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Buendía Rodríguez, Alma Delia;Alberti Manzanares, Pilar;Vázquez García,

Verónica;Pacheco Bonfil, Silvana;García Acevedo, Lourdes

Factores que limitan el éxito de los proyectos productivos de mujeres en el municipio

de Texcoco. Un análisis de género

Espacios Públicos, Vol. 11, Núm. 23, diciembre-sin mes, 2008, pp. 279-297

Universidad Autónoma del Estado de México

México

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Héctor Serrano BarquínCarolina Serrano Barquín

Fecha de recepción: 10 de enero de 2008Fecha de aprobación: 25 de agosto de 2008

Alma Delia Buendía Rodríguez*

Pilar Alberti Manzanares* *

Verónica Vázquez García* **

Silvana Pacheco Bonfil* ***

Lourdes García Acevedo* ****

RESUMEN

El artículo analiza los factores que limitan el éxito de los proyectosproductivos de mujeres rurales de Texcoco. Durante la investigación seanalizaron los subprogramas PRODESCA, PAPIR y PROFEMOR del Pro-grama de Desarrollo Rural de Alianza para el Campo, encontrándoseque los subsidios no son suficientes para asegurar el éxito de los proyec-tos y mitigar las desigualdades económicas, sociales y culturales de lapoblación y que los roles tradicionales de género prevalecen y se trasla-dan a los proyectos reproduciendo las limitaciones de las mujeres.

PALABRAS CLAVE: política pública, pobreza, género.

Factores que limitan el éxito de los proyectosproductivos de mujeres en el municipio deTexcoco. Un análisis de género

* Maestra en Estudios del Desarrollo Rural, especialidad en Género: Mujer Rural, Colegio de Postgraduados.Profesora en la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública del Centro Universitario UAEM,Texcoco.

** Dra. en Antropología y Profesora-Investigadora, Titular del Área de Género: Mujer Rural. Colegio dePostgraduados en Ciencias Agrícolas.

*** Dra. en Sociología, Carleton, University. Profesora Investigadora Titular de Desarrollo Rural en el Cole-gio de Postgraduados. Áreas de investigación: género y desarrollo rural.

**** Maestra en Estudios del Desarrollo Rural con especialidad en Género: Mujer Rural. Doctorante por laUniversidad Complutense de Madrid. Se desempeña como responsable del Área de Capacitación en el DDR-03de SAGARPA.

***** Directora de Estudios de Programas y Presupuesto Público, y de la Condición y Posición de lasMujeres del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género.

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Factores que limitan el éxito de los proyectosproductivos de mujeres en el municipio de Texcoco ...

ABSTRACT

The article analyzes factors that restrictthe success of rural women from Texcoco,in procedure of the research analyzed thatpart of the subprograms PRODESCA, PAPIR

Y PROFEMOR from �Alianza para el Cam-po� a Rural Development Program. Thewelfare is not enough to accomplishthe success of the projects and mitigate theeconomic, social and cultural inequality ofthe population as the traditional genderduties are spread and transmute to theproject, reproducing the restricts of women.

KEY WORDS: public policy, poverty, gender.

INTRODUCCIÓN

La inversión de recursos públicos para eldesarrollo del campo mexicano ha conside-rado a las mujeres como grupo prioritariopara apoyar sus proyectos productivos. Sinembargo, los resultados obtenidos no hansido lo que cabría esperar. Este artículoanaliza las causas que limitan el éxito delos proyectos desde una perspectiva de gé-nero, considerando la equidad como un fac-tor fundamental de las políticas públicas.

Dentro del grupo de políticas orientadasal desarrollo del campo se encuentra elPrograma de Alianza para el Campo (PAC)que responde a un curso de acción deriva-do de la política agraria de México que enaños recientes ha tenido la intención deapoyar al sector rural para lograr el desa-rrollo de las comunidades. Dentro del PAC

se encuentra el Programa de Desarrollo

Rural (PDR) que a su vez tiene tres sub-programas: Subprograma de Apoyo a losProyectos de Inversión Rural (PAPIR),Subprograma de Desarrollo de Capacida-des en el Medio Rural (PRODESCA), y elSubprograma de Fortalecimiento de Empre-sas y Organización Rural (PROFEMOR),diseñados para que los grupos puedan de-sarrollar proyectos productivos. El PAC consi-dera como grupos prioritarios a las muje-res, personas de la tercera edad, los/lasjóvenes y a las personas de origen indígena.

La investigación se desarrolló en el muni-cipio de Texcoco, que forma parte del Dis-trito de Desarrollo Rural número 3 deSAGARPA (DDR-03) y de la Delegación Re-gional VII de la Secretaría de DesarrolloAgropecuario del Estado de México(Sedagro). En el territorio municipal con-fluyen estas dos dependencias administra-tivas del ámbito federal y estatal, respec-tivamente. También se encuentranimportantes instituciones como la Univer-sidad Autónoma de Chapingo, Colegio dePostgraduados en Ciencias Agrícolas, Cen-tro Internacional para el Mejoramiento delMaíz y Trigo (CIMMYT), Centro Universita-rio UAEM Texcoco, Universidad del Valle deMéxico, y el Instituto Nacional de Investi-gación Forestal, Agrícola y Forestal (INIFAP),lo que subraya la importancia de Texcocoen términos del desarrollo rural y el impul-so de proyectos productivos en la zona.

La población texcocana trabaja en la agri-cultura y en otras actividades como el co-mercio, servicios y educación. Las comu-nidades del municipio cuentan con parcelasy huertos de traspatio donde se cultiva maíz,

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Alma Delia Buendía, Pilar Alberti, Verónica Vázquez,Silvana Pacheco, Lourdes García

flores de invernadero y plantas medicinales,entre otros. La participación de las mujeresen los proyectos productivos subsidiados porel PAC, sigue un patrón que podríamos de-nominar familiar, es decir, las socias perte-necen a la misma familia en un porcentajealto de casos. La participación de los varo-nes en estos proyectos es importante y seconsideró en el análisis de la investigación.

OBJETIVO Y DESARROLLO DE LA

INVESTIGACIÓN

El objetivo de este artículo es analizar losfactores que dificultan el éxito de los pro-yectos productivos de mujeres, consideran-do la perspectiva de género. Dichos facto-res se dividen en dos: 1) factores grupales y2) factores institucionales.

En 2004 se subsidiaron, a través dePRODESCA y PAPIR, 15 grupos de mujeresasentados en el municipio de Texcoco, de loscuales 11 fueron objeto de análisis de estainvestigación. De estos grupos, tres se de-dican a las actividades textiles, uno a la críade conejos y siete al cultivo de flores y hor-talizas. Se consideró que para 2007 los pro-yectos mencionados ya habían pasado porun periodo de puesta en marcha y se podíanmedir los resultados de los primeros añosde trabajo.

Las unidades de análisis fueron los tressubprogramas del Programa de DesarrolloRural (PAPIR, PRODESCA y PROFEMOR) ytodas las personas involucradas en su ope-ración, es decir, funcionarios, consejeros,técnicos, mujeres y varones.

Las preguntas que guiaron este artículo fue-ron: ¿cuáles son las causas que limitan elacceso equitativo de las mujeres a lossubprogramas del PAC?, ¿qué factores de-penden de los grupos y cuáles de las insti-tuciones para la no conclusión de los pro-yectos?, ¿qué papel juegan los hombres enlos proyectos de mujeres?

La hipótesis planteada es que los proyectosy programas orientados a las mujeres parasuperar las necesidades básicas y las situa-ciones de pobreza tienen resultados limita-dos porque no incorporan la equidad degénero, y por ello no se superan las des-igualdades sociales.1

El enfoque teórico-metodológico utilizadopara abordar estas interrogantes fue la pers-pectiva de género, que a través de dos gran-des enfoques (MED y GED), permite visua-lizar los alcances y propósitos de laspolíticas públicas dirigidas a mujeres a tra-vés de los programas para el desarrollo.2

Los instrumentos de recolección de datosutilizados fueron de tipo cualitativo ycuantitativo. Los cualitativos consistieronen la entrevistas a profundidad y obser-vación participante.

Las entrevistas a profundidad se apli-caron a:

1) Delegado y subdelegado de Sedagro yencargado de la jefatura de la DDR-03para conocer su percepción en torno ala incursión de las mujeres y su desem-peño en los subprogramas del PDR (tresinformantes).

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2) Las y los integrantes del Consejo Muni-cipal de Desarrollo Rural Sustentable deTexcoco que proporcionaron informa-ción sobre el proceso de aprobación orechazo de los proyectos productivospara mujeres (diez informantes).

3) Las y los Prestadores de Servicios Pro-fesionales (PSP) quienes a través de lasasesorías técnicas establecen contactodirecto con grupos productivos (cuatroinformantes).

4) Mujeres con mayor tiempo de trabajodentro del grupo productivo (diez in-formantes).

5) Familiares varones (veinte informantes).

Asimismo, se realizó observación partici-pante durante la realización de la Asambleadel Consejo Municipal de Desarrollo RuralSustentable el día 10 de junio de 2007 du-rante la cual se revisaron los proyectos pro-ductivos que productores y productoras in-gresaron para solicitar el subsidio deAlianza para el Campo 2007.

El instrumento de tipo cuantitativo con-sistió en un cuestionario estructuradoaplicado a las mujeres integrantes de losgrupos beneficiarios en el año 2004 (53informantes). El total de informantes paraesta investigación fue de 100 personas. Susnombres fueron cambiados para protegersu identidad.

PRINCIPIOS TEÓRICOS DE LA

INVESTIGACIÓN

La teoría sobre género y desarrollo tieneimportantes aportaciones desde los años

sesenta, cuando Esther Boserup (López,2005) planteó que hay un desarrollo dife-rente para hombres y mujeres. La perspec-tiva de género permite identificar la formaen que los roles, estereotipos, códigos, sím-bolos, tradiciones y asignaciones socialmen-te construidos, fomentan o desalientan lasoportunidades y libertades de hombres ymujeres a lo largo de su vida en los aspec-tos económico, político, social y cultural(SRE, UNIFEM, PNUD, 2006).3 No obstanteel poderoso alcance metodológico de estaperspectiva para la transformación de lasrelaciones de género, no hay un resultadonotorio en las políticas públicas rurales. Unade las falsas creencias es el hecho de quetrabajar con mujeres, o incluirlas como gru-pos prioritarios susceptibles de apoyo gu-bernamental, significa trabajar con perspec-tiva de género y en realidad no es así. Laperspectiva de género significa trabajar conmujeres y hombres considerando las rela-ciones desiguales de poder.

Para el análisis de este artículo nos resultaespecialmente relevante el planteamiento quehizo en los años noventa Caroline Moser res-pecto al enfoque Mujeres en el Desarrollo(MED) y Género en el Desarrollo (GED)(López, 2005). Cabría preguntarse si una dé-cada después de los escritos de Moser, enMéxico se ha avanzado hacia los planteamien-tos del GED o más bien las políticas de desa-rrollo siguen por la senda del enfoque MED.

Las políticas que tienen un enfoque MED

buscan la incorporación de las mujeres almercado laboral para que participen enlos beneficios del desarrollo. Para lograr-lo, los gobiernos promueven servicios,

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financiamiento y programas que facilitan laincorporación femenina. El problema estri-ba en que dichos programas no incluyen ob-jetivos que busquen la equidad y un cambioradical de la división del trabajo doméstico,y por ello, �las mujeres trasladan su situaciónde sujetos subordinados en el hogar al merca-do laboral, y por tanto, su ingreso al mismono supone necesariamente una mejora de sustatus� (Portocarrero, et al., 1990: 56). Con-sideramos que éste es el núcleo problemáticoprincipal que limita el desarrollo y la supe-ración de las desigualdades. No importacuánto financiamiento se invierta en progra-mas de desarrollo, si no se considera un cam-bio en las relaciones de género, las desigual-dades seguirán repitiéndose ad infinitud.

GED postula, desde hace 10 años, otra for-ma de entender el desarrollo que considera

la equidad. ¿Qué elementos deben incluir-se en las políticas públicas si se busca undesarrollo equitativo y democrático? Larespuesta apunta hacia varias vías: 1) laimplementación de leyes y mecanismos quemitiguen las desigualdades económicas,políticas, sociales y culturales entre muje-res y hombres, 2) el fomento de la organi-zación de las mujeres para que participenen formas alternativas de desarrollo (Porto-carrero, et al., 1990, 3) considerar a lasmujeres como ciudadanas y actrices socia-les, 4) el empoderamiento, y 5) lainstitucionalización de la perspectiva degénero en políticas, programas y presupues-tos (López y Sierra, 2000). Una síntesis delos enfoques MED y GED nos ayudará aentender mejor los alcances y consecuen-cias, como muestra el siguiente cuadro.

Cuadro 1LOS ASPECTOS PRINCIPALES DE LOS ENFOQUES MED Y GED

FUENTE: OXFAM-Moser, C., http://www.fuhem.es/portal/areas/paz/educa/mrs/articulos/enfoques.doc.

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Los avances del enfoque GED en el nivelinternacional se pueden observar en la �IVConferencia Mundial sobre las Mujeres�celebrada en 1995, y en los �Objetivos deDesarrollo del Milenio� en el año 2000(Alberti, 2006). En el caso de México, laequidad se institucionalizó con la creacióndel Instituto Nacional de las Mujeres(INMUJERES) en el año 2000, y está conside-rada como un objetivo del Plan Nacional deDesarrollo, del presidente Felipe CalderónHinojosa (2006-2012). Sin embargo, estosacuerdos internacionales y la voluntad polí-tica hacia la equidad ¿se reflejan en los pro-gramas de desarrollo para el campo?

Zapata, et al., (1994) mencionan que en losaños setenta y ochenta el componente mu-jer se introdujo en las estrategias de políti-ca agraria en México para transformar lasituación de las mujeres. Estas políticas es-tuvieron enfocadas a la generación de in-gresos mediante estrategias de corte refor-mista, es decir, los programas dirigidos a lasmujeres rurales se enfocaban en su rol deesposas y madres. Por ello podríamos decirque la política tenía un enfoque MED y losprogramas implementados tuvieron dos ver-tientes: la asistencialista y la eficientista. Lavertiente asistencialista consideraba a lasmujeres en su papel de madre con progra-mas de salud, cuidado de los hijos y nutri-ción, entre otros. Las mujeres bajo esta di-námica recibían apoyo alimenticio. Lavertiente eficientista vio a las mujeres comotrabajadoras y fuerza de trabajo que eranecesario encauzar para beneficio del país.Cabría preguntarse ¿qué enfoque estápresente en el Programa Alianza para elCampo en 2004?

EL PROGRAMA ALIANZA PARA EL

CAMPO Y EL DESARROLLO RURAL

El Programa Alianza para el Campo (PAC)opera desde 1995 y forma parte de la estra-tegia del Gobierno Federal para el fortale-cimiento del sector ante el proceso deglobalización y el impulso al desarrollo ru-ral para mejorar la calidad de vida de sushabitantes. De esta manera, a través delpacto federal, otorga recursos públicos,funciones y programas a los gobiernos es-tatales en un esquema de responsabilidadcompartida entre los tres niveles de go-bierno y los productores y productoras(Sagarpa, 2006).

El PAC se enfoca a impulsar la participa-ción creciente y autogestiva, principal-mente de los y las productoras de bajosingresos y a sus organizaciones, para el es-tablecimiento de Agronegocios en el mediorural, a fin de obtener beneficios de impac-to social, económico y ambiental, y fortale-cer la competitividad de las cadenasagroalimentarias, elevar su calidad de vida,diversificar las fuentes de empleo y fomen-tar el arraigo en el campo. Además, preten-de fomentar la organización económicacampesina, la inversión rural de los y lasproductoras, y establecer esquemas para eldesarrollo de las capacidades de la pobla-ción rural.

El objetivo y las estrategia de los subpro-gramas del Programa de Desarrollo Rural(PAPIR, PRODESCA y PROFEMOR) es cerrarun ciclo para fortalecer a los grupos pro-ductivos rurales. Estos subprogramas noson independientes sino complementarios,

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de tal forma que al concluir el tercer subpro-grama se espera que los grupos producti-vos se hayan capitalizado, capacitado yconsolidado en una empresa rural con ca-pacidad de producción y de enlace a lascadenas productivas del sector. Para acce-der a los subsidios que ofrece el PDR, esnecesario que hombres y mujeres se orga-nicen en agrupaciones de por lo menos seispersonas (SEGOB, 2003).

En 2004 en el Estado de México fueronsubsidiados 718 grupos productivos, de loscuales 63.5% no fueron prioritarios, los in-tegrantes en su mayoría eran hombres. Losgrupos de mujeres fueron apoyados en me-nor porcentaje (26.6%) (gráfica 1). En laDelegación VII de Sedagro que atiende a 12municipios (Tezoyuca, Atenco, Chiautla,Chiconcuac, Papalotla, Tepetlaoxtoc,Chicoloapan, Chimalhuacán, Ixtapaluca,La Paz, Nezahualcóyotl y Texcoco) seaprobaron 64 proyectos en total, de loscuales solamente 40% fueron de mujeres(gráfica 2).

En este mismo año, en Texcoco sesubsidiaron 29 proyectos productivos a tra-vés de PRODESCA y PAPIR. La mayoría deellos (52%) fueron de mujeres (gráfica 3).Sin embargo, como se comentó, destinarmayor recurso financiero al sector campe-sino o a las mujeres rurales específicamente,no asegura que las desigualdades desapa-rezcan, a menos que se incorpore la pers-pectiva de género.

Gráfica 1ACCESO AL PROGRAMA DE APOYO A LA

INVERSIÓN RURAL (PAPIR) POR SECTOR

BENEFICIARIO EN EL ESTADO DE MÉXICO,2004

Hombres63.5%

Discapacitados0.3%Tercera

edad 0.4%Indígenas

7.8%

Jóvenes1.1%

Mujeres26.6%

FUENTE: Sedagro, 2007.

Como puede observarse, los grupos priori-tarios para el PAC no tienen una marcadapresencia en el ejercicio de los subpro-gramas. La zona norte del Estado de Mé-xico tiene un número mayor de poblaciónindígena que el resto de la entidad, por ello,7.8% de los beneficiados son indígenas, yen menor proporción, personas de la terce-ra edad, discapacitados y jóvenes.

Gráfica 2ACCESO AL SUBPROGRAMA DE APOYO A LA

INVERSIÓN RURAL (PAPIR) POR GRUPO

BENEFICIARIO EN LA DELEGACIÓN TEXCOCO,2004

Hombres53%

Terceraedad 5%

Jóvenes2% Mujeres

40%

Fuente: Sedagro, 2007.

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Gráfica 3ACCESO AL PROGRAMA DE APOYO A LA

INVERSIÓN RURAL (PAPIR) POR GRUPO

BENEFICIARIO EN EL MUNICIPIO DE TEXCOCO,2004

Los esposos de las casadas tienen un pro-medio de edad de 42 años, el más joven tiene20 y el mayor 73. El promedio de educaciónde ellos es de 11 años, es decir, segundo depreparatoria. Los esposos se dedican en un24% también al proyecto y 76% a otras ac-tividades. Asimismo, el ingreso promediomensual de los cónyuges es de $3 532.00.Estas cifras dan elementos para decir quelas mujeres buscan un subsidio por la situa-ción económica a la que se enfrentan, por-que el ingreso que los esposos obtienen noson suficientes para subsistir y tener una baseeconómica sólida y algunos no tienen empleo,aunado a que la edad promedio de estos va-rones no les facilita la incursión a puestos detrabajo medianamente remunerados.

FACTORES QUE LIMITAN EL ÉXITO

DE LOS GRUPOS

Durante la realización del trabajo decampo se detectaron algunos factores queinfluyen en el incumplimiento del cicloconformado por los tres subprogramas.Estos elementos se pueden agrupar endos categorías: a) factores grupales y b)factores institucionales.

a) Los factores grupales

Pueden solucionarse por las mujeres en uncontexto de equidad de género, algunosson: falta de organización para el trabajoen equipo, de tiempo, de experiencia, lapoca o nula disponibilidad de infraestruc-tura y la iniciativa masculina para formargrupos de mujeres.

Hombres38%

Terceraedad 10%

Mujeres52%

Fuente: Sedagro, 2007.

UNIVERSO DE ESTUDIO: GRUPOS DE

MUJERES EN LOS SUBPROGRAMAS

PAPIR, PRODESCA Y PROFEMOR EN

TEXCOCO

Las mujeres que participan en los proyec-tos productivos del PAC son jóvenes. Elpromedio de edad es de 36.9 años, con unaescolaridad promedio de 11 años, o sea,segundo año de preparatoria o bachillera-to. El grado mínimo de escolaridad alcan-zado es de sexto año de primaria y el máxi-mo es de licenciatura. De las entrevistadas,70% son casadas y tienen un promedio dedos hijos, y de éstos, 72% está en edad es-colar; las mujeres solteras suman 15%; enunión libre 5%; viudas 4%; divorciadas 2%,y 4% son madres solteras o separadas.

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Falta de organización parael trabajo en equipo

Tradicionalmente las mujeres han perma-necido en casa. Su trabajo y su vida se cen-tra en la atención del hogar y en la pro-creación y cuidado de los hijos e hijas, porello, al no haber una experiencia previa detrabajo en equipo, se torna más difícil laorganización de los grupos productivos.Para incluirse en los proyectos producti-vos, las mujeres han tenido que reorgani-zar sus tareas domésticas, productivas yreproductivas y han asumido cargos de res-ponsabilidad dentro de sus agrupacionestales como la realización de gestiones loca-les y regionales o conseguir recursos adi-cionales, lo que se convierte en una cargaextra. Además, el trabajo en grupos impli-ca un mayor esfuerzo: la división de res-ponsabilidades, el conocimiento del mer-cado y de la economía, la racionalidad enlas decisiones, la disciplina organizativa,la aplicación de principios de contabilidad,el manejo de la técnica y el dominio de lasrelaciones públicas e información sobre elmercado internacional (Zapata y Merca-do, 1996).

La cultura de la organización grupal, en-tendida como el manejo de horarios y la eje-cución de nuevas tareas y asumir cargosdentro de la agrupación, ha tenido eco ensus vidas personales y en su familia. Unade las mujeres entrevistadas comentó:

El Ing. nos dió armas de cómo deberíamosdistribuir nuestras obligaciones dentro delgrupo y me tiene que alcanzar para todo.Todas las actividades mueven a la familia.

No le he robado tiempo a mis otras activi-dades, más bien las he reacomodado(Eugenia, 45 años, Texcoco, 2007).

En las últimas décadas la participación eco-nómica de las mujeres se ha incrementado,sin embargo, esto no necesariamente reper-cute en un mayor ingreso, en una mejor dis-tribución del trabajo doméstico con los es-posos, hijos e hijas o en una mayorparticipación en la toma de decisiones. Loque sí se hace presente es la doble o triplejornada, puesto que el trabajo repro-ductivo sigue estando a cargo de ellas, aquienes socialmente se les ha asignado laresponsabilidad del bienestar familiar(Martínez, 2005).

Desde la perspectiva de los funcionarios,se trata de un sector que nunca ha estadoorganizado, y el programa no tiene dentrode sus funciones participar directamente enla organización de grupos y tampoco cuen-ta con el personal para realizarla.

(Las mujeres son) un grupo que no está, quecuesta más trabajo porque no son personasque estén encabezando, son las del área deproducción, son auxiliares, son ayudantesde los esposos, sobrinos, tíos, qué se yo, noestán encabezando y están aisladas, no es-tán agrupadas como algunos hombresfloricultores que se organizan 3 o 4 o 5, ellasno son encabezadoras, son solamente manode obra barata en apoyo a (Funcionario deSedagro, Texcoco, 2007).

La perspectiva que los funcionarios tienende las mujeres llama la atención pues lasconsideran mano de obra en apoyo a, locual sugiere que las políticas rurales están

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diseñadas bajo el enfoque MED que las con-sidera como susceptibles de integrarse alproceso de desarrollo de un país. No sonprotagonistas y al estar históricamente des-organizadas, no son los sujetos principa-les de los programas gubernamentales, másbien son receptoras-complemento de laspolíticas y programas de gobierno, aun-que las Reglas de Operación del PAC diganlo contrario.

Es importante señalar que las mujeres noson las responsables directas de desarrollarsu capacidad de organización, ni de trabajoen grupo. Han sido parte del sistema pa-triarcal que no ha permitido que desarro-llen sus habilidades y cualidades y las hamantenido circunscritas al ámbito domésti-co-reproductivo.

Los subprogramas del PAC forman parte deuna política pública incompleta. Por un ladoidentifica y promueve el apoyo a los gru-pos que considera prioritarios, pero por otro,no cuenta con una estrategia sólida paracubrir las necesidades organizativas de losgrupos femeninos. De esta manera, el im-pulso al trabajo de las mujeres es débil.

La falta de tiempo

Las mujeres que solicitan apoyo en el PAC

deben dividir su tiempo entre las activida-des domésticas y las productivas, lo que nosucede con los varones. Ellos tienen unamayor disponibilidad de tiempo y lo dedi-can a su trabajo productivo o al ocio. Ade-más, tradicionalmente han formado parte deorganizaciones campesinas y ejidatarias.

Para mí, las mujeres son muy cumplidas,pero sus debilidades son sus tiempos por-que como son madres, tienen que atenderlas labores del hogar y los hijos y se tendríaque ajustar a sus tiempos (Funcionario deSedagro, Texcoco, 2007).

El factor tiempo es determinante para par-ticipar en un proyecto productivo. Lasmujeres tienen un tiempo constantementefraccionado e interrumpido. Las labores do-mésticas y reproductivas no les permitenestar completamente involucradas en otrosámbitos como el productivo y comunitario,y cuando logran desempeñar estos roles, sujornada de trabajo se triplica (trabajo do-méstico, reproductivo y productivo) ocuadruplica (trabajo político).4

Procuro cumplir con mi responsabilidad encasa, clasificando lo más importante y loque puedo dejar para otro día. Hago espa-cio para dedicar el tiempo que mi inverna-dero necesita. Si es algo que quiero lograr,sé que tengo que dedicarle ese espacio(Eugenia, 45 años, Texcoco, 2007).

Para las mujeres lo primero es cumplir conlas actividades del hogar. Quitan horas a supropio descanso para atender las activida-des productivas. Algunas mujeres refirie-ron que para participar en su proyecto pro-ductivo, se organizan, levantándose mástemprano, cocinando en la noche, asignan-do tareas a sus hijos mayores y durmiendomás tarde para liberar unas horas y dedi-carlas a su proyecto. Algunos cónyuges re-firieron que no tienen problemas con susesposas en este sentido, porque ellas se or-ganizan de tal manera que cubren las labo-res de la casa, la atención de los hijos e hi-

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jas y a ellos, y el tiempo restante lo dedi-can a su proyecto. Asimismo, la gananciaque las mujeres obtienen del proyecto esútil porque significa una aportación impor-tante al gasto familiar. Las necesidades dealimentación, vestido y vivienda que en-frentan las mujeres no se cubren totalmen-te con sus proyectos, se ven en la necesi-dad de buscar otras alternativas de trabajoy generar recursos para ellas y sus fami-lias. Por ello, desempeñan dobles y triplesjornadas de trabajo.

La falta de experiencia

Uno de los criterios no formales que adoptael Consejo Municipal de Desarrollo RuralSustentable para aprobar un proyecto es laexperiencia que las mujeres tengan en elproyecto a desempeñar. Si no existe unaexperiencia previa, las mujeres tienen me-nos oportunidades de ser beneficiadas.

Antes la gente venía a ver qué se les iba adar y ahora no, ahora les preguntamos quésaben hacer, cuál es tu perfil, porque nosfijamos en la experiencia de la mano de obray ya no partimos de enseñarles porque ellosya traen el conocimiento (Funcionario deSedagro, Texcoco, 2007).

Las evidencias muestran que numéricamen-te son menores los grupos de mujeres quehan solicitado apoyo. Esto tiene un trasfon-do de tipo histórico. A pesar de que lasmujeres han tenido una marcada presenciaen el campo, han sido limitadas en su des-empeño. No tienen acceso a la tierra, al usode la tecnología, a la capacitación y a la

toma de decisiones, lo que ha contribuido aestereotiparlas en una imagen de poca ex-periencia en los asuntos agrarios. Sin em-bargo, algunas investigaciones muestranque tienen conocimiento ancestral de lasespecies, clima, tiempos adecuados para larealización de las labores y manejo de cul-tivos. No obstante, habría que preguntarsequé tipo de experiencia les es requerida porlos funcionarios y, en todo caso, si tiene máspeso la experiencia en el trabajo o la inicia-tiva y disponibilidad personal de aprender.

Poca o nula disponibilidadde infraestructura

Uno de los requisitos para solicitar un sub-sidio es que se cuente con la infraestructuranecesaria, ya que éste no es para iniciar unproyecto, sino para complementarlo. En elcaso de los invernaderos, se pide que secuente con el terreno y la disponibilidad deagua y luz. Para los talleres textiles se re-quiere el local u habitación con las condi-ciones para operar. Sin embargo, resalta quelas mujeres generalmente no cuentan conestos recursos. Su condición de mujeres hapropiciado que su acceso a los recursos seaa través de los varones (esposos, hermanos,padres, hijos) quienes poseen la titularidadde los inmuebles y deciden su destino.

De los grupos florícolas u hortícolas en-trevistados sólo uno construyó el inverna-dero en terreno propiedad de una mujer.Todos los demás lo han hecho en terrenosde algún familiar varón porque las muje-res, por lo general, tienen acceso a la tie-rra, pero no son dueñas de ella. En ocasio-

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nes, cuando un familiar varón les facilitael acceso a la tierra, ellas se enfrentan auna compleja problemática de tipo econó-mico por el arrendamiento de tierras o detipo jurídico.

Iniciativa masculina para formargrupos de mujeres

Las evidencias del trabajo en campo seña-lan que los grupos productivos de mujeresse crean a partir de la iniciativa de un va-rón. Así ocurrió con ocho de los 11 gruposvisitados: �Tenemos un hermano que nosdio la idea. Él es ingeniero y tiene algunosinvernaderos y él nos impulsó, de ahí laretomamos y armamos nuestro equipo�(Eugenia, Texcoco, 2007).

Esta situación se explica porque los hom-bres tienen mayor acceso a la informa-ción sobre los programas y subsidios quelas mujeres, debido a su permanencia enel ámbito doméstico. La ideología patriar-cal dominante ha provocado que el poderde decisión de las mujeres en la esfera pú-blica o comunitaria esté restringido. Esose demuestra con la escasa iniciativa quelas mujeres presentan para la formaciónde los grupos productivos de los que for-man parte. Ellas no son iniciadoras, sonel apoyo.

La mayoría de los grupos de mujeres en-frentan obstáculos tales como la actitud delos varones que las convencen para que for-men su agrupación, soliciten el subsidio y,posteriormente, ellos son los que toman elproyecto bajo su control (Zapata y Merca-

do, 1996). Los varones influyen en las mu-jeres para conseguir el subsidio.

La propuesta nos la hicieron los hombres,la mayoría de nosotras somos familiares deellos, iniciamos al principio cuatro y luegodos. Nos animaron y estábamos entusias-madas. Ellos nos orientaron y nos dijeronque nos iban a dar un curso, con unPSP...ellos (los hombres) comenzaron a de-cidir quiénes tendríamos un cargo, y meeligieron a mí como representante, después,ellos se quedaron con todo (Asunción,Texcoco, 2007).

Lo anterior lleva a deducir que las mujeresson, de cierta manera, utilizadas para con-seguir el financiamiento, ya que como gru-pos prioritarios, el programa las financiacon un subsidio mayor, dependiendo delas condiciones y criterios establecidos en lasReglas de Operación del PAC, a diferenciade los grupos masculinos. Estas condicio-nes hacen atractivos a los grupos de muje-res y son aprovechadas por los varones paragenerar ganancias a través de ellas.

Aunque estos grupos se formaron con cier-to grado de apoyo al haber sido subsidiadospara la adquisición de infraestructura, latoma de decisiones al interior refleja que sonlos varones integrantes de la agrupación ofamiliares, los que mueven al grupo.

Pues no es por hacerme el héroe pero casisoy yo el que lleva todo�como ir a Sedagroa recoger papeles� a platicar con el inge-niero y ya cuando dicen que se necesita quevaya el presidente para ir a firmar entoncesya va, pero yo hago toda la gestión (Eliseo,Texcoco, 2007).

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Las mujeres aceptan las opiniones de loshombres porque, a criterio de ellas, los va-rones son quienes saben cómo se manejanlos asuntos del campo y están acostumbra-das a que, socialmente, son ellos los quedeciden. A pesar de que en algunos gruposla representante es una mujer, las decisio-nes las toma un varón como se especificaen la siguiente gráfica.

Gráfica 4REPRESENTANTES DE GRUPO POR SEXO Y

MUJERES COMO DECISORAS

b) Factores institucionales

En éstos se encuentran: la falta de fomentoa la organización de los grupos de mujeres,demora en la aprobación de un proyecto, lafalta de capacitación especializada, segui-miento y los requerimientos rígidos, y laconformación de una visión empresarial.

La falta de fomento a la organizaciónde los grupos de mujeres

Los grupos que el PAC apoya son aquellosque por iniciativa propia se han conforma-do y acuden a las oficinas de Sedagro conla intención de solicitar un subsidio. Se lesasigna un PSP para que les diseñe el pro-yecto productivo y los apoye en la forma-ción de su agrupación como la AsociaciónLocal de Productores Rurales (ALPR), fi-gura asociativa reconocida en el Estado deMéxico. Fuera de esta modalidad, no exis-te la posibilidad de asignar personal capa-citado que permanentemente busque alle-garse de personas del medio ruralinteresadas en integrarse a un grupo de tra-bajo. Algunos entrevistados comentaron:

Se necesita que venga un grupo de mujeresorganizadas y de esta manera se les brindatodo el apoyo pero no tenemos personal parasalir a ver quienes pueden integrarse al pro-grama (Funcionario de Sedagro, Texcoco,2007).

Dentro de las estrategias del PAC no se en-cuentra la formación y organización de gru-pos. No existe un programa que incentivela formación de grupos, y a pesar de la di-

Gruposrepresentadospor hombres

Gruposrepresentadospor mujeres Grupos

donde decideuna mujer

Gruposdonde decide

un varón

FUENTE: trabajo de campo, 2007.

Dos son los grupos en donde las mujerespresiden y deciden. Estos grupos se forma-ron por iniciativa de ellas mismas, aunqueesto no necesariamente se traduce en mejo-res condiciones para las socias integrantes.En ocasiones las relaciones de poder de laslideresas con las integrantes repiten el es-quema de subordinación que no permite laigualdad ni la equidad.

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vulgación del programa a través de la pro-pia delegación de Sedagro, del ConsejoMunicipal de Desarrollo Rural Sustentable,los delegados de las comunidades ycomisariados ejidales, ésta no es suficiente.

Decimos organícense y las apoyamos, perono participamos directamente en la organi-zación y se tiene que tocar puertas, citarlas,invitarlas, motivarlas para formar su orga-nización. Es muy incipiente lo que hace-mos específicamente para las mujeres (Fun-cionario de Sedagro, Texcoco, 2007).

De esta manera, si una mujer se presenta asolicitar un subsidio y no es integrante dealguna agrupación, Sedagro no dispone de per-sonal para organizarlas. No obstante, estasituación es discutible. Pacheco (2006),estudiosa de los grupos productivos en lazona, comenta que en ocasiones los PSP

apoyan organizando grupos.

La mayoría de los grupos de mujeres apo-yados por el PAC no han llegado organiza-dos, pero sí con la intención de hacerlo.Además, tienen una habilidad desarrolladaen la producción agrícola porque sonhorticultoras o floricultoras. Sin embargo,las instituciones no tienen la capacidad deorganizarlas. Por ello, privilegian a loshombres que son los que tradicionalmenteestán organizados.

Demora en la aprobaciónde los proyectos

El proceso burocrático en la aprobación delos proyectos productivos es un factor quedesalienta a los grupos de mujeres. El tiem-

po que tarda un proyecto en aprobarse ge-neralmente es de un año, lo que ha propi-ciado que incluso, los grupos que solicita-ron apoyo, se desintegren.

Muchos grupos se hacen a la idea de hacerun ahorro. Pero el apoyo se tarda y cuandose aprueba ya pasó mucho tiempo. Se des-animan porque ya se gastaron el dinero y esvolver a empezar (PSP, Texcoco, 2007).

Las mujeres del municipio se enfrentan auna serie de limitaciones que tienen quedesafiar para poder acceder a un subsidio.Las instancias a través de las cuales losproyectos se aprueban, forman una com-pleja estructura que demanda tiempo y re-cursos, lo cual repercute directamente so-bre los grupos de productores y productoras.Las mujeres generalmente dependen del in-greso y recursos de un varón. La disponibi-lidad de estos recursos puede ser posible enun momento, pero entre más largo sea eltiempo de espera, mayor es la probabilidadde agotar los recursos económicos previs-tos hasta la obtención de los subsidios.

Al principio fue decepcionante que se pi-diera el apoyo y este tardara tanto tiempo�es comprensible porque no somos el únicogrupo y lógicamente hay mucha burocraciaque hay que pasar, pero aún así yo creo quedeberían agilizar un poco más esa situaciónpara evitar precisamente el que muchos gru-pos pierdan el interés (Eugenia, Texcoco,2007).

Estos testimonios ilustran cómo el factortiempo es determinante para la permanen-cia de los grupos productivos. Hombres ymujeres se organizan para trabajar juntos

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y pedir apoyo gubernamental, sin embar-go, debido a que el tiempo de aprobaciónde los proyectos es tan largo, se ven obliga-dos a buscar e invertir en otras alternativasde trabajo.

Falta de capacitación conenfoque de género

Los PSP son los encargados de dar la capa-citación a los grupos. La mayoría de estostécnicos tienen una formación profesionalen las ciencias agrícolas y cuentan con unacertificación otorgada por INCA Rural quelos capacita para el diseño de proyectosproductivos, la puesta en marcha y la for-mación de grupos, sin embargo, no cuentancon una formación en género.

Por sus condiciones socioeconómicas y cul-turales, las mujeres tienen ciertas limitacio-nes para participar activamente en las re-uniones, tales como tomar la palabra yexpresar sus ideas, el nivel académico y laatención a los hijos:

Son amas de casa principalmente y la laborde ama de casa no la pueden dejar de lado ysi tienen hijos pequeños deben de tenermayor atención a ellos� en cambio, si losvarones faltan (a las reuniones) es porquetuvieron otro compromiso o porque no quie-ren ir, pero no porque cuiden a sus hijos(PSP, Texcoco, 2007).

Los PSP no tienen las herramientas suficien-tes para el manejo de grupos de mujeres.Desarrollan su función de la misma mane-ra que cuando trabajan con grupos mascu-linos. Al no tener a su alcance el enfoque de

género para la realización de su trabajo, noson sensibles a las necesidades e interesesde las mujeres ni a sus condiciones comomadres y esposas, trabajadoras domésti-cas y agentes productivos. De esta mane-ra, se propicia la satisfacción de las necesi-dades prácticas de las mujeres pero no delas estratégicas.

Requerimientos rígidos y laconformación de una visiónempresarial

Existen pocas organizaciones de mujeresjurídicamente constituidas y con visiónempresarial. Tal vez porque las integrantesde los grupos productivos no comparten laidea de crecimiento, desarrollo y consoli-dación empresarial a la que las institucio-nes apuntan y sus metas y objetivos puedanser diferentes a los que el programavisualiza. Las evidencias de campo mues-tran que son pocas las mujeres que tienenla idea de llevar su proyecto a niveles em-presariales, pues para la mayoría de ellas,el objetivo es generar ingresos para com-plementar el gasto familiar.

Evidentemente, la forma de pensar de lasmujeres que integran las agrupaciones nocorresponden a los objetivos del programay esto repercute en que los grupos, tanto dehombres como de mujeres, no concluyan elciclo que forman los subprogramas del Pro-grama de Desarrollo Rural:

El ciclo no se cierra (PAPIR, PRODESCA yPROFEMOR) por cuestiones culturales. Has-ta ahora no recuerdo en esta región ningún

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grupo de mujeres que haya llegado hasta elPROFEMOR (Funcionario de Sagarpa,Texcoco, 2007).

Creo que hay pocos grupos de mujeres quesolicitan PROFEMOR porque hay pocas or-ganizaciones legalmente constituidas (PSP,Texcoco, 2007).

Por la cultura que tenemos de no sabernosorganizar, los grupos no fracasan, pero que-dan solamente hasta cierto nivel� sí se or-ganizan pero yo creo que lo hacen solamentepara sacar el recurso, no para seguir esca-lando a otros niveles ni de organización, nieconómicos ni sociales (Funcionario deSagarpa, Texcoco, 2007).

El PROFEMOR tiene la particularidad de quepara acceder a él los grupos deben tener unafigura asociativa que legalmente los valide.Esto último se refleja en el escaso númerode grupos que solicitaron su apoyo para laconsolidación de su empresa bajo un plande negocios. En el 2004 sólo se apoyaroncuatro grupos y todos ellos fueron de varo-nes. Durante el trabajo de campo 32% delas mujeres entrevistadas comentaron quesí han tenido información de cómo accedera este programa, sin embargo, 100% de ellasno ha recibido este apoyo porque no reúnenlas condiciones para hacerlo.

CONCLUSIONES

El objetivo planteado al inicio de este artí-culo era analizar los factores que dificultanel éxito de los proyectos de mujeres delmunicipio de Texcoco considerando la pers-

pectiva de género, a partir de los factoresgrupales e institucionales.

Los factores identificados son: la falta deorganización para el trabajo en equipo, lafalta de tiempo, de experiencia, de infra-estructura y la iniciativa masculina paraformar los grupos. Entre los factores insti-tucionales están: la falta de organización delos grupos de mujeres, el tiempo que tomala aprobación de un proyecto y la falta decapacitación con enfoque de género.

El Programa de Desarrollo Rural de Alian-za para el Campo, a través de los subpro-gramas PAPIR, PRODESCA y PROFEMOR

apoya los proyectos productivos ruralesconsiderando a las mujeres como grupoprioritario, sin embargo, son pocas las agru-paciones de mujeres que acceden a los pro-gramas, en comparación con el número deagrupaciones masculinas debido en granmedida a los factores mencionados.

La investigación mostró que el enfoque queanima los proyectos de Alianza para elCampo es predominantemente MED, alimplementar apoyos gubernamentales paracubrir las necesidades básicas de la pobla-ción rural. Las consecuencias de este enfo-que, desde la perspectiva de género, bási-camente son las siguientes: 1) al no plantearun cambio radical en las relaciones de gé-nero que superen las desigualdades econó-micas, sociales y culturales, las mujerestrasladan los mismos roles tradicionales alproyecto productivo. De este modo, no sepromueve la organización de las mujerescomo actrices de su desarrollo y el resulta-do es una falta de organización de los gru-

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pos que no es suplida por los programas deAlianza para el Campo; 2) las mujeres reali-zan dos y hasta tres jornadas de trabajopara atender las actividades domésticas ydestinan tiempo de su descanso para suproyecto. Esta situación afecta la salud delas mujeres y las desmotiva para continuarcon el proyecto pues supone más trabajopara ellas.

La hipótesis que planteamos al inicio tieneun sustento empírico basado en los resulta-dos. Dicha hipótesis afirma que: los pro-yectos y programas orientados a las muje-res para superar las necesidades básicas ylas situaciones de pobreza tienen resulta-dos limitados porque no incorporan la equi-dad de género y por ello no se superan lasdesigualdades de la sociedad.

Algunas propuestas sugeridas a partir de laconfirmación de la hipótesis son las siguien-tes: en primer lugar, incluir el enfoque GED

en las políticas y programas considerandolas necesidades prácticas, pero también losintereses estratégicos que abogan por elempoderamiento de las mujeres. En segun-do lugar, se recomienda realizar un análisisde género que indague sobre las activida-des de las mujeres y los hombres para iden-tificar los roles que juega cada género y ladistribución del tiempo. Otro indicador esel acceso y control de recursos así como laidentificación de necesidades e intereses decada una. Así también, se recomienda con-siderar la participación en la toma de deci-siones de hombres y mujeres en las accio-nes de desarrollo. Por último, se proponeun plan de acción para las instituciones a

fin de que se retomen los factores grupalese institucionales que limitan el éxito de losproyectos y reviertan sus efectos fomentan-do la organización, la capacitación en gé-nero y agilice los trámites burocráticos. LaLey de Desarrollo Rural Sustentable yla Ley General para la Igualdad entre hom-bres y mujeres son un buen marco para eldesarrollo de las mujeres.

NOTAS

1 El Programa de Desarrollo Rural del Pro-grama Alianza para el Campo no es unprograma para mujeres. Sin embargo, ellasestán consideradas dentro de los gruposprioritarios para ser subsidiados.

2 Caroline Moser en su obra La planificaciónde género en el Tercer Mundo: enfrentan-do las necesidades prácticas y estratégicasde género (1991), enuncia el enfoque Mu-jeres en el Desarrollo (MED) y Género en elDesarrollo (GED) y hace una clasificaciónde los intereses y necesidades de las muje-res y las divide en necesidades prácticas yestratégicas de género. Las primeras se re-fieren a las necesidades materiales que pue-den ser cubiertas en el corto plazo talescomo: vivienda, vestido y alimento y estánrelacionadas con el cambio en la condiciónde las mujeres. Las necesidades estratégi-cas aluden a las desigualdades de género yel sistema patriarcal, considerando que su-perar estas limitaciones implica acciones delargo plazo, mismas que se relacionan conel cambio en la posición económica y so-cial de las mujeres respecto a los hombres.(Los términos condición y posición son uti-lizados por Young, 1991).

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3 Género es una categoría de pensamiento interdisciplinario que se nutre deciencias sociales tales como la Historia (Nash, 2005), la Antropología(Méndez, 2007), la Sociología (Castells y Subirats, 2007) y las Teorías delDesarrollo (López y Sierra, 2000). Precisamente en el terreno de las políticasdel desarrollo se han implementado estrategias para la igualdad en diversospaíses del mundo tales como los Objetivos del Milenio (Alberti, 2006).

4 Las ideas sobre el cuarto rol de las mujeres surgieron durante una revisióndel documento y fueron sugeridas y comentadas por la Dra. Pilar Alberti(2007).

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