0024 Wenders - La Democracia Hara Fracasar a Hong Kong

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    La democracia har fracasar a Hong Kong

    John T. Wenders

    The Freeman 1/1/1998

    Hay una leccin importante que debe aprenderse del milagro econmico de Hong Kong, cuyo destino est en la actualidad en manos de China. Es muy lamentable que la gran mayora de los comentaristas la hayan obviado por completo.

    Esta leccin es simple. Esta pequea parcela de tierra rocosa, devastada por la guerra y por la ocupacin japonesa, tan slo en 50 aos alcanz la cima del cmulo econmico mundial. El sentido comn dira que el sendero que esa nacin tom debiera ser cuidadosamente estudiado e imitado. En cambio, lo que tenemos es un interminable desfile de polticos que condenan a China por no elegir instituir un gobierno democrtico tras su largamente esperada toma del poder. Lo que estos individuos no tienen en cuenta, es la circunstancia de que Hong Kong prosper precisamente debido a que all no exista democracia alguna.

    Hong Kong era gobernada desde Londres como una colonia. Afortunadamente, y en contraste con otras colonias britnicas como Kenya y la India, donde fueron aplicadas polticas socialistas, Hong Kong tena una administracin ilustrada. La misma instal un slido marco legal que mantena al gobierno fuera de la economa. Ese marco al estilo de una constitucin enfatizaba los derechos de propiedad privada y la libertad de contratacin tanto como lo haca la Constitucin de los Estados Unidos originaria. En sntesis, se traz una clara lnea entre la economa y el estado. Y sin ninguna fuerza poltica democrtica inclinada al favoritismo y a la redistribucin, la economa era libre de prosperar, que es exactamente lo que hizo.

    Todo esto fue puntualizado en abril pasado cuando la Harvard Business School invit a disertar a un prominente empresario de Hong Kong, Philip Tose. Tras su discurso, al Sr. Tose se lo interrog acerca de por qu pensaba que Hong Kong haba prosperado mientras que la India haba languidecido. El Sr. Tose respondi, En una palabra: Democracia.

    El cuerpo docente, por supuesto, estaba espantado y se apresur a desvincularse del cuestionamiento que el Sr. Tose hiciera del icono de la democracia. El decano de los profesores de la facultad, Kim B. Clark, emiti un comunicado mediante el cual se declaraba a lo resaltado por el empresario como totalmente en

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    discrepancia con mi propia opinin personal y la de los miembros del cuerpo docente de la Harvard Business School.

    Esa respuesta es tpica, no solamente de los profesores de Harvard, donde tal punto de vista es de esperarse, sino tanto de la gran mayora del pblico como de los polticos en general. Pocos desean tan siquiera considerar la lgica de la democracia. La misma se ha convertido en un slogan que excluye el anlisis. No es que la libertad y la democracia van de la mano?

    Democracia versus Libertad

    La respuesta impopular, por supuesto, es no. La libertad y la democracia son algo diferente. En palabras atribuidas a historiador escocs Alexander Tytler: Una democracia no puede existir como una forma de gobierno permanente. Solamente puede existir hasta que una mayora de votantes descubre que pueden votar para s mismos dadivas del tesoro pblico. La democracia evoluciona en una cleptocracia. Una mayora que tiraniza a una minora es algo tan malo como que lo haga un dictador, ya sea comunista o de otra clase. La democracia son dos coyotes y un cordero votando acerca de qu almorzarn.

    Ese fue uno de los puntos del Sr. Tose. Destac que el socialismo democrtico de la India estaba bsicamente conducido por una gran mayora que no pagaba impuestos y que utilizaba al proceso electoral para castigar a aquellos que s lo hacan. En la India, con una poblacin de 900 millones, tan solo 12 millones pagan algn impuesto, y solamente 12.000 de ellos pagan por encima de la tasa base. All tiene usted una representacin sin tributacin.

    Pero en un sentido ms amplio, la ciega adoracin por la democracia deja de lado la verdadera cuestin. La democracia trata de cmo sern conducidos los asuntos en el sector pblico. Por otra parte, la libertad se ocupa de la relacin entre los individuos en el sector privado. Libertad significa que los individuos pueden escoger cmo interactuar sobre una base voluntaria fuera de la esfera del estado. En sntesis, la democracia significa que usted tiene derecho a votar en el sector pblico; libertad significa que usted, solo, posee el derecho a determinar los trminos de sus interacciones con los dems en el sector privado.

    Las propuestas para el gobierno de Hong Kong, as como tambin las reformas en Europa oriental, se han concentrado en la democracia en el sector pblico, descuidando la cuestin ms importante: cmo deberan de ser divididas las actividades humanas entre los sectores pblico y privado? Uno puede imaginarse un pas que cuente con un sector pblico autoritario pero muy pequeo, en el cual la libertad sea mucho mayor que en un pas con un sector pblico democrtico pero muy grande. Esta es en esencia la diferencia entre Hong Kong y la India. El primero estuvo gobernado de una manera ilustrada, an cuando fuese autoritaria;

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    el segundo por un socialismo democrtico. Cual result mejor es algo obvio para todos a excepcin de los colectivistas quienes idolatran a la democracia.

    La Solucin Constitucional

    La clave es una constitucin, como la que alguna vez tuvieron los Estados Unidos, que trace una lnea firme entre los sectores pblico y privado, y entre la democracia y la libertad. Fundamentalmente, el papel de una adecuada constitucin es el de proteger a la libertad de la democracia y al individuo de la mayora individual.

    Algunas libertades son civiles, tal como la de expresin, la religiosa, y la de asociacin. La Primera Enmienda a la Constitucin de los Estados Unidos quita a la reglamentacin de la expresin y de la prensa del sector pblico. De ser dejada en manos de un proceso poltico democrtico, la libertad de expresin sera severamente restringida por los legisladores. Las invasiones a la libertad de expresin, tales como el reciente intento del Congreso y del Presidente Clinton de reglamentar a Internet, estn siendo constantemente desbaratadas por los tribunales, y muchas ms son evitadas por estos precedentes. La Constitucin protege a la libertad de expresin de la democracia.

    En la esfera econmica, la libertad significa que los individuos tienen un derecho a poseer, a comprar, y a vender propiedad segn sus propios trminos en un mercado libre. A esa se la conoce como la libertad contractual. En el siglo pasado, ha habido por todas partes una constante invasin de la actividad en el mercado por parte del proceso poltico. Incluso en los pases capitalistas, tales como los Estados Unidos, el sector pblico se ha expandido de manera continua. Una vez que la actividad econmica se vuelve parte del sector pblico y es dirigida por el proceso poltico, la misma inmediatamente queda a merced de ser capturada por aquellos -a menudo una pequea minora- que pueden de manera eficaz manipular al proceso para sus propios fines.

    De distintas maneras, esa invasin poltica del mercado ahoga tambin a la libertad de expresin, como fuera atestiguado por los esfuerzos exitosos de los grupos que comercializan peridicos, normalmente frreos defensores de la libertad de expresin, para evitar la competencia de las compaas telefnicas. El ex editor de mi peridico local en una oportunidad peregrin a Washington para presionar polticamente a efectos de impedir que se les permitiese a las empresas de telefona la venta de pginas amarillas de publicidad electrnicas. Tambin march en contra de los aumentos propuestos en el franqueo de la correspondencia de primera clase, argumentando que los ingresos adicionales deberan en su lugar ser aportados por aquellos que publicitan empleando el denominado correo basura-uno de sus competidores por los ingresos en concepto de publicidad.

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    La Democracia No es Reforma Econmica

    La democracia no solamente es reclamada para Hong Kong. La nocin popular es la de que el colapso econmico del comunismo en Europa oriental y en la vieja Unin Sovitica indica la necesidad de una reforma democrtica del proceso poltico. Por el contrario, la reforma correcta solamente puede ser alcanzada mediante la remocin de las cuestiones econmicas del proceso poltico.

    A menos que el tamao de los sectores pblicos en esos pases sea considerablemente reducido, poco habr cambiado. La nica diferencia ser que los individuos tendrn derecho a votar respecto de cmo el sector pblico restringir sus libertades. De manera similar, si los nuevos gobernadores de Hong Kong expanden el sector pblico, an por medios democrticos, la libertad y la prosperidad sern erosionadas.

    Las lecciones del pasado son claras, si es que Hong Kong y los ex pases comunistas escogen verlas. Donde sea que las economas se encuentran fuertemente reglamentadas- Europa oriental, las ex repblicas de la Unin Sovitica, China, Corea del Norte, India, gran parte de frica y de Amrica del Sur- socialistas o no, las mismas han sido sobrepasados por sus contrapartes orientadas hacia el mercado-Europa occidental, Japn, Corea del Sur, Taiwn, Singapur, Chile, los Estados Unidos, las naciones del Commonwealth, y por supuesto, Hong Kong.

    Las bases constitucionales para una economa de mercado son muy simples: los derechos de propiedad deben serles conferidos a los individuos o a las asociaciones voluntarias de individuos. Esos derechos, como nuestra libertad de expresin y de religin, deben ser bien definidos y tenazmente defendidos contra la usurpacin por parte del sector pblico. Ttulos a la propiedad y a los servicios deben ser libremente transferibles y protegidos por las leyes sobre la base de la libertad de contratacin.

    La objecin para separar a los sectores pblico y privado es la de que los mercados no siempre funcionan de manera ideal. No obstante ello, los mismos individuos que de esa manera condenan al mercado, desean descartarlo en favor de un sistema dirigido polticamente que es demostradamente peor. Las elecciones racionales solamente pueden hacerse sopesando los beneficios y los costos de las alternativas. Solamente los individuos pueden conocer sus alternativas, y solamente los individuos que de manera directa enfrentan las consecuencias de sus elecciones las sopesarn adecuadamente. El filtrar a las elecciones a travs de complejos procesos polticos y burocrticos asegura que las alternativas no sern ni conocidas ni ponderadas. Los mercados ciertamente no son perfectos. Son solamente mejores que las otras alternativas, tal como los acontecimientos en Europa oriental y en otras partes lo han evidenciado.

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    En nuestra propia economa los peligros de las intromisiones pblicas sobre el sector privado son por lo general enfrentados de manera ms sutil. Aqu en los EE.UU., hemos producido un sector pblico masivo al tolerar pequeos avasallamientos sin atender a la cuestin principal. Como mnimo, la historia de Hong Kong y de Europa oriental (y otros pases) debera estimularnos para repensar la rfaga de usurpaciones democrticas sistemticas contra nuestras propias libertades.

    Hay una diferencia entre la democracia y la libertad. La libertad no es mensurable por la capacidad de votar. La misma es medida por la extensin de aquellas cosas respecto de las cuales no votamos. La libertad debe ser protegida de la democracia. Una buena constitucin har eso.

    Hong Kong careca de una constitucin. Los lmites sobre el gobierno dependan de administradores ilustrados designados desde Londres. Pero el depender de hombres ilustrados es riesgoso; los hombres pueden fcilmente ser entrometidos colectivistas. Lo que Hong Kong precisa es de una norma jurdica ilustrada -una constitucin-no de hombres, ilustrados o de otro tipo. Si China es seria respecto de continuar con la prosperidad econmica de Hong Kong, e incluso posiblemente de hacerla extensiva al continente, su primera medida sera la de disear una constitucin que garantice la propiedad privada y la libertad de contratacin, y la de hacer odos sordos a aquellos que claman por democracia.

    Traducido por Gabriel Gasave