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MINISTERIO DE AGRICULTURA, INDUSTRIA. COMERCIOy 0BRllS VÚBLn~llS

DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA

EL REGADío EN ESPARARESUMEN

HECHO POR LA

JUNT A CONSULTIVA AGRONÓMICAde las Memorias sobre riegos

remitidas por los

Ingenlerosldel Servicio Agronómico provincial.

I

J. } ~ \....'..:., ..

JJ)'!.'" 'o.

~~) MADRID

( /) \ .f.o"\ IMPRENTA DE LOS HIJOS DE M. G. HERNÁNDEZ\O ::)1\ Libertad, 16 duplicado, bajo.

GS~~1<.

1111111111111111111111111111111111111111111111111111

MINISTERIO DE AGRICULTURA. INDUSTRIA. COMERCIO

y eDRAS ~D8Lleas

REAL ORDEN

Ilmo. Sr.: Dada la transoendental importancia quepor las enseñanzas que se deducen para la industriaagrícola tiene la Memoria recopilada por la Junta Con­sultiva Agronómica referente á «El regadío en Espa­ña», PJ. M. el Hoy (q. D. g.) se ha servido disponer se pu­blique dicha Memoria y se reparta profusamente entrelas autoridades, agricultores y demás colectividades in­teresadas en la prosperidad de la agricultura patria.

De Real orden lo digo á V. 1. para su conocimiento ydemás efectos.-Dios guarde á V. ". muchos años. Ma­drid 21 de Diciembre de 1903.-AllM'tt:i'salazar.

Sr. Director general de Agricultura, !Ildustria y Co­mercio.

,

PROLOGO

Desde que la frase «política hidráulica- fué general­

mente aceptada corno símbolo de la regeneración agrí­cola del país, se ha remontado el vuelo de la fantasta

popular, más allá tal vez de lo que conviene para reali­zar en la posible medida los anhelos de aquellos insig­

nes patricios que en primer término, y desde lugar pre­eminente, ampararon y defendieron el nobilísimo pro­

pósito con tan decidido empeño como recto é ilustradr.juicio.

La cuestión más compleja del arte agrícola es, sin

duda, el establecimiento del regadío en el suelo labora­ble; como que supone un cambio do sistema radical yprofundo que afecta á la constitución de la propiedad

rural, á las condiciones del trabajo y á la producción ydistribución de la riqueza. La naturaleza y propiedades

del terreno; las circunstancias meteorológicas de la re­gión; la inteligencia y aptitudes de los agricultores; el

capital suficiente para la explotación; la posibilidad dedisponer de los abonos necesarios á la intensidad del

cultivo; la fácil salida y abundante mercado para los

-8-

frutos: he aquí términos constantes del problema que es

menosterconcerta r en precisas y bien estudiadas propor­

ciones. parn obtener un éxito favorable y que el mejora­

miento que se busca no se tomo en quebrantos y ruinas.

Interesa pOI' todo extremo que las aguas de muchos

ríos no vayan á perderse en el mar sin haber dado á la

industria humana otra utilización que la fuerza de sus

corrientes, mientras mueren do sed los abrasados cam­

pos de sus cuencas y riberas; poro si las almacenásemos6 dirigiésemos pal'a verterlas sobre movedizos arenales

Ó allí donde la mano del hombre eucontrase obstáculosinsuper-ables para hacerlas productivas, aún habríamosempeorado la situnción qne tratáramos de remediar,

agotando en estériles obras los l'OCUl'SOS reunidos á cos­

ta do los mayores sacr-ificios. La célebre fórmula <agua

más ca lor, igual vegetaci6n », no puede tenerse por

rigurosamente exacta; son menester siempre algunas

otras condiciones para la existencia do las plantas, y

muchas más cuando so trata de las del cultivo agrario,

que deben satisfacer crecientes necesidades del progre­

so social.

Por obvias que parezcan estas consideraciones, con­

viene, sin embargo, recordarlas y repetirlas, dada lageneral tendencia do atribuir á una sola causa las más

variadas y hasta opuestas consecuencias; puede á vocesuna írnso feliz signiñcnr muy patrióticas aspiraciones y

ser tomada como símbolo de un pensamiento, que pararealízarso demanda profundo estudio y múltiples pro­

cederes. Y tal acontece con la polüica hidráulica, que

condensa, en suma, todos los modios que precisa em­plear para la resolución do la prolongarla crisíe que su­

fre la agricultura patria.

-9-

l<:nhol'ahuena que se haya encomendado al Cuerpo deIngenieros de Caminos la formación do un plan gencl'al

de canales y pantanos y que en vlrtud de sus inteligen­tes trabajos podamos conocer todos el caudal de aguas

que España puede dcstína r al r-iego de sus tierr-as y las

obr-as que han do contenerlo y distr-ibuii-Io. Datos son

éstos muy interesantes, y es de espel'al' que se comple­ten con los que deben proporciona r aquellos funciona­

rios facultativos á quienes legalmente compete su ave­riguación y la gal'antía de su exactitud. Con todos ellosse tendr-á la suma de ineludibles elementos del ordentécnico para In formación dcfinitivn de los proyectos enque han de desarrollarse las substancias del pensa­

miento.Pero donde interviene realizarse su oi-istalización en

formas cor-rectas y va ríablos es en el ambiento consti­

tuído pOi' elementos de otr-o orden, cuales son: 01 estado[urldico de la propiedad tet-ritor-inl , el estado social del

proleta darlo agl'Ícola y el estado económico y ñnnneie­

ro de la pública administt-ación. Circunstancias tan nu­

merosas, fuerzas do tan di VOl'SO género han de determi­nar solidar-lamento 01 triunfo cierto de osa bandera quolleva pOI' empresa «politica hidráulica».

Para Ileva r á término feliz la nobilísima campaña, es

indispensable prepararla y dotarla de todas piezas, pre­

venir todas las dificultades y pedir toda fortaleza á laprudencia y á la justicia.

Labor de paz y de armonía, hay que acometerla conespír-itu sereno é imparcial, así bajo el aspecto técnico

como on el polítieo, sin que ningún radicalismo nculoro

la monto. Fuera estéril discutí r á qué rama del saber

debo otorgarse preferencia en el empeño; que tanto

- 10-

equivaldr.a querer decir cuál es el primero de los ra­yos del espectro: la luz blanca, la que alumbra y vivifi­ca al mundo, está formada siempre por los mismos res­

plandores.Los problemas que afectan la constitución del fundo

rural pueden resolverse sin detrimento del derecho,

La división necesaria del suelo en las zonas regables yotras cuestiones sobre el mismo particular, en cuantoconcierne á las relaciones entre propietarios, colonos y

braceros, es fác] regularlos por leyes específicas. Aque­

llos laiifundia de que hablaba Plinio-mucho menosfunestos por su exagerada extensión que por estar la­

brados por manos esclavas -no existen en España, y sihubo algo que se les pareciese, va cada día siendo más

raro por el efecto de la desamortización y de la aboli­ción de los vínculos y mayorazgos.

En las provincias andaluzas, donde hay grandes ex­tensiones dedicadas al cultivo cereal en combinación

con grandes dehesas para la ganadería, suelen encon­trarse labradores que llevan cortijos de 300 y 6JO hec­

táreas y alguna vez mayores; pero son pocos los casos

de labores. cuyas tierras pertenezcan á un solo propie­

tario, mientras quo con fr-ceucncin se ven de estos la­

bradores que pagan renta á muchos pequeños ó media­

nos terratenientes, dueños de las hazas á voces nume­rosas que constituyen su labor. Hay, pues, gran cultivo

extensivo; pero no puede decirse en general que haya

grandes propiedades, Los males que allí lamenta la

agricultura dependen del sistema impuesto por el esta­do social del país.

El ga'ñán de las férfil.ss campiñas que se extienden

por la ancha vega del Guadalquivir y por las zonas in-

-11-

feriares de las cuencas hidrográñeas del Gonil y del

Guadalete es casi siempre un trabajador námada, si así

puede decirse, que busca, ya en uno ya en otro predio,temporal y precaria ocupación, lejos de su hogar, y

que demanda do caserío en caserio, durante las forzo­sas paradas que las intemperies motivan, el paneie, querara vez le niegan la caridad ó el tamal'. En la comarca

gaditana, que á este respecto ofrece caracteres típicos,

acontece que en el dilatado término de Jerez, cuyos te­rrenos do pan sembrar miden setenta mil hectáreas, nollega de seguro al diez pOI' ciento 01 número de traba­

jadores vecinos de aquel municipio que se emplean enlas faenas agrícolas, y análoga cosa se observa en lostérminos limítrofes de Sanlúcu r, 'I'rebujena, Lebrija,

Arcos, Alcalá, Modina, Puerto Re.il y Puerto de SantaMaría, 'sometidos á idéntico régimen cultural. Para las

labores del suelo bajan los braceros de la sorr-ania de

Cortos y Honda y para la siega y recolección do lasmieses vienen también en grandes cuadrillas de los mis­

mos pueblos y de otr-os más lojanos, escondidos entre

los frondosos pliegues de la cor-dillern Penibética y aundel vecino reino portugués.

Se concibe sin más prolija explicación que sea allí tan

menguada la concordia entre 01>1'01'03 y patronos, y que

en esas masas flotantes del prolctm-iido rurnl, tan malalimentadas do ouorpo y alma, gerrni no fácilmente la

vieja utopin del ooloctivísmo agrario.Para poner dique al desbordamiento de estas ideas

estérilmente porturbador.rs cs por lo que, en aquellos

parajes donde con más vigor se propagan, crece al par

el anhelo do crear y fomentar el pequeño cultivador, el

haga,' rústico donde pOI' la virtud y 01 trabajo logre el

- 12-

hombro de los campos el grado de bienestar é indopen­

dencia quo á los humildes es dado conquistar y que no

alcanzaron nunca ni por abstracciones infecundas, ni

por empirismos engañadores, ni por violentas sacu­didas.

Pero la subdivisi6n del suelo y la consiguiente inten­

sidad que precisa dar al cultivo, no se obtendrán jamás

en la comarca mencionada sin contar con aguas para el

riego. De aquí que tan fer-vorosamente se pretenda laconstrucción de pantanos que acudan á esta necesidad'

Los repartimientos hechos en varios términos de bal­

díos y realengos hacia la primera mitad del siglo últi­mo, no s610 no dieron los resultados apetecidos, sino que

fueron contraproducentes, Adjudicar al pobre cinco 6

diez hectáreas de tierra sin facilitarle al mismo tiempo

albergue y capital paru que pueda allegar los recursos

indispensables para ponerlas en producción, es cosa in­

comprensible, mucho más cuando carece de hábitos ru­

rales y cuando puede VOl' frustrados en el primor año

todos sus esfuerzos por falta de lluvias Ú otro accidente

meteorológico. Así sucedió que esos sorteros, salvo muy

rara excepción, enajenaron por cualquier precio sus

parcelas, que bien pronto vinieron á convertirse en ex­

tensas propiedades, El ejemplo demuestra las precau­

ciones que es menester adoptar para un éxito completo,

aun disponiendo del suficiente caudal de aguas.

La con versión del secano en regadío tiene límites in­

franqueables en la cuantía de dicho caudal; y en la

orografía del suelo, en la misma comarca á que nos re­

ferímis, es probable que las zonas rogables no pasen do

la vigésima parte de la superficie cultivada. Pero esto

no disminuye en modo alguno la importancia de la

- 13 -

transformación, fIlIO habrá de reflejar sus efectos hion­

hechores en las grandes y medianas labranzas, por las

distintas condiciones del tra bajo y pOl'q uc de esta aso­

ciaci6n nacen ventajas recíprocas para el progroso agrt­

cola en todas sus manifestaciones.

Los cortijos que los jerezanos llaman del Hincón so

oxp'otan desde hace siglos pOI' el mismo sistema que

al presente y han luchado con éxito contra las ad­

versidades meteorológicas, á pesar de haber' visto mu­

chas veces menguadas sus cosechas, ya pOI' la prolon­

gada sequía, ya pOI' las excesivas lluvias del invierno.

En esos terrenos fcrtilisimos, cuyos tercios de cria pas­

tan las yeguada'! más famos-is de la raza andaluza y que

en la pt-irnnroi-a cubr.: espontáneamente In eulla (hedy­

sarum. coroi/rtrinm) con el deo manto de sus pur-púreas

flores, se cumplen por t.m maravillosa m.murn las leyes

naturales de la restitución, que todav ia las buenas se­

mentoras dan roudimientos en nada inferiorus á aque­

llos que de las mismas so obtuviernu cien aÚ08 atrás.No son, pues, los rigores del clim-i lo que hoy muestr-ainminente peligro de muerto y de ruina para aquella

hermosa agr.culturn, siuo la situnción á q ue ha llegado

por la inclemencia y abandono do los hombros. Nada se

ha previsto pal'a la defensa do tan gl'andos intereses, ni

en la enseñanza, ni en el crédito, ni en la reforma del

impuesto, ni en la facilídad dol tráfico, ni en la proteo­

ci6n aduanera, ó si algo se ha hecho, es tan deficiente

como Jo comprueban sus tr-istes resultados. Y sin em­

bargo, en esos desdeñados latifundios, si así se quiere

llamarlos, os donde están los fundamentos más sólidos

de la riqueza nacional dado el podado agricola on que

nos encontrarnos, y el baluarte más firme del prestigio

- 14-

y la gloria par« los futuros progresos do uucstras in­dustrias rurales Tal es al menos nuestra pobre opinión,

que sólo nos permitimos indicar, pues que otra cosa fue­

ra impropia del presente trabajo y excedería sin dudaú los arrestos de nuestra voluntad.

De todos modos, no vacilamos en repetir la afirma­

ción de que, si creemos convenicntlsimo el estableci­miento del pequeño cultivo intensivo al lado do las gran­

dos labores, estimamos como motivo de irredimible atra­so y de funestas consecuencias la sistemática subdivi­sión del suelo, que no consienten ni el estado social ni

el económico de las provineias occidentales de Andalueiu, Todas las dificultades que se lamentan SOIl, á nues­

tro parecer, infinitamente menores quo las que ofrece­ría una pnrcclación parecida á las del Noroeste do Es­

puña, principalmente las provincias gallegas, donde unamisérrima agricultura niega á los humildes y sufridoshijos del Míño hasta el pedazo dc tierra en quo posar

la planta, determinando esa pavorosa corrionto de emi­gración en que causa tantas víctimas la nostalgia del

terruño.Védanos lo mezquino do nuestra competencia sobre

01 particular discurrir con paso seguro por las escn­brasas sondas do la Sociología; poro en cuanto respectaá las grandes síntesis que los hechos agrícolas represen­tan, no 1l0S cabe duda de que para cualesquiera modi­ficaciones quo en ellos se pretenda hacer, debe tomarse

muy en cuenta la totalidad de la técnica que ha de pre­

sidirlas. La posibilidad do los riegos no es por sí s610 elmedio de regeneración para nuestros intereses agra­

dos; así lo reconocen y reconocieron siempre cuantoscon más empeño, superior inteligencia y desde mayor

- 15 --

altura, han defendido y propagado el noble y salvado!'

pensamiento, que tal vez so retrasará en rendir sus ópi­

mas y codiciados frutos por un desarrollo oxccsi va do

sus raíces (\1\ la opinión rural del país.

Podemos tener en fuerte dique contenida masa ingen­

te de buenas aguas para el regadío; podemos completar

la obra con la red de canales conveniente á su distr-i­

hución en las tierr-as elegidas por su situación topográ­

fica y por el conjunto de sus propiedades físicas; pode­

mos calcular con aproximación suficiente In superficie

regablo dado el término modio de las oxigoncias de la

planta y las pérdidas pOI' evaporación y tlltracíones:

todas estas cuestiones encuentran solución definida en

las ciencias matemáticas y en las físico-naturales; pero

donde surgen obstáculos á veces insuperables que dan

al problema caractérea do indeterminación, es en aque­

llos puntos muy variados ptu-a aquella localidad, que

han de resolverse por los conocimientos tr-cnológi­

cos de la agronomía y de la economía rural: talos como

h fijación de las alternativas de cosechas, la manera de

p1'oveer' cumplidamente á sus necesidades de todo lina­

jo y obtener para los productos precios remuneradores.

Las ideas untos apuntadas respecto á extremos tu Il im­

portantes requieren ahora alguna ampliticacióu.

La elección do las plantas que han do sucederse en el

cultivo está sujeta no sólo á las convonioncias biol6gi­

cas do las mismas, sino también á las más circunscritas

y mudables que imponen los pedidos del consumidor.

Aun siendo aquéllas tan favorecidas que pa rezcan cons­

tituir un monopolio natural, todavía puedo afirmarse

que el mercado manda con mero y mixto imperio en

cuanto á la producción concierne, y esto por tan múlti-

- 16-

ples causas que es á vocc s inoxplicable el fenómeno ob­

senado.Hacia mediados del siglo último, los céleliros viñedo.:

jerezunos habían alcanzado valores jamás superados en

ol largo pcrlodo del universal renombro do sus vinos.

Pues bien, no pocos años antes de q uo la filoxera comon­

zase su destructora obra, aquellos predios, que habíansido fuente de cuantiosas riquezas, vinieron á tal punto

de depreciación que millares do familias que por ellos

gozaran de holgado bienestar cayoI'on on la estrechez

yen la pobreza. AQué pase) par» tanto infortunioj Ni los

privilegios del suelo y dol clima, ni ol osmerudisimo la­

bOI'eo, ni la excelente calidad do los caldos, habían men-. "

guado en 10 más mínimo: lo que falt6 fué la espléndida

demanda del morcado inglés. ¿Y por qué? Dificil fuera

precisarlo, pues cuando la desgracia azota á un pats,cada cual la atribuye á u]cnas culpas, como cada cua I

pone la esperanza del remedio tal vez en los más bal­

díos proyectos.

Otro cultivo que desdo época reciente ha fomentado

el desarrollo industrial y agricoln de v.u-ias zonas l'ega·

bles do la Peninsula, es el de la remolacha azucarera,

que ha hecho pr.ispora la situación de muchos labrie­

gos, allí donde antes urrastráran una existencia bastan.

te precariu, cual sucedía en las provincias de Zuragoza

y Granada, Pero hoy, casi agotada la capacidad consu­

midoru del interior y siendo imposible la competencia

con las demás naciones productoras, se trata de arbitrar

medios para regular el negocio de manera que el exce­

so de producción. depreciando los valores, no llegue á

convertirlo en ruinoso, con grave daño pum cuantos

concurran al mismo y para la riqueza patria.

- 17 -

Con frecuencia se expresa el deseo de introducir enlas al crnatívas de cosechas nuevas plantas que susti­tuyan á aquellas cuyos productos se estiman como me­nos remuneradores, y á este respecto se señala el taha­co que encuentra favorables circunstancias vegetativasen la mayor parte de las provincias españolas y sobrecuyo particular se han elevado al Gobierno insistentessolicitudes.

Bajo un régimen de completa libertad, ha de tener­se por cierto que su cultivo sería de pingües prove­chos en diversas localidades que reunen para el casopropicias condiciones; poro restringido por mil trabas ysufriendo una constante fiscalización y con un solo com­prador de sus cosechas, cabe poner muy en duda un fe­liz resultado para los plantadores, Por instancias aná­logas de varios Centros y Sociedades mand6se también,hará dos ó tres años, verificar ensayos en las Granjasoflc.ales del cultivo del algodonero. ¿,Acaso por dondequiera no hemos visto crecer en huertos y jardines estaplanta como objeto de adorno y curiosidad? ¡Acaso ig­noramos que hacia fines del siglo XVIII se extendió sucultivo por la vega de Motril, descr-ita con tan bellos (O­

lores por nuestro sabio naturalista D, Sim6n de RojasClemente, y que sus productos fueron explotados pOI'los catalanes mientras las circunstancias no permitieroná los Estados Unidos de la América hacerse dueños nue­vamente de eomeréio tan importantes No es, pues, Inposibilidad de producir el solo término de la cuestíón,

sino el de lograrlo econ6micamente: los estorbos prin­cipales están en las relaciones exteriores de las empr«­sas agríoolas, en las costumbres y en las leyes.

Vengamos ahora á otros puntos capitalisimos de III2

- 18-

técnica agronómica en lo que S::J refiere al cultivo de

regadío En los sistemas extensivos, la potencia recons­tituyente de las fULlt'zH nituriles, auxiliada por las la­

bores del barbecho, que promueven acciones meteóricas

sobre Los silicatos de alúmina y potasa, los fosfatos cál­cicos y otras sales del terreno, el desarrollo de 103 fer­mentos de la nitrificación, las leguminosas que inducenel ázoe atmosférico en el fenómeno de la sym.~iosis, man­tiene el necesario equilibrio en la fertilidad del suelo ymucho más si por la asociación del cultivo y la ganade­ría se cuenta con abonos producidos; pero cuando han dellevarse al máximum los rendimientos de las cosechas yla intensidad cultural, es ineludible la impor-tación de

las materías fertilizmtes en la medida y en las propor­ciones que cada planta y cada terreno lo requieren. Elregadío no se comprende sin esta condición, pues nosólo hay que reintegrar al suelo activo en la riqueza quedel mismo se ha levantado, sino también de la que elagua ha podido arrastrar á las capas inferiores, y paralograr objeto tan fundamental, menester es que hayacentros ó fábricas de abonos y facilidad de transportar­los, capital suficiente para adquirtrlos é inteligencia paraprepararlos y aplicarlos.

Al par de la magna cuestión de los abonos, piedra an­gular del cultivo intensivo, son dignos de atención muochos extremos que dicen relación con el mismo en suforma más acabada, que es la huerta, tomando este nomobre en su expresión mis genérica. L'lS artes é iustrumen­

tos que hayan de euiplearse en el trabajo mecánico paraque sea más perfecto y barato: la selección de las vade­dades para las siembras y plantaciones, adoptando aqueollas que mayor utilidad en cada para]e ofrezcan por su

- 19-

precocidad ó por sus valiosas cualidades; los procedi­mientos que coadyuvan al desarrollo de la vegetaci6ny excelencia de las cosecha'>; las pequeñas industrias enque se aprovechen despojos y sobrantes y los forzadosocios del hortelano y su familia, todo debe entr-ar enel plan, cuyo estudio exige tanta previsi6n y presentatantas dificultades. No nos proponemos detallarlas, puescon lo dicho no faltará quizás quien nos tache de acu­mular obstáculos. e.Cuándo no está erizado de ellos elcamino de la verdadr

De todas las materias que van levemente apuntadasen este incompleto y desordenado índice, se necesitaconocer para el planteamiento del problema del riogo,si se ha de alcanzar una solución cierta y que determinolos resultados que pueden esperarse del propósito encada caso par-ticular. No queremos establecer clasifica­ciones ni preferencias entre las tres clases de cuestio­nes hídrologicas, agrícolas y económicas, que debon sen'objeto de detenido estudio para la realizaci6n de la po­lítica hidr-áulica, aunque en el orden 16gico de las ideas

parezca que el primer lugar corresponde á aquellasque siempre han sido postergadas en el orden crono16­gico de los hechos; pero tampoco habrá de considerarsecomo admisible, sin previo examen, el concepto que,ganosas de talos obras, afectan creer algunas localida­des, y es que, una vez poseedoras de las suspiradasaguas, todo lo demás que ha de hacerlas provechosa­mente aplicables vendrá luego en plazo breve y sin

grandes esfuerzos. No: en asuntos sometidos al huma­no albedrío, no es dado conceder gratuitamente un tanancho margen á lo que S6 presenta con caracteres decontingencia é incertidumbre.

- 20-

Para comparar el estado de prosperidad que alcanza

el labrador allí donde el regadío tiene más extensión yabundmcla con la situación en que se encuentra en lasdilatadas regiones que del mismo carecen casi en abso­

luto, y para llegar á la mejor estimación y más perfec­

to conocimiento de los antecedentes, de las circunstan­cias de actualidad y do las consecuencias futuras res­pecto á la magna cuestión que tan vivo interés despierta

en cuantos ven en la agricultura el más sólido funda­mento del bienestar público y de la riqueza, es por lo

que la Junta Consultiva Agronómica designó el tema

de la Memoria reglamentaria del afio último, á saber:«Noticia agronómico-estad.istica acerca del cultivo de

regadío en España», tema que fué aprobado por la Su­

perioridad y que han contestado los Ingenieros agróno­

mos de provincia de una manera satisfactoria por lamayor parte, y en algunos casos digna de fervoroso

aplauso. Á pesar de ello, el plazo relativamente corto ylos muy menguados recursos de que los Ingenieros han

podido disponer, hacen que 61 conjunto de los trabajos

ve riflcados, más que un cuadro completo y acabado,sea un ligero bosquejo, y que por tanto el resumen quela Junta tiene el deber de presentar, no pueda ser otra

cosa que una abreviada é imperfecta copia de los prin­

cipales extremos en dicho hosquej o señalados.

Aun con tan graves defectos, esta labor humilde y

somera no habrá de ser perdida, si logra por ventura

poner aire y calor que hagan brotar los gérmenes de

fecunda reforma en pensamientos más ilustrados y "i­gOl'OSOS. Y que es necesaria y urgente tal reforma 110

s610 lo demuestran los razonamientos expuestos en este

ya largo prólogo, sino, con mayor autoridad, los testí-

- 21 --

monios en quo se funda, la orgnnizaolén dada" no hamucho tiempo» por el Minístorio de agl'icultllra daFrancia á los servicios de la hidrául.ca agricola, toman­

do ejemplo de los que con denominación más genérica,«pero comprendiendo el riego de las tier-ras», existenen varias naciones del Norte y centro de Europa y en

los Estados Unidos de la América. Estos servicios estánencargados á un personal especial cuya importancia estan grande que en Alemania yen Austria solamente no

hay menos de seis escuelas superiores y doce secunda­rias, destinadas á prepararlo y proporcionar.o á lasempresas de iniciativa privada que reclaman sus con­sejos y experiencia,

Hay, pues, eopioso y excelente material para el estu­

dio de los procedimientos que deben seguirse en el pro­

blema del regadío, así respecto al orden con que las

obras hayan de llevarse á cabo, como para su acomoda­miento agron6mico, su vigilancia ulter-ior y su adminis­

tración, evitándose las enormes pérdidas y las tristes

decepciones en tantos casos sufridas. Adaptar á nuestrascircunstancias esos elementos de una acertada ejecu­ción, y dictar las medidas capaces de conducir á losmismos óptimos fines, es la tarea que ha de emprender­

se con denuedo y constancia, rindiendo la voluntad másbien al Irio y sereno examen del entendimiento que ála vehemencia de los deseos ó á los tal voz exageradosapremios de la pública opinión.

ADVbJRTBNCIA PRBLI:MINAR

Ha sido formado este resumen con breves extractos

de las noticias estadísticas, hidrológicas, agrológicas yeconómicas contenidas en las dichas Memorias, orde­nándolos según la división adoptada en trece Regionespara el torritorio nacional, á sabor: Galicia y Asturias,Cantábrica, Aragón y Navarra, Cataluña, Leonesa, Cas­tilla la Vieja, de Levante, Extremadura y la Mancha,Castilla la Nueva, Bético-Occidental, Bético-Mediterrá­nea, Islas Baleares é Islas Ca n.u-ias.

GALletA y ASTUHIAS

COMPRENDE LAS PROVI~CIAS DE LA CORUÑA, LUGO, ORgNl3E,

PONTEVEDRA y OVIEDO

Provincia de la eoruña.

1. El cultivo de regadío en esta provlncia tiene muypoca importancia, pues sólo se voriñcn en poqueñisimas

y diseminadas parcelas, do tal modo que de las 790.279hectáreas que ocupa su total superfioio, 8610 unas 100

reciben el riego 111·tilicinl, yeso evcutuuhnentc, estandotodas ellas destinadas á prados.

El valor de esta PI'OdUCeiÓll prutcns« puede calcular­se en 50.000 pesetas próxlmameute. á r-azón de 100 quin­

tales pOI' hectárea y precio do 5 pesetas por quintal;

comprendiendo en dicha cantidad el equivalente en

heno seco de la hier-ba que se consumo OH verde.

Los demás productos agrícolas do la provincia ape­nas bastan para 01 consumo locnl: únicamente s : expor­

tan cebollas y patatas par» América: p,'I'O en cambio de

._- 26-

este último tubérculo hay que importar cantidades más

considerables de Monforte y otros puntos do la provin­

cia d« Lugo. De lo que hay gran salida es de ganado

vacuno, gallinas y huevos que abastecen muchos mero

cados del interior de la Península y especialmente los

de Madrid y Barcelona.

2. Las pocas aguas que para el riego se emplean,

son tomadas de manantiales y arroyos más 6 menospermanentes, 6 de algún sobrante de las acequias de

molinos hnrineros; sin que exista ningún proyecto de

01)1'a con esta aplicación. Ni las condiciones climatol6­

gicas, ni In topografía do la provincia, ni la C01'taexten­

sión de sus zonas rcgablcs, esparcidas en las pequeñas

cuencas de sus numerosos ríos y arroyos, se prestan á

dichas obras sino en muy pequeña escala; pero es facti­

ble el aumento de la producción de henos y forrajes,

por der-ivacionoa de poco costo y por el embalse de las

aguas invernales.

3. Los terrenos, tanto en e: regadío como en el seca­

no, son por lo gener-al excosivamentc silíceos, con corta

proporción do arcilla y pobr.simos en caliza; resultan,

por tanto, muy permeables; POl'O para 103 efectos del

consumo de ligua, esta propiedad se neutraliza pOt' la

escasa evaporación debida á la gran humedad atmosfé­

rica que es caracteristica del país.Los abonos de que para el cultivo ~e dispon. son

por lo común los estiércoles de cuadra, las algas y los

residuos de pescados y mariscos; mas de poco tiempo á

osta parte SJ va generalizando (JI uso de los abonos

<l uimicos, ya solos 6 ya asociados á los estiércoles. Pro­

ceden los indicados abonos de las casas do Cros y de

ütto de Modem, de Barcelona y Valencia respectiva-

-- 27 -

mente, y que tienen un precio muy poco supor-ior al de

su origen por la barntur-a de 103 fletes,4. La propiedad está sumamente dividida, siendo

contadas las fincas que miden una hectárea é ínnume­

rabies las que no pasan de un Ierrado (444 m.") y nopocas de una área, y la mayor parte se encuentran gra­vadas con censos, foros y subforos. Como ejemplo de

tan extremada división, se puede citar 01 caso do una

finca situada en el pueblo do Mera que mide i32 m.", y

que tiene tres propietarios: uno del suelo, otro del único

castaño qno hay en ella y el tercero poseedor de Uncenso de 6 huevos al año que gravita sobre la misma y

que alternativamente satisfacen los dueños del terreno

y del castaño,

Los contratos de arriendo se estipulan verbalmente,ó á lo sumo un sencillo compromiso escrito de carácter

privado, pagándose siempre la renta en especie, que por

lo general es el trigo, y sin contener cláusulas espe­ciales,

No existe ninguna Sociedad do crédito agr'icola, pero

sí muchas para el ganado vacuno, bastante bien orga­nizadas,

La oaraotet-istica de la poblucirin rurnl os su gran

densidad y mucht diseminación; todos los ayunt:llnien­tos tienen su vocínd.u-ío distribuido en varias parro­

quias, fraccionadus á Sil voz en aldeas, y éstas en varios

lugares ó caserlos.

Los obreros agricolas. como propiotarlos tOd03 ollas

en mayO!' 6 menor escaln, son completamente l'<,ft'ncta­

ríos á las dootri nas socialista yana ni \1ista.

Los precios de los jornales 011 103 distr-itos de la parto

montañosa so ofrecen excesi va monte bajos, ti uctuando

- 28 ~-

entro 0,50 Y una peseta: pero en la tierra baja .alcanzan1,50 á 2 Y á veces 3 pesetas.

Por consecuencia del frnccionamiento de la propiedad

existen con el nombre de «corredoiras- ínnu-nornblcs

caminos rurales sumamente estrechos é iutransitablesla mayor p.rrte del año.

Los mercados de productos agrioolas son.como so ha

dicho, cortos en número y sin importancia, pues la pro­

ducción apenas basta para las necesidades del «ultiva­

do!'; en cambio hay numerosas y frecuentes fer.as de

ga uados en las q LIe so realizan muchas trunsncaiones.

Provincia de Lugo.

1. Esta provincia, de 988.054 hectáreas, presenta en

oontr-aposición con la anterior una regular extensión de

regadío, puesto q ue asciende á 14.245, que se destinan á

prados 8.000, á judías y ma iz 3.745 Y á hortalizas 2.500hectáreas.

SO:1 de dogo constante 1.788 con agua de pie y 712

con aguts elevadas, quedando 11.745 de riego eventual.

El valor c.rlculudo de la producción de los terrenos

de regadío es el siguiente: prados, 4.000.000 de pesetas;

[udias y maÍz,1.498.UOO; huertas, 1.750.000, que hacen

un total de 7.248000 pesetas.

De ninguno de 03tOS productos h.ry exportación, pero

es muy considorable la quo so verifica de gnnado vacu­

no y mular, gillinas, huevos y carues do cerdo para el

interior de la Península.

2. Numerosos Cll!''';OS do agua pudieran aumentar en

la provincia la extensión del regadio, pero á ello se

2\)

oponen los nOI'(whOS udquiridos pOI' los molinos hnrinv­

ros. Ex.ston unos cien, llamado, canales de riego, queni por su rocot-rido ni pOI' el ~n udul de aguas que COIl­

ducen moreocn tal denominnción. Entre todas estas de­r-ivacíones ricg.m unas mil hectáreas; la de mayor re­corrido tiene 1.800 metros de longitud y las demás al­

canzan s-ilo uno 6 va rios centen-u-es de metros. Han sidoconstruidas, algunas por los Municipios, poro las máspor los mismos terratenientes.

Contribuye á las notorias utilidades que de dichos ca­

nales so obtienen el no pagarse canon alguno por eldisfruto de sus aguas y los regantes ünicamonte deben

atender á los gastos de conservación,

Los demás terrenos de riego toman las aguas do arro­yos y manantiales más ó menos permanentes, y de aquíque sea tn 11 grande la cifra del riego eventual.

No ñgura en 01 plan general de obras hidráulicas nin­

gún proyecto que á esta provincia se rofíera.

3. Casi todas las tierras son en alto grado silíceas,como proceden tos de la diRgl'cgación de las ror-as hipo­

gé:lÍcas y del gneis y micasquistos, y pOI' este motivo

originan gran gasto de agua en el riego, no obstante lahumedad del clima.

Prodúccnse en la provincin grandes cantidades de

estiércol de establo; pero insuficientes para las necesi­dades de los cultivos, pOI' cuya razón van introducién­

dose, aunque paulatinamente y á medida que los labra­

dores He convencen de su etleao.a, los abonos minerales.El precio del estiércol es de 7 á 10 pesetas ol carro de

600 kilogramos.4. La división de la propiedad rural no es tan exce­

siva como en las demás provincias de In región; hay

- :30 --

buen númer-o do Ilnc.is de 4 á 5 hOCJtál'OIS, aun cuando

la m-iyorta 1]') lleg.m á unn ,

Lo más corrtonte e'l arrcndu'las on aparcería, ropar­

tiendo por mitad lo, productos entre propietario ycolono. '

No existen Pósitos ni otras instituciones de crédito,

ni de seguro de cosechas; y la implantación del crédito

agrícola tropieza aquí con el grave obstáculo de los

foros y subforos.

Los jornales son como en las demás provincias galle­

gis: pam 01 trabajo del hombre, de 1,25 á 1,50 pesetas

en in viorno y de 1,75 á 2 pesetas en verano, y para la

mujer, de 1 á 1,25 pesetas.

En punto á vías de comunicación, no está mal dotada

de carreteras generales y provinciales; pero los caminosrurales hállanse en completo abandono,

En suma, esta provincia, si bien no reune condicio­

IWS pal'a el éxito de grandes obras hidráulicas, puede,

no obstante, recibir gl'an impulso su riqueza agrlcola ypecuaria pOI' la constr-ucción de otras y de poco costo;

mas para osto menester es desembarazar á los pueblos

y á los particulu-es do aquellas trabas que lo impiden.

Provincia de 0rense.

1. Esta provincia, aunque de menor extensión quelas dos anteriores, pues s610 mide 697 871 hectáreas,

tiene no; obstante en regadío una superficie de 58,660,

distribuida en los siguientes cultivos:

Trigo, 451; cebada, 314; centeno, 2. )97; maíz, 13.890;

judías, 1.017; hortalizas, 14.600, y prados, 26.261.

.- :H --

Puede conaidorarse toda esta superficie como regadacon agua do pie, pOI' ser muy raros los casos en que lasazuas se elevan pOI' norias Ú otros medios,

'"'Aunque la Memoria no expresa qué parte de esto re-

gadío es eventual, debe tenerse por cierto que no serápequeña dadas las condiciones del país.

El maíz es el cultivo de regadío que tiene más impor­tuncia por ser la baso del alimento de la población ru­ral. Siguen después el de los prados, huertos, centeno,judías y trigo.

El valor total de estas producciones es pOI' términomedio anual de 6.436.689 pesetas, correspondiendo: altrigo, 272.992; á la cebada, 93.933; al centeno, 936.138; almaíz, 1.009.050; á las judías, 448.690; á las hortalizas,999.786, y á los prados, 2.626.100; cuyos productos todosse consumen en la provincia si se exceptúa alguna can­tidad de heno y paja que se vende par-a la Coruña.

2. Parecerá exagerada la cifra do la superficie deregadío expresada, en una comarca en que 01 pluvíó­

metro acusa un promedio anual de 1,m003, Ósea UlI

mínimum do O,mS76 y un máximum de 1,01 407, nación.do de aquí la generalizada creencia de que en ellano hacen falta los riegos; pero menester es considerarque las grandes alturus, como la Peña Nofre de 1.313

metros, Pico de San Mamed de 1.616 metros, Cabeza deManzaneda de 1.766 metros y otras muchas forman gar­gantas y valles profundos de temperaturas medias de10 y 15°, en los que los riegos son necesarios.

Los ríos de primer orden, el Miño, el Sil, el Sinna y elAvia, se deslizan por pendientes tan suaves y caucestan profundos "que á 103 gastos de der-ivación de susaguas», por las monumentales presas que habría que

:12 -

construir y ni gran dosn ri-ollo de los cannlcs ó acequias,no cor rcspondcrlan los bencflc.os que se obtuvieren de

las pequeñas vegas regables,

Las aguas aprovechadas hoy rara el regadío son to­

ntadas de gl'an número de pequeños afluentes y arro­

yos qu) surcan el país en todas direcciones.

El solo canal existente es el que abastece á la capital,y aun cuando su concesi6n rué cxtensi va al riego de las

tierras, ni un solo agricultor lo ha solicitado.

Entre las obras en proyecto es una la de la vega de

la Rúa de Vnldeorrns, que hace más de treinta años pi­di6 el Ayuntamiento de aquella villa y que después íuéautorizado un particular para hacer sus estudios exten­

sivos á todo el citado valle, que comprende una longitudde 15 kilómetros desde el Barco al Puente de Petin.

Estas concesiones y estudios han quedado en el olvido

sin causa conocida que lo justifique.En los trabajos hechos por la Comisi6n hidrológica de

esta provincia, en los r3 kilómetros dol río Míño se do­

terminó la posibilidad do establecer seis presas que rt\­

partíei-an sus aguas por ambas márgenes desde los

Pea res hasta la confluencia con el Arnoya, 'y que ade­más de la producción de fuerza motriz podrían regar en

total unas 350 hectáreas.

Pero entre todos estos proyectos descuella el de ca­

nal.zación y desecación de la laguna Antcla, situada en

la comarca del Sínna, partidos de AllarIz, GinzoyBande,

en un hermoso valle de 15 kilómetros de longitud y va­

riable anchura. Este va.lo se encuentra á 660 metros

sobre el nivel del mar y ocupa una superficie de 5.600

hectáreas con extraordinaria feracidad. '

La concesión dr- que se trata se hizo en Abril de 1868;

- 33-

pero Ins dificultades que los naturales del país opusie,

ron porque perdían el aprovechamiento de los pastos

espontáneos, así como motivos políticos, dieron por re­

sultado el abandono de la empresa. Hubo varios inten­

tos de acometerla durante este lapso de tiempo, hasta

que recientemente se presentó á tomar posesión de la

laguna la Marquesa de Longueville, «aristocrática dama

inglesa», tÍ. quien acompañaba numeroso POl'SOlUl1 y quenombró Director de las obras á un Ayudante de Cami­

nos que á la sazón servía en la provincia. Instnlóso la

Mnrqucsa suntuosarnonto con todo 8U séquito, y supo

con sus dádivas y promesas atrucreo la voluntad aun

de los más refractarios al propósito; pvro (mando s',' l'(l­

cibían máquinas y aparatos y comenzaban los replan­

teos con grande y gen ern1satisfacción, he aquí que unos

exhortos llegados en Febret-o último, por crecidas deu­

das en el extranjero, determinaron el rápido regreso á

Francia do la Marquesa y dosbarnt.u-on los planes detan agradable porvenir.

Este transcendental proyecto, quo Dios sabe cuándo

se realizará, es, sin embargo, práctico, racional y hu­

munitar-io y transformaría agricola é industrialmente la

comarca entera.

En cuanto al canal de Valdeorrus tampoco es posible

poner en duda su utilidad é importancia; poro no apa­

rece tan realizable, bajo su aspecto económico, lo que se

ha dicho acerca do las sois presas del Mino.

3. La casi totalidad do los terrenos proceden do la

disgregaci6n de las rocas primitivas, siendo, por consi­

guiente, muy silíceos y pobres 011 elementos calcáreos;

sólo en pocos parajes so encuentran algunos aluviones

con justa proporción en sus componentes mineralógicos.

3

-- a4 -

Disponeso do abundantes abonos orgánicos por est,lr

íntimamente unido el cultivo á la ganadería, pOI' los des­

pojos de los montes que con el mismo objeto se utilizan

y por la práctica de sembrar las tierras centenares do

aulaga ó tojo, que se destina, en su parte tierna, como

alimento y en el resto como cama de los ganados, lo quP

a umenta considerablemente el volumen de los estíér­r-oles,

4. El contrato de nrrondamiento más usual es el de

uparceria por plazos de cinco HIlOS, con la especial con­

dición de en tl'ega r el propieta río la mitad de la simien­

te y de facilita r cierto nÚllWI'O de cabezas de ganado.

La inmensa mayoría de los agricultotes carecen del

capital necesario para la explotación de sus tierras, pues

aunque propietarios casi todos, lo son con la abruma­

dora carga de los foros y subforos, origen de frecuen­

tes y ruinosos litigios. Ni existen Pósitos ni Sociedad

ninguna de crédito ni de seguro agrícola.

JAlA demás condiciones económicas de la provincia

nada ofrecen do especial y doseribirlas sería repetir lo

dicho r-especto á las anteriores. Las grandes obras hi­

dráulicas 110 parecen de fácil realización y soria más

ha ceder-o el aumento del actual regadío, aprovechando

numerosos aíluentes y arroyos que cruzan el país y que

con poco gasto fertilizarían vallejos y laderas hoy do

secano,

Provincia de Pontevedra.

1. Esta provincia, In más pequeña de la región galle­

ga, pues sólo tiene 439.132 hectáreas, riega, no obstante,

una superficie do 31.5il(J.

- 35 -

Se distt-íbuye este regadío en los cultivos siguientes:

maíz y judías, 18.526; prados, 10.000, y huertas, 3.010

hectáreas.

Son de dogo constante con agua de pie 3.500 hectá­

reas y con aguas elevadas 1.500, y 01 resto, Ó sean 2B.536,

deben considerarse como de regadío eventual.

El regadío más importante es el del maíz, siguiendo

después los prados y las hortalizas, y el valor modio

anual do toda esta producción se estima en 24.997.000

pesetas. do cuya cantidad coi-responde ni maíz 11.254.000

pesetas, á los prados 9.227.500 y á las huertas 4.!l15.000.

Estas cosechas R(~ consumen dentro de la provincia, y

aun hay años ou (JIU' la del mn iz os insuficiente, tenien­

do necesidad de importar dicho grano del oxtran­[ero.

2. Aquí, como en las demás provinoi.is de la región.

no son los ríos principulos los que suministran las aguas

pat'a el riego, sino sus tributarios de segnndo y tfll'cel'

orden. Con 01 río Unua podrin roga rsc la voga do Cal­

das, hoy casi toda de secano: pura 0110 bastaría ornpln­

zar la presa de toma do aguas en el salto do la Compa­

ñía «Electra de Sl~gado» y construir dOR canales, uno 011

cada margen con un desarrollo de tres kilómetros próxi­

mamento y que regru-ian unas :100 hectáreas, para las

que ni río lleva suftciente caudal en el ostinjo, puesto

que está aforado on 600 Ú 800 litros por segundo.

Pero no son JORgrnndos canales los llamados á aumen­

tar eL regadío de la provincia, sino los pequeños npro­

voehamientos do sus r-iachuelos y arroyos y los embal­

Rl'S de las aguas invernales en obr-as do escaso CORto y

que podeian realizarse mediante algún nux ilio dado {¡

los Ayuntamientos.

3G

Las más importantes derivaciones qUi' existen en la

actualidad son:1." TI'OS canales del rio Verdugo <5 de Paradas, qu.­

datan del siglo XVIII y que tienen su punto de pnrtidn,

el uno en Puente Caldclas y el otro tres kilómetros

aguas ahajo do dicho Puente y el tercero que riega el

lugar de Insua.

2," Dos canales del río Oitaven 6 de Paradola, cuyatoma se halla cinco kilómetros antes de su confl uonein

con el Verdugo,

3." Cuatro do! I'Ío Almofrey, uno do los cuales arran­

ca del Iug.u: de Grota y riega 01 de Almof'rey; oteo del

lugar de BOI'da para Vilanova, y los dos restantes que

parten del sitio denominado 'I'ervenzas. Tienen un 1'0­

cor-rido do tres á seis kilómetros de longitud y condncon

un caudal de 30 á 60 litros por segundo,

4," En ol rio Lcroz, ayuntamiento do Coi-dedo, hay

las presas de Porriñeira y Priego y también hay tomas

en los ríos Soijo, Puentopiñon, Raposa, Ouircza, Hl0 de

Barro y otras más en diferentes distritos.

Las obras en proyecto consiston en un canal del Ulla

para riego de 1.200 hectáreas en término de Valga!', y

CUYH derivación está á un kilómetro aguas arriba de

Esbón; otro do Aruego en Brocos para dogo de 200

hectáreas con su toma un kilómetro aguas abajo del

puente do Toinz; otro el canal de Deza en Cira para 1'0­

gal' 200 hectáreas en términos de Silleda y Estrada,

cuya prosa se situará dos kilómetros aguas abajo del

puente Cirn, y c:lI1:11 y pantanos do Almofrcy par-a 1.000

hectáreas en término de Pontevedra, aguas arr-iba del

puente de Born.

El primero de los citados proyectos parece viable en

-- 37 ----

cuanto al caudal y á la zona regable, que no se limita al

ayuntamiento de Valgar, sino que también se extiendeá la vega de Padrón (Coruña); ]101'0 es dudoso que 1'0­

sulten compensados los gastos de esas obras pOI' el

aumento de producción en estas tierras, naturalmentefrescas y hasta enchat-cadizas,

El segundo proyecto podrá ser realmente una mejo­ra, pero el tercero faltan aún datos para j uzgn r de su

utilidad. Y en cuanto al cuarto, 6 sea el canal y pantano

de Almofrey, el caso se presenta muy dudoso, pues sien­

do el aforo del río en el estiaje de 200 litros pOI' segun­do, si han do respetarse los aprovoohnmientos actuales,no quedará más que el sobrnnte de las aguas invor-na les

recogidas en el pantano, y, por consiguiente, no podrá

rogarse toda la extensión que se señala.:3. La naturn lcza pormenble del suelo y su pronuu­

ciado declive son causa do que laR cosechas sufran porla sequía no obstante las condicionos ollmatológicas del

país, La composición general do las tierr-as es la siguien­

te: urenn silicen, do 68 á 93 pOI' 100; arcilla, do 6 á 20;

caliza, 0,1 á 2,10; humus, de 1 á 15; HO comprendo, pues,

lo que dicho queda respecto á HU oxcosivn permeabi­lidad.

La cantidad de aguas para 01 r-iego so estima, como

término medio, para el maíz en 600 m." pOI' l'iego y pOI'

hectárea, dándose uno cada quince días, lo que equivale

á 0,50 litros por segundo.

No se paga ningún cánon, usando cada cual el aguacon arreglo á los tumos establecidos.

Los abonos empleados en el cultivo son los mismos

que en las demás provincias gallegas.4. La subdivisión de la propiedad os extremada tam-

- 38 -

bién, pues hay fincas que s610 miden algunas centiáreas

y IllUY pOCHR que lleguen á 4 hectáreas.

La aparcería es la forma de arrendamiento do 1:Is

tierras, exceptuando las viñas, que siempre se cultivan

por sus mismos propietarios.

Como caso extraordinario en España merece men­

ción un establecimiento de crédito agrícola existente en

Pontevedra y que funciona desde el año 1856. En dicho

año, llamado del hambre, la Congregación nacional de

Santiago apóstol, que reside en Madrid, repartió varias

cantidades como limosna para los labradores necesita­

dos, correspondiéndole á la provincia 28.000 pesetas. La

Junta provincial de Beneficencia acordó dedicar esta

suma, á todas luces insuficiente para limosna, á la fun­

dación de un Banco agrícola, y á ella se agregaron

7.000 pesetas otorgadas por el Gobernador del fondo de

calamidades, 5.000 de la Diputación provincial y 1.250

donadas por el Arzobispo de Santiago.

Los préstamos se hacen al 5 por 100 y por sumas de

50, 75, 100 Y 125 pesetas, pudiendo ampliarse hasta 250

en circunstancias especiales pOI' el plazo de un año, dll­

vengando pOI' el tiempo que transcurra de dicho plazo

un 6 por 100 de demora. So requiere la garantía de 1111

fiador, y á fin de dar facilidades para el pago, so admito

al deudor la amortización del préstamo por cuotas de

25 á 50 pesetas, según la cuantía del mismo préstamo.

Así ha llegado á tonel' el Banco de que so trata una

gran importancia, do que da idea el número de opera­

ciones quo anualmente verifica, que os de 600 á 700.

El seguro agríoola tiene ejemplo únicamente para la

ganadería bajo la base de la mutualidad, y dadas las

condiciones do la región de que se trata, el éxito de ta-

-- 39 -

los institutos ha de considerarse como muy satisfac­

torio.Esta provincia ocupa uno de los primeros lugares en

cuanto á la densidad de la población, que, según el úl­

timo censo, es de 104 habitantes pOl' km."

Sin embargo, suelen faltar brazos en ciertas épocas

del año, no obstante que la mujer efectúa toda clase de

trabajos agrícolas, lo cual es debido á la emigración de

los hombres en busca de mejores jornales.

Los caminos rurales en general se encuentran en muy

malas condiciones, y las demás circunstancias económi­cas de la provincia son análogas á las que se han dicho

pura la de Orense, sin que, pOI' tanto, sea preciso aña­

dir más en esta ligera descripción.

Vrovineia de 6viedo.

1. La extensión total do esta provincia, q no constitu­

ye el Principado de AstUI'ÍHs, es de 1.089.450 hectáreas, y

en ella se clasifican de I'egadío 6.450, destinadas á pra­

dos 5.010 Y á hortalizas 1.530.

Todo este regadío puede considorarse como constante

y con agua de pie, puesto quo únicamente se svñalancuatro hectáreas para las aguas elevadas.

El valor de esta producción asciende á 5.:337.600 pe­

setas, do las que pei-tonecon á los prados 3.807.600 Y álas huertas 1.530.000.

2. Las aguas para el regadío proceden de nrroyos y

uumantiales, y no existen canales ni pantanos.

Muchos son los cursos de agua que podrían numen­

ÜW la superficie del dogo, y, como consecuencia, tripli-

- 40-

cnr el número de cabezas de ganado hoy existente: peroel problema no es de fácil solución económica, no sólo

por los gastos de construcci6n de las obras, sino por lasindemnizaciones á los molinos y demás artefactos que

utilizan las aguas como fuerza motriz,

Por otra parte, no indica la Memoria ninguna cons­trucción en proyecto para atender á tal objeto.

3. Las nueve décimas partes de la provincia las ocu­

pan los terrenos pnleozoicos 6 primados. siendo las ro­cas predominantes las pizarras arcillosas, las calizas ylas arcillas margosas. Tienen muy corta representa­cion las formaciones secundarias y aún menos las erup­

tivas.

La insuficiencia de los abonos orgánicos ha motiva­do desde la introducción de la remolacha azucarera el

empleo de Jos químicos 6 minerales,

4. Hay un regula r número de caseríos 6 haciendas

do 3 6 4 hectáreas do extensión, PO¡'O la inmensa mayo­ría de las fincas rústicas son inferiores á una hectárea.

Se encuen tran, aunque muy raras, algunas propiedadesque llegan hasta cien hectáreas.

En los arrendamientos es lo general quo la renta se

pague parte on metálico y parto on especies, q ue por lo

común os el trigo, con 01 aditamento de alguna manteende vaca y á veces otros frutos.

Hay un Banco agrícola que presta al 3 por 100, maslos requisitos que oxige como garantía de los présta­

mos hacen que so prescinda la mayor parte do las ve­ces del hencticio que debiera proporcionar. Sociedades

do seguros sólo existen para la gunnderia, análogamen­

te á 10 que sucede en otras provincias do la región.La densidad de la población rural es de 25 habitantes

- 41 --

por km.", pues aunque la general de la provincia es ma­

yor, hay que tener en cuenta que 1/3 próximamente vivoen las ciudades y los otros ~/3 en el campo.

Los precios de los jornales, que en los últimos años

han subido un 3 por 100, son variables según la épocay clase de trabajo: un peón gana de 2,25 á 2,75 pesetas,

un segador de hierba de 3,50 á 4 Y uno de trigo de 2á3.

Esta provincia está cruzada en todos sentidos de ea·rroteras de 1.0 y 2.° orden que comunicun cou los tér­minos municipales pOI' caminos provinciales en huon

estado do conservación. Así el transporte entre los prin­

cipales centros de producción so hace con facilidad; porola comunicación entre las aldeas os muy detíciente, pues

los caminos rurales son tan estrechos que apenas pue­do transitar un cano dü'1)aís y en las épocas do lluvia

no se puedo cicoulur pOI' ellos sino con almadreñas 6 á

caballo,

Dispónese en la cornurca de casi todos los factol'O"

ugrícolas y económicos que rcquiorc el establecimiento

del regadío, siempre que el costo do las Oh¡'HS sea poqueño, pues 01 aumento de la producción que pudiera

ohtcnorse pOl' esto medio 110 oomponsnrta los gastos do

grandes construcciones hidráulicas.

Nota. La J'{'gi6n do que se trata puede dividirso

en dos subregioncs perfoctnmento caraoterizadas: unala Oantábrica, que comprendo las provincias do (hiedo.

la Coruña y parto septentrional de la de Lugo, y otl';llas de Orouso, Pontovodm y parto meridional do Lugo.

En la pr-imera es donde monos so siento 1;\ necesidad d«

los riegos, sin que por oso so dejo do \'O('.OIlO(Jl\J' su utili-

- 42-

dad: los cereales y leguminosas ::;e producen todos ensecano y únicamente se riegan los prados y algo la huer­

ta. En la segunda subregión, además de los prados y la

huerta, oultivauso ya cereales y leguminosas de rega­

dío, principalmente las especies de verano, como son elmalz y las j udías.

En toda la región se considera como cosa cierta que

las grandes obras hidráulicas no darían resultado prác­

tico ó satisfactorio, ya por la profundidad de los caucesde los ríos, ya por lo accidentado del terreno y escasa

superficie de las zonas regables, ya, en fin, porque el

aumento do producción que so obtuviese no correspon­

dería económicamente á los gastos originados por di­

chas construcciones.Únicamente se estiman como do éxito seguro los pe­

queños aprovechamientos derivados de los numorosos

riachuelos y arroyos que Surcan pOI' donde quiera la

suporflcie del país.

SEGUNDA RBGI()N

CANTÁBRICA

COMPHENDE LAS PROVINCIAS DE SANTANDEH I GUIPÚZCOA,

ÁLAVA y VIZCAYA

Vrovineia de Santander.

1. En las 545,996 hectáreas que mido esta provincia

como suporflcie total, no existe, puede decirse, el l'oga­

día por lo que respecta á sus tierras la brantlas: tan sólo

se riegan algunos prados naturales aprovechando lasfuentes y manantiales que surgen on las propias fincas ¡)

las aguas sobrantes de los molinos quo es fácil Ilcvru­hasta las mismas; pero aun en estos casos OEl de tan es­casa importancia In extensión rogada, que sumará unas

500 hectáreas, 011 las que debo considerurso el riego

como eventual.

La producción do dichos prados se evalúa en la can­tidad de 800.000 pesetas,

Las corr-ientes do los ríos están ('asi en su tota lidud

acaparadas COlUO fuerza motriz. por lo que 01 aumento

de la suportíeio regableúnicamente podria lograrse con

la construcción de pequeños embalses en puntos con­

venientomente situados.

2. La falta de iniciativa do los Ayuntamientos y la

absoluta carencia de espíritu de asociación son circuns­

tancias, entre otras, que se oponen á la realización de

tales obras, que resultarían indudablemente beneficio­

sas. Hoy no existe, como queda indicado, canal alguno

de riego, ni hay noticia de que se proyecten obras hi­

dráu licas con tal propósito y, por consiguiente, nada

puede añadirse sobre 01 particular,

:l. La for-mación cretácea es la que predomina en el

territorio de la provincia, siguiéndole en importancia

las triá:·ú~a y jurásica, siendo por extremo escasas las

tierras de a.uvión; así, pues, las arellloso-calizas son

las que más abundan en los suelos laborables.

En materia de abonos, excepto en la alta montaña,

donde los hay sobrantes por ser coda la tierra en cul­

tivo y mucho 01 ganado de varias clases que en ella so

produce, en todo lo demás no bastan á cubrir las nece­

sidades culturales, pilOS aunque la asociación de la agri­

cultura con la industria pecuaria proporciona bastante

estiércol, ni éste es suficiente, ni se prepara con 01 esmo­

1'0 debido, resultando de mala calidad.

Al presente se abre camino el empleo do los abonos

minorales, debido sobro todo al empeño do los cultiva­

dores de remolacha, quo los vienen usando desdo 1892,

año en que la Sociedad azucarera importó 500 tonela­

das de superfosfatos procedentes de Francia. La JlI'opa­

gunda voriñcada va acreciendo cada día el uso de es­

tas materias fertilizantes, que ya h.u: aplicado al culti­

va pratense no pocos labradores de la comaroa.El ]>1'0-

-15 --

cio de)os superfosfatos es por término medio do 10.25

pesetas los 100 kilogrnmos y las oscorias Thomas á 1·)

pesetas igual peso. En cuanto á los estiércoles, es dl' 6

á 8 pesetas el valor del carro, medirla del país.

La propiedad rural se encuentra muy dividida, lo

que entorpece no poco el adelanto agrícola del país; en

las tierras de labor ó de pan sembrar son contn.disimas

las que llegan á una hectárea, y lo general es que no

pasen do 12 áreas; y en las dedicadas á prado, aunque

las parcelas son algo mayores, rara vez pasa'} do 1:1

hectárea.

En el pa rtído de Reinosa (que corr-espondo á la zona

de cereales de invierno) el tipo de los arrendamientos

oscila entre 100 y 125 pesetas la hectárea; en el de Lié­

bana, lo usual es el contrato do aparcería á mitad de

productos, facilitando el propietario también la mitad

del gl"allO necesario para la siembra; en 01 resto de la

provincia, ó sea en la zona de ooroalos de verano, suelen

nrrendarse las tierras de labor al tercio, esto es, entre­

gando el colono al propietar-io la tercera parte do la

cosecha principal, que es el maíz, y quedando á benetl­

cio del primero la paja y la cosecha de judías, cuyo cul­

tivo va asociado al del maíz. También es frecuento el

ar-rendamiento de las tierras de labor por un canon fijo

en especie y que consiste en 1!4. de fanega de maíz por

«carro de tierra», medida superficial que equivale 1,79

áreas; sale, pues, la hectárea, calculado el precio modio

de este grano, á 112 pesetas de renta anual.

Los arrendamientos de los prados se hacen siempre

á metálico, y varían mucho según estén ó no cercados.

En igualdad de las demás condiciones, el cor-nunionto

cuadruplica la renta, así os que ésta oscila ontre 50 y

- 4G

250 p('~('tas la hectárea: pero pOI' lo común esta oscila­

cióu os entre 100 y 150 pesetas.

Las costumbres del obrero agricola se han modificado

no poco en perjuicio de la agricultura por consecuencia

del desarrollo do las industrias minera y fabril; hoy

trabaja monos y trabaja peor que antes y exige más

crecido jornal. Estos suelen ser los siguientes: [orual do

yunta y gañán, 6 pesetas: de ca va ó laya, 3; de escarda,

1,75, y de siega, 3 pesetas.No se han establecido Sociodndos de crédito ni de 80­

guro agrí(·ola.

Las vías de comunicación son buenas y dan facílidn­

des para el movimiento de toda clase do mercauclas. La

red do ícn-ocu rriles está formada: 1.0, por la línea del

Norte qllO atraviesa la provincia do N. á S.; 2.", por la

do Santander á Bilbao, que l'OCOl'I'O la parte oriental, y

3.°, por la del Cantébrico, tiue partiendo do la capital

llega á Cabezón de la Sal, y ha do recorr-er la parte

occidental, hallándose muy adelantados los trabajos do

prolongación hasta Asturia«, quo se espora terminen

un tes de dos años.

Además do estas lineas geno ralos hay la del Astillero

á Ontancdn, que empalma en este punto con la do Sau­

tundor á Bilbao, pasando 1'01' los valles de Cayón, Cas­

tañeda y Toranzo: la de Castrourdiales á 'I'raslaviña y

la de La Robla á Valmaseda, que rOCOI'l'O algunos kilo­

metros por el StH' de la provincia.

La red do carreteras del Estado y provinciales es

completa, estando todos los términos municipales ntra­

vesados pOI' alguna de estas vías gont'l'nles, excepto 01

ayuntamiento de Vnlderedible.

Los caminos voeinalos hállnnse muy bien cuidado»

-- 47 -

por parte de los Municipios, tanto que algunos similun

verdaderas carreteras.

Hay gran desnivel entre la producción y 01 consumo

do los productos agrícolas en la províucla, pues se cn l­

«ulan los déficits siguientes:

Trigo, 230.000 hectolitros; cebada, 5.000; maíz, 8.000;

garbanzos, 12.000, y judías, 10.000.

Menester es, por tanto, aumentar la capacidad Pl'O­ductiva, principalmente para llegar á obtener una ga­

nadería mucho más abundante. Esto no será difícil de

conseguir si se combina la acción protectora del Go­

bierno con el interés de las municipalidades y se pro­

paga la enseñanza agrlcolu y pecuaria por modios ade­

cuados y prácticos.

Provincia de 6uipúzcoa.

En esta provincia, de 188.471 hectáreas de extensión.

es muy insignificante la superficie que pue-do consido­

rarse como do regadío, si os que merece tal nombre Id

que s(\ destina al cultivo hor-ticola, quo no pasa de 1[)0

hectáreas en total, y cuyas pcqueñlsimus parcelas RUO­

Il'II ('ogal'so á mallo durnntelos meses estivales.

Las especiales d ('CU nstancias elimatológicns de esta

comarca explican suficientemente 01 hecho anotado, y

la escasa importancia do In producción de que 8<3 trata

dedücese de la cifra do 250.000 pesetas en que se estima

su valoración.

2. Así, pues, no ha de causar extrañeza la afirma­

ción que so hace en In Memoria do que en la provincia

ni existo obra alg'uJ};1 do r-iego, ni hay noticia de qu«

- 48 --

siquiora se proyecten. El punto en cuestión no ha pro­

porcionado, por tanto, materia para una más ampliaexposición, y por ello sin duda es tocado tan ligera­mente en el trabajo que se extracta, no obstante ser el

principal de los que el tema indicara.

8. Más detallada es la descripción geológica que e:101 mismo se encuentra; pero puede reducirse á manifes­

tar que la generalidad de los terrenos proceden de lasformaciones secundarias, abundando las calizas jurási­cas, pizarras paleozóicas, areniscas y conglomeradostriásicos, areniscas cretáceas y ocupando muy reduci­

do espacio las vegas de aluvión, y encontrándose tan

",6!0 el terreno granítico 0'1 los confines de Navarrn yFrancia.

Respecto á los abonos que en 01 cultivo Re emplean,no son otros que los estiércolos 6 deyoccionos del gana­

do mezclados en los pueblos del Iitoral cantábrico conlos residuos de la posca y con plantas mar-inas, Deseo­

nóeese el uso de los abonos minerales, salvo el caso

del encalado del suelo empleado algunas veces en elcultivo extensivo.

Como estas materias fertilizantes no son objeto decontratación, gastando cada cual las que on su fincaproduce ú obtiene, no pueden fijarse precios pura lusmismas.

4. Hállase la propiedad bastante dividida; la carne­teristica de los arrendamíentoa es su larga duración,

pues en muchos casos vienen vinculándose entre los in­

dividuos de la familia, c.msiderándose así como dueños

de la casería arrendada. Los contratos de nrrtendo con­

tienen cláusulas muy convenientes á los intereses depropietarios y colonos; las princípales son: L" Que la

- 49-

r.snta consista en cierta c.mtidad de trigo pagadera el

día de San Martín y además cierto número de aves 6 re­ses lanares. 2.a Que no podrá introducir el arrendatarioninguna clase de mejora sin previo conocimiento y per­miso del dueño por es-rito, no teniendo derecho á re­clamaciones por las que hiciere sin tal requisito. 3.a Lafecha de despedida ha de ser por San Martín ó SanJuan, dándose el plazo de un año para desalojar lafinca.

Existen varias Sociedades de seguros para la gana­dería que se titulan Hermandades, bastante bien orga­nizadas, así como también una Caja de ahor-ros con des­tino al crédito agrícola, que está dando buenos resul­

tados.Las crisis obreras son desconocidas en esta provincia

en lo que al trabajo agr-ícola se refiere. Esta circunstan­

cia débese á la costumbre de los lubradores do prestar­se mutuo auxilio cuando lo han menester.

Las demás condiciones económicas do la agricultura ,aunque favorables, como lo es tener completa la red decomunicaciones, poco puoden influir por hoy en el cul­tivo dc regadío, ya que en puridad éste no existe y porconsiguiente falta motivo para la parto fundamental dela Memor-ia de que se trata.

Provincias de 1Ílava y Vizcaya,

Compréndense estas dos provincias vascongadas bajoun mismo epígrafe pOl'que aún es menor el interés quepresentan bajo el punto de vista del regadío que en la

que antecede.4

- 50-

La primera, ó sea la de Álava, que mide una suporfl­

cie de 304.492 hectáreas, ofrece un terreno ta n acciden­tado que ni valles ni planicies i-n dando las aguas pudie­

ran utilizarse se ven en la casi totalidad de su exten­

sión. Por otra parte, lo húmedo del clima releva de talnecesidad á aquellos puntos que, como la llanada de

Vitoria y la de Miranda, tienen para el caso condicio­

nes topográficas. S610 en la Rioja Alavesa, que por suconstitución geológica y por su régimen pluvial se P't­rece más á los campos do Logroño que al resto de la

provincia, pudieran intentarse los riegos si se dispusie­

se de CUl'SOS de agua fáciles de aprovechar; pero el cul­tivo allí dominante es el de la vid, y éste no demandaeconómicamente el empleo de las aguas. Por tanto, la

Memoda respectiva juzga innecesario dar detallada con­

testación á los particulares comprendidos en el temapropuesto, si bien so extiende en oportunas consídera.,ciones que justifican el proceder adoptado,

En cuanto á la de Vizcaya, con menor extensión que

la anterior, puesto que mide 216.546 hectáreas, todavía

es más concisa y terminante la respuesta del Ingeniero

agrónomo de la misma, puesto que se limita á manifes­tar por oficio que alli no existo cultivo de regadío,

Nota. Se ve por lo que dicho queda que esta re­gión Cantábrica no presenta el menor interés respecto

al tema que se refiere á la "Noticia agron6mico-estadís­tíea acerca de los cultivos de regadío» y su estado ac­

tual ante cuestión de tanta importancia.

Las condiciones del suelo laborable, las circunstan­cias meteorológicas, la constitución y división de la PI'O­piedad rural y otras diversas causas se oponen por hoy

- 51-

al establecimiento de un verdadero sistema de riego,cuya necesidad, por otra parte, no se deja sentir impe­riosamente para el desarrollo de su riqueza agrícola,de la que la industria pecuaria merece una preferenteatención.

El desenvolvimiento de las oxplotaciones mineras, entan alto grado conseguido, ha sido otra de las causasque, atrayendo las masas trabajadoras, las ha apartadoen algún modo de las faenas de los campos 6 disminuí­do al menos los elementos aplicables al adelanto y per­feccionamiento rural.

TEROERA REGIÓN

ARAGÓN Y NAVARRA

{)OMPRENDE LAS PROVINCIAS DE ZARAGOZA, HUESCA, TERUEL,

LOGRO~O y NAVARRA

Provincia de Zaragoza.

1. Esta provincia, que mide en total 1.742.434 hectá­reas, tiene de regadío 105.500, de las cuales se rieganpor canales y acequias 101.300, por embalses ó pantanos3.000 y por máquinas elevadoras, turbinas, norias, etc.,

1.200; se distribuye dicha extensión en los cultivos si­guientes:

Trigo y cebada, 61.600; avena y maíz, 6.600; judías y

habas, 2.100; remolacha azucarera, 11.000; patatas, 2.500;

alfalfa, 3.000; lino y cáñamo, 300; hortalizas, 3.700; viñe­dos, 12.000, y olivar, 2.700 hectáreas.

Rogándose con aguas elevadas 1.200 hectáreas, comoqueda dicho, restan para 01 riego do pie 104.300; so cal­cula en la mitad de esta cabida las que reciben riegoconstante por los canales Imperial, de Tauste y las ace-

- 54-

quias de los ríos Jalón, Gállego y Huerva, y la otra mi­tad es de riego eventual, pues los cursos que le propor­cionan el agua, 6 se secan completamente en los rigoresdel verano, 6 son de tan pobres estiajes que s6lo lautilizan los pueblos cabeceros.

El valor del producto bruto es como sigue:

Pesetas.

Trigo y cebada .Avena y maíz .Judía>! y habas...................•.................Remolacha azucarera ......•.......................Patatas .Alfalfa .Oáñamo y lino " .Hortalizas y frutales " .Vii'1edo. . .•..................................Olivar......................•............•...

TOTAL .

21.917 000­2.447.1581.160.912

11 000.0002.500.0002.760.000

182.4003.367.000

900.0001.441.800

47.676.270

De todas estas producciones es muy poco lo que seexporta, pnes queda reducido á un 70 por 100 de laalfalfa, á cantidad insignificante de habas, á hortalizasconservadas al natural y diversas frutas, y sobre todonvas frescas que se envían al Norte y á Francia. La re­molacha azucarera se trabaja en las ocho fábricas queexisten en la provincia, exportándose después el azúcará distintos mercados.

2. Numerosos y abundantes son los cursos de aguaen esta provincia, de los que se utilizan muchos en bue­na parte de su caudal. Los canales de mayor importan­cia son: el Imperial de Arag6n, obra colosal que los pa­sados siglos han legado al presente, y que derivandoBUS aguas del Ebro, cerca de Tudela, cruza 96 kil6me­tras y fertiliza en la vega 28.000 hectáreas, con su volu-

-- 55 -

men de 35 metros cúbicos por segundo; y el de Tu uste

que, tomándolas de dicho río por la margen izquierdaen el mismo término de Tudcla, corro en una longitudde 49 kilómetros, regando 2.148 hectáreas en la provin­

cia de Navarra y 5 821 en la de Zaragoza.Pudiera citarse gran número de acequias en diferen­

tes ríos; pero las principales arrancan del Ebro, Gá­llego y Jalón, y entre todas suman 216.

Los pantanos de algún interés son el de San Bartolo­mé, que almacena aguas del río Arba de Luisén y riega

unas 2.00U hectáreas en el término de Egea; el de Val deCastán, que lo hace en 1.000 hectáreas de la villa de

Tauste, y el de Mezalocha, recientemente terminado yque asegurará el riego con aguas del Huerva desde el

expresado hasta la capital.Las nuevas oln-as en proyecto se refieren á las de Lo­

dosa y de Cinen Villas ti de las Bárdenas, y á los panta­

nos de Ailés, La Peña, Cuevn-Ioiadada y otros quo de­

talla la Memoria y que fuera muy largo onumcrnr.Todas las indicadas construcciones regularizarían los

riegos eventuales en la actualidud dándoles constancia

y aumentarían al pal' la extensión del rogadio, de modo

que no cabo dudar do su conveniencia, pero sí de la

oportunidad do realizarlas en los casos en que puedanser de un éxito remunerador.

3. Terrenos torciat-ios y do uluvión han originado

prtncipalmente los suelos rcgables de la provincia, yenconsecuencia sus c?mponontos mineralógicos, silíceos,

arcillosos y calcáreos se encuentran en lllUY variadaspropor-ciones, determinando 01 predominio do uno ú

otro elotncnto las propiedndes Ilsicas de los mismos.

En general, las tierras son aroillosns y arcillo-ea lizas,

-- 56 -

como se observa en las zonas de Egea, Tauste, Maga­116n, ribera baja del ,Jal6n y del Gallego y en la del

Ebro. Las que riega el canal Imperial se presentan ca­lizas, cascajosas y de poco fondo; sin embargo, ayuda­das con abono, dan regular producción, siendo á pro­p6sito para la vid y árboles frutales.

Respecto á los cultivos que forman las alternativasen esta vega, se han introducido ya modificaciones muyimportantes bajo la influencia benéfica que con sus en­señanzas ha ejercido la Granja exper-imental de Za­ragoza.

La remolacha azucarera, que tan gran riqueza hadado á la comarca, y la adopción del trébol rojo comoleguminosa forrajera, constituyen los dos hechos másnotables de la tan justamente celebrada transformaciónque en estos últimos años ha experimentado la agricul­tura aragonesa, y en cuyos detalles no es posible entraren este brevísimo extracto.

Las indicadas reformas han traído, entre otros cam­bios en los medios culturales, el empleo más inteligentey acertado de los abonos minerales, supliendo la extre­mada deficiencia que en el antiguo sistema se notabasobre el particular. Fórmulas bien estudiadas para cadacaso han demostrado prácticamente su utilidad, hacien­do nacer la confianza on los labriegos, que antes mira­ran con recelo estas substancias fertilizantes; y lo sen­siole es que hoy, por su mayor consumo, so encarezcanlos precios, mal á que precisa acudir con las convenien­tes medidas protectoras

4. La parcelación del suelo, para los efectos del cul­tivo, es bnstante' grande por lo común, y puede citarsecomo ejemplo 10 que acontece en los pueblos de osta

- 57-

provincia regados por el canal de 'fausto, donde existen

unas 7.500 parcelas, cuya extensión total suma s6105.834hectáreas. Hay, sin embargo, cotos redondos en las cer­

canías de la capital con mayor superficie, que rara vez

pasa de 100 hectáreas, yeso no todas dedicadas alcultivo de regadío.

Los arrendamientos nada ofrecen de novedad, si noes el reconocerse por Jos propietarios, en algunas loca­

lidades como Ateca y Calatayud, lo que se llama quites,y consiste en la rebaja prudencial de la renta por daños

ocasionados en las cosechas, en virtud de las intempe­ries 6 accidentes fortu itos.

El canon que se satisface por las aguas, aunque muyvariable, es siempre módico, pues en el caso más desfa­

vorable no pasa de 40 pesetas por hectárea.

En lo que concierne al crédito agrícola, s610 es dignode especial mención el paso dado por las Sociedades de

la fabricación de azúcar desde que se instalaron, con­trayendo la obligaci6n de suministrar á los propietarios

y cultivadores de los ter-renos destinados á la remola­cha los abonos miuernlos, superfoaíuto do o-il en canti­dad variable do 300 á 400 kilogr-amos por hectárea, yel

nitrato do sosa uecesru-io para los semiller-os. 'I'ambién

anticipan alguna cantidad en metálico para lag cultivos,

oscilando entre 50 y 100 pesetas pOI' hectárea.

Las condicione.'> económicas do la provincia en lo quo

respecta al tráfico y salida de su población rural, pue­

den estimarse corno suficientes y favorables en la maYOI'

parte de sus comarcas, sin que por esto deje de sentirsela necesidad de mejorar algunas vias de comunicación

y de establecer otras.

El sucesivo de senvolvimionto do los adelantos cultu-

- 58 -

rales, iniciado ya pOI' muy satisfactoria manera, condu­cirá indudablemente á la perfección y ensancho de to­dos aquellos medios que deben concurrir' á tan fecundalabor, en que tan g-rande y honrosa participaci6n hacabido á la enseñanza agronómica dispensada por el

Centro, que entre los de su clase ha sabido conquistarmejor el aplauso del país,

Vrovincia de Huesca.

De 1.514.880 hectáreas que ocupa esta provincia, las

sometidas al cultivo de regadío suman un conjunto de30.467, distribuídas en la actualidad en las comarcas 6partidos siguientes:

Barbastro, 1.985 hectáreas; Benabarre, 1.469; Bolta­ña, 1.841; Fraga, 5.350; Huesca, 8.957; Jaca, 3.506; Sa­

riñena, 5.589; Tamarite, 1.770.

Los culti vos se reparten dicha superficie como se ex­presa á continuación:

Cereales, 22.974; hortalizas y legumbres, 3.270; pra­dos perma nentes y artificiales, 1.758; olivares, 1.276; vi­

ñedos, 1.189.

Á exeepeión de unas cien hectáreas que se riegan con

norias de diversos sistemas, todo lo demás recibe aguado pie, tomada para las 17.700 hectáreas de riego cons­

tanto do los ríos Arag6n, Gállego, Cinca, Ara, Esora yCinqueta, y las 12.667 restantes en que es eventual pro­

cede 01 riego de los cauces de la cordillera contral, queson discontinuos y escasos en el estiaje.

Dentro de la superficie rogada, que rcprosont-i 01 R,32

por 100 do la somctída al laboreo en la provincia, el

-- 59-

cultivo cereal es el más importante y toma incremento

cada día por el mayor empleo de los abonos minerales,

pudiendo estimaese al presente el valor de la produc­

ción en trigo, cebada y maíz en 5.174.942 pesetas. Para

las hortalizas, legumbres, raíces y tubérculos se calcula

un valor bruto de 10762.000; para los prados perma­

ncntes y artificiales, 1.120.000; par.r los olivares, 480.000;

para los viñedos, 374.535, Y para las higueras y otros

frutales, 838.700. Se evalúa, pues, el total de las pro­ducciones del regadío en la suma de 18 750.177 pesetas.

De estas producciones las que principalmente se ex­

portan son trigos, vinos, aceites y frutas, sobre todo

higos y ciruelas que llegan á la cantidad de 11.000 quin­

tales métricos. También esta provincia es exportadora

de ganados en no pequeña escala.

2. 1...a provincia de Huesca es una de las que en Es­

paña cuentan con mayor caudal de aguas disponibles

para el riego. Quedan indicados ya SIlS principnles rios

y afluentes do donde so derivan las que en la actualidad

se emplean; poro como obras do cierta impoi-tnneín s610

existen 01 canal do Jacu y el pantano de Huosca; el pri­mero toma sus aguas del río Aragón, vertiéndolas en

el mismo des: .ués do un rocorrido do 17 kilómetros, du­

rante el cual beneficia unas 1.000 hectárons, en la me­

seta de la ciudad do su nombre. El pantano de Huesca

almacena las del Iruela que COITO á lo largo del término

de la capital, y su cnpucidad es do 1.178.000 meteos cú­

bicos, fertilizando 2.000 hectáreas con el auxilio do dos

albercas 6 chnrcns oomplomcntar-ias. Las demás tomas

son sencillas acequias ó atajadizos de que no ('8 precisohacer mención.

De las obras lluevas ha do citarse en primor término

- 60-

el canal de Aragón y Cataluña, todavía oncoustrucción,

cuya longitud será de 169 kilómetros, pudiendo regar

la considera ble extensión de 104.000 hectáreas, de las

cuales 80.000 pertenecen á esta provincia.El canal de Sobrarbe en proyecto recorrerá 231 kí­

lómetros y beneficiará 103.0JO hectáreas, tomando sus

aguas del rio Ara, afluente del Cinca, así como el de

Aragón y Cataluña las toma del Esera.No se necasita añadir ningún otro detalle para que

resalte el gran inter-és de estas dos obras.

En cuanto á lo, pantáuos proyectados, enumera la

Memoria los de la "Peña", embalso de 17.972.814 m.",

los de Salto del Roldán y Santa Maria de Belsue, el deAlmunia del Romeral y el del Escalerón.

No os completamente favorable la opinión á las con~­

trucciones que como el pantano de la "Pella» exigirían

expropia!' pueblos enteros y largos trozos de carreteras

y ferrooari-iles: pero para formar juicio cabal de la con­

veniencia ó inconveniencia de todas las indicadas obras

faltan todavía datos decisivos.3. La naturaleza de lo 3 ter-renos regables es en la

región pirenáica, ya grauitloa, Yil esquistosa, ya silícea

ó ya margosa, según las varindus rocas do cuya disgre­

gaci6n proceden: en la región central dominan los de

Iormación terciaria, silíceos, calizos y arcillosos, yen lameridional, la más extensa de la provincia, los do ori­

gen mioceno lacustre con la composición que les es propia

y muy adecuada á los cultivos establecidos.

La cantidad de agua nocesnrla para el riego de una

hectárea durante el año puede ñjarse, en el cultivo pra­

tense en 8.400 m," , en el horticola 16.800, en 01 cereal

3.600 y en 103 olivar-os y viñedos 2.000, y como término

- 61 -

medio de las cantidades dichas 6.560 m."; lo cual su­

pone un gasto do 0,42 litros por segundo durante seis

meses.Las r-eformas realizables, con buen éxito, son las que

tiendan á dar intensidad á los cultivos, supr-imiendo el

barbecho en los ter-renos de regadío, Para ello puede

introducirse una pla nta conocida en el país, y es la veza,

6 alverjana (vicia saiiro. E), cuyo valor forrajero es

bastante estimable, siquiera no lo sea tanto como el tré­

bol rojo y la alfalfa. Oon esto y la adopción de la rc­

molacha forrajera se lograrán alternativas más rucio­

nales, que, ayudadas con abonos quimicos y de los me­

dios prácticos de un mejor la bOl'OO, permitan el fomen­

to de la ganadería y el consiguiente desarrollo de la

riqueza agrícola en sus varias manifestaciones.

Las materias fertilizantes de origen orgánico y prin­

cipalmente el estiércol normal alcanzan en esta provin­

cia la cuantía que corresponde á una ganadería que,

según el último censo, no baja de 644.800 cabezas do

todas clases. Esto no obstante, se va generalizando el

empleo de los abonos minerales (como anteriormente

se indicara), y en el año último so impoi-taron unas 2.000

toneladas procedentes de diversas fábricas, y es de es­

perar que la cifra irá en aumento, puesto que con el

gasto de 140 pesetas por hectárea os posible obtener

cosechas mayores que las que rendiría igual superficie

abonada con estiércol en cantidad cuyo valor se calcula

en 195 posetas. . .4. En las zonas central y pironáica de esta provin-

cia, la propiedad terr-itor-ial está tan subdividida que

apenas hay vecino en ninguno do sus pueblos que no

sea propietario; pero en la meridionul suele haber ma-

•

-62-

yor coucontración, aunque para el regadío rara vez

existe finca que mida 100 hectáreas. Lo contrario suce­de con las tierras de secano destinadas al pasturaje delos ganados, pues hay cotos de 12.000 hectáreas pertene­cientes á un solo propietario y muchos más de 500

á 1.000.El cánon de riego por hectárea es variable, según la

localidad y la mayor ó menor seguridad del agua, osci­lando entre 5 y 18 pesetas.

Desde 1895 ha mejorado notablemente la situacióndel agricultor en lo que respecta al capital de explota­ción, sobre todo si se compara con lo que acontecía enel terrible decenio de 1885 al 95, en que miles de fincaspasaron á poder del fisco después de los verdaderos

estragos hechos por la usura.Hoy, aun cuando no existen establecimientos de cré­

dito especiales, la sucursal del Banco de España haceesfuerzos para proveer á las necesidades de la claselabradora, y serían más fructuosos si dicha clase se aso­ciara para responder mancomunadamente de los prés­tamos que con tan buena voluntad está dispuesto á fa­cilitarles aquel centro bancario.

La superficie cultivada en esta provincia es de 380.131hectáreas, lo que da una densidad para su poblaciónrural de 0,64 habitantes por hectárea «término medio»,

correspondiendo la mayor al distrito de Barbastro y lamenor al de Benabarre,

Nada de particular OCUlTe añadir con relación á las•costumbres y aptitudes del cultivador, ni á los precios

del trabajo, que son análogos á los que tiene en toda la

comarca aragonesa.Tampoco puede decirse cosa que no sea desfavorable

•

-- 63 -

respecto á los caminos vecinales, cuyo estado os de undeplorable abandono por lo común, ya que resultan le­tra muerta las prescripciones legales sobre la prestacíón personal. Menos mal que el Gobierno atiende con

bastante solicitud á la construcción de la red generalde carr-eteras, de las que existen terminados 1.291 kiló­metros y otros muchos en ejecución.

Por el desarrollo de las vías comerciales, por el fo­mento de la enseñanza y por la ampliación de los mo­dios económicos y sociales que determina 1l el progresode los cultivos, podrá llega!' á sor esta provincia una delas más ricas de España en sus producciones agrtcolasy pecuarias.

Provincia de Teruel.

1. Mide esta provincia una superficie total de 1.481.794hectáreas, de las que el beneficio del riego alcanza sóloá 36.207; se distribuye dicha extensión de regadío entrelos cultivos siguientes: trigo, cebada y maíz, 17.700; hor­talizas y legumbres, 6.699; alfalfa, 1.810; ralees y tu­bérculos, 6.005; cáñamo y azafrán, 1.134; olivar, 2547;

viñedos, 312.La superficie regada con agua de pie es de 36.138

hectáreas, y con aguas elevadas por norias ú otros me­

dios s6lo hay 69.Reciben el riego constante 29.0'37 hectáreas, y üníea­

mente lo disfrutan como eventual 7.170.El valor de las producciones del regadío es el que

sigue, según el orden de su importancia: patatas, pese­tas 6.393.600; trigo, 5.956.500; judías, 3.572.000; hortali­

zas y frutales,3.000.000j alfalfa, 2.850.000; maíz, 2.400.000;

- 64 -

cáñamo, 1.250.000; cebada, 1.120.000; olivo, 765.000; aza­frán, 50:3 000; remolacha azucarera, 256.000; zanaho­

ria, 222.250; remolacha forrajera, 126.000; vid, 106.000;

nabo, 44.400; en total, 28.558.700 pesetas.

De estas cosechas, que casi todas se consumen dentro

de la provincia, pueden señalarse como objeto de ex­

portación principalmente: la patata, por valor de pese·

tas 2.590.500; las judías, por 682.500; hortalizas y frutas,por 50.000; maíz, por 850.000; cáñamo, por 550 000; aza­

frán, pOI'482.000, Yla remolacha azucarera, por 252,000.

Los morcados de estos productos son varias provincias

dol interior y algunos del extranjero, como sucedo al

azafrán.

2. Los cur-sos de agua que proveen á los riegos ac­

tuales en mayor ó menor proporción son los que se en­

cuentran en las cuencas del Guadalaviar ó Turia, delAlfambra, del Jiloca, del Martín, del Guadalope , del

Matarraña y del Mijares Hay otros de menor importan­

cia en que podría aumentarse el regadío, así como tam­

bién en los enumerados pOI' modio ele embalses, que en

la Memoria se indican, aunque ligeramente.

No existe hoy ninguna derivación que merezca el

nombre de canal, pues todas son acequias maYOl'oB Ó

menores, de las que pueden contarse hasta 287, prescin­diendo do otras pequeñas 6 insignificantes,

De pantanos, sólo hay el de «Hijar», establecido en el

Escuríza, afluente del río Martín en el sitio denominado

«Los Congostos», con el que, si bien no se ha aumenta­

do sensiblemente la superficie rogable, so ha asegurado

en unas 4.000 hectáreas eon los más satiaíactorios resul­

tados para los pueblos de Ariño, Albalate, Urrea, Hijar

y La Puebla.

- 65 ~_.

Entre oteas pequeños embalses que no lile recen espo­

cial mención está el do «Ln Laguna .., en el que se reco­

gon aguas de nieves y tronadas y con el que so da riego

eventual á 250 hectáreas en Rubiolos de Mora.Las obras en proyecto consisten en varios pantanos,

como son: 01 inferior del Escuriza, emplazado aguasabajo del de Hijar; el de Oliete, en el sitio llamado«Peña Forada,,; el do Josa, en el río Sus 6 Seco, y el

de Santolea, cuenca del Guadalope, en el «Puente dePiedra», que os uno de los más importa ntos do España,

pues, además de asegurar- muchos riegos existentes, au­

mentaría la superficie rogable en unas aO.oao hectáreas.

La falta irt'emodiable de datos hace que en la Memo­ria no so emita un juicio seguro acerca de estas obras;pero desdo 111eg,) nfírmu quo, dadas las circunstancias

de los terrenos que h-rbrinu do beueficinr, el acrecenta­miento do la producción y de la riquozu en nquollas zo­nas sería pOI' extremo considerable.

3. Los tononos regnblos al presento son todos mo­dernos, descansando sobre Iormacionos dol triásico y

jurásico, y sobre todo del mioceno, Sin embargo, var-ían

SUA propiedades en las diversas cuencas, según el pre­dominio de uno 1Í otro do sus elementos constitutivos;

así, en la del Turia, los arcillo-ailiceos y aroillo-oalizoase presentan corno suelos bastante fértiles y producti­

vos; en la del .Iiloca, también excelentes, aparecen á

veces manchones arcillosos, que los dan gran tenaci­dad; en las del Martín, del Guadalope y del Mntat-raña

son más sueltos, en general, y dan asiento á riquisímaa

huertas, yen la del Mijaros ofrecen menos fer-tilidadpor su excesiva soltura, como abundantes on culizas y

arenas.5

- 66-

Los que en lo porvenir pueden roga rse no difieren

en su naturaleza de aquellos que quedan descritos.En cuanto á la cantídnd de agua necesar-ia para el

riego, se estima, aproximadamente, en 800 á 1.000 me­tros cúbicos por año y por hectárea para las zonas altas,en 1.300 metros cúbicos, hallando el promedio de loscultivos, para las zonas medias, y en 1.500 metros cúbi­cos, en análogos términos, para las zonas inferiores.

Las pi-íncípales reformas que en los cultivos y alter­

nativas actuales deberían introducirse se refieren al la­boreo do la tierra por más perfectos medios mecánicos,

al empleo de los abonos minerales que suplan la defi­ciencia do los orgánicos y á cambios ventajosos en losprocedimientos de recolección.

Aunque la Memoria no juzga convoniente por ahorala introducción de nuevas plantas.estima que debe dar

se más amplitud á algunas de las que al presente secultivan, tales como la alfalfa, la remolacha azucarera

y los árboles frutales, de lo que se obtendría una evi­

dente utilidad.4. La constitución de la propiedad es adecuada para

evitar en esta provincia que haga muchos prosélitos el

socialismo agrario. Hay, no obstante, algunos grandespropietarios, pero en general son escasos los agriculto­res y hasta los jornaleros que no poseen tierras.aunqueen pequeña extensión: los arrendamientos, que por lo

común son verbales, no ofrecen ninguna condici6n es­

pecial, y la buena fe de los contratantes es la mejor ga­

rantía de su exacto cumplimiento. No se paga canon

alguno por las aguas, que son propiedad de las comuni­

dades de regantes, distribuyéndose á prorrateo los gas­

tos de entretenimiento y conservaci6n de las obras.

- 67 --

Del cr-édito agricola no hay que hablar, pues la 1)1'0­

vineia se halla en el caso más desfavorable, como acon­tece en la mayor parte de España.

La densidad de la población rural puede admitirseque es de las siete ú ocho décimas partes de la total,siendo, por tanto, aquélla do unos 200.000 habitantes.

Las costumbres de éstos son buenas, y en ello descansael concepto do la proverbial honradez atagonesa; eljornal varía de 1,50 á 3 pesetas según las faenas, y aunes mayor en las épocas de recolección.

El atraso general en los medios de comunicación dé­jase sentir por la mayor parte de los pueblos de estaprovincia, y el acudir á la mejora de tal estado do co­sas y el dar la amplitud posible al regadío y el favore­cer 01 tan debatido crédito agr-ícola y el difundir, porúltimo, las enseñanzas prácticas, precedente indispen­sable para toda transformación en los cultivos, son lospoderosísimos medios de Ilegal' en la cuestión de queso, trata al término de nuestros anhelos.

I'rovincia de Logroño.

1. La superficie total de esta provincia es de 504.112hectáreas, do las cuales, según las notic,ias que han po­dido reunirse, reciben 01 beneficio del regadío 22.572.

La distribución por cultivos de esta superficie rega­ble es: cereales, 8.048 hectáreas; viñas, 4.772; olivares,3.323; prados, 1.333, y huertas, 5.096.

No contiene la Memoria ningún dato acerca de lo quese riega con aguas de pie y con aguas elevadas, ni de larelación que exista entre los riegos constantes y even-

- 68-

tuales; pel'o puedo calcuinrsc, aunque muy incierta­

mente", por lo que en la misma se dice referente á los

cultivos y á los cursos de agua, que sólo la levantan cou

diversos artefactos un pequeño número de huertas, y

que los cereales, prados, viñas y olivares se riegan

siempre de pie. Por consiguiente, el regadío constantovendrá á ser de 16.572 hectáreas, de las cuales 16.000

son de agua do pie y fi72 con aguas elevadas, y en «l

resto, () sean 6.UOO, los riegos son temporales por lo po­

bre de los estiajes en muchos casos.

L:I impor-tancia relativa de los cultivos puede dedu­

cirse do los valores que por término modio anual so

fijan á sus productos y que son: para los cereales y le­

guminosas, de 7.908.732 posetas; para las hortalizas y

frutas, do 1.423.305; para las viñas, 2.296.525, y par.l

los olí vares, 1.857.744.

Los artículos de principal exportación son: trigo,

cuya cuantía no puedo determinarse puesto que se con­

funde en el mercado la producción del secano con la

del rogadío; vinos, con los que acontece lo mismo; pero

que en los últimos años han experimentado tal descenso

que los viñedos de la Rioja ofrecon hoy un cuadro

desolador, y hortalizas y frutas, única fuento do riqueza

que so conserva abundante en la provincia pOI' los es­

fuerzos de los fabricantes de conservas que sólo on fru­

tHS dan salida á un valor de más de dos millones de pe­

setas.

2. Los ríos perrnanentos en esta comarca son el Na­

[erilla, Itegun, Tirón y Cidacos, afluentes dd Ebl'ü, el

cual con su gran caudal de aguas no rioga en la pl'O­

vincia ni una sola hectárea de pie, según expresa la Me­

moria. Las de dichos afluentes utillzanse, aunque con

--- 69 -

sujeción á su r(-gimell bastante desigual, así como las

de otros muchos cursos secundarios que fuera prolijo

enumorar, y que todavía han de tenerse por más incons­

tantes en sus aprovechamientos.

En cuanto á canales, hay tan sólo varias acequias depoco desarrollo kilométrico, y entre las que pueden CI­

tarse como principales la de Rio mereado 6 acequia

maestra, y la de 181a bartán deljrio Iregua. La limpia ymonda de estos cauces y la distr-ibución de 8118 aguasson muyimperfectas y desordenadas, lo que {la origen

á frecuentes contiendas y disgustos.]

Los pantanos en explotación dán hucn resultado eco­

nómico para las empresas que los explotan, sobro todo01 de In «Grajorn», ronstruido hace algunos anos por elAyuntamiento de Logroño. Tam hién rinden buen servi­

cio los de Cnlahorru y Corvcra, que riegan entre am­bos 4.700 hectáreas. En proyecto fi(' oncucutru el do AI­íaro, que beneñciará unas 5.000.

y do otras obras que hay.m podido ser estudiadas 6

indicadas en el plan general de obr-as hidráulicas nadaen concreto consigna la Memoria ql<:' Re extracta.

3. Los terrenos sometidos al regadío ('n la provincia,aunque de diversas composiciones, tienen circunstan­

cias adecuadas parn el caso siempre que se les fertilice

y laboree do convcnicnto mnneru. PCl'O es not: rin laescasez de los estiércoles, puesto que, teniendo esta pro­

vineia 130.826 hectáreas do tierras cultivadas y calcu­lada con bastante aproximnción la cantidad producida

por las distintas clases do ganado, que fija la Memor-ia

on 250.000 toneladas aprovechables, sólo correspondená cada hectárea menos do 2.000 kilogramos, cifra á to­

das luces insuficiente IHll'a el objeto.

-70 -

Esta deficiencia puede suplirse ventajosamente conel empleo de los abonos químicos, sobre todo en el re­

gadío, y son ya muchos los establecimientos que en lacapital y diversos pueblos de la provincia expendenlas primeras materias para combinarlos y prepararlos.

4. Tan grunde es la división de las tierras en estaprovincia que hay propietario poseedor de una docena

de hectároas que las tiene arrendadas en 70 parcelas áotros tantos colonos, Este carácter típico del cultivo en

esta región es, sin duda, un grave obstáculo para todoprogreso y mejora, impidiendo el desarrollo de la ga.nadería y de las industt-ias rUI'<11es.

La renta en las mejores tíerrns de regadío suele ser

de 20 fanegas do tt'Ígo por hectárea, y va siendo menor

á medida que desciendo la calidad del suelo, hasta lle­gar á una fanega y tres celemines en los inferiores de

secano.EL cánon del agua da Los pantanos es de 12 pesetas

pOI' hectárea en Logroño, de 5 pesetas en verano y 2

en invierno por hora en Calahorra, yen Cervera de 1,50

pesetas, también pOI' hora y pOI' hectárea. En 01 demás

regadío no existe canon fijo y se distribuyen los gastos

de conservación entro los rogantes.Esta provincin es una de las más pequeñas do Espa­

ña, teniendo una densidad de población de 37 habitan­tes por kilómetro cuadrado; do 103 181 pueblos en quese divido, s610 en la capital, Haro, Alfara, Calahorra yCervera, existen industrias derivadas de la agricultura,como fábricas de conservas, de abonos rnineralos y bo-

degas; el comercio, por otra parte, es casi nulo, y por

consiguiente la casi totalidad de la población 03 verda­

deramentc rural y suficiente á las necesidades del cul-

-71-

tívo. Los jornales varían, según las diversas faenas, en­tre 1,50 y 3 pesetas.

Nada de particular ofrecen las demás condicioneseconómicas relativas á la producci6n agraria, y s610merece fijar la atención el que esta provincia resultacomo la más favorecida en cuanto á vías de comunica­ción, que forman una verdadera red entre todos lospueblos que la constituyen, sin que deje de poseer sucamino ni aun el más insignificante.

En resumen, con un más perfecto ser-vicio en lo queal regadío concierno, con adecuadas instituciones decrédito y con enseñanza práctica de la agricultura, sehabrían reunido en esta comarca todas las condicionespara hacerla modelo de prosperidad y de abundaneía.

Provlncta de Navarra.

1. La zona baja y meridional de esta provincia, cuyatotal superficie mide 1.050.637 hectáreas, os la parte enque se voriflc.¡ el regadío principalmente, y ocupa unasuperficie de 40.000 hcctároas en números redondos,que se divide entre los siguientes cultivos: hortlcola yfrutales,2 180; cereales, leguminosas, tubérculosy otras,28.220, y olivo y vid, 9.600.

El riego do pie se vei-iflca en unas 33.000 hectáreas ycon aguas elevadas, quo lo son por diversos mecanis­mos, entre los que se cuentan bombas movidas por ener­gía eléctrica 1.200.

Los riegos permanentes do pie proceden de los riosEbro, Aragon, Ega y Arga, so extíendon en 18,972 hec­táreas, yel eventual que so hace con los ríos Quoiles,

- 72 --

Alhama, Cidncos y Codos, de menor caudal y constan­cia en su curso, se tija en 21.028 hectáreas.

El cultivo intensivo, asociado al dl~ árbolos frutales,

se encuentra notablemente establecido en Tudela, Tafa­lla, Villafranca, Fitero, Cintruénígo y otros pueblos,

donde hay robada (nueve áreas) que gana do rentahasta 70 pesetas, y con mayor frecuencia de 35, 40 á 50pesetas.

El cultivo ordinario de cereales, leguminosas, pata­tas, en gl'nn extensión, y en menor escala la remolachaazucarera, cáñamo y lino y prados artificiales de alfal­

fa, se realiza con escasos medios de fertilización y detrabajo.

y por último, la vid, que pierdo cada día ter-reno ante

los estragos de la plaga filoxérica, es hoy do produc­ción casi nula, yen cambio va ganando alguna impor­tancia la olivicultura.

El valor de la producción de estos tres grupos se va­

lúa para el primero en 2.365.067 pesetas, para el segun­

do en 7.3fí4.57ü y para el tercero en 3.941.444, en cuyas

cifras se resume 01 detallado cuadro contonido en la

Memoria que se extracta.So exportan en latas de conservas hortalizas yfrutas,

industria que va tomando desar-rollo: pero las demás

producciones, ó so consumon en la provincia, ó tienensu mercado en las limítrofes.

2. Indicados los cursos de agua con que actualmente

se riega, merece notarso que sería de mayor interésmejorar lo que existe que establecer nuevos regadíos.

No obstante, hay grandes extensiones, como las de lasBárdenas, de más de 400 km.", que podrian en mucha

}larto Ici-tiliznrsc con las aguas del Aragón, y esto sería

- 73 -

una inmensa Iuuntc de riqueza: pero la falta de pobla­ci6n y dive-rsas circunstancias han de ser mucho tic-m­po obstáculo á la realización de proyectosáqne se pres­

tan las condiciones naturales,

Pueden contarse al presente entre canales y acequiasderivados de los antes expresados ríos, más de noventa,el mayor númer-o de corta longitud, aunque hay alg-u­no, como el de río Llano, río de la Comunidad de I'C­

gant ~s y el Bayuriga, que tienen respectivamente 3fl,

25 Y 17 km, Además hny varios pantanos y balsasquo

entro todos riegan unas 700 hectáreas.

Las ohras proyectadas son pi-incipalmonte dos cana­les pertenecientes á los pueblos de Mendigorría y Men­

dnvia, y ambos se hallan en construccíon 1101' los res­pectivos Ayuntamientos.

Además, hay otro proyecto en tramitncirin para (']p­

VHt' por medio de bombas las nguas del río At'ga y darriego á unas cien hectáreas,

3. Se obsor-vnn en esta provincia tres grandes fajas

de terr-eno que In cruzan de Este á Oeste, que corres­ponden á la formación cretácea, la que está hacia el

NOI·te; á la eoccna, la del Centro, y á la miocon a la másmeridional.

Coronando la faja super-Ior se ven torronos siluriano,

devoniano y ca i-bonifero.micntr-na ni Sur están las gran­

des masas de aluvión, sobre las cuales tiene asiento elregadío más importante de Na varrn.

Como consecuencia de lo dícho.Ias tierras en la parte

montañosa son sueltas y fáciles do trabaja r.ao destinaná prados muchas de r-Ilas, yla eat'f'llcín qll(\ sur-lo no­

tarso en las mismas del «lemcnto enlizo, h:1C(' que don

r-esultados muy ap I'oeinblcs los ('nNl!ndos l)('/'ilidieos;

- 74-

las de la zona interrnedi.t son más fuertes, abundandolas arcillas rojas con escasa pr-oporción de principioscalcáreos y la" arcillo-c.rliaas de coloración gris azula­

da procedentes de margas, en que la cal no pa.sa de or­dinario del 25 por 100, y las de la ribera (extrema delSur) son 6 iguales á las de la zona media 6 cascajosas,rojizas y sueltas y silioeo-arolllosas 6 arcillo-silíceas, decoloración generalmente Ob3CU1\1.

Los riegos suelen prodigarse en demasía y se hacedificil la fijación de un término medio general, dadaslas diversas clases de terrenos y de cultivos; pero se es­tima en 0,70 litros por segundo y hectárea la cantidadde agua necesaria para los cereales, el olivo y la vid, en2,32 litros para las judías y en 3,04 litros para los pi­mientos y tomates, que á esto respecto son los cultivosmás exigentes.

La más importante reforma que puede introducirseen las variadas explotaciones de esta provincia es sinduda el mejor laboreo y mayor fer-tilización del suelo.Los abonos orgánicos son escasos, y acontec, que, ha­biéndose propagado bastante el uso de los minerales enlos cultivos extensivos, es todavía o.isi nulo en el horti­cola.que más lo ha menester, anomalía quo, aunque ex­plicable, debe hacerse todo esfuerzo para que- desapa­

rezca.POl' lo demás, nada concreto puede decirse en lo con­

cerniente al cambio de alternativas ó introducción denuevas plantas sin un prolijo estudio preliminar, sobrelo que la Memoria contiene ligeras indicaciones.

4. La propiedad está muy dividida en el cultivo hor­tícola, pero no tanto en los que tienen menor intensidad,como los do ce1'0:lI08, leguminosas y remolacha, y sobre

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todo en los del olivo y la vid, que se cultivan común­mente por sus mismos propietarios.

Los arrendamientos se satisfacen con frecuencia enespecies, y tienen por garantía la proverbial buena fede los contratantes.

En la mayoría casi absoluta de los casos, el agua espropiedad de las Comunidades de regantes, y s610 sepagan por los usuarios los gastos de entretenimiento,conservación y guardería.

El trabajo agrícola se realiza en condiciones análogas

á las que ya se han expresado para otras provincias deesta regi6n, presentándose en los puntos en que menosdividida se halla la propiedad las cuestiones inherentesá tal estado de cosas. Pero en lo que forma una verda­dera excepción es en la abundancia y buen estado de

los caminos rurales, tanto en los construídos por el Es­tado como en los debidos al celo notorio de la acciónprovincial.

No es preciso añadir ninguna consideración nueva

para que se tenga una idea suficiente de cuál es la situa­ción en que, respecto al regadío, se encuentra el paísnavarro, y por consiguiente, puede darse término alextracto do la Memoria que al pa.rticulnr se refiere,pues amp'iarlo conduch-ln 8610 á enojosas repeticiones.

Nota. La región de Arag6n y Navarra, en la que secomprende además la provincia de Logroño, abraza una

superficie total de 6.293.857 hectáreas, y SLlS zonas deregadío comprenden 234.746, siendo la más importantela de Zaragozu, con 1\)5.500, á la que siguen: Huosca,con 30.467; Tcrucl, con 36.207; L'lgI'OÜO, con 22.572, yNavarra, con 40.000. E.,;, pues, uni de las comarcas en

que mayor import-mcia tiene 01 r-ogudio, así por la can-

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tídad dr- tl'I'I'(\1108 I'(\gablf's romo por las grandes obras

hidráulicas, ({Ile propore ionun el nbundnuto caudal de

aguas con que SI' vcrifir-a actualmente, y que es suscep­

tible de numentarlo quizás en doble extensión.

El impulso dado en estos últimos años á los cultivos

en la vega do Zarngoza con las aguas del canal Impe­

rial, además do haber aumentado por considerable

modo el bieucstar y la riqueza ngricolu, hn sido un

fuerte estímulo pa ru que otrns poblaeiOlH's de la región

soliciten con vivas instancias 1'1 estnblccimicnto de nue­

vas COI1StI'l1CCiOlH'S, algunas do I'IIas tan considerables

corno el canal de Aragón y Cataluña, el de Sobrarbe y

el pantano de la Peña.

La conversión en riego constante del que hoyes sólo

eventual ('11 unas 97.000 hectáreas y los extensos valles

que podrán beneficiarse con las mencionadas obras y

otras de menos importancia duplicarían con exceso la

superficie regable en esta región y llevarían nI más alto

grado do prosperidad su agricultura, desenvolviendo al

par todos aquellos elementos que han de contr-ibuir al

anhelado objeto y (l1W 011 ciertos parajes ofrecen defi­

ciencias quo SI' han hecho nota,' en los extl'aetos que

proceden á esta brevísima Ilota,

CUARTA HEGION

CA TAL A N A

COMPRENDE LAS PROVINCIAS DE BARCELONA, TARRAGONA,

LÉRIDA y GERONA

Provtncía de Barcelona.

1. La superficie total de esta provincia es de 769.050hectáreas, y su regadío está espa reído en pequeños man­

chones por casi todos sus pueblos, no ofreciendo exten­

siones de alguna consideración más que en las comar­

cas del Bajo Llobregat, Manresa, Matar6 y CUOIlca dul

Ter. Apesar de que se procura csmerndamente la utiliza­ción de las aguas, los terrenos rogados en la actualidad

ascienden s610, según los datos que ha sido posible re­

unir, á 14.077 hectáreas, de las cuales el regadío constante comprende 9.156 con agua de pie y 3.233 (Jan aguas

elevadas, y es eventual en 1.688.

LOH cultivos en que se distribuye dicha extensión re­gahlo son principalmente: las huertas, 5.871 hectáreas:

cereales y leguminosas, 6.385; forrajes y t-aices Iorrujo­

ras, 956; arbolado, 845, y jardines, 20.

De estos cultivos tienen verdadera importancia las

- 78-

hortalízas de la cuenca del centr-o y Mataró pal'a surtir

el mercado de la capital, las patatas precoces que sedestinan á la exportación para el extranjero, las pata.

tas del Bes6s, que por ser las más tempranas se envían

á toda España, las frutas del Llobregat, el maíz y las [u­días, que son de consumo local, y podría tenerla el cáña­mo si se perfeccionase su elaboración.

El valor bruto de estas producciones puedo calcular­

se, por término medio anual, 01\ 22.1i69.800 pesetas.El día en que el regadío tuviese el aumento de que es

susceptible, estos valores crecerían al pnl', teniendo un

mercado de tan considerable consumo como es el deBarcelona, además de los que se abrirían sin duda alcomercio de exportación.

2. Los cursos de agua que fertilizan esta provinciason los numerosos que existen en las cuencas del 1.10·

brcgat (alto, centro y bajo), Tordera, Ebro, litoral delEsto, centro, y del Oeste Besós y Ter.

El Llobregat, además de la aplicación de sus aguas

para usos industriales, da origen, así como sus afluen­tes, á multitud de acequias y canales de alguna impor­tancia, entre los que pueden citarse el de Manrosa y los

dos llamados el de la Izquierda, 6 de la Infanta, y el de

la Derecha, sin dotación fija de aguas. El '1'01', el Bes6s,el Tordera y otros suministran también el regadío en

muchos parajes, y la Memoria que se extracta contieneuna detallada descripción de las obras que darían ex­

tensi6n más considerable á estos beneficios agrícolas,

hoy entorpecidos por los usos que para la industria se

hacen en gran parte de su caudal. Las obras aludidas yque se proponen son diversos pantanos, que darían mo­

tivo á nuevas y abundantes derivaciones.

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El canal de la Infanta Luisa Carlota do Borbón, espropiedad de los regantes y constituye un modelo debuena administración; el llamado de la Derecha perte­nece al Estado, que en virtud de una ley ha entregadosu administración á una Junta: pero falta caudal deaguas, puesto que no aprovecha más que los sobrantesdel de la Izquierda, ó sea de la Infanta, y el de Manresadeja bastante que desear, por inspirarse sus administra­dores en otros intereses que los puramente agrícolas.

La acequia Condal, que toma aguas del río Besos,ofrece 01 inconveniente de su escasez de aguas, causadapor los alumbramientos que hace el Municipio do Bar­celona, atendiendo principalmente al abasto de la po­blación.

Las acequias "Den Bou», la de Badalona y Santa Co­loma y Ca rdona son propiedad de sus Comunidades res­pectivas, que mantienen en muy buen estado las obrasy sus aprovechamientos.

Las demás acequias, de menor importancia, como J1'\

de San Quintín, Capellades, Mina de la Concordia, con­vendría quo formasen sindicatos de regantes, mejoran­do así su administración.

Tratando ahora de obras en proyecto, merece citarseel pantano de Villanuova y Geltrü, estudiado por el J11­

geniero agrónomo D. Hermenogildo Gorría, ya en víasde ejecución, y que podrá regar 2.300 hectáreas. Elmismo Ingeniero ha proyectado otro pantano, el de Ri­vas y Sitges, con una cabida de 7 millones de metroscúbicos y que fertilizaría 3.000 hectáreas.

Otros embalses se trata do construir, como son el deJorba, para 400 hectáreas; los del Puente de Vilumara,de la Juda, de Montserrat, do Cardona, de Montley y de

-- 80 -

Albert, los cuales podrán regar un total do 2.000 hec­

táreas.

Po!' último, tienen indudable importancia las obras

de rectificación y saneamiento del Llobrcgat proyectadas por el Ingeniero de caminos D. Pedro García Faria,

y que abrazarían las comarcas comprendidas entre Mo­

líns del Rey y el mar y cutre Castelldefolls y Barcelona,

llevando grandes beneficios así á la higiene como á la

agricultura del país.

3. La nnturuleza mineralógica de los ter-renos do 1'0­

gadío difiere en cada una de las comarcas de esta pro­

vincia. El Bajo Llobregnt, que es la zona regable de más

importancia, ofrece un suelo de acarreo compuesto de

arcillas limosas, arena y variados detritus de rocas de

las formaciones superiores. En Mnrtorell domina el te­

rreno terciado y las areniscas rojas. En la costa de Le

vante el granito da origen á terrenos sueltos y muy per­meables, tales como los de Badalona, Mata ró y Canet;

en el Vallés, forman los terrenos, aluviones modernos

de composición variadisima, fáciles de labrar, ricos en

mantillo, y son sin disputa los de mejores condiciones

de la provincia y pOI' último, la vega de Manresa está

constituida por terrenos arcillo-calizos.

La cantidad de agua necesaria para el riego es tam­

bién varia ble según las tierras y los cultivos; la de un

litro por segundo y hectárea resulta con frecuencia in­

suficiente y son muchos los casos en que es menester

disponer de litro y modio y algo más por segundo.

En las grandes zonas de regadío, el cultivo es esme­

rado, y aun en las pequeñas huertas no habría que pe­

dir reformas si la dívisi6n de la propiedad no dificulta­

ra el empleo de los arados perfeccionados. La mejor

- 81 -

prupm'aelon de los estiércoles y el empleo más racional

y monos cmpirico de los abonos minera les, son mejorns

á quo puede conducir ('1 estahlecimiento de campos de

experiencias y demostración, en PI mayo!' número que

son dado hacerlo.

Las nltornativas do cosechas hoy s('guir!as obedecen

á las cir-cunstancias económ.cas del morcado, y sin UII

cambio en éstas no sel'Ía prudente hacer gralHlc's modi­

ñcuoiones.

La escasez do la ganadol'í:t hace qu« 110 so ¡HIUda dis­

ponor de ahund Illtm; e.stiércoles, pOI' más que los gl'1I1­

des eeuf.ros de pobLwi61l conn-ibuyeu á PI'OPOI'cioll:\I'

un gl'an ('ontingontt' de estas mutorias, sobre torio pOI'

el uprovoolunnion to de las letrhms que, numillo pOI' la

mayor p.uto so hace d« UIl modo prrmitivo, 011 la capi­

tal se explota pOI' una Sociedad que ha introducido

ciertos porñ-ccionnmioutos SObl'O el p.u-ticulur.

Exist(~1I 1l1l11WI'Osas fál,,'icas 6 depósitos do nhouos mi­

nOI'nle..;, y asi (ístos como las otras elns('s, v.u-iuu en los

precios soglÍlI oxigoll tl'allspOl't(~S de mayor () menor

consldc rueión.

Los estiércoles y bnsu 1';lK alcunzn n 011 BIII'ga 1d pl'('(~io

de 10 pesetas la touolnda: on Vich, 9; on Munrosa, 21);

en V:lII(~s, 15; on San Feliii, l~~; en Bad:tlon;i, 10, y 011

Matnró, 22. Las k,trillas tiom-n precios muy v.u-i.thlos, á

yecos súl o PI del traus¡ )(II't(\; pero la M \l tuu de propie­

tarios suelo ('01"';\1' do 10 :í 12 posotns los 100 kilo­

gramos.4. La propiodnd do I'ogadío está muy dividida; (\11 01

Bnjo L1ohl'ogat l:ls tiorru» :'l);\I'oeoll ('OIllO UIl tnbloro do

damas, y KIlS cuadros Ó parcolus 110 tionou dI' (\xt('IlSi()1I

más de llnanwjrula" () sonn 48 árons, y allálog:1I1H'Il!l1()

- 82-

acontece en el Besós, costa de Levante, Matal'ó, Man­

resa y en los fondos del Tordora, y mucho más en

aquellas zonas donde el riego es escaso, pues el afán

de poseer un trocito de huerta para las necesidades

de la familia es extraordinario, y á veces se pagan ren­

tas muy elevadas por u na sola área do terreno,

En general no se »ntisfacc canon por el empleo de

las aguas, cuyo precio va incluido en la renta; cuando

el riego procede de In Compnñia Rins se paga entre

0,11> y 0,31> do peseta el nu-tro cúbico, comprornctién­

dose á un determinado gasto diado; el (,lIllal de la iz­

quierdn do l Llobregat reparte á prorrateo los gastos

totales, y éste no suele sor mayor de 2 pesetas pOI' hec­

táren: el de la derecha exige para los terrenos de 1 " 31

pesetas; pal'a los de 2,a, 25,75; plll'll los de 3.",20,50, Y

para los de 4.a, 11>,25 por hectárea; en el canal de Man­

resa se pagan 10 pesetas por hectárea: en la acequia

Condal, de 8 á 20, yen las de Den Bou, Badalona, SantaColoma y Cardona, el ropa rto es diverso, sf'gún los gas­

tos anuales.

La circunstancia do no haberse establecido en esta

provincia todos aquellos sindicatos agl'Í(~olas que la

ley permite, y quo tan benéfico influjo pueden ejercer

sobre las relaciones económicas de la producción, es

causa al mismo tiempo do que el crédito no so encuen­

tro en las más propicias condiciones, pOI' más que no

sean aquí do lamentar los estragos de la usura.

~o hay, pues, verdaderas Sociedades do crédito y

seguro agrícola, pero on Manresn existe una cooperati­

va para la venta y compra do productos quo está dan­

do buenos resultados y que en breve se extenderá para

dar facilidades á la obtención do] capital rural, espe-

- 83 -

raudo que tal ejemplo sea seguido por otrns muchas lo­

calidades,

El cariño que pOI' lo general se tiene á la propiedad

terr-itor ial en estas comarcas, ha fijado bastante la po­

blación de Jos campos, siendo uno de sus más notables

efectos la rápida reconstitución de los viñedos destruí­

dos por la ñloxora; pero, 110 obstante, los IlUll1Pl'OSOS

brazos atraídos por la industr-ia fabril son causa d«

que en :lIgullos puntos escaseen para la ngricultura.como sucede PII Borgu y Segal'!':\. Nótase menos dicha

falta Cll el regadío, donde, pOI' lo común, la familia

agrícola explota la:,; tierras, :,;in dejal' pOI' ello de que

a Igu 11 os de sus indi vid uos trn bajen en las fábricas.

El trnbajador catalán ps intel igente y vigoroso, y ('S­

tas cual idades :';(' revelan bien da rnmcnte PI1 Jos osme­

rudos cultivos do! Llobrogat y 1:1 cuenca do la costa de

Levante: la difusión de los couocimiontos ag'l'ollómi­

eos dru-in g'l'all dos.u-rollo y ('xtem,i(llt á tan ftdicl.-'s apti­

tudes.

El prr-cio del jor-nal cor-respondo á la buenn .rlimr-n­

tación del obrero: así es ljnt' l'1I las f:H'nas or-dinurhts

no baju d« 2,50:í ;~,5() posetas, y r-u la sil'ga de 5 á 6,

siendo nún algo mayor en el llano.

La IH'.ivi Iwin do Burcelonu s(' oncueutra bien ser-vida

respecto :í vías do cornunioucióu , y Jos caminos vecina­

los van completándose y extendiéndose 1'01' toda pila,

gl':ll'ia:,; al ('ollstanto ü~rIlUI'ZO dI' la Diputación pro­

vincial.

Con los eleme-ntos económicos que quedan aunque

sucintamente indicados, l':'; Iáeil tarea la de comunicar

todo el impulso posible <Í In agticultul'a provincial.

Hoy HO utilizan todns las aguas corr-ientes, ya para la

-- 8-1 ---

industria, ya pal'a 1'1 cultivo: poro l'~ IIl'('u~<ll'io OIlS;lII­

cha r las zonas I'('gnl,lt~s, omhalsando en el modo couve­

nicnt« las que proceden do las lluvias iuvcrualcs, l[IW

representan un término modio superior á 500 milimc­

u-os, según las observuoionos pluviométricns hechas en

la capital. Pero cuantas COII tal propósito se emprendan

deben ser objeto del más detenido estudio para lograr

('1 concierto l)J'(wi~o entro todos los factores de la pro­

ducción, sin ul cual el éxito ap.uecorá siompr-o eontin

g't'ntt' ~. dudoso,

Provincia de Tarragona.

1. Esta provinciu.quo ticuo de total extensión 649.0:l5

ho.tárcns, apal'('CO sólo con 19.600 do rcgadio, siquiera

('[-;ta cifra no pueda considerarse como exaeta, st'g'ún so

indica 011 la correspondiente Memor-ia.

Esta superficie so distribuyo en los siglliontus cultí­

vos; corcalo« y leguminosas, 6.000 hcetárens: a1TOZ,

4,000; hortalizas, 2,000; árboles f'rutales, 600; ralees y

tubérculos, 000; avellano, 6.000; naranjo, 300, y prn­

dos, 100.

La extensión que recibe I'iego constante es do 10.100

con ngwl 01' pie y 4.000 con aguas «lcvadns, siendo la"

restantes n.100 de riego eventual.

La impurtaucia relativa do los expresados eultivos

puede deducirso do los valores medios en que actual­

mento K(, estima su producción anual, y quo son: p:lI':1

l~l trigo, 1.440.000 pesetas; para la cebada, L3H6.000;

pal'H el nrroz, 1.800,000; para las hortalizas, 2.640.000;

pn l'a las hortalizas asociadas á los árboles ft'uta\lIs,

- Ri) -

4(}-!.000; para los árboles fl'utales, 216.000; pn l'a las l'aÍ­

e!'s y tubérculos, 540.000; p.u-a el avellano, :1.1HO.OOO;

para el naranjo, :lOO.OOO, y para los prados, :l6.000.

Se ve, pues, 1:1 considerable importancia «UO ha lle­

gado á alcanzar el cultí vo del avellano, cuyos frutos St)

expor-tan en gran cantidad pura el extranjero.

No figuran las leguminosas (In las vnloracioncs que

anteceden, ]>Ol'quo al present- se cucucntrau atacadas

casi todas sus especies del orobanque () .'Ierblttol'lt, ('OJl

grun detrimento de su cultivo.

El Hl'I'OZ, como culti vo limitado a I delta del l'~bl'o, JlO

es susceptible de recibir ensanche en su producción , y

respecto al naranjo, que s610 parece dnrse Ilion en In

zona d« Tortosa, cada voz se hacen lluevas pla ntncio­

IH'';, ofrecieudo esperanzas p:u'a lo porvenir.

2. El rio E!lI'n es el solo de c.utdalosn y constante

corr-iente qu e so Oll:~llontea en la provincia, y de él oxis­

ton ya mu-hus dor.vacionos pu-a el "iego l. que podrían

SOL' más numerosas si á ello no StI opusiora.n las restric­

cion.« de h HuI Co.nptüiu do Cnun l izuclóu y niegos,

que pOI' eoneosione« 03plwinle,'l diñ en tn g¡'¡lIldomf1Ilto

la iniciativn particu lar.

Los demás ríos y (\IU''';O'l do agua son IllUY (H(~;lSOS en

el estiaje, asi pOI' su corto l'e~olTirlo comi por la P0C':I

ahundnncin do SIlS Ol'ígo;ws.

:-:;in embargo, el Fruncoll, Cer viá, Gaya y AIgiu', l'Íe­

gan hoy mucho n1l1'l ter-reno que :..su caudal permite, lo

cuil hace qu.o este rog.idio sea muy eventual, pDl' cuya

razón se trata desdo hnco tiumpo do construir <los p:tn­

t:1Il0S p.ira romed iar ol indi -udo incouvouionto, auuque

su scita.ndo al ¡1l\1}'; unicut» obstáculo- gl'av(',;, la oposi­

ción do IOR dUÜllOR de moliuos Lv otr-os uprovechamion-

86 -

tos que habrían do cxigit- cuantiosas indr-mnizacioncs.

De las ohrus existentes, la principal es la citada de la

Real Compañia de Canalización, que, tomando dol Ebro

las nguas necesarias, tenía pOI' objeto además de los rie­

gos la navegación; pero el excesivo costo de las cons­

truccionos que realizó ha dado por resultado que no se

ejecutase ni aun la mitad del plan propuesto, dejando

pOI' consiguiente, sin riego el delta dervcho del mencio­

nado rio .

Así sucede que, no recibiendo en la nctunlidad el IH'­netieio del riego más que UIl:lS 6.000 hoctárens, la utili­

dad que la empresa tiene es de 150.000 pi-setas anuales

sobre un capital invertido de 1) 1{2 millones de pesetas,

Otras der ivaoioues hay do mucha menor importancia,

de as cuales no so hace por lo mismo especial mell­eión.

En cuanto á obras en proyecto, la repetida Oompania

so propone ter-mina r las que le están concedidas en el

Delta, y el presupuesto para ello se calcula en 4.250.000

pesetas, con lo que aumentaría 01 riego en 10.800 hec­

tareas: pero por lo que queda dicho hay que desconfiar

d« que el pensamionto RO llevo á cabo durante largo

periodo do tiempo.

Do otros dOH proyectos también do dificil realizaoión

habla la Memoria; talos son un canal que, partiendo del

do Urgel, llegase hasta el campo de Tnr-rngona, y otro

que, tomando aguas del Ebro en presa de Elix, regase

la derecha do la vega hasta MOI':I.

Proyectase ta mbién amplia r á 7.000 hectáreas las

1.600 que se riegan con las aguas dol rio Cenia, y cons­

truir dos pantanos en 01 campo do Tarragona, 11110 en

Rn de Cañas para 1.500 hectáreas, con coste de un mi-

- 87

lIón de pesetas, y otro en la Riva, de análogas condi­

ciones.:3. La naturaleza de los ter-renos de regadío en esta

provincia, es la que se observa siempre en los aluviones

ó acart-eos que forman los valles, y cuya composición

depende de la de las rocas, de cuya disgr-egación pro­

ceden. Estos aluviones son ó modernos 6 de In época

dil uvial, y aunque variables en la proporción do BUS

ele montos constitutivos, dan en la generalidad de los

casos una tierra fra nca y permea ble. Como ej cmplo

puede citarse el resultado de un análisis de las margo­nes del Ebro, que ofreció de arona 49 por 100, cal 39

por 100, ar-cilla 14 y de humus 6.

De lo dicho se infiere que, teniendo en cuenta las con­

diciones del clima, además de la clase de tierr-as y de

cultivos, entre las grandes variantes que existen respec­

to á la cantidad de agua necesaria para 01 riego, puedo

llegarse á un término modio de 700 m." pOI' I'i('go y

pOI' hectárea en esta localidad.

En lo que concioruo á las reformns posibles en las

altor-nativas y cu ltivos, siendo 01 urroz y la naranja

produociones que se p restan al movimiento comercial,

eo nviene extender su cultivo dentr-o de los límites del

~1L'.·a de vegetación que les es propia, y para aumentar

plantas ulteruantes, pudier-an introducirse la remolncha

nzucarern y 01 tabaco, «si llegara á ser permitido», todo

lo cual dm-ia no escaso contingente á la riqueza agríco­

la tarrucouense.

Forfilizanso los terr-enos do I'ogadío con las deycccio­

nes animales, despojos y barreduras do todo género;

pero siendo con Irocuoncia insuflciontes talos mntorias,

so complerneutnn mezclándolos los d« origon minora)

HH

que Iurilitun Ins fábl'iea:-; y a lmac.-nes d(' Turragoun,

!{('US, VaIPflc'ia y B:lI'cnlolla, y cspccialmeute la Cámara

Agl'Í('ola d« Reus, q ue los cedo á precio de coste.

-1. Con frecuencia interrumpidos, pOI' la accidenta­

ción y quiebras del suelo, existen estrechos valles. en

los que no es dado UlI cultivo extensivo, y, pOI' consi­

guiont«, la propiedad en ellos se encuentra bastante di­

vidida. En la vega del Ebro hay predios de mayor en­

bida, pero SIlS duonos los a rrieudu n en peq ueñas pa 1'­

('('las. El precio del ari-íeudo va ria entre 100 y 200 pc'­

sotas la hcctáro», según su calidad y la mayor () 111('­

no!' distancia á que se cncueutrun de los centros de' po­

blación.

El valor do las aguas está en relación, como es flatu­

mi, con (JI gasto que han monostor los diversos culti­

vos; así los pastos, las I'aícos'y los tubérculos, necesitan­

do 600 m." pOI' hectárea, cada riego cuesta 60 pesetas;

los arrozales pagan la novena parto de su producción,

los avellanales 100 pesetas pOI' hectárea, con un gasto

de agua do 800 m.", y las huertas pOI' quince riegos

(IP 600 m." 180 pesetas.

La invasión filoxérica, convirtiendo en ruinoso esta­

do el que antes era próspero y tlorociente, ha vonido á

crear insuperables dificultados para la o:)teneión del

crédito 6 capital agrícola, desconocido casi pOI' comple­

to en ost-i provincia. Los Baucos de Reus, Tol'tosa y Vn1\8,

que prestaban á muy alto interés, pronto hubie-ron de

suspender totalmente sus operaoiones. El proyecto (l'tl'

pareeo abrignn el Banco de España y la Compnniu Arren­

datnria de Tuhacos para crear Cajas c!n ahor-ros aun en

los pueblos menos impor-tantes, seria pOI' extremo he­

noticioso, siempre que so realizase ('O n uquollas condi-

-- su -

CiOIH.'S que ostuviosen al ulcanco (h~ los pequeños eulti­

vudores.

La disminución do la riqueza vitícola ha mermado al

par' la ocupación de los braceros y la densidad de la po­

blación, que ha quedado reducida á dos habitantes por

hectárea. y siendo difícil la adaptación do la clnso jor­

nalern en gt'lltwal á otros trabajos que la viticulturn ,

trátuse a horn de fomentar la explotación cid alga i-robo,

que l'eq II ilH'e pocas faonns culturnle«.

El precio normul de los jorn des PS (1u 2,.10 pesotas

para los hombres y una pal'a Ins mujer-os.

Hállase hicu servida esta pr-ov inoia do c.nninos veci­

nulos y vías do segundo orden que fnci litan t\l movi­

miento comercial del iutorioi-; se echa de menos 1'1 1'01'l'0­

car-r-il do Vu l-dc-Znfán, que uumeutat-ia la exportación

de av. 'lIa na, a lmondrn, n Iga rrohn y otros frutos y log um­

bres,

Con lo cxprosndo, nunquo muy sucintamente, SI' puo­

do Iormn.r idea de lo que l'PSpl'eto u l I'('gadío y r-ondi­

«iones agTíeolas y t'conómi('as I'Sl'l\ la ,wlualid:ld la 1'1'0­

viucin de 'l'n rrugoua.

Provincia de Lérida.

1. Esta proviu«iu, .-uyn sU\lPI'ikie totu l I'S considol'n·

hlomonte maY0I'I(lIu la de las oí.rus que fot-mnn la l'cgi6n

cata lana, puesto 1( no mirle 1.21 !i.07$! h ·('tHI'("¡ s, tiene obras

hid ráulir-ns tan importa ntes .v tu l ubuudnnciu C\<, agllaR,

que per-miten <'1I'üga<1ío t\1I lu .u-tuu lidud (\P 1I11:IS 200.000

hectáreas y ('Stl' \'s <'1 uúrncro llllt' 011 Sil l\1('mol'j:1 tija <,1

Ingeniero agl'()II'llllO lit' la di.-hu provinciu. \'01'0 ni una

- 90 -

gran parte de l'sa extensión so ]'il'ga, ni ele la que lo es,

se obtienen las ventaj as y utilidades q ue pudier-a creer­se y que habría dei-echo á esperar.

Demostrarán lo que queda indicado las breves consi­

deraciones del presente extracto, y desde 1llego algo

deja entrever sobro el particular la siguionto distribu­

ción del cultivo llamado de regadío: cereales, 54.000 hec­

táreas; leguminosas, 10.000; plantas forrajeras, 14.000;

cultivos de la huorta, f'rutalos y plantas textiles, 22.000;

olivar, 19.000; viñedo, 16.000; prados naturales, 1:3.000;

romolncha azuearern, :l.OOO; cultivos diversos, 3.000, y

terrenos incultos 6 eria les que pudieran l'egal'se, 4(j,OOO.

Esta exuberancia de aguus hace que casi todo 01 rega­

dío sea constante y de pie, sin que existan aguas eleva­das y sin que se clasifiquen como eventua les más que

las de unas 2.000 hectáreas.

El valor que representan los mencionados cultivos so

calcula en «término medio anual" pa ra l'l trigo produ­

cido 13.640.000 pesetas; piu'a la cebada, 6.272.000; para 01maíz, 700.000; para las habas, 1.725.000; para las judías,

1.5:30.000; pm:a las plantas forrajeras, 5.600.000; 1"u'a el

olivo, 4.180.000; para el viñedo, 7.920.000; para los l)l'a­

dos naturales, 3.250.000; pn ra la remolacha azucarera,

135.000, y para los cultivos diversos, 150.00cl. El total

valor' de tales producciones asciende, pues, á 51.702.000

pesetas.

De estos datos se deduce que á (lada hectárea cultiva­

da corresponde un producto bruto de :335,32 pesetas y

un líquido de 54,50 pesetas, cifra que se presta á muy

tristes reflexiones.

La exportación se veriñca: de aceites, pal'a Tortosn,

Barcelona, Niza y otros puntos f,'aucesos: di' cereales, á

- 91 _.

Barcelona y Tarrugona; de frutas, á Barcelona. á Mur­

sella, París, Londres y América. y de plantas for rajcrus,

á Fraucia.Iosdemás productos atienden al consumo local.

2. Los cursos de agua q ue suministran el regad:o

para la provincia son: el rio Segt-o, SUR principales

afluentes, el Noguera Pallaresn y el i\ogllüra Hihagol'­

zana, y los muy numerosos subafluentes 'lIt(' cru-ique­

cen los citados ríos.Los Clllwlos qU(~ tienen mayor importancia son: (\1 de

Urgel, que doga 70.000 hectárons: el de Fontanet, que lo

hace en 25.000, y 01 Piñann, en 30.000. Estos dos últimos

producen resultado aceptable: pet'o en cuanto al di- Ur­

gel, que representa una de las obras más colosales q uo

existen en Espafta, el éxito deja mucho que desear,

puesto que una parte mllY considerable do las tierras

que debiera beneficiar pOl'manecon iuexplotndas y otras

10 son pOI' el sistema de barbecho, dando rendimientos

tal vez inferioros á los que de las mismas so obtuvieran

sin el regadio.

Respecto á obr-as en proyecto, existe ya bastante adc­

lautada la del canal do Tnmarite, 6 de Arag6n y Catalu­

ña, que podria beneficiar en esta provincia unas 15.000

hectáreas, poro el uro es que, (mando tan doftcieutcmon­

te se utiliza el caudal de que hoy dispone, no hay moti­

vo para esperar de la dicha obra una más provechosaaplicación,

Inútil (~S dar mayol' extensión á estas noticias que,

expuestas prolijamente en la Memot-ia que se extructa,

dejan sólo una impresión muy poco satisfactoria ncercu

de lo que es una comm-ca tan rica en aguas como pobro

en los demás factort-s q\le deben conctu-rir al ver-dadero

y práctico progreso de la producción rural,

-- !l2 --

:1. En todos los valles de esta [rrov incin la ¡¡(,<'i<'in di­

luvi.uia se muostru constantemente, ~' Jos l'ulI(mwllos de

l'l'osi(íll y de sedirnuntación se dejan ve¡' .uin en la ac­

tualídad en aquellos lugar'os cruzados po!' los pi-inclpa­

I(,s rios y .sus atluentes.

d~llIallo do Urgel» y «El Sogl'ia» están constituidos

pOI' tcrro lOS terciarios, notándose la presencia dd mio­

ceno compuesto pOI' lo gc¡wt'nl de arcillas, calizas y con­

glomerados quo encier-ran restos fósiles muy caracte­

risticos.

J)(\ las 150.000 hectáreas que uparoceu sometidas oícc­

ti v unonto al I'ogadío en esta pr-ovincia, 8610 aq 1l01l:18 en

que so cultivan las hortalizas y algunas plantas indus­

tria les, puede decirs : que Jo son bajo IIn sistema de

ciet-ta intensidad. esto es, unas 25.000 hectáreas: todo lo

demás, como oorealcs, viñedos y prndos uaturules, no

ofrece dift-rencla notable con el cultivo de secano, como

ya antot-iormento se indícara . P,H' consiguiente, no .-s

tanto la modificación d« lo ya esta blecido Jo que so IW­

cosita, cuanto el cambio comrloto de uno á otro sistema;

y s(~ comprende qlle esto no llegue á Iogrnrae Hin díspo­

[]U/' de una mayor' población rural y gl'anoes t'(~ClU'sOS

dl' capital y abonos y otras condiciones económicas do

quo hoy se ea reco.

.\o.;í, pOI' ejemplo, en lo que respecta á los abonos, nó­

tasn la oxíguu proporción en que so h-illan, relativa­

monte á las superficies explotadas, pu-s los ostiéreolcs y

otrns mutcr.as de origon orgánico escasean mucho dado

el poco desa rrollo do los prados y (le la gannclnt'ía, y en

cuanto á los abonos químicos 6 minerale...;, su empleo

está poco gon(\I'al iz-tdo. En total, el va 101' do l'stOS me­

dios de Iertilizución consumidos en la provincia se cal-

cula en :100.0001',11'" el ~('eano y !l:H.OOO pnl'il el t'('g',l­

dio, ellym; cifrus demuestran lo que expresado qur-da,

excusando prolijos dr-tnllcs.

4. La propiedad terr-itor-ial se encueutrn hnsta.nte di­

vidida en el "l'gndío. siendo muy pocas las tillcns que

n lcanzan de 10 á 15 hectáreas, excepto en la parte del

canal de Urgel, donde hay grandes bnldios en los que

están enclavada" purcelas cultivadas COII "i¡'go.

El canon que por las aguns se satisíace ns en pI re­

fet-ido canal ol noveuo do los fr-utos, yen lo que á los

otros riegos se roíie,'e, los gastos SI' hnci-n á prorrntoo

p:u'a el eut.rc-ton iruiento de las ohras y ndminist.rnción

de la:~ :\gua:-;, resultaudo más e('oI\6mieos.

N i del e réd ito ngricoln, nido las condiciones del 11',1­

bu]o hay ('mm qu« aúadil', como no sea r-l lamentar' su

carencia é imperfecciones, pt'llsen ta ndo ta les ci rcunstuu­

cías una infcr-ioridad evidente con l'ela('i(>I\ <Í las otr:1S

provincias (~atalall<ls.

Las comunicaciones en los par-tidos de ()('I'V\\I'a, Ha­laguer y Lér-ida, donde S(' encuentra la mejor pa rte di']

regadío, son roguluros, aunque con dü1iciün('ia de ('.:1­

minos vecina 10H; pero en ni resto de [a pr-ovincia RO ocha

de monos toda clase de vías, tan indispensahlos pal'a d

adelanto cultural.

En rcsumeu , esta» comarcas que, pOl' sus condiciones

nntumles de 81W[0 y clima y por la uhnndancia do sus

aguns y magnitud do I:lH obras que [as «ucauzan, pudio­

ran SOl' de laH más ricas de España en producción agl'í­

cola, están muy distantes do alcanza r (1) estado PI'<'ísP('­

"O que oSIHwa rso debiora, y a un S(' ofr-ecen obstáculos

para ello de tanta magnitud que (~(1Il ":lz611 dosconf'i« 0'[

a utor do la Memor-ia do "or(','oncia llegu« á tocurso el

- 94 --

anhelado fin durnnte IIn largo período de años. [Tan

complejos y difíciles son los problemns que hay precí­

sión de resolver á semejante propésito!

J'rovincia de Gerona.

1. Esta provincia, la menor de las cuatro catalanas,

mide una supertlr-ie total do 586.'196 hectáreas: pero las

que se dedican al regadío son próximamente 7.700. Este

I'egadío puede considera rse dividido en dos grupos: el

de cer-eales, leguminosas y hortalizas. qne ocupa IIIHl

extensión <1(' 5.:3940. y el de prados, con las restan­

tl':.; 2.:3Ofi.

Se riegan con agnas 1'\Pvadas pOI' diversos medios

mecánicos 1.200 ~. con agua de pie 6.500, de las que s610

unas 50 se califican como de r iego eventual.

El cultivo más importante ('s 01 de la huer-ta, al que

siguen los prados. cereales, maíz y judías.

Sólo se exporta n las prod uccioru-s horücolas, cuyos

mercados principales son Fr.mcia y Barceloua. todo lo

demás eR de consumo puramente local.

2. Cruzan la provincia los ríos '1'01', Fluviá. Muga,

Segre, 'l'ordera, Osiar, Llobregut, Manol, Duró, 'I'ery, y

todos estos cursos do agua podrían utilizarse para el 1'0­

gadío; pero raZOIl<'S económicas y unterior-es nprove­

chamientos industriales se oponen á quo los agrieulto­

I'OS obtengan concesiones de agua si no es de corta

cantidad.

No faltan, sin embargo, iniciativas particulares que,

construyendo presas provisionales de piedra y barro

donde quiera que existe una corriente, conviertan al

- 95 -

riego las tierr-as de secano. siquiera la carencia de capi­

tal reduzca I\Hta~ ohras al menor costo posible.

y que no hay apatía pam el trabajo demuéstralo 01

siguiente hocho: En el Ampurdán existo una gran lla­

nura que ocupa 7.000 hectáreas próximamente, y que

en lo antiguo estuvo destinada al cultivo del arroz; la

atraviesnn los rios Ter, Muga y Daró, que en esta mis­

ma provincia desemboca n en el mar'. A ea usa del des­

bordamiento do dichos r-íos han desaparecido sus cauces

en gr'an parto, y todos los años, en la época de las llu­

vias, Sl' inunda la l'xl)J'e~ada llanur-a en términos que,

quedando cnchurcndo el sur-Io, se hace imposible todo

rulti \'0. A posu r de 1·"tO, muchos propietarios renueva n

tres y cuatro vccos sus siomln-ns, aprovechando los si­

tios más elevados para ver do ('onSl'g'lIil' rendimientos:

mas resulta ostéti l (,1 esfuerzo, plH'H ('XI'CptO CII los cua­

tro meses de verano, no es dado quo ningun» semilla

allí g('rmirw.

Tres proyectos SI' han ideado parn remediar' tal est,l­

do de cosas, saneando y haciendo I'og'ahl(' la zona dr-l

Ampurdáu; POI'() el considcrahlc g'ISto qu« roquícre

su ejecución, viene siendo hasta hoy obstáculo insupe­

rable.

Do las obras que provevn al r-iego en In actualidad

apenas 1110I'el"On moneionarse los pequeñísimos pantanos

de Puigcerdá, Figueras, La Bisbal y Santa Coloma de

Furnés quo, en conj uuto, riegnu un coi-to número de

hectáreas, y tampoco puede darse 01 nombre de canales

á las 40 acequias que derivan aguas pnrn el rogadio d(\

la provincia; únir-arnento so cita t-á 1'1 llnrnndo cn.nu.l dI'

Puigcet dá, construido en (\1 siglo XIV, que tiene un I'I~­

corrido do nueve kilómetros, do los cuales siete so ha-

!W

11;11I ('/1 u-rritori« f";IIl¡'('S, ,Y ql\(' aquí I'i('ga unas liíO

hvctáreus (iIo prudos, hortulizns y ¡'l~l't·Hj¡.S,

'l'ambién hay cinco ó seis !agllll:\s utilizadas pam el ro­

gadío, de I:\S q ut- la más importuutc- ('H la de- Bañolas, f:oll

2,000 metros c!t'ollgitlld por 500 de nnchura media, y

de la que so derivan cinco acequiaH, cuyas aguas, en

parte, riega n n19l1no¡..; torronos .

El i-esultado OCOIl()l11ico de IOH cultivos de regadío 110

debe ser muy halagüeúo cuando dentro de un mismo

partido ¡o! valor do las tierras ell' secano os poco menor

qu« l'l de las que gozan de aqiu-! benoñcio,

a. Todos IOH terrenos quv se riegan, así corno IOH que'

pueden serlo en adelanto, son de naturnlcza silicen. pOI'

lo que requieren mayor' cantidad do aguas; pero los hay

tamhién de nluvióu que oíreeon ptoporcioues más ('011­

corda utes entro sus elementos constitutivos. En güIH'I'nl,

el agua n('('esal'j;¡ por dogo y por hectáre-a en los dife­

rentes cultivos es, para el tI-igo y otros eeroalcs, de l)00

á 600 m."; para las Ieguminosns, (':líees y tubérculos, do

GOO á H50, y para 10H prados do 700, Existou, no obstan­

te, tier-ras dodicadns al cultivo de prados 011 Iw.; que sin

necesidad de I'iegos, y debido á su nutuml írescura, se

pueden dar á la alfalfa hasta cuatro codos anuales.

.Juzga dificil la Memoria proponer reíor-mus en lm~ a 1­

tet-nativns actuales, ni la introducción do nur-vus plan­

tas, I"WS todo ello exige un muy detenido estudio qllo

no ha sido dado vet-iftcnr.

En Oll¡lIÜO á los abonos empleados, además del estiér­

eol de cuadra, so aplican muy generalmente las mute­

rías f(\(,:1 les procedentes do las letrinas y también las

plantas euterradns en YOI'de,

El valor del ostiércol de cundra varia, según esté más

- 97-

6 menos descompuesto, entro una y dos pesetas los 100

kilogramos, y el do igual peso de abono líquido es de

0,60 pesetas, siendo lo más común que lo obtengan los

hortelanos á cambio do la limpieza de los pozos negros.

En estos precios so incluyen los gastos de transporte y

acarreo.La cantidad de abono por hectárea varía entro 2.000

y 6.000 kilogr-amos, yen el cultivo intensivo se emplea

en mayores proporciones,

El uso de los abonos químicos no parece aceptado por

estos agi-icultorcs, lo <¡He debe ntt-ihuit-so al mal rcsul­

tado de 10H ensayos hechos sin los suficientes conoci­

mientos y condiciones que g.u-antizasen el éxito.

4. La propiedad torr-itoi-iul está bastante subdividi­

da, y s610 hay grandes tcrratcuieutcs do monte alcor­

nocal.

POI' lo general, las fincas so dan eu ur-rcudumiento

bajo distintas formas, do las que más usuales son dos: el

contrato pOI' un tanto :1I111al y que dura do cinco á siete

años, con las cláusulas corr-ientes en tales casos rospec­

to á las mejoras y aprovechamientos forestales, y el.u-rondurnionto que so denomina al tercio, en que 01 co­

lono toma dos p-u-tos do la cosecha y la otrn el propio­

tarjo, siendo de cuenta del primero todos los gastos decultivo y explotación.

El canon que por las liguas so satisface es, por térmi­

no medio, el do 50 pesetas pOI' hectárea para las huer­

tas y 01 do 37,50 par-a los cereales y leguminosas.Estas cifras varían algo, sogún la abundancia 6 esca­

sez del agua disponible para 01 riego.

Hay grandes obstáculos para obtener capital de ex­

plotaci6n por SOl' muy numorosos los pequeños agrioul­7

-- 98 -

tares que, apenas sufren contratiempos en sus cosechas,

se ven privados do los medios parn hace!' frente á lasnecesidades de la preparaoióu de sus tíun-as y compra

de útiles para la siguiente campaña.

De Sociedades de crédito agL'Ícola no existo ninguna;

s610 se encuentran establecidas dos ó tres de previsión

y seguros contra el pedrisco é incendio.

Fuera de los pueblos en que existen industrias fabri­

les y de los costeros que viven de la pesca, todos los

demás, de los 247 do que consta la provincia, se dedicanexclusivamente á la agi-icultura: puede, pues, calcular'

se una población rural do 200.000 habitantes.

Los naturales del país son muy trabajndores y con el

suficiente criterio pal'a conocer que las prácticas del

buen cultivo aumentan la producción. Por tanto, no tie­

nen inconveniente en aplicar los adelantos agricolas en

cuanto sus fuerzas se lo permiten, habiendo ya muchospropietarios que en la siembra y siega de los cereales

yen la recolección de los prados usan la maquinaria

moderna, y aun se trata de adopta!' locomóviles de va­

por pal'a las prácticas culturales en <¡nn sean aplicables

ventajosnmeuto,

Sirven do medios de instrucción á estos labradores

las bibliotecas que poseen bastantes pueblos, sobre todo

las eabez-ts de partido donde radican las Cámaras Agrl­

colas, y donde semanalmente se reunen pnrn discutir lo

más conveniente á sus intereses y dar cuenta de los re­

sultndos do los ensayos por 103 mismos veriflendos,

Es muy variable el [ornal, pues oscila entro 2,50 pe­

setas como mínimo y de 5 á 6 para los obroros dedica­

rlos al cultivo del arroz: el jornnl de siembr-a, con la

yunta os de 7 pesetas, el de riegos 2,50 y 4 el de siega.

- 99-

La escarda por mujeres 1,50. No es costumbre trubajur

á destajo.En cuanto á las comunicaciones y salidas para los

productos, tiene esta provincia unos 3,000 kilómetros

de caminos rurules, que unen los pueblos y caseríos ~í

las veinte carreteras que en buen estado do conserva­cíón existen.

No por-que haya exceso do producción, sino más bien

por la proximidad y las fucilidudoa que ofrecen los mOI'­cados de Barcelona y do la vecinn Francia, so exportan

á los mismos frutos y hOl'talizas. POI' lo demás, los pro­

ductos guardan equilibt-io CO/l (,1 COIISlllllO local.

Se deduce do los breves apuntes que nnteecden que

la actividad agrícola do la provincia de Gerona, no es en

modo alguno OS0:1S:1 Ó deflcieutc; poro que dcbieru en,

contrnrse mejor dirigida y con más oflcaz protección

por lo que hace á la ensoñnnzu y á las Il'Y0'; económicas

que t'06"uhn el movimiento ngrnrio on su marehn fecun­

da y progrcsiva.

Nota. Estn región, oonsrituidn pOI' las cu-itro pl'O­

vinoias catalanas, ocupa una total supertlcio do :l.219.660

hectáreas, en la que hay do rogadío 1\.11.:377, sin contar

unas 50,000 que en la do Léridu, pudiendo Sl'I' rogadas,

permanccon, sin embargo, incult IS en su muyoria y do­

dicadus al pastoreo unturnl,

La distr-ibución d e la oxpi-osadn suporflcío es muy

desigual, pues en la dicha provincia do Lérida hay una

extensión próxlmamonto doblo qno en cada una do las

otras tr.is, y respecto al ,'og'ldío olla sola tiouo cinco ve­

ces más que 01 conjunto del qno 011 nquóllas oxistc. y

os, bajo esto aspecto, la qllo mayor cantidad de a:~nas

- 100 -

encauzadas poseo en !t'e todas las de España, si bien gran

parto de las mismas no se utilizan en absoluto, y otra,

bastante considerable, lo son imperfectamente yen cul­

tivos de poca intensidad, salvo contados casos en los

rodeos de las grandes poblaciones. La riqueza agrícola

de esta provincia ofrece en este punto una proporcióndesfuvornblu relativamente á la que alcanzan las de Bar­

celona, Tarrngona y Ger-ona.Estas ccnsideraciones que sugieren los precedentes

extractos merecen tenerse muy en cuenta, como pruebade que la posesión de un gran caudal de aguas no basta

pOI' sí sola para dotorrninar el desru-rollo do la produc­ción, y ésto sO efectúa con extremada lentitud cuando

no concurren al objeto las demás oircunstancias agríco­

las y económicas, repetidas "ecos enumeradas.

La comparación de los datos contenidos en las res­

pectivas Memorias permitida amplificar el concepto su­

eintamente indicado; pCI'O ello sor'ia impropio y excesivo

l'fll'a lo que cor-responde á la presente Ilota.

QUINTA REGIÓN

LEONESA

COMPRENDE LAS PROVINCIAS DE LEÓN, SALAMANCA,

7.AMORA y PALENCIA

Vrovincia de León.

1. La superficie total de esta provincia es de1.537.717 hertárons, do las que se riegan 40.703,

Este regadío so divide en los siguientes cultivos: linocon varias alternativas, 7.507 hectáreas; cereales, legu­minosas y tubérculos, 4.660; plantas horticolns, 3357;

prados naturales, 24.958, y árboles Irutales, 221.

La extensión rogada con agua de pie por canales y

acequias os de 39.653 hoetárens y con aguas elevadas

por mecanismos diver-sos 1.050.

La abundancia do los CUl'SOS do agua en la provincia

d uranto todas las estaciones hace q uo no haya r-iegos

qu o puedan califtcurso 00 eventuales.

El regadío tiene, pues, vcrdudorn importancin en la

comarca, pero pudiera alcanzada mucho mayor', toda

- 102 --

vez que hoy no llega al 8 por 100 de las tierras cultiva­

das y que para aumentarle existen muy propicias con­diciones naturales.

El valor de los dichos cultivos puede calcularse te­niendo en cuenta los datos siguientes:

El trigo rinde 61.245 hectolitros, á 19 pesetas uno; la

cebada 26.058, á 10; el maíz 8.276, á 19; el garbanzo

14.452, á 44; la judía 29.807, á 25; las muelas 10.520, á

19; la patata 9fl2 :395 quintales métricos, á 6 pesetas; los

nabos 59.995, á 2,50; 01 lino (fibra) 12.4:37, á 100; el lino

(linaza) 17.077 hectolitros, á 24 pesetas.Cultivo hortícola: coles, 120.000 quintales métricos, á

7,25 pesetas uno; tomates, 10.000,á 11; pimicmtos,10.000,

á 10; patatas, 177.550, á 8,80; escarola, 4.200, á 5; lechu­

ga, 11.250, á 5; judías, 3.400, á 47,7:3; guisantes, 2.370, á

30,47; ocbollas, 6.400, á 5,2;), Y ajos, 3.200, á 4,80.

So tendrá, por tanto, un promedio anual para el va­

lor de las expresadas producciones de 29.470.000 pe­

setas.Del trigo se exporta á otras provincias principalmen­

te en forma de harina y también alguna cebada, judías,

garbanzos, patatas y, sobro todo, ganado vacuno, lanar,

cabrío y de cerda y el mular con bastante estimación.2. El río Órbígo y el Esla, do donde parto 01 canal

más caudaloso do la comarca, son los cursos do agua

pr-incipales; poro se utilizan pnra 01 riego multitud de

al'l'0Yos y manantiales que proceden de las vertientes

pirenaicas. Podrían aprovecharse otros muchos; á ello

se opone, sobre todo, la falta de capitales.El régimen del rogadío os malo y desordenado, por

lo que, con frecuencia, so ven oncharcados caminos y

terrenos. En cambio, hay vegas como la del Biorzo que

-- 103 --

se encuentran casi iníértiles pOI' no querer usar sus pro­pietarios las aguas de un canal quo, derivándose delcaudaloso río Sil en Poníorrada, corre en la longitud de

dos kilómetros hasta vaciarlas en el mismo río, sin quepara nada se hayan aprovechado. Tal estado do cosasmerecería un detenido estudio que no es dado hacerpor el momento; pero que daría á conocer los estorbosque se oponen á que terrttorio tan rico en aguas, vea

crecer su riqueza agrlcola en las proporciones que per­miten todas sus circuustnucias pr-iucipalcs.

El único ea nal de riego que tal nombre merece en laprovincia es 01 del Esla, llamado también del Pr-íncipe

de Asturias, y que se deriva do dicho río cn 01 término

de Benamariel, ayuntamiento do Villnee.Se autorizó su construcción en 1859 y terminaron las

obras en 1870; su total longitud es de 47 kilómetros y

sobre esta linea hay 52 puentes y gran número de al­

cantarillas, sifones, etc. La superficie regablo os de 9 200

hectáreas, y comprendo varios pueblos en el partido do

Valencia do Don Juan, de esta provincia, y otros dentro

de la de Zamora. Pues bien, como ya se ha indicado,

apenas riega hoy esta importante obra unas 2.000 hec­

táreas, sin que sea nocosario repetir Ios motivos en quese origina 01 menosprecio hecho do tan gi-an agente doprosperidad agrícola.

La mayor parto do los ter renos regados lo son poracequias Ó pl'osas de tomas de escasa importancia gone­

ralmente, y que sirven en muchos casos al par para mo­

linos harineros. Las más notables do dichas prosas son:la Cerrajera, derivada del Órbigo, quo riega 1.285 hec­

táreas; la de San Marcos, do Rodr-igo Abril, que partodel Esla y riega 744; la de Saudoval, del río Pormu, 54G;

-104 -

la presa vieja y la de San Isidro, procedentes ambas delTorio, 804; la presa denominada Rairda de la Valduel'­na, del riachuelo Peces, 474; la de la Tierra y de la Co­

munidad de] Órbígo, 1.096, y la del Rey ó Moldel'Ía Heal,derivada del rio Tuerto, y que riega 536. Estas presas

son antiquísimas, y con otras de menor cuantía y el

mencionado canal del Esla, completan el regadío de la

extensión señalada al comienzo de la Memoria.

No hay noticia do nuevas obras de riego en proyecto,pues s610 so han tramitado en el año último por el Ser­

vicio Agron6mico cuatr-o expedientes de concesión deaguas para pequeñas extensiones, la mayor de 100 hec­

táreas, á solicitud de 103 vecinos de Lougán, partido do"' La Vocilla»; los otros tres se refieren á snperficies mu­cho menores en varios pueblos del distrito de Muriasde Pa redes,

3. Muy variable es la naturaleza mineralógica de los

terrenos do esta provincia por su di verso origen y acci­

dentacíón. Así es que los hay areilloso-siliceos, silíceo­

calizos y aluviones modernos de gran fertilidad. Por lo

general, el suelo es bastante profundo y so presta al

más perfeccionado cultivo.

Sin la menor traba para el empleo do! agua, los re·

gantos abr-en las tomas, en el tumo que les correspondo,

y toman las que les parece, á veces con exceso, sin apre­

ciar el volumen consumido. Por tanto, es difícil fijar lacantidad de riego pOI' hectárea para cada clase de cultí­

vo, y sólo es dublo calcularlo por comparación con re­giones de análogas circunstancias climatológicas.

Se encuentra aquí en grande atraso la agricultura

pOI' la escasez do abonos y el ospiritu rutinario que im­

pera en las alternativas del cultivo; csqutlmanse los me-

- 105-

jores ter-renos, y para remediar estos males el Ingenie­

ro agrónomo ha redactado un plan que comienza á eje­

cutarse por algún propietario y do! que Re promete

éxito satisfactorio.

El estiércol de cuadra y el producido por el r,anado

lanar son los únicos abonos de que pOl' lo común se

hace uso. Estos no s6lo son escasos, sino que Sl~ preparan

de tan descuidada manera que se deja perder una bue­

na parte do sus principios fer-tilizuntes. Los abonos mi­

nerales apenas comienzan á sor conocidos; pero la acti­

ya propaganda que vienen haciendo los fabricantes, y

el ejemplo de los cultivadores de la remolacha azucare

ra, es de creer que goneralice su empleo, con tal de que

se abarato suficientemente su coste y so enseñen las

fórmulas en que para cada caso deben combinarso las

primeras mater-ias.

El precio del estiércul es en la capital do 7 pesetas los

100 kilogramos y su transporte v.u-ia entro O,HO y 2 pe­

setas.

4. La pequeña propiedad os la que domina en la p1'O­

vincin, no siendo muchos los medianos luhrudor-cs y

muy pocos los que puedan cnl ifica.rse do g'l'andes.

Esa excesiva división dillculta todo pl'Ogl'eso aún más

que lus gr-andes agrupucionos territoriales, pues sin ea­

pital ni crédito es imposible acometer mejoras.

No existo canon propiamente dicho pOI' el uso de las

aguas: s610 on el canal del Esla so paga á razón do 5

pesetas pOI' cada riego y hectárea, dando el agua á sa­

tisfacción del I'cganto; en los demás casos so hic . entro

los usuarios un repartimiento anual pal'a gastos do

conservación, que no excedo un cil'(~lIl\st;lllCias norma­

Jos do 5 pesetas pOI' hectárea.

- 106-

No existen Sociedades de crédito ni de seguro agr.co­la: los Pósitos, además de disponer de muy poco capi­

tal, prestan s610 en granos, que después suele venderseá vil precio; convendría darles nueva forma para quo

fueran realmente benéficos á la agricultura local.La densidad de la población rural puedo estimarse en

el 80 por 100 de la total de la provincia, dado que la

ngriculturu 8S casi su exclusiva industria.La situación del criado de labranza es más desahoga­

da, con frccuoncin, que la del pequeño colono, pues

gana anualmente, además do su manutención, 250 pesetas.

En las épocas de recolección vienen muchos obrerosgallegos que ajustan su trabajo á destajo.

Los arrendnmíontos so hacen ordinariamente por cua­

tro años, y la renta se paga en especie en secano y va­

ría de uno á tres hectolitros por hectárea, y en el rega­dío se paga en metálico á razón de 150 á 300 posetas porhectárea.

Los caminos rurales se encuentran en grande aban

dono; de tal manera, que su tránsito es imposible en las

épocas lluviosas.

La falta de instrucción, la penuria del capital, lo in­

completo de los abonos y la carencia absoluta de espi­

ritu de asociación son causas que impiden el remedio

de semejante estado de cosas por s610 la iniciativa par·ticular; y mientras no se deje sentir en estos asuntos laacción protectora é inteligente del Gobierno, la abun­

dancia de aguas no ha de transformar la pobre agrio

cultura de esta provincia, 6 será muy lento y deficiente

el éxito que de tan preciado recurso se obtenga.

- 107-

Vrovincia de Salamanca.

1. Tan escasa importancia alcanza el regadío en

esta provincia, que de 1.251.015 hectáreas que mide su

total superflcie, sólo logran aquel beneficio, según la

Memoria, 282 hectáreas, de las cuales tienen agua do

pie 123 yaguas elevadas 159.Constituyen esta pequeña extensión de regadío huer­

tecitos diseminados por todos los partidos de la provin­

cia, y cuya insignificancia excusa una detallada des­

cripción.

Por idéntico motivo no merece casi mencionarse el

valor de las producciones en las referidas parcelas, y

que no consisten sino en hortalizas que so consumen en

las mismas localidades, cubriendo mezquinamente sus

necesidades á esto respecto: la Momoi-ia, sin embargo,

estima el aludido valor total en 225.600 pesetas.

2. Las comarcas que olroeon el exiguo regudio que

queda expresado son la cuenca del Tormos, la ribera

del Duero, la sier-ra de Francia y una part» del partido

de Ciudad Rodrigo.

El Tormos, que es el único río importante de la pro­

vincia, puesto que la cruza en 215 km., baña dilatados

terrenos, en muchos do los cuales podrían utilizarse susaguas.

Los demás cursos vendrían también á aumentar la

superflcio regable con obras de escaso coste, siempre

que se facilitase la tramitación do los expedientes para

tales aprovechamientos, hoy larga y enojosa.

Así, pues, 01 Duero, 01 mismo Tormos su afluente, el

~- 108 --

Masucco, Huchl'a, Yoltcs, Aguoda, Gnareña, Trabancas

y Alagón, pot' nuevas y sencillas derivaciones, acrece­

riun la extensión regahlo en más de :),000 hectáreas, lo

(iUO seria grandemente ftl vorocido pOI' la construcción

de los dos pantanos proyectados pOI' el Ingeniero de la

sección de Obras públicas.

3, La variada naturaleza do los terrenos y las con­diciones climatologícas de esta provincia permitirían,

sin duda, cuando roalmcn to pudiera afi rma ese la exis­

tencia do cultivos do ,'ogadío, q uo muchas especies ve­

getales hasta hoy ensnyadas pOI' mora curiosidad fue­

son objeto de una preciada r-iqueza horticola; se en­

cuontrnn en esto caso los ospárragos, la fl'OS:1, 01 repollo

do Bruselas, las variedades do lechuga mornda y mu­

chos frutales de exquisitos rendimientos, como resulta

demostrado pOI' algunas ra ras cxporíoneias.

También vegetarían muy bien las plantas for rnjeras,

alfalfa, trébol, remolac.:n y pntaca, con ventajas indu­

dables para 01 desai-rollo de la industrin pccuarin.poro

no debo insistirso en lo que ostá tal vez rclogudo á un

remoto porvenir.

La producción do los abonos ot'gánie:l:'l, ó sea de IOR

estiércoles, es dctíciontísima, y un vano so pretende su­

plir pOI' el pastoreo de: ganado lanar, que sólo lleva

sus benctícios á tiorrn s de corta cnbidn y próximas á

los pueblos ó á las oaSIS de labor

Los abonos miner-ales 6 quimicos van extendiendo Sil

aplicación en la provincia, lilas sin quo pueda fljn rse el

número do toneladas quo en In uctunlidad so emplean,

on su mayor parto proceden do la fáhrica do los soño­

I'OS Mirat establecldn en Salamanca, otr» en Tejares do

D, José Gurcia, algo do Valladolid y muy poco de Va-

- 109 -

loncia, sin que sea posible nnadir ningún dato concreto

á estas vagas goneralidados.

4. E; car.retct-lstica do la propiedad salmuntina la

aglomeración de gnllldes extensiones bajo un mismo

dueño, y la explotación do talos fincas se hace por

m-rendndores en los dos tercios de la provincia, estan­

do el otro tercio dividido en parcelas numerosns y en

poder del pequeño agl'icllltor.

La renta representa por lo común el 4 Ó 5 por 100

del capital terr-itorinl, y. no Ob3ÜIIlÜ\ el arrendntar-io

vivo con relativa holgtn:a, Kohl'e todo en OKtOS últimos

lulas por las buenns cosechas obtenidas. pOI' 01 regular

pre cio de los gTa nos y principa mente pOl' el elevadí­

simo de la ganadoría, que ('S ('n este país una de las

primeras fuentes do riqueza.

Aparto do los Pósitos, que funcionan mal, existe la

Caja do Crespo Rascón, procedente do fundación par­

ticular y con un capital de 4 á 5 mi.Iones de pesetas:

P(WO el pensamiento de su fundador ha sido alterado,

hasta tal punto que hoyos un ostablecimionto do crédi­

to para empresas mercantiles mejor que un recurso

pam el lubrndor que siente necesidad de capital, por

las muchns trabas que ésto encuentra para que se le

conceda,

Las costumbros rurales y la remuneración del traba­

jo son las mismas que en general so ven establecidas en

toda la región, y la oxistencia dol bracero es, como des­

de hace muchos años, incierta y precaria.

En la mayor parte de la provincia no escasean las

vías de comunicación; sólo se echan de menos on los

partidos de Sequeros y de Vitigudino.

Respecto á otras condiciones ecmómicas que influir

- 110-

puedan en 01 desarrollo del cultivo de regadío, dado

que éste es casi nulo, no puede decirse una palabra más.La producción do los cereales excedo con mucho del

consumo local, y la demanda es tan amplia que rara vezquedan existencias de uno á otro año. La ganadería sopresenta en análogas circunstancias y halla abundante

mercado en Madrid, Barcelona y otros centros de po­

blacion, y éstos son los dos ojos sobre q ue actualmentegira la riqueza agrícola do la provincia de Salamanca,

que espera, sin embargo, IlUOVOS elementos de prospe­ridad y de progreso onlas convenientes transformncio­

nes que á su estado cultu.ral llevarla scgurnrnente lautilización de sus CUl'SOS do agua on el riego do las tie­rras y el desenvolvimiento do los medios para fertili­

zarlas y para laborcarlas y explotadas con mayor per­

fección é inteligencia.

Vrovineia de Zamora.

1. No deja de so,' extraño que teniondo esta provincia

una superficie de 1.061.471 hectáreas y un río como elDuero que en el estiaje de 1880 daba cerca de la ciudadde 'I'oro 63 metros cúbicos do agua pOI' segundo y otrosafluentes do importancia, sólo so encuentren converti­

das al regadio unos 3.300, según el cálculo que en laMemoria extractada s~) contieno.

De ollas ocupan los cereales 1.300, las leguminosas ytubérculos 1.200, 01 lino 300 y las plantas hortícolas 500.

El riego permanente so hace con agua do pie en 1.600

hectáreas y con aguas elevadas por norias en 500, y las

restantes 1.200 s610 reciben riego eventual.

- 111 -

Tan exigua extensión de regadío influye muy poco,

naturalmente, en la producción general del país. Su

valor en br-uto estimase en 400 pesetas por hectárea

para el trigo, en 500 para los tubérculos y Iegumlnosas,

en 1.400 para 01 lino y en 750 para las hortalizas, lo queda un total para la producción del regadío de 1.925,000

pesetas.Oomo las tier-ras dedicadas al riego son pequeñas

parcelas repartidas en toda la pr-ovincin, sus rendi­

mientos se consumen dentro de la misma, siendo el

principal mercado la capital y las cabezas de partido,

pues hasta el lino, pOI' obtenerse en pequeña escala, so

aplica á las necesidades domésticas de los puntos en que

se obtiene.

2. Los cursos do agua q ue además del Duero cruza n

la provincia son: el Tormos, el Guareña, el Esla, el Tera.

el Talanda, el Arihagos, el Bajoz, el Valderaduey, elTuera, el Sequillo, el Aliste y el Ór-bigo, quo sólo paRa

por el término de Santa Cr-istina.Hoy s610 existen derivaciones donde es muy fácil eje­

cutadas y so alumbran aguas donde están á corta IWo­

fundidad: 1'01'0 se comprendo qué consider-able ensan­

cho puede nlcnnzn r su empleo, si bien conviene ndvorti r

que en muchos casos precisru-ian 01>1':lS de grande y aunextraordí na rio costo,

Varias do ollas so han hecho para SOl' luogo abando­

nadas, y á esto propósito merecen citarse la de UII canal

del Duero, constt-uido por iniciativa do lu Soeicdnd Eco­

nómica do Zamor-a 011 18:34, Ycuyas aguas no llognron á

correr 1'01' 0I'l'01'e8 do uivr-lne ión, según so nsnglll'a; la

de oteo en el vallo do In Polvorosa, partido do Bonaven­

te, hoy destr-uido y que s610 en FI'OSIIO so utilizun las

-- 112 -

pocas aguas que lleva para el riego de algunos linares;la del caual del Esla () del Principe ele Asturias, que vi­niendo <le la provincia de León debía reg.u- en esta de

Zamora 17.678 fanegas, que costó 82.800 pesetas pOI' ki­

Iómetro, quo llegó á regar grandes extensiones en 1879

con admirables resultados y que actualmente se encuen­

tra en completo menosprecio, y en ruina la mayor par­te de su fábrica, y otras de menos cuantía que no se

enumeran por no hacer demasiado larga esta tristisima

reseña, de que so deducen las consecuencias más de­

plorables.

Existen también algunas lagunas que por diversas

causas no pueden ser utilizadas para el i-íogo: pero comocuriosidud natural se hará mención del hermoso «lago

de Sanabrias , que tiene una superfície de 11 km." y una

profundidad media de 45 metros, llogando en algunos

puntosá 70. Sus aguas son cristu' inasy el viento SK PI'O­

duce en ellas oleaje; y los habitantes del pueblo más

próximo, que es Rihadelago, se dedican á la posca, so­

bre todo do las truchas, conocidas por de Sanabria, ob­

jeto de bastante comercio,

Nada dice I:l Memoria acerca de obras proyectadas

en ésta por la División Hidrológica á que corresponde.

3. La provincia de Zamora S(~ oncuentra dividida por

la naturaleza de 103 terrenos en tres zonas bion distin­

tas, conocidas por tierra de vinos, tierras de pan y re­

gión do las montañas, donde vegetan grandes masas de

árboles y su suelo ostá cubierto de pastos. La primera,

comprendida entre los límites E. y S, de la provincia

hasta la orilla izquierda del Esla, pertenece al terreno

terciario y forman su suelo laborable los detritus de la

molasa, de las areniscas cálízas y de las aroillas silíceas;

- 113-

la segunda, 6 sea la gran meseta que desdo el Esla so

extiendo hasta las provincias de León y Palencia, estáconstituida por manchones aislados del diluvium rojo,apoyándose en las capas silurianas d.- las inmediatas sie­

rras, y, por último, la tercera al SO, y NE., á la termi­

nación del Duero y nacimiento del Tera, presenta gran­des masas de granito, dando origen á tierras areniscas.

No habiendo hoy verdadero cultivo de regadío, claroos que no hay tampoco alternativas de cosechas ni me­dios auxiliares de laboreo perfeccionado y do sistemas

intensivos; por consiguiente, fuera ocioso hablar de ro­

formas, ahora y quizá por mucho tiempo irrealizables.

Respecto á abonos, so emplea en general el estiércol

de cuadra en cantidad insuficiente, aprovechando cada

labrador el que se produce en su propia finca, aun cuan­do hay algunos que compran todo 01 que se les ofrece.La medida os el carro y su valor varia entre 7 y 8 pesetas.

También desde hace poco tiempo hay establecidos onla capital y algunas cabezas de partido almacenes de

abonos químicos, entre ellos los de la casa de D. Ama­

deo Oros, de Barcelona, que expende las pr-imeras ma­terias y las manipula, aplicando la fórmula que se pido.

El precio modio de los 100 kilogramos es el de 14 pese­tas, yen todo este año se han vendido unos 500.000 ki­

Iogramos.Los procedimientos de fertilización requieren, no obs­

tante, grundos perfeccionamientos, puesto que en ellosdominan actualmente el empirismo y la rutina.

La propiedad territor-ial de la provincia de Zamora,

como en su limltrofo de Salamanca, Ó está formada por

términos redondos, dehesas 6 predios de gran exten­sión pertenecientes á ricos haoondados, 6 por pequeñas

8

- 114-

parcelas, que labran sus mismos dueños; las primeras,

por lo común, están dadas en renta, que se paga en di­

nero ó en grano, ba]o las condiciones generales en esta

clase de contratos.No existen Sociedades de crédíto ni de seguros agrí­

colas, y los Pósitos, como en tantas otras partes, no re­

suelven ningún problema, siendo sus capitales pura­

mente nominales.La densidad de la población rural puede estimarse

en 16 habitantes por km.", término medio, y los traba­[adores del campo mantienen cordíales relaciones con

sus patronos, desconociéndose aquí las huelgas, sin que

en las faenas de la recolección y otras hayan ocurrido

nunca conflictos entre el propietario y el obrero,Los salarios son muy reducidos, y el jornalero de)

campo trabaja de sol á sol, con los precisos descansos

para las comidas y dos horas de siesta en el verano. No

percibe más que un jornal, que varía entre 1,50 y 2 po­

setas, y en los destajos, un mayoral ajusta la siega prin­

cipalmente por un tanto alzado, según el número de

fanegas sombradas.La red de caminos y carreteras es bastante completa

en toda la provincia, y por lo tanto, la demanda encuen­

tra en ella facilidades para llegar á todos los puntos de

producción, no sucediendo nunca que deje de venderse

cuando hay necesidad á los precios que rigen en los

mercados.

So deduce de todo lo dicho que existen condiciones

económicas á veces favorables, pero otras muy adver­

sas, para el desarrollo del regadío; armonizarlas debe

ser el empeño patriótico de cuantos se interesen por

la prosperidad agraria de la provincia de Zamora.

Prcvlneia de Valencia.

1. Esta provincia, que mide 843.:n9 hectáreas, tiene

como superficie total de regadío 8.252, distribuídas en

los cultivos siguientes: cereales, 2.028 hectáreas: legum­

bres, 182; huertas, 772, y prados, 4.370.

Reciben riego constante de pie con aguas derivadas

de ríos, arroyos y manantiales s610 694 hectáreas, y conaguas elevadas por norias, en lo general, 1.6ü5, y las

restantes 5.893 deben considerarse como de regadío

eventual, por el varío caudal en los estiajes de los cur­

sos que lo proporoionan,

La importa ncia do las producciones de regadío so de­

duce de los cuadros de valoraeión que la Memor-ia con­

tiene, y cuyo resumen es: cereales, SaO.6BO pl\s~tas; le­

gumbres, 635.334; hortalizas, 1.777. 61f>, Y prados,782.010, cuyo total asciende á 4.025.589 pesetas.

La producción media pOI' hectárea será, pues, de 410

pesetas en los cereales, de 590 en las legumbres, de

2.300 en la huerta y do 180 en los pr-ados.

Los ceroalos, confundidos con los rendimientos del

secano, so exportan en parto á Catalunn, Santander,

Galieia y Asturias: do las legumbres so expiden á Fran­

cia las lentejas y las alubias á diferentes provincias, y

todo 10 demás abastece al consumo local.

Los ríos más importantes son 01 Pisuer-ga y el Ca­

rdón, y de ellos, así como de sus afluentes y de algunos

m-royos 'y manantiales, so derivan por IllUY sencillas

acequias las agnas CIliO so emplean actualmente un el

regadío. Estos mismos elU'SOS pudieran uumentm-lo con-

- 116 --

sidorablementc pOI' medio do obras más perfectas y cos­

tosas, poro hoy no existe en la provincia otro canal que

el de Castilla, quo aunque concedido para la navega­ci611, para nplicaciom-s industr-iales y papa regar unas

12.000 hectáreas, no lo hace ni de la más pequeña pat'­

cela do terr-eno, quedand o reducido su servicio al mo­

vimiento do algunos artefactos y al trausporte do hari­

nas en pequeña escala. Tal estado de cosas os do difícil

remedio mientras el Estado no haga cumplir severa­

mente las condiciones de la concesión .

Las obras nuov.is proyoctndas por la Comisión hidro­

l6giea del Duero son: P} canal do Arlanzn, que regará

4.000 hectáreas; el de Villalaco y pantanos de Peña-Ca­

ballera, Recozoncs y Entrepcñus para 8.000; el can.il

de Monzón y pantanos de Otero y L:I Hoz de Alba para

/7.000, y el pantano do Congosto para 1.30l1 Algunos do

estos proyectos han sido estudiados por los Iueultativos

de la Diputación provincial, y sin duda abandonadosluego, porque no ofreciera remunornción al e ipita! 01canon que era dado obtener de las agua s. Arf:),n'i, se

notan errores en dichos proyectos, puesto que se consi­deran eomo de la provincia do León pueblos quo perto­

nocon á la de Palencia, yen cambio de ésta so dejan do

citar comarcas enteras.

Como quiera que sea, el hecho de 801' múlt.ples y de

poco coste las mencionadas obras p:1 roce abonar la con­

veniencia de su ejecución, previas las rootiftoacioncs á

que diera lugar un detenido estudio de las circunstan­

cias del país.

3. Por su composición, pueden referirse á dosgrupos

los terrenos regables de la provincia de Pnlencin: los de

formaci6n moderna que constituyen los valles proceden,

-- 117 -

ya de las rocas gran: tícas ó de las devon lanas, ya de losterciarios, margosos y ricos en restos de procedencia or­

gánica, cua llos que ocupan la gran llanura de Campos.En los primeros el suelo laborable es de poco espesor

y el subsuelo dura roca granítica ó caliza, y en los segun­dos alcanza gran profundidad la capa arable y muy varia

proporción sus elementos arcillosos, calizos y arenosos.En consonancia con esta diversa constitución de las

tierras, una misma planta necesita más riegos, pero me­

nos abundantes en la parte montañosa y lo contrario

sucede en el llano.En tanto JlO varíen las condiciones económico-agrico­

las del país, no reportarán ventajas los cultivos de re­gadío, pues para realizar provechosos cambios, precisa

facilitar la salida de los productos y conseguir abonosá precios convcníeutes.

Dedicada á In Inbol' la mayor pa rto de la tierra doCampos, se ca rece de pastos y consiguiontcmonte de ga­nades que proporcíonen estiércoles bastantes para su

fertilización, Así sucede que lo más común os abonar loster-renos de siembra uno de, cada ()('~~o años, y aun este

beneficio lógr-anlo sólo los mejor situados.

Respecto á los abonos industr-inlos, no han salido to­

davía del período do ensayo y nada concreto pOI' tanto

puede decirse sobre r-l parficular.

4, En cuanto á la constitución de la propiodad, mo­

rece notarso que son muy pocas las fincas que llegan á100 hectáreas de extensión, y numerosas IHS que tienen

menos de unn hectárea; esta tan subdividid a propiedadhállase diseminada ()JI los distintos pagos de cada muní­

cipio, lo quo suscita gl'nvo diiícultad para In buena eco­nomía y los adelantos del cultivo.

-- 118 -

Las parcelas de riego que no explota Sil dueño, las

cede en aparcería 6 en arroudumionto; si lo primo1'0, per­

cibe la mitad de las cosechas, y si lo segundo, se calcula

la renta en el 5 por 100 del valor do la finca.

En estos años últimos, la bondad de las cosechas y de

los precios ha proporcionado cierto desahogo á los culo

tivadoros; poro apenas se empeore esta situación por

oualquior accidente, la usura vendrá á SOl' causa de la

ruina. Para evitarla el Consejo de Agricultura gestion6

la formnción de sindicatos, aunque obteniendo escaso

éxito, pueH sólo hall llegado á constituirse dos Cajas I'U­

ralos sistema Raiñeisen que funcionan bien hasta ahora­

la una en Amusco y la otra en Carrión de los Condes.

Las condiciones del trabajo rural no difieren de las¡.;enel'ales de la región, lamentándose la falta de pobla­

ción y el espíritu rofractario de su mayor parto á todainnovación y mejora.

Segurnmento que Palencia es provincia favorecida en

vías de comunicación; la cruzan tres ferl'ocal'l'iles y el

canal de Castilla y no está mal de carreteras provincia­

les; sin embargo, la porción Noroeste de la provincia

se encuentra á distancia de los puntos do embarque, y

los caminos vecinales son tan pésimos que dificultan el

comercio.

Nota. La provincia de León es la que (m este distri­

to ofrece alguna importancia en su regadío. La de Sala­

manca resulta con tan corta extensión, que parece inve­

rosímil, á pesar de consignarlo así la Memada. La do

Zamora, aunque con más hectáreas de riego, aparece

en ella este sistema casi insignificante; pero el abandono

y destrucción do las obras hechas en no remota época

- 119 ~

para dotadas do tan preciado beneficio os uno de los

más elocuentes ejemplos do que sin las condiciones oc0­

nómioo-rurnles necosn rias so estei-ilizun los mayor-os

saeriñcios. JIt do Palencia, que propiamente pertenece

á Castilla la Vieja, y que pOI' razones d« proporcionalí­

dad se incluy.: en esta región lcouesa, logra no mucho

más interés respecto al particular de que se trata.

En suma, las cuatro provincias que forrnnn esta cir­

eunscripción presentan notables diferencias en sus ac­

tuales condiciones agr-ícolas: pero en todas ellas se re­

vela un estado cultural bastante atr-asado, y que reco­

noce pOI' principal causa la falta de enseunnza agrícola,

el predominio de la rutina y esa especie do inercia mo­

ral que suele á veces apoderarse do Jos pueblos como

consecuencia del pesimismo y aislamiento de la mayor

parte de sus moradores.

S}1JX~rA REGIUN

CASTILLA LA VIEJA

COMPRENDE LAS PROVINCIAS DE VAI.LADOLID, BURGOS, ÁVILA,

SEGOVIA y sorna

Provincia de Valladolid.

1. De tan escasa importancia es el regadío en esta

provincia, que sólo alcanza á unas 3.000 hectáreas de In:'!

756.935 que mido su total superficie. Yeso que el culti­vo de la remolacha azucarera lo ha aumentado algodurante los últimos años, pues autos so limitaba á muypocas huertas en los ulredcdores de las poblaciones.

~JDistribúycse la extensión rega ble , según cálculoaproximado, do la siguiente manera: cultivo hoiticola,726 hectáreas: cereales, 216; prados, 8:37; remolacha azu­carera, 440; patatas, 669; raíces var-ias y otras plantas,

140; en total, 3.028 hectáreas.

Puedo también estimarse que el riego constante se

verifica con agua de pie en 900 hectáreas y con aguas

elevadas en 800, siendo las restantes 1.328 de riegoeventual.

- 122 --

Comp.u-udu la producción del regudio con la del 8U­

r-ano, :tp:n'DCt' :1</lIldla como iusigniñcantc, y sin duda

pOI' esto en la Memoria so consigua únicamente el valor

medio do las cosechas do remolacha, patatas, zunnhorias

y nabos, en un total do 486.0:12 pesetas. 1.08 demás pro­

ductos del regadío, y aun los mismos dichos, so consu­

men todos dentro do la provincia.

2. La corta extensión que hoy se nota en las tierras

do riiJgo remedi.uiasc en gl'an manera con las diversas

obrus que ~a Memor-in indica, como son: una derivación

de las agllHs del I>uOt'O, aprovechando la presa con s­

tru ida más abaj o de I e I'uente de Poñañol», y quo pOI'­

mitiria regar, sin detrimento de los intereses creados,

HOO hectáreas próximamente de aquel!a vegu: otra en

Villnnueva do DUOl'O, que beneficiaría unas 1.000 hec­

tároas hasta Tordesillas; otra que, formando un canal

de 14 kilómetros desde dicho pueblo hasta Pollos, rega­

ria ecouómícamcnte 900, y otras varias que, tomando

aguas del Pisuerga y sus afluentes, las hartan utiliza­

bles en más de 25,000 hectáreas de los términos de Ca­

bezón, Santovenia, Simancas, Arroyo, etc.

El canal del Duero, del que s610 está concluidn la par­

te destinada á surtir do aguas la capital, no tiene aún

las acequias quo han de distribuirlas en el riego de las

8.000 hectáreas que comprenden sus distintas zonas, y

sólo las proporciona á precios convencionales para al­

gunas propiedades de especial situación, siendo de de­

sear se normalice esto ser-vicio con arreglo al plan apro­

bado.

El canal de Castilla comprende tres ramales principa­

les: Norte, Su!' y de Campos, resultando 49 saltos de

agua, utilizados en un principio todos ellos para fábri-

- 123-

cas do hnrinn, fundición y papel. Per-o hoy, por va­

rías causas, y especialmente pOI' la construcción do las

líneas Iérrcns, qnuda n }JOI' utiliza r 11IlO.'; ~o saltos; y ;{O

navega solo e-n el ramal de Campos, pudiendo, pues,

tener a1'1 icací ón al riego 4.000 litros por segundo, 00 n

lo que se eomprondo el gran beneficio que recibi riu la

ngricultura del país.Es posible también aumentar la suporfície regnble

nlumhrundo aguas de los cursos suhter-ránoos que su

encucntrun en el partido de Villulón, en la zona cono­

cida por Tierra de Campo:,;, y en donde es fácil verificar­

lo pOI' la extensa cn pn do agua qtIO á COI'ta profundidad

existe bajo los lechos margosos.

Además, 01 plan gcncrul do obras hidr-áulicas señala

para esta provincia los canales de Sima ncas, de Cega

y de Adaju, y los pantanos do Cnstrodcru, Torrclobatón

y San Vicente del Palado; lWl'O cnreciéudosc de datos

suficioutos, no cabo for-murse cabal juicio acerca de ta­

les obras, qno oomplctariun 01 más amplio regadío, y si

los torranos q no ha ln-ian de bonc Iicin r i-euniau las pre­

císas condiciones ugrouómicns, y nos dariun el máxi­

mum de producción de riquez.r.

;l, La mayor parto de los telTUIIOS cultivados en la

provincia pertenecen á los poi-iodos goológicos tercia­

dos y cuatcrnai-ios; y aunque on diversas proporciones

se encuentran, sobre todo en lo.., do! rogadio, los ole­

mentas mineralógicos indispensables para su buen la­

boreo y explotación, teniondo en cuenta las condiciones

del subsuelo y los medios de fertilizarlos,

EmpíL'icamento, ya que no puedo SOl' do otro modo,

sino estudiando cada caso particul.u-, se establece un la

Memor-ia quo la cantidad do agua pOI" riego y pOI' hec-

- 124 -

tároa ha do ser pat-a la remolacha de 600 á 800 m."; para

la patata, de 600 á 700; para el trigo y la cebada, de 400

á 500; para las alubias ó guisantes, de 400 á 600, Y para

la alfalfa, de 800 á 1.000.

Por ahora, y mientras el regadío no adquiera impor­

tancia apreciable, parece ocioso hablar de modificacio­

nes en las alternativas de cosechas, por más que hayaprácticas merecedoras de corrección, y otro tanto pue­

de decirse de la introducción de nuevas plantas,

La deficiencia de abonos orgánicos nótase todavía

más en esta provincia que en la generalidad de las do

España, pOI' la razón de estar sometido al cultivo el 87

por 100 de su superficie total y, por consiguiente, no

existir pastos para sostener el debido equilibrio entrela agricultura y la ganadería. Sólo en los alrededores

de la población se hallan en relativa abunduncin los

estiércoles que, como es natur-al, son muy solicitados.

Esto y el ejemplo dado por la fábrica de azúcar do

remolacha, va introduciendo el uso de los abonos quími­

cos, que tropieza, sin embargo, con la carestía do los

trunsportcs y de las primeras mater.as que han do en­

trar en Sil combinación racionn l.4. La propiedad terr-itorial so encuentra bastante di­

vidida, siendo explotada en parte por los mismos pro­

pieta dos y en parte por arrendadores, Los contratos

de arrendamiento difieren algo en los diversos parti­

dos, pero goncralrnentc son do corta duración y so sa­

tisfacen en grano, con condiciones un tanto onerosas

para el colono.Por lo demás, ni en materin de crédito agrícola, ni en

las circunstancia« en que se realiza el trabajo rural, ni

( n el estado de las comunicaciones y salidas hay cosa

- 125-

notable ni que difiera grandemente do lo que acanteeo

en la mayor parte do las provincias de la región.

Todo lo quo en la cuestión de que so trata concierno

al orden oeon6mieo y social guarda relación con la

mezquindad del regadío de la provincia, é ínterin ésto

no alcance 01 anhelado desar-rollo, será en vano ospernr

reformas y mojaras de verdadera transcendencia.

Provincia de Burgos.

1. La superficie total dc In provincia os dc 1.419.5n

hectáreas, y la do regudio so calcula en 15.300.

De éstas J'()('ihen agua do píe 14.550 yaguas eleva­

das, quo lo son con cigüeñales ó norias, sólo 750. El

riego do pie constante será do unas 11.550, que, unidas

á las 750 de aguas elevadas, dan 12.:300 hectár-eas, que­dando como do riego eventual las restantes :3.000 heo­

tareas.La distribución dI' cultivos en el regudio es la si­

guiento: hortalizas, 2.850; judías, 3.400; patatas, :3.310;

prados, 2.460; maíz, habas, etc., 2.180; lino, 600; cáñamo,

500 hectá reas.

Las indicadas produccionos se evalúan por término

medio anual en la suma de 10.570660 pesetas, corros­

pendiendo á lashol'tali7.as3.206.250, á las j udías2.725.000,

á las patatas 2.500.000, á los prados 1.427.000, al maíz

197.050, á las habas 405.360, al lino W.OOO y al cáñamo50.000.

Las patatas, judías y bulbos se exportan en regular

cantidad á las provincias Iimitrofos, y todos los demás

productos so consumen en la localidad.

- 126 --

Como se comprende, ante la producción do las tierras

de secano en esta provincia, ('S de muy exigua impor­t.mcia In que para el regndío se señala.

2. Los cursos de agua que suministran estos riegosson los ríos Artanz« y Arlanzón, Riaza, Duero, Pisuer­

ga, Ara ndilla y Tirón y sus respectivos afluentes.

I~a8 obras de riego existentes son: el llamado con im­

propiedad canal de Melgar de Fernamcntal, que no esotra rosa sino una derivnción del canal do Castilla; el

canal do Roa, derivado del Riaza: el titulado de Quinta­na del Pudio y las derivaciones del Arlanzón, en el par­

tido de la capital y en otros puntos, tomando aguas de

manantiales y pequeños arroyos que afluyen á Ios prin­

cipales citados ríos,Los proyectos de nuevas obras son numerosos,1.0

, pantano de Casoar, para regar 6.500 hectáreasen términos de Montijo de la Vega, Milagos, Torrega­lindo, Roa y otros pueblos de la provincia y de la deSegovia, situado sobre el río Riaza, aguas arr-iba de

Montijo de la Vega; 2.°, canal del Duero, en San Este­ban de Gormaz, aguas abajo de este pueblo, y pantano

de la Cuerda del Pozo, para el riego de 1.100 hectáreas

en términos de San Esteban, Velilla, Alcozar y otros de

esta provincia y de la de Soria; 3.°1 canal do Guma, de­rivado del canal del Duero en Peña-Alta de Guma, parariego de 3.500 hectáreas en Vadocondes, Aranda de

Duero y otros puntos; 4.°, canal de Arlanza en Peral de

Adanza, para 4.000 hectáreas en términos do Peral, Pa­lcnzuela, Torquemada y otros de esta provincia y de lado Palencia; 5,", ca nal de Arlanza de Cordueles, para1.400 hectáreas en término de Cordueles y o: I'OS, deri­

vado del Arlanza un kil6metro liguas abajo de dicho

- 127 -

pueblo; 6.°, canal del Lruoro, en Inés, para 2.100 hectá­

reas en Olmedilla y otros términos de esta provincia y

de la de Sor-in, derivado del canal del Duero e-n la Ace­

ñuela, cerca de Inés.

La importancia do tales obras es evidente, pues COIl

ellas so regaría casi toda la vega del Duero en una ex­

tensión de 10.000 hectáreas y además unas 2.000 en la

vega del Arlanza, regiones ambas las más templadas de

la provincia y con medios suficientes para dar salida á

sus productos.

3, La naturaleza de los terrenos corresponde á la

formación terciaria del piso mioceno, con a IgUllOS

manchones silúricos, que es la que predomina en la

provincia. Exceptúanse de esta afirmación los partidos

de Salas de los Infantes y Belorado, en quo casi todo el

terreno os silúrico, y los de Villarcayo y Sedano, en

que es cretáceo, jurásico y triásico.

Respecto á las materias fertilizantes para ni cultivo,

ha de notarse que son escasas, caras y de mala calidad,

debido á los rutinarios procedimientos que so siguen

para la confección y conser-vación de los estiéroolea y

poco empleo de los abonos químicos.

4. La propiedad on general hállase muy dividida,

sobeo todo en lo que concierne al regadío. Los arrenda­

mientos se hacen por lo común á plazos cortos de cinco

á seis años y el pago de la renta on especies; esto, uni­

do al absentismo, muy generalizado, ejerce dañoso in­

flujo, ocasionando el decadente estado de la agricul­

tura.

Algunos, muy pocos, terratenientes dan sus propie­

dades á eiOl'tas familias en contrato perpetuo, ejemplo

digno de imitarse.

- 128 -

El censo de la población en la provincia os do unos

339,000 habitantes y, pOI' tanto, de 2-1, {loe kilómetro

cuadrado la densidad que resulta pura aquélla, en Incasi totalidad dedicada á las faellas agrícolas é indus­

trias dcrivadus.

Las condiciones con que so estipula 01 trabajo hacen

variar mucho los precios de los jornales, según sean á

seco ó con manutención y según las circunstancias de

fijeza ó de eventualidad.

Los pastores cobran de 30 á 40 fanegas de centeno y

titos al ano, los gañanes fijos, de 1,25 (i 1,75 pesetas; los

temporeros, 2 pesetas y 314 de litro de villa; los que so

ajustan pOI' tres ó cuatro meses en la recolección ganan

á seco de 2,50 á 3 pesetas, y si son mantenidos y con

vino, de 75 á 90 pesetas pOI' la temporada; el precio de

los jornales de siega es do 3,75 á 4 pesetas; el de enga­

villado y atado efectuado pOI' mujeres y niños, de 1,25 á

1,50 pesetas, y el de trilla, de 2,50 á 3.

Los medios para facilitar el tráfico de las producciones

son en general buenos en esta provincia, dotada de un

ferrocarril que la cruza de Sudoeste á Nordeste en un

trayecto de 130 kilómetros, de otro en su parte meridio­

nal que va de Valladolid á Ariza, y por último, de un

torC01'O en la parte Norte desde La Robla á Valmasoda.

Hay también gran número de carreteras y caminos ve­

cina.es, que los pueblos conservan en buen estado me­

diante la prestación personal.

No obstante, mejorarían considerablemente las rela­

ciones entre la producción y la demanda con la cons­

trucción de una línea férrea que uniese á la capital la

ribera del DUCl'O por Aranda y otra que la enlazase con

Santander y Bilbao. Al mismo tiempo sería menester

-- 129 -

para el objeto que so rebajasen las tarifas de transporte,muy ca rns en la actual idad.

Con esto y con otras mejoras neccsu-ins en los mediosde producción, puede afirmarse que los beneficios de lasnuevas obrus de riego ser-iun positivos siempre que

aquéllas se realicen á compás de los demás adelantos enel orden agrícoln y económico.

Provincia de llvila.

1. La superficie total de esta provincia os de 788.209

hectáreas, de las cuales alcanzan actualmente 01 benefi­cio del riego á 31.908; su distribución pOLO cultivos es la

siguiente:Cereales y leguminosas, 2.879; hortalizas, 1.917; raí­

{les y tubérculos, 8.865; lino y cáñamo, 205; árboles fru­

tales, 133, y prados, 17.909.

No hay en la respectiva Memada datos que permitanfijar el número de hectáreas regadas do pie yaguaselevadas ni el do las que reciben riegos constantes yeventuales; poro se indican los partidos de Bar-co, Pie­drahita, Arenas y Cebreros como predominando en ellos

los riegos con agua de pie, y los valles de Ambles yCorneja y las huertas cercanas á pueblos y la tierrallana en todo el partido de Arévalo y parte del de Avi­la se riegan con aguas elevadas por norias y cigüe­

ñales.El riego de los prados, así como el de los cereales,

puede considerarse en parte como evontual y todos los

demás cultivos enumerados como de riego constante.De la producción de esos cultivos la que se juzga mas

9

--- 130 -

importante pOI' ser' objeto de exportación (después de

abastecer á la provincia] es la de judías, la de algunashortalizas y frutas y la dn patatas.

Las judías del Barco de Aviln tienen fama en o) mer­cado de Mad rid, que importa pOI' término medio anual4.997 quintales métricos, y las patatas, cuyo rendimien­

to arroja un total de 530.000 quintales métricos, puede

proporcional', cubierto el consumo interior, un prome­

dio de 100.000 para la exportación.2. Las fuentes y manantiales, tan numOl'OROS en la

provincia, suministran quizás más caudal de agua para

el riego que los mismos ríos á que dan origen. La sierrade Gredos es la más abundante en este sentido, pero delos cursos fluviales propiamente dichos, el Aberche yelAdaja son utilizados por acequias y por alumbramien­tos hechos en sus márgenes, y el Tormos, quetiene entre

sus afluentes el Corneja, que riega la vega de este nom­bre, da también origen á los dos únicos canales de la

provincia, á saber: el de Montenegro 6 do los Guijarra­les y el de Navamorisca, ambos en el partido del Barcode Avila.

Pudiera ampliarse el regadío con la parte de corrien­

te super-ior del río Tiétar y canalizando las gargantas

quo le dan origen y con las del Alberche, aunque éstasexigirían más costosas coustruooiones: pel'O sobre estospuntos referentes al aumento de la superficie regableen la provincia nada debo añadírse cuando en el plan

general de canales y pantanos se encuentran indicadasmuchas obras hidráulicas que fuera prolijo enumerar é

imposible discernir acerca de las mismas en breve espa­

cio y sin el preciso estudio.

Se hará mención, por último, del proyecto de pantano

- 131 -

en la dehesa de Ciervos, término de Urraca Miguel, for­

mado por el Ingenier-o Sr. Aguinaga y que tiene el tri­

ple objeto do abastecer de aguas potables á la capital,

produoir energla eléctrica y proporciouar riegos á te ..rrenos situados cerca de la población.

3. El suelo de las tierras regables en la provincia es

de composici6n discordante, predominando la sílice, con

muy poca arcilla y casi absoluta carencia de cal, como

procedente de la disgr-egación del g¡'anito y 01J'HS rocas

congéneres. En las mejores zonas de regadío llega áalcauzar esto suelo de uno á dos y modio metros de pro­

fundidad; poro en lo general es mucho menor y á veces

aflora la roca subyacente. Así se explica que el culti YO

dominante sea el pratense, siguiendo luego el do la pata­ta y el do las hortalizas.

Importantes reformas pudieran introducirse, así en los

cultivos actuales como en los procedimientos que para

su riego se siguen, ya que Sil observa en todo ello el más

lamentable atraso, Los medios primitivos que para ele­

var las aguas se emplean debieran sor sustituidos pOI'

mecanismos modernos, que darían resultados más per­

fectos y económicos, y en aquellos partidos que por lamayor benignidad del clima 10 pormitioren, como son

los do 00bl'Ol'08 y Arenas de San Pedro, 110 sel'Ía difícil

adoptar cultivos de mayor intensidad y rendimiento.

Sin embnrgo, entre otras circunstnncias, so OpOIlO á ello

la escasez de abonos, puesto que on la provincia apenas

se cuenta con otros quo los estlérooles en la misma produ­

cidos y el1wleo 6 majadeo de los ganados lanar y cabrío.

4.. La propiedad ter-ritor-ial en la provincia do Ávila

ofrece diversos caracteres on sus distintos partidos, exis­

tiendo fincas do considerable extensión en los de Avila

- 132-

y Arévalo, mientras so nota una subdivisión mayor en

los do Barco, Arenas y Cebrcros.

Consisten tales diferencias en la más suave tempera­

tura en gran parto do estos últimos, lo que consiente

cultivos industriales y hortícolas. Las parcelas en quo

se verifican so arriendan mediante las condiciones usua­

les, sin que pueda fijarse el canon que por las aguas deriego les corresponde.

Nada de particular hay que decir respecto al crédito

y capital agrícolas; la escasez ó absoluta falta de tan po­

deroso resorte do la producción déjase sentir eu la co­

marca como en la casi totalidad de España, y hablar del

asunto sería Incurrir en enojosas repeticiones.

Tampoco ocurre ninguna observación especial acer­

ca del trabajo como factor económico del cultivo agra­

rio; la poca densidad do la población origina que no

falte ocupación al obrero agricola, siquiera sea pobre­

mente retribuido. Para las faenas de la recolección sue­

len emplearse braceros de otras provincias, principal­mento de las gallegas.

Las comunicacionos y salidas SOIl tambion deficientescomo es general achaque en nuestro país, y todas estas

causas entorpecen losadelantosdo la agricultura y eldes­

arrollo del regadío, que ha menester un con] unto de cir­

cunstancias tantas veces indicado en el presente trabajo.

Provincia de Segovia.

1. Pequeña es la superficie de regadío en esta provin­

cia, puesto que midiendo un total de 682.687 hectáreas,

s610 alcanzan aquel beneficio 2.910, según los mejores

datos adquiridos.

- 133-

Los cultivos en dicha superficie son principalmentelos prados del común, las plantas hortícolas y las cerea­

les, las patatas y la achicoria de café, á la que se desti­nan unas 200 hectáreas, casi exclusivamente en el pue­

blo de Cuéllar. El riego de pie comprende 1.695 hectá­

reas con agua constante y 1.044 con agua temporal, y

el riego con aguas elevadas por medió de aparatos me­cánicos 171 hectáreas. El riego constante se extiende,

pues, á 1.866 hectáreas y el temporal á 1.044.La Memoria correspondiente de esta provincia no ex­

presa la superficie de cada cultivo, y no es dado pOl'

tanto totalizar sus valores; poro hace las indicacionessiguientes: los prados dan cuando son buenos un pro­

ducto de 260 pesetas por hectárea, cuando son medianos

170 pesetas y cuando son pobres de 50 á 60 pesetas por

la misma unidad de superficie. El valor total de los pro­ductos de una buena huerta asciende á 2,000 pesetas porhectárea y nunca baja de 1.100; las huertas de cultivomenos intensivo rinden de 600 á 700 pesetas. Los otroscultivos, como la patata, uchicorin y cultivo cereal enCuéllar, dan productos que varían dlHde 1.500 pesetas,valor de una buena cosecha de achícoi-iu, á 700 que es

el máximum del trigo producido por una hectárea de

regadío en tierras labradas con arado.

Respecto al consumo y á la oxportación de estos pro­ductos, la patata se consumo on cantidad do 30.000 quin­

tales métricos y se oxportan do 15 á 20.000; la achico­

ria 150 kilogramos y 1.200 respectivamente, y lino y cá­

ñamo 60 y 280 kilogramos.

2. El riego en esta provincia puede desde luego fo­

mentarse en pequeñas extensiones, dorivándolo fácil­

mente del Eresma, del Pirón, del Ceya y algo del Vol-

- 134-

toya, y después de esta preparación es cuando sería lle­

gado el momento de verificar las grandos obras de em­

balse y canalización.

Hoy no existe ninguna de estas obras y Re hacen los

riegos con pequeñas acequias de derivación directa, y

con los depósitos ó alboreas que tienen las huertas para

almacenar el agua necesaria. En Turéguio, Cuéllar, Se­

púlvoda y otros pueblos hay presas po'o importantes,

cuyo objeto tlS olevnr las aguas á escasa nltura para que

alimunten lus ncoqui.ts, ninguna de las cuales merece 01

nombre de canal.

El rosu ltndo quo, sin embargo, se obtiene de estos rie­

gos os muy ventnjoso, como lo demuestra o] precio do

los arreudumiontos, dos y aun tres veces mayor que en

los terrenos similares de secano.

So infiero de ]0 dicho quo en la provincia se riega

únicamente cuando os muy fácil dcrivur 01 agun: poro

donde la topografía do] suelo exige construir una presa

do fábrica do tres 6 más metros do ulturn, no so intenta

jamás acometer la ohra. Las oxistoutos son antiguas y

verificadas pOI' los Municipios, 6 rara vez, como en Tu­

régano, por la Comunidad de regantes.

En virtud de las circuustancias indicadas, aconteco

que los ÍLH'I'on03 regados ou los pueblos distantes del

ferrocnrril no llegan á valor por lo común más de 2,000

pesetas pOI hectárea, mientras que 011 las huertas do So­

govia alc.mznn 01 proeio do 5 66.000, puesto que están

cultivados con abonos sutlciontos y pOI' hortoluuos en­

tendidos.

Las ohrus de riego que figurun para esta pi-oviucin

en el avance formado por 01 Cuerpo de Ingenleros de

Caminos son principalmente: un pantano en Ochando

pa ra regu e 300 ó más hectáreas, con un coste do 500.000

pesetas; una presa do deri vaci6n en el río Eresma, aguas

abajo do Segovia; un pantano en 01 río Riaza y otras de

menor cuantía.

La Memoria hace la crítica detallada de estas cons­trucoiones.opinando, en suma, que el pantano de Ochan­

do seria do mezquinos (j estériles resultados; que la

presa del Erosmu sería muy útil pOl'quo se trata do una

zona regablc do excelentes terrenos, y además no oxigi­

ría grandos gastos, y q uc el pantano de Rinzu no ofrooe­ría interés, siendo preferible otras obras en 01 PÍl'6n y

y el Voltoya. En efecto, 01 primero do estos ríos puedo

dar origeu al aprovechamiento más importante de la

provincia, y el Voltoya so presta, en algunas de sus

vegas, á dorivaeiones útiles y económicas.

En resumen, el Eresmu y 01 Pirón son los rios en que

puedo basarse el ensancho del rogadío, contribuyendoal mismo fin otros pequeños cursos.

3. La mayor parte do los terrenos rogados hoy en la

provincia son silieoos, arcillosos y con Irccucncia faltos

de cal, excepto los de huerta, formados por aluviones

en las proximidades de Segovia y Sepúlveda,

Se estima la cantidad de agua necesaria pelea cada

riego de una hoctárou en 6JO 6 700 metros cúbicos en

los cultivos más oxigontcs á esto respecto, y on 400 6

500 para los que lo son monos. Los prados consumen encada dogo 400 metros cúbicos pOI' hectárea, y el núme­

ro do ollas varia de sois á veinte según los casos; los ce­

reales y el lino y cáñamo reciben uno 6 dos de dicho

número de metros y lo mismo las leguminosas por PUll­

to gouorul.

Los abonos que so emplean en 01 regadío Hall los os-

- 136-

tiércolos, los residuos 6 barrujos de los montes públi­cos (hoy prohibidos) Y los químicos y miner-ales,

El estiércol cuesta 90 pesetas por hectárea y escasa­mente alcanza para abonar la décima parte del terrenolabrado. El redeo de las ovejas viene á importar unas 75pesetas por hectárea. Los abonos químicos y mineralessuponen un gasto medio de 100 pesetas por hectárea.ÁBí, pues, serían menester las cantidades siguientes parala fertilizaci6n del regadío:

Las huertas de 350 á 400 pesetas por hectárea.Los prados do 150 á 200» »Los cereales de. . . . . . • •. .. 220 á 300 :o » "y las raíces y tubérculos de 280 á 350 " "

En los prados sería con venionto reforma la do lim­piarlos de plantas inútiles y sustituir con el cultivo dela alfalfa la producción espontánea en los terrenos fér­tiles y de escasa pendiente; y d procedimiento de riegodebería cambiarse, el de regueras en espigas, que sehace muy mal, por el de regueras á nivel en los pradosalgo pendientes, yen los llanos adoptar el riego por in­mersi6n y sanearlos para evitar los encharcamientos.

En los huertos s610 hay que seleccionar bien las va­riedades que hoy se cultivan. En los riegos del grancultivo sería útil introducir, en las alternativas, algunaleguminosa, como el haba 6 el guisante, y sustituir enmuchos casos la patata por la remolacha y la pataca.

Y, por último, convendrla ensanchar la producción

forrajera para aumentar el ganado y por ello el estiér­col disponible, así como favorecer el más genoral em­pleo de los abonos químicos.

4. Son raras en esta provincia las grandes propio-

- 137 .-

dados: habrá sólo unos 60 cotos redondos, con extensión

bastante para dar trabajo á ocho pares, y el resto del

territorio se cultiva por el pequeño labrador arrenda­

tario, que lleva do 25 á 100 hectáreas, siendo ya estos

últimos renteros muy acomodados que tienen dos

yuntas.

Las condiciones de arrendnmlento son las usuales, y

la renta varía desde dos y media fanegas do trigo y dos

y media de cebada por la hectárea de secano, hasta 300

pesetas que llega á ganar la de regadío abundante en

las mejores huertas,

La mayOl' parto de las veces no hay propiedad espe­

cial del agua, que pertenece á las municipalidades 6 nI

común de vecinos; la sola excepción la constituyen las

huertas del término de Segovia, qlW pagan 100 á 150

pesetas POt' hectárea, Se comprende que la subdivisión

de las tierras es mucho mayor en las que se ¡'iegan, yque no aumentarán en número dada la escasa densidadde la población.

El trabajo agrícola en el secano se realiza con inteli­

gencia por parte del labrndor: pero ignor-a en absoluto

las prácticas horticolns, salvo raras oxcopoiones, por lo

que el agua disponible suelo ser mal aprovochada. El

precio del jornal es de 1,50 á 1,75 pesetas on invierno Y

de 2 en verano; en las faenas de siega y recolección

sube do 3,50 á 4 pesetas en seco, 6 bien 2,50 y la co­

mida.

Salvo el pequeño auxilio que pueden prestar los PÓ­

sitos, ellahricgo no encuentra otro modio de propor-a

cionarso capital más que entregándose al USUl'CI'O, como

sucede generalmente en la mayor parte de los casos.

Así, sobre osto Y sobre las comunicacionos y salidas, no

- 138-

hay que añadir noticia alguna que logre demostrar

sean más ventajosas las condiciones locales para el des­

arrollo del regadío y 01 fomento consiguiente de la pro­

ducción rural.

Provínefa de Soria.

1. Esta provincia ocupa una extensión de 1.031.805

hectáreas, de las que s610 reciben el beneficio del rega­

dío 10.688.

Esta superflcio so destina á los siguientes cultivos:

trigo, 768; cebada, 743; garbanzos, 38; judías, 812; ha­

bas, 15; patatas, 6.H51; remolacha, 248; lino, 160; cáñamo,

103; hortalizas, sso, y bosque, 600.

Las regadas por acequias, 6 sea do pío, son 10.448 y

las con aguas elevadas 2-1:0 hectáreas.

No contiene la Memoria datos acerca do la superficie

que recibe l'Íügo constunto y la que s610 os regada torn­

poralmonte; esto ha do consistir en la falta de toda ad­

minístración para distribuir las aguas; pero aun debien­

do suponerse que la considerable extensión dedicada al

cultivo de la patata no se rogará en su totalidad sino

cuando así lo exijan las condiciones meteorológicas del

mio, no por (1S0 se ha de considerar como eventual este

regadío, ya quo no dependo de falta de aguas.

La importancia do los dichos cultivos so deduce de sus

rendimientos medios, que son para el trigo 10 quintales

por hectárea; la cebada, 13; el garbanzo, 11; las judías,

10; las habas, 18; las patatas, 122; la remolacha, 150; el

lino, 7; el cáñamo, 8, y para las hortalizas se calcula en

cien pesetas la utilidad líquida por hectárea.

- 139-

Todos estos productos, excepto la patata, que se ex­

porta á varios puntos, se consumen en la provincia, yprincipalmente en Soria, Burgo de Osma, Alrnaz án,

Agreda y Medinuceli.2: Esta provincia es abundantisima en aguas de r i os,

arroyos y manantiales; pero pocas son las (lue Sl\ utili­

zan paru el regudio, debido sin duda á la extremada

pobreza de los labmdores on general. Así, el Duero,

cuyo abundante caudal cruzu este torritor io, s610 sirve

á UBOS industriales, y 01 Jalón, 01 Ucero y otros dan á

la agricultura una parte mínima del agua q ue debierun.

Las obras que p'll'a uumentar cl regudio fuer-an menes­

ter revestirian escasa importancia en muchos casos y

en otros la toudri <In considerable; pero sin un prol ijo

estudio nada concreto puede decirse sobre el particular,

El canal llamado de la Rasa, que a n-anca del rlo Uco­ro; los dol Jnlón, que riegan tier-ras de Al'COS, de Medí­

nacoli y Santa Mariu do Huerta; 01 de San Salvador,construido para el saneamíeuto de la laguna de Aüavio­

ja, y LJs pantanos de Montoagudo y de Valdeavellano

de Tora son las verdaderas obras do l'iogo que existen

on la provincia.

La falta do nrrnonia entre los concesiona rioe y los re­

gantes hacen oseases sus bouclicio.s, y el riogo, que re­

sulta pal'a los q ue hoy lo usan á 18 pesetas por hectá­

rea, rué fijado en el canon de 100 pesetas on la conco­

si6n oficial. Es do esperar que, suavizadas ciertas as­

perezas, so obtenga un más cumplido éxito.

No so expresan on la Memoria nuevas obras un pro­

yecto, pero estima improb.tble quo S.l realice ninguun

mientras quo do las existoutcs no se saque 01 partido de

que son susceptibles.

-- 140 -

La experiencia tiene repetidas veces demostrado que

el fundamento do tales empresas está en la acertadacombinación de los variados agentes que por necesidadintervienen en la explotación del suelo sometido al sis­tema do regadío.

3. La composici 6n mineralógica del terreno regable

es buena en los valles y no tanto en las cumbres y pen­dientes, donde suelo predominar el elemento silíceo,Sobr an, no obstante, tierr-as en que emplea¡' las aguascon toda clase de ventajas.

La cantidad media de agua para el riego de cada hec­tárea, variable según los cultivos, puede fijarse entre 500

y 600 m."Los procedimientos seguidos en el regadío son por lo

general los más rutinarios y primitivos. Imposibilitan

las convenientes reformas los escasos recursos do quepuede disponer el agricultor.

En las pequeñas suporficies, quo son las más, puedodecirse que no hay alternativa; en las de mayor exten­

si6n se suceden en cuatro años las cereales, los tubércu­

los, las plantas iudustriales y las leguminosas. No esfácil, por ahora, sustituir un estado do cosas que respon­do á las circunstancias económico-agrícolas de la pl'O­vincia.

4. La propiedad territorinl, pi-incípalmentc en el re­

gadío, como queda indicado, está muy dividida. Cadapropietario explota su campo, y son raros los arrenda­

mientos, que, cuando se hacen, apenas so sujetan á un

contrato formal.No so sntisfaco pe r lo común canon alguno por las

aguas; los propietarios las aprovechan libremente, ins­cribiendo SlIS tierras en los nmillaramíentos como de

- 141-

primera calidad par'a los efectos de la tr-ibutación. Muy

pocos pueblos tienen estab lecido algún régimen pal'a la

distribución de las aguas, y en esto caso, la autoridad

municipal ó la judicial os la que dirime las cuestiones

que se suscitan.Se exceptúa de estas reglas generales, según antes so

ha dicho, el riego procedente de los canales y pantanosque han sido objeto de concesión oficial en el río Ucero'

en el .Talón yen la laguna de Añavieja, donde hay PL'O­

cios fijados pura su utilización.

Aunque no existen en la provincia Sociedades de (wé­

dito ngríoola, parece SOl' que los Pósitos prestan en ella

mejor servicio que en otras muchas; pero nada sobre el

particular detalla la Memoria.

La inmensa mayor-la de los habitantes de la provin­

cia son agricultores, y su" costumbres se ofrecen comomodelo de honrndoz y laboriosidad. El [oi-nal agrícola

es, por término modio, do 1,50 pesetas, y esto da la me­

dida de la estrechez en que vi ve Il aquellos cultivadores,

dignos sin duda de mejor suerte.

Las carreteras de esta provincia se encuentran en

magnífico estado y atienden cumplidamente á las nece­sidades del tráfico: pero los caminos rurales son por lo

común pedregosos, movodizos, estrechos y con grandes

pendientes y s6lo útiles para caballerías.

Las circunstancias que van expresadas demuestran

que es dado acrecentar la riq ueza agrícola de esta pro­

vincia, concertando con sus condiciones naturales y

económicas los esfuerzos del capital y del trabajo y fo­

mentando el regadío \\11 justas proporciones con las sa­

lidas que pueden alcanzar sus productos; pero sin pre­

tender competencias imposibles ni acometer obras muy

- 142 -

costosas que tardíamente remunerarian siquiera con uninterés mínimo los gastos de su ejecución.

Nota. Esta región, llamada de Castilla la Vieja, y

que comprende s610 cinco provincias de las ocho que

constituían el antiguo reino, tiene una total superficiede 4.679.228 hectáreas, y las 63.834 de regadío que en­

tre éstas existen, según los datos apuntados, se encuen­

tran muy desigualmente distribuidas. puesto que en la

de Valladolid, que es la capital, hay poco más de 3.000hectáreas, y en Sogovia poco menos de la misma cifra,

mientras que la de Avila riega 31.908, la de Burgos15.300 y la de Soda 10.688. Resultan, por tanto, más

pobres en regadío aquellas comarcas que más lo han

menester, y cuyas tierras tienen mayor fama por su

producción cereal.Pudiera remediarse tal estado de cosas, que arguye

un evidente atraso cultural, por la utilización del canal

del Duero, normalizando su servicio: del de Castilla, cu­

yos tres ramales pudieran proveer al riego de 4 ó 5.000

hectáreas, sin perjuicio do la navegación y usos indus­

triales á que hoy se destinan: pOI' los alumbr-amientos

fáciles y abundantes en ciertas localidades y por otrasobras proyectadas en diversos puntos y que ofrecen

probabilidades de un resultado económico. Pero la falta

de población rural, las dificultades y carestía en las co­

municaciones.la escnsesdel capital agrícola,y sobre todo

la carencia casi absoluta de establecimientos que expe­

rimentalmente propaguen y difundan los principios de

la ciencia agronómica, son otros tantos motivos que se

oponen al adelanto de aquella agricultura verdaderamen­

te rutinaria y primitiva en el mayor número de casos.

SEPTIMA REGlON

LEVANTE

COMPRENDE LAS I'ROVINCIAS DE VALENCIA, CASTELL6N,

ALICANTI1: y MURCIA

l'rovincia de Valencia.

1. La provincia de Valencia, cuya total superficie es

de 1.075.117 hectáreas, tiene de regadío, según los datos

más aproximados á la exactitud, 101.000; las cuales,prescindiendo de las segundas cosechas y agrupandolas plantas análogas, puedon oaloularso distr-ibuidas en­

tre los siguientes cultivos, por término medio anual:trigo, cebada, maíz, 28.000 hectáreas; arroz, plantel de

arroz, 28.000; judías, habas, 2.800; patatas, zanahorias,otras raíces, 4.400; alfalfa, 7.000; caoahuete, cáñamo,

6.450; hortalizas, 6.650; naranjo, varios frutales, 11.350;viñas, 5.000; olivares, 850; garroferales, 500.

La superficie rogada con agua de pie suma 91.000

hectáreas y la beneficiada con aguas elevadas 10.000.Reciben el riego constante 89.500 hectáreas y s610

temporalmente 11.500,

- 144 -

Los cultivos de regadío más importantes son los del

arroz y la naranja, no s610 por su valor, sino también

por los brazos que ocupa en los trabajos de recolección

y subsiguientes: siguiéndoles después los de cereales,

leguminosas, tubérculos y raíces, cacahuete, hortalizas y

alfalfa.

El valor do las cosechas enumeradas se estima del

modo siguiente: arroz, 33.000.000; trigo, 18.000.000; na­

ranja, 16.000.000; alfalfa, 9.000.000; maíz, 6.500.000; ca­

cahuete, 6.000.000; judías, 4.900.000; tomates, 3.600.000;

patatas, 3.400.000; parrns y vino, 3.000.000; hortalizas,

2.400.000; frutas frescas 2.100.000; melones, 2. OOO.OOO;za­

nahorias, 1.750.000; moniatos, 1.200.000; habas, 1.000.000;

cáñamo, 650.000; cebada, 600.000; aceite, 525.000; raíces,

300.000; chufas, 250.000, y garrofas, 150.000, haciendo

un total de 116.325.000 pesetas.

Las producciones que en mayor cantidad se exportan

á los mercados de Inglaterra, Francia, Alemania, Ho­

landa y Suiza son la naranja, el arroz, las cebollas, hor­

talizas y frutas frescas y el cacahuete; las demás se des­

tinan al consumo local, aunque estos últimos años ha

aumentado algo el comercio de cabotaje.

2. La provinoia de Valencia es una de las que mejor

aprovechan en su regadío las aguas corrientes, en tér­

minos que, durante el estiaje, resultan insuficientes, en

los periodos de sequía, todas las que se derivan de ríos,

arroyos y manantiales.

y no se limita á éstas la agricultura valenciana, sino

que utiliza también las estancadas do los t -rrenos pan­

tanosos y las subterráneas, elevándolas, ya por sencillos

aparatos movidos por el hombre, ya con norias, de las

que existen más de 3.000, ya por bombas y ruedas de

- 145 --

puk-tns con motores de vapor, dt' las quo hay instaladas

más de aoo, siendo la más importante dt' t'stas instala­

ciorn-s la de la <f-;ociedad de Aguas a« Taht,l'lws de v..».digna", que extrae 1.50) litros pOI' minuto.

No es posible, pOI' lo dicho, que se otorguen nuevas

conccsionos sin detrimento do los antiguos USIUlI'ios, y

¡.;610 cubo t'l almacenu]c de las aguas invornnlc« ('11 la

región alta do la pI' .viucia, construyéndose pantanos

en sitios apropiados, yasí lo ha ontcndido la Comisión

do trnbajos hidráulicos proyectando cuat.ro 1'11 la ('Ilt'II­

ca del 'I'm-ia y uno en l:l do! Pa lauciu.

Los canales y a('("¡ttias que en la actualidad s.: utili­

zan pasan de 100, y s(' relacionan deta llndameutc en la

Memor-ia que se extracta. ocupando el prinu-i- lugar la

acequia Real de-l .TÜC;1I', que riega lH.916 hectáreas, y

después la Mayor, qut' lo hace con agua¡.; del mismo río

en 6,415, á lns «\l(' SiglH'1I todas las demás, de mucha

menor importancia, derivadus 'del 'I'uiiu, dr-l Pa 1:IIH'ia y

de numerosos utlucntos, 1'011 lo qllo St' completa la (-ifl'a

que so ha sennlado untes pal'a ('1 I't'gadío d« pi«.

De lns obras proyectndns on Iu provinein ]la!'a numen

tal' en el estiu]« la dotación do lo¡.; eanulos existentes y

aun pn I'a ampliar las zonas l'ogahh'H, (OH qlW en coneep­

to del Ingeniero ;IutOI' do la MehlOl'ia Ot'I't'CPIl principal

interés HOII los pantanos sob ro los i-ios Chelvu y San

Mareos, nfluentos del Turiu: y tal pr'tll'm'OIwia la funda

en Ius condiciones del clima de aquella localidad, en la

disposición de las tier-ras niveladas do modo quo pueden

ser' regadas inmediatamonto, en la suficiencia del capi­

tal para explota das pOI' cultivos intensivos y 011 la den­

sidad de la población y sogul'Ídad del cobro del (':\11011

que He imponga, siempre que las agu:1H embnlsadas en10

los dichos pantanos se apliquen todas al regadío do la

vega de Valencia .

. Para la vega de Sagunto, más pobre en aguas toda­

vía, es importauñsimo el pantano de Azuebnr, en el río

de este nombre, cerca de su confluencia con el Palancia

en la vecina provincia de Castellón.Las demás obras presentan mayores dificultades y

pueden sm' relegadas á un segundo término.

En todos los casos sorá de suma conveniencia que el

canon sea módico, limitándolo á los gastos do conserva­

ción de las obras, pues el Estado se reintegrará, sin

duda, de los gastos de construcción pOI' el aumento con­

siderablo que ha de exporimentar la riquozn contri­

buti va.

3. La casi totalidad do los terrenos que forman el

centro de la meseta do In parte occidental de la provin­

cía, y especialmente en los llanos de la regi6n inferior,

están constituídos por depósitos cuaternarios, pudiendo

los últimos oonsídoi-arse como un inmenso lago deseca­

do por 01 relleno de su fondo con los muteriules arras­

trados de las tierras superiores.Los regadíos do las regiones media y alta son suelos

margosos, blancos 6 rojizos, de buena calidad y aptos

para todas las producciones compatibles eon 01 clima,

En las vegas do la región baja ofrecen una composi­

ción media de sus elementos mineralógicos con algunas

variantes, entre las que merece señalarse la faja silícea

de las riberas del Júcar que, aunque pobre cn caliza, es

rica en potasa, y permite se cultiven eon gran éxito el

naranjo y el cacahuete.

En virtud do las indicadas eondiciones de la regióninferior, la cantidad de agua para el riego do una hee-

- 147-

tárea so evalúa en 0,62 litros por segundo en la rotación

bisanual do trigo, maíz, cáñamo y judías; en O,SO, cuan­

do entran en dicha alternativa plantas más exigentes,

como el cacahuete, y en 0,90 tratándose de los cultivos

de la cebolla, tomate y demás producciones hor-ticolns

No obstante asignar varios autores un gasto mucho

mayor al riego de los arrozales, el Ingeniero Sr. Sanz

Bremón, fundado en muy poderosas razones, expuestas

en su Memoria, opina que en tierr-as de subsuelo impor­

meable basta, después do inundadas, con el do un litro

pOL' segundo y hectárea.

El naranjo necesita un promedio do S riegos anuales

de fiOO m." do agua pOI' hectárea cada uno, do Abril á

Octubre, pudiendo sostenerse dicha producción con UlI

mínimo do :l dogos de 700 m." y Irocuontcs la bores en

terrenos silicco-a rcillosos. Como la mayor-in do los huer­

tos de naranjos so rit'gan eon aguaH elevadas, el volu­

men necesar-io pOI' hectárea puedo representarse pOI' uun

capa de 0,40 m." do altura, extendida sobro dicha super­

ficie.

Las reformas principales que deben introrlnch-se ou los

cultivos so rctloron, á la adopción do modios mecánicos

más perfectos, iniciados ya vontajos.uncnto por la Gran­

ja oxporimental: á acomodar á cada cultivo y ter-renolas fórmulas de los abonos empleados, en lo que se ha

adelantado bastante, gracias á la car-tilla publicada porla Cámara Agricola y redactada ou parte por el Ingenie­

ro del Servicio Agronómico, y á la tr-ansformación do

alguna alter-nativa que hoy resulta esquilmanto on de­

masía.'rodas las substancias que pueden SOl'VÜ' para la alí­

mentaeión de las plantas, como residuos orgánicos, vio-

neu <!t's<!(' ha('I' lcu'ga 1'(,('h:1 utilizándose ('scJ'upulosa­

I1H'nÍ\.· p.uu f('I,tiliza r los suelos dI' ,'('gadío; pero 110 sien­

do suficientes á !:ts necesidades de un cultivo tan inten­

sivo, culu-ióso el déficit con el guano del Perú, del que

se importaron anualmente pOI' término medio hasta

26.000 toneladas. Agotados los guanos primitivos, lme­

de aseglll'al'se quo I'n la actualidad excede de 50.000 to­

neladas métr-icas la cantidad de primoras materias iin­

portarlas y consumidas vn ln proviucia.do lns (,ll:I1PS el 40

pOI' 100 son s:lies nmon iuca les y nitricas: ('/ 50 pOI' 100.

sUlH~l'l'osratos de eal, y ol 10 por 100 "('St,;lIIÍl\ sales po­

tásicas. Proceden estos a bonos do Ingolatlq'¡'a, Francia y

Alemania, y su valor total alcanza la cifra do 1:1 millo­

nes de pesdas.

4. El lrncoionnmiunto de In propiedad en el l'egadío

es gl'mHlo en toda la provincia: son muy numerosas las

fincas de una y dos hanegadas (la hanegada equivale

á 8,31 áreas], y en In I'I\gión de Aldemuz, cuenca dol

Turia, se ven piezas de ticrrn que sólo miden 1.40 áreas

y hasta do fiO m." siendo lo má:-l gravo que la división

de las parcelas aumenta de día en día con nuevas partí­

«iones pOI' heroncí».

Los contratos do arrendamiento son verbales POI' lo

común, y cuando son pOI' escrito, sus cláusulas son las

corrientes en esta clase de documentos, En la vega que

circunda á la capital y en los pueblos comarcanos pue­

de decirse que los arriendos son vitalicios, pasando de

padres á hijos el cultivo de las mismas parcelas, de las

que dispone el arrendatnrlo como si realmente lo porte­

nociera 01 dominio útil y la renta únicamente fuora del

canon convenido.

Á esta seguridad en el disfrute de las fincas dé bese

- 149-

1'1 próspero estado de la huerta, a"í como las mejoras

qu« han ido allí acumulando unn trns otra genernción.

El canon que pOI' las aguas s(' sutisfuec es gUIH'ral­

mente muy bajo tratándose de antiguos nproveehamieu­

tos, pues consiste sólo en la parte proporcional de los

gastos de entretenimiento de las obrus.En la primera sección do la acequia Rcnl del .Iúc.u: el

canon oscila entre 6 á 12 pesetas pOI' hectárea, y en lasegunda, además de satisfacer los regantes los gastos

generales, pagan á la casa couccsionuria 12 pesetas p01'hectárea en equivalencia de la vigésima pnrto de los

frutos.

En las acequias de la vega derivadas del Turin el im­

puesto anual es do 4 á 6 pesetas y lo mismo OCllIT(' en

la huerta do Gandia, beneficiada con las aguas del Ser­

pis y del Bernosa.

Los regantes de la vega del Paluucia abonan un ca­

non de 8 pesetas por hectárea ('11 los pueblos auper-io­

res y do 3 en Sngunto.

En Játiba la der-rama anual es de 6 á 9 pesetas, y en

las partes más altas del 'furia y del .Iúcar, como tienen

las presas muy sencilla coustrucción, sufren grandes

desperfectos y resulta, pOI' tanto, más elevada, llegandoá veces á ()O pesetas por hectárea.

Además do los Pósitos, que tanto dejan que, desear,

existen tres Cajas de ahorros, una en la capital otra en

Sagunto y otra en Gandía, que prestan á un interés del

5 al 7 pOI' 100 con garantia mancomunada do tres fir­

mas, y hay también una Sociedad de seguros mutuoscontra el granízo y varias para el ganado de Labor yventa.

El gr-upo de maYOL' densidad de la población se on-

- 150 -

cueutru en 1:1 comarca fertilizada por la sección inferior

dol Turia, especialmente en los términos pertenecientes

á los partidos judiciales de la capital, donde se aproxi­

ma á 700 el número do habitantes POl' km.", viviendo

gran parte en 01 campo, sobre todo en Alboraya y en

el antiguo término do Rufaza.

El labrador valenciano es activo, inteligente, sobrio y

duro para el trabajo y conocedor cual ninguno de la

favorable influencia do los abonos en la producción

agríoola, lo q uc hace que ésta sea, no obstante sus de­

fectos, J:¡ más perfecta que so realiza en toda la Penin­

sula.

Los [ornalos ordinarios son de 1,75 á 2,50 pesetas, sü­

gún la estación, y en las faenas de recolección y otras

especiales el tipo varía en relación con la oferta ó de­

manda de brazos.

Las demás circunstancias económicas que se refieren

á la fácil salida de las producciones, como es el estado

de las vías rurales, no ofrecen particularidad ventajosa

que expresar respecto á lo que se lamenta en la casi to­

talidad de los distritos agr-ícolas. Caminos descuidados

y deficientes, tarifas ferroviarias muy elevadas y falta

de tratados de comercio que amplíen los mercados

del centro y Norte de Europa; he aquí los males que

precisa remediar, para que la competencia que hacen

Inglaterra, los fru tos similares de Italia y del litoral me­

diterráneo y de América no venga á causar en la rique­

za agrícola de nuestro país los más desastrosos efectos,

anulando las propicias condiciones que prometen un

mayor desarrollo del floreciente estado en que hoy se

encuentra la agricultura valenciann.

- lGl

Provincia de eastellón.

1. La superficie que ocupa el l'pgadío en las CWlÍl'O

zonas en que puede considerarse dividida esta provineia

os como signe: en la del litoral, 19.511 hectáreas; on la

cuenca del Palancin y sierra de Espadan. 7.338; en la

cuenca del Mijares, 2.387, y en la del Maostrazszo, 884.

Hay, pues, un total de tierras sometidas al riego que as­ciende, según los mejores datos, á :30.120 hcctárens de

las 646.537 que mide el área de la provincia.

Este regadío se reparte en los siguientes cultivos: ce­

reales y leguminosas, 7.665 hectáeons: Hrl'OZ, 835; pata­tas, zanahorias y moniatos, 2.342; cáñamo, 1.017; alfal­

fa, 1.011; hortalizas y legurnhres, 1.617; naranjos y li­

moneros, 12.847; olivo, 501; perales, manzanos y albari­coquero, 103, y viñedos, 2.182.

1..1'1 superficie rogada con agua do pie resulta SOL' do

25.225 y con aguas elevadas 4.895. Considerando estas

últimas como de riego constante y 19.793 do las de agua

de pie, quedarán para 01 regadío eventual 5.432 hec­táreas.

Agrupando las producciones que ofrecen analogía en

los numorosos y detallados cuadros que contiene la Me­

moria, para calcula!' los valores q uo rinde el cultivo de

regadío, so obtiene 01 resumen que á continuación so

expresa, y que demuestra al mismo tiempo la importan­cia relativa do los dichos cultivos:

Naranjo y limonero, 15.086.844 pesetas: CI"'11nlos y le­

guminosas, 9.665.888; arroz, 911.820; tubérculos y raí­ces, 2.599.294; cáñamo, 1.884.678; ulfulfu, 1.52:U49; hor­

talizas y leg umbi-es, 6.964.878; olivo, 207.8ti8; Irutules

v.u-ios, :lIiH.4fiG; viñedo. t.nsi.oat . Por consiguicutc, l)./

total f!l' estos rendimientos l'S por término medio anual

dI' 40.1H:l.OOH posctas.

De los enumerados productos aquel cuya exportación

alcanza verdadera importancia m; la naranja, que se

envía principalmente á Iuglaterru y eu menor cantidad

á Alemania y aun á Rusia; del vino sólo pequeñas p:lI'­

tidas del Boníc.u-ló y Vinaroz s\' expiden al oxtranjero,

yeso os debido á la antigua fama do que goz.m. Lo:" al­

bnticoques, eu estos últimos años, han experimentado

bur-na demanda y ofrece su comercio un gTato porve­

nir. De las demás producciones se remite alguna parte

á diversos puntos del interior, pero en su casi totalidad

satisfacen sólo al eOnSUl110 local.

2, Todos los cursos de aguas 00 la provi ncia están

porfectamonto aprovechados en cuanto es posible por

derivacion directa, y desde los más remotos tiempos el

riego de la «Plana» se ofrece como motivo do justa ce­

lebridad, El río Mijares, que fertiliza esta hermosa vega,

tiene á poca distancia de Villa rrea l tres presas Ó azu­

des que toman las aguas, la primera para esta impor­

tante villa, la segunda para Castellón y Almazora y la

tercera parn Burriana y los restantes pueblos de la

zona, Pero á pesar de los notables aprovechamientos

indicados, siéntese 1:1 necesidad do aumentar sus aguas,

y muy repetidos esfuerzos se han hecho en tal sentido

pOI' las Comunidades y Sindicatos de regantes, invirtien­

do considerables sumas en alumbramientos subterrá­

neos, y el objeto pudiera también lograrse construyen­

do pantanos que recogieran las aguas torrenciales é in­

vornules en puntos adecuados do las cuencas del Palan­

da, del Mijnros y de SIlS manantiales y afluentes, Así

los del primero podi-iau regal' la campiña de Viver, ,J(\­

rica y pa rt« de Sl'gOrlH' y nr-recer en 1111 doble la super­

tície reguhlo d« Gaibiel, mionuas los del sl'gllndo da­

rían ensanche á la do Cnstr-llón, Almazorn, Villm-ren! yBurríana.

Ot¡'OS proyectos do embalse e-xisten y figllnlll en el

plan general de obras hidráulicas. tules corno los de

Marra Cristina, Bechi, Azuebar, Babor y de 801'Yo\. ('011

los cuales podrían beneficiarse hasta unus 17,000 hectá­

reas; pet-o el único lItW se encuentra ell construcción es

el de Bochi, que, tomando las aguas del río Cuk-ln-inas,

aumentará «n 422 hectáreas los ter-renos regubles de

aquel pueblo.

Debe hneersc PSIH'cial mención dol pantano dl'i Sor­

vol, ya citado, y cuyo proyecto ha sido formado pOI' el

distinguido Ingeniero agl'ónomo n. Hcrmcnegildo 0-0­

ITÍa, Dicho pantano I'('('ogerá las avenidas del rio do Sil

1l0111b¡'e y podrá ¡'('gat' 8.246 hectáreas hoy de secano en

el término de Viuaroz y alguna parte del dI' Benic.u-ló.

Con las reformas de que queda hecho mérito, yeol1­

cut-riendo al éxito de la empresa los fuetoi-cs económi­

COS, quo no son en modo alguno adversos en esta 1'0­

gión al desenvolvimiento del regadío á poco que las

leyes les dispensen una l'ogulm' protooción, la provincia

hnbrla Ilegudo al límite do sus raoionales aspiraciones y

al sununun; do la prosperidad que es capaz de P"OPOI'­

clonar la política hidráulica. Tal es, al menos, la impre­

sión que se sacn do Jus minuciosas descripciones conte­

nidas en la Memoria que se extracta, aunque pOl' el ligo­

ro modo que las cirounstancias imponen.

a, 1.:lS ticrrns do regadío en esta provincia procedon

en su mayo)' parto de las formaciones cuuternru-ins, y su

- 154 '

composición es muy adecuada, juntamente cou la benig­

nidad del clima, p:ll'a que sean conxidcradns como de

extrema feracidad: 4:La Plana" y las fajas () zonas culti­

vables 01\ las cuencas do los rios y una extensa mancha

del litoral gozan de tales oaracteres, así como los alu­viones determinados pOI' los légamos () tarquines que

arrastran y depositan las aguas eu diversos parajes. Lamisma naturaleza mineralógica ofrecen aquellos terre­

nos en que podría establecerse nuevruncnto el regadío.

Ln cantidad de agua por riego y pOI' hectárea es muy

vm-iablc, según los cultivos y demás circunstancins queinfluyen en el particular. En término medio, pa rn el oli­

val' y el viñedo bastan dos riegos al año de 500 metros

Cúbicos cada uno; para los cereales, 7 riegos, también

de 500 metros cúbicos, que hacen un total de 3.500 alaño por hectárea; para las judías, las patatas y el cáña­

mo, en sus varias rotaciones, son menester 8 riegos de

400 á 500 m,"; para el naranjo, 6 riegos de 500 m.",

y para las huertas se calculan 18 al año do 400 m."

cada uno.Los riegos con aguas elevadas tienen un gasto mucho

menor, pues puede estimarse en el 60 por 100 del que

originan Jos de pie.

Dificil es, en la situación actual de los mercados, ha­

cer grandes reformas en [os cultivos existentes; pero

debe perfeccionarse en cuanto sea posible, y dar mayor

extensión á la huerta, tomando ejemplo de la vecina

provincia do Valencia.La adopción do nuevas plantas requiere, sin duda,

ensayos previos en los campos de experimentación, que

conviene instalar en la provincia; mas desde luego se

indica como ventajoso el cultivo de la adormidera, la

155 _.

plantación do var-icdndes más productivas de moreraspara favorecer el desarrollo de la set-iciculturn y, sobre

todo, el aumento de árboles frutales, q UI' ofrecen lison­

jero porvenir para la exportación de sus productos.

Los abonos más generalmente empleados son los es­

tiércoles, las letrinas, barreduras de las llallm; y toda

clase de residuos orgánicos. Desdo hace pocos años en

Btu-riana, Nulos, Almanzoi-a y Castellón acostumbran

sembrar ulgn rrobilln y habón en los entrelineas del na­

ranjal para entort-arlos en verde. En Id litornl y demás

puntos en que las huertas so cultivan con mayor pt'ove­

cho, emplean el sistema de hormigueros, eon lo quo al

par fertilizan y enmiendan aquellos terrenos demasiado

arcillosos.

Los abonos minerales ó químicos van gencwalizándo­se, sobro todo en el eul tivo del na ra.n]o, y se extende­

t-ian mucho más si su coste fuese menor por el abara­

miento de los transportes. La constitución do Sociedades

do propietarios á fin do adquirir on grundes cantidades

lns primeras materias ha remediado en parte someiuuto

oarestía: pero precisa acudir- á otros; modios p:1 ra evi­

tar la progr-esión q ue, sin embargo, so nota en sus pro­

dos.El valor del estiércol, pOI' término medio, os de O,~}O

pesetas el quintal, y el de los abonos minerales de 25 á

28 pesetas, sogún la clase, aseendíondo la valoración de

estos últimos á 3.710.000 pesetas año en las diversas zo­nas do la provincia.

4. La división do la propiedad os grande en el regn­

dio de In provincia, y principalmonte en el litor-al prl'­

dominan las fincas menores de una hectárea. El contrn­

to do arrendamiento os pOI' lo común verbal, y se cum-

- l:i/j

plo, no obstunte, con eX;lctitud y fidelidad. S610 cuando

He tr.rtn 1If' importn nte« m('.iol'n~ lÍ cambios e1l' sistema

se hae('n pOI' c-erito y con 1:ls dohidas formalidades.

En las ti('ITaS <[l!(' I'it'ga el .\1ijal'('~, (tire l'S el río do

mayo!' caudal y regularidnd dI' la provincin, no se sa­

tisfncu canon pOI' las aguas, y sólo abonan los regantes

á las respectivas Comunidades los dividendos corres­

pendientes á la limpia, monda, conservación de acequias

y ohras nur-vas que puedan OCUI'!'i,', Esto acontece en

aqu. -llos pueblos qW' son d 1l0ilOS oxclusi vos de la~ aguas;

en los demás, el canon v.u-iu desdo 2 pesetm; hasta 12

1'01' hectárea.

Aunque no existen ver-dado ras Sociedades do crédito

agrícoln, el labrador no es aquí víctima de la U8U1'a,

plleH encuentra capital al 6 pOI' 100 «n todo el litoral y

parto más baja do las restantes zonas, y la sucursal del

Banco de España lo prest» al 4 pOI' 100 á las colectivi­

dades ugrloolas cou gru-antia mancomunada,

La villa de Onda ha sido la primcra en disfrutar de

eHte honetlcio, hustn nhora con oxcolentos resultados: y

en la misma villa y en Castellóu hay también Socicdu­

des mutuas do seguros pal'n el ganado y las cosechas,

pOI' hurto ó mano airudu, en que los siniestros HU abo­

nan á prorrateo entro los asociados con arreglo á In r-i­queza que tienen declarada.

La densidad de la población es en el litoral do 145

habitantes pOI' km.', en la zona del Palancia de 38, en ln

dt' Mijal'os de :31 y en 01 Maestrazgo :m, y verdadera­

me.rto toda ella puode oonsiderarso corno población rural,

pues apenas llegará al 5 pOI' 100 la que so dedica á otras

ind ust l'Ías.

El lubrudor es morigerado, sobrio y apto para todas

- 157 -

las faenas ag-I'ícolas, aun las más dvlicadas, IU'I'o 1'(\I'I'nc­

tario á toda innovación.

El salado anual, que sólo tienen los capataces, va ria

de 600 á 750 pesetas, y los jornaleros g-anan. seg-ún los

casos, de :3,25 pesetas diarias á 1.60. jor-nal mínimo del

Maestrazgo, Cier-tas operaciones como la siega y el PJl­

riado y ngramado del cáñamo nlcunzun precios muy di­

ferentes.

En las poblncionos dondo existen sindicatos de policía

rural croados al amparo d« In Ipy du Hde .Iulio de lHHH,

so han mejorado notablenu-nto todos los c.uninos ruru­

[es, facil itándoso el mejor trnusport« dI' los productos

dentro del propio tér-mino. Donde talos organismos 110

existen, los caminos están muy mal y otr-o tanto ca 1>1\

decir de todos los caminos vn(~innll\s sin ('xcolwi{in, lí

sean los quo van ({I\ un pnohlo ti otr-o.

La mejora, pues, do las vías do comuuicucióu, y pOI'

consiguiente la fácil salida de los prodnctos, es do las

que so imponen el! pr-imor término pal'a Iloglll' á la pl'O...;­

peridnd ru rn l quo so desea. Otl'OS f:wtol'os del orden

económico contr-ibuir-án á esto pel'f('(~cionmnientotí qlW

se mucstrnn propicias lns circunstancias Ior-ales, pül'O

que han menester oiol'to desar-r-ollo pnl';j que lns empre­

sas do I'Ogadío puedan SOl' acometidas con soguridades

do un éxito satisfactor lo.

Vrovincia de 1\1icante.

1. Esta provincia, qlw mido una supvrfici« do iiü5.\)71

hectáreas, tiene el!' rogndio, soglÍn los mejores datos,

67.522, que Sl~ d istribuyen entre los cultivos siguiontl\s:

-- 158 -

viñedo, ;¡;U>OO; olivo, 8.000; nn ru njo, 640; arrozal, 682;

cereales, hortalizas y h'¡..;unllH'es, 22.500; ralees y tu­

bérculos, 1.550; cáñnmo y lino, 650.

Su ¡'iega con agua de pie (j1.902 y con aguas eleva­

das 5.620, calculándose que éstas representan la dozava

parte próximamente del total regadío; pueden conside­

rarse como de riego constante 44.820 hectáreas, y como

de riego eventual 22.702 pOI' las varincionos que expe­

rimentan los manantiales y arroyos de que so sirven.

El más importanto de estos cultivos do regadío ha

sido el de la vid, que, sin omb.u-go, disminuyo cada día

pOI' diversas causas, siguiéndolo el de los coroulos, le­

gumbres y hortalizas y después 01 del olivo, las raíces

y tubérculos, el naranjo, etc.

Los valores do la producción se estiman pOI' término

medio anual del siguiente modo:

Tl'igo, :1.540.000 pesetas; cebada, !.t150.000; avena,

50.000; maíz, 360.000; arroz, 1.125.000; Iogumbres,

350000; hortalizas, 45.000; vino, 11.000.000; p.u-rns,

2.000.000; aceite, 700.000; almendra, 4.000.000; algarro­

ba, 150.000; na ranj a, 300.000; ra ices y tubérculos,

50.000; plantas industriales, 900.000, y pimiento molido,

1.152.000, lo que nrroja un total do 27.672.000.

De estos productos los que se exportan principal­

mente son: vinos, pasas, almendra, naranja, arroz, cá,

llamo y pimiento molido; los demás se consumen en la

provincia, y aun hay que importar-los de otras con muo

cha frecuencia, pues no bastan los obtenidos para cu­

brir las necesidades de la población, que alcanza eonsi­

dorable densidad.

2. Los cursos de agua de corriente constante que

hoy riegan la provincia son: el río Vinalopo en 13.000

- 159 -

hcc. áruus, el Segul'a ou 10.500; el Castilla en 4.200, ul

Alga)' en 4.000, el Bulleut en 700, 01 Serpis 6.300 y va­

rios pozos artesianos 500; las demás tierrus ó se riegan

con aguas elevadas ó con manantiales do escaso y va.riu­

ble caudal, como antes se ha expresado.

Las obras de regadío hoy existentes son los pantanos

de Tibi, Elche y el de Elda; el primero destinado á 1'0­

gal' la huerta de Alicante, no llena el objeto para que

se construyera pOI' lo untieconómico que resulta el uso

de sus aguas y s-r éstas insuficientes, lo que- motivó el

proyecto de recrecer su pl'osa; el segundo, alllHlllO de­

menor capucídad, reune mejores condiciones prácticas,

si bien hay abusos en su administración á pretexto de

antiguas ordenanzas, y el teI'COI'O, mucho más reducidoque los dos unteriores, presta, no obstante, buenos aun­

que escasos sorvicios, pero no os posible aumentar su

cabida pOI' Las condiciones en que so halla emplazado.

Canales propiamente dichos puede decirse que no Los

hay, á no Sel' que se tengan pOI' talos las acequias 6 aza J'­

hes do la huerta do Oríhuela y otras sencillas deriva­

ciones en diversos parajes establecidas.

Respecto á obras en proyecto, cita la Memoria el de

antiguo estudiado para embalsar aguas en 01 «Estrecho

de Isbert» y regar con ellas unas 2.000 hectáreas en el

Marquesado de Denia: 01 de aprovechar los sobrantes

de los pozos artesianos que abastecen la capital, reunién­

dolos con los de Zaraicojo, término de Villena, con lo

que se podr-ían rogar unas 1 700 hectáreas en tierras de

Alicanto, Novelda, Monforte y otros pueblos; el de cons,truir un pantano en el «Barranco do Vázquez», término

de Novelda, para embalsar las aguas que diariamento

no se utilicen en virtud de la obra anterior y las proce-

reodentes do lluvias que s(' pud i-r.m l'n('ogl'I'. y el creei­

miento de la 11I'('sn dC'1 pantano dr- Tihi, (Ito que ya so ha

hecho mención.

Además se ha tratado de 1111 enlosa I PI'OY<-cto pa ra de­

r ivn r un canal del Ebro qlH' habria de (~I>UZ,t1' las pro­

vincias de Cnstellón, Valencia y Alicante; pero empresa

tan dificil y costosa tardará mucho, sin duda, en SOl' una

realidad,

3, Los torronos de l'l'gadío de esta provincia tienen

1'11 g'1'Ilel',d 1'11 PI'OpOI'ci(HI concordante los elementos

calizos silicoos y .u-cillosos, dependiendo su mayol' 6

1llC'1I01' cornpucticidad dr-l grado do división e-u «1H' se

encuentra n dichos componen te:'. En la pu "tI' mon tuñosn

y marinu suele predominar la cal, y «n la última so oh­

servan gl'alldes extensiones coloreadas pOl' el óxido de

hierro y cuyo ti nte ro] izo se desvanece hasta lite en las

tierras reg'adas,

El clima de esta comureu y SUR condiciones Hg1'016­

gicns la hacen á propósito para el cultivo de laR más

variadas especies vcgetal.«. Las pr-ácticas culturales son

pOI' lo común muy esmeradas en ni regadío y el laboreo

del suelo se verifica á brazo en el mayor número de

casos.

Es posible la introducción de nuevas plantas, y desde

luego la remolacha azucarera ha dado ventajosos re­

sultados en los ensayos hechos en la huerta do Orihue­

la; POI'v no existiendo fábricas con la neccsn ria proxi­

midad, los trnnsportos harían ruinoso su cultivo, quo de

otro modo sustituida al del cáñamo, muy combatido

pOI' la competencia do otras fibras textiles; el tabaco y

el algodón se producen muy bien en cantidad y en ca­

lidad, y hasta con el café so han hecho algunas expe-

- 161 -

riencias, pero el problema coouómico no está todavía

resuelto para estos cultivos.Las alternativas actuales se estiman buenas dadas las

circunstancias de localidad y recibirán más intensidad

cada voz por 01 empleo de los abonos químicos. Éstosae combinan hoy por el mismo agr-icultor, que adquiere

las primeras materias gracias á la propaganda activade sus expendedores, y ciertamente es la mejor prácticasiempre que se haga con inteligencia y esté garantizada

la pureza de las indicadas mater-ias.

Los estiércoles de cuadra son siempre escasos, pormás que en varios puntos Jos preparan con lechos de

vegetales espontáneos que absorban la parte líquida de

los excrementos y sufran así la fermentación convc­

nientc.El valor total do los abonos empleados en estos cam­

pos de regadío no baja al año de :3.170.000 con arreglo

á un cálculo aproximado de lo que se invierte en cadauno de los diversos cultivos.

4. La propiedad territo ria 1 está muy dividida en

toda la provincia, si se exceptúa la huerta do Orihuela,donde existen algunas fincas que ocupan todo un tér­

mino, como, por ejemplo, el de Formentera, que perte­nece al Marqués de Borh; el de Zacarilla, d.-l Barón dePotros; 01 de Rocamora, del Conde de Via-Mnn uel, y elde Algorfa, del Marqués do igual título; pero estas pro­piedades sólo en parto son llevadas pOI' sus dueños y lodemás está repartido entre un número mayO!' Ó menor

de renteros, El contrato de á media» y terraje es el másgenoralizado.

La defícionoia del capital ngricola déjasc sentir en

ésta como un todas las comarcas españolas, cngcudran-11

- 162 --

do las mismas funestns eonsocuencins; pOI' consiguiente,

no ha do insistirso I'Il un particular tantas voces lamen­

tado y do tan difícil remedio Ínterin no cambien las

condiciones en que la agTieultlll'a RO desenvuelvo y el

labrador 110 goco de mayor crédito personal.

La provincia do Alicante os una do aquellas en que

mayor densidad alcanza la población, siendo ésta do 83

habitantes por km.", poro deduciendo de tal cifra los

que viven dedicados á la industria, puedo estimarse en

los campos 0,13 por hectárea. Así os que, no obstante la

sobriedad y lo laboriosos que son estos tl'ahajadol'os,

sufren con frecuencia angustiosas crisis, que soportan

con verdadera resignación, como la originada pOI' el

me nosprecio do los vinos en estos últimos años,

En cuanto á los caminos rurales, dojun bastante qlw

desear á pesar de las var-ias c.u-roteras del Estado, de la

Provincia y del Municipio que cruzan la provincia, y do

las vías férreas do Alicanto á La Encina á Orihuela y á

Torrevie]a, do Alcoy á Lorcha, do Donia á Gandia y

de Villena á Bocairento, á donde aquellas carreteras

afluyen,

Las demás circunstancias del orden oconómico, capa­

ces do ejercer influjo en el desar-rollo de la producción,

no ofrecen particularidad alguna que merezca notnrse,

y con esto dase por terminado el extracto de la Me­

moría de Alicante que, como se ve, os nua provincia de

las que cuentan con mayor superflcío de regadío, puesto

que ésta alcanza próximamente al12 pOI'100 de su área

total, si bien el viñedo es el que recibe en mayor exten­

sión esto beneficio.

-- 163 -

Provincia de Murcia.

1. La auperficie total sometida al riego en esta 1)['0­

vincia, cuya área eR de 1.153.670 hectáreas. alcanza la

importante cifr-a de 56.001, las cuales se encuentran de­

dicadas á los siguientes cultivos: olivo, 3.781; viñedo,

4.456; naranjo, 698; arroz, 200; alfalfa, 1.000; cáñamo,

637; cereales, leguminosas, tubérculos y hortalizas, fru­tales y moreras, 45.229.

La extensión regada con aglln do pie p¡.; de 55.126

hectáreas y la que se rioga eOI\ aguas elevadas de 875.

Puede consider-arse como do riego permanente toda

la superficie, con 1::1 natural limitación ql\i~ establecen

las tandas para el mejor aprovechamiento de las aguas

cuando éstas son propiedad inherente á las tierras que

fertilizan y con la que dimunn mayor' ó menor' dificultadde adquirít-ia cuando son de propiedad privada y sujo­

tas al precio do cotización en pública HU hasta. como ocu­

rre en el campo de Lores.Existen también riegos de carácter temporal ó eV{~II­

tual en las tierr-as próximas á las ramblas, arroyos, etc.;

pero es muy va r-iabl« In oxtonsión de estos riegos, que

dependen de la magnitud no las ¡¡vellidas.

De los anotados cultivos los más importantes son los

cereales, leguminosas, tubérculos, hOI·t~11izas, naran] os

y frutales, figurando á la cabeza los tres primeros, que

forman la base de las alternativas adoptadas en la eo­marca. El a l'I'OZ no so culti va más quo en los términos

de Moratalla y Calasparra, á or-illas del Sog'urn, altor­

nando cada tres y cuatro años con el trigo, patatas y

maíz El cultivo del naranjo ha tomado bastante incro-

- 1B4 -

monto, si bien en IOH últimos años ha sufrido daños pOI'

las heladas tardías. La morera en la huerta de Murcia

es el fundamento de su industria sericlcola, llamada á

mayor desenvolvimiento.He aquí aproximadamente el valor de la producci6n

en cada uno de los cultivos de regadío:Olivar, 604.960; viñedos, 1.158560; naranjo, 2.345.280;

arroz, 375.651; ceroales, 18.630.500; judías, 226.560; maíz,1.389.000; pimientos, 4.752.000; cáñamo, 573.300; alfalfa,

900.000, y moreras, 1.680.000, que hacen un total de

:32.635.811.

Los productos de exportación más importantes son la

naranja, la almendra, las uvas, los higos secos, los melo­cotones, ciruelas. albaricoques, peras y otras frutas

frescas, y el del pimentón para diferentes puntos do laPenínsula y del extranjero. Estos últimos mercados sonprlncípalmcnte Inglaterra, Alemania, Francia, Argelia

y América.

2. El regadío en la provincia de Murcia representa,como so ve, una cuantiosa riqueza. Además de la huer­ta de Murcia con más de 10.000 hectáreas y 50.000 ha­

bitantes y de los campos de Lorca que pasan de 11.000

hectáreas, existen las vegas do Cieza, Albarrán, Ojos,Villanueva, Ulea, Arehenu, Lorqui, Ceutí , Molina y

Aguazas, fertilizadas todas con aguas del Segura la delrío Moratalla, las de Caravaca y Cehogín con los ríosArgos y Guipar, la de Mula con el río del mismo nom­

bre y con el Guadalentín las de Lorca, Totana, Alhama,

Libi-illas, Alcantarilla y Murcia.

Todos los CUl'SOS do agua están, pues, aprovechadosen la provincia, es decir, no hay aguas disponibles paraaumentar la superficie del riego porque el caudal de

- 165 -

sus ríos está totalmente adjudicado de derecho ó de he­

cho á las tierr-as que benefician.

Ochenta acequias derivadas do estos ríos y de varios

arroyos y manantiales y tres pantanos suministran tan

célebres regadíos quo en su mayor parto datan de la do­

minación árabe; y la Memoria que se extracta contiene

una relación detallada de estas obras y hace sobre las

mismas muy atinad.ri oonsideracioncs. Entre los panta­

nos, el verdaderamente importante es el de Puentes, I'e­

construido en 1885 y quo almacena las aguas de los ríos

Vélez y Luchena, pum~ el de Val de Infierno, desde lar­

ga fecha enronado 6 entarquinado, sólo se utiliza en

virtud de su reciente rehabilitación como regulador de

crecidas y no pam los riegos, y el de Fuente del Ojo tie­

ne por su pequeñez muy escaso interés. No se muestra

muy partidario el ingeniero autor de la Memoria de

los embalses pOI' la facilidad con que se ciegan é inuti­

lizan, no obstante las precauciones adoptadas hasta hoy

pHl'a evitado, y apoyándose en las más autorizadas opi­

niones, cree que mientras no se ponga en práctica un

procedimiento eficaz para las limpias-e-que hasta ahora

dista mucho de haber encontrado- será comprometido

el resultado de tales obras,

Como consecuencia de lo que queda expuesto respec­

to á estar aprovechadas todas las aguas de la provincia,

las obras actualmente en proyooto, más bien qm3 atender

al aumento del regadío, tienden á la defensa de las inun­

daciones, formando parto del plan general estudiado con

este fin para que no afluyan á los cauces del Segura, del

Guadalentín y dol Roguorón más aguas que las que por

ellos puedan circular sin producir los graves trastornos

y dosgracias en diversas ocasiones lamentados.

~ 166--

Para cumplir semejnuto propósito , se eonstruirian

varios pantanos y canales complcmentaríos: poro el pen­

samiento suscita viva oposición, así por parte de los cul­

tivadores, que serían lesionados en sus derechos legíti­

mos, como de las autoridades locales, que sospechan no

se alcanzaría ningún bien general en cambio de los indi­

cados perjuicios.

Así lo expresa con toda clarídad el informe de la Di­

putación provincial de Murcia, de que la Memoria copia

los párrafos más si~nifieati\'os.

a. La naturaleza mineralógica de los terrenos de re­

gadío es en extremo varia bk-, no ya de una vega á otra,

sino dentro de la misma vega, pues se trata de forma­

ciones aluviales, cuyos terrenos de acarreo se han cons­tituido en distintas épocas y con materiales de diversa

procedencin. En gene ral ocupan mayor superficie las

tierras arcillosas-calizas-silíceas, siendo frecuente en mu­chas partos do la huerta de Murcia que después de la

cava queden grandes ter-rones, que es necesario des,hacer á golpo de mazo, lo cual prueba que el elemento

dominante os la arcilla, debido sin duda al limo ó tar­

quín <fUO arrastran 1:Is aguas.

Es lllUY variable la ca n tidad de agua pHl'a el riego,

según la clase del tOI'1'enO, la época del Mio y el caudal

disponible. Cuando las aguas vienen turbias, como á

veces sucedo con las del Segura y del Guudalcutin, llé­

gase á abusar do ellas para proporcionar á las tierras

colmaten, ó son una capa do légamo fertlhzanto.

En la época del estiaje es en la que se hace la distri­

bución con alguna exactitud, atendiendo al tiempo mar­

eado papa cad a partidor, ya que no existen módulos en

los repartimientos.

- 167 -

Las ttuula« también var ian, siendo su durución do

quince días por lo genOl·al. y en las que so riegan sin

sujeción á tandas, debido á su situución () á especiales

privilegios, es mucho mayor el arrendamiento.

El número de riegos quo se da á cada cultivo os 01siguiente: trigo, de dos á t['OS riegos, de Diciembre á

Mayo; maíz, cinco, do .1 unio á Agosto; patatas, de siete

á ocho, de Fobrero á .Mayo; moniatos, de cinco á seis,

de .Iunio á Agosto; ha bas, de cuatro á cinco, de Sep­

tiembre á Marzo; j udius, sidl'j do Aln-il á.1 unio; pimieu­

tos, 16 á 18, durante HII vogt-taoión, y tomate, do 15 á 20

en las mismas condiciones,

La introducción de nuevas plantas en las alternativas

no os dado reeomendarla sin previas y muy detenidas

experiencias. El tabaco, el nlgodóu, la remolacha azu­

carera y 01 lino, que untes HO produclau en la huerta y

que hoy han dcsapurccido, pueden darse muy bien en

este clima, pero necesitan un mercado remunerador que

asegure su éxito bajo el punto de vista económico.

Los cultivos que OB la actualidad alternan son los do

patatas, maíz, trigo, pimiento, mon iuto, cáñamo y algu­

nas veces el a[TOZ, on diversas combinaciones, aunque

uotándosc ou ellas con Irocuonciu la siembra del trigo

on dos afros oonsocutivos, cllya práctica, contraria á los

buenos principios ngronóm ioos, dobier-a rcíornuu-se in­

tercalando Iegumiuosas q lIO determinasen la inducción

del nitrógeno 011 el suelo, oontrihuyoudo á su más eco­

nómica fertilización.Los abonos hoy emploudos comúnmonto son los estiér­

coles, y resulta muy escasa la cantidad do ellos de que

os posible disponer. EII mcuor cantidad toda vía so usan

la sirlo, la palomina y la gallinaza y en ocnsioucs las

--- lGS-

letrinas mezcladas con tierras, Las substancias llamadasguanos, de composición indefinida, convendrá sustituir­

las con las primerae materias del abono mineral, que

s610 emplean al presente algunos labradores ilustrados

do la comarca.

Los precios de tales abonos resultan caros en todo

caso, y bien pudieran abaratarse rebajando sus tarifas

las Compañlas ferroviarias, ya que sólo la de Madrid,

Zaragoza y Alicante ha importado en esta provincia

durante 1901 6.500 toneladas,

Fomentando además las praderas permanentes, ere­ceria al par la ganadería y por ende los medios de fer­

tilizar convenientemente el terreno, asunto do primor­

dial interés en el cultivo de regadío.

4. La propiedad de secano está agrupada en hacien­

das, cuya extensión varía de 200 á 800 hectáreas, pero

en el regadío se encuentra más dividida aún que en la

huerta de Murcia; hay propietarios que poseen grannúmero de tahullas que las arriendan á colonos ó huer­

tanos; son éstos tan formales y respetados en sus con­

tratos verbales, que viene transmitiéndose de padres á

hijos desde tiempo inmemorial el disfrute de las mis­

mas. Es frecuente que cuando entra un nuevo arrenda­tarío se obligue éste á pagar los atrasos de su antecesor,

y que también se cedan unos á otros las tierras median­

te primas de bastante consideración, autorizados por el

propietario; ordinariamente 01 precio de la renta por

cada tahulla, «que equivale á OIlCO áreas y diez y ocho

centiáreas», es de 25 pesetas término medio, puesto que

varía entro 11 y 45 pesetas, según su situación y cali­

dades.No so satisface en esta provincia canon por 01 riego,

_. 16B -

porque las de dominio público son aguas inherentes á

la propiedad que benefician, y las de dominio privado,

como las de Larca, Totana y otros puntos, se venden enpública subasta á precios variables, según las necesida­

des de los regantes,

No existen en la provincia verdaderas Sociedades decrédito agrtcola; los Pósitos, bajo su actual organizn­ción, atienden muy incompletamente á las necesidadessentidas; la Caja rural fundada por el Sr. Rívas Morenohace algunos años fracasó en cuanto á los préstamos,

que es lo que interesa á la agricultura, quedando sólo

como Caja de ahorros, y únicamente existen y funcio­

nan, y parece que tienden á desarrollarse en esta huer­

ta, las Cajas rurales de ahorros, préstamos y socorros,

fundadas en ,Jabalí Viejo por el Sr. Fontes y Alvarez deToledo, siquiera todavía operen en muy pequeña esca­la, y es cuanto puede decirse do especial sobre esto

asunto, ampliamente tratado en la Memor-ia.

La densidad de la población rurnl, grande como se ha

dicho en la huerta de Murcia, es lIlUY escasa en otros

términos de la provincia donde el cultivo alcanza poca

intensidad y en donde á veces se andan muchos kilóme­tros sin encontrar un caserío. La industria, á excepción

de la minera, no constituye apenas ocupación pa ru los

naturales, y asl se explica que en ciertos partidos y

determinadas épocas del año sobren los brazos, Porlo demás y aun siendo los trabnjndoi-cs agrícolas hon­rados é inteligentes, ni el jornal ni las condicione.';

con que so estipula difieren do las otras pr-ovincias del

distrito.

Tampoco acerca de los caminos rurales, que el aban­

dono mautieno on mal estado, y do la facultad pa l'a <1:11'

-- 170 -

salida á los productos, co ntieuo nada la Memoria que nosea aplicable al mayor número de las comarcas españo­

las, demostrándose una vez más, como expresa su autor,

que el regadío por sí solo no resuelve el problema

del progt'eso en agricultura y que precisa por tanto

que Intervengan otros factores esenciales de la pro­

ducción.

Nota. Las cuatro provincias mediterráneas que for­

man esta regón miden una superficie de :J.441.295 hec­

táreas, con una densidad de población variable paracada una de ollas, pero que pOt' término medio es de 63

habitantes por kilómetro ouadrado. POI' la antigüedad

y extensión de sus cultivos de regadío constituyen estas

comarcas y sobre todo la do Valencia, las de mayor ím­

portancia entre todas las de España, como entre ellas

están, además de la hermosa huerta valenciana, «LaPlana de Castellón y las vegas de Orihuela y de Murcia».

Da una idea aunque muy incompleta de su riqueza rús­

tica la cifra de 13.018.743 pesetas con que contribuyen

por tal concepto al Estado, sin que so incluyan en dichacifra los recargos provinciales, municipales y los im­

puestos indirectos. Además la inteligencia de 108 culti­

vadores en el regadío, amaestrados por una práctica se­

cular, da por resultado una intensidad y perfecciona­

miento on las producciones que apenas tiene nada queenvidia!' á los más adelantados países.

De las 254.643 hectáreas que uctualmente se ríognn,

e8 eventual este beneficio en 39.1l:J4, y el conver-ti1'10en constante en la expresada y aun mayor extensión

debe ser 01 objeto principal do (mantas obras y me­

joras so intenten respecto al particular. Los ulumbru-

- 171 -

mientos do aguas subterráneas ofrecen también e11

varios puntos de la región un capital interés y un su­

guro porvenir.Los extractos que á esta nota preceden excusan dar

amplitud mayor á sus breves indicaciones.

,OCTAVA REGION

EXTREMADURA y LA MANCHA

COMPRENDE LAS PROVINCIAS DE CÁCERES, BADAJO:l, CIUDAD m~AL

y ALBACETE.

Vrovincia de eáceres.

1. Esta provincia, que ocupa una total superficie de1.986.322 hectáreas, tiene sólo de regadío 7.840, lo que

desde luego demuestra la escasa importancia que alcan­zan estos cultivos, relativamente á la producción de las

tierras de secano,

Dichos cultivos de riego se clasifican del modo si­guiente: pimiento, 740 hectáreas: huerta, 5.500; frutales,

900, y prados, 700.

Se riegan con agua do pie constante 5.C04, con aguaselevadas 1.840 y s610 tienen riego eventual 996.

El valor por término modio do lo que produce cada

uno de estos cultivos os: para el pimentón, 1.500.000;

para las hortalizas y frutas, 1.650.000, y para los forra­jes, 136.500; siendo el total de 3.286.500 pesetas.

- 174 -

El consumo del pimentón tiene lugnr dentro de lamisma provincia y limitrofos de Salamanca y Badajoz,

empleándose para condimentar los embutidos, y partede dicho producto pasa con análogo objeto á las pro­

vincias de Toledo, Madrid y algunas de Andalucía.2. Las condiciones en que el río Tajo cruza esta pro­

vincia hacen difícil, y á veces imposible, utilizar SllS

aguaa para el riego; así es que no se han hecho deriva­

ciones do dicho río ni de su principal afluente que es elAlagón, si bien en este podrían verificarse en su trayec­

to desde Galistco hasta Casillas de COI'Ül utilizando sus¡¡guas en el riego de unas 7.000 hectáreas.

Lo mismo puede decirse de los atinentes del Guadia­

na, que pOI' motivos análogos y por su pobreza en losestiajes tampoco benefician, por lo general, las tierras

de sus márgenes.El río Ambroz da riego á cierta extensión en que se

cultiva el pimiento en Horvás y Aldeanueva: pero 01

regadío más importante de la provincia es el que se

realiza con los manantiales que proceden de la Vera de

Plasencia, que se emplean en el cultivo de legumbres yhortalizas y del ya mencionado pimiento, Para la deri­

vación y repartimiento de estas aguas no existen obrasde importancia y sí únicamente sencillas derivaciones y

regueras.Respecto á pantanos propiamente dichos no hay nin­

guno, pues las pequeñas presas que se ven embalsando

cierta cantidad de agua tienen por objeto abrevar los

ganados, y tan sólo sus sobrantes se destinan al riegode muy cortas parcelas de terreno.

La Memoria quo se extracta no da noticia alguna de

lluevas proyectos de obras hidráulicas, por más qne es

- 175 -

punto muy Interesante, dada la sequedad de aquel cli­

ma, circunstancia que debe mover al intento do super-ar

por todo género de esfuerzos los obstáculos que 80 ofrez­

can para tales empresas.3, La mayoría de los terr-enos qne se riegan en esta

provincia son, pOlO su naturaleza miner-alógica, silíceo­

arcillosos, con muy escasa proporción do cal, y aquellos

en que pudiera extenderse el rogadío ofrecerían igual

dcfloíencia, como procedentes en unos casos de 1:1 dis­

grogaci6n do roras graniticas y en otros de las piza­

rrosas.

No so proponen r-eformas en los cultivos, que sólo so­

ría posible acometer cuando 01 regadío adquiriese un

mayor desart-ollo y so contase con otros resortes de pro­

ducción que aquellos de que hoyos dado disponer.El estiércol de cuadra os el abono que viene ompleán­

doso pnl'a fer-tilizar 01 s11010; pero desdo hace poco tiem­

po van adoptándose los abonos químicos y minerales

como consecuencia de la Iabr lcncion de los mismos es­tablecida en Hervás .

La dificultad do los transportes encaroce l'I precio de

las mntcrine f'ertil izaritos, que no puede determi narse

respecto al estiércol, puesto qUO emplean el que en la

misma explotación se produce; POI'O las basuras resul­

tantes de la limpieza pública 8111\((ln venderse á 5 pe­

setas el metro cúbico. En cuanto á los abonos químicossu valor es muy varinhlc, sogún la proporción de las

primeras materias que los constituyen.

4, La superficie sometida al riego apenas representa

el uno y medio pOI' ciento de las tierras de esta provin­cia puestas en cultivo; y su parcelación es grande, pues

son raras las fincas que miden dos hectáreas.

- 176-

POl' lo común RO cultivan por sus mismos propietarios,

y en los casos do arrendamiento las cláusulas del con­trato no ofrecen ninguna novedad.

El crédito agt-icola es nulo, al menos en condiciones

aceptables, y en cuánto á las Sociedades de seguros,tampoco las hay con carácter local.

Al estado económico que revelan las ligeras considc­raciones precedentes corresponden las costumbres agrí­colas, la corta población rural y la pequeñez de los jor­

nales, tanto por lo que se refiere al regadío como al se­cano, Ni en cuanto á vías de comunicación, que consis­

ten en caminos de horr-adura dificil es para el tránsito

pOl' la mayor parte, ni en cuanto á proyectos de mejo­ras culturales, ni, en fin, respecto á otros propósitos que

so dirijan al fomento de la agricultura de esta comarca,puede añadirse cosa alguna, y todo hay qne esperarlo

do la atención que en lo porvenir pueda prestarse áasunto de tan vital interés.

Provlnela de Badaloz,

1. En esta provincia extremeña, á pesar de ser la

que en España mide una mayor superficie, puesto queasciende á 2.189.362 hectáreas, es, sin embargo, todavía

menor la importancia del regadío que en la de Cáceres.

En efecto, la extensi6u puesta en riego actualmente nopasa de 4.271 hectáreas, las cuales, aunque distribuidasy diseminadas entre todos sus pueblos, pueden agrupal'­

se en los siguientes cultivos: huerta, 2.620 hectáreas; fru­

tales en general, 913; naranjales, 119; alamedas y plan­tas de adorno, 619.

177

En el cultiva horticola se comprenden como asocia­

das á las hortalizas algunas raíces y tubércu los, cerea­

les y leguminosas, el lino y otras,

Se rÍl'gilIl con agua de pie constante 2.:H5 hectáreas;

con aguas elevadas por norias, bombas y grúas, 669,

y con aguas eventuales, 1.287. Éstas, casi en su

totalidad, se hallan ocupadas por alamedas y algunos

frutales.

La g run divisiói y diseminación que, como queda di­

cho, so nota en 01 cultivo de huerta y demás I'('gadío.

impido que se pueda Iot-mn r cálculo del vnlo r el(\ I()~;

productos; sin embargo, so estima el de las hortulizus

en 2.:358.000 y 01 do los nnrnujos en 150,00) pesetas,

'I'odn cstn producción su consumo dentro do la PI'O­

vincia, y algunos años huy necesidad do ímportar cier­

tos aiticulos do otrus Jimitrofcs y aun del vecino reino

de Portugal.2. El (}uadiana, quo os el más im portu uto d« los rios

ele estn provincia y que recorro ou olla :l~W kilómetr-os,

no os utilizado para 01 riego, y lo mismo at~ontt'co con

sus nU1ll0l'OSDS a lluou tes, IlO obstante que (m SIl CUt'SO

atraviosau terrenos muy t'm'llccs, gl'alHlos vegas (~ islas

y otros sitios que, si SI\ ['(\g';\l'atl. .uunent.u-inn su riquo­

za de un modo oxtraordin.u-io.

Podría constru irsc fácilmonto un gl':lll palita 110 el! pi

POI,tillo 00 Zij:u'a, situado en ni kilómetr-o 281 dd Gua­

diana á contar desdo su ol'igüll, que ft'I,tíliz:ll'ía con sus

aguas las vegas y lla nuras de In Set-ena. y otr-o en las

vegas al'! Gund.u-rnnquo que desemboca ngu,ls ahnjo d,'

dicho Porfillo, y junto á él so podrin lcvantm: unn pt'OSH

en una gran angostura quo determina '1 los (~ÜI't'OS di' SllS

orillas.13

178 -

Hoy 110 tienen aplicación todas estas aguas sino para

usos industriales.El único canal existente es el do Gébora, que comenzó

á construirse hacia 1879. La presa de embalse se encucn­

tra situada en el término de Villar del Rey al pie de la

peña del Águila, y ella es la que ha de dar permanenciaá los riegos, pues ha demostrado la experiencia que el

caudal del río es muy deficiente en Jos estiajes para

surtir do aguas á la capital y regar además 1.998 hectá­reas que se señalan un el proyecto. Las obras hall esta­

do interrumpidas hasta el año próximo pasado, en que,

reanudados los trabajos, parece que muy en breve to­

carán á su fin, quedando un embalse de 30.000.000 demetros cúbicos de agua, con lo que ha hrá suficiente p:ll'a

que queden cumplidos los objetos de 111. concesión hecha

á la "Sociedad de Aguas del Gébora»,

No hay pantanos al presente destinados al regadío,

pues los regatos de Albuer», Zalamea, Zafra, .JOI'OZ de

los Caballeros y Valencia de las Jurras, constituyen em­

balses pam abrevar Jos g-anados ó para mover algún

molino har-inero.

En cuanto á obras nuevas, las proyectadas por la "Co­misión hidrológica do la cuenca del Guadiana. son ca­

torce pantanos, que enumera la Memoria que se extrac­

ta y que una vez ejecutados aumentarian considerable­

mente el riego do la provincia y producirinn los consi­

guientos beneficios.

3. La mayor parte de los manantiales que constitu­

yen 01 riego do pie, so eneucutran en los terrenos gra­

níticos y por lo común á poca profundidad. Los que se

hallan en terrenos terciados son on menor número, pero

más a bundnntes, y unos y otros suministran el riego de

-- 17H -

las huertas por medio de sencillas y poco costosas obras.

Las tierras en que este regadío ::;0 halla establecidoson de formación aluviai, especialmente las próximas á

los ríos, y sus componentes miner-alógicos están en PL'O­

porciones convenientes.En est-t provincia, además de dichos terrenos ter-cia­

rios, que forman casi toda la cuenca del Guadiana, hay

también otros de formación siluriana, como son los de

la gran planicie de la Serena, y graníticos cual los del

ancho valle comprendido entre las sierras de Canda le­ja y de Castuera.

La más interesa nte reforma que pudiera hncerse 011

los cultivos do regadío sería la de dar extensión á aque­

llos que hoy se explotan en muy escasas proporciones,

y principalmente al naranjo, fnvorocido en muchos ca­

sos po,' condiciones de suelo y clima, En 01 modo deutilizar las aguas pudieran también iutroduoirse me]o­

ras fáciles y de poco costo, así como 011 el empleo do Jos

abonos, de los que hoy sólo H(' a provccha 01 estiércol decuadr-a, y oso á voces con mala preparación.

El día en que los riegos so extiendan á mayores HU­

porficies sOL'Ía indispensable la aplicaci6n de los abonosminerales 6 químicos, pero en la actualidad 110 se tijala atención en esta materia, por la pobreza é insigniñ­

cancia de las parcelas rogables.

4. Estas pequeñas huertas pocas veces alcanzan á

una hectárea do cabida, siendo las más de 25 á 30

áreas.En los arrendamientos no se determinan cláusulas

especiales respecto al riego, y sí solo los cuidados qUl'

requiere la conservación do ar-tefactos y rogucraa.

L~lS buenas cosoch-is obtonidas 01\ los últimos años

-- 180 -

hacon que la situación del cultivador no sea apurada,

y, pOI' tanto, encuentre algún crédito si lo ha menester,

no obstante no exístir Sociedades dedicadas al objeto.

La densidad de la población se estima en un habitan­

te pOI' hectárea para los terrenos de regadío, en dos pOI'

cada cien hectáreas para los cortijos sometidos al siste­ma cereal, en uno para cada 200 hectáreas en las viñns

y olivares yen uno por cada 250 on los terrenos de pas­

toreo. Bajo estas bases resulta una total población 1'11­

ra l Aja de 28.266 habitantes.

Para la gran superficie que comprende estn provin­oía, puedo decirse que es por todo extremo deficiente

así la población verdaderamente agricola corno la co­

municacióu entro los pueblos y el campo. Los caminos

rurales, siempre en mal estado, se hacen intransitables

durante el invierno, y este factor, importante para 01

desarrollo do la producción, no hay esperanza de qlw

se mejoro ínter-in no coadyuven al mismo fin otros que

se encuentran on idéntico atraso.

Vrovincia de eiudad Real.

1. La extensión total de estn provincia es do hccta­

reas; 1.960.751 pero su superficie ['ogable en la actualidad

asciendo s610 á 17,668, Y se distr-ibuyo en los cultivos

siguientes: cereales do invierno, ~).499; cereales de vera­

no, 1.755; patatas,:t876; anís, 430; cultivo arbóreo, 8, yal

cultivo do huerta propiamente dicho, 2100 hectáreas.

Lo" r-iegos constantes son: con :lgnfl do pío, 403; con

aguas elevada", 9.783, y las restantes 7.482 se conside­

ran como do riego eventual.

- 181 ---

Los más importantes de estos cultivos son: en primerlugar, los cereales de invierno, y después las patatas,

hortalizas y raíces, el panizo y el anís.La valoración de las producciones es para los cerea­

les de 4.300.000 pesetas; para las patatas, de 5.116.000;

hortalizas y raíces, 3.780,000; para el panizo, 2.316.000;

para el anís, 378000, Y para la arboleda, 6.4.00 pesetas.2. Muchos cursos de agua pudieran aumentar la su­

perficie regable si se aprovechasen pOI' medio do pequo­ños embalses los ríos y arroyos que cruzan la provincia

en número considerable, además del inmenso caudal del

Guadiana, y también por sencillas derivaciones sin ne­cesidad do obras de fábrica.

Hoy sólo existo un canal de riego, denominado delGran Prior, en el término do Argamasilla do Alba, que

toma sus aguas del Guadiana alto, y con el que se pue­den beneficiar 700 hectáreas, siendo de lamenta l' que no

se explote en la forma debida y con la conveniente re­glamentaci6n.

La mayor parte del regadío se vcriflea al presentecon aguas elevadas pOI' norias y otros medios ade­

cuados.Recientemente se han estudiado varios proyectos que

aumentarían la zona regable y cuya ejecución daría

gran impulso á la riqueza agraria, siempre que se obtu­

viesen las aguas á un precio menor de las que ahora seemplean y que los nuevos embalses dieran cantidad su­

ficiente en todas las épocas en que son necesarias.Los proyectados por la Comisión hidrológica del Gua­

diana son 16, cuyo total costo s . presupuesta aproxima­

damente en 17.378.697 pesetas. La cabida do estos pan­

tanos sería do 3~)5 millones do IlH'tl'OS cúbicos, con los

182 -

q uc ~e calcula podrían l'ega rse unas 90,000 he«­táreas.

Entre las indicadas obras está ya en construcción el

pantano de Gasset, quo se estima podrá beneficiar unas

3.000 hectáreas, y la relacién que contiene la Memor.a

que se extracta enumera como los más importantes los

cuatro de las "Lagunas do Ruidera- y los de la Vega

del .Tabalóll, 01 de TOl'l'C de Esü'ban Hambrán y el

do l\Iar-i Sánchez.

~l. Las tier-ras que hoy so riegan como proccdentos

de la formación tcrcinria miocena son a rcillosas y ca ¡i­

zas predominando estas últimas, aunque hallándose en

muy variada proporción los elementos miuernlógicos

que las constituyen. Entre las (IUO pueden l'ogaJ'se ('11

virtud de nuevas obrus, las haln-ía de la misma dicha

clas«, y en Sil mayor parto otras do origen siluriano, y

pOI' consiguiente siliceo-arcillosas.

Se gl'adúan como necesarios para cada l'í('go do una

hectárea 700 m." pOt' término medio y el coste de osto

aglla en (iO pesetas,

En cuanto á la introducción do nuevas plantas debo

uotarse que ya se hizo do la remolacha, no dando re­

sultado P01'(¡IW el pl'('cio ofrecido pOI' 1m; t'ábl'ic~ns llO

romunerubn los gnstoH de cultivo. Conceptúan los la­

oradores qu« el cultivo del tabuco y nlgLÍu otro do uso

industrial asociados á los actunlcs, tal vez pudieran lo­

grnr el objeto que He desea.

Los abonos que He utilizan ordinariameute son los O~­

tiércolcs normales, no preparados con todo el esmero

que requieren, lo 11'W aumenta su dcticieucin en los

pr-incipios Iertilizantcs do maY01' interés. Su precio os

de 1,50 pesetas ios Iüü kilogramos.

- 18:3 -

Comienzan á usarse. aunque en reducida escala, los

abonos minerales.

4. La propiedad terr-itor-ial de regadío hállase cons­

tituida pOI' pequeñas parcelas cuya extensión vur!a en­

tre 64 áreas y 1 hectárea 50 áreas, rcgándosc cada una

de estas parcelas con un solo pozo ó noria.

En las huertas dadas en arrendamiento es lo más I'I'e­

cuente un contrato que puede llumarso de aparceria, 1'0­

cibiendo el propietar-io la tCl'CC1'a pnrte del producto

total.

No existen Sociedades de crédito ni Cajas de ahorro,

teniendo que acudir el agricultor al préstamo, COII un

interés que suelo Ilegal' al 25 pOI' 100. AllIH¡tW muy en

pequeño pi Pósito ayuda al labrndoi-, á pesal' de la malaorganización de tales iustitncionvs.

La casi totalidad de la pohlaoión on esta pl'o\'inciu

está dedicada á las faenas agr'íeolaR, y lus aptitwles d el

trabajador son pOI' lo gelH'l'al buenas. El jornnl os(~ila

entro 1,25 y 2 pesetas par'a los hombros y 0,7)) á 1 pese­

ta pal':1 las mujeres.

La comuuioueión de los (~aminoH l'III'al08 con las vías

güllt'l':r1os es muy deficiente, pues so V:¡II consu-uycndo

con suma loutitud todas las C:lI'l'otl'l'aS pro'yl'dadaM 011

esta provincia.

El cultivo agl'Ícola do l'l'gatlío tiene, pues, importan­

cia y Hin duda ésta su ncroccnta riu fucilituudo capital

de C'Xplotncióu i'i i ntcrés módico, di fundiendo por la en­

señanzn los modernos procodlmientos <le cultivo, }lro­

porcionnndo ahollos con gnruutia do MU bondad y fo­

mentando In gana<kl'ía ni mismo tiempo qu« nhurutau­

do el pre«io (k las Ilgnas qu« ni ('('gadío St' (kstinasün.

- 184

Provincia de lUbacete.

1. Esta provincia, que ocupa una superficíe de hec­

tareas 1.485,310, con sor la menor-de las cuatro que cons­

t ituyen esta l'e~ión, ofrece no obsta nte un regadío mucho

más extenso qm' el de las otras tI'OS, puesto quo ascien­

de á 41.482 hcctáre-rs divididas en tres zonas, á sabor:

primera, Mancha Alta, con 11.777; ,;eg'ltnda, S:etTa de

Alcar.iz, con 9,025, y tercera, Merirlionnl, con 20.6:30.

L" distrihución entro los diversos cultivos do riego

es la siguiente: tr igo, 14.:363; echada, 6.823; patatas,

4.989: viña, 4.486; viña y olivos, 3.431; azafráu, 3.060;

maíz, 2.020; olivo, 1.090; [udius, 1.154; nr roz, 860; cáña­

mo, 460; ha has, 440; aVOIUl, 300; hortalizas, 300, y ga 1'­

ba liZOS, 30.

Do la superñcio total regada lo son constantemente

con agua do pie 27.500, y con aguas elevadas 2.500, y

las resta ntos 11.432 sólo reciben riego eventua1.L:l valor-ación de las indicadas producciones s(~ esti­

ma por término medio nnun l on ()millones de pesotns 01

t1'lgO, patatas 5 millones, azafrá» 4 millones, viña 4 mi­

1I0111'S, olivo millón y medio, arroz un millón, cáñamo

800.000 posotns, ma z 700.000 y cantidades do menor im­

pOI'ta ncia pa l'a las ha b:1S, judías, garbanzos y hortalizas.

Do estos productos, cuya mayor parto so consumen

en la provincia y aún no bastan en algún caso, 01 que

('S objeto do considera hlo exportación os el aza f'rán , ca­

rncteristico de la comnrcn y ('COI1I'SO Intoresnnto parn In

clase proletaria, siendo sus principales mercados Lon­

dres y otros puntos do Illg\:¡t(~I'I'a, el Norte do l\friea y

las Repúblicas nmcricnuas.

- 18;) -

2. Son muy IlUmel'OSOS los manantiales y CUt'SOS do

agua que suministran hoy el r-iego á esta provincia. Y

podria numcntai-se su caudal, y pOI' consiguiente la su­

perflcie regable, con obras no muy costosas, que coutri­

buirían al p.n- al saneamiento de alguios lugar-os pan­

t mosos que originan notorio perjuicio, así á la ngricul­

tura como á la higiene pública.

Las más interesmtcs de estas obras serlan: el desagüe

de las lagunas de los «Ojos del Arqnillo- y la de "Villa­

verde», el encauzamiento do los rios Bn lnzote «n UIlOS

100 kilómetros y del Lezuza: la construcción de embal­

ses en 01 término do Alcaraz y la limpia del pantano de

Almnnsa, que a penas riega en la actualidad 1.500 hec­

táreas, pudiendo hacerlo de un número dos veces

mayor al desaparecer el eutarquinado que ocupa las

d is torcerns prrtes do su cabida.

El canal de Mur-ia Cristinn, que recoge las a~~uas do

los ríos Balazotc, Lezuza, Salobral y otros, se desnrrolla

en una longitud de 25 kilómetros en el término de Al­

hacete, y el pr-incipal objeto do su construcción fué el

saneamiento de aquellos terrenos: poro si atiende á este

capital objeto, en c.unbio sus benefloios para 01 riego

son escasos por diversas causas que hacen quo no sean

más de :l50 hectáreas las quo utilizan sus aguas.

POI' lo demás, la Memoria que se extracta IlO da noti­

cia aceren do nuevos proyectos do obras hidráulicas en

nquella provincia.

8. Predormuan en los cultivos de regadío los tor-re­

nos formados por las rocas calizas, arcillosns, yesosas,

areniscas rojas y micáceas, y en ciertos pal'H.i(~S Ot'l'l'COII

una composición minornlógic» muy adecuada para 01

laboreo y fct-tilidud dol suelo explotado.

- lH6

En cuan to á la ea n tidad de agua que exigen los ríe­

gos de los diferentes cultivos, es extremadamente varia­

ble, y tratándose de un clima bastante cálido y de un

suelo por lo común muy permeable, la capa de avua que

para cada uno debe proporcionarse ha de oscilar entro

4 y 10 con timetros de espesor, lo que da pOI' hectárea

de 400 á 1.000 metros cúbicos.

Dadas las ci rcuustancias en que se real iza en esta co­

mm-en \~l regadío y la deflcicncia de los medios que hall

do dar intensidad al cultivo, scriu en va no proponer

roforrnns que, sin una larg» proparnción, llO llogarlan á

traducirse en ejemplos prácticos y Iecundos.

Una ele las causas que deterrninun esta íncertidmnbro

es la escasez de abonos y los defectos que se notan en la

aplicación de los mismos. El estiércol de cuadra, mal pro­

parado y conservudo, constituye la baso de la fertiliza­

cion de Ü8tOS Üll'I'OIlOS; su precio.puesto PIl el sitio que ha

do emplearse, t,1S, según las distancias ni centro de pro­

dueción, desdo 5 á 28 pesetas los 1.000 kilogramos.

Los abonos minerales ú químicos cuestan unas 15 pe­

setas el saco de 50 kilogramos, y Sil uso está po~o gene­

ralizado, si bien van introduciéndose lentamente los

prepanulos por la casa <JI'OS, do Barceloua, con ospeoin­

lid-id 1\1 superfosfato de cal y el sul fato amón ico,

4. La división en las tierras que se riogan es bastall­

te grande, y los arrendamientos do estas pequeñas fin­

cas se hacen fí metálico, siendo la renta do lHO pOI' hee­

taren en las do primera clase, do 1:36 las do segunda ,vde 100 «n las de tercern ,

Xadu hay que decir aceren del crédito agrícola, qlH"

como ('JI la casi totalidad de las provincias, no existo,

al menos ron los cnrnctc-rcs que le son propios.

- 187 --

No obstante la escasa densidad de la población, hay

un sobrante de braceros, demostrando esto la pobreza

del cultivo agrario. El jornal fluctúa entro 1,25 y 2 pe­

Retas para las faenas ordinarias y entre 2,50 y 3,50 para

la siega.Las vías de comunicación son escnsus y do no buenas

condiciones, así os (tUO cuanto sobre el particular' puedo

decirse seria una repetición de lo tantas veces manifes­

tado al hablar de esto importante asunto papa el comer­

cio y salida de los productos ru rn los.

Nota. Las cuatro provincias que constituyen esta

región de la Mancha y Extremaduru ocupan parto tan

importante del tcrritor!o nacional, como que su tota 1

superflcie es de 7.n22.745 hectáreas: p01'O Oll lo que I'('S­

poeta al regndio, evidencia su atraso In ('ift'a de 71.211

á que asciendo, y de las que 21.1H7 tienen s610 :lgllns

eventuales.

La do Albnccte aparece como In Huís f:lvot'pcida en

tal concepto, pero en las otras tres la proporción es VOl'

dadora monto insignitica lite.

La riqueza principal de ('staR eomurcas la eou stituyen

la gaJladol'Í:l y los aprovoeharnicntos forr-stalos, y esta"

gl'ílndes extonsioncs incultas, da n ol'igpn á q ue un sus

terr-itor-Ios soa donde so produzcan los focos de las pIn­

gas de langosta, que tan cousidoru bl('" sa criñcios ha 11

exigido desde remota fecha pOI' par-to dr-I erru-io públi­

co pal'a combatirlas y destruirlus, siquiera pi éxito al­

eanzndo haya tenido siempre l.':lI'ádOI' tru nsitor-io.

La trnnsfor-mnción d-I nctnn 1 estado do ('osas I'('C\:I­

ma ría Hila profunda rcvol ución 1'11 los 1': \('tOI'l.'S agríco­

las y económicos del problema agl'al'io, y <'1:\1'0 os que

- 188-

esto no puede lograrse sino por largos y perseverantes

esfuerzos, entre los quo ha de otorgarse preferencia á

cuanto se refiere á la difusión de la enseñanza agronó­

mica y al fomento de las obras de riego, Son los puntosprimordiales en que ha do fijarse toda atención, pues

ellos serían capaces de conducir en un plazo más 6 me­

nos largo, á los fines en que cifrnn su anhelo los aman­

tes del progreso y de la prosperidad pública.

I

NOVENA REGION

e A S 'r I L LA L A N U E VA

COMPRENDE LAS PROVI:';CIAS DE MADRID, GUADALA.rAHA,

TOLEDO y CUENCA

Provincia de Madrid.

1. Esta provincia.que mido uun extensión do 7!IH.H7i)

hectáreas, tiene de regadío solamente 2:1.9H5, de lust-un­

les 01 l'iego constante alcanza á 18.8:18 y es eventual ('n

las restuntes fi.157.

El total de dicha supor-ticio <1(\ I'ogndío so distribuy«

entro los cultivos siguientes: cereales y Icguruinosns.

8,66fi hectárons: hortalizas y lrutales do huerto, 7.627;

plantas ind ustr in les, 1.028; .i a rd ines, a lamerlas y pl'a­

dos, 6.675.

La superficie rogada con agua do pie, procediendo ol

agua do manantiales, arroyos, rios () pn ntanos. es d(\

13.904 hectáreas, y do 4.9:34 la quo so l'iega COII aguas

elevadas por nor-ias, ruedas hid rául icas y homl ins ccn­

trtfugas movidas al vapor, cuyos mecanismos las ex­

traen ya do pozos <Í ya do rios como el Tajo y (·1 .Iarumu.

- 1HO -

La importancia de ('ada lino de los indicados cultivos

('s distinta en cada una de las diversas zonas en qut' so

realixa: así en Alcalá de Henares y Get.ifc predominan

los cereales y las leguminosas; en Chinchón y en olmis­

mo Getafe las hortalizas, raíces y tubérculos y los fruta­

les, especialmente los de pepita" como son los manzanos

y perales que se dan también en Aranjuez y otros pun­

tos con el mejor resultado; y por último, las plantas in­

dustriales, dr- las que la remolacha azucarera alcanza su

mayor dcsnrrollo en Arganda y Aruujuez, el lino, el cá­

ñamo, la gualda yel zumaque, que {'11 COl'ÜlS proporcio­

lH'S se cultivan t'11 Torri-luguna, Snu Mnr-tin do Valde­

iglesias y Colmenar Viejo.

El valor do las onumerndas pr-oducciones se calcula

para los cereales y leguminosas en 2.421.06H pesetas y

para las hortalizas y Irutnles (comprendiendo la viña y01 olivarj.para las raíces y tubérculos y para las judías

y guisantes en H.318.932 pesetas.

Todos estos dato", se expresan minucio samonte en los

estados bastante 11 Ull10l'OSOS que se encuentra n forma 11­

do parte do In Memoria quo so extracta.

2. Los rios Tajo, Jaramn y 'I'ajuña son los que priu­

oipalmeute proveen á ostos riegos; los demás quo cruzan

la prov.ucia se aprovechan muy poco, ya por las con­

dicioucs do sus cauces, ya pOI' la naturaleza de los te­

r-renos.El Jnrumn á partir del puente de Viveros hasta su

desembocadura, 01 'I'ajuña en toda Sil extensión y ol

Tajo en el término de Araujuez, son los que más se uti­

lizan, aunque siempre mucho menos de lo que pudieran

sedo,

De los ea na los y ncequ ins existentes pueden cita rse

191

los que siguen: Acequia del Tajo Ó riel Colmenar, que

riega unas 1.000 hectáreas: Cola Alfa JI Baja, Caz de la

Azuda, Caceros del río Tajo, Ca.z Chico !J de las Al'es, de

la propiedad del Patrimonio de Aranjuez, que toman

sus aguas del Tajo y riegan unas 3.200 hectáreas; Ace­

quia del Jar ama y Caz de la Media Luna, también de la

propiedad del Patrimonio, que beneficia 2,060 hectáreas;

acequia del Real sitio de San Fernando, propiedad del

Estado, que riega 900 hectáreas, tomando sus aguas del

Jurama, y ('1 canal del Henares, quo después de atrave­

sar pOI' la proviuoia de Guadulajarn entra en la do Ma­

di-id, sin que traiga apenas agua en el estiaje.

El pantano de Ontígola, que rernansa las aguas del

nrroyo do su nombre, doga 90 J hectáreas, y más lejos

(te Aranjuez, oa dirección á Ocaña, se ven las ruinas

del mar de la Carina, coustruido en 1790 é inútil des­

de 1801,

En el plan günenll de ohrus hidráulicas, aprobado

por Real orden de 25 de Abr-il de 1902, se incluyen para

esta provincia vurios canales y pantanos, y ya pOI' las

nuevas construcclones, <'í ya por la rohahilitncirin y am­

pliación de las existentes, so triplicnrla la supei-flcie I'e­

gable en la actualidad, y bien lo hahr!a menester una

tan gran parte de la estepa centrnl, cuyo áridn aspecto

se contempla (m los alrededores de la capital do Espa­

ña, Si ello no bastaba á una completa trnnsformación,

multiplicar-la al monos los oasis que hoy un divOI'SOS

puntos la embellecen y alegran, rompiendo la monoto­

lija del paisaje, al mismo tiempo que Si) aumentaban por

tal manera la producciou agr-ícola y los l'OCUl'SOS de

subsistencia y bienestar.

;~. La var-iada constitución goológica 00 la provincia

--- 192

de l\Iadl'id da origen á que sea igunlmento vnriable la

composición do sus tierras labrantias. Pueden distin­

guirso tres zonas: la pr-imcrn, llamada do la Sie rra, ofre­

ce un suelo vegetnl pobre y seco y do poeo fondo, des­

cansando sobre cua rcitas y pizar-ras arcillosas; la se­

gunda, que puede nombrarse del Centro, está formada

por tierras muy arenosas, en lo general. aunque alguna

vez so presetan arcillosas como procedentes de la des­

composición del granito, del gnoiss y de rocas feldes­

páticas, y la tercera, 6 del Sudeste, que es la más fértil

y rica, es de formación terciarin, con calizas y .u-cillas y

suelos de acru-rco en la proporción neccsar iu de sus

elementos y 10::\ principios orgánicos suñciontos para

constituir las mejores de la provincia.

Las alternntivas seguidas un 01 regadio, consisten en

sombrar corenles dos 6 tres aIlOS consecutivos, dejando

después de barbecho las tierras durante 11llO, en el cual

criau patatas, judías ó tomates. Muchos sobre el rastro­

jo do las cebadas siembran judías 6 patatas tai-dlns.pero

todo esto es muy ir rcgula r é imperfecto.

Hay otras nlternutivue mejor ordenadas, corno la que

se practica en Aran] uez, y es como sigue: primer año,

patatas; segundo, cebada; tül'COI'O, hnbns, y cuarto,

trigo.

Dentro de esto período euutricnn I aún s(' obtienen dos

cosechas intereulares: la al' judías después de la cebada

y la do maíz pura forraje después de las hnbas.

Los abonos que so empican para dar á estas nltcmati­

vas cierta intensidad, son los estié rcoles de toda clase, y

actualmente yen cantidad considorahle los abonos quí­

micos ó minerales pr-ocedentes do los almacenes y fá­

bricas do Barcelona y do Vnloncla y do la recientomen-

te establecida en Arganda, que no sólo los vende á los

pueblos inmediatos, sino que también los exporta á los

de otras provincias.

Como en estos últimos años es cuando más desar-rollo

ha tornado 01 empleo de los abonos químicos, no puede

estimarse ni aproxidamente el gasto cultural que repre­

senta.En cuanto á las materias orgánicas que se aplican á

la fertilización del suelo, Ron muchas las que en la ac­

tualidad no se aprovechan y que debier-an Roda con

grandes ventajas para la producción y para la higiene

pública.4. El terreno de regadío está en la provincia rogu

larmente subdividido en parcelas ele pocas hectáreas,

corno acontece siempre que so trata do un cultivo en

que es indispensnblo cierta intensidad y en que no se

dispone de suficiente capital do explotación ni He en­

cuentra n facilidades para obtener-lo, Por oso las parco­

las son menores en los cultivos do plantas horticolns pro­

piamente dichas que en los de cereales y viñas.

La dificultad para consoguir crédito no es menor aquí

que en otras localidados, como pudiera crcorse, y con­

sisto en que la situación del labriego dista mucho dí'

SOl' desahogada y en que tampoco sn han establecido

instituciones que so adapten á RUS «spccinles cii-cuns­

tanelas.Nada puedo decirse acerca del trabajo ngrlcol» ni de

las costumbros y condiciones OH los contratos de a n-en­

damiento que no sea genel'al para las demás provincias

do la comarca; pero respecto á las comunicneiones sí ('S

dado nfl rrnar quo son buenas en mayor gl';Hlo '1"0 en

ninguna otra zonn, y 01 mer-cado os tan amplio qu«, snl-

I "

- 194-

YO una mínima pa rte que Sl.1 consume en los pueblos,

todo viene á Madrid, sin ql1e baste para las ncccsida­

des de este gran centro, que además importa mayores

cantidades do cuanto se cultiva en las hundas de Va­

lencia y de Murcia.

Lo que mRS claramente demuestra el profundo desdénsentido hacia cuanto atañe á la agricultura-e-á pesar dealgunos patrióticos esfuerzos y de muchos nobles pro­

pósitos - es la comparación entre los progt-esos veriñ­

cados en la egregia villa, ensanchando sus límites y

adornándola cou parques, paseos, jardines y soberbios

edificios, y 01 deplorable estado de atraso y abandono

que revelan los pueblos y campos de la provincia, con

raras excepciones, y aun los de su propio término. El

arte rural, con frecuencin tenido en menosprecio y comoocupación digna sólo do gentes sencillas é ignorantes,

no ha logrado el favor que so otorgara á empresas mor­

cantiles é Industriales, más brillantes sin dudá, pero me­

nos útiles y provechosas á los intereses fundamentales

de la colectividad; y con pobre enseñanza agraria y con

obras hidráulicas de escasos aprovechamientos y á ve­

ces en corto plazo inutilizadas y destruidas y sin una

protección eficaz y perseverante, el contraste de nues­

tra capital con las demás do Europa no dejará do ser

motivo de dolor para los amantes de la patria.

Provincia de Guadalajara.

1. De la superflcie total de esta provincia, que asciende

á 1.211.321 hectáreas, s610 tiene do t'ogadío en la actua­

lidad 6.382, las cuales se distribuyen 6 comparten en los

- 195-

cultivo.s de cereales y alguna leguminosa do su alterna­

tiva, un el de las patatas, judías y otras pluntas hortico­las. en el del cáñamo en pequeña extensión y ('n el do

los prados, sin que sea posible fijar la oxtensién reR­

pectiva de dichos cultivos, pues varia do un año á otro

considerablemente, en virtud de que, pOI' la inconstan ,

cia de los cursos de aguas, los riegos deben cousidcrur­

so como eventuales. Generalmente se verifican éstos con

agua de pie, pues IOR artefactos para elevarln son insig­

nificantes y únicamente se encuentran en algnna quootra posesión de recreo.

El cálculo aproximado del valor de la pr-oducción en

regadío 03, pOI' término medio, para el trigo do 6 mi­

llones y medio do pesetas, para la cebada de 1.400.000

y para la avena de 800.000.

La mitad del trigo que se produce es oxportado á

Madrid, Barcelona, Alcalá y Otl'OS puntos, ya que en va­

rios pueblos de esta provincia de Guadalujara sólo con­

sumen patatas y pan de centeno.2, El único canal de riego que existe en esta provin­

cia es el denominado «El Heuares-, deri vado del rio de

este nombro en 01 sitio llamado «El Marañal», término del

pueblo de Humanes, cuya concesión data del arlo 1863.

Esto canal nació sin vida, porque á pOSaL' de todos los

aforos que entonces so hicieran, es lo cierto que enrecia

y CaL'OCO de agua 011 el estiaje, y pOI' consiguiente, no

podía rogar la zona de 10 Ú 11.000 hectáreas que so cal­

culó en los 37 kilómetros de su r-ecorr-ido pOI' esta pro

vincia y pOI' la de Madrid. Lo único que podrin salvar'

el dosastroso resultado que hoy se toca es la formación

de embalses en lugares á propósito que aumentasen su­

tlcientemente su caudal.

- 196-

Para comprender- con cuánta razón se califica de de­

sastre la obra de que se trata, basta decir que habién­

dose gastado en ella más de tres millones de pesetas,

fué al cabo adjudicada en pago de deudas al Banco de

Londres y de los Condados (de donde procede la actual

Compañía que lo explota) en la ínfima é irrisoria suma

de 30.000.

Hállanse actualmente en estudio los pantanos de Al­

eorlo y Beleña, cuyas presas so emplazarán en el Con­

gosto para 01 primero, y en Penamira para el segundo.

De los estudios que ahora está realizando la Comisión

de trabajos hidráulicos del Tajo se deducir-á In posibi­

lidnd y conveniencia de Sil construcción, pues tal vez si

los estratos calizos dieran paso á filtraciones, fuera inútil

ejecutar tales trabajos. Dichos pantanos alimentarían,

según cálculos hechos, con cuarenta millones do metros

cúbicos el canal del llena res, remediando así su po­

broza presente, y podrían entonces rogar-so con sus

aguas unas 14.000 hectáreas,

También al mismo fin cabria formar otro pantano en

el término do Palmacc de Jadraque yaguas do! río Ca­

ñamares, cuyo emplazamiento pa['oc(j goza\' de oxcelen­

tos condiciones, así por la natu rnleza del te ITEmo comopor lo económico do Sil expropiación.

Todas estas obras lograrían hacer reproductivas las

del canal que, como queda dicho, han dado motivo á tan

lamentables decepciones.

3. Los tert-onos de esta provincia, especialmente ('11

la parto demoninada eampilut, son arcilloca lizos y oíre­

con buenas condiciones para el rk-go; los de la Alea­

rria, de formación tercia ría, se consideran como los más

feraces y su situación entre los ríos Henares, Tajuña y

- 197-

Tajo los hace fácil y abundantemente l'egables, y los

menos productivos son sin duda los de la pru-te de la

sierra.

La cantidad de agua necesaria pOI' riego y por hoctá­

rea se evalúa como término medio en 700 metros cú­

bicos.

Los perfeccionamientos en el cultivo se encuentranentorpecidos principalmente por la falta de abonos. Losque se emplean generalmente son los estiér-coles y OSOI'

en escasísima proporción: así es que cuanto tienda á aus

mentar los medios de fertilización del suelo debo se­objeto de proferente atención,

4. La propiedad rural so halla en esta provincia bas­

tante subdividida en cuanto ataño al regadío,y su arren­

damiento es muy variado, sobre todo con relación á las

tierras de pan llevar. Las buenas páganse en la Cam­

piña á nueve fanegas de tr-igo por hectár-ea cada dos

años, y siendo el cultivo de año y voz, la renta efectiva

que resulta es de la mitad, siendo de cuenta del colono

01 pago de la eontribución. En la Alcarria se satisface

en definitiva de una y media á dos fanegas de trigo por

hectárea, y la contribución por lo común es do cuenta

del propictai-io, yen la Berrnnia sucede lo mismo en los

terrenos do valles, y en los demás suelo sor mellar el

nrrondamiento.

El canon del riego es variable pOI' las tarifas del ca­

nal dol Henares. hasta Abril se pagan de 15 á 20 peso­

tas, expidiéndose después de dicha fecha billetes para

riegos sueltos á razón de 8 6 10 pesetas por hectárea, y

conforme á un minucioso pliego de condiciones.

La falta de capital agl'ícola so deja sentir como en to­

das partes, no existiendo nsouiuciones de crédito ni de

19H--

,,('guros qU!' 1IH'l'('Z(,;1I1 tal nombre, pues si hay alguna

!fU!' ,,(' lo adjudica, más bien podriu tCIH'I'Se pOI' explo­

tudora del agr-icultor. Lo único que le prcst» alglÍn sel'·

vicio SOIl los Pósitos, ¡t peS:1I' de su imperfecta y ;ll'(~ai('a

organización.

El trabajo agrícola se remunera cuando se ajusta por

un año con lfiO 6 200 pesetas y la manutención; en la

(~poca de las roooleociones el [ornnl es de 3 pesetas con

«omid» y bebida, de 4 á 4,50 á seco, y de 6 á 7 los des­

tajos.

Puedo decí rse q 110 hay casi absoluta cnrcnuia de ca­

minos para eomunicar con las vías generales, y el trans­

porte, por tanto, se hace á lomo en la mayor parto de

los casos, circunstancia que encarece pOI' e-xtremo el

1H't~(~io de los productos, 8610 con construir buenas vías

rurales podra eonvcrtirso en ganancia lo mucho que

hoy se pierde, y ésta es una de las necesidades más

npremiautes á que hay que uoudir. El sistema seguido

para conservar los caminos pOI' medio de la prestación

personal es malo y C:U'O, pues so hace sin inteligencia y

dura muy poco la mejora.

Provlncfa de Toledo.

1. Riega actualmente esta provincia 10,210 hectáreas,

de 1.525.747 q ue constituyen su total supcrñcie; la expro­

Rada extensión dol regadío so divido en los cultivos si­

guientes: huerta con árboles frutales, 8.693 hectáreas;

cereales y legnminosas, 4.695; raíces y tubérculos, 1.822.

La extensión rogada con agua de pie os 1.79:1 y de

R417 la que lo os con aguus elevadas pOI' noi-ins, bom­

bas, bombas centrifugas, etc,

- lHH-

No es posible determinm- lo I'egado constante () evcn­

t.ualmente, pOI' se r esto muy va r iuhle según los años.

El cultivo más important« es el horticola, asociado

lIlny lrecueutemonte con los Irutnlos, siguiéndolo des­

pués lo-, de la remolacha y la patata. y. pOI' último, el de

los cereales y leguminosas en v.uins altcr-nnti \'tIS.

El valor de la produooión hortico!n asciendo á pese­

tas 4.707.990, 01 de r-aices y tubérculos se calcula en

2.055.248 y el de los cereales y leguminosas OB n04.248,

sumando, pOI' lo tanto, la estimación total do los pro­

ductos de rognd!o 7.667.936 pesetas.

Gran cantidad de I IS <¡uo rindon las huertas y Iruta­

les se consumen en el mercado do Madrid, tiglll'ando en

primer 1ug:u 10R guisa ntes y la «h-uela cln udia, OXPOI'­

tándose también esta riltimu eí. Frnncia é lnglaterrn. La

remolachu nzuca rer» Re expende á la Iáhricn d(' A1'3n­

juez, y los eSlHÍl'l'agos de Anovcr do! Tajo, '1'a1:1\'(')';\ y

'1'010:10 tienen su mercado en Madrid y 1'11 v.u-ios PIWI'­

tos ingleses y franceses,

2. De los CIII'SOS de agua de la pr-ovlneia, el nprovo­

chable coustantcmont« es el i-io 'I'n]o; los demás d ismi­

nuyen mucho en el estiaje, quedando algunos comple­

tamente secos,

Del -Inr.una, utilizando la ncequ in ronl del mismo

nombro, así como la presa y canal hoy destruidos, po­

drían aumentarse los riegos del término de Sesüüa en

unas 800 hectáreas,

Del Gundarrama y del Albei-che SOIl pocas las ngUlul

que se utilizan; pero respecto al prinu-ro de estos ríos,

encontrándose á poca profundidad 011 sus márgenes Ú

orillas, se alumbran fácilmente y so aprovochun eleván­

dolas pOI' norias y otros nH':~:1Jl ismos.

- 200 --

En ('1 plan de ohrus hidráulicas aprobado por Real

d!'cI'eto de 25 de Abril d!' 1902, se señala n pa ra la pro­

vincia diversos canales y pantanos ('¡!tI'O los que ocupa

l'I primor lugar el canal de la entosil1a, derivado del

Tajo, que regada 17.000 hectáreas; y tienen también im­

portancia las obras de prolongación de la actual acequia

llamada do las Aves, y las de rehabilítación do la Real

acequia del Jarama que interesan á las dos provincias

de Toledo y de Madrid.

Entro los pantanos serum igualmente de importancia

01 proyectado I'iedralaves, provincia de Avila, el de San­

ta Ana de I...usa y el de Cedena,

:3. La mayor parte de los terrenos regados hoy en la

provincia son arcillo-silíceo-calizos, y pOI' consiguiente

poco permeables, siempre que predomina el pr-imero de

dichos elementos. El Tajo en sus crecidas deposita lé­

gamos muy ricos en materias fertilizantes; mas con fre­

cuencía se observan cambios en la proporción do los

componentes do estos tOI'\'eI10S, lo que impide establece!'

una formula que dé siquiera aproximada idea de sus

propiedades culturales.

Las alternativas seguidas en 01 cultivo de regadío son

varias, y Hin un prolijo estudio de cada localidad no 01';

dado fijar con acierto las modifícaciones que en las mis­

mas convenga vo rifCal'.

En ostos cultivos, 01 abono generalmente empleado os

el estiércol normal en la cantidad de 24.000 kilogramos

por hectárea cada dos años, y su precio es do 0,35 pese­

tas los cien kilogramos. La palomina y los abonos mine­

ralos también se aplican en gl'an cantidad y proceden

esto» últimos de las fábricns ó almacenes de Barcolonn,

Valencia, Granada y otros puntos.

- 201 -

4. Así como en el secano existen grundcs dehesas y

predios de pasto y de labor, en el regadío. pOl' el con­

trario, se encuentra In propiedad muy subdividida, al

menos para los efecto...; del cultivo.

La renta en los ter-renos regahles os por lo común de

125 pesetas por hectárea, incluso el agua noccsariu para

los riegos, que naturalmente es elevada por cuenta del

colono ó arrendador. En la vega del término de 'I'oledo,que se riega de pie por una mina que arranca del Tajo,

se pagan 25 pesetas anuales por hectárea.

Las comunicaciones 6 salidas para los productos son

buenas en genel"al pOI' ser esta provincia una de las que

cuentan con mayor número de kilómetros de car-reteras

construidas. Las transacciones se facilitan pOI' medio do

los asentadores que tienen en Madrid los colonos 6 pro­

pietarios y que cobran su cor-t-espondionte cor rotaje.Las demás condiciones económico-agricolas de esta co­

marca no difieren esencialmente de las indicadas para

las otras provincias del distrito, lo q u« excusa extender­s(~ en más amplias consideraciones.

Provincia de '!uenca.

1. La superficie total de esta provinciu cs do 1.719.849

hectáreas. do las que únicamente se cultivan con riegos

3.674, lo que representa respecto al suelo laborablo do

la misma una proporción do 0,72 por 100.

Reciben agua do pie 3.448 hectáreas y aguas eleva­

das 236, y los riegos son constantes en 912 y temporales

en 2.762.

La extensión de los cultivos y la clase de plantas que

- 202 -

Sl' exploüm demuestrun tumhién la l'xigua Importancia

del ['('gadío, ú cuyo aumento se oponen la falta de po­

hlnric)n, la dificultad en los transportes y sobre todo 01

clima.

La proporcionalidad de los cultivos y el valor de los

productos es: las hortalizas en 1.040 hectáreas dan un

\'I1I0t' do 1.511.096 pesetas; las patatas en 1.213 hectáreas

dan 1.237.260; las [udins en 1.169 hectáreas dan 1.365,422

pesetas: la rr-molaoha en l:m da 1:l5.432 pesetas; el eáña­

mo en 20 hectáreas da 13.482 pesetas, y por último, va­

rios que ocupan cien hectáreas y jll'OdW'0I1 70.000 pe­

setas.

2. Los terrenos que hoy se l'il'gan y los l'ogabJeR en

la provincia son los de las cuencas del Tajo, del Gua­

dimm y del .Iúcar. Los añuontos del primero de dichos

ríos suministran actualmen te agua pa ru 1.584 hectáreas

que pertenecen á unos cincuenta pueblos, y pudiera nu­

montarse este beneñcio á otras 1.950 hectáreas con ge:lIl

facilidad.Los principales valles del Guadiana, más quo riego

necesitan olu-as q ue desagüen sus terrenos pa nta nosos:

hoy riega 560 hectáreas en unos 40 municipios y pndie­

ran serlo sencillamente 2.380 hectáreas más.

Los atlucntcs del Júcar y del Onbriel \'iegan 1.46.t

hectáreas de unos 80 pueblos, y pudiera aumentarse

sin mucho coste en 1.:310 hectáreas la superficie regnblo

si á ello no so opusieran los propietarios :'HI hyaceutcs,

que alegan teIH~I- absoluto derecho á tales aguas.

Las obras de r-iegos proyectadas en la provincia no

ofrecen par-a la misma gran inter-és, pues, si llegaran á

realizarse, el mayor provecho resultarla }HU'a las limi­

troles. ASÍ, {.l pantano de más importanciu, quo embal-

-- 203 --

snria 147 millones de metros eúhicos, so r vir!n paru ;1111­

plinr prinoipalmente el )'egadío do la yega de "\l'anjuez.

El de Pozo Rubio, (1111' ha do cmplaz.u-sc en pi val lo

de Iruola , aunque se desconoce su cnp.rcidnd y la su­

perficie q ue ha de l'egal', os s~gul'o que 0sta no será en

terrenos do la provincia, y el de Zafra, quo ha do l'egat·

la vega de este nombro y 01 Congosto. almnccna riu sólo

medio millón de litros do agua, aunque con pequeño

costo.

Estas ol.ras ofrecen en mucha parte dificultades ma­

yores que los beneficios CIIW de ellas pudieran derivar­

sn. La primera de las indicadas, hn hiéndose de emplazar

en la vega de Cañamares, exige la expropiación de éstn

y del pueblo del mismo nombre, q 110 hoy rinden buenos

productos de regadío, y ndomás, las pérdidas que oiigi­

ua ri» un 1'(~c()ITido do más do 100 kilóme-tros, hasta lle­

gar á los terrenos bcueñciablos, sl'l'ían motivo do qlH'

01 canon do las nguas se ell'\'aRn al punto dn hacer im­

posible su aplicación económlcameute. La segunda, d

de Pozo Rubio, l.-jos de aumentar la producción, la

mermará, haciendo pantanosos los tCl')'OnOS que actual­

mente dan buenos rendimientos, á no ser que so ompla­

ce en el estrecho de Castillejo. Unicnmento la tercer-a,

el pantano de Zafra, es la que puede reportar proba­

bles utilidades.

:l. Los terrenos do la cuenca del Júcar y el Cabr-iel

son de naturaleza arenosa, ya silícea, ya oalcáron, y pOI'

d contrar-io, las vegas de la Alcarr-ia y de la Mancha

presnntan 1111 suelo tenaz pot' el pr-edominio de la arei­

lla y yesos. Estas v.u-iuntes, juntamente con las del cli­

ma, hacen que pnru 1111 mismo «ult.ivo sea diferente en

cada caso la cantidad de aglla pal'a su l'iego, y mientras

- 204 -

1'11 la" huertas de la sierra es menester 4.000 metros cú­

hicos pOI' hectárea, en las del llano ,,(' necesitan 10.000.

Lo mismo acontece con las plantas del gran cultivo;

para la patata y la judía precisan en la sierra 1.200 y

3.600 metros cúbicos respoctivamonte por hectárea, y

en el llano 2.750 y 3.500.

Los abonos que se emplean en la fertilización de las

tierras son las deyecciones animales y los restos de

procedencia orgánica y aunque no muy abundantes se

cotizan á 0.30 pesetas los 100 kilos.

4. "Muy desigual es la distribución en esta provincia

de la propiedad tori-itorial En la sierra casi todos los

habitantes son dueños de pequeñas parcelas; en la Man­

cha, pOI' el contrario, hay extensos predios y son pocos

sus poseedores y dando mejor repartida se encuentra

es en la Alcarr!».

Nada de particular ofrecen los contratos de arrenda­

miento y el precio de la ronta pOI' hectárea de regadío

oscila entre 60 y 90 pesetas al año.

Sin instituciones de crédito especiales, hay únicamen­

te 167 Pósitos, 99 de los cuales tienen un capital en efec­

tivo de 122.834 pesetas, cantidad á todas luces insufi­ciento para atender á las necesidades de la clase agri­

cultora.

Es tan reducida la población rural que no pasa de 44

habita ntes por kilómetro cuadrado, y el campesino,

como en el mayor número de casos, es sencillo y do bue­

nas costumbres, pero refractru-ío á las innovaciones. El

jornal vur.a de una á dos pesetas según las condiciones

dol trabajo y 01 salario anual de 125 á 150 Y la manu­

tonción.Las comunicacionos no pueden ser peores en In ac-

- 205 -

tualidad, pues hasta de carninr.s vecinales carecen en

los pueblos de la Sierra. Las producciones de rC'gadío

se consumen en la provincia, excepto la remolacha que

se vende para las fábricas de Aranj uez.

Nota. Resumiendo lo que queda expuesto en las li­

geras reseñas de las cuatro provincias que forman esta

región, respecto á su actual estado en lo que concierne

al regadío, se ve que, siendo la superficie total de la mis­

ma de 5.255.292 hectáreas, sólo se riegan 44.261; esto es,

el 0,84 por 100 de aquella superficie.Esta indicacíón demuestra la cseasisima importancia

que alcanza la utilización de las aguas, elemento indis­

pensable para todo adelanto de la ngrieultur« en ostn

meseta central; tan pobr-e es su suelo y de tan adversascondiciones de clima. No es, sin embn rgo, empresa demuy difícil renlizución la de trip lic.u: pOI' lo menos la

extensión regahle, acometiendo aquellas obras que me­nores sacr-ificios exijan y tengan mayores probahilidu­

des de un inmediato éxito.Para lograr tan altos rosultados, menester es que ¡.;\.

preste al mismo tiempo toda atención á cuantas circuns­

tanoias así ugrícolas como económicas, tíoucn que COII­

curr-ir al establecimiento del rcgudio y sin las que el (':'­

fuerzo más poderoso serin estéril ó de muy lontosefectos.

La variabilidad do las condiciones ngl'ol6gicas y ('li­

matológíoas que so nota en esta región hace que los pro­

blemas qtIn á In ngrioultu ra so rcñerr-n necesiten solu­

oión especial pa ra cada circnnstancin de lugnr-, y tod»­

vía más los de la hidráulica agr-icoln, de suyo tnn «om­

plejos y díñcíles. Nada, pues, cabe deducir sobro estos

extremos de los sucintos datos a pu ntados.

-- 20{) -

POI' último, ou lo q uc at.me á las relaciones de 1:1 em­

presa rurnl con el orde-n social y económico, al)('Il:ls se

observa difcrvnciu entre las distintas zonas de la región:bien os verdad que tampoco pudieran seüala rse muy

notables entro todas las demás de la Peninsuln.

La enseñanza agt-icola experimental y práctica, por

cuya mayor difusión se han manifestado tan vehementes

pomo hasta hoy baldíos propósitos, habrá deser el tronco

y la raíz de todo progreso y porfoccionamiento, y par-e­ce lógico que su centro de acción bienhechora eoincidacon el corazón do la vida nacional que ir-radio Sil po­

tente influjo pOI' los ámbitos del país.

, ,DJ~CIMA HJ1JG-ION

B É TIC o-oe CID E N TAL

COMPRENDE LAS PROVINCIAS DE CÓRDOBA, SEVILLA, HUEL'·A y .JAÉN

Pr-ovínela de eórdoba.

1. La superficie total de esta provincia mide 1.372.66:lhectáreas y su regadío es únicamente de 5.H15, cifru en

verdad exigua é ierisoria, pero que es la fijada en laMemoria que se extracta: la división pOI' cultivos do di­cha cifra es la siguiente: cereales, 516 hectáreas; legu­minosas, 522; hortalizas, 1.866; naranjal, 476; otros fru­

tales, 1.366; remolacha azucnrera, 78, y patatas, 1.091.Con frecuencia se ven asociados estos diversos cultivos.

Con riego de pie y constante hay 2.798 hectáreas, con

riego de pío eventual 200, con agua elevada por norias

558, por' grúas 2.163 y por bombas 196.La importancia y valores de esta producción, detalla­

da prolijamento en la Memoria, es como siguo: cereales,predominando el maíz, 230.461 pesetas; leguminosas, ju­

días y guisantes, 281.880; hortalizas varias, 1.67H.920;

~ ~08 -

naranjas, 1.:377.000; ateos frutales diversos. 717.150; re­

molacha azucarera, 24.000, y patatas, 613.687. El total

de estos productos se calcula. pOI' lo tanto, en el })/'O­

medio anual de 4.924.098.

En su mayor parte se consumen dentro de la provin­

cia, pues sólo se exportan para el extranjero dos terce­

ras partes de la nar-anja y algunas cortas cantidades dociruelas, melocotones y pepas.

2. Del Guadalquivir y del Genil y de los numerosos

afluentes de estos rios, es de donde toman aguas para

riegos la mayal' pn rte de los cincuenta y tres términos

municipales en que muy desigualmente se eucncntra

disn-ibuido el regadío de la provincia: unas veces las

aguas son elevadas de los dichos ríos pOI' aparatos hi­

dráulicos instalados en sus márgenes y otras se der-ivande los cauces menos importantes pOI' medio {le presas ó

atajadizos.

No existen en la provinciu pantanos ni canales, pues

tal nombro no merecen I:IS ncequias derivadas pOI' tan

sencillos medios.

Hay en estudio un gran embalse y canal con las aguas

del Guudalmollndo, y esta importante obra permitirla,

una voz hecha, regar más do 17.000 hectáreas de las ve­

gas en ambas márgenes del Guadalquivir. La expresada

obra cuadruplicada la suportlcic rognble en la actuali­

dad y quintuplicada pOI' lo menos el va loe de las 17.;'550

hectáreas que hoy se encuentran destinadas ú cereales y

pastos de secano. Las condiciones del terreno que ha do

rogarse, su cercanía á la capital y la ventajosa exposi­

ción que ofr-ece pOI' esta r resguardado de los vientos

Norte con las estribnciones do Sierrn Morena, son cir­

cunstanoias qne hacen concebir las más gl'fltas y sogu-

-- 209 -

ras esperanzas del engrandecimiento y prosperidad dela agricultura cordobesa.

3. Así los terrenos que actualmente se riegan, comoaquellos en que se proyecta hacerlo, gozan de excelen­tes condiciones y de adecuada composición mineralógi-.. -ca; en cuya virtud, y aunque variando algo según loscultivos, puede calcularse, pOI' término medio, el consu­mo do agua por riego y hectárea entre 5006600 meteoscúbicos.

Las reformas culturales que mayor interés presentanson las referentes al naranjo, cuya área de plantaciónpodría fácil y consider-ablemente ensancharse, dada lafama que alcanzan los productos de Palma del Río, Po­sadas y Sierra de Córdoba. Los demás cultivos tienenescasa importancia, a un cuando son susceptibles demejoras, sobro todo el de varios frutales y el de lapatata.

Respecto á lluevas producciones, recomienda la Me­moría las del algodón y el tabaco como de porvenir

para algunos puntos de la provincia.Los abonos generalmente empleados hoy en el culti­

vo son 10.3 estiércoles, con frecuencia en cantidad defi­ciente y mal preparados. Todavía es rarísimo el uso delos abonos químicos 6 minerales, así .por rutinarias pre­

venciones, como por la dificultad de adquir-irlos econó­micamente.

El total de los estiércoles consumidos en cada año seevalúa en 421.270 quintales métricos y su valor en igualnúmero de pesetas,

4. La propiedad territorial de regadío está en laprovincia sumamente dividida, pues en algunos parajesno pasa de 30 áreas la extensión do cada finca, y en

14

- 210-

otros, aunque el propietai-io lo sea de varias hectáreas,

las arrienda también en pequeñas parcelas.

Los contratos de arrendamiento se verifican sólo porcinco 6 seis años, y sus cláusulas no contienen ninguna

garantía para las mejoras que pu~da verificar el colo­no, que por 10 común se obliga también á satisfacer al

dueño ciertas adehalas además de la "renta», recordan­do así todavía algo del régimen señorial.

Como acontece, no sólo en las provincias andaluzas,sino en casi todas las de España, el capital de explota­

ción es tan escaso que no permite dar intensidad á .loscultivos ni realizar adelantos. El crédito agr-icola no

existe, puede decirse, y los Pósitos, que en esta provin­cia son 6~J y cuentan con un capital nominal de granimportancia, están desde muy antguo mal administra­dos, no prestando auxilio efectivo á los que realmente

lo necesitan. Los Sindicatos y Cooperativas estableci­dos, 6 han tenido efímera duración, ó han servido más

bien para defender intereses antagónicos que para fun­da¡' precisas armonias entre las clases agricultoras.

La densidad de la población rural es muy escasa,pues contando la provincia eon 455.859 habitantes ape­nas llegará al 10 por 100 los que constantemente viven011 el campo. Ti-atándose de un país esencialmento agrí­cola, tan exigua proporción da la medida de las ('OS­

tumbres locales. Jornales muy cortos, alimentación po­

brisima, espíritu rutina rio y absoluta falta de apego alterruño son caracteres predominantes fII\(' mantienen y

aumentan cada día más el atraso cultural,

Aunque dificil en ciertas épocas el tránsito por las

vías rurales, la favorable situación de la provincia res­

pecto á comunicaciones generales permitiria un más

-- 211 -

activo com -reio si á ello no se opusieran los estorbos y

la carestía que para los transportes se hacen sentir ge­

neralmente en nuestro país.

Provincia de Sevilla.

1. Esta provincia, con ser una de las más extensas y

ricas de España, pues mide 1.406.25) hectáreas, s610 tie­

ne de regadío en sus numerosos términos 4.463, según

los datos reunidos en la Memoria respectiva.

Distribúyese tan corta superficie en 2.419 hectáreas

de huertas, 1.646 de naranjal, 388 de cereales y 10 de

alamedas.

La extensi6n regada con agua de pie, procedente demanantiales, arroyos 6 ríos es de 1.266 hectáreas y de

3.197 la que se riega con aguas elevadas por medio de

norias, "ruedas hidráulicas y bombas ccntrtfugas movi­

das al vapor, que las toman de pozos 6 del Guadalqui­

vir 6 del Genil,

La casi totalidad de dicho regadío lo es constante­

mente, y s610 pueden considerarse como de riego tem­

poral 6 eventual 204 hectáreas de las destinadas al cul­

tivo de cereales.

Aunque mayol' la extensión do las huertas, tiene, sin

embargo, el lugar más importante el cultivo del naran­

jo; porque mientr-as éste da excelentes frutos que abas­tecen al consumo local, quedando un valioso sobr-ante

para la exportación, las huertas rinden, por lo común,

productos muy medianos y apenas suficientes para las

necesidades interiores. EIl cuanto á los cereales. 8610

ofrece algún interés 01 maíz, que se dedica al cebo del

ganado de cerda.

\

-- 212 --

El valor de la producción en las huertas es muy va­

¡';ahle, pues ascendiendo á 2.090 pesetas 1'01' hectárea en

ciertas localidades, no llega en otras á 1.000. Estas dife­

rencias consisten en el número y calidad de los árboles

frutales que se asocian al cultivo hortíeola. Calculando

para las va 1';a8 zonas de la provincia dichos valores,

alcalizan la cifra total de 3.754.115.

Los naranjales dan también rendimíento distinto por

hectárea, siendo los mejores los de Mairena, Carmona ySevilla: el total de esta producción se evalúa en 2.211.792

pOI' término medio anual.

Los ('el'eales de regadío varían igualmente en su ren­

dimicnto pOI' hectárea según las diversas alternativas;

})oI'O el total valor de su producción puede estimarse en

213.649 pesetas pOI' término medio anual.

En cuanto á la alameda, cuyas 10 hectáreas están 011

el término de Burguillos, dando un producto medio do

2.222 pesetas, no merece casi mencionarse.

En resumen, los productos del regadío ascienden á

6.181.780 pesetas.

De consumo y exportación, las huertas, corno ya se

ha dicho, sólo atienden al abastecimiento de la provin­

da; de los 214.:i45 quintales métricos que por término

medio se recolectan do naranjas, se exportan á Inglate­na y Francia 97,500, y del cultivo cereal la producción

del regadío es insignificante comparada con la muy

cuantiosa que del secano se obtiene en las extensas la­

boros de la comarca.

2. Salvo los dos Guadalquivir y Genil, los demás cur­

sos de agua son muy pobres ó nulos en el estiaje y no

ha de contarse con ellos para riego de alguna cuantía

pOI' derivación diroeta. Hasta en los dos dichos 1'10S las

- 213 -

eoneesiones existentes para usos industriales impiden Sil

aprovechamiento durunte el estío, y por conseeucncia,sólo los grandes embalses 6 pantanos proveerian alacrecentamiento de los riegos. Ni éstos ni canales exis­

ten hoy y el riego de pie Re hace por pequeñas ace­

quias deti vadas de fuentes ó riachuelos como 1'1 de las

Yeguas.Entre las obras proyectadas por la División de traba­

jos hidráulicos del Guadalquivir es digna de mención

especial el canal que arranca del expresado río por sumargen izquierda, á 1.400 metros aguas abajo de la

desembocadura del Genil. Alimentarán este canal unos

15 embalses situados en puntos elegidos de las vertien­tes de Sierr-a Morena, y se calcula que con Jos 300 mi­

llones de metros cúbicos que as: se rouniriau podrianregarse unas 50.000 hectáreas, sin perjuicio para los

actuales aprovechamientos ni para la navegación, con­

tribuyendo al mismo tiempo á disminuir las inundacio­

nes periódicas del repetido río,

La cifra de 12 millones de pesetas en que so presu­puesta tan interesante obra hace temer que tarde mu­

cho en ser' ejecutada.

Respecto á las ventajas reales que este gran proyectohabría de reportar, nada cabe deoir sin datos y estudios

muy prolijos que están pOI' veriflcat- bajo el punto devista eoonóm.oo-agrlcola: pero es indudable que pro­

porcionaría inmensos elementos do vida á los feraces

campos de la hermosa metrópoli andaluza.

3. La variada constituci6n geol6gica de la pr-ovinciu

de Sevilla, y el estar distr-ibuidas por toda olla las pe­

queñas parcelas del regad10, son circunstancias que im­piden 6 dificultan pOI' extremo fijar la composici6n mi-

-- 214

nl'I'al6gíea de sus terrenos. r...., elección de éstos se ha

subordinado siempre á la proximidad de las aguas con

que habían de rl'g:use; no hay, pues, que intentar una

estéril descr-ipción de los mismos, en los que se ven ar­

cillosos como los bujeos, los albero» 6 calcáreos y los cuar­

ZOSOR Ó arenosos y todas las combinaciones de estos tres

principales elementos 6 componentes.

Análogos inconvenientes existen para señalar y des­

cribir los suelos que pod rían ser regados en virtud de

lluevas obraa hidráulicas; pero sin duda se elegirian sin

dificultad 108 mejores y más adecuados al objeto, puesto

que abundan en los numerosos términos de la comarca

sevillana.La cantidad de agua que se invierte por hectárea en

cada dogo, auque vnriable conforme á los cultivos Yá

la naturaleza del suelo, puede estimarse pOL' término

medio en 400 metros cúbicos para las hortalizas, á las

que so dan hasta 35 dogos al afio; en 350 para los na­

r anjos, dándoles 20 riegos, y en 450 para las demás

plantas, en que varía el número de riegos de 5 á 18,

Las reformas generales que demanda el cultivo do

las huertas, son la de emplear mayor cantidad de abo­

nos orgánicos é introducir el uso de los mine-rales, la de

seleccionar la semilla y variedad de las plantas y la de

cultivarlas con el mayor esmero y por los medios más

perfeccionados, Así mejorarían la cantidad y la calidad

de los productos, y aumentarta esta riqueza con recí­

procas ventajas para el productor y consumidor.

Análogos procedimientos deben reeomeudarse para

los naranjales, limpiándolos además de un modo eonve"

niento, fertilizándclos con abonos químicos adecuados y

evitando 6 corrigiendo pOI' los tratamientos que la cien-

- 215 -

cía aconseja las enfermedades que merman su fruto y

amenazan la vida de los árboles.

Las alternativas que se practican 011 01 cultivo cereal

de regadío serán excelentes si el terreno se abona de

manera bien entendida en lo que se notan hoy grandes

deficiencias.

Pobres son las noticias que pueden darse respecto á la

introducción de nuevas plantas en el cultivo de regadío,

pues los ensayos de la remolacha azucarera en el tér­

mino de La Roda no dieron resultados satisfactorios

bajo el aspecto económico, por causas que Hería prolijo

describir; los prados de alfalfa, ahora muy reducidos,

da rlau considerables rendimientos si fuese posihle am­

pliarlos, y el tabaco, si su cultivo se concediese con

libertad completa, no cabe duda de que en muchos pa­

rajes serla altamente remunerador.

4. La constitución de la pr-opiedad rural como factor

económico del cultivo tiene considera ble importancia

cuando se trata de sistemas que alcancen mayor desarro­

110 que el muy exiguo que en la provincia de Sevilla

logra el regadío, Aquí, mientras so lamentan los incon­

venientes de las grandes labores.sin considerar que dado

o 1 actual estado social no es posible otra cosa, préstase

menguada atención á los modios prácticos de fomentar

los riegos que son los únicos que pueden conducir á una

racional subdivisión del suelo agr-ícola. La transforma­

ción que con tanto anhelo.se pide, no hado realizarse sino

á condición de que antes so cumpla el dicho requisito.

Las huertas que se hallan esparcidas por toda la PI'(L

vincia, son purcelas cuya supertioicíe varía de dos á cua­

tro hectáreas, y 01 total de la extensión regadu se re­

parte así en más do sesenta pueblos,

-- 216 -

Aunque diíereut. en rada zona, el promedio de la ren­ta }lara 01 eultí YO horücoln es de 155 peseta s por hectá­

I'('a y para el naranjal de 300; si se comparan estasrentas con las de las tierras de secano, se explicará elpor qué de la aludida subdivisión, Por lo demás, los con­tratos do arrond-uníento no se apartan de lo usual enesta región, y las aguas, considerándose anexas á la pro­

piedad, no pagan ( a non especial.En las provincias de que se trata, los grandes labra­

dores y ganaderos gozan del crédito que les concede suposición personal, como á cualquiera otro industrial

6 comerciant '; 1,)('1'0 para el humilde labrador ó para ('1

hortelann, ni hay Bancos, ni Caja de préstamos, ni más

l'OC11l'SOS cua ndo ha menester dinero, que busca 1'10 en lausura bajo sus diversas formas.

Escasa es la densidal de la población rural en la PI'O­vincía, aun siendo la agricultura casi su única industria:mas en lo que dice relación al regadío, puede añrmarse

que el trabajador está más unido al terruño que en los

demás cultivos, siendo las costumbres de éste mejores ymás tranquilas, pot' lo general, y no le faltan labor-iosi­

dad é inteligencia, aunque persista en la rutina pOI' su to­

tal cureneia de instrucción,

Los caminos rurales que comunican con las vías gene­rales en los diversos términos de esta provincia, no sonpOI' lo común carreteras.tsino sendas natnralesy primítí­

vas, tan polvorientas (m el verano como fangosas en elinvierno, salvo unos 80 kilómetros do carreteras pro­

vinciales y municipales, cuyo estado de conservacién

tampoco suele ser muy bueno. La vía más importante

que Sevilla tiene para la exportación de sus productos

y para todo comercio es la fluvial, esto es, el Guadal-

- 217

quivir, hoy navegable desde Su desembocadura 011 el

Occéano junto á Sanhicar de Barrameda, hasta olhermo­so muelle de la capital, donde atracan buques de grantonelaje. Así el puerto sevillano, que tanto ha con­tribuido al desarrollo del tráfico en la metrópoli anda­

luza y por donde hoy salen á los mercados extranjerosfrutos de su suelo, tales como la naranja, permitirá au­mentar considerablemente la exportación cuando el re­gadío dé origen á una producción mucho más cuantío­

Sil y variada.

Para alcanza r tan óptimos fines, la fuerza principal

que debe emplearse es la enseñanza agricola: en Sevilla,á pesar de contar con muchos é ilustrados labradores,no ha podido arraigar ningún establecimiento de estaclase; y sin embargo, semejantes instituciones han de

presidir su adelanto cultural, sobre todo para el fomen­

to de lluevas prácticas y de sistemas intensivos. Tal vezpor ello se apresurase e~ tiempo en que, multiplicadassu fertilidad y su riqueza, volviese á ser, como en lo a n­

tiguo, emporio de la industria soricicola y de otras qlle

tienen su obligado fundamento en la explotación de loscampos más perfecta é inteligente.

Vrovincia de Huelva.

1. Esta provincin es la menos importante bajo el pun­

to de vista agricolu entre las que forman el décimo dis­trito, pues el desarrollo que ha alcanzado en ella la in­

dustria minera y que es harto conocido, más bien vino

en deti-imento qlW en beneficio de los intereses rurales.No es de extr.tña r; pOI' tanto, que, midiendo una super-

-- 218 -

ficie total de 1.018.794 hectáreas, el regadío se halle re­

ducido á la insignificante cifra de 1.697 que se distribu­

yen en los cultivos siguientes: hortalizas y legumbres,

685 hectáreas; naranjal, 112; patatas, 478, y diversos

árboles frutales, 422.

El riego de pie alcanza á 1.414 hectáreas y las restan­

tes 283 lo son con aguas elevadas por norias ó cigüeña­

les, y de las primeras tienen riego constante 943 y even­tual 471.

La producción de las huertas puede estimarse que

d(~ja una utilidad de 280 pesetas pOI' hectárea, ladelna­

ranjal de 300 á 350, la de la patata de 210 á 250, Y casi

el mismo provecho se obtiene de los frutales asociados

á los cultivos do maíz y altramuz, etc.

Estos productos se consumen todos en la provincia,pues si antes se exportaba alguna naranja, hoy este ne­

gocio es nulo, pOI' la mOI'II11l sufrida en las planta­

ciones.2. El Guadiana y alguno de sus afluentes, el Odiel,

el Tinto, el de las Piedras y la i-ibera de Huelva son los

principales cursos de agua de esta provincia. Este últi­

mo riega hoy tierras de la sierra de Araccna y del tér­

mino de Huelva: los demás podrían aumentar eonside­

rab.emente el regadío mediante las obras oportunas, si

se saneasen las marismas y se evitase que las aguas del

río Tinto viniesen cargadas de sustancias minerales no­

civa" á toda vegetación.No hay obras hidráulicas que tal nombre merezcan;

ya se ha indicado que el desarrollo de la minoría perju­

dicó al cultivo agrario, por haberse convertido los rios

en vertederos de substancias minerales y por los humos

de tan triste celebridad.

- 219 -

Esto no obstante, el aumento de la población y de I¡¡riqueza demanda la mejora de tal estado de cosas, y

salta á la vista lo conveniente de la reforma, pues mien­

tras la hectárea de secano rinde como máximum 100 pe­

setas, la de regadío produce pOI' lo menos 300, y cuales­

quiera que fuesen los gastos ocasionados por la trans­

formación, serían sobradamente remuneradores.

No existiendo, pues, verdaderos canales ni pantanos,

se riegan por acequias y presas de escasa importancia

las huertas de Galaroza, la Nava y Encinasola.No merece citarse el pequeño embalse ó alborcón de

Paterna del Campo, que sólo provee al riego de dos

hectáreas.

Los dos únicos proyectos de que da noticia la Memo­

ria, se refieren á saltos de agua que Re trata de utili­

za r corno fuerza motriz y que por consiguiente no tie

nen relación con el interés rur-al de la comarca.

3. Los terrenos, en mucha parte de la provincia. ofre­

cen condiciones favorables para que se acreciente su

riqueza agrícola en heuefício de sus na tu ralos, ya que la

del subsuelo está monopolizada por extranjeros. En Jos

pueblos del Condado de Niebla y de la Sierra de Arace­

na se ven tierras cuya composición mineralégica es muy

adecuada para el regadío; la cantidad 00 agua necesa­

ria pOI' riego y por hectárea vm-ia entro 500 á 800 me­

tras cúbicos. :'Como reformas que pueden introducirse en los culti­

vos, se recomienda la reconstitución y fomento del na­

ranjo y sus congéneres y el establecimiento de prados

de alfalfa capaces de producir siete cortes al año. Tam­

bién debieran ensaya I'SO nuevas variedades de patatas,

de maíz y otras plantas, modificando las actuales a lter-

- 220 -

nativas en consouancia con los pr-incipios de la cienciaagl'oI)6mi('a.

Los estiércoles y basuras son los medios d.- fertiliza­

ción generalmente empleados y su precio es de una Pf\-

.seta el quintal métrico; desde hace algunos años se usan('01) éxito los abonos minerales, como el superfosfato decal que se produce en una fábrica instalada en la capi­

tal y otros que se importan de distintas procedencias:el valor total de estos abonos asciende anualmente á:{51.000 pesetas.

4. La propiedad ter-ritorial está regularmente subdi­vidida, poro con tendencia á la eoncenti-aeión, como lo

demuestra el mello!' número de contribuyentes 4tH' vie­

nen ligurando cada vez en los amillaramientos.

Los arrendamientos nada ofrecen de particular, y pOI'los agllas par.i el ringo, como unidas á la propiedad, no

se satisface C:UlOn alguno. Sin embargo, en los pueblosde Gularoza, la Nava, Cumbres-mayores, Cnmbres do

San Bartolomé y otros que tienen reglamentado desdehace tiempo el uso de las aguns, se contribuye por la

comunidad de regantes P'\I'lI el entretenimiento de lasacequias, presas y atarjeas y para el sueldo del emplea­

do á cuyo cargo está la distribución de días y horas dei-iego.

No existen Sociedades d \ crédito ni de seguros agrl­colas en esta provincia; pero la Cámara Agdcola inten

ta al presente crea r un Montepío y Caja de ahorros.quesi llega á establece rse, prestará grandes servicios al pro­

g.'('SO rural de esta comarca.Los obreros agrIcolas forman la cuarta parte de la

población en la provincia, y son inteligentes y aptos

para las faenas del campo. El jornal es, PO" término me-

- 221 -

dio, de 1,75 pesetas, y Sí' paga semanulmente, y en algu­nos puntos, parto en metálico y parte en especies. Cier­

tus trabajos, como los de la recolección y la aperturade hoyos 6 zanjas, suelen darse á.destajo, en cuyo casola utilidad del bracero se eleva al doble y aun más de

su jornal ordinario.Los caminos rurales son malos en toda la provincia y

muy escasos los vecinales; las vías férreas son debidasá la industr-ia minera, tales como la de Riotinto á la ca­pital y la de Tharsis á la ría y la de Buitrón, que enlaza

con la de Sevilla á Huelva y de ésta á Zafra; las carro­

teras son pocas y no llegan á los centros de producción,

siendo muy conveniente se construyese una de SalitaOlalla á las minas de Riotinto pat-a abastecer la pobla­

ción minera y fomentar la producción, hoy inferior á lademanda.

Provincia de eádiz.

tw. La provincia de Cádiz, como todas las de la purte

occidental de Andalucía, tiene muy escaso regadío, puesmidiendo su total superficie 734.223 hectáreas, sólo de

ellas so riegan on la actualidad 6.330, do las quo 5.568

lo son con riego constante y 762 con aguas temporales,

De las de riego constante, 3.546 ocupan 1:18 hortalizas ylegumbres, 800 la remolacha azucarera, 600 do arrozu­

les, 110 do naranjal y 512 do cereales, predominando elmaíz. I ...as de riego eventual son casi todas destinadas á

hortalizas y árboles frutales.

La mitad de la superficie regada lo es non agua «le­

vada por nor-ias y molinos de viento y la otrn mitad

con agua de pie.

...

- 222 --

Merecen notarse entre los cultivos de que se trata: el

de IOSJUl/l1lJ,zo8 de Sanlúcar de Barrameda, donde se dan

al año tres cosechas de excelentes patatas; el de los to­

mates en Rota y el de los fresales en Chic lana de la

Frontera. Del maíz se recolectan en huertas UIlOS 14.000

hectolitros, y en las mismas ofrecen interés los arboles

frutales de muy estimadas y varias clases. El va 101' total

de esta producción hortícola se calcula en 1.326.600 pe­

setas.

La remolacha, que se cultiva con abundante estiércol

y abonos minerales en las márgenes del Guadalete, da

un producto cuyo valor aproximado es de 200.000 pese­

tas. La de cereales de regadío, en total, unas 90.000, ex­

cepto el arroz, que en pequeña extensión se ensaya eh

.Iimena, sin que se pueda calcular todavía el valor' de

su producción. Los naranjales, muy castigados hoy pOI

la serpeta, dan un rendimiento que apenas llega á pese

tas 120.000.

La casi totalidad do estas producciones se consumedentro de la provincia, aunque surtiéndose también "de

las mismas el mercado de Gibraltar.2. Los CUl'SOS de agua que hoy en corta pnrción se

destinan al regadío, y quü podrán en lo porvenir au­

mentarlo en más de 300.000 hectáreas, son principalmen­

te los ríos Guadalete con su afluente el Majaoeite ó Gua­

daloacin, el Guadarrauque, el Guadinro, el Barbate y

otros de menor' importancia El proyecto de pantano OB

la angostur-a del Gundalcaein, ya casi terminado, y por

cuya ejecución se hacen tan grandes OSfUOl'ZOS, regará

unas 9,000 hectáreas de los términos de Arcos y de .Je­

rez y es una obra de verdadero interés. Tul vez 8US

buenos resultados llevarían á estudiar otro embalse en

- 223-

la angostura de Romos, pOI' donde el Guadalete, antes

do que afluya al mismo el dicho Guadalcacin, y con los

otros citados ríos, hacia la parte más meridional de laprovincia, podría igualmente recibir impulso el riego

de terrenos que presentan para el caso circunstancias

favorables.Existen hoy sólo tres canales en explotaci6n, á saber:

el derivado del Guadalete que pertenece á la fábrica

llamada «Azucarera Jerezana'> y dos del río Guadiaro de

la Sociedad agrícola industr-ial de este nombre. E, pri­

mero es susceptible de regar 1.500 hectáreas en el térmi­no de -Ierez, próximas á la ciudad, y tiene concedido un

caudal de 1.500 litros por segundo; los dos del Guadiaro

benefician una extensión de 500 hectáreas próximnmen­

te en el término de Jimena, casi colindantes con la pro­

vincia de Málaga. La distribución de estasaguas en can­

tidad de 211 Iitros por segundo se hace con IH'osas parti­

dores del sistema de compuertas, y se riega pOI' inunda­

ci6n, proporcionando al par á las tierr-as ciertos princi­

pios fertilj.rzantes que llevan on suspensión. Derivados

del Palmones, término de Los Barr-ios, y del Gunda rran­

que, término de San Roque, existen también otros dos

canales de poca importancia que riegan cortas superfl­cies de los dichos términos.

Con los manantiales de Ubrique y de las huertas deBenamahoma se riognn tier-ras de la r-asa de Osuna, en

aquellos parajes que se destinan á ma'z y algún otro

cereal.

Después do lo manifestado, resta sólo agr('gal' que (mtoda aquella parte que ocupan las det-ivaeionc-s de Incordillera Penibética. al Norte y al E"t(~ dl' la provincia

hay numerosos manantiu h-s qut' dan origt-n Ú gurguntas

- - 224 -

y arroyos utilizables pa I'a 1'1 I'il'go do muchas aunquepequeñas vegls, ya que la orograñu de blos sitios no

consiente otra cosa, y que tan dilatada zona tiene apro

veehamientos forestales y pecuarios del mayor interés.

3. La naturaleza mineralógica de los terrenos rega­

bles en la provincia ofrece gran variedad, pues los hay

terciarios y de aluviones antiguos con gran proporción

de arcilla y de cal, y otros en que predomina la arena

silícea, sobre todo en la capa super-ior. Como se como

prende, el regadío de estos últimos ha de original' un

gasto mayor que el de los primeros Y que no bajará de800 metros cúbicos pOI' riego y pOI' hectárea,

El cultivo horticola, aunque en tan corta escoda, se

realiza con bastante inteligencia, y dados los recursos

de que puede disponer el labrador, no cabe intentar

cambios en las alternativas ni mejoras en el material

agrícola que fueran de desear, sustituyendo en muchos

casos los aparatos elevatorios del agua pOL' otros más

perfeccionados, seleccionando las semillas é introducion­

do nuevas plantas en el cultivo.

El abono generalmente empleado es el estiércol, aun­

que con mucho más esmero utilizado en unos términos

que en otros: págase el quintal métrico de 0,75 á 1,25

pesetas, según los casos y facilidades que haya para ad­

quirirlo; nada especial puede decirse respecto al crédito

agrícola, observándose aquí, como en tantas otraspartes,

lo exiguo y deficiente del capital de explotación.

4. Aunque en el secano son muchas las labores de

gran extensión, por lo que respecta al regadío el culti­

vo se halla suficientemente dividido, pues la cabida de

las huertas no pasa de dos á cinco hectáreas, etc.La remolacha azucarera, el ensayo de ar-rozales y los

- 225

prudos He explotan pOI' tres (¡ cuatro Sociedades, como

queda ante-s indicado: pero InH tierras <l1w t'HÜIS empre­

Has poseen las reparten en parcolas, mediante muy di­

versas condiciones; en ningún caso St~ satisface canon

especial por las aguas que t\\1 el riego emplean los colo­

nos 6 arrendadores.Escasa es In densidad de la población en esta provin­

cia, donde la inmensa mayoria do sus habitantes viven

en las ciudades y villas, y pOI' cuyos términos se andan

á veces muchos kilómetros sin encontrar un enser-io; no

pasará, pues, en toda olla de 14.000 el número de jOI'­

naleros sedentarios, contando gU:lI'das y ganaderos:pel'o ciñéndose al cultivo ho rtleolu, dicho número pue­

de estimarse en :3.500. Estos In-aceros, aunque faltos do

instrucción, son honrados é inteligentes, viviendo con

sobriedad rayana con Irecnoucin on La miser-ia. á lo que

contribuye grandomentü la indolencia pl'Opia d«l en­rácter meridional. El precio del jornal vnriu do 2 Ú

2,25 pesetas para t'l hortelano y ek 1 ií 1,25 purn losmozos.

Desgraeindamonto la provincia do Cádiz os de laspeor dotadas de vías do comnnieación, sobre todo on la

Seri-ania, que comprendo los distritos judiciales de 01­

vera, Grnza loma y parto do Los do AI'COS y .Icrcz, dond. ~

s610 hay estrechas y peligrosas Hendas de her-rndura,

constituyendo á 15 <'Í 16 pueblos en un estado vordnde­

ramente primitivo respecto Ú sus roluciones sociales. Ensemejantes circunstnneias, el comer-cio do sus frutos es

casi imposible, y esto detei-rnina el mayal' atraso en el

cuJtivo é impide el desarrollo del regadío, cuyos pI'odlW­

tos no tendrían salida por lo costoso de su transporte.

Se infiere cuál es In necesidad más npremiante qu« hay

I s

- - 22H

que satisfacer si S(I desea fomentarlo, pues de otro modo

vendría á resultar estéril cualquier sacriflcio en tal sen­

tido realizado.

Provincia de Jaén.

1. De la superficie total de esta provincia, que es de

1.348.038 hectáreas, aparecen como tierras regadas

26.078, de las cuales se calcula son de riego constanteunas 15.000 y eventual las restantes 11.078.

Esta extensión se comparte entre los cultivos siguicu­tes: oliva!', 12.199 hectáreas; cereales, 7.848; legumino­sas, 2.474; huerta, 3.557.

El valor aproximado de la producción en dichos

cultivos de regadío se calcula, por término medio

anual, en

Huerta .Olivar............•.........Cereales.................•...Leguminosas .. " .............•.

2.759.80035.500.00013.300.0004.400.000

55.959.800

El consumo do los pr-oductos indicados se verifica en

el interior de la provincia, salvo los aceites, que sp ex­

portan á mercados extranjeros y nacionales, así como

algunas cantidades del trigo y la cebada que se expidentambién á estos últimos.

2. El Guadalquivir y sus principales afluentes sonlos que en la actualidad suministran, aunque en pro­porción exigua, las aguas para el riego. El río de Hor-

- 227-

n08 atiende nl l't\gadío do una pequeña y fértil vega. El

Guadalimar y el de Boas fertilizan terreno.. dedicados

principalmoute al cultivo hor-ticola: el Cazorln, qne se

aprovecha en los pago;; del pueblo dI' Sil nombre, yel

Guadiana menor, el Guadaluullón, el de los Vil lares y

otros cursos de agua de menor importancia: he aquí los

que en mínima parte se utllizan y que pudieran serlo

en considerable extensión.No existen canales ni pantanos y los expresados alwo­

vechamientos se hacen por simples acequias ó pOI' alum­

bramientos do las aguas subteri-áuens. Tampoco contiene

la Memoria que se extracta dato alguno aceren do obras

(m proyecto, aunque indica que pudieran establecerse

embalses y derivaciones del Gundiana Menor, del Gua­

dalquivir' antes de que afluya al mismo aquel río y del

Guadalimai- on el sitio llamado Salto de los Escuderos.

3. La naturnleza de los ter-renos regables os extre­

madamente var-iable BlI los diversos términos 00 la pl'O­

vincin, pues según la prolija descripción qne hace la

Memor-Ia, ~m hallan representados en la misma todos los

horizontes y formaciones geológicas, desde las primiti­

vas 6 cr-istalinas, hasta los aluviones cuater-narios, POI'O

<"1 los pisos del período terciar-io pa recen pertenecer la

mayor parte de las tierr-as que hoy so riegan y 00 las

que pudieran ser!o (111 lo porvenir; así que el pi-edomi­

nio de los elementos arcillosos, silíceos ó calcáreos da

suelos de una eomposición más 6 menos concordante,

pero que en general ofr-ecen buenas condiciones pal'H

establecor el regadío. Claro es que conforme á estas di­ferenoias será iguulm ente distinta la cnntidnd de agua

necesaria para los r iogos; en las ZOlUlR cálidas y on te­

rrenos nrcillosos será menester para n n:1 hectárea on

- 228-

el cultivo do corea lo...; y leguminosas 0,90 litros por se­

gundo, en los jar-dines y en las huertas de 1 á 1,30 pOI'

segundo y 011 [os olivares 0,75 litros, conteniendo la hoc­

tárca de 90 á 100 árboles. I~n zonas menos cálidas pllO­

den emplearse para cereales y leguminosas 0,70 litros,

para huertas y jardines de 0,80 á 0,90 Ypara el olivo 0,'60

por la expresada unidad de superfície. En las tierras

silíceas se aumentarán ]11S cífrns anteriores á 1, 1,50 Y

0,90 litros respectivamente.

Las reformas que cubo introducir en lOR cultivos son

do carácter tan goncl'al que bien puede excusarse su

enumeraciou, y eH segUl'o q 110 han de propaga rlas <1ee)'­

tndamento en la oomurca, la Estación olivarera y Jos

campos de experimentación, que ahora se vienen ins,

talando,

Estas instituciones enseñarán la mejor preparación

de los estiércoles y el empleo de los abonos minerales,

así como las alternativas más convenientes pnrn nada

caso y los procedimientos de cultivo más perfectos y

ndecundos, COHns todas que so enouontran hoy 011 has­

tante atraso.4. La constitución de la propiedad territorial es aná­

loga á la de las demás provincias nndaluzas que forman

este distrito; existen grandes cortijos dedicados al cul­

tivo cereal de secano: dehesas y montes do mur-ha ex­

tensión y olivares que igualan en su fama á los de CÓI'­

doba y Sevilla; pero en lo que respecta al rcgadio la

subdivisión del terreno es también muy parecida á In

que tiene en las citadas provincias; do modo que nada

hay que añadir acerca de tal extremo, ni tampoco en lo

que se rolnciona COII las circunstancins del capital y del

trabajo, evitando aHí «nojosas repeticiones.

Lo ú nir:o que al p:U '('('or se encuentra mejor dotado

en esta provincia ('s lo concerniento á las vías de comu­

nicacióu, sobre cuyo p.u-ticular trae la Memoría exten­

sos cuadros que no es dado extractar ('11 el Pt't'Sfmte I'C­

sumen, como tampoco lo son muchas y amplias eonsi­

dernoiones que el Ingenie 1'0 hace 011 su lurgo trabajo.

Nota. Las cinco provincias que forman este distrito

décimo gozan de condiciones agrícolas muy semejantes

pOI' lo gOllol'al, y ocupando la parte más meridional de

la Peni lISU la, of'roceu los cul ti vos propios de In región

y entre ellos prodominan 01 df' los cereales y los del

olivo y la vid, Además es muy propicio el clima para el

del na ranjo y sus congéneres do la familia de las auran­

ciáceas, ¡lal'a otr-as va rias especies do frutales y hasta

para muchas plantas de la zona intertropical, viéndose

adornar paseos y jardines palmeras do diversas clases,

uraucarias, magnolias y fícus que so dan porfectamente

á todo viento, y formar setos vivos en las fincas rústicas

ele ciertas localidades las chumberas y las ágaves.

Notoria es la importancia pecuaria del distrito; la her­

mosa raza caballar española tiene sus más afamadas

castas en las márgenes del Gundalete y del Guadalqui­

Vil', pOI' las provincias de Cádiz, Sevilla y Cór-doba ypart \ do la de Jaén: el ganado vacuno alcanza gran ce·lobridad por su fuerza y bravura y los de corda y la­

nar constituyen también una tan vasta graujerin queespecialmente el primero encuentra mercado en toda la

Península.

Como dato que sintetiza Sil riqueza agricola puedo

consignurse el importe de lo que el distr-ito de que se

habla sntisfaco al Estado pOI' cont ribur ión dii-eetn de

- 2:30 -

cultivo y ga nadería y que asciende á la cifra de pesetas20.569.:l18, cuando el impuesto en toda España es de

118.929.951; es decir que representa la riqueza de lascinco provincias el 17,30 por 100 de la total amillarada.

Ahora bien, la superficie de éstas, siendo de 5.874.918

hectáreas, representa menos del 12 por 100 del área deEspaña que os en números redondos de 50 millones, y

basta comparar las anotadas cifras para deducir la

cuantía relativa de la riqueza rural del distrito en cues­tión.

Sin embargo, la superficie do regadío no llega á hec­

táreas 45,000, ó sea el 0,9 por 100 de la total del distri­to, sin que haya en el mismo obras de riego de mediana

importancia, pues tanto en este particular como en losdemás que atañen á la agricultura, ha estado siempre

olvidado y preterido. A pesa r de 0110, el progreso ruraldurante los treinta años últimos ha sido mucho más no­

table de 10 que generalmente se cree; y no son ni la ig­

norancia ni la rutina lo que entorpece su desarrollo,sino el obstáculo del orden social y económico, insupera­

bles para 01 esfuerzo individual. La exposición de estatesis sería larga é impropia del momento; pero resulta

evidente la justicia con que en aquellas comarcas He de­manda una equitativa distribución de los fa vores que

los altos poderes del Estado puedan dispensar en tal

sentido al general interés de sus administrados, y hastauna preferencia compensadora de las anteriores poster;

gacíones, y que abonaría la gravedad de los problemas

que allí se presentan con más pavorosos car-acteres queen ninguna otra región de la Península.

UNDÉCI~IA REGIÓN

BÉTICO-M E DIT ERRÁN EA

COMPRENDE LAS PROVINCIAS DE MÁLAGA, GRANADA Y ALl\!BRÍA

Provincia de Málaga.

1. Esta provincia, enya superñcie os do 7a4.879 hec­táreas, tiene como total regadío una ex.ensión de 27,208

que se distribuyen en las tres zonas en que puede con­

siderarse di vidida del modo sigu ion te: zona de la Oosta,

15.931: zona Central, 4.6:38, y zona do lu Sorrania, 6.638hectáreas.

Los cultivos que se benefician con esto regadío son:

cereales, 9.541; mula de azúear-, 4.459; huertas, 4.583;

villa, 2,H13; naranjo y limonero, 1.418; remolacha, 1.400;

olivar, 1.793; frutales, 1.401.

La superficie regada con agua de pie es de 19.901

hectáreas y la que lo es con aguas elevadas os de 7.207;

aunque no se deterrninn on la Memoria, pOI' falta abso­

ta de datos, las que reciben el l'ie~o constante y el i-iogo

eventual, puedo estimarse por la indole de los cultivos

que t':,;tt' último no pasa rá do 7.¡¡OO hoctáreas, quedan­

do, pOI' tanto, p:lI'" ('1 regudlo constante con agua de

pin 12,501 y con aguas elovadas pOI' norias, bombas, etc"

7.207.

Los cultivos más importantes 011 -la primera zona son

el de In caña do azúcar, el hortícola y el del uaranjo y

limonero: en la segunda zona, el del naranjal, caña de

azúcar. cereales y legumbres y el hortlcola, yen la ter­

cera, el de los cereales, el de arbolado frutal, el de la

remolacha, desapar-eciendo 01 de la cañn de azúcar por

las eoudieiones del clima.

El valor de las producciones so calcula en 430 pesp­

tas pOI' hectárea para la caña de azúcar, en 850 pa ra el

narau]o, en :350 para 01 cultivo hortícola, en 138 para la

remolacha y en 49 para los cereales y leguminosas, cu­

yas cifras se refieren sin duda á la utilidad líquida ob­

tenida do los mismos.

La exportación so verifica principalmente, de la na­

ran]a pal'a el extranjero, del azúcar para diversos puno

tos de la Península, así como otros productos y frutos

de la hortícultura, consumiéndose lo demás dentro de

la provincia,

2. Todas las aguas pluviales que discur-eou por la

provincia se eur-uontran, en concepto del Ingeniero au­

tor do In Memoría.u-ogulannentc aprovechadas pat-a el

riego, salvo lH}IWII03 Cll!WS en que se hallan destinadas

á otras aplicaciones industriales cuyo derecho no seI'ía

posible desconocer. Únicamente construyendo presas

subterráueas se obtendría mayor cantidad de agua con

las corrientcs suhál veas, l'llya existencia está demos­

trada, y también pOI' medio do pantanos que embalsa­

sen las agllas invernales do algunos ríos y ar-royos.

~Ulll('I'OHnH son las acequias y regueras establecidas

en los muchos CUI'SOS de agua que ell la provincia exis­

ten; pero s610 merecen el nombre dr- cnnales los dos

pertenecientes á la Sociedad Larios y Lruios Hermanos,

de Gibraltar, construido el uno en el molino de en me­

dio, término de Casares, partido judicial de Gn ucin. COl1

un caudal de 1.800 litros pOl' segundo, con lo que seriegan extensos terrenos do una y otrn mm-gen del iio.

El recorrido de este canal y sus dorivací mes es de unos

20 kilómetros, y todavía las aguas sobrantes se utilizan

en otros terrenos más bajos de la provincia de Cádiz.

El otro canal toma sus aguas de los ríos Guadiaro y

Genal y está destinado al riego de 600 hectáreas. vinien­

do á servir de complemento al ante I'Íormente citado; su

recor-rido os de unos 12 kilómetros. fertil iza ndo tic ITas

de Casaros y Ma niI va,

Entr« los pantanos 6 embalses merece menciona "Heel do la colonia de San Pedro Alcántara y 01 de la colo­

nia azucarera de San Luis de Sabinillas, ambos de pro­

piedad particular, y en 01 partido de Marbelln hay otros

tL'OS en término de Frigilinnn, partido do TOI"'ox. que

por su mucha profundidad y pocu superficie, r-eciben el

nombre de pozos y se emploan sus aguas p'lI'a 01 cultivode la cuña de azú-ru: y algunas huertas de naranjus y

hortalizas.

Pudieran citarse además algunos pequeños embalses,

llamados en el país perezosos. y que consisten en sim­

ples diques de tierra arcillosa, norrna los á 1:1 corriente

con objeto de almacenar las aguas de invierno pn "a los

dogos del vera LlO.

Las obras que paru aumentar «n p"ta provincia los

terrenos de regndio están en proyecto (¡ estudio (' in-

2:l4 ---

cluidus 1'11 el plan del Estado son varias: una de ellas ladel pantano de los tajos de los Aviones, pnra el rieg«

de 1.500 hectáreas, aprovechando las aguas del río Tu­

rou, afluente {jel Guadalorce, en término de Ardala.

La altura de la presa es de 12 metros y medio, y su

embalse os de 4.787,500 m.", siendo la longitud de sus

canales de 23 kilómetros. En la actualidad el Servicio

hidrológico está haciendo el estudio definitivo de estepantano y sus canales, siendo probable pueda aumen­

tarse la zona de regadío á unas 2.000 hectáreas, com­

prendiendo ter-renos de los términos municipales de Pe­ñarrubia y Toba.

(>tI'O proyecto también de gran importancia-c-quo he­

neficia ría la misma zona -es el del pa ntano de los tajosde la Hoz, en el río Teba, afluente del Guadalteba, que

á su vez lo es del Guadalorce. Este embalse contendría

6.471.674 m.", con una altura de peesa de 23,50 metros

y 16 kilómetros de canalos, pudiendo l'(~gal' unas 1.300

hectáreas.

Igualmente se encueutra en estudio 01 pantano de la

Peña de los Enamorados, en el Guadalorce, á fin de am­pliar el regadío en 1.116 hectáreas del término de An­

teqnera.

POI' último, los pantanos do Perca 6 Casasola y del

Agujero, en los r-íos Campanillas y Guadalmedina res­

pectivamente, para ampliar la zona do regadío en la

vega do Málaga; el embalse de Casasoln rogal'ía 1.025

hectáreas y el del Agujel'o 1.13ñ, según los proyectos

respectivos.Las obras que quedan indicadas reportarian sin duda

gran utilidad á la agricultura de la provincia con tal

que se facilitasen y mejorasen las comunicaciones y el

económico empleo de los abonos quimicos, factores in­

dispensables par» el buen resultado de talos empresas,

3. La naturaleza de los terrenos de regadío en estas

comarcas es la que corresponde á las formaciones mio­cena, plíocena y postpliocena y algunaR otras de menor

extensión; pero así las tierr-as que hoy se riegan como

las que pueden sedo en adelante ofrecen una oomposi­ción adecuada al objeto, aunque con las var-iaciones

consiguientes en la proporción de sus elementos cons­

titutivos,Los riegos parn la Calla de azúcar- comienzan en Mayo

y terminan al venir las JIuvias otoñales, Pa ra cada de­

go en I'ste cultivo so emplean de 700 á RilO m." por hec­

tárea.En las alternntivas de cosechas enhen, sin duda, gran­

des modifícnciones y la inteoducnión de nuevas plantas,

á que se presta la benignidad do clima: poro asunto es

éste que para SOl' tratado exigil'ía un espado y proliji­

dad que no es dado conceder-le en el presente extracto.

Los abonos orgánicos quese utilizan en la provincia

pro-e-den de las ganadorins y dn In Iimpieza de calles,

casas y cuadras y se pagan en 01 sitio de origen á ~ pe.setas lamedia-() seuu 40 cspucrtas.i--oa lculándose en 10

pesetas el precio de la misma cantidad puesta en el haza,

Los guanos se utilizan en el cultivo de In caña y de Inremo'ncha y aun en los demás de i-egadio; pero su ern

pleo no es tnn general y abundante como fuera de de­

sear, y lo mismo puede decirse respecto á IOH abonosquímicos 6 minerales.

4. La constitución de la propiedad territorial I'S va­

riable en los distintos términos de la provincia. En el de

la capital y en los pueblos e('!'eanos no existen, pOI' de-

ci rlo nsi, ni ];IS grandes heredados de otl':lS provincias

andaluzas ni el pequeño cultivo de Galicia; es lo más

Irecueute el modia no cultivo, 6 sean fincas que miden

una superficie comprendida entre 50 y 100 hectáreas.En los límites con las provincias de Cádiz, Sevilla y Cór­doba hay predios do secano, cortijos y olivares de ma­yor cabida y que llegan á veces á medir de 300 á 400hectáreas.

Las condiciones de los contratos de arrendamientoson las g'l'nol'almcnte establecidas; pepo se va introdu­

ciendo una cláusula en virtud de la cual, al finalizar

ti icho:", contratos, 01 propietario queda en libertad para.rdquh-ir los frutos pendientes por tasación y do abonar1:Is mejoras efectuadas pOI' el nrreudatario, evitándose

de esto modo los abusos que sobre el particular venianhaciéndose.

No hay canon fijo pOI' el empleo de las aguas para elriego; la práctica seguida os 01 prorrateo de los gastosde entretenimiento de las acequias y demás obras entre

Jos regantes que tienen de recho al disfrute do un mismovenr-ro.

Nada especial puede decirse aceren del crédito ,agl'Í­

cola, puesto que 110 hay establecimientos que lo otor­

guen en las necesarias condiciones: la usura, pues, do­

mina, sobre todo 011 las pequeñas localidades, con sus

funestas consecuoncins,La población rural ha ya rindo mucho 011 estos últi­

mos tiempos, pues mientras en la Axarquiu ó Montes

de Málaga la pérdida del viñedo ha conducido á su grandisminución, en la Olla do Málaga, pOI' 01 contrario, ha

venido á aumentar pOI' la intensidad de sus cultivos,

Las comunicac'oncs y salidas son en la mayor parte

de esta provincia tnn es(~asas y deficientes, que bien pue­

do decirse constituyen al mayor número de sus pobla­

ciones en un completo a islami,-u too Esta ci rcunsta ricia,

que os común á otras comarcas andaluzas, así corno las

consideraciones brevemente apuntadas acerca de vat-ios

extremos concet-nientos al orden económico y social,

mantienen un lamentablo contraste entro los dones con

que por la naturaleza fueron favor-ecidas y t,1 descuido

y abandono en que las tienen en cuanto dop-ndo do la

voluntad do los hombres.

Provincia de Granada.

1. Esta provinr-in, que COIllIU'OIlllo una superficie de

1.276,841 hectáreas, es un.: de lns quo dosde más antigua

foeha disfr-utan de I().~ heneflcios del l'.\gad io, q \10 alea n­

za en toda olla la extensión do 2:l6.6~)2.

Los cultivos que en PRte l'ügadío so voriücun pueden

clnsitlcarse del modo siguiente: hortul izas propiamento

dichas, :~,460 hectáreas; olivar, 1:J.1:30; hortalizas, cerea­

les, legumbres, ralees y tubét-culos , 70.517; viñedos,

44,214; plantas Im)osas (olivos, fl'lltnll's y alamedas,

105,871. Casi toda la expresada suporfície so I'ioga de

pie pOI' modio d(\ cn nales y :w(lqnins, puesto que sólo

57 hectár't.:as lo son con aguas elevadas.

El ciego constante de pie es do 71.410, y con agnas

elevadas, de 57, y el eventual, de 83.904.

El valor de esta producción se estima pOI' término

medio anual: parn 01 tr-igo, en 7.820,000 pesetas; para la

cebada, en 1.0980000; pnra el maíz, \'n U172.000; para las

habas, en 3.:3()0.OOO; para los garbanzos . en 799800:

.- 238 -

pa I'a [as j udius, l.'II 828.000; pal'a las pa tatas, en a.20,5.000;

para la remolacha, el! a.584.000; para la caña de azúcar;

(m 2.520.000; para el olivar, en 2.905.000; para los fruta­

les diversos, en 571.000, y paI'a los viñedos, en UJ02.000;

lo que arroja la suma de 29.804.800 pesetas.Son objeto de exportación en cantidad considerable

os azúcares de caña y remolacha, que abastecen las PL'ü­

vineias andaluzas y Murcia: las patatas, que se envían

á Málaga, Sevilla y Cádiz, y el sobrante de los aceites,

que va á las provincias do Levante.2. Los cursos de agua en osta provincia covrospou­

den á tres zonas bien marcadas: la primera es la de Le­

vante, tÍ sea aquella cuyos I'\OS vierten en el Guadianamenor, y son: el de Züjar, el de Baza, el de Guadix, los

de casi toda la vertiente umbría de Sierra Nevada, el

Fardes, arroyada de Huélago y el de Gundnhortuna yde la Alhnmedilla 6 de Poniente.

La segunda zona comprende los montes y la v('ga de

Granada, y sus ríos aftuyon al Geuil y el de Illom, el

Colomera, el de Alcubilla, los nacimientos de Cogollos y

de Alforu, el Dauro y el Caucin.

La tercera, 6 zona del Mediodía, está cruzada po!' to­dos los cm'SOH que van al Mediterráneo, y la forman las

vertientes do las Alpujarras, el valle de Lecrin, vega deMotril, que fOl'tiliza con sus aguas turbias el río Glla­

dalíeo, y otras vegas regadas POl' numerosos riaehue­los, como las de la Herradura, Almuñécar, etc.

En casi todos los cursos de aguas do dichas ZOIHlS

existen presas y acequias pal'íl derivar sus aguas, las

primeras do mampostería, que en las acequias se em­

plea sólo donde es muy necesm-io, habiendo también

algunas presas, aunque raras, hochns con fajina, Son

- 2:39 --

varios Ios sistemas de partidores y de módulos, si bien

ninguno se distingue pOI' su perfecoióu.

Las obras que actualmente se hallan en construcción

son: los canales, de Isabel la Católica, en Santa Fe,próximo á inaugurarse; el de Bulíjor, en la Puebla de

Don Fadrique: el de Nuestra Señora de las Angustias,

en Caniles, y el de los Tajos y Fuentes de Alonso, en

Huertos de Santillán.Las que se encuentran eu proyecto son: el canal del

Haya, que derivará del Genil 880 litros por segundo,para el riego do 1.600 hectáreas; el pantano de Budu­[Tia, para 1.200 hectáreas, en tér-minos de Caniles y

Baza; el de la Puebla de Don Fadrique, los de Fargue,el de Guadix y Dehesa de San .Ierónimo y, pOI' último,

el Cacin, acerca del cual so dirá algo, yn que parecepróximo á llevar-su á cabo, Las aguas de esto pantano

habrán de rogar los términos municipales de Moruleda,

Láchar, el anejo do Pinos-Puente, llamado 'I'r-amulas,

Cijuela y Porte de Chanchina, cuya total superficie ex­

cede de la.500 hectáreas. Tiene la cerrada del panta­no 25 metros de anchura entre sus acantiladas márge­

nes en el sitio escogido pn ra construir el dique, y la ca­pacidad del embalse correspondiente á diferentes altu­ras de la presa es como sigue: á los 20 metros, 8 millo­nes de m," de agua; á los 25 metros, 12 millones; á los 30

metros, 20 millones, y á los 35 metros, 30 millones. Elpresupuesto aproximarlo para esta obra es de 691.688

pesetas para la presa () dique, do 416.000 para expro­

piaciones y de nn millón parn el canal, y en total pese­

ta82.107.688.

No puede negarse la importancia y utilidad do estas

obras hidráulicas; P(11'O hay que tener en cuenta el

- 240 -

enorme gasto que or-igin.u-in el poner los tet"'PIIOS ('11

condiciones pa ra el r-iego, y que representa otro ta nto

que el valor de las mismas, y además muchos iuconve­

nientes que hay que vencer y que constituyen formida­

ble obstáculo en esta clase de emlwesas.

3. La naturaleza miner-alógica de los terrenos rega­

bies corresponde á sus diversas formaciones: en 1::1 vega

de Granada son, por lo general, cuater-narios y de alu­

vión, en la de Guadix al periodo diluvial antiguo y en

la de Baza al piso plioceno del pe riodo tercia rio.

El agua necesaria para el riego puede, pOI' término

medio, fijarse en In cantidad de un litro por segunde yhectárea.

Como mejoras de interés en el cultivo pueden reco­

mendarse el empleo de la maquinaria ugrlco!n más pOI'·

feccionnda, la introd ucción del cultivo del tabaco y en

las costas el del café y ulgrma otra planta que permito

su clima.

En cunnto á los de la cuñu, remolacha aZUCHI'era y

la patata, justo os decir que han nlcanzado un alto gl'n­

do de perfección: poro en todos conviene propngur un

empleo más racional de los abonos <[1H' el que al Pl'("

sente se verifica.

El estiércol de cuadra es la base de la Iertiliznción do

los suelos en esta provincia. Sólo 011 la capital se utili­

zan en beneticio del cultivo las muterius fecales proc('­

dentes de los darros de la población: poro la extensión

heneficiada pOI' este utilísimo aprovechamiento apenas

llega á 200 hectáreas.

En cuanto al estiércol de cuadra, la cantidad que sn

invierte os de 4,000,000 de quintales métr-icos, al precio

de una peseta cada uno, y de lo que pudiera hacerse

- 241 -

una mucha mayor aplicación es de las materias fe­

cales.

Respecto á los abonos quimico-, Sil empl.:o ha toma­

do extraordinario desarrollo; una sola casa extranjerade las muchas dedicadas á este tráfico expende anual­

mente por valor de 500.000 pesetas, á cuya cifra no lle­

gaba el consumo total de la provincia hace quince 6veinte años.

4. Por lo común, y especialmen te en el regadío, In

propiedad rústica se encuentra bastante dividida.

Los contratos de arrendnmíento se estipulan con las

condiciones generales, y s610 merece fijar la atención el

que se consigno en ellos un máximum para el abono de

las mejoras hechas por el colono, evitándose así enojo-sos litigios. .

Como el agua de dogo constituye generalmente U1HI

propiedad i nherente á la tierra, su valor va unido á ésta,

no existiendo pOI' consiguiente canon alguno. No obs­

tante, en ciertus localidades se venden las aguas, pero

no pOl' unidad de medida, sino pOI' horas de dego, y 8U

valor es entonces por extremo variable. Así en el pago

de Aydanamar, de esta capital, llega á valer la hora

250 pesetas y una mañana Ó tardo fluctúa entro 500 y

1.000; Y en cambio en los pueblos de Izbor y 'I'ablate

el valor de la hora no excedo de 15 á 25 pesetas.

El mejor.unieuto notorio operado desdo hace algunosaños en la situación ñnanciora do la clase trnbajadora

se traduce en una mayor fucilidad pal'H obtener capitalde explotación, las fábr-icas de aZÚCHl' anticipan también

fondos y en general puede decirse qne pOI' ahora hay

crédito en condiciones aceptahles,

En la población de la provincia se cuontan como 111'0­16

- 242 -

pida rios ru I'a les B,244. corno colonos ¡) a rrendata !'iOR

7,790 Y corno viviendo del traba]o agl'ícola 118.79fl y

2.34~ mujeres.

El ¡lgl'icultOI' OR lahurioso y de buenas oostumlu-es,

aunque I'dl'aetal'io á cierto género de !'OrOI'maR, El :'ia­

lario del obrero oscila entre 2 y 3 pesetas (111 las faenas

más rudas y baja hasta 1,21) pesetas en las más fáciles ysencillas.

Los cnmiuos vocinales están en el más completo aban­

dono; del plan de carreteras provinciales.que consta de

734 hectáreas, sólo hay terminadas 115, en oonstrncción

25, en proyecto :1probado 91 y los demás se encuentran

en estudio 6 esper-ando sorlo. Sl'l'ía muy conveniente

¡HU'a facilitar la salida de los productos un ferrocarril

que pusiese en comunicación á Granadn eon su costa.

Todos los obstáculos que en el orden económico Sl'

ofrecen hoy para el desarrollo de la agricultura 00 esta

provincia, R610 podrán S(W superados mediante In acción

protector-a del Estado, Invorceir-udo l'fieazmente lus ini­

eiativils locales.

Vrovincia de lUmeria.

1, Esta provincia, que mido 870.:17!1 hectáreas, tieuo

una gl'lm parte de ter-renos estepnrios y dedicados á

explotaciones mineras, y RU regadío, que figura ha en 01

a vanc e cstadistico de 1890 en :30.000 hectáreas, puedo

asegurarse que 011 la actualidad pasará apenas de lamitad, no incluyéndose las do riego eventual, cuyo nü­

moro no determina la Memoria que se extracta. nsi

somo tampoco las que :'le heneflcian con aguas elevadas.

- 24:~-

I'~n er(,(~to, en dicho último trahujo so lij:lIl Jo.~ culti­

vos siguieutos: trigo, 6.214 hectáreas: cebada, 4.82H; Pil­

rt-alcs. 2.fíOO; na ranjn les y hort-ilizas, 1.458.

POI' t-mto, y s610 npr-oximadamonto, SI' puedo estable­

CeJ' la clasificación siguiente: riego constante COII agua

de pie, 11.771 hectáreas; COII aguas elevadas, 729, y de

I';ego temporal 6 eventual, 2,500, sin que estos cálculos,

aunque faltos de sólida base, pequen de exagerados.

El valor de las producciones indicadns RO estima 011

a,:357,360 pesetas para el tl'igo. en 1.523,HOO p:ll'¡¡ la 0('­

bada, en H86.000 para el maíz, r-n 2.ti14.tiOO para los tu­

hérculos y en 10.000.000 pfll'a lns uvns do embarque,

que hacen un total de lH.181.7HO pesetas. Los tres <'0­

reales expresados, no alcanzan á cubrir las necesidades

do la provincia, siendo menester importar bastante can­

tidad de har-inas de Barcelona y Granada: las patatasdejan un pequeño sobrnuto }lm':I la exportación, y las

uvas s(' envian todas las mejor-es clases á Liverpo.il,

Londres, New-York, Hamburgo, Copenhngue, Marsella

y otros puntos del extranjer-o.2. Más ó menos oomplotamento puede decit-so qllo

todos los r-íos y manantiales do la provincia so utilizun

y que plll'n n umcntar In superficie regablo sería menes

ter vcriñcar trabajos de nlumbramionto. represar aguas

subálveas, elevar otras de pozos y oonstru ir pauta n08,

Los canales ó acequias existentes son varios, y el ma­yor número de ellos datan del tiempo de los árabes y

riegan las pr-incipales vegas de la provincia, prestando

á la agi-ieultura excelentes servicios.

No puedo decirse lo mismo de los pantano.." do los

cuales h:IY dos casi inútijes ¡) poco monos al presente:

uno de ellos es el que Re pr-incipió á constru ir hace

--- 244-

unos Gil el término do Macad, en la sierra de Lúcar, y

8l' abandonó antes de concluido; y el otro, el conocido

con 01 nombre de Isabel Ll, en Hijnr, levantado en lI11n

garganta que forma un pliegue de la sierra de Alhamí­

11a, Este último se construyó pOI' una Sociedad particu­lar para beneficiar algunos miles de hectáreas de aquel

vasto término, se halla lleno de fango y piedras, poco

menos que abandonado, y recoge tan escasa cantidad

de agua, que s610 alcanza á unas 10 hectáreas y aun

menos á veces, De manera que nos hallamos en presen­

da de un negocio agrícola completamente ruinoso, (\11

el que se han invertido, sin provecho, algunos millones

de pesetas.

Respecto á las obras en proyecto, es asunto que ofre­

ce escasisima importancia en esta provincia, pues se re,

duce á algunos alumbramientos de aguas pOI' medio do

galerías y á la formación de nuevos pozos para el riego

de panales.

Se estima en la Momoria que podría intentarse con

proba bilidades do éxito la perforación de pozos artesia­

nos en el término de Nijar y zona comprendida entre

Sierra Alhamilla y el Oabo de .Gata; pom deberian ha­

cerso antes los estudios y sondeos oportunos para proce­

dorcon acierto en la resolución del interesante problema,

3. La generalidad de los terrenos de regadío en esta

eomaroa son vegas, cuyo núcleo principal so encuentra

('JI el término de Almerin yen otros sido contiguos, que

beneficia el r-io Andarax, y están formados por los ele.

mentos mineralógioos arenosos, arcillosos y calizos en

var-iadas proporciones, y la cantidad de agua necesar-ia

para el riego os, pOI' término medio, do 0,75 litros pOI'

segundo y hectárea.

- 245-

1.'1 r-eforma que se considera más beneficiosa OJl estos

cultivos sería la introducción del sistema 801:1ri, utili­zando el trébol como planta inductora del nitrógeno,

cuya práctica está proporcionando ventajas en muchos

puntos y entre nosotros en las vegas del Ebro, en que

se ha realizado pOI' las iniciativas de la Granja OXIWl'i­mental de Zaragoza.

Los abonos orgánicos de que puede disponer esta

agricultura son escasos por extremo, pues siendo muypoca la ga naderfa q no on olla existe, lo es, por cousi­guionte, el estiércol de cuadra. Van abriéndose pasolos abonos minerales ó químicos, y cada día se aumen­ta su aplicación, remediándose así, aunque pau.ati­

namente, las deficiencias que se notan sobro 01 particular.

4. La propiedad territoríat se halla constituida porgrandes extensiones en muchos términos municipales;poro en otros, y principalmcnto (mando so trata de pa­

rralos, se encuentra muy dividida. No es raro VOl' 011

l\stOS parcelas de una hectárea y aun do menor cabida

que rinden, sin embargo, como producto líquido dos Ó

tres mil pesetas cuando están destinadas á la obtencióndo uva de embarque.

(,~s muy frecuente 01 contrato de aparceria, 80bl'0 todo

en las grandes propiedades, y donde hay riego, éste sesuministra por horas, cuyo precio varía según el cau­dal de que so dispone.

El capital agríoola es muy difícil do adquh-ir, domi­

nando, pOI' tanto, la usura, pues aunque existen 86 PÓ­

sitos en la provincia que prestan al 6 pOI' 100, rara vez

sus beneficios alcanzan á aquellos para quienes fueronoreados. POI' lo demás, no hay noticia do que rogular-

- 241> -

me-nte Sl' h.iy« establecido ninguna Sociedad cil' crédito

li de seguros agl'Íco!a:-;.

Los trabajadores agl'Íl'olas son bastante aptos pot' lo

común, y el jornal, aparte de la manut.mcién. osciln en­

tre 0,50 y 1,25 pesetas. Se comprende, pues, que, no obs­

tante ser poco densa la población, haya una corr-iente

emigradora de considerable importancia; bien es verdad

que contribuyen grandemente á e:-;te fenómeno, la se­

quedad del clima y la pohreza del Huelo en la mayor

pnrto del terr-itorio.

Las vías ele comunicación son pocas, y lOH ca millos rll­

¡'¡¡ lOH, propi.unen to dichos, se enouentran 011 pésimo es­

tado; de modo qne el conjunto de las condiciones l'CO­

nómicas no puede EH'I' más adverso en lo que afocta á la

agricultura.

Los articules más Ill'ees; I ríos ú la Sil bsistencia, corno

son pan, aceite y vino, es menester importados, y el eo­

mercio de exportación está reducido á la uva de emhar­

que en primer término, y á la narnu]u, algunas hortali­

lizas y 01 esparto.

Están, pnos, muy lejos de SI~I' halagüonns las circuns­

tanelas 1'1I1'aloH do esta comarcu. y empresa larga y di­

Iicil es la de mejorar-las, nsl por sus naturales condicio­

nes, <'-01110 pOI' la falta do otros recuraos que, como

.ipuntado queda, vienen siendo obstáculo r-n el camino

del adelanto agrícola del país.

Nota. -Enosta región de la Andalucía Or-ieutul se

ven terrenos tan fértiles y productivos como son las VI'­

gas de Gr-anada y de Málaga, y otros tan estér-iles como

los esteparios do la provincia de Almerln. El regadío,

que alcanza en la primerus una extensión dl~ ('(\rml de

- 247

133.000 hectáreas (106.000 ('1) (jl'allada y :nooo 1'1) Má­laga), no IL'ga en la última á 15.000, Y 1.':';0 con unu in­

tensidnd cultural inmensamente menor queja que se oh­

serva en las otrus dos provincias citadas.

Sin embargo, las tres provincias fOI'!l1'lI1 un grupo

bien enracterizado pOI' su situación geográfica, y su 01'0­

gt-afia les hace presentar los más variados cultivos, des­

de aquellos que son propios de climas tropicales, hasta

jos do las reg íones alpinas. Yil que los altos picos de

Rilll'l'a Nevada conservan nieves casi perpetuas, mien­

thlS en la Olla de Málaga y vega de Motril la caña de

nzúcnr encuentra la única I'I~gi6n de la Península donde

cconómicnmente puede realizarse su cultivo, al pa r que

(\1 de otras especies vegetales que, como el café, quo tra­

ta ahoru de intioduoirse, no consienten descensos do

temperatura por bajo de COI'O grados.

Y no es nccesnrio añadir más pal'll comprender el in­

tm'{i:-; agrícola do estas comaroas tan privilegiadas pOI'

la naturaleza, y que s610 esperan Id esfuerzo humano

JlRI'a completar aquellos elementos q no hall Oto dar-les

a bundnucia y prosper-idad.

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, ,DUODHOI}iIA RgGION

ISLAS BALEARES

1. Esta provincia española.cuya superficie total os de501.411 hectáreas, está constituida por las islas de Ma­

llorca, Menoroa, Ibiza, Formentera y Cabrer-a y algunosislotes de poca importancia. El expresado territorio está

distrihuído en 59 distritos municipales que pueblan

311.649 habitantes, según el último censo del Instituto

Geogl'áfico y Estadístico.La benignidad de su clima. la variedad de su produc­

ción agrícola y su densa y Iaboriosa producción le dan

condiciones, bajo el punto de vista de los intereses ru­

rales, dignas de atención y de especiales estudios; su si­

tuaeión entro los continentes europeo y africano le ha­cen gozar del régimon meteorológico que caracteriza ála región mediterránea, aunque algo modificado por su

posición geográfica y su topografía insular.

En consocuencia de las indicadas causas y do otrasque exigirían prolija descripolón, la superñcie total so­

metida al riego es sólo de 7.082 hectáreas, In mayor par-

- ~50-

te ('(IJI :lgll:l~ <'Il'y;\(I:l~ eu los partidos de Palma, Inca,

)1;lIl:lco!', Mahón é Ibiza. El r'i(~go dl~ pie se veriftca más

6 mi-nos eventunlmento en 2.700 hectáreas y las restan­

tes 4.382 lo reciben do corr-ientes subterráneas por me­

dio de bombas y de nor-ias movidas por molinos de vien­

to, de los que en lag cercanías de Palma, sitio denomi­

nado el «Prast de San Jordi-, se han establecido unos

450 desde hace pocos años.Los distintos cultivos en que la extensión r't1g,tda so

divido son: hortalizas 3.275 hectáreas, legumbres 762,

trigo 61~, cebada 250. patatas 900, moniatos 300, cáña­

mo '100, naranjal 318, limoneros 40, nlb.u-icoq ues 175,

manzanos 200 y ciruelos 150; las cif'rus apuntadas mues­

tran la importancia relativa do estas producciones de

regadío.

Casi todos los productos de regadío se consumen en

la provincia, excepción hecha de las naranjas y albari­

coques que constituyen artículo de exportación. El pri­

mero, aunque disminuido pOI' las enfermedades que

han atacado al naranjo, torlavia asciendo á unos 80.000

kilogramos de fruto, que se embarcan en el puerto de

S611er con destino á Mursel!a. I~n cuanto al albarico­

qllel'O, su cultivo ha tomado gl'an desarrollo, y SUR fru­

tos, tanto de secano como de riego, se dedican á la con­

fección de pulpas muy apreciadas sobro todo en Ingla­

tena pOI' RU exquisito sabor ácido y de las que se

exportan más de 2.000 toneladas pOI' término medio

anual.

2. El territoi-io do las Baleares, aunque accidenta­

do, no da lug.i r por' su escasa superficie á la formación

de ningún rio ni al'r,)yo cuyo CUI'SO sea constu nte, y de

ahí lo costoso de su extensión regable. Además. la Sl'-

- 251 -

quedad d ..1 cl i ma y la altura de Ias tier-ras, contr-ibuyo

ú dificultar los heueficios epJe habr-ian d .. obtenerse por

la ampliación del i-egadio.

Do las obras hidráulicas existentes, la más importan­

te os la acequia llamada de la Villa, que conduce á la

dudad de Palma las aguas de un manantial que brota

á ocho kilómetr-os al ~. de la misma, Esta acequia está

construída al lado do otra muy antigua, puesto que

..xistia en los tiempos en que el Hoy D, Jaime 1 de Ara­

g6n hizo la conquista de Mallorca, y pertenece á la co­

munidad de regantes, que so compone del Ayuntamieu­

to do Palma pOI' la parte que tiene para el nbust..ci­

miento do agnas de la ciudad, de los propietarios de la

otra parte utilizada en 01 riego do sus fincas respecti­vas, de los que poseen terrenos cuya situaeión permito

que sean beneficiados por las aglJns adquir-idas (\11 su­

basta y cuyo producto atiende á la oonsorvucióu do la

acequia y al pago de los empleados, y ñnnlmonte.d« los

dueños de los doce molinos colocados sobre In acequia:

ésta riega unas 800 hectár..as, aunque con grandes va­

riantes en la cantidad y en el precio do las aguas,

En el predio llamado Son Qu int, del mismo término

de Espor-las, y á unos 10 kilómetros de Palma, nace

otro manantial que alimenta la acequia D'en Bastor ytiue riega nomo una teL'COL'a parte de los ter-renos do la

Fuente de la Villa, siendo muy POlH'Ü en los estiajes,

En la com.u-ca qUII comprende 111 Valle de Sóller hay

otras v.u-ias acequias que riegan las huertas do aque­

llus villas, y de las que las pr-incipales son las llamadas

de Olla y de la Alquería del Conde, y que en conjunto

fecunda unas 200 hectáreas, divididas en numerosas ypequeñas parcelas de ter reno.

- 252 --

Tales son las escasas obras que suministrau agua depie en la actualidad; lo demás se riega con aguas eleva­das, svgún se ha dicho.

No hay on las islas pantano alguno propiamente di­cho; cuando las lluvias son abundantes, al llegar las

aguas á los sitios próximos al m-ir, pero más bajos que

su nivel 6 separadas del mismo por las arenas que acu­

mulan las olas en la costa, se producen extensas ehar­

cas y marismas, que suelen dar á aquellos parajes con­

diciones de insaluln-idad.

Hoy, no obstante, han desaparecido los principales

focos palúdicos, gracias á los trabajos de desecación

llevados á cabo pOI' la Compañía inglesa «New Majorca

Leand Company», que gastó en sanear la Albufera de

la bahía de la Alcudia cerca de 20 millones de pesetas;

pero pOI' consecuencia de los escasos resultados econo­

micos obtenidos, la expresada Compañía hizo traspaso

del negocio á un rico propíetarío de la isla, quien lo

arrendó á otra Sociedad, la cual desdo hace dos años

dedica la mayor de aquellas tierras al cultivo del arroz.

con el que se prometo obtener grandes utilidades.

Después de 10 dicho, resta s610 añadir que no hay

nuevos proyectos do cnnales y pa ntunos ni de ninguna

otra obra hidráulica.

3. Los terreuos en las islas de que se trata son en su

mayor parte calizo-silicoos y pobres en alúmina, pro­

cedentes de formaciones terciarias; pero los hay también

originados por los acarreos, ricos en materias orgánicas,

y pOI' verdaderos légamos do gt'an fertilidad, tales como

los que constituyen el suelo de la Albufera, de que ante­

riormento q linda hecha ligera mención.

El estiércol de cuadril, que es 01 que se usa general-

- 258 --

mente para fertilizar las tierras, se produce en muy es­casa cantidad P(W la falta do for-rajes y consiguiente­

mente de ganados. El lanar suministra alguna cantidad

durante su permanencia en los establos llamados sesia­

dors, y en algunas localidades se aprovecha la palomi­

na y hasta el polvo de las carreteras: pOL'O todo ello no

hasta ni con mucho para satisfacer las necesidades del

cultivo, En la huerta de Palma y en Sóller se emplea

alguna cantidad de guano para los na r.mjales; mas to­

dn vía la aplicación do los abonos químicos no ha pasa­

do aquí del periodo del ensayo,

Los cultivos herbáceos son en estos te: ...enos muy in­

seguros en sus rendimientos, pues con fr-ecuencia faltanlas lluvias do primavera y en algunos años los labrado­

rus se ven obligados á dar sus sernhrudos al ganado la­

nar y aun tienen que desprenderso de ésto por la cm-on­cia absoluta de toda clase de hierba.

Debido á las indicadas causas, el cultivo nrbórco VH

adquiriendo cada año mayor desarr-ollo pOI' rexisti r mu­

cho mejor estas prolongadas sequías.

En las huer-tas ci-iansc á todo campo las especies pro­

pias de este sistema, cada una en la época cor-rospon­

diente; 1)('1'0 se desconoce el cultivo forzado y ('sta os la

reforma más impcrtaute que convendi-ia en ('lIas intro­duclr.

Una nueva planta de grnndes rendimientos «llt' se da

muy bien en este benigno clima es el tahaco y otru ('uyo

cultivo está concedido y de que so puede esperur au­

mento eonsidorablo en la riqueza agl'ícola del país es el

nrroz, elemento do subsistencia muy interesante y de

que on la actualidad. proveen á estas islas las provincias

valencianas.

- 254

-! La constitución dt' la propiedad tt'l'I'itol'ia! hn ex­

perimentado UII cambio comploto do modio siglo á o,.;tn

parte. Ha aumentado la población uotablomcute, (1: va­

lor de algunas fincas se ha doblado ó triplicudo "OSPO("

to al que antes tenían; la cantidad de productos es mu­

chísimo mayo!', y el joma! del trabajador se ha mejora­

do y encueutran Iáeilmonte ocupación, mientras que en

época remota estaha parado la mayor parte del ario, ~'

todo, en fin, acusa cierto híonesta r y una prosperidad

creciente. Consecucuoin os tal estado de una más con­

venieute división do la propiedad agl'Ícola, o"¡ginadn

en las leyes de dcsvinculacion y de desamortización.

Además do esta poqueña prop.cdnd, existen otras dr­

mayor extensién principalmente en 01 nl'holado y 011 01viñedo,

Hay algunas ticrrns en aparceriu, por'o son muy con­

tadas en Mallorca y Monorcn, mientras el caso os 1'1'0­

cuente en Ibiza, El colono pone de su pn,'te 01 traha]o .vla mitad de la semilla y 01 propiet-u-io ¡'(\l'illu la mitad

ele la cosecha en «speci« y á (';I¡'go flpl mismo eo['!'p el

pago de la contr-ibución torritoriul.

Pero lo más generalizado ed el arrendamiento de IOH

predios mediante una cantidnd fija, que el un-endutario

(amo) satisface anua lmento al arrendador (:;01'\01') en

tres plazos díforontes.

Al entrar el nuevo a rre 11data l'i o en la finen recibo pOI'

lo común una parte del capital de explotación, com­

puesta de ganado mular y lana!', de instrumentos y úti­

!l'R de Inbranza, de ciertas cantidades de tr'igo, legum­

bres, paja, objetos de menaje, etc" llamado todo esto

estimo 6 eeiimo«, los cuales se detallan en la escritura d«

arriendo para su devolución oportuna, sin que sen nc-

- 255 --

oesario ontra r en más detalles acer-ca de las cláusulas

de los contrntos.Tampoco hay que decir nada respecto al capital do

oxplotación, puesto que hasta ahora no se han estable­

cido en estas islas verdaderas Sociedades de crédito

agrícola.

La población rústica ha crecido conaidorablomeuto <'11

la provincia desde la antes indicada transformación d ela propiedad. El trabajador rural es infatiga hle y se

distingue pOI' HU frugalidad; su alimentación es princi­

palmente de legumbres (habas), pan y aceituna, así I'n

la montaña corno en buena parto del llano. En ciertos

pueblos de Ibiza sustituyen al pan con higos y algurro­ba en años de escasez.

Estas islas, sobro todo la de Mallorca, tionen buenas

carreteras que unen la capital con los demás centrosimportantes; cornunícanse también entre sí los pue­

blos pOI' numerosas oru-roteras vecinales y caminos ru­

rales.La construcción del ferroeart-il de Palma de lVlallOl'ca

al Norte do la isla y do su ramal á Mauacor ha sido una

gran mejora para los intereses agrtcolas del pals. Hace

dos años se inauguró otro ramal á la ciudad do Felauitx

y se encuentra en estudio el de Artá,

En suma, puede considerarse esta provincia corno

muy bien servida pOI' lo que respecta á comunicaciones

terrestres y marítimas, Las demás condiciones oconómi­

cas no son tampoco adversas á su desarrollo cultural,

que es de esperar sea cada vez mayor si se 1(\ protege

por los altos poderes del Estado y las leyes arunee­

larias no lo suscitan obstáculos y competencias injusti­ñcadas.

,DEClMA1'ERCERA REGlON

J~LAS CANARIAS

1. El archipiélago que forma esta provincia, tiene en

total una supertioi¡- de 727.260 hectáreas de las qlH~

aproximadamente 7.800 reciben el boneficio del J'oga­

dio en sus principales islas.

Los distintos cultivos que dicha extensión comprendo

son: plátanos, 1.625 hectáreas, tomates, 1.750; patatas,

1.425; caün do azúcar, 650; cer-enles .Y 1ogum i 1I0i'laS,

2.100; fr-utales, 250.

Toda estn superftei» os regndn con :lgua de pie, pero

entre las numerosas concesiones solicitadas tm la aetua­

lidud, hay cuatro que se reüeren á uguns elevadas; no

expresa la Memorin qué parto de estos dogos es más ó

menos eventual: ha de estimarse, sin emburgo, que éstano 801':1 pequeña dada: la inconstancin de 108 CIU'SOS de

agua en el país.

El cultivo más importante en esta provincia es ol del

plátano, pues su produccióu pOI' hectárea es de 4.550, y17

- 2fi8 -

pOI' tanto las 1.62fi dichas dan un total de 7.:na.750 po­

setas.

Le sigue 01 del tomate, que ri nde pOI" hectárea 115

quintales, y á 15 pesetas el quintal 1.725 pesetas, lo que

da para su total producción 3.018.750.

Las patatas, que en toda la extensión que se les dedi­

ca dan al respecto <in 160 quintales pOI" hectárea 228.000,

re presentan un valor de 2.736.000 pesetas.

La cana de azúcar, que ha disminuido en la impor­

tancia de su producción por la pI'l~fol"encia dada á los

eulti vos unteriores, proporciona toda vía u na recolee­

ci6n de 27a.OOO quintales con un va \01' modio de pesetas

1.092.000.

Los cer-eales y leguminosas, teniendo tlll cuenta que

las especies predominantes son el maíz, los garbanzos,

las judías y los guisantes, suman un valor medio total

do 472.500 pesetas.

Y, pOL' último, tos árboles frutales, de los que los prin­

eipalt's SOIl el naranjo, el limonero, el :l lmendro y la hi­

gUOL':l, ar-rojan una cosecha media que se puede estimar

un 101.250 pesetas.

De los plátanos, tomates y patatas producidos en esta

provincia so consume el 80 por 100 en Inglater-ra, don­

de so pagan á precios bastante elevados; un 15 pOI' 100

se exportan á otrns naciones, prinoipalmente Franeiu

y Alemania, y 5 por 100 restante se consume en 01 país.

Los productos de 'Ia caña de :lZlÍCilI', cereales, Iegu­

míuosas y árboles frutales se consumen en ol país, ela­

borándose In primera f'll las fábricas existontes en el

mismo.

2. En estos terr-itorios no existen verdaderos i-ios y

!"OIlI1lUY escasos los arroyos de cor-riente continua por

-- - 259---

la gl'all pendiente que en general presentan los caucesy la corta longitud de su recorr-ido; pero la misma acci­deutación del terreno, la configuración de los haJ'J'aIL

cos por dando las aguas corren y el precio que éstas y

las tierras que riegan adquieren, permiten afirmar qui­

todas ellas son susceptibles de aprovechamiento eco­nómico.

Las obras necesarias para el objeto serían Hin duda,pOI' las indicadas razones, do escaso costo, y consistu-ían

en la construcción de embalses, cuyo gasto, en el caso

más desfavorable, no excedería de 300,000 pesetas.Respecto á los aprovechamientos existentes en la ac­

tuulidad, puede decirse quo no merecen el nombre d

de canales ni de pantanos, sino más bien de acequias ó

tomaderos en número muy considerablo; los principales

están constituidos pOI' los heredamientos de aguas do laOrotuvn y Güima.r, At-uens y 'I'elde, y los embalses más

importantes Han 103 del 'l'abares, Santos y Talsod io en la

capital y los de SlIl Andrés en Arucas,El rosultado económico de estas empresas os altamen­

te remuncrndor por el ole vado precio que adquieren

las aguns en la provincia,Hay gran número do proyectos pat'a utilizar aguas

en 01 regadío de las tierr-as. E n la isla do Palma He trata

del aprovechamiento de :310 litros por segundo de losmanantiales de Marcos y Oordero en el término muní­cipal de San Andr-és y Sauces, en la Caldera, do la mis­ma isla, se solicita oteo do 500 litros: en la de Teuerífe

hay el proyecto de un embalse do 500.000 m." en 01 ba­

rranco de Talsodio y otro en el mismo barranco de

200,000, y otros muchos de menor interés que fuera peo­

1ijo enumera r.

__ o 260 -

La mayor parte de estos proyectos es de flSPlW1U' que

logren un éxito satisfactorio si llega á realizars« HU 'eje­

cución en bien estudiadas condiciones.

:t En los terrenos do regadío de esta provincia pre­

domina la arcilla sobre la sílice, excepto en los del Sur

de Tenerife que son silíceo-arcillosos; la cal existe siom­

pre en muy escasa proporción y el subsuelo es pOI' lo

general poco permeable.

Loo riegos, respecto á la cantidad de agua, requieren

para los plátanos y la caña de azúcar de 12 á 14,000 m.'!

por año y hectárea, los tomates. frutales y hortalizas do

9 á 10.000, las patatas de 6 á ROOO y los cereales y le­

guminosas de 8 á 5.000 m."Mientras soan tan productivos los cultivos actnales no

será conveniente introducir ninguna reforma sobre el

particular: pero pudieran surgir motivos do competen­

cia que ocasional-len su depreciación , y talos conti n­

gencias aconsejan 01 estudio inmediato do nuevus plan­

tas, q ue, dadas las condiciones naturales de esto .u-ehi­

piélago, prometen resultados positivos, eomo son ('! ('aré,

el algodonero, la nuez moscada, el cacao, la t~;1111'Ia. la

vainilla y los diversos árboles que producen 1-l cauclu),

como el Al'tOC~lL'pUS intngTifolia yel Siphonia lí Hevl':!

guyauonsis.

Los abonos que al presento Sl~ emplean en osta pl'O­

víncia para las titwI'as de regadío son: 01 estiércol do

cuadra en muy corta cantidad y en gL'an os<'ala los abo­

nos químicos, á cuya fabricación se dedican muchos

comcrciuntos, que importan del extranjero las primeras

materias, vendiéndolos principalmente en las plnzas de

Santa Cruz de 'I'enerife y en la de Las Palmas al precio

por término medio de 27 pesetas los 100ldlogramos,

~ 261 -

4. POI' r'(lg-Ia g-nncrnl, In propiedad toi-ritorial en esta

provincia está muy dividida, pi-ineipalmente (In los te­nonos do regadío, en los que el promedio do In cxteu­sión do las ti ncas 110 pasa de 4 á 5 hectáreas.

Los arrendamientos tienen de duración un plazo que

var-ia de cinco á diez años; en las fincas de riego va in­

«luso en la renta el valor del agua, y cuaudo son de

secano, pero susceptibles de ser convertidas en ¡'cgadío,

los propietarios oxigon un precio mucho menor, pero á

condición de que al término del contrato queden en be­

neficio de la finca los «mbalsos y demás mejoras que el

colono haya variñcado. También se C::'~::)lÜan algunof>

contr-atos en quo ni dueño Sll compromete á i.idomnizar

al ari-cudn tu rto de los ¡!;Hstos hechos en tales mejora­

miontos con una cantidad proporcional á las obras que

ejecute, fijándose en estos casos la superficie y cabida

máxima que han de 1('1101' los embalses y estanques con

.u-rcglo al volumen do agua aprovechable y á las nece-

sidades do la explotación. ..

El lugar' donde el agua vendida adquiero mayor pl'e­

C'Ío en PSÍllS islas es Arucas (Gran Canaria), El caudal

disponiblec-n dicho término muuieipul se divide en voin­

ticuatro partes, que se denominuu azada»; de las que

cada uuu os la cantidad do agua que puede manejar un

hombro y que basta para el rit1g"o de una [anequda, ó

sea 52 áreas y 4H centiáreas. El tér-mino modio que 1'0­

presenta una azada do agua os el de 400 á 500 m.", Estns

aguas se subastan diariamente, y se han llegado á coti­

zar oste año en 01 «stiajo y cuando su ca udal no exce­día de 250 m." á 480 pesetas; claro es que esto precio os

excepcional, pues 01 promedio no excederá de gO pese­

tas, dispon iéndose de 450 m." on las doco horas.

- 262 --

EII los otros parajes rega bles es muy diverso el valor

del agua, y el ea non medio que el agricnl tOI' satisfuco

pOI' su URO se pnodo estima l' <'11 cinco céntimos do pese­

ta f11 metro cúbico.

El valor adquir-ido por las producciones de que SIl ha

hecho mérito ha dado un bienesta r á la clase agrioulto­

ra, (1"0 hace innecesaria, pOI' lo común, la obtención de

capitales. Los pequeños labrndores que no pueden re­

mitir directamente SIlS frutos á los mercados europeos

sur-len 111'111<11' IlII compromiso de venta con las casas

PXl)()I'tadol'as, qtH' en caso preciso suministran los abo­

nos y rocursos que S(' necositeu 1)(\I'a Id cultivo,

La más poblada de estas islns es la Ul'Hn Canar-ia, que

tiene 9:3 ha bita ntes pOI' ki Iómet1'0 I'I[;Idrado, s.guieudo

la de 'I'enerife con 71, La Palma con 58, la Gomera 41,

Lanzaroto y el Hi('I'l'o 24 y Fuertevcnturu 7,

Las cuatro islas donde hay más regadío son las pri­

meramente citadas, y las labores, cuidados de cultivo y

recolección, S(1 hacen siempre á jornal, pagándose 2 pe­

s(~tas por día 6 50 pesetas al mes. En los puntos «n don­

de el regndío tiene menos importancia <'1 jornal es s610

de 1,25 IHlSCÜI.S.

Muy pocos y do malas condiciones son los caminos

rurales de esta provincia, siendo causa principal de ello

lo accidentado del ter-reno, Exceptuando algunos de

esta capital, de la parte Norte do la misma isla y de

Gran Cannria, todos los demás son caminos de h01'1'a­

dura con grandes pendientes y COII pasos muy dificiles

y peligrosos.Para facilita l' el comercio do fru tos con la Península,

preciso es abaratar los transportes, pudiondo ponerse

como ejemplo ú tal respecto que. mientras 1\1 mandar á

Inglater-ra 11Il racimo de plátanos cuesta sólo un chr-lin.

rcmitir!o á Madi-id cuesta más de 20 pesetas,

Las reformas económicas que pal'a el adelanto clt, la

riqueza agraria de este archipiélago conviene realizar

resultan indicadas en las breves consider-aciones que

anteceden, La diferencia de rendimientos «ntr« las po­

brísimas cosechas de secano y las m uy pi ngües de I ,'('­

gadío dan á esta cuestión pcimordia l interés, y el em­

pleo de los abonos químicos mediante 01 estudio analí­

tico de los terrenos on que se emplean y de las mu­

ter-ins qu: los constituyen pue-do conducir- á grnndes

progresos. capaces únir-ameuto eh' llevarse á cu hu por'

la difusión do los «onocimieutos agronómíeos. Y ilion

merecen tales atenciones unas islas que pOI' su situu­

ci6n y pOI' la especialidad de su (~: ima son frecuente­

mente visitadas pOI' multitud do «xtrnnjoros, que admi­

ran, al par que osas condiciones uaturnh-s. 1'1 de-scuido

y abnndouo en que se tienen establecimientos tan nota­

hles r-omo 01 .T:ll'dilJ de la Orotn vn.

eU1l0R0 OEM0STRllTIVe de la extensi6n total, del número de habitantes y dela superficie regada de las provincias de España, agrupadas en Regiones ó Ols.tritos agrfeolas.

T'J"r.~L

150 ~001 650]¡¡ I

1

50.000¡ 105 500'12.667 30.4671

7.170

1;36,2071

6 000 22 572121.028 40 OOO!

I

I I96 8651 234.7461

, .... /

---1---;

~,

metros

superncíe I Númeroen kilo-

l7.424,34 421. 843 24-2115.14H,80 . 244, l:l67 16-1614.817,94 246 001 16-605.041,12 189 376 37-57

10.506,37 307.669 29-28____ , 1--

TOTAL..... 12.555,05 879.599! 1» •

TOTAL.....

54.300 1 1.20017.700' 10028.96R 6916.000' 57217.7721 1.200

------1--- I---~-I-TOTAL..... ! 62.938,57:1.409.756; I 134.740: 3.141

I

PROVIKClAS

Zaragoza.... . ..Huesca... . ...Teruel. ....Logroño ..Navarra .

REGIONES6

DISTRITOS AGRÍCOLAS

~.a Cantábrica...

Xúme,,, RElHDio CONSTANT¡'; \ltegaü,,,

habi~:nte~ , f.o \' en t tia l. ",U1Jt¡-lki.ede por k i Ió- (un ug uu Con .aguas regada.

metro d- pie, ele, adas,

cuadrados ~u"~t~n~ CuadraJ~ Hect:i:eas. Hectdreas. Ilectúr~~~I~~t:túret1s.

Coruña.. . .. . . . 7.902,79 653 556 82-70 )} :+ 100 1001. & Galleta y Ast. _\ Lugo... .. .... 9.880,54 465 386 H-I0 1 788 712 11. 745¡ 14.245.

'rias Orense.. ... .. 6.978,71 404.311 57-93 29537 '} 29.123 58.660¡............... '1 Pontevedra . 4.391,~2 4?7.262 1?~-!3 3 EOO 1.500 26.536; ~~~.5~6:

Ovledo...... 10.894,00 627.069 01·;)6 6.4.46 4» 6 4aO:~---- --- - _.- -~ --- __ o ~ , __~ ~~.~ _

40.047,86::~ 412711 2.216 67.504j 110 991,

1 :

l S~ntander.. . 5.459,96 276 003 50-~5 » » 500: 500!J VIzcaya....... 2.165,46 311 361 143-19 » » »

. .. ~ Alava..... . . . . . 3.044,92 96 385 31-65 » »'1 ».Guípüzcoa . ..... 1.884,71 195.850, 103-92 150» 150!

~_._-- -~I-------'

13.& 4.rallrÓD y .ay.J, rra , /

.-"

1 \ t

137-12 9.155' 3.233 1.688¡ l-t.an52-07 10.10') 4.000 5500 19 60l~

22-60 148.000 » 2.000: 150.oo~

51-03 6.450 1.200 50' 7.700:I

173 706 8 433 9.238j 191.377'

! i

25-11 39.653 1 050 »I

40.703:25-64 123 159 » 232:25-96 1 600 500 1 200' 3.300122-86 694 1665 5.8931 8.252

--- ---- -------142.070 3.374 7.093\ 52.537'

36-S0 900 SOO 1.32S~ 3.02823-88 11 550 750 3 000 1530025-46 11 653 2.255 18 000 31.908'23·33 1.

6951

171 1 044( 2.910:14-58 10.448 240 » I 10 688'

1-23 372136.246 4.216 63.834-- I

75-02 79.500 1 10 000 11.5001

101.00048-08 19.7931 4.895 5 432, 30 120'83-07 39 200 1 5.620 22.702! 67.52250-10 55.126: 875 » ! 56.001

i193. 6191 21.390 39.634 254.643

18-23 5 004: 1 840 9961 7.84023·76 2.315 1 669 1.287[ 4.27116-40 403: 9 783 7 482 17.66816-00 27.500' 2.500 11.432 41.432

35. 22,f-'li 7921 21.1971

,71.211:

I

806.556310.828470.149577 987

386 083320 765275.545192 473

TOTAL..... ! 34.412,9512.165 520

I( Barcelona........ 7.690,501,1 054.541, Tarragona.. ... 6.490,35 337964

..f Lérida...... .. .. 12.150, 79 1 274 590'. Gl'rona.... ..... 5.864,96' 299.287

-- ---_._.~--

TOTAL..... 32.196,601.966.382

TOTAL..... 46.935,8:!\1.174.866

¡ León..... .... 15.3i7,17, Salamanca....... 12.510,15

.. . . .. / Zamora..... , . . 10.614,71Palencia.. . . . . . . . 8.433,79

( Valencia .

7 a L t J Castellón.. .. eyan e Alicante .

( Murcia .I '---1----I

I( Cáeeres. 19.863,221 362.164

~.' Extremadara Y) Badajoz 21.893,62, 520.246la Ma.ella J Ciudad Real.. .. 19.607,51! 321 580

~ Albacete........ 14.863,1~i 2~_~:~:7

TOTAL..... 76.2'.27,4511 441 R67

S.- Leo.esa . . .

"." Catala.a .

\

Valladolid.... .. 7.569,35

1

1 27S.561Burgos.... . . .. .. 14.195,92 338 828

8.a ('a.tllla la Vlela.¡ Avila.. 7.882,0~ 200:457Segovia.. !J.826,8Ij 159.243

, Soria. " '" " 10.318,05 [ 150.462

TOTAL..... 146.792,28 1.127.551

I10.751,176.465,375.659,71

11.536,70

x I">,;;,"'¡,, """,....",

xuperñc¡e • UUll:"ro Reg-atlllJ Tln'.\!.REGIONES ;\úm,'rq de eventual supern...it·

en kiló- h;lhiL~l\t~~. Con 'lgua Con aguasÓ PROVINCIAS de !"'gajla..metros POl~f';~.~I- ¡le ~i'-" elev~(las

DISTRITOS AGRÍCOLAS -cu.ulrndos , hauuaut-s , I cuadrado. Hectii reas. Hectáreas Hectáreas llt'-ctÚrt'(l,I'i,

1-- ----_._-- .~--_. ----- - --- ,

i ~ Madrid.... ..... 7.988,75 775.0341I

97-02 13.804 4.934 5.157 23.895D." Castilla la ltue...... Guadalajara. .. 1~.1!3,2~ 2~0.186: 16-53 1.807 200 4.375 6 382I I To'odo... -- . . 10.'07," 3.6.8il 24-íO ~.í\}3 8.417 » 10.210

ClHH!Ca.... 17.193,4~¡ 249.696: 14-52 676' 236 2 762 3 674

I TOTAL.... 52.552,92 1.601.7301

.....-~-_.

:

18.080: 13 787 12.294 44 161'I ¡

2 798' 5 915:'Córdoba. .. .... 13.726,63 455.859 33-21 2.917 20010.& Bético-occidenJ Sevilla.. " .... 14.062,50 555.2561 39-49 1 062: 3.197 204 4 463ti' Huelva. . .... 10.1:17,94 260.880: 25-73 943' 283 471 1.697

a ............ oo ... / C'd' 7.342,23 452 659: 61-65 2 468: 3.100 762 6.330a IZ ••..•.••.•.-Iaén .......... 13.480,38 474.490! 35-20 11.443 3.557 11.078 26 078I . TOTM... __

--_..

58.749,682.199.1441 18.714' 13 054 12 715 44 483! I

I !27 208[11.& Bético - Medite _\ xlalaga. . ... 7.348,79 511.989

1

69-67 12.501 7.207 7.50e. . Granada...... 12.768,41 492 460, 38·57 71.410 1 57 33.904 ios 3711

rranea.· ........... I Almería ..... 8.703,79 359.013: 41-25 11 771 i 729 2.500 15 ~

I TOTAL..... 28.820,99 1.363.462)- 95.6821 7.993 43.904: 147.579'I , I

I II~.a Islas Baleares.. Baleares........ 5.014,11 311. 649 1 62-15 » 4 382 - 2.700 7.082:

I

13.& Islas Ca.arlas.. Canarias......... 7.272,60 358.564' 49-30 5.200 » 2.600j 7.800/I

RESUMEN!

REGADiO rO:-¡STANTE Regadío I TOTALSuperflcie Númeroen kiló- e v e n t ua l . superficie

REGIONES de Con agua Con aguas de regadío.metros de pie. elevadas. -

-cuadrados. habitantes - -

Hectáreas, Hectáreas Hectáreas. Hectáreas.

1."Región. Galiela y Asturias. . . .. . .. 40.047,86 2.607.584 41.2712.

2161 67.504; 110.991I

65(2.& Idem. Cantábrica................ 12.555,05 879.599 » 150 500

I3.a Idem. Aragón y Navarra ........ 62.938,57 1.409.756 13U40 3.141 96.865 334.746

li,

4.a Idem , Catalana.................. 32.196,60 1.966.382 173.7061

8.433 9.238 191.377

5.a Idem. Leonesa.................. 46.935,82 1.174.866 42.0701

3.374 7.093 52.537,

6.a Idem. Castilla la Vieja .....•... '. 46.792,28 1.127.551 36.246i 4.216 23.372 6~.8341!

7.& Idem. Levante.................. 34.412,95 2.165520 193.619: . :l1.390 39.634: 254.643I

8.a Idern . Extremadura y la Mancha, 76.227,45 1.441.867 35.2221 14.792 21.1971

71211I ,

9.8 Idern, Castilla la Nueva ......... 52.552,92 1601.730 18.080 1 13.787 12.2!l41 44.1611

1O.a Idem , Bético-Occidental. ........ 58.749,6R 2.199.144I 13.054 12.715 I18.714, 44.483

1!

11,8 Idem. Bético-Mediterránen ..... 28.820,99 1.363.462 95.682 1 7.993 43.904 147.579'

12." Idem. Islas Baleares ............ 5.014,11 311.649 »I 4.382 2.700 7.082t

13.& Idem. Islas Canarias............ 7.272,60 358.564 5.200 » 2.600 7.80{

TOTAL •......••••••• 504.516,8818.607.674 794.550 96.928 339.616 1.231.09~,

1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111

EPILOGO

Como término del presente trabajo sobre el -Regadio

en España», estima esta Junta Consultiva que debe ha­

cer algunas consideraciones de las muchas que pueden

deducirse de los datos y noticias contenidos en las Me­

morias referentes á dicho tema y que sucintamente que­

dan extraetados.

La super-tície total de la Península os, segrin los datos

del Instituto Geogrático y Estadístico, de UllOS cincuen­

ta millones de hectáreas pa ru sus ouu renta y I1IW"P 1)\'0­

vincius, computándose do dicha extensión como reduei­

das al cultivo ngrru-lo las dOA quintas partos próxima­

mente, ó sean veinte millones do hectáreus,

Conforme las noticias anotadas pOI' los Ingenieros

agrónomos del Ser-vicio provincial en la Memor-ia 1'('­

glamontarIn correspondiente al año de 1UOO, el á r(~n 1'111­

tural ~m compn rte en las Higuit'ntel-l produccionos:

12800.500999.500,(50,000:360 000860 oou235.000G40.000250.000

18.595.000'l'O·l'AI,. •..... ..•.....•. ... . ...•• ,. ----

Cereales .Legum inosas , .Viñas.. ,.,.,', " , .Olivares , , .Raíces y tubérculos, .Plantas industriales , . . . . . .. ..Huertas y frutales diversos. .. . .Prados oultívados .

~70 -

Como las cifras investigadns por el Servicio Agl'on6­

mico, no habiéndolo sido por mediación directa sino en

muy pocos casos, es muy probable (casi seguro) que

pequen de escasas, pues son notorias las ocultaciones

en los amillaramientos, la diferencia que se observa

entre la expresada suma y la calculada por el mencio­

nado Instituto ha de ser muy corta en realidad, y así se

demostrará sin duda cuando en todas las provincias se

hayan terminado las operaciones del Catastro, hoy enejecución.

Ah(lI';1 bion, según el resumen adjunto, el regadío to­

tal de la Peuuisula asciende en números redondosá 1.2aO.OnO hectáreas incluyendo en esta cifra las 340.000

que s610 tienen riego eventual, lo que arroja muy pocomás del ti pOI' 100 para la proporción en que so encuen­

n-a respecto á las tierras cultivadas la superficie deriego, proporción que 110 llega al 4 1/ 2 pOI' 100 si se cal­

cula sólo para la extensión que lo es constantemente.

Tomando en cuenta todas las circunstnucius que en el

orden técnico deben ostimurse pa l'n ('1 caso, se calcula

quo sin graves dificultados este regadío puede alimen­

tarse hasta el doblo que lo es actualmente; esto es, que

podrían beneficiarse con tan precioso elemento de pro­

duccióu unos 2 I/~ millones do hectáreas.

Lo primero que será monester para cOITOgil' esto, es

convertir en riego constante lo que hoy lo disfruta de

uuu ma 11U1'a incierta y temporal, por mod jo de las OpOI'­tunas obras hidráulicas, llevando luego 11 ua gran parte

de las agllns que 110 so aprovechau, á aquellos terrenos

que pOI' sn naturaleza y por su situación topográficaofrecen lus precisas condiciones y que abundan en lasanchas vegas y dilatadas llanuras por donde estérilmon-

- 271 --

te cor-ren nuestros principales rio« Y demás CU('SOS de

agua que á los mismos afluyen.

Hay sin duda quienes creen que pudiera alcanzar 01regadío una extensión 111 ucho mayor; pero si se consi­dera la extremada accidentacíon orográñoa del territorio

nacional, las considerables extensiones del mismo for

madas por la ('OCH viva ó por suelos en que el predo­

minio de uu elemento mineralógico hace imposible el

cultivo, se comprenderá fácilmente que la cifrn expre­

sada de 2 t/2 millones de hectáreas satisfaria las más

racionales aspiraciones y quizás excedería en el orden

económico á lo que prácticamente y durante un lal'go

período de tiempo, fuese nado realizar por los más cons­

tantes y poderosos esfuerzos.

Par» Ilegal' á este deseado objeto habrá que hacer

unas veces canales directamente der-ivados de los cur­

sos supcrflcíales, otras embalses <') pantanos, y otras, en

fin, alumbramientos do las aguas subterráneas que en

el subsuelo existen,

El primero de estos medios es, sin duda, el más fácil

y económico cuando las condieioues topográficas del

puraje en q\lt l los riegos han de estahlocers« ofrocon

pal'a el caso oircunstauoias favorables, y tal sucede en

las coma rca K q uo do más antiguo y con mayo!' oxtonsión

y provecho so \'iegan 011 EHpaüa, como son las do Va­

lencia, Murcia y Granada al Este no ln Poninsula y las

do Arag611 y Cataluña al Nordeste de la misma. PlWO la

adopción dt' este sistema do riegos oxigo, como os noto­

río, otras m uchas ci rcunsta ncius .económicougr-icolas,

cuyn fnltn 11:1 dado-origen en varios casos á que l1llÍI'O la

fl'eha du la consu-uecióu do los gl'andos canales .Y la del

upr ovecharuiento dr- su caudal dI' agllaK haya transcu-

--- 272 -

nido largo tiOlUPO, Tal aconteció COII (,1 Canal Imperial

de Aragón, que, construido pOI' el célebre Pignatelli

hacia fines del siglo XVI[l, sólo ha fecundado amplia y

fructuosamente las vegas de Zaragoza, haciendo rena­

cer en ellus la prosperldnd de aquella agrieultur-a hacia

los últimos años del XIX y bajo la influencia de las en­

señanzas agronómicas dísponsadas pOI' la Granja expe­

rimental de la región.

Monos afortunados los canales do Urgel, que lleva en

costosísimas y atrevidas obras las aguas del 8egl'l~ por

campos de Lérída, y el del Esln, destinado á regar con

su abundante caudal varios términos de lus provincias

do León y Zamora, después de bastantes liños de ejecu­

tados, toda vía se utilizan en tan corta é impl~I'rtlda ma­

neru, que han puesto en estado de ruina á las empresas

que los explotan y aun lovantan en su contra el clamor

de los ribereños pOI' los perjuicios que creen recibir de

las ñltraciones de un as aguas que en las estrecheces de

su situación 110 onouentru n modo hábil do emplo.u- con

resultados positivos en el I'egadío de sus tiorr.is.

La canaliznvion del Honn I'(\S pOI' campos de la 111'0­

vincin do Guadalajaru y algunos do la de Madi-id -- obra

recientemente acabada-ha "ido también funesta p:u'a

sus constructores y casi estéril do todo punto para los

intereses agricolus, 1111lJi-\to que su cauce 110 lleva en los

estiajes agua suficiente pa rn regar la décima parte de

la supertície on que su proyecta ra hacerlo, impon iéudose

la necesidad de embalses quo lo alimenten y ern-iquez­

can y de realizar, pOI' consigulento, nuevos y cuantio­

sos dispendios.

Causas semejantes á las expuestas Yque St' repiten en

el mayor número de nuestros ríos, obligan con fr-ecuen-

- 273 -

cia á adoptar el sistema de pantanos que, almacenan­do-s-por decir-lo así -las lluvias invernales, suministran

en el verano las aguas que se necesitan para remediartales deficiencias, 6 para hacer regables ter-renos que

de otro modo no pudieran recibir tan preciada mejora.Los pantanos, no obstante, presentan algunos incon­venientes de los que es el menor la facilidad con que se

enronan 6 entarquinan en ciertos casos por la sedimen­

taci6n de materiales de acarreo que á ellos llevan lasaguas torrenciales. Muchos de los construídos en nues­

tro país, aun en fecha relativamente próxima, adolecende este defecto, que viene á disminuir su cabida y en

ocasiones á inutilizarlos totalmente en poco tiempo.Ejemplos de ello tenemos en el de Val de Inflerno,

provincia de Murcia, totalmente cegado desde muyan­

tiguo y á poco de haber sido levantada su alta presa, enel de Híjar 6 de Isabel Il, en Alrneria, mucho más mo­

derno que el anterior, y que, sin embargo, se encuentrarelleno de fango y piedra, no pudiendo regar actual­

mente ni 10 hectáreas de terreno; en ol de Almansa,

provincia de Albncete, cuyo tarquín ocupa más de las

dos terceras partes de su cabida, y otros de mayor im­portancia que RO euouentrnn en parecidas condiciones.

Los hechos del pasado pueden, pues, suministra r pre­

ciosas enseñanzas para lo porvenir en cuanto respecta

á la construcci6n así de canales como de pantanos. De

los primeros ya en esto trabajo se han indicado las múl­tiples causas que pueden retardar más 6 menos el apro­

vechamiento de sus aguas, determinando que la empre­sa obtenga benetieios en ('1 cumplimiento do sus fines 6

llegue á situaciones ruinosas que afectan al mismo tíom­

po á los intereses pnrticulnres y á los más entegóricos18

- 274-

de la r-iqueza pública; y en cuanto á los embalses, con­viene insistir en que nunca so recomendará bastante el

más prolijo estudio del emplazamiento de las obras yde la preparación de las vertientes que hayan de for­

mar sus cuencas hidrográflcas. También presenta ungrandioslsimo interés el perfeccionamiento posible de

los medios para conservarlos limpios sin grandes dis­pendios y evitando los gr-aves perjuicios que tal opera­cién suele causar á las heredades inferiores.

El regadío de las tierras con aguas elevadas de lascorrientes subterráneas tiene realmente importancia en

diversas provincas, pues de los datos apuntados resulta

que por tal manera so benefician principalmente en elcultivo horticola más de 97.000 hectáreas. Es el sistema

que más estrechamente uno la propiedad del agua con

la del suelo, y al que, sin embargo, no se ha concedidoen nuestro país' toda la atención que reclama su fomen­to y aquella justa protección que haría su desarrollo

más rápido y de mayores ventajas. La iniciativa indivi­

dual, que es por lo común la que acomete esta clase deobras, debería ser eficazmente auxiliada por el Estado,ya con premios y subvenciones módicas, ya eximiendo

de tributos durante cierto número de años las tierras

convertidas á este sistema de riegos, ya proporcionan­do elementos para la investigación científíoa, como pre­

cedente indispensable para las probabilidades del éxito.Los factores que en el orden económico agrícola con­

tribuyen por modo inexcusable al resultado práctico y

fecundo del establecimiento del regadío ofrecen en casi

todas las comarcas de España las más tristes y lamenta­bles deficiencias, y fuera ardua tarea la de hacer com­paraciones entre la situación diversa en que se hallan á

- 275-

este respecto unas y otras provincias; en goneral, se ob­serva un gr.mdo atraso do la agr-icultura nacional, faltade capit-ilcs y de crédito, falta de brazos, aunque en

muchas localidades no hallan empleo constante los queexisten; falta de mercados amplios y remuneradores,falta de vías de comunicación y de transportes fáciles

y baratos, falta de leyes protectoras de la producción ydel trabajo y falta, en fin, de la enseñanza agrícola, tron•.

ca y raíz de todo progreso en las artes del cultivo yaunde toda disposición que en la esfera política y social se

dirija á tan supremo objeto. Porque, en efecto, all'i dan­do las prácticas agrarias y las disposiciones legales que

las favorecen y regulan están inspiradas en el perfecto

conocimiento de las necesidades y de los principios que

la ciencia dicta para satisfacerlos en lo posible, allí s610tendrán ambiente propicio á su desarrollo las transfor­

maciones y mejoras que hayan de hacer prósperas y fío­recientes las empresas rurales, y allí donde esto suceda

afluirá el capital, que va siempre donde encuentra ga­nancias, como el crédito donde existen garantías, como

la poblaoión donde halla mayoros recursos de subsis­

tencia y bienestar, como todos los agentes del dosonvol­

vimiento industrial que buscan 01 movimiento y la viday huyen de la paralización y do la muerte.

Pero el concepto de la enseñanza agrícola, tan debati­

do OH la primera mitad del siglo último y que parecía

fijado ya óal menos muy eselarocido por el ilustre Con­de de Gaspartn, al publicar 01 sexto tomo de su Oours

d'AgricuUure, hace cincuenta años, está todavía muy

dudoso entre nosotros, sin que hayan cesado las contro­versias de los prácticos y los teóricos, que no aciertan

á sacar la agriculturn de la estrecha cárcel do la rutina

- 276 -

si no \'s para llevada al vago dominio dI' las nbstrac­

CiOIH'S.Algo se ha adelantado on la patriótica obra dI' COII­

cordar las voluntades por la influencia benéficn que han

ejercido sobre el pa rtícula r las Asociaciones de agricul­

tores y pOI' el esfuerzo de los Centros dOCOlÜPS y de los

Institutos del Estado; pero todavía estarnos muy lejosde la paz y armonía que son indispensables para que la

instrucción y propaganda d,.' las lluevas ideas se reali­

cen sin eneontrnr estorbos en su camino.No es momento oportuno insistir en uste género do

consideraciones, y las que brevemente quedan apunta­das, bastan para afirmar nuestra creencia de que la en­

señanza agrícola en todos sus grados, \'s el eje pi-incipal

sobre que ha de girar todo proyecto do reforma; pero no

quiero decir esto, en modo alguno, que mientras no se

encuentro sólidamente establecida esta enseñanza, haya

de prescindirse de las demás cuestiones que, aun cuan­

do en cierta manera le están subordinadas, tienen sinembargo esfera propia de desenvolvimiento y de pro­parueión para que vengan á concurrir en la gran sínte­sis en que han do concertarse los propósitos regenera­

dores de la agricultura nacional.

Los complejos problemas del cultivo y do la produc­

ción constan siempre de términos necesarios é impres­

cindibles que no pueden ser determinados por un soloorden de conocimientos, y ya notaba nuestro ilustre

Jovellanos que la agricultura era una reunión de mu­

chas artes y de muchas ciencias. ASl es, circunscribién­

donos ahora á lo que afecta á los sistemas de regadío

de las tierras, que en las soluciones posibles, como que­da indicado en el prólogo de este trabajo, han de ínter-

- 277-

venir' el saber del hidráulico, del agrónomo y del esta­

dista, y de ello dependerá el más cumplido éxito de la

empresa que ha de abordarse sin ningún linaje de ex­

clusivismos. Hay, pues, que buscar la convergencia de

todos los esfuerzos, de modo que su resultante sea lamayor y más favorable para realizar en cada caso elefecto útil á que se dirigen las más nobles y patriótioas

aspiraciones; y esto podrá sin duda conseguirse levan­

tando el corazón y la mente por encima de todo interés

de clase y poniéndolos s610 en el anhelado engrandeci­miento de la patria.

INDIC E

PRÓLOGO..•••••••....•..•.••..•••.• 7

I-rlmera Reglón.-Galicia y Asturias.

Provincia de la Coruña. .. . . .••... .•.. 25Lugo., . . . .... ...........•...•.••......... 28Orense., . . . .. •..••.... ..•.. 30Pontevedra., . . • . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . 34Oviedo " .......•.•........ 39

Segunda Reglón.-Cantábrica.

Provincia de Santander..... 43Guipúzcoa................ . 47

Provincias de Álava y Vizcaya.. . . . . . . . . . . . . . .. . . . 49

Tereera Regl6-n.-Aragón '11 Navlwpa.

Provincia de Zaragoza...... .. ......•............... 53Huesca......... 58Teruel........ 83Logroño , . . . •.... . 67Navarra....... ....................•....... 71

euarta Reglón.-Oatalatta.

Provincia de Barcelona. 77Tarragona.. . . . . . . .. .. 84Lérida.......... 89Gerona... 94

Págill&li

Quinta Reglón.-[,rotulla.

Provincia do León ... " .. . ,.. 101Salamanca " '....... 107Zamora., •.... .. 110Palencia " .. , . . 115

Sexta Reglón.-lmfillala Vieja.

Provlncia de Valladolid.. .. . 121Burgos ' '..... .•.... 125Ávila ,........ 129Segovia..... . ,..... ." 132Soría , ,.' 138

Séptima Reglón.-Levaut«,

Provincia dlJ Valencia ,........................ 143Castellón. . . .. . ...•.................. '. 151Alicante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .•.... 157Murcia.. . .. , .......................•••... 163

eetava:RegI6n.-Extnmadura y:a NmlC}¡a

Provincia de Oáceres ......•. . , .. ,........ 173Badajoz , .....•..... ,............... 176Ciudad Real. , .• . . . • • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 180A\bacete .............•. , . • . . . . . . • . . . . . . . . . . 184

Novena Reglón.-Uastilla la Nuet'lI.

Provincia de Madrid ,......... . 189Guadalajara " .. , . , .........•... " . 1~4

Toledo ...............................•.. , . . 198Cuenca 201

Décima Reglón.- Bético-Occidental.

Provincia de Córdoba.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . 207Sevilla.. . •• ..•. . .. ...•.•.•. .. •. .. .......•• 211Huelva 217Cádiz...................................... 221Jaén oo, oo oo ••• ".. 226

Undéelma Reglón. - Bético-Medite1·1,áne((.

Provincia de Málaga... , ..........................•..... 231Granada........ ....•......... .....•..... 237Almel'ía. ............••..................•. 242

PúginaH

Duudéclma Regl6n.

Islas Baleares ...........•.................

Déclm.......... Regl6n.

Islas Canarias... • . . . . . . • . • . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257Cuadro dMnostrativo de la extensión total, del número de

habitantes y de la superficie regada de las provincias deEspaña. . . • . . . . . . . • . . . . . • • . ..•. . . . . . . . . . . . . . • . • . . . . . . . . . 264

Epílogo .................•......•............•.......... 269

FE DE ERRATAS

Página. Linea. lJIeE DEBE DECIR-----

31 14 1.009.050 1.059.05035 10 11.254.000 11.254.50054 32 su un58 25 12.667 12.76764 4 28.558.700 28.564.75068 4 aümero número69 14 anos años90 25 51.702.000 45.102.000

111 6 1.925.000 1.915.000115 3 2.028 2.928119 11 caltural cultural123 20 terranos terrenos150 1 per por152 3. 40.193.00R 40.193.166170 9 regón región184 9 14.363 11.989197 9 8S01' f'RMI

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