientos crónicos)

Hábitos higiénicos

2. Situación de aprendizaje

Resultados académicos

Repitencia

Capacidad para aprender (razonamiento, concentración, atención, actitud ante las dificultades

de aprendizaje)

Participación en clases

Interés por el estudio

Capacidad de trabajo(rapidez y corrección)

Desarrollo de habilidades (comunicativas, intelectuales, prácticas...)

3. Actividad Social

Actitud ante la vida del grupo, la escuela y los que lo rodean

Relaciones que establece con sus compañeros y maestros

Aspiraciones y deseos

Comportamiento social (hábitos de cortesía, respeto y formas de expresión)

Conocimiento y participación en la vida social de su entorno y su país

4. Particularidades del carácter

Rasgos positivos ( reflexivo, extrovertido, equilibrado...)

Rasgos negativos ( agresivo, impulsivo, introvertido ..)

Estado de ánimo predominante:( alegre, triste, huraño, seguro, optimista, quejoso..).

5. Condiciones de Vida y Educación en la Familia

Tipo de vivienda

Hacinamiento

Condiciones higiénico sanitarias

Medios de existencia material en el hogar

Estatus familiar

Función bio-social

Función educativa (comportamiento social, político y moral)

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Page 54: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Expectativas mutuas(de los padres hacia los docentes y a la inversa)

El docente que se encuentra en una constante interacción con sus alumnos, toma como fuente

fundamental de información, los resultados de la actividad que realiza el propio alumno y la

observación y análisis de sus conocimientos, emociones, satisfacción o conducta, en situaciones

diversas. Esto supone una percepción organizada, sistemática y dirigida hacia los aspectos que así

lo requieran, lo que no niega la posible utilización de entrevistas, el uso de guías para registrar la

observación , test situaciones y pruebas sociométricas entre otras.

A los efectos de facilitar la labor del docente, a continuación exponemos las posibles formas de

evaluar las dimensiones propuestas, precisando sus correspondientes indicadores así como las

categorías a utilizar.

1.- Desarrollo Físico y Estado de Salud

Se recogerá:

Talla ----- peso ------ Correspondencia con la edad cronológica del alumno, utilizando las

categorías:

Muy Buena (MB) Coincide con lo esperado.

Buena (B) Coincide pero con escaso margen por encima o por debajo.

Regular (R) Tendencia a desviarse significativamente de lo esperado.

Deficiente (D) Diferencia marcada por encima o por debajo.

En el desarrollo motriz se evalúa:

Muy Bueno(MB) El que se destaca notablemente por lo adecuado de sus posturas, sus

posibilidades de movimiento y la calidad de la escritura.

Bueno(B) El que asume una postura aceptable al igual que sus posibilidades de movimiento y de

su escritura.

Regular( R) El que presenta algunas dificultades en las posturas que asume, sus movimientos y

su escritura.

Deficiente(D) El que presenta serias dificultades tanto en las posturas que asume, como en sus

movimientos y en su escritura.

El conocer el estado de Salud del estudiante, ayuda al docente a orientarse en los niveles de

exigencias que tendrá para cada caso, para ello evalúa:

Muy Bueno (MB) Cuando su salud favorece notablemente sus posibilidades de aprendizaje.

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Page 55: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Bueno (B) Cuando su salud no limita sus posibilidades de aprendizaje.

Regular (R) Cuando tiene problemas de salud que interfieren en algunas ocasiones su aprendizaje.

Deficiente (D) Cuando su salud limita sus posibilidades de aprendizaje.

En los hábitos higiénicos se toma en consideración:

Muy Bueno (MB) Por encima de lo esperado para su edad.

Bueno(B) Lo esperado para su edad.

Regular(R) No ha logrado algunos de los hábitos esperados para su edad.

Deficiente (D) Muy pobres los hábitos esperados para su edad.

2.- Situación de aprendizaje. En esta dimensión son varios los indicadores que deben ser objeto

de evaluación por parte del docente, los que proponemos son los siguientes:

Con relación al resultado académico, se ubica al alumno de acuerdo a las evaluaciones

obtenidas de la siguiente forma:

Excelente (E) el que obtenga entre 90 y 100 puntos.

Muy Bien (MB) El que obtenga entre 80 y 89 puntos.

Bien (B) El que obtenga entre 70 y 79 puntos.

Regular (R) El que obtenga entre 60 y 69 puntos.

Insuficiente (I) El que obtenga menos de 60 puntos.

En la evaluación de la repitencia tiene gran importancia las causas que la originan. Estas

pueden estar determinadas por: el ritmo de aprendizaje, enfermedad prolongada, ausencia por

situaciones familiares, traslado de centro, incorporación tardía, abandono pedagógico, abandono

familiar, inadaptación escolar. En este indicador proponemos la siguiente escala:

Muy Bien (MB) No ha repetido nunca.

Bien (B) Ha repetido una sola vez por causas ajenas a problemas de aprendizaje.

Regular (R) Ha repetido una vez por problemas de aprendizaje.

Deficiente (D) Ha repetido más de una vez por problemas de aprendizaje.

Para evaluar la capacidad de aprender, el docente debe analizar, las características

significativas y estables en todo lo concerniente al razonamiento, concentración, atención y

actitud ante la dif icultad de aprender:

Para el razonamiento puede considerar:

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Page 56: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Muy Bien (MB) El que se destaca notablemente por entender, interpretar y captar con rapidez las

ideas esenciales.

Bien (B) El que de una manera aceptable, logra entender, interpretar y captar con cierta rapidez las

ideas esenciales.

Regular (R) El que tiene algunas deficiencias para entender, interpretar y capta con poca rapidez

las ideas esenciales.

Deficiente (D) El que tiene muchas deficiencias y apenas logra entender, interpretar y apenas

capta las ideas esenciales.

Al evaluar la concentración y atención el docente otorga:

Muy Bien (MB) Cuando se destaca por el poder de concentración y atención que logra en la

realización de la actividad.

Bien (B) El que de una manera aceptable logra concentrarse y mantiene la atención en la

realización de la actividad.

Regular (R) El que le cuesta trabajo concentrarse en la tarea y se dispersa con facilidad.

Deficiente (D) El que es muy inestable y apenas se concentra en la realización de la actividad.

La actitud ante las dif icultades de aprendizaje , que manifiesta el alumno, le dan al docente

una pauta de cómo actuar. Para ello considera:

Muy bien (MB) El que se esfuerza mucho y constantemente solicita apoyo cuando afronta una

dificultad que no puede resolver por sí solo.

Bien (B) El que se esfuerza, pero solicita apoyo sólo en ocasiones cuando afronta una dificultad

que no puede resolver por sí solo.

Regular (R) El que no siempre se esfuerza, y pocas veces solicita apoyo cuando afronta una

dificultad que no puede resolver por sí solo.

Deficiente (D) El que no hace ningún esfuerzo, y nunca solicita apoyo ante las dificultades que se

le presentan.

La participación en clases de los alumnos, permite al docente, una retroalimentación directa de

cómo marcha el proceso de aprendizaje, de ahí la necesidad de tomarla en consideración, la cual

puede valorarse como sigue:

Muy bien (MB) El que siempre participa y se destaca dando respuestas acertadas a las exigencias

de las tareas.

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Page 57: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Bien (B) El que participa de una manera aceptable en la clase y suele dar respuestas acertadas a

las exigencias de las tareas.

Regular (R) El que participa en ocasiones en la clase y comete algunos errores en las respuestas

que ofrece.

Deficiente (D) El que apenas participa, sólo a instancias del maestro que insiste en ello, y cuando

lo hace comete errores en las respuestas que ofrece.

NOTA. (En este indicador, quisiéramos llamar la atención de aquellos alumnos que por diferentes

causas, o características de su personalidad, no participan sistemáticamente de una manera verbal,

pero por las expresiones o gestos comunican estar al tanto de todo lo que acontece y sus

resultados así lo demuestran. La participación no es siempre comunicarse verbalmente, por muy

necesario que sea para el desarrollo del grupo).

Muy unido a la participación en clases, está el interés por el estudio, el maestro para valorarlo

tendrá en cuenta:

Muy Bien (MB) El que se destaca por la búsqueda y el esfuerzo para lograr la solución correcta a

las tareas y aportar nuevas ideas a los contenidos de estudio.

Bien (B) El que busca y se esfuerza para lograr la solución correcta a las tareas y aporta nuevas

ideas a los contenidos de estudio.

Regular (R) El que no siempre busca y se esfuerza para lograr soluciones correctas a las tareas

y sólo en ocasiones aporta nuevas ideas a los contenidos de estudio.

Deficiente (D) El que apenas busca y se esfuerza por lograr soluciones correctas a las tareas y

manifiesta gran despreocupación por el contenido de estudio.

La capacidad de trabajo, se evalúa tomando en consideración dos aspectos básicos: la rapidez

en la ejecución de la tarea y el número de respuestas correctas alcanzadas. El docente, al valorar a

sus alumnos debe tener presente:

Muy Bien (MB) El que se destaca notablemente ya que necesita muy poco tiempo para solucionar

correctamente todos los ejercicios propuestos. .

Bien (B) El que se ajusta en tiempo a la media del grupo y soluciona correctamente todos los

ejercicios propuestos.

Regular (R) El que cuando se siente presionado por el tiempo suele cometer errores en la

solución de los ejercicios propuestos.

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Page 58: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Deficiente (D) El que requiere de mucho tiempo y por lo general no soluciona los ejercicios

propuestos o lo hace con errores.

El nivel de desarrollo de habilidades que posee cada alumno, es un indicador necesario a tomar

en consideración. Se señalan las comunicativas, intelectuales y prácticas por considerarlas

fundamentales. El docente debe incorporar y valorar en el diagnóstico que efectúe aquellas otras

que sean necesarias, en dependencia del nivel o del tipo de centro en que labore.

Así considera:

Muy Bien (MB) El que en todo momento se destaca por el dominio y precisión en la utilización de

la habilidad.

Bien (B) El que demuestra tener dominio de la habilidad y comete ocasionalmente algún error en su

utilización.

Regular (R) El que tiene un dominio insuficiente de la habilidad y comete errores frecuentes en su

utilización.

Deficiente (D) El que tiene serias dificultades en el dominio y en la utilización de la

habilidad.

3.-Actividad Social. Esta dimensión tiene como propósito fundamental, el poder valorar lo más

objetivamente posible, el sistema de relaciones que posee cada alumno, la actitud que asume en la

actividad que realiza en su vida cotidiana, las relaciones que establece, sus aspiraciones y deseos,

su comportamiento y las formas de expresión que utiliza y finalmente el conocimiento y la

participación en la vida social de su entorno y país.

En la actitud ante la actividad se considera:

Muy Bien (MB) El que se destaca notablemente por su participación y colaboración activa y

sistemática en todas las tareas del grupo, la escuela u otras que se organicen en su cuadra o barrio.

Bien (B). El que mantiene una participación aceptable y colabora activamente en todas las tareas

del grupo, la escuela u otras que se organicen en su cuadra o barrio.

Regular (R). El que apenas participa y colabora en ocasiones en las diferentes tareas que se

organizan.

Deficiente (D) El que no participa y aún utilizando diferentes alternativas no colabora en las

diferentes tareas que se organizan.

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Page 59: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Las relaciones que establezca cada alumno con sus compañeros de aula, de la escuela, con sus

maestros y trabajadores en general, son un indicador del nivel de socialización y desarrollo

alcanzado.

Al valorar a los alumnos puede considerar:

Muy Bien (MB) El que se destaca por establecer relaciones de camaradería, en una atmósfera

adecuada de comprensión y tolerancia ante los que le rodean, en cualquier actividad que realice.

Bien (B) El que establece relaciones aceptables de camaradería, en una atmósfera de comprensión

y tolerancia ante los que le rodean, en cualquier actividad que realice.

Regular (R) El que establece relaciones medianamente adecuadas, y sólo en ocasiones logra

comprensión y tolerancia ante los que le rodean en alguna de las actividades que realice.

Deficiente (D) El que le cuesta mucho trabajo establecer relaciones, o no logra una adecuada

comprensión y tolerancia ante los que le rodean en la actividad que realice.

El conocer y poder valorar los niveles de aspiraciones y deseos que presentan los alumnos,

permite penetrar en su mundo interno, satisfacer las expectativas de cada uno o hacerlos conscientes

de sus posibilidades y limitaciones reales, evitando así a tiempo los posibles fracasos, par ello el

docente puede proceder otorgando:

Muy Bien (MB) El que se destaca notablemente por poseer aspiraciones y deseos positivas en

correspondencia con las necesidades sociales y trata siempre de alcanzarlos.

Bien (B) El que posee aspiraciones y deseos positivas en correspondencia con las necesidades

sociales y trata siempre de alcanzarlos.

Regular (R) El que posee aspiraciones y deseos positivas, pero no hay una total correspondencia

con las necesidades sociales y se esfuerza poco por alcanzarlos.

Deficiente (D) El que sus aspiraciones y deseos son muy limitados, y tienden a ser negativos.

El comportamiento social tiene entre sus expresiones más evidentes, aquellas conductas que la

sociedad, mediante los diferentes sistemas de influencias, promueve y valora positivamente.

Para evaluar este aspecto el docente considera:

Muy Bien (MB) El que se destaca por su educación y por el respeto a sus coetáneos y adultos que

lo rodean, utiliza normas de cortesía adecuadas y se expresa correctamente en correspondencia con

su edad.

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Page 60: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Bien (B) El que posee una educación y respeto aceptable a sus coetáneos y los adultos que lo

rodean, utiliza por lo general normas de cortesía adecuadas y se expresa correctamente.

Regular (R) El que en ocasiones demuestra incorrecciones o deficiencias en los aspectos

señalados en las categorías anteriores.

Deficiente (D) El que presenta sistemáticamente muchas deficiencias e incorrecciones en los

aspectos que se evalúan.

El conocimiento y la participación del alumno en la vida económica, política y social de su

entorno y sus país, son un indicador de cómo transcurre su vida ciudadana, para ello es necesario

tomar en consideración su correspondencia con las posibilidades del desarrollo alcanzado en el nivel

en que se encuentre. El docente para efectuar la evaluación de cada uno otorga:

Muy bien (MB) El que se destaca notablemente por dominar la situación económica, política y

social de su país y de su entorno más cercano, y participa activa y sistemáticamente en las

actividades políticas, patrióticas, laborales y otras que se organizan.

Bien (B) El que tiene un dominio aceptable de la situación económica, política y social de su país y

de su entorno, participa con bastante frecuencia en las diferentes actividades que se organizan.

Regular (R) El que posee poco dominio de los aspectos planteados en las categorías anteriores y

no participa sistemáticamente en las actividades que se organizan.

Deficiente (D) El que no domina los aspectos señalados anteriormente y cuando participa en las

actividades, lo hace por obligación de una manera formal o mecánicamente.

4.- Part icularidades del carácter . Esta dimensión resulta importante tomarla en consideración

a los efectos de poder ayudar a los estudiantes en su educación y formación, para ello proponemos

utilizar la siguiente escala:

Muy Bueno (MB) El que se destaca notablemente por poseer un dominio emocional adecuado y

asume todas las tareas con seguridad y optimismo.

Bueno (B) El que posee un dominio emocional aceptable y asume las tareas generalmente con

seguridad y optimismo.

Regular (R) El que no siempre logra controlarse y cuando asume alguna tarea lo hace con cierto

pesimismo o inseguridad.

Deficiente (D) El que apenas logra controlarse y cuando asume alguna tarea lo hace por obligación

y así lo manifiesta.

60

Page 61: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

5.- Condiciones de vida y educación en la familia

Investigaciones realizadas en el último quinquenio, han puesto de manifiesto que no siempre los

factores de riesgo en los estudiantes se encuentra en hogares cuyas condiciones resultan poco

favorables físicamente. Independientemente de esto, resultan importante conocerlas y dominar entre

otros aspectos: el tipo de familia; su comportamiento social, político y moral; cómo cumplen su

función bio-social y la educativa, así como las expectativas que con relación a la vida poseen los

integrantes del núcleo familiar y su coincidencia o no con las que poseen los docentes.

Esta información puede ayudar en un momento determinado a buscar las posibles causas de

cambios, bajo rendimiento académico o desajustes tanto emocional como conductual en los

alumnos.

En el t ipo de vivienda, se evaluará:

Muy Bien(MB) Vive en casa o apartamento amplio, con un buen estado constructivo y condiciones

higiénico-sanitarias excelentes.

Bien (B) Vive en una casa o apartamento de tamaño adecuado al núcleo, en buen estado

constructivo y condiciones higiénicas-sanitarias aceptables (servicio sanitario y agua potable)

Regular (R) Vive en una casa o apartamento de dimensiones limitadas, con algunas deficiencias

en el estado constructivo y/o condiciones higiénico-sanitarias poco adecuadas.

Deficiente (D) Vive en ciudadela, cuartería o en casa o apartamento en muy mal estado

constructivo y precarias condiciones higiénico-sanitarias.

En el hacinamiento se tendrá en cuenta: el número de habitaciones para dormir existente y el total

de los miembros de la familia, para ello el docente atorga:

Muy Bien (MB) Una o dos personas por habitación.

Bien (B) Hasta tres personas por habitación con espacios adecuados.

Regular (R) Dos o más personas en todas las habitaciones.

Deficiente (D) Cuatro o más personas en una o más habitaciones.

En relación a los medios de existencia en el hogar es suficiente recoger la información acerca

de la tenencia de: cocina, radio, televisor, refrigerador, (funcionando) así como otros, en los que

pueden incluirse ventilador, lavadora, grabadora, video, computadora, aire acondicionado, juegos

electrónicos. Se registra en las categorías Sí , No. El docente evaluará la situación en

correspondencia con las características del medio en que está ubicada la escuela.

61

Page 62: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Teniendo en cuenta los datos recogidos acerca de la familia y en general la información que el

maestro posee en relación con ella el estatus familiar es posible evaluarlo utilizando la siguiente

escala:

Muy Bueno (MB) Pertenece a una familia con un estatus socio cultural y económico muy elevado.

Bueno (B) Pertenece a una familia con un estatus socio cultural y económico aceptable.

Regular (R) Pertenece a una familia con un estatus socio cultural y económica en alguna medida

deficiente.

Deficiente (D) Pertenece a una familia con serias deficiencias en su estatus, tanto socio cultural

como económico.

La función bio-social toma en consideración fundamentalmente, la estabilidad familiar, cómo se

cumplen los roles materno y paterno y la protección del que son objeto los hijos. Para evaluar, el

docente en dependencia de las características de su grupo, u otra información recogida mediante las

visitas a los hogares, conversaciones individuales con los estudiantes o los propios padres,

establecerá los criterios más efectivos, para efectuar una adecuada categorización, una posible

sería:

Muy Bien (MB) Pertenece a una familia muy estable que garantiza los roles paterno y materno.

Bien (B) Pertenece a una familia estable y en general se cumplen los roles paternos y maternos.

Regular (R) No ha habido estabilidad en la familia y hay dificultades en el cumplimiento de alguno

de los roles.

Deficiente. (D) Pertenece a una familia inestable que no garantiza el cumplimiento de los roles

paterno y materno.

En la función educativa, se recogen aspectos como los siguientes: dedicación y atención a la

formación académica, espiritual, cultural, laboral, ideológico y moral (por sólo señalar algunos que

consideramos imprescindibles); el dominio de lo que acontece en su vida escolar. Se propone:

Muy Bien (MB) Se destaca notablemente por la atención que brinda a la formación integral del o

los hijos.

Bien (B) Atiende la formación integral del o los hijos de una manera aceptable.

Regular (R) Atiende en general al o los hijos pero descuida alguna de las esferas.

Deficiente(D) Atiende muy pobremente el desarrollo del o los hijos.

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Page 63: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Las expectativa mutuas, incluye en este análisis, (al menos) lo que consideramos trascendental;

es decir, qué aspiran los padres logren los maestros de sus hijos y qué aspiran los maestros

logren los padres de sus estudiantes. Quisiera hacer referencia a algo demostrado científicamente

en diversas investigaciones y es el hecho de que por lo general los maestros aspiran a formar a un

estudiante, que sea capaz de responder a lo que la sociedad reclama, lo que no siempre coincide

con lo que aspiran y esperan los padres.

En muchas ocasiones, los docentes casi están convencidos de que la responsabilidad es

básicamente de la familia y su tarea se limita a dar continuidad a lo adquirido en términos educativos

o a que aprendan algún contenido de aprendizaje. Los padres por otra parte le exigen al docente que

logre en sus hijos lo que ellos no han podido obtener Evaluar esta dimensión no resulta fácil, pero si

posible y necesaria; la misma permite penetrar en alguna medida en el mundo interno de los y

padres lo que sin dudas, se convierte en un instrumento para el trabajo conjunto en la educación y

formación de valores.

Las categorías que proponemos son las siguiente:

Muy Bien (MB) Existe una total coincidencia en las expectativas de padres y maestros.

Bien (B)Existe una coincidencia aceptable en las expectativas de padres y maestros.

Regular (R) No existe una plena coincidencia en las expectativas, aunque no se aprecian

contradicciones antagónicas.

Deficiente (D) No hay coincidencia en las expectativas.

Llamamos la atención al hecho, de que en tanto para algunas dimensiones resulta factible establecer

determinadas categorías, con un cierto índice de precisión, para otras no resulta sencillo. Esto es así

porque todo lo relacionado con la vida familiar es muy delicado y a la vez un tanto difícil. Cada

docente, en dependencia de su experiencia, características del nivel, grupo etáreo, barrio o zona

donde trabaje podrá ajustar estas según las condiciones existentes en el contexto en que labore.

Las dimensiones y los indicadores factibles de evaluar,(para diagnosticar a los estudiantes) que

se han plasmado en este texto, no son los únicos. En este sentido queremos alertar a los docentes

de lo siguiente: cada cual en dependencia de sus necesidades, utilizará unos u otros, e incorporará

y utilizará en su quehacer cotidiano como señalamos en un momento, aquellos que los puedan

ayudar en su labor; su aplicación mecánica, no reportará el resultado esperado.

63

Page 64: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Lo expuesto puede propiciar sin dudas el poder (aquellos que lean o estudien el material que se les

ofrece) conocer mejor a sus alumnos y a efectuar una valoración más objetiva de lo que deben

hacer en su difícil labor de educar y formar a las nuevas generaciones en los valores que la

sociedad espera de ellos, lo que ha sido reiterado en todas las páginas anteriores.

A continuación quisiéramos hacer referencia a algo, que no siempre está lo suficientemente claro en

el ámbito educacional y son los términos caracterización y diagnóstico, lo que hubiese sido necesario

plasmar anteriormente, pero preferimos ubicarlo en este espacio .

En el Diccionario Ilustrado Larrousse, se expresa que CARACTERIZAR: ( de característica:

distintivo, particularidad, de una persona o cosa). Determinar con precisión los rasgos o

características presentes en un objeto dado y DIAGNOSTICAR: (del griego diagnósis,

conocimiento). Determinar por los síntomas una enfermedad.

La caracterización , es la descripción de las particularidades más exactas y objetivas posible de lo

que hace semejante o diferente a una persona de otra, mediante la utilización de un conjunto de

indicadores, y el diagnóstico es el resultado de esa caracterización, donde se pone en evidencia las

principales grietas, avances o limitaciones de un determinado sujeto . Existe por tanto de hecho una

interdependencia y relación muy directa entre ambos términos, que no son sinónimos

Partiendo de la caracterización y el diagnóstico efectuado, entonces, cada docente estará en

condiciones objetivas de poder trabajar en cada clase, en primer lugar, el amor al trabajo y la

educación y expectativa de un sentido de la vida, en correspondencia (en el caso de Cuba) con

las posibilidades y necesidades de un país subdesarrollado, y bloqueado durante cuatro décadas

por el Imperio Norteamericano.

De igual forma han de hacerlo los de otros países de la América Latina, que tienen sobre sí la

política neoliberal, que ahoga las posibilidades de elevar la calidad de la educación , en

correspondencia con las necesidades de los países y las realidades en que viven.

Independientemente de donde ejerza un docente, necesariamente tiene que hacer partícipe y

protagonista al estudiante de todas sus acciones, darle el espacio y la posibilidad de alcanzar y

demostrar su desarrollo. Para ello tendrá que ser capaz de esforzarse constantemente en la

búsqueda de determinada solución.

Desde que el niño entra a la escuela ha de sentirse contento por estar en esa y no otra, hay que

enseñarle a quererla como algo suyo, que le pertenece, preocuparse porque esté limpia, cuidada, en

64

Page 65: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

esencia que se sienta feliz, que desarrolle sentimientos de amor hacia ella, que se emocione ante los

éxitos obtenidos, bien sea en un concurso de conocimientos, en una competencia deportiva, en una

actividad cultural o de otra naturaleza, es sensibilizarlo con lo hermoso y bello que lo rodea.

3.2. Famil ia y comunidad. Interrelación e interacción en esta labor.

En la educación y formación de cualquier sujeto, (léase estudiante en este caso) además de la

familia y la escuela; ejerce una gran influencia la vida cotidiana y todas las condiciones en las que

ésta transcurre.

En particular, la vida que se desarrolla en el ámbito familiar, cobra vital importancia; es en éste

donde por primera vez se aprende, se interioriza e incorpora o no, las normas adecuadas de

comportamiento frente a los adultos y familiares; lo bueno, malo y correcto o incorrecto de cada

acción.

Es en el hogar donde se asimila el sistema de valores característicos de una época determinada,

aquella en que a cada sujeto le tocó vivir; unido a la experiencia de padres y otros familiares que la

trasmiten consciente o inconscientemente. Por otra parte las tradiciones y costumbres de su cuadra,

barrio, o zona al reflejarse en la vida cotidiana, influyen en su educación y por consiguiente en una

adecuada o inadecuada formación de valores.

También van a estar presentes las expectativas inmediatas y futuras de carácter individual, lo que no

siempre es reconocido por padres y maestros. Por lo general, ambos asumen y suponen que deben

ser tal y como lo han planificado o en correspondencia con sus experiencias y expectativas y como

educadores no es posible obviar.

Lo planteado anteriormente es preocupante y además peligroso para la nueva personalidad en

formación, no siempre (aunque quisiéramos lo contrario) hay una correspondencia directa y aceptada

entre las diferentes generaciones que conviven bajo un mismo techo.

El docente, que interactúa no sólo con su grupo de alumnos, sino con los familiares de éstos, ha de

estar constantemente alerta de qué sucede en el aula y en el hogar para orientarse en la búsqueda

de las causas de las actitudes o conductas incorrectas que manifiestan en un determinado momento

cada uno de sus alumnos.

Resultan interesantes, los datos obtenidos en algunas investigaciones que de una u otra forma

abordan lo referido a la familia. Así tenemos que en el 1989, al efectuar una exploración de las

orientaciones valorativas de adolescentes y jóvenes, la familia ocupó el tercer lugar para los alumnos

65

Page 66: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

y el cuarto para los profesores. Para ambos: maestros y estudiantes, en su jerarquía aparecen en

primer lugar las cualidades portadoras de los valores socio-morales, y en segundo lugar optan por las

de comportamiento social. 19

En el año 1997, aplicamos en todos los Centros de Referencia del país ( instituciones educacionales

utilizadas por el Ministerio de Educación para entrenar, orientar y demostrar a las diferentes

estructuras, como deben ser los niveles de actuación de los dirigentes) un cuestionario similar, pero

que exploró además un nuevo aspecto (lo político ideológico); este ocupó el primer lugar en la

selección efectuada por los estudiantes y la familia el segundo.

Los datos obtenidos con relación a la familia resultan a nuestro juicio positivos y son una causa o

consecuencia del llamado ”Período Especial ” (presente desde el año 1990) donde la familia tuvo

que enfrentar, la limitación de determinados medios materiales, la falta de fluido eléctrico, lo que

originó la búsqueda de soluciones colectivas, aún más solidarias de las que ya existían y un tiempo

mayor para el intercambio familiar.

En dos estudios de profundización, efectuados en el año 1998 uno en el municipio Morón de la

provincia Ciego de Avila y el otro en la Habana Vieja, provincia Ciudad de la Habana, se puso en

evidencia que la familia ocupa en la jerarquía de valores de los estudiantes una situación más

favorable, independientemente de las condiciones de vida en que estos vivan.

Resulta interesante en los datos obtenidos en la Habana Vieja, el hecho de que los estudiantes de

Secundaria Básica, seleccionan en un 26% los aspectos referidos a vida familiar( que ocupan el 2do

lugar), entre los que se encuentra “ Ser un buen hijo, que los padres se sientan orgullosos de él”.

Sin lugar a dudas, es reconocido por los diferentes estudiosos de familia que esta es la institución

humana más estable de la sociedad. Es por ello que la forma en que funcione; tanto desde el punto

de vista afectivo, como ejemplo a seguir por sus miembros es determinante para la nueva

personalidad en formación.

Son los padres los primeros educadores, y la familia en general se convierte en una fuerza educativa

poderosa, demostrada en el transcurso de los diferentes siglos, es en ella donde se consolidan los

primeros sentimientos, se aprende lo bueno y malo de cada acción, lo correcto o incorrecto en cada

actuación; así como la valoración de los principios morales que rigen la vida de la sociedad.

19 Báxter, E. La formación de valores.¿Una tarea pedagógica. Editorial Pueblo y Educación . La Habana .Cuba 1989

66

Page 67: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En la educación y formación de valores es necesario que la escuela además de la familia se apoye

en todo el potencial educativo que le ofrece la comunidad, donde sus pobladores y autoridades

desarrollen sentimientos de pertenencia e identidad hacia el centro educacional, lo que permitirá el

accionar cohesionado a tener presente en esta difícil labor.

La escuela cada vez más requiere del conocimiento y dominio de lo que acontece en la comunidad, y

no puede permanecer como un sistema cerrado, lo que limita la corriente productiva dinámica que

necesariamente se produce si se crea un mínimo de condiciones para ello.

En muchas ocasiones o por lo general los habitantes de la comunidad ven o perciben la institución

educacional como algo que no les pertenece, que resulta ajeno para ellos, lo que hace que su

influencia en el funcionamiento de ésta sea muy limitada, otro tanto ocurre por lo general en los

sentimientos que experimentan maestros, estudiantes y trabajadores hacia la comunidad.

A nivel de centro se requiere del accionar de los diferentes agentes sociales para influir más

integralmente en la educación de los estudiantes, lo que se logra mediante la utilización racional de

las potencialidades existentes en los diferentes territorios.

Como complemento al diagnóstico integral del alumno, la escuela puede efectuar un trabajo

más fino y profundo mediante la realización de caracterizaciones sencillas de la comunidad donde se

encuentra enclavada la institución, esta puede contemplar entre otros los siguientes aspectos:

potencialidades educativas de la zona

centros laborales

instituciones deportivas, recreativas, culturales, rel igiosas

ocupación laboral y profesional de los pobladores

nivel de escolaridad de la población circundante

historia de la comunidad

principales tradiciones patriót icas y culturales

f iguras destacadas (en el pasado o en el presente)

medidas puestas en práctica para la protección y conservación del medio ambiente

conductas antisociales o delictivas más frecuentes (edades en que se localizan)

Esta información en manos de la institución en general y de cada docente en particular enriquece sin

dudas el trabajo de las diferentes asignaturas, ofrece datos con los cuales pueden operar e introducir

67

Page 68: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

en sus clases, las que serán mejor entendidas y comprendidas por los estudiantes porque se trata de

su propia realidad, la que viven a diario y que por supuesto no les resulta ajeno.

Los resultados de esta caracterización tienen un gran valor, constituyen además de lo señalado,

puntos de partida para todo el trabajo que organice y planifique la institución, le permite analizar las

causas de los posibles problemas existentes en los estudiantes y la posibilidad de buscar soluciones

de conjunto.

El fortalecimiento del vínculo de la institución educacional, con la familia y la comunidad le permite

potenciar el desempeño de su papel socializador hacia su interior, básicamente en lo referido al

sistema de actividades y relaciones de los docentes entre sí y con sus alumnos.

Otro aspecto que se enriquece es el clima de afecto y atención a las necesidades de los estudiantes,

es no trabajar a ciegas, sino que en función de los diagnósticos realizados, es más factible organizar

los horarios de vida o docente (según sea el caso) así como las diferentes actividades que se llevan a

cabo como parte de la estrategia educativa que se programe.

La historia de la localidad y de sus tradiciones, (canciones, himnos, juegos...) las figuras que

constituyen ejemplos para los menores, se convierten en posibles metas a alcanzar cuando se le

presta una mayor atención, al concebirse como tareas de los diferentes agentes sociales que de

conjunto se plantean la mejor preparación de los niños, adolescentes y jóvenes lo que permite un

trabajo más directo para sentir arraigo hacia su comunidad, convirtiéndose en premisa de su

formación patriótica y ciudadana.

En la problemática que estamos abordando, resulta imprescindible la comprensión y precición de lo

que a cada una de las instituciones socializadoras les corresponde como agentes sociales, bien sea

por vía curricular, extracurricular , como por vías no formales y sus necesarias interrelaciones.

La institución educacional, (trátese de cualquier nivel de enseñanza) consciente de su función social,

tiene el reto de realizar múltiples tareas para perfeccionar aún más el proceso educativo y trabajar

para lograr la vinculación más estrecha con la familia y la comunidad donde se encuentra enclavada,

en aras de cumplir con un mayor nivel de eficiencia la misión asignada. En este sentido, recordemos

al ilustre pedagogo cubano Valdés Rodríguez que al respecto planteó: “ Crear un divorcio entre la

escuela y la familia es hacer estéril la acción respectiva de una y otra” 20

20 Valdés Rodríguez M. Ensayo sobre educación teórica-práctica experimental,1898.Tomo I.Pág.78

68

Page 69: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

La escuela (léase institución educacional) representa una gran experiencia de relaciones más

amplias y constantes de los estudiantes fuera del núcleo familiar, se convierte en la primera relación

con el grupo de coetáneos y con figuras de adultos estables distintas a las familiares. Después de

ésta, es la que ejerce la mayor influencia en la transmisión de la cultura y de las tradiciones sociales

y trabaja para continuar, integrar y amplíar la obra educativa de los padres.

La importancia de la escuela no se puede dejar de reconocer, ninguna otra institución ejerce sobre el

niño una influencia por tantas horas y por tantos años, en edades donde se está desarrollando como

personalidad, de ahí la trascendencia del conocimiento por parte del docente, de las familias y del

entorno social para el desarrollo de su labor

Al respecto resulta oportuno referirse a lo señalado por otro pedagogo cubano, Enrique José Varona :

“ En la sociedad todo educa y todos educamos.... lo existente es la idea de la generalidad de los

padres de que su papel de educadores se limita a enviar a sus hijos a la escuela y de que en ésta

se ha de verificar el milagro de que el niño se desprenda de todos los malos hábitos engendrados en

el hogar por el descuido de los que le rodean y aprendan en la escuela todo lo que luego ha de serle

útil en la vida”. 21

La educación y formación de valores en la institución educacional y su vínculo con la familia y la

comunidad, necesariamente hay que abordarlo con otros hechos y fenómenos pedagógicos con los

cuales interactúan, para ello resulta necesario tener en cuenta su naturaleza social, con el objetivo

de poder arribar a explicaciones y soluciones valederas que constituyen no sólo aportes a su propio

quehacer pedagógico, sino que contribuyan de una u otra forma al enriquecimiento teórico y a

explicaciones más generales en los que estos deben insertarse de modo significativo, contribuyendo

así al mejoramiento de la práctica educacional y social, y por consiguiente al desarrollo de la vida de

los menores que se educan y de sus potencialidades.

La adecuada relación escuela familia comunidad (triángulo base) contribuye de una manera efectiva

a la educación y formación de la personalidad, toca al docente por lo tanto la responsabilidad de

aunar los esfuerzos y buscar el apoyo en uno u otro agente social según sea el caso, para cumplir de

manera exitosa la tarea asignada.

21 Varona E.J. Trabajos sobre educación y enseñanza. Pag.18

69

Page 70: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En la educación y formación moral de los niños, adolescentes y jóvenes el papel de la familia es vital,

su responsabilidad es muy particular y a la vez privada, su posición educativa necesariamente tiene

que complementase y apoyarse con el resto de las instituciones pero sin sustituirla.

No todos los estudiantes son iguales, provienen de una determinada comunidad, donde existen

costumbres y tradiciones instauradas de años atrás, y de diferentes familias, donde cada una tiene

sus características propias, bien sea por el número de miembros que la conforman, el nivel de

escolaridad de sus integrantes, el sustento económico existente, el sistema de relaciones y de

comunicación que predomina y la forma en que interactúan y participan en la vida de su comunidad,

lo que sin dudas ejerce una gran influencia en la formación de los menores. El docente

necesariamente ha de contar con esta información para estructurar y planificar más eficientemente su

labor educativa.

En Cuba, están establecidos programas de trabajo que permiten lograr una mayor integración entre

las fuerzas educativas que posee la familia, la escuela y la comunidad, un ejemplo de ello es la

creación de las Cátedra de Valores en los centros de los diferentes niveles de enseñanza, en la

búsqueda de las principales dificultades y sus posibles soluciones entre todos, de manera de poder

organizar, orientar y dirigir más acertadamente la labor educacional.

Existen además los Consejos de Escuela, donde están representados los padres, las instituciones,

organizaciones y organismos de la comunidad, para de conjunto trazar planes y acciones a realizar

acorde a las necesidades e intereses de todos pero en particular a los que tienen los estudiantes.

Muchas son las escuelas, que constantemente buscan nuevas vías o alternativas para lograr la

orientación de la familia y de la comunidad, haciéndolas conscientes del rol que le corresponde y

determinar cuáles son los valores necesarios educar y formar en las nuevas generaciones. Esto se

ha puesto de manifiesto en las ponencias presentadas en los eventos de Pedagogía que se efectúan

cada dos años tanto a nivel municipal, provincial como en los eventos Internacionales de Pedagogía

iniciados en Cuba en el año 1986.

En particular en la orientación de la familia, se ha de ser muy cuidadoso y se requiere una

preparación al respecto, evitando las acciones impositivas y autoritarias, mucho menos agresivas,

irrespetuosas o acusativas por muy desajustadas o inadecuadas de sus conductas, lo que puede ser

causa de las manifestaciones de los menores en el centro educacional. La familia ha de sentir que se

70

Page 71: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

le orienta y se le ayuda para que pueda asumir un modo de vida superior, sobre todo en lo

relacionado con la educación de sus hijos.

En América latina, la situación familiar es un tanto diferente a lo que ocurre en Cuba, como

regularidades más significativas encontramos las siguientes:

aumento de las uniones consensuales, unión de la pareja sin que medie un

vínculo oficial por matrimonio.

desorganización famil iar, evidenciado con la existencia de hijos sin el

reconocimiento oficial de los padres y sí por madres o abuelos maternos.

una gran verticalidad en las relaciones, el J' de familia representado por lo general

por el padre, es el que dispone y manda, con un esti lo de autoridad rígido e

indiscutible, es el que ordena cuando se puede hablar, y todos incluyendo a la

madre están subordinados a su criterio aunque este sea erróneo.

pobre participación de los hijos en la toma de decisiones familiares, los padres

consideran deben continuar subordinándose, independiente de la edad que

tengan, ellos son los que mandan.

marcada diferenciación de los roles entre el hombre y la mujer, los primeros son el

sustento del hogar económicamente y la mujer ha de permanecer en el hogar

velando por la educación de los hijos.( esa es su responsabilidad)

un parcial o total aislamiento e individualismo del grupo familiar ante los

problemas de la sociedad.

Independientemente de lo señalado, también se reconoce que en la familia latinoámericana hay una

alta tendencia a conservar la unión entre sus miembros y el seno del hogar constituye su marco de

protección y cuidados por excelencia.

En el caso de Cuba, la familia no está exenta de determinadas dificultades y características no

deseables, que influyen negativamente en la educación de los hijos, pero el diseño y desarrollo de

políticas sociales desde los primeros momentos del triunfo de la Revolución, dirigidos al desarrollo de

la mujer, la salud, el empleo, así como la atención priorizada a la niñez y la juventud, propician un

marco referencial positivo en la realización de la labor educacional.

71

Page 72: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Por otra parte la organización social existente en nuestro país, posibilita que los diferentes

organismos, organizaciones e instituciones de base puedan coordinar sus esfuerzos en la

educación y formación de valores en los más jóvenes.

La unidad de objetivos de todos los factores de la sociedad socialista constituyen la base para

planificar, organizar y dirigir más acertadamente la formación de las nuevas generaciones, el

maestro sin dudas tiene un gran apoyo en este sentido, para ello no debe perder la oportunidad de

coordinar la realización de acciones educativas con el resto de los agentes sociales de su territorio.

El maestro en este empeño, tiene que lograr efectúar un aprovechamiento de los recursos que le

ofrece el medio, bien sean culturales, laborales, recreativos, deportivos, ambientales. Esto le

permitirá el diseño y planificación de situaciones de aprendizaje, más cercanas y reales a la vida de

sus estudiantes, lo que permite hacer más comprensible para éstos los contenidos de las diferentes

asignaturas, es lograr acercar cada vez más la teoría a la práctica, es el vínculo con la vida, y con el

medio donde se forma como personalidad.

No podemos perder de vista que la persona que se educa (el estudiante) es el protagonista principal,

sin embargo esto no es sólo un problema de transformación personal, lo que se requiere es trabajar

de manera cohesionada para que ese medio familiar, escolar y comunitario posibiliten esa educación

en valores. 22

La familia se convierte en un pilar fundamental como espacio vital para la educación en valores, sus

tradiciones, sus costumbres, normas, principios éticos, el desarrollo del sentimiento de identidad y

pertenencia a una comunidad, diríamos a “ Su comunidad” es lo primero que experimenta y vivencia

el sujeto que se educa.

En el libro “Un lugar llamado escuela “ coordinado por Miquel Martínez (catedrático de Teoría de la

Educación de la Universitat de Barcelona) y Carlota Bujos (doctora en Pedagogía de la misma

universidad) se señala que los que se educan, aprenden a respetar las normas imitando a las

personas que las respetan y no a las que dicen que hay que respetarlas.23

En este mismo texto, los autores hacen referencia además a la importancia que tiene para educar en

valores, la creación y existencia de un clima rico afectivamente, con pautas de referencias estables

y en el que el sujeto se sienta aceptado. Anteriormente abordamos este aspecto, pero queremos

reiterarlo por la trascendencia que tiene el tomar en cuenta el papel de lo afectivo motivacional,

22Martínez,M y Bujos C. Un lugar llamado escuela. Editorial Ariel 2002.Pag.96

23 Ibidem Pag.100

72

Page 73: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

donde se trabaje aún más los sentimientos , las emociones, en cualquiera de las actividades que

realicen nuestros estudiantes, este aspecto no siempre el docente lo tiene presente, sin percatarse

que sólo aquello que tiene significación emocional para el sujeto es lo que puede hacer suyo.

En el análisis que estamos efectuando, los medios masivos de difusión también juegan un papel

importante y trasmiten en un sentido o en otro, aquellos valores que queremos formar. Es necesario

enseñar a niños, adolescentes y jóvenes a reflexionar y profundizar en su contenido y muy

especialmente en las actitudes positivas o negativas que asumen los protagonistas principales.

Investigaciones efectuadas, han puesto en evidencia que el intercambio y debate de programas

televisivos o radiales bien sean recreativos, telenovelas o de otra naturaleza son alternativas viables

y positivas para la toma de posición de los sujetos.24

La utilización también, de la prensa escrita y radial para orientar a la población en general y a la

familia en particular, para educar y formar mejor a los menores es una alternativa o vía utilizada por

el Gobierno cubano en áras de elevar el nivel de preparación de la sociedad.

Es necesario llamar la atención de que la “nueva jerarquía” o “deterioro de algunos valores” (como

suelen llamarle algunos autores) tiene su origen por lo general en varias causas, lo que determina el

nivel de complejidad al que nos enfrentamos, ello requiere efectuar transformaciones en la práctica

social y educativa.

En Cuba la introducción de los nuevos Programas de la Revolución entre ellos: la Computación, Mi

TV Para Crecer, los Sofwares Educativos, desde el nivel primario son una expresión de las

transformaciones a la que está sujeta la escuela cubana en los momentos actuales, lo que sin dudas

redundará en una mayor elevación del nivel educacional de nuestra sociedad; nuestros educandos a

nivel de toda la nación tienen la oportunidad de interactuar con nuevos recursos tecnológicos y los

docentes han de preparase cada vez mejor para estar a la altura del reto que tienen por delante.

En entrevistas efectuadas a estudiantes de 2do y 6to, (del nivel primario) y de 7mo y 9no (en el nivel

de secundaria básica) reconocen y sienten una gran satisfacción de poder contar en sus centros

educacionales con esos recursos, entre los argumentos que señalan están:

en la computación podemos hacer tareas o trabajos prácticos que nos ponen los

maestros,

24 Martínez,Ma.T. La responsabilidad como valor ysu formación en estudiantes de BTA.Tesis doctoral. ICCP.Cuba 2001

73

Page 74: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

trabajamos en parejas o en equipos de hasta tres y podemos consultar y analizar

en colectivo lo que hacemos,

buscar algún material y profundizar en un contenido de aprendizaje,

debatir con el maestro y mis compañeros lo observado en Mi TV,

confrontar nuestras opiniones con las que tienen los demás alumnos,

criticar lo mal hecho, y reconocer lo correcto en los personajes que aparecen en

alguna de las informaciones que se brindan,

relacionar hechos de la historia pasada con la actúal.

Lo expresado por los alumnos, ilustra la valoración y la satisfacción que sienten al poder contar con

otras formas de trabajar y de aprender, donde se evidencia que la comunicación entre iguales y con

el docente son escenarios propicios y ricos en vivencias para los que entren en comunicación lo que

favorece la adecuada la formación de valores. Además, tienen la oportunidad de dialogar, llegar a un

acuerdo o no, saber escuchar al otro, respetar sus opiniones, aunque no se esté de acuerdo, y

trazarse metas individuales y colectivas.

La labor coherente de la escuela con las demás fuerzas educativas, es condición indispensable, y es

así pues el proceso educativo no se limita solo al ámbito de la escuela, sino ha de constituir un

proceso unificado, sistemático, integrado, gradual, atendiendo al nivel de desarrollo alcanzado en la

educación de cada escolar y de cada grupo, así como a las condiciones existentes en la escuela y en

la sociedad en cada momento.

En este trabajo al hablar de fuerzas educativas nos estamos refiriendo a todos los factores que

intervienen en el proceso de educación del hombre: los padres y familiares, los maestros, el grupo

escolar, el del barrio, las organizaciones y las instituciones sociales, políticas, culturales y

económicas de su entorno, y los medios de difusión tanto los de carácter local, nacional como los

internacionales.

Lo que le corresponde desarrollar a la escuela en particular como a la sociedad en general es que el

niño, adolescente o joven asimile e interiorice sentimientos, tradiciones, actitudes, costumbres,

hábitos de comportamiento, cualidades, conceptos morales, valores, principios y convicciones, de

modo que puedan participar consecuentemente en el desarrollo del proceso histórico de forma activa

y creadora.

4.- CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS

74

Page 75: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

A lo largo de todo el texto hemos tratado de hacer énfasis en el cómo educar en valores para lograr

su formación, y en estas páginas finales, tal vez algunos piensen que se reitera la información o el

tratamiento dado a algunos de los aspectos abordados, es posible, pero para ser consecuentes con

uno de los principios básicos de la comunicación (información variada y reiterada) es lo que justifica

el hacerlo.

Tomando en consideración el papel de lo afectivo motivacional en la formación de la

personalidad, y en correspondencia con los principales valores a educar, el docente debe lograr en

sus clases que cada uno de sus estudiantes establezca una relación personal comprometida

con lo que hace; que lo asimile como algo de él, sólo así cobrará una verdadera significación y lo

hará suyo, y por consiguiente aprenderá a valorarlo mucho más, ya que es el resultado de su propio

análisis, reflexión, implicación y acción.( figura # 1).

En esta labor, resulta necesario que el docente, con su ejemplo personal y su conducta diaria

se convierta en un modelo a imitar, sobre todo en las primeras edades, donde posee el privilegio de

una aceptación total y positiva por parte de sus alumnos.

Cuando de adolescentes y jóvenes se trata, también resulta un modelo, pero no siempre es imitado

o tomado incondicionalmente como patrón a seguir, por lo general es objeto de una crítica a veces

despiadada por parte de ellos; sin embargo, cuando se lo propone y establece una relación y

comunicación lo suficientemente afectiva y efectiva, estos últimos, lo toman como un modelo

también positivo a imitar.

Un aspecto fundamental, que debe tener presente el docente en la educación de sus alumnos y

para lograr que se forrne en ellos los valores, como núcleo que orienten su conducta, y

consecuentemente determine sus actitudes, es el de ser capaz en cada contenido que exponga, el

tratar de dar la suficiente información de una manera lo más objetiva posible, y sobre todo

estableciendo las relaciones en cada caso de ese contenido con la vida, pero no en abstracto

, sino en correspondencia directa con lo que vive a diario; solo así tendrá significación y valor para

sí.

Corresponde al docente, por tanto determinar el ¿ cómo ? Este por lo general tiene éxito

cuando es variado, diferenciado, y con exigencias para cada alumno acorde con el nivel de

desarrollo alcanzado .

75

Page 76: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Al plantearnos ¿ cuándo y cómo educar y formar valores? encontramos que se presentan

problemas diversos, los que hay que conocer y saber enfrentar adecuadamente y donde los

docentes tienen el inmenso privilegio de ser los actores principales.

Así tenemos que acciones impositivas y autoritarias provocan tarde o temprano, reacciones

naturales de rechazo, sumisión o dependencia. De igual forma, el método de aconsejar, pero sin

congruencia entre lo que se predica y lo que se vive, sin tomar en consideración la experiencia

personal del estudiante, por lo general provoca confusiones y más tarde se traducen en serios

conflictos de valor.

Lo más significativo, la orientación valorativa , no se descubre, ni se asimila mediante

máximas y sermones; sino por congruencia e interacción y acción responsable ante la

vida. A veces, cuando el cómo es dejar hacer, dando una total libertad el estudiante para que

actúe, éste lo percibe casi siempre como una falta de interés, de compromiso por parte del maestro,

lo que lo hace sentir poco querido, abandonado y a su vez indiferente. ¿Qué sucede en estos

casos? las experiencias negativas impiden básicamente el descubrimiento y la comprensión por

su parte de lo bueno para sí ( componente afectivo) y el valor no se logra interiorizar.

¿ COMO ENTONCES EDUCAR Y FORMAR VALORES

Mediante la persuasión, y la participación consciente y activa del estudiante en su propia

formación, donde la realización de cualquier actividad, lleve aparejada la satisfacción de necesidades

e intereses tanto personales como colectivas.

Este proceso se facilita mediante una relación interpersonal comprometida, en una

comunicación que se caracterice por un diálogo lo más productivo posible, donde se comparta con

autenticidad y congruencia las experiencias y conocimientos de cada uno de los que entran en

comunicación, tratando de comprender y analizar la posición del otro.

Es la confianza y el respeto hacia el otro, tomando en consideración, que los otros son parte de

nosotros mismos, de la sociedad que es donde se realizan los valores, cobrando significado único y

pleno.

Además de lo planteado, cabría preguntarse:

¿ QUÉ VALORES, EDUCAR, FORMAR Y DESARROLLAR ?

La respuesta no es ni fácil, ni sencilla, si somos consecuente con todo lo analizado; sin embargo nos

atreveríamos a señalar que en primer lugar estarían aquellos que la Sociedad Socialista (en el caso

76

Page 77: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

de Cuba) sustenta, promueve y trabaja en la formación ciudadana; la justicia social, la dignidad

humana , y además serían indispensables los siguientes:

•El trabajo, la laboriosidad como fuente y satisfacción de las principales necesidades vitales del

hombre.

•La solidaridad, como característica elemental hacia cualquier ser humano.

•El patriot ismo, la identidad nacional y el amor y la defensa en todo momento del suelo que lo

vió nacer.

•La responsabilidad, como algo consustancial y exclusivo del ser humano.

•La honestidad, como aquello que permite ser respetado, incondicionalmente por todos los que

le rodean...

Probablemente, algunos o muchos de los que lean estas páginas pudieran pensar... y la honradez, la

justicia, la dignidad. pero es que para poder adquirir e interiorizar los señalados anteriormente tienen

que estar presentes estos. De todas formas la lista sería interminable, como lo es en la literatura

consultada, donde aparecen como valores: el “ dinero” “ materiales” en dependencia de los objetivos

propuestos; de la ciencia que los aborde, la investigación que incursione en esta problemática ; de

la clasificación que se asuma de los valores,( en nuestro caso, preferimos no asumir ninguna

clasificación, además no es nuestro objetivo) o del contexto histórico.

No es nuestro propósito en este texto establecer un debate teórico en esta dirección, ni efectuar

críticas, ni que estén de acuerdo con nuestra propuesta. Sólo hemos hecho referencia a aquellos que

consideramos, resultan necesarios y fundamentales en la educación y formación de una personalidad

en desarrollo.

Para el trabajo pedagógico, es imprescindible, que en cada escuela, y durante las clases todos

los docentes ejerzan una influencia positiva en la consecución de formar orientaciones valorativas,

acorde con el sistema social en el que niños, adolescentes y jóvenes se eduquen y las condiciones

concretas en las que se desarrollen.

En este sentido se requiere tener caracterizado y diagnosticado eficientemente a cada

alumno para comprender mejor sus particularidades y las del grupo. Lograrlo sería factible

mediante un trabajo constante y sistemático por hacer coincidir cada vez más los valores sociales

con los individuales, estos como el resultado de la interiorización de los sociales conforme a las

particularidades del sujeto que se educa.

77

Page 78: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

Todas las actividades deben estar dirigidas a la formación de orientaciones valorativas en los

estudiantes como un proceso que debe ser objeto de importantísima atención en la clase. Para

lograrlo es necesario establecer los vínculos necesarios y la revelación del valor del conocimiento

que es objeto de aprendizaje- cualidad que le confiere su valor social- . La valoración podrá ser

positiva o negativa, en relación con el significado que adquiera para el alumno, lo cual debe

expresarse por éste en los diferentes momentos de la clase, al darle la posibilidad de plantear sus

ideas, criterios, juicios, sentimientos y argumentos.

En consecuencia la tarea del colectivo pedagógico está dirigida a que los estudiantes se

enfrenten sistemáticamente a situaciones concretas, donde las actividades sean el resultado del

análisis grupal, y sientan la existencia de un espacio y protagonismo directo.

Investigaciones realizadas han puesto en evidencia, que mientras más elevada es la participación de

un sujeto en el análisis y discusión del significado de conductas relacionadas con un valor, mayor

será el efecto en la adquisición de este y del trabajo dirigido a su formación. ( figura # 2).

( figura 2)

Lo anterior implica comprender, revelar y valorar el vínculo del conocimiento con la vida, plantearse

proyectos propios, ideas a emprender, de acuerdo con la edad y con el contenido de la asignatura

que se trate.

En estos procesos, se considera la valoración del comportamiento respecto a las normas y

cualidades que se desean educar y formar en los alumnos y se ponen de manifiesto en la clase,

como parte de las diferentes interrelaciones que en la misma se establecen, tanto a partir de su

propio contenido, como de las situaciones que se pueden generar durante su desarrollo.

Otro aspecto importante, en esta dirección es que el maestro propicie la realización por el alumno de

actividades de control y evaluación, bien sea por parejas o grupos, así como mediante la

autovaloración y el autocontrol, lo que permitirá conocer sus errores y aciertos, de una manera más

objetiva y consciente, y orientar su conducta consecuentemente.

En el caso particular de Cuba, la educación política ideológica que se realiza en todas las

instituciones educacionales, bien planificada, organizada y dirigida, donde los estudiantes sean los

protagonistas principales; donde se les de la posibilidad de asumir un determinado rol, debe lograr

una formación de valores que los lleve a actuar, con un sentido humano y profundo, asimilando

78

Page 79: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

y haciendo suyos valores como: la honestidad, el patriotismo, la laboriosidad y la responsabilidad

entre otros.

La época actual, reclama que todo el sistema de influencias educativas, en las que ocupa un lugar

fundamental, la escuela, la familia y la comunidad, trabajen sistemática y cohesionadamente, de

forma de no trasmitir mecánicamente a la joven generación las tradiciones políticas, culturales,

combativas, o laborales existentes

No es posible proporcionar formas y métodos de vida ya preparados, donde apenas exista vínculo

entre el valor de lo dado y lo exigido. En ocasiones aparece un desbalance muy grande; se piensa

erróneamente que hay que rodear y proporcionar a los más pequeños, (o hasta a los que no lo son)

de un conjunto de bondades o bienestar material porque debe ser así y caemos en el error de no

exigir nada a cambio; por supuesto con esta actuación no los estamos ayudando, al contrario los

estamos perjudicando en su formación

Es vital, educar a las nuevas generaciones poniéndolos en situación que les permita realizar un

trabajo intenso y creativo, sólo mediante su experiencia y práctica .en la vida social, es que

logran educarse, formarse y desarrollarse como hombres capaces de mantener lo conquistado hasta

ese momento, ser mejores cada día y actuar correctamente en su vida presente y futura.

Los conocimientos, actitudes y valores se adquieren , y se forman como resultado de la realidad en

que cada sujeto vive, y del desarrollo histórico social alcanzado en una época determinada.

Esto nos permite hacer referencia a un planteamiento del Segundo Secretario del Partido Comunista

de Cuba, Raúl Castro Ruz en la inauguración de la Sociedad de Educación Patriótica Militar,

( SEPMI) 1980 donde expresa:

“ CADA GENERACIÓN NECESITA DE SUS PROPIAS MOTIVACIONES Y DE SUS

PROPIOS VALORES, NADIE SERÁ HOY REVOLUCIONARIO, SÓLO PORQUE LE

NARREMOS LAS PENURIAS DE SUS PADRES Y ABUELOS, POR IMPORTANTE Y

ÚTIL QUE SEA ESTA LABOR”

La Dra. Ma. Isabel Domínguez al referirse a la importancia de la socialización dirigida a la formación

de valores, plantea que resulta clave elevar el poder de persuasión en el trabajo educativo y político.

Para ello es necesario tomar en consideración tres elementos claves:

• primero, una mayor información acompañada de argumentos sólidos, creíbles y actualizados;

79

Page 80: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

• segundo, una mayor participación donde sean protagonistas directos de las diferentes tareas

que tengan que acometer;

• tercero, estructurar un sistema de estimulación encaminado a identificar, jerarquizar y estimular

los logros y ejemplos positivos; a lo que agregaríamos, por mínimos que estos sean.

El criterio que debe primar, en todas las instituciones socializadoras para la formación de las nuevas

generaciones, es el crear una actitud activa y transformadora, ante las dificultades que se

presentan en la vida social. De ahí la necesidad de formar hombres que puedan plantearse y lograr

objetivos que respondan al perfeccionamiento y demandas de la sociedad en que se desenvuelven

En la institución educacional, cuando se trabaja sistemáticamente en un proceso pleno de

actividades:

organizadas,

dirigidas adecuadamente,

con un contenido concreto,

donde puedan valorarse sus resultados,

donde los alumnos sientan la necesidad de participación.

sientan satisfacción con la tarea desarrollada;

es lo que permitirá la formación de actitudes positivas y valores hacia las diferentes esferas de la

vida social.

Para que los alumnos sean capaces de actuar de acuerdo con los valores que sustenta la sociedad

en que viven, es necesario organizar el proceso de enseñanza de manera tal, que los educandos

participen conscientemente en la actividad como sujetos de aprendizaje, educación y

desarrollo, pero con la oportunidad de comunicarse con sus compañeros, que trabajen juntos, se

propongan metas comunes, y las logren en correspondencia con la edad y con sus posibilidades

particulares.

En este proceso resulta fundamental y determinante la participación social en la familia y en

la zona o barrio donde cotidianamente interactúan, lo que deben tener siempre presente los

docentes. Durante el desarrollo de las clases, es necesario que los maestros utilicen todo el arsenal

de conocimientos, que le proporciona la comunidad donde está enclavada la escuela y empleen

para la comprensión del contenido métodos productivos , donde cada alumno tenga la

oportunidad de participar activamente, acorde con sus posibilidades reales.

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Page 81: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

El trabajo docente ha de convertirse en fuente de vivencias, tanto individuales como colectivas,

permitiendo a cada estudiante comunicar los conocimientos que posee o aplicarlos en la

práctica, de forma que puedan interactuar positivamente en la realidad en que viven.

En esta labor, es muy importante lograr establecer una atmósfera emocional positiva , de

confianza en las posibilidades individuales y de colaboración mutua entre los estudiantes, donde se

efectúe el intercambio de roles entre docentes y alumnos.

El carácter colectivo, que se establezca durante todo el proceso de aprendizaje, hace aumentar

considerablemente el éxito de cada uno de los que participan en este.

Lo señalado hace que sea posible, asimilar de forma consciente, el contenido desarrollado, así

como el placer por la adquisición independiente del conocimiento, unido a la satisfacción por el

enriquecimiento que aporta la cooperación del grupo. De ahí la importancia que tiene aprovechar las

potencialidades de éste y propiciar la integración donde cada estudiante, sea capaz de: conocerse a

sí mismo, valorarse y a la vez, aprender a valorar lo aprendido y a los demás miembros del grupo con

el que interactúa.

A nivel de institución educacional y con objetivos bien definidos para reforzar la educación y

formación de valores, los docentes pueden instrumentar un conjunto de actividades que les permita:

hacer que el estudiante conozca y se le explique lo que implica, caracteriza y

significa un determinado valor, ( componente cognitivo ) ;

lograr que tanto individual como colectivamente los estudiantes experimenten

emoción, alegría, satisfacción, interés y necesidad por la actividad portadora de

ese valor; que lo sienta y lo haga suyo,( componente afectivo motivacional ) ;

y consecuentemente se les ponga en situación de poder poner en práctica lo que

conocen y sienten ( componente conativo ).

Lo planteado, es un reto para cualquier educador, que tenga como objetivo de su labor, no sólo

impartir conocimientos, sino lograr en sus alumnos la incorporación de aquellos valores que la

sociedad en que viven necesita para la continuidad histórica de la misma.

El haber tenido la oportunidad de poder escribir este texto, me permite hacer la siguiente reflexión:

EDUCAR EN VALORES PARA PODERLOS FORMAR, NO SIGNIFICA BUSCAR UN

ESPACIO EN PARTICULAR PARA ELLO (AUNQUE PUEDE EXISTIR Y RESULTA

MUY POSITIVO). ES SER CAPAZ COMO DOCENTE DE UTILIZAR TODOS Y CADA

81

Page 82: ¿ CUÁNDO Y CÓMO EDUCAR EN VALORES?

UNO DE LOS MOMENTOS EN QUE INTERACTÚA CON LOS ESTUDIANTES, PARA

DEMOSTRARLES CUANDO, CÓMO Y QUÉ HACER. DONDE APRENDAN A ASUMIR

UNA POSICIÓN, Y ENFRENTAR LOS RETOS PRESENTES Y FUTUROS DE LA VIDA,

CONVENCIDOS DE LO CORRECTO, A HACER EN CADA CASO.

Es el prepararlos para que aprendan a: (figura # 3)

Figura 3

INDICE

INTRODUCCIÓN 1

I. SOCIEDAD Y EDUCACIÓN EN LA PROBLEMÁTICA DE LOS VALORES 8

1.1. Concepciones teóricas acerca de las categorías sociedad, educación, formación y valores. 8

1.2. Los valores y su relación con la educación. 20

1.3. Relación e interdependencia entre las categorías, cualidades de la personalidad, formación

y valores.

25

II. IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN EN LA EDUCACIÓN Y FORMACIÓN

DE VALORES.

37

2.1. La comunicación y la actividad en la formación del hombre. 38

2.2. La clase como proceso comunicativo. 51

III. LAS INSTITUCIONES SOCIALIZADORAS: SU IMPORTANCIA PARA EDUCAR

Y FORMAR VALORES

61

3.1. La labor de la institución educacional. 63

3.2. Familia y comunidad, interrelación e interacción en esta labor. 83

IV. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS. 97

BIBLIOGRAFÍA 106

82