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    SEGURIDAD PRIVADAEN AUTOBUSES

    DIR

    ECCIN

    GENERAL

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    CIVIL

    Com

    isara

    GeneraldeSeguridad

    Ciudadana

    UNIDAD CENTRAL DE SEGURIDAD PRIVADA

    SEGURPRIMonogr f ico Nmero 2 Jun io 2010

    Para dar cumplida respuesta a varias consultas planteadas

    en relacin con la prestacin de servicios de seguridad privadapor parte de vigilantes de seguridad en autobuses de lneas ur-banas e interurbanas, se han emitido, por la Unidad Central deSeguridad Privada del Cuerpo Nacional de Polica, distintos in-formes de posicin, sobre la interpretacin y consiguiente cri-terio aplicativo en relacin con este tipo de servicios de segu-ridad privada, cuyo contenido es objeto del presente monogr-fico.

    Unidad Central de Seguridad Privada

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    CONSIDERACIONES

    El artculo 11 de la Ley de Seguridad Pri-vada, y el artculo 71 del Reglamento que ladesarrolla, establecen, como funciones de losvigilantes de seguridad: ejercer la vigilancia y

    proteccin de bienes muebles e inmuebles, ascomo la proteccin de las personas que pue-dan encontrarse en los mismos y evitar la co-misin de actos delictivos o infracciones en re-lacin con el objeto de su proteccin.

    Por su parte, el artculo 13 de la Ley, dis-pone que los vigilantes de seguridad ejercernsus funciones exclusivamente en el interior delos edificios o en las propiedades de cuya vigi-lancia estuvieren encargados, sin que talesfunciones se puedan desarrollar en las vas

    pblicas, si bien, el propio artculo, en su inicio,excepta de esta regla general la funcin deproteccin del transporte de fondos, a las quese suman otras excepciones expresamentecontempladas en la normativa.

    Respecto a los supuestos de actuacinen el exterior de los inmuebles, el artculo 79.1del Reglamento de Seguridad Privada, con-templa, como rgimen general de actividad delas funciones de los vigilantes de seguridad, elque se presten en el interior de los edificios.No obstante, el propio artculo 79 y el 80 del

    Reglamento, establecen una enumeracin deexcepciones a sta regla genrica de desem-pear sus funciones en el interior de los edifi-cios o de los inmuebles de cuya vigilancia yseguridad estuvieran encargados (transportede moneda, proteccin de bienes depositadosen la va pblica, servicios de acuda y verifica-cin de alarmas, persecucin de delincuentes,servicios humanitarios, servicios en cajeros,desplazamientos complementarios, serviciosen polgonos industriales y en urbanizaciones),y concretamente, en el apartado segundo del

    artculo 79, textualmente se dice:

    Las limitaciones previstas en el aparta-do precedente (es decir, no prestar lasfunciones en el exterior de los inmue-bles), no sern aplicables (esto es, po-drn ejercer sus funciones en el exteriorde los inmuebles) a los servicios de vigi-lancia y proteccin de seguridad privadade los medios de transporte y de sus in-fraestructuras que tengan vas especfi-cas y exclusivas de circulacin, coordi-nados, cuando proceda, con los servi-cios de las Fuerzas y Cuerpos de Segu-ridad.

    De sta importante excepcin, previstaen el apartado segundo del artculo 79 del Re-glamento, por la que se admite reglamentaria-mente el que los vigilantes puedan ejercer susfunciones en el exterior de los inmuebles o edi-

    ficios, se han efectuado diferentes interpreta-ciones, tanto positivas, tendentes a admitir laprestacin de este servicio de seguridad, comonegativas, rechazando su posibilidad.

    La tesis favorable a la admisin de estetipo de servicios en los transportes, y ms con-cretamente en los autobuses urbanos o inter-urbanos, ha interpretado que la vigilancia en elinterior de autobuses est dentro de las com-petencias ordinarias de los vigilantes de segu-ridad (vigilancia y proteccin de personas ybienes), y que estas funciones las pueden rea-

    lizar, por disposicin legal y reglamentaria, tan-to en bienes muebles (autobuses, barcos, etc.)como en inmuebles (edificios), sin que exista,en la normativa de seguridad privada, prohibi-cin especfica alguna que impida la presta-cin de este tipo de servicio, que ha de consi-derarse ajustado a la norma y til para la segu-ridad, sino tan solo una regla genrica (que elservicio se preste en el interior de los inmue-bles y no en la va pblica), que, a su vez, pre-senta excepciones favorables a su admisibili-dad (las contempladas en los artculos 79 y 80

    del Reglamento), y que para el caso de lostransportes nicamente se condiciona su pres-tacin a que estos tengan vas especficas yexclusivas de circulacin, sin ms restriccin ysin que la propia normativa (artculo 79.2 delReglamento) ofrezca un contenido concretoque permita establecer el alcance legal de di-cha frmula jurdica indeterminada.

    Por el contrario, la tesis opuesta a su ad-misibilidad, ha sostenido que esta posibilidadest excluida de la actividad de los vigilantes,alegando, para ello, que resulta obvio que las

    vas por donde circulan los autobuses urbanos,ya sean de titularidad pblica o privada, son de

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    uso comn y que, en consecuencia, el vigilantede seguridad de un servicio pblico de autobu-ses desarrollara su funcin en un espacio p-blico, concluyendo que slo las vas de trans-porte por ferrocarril, ya sean terrestres o subte-rrneas (RENFE u otras Compaas similares

    y las redes del METRO), a las que habra queaadir otras no citadas en dichos informes(tales como suburbano, tranva, tren ligero, fu-nicular, telefrico, etc.), tienen tales tipos devas a las que se refiere la norma; es decir,que slo pueden ser utilizadas por ellos(exclusivas) y que se caracterizan o distinguende otras (especficas).

    Conjugadas las dos posiciones anterio-res, y con base en el texto del propio artculo79 del Reglamento, cabe hacer una primera

    conclusin jurdico-operativa: la normativa deseguridad privada admite, abiertamente, laprestacin de servicios de seguridad privada,por vigilantes de seguridad, en los medios detransporte y sus infraestructuras, con la nicacondicin de que estos tengan vas especfi-cas y exclusivas de circulacin, indicando, asu vez, que han de estar coordinadas, cuandoproceda, con los servicios de las Fuerzas yCuerpos de Seguridad, exigencia normativaesta que no es absoluta ni impeditiva(el artcu-lo dice cuando proceda), y que debe ser en-marcada en los principios de colaboracin,complementariedad y subordinacin que presi-den la relacin de servicio entre Seguridad P-blica y Seguridad Privada.

    En este sentido, y con independencia dela citada exigencia de coordinacin operativaque el artculo menciona, cabra recordar, encuanto al tipo de vas y de medios de transpor-te a considerar, que no es dado distinguir alldonde la Ley no distingue, que no cabe impo-ner, al margen de la norma, requisitos, impedi-mentos o limitaciones que, aunque pudieran

    parecer adecuadas, no se contemplan expre-samente, ni se deducen lgicamente del conte-nido de la norma. Esto es, si el Reglamento no

    alude ni menciona ningn tipo concreto de va(ral, carretera, camino, etc.) ni de medio detransporte (tren, metro, suburbano, tranva, au-tobs, automvil, camin), sino que imponenicamente como condicin, para que se pue-da prestar el servicio de vigilancia, que dicho

    transporte, el que sea, tenga vas especficasy exclusivas de circulacin, no se puede afir-mar, por va de interpretacin restrictiva, quesolo el trasporte por ferrocarril queda incluidoen el concepto, excluyendo, en consecuencia,otros medios de transporte que tambin cum-plan con el doble condicionante de tener quecircular por vas especficas y exclusivas.

    En consecuencia, el fondo de la cuestin

    estriba en la interpretacin que se d a los tr-minos especficas y exclusivas, referidas ala vas de circulacin, con el fin de determinarel sentido de la norma en cuanto a la admisibi-lidad o no de que se presten servicios de segu-ridad privada en dichos medios de transporte.

    A falta de una interpretacin autntica,es decir, una interpretacin del propio legisla-dor contenida en la norma, y de una interpreta-cin judicial contrastada, hay que acudir a unainterpretacin doctrinal, si la hubiere, o, en ca-so contrario, a realizar una interpretacin nue-va, con o sin antecedente interpretativo conoci-do.

    Los supuestos conocidos y hasta ahoraanalizados, obedecen a una interpretacinnueva y diferenciada de los trminos en cues-tin. En un caso, dndole un sentido restricti-vo, se afirma la voluntad del legislador de noautorizar la extensin de la actividad regulada,es decir, de la vigilancia, a otros mbitos aje-nos a las vas frreas, introduciendo este ele-mento novedoso, la referencia a las vas f-

    rreas, que no aparece expresamente recogidoen la norma, ni sugerido o deducido directa-mente de su redaccin. En otros casos, en

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    una interpretacin ms amplia, se entiende laexclusividad y especificidad como no referidaa la va, sino al conjunto va-medio de trans-porte, y se considera, en consecuencia, que sest comprendida la vigilancia privada en loscasos de medios de transporte colectivos que

    utilicen una va fija.

    Aunque la interpretacin restrictiva delos trminos en cuestin puede, ciertamente,tener cabida, se observan, no obstante, unaserie de razones, que cabra considerar demayor peso argumentativo jurdico, que incli-nan a pensar en la conveniencia de realizaruna interpretacin ms amplia o extensiva dedichos trminos.

    Esta postura favorable a lo que podra-mos denominar como una interpretacin inte-grativa del verdadero alcance de los trminosaludidos, encuentra su fundamento, ademsde en la propia interpretacin literal y gramati-cal del precepto y del significado de sus trmi-nos, en la completa aplicacin del conjunto dereglas de interpretacin normativa contempla-das en el artculo 3.1 del Cdigo Civil: literal,sistemtica, teleolgica y contempornea.

    En primer lugar, desde el punto de vista

    de la interpretacin literal, y apoyados en lasemntica o significado de las palabras, el le-gislador habla de medios de transporte y desus infraestructuras que tengan vas especfi-cas y exclusivas. Analizados los trminos, re-sulta que, si bien cuando hablamos deespecifico lo hacemos de algo que caracteri-za y distingue una especie de otra, esto es, al-go propio o distinto de otro, aplicado al casoconcreto, solo podemos entenderlo como algoque se refiere al sujeto del que estamoshablando o predicando, es decir, algo propiode la va por la que circula el medio de trans-

    porte. Por otro lado, el trmino exclusivas,referido a las vas por las que circulan los me-dios de transporte, parece indicar que habla-

    mos de algo nico, que excluye a cualquierotro, de un privilegio o derecho, en virtud delcual, y aplicado al caso concreto, cabra enten-der que, por esa va no puede circular ningnotro medio de transporte, es decir, que esetransporte puede hacer algo no permitido, de

    forma genrica, a los dems transportes, comoes el circular por esa va.

    Ahora bien, el legislador, cuando redactla norma en cuestin, regul medios de trans-porte, en su concepto genrico y en plural, yno trenes o ferrocarriles, que es algo concretoy conceptualmente especfico; y regul vas(calles, calzadas o carreteras), y no el trminoespecfico de rales de tren o de ferrocarril, ytodo ello pudiendo haberlo hecho. Esto es, norestringi, de forma especfica y deliberada, niel tipo concreto de medio de transporte(terrestre, areo o martimo), ni el tipo concretode va por el que circular (autopista, carretera,camino, calle, ral), y, ciertamente, hemos deadmitir que nada se lo impeda, sino que, muyal contrario, lo hizo de forma abierta y genri-ca, tanto para el medio de trasporte como parael tipo de va, dando nicamente un criterioorientador (va especfica y exclusiva de circu-lacin) para la correcta aplicacin de la limita-cin, llegado el caso, a la prestacin de servi-cios de vigilancia privada en los mismos.

    En apoyo de esta misma lnea argumen-tativa, cabe traer a colacin, como otro argu-mento favorable a la integracin en el concep-to del precepto de otros medios de transportedistintos al ferrocarril, la notoria ausencia en elmismo, y no parece que por olvido, del trminoexcluyente, para calificar a la va o al mediode trasporte, trmino ste que la Ley y el Re-glamento de Seguridad Privada utilizan, enotros artculos, para enfatizar la nota de exclu-sividad propia de la actividad y servicios de se-

    guridad privada, y que, sin embargo, no esusado en el mbito normativo del preceptoanalizado.

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    Avanzando sobre esta lnea de compren-sin semntica, y refirindola a la presenciadel trmino exclusiva y a la ausencia del tr-mino excluyente, connotados ambos con lava o, en su caso, con el medio de transporte,se ha de concluir que el artculo 79. 2 del Re-

    glamento, no afirma que por esa va solo hade poder circular un determinado medio detransporte, como ocurre con el ral del tren o elmetro (va exclusiva por la que no es fsica-mente posible que circule cualquier otro mediode trasporte), y tampoco afirma que dicho me-dio de transporte no pueda circular por ningnotro tipo de va, exclusiva o no, o que por esava no pueda fsicamente circular otro mediode trasporte (va excluyente), al contrario de loque sucede con autobuses o autocares, quepueden utilizar un carril nico, reservado, ex-clusivo o preferente de la calzada o circular

    discrecionalmente sobre el resto de carriles.

    Por otra parte, profundizando un pocoms en la interpretacin sistemtica de la nor-ma, se ha de resaltar que, en contra de lo quesostiene la tesis restrictiva, la vigilancia no serealiza propiamente en la va pblica; sta noes, en ningn caso, el objeto de la proteccin,sino que lo vigilado y protegido es el bien y laspersonas que se encuentran en su interior, eneste caso el autobs, argumento que refuerzala favorable aceptacin de la interpretacinamplia o extensiva que se viene manteniendodel supuesto en cuestin, esto es, de la posibi-lidad de que se presten servicios de seguridadprivada en los autobuses.

    Incidiendo en este argumento lgico ygramatical, resulta muy ilustrativo constatarque el fundamento de lo que podramos consi-derar como prohibicin general de la Ley deque las funciones de vigilancia se realicen enla va pblica, pero no sobre la va pblica,que ha de entenderse generalmente permitido,

    no se da en el caso de los autobuses, y estaes precisamente la razn de que las excepcio-nes reglamentarias a la prestacin del servicio

    en el interior de los inmuebles (artculos 79 y80 del Reglamento), tengan todas ellas en co-mn el que la funcin, es decir, la prestacindel servicio de seguridad por los vigilantes, serealiza no sobre la va pblica (caso de losautobuses que por ella circulan), sino en la

    propia va pblica, bien poniendo pie a tierra elvigilante o, adems de esto, utilizando la vapblica con los propios medios de seguridadcon los que se realiza el servicio, como ocurreen el caso de los vehculos de transporte defondos o de servicios de acuda.

    Estas circunstancias, se ha de recono-cer, no se dan en el supuesto de vigilancia enautobuses, pues el servicio se realiza no enla va pblica sino en el interior de este bieninmueble, el autobs, que sobre ella circula,pero sin que el vigilante descienda del mismo

    o lo abandone y pase a prestar su servicio, en-tonces s, en la va pblica, ya que este espa-cio vedado a su funcin, salvo las excepcionescontempladas en la norma, no es el bien quedebe proteger y para el que han sido contrata-dos sus servicios de seguridad.

    En este sentido, y haciendo uso de lospropios argumentos de la tesis negativa, pare-ce oportuno recordar que, as como dicha tesisasume, de forma incuestionable, la ficcin queequipara, para la prestacin de servicios devigilancia, la proteccin de un inmueble con elcaso de un tren o ferrocarril, debe aceptarsetambin, aplicando la misma lgica argumenta-tiva, que un bien mueble, como es un autobsde pasajeros, es equiparable, a los efectos delservicio de vigilancia, con un buque, pues am-bos tienen la consideracin jurdica de bienesmuebles, razn por la cual, si se admite yacepta la prestacin de servicios de vigilanciaprivada a bordo de barcos, como hace el Re-

    glamento, ha de admitirse tambin para el ca-so de los autobuses.

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    Abundando en la interpretacin integra-dora del concepto que se viene manteniendo,y tomando en consideracin la finalidad y eltiempo actual en que se aplica la norma, con-viene resaltar la realidad de la seguridad priva-da del siglo XXI, que ha superado con crecesla perspectiva que la norma pudiera haber con-cebido en la ya lejana fecha de su redaccin,hace ya casi veinte aos, por lo que muy bienpudiera entenderse, mxime en un sector tandinmico y cambiante como es el de la seguri-dad, que las notas condicionantes del preceptoanalizado (vas especficas y exclusivas), yque da soporte al servicio en cuestin (artculo79. 2 del Reglamento), vienen referidas hoy, sies que no fue as siempre, a un medio detransporte con una ruta prefijada, con horarios

    definidos y predeterminados, incluso con carri-les exclusivos o preferentes de circulacin, se-alizados y acotados con diferentes sistemasfijos o mviles, como ocurre con los denomina-dos carril-bus o carril-vao, por poner dosejemplos, que cuentan, incluso, con sistemasde separacin mediante vallas de hormign,adosamientos plsticos o pintura en la calza-da, pero no con vas de circulacin nicas nitotalmente excluyentes, y menos an vincula-das nicamente a rales ferroviarios, ya sea detren, metro o similar.

    En cuanto a la admisibilidad o no del ser-vicio, es preciso recordar que, la labor interpre-tativa del ajuste de los contratos, que son pre-ceptivamente comunicados por las empresasde seguridad, a la normativa reguladora de laseguridad privada, corresponde hacerla alosDelegados o Subdelegados del Gobierno, r-gano competente para determinar, a la vista deun contrato de esta naturaleza, si el mismo seajusta o no a las prescripciones legales y re-glamentarias, pudiendo aplicar, en consecuen-cia, las medidas previstas en los artculos 21 y

    22 del Reglamento, esto es, ordenar la subsa-nacin de los defectos de los mismos y super-visar la suspensin de la actividad a nivel pro-

    vincial, en el caso de observar anomalas o de-ficiencias.

    Por todo ello, y con fundamento en lasreglas de interpretacin jurdica, se estima queresulta ms adecuado y acorde con el espritu

    y la finalidad de la norma, hacer una interpreta-cin amplia e integradora del artculo 79. 2 delReglamento de Seguridad Privada.

    CONCLUSIN

    En razn de cuanto antecede, cabe con-cluir que la prestacin de servicios de seguri-dad en autobuses urbanos e interurbanos, porparte de vigilantes de seguridad habilitados,integrados en empresas de seguridad inscritasen el registro de empresas de seguridad, se

    considera acorde con la normativa de seguri-dad privada analizada, siempre que los mis-mos circulen, de forma regular, por algn tipode carril nico, reservado, exclusivo o prefe-rente de la va, o lo hagan cumpliendo una l-nea, ruta o trayecto predeterminado, con para-das fijas previamente establecidas.

    En consecuencia, y dado que el serviciode vigilancia en cuestin (autobuses urbanosde un Ayuntamiento), se realizara en el inter-ior de un bien mueble, el autobs, que tiene untrayecto preestablecido, con una ruta y hora-

    rios definidos, y que este servicio es solicitadopor el Ayuntamiento para la proteccin del bieny de las personas que hay en su interior, enconsonancia con todo lo anteriormente ex-puesto, se puede entender que la vigilancia yproteccin en el interior de dichos autobusesurbanos o interurbanos, por parte de vigilantesde seguridad, es acorde con el contenido, al-cance y lmites de la normativa actual de segu-ridad privada.

    Igualmente, tambin se entiende con-

    forme con la normativa actual, la utilizacinde sistemas de video vigilancia, siempre,claro est, que cumplan con el resto de lanormativa sectorial que les resulte aplicableen cada caso, segn la naturaleza, pblica oprivada, de dicha video vigilancia, y especial-mente, segn sea el caso, por la Ley de utili-zacin de video cmaras por las Fuerzas yCuerpos de Seguridad en lugares pblicos,la Ley de Proteccin de Datos de CarcterPersonal, la Ley sobre Proteccin Civil al Dere-cho al Honor, a la intimidad personal y familiar

    y a la propia imagen, etc.

    Unidad Central de Seguridad Privada

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    Edita: UNIDAD CENTRAL DE SEGURIDAD PRVADA (Seccin de Coordinacin)C/ Rey Francisco, 21- 28008 MADRIDTelfono: 91 322 39 19E-mail: [email protected]

    Se autoriza su reproduccin, total o parcial, citando textualmente la fuente

    LEY DE SEGURIDAD PRIVADA

    LEY 23/1992, DE 30 DE JULIO, DE SEGURIDAD PRIVADA (BOE nm. 186, de 4 de agosto) , en

    su redaccin dada por:

    DECRETO-LEY 2/1999, DE 29 DE ENERO (BOE nm. 26, de 30 de enero).

    LEY 14/2000, DE 29 DE DICIEMBRE (BOE nm. 313, de 30 de Diciembre).

    REAL DECRETO-LEY 8/2007, DE 14 DE SEPTIEMBRE (BOE nm. 225, de 19 de septiembre

    LEY 25/2009 (Art. 14) (BOE nm 308, de 23 de diciembre)

    REGLAMENTO DE SEGURIDAD PRIVADA

    REAL DECRETO 2364/1994 DE 9 DE DICIEMBRE, que aprueba el Reglamento de SeguridadPrivada (BOE nm. 8 de 10 de enero de 1995).

    Correccin de errores, (BOE nm 20 de 24 de Enero de 1995.) Modificado por:

    REAL DECRETO 938/1997, DE 20 DE JUNIO (BOE nm. 148, de 21 de junio).

    REAL DECRETO 1123/2001, DE 19 DE OCTUBRE (BOE nm. 281, de 23 de noviembre).

    REAL DECRETO 277/2005, DE 11 DE MARZO (BOE nm. 61 de 12 de marzo).

    SENTENCIA DE 30 DE ENERO DE 2007, DE LA SALA TERCERA DEL TRIBUNAL SUPRE-MO (BOE nm. 55, de 5 de marzo).

    REAL DECRETO 4/2008, DE 11 DE ENERO (BOE nm. 11, de 12 de enero).

    SENTENCIA DE 15 DE ENERO DE 2009, DE LA SALA TERCERA DEL TRIBUNAL SUPRE-MO (BOE nm. 52, de 2 de marzo).

    REAL DECRETO 1628/2009, DE 30 DE OCTUBRE (BOE nm 263, de 31 de octubre). REAL DECRETO 195/2010, DE 26 DE FEBRERO (BOE nm. 60, de 10 de marzo).

    OTRAS NORMATIVAS

    LEY ORGNICA 1/1982, de 5 de mayo, de Proteccin Civil del Derecho al Honor, a la Intimi-dad Personal y Familiar y a la Propia Imagen.

    LEY ORGNICA 4/1997 de 4 de agosto, que regula la utilizacin de videocmaraspor las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares pblicos.

    LEY ORGNICA 15/1999, de 13 de diciembre, de Proteccin de Datos de Carcter Personal.

    Instruccin 1/2006, de 12 de diciembre, de la Agencia Espaola de Proteccin de Datos so-bre el tratamiento de datos personales con fines de vigilancia a travs de sistemas de cma-ras o videocmaras.

    REFERENCIAS NORMATIVAS