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 Capítulo 5 - El Principio de Legalidad y Debido Proceso Legal (Garantías Judiciales) 5.1 La normativa básica Declaración Universal de Derechos Humanos  Artículo 10 Toda persona tiene derecho, en condiciones d e plena igualdad, a ser oída públicamente y con  justicia por un tribunal independiente e imparci al, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusa ción contra ella en materia penal.  Artículo 11 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Declaración Americana  Artículo XVIII. Toda persona puede recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente.  Artículo XXVI. Se presume que todo acusado es inocente, hasta que se pruebe que es culpable. Toda persona acusada de delito tiene derecho a ser oída en forma imparcial y pública, a ser juzgada por tribunales anteriormente establecidos de acuerdo con leyes preexistentes y a que no se le imponga penas crueles, infamantes o inusitadas Pacto Internacional  Artículo 14 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar 1

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  • Captulo 5 - El Principio de Legalidad y Debido Proceso Legal (Garantas Judiciales) 5.1 La normativa bsica Declaracin Universal de Derechos Humanos Artculo 10 Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oda pblicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinacin de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusacin contra ella en materia penal. Artculo 11 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio pblico en el que se le hayan asegurado todas las garantas necesarias para su defensa. 2. Nadie ser condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos segn el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondr pena ms grave que la aplicable en el momento de la comisin del delito. Declaracin Americana Artculo XVIII. Toda persona puede recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente. Artculo XXVI. Se presume que todo acusado es inocente, hasta que se pruebe que es culpable. Toda persona acusada de delito tiene derecho a ser oda en forma imparcial y pblica, a ser juzgada por tribunales anteriormente establecidos de acuerdo con leyes preexistentes y a que no se le imponga penas crueles, infamantes o inusitadas Pacto Internacional Artculo 14 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendr derecho a ser oda pblicamente y con las debidas garantas por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciacin de cualquier acusacin de carcter penal formulada contra ella o para la determinacin de sus derechos u obligaciones de carcter civil. La prensa y el pblico podrn ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden pblico o seguridad nacional en una sociedad democrtica, o cuando lo exija el inters de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinin del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar

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  • a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa ser pblica, excepto en los casos en que el inters de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores. 2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley. 3. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendr derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantas mnimas: a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada, de la naturaleza y causas de la acusacin formulada contra ella; b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparacin de su defensa y a comunicarse con un defensor de su eleccin; c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas; d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de su eleccin; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre que el inters de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si careciere de medios suficientes para pagarlo; e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que stos sean interrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo; f) A ser asistida gratuitamente por un intrprete, si no comprende o no habla el idioma empleado en el tribunal; g) A no ser obligada a declarar contra s misma ni a confesarse culpable. 4. En el procedimiento aplicable a los menores de edad a efectos penales se tendr en cuenta esta circunstancia y la importancia de estimular su readaptacin social. 5. Toda persona declarada culpable de un delito tendr derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la ley. 6. Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente revocada, o el condenado haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho plenamente probatorio de la comisin de un error judicial, la persona que haya sufrido una pena como resultado de tal sentencia deber ser indemnizada, conforme a la ley, a menos que se demuestre que le es imputable en todo o en parte el no haberse revelado oportunamente el hecho desconocido. 7. Nadie podr ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada pas. Artculo 15

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  • 1. Nadie ser condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos segn el derecho nacional o internacional. 2. Nada de lo dispuesto en este artculo se opondr al juicio ni a la condena de una persona por actos u omisiones que, en el momento de cometerse, fueran delictivos segn los principios generales del derecho reconocidos por la comunidad internacional. Convencin Americana Artculo 8. Garantas Judiciales 1. Toda persona tiene derecho a ser oda, con las debidas garantas y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciacin de cualquier acusacin penal formulada contra ella, o para la determinacin de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carcter. 2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantas mnimas: a. derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intrprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; b. comunicacin previa y detallada al inculpado de la acusacin formulada; c. concesin al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparacin de su defensa; d. derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su eleccin y de comunicarse libre y privadamente con su defensor; e. derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no segn la legislacin interna, si el inculpado no se defendiere por s mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley; f. derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos; g. derecho a no ser obligado a declarar contra s mismo ni a declararse culpable, y h. derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 3. La confesin del inculpado solamente es vlida si es hecha sin coaccin de ninguna naturaleza. 4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podr ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos. 5. El proceso penal debe ser pblico, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia.

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  • Artculo 9. Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos segn el derecho aplicable. 5.2 instrumentos normativos complementarios Los Principios bsicos relativos a la independencia de la judicatura, aprobados la Asamblea General de la ONU en 1985, constituyen un aporte valioso para la interpretacin del concepto del derecho a ser odo por un tribunal competente, independiente e imparcial.1 De particular importancia son los cuatro primeros principios, que merecen transcribirse integralmente:

    1. La independencia de la judicatura ser garantizada por el Estado y proclamada por la Constitucin o la legislacin del pas. Todas las instituciones gubernamentales y de otra ndole respetarn y acatarn la independencia de la judicatura. 2. Los jueces resolvern los asuntos que conozcan con imparcialidad, basndose en los hechos y en consonancia con el derecho, sin restriccin alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o por cualquier motivo. 3. La judicatura ser competente en todas las cuestiones de ndole judicial y tendr autoridad exclusiva para decidir si una cuestin que le haya sido sometida est dentro de la competencia que le haya atribuido la ley. 4. No se efectuarn intromisiones indebidas o injustificadas en el proceso judicial, ni se sometern a revisin las decisiones judiciales de los tribunales. Este principio se aplicar sin menoscabo de la va de revisin judicial ni de la mitigacin o conmutacin de las penas impuestas por la judicatura efectuada por las autoridades administrativas de conformidad con lo dispuesto en la ley.

    Los principios tambin reconocen el principio de inamovilidad de los jueces, y establecen salvaguardias relativas a medidas y procedimientos disciplinarios.2 Se han adoptado posteriormente dos instrumentos complementarios, los Principios Bsicos sobre la Funcin de los Abogados y las Directrices sobre la Funcin de los Fiscales.3 Convencin sobre los Derechos del Nio Artculo 40

    1 Adoptados por el Sptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Miln del 26 de agosto al 6 de septiembre de 1985, y confirmados por la Asamblea General en sus resoluciones 40/32 de 29 de noviembre de 1985 y 40/146 de 13 de diciembre de 1985. 2 Principios 11 a 12 y 17 a 20. 3 Ambos fueron aprobados en 1990 por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente. 4

  • 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo nio de quien se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del nio por los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del nio y la importancia de promover la reintegracin del nio y de que ste asuma una funcin constructiva en la sociedad. 2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los instrumentos internacionales, los Estados Partes garantizarn, en particular: a) Que no se alegue que ningn nio ha infringido las leyes penales, ni se acuse o declare culpable a ningn nio de haber infringido esas leyes, por actos u omisiones que no estaban prohibidos por las leyes nacionales o internacionales en el momento en que se cometieron; b) Que a todo nio del que se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse de haber infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo siguiente: i) Que se lo presumir inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley; ii) Que ser informado sin demora y directamente o, cuando sea procedente, por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de los cargos que pesan contra l y que dispondr de asistencia jurdica u otra asistencia apropiada en la preparacin y presentacin de su defensa; iii) Que la causa ser dirimida sin demora por una autoridad u rgano judicial competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley, en presencia de un asesor jurdico u otro tipo de asesor adecuado y, a menos que se considerare que ello fuere contrario al inters superior del nio, teniendo en cuenta en particular su edad o situacin y a sus padres o representantes legales; iv) Que no ser obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, que podr interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la participacin y el interrogatorio de testigos de descargo en condiciones de igualdad; v) Si se considerare que ha infringido, en efecto, las leyes penales, que esta decisin y toda medida impuesta a consecuencia de ella, sern sometidas a una autoridad u rgano judicial superior competente, independiente e imparcial, conforme a la ley; vi) Que el nio contar con la asistencia gratuita de un intrprete si no comprende o no habla el idioma utilizado; vii) Que se respetar plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento. 3. Los Estados Partes tomarn todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones especficos para los nios de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes, y en particular: a) El establecimiento de una edad mnima antes de la cual se presumir que los nios no tienen capacidad para infringir las leyes penales;

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  • b) Siempre que sea apropiado y deseable, la adopcin de medidas para tratar a esos nios sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se respetarn plenamente los derechos humanos y las garantas legales. 4. Se dispondr de diversas medidas, tales como el cuidado, las rdenes de orientacin y supervisin, el asesoramiento, la libertad vigilada, la colocacin en hogares de guarda, los programas de enseanza y formacin profesional, as como otras posibilidades alternativas a la internacin en instituciones, para asegurar que los nios sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde proporcin tanto con sus circunstancias como con la infraccin. Las Reglas Mnimas para la Administracin de Justicia de Menores, tambin conocidas como Reglas de Beijing y adoptadas en 1985, contienen normas de suma importancia relativas al derecho del adolescente acusado de una infraccin a ser tratado de acuerdo con su edad y condicin de menor.4 Conjunto de Principios para la proteccin de todas las personas sometidas a cualquier forma de detencin o prisin Principio 17 1. Las personas detenidas tendrn derecho a asistencia de un abogado. La autoridad competente les informar de ese derecho prontamente despus de su arresto y les facilitar medios adecuados para ejercerlo. 5.3 Consideraciones generales i. resea de la normativa La esencia del derecho al debido proceso legal es, a tenor de la Declaracin Universal, el derecho de toda persona a ser oda pblicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinacin de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusacin contra ella en materia penal. Es un derecho de especial importancia porque, junto con el derecho a un recurso, tutela todos los dems derechos de la persona. En lo que concierne a las acciones judiciales emprendidas por un individuo a fin de hacer valer sus derechos, el derecho a un recurso y el derecho a debido proceso son dos caras de la misma moneda.5 El primero obliga al legislador a establecer recursos para este efecto, mientras que el segundo establece las caractersticas de los foros que tendrn competencia para conocer los recursos y la manera en que han de ser resueltos. El derecho a debido proceso es, sin embargo, ms amplio que el derecho a un recurso. Aquel tiene una dimensin adicional, pues ampara a la persona en todo asunto jurdico que le concierne, incluso en procesos en su contra iniciados por el Estado o por terceros.

    4 Adoptados por el Sptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Miln del 26 de agosto al 6 de septiembre de 1985, y adoptados por la Asamblea General en su resolucin 40/33 de 29 de noviembre de 1985. 5 Este vnculo se destaca en la estructura de la Declaracin Americana, que reconoce el derecho a debido proceso legal y el derecho a un recurso en los dos frases que contiene su articulo XVIII. 6

  • La Declaracin Americana reconoce en su artculo XXVI el derecho a debido proceso nicamente como derecho de la persona acusada de un delito. Los artculos XVII y XXV de la Declaracin, que reconocen el derecho a un recurso para la tutela de los derechos constitucionales y la libertad, respectivamente, precisan apenas que los recursos deben ser rpidos. Las disposiciones del Pacto Internacional y de la Convencin Americana dedicadas a debido proceso son similares y extensas. Una parte de la normativa ms pertinente, la contenida en el articulo 14.1 del Pacto Internacional y articulo 8.1 de la Convencin Americana, es aplicable a la administracin de justicia en general. Este parte medular de la normativa consagra la independencia del tribunal, la imparcialidad del mismo, el carcter pblico del proceso, la igualdad de las partes y la equidad del los procedimientos. La otra parte de la normativa pertinente, contenida en los dems prrafos del articulo 14 de Pacto y del articulo 8 de la Convencin, es aplicable principalmente a la justicia penal.6 A pesar de la complejidad de las normas sobre el debido proceso, las diferencias entre la normativa universal e interamericana son bsicamente de forma y no de fondo. El derecho a hallarse presente en el proceso, reconocido por el apartado d) del prrafo 3 del articulo 14 del Pacto, y el derecho de comunicarse con su defensor, plasmado en el apartado d) del prrafo 2 del articulo 8 de la Convencin Americana, son las nicas garantas consagradas por uno de estos instrumentos y no por el otro. ii. consideraciones semnticas Aunque el trmino garantas judiciales se emplea frecuentemente para denominar este complejo de derechos, el trmino debido proceso legal es ms exacto, como seala la Corte Interamericana en su Opinin Consultiva No. OC-9/87:

    Este artculo, cuya interpretacin ha sido solicitada expresamente, es denominado por la Convencin "Garantas Judiciales", lo cual puede inducir a confusin porque en ella no se consagra un medio de esa naturaleza en sentido estricto. En efecto, el artculo 8 no contiene un recurso judicial propiamente dicho, sino el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales para que pueda hablarse de verdaderas y propias garantas judiciales segn la Convencin. Este artculo 8 reconoce el llamado "debido proceso legal", que abarca las condiciones que deben cumplirse para asegurar la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos u obligaciones estn bajo consideracin judicial. 7

    En la Opinin Consultiva OC-8/87 la Corte observa que la expresin garantas judiciales, strictu sensu, se refiere a los medios procesales que sirven para proteger, asegurar o hacer valer la titularidad o ejercicio de un derecho vale decir, los medios idneos para que los derechos y libertades sean efectivos en toda circunstancia.8 No obstante, el uso de la expresin garantas judiciales como ttulo del artculo 8 de la Convencin ha favorecido el uso de este trmino para

    6 El Pacto y la Convencin consagran estas garantas en cuanto derechos propios a personas acusadas de un delito, pero la doctrina y jurisprudencia considera que varios de ellos son elementos intrnsicos de debido proceso, por tanto aplicables a procedimientos de todo ndole. Vase la seccin 4, abajo. 7 prr.27-28. 8 prr.25. 7

  • referirse genricamente a los distintos requisitos enumerados en dicho artculo. En la presente obra, la expresin garanta se utiliza para referirse a cada uno de los requisitos especficos que sirven para hacer efectivo el derecho al debido proceso legal y los cuales en su conjunto conforman el debido proceso legal.9 ii. algunas consideraciones relativas a la relacin entre el derecho a debido proceso y el derecho a un recurso en la normativa y la doctrina y jurisprudencia internacionales Se ha sealado arriba que el derecho a un recurso y el derecho a debido proceso legal pueden considerarse dos caras de la misma moneda, en el sentido de que el primero consagra la obligacin del legislador a establecer recursos, mientras que el segundo rige las caractersticas de los foros competentes y los principios procesales que deben respetarse. La estructura de los instrumentos internacionales, en especial el Pacto Internacional y la Convencin, es tal que contienen reiteradas referencias al derecho a un recurso. Tambin hay diferencias entre la forma que este derecho est plasmado en los instrumentos universales y las Interamericanos. Estas diferencias afectan el contenido de la doctrina y jurisprudencia sobre los artculos 14 del Pacto Internacional y articulo 8 de la Convencin Americana, que constituyen el principal marco de referencia para el presente Captulo. El Pacto Internacional, reconoce la obligacin del Estado a proporcionar un recurso en el articulo 2.3 a). Pero el articulo 2 del Pacto no reconoce el derecho a un recurso en cuanto derecho sujetivo del individuo. El Pacto consagra el derecho del individuo a un recurso en el segundo frase del articulo 14.1, que establece Toda persona tendr derecho a ser oda pblicamente y con las debidas garantas por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciacin de cualquier acusacin de carcter penal formulada contra ella o para la determinacin de sus derechos u obligaciones de carcter civil. El primer prrafo del artculo 8 de la Convencin Americana es casi idntico al citado frase del articulo 14.1 del Pacto Internacional, pero el articulo 25 de la Convencin se dedica especficamente al derecho a un recurso. El primer prrafo del articulo 25 consagra el derecho a un recurso en cuanto derecho sujetivo de la persona, y el segundo prrafo, similar en su contenido al articulo 2.3 del Pacto, establece las obligaciones correspondientes del Estado. El hecho de que el Pacto Internacional no contiene una disposicin equivalente al articulo 25.2 de la Convencin, hace que la mayor parte de la doctrina y jurisprudencia del Comit de Derechos Humanos sobre el derecho a un recurso ha sido elaborado con referencia al articulo 14, cuyo finalidad principal es el reconocimiento del derecho a debido proceso. La doctrina procesal del Comit en el sentido de que carece de competencia para examinar denuncias del articulo 2, salvo en la medida que una violacin del articulo 2 es consecuencia de una violacin de uno de derechos reconocidos el la Parte III del Pacto, refuerza esta tendencia en la jurisprudencia del Comit. En contraste, la jurisprudencia de los rganos competentes del sistema interamericano tiende a calificar violaciones del derecho a un recurso como violaciones de los artculos 8.1 y 25. No obstante la estrecha relacin entre el derecho a un recurso y el derecho a debido proceso, y el hecho de que la jurisprudencia universal del derecho a un recurso se base en forma preponderante en un articulo del Pacto analizado largamente en el presente Captulo, no cabe duda que el derecho a un recurso y el derecho a debido proceso son conceptos distintos que conviene analizar separadamente. Por tanto, el Capitulo siguiente es dedicado al tema del derecho a un recurso.

    9 Vease Figuredo Planchart c. Venezuela, prr. 92 (1999) 8

  • Cabe sealar en este contexto otra diferencia importante entre la jurisprudencia universal y Interamericana relativo a la alcance del derecho a debido proceso. Como veremos en el Captulo 6, la doctrina universal considera la investigacin y persecucin penal de graves violaciones de los derechos humanos una obligacin del Estado, pero no un derecho sujetivo de la victima. La doctrina Interamericana s considera la investigacin y castigo de graves violaciones de los derechos humanos un derecho de la vctima y sus allegados. Con base en esta posicin doctrinal, se ha elaborado una jurisprudencia que considera que el artculo 8 es aplicable a las investigaciones que las autoridades nacionales hayan emprendido o hayan tenido la obligacin de emprender, an en ausencia de toda accin legal iniciada por los particulares interesados.10 En una sentencia reciente, despus de comentar que el artculo 8.1 de la Convencin debe interpretarse de manera amplia de modo que dicha interpretacin se apoye tanto en el texto literal de esa norma como en su espritu, y debe ser apreciado de acuerdo con el artculo 29, inciso c) de la Convencin, segn el cual ninguna disposicin de la misma puede interpretarse con exclusin de otros derechos y garantas inherentes al ser humano o que se deriven de la forma democrtica representativa de gobierno, la Corte Interamericana la Corte declara lo siguiente:

    As interpretado, el mencionado artculo 8.1 de la Convencin comprende tambin el derecho de los familiares de la vctima a las garantas judiciales En consecuencia, el artculo 8.1 de la Convencin Americana confiere a los familiares del seor Nicholas Blake el derecho a que su desaparicin y muerte sean efectivamente investigadas por las autoridades de Guatemala; a que se siga un proceso contra los responsables de estos ilcitos; a que en su caso se les impongan las sanciones pertinentes, y a que se indemnicen los daos y perjuicios que han sufrido dichos familiares.11

    iii. el alcance del derecho al debido proceso en lo penal El primer prrafo del articulo 14 del Pacto reconoce el derecho de la persona a ser oda pblicamente y con las debidas garantas en la substanciacin de cualquier acusacin de carcter penal , mientras que el prrafo 3 enumera las garantas que han de respetarse Durante el proceso [de] toda persona acusada de un delito. Las disposiciones de la Convencin Americana son sustancialmente idnticas. En su Observacin General No. 13, el Comit de Derechos Humanos consider que la palabra "delito" no se debe interpretar como indicacin de que esta garanta se limita a las infracciones ms graves.12 Si bien este comentario se hizo con respecto al derecho a apelacin, plasmado en el prrafo 5 del artculo 14, cabe presumir que es igualmente vlido para el prrafo 3. La Comisin Interamericana, en su decisin en el caso Hernndez Lima, lleg a una conclusin similar al establecer que las garantas enumeradas en el prrafo 2 del artculo 8 se aplican no slo a personas acusadas de un delito strictu sensu, sino tambin a personas acusadas de faltas, contravenciones o infracciones, al menos cuando el acusado est detenido o corre el riesgo de ser sentenciado a una pena privativa de libertad.13

    10 Vease, por ejemplo, la sentencia de la Corte Interamericana en el caso Paniagua Morales (Fondo) prr.155 (1998) 11 Caso Blake (Fondo) prr.96-97 (1998) 12 Parr.17. 13 Hernndez Lima c. Guatemala, prr.63-64 (1996) 9

  • Si bien el artculo 14.3 del Pacto y 8.2 de la Convencin se refieren a garantas que deben respetarse durante el proceso, la jurisprudencia aclara que ciertas garantas son aplicables no slo durante el plenario sino tambin en el sumario, e incluso durante la investigacin previa. La Comisin Interamericana adopt una decisin importante sobre este tema en el caso de un diputado y antiguo ministro condenado por los delitos de malversacin y peculado. Previo al sumario en este caso, la Contralora General de la Repblica realiz una investigacin de carcter administrativo y la Corte Suprema de Justicia celebr un antejuicio de mritos.14 La Comisin concluy que el artculo 8 de la Convencin era aplicable a ambos procedimientos. En cuanto a la investigacin realizada por la Controlara, en la cual no se oy a la vctima, la Comisin consider el derecho a debido proceso aplicable porque el informe producido sirvi de base para la acusacin y condena.15 En cuanto al antejuicio, la Comisin hiz hincapi que todo procedimiento en el cual un sospechoso es odo debe desarrollarse en conformidad con las garantas de debido proceso. Sus observaciones al respecto merecen citarse en extenso:

    La Comisin Interamericana no puede considerar estas comparecencias como el derecho efectivo del inculpado a ser escuchado por un tribunal, por cuanto las garantas del derecho a la defensa consagradas en el artculo 8(2)(d) de la Convencin fueron violadas sistemticamente por los tribunales. Estos actos en los cuales el sujeto investigado comparece sin asistencia de abogado a un interrogatorio basado en un expediente que l desconoce, sin saber qu hechos criminales se le imputan, no constituyen a juicio de la Comisin el ejercicio del derecho a ser odo por un tribunal, consagrado en el artculo 8(1) de la Convencin. Or a una persona investigada implica permitir que se defienda con propiedad, asistida por abogado, con conocimiento de todos los elementos que puedan obrar en su contra en el expediente; orle es permitir su presencia en los interrogatorios de testigos que puedan declarar en su contra, permitirle tacharlos, contrainterrogarlos con el fin de desvirtuar sus declaraciones incriminatorias por contradictorias o por falsas; or a un procesado es darle la oportunidad de desconocer, de restar valor a los documentos que se pretenden utilizar en su contra. Est probado que el inculpado no tuvo acceso a estos derechos en todas las etapas previas al auto de detencin, el cual en la prctica no le permita defenderse en libertad. Dicho en otras palabras, a Reinaldo Figueredo Planchart se le dict auto de detencin sin haber sido odo con todas las garantas del debido proceso en la sustanciacin de la acusacin penal en su contra.16

    Si bien la decisin pone nfasis en la prdida de libertad, el razonamiento de la Comisin es valido para todo procedimiento preliminar que pueda tener consecuencias importantes en el desenlace del proceso. El siguiente extracto de la decisin sirve para resumir el aporte de sta a la jurisprudencia interamericana: Dicho en otras palabras, los antejuicios y los sumarios secretos estn tan estrechamente vinculados al proceso penal que tratarlos separadamente restringira y debilitara considerablemente la proteccin del debido proceso legal a que tienen derecho los acusados.17

    14 Figuredo Planchart c. Venezuela, prr.33-34, (1999) (El Estado arguy que el antejuicio era privilegio otorgado por ley a altos funcionarios no con objeto de determinar responsabilidades sino para determinar la viabilidad de un juicio.14 15 La Comisin tambin considera que ciertas garantias de debido proceso son aplicables a procedimientos de carcter administrativo relativos al indulto y conmutacin de una pena. (vease la seccin 21, abajo). 16 Figuredo Planchart, supra, prr.112 17 Ibid, prr.114 10

  • iv. la responsabilidad del Estado y del defensor En el mbito universal, una amplia jurisprudencia indica que por lo general el Estado no tiene responsabilidad por la actuacin del abogado defensor, pues ste no es agente del Estado. En el caso Henry c. Jamaica, por ejemplo, el Comit seal que una vez que el autor opt por ser representado por un abogado de su eleccin toda decisin de este abogado relativa a la marcha de la apelacin no puede atribuirse al Estado parte sino que es de responsabilidad del autor.18 Algunas decisiones indican que la presuncin de ausencia de responsabilidad del Estado es ms fuerte cuando el abogado es contratado por el acusado.19 Se reconoce una excepcin a esta regla para situaciones en las cuales el incumplimiento de los deberes profesionales del defensor es tan manifiesto que entraa la responsibilidad del Estado. Diferentes frmulas han sido empleadas para definir esta excepcin. En el caso Collins, el Comit indic que en ausencia de una prueba clara de negligencia profesional por parte del abogado, no corresponde al Comit cuestionar el juicio profesional de este ltimo.20 En el caso Tomlin se seala El Comit considera que no se puede hacer a los Estados responsables de las decisiones que hayan podido adoptar los abogados en el ejercicio de su criterio profesional, a menos que sea evidente que han actuado en contra de los intereses de su cliente.21 En el caso Brown y Parish, expres que el Estado no puede ser considerado responsable de la falta de preparacin o de presuntos errores cometidos por los abogados defensores, a menos que haya negado a los [acusados] y a su abogado tiempo para preparar la defensa o que haya resultado manifiesto al tribunal que la manera en que los abogados llevaron el caso fue incompatible con el inters de la justicia.22 En el caso Ricketts manifest que si bien incumbe al Estado Parte facilitar una representacin jurdica efectiva, no corresponde al Comit determinar la forma en que se que sta se ha debido garantizar, a menos que sea evidente que se ha cometido una injusticia".23 La Comisin Interamericana lleg a la misma conclusin en una decisin adoptada en 1999, relativa a la asistencia proporcionada a un acusado por un defensor de oficio. La Comisin declar lo siguiente:

    El Estado en este caso cumpli con el extremo de dar al peticionario asistencia jurdica. Si el peticionario no pone en conocimiento del Estado que considera que la asistencia jurdica es de alguna manera insuficiente, durante el juicio o durante la apelacin, esta Comisin no puede responsabilizar al Estado por actos que desconoce, dado que el peticionario no los seal a su atencin.24

    La jurisprudencia interamericana sobre este tema es todava incipiente. iv. el alcance y estructura del presente Captulo

    18 Henry c. Jamaica, prr.8.3 (1991) Vease tambin Robinson (M.) c. Jamaica, prr. 10.6 (2000) 19 Berry c. Jamaica, prr. 11.3 (1994) Henry y Douglas c. Jamaica, prr. 6.5 (1996), Griffith c. Espaa, prr.9.8. 20 Collins (Willard) c. Jamaica, prr.8.3 (1991) 21 Tomlin c. Jamaica, prr.8.1 (1996) 22 Brown y Parish, prr.9.2 (1999) 23 Ricketts c. Jamaica, prr.7.3 (2002) 24 Briggs c. Trinidad y Tobago, prr.58 (1999) 11

  • El derecho al debido proceso est estrechamente vinculado con otros derechos, en particular tratndose de la justicia penal. Dos de las garantas plasmadas en el artculo 14 del Pacto y 8 de la Convencin el derecho a ser informado de los cargos contra uno y de ser juzgado sin demora tambin figuran en el articulado sobre la libertad personal, analizado en el Captulo 4.25 El derecho a debido proceso es aplicable al derecho a impugnar la legalidad de toda privacin de libertad, tema tambin tratado en el Captulo 4. El derecho de un acusado a no ser obligado a confesarse, consagrado por el articulo 14.3 del Pacto y 8.2 de la Convencin - y el tema de la admisibilidad de pruebas en general - esta vinculado con la prohibicin de tortura y trato cruel y inhumano, analizado en el Captulo 2. El tema de la admisibilidad de pruebas tambin esta vinculada con el derecho a no ser objeto a ingerencias arbitrarias o ilegales en su familia, hogar y correspondencia, analizado en el Captulo 7. Los artculos 6 del Pacto y 4 de la Convencin, sobre el derecho a la vida, establecen requisitos sustantivos y procesales sobre la pena de muerte, que son abordados en el Capitulo 1. El derecho del extranjero a no ser expulsado de un pas sin un mnimo de debido proceso, consagrado por el articulo 13 del Pacto Internacional y articulo 22 de la Convencin Americana, esta abordado en el Captulo 8. El resto del presente Captulo comprende las secciones siguientes: 5.4 el debido proceso en procedimientos civiles y administrativos 5.5 el derecho a un proceso justo 5.6 el derecho a ser odo pblicamente por un tribunal competente, independiente e imparcial (tribunales ordinarios) 5.7 los tribunales militares 5.8 La presuncin de inocencia 5.9 La exclusin de confesiones y declaraciones involuntarias 5.10 La asistencia letrada 5.11 El derecho al tiempo y los medios necesarios para preparar la defensa 5.12 El derecho a presentar testigos y contrainterrogar testigos de cargo 5.13 La igualdad de las partes 5.14 El derecho a hallarse presente 5.15 El derecho a apelacin 5.16 el derecho a ser juzgado sin demora 5.17 el principio de legalidad 5.18 non bis in idem 5.19 procedimientos relativos a la sentencia 5.20 la justicia especializada para adolescentes infractores. 5.4 El debido proceso en procedimientos civiles y administrativos i. la jurisprudencia universal La estructura de los artculos 14 del Pacto y 8 de la Convencin es parecida en tanto ambos contienen un primer prrafo que establece los requisitos aplicables a todo proceso judicial, seguido por varios prrafos aplicables a los procesos penales. Los requisitos aplicables a todo proceso se

    25 Comparase los incisos a) y c) del prrafo 3 del articulo 14 del Pacto con los prrafos 2 y 3 de su artculo 9, y los prrafos 1 y 2 b) del artculo 8 de la Convencin con los prrafos 4 y 5 de su artculo 7. 12

  • refieren principalmente a las caractersticas del tribunal y no al procedimiento como tal. El tribunal debe ser competente, independiente e imparcial. La publicidad del proceso tambin esta previsto por el articulo 14.1 y 8.1. El Pacto refirma el principio de igualdad en el primer prrafo del artculo 14, mientras que la Convencin lo reafirma en el segundo prrafo del articulo 8, relativo a los procesos penales.26 El derecho a ser odo dentro de un plazo razonable esta plasmada en el primer prrafo del articulo 8 de la Convencin, aplicable a en todo proceso legal, y en el articulo 14.3 el Pacto relativo a los procesos penales. Tanto el artculo 14.1 como el artculo 8.1 tambin reconocen el derecho genrico a ser odo con las debidas garantas. Esta clusula abre una puerta para la aplicacin a procesos civiles o administrativos ciertas de las garantas plasmadas en los prrafos relativos a procesos penales.27 La presente seccin se dedica al tema de la extensin a la justicia no-penal de otras garantas de debido proceso. La piedra angular de la jurisprudencia del Comit de Derechos Humanos sobre el debido proceso en lo civil se encuentre en el caso Morael, relativo a un juicio ventilado ante un tribunal comercial. Refirindose al primer prrafo del artculo 14 del Pacto, la decisin seala lo siguiente:

    El Comit observa, a este respecto, que el prrafo mencionado no slo se aplica en materia penal, sino tambin en los litigios relativos a derechos y obligaciones de carcter civil. Si bien en el artculo 14 no se precisa cmo debe entenderse el concepto de juicio con las debidas garantas en materia civil (a diferencia de lo que se hace en el prrafo 3 del mismo artculo cuando se trata de determinar el mrito de las acusaciones en materia penal), corresponde interpretar que el concepto de juicio con las debidas garantas, en el contexto del prrafo 1 del artculo 14 del Pacto, exige cierto numero de condiciones, tales como el requisito de la igualdad de las armas, el respeto del juicio contradictorio, la exclusin de la agravacin de oficio de las condenas y procedimientos judiciales giles. En consecuencia, deben examinarse las circunstancias del presente caso teniendo en cuenta esos criterios.28

    La decisin tambin seala que la presuncin de inocencia no se aplica a los procesos civiles o administrativos, ni siquiera cuando stos culminen en la imposicin de sanciones civiles.29 La jurisprudencia posterior no es extensa y las decisiones en las cuales el Comit reconoce una violacin de debido proceso son escasas. En un caso sobre la guarda de una nia, el Comit concluy que la manera como se desarrollo el proceso haba sido violatoria del principio de igualdad de las partes, debido a la resolucin ms expedita de las actuaciones emprendidas por el padre, el incumplimiento de ciertas ordenes a favor de la madre e, incluso, la celebracin de una audiencia antes de la fecha prevista en presencia del padre y en ausencia de la madre.30 Una decisin reciente relativo al derecho a una pensin tambin destaca la importancia del principio del procedimiento contradictorio y la igualdad de las partes. El Comit concluy que el rechazo de una prueba ofrecida dos das antes de una audiencia era incompatible con el artculo 14. La prueba era de primera

    26 Comparase el prrafo 1 del artculo 14 con el prrafo 2 del artculo 8. 27 Esta clusula tambin tiene un significado que transciende tales garantas especficas, como veremos en la seccin 5. 28 Morael c. Francia, prr.9.3 (1989) 29 Ibid, prr.9.5 30 Fei c. Colombia, prr.8.4-8.6. (1995) 13

  • importancia, pues contradeca la pieza principal ofrecida por la parte opuesta, y la ley no estableca un plazo preciso para tal efecto. En tales circunstancias, el Comit lleg a la conclusin siguiente:

    era obligacin del Tribunal de Apelacin, que no estaba vinculado por ningn plazo predeterminado, asegurar que cada parte pudiese impugnar las pruebas documentales que la otra parte hubiese presentado o desease presentar y, de ser necesario, suspender las actuaciones. Al no existir la igualdad de condiciones entre las partes respecto de la presentacin de pruebas para los fines de la vista del caso, el Comit determina que se ha cometido una violacin del prrafo 1 del Pacto.31

    Esta jurisprudencia fue confirmada en la reciente decisin en el caso rel, en la cual el Comit concluy que el Tribunal de Apelacin no di una plena oportunidad a cada parte de impugnar las comunicaciones de la otra y viol as el principio de la igualdad ante los tribunales y el principio de un proceso equitativo enunciados en el prrafo 1 del artculo 14 del Pacto.32 El contenido del derecho a un proceso sin dilaciones indebidas depende de las circunstancias del caso, en particular de la complejidad del asunto y de la naturaleza de los derechos en juego. En el caso Morael, un asunto complejo referente a la quiebra de una empresa, el Comit indic que una demora de 5 aos no era violatoria de esta garanta.33 En el caso Fei, relativo a la guarda de nias, el Comit concluy que la demora de aproximadamente dos aos era incompatible con esta garanta.34 En el caso Muoz Hermosa, una demora de 7 aos en un proceso administrativo encaminado a obtener la reintegracin a un cargo pblico fue considerado como una demora irrazonable violatoria del derecho a un proceso expedito, mientras que en el caso Casanovas una demora de ms de dos aos ante tribunales administrativos en un asunto de la misma ndole no fue considerada violatoria de dicha garanta.35 Esta jurisprudencia es demasiada escasa y dispersa para identificar patrones generales. ii. la jurisprudencia Interamericana En tres sentencias adoptadas en 1991 la Corte Interamericana dejo sentada una jurisprudencia importante sobre la relacin de los prrafos 1 y 2 del artculo 8 de la Convencin, o sea, que las garantas del debido proceso que deben respetarse durante procesos civiles y administrativos.36 El caso Tribunal Constitucional concierne un juicio poltico de tres magistrados destituidos de su cargos por una comisin del Congreso. En este caso, la Corte manifest lo siguiente con respecto al primer prrafo del articulo 8:

    31 Jansen-Gielen c. Pases Bajos, prr.8.2 32 rel c. Finlandia, prr.7.4 (2002) 33 Ibid, prr. 34 Morael c. Francia, prr.9.3; Fei c. Colombia, prr. 2.72.15 y 8.4. (El Comit lleg a la misma conclusin en Balaguer c. Espaa, otro caso sobre la tutela de un nio, relativa a una demora de unos 5 aos. prr.6.3 y 9.2 (1994)) 35 Muoz Hermosa c. Per, prr.11.3 (1988); Casanovas c. Francia, prr.7.3 (1994) (Cabe agregar que la decisin en el caso Muoz se basa tambin en el incumplimiento de dos decisiones judiciales a su favor, mientras en el caso Casanovas el Comit no comenta el hecho que la vctima fue despedido una segunda vez inmediatamente despus de haber sido reintegrado a su funcin por orden judicial. Vase Casanovas, prr.6.1) 36 Esta jurisprudencia fue anticipada por una observacin que figuren el prrafo 28 la Opinin Consultiva OC-11/90 (Excepciones al agotamiento de los recursos internos) (1990) 14

  • que cuando la Convencin se refiere al derecho de toda persona a ser oda por un juez o tribunal competente para la determinacin de sus derechos, esta expresin se refiere a cualquier autoridad pblica, sea administrativa, legislativa o judicial, que a travs de sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. Por la razn mencionada, esta Corte considera que cualquier rgano del Estado que ejerza funciones de carcter materialmente jurisdiccional, tiene la obligacin de adoptar resoluciones apegadas a las garantas del debido proceso legal en los trminos del artculo 8 de la Convencin Americana.37

    Con respecto al segundo prrafo del artculo 8, la Corte declar lo siguiente:

    a pesar de que el citado artculo no especifica garantas mnimas en materias que conciernen a la determinacin de los derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carcter, el elenco de garantas mnimas establecido en el numeral 2 del mismo precepto se aplica tambin a esos rdenes y, por ende, en ese tipo de materias el individuo tiene tambin el derecho, en general, al debido proceso que se aplica en materia penal.38

    En el caso Ivcher Bronstein, la Corte aplic esta jurisprudencia a las actuaciones de la direccin general de migraciones y naturalizaciones, reafirmando que:

    las garantas mnimas establecidas en el numeral 2 del mismo precepto [artculo 8] se aplican tambin a esos rdenes y, por ende, en stos el individuo tiene derecho al debido proceso en los trminos reconocidos para la materia penal, en cuanto sea aplicable al procedimiento respectivo. Atendiendo a lo anterior, la Corte estima que tanto los rganos jurisdiccionales como los de otro carcter que ejerzan funciones de naturaleza materialmente jurisdiccional, tienen el deber de adoptar decisiones justas basadas en el respeto pleno a las garantas del debido proceso establecidas en el artculo 8 de la Convencin Americana.39

    Cabe sealar que las observaciones citadas se refieren a una decisin tomada por una direccin administrativa, no un tribunal administrativo, sin audiencia alguna. La Corte concluy que las actuaciones administrativas se haban desarrollado en forma incompatible con el derecho de la vctima a conocer los cargos en su contra, as como con el derecho de presentar pruebas documentales y testigos que acreditaran su posicin.40 La autoridad administrativa tambin careca, en el derecho interno, de competencia para tomar la decisin que privaba a la vctima de su nacionalidad, lo que constituy una violacin del prrafo 1 del articulo 8 de la Convencin.41

    37 Ibid, prr. 71 (En prr.63 la Corte concluye que la institucin del juicio poltico en si no vulnera la Convencin.) 38 Caso del Tribunal Constitucional (Per) (Fondo) prr.70 (2001) (citando el Caso Paniagua Morales y otros (Fondo), prr.149. 39 Caso Ivcher Bronstein (Fondo), prr.103-104 (2001)(subrayado nuestro) 40 Ibid, prr.106 41 Ibid, prr.109-110. 15

  • La expresin ms completa de la doctrina de la Corte sobre esta materia se encuentra en los siguientes extractos de su sentencia en el caso Baena Ricardo, relativa a una accin administrativa que resulto en el despido de funcionarios de una empresa estatal:

    Es decir, cualquier actuacin u omisin de los rganos estatales dentro de un proceso, sea administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal. La Corte observa que el elenco de garantas mnimas establecido en el numeral 2 del artculo 8 de la Convencin se aplica a los rdenes mencionados en el numeral 1 del mismo artculo, o sea, la determinacin de derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carcter. Esto revela el amplio alcance del debido proceso; el individuo tiene el derecho al debido proceso entendido en los trminos del artculo 8.1 y 8.2, tanto en materia penal como en todos estos otros rdenes. En cualquier materia la discrecionalidad de la administracin tiene lmites infranqueables, siendo uno de ellos el respeto de los derechos humanos. Es importante que la actuacin de la administracin se encuentre regulada. Por ejemplo, no puede la administracin invocar el orden pblico para reducir discrecionalmente las garantas de los administrados. Por ejemplo, no puede la administracin dictar actos administrativos sancionatorios sin otorgar a los sancionados la garanta del debido proceso. Es un derecho humano el obtener todas las garantas que permitan alcanzar decisiones justas, no estando la administracin excluida de cumplir con este deber. Las garantas mnimas deben respetarse en el procedimiento administrativo y en cualquier otro procedimiento cuya decisin pueda afectar los derechos de las personas. La justicia, realizada a travs del debido proceso legal, como verdadero valor jurdicamente protegido, se debe garantizar en todo proceso disciplinario, y los Estados no pueden sustraerse de esta obligacin argumentando que no se aplican las debidas garantas del artculo 8 de la Convencin Americana en el caso de sanciones disciplinarias y no penales. Permitirle a los Estados dicha interpretacin equivaldra a dejar a su libre voluntad la aplicacin o no del derecho de toda persona a un debido proceso.42

    Con respecto al alcance de esta jurisprudencia, la Corte agreg las aclaraciones siguientes:

    este Tribunal considera que en cualquier circunstancia en que se imponga una sancin administrativa a un trabajador debe resguardarse el debido proceso legal. Al respecto es importante distinguir entre las facultades discrecionales de que podran disponer los gobiernos para remover personal en funcin estricta de las necesidades del servicio pblico, y las atribuciones relacionadas con el poder sancionatorio, porque estas ltimas slo pueden ser ejercidas con sujecin al debido proceso.43

    La Comisin Interamericana en dos decisiones adoptadas en 1999 reconoci la aplicabilidad de ciertas de las garanta plasmadas en el prrafo 2 del artculo 8 a procesos administrativos sancionatorios. En una de las decisiones, relativa al pase a retiro de un oficial de las Fuerzas Armadas, la Comisin declar lo siguiente:

    42 Caso Baena Ricardo (Fondo) prr.124-126 y 128 43 Ibid, prr.131. 16

  • El General Robles no fue citado ni odo dentro de dicho proceso disciplinario, y por tanto no tuvo oportunidad de defenderse antes de ser sancionado. De esta manera, se le priv de cualquier posibilidad de defenderse de los cargos presentados en su contra en violacin del artculo 8 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos. En efecto, la Comisin interpreta que el derecho a la defensa comprende las garantas fundamentales al debido proceso enumeradas en el artculo 8(2), tales como el derecho a ser presumido inocente mientras no se establezca culpabilidad, el derecho a recibir comunicacin previa de la acusacin, el derecho a tener el tiempo y los medios adecuados para la preparacin de la defensa, el derecho de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor escogido por el inculpado, etc.

    En una decisin relativa a la expulsin de tres misioneros de un pas despus de un procedimiento sumarsimo - fueron interrogados en el aeropuerto internacional, donde haban sido llevados a la fuerza y sin advertencia previa, horas antes de su expulsin44 - la Comisin Interamericana concluy que se les haba privados del derecho a ser asistidos por un defensor, del tiempo indispensable para conocer las imputaciones que se les formulaban y en consecuencia para defenderse de ellas; y a disponer de un plazo razonable para preparar sus alegatos y formalizarlos y para promover y evacuar las correspondientes pruebas.45 5.5 El derecho a un proceso justo La Declaracin Universal, en su artculo 10, consagra el derecho de toda persona a ser oda pblicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial. Este derecho esta descrito en la parte medular del articulo 14 del Pacto Internacional y 8 de la Convencin Americana, como el derecho de la persona a ser oda con las debidas garantas. Como se indica arriba esta clusula ha servido para incorporar al primer prrafo del articulo 14 y al primer prrafo del articulo 8 algunos de los elementos del debido proceso penal o el derecho a la defensa enumerados en los prrafos 3 y 2 de los mismos artculos, hacindolos as aplicables a procesos de otra ndole. Pero el contenido del concepto de ser oda con las debidas garantias no se limita a eso. Tiene, adems, un sentido que trasciende la suma de las garantas especificas, el cual requiere que el proceso en su totalidad sea, como indica con mas claridad la versin espaol de la Declaracin Universal, justo y equitativo.46 Con cierta frecuencia la jurisprudencia en lengua espaola utiliza el trmino imparcial como sinnimo de justo o con las debidas garantas. Tal uso se presta a confusin, dado que la imparcialidad del tribunal es un requisito distinto establecido expresamente por la normativa internacional. La expresin denegacin de justicia, utilizada en algunas decisiones, capta mejor la esencia de este concepto. En su Observacin General sobre el artculo 14, refirindose especficamente al derecho de la persona a ser oda con las debidas garantas, el Comit coment que las exigencias formuladas

    44 Riebe Starr c. Mxico, prr.59-60. (1999) 45 Ibid. 46 Apoyan esta interpretacin los textos de las versiones ingls y frencs de la Declaracin Universal y del Pacto Internacional. Las primeras emplean el trmino fair hearing y las ltimas la expresin droit ce que sa cause soit entendue quitablement. En cuanto la Convencin Americana, la versin ingls del primero prrafo del articulo 8 consagra el derecho a ser oda with due guarantees, pero el ttulo del articulo es Fair trial. 17

  • en el prrafo 3 son requisitos mnimos, cuya observancia no es siempre suficiente para asegurar un proceso que llene los requisitos previstos en el prrafo 1.47 Existe una jurisprudencia que identifica ciertas irregularidades como violatorias del derecho a un proceso justo, a pesar de que no calzan con la tipologa de violaciones de las garantas procesales especficas establecidas por los artculos 14 del Pacto y 8 de la Convencin.48 Una de las primeras decisiones del Comit de Derechos Humanos sobre este particular trata de un juicio sobre homicidio ante un jurado. La autopsia del difunto indicaba que su muerte se haba producido cuando el acusado se hallaba en detencin. Aunque las funciones del juez en un juicio con jurado son limitadas, el Comit concluy que, habida cuenta de la importancia de la prueba, el juez tena la obligacin de asegurar que el jurado la tena presente, a pesar de que el defensor no la present. Al no hacerlo, concluy el Comit, est omisin [del juez] debe considerarse como denegacin de justicia y, en tal calidad, constituye una violacin del prrafo 1 del artculo 14 del Pacto.49 Otro caso trata de un individuo condenado por la muerte de su esposa, con base en el testimonio del hijo menor de la pareja, quien era el nico testigo. El hijo slo acept declarar despus de ser amenazado por la polica y encarcelado durante una noche y posteriormente retract su testimonio. Despus de recordar que un aspecto esencial del principio del juicio equitativo es el de la igualdad de medios entre la acusacin y la defensa y que la detencin de testigos para obtener su testimonio es una medida excepcional, el Comit observ que se suscitan graves cuestiones sobre la posible intimidacin y la fiabilidad del testimonio obtenido en estas circunstancias y concluy que se haba privado al acusado de su derecho a un juicio justo.50 Otra decisin trata del caso de una persona condenada por la muerte de una joven, hecho que conmovi a la opinin pblica. Al inici del proceso el acusado se declar culpable y las audiencias fueron suspendidos para permitir a la defensa obtener la comparecencia de testigos sobre posibles circunstancias mitigantes. Luego, el Fiscal retira la acusacin y la sustituye por un cargo ms grave. El acusado se declara inocente de este cargo y es procesado y condenado. El Comit concluy que la suspensin del proceso y la sustitucin del cargo inicial por uno mas serio, despus de que el acusado haba reconocido su participacin en los hechos, fueron incompatibles con los requisitos de un juicio justo en trminos del prrafo 1 del artculo 14 del Pacto.51 En una de las decisiones ms recientes sobre el derecho a un proceso justo, el Comit concluy que el hecho de haberse tolerado en las audiencias un ambiente de desorden e intimidacin de tal magnitud que obstaculiz seriamente el trabajo de la defensa conculc el derecho del [acusado] a las garantas judiciales con arreglo al prrafo 1 del artculo 14 del Pacto.52

    47 Comentario general No.13 (1984), prr.5 48 No se analicen en esta seccin algunas decisiones del Comit que consideran violaciones del derecho a un proceso justo a hechos que fcilmente podran encuadrarse como violaciones de garantas procesales especificas. Vease por ejemplo Thomas (A.) c. Jamaica, prr.6.4 (1992) (derecho a consultar con su defensor antes de una audiencia en segunda instancia) Wolf c. Panam, prr.6.6 (1992) (derecho a conocer los cargos y hallarse presente durante las audiencias) 49 Wright (Clifton) c. Jamaica, prr.8.3 (1992) 50 Campbell (J) c. Jamaica, prr.6.4 (1993) Comparase Piandiong c. Filipinas, prr.7.2 (2000) (presiones contra testigos adultos no detenidos durante la investigacin no invaliden su testimonio cuando lo reafirmaron durante las audiencias del sumario) En otra decisin, el Comit calific la intimidacin de testigos a fin de que no prestara declaracin de violacin de los prrafos 1 y 2 del articulo 14, a pesar de que la disposicin ms directamente aplicable parecera ser el inciso e del prrafo 3 del articulo 14. Collins c. Jamaica, prr.8.4 (1991) 51 Richards c. Jamaica, prr.7.2 (1995) 52 Gridin c. Rsia, prr.3.5 y 8.2 (2000) (Las vctimas y sus allegados reclamaba a gritos la muerte del acusado y proferan amenazas contra el defensor y los testigos.) 18

  • La jurisprudencia del Comit indica que el derecho a ser odo con justicia comprende el derecho de la persona sin recursos a asistencia letrada de oficio para efectos de la presentacin de un recurso de inconstitucionalidad en contra de una sentencia.53 En un caso relativo a la guarda de un nio cuyos padres eran de nacionalidades distintas, el Comit coment que el derecho a ser odo puede comprender la obligacin de tomar medidas para facilitar a un extranjero participar personalmente en un juicio.54 Por regla general, los rganos internacionales carecen de competencia para revisar la manera en que las autoridades nacionales han sopesado las pruebas presentadas en un caso bajo consideracin. Con frecuencia esta doctrina se manifiesta en la observacin de que el rgano internacional no es competente para actuar como una cuarta instancia. En el caso van Meurs, por ejemplo, el Comit de Derechos Humanos manifest lo siguiente:

    Con respecto a la alegacin del autor de que su caso no fue conocido con las debidas garantas, el Comit se remite a su reiterada jurisprudencia de que no es una "cuarta instancia" competente para reevaluar conclusiones de hecho o examinar la aplicacin de la legislacin interna. En general, corresponde a los tribunales de apelacin de los Estados Partes en el Pacto evaluar los hechos y las pruebas de un caso determinado, salvo que pueda establecerse que la tramitacin ante los tribunales internos fue claramente arbitrara o constituy una denegacin de justicia.55

    El derecho a un juicio justo parece ser la norma y obligacin internacional que justifica, como seala el Comit en el caso van Meurs, una excepcin a esta regla. La Corte Interamericana alude a esta excecin en una sentencia reciente, mediante la siguiente referencia a la jurisprudencia europea:

    En igual sentido la Corte Europea ha sealado que se deben considerar los procedimientos como un todo, incluyendo las decisiones de los tribunales de apelacin, y que la funcin del tribunal internacional es determinar si la integralidad de los procedimientos, as como la forma en que fue producida la prueba, fueron justos.56

    La Comisin confirm esta idea en una decisin reciente relativa a la pena de muerte, observando que los alegatos relativos a presuntas irregularidades en el juicio de una persona condenada a pena de muerte deben evaluarse con el mximo nivel de escrutinio, lo que impide que la Comisin aplique la formula de cuarta instancia.57 La jurisprudencia del Comit de Derechos Humanos parece indicar que esta conclusin es valida para procesos de todo ndole, y que la doctrina de la cuarta instancia es inaplicable cada vez que hay un alegato de irregularidades relativas a la prueba que es

    53 Curie c. Jamaica, prr.13.4 (1994), Kelly (P.) c. Jamaica, prr.9.7 (1996) 54 Ben Said c. Noruega, prr.11.3 (2000) (En el caso concreto el Comit consider que no hubo violacin porque el abogado del extranjero no solicit la toma de tales medidas.) 55 van Meurs c. Pases Bajos, prr.7.1 (1990) 56 Bmaca Velsquez (Fondo), prr.189 (2000) En el caso Sequiera Mangas c. Nicaragua (1997) la Comisin tambin cita la jurisprudencia de la Corte Europea como fuente de la regla de que La determinacin de si un proceso judicial satisface los requisitos de los artculos 8 y 25 debe hacerse sobre la base de las circunstancias de casa caso en particular y examinando el proceso en su totalidad. prr.104. 57 Thomas c. Trinidad y Tobago, prr.90 y 142 (2001) 19

  • prima facie fundado y suficientemente grave para eventualmente sustentar la conclusin de que la sentencia es arbitraria o representa una denegacin de justicia. La Corte reconoci una violacin del derecho a un proceso justo en el caso Loayza Tamayo. La decisin sobre este caso parece conceptuar la violacin del derecho a un juicio justo como el efecto global de las mltiples violaciones a las garantas procesales especificas, pero tambin toma en cuenta otros aspectos del juicio, en particular la forma en que las pruebas fueron manejadas por los tribunales. La parte pertinente de la sentencia es la siguiente:

    En segundo trmino, la seora Mara Elena Loayza Tamayo fue enjuiciada y condenada por un procedimiento excepcional en el que, obviamente, estn sensiblemente restringidos los derechos fundamentales que integran el debido proceso. Estos procesos no alcanzan los estndares de un juicio justo ya que no se reconoce la presuncin de inocencia; se prohbe a los procesados contradecir las pruebas y ejercer el control de las mismas; se limita la facultad del defensor al impedir que ste pueda libremente comunicarse con su defendido e intervenir con pleno conocimiento en todas las etapas del proceso. El hecho de que la seora Mara Elena Loayza Tamayo haya sido condenada en el fuero ordinario con fundamento en pruebas supuestamente obtenidas en el procedimiento militar, no obstante ser ste incompetente, tuvo consecuencias negativas en su contra en el fuero comn.

    La Comisin Interamericana describi este concepto en el caso Martn de Meja, al sealar lo siguiente:

    El artculo 8 de la Convencin Americana establece los requisitos que deben observarse en las diversas etapas procesales para que pueda hablarse de verdaderas y propias garantas judiciales. Este artculo comprende distintos derechos y garantas que provienen de un valor o bien jurdico comn y que considerados en su conjunto conforman un derecho nico no definido especficamente pero cuyo inequvoco propsito es en definitiva asegurar el derecho de toda persona a un proceso justo.58

    Esta jurisprudencia ha sido reiterado en una serie de casos recientes. 59 En uno de ellos, la Comisin agreg que Este derecho es una garanta bsica del respeto de los dems derechos reconocidos en la Convencin, debido a que representa un lmite al abuso del poder por parte del Estado.60

    En el caso Garca, la Comisin consider que una condena basada en pruebas materiales obtenidas en forma ilegal era violatoria del primer prrafo del articulo 8 de la Convencin.61 Tambin considero que el derecho a debido proceso requiere que una sentencia sea fundamentada con mencin de los elementos esenciales de hecho y de derecho, conforme al derecho interno, pero si una sentencia en alzada se limita a reproducir la motivacin incluida en la sentencia del tribunal inferior esto no constituye, en si, una denegacin de justicia.62

    58 Martn de Meja c. Per, pg.208-209 (1996) 59 Mavares c. Venezuela, prr.118 (1997) Sequiera Mangas c. Nicaragua. prr.102 (1997) y Figuredo Planchart c. Venezuela, prr.92 (2000) 60 Mavares c. Venezuela, ibid. 61 Alan Garca c. Per, (pg. 102-103 de la versin ingles) 62 Marn Ramrez c. Colombia, prr.42, 41. (1998) 20

  • 5.6 El derecho a ser odo pblicamente por un tribunal competente, independiente e imparcial (tribunales ordinarios) i. la competencia del tribunal El requisito de que los tribunales que conocen un caso sean competentes es una de las normas internacionales cuyo contenido se define esencialmente por referencia al derecho interno. La decisin de la Comisin Interamericana en el caso Figueredo Planchart, por ejemplo, descansa claramente sobre su interpretacin de una disposicin constitucional. La Comisin concluye que la decisin de la Corte Suprema de enjuiciar al acusado, un congresista y ex-ministro de gobierno, era incompatible con dicha disposicin y, por lo tanto, vulneraba el derecho a ser juzgado por el tribunal competente.63 Mientras que el Pacto Internacional consagra el derecho de la persona a ser oda por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, la Convencin Americana precisa que el tribunal debe ser establecido con anterioridad por la ley. En el caso Ivcher Bronstein, la Corte Interamericana declar que la creacin de salas transitorias especializadas de la Corte Suprema en el momento en que ocurran los hechos del caso examinado por una de dichas salas, incumpli esta garanta.64 La Comisin Interamericana, en el caso Oviedo, consider que la creacin de un tribunal especial para juzgar al lder de una tentativa de golpe no fue violatorio de esta garanta porque el tribunal fue creado de conformidad con una disposicin constitucional anterior a los hechos, la cual estableca el proceso para la creacin e integracin de un tribunal de esta naturaleza, as como el procedimiento aplicable.65 El vocablo juez natural es empleado como sinnimo de tribunal competente.66 La modificacin de la competencia de los tribunales en materia civil puede ser violatoria del derecho a un recurso, segn una jurisprudencia presentada en el Captulo 6. ii. la independencia del tribunal Los Principios bsicos relativos a la independencia de la judicatura, aprobados por la Asamblea general de la ONU en 1985, son de gran valor en la interpretacin del contenido de este precepto. Cualquier definicin del concepto tendra necesariamente que incorporar los siguientes elementos de los Principios 2 y 1:

    Los jueces resolvern los asuntos que conozcan .. sin restriccin alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o por cualquier motivo. Todas las instituciones gubernamentales y de otra ndole respetarn y acatarn la independencia de la judicatura.

    El Comit ratific esta interpretacin en el caso Bahamonde, al sealar que una situacin en que las funciones y competencias del poder judicial y del poder ejecutivo no son claramente distinguibles o

    63 Figueredo Planchart c. Venezuela, prr.97 101 (2000) 64 Ivcher Bronstein (Fondo) prr.114. 65 Oviedo c. Paraguay, prr.29 (1999) 66 Vease por ejemplo Figueredo Planchart c. Venezuela, prr.94 21

  • en la que este ltimo puede controlar o dirigir al primero es incompatible con el concepto de un tribunal independiente e imparcial, a tenor de lo dispuesto en el prrafo 1 del artculo 14 del Pacto.67 La decisin del Comit en el caso Gonzles del Ro resalta la importancia de la dimensin subjetiva de la independencia. El Comit en su decisin recuerda que el derecho a ser juzgado por un tribunal independiente e imparcial es un derecho absoluto que no puede ser objeto de excepcin alguna.68 En el caso concreto, algunos de los jueces involucrados en su caso haban hecho mencin de las implicaciones polticas que entraaba y haban justificado sobre esta base la falta de accin de los tribunales.69 Esta actitud - cabe destacar que no hubo referencia alguna a presiones o ingerencias fue declarada incompatible con el derecho a ser odo por un tribunal independiente e imparcial.70 Para la Corte Interamericana Constituye un principio bsico relativo a la independencia de la judicatura que toda persona tiene derecho a ser juzgada por tribunales ordinarios con arreglo a procedimientos legalmente establecidos. 71 Los Principios bsicos relativos a la independencia de la judicatura son citados como fuente de esta conclusin. En el caso del Tribunal Constitucional, la Corte hizo hincapi en lo siguiente:

    Esta Corte considera que uno de los objetivos principales que tiene la separacin de los poderes pblicos, es la garanta de la independencia de los jueces y, para tales efectos, los diferentes sistemas polticos han ideado procedimientos estrictos, tanto para su nombramiento como para su destitucin.72

    Esta Corte considera necesario que se garantice la independencia de cualquier juez en un Estado de Derecho y, en especial, la del juez constitucional en razn de la naturaleza de los asuntos sometidos a su conocimiento. Como lo sealara la Corte Europea, la independencia de cualquier juez supone que se cuente con un adecuado proceso de nombramiento, con una duracin establecida en el cargo y con una garanta contra presiones externas.73

    En su anlisis de las violaciones del debido proceso en la destitucin de los magistrados la Corte cita el principio 17 de los Principios bsicos.74 La reiteradas referencias a este instrumento por la Corte confirman su valor e importancia en la interpretacin del concepto del derecho a ser odo por un tribunal independiente e imparcial.75

    67 Bahamonde c. Guinea Ecuatorial, prr.9.4 (1994) 68 Gonzlez del Ro c. Per, prr.5.2 (1992) 69 Ibid. 70 Ibid. (Asimismo, se concluye que hubo violacin del derecho a un proceso justo.) 71 Ivcher Bronstein (Fondo) prr. 112 (2001) 72 Caso del Tribunal Constitucional (Per) (Fondo) prr.73 (se cita el Principio 1 de los Principios bsicos relativos a la independencia de la Judicatura.) 73 Ibid, prr.75 (se omiten las notas de pie de pgina) La jurisprudencia de la Corte Europea sobre las garantas de la independencia del los tribunales tambin esta citada en la decisin de la Comisin en el caso Alan Garca c. Peru (1994) (pg. 94-95 de la versin ingls) 74 Ibid, prr.74 y 80-84. 75 La Comisin, por su parte, considera que El artculo 8. 1 de la Convencin Americana puede ser interpretado a la luz de estos principios. Lizardo Cabrera c. Repblica Dominicana, prr.96 (1997) 22

  • La Comisin Interamericana ha sealado que la independencia del Poder Judicial es un requisito imprescindible para la vigencia prctica de los derechos humanos en general.76 En el caso Carranza, la Comisin reafirm el principio de la inamovilidad de los jueces, observando al respecto lo siguiente:

    Este sistema crea estabilidad en la magistratura; si el juez ha de ser removido, dicha remocin debe llevarse a cabo en estricta conformidad con los procedimientos establecidos en la Constitucin, como salvaguarda del sistema democrtico de gobierno y el Estado de Derecho. El principio se basa en la propia naturaleza especial de la funcin de los tribunales y garantiza la independencia de los jueces frente a las dems ramas del gobierno y ante los cambios poltico-electorales.77

    En el caso Lizardo, la Comisin hace hincapi en que el desacato a rdenes judiciales y la impunidad de los autores del mismo es una interferencia indebida en la independencia de los tribunales de justicia.78 iii. La imparcialidad del tribunal Los Principios bsicos relativos a la independencia de la judicatura disponen, como se indica arriba Los jueces resolvern los asuntos que conozcan con imparcialidad, basndose en los hechos y en consonancia con el derecho79 En el caso Karttunen, el Comit define la imparcialidad como sigue:

    La imparcialidad del tribunal y la publicidad de las actuaciones son importantes aspectos del derecho a un juicio justo en el sentido del prrafo 1 del artculo 14. La "imparcialidad" del tribunal supone que los jueces no deben tener ideas preconcebidas en cuanto al asunto de que entienden y que no deben actuar de manera que promuevan los intereses de una de las partes.80

    Cuando existen motivos para pensar que un juez debe recusarse, el juez o el tribunal que integra, debe actuar ex oficio. El Comit sealo en este caso que Normalmente un juicio viciado por la participacin de un juez que, conforme a los estatutos internos, debera haber sido recusado [no puede considerarse] un juicio justo o imparcial en el sentido del artculo 14.81 El Comit aplic dicha presuncin y declar el proceso violatorio del articulo 14.1, porque el proceso de apelacin tambin comportaba violaciones del debido proceso y por lo tanto no poda corregir el problema que se present a nivel de primera instancia.82 En los pases que tienen la institucin del jurado, ste tiene que reunir los requisitos de independencia y, sobre todo, imparcialidad. En el caso Collins, el Comit de Derechos Humanos hizo el comentario siguiente:

    76 Informe sobre la situacin de los derechos humanos en Cuba, pg.67 (1983) 77 Carranza c. Argentina, prr. 41 (1997) 78 Lizardo Cabrera c. Repblica Dominicana, prr.95 79 Principio 2. 80 Karttunen c. Finlandia, prr.7.2 (El tribunal era compuesto de un juez profesional y cinco jueces legos, entre ellos el que debe haber sido recusado.) 81 Ibid. 82 Ibid, prr.7.3 23

  • En un juicio con jurado, la necesidad de evaluar los hechos y las pruebas con independencia e imparcialidad se aplica tambin a ste: es esencial que todos los jurados estn en situacin de evaluar equilibrada y objetivamente los hechos y las pruebas que se presenten, a fin de pronunciar un veredicto justo. La posibilidad del jurado de actuar con arreglo a estas premisas se ve comprometida cuando, como en este caso, se ve sometido a influencias extraas, y con mayor motivo cuando la polica o un agente investigador tratan de influenciar en el veredicto del jurado antes de que el juez resuma las pruebas. 83

    Este tipo de conducta configur una violacin del primer prrafo del articulo 14.84 En el caso Tribunal Constitucional, la Corte Interamericana concluy que la decisin del tribunal que rechaz el recurso de las vctimas se debe a apreciaciones no estrictamente jurdicas.85 Adems, los magistrados que conocan el recurso de amparo haban participado en una fase anterior del proceso. Por estas razones, concluye la Corte, los requisitos de imparcialidad no se reunieron y los recursos intentados por las supuestas vctimas no eran capaces de producir el resultado para el que haban sido concebidos y estaban condenados al fracaso.86 La Corte calific esta situacin como violacin del derecho a la proteccin judicial, consagrada por el articulo 25 del pacto, aunque es evidente que tambin representaba una violacin del derecho a ser odo por un tribunal imparcial.87 La jurisprudencia de la Comisin seala que La imparcialidad supone que el juez no tiene opiniones preconcebidas sobre el caso sub judice y, en particular, no presume la culpabilidad del acusado.88 En otra oportunidad, la Comisin precis Lo decisivo no es el temor subjetivo de la persona interesada con respecto a la imparcialidad que debe tener el tribunal que se ocupa del juicio, sino el hecho de que en las circunstancias pueda sostenerse que sus temores se justifican objetivamente.89 Asimismo, se seala que La imparcialidad subjetiva del juez en el caso concreto se presume mientras no se pruebe lo contrario.90 En casos penales la imparcialidad del juez esta ntimamente vinculada a la presuncin de inocencia. La Comisin ha manifestado al respecto: La presuncin de inocencia se relaciona, en primer lugar, con el nimo y actitud del juez que debe conocer de la acusacin penal. El juez debe abordar la causa sin prejuicios y bajo ninguna circunstancia debe suponer que el acusado es culpable.91 En el caso Figueredo Planchart, la Comisin identifico algunas indicaciones de parcialidad, sealando al respecto:

    A juicio de la Comisin, las filtraciones a la prensa por parte de los rganos encargados de administrar justicia en Venezuela antes de que el imputado pueda ejercer su derecho a la defensa vician el proceso gravemente y ponen en serias dudas la imparcialidad de las

    83 Collins c. Jamaica, prr. 8.4 (1991) 84 Ibid. 85 Tribunal Constitucional (Per) (Fondo) prr.96 86 Ibid. 87 La Corte tambin consider que la comisin del Congreso que destituy a los magistrados era parcial. prr.84 88 Martn de Meja c. Per, pg.209 (1996) 89 Gmez Lpez c. Venezuela, prr.22 (1997); Vila-Masot c. Venezuela, prr.19 (1997) 90 Martn de Meja c. Per, pg.209 (1996) Vase tambin Malary c. Hait, prr.75 (2002) 91 Martn de Meja c. Per, pg. 209 (1996) 24

  • autoridades judiciales. Estos hechos, sumados a las declaraciones de algunos magistrados prejuzgando o adelantando juicio y calificando al imputado como reo antes de la sentencia condenatoria, demuestran la parcializacin de dicha autoridad judicial con una de las partes en el proceso, que en este caso es el Estado, y la descalifica como juez independiente e imparcial de acuerdo con los principios establecidos por la Convencin Americana.92

    Recientemente la Comisin Interamericana ha adoptado una jurisprudencia sobre la imparcialidad de los jurados. En el caso Thomas, la Comisin consider que una persona acusada de homicidio haba sido privada de su derecho a ser juzgada por un tribunal imparcial al haber el juez dicho al jurado no preveo que tengan algn problema en tal sentido de que fue el acusado quien lo mat.93 El caso Garza trata de un proceso con jurado que comprenda dos fases, una sobre la responsabilidad penal y otra sobre la pena. En la primera, el acusado fue condenado por tres homicidios y en la segunda, el Fiscal presento al jurado indicios de su participacin en cuatro homicidios ms, por los cuales nunca haba sido condenado. La Comisin consider que el jurado no era capaz de sopesar con imparcialidad la informacin sobre los homicidios adicionales, puesto que lo acababa de condenar por tres cargos del mismo delito.94 La decisin en el caso Andrews reconoce la obligacin del Estado a investigar cualquier indicio de que el jurado no rene los requisitos de imparcialidad. Durante el transcurso del juicio hubo una indicacin sobre un posible prejuicio racial de parte de un miembro del jurado. En vez de investigar esto el juez se limit a advertir al jurado que ninguna manifestacin de prejuicio racial deba influir en sus deliberaciones. La Comisin aplic la jurisprudencia del Comit contra la Discriminacin Racial de las Naciones Unidas en el sentido de que una sospecha razonable de que existe predisposicin es suficiente para descalificar a un miembro del jurado y que corresponde a las autoridades judiciales nacionales investigar la cuestin y descalificar el miembro del jurado si existe la sospecha de que est predispuesto.95 En el caso Malary la Comisin concluy que las relaciones personales entre algunos miembros del jurado y los inculpados, las conexiones entre aqullos y el gobierno anterior, as como indicios de soborno de algunos miembros del jurado y sus abiertas manifestaciones de simpata con uno de los acusados durante las audiencias permitan concluir que el jurado haba sido parcial y que se haba producido una violacin del articulo 8.1 del Pacto.96 La jurisprudencia interamericana establece que los requisitos de independencia, imparcialidad y eficacia se aplican no slo a los juicios penales y a acciones civiles emprendidas por individuos, sino tambin a investigaciones que el Estado est obligado a emprender en su capacidad de garante de los derechos humanos. En el caso Bolaos, la Comisin hizo hincapi en la importancia de que las investigaciones de violaciones graves de los derechos humanos estn a cargo de rganos imparciales. La decisin establece dice:

    Es obligacin del Gobierno [sic] llevar a cabo una investigacin completa, independiente e imparcial sobre cualquier supuesta violacin del derecho a la vida. Cuando el Estado permite

    92 Figueredo Planchart, prr.140 (2000) (subrayado en el original) 93 Thomas c. Jamaica, prr.140-141 (2001) 94 Garza c. los Estados Unidos, prr.107 (2001) 95 Andrews c. los Estados Unidos, prr.159 (1996) (citando Narrainen c. Noruega, CERD, Caso 3/1991 (1994)) 96 Malary c. Hait, prr.76-80 (2002) 25

  • que las investigaciones las dirijan los rganos potencialmente implicados [en los hechos], la independencia y la imparcialidad se ven claramente comprometidos 97

    iv. la publicidad del proceso El principio de la publicidad del proceso est consagrado tanto por la Declaracin Universal y por el Pacto Internacional, como por la Declaracin y la Convencin Americanas. Los dos primeros instrumentos reconocen este principio como aplicable, en principio, a todo proceso judicial, mientras que los instrumentos regionales lo limitan a procesos penales. Las excepciones a este principio tambin estn definidas en trminos distintos por la normativa universal y la regional. La Convencin Americana reconoce el derecho a un proceso pblico "salvo, en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia", excepcin bastante amplia y nebulosa, mientras que el Pacto Internacional reconoce la legitimidad de las restricciones destinadas a proteger los bienes jurdicos enumerados taxativamente en el primer prrafo del articulo 14, entre ellos la moral, el orden pblico y la seguridad nacional. El Pacto tambin contiene algunas precisiones que no figuran en la Convencin, tal como la regla segn la cual la sentencia normalmente debe ser pblica, an cuando las audiencias no lo sean. La Observacin General No 13 del Comit de Derechos Humanos contiene el siguiente comentario sobre la publicidad de los procesos:

    La publicidad de la audiencia constituye una importante salvaguardia de los intereses del individuo y de la sociedad en general. Al mismo tiempo, el prrafo 1 del artculo 14 reconoce que los tribunales tienen la facultad de excluir la totalidad o parte del pblico por las razones que se enumeran en dicho prrafo. Debe observarse que, con independencia de esas circunstancias excepcionales, el Comit considera que las audiencias deben estar abiertas al pblico en general, incluidos los miembros de la prensa, sin estar limitadas, por ejemplo, a una determinada categora de personas. Debe observarse que, aun en los casos en que el pblico quede excluido del proceso, la sentencia, con algunas excepciones estrictamente definidas, debe hacerse pblica.

    El derecho de toda persona a ser oda pblicamente conlleva una obligacin positiva de facilitar al pblico informacin sobre la fecha y lugar de la vista oral y disponer de medios adecuados para la asistencia de miembros del pblico, dentro de lmites razonables, segn la jurisprudencia del Comit.98 La razonabilidad de las medidas tomadas para permitir el pblico asistir a las audiencias debe tomar en cuenta consideraciones como el posible inters pblico por el caso y la duracin de la vista oral.99 La jurisprudencia sobre la aplicabilidad de este requisito de publicidad al sumario o a la apelacin es ambigua. En el caso Kavanagh, el Comit consider obligatoria la publicidad nicamente durante el enjuicimiento, y no para las decisiones anteriores de ste que adopten fiscales o autoridades pblicas.100 La decisin del Comit refiere a la decisin del Fiscal a llevar el caso ante un tribunal especial en vez de la justicia ordinaria, lo que deja dudas sobre el alcance de esta antecedente. En

    97 Bolaos c. Ecuador, prr.48 (1995); Hermanas Gonzlez c. Mxico, prr.81 (2001) Vase tambin Malary c. Hait, prr.53-53 y 98 van Meurs c. Pases Bajos, prr.6.2 (1990) 99 Ibid. 100 Kavanagh c. Irlanda, prr.10.4 26

  • el caso Karttunen, el Comit sealo que La imparcialidad del tribunal y la publicidad de las actuaciones son importantes aspectos del derecho a un juicio justo en el sentido del prrafo 1 del artculo 14.101 El Comit concluy que el proceso en segunda instancia haba vulnerado este derecho por ser escrito y no oral, lo que imposibilit una cabal evaluacin de las pruebas y los argumentos de la defensa.102 No queda claro si la celebracin de una audiencia contradictoria cerrada al pblico hubiera llevado a la misma conclusin. v. la independencia e imparcialidad del Ministerio Pblico Si bien la doctrina internacional no prescribe la independencia orgnica o estructural de la fiscala, s establece que esta debe actuar con imparcialidad y sin ingerencias. Las Directrices sobre la funcin de los fiscales aprobadas por las Naciones Unidas en 1990 establecen lo siguiente al respeto:

    12. Los fiscales, de conformidad con la ley, debern cumplir sus funciones con imparcialidad, firmeza y prontitud, respetar y proteger la dignidad humana y defender los derechos humanos, contribuyendo de esa manera a asegurar el debido proceso y el buen funcionamiento del sistema de justicia penal. 4. Los Estados garantizarn que los fiscales puedan ejercer sus funciones profesionales sin intimidacin, trabas, hostigamiento, injerencias indebidas o riesgo injustificado de incurrir en responsabilidad civil, penal o de otra ndole.

    La jurisprudencia Interamericana considera estos principios parte integral del derecho a ser odo con independencia e imparcialidad, as como resguardo de la presuncin de inocencia. En el caso Martn de Meja, la Comisin declar que una ley que obligaba al fiscal a formular acusacin penal contra toda persona denunciada por participacin en el terrorismo vulneraba la Convencin por dos motivos. Primero, porque invierte la carga de la prueba y crea, en la practica una presuncin de culpabilidad y, segundo, porque al obligar el fiscal a acusar el imputado an cuado no existen elementos de prueba suficientes que funden la acusacin no garantiza la imparcialidad del rgano juzgador.103 La Corte Interamericana ha confirmado la aplicabilidad de los requisitos plasmados en el articulo 8.1 de la Convencin a las etapas preliminares del procedimiento penal en el caso Loayza Tamayo (Vase la seccin 5.8, abajo). 5.7 Los tribunales especiales y militares i. la jurisprudencia universal El Comit de Derechos Humanos considera que la sustanciacin de juicios penales a civiles ante tribunales militares o especiales si bien conlleva riesgos importantes en lo referente a los derechos de la defensa no es en si violatoria del derecho a ser juzgado por tribunal competente, independiente e imparcial. Su Observacin General No. 13 seala al respecto lo siguiente:

    Las disposiciones del artculo 14 se aplican a todos los tribunales y cortes de justicia comprendidos en el mbito de este artculo, ya sean ordinarios o especiales. El Comit

    101 Karttunen c. Finlandia, prr.7.2 (1993) 102 Ibid, prr.7.3 103 Martn de Meja, pg.211-212 (1996) 27

  • observa la existencia, en muchos pases, de tribunales militares o especiales que juzgan a personas civiles. Esto podra presentar graves problemas en lo que respecta a la administracin equitativa, imparcial e independiente de la justicia. Muy a menudo la razn para establecer tales tribunales es permitir la aplicacin de procedimientos excepcionales que no se ajustan a las normas habituales de justicia. Si bien el Pacto no prohbe estas categoras de tribunales, las condiciones que estipula indican claramente que el procesamiento de civiles por tales tribunales debe ser muy excepcional y ocurrir en circunstancias que permitan verdaderamente la plena aplicacin de las garantas previstas en el artculo 14. En algunos pases, esos tribunales militares y especiales no proporcionan las garantas estrictas para la adecuada administracin de la justicia, de conformidad con las exigencias del artculo 14, que son fundamentales para la eficaz proteccin de los derechos humanos. Si los Estados Partes deciden, en situaciones excepcionales, como prev el artculo 4, dejar en suspenso los procedimientos normales requeridos en virtud del artculo 14, deben garantizar que tal suspensin no rebase lo que estrictamente exija la situacin en el momento y que se respeten las dems condiciones estipuladas en el prrafo 1 del artculo 14.104

    El Comit concluy en una decisin adoptada en 1991 que un tribunal militar que ostentaba las garantas siguientes poda considerarse independiente e imparcial:105 -el tribunal militar es presidido por un juez miembro de un tribunal civil superior -los miembros militares del tribunal son nombrados por la Corona () e inamovibles - los jueces militares no desempean ning