| MURIÓ SILVERIO PÉREZ · Silverio Pérez y su esposa “Pachis” en su rincón predilecto del...

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12 DE SEPTIEMBRE DE 2006 OLA DEPORTIVA 12 TOROS POR DR. ENRIQUE VÁZQUEZ LEGARRETA Como ya es conocido por todos los aficio- nados a la Fiesta Brava, la madrugada del pasado 2 de septiembre dejó de existir en Pentecostés, Estado de México el “Fara- ón de Texcoco” Silverio Pérez, gloria del toreo mexicano. Pero conozcamos sus raíces familia- res primeramente: Sus padres Don Al- berto Pérez y Doña Asunción Gutiérrez, vivían en Texcoco, procrearon 10 hijos: Enrique, Armando (Carmelo), Pedro, Conchita, Silverio, Aurora, Julieta, Wen- ceslao, Alberto e Ignacio. Aurora murió a los 12 años de edad de un problema car- díaco. El matrimonio Pérez-Gutiérrez sostenían a sus herederos con las ganan- cias de un pequeño establecimiento en el que vendían barbacoa en el Mercado de San Juan. Como el negocio funcionaba bien, pronto pudo Don Alberto construir una casa de buen tamaño por la calle de Doctor Jiménez 118. En el patio trasero colocó varios hornos para aumentar las porciones de barbacoa que vendía. Fue ese negocio lo que logró mejorar la difícil situación familiar. El joven Silverio, como toda la fami- lia Pérez, estaba orgulloso de Armando, el hermano mayor que había incursiona- do como torero. Nacido en 1908, empezó a destacar en los ruedos taurinos a los 20 años de edad, gracias a su valor indoma- ble. Para evitar que su madre descubrie- ra sus intenciones taurinas, pegó en el camión que manejaba el cartel de propa- ganda del festejo con un cambio de nom- bre: Se llamaría “Carmelo Pérez”. Debe- mos de hacer mención que Don Alberto Pérez (Padre de la amplia familia Pérez Gutiérrez) murió en un accidente auto- movilístico, cuando Silverio contaba con 8 años de edad. Doña “Chonita” acabó enterándose de las andanzas de Arman- do, -cuyo cómplice era el joven Silverio- un día salió furiosa a la plaza para recri- minarlo. Ya situada en los tendidos, al darse cuenta de la valentía de su herede- ro y la entrega del público, no tuvo más remedio que unirse a los vítores y apro- bar su faceta desconocida. Carmelo Pérez tomó la alternativa el 3 de noviembre de 1929, de manos de Joa- quín Rodríguez “Cagancho” y llevando como testigo a Heriberto García con toros de Piedras Negras. La carrera taurina fue muy corta ya que falleció en Madrid el 18 de octubre de 1931 a consecuencia de una bronconeumonía. Después de sepultar a su hermano en el panteón de Dolores de México, impul- sado por la pundonorosa carrera del her- mano caído, Silverio que contaba con 16 años de edad, decidió hacerse torero. Siempre gustó de practicar diversos de- portes, corría la prueba de los cinco mil metros e intercambiaba puñetazos boxís- ticos en una pequeña arena. Entre sema- na, Silverio conducía un viejo y ruidoso camión de carga para transportar la bar- bacoa. Atraído por el Mundo Taurino, tra- bajó como transportista de toros de lidia, para lo que debió transformar su escanda- losa camioneta que llamaba “Río Frío” en un camión de redilas. Empezó a presentarse en tientas y to- mó parte de un par de festivales en los que fue anunciado como “Carmelo II”, hasta que llegó el 23 de abril de 1933, día de su debut en “El Toreo”, gracias a la oportunidad que le brindó Antonio Casi- llas “El Berrendo”. En el festejo de selección alternó con Emiliano Vega, José Salas, Jesús “El Guero” Merino, Mario Sevilla y Gabino Aguilar con novillos de Albarrada. Para Silverio era calve esa tarde y, pa- ra su fortuna, él y Emiliano Vega fueron los grandes triunfadores. Don Antonio Casillas “El Berrendo”, siempre pendiente de Silverio, le reco- mendó que fuera a probar suerte a Espa- ña. En abril de 1935, el torero de Texcoco abordó el barco “Habana”, que lo llevaría con poco dinero y muchas ilusiones, a tie- rras españolas. Quince días después, al llegar a la Península Ibérica, se hospedó en la famosa Pensión Mexicana, precisa- mente donde había fallecido su hermano Carmelo. en ese lugar se asistían los tore- ros mexicanos: Luis Castro “El Soldado”, Liborio Ruiz y “El Vizcaíno”. (continuará). FIESTA BRAVA | MURIÓ SILVERIO PÉREZ Adiós al Maestro “El Faraón de Texcoco” gloria del toreo mexicano, dejó de existir en Pentecostés, Estado de México Ejemplo de matrimonio Silverio Pérez y su esposa “Pachis” en su rincón predilecto del hogar en su rancho en Pentecostés, en donde se aprecia la imagen de la Virgen de Guadalupe y el trincherazo del “Compadre”.

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12 DE SEPTIEMBRE DE 2006O L A D E P O R T I V A12

TOROS

POR DR. ENRIQUE VÁZQUEZ LEGARRETA

Como ya es conocido por todos los aficio-nados a la Fiesta Brava, la madrugada delpasado 2 de septiembre dejó de existir enPentecostés, Estado de México el “Fara-ón de Texcoco” Silverio Pérez, gloria deltoreo mexicano.

Pero conozcamos sus raíces familia-res primeramente: Sus padres Don Al-berto Pérez y Doña Asunción Gutiérrez,vivían en Texcoco, procrearon 10 hijos:Enrique, Armando (Carmelo), Pedro,Conchita, Silverio, Aurora, Julieta, Wen-ceslao, Alberto e Ignacio. Aurora murióa los 12 años de edad de un problema car-díaco. El matrimonio Pérez-Gutiérrezsostenían a sus herederos con las ganan-cias de un pequeño establecimiento en elque vendían barbacoa en el Mercado deSan Juan. Como el negocio funcionababien, pronto pudo Don Alberto construiruna casa de buen tamaño por la calle deDoctor Jiménez 118. En el patio traserocolocó varios hornos para aumentar lasporciones de barbacoa que vendía.

Fue ese negocio lo que logró mejorarla difícil situación familiar.

El joven Silverio, como toda la fami-lia Pérez, estaba orgulloso de Armando,el hermano mayor que había incursiona-do como torero. Nacido en 1908, empezóa destacar en los ruedos taurinos a los 20años de edad, gracias a su valor indoma-ble. Para evitar que su madre descubrie-ra sus intenciones taurinas, pegó en elcamión que manejaba el cartel de propa-ganda del festejo con un cambio de nom-bre: Se llamaría “Carmelo Pérez”. Debe-mos de hacer mención que Don AlbertoPérez (Padre de la amplia familia PérezGutiérrez) murió en un accidente auto-movilístico, cuando Silverio contaba con8 años de edad. Doña “Chonita” acabóenterándose de las andanzas de Arman-do, -cuyo cómplice era el joven Silverio-un día salió furiosa a la plaza para recri-minarlo. Ya situada en los tendidos, aldarse cuenta de la valentía de su herede-

ro y la entrega del público, no tuvo másremedio que unirse a los vítores y apro-bar su faceta desconocida.

Carmelo Pérez tomó la alternativa el3 de noviembre de 1929, de manos de Joa-quín Rodríguez “Cagancho” y llevandocomo testigo a Heriberto García con torosde Piedras Negras. La carrera taurinafue muy corta ya que falleció en Madrid el18 de octubre de 1931 a consecuencia deuna bronconeumonía.

Después de sepultar a su hermano enel panteón de Dolores de México, impul-sado por la pundonorosa carrera del her-mano caído, Silverio que contaba con 16años de edad, decidió hacerse torero.Siempre gustó de practicar diversos de-portes, corría la prueba de los cinco milmetros e intercambiaba puñetazos boxís-ticos en una pequeña arena. Entre sema-na, Silverio conducía un viejo y ruidosocamión de carga para transportar la bar-bacoa. Atraído por el Mundo Taurino, tra-bajó como transportista de toros de lidia,para lo que debió transformar su escanda-losa camioneta que llamaba “Río Frío” enun camión de redilas.

Empezó a presentarse en tientas y to-mó parte de un par de festivales en losque fue anunciado como “Carmelo II”,hasta que llegó el 23 de abril de 1933, díade su debut en “El Toreo”, gracias a laoportunidad que le brindó Antonio Casi-llas “El Berrendo”.

En el festejo de selección alternó conEmiliano Vega, José Salas, Jesús “ElGuero” Merino, Mario Sevilla y GabinoAguilar con novillos de Albarrada.

Para Silverio era calve esa tarde y, pa-ra su fortuna, él y Emiliano Vega fueronlos grandes triunfadores.

Don Antonio Casillas “El Berrendo”,siempre pendiente de Silverio, le reco-mendó que fuera a probar suerte a Espa-ña. En abril de 1935, el torero de Texcocoabordó el barco “Habana”, que lo llevaríacon poco dinero y muchas ilusiones, a tie-rras españolas. Quince días después, alllegar a la Península Ibérica, se hospedóen la famosa Pensión Mexicana, precisa-mente donde había fallecido su hermanoCarmelo. en ese lugar se asistían los tore-ros mexicanos: Luis Castro “El Soldado”,Liborio Ruiz y “El Vizcaíno”. (continuará).

FIESTA BRAVA | MURIÓ SILVERIO PÉREZ

Adiós al Maestro “El Faraón de Texcoco” gloria del toreo mexicano, dejó de existir en Pentecostés, Estado de México

Ejemplo de matrimonioSilverio Pérez y su esposa “Pachis” en su rincón predilecto del hogar en su

rancho en Pentecostés, en donde se aprecia la imagen de la Virgen de Guadalupe

y el trincherazo del “Compadre”.

La rehabilitación, es prioridad

O L A D E P O R T I V A 5

FUTBOL

POR MIGUEL ÁNGEL RUELAS T.OLA DEPORTIVA

GÓMEZ PALACIO, DGO.- Baja de su vehícu-lo y no pierde el tiempo. A grandeszancadas se dirige a la sala de rehabili-tación de Santa Rita donde trabaja dia-riamente con aparatos que le ayudanen la recuperación de su pierna izquier-da, recientemente operada.

Así que apresuramos el paso para dar-le alcance y le preguntamos:■■ ¿Cómo va todo?

“Vamos bien, poco a poco porque así es es-to, pero la rehabilitación va en un buenproceso, y estamos poniendo todo lo queestá de nuestra parte para que sea no másrápida sino a su debido tiempo”.

■■ ¿Qué está haciendo ahora?

“Lo necesario para que cicatrice la herida,no estamos apresurando nada, dejamosque el mismo tiempo nos ayude”.

■■ ¿Entonces sí hubo intervención

quirúrgica?

“Sí, una pequeña operación en la pier-na izquierda”.

■■ ¿La de los ahorros, la que le da

la fama?

“Sí, es la mera buena, tomando en cuentaque soy zurdo natural en el futbol. Escierto, es la que me da los premios”.

■■ ¿Entonces que falta?

“Cuando empecé con esto le pregunté aldoctor que cuánto tardaría en rehabilitar-me y me habló de un mes, así que voy sa-liendo, pues ya son casi tres semanas”.

■■ ¿De ejercicios cuáles hace?

“Un poco de bicicleta y luego me pongo enmanos de los rehabilitadores”.

■■ ¿Qué partido fue y quien le pegó?

“No me acuerdo. Ni quiero hacerlo, ya pa-só y ahora a recuperarme y a buscar sermejor cuando ya esté bien”.

■■ ¿Cuántas operaciones le han

practicado?

“Esta es la primera”.

APERTURA 2006 | NO RECUERDO QUIEN ME PEGÓ

La rehabilitación, es prioridadJosé Antonio “La Mona” Olvera reconoce que es desesperante la situación del equipo, y quisiera estar bien para ayudar

En este tiempo, de relativo reposo Olvera pla-tica que se desespera, y además está un po-co triste porque al equipo no le está yendo bien. Es cuando él quisiera entrar a la cancha, ayudar, contagiar con su hambrede triunfo, pero tiene que esperarse.

QUISIERA ENTRAR

Respecto a la lesión de Olvera nos dice quetodo empezó siendo su culpa, porque nuncaparó. Hace como ocho meses en un partidole dieron un fuerte golpe. Se le hizo una bolay nunca paró. Hubo mucho trabajo y todo repercutió porque llegó el momento en queno pudo soportar los dolores y tuvo queaceptar lo de la operación.

SU LESIÓN