ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

10
ü t L L L L I f [ 5-ú ü ü [ lt L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I I ' JueN Seu¿'.¡¿. 'i Epistemología de la salud Reproducción social, subjetividad y transdisciPlina Prólogo Emiliano Galende k" i;,9:; UNAM F',l¿:t2zywé rm, /254 - rcai&--l/:!L patcn /|?-- F2-

Transcript of ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

Page 1: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

ü t L L L L I f [ 5-ú ü ü [ lt L§TAfLITIIIUULTl¡U$IllII' JueN Seu¿'.¡¿. 'i

Epistemologíade la salud

Reproducción social,

subjetividad y transdisciPlina

Prólogo

Emiliano Galende

k" i;,9:;

UNAMF',l¿:t2zywérm, /254 -rcai&--l/:!Lpatcn /|?--F2-

Page 2: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

,..Ü'ü üi

ü ü I t ü-ü rl rl rl ,l .l ,[ I ¡ I ü ¡ 't ,l ü ü rl ,l ,l ,l rlotl\2,'Jz

ú

Samaja, JuanEpisiemologÍa de la salud : reproducción soc¡al, subjetvidady transdiscipl¡na. - 1. ed. _ Buenos Aires : Lugár, ZdOa,248 p. ; 23x16 cm. - (Satud cotectiva ; 20)

lsBN 950-892-189-7

1. EpistemologÍa. l. TítulccDD 121

,)I

,l

:J

{

I-Motivo de tapa: Fragmento de Drago (1922). Cotección Museo Xu¡ Solar

Derochos de reproduccicin Fundación pan Klub - I\!useo X¡¡I Sol¡¡_

@2004, Juan Sarnajajsamaja@ñbertel.com-ar

r,re;arzl 6=--{.e)isar.,t,,¿ ¡¡CEé-Zi*

Queda prohibida Ia reproducción roralo parcial cle este libro, en irxma idénrica o modific¿da y por cualquie. medio o procedimiento, sea mecánico, info,-mático, de grabacióno fotocopie. sin autorización de Ios editorcs.

ISBN, 950-891,t89,7O 2004 Lugsr Editonal S. A.C¡stro B¡noq tTil (ttl?) Bucnos AresTcrFr\ .rqlI 5l7J / -19:+tj55E rn¡¡l: l,rgar.CG etsi(io.oet\rw!!w.luea¡rdilorial.com.ar

Q rcJr hir" . L:po.lo quc mur, J l" lcv I I /2Jlr':p,c\" c1 '. ..s:nlrlJ . pflnled rn AIlen oa

UNAMBIELIOfECA CET,,TRAL

cus,r PA4 I R-§az*

2.

-!.3'

-i 1.

7.

COLECCIÓN SALUD COI,]OCTTVACoordinador: HUGO SPINELLI

PENSAR EN SAI-UD: MAnIo TESrA (Tercera Edición)

LA ENFERMEDAD: GrovÁ-'r,a¡r BERLINGUER

TECNOBUROCRACIA SANITARIA: CELIA IRIA.RT,

LAUM NERvr, BEATRZ OLnIEB y MAnIo TDs'rA

POLÍTICAS EN SALUD ME¡ÍIAL: Compiladores:OwALDo SArDóN y PA.BLo TnoLANovsKr (AccnADo)

PENSAMIENITO ESTRATÉGICO Y LÓCTCA NAPROGRAMACIÓN - Caso d¿ Saludj MARIo TESrA

ÉTICA DE LA sArUD: Grove¡¡r¡ B¡nr-rNcurn

SABER EN SAII]D: MARIO TES"TA ..

ESTADO SIN CIIIDAD AI\OS. Seguridad. socíal ertAmérica Latiaa: SoNa{ FLTL,TY

EL DESAFIO DEL CONOCIMIENTO: INVESIIGACIÓ¡i

CUALITATIVA EN SAITJD: I!L{RL{ CECTLIA DE SOUZA MINAYO

PRAXIS EN SALUD. Un desafia paro lo públicoETfERSON ELrAs MER.1If, RosANA ONocKo y orRos (AGorADo)

NATURAL, RACIONAI-, SOCIAI '. Rctzón médíca 1 Racionalidadcientífíca mod.erna: \fADEL T. Lüz

NUEVAS RECLAS DE JLEGO PARA LA ATE.\'ION MEDICAEN tA ARGENTINA. ¿Quién será el árb;¿ro?: SusA-N,\ BELNTARTINo

LA EDUCACIÓN DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD ENLATINOAMÉRICA. Teoría 1' práctica de ut mouitniento de cam-úio- Tburo 1: Una miratla ana\íti.ca.Ior¡to 2'. Ias uoces de los protaga-¿isrds. (CoEDrcróri co\ HL-CITEC-BRASIL)

LA CIENCIA TÍMID A-. En:ayos de Decottstrucció¡i de laE pidemíología. N ¡lo\r-1R D: -f l-t'rxIDA-FtLHo

5.

6.

10.

11.

14.

Page 3: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

rlrlñü[[ ["'U it rt rI rlrlüJu^N SAM^J^

ciencia objetiva y la técnica actual en manos de médicos que se sienten cien-tificos, apoyados en los prestigios y valoracioues sociales de la ciencia, ocul-tan, kas la ehcacia real o a¡iarente de sus prácticas,la verdad esencial delhombre: la dramática social en ld que esta destinado a nacer., desenvolver suvida y morla§ostenido en los signifrcados en que la cultura que construye yhabita le provee de los sentidos que llena¡ el sin sentido esencial de la vida.Celebro la aparición de este librol Samaja nos indica el camino de una ccm-prensión más verdadera del proceso salud-enfersredad-atención, camino quese b¿sa en la ¡acionalidad de la ciencia pe.ro que exige de ésta fundamentosque sea integradores de la complejidad concreta del homb¡e y los procesos de=

.I üüüüüüüüüJüJüüüPRIMERA PARTE

L

Introduc.ción a lq. epistemologíade las éiencias de la salud

"... Sin arrepeutirnos, queremos cometer la falacia "natu-ralistica". Deseamos comet€rla en la más pura tradiciónpiagetiana para cort¿r' el platonismo: la lógica tieoe que

ser derivada de la hist¡ria ¡eal o simulada. La teo¡Ía de

las reglas que la meutc huma-na se impone grailualmentea sí misma mieDhas desarrolla sus capacidailes de solu-cioaar problenas tiene que ser de¡ivada del estudio deldesarrollo de e-"as capacidades de resolver problemas. Laética debe sei' de¡ivada de la ciencia- Esta es la raiz delasombro qoe erperimentarrío Duesixos lectores: estamostodavía con los ojos abiefos y, a pesar de la inmensa tra-dición opuesta, corúetiendo la así llamada 'falacia'.'

Leo Apostel-

"o*r",,-rÍ!ff 'J"ffiW:,;::::1i;;r:::{,

l. Iltroducción2. UD cuadro general de las cieacias de la salud.3. Los repertorios categoriales y Ios hechos concretos: la batalla on-

tológica.4. Un precedente insoslayable G. Canguilhem5. Desafios a una Epistemología de las Ciencias de la Salud6. Sobre los alcances de la reffe:ión epistemológica

7. Introducciótt

¿CuáIes son, exactamente- Ios e-sttntos que debeúa tratar una Epistema-

logía de las Ciercias de la S<¡ludiAntes de.esponder a esa p¡eg'i.:nta es necesario abordar esta otra: ¿Cuá-

les soo esas'ciencias de la se1udl ¡,En qué consiste exactamentc e1 objeto

Page 4: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

rl¡lI

t

que comparten? ¿Por qué habria de ¡€sulta¡ de interés someterlas a un exa-men o discusión epistemológicos?

Una for¡ra de eütar intermioables discusiones en torno a las disciplinascientÍficas y sus potémicas jr:risdiccioaales y también de eludir compromisoscon ésta o esta oha posición, consiste en averigua¡, a¡tes que nada{¡gátesfueron las prácticas hu¡Da[as en torno de las que se configura¡on esoFsabe-rcs que coD.¡Dosr"¡¡ondad quqdaron subsumidos bajo el campo semántico queevoca el sipiñca¡te "salqlfJ

Corresponde, entonces, determina¡ los contenidos relevantes de eso quese desigra c:omo lrótticas médicas" o "pnicticas d,e salud", puesto que en tor-no de ellos se produjeron y organizaron tales saberes.

.Pues biea, en sergido latolse llamaa lrácticas de salud" aquellas prdcúj-cas ¡lesünadai a la preseruaciÁn d.e la salud, d.e los seres sonos y la curacióny recuperacün los seres enfermg5.!

Entonccs, los saberes que hoy se designan comofsiencias de la Salqlf,sepueden delimitar como

;19! conjunto de los sistenas de saberes teóricos y prácticos que hau idosiendo adoptados en la historia pa¡a la curación de losieres enfermos opara preservar la salud de los sanos" (P Lain Entralgo, 1961:11L

Detengiámo[os previamente en la noci<in de "saberes". ¿Qué son los cono-cimientos (ya que éste es el género en cuestión)? En un sentido muy amplio,co¡no el que adopto J. Piaget, los conocimientos (todos los conocimientos) sedeñnen en primer lugar por la función que cumplen, a saber la dutoregula-ciórt de los proeesos uir@/¿s. EfI efecto, para Piaget, y cn general, para la tra-dición de la Filosoña de la Acción o de la Praxis, el conocimiento es una fun-ción de la autoregulación de todo se¡ vivo (incluyendo la autoregulación quea¡,udan a perpetuar la vida de las biocomunidades como las jaurias, los hor-migueros, las coloenas, las faanilia-: de chimpancés, etc.).

Cuando los desa¡rollos evolutivos alcanzaron a las especies de homínidosy al homo sapiens mismo, ese conocimiento y su fuución comunicativa social

1. se expaadió a través de procesos semióticos más complejos y potentes, hasta: llegar al lenguaje verbal, al ,.lenguaje" escritural y ai cientifrco-tOcnico, pro-.i p]o. de Ia especie humana desde su origen hasta las sociedades capitalistas¡_ Slobalizadas cor¡temporáneas.

: I il;ü-";;i'""-J;:." el lenguaje humano fucse oóra de ras propias r¿-i ./¡ s v ciclos cle interacctón contunal, una vez que él emerFió se estabilizó noñ., solo como el mccanismo comunicacronat d. la coorunidacl por antonomasia,:Á *,,,1u, I,1" aún, como la causa fundadora de Ia misma comunidad, lo que no;r

(lcJa._de €\.oca¡ el célebre djcf¿¡¡¿: "ea el principio fue el verbo..." Las llanra_Sl (las-"lenguas naturales . r¡¿d¿do" po. rnu -ii".r*ia co¡rstrucción cotidiana&.: rl" los mien,b¡us de las horcras p: imitivas ¡ de ias ulteriores comunldadesAF.r{'¡&rf.l*-*- t.--:"-:-: .li

, " .: ---?-: ¡-1qi¡*:--f:,-=4rr--

!

tl t! tl tl il \IJUAN SAMAJA

ü ilI ü ü 'l 'l ,l rl ,l ,l ,l. 2',1

rlü rlEPISTEMOLOGfA DIi I"1 SAI,U[)

gentilicias, recayero n en la inmediatez', es decir, se naturalizaron, ¡" se trans-ior,/r.arun imagüwria y redlme\te, e¡ el fuDdanento de toda interacción co-

Eunal, a tal punto que se puede sosteDer sin exageración que las comunida-

dcs primitivas eris¿iero¿ (y en talto hoy sobreviven, erú§¿en) en sus lenguas

y en sus representaciones verbales. Eo las lenguas se inscriben los mitos fun-dacionales, las reglas dc conducta en las que se socializan los nuetos miem-

bros, las alia¡zas entre clanes y los tratados intertribales. Las le¡guas son-'bonradas, explícita o i¡¡plÍcitamente, en todis los hechos de !a c¡tidianidady en tanto expresa¡ cuanto "meuorizao" o ñjan el patrim"oruo co€tritivo de lacomunidad hablante. "La lengua, escribió I( Marx en alguaa part¿' es la co-

munidad cn tanto habta¡te."Pero eso que sucedió con las lenguas naturales en las comu¡idades pri-

mitivas, se reiteró, ¡nutatis mutondis, coD las códigos escriturales que en-

gendraron las nuevas redes de interacción socio-políticas, cuya aparición

iobre Ia faz de la tierra se remonta a u¡os 10.000 a 15.000 años antes de

nuestra era.Con el desarrollo de la agricultura y la ga¡aderÍa, y de uDa gao ca¡ti-

dad dc transfo¡maciones concomita¡tes en la vida de esos pueblos arcai-cos, se produjo primero la división de las comunidades primitivas en cla'ses sociales difereDtes, y en muchos casos opuestas, y' como resultado de

csas luchas se produjo la lenta formación de sociedades con orgaDización

cstatal, como u[ i[tento de restituir, aunque en un plano superio¡ tc zni-rlad de la comunid.ad perd'ida. La radical novedad que implicaron estas

nuevas formas de orgalización de la vida social consistió eo la necesidad

de revisar, dcbatir y acordar nuevas reglas de convivencia para encontrarsolución a los enf¡entamientos sociale§. EI ¡eino de la eticid¿d comunal,

anteriorDente fruto de costumbres milenarias, actuadas ireflexivamentepor los miembros comunale§, de pronto se instaló como una cuestión pro'Lternatíca, que obligó a las poblaciones desgarradas por el de-'acuerdo cla-

sista, a revisar las viejas normas de convivencia y a pacta¡ e instaurarnuevas normas. Normas que ya no procedían del fondo mi§mo de los tiem-pos míticos ("habitados" imaginariemeDte por dioses), sino. riel debate de

hombres de carDe y hueso que intentaban por todos los me<üos, superarlas guerras intestinas y establecer nuevas alianzas que resti'Úya¡ I¿¿ or_

rlen comunitario posi6le en los nueios conte:tos socio-econónicos configu_

rados con Ias técnicas neolÍticas.Las rclaciones jurídicas en estas sociedades en proceso de €satalización

(que en gran parte reemplazaron a 1a eticidad primitiva) se pla-'maron en unvasto conjrnto de - ecanísmos jutídícos etptícitos y forndlieoa ;s, tal corno Io

1. Ilegel emplca este giro verbal ("recaida e¡ la i¡mediate¿") para referiEe aj ::r'eso por el cual

algo q-,ie ha'ltegado a'se¡ co¡ro resütado de ¡ pmceso forrnativo, §e despre':: de su genesis y

¡e instala co¡ro algo obvio. originario

Page 5: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

rlrlüü ü ü ü üúrlilrldü üüüüüüüJJJJJJJ,Jü ¿,Irr^N SAM^J^ laI,rs'utMot,ocl^ r)r,: r¡ s,\r.l,l)

Cléro Organizado, con sus Iglesias y sus cclosas ortodoxias cn la intt:r¡trr:trr,ción de sus respectivas Sagradas Escrituras.

De estas nuevas fi¡nciones sociales del conocimiento, J, no de ninguna cscn-cia intelectual innala en an ser bumano ahistórico, surgieron la Filosofia, laGeometríay laAritmética; IaAstronomía,la Gramática, y la Lógica. Todas lasprácticas y saberes comunales se üeron reconfigurados en esta perspecti-va Racional, propia de las sociedades Estatales. También los saberes sobrela salud acusa¡on este impacto y también cayeron bajo la égida de estasnuevas modalidades cognitivas. Sólo a partir de las sociedades con Esta-dos llegó a instalarse en el campo del conocimiento cste notable impulsohacia el sisúem¿ corl.o arquitectónica de ideas. Ésa y no otro es el rasgo do-minante del co¡¡ocimiento en las sociedades estatalizadas que se plasmóen la idea de 'Razón", y que constituye la clave de bóveda de la ciencia co-mo Filosofia:

'Bajo el gobieroo [sicl de la Razón, auestros conocimientos no puedenformar u¡a rapsodia, sino necesariamente un sistema, pues, solamenteen él apoyarán y favorecerán los fines esenciales de la razón. Pero yo en-tiendo por sistema la unidad de los diversoñonocimientos bajo una idea.Es ésta el concepto racional de la forma de ul todo, a condición de que me-diante él se deterninen a príori t:atío el ¡ámbito de lo m¡iltiple como la po-sición de las partes entre sí." Ka¡t (19?3:T.II,397).

Los cuadros cientifico-disciplinarios ea los que todavía ho.v es posible sis-tematizar u organiza¡ los saberes disponibles sobre los temas de Ia saiud seremontan a aquella historia que se inició en los remotos Estados de la A¡ti-güedad y que culmi¡ó en el advenimiento de los Estados Moderno Burgue-ses, los que traerán un nuevo principio orgarizador: el principio de la Socie-dad CiüI, cuyas consecuencias examinaremos más adela¡te.

Tampoco en el caso de las Sociedades Civiles, los procesos cognoscitivospeculiares (como erpresión domioante de los Estados Nlodernos Burgue-ses) eliminaron completamente a los procesos de las sociedades estataliza-das precapitalistas (la Filosofía, la Matemática, etc.). Las sociedades go-bernadas por las Sociedades Civiles (es decir, por los Estados Burgueses)sólo suprimieron el principio organizador de los Estados Absolutistas (1a

constitución estatal absolutista, fundaia en s¿¿p¿es¿os principios absolu,tos de justicia) y reorganizaron el cuerl» social conforme al nuevo principio de la libre contractualidad, propio ie las sociedades dirigidas por elMercado. La lucha de clases, que antericrmente era activañente mediati,zada por el ejercicio de una autoridad in;estida por la comunidad para in-terpretar el Interés General, a un rrre(¿.iismo dual, compuesto de un po-der de arbitraje y de policÍa, por uoa p,-rte, y ul mecanis-no irnpersonal

I

ti

ü.tfl,I

x*II¡üI

?

irnponÍan los procesos asónicos de resoluciéu de los conflictos de los gruposde interés y se cor.rfigurLon como de¡sos cuerpos discursivos es¿rrfos, queLambiérr.recalcron en ra inned,iatez, y se tr.a¡sformaron eD el fundamentonatural inwginaria.y re.almente) detá¿" i"t"i"""ij" ¡"*.." "iriii).a.. ¡"La¡ rDanera que acá también sc ouede a]iroar sio exageracidn que las soc¡e-dades cu, Estado pasaron a e¡"d.

"rr.* toto"l o"i ""lilrr""" i*" *u"r-cas, sus a¡:ales, sus leyes, edictos y decretos).La .bscrif ura, como a su turno la,f,engua, pasó a ser honrada. implÍcita yexplícitamente en túdos los hechos de la .otid]aoidad,y ;;;;;; -"^o-

,T,.Tl*^:l t^".11_""io cosrtivo d"_1" ci';I;;;;: d"; ;J"h,

"";aru",_¡d¡ uerlLe evloe¡ite eD cumo se recoDfig.u¡ó la üda religiosa en las socieda_-des con Estado. lfodas Ias ¡elisio¡es estatalizadas (Hilnduis¡oo, Judaísmo,cristianismo, Istamismo. et".i,"nejun tos ,asiJ"-"*""j"ü" i'e"i ñJi.o", *dos elementos centrales: i) la centralización del poder en un Estado Sobe_ra¡o, que

.tuvo con¡o contraparte imagiaaria la repre"Jr"l¿" Jllr" Oio"

¡!:lf l¡ Jilti:; I xllti,tiL,i":"""#i:::?i:J:jx:x;.'dll*di%d^,.!1 Torá, Los Evangelios, El Cor¡i¡, "t"";;;;; ;ü;í"riin".r.ocomo el "cuerpo mismo,, del alma estatal- Las i"V"" q""

"""-p-fu'r"o " 1""costumbres tribales, dispersas ea numerosos rituales, segú-n diversos mó_mentos de la comunidad, y correspon¿t""t"s ¿" ¿iu".sás-;."ñ;;":;""."""a ser en las sociedades con estados,.tey"._p."g.r;J;;;;;;;J;i;, *.-1,-f:,"1"d*

a los.hombres por la acción y la palabia ¿" "i" p-."i"ü" q,.

""",srcmpre. caudillos fundadores de los Esraios, -f ¡..f,.nl. -S"i"^

¿ "l ¡*r.,San Pablo. Maloma, etc.

, Por cierto que las sociedades estata_lizadas no eliminaron comljletamentea las comunidades primitivas: sólo suprioreron -.Lr;;;;;;;;;*:;;:o* 0"constitucidn gentiticia basada en a p.io"tp,o JJ pu.";;;;;;;i:;;;^",r.

ron confom¡e aJ nuevo principio terr.oriá d" i"i E";;;;;iJr;"ir.á." ",lcs prácticas cotrdja¡as de las comu¡idad§ {desparradas

"¡"r" 0". i"" ¿*l_11:r* "l la distribuci¡in d" ", put.t-ooioi ou"i* ."j". ¿"

".J"",ii11., r"-gll-rmar las altarzas que se iban logranoo eo est3 nueva forD¿ de pxistenciasocial: lo l¿¿cña de l¿:l,s clases-

^^,Ni ei patrimonio mÍtico-poético de la religiosidad primitiva, ni los saberescomunitarios )' familiares, con sus regl.".,_ ;.;..";i;;;;;1;;: ;.".0.

lll,-llil P"." de e[os se desprendieron ura mrt,it"a á"á"1""ü* !-r" "a_llil"'Jil"I.lI",:::^':::ls de organ¡zacro.n-¡- sistematización, y, sobre todo,. "! ¡¡¡. ¡ wuus qp acrpcpnlamrpnio.v valiCacióo. A la soeiali¿oeióu prin¡ana

ll;,ll jlli::":: ',-i-*oi:0,:" ra soc¡iizaciún :;,-;;; ;j;;';:;:,",

"",f,., ,,:",..'.i. ,,-r u).c¡ptrna de sus cuerpos ¿J.nrado¡. rada vez más separadosv¡ ¡ ¡,-§ro or, tJ socicdad. A la ret;.losidád e-.pon táa..;i;;;;;-;;:r""""rrlu;r¡{'s r.rnrli¡res y comrnales]se 1"."b;p** i;;;ii;;;;;iil; " ""

F;-

Page 6: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

ir f f:l{ I

rtüf

,.|

!

¡ csultantc de la libre concur.reDcia de actores econdmicos independieotesentrc si, pero dcpendientes rcsnocro .¡c Iu" "o";;l;; ñ"j"'s,i" ;roar"-tivas. El mecanismo organizadár por anionomasia pasó a ser la libre coe_petcncia de actores socio econóniico.s concebi<los "'""r"

i"¿i"ii"""'riU*.,actuando segün su interés personal.,

,^-l]^"]-f-1ll-"",o frtos<jñco, ni el matemático, ni el astronómico, eic., erc.,qesapa¡ecreron con el advenimicnto de la cultu¡a c¡entÍfica moác¡,ia, slnoque se reconfiguraron en ¿orno de la nueva estrell" """t""f, ol_Aioa'o lip.-.-tetico deductivo y las comprollaciones o refutaciones r i.ra r"tiu;"ia" f-e*p"rr_mentales. En efecto, de todos los desarrollos frf*On"o" a-"Ji*J fo.¡rO*por las sociedades precapitalistas thasta el siglo XV- d" """"'# ".ri "" a*pr,endieron una multitud de contenidos qo" adf,ui.ie.or, ,r*r*]".iá. a"

".-g.ani¿ación J sisreDratizacido, y, sobre iodo. ;r"r"; ;;il;;;;'."i"""ro_Il._1: I-rur,:u:,on- A la regrtimación propia de Ia Filosofia, consistente en¡us Ijrucesos c¡e lundamenlación Dor.referencia a primeros principios y cou-sos. úlriraos_ fue sustituida por la legitimación científico_po;itiv; :;;:istuDieen lo que Ch. peirce denomin<j..meiodo de l, "i";i;:""'";;;;;';.u.g,,*co-, que no cs otra cosa que ra puor,u u p.u"ou J"i "o;"";_;;;;á::". "-:l]""1:,lll.,*,",

medianre obs*rvaciones "".t,"tr;;;;i;;;;;;;;;; "_*

2. Un cuadro general de las ciencias rJe la salud

^^_*::r_*"l,"" de la Salud, que son nuestro tema, se fueron transforma¡GoconJuntamente con estas grandes transfo.mu"io"", ¿. tu .rlái;;;;rr- ", ri n^ ',- l' ^,.3::l::-i:I está¡ fuertemente arravesadas p". 1""--"¿.lla.ll"

"rálti;,:-:::..!::l]"" de tas sociedades "i"ites, "oose.,.u. lu l_p.""üi" f""."li"ji."

::":j::¿"1-o,1rl"."lar, cierras trazas de ta sisremutirá"tarl 1"" rJj.u r_-vo racional3: ::1oll,

* tos cánones rle tas ciencias fi 1""dil;;;r';;i;'"'"",;il,::_

-,_.I:i !::,n"{. i: "s Í}ecuente que los científicos de ta satud se eteven a es_,¿s

::::i_:::|.::",":r"as, pero. es rosrble encontra¡ represertantes dc esas traC,Liur. . r¿ctonallstac que aún conservan una perspecdva ruas amplia con vr... __

:1.jl.lil* dpt campo discrptincrio. E" ""; ;;;.;; .:.;;: ;;,1;;:;1,".-

LUr rL'' ! L',y a crrar el a-qrupaeiento de los grandes capíturos que el e.udito e-qr¿,

:""'1 t ,^1ll Lnrra)go propuso para organiza_r et ca,rpo de ri óJrliióil,r--,¡0j sr.n.trán para crcar un marco a la5 ideas que trataré

I"":.'.." .". .r.otur ?nsDn d" ja drr.."r";,

"n,," t...".,.a"" prpcapi.¿Lsrár s tos r¿p.r-_

;Íi,, ::,"ili, :): :J,Il?:^Í.1:':" t:s .n'.e,ros Esrado" E;;,í": ,'i";;;i¿;B;^*r¿r,,'.'t-sr'. ",...,H.-,.x"1..-...-":;";i,'di*;#:i,";;j;;;::.il::il,:,:::?J:H, .,:, 1I . . "' r':!ado: \r,{emo BL,reües;s v,opr, : oo,, ;¡.t,,."i "i',', ::l¡llljTi,itfl:liei-¡.dc:.i,,sd.c¡r,dÉ,..-

_-; .J;,:á --.-j

É-

ütltlrlrlil¡l¡lrl ¡l ¡l ¡l tl rl rl rl rl rl rl ,,1 ,l .l .l ,J

I,I,ISTE)IOI,OGfA »L I-A sAI,UD

JJu¿"- S,r¡ru r 3l

Segin Lain Entralgo, ó¡deues de pr.oblemas que atiende el campo dc lasa'lud, podrían sistematizarse a partir de esta lista:

1. Del hombre sano o de la natura.leza humala" tomo orientada hacia laSalud como un Bien.

2. Del hombre enfermo o de la naturaleza de la eúermedad como modo de

-..existencia.3. De la curación o de la acción terapéutica-4. Üe la higiene o preservación de la salud.5. De la releción de las prácticas médicas en el conjuato de las prácticas

sociales y del Estado.6. De la Medicina como profesión.

Alguuos de los numerosos campos disciplina¡ios que se pueden asociar aestos órdenes de problemas son:

1. Aatropología normal (filosófica ¡, científica); Biología Eumana (Morfo-logía y Fisiología normales); PsicologÍa Humae4 Sociología.

2. A¡tropología patológica; Nosología; Morfologi'e patológica; Fisiologiapatológica; Nosognóstica.

3. Terapéutica; FarmacologÍa; Fisioterapia: Psiquiatría y Psicoterapias(Psicoanálisis, etc.); Clínica.

4. Higiene.5. Medicina Legal; Nledicina Laboral; Salud Pública; Epidemiología; )Ie-

dicina Comunitaria.6. PedagogÍa Médica; Bioética; Ecooomía Sa¡it¿:ia. Etcétera.

Para el propósito de esta Iotroducción rro ,-*-u si este cuadro de lasCiencias de la Salud está completo o si los nomb-s de las disciplinas sonlos adecuados. SÍ alca¡za, en cambio, para advertir que pese a la gran rane-dad de sub-objetos que están en juego, hay an co ti,Lnto común d.e categoríaso predicad.os órisicos que los une, y que podemos crosiderar como las nocio-nes nucleares de estas Ciencias: i) Salud (nornalicad), ii) Enfermedad {pa,tologÍa), iii) Curación (terapéutica) y iv) Presen'aci:io (prevención).

Aunque todos estos conceptos adquirieron dir.eri:s connotaciooes a lo la¡-go de Ia hÍstoria social (desde las formas genti§ci-. hasta las mcderna-¡ so-ciedades civiles globalizadas, pasarrdo por los es'rzios precapitalistas), ellosposeen una cierta cantidad de signihcados bá-icos c¡te autorizan a habla¡ deun ntismo campo de prácticas humanas (y, por ead:.-de una mist¡Lr; lisfari(r),que en cada configuración cultural o civilización = realiza de ésta o de estaotra manera. No importa la distancia represeEaacir¡al y conceptual que pue-da haber entre un ortopedista y un infectologo; enae un infectólogo y ul psi-coanalista; entre un psicoanalista y urr médic6 co¡:u¡ritarista; entre ur mé-dico comunitarista y un epidemiólogo o un s¿loitái-.ta... Todos ellos co¡:oa¡-ten un núcleo básico de signihcantes y de sig:niir:dos, sin ios cuales ¡o 1o

Page 7: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

ül t I Ll¡¡¡l¡lrl ,lüJtr^N S^M^J^

¡lüII üüüüüüüü

Eptsüir'rol,(xf A I)l': lÁ s^l.lrl)

El panorama contemporáneo de las Cie¡cias dc la Salud no cs, rc'§p"clo d¡r

la unid,ad. de objeto y d.e método, n\iy difereute al que cústió en los alt¡orcs

de las Cieucias-Modemas- Philippus Teoph¡a§tus Bombast von Hohenhaim(1493-1541) uno de los padres de la Medicira Moderna, conocido como Para-celso, en su iióro de los Prdlogos añrmaba que hay "cinco cie¡cias en Medi-

ci.Da, cinco artes o ci¡co facultades del eDtetrdimiento".(1945:33):i. Medicina natural;

ü. Medicina caracterológica o cabilistica;iv. Medicina de los espíritus; Yv. Medici¡a de la fe

El traductor y comentaristalde la Oórqs Conpletas, el académico español

D¡. E. Lluesma-U¡a¡ga, establece, con buen criterio, la§ §iguient€§ corres-

pondencias coa prácticas médicas contemporáneas:' i. Medicina natu¡al, medicina rural o "natu¡alista" (en sentiilo contem-

poráneo);ii. Medicina especifica, farmacoterapedas alopáticas;iii. Medicina caracterológica, psiquiátricas y psicoanalistas;

iv. Medicina espi¡itual, química biologica, dietólogos, ütaministas, y, en

cierto ¡¡odo homeópatas y alergistas; yv. Medicina de la fe, devoción religiosa' etc-

Tales correlaciones, que no re§ultan de ningr.rna manera forzadas' confir-

man que no estamos frente a un mero problema circunstancial, de las Cien-

cias de la Salud. Estamos fiente a un problema instalado en el corazén mis-

mo de su objeto y, consecuentemente, de zus métodos posibles'

Si Ia clásica áefinición de lo que es una Cieucia ("u¡l saber con unidad de

objeio y de métodos") fuese tomada "al pie de ta letra"' Ia conclusiór a sacar

a".iu qr" oo existe u¡a ciencia (ni muchas ciencias) de b salud" .SiÁo.

se po-

dría hablar de préstamos de conocimieuts t¡mados de diversas creDqas' pa-

¡a transferirlos a u¡ campo de especulación y de prácticas valiosas' pero so-

bre los que no caben acuerdos objetivos, es deci¡ cientificos'

3. Los repertorios categoriales y los hechos concretos:

la batalla ontoLógica

Las aliernativas últimas y extremas que parecerán abrirse a¡te este pa-

norama son t¡es: ientífi-r. hay una de las perspectivas que e.; 'la uerdudzra perspectttc.ct

ca-sobre la Salud", que respeia ics criterios de ias ciencia' de la Na-

turaleza, a la que en definitiva gertenece el organismo h'-mano' y

dJdüdrIrüil:l

I

|.

§

considcrariamos integrando el campo de las Ciencias de la Salud. Cualquie-ra sea la idea de "salud" quc se formen y cl sesgo teórico-práctico desde eiquela elaboren y desarollen, todos ellos suponen que la Salud es un Brez. §uela enfermedad es la negación de un estado deseáble que c omporta un menos-cabo lamcntable (sufrimiento, peduicio, desvalorir""i¿o), i que, per se, esmotivo suficieDte p ara buscar dctiuamente la curacién (es decir, mwilizar ac-ciones tenüeates a negar la enfermedad y recuperar la salud, sea de mane-ra "no-intrusiva" pero expectante, como acsióu médica espontánea -u¡s ¡¿edi-catri-x naturae-, o por una acción deliberada intrusiva, exterDa -terapia mé-dica. Y, por úItirro, que la pCrd id,a d,e la solud, debe ser prer.tenidl, porque lacuracióu misma comporta un esfuerzo que es preferible evitar.

Las potaridadgs axiológicas en juego se pueden formular asÍ:' i. en el pla-uo de Ios hechos primarios: truis uale sano que enfermo; yii. eu el pla-no de las acciones sobre los hechos: más uali preueni_r qu.e curar.Sin embargo, sobre esa base de sigaificados compartidos, se levanta una

"torre Babel" de teorías y prácticas particulares diuers as ! antagónicas.A}¡ora bieu,-las polémicas que existen etrtre los profcsionales de la salud,

¿son ras polémrcas normales que sc sucede¡. en las comu¡idades cientificas?¿Se trata de debates eu to¡no a sub-o6ét¡s que se vaÍ conquistando gradual-mente en el seno de un Objeto común, media.nte el uso de métodos cJmpart!dos, como los de la fisica o la quÍmica; como la etnografia o la liogúística, etc.?

Es cierto que una porcióo importante de los debates de las Ciencias de laS-al ,d, tienen ese perfil episternológico clásico. pero lo tienen, si cabe decülo,allí donde so¿ 'cie¡¡ras"; pero, allí donde son "d.e la salud." el clima epistemo_lógico de los debates son reemplazados por una atmósfera quc por muchasrazones evoca¡ los debates filosóficos o, más todavía, las confrontaciones éti_cas o religiosas.

Dicho de manera más dirccta: es posible un debate "científico,, en tornoal resultado de éste o este otro experimento en particular sobre tales o cua-les procesos naturales (fisiológico o rnorfológico). pero esa "cientificidad" seenra¡ece o se esfuma cuando se t¡ata de determirlar el senti.do de esos fenó-menos cottbo patologi-os, y las orientaciones d.e la curación. En ese nuevocontexto (eD el qte lo que es, pasa a ser evaluado conforme a lo que d,ebeser) termina el clima "cientÍfico" 1, se instala el clima filosófrco, religioso o,incluso, estético.

Dificilmente haya algún campo de las Ciencias contenporáneas que pre-"sente en su seDo una semejante amplitud de concepciones a¡tagónicas acer_ca de su objeto y de sus métodos: piénsese en la medicina alooática v Ia ho_mcopatica; en la Psiouiatria, la psicologia Cogr:itiva y el psicoaniliiis laca_niano; en las perspectivas de la medicina organicista y en la de la I\ledicinasocial (o de la "saluti colectiva,'); en la medicina de tecnologias avanzadas yen las medicinas tradicionalista; en la cirugÍa y en la*sanaclón" religrosa; et__cétera, etcétera.

ft'

f

rl

Page 8: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

ttt.t.l

üIIt I üürl\l\lrlü.lrr,\N S,\¡r^,r^

I

,sti1,,

tl

{q

i

tanbiór1 sr¡s acoplarnicntos estn¿ctuaales cotl otros organisnos ! lasltío-¿on¡.¡t nidades. Y cuando esa perspectiva sea coDquisiada, las res-taDtes interpretaciones serán fácilmente identificables y descarta-bles como pseudo cieocias;

ii. no cs posible una ciencia de la salud, e¡ el sentido de'ciencia oatu-ral", pero sí es posible una Ciencia Soc¿¿l de la Salud, en la medidaqn que Ia salud o la enfermedad no son, propiamente hablando, he-cl¡os del mundo de las cosas reales o ¡aturales, sino hechos del

- campo de las relaciones sociales: de las valoracioncs subjetivas quelos actores hacen sobre los hechos, y de las situaciones de poder que

. ellos encarnan. La Sa-luil es un uolor y Do arl ser: expresapreferenciasque se constfuyen en las situaciones sociales, pero no designa cosos.' Habrá siempre, tantas medicüas como intereses subjetivos socialeshaya (según las sociedades, las cla-"es sociales, y los agrupamientosde indiüduos); y

iii. no hay ni ciencia natural de la salud ni ciencia socia.l... Sólo hay cons-trucciones discursivas y rotulaciones, v el único sabe¡ crítico posible esel saber que hace p osible la d,econstrucc¿ó¿ de esos discursos y rotulos:eI ejercicio de uta pesquisa dc su genealogía y, eveDtualnent¿, d¿ s&denuncia, detrás de u¡ retoruo a un origen perdiCo para siempre.

Cada una de estas posiciones expresa el ali¡eamiento con u¡a cierta for-ma de darle enti¡latl al asunto de las Ciencias de la Salud, y, por lo talto, sejuega ailÍ una dnra batolla ontológica (cfr. A Giddens) (1995:40)..

Por una parte, una ontología que postula la eri-.tencia de los eDtes ¿¿¿¿¿-

rales (los objetos o cosas reales), tal como lo establecieron las Ciencias mo-dernas; por otra parte, la de las int€racciones sociales (o campos de poder),como sc configr.uaron a partir de sociologías comprensiva-s o hermenéuticas,¡; por último, la de las construcciones discursivas (o producciones de senti-do), como Ias que difuudieron autores como J. Derrida.

B¡uno Latou¡ acertadamente co¡sidera a estas hes ontologías distintasconro 'l'eperforios (categoriales) para hablar d.e ru-¿stro mundo":

Los críticos han desarrollado tres reperto¡ios distintos para hablar denuest¡o mu¡do: la naturalizacién, la socialización y la desconstrucción.Utilicen-ros de manera algo injusta a E- O- \f ilson, Bou¡dieu y Derida co-mo figuras emblemáticas de estas tres corrieotes- Cuaado el primero ha-bla de los fenónenos naturalizados, las mciedades, los sujetos y todas lasformas de discursos desaparecen. Cuando el segrlldo habla de las ío¡masde campos de poder, Ia ciencia, la tecnología,los textos l- los cootenidos deactividades desaparecen. Cuando el tercero habla de efectos de terdad, elcreer en Ia e)iisfencia real de las neurouas del cereb¡o o en los juegos dclpoder revelarían una grart ingenuidad. (1993:1S)

,tüüüüüüüJJüJJ.'l JDPISTnMoLoGi^ DE t.A s^l,ut)

l,l

,l

I

Pues bien, creo que las Ciencias de la Salud presentan cstas tres vanan-tes contrapuestas de manera paradigmática, sin que se advierian caminos

epistemoldgicos u ontológicos que permitan imaginar alguna síntesis posible'' Sin duda que cualquier fenómeno propio del campo de la salud (una

epidemia; uu caso cliaico; un programa de saneamiento básico, etc-' etc')reúne todos los ingredicnies para ser designado como'un hibrido", térmi-no que emplea. B. Latour para hacer referencia a la unidad de esos diver-sos modos de ser que presentan los l¡ecl¡.os concretos. En efecto, en estos

entran en juego oó7'e tos ¡Loturales, silnaciones y ,?¿@cio¡¿e§ d e poder y cons'

tru.cciones d.iicursiucs. EI SIDA, por ejemplo, es un caso ext¡emo de híbri-do, en donde se conjugan de modo inevitable esto§ tre§ repertorios o[toló-gicos: entes natura.les (proteinas, virus, estructuras y mecanismos inmu-iológicos); relaciones sociales y situaciones de poder (margrnación' repr:e-

sión, liberación...) y conñguraciones discu.sivas, es deci¡ las con§truccio-

nes meiliante enunciados de mundos que sólo existen en la circulación y

diseminación verbales y eu los cuales se construye una realitlad simhólica(''sidoso";'peste rosa'; "marginal", etc.).

Pero, entonces, si los ár-,f iilos (cotno unidad ¡l¿ lo díverso) etisten por de-

reclú propia, ¿Do es posible pensarlos como momentos de un único ser o <ie

orr" ¡tri".,ealid.d? Ó. dicho de otra manera, ¿no hay ning 6ll otro repertorio,iafegor¿a, posible, que siut€tice a los tre§ anteriores, y que permitan paraha-

bla¡1e la salud de manera coherente? ¿No hay algtin modelo posible en el que

estos tres repertorios qtteden suprimidos, pero coiseruados y superad'o.s?- Volvarnos a aquello cornúa que hay entle los saberes §obre la salud; y que

voy a rlenominar en adela¡te las nociones nuclea¡es: i) Salud (normalidad),

ii) Enfe¡medad (patología), iii) Cu¡ación (ierapéutica) y ir') Preservación(p¡evención). Todos estos conceptos están ¡elacionados di¡ecta o indi¡ecta-

mente con cosas, y con procesos causales, pero, también relaciones con ualo-

res (v po+4ffÑq¡ repre:entacrL,nes y con sujetos que 1as proCucen e inte¡-nretanl. I-la salrd )iene eu: vel con el cuerpo !'con su fisiología (con el orga-

nis-o, "on\ruipda¡os.

..r'' priñ6iñ?iililo;f;'ii Á¡ur m-lñ6:s .\' sus tz ¡ ahles

y constantes frsiológicas). Pero taqbié,q ltqe-tue--ver-c-olevaluaeiones;-eOainte¡p¡g[qQgg5 con prefe¡encias, cor sig¡nos v con-decision:: : ' :" d."tit] :ol"uliñ6ñiFffio.isione:-; tiene que ver con 'refugios" y "abrigos' con eI/dolor" y eI'bienest¿r", elc. -..

La salud, en un sentido amplio pcrtenece al orden del ser (cosas '"" cau-

'1sas), pero también ai orden del deb¿¡ ser (con representaciones o signihca- '

os). Por todo esto, ]a salud es una especie de ói¿¡¿. De eso no cabe duda

Pero, entonces, siendo así, explícita o implÍciiamente las Ciencias de laSalud están ante una encrucijada episte¡oológica ¿Qué clase de cont'cimren-

to es posible acerca de lo-' óie¿¿s, o ulás ge¡erairneüte, ¿lcerca Ce los L¿lor¿s?

¿La iiencia o Ia He¡ne¡iéntica filosóiica? ¿La explicación o la comprensión?

SALUD

éhc.^ .

Page 9: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

rIf1Tt t -l ''[

I

l. L" Il l.- "",.",.,,- *".,..,i,"1, *- á "culrl.:.. u -Espiritu,. r¡s a¡re.edenres oe e.;'.,'r'"

,".,' "* "'- , . I:éJrr \ ra, b .ñ p.r .- w.¿a_...,., ¡rii li"r",",i ñiL},,i'#.-"-.,,.orr¡r¡,a, I'r1r l¡.¡tr.,Ls

ürJuIil .l .l ,l¡ .T.Iü¡¡ü¡JJJJJJJJu,tN S Ai\r.,\.r,\ l,lt,tsir':uo¡,uilA D¡i t,A s^t,t,l)

Y cstas alternativas, ¿son excluyentes o podria¡ ser integxadas en una con-cepcron crcntitrca más amplia e integral?

Se ha dicho que'lo salud. es el-ble¡ orgdzico.,. Se puede decir, reciproca-mente, que %l Blen es tc¿ §,aJrud d;t inund.i social".y Á sería uu juego áe pa-la¡Tas.re hecho, las fionteras eDtre I a Salud, y la Etica sigueu sienáo i-po-sibles de cstablece¡ Ditidament€ y no por cuástiones sup"erficiales¡sino derondo: el colcepto nuclear de,.¡rrevención" esimposiblu desprenderlc de losmodos_o esfilos de üda y esto lleva ir¡emediablem.,rre al cápo de los valo_res cle Ia vida social,

- Si se admite lo a¡terior, queda cla¡o, entonces, oue las Ciencias de la Sa-lud no pueden soslayar la cuestióq general rlel Bíerl y de la tticüaát eo ge.noral.-Además de q{.redar en claro que el prejuicio de que la Medicina (couoiliscipliaa emblemática de la salud), se afia¡za como ciincia en la meüda enque elimina los restas de é¿ica y conocimienta sapiencial, religioso o filosófi_co,... ese prejuicio, digo, debe ser reüsado. O, en-el mejor de Íos casos, rdi-mensionado.

4. Un precedente ütsoslayable: G. Canguilhem

__ No es posible dejar de ocencionar, en esta Int¡oducción, uaia obra desco-llante e,n el panorama bibliográfico del t e.rrra: I_o Normal y lá iirriiji". a.e .Canp¡rilhem. Este lib¡o (que fue su tesis de doctorado

".,lM"A"io"i"" a..-"_

ca no sólo por sus ¡pandes Dréritos fiiosóficos, científicos y literários, srnotambién,- porque constituye un enonne desafo para quien pretenda haceravanzar la reflexión epistemológica más allá del iugar en qoá ct l^ au.¡0.

. E¡.la Introducc¡c,n a la Segunda parte de su lib.o (q.re Utrrta: ;lÉristecrenc¡as de Io normal y lo patológ:ico?,,) e¡lcont¡amos urra elocueite pre_sentación de este cent¡o problemático de las Crencias de la Salud: luego demost:-ar quc hay un núcleo común entre los sigaificados pretéritos y actüa-ies cie la.palabr.a "enfermedad,,, y que lo comúi ."

"t ¡uiiio uiriuol "i roto,que contiene, delinea así ia tarea de Ia Ciencia Médica:

Sin embar.go ia ciencia médica no co¡- iste en especulat sobre estosconceptos vulgares para obtener un concepto general de enfermedad, siDoq'le sLl tarea propia con.i-te on deterruin¿¡ cuáles son los fenómenos rr-t.rles a pro!ósito de ios cuales los hombres se decla¡an erfermos, cudesson sujj orígenes. sus le¡.es de evolución ¡- las acciones que los modifica¡.

El concepto dc valor se ha cspccihcado cn u¡a multitud dc conccptos dcexistencia. Pero, a pesar de la aparcnt€ desaparicién deljuicio dc valor cnesos conceptos cmpíricos, el médico sigue hablando de enfermedades, por-que ia actividad médica -por el interrcgatorio clínico y por la actividad te-rapéutica- está relacionada con el eufermo y coa sus juicios de valor(1973:68 y 89)

Detengámonos un instante en este texto. Según lo dicho pareciera que elconcepto de valor se aplica sólo en las dos situaciones sig¡¡ientes: o como ¡rEa

expresión del hombre que se ileclara enfermo, o como u¡a expresióD del Eé-dico que sigue hablando de enfermedades porque su actividad como málicolo vincula a1 enfermo, y al objetivo de la curación. Es ilecü, que fuera ile lasdecla¡aciones del enfermo y de las iutenciones del mÁüco, pareciera que haysólo hzchos o juicios de eristencio. Pero esa no es la idea de Canguilhem- Éladmit€ que la vida no es indiferente a sus condiciones de posibilidad, y que,por 1o tanto, ella es, de hech,o, polaridad. Es ilecir, Ia vida es afirmo,ción im'plicita de valor (1978:92 y 93). Eso signiñca que hay al mismo tiempoTuürbsd.e e-tistencia y juicios d.e valor; y r,o sólo eu las deda¡aciones de los sujetossobre los hechos mismos, sino también en los h¿cht¡s tcismos.

Ua ejemplo es e1 siguiente: cuanilo un. a¡imal por un largo peíodo esprivado de alimentos, sus órganos pierden masa; su cuerpo quema los de-pósitos de gfasas, los hidratos de carbono y las proteíDas dispo iblcs, f'a-ra proporcionar energía a dos órganos fundamen¿eles: el sistema neñiosoy el corazón, los que, polsu parte, no pierilen casi nada de su ma-sa. sinohasta r¡rucho después. D1 signilicado o funcién de esto salta a la üsta: sondos órganos esenciales para la vida del animal. E¡ siiuaciones de ioa¡i-ción es posible sobrevivir aunque los múscu-los enllaquezcan o el sl.temareproductor deje de funcionar o se atrofie, etc. En cambio, ni e1 corazdo niel sistema nervioso puedel dejar de funcionar sin que se destruya t¿d¿ elorganismo.

Así pues, -comenta Ralph Gera¡t, a quien pertenece el ejemplo- er lamanera de responder de1 cuerpo hay una especis de juícío de ualor.

R. Gera¡d (1973:241) (La cu¡siva es mia JS-j

La acción médica está constanteDente referida a conceplos descripn. o-' ¡'conceptos valorativos; a cuestiones de'ter" y de "d;ber ser". Esta doble pers-pectiva de su objeto es, sij]' duda, una cuestión central pa¡a las Cienaa. de

la Salud y constituye el desafio central para el ex¿men de sus funda'¡entosepistemológicos.

Pero, pese a esta importancia cent¡al, ¿disponerros de respuestas pr.,iisasa la pregr-r:rta sobre la Índole de la relación entre 6as dos esferas ootologicas

I

Page 10: ü L L L 5-ú ü ü L§TAfLITIIIUULTl¡U$Ill I f [ I JueN Seu¿'.¡¿.

Itltttttl,üüüüüüüüJUAN SALTAJA

(cl ser y el valor)? Por ejemplo, ¿hay acuerdo acerca de si las constantes fisio-lógicas le dicta¡ la norrqa de lo viviente al ¡uéilico, o es rnás bien el médicoquien invistc a las consta-ntes ñsiológicas de alcance nor¡nativo?

La ob¡a de Canguilhem tiene como valor imperecedcro haber aislado dernanera impecablc el núcleo epistemolóErco en la definición dcl objeto de Iaciencia rnédica:

Sin los conceptos de normal y patológico el pensamiento y la actiüdaddel médico son incomprensibles. (1971, 183).

Y, además, el haber concluido en una üsión üaléctica de objeto de lasGiencias de la SalLd, ai deriva¡ fundadamente la tesis dc que "la salud" no

es la ¡eferencia a un estado "normal", sírto la capacílad de ser nonnatiüo,

Estar sano no es sólo ser oormal en una situación dada, sino tambiénser normativo en esa situación y en otras situaciones eventuales. Lo carac-t€rístico de la salud e§ la posibilidad de superar la norma que defrne lo mo-meDtiíneamente normal, la posibilidaóde tolera¡ las infracciones a la nor-ma habitual e instituir normas nuevas en situaciones nuevas. (1978:150)

Sil embargo, su programa adoiece dc ciertos limites c'n los dos extremosde la cadena teórica: i. en el ertremo inferio¡ (la fundamentación lógico se-

mántica de los conceptos; y ii. en el extremo superior de la'jerarquia del ser"al dejar varias puertas abiertas a u¡a inte¡pretación de lo social como unamera prolongación de lo vita.l. (La mayor parte de sus análisis y ejemp'los es-

tán tomados de1 saber "médico-biológico" y esio, parecie¡a no ser casuai.)"Normal" y "patológico", en efecto, se aplican aJ vasto campo de los se¡es

vivientes, pero tanbién, y sobre todo al vasto mundo de los seres cultura.leso ¡¡orales- Se puede ad¡¡itir qlue'la normatiuidad esencíal de la concienci¡thumana", tiene su gernen en sus raíces biológicas r191a:92 y 93), pero larcalidad huma¡a construye su propia esfera de se: y d'eber ser, que expandeinfinitamente a las raices ütales.

Por eso, hay una cierta limitación en las tesis de Canguilhem cua¡do ali¡-ma, por ejemplo, que

... La técnica humana prolonga iorpulsos rilales a cuyo scrvicio inten-ta poner un conocimieoto siste¡rático que los liberaría de los innumera-bles y costosos ensaJ'os y errores de la vida (ICem:9S)

Creo que esta tesis, en lo q,re iiene dc aceptabie, está expresando la me-dicina de Ia sociedad civil ba-.ada prefercntemen:e en las investigaciones yen las tecnologÍas biológicas, pero al considerai e- la técnica humana como

ü ü 't ü ü ü ü ü ü d ü ü ü d .,ltlIlPlsr¡lMolocl^ DE l,^ s^l'uD

una iprolongación', echa oscuridad sobr" 19::"T{:l:::1:'l'::Jj *"]l;",;:.una :prolongacron ,* ""

J'-i¿" ¿" lo operatorio for-correr la praxis humana para-reeD( ,. --,. ""hidrrria biolo-Hi::"':3ffi ;Jill':;ffi ;;;;i;e!*

"1".::,H1.:*:1T,""1t:mal' colDo oasc uE ---oitáo' q'"iu t¿to'ica hun'¡ana ni'en me-

gica. Es posible demostrar, por el co - _ -^t ^- --^iÁn n. td ¡rt,t)td.od oúlóÉi-

ff 'ffi r,:t:lHri**t*fuqll+.'"¿?'*'r,1":''*"Iá;i;;;;)l;L':-i,,*iii.'"d1J,";i*;;ff "a;;lt,Tl['Iltu¡aleza, no fue la expreslon de uD

mo la GeoEetúa no ""

t. -"r" p-io-og*ión de ta inieligencia seDsoriomoto-

ra de los niños en el espaao, asi tai-.- p'oio i* i¿*i""" t¿¿¡"u:::.""1:i::::";

dad no tuefoo tpese " ,^ .-. **'; :;;í"lo.i. l,u t"rói. o accién médica

sos sociales (comunales' ?statales );;i;t,ü.;';;;"ciienta_daaeüt¿rerrffi :,:i:lilT::,'S"',"."f Jffi::biológico! 'los cuales no exrsttero!-.

iulL'-, , "r-^¿o el proceso civilizatorio)' sino para cotoplemenfar o' Ee-

ior. reeirlc- a los procesos soclales' iambién se puede demoslrar qu-e el"carac_

i". ¿,i"o ,.li*io"u de Ia medicina' "']"-q;" torn;"¿-t crro res

.para-los valo'

::: :I;;, ';;;;;c

scr evaluado comó un error' sino un acierto para los §a-

lores soci:les. La,,vida, biológca, til cámo la represe.ota la ci91,cia3odern1,

l. ,., "Jl, ¿" ra cultura-burguesa' y no un puato dc.p*tia'; !ii.9i" -H;;,;" ,.'l;;*;i¡¿n¿ n¡ 1¿ 61e¡"n' áeben ser esa'l,adas como desvlac¡o-

',i, ,ii" .":"rái ¡iológica, ni de )a cicncia y de larricnica moderno^burgue-

sa oue l¿ ha¡ construido como calegorÍa' sino' todo lo contrano:;1mo sus

iii"*t".=.Ioin.t"ut a" po'i¡iria"Jláoi-o "u'ig*o"' in'ostigacióo dialéc-

tico hisl,:'.ca pucde proporcionar "u Á"Oiau¡'"t" para dicha cvaluación'

ra de los Dr¡os en er csPd!¡ur qe¡ '41-iu rtl"¿i"itt, * puede sostener que-lq

sación de io valores vitales Aplicad

irl,'ilffi ffi 31"""1ffi.."*'ü1;;;;;ápo¿J"J',ri"u"iooo-a::y.i:^*áJi

"o ir"r", tp""" a las apariencias) 1"." P:""-T bl"!g::": :':":^tSJi:ñ

5. Desafíos a una Epístenlología d'e las Cíencias de La

Salud

Ésos ¡on' entonces, los dos d¿-'afios que asr'tme- la discusión-epistemolócr-

., "?;:,.¡;';ll;;;iáull.. p'"'"i""tn oue cs el Lbro do canglrrh'm:

""'i. ;;"-g.t ;; ;;pit"ro p'"uio -'obrc la¡ cuestiones ontolódcas' lo$cas v