La cúpula de Santa María del Fiore.La catedral de Santa María de la Flor fue construida entre 1296-1471, lo que le permite figurar como una obra maestra tanto del arte gótico como del primer renacimiento italiano.A simple vista nos llama la atención la imponente cúpula que se alza coronando la Catedral, y no es para menos, pues por sus dimensiones y base su construcción fue todo un hito. Fue Filippo Brunelleschi quien logró ganar el concurso para la construcción de esta colosal cúpula. Él era muy reacio a mostrar sus diseños y planos, y esta vez no iba a ser menos, Brunelleschi no mostró su diseño e idea sino que les mostró que era capaz de hacer que un huevo se sostuviese en pie cascando su base, idea que a ningún otro se le ocurrió cuando este los retó, finalmente afirmo que poseía el mismo ingenio para todo y que su diseño de la cúpula era el adecuado y el que permitiría que perdurase por siempre in derrumbarse por su peso.Tras esta breve introducción nos adentraremos en el maravilloso entramado interno de esta. La Cúpula está formada, realmente, por dos cúpulas, una interna constituida por un entramado de madera que se fue construyendo a la par que las externa formada por ladrillos y argamasa (técnica que se había perdido con la caída del imperio romano y que se vuelve a recuperar con el renacimiento italiano), este método de construcción conllevaba un gran peligro pue dejaba muy poco lugar para los constructores que se situaban en un espacio estrecho e inestable. La cúpula no consigue la estética renacentista pero si la busca mas, a Brunelleschi, le es imposible alcanzarlo pues la construye sobre una catedral gótico-italiana, el esfuerzo por “parchear” la herencia gótica fueron enormes ya que en tiempos renacentistas se produjo (sobre todo en su cuna) un sentimiento de rechazo hacia el estilo artístico del medievo. En el renacimiento volvieron la vista hacia el mundo clásico, con su perfección matemática pero esta vez con un toque humano (debido a la corriente humanista que discurría por las calles florentinas que se estaba extendiendo), este toque humano se refleja en todo los aspectos del arte dándole un carácter antropocéntrico (cuyo centro es el hombre). Es imprescindible nombrar esto pues incluso en ella podemos apreciar esta intención.La cúpula interior tiene está constituida por nervios principales, nervios secundarios, anillos de tracción y un casquete exterior; todo esto forma un aparejo dispuesto a cuerda floja y en espina de pez.En cuanto a la exterior podemos ver su perfil apuntado que cabalga sobre un tambor octogonal de ocho paños y 42m de diámetro, en él se abren ocho grandes óculos que iluminan la triconcha del ábside. En su interior está limitado por dos balcones con balaustradas en voladizos.Esta coronada por un tiburio (torre-linterna) con función de ventilación, lumínica y ornamental.Para concluir con el análisis cabe destacar el riesgo de la obra, a los trabajadores se les prohibió el consumo de vino en horas de trabajo, se le permitió aceptar o rechazar los trabajos más arriesgados (con diferencias de salario, claro) y los que los aceptaban trabajaban apoyados en una tabla fina de madera que su compañero sostenía con su

propio peso. Las técnicas, al hablar del riesgo parecen atrasadas mas esto no es el todo cierto pues el sistema de poleas y grúas con el que se erigió la Cúpula era avanzado y complejo y lo sabemos gracias a los planos que nos han llegado de la construcción de estas máquinas.Para terminar considero adecuado mencionar la complejidad y belleza de dicha obra, fruto de la combinación de ambición de poder y belleza que llevaron a “la Florencia renacentista” a convertirse en uno de los burgos de mayor importancia de su tiempo y ser la cuna del renacimiento italiano.